Esquema de titulación supletoria

Guatemala un país con un gran potencial en riqueza natural, por un lado, sin embargo por el otro
lado un país; con desigualdad social, crisis en el sistema de salud pública, pobreza extrema en su
población, falta de oportunidades, poco acceso a la educación pública y sobre todo con una
enfermedad que parece incurable en todo el aparato del estado, hablamos de la corrupción.

Desde 1524, la llegada de los españoles, marca una nueva era para este continente latinoamericano.
Lo peor que le pudo haber pasado a nuestro país y a nuestros países vecinos; fue la invasión
española. He de allí empieza el despojo a gran escala: el idioma, costumbres, la religión y el
despojo de tierras. Al llegar los españoles, justificaron la conquista como un mandato divino. Según
los antecedentes históricos, es clara que los españoles tomaron a los pueblos indígenas como
propiedades de ellos y las tierras como propiedad de los sacerdotes y de España. Saber cómo la
corona española explotaba las tierras y a los indígenas para pagar tributos. Como España repartía
tierras y repartían indígenas como si fueran un objeto. Es triste conocer que los dueños milenarios
de estas tierras fueron despojados de sus mismas tierras.
Al pasar los años este sistema de la colonia se fue configurando a través de un sistema jurídico.
La revolución guatemalteca, fue un gran paso que dio Guatemala por cierto muy poco tiempo duro.
Los mismo rasgos dela conquista se mantenían en la época. Los grandes terratenientes contaban
con extensa proporciones de tierras, los pueblos indígenas trabajaban en condiciones inhumanas y
con bajos salarios, lo más importante es que aún no poseían propiedades en donde vivir,
especialmente la población campesina indígena.
Desde la última reforma agraria, el estado guatemalteco no ha querido tocar el tema a profundidad,
en los acuerdo de paz se entablaron temas del agro guatemalteco, sin embargo a 26 años de la
firma de la paz, no se ha cumplido.

Esta es una historia de tribulaciones e ignominia para los pueblos indígenas y el campesinado pobre.
Así, por ejemplo, la Constitución Política de la República no reconoce el carácter social de la
propiedad, solo lo protege absolutamente ante otras personas.
Por el otro lado favorece a cierto sector ya que pequeñas extensiones de tierras no tienen registro y
esta ley de titulación supletoria, garantiza este registro.