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Diomer Jose Morin Stevenson.

C.I.: 26340723.
Historia de la Iglesia Antigua.

HISTORIA DE LA IGLESIA ANTIGUA.

1. La Iglesia, realidad divino-humana.

Naturaleza de la Historia de la Iglesia.

Historia de la Iglesia HI): la ciencia que investiga y expone en su nexo causal el


progreso interno y externo de la sociedad fundada por Cristo y dirigida por el Espíritu
Santo a fin de hacer partícipes a todos los hombres de los frutos de la redención.

Esta definición tiene dos partes:

a) Condición positiva: la HI es una ciencia histórica, por lo que emplea el método propio
de las ciencias históricas.
b) Condición teológica: es también una ciencia teológica, tratando los aspectos
teológicos de la iglesia en cuanto a realidad histórica.

La realización histórica del ser de la Iglesia.

Se debe a su condición humana, y se expresa en la para/dosij (tradición). (1 Cor 11,23)

Para entender esta transmisión adecuadamente hay que remontarse a la época


primitiva, recurriendo a las generaciones entre el período fundacional y el presente. La
para/dosij no tiene lugar solamente en los actos solemnes de la Iglesia sino en toda la
normalidad de la vida cotidiana de la Iglesia.

Cuestión importante: la tensión entre el cambio y la continuidad; el problema de la


identidad del sujeto. Es falso decir que la Iglesia sólo puede ser idéntica a sí misma en
la inmutabilidad. Aunque haya habido tiempos de decadencia en la Iglesia, Ella lleva
consigo unas notas de perpetuidad (Mt 16, 18) y de indefectibilidad que la distinguen de
cualquier otra entidad histórica:
No existe posibilidad para un error de magnitud tal que altere el ser mismo de la Iglesia;
no puede romperse en Ella el nexo sacramento-gracia; no puede tener lugar la
desaparición del ministerio sacerdotal.

Estas notas trascendentes hacen que la HI sea un loci theologici, un lugar donde se
obtienen datos para formar teología. Algunos de estos datos son:

La ecumenicidad de los concilios: ¿cuáles son?

La interpretación de los textos conciliares y magisteriales, pues un concilio siempre


habla desde una determinada situación histórica; casos en que la Iglesia no se ha
expresado en modo explícito o vinculante.

Periodización histórica.

Un primer tipo de división de la HI:

Externa: donde el historiador tiene en cuenta las relaciones Iglesia-estado (mundo);

Interna: estudio de las instituciones de la Iglesia (papas, diócesis, etc.)

Una segunda forma de dividir la HI es por cronología:

Edad Antigua (1-750).

Iglesia en el Imperio pagano (1-313).

Iglesia en el Imperio cristiano (313-590).

Iglesia en los nuevos Estados europeos y en el Imperio Bizantino (590-750).

Edad Media (750-1517).

Alta Edad Media (750-1073).

Plena Edad Media (1073-1303).

Baja Edad Media (1303-1517).

Edad Moderna (1517-1789).

Edad Contemporánea (1789-presente).


II. La Iglesia en el Imperio Romano Pagano (1-313).

Acontecimientos más decisivos en este período:

Conquista y destrucción de Jerusalén por los romanos (año 70): significó la


desaparición de los dos adversarios más peligrosos de la Iglesia naciente: el Judaísmo
oficial y el Cristianismo judaizante herético.

Hasta aproximadamente el año 150, la figura histórica de Jesús actuó de un modo


inmediato en las comunidades cristianas a través de discípulos directos de los
Apóstoles. A partir de la segunda mitad del siglo II la unión con Jesús se hace cada vez
más mediata. En consecuencia, hubo necesidad y preocupación en la Iglesia por
establecer de modo definitivo e inmutable la doctrina de Jesús, mediante la fijación del
Canon.

La Iglesia experimentó un cambio de horizontes pasando del particularismo nacionalista


judaico al universalismo grecorromano, por obra de San Pablo principalmente.

La expansión del Cristianismo recibe un duro golpe con las persecuciones del Imperio
Romano (IR), que condicionaron la vida interna y externa de la Iglesia durante los tres
primeros siglos. Aun así, la Iglesia fue capaz de crear una literatura cristiana en griego,
en latín, y otros idiomas.

Lo más decisivo: en este primer período se forja en todo su esplendor el ideal de


santidad cristiana: la entrega incondicional a Cristo que alcanzaba su culmen en la
confesión de la fe mediante el derramamiento de la propia sangre.

Concluye esta etapa con el Edicto de Milán (313) que concedió la libertad religiosa al
Cristianismo.

2. Los orígenes de la Iglesia.

Preparación para el cristianismo en el paganismo y en el judaísmo.

Ventajas para la Iglesia naciente en la cultura griega:

Dotada de fuerte tendencia a la filosofía, que contenía aportaciones que podían


conducir al cristianismo: identificación de la idea suprema de Bien con Dios (Platón); la
idea del primer motor inmóvil y la idea del espíritu absoluto autoconsciente (Aristóteles);
una orientación hacia la interioridad con muchos puntos de contacto con la ética
cristiana; una fuerza especulativa que fue valiosa ayuda para elaborar categorías
mentales cristianas, aunque tuviera el peligro de racionalizar demasiado las verdades
de fe.

Las extensas y profundas críticas de los griegos cultos dirigidas a los antiguos dioses
griegos.

La fuerza especulativa del genio griego, que hizo posible la elaboración de una teología
sobre la base de un soporte filosófico (“logoj”).

Toda la parte oriental del IR tenía como lengua común el koiné griego.

Desventajas para la Iglesia naciente en la cultura griega:

Los filósofos griegos que criticarán la nueva religión.

Dentro de la Iglesia surgirán herejías al momento de explicar los misterios de la fe.

Ventajas en el ámbito romano:

Una tolerancia religiosa general que se hace extensiva para el judaísmo.

Un ambiente de seguridad y de paz.

Desventajas en el ámbito romano:

El doble peligro de la mentalidad práctica romana: la enemistad romana con los judíos
al imponer a éstos la condición de dar culto al emperador; la negativa de los cristianos a
dar culto al emperador origina una mala opinión de ellos. Esto eventualmente dará inicio
a las persecuciones.

Ventajas del judaísmo:

El cristianismo viene a dar cumplimiento a la ley mosaica (la continuidad vital entre
sinagoga y la Iglesia); había quienes vivían una recuperación del sentido religioso
mesiánico judío; las colonias judías dispersas en el IR, que tenían una mentalidad más
abierta, favorecerán más la expansión del mensaje universal de Cristo, el cual no era
sólo para el pueblo judío.
Desventajas: en su mayoría, los judíos no entienden el mensaje de Jesús al no
entender el mensaje de universalidad de salvación; la crucifixión de Jesús era un
escándalo para los judíos; el cristianismo va a heredar la mala fama de los judíos.

Cristo Jesús, Salvador del mundo.

Las fuentes históricas de la vida de Jesús se dividen en: fuentes cristianas (Evangelios,
Cartas de San Pablo, los Apócrifos), y fuentes no cristianas.

Fuentes judías: Flavio Josefo; la tradición talmúdica.

Fuentes paganas: Tácito; Suetonio; Plinio el Joven.

Fundación de la Iglesia

Para precisar el momento en que Jesús fundó la Iglesia existen dos posibilidades: en
los Sinópticos: Jesús funda la Iglesia durante los tres años de ministerio público; en
Hechos: presenta la fundación de la Iglesia en el día de Pentecostés con el envío de los
Apóstoles. Por tanto, la fundación tuvo lugar en la Ciudad Santa, o en Palestina.

En la tradición patrística: “La Iglesia procede de la Sangre y del Agua que brotaron del
costado de Cristo.”

Pentecostés.

En este día la Iglesia experimentó un notable incremento. Tres mil almas se


convirtieron, convencidas por los prodigios que acompañaron a la venida del Espíritu
Santo y por el sermón de Pedro.

En un segundo discurso de Pedro, después de la curación de un hombre cojo de


nacimiento, elevó hasta unos cinco mil el número de los creyentes.

La primitiva comunidad cristiana de Jerusalén.

Hc 2, 42-47: se habla de la pobreza y la caridad como rasgos definitorios.

La comunidad se desenvuelve en un contexto escatológico, lo que hace que la


administración de ésta fuera “chapucera”, y adoleciera de mucha improvisación.
Los siete diáconos judíos, de origen griego pero que viven en Jerusalén, fueron
instituidos para realizar dos funciones: ayudar a los apóstoles en la administración; más
tarde ayudarán a los Obispos en la eucaristía, en el bautismo y la predicación.

La Comunidad de Esenios en el Mar Muerto: tenía dos divergencias respecto a la


comunidad cristiana: en el plano institucional: era puramente judaica, por lo que no
tenía una apertura como la cristiana; en cuanto a doctrina: los Esenios aún esperaban
al Mesías.

El judeocristianismo.

Los primeros cristianos son los judíos que están en Jerusalén.

Características: van al Templo; observan la Torah; se presentan ante otros judíos como
judíos ejemplares; observan las prescripciones de Moisés; toman el esquema de la
Liturgia judía añadiendo la Eucaristía.

Organización: Una jerarquía muy diversificada: 1) Apóstoles; 2) un presidente local (en


Jerusalén: Stgo, el hermano del Señor); 3) presbíteros (asistentes del presidente); 4)
diáconos.

Dos grupos sociológicos: 1) hebraizantes: de donde procedían los presbíteros de Stgo;


2) helenizantes: de donde provienen los diáconos.

El cristianismo y el mundo gentil.

La primera comunidad cristiana gentil (año 38): Antioquía (3ª más importante después
de Roma y Alejandría), donde se vive el cristianismo con costumbres griegas.

San Pablo funda “comunidades pagano-cristianas” con administradores pilotos que


llama episkopoi. En estas comunidades no se vive la fe judaica. Surge, por tanto, una
controversia teológica entre judaizantes y no-judaizantes.

El concilio de Jerusalén (49 d.C.).

Se concluye que no es necesario que los pagano-cristianos sigan las prácticas judías.

Se afirma que “sólo Cristo es la Salvación y la Iglesia debe estar abierta a todos”.
Muchos judeo-cristianos se obstinaron en continuar las prácticas judías, lo que dio lugar
a un judeocristianismo herético, y a otro que permaneció dentro de la Iglesia.

3. La expansión del cristianismo.

El Apóstol San Pedro.

Su actividad en Jerusalén es la más importante; se traslada luego a Antioquía;


finalmente se va a Roma donde muere crucificado (año 64).

San Juan y las Iglesias asiáticas.

Evangeliza en el Asia Menor; su misión “solapa” con la de San Pablo.

Murió en Efeso (88-100).

La predicación del cristianismo en la Península Ibérica.

Existen cinco tradiciones:

Predicación de Santiago en España.

Aparición de la Virgen a Santiago en Zaragoza, para animarle a continuar.

Reliquias de Santiago en Compostela; aunque muere mártir en Jerusalén sus restos


son traídos a España.

La venida de San Pablo a España; el Papa Clemente testimonia que Pablo estuvo en
España. (Tradición que mejor se sustenta)

Los siete varones apostólicos (siete obispos consagrados por San Pedro y San Pablo).

4. La Iglesia y el Imperio Romano.

Tolerancia e intolerancia religiosa en el Imperio.

Se considera a los cristianos como una división de los judíos, y así hereda su opinión
negativa.

Situación religiosa del mundo grecorromano:

Culto al Emperador: mantenía la unidad del IR. Se diviniza al emperador en vida. Al


hablar San Juan del Anticristo y la Bestia: alude al Imperio y al emperador.
Religiones de misterio: se introducen religiones extranjeras de tipo soteriológico-
personal.

Dioses familiares: son antepasados a los que se rendía culto. Es la tradición más
extendida en el IR y fue gran dificultad para el cristianismo.

Filosofía religiosa estoica: perduran los ideales epicúreos y estoicos; es la dimensión


religiosa del ideal del sabio; la religión del hombre culto.

Se entiende por ello la razón de tanta oposición al cristianismo. Los peligros exteriores
que amenazan al cristianismo: las persecuciones por las autoridades del IR. Dos
períodos:

ss. I, II y comienzo del III: las persecuciones sólo tenían un carácter local.

s. III y comienzo del IV: persecuciones de carácter general.

Las persecuciones.

Nerón (s.I): se culpa a los cristianos por el incendio de Roma en la noche del 18 de julio
del 64.

Domiciano (fin s.I): mínima persecución, dirigida a cristianos particulares.

Plinio el Joven (s.II): pide consejo a Trajano por denuncias hechas contra cristianos;
este afirma: la justicia no tenía el deber de buscar a los cristianos para castigarlos; el
sólo nombre de cristiano sí es castigable; el denunciante no podía ser anónimo.

Septimio Severo (s.III): prohibe hacer propaganda al cristianismo; aparece la idea de la


novedad del cristianismo como algo que lo hace sospechoso de ser una falsa religión
(“nova religio”).

Los problemas del IR en el s.II hacen pensar que los dioses están disgustados por los
cristianos.

Decio (248): emite decreto, celebrando el milenio de la fundación de Roma (753 a.C.),
en el que se obliga a todos ofrecer a los dioses un sacrificio. Su propósito era erradicar
el cristianismo del IR, ya fuera por exterminio o por apostasía.
Los lapsi o apóstatas: cristianos que, o bien sacrificaron a los dioses, o se apoderaron
de manera ilegal con el certificado de haber sacrificado (libeláticos).

Los confesores: los que sufrieron castigos o destierro por no sacrificar, pero no
murieron.

Los mártires: murieron por confesar su fe.

Valeriano (257): Su mandato fue desde el año 253 al 259. Valeriano es conocido por
declarar un edicto de persecución en el que impedía el culto cristiano y las asambleas.

Diocleciano: su mandato duró del 284 al 305. Reformó la estructura política del IR a
modo de monarquía autoritaria. Se divide el IR en una tetrarquía: un César y un
Augusto, tanto en Oriente como en Occidente. Esto terminó cuando Constantino volvió
a centralizar todo el poder en él.1

Edicto del 303: manda quemar todos los libros de la Iglesia; se priva a todos los
cristianos de sus derechos civiles y los cargos públicos.

Edicto 2º y 3º: ordena encarcelar a los eclesiásticos y que sacrificaran a los dioses.

Edicto 4º: ordena a todos los cristianos a sacrificar a los dioses, se les torturaba, les
mataban si no sacrificaban.

Al entrar en crisis la tetrarquía se aminoraron en algo las persecuciones.

Galerio (311): uno de los cuatro tetrarcas, publica un edicto ordenando que la religión
cristiana sea tolerada. En el 313 se otorga la libertad de culto a los cristianos con el
Edicto de Milán.

6. Organización y vida de la Iglesia primitiva.

Las iglesias locales en la edad apostólica.

Los episcopoi y los presbiteroi formaban un consejo que dirigía la iglesia particular.

No había una clara distinción entre ambos términos pues se usaban indistintamente.

La función de estar al frente de una iglesia era transmitida por la imposición de manos
de los presbíteros. (1 Tim 4, 14)
1
Se llama principado a los 300 años del IR desde Augusto a Diocleciano. Se llama dominado al IR a partir de la
reforma diocleciana.
La generalización del episcopado monárquico.

Se refiere al monoepiscopado: un solo obispo al frente de una iglesia.

Esto comenzó en el s.II; habiendo desaparecido los apóstoles, se busca una cierta
unidad de dirección con el nombramiento de los obispos para gobernar cada una de las
iglesias.

Escritos de San Ignacio de Antioquía: aparece como plenamente difundido el


monoepiscopado.

La Iglesia es definida como la casa de Dios (1 Tim 3, 15). Al frente de la casa hay un
pater familiae: el obispo.

En los tres primeros siglos el obispo es elegido por el clero y el pueblo.

Iglesias más importantes de los 3 primeros siglos.

Jerusalén: reconstruido por el emperador Adriano, pero como una ciudad griega. Será
uno de los patriarcados del s.IV

Antioquía: desde el principio ejerce una autoridad muy grande sobre Siria.

Efeso: autoridad sobre el Asia Menor, fue el territorio más cristianizado del Asia Menor.

Alejandría: gran influencia sobre Egipto. Poco se sabe sobre su origen.

Roma: gran influencia sobre Italia.

Cartago: influencia en las iglesias del norte de Africa.

Lyon: la más importante de las Galias.

El Primado romano.

Tiene vida incipiente en los tres primeros siglos.

Testimonios y reconocimientos:

Papa San Clemente (96): interviene con autoridad en la iglesia de Corinto.

Carta de S. Ignacio de Antioquía (s. II): “la Iglesia de Roma está a la cabeza de la
caridad”.

San Ireneo de Lyon (s. II): “la Iglesia de Roma es la unidad sobre la ortodoxia”.
San Cipriano (s. III): la Iglesia de Roma es “la Iglesia más grande, la más antigua y
mejor conocida, fundada y establecida por los gloriosísimos Apóstoles Pedro y Pablo”.

Papa Esteban (s. III) prohibe a la Iglesia africana rebautizar a los herejes.

Estructura de las iglesias cristianas: el clero

No fue sino hasta el s.II en que hubo un aclara distinción entre episcopado,
presbiterado y diaconado, además del monoepiscopado generalizado. El único obispo
al frente de la comunidad es representado como el representante de Dios.

Tres factores teológicos sobre las funciones de los cargos eclesiásticos:

Sucesión apostólica por la que el obispo es sucesor de los apóstoles instituidos por
Cristo-Dios.

La doctrina de la imagen por la que el obispo es el tu/poj qeow= por la cual es


representante de Dios y sumo sacerdote terreno.

Transmisión de funciones simbolizadas por la imposición de las manos (1 Tim 4, 14)


que por comunicar todo el Espíritu Santo, y no sólo el gobierno, es una bendición de
tipo sacramental.

Términos utilizados en la antigüedad, que componían el populus:

plebs: los gobernados;

Ordines: los gobernantes.

El populus Christianus se dividía igualmente en:

plebo laici: laiko/j;

Ordines ecclesiastici: klh=roj (clérigos).

Ordenes menores: subdiácono, acólito, exorcista, lector y ostiario. Tuvieron su origen


en los ss.II y III para ayudar al obispo, los presbíteros y diáconos. También fueron
producto de la institucionalización de las funciones antes realizadas por carismáticos
laicos.

Profesionalización del clero: (2ª mitad del s.III) durante los tres primeros siglos los
obispos y presbíteros tenían su oficio aparte; se ve la necesidad de que los clérigos
trabajen sólo por la Iglesia, lo que supone el deber de la comunidad a sustentarlos;
hace que también se plantee el asunto de la formación del clero.

Carismáticos y confesores de la fe.

Carismáticos: los cristianos que, para servicio de la Iglesia, recibieron carismas del
Espíritu Santo, entre los cuales se contaban los Apóstoles.

Confesores: aquellos cristianos, fuesen laicos o presbíteros, que durante las


persecuciones permanecieron firmes en medio de las pruebas. Por cuya estatura moral,
su voz tenía gran prestigio al momento de la elección de obispos.

Frünkatolizismos: (ss.II y III) giro de adaptación en la Iglesia al ver que no se cumplía


todavía la Parusía.

Ireneo de Lyon (como “Pastor”) y Orígenes (como “Teólogo”) sacan a la Iglesia del paso
de la escatología inminente a la escatología “aplazada”.

A partir del s.II se comienza a estructurar más el elemento jerárquico en la Iglesia que el
carismático.

Viudas, vírgenes y ascetas.

Viudas: llamadas “ordo viudal”, fueron el primer “orden” que se constituyó dentro del
laicado cristiano.

Según S. Pablo (1 Tim 5, 9-10) tenían las siguientes condiciones: haber cumplido
sesenta años; ser viuda de un sólo marido; tener un pasado ejemplar.

El ingreso a la orden suponía una consagración de la vida a Dios.

La viuda no podía volver a casarse.

Había de dedicarse por completo a la oración y la beneficencia, atendiendo


especialmente a ministerios con mujeres.

Las diaconisas cumplirían una función semejante a las viudas en algunas iglesias, pero
desaparecieron pronto. Constituyeron un desarrollo del “ordo viudarum”, pero no fueron
concebidas como un “ordo clerical”.
Vírgenes: personificaron la superioridad de la virginidad sobre el matrimonio; eran de
gran importancia y gozaban de gran estima.

Los ascetas representaban lo mismo que las vírgenes pero aplicado a los hombres.

7. Vida cristiana cotidiana.

La iniciación cristiana: catecumenado y bautismo.

El bautismo en un comienzo se otorgaba sólo a los adultos, que podían ser


catequizados.

Se llama catecúmeno al “instruido de viva voz”. El catecumenado se implantó a finales


del s.II y decayó en el s.V hasta desaparecer por completo debido a que en todo el IR
ya se había implantado la costumbre de bautizar a los niños.

Los catecúmenos tenían un período de prueba de hasta tres años. Antes de bautizarse
se les llamaba “audientes” (oyentes); durante la Semana antes de Pascua, en la que se
les bautizaba, se les llamaba “electi” o “competentes”.

La “disciplina arcani” (disciplina del secreto): se hablaba de los misterios de fe relativos


a la Eucaristía sólo a los catecúmenos, haciendo distinción de niveles entre ellos.

Validez del bautismo administrado por un ministro indigno.

En el norte de Africa (s.III) se cuestiona la validez del bautismo administrado por un


ministro hereje, cismático o “lapsus”, y se practica el volver a bautizar (Cipriano de
Cartago).

Roma defiende la validez del sacramento y pide que no se continúe la práctica (Papa
Esteban I). Los obispos de Africa no quisieron obedecer en un primer momento.

Fue San Agustín quien clarificó la cuestión definitivamente.

Eucaristía y vida cristiana.

Hasta el s.II, la Eucaristía se celebraba sólo en casas particulares que servían de


“domus ecclesiae”. Los templos aparecen en el s.III, no generalizándose hasta el s.IV
con la paz constantiniana.
El libro “Traditio Hippolyti”, atribuido a Hipólito de Roma, es muy importante para
conocer la Liturgia de la época.

Surge la disputa sobre la fecha de la Pascua:

Los cristianos del Asia Menor, hasta el s.IV, la celebraban según el calendario judío: el
14 de nissan, viernes. El resto de los cristianos la celebraban en la vigilia del domingo
hasta por la mañana.

En el año 155, el Papa Aniceto insta al obispo Policarpo de Esmirna a cambiar la


Pascua al domingo, pero nada se logra. El Papa Víctor realiza un nuevo intento (190),
con Ireneo de Lyon como mediador.

La unidad en la praxis no tiene lugar sino hasta el año 325, en el Concilio de Nicea,
donde ceden los asiáticos.

Se practicaba bastante el ayuno. La Didajé señalaba miércoles y viernes, añadiéndose


en Roma el sábado (s.IV), y luego apareciendo como preparación a la Pascua un ayuno
de 40 días (cuaresma).

Los ágapes estaban frecuentemente ligados a la Eucaristía.

La Iglesia se ocupaba del entierro de los pobres y de la atención de las viudas.

La justicia en los litigios entre cristianos

Se sigue la pauta de San Pablo (1 Cor 6, 4-9) en la que no parece bien que un cristiano
acuda a un tribunal civil para resolver un litigio con otro cristiano. San Pablo señala que
se debe acudir a otro cristiano como árbitro.

Esta función de árbitro eventualmente la asumen los obispos, por lo que éstos atendían
no sólo asuntos eclesiásticos sino también los civiles (“audientia episcopalis”).

Excomunión y penitencia pública

La disciplina penitencial fue regulada para todos los cristianos que públicamente se
confesaran pecadores.
Surge la polémica montanista, el primer movimiento de línea rigorista en la Iglesia. Se
negaba la posibilidad de perdón sobre algunos pecados “irremisibles” tales como el
adulterio, la idolatría y el homicidio.

La cuestión de los “lapsi”

La persecución de Decio produjo un gran número de lapsi. Los obispos no sabían qué
hacer con ellos en cuanto a la posibilidad de otorgarles perdón.

En Africa se citaron varios concilios y se acordó que podía admitírseles con penitencias
de acuerdo al tipo de lapsi que fueran. Esta práctica fue luego adoptada por Roma.

El culto a los mártires

Fue la primera manifestación de culto y devoción a los santos. Las celebraciones tenían
lugar en las tumbas de los mártires durante los “dies natalis” (día en que morían). Se
acostumbraba leer el acta condenatoria. Surge la literatura martirial. Desde el siglo III
hay un Calendario de los Santos.

Los religiosos también se veneraban. En el s.IV cuando desaparecen las persecuciones


la espiritualidad martirial pasa a la espiritualidad monacal.

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