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El derecho que todos merecemos

“La libertad de expresión es decir


lo que la gente no quiere oír”.
George Orwell (1903-1950). Escritor y periodista británico.

La libertad de expresión es el derecho de toda persona, grupo u organización a no ser


molestada a causa de su opinión, así a como a la vez, a expresar la misma en todas sus
formas, a través de cualquier medio de difusión. Del mismo modo, hace referencia a tener
acceso a la más amplia existencia de medios de comunicación independientes y libres.

Este derecho se considera un requisito indispensable para la existencia de sociedades


democráticas, ya que otorga protección a todas las personas que deseen expresarse sobre sí
mismas, sus asuntos u otros de su interés; sin importar si estos son privados o públicos. Por
tanto, en resonancia con dicho derecho, debe estar prohibido por ley la censura previa,
la interferencia y presión directa o indirecta para evitar cualquier tipo de expresión, opinión
o información difundida a través de los medios de comunicación.

Asimismo, las leyes que penalizan la expresión ofensiva dirigida a funcionarios


atentan contra la libertad de expresión, dado que los funcionarios están sujetos a una mayor
crítica por parte de la sociedad por tratarse de figuras públicas; sin embargo, expresarse de
manera “ofensiva” tiene un límite, por lo cual cabe resaltar que el respeto es fundamental
en el ejercicio de este derecho, puesto que no se debe utilizar la libertad para dañar o
perjudicar a alguien. Es decir, la libertad de expresión de uno termina donde empieza la del
otro.

Por consiguiente, tal derecho no respalda las expresiones que inciten a la violencia en
contra de un individuo o un grupo de personas, en vista de que esta no puede convertirse en
una herramienta para vulnerar los derechos de los demás. Así bien, no existen libertades,
derechos, ni verdades absolutas; por eso nadie es libre para amenazar de muerte, ni para
calumniar o mentir; ya que estas acciones violan el derecho ajeno a la vida y honra de
alguien más.

No obstante, otro punto a considerar es que, sin información, las personas no podrían
ejercer plenamente su derecho a expresarse libremente, pues la libertad de expresión
también comprende la libertad para buscar y recibir información e ideas de toda índole. De
este modo, el acceso a la información es también un derecho fundamental, porque una
sociedad nunca podrá avanzar si no dispone de la información necesaria para hacerlo. De
ahí que sea tan importante para las personas, colectivos y países el derecho de acceso a la
misma.

Dicha necesidad, se apoya en que a través del acceso a la información las personas
podrán: Ejercer sus derechos civiles, políticos, económicos, sociales y culturales. Ser
económicamente activos, productivos e innovadores. Aprender y aplicar nuevas
habilidades. Enriquecer su identidad y expresiones culturales. Formar parte de la toma de
decisiones y participar en una sociedad activa y comprometida. Encontrar soluciones
basadas en la comunidad para los desafíos del desarrollo. Garantizar la rendición de
cuentas, la transparencia, la buena gobernanza y la participación, así como por último
medir el progreso de los compromisos públicos y privados del desarrollo sostenible.

Las sociedades quieren transparencia en sus gobiernos, quieren poder acceder a la


información para saber, aprender y tomar decisiones, y quieren acceder a la información
porque persiguen el desarrollo social, cultural, económico y político que necesitan, por lo
que en definitiva, el acceso a la información es una necesidad social que no se puede
impedir.

En nuestro país, dicho derecho está resguardado por la Constitución de la República


Bolivariana de Venezuela (2000), en el Título III, De los deberes, derechos humanos y
garantías, Capítulo III, De los derechos civiles, artículo 58:

“La comunicación es libre y plural, y comporta los deberes y responsabilidades que


indique la ley. Toda persona tiene derecho a la información oportuna, veraz e imparcial,
sin censura, de acuerdo con los principios de esta Constitución, así como el derecho de
réplica y rectificación cuando se vean afectados directamente por informaciones inexactas
o agraviantes. Los niños, niñas y adolescentes tienen derecho a recibir información
adecuada para su desarrollo integral”.

Pero ahora, se abre la interrogante ¿De verdad este derecho es respetado en la sociedad
actual?

Gracias a la influencia del gobierno sobre los medios de comunicación social, la


información se ha desmenuzado como mejor les ha convenido; alarmando, mintiendo y
muchas veces burlándose del derecho de la sociedad a ser informados. Se jactan de ofrecer
al ciudadano "Información oportuna, veraz e imparcial, sin censura" y ante esto uno no
tarda en hacerse preguntas como: ¿Oportuna para quién? o ¿Veraz e imparcial a favor de
quién?.

Después de todo, no cabe duda que los grandes medios de comunicación niegan el
derecho a estar informados a los ciudadanos, cuando censuran hechos que según su
criterio, no deben ser escuchados ni vistos por los venezolanos. Además, el gobierno ha
decidido tomar tantas represalias con quien ofrezca un mensaje inconveniente para ellos,
que en consecuencia se ha agravado la desinformación de la población.

A continuación, se presentan algunos testimonios que representan el pensamiento de


millones de venezolanos sobre lo que ocurre actualmente:

“El artículo 58 yo lo veo desde dos ópticas diferentes, tanto desde la perspectiva de
quienes reciben la información, o sea, nosotros que como personas naturales tenemos
derecho a información veraz e imparcial que nos ayude en nuestro desarrollo, haciendo
énfasis en los niños prioritariamente; y desde el punto de vista de quien la transmite, ya
que los medios también se rigen bajo el mismo código y debido a que estos son el puente
entre el mensaje y nosotros, deben ser minuciosos con respecto a donde buscan la
información, y en caso que esta sea de una fuente inexacta, aclararlo”. Roman Cabrera.
“En los últimos años no se recibe información imparcial, ya que los medios de
comunicación están parcializados y solo los dejan informar sobre lo que no altere a las
masas según sea la conveniencia del gobierno, por miedo a que el ente de CONATEL los
censure o cierre. Entonces, se rigen únicamente por información superficial que no
muestra al cien por ciento la realidad que se vive en el país, lo cual trae consecuencias en
las que uno se puede ver afectado a causa de falsa información. Por ejemplo, en cuanto a
cosas de servicios públicos o atascos viales, eso incide en tu vida diaria porque si
planificas en base a esa noticia que no es real, tu día a día se puede ver afectado por esa
información no verídica. Dicho de otra forma, cuando en los noticieros y programas
matutinos dan información falsa sobre los servicios estadales como el agua, la luz y el
gas; esto puede ocasionar que las amas de casa y personas en general pidan permiso en
sus trabajos y pierdan el tiempo. Por otro lado, cuando la información es verídica y se da
a tiempo, ayudan a que la vida de las personas fluya mejor con respecto a trancas,
horarios bancarios, comercios, entre otros; ya que el día transcurre sin inconvenientes y
de manera más ágil”. Lenny Velasquez.

Es pertinente mostrar las anteriores líneas, ya que cada una de esas voces son las que
viven en carne propia el incumplimiento de los derechos expuestos en la ley y por tanto, no
hay un mejor protagonista para encarar la situación y plasmarla en palabras que ellos.

En complementariedad con estas ideas, la libertad de expresión es violada al limitar la


actividad de los medios por vías indirectas, tales como el abuso de controles oficiales o de
particulares sobre el papel periódico, frecuencias radioeléctricas, enseres y aparatos usados
en la difusión de información o por otros medios encaminados a impedir la comunicación;
por ello, debe estar prohibida por ley la utilización del poder del Estado y de los medios de
los cuales dispone para presionar y castigar, o premiar y privilegiar a los comunicadores
sociales y a los medios de comunicación en función de sus líneas informativas.

Aunado a esto, es inaceptable invocar el derecho de la sociedad a estar informada de


forma veraz y por esta razón censurar previamente informaciones supuestamente falsas a
criterio del censor. Las restricciones en la circulación libre de ideas y opiniones, así como
la imposición arbitraria de información y la creación de obstáculos al libre flujo
informativo configuran violaciones a la libertad de expresión; por lo cual, los medios y
periodistas deberían tener derecho a realizar su labor en forma independiente, libres y
despojados de censura, para que la población pueda nutrirse de las distintas informaciones,
logrando acceder de esa forma a un panorama más completo.

Para finalizar, es clave decir que no hace falta evidencia para demostrar que donde no
hay libertad de prensa y donde las personas no se sienten libres para expresar su opinión,
es muy probable que también existan violaciones a otros derechos humanos, lo cual plantea
una problemática a la que debemos enfrentarnos los venezolanos, pues bien, como dijo
Benjamin Cardozo: “La libertad de expresión es la matriz, la condición indispensable de
casi cualquier otra forma de libertad”.
Referencias

Civilis Derechos Humanos (2016). Libertad de expresión.


https://www.civilisac.org/nociones/libertad-de-expresion

Taboola (2014). Libertad de expresión como derecho humano. Milenio:


https://www.milenio.com/opinion/varios-autores/derechos-humanos/libertad-de-expresion-
como-derecho-humano

Mayoraz, E. (2019). La libertad de expresión, como un derecho humano fundamental.


Excelsior: https://www.excelsior.com.mx/opinion/columnista-invitado-global/la-libertad-
de-expresion-como-un-derecho-humano-fundamental

Redacción Judicial (2015). Los límites de la libertad de expresión. El espectador:


https://www.elespectador.com/noticias/judicial/los-limites-de-libertad-de-expresion-
articulo-558355

González, R. (2019). Venezolanos tienen derecho a expresar libremente sus pensamientos.


Conatel: http://www.conatel.gob.ve/venezolanos-tienen-derecho-a-expresar-libremente-
sus-pensamientos/

León, D. (2008). Análisis situacional del derecho a la información en el Estado


Venezolano. Aporrea: https://www.aporrea.org/medios/a55730.html

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