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UN MILAGRO DE NUESTRA SENORA DEL TOPO.__ MARCOS PAREDES DE SAN NICOLAS BUSCA EL SITIO DE LA APARICION DE NUESTRA SENORA DE COROMOTO Muertos los pocos espafioles conocedores del primitivo asiento de los Coromotos en la confluencia del Tucupido con el Guanare y estando los indios internados en las montafias, yaa fines del siglo XVII, nadie en Guanare conocia el punto fijo de la Aparicién de 1652, por lo cual el Licenciado don Leonardo de Reinoso, cura y vicario de Guanare, hizo diligencias para averiguar dicho sitio (1), pero sin resultado. Fue entonces cuando la Santisima Virgen dio a conocer este lugar con un prodigio maravilloso, cuyo relato interesante vamos a referir. En marzo de 1698 llegé a Guanare Fray Diego de Olaya, religioso lego de la Orden de San Agustin; traia una imagen conocida con el nombre de Nuestra Sefiora del Topo, que representa a la Virgen Santisima en la bajada de la Cruz. Andaba de provincia en provincia y de pueblo en pueblo recolectando limosnas para el culto de dicha Imagen, que se veneraba ordinariamente en la Catedral de Santa Fe de Bogota. Previo permiso de la autoridad religiosa de Guanare, se dirigié hacia los llanos de Tucupido, acompafiado de muchas personas de la region y del sefior don Marcos Paredes de San Nicolas, que le fue adjunto por el Vicario de Guanare en calidad de recolector de las limosnas ofrecidas. Este Ultimo sefior se encontraba en Guanare cumpliendo unas promesas de novenas, ofrecidas a Nuestra Sefiora de Coromoto. Iban pasando por todas las casas diseminadas en aquellas dilatadas llanuras, recogiendo lo que piadosamente se les ofrecia. De regreso, estado ya en la Ultima casa de la jurisdiccién, de Tucupido, que pertenecia al sefior Justo Burgos, Marcos Paredes entrego al celoso agustino las limosnas recogidas, valoradas en 48 pesos (2) mas cuatro libras de plata. Alli resolvieron llegar hasta Guanare y rezar en coros el Santo Rosario y llevar prendidas algunas velas delante de la Imagen de Nuestra Sefiora del Topo (3). Alacabar el rezo de la segunda decena, advirtieron todos que la cara de la Virgen en la Imagen se puso repentinamente amarilla, lo que les causo profunda admiracién; no interrumpieron, sino que continuaron con mas fervor el rezo del Santo Rosario. Con mayor asombro observaron luego todos los presentes que el rostro de la Imagen volvid a tomar sus colores naturales, pero tan hermosos y vivos como si fueran los de una persona animada, lozana y gozosa. La admiracion llego a su colmo cuando, prosiguiendo la marcha y el rezo, noté toda la concurrencia que una sombra cubria por completo el rostros de la Imagen; deteniéndose alli, y por espacio de tres horas consecutivas se ocuparon en actos exteriores de devocién, clamando a la Divina Misericordia, pero el misterioso eclipse persistia. De repente, el Sefior Marcos Paredes de San Nicolas tuvo una inspiracion repentina y exclamd: “Plantemos una cruz en este sitio” Acto seguido, dos individuos de la devota compaiiia, los hermanos Juan y Cristobal Calzada, cortaron unos maderos y labraron con ellos una cruz de tosca apariencia. No bien acabaron de fijarla en tierra, cuando inmediatamente se disipo la sombria nube que cubria la cara de la Imagen, la cual torno a sus colores naturales. La angustia que agobiaba a los presentes se trocé entonces en general alegria, y de sus enardecidos pechos brotaron entusiastas alabanzas a la Madre del supremo Hacedor. Resolvieron luego proseguir su marcha, pero no sin haber antes hecho el recuento de cuantos habian presenciado el prodigioso acontecimiento; y el numero exacto de los testigos fue de 128 (ciento veintiocho). Al llegar al pueblo de Maraca, Marcos Paredes paso solo a Guanare; pues, sabedor de lo sucedido, el cura de dicha ciudad lo habia enviado un expreso con orden de regresar inmediatamente para relatarle personalmente todo lo ocurrido. Al acabar su narraci6n, Paredes pidis licencia al Vicario para construir en el sitio del prodigio una pequefia ermita en honor de Nuestra Sefiora. El relato de este milagro dejo pensativo al cura. {Quién sabe si con este portento la Virgen no habra querido sefialar el sitio de su Aparicion de 8 de septiembre de 1652? Dirigiéndose al sefior Paredes le dijo: “Usted ha venido aqui a Guanare para cumplir unas promesas de novenas ofrecidas a Nuestra Sefiora de Coromoto por los favores y beneficios que recibié de su benéfica mano. Ahora bien, debe honrarla y cumplir con su promesa buscando el sitio exacto donde se aparecié en 1652, pues en quince afios de mi curato en esta ciudad no ha habido quien pueda indicarmela.” Asi aconsejado, Marcos Paredes salié el 24 de agosto de 1698 con Santiago Lopez y Lorenzo Dias, compafieros que le fueron designados por el Vicario para ayudarle en esta diligencia. Llegados al sitio en donde dias antes habian colocado una cruz, ranchearon bajo la sombra de majestuosa enramada. Paredes despacho luego a sus compafieros, por uno y otro lado, con el fin de recorrer toda la region e invitar a sus moradores a que viniesen al sitio mencionado; y estando reunidos todos alli una tarde, cerca de la hora de oracion o del ‘Ave Maria, les pregunto si conocian el lugar exacto de la Aparicién de Maria Santisima al Capitan de los Coromotos; pero ninguno pudo dar razén de ello. Todos dijeron que solamente los indios podrian saberlo, y que seria en extremo dificil hablar con ellos, por estar muy internados en las montafias. Viendo el sefior Marcos Paredes que era imposible dar con el sitio buscado, por haber desaparecido todo indicio de las antiguas chozas de Coromoto, trato de reunir materiales para edificar una capilla en memoria de la gran maravilla de Nuestra Sefiora del Topo, y también para que el cura de Guanare tuviese un lugar mas cémodo y decente donde ejercer su santo ministerio en aquellos parajes. SALIDA INESPERADA DE LOS COROMOTOS.__ SE SENALA EL SITIO DE LA APARICION EN 1652 El dia 26 de agosto de 1698, Santiago Lopez, Simon Sanchez y Pablo Pérez (1) habian cortado el primer estantillo para la fabrica de la capilla. Hacha en mano labraban con vigor el tronco secular; el ruido seco de los golpes resonaba en la imponente soledad, donde el piar de los pajaros y el susurro de las hojas hacian mas grandiosa la tranquilidad del bosque. De repente, por una vereda se presentan nueve jinetes. “\Indios son!” __exclama uno de los trabajadores. “iY estos indios por aqui!” __afiadié un segundo. Uno de ellos, llamado Gaspar Tabares (era el Cacique de los Coromotos), hablo de esta suerte: “Hemos sabido que un hombre viene a hacer una Iglesia para nuestra AMA la Virgen. Digale que si quiere construirla en el sitio donde la Virgen Santisima bajo del Cielo cuando la cogid. mi suegro, todos vendremos a vivir y poblarnos aqui” (2). Los otros indios afiadieron: “Si edifican la Iglesia donde nuestro Capitan asié a la Virgen, todos saldremos de los bosques.” Grandisimo contento experimento Paredes al oir hablar de esta suerte a los indigenas; adelantandose hacia ellos, les dijo: “Con el fin de construir de construir una Capilla en el punto de la Aparicién de la Virgen a tu ssuegro hemos venido aqui, pero nos ha sido imposible encontrar dicho lugar.” Gaspar Tabares, oida esta contestacién, se dirigié entonces a uno de sus compaferos, llamado Jacinto, y le dijo: “Devuélvete ahora mismo y dile a Julian (uno de los jefes de la tribu) que vengan todos con sus familias y bienes, que ya Dios se ha acordado de nosotros.” Apearonse los indios y durante un buen rato veneraron una imagen, copia de la Virgen de Coromoto, que Marcos Paredes llevaba para guia de aquel dificultoso descubrimiento. Pasaron luego con dicho sefior a reconocer el sitio que ocupaba la choza del Cacique, en donde la Virgen Santisima aparecié. Llevaron el estantillo para colocarlo en el propio sitio donde estaba la casa de su Capitan. Al llegar, Gaspar Tabares exclamo: "Pero el sitio donde la Virgen bajo del Cielo y la cogié mi suegro lo tienen ustedes marcado con esta cruz” que sefialaba con el dedo. “Este es el sitio preciso y exacto de la aparicion de la Virgen” __volvié a exclamar el Cacique Coromoto, vivamente emocionado. éQuién no vera en estos hechos extraordinarios nuevos prodigios de Nuestra Sefiora? Ella no quiso que el lugar testigo de la aparicién pasara al olvido del tiempo, sino que fuese un santuario donde se honrase su maternal bondad con preces y obras de verdadero amor filial. La alegria del Marcos Paredes fue indescriptible, y todos los vecinos coligieron que el milagro de la Virgen del Topo y la salida inesperada de los indios eran suscitados por Maria Santisima con el fin de que se honrase alli la memoria de su aparici6n, y un tal Nicolas Mateos afiadié: “Diez afios ha que vivo aqui, y durante todo este tiempo jamas he visto un solo indio en este lugar.” Con celeridad y diligencia prosiguieron la construccién de la ermita, la cual en breves dias estuvo acabada; el altar correspondia exactamente al sitio que ocupababa la choza del Cacique. RESENA HISTORICA DE NUESTRA SENORA DEL TOPO (3) Como sin duda el lector desea conocer la historia de la Imagen de Nuestra Sefiora del Topo, la cual hablamos en este capitulo, damos a continuacién una resefia de esta Imagen, que tienen intima afinidad con Nuestra Sefiora de Coromoto, por la maravilla de 1698. (hemos obtenido las siguientes datos en Tunja (4) y Bogota, de personas enteradas de ello.) Topo es la voz indigena que significa cerro, pifia (5), y asi llamaban los indios, antes de 1608, un pueblecito de aborigenes situado en la jurisdiccién de Muzo (Departamento de Boyaca), de la vecina Republica de Colombia. Esta aldea ha desaparecido completamente, conservando tan solo el nombre de TOPO el lugar donde estaba situado el caserio. Era cura doctrinero de este pueblecito Fray Francisco de la Parraga, y en su Iglesia estaba colocada, en el altar mayor, la Imagen de Nuestra Sefiora de los Dolores, con el cuerpo muerto de su Hijo Santisimo, y cuya cabeza sostiene la mano derecha de la Virgen. Mide esta imagen media vara de alto. Cierto domingo de 1608, un caballero espafiol, de nombre José Varela, hijo del Capitan Juan de Varela, fundador de Barinas, vino a oir Misa con algunos compafieros al pueblecito del Topo, y desde la puerta de la Iglesia vieron grandes resplandores que salfan de la Imagen. Inmediatamente dieron aviso del suceso a Fray Francisco de la Parraga, que acudid. al instante y, junto con otras personas, pudieron todos cerciorarse de la verdad de los extraordinarios resplandores que se desprendian de la Imagen de los Dolores. En 1610, encontrandose en Bogota, refirid José Varela el suceso al Gobernador de la Arquidiécesis, el cual, para cerciorarse y perpetuar la memoria del prodigio contado por Varela, dio ordenes al Vicario foraneo a cuya jurisdiccién pertenecia Topo, de que fuera a este pueblo y levantara una informacién juramentada del suceso relatado por Varela. Asi se hizo, y tanto el Padre doctrinero como los demas testigos estuvieron en un todo contestes al ser preguntados acerca de los resplandores de la Imagen expresada. El Cabildo de la Silla Metropolitana, entusiasmado al saber el resultado de las informaciones, resolvié enriquecer su Catedral con esta Imagen milagrosa, que ya era objeto de la veneracién de los fieles. A esta decision opusieron sus esfuerzos todos; el Padre Parraga, el encomendero del pueblo, los espafioles e indios de la regidn de Muzo y de la Palma, mas nada obtuvieron. En este mismo afio de 1610 Ilegé la Imagen de la Virgen de los Dolores a Bogota, en donde se le hizo esplendido recibimiento y se le dio decorosa mansién en una capilla de la Iglesia Catedral. Desde entonces esta Imagen fue de todos llamada la Dolorosa del Topo o simplemente Nuestra Sefiora del Topo, nombre este que ha conservado siempre y ha prevalecido, a pesar de que el Rey de Espafia habia ordenado que se Ilamara del Patrocinio. El segundo, tercero y cuarto domingo de noviembre se celebran todos los afios suntuosas fiestas; la primera estaba a cargo del Cabildo secular, y la segunda la costeaban, un afio un prebendado de la Metropolitana, y otro algtin rico caballero de Bogota. El Papa Alejandro VII, por su bula del 1 de noviembre de 1664, aprobé el culto ala Imagen y la Cofradia de Nuestra Sefiora del Topo, y la enriquecié con innumerables indulgencias. Hacia fines del siglo XVII permitié el Cabildo Metropolitano de la Catedral de Bogota que se pudiera, bajo seguras garantias, sacar la santa Imagen, para que extendiera su culto y sobre todo para recoger fondos con que poder realizar ciertos trabajos en la Catedral del Nuevo reino de Granada. Asi vemos que en el afio 1698 llego a Guanare el agustino Fray Diego de Olaya, trayendo la Dolorosa del Topo; recorrié el santo religioso el Nuevo Reino, la Capitania General de Venezuela y parece que llegé hasta Quito. En estas correrias se organizaban siempre numerosos acompafiamientos, que a veces tenian caracter de romerias, los cuales cortejaban la Imagen Dolorosa. Tal es, en sintesis, la historia de Nuestra Sefiora del Topo, que atin en el dia de hoy es muy venerada del clero y de los fieles de la culta capital de nuestra Republica hermana. (1) Vecinos de la regién de Tucupido. (2) Declaracién de Marcos Paredes de San Nicolas. (3) Seguin don Aristides Rojas, Topo es voz cumanagola y equivale a piedrachina. La palabra tiene otras acepciones, asi en el Pert, al decir de Arona, significa medias de chacras, y procede del quichua tupu; también es alfiler con que se prendian las mantas las peruanas desde el tiempo de los incas. (4) La Iglesia de Nuestra Sefiora del Topo de Tunja fue construida por el sefior doctor don José Osorio Nieto y Paz. Cura beneficiado de la parroquial de Santa Barbara, de esta ciudad, quien en su testamento, otorgado el 19 de febrero de 1729, expone las razones que lo indujeron a construir dicho templo, o sea, en agradecimiento de favores divinos que él obtuvo. (Ozias S. Rubio, Tunja. En “Paginas Histéricas Colombianas”, por Ricardo Castro). (5) Seguin el doctor Lisandro Alvarado “Glosario de voces indigenas de Venezuela.”

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