Está en la página 1de 4
GLORIA LINNE ALONZO. Uc en FOLKLORE Deas. Folkoricas y Tango Una danza revolucionaria Donde y cndndo nacié cl vas?, dm se produjo su formidable expansifn! Y, sobre todo ipor qué? Algunas respuestas 4 estas preguntas consituyen fx sustancia de esta not { minus fue depuesto y conde- Sachs en su libro World History of the Dance. No wsa la palabea deca- pilado, pero ex inevitable asocias ay Cdesaparicidn de la tefinad dana que! reind en ls salonesaristocréticas an) tes de la Revolucidn francesa, con el, cstrepitoso derrumbe de la dinastta de | tos Borbones. Un rgimen politica fue reemplarado por otro de signg ‘opeesto “la monarqufa.absohutista dojaha. su lugar a las monarquias constitucionales y a la democtacia burguesa~ y ese cambio tan radical tenia forcosamente que tree apare Jados otros eambies muy grandes, na solo en el orden econdmico y politi- £0, sino también en las ates, en los modos de relacionatse de las perso-, nas. en su manera de bailar Dicho «en pocas palabras y para ir at meolle de la euestidn: las danzas ceremo: nioxés ya no se coriéspondfan Con inuevo eSpifitu de los tiempos. Y la revolucién en ln sociedad inevita- blemente desencadené una revaly ign en la danza social En ese nnevo estado de cosas ~que por supwesto venta. fermenténdose desde antes de Ic Revolucién france- som empesd a afirmarse la tendencia avuna expresidn del cuerpo mas libre y menos envaraca, Goetbe, en su e€- lebre novela Las lamentaciones del o- ven Werther, de 1779, escibic: "Nun- 2 me he movido con tanta ligereza. Yo no ea ya uf set hiaeamno: Tener ca Tos brazos a mis adorable criatura ¥ volar con ella como el viento, de rmsineta qué todo lo que nas rodea se desvanece”, Se referfa al vals que desde hacta tiempo y bajo una forma otra, se bailaba en las zonas rurales del surde Alemania, Bsa idea de 6 [ twis y de enajenacién del munda ex | terior, extfia a las danans soci | contesanas, estaba ya presente e J ‘muchas bailes campesinos y fol | cos de tos patses enropeos. En uma carta escita desde Praga en 1787, Mozart cuenta lo siguiente: "A Jas seis de la tarde fui eon el conde Canal a un asi llamado Breign, un bile risticoal que tienen Ta ostum- bre de acudir las mas belles much chas de Praga... ¥ vi con placer o6- ‘mo csta gente saltaba con sincero deleits ‘con la sie demi Faro, {ue Babian eransformado en todo ti pode contradanzas ye dices” fl término aude alas danzas con gras en ample tempo del suf dé Alemania del Troll signas del momento y la culeuraris- fica en general pas6 a ser un objeto de interés para as nuevas caps bur | eves. EL folkone seer mportanie fuente dé inspiracién | orn bien puede verse en la litera. | tara del movimiento romantico- y | los poets y tos musicas se preccu- porort por coleccionar canciones populares, En un almanaque de la danza publi- cado en Alemania en 1601 aparecta el siguiente comentario: "Toda dan- za debe tener personalidad, Nuestras ddarzas de figuras, sn catdcter ni ex- Presion, constituyen el juego de pies ras artificial y ms ridfeulo. El vacto cambio de lugares, el alternar de esos dlisetios geométricos muertos, es solo puro mecanismo... La. verdadera danza debe tener alma, debe expre- sar la pasién, debe imitar 9 la natura deca”. ¥ también en ese mismo alma- aque otto autor anénimo, o quizés el mismo, escibia:“Puedo imaginar- sme dos seres arrebatados, intoxica dos de amor, lotando en un éxtasis de alegria. Entonces, aunque el vals tiene un origen mucho mai antiguo del que podria siponerse (como vamnos a ver tun poco. mas abajo), lo. que_ podria Hlamarse la auténtica eva del vals co- tmenz6 cuando, ef susteato social y cileural estuyo preparado para eso Por supucsto que los cambios no se ieron de un dia paca el otro. La ‘nueva sociedad burguesa adopts mo- menténeamente los modelos de la aistocracia hasta tanto cobraron form sus propios ideales. Pero esos idcales no eran compatibles con una danza ostentosa ai con la iltitna ex tilzacion de la cortesia artificial "Sus necesidades tenan mis que ver dice Sachs— con ta explosign de las fuerzas exuberantes y los. impulsos ex6ticos de la juventudl en el marco de una fiesta comunal.” Laadopein del Vals fue a expresign | mds radical, en lo que conciemne a la | danza, de ese reclamo de retornoa lo | narusa {Cais eran los rasgos predominan- tes de las danzas europeas de salén antes dela imupcién masiva del vals? ‘Veamos: por un lado, evalquier per sona de clase alta que tuviera el pro- pésito de participar en un baile de etiqueta, no tenta més remedio que ponerse en manos de un maestro profesional. Por otro lado, ¥ por lo ‘erios hasta la segunda mitad del si- slo XVIII, la danza de parejas forma- tba parte de un esquema rigutosa- mente jerérquico, Un baile en la corte de Versalles en ta época del reinado de Luis XIV (y se justifies ponerlo como ejemplo porque en es- te campo Francia solia dictar la mo- daa casi todo el resto de Europa) co-, menzaba invariablemente con una damva colectiva ide doble fila conoci- di ¢omo branke. En esta danea los hombres se alineshan detrés del rey y las mujeres de la reina. El orden por rango era tan esticto que cualquiera ue observaca el branle podia darse cuenta fécilmente de quién estaba suriba de quién en laescala de la cor- e:Finalmente otto rasgo distintivo dela époce eran las dancas de pat jas en las que cada uive bailaba por Posiblemente ese protocalo tan rigi- do, esas ubicaciones por orden jerdt- uico, cambiara algo de carder en ‘otras fiestas més fntimas de la noble- sa. Peto Ia altima modalidad, la de ‘una pareja presentindose-a_con nnuaci6n de Ta otra, era Ia que se iin. Ponta en cualquier baile comtesano, El procedimiento era ast en un bugar tmuy visible del salén un hornbre y su ‘compatiera se movian juntos através de una serie de figuras—de un mina, Por ejemplo~ para desplegar sus gra” ‘ios ociales ante un piblico aprecia- tivo, Luego se presentaba octa pareja asf sucesivamente. El objetivo de Ja dana, en realidad, era doble: dat- lela pareja tanto la oportunidad de tun juego muy refinado de seducein como la de presentar sus habilidades al resto de los participants Miencras el minué seguta conservan- do un fuerte ascendliente en Pranciay en ls pequefias cortes europeasyvina forma més “democritica”, Ia Zonta. 9, efa la favorita en ls bales pi Blicos elegantes de Inglaterra. Hacia 1750 comené a expaniizse por el resto de Europa y entré en los salo- nes aristocrsticos. Les pasos de Ja ‘contradanza eran mis simples que los del minué (Sachs dice con un des: precio un poco exagerado gue “un bailerfn de minué tenta que estudiar durante afios, pero el de eontradan- ra tba a ser siempre un dizteante en el peor sentido de la palabra"); pero los disefios de los desplazamientos eran en sf mismos tan complicados que todavia se hacia necesaria una Preparacin previa si es que el bailarfa no queria caer en el ri- dieulo, Con tres, cuatso o muchas rds pacejas en cada formacién, sin ermbazgo, In exigenci de lp tacin” se redacfa considesable- La_contradanza, que precedi6, y gon el vals, ¥ que tambiéiy co punto puede identifiear- se con una sociedad burguesa en ala, no introdoja un cambio esencial en ‘el modo de bailar. Era, sobe todo, wn pasatiempo, un juego social en el que Tas parcjas se penlian ¥ volvfan a'ene contrarse en una trama de innume- rabley disenos (ui mantial inglés de danzas de 1728 describe nada mpenes que novecientas contradanzas}*? Un dato muy interesante para tener en cuenta es que la danza de una pa 1cja enfirentada en un abrazo formal es tuna invencién exclusiva de Europa cécldent. No Wiisté ea cultura en la que homibies y mujeres bailen jun- tos; es deci, fisicamente ligados. Las rarones que podtian explicar esto es én muy Fejos de ser claras y se han aventurado varias hipétesis. Pero calesquiera que fueran las razones, lo cierto es que la sociedad europea posterior a la época medieval admi- 16 que hombres y mujeces bailaran juntos como compaiieros fisicamen- te unidlos, Lo enconted aceptable y ‘gradualmente permitié a los bailari- nes un contacto cada ver mds inti- mo. ¥ la culminacién de ese accrca- miento en Tas danas sociales dio con la apariciga del vals. ‘Que en la sociedad llamada “eiviliza da” un hombre rodeara a una mujer por el talle mientras bailaban juntos result6 poco menos que escandaloso para las generaciones mayores que asistieron a la fulminante expansién del vals. S ade siempre * Se pein ver cinta en fl 9 sentir Ems Tom los campesinos y aldeanos habfan ro dead las cinitueas de sts mujeres al bailar, asf que el asunto no solo era ambien vulgar. Due rante sighs los bailes de societal hax bin equilibrado los aspectas exte- riores e interioces de la danza: en las danas de parejas incluidasen las for mas antetiores, el placer de bailar con un compariero se reforzaba con cl placer de ser mirados por los otros. Ahora habia dos bailarines que esta- ban, no solo uno en bratos del otro, sino aciemds uno frente a oto; y aun- aque estaban rodeaclos por otras pate- jas, el resultado era una multitud de patejas similares. El hecho de que to- das elias rotaran interminable y répi- indecente si | damnente agregaba a la escena una modalidad todavia més irracional El onigen del vals es realmente muy remoto. Desde tiempos inmemoria- les existian en las aldeas del sur de Alemania fo que se llama las “danzas cerradas dé’ gixo” que recibian dife- rites fidmbres tangas, lmdle, we- ler todas englobadas bajo el térmi- no‘deutséhes. Hac lag leionas dca- das del siglo XVII] una ie las figuras de estas danzas -un movimiento de sito por parejas en triple tiempo~ se sepané de Ia formaciéin y se tomé popular por sf mismo como danza de sal6n. Hay un dato para tener en cuenta y cs que las formas antiguas habian si- do bailadas sobre suelas nisticos con, botas pesadas que golpeaban el piso. Al pasar a los salones elegantes, que tenfan sus pisos encerados, se torn tuna daca deshizada 0 baa, por oposi- idm a Ta danas saltadas 6 alias. El vals, que desde entonces y hasta comiensos de este siglo -ain hoy no hha desaparecido del todo ha predo- minado indiscutiblemente como dana de sal6n, no difiere mucho de las danzas populares que le dieron origen. Pero el piso pulido ademas de los zapatos ms livianos derermina- ron el aceleramiento del tiempo y el abandono de los gitos pore aire. Les bailarines ya no se arrajaban de bra, z0.en brazo, se eliminaron las saltitos ¥ se abandons el movimiento carac- teristico de les pies colocades-ono dl otro que se realize en el quinto y en el sexto tiempo de un grupo de dos compases. Pero. en su! caracter esencial el vals permanecié sitio fo que el lander ya habia sido: tun ritmo de tres por euatro con un’ fuerte acento en el primer tiempo, a cada dos compases del cual las pae- jos, unidas en un Fuerte abrazo, dan tuna vuelta entera sobre su propio eje siguierdlo al mismo tiempo una tra- yectoria circular. Sachs senala que de ‘este modo el vals imita las dos prin cipales movimientos de los planetas, cel de traslacisn y el de rotacién (qui- 2s ha querido asignar al vals alg tnistetioso designio astral). En la ciudad alemana de Wetzlar apaiecié en 1782 el primer libro que trata de la nueva danza firmado por C. von Zangen. En los siguientes quince afios se transforms en el bai le favorito en todos los circulos de Alemania. A fines de 1791 un escri- tor anénimo escribe en. Berlin que “cl vals y solo el vals esta tan ce, mo- da ahora que no se ve 2 los bailes otra cosa; con tal de que uno lo sepa b bailar, coda va bien”. ¥ seis aiios des- é dita comenta que el nin y contagiosn co” "Bn 1790 ancia donde calcufar csfrio de cabe Bseresburgo a 4e la danca pues se tenienda en cxenza el hecho de que sola en Paris haba, en 1797, seiscientos ochenta y cuntio salones de baile ef transcurso del siglo XIX log fandé5és avon sit iropia versidn: eb-vals francés de pecqetios tis, y los norteamericanos desa- rrollaron una forina Jenta y desizada, que Tamar wr0 cUyo oF: genes tambiger el Vals, Los salones de baile ingleses fueron fos dltimos cen sucambir ala eatsmania y lo hicie ron, de una manera masiva, solo afi nes del siglo pasado De tedos modos el vals por excelen cia es, indiscutiblemente, el vals vie- Z so P “EI Congreso no trabaja, bail al Principe de Ligne refiriéndose al Congreso de Viena. Los politicos que se reumieron en la capital del kmperio austrohcingato entre 1814 y 1815 pa ta reorganizar Europa después de la detrote de Nopoleén, nw pudieron sustraerse ala locura del vais, Esa lo- cara ya se habia extendide por toda el continente y Viena era un cent especialmente febril. Habfa bailes cada noche para concoreencias que iban desde doscientas a diez mil per- sons, y no es casual que ast acurtie ra en una ciudad en cuyos suburbiag el vals era conocido y apreciado des- de hacia loeguisimo tiempo La pasion de los vienoses por bailar velormente era proverbial; los bue- nos hailatines se enorgullcefan por su habilidad en recorrer ocho veces ef comtome del salén en el transcut- so de un solo vals. Et principe Metternich, el archiconservador campeén del antiguo eéyimen y una de las personalides mis influyentes del Congres Para emu larlo, Lote Castlereagh, que era el se- cretario britinico para asuntas ex anjetos, contraté a.un instructor de se dice que practicaba con una silla cuando no tenfa a su esposa dis ponible Después de 1815 el triunfo del vals estaba totalmietite asegutads. Johann, ido para tocar sica en las cortes | Strauss padve eri ‘sr coniagiona francesas, prusiainas y rua’ y'su hijo Teva-a una e difasiér del vals, La danza en stuns ru €n1 Yeatidad, fue evolucionando hacia una forma meds simple que re. Para ef segundo,cuarto del siglo XIX las pares yaino ditaban todas juntas viforme alrededor del Sn. En ver de e1o, cada pareia se movia como una unided inde pehdiente, de u i cripta por Henry Cella rius, un conocido instructor de dana de Paris: “Moderan- ddo 0 acelerando la marcha a su gusto, conduciendo a sw dama como le place, algunas. veces obligindola a retroceder, volan. do de un salén a ono, grande a la derecha o ala do los pasos a cada momento y finalmente arribando a exe exteemo de excicacién que me atreve a llamar embria mor a ser contradi- cho por los vee adn mds amplia fa dizae previo. quierda, varian-

También podría gustarte