Pregunta 21 de la sección 11 de la prueba 2 de historia noviembre 2018: El presente escrito es un ensayo. “LAS POTENCIAS EXTRANJERAS NO DETERMINARON EL RESULTADO DE LAS GUERRAS CIVILES”. DISCUTA ESTA AFIRMACIÓN CON REFERENCIA A DOS GUERRAS CIVILES, CADA UNA DE UNA REGIÓN DIFERENTE. El presente ensayo discutirá la importancia de la intervención extranjera en los resultados de las guerras civiles Española (1936-1939) y China (1928-1949). Entonces, respondiendo a la cuestión planteada, afirmo que estoy de acuerdo con la afirmación de forma parcial, ya que la intervención extranjera en la guerra civil española determinó la victoria franquista, sin embargo en el caso chino, la intervención extranjera no fue determinante para el triunfo de Mao en la guerra civil en 1949. Debido a que la guerra civil china es extensa, este ensayo sólo se centrará en el análisis del desarrollo del conflicto interno entre 1946 a 1949. Hay que tener en cuenta que en ambas guerras se produjo la intervención extranjera, en el contexto de la lucha por la hegemonía mundial de dos sistemas económicos y políticos contrarios: El capitalismo vs el comunismo. Tras el fracaso inicial del golpe de estado por los nacionalistas del 17 de julio de 1936, dirigidos por los militares españoles ubicados en el protectorado español de Marruecos (color rosa en el mapa), Francisco Franco se apresuró en conseguir el 20 de julio de 1936 ayuda internacional para movilizar sus tropas coloniales y burlar el bloqueo naval que sufría en Marruecos por las fuerzas navales republicanas. Quien acude primero en ayuda de Franco fue Mussolini, enviando el 30 de julio de 1936 nueve aviones Savoia Marchetti, que según el historiador español Cassanova, esto ocurrió cuando Mussolini se informó de que Hitler iba a apoyar a Franco y una vez comprobado que Francia y Gran Bretaña no iban a intervenir. Esta intervención fue importante porque permitió a los 13,500 soldados del ejército de Marruecos liderados por Franco movilizarse y romper el bloqueo hasta desplazarse por la península ibérica y llegar hasta el sur de España, gracias a los veinte aviones de transporte Junkers y seis cazas alemanes Heinkel que envió Hitler, y a los nueve aviones Savoias que Mussolini concedió a Franco, hizo que le otorgara a los nacionales la superioridad aérea en el estrecho de Gibraltar. Asimismo el historiador español Julio Aróstegui explica que debido al fallo de Mussolini al enviar 2 aviones a Argelia (colonia francesa) en vez de dirigirse al protectorado español de Marruecos, provocó que Francia se alerte de la ayuda nazifascista a Franco y decida brindar ayuda a los republicanos, junto con la URSS, que representaban los intereses del comunismo en Europa. Sin embargo, considero que la ayuda de Hitler y Mussolini fue decisiva en la victoria de Franco, porque según el diario español el País, Franco pudo monopolizar el poder fácilmente y muy temprano por el voto de confianza de Hitler. Por eso la guerra civil española solo duró tres años, debido a la superioridad bélica del bando nacional en contra del republicano. Sin embargo, otras fuentes refieren que más bien fue decisivo los meses de retraso de la ayuda brindada por los gobiernos de izquierda de la URSS y Francia a los republicanos españoles, puesto que; la política de apaciguamiento emprendida por Gran Bretaña y la S.N impidieron la defensa extranjera de los republicanos, prueba de ello fue la conformación del Comité de No intervención en agosto de 1936, donde los estados europeos decidieron “abstenerse rigurosamente de toda injerencia, directa o indirecta en los asuntos internos de España” (Cassanova, 2007) No obstante, en la práctica la política de “no intervención” se convirtió en una farsa, porque Alemania e Italia no suspendieron en nada sus envíos de armas y municiones a los nacionalistas. Recién en octubre (3 meses después de la ayuda fascista a Franco) el bando republicano empieza a recibir material de guerra por parte de la URSS, que denunció a la S.N (sociedad de naciones) la intervención alemana e italiana en favor de Franco, aunque no sirviera para frenar su intromisión. Lo único que pudieron conseguir los republicanos de la S.N, fue el insuficiente patrullaje naval a partir de setiembre de 1937 para localizar a unos submarinos desconocidos (en realidad eran italianos) que venían hostigando a los barcos que abastecían a la República (algunos de ellos de bandera británica). Estos barcos mercantes ingleses, abastecían a los republicanos solo de alimentos. Desde abril a octubre de 1937 en la denominada campaña del norte liderado por las tropas franquistas, tuvieron enfrentamientos con Gran Bretaña al intentar bloquear y confiscar la ayuda humanitaria inglesa a la población del bando republicano en los puertos de Bilbao y Santander, que iban cargados con 8 toneladas de alimentos, sin embargo la respuesta de los buques de la Royal Navy ahuyentaron a las embarcaciones fascistas y lograron proteger a los barcos que transportaban a miles de refugiados españoles que huían a Francia de la guerra. Por lo que se puede concluir que la intervención inglesa no fue bélica, sino humanitaria, lo que no ayudó a los republicanos a resistir el asedio nacional en 1937.
Hasta aquí queda claro que la importancia de la ayuda
nazifascista para Franco fue vital. Por un motivo lógico: fue rápida. Una vez fracasado el golpe de Estado, el intento de sublevación del Ejército nacionalista en Marruecos podría haber sido sofocado por las autoridades republicanas. Sin embargo, las democracias europeas (Francia y Gran Bretaña) dieron la espalda a la República, mientras que Alemania e Italia no dudaron en prestar una ayuda más que decisiva a Franco y los suyos. Otra prueba de la importancia de la intervención nazifascista en la guerra, fue lo señalado por el experto en guerra civil, el historiador ÁNGEL VIÑAS, que refiere que “los dictadores fascistas dirigieron a Franco un chorro constante de armamento muy moderno y de personal” constituyendo en términos financieros una cantidad total mayor “al total de las reservas del Banco de España que la República invirtió en hacer frente a los gastos bélicos”, que en la actualidad serían unos 715 millones de dólares en gastos militares, en contraste con 600 millones de dólares que gastó la república en la compra de armas a la URSS. Por lo tanto, la inversión económica de los gobiernos de derecha en la guerra civil española que buscaban la victoria nacional, fue mayor que la inversión realizada por la izquierda republicana, y por lo tanto determinante en la victoria franquista.
Por último, es importante señalar que la intervención norteamericana
también fue crucial para la guerra. EE.UU temeroso que el gobierno popular de la segunda república española esparciese el comunismo en Europa, decidió brindar una ayuda decidida al general Franco con petróleo, ya que la maquinaria y vehículos necesitaban de combustible para ser utilizados. Alemania, Italia y España eran importadores de esa materia. Sin el imprescindible combustible Franco no hubiera ganado la guerra, prueba de ello fue la venta de combustible barato de la empresa norteamericana Texaco a los generales franquistas, que desde julio de 1936 suministraban a franco sin garantía de pago, se lo daba fiado. Esta colaboración ilegal llegó a oídos del presidente Franklin D. Rooselvelt. Es decir que el gobierno de EE UU lo sabía pero no hizo nada y se mantuvo la ayuda. Una ayuda sin la cual ni los aviones alemanes ni los tanques italianos, ni trenes ni camiones, hubieran dado movilidad y estrategia al ejército franquista. Una colaboración oculta, pero fundamental para ganar una guerra. Mientras que en el caso de China, la intervención extranjera de la derecha capitalista por parte de EE.UU no determinó la victoria de Chiang Kai Chek, ya que las fuerzas comunistas de Mao ganaron la guerra civil en 1949, sin tener mayor ayuda de la URSS, que se encontraba en su etapa de reconstrucción económica después de la guerra mundial.
Comienzo de la guerra civil -- La intervención extranjera militar
Mientras tanto, Chang Kai-chek ganaba influencia dentro del ala
derecha del Kuomintang, conformada por fuerzas burguesas reaccionarias. Mientras los generales atacaban al movimiento obrero en Kuantung, se formaba un "gobierno revolucionario" y un ejército de campesinos y trabajadores. En septiembre de 1926, las fuerzas revolucionarias ocuparon Hankeu; después marcharon hacia Shangai donde llegaron en marzo de 1927.
Importantes hombres de negocio, terratenientes, comerciantes, etc.,
huyeron de las ciudades, comenzaron a replegarse y a dar su respaldo a Chiang Kai-chek, cada vez más servil al colonialismo extranjero. Este se encargó de extinguir las difundidas rebeliones obreras, es decir, la revolución China de 1926-27.
El 24 de marzo de 1927, barcos norteamericanos, británicos e italianos
bombardearon Nanking. El 2 de abril del mismo año, Chiang Kai-chek, se abalanzó sobre Shangai, masacrando a miles de comunistas y obreros revolucionarios, lo que ocasionó graves conflictos en las relaciones entre el Kuomintang y el CPC. Este continuó colaborando con el "ala izquierda" del Kuomintang, lo cual gobernaba en Hankeu. En julio de 1927, esta facción se disoció del CPC y comenzó la persecución de los comunistas. En realidad, como ya lo había advertido Trotsky, el Comintern, bajo la dirección de Stalin, fue el único responsable de esta situación por haber forzado la alianza política entre los directivos del CPC y el Kuomintang. Esto condujo al desastre. Ciertamente, el mismo CPC cometió equivocaciones tácticas que pudieron haber sido evitadas. Por esto, en julio de 1927, Chen Tu- hsiu fue depuesto de su liderazgo en el CPC. En agosto del mismo año, Mao Tse-tung organizó la "rebelión de otoño" que comenzó en el oriente de la provincia de Kiangsi.
Mao Tse-tung - Guerra de guerrillas. 1929-1949
Antes de 1927, Mao Tse-tung estaba a cargo de la organización y
movilización de los campesinos y obreros. Por tanto, no desarrolló una práxis-teoría científica-filosófica revolucionaria-emancipatoria concerniente a la aplicación del método moderno de la guerra de guerrillas. Pero, importante para la Revolución Bolivariana, veamos cómo el verdadero desarrollo de la historia conformó la praxis-teoría revolucionarias de Mao. Al final, resumiremos su específica contribución a la teoría revolucionaria y especialmente, a la práxis de guerrillas, contra un enemigo todopoderoso. En 1929, grupos militares encabezados por Chu-teh y Peng Tehhuai, se unieron a las fuerzas de Mao, infiltrándose en las provincias del sur y de oriente, se instaló una base revolucionaria en Yuitchiu, Kiangsi. Mao comenzó a instalar diferentes bases revolucionarias desde las cuales operaban las guerrillas respaldadas por los campesinos locales. Todo esto resultó en un fuerte movimiento que llegó a ser la base material del partido comunista. Entretanto -- como muchos "marxistas" actuales, analizando la situación en Venezuela -- Stalin y Bucarin, negando la "revolución permanente" de Trotsky, discutían si realmente existía en China una situación revolucionaria o no.
El Comintern estaba considerando una posterior alianza con el
Kuomintang y cómo transformar la revolución democrático-burguesa en una revolución proletaria. Después de suprimir a los comunistas de Shangai, Chiang Kai-chek llegó a ser el líder del nuevo gobierno chino, utilizando todas las tácticas posibles para organizar a las masas en contra de los comunistas y las guerrillas. Para 1930, el "Ejército Rojo" originalmente organizado en base a la estrategia leninista sobre la guerra de guerrillas, contaba ya con 60.000 soldados, operando desde las bases de Hunán, Chensi, Anhue, Fukien, Kansu, Kuantung y la isla de Hainau.
Dialéctica: Cantidad reaccionaria contra Calidad revolucionaria:
La Invasión Japonesa
Chiang Kai-chek estaba contrariado por este éxito. En otoño de 1930,
decidió organizar una contra ofensiva. Atacó con un ejército de siete divisiones que contaban con 100.000 hombres, pero fueron derrotados. En febrero de 1931, lanzó el segundo ataque con 200.000 soldados del Kuomintang y en julio volvió a acometer con otros 200.000 soldados. Todo fue infructuoso. En Kiangsi, 10.000 soldados de Chiang Kai-chek se rindieron, pasando finalmente a formar parte del "Ejército Rojo". En septiembre, como consecuencia de esta derrota, Japón invadió el norte de China. Esto cambió radicalmente la escena política. La décimo novena división del Kuomintang derrotó a las tropas japonesas en Shangai. En 1933, su general, con otros miembros del Kuomintang, instauraron un gobierno popular en Fukien. Este gobierno se desligó totalmente de Chiang Kai-chek y comenzó a entablar contacto con los comunistas. Los japoneses ocuparon Manchukuo y crearon un estado satélite. Mientras tanto, Chiang Kai-Chek organizaba una nueva ofensiva. Entre junio de 1932 y febrero de 1933 atacó las bases del Ejército Rojo con 500.000 hombres - los resultados fueron similares a los de las campañas anteriores.
Mao Tse-tung: Nuevas estrategias para la guerra de guerrillas
Finalmente en octubre, conduciendo un ejército de 1.000.000 de
soldados, logró derrocar al Ejército Rojo, obligándolo a replegarse en una larga marcha de 12.000 kilómetros. Durante esta lucha, sus 300.000 hombres se redujeron a 30.000. No obstante, este repliegue estratégico salvó al núcleo del Partido Comunista y permitió a la organización formar un nuevo centro de resistencia en Chensi. Allí, Mao Tse-tung y sus colaboradores estudiaron la situación y desarrollaron nuevas estrategias para la guerra de guerrillas.
Chiang Kai-chek no pudo destruir al "Ejército Rojo" en las provincias
del norte. Mientras tanto, China estaba permanentemente bajo la amenaza de la invasión japonesa. En 1936, en la dirección del Partido Comunista, Mao consideró una nueva alianza con el Kuomintang para defender la patria de los ataques japoneses. Pero bajo esta alianza el CPC mantuvo el control de su ejército y de los territorios recapturados. En febrero de este año, el CPC ganó extensos territorios en la provincia de Chensi. Chiang Kai-chek continuaba atacando al Ejército Rojo a pesar de que el Kuomintang le pidió a la alianza para detener la agresión japonesa.
El 7 de julio de 1937, el Japón atacó la guarnición china al sur de Pekín.
Chiang Kai-chek fue obligado a unirse a las fuerzas nacionales, pero aún así, no perdía ocasión de sabotear al Ejército Rojo, que para entonces conformaba la 4a. y 8a. divisiones. Chiang Kai-chek esperaba el respaldo de Gran Bretaña y Estado Unidos pero ésta llegó a materializarse en 1941, cuando los Estados Unidos le declararon la guerra al Japón.
Guerra Popular versus Guerra Convencional
Estratégicamente, Mao y Chiang Kai-chek tenían tácticas diferentes. El
primero estaba preparado para una "prolongada guerra", el segundo pretendía una rápida victoria. Para 1940, las fuerzas del Ejército Rojo se habían incrementado de 40.000 a 500.000 hombres. La población de las áreas rescatadas de los japoneses estaba por encima de los 100 millones El número de miembros del CPC se elevó de 40.000 a 800.000. En 1941, Chiang Kai-chek organizó una nueva campaña contra los comunistas. Esta vez, contra la 4a. división del Ejército ocasionándoles graves pérdidas pero no pudo destruirlo. Entretanto, los Japoneses atacaban las áreas que ya habían sido libertadas. Para 1941 ya habían ocupado cinco provincias chinas.
Para este momento ya Estados Unidos había declarado la guerra al
Japón y apoyaba al Kuomintang. Cuando se da el 70. Congreso en 1945 la situación era la siguiente: El CPC contaba con 1.200.000 miembros; en las áreas libertadas vivían 95 millones de habitantes; el Ejército de Liberación Popular contaba con 900.000 hombres y estaban respaldado por una milicia de 2.000.000. El 14 de agosto de 1945, Japón capituló ante Estados Unidos. Después de la Conferencia de Yalta se formó un gobierno nacionalista (Kuomintang). El 28 de agosto Mao y Chiang Kai-Chek realizaban "conversaciones de paz" que desembocaron en el "Acuerdo de Paz" el 10 de octubre del mismo año. Pero, "Paz" no es "Emancipación", entonces, pronto Chiang Kai-chek volvió al ataque de las "zonas liberadas". Ahora estaba masivamente respaldado por los Estados Unidos. Sin embargo, para noviembre de 1948, Mao había conquistado totalmente el Noroeste de China; para enero de 1949, Tientsin, Pekín y Chinakiakan estaban liberadas. A fines de año, Chiang Kai-chek y sus tropas del Kuomintang fueron expulsados a Formosa, donde permanecieron bajo la protección de EE.UU.
Así terminó la guerra civil y comenzó la instauración del Socialismo en
China, con la fundación de la República Popular China.
Contribución de Mao a la guerra de guerrillas
Sólo destacaremos muy brevemente la difusión qué hizo Mao de las
teorías leninistas y trotskistas sobre la organización política y la lucha armada. Después de la masacre de Shangai en 1927, el PCC decidió introducir la guerra de guerrillas como táctica de emancipación. El 25 de noviembre de 1928, Mao presentó al Comité Central del Partido un informe sobre "La lucha armada en las montañas de Chingkang". Ya en este primer documento podemos apreciar que Mao estaba organizando el movimiento guerrillero chino, tomando en cuenta los principios leninistas: el carácter esencial era una fuerza armada altamente politizada, bajo la dirección del PCC.
Un año más tarde, en 1929, presentó otro informe a la Novena
Conferencia del Partido Comunista Chino "Sobre la ratificación de ideas incorrectas en el Partido", en el cual criticaba el "punto de vista meramente militar" y sugería que la lucha armada fuese parte de una reconstrucción social total que condujera al socialismo.
En diciembre de 1936, Mao dictó una serie de conferencias sobre el
comportamiento de la guerra de guerrillas y la Escuela del Ejército Rojo al norte de Shangai. En ellas resumía las experiencias del "Ejército Rojo" desde 1928 a 1936 y ofrecía un excelente análisis de las características peculiares de la guerra revolucionaria China. Estas conferencias fueron publicadas más tarde bajo el titulo "Cuestiones estratégicas de la Guerra Revolucionaria en China". Allí, hacia énfasis en la estrategia del "hit-and-run" (atacar y escapar), el evitar entrar en largas batallas contra un fuerte y abrumador ejército enemigo, y desarrolló la famosa "táctica de la retirada" empleada después en la "larga marcha". También trazó el principio del "pez en el agua" - activa participación y movilización de las masas campesinas en la lucha armada, especialmente en las áreas liberadas y controladas por el Ejército Rojo. Por esta época, entró en conflicto ideológico con Stalin y con la política del Comintern. Escribió entonces "Sobre la Práxis", pequeño trabajo filosófico sobre la práxis-teoría revolucionaria en el que defiende el materialismo histórico dialéctico, usando nuevos ejemplos y conceptos políticos, producto de la realidad histórica china. En este folleto atacaba, directamente, al "Marxismo-Leninismo" oficial de la Unión Soviética en la época de Stalin.
Durante la guerra contra el Japón, Mao escribió "Sobre la Nueva
Democracia", donde describe la lucha armada en curso, como una fase hacia la "nueva democracia", el socialismo. Para él la "democracia popular" era una etapa intermedia, una nueva forma de democracia burguesa en la era de la revolución permanente mundial. Es interesante observar que Mao estuvo impresionado por la teoría trotskista de la Revolución Permanente, pero en este folleto exigía una forma nacionalista del socialismo chino, casi en un sentido estalinista.
En Mayo de 1938, en "Problemas estratégicos de la guerra de guerrillas
anti-japonesas", desarrolló, sistemáticamente, la estrategia de las "áreas de base" liberadas. Tales áreas de base tenían que organizarse lejos del centro de poder de la clase gobernante, en medio de regiones de campesinos dispuestos a colaborar estratégicamente; esto facilitaría las tácticas de captura y rodeo de ciudades rurales y puestos militares. Este hecho probó ser muy efectivo en las vastas áreas rurales chinas, debido a la rudimentaria red de comunicaciones.
En lo que respecta a la tesis de "una revolución campesina bajo el
liderazgo del proletariado", es importante notar, que originalmente, antes de 1927, el PCC había concentrado sus actividades revolucionarias en las ciudades, teniendo, de hecho, una masa de base en el proletariado urbano. Sin embargo, después de que éste fue destruido por el Kuomintang, el PCC se vio empujado hacia las zonas rurales para promover la revolución campesina. Pero esto no fue un impedimento para la movilización de los trabajadores urbanos, a pesar de concedérsele ahora más importancia a la guerra de guerrillas en el campo. Esto era parte de la estrategia revolucionaria de Mao.