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¿QUE ES BENDICIÓN?

LECTURA INICIAL DEUTERONOMIO 28:3-12


3
Bendito serás tú en la ciudad, y bendito tú en el campo.
4
Bendito el fruto de tu vientre, el fruto de tu tierra, el fruto de tus bestias, la cría de
tus vacas y los rebaños de tus ovejas.
5
Benditas serán tu canasta y tu artesa de amasar.
6
Bendito serás en tu entrar, y bendito en tu salir.
7
Jehová derrotará a tus enemigos que se levantaren contra ti; por un camino
saldrán contra ti, y por siete caminos huirán de delante de ti.
8
Jehová te enviará su bendición sobre tus graneros, y sobre todo aquello en que
pusieres tu mano; y te bendecirá en la tierra que Jehová tu Dios te da.
9
Te confirmará Jehová por pueblo santo suyo, como te lo ha jurado, cuando
guardares los mandamientos de Jehová tu Dios, y anduvieres en sus caminos.
10
Y verán todos los pueblos de la tierra que el nombre de Jehová es invocado
sobre ti, y te temerán.
11
Y te hará Jehová sobreabundar en bienes, en el fruto de tu vientre, en el fruto de
tu bestia, y en el fruto de tu tierra, en el país que Jehová juró a tus padres que te
había de dar.
12
Te abrirá Jehová su buen tesoro, el cielo, para enviar la lluvia a tu tierra en su
tiempo, y para bendecir toda obra de tus manos. Y prestarás a muchas naciones,
y tú no pedirás prestado.
Si observamos con detenimiento el texto antes leído podemos notar que la palabra
más representativa en el mismo es Bendecir en sus diferentes conjugaciones, esto
nos tiene que indicar algo, y sobre eso vamos a hablar en el día de hoy LA
BENDICIÓN.
Pero ¿qué es la bendición?
Según el diccionario de la RAE significa:
Alabar, engrandecer, ensalzar a alguien o también puede significar
colmar de bienes a alguien o hacer que prospere.
Este ultimo concepto es el que en los últimos años se ha venido “trabajando” en
las congregaciones, en las cuales la bendición de Dios va ligada al éxito y a la
prosperidad material y financiera.
Ahora, ¿es pecado contar con recursos materiales y financieros? O ¿ser una
persona próspera?, en lo absoluto. Existen muchos ejemplos en la palabra de
Dios que nos hablan de grandes hombres de Dios que fueron prosperados y
que tuvieron muchas riquezas.
El punto aquí y es el objeto de nuestra conversación es la forma en como en los
últimos tiempos se ha tergiversado el concepto de Bendición llevándolo solo al
punto de que hablamos anteriormente.
Ahora también es interesante que observemos algo y que nos hagamos una
pregunta ¿Nos quiere Dios bendecir?, tomemos un par de minutos para
analizar esta pregunta.
La respuesta es un rotundo Si, Dios nos quiere bendecir, pero vamos a
observar las escrituras y miremos con detenimiento que nos dice El Señor en
su palabra acerca de la bendición.

Como se mencionó anteriormente la palabra Bendición en sus diferentes


conjugaciones en el texto de Deuteronomio aparece 8 veces ósea es de gran
relevancia e importancia en el texto que estamos analizando.
La palabra hebrea para bendición que aquí encontramos es BARAK, la cual
significa (y es interesante notar esto): arrodillarse; por impl. bendecir a Dios (como
acto de adoración), y (viceversa) al hombre (como beneficio); también (por
eufemismo) maldecir (a Dios, o al rey, como traición)

Como vemos, la bendición va ligada primeramente a un acto de humillación (el


arrodillarse), rendirse total y plenamente a Dios, reconociendo que Jehová Dios es
el único Dios nuestro y que fuera de Él no hay nadie. Así mismo la bendición
implica derramar nuestro corazón a Dios en adoración reconocerlo a Él como el
dueño de nuestras vidas y esto traerá consigo a nosotros beneficios. Todo el que
se acerca a Dios dice su palabra en hebreos 11:6 “Dios es Galardonador de los
que le buscan”.

Pero algo interesante que pude notar y que encontramos en el significado de esta
palabra hebrea, es que también puede significar maldecir o traicionar, pero ¿cómo
así que maldecir o traicionar?, si, así como lo escuchamos, pero ¿esto entonces a
que nos lleva?, a que en apariencia o externamente pudiéramos estar
“bendiciendo” a Dios, pero nuestro corazón este lejos de Él, veamos con respecto
a esto lo que nos dice el profeta Isaías en el capítulo 29 verso 13
Dice, pues, el Señor: Porque este pueblo se acerca a mí con su boca, y con sus
labios me honra, pero su corazón está lejos de mí, y su temor de mí no es más
que un mandamiento de hombres que les ha sido enseñado;
Aquí encontramos algo muy significativo e interesante, la palabra “Honra” que
encontramos en el texto proviene del hebreo “kabad” y tiene dos connotaciones
una sentido bueno que significa “numeroso, rico, honorable” o en sentido malo
“algo pesado, severo o duro, obtuso”, entonces miremos como nos habla la
palabra una vez más y nos muestra que aunque en apariencia los israelitas
honraban a Dios, esto pudo convertirse para ellos en algo gravoso o simplemente
en un acto para “cumplir”, no había en ellos una sincera alabanza para con su
Dios, sino que simplemente era unos mandatos o reglas que por cierto eran
gravosas pero que había que hacerlas para “agradar a su Dios”.
Entonces cuando una persona actúa como nos dice el profeta Isaías, aunque en
apariencia bendiga a Dios, lo que está haciendo es todo lo contrario, pues su
corazón este lejos de el y como todos sabemos Dios conoce nuestros corazones y
a El no le podemos engañar.
Los versos con los que iniciamos la enseñanza de hoy son muy utilizados en el
entorno cristiano para enfocar que Dios es bueno, cosa que damos por cierta ni
mas faltaba, pero que su bondad se ve reflejada solo en la bendición económica y
material, dejando de lado la bendición espiritual y lo que ella conlleva.
Vemos en reconocidos canales de tv, en las redes sociales y demás plataformas,
como muchos “hombres de Dios” enfocan sus vidas en la “Bendición”, y que esta
solo es valida si estas bien económicamente, si tienes una posición de prestigio,
etc., incluso pueden llegar a cuestionar a una persona que puede estar pasando
por un proceso como parte del propósito de Dios, como que esta no tiene el favor
de Dios simplemente porque en el momento no cuenta con recursos económicos,
no viste “acorde como hijo de Dios” etc.
Con respecto a esto la biblia nos muestra que hubo hombres de Dios que vivieron
vidas austeras y que, si existieran o estuvieran hoy con nosotros, créanme que
hubiesen sido juzgados duramente y cuestionados en a lo que su relación con
Dios se refiere, por los famosos “ungidos”.
Veamos unos ejemplos interesantes que nos señala la Palabra con respecto a
esta situación

Juan el Bautista:
Mateo 3:4 “Y juan estaba vestido de pelo de camello, y tenía un cinto de cuero
alrededor de sus lomos; y su comida era langostas y miel silvestre”

Ahora observemos detenidamente lo que el mismo Señor Jesús expreso de Juan


el Bautista
Lucas 7:28 “Os digo que, entre los nacidos de mujeres, no hay mayor profeta que
Juan el Bautista”
De igual forma observemos la vida de Esteban
Hechos 6:5 “Agrado la propuesta a toda la multitud y eligieron a Esteban, varón
lleno de fe y del Espíritu Santo”

Así mismo vemos en hechos 7: 55-60 “Pero Esteban, lleno del Espíritu Santo,
puestos los ojos en el cielo, vio la gloria de Dios, y a Jesús que estaba a la diestra
de Dios, y dijo: he aquí, veo los cielos abiertos, y al hijo del Hombre que esta a la
diestra de Dios.

Otro ejemplo interesante lo vemos en el libro de hebreos 11:36-40,


Tomando el versículo 38 en la primera parte que nos dice “de los cuales el mundo
no era digno”
Si observamos estos pocos ejemplos según los estándares de los “apóstoles” y
“profetas” actuales lideres de mega iglesias estos varones de Dios no cumplirían
con sus parámetros, es mas me atrevo a asegurar que serian tratados con
desprecio, con desdén y vituperados hasta mas no poder, colocando en duda el
poder de Dios en sus vidas, tratándolos como unos desventurados, pobres
miserables si fe alguna y mucho menos que Dios obraría a través de ellos.

Ahora entonces como cristianos ¿Qué debemos hacer para ser bendecidos?

Miremos una vez mas los pasajes que contemplamos al inicio, pero los primeros
versículos más exactamente los versículos 1 al 2 de Deuteronomio 28:
1
Acontecerá que, si oyeres atentamente la voz de Jehová tu Dios, para guardar y
poner por obra todos sus mandamientos que yo te prescribo hoy, también Jehová
tu Dios te exaltará sobre todas las naciones de la tierra.
2
Y vendrán sobre ti todas estas bendiciones, y te alcanzarán, si oyeres la voz de
Jehová tu Dios.
Observemos lo que la palabra de Dios nos habla claramente en estos dos
versículos, ese oír atentamente del hebrero Shamá significa oír inteligentemente e
implica obediencia.
Entonces no es cualquier escucha es una escucha que implica analizar,
contemplar y observar de forma muy minuciosa la palabra de Dios, es por ello y es
el llamado a todos nosotros a deleitarnos en la palabra de Dios, teniendo en
cuenta la observación realizada a Josué de parte del mismo Señor, “meditaras en
este libro de la ley de día y de Noche”
Ahora no basta solo oír atentamente sino poner por obra y entonces de forma
consecuente o encadenado a esto y es algo hermoso de parte de nuestro Dios,
“las bendiciones nos alcanzaran”.

Lo anterior nos lo recuerda el mismo Señor Jesús en Mateo 6:33


Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os
 “

serán añadidas.”

Ahora si miramos con detenimiento todo el contexto desde el versículo 25 y cuyo


título es “El afán y la ansiedad”, podemos notar la relevancia de esta observación
de parte de nuestro señor Jesucristo.

Ahora también surge algo interesante, ¿para qué Dios nos desea bendecir?

Miremos un ejemplo claro que está en el libro de hechos 4:34-35


así que no había entre ellos ningún necesitado; porque todos los que poseían
34 

heredades o casas, las vendían, y traían el precio de lo vendido, 35 y lo ponían a


los pies de los apóstoles; y se repartía a cada uno según su necesidad.

Y también el apóstol Juan en la 3 Juan 1: 1-8



el anciano a Gayo, el amado, a quien amo en la verdad. 2 Amado, yo deseo que
tú seas prosperado en todas las cosas, y que tengas salud, así como prospera tu
alma. 3 pues mucho me regocijé cuando vinieron los hermanos y dieron testimonio
de tu verdad, de cómo andas en la verdad. 4 no tengo yo mayor gozo que este, el
oír que mis hijos andan en la verdad.

Elogio de la hospitalidad de Gayo

Amado, fielmente te conduces cuando prestas algún servicio a los hermanos,


especialmente a los desconocidos, 6 los cuales han dado ante la iglesia testimonio


de tu amor; y harás bien en encaminarlos como es digno de su servicio a Dios,
para que continúen su viaje. 7 porque ellos salieron por amor del nombre de él, sin
aceptar nada de los gentiles. 8 nosotros, pues, debemos acoger a tales personas,
para que cooperemos con la verdad.
Vemos como Juan reconoce la generosidad de un siervo llamado Gayo y de como
este puso lo que tenia en servicio de los creyentes, de misioneros en fin en apoyo
al cuerpo de Cristo.
Entonces la respuesta es clara Dios nos bendice no solo para beneplácito de
nosotros mismos y de nuestras familias, sino mayormente a su Iglesia, hermanos
y hermanas necesitados y al cuerpo de Cristo.

Bendiciones mis hermanos

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