El dinero es un factor que motiva a las personas, siempre y cuando se utilice de forma

correcta.

La recompensa económica debe ser oportuna y entregarse en el momento indicado y en la

medida correcta.

No obstante, las recompensas que no son económicas ofrecen a las organizaciones una
estupenda vía para motivar a sus colaboradores.

El reconocimiento, la aprobación social, la satisfacción de las expectativas, el clima

organizacional agradable y la camaradería son grandes motivadores.

Cuestiones a responder y analizar

¿Usted qué piensa de lo anterior?

La mayor parte de nuestra sociedad considera que el dinero es el único elemento de motivación, siendo
este un incentivo a corto plazo (no estratégico). Este incentivo solo dirige la conducta de las personas,
pero no motiva a realizar de mejor manera el trabajo encomendado.

La recompensa económica en mi empresa esta complementada con elementos como la participación en la

toma de decisiones, el reconocimiento de modo tal que le permitan al trabajador alcanzar altos niveles de
satisfacción y se sienta parte integral de la empresa y sus resultados, y no convertirse en una persona que
a fin de mes busca solo el pago a fin de mes.

¿Qué le motivaría a usted en una organización?

Ser reconocido en el ámbito laboral y social, para saber cómo estoy contribuyendo al éxito de la
organización. Logrando un mejor trabajo de mi sector, área, etc.

¿Cómo motivaría a los empleados?

Para poder motivarlos inicialmente debo conocerlos, saber sus gustos, cuáles son sus expectativas y
metas. Por lo tanto, el dinero sólo motiva a quienes ya están motivados.