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AÑ ADIENDO TENACIDAD Y VALENTÍA

Textos Clases Discipulares, Temporada 2 / Por Abel ballistreri / septiembre 10, 2021

valentía

La valentía como virtud que reviste el alma es aquella que nos permite aceptar toda forma de sufrimiento que
venga a nosotros por causa de hacer lo correcto. Es una virtud que se despierta y refuerza cuando podemos ver
un destino claro, donde el poder del amor espiritual crece y se manifiesta.

La valentía como virtud que reviste el alma es aquella que nos permite aceptar toda forma de sufrimiento que
venga a nosotros por causa de hacer lo correcto.

Tabla de Contenido

TENACIDAD Y VALENTíA

Definamos Valentía

Definamos Tenacidad

EL ALMA Y EL TEMOR A LA MUERTE


VALENTÍA Y TENACIDAD EN LA GRACIA DE DIOS

CÓ MO AÑ ADIR TENACIDAD Y VALENTÍA

TENACIDAD Y VALENTíA

Definamos Valentía

Hay tres palabras griegas que expresan aspectos diferentes de la valentía:

Tharréo: Valentía ante la muerte.

Parresiá zomai: Valentía para hablar la verdad.

Tolmá o: Valentía para lograr grandes cosas para Dios.

La valentía es aquella virtud que desaloja en el alma toda forma de miedo y ansiedad para llegar al destino
propuesto por Dios. Es por eso que Dios ordenó a Josué: “esfuérzate y sé valiente”.

Definamos Tenacidad

La tenacidad es una virtud que se potencia con la valentía y es aquella que nos conduce a alcanzar metas,
sabiendo que vendrá n dificultades.
El diccionario de la RAE dice acerca de “tenaz”:

Que se pega, ase o prende a una cosa, y es dificultoso de separar.

Que opone mucha resistencia a romperse o deformarse.

Firme, porfiado y pertinaz en un propó sito.

EL ALMA Y EL TEMOR A LA MUERTE

Cuando el evangelio es recibido sin mezclas humanas, debe producir un efecto inevitable: el desarraigo del
alma del temor a la muerte.

Hebreos 2:14-15 dice: “Así que, por cuanto los hijos participaron de carne y sangre, él también participó de lo
mismo, para destruir por medio de la muerte al que tenía el imperio de la muerte, esto es, al diablo, (15) y librar
a todos los que por el temor de la muerte estaban durante toda la vida sujetos a servidumbre”.

El temor a la muerte es una de las esclavitudes má s poderosas que somete al hombre sin Dios. Este temor
gobierna muchas de las conductas y decisiones humanas que producen como fruto mal y tinieblas.
La revelació n del amor de Dios desaloja el temor y conduce al alma a una posició n de sabiduría en el temor de
Dios. Es por eso que podemos aseverar que la valentía es una virtud que nos conduce a manifestar la libertad
que nos ha sido otorgada en la Cruz de Cristo.

Proverbios 14:27 dice: “El temor de Jehová es manantial de vida para apartarse de los lazos de la muerte”.

1 Juan 4:18 dice: “En el amor no hay temor, sino que el perfecto amor echa fuera el temor; porque el temor lleva
en sí castigo. De donde el que teme, no ha sido perfeccionado en el amor”.

Esta virtud despierta en los llamados a salvació n la valentía que el camino exige en el diario vivir.

Apocalipsis 12:11 dice: “Y ellos le han vencido por medio de la sangre del Cordero y de la palabra del
testimonio de ellos, y menospreciaron sus vidas hasta la muerte”.
1 Juan 4:4 dice: “Hijitos, vosotros sois de Dios, y los habéis vencido; porque mayor es el que está en vosotros,
que el que está en el mundo”.

VALENTÍA Y TENACIDAD EN LA GRACIA DE DIOS

La gracia de Dios es la puerta que nos ha dado acceso a las riquezas de la salvació n y al Reino de Dios. Ahora
bien, es necesario conducir a nuestra alma a una forma de vivir en esa gracia. Vivir en la gracia de Dios es
aceptar que no tenemos las fuerzas ni las capacidades de alcanzar aquello que nos es propuesto por el
evangelio.

Vivir en la gracia de Dios es aceptar que no tenemos las fuerzas ni las capacidades de alcanzar aquello que nos
es propuesto por el evangelio.

Vivir en la gracia es creer que el camino propuesto por Dios no está diseñ ado en funció n a nuestros logros o
historia, sino en funció n del poder de aquel que nos llamó . Esto significa entender que somos cortos e
insuficientes, pero que aun así hemos sido llamados por Dios para avergonzar a los poderosos del mundo.
“Pero por la gracia de Dios soy lo que soy; y su gracia no ha sido en vano para conmigo, antes he trabajado má s
que todos ellos; pero no yo, sino la gracia de Dios conmigo”.

1 Corintios 15:10

Es por esto que la valentía y la tenacidad son virtudes que nos llevan a descubrir y acrecentar la expresió n de la
gracia de Dios en nuestras vidas.

1 Corintios 1:26-29 dice: “Pues mirad, hermanos, vuestra vocació n, que no sois muchos sabios segú n la carne,
ni muchos poderosos, ni muchos nobles; (27) sino que lo necio del mundo escogió Dios, para avergonzar a los
sabios; y lo débil del mundo escogió Dios, para avergonzar a lo fuerte; (28) y lo vil del mundo y lo
menospreciado escogió Dios, y lo que no es, para deshacer lo que es, (29) a fin de que nadie se jacte en su
presencia”.

CÓ MO AÑ ADIR TENACIDAD Y VALENTÍA

Pida a Dios sabiduría para establecer metas que le sean firmes y le conduzcan al destino correcto. Determine
ser libre de toda forma de metas que el alma busca alcanzar y que son impuestas por el mundo y sus deseos.
Pida a Dios revelació n de su amor y su evangelio, de tal manera que toda forma de temor a la muerte sea
desalojada de su corazó n y pensamientos. Fortalezca en su corazó n la convicció n y certeza de la vida eterna.

Conduzca a su alma a aceptar la adversidad como parte del camino a transitar, renunciando a toda forma de
desgano, pusilanimidad y temor.

Medite acerca de la importancia de caminar en temor de Dios. Indague al respecto. Ese temor es resultado de la
revelació n misma del evangelio, por lo cual su ausencia es evidencia de nuestra ignorancia.

Ejercite la valentía en declarar la palabra de Dios a quienes le rodean, en amor creciente y paz.

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