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tos en los tratados de inversión entre Estados ser seguido, ya que condicionará el devenir de
de la UE, son contrarios a los artículos 267 las relaciones económicas mundiales.
y 244 del Tratado de Funcionamiento de la En definitiva, el trabajo de la Dra. Mane-
Unión Europea. En la actualidad, queda por ro Salvador presenta notable rigor y elevado
determinar cuáles serán los efectos de la ju- acierto un análisis de los elementos esenciales
risprudencia Achmea sobre el Tratado sobre de la regulación del comercio internacional,
la Carta de la Energía, sobre los arbitrajes de centrándose en los acuerdos de libre comer-
inversión extra-UE y sobre la propuesta de la cio adoptados por Estados Unidos y la Unión
Unión de crear un Tribunal Multilateral en Europea. Como apunta la autora, queda
materia de inversiones internacionales. acreditado que «las relaciones comerciales
El cuarto y último capítulo aborda las rela- internacionales están cambiando y que este
ciones comerciales entre Estados Unidos y la cambio se está consolidando» (p. 323) y que
Unión Europea, sobre la base de que ambos este cambio implica el paso desde un marco
actores son las dos principales potencias co- multilateral a una incierta bilateralización en
merciales e impulsores de los acuerdos de libre las relaciones comerciales internacionales,
comercio. Tomando este punto de partida, la tanto la Unión Europea como Estados Uni-
autora aborda las relaciones transatlánticas en dos están participando en esta tendencia.
materia de comercio e inversión y la situación
Jorge Urbaneja Cillán
de incertidumbre tras la llegada de la Adminis- Profesor de Derecho Internacional Público
tración Trump. Sin duda alguno es un elemen- y Relaciones Internacionales,
to de desarrollo para los próximos que deberá Universidad de Alicante

Snajder, Mario
Historia mínima de Israel. La historia milenaria de un pueblo,
una región y un conflicto aún vigente
El Colegio de México/Turner, 2018, 287 pp.

Este magnífico estudio sobre la historia de puede tener su casa, aunque le haya costado
Israel no deja lugar a dudas: no es en abso- sangre, sudor y lágrimas. El hilo conductor
luto «mínimo», sino muy completo, y traza de la obra es lógico y riguroso, y los datos
los principales hitos históricos de un pueblo que se utilizan son objetivos, aunque esto no
desde los tiempos bíblicos hasta la actualidad. impedirá las críticas de algunos que son ya
De lectura muy amena y clara, esta obra será muy conocidas.
sumamente útil para todo aquel que quiera La obra está dividida en ocho capítulos,
empaparse de la historia de un pueblo que es muy equilibrados, que van a trazar las líneas
un ejemplo de lucha por estar unido siem- directrices por donde ha trascurrido la vida
pre a su tierra, a pesar de todos los exilios, de este pueblo. El primero de ellos está de-
pogromos y persecuciones de todo tipo. El dicado a la época del antiguo Testamento,
camino ha sido largo, como pone de mani- Abraham, Isaac y Jacob, hasta los primeros
fiesto el autor de la obra, pero hoy en día este síntomas de sionismo en la primera mitad del
pueblo tiene un Estado en donde todo judío siglo XIX, pasando por la compleja vida ju-

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día durante la Edad Media en Europa y en de autodefensa libraron batallas campales en


el mundo musulmán. tras las conquistas mu- numerosa ciudades afectadas por las perse-
sulmanas en la Península Ibérica, las «comu- cuciones antisemitas. Es más, unos 400.000
nidades judías de Sefarad-España musulmana judíos que habían servido en el ejército ruso
y católica se fortalecieron y se convirtieron durante la Primera Guerra Mundial se inte-
en centros espirituales, culturales y econó- graron en los grupos de autodefensa y en el
micos en el trascurso de lo que se identifica recién formado Ejército Rojo que, a diferen-
como la Edad de Oro del judaísmo sefardí» cia de los ejércitos Blancos, no permitían en
(p.23), mientras en Francia y el valle del Rín general ataques contra los judíos (p.30) Estas
albergaron crecientes poblaciones judías que lecciones proporcionadas por estos grupos
fueron muy afectadas por la violencia judeo- de judíos en Europa, fueron llevadas después
fóbica generada en torno a la Primera Cruza- por los sionistas rusos cuando emigraron a
da» (ibid.). Este pasaje del autor nos muestra Palestina a principios del siglo XX. Todo esto
el reconocimiento del esplendor judío en esa trajo consigo que se fuera creando un movi-
época en España, que el Edicto de Granada miento sionista en el que estaban presentes,
adoptado por los Reyes Católicos en enero de personalidades políticas de diversa índole o
1492 iba a poner fin. Pero el autor no ocul- religiosa, como el Rabino Yehuda Shlomo Al
ta otras numerosas expulsiones que tuvieron Kalai.
lugar por toda Europa, e incluso antes que Con estos antecedentes, y tras este largo
la de los Reyes Católicos. Muy interesante es espacio de tiempo, el autor se adentra en el
la referencia a Napoleón, al ordenar en 1797 capítulo II a analizar el sionismo y la emi-
durante la ocupación de Italia, que se anula- gración en el periodo 1881-1918. El autor
ra la obligación a los judíos de Ancona de ir nos muestra cómo la Asociación Amantes de
marcados por gorros y brazos amarillos. Es Sion, creada en 1880, empezó a promover la
más, también anuló la obligación de residir emigración a la tierra de Israel para establecer
en el gueto. El autor también nos señala que, colonias agrícolas, conocida también como
en el siglo XIX, y hasta la Segunda Guerra Comité de Odessa. Aunque esta emigración
Mundial, la mayor concentración de judíos fue relativamente pequeña, entre 15000 y
se situaba en Europa Oriental, en la zona de 30.000 personas, su importancia económica
demarcación judía del imperio ruso estable- fue considerable, permitiendo que a partir de
cido por Catalina II la Grande en 1791. En entonces se fueran creando asociaciones con
esta zona, los judíos tenían permiso de resi- el mismo fin, a pesar de que los intelectuales
dencia, y llegaron a albergar a más de cinco árabes rechazaban el derecho de los judíos al
millones, o lo que es lo mismo, el 40% de retorno, así como a un Estado-nación judío
los judíos de principios del siglo XX (pp.28- en la tierra bíblica. No obstante, la emigra-
29. Pero el autor no olvida obviamente los ción se fue incrementando, acarreando así
conocidos pogromos llevados a cabo durante que el porcentaje de población judía en rela-
el siglo XIX tanto en tierras árabes como en ción con la árabe aumentara, de forma que si
Turquía, así como en Rusia a partir de 1881. en 1870 solo hubiera un 2% de judíos (7000)
Estos últimos darían lugar a la creación de en relación los árabes (367.224), en 1946
grupos de autodefensa, cuyos componentes ya habría 608.000 judíos (35%) y 1.237000
procedían de todos los grupos sociales. Tanto (65%) árabes (p.38). Algo similar ocurrió con
es así, señala el autor, que en octubre de 1905, los kibutz, pasando de 805 miembros en los
cuando los pogromos alcanzaron su zénit ins- 12 kibutz de 1920 a los 26550 de los 82 ki-
tigados por el Gobierno zarista, estos grupos butz en 1940 (p.46). Estas «alias» migratorias

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permitirían primero a ayudar a los británicos los supervivientes del Holocausto a Palestina,
en la zona contra el Imperio Otomano, para como fue el conocido caso del Exodus (p.75).
después empezar a construir el Estado, que es Todo esto empujaría a la Asamblea General
objeto del capítulo III. No obstante, el autor de la ONU a adoptar el 29 de noviembre el
deja claro que, en 1919, Palestina no tenía lí- precitado Plan de Partición mediante la Re-
mites definidos, pero era claro que los árabes solución 181(II) de 29 de noviembre de 1947.
constituían la mayoría de la población. Con todos estos antecedentes, el autor se
La construcción del Estado de Israel ni va a centrar en el capítulo IV en el recién na-
siempre ha sido comprendida, sin embargo, cido Estado de Israel a raíz de la Declaración
al leer el capítulo III de esta obra se entende- de Independencia del 14 de mayo de 1948, a
rá mejor por qué se declaró la independencia las 16 horas, entonándose el himno de Israel,
de Israel ese 14 de mayo de 1948. En efecto, la Hatikvá, de forma espontánea. El momen-
tras la famosa Declaración Balfour de 1917, to era sin embargo arriesgado, pues se atisba-
el objetivo estaba más o menos definido, pero ba la guerra por los cuatro puntos cardinales.
había que adoptar los medios. El camino se- El autor se detiene en cómo se desarrollaron
ría tortuoso, por un lado, por la conocida los preparativos de lo que en Israel se deno-
oposición árabe, y por otro por la Potencia mina «Guerra de la Independencia», que se
mandataria sobre Palestina, es decir la Gran inicia ya el 15 de mayo de 1948, es decir, un
Bretaña. Había que crear las instituciones, así días después de la proclamación de la inde-
como la defensa, creándose a este respecto la pendencia y el mismo día en que la Gran Bre-
«Haganá» en 1920, contando al inicio con taña pone término al Mandato. El autor, una
tan solo algunos centenares de miembros, vez más plasma una serie de apreciados datos
concentrados sobre todo en la zona de Jaffo- sobre los contendientes, otorgando una cier-
Tel Aviv, Jerusalén y Haifa, así como los ki- ta homogeneidad de acción a las fuerzas is-
butz y los moshav. No obstante, como señala raelíes, aprovisionadas sobre todo con armas
el autor, pronto se vería la necesidad de refor- de Checoslovaquia, frente a una fuerte hete-
zarla al encontrarse en un ambiente hostil. A rogeneidad a todos los niveles de las fuerzas
nivel institucional, un elemento clave sería la árabes. Muy interesante es el desarrollo que
creación del comité Nacional, que se ocupa- se hace en torno al Buque Altalena (pp.85-86)
ba de la educación, sanidad, asistencia social con armas donadas por Francia para el gru-
etc. Otro pilar importante fue la creación de po Irgún, en el que estaba Menahen Begin,
la poderosa Histadrut, u organización gene- y que pudo desencadenar una guerra civil
ral del trabajador. Todo esto se llevaría a cabo que este último supo en el último momento
con revueltas muy violentas como la palestina evitar, tras la reacción de David Ben Gurión,
entre 1936-1939, y al mismo tiempo con la quién encargó a Igal Alón, Comandante del
prohibición de la inmigración judía por parte Palmaj, hacerles frente. En este capítulo se
de la Potencia mandataria, la Gran Bretaña, abordan también los Armisticios concluidos
sin olvidar la llegada al poder de Hitler en con los países árabes tras ser esos derrota-
Alemania en 1933. Tras la Segunda Guerra dos, así como los territorios conquistados a
Mundial, con el Holocausto de por medio, los árabes en esta guerra (p.91), sin olvidar la
se llegó al Plan de Partición de la ONU en cuestión de los refugiados, tanto árabes como
noviembre de 1947, plan que sería rechazado judíos de los países árabes, viniendo estos úl-
por los árabes y aceptado, con algunos sin- timos en una gran mayoría a Israel. El papel
sabores, por parte judía. Todo es expuesto que desempeñó en este ámbito la Agencia
con suma claridad, incluyendo la llegada de Judía, dependiente de la Organización Sio-

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nista Mundial fue crucial, al convertirse en Tras estas guerras, el autor se adentra en el
«un instrumento estatal que operó con el capítulo VI en lo que denomina «la búsqueda
Gobierno en el proceso inmigratorio y de de la paz», aunque no sería fácil. A nivel in-
integración de forma intensiva desde media- terno, el autor nos describe la gran rivalidad
dos de mayo de 1948» (p.113). Pero el autor existente entre Rabin y Peres, rivalidad que
se adentra además en otros muchos aspectos causó según el autor mucho daño al laboris-
de la vida israelí en esa primera década de mo israelí, y por otro la creación en 1974 del
existencia como las políticas de racionamien- Gush Emunin (Bloque de Creyentes), cuyo lí-
to y de austeridad, la huelga de los marinos der espiritual era el Rabino Zvi Yehuda Kook,
mercantes a finales de 1951, la reclamación partidarios de redimir la tierra prometida y
de reparaciones que Ben Gurión presentó a de la tradición pionera sionista de los asenta-
Alemania, la creación del «Yad Vashem» en mientos. El autor traza también los vaivenes
memoria del Holocausto, así como el inicio que trajo consigo la ocupación de estos terri-
de las acciones de los fedayines árabes en te- torios, administrados militarmente por Israel
rritorio israelí, y las subsiguientes respuestas tal y como prevé el Derecho internacional. Sin
militares de Israel (p.134) el autor se va a embargo, este no es el caso para la población
centrar en el capítulo V en un terreno más de los asentamientos, que son considerados
conocido, al abordar las guerras de Israel en- y juzgados como ciudadanos israelíes. Estos
tre 1956-1974. Este periodo comprende tres primeros asentamientos traerían la respuesta
grandes guerras, y en las dos últimas luchas palestina con manifestaciones en algunos ca-
por su supervivencia: la primera sería la de- sos violentas bajo el lema «el día de la tierra»
nominada Operación Kadesh, conocida tam- que con el tiempo se iría ampliando. Por otro
bién por la campaña del Sinaí, que llevaría a lado, y a nivel interno, la rivalidad Rabin/Pe-
las tropas israelíes hasta la orilla oriental del res abriría el camino a que en las elecciones
Canal de Suez; la segunda sería la supercono- del 19 de mayo de 1977, el Likud, liderado por
cida Guerra de los Seis Días; y la tercera la Menahen Begin, ganara las elecciones, lo que
Guerra de Yom Kipur. Todas ellas son anali- permitiría poco después abrir las negociacio-
zadas al detalle, recurriendo no solo a su de- nes con Egipto y concluir el Tratado de Paz.
sarrollo, sino también examinando sus causas A este respecto, el autor expone con precisión
y las pormenoridades que las desencadena- cómo se desarrollaron estas negociaciones,
ron. Este análisis minucioso y perfectamen- entrando en detalles muy poco conocidos por
te comprensible nos lleva a decir que es un los analistas que se han ocupado de estos te-
estudio de los más brillantes que el autor de mas, como el viaje de Itzask Rabin, disfrazado
estas líneas ha visto, a pesar de tratarse de un con una peluca a Marruecos para visitar al Rey
estudio sucinto según el autor. Objetividad y Hassan II de Marruecos, y ver en qué medida
rigor son las claves que el autor maneja con se podía negociar con Egipto (p.205). El resul-
suma facilidad, despertando al mismo tiempo tado como se sabe fue el Tratado de Paz del 26
un interés por saber qué ocurrió en esas fe- de marzo de 1979, or el que Israel retrocede a
chas exactamente para Israel, sobre todo en Egipto todo el Sinaí a cambio de paz, siendo
las dos últimas. El cese el fuego de la Gue- ese territorio desmilitarizado.
rra de Yom Kipur en el km. 101 del camino Pero el autor nos va a deleitar en el capí-
Suez-El Cairo es significativo de que Israel tulo VII con su sugestivo título «Entre paz
había logrado revertir la situación militar de y guerra 1981-2001», en el que relata a la
los primeros días, aunque dejando muchos perfección la situación que se vivía en ese pe-
sinsabores. riodo. Y es que, en esa década, la situación va

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a empeorar en la frontera Norte de Israel, es cálido ambiente cuando se empezó a gestar el


decir en el Líbano, en donde se desarrollaría conocido Proceso de Oslo, y cuyo resultado
la famosa «Operación Paz en Galilea», que fue el Acuerdo firmado el 13 de septiembre
se inició el 6 de junio de 1982, y que lleva- de 1993 en la Casa Blanca (Oslo I), mientras
ría al Tsahal a ocupar Beirut. Pero el autor que el 28 de septiembre de 1995 se firmaría
relata también los detalles de los objetivos el conocido como Oslo II en Taba. Después
que estaban detrás de la Operación, que no el autor vuelve a centrarse en la política inter-
era solo ocupar el Sur del Líbano, Hezbolá na israelí, la Segunda Intifada y, ya para ter-
y Beirut, sino también Siria. Desde una es- minar, las últimas negociaciones, las últimas
tricta perspectiva militar, todo fue un éxito, negociaciones con los palestinos que, como
aunque a nivel interno, el autor nos dice se sabe, todas han fracasado desde entonces.
que suscitó una viva oposición entre algunos Este magnífico trabajo se completa con un
militares, sobre todo la toma de Beirut, que Epílogo, capítulo VIII, en donde se expone la
trajo consigo la evacuación de combatientes nueva amenaza de Irán, incluida la nuclear,
palestinos y soldados sirios: mientras los pri- sin olvidar las tres grandes operaciones mi-
meros, con Yasser Arafat a la cabeza se diri- litares sobre Gaza. La obra termina con un
gieron a Túnez, los sirios salieron por tierra capítulo IX en donde se plasma una rica bi-
hacia Damasco (p.221). El autor no olvida la bliografía en varios idiomas, aunque se echa
triste matanza de Sabra y Shatila, que rela- de menos un poco más en lengua española,
ta a la perfección, ni el peso que iba adqui- que se ha ocupado de una forma más genero-
riendo Hezbolá en el Líbano, acrecentando sa que anteriormente de estos temas.
así la tensión entre Irán e Israel. Otros mu- Sin más, solo nos queda felicitar al autor,
chos acontecimientos que tuvieron lugar en actualmente Profesor Emérito en la Univer-
este periodo nos recuerda el autor, como la sidad Hebrea de Jerusalén, por este comple-
Operación Moisés de 1985 para traer a Israel to estudio de la Historia de Israel, que es no
unos 16.000 judíos etíopes, tras un acuerdo solo recomendable, sino de obligada lectura
con el Presidente de Sudán, a donde habían para aquellos que quieran conocer los autén-
acudido los judíos etíopes. Otros 14310 se- ticos relatos históricos del pueblo judío y del
rían aerotransportados en 1991 a Israel de Estado de Israel.
forma secreta, en lo que se denominó «Ope- Romualdo Bermejo García
ración Salomón». Todo esto sin olvidar la Catedrático de Derecho Internacional Público
Primera Intifada (pp.234 y ss). Este era el Universidad de León

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