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El Compromiso Apostólico en la Parroquia

Objetivo doctrinal:
Explicar el Cuerpo Místico de Cristo y el compromiso apostólico que se adquiere en la Confirmación.

Objetivo moral o vivencial:


Motivar a sentirse parte de la Iglesia y a cumplir con la misión de ser apóstoles.

Enlace:
Conocemos a muchas personas que parecen haber nacido cansados, conformándose con lo que son y teniendo lo
que tienen. A estas personas conformistas las llamamos pesimistas, porque están derrotadas antes de empezar.
Por el contrario, vemos con muchísimo gusto, que otras personas, las optimistas, están dispuestas a actuar, a
esforzarse constantemente, siempre están tratando de mejorar en todos los aspectos de su vida. Imaginemos lo
que hubiese sucedido sí la Iglesia fuese como los pesimistas, poco se hubiese logrado.

Dinámica:
 Lluvia de ideas sobre lo que piensan serían actitudes de pesimistas y actitudes de optimistas.
 Preguntar que entienden por el Cuerpo Místico de Cristo.

Puntos a desarrollar:
Cristo al fundar la Iglesia la hizo misionera. Antes de subir al cielo ordenó a los apóstoles: “Id y predicad a toda
la gente, lo que Yo os he enseñado, bautizándolas en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo y
enseñadlas a cumplir lo que yo os he mandado”.

Desde el día de la venida del Espíritu Santo, Pentecostés, los apóstoles se lanzaron a predicar sin miedo a los
jueces, a las cárceles, a los regaños y a la muerte. Esto lo pudieron hacer porque estaban convencidos de que
debían de obedecer a Dios antes que a los hombres y porque sentían la fuerza del Espíritu Santo.

A través de sus dos mil años de vida, en que la Iglesia, ha tenido grandes dificultades, momentos muy difíciles,
no ha dejado de sentir la fuerza de Pentecostés, ese viento que sopla donde quiere y que quiere hacer de todo
el pueblo de Dios, un pueblo siempre en marcha.

La Iglesia que es el Cuerpo Místico de Cristo: cuerpo vivo, en camino a la santidad perfecta de sus miembros.

Por el Bautismo entramos a formar parte importante en el Cuerpo Místico de Cristo.

Este Cuerpo Místico de Cristo es como un cuerpo humano, pero que no se puede ver. Tiene ojos, nariz, boca,
brazos, pies, etc., que son necesarios para funcionar bien. Por lo tanto, así como nuestro cuerpo necesita de
todos sus elementos, la Iglesia, como Cuerpo Místico, necesita de todas las partes. Cada uno de nosotros es una
parte, por ello debemos de sentirnos necesarios, porque puede ser que seamos algo muy importante para su
funcionamiento.

No hay que olvidar que cada católico debe de desarrollarse al máximo en lo que le corresponde, para el bien de
la Iglesia de la que forma parte, unido a todos los demás miembros del cuerpo. 

Con la Confirmación somos llamados a vivir como miembros responsables y adultos de este cuerpo.

El Espíritu Santo vive en la Iglesia, fue enviado para que la santificara y de esta manera los creyentes pudieran
acercarse por medio de Cristo, al Padre, en un mismo Espíritu.

Con el Espíritu Santo construimos el Reino de Dios en el mundo:


 Construimos nuestra vida cristiana, llenándola de obras santas y buenas.
 Construimos nuestra familia haciéndola una pequeña comunidad unida y feliz.
 Construimos nuestra parroquia, haciéndola próspera en la fe, en la vida litúrgica, en obras de caridad y
apostolado.
 Construimos la Iglesia Universal en fiel y luminoso signo de salvación en el mundo.
 Vencemos las tentaciones del demonio.
 Vencemos la inclinación al mal que nos dejó como consecuencia el pecado original.

A la Iglesia pertenecemos todos los bautizados. Cuando fuimos bautizados, el Espíritu Santo empezó su tarea
santificadora en nosotros. Pero el día de la Confirmación, el confirmado se convierte en apóstol de la palabra
de Dios. Por lo tanto, desde este momento recibe el derecho y el deber de ser misionero.

Si cada uno de los confirmados vivieran esta misión y pensaran conscientemente que detrás de cada acción suya
está la ayuda del Espíritu Santo, tendrían más ánimo para ser apóstoles.

Ser misionero, no significa irse lejos, a otros países, sino que desde nuestra propia casa podemos ser misioneros,
llevando la palabra de Dios a los demás, siempre hay mucho que hacer. Donde Dios nos ha puesto, allí podemos
ser misioneros.
La Iglesia de hoy necesita de todos los miembros del Cuerpo, para que den a conocer a Cristo, por medio de la
palabra y con el ejemplo y nuestras obras buenas, imitando el ejemplo que Cristo nos enseñó cundo vino a la
tierra.

Aplicaciones en la vida diaria:


 Hablar con algún miembro de la familia de la palabra de Dios.
 Ayudar en la parroquia en alguna de sus necesidades.

Actividades sugeridas:
Completar las siguientes frases:
Todo confirmado está obligado a ser ________________ .

La Iglesia es el ______________ ________________ de Cristo.

El Cuerpo Místico de Cristo está formado por todos los ____________________.

Cristo se da a conocer por medio de ___________________.

El _______________ _________________ santifica a la Iglesia.

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