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Bogotá DC, febrero 11 de 2022

Las organizaciones y recicladores de oficio de la ciudad de Bogotá DC, abajo


firmantes, muy respetuosamente nos dirigimos a ustedes a fin de exponerle una
serie de irregularidades que ha cometido y sigue cometiendo el ente territorial
adscrito a la alcaldía de Bogotá “Unidad Administrativa Especial de Servicios
Públicos” (UAESP) en contra de las Organizaciones de Recicladores de Oficio
debidamente registradas ante la Superintendencia de Servicios Públicos
Domiciliarios (SSPD) vulnerándoles de esta manera los derechos fundamentales
a la igualdad, al trabajo y a la actuación de buena fe.

Siendo así, comenzamos con hacer una cronología de los hechos a fin de colocar
en contexto y ustedes puedan analizar y tomar una decisión en cuanto al apoyo que
necesitamos en esta lucha por nuestros derechos, consagrados a partir de las
sentencias de la H. Corte Constitucional colombiana y determinados y establecidos
mediante el Decreto 596 del año 2016 y que se han venido violando
sistemáticamente por este ente territorial, quebrantando así los derechos genuinos
de las personas y familias que día a día generan sus recursos monetarios para su
subsistencia diaria, a sabiendas que el numeral 36 del artículo 2.3.2.1.1 del
Decreto Único Reglamentario 1077 de 2015, adicionado por el Decreto MVCT
596 de 2016, definió a los Recicladores de Oficio como “(…) persona natural que
realiza de manera habitual las actividades de recuperación, recolección, transporte,
o clasificación de residuos sólidos para su posterior reincorporación en el ciclo
económico productivo como materia prima; que deriva el sustento propio y familiar
de esta actividad”.

En un primer momento podemos asegurar que las sociedades no son estáticas, su


ritmo siempre augura transformación y crecimiento, salvo procesos de guerras
donde se pierden muchas vidas en corto tiempo. Las sociedades van en aumento
de la población y otros elementos que son productos de este fenómeno, como por
ejemplo la generación de basura y mayor impacto ambiental por el mayor consumo
de bienes y servicios. Situación que deja claro que la sociedad bogotana de hace
10 años no es la misma de hoy día. Ha aumentado ciertamente el número de
habitantes y con ello la incorporación de una mayor cantidad de personas al campo
laboral. De ahí que la cantidad de personas dedicadas al reciclaje también se ha
incrementado, e igualmente las cantidades de organizaciones dedicadas a esta
actividad ha venido creciendo al mismo ritmo de las exigencias y a la libertad que
existe en nuestro país para emprender legalmente una forma de subsistir en un
mundo tan competitivo. Queremos decir con esto ultimo que la cantidad de
personas y de organizaciones dedicadas al reciclaje como modo de vida, no es la
misma de hace 5 años o 10 años.

Por lo expuesto hasta aquí, queremos recordar que mediante sentencias T-724 de
2003 y T-291 de 2009, así como en los Autos 268 de 2010; 183 de 2011; 189 de
2011; 275 de 2011;275 de 2011; T-783 de 2012; 366 de 2014; 118 de 2014; y 587
de 2015 la H. Corte Constitucional se pronunció por los Recicladores de oficio
como sujetos de especial protección constitucional y sobre la necesidad de
promover acciones afirmativas a su favor. Esto a su vez forzó a que la legislatura
colombiana en el año 2016 emitiera el Decreto 596, que entre otras cosas abrió las
puertas para que los recicladores de ese entonces pudieran formalizarse y ser
reconocidos como organizaciones prestadoras de Servicios Públicos en la actividad
de aprovechamiento “Progresividad para la formalización de los recicladores de
oficio como personas prestadoras de la actividad de aprovechamiento en el servicio
público de aseo en los términos del artículo 15 de la Ley 142 de 1994”. igualmente
estableciendo las pautas y de manera general encaminando a los demás entes a
cumplir con lo que es letra de Ley. De hecho, esta legislación no se firmó solamente
a favor de las organizaciones y recicladores que había en ese tiempo, la ley es a
favor de todos los recicladores de ese entonces y de los que se vayan incorporando
paulatinamente a esta actividad tan necesaria en este mundo contaminado.

A nuestro entender, una vez emitidos y establecidas estas leyes que otorgan
derechos a los recicladores, por supuesto que los entes territoriales deben o -es el
deber ser- de acatar el tema jurídico. Que el numeral 85 del artículo 2.3.2.1.1 del
Decreto Único Reglamentario 1077 de 2015, adicionado por el Decreto MVCT 596
de 2016, definió a las Organizaciones de Recicladores de Oficio como
“organizaciones que en cualquiera de las figuras jurídicas permitidas por la
normatividad vigente, incluyan dentro de su objeto social la prestación del servicio
público de aseo en la actividad de aprovechamiento, se registren ante la
Superintendencia de Servicios Públicos Domiciliarios (SSPD) y estén constituidas
en su totalidad por recicladores de oficio.”

De manera que es la SSPD la primera instancia que determina quien o no es


organización de recicladores de oficio. Si esto es así, una organización que ya
cumplió los pasos de inscripción ante la SSPD debe ser -ya- considerada
legalmente como organización de recicladores de oficio. Sin embargo, al parecer en
la realidad esto no es así. Ya que existen organizaciones con mas de 4 años de
fundadas, con certificación de existencia en Cámara de Comercio, legalmente
constituidas, registradas, supervisadas, y contraladas por los entes, que al cabo de
ese tiempo no son consideradas como tales, ya que no están inscritas en el RUOR,
especie de data que lleva un ente territorial.

No obstante, estas mismas organizaciones mantienen una comunicación con dichas


entidades públicas, donde son descritas como tales. Eso lo podemos observar en
los diferentes oficios que enviá la SSPD y UAESP al referirse a nosotros como
Organizaciones de Recicladores de Oficio. Además, uno de los pasos para
registrarnos como tales ante la SSPD es llenar un formulario donde nos acogemos
al régimen de formalización progresiva. Derecho que tenemos para ponernos al día
en los temas financieros, administrativos, técnicos operativos, y comerciales en un
término de 5 años, y que hoy día se extendió a 8 años.

La UAESP como ente territorial debe estar en la obligación de acatar la normativa


que nos regula, pero que también les exige a ellos acciones positivas para con
nosotros. Esto no se ha realizado en la realidad. Las resoluciones, decretos y demás
instrumentos jurídicos que se legislen o se firmen en un ente territorial, no pueden
colindar, ni tener mayor jerarquía que la legislatura nacional. Esto es aquí en
Colombia y a nivel mundial por lo del derecho positivo, salvo en las dictaduras que
conocemos.
De manera, que la UAESP al no permitir el registro en el RUOR a las organizaciones
recicladoras debidamente registradas ante la SSPD se considera una violación
fragrante de los derechos establecidos.

La UAESP se ha convertido en un ente que filtra y estigmatiza a las asociaciones


de recicladores que solicitan el RUOR. Ciertamente cuando hacemos una
retrospectiva de las acciones que ha realizado la UAESP sobre el tema del RUOR,
observamos que desde hace mas de 3 años no han actualizado este proceso de
inscripción. Tanto es así, que según su propio página WEB siguen apareciendo las
mismas cantidades de organizaciones desde hace 3 años. Aquí se demuestra que
la UAESP no acata la norma establecida en el parágrafo 2 del artículo 12 de la
Resolución 276 de 2016 proferida por el MVCT establece: “Parágrafo 2°. El
censo oficial de recicladores será el reportado por los municipios o distritos en los
términos y condiciones que establezca la Superintendencia de Servicios Públicos
(SSPD). Si en el marco de lo dispuesto en el parágrafo 2 del artículo 2.3.2.5.5.1 del
Decreto número 1077 de 2015, adicionado por el Decreto número 596 del 11 de
abril de 2016, el municipio o distrito realiza una actualización en el censo de
recicladores, el resultado deberá ser reportado a la SSPD.”

A esto se le suma la inoperancia y la negación en la inscripción no solo de las


organizaciones sino también a los propios recicladores de oficio que de manera
individual procuran ante la UAESP de validar el Registro RURO. Se observa desde
hace mas de 2 años, -precisamente en época de la pandemia- como a los
recicladores les obstaculizaron su derecho al RURO, al realizarle las respectivas
visitas en sus microrrutas para constatar, las hacen de forma intempestiva, sin
previa comunicación con el reciclador. A todas estas el reciclador desconoce los
resultados de la visita o la toma de decisión por parte de la UAESP. En todo caso
y como precisamente la UAESP no admitió a nuevos recicladores en el registro, ya
que las visitas que realizaron de sorpresa con toda la mala fe del funcionario ya que
las realizaron con el propósito de negar el registro, a sabiendas que por estar en
pandemia nadie está exento de enfermarse y que en algún momento no pueda
atender a su ruta de reciclaje por tener quebrantos de salud. Así la UAESP
unilateralmente levanta el informe de visita y niega rotundamente la inscripción del
registrador en el RURO. También muchas veces, la UAESP al momento de realizar
la visita y al no encontrar el reciclador en su microrrutas, toma la decisión de realizar
la visita nuevamente en 2 o 3 meses, mientras tanto las organizaciones que
requieren de que sus afiliados estén en el sistema RURO, son amonestadas por la
SSPD por no cumplir con lo establecido legalmente, llegando hasta el punto de tener
medidas de aplazamiento de las toneladas aprovechables cargadas en el sistema
SUI.

A todo esto, se le suma precisamente la Resolución SSPD 20211000482115 del


13 de septiembre de 2021 con la cual la SSPD giró instrucciones a los entes
territoriales para que actualizaran la data de las asociaciones de recicladores en
todo el territorio nacional. Actividad que a nuestro entender debió haber sido
realizada periódicamente la UAESP, ya que es ley. Una vez que se firmó el
ejecútese de esta resolución la UAESP viendo el llamado de ley, comenzó a
comunicarse con las organizaciones de recicladores que hacen vida en Bogotá.
Tratando de solventar y ponerse al día la actividad que debería de haber estado
actualizada. Así, la UAESP se comunicó con nosotros y nos solicito una serie de
documentos que nos acreditan como tales recicladores de oficio. Pero el caso es
que, solo ellos determinan quien es o no es reciclador de oficio, vulnerando todos
los derechos al trabajo y demás prorrogativas constitucionales. Esta resolución
encaminó a los entes a ponerse al día para el pasado 30 de noviembre, donde
debieron actualizar la data de las organizaciones. Siendo que en esa actualización
entregada a la SSPD aparecieron las mismas cantidades de organizaciones de
hacia 3 años. Porque la UAESP no había hecho su trabajo. Sino solo supeditándose
a las subjetividades que emanan de sus funcionarios. Nosotros como
organizaciones de recicladores de oficio no pertenecemos a ninguna confederación,
ni federación. De manera que no tenemos representantes. Estamos ajustados a las
leyes y las cumplimos. Que tengamos falencias en cuanto a procesos
administrativos, financieros y técnicos operativos es un problema que los vamos
solucionando paulatinamente en los términos del régimen de progresividad.
Hacemos hincapié, que el deber ser de la UAESP es admitir las solicitudes de todas
las organizaciones que requieren de este registro, no negarse. Deben de visitarlos,
orientarlos, ayudarlos, cooperar y solicitar los documentos y registrarlos con su
caracterización. No es función de este ente determinar, quien es o no es reciclador
de oficio.

Ya para finalizar, queremos dejar claro ante las instancias que protegen al pueblo,
que aquí estamos en pie de lucha distintas organizaciones de recicladores de oficio,
unas con más tiempo y otras con menor tiempo realizando la actividad de
aprovechamiento, inscritas y registradas ante el máximo organismo como lo es la
SSPD. Defendemos nuestros derechos, pero también reconocemos que los entes
públicos encargados de la supervisión y control de este tipo de organizaciones
deben actuar bajo los preceptos legales y en ningún caso obstaculizar los procesos
consagrados en las mismas.

Sin más, esperamos que nuestra lucha sea un verdadero impulso para otras
asociaciones que tienen el mismo problema con la UAESP, firmamos y sellamos la
presente comunicación:

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