ADVIENTO

HISROTIA:
Periodo de preparación a la Navidad, especialmente en Occidente, en el siglo VI, en una
época posterior al papa León Magno que es el gran teólogo de la Navidad: en sus sermones
ignora la existencia de este tiempo.
 España – Canon del Concilio de Zaragoza – 3 semanas antes de la epifanía.
 Francia – Hilario de Poities de 367 invita a una preparación de adviento con 3
semanas de práctica ascéticas y penitenciales.
 En el siglo V aparece una especie de cuaresma o preparación de la fiesta romana de
la Navidad del 25 de diciembre que comienza con 6 semanas antes.
 Rávena – la preparación de la Navidad es de carácter mistérico con oraciones
referidas al nacimiento del Señor.
 Roma- El Adviento se conoce hacia el siglo VI, consta de 6 semanas iniciales y
luego Gregorio Magno las define en 4 semanas con carácter escatológico.
TEOLOGÍA:
Es tiempo de Cristo referente a la doble venida. Su teología litúrgica se mueve en la espera
de la Parusía y la renovación de la memoria de la Navidad. Se medita la lectura de los
oráculos mesiánicos. Se hace memoria de nuestros padres de la fe: patriarcas y profetas.
Es el tiempo del Espíritu Santo, él es ya precursor de la segunda venida.
La Iglesia pronuncia su “ven Señor Jesús” como esposa guiada por el Espíritu Santo.
Adviento es una historia de salvación que precede al nacimiento del Salvador.
Personajes del Adviento: Zacarías, Isabel, Juan, José y María.
LITURGIA:
1. Leccionario ferial: en la primera parte hasta el 16 de diciembre se lee de manera
progresiva y discontinua al profeta Isaías con pasajes mesiánicos y escatológicos.
En la segunda parte, a partir del 17 de diciembre, se leen en la 1ra lectura oráculos
mesiánicos del AT y se proclaman textos de la infancia (Mt y Lc).
2. Leccionario dominical: la 1ra lectura es profética (Is., Jer., Miq., Bar., Sof.), el
evangelio del 1er domingo es escatológico, el 2do y 3ro son referentes al precursor.
3. Misal romano: tiene una eucología propia con temas de esperanza, gozo,
conversión, renovación juicio del Señor y alegría.
4. La omisión del Gloria en los domingos no tiene carácter penitencial, se omite en
espera del canto solemne del Gloria en la noche de Navidad.
5. LH: aparecen invocaciones en intercesiones de Laudes y Vísperas en las que
resuena el Marana-tha. Lecturas del profeta Isaías y textos patrísticos en sintonía
con la espiritualidad del Adviento.
ESPIRITUALIDAD:
Centrada en la venida del Señor y en su espera: venida en la carne y venida del Señor al
final de los tiempos. El Señor está siempre presente en su Iglesia y en el corazón de los
fieles que lo acogen con amor. Velar en espera de Cristo es un sentimiento que se asemeja a
la espera de un amigo.
El Adviento es el tiempo de la Iglesia misionera y peregrina en oración por la salvación
universal. En el Adviento la Iglesia recupera su misión de anuncio del Mesías a todas las
gentes.
Es una espiritualidad comprometida, un esfuerzo hecho por la comunidad para recuperar la
conciencia de ser Iglesia.
Es tiempo por excelencia de María, la virgen de la espera. Tiempo mariano por excelencia.
Surge con la lectura del evangelio de la Anunciación (domingo mariano antes de Navidad).
La solemnidad de la Inmaculada Concepción, no es propia del Adviento, pero se inserta en
este tiempo.
María es plenamente la Virgen del Adviento en la doble dimensión: presencia y
ejemplaridad. Ella resume en sí las esperanzas de su pueblo y las relanza como esperanzas
de la Iglesia.