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RESUMEN EJECUTIVO EM ESTUDIO

DE MERCADO

2019

El mercado
de energías renovables
en Bélgica
Oficina Económica y Comercial
de la Embajada de España en Bruselas
Este documento tiene carácter exclusivamente informativo y su contenido no
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de la información que contienen sus páginas.

EM ESTUDIO
DE MERCADO

16 de diciembre de 2019
Bruselas

Este estudio ha sido realizado por


Marta García Garralaga

Bajo la supervisión de la Oficina Económica y Comercial


de la Embajada de España en Bruselas

Editado por ICEX España Exportación e Inversiones, E.P.E., M.P.

NIPO: 114-19-038-4
EM EL MERCADO DE ENERGÍAS RENOVABLES EN BÉLGICA

Bélgica es un país pequeño, de orografía plana, densamente poblado y con escasos recursos
solares. Tiene, por tanto, un potencial bajo para la producción de energía. No obstante, el país
cuenta con las distintas tecnologías para la generación de energía procedente de fuentes
renovables: eólica, solar fotovoltaica, hidroeléctrica, mareomotriz, geotermal y bioenergías, como
el biogás y la biomasa. Además, nuevas técnicas están emergiendo, y aunque todavía supongan
una parte muy residual de las energías verdes, se plantean como alternativas para un correcto
suministro de energía a la población.

El país aprobó una ley en 2003 (modificada posteriormente) que prevé el cierre los siete reactores
nucleares existentes que, de cumplirse, se completaría en 2025. Ante esta situación, la gran
apuesta del país por las renovables se centra en la producción eólica marina ―offshore―,
situada en la costa belga, frente al puerto de Brujas ―Zeebrugge―, en la frontera con Países
Bajos. Existe también otro gran proyecto en construcción en el lado de la frontera con Francia, que
iniciará sus trabajos en 2020. Por otro lado, también es de importancia la proliferación de plantas
solares fotovoltaicas1, en donde también hay cabida para la innovación: habrá paneles solares
flotantes sobre el mar del norte. Además, el parque solar fotovoltaico Kristalpark, en Lommel, ha
abierto sus puertas, convirtiéndose en el mayor de toda la región del Benelux.

En lo que respecta a las otras energías, las reservas hidroeléctricas, los parques eólicos en tierra y
las plantas de energía solar son soluciones con menor potencial debido al escaso espacio disponible
en el país. En lo que se refiere a proyectos eólicos terrestres, no existe tanto volumen de
instalaciones ni de producción generada. No obstante, la instalación de aerogeneradores en tierra
supone menor inversión, mantenimiento y costes de transporte de la energía que las turbinas en el
mar. Por tanto, aunque la instalación en el mar suponga más productividad, exige mayor capital
para iniciar su actividad.

El país no dispone de recursos naturales para la generación de energía y, por tanto, es netamente
importador. El país compra en mercados extranjeros, sobre todo en Países Bajos y Francia, la
energía que necesita para abastecer su demanda. A pesar de que el gas natural es el sucesor de
la energía nuclear, no garantiza una solución ecológica en el largo plazo. Por otra parte, la apuesta
del mercado de la electricidad hoy en día tiene bastante que ver con la inauguración del
Interconector «Nemo», y que es el primer conducto submarino entre Reino Unido y Bélgica.

Por otra parte, Bélgica cuenta con un complejo entramado de reguladores y regulaciones a
diferentes niveles administrativos, ya que dispone de un gobierno federal y de tres gobiernos
regionales (Flandes, región del norte, de habla neerlandesa y cuyo PIB es superior al del resto de
regiones, Valonia, la región francófona del sur y Bruselas-Capital, región oficialmente bilingüe).

Para temas de regulación de la energía a nivel federal existe la Comisión Reguladora Federal
para la electricidad y gas (CREG), aunque la mayor parte de la regulación del mercado de la
energía está descentralizada y es competencia de las tres regiones que componen el país. Este
hecho complica la gestión de la materia renovable y presenta el inconveniente de generar una falta

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EM EL MERCADO DE ENERGÍAS RENOVABLES EN BÉLGICA

de homogeneidad entre las regiones en los objetivos de transición energética. Las tecnologías para
la generación de energía proveniente de renovables son reguladas en algunos casos por las
regiones y en otros por el gobierno federal. Por tanto, este mercado resulta confuso para los
consumidores y posibles inversores en Bélgica. Un ejemplo claro es que la instalación de un
panel solar la gestiona la región donde se reside, pero la construcción de un nuevo parque eólico
marino se regula por el gobierno central.

Existen actualmente cuatro grandes empresas de energía en el mercado belga: EDF Luminus,
Engie-Electrabel, RWE-Innogy-Essent y Total-Lampiris. Mientras, en el ámbito de las energías
renovables existen ya generadoras que van cobrando importancia, es el caso de Cociter, Aspiravi,
Trevion, Ecopower, Wase Wind, Eneco y Energy 2030. Entre ellas, muchas son cooperativas
que fomentan la participación ciudadana en el proceso de producción de energía más limpia.

Los operadores de la red de transporte de electricidad y gas (Gestionnaire de Réseau de Transport;


GRT) son, respectivamente, Elia y Fluxys. Los de la red de distribución (Gestionnaire de Réseau
de Distribution; GRD) son Resa, Ores y Sibelga.

En lo que concierne a la demanda y tendencias de consumo, es importante resaltar que el


consumidor belga está más concienciado que la media europea sobre su huella ecológica. Así,
están dispuestos a pagar tarifas más altas por cambiar a un proveedor más verde o a adquirir bienes
de consumo eléctricos (domótica inteligente, vehículos, placas solares, etc.). Los productores son
conscientes de ello y están dispuestos a innovar en sus procesos con el fin de satisfacer a una
demanda cada vez más exigente. Además, estos están invirtiendo en el proceso de transición
energética mediante la obtención de certificados verdes1, que se emiten por cada kilovatio-hora
producido por fuentes de energía limpias y que dan prestigio a las empresas componentes del
mercado energético, además de sostenibilidad a este modelo de abastecimiento.

1
La garantía de origen o certificado verde es un documento electrónico emitido por cada kilovatio-hora (kWh) producido por una
fuente de energía renovable (eólica, solar, hidráulica, biomasa / biogás, aerotérmica, geotérmica, hidrotermal, cogeneración). Informa en
particular del país de emisión y la fuente de energía, además es intercambiable a nivel europeo. Desde 2013, la empresa Powernext
gestiona el registro de garantías de origen.
En 2015, una cuarta parte de las garantías en Bélgica provenían de los países escandinavos (Islandia, Noruega o Dinamarca), aunque
los flujos físicos que atraviesan la red eléctrica no provenían de estos países. Un buen indicador para comprobar cuánto verde produce
cada generador de energía es la inversión que ha realizado en infraestructura de fuente renovable. Invalid source specified.

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