organismos competentes para la utilización segura de las radiaciones ionizantes y garantizar la protección de los individuos, de sus descendientes, de la población en su conjunto, así como del medio ambiente, frente a los posibles riesgos que se deriven de la exposición a las radiaciones ionizantes.
La protección radiológica tiene un doble objetivo: proteger a las personas y el
medio ambiente de los efectos nocivos de la radiación, pero sin limitar indebidamente las prácticas que, dando lugar a exposición a las radiaciones, suponen un beneficio para la sociedad o sus individuos. La Comisión Internacional de Protección Radiológica, más conocida por sus siglas en inglés ICRP (International Commission on Radiological Protection) se encarga de establecer la filosofía de la protección radiológica, basándose en los conocimientos científicos existentes sobre los efectos biológicos de las radiaciones ionizantes. Sus conclusiones se dan a conocer a través de recomendaciones, las cuales constituyen una base sólida para elaborar la legislación correspondiente en cada país. Normas Internacionales de Protección Radiológica La única medida eficaz para protegerse de las radiaciones es no recibirlas, por lo que las regulaciones de la OMS señalan: las radiaciones ionizantes no deben ser utilizadas siempre que el diagnóstico de las enfermedades pueda realizarse mediante otros medios diagnósticos; no obstante, en caso de su empleo debemos ser fieles cumplidores de sus normas. Las normas establecidas por la Comisión Internacional de Protección Radiológica (ICRP) se relacionan con diversos factores, estos son: 1. Relacionadas con el equipo: a) Condiciones técnicas óptimas. b) Calibración adecuada. 2. Relacionadas con el local. Barrera de protección primaria y secundaria con plomo o baritina. 3. Medidas de protección para el personal expuesto a las radiaciones: a) Medios de protección personal. b) Control dosimétrico. 4. Medidas de protección con el paciente.