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fiscales debe cumplir una empresa

Cuando hablamos de empresas, nos estamos refiriendo a personas jurídicas que


se han constituido legalmente como una Sociedad Limitada, Sociedad Limitada
Unipersonal, Sociedad Anónima u otros modelos de sociedades mercantiles
contemplados en la legalidad.
Las obligaciones fiscales pueden variar según cuál sea nuestra forma jurídica, si
bien en cualquier caso debemos informarnos con un asesor legal sobre los
impuestos a los que estamos sujetos. Debemos tener también en cuenta que según
el sector, puede haber tipos impositivos especiales que nos afecten.

Veamos cuáles son las obligaciones fiscales comunes que toda empresa debe tener
en cuenta.

1. Impuesto de Sociedades
El Impuesto de Sociedades (IS) grava los beneficios que obtienen las sociedades
mercantiles durante el ejercicio. Debe hacerse una declaración trimestral (modelo
202) en los meses de abril, julio, octubre y diciembre, y una declaración anual
(modelo 200), que se presenta en los primeros 25 días naturales, posteriores al final
del ejercicio correspondiente. Suelen ser las primeras semanas de julio.
El tipo impositivo del IS se calcula sobre la base imponible de los resultados
contables de la empresa, teniendo en cuenta los gastos deducibles. Pueden existir
regímenes especiales que permitan obtener alguna deducción. La mayoría de las
pequeñas empresas pueden acceder por ejemplo a la compensación de bases
imponibles negativas, con el límite de un 70% de la base imponible y hasta 1 millón
de euros.

2. IVA
El IVA (Impuesto sobre el Valor Añadido) es el impuesto que se agrega a la venta
de bienes y servicios. Se presenta de manera periódica, con una declaración
trimestral del IVA (modelo 303), en los meses de abril, julio, octubre y enero, y una
declaración anual, el 390, antes del 31 de enero del ejercicio siguiente.
Aquí es importante tener en cuenta la diferencia entre el IVA soportado y el IVA
repercutido. Los gastos de la empresa que estén sujetos a IVA pueden desgravarse
en la declaración, deduciendo el IVA soportado (aquel que hemos pagado a
nuestros proveedores) del IVA repercutido (el que nos han pagado nuestros
clientes).
Aquí es importante también señalar otras obligaciones, como las referentes al IVA
de facturas a sociedades situadas en otros países comunitarios, donde es posible
no incluir el IVA en las facturas, siempre que ambas partes estén inscritas en el
Registro de Operadores Intracomunitarios.
Además, las empresas grandes que facturen más de 6.010.121,04 € al año, o que
estén inscritas en el Registro de Devolución Mensual del IVA, o que bien estén
inscritas en grupos de IVA, tienen la obligación de utilizar el Suministro Inmediato
de Información (SII), lo que permite a la AEAT disponer de la información en tiempo
real. También las empresas que deseen acogerse de manera voluntaria al SII
podrán hacerlo.
Los usuarios envían así la información a la Agencia Tributaria de manera electrónica
en tiempo real y se reducen algunas de las obligaciones formales (no es necesario
presentar ya los modelos 390 (resumen del IVA), el modelo 347 (de Declaración de
Operaciones con Terceras Personas) y el 340 (Declaración Informativa de
operaciones incluidas en los Libros de Registro).

3. Retenciones del IRPF


Las retenciones del IRPF son aplicables a la empresa que cuenta con trabajadores
a su cargo, o bien que contrata servicios con profesionales independientes.
Si disponemos de facturas en las que hay retención de IRPF, o hay retenciones en
las nóminas de los trabajadores, nuestra obligación es declararlo en el modelo 111
trimestral, con el mismo plazo de entrega que en los impuestos anteriores, y hacer
un resumen anual con el modelo 190.
El modelo 111 y 190 se presenta entre los días 1 y 20 del mes siguiente a la
finalización del trimestre. En estos modelos se incluyen no sólo las retenciones de
los rendimientos del trabajo, sino también las retribuciones en especie, como los
seguros de enfermedad y acciones, cursos de formación, vales guardería, etc.

4. Impuesto de Actividades Económicas


Las grandes empresas que tengan una cifra de negocio superior a 1 millón de euros
anuales en su tercer año de existencia, tienen la obligación de pagar el IAE. Todas
las sociedades que tengan una menor facturación no tienen obligación de pagar
este impuesto. El IAE se declara mediante los modelos 840, que utilizamos para
darnos de baja o de alta en este impuesto según corresponda.
El IAE se paga el día 1 de enero de cada año, en el mismo período impositivo del
año natural, salvo que se haya iniciado la actividad económica durante ese año, en
cuyo caso se tomará la fecha de inicio de la actividad.
Qué obligaciones fiscales tiene una empresa

5. Declaración de operaciones con terceros


En el caso de las Sociedades Limitadas, si han tenido ingresos o gastos por valor
superior a 3.005,06 € de un solo cliente o proveedor en el mismo año natural,
deberán declararlo en el modelo 347. Se trata de una declaración informativa, que
no implica el pago de impuestos, pero que igualmente estamos obligados a hacer.
El plazo de presentación del modelo 347 se presenta entre el 1 y el 28 de febrero
de cada año, declarando las operaciones que se hayan llevado a cabo en el anterior
ejercicio fiscal.

6. Declaración de Operaciones Intracomunitarias


Se trata de una mera declaración informativa, pero también es una obligación fiscal
que las sociedades deben cumplir. Toda empresa que lleve a cabo cualquier tipo de
entrega o adquisición intracomunitaria (con sociedades o profesionales ubicados en
otros países miembros de la UE) tiene la obligación de presentar el modelo 349.
Es un modelo informativo que puede presentarse mensual, trimestral o anualmente,
en función del mes o trimestre en el que se hayan producido las operaciones. En
este documento informas a Hacienda tanto de las compras como de las ventas que
has realizado a países de la UE.
Las operaciones intracomunitarias son aquellas compraventas que se llevan a cabo
con una empresa que se encuentra en otro país miembro de la Unión Europea. Lo
correcto es que la sociedad pueda darse de alta en el ROI (Registro de Operadores
Intracomunitarios) para realizar este tipo de operaciones.

7. Presentación de las cuentas anuales


Cabe destacar también que las sociedades, a diferencia de las personas físicas
(autónomos), tienen la obligación de presentar las cuentas anuales en el Registro
Mercantil. Entre estos elementos, se encuentra el Balance Anual, la Cuenta de
Pérdidas y Ganancias, los cambios de patrimonio, los cambios de efectivo y la
Memoria Anual.
Las cuentas anuales de una sociedad deben ajustarse a los principios de claridad,
exhaustividad y fiabilidad. Los administradores de la empresa deberán realizar las
cuentas anuales, luego deberán legalizarse los libros contables. Además, en los
seis meses posteriores al ejercicio, la Junta de Accionistas tendrá que aprobar las
Cuentas y finalmente depositarlas en el Registro Mercantil, antes del día 30 de julio
del año siguiente al ejercicio.
Incluso si la sociedad se encuentra inactiva, ésta tiene obligación de presentar las
Cuentas Anuales.

8. Cotizaciones a la Seguridad Social


La contratación de trabajadores implica unos costes laborales, entre los que se
encuentran las cotizaciones a la Seguridad Social.
Aunque no se trata de un impuesto propiamente dicho, la sociedad debe hacerse
cargo de una parte de las cotizaciones, mientras que se descuenta de la nómina del
trabajador la parte que corresponde a éste.
En las cotizaciones a la Seguridad Social se incluyen las contingencias comunes,
las prestaciones por desempleo, los accidentes de trabajo y enfermedades
profesionales, la formación profesional y la contribución al FOGASA (Fondo de
Garantía Salarial).

9. Comunicar los Cambios de Domicilio Fiscal y Social


Aunque no se trata de una obligación tributaria con Hacienda, es imprescindible
comunicar los cambios de domicilio fiscal. Este trámite consiste en notificar del
cambio de domicilio a la Agencia Tributaria a través del modelo 036. Es importante
hacerlo para no correr el riesgo de que nuestra sociedad pueda ser sancionada.
En el caso de que también cambiemos de Domicilio Social, debemos formalizar el
acuerdo en la Escritura Pública, redactando de nuevo el artículo que corresponda
en los estatutos sociales. Además debemos inscribir la escritura en el Registro
Mercantil con los cambios.

10. Obtener el Certificado Digital


Tanto las SA como las SL tienen la obligación de presentar sus autoliquidaciones y
declaraciones informativas por vía telemática. No podrán hacerlo presentándose
físicamente en la oficina de la Agencia Tributaria.
La forma de poder hacer esto es solicitar el certificado digital de empresa, que nos
permitirá presentar los modelos por Internet desde nuestra oficina.

Obligaciones Fiscales de una Sociedad Limitada


Una sociedad limitada (SL) tiene que cumplir también algunas obligaciones legales
desde el mismo momento de su constitución, aunque tampoco supongan el pago
de un tributo. Pero sí que son imprescindibles para poder ejercer su actividad, antes
incluso del alta en el IAE.
Para que tengamos la consideración de persona jurídica ante la AEAT, primero
debemos constituir y legalizar la sociedad, mediante la solicitud de un Código de
Identificación Fiscal, que se asignará primero como CIF provisional y que deberá
constar en la escritura de la sociedad, inscrita en el Registro Mercantil. Para poder
darnos de alta en el modelo 036, tendremos que aportar la escritura de constitución
y ya se nos asignará el CIF definitivo.
Técnicamente no se puede considerar que sean obligaciones tributarias, pero sí son
deberes contables y administrativos que toda Sociedad Limitada debe llevar a cabo.
Una de esas obligaciones es la apertura de una cuenta bancaria y depósito del
capital social aportado por los socios.
Asimismo, debemos cumplir también con la obligación de elaborar y legalizar los
Libros Sociales, como el Libro de Actas, el Libro de Socios y el Libro de Contratos
(sólo si se trata de una SLU).

La importancia del cumplimiento de las normas tributarias


Las empresas tienen obligación de informarse y cumplir con las normas tributarias
que les afecten. No cumplir con nuestras obligaciones, tanto en lo que respecta al
pago de impuestos como a las oportunas declaraciones de carácter informativo,
puede ser razón para la imposición de medidas sancionadoras.
La gestión de la contabilidad de una empresa es por tanto un asunto determinante
para el éxito de una compañía. Si bien las cuestiones administrativas no son el
elemento esencial que indica la rentabilidad de un negocio, sí hay que tener en
cuenta que no cumplir con nuestras obligaciones tributarias puede afectar a la
supervivencia de nuestro negocio.
En este sentido, como empresarios y directivos de empresas debemos tener
también conocimientos fiscales, independientemente de que éste área esté
delegada en un departamento específico. Tener una visión completa de nuestra
empresa nos ayudará a desarrollar estrategias que tengan en cuenta que las
normas impositivas indirectamente afectan a nuestra rentabilidad, nuestra política
de precios o la gestión de Recursos Humanos.

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