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Carlos Hernández Millán

“La cultura siempre se lleva los primeros

disgustos”

El autor se muestra crítico con las medidas restrictivas que

afectan a la cultura a raíz de la COVID-19

Carlos Hernández Millán es un poeta nacido en Hellín en 1967. Es licenciado en filosofía por la
Universidad de Murcia y forma parte del colectivo Argosliteraria, una asociación cultural situada
en Hellín. Ha colaborado con sus poemas en revistas, diarios y poemarios, además de que cuenta
con seis libros en solitario. El último, Apología de la Incertidumbre no ha podido ser presentado
debido a la situación actual de la COVID-19. También ha ganado numerosos premios como el
primer premio en el Certamen Internacional de Poesía “León Felipe” en 2013, o el tercer premio
en el certamen de poesía de la Asociación Cultural Letras Cascabeleras de Cáceres en este mismo
año 2020.

Pregunta: ¿Desde cuando tienes esta pasión por la literatura?


Respuesta: Casi desde que yo me acuerdo, desde que tengo uso de razón. A mí siempre me gustó
mucho leer y escribir. Luego llegó un momento en que, no se exactamente por qué, pensaba que
no se me daba especialmente mal. Tampoco era una cosa que yo la hiciera para proyectarla al
exterior, en principio era una cosa personal y ya está. No tenía más pretensiones. Era como al que
le gusta hacer otro tipo de pasatiempo cualquiera. Era con lo que yo me entretenía y estaba a
gusto.

P: ¿De pequeño escribías? ¿Qué escribías?


R: Sí. Recuerdo incluso a los 10 o 12 años y escribía una especie de relatos basados en los que
leíamos en aquellos tiempos en los comics, que entonces se llamaban tebeos. Y ya hacía mis
pinitos ahí dándole a la escritura.

P: ¿Cuál fue el primer poema que publicaste?


R: El primer poema que publiqué aparece en un libro con varios autores y autoras de Hellín, que
se llama Poetas de Hellín. Y en aquel libro, creo que hay un conjunto de 6 u 8 poemas míos.

P: Cuénteme algo más de ese libro.


R: Aquello fue una cosa curiosa porque no se había hecho algo parecido en Hellín y surgió por
iniciativa del que era entonces director de la Universidad Popular, de reunir un grupo de poetas.
Yo conocía a algunos, a otros los conocí en aquel momento, y empezó porque querían hacer una
especie de recital en la Casa de la Cultura en 1990. Y allí nos juntamos gente como Encarna Leal,
como Carmen Bueno, o como Antonio Ludgardo. El caso es que nos reunieron a ese grupo de
gente y el recital al final se ha transformado en un libro. El libro se tituló Poetas de Hellín y creo
que se vendieron 300 ejemplares. Y nosotros solemos decir medio en broma medio en serio que
nos dieron 5 ejemplares a cada uno y un vale para una coca cola.

P: ¿Por qué decidiste estudiar filosofía?


R: Lo que todo el mundo se esperaba es que yo acabara
estudiando Lengua y Literatura, por mi afición a la literatura.
Historia también me gustaba mucho. Pero, me encontré con la
filosofía y fue como un amor a primera vista. Creo que da más
cuando tienes 17 o 18 años que es cuando tienes que tomar la
decisión. Hay gente que lo tiene muy claro, pero yo me considero
del grupo que lo hace un poco a la aventura. Me gustaban las tres
y escogí filosofía a lo mejor por la novedad, porque era lo último
que dábamos en el instituto. A lo mejor por la novedad fue por lo
que en aquel momento me fascinó y quise seguir ese camino.

P: Has recibido numerosos premios en certámenes, ¿qué premio


te ha ilusionado más?
R: Es difícil. Como premio importante, con el libro que se llama Puentes Levadizos gané el
Premio Internacional de Poesía León Felipe que es un premio importante, claro que me hizo
ilusión. Pero el día que premiaron un poema mío en el concurso de poesía de mi instituto, yo era
la persona más feliz del mundo con 15 o 16 años. Cualquier premio tiene su “algo especial”. No
te sabría decir uno en concreto.
P: ¿Qué premio te gustaría recibir en un futuro?
R: Me gustaría recibir algún premio que su premio
realmente sea, no tanto la dotación en metálico,
como la publicación en una editorial de mucho
nombre a nivel nacional como Visor o Pretextos.
Aunque la editorial que ha publicado tanto Puentes
Levadizos como Apología de la Incertidumbre es
una editorial muy prestigiosa a nivel nacional que es
Celya, y se portaron muy bien conmigo. Pero uno
siempre tiene la ilusión de poder ver una obra en una
editorial como Visor, como Hiperión donde están
los grandes nombres de la poesía en España.

P: ¿Cuáles han sido los autores que más te han marcado?


R: Yo creo que a todos nos marca una cosa, que son los libros que uno coge cuando tiene 14, 15
o 16 años. En mi caso son autores muy clásicos porque yo te puedo hablar de Campos de Castilla
de Machado, de El Rayo que no Cesa de Miguel Hernández o de La Rata de Delibes.

P: ¿Qué opinas de la crisis que está atravesando la cultura a raíz de la Covid-19?


R: Que estamos en una crisis global que va a afectar a todos los países y a todas las esferas de la
sociedad. La cultura no se va a quedar aparte. Sin embargo, generalmente siempre es de las que
encabezan la lista a la hora de llevarse los primeros disgustos. La cultura es un sector que mueve
mucha gente y mucho dinero. La situación de la cultura, como la de otros muchos sectores, es
difícil. Pero se va a poner más difícil todavía.

P: Finalizamos con una reflexión. ¿Qué es para ti la literatura?


R: Yo creo que es la tendencia natural del ser humano a contar aquello que nos ha sucedido, a
imaginar aquello que nos pudo haber sucedido, y sobre todo contar aquello que va a suceder o
aquello que nos gustaría que sucediera. La literatura nos cuenta lo que deseamos, lo que añoramos
y lo que hemos dejado atrás. Es esa tendencia que tenemos a no soltar nuestro pasado, pero sin
dejar de mirar al futuro.

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