Está en la página 1de 5

Densidad, peso específico y densidad relativa (gravedad específica)

Se dice a veces que el hierro es “más pesado” que la madera. En realidad, esto no es cierto ya que un
tronco grande de madera, sin duda, pesa más que una aguja de hierro. Lo que deberíamos decir es que el
hierro es más denso que la madera.

La densidad r de una sustancia (𝜌 es la letra griega “rho” minúscula) se define como masa por unidad de
volumen:
𝑚
𝜌=
𝑉

donde m es la masa de una muestra de la sustancia y V su volumen. La densidad es una propiedad


característica de cualquier sustancia pura. Los objetos hechos de una sustancia en estado puro, como el
oro, pueden tener cualquier tamaño o masa, aunque su densidad siempre será la misma.
3 3
La unidad del SI para la densidad es kg/m . En ocasiones las densidades están dadas en g/cm .

El peso específico (D) de una sustancia se define como el peso por unidad de volumen:
𝑚𝑔
𝐷=
𝑉

Observe lo siguiente:
𝑚𝑔
𝐷=
𝑉
𝑚
𝐷= 𝑔
𝑉

𝐷 = 𝜌𝑔
3
La unidad del SI para el peso específico es N/m .

La densidad relativa (gravedad específica) de una sustancia se define como la razón de la densidad de
esa sustancia a la densidad del agua a 4.0°C. La gravedad específica (abreviada 𝜌𝑟 ) es un número sin
dimensiones o unidades. Por tanto su ecuación es:
𝜌𝑠
𝜌𝑟 =
𝜌𝐻2 𝑂

Donde 𝜌𝑠 es la densidad de la sustancia y 𝜌𝐻2 𝑂 es la densidad del agua.

Los conceptos de densidad y de densidad relativa son especialmente útiles en el estudio de los fluidos
porque no siempre se trata con volúmenes o masas fijos.

Presión en fluidos

La presión y la fuerza están relacionadas; sin embargo, no son lo mismo. La presión se define como fuerza
por área unitaria, donde la fuerza F se entiende como la magnitud de la fuerza que actúa
perpendicularmente a la superficie de área A:

𝐹
𝑃=
𝐴

La unidad del SI para presión es N/m². Esta unidad tiene el nombre oficial de pascal (Pa), en honor de
2
Blaise Pascal; 1 Pa = 1 N/m .
Presión hidrostática

El concepto de presión es particularmente útil al tratar con fluidos. Es un hecho experimental que un fluido
ejerce una presión en todas direcciones. Esto es algo que conocen muy bien los nadadores y clavadistas,
quienes sienten la presión del agua en todo su cuerpo. En cualquier profundidad de un fluido en reposo, la
presión es la misma en todas direcciones a una profundidad dada. Para ver por qué, examinemos el
diminuto cubo de fluido (figura I), el cual es tan pequeño que podemos considerarlo un punto e ignorar la
fuerza de gravedad sobre él. La presión sobre uno de sus lados debe ser igual a la presión sobre el lado
opuesto. Si esto no fuera cierto, se tendría una fuerza neta sobre el cubo y éste comenzaría a moverse. Si
el fluido no está fluyendo, entonces las presiones deben ser iguales.

Figura I

Para un fluido en reposo, la fuerza que se debe a la presión del fluido siempre actúa perpendicularmente a
cualquier superficie sólida con la que esté en contacto. Si hubiera una componente de la fuerza paralela a la
superficie, entonces de acuerdo con la tercera ley de Newton, la superficie sólida ejercería una fuerza de
regreso sobre el fluido que también tendría una componente paralela a la superficie, lo que ocasionaría que
éste fluyera, en contradicción con nuestra suposición de que el fluido está en reposo. Por lo tanto, la fuerza
debida a la presión siempre es perpendicular a la superficie.

Calculemos ahora cuantitativamente cómo varía con la profundidad la presión en un líquido de densidad
uniforme. Consideremos un punto que está a una profundidad h por debajo de la superficie del líquido (es
decir, la superficie está a una altura h por arriba de este punto), como se muestra en la figura II. La presión
debida al líquido a esta profundidad h es provocada por el peso de la columna de líquido encima de él. Así,
tenemos que:

𝐹
𝑃=
𝐴

𝐹 = 𝑚𝑔
𝑚𝑔
𝑃=
𝐴
𝑚
𝜌=
𝑉
𝜌𝑉 = 𝑚

𝜌𝑉𝑔
𝑃=
𝐴
𝑉
𝑃 = 𝜌𝑔
𝐴

𝑉 = 𝐴ℎ
𝑉
=ℎ
𝐴

𝑃 = 𝜌𝑔ℎ

Figura II
Advierta que el área A no afecta la presión a una profundidad dada. La presión del fluido es directamente
proporcional a la densidad del líquido y a la profundidad dentro de éste. En general, la presión dentro de un
líquido uniforme es la misma a profundidades iguales.

¿Qué sucede si se ejerce una presión adicional en la superficie del líquido, como la presión de la atmósfera
o la de un pistón que empuja hacia abajo? ¿Y qué sucede si la densidad del fluido no es constante? Los
gases son bastante compresibles y por ello sus densidades varían considerablemente con la profundidad;
los líquidos también pueden comprimirse, aunque a menudo podemos despreciar la variación de su
densidad. (Una excepción es en las profundidades del océano, donde el gran peso del agua la comprime
considerablemente e incrementa su densidad.)

Presión atmosférica

La presión del aire en un punto determinado de la Tierra varía ligeramente de acuerdo con el clima
atmosférico. Al nivel del mar la presión de la atmósfera, en promedio, es igual a 1.013 × 105 𝑁/𝑚2 (o 14.7
2
lb/in ). Este valor se usa para definir una unidad de presión comúnmente usada, la atmósfera (abreviada
atm):
1 𝑎𝑡𝑚 = 1.013 × 105 𝑁/𝑚2 = 101.3 𝑘𝑃𝑎

La presión que se debe al peso de la atmósfera se ejerce sobre todos los objetos inmersos en este gran
mar de aire, incluidos nuestros cuerpos. ¿Cómo resiste un cuerpo humano la enorme presión sobre su
superficie? La respuesta es que las células vivas mantienen una presión interna que equilibra la presión
externa, de igual forma como la presión interna de un globo casi iguala a la presión externa de la atmósfera.
Un neumático, gracias a su rigidez, puede mantener presiones internas mucho mayores que la presión
externa.

Para la situación común de un líquido en un recipiente abierto, como el agua en un vaso, una alberca, un
lago o el océano, se tiene una superficie libre en la parte superior. En tal caso es conveniente medir las
distancias desde esta superficie superior. En estos casos, la presión en el fluido también se afecta debido a
la presión atmosférica (𝑃𝐴𝑡𝑚 : la presión que ejerce la atmosfera sobre cualquier objeto), por tanto, tenemos
que:
𝑃 = 𝑃𝐴𝑡𝑚 + 𝜌𝑔ℎ

Presión manométrica

Es importante notar que los manómetros para neumáticos, y de otros tipos, registran la presión por encima
de la presión atmosférica, llamada presión manométrica. Así, para obtener la presión absoluta PAbs, se
debe sumar la presión atmosférica PAtm a la presión manométrica Pman:

𝑃𝐴𝑏𝑠 = 𝑃𝐴𝑡𝑚 + 𝑃𝑚𝑎𝑛

Principio de Pascal

La presión hidrostática se debe únicamente al propio. Desafortunadamente, este caso no es el más


frecuente. Cualquier líquido en un recipiente abierto, por ejemplo, está sujeto a la presión atmosférica
además de la presión debida a su propio peso. Puesto que el líquido es relativamente incompresible, la
presión externa de la atmósfera se trasmite por igual a todo el volumen del líquido. El primero en enunciar
este hecho fue el matemático francés Blas Pascal (1623-1662), y se conoce como ley de Pascal. En
general, se enuncia como sigue:

Una presión externa aplicada a un fluido confinado se transmite uniformemente a través


del volumen del líquido.

La aplicación más frecuente de la ley de Pascal es la prensa hidráulica, que se ilustra en la figura III. De
acuerdo con el principio de Pascal, una presión aplicada al líquido en la columna izquierda se transmitirá
íntegramente al líquido de la columna de la derecha. Por lo tanto, si una fuerza de entrada F1 actúa sobre un
émbolo de área A1, causará una fuerza de salida F2 que actúa sobre un émbolo de área A2 de modo que:

𝑃1 = 𝑃2
𝐹1 𝐹2
=
𝐴1 𝐴2

Figura III

Principio de Arquímedes

Cualquier persona familiarizada con la natación y otros deportes acuáticos ha observado que los objetos
parecen perder peso cuando se sumergen en agua. En realidad, el objeto puede incluso flotar en la
superficie debido a la presión hacia arriba ejercida por el agua. Un antiguo matemático griego, Arquímedes
(287-212 a. C.), fue el primero que estudió el empuje vertical hacia arriba ejercido por los fluidos. El
principio de Arquímedes se enuncia en la siguiente forma:

Un objeto que se encuentra parcial o totalmente sumergido en un fluido experimenta


una fuerza ascendente (empuje) igual al peso del fluido desalojado.

El principio de Arquímedes se puede demostrar estudiando las fuerzas que ejerce el fluido sobre un cuerpo
que se encuentra suspendido en él. Considere un disco de área A y de altura H que está totalmente
sumergido en un fluido, como se muestra en la figura IV. Recuerde que la presión a cualquier profundidad h
en el fluido está dada por:

𝑃 = 𝜌𝑔ℎ

Figura IV

Donde ρ es la densidad de masa del fluido y g es la aceleración debida a la gravedad. Por supuesto, si
deseamos representar la presión absoluta dentro del fluido, tenemos que sumar también la presión externa
ejercida por la atmósfera. La presión total hacia abajo P ejercida sobre la parte superior del disco es, por lo
tanto:

𝑃1 = 𝑃𝐴𝑡𝑚 + 𝜌𝑔ℎ1 ℎ𝑎𝑐𝑖𝑎 𝑎𝑏𝑎𝑗𝑜

donde PAtm es la presión atmosférica y h1 es la profundidad en la parte superior del disco. En forma similar,
la presión hacia arriba P2 en la parte inferior del disco es

𝑃2 = 𝑃𝐴𝑡𝑚 + 𝜌𝑔ℎ2 ℎ𝑎𝑐𝑖𝑎 𝑎𝑟𝑟𝑖𝑏𝑎

donde h2 es la profundidad medida en la parte inferior del disco. Puesto que h2 es mayor que h1 la presión
registrada en la parte inferior del disco es mayor que la presión en su parte superior, lo cual da por resultado
una fuerza neta hacia arriba. Si representamos la fuerza hacia abajo como F1 y la fuerza hacia arriba como
F2, podemos escribir:

𝐹1 = 𝑃1 𝐴 𝐹2 = 𝑃2 𝐴

La fuerza neta hacia arriba ejercida por el fluido sobre el disco se llama empuje está dada por:

𝐹𝑒 = 𝐹2 − 𝐹1
𝐹𝑒 = 𝑃2 𝐴 − 𝑃1 𝐴

𝐹𝑒 = 𝐴 𝑃2 − 𝑃1

𝐹𝑒 = 𝐴 𝑃𝐴𝑡𝑚 + 𝜌𝑔ℎ2 − 𝑃𝐴𝑡𝑚 + 𝜌𝑔ℎ1

𝐹𝑒 = 𝐴 𝜌𝑔ℎ2 − 𝜌𝑔ℎ1

𝐹𝑒 = 𝐴𝜌𝑔 ℎ2 − ℎ1

𝐹𝑒 = 𝜌𝑔𝐴𝐻

𝐹𝑒 = 𝜌𝑔𝑉

𝐹𝑒 = 𝜌𝑉𝑔

𝐹𝑒 = 𝑚𝑔

Al aplicar este resultado debemos recordar que la ecuación nos permite calcular únicamente el empuje
ocasionado por la diferencia de presiones. No representa en realidad la fuerza resultante. Un cuerpo se
sumergirá si el peso del fluido que desaloja (el empuje) es menor que el peso de dicho cuerpo. Si el peso
del fluido desalojado es exactamente igual al peso del cuerpo sumergido, éste ni se hunde ni se va hasta
arriba. En este caso, el cuerpo estará en equilibrio. Si el peso del fluido desalojado excede al peso del
cuerpo sumergido, el cuerpo se elevará hasta la superficie y flotará. Cuando el cuerpo flota y alcanza el
equilibrio en la superficie, desplazará su propio peso de líquido.

También podría gustarte