1) NARRATIVA CORPORAL/AUTOBIOGRAFÍA: En el siguiente texto describo mi reconstrucción corporal y hago una reflexión sobre mi experiencia en los cambios corporales. Mi aprendizaje corporal y comportamiento estuvo a cargo y corregido por mis padres, me contaron que empecé de pocos meses a imitar sus gestos y a balbucear (hacia ojitos, sacaba la lengua, saludaba, imitaba el el gesto de tirar beso, etc.) No era de llorar mucho salvo cuando tenía hambre, sueño o estaba sucia de pañal (en ese entonces eran de tela). Inquieta por querer movilizarse atenta a lo que pasaba a mi alrededor empecé a pararme sola y caminé al año y dos meses. Luego recuerdo mi infancia entre los cinco y once años, mis juegos preferidos eran: las muñecas, la casita, la escuela, el tejo, el elástico, las escondidas y saltar la soga, las corridas eran largas jornadas de juegos que incluían el mayor esfuerzo físico para lograr ganar. Recuerdo recorrer muchas horas en bicicleta para llegar al colegio, en ese entonces vivía en el campo y por día hacíamos de trayecto ocho kilómetros junto con mi hermana. En el colegio primario recuerdo la actividad física muy entretenida con juegos como el quemado, las carreras de sacos, correr, tiro al aro, imitación de movimientos, entre otros incluían elementos como la soga, pelota, aros, y las redes que también estaban incluidos para practicar deportes. Mis ganas y diversión estaban siempre de la mano para realizar las actividades que despertaban mi curiosidad, asombro y creatividad a la hora de aprender, siempre en compañía de compañeros de colegio y “amigos” que me acompañaban en esa edad escolar. Mi adolescencia comenzó a los trece años con un marcado cambio en mi cuerpo, que despertó mi preocupación e inseguridades haciendo que mi aceptación corporal llevara mucho tiempo, aumento mi timidez, afianzo amistades y delimito mi capacidad de comportarme y establecer límites. El deporte o la actividad física no me acompaño en mi adolescencia, en la secundaria fue donde practicaba gimnasia con música, atletismo y algunos deportes. Aprendí a conectar con mi cuerpo haciendo lo que me gusta, reconocer mis sentimientos sin juzgarlos, apreciar lo que soy y agradecer, practicando siempre el optimismo. Para concluir hoy defino a mi cuerpo como un envase, con distintas etiquetas que van colocando las personas influenciadas por el momento, las circunstancias y las experiencias vividas. Pienso mi rol como persona, mujer y madre siendo más empática y menos prejuiciosa comprendiendo que este rol se construye. Entiendo que las desigualdades no van a desaparecer, pero es un momento interesante y productivo para hacer nuestro aporte y romper algunas barreras. “DAR EJEMPLO NO ES LA PRINCIPAL MANERA DE INFLUIR SOBRE LOS DEMÁS. ES LA ÚNICA MANERA “ Albert Einstein. 2) LÍNEA DEL TIEMPO: