La educación mundial ha sufrido grandes cambios debido a los avances científicos

y tecnológicos los cuales han repercutido en la calidad de la educación.

Los directivos parecen no cumplir con las metas planteadas, eso muestra que no
hay capacidad de gestión y falta de conocimientos del puesto. Hay crisis de
liderazgo institucional a nivel nacional.

Los directores deben actuar como líderes administrativos. Conocer las teorías,
procesos y principios que utilizarán como fundamento para atender todas las
situaciones que se le presenten.

Algunos rasgos que conforma el rol del director son: la eficiencia, lo cual se entiende
como la capacidad de hacer las cosas bien y oportunamente; la comunicación y la
empatía, que son la capacidad de dialogar y hacerse notar más allá de las funciones
jerárquicas, un modo de acercamiento es hacer sentir comprendido al otro. Cuando
tome decisiones debe ser justo y equitativo, que permita administrar justicia. Un líder
lo hace sus seguidores, por ello debe contar con simpatía y carisma, para generar
confianza.

Debe contar con ciertas capacidades: profesionales, para saber delegar y trabajar
en equipo, sin olvidar que los éxitos y fracasos se asumen colectivamente;
administrativas para un buen manejo de recursos y gestión de personal, atención y
evaluación constante de los procesos y actividades asociados; capacidad
intelectual: que conlleva a un liderazgo innovador, para crear nuevas alternativas;
formación profesional, debe contar con una trayectoria académica y experiencia
debidamente certificada; capacidad para la resolución de problemas, media en
contextos complicados y conflictivos, incluso colaborar con personas que aliadas o
no, están dispuestas a colaborar; la competitividad, la capacidad para establecer
ventajas competitivas.

Se establece por gestión institucional a la capacidad y el proceso de dirección para

la construcción afirmación o desarrollo de la institución educativa para la innovación
permanente con las siguientes dimensiones, pedagógica, administrativa-
organizacional, socio-comunitaria e institucional.
La dimensión pedagógica implica aspectos como niveles de enseñanza, eficiencia
y evaluación, además de las herramientas para sistematizar la experiencia
pedagógica. Se describe la dimensión administrativa-organizacional como el
manejo de los recursos financieros y gestión del personal, evitando el surgimiento
de problemas. El directivo debe ser capaz de resolver las cuestiones y consultas
que se le presenten diariamente, realizando un diagnostico de las necesidades,
desafíos y posibilidades, elaborando un plan que incluya programas de actuación,
que deben ser valorados de manera en conjunta cono equipo.

El directivo debe fomentar, cultivar e impulsar una participación inteligente y

corresponsable de la sociedad para que conozca más de la institución educativa en
la resolución de los problemas educativos comunes y compartidos.

La gestión es un asunto de personas, y el desempeño de las personas es un asunto

formativo. La calidad de la gestión no es un asunto aislado de la capacidad de
liderazgo del director.

El líder educativo se forma, recibe herramientas y se prepara antes y durante su

ejercicio para asumir los retos educativos que le empujan a niveles de exigencia y
excelencia en términos personales e intelectuales. Debe formar parte de una política
educativa centrada en la formación y capacitación en los que se promueva la idea
del maestro como líder social y sujeto de transformación cultura a todo nivel y desde
sus distintos ámbitos.