EUCARISTIA DOMINGO XXIII T.

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Septiembre 4 de 2022

MONICIÓN DE ENTRADA
Con la alegría de sabernos hijos de Dios y hermanos en Cristo Jesús, les
recibimos en este lugar santo para celebrar la Santa Misa, en el vigésimo
tercer domingo del Tiempo Ordinario.

Domingo tras domingo, en la escuela de Jesús, vamos escuchando sus

consignas para nuestra vida de seguidores suyos. Son enseñanzas
concretas, sencillas, pero comprometedoras, que nos obligan a mirarnos al
espejo del Evangelio y a sacar conclusiones para nuestra vida.

Durante la semana que hoy iniciamos, se nos hace una invitación especial a
promover y fomentar la cultura de la paz en todos los ambientes que nos
rodean. Oramos principalmente en este día, para que el Señor nos conceda
ser hombres y mujeres de paz.

De la misma manera, celebramos en septiembre, el mes de la Biblia.

Estamos invitados, a reflexionar sobre la centralidad de la Palabra de Dios,
en nuestra vida cristiana.

Dispuestos a seguir dejándonos instruir por Jesús, celebremos con fe, e

iniciemos cantando nuestra celebración.

MONICIÓN A LA PALABRA

Primera Lectura: El pasaje del libro de la Sabiduría nos habla de los planes
enteramente misteriosos de Dios sobre el hombre y su historia. Solamente
aquellos a quienes el señor dio Su sabiduría y Su Espíritu pueden conocer
esos secretos divinos para enderezar sus caminos y hacer lo que Le es grato
a Dios. Escuchemos.
Segunda Lectura: Hoy Pablo invita a Filemón, como cristiano, a una nueva
sabiduría, a abrirse a una nueva relación que agrada a Dios: a tratar al
esclavo como hermano. Escuchemos con atención.

Evangelio: Hoy Jesús advierte a la gente que evite seguirlo por entusiasmo
o curiosidad, y deja bien sentadas las normas para los que lo quieran seguir.
Quien se decida por Él debe saber muy bien a qué se compromete.
Escuchemos atentamente el mensaje que el Señor quiere dirigirnos.
 ORACIÓN DE LOS FIELES

REY DE LA PAZ, ESCÚCHANOS

• Por la Iglesia santa de Dios, en especial por sus ministros, para que
siguiendo el llamado del Señor se desapeguen de todo lo material y se
enfoquen en el ejercicio pastoral, en el acompañamiento espiritual y
nunca se cansen de proclamar ante el mundo entero el mensaje de fe,
esperanza y amor que suscitan paz. Oremos
• Pidamos al Señor por la paz del mundo entero, y especialmente de
nuestro país. Que reine en nuestros corazones la Luz del Evangelio, para
que cesen los conflictos, haya paz en los territorios y sobreabunde en
nosotros la fuerza del amor.

• Oremos por quienes sufren el flagelo de la guerra, por quienes han sido
desplazados, por quienes han sido víctimas de las discordias y la
injusticia, por todos aquellos que han perdido seres queridos a causa de
la violencia; para que en sus corazones se iluminen por la luz del amor y
el perdón y encuentren así el consuelo a sus sufrimientos.

• Por aquellos que se esfuerzan en el estudio de la Palabra de Dios, para

que guiados por la luz del Espíritu Santo, puedan enseñarla con
autenticidad y vivirla con libertad. Oremos.

• Por nosotros, para que permanentemente podamos meditar la Palabra, y

al llevarla a la vida, podamos ser auténticos adoradores en espíritu y
verdad y constructores de la sociedad del amor y la paz. Oremos.

PRESENTACIÓN DE LAS OFRENDAS

Hermanos, habiendo meditado la Palabra de Dios y recibiendo la invitación

de hacerla vida en nosotros, presentemos el vino y el pan, para que los
dones que le ofrecemos al Señor se conviertan para nosotros en alimento
de vida que trae consigo el don de la paz.

BENDITO SEAS POR SIEMPRE SEÑOR.