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Reto,
Nuestro actuar eficiente como personas que laboramos en el rubro de la función pública.
El sexismo, que a través del ejercicio del poder de los hombres sobre las mujeres, muestra la
cultura hegemónica y patriarcal que aún persiste en nuestras sociedades.
Lo femenino sigue ubicándose socialmente en una posición de subordinación debido a los roles.
El ejercicio de sus derechos humanos sigue siendo una tarea titánica, que trae consigo la clara
desigualdad entre hombres y mujeres.
En nuestro país la Constitución Política de los estados Unidos Mexicanos, dicta en el artículo 1º
que “Queda prohibida toda discriminación motivada por origen étnico o racial, el género, la edad,
las discapacidades, la condición social, las condiciones de salud, la religión, las opiniones, las
preferencias sexuales, el estado civil o cualquier otra que atente contra la dignidad humana y
tenga por objeto anular o menoscabar los derechos y libertades de las personas.”
La Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia en su artículo 44 fracción I,
nos habla sobre las obligaciones de capacitar al personal de las diferentes instancias, para atender
los casos de violencia contra las mujeres.
OBJETIVOS ESPECÍFICOS
Según Marta Lamas, una de las teóricas que han escrito sobre el tema de género en México, se
requiere de un desarrollo más equitativo y democrático, de la participación decidida de la
sociedad, ya que se requiere la eliminación de los tratos discriminatorios contra cualquier grupo
en situación de riesgo o vulnerabilidad.
En el caso específico de las mujeres, -que son más de la mitad de la población- se ha vuelto una
necesidad impostergable tomar en cuenta y modificar las condicionantes culturales, económicas y
sociopolíticas que favorecen la discriminación femenina. Estas condicionantes no son causadas por
la biología, sino por las ideas y prejuicios sociales, que están entretejidas en el género.
Esta construcción simbólica, que en las ciencias sociales se denomina género, reglamenta y
condiciona la conducta objetiva-subjetiva de las personas. Mediante el proceso de la construcción
del género: La sociedad fabrica las ideas de lo que deben ser los hombres y las mujeres, de lo que
se supone es "propio" de cada sexo.
DESCRPCIÓN
Presentación de las y los participantes, indicando brevemente lugar de trabajo, nombre y expresar
las expectativas de la capacitación
Temario
Ley de acceso de las mujeres a una vida libre de violencia del Estado ¿
Definiciones
Sexo: Es el conjunto de características físicas, biológicas, anatómicas y fisiológicas de los
seres humanos, que los definen como hombre o mujer. El sexo viene determinado por la
naturaleza, es una construcción natural, con la que se nace.
Género: Es el conjunto de características sociales, culturales, políticas, psicológicas,
jurídicas y económicas que la sociedad asigna a las personas de forma diferenciada como
propias de hombres y mujeres. Los géneros son construcciones socioculturales que varían
a través de la historia y se refieren a los rasgos psicológicos y culturales que la sociedad
atribuye a lo que considera "masculino" o "femenino" mediante la educación, el uso del
lenguaje, la familia, las instituciones o la religión.
Diferencia entre sexo y género: El sexo alude a las diferencias entre hombre y mujer, es
una categoría física y biológica. Mientras que género (masculino o femenino) es una
categoría construida social y culturalmente, se aprende y, por lo tanto, puede evolucionar
o cambiar.
Sexismo es toda forma de enfatizar las diferencias entre hombre y mujer, esencialmente
biológicas, desde una perspectiva discriminatoria entre lo masculino y lo femenino, que
lleva consigo prejuicios y prácticas vejatorias y ultrajantes para las mujeres. El machismo y
la misoginia tienen más que ver con la dominación o poder del hombre sobre la mujer y
con el odio a la mujer, respectivamente.
División sexual del trabajo
Desde esta perspectiva psicológica, género es una categoría en la que se articulan tres
instancias básicas:
a). La asignación (rotulación, atribución) de género. Esta se realiza en el momento en que
nace el bebé, a partir de la apariencia externa de sus genitales. Hay veces que dicha
apariencia está en contradicción con la carga cromosómica, y si no se detecta esta
contradicción, o se prevé su resolución o tratamiento, se generan graves trastornos.
b). La identidad de género. Se establece más o menos a la misma edad en que el infante
adquiere el lenguaje (entre los dos y tres años) y es anterior a su conocimiento de la
diferencia anatómica entre los sexos. Desde dicha identidad, el niño estructura su
experiencia vital; el género al que pertenece lo hace identificarse en todas sus
manifestaciones: sentimientos o actitudes de "niño" o de "niña", comportamientos,
juegos, etcétera. Después de establecida la identidad de género, cuando un niño se sabe y
asume como perteneciente al grupo de lo masculino y una niña al de lo femenino, ésta se
convierte en un tamiz por el que pasan todas sus experiencias. Es usual ver a niños
rechazar algún juguete porque es del género contrario, o aceptar sin cuestionar ciertas
tareas porque son del propio género. Ya asumida la identidad de género, es casi imposible
cambiarla.
c). El papel de género. El papel (rol) de género se forma con el conjunto de normas y
prescripciones que dictan la sociedad y la cultura sobre el comportamiento femenino o
masculino. Aunque hay variantes de acuerdo con la cultura, la clase social, el grupo étnico
y hasta al nivel generacional de las personas, se puede sostener una división básica que
corresponde a la división sexual del trabajo más primitiva: las mujeres paren a los hijos, y
por lo tanto, los cuidan: ergo, lo femenino es lo maternal, lo doméstico, contrapuesto con
lo masculino como lo público. La dicotomía masculino-femenino, con sus variantes
culturales (del tipo el yang y el yin), establece estereotipos las más de las veces rígidos,
que condicionan los papeles y limitan las potencialidades humanas de las personas al
estimular o reprimir los comportamientos en función de su adecuación al género. Lo que
el concepto de género ayuda a comprender es que muchas de las cuestiones que
pensamos que son atributos "naturales" de los hombres o de las mujeres, en realidad son
características construidas socialmente, que no tienen relación con la biología. El trato
diferencial que reciben niños y niñas, sólo por pertenecer a un sexo, va generando una
serie de características y conductas diferenciadas.
Si bien las diferencias sexuales son la base sobre la cual se asienta una determinada
distribución de papeles sociales, esta asignación no se desprende "naturalmente" de la
biología, sino que es un hecho social. Para poner un ejemplo sencillo pero ilustrativo: la
maternidad sin duda juega un papel importante en la asignación de tareas, pero no por
parir hijos las mujeres nacen sabiendo planchar y coser. Y mucha de la resistencia de los
hombres a planchar o coser, y al trabajo "doméstico" en general tiene que ver con que se
lo conceptualiza como un trabajo "femenino". En casos de necesidad, o por oficio, como el
de sastre, los hombres cosen y planchan tan bien como las mujeres.
Perspectiva de género
La perspectiva de género implica reconocer que una cosa es la diferencia sexual y otra
cosa son las atribuciones, ideas, representaciones y prescripciones sociales que se
construyen tomando como referencia a esa diferencia sexual.
1. Brecha salarial
1990 22% 2010 40%
2013 diferenci en sueldos 6% y 8%
2. Carencias alimentarias
En 2012, el 24.3% de los hogares encabezados por mujeres presentaron carencias
alimentarias, mientras que los que tienen a hombres como jefes de familia 20.5%
registraron esta situación.
3. Acceso a la educación
En nivel de primaria y secundaria, el porcentaje de matriculación es mayor para las
mujeres mexicanas que para los hombres. Datos de la Organización para la
Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) muestran que el 98% de las mujeres
mexicanas cursan la primaria y el 96% de los hombres del país; de manera similar, en
secundaria la matriculación femenina es de 87% y la masculina de 81%. Sin embargo,
la situación se revierte en el nivel de educación superior, al que llegan solo el 27% de
las mujeres y el 28% de los hombres.
4. Agresiones de pareja
En las relaciones de pareja, las mexicanas enfrentan situaciones que afectan no solo la
inequidad, sino que incluso ponen en riesgo su seguridad física y emocional. Según la
más reciente Encuesta Nacional sobre Dinámica de las Relaciones en los Hogares
(realizada en 2011), el 46% de las mujeres mexicanas mayores de 15 años reportan
haber sufrido alguna agresión de pareja. Asimismo, el 53% de las mujeres se
consideran víctimas de violencia económica por parte de sus parejas; 29% reportan
agresiones físicas y 16% se dicen víctimas de violencia sexual, según este estudio de
opinión realizado por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
6. Trabajo en el hogar
Las mujeres mexicanas dedican 373 minutos cada día a diversas actividades del hogar,
más de tres veces que los 113 Minutos destinados por los hombres, según cifras de la
OCDE.
6 horas y media
Casi 2 horas
7. Tiempo para diversión
Tratados internacionales
1995 México suscribió los compromisos adquiridos por México en la Plataforma de Beijing.
Recoge derechos de carácter civil, político, social, económico y cultural, que son inherentes al ser
humano, sustentados en principios de: libertad, igualdad, fraternidad y no discriminación.
Se implementaron nuevos actividades a favor de las mujeres por parte del Estado Mexicano:
Planes de acción, modificación de leyes, instrumentación de políticas públicas etc.