Reporte de lectura de la primera parte del libro:

Critica de la razón pura de Immanuel Kant

En la primera parte de este libro, Kant va a tratar de explicar un modo de conocimiento

que sucede por intuición y al mismo tiempo, nos introducirá para entender la
explicación de espacio y tiempo.

En ese mismo orden, se habla de que el espacio y el tiempo son elementos de la estética
transcendental y a la vez del conocimiento sensible. ¿Qué sucede? que con esto él va a
explicar como el hombre adquiere un conocimiento, que se va a dar por las impresiones
que recibimos. Así mismo, el espacio es una presentación esencialmente a priori, el cual
subsiste como fundamento ante las percepciones externas. Este espacio existe, a pesar
de que no posea algo (objeto), hay que saber, que este no es un concepto discursivo,
sino que una intuición pura.

Al extremo de este se posiciona el tiempo, en este sucederá el fenómeno, será el centro

y a la vez, se consigue predicar de este, así mismo, el movimiento y el cambio, ocurren
en un definitivo ciclo, en un lapso.

Cuando hablamos del espacio no podemos hablar de una forma determinada o separada,
sino que estos son pedazos, el autor dice: son miembros de la misma casa, que difiere
del segundo que es simultaneo, el primero es sucesivo, sin embargo, uno perfecciona al
otro, por el motivo de que ambos son necesarios para darse el conocimiento que vienen
a priori, como a posteriori.

Lo que Kant quiere decir, es que las intuiciones del hombre son causa de los fenómenos.
aquellos que descubrimos, a través, de lo sensible, que son indiscutibles características
de este, ya que es difícil conocerlo a su totalidad. En otra palabra, es difícil conocer la
esencia de las cosas en sí, ya que las percepciones no nos ayudan a conocerlas.

Para terminar, el conocimiento de por sí es dinámico, no se restringe a tener un único

origen de obtención, pues este se puede por medio de la experiencia, como por la razón,
en el lenguaje de Kant, a posteriori y a priori. Pues la estética trascendental se fía del
espacio que es simultaneo y del tiempo que es continuo, ya que, sin estos los fenómenos
serían capaces de conocer, se les haría inadmisible realizar esta acción, el cual está
marcado por la representación en la que el hombre conoce.