Admito que se me dificultó poder comprender completamente la situación del narrador, el
cual parece ser una persona muy inocente e ingenua que sufre maltratos y ultrajes por parte de las personas con las que vive. A pesar de esto pude encontrar paralelismos con mi propia vida, puesto que siento que también soy una persona que es muy ingenua, que no se da cuenta de lo que ocurre a su alrededor. Pero esto no es todo ya que, al igual que el protagonista, tengo una persona que está cuidándome cuando mi madre se encuentra trabajando, y esa persona es mi tía. Ella siempre está vigilándome y me habla con voz firme, me deja tareas como sacar la basura o limpiar el patio; siempre me regaña porque dice que no me fijo en lo que hago. Yo, la verdad, a veces si me siento lastimado por ella, e incluso enojado, pero normalmente no tengo nada en contra de ella, de hecho la quiero mucho. Otra similitud que puedo encontrar entre el protagonista-narrador y yo es el hecho de que no me lleno fácilmente y al poco tiempo que como ya tengo hambre; mi mamá siempre se enoja por eso, porque dice que acabo de comer y que no es posible que ya tenga hambre, que debo de comer mejor al momento de la comida. Lo que más me llamó la atención fue la narración que hizo sobre sus encuentros con Felipa; lo cual a mi parecer dejaba claro que ella lo violaba, pero le hacía creer que era sólo un juego, que aunque a él le gustara no creo que estuviera consciente complemente de lo que sucedía; por lo tanto podría tratarse de un delito solapado por la madrina, quien prefería hacerse la desentendida para no hacerse cargo del cuidado del protagonista. Lo que puedo concluir es que esta historia es una muestra de la situación que puede estar viviendo cualquier familia en cualquier parte del mundo y que puede estar oculta a todos los demás. Aunque en ciertos momentos confusa, la historia nos muestra los abusos que se pueden cometer a la inocencia misma, estos abusos que la gente prefiere callar. Octavio González Luna Tercer Semestre Grupo C