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Serie: HISTORIA y SOCIEDAD, n° 117 RAFAEL SERRANO GARCÍA

( Coordinador)

FIGURAS DE LA GLORIOSA
APROXIMACIÓN BIOGRÁFICA
AL SEXENIO DEMOCRÁTICO

Figuras de La Gloriosa: aproximación biográfica al sexenio democrático /


Rafael Serrano García (coord inador). - Valladolid: Universidad de Valladolid,
Secretariado de Publicaciones e Intercambio Editorial, 2006

236 p. ; 24 cm. - (Historia y Sociedad ; 117)


ISBN 84-8448-364-9

I
l. España - Historia - 1868 -1875 (Periodo revolucionario) - Biografias 2.
España - Historia - 1873-1875 (1' República) - Biografias I. Serrano Garcia,
Rafael, coord. II. Universidad de Valladolid, Secretariado de Publicaciones e
Intercambio Editorial, ed. III. Serie

94(460).07
SECRETARIADO DE PUBLICACIONES
E INTERCAMBIO EDITORIAL
UNIVERSIDAD DE VALLADOLID
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sidencia de la Diputación Catalana, la especialización en Ultram el interés por la " Ramón de Cala (1827-1902):
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educación y la cultura. Por otro, la entrada en escena de fue políticas y sociales republicanismo y fourierismo
con unas concepciones políticas nítidamente a la izquierda el liberalismo monár-
quico defendido por él, le obligaban a matizar algunos asg tos de su proyecto polí- DIEGO CARO CANCELA
tico anterior.
Universidad de Cádiz
El período se cerraba para él con un balance de razonador. El sistema políti-
co iniciado en 1868 se había alejado de las bases estas por las Cortes Constitu-
yentes de 1869, pero al mismo tiempo, su corre Ión de 1874 se convertía en todo
lo contrario a la democracia deseada por Balag r. Por si esto fuera poco, el peso de
su sector político en Cataluña, base para la nsformación de España, se había ido
reduciendo ante la fuerza de otros sectores líticos.
Con todo, en sus veintiséis años de . a política durante la Restauración, duran-
te los cuales alcanzaría los máximos estos en las Cortes, en el gobierno y en el Ramón de Cala es, sin duda, una de las figuras más representativas y originales
mundo cultural, b。ャセオ・イ@ siguió un evidente continuidad con los planteamientos del republicanismo andaluz decimonónico. Aunque se inició en la vida pública en el
defendidos en 1868. El fue el alma evolucionaria del Partido Constitucional, cuan- Bienio Progresista (1854-1856), alcanzó su mayor protagonismo en los agitados
do en 1875 una parte del mismo esertó para aceptar el sistema político diseñado años del Sexenio Democrático (1868-1874), compatibilizando su activismo político
por Cánovas, pero especialme a partir de 1880, cuando la Fusión Liberal hacía con una interesante producción bibliográfica y periodística, en la que siempre se
bascular el partido hacia la de chao En 1882, tras denunciar en plenas Cortes el giro mostró fiel a los dos grandes ideales de su vida: el federalismo para la organización
conservador de Sagasta y su gobierno y el incumplimiento del programa del territorial del Estado y el socialismo utópico fourierista como única solución para
partido, protagonizó una Gosa salida del mismo. Balaguer quiso entonces que el las injusticias creadas por la sociedad capitalista.
nuevo partido se fraguar n Cataluña y desde Girona lanzó el programa de reorga- Pues bien, pese a esta relevancia pública e intelectual, Ramón de Cala ha sido
nización de los liberale scindidos, que tras la confluencia con sectores democráti- un personaje escasamente considerado por la historiografia. Aunque ya hace años
cos, significaría la fa ación de la Izquierda Liberal. que Antonio Elorza llamó la atención sobre el interés que uno de sus libros tiene en
Miembro perm ente del directorio del nuevo partido, consiguió el ingreso en el conjunto del socialismo utópico españoe, la única aproximación biográfica que
él de amplios sect s a la izquierda del Partido Liberal e incluso del obrerismo hasta ahora se tenía sobre él fue la que realizó en 1980, Manuel Ruiz Lagos 3 Un
moderado. Con as bases y tras un breve paso por el poder a finales de 1883 y trabajo interesante, pero a nuestro juicio incompleto por dos causas. En primer lu-
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principios de 1 4, el partido pudo afrontar la fusión con el Liberal de 1885, po- gar, por el planteamiento general dellibr0 y, en segundo lugar, por la limitación de
niendo encim e la mesa el programa de reformas liberales defendido por Bala- las fuentes documentales empleadas, lo que le lleva a ignorar o equivocar algunas
guer sin inte pción desde 1875, que el nuevo Partido Liberal llevó a la práctica en
el período 85-90, tras la muerte de Alfonso XII. Aunque invisible parala histo- Este trabajo se inscribe en el proyecto de investigación BHA 2001-3468, de la DGICYT del
riografia ( dera, 2001) Balaguer fue el depositario del programa revolucionario Ministerio de Ciencia y Tecnología.
de 1868 rante el primer tramo de la Restauración, hasta que las reformas políticas 2 Elorza, (1975). Se trata de El problema de la miseria resuello por la hannonía (s ic) de los inter-
eses humanos, que comentaremos más adelante.
introducidas por los liberales llegaron a igualar a la mayoría de las bases puestas por
J Ruiz Lagos, (1980). En realidad, este libro lo que hace es reproducir -con ligeras modificacio-
los diputados constituyentes de 1869. nes- el capitulo II de un libro anterior del autor Ruiz Lagos, (1977), añadiéndole un epílogo, una "re_
flexión andalucista" y un nuevo capítulo que titulaba "Cantonalismo y Constitución", en el que hace
una discutible interpretación sobre los cantones andaluces de 1868 (sic).
4 Publicado en plena Transición Política, cuando se está construyendo el Estado de las Autonomí-
as, el libro tiene un subtítulo -''Federación y Autonomía en el País Andaluz"-, que explica claramente
cual es su planteamiento genérico: situar la actuación política y el pensamiento de Cala como liJO de los
precedentes históricos del e.ntonces emergente nacionalismo político andaluz. Vinculado a esta ideolo-
gía, Manuel Ruiz Lagos, en defmitiva, lo que pretende es darle lila tradición histórica al andalucismo,
aún a costa de distorsionar algunas actuaciones de su biografiado y del período histórico que le tocó
vivir, que no comentaremos con más detalle porque no es cIobjetivo central de este trabajo.
50 DI EGO CARO CANCELA RAMÓN  DE  CALA (1827­1902): REPUBLlCANIS.\­10 y FOURlERlSMO  51

de las actividades más relevantes de la trayectoria político-ideológica de nuestro Además,  nuestro  personaje  daría  otra  infonnación  de  interés  sobre  su  propia 
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personaJe. situación  social,  arios  después,  en  su  libro  Los comuneros de París, publicado  en 
1871. En la introducción que  dirigía "A los  lectores", no  tenía reparos  en  reconocer 
1. Del Progresismo al Republicanismo (1854-1868) que  la  revolución  le  había producido "una desgracia  acaso  irreparable",  porque  los 
"únicos restos" de  su "modesta fortuna estaban en París" ­parece que una vivienda-
Ramón de Cala nació en Jerez de la Frontera el 29 de enero de 1827. Aunque y habían sido "presa de  las llamas"ll. 
se ha escrito que sus padres disfrutaban de una posición "modes·ta" o que se trataba Con un  entorno  familiar bastante  desahogado pues,  Ramón  de  Cala cursó  sus 
de una "familia de clase media,,6, los datos fiscales que hemos podido encontrar estudios de  enseñanzas medias en el  Instituto local, pasando a continuación a matri-
sobre su progenitor o los bienes que el propio Ramón de Cala poseía en la década cularse en la  Universjdad de Sevilla, en la  licenciatura de  Derecho l2, unos  estudios 
de los años cincuenta y sesenta nos indican una situación de desahogo económico que  nunca  llegaría  a  terminar,  probablemente  por  su temprano  compromiso  con  la 
más cercana a la que tenía la alta burguesía local que a los otros grupos sociales actividad poHtica, en la que entró nada más comenzar el Bienio Progresista. 
señalados anteriormente. Precisamente la primera noticia que tenemos sobre esta faceta de Cala es el acta de 
Manuel de Cala - su padre-, por ejemplo, era uno de los 1.679 electores, del la  reunión  electoral  celebrada por ''tma  gran parte  del  partido  liberal"  o progresista de 
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censo elaborado para elegir los cargos municipales del año 1856 . Aparecía con la cara a las elecciones generales convocadas para el  4 de octubre de  1854 lJ . En la misma, 
profesión de "propietario"g, viviendo en la plaza de la Constitución -hoy Arenal- , se  acordaba  proponer  dos  candidatos  para  formar  la  lista  que  los  progresistas  iban  a 
la principal de la ciudad y en la lista de los 416 electores que formaban su distrito, presentar por el  conjunto de  la provincia de  Cádiz,  se  aprobaba el "programa político" 
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ocupaba el puesto número 35, pagando una cuota por contribución general directa que estos candidatos debían comprometerse a defender y,  finalmente,  se nombraba  la 
de 2.531 reales y 124 por el repartimiento provincial y municipal, cantidades ambas comisión  encargada  de  dirigir  los  trabajos  electorales  en  la  ciudad,  manteniendo  los 
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que no muchos jerezanos de entonces satisfacían . Y el propio Ramón de Cala oportunos contactos con el resto de  la provincia. Pues bien,  uno de  los catorce nombres 
acreditaba poseer en los años cincuenta y sesenta al menos cuatro casas, todas loca- que integraban esta comisión era Ramón de Cala 15. 
lO 
lizadas en las calles más céntricas de Jerez .  Precisamente este  protagonismo que  empieza a  tener  en  la  vida política  local 
es  lo que explica que tres  meses después, el  8 de  diciembre, fuera también propues-
Por ejemplo:  equivocadamente  se  le  silÍla  corno  presidente de  la  "JlUJta  Revolucionaria" que  se  to  para formar parte del  nuevo Ayuntamiento que tenía que constituirse a principios 
constituye en  Jerez de  la Frontera,  tras  la "Vicalvarada" de finales de junio de  1854:  Ruiz Lagos (1980:  del  nuevo  año, siendo nombrado,  en  la  reunión de  los electores de  los  distintos dis-
13),  cuando  en  realidad  no  llegó  a  formar  parte  de  la  misma.  Más  tarde,  como  veremos,  en  el  mes 
diciembre de este mismo año, sí s.eria elegido síndico segundo del  Ayuntamiento, tomando una serie de 
tritos, síndico segundo de la nueva Corporación l6 . 
iniciativas pioneras en  el  campo  de  la regulación de la  prostitución que Ruiz Lagos no considera y que 
nosotros vamos a comentar por la importancia que tienen.  planta en  la casa de  su  propiedad,  localizada en el  número  II de la  calle  Remedios (AMJF.  Protocolos,  
6  Ruiz Lagos (1980:  12)  n° 47 . Año  1861.  Sección  n°  \.  Obras  Públicas  y Mtmicipales).  Le agradezco a Jesús Caballero que me  
Jerez  de  la  Frontera tenía entonces  9.828  vecinos, de  los  que  8.149,  es  decir,  el 82,9  por  ciento  haya  facilitado  esta  completa  infonnación,  que  cuestiona  los  origenes  familiares  presuntamente  "mo- 
estaban  excluidos  del  citado censo, porque  no  pagaban  los  impuestos  necesarios,  ni  tenían  las  "capaci- destos" de  nuestro personaje.  Y es que en  el Jerez de mediados del  siglo  XIX  o en cualquier otm ciudad  
dades" requeridas para fonnar parte del  mismo. Archivo Municipal de Jerez de  la  Frontera (en  adelante  andalU7..a de estos años,  tener una casa propia era un auténtico signo de distinción social.  
M1JF),  Legajo  (en  adelante  Leg.)  375,  Expediente  10.660.  Año  1856.  Ayuntamiento.  "Renovación  11  (Cala,  1929:  13).  Utilizamos tma edición hecha en Buenos Aires, en el  año  1929, por la Editorial  
actual con arreglo a la nueva Ley".  Plus Ultra.  
s  Al"'IJF.  Padrón vecinal del  año  1857. Barrio tercero. Plaza de  la  Constitución, número  16.  12  Ruiz Lagos (1980:  15­16). 
Ramón  de  Cala aparecía en  esta misma lista,  en el  puesto número 233, pagando por contribución  13 El GlIada/ele (en  adelante EG) (5 septiembre  1854). 
general  258 reales y nada en  concepto del  repartimiento provincial y municipal. Ibídem.  14 El programa completo en: ibídem. 
10 El8 de  enero de  1859,  por ejemplo,  la  Policía Urbana del  Ayuntamiento jerezano le  avisaba  que  15  lbídem.  El  7 de septiembre, el mi'sruo  Ramón de  Cala, y otros dos destacados progresistas jereza-
tenía  que qultar los  escorribros  de  la  obra que  estaba  realizando  en  su  casa  de  la  plaza de  la  Constitu- nos ­ Antonio Pérez de la Riva y Manuel Ponce de León y Soler­ publicaban una carta en El Guadalele,
ción, cuando en  el  mismo documento se  s.eñalaba que su  residencia habitual 'estaba en el  número 25  de  matizando algunas de  las  afirmaciones contenidas en la crónica de reunión. Aclaraban que había sido  la 
la  calle Medina, otra de  las  principales (Al\;jJf. Protocolos, nO  89. Año  1859. Secc.Íón Segunda.  Policía  "más  numerosa, ordenada, compacta y unánime" hasta entonces celebrada, destacando que  el malestar 
Urbana.  Documento  nO  6).  En  otro documento  de  la  misma sección municipal,  de!  15  de  diciembre de  que podía existir sobre  los acuerdos  adoptados se  debía a que  había unos "pocos  hombres que se creen 
1860, se denunciaba que  las  fincas de  la ca1le  La Plata,  marca.das  con  los  número dos  y cuatro, propie- en  todo  necesarios  y que  estaban  acostumbrados  a llevar los  partidos  donde  mejor cuadraba a sus  mi-
dad  de  "don  Ramón de Cala", se  encontraban en "mal estado  de  limpieza".  Ibídem, n°  101,  Año  1861.  ras".  Vid.  EG (7 septiembre  1854). 
Documento  221.  Y,  finalmente,  en  otro  documento  relacionado  con  la  sesión  que  celebra  el cabildo  16 Recibía 23  de  los  24 votos emitidos. uno de  los  cuales pudo ser e!  de  su propio padre, Manuel  de 
municipal  el 4 de abril  de  1861  se conocía la  petición que hacía  Ramón  de  Cala para edificar de nueva  Cala,  que  fue  uno  de  los  tres  electores  nombrados  en  el distrito.  correspondiente  a  la  iglesia  del  Santo 
52 DIEGO CARO CAJ'CELA RA.vtÓN DE  CALA (1827 ­1902): REPUBLICANISMO Y FOURlF.RJSMO  53

Pretendiendo hacer cumplir las funciones originales para las que fue creado su  cargo  de  síndico,  entrando  en  un  ostracismo  político  del  que  no  saldría  hasta 
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este cargo en la reforma realizada por Carlos ID, en 1766 , Ramón de Cala em- comienzos  de  los  años sesenta. Fue  entonces  cuando  intentó  reanudar sus  estudios 
prend'ió una intensa actividad que se plasmó en distintas  iniciativas, una orientada a  de Derecho, pero esta vez la  enfermedad  le  obligaría a darse  de  baja en algunas  de 
las asignaturas en las que se había matriculad0 2s . 
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la  creación de cuatro  nuevas  escuelas  públicas  gratuitas en  la ciudad , otra partici-
pando y  apoyando  la  iniciativa de crear una "granja­modelo" para  la  mejora  de  la  Pero Cala no  se  quedó quieto. Probablemente  hay que  situar  en  estos  años  su 
agricultura  local 19  o  abriendo  una  suscripción  voluntaria ­con el  alcalde segundo- abandono defmitivo del progresismo y su adhesión a los  postulados republicanos  y 
con  el  objetivo  de  recaudar  fondos  para  reparar  la  iglesia  de  un  exconvento  rural,  fourieristas. Sabemos, por ejemplo, que  entre  1862  y  1863  asistia con  frecuencia  a 
"con  el  religioso  objeto"  de  que  muchos  fieles  no  se  vieran  privados,  "del  pasto  las  reuniones que en  un  estudio de  fotografia de  Cádiz celebraba una segunda gene-
espiritual tan saludable como  necesario  a sus almas,,2o.  Sin embargo,  la  acción  más  ración  de  socialistas  utópicos  y  demócratas,  entre  los  que  también  se  encontraban 
original y  novedosa que  haría Ramón de Cala durante su  mandato municipal, sería  Rafael  Guillén,  José  Demaria,  Pedro  Bohórquez y  su  hijo,  José  Bartorelo,  Fermín 
la  elaboración  de  un  informe  sobre  el  ejercicio  de  la  prostitución  y  los  males  que  Salvochea  y  Fernando  Garrido,  cuando  visitaba  la  ciudad 26 . Y  de  estas  reuniones 
acarreaba a la salud pública, para, a continuación, proponer que esta actividad fuera  probablemente también saldría el  acuerdo  de  extender la oposición demócrata, utili-
regulada y controlada sanitariamente,  al  margen de  anteriores criterios  prohibitivos  zando fórmulas parapolíticas como los ateneos,  los  casinos y otras formas  de socia-
y represivos 21  .  bilidad, para burlar la vigilancia del  régimen isabelino. 
El  resultado  de  esta  última  iniciativa  era  el debate  de  la  misma  en  el  cabildo  Sólo  así  podemos  entender  su  participación  en  la  creación  de  varios  "casinos 
jerezano y la aprobación final  de un reglamento que, en líneas generales, recogía las  de  artesanos"  en  distintas ciudades  de  la provincia y lo  que se dice  en su  corta bio-
propuestas elaboradas por Cala y otro edil, convirtiéndose en el segundo reglamento  grafía, recogida en el  libro dedicado a los  diputados de las Cortes Constituyentes del 
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que  se  aprobaba  por una  Corporación  municipal  en  la  España  del  siglo  XIX . Se  Sexenio:  "organizó  al  partido  republicano  de  la  ciudad  de  Jerez y  de  todas  las  po-
abría  así  un  camino  pionero  que  no  tardarian  en  seguir  otros  Ayuntamientos  del  blaciones  cercanas,  siendo  nombrado  presidente  de  todos  los  comités  elegidos,,27, 
país,  basado  ya  en  el  empadronamiento  de  las  rameras  y  las  revisiones  médicas  aunque  esto  último  no  fuera  cierto,  porque  en  la  relación  de  nombres  que  hemos 
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periódicas .  encontrado  nunca  aparece  el  de  Ramón  de  Cala.  Una  ausencia  explicable  por  el 
Pese a  estas  medidas,  el  Ayuntamiento jerezano no  pudo  escapar al  ambiente  recelo  con  el  que  las  autoridades  empezaron  a ver este pujante movimiento  asocia-
contrarrevolucionario que rodeó  la salida de  Espartero del  Gobierno, a mediados de  tivo  que  se  da en  la  provincia  de  Cádiz,  a principios  de  los  años  sesenta.  En  1861, 
1856  y  la  formación  de  uno  nuevo  bajo  la  presidencia  del  general  O'Donnel!.  La  por ejemplo, cuando se pedía autorización para el segundo Casino  de Artesanos que 
24 se crea en Cádiz, el informe de  los funcionarios gubernativos era bien explícito: 
Corporación local,  de  mayoría progresista, fue  destituida y Ramón de  Cala perdió 
Cristo  de  la  Yedra.  Todo  este  proceso  electoral  se  recoge  completo  en:  AMJF.  Leg.  375.  Expediente 
"El  pensamiento  indudablemente  es  laudable,  pero  como  la  experiencia  ha  de-
10.656. "Para la elección e instalación en esta ciudad del que ha de funcionar en el año  1855". 
11  Las  atribuciones de los síndicos personeros según  el Auto Acordado  de  5 de  mayo de  1766  eran  mostrado, ell  ocasiones estas sociedades suelen degenerar en políticas.  Para evitar pues 
las de "tener asiento en  el  Ayuntamiento" y "voz para pedir y proponer todo  lo  que convenga al  público  que con el tiempo pueda bastardearse el pensamiento que  guía a los fundadores  y pues-
generalmente", interviniendo  en  todos  los  actos  que  celebre  la  Corporación  municipal:  González  Bel- to  que  el  casino  es  de  artesanos,  no  deberán  formar  parte  de él  más  que  los  que  real-
trán  (1990: 97­218).   mente lo  sean,,28 
18 At"UF.  Leg.  353.  Expediente  10.359. "Para crear cuatro nuevas escuelas  públicas  de  instrucción  
primarias  y mejora  de  las  anteriores".  Año  1855.  Le agradezco  a  Juan  Luis  Villanueva,  que  me  haya  
facilitado  una  copia  de  este  expediente.  La  propuesta  se justifica,  entre  otras  razones,  en  el convenci-  Pese  a esta reticencia gubernativa,  entre  1861  y  1865,  son  14  los  "Casinos  de 
miento de  que, "el pueblo jamás será enteramente libre,  mientras no se encuentre ilustrado".   Artesanos" que se constituyen en  la provincia29 , siendo el  primero el  de  Jerez,  fun-
19 El  infoIDle  inicial  había  sido  elaborado  por  el  diputado  Manuel  Bertemati  y  Ramón  de  Cala  
25 
participaba  en  la  comisión  que  debía  examinar  el  proyecto,  después  de  una  reunión  celebrada  en  la   Ruiz Lagos (1980:  15­17). Parece que le afectó el  contagio colérico que se extendió por Andalu- 
Diputacjón Provincial. EG (19 diciembre  1855).   cía en  los  últimos meses de  1856.  
20  Ibídem (5  octubre  1855).   26  Sobre  este  núcleo  de  fourieristas  gadítanos:  Cabral  (1990),  Elorza  (1975),  Maluquer de  Motes  
21 Hemos analizado esta propuesta con más detalle en:  Caro (1998:  169­ \81).   (1977).  Unas buenas síntesis sobre las  ideas de  Fourier, en:  Cappelletti (1990), Rama (1976).  
22·  La primera nonmativa  sobre esta cuestión  se aprobó  en  el Ayuntarnjento  de  Gerona,  a finales  de   21 (Los diplIladospinlados .. , tomo  II: 91).  
octubre de  1854:  Guereña (2003:  163­167).   28 Archivo  Histórico  Provincíal  d'e  Cádiz  (AHrC).  Gobierno  Civíl,  nO  163,  citado  en:  Rodríguez  
23  La  impo.rtancia  del  reglamento  jerezano  ha  sido  valorada  en:  Guereña  (2003:  167),  Moreno­  Díaz (2004).  
Vázquez (2004:  155).   29  La relación  completa en:  ibídem.  Sobre estos  Casinos  y  otras  fonnas de  sociabilidad  impulsada  
24  Cancela (1883:  176).   por los demócratas: Morales (2002: 211­234).  
DIEGO CARO CANCELA RAMÓN  DE  C ALA (1827 ­1902):  REPUBLICANISMO Y FOURlERlSMO  55
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no  duda en defender  el carácter conciliador que tenía el  socialismo  fourierista, para 


dado en 1857 Y refundado en 1863 con un nuevo reglamento, cuya redacción pare-
desmentir a quienes criticaban a  los "socialistas" por ser "enemigos de  la  propiedad 
cía estar hecha expresamente  para  no  dar  ningún  pretexto  a  la  actuación  represiva 
3o y el  orden": 
de las autoridades . 
Esta presunción era fundada,  porque a partir de  1865, las  consignas que desde 
"El socialismo se apoya en  el  hecho de  la propiedad y en  el  mecanismo de  la  ar-
Madrid  llegaban  a  los  gobernadores  civiles,  exhortaban  abiertamente  a  la  clausura  monía,  que es  el  método  más acabado ( ...).  En el  orden de cosas presentes,  la propiedad 
de  estos centros,  "cualquiera que  sea la denominación que  tengan  y el  fin  aparente  está  amenazada;  los  socialistas  quieren  hacerla  descansar  para  siempre  sobre  la  base 
que  se  propongan,  en  que  se  haya tratado  o  trate  de  asuntos  políticos,,3l.  Y es  que  del  derecho ( ...). 
las  autoridades  locales  isabelinas no  tenían  ninguna duda  acerca del trasfondo polí- El  pobre  vive una vida de  privaciones y distingue  miserias  en sus  más  dilatados 
tico  de  algunos de estos  Casinos.  El  alcalde de  Algeciras,  por ejemplo, no  lo  podía  términos;  el  rico  pasa  una  existencia  sembrada de  temores  y combates  y piensa en  el 
decir  más  claro,  cuando  informaba  sobre  el  de  su  ciudad,  pese  a  que  sus  estatutos  porvenir  con  desconfianza.  Todo  esto  porque  el  desenvolvimiento  económico  se  en-
gendra en el egoísmo.  Pues los  socialistas quieren  dar pan  a los  pobres y abundancia y 
carecían de contenido político:  tranquilidad a los ricos,,35. 
"es el centro de reunión de los demócratas y por las personas que en él concurren 
lo  considero ー・セオ、ゥ」。ャL@ considerando conveniente que se cierre,,32  Un  mes  después,  el  25  de  abril  de  1866,  en  un  artículo  que  por  primera  vez 
firmaba  con  su  nombre  completo  y  que  titulaba  "Socialismo",  Cala  no  dudaba  en 
36
Estos recelos son los que explican que, en el  caso concreto de Jerez, no  encon- responder  a  una  critica  que  recibía  en  las  páginas  del  diario  local ,  exponiendo 
tremos  a  Ramón  de  Cala en  la  Junta  directiva  del  Casino  de  Artesanos  local,  que  abiertamente los  fundamentos de su ideología: 
lIegaria a tener la estimable cifra de 540 socios y que, sin embargo apareciera públi-
33  "Pero toda vez que  el  Sr.  C.  y S.  quiere  saber mis  opiniones socialistas, satisfaré 
camente más volcado en la actividad periodística  . 
su deseo  manifestándole que soy partidario del sistema de  Fourier, que me parece entre 
Efectivamente, Cala aprovecha la aparición de un nuevo periódico en la ciudad  todos  los  ideados el  que más se ajusta a la naturaleza y realiza mejor la libertad. 
­la Revista Vinícola Jerezana- , a principios de  1866,  para dar su  opinión sobre los  Más como este sistema no  puede en  un  instante  llevarse a cabo, admito  transito-
problemas  que  afectaban  a  la  moderna  industria  vinatera  y  para  difundir  abierta- riamente toda reforma que disminuya los  estragos de  la miseria,,37 
34 
mente algunos de los planteamientos de la ideología fourierista  . 
Después de  criticar abiertamente la  prácticas  fraudulentas  de algunas bodegas,  De todas formas,  más  adelante aclaraba, que era "mas socialista que partidario 
de  introducir  en  la  comarca  vinos  de  otras  zonas,  para  venderlos  luego  como  si  del  sistema  de Fourier",  aunque  creía  que  éste  "se  había  colocado  en  lo justo  y  lo 
fueran de Jerez, de defender la creación de una marca vitícola con este nombre, para  verdadero".  Y como  él  sabía que Modesto  de  Castro,  su  critico,  aunque  demócrata, 
evitar estos  fraudes  y  de  plantear la creación de  un  Banco de  Cosecheros, que  ayu- era  socialmente "conservador"  o "individualista",  pasaba a exponer las  diferencias 
dara  a  los  pequeños  viñistas,  cuando  les  hiciera  falta  financiación,  Ramón  de  Cala  que había entre ellos: 

JO Por ejemplo:  el  artículo  cuarto  de  su  primer capitulo  decía  literalmente:  "Se  prohíben  expresa- "(...) Tenga presente el  Sr.  C.  y S.  que, sin embargo,  cuando  un  edificio se bam-
mente  en  el Casino  conversaciones sobre  asuntos  políticos  o  religiosos,  ni  aún  con  el  pretexto  de  co- bolea, es  preciso  apuntarlo de seguida, o  denibarlo,  para que  no  nos  aplaste.  ( ...),  jus-
mentar  las  noticias  generales".Vid.  "Reglamento  general  del  Casino  de  Artesanos  e  Industriales  de 
Jerez de la Frontera. Jerez,  1864. Sobre estas formas de sociabilidad: Morales (2002: 211­234). 
);  Revista Vinícola Jerezana, nO  6 (25  marzo  1866).  Desde el  número 3 y ftrmando  solamente con la 
3 I  Rodriguez Díaz (2004).   letra "C", Ramón de Cala publicó cuatro artículos,  bajo el título de "Asociación"  y ya en  este número  6, 
32  Ibídem.  Atendiendo  a  este  informe,  el  Gobernador  ordenaba  el  cierre  del  Casino  de  Artesanos  
al  lado de  su  cuarta entrega sobre la  "Asociación",  inse rtaba otro ­Del que procede  la cita  que se  repro-
algecireño ellO de enero de  1865.  duce­,  titulado "Individualismo", en el  que  polemizaba con sendos escritos aparecidos en  el  diario local 
33  Pese  a  que  no  encontremos nombres  relevantes  en  la  Junta  directiva  del  Casino  no  quiere  decir 
E/ Guada/ele, donde  sus  planteamientos  sobre  el  concepto "asociación"  habían  sido  criticados  por su 
que  éste  quedara  fuera  del  control  de  los  demócratas,  sino  que  a!  frente  del  mismo  estaban  militantes 
orientación "socialista". 
menOs  conocidos.  Por ejemplo:  en  la  Junta  directiva del  año  1863,  formada  por seis miembros,  hemos 
'6  Se  trataba  de  un  artículo  que  aparecía  en  El Guada/ele, el  18  de  abril,  firmado  por  un  "Sr  C.  y 
identificado a tres ­la mitad­ por el  protagonismo público que tienen en los años del  Sexenio. Uno seria 
S.",  que  no  era  otro  que  Modesto  de  Castro  y  Salís,  otro  conocido  demócrata,  que  terminaria  siendo 
un destacado  republicano (Antonio  Ruiz  Figueredo), otro seria elegido  diputado  provincial en las  elec-
alcalde  de  Jerez  en  los  años  de  la  Primera  República,  en  la  reacción  conservadora  que  sigue  al  movi 
ciones  del  año  187\  (Juan  de  Vaígas  Machuca)  y  el  tercero,  José  Soto,  seria  candidato  republicano 
miento cantonal:  Caro (1990) . 
federal en unas elecciones municipales que se celebran en Jerez en julio de  1873: Caro (1990). 
37  Revisla Vinícola Jerezana, nO 8 (25 abril  \ 866). 
34  Sobre este periodico quincena!  y sus colaboradores: Góngora (1900: 57), Leiva ( 1982: 75­76). 
56 DIEGO C ARO C ANCELA RAMÓNDE CALA (1827-1902): REPUBLICAN1SMO y FOURlERISMO 57

tamente son Jos socialistas los que quieren resolver el problema con el estudio y descu- Reanudados los planes de la conspiración, el día 16 de septiembre, casi al mismo
brir el método que evite el cataclismo, mientras los individualistas caminan a la ventu-
tiempo que un barco partía para Gibraltar para recoger al general Prim y ponerlo al
ra, fiando la reforma a los azares de las revoluciones ( ...).
No tratan los socialistas de restringir la libertad, ni de limitar el derecho de pro-
frente del pronunciamiento, por la tarde, Ramón de Cala también llegaba a Cádiz
piedad, sino abrirles caminos despejados, por donde se desenvuelvan en armónica con- con un centenar de paisanos arrnados, procedentes de Jerez, con la intención de
tradicción. De mí puedo asegurar que no cambiaría un átomo de mi libertad por todas contribuir al éxito de la insurrección. Y aunque los voluntarios jerezanos pudieron
las riquezas de este mundo; pero que voluntariamente renunciaría toda ella, cuando la distribuirse por la ciudad en establecimientos públicos, como la tienda del Colmado
43
razón y la justicia me lo ordenaran,,38 o el café de la Iberia y en algunos domicilios privados, Cala fue rápidamente iden-
tificado y hecho preso por las autoridades.
Pero estas colaboraciones periodísticas no distraían a Ramón de Cala de sus El 17 de septiembre, Prim se entrevistaba con Topete en la fragata "Zaragoza".
actividades conspirativas contra la monarquía de Isabel JI, en que se implicó de A la mañana siguiente, veintiún cañonazos disparados por la escuadra iniciaban el
lleno, como ocurrió en el fracasado pronunciamiento del 22 de junio de 1866. Insta- levantamiento, y al anochecer el Regimiento "Cantabria" y los paisanos llegados
lado en San Fernando, con la pretensión de sumar a la Infantería de Marina al le- desde Jerez procedían a la ocupación de los principales edificios públicos de la
vantamiento, el aplastamiento del movimiento que debían iniciar los regimientos ciudad, sin encontrar ninguna resistencia.
del cuartel de San Gil en Madrid, le obligó a ocultarse primero en la Sierra gaditana Al amanecer del día 19, la música del citado Regimiento despertaba a la ciu-
y después en Jerez, saliendo finalmente para el exilio a Francia, hasta establecerse dad tocando el himno de Riego y la gente se lanzó a las calles de Cádiz aclamando
en París 39 el nuevo régimen en una manifestación de alegria 44 . En el resto del país, la situación
Por lo que sabemos, allí permanecería hasta principios de 1868, conviviendo no tardó en decantarse a favor de los pronunciados. El 28 de septiembre las tropas
con otros exiliados republicanos, como Emilio Castelar, Cristina Martas o Fernan- isabelinas eran derrotadas en la batalla de A!colea y un día después, el pronuncia-
do Garrido, conociendo a destacados dirigentes del republicanismo francés, como miento también triunfaba en Madrid, tomando el poder una Junta Revolucionaria,
Jules Favre o Gambetta40 , hasta que decidía volver a España para implicarse de que rápidamente nombraba a las nuevas autoridades políticas y militares. Con este
nuevo en los planes que se seguían fraguando para provocar el derrocamiento de la panorama, el día 30 la reina Isabel JI salía para el exilio, siendo acogida en Francia
monarquía isabelina. por Napoleón III.
Ramón de Cala y otros demócratas gaditanos, aprovecharon la red de contac-
tos montada a través de los Casinos de Artesanos, para que el pronunciamiento no 2. El cénit de una vida política (1868-1874)
quedara encerrado en los estrechos límites de una sublevación militar, consiguiendo
implicar en el mismo a paisanos armados, para reforzar los movimientos de la tro- Ramón de Cala, por el contrario, pasaba de la cárcel a convertirse en vocal de
pa. la Junta Provincial Revolucionaria constituida en Cádiz primero y, a continuación,
La adhesión de un grupo de generales unionistas a la conspiración terminó en presidente de la Junta Revolucionaria que se creaba en Jerez, en la mañana del
decidiendo la suerte de la monarquía 41 . Un primer levantamiento, previsto para el 20 de septiembre, después de que entrara en la ciudad una columna compuesta por
10 de agosto de 1868, terminaba paralizado por las divergencias entre el general dos compañías militares-una de infantería de marina y otra de carabineros- y otra
Primo de Rivera y el brigadier Topete42 , mientras grupos de republicanos esperaban forrnada por los paisanos arrnados que habían participado en el triunfo del alza-
en distintos puntos del callejero de Cádiz, para lanzarse a la acción. miento en la capital de la provincia45 .
La composición de la Junta jerezana demostraba bien a las claras el predomi-
nio que tenían los demócratas en la población. De los 18 miembros que la forma-
46
l8 Ibídem. No vamos a extendemos en comentar la otra serie de artículos que escribe en este mismo
ban, 12 eran de esta filiación y 6 eran progresistas, mientras que la representación
periódico, dedicados a lo que él llama la "crisis vinatera", porque aunque también tienen un gran intc-
''unionista'' brillaba por su ausencia47 .
rés, no forman palle de su pensamiento político -{:ntendido en un sentido estricto-, sino que están más
4)
relacionados con una crisis coyuntural de la que ya era la princ.ipal industrial local. Puelles (1984: 44).
44
39 Puellcs (1984: 43). Angucra (2003: 524).
4j
40 Lo cuenta en: Cala (1929: 138-139). Caro (1990: 299).
46
41 El más reóente análisis de estos preparativos, en: Anguera (2003: 511-527). Los demócratas ocupaban, además, la presidencia (Cala) y las dos vicepresidencias creadas .
42 Paúl (1871 : 17). 47
La relación completa de los componentes de la Junta Revolucionaria de Jerez, en: ibídem, p. 300.
DIEGO CARO CANCa A. RAMÓN DE C.\LA (1827-1902): REPUBLlCANISMO y FOURIERlSMO 59
58

Esta mayoria demócrata no tardaría en reflejarse también en los primeros civil", porque no era "una cuestión de partido y sí de patriotismo y de Independen-
cia Nacional"sl. .
acuerdos que se toman, todos ellos de marcado carácter popular. Se decretaba, por
ejemplo, el desestanco del tabaco y la sal, se suprimía el impuesto de consumos No obstante, como es sabido, el tiempo corría en contra de estas aspiraciones
antes de que 10 hiciera el propio Gobierno de la Nación y, por último, se decidía demócratas, máxime cuando parecía evidente que el principal objetivo de las actua-
controlar la comercialización de algunos productos de primera necesidad, como el ciones del Gobierno Provisional del general Serrano era acabar con un sistema dua-
pan o la carne, para evitar la adulteración y el fraude. lista de poder, en el cual los asuntos locales estaban en manos de las Juntas Revolu-
La Junta jerezana aprobaba también crear una fuerza armada -los Voluntarios cionarias, dificiles de contro'lar por aquel.
de la Libertad- para "el sostenimiento del orden y amparo de la propiedad", aunque Dispuesto a terminar con la confliCtiva situación que creaba la coexistencia de
sus decisiones más polémicas y radicales fueron las relacionadas con el tema reli- estos dos poderes -Gobierno y Juntas-, el 13 de octubre, el ministro de la Goberna-
gioso, caracterizadas por un fuerte tono anticlerical. Así, después de manifestar que ción ordenaba la formación de nuevos Ayuntamientos y Diputaciones y el día 21 se
"las Iglesias y Capillas no constituidas en parroquias" habían de sujetarse "a las decretaba la disolución de todas las Juntas locales y provinciales nacidas al calor del
leyes complementarias de la absoluta desamortización eclesiástica, lógica y forzosa pronunciamiento. Sin embargo, para "suavizar" esta polémica decisión, el Gobierno
consecuencia del nuevo régimen político" a que se dirigía " el alzamiento del país", permitía que fueran los propios "junteros", quienes llevaran a cabo el cambio, per-
la Junta acordaba cerrar todas las iglesias y capillas que no estuvieran destinadas al mitiéndoles pasar a formar parte de las nuevas corporaciones municipales.
48
servicio y culto parroquial Por este motivo, en el caso concreto de Jerez de la Frontera, Ramón de Cala,
Días después, además, argumentando el estado ruinoso de los edificios y la hasta ahora presidente de la Junta, se convertía en el nuevo alcalde de la ciudad. Una
necesidad de dar trabajo a los obreros desempleados, se ordenaba el derribo de las continuidad que también se siguió dando en el plano ideológico, porque este primer
iglesias de la Veracruz y de los conventos de San Cristóbal, de las monjas Victorias Ayuntamiento jerezano del Sexenio, acordaba aprobar, en su sesión constitutiva del
y de la Concepción y, por último, se llevaba a cabo la disolución en la ciudad, de las 25 de octubre, una resolución, que dirigía "a todas las clases sociales" --cuando estaba
Conferencias de San Vicente Paúl, clausurándose la escuela que para niños pobres próxima la hora en la que se iba a decidir con "sus sufragios los destinos del país"- y
mantenían .
49 en la que recomendaba "la forma de Gobierno que bajo el nombre de República fede-
Pero si ya estos acuerdos demostraban el talante ideológico de la mayoría que ral ha sido el gran desideratum de nuestra Junta Revolucionaria y va cada día ganando
sostenía la Junta Revolucionaria jerezana, más evidente quedó en el escueto tele- más terreno en la opinión ilustrada del país".
grama que enviaba a su homónima madrileña, para manifestarle su descontento por Sin embargo, Ramón de Cala no permaneceria mucho tiempo al frente del
la formación del Gobierno Provisional, con unionistas y progresistas y la exclusión Ayuntamiento jerezano, porque convocadas las elecciones municipales para media-
de los demócratas 50 y más todavía, cuando el 12 de octubre, aprobaba una iniciati- dos de diciembre de 1868, la dirección del ya denominado Partido Republicano
va del veterano demócrata Manuel Bertemati, en el sentido de que la Junta jerezana local - de la que él formaba parte- aprobaba no presentar ninguna candidatura y
se dirigiera a las restantes " Juntas de la Nación", para que se pronunciaran "a priori" con la excusa de estar "preparándose para otras luchas electorales", decidía, "nom-
a favor de la República Federal, "única solución que alejará de la Patria a los ambi- brar una corporación municipal del seno del partido progresista, encomendándole la
ciosos pretendientes extranjeros, librándonos de la anarquía y acaso de una guerra misión de sacar a salvo, mediante sus buenas relaciones con los gobernantes, los
intereses de la población, con el buen deseo y rectas intenciones que se deben reco-
48 Sobre los aspectos políticos del Sexenio Democrático en Jerez, nos remitimos al capítulo V de nocer en un partido afin, separado por desgracia del republicano solamente por una
nuestro libro citado en las notas anteriores : Caro (1990: 295-440). cuestión de forma y hasta puede decirse, de oportunidad"s2
1.9 En este sentido, Jerez fue uno de los pocos municipios españoles, junto con los de Logroño,
La situación no podía ser más extraña y demostrativa del grado de ingenuidad
Málaga, Cuenca, Tudela y Mallorca, en los que de forma efectiva se llevó a cabo la disolución de estas
Conferencias de San Vicente Paúl, decretada por el Gobiemo el 19 de octubre. Vid (Gonzá1cz Castañe- política que mostraban los republicanos jerezanos. Un partido --el republicano- que
da, 1984: 78). Sobre las medidas tomadas por las Juntas Revolucionarias que se constituyen en otras decidía no concurrir a las elecciones, se atrevía a presentar una lista de candidatos
ciudades del país: Bozal (1968), De la Fuente (2000), Herrán (1986), Morales (1988), Sánchez de de otro partido --el progresista- , que desde hacía casi un mes también había acorda-
Enciso (1984), Serrano (1992) do inhibirse del proceso electoral.
50 ·El telegrama 、セGc■。Z@ "Esta Junta ha visto con sentimjento, que no ha entrado en la formación del
Min isterio el elemento democrático y espera que tal fal ta, que el pueblo censura, no será indicio de que
la marcha del Gobiemo deje de corresponder al programa de nuestra glmiosa revolución, en que ha SI
tenido una parte tan importante, como poco apreciada, este liberal pueblo de lerez": Caro (1990: p. EG (13 octubre 1868), recogido en: ibídem., p. 307.
52
EG (19 diciembre 1868).
305).
60 DIEGO CARO ca セc ela@ RAMÓN  DE  CALA (1827­1902): REPUBLICANISMO  y FOURlERIS MO  61

El hecho, también era reflejo de una manifiesta realidad: la absoluta hegemo- provincias de  España en  las  que  la  totalidad  de  los  diputados electos pertenecían  al 
nía  que  tenían  los  republicanos  en  Jerez,  reconocida  por  sus  propios  adversarios,  Partido Republicano y  en  la  ciudad  de  Jerez los  republicanos  obtenían  6.43 7 votos 
que  aceptaron  la  decisión  tomada  por  el  directorio  republicano  con  indisimulada  frente  a  los  sólo  1.753  de  los  progresistas.  En el  conjunto de  la  circunscripción,  la 
satisfacción, porque  les  iba  a proporcionar el  control  absoluto  del  principal  órgano  victoria de  los candidatos republicanos era indiscutible, pese a que en  la candidatura 
de  poder que  existía en  la  ciudad,  esto  es,  del  Ayuntamiento,  desde  donde ­{;on  el  progresista estaban nombres  tan destacados  como  los  de  Juan Prim, Joaquín Pastor 
apoyo  de  los  gobiernos  central  y provincial­ poco  a poco  los  progresistas van  a  ir  o Antonio Pérez de  la Riva58 
cuestionando  este  dominio  político  antidinástico,  con  evidente  éxito  en  algunos  De  esta  manera,  convertido  en  parlamentario,  Ramón  de  Cala  abandonaba  la 
momentos.  primera  línea de  la vida política local  para  centrarse en  las  cuestiones nacionales y 
En  estas  circunstancias  tan  "anómalas",  la  llamada  "candidatura  progresista  sus  tareas periodísticas, fundamentalmente volcadas,  a partir de  ahora,  en  la prensa 
propuesta por el  partido republicano" (sic),  como era de  esperar, se hizo con la tota- que se publicaba en la capital de España. 
lidad  de  los  puestos  de  concejales  a elegir53 .  Los  republicanos  se  quedaron  con  el  Como  veremos  a  continuación,  pese  a  que  sus  amistades  políticas  estuvieron 
control de la calle y los progresistas con  e'l poder municipal.  Los conflictos de orden  casi  siempre  situadas  en  el  sector más  radical  del  republicanismo  federal,  las  inter-
público no tardarían en llegar.  venciones  que  realizó  a lo  largo  de  la  legislatura constituyente  (1869­1871),  se  ca-
Mientras tanto,  dos  semanas después,  convocadas  nuevas  elecciones para for- racterizaron por un tono más bien moderad0 59 ,  en marcado contraste con  la conduc-
mar las  Cortes  Constituyentes,  Ramón  de  Cala era propuesto como  miembro  de  la  ta  seguida por su correligionario y paisano José Paúl y Angulo.  La excepción a esta 
candidatura republicana que aprobaban, el2 de  enero de  1869, todos  los comités de  trayectoria se produjo en  la  sesión que  celebraban  las  Cortes el  2 de  abril  de  1869, 
los  pueblos  que  formaban  la  circunscripción de  Jerez,  una de  las  dos  en las  que se  cuando interpeló al  Gobierno, denunciando los atropellos  cometidos por las  fuerzas 
dividía la provincia de Cádiz54 .  militares  en  la  represión  del  motín  contra  las  quintas  que  se  producía en  Jerez  los 
Con algunos problemas  internos entre  los  republicanos 55  y con una propagan- días  17 y  18  del mes anterior60 
da  radicalmente crítica con la gestión del  Gobiemo provisional,  formado  por unio- Los  hechos  no  podían  ser más  graves.  Este  motín contra el  reclutamiento  for-
nistas y progresistas 56 ,  de  la que se denunciaba que  todo permanecía igual  como en  zoso  de  los  quintos  sería el  conflicto social  más  grave que padece la ciudad en  todo 
la época isabelina, después de  cuatro días de  votaciones ­del  15  al  18  de  enero­­ los  el  siglo XIX, porque se  saldaba con 59  muertos ­­41  civiles y  18  militares­, más de 
resultados apenas sorprendieron en  Jerez.  cien heridos, cerca de  mil detenidos y más de trescientos deportados a Ceuta61 .
Si  en el  conjunto de España, la coalición en el poder, de unionistas y progresis- Ramón de Cala no tenía dudas sobre lo ocurrido. El  motín fue  la respuesta que el 
tas  y "cimbrios",  obtenía la  mayoría57 ,  Cádiz,  Lérida y Huesca eran  las  tres  únicas  pueblo de Jerez dio a los desaciertos del Gobiemo y a las provocaciones de  las autori-
dades  locales.  Un  descontento  que  arrancaba  de  finales  del  año  anterior  ­ 1868­, 
53  Estas elecciones municipales y su  "curioso" desarrollo se narran con  más detalle, en: Caro (1990:   cuando el  Partido Republicano que  él  lideraba en  la ciudad, cometió  la  "gran falta" 
322­335).  
54  La circunscripción de Jerez la componían todos  Los  municipios integrados en los partidos judicia- 
de  apoyar la elección de  una Corporación municipal de  corte progresista62 .  Y es  que 
les  de  Ceuta, Arcos, Jerez, Grazalema, Sanlúcar, AIgeciras,  San Roque  y Olvera, mientras que en  la de   a esta "generosidad" ­ según  Cala­, respondió  el  alcalde  recién  elegido, destituyen-
Cádiz quedaban  incluidos los  restantes partidos judiciales de  la provincia. Teniendo en cuenta  el  censo   do  la Guardia Municipal nombrada por la  Junta Revolucionaria,  sustituyéndola por 
electoral de  cada una.  la circunscripción de  Jerez  recibia la asignación de 5 escaños, mientras que la  de   la que existía  "en tiempos  del  Sr.  González Bravo",  desannando  la  Milicia  Nacio-
Cádiz se quedaba con 4.  
A  Ramón  de Cala le  acompañaban  en  el  candidatura republicana  otros destacados dirigentes  del  2 republicanos unitarios y,  finalmente,  alrededor de  80 republícanos  federales.  Vid.  Jutglar (1981:  654-
republicanismo  provincial:  el  también  jerezano  José  Paúl  y Angula,  los  gaditanos  Eduardo  Benot  y 655). 
Rafael Guillén y el arcense Pedro Moreno Rodríguez.  5& Los votos recibidos por los distintos candidatos  fueron  los siguientes:  CANDIDATURA REPU-
55  Caro (1990: 336­336).  BLICANA: Pedro Moreno (25 .859), Eduardo Benot (25.457), José Paúl  y Angula (25.072),  Ramón de 
56  En  El Club y la Revolución, un periódico republicano  local,  por ejemplo, se escribía lo siguiente,  Cala  (24.61 6),  Rafael  Guillén  (24.059).  CANDIDATURA  PROGRESISTA:  José  Luis  Alvareda 
el  13  de  enero  de  1869:  "Doscientos  millones  se  comían los  curas,  lo  mismo  se  comen  hoy.  Cerca de  (9.103),  Juan  Prim  (8.950),  Antonio  de  la  Calle  (8.785),  Joaq uín  Pastor (7.064),  Antonio  Pérez  de  la 
qujnientos  millones  sc  gastaban  en  un  ejército,  más  se  gasta  hoy  ( ...).  Narváez  fusilaba  y  deportaba;  Riva (6 .699). 
vosotros  bombardeáis,  incendiáis  ciudades  porque  son  republicanas,  fusiláis  y deportáis  a ciudadanos  ;9  ElorLa(l 975:  CXXXV). 
honrados  y declaráis provincias  en  estado  de  guerra.  Hambre y desnudez  tenía  el  pueblo  español;  hoy  60  Sobre este motín hemos escrito en: Caro (1988: 93­106), Caro (1990; 447­466). 
61
desfallece de n·ccesidad".  Ibídem. 
57  Los  progresistas conseguían  160 escaños, alrededor de  80 los  uníonistas y unos 40 los "cimbrios"  62  La intervención  de  Cala en esta sesión  de  las  Cortes la  hemos  recogido  de  la  Gacela de Madrid,
demócratas.  Además, resultaba elegido  otro  grupo menor de  diputados monárquicos,  unos 30 carlistas,  del  3 de abril, que incluía toda  la dis'cusión parlamentaria del  día anterior. 
62 DiEGO CARO C AN CELA M'I1ÓN DE CALA (1827-1902): REPUBLICANISMO y FOURlER1SMO
63

nal, ordenando el cierre de los tres clubs políticos que funcionaban en la población Pero no sería éste el momento más desagradable que le tocaría vivir a Ramón
-"un injustificado ataque al derecho de reunión"- y reforzando las fuerzas de la de Cala en esta legislatura. Si bien pudo esquivar todos los suplicatorios que llega-
Guardia Civil para disgusto de los vecinos. ron a las Cortes por el carácter supuestamente injurioso de artículos y sueltos apare-
Después de discurrir sobre las "teorías" de las revoluciones, en la órbita del cidos65en el periódico La Igualdad, que él dirigía en los primeros meses del año
fourierismo más ortodox0 6J , el diputado republicano atribuía la formación de las 1870 , no le ocurrió lo mismo cuando llegaron a la Cámara los ecos de uno de los
barncadas -"defensivas en derredor de la tropa"- a los rumores que corrían de que sucesos más graves del Sexenio: el atentado que sufrió el general Prim, el 27 de
en la principal plaza jerezana - la de la Constítución- , los guardias habían acuchilla- diciembre de 1870, que fmalmente le costaría la vida.
do a varias personas. Sin embargo, a mediodía, "no se había roto el fuego y el pue- .El hecho de que, desde el primer momento, apareciera implicado en el mismo
blo se retiraba callado y tranquilo". Para Cala, fue entonces, "la ostentación de la su correligionario y paisano José Paúl y Angul0 66 , con el que estaba entonces tam-
fuerza pública, paseándola por todas las calles en que se habían levantado barrica- bién vinculado por su condición de redactor del periódico El Combate, fundado y
67
das", lo que provocó a los paisanos y generalizó la lucha. Además, también denun- dirigido por aquel , le obligaría a fijar claramente su actitud en la sesión parlamen-
ciaba los excesos protagonizados por los soldados, que "mataban a bayonetazos en taria celebrada veinticuatro horas más tarde ..
las casas a indefensas mujeres, apoderándose de lo que hallaban y entrando en las
El relato que sobre estos dificiles momentos vivió Ramón de Cala, recogido en
tiendas y las bodegas, de las que salían por las calles completamente embriagados". el Diario de Sesiones, no tiene desperdicios y era bien demostrativo de su integri-
A estas duras acusaciones respondía en nombre del Ejecutivo, el ministro de la dad personal y de su talante político.
Gobernación, Práxedes Mateo Sagasta, que en un larga intervención y con una hábil
Como dos diputados republicanos -Figueras y Suñer-, en nombre de su mino-
oratoria, fue rebatiendo, una tras otra, todas las denuncias planteadas por el diputado ría, habían calificado el atentado de hecho "infame y miserable", el presidente tomó
jerezano. No dudaba, por ejemplo, en elogiar la figura del entonces alcalde de la la palabra para agradecer estas explicaciones y a continuación decía:
ciudad, su correligionario Pedro López Ruiz -"una de las personalidades más respe-
tables de Andalucía y de España"-, en descalificar a los republicanos, por aliarse en
Yo me alegrana ( ...) de que aceptaran las explicaciones del Sr. Suñer los redacto-
sus motines con personajes descaradamente reaccionarios o en afirmar que cuando res de El Combate (Bien, bien) (Un señor diputado: y los de La Igualdad). Aquí veo
las tropas salieron de los cuarteles ya estaban formadas las barricadas. En definitiva,
como escribió Carlos Cambronero, lo que Sagasta trató de demostrar era que "en
Jerez había una conspiración contra el poder constituido; que la conspiración produ- dos diputados republicanos que no pasaron desapercibidas en Jerez. Ya el 5 de abril, el Ayuntamiento
jo un levantamiento de armas y que el Gobierno se vio en la necesidad de reprimirlo progresista celebraba una sesión para que quedase constancia de la "ind ignaci ón" que habían provoca-
por la fuerza,,64. do las "gravisimas inexactitudes" proferidas en su discurso por el "Diputado Don Ramón de Cala" y
tres dias después --el 8 de abril- la misma Corporación volvía a reunirse para explicar con más detalle
su rcchazo a Jos "supuestos falsos" lanzados, tanto por Cala, como por José Paú/. Y el diario El Pmgre-
63
Decía Ramón de Cala: so, -nuevo nombre que había adoptado El Guadalete- portavoz de los progresistas locales, dedicaba su
"Señores, las revoluciones son los movimientos dc la humanidad y obedecen a la ley eterna dos primeras páginas del día 7 de abril también a rebatir las acusaciones lanzadas en las Cortes por
de los movimientos y de las fucrzas en los astros y en la naruraleza. Parten del punto de retroceso, Ramón de Cala.
y para alcanzar su centro fuerLa es que en su impulso vayan algo más allá; pero si desde luego se 65 Sobre cste periódico: Saiz (1992: 273-275).
quiere que no pasen del centro de gravedad, si no se les permite esos movimientos narurales de 66 Sobre este controvertido personaje, disponernos de una biografia: De las Cuevas ( 1987).
oscilación, se .:xtravían y desnaturalizan. 67 Sobre El Combate: Ruiz Lagos (1980: 100-121). También: Seoane (1992: 273-275).Su primer
El Gobierno creyó posible llevar desde luego la revolución al punto marcado en que debía número apareció el UIlO de noviembre de 1870, siendo su director José Paúl y Angulo y sus redactores
fijarse, y desde ese punto la resistencia y el choque tenía que ser inevitable. El Gobierno sc en- Ramón de Cala, José Guisasola, Francisco Cordova López, Francisco Rispa Perpiñá, Federico Carlos
contraba detrás con el abismo de la reacción, y delante illla distancia que le separaba de los que Beltrán y Luis Pierrad. Según Ruiz Lagos, el objetivo del periódico era "demostrar la traición de Prim a
habían entendido bicn el movimiento revolucionario; distancia que el Gobierno debió procurar los ideales de la Revolución y, sobre todo, denunciar la incapacidad en los social de los hombres com-
que desapareciera y que por el contrario ha ensanchado abriendo en ella un cauce por el que co- prometidos en Cádiz" . No pensaba lo mismo del periódico uno de los lideres del republicanismo espa-
rren torrentes de sangre. Así ha llegado el Gobierno a hacerse sospechoso, dando lugar a que la fe ñol de aquellos años y, más tarde, presidente de la Primera República, Francisco Pi y Margall. En su
ウセ@ pierda y a que se siembren todos esos gérmenes de discordia". Sobre las idcas sociales de Fou- Historia de España en el siglo XIX, escribiria: "Mucho daño hadar¡ al partido publicaciones como El
rier, vid: Rama (1976), Cappelletti (1990). Combate y hombre:; como Paúl y Angulo que, más que a la propaganda de las ideas y a la razonada
64 Cambronero (slf.:27). El debate no terminó aquí. Al día siguiente, 3 de abril, volvió a reanudarse defcnsa del credo republicano, encaminaban sus fines a la siempre odiosa e infamante injuria personal"
merced a la intervención que hacia Paúl y Angulo, defendiendo Los argumentos republicanos y repi- (tomo IV, p. 653).
tiendo las mismas denuncias hechas por Ramón de Cala veinticuatro horas antes, que encontraron las Hcnnessy, por su parte, no duda en calificar a El Combate, de "violento libelo (Henncssy, 1966:
mismas rcspuestas en el ministro de la Gobernación. Unas acusaciones lanzadas en las Cortes por los 143)
64 DIEGOCARO CANCELA R AM ÓN DE  CALA (1827­1902):  REPIJBLICANISMO y  FOURIERJSMO 
65

uno; yo me alegraré que acepte las explicaciones del Sr. Suñer (Rumores) (...). El Sr.
La instalación die  un  poder revolucionario  en París, el  18  de  marzo,  tras  la  de-
Cala ha pedido la palabra.
rrota de  Francia frente  a los ejércitos prusianos,  por el  rechazo de  los  trabajadores a 
El Sr. CALA: Señores diputados: alguna vez antes de ahora se ha hecho alusión
en la Cámara al periódico El Combate. A la cabeza de este periódico aparezco yo como la instalación de una República conservadora, causó un profundo impacto en todo  el 
uno de sus redactores: no me he creído autorizado jamás antes de ahora para dar nin- continente ­ yen España también­, con la  opinión pública dividida entre  admirado-
gún  género  de  explicaciones.  En este  momento seré muy  sobrio, porque  la  aceptación  res y detractores de la Comuna 72 . 
indicaría jactancia y la satisfacción envolveria cierto género de cobardía ( ...).  En  este contexto, el  libro  de  Ramón de  Cala -Los comuneros de París- apare-
Todos  los  que  me conocen saben  mi  manera de  escribir y pueden  hacerse  cargo  cido en  dos  tomos,  en  1871  y  1872,  representa,  en  palabras de  Antonio  Elorza,  "la 
de  lo  que  habré  escrito  en El Combate. He escrito  en  él, y  nada debo  decir sobre  este  contribución  española más considerable  a  la  literatura sobre  el  levantamiento  de  la 
punto.  . I f¡rancesa y su  repreSlOn 
capIta  ., ,,73

Por lo  demás, en todo  lo  que se refiere  al  asesinato,  que rechaza la conciencia en 
general  y  la  mía  en  particular,  es  más  sensible  todavía,  porque  por mi  parte,  lamento  Con un prólogo a cargo  de  Francisco Pi y Margall, Cala hacía un  análisis más 
esos combates que se suscitan entre hombres y partidos. No creo autorizado a nadie pa- profundo que  Miguel Morayta de  aquellos sucesos, situando en  la traición y  la  des-
ra  derramar una sola gota de  sangre,  y,  por lo  tanto, mucho  menos podía dejar en  esta  confianza de  los  generales  republicanos  hacia el  pueblo  de  París  la causa  de  la  su-
ocasión de manifestar solemnemente los mismos sentimientos.  blevaoión.  Veía en la autonomía del municipio, afirmada durante la revolución,  uno 
Creo que con esta reprobación completa de mi  parte, y con adherirme a lo que ha  74 
de  los  aspectos más positivos de  la  misma y  describía con exactitud  los  objetivos 
manifestado  el  Sr.  Figueras  y  que  ha  repetido  el  Sr.  Suñer  (Basta,  basta)  y con  decir  revolucionarios  de  la  Internacional,  declarándose  partidario  de  ellos.  Negaba  la 
que  estoy  completamente  conmovido  desde  el  instante  en  que  tuve  conocimiento  de 
explicación  conservadora  de  la  AIT,  como  una  conspiración  dirigida  contra  la  so-
ese  suceso, creo que  he  dado  las  explicaciones  suficientes.  Lo  demás  seria sobrado,  y 
los que me  conocen pueden comprender y apreciar mi  posición en este instante,,68 
ciedad  burguesa y  situaba  su  origen  en  una  causa  más  prosaica:  la  explotación  de 
"las clases trabajadoras" y su  deseo a la emancipación75  Y,  finalmente,  destacaba la 
Ante  estas  declaraciones,  el  Presidente de  la  Cámara ­Ruiz Zorrilla­, a  conti- importancia  del  anonimato,  la  inexistencia  de  líderes  como  la  mejor  prueba  del 
, I d
caracter popu ar  I '  . 
e  movimiento comunero  76 . 
nuación, no  tuvo reparos en reconocer la importancia del  testimonio que acababa de 
dar  el  diputado jerezano con  "Iagrimas  en  los  ojos",  que  los  asistentes  escucharon  El  mismo año que publicaba el  segundo tomo de este trabajo, en  1872, Ramón 
con "emoción vivísima", verdaderamente impresionados 69  de  Cala,  ya  de  vuelta  a  España,  volvía  a  ser candidato  por los  republicanos  de  su 
Fue  de  todas  fonnas,  el  coste  político  que  tenía  acompañar  a  un  personaje  ciudad  natal  en  las  elecciones  legislativas  convocadas  para  los  p.rimeros  días  del 
mes de  abril. 
como Paúl,  de  conducta "intemperante y agresiva", cuya actuación en las  Cortes se 
vio  frecuentemente  rodeada  de  escándalos  e  insultos,  a  veces,  incluso  dirigidos  a  Frente  a  la  alternativa "centrista" que  parecía  encamar la fracción  del  Partido 
sus propios correligionarios, cuando éstos le pedían una mínima corrección.  70 !Progresista  que  seguía  a  Sagasta,  enfrente  se  formaba  una  coalición  de  radicales, 
Quizá para huir de  este ambiente asfixiante o porque quería conocer de  prime- republicanos y carlistas, de escasa consistencia política. 
ra  mano  lo  que  había  ocurrido  en París,  en  los  sucesos  de  la  Comuna,  lo  cierto  es 
que  Cala,  se  trasladaba a  la  capital  francesa,  a  las  pocas  semanas  de  aplastarse  la  una colaboración sobre el  tema "francés". Concretamente era un  trabajo que se tituLaba "Sublevación de  
sublevación y en poco tiempo publicaría su  libro  sobre lo  que Marx llamó la prime- los  campesinos en Francia:  1789",  que  aparecía en  dos partes,  la  primera en  el  nO  3 (2  julio  1871)  Y la  
segunda en el nO 4 (9 julio 1789).  
ra revolución obrera de la Europa contemporánea71  . 
72  Sobre  la  Comuna,  en  general,  sigue  teniendo  interés: Lissagaray (1971),  Y sobre  sus  repercusio-
nes en nuestro país: Alvarez Junco (1971),  López Cordón (1974: 323­395).  
68  Diario de Sesiones (28  diciembre  1870). Véase  tambi én el  relato  que  hace  Julio  Burell,  en  su  
J)  El  segundo libro que en aquellos años se publicó sobre los sucesos de Francia,  fue  el del también  
"antología" de estas Cortes (BureJI,  1914: tomo III, 771).  
republicano Miguel Morayta, La commune de París: ensayo histórico, político, social. Madrid,  1872.  
69  Ruiz Zorrilla,  diria,  a continuación: "Yo estimo en  todo 10  que  vale,  estando al frente del  periódi-  J4  Elorza (1975: CXXXVII). 
co,  la  declaración  del  Sr.  Cala. No me queda  más que  un  sentimiento:  el  ver que algunos arras diputa-  75  Ibídem .  Por  este  motivo,  no  podía  extrañar  que  este  mismo  año,  el  propio  Cala  prologara  el 
dos,  que  son redactores  de  ese  periódico no  están  aquí  para que  hubiesen  repugnado  lo  que  el Sr.  Cala  
folleto  cn  defensa de  la  Internacional que  recogía los  discursos  pronunciados en  las Cortes de  1871  por 
repugnaba". Ibídem. Las "lágrimas" de Cala y el ambiente de la Cámara, en:  Pi  y Margall­Pi y Arsuaga  
los republicanos Garrido,  Pi  y Margall, Salmerón y Castelar y titulado Legalidad de la lntemacional.
(1902: tomo IV, 684).  
J6  Alvarez  Junco  (1971:  4).  De  la  importancia  y  la  popularidad  que  tuvo  este  libro  de  Ramón  de 
JO Pi  Y Margall (1902: 654). Más detalles sobre este personaje, en:  De las Cucvas (1987).  
Cala puede scr una pista el que  hayamos encontrado una edición del  mismo, hecha en  Buenos Aires en 
JI Ya el  día 29  de julio remitía una carta desde  Paris al  periódico La Ilustración Republicana Fede-
1929,  por la editorial  Plus  Ultra,  "empeñada en  difundir entre los trabajadores  a un  precio  mínimo  las 
ral, que  sc  publicaba  en  el  número 8,  el 6 de  agosto, en la quc daba  los  primeros datos sobre  la  repre- 
obras  de carácter histórico que de  otra manera  no  podrian adquirir por su  elevado costo".  Esta  edición 
sión de  la  Comuna.  Yen los  números  3 y 4 de  este  mismo  periódico, días  antes,  también  había escrito   se hizo con el  título de  flistoria de la Commune ,en Francia (1871). Los comuneros de París.
66 DIEGO C\RO CANCELA
RAMÓN DE  CALA (1827­1902):  REPUBLlCANlSMO  y FOURIERISMO 
67

No sabemos por qué razón, pero lo cierto era que el segundo día de elecciones, La "cuestión artillera"so sería la última crisis de  la Monarquía democrática que 
el4 de abril, el propio Ramón de Cala hacía publicar un manifiesto en el que mani- encamaba Amadeo  1.  El  11  de febrero  de  1873, se conocía su renuncia por un men-
festaba  su  renuncia  a  la  candidatura  "que  sus  amigos  y  correligionarios  habían  saje  que  se  leía ante el  Congreso y el Senado, reunidos en una sola Cámara. A con-
acordado"n, dejando  el  camino  abierto  para que  el  candidato  gubernamental  obtu- tinuación, se  proclamaba la Primera República española. 
viera el acta. 
En  este  nuevo  tiempo  político,  Ramón  de  Cala  va  a  tener  otra  vez  un  gran 
Sin embargo, estas elecciones sirvieron de poco, porque cuando ya Sagasta se  protagonismo, porque convocadas nuevas elecciones para fonnar las que debían ser 
creía al frente  de un poder estable por el amplio respaldo parlamentario conseguido,  las  Cortes  Constihlyentes  del  nuevo  régimen,  Cala  volvía  a  ser  elegido  candidato 
en una de  las primeras sesiones del nuevo Congreso, la interpelación de un diputado  por sus  correligionarios  de  Jerez,  en  una  "antevotación"  por sufragio  directo  cele-
republicano  sobre la  transferencia de dos  millones de reales  de  la  Caja de  Ultramar  brada el  19  de abril y en  la que participaban todos  los afiliados mayores de 21  años. 
al  Ministerio de  la  Gobernación en plena campaña electoral, provocaba el  despres-
Sin apenas propaganda por la falta  de  competencia en  el  distrito,  lo  único  que 
tigio del Gobierno y su inevitable dimisión. 
emitía  el  comité  del  llamado  "partido  republicano  democrático  federal"  de  Jerez, 
Un  nuevo  gabinete  presidido  por  el  ahora  radical  Ruiz  Zorrilla  disolvía  las  era un manifiesto aparecido en la prensa el  20 de  abril, en el que después de presen-
Cortes  y  convocaba  nuevas  elecciones  para  el  24  de  agosto,  con  la  pretensión  de  tar un  sombrío  panorama sobre  la situación  del  país,  reclamaba  la  participación  de 
que se celebraran sin ninguna interferencia gubernamental.  las  "clases  conservadoras"  en  la vida política,  "en nombre de  la  patria y  en  prove-
En  el  distrito  de  Jerez  este  proceso  electoral  se  desarrollo  en  un  ambiente  de  cho vuestro y de todos,,8 I .
total  indiferencia,  acenhlada por el  retraimiento  de  los  republicanos,  llegándose  al  Transcurridos  los  cuatro  días  de  las  elecciones  ­<fel  10  al  13  de  mayo­,  sin 
extremo de que  no  se constituyeran en algunas zonas las  mesas electorales y de  que  incidentes,  Ramón  de  Cala salía elegido diputado  por el  distrito  "centro" de  la  ciu-
los monárquicos constihlcionales no encontraran ninguna competencia en el  distrito  dad, con 4.364 votos y un índice de participación que se situaba en el  52,3  por cien-
que  fonnaban  los  barrios  del centro de  la ciudad.  Esta situación es lo que explicaría  . to,  es decir, bastante más alto que la media nacional y una consecuencia lógica de  la 
que Ramón de  Cala, tan activo protagonista en los  primeros  momentos del  Sexenio  hegemonía que los  republicanos federales  ejercían en la vida política local 82 . 
en  Jerez,  se  convirtiera  en  nuevo  senador,  pero  esta vez por la  provincia  de  Gero-
na 78 En el nuevo Parlamento, Ramón de Cala no tardaría en ubicarse en la fracción 
central del republicanismo, liderada por José María Orense, mientras que  la derecha 
Sin embargo,  tampoco  estas  nuevas  elecciones  sirvieron de  mucho.  La  oposi- estaba dirigida por Castelar y Sa'lmerón y en la de  la izquierda, estaban los  llamados 
ción  frontal  de  la  nobleza  latifundista  a  la  monarquía  que  encamaba  Amadeo  de  "intransigentes",  como Contreras, Navarrete  o  Casaldueros3 . Hennessy,  sin  embar-
Saboya, el  progrcso de  la  restauración monárquica en la persona del príncipe Alfon- go,  afinna que  Cala,  Orense  o  Benot,  simpatizaban  mucho  con estos últimos,  aun-
so, la sublevación carlista en el Norte, el problema cubano, el avance del  movimien- que  no  eran  hombres  de  acción,  "sino  los  sedicentes  intelectuales  del  movimien-
to  obrero vinculado a la Internacional y,  por último, la propia división interna de  los  to,,84. Y efectivamente, así  sería, porque Ramón de  Cala no participa en ninguna de 
partidos  políticos,  fueron,  entre  otros,  factores  que  siguieron  obstaculizando  la  ac- las  intentonas  insurreccionales  que  protagoniza  el  republicanismo  más  radical,  co-
ción del Gobierno Ruiz Zorrilla, a la  vcz que  incrementaban el desencanto y la des- mo  la  de  octubre de  1869 y  el cantonalismo, pero se mostrará en su  actuación par­
ilusión  en  el  pueblo  llano,  que  no  comprendía  las  motivaciones  que  encerraban 
tantas intrigas partidistas79 . 
Cansados.  en  verdad, nos  hallamos  dc  saber que  nuestros  representantes  en  las  Cortes  in-
ventan proyectos, ora para crearse una atmósfera especial, ora también  para entretener más y más 
)7  El Progreso (4 abril  1872).  
a  quien  tan  hastiado  se  halla  de  semejantes  propósitos.  Los  políticos  inspirados  en  su  idea,  ma-
78 Archivo  del  Senado.  Expediente  personal  de  Ramón  de  Cala.  Legajo  79.  Expedi"COte  7 61.  Le  
quinan mil  embustes para alentar la situación triste que tenemos.  ( ... ) Los partidos de este "modus 
acompañaban como senadores electos por esta provincia catalana, otros tres conocidos dirigentes repu- 
vivendi" comen,  se divierten,  adquieren  buenas  fortunas  y  a  costa  del que  trabaja"  (El Porvenir,
blicanos: Eduardo Chao, Francisco Díaz Quintero y  Eduardo Beno!.  Manuel Ruiz Lagos da la siguiente   24 octubre  1872). 
explicación a  esta presencia  de  Cala como  senador por Gerona:  "Esta nominación  se  debió  al  Partido   80  Femández Almagro (1972:  153­ 157). 
Carlista, reconocido a su generoso empeño por lograr arrancar a Prim el  indulto de  los cabecillas carlis-  SI  EG (20 abril  1873). 
tas que iban a ser fusilados en Cataluña" Ruiz Lagos (1980:  27­28).  
82  Caro (1990:  397­398). Baste  decir que en  las  elecciones celebradas a principios de  abril de  1872, 
79  Un  nuevo  periódico  de  Jerez,  El Porvenir, por ejemplo,  recogia  esta  atmósfera  de  desániuJo  y  
el  candidato  monárquico  que  resu.ltó  electo  por este  mismo  distrito,  cuando  se  retiró  Ramón  de  Cala, 
presentaba un  desolador panorama de  la situación  que se vivía a tlnales del  año  1872:  
sólo obtuvo  1.733 votos, sin ninguna competencia, como ahora le  pasaba a él.
"Nadie desconoce que la  época que atravesamos es aiste y swnamente comprometida. Insurrec-
RJ Esta es la  división de la Cámara que se hace en: Pi y Margall­Pi y Arsuaga (1902:  165).  
ciones, delitos, injusticias, alarmas, disgustos y contratiempos sin número tenernos a todas horas.  84  Hcnnessy  (I 966:  200).  
DIEGO CARO CANCELA !0\JY1ÓN DE CAI.A (1827­1902): REPUBLICANISMO  y FOUR!ERlSMO 69
68

lamentaria siempre como un acérrimo defensor de los derechos y las libertades se había encerrado "en su  autoridad", procurando castigar con  "una severidad inau-
individuales, incluso para sus adversarios políticos. dita" a los autores del movimiento"s9. 
De esta manera, por ejemplo, cuando el Gobierno intentó sacar adelante en las Este planteamiento de Cala, en el sentido de que los cantonales eran "una parte 
Cortes un proyecto de ley, que le autorizaba a tomar las medidas extraordinarias del  partido  republicano",  no  era  aceptado  por  el  ministro  de  la  Gobernación,  para 
que estimara conveniente para hacer frente a la guerra carlista del Norte de España, quien los  trabajos  insurreccionales no  habían  nacido  de  los  "centros republicanos", 
Ramón de Cala no tenía reparos en encabezar una enmienda -que firmaba con otros sino que nacían " de  otros centros que seguramente y en estos hago un gran honor al 
tres diputados-, contra uno de los artículos del mismo, en el que literalmente se Sr.  Cala, no tendrá conocimiento de ello". 
decía que, "por ningún concepto se podrán suspender las garantías individuales Pero más que estos debates puntuales, al  calor de los acontecimientos, quizá el 
consignadas en el título primero de la Constitución monárquica de 1869,,85. trabajo  más  relevante que hizo Ramón de Cala en  estas Cortes  de la Primera Repú-
Él, que en la defensa parlamentaria que hacía de la enmienda, recordaba que blica  vino  de  su  presencia  en  la  Comisión  encargada  del  redactar  el  proyecto  de 
ya se había opuesto a una propuesta similar cuando se discutía la Constitución de Constitución Federal, siendo uno  de los diputados más votados para formar parte de 
1869, justificaba su actitud en la consideración de que los derechos individuales la  misma90 . Disconforme con el  proyecto de  Constitución elaborado por la  mayoria 
6 de  la  Comisión,  presidida  por  Emilio  Castelar,  Ramón  de  Cala,  Francisco  Díaz 
eran "naturales" y, por tanto, superiores a toda lel , incluso por encima del poder
de la Asamblea Constituyente. Además, creía que esta era la posición en la que los Quintero  y  Eduardo  Benot,  presentaban  un  proyecto  alternativo,  que  tenía  como 
republicanos habían estado trabajando tantos años, la base completa de "toda nues- novedades  más significativas la distinción de "derechos individuales,,91  y "derechos 
tra propaganda". Por tanto, rechazar la enmienda suponía para Cala engañar al  país,  sociales"n, la concesión al  Tribunal  Supremo de la  capacidad de examinar las actas 
porque  significaria hacer en  el  Gobierno,  "lo contrario  de  lo  que  hemos  predicado  de senadores y diputados y la no  limitación, en  fin,  del número de cantones, recono-
ciendo  a los  municipios  la libertad  de  agruparse segíill sus conveniencias. Además, 
en la oposición"s7. 
establecía una serie de "prohibiciones perpetuas", exigidas por el reconocimiento de 
Ni  siquiera la  aclaración  que  en  nombre del  Gobierno  le  hacía  el  ministro  de 
los "derechos natura\es,,93y, por último,  reconocía "el estado de  guerra, extranjera o 
Ultramar ­Suñer y  Capdevila­, en  el  sentido  de que  la  suspensión  de  las  garantías 
civil",  expresamente  declarado  por el  Poder legislativo  y  llevado  conforme "a los 
era sólo para los carlistas, que estaban sosteniendo la guerra civil, sirvió para que  la 
principios del derecho de gentes,,94 
enmienda  fuera  retirada,  porque  antes,  ya  Ramón  de  Cala  había  afirmado  que  el 
respeto  incluía  a  todos  los  hombres,  "sean  carlistas  o  sean  lo  que  sean".  De  nada  Sin embargo,  como ya es  sabido, ninguno de  los  dos  proyectos  constituciona-
sirvieron estos argumentos, porque finalmente  la propuesta de  Cala seria rechazaba  les  sirvieron de  mucho, porque el  movimiento  cantonal  dejada herido  de  muerte al 
por  125  votos en contra y 44 a favor.  régimen  republicano,  especialmente  después  que  dimitiera  Salmerón,  a  principios 
de  septiembre  y  llegara  Castelar,  que  gobernaría  por  decreto  hasta  principios  de 
Con  este  mismo  talante  indulgente e  ingenuo  afrontaba Cala el  debate que  se 
enero  de  1874,  con  I\a  intención  de  dar vida  a  una  República  conservadora,  en  un 
producía en el  Parlamento, cuando  el  Gobierno  pedía la aprobación de  los  suplica-
proyecto que ya entonces apa¡;eció  como escasamente viable. El golpe de Estado del 
torios  contra  los  diputados  republicanos  implicados  en  la  intentona  cantonal  del 
38  general Pavía haría el  resto. Terminaba la República democrática y a finales de  año, 
verano de  1873 . 
Para  él,  cualquier  acuerdo  de  la  Asamblea  contra  los  cantones  seria  cometer 
89  Ibídem (30julio  1873), pp.  1042­1045.  
una  "extralimitación  de  autoridad",  porque  "al  formar  los  pueblos  sus  respectivos  90 Obtuvo  190  votos,  siendo  el  sexto  más  votado  de  los  27  miembros  de  la  Comisión.  Ibídem  (20  
cantones,  al  establecer el  pacto,  cumplen  religiosamente  el  principio  de  la  ciencia  junio  1873), p.  246.  
(sic)".  Además,  la  responsabilidad  de  lo  que  estaba  ocurriendo  no  estaba  en  los  '9 1  Eran, entre otros,  los derechos a la  vida,  a la  libertad de la  persona  y su seguridad,  a la elección  e  
cantonales, sino en el  Gobierno, porque en vez de  buscar una solución al  conflicto,  inviolabilidad  del  domicilio,  a la  libertad  de  cultos,  a  la  libertad  de  enseñanza,  a la emisión  del  pensa- 
miento, etcétera. 
92  Eran,  por ejemplo,  el  de  reunión  y  manifestación pacíficas, el  de  asociación  yel  de  la participa-
ción en e[  gobierno de la sociedad por medio del sufragio. 
93  Algunas  de  estas  "prohibiciones  perpetuas",  eran,  por  ejemplo,  los  títulos  de  nobleza  y  todo 
85' Diario de Sesiones (30 junio  1873), pp. 422­423.  tratamiento gerárquico (sic) en todas las esferas del poder", las "penas infamantes", "la pena de muerte 
para toda  clase de  de[itos",  las  quintas,  los azotes  y  "las  marcas de  hierro ardiendo", "la subvención  a 
86  Ibídem. 
favor de determinado culto" o "el reconocimiento por parte del  Estado de los votos religiosos". 
87  Ibídem. 
88  Sobre  el cantonalismo,  el  más  reciente  y  completo  estado  de  la  cuestión,  en: Espigado  (2002:  94  Artículos  20  y  21.  Este  Proyecto  de  Constitución"  de  [os  diputados  Cala,  Quintero  y  Benot  se 
reproduce completo, en:  Pi  y Margall­Pi y Arsuaga (1902: tomo Y,  364­384). 
111­137). 
70 DIEGO CARO CANCELA RAM ÓN  DE CALA (1827­1902): REPUBUCANISMO y FOURJERISMO 
71

el pronunciamiento de Martínez Campos traía otra vez la Monarquía y la dinastía de En  la  primera  parte  del  mismo,  Cala  hacía  una  minuciosa  descripción de  las 
los Borbones. Comenzaba una "larga noche" para el republicanismo. condiciones  de  vida  de  los  trabajadores  agricolas  de  la  campiña jerezana,  incluso 
tiene el  atrevimiento de  escribir lo que él pensaba del controvertido y candente tema 
99
3. Marginación y fourierismo (1875-1902) de  La Mano Negra .  Sin embargo, es en  la parte  tercera, la dedicada a la "solución 
del  problema social", donde se muestra como el más ortodoxo  seguidor de  las  doc-
La caída del régimen republicano supuso para Ramón de Cala la vuelta al trinas  sociales  de  Fourier.  Por  esta  razón,  para  Ramón  de  Cala,  la  solución  a  los 
exilio, esta vez, en Lisboa, desde donde intentó sacar con Eduardo Benot, una nue- problemas  de  los trabajadores  no  pasaba por las  doctrinas anarquistas de  la  Primera 
va publicación titulada La Europa95 Jnternaciona'l,  sino que estaba en  la creación de  falansterios,  que  define,  como "mo-
rada de  una falange  de  2.000  personas aproximadamente,  vienen a ser como la po-
No sabemos  el  tiempo  que  Cala permanece  fuera  de  España  en  este  segundo 
exilio,  pero  a principios  de  los  años  ochenta nos  lo  encontramos  residiendo  en  Cá- blación pequeña de nuestros tiempos,  aunque perfectamente adecuada a los destinos 
del hombre, y propia para la producción en harmonía"' oo. 
diz, colocándose él mismo la profesión de "escritor,,96. 
Retirado  de  la  política  por  el  retraimiento  electoral  que  sus  correligionarios  En  este  mundo  idílico,  en  la  "harmonía"  como  él  lo  llama,  también  habría 
comienzan a practicar en Jerez  desde  los  inicios de  la  Restauración, sólo saldría del  ejémitos, pero qué diferentes  de los de la "sociedad civilizada" para "la conquista, la 
ostracismo  cuando  el  26  de  agosto  de  1884  se  convierte  en  la  única  personalidad  destrucción  y  los  estragos",  porque  estarían  formados  por "las  personas  que  se  in-
expresamente  invitada por la Comisión Provincial  encargada de  estudiar "todas  las  clinen por su carácter a las empresas de  aventuras,  los artistas que sientan deseos  de 
cuestiones que directamente interesan a la mejora y  bienestar de  las  clases  obreras,  registrar el  globo;  y ya  formados,  se  encargarán  de  los  grandes trabajos  de  utilidad 
pública"l ol. 
tanto agrícolas como industriales",97 y constituida en Cádiz el17 de agosto de  1884. 
Pues  bien,  pese  a que  en  aquellos  momentos  se  encontraba  enfermo  en  la  ca- En  definitiva,  estamos  ante  10  que  Antonio  Elorza,  con  acierto,  ha  calificado 
ma,  Cala  decidió  aceptar  la  invitación,  contestando  el  cuestionario  que  le  enviaba  como  la  obra  que  "cancela  definitivamente  la  trayectoria  del  socialismo  utópico 
102
esta Comisión. No obstante, expresó su  desconfianza acerca de  la viabilidad de  este  español", de  aquí su relevancia .  De todas formas,  creemos que el propio autor era 
procedimiento para conocer y mejorar la situación de la clase obrera española e hizo  consciente  de  la  inviabilidad  total  de  los  remedios  que proponía,  porque, aunque  a 
pública sus  respuestas  en  el  libro titulado  El problema de la miseria resuelto por la veces ­ y como hemos visto­ mostró una gran ingenuidad en su  trayectoria pública, 
harmonía (sic)  de los intereses hwnanos98 • conocía como  se  las  gastaba Romero  Robledo,  el  ministro  de  la  Gobernación  que 
sustituyó a su homónimo  liberal  al  frente  de  la Comisión Nacional. En  este sentido, 
la  conclusión con la que el  propio Cala cierra su  libro  era  sencillamente  lapidaria y 
Ql  Elorza(1975 : CXLI).   bastante premonitoria de  lo que iba a ocurrir: 
96  Lo sabemos, porque hemos encontrado en  el  Archivo  de Protocolos Notariales  de  Jerez, el  poder  
que otorga a dos  procuradores  de  esta  ciudad, el 3 de  dici embre de  1881, para que lo  representaran "en  
todos  los juicios,  causas  y  procedimientos pendientes o  que  se  entablen  por o en  contra  del  compare-  "He  terminado mi  informe ( ... ).  Lo entrego sin  repaso, por temor de encoD,trarlo 
ciente". Notaría de  D. José Pongilioni Carrascal. Año  1881,  ff. 886­889.   tan defectuoso o revuelto que me incline a hacerlo pedazos, más bien a corregirlo. 
97  Ravina (2002:  x.,XXVIl).  El  origen de  esta Comisión Provincial estuvo en  la  Comisión Nacional   De todos  modos  me  anima  la  reflexión  desagradable  de  que  para  nada serviría, 
creada por el Gobierno  liberal a finales de  1883  ­cuando aún estaba muy presente el  confuso asunto de   aunque fuera mejor, porque el Gobierno nada se propone. 
La iv1ano  Negra  y la  represi ón gubernamental que  le  siguió­, con la pretensión  de abrir  Wl  gran  debate   Enviados de todas partes se almacenarán en Madrid  muchos papeles, el  ministro 
nacional  sobre  los  problemas  de  la  clase obrera, en  el  que se invitaba a participar a instituciones, parti-  armará un  negociado o dependencia, para ponerlos en orden yextractarlos, con algunos 
culares  y entidades que pudieran aportar sus ideas  y sugerencias para remediarlos.  Como complemento   indoctos  favorecidos,  que ni  siquiera  los  leerán;  y al  cabo de algún  tiempo  no quedará 
de  esta Comisión estatal, se  debían crear Comisiones provinciales  y locales,  siendo  la  base  de  la  infor-  más que la memoria de que en el  año de gracia de  1884 ocurrió a un ministro la humo-
mación  un  extenso  cuestionario  de  223  preguntas  sobre  horarios  de  trabajo,  salarios,  asociaci ones,  
número de  huelgas, "virtudes"  y "vicios"  de  Los  obreros,  etcétera,  que debían ser respondidas de  forma  
oral o escríta.  
En  la  provincia  de  Cádiz,  además  de  la  Comisión  provincial,  se  creaban las  Comisiones locales  99  É l  lo  tenía  muy  claro: "yo,  que  conozco  a  Jerez  como  se  conoce  a  la  cuna  donde  nos  hemos 
de  Arcos,  Jerez  y San  Fernando.  Sobre  la  composición  de  la  Comisión  provincial:  Ravina  (2002: 
mecido (...),  después de  haber visto  y estudiado  los  hechos,  declaro  por mi  honra  y con  toda seguridad 
XXXV). \j¡ue la Mano Negra es un mito, que no  ha existido,  ni existe":  Cala (1884:  146­147). 
98  Se editó  en  Madrid en  1884, en la  imprenta  de  D.  Juan  Iniesta,  aunque  debió  tener  una  difusión  1 o  Ibídem, p.  272. 
muy reducida  a  través de  la  llamada  Biblioteca Democrática  y Anticlerical.  El  Ayuntamiento de  Jerez  101 El  libro  incluso incluía el  plano de un  falansterio, que ha comentado M. Ra vina (2002). 
ha hecho una edición facsímil de  la primera edición, en  el  año 2002.  102 Un  comentario más extenso de este  libro de Ramón de Cala, en: Elorza (1975: CXUV­CXLIX). 
72 DIEGO CARO CANCELA

rada de querer enterarse de la situación de la clase obrera y no hacer cosa alguna por su
mejoramiento".
Manuel Ruiz Zorrilla (1833-1895):
libertad, democracia y república!
Sin embargo, Ramón de Cala no se aburriría, porque la implantación del su-
fragio universal masculino -de fonna irreversible-, en las elecciones de 1891, le MARGARITA CABALLERO DOMÍNGUEZ
animó a presentarse otra vez como candidato por la circunscripción de Jerez. Ilusio- Universidad de Valladolid
nado por lo que entendía que podía ser una democratización del sistema, pronto se
daría cuenta de que las prácticas caciquiles de los monárquicos hacían inútil su
esfuerzo. Por este motivo, en la misma mañana de las elecciones, decidía retirar a "Ruiz Zorrillo foe el político por excelencia, el 」ッ ョ セ@ ·rador, el hombre que
puso al servicio de los ideales revolucionarios su na, su inteligencia, su
sus interventores de las mesas y repartir un comunicado, en el que justificaba esta n·anquilidad, su vida...Leyendo los papeles secrel , los que se escriben cuando
decisión por la aparición de "las ilegalidades de siempre"I03. Fue prácticamente el se está a solas con la conciencia, se comprend ejor la pureza de intenciones"
final de su vida política. la abne GCiól1, la grandeza ",-oral de aq;¿e." gran repúblico que sólo de la
15
revoluclOn esperaba la salvaclOn de su or.8ia 1
Once años después, el 12 de julio de 1902 fallecería en Jerez, víctima de una
afección cardiaca. Al día siguiente, después de un funeral celebrado en una de las
principales iglesias de la ciudad, era enterrado en el cementerio católico. En su tum-
ba, sin embargo, los únicos signos externos que hay son su nombre y primer apelli- Este y otros juicios, por supuesto algunoynenos elogiosos, se han escrito so-
do y un gorro frigio, el símbolo de la Revolución Francesa 104 . bre un Ruiz ZorrilJa tan controvertido 」ッュ セ ・ウ」ッョゥ、N@ Y es que, como recien-
No obstante, el mejor resumen de su vida y de su obra fue el que apareció en la temente subrayaba Jordi Cana¡3, la elaboración de su biografia constituye ya una
nota necrológica que el 13 de julio publicó el periódico jerezano El Mensajero, tarea necesaria e ineludible para seguir profundizando en el conocimiento no sólo
recordándolo: del Sexenio Democrático sino エ。 セュゥ←@ t e las trayectorias final e inicial respectiva-
mente del periodo isabelino y de la . estauración. En este sentido, el enfoque bio-
Fue Ramón de Cala, más que un político, lm eterno soñador, poeta de tempera- gráfico, esto es el análisis de una' oca a través de las "personalidades" que la pro-
mento, nunca pudo adaptarse a las impurezas de la realidad". tagonizaron e hicieron posible, onstituye una vía adecuada para avanzar en el
conocimiento histórico, sobre do desde que historia social e historia individuat
abandonaron antiguas posic· nes de distanciamiento y abierta confrontación y se
reunieron en lila fructífer imbiosis. Partiendo de estas premisas, de una historia
cial o una historia social sensible y atenta al individuo,
una biografia de ManueYRuiz Zorrilla sin duda contribuirá a enriquecer y matizar la
entrales del siglo XlX. El hecho, por otra parte, de que re-
cientemente se hayq publicado algunas biografias de coetáneos, ideológicamente
cercanos, constituyfuna justificación más al tiempo que un estímulo para empren-
der la del propio ZorrilJa. Así, la visión del partido progresista, y del mundo isabeli-
no en general, que se desprende de las obras publicadas hace ya algún tiempo sobre

103 El comunicado completo se reproduce en: El Guadalele (3 febrero 1891 ), citado en: Caro (1999:
362-363). Ruiz Lagos menciona un "ensayo" que escribió sobre esta tema, titulado Sucinlo proceso de Esta trilogía procede de una carta que Ruiz Zorrilla escribió a su fiel José María Esquerdo en
las ・ャ」ゥッョNセ@ de Febrero en la circunscripción de Jerez de la Fronlera (Sanlúcar, 1891), que no diciembre de 1893, siendo esta, según Gómez Chaix en cuya obra se reproduce, la última ocasión en
hemos podido localizar. que defi nió su posición política con cierta amplitud. Al fmal de ella resume la trayectoria de su partido
104 Al año siguiente, un comité de los republicanos de Jerez decidía abrir una suscripción pública y la suya propia cifrándola en la lucha "en pro de la Libertad primero; de la Libertad y de la Democra-
para levantarle un monumento en la ciudad, pero la apatía que rodeó la inicíativa en el Ayuntamiento y cia, más tarde, y hoy de la Libertad, de la Democracia y de ,la República". Gómez Chaix (1934) p. 200.
en otras localidades, hizo que sus promotores decidieran, finalmente, emplear el dinero recaudado - 2 Álvarez Villamil y L10pis (1929) pp. 24-25.
3.000 pesctas- en arreglar una de las salas del Hospital de Beneficencia de la localidad: Sánchez Villa- Canal (2000) p. 297.
¡jueva (2002: XL VTI-LXIll). No obstante, hoy su nombre rotula una de las calles de Jerez. La noticia de Parafraseando el binomio que sirve de título al Dossier del n° 48 (2004) de la revista Hisloria
su muerte y la esquela de su entierro en: El Guadalele (13 julio 1902). Social.

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