En este clásico de Platón los temas generales son la crítica a la democracia, opinión
de la mayoría, justicia y leyes. Como tema central tenemos la importancia de las
leyes en la Grecia Antigua. La historia empieza con Sócrates, antiguo filósofo y maestro griego, en prisión. Sócrates es acusado de impiedad y de corrupción a menores, por tales acusaciones es condenado a muerte. Es entonces, mientras está encerrado que entabla una conversación con Critón -quién era discípulo suyo-, quién le propone escapar de la cárcel. En esos tiempos la relación entre alumno y maestro era muy estrecha, tanto que los alumnos idolatraban a sus maestros. Podemos notar en la historia cómo Critón estaba dispuesto a hacer lo que fuera necesario, con tal de que su maestro saliera de la cárcel. Critón idea un plan para que Sócrates escape y huya a un pueblo cercano, con su familia. Socrátes le informa que ha tenido un sueño dónde se ha insinuado que morirá al siguiente día, tomando ese como su último día con vida y aceptando su destino. Lo importante de este diálogo gira en torno a la respuesta de Sócrates, quién se niega a escapar y expone la gravedad de lo que implica cometer tal injusticia, sería cómo despojarse de la patria. La patria es una madre que da identidad, las leyes han formado a Sócrates y por eso debe obedecerlas. Sócrates argumenta que huir sería injusticia contra injusticia y que es mejor ser víctima de una injusticia que cometerla. Con el pueblo en su contra, Sócrates no tendría muchas posibilidades de huir con su familia y pasar desapercibido, ya que su nombre ya está manchado y no podría vivir una vida tranquila porque la desconfiaría de él, además de que todo el prestigio cómo maestro que había tenido toda su vida desaparecería. Cometer una injusticia sería cómo corromper nuestro cuerpo, faltar a nuestros valores y traicionar a nuestra patria, la misma patria que nos ha criado y educado. Se aborda la idea de que, ¿cómo podría Sócrates hablar de obedecer a la leyes y lograr la virtud si él también las rompe? Las leyes hicieron que su padre lo educara, hicieron que sus padres se casaran y lo concibieran. De este modo, huir sería cometer injusticia con las leyes.No es lo mismo el vivir, que el bien vivir, ya que este último significa vivir de forma justa. Vemos aquí un hombre que defiende sus ideales y las consecuencias que estos traen, lo aferrados que eran los griegos de la verdad y a las leyes; no las violarían ni cometerían injusticias, aunque de ello dependiera su vida ni aunque la patria haya cometido una injusticia hacia ellos primero. Sócrates tiene miedo de perjudicar a cualquiera que le ayuda a escapar y más allá, estaría perjudicando a sus hijos y su futuro, ya que sus hijos crecerían sin patria y un hombre sin patria, está perdido y condenado. Para los griegos, el único juez era la verdad, y será éste quien juzgue lo bueno de lo malo, lo justo de lo injusto y lo honesto de lo deshonesto.Vemos aquí un hombre que defiende sus ideales y las consecuencias que estos traen. Hipotéticamente, las leyes dirían a Sócrates que ha sido condenado injustamente por los hombres, no por las leyes. Por eso, se debe de hacer caso no a la mayoría, si no a quien sepa la verdad. Critón al final entiende su postura, como siempre Sócrates ha sido tan correcto que nadie puede debatir.