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ENTRADA:

Queridos Novia y Novio hoy es un día muy especial pues van a


iniciar su vida en el amor de Dios como pareja en el  Sacramento
del Matrimonio.  Este Sacramento hará que el amor entre ustedes
los acerque más a Dios y a su amor.
En este día se han reunido aquí sus papás, padrinos, primos, tíos y
amigos para orar y dar gracias y alabanzas a Dios y para participar
de este amor en Dios que nos alimenta espiritualmente y nos da la
vida eterna.
Yo en representación de toda la comunidad cristiana, les doy la
bienvenida y los recibo con alegría y cariño.
RITO DE ENTRADA
SALUDO:
En el nombre del Padre, del Hijo, y del Espíritu Santo
R: Amén.
La Gracia de Nuestro Señor Jesucristo, el amor del Padre y la
comunión del Espíritu Santo estén con todos ustedes.
R: Y con Tu espíritu.
ACTO PENITENCIAL:
Pidamos perdón a Dios Padre por nuestros pecados y los del
mundo entero. Que permitamos la entrada de la Luz de Dios en
nuestros corazones, y pidiendo perdón renovemos nuestra
amistad con Jesús.
Yo confieso ante Dios Todopoderoso y ante ustedes hermanos
que he pecado mucho de pensamiento, palabra, obra y
omisión. Por mi culpa, por mi culpa, por mi gran culpa. Por
eso ruego a Santa María siempre Virgen, a los ángeles, a los
santos y a ustedes hermanos, que intercedan por mí ante Dios
nuestro Señor.
R: Amén.
S: Dios todopoderoso tenga misericordia de nosotros, perdone
nuestros pecados y nos lleve a la vida eterna.
R: Amén.
S: Señor ten piedad de nosotros.
R: Señor ten piedad de nosotros.
S:  Cristo ten piedad de nosotros
R: Cristo ten piedad de nosotros.
S:  Señor ten piedad de nosotros
R: Señor ten piedad de nosotros.
ORACION COLECTA:

S: Dios nuestro, que al crear al género humano quisiste establecer


la unión entre el hombre y la mujer, une en la fidelidad del amor a
estos hijos tuyos, Novia y Novio, que van a contraer matrimonio,
para que siempre den testimonio con su vida del amor divino que
hoy los trae a tu altar.
Te lo pedimos por nuestro Señor Jesucristo, que contigo vive y
reina por los siglos de los siglos.
R: Amén.
LITURGIA DE LA PALABRA.
En cada misa, nos encontramos con el Señor principalmente a
través de su Palabra y en la Eucaristía. Cada una de estas lecturas
fue elegida específicamente para la misa de  Novia  y  Novio.
PRIMERA LECTURA:
Lectura del Libro de Tobías 8, 4-8.
Contexto: el hijo de Tobit, Tobías, acaba de casarse con Sara, con el
apoyo del arcángel (disfrazado), Rafael. Sarah está sujeta por un
demonio. Rafael ayuda a Tobías y a Sara a vencer al demonio y los
alienta a orar en su primera noche como esposos.
La noche de su boda Tobías se levantó y le dijo a Sara:
«¡Levántate, hermana! Supliquemos al Señor, nuestro Dios, que
tenga misericordia de nosotros y nos proteja». Se levantó Sara y
comenzaron a suplicar al Señor que los protegiera, diciendo:
«Bendito seas, Dios de nuestros padres y bendito sea tu nombre
por los siglos de los siglos. Que te bendigan los cielos y todas tus
criaturas por los siglos de los siglos. Tú creaste a Adán y le diste
a Eva como ayuda y apoyo, y de ambos procede todo el género
humano. Tú dijiste: ‘No es bueno que el hombre esté solo. Voy a
hacer a alguien como él, para que lo ayude’ «.
«Ahora, Señor, si yo tomo por esposa a esta hermana mía, no es
por satisfacer mis pasiones, sino por un fin honesto. Compadécete,
Señor, de ella y de mí y haz que los dos juntos vivamos felices
hasta la vejez». y los dos dijeron: «Amén, amén».
Esta es palabra de Dios.
R: Te Alabamos Señor.
SALMO RESPONSORIAL:
Salmo 144
Lector: El Señor es compasivo y misericordioso.
Todos: El Señor es compasivo y misericordioso.
Lector: El Señor es clemente y bondadoso, lento al enojo y lleno
de ternura; bueno es el Señor para con todos, cariñoso con todas
sus criaturas.
Todos: El Señor es compasivo y misericordioso.
Lector: Que te alaben, Señor, todas tus obras, y que todos tus
fieles te bendigan. Todos vuelven sus ojos hacia ti y les das, a su
tiempo, la comida.
Todos: El Señor es compasivo y misericordioso.
Lector: Siempre es justo el Señor en sus designios y están llenas de
amor todas sus obras. No está lejos de aquellos que lo buscan,
muy cerca está el Señor de quien lo invoca.
Todos: El Señor es compasivo y misericordioso.
SEGUNDA LECTURA:
Lectura de la Carta san Pablo a los Efesios
5, 2. 21-33.
Contexto: San Pablo valora el amor y el respeto en el matrimonio
dándole a ambos una función y responsabilidad, pidiendo a cada
uno que se entregue, como Cristo se entregó hasta la cruz.
Respétense unos a otros, por reverencia a Cristo: que las mujeres
respeten a sus maridos, como si se tratara del Señor, porque el
marido es cabeza de la mujer, como Cristo es cabeza y salvador de
la Iglesia, que es su cuerpo. Por lo tanto, así como la Iglesia es
dócil a Cristo, así también las mujeres sean dóciles a sus maridos
en todo.
Maridos, amen a sus esposas como Cristo amó a su iglesia y se
entregó por ella para santificarla, purificándola con el agua y la
palabra, pues él quería presentársela a sí mismo toda
resplandeciente, sin mancha ni arruga ni cosa semejante, sino
santa e inmaculada.
Así los maridos deben amar a sus esposas, como cuerpos suyos
que son. El que ama a su esposa se ama a sí mismo, pues nadie
jamás ha odiado a su propio cuerpo, sino que le da alimento y
calor, como Cristo hace con la Iglesia, porque somos miembros de
su cuerpo.
Por eso abandonará el hombre a su padre y a su madre, se unirá a
su mujer y serán los dos una sola cosa. Este es un gran misterio, y
yo lo refiero a Cristo y a la Iglesia.
En una palabra, que cada uno de ustedes ame a su mujer como a
sí mismo, y que la mujer respete a su marido.
Esta es palabra de Dios.
R: Te Alabamos Señor.
ALELUYA
1 Juan 4, 16
Lector: Aleluya, Aleluya
Quien permanece en el amor, permanece en Dios, y Dios en él,
dice el Señor.
R:           Aleluya, Aleluya.
EVANGELIO
¿Por qué Jesús elige una boda para su primer milagro? Jesús nos
pide que le demos el “agua” (hasta los bordes) para que Él pueda
convertirla en vino. Jesús ha guardado lo mejor para nosotros hasta
ahora.
El Señor esté con Ustedes.
R: Y con tu espíritu.
Lectura del Santo Evangelio según San Juan 2, 1-10:
R: Gloria a Ti, Señor Jesús.
En aquel tiempo, hubo una boda en Caná de Galilea, a la cual
asistió la madre de Jesús. Este y sus discípulos también fueron
invitados. Como llegara a faltar el vino, María le dijo a Jesús: «Ya
no tienen vino». Jesús le contestó: «Mujer, ¿qué podemos hacer tú
y yo? Todavía no llega mi hora». Pero ella dijo a los que servían:
«Hagan lo que él les diga».
Había allí seis tinajas de piedra, de unos cien litros cada una, que
servían para las purificaciones de los judíos. Jesús dijo a los que
servían: «Llenen de agua esas tinajas». y las llenaron hasta el
borde. Entonces les dijo: «Saquen ahora un poco y llévenselo al
mayordomo». Así lo hicieron, y en cuanto el mayordomo probó el
agua convertida en vino, sin saber su procedencia, porque sólo los
sirvientes la sabían, llamó al novio y le dijo: «Todo mundo sirve
primero el vino mejor, y cuando los invitados ya han bebido
bastante, se sirve el corriente. Tú, en cambio, has guardado el vino
mejor hasta ahora».
Esta es Palabra del Señor.
R: Gloria a Ti, Señor Jesús.
HOMILÍA
RITO DEL MATRIMONIO
En la Iglesia Católica, el matrimonio es un sacramento, Esto
significa que es un signo visible de la gracia de Dios, instituido por
Cristo y confiado a la Iglesia, por el cual se nos regala la vida
divina. Esto es lo que hace que un matrimonio Católico sea mucho
más que una unión legal, y porque debe ser, como el amor de Dios
para nosotros: gratuito, total, fiel y fructífero.
El matrimonio debe ser un signo  claro, visible y atractivo  del amor
de Dios por nosotros.
S: Queridos hermanos:
estamos aquí, junto al altar de Dios, para que Él confirme con su
gracia la voluntad que ustedes tiene de contraer matrimonio ante
el ministro de la Iglesia y esta comunidad Cristiana que la hace
presente. Cristo bendice con abundancia el amor conyugal que
ustedes se tienen, y Él, que los consagro un día con el santo
Bautismo, los enriquece hoy y les da fuerza con un Sacramento
peculiar para que se guarden mutua y perpetua fidelidad y puedan
cumplir todas las obligaciones del matrimonio. Por lo tanto, antes
esta asamblea, les pregunto sobre su intención:
S: Novia y Novio ¿Han venido aquí a contraer matrimonio por su
libre y plena voluntad sin que nada ni nadie los presione?
S: Novia y Novio ¿Están dispuestos a amarse y honrarse
mutuamente en su matrimonio durante toda la vida?
S: Novia y Novio ¿Están dispuestos a recibir con amor los hijos
que Dios les dé y educarlos según la ley de Cristo y de su Iglesia?
Así pues, ya que quieren establecer entre ustedes la alianza santa
del matrimonio, unan sus manos y expresen su consentimiento
delante de Dios y de su Iglesia.
Yo, Novia, te acepto a ti, Novio, como mi esposo y me entrego a
ti, y prometo serte fiel en las alegrías y en las penas en la salud y
en la enfermedad y amarte y respetarte todos los días de mi vida.
Yo,  Novio, te acepto a ti, Novia, como mi esposa y me entrego a
ti, y prometo serte fiel en las alegrías y en las penas en la salud y
en la enfermedad y amarte y respetarte todos los días de mi vida.
S: El Dios de Abraham, el Dios de Isaac, el Dios de Jacob, el Dios
que unió a nuestros primeros padres en el paraíso confirme este
consentimiento mutuo que ustedes han manifestado ante la
Iglesia y en Cristo, les otorgue su bendición, de manera que lo
que Dios ha unido, que no lo separe el hombre.
S: El Señor bendiga estos anillos que van a entregarse el uno al
otro en señal de amor y de fidelidad. Por Jesucristo nuestro Señor.
R: Amén.
Novio, recibe éste anillo, como signo de mi amor y de mi fidelidad
a ti.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Novia, recibe éste anillo, como signo de mi amor y de mi fidelidad
a ti.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Novia, recibe también estas arras como prenda de la bendición de
Dios y del cuidado que tendré de que no falte lo necesario en
nuestro hogar.
Novio, yo las recibo como prenda de la bendición de Dios y en
señal de los bienes que vamos a compartir.
ORACION DE LOS FIELES.
S: Hermanos, pidamos juntos al Señor, la gracia para estos hijos
tuyos, Novia y Novio para que estés siempre con ellos y Ellos en
tú Amor.
R: Te lo pedimos Señor.
S: Te pedimos por el Papa ___________, por todos los obispos,
sacerdotes, religiosos y religiosas para que sigan ayudándonos a
acercarnos a Ti.
R: Te lo pedimos Señor.
S: Te pedimos por Novia, que entra en la vida sacramental del
matrimonio, para que crezca en la Fe, en sabiduría y gracia y sienta
tu amor a través del cuidado, protección y amor de su
esposo Novio.
R: Te lo pedimos Señor.
S: Te pedimos por Novio, que exprese todo el amor que ha
recibido de Dios en su esposa Novia y su familia.
R: Te lo pedimos Señor.
S: Te pedimos especialmente por los papas de Novia y Novio,
cuídalos y bendícelos todos los días de su vida.
R: Te lo pedimos Señor.
S: Te pedimos por todos los familiares y amigos, aquí reunidos,
para que Ellos acompañen el matrimonio de Novia y Novio.
R: Te lo pedimos Señor.
S: Te pedimos por todos los matrimonios del mundo, en especial
por aquellos que tienen necesidades materiales y espirituales.
R: Te lo pedimos Señor.
S: Te pedimos por nuestro México, para que nos ayudes a ser un
pueblo más justo, compasivo y caritativo.
R: Te lo pedimos Señor.
Sacerdote: Que Tu Corazón de Padre acoja todas estas peticiones.
Vivamos en el amor del Espíritu Santo y que tu Hijo Jesús viva
entre nosotros y se haga realidad su Reino en la tierra. Por
Jesucristo nuestro Señor.
R: Amén.
LITURGIA EUCARISTICA.
Este es el momento para poner frente a Dios nuestras ofrendas:
penas, dolores, alegrías, gozos, etc. Todo lo que queremos pedir,
ofrecer y agradecer será presentado en el altar ante Dios.
S: Bendito seas Señor, Dios del Universo, por este pan, fruto de la
tierra y del trabajo del hombre, que recibimos de tu generosidad y
ahora te presentamos, él será para nosotros pan de vida.
R: Bendito seas por siempre Señor.
S: Bendito seas Señor, Dios del Universo, por este vino, fruto de la
vid y del trabajo del hombre, que recibimos de tu generosidad y
ahora te presentamos, él será para nosotros bebida de salvación.
R: Bendito seas por siempre Jesús.
S: Oremos hermanos, para que este sacrificio, mío y de ustedes,
sea agradable a Dios Padre Todopoderoso.
R: El Señor reciba de tus manos este sacrificio, para alabanza
y gloria de su nombre, para nuestro bien y el de toda la Santa
Iglesia.
ORACION SOBRE LAS OFRENDAS.
S: Recibe, Señor, el sacrificio que te ofrecemos por esta unión
sagrada; y ya que eres el autor de ella, sé también su protector y
su guía. Por Jesucristo, nuestro Señor.
R: Amén.
PREFACIO
S: El Señor esté con ustedes.
R: Y con tu espíritu.
S: Levantemos el Corazón.
R: Lo tenemos levantado hacia el Señor.
S: Demos gracias al Señor Nuestro Dios.
R: Es justo y necesario.
S: En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación
darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre Santo, Dios
todopoderoso y eterno. Porque dignificaste tanto al hombre,
creado por bondad tuya, que en la unión del hombre y la mujer
has dejado la imagen verdadera de Tu amor.
Y al que por amor creaste, no cesas de llamarlo a la vida del amor,
a fin de hacerlo partícipe de la eternidad del tuyo.
Así, el misterio del santo matrimonio, al mismo tiempo que
significa tu amor divino, consagra el amor humano, por Cristo,
nuestro Señor, con los ángeles y los santos, cantamos sin cesar el
himno de Tu Gloria.
R: Santo, Santo, Santo, es el Señor Dios del universo, llenos
están el cielo y la tierra de tu Gloria, Hosanna en el Cielo,
Bendito el que vienen en nombre del Señor, Hosanna en el
Cielo.
PLEGARIA EUCARISTICA
S: Santo eres, en verdad Señor fuente de toda santidad, por eso te
pedimos que santifiques éstos dones con la efusión de tu Espíritu,
de manera que sean para nosotros Cuerpo y Sangre de Jesucristo,
nuestro Señor.
El cual, cuando iba a ser entregado a su Pasión, voluntariamente
aceptada, tomo pan, dándote gracias lo partió y lo dio a sus
discípulos diciendo:
Tomen y coman todos de él, porque esto es mi Cuerpo, que será
entregado por ustedes.
Del mismo modo, acabada la cena, tomó el cáliz y dándote gracias
de nuevo lo pasó a sus discípulos diciendo:
Tomen y beban todos de él, porque este es el Cáliz de mi Sangre,
Sangre de la alianza nueva y eterna, que será derramada por
ustedes y por muchos para el perdón de los pecados.
Hagan esto en conmemoración mía.
Este es el sacramento de nuestra fe.
R: Anunciamos Tu muerte, Proclamamos Tu resurrección, ¡Ven
Señor Jesús!
S: Así pues, Padre, al recordar ahora la muerte y Resurrección de
tu Hijo, te ofrecemos el Pan de Vida y el Cáliz de Salvación y te
damos gracias porque nos haces dignos de estar en tu Presencia.
Te pedimos que el Espíritu Santo congregue en la unidad a
cuantos participamos del Cuerpo y Sangre de Cristo.
Acuérdate Señor de tu Iglesia, extendida por toda la tierra, y con el
Papa Juan Francisco I, el administrador apostólico Carlos y todos
los pastores que cuidan de tu pueblo, llévala a la perfección por la
caridad.
Acuérdate también de nuestros hermanos que se durmieron en la
esperanza de la Resurrección, en especial de los familiares
de Novia y Novio, y de todos los que han muerto en tu
misericordia, admítelos a contemplar la luz de tu rostro.
Ten misericordia de todos nosotros, y así con María la Virgen
Madre de Dios, con su esposo San José, los apóstoles y cuantos
vivieron en tu amistad a través de los tiempos, merezcamos por tu
Hijo Jesucristo compartir la vida eterna y cantar tus alabanzas.
Por Cristo con Él y en Él a Ti Dios Padre Todopoderoso, en unidad
del Espíritu Santo, todo honor y toda gloria por los siglos de los
siglos.
R: Amén.
RITO DE COMUNIÓN.
S: Fieles a la recomendación del Salvador y siguiendo su divina
enseñanza nos atrevemos a decir:
Padre nuestro que estas en el Cielo, Santificado sea tu nombre
venga a nosotros tu reino, hágase tu voluntad en la tierra
como en el cielo danos hoy nuestro pan de cada día, perdona
nuestras ofensas como también nosotros perdonamos a los
que nos ofenden, no nos dejes caer en la tentación y líbranos
del mal.
S: Novia y Novio, ustedes, como esposos Cristianos, están ya
unidos para siempre. En este momento en que la santa Madre
Iglesia va a implorar solemnemente la bendición de Dios sobre
ustedes, se les va a colocar el lazo, símbolo de la unidad
indisoluble que, por el amor y la mutua entrega, deberán vivir
todos los días de su vida.
Terminada la monición, se les pone el lazo.
S: Hermanos, roguemos humildemente a Dios, nuestro Padre, que
derrame la gracia de su bendición sobre estos hijos
suyos, Novia y Novio, que acaban de contraer matrimonio en
Cristo, y a los que unió en Santa alianza, por el sacramento del
Cuerpo y de la Sangre de Cristo que van a recibir, los haga
perseverar en un mismo amor.
Todos oran en silencio durante un breve espacio de tiempo.
BENDICIÓN NUPCIAL.
S: Dios nuestro, tú que con tu poder lo hiciste todo de la nada y,
desde los principios de la creación, modelaste al hombre y a la
mujer a tu imagen y semejanza, y constituiste a cada uno como
ayuda y compañía inseparable del otro, de modo que no fueran
dos seres sino uno solo, enseñándonos que nunca es licito separar
lo que tu quisiste unir;
Dios nuestro tu que con un designio maravilloso consagraste la
unión conyugal para prefigurar en ella la unión de Cristo y de la
Iglesia;
Dios nuestro tu que has querido la unión del hombre y la mujer y
has bendecido esta comunidad, establecida desde el principio, con
la única bendición que no fue abolida ni por la pena del pecado
original, ni por el castigo del diluvio;
Mira con bondad a estos hijos tuyos que, unidos en matrimonio,
quieren que tu bendición los acompañe.
Envía sobre ellos la gracia del Espíritu Santo para que tu amor,
derramado en sus corazones, los haga permanecer fieles a su
alianza conyugal.
Concede a tu hija Novia el don del amor y de la paz y que siga
siempre el ejemplo de las santas mujeres, cuya alabanza proclama
la Escritura.
Que confié en ella el corazón de su esposo Novio y que,
reconociéndola como compañera de igual dignidad y coheredera
de la vida de la gracia, la respete debidamente y la ame siempre
con el amor con el que Cristo amó a su Iglesia.
Y ahora, Señor, te suplicamos que estos hijos tuyos permanezcan
ligados a la Fe y a tus mandamientos y que fieles a un solo amor,
sean ejemplares por la integridad de sus costumbres; Que,
fortalecidos con el Evangelio, sean testigos de Cristo delante de
todos; sean fecundos en hijos, padres intachables, vean ambos a
los hijos de sus hijos y transcurrida una ancianidad feliz, alcancen
la felicidad de los justos en el Reino de los cielos.
Por Jesucristo nuestro Señor.
R: Amén.
S: Dense fraternalmente la paz.
FRACCIÓN DEL PAN
S: Cordero de Dios que quitas el pecado del mundo,
R: Ten piedad de nosotros.
S: Cordero de Dios que quitas el pecado del mundo
R: Ten piedad de nosotros.
S: Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo,
R: Danos la paz.
S: Este es el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo.
Dichosos los invitados a la cena del Señor.
R: Señor, Yo no soy digno de que entres en mi casa, pero una
palabra tuya bastará para sanarme.
COMUNION.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Sal 34, 1. 8)
Bendigo al Señor en todo momento, mis labios siempre lo
alabarán. Prueben y vean que el Señor es bueno; dichosos los que
en Él se protegen.
ORACIÓN DESPUES DE LA COMUNIÓN
S: Dios y Padre nuestro, por medio de este sacrificio de salvación,
protege con tu providencia a la nueva familia que has instituido
de Novia y Novio y unifica en un mismo corazón a los que uniste
en una santa alianza y has alimentado con un mismo pan y un
mismo cáliz.
Por Jesucristo nuestro Señor.
R: Amén.
DESPEDIDA.
S: Que el eterno Padre conserve unidos en su amor
a Novia y Novio, para que la paz de Cristo habite en ellos y
permanezca en su hogar.
R: Amén.
S: Que Novia y Novio tengan en los hijos una bendición, en los
amigos un consuelo y en su trato con todos, una paz verdadera.
R: Amén.

S: Que sean testigos del amor de Dios en el mundo, para que los
pobres y afligidos, habiendo encontrado en ellos ayuda y
consuelo, los reciban algún día, con gratitud en la casa eterna del
Padre.
R: Amén.
S: El Señor este con ustedes
R: Y con tu espíritu

S: Y que a todos ustedes los que están aquí presentes, los bendiga
Dios Todopoderoso, Padre Hijo y Espíritu Santo.
R: Amén.

S: Pueden ir en paz, la Santa Misa ha terminado.


R: Demos gracias a Dios.

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