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¿Qué es morbilidad?

La morbilidad es un indicador epidemiológico que refleja cuántos individuos están


enfermos. Este dato hay que referirlo a un lugar y tiempo concretos, para poder determinar
el impacto del problema de salud. Es lo que se llama tasa de morbilidad. Así se puede
analizar la evolución de la enfermedad y por tanto su capacidad para dañar a la población.
También permite precisar los grupos de riesgo.

Esta información es recogida principalmente en hospitales y centros de salud. Con ella, los
investigadores avanzan hacia la deducción de las causas. Una vez determinadas, se pueden
proponer soluciones. La prevención -cuando es posible, es clave para disminuir la
morbilidad. Los profesionales sanitarios, en el ejercicio de sus funciones dentro de sus
especialidades, aconsejan sobre la adopción de medidas preventivas y aseguran su
cumplimiento.
Comunicación y participación del paciente
 La Comunicación Participativa parte de un proceso continuo de planificación, acción,
evaluación y vuelta a empezar; su principal interés es la acción con base en un proceso
de reflexión y toma de conciencia que genera conocimiento colectivo entre los
participantes, permitiéndoles interpretar, conocer y transformar la realidad.  
De acuerdo con un documento de la Organización Mundial de la Salud (Healthy People
2010, volumen I), la comunicación en salud abarca el estudio y el uso de estrategias de
comunicación para informar e influenciar decisiones individuales y comunitarias que
mejoren la salud
Comunicación participativa en salud

El concepto de comunicación participativa parte del supuesto de que aquellos afectados por las
decisiones, deben estar involucrados en la toma de estas. Es decir, la efectividad de los programas
y las campañas de comunicación orientadas hacia el cambio de actitudes y comportamientos,
depende de la participación activa de la comunidad afectada en la implementación de estrategias
de prevención o promoción que a su vez tengan en cuenta la realidad social y cultural de la
comunidad. El proceso de comunicación horizontal juega un papel esencial para posibilitar la
participación de la comunidad de una manera igualitaria en la toma de decisiones que afectan sus
vidas. Este proceso se basa en el diálogo, aunque se empleen distintos medios de comunicación,
ya sean tradicionales o modernos.

Cuando son utilizados por la comunidad, los medios masivos de comunicación tienen la posibilidad
de actuar como instrumentos efectivos en la transmisión de conocimiento que promueva cambios
sociales y conlleve a la sostenibilidad de las iniciativas. Desde este punto de vista, no se puede
separar la teoría de la práctica, y en toda acción práctica se expresa un conocimiento o saber sobre
la realidad que es necesario explicitar. Según Paulo Freire, el pueblo posee un conocimiento
práctico, vital, empírico que le ha permitido sobrevivir, interpretar, crear, producir y trabajar por
siglos con medios directos naturales. Este conocimiento popular tiene su propia racionalidad y su
propia estructura de causalidad que conviene empezar por tratar de entender en lo que tienen de
propio y específico. En las comunidades existe una filosofía espontánea contenida en el lenguaje
(como conjuntos de conocimientos y conceptos), en el sentido común y en el sistema de creencias
que, aunque es disperso a nivel general, tiene el valor para articular la práctica diaria.

Según lo expresado por Gumucio-Dagrón (Comunicación para la Salud:el Reto de la Participación),


es importante que durante la implementación de estrategias para la comunicación en salud, el
compromiso de las comunidades implique no sólo la participación de estas en todo el proceso de
diagnóstico, planificación y ejecución de los programas, sino también su cooperación en el
fortalecimiento de las organizaciones sociales que finalmente permita que la población se
constituya como un interlocutor válido y con poder suficiente para convertirse en parte activa de
las intervenciones.

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