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INSTITUTO TECNOLOGICO LAS AMERICAS, MATERIAL DE

RECUPERACION
MATERIAL DE LA CLASE “HISTORIA CONTEMPORANEA”

Reseña Histórica de la Revolución Francesa Antiguo Régimen en toda


Europa Occidental, pero en el Estado francés se torna en la causa principal de
la crisis del campo y los levantamientos campesinos, además de la existencia
de una burguesía que había adquirido conciencia de su papel en cuanto a los
cambios que necesitaba la sociedad francesa de aquel entonces. Existía así
también una oposición generalizada contra reglas económicas y sociales que
favorecían a grupos privilegiados, tal como se indica en la cita siguiente: “…la
mayor parte de la población estaba descontenta a causa de la pobreza y la
obligación de pagar impuestos elevados…” (1) a ello se sumaba la situación del
Estado francés, el cual padecía una grave crisis financiera; gastaba mucho más
de lo que ingresaba, en parte debido al apoyo económico enviado por el
gobierno a las 13 colonias inglesas en la guerra de independencia y por el
costo elevado que representaba la manutención de los grupos privilegiados.
Durante el reinado de Luis XV y Luis XVI, diferentes ministros, trataron sin éxito
de reformar el sistema impositivo y convertirlo en un sistema más justo y
uniforme. Tales iniciativas encontraron fuerte oposición en la nobleza, que se
consideraba a sí misma garante en la lucha contra el despotismo. Dichos
ministros tras un estudio detallado de la situación financiera, determinaron que
ésta no era sostenible y que se precisaba llevar a cabo reformas importantes.
Proponían un código tributario uniforme en lo concerniente a la tenencia de
tierras. 1 Arteaga Tiscareño Antonio. Historia 2. Editorial Santillana. Serie 2000.
Pág. 40 Aseguraba que así se permitiría un saneamiento de las finanzas. Sin
embargo, aunque se convenció al rey de la necesidad de la reforma propuesta,
la Asamblea de notables rehusó aceptar estas medidas, insistiendo en que
únicamente podía aprobar dicha reforma un órgano representativo
preferentemente, o sea los Estados Generales. En tal sentido el Rey les pidió la
renuncia por presiones les pidió la renuncia, colocando en su lugar a otros que
intentaron llevar a cabo las reformas propuestas por los anteriores ministros,
pero éstas encontraron nuevamente una fuerte oposición, sobre todo por parte
del Parlamento de París. Se trató de proseguir con la reforma tributaria a pesar
de los parlamentos, pero esto ocasionó una masiva resistencia de los grupos
pudientes que desembocó en el retiro de los préstamos a corto plazo. Tales
préstamos daban oxígeno y vida a la economía del estado francés en aquel
momento, por lo que esto indujo, prácticamente a una situación de bancarrota
nacional. De acuerdo a lo anterior se consideran como parte de los
antecedentes de la revolución la bancarrota en la que se encontraba el Estado
de Francia en 1778 y la negativa a convocar a los Estados Generales por parte
de Luis XVI, para aumentar los impuestos de manera igualitaria, es decir a toda
la población y se toma como comienzo de la revolución la convocatoria de los
Estados Generales el cinco de mayo de 1789, que se erigen en Cortes
Constituyentes. 9 Se considera que la Revolución Francesa tuvo dos fases

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fundamentales: siendo la primera la Monarquía constitucional entre 1789 y
1792 y otra la Convención entre 1792 y 1794, en la cual que se distingue el
Periodo del Terror de 1793 y 1794, la misma concluye con el Golpe de Estado
que dio Napoleón Bonaparte. 1.2. Causas de la Revolución Francesa En
términos generales fueron varios los factores que influyeron en la Revolución:
un régimen monárquico sucumbiendo a su propia rigidez en un mundo
cambiante; el surgimiento de una clase burguesa que cobraba cada vez mayor
relevancia económica y el descontento de las clases más bajas, junto con la
expansión de las nuevas ideas liberales que surgieron en esta época y que se
ubican bajo la rúbrica de la Ilustración, que de alguna manera tenía un gran
contenido de la ideología masónica que se fundamentaba en el racionalismo.
La Masonería que es una ideología humanista proveniente del racionalismo y el
naturalismo. Según ella, la "naturaleza" está guiada por la razón que lleva por
si sola a toda la verdad y, consecuentemente, a la "libertad, igualdad y
fraternidad". Este debía ser el "novus ordo seculorum" un nuevo orden secular.
La filosofía masónica es precursora de la Revolución Francesa e influye más
tarde en la filosofía comunista. 10 En términos generales fueron varios los
factores que influyeron en la Revolución y se pueden abordar a partir de cuatro
puntos de vista: Desde el punto de Vista Social: se tiene el auge de la
burguesía, con un poder económico cada vez más grande y fundamental en la
economía de la época. El odio contra el absolutismo monárquico se alimentaba
con el resentimiento contra el sistema feudal por parte de la emergente clase
burguesa y de las clases populares. Desde el punto de Vista Político: Un
estado anclado en un sistema absolutista que no respondía a las exigencias de
una realidad cambiante, donde se rechazaba la separación de los poderes del
estado que trajo como consecuencia el estancamiento de la sociedad. Desde el
punto de Vista Ideológico: tuvo importancia la extensión de nuevas ideas
producto del periodo de Ilustración “… los conceptos de libertad política, de
fraternidad y de igualdad, o de rechazo a una sociedad dividida, o las nuevas
teorías políticas sobre la separación de poderes del Estado…” (2) fueron las
nuevas ideas expuestas por los exponentes del periodo de la Ilustración:
Montesquieu, Voltaire y Rousseau que encontraron eco en la sociedad
francesa, todo ello fue rompiendo el prestigio de las instituciones del Antiguo
Régimen y ayudaron a su derrumbe. 2) Brom Juan. Esbozo de Historia
Universal. Grijalbo. México 1992 pág. 38 Desde el punto de Vista Económico,
la inmanejable deuda del estado fue exacerbada por un sistema de extrema
desigualdad social y de altos impuestos que los estamentos privilegiados,
nobleza y clero, no tenían obligación de pagar, pero que oprimía al resto de la
sociedad. Hubo un aumento de los gastos del Estado y el descenso de los
beneficios para los terratenientes, hubo también una escasez de alimentos en
los meses precedentes a la Revolución, todo lo anterior con el tiempo ayudó a
la agudización de las tensiones, tanto sociales como políticas, que se
desataron cuando se produjo una gran crisis económica a consecuencia de dos
hechos puntuales: la colaboración de Francia con la independencia
estadounidense que ocasionó un gigantesco déficit fiscal y la disminución de
los precios agrícolas. A manera de síntesis se puede establecer que las causas
de la revolución son un conjunto de factores políticos, económicos, sociales

2
que pueden resumirse del modo siguiente: ¾ Una estructura tradicional
arcaica, minada por la evolución de la economía y el auge de la burguesía, que
reclamaba el poder político paralelo al económico que disfrutaba. ¾ Exigencias
de cambio político, acorde con las renovadoras teorías del liberalismo
propuestas por los filósofos ilustrados y racionalistas. 12 ¾ Descontento del
estado llano o Tercer Estado, cada vez más presionado por los impuestos. En
el sentido anterior se determina que se había producido, en última instancia un
desajuste entre las necesidades sociales, políticas y económicas del país y el
anquilosamiento de sus gobernantes.

Revolución industrial
Origen de la Revolución Industrial en Inglaterra

La Revolución Industrial tuvo su origen en Inglaterra, donde se daban unas


condiciones políticas, socioeconómicas y geográficas adecuadas. Pero,
¿cuándo fue la Revolución Industrial? Tuvo su origen aproximadamente hacia
el año 1760 y concluyó en la década de 1840.

La máquina de vapor fue la base sobre la que se asentó todo el desarrollo que
vino propiciado como consecuencia de la Revolución Industrial. Este invento
fue posible gracias a algunos elementos, como la existencia de combustibles
como el carbón o el hierro.

Junto a estos elementos, otros factores hicieron posible que la Revolución


Industrial surgiese, se desarrollase en Inglaterra y diera pie a importantes
cambios que generaron un gran impacto en la sociedad.

Causas de la Revolución Industrial

Entre las causas más importantes de la Primera Revolución Industrial, nos


encontramos con las siguientes:

Causas políticas

Por una parte, la Revolución burguesa del siglo XVII había triunfado, dándose
con ello la abolición del sistema feudal. El sistema se basaba en una
monarquía que había desechado el absolutismo que se daba en otros países
europeos.

Como consecuencia, Inglaterra vivió una época de estabilidad, sin sobresaltos


revolucionarios y con unas mayores libertades civiles.

Causas socioeconómicas

Por otra parte, Inglaterra disfrutaba de una situación de abundancia de


capitales, dada su supremacía comercial. El control del comercio con las
colonias, dio lugar a un proceso de concentración de capitales en manos de

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algunos empresarios. Fueron importantes las fortunas que tuvieron su origen
en el comercio de productos como el té, el tabaco o, incluso, los esclavos.

Igual de importante fue la existencia de una abundante mano de obra. Las


innovaciones que se produjeron en el campo permitieron un aumento
de productividad que significó la producción de más alimentos. Este proceso
se conoció como la revolución agrícola, dando como resultado un aumento de
la población.

Este aumento de población supuso, a su vez, un aumento de mano de obra


disponible que no resultaba productiva en el campo. Lo cual terminó
provocando un importante éxodo rural con el trasvase de importantes
contingentes de población desde el campo a las ciudades. Esta población
desplazada se convertiría en una bolsa de mano de obra disponible para
realizar los trabajos industriales.

Causas geográficas

La existencia de determinadas materias primas en el territorio de Inglaterra


también facilitó el proceso. El hierro y carbón fueron fundamentales para
permitir el desarrollo y la generalización de innovaciones como la máquina de
vapor.

Además, al tratarse de un territorio insular partía de una situación de ventaja


para comerciar con sus productos en el ámbito internacional gracias al barco
de vapor.

Consecuencias de la Revolución Industrial

Al igual que las causas que llevaron a la Revolución Industrial, las


consecuencias se dejaron notar en diferentes ámbitos. Así pues, en resumen,
las consecuencias de la Primera Revolución Industrial, se pueden dividir en tres
bloques.

Mecanización del trabajo y grandes fábricas

La producción mecanizada generó un descenso del trabajo artesanal. Esta


nueva forma de producción dio lugar a que los talleres fueron desplazados por
grandes centros fabriles. Ello incidió, a su vez, en que se produjese un
aumento de la producción en diferentes tipos de productos, especialmente en
el textil.

Cambios en la estructura económica y en la sociedad

Con la expansión de grandes centros de producción industrial, se creó una


nueva clase social: el proletariado industrial. Las características de estos
trabajadores, concentrados en estos espacios, rompían con la naturaleza de
los trabajadores de épocas anteriores.

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En la aparición de esta clase y de sus peculiares condiciones de trabajo y de
vida podemos situar el origen del sindicalismo y de nuevas ideologías, como
el socialismo.

Crecimiento de las ciudades y éxodo rural

Por otra parte, las ciudades comenzaron a crecer de forma muy importante. Si
la llegada de población rural a las ciudades fue una de las causas de la
Revolución Industrial, este fenómeno se multiplicó posteriormente. Al mismo
tiempo que la mecanización del campo caminaba pareja a la introducción de
nuevas tecnologías, aumentaba la mano de obra excedentaria.

Como consecuencia, el éxodo rural hacia las zonas industriales modificó la


estructura y el tamaño de las ciudades. Este hecho provocó que las
condiciones de vida, especialmente desde una perspectiva higiénica y
sanitaria, fuesen muy precarias. Muchas personas conviviendo en espacios
reducidos en un entorno donde los servicios, como el alcantarillado o el acceso
agua potable, eran deficientes y eso generó importantes problemas de
salubridad.

Características de la Revolución Industrial

Con base en las causas, las consecuencias y todo el desarrollo de la Primera


Revolución Industrial, podemos establecer diferentes características:

 Gran aumento de la producción mecanizada.


 Cambios en la estructura social.
 Expansión económica e industrial sin precedentes.
 Incremento de la productividad, gracias al avance de la tecnología.
 Importantes mejoras en los medios de transporte.
 Fuerte aumento de la población urbana, en detrimento de la población rural.
 Cambios en el hábito de consumo.
 Transformación de la estructura productiva.
 Transición del sector primario al sector secundario. Sobre todo, textil y
metalúrgico.
 Impulso del carbón como fuente de energía principal.

Inventos de la Revolución Industrial

Entre los inventos más importantes de la Revolución Industrial podemos


destacar los siguientes:

 Máquina de hilar (1767).


 Máquina de vapor (1769).
 Barco de vapor (1787).
 Ferrocarril (1814).
 Bicicleta (1817).
 Máquina de escribir (1829).

La Primera Revolución Industrial en Francia y otros países de Europa

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Con todos estos elementos, la Revolución Industrial significó un auténtico punto
de inflexión en la historia de la humanidad.

Las sociedades occidentales y gran parte del planeta beben directamente de


aquel fenómeno, que significó unos cambios sin precedentes. La economía, los
medios de transportes y de comunicación e, incluso, las estructuras sociales no
serían las mismas si Inglaterra no hubiese albergado aquella revolución.

Prueba de ello, fue la extensión de la Revolución Industrial en Europa y,


principalmente en países como Francia. Que, aunque se desarrolló de manera
lenta y gradual a lo largo del siglo XIX, generó grandes transformaciones en la
economía francesa.

Etapas de la Revolución Industrial

Tras la Primera Revolución Industrial (1760-1840), se pueden establecer


etapas sucesivas que dieron lugar a cambios en otros ámbitos.

Dicho de otro modo, tras la Primera Revolución Industrial han venido otras tres
fases:

INDEPENDENCIA DE LOS ESTADOS UNIDOS DE AMERICA


La guerra de Independencia de los Estados Unidos fue un conflicto bélico
que enfrentó a las Trece Colonias británicas originales en América del
Norte contra el Reino de Gran Bretaña. Ocurrió entre 1775 y 1781, finalizando
con la derrota británica en la batalla de Yorktown y la firma del Tratado de
París.
Durante esta guerra, Francia ayudó a los revolucionarios estadounidenses con
tropas terrestres comandadas por Rochambeau y por el Marqués de La
Fayette y por flotas bajo el comando de marinos como Guichen, de
Grasse y d'Estaing. España, por su parte, contribuyó inicialmente y de forma
clandestina con la Revolución, desde la primavera y verano de 1776, gracias
a Luis de Unzaga y Amézaga, luego de su cuñado Bernardo de Gálvez y de
forma abierta a partir de la batalla de Saratoga, mediante las armas y los

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suministros proporcionados por los navíos del comerciante Diego de Gardoqui,
familiar del gobernador Unzaga, y abriendo un frente en el flanco sur.
Las colonias británicas que se independizaron de Gran Bretaña edificaron el
primer sistema político liberal y democrático, alumbrando una nueva nación,
los Estados Unidos de América, incorporando las nuevas ideas revolucionarias
que propugnaban la igualdad y la libertad. Esta sociedad colonial se formó a
partir de oleadas de colonos inmigrados y no existían en ella los rasgos
característicos del rígido sistema estamental europeo.
En las colonias del sur (Virginia, Carolina del Norte, Carolina del Sur y Georgia)
se había organizado un sistema esclavista (con unos 500.000 esclavos negros)
que explotaban plantaciones de tabaco, algodón y azúcar. De este modo, la
población estaba compuesta por grandes y pequeños propietarios, así como
esclavos.
Los antecedentes a la guerra de la Independencia de los Estados Unidos se
remontan a la rivalidad franco-británica en Norteamérica y a las consecuencias
de la guerra de los Siete Años, que terminó en 1763.
El 10 de febrero de ese año, el Tratado de París puso fin al imperio colonial
francés en América del Norte y consolidó a Gran Bretaña como la potencia
hegemónica. En oposición solo tenía a España, que controlaba Nueva Orleans,
la ciudad más importante, con unos 10.000 habitantes. Respecto a Francia, la
pérdida territorial no fue sentida como algo catastrófico. Se conservaban los
derechos pesqueros en Terranova y la población católica francófona recibiría
un trato de respeto. Por otro lado, en la zona del Caribe las pérdidas podían ser
compensadas, pues la colonia principal francesa Saint-Domingue (La
Española) con capital en Puerto Príncipe, producía la mitad del azúcar
consumido en todo el mundo y su comercio con África y las Antillas estaba en
pleno apogeo.
Respecto a los colonos estadounidenses, la guerra modificó radicalmente el
panorama anterior. Los francófonos católicos de Quebec, tradicionales
enemigos de los colonos estadounidenses de las trece colonias, recibieron un
trato respetuoso por parte de las autoridades británicas, que se confirmó en
1774 cuando se dotó a Canadá de un estatuto particular dentro de las colonias
estadounidenses, llevándose sus fronteras hasta la confluencia del Ohio y
el Misisipi. Asimismo su población conservó un derecho civil propio y la Iglesia
católica fue reconocida. Todos estos movimientos fueron mal aceptados por la
población de las Trece colonias.
La causa inmediata de este conflicto fue el injusto trato que Gran Bretaña
infligía a los colonos, pues estos aportaban riquezas e impuestos a la metrópoli
pero no tenían los medios para decidir sobre dichos impuestos, por lo que se
sentían marginados y no representados.
Gran Bretaña obtuvo el triunfo parcial sobre Francia en la Guerra de los Siete
Años (1756-1763) recibiendo gran ayuda económica y militar de las colonias, al
igual que estas de la metrópoli, aunque dicha colaboración no les fue
recompensada. Las medidas represivas del gobierno británico (producidas tras
sublevaciones como el Motín del Té de Boston y las sanciones de las Actas
Intolerables) provocaron el inicio de la guerra de independencia.

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El descontento se extendió por las Trece Colonias y se organizó una
manifestación en Boston en contra de los impuestos que debían pagar por
artículos indispensables como el papel, el vidrio o la pintura. En esta
manifestación no hubo ningún altercado y el gobierno británico hizo oídos
sordos a las peticiones de los colonos, pero estos no iban a consentir que la
situación continuara así, con lo que se reunieron junto con varios miembros de
otras poblaciones para urdir una acción más propagandística que la
manifestación. En 1773 los colonos se reunieron en Boston. De Gran
Bretaña llegaban tres naves cargadas de cajas que contenían té. Varios
miembros de la sociedad secreta se disfrazaron de indios y fueron nadando
hasta alcanzar los tres barcos. Una vez allí capturaron a sus tripulantes y
tiraron la mercancía por la borda. Fue la primera acción contra la represión de
impuestos, lo que intranquilizó a los británicos.
En 1774 se reunió por primera vez el Congreso de los colonos en contra de la
servidumbre a Londres y a favor de una patria independiente, el Primer
Congreso Continental. Ya se discuten unas hipotéticas leyes. Pese al clima de
enemistad contra los británicos metropolitanos en las colonias, todavía había
algunos colonos que apoyaban al rey Jorge III de Gran Bretaña, siendo
llamados kings friends (cerca de 500.000 leales, alrededor del 19% de la
población de las trece colonias).

La guerra de independencia[editar]
Los primeros combates[editar]
El 19 de abril del año 1775, soldados británicos salieron de Boston para impedir
la rebelión de los colonos mediante la toma de un depósito de armas de estos
últimos en la vecina ciudad de Concord. En el poblado de Lexington se
enfrentaron a 70 milicianos. Nadie sabe quién abrió fuego y dio comienzo de
este modo la guerra de independencia. Los británicos tomaron Lexington y
Concord, pero en su regreso hacia Boston fueron hostigados por cientos de
voluntarios de Massachusetts, Lexington y Concord. Se producen las primeras
bajas de la contienda, ocho soldados colonos. Para junio, 10 000 soldados
coloniales sitiaron Boston.
En mayo de 1775, un Segundo Congreso Continental se reunió en Filadelfia y
empezó a asumir las funciones de gobierno nacional. Nombró catorce
generales, autorizó la invasión de Canadá y organizó un ejército de campaña
bajo el mando de George Washington, un hacendado virginiano y veterano de
la guerra franco-india. Consciente de que las colonias sureñas desconfiaban
del fanatismo de Massachusetts, John Adams presionó para que se eligiera a
este coronel de la milicia virginiana, que tenía cuarenta y tres años,
como comandante en jefe. Fue una elección inspirada. Washington, que asistía
al Congreso de uniforme, tenía el aspecto adecuado: era alto y sereno, con un
digno aire militar que inspiraba confianza. Como dijo un congresista: «No era
un tipo que actuara alocadamente, que despotricara y jurara, sino un hombtre
sobrio, firme y calmado».
Se empezaron a reclutar soldados de entre todas las partes de las colonias.
Muchos de ellos eran agricultores o cazadores, bravucones y poco entrenados
en el combate. En las primeras luchas contra los británicos, George

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Washington llegó a decir: «hemos reclutado un ejército de generales, no
obedecen a nadie».
Al principio, la guerra fue desfavorable para los colonos. En junio
de 1775 ambos ejércitos se encontraron en Bunker Hill, frente a Boston. Los
rebeldes se habían atrincherado en la colina y, pese a que los británicos
asaltaron las posiciones continentales con violencia, los colonos consiguieron
aguantar el ataque durante bastante tiempo; cuando los últimos asaltantes
logran llegar a la cima, las bajas británicas son de 800 soldados. Es
una victoria pírrica para los británicos. Los insurgentes, además, hicieron
circular su versión de los hechos, que no era otra, sino que se habían retirado
simplemente por la falta de munición y no por el empuje de las casacas rojas.
Después de dejar la colina Bunker Hill, los colonos se centraron en fortificar la
otra colina, Dorchester Heights, lo que consiguieron gracias a los cañones
que capturaron en el fuerte Ticonderoga, y que trajo en una compleja operación
desde allí el joven coronel Henry Knox (esta operación de transporte se conoce
como «noble tren de artillería»). El general británico William Howe, al ver esta
fortificación, decidió rendirse y evacuar la ciudad de Boston el 17 de marzo de
1776 (día de la evacuación). Desde 1770 el gobernador de Luisiana, Luis de
Unzaga y Amézaga tenía conocimiento de los sucesos en Boston y las
restantes colonias británicas, desde finales de 1775 y en especial en la
primavera y verano de 1776 Luis de Unzaga y Amézaga ayudó a los colonos
norteamericanos con mercancías, atendiendo peticiones como las provenientes
de Patrick Henry o el general Charles Lee, Unzaga facilitó desde Nueva
Orleans toneladas de pólvora, harina, medicamentos, apoyo económico, apoyo
militar y apoyo de armas en varias embarcaciones río arriba, pasando por San
Luis y llegndo hasta Fort Pitt (Pittsburg) a través del río Ohio; gracias a ello,
Washington logró sus primeras victorias.
El 2 de julio de 1776, el Congreso finalmente resolvió que: «estas Colonias
Unidas son, y por derecho deben ser, estados libres y soberanos». El 4 de
julio de 1776 se reunieron 56 congresistas estadounidenses para aprobar
la Declaración de Independencia de los Estados Unidos, que Thomas
Jefferson redactó con la ayuda de otros ciudadanos de Virginia. Se imprimió
papel moneda y se iniciaron relaciones diplomáticas con potencias extranjeras.
En el congreso se encontraban cuatro de las principales figuras de la
independencia: George Washington, Thomas Jefferson, Benjamin
Franklin y John Adams. De los 56 congresistas, 14 murieron durante la guerra.
Benjamin Franklin se convierte en el primer embajador y jefe de los servicios
secretos.
La unidad se extendió entonces por las Trece Colonias para luchar contra los
británicos. La declaración presentó una defensa pública de la guerra de
Independencia, incluida una larga lista de quejas contra el soberano británico
Jorge III. Pero sobre todo, explicó la filosofía que sustentaba la independencia,
proclamando que todos los hombres nacen iguales y poseen ciertos derechos
inalienables, entre ellos la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad; que los
gobiernos pueden gobernar solo con el consentimiento de los gobernados; que
cualquier gobierno puede ser disuelto cuando deja de proteger los derechos del
pueblo. Esta teoría política tuvo su origen en el filósofo inglés John Locke, y
ocupa un lugar prominente en la tradición política anglosajona.

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Estos hechos convencieron al gobierno británico de que no se enfrentaba
simplemente a una revuelta local de Nueva Inglaterra. Pronto se asumió que
el Reino Unido estaba envuelto en una guerra, y no en una simple rebelión, por
lo que se adoptaron decisiones de política militar dieciochesca convencional,
consistente en maniobras y batallas entre ejércitos organizados.
Este cambio de estrategia forzó a los británicos a evacuar Boston en marzo
de 1776 y transferir sus principales fuerzas a Nueva York, cuya población se
presumía más favorable a la Corona, con un puerto más amplio y una posición
central. En consecuencia, en el verano de 1776, sir William Howe, que
sustituyó a Gage como comandante en jefe del ejército británico en
Norteamérica, llegó al puerto de Nueva York con una fuerza de más de treinta
mil hombres. Howe tenía intención de aislar Nueva Inglaterra de los otros
rebeldes y derrotar al ejército de Washington en una batalla decisiva. Iba a
pasar los dos años siguientes tratando de llevar a cabo este plan.

Según todas las apariencias, un enfrentamiento militar parecía muy ventajoso


para Gran Bretaña, una de las potencias mundiales más poderosas, con una
población de unos once millones, frente a los dos millones y medio de colonos,
un quinto de los cuales eran esclavos negros. La armada británica era la mayor
del mundo y casi la mitad de sus buques participaron inicialmente en el
conflicto con los nacientes Estados Unidos. El ejército era una fuerza
profesional bien entrenada; en 1778, llegó a tener cerca de cincuenta mil
soldados estacionados solo en Norteamérica, a los cuales se añadieron más de
treinta mil mercenarios alemanes durante la contienda.
Para enfrentarse a ese poder militar, los rebeldes tenían que empezar de la
nada. El Ejército Continental contaba con menos de cinco mil efectivos
permanentes, complementados por unidades de las milicias estatales de
diferentes tamaños. En la mayoría de los casos estaban mandados por
oficiales inexpertos y no profesionales. George Washington, el comandante en
jefe, por ejemplo, solo había sido coronel de regimiento en la frontera virginiana
y tenía poca experiencia en combate. No sabía nada de mover grandes masas
de soldados y nunca había dirigido un asedio a una posición fortificada.
Muchos de sus oficiales habían salido de las capas medias de la sociedad:
había posaderos convertidos en capitanes y zapateros en coroneles, como
exclamó, asombrado, un oficial francés. Es más, «sucede con frecuencia que
los colonos preguntan a los oficiales franceses qué oficio tienen en Francia».
No es de extrañar, pues, que la mayoría de los oficiales británicos pensara que
el ejército insurgente no era «más que una banda despreciable de vagabundos,
desertores y ladrones» incapaces de rivalizar con los casaras rojas de Su
Majestad. Un general británico llegó a alardear que con mil granaderos podía
«ir de un extremo a otro de Norteamérica y castrar a todos los hombres, en
parte por la fuerza y en parte con un poco de persuasión».
Sin embargo, estos contrastes eran engañosos, porque las desventajas
británicas eran inmensas desde el principio del conflicto. Gran Bretaña tenía
que conducir la guerra desde el otro lado del Atlántico, a cinco mil kilómetros de
distancia, con los consiguientes problemas de comunicaciones y logística;
incluso alimentar adecuadamente era un problema casi insalvable. Al mismo
tiempo, tenía que hacer una guerra absolutamente diferente a la que cualquier

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país hubiera librado en el siglo XVIII. La propia Norteamérica era
inconquistable. La enorme extensión del territorio hacía que las maniobras y
operaciones convencionales fueran difíciles y engorrosas. El carácter local y
fragmentario de la autoridad en Norteamérica inhibía cualquier acción decisiva
por parte de los británicos. No había ningún centro neurálgico con cuya captura
se pudiera lograr aplastar la rebelión. Los generales británicos acabaron por
decidir que su principal objetivo debía ser enfrentarse al ejército de Washington
en una batalla, pero, como dijo el comandante en jefe británico, no sabían
cómo hacerlo, «ya que el enemigo se mueve con mucha más celeridad de la
que nosotros somos capaces».
Uno de los principales problemas para los colonos era la baja calidad de sus
mosquetes, ya anticuados y que solo podían disparar a pocos metros para
obtener precisión. Esto llevó a que se creara un nuevo tipo de arma más eficaz,
que fue el fusil modelo Pennsylvania, de gran precisión desde más de 80
metros. Los colonos en estos primeros combates lucharon en forma de
guerrillas.
George Washington, por su parte, comprendió desde el principio que, por el
lado estadounidense, la guerra tenía que ser defensiva. «En todas las
ocasiones debemos evitar una acción general -dijo ante el Congreso en
septiembre de 1776- o arriesgar nada, a menos que nos veamos obligados por
una necesidad a la cual no deberíamos vernos arrastrados». Aunque nunca
actuó como cabecilla guerrillero y se concentró todo el tiempo en crear un
ejército profesional, con el cual pretendía batir a los británicos en una batalla
abierta, en realidad, sus tropas pasaban buena parte del tiempo
librando escaramuzas con el enemigo, acosándolo y privándole de comida y
avituallamiento siempre que era posible (guerra de guerrillas). En esas
circunstancias, la dependencia de los estadounidenses de unas fuerzas de
la milicia no profesionales y la debilidad de su ejército organizado los
convertían, como dijo un oficial suizo, en más peligrosos que «si tuvieran un
ejército regular». Los británicos no comprendieron nunca a qué se enfrentaban;
esto es, a una verdadera revolución que contaba con un apoyo generalizado de
la población. Por ello, continuamente subestimaron el aguante de los rebeldes
y sobreestimaron la fuerza de los colonos leales a la Corona. Al final, la
independencia acabó significando más para los estadounidenses que la
reconquista o conservación de las Trece Colonias para los británicos.

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Primera Guerra Mundial

¿Qué fue la Primera Guerra Mundial?


La Primera Guerra Mundial, llamada en su momento la Gran Guerra, fue un
conflicto armado multinacional que se desarrolló entre los años 1914 y 1918.

La Guerra inició el 28 de julio de 1914 con la declaración de guerra del Imperio


Austro-húngaro a Serbia, donde fueron asesinados el archiduque Francisco
Fernando y su esposa.

A partir de ese momento se enfrentaron dos alianzas internacionales:

 La Triple Alianza, compuesta por el Imperio alemán y Austria-Hungría.


Posteriormente se unieron el Imperio otomano y el Reino de Bulgaria. Estos
países conformaban las potencias centrales.
 La Triple Entente, conformada por Reino Unido, Francia y el Imperio ruso.
Posteriormente se unieron Italia, Estados Unidos y el Imperio de Japón, entre
otros. Estos países formaron las potencias aliadas.
Las alianzas que se habían hecho en los años previos en Europa acabaron por
forzar la incorporación de otras naciones al conflicto.

La Primera Guerra Mundial se caracterizó por ser uno de los acontecimientos


más violentos y mortíferos de la historia, impulsado en gran medida por el
nacionalismo. En esta Guerra se usaron por primera vez armas con gran
capacidad de destrucción.

La Guerra finalizó el 11 de noviembre de 1918 con la derrota de las potencias


centrales y la firma del Tratado de Versalles. En consecuencia, desaparecieron
los imperios Austria-Hungría, el Otomano y el ruso. Además, la Gran Guerra
dejó un número de víctimas y destrucción superior a cualquiera de las guerras
anteriores.

Características de la Primera Guerra Mundial

Imagen de un grupo de soldados en una trinchera.


Entre las principales características de la Primera Guerra Mundial destacan:

 Fue el primer conflicto armado que implicó el uso de armamento militar de alta
tecnología y de alcance verdaderamente masivo.

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 Enfrentó a dos grandes alianzas internacionales: la Triple Alianza y la Triple
Entente.
 Entre los objetivos de ataque estaban tanto los civiles como los militares.
 Se desarrolló en varios frentes. Los más importantes fueron el frente occidental
y el frente oriental.
 Se implementaron por primera vez en la historia el uso de gases tóxicos,
tanques y aviones de guerra para el ataque, la defensa y el reconocimiento de
espacio.
 Fueron aplicadas estrategias militares que responden a los modelos bélicos del
siglo XIX. Entre ellos, la guerra de movimientos y la guerra de trincheras.
 Se hizo uso de la propaganda, destinada especialmente a levantar la moral de
las tropas.
 Durante este conflicto también se desarrollaron importantes cambios internos
políticos y sociales entre los países que participaban en la Guerra. Por ejemplo,
se llevó a cabo la Revolución Rusa que puso fin al zarismo y dio origen a la
Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas.
Causas de la Primera Guerra Mundial
Las causas de la Primera Guerra Mundial fueron diversas. Sin embargo, las
más importantes derivan de conflictos armados anteriores de tipo político,
económico y nacionalista.

 Radicalización del nacionalismo: en Europa ya se gestaba la ideología del


nacionalismo y del antiimperialismo. Esto motivó a las personas a luchar por su
nación, su identidad cultural y territorio. Cada nación pretendía ser superior a
las demás, lo que acentúo las rivalidades existentes entre los ciudadanos.
 Desarrollo de la industria armamentística: en Europa se vivía un desarrollo
exponencial de la industria, especialmente la armamentística (armas,
transportes terrestres, marítimos y aéreos, entre otros.)
 Expansión del imperialismo europeo sobre África: los imperios europeos se
acrecentaban, especialmente los de Gran Bretaña y Francia.
 Desigualdad en el reparto de las colonias africanas: esto provocó un
importante desencuentro entre los países de Europa. Alemania y el Imperio
austrohúngaro reclamaban territorios y condiciones más ventajosas. Reino
Unido y Francia eran las naciones con mayor dominio colonial.
 Conflicto franco-alemán: Francia pretendía recuperar el territorio de Alsacia-
Lorena, controlado por Alemania desde el fin de la Guerra Franco-prusiana.
 Conflicto anglo-alemán: Alemania rivalizaba por el control del mercado
mundial con Gran Bretaña, nación que dominaba este aspecto.
 Conflicto austro-ruso: Rusia y el Imperio austrohúngaro se disputaban el
control de los Balcanes.
 Formación de alianzas internacionales:
o Sistema de alianzas Bismarck: la unión alemana en manos de Otto von
Bismarck (1871-1890), creó una unidad germánica y contuvo
momentáneamente el poder de Francia.

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o Formación de la Triple Alianza (1882): originalmente conformada por Alemania,
el Imperio Austrohúngaro e Italia. Sin embargo, durante la guerra Italia desistió
de apoyar a la Triple Alianza.
o Formación de la Triple Entente (1907): se establecieron alianzas entre Rusia,
Reino Unido y Francia en contra de Alemania.
 Muerte del archiduque Francisco Fernando de Austria: fue el detonante de
la Primera Guerra Mundial. El archiduque y su esposa murieron en Sarajevo,
Bosnia, tras ser asesinados por Gavrilo Princip, integrante del grupo
nacionalista Mano negra.
 Crisis política del Imperio austrohúngaro: tras el asesinato del archiduque,
surgió una grave crisis política que terminó con la declaración de guerra a
Serbia, el 28 de julio de 1914. Su principal motivo fue la falta de respuesta en
contra de los movimientos nacionalistas.
Resumen de la Primera Guerra Mundial
Inicio de la Primera Guerra Mundial
El 28 de julio de 1914 el Imperio de Austria-Hungría inició los ataques contra
Serbia. Los austrohúngaros creían que sería un enfrentamiento rápido y
victorioso. Sin embargo, el Imperio ruso, aliado de Serbia, le declaró la guerra,
atacando el frente oriental.

De esta forma iniciaron los enfrentamientos armados y entre las alianzas de las
potencias centrales y de las potencias aliadas. A partir de agosto de 1914, se
pronunciaron varias declaraciones de guerra y se sumaron países a los
diferentes frentes de ataque.

Frente oriental
El Imperio austrohúngaro y el Imperio alemán conformaban una importante
alianza. Ambos constituían un amplio territorio que debían proteger del Imperio
ruso en el frente oriental, y de Francia y Reino Unido en el frente occidental.

A finales de agosto de 1914 se llevó a cabo la Batalla de Tannenberg, que


abrió el frente oriental entre el Imperio ruso y alemán, este último salió
victorioso. El frente oriental era particularmente extenso e impedía las guerras
de trincheras. No obstante, los enfrentamientos fueron devastadores.
A continuación, el Imperio otomano se alió al Imperio austrohúngaro y al
Imperio alemán. También iniciaron diversos enfrentamientos en la zona del
Pacífico, y en las colonias británicas, francesas y alemanas en África.

Frente occidental
En el frente occidental tuvo lugar la primera Batalla del Marne en septiembre
de 1914, donde se enfrentaron Francia y Gran Bretaña en contra del Imperio
alemán, que resultó vencido. De esta manera se evitó la invasión de París por
parte de las tropas alemanas.
En el frente occidental, gran parte de los enfrentamientos se desarrollaron entre
un sistema de trincheras que se extendió cerca de 800 km entre el Mar del
Norte y Suiza. Esto se conoce como la guerra de trincheras que se extendió
por cuatro años.

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Italia, que inicialmente formó parte de la Triple Alianza, en mayo de 1915 se
integró a la Triple Entente y le declaró la guerra al Imperio austrohúngaro.

En 1916 se llevó a cabo la Batalla de Verdún, en Francia, en la que se


enfrentaron los ejércitos francés y alemán. Fue un enfrentamiento extenso
entre los meses de febrero y diciembre. Francia ganó la batalla y evitó el
avance de las fuerzas alemanas.
Durante este enfrentamiento, también se desarrolló la Batalla del Somme, una
de las más sangrientas y con mayor número de bajas para el ejército británico.
Su finalidad era distraer a las tropas alemanas durante la Batalla de Verdún.
Las tropas británicas y francesas se enfrentaron fuertemente ante los alemanes
e hicieron uso de importantes recursos armamentísticos.

Hundimiento del trasatlántico RMS Lusitania (1915)


El 7 de mayo de 1915, a escasos kilómetros del puerto de llegada, el
trasatlántico británico RMS Lusitania fue hundido tras un ataque por parte del
submarino alemán U-20 en la costa irlandesa. Este fue uno de los peores
ataques navales ocurridos durante la Primera Guerra Mundial.

El RMS Lusitania, fue un navío de servicio comercial que cubría la ruta del
Atlántico entre Liverpool-Nueva York, caracterizado por su gran velocidad. En
su último viaje se encontró en la zona marítima de ataque en la costa irlandesa,
por lo que fue interceptado y atacado por un submarino alemán.

En consecuencia, murieron 1198 pasajeros, de los cuales 124 eran


norteamericanos. Este acontecimiento motivó, posteriormente, la participación
de Estados Unidos en la Guerra, país que le declaró la guerra al Imperio
alemán y se alió a la Triple Entente.

Revolución Rusa (1917)


En febrero de 1917 diversos eventos políticos, sociales y económicos
conllevaron al desarrollo de la Revolución Rusa y la abdicación del zar Nicolás
II. En consecuencia, el Imperio Ruso se apartó de las luchas de la Primera
Guerra Mundial.

En octubre llegó al poder Vladímir Lenin con el apoyo de las fuerzas


bolcheviques y se instauró la Unión de las Repúblicas Socialistas Soviéticas
(URSS). Fue el primer Estado socialista caracterizado por imponer radicales
reformas políticas, económicas y sociales.

Vea también Revolución Rusa.

Colapso de las potencias centrales y armisticios


En 1918 se llevaron a cabo diversos enfrentamientos entre las potencias
centrales y las potencias aliadas. Estas últimas obtuvieron importantes avances
y victorias. Las tropas del Imperio alemán estaban deterioradas y una a una las
tropas otomanas y del Reino de Bulgaria se rindieron.

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El 3 de noviembre las tropas del Imperio austrohúngaro y de los de los países
Aliados firmaron el armisticio de Padua. El 9 de noviembre el káiser Guillermo
II abdicó al trono como emperador de Alemania y rey de Prusia, y se estableció
la República de Alemania. Su naufragio causó la muerte de más de mil
pasajeros.
El 11 de noviembre se firmó el armisticio de Compiègne, finalizando los
combates por aire, mar y tierra, indicando el fin de la Primera Guerra Mundial.
Consecuencias de la Primera Guerra Mundial

Imagen de una pieza que conforma un submarino construido para la Primera


Guerra Mundial.

La Primera Guerra Mundial provocó diferentes consecuencias de orden político,


social, económico y territorial.

Consecuencias políticas
 El bloqueo y las sanciones económicas impuestas a Alemania, acabaron por
convertirse en causa de la Segunda Guerra Mundial al promover el
nacionalismo a partir del fascismo y el nazismo.
 La firma de los armisticios, en especial el del 11 de noviembre de 1918, que dio
fin a la Gran Guerra.
 Entre 1919 y 1920 fueron firmados diversos acuerdos de paz, entre los que
destaca el Tratado de Versalles, donde se exponen las responsabilidades
asignadas a Alemania tras finalizar la Guerra.
 A consecuencia del Tratado de Versalles, surgió en junio 1919 la Sociedad de
las Naciones, organismo internacional que se proponía establecer las bases de
la paz entre las naciones.
Consecuencias sociales
 La Guerra dejó un saldo de unos 7 millones de civiles y 10 millones de
soldados muertos durante los ataques.

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 La Guerra generó millones de muertos indirectos por hambrunas y la expansión
de diversas enfermedades, como la pandemia de la gripe española.
 Hubo un aumento de la brecha social derivada de la discapacidad física tras el
combate, la viudez y la orfandad provocadas por la Guerra.
Consecuencias económicas
 Pérdida de la hegemonía europea y expansión de la hegemonía
norteamericana, con otras características. Estados Unidos desplazó a Gran
Bretaña como potencial
 Destrucción de gran parte de las infraestructuras como viviendas, vías
terrestres, puertos, incluso, de zonas industriales.
 Importante crisis económica en los países europeos involucrados en la Guerra,
dado los costos armamentísticos.
Consecuencias territoriales
 Desaparición de los imperios alemán; austrohúngaro; otomano y ruso.
 Alemania perdió gran parte de su territorio.
 El extinto Imperio austrohúngaro se convirtió en Austria y Checoslovaquia.
 El extinto Imperio otomano se convirtió en la República de Turquía.
 Francia recuperó los territorios de Alsacia y Lorena.

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Segunda Guerra Mundial
Te explicamos qué fue la Segunda Guerra Mundial y las causas de este
conflicto. Además, sus consecuencias y los países participantes.

La Segunda Guerra Mundial tuvo lugar entre los años de 1939 y 1945.


¿Qué fue la Segunda Guerra Mundial?
La Segunda Guerra Mundial fue un conflicto armado que tuvo lugar
entre los años de 1939 y 1945, y que involucró de manera directa o indirecta a
la mayor parte de las potencias militares y económicas de la época, así como a
numerosos países del Tercer Mundo.

Se la considera la guerra más dramática de la


historia contemporánea, debido a la cantidad de personas involucradas, las
enormes dimensiones territoriales del conflicto, la cantidad de armamento
bélico empleado y las desgarradoras consecuencias históricas para
la humanidad.

La Segunda Guerra Mundial se desarrolló principalmente en tres


escenarios distintos: el continente europeo, el asiático y el africano. En
ellos se enfrentaron las tropas de los dos bandos opuestos, conocidos
como los Países Aliados y las Potencias del Eje, así como de los países
involucrados voluntariamente o a la fuerza en un conflicto que no
distinguió entre fuerzas militares y población civil.

En el contexto de esta guerra se produjeron eventos sumamente traumáticos


para la civilización humana, como las muertes masivas en campos
de exterminio y de trabajos forzados (en particular de ciudadanos de la etnia
judía, que se denominó el Holocausto), o la utilización por primera vez en la
historia de armas nucleares de destrucción masiva sobre una población civil
(las ciudades japonesas de Hiroshima y Nagasaki).

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Causas de la Segunda Guerra Mundial

La invasión alemana de Polonia fue una de las causas de la Segunda Guerra


Mundial.
Como toda guerra, la Segunda Guerra Mundial se debió a razones variadas y
complejas, que pueden resumirse en:

 Los términos del tratado de Versalles. La rendición de Alemania y sus


aliados al término de la Primera Guerra Mundial les impuso un tratado de
rendición incondicional sumamente opresivo, que le impedía a
la nación devastada por la guerra volver a tener un ejército, le arrebataba el
control de sus colonias africanas y le imponía una deuda impagable con los
países victoriosos.
 El surgimiento del fascismo. Adolfo Hitler en Alemania (nazismo) y
Benito Musolini en Italia (fascismo), principalmente, aprovecharon el
descontento popular y construyeron movimientos nacionalistas extremistas,
buscando recuperar las glorias nacionales mediante la militarización de
amplios sectores sociales, la instauración del totalitarismo y la expansión de
las fronteras nacionales.
 Las tensiones chino-japonesas. Después de la Primera Guerra Sino-
japonesa (1894-1895), Japón se había convertido en una potencia imperial
que no veía con buenos ojos a China y la Unión Soviética. Aprovechando
en 1932 la debilidad en que la Guerra Civil entre comunistas y republicanos
había dejado a China, Japón inició una Segunda Guerra Sino-japonesa y
ocupó Manchuria, expandiéndose luego por el Asia menor hasta verse
enfrentado por los Estados Unidos.
 La invasión alemana de Polonia. Alemania inició su expansión territorial
tomando Austria y parte de Checoeslovaquia, sin que hubiera mayores
conflictos. Cuando en 1939 Hitler estableció un pacto con la URSS para
repartirse el territorio polaco y procedió a invadirlo, las naciones
occidentales europeas le declararon la guerra, dando inicio al conflicto
como tal.

Consecuencias de la Segunda Guerra Mundial

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La Segunda Guerra Mundial provocó entre 55 y 70 millones de muertes.
Las consecuencias de la Segunda Guerra Mundial fueron particularmente
atroces. Algunas de ellas fueron:

 Devastación casi total de Europa. Se dieron extensos y devastadores


bombardeos aéreos de las principales ciudades europeas, primero cuando
los alemanes conquistaban el continente y luego cuando los aliados lo
liberaban, lo cual se tradujo en una destrucción casi total de las
mismas. Esto requirió luego grandes inversiones económicas para su
paulatina reconstrucción, como el llamado Plan Marshall propuesto por los
Estados Unidos.
 Inicio de un mundo bipolar. Las potencias europeas tanto Aliadas como
del Eje quedaron, al final del conflicto, tan debilitadas económica y
políticamente que la conducción de la política mundial pasó a las dos
nuevas superpotencias: los Estados Unidos y la Unión Soviética, dando
así inicio a la llamada Guerra Fría.
 División de Alemania. Una vez derrotada Alemania, su territorio pasó a
control de los países aliados y de la URSS, por lo que se dividió al país en
dos naciones completamente distintas: la República Federal Alemana, con
sistema capitalista y bajo control norteamericano, y la República
Democrática Alemana, con sistema comunista y bajo administración
soviética. Alemania volvería a unificarse en 1991, tras la caída del muro de
Berlín.
 Surgimiento de nuevas tecnologías. Tecnologías hoy comunes como la
televisión, las computadoras, el sonar, el vuelo a reacción o la energía
atómica deben su descubrimiento a esta cruenta guerra.
 Descolonización. La pérdida de poder político y económico de
Europa llevó a la pérdida de control de sus colonias en el Tercer Mundo,
permitiendo así numerosos procesos de independencia.
 La muerte de entre 55 y 70 millones de personas. Contando militares y
civiles, indistintamente, millones de los cuales lo hicieron en condiciones
infrahumanas en campos de concentración y exterminio.

Países participantes
Los dos bandos enfrentados fueron:

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 Las potencias del eje. Conducidas por la Alemania nazi, la Italia fascista y
el Japón imperial, junto a sus socios de Bulgaria,
Hungría, Rumanía, y estados co-beligerantes como Finlandia, Tailandia,
Irán e Irak.
 Los países aliados. Integrados por Francia, Gran Bretaña, Estados Unidos
y la Unión Soviética, así como Polonia, China, Noruega, Dinamarca,
Bélgica, Luxemburgo, Países Bajos, Grecia, Yugoslavia, Canadá, Nueva
Zelanda, Sudáfrica, Australia y, posteriormente, algunos países de
participación minoritaria, pero apoyo diplomático a los aliados.

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