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Guia de lectura Labov 1997 (o Labov, episodio3)

Lo que comanda el relato no es la voz: es el oído

Italo Calvino. Las ciudades invisibles

Estuvimos viendo los trabajos de Labov sobre variación y su primera aproximación al tema de las
narrativas. Si bien decimos que se “topó” con las narrativas mientras buscaba modos de conseguir
volumen de habla vernácula para estudiar variación, rápidamente descubrió que eran un gran
objeto de estudio. En el trabajo de 1967 que ya vimos, junto con Waletzky definieron y describieron
a la narrativa oral de experiencia personal, lo que abrió un amplio espacio de reflexión y estudios.

En este trabajo posterior (¡30 años!), Labov vuelve a definir la narrativa, e incorpora algunos
elementos importantes a partir de dos premisas centrales (que ya habían esbozado entonces, y que
retoma con más claridad ahora):

 Que la pregunta que genera una narrativa es sobre aquello que efectivamente sucedió, y
 Que la posibilidad “éxito” de una narrativa depende en gran medida de la capacidad de
quien narra, de retener el turno de habla (y con ello, o para ello, la atención de la audiencia)
El primer elemento “nuevo”, es el de la cláusula secuencial (aquella que está separada de otra por
una juntura temporal). La incorporación de este concepto en la definición de la narrativa, responde
a la necesidad de definir las clausulas narrativas (aquellas que no pueden “cambiarse” de lugar sin
alterar el orden de los sucesos relatados) y diferenciarlas de las libres (que son aquellas que aportan
información válida para toda la narrativa, motivo por el cual podrían ubicarse en cualquier lugar, sin
alterar la interpretación del orden de los hechos narrados.
Como en 1967, la pregunta que inquieta a Labov sigue siendo por qué contaríamos cosas que no
sucedieron (por medio del uso de cláusulas modales, futuras y negativas, por ejemplo) como
respuesta a una pregunta sobre qué fue lo que sucedió.
En este trabajo la respuesta viene de la mano de la ampliación del concepto de evaluación (que se
acuerdan que en 1967 la ubicaban en un segmento particular de la narrativa, justo antes de la
resolución del conflicto). Reconoce ahora tanto la existencia de este segmento como la existencia
de cláusulas evaluativas “diseminadas” en distintos puntos de la narrativa, si bien mantiene la idea
de que previo a la resolución del conflicto suele aparecer un conjunto de cláusulas evaluativas que
detiene el relato y genera cierto clima de dramatismo.
El otro elemento clave que se suma en este trabajo es el de narratividad (sean amables, que la
traducción es nuestra y el término en inglés- reportability- tampoco era muy lindo). Dado que le
hablante requiere de más de un turno, o de un turno lo suficientemente extenso para poder
desarrollar su narrativa, debe hacer que ésta sea lo suficientemente interesante. Para ello, Labov
elabora la noción de evento más narrable, sin el cual no existe la narrativa. ¿Vieron que insistimos
bastante en la idea de que las narrativas que deben conseguir no pueden ser relatos sobre hechos
habituales, sino que deben contar un hecho extraordinario? Bien, a partir de ahora, ese hecho
extraordinario es el evento más narrable. Esto no quiere decir que necesariamente tengo que haber
tenido contacto con extraterrestres o haber peleado contra una pandilla completa en la calle para
que mi narrativa sea válida. Simplemente debe ser un hecho menos común que el resto
Sin evento más narrable, no tenemos narrativa entonces. Pero ¿cuán narrable puede ser una
narrativa? ¿Bastaría para retener el turno y la atención de mi audiencia, que yo contara una
narrativa cuyo evento más narrable fuera que vencí a Voldemort en una pelea? Si bien se trata de
un hecho poco común y bastante “taquillero”, ¿cuántxs de lxs que me escuchan van a seguir
escuchando mi relato? A este conflicto Labov lo llama la paradoja de la informatividad. Quien narra
debe contar un evento narrable y a la vez creíble. Recuerden que una narrativa trata sobre
experiencias personales de le narradore, por lo que una de sus preocupaciones es que le crean lo
que cuenta (de lo contrario, pueden tildarlo de mentiroso o escuchar sus anécdotas como historias
fantásticas, ambas cosas que atentan contra su imagen, ya sea de persona o de narrador).
Lo interesante es que para Labov toda la estrategia de le narradore parte de este evento más
narrable, al que llama evento-0, y sobre el que se construye toda la narrativa como una cadena
ascendente en la que le narradore establece un sistema causal para los hechos que cuenta.
A esta cadena de causalidad se suma la asignación de elogio y culpa a lxs participantes de la
narrativa, que refleja la opinión de le narradore sobre aquello que cuenta.
Además, las narrativas se construyen desde el punto de vista (físico) de le narradore. Los hechos se
relatan en el orden en el que aparecen ante su vista, dado que le narradore intentará contar eventos
objetivos. A este respecto Labov sostiene que objetivo refiere a hechos conocidos a partir de la
propia experiencia (no recuerdos o sensaciones, por ejemplo)

Algunas preguntas para organizar la lectura


¿Qué diferencia hay entre la definición de narrativa de 1967 y la de 1997?
¿Qué relación se puede establecer entre las diferentes partes de la estructura narrativa propuesta
por Labov y Waletzky en el ´67 y a distinción de cláusulas libres y narrativas?
¿Cómo define Labov la paradoja de la informatividad? ¿Qué consecuencias trae para quien narra,
violar esta paradoja?
¿Qué quiere decir Labov con una “teoría personal de la causalidad”?
¿Qué diferencias hay en la concepción de la evaluación entre este trabajo y el anterior que vimos?

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