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Beatriz de dia

Las trovairitz fueron la contrapartida femenina a los trovadores que vivieron y crearon música y poesía en la
Occitania de los siglos XII y XIII.

Ellas eran compositoras y poetisas que desarrollaban su arte en las cortes occitanas de estos siglos.

Mientras el trovador solía ser de la nobleza, también nos encontramos trovadores de origen humilde.

Las trovairitz eran de origen noble y estaban casadas con importantes nobles de ámbito provenzal.

La Francia del siglo XII fue una época muy favorable a la independencia económica de las mujeres de la
nobleza debido a un sistema legal vigente en el Sur de Francia que permitía a las mujeres heredar
propiedades.

Así, estas mujeres se hacían cargo de los bienes familiares mientras sus maridos se encontraban luchando en
las cruzadas.

Esto trajo consigo un clima de libertad e independencia femenina que favorecía la creación artística.

Sin embargo, sólo se han conservado unos 23 poemas y alrededor de 4 melodías atribuibles a las trovairitz.

LA CONDESA DE DIA

En el grupo de las trovairitz más importantes se encuentra una dama conocida como la condesa de Dia.

Se conservan cuatro composiciones de su autoría escritas en lengua d’oc: Ab joi et ab joven m’apais, Estat ai
en greu cossirier, Fin ioi me don’alegranssa y A chantar m’er de so q’ieu non volria.

Esta última se trata de la única canción trovadoresca compuesta por una mujer cuya música se conserva
intacta.

Los poemas a menudo eran acompañados por la música de una flauta.

Sus canciones muestran a la condesa como una mujer audaz que rompe con el tópico de la mujer pasiva, que
nunca toma la iniciativa amorosa y no manifiesta explícitamente sus deseos.

Proclama abiertamente el amor adúltero, prohibido, pero arrebatador, pasional y trágico.

BEATRIZ O ISOARDA

La identidad de la condesa de Dia es confusa.

Partiendo de la escuálida “Vida” (breve biografía escrita en prosa y en occitano, y redactada por un trovador o
una trobairitz):

“ La comtessa de Dia si fo moiller d’ En Guillem de Petieus,


bella domna e bona. Et enamoret se d’En Raimbaut d’Aurenga,
e fez de lui mantas bonas cansos”.

“La Condesa de Dia fue mujer de Guillermo de Poitiers,


una señora bella y buena. Y se enamoró de Rimbaud de Orange,
e hizo sobre él muchas bellas canciones”.

Se cree que su nombre era Beatriz, nacida hacia el año 1140 e hija del conde Isoard II de Dia (ciudad
provenzal situada sobre el río Drome).

Educada, culta y bella habría sido esposa de Guillermo de Poitiers, conde de Viennois.

Estando casada posiblemente amó al famoso trovador Rimbaud de Orange, al que le dedicó algunas de sus
obras.

Otra opinión señala que el auténtico conde de Dia, Isoard, tuvo una hija llamada Isoarda, que se casó con
Raimon d’Agout antes de 1184 y que murió entre 1212 y 1214.
Isoarda vivía a poca distancia de Aurenga, cuyos señores estaban emparentados con su marido. Chauza y
Guilhem III d’Aurenga tuvieron un hijo llamado Raimbaut IV d’Aurenga, posible autor de tres poesías que
solían ser atribuidas a su tío-abuelo, el famoso trovador que enamora a la condesa de Dia.

Si suponemos que Isoarda, esposa de Raimon d’Agout, era llamada como su padre “Condesa de Dia”,
siguiendo la costumbre de la época, y apoyándonos en los datos de la “Vida”, cuando se dice que la trobairitz
estaba enamorada de Raimbaut d’Aurenga, no hace referencia a su tío-abuelo sino precisamente a Raimbaut
IV.

Entonces se desvela la identidad de la condesa de Dia, era Isoarda de Dia

Me refiero al hecho de que se haya escrito, que los trovadores, eran de origen humilde, cuando era justo lo
contrario; señores míos, el trovador era siempre de origen noble (no en vano, el trovador mas conocido en
nuestra península era Alfonso X El Sabio), en cambio los que si, eran de origen humilde (al menos en su gran
mayoría) eran los juglares y los troveros (aunque estos últimos si tenían tanto origen humilde como ilustre

Cierto es que mayoritariamente fueron de origen noble; aún así, hay constancia de algunos trovadores de
origen humilde, como Bernat de Ventadorn, hijo de un panadero.
Al que el vizconde vio con buenos ojos y acogió.
Dudo que fuera el único.
No seamos tan cerrad@s de miras…
Un lugar agradable, una noche magnífica, la mejor compañía, una cena sustanciosa, buena
conversación, cielo estrellado, postre, regalo y concierto privado. No todo el mundo tiene esa
suerte.

Así conocí la bella cansó de Beatriz de Día en la voz de una joven mujer, Paloma Gutierrez,
acompañada al salterio por Bill Colley.

No podía creerlo. A la luz de las velas y por cortesía de mis anfitriones, se hacía presente el regalo
que nos había preparado maese Reolid. La belleza de la interpretación y el contexto me
emocionaron de tal modo que me hizo decidir indagar en las trovadoras de finales del XII y
principios del XIII, de tan escueta aparente representatividad.

En mi mente aún resuenan las notas de aquella bella noche.

Biblioteca Nacional de Francia


A finales del siglo XI y en el XII surgieron en occitania los trovadores y sus composiciones de amor
cortés. Las corrientes de pensamiento posteriores convirtieron este movimiento en algo
protagonizado en exclusiva por hombres desapareciendo las trovadoras del panorama
historiográfico.

Nada mas incierto. Mas de una veintena de mujeres trovaban y fueron conocidas como Trovairitz.
Estas mujeres, damas de la nobleza y de la alta burguesía le cantaron al amor cortés. Compusieron
cansos (de amor) y tensos (una especie de debate epistolar entre varios compositores), sirventes
(poemas de carácter político), planh (lamento), salut d 'Amor (una carta de amor no en forma
estrófica), alba (canciones amanecer), y balada (canciones de baile). Lamentablemente su trabajo
ha sobrevivido en escasos ejemplos y otras composiciones trovadorescas ni siquiera han llegado
hasta nosotros, caso de pastorelas o canciones malmariee.

Tal vez la primera de aquellas sea Tibors de Sarenom, que estaba componiendo ya hacia mediados
del siglo XII, y la mas reciente Garsenda de Folcaquier, que falleció hacia el final de la primera
mitad del siglo XIII, o Guilleuma de Rosers, compositora de un tenso con Lanfranco Cigala.

Conocemos un poema de Azalais d´Altier, otro de Clara d´Anduza, otro anónimo, uno mas de
Lombarda, otro de Yselda, Alais y Carenza.

De GaudairenÇa, aunque no se conserva, sabemos que escribió coblas e dansas.

Otras famosas trovairitz fueron Almucs de Castelnau, Azalais de Porcairagues, Iseut de Capio,
Lombarda, María de Ventadorn y Gormonda de Monpeslier.

La suerte quiso que llegaran a nosotros tres o cuatro composiciones de Castelloza y otras cuantas
de la Commtessa de Día.
De todas las composiciones de las trovadoras compositoras en lengua de Oc, sólo se han
conservado unos 23 poemas y alrededor de 4 melodías.

Algunas fuentes históricas explican la existencia de estas mujeres y su importancia, libertad e


independencia artística a la luz del momento y circunstancias históricas que las tocó vivir, en
consonancia con las cruzadas y el papel que asumen mientras los esposos luchan lejos.

Beatriz, Condesa de Dia (1140-1175)

“La Condesa de Dia fue mujer de Guillermo de Poitiers, una señora bella y buena. Y se enamoró de
Rimbaud de Orange, e hizo sobre él muchas bellas canciones”

No deja de ser muy chocante esta frase pues encierra conceptos patriarcalmente contrapuestos
muy bien expuestos en el trabajo que le dedicó Josemi Lorenzo.

A esta señora buena y bella, de identidad real aún desconocida, se la ha querido identificar como
hija del Conde Isoardo II de Die, aunque también pudo ser hija de Guiges IV y el título de Condesa
de Dia lo habría adoptado tras casarse con Guillermo I de Poitiers, quien tenía posesiones en el
condado de Die.

Realmente es muy poco lo que conocemos del personaje histórico, aunque sabemos de la fama
que sus poemas y cansos tuvieron en su época, ya que los manuscritos que los referían corrieron
por toda Francia y el norte de Italia.
Lo cierto es que esta trovairitz fue la autora de la única pieza cantada escrita entonces y que ha
llegado hasta nosotros, titulada "chantar m'er de so qu'eu no volria", un tema de desamor. La
música de esta canso solo se encuentra en Le manuscript di roi, una colección de canciones
copiadas en torno a 1270 para Carlos de Anjou, el hermano de Luis IX.

A chantar m’er de so qu’ieu non volria / Ahora deberé cantar de lo que no querría,

tan me rancur de lui cui sui amia, / tanto me lamento del que soy amiga,

car ieu l’am mais que nuilla ren que sia:/ pues le amo más que a cualquier cosa en el mundo

vas lui no .m val merces ni cortesía / pero no valen ante él ni la piedad ni la cortesía

ni ma beltatz ni mos pret ni mos sens,/ ni mi belleza, ni mi valor, ni mi juicio,

c’atressi .m sui enganad’e trahïa / porque soy engañada y traicionada

com degr’ esser, s’ieu fos desavinens./ como sucedería si fuera poco agraciada.

D’aisso.m conort car anc.non fi faillenssa,/ Me conforto pensando que jamás y de ningún modo

amics, vas vos per nuilla captenenssa, / cometería equívoco hacia vos, amigo,

anz vos am mais non fetz Seguis Valenssa,/ sino que os amo más de lo que Seguis amó a Valensa,

e platz mi mout quez eu d’ámar vos venssa/, y me agrada venceros en amor,

lo mieus amics, car etz lo plus valens / amigo mío, porque sois el mejor;

mi faitz orguoill en ditz et en parvenssa,/ sois orgulloso conmigo en las palabras y en los modos,

e si etz francs vas totas autras gens./ mientras que os mostráis amables con todos.

Be .m meravill com vostre cors s’orguoilla/ Me sorprende como hacia mí vuestro corazón se
muestra duro,

amics, vas me, per qu’ai razon qu’ieu .m duoilla;/ amigo, por lo que tengo razón para dolerme;

non es ges dreitz c’autr’amors vos mi tuoilla / no es justo en absoluto que otro amor os aparte de
mí,

per nuilla ren qu’ie .us diga ni acuoilla;/ sea lo que sea lo que os diga o conceda;

e membre vos cals fo .l comenssamens /¡y recordad cuál fue el inicio de nuestro amor!

de nostr’amor! Ja Dompnedieus non vuoilla/ el Señor Dios no quiera

qu’en ma colpa sia .l departimens./ que sea mía la culpa de la separación.


Proesa grans qu’el vostre cors s’aizina/ La noble virtud que habita en vuestro corazón

e lo rics prtez qu’avetz m’en ataïna,/ y el alto valor que poseéis me intimidan,

c’una non sai, loindana ni vezina,/ pues no conozco dama cercana o lejana,

si vol amar, vas vos non si’ aclina;/ que, dispuesta a amar, no sea atraída por vos.

mas vos, amics, etz ben tan conoissens/ pero vos, amigo, tenéis tanto juicio

que ben devetz conoisser la plus fina,/ que bien debéis conocer la más perfecta;

e membre vos de nostres covinens./ y acordaos de vuestro pacto.

Valer mi deu os pret e mos partages/ deben ayudarme mérito y nobleza

e ma beltatz e plus mos fis coratges,/ y la belleza y aún más la sinceridad de ánimo,

per qu’ieu vos mandad lai on es vostr’ estatges/ por ello os mando allá donde moráis

esta chansson que me isa messatges:/ esta canción, que sea mi mensajera;

ieu vuoill saber, lo mieus bels amics gens,/ y quiero saber, mi gentil y bello amigo,

per que vos m’etz tanta fers ni tant salvatges,/ por qué sois tan altanero y cruel conmigo:

non sai, si s’es orguoills o maltalens./ no sé si por orgullo o mal talante.

Mas aitan plus vuoill li digas messatges,/ Más aún quiero que os diga el mensajero:

qu’en trop d’orguoills o ant gran dan maintas gens./ por demasiado orgullo mucha gente ha
sufrido gran daño.

Traducción procedente de: Las Trovadoras, poetisas del amor cortés. Ed. Horas y Horas, 1997.

Además, se conservan otros poemas, todos ellos del mismo género: Ab joi et ab joven m'apais, ,
Estât ai en greu cossirier y Fin ioi me don'alegranssa. Tal vez compusiera también una tenso,
atribuida tradicionalmente a Rimbaud

d´Aurenge.
Su carácter independiente y decidido se pone de manifiesto en su expresión del deseo carnal y la
sensualidad hacia su amante, tal y como se recoge en el poema Estât ai en greu cossirier, una de
las mas bellas poesías de amor, según Martí de Riquer, cuya traducción sigue estas líneas:

He estado muy angustiada

por un caballero que he tenido

y quiero que por siempre sea sabido

cómo le he amado sin medida;

Ahora comprendo que yo me he engañado,

porque no le he dado mi amor,

por eso he vivido en el error

tanto en el lecho como vestida.

Cómo querría una tarde tener

a mi caballero, desnudo, entre los brazos

y que él se considerase feliz

con que sólo le hiciese de almohada,

lo que me deja más encantada

que Floris de Blancaflor:

Yo le dono mi corazón y mi amor,

mi razón, mis ojos y mi vida.

Bello amigo, amable y bueno,

¿cuándo os tendré en mi poder?

¡Podría yacer a vuestro lado un atardecer

y podría daros un beso apasionado!

Sabed que tendría gran deseo

de teneros en el lugar del marido,

con la condición de que me concedierais

hacer todo lo que yo quisiera.


En todos los casos el papel femenino es protagonista de sus decisiones y reclama la atención y el
amor de una forma tan abierta y clara que resulta sorprendente para la mentalidad medieval
posterior que ninguneó y borró su rastro.

Leo que los poemas de Beatriz de Día eran acompañados por música de flauta e intento imaginar
como sería escucharlos. Una delicia, sin duda.

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