Alguien que recibe Esta división del liderazgo es a menudo el Valora la cooperación explícitamente el cargo de modo principal en que operan los grupos entre los miembros del gerente se encarga de formales de trabajo y los grupos sociales grupo, una persona recibe el asegurar que el trabajo se menos formales. es común que los nombramiento de “gerente”, haga, mientras que, por lo ejecutivos tengan sus propios espacios de pero hay menos necesidad general, surge informalmente estacionamiento, comedores especiales, de que los individuos tengan alguien más que actúa como clubes sociales y de acondicionamiento claramente definidos los especialista orientado a las físico, así como oficinas separadas y roles porque el énfasis relaciones que recuerda el horarios independientes. La mayoría de los siempre está en las metas cumpleaños de todos, ejecutivos japoneses consideran muy grupales. suaviza las disputas y extraño este estilo privilegiado de mantiene la moral. administración. En muchas culturas El liderazgo en los negocios orientales, los gerentes y los ejecutivos estadounidenses pasó por una comparten las mismas instalaciones transformación durante con sus trabajadores, buscan espacios las dos décadas pasadas para estacionarse como cualquier otro, y gracias a la introducción de un comen y trabajan al lado de sus estilo gerencial que demostró empleados. Un hecho interesante es que tener éxito en Japón y otras el modelo japonés ha combinado culturas colectivistas efectivamente los dos enfoques de orientales liderazgo (el orientado a la tarea y el orientado a las relaciones) en un solo estilo global. Al ser parte del grupo, el líder puede trabajar hacia las metas de éste y dirigirlo al mismo tiempo, contribuyendo, además a la moral del grupo y al clima social. La combinación de esos roles es una estrategia efectiva para los líderes japoneses en lugares de trabajo tan diversos como bancos, compañías de autobuses, astilleros, minas de carbón y oficinas gubernamentales
Mujeres en posición de liderazgo
La investigación ha demostrado que los estilos de liderazgo de hombres y mujeres también varían considerablemente. Un estudio realizado durante cinco años con 2,482 gerentes en más de 400 organizaciones encontró que los colaboradores de uno y otro sexo dicen que las mujeres son mejores gerentes que los hombres. La razón parece ser que las gerentes han agregado rasgos tradicionalmente “masculinos” orientados a la tarea como firmeza, planeación y establecimiento de criterios a ventajas “femeninas” orientadas a las relaciones como la comunicación, retroalimentación y concesión del poder a otros empleados, mientras que los gerentes siguen confiando en un estilo autocrático que enfatiza la competencia y el logro individuales. Resultados como éstos han llevado a algunos expertos a solicitar programas especiales de entrenamiento de liderazgo sólo para mujeres, para ayudarlas a desarrollar su potencial de liderazgo femenino independiente de la influencia masculina.