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La PESADA VALIIA DE BENAVIDES Regresa al cuarto con una valija, Resistente, forrada en ‘eucro marrén, se apoya sobre cuatro ruedas y offece com elegans mania a a no se arrepiente de sus acciones, Cree que las puriala- de ls roiling Benavides das sobre su mujer fueron justas, pero sabe que pocos ‘compreadern las razones. Por exo opta por el siguiente plan: evitar que la sangre chorroe envolvienda el cuerpo fen holsas de residuos, abrir Ia valija junto a la cama y, ‘con el trabajo que implica doblar el cuerpo de wna majer nacrta tras veintinueve ats de vida mistrimonial, emp Jarlo hacia el piso para que caiga sobre la vali, Oprimir ‘sin carito, dentro de los espacios libres, Ja masa sobran- te, hasta terminarde encastrar el cuerpo en la base. Mas por prolijidad que por precancién, recoger lis séba- has ensangrentadas y guardarlas en cl lavarropas. Ea vuelta en cuero sobre cuatro ruedas ahora vencidas, el peso de la mujer no disminaye en absoluto, y aunque Benavides es pequefio, debe agcharse un poco par al- canaar la mat postura que no ayuda en gracia ni en practicidad, y poco colabora en la aceleracin del trimite. ero 61, hombre organizado, en povas horas esté en la calle, en la noche, avanzando, pasos cortos y valja atts, hacia la casa del doctor Corrales. El doctor Corrales vive cerea, Benavides toca el tim bre de un gran portén cubierto por plantas sobre el cual pueden verse los pisos ms altos de la construecién, Una vor femenina en el portero dive: “Diga’, ¥ Benavides dice: Benavides, necesito hablar con el doctor Corrales’ El aparato hace los ruidos propios de un portero elee- ‘rico que lleva alli varios anos, y luego permanece en silencio, En puntas de pie, Benavides espfa entre las t= pias plantas que se asorvin tras el muro, pero no logra vver nada, Vuelve tocar el timbre. La ver del portero dice: “Diga’, y Benavides dice otra vee: “Benavides, que ‘quiere hablar con el doctor Corrales’ El aparato repite Jos mismos ruidos y luego permanece en silencio. Bene vides, quizé cansado por ls tensiones del dia, acuesta Ia valija en el piso y se sienta sobre ella. Un rato después portén se abre y algunos hombres salen y se despiden, Benavides se incorpora, no identifica entre ellos al doc tor Corrales. Dice =Necesita hablar con el dactor Corrales ‘Uno de los hombres pregunta a» nombre. Benavides. El hombre le indica que aguarde un momento y vuel~ vea entrar a la casa. ET resto de Tos hombres lo mira con ‘curiosidad. Minutos més tarde, el hombre que se habia alejado regress: “EI doctor lo espera ~die « Benavides, y Benavides vuelve por su valija y entra a la casa acompafiade por el hombre. [No es extrafto encontrar al doctor Corrales en ple ho ejercicio de sus virtudes frente & una decena de dis-

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