Está en la página 1de 6

EZEQUIEL: EL ATALAYA DE JEHOVÁ.

Ezequiel 3.16-21.
*INTRODUCCIÓN
En los tiempos bíblicos las grandes ciudades eran fortificadas con grandes murallas. La seguridad era
muy importante en esos tiempos, como hoy. Estas murallas tenían grandes torres que servían como
puestos de vigilancia. Allí surge la figura del atalaya. Hombres que tenían el deber de alertar y
advertir a toda la ciudad de los ataques enemigos. Su trabajo era importantísimo.
La ciudad y el rey confiaban plenamente en estas personas, ya que la vida de toda la gente dependía
de aquel anuncio...
¡EN LAS MANOS DE LOS atalayas ESTABAN TODAS LAS VIDAS DE LA CIUDAD O DEL REINO!
Estos atalayas, apostados en lugares estratégicos sobre los muros de la ciudad, se mantenían
atentos a peligros inminentes y constituían el sistema de seguridad básico de la ciudad.
Corre el año 593 a.C. y la situación es terrible. Israel ha sido conquistado por Babilonia y desde el
año 606 a.C. Nabucodonosor ha incursionado por Israel en 2 oportunidades.
En la segunda deportación (598 a.C.) Ezequiel siendo un joven sacerdote de 25 años fue llevado
por el rey de Babilonia a las orillas del rio Quebar y allí se establece junto a una comunidad de judíos
expatriados.
5 años después, en la ciudad de Tel-Abib a las orillas del rio Quebar, Ezequiel recibe el llamado del
Señor (1.1-3) y comienza su ministerio como profeta de Jehová.

I. EL LLAMAMIENTO DE EZEQUIEL (3.16-17).


“Y aconteció que al cabo de los siete días vino a mí palabra de Jehová, diciendo: Hijo
de hombre, yo te he puesto por atalaya a la casa de Israel; oirás, pues, tú la palabra de
mi boca, y los amonestarás de mi parte”
Lo primero que Dios le dice al profeta Ezequiel en este pasaje es, “Hijo de hombre”. Esta frase
aparece 93 veces en el libro de Ezequiel, y describe la naturaleza del trabajo del profeta.
La frase “hijo de hombre” significa en simples palabras “siervo de Dios”.
Aquí en Ezequiel se refiere al “siervo de Jehová”. A un ser humano que está dedicado al servicio
del Señor.
Esta frase también la uso nuestro Señor Jesucristo en su ministerio para describir su humanidad, su
servicio y su identificación con nosotros como nuestro redentor (Mateo 20.18; 20.28).
¿QUÉ LE DICE EL SEÑOR A SU SIERVO?
“yo te he puesto por atalaya a la casa de Israel”.
¡Tú serás mi siervo! ¡Tú serás quien advertirá a mi pueblo cuando venga el peligro!
Anteriormente, Dios había comisionado a Ezequiel para predicar únicamente Su palabra (3.4).
Ahora el Señor lo estaba llamando para que fuera un atalaya de Jehová.
Ya hablamos un poco de quienes eran los atalayas. Pero, para que no se olvide, un atalaya es un
vigilante o centinela, un hombre que estaba encargado de vigilar las murallas de la ciudad para
cuidar que no sea atacada por enemigos y advertir a los moradores para que se preparen.
La aplicación como figura del profeta es poderosa. El atalaya como el profeta debe velar por el
pueblo. El atalaya como el profeta debe advertir y ayudar a preparar al pueblo cuando viene el
peligro. Dios considera a sus siervos como atalayas, como vigilantes al cuidado de su grey.
¡Qué maravillosa misión recibió Ezequiel! Pero a la vez, ¡Tan pesada, tan difícil!
Ezequiel seria el hombre que advertiría y amonestaría al pueblo de Dios.
¿QUÉ PODEMOS DECIR DE TODO ESTO?
¡Nosotros también somos atalayas de Jehová! ¡Nosotros también somos siervos de Dios! ¿O no?
A nosotros también Dios nos ha encomendado una misión, nos ha dado una tarea.
¿CUÁL ES ESTA TAREA? ¿CUÁL ES ESTA MISIÓN?
La misma de Ezequiel, advertir, amonestar a los que están en peligro de muerte. Que están
amenazados por el enemigo. ESTA MISIÓN TIENE DOS ENFOQUES…
Si miramos nuestro pasaje, el atalaya debe advertir al JUSTO, al que anda en los caminos de Dios,
como al IMPÍO, al pecador que no es parte del pueblo de Dios o se ha alejado de la voluntad de Dios.
¡NUESTRA MISIÓN ES HACIA LOS PERDIDOS, SEAN DEL PUEBLO DE DIOS O NO!
El Señor dijo: “Porque el Hijo del Hombre vino a buscar y a salvar lo que se había
perdido” (Lucas 19.10).
Y después añadió: “Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura. El que
creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado”
(Marcos 16.15-16).
¿ESTAMOS CUMPLIENDO LA MISIÓN DE CRISTO? ¿SOMOS FIELES AL ENCARGO DEL SEÑOR?
El mundo se está perdiendo, ¿Cuántos no van derechito al infierno?, ¿Familiares? ¿Amigos?
¿Vecinos? e incluso en la iglesia del Señor, encontramos hermanos descarriados que se han apartado
de la justicia. Gente que amábamos, que servían con nosotros, pero Satanás les gano la batalla y
cayeron y ahora van a la perdición.
¿QUÉ DEBEMOS HACER? ¡Cumplir la misión de Cristo!
¡Abra su boca! ¡Amoneste! ¡Predique! ¡Reprenda! ¡Corrija! ¡Insista! ¡Sea el atalaya de Jehová!
Algo tenemos que hacer, no podemos ser indiferentes.
La decisión que Ezequiel tuvo que tomar, y la que nosotros igualmente debemos tomar es esta:
¿SERÉ EL ATALAYA DEL SEÑOR?… ¿HARE LA VOLUNTAD DE DIOS?
- Idea Principal – EL ATALAYA DE JEHOVÁ QUE CUMPLE SU MISIÓN.
¡Qué amonesta y advierte al pueblo de Dios para que viva! (3.17).
Pero, ¿CÓMO EZEQUIEL PODRÍA CUMPLIR SU MISIÓN?
Dios añade: “oirás, pues, tú la palabra de mi boca”.
Lo primero que Ezequiel debe hacer es escuchar las palabras de Jehová. Dedicarse a oír y entender el
mensaje del Señor, para así después poder entregarlo.
El siervo de Dios nunca entregara un mensaje propio. Nunca hablara por su propia cuenta o lo que
él piensa o cree. Entonces, ya no sería atalaya de Jehová, sino sería atalaya propio, de su propia
voluntad.
Así también, el siervo de Dios tiene la obligación y la responsabilidad de hablar conforme a las
palabras de Señor. ¡PREDICAR ÚNICA Y EXCLUSIVAMENTE EL MENSAJE DEL SEÑOR!
“Si alguno habla, hable conforme a las palabras de Dios; si alguno ministra, ministre
conforme al poder que Dios da, para que en todo sea Dios glorificado por Jesucristo, a
quien pertenecen la gloria y el imperio por los siglos de los siglos. Amén” (1 Pedro 4.11).
¡APRENDEMOS PARA TRANSMITIR! ¡OÍMOS PARA COMPARTIR!
El siervo de Dios debe ser una persona dedicada a oír la palabra de Dios.
¿Cómo vamos a predicar un mensaje que NO conocemos?
¿Cómo podemos compartir una palabra que ignoramos?
* Esto en vez de desanimarnos porque no tenemos conocimiento, o no tenemos la capacidad, debería
motivarnos para estudiar más, para prepararnos para cumplir la misión.
¿QUÉ MÁS LE DICE EL SEÑOR? ¿CÓMO EZEQUIEL PODRÍA CUMPLIR SU MISIÓN?
“y los amonestarás de mi parte”
Una amonestación es llamar la atención a alguien, es decir a otra persona que lo que está haciendo
no se hace. Es mostrarle a otra persona o colocarle en la mente de la otra persona su error o falta.
La reprensión NO es del siervo de Jehová, la llamada de atención NO viene del atalaya mismo, sino
de Jehová. NO SOMOS NOSOTROS QUIENES REPRENDEMOS O AMONESTAMOS A LA GENTE,
ES DIOS EN SU PALABRA QUE AMONESTA. NOSOTROS SOMOS SOLO PORTAVOCES.
Debemos ser muy prudentes y sensatos cuando vamos a llamar la atención a otras personas.
Un siervo de Dios debe de decir siempre “así ha dicho el señor.”
Pero no: “YO digo” o “El Hermano tanto dice” o “El Pastor tanto dice”, sino: “El Señor
dice”.
Entendiendo la misión que Dios le había encomendado, Ezequiel está listo para que Dios le muestre
el curso a seguir.
Y en los versos 18 al 21, encontramos 4 ejemplos específicos de la misión que Ezequiel debe cumplir
como atalaya de Jehová. Aprendamos de estos deberes…
II. EL DEBER DEL ATALAYA (3.18-21).
Veamos estos 4 ejemplos de amonestación que Jehová le hace a su atalaya, a su pueblo de Israel y
que también nos llega a nosotros:
a) EL ATALAYA & EL IMPÍO – Ambos son condenados (3.18).
“Cuando yo dijere al impío: De cierto morirás; y tú no le amonestares ni le hablares,
para que el impío sea apercibido de su mal camino a fin de que viva, el impío morirá
por su maldad, pero su sangre demandaré de tu mano”.
Fíjese que el Señor tiene un mensaje para el impío, es decir para la persona que vive en
desobediencia a los mandamientos de Dios o que vive mundanamente. Al perdido.
¿CUÁL ES ESTE MENSAJE?
“De cierto morirás”, es un mensaje fuerte, pero real.
Lo primero que debemos entender, es que que Dios no quiere la muerte o condenación de nadie. De
ninguna persona.
Si miramos en Ezequiel 33.11, “Diles: Vivo yo, dice Jehová el Señor, que no quiero la
muerte del impío, sino que se vuelva el impío de su camino, y que viva. Volveos,
volveos de vuestros malos caminos; ¿por qué moriréis, oh casa de Israel?”.
¡DIOS NO DESEA LA MUERTE DEL PECADOR! ¡EL NOS LLAMA A VIDA!
Pero aunque Dios NO quiere la muerte del pecador, Dios es justo y el pecado trae consecuencias.
Toda persona que vive en el pecado, y no quiere cambiar. Toda persona que vive alejado de Dios y de la
justicia debe saber también que hay una condenación o una muerte eterna para ellos.
El impío NO solo va a sufrir la MUERTE FÍSICA, sino también ahora está sufriendo la MUERTE
ESPIRITUAL. Pero lo más terrible de todo, es que el pecador debe saber o debe escuchar, que después
de esta vida le espera la MUERTE SEGUNDA, ES DECIR EL CASTIGO ETERNO O EL INFIERNO.
EZEQUIEL ESTE ES EL MENSAJE PARA TI.
“y tú no le amonestares ni le hablares, para que el impío sea apercibido de su mal
camino a fin de que viva”.
Pero aquí toda la responsabilidad la tiene el atalaya de Jehová: Si el siervo de Dios, no
amonesta, no llama la atención, no proclama, no anuncia el mensaje de Dios, el impío va a morir, se
va a condenar, se va a perder eternamente, por su maldad, por sus pecados.
PERO ESCUCHE BIEN LO QUE DICE DIOS…
“pero su sangre demandaré de tu mano”.
¡TENEMOS UNA GRAN DEUDA CON LA GENTE¡ ¡LA SALVACIÓN DE OTROS DEPENDE SI
SOMOS FIELES EN ANUNCIAR EL EVANGELIO¡
En este primer ejemplo ambos son condenados… El atalaya por no advertir y el impío por su
maldad.

b) EL ATALAYA & EL IMPÍO – 1 Salvado & 1 Condenado (3.19).


“Pero si tú amonestares al impío, y él no se convirtiere de su impiedad y de su mal
camino, él morirá por su maldad, pero tú habrás librado tu alma”.
En este segundo llamado encontramos lo que debe hacer un verdadero centinela o un verdadero
atalaya de Dios.
¡CUMPLIR CON SU MISIÓN! ¡ANUNCIAR EL MENSAJE! ¡ADVERTIR A LA GENTE!
Aquí debemos recordar las palabras de los sabios: “Libra a los que son llevados a la muerte;
Salva a los que están en peligro de muerte. Porque si dijeres: Ciertamente no lo
supimos, ¿Acaso no lo entenderá el que pesa los corazones? El que mira por tu alma, él
lo conocerá, Y dará al hombre según sus obras” (Proverbios 24.11).
Es deber de un atalaya es librar y salvar a los que están en peligro de muerte. Y la única manera de
poder hacerlo es con el anuncio de las buenas nuevas.
¡DE NOSOTROS DEPENDE LA SALVACIÓN DE LOS DEMÁS! ¡DE NUESTRO ANUNCIO! ¡DE
NUESTRO CELO POR PREDICAR EL EVANGELIO!
¿QUÉ SUCEDE SI EL IMPÍO ESCUCHA EL MENSAJE, PERO NO CAMBIA?
Dios le dice a Ezequiel: “Pero tú habrás librado tu alma”.
¿QUIERES SALVAR TU RESPONSABILIDAD DELANTE DE DIOS? ¿QUIERES SALVAR TU ALMA?
¿QUIERES QUE LA SANGRE DE OTROS NO CAIGA SOBRE TI?
¡Predica! ¡Anuncia! ¡Proclama! ¡Advierte!
“que prediques la palabra; que instes a tiempo y fuera de tiempo; redarguye,
reprende, exhorta con toda paciencia y doctrina” (2 Timoteo 4.2).
Triste debemos decir en este caso, el impío morirá en su pecado. La condenación caerá sobre él,
pero No porque NO se le predico o NO se le advirtió. Él sabía. Él escucho, pero NO creyó al mensaje
de Dios. Morirá por no querer arrepentirse de su mal camino.
En este segundo ejemplo el Atalaya vive porque predico y el impío muere, porque no quiso cambiar.

c) EL ATALAYA & EL JUSTO - Ambos son Condenados (3.20).


“Si el justo se apartare de su justicia e hiciere maldad, y pusiere yo tropiezo delante
de él, él morirá, porque tú no le amonestaste; en su pecado morirá, y sus justicias que
había hecho no vendrán en memoria; pero su sangre demandaré de tu mano”.
Ahora Jehová habla del justo, de la persona que ha guardado los mandamientos de Dios, la persona
que ha sido justificado por Dios. La persona que ha vivido y ha andado en los caminos rectos del Señor.
Estamos hablando del hombre que abandono el camino de Dios y no se arrepintió, sino que hizo
maldad, volvió a su vida pecaminosa, impía y mundana. UN JUSTO QUE CAYO EN EL PECADO.
¿LA BIBLIA HABLA DE LA CONDICIÓN ESPIRITUAL DE UNA PERSONA ASÍ?
2 Pedro 2.20-22, “Ciertamente, si habiéndose ellos escapado de las contaminaciones
del mundo, por el conocimiento del Señor y Salvador Jesucristo, ENREDÁNDOSE
OTRA VEZ en ellas son vencidos, su postrer estado viene a ser PEOR QUE EL
PRIMERO. Porque mejor les hubiera sido no haber conocido el camino de la justicia,
que después de haberlo conocido, VOLVERSE ATRÁS del santo mandamiento que les
fue dado. Pero les ha acontecido lo del verdadero proverbio: El perro vuelve a su
vómito, y la puerca lavada a revolcarse en el cieno”.
¡AQUÍ VEMOS UN JUICIO EN ESTA VIDA! Dios le dice al justo que se aparta de Dios: “y pusiere
tropiezo delante de él, él morirá”.
¿QUÉ VEMOS AQUÍ? ¡Que todo pecado trae consecuencias! ¡Las consecuencias de apartarnos de
Dios son terribles! ¡Es nefasto conocer al Señor, servirlo y después dejarlo por el pecado u otras
cosas! NO SOLO TRAE CONSECUENCIAS EN ESTA VIDA, LAS CONSECUENCIAS MÁS TERRIBLES
SE VERÁN EN LA QUE VIENE. Por lo mismo, Pedro dijo es mejor no haberlo conocido… que
conocerlo y después dejarlo.
¿CUÁL ES EL MENSAJE PARA EL ATALAYA?
“en su pecado morirá, y sus justicias que había hecho no vendrán en memoria; pero
su sangre demandaré de tu mano”.
¿POR QUÉ? “porque tú no le amonestaste”.
El atalaya NO cumplió con su obligación y responsabilidad, NO anuncio, NI advirtió al justo de mal
proceder frente a Dios.
“su sangre demandaré de tu mano”.
¿QUÉ SIGNIFICA ESTO? ¡QUE DIOS NOS PEDIRÁ CUENTA DE LAS OTRAS PERSONAS!
Dios nos hará responsables, NO del pecado de los demás, debo aclararlo. Sino de NO advertir, de
NO amonestar el pecador para que se arrepienta. DE NUESTRA NEGLIGENCIA COMO ATALAYAS.
¡Te das cuenta que la salvación de otros depende de tu fidelidad en predicar el evangelio! Y no solo
eso, sino también que nuestra propia salvación dependerá de nuestro celo en llamar a la gente al
arrepentimiento.
Pablo le dijo a los ancianos de la iglesia de Éfeso, “Por tanto, yo os protesto en el día de hoy,
que estoy limpio de la sangre de todos; porque no he rehuido anunciaros todo el
consejo de Dios” (Hechos 20.26-27).
¡PABLO SE SENTÍA LIMPIO! ¡HABÍA SALVADO SU RESPONSABILIDAD! ¡DIOS NO LO IBA A
JUZGAR POR ESTO! ¿Por qué? ¡Porque había predicado fielmente su palabra a todos!
¡Es muy importante preocuparnos por nuestra salvación, pero igualmente importante es
preocuparnos de la salvación de otros! ¡NO SEAMOS EGOÍSTAS, NI INSENSIBLES!
“y sus justicias que había hecho no vendrán en memoria”.
Es decir, todo el tiempo que estuvo en camino de Dios, viviendo justamente, todo el tiempo que
anduvo haciendo obras dignas ante Dios, no le servirán de nada, sino cambia o se arrepiente y vuelve
de su mal camino.
En este tercer ejemplo ambos son condenados. El atalaya por NO advertir y el Justo que ha caído,
por NO arrepentirse.

d) EL ATALAYA & EL JUSTO - Ambos son Salvados (3.21).


“Pero si al justo amonestares para que no peque, y no pecare, de cierto vivirá, porque
fue amonestado; y tú habrás librado tu alma”.
Ya hemos visto en este texto de la posibilidad de que el justo caiga de su camino. PODEMOS PERDER
LA SALVACIÓN Y CAER DEL CAMINO DE LA GRACIA.
¿QUÉ SE PUEDE HACER? ¿ESTÁ TODO PERDIDO? ¡NO! ¡El justo descarriado puede volver al
camino! ¡Con Dios siempre se puede comenzar de nuevo! ¡No importa las veces que nos caigamos,
sino las veces que nos levantemos!

A propósito, ¿HABLA LA BIBLIA SOBRE ESTA SITUACIÓN?


Santiago 5.19-20, “Hermanos, si alguno de entre vosotros se ha extraviado de la
verdad, y alguno le hace volver, sepa que el que haga volver al pecador del error de su
camino, salvará de muerte un alma, y cubrirá multitud de pecados”.
¡AQUÍ EL ATALAYA CUMPLIÓ SU TRABAJO! ¡TRAJO AL REDIL LA OVEJA PERDIDA!
¿CUÁL ES EL RESULTADO?
“de cierto vivirá, porque fue amonestado”... “salvara de muerte un alma, y cubrirá
multitud de pecados”.
Ya lo dijo Ezequiel, Dios no quiere la muerte del impío, menos querrá la muerte del justo que ha
caído. Dios es misericordioso y abundante en perdonar. ¡Qué maravilloso es nuestro Señor!
En este cuarto ejemplo, ambos se salvan. El atalaya porque amonesto, y el justo descarriado porque
se arrepintió.

*CONCLUSIÓN.
¿POR QUÉ ES TAN IMPORTANTE QUE CUMPLAMOS ESTA MISIÓN?
¡Porque lo que está en juego son nuestras almas! ¡Y las almas de quienes nos escuchen!
¡Por amor de su alma, cumpla la misión de Cristo! ¡Por amor a los que ama, sea el atalaya de
Jehová! ¡Por amor a los perdidos, comprométase con el Señor!
EL MUNDO SE ESTÁ PERDIENDO. Y CADA DÍA QUE PASA NOS QUEDA MENOS TIEMPO.
Para finalizar, hace poco leí acerca unas estadísticas que me dejaron la sangre helada…
¡Espero que le suceda lo mismo!
¿SABE CUÁNTA GENTE MUERE POR MINUTO EN TODO EL MUNDO? ¡107 personas!
Y ¿AL DÍA? ¡Mueren todos los días 153.000 personas!
Y muchas de estas almas nunca escucharon de Cristo. Tal vez otros, escucharon y no respondieron.
Y más triste aun, muchos eran cristianos, tenían la salvación, pero la perdieron por descuidarse.
¿NO ES TERRIBLE TODO ESTO? ¿QUÉ HAREMOS COMO IGLESIA?
*LOS 4 MENSAJES QUE DIOS DA A SU SIERVO EZEQUIEL.

EL ATALAYA & EL IMPÍO EL ATALAYA & EL IMPÍO


Ambos son Condenados (3.18) 1 Salvado & 1 Condenado (3.19)

(1) El Atalaya por NO (1) El Atalaya por AMONESTAR.


AMONESTAR. (2)El Impío por su MALDAD.
(2) El Impío por su MALDAD.

EL ATALAYA & EL JUSTO EL ATALAYA & EL JUSTO


Ambos son Condenados (3.20) Ambos son Salvados (3.21)

(1) El Atalaya porque NO (1) El Atalaya porque AMONESTÓ.


AMONESTÓ. (2)El Justo porque SE ARREPINTIÓ.
(2)El Justo por APARTARSE de su
JUSTICIA.

*Estructura del Pasaje.


(3.16-17) El llamamiento de Ezequiel – El debe oír las palabras de Dios y amonestar al pueblo.
- Idea Principal – EL ATALAYA DE JEHOVÁ QUE CUMPLE SU MISIÓN.
Que amonesta y advierte al pueblo de Dios (3.17).
(3.18) Si Ezequiel NO amonesta al impío – Ambos serán condenados.
(3.19) Si Ezequiel amonesta al impío, pero No se arrepiente – El será salvado, pero el impío
condenado.
(3.20) Si el Justo se descarría, y Ezequiel NO lo amonesta – Ambos serán condenados.
(3.21) Si el Justo es amonestado por Ezequiel a NO pecar – Ambos serán salvados.

Luis Zepeda Mir


(042) 2381134 – 94759075 – 67550175.
doulostoutheou@hotmail.cl – l.zepedamir@hotmail.com
www.tirandolasemilla.com

También podría gustarte