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PSICO-
ASTROLOGIA
KARMICA
El presente
y el futuro
Geraldyne Waxkowsky
Marysol González Sterling

Introducción de José Argüelles


Prólogo de Exiquio García Carbajo

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© 1989. Marysol González Sterling y Geraldyne Waxkowsky.
© 1989. De esta edición, Editorial EDAF, S. A.

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6.ª edición, junio 2001

Depósito legal: M. 24.707-2001


ISBN: 84-7640-321-6

PRINTED IN SPAIN IMPRESO EN ESPAÑA


Gráficas COFAS, S. A. Pol. Ind. Prado Regordoño - Móstoles (Madrid)

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INDICE

INTRODUCCIÓN por José Argüelles / 7


PRÓLOGO de Exiquio García Carbajo / 9

Capítulo I
LOS CICLOS DE TRANSFORMACIÓN
Cómo utilizar la Astrología en nuestra vida diaria / 15

Capítulo II
LA ASTOLOGÍA KÁRMICA y el FUTURO / 35

Capítulo III
LA PSICO-ASTROLOGÍA / 59

Capítulo IV
LOS TRES RELOJES DEL TIEMPO
Direcciones, progresiones y tránsitos / 77

Capítulo V
LAS CONFIGURACIONES PLANETARIAS Y LOS
TRÁNSITOS/PROGRESIONES / 125

Capítulo VI
PLANETAS TRANSITADOS Y PLANETAS TRANSITANDO / 151

Capítulo VII
MÉTODO KÁRMICO DE PREDICCIÓN / 179

Capítulo VIII
LAS FASES LUNARES / 265
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Capítulo IX
LA PARTE DE FORTUNA / 301

Capítulo X
LA ASTROLOGÍA, LA PSICOLOGÍA Y LA BÚSQUEDA ESPIRITUAL / 345

BIBLIOGRAFÍA / 411

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INTRODUCCION
La utilización de las palabras KARMA y ASTROLOGIA es
vitalmente potente y representa una descripción de la ley cósmica
universal que se aplica a cada uno de nosotros en cada momento de
nuestra vida. Como las autoras han demostrado tan bella y
brillantemente en el volumen I de esta serie, la actualidad de nuestra
vida está inmersa en patrones de influencias vibratorias que tienen
su origen en lo más distante, así como en las capacidades más
inmediatas del tiempo y el espacio.
El conocimiento de las leyes que gobiernan la emanación e in-
teracción de estos patrones es esencial para el despertar de cualquier
consciencia.
Verdaderamente, en cuanto que el Karma representa los patro-
nes causales que gobiernan y describen nuestros modos de
comportamiento, no puede existir un cambio en la conducta sin al-
guna comprensión no sólo de lo que puede ser nuestro karma, sino
de como funciona la ley del karma. Lo mismo puede decirse de la
astrología, en cuanto que el horóscopo de un individuo representa el
patrón de la totalidad según se enfoca a través de un conocimiento o
manifestación individual, el conocimiento del significado de tal pa-
trón debe tener una relación con los modos de conducta que crean
nuestro mundo presente, momento a momento.
Como la ley de la causa y el efecto, el karma puede decirse que
representa un proceso sin origen, o un proceso cuyo origen es com-
partido por el universo entero, como una red de interacciones
mutuas que circunda todos los aspectos de la vida universal. Nuestra
porción de la red kármica puede parecer al principio arbitraria, pero
la reflexión nos mostrará como se extiende y se ramifica a todas las
cosas. La Astrología es útil para mostrar cómo nuestra porción de la
red kármica universal nos conecta a nuestro sistema inmediato del
Sol y los planetas, así como estas señales celestiales encuentran sus
funciones análogas en nuestra consciencia diaria.
En el momento presente histórico existe mucho despertar y a la
misma vez mucha resistencia a despertar. Es importante tener he-

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rramientas y conocimientos para avanzar uno mismo así como el
despertar del planeta. En el despertar de la efectividad del karma y
el potencial de la Astrología, no solo estamos avanzando en nuestra
propia iluminación sino en la iluminación de la totalidad.
Esto lo han demostrado ampliamente las autoras de la
ASTROLOGIA KARMICA. Pero la Astrología Kármica no es sólo
una filosofía, o una descripción científica de patrones cósmicos, sino
que es una realidad vivida.
El valor del volumen II de la Astrología Kármica es demostrar
no sólo la importancia de vivir la realidad de la ley del karma, sino
que presenta unas directrices prácticas para este modo de vivir. La
vida universal no se vive en ningún sitio más que en el momento
presente. La paz no es otra cosa que la respuesta inteligente y sensi-
ble a la armonía inherente de los patrones interactuantes del
momento presente, y sólo puede venir estando a tono con las leyes
cósmicas universales que gobiernan toda la existencia. Cada indivi-
duo que llega a darse cuenta de esto, cada grupo que se somete a
esta ley creará a través de medidas prácticas efectivas el mundo del
destino que trasciende el caos de la historia.
Las autoras de ASTROLOGIA KARMICA son guerreras va-
lientes en la lucha de la luz. He llegado a conocerlas personalmente
y a compartir con ellas el compromiso de despertar a una masa críti-
ca de la Humanidad en esta hora destinada de revelaciones
planetaria. Su habilidad artística, su investigación y su conocimiento
profundo así como su inteligencia crean conjuntamente una riqueza
de experiencia genuinamente vivida y comunicada a través de la
sustancia de sus palabras. Por ello, su consejo y guía representados
en este volumen es real y de gran valor para aquellos que tengan
corazón y sensibilidad para recibir sus dones.

JOSÉ ARGÜELLES, PHD,


Boulder, Colorado
5 de septiembre de 1986.


Una cantidad específica donde, como ocurre con el uranio, existe una reacción
en cadena.

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PROLOGO
El tercer volumen de Astrología kármica es lógica continuación
del primero y viene a aumentar el cuerpo de doctrina y práctica
astrológicas en que son auténticas maestras GERALDYNE
WAXKOWSKY y MARISOL GONZALEZ STERLING.
Si bien la bibliografía sobre Astrología está creciendo
notablemente y hoy es ya muy extensa, los tratados en castellano
originales, no traducidos, no son muy abundantes. La presente obra
no sólo es original por su ejecución, sino también por su contenido
y tratamiento. Los principios y fundamentos científicos y filosóficos
que en ella aparecen son de las autoras, sin por ello abandonar las
directrices clásicas. GERALDYNE y MARISOL, además de escribir
documentadas obras, imparten cursos sobre Astrología en España y
fuera de España, y realizan constantemente interpretaciones de
cartas astrales con un estilo original. Pero todo ello lo llevan a
cabo, así como los demás aspectos de su vida, diríamos que con
estilo astrológico, lo que les da un conocimiento profundo y
verídico. Y esta profundidad de su conocimiento, plasmada en obras
como la presente, no es obstáculo para una expresión clara y
precisa. En todo momento es de gran interés. Astrología Kármica,
volumen II, es la expresión de un conjunto organizado de principios
científicos completado con una técnica apropiada para la
interpretación.
Muy lejos del concepto astrológico de alguna época del futuro
inexorable, fatalista, nos dan la imagen de una Astrología
humanista alejada de un determinismo inflexible. Es una fuente de
esperanza basada en la profundización de la psique humana.
Las modernas corrientes astrológicas están cada día más
inclinadas al estudio de las relaciones psicológicas, al
conocimiento del funcionamiento mental a través de la carta, con lo
que pueden extraerse reglas prácticas de conducta y mejoramiento
del control y liberación de los condicionamientos.
Y es en este campo donde se desenvuelve la obra, porque es el
de su trabajo ordinario de interpretación. Su experiencia y el

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estudio constante les permite escribir con autoridad responsable,
haciendo de Astrología Kármica una auténtica y eficaz herramienta
que puede utilizar el lector, ya sea profesional, ya aficionado.
Utilizar sus reglas es garantía de un control y elevación de la vida
espiritual.
Para la Astrología Kármica es primordial la atención al
presente que se vive y viene explicado en función del pasado y del
futuro. Todo está encadenado, todo está dentro de una ley
(KARMA) y se sitúan, por tanto, en el terreno de la ciencia moderna
donde los conceptos de causa y efecto han evolucionado, situándose
en los antiquísimos principios del TAO. Con todo ello dejan
establecido un sistema de lo más completo: el sistema astrológico.
En este tercer volumen de Astrología Kármica se estudian de
manera especial los ciclos de transformación, direcciones,
progresiones y tránsitos. Su conocimiento permite establecer reglas
de introspección y de acción útiles para el desarrollo de la
personalidad.
Para Astrología Kármica será la persona evolucionada la que
influirá sobre los aconteceres, y, por tanto, el futuro se construirá
sobre un entramado de eventualidades externas y sobre todo por la
reacción del individuo. Las reglas de A. K. permiten conocer estas
eventualidades o influencias estudiando su carta, y el conocimiento
de la psique del individuo marcará las normas de acción.
Como verá el lector, MARYSOL y GERALDYNE están dentro
de la Astrología clásica que permite saber las épocas y caracteres
de determinados eventos, pero asignan un papel decisivo al
conocimiento de la configuración o estructura mental también
visible en la carta. Astrología Kármica ayuda al perfeccionamiento
consciente. Admite la posibilidad de la acción personal por encima
de la arcaica creencia en lo ineludible del destino. Reconforta y
responsabiliza.
En todo momento tienen vigente el viejo aforismo: «Astra
inclinant, non obligant.»
Otra característica de esta obra muy de tener en cuenta para
apreciar su valor está en el hecho de haber sido realizada por dos
personas de horóscopos muy diferentes, pero complementarios.

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Naturalmente, cada una se siente más inclinada por determinados
temas; pero el intercambio de ideas, la compenetración y
complementariedad de sus respectivas mentes y el constante trabajo
en común hacen que la obra sea no una suma de partes, sino una
integración de compleja unidad totalizada.
El factor de la edad, las Fases de la Luna, la Parte de la
Fortuna, etc., completan un índice sugerente y atractivo tratado
todo él con seriedad y responsabilidad. Con este volumen no se
acaba la obra cuyo final se está gestando. A no tardar, el Vol. III
coronará cumplidamente la obra iniciada y seguida en los I y II
respectivamente.
En Astrología Kármica, de MARYSOL G. STERLING y
GERALDYNE WAXKOWSKY, encontrará el lector, sin ninguna
duda, una obra valiosa y útil, tanto si es conocedor como si es prin-
cipiante. Tal vez resulte polémica, pero lo que sí es seguro es su
importante aportación al desarrollo de los estudios astrológicos y a
la difusión de una ciencia y un arte hasta hace poco relegados a la
sombra que actualmente brilla con luz propia.

EXIQUIO GARCÍA CARBAJO


Profesor de Ciencias Exactas y parapsicólogo

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AGRADECIMIENTOS
Ofrecemos este libro al espíritu que yace dentro del corazón de
cada uno de nosotros; para todos aquellos seres humanos que dedi-
can su vida a purificar los pensamientos del inconsciente, e intentan
comunicarse con lo invisible para manifestarlo en su vida diaria,
ayudando así a todos aquellos que les rodean, curándose y curando a
la psique humana.
Este conocimiento creativo ha sido donado a nosotras por lo in-
visible. No nos pertenece, y así lo compartimos con todos vosotros
que estáis dispuestos a ayudar a que otros encuentren la luz.
Especialmente agradecemos a Exiquio García Carbajo, que con
su amistad, pureza y amor nos ha alentado a completar este enten-
dimiento del karma.
También agradecemos a Ros García Lluis y Alicia González
Sterling por su esfuerzo y colaboración para que lo podáis compren-
der mejor. Así como a todos nuestros alumnos y personas que han
participado en nuestra búsqueda y perfeccionamiento.
Esta obra vive y se hará más vital y relevante cada día, a través
de vuestra colaboración y compartiéndola al unísono con los demás.
Gracias.

GERALDYNE WAXKOWSKY
MARYSOL GONZÁLEZ STERLING

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«Al entrar en la transformación, protegiendo el centro mientras
uno atraviesa este cambio, ese posible ascender lo trasmuta en lo
eterno y crea un trabajo donde, a través de la evolución y subsi-
guiente involución, contiene una tensión con el efecto que el trabajo
no termina con la muerte, pero que a través de esta tensión un nuevo
ciclo en la vida es creado.»
RICHARD WILHELM

«La astrología consiste de configuraciones simbólicas, igual que


el inconsciente colectivo con lo que la psicología está ocupándose.
Los planetas son los dioses, son los símbolos de los poderes del in-
consciente.»
«En la exploración de los sucesos en los que la sincronicidad ha
sido observada, se ha mostrado que en ello los hechos del mundo
interno-psíquico pueden aparecer como uno y el mismo aspecto de
significado.»
C. G. JUNG

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CAPITULO I

LOS CICLOS DE
TRANSFORMACION

COMO UTILIZAR LA ASTROLOGIA


EN NUESTRA VIDA DIARIA

Desde el comienzo de la consciencia humana, desde el alba de


los tiempos el hombre ha medido su vida por los ciclos de los cuer-
pos celestes. De amanecer a anochecer, de una Luna Nueva a Luna
Llena y Luna Nueva otra vez, ha reconocido su existencia y ha me-
dido su progreso por la existencia de los ciclos cósmicos y
planetarios. Así apareció el conocimiento del tiempo que separa al
ser humano del resto de las criaturas. El solo y conscientemente
reconoce y distingue el pasado, el presente y el futuro, y es precisa-
mente a través de estos ciclos de transformación marcada por el
recorrido de los planetas como parecen las experiencias, las crisis y
las oportunidades para dar significado a nuestra vida y formar una
singular individualidad dentro de nuestra esfera de acción social o,
inclusive, universal.
El entender el significado de dichos cambios y crisis en el trans-
curso de nuestra vida es la más valorable meta de la Astrología. Para
ello utiliza la medida del tiempo cósmico unida al factor de la edad
en su evolución normal de madurez en el espacio. Definitivamente,
es el tiempo y el espacio, en su sentido más amplio, lo que la Astro-
logía estudia y utiliza. Y es la unión de ambos la que hace que un
hombre difiera de otro. El sincronismo entre espacio y tiempo sólo
tiene lugar durante instantes brevísimos entre dos personas; luego
continuarán intercambiándose con otras personas o cosas en otros
espacios y tiempos diferentes. Todo esto da lugar a una individuali-
dad particular, a una evolución y a una transformación específica en

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cada caso particular, ofreciéndonos infinitas variantes. Es cierto que
todos experimentamos deseos, sentimientos, emociones, pensamien-
tos, amor, sufrimiento, pesimismo, optimismo, desilusión,
satisfacción, ambición..., pero siempre con distinta intensidad y en
situaciones diferentes, y todo ello marcado por una inicial situación
planetaria y la evolución de la vida. Así, pues, todo lo que concierne
a cada planeta y a cada signo del Zodíaco representa una situación
inherente a la capacidad humana y a su experiencia de interacción
en el planeta Tierra; por ello siempre existirá una cierta identifica-
ción general con otros signos del Zodíaco, aunque no sea éste un
factor esencial ni principal en nuestra propia vida.
Debemos estudiar detenida y profundamente cómo todas estas
aparentes situaciones influyen en nuestra vida, cuándo y cómo se
presenta cada lección que debemos aprender y en qué consiste su
superación; todo ello estará indicado, por una parte, en nuestro có-
digo astral; por otra, en su evolución interna y externa con los
tránsitos y los movimientos cíclicos de los planetas.
En estos últimos años, y sobre todo desde que Einstein propuso:
«Todo está relacionándose con todo lo demás en una continuidad de
tiempo y espacio», la realidad de tiempo ha tomado una gran impor-
tancia en todas las explicaciones de la realidad de que participa el
hombre y se ha convertido en la cuarta dimensión para las ciencias
físicas, añadiéndola a las otras tres dimensiones del espacio, ancho,
largo y alto, que buscan explicar el Universo. Para el científico la
explicación se basa en una valoración del espacio, que en nuestro
caso determina el lugar del hombre dentro del Universo, o del hom-
bre juzgado en términos de las características predominantes de su
colectividad; para él, pues, el tiempo no tiene un significado creati-
vo, sino simplemente matemático y lineal: pasado-presente-futuro.
El filósofo lo entiende a través de su duración y nos enseña que
nuestra experiencia de tiempo es subjetiva: un minuto puede parecer
una hora o una hora un minuto, de acuerdo con la naturaleza de
nuestra experiencia en ese momento.
En el psicoanálisis, Jung lo llama el «principio sincrónico»,
atribuyendo una cualidad particular a cada momento en el tiempo.
Por ello, y según esto, el momento de nacimiento de una persona

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revela mucho sobre las cualidades individuales que se mostrarán a
lo largo de toda su vida. Su herencia y entorno establecen el espacio
a través del que manifestará su valoración del tiempo individual.
Astrológicamente, una carta natal se convierte en la estructura tiem-
po-espacio que revela cómo y a qué ritmo el potencial individual de
ese momento de nacimiento se puede volver una realidad espacial.
Todos los estudios, tanto biológicos como fisiológicos, revelan mo-
delos cíclicos en el funcionamiento de los órganos y sistemas del
cuerpo, y la investigación del comportamiento humano y su desarro-
llo demuestran determinadas edades para la aparición de crisis
específicas, a la vez físicas y psicológicas.
Al definir un ciclo como una estructura de secuencias en el
desarrollo del proceso de vida o como un repetitivo eterno retorno al
lugar del comienzo, lo encerramos en un círculo de circunstancias
repetitivas que no puede tener el creativo y evolucionado significado
que posee el entenderlo como la expresión de un proceso creativo;
sin embargo, ambas interpretaciones son correctas. La estructura del
ciclo del tiempo, su duración, su repetición de día en día, de Luna
nueva en Luna nueva, etc... Pero cuando limitamos nuestro enten-
dimiento del significado de un ciclo a una secuencia repetida del
tiempo, días, meses, años, nos olvidamos de que tal secuencia repe-
tida durante ese día, mes o año no se repite exactamente, sino que
cada repetición encuentra una particular experiencia que representa
lo creativo y el elemento individual de la naturaleza de ese ciclo,
debido a su fase que corresponde a otra evolución de otro ciclo su-
perior que va dando significado, creatividad e individualidad
dimensional a nuestra experiencia del tiempo. Por eso, la Astrología
utiliza los ciclos de los planetas además de los ciclos del día, mes y
año. Para los científicos objetivos es difícil entender cómo es posi-
ble relacionar las causas planetarias con las circunstancias del efecto
humano, ya que ello pertenece a otro orden de fenómenos. Dejan al
hombre fuera del Universo que estudian, no buscan un significado
humano que esté relacionado con su visión objetiva, por lo que se
apartan del objeto que estudian, sin darse cuenta de que todo aquello
que estudiamos y encontramos sigue siendo conocimiento humano y
también nos influirá. Existen científicos incapaces de encontrar una

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conexión entre el sistema solar y las circunstancias internas y exter-
nas de la vida humana; ello no quiere decir que no exista tal
conexión, sino simplemente que es de un orden distinto al estableci-
do en el método científico objetivo.
Recientemente ha sido comprobado que ondas electromagnéti-
cas de mínima intensidad afectan más a la vida vegetal, animal y
humana que una fuerte descarga eléctrica, es decir, que el magne-
tismo de rotación de la Tierra en una microdécima de segundo nos
afecta mucho más que una descarga eléctrica de mil vatios. Una
explosión continuada de iones positivos afecta más al desequilibrio
del cuerpo.
Este campo electromagnético continuado es el que no ha estu-
diado la ciencia actual con respecto a los planetas y su influencia en
el orden de la vida humana.
Los astrólogos estudian el cielo porque les da una experiencia
del orden universal. No se separan del Universo ni de sus ritmos,
sino más bien se identifican con ellos. Desde tiempos remotos rela-
cionan el Hombre con el Universo en el término «igual arriba, igual
abajo».
Los alquimistas decían que el hombre está hecho a imagen y
semejanza de Dios, como significado de los modelos estructurales
del Universo que se manifiestan como expresiones inclusivas del
orden armónico que opera en las galaxias y sistemas solares, igual
que en el hombre y el átomo. Y así encontramos la conexión armó-
nica entre el macrocosmos y el microcosmos, obedeciendo a las
mismas leyes y ritmos de desarrollo para vivir una vida significativa
espiritualmente. Por ello los seres humanos deberían vivir en armo-
nía con las leyes que gobiernan el Universo y los planetas. Los
planetas y los seres humanos deberían ser sincrónicos en su mani-
festación de poder y propósito del Universo entero. Y como el ser
humano es una constelación con los mismos poderes que forman los
planetas en el cielo, deberíamos vivir de acuerdo con esos ritmos
cíclicos del movimiento planetario que, tomados en conjunto, sim-
bolizan las funciones básicas del ser humano total. Y ya que estas
funciones son comunes deberíamos utilizarlas de una manera indi-
vidual.

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La tesis astrológica de nuestra carta astral relacionada con el
momento particular de nuestro nacimiento nos ayudará a tomar una
perspectiva particular de cómo deberíamos utilizar estas funciones
humanas para crecer en un significado individual. Y el potencial de
desarrollo individual está codificado con el ritmo de los ciclos pla-
netarios desde el momento del nacimiento en adelante. Se van
creando las circunstancias y experiencias que van formando y rea-
lizando nuestro potencial individual. Estos ciclos no revelarán
circunstancias concretas, no existe ningún determinismo, sino el tipo
de experiencias que deberán atraer nuestra atención consciente para
sacar el mayor provecho de nuestras vidas. Nos ayudarán a entender
mejor el significado de todo aquello que ocurra en cualquier mo-
mento en relación con el propósito global de nuestra vida, y también
a encauzarnos en esa eterna cuestión de «el hombre en busca de
significado», que es precisamente lo que nos separa del resto del
reino animal. La ciencia moderna es incapaz de hacer esto, pues sus
métodos no están adaptados a nuestras diferencias humanas. La As-
trología es la ciencia opuesta que puede cumplir la exigencia del
entendimiento objetivo de ambos: los ciclos de experiencia humana
y el específico significado de la vida de una persona en un momento
determinado. Lo que tiene de trágico el verse como una faceta de
crecimiento global, puede entenderse como una crisis temporal que
conduce a la auto-trascendencia y hacia una vida de mayor signifi-
cado. De hecho, una vida sin tensión ni crisis sería una vida
aburrida. Es mucho más importante concentrar nuestras energías
hacia una lucha determinada para obtener lo que se puede considerar
una meta digna de atención y cronometrar nuestros esfuerzos de
acuerdo con las fases de los ciclos planetarios, y así cumplir correc-
tamente con lo que la vida nos va pidiendo, que, aunque difícil, lo
entenderemos como necesario en nuestra evolución y constante
transformación.

¿QUÉ ENTENDEMOS POR CICLOS?

Los ciclos dan una forma estructurada del tiempo; son la funda-

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ción de todo cambio que existe constantemente en la naturaleza y
que produce toda transformación. Toda nuestra existencia y toda
actividad está estructurada por el tiempo. Un ciclo es un lapso de
vida de cualquier entidad, y ser viviente, si bien es posible reconocer
su comienzo y su final, es un error considerarlo como un perpetuo
punto de partida; es algo así como un comienzo, un final y un nuevo
comienzo. En Astrología es considerado como una secuencia repeti-
tiva de sucesos, y aunque el contenido del ciclo sigue un modelo al
desplegarse desde un principio a un final que se repite, los estados
de cambio y las experiencias nunca se repiten exactamente durante
un lapso. Un día es un ciclo reconocible y que forma parte de la por-
ción del ciclo lunar descrita en las fases lunares que a su vez están
circunscritas a los ciclos del Sol, que, a su vez, se encuentran inmer-
sos en otros ciclos de duración más prolongada. Es esta interacción
entre todos estos ciclos la que describe la distinción única de cada
momento y la que los une a la vez en un orden rítmico. Esta valora-
ción del tiempo descrita por el sistema solar, la totalidad mayor a la
que la Tierra pertenece, actúa en la valoración del tiempo del indivi-
duo, y la Astrología interpreta el proceso de esa vida en la Tierra a
través de los datos astronómicos.
Todo ciclo, al ser una actividad en su totalidad, tiene un co-
mienzo, una mitad y un final como facetas reconocibles de su
desarrollo. Cualquier momento específico dentro de un ciclo es par-
te del medio, el realizar ese impulso del comienzo, y debe ser
dirigido hacia el propósito final de la consumación del ciclo; todo
ello constituye la interpretación del tiempo y el entender nuestra
relación como entes de la cuarta dimensión. Cada momento de un
ciclo es lugar de actuación de la causa y el efecto. Es muy impor-
tante no entender el momento como una secuencia rígida y aislada,
sino como parte de una realidad completa. En cualquier ciclo el
efecto actúa también sobre la causa y cada momento presente influ-
ye en el futuro y viene empujado por el pasado.
La Astrología es el estudio de los ciclos y de las interconexiones
entre todos esos factores, entre el pasado y el futuro en cada mo-
mento presente, uniendo y entendiendo el significado entre el
macrocosmos y el microcosmos humano. El momento del nacimien-

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to marcado por la carta astral es el punto del comienzo del ciclo de
la vida individual. Es el punto entre el pasado ancestral, la herencia
kármica y el potencial individual futuro, el propósito y la finalidad
de una vida específica. Es el modelo y el planteamiento de aquello a
lo que Jung se refería como el «proceso de individualización», reve-
lando en un lenguaje simbólico cómo cada persona puede
convertirse completamente en aquello que es potencialmente, y có-
mo cada ciclo con su crisis específica es una medida de cambio para
que un propósito se realice.
Toda materia viva está en constante cambio y transformación,
pero solamente el hombre es capaz de tomar una decisión conscien-
te. Para evitar una crisis habría que evitar el cambio en sí mismo, lo
cual es virtualmente imposible. Aunque intentemos evitar el tomar
una decisión por pequeña que sea, esperando que la crisis de-
saparezca, lo único que conseguiremos en ese momento es una
derrota espiritual abandonándonos a un comportamiento instintivo e
inconsciente. Cada crisis que intentemos evitar y en la que debería-
mos haber actuado se volverá a repetir más adelante en
circunstancias más difíciles y dolorosas, y resultando, quizá, en una
catástrofe _por no haber actuado en su momento oportuno.
Las crisis son oportunidades para crecer y transformarse, y las
debemos utilizar para conseguir nuestra propia meta individual. La
Astrología nos ayuda a entender esta meta y a comprender las razo-
nes de las crisis y los cambios necesarios dentro de cada faceta de
un ciclo. Aprenderemos así a liberarnos del comportamiento incons-
ciente que entorpece nuestro crecimiento espiritual. La barrera
existente entre una decisión consciente y una inconsciente es el pro-
pio ego y todo aquello en que la sociedad ha educado al individuo
opuesto a la esencial experiencia del ser. Si nos conformamos con la
estructura que la sociedad nos ha impuesto a la hora de actuar, será
ese modelo social el que determine nuestra decisión y no nuestra
propia verdad personal. Dentro de la decisión consciente existe tam-
bién una parte de libre albedrío: nuestra capacidad consciente de
tomar una decisión de acuerdo con la evolución de los cambios ne-
cesarios para realizar nuestro potencial individual. Sin embargo, el
libre albedrío no significa evitar o retrasar un cambio, sino que, den-

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tro de unos cauces determinados, somos nosotros los que libremente
escogemos el hacerlo mejor o peor. La Astrología nos ayuda a com-
prender nuestras experiencias y crisis para poder aprovechar al
máximo y conscientemente ese porcentaje de libre albedrío que nos
corresponde.
No hay entidad en el Universo que se pueda entrometer o inter-
poner en nuestro camino consciente e individual, ya que rompería la
ley de libre albedrío y desencadenaría una serie de reacciones nega-
tivas y poderosas en su entorno. Por ello la Astrología sólo muestra
el camino, dejando las interpretaciones abiertas a la forma indivi-
dual y libre de cada uno. La Astrología debe ser utilizada como un
instrumento para despertar y encauzar el proceso individual de cada
uno en el transcurso de los ciclos de transformación vital. Al realizar
nuestro propio potencial individual debemos respetar la propia reali-
zación de todos aquellos que constituyen nuestro entorno, pues el
Universo es infinito y da cabida a todas las soluciones individuales
enfocadas a una evolución y transformación.
Por este motivo las crisis deben desembocar en cambios realiza-
dos por nuestras decisiones conscientes y así liberamos de la
sociedad y de las circunstancias que pretenden manejarnos como
marionetas. La cadena de desafíos y pruebas a las que nos iremos
enfrentando es interminable.
Existen en nuestra existencia momentos críticos y que a la vez
son biológicos –la adolescencia, la menopausia– y a los que uno se
enfrenta a una edad específica. Otros son individuales y no aparecen
a una edad determinada. Ayudados por la Astrología nos prepara-
mos para comprender y enfrentarnos a los periodos de transición o
crisis de crecimiento, y actuando conscientemente ganaremos en
términos de madurez personal y desarrollo individual. Este conoci-
miento nos ayudará a no tomar decisiones demasiado rápidas y a no
caer en la desesperación que suele aparecer en las épocas de crisis,
pues es posible, por medio de la Astrología, predecir el final de un
ciclo determinado, utilizando esta predicción simplemente como una
ayuda, pero nunca abusando de ella.
Si una persona ha sido capaz de comprender una crisis anterior
y de dominar sus propias reacciones conscientemente, estará capaci-

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tada también para hacerlo más adelante y ante todo tipo de crisis.
Por otro lado, si no se detiene a estudiar y comprender sus propios
ciclos de transformación, irá acumulando en su vida el desorden y la
desorientación, los modelos inconscientes se irán arraigando, y lo
que era una dificultad en su juventud será un hábito ya arraigado
luego, hasta que finalmente se convierta en una especie de tumba
cerrada.
Cuando uno se encuentra en medio de una situación crítica y
caótica, ningún libro de Astrología nos enseñará ni ayudará a prever
lo que puede acontecernos en el futuro; la ayuda la encontraremos
enfrentándonos a las experiencias en términos de la cuarta dimen-
sión del tiempo, es decir, tomando el ciclo en su totalidad en cada
momento y acercándonos a cada momento presente de una forma
clara y consciente. Aunque la Astrología moderna puede asistir a la
comprensión de una crisis futura, esta forma personal de enfocarla
puede ser más valiosa. Os aconsejamos, pues, que, en el momento
de utilizar este tomo y antes de mirar hacia el futuro, volváis de
nuevo al pasado y estudiéis aquellos momentos que han sido decisi-
vos en crisis anteriores, con sus tipos de energía específica y las
lecciones contenidas astrológicamente; observad asimismo si los
superamos adecuadamente en función de nuestra evolución actual.
Esta es la mejor preparación para enfrentarnos constructiva y signi-
ficativamente a crisis posteriores. Todo depende de la sabiduría,
valentía y visión personal de la persona que utiliza esta técnica as-
trológica. Nadie, ni siquiera un astrólogo, puede ir en una carta
astral más allá de la propia evolución espiritual.
La Astrología kármica tiene en cuenta la evolución del pasado
como la evolución del futuro en cada momento presente, que es
donde podemos mantener una conexión consciente y disolver las
situaciones kármicas pasadas, al conocer de dónde proceden ciertas
situaciones o crisis en nuestra evolución. En consecuencia, es im-
prescindible para una utilización correcta de la Astrología tener una
visión penetrante y consciente de nuestro pasado, de nuestros hábi-
tos inconscientes anteriores, de cómo nos afectan ahora y en qué
medida hemos podido llegar a corregirlos al hacerlos conscientes.
Para comprender estos puntos críticos y su contenido, la Astro-

23
logía utilizará dos clases de información: las direcciones o progre-
siones y los tránsitos, que explicaremos más adelante. Algunos
astrólogos sólo tienen en cuenta las progresiones, que definen la
evolución interna, y otros eligen los tránsitos, que se refieren a los
sucesos externos, Pero si queremos tener una visión completa hay
que tener en cuenta los dos, para tratar las transformaciones gradua-
les que tienen lugar según el propósito y el carácter del individuo
revelado en su carta astral a través del proceso de su vida. Hay que
aprender a manejar los dos tipos de predicción por separado y en
conjunto. Aunque no somos libres de cambiar nuestro potencial de
existencia marcado por las posiciones planetarias al nacer, sí lo so-
mos de decidir qué es lo que vamos a hacer con ese potencial, y esto
es lo que constituye nuestro porcentaje de libre albedrío dentro de
cada ciclo de transformación. Lo que tratamos de definir es un sub-
jetivo e interno proceso de crecimiento del potencial individual, no
unos hechos o sucesos concretos.
Las progresiones tienen que ver con las transformaciones del
ritmo del ser en sí mismo, los tránsitos se refieren al impacto del
entorno en su totalidad sobre el ser. Las progresiones constituyen el
movimiento uniforme y rítmico de la carta natal como proceso de
ese potencial, los tránsitos son el movimiento real de los planetas a
partir del nacimiento y en relación con ese momento cómo actúa su
potencial inicial desde el exterior. La autorrealización ha de ser un
proceso consciente, y sólo a partir de ese uso consciente de las con-
frontaciones reveladas por los ciclos de los planetas en tránsito se
puede llegar a alcanzar.
El potencial del nacimiento es la esencia arquetípica del Ser,
que permanecerá invariable toda la vida. Este es el factor permanen-
te en cada individuo, la forma semilla de su ser y su destino. Todo lo
que le rodea, todas las confrontaciones, tienden a cambiar esa cuali-
dad esencial, desafían su integridad produciendo inhibiciones,
miedo...; incluso el placer y el amor pueden desviar la verdadera
experiencia del Ser y de su inherente destino. La cualidad y el grado
de resistencia que el individuo tiene ante estas presiones de su en-
torno resulta difícil de determinar, pero la elevación espiritual de su
alma estará en cuánto y cómo se desarrolle y mantenga pura esa

24
cualidad esencial y ese potencial primordial. Lógicamente cada in-
dividuo encontrará un número diferente de confrontaciones. Sin
embargo, una carta difícil y con mucho que superar puede llegar a
obtener una mayor elevación espiritual si consigue mantener en su
sentido más puro su potencial esencial a pesar de las dificultades del
estímulo externo.
Para concretar, las progresiones se refieren al despliegue interno
de la personalidad; los tránsitos al impacto externo de la sociedad y
del cosmos sobre la personalidad. Ninguno de los dos debe tomarse
en consideración solo: el hombre reacciona a los tránsitos y actúa a
través de las progresiones. El Universo no se detiene en el momento
del nacimiento sino que sigue desenvolviéndose y desarrollando la
personalidad que debe reaccionar a toda esa influencia externa. Es
una forma eterna, y por eso el hombre no está atado por el destino,
sino que es parte del destino en sí mismo. Aparecen nuevas situa-
ciones dentro del Universo en cada momento sucesivo, pero el
hombre no está obligado a responder a ellas de una forma predeter-
minada; es allí donde radica la libertad, pero debe saber escogerla.
Un individuo no sólo tiene que enfrentarse a las tradiciones socio-
culturales raciales o nacionalistas, a las exigencias de la opinión
pública, de sus relaciones íntimas o a sus propios conflictos inter-
nos, sino también a la radiación cósmica y solar, a las presiones at-
mosféricas, al tirón de la gravedad y a una multitud de
contaminaciones que respira e ingiere. Todo ello influye sobre él, su
piel, sus sentidos, su mente y su campo electromagnético o aura con
una fuerza imposible de definir. Mientras podamos resistir esos im-
pactos podremos vivir como organismos relativamente separados,
pero cuando todas estas fuerzas extingan nuestra capacidad de resis-
tencia y el entorno cósmico y social pueda con nosotros, entonces
habremos perdido nuestra batalla individual. Es necesario, pues,
actuar con esa capacidad de que disponemos para mantener un equi-
librio consciente entre las fuerzas externas y nuestro desarrollo
potencial interno; de esta manera obtendremos en los sucesos de
nuestra vida la profundidad y fluidez necesarias hacia una progresi-
va elevación espiritual.
Este tema es curioso. Durante toda nuestra existencia con la As-

25
trología hemos observado cómo algunas personas encajan totalmen-
te con el potencial de su carta natal y con el proceso de crecimiento
de su vida, de acuerdo con los ciclos astrales y dando a la carta un
enorme grado de certeza y de confianza. Sin embargo, otros, aunque
aparentemente encajan, siempre se encuentran indecisos a la hora de
tomar decisiones concretas o de desarrollar crecimientos específicos
de acuerdo con los ciclos astrales. Esto no quiere decir que la carta
natal no sea correcta, sino que todavía están tratando de luchar con-
tra esas fuerzas pretendiendo que su libertad es superior a la
naturaleza de su destino, en lugar de entender la verdadera libertad
dentro de sus limitaciones y capaz de fluir dentro de algo que se
debe cumplir. De hecho podemos afirmar que las personas que enca-
jan perfectamente dentro de su carta natal y de su transición
progresiva son personas con un elevado rango espiritual y actúan en
su vida con una enorme responsabilidad hacia un beneficio de los
demás. Podría decirse que han sabido encauzar su libertad y su cre-
cimiento en ese fluir con el ritmo que les corresponde, no actuando a
destiempo y aprovechando todas las situaciones aunque parezcan
tremendamente conflictivas para su evolución y madurez individual
y espiritual.
Las presiones a que nos vemos a menudo expuestos pueden ser
aliviadas, aparte de nuestra propia capacidad individual para resistir,
por la ayuda de otras personas. Existen muchos casos en que una
persona ha sido salvada en un accidente, incluso mortal, por el amor
de otra persona. Esto forma parte del elevado porcentaje de influen-
cia del entorno, que puede levantar o destruir con su influencia el
potencial individual de otro. Pero también ocurre que al anudar a
una persona con demasiada frecuencia, está se acostumbra y pierde
su propia capacidad de ayuda. Es necesario entonces, que cada uno
aprenda a valerse por sí mismo.
Hay que tener en cuenta tantos factores para predecir exacta-
mente los sucesos internos y externos, que la base de los tránsitos
críticos por sí sola no es suficiente. Una persona debe ser atacada
desde fuera por los tránsitos en un momento en que interiormente
está débil, a causa de las progresiones ante las presiones de la so-
ciedad y del Universo. Siempre se debe tener en cuenta esta relación

26
entre los tránsitos y las progresiones.
Cuando nos referimos a que éstos pueden revelar la forma en
que una persona debe actuar en función de su propósito en la vida,
nunca lo hacemos a acciones concretas o a sucesos específicos. No
existe ningún destino fijo, sino posibilidades de diversos tipos que
se encuentran continuamente abiertas a cada persona y a cualquier
edad. Cada posibilidad contiene la energía latente para convertirse
en un factor actual, y los factores astrológicos describen el tipo de
posibilidades abiertas a la persona. Esto es lo que debemos observar
claramente. Nunca ha sido conveniente decidir el tipo de posibilidad
que debe actualizarse, pues siempre existe un gran porcentaje de
factores invisible e impredecible. Debemos ser conscientes de que
cada posibilidad puede materializarse en una gran variedad de for-
mas y en muchos niveles diferentes de la realidad y que al final
somos nosotros mismos los que escogemos. Si una persona se siente
incapaz de escoger o de imponer su voluntad en una dirección de-
terminada, entonces los resultados serán simplemente la consecuen-
cia del momentum de su pasado. El futuro estará entonces
determinado por todas aquellas cosas que vienen del pasado sin ter-
minar, por sus miedos, sus frustraciones y por la presión de la
influencia de su familia, comunidad o nación. Si uno falla al decidir
su propio destino, entonces el pasado lo decidirá por él. Esto es
especialmente cierto cuando uno tiene temor a la repetición de algu-
na experiencia difícil. Por ese mismo miedo la persona puede atraer
una experiencia determinada dentro del resto de las posibilidades y
hacerla actuar verdaderamente. A partir de ese momento no tiene
derecho a culpar a la Astrología si, en lugar de empeñarse conscien-
temente en escoger una dirección específica, ha esperado
pasivamente a que algo ocurriera o ha reaccionado sin ningún pro-
pósito consciente a lo que la vida le presenta.
Cualquier persona que quiere investigar en la Astrología tiene
una responsabilidad personal hacia sí misma y hacia todas aquellas
personas que entran dentro de la investigación, en términos del kar-
ma que crea en la forma en que responderán a sus consejos. Por este
motivo debe tomar esa responsabilidad kármica conscientemente y
no jugar con un nuevo y potente utensilio como es éste, ya que sin

27
querer puede generar mucho más karma de al que ya estamos ex-
puestos necesariamente al vivir en un mundo de intercambio
colectivo. Nunca se debe tratar de mirar en una carta lo que puede
ocurrir y pasar la información a otras personas sin considerar las
consecuencias. Esto no sería un consejo astro-psicológico, sino sim-
plemente «decir la fortuna» sin importar qué sofisticados sean los
métodos que se utilicen. Uno debe preguntarse en todo momento y
antes de decir nada qué es lo que la otra persona puede hacer con la
información que se le va a dar. Sabemos que todo en la carta astral,
incluyendo progresiones y tránsitos, posee un potencial positivo y
otro negativo y que no es función del que utiliza la Astrología la de
cristalizar un significado determinado al tratar con posibilidades
presentes o futuras. La decisión de actuar positiva o negativamente
es siempre de uno mismo, y cuando nos referimos a positivo o a
negativo queremos decir aquello que se dirige hacia una satisfacción
espiritual o aquello que lo hace hacía una pérdida del ser en valores
materiales.
Nuestra intención es poner más atención en el ser que en sus
poderes y ayudar así a una persona a que comprenda que su propósi-
to en la vida es utilizar esos poderes en términos de cualidad
espiritual de ser que el momento de su nacimiento ha pretendido
revelarle progresivamente a través de los años. El compromiso hu-
mano es, por encima de todo, convertirse totalmente en lo que uno
es potencialmente. Cada persona ha nacido para expresar de la for-
ma más pura posible la promesa contenida en su carta natal. Esto
naturalmente encierra todos los problemas a los que nos iremos en-
frentando a lo largo de nuestra vida, y es así como somos de alguna
manera las dos cosas: la expresión de un problema y su posible so-
lución. Todos somos ejemplos de lo que un ser humano puede ser, y
a la vez cada uno tiene algo que le falta al otro. Esto no es solamente
verdad en cuanto a las virtudes y talentos que cada uno posee, sino
también, y más específicamente, en cuanto a las facetas individuales
de la verdad que cada persona debe expresar. La verdad completa
sería el conjunto de todas esas facetas. Así es como cada uno debe
encontrar su forma individual de expresar esa verdad. El problema
principal de la mayoría de las personas es el desconocimiento de lo

28
que deberían hacer, por la inmensa confusión de valores del mundo
moderno, que ya no se encuentra estructurado por unas morales dig-
nas y unos principios espirituales de comportamiento. Plutón
durante los últimos cincuenta años se encargó de disolver todos
aquellos principios estancados en tradiciones que ya no servían.
Esto ha resultado en la pérdida espiritual de gran cantidad de perso-
nas por la falta de principios o en que personas sin escrúpulos
pisoteen a los demás según su conveniencia.
Pero debemos comprender que para romper con un principio es
necesario sustituirlo por otro y establecerlo de acuerdo con el mun-
do nuevo que nos ha tocado vivir. Por todo ello, la tarea del
psicoanalista y del astrólogo es clarificar las dudas personales, los
miedos y los conflictos que nos amenazan en nuestro siglo XX. Un
acercamiento humano puede añadir a una labor psicológica el cono-
cimiento de aquello en que un individuo debe esforzarse en cada
momento particular y durante toda su vida para alcanzar la total ma-
durez personal e individual.
Uno debe saber que cada vida conlleva unas crisis determinadas
de crecimiento y que éstas son necesarias en cuanto que son esencia-
les para el desarrollo de la personalidad. También que la libertad
personal no consiste en tratar de decidir si uno va o no a tener una
crisis, sino en el significado que se le da, pues la capacidad de dar
significado es una característica básica de los seres humanos. Las
oportunidades para evolucionar que no se han aprovechado total-
mente deberán inevitablemente ser tratadas más adelante: éste es el
mayor significado del karma, asuntos incompletos del pasado. Pero
si somos capaces de satisfacer las peticiones de nuestra evolución
en cada momento de crisis obtendremos nuestra victoria espiritual.
El crecimiento espiritual no termina aquí; después de haber comple-
tado todo aquello que se nos pide como individuos llegaremos a un
punto en que se nos pedirán responsabilidades mayores. Tomaremos
el karma de otras personas, de grupos, hasta llegar al de la Humani-
dad entera. Esta es la idea espiritual que hemos visto en el ejemplo
de la vida de Jesús., La cantidad de responsabilidades ajenas que
uno es capaz de tomar o el número de personas en que es capaz de
influir e iluminar nos revelará el ciclo de elevación espiritual en que

29
uno se encuentra. Una persona de mediana elevación espiritual sólo
podrá tomar su propia responsabilidad; sin embargo, si la va cum-
pliendo adecuadamente, poco a poco comenzará a tomar la
responsabilidad de otras personas de menor evolución espiritual.
Una persona con un nivel espiritual superior se encontrará siempre
en posiciones de responsabilidad y de ayuda en la evolución de mu-
chos otros, ya sea en tareas de la vida diaria, políticas o espirituales.
En esta toma de responsabilidad ajena a los errores y sus repercu-
siones tendrá lógicamente unas consecuencias mucho más graves,
pues kármicamente ha influido una reacción energética muy supe-
rior y se expone a estar a merced de circunstancias humanamente
imposibles de superar.
En esto estriba el peligro de nuestro tiempo, pues la pérdida de
principios y la búsqueda de otros nuevos ha abierto la puerta a opor-
tunistas que se aprovechan en el manejo de las energías colectivas
sin estar realmente preparados para hacerlo, pues al no haber alcan-
zado su propio proceso de individualización y de madurez espiritual
se ponen y nos ponen ante peligros siempre presentes.
Por todo esto y todo lo demás, debemos utilizar la Astrología
como un instrumento para conseguir vivir más conscientemente,
manteniéndonos despiertos ante todo lo que se está poniendo a
prueba cuando llegan los momentos decisivos de nuestra vida. Y es
esencial que estudiemos nuestra carta natal en su totalidad, antes
de pretender entender la de los demás, y comprender todas y cada
una de las crisis de nuestro pasado antes de intentar prever nuestro
futuro. Si desconocemos las razones por las que nos han ocurrido
determinadas cosas en nuestro pasado y cuál es nuestro plantea-
miento total en el presente, ¿para qué queremos conocer nuestro
futuro, si no podremos hacer nada para evitarlo ni conscientemente
entenderlo? Sólo obtendremos una ansiedad que es la causa carac-
terística de trastornos y enfermedades psicosomáticas.
Existen dos factores muy importantes y a tener en cuenta, que
todavía están faltos de investigación por la Astrología actual. Uno es
la cantidad de partos provocados que existen en la actualidad y otro
es el momento de la concepción. En primer lugar, un parto provoca-
do por causas naturales no acarrea grandes conflictos, pues si un

30
niño ha nacido por cesárea o por un parto provocado para su propia
salvación o la de su madre, el individuo y su alma han escogido en
gran medida ese momento de vida. Pero la gran cantidad de partos
que hoy en día se provocan por comodidad del médico o de la madre
hacen que este individuo esté más condicionado todavía por su me-
dio ambiente, corriendo el riesgo de alejarse más de la
exteriorización de su propio potencial individual, ya que en él han
influido con más intensidad las causas externas sociales. De todos
modos todavía desconocemos en cierta medida si ello era también
parte de su karma, y posiblemente esto podrá leerse en la mayor
parte de las cartas natales de estos casos individuales.
El tema de la concepción es una investigación científica inmen-
samente interesante y aún sin realizar en el campo de las ciencias
físicas y astrológicas, por la falta de datos concretos de las personas
que conozcan el momento en que fueron concebidas. En los pocos
casos que hemos podido comprobar hemos observado que ese mo-
mento era la perfecta combinación de los padres. Por ejemplo, un
padre Capricornio, Escorpio, Aries y una madre Libra, Escorpio,
Cáncer. El momento de concepción coincidía con la mayor parte de
sus condiciones y era: Sol, Capricornio, Luna, Escorpio y ascenden-
te Libra. Física y genéticamente era éste uno de los momentos de
óptimo funcionamiento. Si estudiáramos esto sería muy útil para la
medicina astrológica. Por eso mientras el niño crece en el vientre de
su madre recibe vida sólo a través de la herencia genética de los
padres; incluso el entendimiento de las necesidades está totalmente
ligado a las de la madre, que a la vez se está interaccionando con las
del padre. En realidad no tiene todavía vida propia ni su propio po-
tencial individual, y aunque el alma exista ya para ese cuerpo,
todavía se encuentra en un proceso de conexión con ese cuerpo y
ese mundo en los que ha de adentrarse. Es muy común la creencia
de que el momento de nacer está provocado por las urgencias del
alma por realizarse una vez que el cuerpo está genéticamente com-
pletamente formado y listo para recibirla. El momento del primer
aliento es el de la unión del alma, el cuerpo y el espíritu. Por ello, el
tema del aborto es muy discutido hoy en día. Un aborto debe ser
tomado como esas experiencias que algunas personas tienen de la

31
muerte, en las que pasan los iniciales umbrales de la muerte, pero
algo o alguien les detiene y les comunica que todavía no ha llegado
su hora y deben volver a su cuerpo. Un aborto, ya sea natural o pro-
vocado, es lo mismo sólo que al revés: todavía las situaciones plane-
tarias superiores no están dispuestas para que ese alma cumpla lo
que ha de realizar, y debe esperar antes de reencarnarse otra vez. El
ciclo completo de la vida hasta la muerte es el que debemos estudiar
y comprender. Según la Astrología, un ciclo completo normal es el
marcado por el planeta Urano: ochenta años. Sabemos que el miedo
a la muerte está muy injustificado, pues el umbral entre la vida y la
muerte es siempre pacífico, como si nos durmiéramos, mientras que
el nacer es mucho más traumático al despertar al mundo consciente.
Por eso tantas veces los niños lloran al nacer cuando despiertan has-
ta que esta reacción al nacer se ha convertido en una costumbre.
Otro de los temas al que no hemos prestado nunca demasiada
atención es el de la respiración. Mientras los alimentos sostienen al
cuerpo, el oxígeno, a través de la respiración, sostiene al espíritu. El
cuerpo y su respiración pertenecen al mundo de la realidad cons-
ciente. El espíritu y su respiración pertenecen al mundo de la
realidad inconsciente e influyen además en nuestros pensamientos.
Es a través del ritmo respiratorio como también nos pueden afectar
las energías planetarias. Por ello la disciplina oriental se basa abso-
lutamente en una toma de conciencia de nuestra respiración; al
observarla observamos nuestro pensamiento, unimos el inconsciente
al consciente y podemos fluir estando atentos a nosotros mismos y
al eterno Ahora. Una respiración rítmica hace milagros en curación
por su capacidad para provocar estados de ánimo y cambios psico-
lógicos en una persona.
Al nacer y evolucionar se separan las dos necesidades básicas
de sustento por pertenecer una al inconsciente y otra al consciente.
Pero por medio de un maduro desarrollo de la individualidad y de
una búsqueda de la iluminación espiritual, uno debe volver a unir
esas dos necesidades vitales hasta que el cuerpo se pueda alimentar
a través de la respiración y el espíritu a través de los alimentos. Ló-
gicamente, el espíritu necesitará de una escasa y purísima alimen-
tación física, mientras el cuerpo se abrirá a una respiración profunda

32
que promoverá la apertura de canales o «chakras» para la elevación
de la energía vital a la espiritual. Por ello recomendamos la utiliza-
ción de técnicas orientales de meditación o movimiento, como las
artes marciales.
Cada uno deberá realizarlo, después de un aprendizaje ayudado
por un maestro, individualmente, sin el apoyo de gurús o sectas, que
sólo llevarán al individuo hasta un punto, no siendo el resto más que
un supeditarse a un cierto grupo o sociedad espiritual que provocará
otro retraso en la expresión individual de lo aprendido. Una cosa es
vivir y trabajar colectivamente y otra es depender de esa colectivi-
dad, ya que no será entonces más que una comunidad social.
El individuo debe mantener su individualidad para encontrarse a
sí mismo, formando parte de la conciencia colectiva con otros indi-
viduos que serán tan independientes como él y aportando su
potencial creativo sin competir con el de los demás. Es muy impor-
tante no quedarse estancado, y simplemente fluir dentro y fuera,
hasta que lo que se ha aprendido se vuelva parte de uno mismo y
desaparezca.
Como final queremos recalcar la necesidad del cuidadoso y
completo estudio de la carta natal de uno mismo, ya que esa totali-
dad sólo puede comprenderse completamente en nuestra propia
carta. Solamente nosotros mismos podremos comenzar a compren-
der la necesidad de una cuadratura y cómo la superaremos a través
de un trino.
Observar y comprender la carta natal en su totalidad es el
entrenamiento más difícil y más gratificante, es llegar a comprender
la esencia de Dios, la esencia del Uno en nosotros mismos, la
unidad de todas las experiencias y la continua transformación hacia
esa completa unidad.
La Astrología es un arte divino y una ciencia físico-psicológica.
Es una unidad entre arte y ciencia; es el estudio del tiempo y del
espacio; es el estudio de la vida y el destino. Respetémosla y
utilicemos su sabiduría con la dignidad que su ley cósmica merece.
No intentemos alcanzar y aferramos al futuro que está fuera de
nuestro alcance y que nos hará perder todo lo que el presente nos
ofrece.

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34
CAPITULO II

LA ASTROLOGIA KARMICA
Y EL FUTURO

La curiosidad por conocer el futuro es uno de los peores males


de nuestra sociedad y una de las facetas de la Astrología peor utili-
zadas. La creencia generalizada de que la Astrología sirve para
predestinar se basa en una forma de interpretación antigua. En los
siglos anteriores la carta natal era tomada como una condición in-
variable; los tránsitos de los planetas activaban unos hechos
totalmente desconectados unos de otros, sin sucesión ni consecuen-
cia con respecto a los procesos cíclicos anteriores. Es así como esta
predicción de hechos concretos provocaba una gran ansiedad y con-
fusión en las personas, ya que la mayoría de las veces no ocurría
exactamente lo que se esperaba. Por este motivo, podemos afirmar
que no servía para nada, excepto para hacer depender a las personas
de algo que podía acarrearles una gran cantidad de angustias innece-
sarias, perder a la vez la espontaneidad de acción que podría
haberles aportado el éxito en la superación instintiva de una crisis.
A muchos astrólogos les encanta predecir el futuro, pero si
realmente somos responsables de nuestras acciones el futuro se
vuelve difícil de predecir con exactitud, incluso poseyendo una ca-
pacidad psíquica especial como la clarividencia. Esta es una forma
peligrosa de utilizar la Astrología, pues es predisponer a un indivi-
duo a una adivinación poco objetiva al no saber con exactitud hasta
qué punto influye la persona que efectúa la predicción en esta visión
de unos hechos futuros. Otra opinión generalizada es pensar que
somos como una especie de marionetas del cosmos. Esta creencia es
totalmente errónea y de ella debemos alejarnos porque corta nuestra
iniciativa personal y nos hace sentir víctimas de las circunstancias.
Estos falsos y anticuados acercamientos a la Astrología son los que

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CICLOS PLANETARIOS INFERIORES
CADA DOS AÑOS

36
CICLOS PLANETARIO SUPERIORES
84 AÑOS

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hacen de ella un instrumento peligroso y nos alejan de lo que es en
realidad: una importante ayuda psicológica en nuestra evolución y
crecimiento personales, incluso bajo las más adversas situaciones.
Algunas personas tienen miedo al tránsito de Saturno por todo
lo que de limitación conlleva. Pero no piensan que este planeta tam-
bién simboliza el proceso de cristalización de la realidad y la
responsabilidad de definir lo que está parcialmente formado. Quizá
se le tenga miedo porque no nos permite dar la espalda a un pro-
blema que llevamos arrastrando mucho tiempo.
Saturno indica un periodo de madurez, es el maestro y nos pue-
de traer los más maravillosos resultados. De hecho, aquellas
personas que llevan su vida y evolución de acuerdo y en sincronía
con lo que la vida les va pidiendo no tienen nada que temer de Sa-
turno, pues trae implícito el Tiempo de la recompensa y el final de
la definición. Debemos, pues, erradicar ese temor y sustituirlo por
un deseo de aprender a trabajar con el lado superior de su energía.
Hemos de aprender a observar nuestro progreso o evolución
desde el momento de nuestro nacimiento, donde está contenido
nuestro potencial individual ante el mundo y el que se irá desarro-
llando a lo largo de nuestra vida. Debemos entender cómo todas las
influencias y desafíos nos van alejando de nuestro potencial o acer-
cando a una mayor expresividad de él. Para ir analizando y
observando este progreso hemos de tener en cuenta dos factores: las
progresiones o el desarrollo interno de ese individuo y los tránsitos
o los desafíos externos que nos van provocando para que nuestra
individualidad se desarrolle. Tenemos que aprender a ver todos esos
ciclos planetarios entrelazándose hacia un desarrollo individual.
Aunque las progresiones y los tránsitos deben ser observados
por separado, su conexión está en la fuerza o debilidad que una per-
sona puede tener en un momento determinado –progresiones o
direcciones–, cuando un suceso o experiencia exterior está llegando
a su momento más crítico. Unos astrólogos acentúan las progresio-
nes y otros los tránsitos. Esto se debe a las dos básicas diferencias
de los seres humanos: la introversión y la extraversión. El in-
trovertido tendría en cuenta la progresión sin conocer cómo estas
cualidades serían desafiadas desde el exterior; de esta forma sería

38
muy difícil predeterminar su significado, pues la vida se da también
en un constante intercambio con el exterior. El extravertido daría,
por el contrario, mayor significado a las relaciones con el mundo
exterior, acentuando así la importancia de los tránsitos.
Todas aquellas personas que quieran utilizar la Astrología como
un instrumento para conocerse a sí mismos, desarrollando su capaci-
dad espiritual y su potencial individual y fluyendo y aprendiendo
con las corrientes sociales y cósmicas, deben tener en cuenta estas
dos vertientes de progresión de nuestra carta astral.
En la Astrología moderna existe una cierta predilección hacia
los tránsitos, pues generalmente es más aceptable registrar el movi-
miento diario de los planetas y atrae más a la orientación científica
actual Más adelante estudiaremos las progresiones y direcciones de
nuestra carta natal y su interpretación. Ahora vamos a profundizar
en la comprensión de los ciclos planetarios a través de los tránsitos.

TRANSITOS PLANETARIOS Y LA NUEVA CIENCIA

Desde la Tierra observamos constantemente cómo cambia la


posición de los cuerpos celestes o planetas del sistema solar. La sig-
nificación de los «tránsitos» se refiere a esos cambios de datos
astronómicos y es lo que pretende interpretar la Astrología. Cuando
decimos que un planeta transita queremos significar que cruza o
atraviesa la posición en que adquirimos nuestra primera impresión
energética cósmica, al tomar nuestro primer aliento de vida. Se en-
trecruza con el resto de los planetas y provoca las diversas
manifestaciones de ese potencial inicial en su interacción con el
Universo del que recibe la vida. El tiempo que tarda cada planeta en
volver a su posición inicial es diferente en cada uno de los planetas.
El Sol conjunta a nuestro sol natal cada año, más o menos el día y
hora de nuestro cumpleaños y siempre iniciando el proceso de cre-
cimiento de ese año. La Luna da la vuelta entera cada veintiocho
días y va marcando los ciclos emocionales –altos y bajos– como el
biorritmo. Marte tiene un tránsito de dos años y marca la vitalidad
en la acción; Mercurio y Venus tienen un ciclo aproximado de un

39
año y marcan respectivamente el nivel mental y sentimental.
Los planetas lentos como Júpiter y Saturno transitan cada doce
y veintiocho años respectivamente y marcan nuestro crecimiento en
la relación con nuestro entorno social, señalando nuestro aprendizaje
en lo que la sociedad está superando y aprendiendo. Urano, Neptuno
y Plutón marcan a generaciones enteras, ciclos mundiales y univer-
sales y tienen ciclos de ochenta y cuatro, ciento sesenta y cinco y
doscientos cincuenta años, respectivamente.
Todas estas combinaciones van conformando lentamente nues-
tro proceso de crecimiento y nuestra cronometrización con el resto
de la Humanidad y del Universo en el «proceso de indi-
vidualización». El potencial individual está completamente marcado
en el primer instante de nuestra vida. Según vamos interactuando y
aprendiendo de nuestro entorno nos vamos alejando de ese potencial
inicial al ir conviviendo y sobreviviendo con nuestro entorno. A
partir de los veintiocho años, la mayoría de nosotros podremos unir
todo eso que hemos aprendido en nuestras relaciones y contactos
externos a nuestra esencia íntima, enriqueciendo de este modo nues-
tra propia experiencia individual. Como no podemos aislarnos del
Universo, cada uno de nosotros debe obtener una perspectiva de lo
que los demás sienten y piensan. Estamos obligados a responder a
los cambios familiares, sociales, culturales y políticos y también a
los de la biosfera. Esta tarea debe ser llevada a cabo de forma indi-
vidual; responderemos a las energías del Universo, pero no de forma
pasiva y siguiendo las tendencias predominantes en la colectividad.
El resultado dependerá de nuestra condición subjetiva interior y de
nuestra capacidad para resistir las presiones exteriores. La propia
madurez se obtiene de un aislamiento psicológico del resto del
mundo. El individuo ha de nacer en el seno psíquico de la familia y
la sociedad, y este aislamiento posterior es fundamental en su evolu-
ción y en ese logro de su madurez.
¿Por qué los planetas deben ocasionar necesariamente algún
efecto? La explicación tradicional de las influencias planetarias pro-
pone que dentro de cada individuo existen puntos sensitivos o
centros energéticos –«chakras» para los iniciados orientales– que
coinciden con los órganos y glándulas que gobiernan nuestro cuerpo

40
y que se corresponden con las posiciones planetarias iniciales al
tomar nuestra vida. Estos puntos sensitivos están activados de algu-
na manera por los tránsitos. También influyen nuestros
pensamientos, el ritmo respiratorio, la química del cuerpo, las cargas
electromagnéticas, etc. Incluso los diferentes campos de la radiación
del aura se encuentran interconectados con cada planeta y con todos
los campos magnéticos que existen a nuestro alrededor por la grave-
dad y la electricidad que todo cuerpo genera en el Universo. Sería
como la quintaesencia etérea o como la fuerza intrínseca del «ki» o
del «chi» que –según las enseñanzas orientales– contactamos a tra-
vés de la respiración y nos enseña a controlar nuestra indi-
vidualización y a desarrollarnos por medio de las técnicas básicas de
las artes de concentración –Tai-Chi– y marciales –Aikido, etc.
Esta teoría no ha sido todavía comprobada en la actualidad
científicamente, pero no sería de extrañar que ya se hayan alcanzado
ciertos descubrimientos paralelos o algún razonamiento objetivo
sobre ella. La física moderna ya ha comenzado a microorientar sus
descubrimientos. Ante diversas pruebas de descomposición de
materiales bajo las mismas condiciones atmosféricas, pero situados
en diferentes lugares de la Tierra, se han llegado a reconocer ciertos
efectos diferentes. La única explicación a este fenómeno es la de la
fuerza de la gravedad y su magnetismo electrónico, y la de la
colocación de los cuerpos celestes que van afectando según la
posición de estos materiales en la Tierra.
Los descubrimientos de física cuántica han despertado un pro-
fundo interés en el hombre de ciencia. En medio del desconcierto
actual que se produce al observar algo y no poder llegar a evidencias
exactas, los científicos están llegando al convencimiento de que es
necesario completar estos estudios experimentales con el poder de la
mente, y no efectuarla observación solamente con equipos electróni-
cos que a su vez producen grandes variaciones en los campos
electromagnéticos. Fritjoff Capra, en su libro El Tao de la física,
explica la conexión existente entre la física cuántica y el pensamien-
to oriental, pues todas las místicas de estos yoguis eran experiencias
cuánticas por medio de las que se reabsorbían a la conciencia uni-
versal. Ha sido encontrado en el cerebro el mismo modelo de

41
interconexiones que existe en el Universo. Las teorías del karma y la
reencarnación poseen unas posibilidades de explicación científica,
siempre conectadas con el Universo y nuestro entorno a través de
nuestro pensamiento. El pensamiento y la respiración son las técni-
cas de los orientales para unificar el cuerpo y el espíritu y disolver el
ego en la conciencia universal. La esencia del principio cuántico,
«querer algo cambia aquello que se quiere», se encuentra en la ex-
plicación oriental de que «uno debo estar preparado para vivir el
presente en su sentido completo» estando atentos en cada momento
a lo que se está haciendo sin desear nada del futuro»; el simple he-
cho de desear algo impide la realización espontánea de eso que ha
de ser en su ritmo y en su momento. Toda su filosofía se basa en la
unión del pensamiento a la experiencia del presente y del momento
del ahora. Algo parecido a esta desintegración del ego lo han vivido
muchas generaciones por medio de la droga, pero el peligro llegaba
cuando estas personas podían volverse dependientes y no ponían su
empeño y trabajo interior en alcanzar estos estados espirituales por
medio de su propio esfuerzo. Para los hindúes el trascender el ego es
el hecho más importante, pues es sólo una especie de ilusión del
mundo físico. El ritmo de vida que enseñan las técnicas orientales y
la física cuántica constituye la misma esencia del ritmo que debe-
ríamos utilizar para unirnos a la conciencia de energía universal que
conlleva nuestra mayor realización. A través de su conocimiento
podemos realizar nuestro potencial individual unido a la colectivi-
dad humana –tan .necesario, en nuestra evolución y en el destino de
la Humanidad–, encontrando así el significado de nuestra existen-
cia.
Es importante comprender esa presencia que poseen los
orientales y ese ritmo tan sincronizado con las exigencias del ahora.
Debemos comprender esto y vivirlo para llegar a la máxima
utilización del conocimiento de nuestra carta astral. Al unirnos a
nuestros ritmos –interno y externo– podremos unificar nuestra expe-
riencia del ahora, y las reacciones a nuestras acciones serán casi
inmediatas. Podremos así vivir en una dimensión superior –la cuarta
dimensión– del tiempo. El hombre sería comprendido entonces a
través de todo el espacio –anímico, atmosférico, químico y

42
evolutivo– que influye en su temperamento y en sus emociones.
De cualquier forma, en la actualidad es mejor entender estas
energías como tendencias y potenciales que se despiertan colecti-
vamente. Al vivir en colectividad reaccionamos de diversas maneras
y ante multitud de situaciones psicológicas; así no estamos atentos a
una predestinación de sucesos y los entendemos como un proceso
cíclico, como una espiral ascendente a lo largo de la cuarta dimen-
sión del tiempo, donde todo está en conexión con todo y donde el
pasado empuja en el presente la atención que ponemos en el futuro.
Nos forjamos el futuro en el presente, cuando es a este presente al
que debemos poner la máxima atención. Por eso nuestra primera y
urgente recomendación es recalcar que antes de utilizar los siguien-
tes capítulos sobre tránsitos del futuro estudiemos a fondo los
tránsitos del presente y los tránsitos del pasado.
Hay que evitar a toda costa aislar cada tránsito –procedimiento
que viene lógicamente de buscar sucesos específicos o hechos
concretos–, lo que inevitablemente adquiriría un ligero toque de
predestinación con sus consiguientes resultados aterrorizantes. «En
este nivel ya, aunque se intente apartar el peligro proyectado, no se
puede hacer que ese tránsito desaparezca. El tránsito ocurrirá
teniendo alguna posibilidad dentro de ese peligro. Al creer en la
Astrología, con un pensamiento dirigido hacia algún significado
maléfico, sin darnos cuenta atraemos los peores resultados de esa
serie de posibilidades marcadas por el tránsito. Cuanto más se
recalquen las razones impersonales o científicas para las
correspondencias astrológicas, mayor es el peligro de aconsejar
astrológicamente, pues la mente objetiva tiende a separarse de la
realidad, a intelectualizar lo que está ocurriendo y o separarlo de la
totalidad.»
Un tránsito se refiere a un cambio astronóm ico que está
ocurriendo en el cielo. Estos cambios no tienen nada que ver
íntimamente con las personas, pues ocurrirían aunque la Tierra no
existiera. La presencia de los planetas en un signo determinado como
muestran las efemérides sólo se refiere a una tendencia que se
efectúa durante el tiempo de dicho tránsito. La variación cambia de
acuerdo a la medida de tiempo en que cada planeta se detiene en un

43
signo. Como los planetas están continuamente moviéndose a
diferentes velocidades y afectándose mutua e indistintamente en el
cielo, crean un complejo modelo siempre cambiante que debe
interpretarse como un todo. Por ello, los principiantes, e incluso
algunos astrólogos, tienden a aislar cada aspecto de cada planeta que
transita a otro de la carta natal, sin darse cuenta de que con este
método nunca podrán obtener una imagen real de ningún ser
viviente. Es muy necesario, podríamos decir que imprescindible, co-
nocer la propia carta astral como prerrequisito para adentrarse en los
tránsitos, ya que la comprensión de esa totalidad de energías
planetarias es más fácil de reconocer primero en nosotros mismos.
Las ciencias modernas fallan también en ese punto al trabajar todos
por separado y van comprobando las distintas facetas de acuerdo
con las diferentes ciencias, y cuando encuentran el hilo común es
cuando llegan a un descubrimiento importante. No podemos ais-
larnos del Universo. Un individuo es parte de todo lo que se
encuentra a su alrededor, y su destino individual está influido por las
tendencias generales de un determinado momento. Cuando los
planetas transitan y aspectan a la carta natal de una persona, ésta
está motivada por las corrientes y tendencias generales y sujeta a las
presiones del mundo colectivo. Su resultado no está directamente
relacionado con su vida y destino individual, no es la exteriorización
de una fase de su desarrollo individual, aunque sí puede que la
cambie.
Es más factible que se dé esta posibilidad cuando las
progresiones y los tránsitos apuntan hacia la misma dirección. La
Astrología humanista trata esa configuración que se refiere a lo que
está pasando dentro del individuo, y ésta debe ser la respuesta
interna a un suceso exterior, esto será lo importante ocurra lo que
ocurra. La predicción exacta no es lo importante. Lo que importa es
la creación dentro de uno mismo de una actitud positiva y
consciente acompañada de la valentía necesaria para enfrentarse al
propio desarrolla psicológico o espiritual. Cualquiera que sea la
crisis externa debe ser entendida como una fase necesaria en nuestro
crecimiento.
Normalmente no podemos cambiar la situación externa, pero la

44
importancia está en la manera de enfrentarse a ello y en el significa-
do que se da a esa experiencia. La única y verdadera libertad se
encuentra en la propia habilidad individual de dar a una crisis su
significado de crecimiento y de realización. Nosotros, y no los pla-
netas, somos los responsables de los resultados de todas las
confrontaciones a que tenemos que enfrentamos en nuestra vida. La
labor del astrólogo no es la de colocarse en una situación de oráculo,
sino más bien la de ayudar a obtener una mejor comprensión del
potencial individual natal y lograr la madurez. Debemos estudiar los
tránsitos como tendencias, no como sucesos. Como fases críticas y
no como aspectos definidos agudamente. Así nos iremos dirigiendo
al destino en su totalidad más que a un tema particular considerado
fuera del contexto de la vida entera. Esto es fundamental para dar-
nos a nosotros mismos y a los demás una asistencia psicológica
significativa y sana.
La carta natal constituye la grabación de la energía potencial
que vamos a desarrollar a lo largo de nuestra vida. Es una
descripción de los tránsitos planetarios de ese momento vistos desde
la Tierra. Está relacionada con el continuo movimiento de los
planetas, como cada momento sucesivo del presente está relaciona-
do con el tiempo total, uniendo el pasado y el futuro. Como la carta
natal revela lo que el ser es en potencia, cualquier modificación de
ese modelo es una distorsión de ese ser esencial.
Pongamos un ejemplo: Marte cada dos años vuelve a su posi-
ción natal, reforzando esa manera de ser esencial que somos; Júpiter
tarda doce años en volver, y Saturno, veintinueve. Si una persona
tiene Luna oposición a Urano y cuadratura a Saturno formando una
T, aparecerán ciertos meses en el año en que el Sol conjunte algún
punto de la T; cada siete años Saturno pondrá a prueba el conflicto
para ver hasta qué punto hemos logrado superarlo. Para ello es nece-
sario tener en cuenta al menos la posición de Urano, Júpiter y Marte,
para ver cómo nuestras experiencias restantes van a activarse y así
obtener al menos un cuadro medio completo, o si Plutón y Neptuno
se sitúan en una posición significativa con el resto de las energías
planetarias.

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¿COMO PUEDE UN INDIVIDUO UTILIZAR SU CARTA
ASTRAL PARA OBTENER UNA NUEVA PERSPECTIVA?

Cada retorno de un planeta a su punto de partida, es decir, un ci-


clo completo de ese planeta, simboliza un nuevo comienzo de
acuerdo a la naturaleza de ese planeta, a su posición signo-casa y a
su relación de aspectos con el resto de los planetas. Si se han apren-
dido las lecciones del ciclo anterior se podrán dar entonces los pasos
necesarios para comenzar el próximo. Es algo así como una compo-
sición repetitiva de lo mismo a un nivel de circunstancias externas
diferentes que están marcadas por las distintas fases del proceso
decrecimiento del resto de los planetas, De esta manera estaremos
dispuestos, progresiva y lentamente, a superar las crisis normales
que conlleva la edad, y las individua les que supone nuestro desarro-
llo personal para así evolucionar espiritualmente en nuestro
potencial esencial individual.
Con lo ayuda de la Astrología no podemos impedir que algo
ocurra, peto sí suavizar los efectos conscientemente al darnos
cuenta del potencial que contiene.
Por ejemplo, por medio de nuestra carta astral sabemos que en
nuestra vida existe una tendencia a situaciones caóticas, tendencia
excesivamente cargada de energía en nuestro hogar que, en el peor
de los casos, podría desembocar en accidentes (como podría ser un
Marte en Acuario afligido en la casa 4ª). Por los tránsitos podemos
conocer cuándo toda esta energía está en su punto máximo del ciclo.
Entonces observaremos cómo esa situación de caos se acrecienta en
ese momento, pero también cómo Mane habla positivamente de
mantener el contrl de todas las situaciones o luchas familiares. Si
utilizamos nuestro potencial correctamente mantendremos un
equilibrio de acción sin obsesionarnos y conscientemente tendremos
cuidado de los puntos que ofrecen la seguridad de la casa, como el
gas, la electricidad..., poniendo más atención en lo que hacemos. De
este modo, aunque el tipo de energía no ha podido ser evitado del
todo, sí habremos podido controlar la situación y que nada grave
sucediera.
A partir del tránsito de Marte sobre el Marte natal, lo vivimos

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más intensamente, como al nacer, y luego la energía se irá
dispersando hacia otros signos y otras casas, hacia otras experien-
cias, hasta que dentro de otros dos años, que es lo que tarda Marte
en recorrer todo el Zodíaco, cuando todo lo que se ha experimentado
exteriormente vuelva a recogerse y a florecer críticamente en el
ciclo completo en la casa 4ª, y retorna a su propia posición.
El primer paso a seguir es vivir y trabajar de acuerdo con las
energías, coordinando y cronometrando nuestros esfuerzos con las
fases de las energías planetarias y con el significado que cada uno
pueda dar de acuerdo a la edad específica de ese momento. El desa-
rrollo individual está íntimamente unido al factor de la edad, según
expresa la fundación genérica de todas las variaciones individuales.
Durante los primeros veintiocho años cada persona intenta ponerse –
consciente o inconscientemente– al tanto de todo. Para ello debe
alcanzar todo aquello que la cultura o su raza del pasado ha llevado
a ese momento presente. Este pasado debe ser utilizado para em-
prender algo nuevo. De esta manera, los primeros veintiocho años
constituyen un proceso de asimilación del pasado y un amaestrar
todas las funciones y talentos interior y exteriormente. Por eso una
persona no puede convertirse en individuo en su sentido psicológico
verdadero hasta ese momento: incluso un niño prodigio no constitu-
ye todavía un individuo creativo porque sólo es el resultado y la
expresión de su herencia –familia o pasado kármico–, y cuando
realice algo como individuo al alcanzar la madurez en esta vida, será
después de los veintiocho años, para que pueda contribuir con algo
de lo aprendido en esta vida. Teniendo en cuenta que a veces existen
excepciones en las que un individuo de poca edad muere dejando un
gran legado, esto significa que venía a completar muchos ciclos
kármicos. La real vida creativa como ser individual verdadero no
puede comenzar, pues, hasta los veintiocho años. Para poder com-
prender todo esto realmente debe ser experimentado primero, poder
luego aplicar todos estos principios a la propia carta y utilizar la
Astrología con otras personas.
Cuando antes nos referimos a la necesidad del aislamiento en el
primer paso del proceso de individualización, no nos referíamos
tanto a un aislamiento físíco como a uno mental, para luego poder

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fluir con todas nuestras interacciones exteriores sin distraer nuestra
propia concentración interior.
Puesto que un individuo es libre de construir su propio destino,
la Astrología debe presentar una categoría de posibilidades entre las
que una persona deberá escoger. No debe dictar situaciones inevita-
bles contra las que no tiene poder. La Astrología revela
posibilidades, no certezas, y nadie al interpretar la carta natal debe-
ría prometer nada. Por todo esto, la Astrología debe convertirse en
un instrumento al ejercitar nuestras propias decisiones internas se-
leccionando lo que uno escoge, fuera de lo que uno puede ser en
potencia.

UN FACTOR DE LA EDAD

El factor de la edad es fundamental para interpretar estos


tránsitos cíclicos, pues nos da la clave para comprender el tipo de
madurez que cada edad conlleva además de la propia madurez
individual. Teniendo en cuenta la edad de un individuo en las fases
criticas de cada tránsito cíclico y de acuerdo con los períodos de
cada siete años, períodos en los que Saturno alcanza un cuarto de
cielo y Urano cambia de un signo a otro, podremos obtener un
cuadro completo de la vida entera.
Los sucesos son importantes sólo en el contexto del significado
que le da el individuo. Este contexto de significado está
directamente relacionado con la edad del individuo en el momento
del suceso, ya que la edad es el recipiente en el que las experiencias
de la vida se realizan. La vida debe ser observada en sí misma como
un ciclo. Es necesario considerar la diferencia de significado entre
los problemas de la juventud y de la madurez. La juventud, al
constituir una etapa vital ascendente, es básicamente extrovertida –
incluso en una personalidad introvertida–; es un tiempo para crecer
y expandirse en todos los niveles de desarrollo –físico, mental,
emocional y social–. Los problemas de este periodo de vida tienen
que ver con el exterior: la educación, la carrera, el matrimonio, los
niños, el dinero, la posición social y el sexo. El desafío al que

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tenemos que enfrentarnos es aclarar todas las barreras para
expandirse a todos estos niveles, y esto requiere unas soluciones
extrovertidas y una acción en el mundo físico mental material.
Tras una simbólica plenitud, el descenso en la vida comienza y
los problemas del siguiente periodo se refieren a la introversión y
necesitan de una recapitulación de todas aquellas cosas que se esti-
maron en la primera mitad. Comienza a ser necesario apreciar la
importancia de aquellos ideales opuestos a los de nuestra juventud.
Es necesario volverse más objetivo sobre todo aquello que parecía
importante antes. Los valores son menos absolutos y todo se vuelve
más relativo, ya que psicológicamente todo se basa en una polari-
dad de valores. Muchos problemas psicológicos que aparecen en la
etapa de madurez son la consecuencia de omisiones o insatisfaccio-
nes de la primera mitad, y el tratar de prolongar la juventud es por
no haberla experimentado realmente en su momento. La madurez,
por tanto, es el momento de experimentar la interna evolución espi-
ritual; por ello el ser se introvierte, aunque a veces parezca lo
contrario al desinhibirse exteriormente.
La estructura genérica existe tanto para la psique como para el
cuerpo y opera a nivel inconsciente en cada individuo. Aunque
parezca único, el «inconsciente colectivo» es común a todo humano
en su estructura psíquica, como ha sido extensivamente explicado
por Carl Jung. También Dane Rudhyar –conocido astrólogo
americano– nos dice: «El alma genérica en los hombres es la
Humanidad; es ésta la fundación común de la que surgen incluso los
más exaltados vuelos de devoción e imaginación creativa y los más
sutiles tonos de misticismo y arte».
Esta estructura genérica del destino humano puede ser conocida
por la comprensión de los ciclos individuales de crecimiento revela-
dos por las progresiones y los tránsitos, obteniendo así un
conocimiento del ser con una profundidad de significado. Aunque el
«inconsciente colectivo» de la Humanidad posee una estructura co-
mún, su expresión tiene infinitas posibilidades por su naturaleza
cósmica y por la inmensidad de su creación. De la misma manera
que si observamos cómo las olas del mar (agua) golpean las rocas
(tierra), con un dinamismo (fuego) empujado por el viento (aire),

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nos damos cuenta de que aunque se mueven con un ritmo perfecta-
mente armónico y parejo, ninguna ola es igual a otra: cada una
posee una presión distinta, una distancia diferente, un tiempo diver-
so y un espacio distinto. La Naturaleza cuida de sí misma en sus
ciclos, y también la Humanidad. Cuando en el mundo va a tener
lugar una gran catástrofe, nacen más varones, y cuando va a apare-
cer una época pacífica, nacen más hembras. En el periodo entre los
años cincuenta y sesenta el índice de nacimientos de niñas fue mu-
cho más elevado, como símbolo de la paz y del periodo del
movimiento «hippie».
Si tomamos la vida y la evolución completa de un ser humano
como una personalidad individual, teórica y arquetípicamente sería
de ochenta y cuatro años, es decir, un ciclo completo de Urano. Hay
varias formas de dividir estos ochenta y cuatro años: en siete ciclos
de doce años cada uno, es decir, siete ciclos completos de Júpiter;
doce periodos de siete años cada uno –el tiempo que tarda Urano en
pasar por cada signo– y el tiempo de cada cuarto de ciclo de
Saturno: tres periodos de veintiocho años, es decir, tres ciclos
completos de Saturno. (Véase diagrama.) Así, a los ochenta y cuatro
años, Urano, Saturno y Júpiter han vuelto a su posición natal,
Neptuno está en oposición a Neptuno natal y Plutón ha recorrido un
tercio de su ciclo. Cada ciclo completo de Saturno corresponde a su
esencial nivel de desarrollo de la personalidad –el hereditario, el
individual y el espiritual–; pero como la mayoría de las personas no
llega a superar el primero –el nivel heredado–, no alcanzan a vivir
verdaderamente una vida individual. (Véase el diagrama en el tomo
I de Astrología kármica, página 192.)
Tenemos que observar que estamos tratando con siete ciclos de
Júpiter, tres de Saturno y uno de Urano, periodos que siempre
corresponden a resultados muy significativos y a cambios que tienen
lugar a lo largo de la estructura de nuestra vida. El período existente
entre los treinta y cinco y cuarenta y dos años es un periodo de una
evolución tremendamente crítica. Hasta esa edad la energía está en
ascenso, alcanza un punto de estabilización y a los cuarenta y dos
años comienza a descender. A partir del sexto periodo de siete años
aparece una progresiva y lenta repolarización de todos los centros

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vitales y nerviosos del cuerpo y de todas aquellas estructuras
psíquicas que están correlacionadas a ella. Es aproximadamente en
este periodo cuando el verdadero ser individual del ser humano
debería comenzar a operar. Es una edad que a menudo coincide con
la toma de una firme decisión, ya sea interna o externa o ambas a la
vez, y que dará una nueva dirección a la conciencia del individuo.
Hasta los treinta y cinco años el individuo está intentando construir
su vida con lo que su herencia, educación y su entorno social le han
dado. En este periodo surgen problemas relativos a las ilusiones
juveniles, con el dominio de la imagen de los padres y con la
superación de obstáculos profesionales o del matrimonio. Todas
esas cosas que forman parte relativa de todas las opiniones.
Estos problemas suelen surgir de contradicciones subjetivas y
hechos eximios. Los problemas pueden obedecer también a
dificultades interiores y psíquicas, que pueden existir incluso aunque
las actividades sociales o profesionales no presenten ninguna
dificultad aparente. A menudo son también sentimiento sde
inferioridad debidos a una fuerte sensibilidad. Como Jung nos
explica: «Algo en nuestro interior desea quedarse como un niño, ser
inconsciente o al menos consciente sólo del ego, rechazar todo lo
extraño o subyugarlo a nuestra voluntad, no hacer nada o dejarse
llevar por los deseos de placer o de poder».
Para convertirnos en una personalidad completa y creativa
debemos intentar asimilar e integrar en nosotros todo lo que
podamos del Universo. No sólo la nutrición física, sino también
aprender la sabiduría de las generaciones pasadas y la sustancia
social de nuestras relaciones, desde el sexo a la política. Si
realizamos esta integración con éxito, el espíritu descenderá a la
personalidad integrada alrededor de los treinta y cinco años o entre
los treinta y cinco y los cuarenta y dos. Si esto ocurre solamente a
un nivel profundamente inconsciente, no será percibido por el
consciente; entonces esto podrá ser reconocido más claramente
durante la segunda mitad de la vida.
La verdadera integración de la personalidad muestra su vida
luminosamente creativa en aumento, radiando su visión personal, un
significado, un poder sereno y una capacidad para guiar a otros, una

51
mayor integración y vivir con más nobleza.
Durante la segunda mitad de la vida, uno revisa los pasos de ni-
vel a nivel, como si la reacción se hubiera formado por el modelo de
acción establecido en la juventud, cuando la vitalidad estaba en as-
censo. Podría existir lo que llamados una reacción kármica entre
cierto periodo de la juventud que reaccionaría más adelante en la
madurez, como si el comportamiento en la juventud fuera a condi-
cionar la forma de la conciencia y las reacciones personales y so-
ciales del adulto cuando está a punto de adentrarse en la vejez. Los
fracasos y los éxitos, los miedos y todas las confrontaciones expe-
rimentadas en la juventud suelen tener como consecuencia la
cosecha de un valor correspondiente en el adulto que ronda los cin-
cuenta.
Para aconsejar a los adultos, hay que tener en cuenta unos
objetivos diferentes de los que empleamos cuando aconsejamos a
los jóvenes. En este periodo de la vida, uno debe conservar los
primeros valores mientras reconoce los de sus opuestos y admitir
conscientemente la validez relativa de todas las opiniones.
Para estudiar y observar el ciclo completo en que nos
encontramos, debemos primero observar la evolución en que se
encuentran los planetas superiores y cómo se han realizado a través
del significado que nuestra edad podía darles. Si en una edad
específica nos hemos encontrado con grandes conflictos que superar
– cuadraturas, oposiciones, etc.– deberemos tener en cuenta su
significado y el progreso que hemos realizado por la edad; debemos
analizar si el conflicto ha sido resuelto o si no hemos sido capaces
de llegar a una solución mediante nuestro potencial individual.
Entonces podremos observar a qué edad nos enfrentamos con el
mismo conflicto, desde qué otro punto de vista y a través de qué
otro factor de acuerdo con la edad que contábamos. Entonces
lentamente comenzamos a unir los factores cíclicos de los tránsitos a
nuestro pasado, evolucionando a través de los mismos problemas en
el presente y pudiendo consolar nuestro rendimiento energético para
una mayor comprensión de las posibilidades del futuro.
Para comprender cada tránsito debemos entender el entrelazado
de los planetas de nuestra carta natal en su totalidad. Y para com-

52
prender este entrelazado es necesario hacer un dibujo que nos lo
muestre, de tal manera que cuando veamos que el tránsito de un
planeta va a conjuntar otro natal podamos observar cómo éste está
entrelazado con el resto de los planetas natales, y así comprender el
impacto de ese ciclo en su diversidad de energías y activando nues-
tra carta natal. Esta es la mejor forma de no olvidarnos de alguna
posición y entender cada ciclo en su totalidad, viendo el comienzo y
el final de cada ciclo, así como el punto crítico en el que se está ma-
nifestando en su interacción completa planetaria además de en sus
experiencias o en los tránsitos de las casas.
Los tránsitos más importantes son las conjunciones a los
planetas natales y al resto de los aspectos que ese planeta natal tenga
con el resto de los planetas natales; es decir, una cuadratura natal
será activada cuando un planeta en tránsito conjunte uno de los
planetas en cuadratura natalmente.
Es conveniente trazar los aspectos planetarios con líneas que los
conecten y entrelacen para poder verlos en su totalidad. Cuando
colocamos los tránsitos podemos observar un impacto específico a
un planeta natal; podemos observar de inmediato cómo ese planeta
se relaciona con el resto; vemos sus oposiciones, sus cuadraturas,
sus trinos y sus sextiles, si los hubiere, conociendo, por tanto, el tipo
de dificultad que se presenta y el tipo de virtud que se debe
desarrollar para entender y superar la crisis. Así podremos también
observar en qué punto de la carta se encuentran concentradas las
energías. Normalmente, al trazar las líneas, nos encontraremos con
la estructura geométrica de las energías, y esto es muy importante,
pues marcan su dirección completa. Suelen indicar uno o dos puntos
de concentración, aunque en las cartas en que existe una gran
cuadratura o un gran trino la estructura geométrica se encuentra
generalmente muy equilibrada y lo suficientemente esparcida por el
resto de la carta. Siempre que la geometría acentúe un punto de la
carta natal, un cuadruante con más planetas o un hemisferio, la
lección deberá ser superada por el signo o signos opuestos sin
planetas en donde la estructura está debilitada y donde es necesario
reforzarla para equilibrar las energías y la total realización del
individuo.

53
Vamos a estudiar el ejemplo de la carta natal de Ana:

ANA 10 de julio de 1950, a las 6.14 pm


en Saint Etienne, Francia

Todas las energías apuntan hacia los planetas que están en la ca-
sa 7ª, donde también se encuentra el Sol, reforzando más todavía las
posiciones. Marte y Neptuno están cuadrando al Sol, a Mercurio y a
Urano. La casa 7ª, o de las relaciones, y la 10ª, o la de la profesión,
están en los signos de Cáncer y Libra respectivamente, lo que conti-
núa recalcando situaciones problemáticas que hay que superar en el
área de las relaciones íntimas. Venus se encuentra conjunto al as-
cendente y forma a su vez una gran cuadratura al cuadrar a Saturno,
que opone a Júpiter. Esta gran cruz mutable es típica de problemas

54
morales en las relaciones y necesita evolucionar la consciencia y el
entendimiento del amor.
De esta forma toda esta energía concentrada en la casa 7ª sólo
tiene salida mediante una evolución en si misma a través del lado
opuesto o débil, el ascendente en Sagitario y también Capricornio en
la casa 1ª.Desarrollando el significado del ascendente se podrán
superar las dificultades, y, ya que éste marca lo que se aprende
merced a las experiencias exteriores y a todo lo que aparentamos ser
para los demás, la perspectiva de desarrollo será lo suficientemente
amplia, con una filosofía optimista de la vida, una energía y una
generosidad abundantes o, incluso, viajando o viviendo en otros
lugares. Todo lo que de positivo posee Sagitario le dará la sabiduría
necesaria para superar las dificultades en las relaciones íntimas.
También la madurez y perseverancia que necesita a través de
Capricornio.
La Luna se encuentra en una posición favorable, en Tauro y
entre las casas 5ª y 6ª, y haciendo trino a Saturno. De esta forma
tendrá la oportunidad de conseguir una estabilidad favorable para un
hijo o una estabilidad económica relacionada profesionalmente con
otros países. Aunque la T con Venus, Júpiter y Saturno indican
problemas de tipo legal y de contratos que han de solucionarse.
Todo este cruce de energías también puede indicar problemas
económicos y legales por un divorcio, pues Urano en la casa 7ª pone
a prueba la estabilidad de un hijo. El magnetismo de atracción que
implica la con- junción Marte-Neptuno puede también dar como
resaltado que la persona se engañe a sí misma y se deje llevar por
intrigas poco convenientes, sobre todo con la cuadratura al Sol. etc...
Con este pequeño esquema preliminar podemos analizar cuándo
van a aparecer estas dificultades siguiendo los tránsitos planetarios y
tomando en cuenta el factor de la edad. Al observar la primera cua-
dratura del tránsito de Saturno, a tos siete, ocho o nueve años de
edad, nos encontramos con la primera crisis importante. Es entonces
cuando llega a oponer a Venus y después al Sol. Debemos pregun-
tarnos entonces cómo se entendió o superó esa crisis hasta que, a los
diez años más o menos, Saturno desde Capricornio hace trino a la
Luna una vez que ya ha atravesado la primera casa; este hecho no

55
sólo habrá cambiado notablemente a la persona, sino que también la
habrá enfrentado a un fuerte periodo de madurez emocional. A los
catorce años, cuando Saturno conjunte a Júpiter en la casa 3ª, la cri-
sis habrá sido de tipo social, en el colegio. Pero mucho más
importante es el periodo de los veintiuno, veintidós y veintitrés
años, con la conjunción de Saturno a Venus en la casa 7ª y conjun-
tando después a Urano, Mercurio y el Sol. Cuando Júpiter conjunte
a Marte y a Neptuno y haga trino a Venus so presentará una relación
que tomará forma cuando llegue Saturno. Esta relación será pro-
blemática y su superación dependerá de lo que ocurrió y se
traumatizó o se aprendió a los siete, ocho y nueve años sobre el pro-
blema de la reacción entre los padres cuando ella nació. La
posibilidad de embarazo también será muy grande cuando Júpiter
oponga a la Luna y Saturno conjunte al Sol, más o menos a los vein-
tidós o veintitrés años. Toda la carta apunta a un fracaso de esta
relación, pero como ésta es una generación en que las estructuras
familiares se rompen, no podemos decir hasta qué punto la relación
emocional se forma; probablemente no se casen, pues sería un ma-
trimonio difícil, originado por influencias sociales del pasado, y que
cuando llegaran los veintiocho años encontrarían grandes y peores
conflictos, pues Plutón va a conjuntar a Marte-Neptuno, cuadrará al
Sol, y Saturno estará en conjunción a Saturno, cuadrando a Venus.
Pero si esta relación se mantiene lo suficientemente libre, compren-
derán entonces la regeneración de los sentimientos y el cambio de
las estructuras emocionales que resultan del pasado; entonces, cuan-
do después de los veintiocho años surja una nueva relación, ésta
tendría un sentido más individual, y se podrá escoger de forma más
veraz a la persona con que se quiere evolucionar. Pero si por razones
sociales se atan emocionalmente antes de los veintiocho años y lle-
gados los veintiocho esta relación se hace imposible, probablemente
la acumulación de problemas emocionales y frustraciones se lleven
todavía consigo, para ser solucionados en el transcurso del segundo
ciclo de Saturno.
Este es un ejemplo claro de la importancia existente entre la
relación formalizada antes de los veintiocho años, cuando nuestra
elección está influida por la sociedad (aunque el fracaso de ésta

56
depende siempre de la carta, pues no siempre tiene que ser
negativa), que cuando una relación se forma después de los
veintiocho años, una vez que ya somos individuos con una
personalidad más formada. De la misma manera que un matrimonio
en el tercer ciclo de Saturno ensalza la unión espiritual y ayuda en la
realización y evolución interior.
Hay muchos factores que debemos tener en cuenta antes de dar
una interpretación correcta de los ciclos planetarios y analizar las
diferentes facetas anteriores y el significado de sus crisis, para poder
así evaluar debidamente y de forma psicológica los pros y los
contras de una situación actual y de las que vendrán en el futuro.
Una vez solucionada la crisis actual y conocido su significado, po-
drán evaluarse con mayor claridad las futuras crisis.
A los siete años, en la primera cuadratura de Saturno a Saturno
nata1, el niño tiene la primera imagen de lo que desea representar en
el mundo o de su desarrollo profesional, aunque si no tiene la sufi-
ciente fuerza o su entorno familiar no le ayuda a darse cuenta de sus
capacidades, entonces comenzará a diluirse, y a los catorce años
dependerá de los deseos de su entorno exterior y escogerá algo que
esté conforme a su entorno familiar o social, hasta que a los veintio-
cho años se dé cuenta de su propia insatisfacción o de la falla de
ilusión o vocación; se sentirá fracasado en el desarrollo de su creati-
vidad individual, y buscará algo que pueda aportarle esa satisfacción
para poder dar su propia contribución a la sociedad en que vive. Pe-
ro si a los catorce años esa idea original que tenía a los siete
comienza a desarrollarse y continúa evolucionando paralelamente a
los veintiún años de acuerdo con las tendencias sociales del entorno,
a los veintiocho su potencial estará lo suficientemente integrado en
sí mismo para poder evaluar los propios deseos y los cambios de-
pendiendo de las experiencias exteriores y su propia asimilación.
Entonces estará listo para realizar su propia creatividad individual, y
podrá desarrollar su contribución individual y única a la sociedad.
Por tanto, al unir el factor de la edad y su evolución psicológica
con los ciclos planetarios, podremos observar y analizar los momen-
tos críticos y las experiencias más marcadas que influyen sobre ese
desarrollo psicológico, y evaluar solo o con la ayuda de la otra per-

57
sona si la decisión tomada es acertada para continuar con los sucesi-
vos ciclos de evolución, y se le dio el debido significado a la crisis
con una perspectiva sana del potencial individual o no. Esta es la
única y verdadera forma en que la Astrología puede ser utilizada
como ayuda psicológica y de la evolución espiritual de una persona.

58
CAPITULO III

LA PSICO-ASTROLOGIA

El psicólogo-astrólogo no puede dar a la persona más de lo que


ella misma ha superado y evolucionado. Es muy importante, a la
hora de hacer una carta astral, observar si realmente podemos
ayudar a la persona o no, y si consideramos que no podemos hacerlo
debemos decírselo honestamente.
Cuanta más experiencias diferentes tiene un psico-astrólogo,
más comprensión puede tener de las distintas experiencias de los
demás. Una persona que haya estado siempre encerrada en sus
conocimientos intelectuales sin vivir la vida, y sin meterse de lleno
en las experiencias y circunstancias que la vida le ha presentado, no
podrá ayudar mucho a los demás. Por ello es mejor encontrarse con
el conocimiento de la Astrología después de haber tenido una vida
llena de acontecimientos profundos y de ha- ver sufrido y disfrutado
plenamente. De lo contrario, la Astrología, lejos de ser una ciencia
dinámica e incorporada a la experiencia de la vida nos haría
excesivamente conscientes de las consecuencias y estaríamos
dominados por una ciencia que todavía no conocemos ni sabemos
interpretar. Por eso es mejor vivir, adquirir una confianza en
nuestras decisiones intuitivas, y después aprender Astrología para
dar significado y entender los errores y fracasos.
Lo importante no es adivinar, sino ayudar. Muchas veces las
personas a quienes hemos tratado vuelven después de varios años
contentas de todo lo que habíamos dicho sobre ellas, cosas que
entonces no habían comprendido de sí mismas y que han ido
asimilando con el tiempo. Vuelven admiradas de lo que les dijimos,
pero no sobre sucesos en concreto, sino sobre evolución y repetición
de las crisis en general. Lo que al psico-astrólogo le alegra es saber
que la explicación y enfoque que les damos para la superación de la

59
crisis les ha ayudado realmente a comprenderla y superarla. Por eso
es muy importante encauzar el futuro de tal forma que les sirva de
guía y de ayuda para conocerse a sí mismos, indicando los patrones
que deben romper para enfocar su experiencia en el ahora, a fin de
que esta experiencia no se atasque volviendo y removiendo
demasiado el pasado, y complique más la situación del presente.
La capacidad que debe tener el psico-astrólogo de entender
diversas culturas y mentalidades de las distintas épocas es
fundamental, pues debe ser capaz de volver al pasado de la persona
que tiene delante y entender la mentalidad de la gente de aquella
época, de las distintas clases sociales, de las diferentes culturas...
Así, la experiencia y conocimiento de muchos tipos de personas que
el psico-astrólogo tenga le ayudará a adaptarse a la situación de esa
persona tanto en el pasado como en el futuro. Muchas personas son
incapaces de comprender a otras que han nacido en distintos
ambientes socio-culturales, y esto es un gran inconveniente para
poder ayudar a los demás. Es necesario tener claro también cuáles
son las capacidades de la persona para realizar o no su propia
evolución, dependiendo del ambiente que le rodea, y no pedir
imposibles aunque sepamos que una actitud concreta sería más
conveniente para superar esa crisis o conflicto. Debemos conocer lo
que es y no es capaz de hacer, sin causar más tensiones en su vida
diaria. No debemos pedir imposibles. Por ejemplo, pedirle a alguien
que deje de fumar y sólo coma verduras, etc., puede originar unas
tensiones que serían contraproducentes. No debemos proyectar
nuestra propia visión o filosofía de la vida en alguien que está lejos
de entenderla o aceptarla; esto dificultaría el entendimiento. Hay
que medir las posibilidades y ceñirnos a lo que verdaderamente es
importante. Ello no quiere decir que la persona vaya a aceptar todo
lo que le decimos y no se rebele.
No podernos cambiarle la vida a la otra persona; sólo podemos
indicarte el canino para que ella poco a poco vaya cambiando, si
quiere. Si la sesión se convierte en una sesión psicológica en la que
hemos dado en los puntos clave, se pueden esperar muchas y
diferentes reacciones de la persona, incluso a veces contradictorias.
Todos tenemos un mecanismo de defensa cuando nos dan donde nos

60
duele; buscamos excusas y razones. Por eso es importante grabar las
sesiones para que las personas puedan escucharse después y
reflexionar con más profundidad sobre lo que se les ha dicho.
Normalmente la gente sólo puede asimilar un 30 por ciento de lo
que se le dice en la sesión, y captar lo que en ese momento pueden
ulilizar y asimilar. Todo lo que se ha dicho queda grabado, para
poder asimilarlo más tarde, cuando se esté más capacitado para
entenderlo. Normalmente, en la sesión sólo expresamos con
palabras sensaciones o intuiciones que la persona ya ha tenido; por
ello no debe sonarle a extraño. Si no es así, es que algo ha sido mal
interpretado o calculado.
Dependiendo de la profundidad que se ha alcanzado en las suce-
sivas sesiones, las reacciones de la persona serán más fuertes.
Muchas de las reacciones que hemos observado son parecidas a las
que un psicólogo puede experimentar; muchas veces hay un rechazo
por su parte, pues les hemos dicho que para evolucionar tienen que
realizar muchas cosas que estaban tratando de evitar, todo aquello
que tiene que ver con su nódulo Norte. Muchas veces depende tam-
bién de la edad de la persona y de los ciclos nodales: si el nódulo
Norte ha conjuntado al nódulo Sur hace unos años, hay más rechazo
o rebelión contra el nódulo Norte; por ejemplo, entre los veintiséis y
principio de los treinta, o cerca de los cuarenta y seis. A veces esa
reacción puede dar lugar a que se introduzcan más fuertemente en el
nódulo Sur, y que las experiencias negativas causen más crisis e
insatisfacción interna.
El psico-astrólogo puede ser el culpable de esta crisis al proyec-
tar una respuesta defensiva y una negativa a su ayuda de parte de la
persona. En este caso hay que tener cuidado y reflexionar cuidado-
samente para poder ayudarla o dejarla que se vuelva a encauzar por
sí misma. Aquí debemos tener una perspectiva muy imparcial, pues
nos sentiremos mal ante la respuesta negativa de estas personas,
pensando que en realidad les hemos ayudado, pero ellas no lo han
querido comprender ni reconocer. A veces lo tomamos muy a pecho
y nos sentimos muy mal, pero debemos tener confianza en nosotros
mismos y en nuestra actuación espiritual. Tenemos que despersona-
lizar la situación y alejarnos un poco para tener una mejor pers-

61
pectiva. No debemos socializar o entablar una amistad con algunas
de las personas a las que estamos tratando y ayudando. Existe un
hilo muy fino donde las proyecciones psicológicas de uno u otro
comienzan a complicarse y a des ordenar las cosas. Incluso aunque
tratemos con personas conscientes y maduras, en cuanto tocamos el
punto oscuro y débil aparece una reacción proyectada de nuevo en el
psico-astrólogo. Hay que reconocer que sincrónicamente todos los
problemas externos que estamos tratando tienen una relación con
nuestra propia evolución y nos conciernen de alguna manera. Nos
daremos cuenta de esto por la repetición sincrónica de los indivi-
duos que vienen a nuestra consulta casi ai mismo tiempo. Una
semana aparecerán los Géminis, otras los Luna con Saturno, y la
carta de uno enlaza con otra época en que traíamos con los Venus-
Urano, etc. Todo es una representación de los pasos evolutivos de
comprensión y crecimiento del propio psico-astrólogo. De hecho,
cuando el psico-astrólogo entre en un periodo de crisis, todas las
personas a quienes está tratando le recuerdan de alguna manera su
propia crisis interna, y se puede ver a sí mismo en alguna ocasión
dictándole a la persona cosas que sabe que tiene que decirse a sí
mismo, y que no ignora lo difícil que es de llevar a cabo. Para que la
proyección sea lo suficientemente efectiva sin causar complicacio-
nes y enredos, uno debe examinar sus propios progresos y, si puede,
ayudar honestamente a la persona. Los psico-astrólogos que tengan
aspectos de Luna oposición o cuadratura a Neptuno experimentarán
dificultades para distinguir entre su problema y el de la otra persona.
Cuando el psico-astrólogo esté viviendo una crisis personal debería
retirarse porque quizá no pueda ayudar a esa persona en ese momen-
to. Sin embargo, puede ser positiva una pequeña proyección, sobre
todo si el psico-astrólogo es una persona positiva que puede dar
ánimos y esperanza.
Ocurra lo que ocurra tenemos que mantener una confianza en
nosotros mismos, y si nuestras intenciones han sido honestas y
verdaderas, mantener una visión positiva de lo que ha ocurrido por
muy contradictorio o aparentemente negativo que parezca. Es
normal también que algunas personas se enamoren del psico-astró-
logo o proyecten sobre él excesiva esperanza o admiración, aunque

62
también ello puede ser una actitud defensiva inconsciente para
implicarle más y coartar lo que el psico-astrólogo intente provocar.
En estos casos es peligroso que la persona conozca muchas cosas
personales del psico-astrólogo, porque se pondrán a juzgar dema-
siado libremente o se desilusionarán. Con el método que os vamos a
dar no ocurrirá como con la psicología normal, que se crean depen-
dencias y una constante necesidad de consultar antes de actuar. En
algunos casos ocurre, pero se trata de personas que necesitan que se
las lleve de la mano: éste es un proceso más lento, pero sólo les
estamos dando una guía para que ellos continúen por sí mismos y
puedan después escuchar la grabación y efectuar su propio au-
topsicoanálisis. Les damos las claves para que puedan tomar su
propia responsabilidad.
En psicología se sabe ya por experiencia que no es posible psi-
coanalizar a los familiares; amantes incluso amigos. Cuando hay
emociones por medio se puede perder la perspectiva. En nuestra
experiencia con la psico-astrología se puede hacer esto hasta cierto
punto. Es decir, en un momento crítico se puede llegar a la objetivi-
dad observando simplemente el papel en que está escrita la carta
natal. Esto nos ayudará a recuperar la perspectiva, e incluso enten-
der cómo el problema de la otra persona provoca nuestro propio
problema. Las cartas también indicarán cómo se puede trabajar con-
juntamente para superarlo y ayudarse mutuamente. Pero es posible
que existan muchas confrontaciones emocionales, e incluso en cier-
tos momentos agravar los conflictos del otro o los propios. Después
de todo esto puede resultar positivo, pues se llega al fondo y ya no
hay forma de disimular el problema. En las relaciones personales a
veces la terapia mutua se vuelve tan intensa que es conveniente en-
tonces dejar una separación temporal. Queremos indicar también
que es posible ayudar a personas por las que sentimos emociones
fuertes, pero no sin estar expuestos al peligro o a momentos muy
impresionantes, e incluso profundizando más ciertas actitudes psico-
lógicas mutuas. La experiencia y vivencias propias y de otros
cercanos a nosotros son grandes fuentes de aprendizaje, pero tene-
mos que saber cuándo retirarnos y cuándo es conveniente continuar.
Puede ser muy diferente decir algo en la terapia o al estar en en-

63
cuentros sociales. La reacción al socializar será mucho más negativa
y defensiva y debe uno tener cuidado con las amistades porque al
saber algo de ellas no querrán que se los recuerde en un momento
que no es oportuno o cuando no nos han pedido consejo o ayuda.
La experiencia nos irá diciendo lo que aquí indicamos y uno
mismo irá corrigiendo los errores. Tampoco pretendemos que seáis
excesivamente cautelosos y miedosos. Nosotros preferimos que las
personas se introduzcan a fondo en las cosas, que tomen riesgos y
conozcan sus posibilidades y los errores que tienen que corregir.
Aquí vamos a presentar un método psicológico y astrológico
muy útil a diversos niveles evolutivos. Pero lo importante es que
viváis lo que estáis estudiando, que no os detengáis ante nada y
comprobáis todo lo que aquí exponemos, dándole el grado de vali-
dez que la experiencia os ha enseñado.

LA RESPONSABILIDAD KARMICA
DEL PSÍCO-ASTROLOGO

La Astrología unida a la Psicología es una experiencia


personal, una vivencia que nos ayuda a crecer y evolucionar. Todas
las personas que tratamos y ayudamos nos enseñan la belleza de la
vida y nos ayudan a evolucionar.
Como ya hemos indicado en sucesivas ocasiones, en cualquier
contacto e interacción social estamos creando y disolviendo karma
constantemente.
Todo lo que hacemos, decimos... tiene un impacto en los demás
y viceversa. Estamos, por tanto, en un constante intercambio de
karma. El psico-astrólogo, lógicamente, como conocedor de una
ciencia oculta, al ayudar o dar información adquiere mucha más
responsabilidad kármica. Pero la persona que pide la información o
ayuda tiene también que tener su propia responsabilidad kármica,
pues de ella ha salido la decisión de venir a nosotros. Sí tenemos
confianza en la ley kármica, seremos conscientes de que las pruebas
que nos corresponden han sido creadas por nosotros mismos y por
nuestro intercambio energético; por tanto, cuando venga a nosotros

64
alguien recomendado por otras personas o por propia iniciativa, es
casi seguro que podremos ayudar a esa persona.
Os vamos a indicar diferentes etapas en la preparación para ad-
quirir la responsabilidad kármica de aconsejar a una persona y la
difícil situación de cobrar por la consulta. Como ya indicamos antes,
debáis pasar primero mucho tiempo calculando las cartas de vues-
tros familiares y a amigos, de personas que conocéis bien, para que
esto os ayude a descifrar la interpretación y entenderles mejor. Es
también muy importante estudiar nuestra propia carta a fondo y la
de nuestros padres para ver la influencia que han tenido sobre noso-
tros y cómo nos conjuntamos con ellos. En cada familia habrá uno o
dos aspectos o signos que se repiten y se comparten; esto es lo más
característico a nivel genético y donde todos coincidimos. Es tam-
bién importante hacer la carta de nuestro cónyuge o amante, y las de
las antiguas relaciones que hemos tenido en el pasado y que hayan
sido significativas. También podéis comprobar vuestros tránsitos en
aquel momento determinado para ver qué tipo de energía os puso en
contacto con esa persona. De esta forma comprobaréis fechas im-
portantes del pasado y entenderéis mejor vuestra carta astral.
Cuando ya tenéis bastantes horas de trabajo y experiencia es normal
que conocidos y amigos os pidan que les hagáis la carta. No está
mal que toméis esta responsabilidad. Simplemente debéis decirles
que no podéis interpretarla todavía, pero que ellos os pueden ayudar
a estudiar y comprender mejor la Astrología. Debéis preguntarles
cosas sobre el pasado y sobre cómo podrían interpretar ciertas situa-
ciones que estáis descifrando con su carta natal; la respuesta y su
interpretación os ayudarán a comprender la carta astral y a soltaros
en la interpretación, pues tenéis lo certeza de los datos que la perso-
na os está ofreciendo. Después podéis darles a leer los Nódulos o
Planetas en Retroceso, pero es mejor leerlos con ellos y ayudarles a
sintetizar el signo y la casa, o incluso ayudarles enfocando lo que
veáis que se con- trarrestó o es una exageración, según lo indique el
resto de la carta y de los planetas. Poco a poco os iréis dando cuenta
de la interpretación que ellos mismos dan a ciertas cosas y cómo no
llegan a reconocer ciertos patrones, se ponen a la defensiva o dan
excusas. Ya estáis preparados para pasar a otra faceta de la interpre-

65
tación, donde podréís ofrecerles ayuda o consejo. Ya habéis apren-
dido la importancia que tiene que ellos hablen y vosotros les
escuchéis, y sabéis cómo provocarlos y qué es lo que debéis pre-
guntarles, para conseguir que ellos mismos os ayuden a entender la
carta mejor. En cuanto empecéis a discernir en qué puntos no han
sido objetivos con ellos mismos ya sabéis lo que tenéis que tratar.
Muchas veces lo que dicen que quieren no es lo que necesitan. Te-
néis que saber distinguir entre su fantasía personal y la realidad.
Es positivo que la persona que quiere ayuda dé algo a cambio: si
lo obtiene por nada, posiblemente no prestará atención o no lo valo-
rará. Por ello, hacer un intercambio es una buena recompensa si
todavía no te atreves a cobrar. Lógicamente el dar ese paso conlleva
mucha más responsabilidad kármica e incluso profesional, porque
exigirán el mérito a lo que ellos mismos están dando a cambio. Pero
cuando ayudas a alguien, esto no tiene valor monetario que pueda
recompensarlo. Muchas personas reconocen esto y saben que el pa-
go no es más que un símbolo y una ayuda a la supervivencia del
psico-astrólogo. El precio siempre debe ser asequible y suficiente-
mente bajo; nunca debe ser un negocio, sino simplemente una
ayuda. Uno debe tener confianza en que cuando el momento de co-
brar llegue, las situaciones y las propias personas lo indicarán. Ellos
mismos ofrecerán dinero para recompensaros de alguna forma. Sólo
debéis interpretar las cartas de las personas que pensáis que podéis
manejar y ofrecer una verdadera ayuda. Sí al calcular la carta y co-
nocer a la persona veis que está en un momento muy crítico y que la
carta es muy compleja y extraña, es mejor que le aconsejéis que
vaya a un experto. Quizá esa persona fue a vosotros para que le faci-
litárais el nombre de un profesional al que respetáis y sabéis que
puede tratar ese problema a fondo. Mientras, debáis confiar en que
quien os pide ayuda es por algo que podéis facilitarle, ya sea el
nombre de un médico, psicólogo u otro psico-astrólogo más experi-
mentado, o para que ue deis vuestra ayuda. Quizá en toda una hora
sólo una frase ha tenido valor. Constantemente estamos adquiriendo
responsabilidad kármica; pero dejad que la misma vida os indique
cuándo y cuánto estáis capacitados para tomar y cuánto debéis dar.
No tengáis prisa en adelantar este proceso, y no empujéis ninguna

66
circunstancial así el propósito espiritual será más limpio y honesto.

EL KARMA Y LA
PROYECCÍÓN PSICOLOGICA

Los puntos que el método de Astrología kármica descifra a me-


nudo están ocultos bajo lo que se conoce como proyección
psicológica. El problema se convierte entonces en un punto ciego
para el consultante y el psico-astrólogo. Es bien conocido en psico-
logía el proceso de proyección en que una persona por su actitud y
comentarios está reflejando en la otra los mismos problemas que le
preocupan. Este tipo de proyección suele ser muy obvia y fácil de
descubrir: ocurre en la mayoría de encuentros y discusiones entre
personas. Pero lo que estamos descubriendo con el método kármico
es una proyección mucho más sutil y profunda, a menudo comple-
tamente inconsciente. Estos reflejos e intercambios de personalidad
tienen lugar a través de los planetas en retroceso. Cuantos más pla-
netas en retroceso tengamos, existirá mayor capacidad de
proyección, tanto a nivel de consciencia superior que se transmite de
forma invisible, como en conflictos más vulgares y negativos.
Hay dos tipos de proyección: la personal, transferida de
individuo a indviduo y descifrada por los retrocesos y la social-
personal, la transmisión del pensamiento de la sociedad al individuo
o viceversa. Esta última está indicada por los signos interceptados
combinados con los nódulos o retrocesos, y se halla menos
estudiada y en proceso de desarrollo.

Los Planetas en Retroceso tienen un fuerte poder psíquico y


una mayor necesidad de revivir conflictos psicológicos del pasado,
pues debemos entenderlos con una mayor profundidad. Ya sabemos
cómo los retrocesos producen más pensamientos y mayores
recuerdos, atrayendo situaciones kármicas o haciendo que el


La interpretación de los Planetas en Retroceso en signos y casas está en el tomo
I de la Astrología Kármica Básica.

67
presente sea un reflejo dcl pasado, simplemente por hacer que
efectuemos comparaciones o pensemos en ello. Suele ocurrir que la
persona con retrocesos tenga que comprobar su conocimiento o
encontrar razones en el exterior para seguir pensando de esa manera,
La mayoría de las veces proyecta al otro individuo con el que se
comunica el karma que él mismo no quiere reconocer. Esto ocurre
de una forma tan sutil que es prácticamente invisible para el
observador consciente.
Lo que pasa es que telepáticamente envía sus propios pensa-
mientos, que se introducen en la identidad de la otra persona, y esa
persona está tomando en cierto sentido el espacio psíquico de la
otra. Momentáneamente el otro individuo pierde su identidad y co-
mienza a asumir los pensamientos y deseos de la persona con
planetas en retroceso como si fueran suyos. Lo que ocurre en reali-
dad es que el individuo con retrocesos se está hablando a sí mismo,
y todo el karma con el que no desea tratar está siendo devuelto a
través de otra persona que se conviene en un espejo. No se da cuenta
de esto y cree que es la otra persona quien origina la expresión nega-
tiva. El que un individuo sea receptor de otro tiene también una
razón pues él a su vez está aprendiendo algo, y quizás en su interior
hay algo que hace que pueda personificar el karma del individuo con
retrocesos; todo depende de lo que esté dispuesto a asumir. Por eso,
una persona con siete retrocesos es un peligro para casi todo el
mundo, pues hará que otros con facilidad se encuentren personifi-
cando comportamientos que no entienden o que son ajenos o
extraños. También en las parejas en que uno de ellos tenga Venus o
Marte en retroceso se da esta proyección, y lógicamente por cariño
se está dispuesto a asumir más karma del otro, y uno está personifi-
cando el papel que el otro individuo proyecta inconscientemente
para continuar culpando al exterior de su frustración, o buscando
excusas para no encontrarse a gusto en la relación.
En muchos casos, el karma es muy positivo, ya que un indivi-
duo puede proyectar su propio proceso de pensamiento de una
consciencia superior. Él puede ser un maestro místico, y el tiempo
en que el otro individuo toma la identidad de su maestro con retro-
cesos depende del tiempo que necesite para asimilarlo. En ambos

68
casos, la transferencia del karma suele durar hasta que el individuo
alcanza su propia verdad sobre el asunto, ya sea negativo o positivo,
puliendo entonces asumir su propia identidad y enriqueciéndose por
la experiencia. En una sesión de terapia psico-astrológíca puede
ocurrir también que el psico-astrólogo, por breves momentos, asuma
el karma del otro individuo, sintiéndose incapaz de desbloquear o
expresar adecuadamente el karma del otro, que se resiste a recono-
cerlo y lo ha proyectado hacia afuera, lo que dificulta vencer ciertas
cosas que se convierten en puntos ciegos. También puede ocurrir el
proceso inverso: que el psico-astrólogo con planetas en retroceso
esté proyectando su conocimiento sobre el individuo, pero no con
palabras, sino con su energía, y el individuo, durante la sesión, lo
entiende perfectamente, pero una vez terminada no comprende lo
que ha ocurrido. En otros casos esta transferencia del psico-
astrólogo produce efectos sorprendentes, pues si momentáneamente
recoge el karma y en la misma sesión se separa de él, es obvio que
algo ha ocurrido y puede así explicar mejor lo que sucede con otras
personas. La proyección sólo tiene lugar cuando existe una identifi-
cación inconsciente entre dos personas. Mucho karma se
intercambia de esta forma. El individuo tiene la oportunidad de de-
cidir consciente o inconscientemente cuánta ayuda quiere para
resolver sus problemas internos o cuanta interferencia permite que
pueda actuar como bloqueo para que no se vea a sí mismo claramen-
te. Es interesante observar a través de la experiencia y a un nivel
intuitivo qué planetas está proyectando el individuo al psico-
astrólogo con sus retrocesos, según las partes de sí mismo que está
perdiendo al hablarle.
Los planetas en retroceso representan dificultades en expresarse
y realizarse exteriormente, como una falta de sincronismo por una
necesidad de profundización. Los retrocesos también producen
muchos pensamientos obsesivos que entrampan a la mente en una
especie de eco, de repetición de patrones de pensamiento. Para
librarse de ello verbaliza todo aquello que le está molestando y lo
dirige a otras personas, pero al hacer esto crea todavía más
circunstancias que continúan repitiéndose en el futuro. Así, hay una
constante repetición de fobias neuróticas que son eco del pasado, de

69
obsesiones producidas por Plutón, de escapismos o vicios
producidos por Neptuuno, de claustrofobias producidas por Saturno
o acrofobias por Júpiter. El individuo sigue respondiendo a ecos de
pensamientos anteriores y cree que cada vez es un pensamiento
original. Por ejemplo, un fumador se acuerda de la última vez que
encendió un cigarro y lo proyecta al presente, lo que hace que
encienda uno de nuevo; a veces esto ocurre teniendo uno ya
encendido; este es un hábito de escapismo de Neptuno. Para superar
ideas negativas, sentimientos o creencias que están ocurriendo como
resultado del proceso repetido del retroceso, uno debe evitar hacer
de estos ecos su realidad presente. Con el tiempo desaparecerán, y
asi describrirá que tiene el verdadero control de sí mismo. Lo más
asombroso de los planetas en retroceso es que, aunque causen mu-
chas dificultades personales, son también las claves espirituales para
resolver entidades de pensamientos kármicos. Todos experimenta-
mos una dualidad en nuestra identidad: una parte es el «yo» y otra es
el nosotros mismos en el «no yo», que es la parte de nuestra
sociedad, nuestra tradición y lo que nos han enseñado nuestros
padres. Por la costumbre y el deseo de ser aceptados por el mundo
exterior, la identidad del «no yo» es todavía muy fuerte y origina
juicios, actitudes e inhibiciones que provocan a la identidad del
«yo» a que las exprese. En el momento en que un individuo conoce
estas dos partes de sí mismo y aprende a separar todo lo que ha
sacrificado para construir su «no yo» y darse cuenta de que no
pertenece a su verdadera identidad del «yo», habrá dado el primer
paso hacia un entendimiento de su real naturaleza cósmica. Las
personas con retrocesos ven claramente la separación de estas dos
entidades, por la naturaleza introvertida e introspectiva de los
retrocesos. Por eso, uno puede convertirse en su propio maestro
espiritual por la cantidad de autoconsciencia que emerge en cada
momento; entonces la identidad del «no yo» ya no es una fuerza en
su vida personal. Al tener planetas generacionales en retroceso
existe una proyección de necesidades sociales en el individuo, la
experiencia personal resuelve karma social y cuando finalmente
consigue expresarse hacia afuera, ya sea por haber resuelto con-
flictos internos o porque por progresión ese planeta se ha puesto ya

70
en directo, el individuo podrá entonces explicar a su generación las
razones profundas de su actuación y las motivaciones y deberes
kármicos de esa generación.

Los interceptados y su proyección psicológica. Este sería el


caso de las proyecciones kármicas sociales más fuertes, es decir,
cuando una persona tiene en su carta natal signos interceptados y en
esos mismos signos interceptados hay planetas generacionales en re-
troceso. Los signos interceptados se forman por la distorsión de la
división de las casas en una latitud lejana al Ecuador. Esto quiere
decir que en el Ecuador no hay interceptados porque las cases serán
todas de 30º. Por tanto, los interceptados son experiencias
personales y sociales, una por encima y otra por debajo del
horizonte, que no han sido realizados en vidas pasadas cuando hubo
oportunidad de hacerlo. Es decir, el medio ambiente brinda esta
oportunidad al individuo, y éste se niega a aprovechar y cumplir esa
experiencia según el signo y la casa en donde se encuentra. También
indicarían el tener una dificultad para encontrar un canal de expre-
sión, o un área donde debemos prestar atención para transmutar una
debilidad y convertirla en fortaleza. Indicarán áreas donde nos
negamos a desarrollar las cualidades del signo y la casa en otras
vidas anteriores y lógicamente son casas más grandes donde cada
tránsito planetario tarda más tiempo en recorrerlo, lo que ayuda a
que los desarrollemos y los incorporemos a nuestras vidas. Indican
cualidades de karma negativo, cuando no aceptamos nuestro deber
de realizarlo o hubo un abuso, y en el presente traen circunstancias
que están fuera de nuestro control y que no son obvias o que no
podemos reconocer fácilmente. Algo falta, algo está escondido o
seguimos tratando de evitar tomar esa responsabilidad.
Hay varios tipos de interceptados. En los signos en los que no se
encuentra ningún planeta, por lo que obviamente seguiremos
evitando sus cualidades –aunque curiosamente solemos conocer o
asociarnos con personas que tienen muchos planetas en ese signo,


La interpretación de los signos interceptados y planetas en retroceso está en el
tomo I de Astrología kármica básica.

71
por lo que nos hacen conscientes de la necesidad de desarrollar y
crecer a través de esas cualidades– este caso sería la proyección de
los otros en el individuo con interceptados.
Otro caso es cuando en esos signos interceptados se encuentran
planetas en directo; esto nos empuja a desarrollar esas cualidades,
pero a veces no funcionan de forma tan clara como cuando están en
signos no interceptados o es como si existiera algún tipo de bloqueo
u obstáculos. Quiere decir que hay una contradicción; al mismo
tiempo que estamos manifestándonos con esos planetas, también
hay una cierta tendencia a no querer tener en cuenta las consecuen-
cias y responsabilizamos de nuestras acciones. Un tercer caso es
cuando el individuo tiene en su carta y en estos signos planetas ge-
neracionales en directo o retroceso. En el caso de encontrarse allí
planetas generacionales en directo, la sociedad o los demás empuja-
rán al individuo con interceptados a que esta vez haga algo para
desarrollarse de esa forma. Esto sería una proyección social en el
individuo, y todo depende mucho de si es una persona extrovertida o
introvertida para hacer caso de las exigencias sociales o de su gene-
ración. A veces indica un área un tanto antisocial o un no sentirse
cómodo con su generación, aunque ésta está proyectando constan-
temente esa necesidad de crecimiento e incorporación social. Puede
también sentirse alejado del contacto con los demás, o con mereci-
miento individual muy específico y diferente al resto de su
generación, dependiendo de los aspectos que tenga con el resto de
los planetas natales.
En el caso de tener planetas generacionales en retroceso en los
mismos signos interceptados, se está indicando un doble obstáculo,
algo contradictorio o que se resuelve de forma extraña,
individualista y espectacular.
Como los panetas en retroceso indican conocimientos que ya se
tienen, pero que se están revisando o interiorizando, lógicamente los
interceptados no pueden indicar cualidades que se negaron
totalmente. Quizá puedan indicar áreas donde no se desarrolló sufi-
cientemente un conocimiento que se tiene, o que podría haberse
llegado más lejos o más profundamente en esa cualidad, haber
tomado más responsabilidad sobre ello y por algo anteriormente no

72
lo hizo, o no quiso proyectar estas nuevas cualidades en su sociedad
y generación. Ésto ha podido crear karma negativo, muchos
obstáculos extraños o el tener que efectuar enormes esfuerzos a ni-
vel personal para poder cumplir sus obligaciones. Lógicamente debe
ir muy lejos y muy profundamente y quizá sin ayuda externa. Puede
que el individuo proyecte en la sociedad unas cualidades que su
generación todavía no entiende o que no está dispuesta a proyectar y
aceptar; al menos tardarán mucho tiempo en reconocer su necesidad
de ello, lo que obliga al individuo a hacer más esfuerzos e
interiorizarse más para encontrar otros recursos y corregir muchos
deseos de cómo quiere que su sociedad y su generación se
comporten. Posiblemente también sean comportamientos antiso-
ciales del individuo o asuntos que la sociedad o su generación n
están dispuestos a aceptar o admitir. Este es un estudio que tanto
nosotros como vosotros podemos realizar e investigar para
comprenderlo mejor.
También en el caso de los planetas personales con Mercurio,
Venus y Marte en retroceso, cuando están en los mismos signos que
los interceptados, tendríamos peculiares experiencias del pasado
kármico en áreas muy personales e íntimas que se proyectarían en el
presente como un eco extraño. Esto produce obstáculos,
desconexión social y personal y una forma de manifestarse en las
experiencias de la vida de una manera un tanto única y peculiar. Sus
experiencias son marcadamente diferentes al resto de las personas
de su entorno, y a menudo se siente fuera de tono con los demás.
Muchas cosas ocurren que están fuera de su control en todo lo
que representan las experiencias de esos planetas y signos, y existe
siempre una cualidad o repercusión kármica muy profunda. Aquí
hay también mucho que investigar y descubrir todavía.
Otra forma aún poco investigada y que representa una
importante proyección kármica individual y social es la
combinación de los signos interceptados y los nódulos en esos mis-
mos signos y casas. Ya que el nódulo Sur representaa lo que somos


Los Nódulos de la Luna están interpretados en el tomo I de Astrología kármica
básica.

73
y nuestras tendencias heredadas del pasado, el interceptado tiene
otro valor, pues ya no puede ser una negación o cualidad no
desarrollada del pasado. Por tanto, indican una proyección social
individual donde debía existir una desincronización en lo que el
individuo pudiera representar para la sociedad, un estar a destiempo,
o quizá por delante de su tiempo. Es como si en su pasado kármico
la sociedad no hubiese dejado al individuo realizarse exteriormente
y por ello no hubiera podido desarrollar las cualidades de los signos
interceptados suficientemente.
Ahora lógicamente es una obligación kármica, y el cumplir y
desarrollar a fondo las cualidades de su nódulo Norte significaría
una gran evolución del alma. Son unos puntos en la carta que habría
que valorar con mucha profundidad psicológica y una gran
integración de la interpretación y reacción del resto de los planetas
en la carta natal. Podría quizá producir también obstáculos en la
realización del nódulo Norte o puntos ciegos y situaciones fuera del
control personal. El destino del individuo en la sociedad y con su
generación sería muy peculiar. Habría que estudiar muy
detenidamente y con atención global para interpretar esta peculiar
combinación de la proyección psicológica de la sociedad en el
individuo y del individuo en su sociedad, y el impacto que éste
causa en su generación y viceversa.
Como los interceptados son cualidades que no son obvias, que
no están claras, con ciertas interferencias difíciles de detectar y con
muchas circunstancias fuera de nuestro control personal, traen a
menudo comportamientos negativos, por haber tenido que ser reali-
zados en el pasado y no se ha hecho, y en el presente habrá que
hacer un doble esfumo para cumplirlos. En el caso del nódulo Norte
tü]nbiín resultaría tener que realizar un doble esfuerzo y superación
del alma para cumplir la evolución escogida.
Además, como los interceptados tienden hacia una actitud
pasiva, puede existir una dejadez en la realización del nódulo Norte,
o puede indicar también un predestinamiento a que las cosas salgan
solas y sin tener que hacer un esfuerzo especial, pues el entorno ex-
terno empuja al individuo al cumplimiento y realización de sus
obligaciones y al cumplimiento de su nódulo Norte. Pero deberá

74
realizar un doble esfuerzo para realizar su nódulo Norte, com res-
puesta a la responsibiliad que los demás y la sociedad le han
otorgado al individuo. Cuando los nódulos y los interceptados están
en los mismos signosy casas parece que las circunstancias que ro-
dean al individuo están más fuera de su control personal. Por ello
existe un eco kármico y una proyección psicológica social e
individual que habría que estudiar muy detenidamente para cada
caso particular. Lógicamente, en todos estos casos que se presentan
al psico-astrólogo existirá una proyección psicológica evolutiva
particular si pertenece a la misma generación del consultante. De ser
así, habrá una ayuda muy profunda y mutua para encaminar y enten-
der su destino particular y su plasmación exterior en la sociedad. El
psico-astrólogo producirá un gran impacto en la persona para
ayudarla o encauzarla en sus obligaciones kármicas. Pero si no son
de la misma generación, todo dependerá de cuánto conozca el psico-
astrólogo las vivencias y deseos personales de esa generación. En
este caso, las diferentes y amplias experiencias y conocimientos del
psico-astrólogo le ayudarán a poder interpretar mejor o peor estos
casos kármicos difíciles.
Todo esto representa una de las razones por las que las
experiencias personales del psico-astrólogo y el conocimiento de las
diferentes mentalidades generacionales o diferencias sociales o cul-
turades le permiten conocer mejor, comprender y poder ayudar a las
personas más distintas. Por eso muchas veces es normal que
losmejores psico-astrólogos no sean los que comenzaron por esta
profesión, sino que la vida les ha ido metiendo en ello y por razones
de individualismo y libertad personal han tenido múltiples
experiencias fuertes y de variedad social.
Un artista, con una vida muy intensa y llena de experiencias
diferentes a las de la mayoría de las personas, por su libertad e
individualismo no ha podido quedarse estancado en la vida y
siempre tiene que crear y profundizar más. Tiene inclusive que
entender el significado de todo lo que realice o le ocurra, ya sean
obras de arte o experiencias amorosas y personales fuera de la
norma general. Su riqueza psicológica que aporta este tipo
devivencias facilitará al psico-astrólogo entender muchos tipos de

75
experiencias muy kármícas, extrañas y fuera del control personal del
individuo. La intuición es a veces un arma de doble filo, sobre todo
si es debida a los aspectos Luna-Neptuno del psico-astrólogo, pues
esto lo puede hacer que capte las emociones internas de la persona y
de forma subjetiva incluso llegar a identificarse con ella. Cuando se
tiene oposición o cuadratura en estos dos planetas, también hay una
pérdida de personalidad e identificación y sufrimientos de la otra
persona, que, al ser entendida demasiado bien o sufrir de la misma
manera, se pierde en la posibilidad de ser ayudada. En estos casos,
el psico-astrólogo pierde su objetividad e incluso podría proyectar
sus problemas o su propia reacción ante la situación de la persona.
Entonces no estará ayudando a la persona como ella necesitaba, sino
que se están mezclando más problemas en la consulta. Tenemos
también que tener en cuenta que el psico-astrólogo puede tener
muchos planetas en retroceso, con lo que estaría proyectando mucho
karma en el consultante, pero a menudo será positivo, pues puede
transferirlo a una consciencia superior: la experiencia del propio
psico-astrólogo al haber superado muchas dificultades e incluso el
conocimiento de poder cambiar su propio destino.
Por todo esto hay que tener en cuenta muchas cosas y debemos
observarnos a nosotros mismos tanto como en la persona que nos
consulta, y reflexionar sobre la sesión, después que la presencia de
la persona ya no esté con nosotros.
Debemos mantener una objetividad de cómo hemos provocado
psicológicamente al individuo, y cómo éste nos ha provocado a no-
sotros. Aunque, como es lógico, la Astrología nos ayudará a
entender y aceptar todo con imparcialidad y sin juicios.

76
CAPITULO IV

LOS TRES RELOJES DEL TIEMPO:

Direcciones, Progresiones y Tránsitos

Una idea fundamental que debemos tener en cuenta es que


nuestra carta natal es como un espejo-reloj: un reflejo de nuestro
tiempo espacio.
Por los archivos históricos y arqueológicos sabemos que,
incluso antes de desarrollarse la escritura y desde que la Humanidad
existe, el hombre ha utilizado el cielo como un mapa, espejo, reloj,
calendario y compás. El espacio y el tiempo nos proveen del marco
conceptual en que encajamos el movimiento de la vida, la energía y
la materia. Un diagrama espacial, ya sea de un objeto o de un grupo
de objetos, es un segmento de un proceso continuo. Únicamente
captamos ese diagrama para hacer un análisis estructural y obtener
así una mayor claridad de entendimiento. Como un reloj y un
calendario, el cielo nos da, de forma visual, el proceso, los ritmos o
ciclos del cosmos según se desenvuelven a través del tiempo. El
cielo siempre ha sido un método universal para la orientación en el
tiempo y en el espacio. No solamente ha sido utilizado por los seres
humanos: las aves migratorias, por ejemplo, se guían por el Sol, las
estrellas y el campo magnético de la Tierra.
La Astrología parte de la base de que el cosmos posee un orden
y que los cuerpos del sistema solar y del más allá comparten ese
orden. La ciencia moderna comparte también esta idea, pero conclu-
ye en que es por accidente y que no posee significado o propósito.
La Astrología, por el contrario, asegura que ese orden sí tiene un
propósito y un significado, y mantiene una evolución consciente
hacia una expansión de la consciencia que trae la manifestación de

77
potenciales latentes. La Astrología traza correspondencias significa-
tivas entre los niveles del Cosmos, físico, emocional, racional y
espiritual. Ellos son como diferentes relojes y ritmos que operan en
nuestro interior y en nuestro entonto. Por eso los tres ritmos que
aquí proponemos corresponden a: 1º, el ritmo interno: las direccio-
nes; 2°, el ritmo interno-externo: las progresiones; 3º, el ritmo
externo: los tránsitos.
Las direcciones representan cuán receptivos estamos
internamente a percibir lo que está sucediendo en el exterior y
cuándo nuestro ritmo interno se encuentra dispuesto a aceptar
ciertos cambios.
Las progresiones representan cómo podemos empezar a
proyectarnos hacia nuestro entorno y cuando nuestros ritmos
externo e interno se hallarán más ajustados para aprovechar al
máximo lo que está ocurriendo.
Los tránsitos representan aquellas oportunidades,
provocaciones, dificultades que las circunstancias exteriores nos van
a brindar. Así debemos tomar en cuenta los tres ritmos, pues lo que
las circunstancias exteriores nos impongan será mucho más
significativo cuando nuestro ritmo interno esté dispuesto a
aprovechar o se encuentre más sensible para sentirlo
significativamente. Esto es lo que hace posible el intercambio entre
la materia y la energía. La Astrología nos da la información
necesaria para comprender este intercambio.
La ciencia moderna afirma que el intercambio entre materia y
energía es la realidad final y el poder y la causa que se encuentra
detrás de todas las cosas. Pero la primera ruptura en esta visión
limitada del mundo ha sido el reconocimiento de la información
(significado) como forma de la realidad que tiene el poder de
cambiar la energía-materia. Sobre todo ahora que entramos en la Era
de la Informática. Los materialistas creen que los individuos no
tienen el poder de cambiarse a sí mismos, pero sí de manipular el
mundo cambiándolo y haciendo un mejor espacio para sí mismos.
Los astrólogos materialistas sugieren que es posible refrenar la
acción de días «malos» y hacer lo que queremos en días «buenos»,
obteniendo así lo que deseamos sin cambiar el carácter (las actitudes

78
y las acciones). Los humanistas, tanto en psicología como en
Astrología, ponen énfasis en nuestra responsabilidad individual
dentro de la situación presente y en la necesidad de cambiar el ca
rácter básico para poder obtener así una vida mejor. La meta es el
crecimiento, y en todo momento obtendremos aquello que nos
merecemos, aunque sin la ayuda de la Astrología es difícil
reconocerlo.
La mayoría de las personas, en lugar de tratar de madurar ante
las dificultades que se van presentando, lo que quiere es cambiar las
circunstancias: cambiar de trabajo, de cónyuge o de cualquier objeto
o persona causa de la dificultad. Muchos astrólogos humanistas
creen en la reencarnación o en vidas repetidas en la Tierra, y una
vez que un individuo acepte este concepto tendrá la ayuda necesaria
para poder aceptar las responsabilidades individuales que tenemos,
aunque a través del tiempo no hayamos podido controlar o
reconocer a nuestras propias reacciones. Esto no es así: el control no
existe; sólo existe el cambio hacia una purificación. Incluso sin la
creencia en la reencarnación es posible aceptar la responsabilidad de
nuestras vidas una vez que hayamos alcanzado la madurez. El cárter
es el destino, y es esto lo que muestra nuestra carta astral natal. El
sufrimiento es la señal de alarma de la vida, e indica la necesidad de
cambiar nuestra dirección o acción; los tránsitos indican los
momentos en que el exterior nos va a provocar ese cambio, y las
direcciones y progresiones indican lo dispuestos que estamos a
cambiar. Cuando estamos plenamente conscientes no es necesario
esperar a que el sufrimiento nos fuerce a ese cambio. Cuando las
direcciones y progresiones lo indiquen, aunque no exista un tránsito
significativo, podemos cambiar si nuestra consciencia nos lo permite
verdaderamente.
Es importante recalcar que, según esta teoría, las acciones de
una persona no pueden producir un efecto en la vida de otra persona,
a no ser que su carácter individual esté también en armonía con la
situación. Por eso, veremos a familias enteras y parejas coincidir en
varios aspectos o signos zodiacales; y para obtener una buena
interpretación de la situación deberemos observar la carta de todas
las personas envueltas en tales circunstancias para ver el efecto que

79
unos causan en otros.
Tenemos que aprender a asociar las acciones y las consecuen-
cias y también a alterar las acciones para producir unas
consecuencias más deseables. El problema que aparece con la ma-
yoría de las personas es que no son conscientes del efecto que están
produciendo las experiencias en su vida. Una gran proporción de la
dinámica de la vida ocurre bajo el nivel de nuestra consciencia. Si la
teoría de la reencarnación es correcta, la mayor parte de nuestras
tendencias habituales y talentos ha sido ya desarrollada en otras vi-
das pasadas y opera como una fuerza que guía el inconsciente a
través de automatismos e instintos. El gran valor de la Astrología es
que la estructura cósmica que aparece en el momento exacto de
nuestro nacimiento nos señala las tendencias y la dinámica a nivel
consciente e inconsciente. Se pueden descubrir conocimientos seme-
jantes por medio de un intenso psicoanálisis o psicoterapia; pero la
carta astral es una herramienta de diagnóstico mucho más rápida y
amplia. El mapa del cielo puede ser utilizado como clave para cual-
quier cosa que entre en existencia en ese lugar y en ese momento.
Por ello, podemos hacer una carta astral de cualquier idea, suceso,
objeto material, contrato social, organización o criatura viviente.
Lo importante es el grado de consciencia que tengamos para
poder cambiar nuestro carácter; no lo es tanto el grado de voluntad
(esto sí sería importante para la Astrología materialista), sino la
elevación de la consciencia, que también es el nivel espiritual en que
nos encontramos. Es de suma importancia considerar todos los pun-
tos antes de adentrarnos en la utilización de estos tres relojes del
tiempo, tanto para realizar una predicción como para rectificar
nuestra carta natal. Recordemos lo que dice la doctora Zipporah
Pottenger: «Todos los acercamientos científicos coinciden en que
las circunstancias externas y la naturaleza interna se unen para que
podamos entender más claramente lo uno a la luz de lo otro. En lo
que difieren es dónde se imputa poder. Las ciencias materialistas
dan por supuesto que el destino y la experiencia crean el carácter; la
Astrología materialista da por supuesto que los planetas crean el
carácter y el destino; la Astrología humanista y kármica da por
supuesto que nuestras actitudes y acciones, incluidos los deseos

80
inconscientes y los modelos habituales, crean nuestro destino, que
nacemos cuando nuestro carácter-destino se hace parejo con el
estado del Cosmos, y que los planetas ofrecen una útil heliografía
del orden cósmico, pero no lo crean. Sólo difieren en dónde colocan
el poder: en la Suerte y la materia (ciencia), en los planetas
(Astrología materialista) y en la mente (Astrología humanista y
kármica).
Para la Astrología humanista y kármica, el grado de conciencia
significa cuán conscientes somos de nuestros pensamientos y cuánto
podemos liberarnos de las obsesiones o de los malos hábitos y
aprender de cada crisis para ayudarnos en nuestra elevación
espiritual y en nuestra madurez individual.
Cuando dos planetas están en cuadratura en una carta natal y se
han movido hacia un trígono por direcciones o progresiones (más
adelante se explicará en profundidad), existirán sucesos en la vida
del individuo que harán enfrentarse y trabajar en el conflicto interno
simbolizado en la cuadratura. Si el conflicto se resuelve, se habrá
manejado bien la situación y el resultado será positivo. Si, por el
contrario, el conflicto interno no ha llegado a armonizarse, el
individuo tendrá los problemas característicos de dicha cuadratura.
Todos los factores se han de tener en cuenta: la carta natal, los
planetas progresados, sus signos y casas, los tránsitos y las direccio-
nes. Todo lo que sea importante en nuestra vida se mostrará en los
tres relojes y, como afortunadamente la Astrología es repetitiva,
aparecerá de varias formas.
Debemos observar la carta natal como un espejo de nuestras
tendencias básicas ya formadas en nuestra naturaleza. La carta
progresada muestra el desenvolvimiento de estas tendencias en
acción. Los aspectos y todos los demás elementos de nuestra carta
natal representan los principios psicológicos, pero dichos aspectos
en la estructura que tratamos (tránsitos y progresiones) muestran las
tendencias psicológicas llevadas a cabo en una acción continua. Los
asuntos conflictivos representan los conflictos dentro de nuestra
naturaleza o entre nuestros deseos y el mundo. Por ello, un tránsito o
progresión de Marte en cuadratura con Saturno se interpreta
normalmente como una amenaza del mundo, y no como una

81
advertencia a ser responsables para que nuestras acciones no se vean
frustradas. Se trata en realidad de un desafío para tener que integrar
las dos cosas a la vez y poder expresar las dos energías conflictivas.
Podemos fracasar en esta integración y continuar alternando los dos
deseos, o reprimir uno de ellos (ello suele llevar a la enfermedad), o
proyectar uno de éstos en otra persona empujándola sutilmente para
que haga algo que supla nuestra deficiencia. Pero mientras nos
mantengamos en nuestra desintegridad personal, la tensión
continuará, dando lugar a un cansancio crónico, desgana, falta de
energía o frustración, como resultado de un conflicto emocional cró-
nico que está sin resolver.
Nuestra consciencia nos pone en la realidad. Si pensamos que el
mundo la ha tomado con nosotros estaremos en lo cierto. Aquello
que valoramos y buscamos vendrá a nosotros siempre y cuando
nuestros deseos no se encuentren en conflicto con la realidad. Es
importante poder aconsejar a alguien manteniendo un acercamiento
psicológico y humano, y no olvidando que tenemos el destino en
nuestras manos. A veces es muy fácil para los astrólogos interpretar
los planetas y sus aspectos como una ecuación directa, sin reconocer
el papel que nosotros jugamos en esa situación.
En el primer caso se diría simplemente, por ejemplo: Marte en
oposición a Urano, probabilidad de accidente. Esta interpretación
tan escueta y simple daría como resultado una mayor tensión en el
modo de actuar en la vida diaria y, quizá, por miedo, nos negaría-
mos a actuar. El segundo caso sería: Marte oposición a Urano, existe
una tendencia a actuar impulsivamente y con acciones repentinas
que ocasionarían resultados impredecibles. Esto haría que la persona
pusiera más atención y cautela en su modo de actuar para corregir
esa tendencia.
Es importante recordar que es la individualidad de la persona la
que crea la situación. La acción es tomada por otros y las
circunstancias están claramente fuera de su control individual. Estas
situaciones han venido ocurriendo desde nuestra niñez y no se
encuentran en un solo aspecto de la carta, sino en la totalidad, así
como en la totalidad de los tránsitos, progresiones y direcciones, que
están actuando en cada momento. Siempre existen multitud de

82
tránsitos que hay que tener en cuenta, pero no siempre están
marcados por las progresiones y las direcciones para que su efecto
sea importante. En nuestra vida diaria hay multitud de situaciones
diferentes y de experiencias que resultan difíciles de sintetizar. Del
mismo modo, al leer nuestra carta natal con sus tránsitos y
progresiones nos encontramos con tres cartas superpuestas que
hacen todavía más difícil obtener una síntesis de nuestra carta y de
los diferentes tránsitos, direcciones o progresiones que están
ocurriendo.
Por tanto, lo que aquí nos proponemos no es una tarea fácil.
Para ello os sugerimos que recurráis sobre todo al primer y básico
punto que integra todos los demás: los nódulos de la Luna
(interpretación de los Nódulos, en el tomo I), el puente entre el
pasado y el futuro, ese paso de evolución espiritual que estos
nódulos entrañan. Debemos tener una comprensión clara y firme de
hacia dónde nos dirigimos y de lo que estamos aprendiendo. Así nos
resultará más fácil sintetizar cada experiencia como algo que nos
está acercando más a nuestro nódulo Norte, la conquista de nuestras
tendencias hacia el desarrollo de un nuevo carácter que nos aportará
en esta vida recompensa y beneficio.
No olvidéis que los modelos son psicológicos y que sólo pueden
tener lugar los que están en armonía con nuestro estado psicológico
actual. Si se ha aprendido a expresar el potencial positivo de la di-
námica psicológica no se necesitará preocuparse de uno mismo o de
los planetas. Pero si no se ha aprendido, uno se dará cuenta, por las
consecuencias, cómo el carácter se va volviendo el destino. Una vez
que se comprendan mejor los sucesos pasados y el paralelismo que
existe entre el carácter y las situaciones exteriores, se podrán enfo-
caren el crecimiento sin repetir los sucesos más molestos. Los
planetas no representan el poder; son sólo un espejo que muestra lo
que está ocurriendo en el interior. Las actitudes y acciones, espe-
cialmente las inconscientes, son el poder. Es uno mismo el que tiene
el poder de su vida en sus manos; sólo uno mismo puede usar los
tres relojes del tiempo para alcanzar una mayor claridad de entendi-
miento y una mayor consciencia. La vida es compleja, y la
Astrología no podría encuadrar la vida sin ser también compleja. La

83
Astrología no es difícil, pero sí complicada y compleja a la hora de
sintetizar si no tenemos en cuenta el proceso espiritual de los nódu-
los de la Luna.

LAS DIRECCIONES

Las direcciones del arco solar consisten en mover toda la carta


natal a una velocidad constante. En general, un grado equivale a un
año en la vida de una persona, es decir, la distancia del recorrido
diario del Sol, que es de unos cincuenta y nueve minutos, equivale a
un año de vida. Para no confundirnos contando minutos, lo mejor es
utilizar el sistema de un grado por año. Todos los factores de la carta
se mueven cruzándose y produciendo efectos a la vez. Es muy
importante la colocación de los planetas, cómo están agrupados
entre sí y los que se encuentran situados junto al ascendente y el
mediocielo, pues normalmente todos llegan a cruzar uno de estos
vértices. Por ejemplo, sí Urano se encuentra a 6º de Libra y el
ascendente a 25º (también de Libra), entre Urano y el Ascendente
habrá 19°; esto significa que este individuo a los diecinueve años
habrá estado dispuesto a liberarse o rebelarse contra todas las
normas establecidas sobre las relaciones. Para obtener una mayor
exactitud se puede también contar los minutos; entonces sería, por
ejemplo, en lugar de a los diecinueve años, a los diecinueve años y
medio. Observemos otro ejemplo: el Sol está en Sagitario a 27° 40’
y Marte en Capricornio a 10° 28’. Entre ambos habrá 12º y 48’; esto
significaría que a los doce años, casi trece, pues es doce y nueve
meses aproximadamente, estaría dispuesto a enfrentarse a desafíos,
y a ser más competitivo en cualquier situación que el mundo pusiera
ante él, sobre todo en el área sociopolítica, o tomará una decisión
importante en cuanto a carrera o tipo de trabajo.
Lógicamente, hay que tener también en cuenta las casas donde
se encuentran estos planetas, aunque para su interpretación basta
con utilizar el lenguaje básico astrológico de cada planeta, signo y
casa, o lo que significaría tener esos dos planetas o planeta-cúspide
en conjunción. Todos los factores de la carta: nódulos, cúspides,

84
planetas... se pueden mover hacia adelante o hacia atrás al mismo
ritmo y pueden hacer aspectos con planetas natales siempre que
lleguen al mismo grado exacto. Esto constituye nuestro ritmo
interno y representa nuestra estructura psicológica interna y el ritmo
al que se puede avanzar y madurar. Con ello explicamos, por
ejemplo, el dinamismo de los estelliums o varios planetas en
conjunción que reaccionan todos durante los primeros diez años de
la vida. Como las direcciones representan nuestro propio ritmo
psicológico, se deben tener muy presentes para observar cómo nos
van a afectar las confrontaciones exteriores (tránsitos). Si éstos
coinciden con un año en que por direcciones estamos
psicológicamente preparados para cambiar, ese dinamismo de
cambio será mucho mayor aunque no exista un tránsito
significativo, pues lo que está marcado por las direcciones significa
que aprovecharemos al máximo cualquier situación que las circuns-
tancias nos ofrezcan para cambiar, mejorar o madurar. Las di-
recciones constituyen el mejor sistema de rectificación de la carta
astral, pues como un grado equivale a un año de vida, en la
rectificación ese grado equivale a cada cuatro minutos de posible
momento de nacimiento.
Por constituir las direcciones nuestro ritmo psicológico interno,
deben ser lo primero que calculemos para tratar de entender a qué
ritmo vamos a madurar internamente. De esa forma marcaremos
varios años significativos en nuestra estructura psicológica. Nos
encontraremos a veces entre espacios de tiempo muy largos y sin
direcciones ni grandes cambios en nuestra estructura psicológica, y
sin embargo aparecerán varios años significativos seguidos, donde
hay muchas direcciones y muchos cambios internos. Veremos cómo
los planetas que están colocados en el mismo signo reaccionarán en
nuestra juventud, mientras que los que tengan entre sí una
separación de semisextil reaccionarán conjuntos y alrededor de los
treinta años de edad. Los que estén en semicuadratura reaccionarán
hacia los cuarenta y cincuenta años; los que estén en sextil, entre los
cincuenta y sesenta y los que estén en cuadratura lo harán al unísono
hacia los noventa años de edad. Esto no quiere decir que tardemos
tanto tiempo en cambiar el dinamismo de una cuadratura o en

85
comprenderla, ya que entran en sextil y trígonos por dirección antes,
pero sí constituye un planteamiento interesante para comprender la
rueda astrológica de la carta natal en movimiento. Indudablemente,
cualquier luminario que toque el aspa o punto de una configuración
importante o de una cuadratura significativa tendrá suficiente poder
para que esa estructura psicológica esté dispuesta a dar el cambio.
Un estudio interesante es observar el recorrido direccional que
el arco solar trazaría al adelantarlo hacia otros planetas; esto nos
descubrirá cómo los planetas y las cúspides entran en contacto pri-
mero con el potencial del cambio interior creativo. Por ejemplo,
observando los planetas más cercanos en su colocación al Sol;
cuando reaccionan juntos por direcciones, si es la Luna, sería un
cambio creativo al carácter emocional e intuitivo; si es Mercurio, el
cambio sería en el plano intelectual y mental; si es Venus, en el sen-
timental o artístico; Marte, en la actividad y decisión, etc. Las
direcciones también pueden hacerse con las cúspides de las casas y
de los planetas e, incluso, cúspides con otras cúspides, también con
los nódulos o la parte de fortuna. Lógicamente, los planetas más
significativos son los que están colocados cerca de los nódulos, del
ascendente o del mediocielo. Las direcciones son combinaciones en
el cielo que no han aparecido nunca durante el periodo de vida del
individuo, pues los planetas superiores llegan a moverse al mismo
ritmo que todos los demás.
Debemos evitar la excesiva simplificación en que a veces cae-
mos en la enseñanza de la Astrología y al recalcar que las
direcciones no sólo se refieren a al desarrollo interior, sino que
siempre están acompañadas de impactos exteriores y cambios cir-
cunstanciales del entorno. El mundo externo es además un reflejo de
nuestro karma y de nuestra situación interior. Una dirección deter-
minada se corresponde a veces con sucesos del mundo exterior;
otras, con cambios de nuestra conciencia. Se pueden dar también
ambos casos a la vez. Esto puede decirse también de los tránsitos.
Gran parte de nuestro karma y destino se manifiesta en nuestro
mundo exterior como circunstancias que nos ocurren y que depen-
den de nuestro propio nivel de consciencia. Por todo esto, sería un
grave error decir que los tránsitos constituyen nuestro mundo exte-

86
rior y las direcciones el interior, ya que en realidad se encuentran
ambos en una constante interacción.
Observaréis con asombro que cuando aparece un año decisivo
en la vida de una persona, la edad en que tiene lugar estará marcada
al menos en dos de los tres relojes del tiempo: direcciones,
progresiones y tránsitos. Es muy interesante efectuar la correlación
de cada suceso realmente significativo y observar cómo se ha
producido a través de esos tres relojes del tiempo.
Más adelante explicaremos la utilización de las direcciones y
cómo se realiza una Carta Direccional para ver la sintonización con
los tránsitos.

LAS PROGRESIONES

Denominamos progresiones a la repetición planetaria de los


primeros meses de vida según se desarrolla durante toda la vida, es
decir, la colocación planetaria de los días después del de nacimiento,
donde cada día equivale a un año e vida vivido. El sistema de UN
DIA POR AÑO es el que empleamos. Para entender el desarrollo
interno-externo de una persona que tiene ahora veinte años de edad
buscaremos en las efemérides veinte días después de su nacimiento.
Es bastante improbable que las posiciones planetarias del ciclo
cuando teníamos veinte días de edad nos hagan hacer algo o hagan
que algo ocurra en nuestra vida a los veinte años de edad, pero lo
cierto y asombroso es que este sistema funciona; es como si los es-
tados naturales de desarrollo del carácter y las percepciones
sensoriales que recibimos durante los primeros veinte días de vida
nos fueran a guiar cuando cumplimos veinte años, apareciendo sim-
bolizados por el movimiento del sistema solar en las horas y días
después de nacer. Imaginemos un niño que nace al amanecer; esa
impresión de luz e impacto de calor la va a llevar consigo durante
mucho tiempo, poniendo a su organismo a un ritmo con este tipo de
intercambio energía-materia. La diferencia existente entre una per-
sona que nace en verano y una nacida en invierno es que sus
organismos fluirán rítmicamente de forma opuesta y complementa-

87
ria. Existe una certeza biológica en cuanto a que el funcionamiento
del organismo humano obra de acuerdo con la naturaleza y los orga-
nismos etnológicos.
Es algo así como si las progresiones nos recordaran ese rítmico
impacto que recibimos biológica y energéticamente del creador en
los primeros meses de vida y se fueran desarrollando durante toda la
vida. Serían como conexiones con los ritmos del pensamiento en el
quantum universal, con las que enlazamos justo después de nacer.
Las progresiones se refieren al sistema que utiliza las posiciones de
los planetas que han tenido lugar en el cielo en algún momento de-
terminado durante la vida de una persona. El hecho de que,
estadísticamente hablando, este sistema de progresiones funcione
fenomenalmente bien es el testimonio que contradice la visión mate-
rialista del Cosmos. Los dos primeros meses después del nacimiento
equivalen a sesenta años de vida al conectarnos al crecimiento bio-
lógico y a los datos del pasado que se introducen en nuestro cerebro.
La herramienta que utilizamos son las efemérides. Por ejemplo, una
persona ha nacido el 10 de enero de 1950, y para conocer su carta
progresada cuando cumple los veintiún años tendríamos que obser-
var la colocación planetaria de los veintiún días después del
nacimiento: la del 31 de enero de 1950. Superponiendo dicha colo-
cación planetaria sobre la natal observaremos que lógicamente no
aparece un movimiento perceptible en los planetas superiores, pero
en cambios sí se han movido la Luna y el Sol o los planetas inferio-
res. También se puede calcular el ascendente progresado utilizando
la hora sideral de ese día correspondiente a la edad y calculando con
la misma hora de nacimiento.
Este cálculo será igual y equivale a uno mucho más sencillo:
como la hora sideral se mueve de un día al siguiente cuatro minutos,
y esto corresponde exactamente al movimiento de un grado exacto
del mediocielo, lo que tenemos que hacer es simplemente añadir el
número de la edad al grado del mediocielo. Por ejemplo, un
mediocielo a 20° de Tauro, para progresarlo a los veintiún años de
edad se le añaden a 20º 21º, que suma 41º, que al restarle 30º de
Tauro quedan 11º de Géminis. Ese es el mediocielo progresado; y
para averiguar el ascendente miramos las tablas de casas bajo la

88
misma latitud del lugar de nacimiento. Encontrando el grado del
mediocielo progresado encontraremos también el que le corresponde
como ascendente progresado.
El que ese año sea significativo en la carta progresada lo obser-
varemos cuando aparezca una conjunción exacta en el mismo grado
entre la carta natal y la progresada, o si existe una oposición, cua-
dratura, trígono o sextil exactos entre la carta progresada y la natal,
pero solamente cuando llegan al mismo grado exacto, ya sea de pla-
netas a planetas o de planetas a cúspides de la natal. Por ejemplo, si
tenemos el Sol en la carta natal en Acuario 20º y vemos que a los
diez años de edad, según la carta progresada, la Luna llega a 20º
de Acuario, a esta edad el individuo estará sincronizado con el exte-
rior para alterar las profundidades de significado emocional de su
Sol. Las progresiones significan cuándo aparece un retorno energé-
tico desde nuestra primerísima infancia y cuándo estamos
interiormente preparados para cambiar nuestra estructura psicológi-
ca interior, sincronizado todo ello con un hecho exterior que nos
ayudará a realizarlo. Por tanto, las progresiones se refieren al reloj
interno-externo que habla siempre de cómo nos proyectamos con
nuestro cambio interno en nuestro entorno. Es el desarrollo de esas
tendencias de la carta natal llevadas a la acción.
Debemos recordar siempre que los aspectos que una carta natal
contenga reaccionarán y deberán ser incluidos cuando un planeta
progresado entre en la configuración. De esta manera pueden existir
varios años en que uno está proyectando ese conflicto indicado en la
carta natal hacia el exterior. Por ejemplo, Marte en Libra en
cuadratura a Urano en Cáncer 6º; primeramente llegará el Sol
progresado a los doce años de edad, que son los doce días después
de nacer, y se colocará a 2º de Aries, activando así la proyección al
oponer exactamente a Marte, y después tardará otros cuatro años en
cuadrar exactamente a Urano; es decir, cuando el Sol llegue a 6º de
Aries, a los dieciséis años, este individuo estará proyectando al
exterior la capacidad de riesgo que le da la cuadratura, y observando
las consecuencias derivadas sentirá la necesidad de cambiar su
básica estructura psicológica; habrá visto cómo se ha desenvuelto
actuando ante las circunstancias externas y podrá así ajustar sus

89
cambios internos. Normalmente, podemos indicar que el efecto del
Sol progresando a otro planeta dura alrededor de un año; pero si el
Sol progresado aspecta a uno de los planetas lentos exteriores que
sólo se ha movido uno o dos grados desde su posición natal, este
efecto se prolongará un año más. Cuando el aspecto está formado
por la progresión de un planeta lento progresado que alcanza la posi-
ción exacta de otro planeta natal, éste efecto puede durar muchos
años, incluso la vida entera. Esto ocurriría cuando una persona nace,
con una conjunción muy cercana de un planeta extrasaturniano; por
ejemplo, Plutón en Virgo 5º y Venus en Virgo 8º en la carta natal, a
los treinta y cinco años, según la carta progresada, Plutón estará en
Virgo 8º, puede estar allí durante muchos días, lo que en la carta
progresada serían muchos años. Indicaría que todo lo relacionado
con la vida sentimental se encontraría en constante transformación.
Las progresiones derivan de la relación entre la Tierra y el Sol
durante la rotación diaria de la Tierra sobre su propio axis, que se
mueve aproximadamente un grado de su revolución anual alrededor
del Sol. Desde la Tierra el Sol aparenta moverse ese grado a través
del Zodíaco en un día, y su movimiento aparente y los movimientos
planetarios simultáneos se corresponden simbólicamente con la ex-
periencia del individuo durante un año. No existe ninguna
justificación lógica para esta correspondencia; pero como muchos
otros de la Astrología, este es un hecho pragmático. ¡Funciona real-
mente! Es posible que algún día las teorías sobre la resonancia o
sobre octavas superiores e inferiores u otras armónicas del movi-
miento de las ondas puedan explicar correspondencias como las
encontradas a través de las progresiones. Por el momento, sabemos
que los diferentes ciclos comparten significados relacionados, que
los pequeños movimientos celestiales que van ocurriendo según la
Tierra rota sobre su eje ofrecen claves de los modelos de vida que s
desarrollan según la Tierra se mueve en su órbita anual alrededor del
Sol.
Lo asombroso es que, una vez calculadas nuestras cartas
progresadas para cada año de nuestra vida, observaremos que,
siempre que aparece un tránsito significativo junto a una progresión,
ha sucedido algo realmente importante en nuestra vida. Si además el

90
ello está marcado también en las direcciones, realmente podremos
cambiar el sentido y la dirección de nuestra vida y nuestra propia
estructura psicológica. En Astrología lo más significativo siempre se
mostrará en una multiplicidad de niveles para que podamos
comprobar la magnitud de su impacto.
Las progresiones, aunque a menudo se corresponden con suce-
sos específicos y experiencias más elevadas, constituyen el mejor
instrumento para comprender el desarrollo psicológico y los perio-
dos de fuerte crecimiento. Las procesiones más importantes son las
del Sol y la Luna. Marte, Venus o Mercurio progresados se corres-
ponden con tendencias notables de la vida individual, pero no todas
las personas pueden identificarse con su supuesto significado. La
cuestión es saber hasta qué punto somos capaces de reconocer nues-
tra dinámica psicológica y nuestros cambios interiores, ya que
constituyen un modelo cíclico que todos atravesamos en nuestra
vida, como el campo energético con el que nos sintonizamos desde
el momento de nuestro nacimiento y que atraviesa regularmente
periódicos cambios rítmicos. Los tránsitos indican periodos en los
que vibramos en armonía o desacuerdo con nuestra entonación na-
tal. Pueden inclusive también añadir otra vibración diferente a la ya
usual en la de nuestra forma de ser natal. Unas veces este nuevo
fluido energético terminará cuando el tránsito haya pasado, habien-
do revelado un pequeño cambio solamente durante el periodo en el
que se hizo efectivo; otras, sin embargo, parecerá como si el indivi-
duo hubiera asimilado ese nuevo fluido de energía manifestando un
acercamiento a la vida algo alterado; pero aun que el modelo ener-
gético natal continúe manteniéndose, ha habido un cambio notable y
obvio en la personalidad.
Por otro lado, las progresiones revelan una serie periódica o un
modelo cíclico que todos atravesamos. En otras palabras, el campo
energético con el que nos sintonizamos desde nuestro nacimiento de
forma natural y regular, atraviesa cambios rítmicos periódicos desde
dentro; estos cambios son los indicados por las progresiones. En
épocas anteriores se ha dado demasiada importancia a las
progresiones. Hoy en día, el potencial de desarrollo indicado en la
estructura cíclica de los tránsitos es más obvio para el hombre

91
moderno que vive en un compromiso continuo con el exterior y su
entorno. Y la persona que, por el contrario, se centre más en su
mundo interior, posiblemente responderá más en sus cambios a los
ritmos cíclicos de las progresiones.
Siempre que observemos correspondencias exactas que
verifiquen la precisión en el tiempo, de estos métodos, habremos
tenido la fortuna de encontrar un ejemplo de total coordinación con
la unidad de la Naturaleza. No obstante, no debemos esperar la per-
fección absoluta de estos sistemas, pues sería encajar al hombre
dentro de una máquina rígida y matemáticamente exacta. Algo que
sí podemos observar es cómo un tipo determinado de personalidad
responde mejor a un tipo de progresión o tránsito, mientras otra
persona responde a ese mismo tránsito o progresíón de una forma
totalmente diferente.
«La práctica de la Astrología es un arte. Un arte sumamente
refinado donde el astrólogo no es sólo el artista, sino el instrumento
primordial de su expresión; los tránsitos, las progresiones y las
demás técnicas son meras herramientas utilizadas en la práctica del
arte. Todos los procesos simbolizados por éstos son meras partes
del gran proceso único: la persona individual viviente. Estos ciclos y
periodos de cambio indicados no son sucesos aislados que surgen de
la nada, sino aspectos o dimensiones de una consciencia (persona
individual) que están operando simultáneamente en muchos y
diferentes niveles del ser. Todo es un crecimiento directamente
relacionado con uno mismo, con la propia naturaleza, con nuestra
situación en la vida actual y con nuestros potenciales futuros.»
(Stephen Arroyo.)
Todo debe ser personalizado en la interpretación astrológica;
así, primero debemos obtener una gran experiencia comprendiendo
todas las progresiones de nuestra propia carta natal, ya que es la que
mejor podemos manejar internamente, antes de aprender a
interpretar todo esto y relacionarlo con la naturaleza individual de
otras personas. Por ejemplo, la progresión del Sol o la Luna al
Saturno natal puede representar un periodo de profunda satisfacción,
de crecimiento, de madurez y no de frustración, en una persona que
se encuentre armoniosamente a tono con el principio de Saturno. Por

92
el contrario, para una persona que presente resistencia a lo que Sa-
turno le indica sería un periodo de gran depresión por la limitación o
la excesiva objetividad que el periodo indica. Una progresión a
Júpiter puede también que no presente nada de significativo ni
grandes oportunidades de expansión a una persona que no esté
entonada con Júpiter o dispuesta a advertir dichas situaciones.
Las progresiones, sobre todo las del Sol y la Luna, nos dan la
oportunidad de integrar diferentes partes de nuestra naturaleza y de
hacernos más conscientes del control de nuestras energías. Son
como claves que descubren los secretos a nuestra
autotransformación y nos ayudan en el proceso de madurez
espiritual.
Otras progresiones importantes son aquellas que envuelven la
estructura cardinal o angular de la carta natal: los aspectos formados
por el ascendente o el mediocielo progresado a planetas natales, los
aspectos formados por los planetas progresados al ascendente o
mediocielo, sobre todo la conjunción.
Cuando el ascendente o mediocielo progresados contactan con
algún planeta natal especialmente en conjunción, uno comienza a
absorber las cualidades, energías y actividades simbolizadas por ese
planeta; en nuestra propia personalidad, si es el ascendente, y en
nuestras metas profesionales, si es el mediocielo. Siempre marcan
periodos de sucesos importantes, nuevos descubrimientos o
decisiones.
Los aspectos formados por los planetas progresados al
ascendente o mediocielo natales, especialmente conjunciones,
indican que la dimensión de la experiencia representada por el
planeta progresado está adentrándose en nuestro marco de atención
de forma particularmente directa. Los aspectos al mediocielo
representan factores que provocan un efecto en nuestros
planteamientos, metas y ambiciones; los aspectos al ascendente
indican un desarrollo en nuestra forma de expresarnos.
Lógicamente, dentro de éstos también hay que contar con los lados
opuestos: el descendente y el nadir. Todo ello se constituye así en
ensamblaje de factores relacionados dentro de una totalidad
unificada. Cuando algo afecta un cambio de consciencia en el

93
ascendente afectará también a nuestra relación con los demás
(descendente). Y cuando entren nuevos factores en nuestras ambi-
ciones o metas profesionales se alterará también nuestro hogar o ser
interno (nadir).
EL SOL PROGRESADO. Las personas que conocen poco sobre
Astrología suelen tener dificultades para relacionarse con este pe-
riodo de tiempo. Pero éstas son épocas significativas cuando el Sol
progresado conjuntó a planetas natales, o los ángulos cardinales,
ascendente-descendente, mediocielo-nadir. No tenemos tan en cuen-
ta la posición de la casa en que se encuentra el Sol progresado, pues
es demasiado general para que llegue a mostrar una importancia
general, ya que permanece alrededor de treinta años en cada casa y
signo. Sí es más notable cuando el Sol progresado cambia de casa o
signo, pues serán períodos de transición importantes, porque son
fases de reorientación o de cambio de valores que acrecentarán el
significado de los tránsitos significativos de ese mismo periodo.
Pero fuere cual fuere el cambio, la persona se ajustaré a él en un
periodo de tiempo aproximado de dos años, y no lo notará como un
cambio dinámico o marcado por el que deba preocuparse. Los as-
pectos que haga el Sol progresado, sobre todo las conjunciones, nos
dan la información más valiosa sobre la orientación y enfoque de
atención creativa en el momento presente de tal aspecto, que dura
aproximadamente un año o año y medio. Los aspectos deben ser
exactos con una orbe de treinta minutos aproximadamente cuando
entra en el mismo grado, y los más utilizados además de la conjun-
ción serían la oposición, la cuadratura, el trino y el sextil; aunque,
varía con la persona, ya que unas son más sensibles a los cambios
internos y a las nuevas vibraciones en sus vidas que otras. A veces
se notan con mayor intensidad los seis meses anteriores al aspecto
exacto, pero una vez que esté exacto, tres meses después la expe-
riencia desaparecerá, aunque uno necesite mucho más tiempo para
asimilar completamente el significado de dicha experiencia. Es in-
teresante saber que el Sol progresado sólo puede avanzar dos o tres
signos al de nuestro Sol natal durante toda nuestra vida. Es como si
nuestro crecimiento interno estuviera ya predispuesto para entender
de alguna forma lo que significan los signos consecutivos al nuestro

94
natal. Si uno ha nacido con el Sol en Cáncer, habrá un momento en
nuestra vida en que el Cáncer comienza a expresarse más abierta-
mente cuando el Sol en progresión haya llegado a Leo, y después,
ya bastante mayor, llegará a Virgo, y comenzará a ser más meticu-
loso y discriminador sobre lo que siente, analizando y entendiendo
las emociones por las que se va a dejar arrastrar.
Los aspectos que forma el Sol progresado se entienden como
una mayor necesidad de expresar el principio del planeta al que
aspecta, de realizar y de estimular. Son periodos indicadores de
etapas de asimilación de nuevas cualidades de ser y desarrollar
nuevos modos de expresión. Nos hacemos más conscientes de esos
planetas a los que el Sol progresado aspecte, y podemos ponernos
más a tono con el potencial mostrado en ese planeta y entender así
lo que esos símbolos significan en nuestra vida. Es como si nos
convirtiéramos más en lo que significa dicho planeta, en hacernos
más parecidos a la naturaleza básica de dicho planeta. Y este
proceso tiene lugar seamos conscientes de ello o no. Por ejemplo,
cuando el Sol progresado conjunta a Venus nos hacemos
conscientes de nuestra sensibilidad y feminidad, estamos más
dispuestos a experimentar totalmente el potencial del amor indicado
por nuestro Venus.
Otro ejemplo: el Sol progresado cuadrando a Plutón natal sería
un periodo en que abandonaríamos todo lo viejo y daríamos a
nuestra vida una nueva reorientación de valores, sobre todo los
indicados por la posición de Plutón natal y sus aspectos.
Los trinos o sextiles son mucho más sutiles, y no siempre
indicarán desarrollos psicológicos grandes, pero siempre podremos
saber de antemano cuándo éstos tienen lugar con las conjunciones,
oposiciones y cuadraturas del Sol progresado a planetas natales. Es
muy interesante observar lo que ocurre cuando el Sol progresado
toca una configuración, ya sea una oposición, una T o una gran
cuadratura, pues el orbe existente entre los planetas envueltos en
dicha configuración indican el número de años en que finalmente
asimilamos y centramos internamente dicha dificultad. Por ejemplo,
el tiempo que tardaría cl Sol progresado en conjuntar un planeta que
a su vez tiene una oposición con un orbe de 6º sería

95
aproximadamente de seis años para llegar a integrar en nuestra
personalidad ambos planetas, pudiendo expresarlos sin que ninguno
se sienta contrariado. Es decir, cuando el Sol progresado llega a
aspectar alguna configuración importante de nuestra carta natal es
un periodo de años muy significativo para poder resolver dicho
conflicto y finalmente sacar el, mayor provecho creativo de ese
conflicto energético. Por ello, los aspectos exactos entre planetas
son tremendamente dinámicos cuando están aspectados por el Sol
progresado y marcan una fase importante de autotransformación y
potencialmente un tiempo en que la persona conscientemente es
capaz de integrar una parte que proviene de su naturaleza. Si la
persona está a tono con las sutiles dimensiones de sus experiencias
diarias, se dará cuenta de que los modelos kármicos están siendo
activados y están siendo traídos a su mente consciente para que los
resuelva. Para aquellos que no son tan sensibles al progreso de su
vida interna, estos periodos suelen comenzar con un suceso
importante o con una experiencia significativa que les fuerza a tratar
con una faceta particular de ellos mismos. Se inicia una fase de
desarrollo de la personalidad y un aumento de la madurez que
conscientemente no habrían sabido que era necesario superar. Las
progresiones no indican sucesos, sino solamente cómo se va a
descargar o la actuación de la habilidad individual para enfrentarse
con éxito al desafío de la experiencia. Representan la voluntad del
ser en un desarrollo progresivo de su personalidad, y cómo se
pueden realizar inteligentes ajustes a las circunstancias. El Sol dará
la progresiva revelación de una integración inteligente de la
personalidad en el proceso de donde se encuentre por casa e
integrando planetas que conjunte y a los que haga aspectos, aunque
con menor grado de importancia.
Estos ajustes inteligentes pueden ser dedos clases: la
inteligencia profunda hace ajustes por medio de constantes
referencias a la heliografía original y al propósito de una
personalidad que se desarrolla en medio, mientras la inteligencia
superficial y oportunista funciona en medio de fuerzas naturales y
presiones sociales, buscando soluciones temporales, suavizando
traumas y compromisos y haciendo un dar y tomar diplomático con

96
las circunstancias.
La Luna progresada es la distribuidora de la energía espiritual
requerida para enfrentarse a los desafíos de las experiencias de la
vida, la energía efectiva necesaria para sostener la aplicación de la
inteligencia activa e integradora.
El Sol progresado es la inteligencia en acción, el guía y el con-
tratante con el resto de los planetas que se integran a su voluntad
creadora. Debemos resaltar que el Sol es el centro del sistema solar,
el único punto luminoso con luz propia; por ello es él el que ilumina
al resto de los planetas, y aunque partimos del signo de nuestro Sol
con su luz, nos hacemos conscientes de todos estos otros puntos que
producen distintas contradicciones y conflictos en nuestras vidas, y
que después debemos volver a censarlos todos para expresarlos a
través del Sol. Por eso el Sol en progresión es muy importante, pues
marca periodos donde podemos llegar a expresar esas distintas
facetas a través de nuestra fuente vital más importante, el Sol. Es
como si la luz del Sol se espaciara al fondo del sistema solar; pero
finalmente, a lo largo de nuestras vidas, debemos volver a centrar
las todas e integrarlas en nuestro signo solar para llegar a poder
expresar nuestra particular individualidad y radiar con mayor
intensidad nuestra integridad personal.
«Ninguno de éstos representan directamente sucesos, sino la
potencialidad de hacer ajustes inteligentes a los sucesos». (Dane
Rudhyar.)
LA LUNA PROGRESADA. Es una herramienta muy útil, pues
va a una velocidad bastante rápida: tarda aproximadamente veintio-
cho años en dar una vuelta completa al Zodiaco, y ello permite no
sólo utilizar los aspectos que haga a los planetas natales, sino tam-
bién la posición de la casa en que se encuentre. Tarda casi lo mismo
que Saturno en completar un ciclo zodiacal. Indica periodos de evo-
lución del pasado en la primera vuelta; evolución individual, en la
segunda, y evolución espiritual, en la tercera. Nos ayuda a hacernos
conscientes del valor de cada planeta, y si coincide con el tránsito de
Saturno, esta configuración de la Luna progresada será más impor-
tante kármicamente hablando, pues nos ayudada resolver problemas
kármicos.

97
La posición de la casa de la Luna progresada indica, entre otras
cosas, que estamos tomando consciencia de ese área de nuestra vida
y de ese campo de experiencia. Estaremos atraídos hacia ello de
manera inconsciente, y emocionalmente la mente no dejará de
pensar en ello.
La posición de la casa donde se encuentra Saturno transitando
representa el área de la vida sobre la que estás trabajando
conscientemente, forzado a tomar en la mayor consideración tu
propio esfuerzo y responsabilidad. La Luna progresada en las casas
puede indicar que antiguos modelos de respuesta, actitudes
subconscientes o karma de otras vidas toman forma en ese área
indicada en la casa. Deberemos poner mucha atención en ese área de
experiencia durante el tiempo que la Luna esté ahí: uno o dos años
más o menos. Cuando la Luna progresada cambie de casa se harán
evidentes cambios de intereses. Tienen también lugar nuevos
encuentros, contactos o relaciones en este cambio de casa o cuando
la Luna aspecte a algún planeta natal. La Luna progresada revela
qué es lo que preocupa a tu mente, hacia qué tipos de experiencias o
intereses nos sentimos atraídos y a que áreas de experiencia
respondemos y somos más sensibles. Cuando la Luna progresada
está en una casa cardinal o angular corresponde a periodos de gran
actividad; cuando se encuentra en casas fijas o sucedientes es el
momento de consolidar, construir y buscar seguridad, y cuando se
encuentra en una casa mutable o cadente es un periodo de nuevas
experiencias y aprendizajes. Cuando la Luna pasa por signos de aire
nos estimula hacía nuevas ideas, nuevas relaciones e intercambios, y
damos nuevas perspectivas a las cosas. Cuando pasa por signos de
fuego nos da gran fuerza en la acción, estimulando nuestra
creatividad en compromisos con el mundo exterior. Cuando pasa
por signos de agua nos retira del mundo exterior para poder
aprender y asimilar las experiencias con profundidad; será un
periodo de crecimiento espiritual y aumentará la sensibilidad
psíquica. Cuando pasa por signos de tierra nos hace mucho más
atentos a todo lo que concierne al trabajo y nuestros deberes
prácticos en general, cómo encajamos dentro del mundo exterior y
cómo respondemos a las diferentes situaciones. También podría ser

98
el momento de tener que pagar deudas kármicas a través de un gran
esfuerzo. Es asombroso pensar cómo cambia el humor de las
personas cuando la Luna progresada ha cambiado de casas y signos.
Parece que las energías vitales fluyen con más facilidad cuando la
Luna progresada está en casas y signos de fuego o de aire. Es
importante también observar qué sucesos decisivos ocurren justo
antes de que la Luna progresada cambie de casa, o cuando lo está
haciendo ya. Cuando la Luna progresada se encuentra al principio
de la casa nos damos cuenta de que tenemos que tomar decisiones,
observamos la nueva dirección que toma la energía y del nuevo
crecimiento. Cuando está al final de la casa trae tos resultados de los
planes y esfuerzos que hemos realizado antes, se manifiestan de
forma bastante concreta, y sentimos ese área de la vida de forma
más familiar y confortable. Todo ello es bastante parecido a lo que
ocurre cuando Saturno transitando cambia de casas, aunque con Sa-
turno tendríamos que poner más empeño y responsabilidad. El
retorno de Saturno cada veintiocho o veintinueve años trata más de
la aceptación de nuestro destino, especialmente en relación con el
mundo exterior, y el retorno de la Luna progresada tiene que ver
más con asuntos privados e internos; aceptamos quiénes somos en
realidad y sentimos nuestras necesidades internas. Nos da
oportunidad de sentirnos más cómodos con nosotros mismos y
olvidamos nuestras inseguridades infantiles; todos los miedos
producidos por la sociedad, la familia o la educación que hemos
recibido. Comenzamos a asentarnos en nuestra verdadera realidad,
sin tensiones y con una mayor autoconsciencia ante el mundo
exterior, pudiendo expresar nuestras cualidades más específicas e
individuales para transformar todas las tensiones internas en un
fluido de energía creativa.

LA LUNA PROGRESADA EN LAS CASAS

Casa 1ª Es el comienzo de un nuevo ciclo. Sentimos quiénes


somos realmente. Nos expresamos con más independencia y con-
fianza al relacionarnos con el mundo exterior, y demostramos una

99
mayor espontaneidad y aplomo. Es algo así como un sentimiento de
liberación.
Casa 2ª Planeamos la vida y establecemos un ritmo de trabajo
más constante. Damos a nuestra vida una seguridad más consciente
basada en valores más prácticos y realistas.
Casa 3ª Nos damos cuenta de todo lo que estamos aprendiendo
con los contactos con las demás personas, y respondemos con más
espontaneidad. Normalmente hay una mayor apertura y un deseo de
experiencias variadas que nos hace más versátiles.
Casa 4ª Nos encontramos al final de un ciclo y al principio de
uno nuevo. Es, por tanto, un tiempo de preparación interna, de
recogimiento en el hogar, tratando en privado todo tipo de asuntos
íntimos y desarrollando una atmósfera más apropiada y protectora
para lanzarnos al nuevo ciclo.
Casa 5ª Tenemos más confianza y sentimos de forma más
aguda nuestras facultades, y nos damos cuenta de nuestro potencial
de éxito y creatividad. Corremos riesgos al expresamos y en la
satisfacción de nuestras necesidades de reconocimiento, amor y
placer. Es un buen momento para medir nuestras posibilidades.
Casa 6ª Por medio de nuestro propio autoanálisis, del cuidado
de la salud y de la disciplina alcanzamos la purificación del ser.
Pueden aparecer problemas físicos para recordarnos que debemos
cuidarnos y mejorar. Hay una devoción por el trabajo que nos ayuda
a superar la tendencia a la depresión.
Casa 7ª Gran necesidad de compartir y relacionarnos, ya sea
personalmente o en público. Puede indicar relaciones que terminan
y otras nuevas que comienzan. Existe una mayor tendencia al
compromiso con los demás, sea del tipo que sea.
Casa 8ª Este es un tiempo de profunda reorientación, una de las
épocas más profundas de la vida. Nos sentiremos con intereses me-
tafísicos y ocultos y con una fuerte preocupación por la negatividad.
Nos enfrentamos con grandes conflictos intentos y sufrimientos. Es
la purificación más profunda del ser para ale alcanzar mayor signifi-
cado en nuestra vida y buscar valores nuevos en nuestra interacción
con los demás. A veces nos sentiremos como en una especie de pur-
gatorio,

100
Casa 9ª Orientación para expandir nuestro futuro,
desarrollándonos y mejorando en la búsqueda de una vida ideal y de
creencias más definitivas. Nos cuestionaremos contínuamente
durante este período. Los que ya se hayan encontrado podrán
exponer sus creencias a la sociedad. Muchos viajes de todo tipo.
Casa 10ª Orientamos nuestra vida hacia metas más ambiciosas.
Tenemos una procuración constante por obtener algo en recompensa
o de obtener un lugar en el mundo. Es el camino hacia el éxito,
sobre todo después de los treinta y cinco años.
Casa 11ª Desarrolla un sentido social, dándonos cuenta de
nuestros propósitos en relación con los otros seres humanos. Nos
preocupa la aceptación o no aceptación de la sociedad en cuanto a
nosotros. Podemos ser útiles a muchas personas.
Casa 12ª Es un momento importante. Estamos recogidos en
nosotros mismos, como revisando todo lo que antes daba orden y
significado a nuestras vidas. Podemos sentirnos en soledad, ya sea
por las circunstancias o por nuestra propia necesidad de estar solos.
Lo más importante para nosotros en esta época será el significado
espiritual de nuestras experiencias pasadas.
El signo donde se encuentre la Luna progresada da otra
combinación de la tendencia general con la que normalmente
vivimos esa casa.
Los aspectos que haga la Luna progresada, sobre todo
conjunciones, oposiciones o cuadraturas, indican cambios internos
de conocimiento y asimilación del significado de ese signo, planeta
y configuración planetarias, pero también pueden significar sucesos
externos, encuentros con nuevas personas, nuevos intereses o
actividades que se desarrollarán en el futuro, e importantes
decisiones que tomaremos. Las cuadraturas u oposiciones no se
deben tomar como negativas: sólo un poco más difíciles.
La Luna progresada simboliza la manecilla del reloj que resalta
sucesos kármicos y situaciones a las que debemos enfrentarnos en
nuestro mundo exterior para crecer internamente.
Así podemos darnos cuenta de que muchos tránsitos planetarios
no funcionan hasta que la Luna progresada los empuja. La duración
suele ser de un mes, aunque se puede también prolongar a dos. Los

101
tránsitos de los planetas superiores están sujetos al tiempo o mes
indicado por la Luna progresada, aspectando a algún punto
relacionado con la energía de los tránsitos o con el tránsito mismo
del Sol cuando entra en signos relacionados con los tránsitos de
Saturno.
Otra cosa que observaréis es que cuando una progresión
conjunta a un tránsito refuerza la crisis y significado de dicho
tránsito. Por ejemplo, el Sol en progresión llega a un grado de
Escorpio y comienza a cuadrar a la Luna natal en dos grados de Leo.
mientras Plutón transita a un grado de Escorpio. Lógicamente, el
impacto de Plutón es tremendo y causa una gran desarmonía interna,
empujándonos a confrontaciones de poder y culpabilidad; pero la
progresión del Sol nos hará cambiar toda la estructura básica de
orgullo y poder le la Luna, las relaciones con familiares mediante
unas confrontaciones muy radicales y violentas del ego. Es algo así
como la muerte simbólica de la anterior actuación del individuo.
Debemos recordar que los modelos al principio son
psicológicos, y los sucesos que pueden ocurrir están en armonía con
el estado psicológico presente. Si hemos aprendido a expresar el
potencial positivo de nuestra dinámica psicológica, no debemos
preocuparnos de nosotros mismos o de los planetas; pero si no he-
mos aprendido a expresar estos potenciales positivos, nos daremos
cuenta de ello por las consecuencias que nuestro carácter tendrá en
el desarrollo de nuestro destino.
Podríamos pasarnos toda la vida haciendo cartas astrales y no
teniendo tiempo para vivir; por ello, una vez que estudiemos nuestro
propio pasado y aprendamos cómo la Astrología nos ayuda a enten-
der los paralelismos entre la situación planetaria y nuestra
experiencia personal, podremos enfocar nuestras vidas con un cre-
cimiento que nos garantice que no volveremos a repetir aquellas
situaciones desagradables e incómodas. Recordad que los planetas
no tienen el poder, pero son un espejo que nos muestra lo que está
sucediendo en nuestro interior, nos enseñan nuestros pensamientos,
actitudes y acciones más conscientes, y son éstas las que tienen el
poder.
Al reconocerlas y entenderlas a través del instrumento de la

102
Astrología nos realizaremos en una mayor consciencia y una
constante transformación.
«Las progresiones tratan con las transformaciones del ritmo del
ser en sí mismo, mientras que los tránsitos se refieren al impacto que
tiene el entorno sobre el ser como una totalidad.»
«Las progresiones muestran cómo la entera estructura natal se
desenvuelve por sí misma, de acuerdo con la necesidad individual y
el ritmo de desarrollo, para que lo que al nacer es una identidad
abstracta arquetípica pueda convertirse progresivamente en una
persona completamente realizada e integrada.» (Alexander Ruperti.)

PLANETAS EN RETROCESO

Es importante notar la diferencia que existe entre los planetas en


retroceso y los que no lo están, pues en un sentido para
configuraciones muy drásticas, difíciles o incluso peligrosas fa-
vorece que esté en retroceso alguno de los planetas envueltos, ya
que entonces, en lugar de ocurrir algo de forma accional, sucede de
forma psicológica, con connotaciones kármicas. Por ejemplo, una
persona que tiene el Sol en la casa 5ª, en oposición a Saturno
directo, indudablemente cortará la posibilidad de tener hijos por las
razones que los signos indiquen; sin embargo, si Saturno está en
retroceso, habrá hijos, pero con circunstanciasy lecciones kármicas.
Es conveniente observar si la mayoría de los planetas
generacionales en retroceso están situados por encima o por debajo
del Horizonte. Si están por encima son los recuerdos kármicos que
se vivieron a través de experiencias colectivas, y esto puede originar
un crecimiento individual para aplicar tales conocimientos de forma
colectiva. Si están por debajo del Horizonte indica que el
crecimiento personal y los conocimientos individuales del pasado
deben aplicarse ahora para poder ser expresados exteriormente,
aunque puede que se produzca cierta inhibición al aplicarlos
colectivamente.

103
PLANETAS EN RETROCESO Y PROGRESIONES

Cuando los planetas en retroceso se ponen directos, y cuando


los directos se ponen en retroceso por progresión, están marcando
años importantes que debemos tener en consideración. Se miran las
efemérides contando los días después del día de nacimiento, que
equivalen a años progresados, para ver si los planetas en retroceso
siguen en retroceso. El día marcado con una D indica si está directo;
el día marcado con una R, si entra en retroceso. Si una persona tiene
Mercurio, Venus o Marte en retroceso es probable que en algún
momento de su vida se pongan directos; sin embargo, los planetas
superiores pueden continuar en retroceso toda la vida.
De la misma forma que la fase estacionaria para algunos plane-
tas puede durar varios días, un planeta estacionario progresado
también puede estarlo por varios años.
Citando un planeta que natalmente está en retroceso se vuelve
directo por progresión en un año determinado quiere decir que ha
alcanzado un punto clave en su patrón de crecimiento interno. Este
año en particular marcaría un cambio significativo en la atención
que se pone en la naturaleza del planeta en cuestión. Puede signifi-
car simbólicamente que ha completado la preparación interna de
asimilar más profundamente el significado del planeta, signo y casa;
que de alguna manera ha resuelto el problema que aún le influía del
pasado, y ya puede relacionar de alguna forma más directa el pasado
con el presente. A hora debe centrar su atención en el mundo objeti-
vo y comenzar a utilizar las energías de ese planeta para influir a
signos exteriores. A hora puede movilizar sus energías hacia fuera,
desde su propio centro, y crear un mayor impacto en su entorno.
Sobre todo si se trata de un planeta superior, pues finalmente habrá
podido entender de manera profunda por qué su generación está
haciendo lo que hace, y puede trazar un camino con una perspectiva
más amplia y profunda, entendiéndola en relación con otros tiempos
remotos.
Cualquier planeta que se hace directo por progresión hará que la
persona muestre una gran profundidad de entendimiento concer-
niente a ese planeta, aunque puede que aplique sus principios de

104
forma extraña y con incertidumbre durante los próximos años pro-
gresados, pues no ha estado condicionado desde el nacimiento a
funcionar abiertamente en la dirección que ahora se le presenta. Para
algunas personas esta condición se asemeja al alivio alcanzado tras
un estado de confinamiento, y revisará constantemente en sus pen-
samientos temas que finalmente ahora puede expresar libremente en
su mundo.
Una persona con muchos planetas en retroceso, o al menos con
alguno personal en retroceso, tiene mucha actividad mental en su
cabeza, los pensamientos se repiten constantemente y revuelve todo
inconscientemente como tratando de relacionarlo con algo que ya
conoce o que le es familiar.
Por lo general, son personas con muchos pensamientos o con
bastante intranquilidad mental; por tanto, el que se pongan en mo-
ción directa significa que ya no tienen que darle tantas vueltas en su
cabeza a lo indicado por el planeta, sino que ya pueden actuar con
ese planeta de forma más espontánea y directa.
Cuando finalmente por progresión el planeta llega a sobrepasar
el grado en que se encuentra natalmente, significa que ha alcanzado
su punto más alto y puede considerarse resuelto el problema kármi-
co que este planeta indicaba, pudiendo ya desarrollarlo en toda su
capacidad y profundidad en el mundo exterior.
Esto es muy importante, porque en el caso de planetas interiores
personales, que suelen ser bastante duros para poder expresar su
talento intelectual (Mercurio), o tener grandes problemas sentimen-
tales por no saber expresar sus sentimientos (Venus), o tener una
frustración o desconfianza profunda en nuestro modo de actuar en el
mundo (Marte), esto es un alivio enorme y significa haber concluido
una deuda kármica importante.
Es muy interesante relacionar los hechos que ocurren durante
esos años con las grandes soluciones de carácter kármico.
Cuando son los planetas superiores los que se ponen directos,
indican también que finalmente se ha recogido una sabiduría del
pasado kármico y se puede utilizar en el presente. Ello favorece los
conocimientos de esta persona sobre temas generacionales y sobre
responsabilidades en la dirección y guía de su generación, para que

105
ésta pueda expresar sus talentos de forma más beneficiosa, y enten-
diendo realmente el porqué y su significado en la sociedad y
evolución humanas.
Cuando un planeta que está natalmente directo se vuelve en re-
troceso por progresiones en un año determinado, también esta
persona atraviesa un punto clave en su desarrollo. Esto puede ser
bastante difícil para algunas personas que ahora se ven forzadas a
interiorizarse después de haber estado condicionadas desde el na-
cimiento a funcionar en la superficie mundana de la vida. Se
mostrará como una crisis para aquellos que nunca han considerado
las urgencias de ese planeta de forma introspectiva. Tienden a sen-
tirlo de forma muy profunda porque ahora las energías les están
dirigiendo hacia su centro personal y retirándoles de los intereses
normales exteriores. Las cosas parecen llegar a una revolución psi-
cológica que puede ser muy intensa. Indica un periodo en el que
cabe profundizar y enriquecer su consciencia de los principios indi-
cados por el planeta, signo y casa. Puede comenzar a entrar en
contacto con recursos internos latentes que no surgieron an-
teriormente; es decir, talentos y potenciales no estimulados antes de
este momento. No era consciente de estos recursos hasta ahora, y
esto sugiere que lentamente está entrando en un contacto más direc-
to con su inconsciente. Puede incluso introducirse en niveles
kármicos o de otras vidas que se mantenían lejos de su carácter bá-
sico antes de este momento. Todo aquello que estaba enterrado en
su psique puede ahora ser confrontado de manera subjetiva.
También pueden relacionarse los hechos, circunstancias, suce-
sos o personas que se conozcan en ese momento con repeticiones
kármicas o con cosas que había que volver a repetir de un pasado
kármico para resolverlas ahora. Cuando ese planeta al retroceder
cruce por progresión el grado en que se encontraba natalmente mar-
cará un periodo culminante y en ese momento podrá tener profundas
visiones relacionadas con los principios del planeta que puede que le
ayuden a realterar su acercamiento completo a los asuntos indicados
en ese planeta. Puede adoptar una actitud más profunda y espiritual
en ese área de la vida. Generalmente hace que se actúe de forma
radicalmente diferente a como se había actuado con ese planeta an-

106
teriormente.
No es de extrañar que cuando a veces y en un mismo año dos
planetas se ponen en retroceso por progresión, esta dinámica
descrita sea entonces más acentuada, pudiendo ser también que uno
se ponga directo y el otro en retroceso. Este determinado año
progresado debe ser estudiado y observado, ya que el individuo debe
sentirse a menudo en un flujo de cambios dentro de sí mismo,
pudiendo mostrar un comportamiento contradictorio muy especial u
original.

LOS TRANSITOS

Llamamos tránsitos al movimiento de todos los planetas desde


el momento de nuestro nacimiento y a las posiciones natales a las
que estos ciclos llegan a impactar o desafiar al cruzar posiciones
existentes en nuestra carta natal. Los tránsitos se miran en las efe-
mérides, que nos indican las posiciones planetarias actuales y
marcan las tendencias generales de nuestro entorno a través de los
distintos signos del Zodíaco que recorren todos los planetas. La du-
ración del tránsito es variable, ya que depende de la velocidad del
planeta en su recorrido alrededor del Sol.
Como ya hemos explicado antes, las progresiones y direcciones
tratan del desarrollo interno de la entidad personal, mientras que los
tránsitos se refieren esencialmente al impacto exterior de la sociedad
y del Cosmos sobre la persona. Ninguno debe ser considerado por sí
solo, pues reaccionamos a los tránsitos al igual que reaccionamos a
las progresiones. Aunque hay muchos astrólogos que sólo se fijan
en los tránsitos, es importantísimo ver a través de las progresiones y
direcciones cómo va a impactar internamente aquello que las
circunstancias exteriores provocan, y saber así qué predispuestos
estamos a cambiar esa estructura básica hacia un desarrollo de
mayor madurez, mostrado en un individuo integrado en sí mismo y


La interpretación completa de los tránsitos la encontraréis en el tomo III de
Astrología kármica básica.

107
en la Humanidad.
Aunque somos libres de cambiar el potencial de existencia de
nuestra carta natal, y también de decidir qué es lo que haremos con
ese potencial, esto sólo sería posible si viviéramos sin interferencias;
pero vivimos con otras personas y en un entorno natural rodeado de
muchos otros tipos de vidas. Por ello, este potencial depende
también de lo colectivo, planetario, racial, social, cultural y familiar,
que constantemente nos presiona para que consideremos el efecto de
nuestro potencial individual en el entorno colectivo. Son desafíos
para que no sólo nos enteremos dentro de nosotros mismos, sino
también en el entorno y la Humanidad, como un organismo
completo holonómico. Todas estas presiones del exterior se miden
con los ciclos de los tránsitos, que nos muestran cómo la mente
consciente puede ser desarrollada al experimentar una multitud de
impactos y relaciones, que vibran por unos instantes en consonancia
sincrónica, al unísono, para atraerse o rechazarse. La
autorrealización y actualización debe ser un proceso consciente, y
sólo la podemos alcanzar a través de la utilización consciente de las
confrontaciones reveladas por los tránsitos planetarios. Esas
confrontaciones también producen gran cantidad de tensiones,
miedos, inhibiciones, ambiciones y deseos, que tratan de desviar al
individuo y hacerle realizar cosas que no están en consonancia con
su carácter. A veces, las confrontaciones producen placer, felicidad
y exaltación, y otras veces desconcierto, depresión y amargura; pero
todo esto debe fortalecer nuestra naturaleza esencial y básica,
aunque a veces también desintegra la personalidad básica e
individual, convirtiéndola en una marioneta de todos los impactos
exteriores. Para ello tenemos nuestra propia defensa de ritmos
internos marcados por las progresiones y direcciones.
La esencia arquetípica del ser mostrada en el potencial al nacer
es un factor permanente en cada individuo, es la forma-semilla de su
ser y su destino. Todo lo que rodea a ese individuo durante su vida y
es descrito a través de los tránsitos tiende a cambiar la cualidad de
su ser esencial: día a día será desafiada su integridad y será alejado
de su esencia, cualidad elemental de su ser, pues la verá tomar
forma a través de todo aquello que le ocurre en el exterior, que le va

108
enseñando lo que significa su potencial ante la vida humana. Poco a
poco van haciendo que el karma se desarrolle a través de todas las
reacciones a cada ocasión. El hombre necesita obtener reacciones a
sus acciones para poder aprender; por eso el karma está allí y se va
desenvolviendo a través de las progresiones y también de los
tránsitos, sobre todo los de Saturno y Plutón. Esto ocurrirá hasta que
aprendamos a vivir enteramente en un «Ahora», con la mente
entregada a lo que su cuerpo esté realizando en el momento, pues
con los pensamientos atraemos el karma. Por ello los tránsitos nos
pueden hacer más conscientes en cuanto a la atracción del karma y
su creación. Aunque el hombre es libre de reaccionar e influir en su
destino, éste no está determinado. En cada nueva situación el
hombre puede responder sin una forma predestinada, pues puede
escoger también en una variedad de formas de reacción, y ahí radica
su libertad: puede aprender más de cada situación y crisis, o puede
forzar las cosas para no aprender ahora y dejarlo para más tarde en
otra situación similar, o queriendo llegar a ese aprendizaje de forma
más íntima y reconocible.
Constantemente, el Universo, a través de las presiones
atmosféricas, polvo cósmico, gravedad, etc., y la Humanidad en
general, a través de las personas que se cruzan y forman parte de su
vida, como las películas, anuncios y lecturas que se integran en su
vida y experiencias, bombardean al individuo, que hace de sus
sentidos un campo electromagnético. Si consigue resistir a estos
impactos moldeándose a sí mismo, cambiando sólo lo necesario
para continuar manteniendo su individualidad, y viviendo dentro de
su entorno sin permitir que éste le ahogue o le esclavice; si se
amolda sencillamente a ciertos cambios y encuentra soluciones que
le enriquezcan, entonces podrá sobrevivir y llegar a convertirse en
un ser adulto con una madurez espiritual. Como bien dice el Tao,
«el vencedor es el que sabe vencer y mantener la flexibilidad al
enfrentarse a todas las situaciones de rigidez de la vida».
Ninguno conoce su propia capacidad de valentía, de resistencia,
y mucho menos la de los demás. A veces, los demás nos pueden
ayudar a llevar nuestras cargas, pero es simplemente una ayuda: no
pueden tomar soluciones por nosotros. De todos modos, muchas

109
veces aparecen incidentes o accidentes que pueden ser evitados
gracias a la interacción de otra persona, aunque demasiada ayuda
puede ser también perjudicial para la persona ayudada, pues pierde
su propia habilidad de ayudarse a sí misma. Cada uno debe aprender
a superar las pruebas por sí mismo. La carta natal individual
muestra: que cada uno puede encontrar soluciones a sus problemas,
pues los conflictos llevan inherente su propia solución, y éstos
existen para que aprendamos a madurar espiritualmente; sólo
nuestra falta de integridad y flexibilidad hará que nos atasquemos en
este proceso de madurez, originando así conflictos cada vez
mayores.
Los factores que componen nuestra vida son tantos y tan
complicados, que su predicción sólo por los tránsitos es
prácticamente imposible. El hombre tiene que ser atacado por el ex-
terior (tránsitos) en un momento en que está débil interiormente
(progresiones) para que su resistencia se doblegue en contra de la
presión de la sociedad y el Universo, dando lugar a la real
transformación del individuo. No es necesario que siga las
tendencias generales indicadas por los tránsitos, a no ser que alguna
necesidad individual revelada en las progresiones le sirva de ayuda.
Así, el individuo puede cambiar su vida conscientemente en
cualquier momento, como resultado de una decisión motivada por la
sociedad. Los factores individuales y colectivos están siempre en
interacción y relacionándose. Por todo esto, debemos tener en
cuenta tanto las progresiones-direcciones como los tránsitos.
Observaremos que las progresiones-direcciones coinciden más con
personas muy introvertidas, y los tránsitos nos hablan más de
personas extrovertidas. La cultura occidental tiende más a la
extraversión, pero el hombre plenamente integrado debe ser igual de
fuerte en su vida interior que en sus resultados exteriores.
La carta natal es un mapa que registra todos los impactos
planetarios a lo largo de toda la vida. Marca los puntos sensibles que
se corresponden con las posiciones planetarias al nacer, y ciertas
tendencias generales indicadas por la posición presente de los
planetas producen una reorientación de esos centros sensibles o
energías vitales del momento de nacimiento. Si los estudiáramos

110
aisladamente de la totalidad de los tránsitos que tienen lugar en ese
momento, no nos darían la realidad del ser. La dificultad está en
poder verlos todos integrados coherentemente para que se
produzcan ciertas experiencias determinadas, del mismo modo que
no podemos aislarnos del Universo, sino que respondemos a él de
alguna forma. La tarea del astrólogo humanístico y kármico es
enseñar a la persona cómo puede responder a estos tránsitos de
manera individual, sin perder su identidad esencial, ayudando al
crecimiento, y no siguiendo pasivamente las tendencias colectivas
de un tránsito en ese momento, sino encontrando los recursos
creativos con sus compañeros, la sociedad y el Universo. Es
importante encontrar, a través de la Astrología, los recursos crea-
tivos y las soluciones en lugar de las predicciones y sucesos
concretos que nublan nuestro propio potencial de superación. Es
muy diferente estar conscientemente preparado a enfrentarse a una
dificultad que estar predeterminado. Por ello, el astrólogo debe guiar
e indicar con suavidad de qué nos habla la crisis que viene y el
provecho que podemos sacar de ella.
El astrólogo debe tener en cuenta lo que está sucediendo dentro
del individuo (progresiones) para poder medir su respuesta interna,
tan importante como el suceso externo (tránsitos). Aunque para los
individuos bien integrados las progresiones serían más significativas
que los tránsitos, en este libro vamos a desarrollar más esa maraña
de posibilidades externas indicadas por los tránsitos, abandonando
un poco la interpretación de las progresiones, pues éstas pueden
interpretarse por sí mismas al tener una clara visión del potencial
indicado en la interpretación de la carta natal. No por ello conside-
ramos que los tránsitos sean más importantes, pero creemos que las
progresiones se interpretan por sí solas al conocer en profundidad
nuestra carta natal. Y además, al estar en perfecto control de nuestro
mundo interior, podremos también preparamos más adecuadamente
para enfrentamos con las consecuencias que todo ello tiene en el
exterior.
La predicción exacta no es importante; sólo el desarrollo dentro
de nosotros mismos de una actitud conscientemente creativa, valien-
te y positiva. Debemos para ello recurrir de nuevo a la interpretación

111
de nuestra carta natal y de sus ritmos internos (progresiones-
direcciones), para no asimilar solamente la experiencia, sino para
que también nos ayude a madurar espiritualmente y a superamos.
Cualquiera que sea la crisis, debe ser entendida como una fase nece-
saria a nuestro crecimiento, y como a menudo no podemos
cambiarla, lo que importa es el significado que hemos dado a esa
experiencia. La única y verdadera libertad se encuentra en la habili-
dad que tenemos para escoger el significado de fracaso, frustración
y desintegración. Somos nosotros los responsables de los resultados,
no los planetas; éstos sólo crean situaciones que nos confrontan para
que aprendamos más de la vida. Por eso, la Astrología debe ser uti-
lizada como un instrumento que nos muestra la totalidad planetaria,
sin preocupamos por un tránsito en particular, sino de todos dentro
del contexto integrado, y mostrándonos las infinitas posibilidades
que existen, debemos utilizarla para obtener una mejor perspectiva
psicológica de nuestra vida y su significado en el orden y plan holís-
tico.
El movimiento de los planetas en el presente está relacionado
con el pasado y el futuro. Según el modelo que revela cómo es una
persona potencialmente, cualquier modificación de ese modelo será
una distorsión de su ser esencial. Por ello los planetas nunca están
igual que cuando nacimos, y estamos en constante distorsión de
nuestro potencial esencial. Así, es necesario que retornemos a la
carta natal, intentando por todos los medios mantener algo de ese
potencial, y esto ocurre cuando cada planeta, después de haber
recorrido todo el Zodíaco, vuelve otra vez a su posición natal. Cada
retorno de cada planeta en tránsito simboliza un nuevo comienzo de
acuerdo a la naturaleza del planeta, confirmándonos su esencial
vitalidad individual. Cada ser humano muestra su proceso de
crecimiento en las diferentes etapas de cada trayectoria cíclica.
Por eso, cuando un planeta transitando conjunta su posición na-
tal recibimos un impacto renovado del mismo tipo de energía vital,
y después, cuando cuadra a la natal, comienza a imponer su fuerza
luchando con las tendencias generales del entorno, llegándose a ver
los resultados cuando ese planeta está a 180° exactos de su posición
natal, y comenzando a rendirse, a aceptar las consecuencias buenas

112
o malas, que ya están con mayor medida fuera de nuestro control, y
reajustarse más con el entorno cuando llega al próximo cuadrante, a
270° de su posición natal. Aquí vamos a desarrollar un modelo cí-
clico genérico que sirva para todos los planetas transitando, desde
los mismos planetas retornando a su posición natal, hasta todos los
planetas que afectan a otros desde que los conjuntaron hasta que los
oponen y los vuelven a conjuntar.
Cuando conjuntan es el comienzo del ciclo, (como la Luna nue-
va); cuando llegan a 90° es el cuadrante creciente, cuando opone a
la posición natal a 180° (Luna llena), y a los 270° es el cuadrante
menguante. Es decir, que al desarrollar esta teoría es muy diferente
decir que Saturno está cuadrando al Sol desde el cuadrante creciente
que desde el cuadrante menguante, el cual nos obliga a un mayor
compromiso con el entorno.
Es importante que toméis el modelo genérico cíclico en cuenta
para interpretar más adecuadamente los impactos de los tránsitos y
observar también desde qué signo está desafiando ese planeta al otro
al transitar. El tránsito está provocando al individuo para que
reaccione y aprenda a comprometerse con ambos signos, e
integrarlos a la vez.
Por ejemplo, cuando Saturno está en Libra las tendencias gene-
rales de compartir, equilibrar, etc., ayudan al individuo con el Sol en
Libra a realizarse mejor, comenzando un ciclo con fe renovada en el
equilibrio humano; pero cuando Saturno está en Capricornio ha-
ciéndole cuadrante creciente, las tendencias generales le imponen
que lleve a cabo una nueva vitalidad cooperativa efectiva con todas
sus relaciones exteriores y profesionales de forma responsable. Pero
cuando Saturno, catorce años después de haber conjuntado al Sol, se
encuentra en Aries, contrasta el egoísmo del mundo y el suyo propio
con su deseo de armonía y equilibrio en la entrega a los demás, pero
continúa luchando con su entorno para poder realizarse plenamente.
Cuando al cabo de veintiún años Saturno llega a Cáncer y entra en el
cuadrante menguante, ve la necesidad de protegerse para no perder
su propio equilibrio en la relación con los demás, y pide al individuo
que aprenda a discernir con quién puede compartir haciéndole sentir
con quién es emocionalmente compatible, y así consolidar su posi-

113
ción sin perderse en relaciones que no serían aceptables. Por ser
menguante recibe cariño y seguridad, según se lo merece por lo rea-
lizado anteriormente.
Cada planeta tiene su propio ritmo desde que llega a cada
cuadrante; por ejemplo, Saturno tarda siete años; Júpiter, tres años, y
el Sol, tres meses.
Estos ciclos se utilizan también para cuando un planeta conjunta
su propia posición natal y nos muestra cómo se va desarrollando,
creciendo o desintegrándose en el resto de los signos zodiacales o
posiciones planetarias. Por eso al observar los tránsitos de todos los
planetas en cualquier momento determinado y en relación con todos
los planetas en su posición natal, veremos cómo estamos creciendo
con unos y menguando con otros. Esto hace que la síntesis de todos
los planetas transitando sea aún más difícil que la síntesis de la carta
natal, pues al menos los nódulos y la Parte de Fortuna nos ayudan
enormemente en la realización de esta síntesis. Tenemos nuestras
experiencias del pasado y nuestro conocimiento de cómo cada
tránsito ha funcionado en el pasado para intentar adaptar con mayor
exactitud el significado que estos tránsitos conllevan, y como
ningún momento es igual a otro, ninguna situación planetaria ocurre
al mismo tiempo que otra, haciendo que el resultado global de los
tránsitos sea una maraña de posibilidades inmensa. Por todo esto,
debemos siempre tener en cuenta la trayectoria de nuestros nódulos,
y especialmente al nódulo Norte como punto al que finalmente
apuntarán todas nuestras experiencias, para poder llegar a una
síntesis general de tránsitos que nos ayude a determinar el
significado y aprendizaje individual de cada experiencia
globalizada. La síntesis de este estudio de progresiones y tránsitos la
vamos a realizar a través de la Parte de Fortuna, pues en el «Ahora»
descrito en la Parte de Fortuna no existe el karma y creamos un
karma positivo. No debemos olvidar que el potencial de cualquier
tránsito presente está condicionado por lo que ocurrió en el ciclo an-
terior. Todo es consecuente y mueve igual el pasado-presente-
futuro. El ciclo pasado ya vivido debe analizarse antes de entender
la situación presente que está originando la futura.
La base de la interpretación de todos estos ciclos transitando es-

114
tá indicada en el factor de la edad, que nos da unas reglas generales
a las que todo ser humano responde durante sus fases de crecimien-
to.
La Astrología presenta una categoría de posibilidades entre las
que la persona puede escoger, y no dicta sucesos inevitables, ante
los que la persona no tendría ningún poder. La Astrología revela
posibilidades, no certidumbres, y nos debería ayudar a tomar deci-
siones internas al elegir lo que queremos ser entre lo que po-
tencialmente podríamos ser.
Podríamos decir que los tránsitos nos muestran nuestro tiempo y
cómo nos sincronizamos con el exterior. Podemos observar los
periodos normales de crisis como nuestras propias crisis, y entonces
trabajar mejor con ellas observando los tránsitos.
Los tránsitos nos dirán cuánto tiempo va a durar la presión y nos
permitirán comprender lo que estamos aprendiendo sobre nosotros
mismos para que podamos comenzar a utilizar esa energía positiva y
constructivamente. Algunos tránsitos marcan periodos de cambio
biológicos, como podrían ser los de la adolescencia o la
menopausia. Por ello, un mismo tránsito significa algo diferente
para una persona madura que para un niño, sobre todo porque la
persona madura ya ha podido tener varias veces el mismo tipo de
tránsito, aunque acompañado de otros diferentes. De todos modos,
ello recalca la importancia del Factor de la Edad.
Los tránsitos tienen valor sólo si comprendemos cuáles son los
periodos de crisis y nuestra propia transformación. Aunque resulta
complicado sintetizarlos todos, podríamos explicarlos de forma sen-
cilla, pues el Zodíaco está dividido en condiciones y elementos, y
siempre que un planeta transitado esté en un mismo elemento que el
que transita favorecerá la expresión del primero. Y siempre que esté
en la misma condición dificultará su expresión, pues le hace com-
prometerse con otro elemento. También cada vez que un planeta
transita a Mercurio, por ejemplo, hará que éste se exprese con sus
características básicas, pues activará sus principios; solamente el


La interpretación completa de los ciclos de las edades está en el tomo III de
Astrología kármica básica.

115
fluido energético estará ligeramente afectado por la influencia del
planeta transitando. Todos los tránsitos de los cinco planetas supe-
riores (Júpiter, Saturno, Urano, Neptuno y Plutón) presionan al
inconsciente para provocar el cambio, la transformación o el dejarse
llevar, y sobre todo nos hace más atentos a lo que está ocurriendo a
nuestro alrededor.
Es también sorprendente observar cómo afecta a una persona
con un planeta en retroceso el que este planeta se vuelva a poner en
retroceso, aunque por tránsito no afecte nada a su carta natal, pues
se suelen sentir más a gusto y a tono con su entorno, como
ayudándole a conectar más profundamente consigo mismo. De todas
formas, los elementos en que Mercurio esté en retroceso por tránsito
suelen originar falta de comunicación y no son muy favorables para
concretar negocios del tipo que sean. Y sobre todo para las personas
que ya tienen Mercurio en retroceso natalmente.
Una forma sencilla de reconocer los momentos críticos de
nuestra vida es observar en nuestra carta natal las configuraciones,
cuadraturas, oposiciones, etc.; los conflictos más fuertes que
tenemos que resolver se verán observando en qué condiciones están,
pues normalmente no existen conflictos en las tres condiciones, sino
seguramente en dos; por ejemplo, en signos cardinales y fijos. Si
entonces miramos en las efemérides cuándo Saturno y Plutón es-
tarán en signos cardinales y fijos, sabremos cuáles serán los años
críticos, observando sobre todo el tránsito de Saturno, pues Plutón
es demasiado lento y habría que mirar los grados, pero Saturno está
alrededor de dos años y medio o tres en cada signo zodiacal; por
tanto, la persona que tiene dificultades con signos fijos y cardinales,
cuando Saturno entre en Libra (cardinal) estará en conflicto, y
cuando entre en Escorpio (fijo) también; por tanto, estarán en crisis
durante unos cinco años, y después descansarán durante tres años
cuando transita los signos mutables.

116
CICLOS GENERICOS de los PLANETAS

117
Otro ejemplo sería el de una persona que tiene conflictos en sig-
nos cardinales y en signos mutables; tendría conflictos primero con
los mutables y después con los cardinales. Sin embargo, hay perso-
nas que sólo tienen conflictos en signos de una sola condición, lo
cual les pondría en crisis mayores durante unos tres años, y después
descansarían durante unos seis años. Trataremos con más deteni-
miento las configuraciones en la interpretación natal en otro capí-
tulo, y podremos entender mejor cómo pueden éstas ser afectadas
por los tránsitos.
También hay que tener en cuenta que todo ser humano es una
unidad, y cualquier tránsito activa a la vez toda la unidad completa;
por ello no tendremos una visión objetiva de los tránsitos sí todavía
no hemos logrado sintetizar la carta natal.
Algunas personas son conscientes de su propia evolución e
intuyen sin necesidad de la Astrología cuándo se avecina una crisis
o cambio, pero podrían orientarse más conscientemente al conocerlo
más de cerca con la ayuda de la Astrología. Hay otras personas que
se resisten al cambio, y cualquier tránsito les parece desagradable o
les hace sufrir. El sufrimiento viene de un proceso de ajustamiento a
una exigencia mayor, y para la persona madura y consciente será
sólo el efecto de un fortalecimiento, curación y crecimiento
espiritual. Por eso es muy importante que no consideremos los trán-
sitos como sucesos aislados que no podemos controlar, sino como
parte de un proceso psicológico integral en el que estamos
participando, y si ponemos nuestra atención en las predicciones
desviaremos la atención de lo que realmente está ocurriendo y de lo
que tiene lugar internamente. Hay una necesidad de cambiar las
circunstancias externas que nos ayudarán a efectuar el cambio si
somos conscientes de ello, o nos obligarán a hacerlo, produciendo
más sufrimiento si nos resistimos a cambiar. Si en un tránsito
determinado logramos escapar del cambio, tendremos luego que
enfrentarnos de nuevo a él con más frustración porque no enten-
demos por qué es así. Podemos percibir algunos tránsitos incluso
10° antes de que lleguen a la conjunción exacta, que será la
culminación del hecho en concreto, y la tensión va disminuyendo
considerablemente al pasar la conjunción exacta, aunque los efectos

118
y la asimilación continúen todavía durante algún tiempo.
Los tránsitos también nos muestran cómo el karma es aliviado,
aunque no necesariamente qué es lo que nos quitamos de encima.
Los tránsitos, por ello, también tratan con karma, aunque no
sabemos exactamente si lo estamos creando o aliviando, si estamos
plantando semillas o cosechando karma. Los tránsitos nos
confrontan con los resultados de las acciones y pensamientos
pasados. Y deberíamos pensar que estamos creando karma si
ponemos un cierto grado de atención en ello cuando la situación lo
pide. Pero si nuestros mejores esfuerzos no sirven para prevenir
ciertos problemas, estamos quizá pagando algún karma del pasado.
Si analizamos los sucesos en nuestra vida no podremos decir si
están comenzando o terminando, pues pueden serla culminación de
un proceso o el catalizador que comienza uno nuevo.
Respecto al karma y los planetas, Saturno y Plutón son los que
producen tiempos de cosecha y nos confrontan con los resultados de
las acciones pasadas; Júpiter y Urano están más relacionados con el
momento de plantar semillas de karma; Júpiter, por su sentido
profético, se orienta hacia el futuro, y Urano presenta semillas
completamente diferentes de evolución futura. Son tiempos de ver
los comienzos y el futuro de forma intuitiva y profética, pues reve-
lan oportunidades para futuros desarrollos. Es como si un planeta en
particular estuviera dialogando con nosotros y nos proveyese de una
información específica que nos será útil inmediatamente. Si
sabemos estar en contacto con nosotros mismos, sentiremos la
necesidad interna de confrontarnos, arriesgarnos y dejarnos llevar
por las circunstancias externas, dejando que éstas nos transformen al
escoger las oportunidades que estos tránsitos nos brindan. En-
contraremos otra información sobre el karma y los planetas cuando
cualquier signo zodiacal esté en una configuración planetaria
conflictiva y envuelva a Saturno y a Plutón, y siempre que los
tránsitos aspecten a esa configuración estaremos tratando con karma
del pasado. También cuando los tránsitos están en casas intercep-
tadas o relacionadas con configuraciones como las que hemos
indicado anteriormente nos encontraremos con karma. Nos vemos
confrontados con viejos modelos de comportamiento, pero éstos

119
ahora resultan inadecuados a las experiencias presentes y los
tránsitos nos ayudarán a ver comportamientos diferentes para
superar el karma. Un tránsito por una casa con un signo interceptado
sin planetas en esa experiencia puede hacer que no lo aprovechemos
si nos está dando oportunidades o que no entendamos las
dificultades o cómo hacer ajustes.
Es importante observar dónde están transitando Júpiter y Sa-
turno, pues los otros planetas son muy lentos para comprobar su
movimiento, excepto cuando cambian de casa, pues notarás el cam-
bio porque estabas acostumbrado a la presencia de ese planeta en
esa casa determinada. Si Júpiter y Saturno se encuentran en el he-
misferio Norte, las seis últimas casas producirán una gran actividad
y compromisos exteriores, lo que agradecerá mucho la persona ex-
travertida, pero no tanto la introvertida. Si, por el contrario, se
encuentran transitando el hemisferio Sur, existirá una gran energía
para mejorarse uno mismo y aprender y trabajar sobre nuestro inte-
rior, lo que agradecería la persona introvertida, pero no la
extravertida.
Lo importante es ver la carta como una unidad completa y
percibir cada tránsito como otra totalidad, ambas interaccionándose
y completándose. A medida que los años van pasando nos vamos
haciendo viejos, y tenemos que madurar espiritualmente; al perder
juventud y belleza ganamos en sabiduría y madurez espiritual.
Entonces no podremos decir que ser joven es mejor que ser viejo,
pues una cosa está compensada por otra para que siempre tengamos
lo que necesitemos. Cuando escuchamos a una persona decir:
«¡Cuánto daría por ser joven!», será porque algo ha obstaculizado su
proceso de madurez y no ha aprovechado los tiempos de crisis para
aprender, sintiéndose frustrada y descontenta con sus experiencias.
Por ello, al comprender el sentido de la Astrología, nos damos
cuenta de que siempre está ocurriendo algo, que estamos en un pro-
ceso de evolución y que no podremos descansar. Esto es la vida, y
debemos comprender nuestro proceso de transformación espiritual.
Así, debemos utilizar la Astrología y los tránsitos para poder asimi-
lar nuestro proceso de transformación, por muy duro que sea, y
saber enfrentarnos a las crisis entendiéndolas. Entonces la As-

120
trología habrá culminado su función.
La Astrología es un vehículo para nuestra vida diaria, y es un
instrumento que debemos utilizar para alcanzar las grandes alturas
de nuestra experiencia. A través de nuestra propia investigación
podremos comprender los principios unificadores de la vida y su
profundo significado. Interpretaremos la carta natal como un mapa
divino unido a nuestra propia intuición y experiencia personal. La
carta astral es una unidad viviente de un potencial sagrado, y el pro-
ceso de crecimiento (tránsitos) representa todos los aspectos
unificadores de una consciencia en desarrollo que opera simultánea-
mente y a muchos y muy diferentes niveles.
«El individuo puede buscar la perfección, pero debe sufrir de lo
opuesto de su propia intención para alcanzar su propia totalidad»
(C. G. Jung).
«Si penetras el corazón de algo, con el tiempo encontrarás la
realidad más profunda y la verdad» (Albert Einstein).
LOS TRANSITOS DE LA LUNA. Las Lunas nueva y llena son
significativas como tránsitos menores que duran de uno a tres días.
Al tomar como unidad el Sol y la Luna, esta unión da energía a
cualquier planeta al que estén aspectando, sobre todo al conjuntar u
oponer planetas natales y configuraciones. La Luna activa también
cualquier planeta superior que al transitar esté afectando una
configuración natal, siendo más importante todavía si está reforzada
por el Sol. El Sol y la Luna constituyen una polaridad completa y
una unidad de energía que fluye conjunta. La Luna tarda más o
menos dos o tres días en cruzar cada casa de la carta natal.
El día que realizamos la sesión astrológica de una persona es
muy importante observar qué casa está transitando la Luna, pues
esto nos revelará el deseo inconsciente de la persona para obtener su
interpretación astrológica. En nuestra experiencia hemos visto cómo
sucede esto sin provocarlo intencionadamente, pues este tránsito de
la Luna indicará hacia qué puntos está la persona más sensible en la
sesión, los que sin premeditación recalcaremos con mayor
profundidad e insistencia. La Luna activa las emociones
dependiendo de las casas y signos que transite y entrelazándose con
los planetas natales. Pensamos por experiencia que en el estudio de

121
los tránsitos debemos incluir las Lunas nueva y llena, y también el
cuarto menguante y creciente, aunque estos últimos con menor im-
portancia. La Luna nueva, aunque no haga aspectos cercanos a
ningún planeta, puede energetizar algún campo de experiencia,
aunque lógicamente, a nivel psicológico o accional, estas
experiencias no serán tan importantes como cuando se aspectan
planetas o configuraciones natales. Por ejemplo, si está en la casa 3ª
o 9ª es probable que se viaje durante ese mes, o se aprenda algo
importante. La Luna nueva en la casa 12ª simboliza y marca un
periodo de reflexión sobre el pasado o de confrontación de los
resultados de los pensamientos y deseos anteriores. Estas lunaciones
constituyen una clave para entender el ciclo anual.
La semana anterior al día del cumpleaños es también significa-
tivamente importante, pues es cuando el tránsito del Sol conjunta al
Sol natal, y a veces nos podemos sentir un poco deprimidos, pues
estamos evaluando interiormente el año anterior, y la decisión que
se tome en ese momento dará resultado seis meses después, con la
oposición del Sol transitando al Sol natal.
Debemos reconocerla simplicidad esencial de los tránsitos, pues
la Astrología trata de cuatro energías fundamentales. Los cuatro
elementos y cada principio planetario muestran el punto de enfoque
de ese fluido energético. Los tránsitos, por tanto, estimulan esta
energía para que fluya de forma particular y a un ritmo específico.
Cada planeta estimula de modo diferente; por ejemplo, los cinco
planetas exteriores/superiores provocan al inconsciente y nos ponen
en contacto con la esencia de nuestro ser, presionando a nuestro
inconsciente para empujamos al cambio. Cada persona es una
unidad viviente, y todos los tránsitos de ese código particular
reflejan los cambios internos que está sufriendo. Aunque un tránsito
específico sea enfocado hacia una o dos dimensiones de experiencia
concreta, afectará también a toda la totalidad. Todos los tránsitos
son desafíos y confrontaciones para las que estamos preparados,
aunque a veces no lo creamos conscientemente y no nos demos
cuenta de que es un momento propicio para experimentar esas
determinadas experiencias. Cuando estemos unidos a nuestro
verdadero ser y a nuestro ritmo de crecimiento nos daremos cuenta

122
realmente de que la vida es una experiencia de aprendizaje, y todas
las experiencias son buenas para nosotros.
Cuando tenemos una visión del ser superior, los tránsitos nos
sorprenden menos porque interiormente intuimos la necesidad de
esa transformación. Todos los tránsitos de un planeta en particular a
los planetas natales o a otros puntos importantes de la carta natal son
similares, su vibración específica será especialmente activa en la
vida durante el tiempo en que el tránsito se está efectuando. Muchas
veces sufriremos en estos tránsitos si nos resistimos al cambio. Los
tránsitos no son sucesos aislados sobre los que no tenemos ningún
control, sino que son parte de un proceso integral psicológico y
evolutivo biológico en el que estamos participando.

123
CAPITULO V

LAS CONFIGURACIONES
PLANETARIAS Y LOS
TRANSITOS/PROGRESIONES

Es importante tener una visión clara de los aspectos entrelaza-


dos entre los planetas y las configuraciones que forman para
entender mejor cualquier tránsito, pues un tránsito sobre cualquier
planeta dentro de una configuración planetaria activará todos los
demás planetas que se encuentren en esta configuración. Es im-
portante también seguir el patrón de experiencias, y de ciclos, pues
todo lo que sucede cuando esa configuración fue activada la vez
anterior tiene una relación directa con lo que está sucediendo en este
momento o en el futuro. Para formarse una configuración no cuen-
tan los Nódulos, la Parte de Fortuna, el Descendente ni el Nadir.
Hay también que tomar en cuenta que tanto el Ascendente o el Me-
diocielo no son energías en sí, sino puntos a través de los cuales se
expresan las energías de los planetas; por eso son receptores y exte-
riorizan las tensiones de cualquier configuración.
Las configuraciones que vamos a estudiar son: el Estelium, la
Te, la Gran Cuadratura, el Gran Trino, el Gran Sextil y el Yod. Toda
configuración que se encuentre en las casas cardinales 1ª, 4ª, 7ª y
10ª tiene un mayor impacto en las experiencias básicas del indivi-
duo, y es la más importante, obligándole a cambiar personalmente, y
sobre todo si está formada con aspectos de planetas generacionales.

EL ESTELIUM

Es una gran configuración compuesta por más de tres planetas

125
seguidos, y con un orbe entre ellos de no más de 10º. Puede estar
todo dentro de un mismo signo o entre dos signos consecutivos.
Como ya hemos explicado en nuestro primer tomo, indica personas
muy complejas. Y los aspectos que se hacen al Estelium por otros
planetas pueden tener dos tipos de reacciones contradictorias, pues
un planeta puede cuadrar al Estelium haciendo reaccionar en cadena
a los demás, y a su vez ese mismo planeta puede hacer un sextil al
último planeta del Estelium, que a su vez mete a todos los demás en
una reacción en cadena. Esto hace que por medio de un conflicto
surja un talento o un mismo planeta produzca tensión y alivio a la
vez. Otorga una particular locura, egocentrismo y autosuficiencia.
Es muy importante observar qué planetas están envueltos en el Este-
lium, para darles una correcta interpretación; además, observar
también el signo y casa en que se encuentran.
Los planetas en conjunción se unen en la acción, aunque cuando
están en signos diferentes puede que no estén coordinados. Las con-
junciones dan fuerza y poder, y una carta con pocas conjunciones
mostrará poca fuerza, poco auto vigor y poca determinación. Por el
contrario, una carta con Estelium tiene una actitud poderosa del
«yo» primero, y un interés autodeterminado que puede hacerle muy
difíciles las relaciones. Con estos planetas cuenta con demasiado
vigor y poder y con una exagerada autoconfianza, insistiendo en
hacer las cosas a su manera sin escuchar consejos de nadie. Lo peor
es su limitada perspectiva, pues el Estelium crea unas fuerzas que
salen explosivas hacia el entorno, hacia la acción, sin la considera-
ción de las consecuencias o los resultados que pueden desprenderse
de esta acción. Acentúa los principios del signo y de la casa para
desarrollar una fuerza de carácter que posiblemente le faltará en
otras vidas. Es como si tuviera que desarrollar un particular indivi-
dualismo en el signo y el área donde esté. Es muy típico de la
persona que se hace a sí misma y está un poco fuera de tono en la
sociedad en la que vive.
El Estelium Cardinal. Cuando el individuo toma una determi-
nación de iniciativa puede ser inmensamente dinámico, pero le
faltará perspectiva para ver los resultados de tal comportamiento.
Existe la habilidad para ser líder y dirigirá los demás. La concentra-

126
ción en una sola dirección puede ser inmensa.
El Estelium Fijo. Mucha obstinación en la realización de las
cosas. Fuerza de carácter y de propósito que no se deja desviar. Uti-
lizado positivamente puede dar una inmensa concentración para
remoldear y regenerar al mundo, pero negativamente utilizado mos-
trará a una persona inamovible que consigue mantenerse por encima
de todo, pero sin cambiar: sólo ve lo que quiere ver.
El Estelium Mutable. Particular determinación para entender al
Universo desde su punto de vista. Puede tener una visión individual
del mundo en que vivimos. Tiene más flexibilidad sin perder de
vista sus perspectivas, aunque a veces no ve las de los demás por
tener excesiva concentración, sobre todo en el caso de personas po-
co universales.
Tránsitos al Estelium. Cualquier planeta transitado que con-
junte al Estelium mostrará una constante transformación personal.
Pero al seguir el curso de los demás aspectos transitando parece que
no ocurre nada especial, nada espectacular, pues existirán aspectos
contradictorios del mismo tránsito, sobre todo si el Estelium es lo
suficientemente grande y amplio. Es muy importante observar lo
que ocurre desde que el planeta conjunta al Estelium hasta que lo
opone. La oposición por tránsito es la que obliga realmente al Este-
lium a confrontar opiniones y puntos de vista diferentes. Y si con
estos tránsitos se consigue obtener una mayor perspectiva habremos
conseguido salir de nuestro egocentrismo y autosuficiencia. Esto es
muy importante y necesario para compartir nuestra visión particular
y contribuir con nuestro particular individualismo en el mundo en
que vivimos. La Luna nueva y la Luna llena en el signo del Estelium
son muy importantes para observar y comprobar la fuerza provoca-
dora que genera esta configuración. Las direcciones y progresiones
hacen que los cambios psicológicos más importantes de nuestra es-
tructura interna se hayan dado antes de la adolescencia, y es muy
importante memorizar de qué se trataron para comprender el dina-
mismo progresivo del Estelium durante la mayor parte de nuestra
vida.

127
LA TE

La Te se encuentra en la mayoría de las cartas de las personas


que han realizado algo importante en su vida y han aprendido a su-
perar obstáculos formidables en el dominio de la misma. La
podemos encontrar en un porcentaje bastante elevado de cartas. Está
compuesta por planetas colocados en tres signos de una misma con-
dición. La oposición planetaria, a su vez, tiene otro planeta o
planetas en cuadratura, que llamamos Apex. Es una configuración
muy dinámica; existe una mayor dificultad en integrar la oposición,
ya que el planeta Apex causa constantemente desarmonía, tensión y
bloqueo separando más y no dejando que se integre la oposición. El
signo y la casa donde se encuentra el Apex son los puntos donde se
concentra más la tensión y pone en conflicto a los otros planetas,
provocando que se separen más. El signo y casa opuestos al Apex
tienen un papel muy importante: son como un arco y una flecha que
se lanza a ese otro lado, donde no hay ningún planeta; esto nos
muestra cómo el dinamismo friccional de la Te puede equilibrarse, y
desde el signo sin planeta podremos obtener una visión ideal para
resolver este patrón complicado. La oposición sugiere la necesidad
de desarrollar una mayor objetividad y consideración por los dere-
chos de los demás, y el Apex intensifica estos asuntos, bloqueando
al individuo y haciendo que se comporte a la defensiva, haciendo a
la oposición más negativa. La tensión es continua y el desequilibrio
origina una agitación constante; pero esta fricción causa un dina-
mismo enorme y una energía que si la utilizamos correctamente
puede ser muy provocativa para confrontar y superar obstáculos y
dar un sentido de dirección y propósito para superar situaciones no
resueltas. A la vez, este planeta que cuadra el Apex puede jugar el
papel de mediador para la oposición, y debidamente utilizado con la
perspectiva del signo y casa que no tiene planeta puede ayudar a
prevenir y hacer que los tres planetas puedan resolver el problema
en su actuación. Esta configuración da al individuo una moviliza-
ción de energías dinámicas y un vigor que no podemos encontrar en
ninguna otra configuración. Puede equilibrarse a sí misma cuando
vemos la síntesis de las casas con los signos, pues, por ejemplo,

128
puede estar en signos fijos y casas mutables o al revés, o la combi-
nación de cardinal-fijo. Aunque hay que tomar en cuenta la
diferencia que existe entre el signo, que es cómo se realiza la acción,
y la casa, que es dónde se realiza.
La Te Cardinal. Es un dinamismo que da una aceleración de
crecimiento y una abundancia de energía y vitalidad dirigida a los
objetivos inmediatos. Tiene un extrovertido vigor y una valentía
directísima, pero le falta llevar a cabo todo lo que emprende. Tendrá
que enfrentarse directamente a muchas confrontaciones para meterse
en ellas de cabeza. Estas personas pueden estar en continuas crisis
circunstanciales, queriendo hacer demasiado y muy rápidamente.
Hay que aprender a no saltar de una actividad a otra antes de pensar
o ver dónde uno se está metiendo; así no se malgastarán las ener-
gías. Debemos analizar conscientemente las facetas prácticas para
poder obtener unas metas más realistas.
La Te Fija. Nos enfrenta a nuevas lecciones y pruebas para ex-
presar nuestros deseos fijos y emociones rígidas y una fijación de
valores. Existe casi una urgencia excesiva por conservar lo que te-
nemos, en un escenario muy kármico. Somos muy persistentes en
continuar sin cambiar ciertas áreas que nos atraen. No es tan activa
como la cardinal, pero tiene un inmenso poder emocional y de resis-
tencia para construir algo seguro y sólido. Las presiones internas
consolidan nuestra voluntad y podemos vemos inmersos en batallas
de egos y de poder. Esta configuración, si está mal manejada, es
muy peligrosa, pues acumula tantos sentimientos negativos, que al
final se puede convertir en una violencia emocional, irracional y
autodestructora. Es necesario buscar salidas creativas y constructi-
vas para nuestras emociones y una mayor imparcialidad, despego y
objetividad sobre nuestros deseos en la vida.
La Te Mutable. Abundancia de estímulos y desafíos mentales,
que dan como resultado un dinamismo en el pensamiento y en la
comunicación. La tensión que provoca acaba con nuestro sistema
nervioso, por exceso de inquietud. No nos gusta plantear ni marca-
mos metas, y atraemos relaciones de ideas contrastantes y conceptos
opuestos. Esta configuración origina vacilación y un no querer com-
prometernos, manteniéndonos en la incertidumbre. Aparece una

129
tremenda versatilidad, pero esto nos da inconsistencia y una falta de
aplicación práctica, y nos falta tiempo para alcanzar el éxito. La vida
nos enseña a enfrentarnos a los desafíos con una determinación ma-
yor, pues hay una tendencia a: dejarnos llevar por lo que nos resulta
más cómodo. Los desafíos mentales deben convertirse en una fuente
productiva. La diferencia con la Te Cardinal es que ésta se mete de
lleno en las experiencias y después se cansa. La Te Mutable no llega
a meterse, ya que siempre está midiendo todas las posibilidades.
La Te Disociada. Esta configuración se da cuando uno de los
planetas está fuera del signo que corresponde a la condición de los
otros dos. Corresponderá entonces por signo un trino, sextil o quin-
cuncio en relación a los otros signos, que alivia las presiones
internas, aunque también podemos resistirnos a gastar nuestras
energías para superar los obstáculos. Esta Te necesita un ajuste para
poder integrar las actitudes internas con las realidades exteriores. Es
más suave, con menos tensión, pero también menos dinámica.
La Te con los ángulos. La Te con el ascendente está compuesta
de una oposición que cuadra a su vez al ascendente; el ascendente
será entonces el apex. Puede estar compuesta también de un planeta
en el descendente con un planeta en Apex cuadrando a ese planeta
en el descendente y al ascendente. El descendente no se tendría en
cuenta para formar la Te, a no ser que haya un planeta allí para for-
mar la Te. El mediocielo haría también una Te si éste fuera el apex o
si existiera un planeta en el nadir que a su vez cuadrara un tercero.
Lo demás serían simplemente cuadraturas simples al ascendente,
pues no contamos con el descendente o el nadir para formar una
oposición válida con el ascendente o mediocielo al formar una Te.
La Te con el ascendente es una crisis de personalidad que resulta
muy evidente, pues los dos planetas en contradicción se expresan
abiertamente a través del ascendente que no es un punto energético,
sino sólo un campo exterior a través del cual se exterioriza la expe-
riencia. El ascendente recibe y expresa la tensión de los otros dos. El
individuo será forzado a resolver sus conflictos internos a través de
su propia iniciativa e intensa autoconfrontación. No se da cuenta de
que los conflictos que experimenta son auto- generados. La Te con
el mediocielo simboliza una crisis profesional, de metas, y de iden-

130
tidad social. El individuo aquí es desafiado para que pueda encontrar
su lugar adecuado en el mundo en que vive, y contribuyendo con
algo significativo a la sociedad. Se siente guiado para alcanzar algo
que puedan ver los demás, que tienden a juzgar su esfuerzo. El me-
diocielo es el receptor a través del cual se expresa la tensión
producida por los oíros dos planetas.
Tránsitos a la Te. Son muy importantes, porque marcan perio-
dos tremendamente dinámicos y confrontaciones directas con
personas o circunstancias de su vida. Cuando un planeta superior se
encuentra transitando los extremos de la oposición, las confronta-
ciones y los conflictos de comportamiento contradictorio son muy
fuertes. Los momentos clave estarán en los tránsitos al apex, pero la
reacción de lo que se haya decidido se verá cuando ese mismo pla-
neta se coloque al transitar en el otro lado, donde no hay ningún
planeta, pues ese signo y casa es el punto de reacción desde donde
se puede resolver mejor el conflicto de la Te. Cuando Saturno u otro
planeta superior transitando se coloque en ese signo o casa del punto
de reacción habrá una perspectiva más alejada e imparcial del pro-
blema y nos ayudará a equilibrar y moderar la tensión originada por
el Apex al estar oponiéndolo. Por ello, al seguir los tránsitos de Sa-
turno y conocer bien lo que sucedió cuando cada siete años Saturno
llega a cada extremo de la Te, vemos las reacciones de los conflictos
y confrontaciones internas que anteriormente dejamos sin resolver.
La acción y reacción está aquí muy ligada a cada cuadrante y es
inmensamente útil para reconocer el dinamismo resolutivo y el es-
trés de acumulación de tensión originado por esta configuración.
Las lunaciones (Lunas nueva y llena) son también en esos signos
momentos de extremada importancia y de poder reconocer las diver-
sas facetas de su dinamismo. Es interesante observar qué ocurre en
el cambio de dinamismo de la Te cuando la Luna progresada, u otro
planeta por progresiones o direcciones, conjunta sus extremidades y
aspecta a los planetas envueltos en la Te y también los años clave
existentes desde que aspecta a uno y después a los otros puntos se-
gún el orbe existente, pues las progresiones aspectando a la Te
ayudan mucho para transformarla internamente y corresponden
momentos claves en su desarrollo e impresión en el exterior.

131
LA GRAN CRUZ

Está formada por dos oposiciones que se cruzan entre sí y for-


man cuatro ángulos de 90º aproximadamente entre cada una. No es
una configuración común, aunque no es tan rara como el gran sextil.
Es una configuración difícil y especialmente autolimitadora, sobre
todo para personas sin autodisciplina y moderación. Uno tiene que
aprender a dirigir debidamente sus energías vitales. Mal manejada,
tendremos una vida llena de tensiones y desarmonías internas, que
provocan enormes dificultades con el entorno exterior.
Las dos oposiciones ofrecen la perspectiva y equilibrio que uno
necesita para convertir esta configuración en una armonía interna.
Provocan antagonismo constantemente en las relaciones, y esto hace
que tengamos que desarrollar un sentido más agudo de la conscien-
cia social. Las cuatro cuadraturas producen agotamiento y presión
interna, sobre todo las que se encuentran debajo del horizonte. La
utilización efectiva de esta configuración depende mucho del libre
albedrío que tenga la persona. Debemos aprender a centrar estas dos
oposiciones, porque si sólo centramos una, la otra presionará y la
separará. Por ejemplo, si están en casas cardinales, viviremos una
constante desarmonía con nuestras relaciones personales, familiares,
profesionales y con nosotros mismos. Y cuando resolvamos nuestro
yo y la relación, las situaciones familiares y profesionales acabarán
por separarse o viceversa.
La Gran Cruz provoca fuerzas centrífugas en constante fricción,
pero la convergencia dinámica de fuerzas que genera puede darnos
una gran fuerza psicológica para poder meternos y centrarnos en un
estilo de vida determinado, con un extraordinario propósito. Nos da
una resistencia poco común para poder soportar las cargas, y sólo
nosotros sabremos resolver nuestra vida si nos lo proponemos. Nos
vemos inmiscuidos en una serie de conflictos y parece que nunca
podremos salir; pero cuando aprendamos a manejarlos, tendremos
una sabiduría poco común y nuestra personalidad sentirá estas expe-
riencias notablemente. Esta configuración es significativa de una
serie de complicaciones y lecciones kármicas que debemos resolver
de acuerdo a la naturaleza de la cualidad y condición que componen

132
los signos, a través de los asuntos circunstanciales de las casas que
ocupan los planetas envueltos en la Gran Cruz.
Es interesante observar qué ocurre por progresiones y direccio-
nes cuando otros planetas llegan a aspectar una de sus aspas, pues
podrían ayudarnos a resolver problemas internos que bloquean nues-
tra expresión positiva hacia el exterior. También podemos observar
cuándo los planetas envueltos en la Gran Cruz continúan por pro-
gresión sin moverse y provocando una inflexibilidad de cambio
exterior, como sería el caso de planetas superiores.
La Gran Cruz Cardinal. Funciona con más facilidad cuando
estamos envueltos en actividades de vigor y energía. La agitación de
las cuadraturas impacienta al individuo y le hace tomar decisiones y
actuar un poco a lo loco. Las tensiones le provocan más intranquili-
dad y le hacen estar siempre en continuo movimiento y
enfrentándose a nuevas situaciones. Comienza todo con mucha
energía, pero le falta la capacidad de mantenerse para llegar a su
conclusión. Las oposiciones nos dicen que la cooperación y conside-
ración de los demás es muy importante para obtener la satisfacción
de nuestros objetivos personales. Debemos aprender a pensar y me-
ditar las cosas antes de meternos en ellas y enfrentarnos a los demás.
La impulsividad puede dar tendencia a accidentes. Es una encarna-
ción llena de situaciones críticas que piden una acción decisiva y
rápida, aunque tiende a debilitar nuestro cuerpo físico. Hay que
desarrollar paciencia y aprender a organizar nuestro tiempo y ener-
gía de la mejor manera, a fin de poder obtener la conclusión de
nuestros, proyectos en su mayor potencial. Hay grandes cambios en
esta vida o un cambio único, pero inmenso, dependiendo de las ca-
sas donde se encuentre.
La Gran Cruz Fija. Simboliza actitudes de la consciencia que
ya han sido problemáticas en varias encarnaciones. Existen dificul-
tades que ya están profundamente arraigadas y que nos exigen ahora
una gran concentración. La voluntad y los deseos son energías pode-
rosas y frustraciones internas que nos llevan a grandes crisis
emocionales. Hay una tendencia a reprimir los sentimientos y forti-
ficar la voluntad hasta tal punto que llegamos a interiorizar nuestras
presiones en los profundos niveles de la psique, dando como resul-

133
tado bloqueos e inhibiciones muy duraderos.
Las dos oposiciones reflejan un conflicto centrado en la posesi-
vidad y en un no querer compartir con los demás. No queremos
cambiar y ser flexibles, lo que sería muy necesario para nuestro pro-
pio desarrollo. Aunque indica una gran determinación y facilidad de
planeamientos, es también símbolo de rigidez. Hay que aprender a
cambiar nuestras actitudes y adaptarnos a los demás. Produce un
comportamiento dictatorial, intolerante y obsesivo. En esta encarna-
ción debemos aclarar todos nuestros resentimientos, hostilidades y
odios. Estas energías oprimidas pueden originar problemas psico-
somáticos de salud, crónicos o incurables. La vida nos enseñará a
suavizar la voluntad y abrirnos hacia un amor universal y a una
aceptación de los demás, para ayudarles en su regeneración y poder
convertimos en un ancla estabilizadora.
La Gran Cruz Mutable. La inquietud y la agitación nerviosa
son constantes y nos dan mucha energía mental. Tenemos proble-
mas al esparcirnos y expandir nuestros intereses. Aunque sepamos
mucho, tenemos problemas para ejecutar nuestros proyectos con
método. La falta de concentración produce gran frustración. Busca-
mos en la vida un propósito inteligente y significativo, pero nos falta
disciplina para llevarlo a cabo.
Las oposiciones nos dicen que debemos integrar nuestro sentido
lógico de análisis y razón con el potencial de fe, creencias y concep-
tos teóricos para poder comunicar nuestro potencial con éxito.
Intensidad y vacilación en las relaciones. Las tensiones dificul-
tan la utilización de nuestros talentos mentales, a no ser que
aprendamos a discriminar y encontrar nuestra paz mental a través de
la meditación o el autoanálisis. Pide un crecimiento de consciencia y
un cambio en el entendimiento de la vida.
Pueden presentarse enfermedades del sistema nervioso y respi-
ratorio, aunque los síntomas tanto aparecen como desaparecen, y no
son como los crónicos que indica la Gran Cruz Fija. Falta el espíritu
de fortaleza y convicción para llevar a cabo nuestros propósitos y la
superación de nuestras propias limitaciones. Trabajamos mejor en
áreas que requieran un esfuerzo creativo mental, como educación y
comunicación.

134
La Gran Cruz Disociada. Se da cuando uno de los planetas es-
tá fuera del signo correspondiente a la condición de los otros tres, y,
por tanto, éste hace una relación que corresponde a trino-sextil en
vez de cuadratura con dos de los ángulos de la Gran Cruz y una re-
lación que corresponde a quincuncio al signo que debería oponer;
sin embargo, por grados se forma la Gran Cruz.
Ello alivia la tensión y frustración, pues nos presenta una situa-
ción más flexible. Esta configuración no ayudaría a la Gran Cruz
Mutable, pues no presenta confrontaciones y el individuo no se de-
finiría con claridad. Podría minimizar la rigidez de la Gran Cruz
Fija, y el planeta trino-sextil aliviaría lo suficiente como para poder
utilizar los otros planetas constructivamente.
La Gran Cruz con ángulos. Para la formación de esta cruz
tendría que haber un planeta en el descendente o en el nadir ya que
éstos no cuentan como oposición al ascendente y mediocielo. Esto
sería significativo de fuertes crisis de identidad personal y social. El
resto de la configuración se expresa más abiertamente a través de
estos puntos, pues el ascendente y el mediocielo no son energías en
sí mismas, y los planetas dirigen toda su energía hacia estos puntos;
el problema se hace más evidente y pondremos más atención objeti-
va hacia el exterior. El mediocielo nos daría un gran potencial de
expresión en el área profesional y social, aunque en signos fijos se-
ría muy manipulador y dominante, en cardinales demasiado
agresivo, y en mutables demasiado inconsciente. Hay que aprender a
canalizar las energías para poder enfrentarnos a los grandes desafíos
sociales.
El Rectángulo Místico. Está formado por dos oposiciones que
están en condiciones diferentes; por tanto, una estaría en últimos
grados y la otra en primeros, pero dentro de una orbe de grados que
todavía se cuadran entre sí. Según Dane Rudhyar, se le llamaría es-
piritualidad práctica, pues revela dos potenciales tipos de
consciencia que pueden alcanzar un ideal e inspiración fructífera e
innovadora. Continúa existiendo la tensión, la desarmonía y los
desafíos, pero hay más recursos creativos, y los planetas que están
en los mismos elementos nos estimulan y dan energía para que po-
damos encontrar soluciones más fácilmente, obteniendo un notable

135
crecimiento y productividad.
Los Tránsitos a la Gran Cruz. Son fáciles de seguir, pues en
cada cuadrante que realiza cada planeta transitando se origina un
conflicto, y parece que no vamos a descansar nunca. Las consecuen-
cias y las reacciones a las decisiones que hemos tomado se ven cada
vez que ese planeta llega a la posición cuadrante angular; es como si
tuviéramos que aprender de los resultados de nuestras acciones sin
escapatoria alguna. El ciclo genérico es interesante para ver qué
planetas se encuentran en el cuadrante menguante y cuáles en el
cuadrante creciente, desde lo que consideramos el punto o planeta
principal, como el Sol, la Luna o los planetas interiores o persona-
les. El tránsito de Saturno por estos ángulos y casas es muy
significativo y difícil cada siete años. Cuando Plutón o Neptuno
alcanzan cualquier punto del aspa a una edad ya adulta, es también
muy importante en nuestra transformación, y para disolver to-
talmente nuestro comportamiento negativo y autodestructivo. Los
tránsitos se presentan siempre como problemas difíciles de resolver,
y a medida que se van sucediendo los problemas son cada vez me-
nos personales y más universales. Es importante ver por
progresiones o direcciones cuándo cualquier planeta de mayor velo-
cidad llega a conjuntar el grado exacto de los ángulos de la Cruz,
pues se presentan momentos muy interesantes que cambiaría bas-
tante radicalmente el dinamismo de la Gran Cruz. También debemos
observar lo que ocurre cuando la Luna progresada toca el aspa de
sus ángulos.

EL GRAN TRINO

Está compuesto por tres o más planetas que se aspectan a 120°,


formando tres trígonos y cada uno colocado en un signo del mismo
elemento. El Gran Trino crea visualmente un gran triángulo equilá-
tero. Tradicionalmente se ha tomado el Gran Trino como muy
benéfico, pero nos hemos dado cuenta de que aparecen muchos pro-
blemas con un Gran Trino mal manejado o que no tenga suficientes
tensiones por oposiciones o cuadraturas.

136
Es una configuración equilibrada donde ningún punto es más
importante que otro, y está compuesta por tres trígonos. No produce
tensiones y se orienta hacia la autogratificación; no tenemos que
luchar ni aceptar los desafíos. Nos encontramos contentos porque sí
y deseamos disfrutar libremente de relax y armonía interna. A veces
refleja temperamentos autoindulgentes y falta de disciplina. Suaviza
el dinamismo y puede producir conformismo e inseguridad. Si no
está activado por cuadraturas u oposiciones que hagan utilizar el
Gran Trino con más fuerza para salir de esas dificultades, puede
producir el estancamiento.
Significa muy buena suerte, a veces por merecerla del pasado
kármico. Esperamos que el entorno nos dé lo que necesitamos y se
someta a nuestra voluntad. A veces se han encontrado Grandes Tri-
nos en cartas de criminales. Todo depende de la cantidad de planetas
que estén envueltos en el Gran Trino. Crecemos esperando un trato
especial, privilegios y comprensión por parte del entorno, pero no
queremos trabajar para conseguirlo.
La persona se puede ver paralizada por cualquier dificultad, y se
puede hacer dependiente de las personas que le ayudan siempre. Si
no se siente seguro, entonces se vuelve hacia el interior, pues el
Gran Trino puede ser también como una coraza o protección psíqui-
ca. Hay Grandes Trinos que pueden ser tremendamente debilitantes,
pues nos dejamos llevar por las circunstancias y no tenemos que
enfrentarnos a nada. Por eso es necesario tener algo que active di-
námicamente estos recursos benéficos del entorno. Cuantos más
aspectos conflictivos posea el Gran Trino, mayor capacidad de ex-
presión tendrá. Un Gran Trino aislado opera de forma autónoma.
Por eso es necesario que otros planetas motiven este Gran Trino y le
pongan conflictos para que utilice sus virtudes y recursos benéficos.
Con una Te o una Gran Cruz o unas cuadraturas importantes inter-
conectadas se producirá el suficiente dinamismo para hacer un Gran
Trino productivo y una fuente de creatividad o poder espiritual. El
Gran Trino siempre se refiere a la buena suerte, y debemos utilizarla
para mejorar las condiciones existentes personales y de los demás; si
no, se producirá un estancamiento.
El Gran Trino de Fuego. Es muy evidente el poder creativo y

137
la inspiración. El individuo es espontáneo en la acción y autoexpre-
sivo para exhibir su potencial, pudiendo convertirse en demasiado
egoísta. Le gusta meterse en aventuras excitantes sin miedo e inse-
guridad. Toma riesgos sin pensar, actúa impulsivamente y quiere
expresarse sin interferencias de los demás; desea que sus necesida-
des sean satisfechas inmediatamente. Le falta humildad, y tiene
tanta confianza en sí mismo que puede tener éxito en todo aquello
que emprenda. Inconscientemente exige lealtad, atención y servicio
por parte de los demás, manteniéndose indiferente a las necesidades
de los otros. El elemento de fuego es generoso y cálido, pero si no
puede alejarse de sus intereses momentáneos no contribuirá nada en
los de los demás. Este Gran Trino produce una gran vitalidad y fuer-
za; por ello, para utilizar su creatividad, el individuo puede trabajar
en puestos de líder.
Gran Trino de Tierra. El individuo tiene riqueza material, y se
encuentra en un estado tranquilo de calma y confortabilidad. Quiere
seguridad y no responde a los cambios drásticos. Hay una enorme
capacidad para acumular recursos materiales. Pero esta persona ca-
rece de fuerza para poner su energía en la obtención de tales
recursos. En la carta de una persona poco ambiciosa puede producir
tendencias autoindulgentes, materialistas, y limitadas a lo que siente
que su entorno le concede. Es muy resistente, práctico, persistente y
de sentido común, pudiendo concentrarse en sus objetivos sin dis-
tracción alguna. Esta es una de sus facetas más creativas, y le hace
construir un mundo material muy seguro, pues no quiere tomar ries-
gos. Aunque son convencionales y conservadores y les falta
imaginación, su fuerza y determinación hace que tengan éxito. Están
tan acostumbrados a la rutina que se resisten a efectuar cambios
dinámicos, y pueden quedarse estancados en su agujero por confort.
Necesitan gratificar sus necesidades físicas, y esto les impide la
búsqueda de una consciencia más profunda. Pueden delegar a veces
el trabajo en otros para que ellos lo realicen. Esta configuración
ayuda a materializar las ideas si existe la combinación tierra-aire por
casas, o con otros aspectos que provoquen la imaginación y las
ideas.
Gran Trino de Aire. Personas idealistas y expansivas, obte-

138
niendo sabiduría, pero con tendencia a vivir en su cabeza sin necesi-
dad de expresarse al mundo exterior. Puede dar, por tanto, personas
no prácticas si no materializan sus visiones idealistas. No tienen
relaciones personales profundas a no ser que otro aspecto lo contra-
rreste, y prefieren mantenerse como observadores y sin
comprometerse. Quieren ser libres para explorar cualquier cosa que
les atraiga mentalmente. Les gusta tener variedad de relaciones, y
una relación emocional constante sería un desafío para ellos. Extra-
ordinaria habilidad mental y educacional, con una perspectiva muy
amplia, puede considerar todos los aspectos de un mismo tema y
llegar a conclusiones objetivas. Atraen la cooperación de los demás
y son muy abiertos para comunicarse y congeniar con ellos. Utilizan
grandes poderes de persuasión para aprovecharse de los demás, con
tendencia a la superficialidad. Extraordinario intelecto, aunque poco
esfuerzo para llevar a cabo las ideas, que se mantienen abstractas y
no llegan a hacerse comprensibles para el mundo exterior, si otra
parte de la carta no lo indica. Es favorable en cualquier área de los
medios de comunicación y educación.
Gran Trino de Agua. Personas pasivas, receptivas y que bus-
can la tranquilidad. Se enriquecen de las satisfacciones sensuales y
de su respuesta a estados internos de consciencia. Por su emotividad
responden a todas las corrientes internas sutiles y psicológicas. Gran
sensibilidad psíquica con mucha intuición, pero son muy impresio-
nables, pudiendo corregir su extremada sensibilidad en creatividad y
productividad. Su naturaleza les permite adentrarse en el mundo
privado e interior, y están contentos con niveles subjetivos profun-
dos. Les gusta reflexionar e investigar sobre su mundo de ima-
ginación y del pasado. Si no hay otros aspectos en la carta más
dinámicos, pueden ser demasiado vulnerables para canalizar su
emotividad constructivamente o realizar algo específico. Se sienten
desconectados del mundo exterior, y dejan que las fuerzas incons-
cientes se apoderen de ellos. Pueden ser muy serviciales y soportar y
nutrir a los demás de forma curativa, ayudando a los enfermos o a
los débiles de espíritu. Pueden, por tanto, ser muy útiles en medicina
o psicología. Deben aprender a alejarse de sus emociones, el mundo
exterior les afecta mucho. Un carácter débil se sentirá inseguro para

139
combatir las tendencias exteriores. Es necesario encontrar un canal
positivo de creatividad para no convertirse en soñador y fantasioso.
Gran Trino Disociado. Está formado por dos puntos o planetas
en el mismo elemento y otro en un elemento distinto, pero que por
grado forman trígono, que correspondería por signo a un aspecto de
cuadratura o quincuncio. Da más vigor y actividad, aunque pierde
algunos aspectos positivos. Sutileza para poner en marcha lo que de
lo contrario sería pasivo. Su complejidad origina a veces los sufi-
cientes desafíos para estimular lo que indica el elemento dominante
(donde se encuentren los dos lados).
La Cometa. Es un Gran Trino con un cuarto planeta en sextil a
uno de sus lados y en oposición al otro. Aquí este planeta estimula
la oposición, provocando un desafío a comprometerse a utilizar la
configuración de forma benéfica, y enfocando la atención en el pla-
neta que es vértice de la oposición. Produce la ansiedad de la
autoexpresión de la habilidad indicada en el signo del Gran Trino, y
se siente estimulado para utilizar sus virtudes y compartirlas con su
entorno, sin necesidad de mayores conflictos.
Trino Menor. Es un Trino Simple con un planeta en sextil a
ambos lados. Dos planetas en un trino y dos sextiles. Este planeta
central facilita el intercambio de los otros dos, y está más alerta ha-
cia las alternativas potenciales de autoexpresión. Da mayor
objetividad y ayuda para presentar las aptitudes del trino con mayor
adaptabilidad.
Tránsitos al Trino. Cualquier tránsito provoca una reacción
unificada en todos los planetas que componen el trino, sobre todo
cualquier tránsito en conjunción por uno de los planetas que compo-
nen la configuración. De todos modos, las conjunciones o sextiles
ofrecen todos los beneficios indicados por los trinos: uno encuentra
situaciones favorables, circunstancias cómodas y personas que ayu-
dan o hacen las cosas por nosotros; pero esto nos hace más pasivos.
Las oposiciones o cuadraturas son más interesantes por tránsito,
porque activan el trino, desafiándonos al compromiso para utilizar
nuestros recursos y neutralizar las dificultades que se presentan por
los otros aspectos dinámicos. Es muy importante cuando el Gran
Trino está dentro de otra configuración, una Te, una Gran Cruz o

140
una cuadratura importante, y un planeta sería el vértice de ambos;
cuando un tránsito conjunte a este planeta las posibilidades que se
presenten serán extraordinarias, pues muestran por igual los conflic-
tos y los recursos para superarlos y es un momento tremendamente
significativo donde el trino se activa y se utiliza para solucionar las
dificultades. También será muy importante cualquier tránsito aspec-
tando a dicho planeta vértice.

EL GRAN SEXTIL

Es una configuración poco común. Forma un gran hexágono o


estrella de David, formado por dos grandes trinos en elementos
opuestos. Por tanto, todos los planetas envueltos estarán en sextil
unos de otros, y aunque los grandes trinos son pasivos, en este caso
están activados por las tres oposiciones que forman los planetas en-
vueltos en los dos Grandes Trinos, dando estímulo y equilibrando su
utilización de forma constructiva. Es fantástico para ayudar al creci-
miento social, pues las oposiciones nos llevan a comprometemos
con los demás, y como están ayudadas por los Grandes Trinos, hay
recursos para realizar tales compromisos y coordinar consciente-
mente nuestras actividades y dirigirlas hacia objetivos exteriores. Es
una estimulación creativa constante para movilizar las fuerzas inter-
nas y externas, con abundantes recursos de creatividad. Puede haber
pereza por un estancamiento en la activación, y retrasaremos nuestra
realización. Las personas con esta configuración tendrán mucho
magnetismo y funcionarán mejor cuando se les permita esparcirse
en una variedad de formas. Hay que saber interpretar adecuadamen-
te la carta entera para poder determinar sus efectos. A veces habrá
pocas cuadraturas, pues los planetas están esparcidos por toda la
carta; pero si existen habrá que evaluarlas adecuadamente. Si las
cuadraturas no existen es necesario un esfuerzo consciente para tra-
bajar duro y desarrollar disciplina interior, paciencia y ambición,
para poder aprovechar al máximo todas las virtudes y efectos bené-
ficos, Cualquier cuadratura dinámica obstaculiza a la persona para
que aprenda a utilizar sus talentos mejor, sin esperar a que se lo den

141
todo hecho. El gran sextil es un mérito obtenido de otras vidas y que
ahora pone al individuo en conflicto para saber utilizarlo mejor y de
manera más productiva. Espera demasiado de la vida, pero se siente
mal si no pone sus talentos al servicio de la sociedad. Puede indicar
una persona que es aprendiz de todo y maestro de nada si la vida no
hace suficientes tensiones y dificultades para que se centre en su-
perarla.
El Gran Sextil Fuego-Aire. Tendencia al idealismo creativo y
hacia actividades estimulantes de gran entusiasmo y optimismo,
pero falta persistencia para continuar los impulsos, que se debilitan.
Los talentos se ven en periodos de gran actividad, con inspiración e
impulso sin método ni sistema para poder planear los proyectos de-
bidamente. La persona ignora sus limitaciones y puede dirigirse a
veces hacia un imposible, aunque puede ser bastante innovadora,
experimentadora y temperamental. Es extrovertida, animada y esti-
mulante mentalmente; posee un carisma, atrayendo la atención so-
cial, pues las personas se sienten animadas por su presencia y
sobrecogidas por su fuerza y rapidez, ya que saltan de una actividad
a otra y no atienden a los asuntos con detenimiento para ponerlos en
práctica y utilidad personal. Por eso funcionan mejor si Marte, Júpi-
ter y Urano no están envueltos en esta configuración, pues
aparecería demasiada inquietud e impaciencia y se retrasaría el cre-
cimiento real y práctico, produciendo resultados más lentos;
entonces puede llegar al desengaño y poner las energías en otra co-
sa.
El Gran Sextil Agua-Tierra. Muy receptivo, con tendencia a
un potencial creativo muy organizado, conservador y productivo.
Esta persona tiene talentos especiales de gran productividad y rea-
lismo. Oportunidades de ponerlos en práctica obteniendo
gratificación emocional y seguridad material. La persona conserva
los frutos de sus esfuerzos, al contrario que con el Gran Sextil Fue-
go-Aire, ya que éste termina lo que inicia y aprovecha todo lo que
crea, si bien se puede esparcir en diversas áreas. Ello puede ser un
peligro si no se coordinan todas las direcciones e intereses a la vez.
Las oposiciones requieren una interacción con su entorno social
de mayor flexibilidad, y la tendencia a la adaptación a los cambios

142
es menor por los elementos de esta configuración. Son, por tanto,
menos innovadores y temperamentales. Son muy sensuales, senti-
mentales y pueden canalizar positivamente la imaginación y la
intuición. Marte, Júpiter y Urano envueltos en esta configuración
serían benéficos.
Gran Sextil Disociado. Puede ser un Gran Sextil con un planeta
en un signo que no corresponde al elemento opuesto, y este signo
formaría por correspondencia y no por grados a una influencia quin-
cuncio o cuadratura en uno de los lados del Gran Sextil. Es
benéfico, aunque con tendencia a la vacilación, y no es tan producti-
vo como el no disociado. Puede ser más problemático para alcanzar
la creatividad, pero los efectos de la tensión causan que el individuo
esté más atento, sin esperar tanto de la vida, lo que ayuda a utilizarlo
con éxito. Si no pone sus talentos en práctica puede producir mayor
ansiedad y tensión internas. Este tipo de Gran Sextil es más común.
Tránsitos al Gran Sextil. Son interesantes sobre todo los pla-
netas que al transitar conjuntan un punto del Gran Sextil, activando
totalmente el elemento de ese Gran Trino y desafiando el Trino del
elemento contrario. Hasta que llegan a integrarse ambos elementos
hace que funcionen por separado y causando un esparcimiento en
direcciones contrarias, por las oposiciones. Las oposiciones son un
desafío para comprometernos a la utilización de los Grandes Trinos
para bien de la sociedad, y esto ocurrirá siempre que un tránsito o
progresión las activen. Muchas veces los dos se activarán a la vez
por dos planetas transitando por dos puntos que conjuntan planetas
que pertenecen cada uno a un elemento diferente de los Grandes
Trinos dentro del Gran Sextil. Estos son los momentos en que más
fácilmente se pueden utilizar ambas cualidades o virtudes, y a la vez
comprometerse a ponerlas a disposición de su generación si logra
integrar las oposiciones en las experiencias que los signos y casas
indiquen.

EL YOD

No es una configuración común, y es la más kármica. Forma

143
una gran Y en la carta, con dos quincuncios y un sextil, un planeta
que hace quincuncío a dos que están en sextil entre sí. Debe ser con
planetas, mediocielo o ascendente. Representa un principio signifi-
cativo que requiere mayor atención y enfoque de expresión claro y
con propósito. Es similar a la dinámica de la Te, pues el planeta o
planetas que están en la punta de abajo de la Y que forman los quin-
cuncios es el Apex, y determina la motivación y manifestación del
Yod teniendo que reajustar la expresión del planeta en apex. Tam-
bién se llama el Dedo de Dios a esta configuración. Un Yod ideal
sería cuando el apex se encuentra en un grado intermedio entre los
otros que están en sextil, y todavía sería más importante si el apex es
un planeta de ritmo más lento, es decir, los planetas superiores.
El Yod puede ser un desafío muy especial para enfocar cons-
tructivamente todo aquello que obstaculiza el total funcionamiento
del individuo. Aquí están trabajando las fuerzas internas y externas
para estimular las presiones que puedan manifestarse en épocas de
crisis. Este punto clave puede tardar años en aparecer y presentar las
nuevas alternativas, pero cuando surge, el individuo está maduro
para ello, para efectuar un cambio que le está predestinado y dar una
nueva visión a su vida. El Yod es como llegar a una bifurcación de
caminos y no saber cuál elegir. Esta decisión no será deliberada-
mente consciente, sino que se deberá a una necesidad no reconocida
que provoca sentirse desconectado y no integrado en sí mismo hasta
que esté activado por completo el Yod.
Aunque esta nueva dirección que la vida le presenta pueda pare-
cer difícil, por haber acumulado fuerza durante años en la dirección
que debe abandonar ahora o por haber sido reprimida la nueva di-
rección, el individuo deberá dejarse abrir a nuevos caminos y
perspectivas, aunque se sienta inseguro e inadecuado, pues final-
mente descubrirá su preparación interna. Ello puede ayudarle a
utilizar efectivamente la energía del sextil y efectuar ajustes innova-
dores en su entorno, o en lo que digan las casas y los signos donde
se encuentre, especialmente la casa del planeta apex y la opuesta,
que es el punto de reacción, como si fuera una flecha que lanza el
apex desde el lado contrario. Para ello, debe ajustar debidamente las
presiones de los quincuncios. Los quincuncios 150° significan debi-

144
lidades que deben reajustarse, pues este aspecto es neutro e indefini-
do, ya que no miden bien sus posibilidades al encontrarse entre po-
der definirse como trino o como oposición, y no sabe si es fácil o
difícil; representa planetas poco productivos que pueden originar
conflictos, por lo que debemos observar la forma en que se utilizan
dichos planetas, para corregir con mayor o menor intensidad su ac-
tuación conjunta.
Uno debe aprender a cambiar internamente lo que no sirve para
llegar al crecimiento interior. Los quincuncios también significan
problemas de salud de la psique que alteran al cuerpo, y, por tanto,
una reorganización positiva puede llevar a una profunda integración
del ser. Hay que hacer reajustes en el nivel sentimental, y transfor-
mar los planetas envueltos en los quincuncios. El punto de reacción
opuesto al apex es muy sensible y habla de ese área de la vida donde
uno encuentra la nueva reorientación. Si un planeta se encuentra en
este lugar puede crear un gran desequilibrio y originar conflictos
con la habilidad del individuo, para que pueda utilizar el planeta
Apex por la oposición hasta que el Yod sea totalmente activado.
Una vez que se haya realizado una total reorientación, este planeta
puede ofrecer una ayuda más transformadora, y utiliza finalmente la
unión de la oposición, de ese planeta y el Apex. Este planeta es un
condicionador al principio y después se convierte en un catalizador
para una mayor iluminación interior. El Yod sólo puede formarse
con planetas, no con nódulos, ascendente, cúspides u otros puntos, y
el orbe entre los planetas debe ser de alrededor de 5 o.
El Yod simboliza algo muy predestinado que está obstaculizado
para que el individuo salte a un nivel superior espiritual, cuando más
tarde el Yod sea activado. El camino predestinado puede ser mayor
cuando tiene lugar en la última parte de la vida. Y como se llama el
«Dedo de Dios», es como si el destino mantenga a ciertos indivi-
duos en una situación que después tendrá poco que ver con su
verdadero ser espiritual, para que al final sea más apreciado y va-
lorado.
Dos personas con Yod aspectándose entre sí pueden tener un
destino muy particular cuando se efectúen esos cambios, pudiendo
compartirlos, complementarlos u originarlos. Produce una atracción

145
mutua magnética e inesperada, la cual provoca cambios súbitos que
tienen que ser estudiados cuidadosamente en la carta natal de am-
bos.
El Yod simboliza una alternativa posible que existe entre dos
formas de vida, dos formas de acercarse a una situación indicada por
los planetas, los signos y las casas, y sobre todo por el planeta, signo
y casa del apex.
Si este planeta en apex es el Sol, el individuo cambia su esencia
y se rehace así mismo. Si es la Luna, sus emociones están desajusta-
das y necesitan un reajuste kármico. Si es Venus, Mercurio o Marte,
debe reajustar sus funciones a un nivel superior de consciencia y de
funcionamiento para la sociedad. Si es Júpiter, se reajustan los idea-
les y principios hacia una gran sabiduría. Si es Saturno en Apex, es
lo más kármico, representando el reajustar el sentido y significado
que se le da a la vida. Si es Neptuno, se va reajustando y despertan-
do una sensibilidad especial. Si es Urano, se debe reajustar el
sentido de libertad resultando en una contribución original y revolu-
cionaria. Si es Plutón, la desconexión con la forma de ver las cosas
esa generación produce una interiorización y el despertar de nuevos
poderes psíquicos y paranormales.
Tránsitos del Yod. Es importante cualquier planeta superior
que transite el punto opuesto del Apex; el punto de reacción se dará
cuando ese gran cambio entre en acción, sobre todo si es Saturno o
Plutón. Pero debemos observar cualquier tránsito sobre ese punto de
reacción, y también por el Apex, pues nos anticiparán datos sobre
ese gran cruce de caminos que representa el Yod. Son también im-
portantes las progresiones por ese punto, o por el punto medio
exacto entre los dos planetas sextiles, incluso la progresión de la
Luna.
Es interesante observar que, a través de las progresiones de los
planetas lentos, podemos tener un Yod por progresión durante mu-
chos años, aunque no lo tengamos natalmente por haber planetas
colocados para hacer el Yod, pero el orbe de los aspectos es dema-
siado amplio, pues con un pequeño movimiento planetario
podríamos obtener un Yod temporal. Sería más importante si fueran
los planetas superiores progresados los que hacen dicho Yod. Por

146
tanto, a lo largo del tiempo adquirimos esa capacidad interna-
externa de cambiar algo muy radicalmente en la vida: todo lo que
los planetas, signos y casas indican. Por supuesto, si uno es cons-
ciente de su mundo interior puede que pase inadvertida esta única
oportunidad de cambiar algo que es fundamentalmente necesario. La
tendencia general es a sentirse desajustado y extraño, hasta que el
Yod haya sido activado por completo al haber tenido ya varios trán-
sitos importantes por el punto de reacción, en oposición al Apex.
Cualquier tránsito importante cuadrando o conjuntando el Apex
y por el punto de reacción puede evocar una respuesta notable a un
Yod. Incluso a un Yod temporal puede originar un inesperado cam-
bio en las condiciones de ese año.
El Yod natal produce periodos de enfermedades, muerte, o to-
dos aquellos momentos en que hay cambios invisibles e inevitables
del destino. Pero el Yod temporal funciona con el nivel de entendi-
miento que el individuo tiene respecto a los principios básicos de los
planetas envueltos.

147
LOS QUINCUNCIOS

Como son aspectos neutros que al parecer no se definen si son


facilidades o dificultades, causan el no reconocer las debilidades, las
alternativas ni las posibilidades. Al ser 150° está entre un trígono y
una oposición, y esto simboliza un desajuste entre el pensamiento y
la acción o la mente y el cuerpo. Por eso a veces se asocian los
Quincuncios con ciertas enfermedades, sobre todo las psicosomáti-
cas; también la epilepsia o parálisis por causas emocionales, etc., so-
bre todo si son Quincuncios con planetas personales, Marte, Sol, o
con ascendente. Y hay varios Quincuncios que se cruzan entre sí
aunque no lleguen a formar un Yod.
Si utilizamos el ciclo genérico para ver el dinamismo de un
Quincuncio observaremos que hay dos tipos de Quincuncios: uno
pasivo y otro activo. La configuración del Yod tiene ambos, empe-
zando por el planeta en Apex; el Quincuncio hacia la derecha es el
activo y el de la izquierda es el pasivo. Como hemos visto anteri-
ormente, en el ciclo genérico todos los planetas transitan en el
sentido contrario a las manecillas del reloj; por tanto, un Yod que
está hacia la derecha cuando transita activa al Apex primero viéndo-
lo como un trígono; después conjunta el planeta, haciendo el
Quincuncio, y después opone al Apex desde una oposición; por tan-
to, primero se siente como trígono y se cree que todo es fácil,
convirtiéndose después en oposición, haciéndose más difícil de lo
que se esperaba; éste es activo: se mete en más situaciones de las
que puede manejar y después se encuentra con muchas dificultades.
Sin embargo, el otro es pasivo; primero siente la oposición: dema-
siadas dificultades que hacen que no se atreva a meterse en las
experiencias y sin embargo podrían verse después las soluciones
desde el trígono.
Este ciclo genérico para verlo en Quincuncios aislados deben
empezarse por el planeta que se encuentra en un signo más cercano
a Aries o viéndolo a partir del signo de menor evolución como sien-
do el punto Apex, ya que si se hace al revés resultaría en lo
contrario; también se puede empezar por el planeta que se encuentra
en el hemisferio Sur. (Véase diagrama, para obtener una mejor

148
comprensión).

149
La más bella y profunda emoción que podemos experi-
mentar es la sensación de lo místico. Es la semilla de toda
verdadera ciencia. Aquel para quien esta emoción sea algo
extraño, que no puede ya divagar ni extasiarse de miedo, es-
tá como muerto. Para aquel que lo que es impenetrable para
nosotros realmente existe, manifestándose como la sabidu-
ría más elevada y la belleza más radiante que nuestras
facultades adormecidas pueden comprender sólo en su for-
ma más primitiva, este conocimiento, este sentimiento, está
en el centro de la verdadera religiosidad.

La experiencia cósmica religiosa es la más fuerte y an-


tigua fuente de la investigación científica. Mi religión
consiste en una humilde admiración por el espíritu superior
ilimitable que se revela a sí mismo en los menores detalles
que somos capaces de percibir con nuestras mentes frágiles
y débiles. Esta convicción profundamente emocional de la
presencia de un poder superior razonador que se revela en el
Universo incomprensible forma mi idea de Dios.

ALBERT EINSTEIN

150
CAPITULO VI

PLANETAS TRANSITADOS Y
PLANETAS TRANSITANDO

Los planetas transitados son los planetas de la carta natal que se


activan por el movimiento actual de los planetas transitando. Por eso
es muy importante el orden en que mencionemos los tránsitos. Es
diferente decir que Plutón conjunta a Mercurio que Mercurio con-
junta a Plutón; aunque el significado es parecido, la diferencia
básica es la duración de tiempo del tránsito y la profundidad de sen-
tido. Plutón transitando sobre Mercurio puede durar varios años,
mientras que Mercurio transitando sobre Plutón dura alrededor de
un par de días. La motivación y dinámica es totalmente diferente,
pero en algunos casos el comportamiento que crece de las urgen-
cias internas es casi idéntico. Para esto queremos dar unas líneas
generales de la diferencia que existe entre los planetas activados por
tránsitos (planetas transitados) y los planetas activando a los demás
por tránsitos (planetas transitando). En general, depende de lo sinto-
nizados que estemos con la vibración del planeta para notar
realmente su efecto. De todas formas nunca existe un tránsito aisla-
do, sino que un tránsito a un planeta actúa a la vez con otros a los
que éste aspecte natalmente. Una guía completa de la interpretación
de los tránsitos se dará en el III tomo de Astrología kármica básica.

PLANETAS TRANSITADOS

Plutón
Los tránsitos a Plutón natal afectan a la manera en que usamos
nuestros recursos y poderes internos; inducen a que encontremos
una fuente interna de recursos, de fuerza y determinación que de-

151
penden en su profundidad de la duración del tránsito o del planeta
que lo esté transitando. A veces son experiencias psíquicas eviden-
tes y en otros casos se activan modelos de comportamiento y
pensamiento compulsivos.
Da fuerza de voluntad para producir los cambios importantes.
La posición natal de Plutón es generacional para el signo en el que
se encuentra, por lo que a veces no se notan en gran medida a no ser
que se tenga un nivel elevado de conciencia o una vida interior pro-
funda. A veces estos tránsitos pueden marcar el final de un periodo
en la vida o una actuación del karma, sobre todo si el planeta que
está transitando es Saturno, Urano o Neptuno, dejándonos sólo con
el residuo de recuerdos distantes. Cuando Plutón está en una confi-
guración es importante notar lo que ocurre cuando el planeta
transitando alcanza el grado exacto de Plutón; si es a una edad tem-
prana o por un planeta interior, se encuentran los recursos para
utilizarlos luego, y si es al final, se concluye y se cierra finalmente
un capítulo.

Neptuno
Los tránsitos al Neptuno natal son especialmente importantes
para las personas orientadas espiritualmente. Puesto que Neptuno en
sí mismo representa un estado de extrema pasividad, debe ser acti-
vado por otros planetas para que se manifieste de forma positiva y
constructiva. Produce una elevación espiritual y una mayor sensibi-
lidad psíquica, pero cuando los planetas superiores le activan es un
momento en el que se producen cambios internos al enfrentarnos a
nuestras fantasías, autoengaños e ideales utópicos, y puede producir
estados alterados y niveles superiores de conciencia. Normalmente
estos tránsitos nos hacen confrontarnos a cosas que no deseábamos
o preferíamos ignorar, sobre todo cuando es Saturno o Plutón el que
transita. Aumenta la sensibilidad, dependiendo del planeta transitan-
do y los aspectos que tenga Neptuno natal con el resto de los
planetas natales. A veces esta sensibilidad se puede convertir en
sensaciones místicas o espirituales y otras veces en decepciones o
negatividad.

152
Urano
Los tránsitos al Urano natal afectan a la manera en que nos sen-
timos libres y a la forma en la que tratamos con nuestras inquietudes
y deseos de cambiar. Produce mucha intranquilidad y excitación.
También afecta a la manera en que tratamos con nuestra individua-
lidad social, nuestra originalidad y el sentido único de percibir las
cosas. Esos tránsitos siempre provocan cosas nuevas, excitantes y
distintas y a menudo aventuras o situaciones liberadoras. Nuestro
concepto de lo que significa la independencia sufre en este momento
un gran cambio, sobre todo cuando es transitado por los planetas su-
periores. Si no permitimos que entendamos algo nuevo y nos
mantenemos en los conceptos viejos, es una época de gran nervio-
sismo y tensión por querer controlar circunstancias inestables.

Saturno
Los tránsitos al Saturno natal pueden significar cambios en las
estructuras de la vida, en su significado, así como en las metas, am-
biciones, seguridad material y profesional. El énfasis del tránsito se
pone en nuestro trabajo, vocación, metas profesionales o tareas dia-
rias, cualesquiera que sean éstas. Mientras que el tránsito de Júpiter
es un mejoramiento profesional o de deberes diarios, los tránsitos
del resto de los planetas superiores marcan un periodo de inseguri-
dad e incertidumbre en nuestro trabajo y estatus social. Existe una
confrontación con la propia realidad y el ser realista para replantear-
se de nuevo las metas y cuestionar el significado de la vida. Los
tránsitos de los planetas inferiores marcan un par de días en los que
se deben tratar temas serios y en los que nos debemos enfrentar a
nuestra capacidad para llevar a cabo nuestras obligaciones y respon-
sabilidades. Es un periodo donde nos damos cuenta de las
reacciones kármicas del pasado, sobre todo si es activado por tránsi-
tos de Plutón o Urano.

Júpiter
Los tránsitos al Júpiter natal afectan a nuestras aspiraciones so-
bre el futuro, ya sea por razones de negocios, financieras, estudios,
viajes o búsqueda de sabiduría. Puede haber nuevas oportunidades

153
para crecer, ya sea a través de viajes, estudios o actividades filosófi-
cas y religiosas, Sobre todo los tránsitos de los otros cuatro
planetas superiores son muy significativos, ya que alteran planes
para el futuro y nuestra conciencia sobre su verdadero potencial. El
concepto de nuestra verdad personal obtiene una aprobación del
entorno y un desafío al ser demasiado expansivo, si esto lo indican
el resto de los planetas natales que aspecten a Júpiter natal.

Marte
Los tránsitos al Marte natal se sienten como cambios en nuestra
vitalidad y en la manera de enfrentarnos a nuestro entorno. Aumenta
la claridad sobre nuestros deseos y sobre lo que queremos hacer y
hay un cambio notable en nuestras actividades físicas y sexuales.
Produce más energía, confianza y competitividad en el área marcada
por el signo en que se encuentra y el significado del planeta transi-
tando. Da más fuerza para conseguir nuestros deseos y atrevernos a
enfrentarnos a desafíos o actividades que se refieran a un mayor
esfuerzo físico. Quizá sintamos una frustración o represión de esta
vitalidad, o tener que poner más atención en cómo coordinamos
nuestro cuerpo físico con los deseos.

Venus
Los tránsitos al Venus natal se experimentan como cambios en
nuestras relaciones, gustos, valores personales y actividades finan-
cieras o sociales. Estos tránsitos están directamente relacionados con
lo contentos o felices que nos sentimos en nuestra vida diaria y con
la armonía que sentimos con el entorno. Significa un cambio en los
sentimientos, el ocio social, los placeres y en lo que nos atrae. La
belleza, el sentimiento creativo y artístico se nota más que otros
días. Confianza en la feminidad y desarrollo sexual de las mujeres.

Mercurio
Los tránsitos al Mercurio natal a menudo no se aprecian, ya que
no tienen que ver con cambios inmediatos en las circunstancias ni
tampoco se refieren a enfrentamientos o crisis. Ocurren más a nivel
mental. Afectan a la forma en que pensamos y expresamos nuestras

154
percepciones. Sobre todo con los tránsitos de los cinco planetas su-
periores se ven afectadas inmensamente las funciones de nuestra
mente consciente, lo que a menudo nos lleva a cambiar nuestras
actitudes en la vida, aunque puede que el cambio sea sutil. También
nos interesamos por cosas nuevas, habilidades o estudios.

Luna
Los tránsitos a la Luna natal nos afectan en la manera en que
sentimos sobre nosotros y lo cómodos que estamos tanto con noso-
tros mismos como con nuestra situación actual. También afecta a la
manera en que vemos la situación con nuestros padres, familia, hijos
y hogar. Todos los factores de seguridad tienen la máxima impor-
tancia en nuestra mente, y a menudo nos preocupamos sobre lo que
nos pertenece o a lo que pertenecemos. Nuestras actitudes emo-
cionales son provocadas para que nos enfrentemos a ellas y veamos
si nos sentimos cómodos o no con nuestra seguridad y vida emocio-
nal. Es una oportunidad para intensificar nuestra atención y nuestra
imaginación.

Sol
Cualquier tránsito al Sol natal es muy importante, ya que nos
damos cuenta en seguida. Afectan la forma en que nos expresamos
con confianza y de forma integradora con el resto de los planetas
natales. Es muy notorio con respecto a nuestros potenciales creati-
vos y a nuestro bienestar en general. Son importantes porque afectan
a nuestra actitud en la vida y a la forma de expresarnos e impresio-
narnos hacia el exterior. También tienen un impacto directo en
nuestra vitalidad física y en lo que conscientemente pensamos sobre
nosotros mismos, cuestionando si somos capaces de llevarlo a cabo
y de expresarlo en nuestra vida exterior. Los tránsitos al Ascenden-
te/Descendente o al Mediocielo/Nadir también son significativos y
marcan un periodo de cambio o atención en nuestra identidad perso-
nal/social o en nuestra identidad familiar/profesional. Comienzan
un nuevo periodo de crecimiento y autoafirmación en estas áreas.

155
LOS PLANETAS TRANSITANDO

Plutón transitando
Debe dársele una menor órbita que al resto de los planetas. Ya
desde 5o antes se siente su influencia, aunque con una intensidad
total durante dos años sobre cualquier punto, planeta o cúspide de la
carta. Su influencia se percibe tres años antes y dos años después del
momento en que se coloque en el mismo grado, aunque la transfor-
mación completa no se lleva a cabo hasta el año en que está en el
grado exacto, y quizá uno se dé más cuenta de su influencia cuando
se aleja.
Eliminación total del concepto anterior del signo o planeta tran-
sitado, transformación y regeneración completa de la imagen del
planeta transitado, sustracción de algo del subconsciente sacándolo a
la luz para eliminarlo. Confrontación del ego personal con el ego
universal (si aspecta al Sol o a la Luna es una confrontación más
personal e íntima y representa más un juego de poderes). Muerte de
un comportamiento arquetípico básico del pasado. Movimientos
sociales y universales confrontan a las personas, sus deseos e instin-
tos personales. Descubrir una conciencia universal. Reconocer el
sentimiento de culpabilidad y revisar las obligaciones sociales. Puri-
ficación en el sentido de eliminación de impurezas para conseguir
una regeneración o curación completa. Dejar atrás todo lo viejo o
todo aquello que no sirve. Saca a la superficie recursos escondidos,
a la vez que algo es eliminado por completo. Nos hace ver nuestras
motivaciones internas, lo que puede mostrarse como un gran des-
contento o insatisfacción. Tenemos que tratar con aquellas áreas en
las que hayamos traicionado nuestros ideales; a veces grandes de-
cepciones son el resultado de aprender unos valores más fiables y
más profundos. Saca todo lo molesto a la superficie y lo transforma.
El karma individual actúa y nos vemos impotentes ante ciertas cir-
cunstancias de la vida; tenemos que encontrar otros recursos y otros
medios para transformar los deseos de la psique.

Plutón en conjunción
Nos sumerge en el inconsciente totalmente y hace que hagamos

156
un descubrimiento profundo. Produce la transformación más drásti-
ca de la imagen y las motivaciones de ese planeta o cúspide y de
todos los aspectos o planetas que se relacionen con ese planeta o
cúspide. Intensidad caótica en aumento hasta que se realiza la rege-
neración completa, momento en el que se siente una gran liberación.
Uno cambia con el movimiento social y la conciencia universal.

Plutón en oposición
Desafío brutal a lo que uno quiere del mundo y lo que el mundo
quiere de uno. Ruptura fuerte con la imagen del signo en que se en-
cuentra y enfrentamiento de poderes. El movimiento social fuerza a
cambiar las propias metas y motivaciones internas, todo de acuerdo
con el signo en oposición donde se encuentra Plutón.

Plutón en cuadratura
Las luchas de poder y los desafíos son más difíciles de recono-
cer, así como de entender qué es lo que se debe cambiar de ese
planeta o cúspide. Es difícil de comprender el conflicto social que
confronta lo personal. Crisis intensas buscando una salida y una
transformación. Finalmente, se ve forzado a tomar consciencia de lo
que se debe cambiar y regenerar.

Plutón en sextil o trino


El movimiento social y la estructura universal te ayudan a cam-
biar la imagen del planeta o cúspide. Una evolución y una unión con
todo lo que está cambiando y transformándose alrededor. Capacidad
de ver la tensión interna y externa.

Neptuno transitando
Se siente aproximarse desde los 5o antes de su órbita. La dura-
ción es de dos años, y hasta cuatro se prolonga su influencia sutil.
Produce confusión, desilusión; disuelve todo lo que no sirve; pro-
fundiza en el inconsciente el karma no resuelto o desaparece el
karma con el cual ya se ha tratado: te lo quita de la vida suavemente.
Da un profundo sentido místico y espiritual si se ha trabajado en

157
estos niveles; si no, produce una tendencia a sentirse perdido al sen-
sibilizarse al entorno de forma nueva. Capacidad de ver toda la
sutileza de la vida. Aparecen poderes telepáticos, intuitivos o, nega-
tivamente, paranoicos. Da un gran idealismo, una integración con el
cosmos y con la humanidad en el inconsciente colectivo; aumenta la
imaginación y la inspiración. Irrealismo y falta de sentido práctico.
Te hace más .sensible a las drogas y la química; puede hacer que
surjan enfermedades psicosomáticas o crónicas en potencia.
Tendencia a los engaños y a la decepción por el comportamien-
to humano. Susceptibilidad a infecciones, plagas y asfixias. La falta
de concentración es bastante característica, puesto que se está po-
niendo la atención en lo intangible. Hace que te des cuenta de que lo
intangible y los factores no materiales son más importantes que los
mundanos. Apertura cósmica y de conciencia universal. Agudiza la
percepción para entender sutilezas del comportamiento y de las acti-
tudes. Uno se siente en una nube o confundido si no acepta el
desafío de sintonizarse con un ideal espiritual. Produce también sen-
timientos de ser poco importante o de sentirse humillado.

Neptuno en conjunción
Produce una mayor profundidad de apertura en la percepción.
Búsqueda de espiritualidad en el planeta o cúspide que conjunte;
disuelve su aspecto conflictivo de la carta natal. Facilita el poderse
desligar de las opresiones y abstraerse fácilmente. Sensibiliza y te
hace receptivo a otros niveles de conciencia.

Neptuno en oposición
Produce una mayor confusión y engaño. Falta de claridad en un
principio para sensibilizarse más espiritualmente. Aprender a acep-
tar y a rendirse ante el concepto del signo opuesto. Sobre todo
cuando opone a planetas personales da la posibilidad de sentirse
influido por fuerzas invisibles o fuera de nuestro control.

Neptuno en cuadratura
Es muy sutil y difícil de captar, pero da una tendencia a ver po-
co claras las oportunidades. Tendencia a las depresiones y

158
desilusiones, así como debilitamiento físico y psicológico. Pide al-
gún tipo de sacrificio y aceptación, sin ver las razones para ello,
desde la casa en que se encuentre Neptuno.

Neptuno en sextil o trino


Se nota tan sutilmente que sólo complementa a otro planeta
transitando, dándole un mayor sentido espiritual y de sacrificio.
Acrecienta el impacto de la posición de la casa en la que se encuen-
tra cuando aspecta a otro planeta. También procura una
disponibilidad de la aceptación espiritual de todo lo que está ocu-
rriendo debido a otro tránsito.

Urano transitando
Estos tránsitos son los más exactos; por eso pueden ayudar mu-
cho en la corrección de la carta; pero también se pueden notar con
una órbita de 6o antes. La duración global es de dos años y el impac-
to directo es un año. Es el planeta de todo lo repentino y de la
velocidad. Produce una tremenda inestabilidad, y rompe todo aque-
llo que está demasiado estructurado y la rutina de la vida.
Revoluciona y abre horizontes imprevistos. Liberador, innovador.
Produce una apertura cósmica o la búsqueda de razones cósmicas o
fuera de lo corriente para cambiar la vida. Produce tensiones inter-
nas si no se consiguen cambiar las estructuras del pasado y la rutina.
Da una inspiración e iluminación instantáneas, como una revelación.
Ofrece visiones del futuro en forma de idea utópica que es difícil de
llevar a cabo en la realidad presente y después tiene uno que enten-
derlo y realizarlo más tarde. Nos saca del tiempo cronológico. Nos
despierta hacia la verdadera libertad al mostrar todo aquello que ya
se ha trascendido. Promueve a tomar riesgos y experimentar en
áreas desconocidas. Rompe todos los condicionamientos que ya se
hayan superado. Activa todo aquello que está dispuesto a ocurrir,
porque estemos preparados para ello, y a hacer todos los cambios
necesarios para un futuro crecimiento. No causa necesariamente
sucesos repentinos, pero a menudo indica que se actúa de forma
inconsciente, lo que atrae tales sucesos. Aunque es inestable en el

159
momento de dejarse llevar por todo lo que se cambia, puede dar una
profunda concentración e inspiración. Saca a la consciencia lo que
está en el umbral de la percepción. Produce una gran tensión si uno
trata de controlarse y las cosas no cambian rápidamente; por el con-
trario, si ya hay mucha tensión y rigidez acumulada se producen
descargas, ya sean conscientes o si no inconscientes repentinas, por
causa de accidentes.

Urano en conjunción
Da una extremada tensión, trastornos inesperados y un cambio
definitivo de la estructura de ese planeta, cúspide o nódulo. Estos
cambios repentinos producen una crisis difícil de evaluar, ya que no
establecen todavía hacia dónde se cambia. Produce una revelación
en la que se ve la evolución de la búsqueda en el futuro, un comien-
zo deliberación del pasado y un potencial real de crecimiento.

Urano en oposición
Proyecta hacia el futuro y no se ve cómo puede realizarse. Des-
cubriremos nuevas actitudes y un nuevo potencial de crecimiento.
Ayuda a resolver viejos problemas; aunque se trate testarudamente
de mantener algo, no deja conservar lo estancado. Puede significar
una ayuda inesperada que viene desde el signo en el que se encuen-
tra Urano.

Urano en cuadratura
Produce mucha tensión, deseos de cambiar, precipitación, impa-
ciencia e irritabilidad, que finalmente desembocan en un alivio si se
logra cambiar lo que pide el signo en el que se encuentra. Aunque se
haya cambiado, produce una gran inestabilidad, ya que las circuns-
tancias no son del todo adecuadas.

Urano en sextil o trino


Las circunstancias nos ayudan a cambiar sin tanta tensión, pues-
to que hay sincronismo con el tiempo y las oportunidades. Revela
soluciones para resolver situaciones agobiantes. Los sucesos o per-
sonas de alrededor se presentan como algo nuevo e interesante.

160
Saturno transitando
Se puede empezar a percibir incluso 10° antes de la conjunción
exacta, pero de manera más definida con una órbita de 6°. La dura-
ción es de un año y el momento decisivo puede durar tres meses;
pero esto depende de si transita en tres fases (al retroceder y volver
hacia delante), en cuyo caso duraría un año, o si pasa por esos gra-
dos en directo, con lo que sólo duraría tres meses la culminación del
problema o superación a que nos enfrenta. En el caso de que retro-
ceda por esos grados tiene el siguiente proceso: la primera vez qué
pasa en directo avisa de la posible crisis que puede venir; la segunda
que pasa en retroceso es la crisis real, teniendo lugar una confronta-
ción directa, y la tercera vez, que pasa también en directo, tiene uno
que encontrar la solución de esa crisis de la que se ha hecho cons-
ciente. Pero, en realidad, como la crisis es tan consciente, a veces se
arrastra hasta 8° después de llegar al grado exacto o incluso hasta
que Saturno se ha salido de ese signo por completo. Es como si si-
guieran los coletazos y las consecuencias de forma consciente, sólo
que se va mejorando y aliviando, la situación no empeora o ya se
conoce lo que se tiene que tratar desde que se pone en el grado exac-
to. Da una claridad en los conflictos y en la forma en que uno se
bloquea a causa de sí mismo o de las circunstancias. Nos hace ver
las crisis y responsabilizamos en la evolución, asumiendo la realidad
conflictiva. Produce limitación, inhibición, y nos enseña como un
maestro el significado de la crisis para su maduración.
Ante crisis y conflictos astrológicos muy agudos produce angus-
tia y depresión, ya que plantea la realidad de una manera muy cruda.
Saturno es el guardián del tiempo y de las reacciones kármicas. La
única forma de superar los tránsitos agudos de Saturno es trabajando
y disciplinándose conscientemente y enfrentándose directamente al
problema que se está planteando. Saturno no deja que uno se escape
sin observarse a sí mismo conscientemente. Te hace consciente de la
cualidad del planeta y el signo en que está. Produce rigidez y crista-
lización en enfermedades físicas si no se realiza o no se hace uno
consciente de la lección que nos está enseñando. Produce circuns-
tancias cargadas de obligaciones sociales, dependiendo más en la
posición de la casa donde se encuentra, sobre todo en las que se si-

161
túan por encima del horizonte. La frustración cristaliza problemas
físicos y de salud. Nos confronta con la realidad y hace que madu-
remos responsabilizándonos. Da claridad y sentido común usándolo
positivamente, y frustración y desesperación usándolo negativamen-
te. Retrasa todo; hace que parezca que todo va más despacio, ya que
todo es más pesado. Esto hace que el ritmo sea más lento, y, por
tanto, ayuda en la concentración. Produce un gran realismo, incluso
sobre las metas del futuro, ya que realmente nos hace desarrollar la
decisión sobre lo que va a pasar durante los próximos catorce años,
medio ciclo. Saturno marca los periodos kármicos de siete en siete
años; cuando se obtienen las reacciones a las acciones anteriores, y
cuando se confronta al mismo tipo de reacción en uno mismo, sólo
que desde otra casa y signo. Cuando Saturno sale finalmente de una
casa sucede algo que explica los años anteriores en su tránsito por
esa casa.

Saturno en conjunción
Es el final del ciclo que está causando la configuración de ese
planeta. Se ven las consecuencias totales de la actuación de dicho
planeta hasta el momento. Es un replanteamiento de esa cualidad en
el signo y el planeta y un comienzo decisivo de una nueva supera-
ción de los conflictos que tenga ese planeta. Produce una aceptación
si se toma positivamente, y una resignación si se toma negativamen-
te. Juzga y guía, pero hace evidentes las dificultades y las
obligaciones de las que debemos responsabilizarnos.

Saturno en oposición
Puede ser un tránsito positivo, ya que aumenta la cualidad de la
polaridad y la forma de centrarse se hace evidente; pero si en esa
oposición conjunta al mismo tiempo a algún planeta, esto se ve obs-
taculizado. Los conflictos vienen desde el signo y la casa en las que
está Saturno y nos obliga a entender lo opuesto a lo que uno es o a la
actuación de ese planeta. Es el resultado y la reacción total del re-
planteamiento que se hizo en la conjunción, y puede hacerse un
replanteamiento reflejo del otro que tuvo lugar hace catorce años.

162
Saturno en cuadratura
Saca totalmente la cualidad del signo desde el que cuadra y pro-
duce una confrontación con problemas y obligaciones que son
difíciles de entender y de superar. Provoca una insatisfacción en el
replanteamiento anterior, aunque la decisión es difícil de tomar. Es
la reacción de todo lo que se haya hecho durante siete años. Produce
mucha frustración, ya que nos hace conscientes del problema, pero
no se ve fácilmente la forma de solucionarlo.

Saturno en sextil o trino


Finalmente, uno entiende la solución a la crisis anterior y ve los
resultados desde la cualidad del signo en que se encuentra. Es más
fácil responsabilizarse de las obligaciones que conlleva. Siempre
proporciona un grado de madurez a ese planeta.

Júpiter transitando
También puede percibirse incluso 10° antes, pero de forma más
intensa con una órbita de 6°. Puede sentirse seis u ocho meses, sobre
todo si es en esos grados en los que retrocede y vuelve a ir hacia
adelante. En el aspecto exacto permanece un mes. Da oportunidades
y posibilidades diferentes a las que normalmente estamos acostum-
brados. Ayuda a reconocer las soluciones favorables y optimistas.
Proporciona entusiasmo y fuerza para actuar, lo que incluso se pue-
de convertir en euforia. Se debe tener cuidado con los excesos y con
el esparcirse en demasiadas direcciones o realizar demasiadas so-
luciones. Puede haber una falta de perspectiva, de límites y de
realismo. No ayuda a terminar las cosas, pero sí a iniciar más. Tra-
tado este tránsito con cautélanos puede hacer entender la verdad que
trata de comunicamos desde una perspectiva más amplia. Toma un
papel de benefactor, protector o suavizador de los golpes de las lec-
ciones de Saturno al dar una visión más optimista de los problemas.
Siempre hay que mirar lo que está haciendo Júpiter para amortiguar
las lecciones de Saturno. Ayuda a iniciar una búsqueda o inquietud,
y en la posición en la que está actúa como una ayuda social. Sin
embargo, hay que observar que a veces Júpiter puede ponernos ten-

163
sos a base de demasiados compromisos sociales o legales, sobre
todo si transita el hemisferio Norte, que a menudo pueden debilita-
mos más que las crisis de Saturno, ya que éstas se ven más
claramente. Todo depende de la estructura de la carta natal; hay per-
sonas muy sombrías, saturninas, que los tránsitos de Júpiter
favorecen mucho. Sin embargo, una persona ya jupiteriana puede
desbordarse en exceso.
Da una mayor motivación para mejorar las circunstancias. Pro-
porciona una mayor comprensión y entendimiento del área donde
está por ampliar las perspectivas de sabiduría y experiencia. Nos
ayuda a realizar con confianza todo aquello que queremos hacer.
A menudo puede contrarrestar los tránsitos de Saturno si ocu-
rren a la misma vez, aunque Saturno sigue siendo siempre más
evidente. Júpiter ayuda a ver el lado bueno y optimista de la vida, o
quizá nos distrae no dejando que nos enfrentemos con realismo a las
confrontaciones de Saturno.

Júpiter en conjunción
Es el aspecto más favorable y protector. Pero puede dar dema-
siadas esperanzas y optimismo, causando dispersión en todas
direcciones por tener demasiadas ilusiones. En general, aumenta la
energía y el entusiasmo; sólo que hay que aprender a canalizarlos,
pues si no desemboca en pereza al verlo todo fácil. Aumenta el co-
nocimiento en la forma en que debería actuar ese signo y planeta.

Júpiter en oposición
Proporciona oportunidades de la cualidad del signo al que opo-
ne. Sus efectos pueden verse mejor ya que se muestra el equilibrio
para obtener el máximo beneficio. Es como si los demás nos dieran
las soluciones y uno todavía actúa con cautela. Es una liberalización
y una búsqueda de horizontes nuevos. Pero en realidad es más peli-
grosa la excesiva expansión que en la cuadratura, ya que nos hace
sentir como si todo estuviera controlado y no se prevé el fracaso.

Júpiter en cuadratura
Las oportunidades están ahí, pero tardan en manifestarse o en

164
que uno se haga consciente de ellas, ya que no se está seguro de
obtener un beneficio de las mismas. No se mide la capacidad para
realizar lo que está brindando. Produce incertidumbre, aunque ex-
pande la consciencia presenta nuevas posibilidades.

Júpiter en sextil o trino


Brinda oportunidades con un sincronismo social. Ofrece protec-
ción y una amplitud de visiones. Pero hay que buscarlo, ya que uno
debe estar abierto para poder recibir su beneficio; si no, solamente
amortigua las dificultades causadas por otros planetas.

Marte transitando
La órbita adecuada es de 4º. La duración total es de un mes, más
intensamente una semana. Cuando retrocede porque la Tierra le ade-
lanta puede llegar a durar un par de meses más. Cuando está en
retroceso se entiende como una acción que se vuelve a repetir.
Marte activa cualquier otro tránsito que esté ocurriendo en ese
momento; si se mete en la configuración que está siendo puesta a
prueba mediante un tránsito superior, es el momento realmente acti-
vo del conflicto, y si no, cuando aspecta cualquier otra posición
natal actúa como una acción moderada si hace trino o sextil, o re-
fuerza la lucha si hace oposición o cuadratura a otro punto de la
carta natal. Por ello activa todos los mismos grados de la carta, y
podemos ver así los que están en conflicto y los que tienen una ac-
tuación favorable o la contradicción que existe cuando actuamos. Es
decir, que hay que tomaren cuenta la condición (fijo, mutable, car-
dinal) en la que está situado Marte para ver la situación exterior con
la que se lucha; por ejemplo, cuando está en signos fijos, todas las
dificultades que se tengan en fijos se vivirán conflictivamente, si
esto está indicado por tránsitos de planetas superiores; si no, se vivi-
rán con más ímpetu y aserción.
Rompe el ritmo natural de la Naturaleza y proporciona vigor,
fuerza, atrevimiento y espontaneidad. Despierta el potencial general
de ese signo; la atención se centra en el signo en el que está ponien-
do a veces tensión y estrés. Aumenta los deseos a los planetas que

165
aspecta; por tanto, puede causar que se tenga que luchar por cumplir
los deseos. No debe uno rendirse, por lo que se está dispuesto a lu-
char con las circunstancias, lo cual puede ser positivo o negativo.
Ante las enfermedades da fuerza para salir adelante en cualquier
aspecto, pero ante el peligro de accidente suele aumentar el riesgo,
ya que se actúa compulsivamente. Allí donde esté Marte es como
una advertencia por ser una configuración que se pone en movi-
miento. Da impaciencia, atrevimiento y actuación temperamental.

Marte en conjunción
Es cuando se está dispuesto a llevar a la acción al planeta y
signo que conjunta, y puede entrar en una agresión directa activando
el conflicto que ese planeta tenga o dando fuerza para enfrentarse a
las circunstancias difíciles y superarlas. Si se reprimen esos deseos
produce una tensión fortísima, que puede hacer daño internamente.
El deseo y la acción son simultáneos; por eso hay que encontrar en
otra parte de la carta la moderación o la cautela, el pensar antes de
actuar. Tomado positivamente proporciona una cantidad de energía
enorme y negativamente de frustración. Nos expone a vivir desafíos,
con lo que en muchos casos se aprende mucho sobre uno mismo.

Marte en oposición
Nos está desafiando desde el signo y casa donde se encuentra
Marte. Ve la necesidad de centrar la energía en algo contrario a lo
que normalmente se desea; por tanto, es positivo si uno se da cuenta
de la polaridad y se es capaz de incorporarlo a la acción equilibrán-
dola. Es negativo si la ve en la necesidad de defenderse y de luchar,
causando gran agresividad y tensión.

Marte en cuadratura
Se siente mucha tensión y una agresividad en el entorno que nos
hace actuar en desequilibrio con ese signo y planeta al que cuadra
Marte.
Se actúa en defensa, pero no se sabe por qué. Suele haber expe-
riencias frustrantes que producen excesiva tensión. Existe una
urgencia de situar de alguna forma que no esté de acuerdo con las

166
circunstancias. Se actúa a destiempo y sin coordinación.
Aumenta el estrés general del resto de la carta.

Marte en sextil o trino


Se da cuando se actúa de acuerdo con las circunstancias y se
pueden llevar a cabo los deseos por poner la suficiente atención y la
energía adecuada. Es como si se tuviera una ayuda exterior para
sincronizar los deseos y la acción, ya que no están en conflicto con
las tendencias generales, hay una coordinación de la espontaneidad
y de la moderación, pudiendo actuar con libertad.

Venus transitando
La órbita adecuada es de 4º. La duración es alrededor de cinco
días, y con más fuerza, dos días. Normalmente da armonía, trae pla-
cer y ganas de ser sociable. Produce una autoindulgencia, pereza y
ganas de gastar dinero, negativamente hablando. Provoca las ganas
de gustar y atraer a los demás, lo que hace que estemos predispues-
tos a situaciones románticas. Por ejemplo, Venus transitando la casa
1ª proporciona belleza. Tocando una con figuración conflictiva nos
hará llegar al extremo de buscar el lujo, el confort y la extravagan-
cia. No se quiere ver el caos o el desequilibrio, ya que se está muy
sensible.

Venus en conjunción
Es cuando más se notan sus características: búsqueda de la ar-
monía y el placer. Generalmente trae buena suerte y encuentros
sociales importantes.

Venus en oposición
También produce sociabilidad y nos hace sentir en armonía con
el signo opuesto, pero a veces nos hace ser consentidos y perezosos.

Venus en cuadratura
Existe un ligero sufrimiento, ya que se desea la armonía y la
tranquilidad, y esto no está totalmente de acuerdo con el entorno. En

167
realidad, solamente se está más sensible que otras veces. Puede pro-
ducir exaltación, pero sin ver las consecuencias. Es peligroso en
negocios o gastos económicos.

Venus en sextil o trino


Se nota muy poco; simplemente uno se siente tranquilo y com-
placido. Nos ayuda a mantenernos equilibrados ante otras
situaciones de tensión.

Mercurio transitando
La órbita es de 3º. La duración también puede ser de cinco días,
aunque más intensamente tres días. Da claridad mental, nerviosis-
mo, inquietud, rapidez mental, mucho movimiento en el entorno,
mucha comunicación telefónica y ganas de comunicarse concluir o
empezar contratos, aclarar una situación o transacción pendiente…
Ayuda a la promoción y a las ventas. Cuando está en retroceso hay
malentendidos, confusión en la comunicación, retrasos en las con-
trataciones, problemas en ventas y promoción… Es un buen
momento para revisar el planteamiento de ideas y proyectos, pero no
es favorable para iniciar nada, ni para concluir nada tampoco, pero
sí es favorable para organizar o comunicar planteamientos o proyec-
tos.

Mercurio en conjunción
Da un estímulo al planeta o cúspide para que nos demos cuenta
mentalmente de la manera en que éste nos va a ayudar en nuestra
realización. Puede producir un excesivo nerviosismo o intranquili-
dad. Es cuando mejor puede uno hacerse consciente de los
pensamientos relacionados con ese planeta o cúspide. Tendencia a
moverse muy rápido, a un entendimiento excepcional y a hacer via-
jes cortos, sobre todo si éstos tienen alguna relación con la carta
natal.

Mercurio en oposición
Nos hace tomar en cuenta mentalmente ese signo opuesto. Ten-

168
taciones de discusiones y confrontaciones, aunque existen muchos
diálogos sobre las opiniones opuestas y contradictorias. Por eso a
veces cuesta llegar a un punto donde se esté de acuerdo. También
produce nerviosismo, inquietud y sentimientos de que nos están
malentendiendo. Hace que entendamos a los demás o que se llegue a
un acuerdo con ellos.

Mercurio en cuadratura
No se está sincronizado con el medio al comunicarse, y se pue-
de decir lo que no se debería haber dicho conforme a la situación.
Hay desafíos y confrontaciones para que se tome en cuenta el signo
y casa desde el que Mercurio cuadra; pero esto es algo extraño en
nuestro pensamiento y provoca nerviosismo. Produce mucha indeci-
sión, cambios de opinión, movimientos no coordinados y desorden
mental. Si se reconoce, puede ser favorable siempre que se tome
cautela.

Mercurio en sextil o trino


Normalmente produce una armonía mental con el entorno y ex-
periencias en las que se puede aprender y asimilar rápidamente. Nos
facilita el movimiento y la comunicación efectivos y nos ayuda a
exponer las ideas claramente.

Sol transitando
Alrededor de la fecha del cumpleaños se toman decisiones en lo
referente a las metas y a la autorrealización para el resto del año.
Esto se madura durante los siguientes tres meses y se comienza a
realzar de tres a seis meses después del cumpleaños. Va de un signo
de la misma condición al siguiente. A los seis meses se ven los re-
sultados de las metas que se decidieron, y de los seis a los nueve
meses después se realizan, pero con más realismo o menos fuerza, y
desde los nueve meses hasta el siguiente cumpleaños es como un
agotamiento y el conocimiento de que se tendrán que revisar las
metas; es cuando las consecuencias han tenido ya un impacto en el
entorno y están fuera del control personal; o quizá la entrega a ellas

169
con aceptación de la realidad para emprender otras metas en el cum-
pleaños próximo o decidir cómo continuarlas. Ahora bien, siempre
hay que tener en cuenta que donde esté el Sol resalta la cualidad de
los planetas que se tengan en ese signo y casa y pone a prueba la
configuración planetaria en ese signo y planetas. Debéis ver clara-
mente la posición de las casas por las que transita el Sol, pues
acrecienta las posibilidades o lecciones que marcan las posiciones
de Saturno o el resto de los planetas superiores. Por ejemplo, cuando
éstos marcan una crisis específica con otro planeta natal en signo
fijo, cuando el Sol esté en signos fijos esta crisis será más marcada,
independientemente de si el tránsito del planeta superior está o no en
el grado exacto en esos meses.
La duración es aproximadamente de diez días y con más fuerza
cinco días. Hace tomar decisiones conscientes y metas sobre el
signo y casa donde esté y el planeta que conjunte. Toda la atención
se centra en entender la cualidad del signo donde está el Sol y en
realizarlo en nuestra vida exterior y social Marca el comienzo de la
realización del planeta y signo. Cíclicamente es la estructura más
estable, y es importante aprender a reconocerla y distinguirla del
resto de los ciclos planetarios. Los tránsitos del Sol marcan las expe-
riencias, atrasando o adelantando los momentos culminantes de los
demás tránsitos.

Sol en conjunción
Exalta ese planeta o signo y comienza el ciclo de hacerse cons-
ciente de lo que significa y realizarlo en la vida diaria a través de ese
año. Es el mejor momento para centrar la energía del planeta en el
signo, ya que las tendencias globales estarán de acuerdo con su ex-
presión y realización creativa.

Sol en oposición
Provoca el hacerse consciente de la polaridad del planeta y el
entender el resultado de lo que la conjunción provocó. Normalmente
ayuda a equilibrar nuestros deseos y motivaciones conscientes y a
comprometemos con los demás de la forma que indica el signo don-
de se encuentra el Sol. Los demás o el exterior nos provocan para

170
que se tome una decisión consciente y se lleve a cabo.

Sol en cuadratura
Hay que tomar en cuenta si está subiendo o bajando, es decir, si
está a tres meses o nueve meses del momento en que estuvo en con-
junción con el Sol natal. En la subida el desafío trata de que se
ponga energía para realizar creativamente ese signo e integrarlo con
el signo donde esté el Sol. En la bajada el desafío es sobre el hacerse
consciente de los errores, resultados o incapacidades para mejorar la
energía del planeta, signo y casa.
El cuarto creciente es vigorizante y provee una enorme cantidad
de esfuerzo para realizarse, mientras que los demás, representados
por el signo del Sol, nos ayudan a ajustar las metas. Sin embargo, el
cuarto menguante produce que los demás nos muestren los resulta-
dos y nos desafíen a que los adaptemos para conseguir unas metas
sociales que sirvan a los demás. Es interesante ver esto en relación a
las oposiciones existentes en la carta natal, ya que estaría con un
planeta dándote fuerza y en cuarto creciente y menguante con el otro
haciendo que se rinda al signo del Sol, o acepte las consecuencias
negativas o positivas de lo que ya ha realizado.

Sol en sextil o trino


Las circunstancias y los demás nos ayudan a realizar lo que
conscientemente se decidió en la conjunción. Favorece el encontrar
las oportunidades para realizarse. Es un buen momento para armo-
nizar las experiencias internas y externas.

Luna transitando
A la Luna hay que observarla en rotación al Sol, a través de las
fases de la Luna viendo en qué casas y signos están éstas situadas.
La Luna Nueva es la sumisión de la Luna al Sol; cuando empieza a
crecer es una individualización instintiva; cuando llega a cuarto cre-
ciente se produce una crisis en acción para definir hacia dónde se
crece; de cuarto creciente a Luna Llena representa una búsqueda de
ayuda en el exterior para poder crecer; la Luna Llena exacta es una

171
revelación de un ideal de perfección que dura sólo unos instantes, ya
que cuando la Luna ve al Sol empieza a sentir contradicciones,
puesto que no sabe si la luz viene del Sol o es la suya propia; de
Luna Llena a Cuarto Menguante se ha tenido una revelación y se la
quiere poner en práctica, pero las condiciones existentes no le ayu-
dan y representan una constante lucha en la que a veces se hace que
los demás sean más conscientes de un ideal; cuando llega el Cuarto
Menguante finalmente se reconoce que por más que lucha el ideal se
hace cada vez más pequeño y sobreviene una crisis para aceptar y
rendirse; entonces de Cuarto Menguante a Luna Nueva representa
las diferentes facetas de rendición y la etapa de hacerse más espiri-
tual y creativo reconociendo la grandeza del Sol. En cada Luna
Nueva comienza algo relacionado con el signo y casa donde está
situada; en el Cuarto Creciente se empieza a llevar a cabo; en la Lu-
na Llena se ve el resultado de aquello que se empezó o decidió en la
Luna Nueva, y en el Cuarto Menguante se siente un agotamiento de
seguir empujando a la necesidad de revisar lo que se ha realizado o
los resultados están ya en el exterior fuera de nuestro control perso-
nal. El entender el proceso de lunación es muy importante para
captar el ritmo emocional mensual. Si esta lunación toca alguna con-
figuración, pone en marcha el mecanismo negativo o positivo de tal
configuración. Igualmente si aspecta a Saturno, Urano, Plutón o
Marte intensifica esos días las dificultades u oportunidades que és-
tos están provocando en nuestra carta natal. La duración es de dos
días y medio, pero de manera más intensa el día que aspecta exac-
tamente, aunque en algunos casos se nota más dos días o un día
antes. La casa en la que se encuentra ese día indica la forma de re-
ceptividad y predisposición emocional. La Luna en sí misma no
provoca para que ocurra algo, sino que te predispone a captar más
profundamente lo que está ocurriendo. En qué casas ocurren las lu-
naciones significa la predisposición emocional de lo que se capta del
entorno. Las lunaciones que coinciden con los signos de la misma
condición del Sol y Luna natal serán las más importantes. Así como
las lunaciones que coincidan en los signos de la misma condición
donde se tengan configuraciones difíciles o tránsitos importantes de
planetas superiores.

172
Luna en conjunción
Produce una intensidad emocional y de actuación de ese planeta
o cúspide de una forma más emocional y receptiva. Predispone in-
conscientemente a atender los asuntos de ese signo, planeta o casa.
Aunque su influencia sea sutil, si el exterior lo permite o incita la
expresión de las emociones, se hace tremendamente palpable.

Luna en oposición
Te predispone a tomar en cuenta los asuntos del signo opuesto y
nos hace reaccionar de una manera más emocional ante cualquier
contradicción que pueda surgir referente a los asuntos del planeta y
signo al que está oponiendo. Internamente uno se siente dispuesto a
equilibrar dichos signos.

Luna en cuadratura
Te hace muy sensible a cualquier obstáculo que impida que se
exprese dicho planeta o cúspide. Se puede presentir cierto descon-
trol emocional, por lo que a veces uno se siente con ganas de
encerrarse en sí mismo. Falta de claridad entre lo que apetece y lo
que uno tiene que hacer.

Luna en sextil o trino


Lo que nos apetece está de acuerdo con lo que tenemos que ha-
cer, y la predisposición emocional ayuda a la actitud de estos días.
Se nota muy poco; solamente que las emociones fluyen fácilmente y
con suavidad, a no ser que los conflictos los indiquen otros tránsitos,
aunque siempre habrá un bienestar y buena disposición interna.

LOS NODULOS TRANSITANDO

Los nódulos marcan los periodos kármicos de nueve en nueve


años, ya que tardan dieciocho en volver a su posición natal. Todo lo
que suceda estos años tiene un tono más kármico, que proviene o
bien del nódulo Sur o del Norte. Cuando el nódulo Norte transitando
conjunta el nódulo Sur, o bien nos afianzamos en quienes somos y

173
de donde venimos, o si no negativamente nos estancamos y nos
arraigamos más en nuestros viejos hábitos. De esta manera, cuando
uno cumple nueve años tiene una regresión a su nódulo Sur, ya que
el nódulo Norte transitando conjunta al nódulo Sur; se vuelve al
pasado, aunque hay que ver también si esto está acompañado de
periodos críticos, indicados por aspectos de Saturno o del resto de
los planetas superiores. Desde uno a dieciocho años es un periodo
en el cual aprendemos de las personas mayores y de nuestros padres
en particular. A los dieciocho años, casi diecinueve, tenemos el pri-
mer contacto con lo que tenemos que hacer en la vida a través del
nódulo Norte. Por primera vez el nódulo Norte transitando conjunta
el nódulo Norte natal. A los veintisiete años, justo antes de que Sa-
turno vuelva a la posición natal, los nódulos nos hacen volver al
pasado para que veamos claramente de dónde venimos y nuestras
tendencias antes de decidir cómo vamos a contribuir a la sociedad a
partir de los veintiocho hasta los treinta y cinco años, periodo mar-
cado por la posición de Saturno. A los treinta y siete años es un
periodo muy importante, ya que entendemos nuestro nódulo Norte,
y Saturno nos ayuda al mismo tiempo a tomar una decisión definiti-
va sobre cuál es nuestra meta y nuestra contribución individual al
mundo; éste es el tiempo de una mayor creatividad individual para
desarrollar el futuro (indicado por el nódulo Norte) y aprender a
canalizar constructivamente los talentos. A los cuarenta y cinco años
volvemos al nódulo Sur para revisar ciertos aspectos de él todavía
sin solucionar, a fin de que nos ayude a encausar nuestras metas e
imagen pública y a entender realmente los aspectos positivos de
nuestro pasado kármico y cómo éstos nos pueden ayudar en nuestros
fines actuales y nuestro crecimiento espiritual. A los cincuenta y
cuatro años es cuando más fuertes nos sentimos cumpliendo ya
nuestro nódulo Norte o que estamos cerca de cumplirlo: muestra
también un importante crecimiento espiritual individual antes de que
nos llegue el segundo retorno de Saturno entre los cincuenta y seis y
cincuenta y ocho años, cuando comienza el ciclo de entrega espiri-
tual y la enseñanza de las propias experiencias a las siguientes ge-
neraciones, estabilizando así sus vidas. A los sesenta y tres años hay
otra vuelta al nódulo Sur, para entender más claramente la vida y

174
revisar si se ha aprovechado al máximo su lección: puede provocar
también una crisis, si no se ha cumplido el nódulo Norte y tampoco
la vida nos ha dejado volver al nódulo Sur: se sentirá insatisfacción,
pero en realidad es una rendición espiritual y una aceptación de los
errores. A los setenta y dos años ocurre el cuarto tránsito del nódulo
Norte sobre el nódulo Norte, y debería representar el momento en el
que más adaptado se está a lo que se ha conseguido en esta vida, lo
que se ha aprendido y lo que se ha crecido espiritualmente y, si no.
la vida nos impone que reconozcamos el nódulo Norte o se llegue a
él a la fuerza. El retomo al nódulo Sur a los ochenta y un años nos
hace recordar todas las experiencias de te vida, y, finalmente, a los
noventa se consigue disfrutar y vivir plenamente el nódulo Norte
antes de la muerte, viendo ya las posibles lecciones de la vida pró-
xima, o que pueda crecer todavía el alma humana.
Los nódulos marcan los periodos kármicos de nueve en nueve
años, ya que tardan dieciocho en volver a su posición natal. Todo lo
que suceda estos años tiene un tono más kármico, que proviene o
bien del nódulo Sur o del Norte. Cuando el nódulo Norte transitando
conjunta el nódulo Sur, o bien nos afianzamos en quienes somos y
de donde venimos, o si no negativamente nos estancamos y nos
arraigamos más en nuestros viejos hábitos. De esta manera, cuando
uno cumple nueve años tiene una regresión a su nódulo Sur, ya que
el nódulo Norte transitando conjunta al nódulo Sur; se vuelve al
pasado, aunque hay que ver también si esto está acompañado de
periodos críticos, indicados por aspectos de Saturno o del resto de
los planetas superiores. Desde uno a dieciocho años es un periodo
en el cual aprendemos de las personas mayores y de nuestros padres
en particular. A los dieciocho años, casi diecinueve, tenemos el pri-
mer contacto con lo que tenemos que hacer en la vida a través del
nódulo Norte. Por primera vez el nódulo Norte transitando conjunta
el nódulo Norte natal. A los veintisiete años, justo antes de que Sa-
turno vuelva a la posición natal, los nódulos nos hacen volver al
pasado para que veamos claramente de dónde venimos y nuestras
tendencias antes de decidir cómo vamos a contribuir a la sociedad a
partir de los veintiocho hasta los treinta y cinco años, periodo mar-
cado por la posición de Saturno. A los treinta y siete años es un

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periodo muy importante, ya que entendemos nuestro nódulo Norte,
y Saturno nos ayuda al mismo tiempo a tomar una decisión definiti-
va sobre cuál es nuestra meta y nuestra contribución individual al
mundo; éste es el tiempo de una mayor creatividad individual para
desarrollar el futuro (indicado por el nódulo Norte) y aprender a
canalizar constructivamente los talentos. A los cuarenta y cinco años
volvemos al nódulo Sur para revisar ciertos aspectos de él todavía
sin solucionar, a fin de que nos ayude a encausar nuestras metas e
imagen pública y a entender realmente los aspectos positivos de
nuestro pasado kármico y cómo éstos nos pueden ayudar en nuestros
fines actuales y nuestro crecimiento espiritual. A los cincuenta y
cuatro años es cuando más fuertes nos sentimos cumpliendo ya
nuestro nódulo Norte o que estamos cerca de cumplirlo: muestra
también un importante crecimiento espiritual individual antes de que
nos llegue el segundo retorno de Saturno entre los cincuenta y seis y
cincuenta y ocho años, cuando comienza el ciclo de entrega espiri-
tual y la enseñanza de las propias experiencias a las siguientes ge-
neraciones, estabilizando así sus vidas. A los sesenta y tres años hay
otra vuelta al nódulo Sur, para entender más claramente la vida y
revisar si se ha aprovechado al máximo su lección: puede provocar
también una crisis, si no se ha cumplido el nódulo Norte y tampoco
la vida nos ha dejado volver al nódulo Sur: se sentirá insatisfacción,
pero en realidad es una rendición espiritual y una aceptación de los
errores. A los setenta y dos años ocurre el cuarto tránsito del nódulo
Norte sobre el nódulo Norte, y debería representar el momento en el
que más adaptado se está a lo que se ha conseguido en esta vida, lo
que se ha aprendido y lo que se ha crecido espiritualmente y, si no.
la vida nos impone que reconozcamos el nódulo Norte o se llegue a
él a la fuerza. El retomo al nódulo Sur a los ochenta y un años nos
hace recordar todas las experiencias de te vida, y, finalmente, a los
noventa se consigue disfrutar y vivir plenamente el nódulo Norte
antes de la muerte, viendo ya las posibles lecciones de la vida pró-
xima, o que pueda crecer todavía el alma humana.

Nódulo norte en conjunción / nódulo sur en oposición


Generalmente provoca que surja el karma de acuerdo con la

176
esencia del planeta o cúspide, y ayuda a obtener el éxito adecuado o
las recompensas kármicas a cómo se ha utilizado ese planeta para
superar el karma. Nos presenta también un sincronismo kármico
para superar los residuos pendientes: las cosas suceden en el mo-
mento preciso para sentirse liberado al pasado. Las tendencias
sociales están de acuerdo para que atendamos y superemos el karma
de este planeta.

Nódulo norte en oposición / nódulo sur en conjunción


Provoca tensiones y debilitamiento en dicho planeta o cúspide.
Representa restricciones y la revisión de los hechos del pasado y sus
actuaciones con respecto a dicho planeta. No suele existir sincro-
nismo, provocando que las cosas sucedan a destiempo, lo cual hace
que nos demos cuenta de las actuaciones malas del pasado. Este
aspecto limita la forma de actuar de ese planeta, reiterando esque-
mas del pasado.

Nódulos en cuadratura
Este tránsito es más importante cuando los nódulos cuadran a
dos planetas que están en oposición. Produce generalmente un
desequilibrio kármico, sobre todo si es con planetas que natalmente
cuadran a los nódulos, ya que entraría dentro de los años en los que
se tienen experiencias kármicas con los nódulos.
Este es el momento en que a través de esos planetas debemos
equilibrar el fluido de dar y tomar por medio de las deudas kármicas
y contrarrestar las experiencias del pasado que se refieran a los
signos envueltos en la cruz: los signos de los nódulos y del planeta.
Se experimentan dificultades y restricciones que se refieren a
nuestras actitudes del pasado indicadas por el planeta y el signo que
cuadran.

Nódulos en trino y sextil


Son momentos en los que podemos superar problemas del pasa-
do y también entrar en contacto con personas que tengan una
influencia positiva para ayudarnos a superar dificultades kármicas
en las áreas de dicho planeta y signo. No importa que sea el nódulo

177
Norte o el Sur el que haga el trino; simplemente indica qué expe-
riencia está más activada por el exterior, la que tiene el aspecto en
trígono.

La energía psíquica, o una constelación psíquica, o una


situación si esa energía psíquica y energía física fuesen
simplemente formas de una misma cosa: por lo que la ener-
gía que se manifiesta cualitativamente tiene de hecho latente
el aspecto cuantitativo y viceversa (el símbolo del Tai-Chi).
Los físicos modernos dicen que un salto cuántico o, por
ejemplo, un salto de un electrón en su frecuencia a una órbi-
ta exterior, hace que cambie la estructura del átomo no sólo
cuantitativamente, sino también cualitativamente, y, por
tanto, uno no puede separar la cualidad de la cantidad: son
simplemente conceptos mentales complementarios. Quiero
decir que no existen objetivamente. Podemos mirar a las
mismas cosas cuantitativamente y cualitativamente, e inclu-
so la energía física tiene, según los puntos de vista del
científico Viktor Weisskopf, un aspecto cualitativo en tanto
que condiciona diferentes estructuras. Un cambio de canti-
dad hace un cambio de estructura, y, por tanto, un cambio
de lo que llamaríamos cualidad.

MARIE LOUISE VON FRANZ

178
CAPITULO VII

METODO KARMICO
DE PREDICCION

La carta astral es un mapa simbólico del camino por el que


estamos viajando en esta vida y nos revela sus patrones
estructurales. Sin embargo, el contenido de conciencia que hay den-
tro de esa estructura no se nos muestra en la carta astral por sí sola,
sino conociendo al individuo personalmente, ya que un astrólogo
orientado espiritualmente y muy sensible psíquicamente puede intuir
el nivel de conciencia de la persona, y de hecho necesita hacerlo
para poder refinar la aplicación astrológica.
La carta astral no es algo estático, sino que muestra las formas
en que se desarrolla un proceso continuo. Por tanto, podemos
averiguar hasta qué punto una persona ha podido ya superar los
aspectos negativos de su carta astral y si ha trascendido ya varios
problemas que ahora están simplemente actuando en otro nivel de
consciencia. Por eso el astrólogo kármico, al conocer al individuo en
persona, tiene que hablar con él y conocer algo su vida, para así
poder descifrar hasta qué punto ha trascendido su propia carta y
hasta qué punto ha podido integrar las diversas tensiones internas
que su carta astral muestra. Esta Astrología no puede ser aquella en
la que el astrólogo da su dictamen por escrito o sin un contacto
directo con la persona en cuestión,
Incluso conociendo al individuo personalmente, uno debe tener mu-
cho cuidado en no hacer juicios sólo a través de su intuición
personal. Ya sabemos que el astrólogo debe ser capaz de sintetizar
intuitivamente el patrón de la carta astral con sólo una impresión
directa del contacto con la otra persona y alcanzar un entendimiento
profundo de ello. Sin embargo, de todas formas hay que tener una

179
cautela extrema, ya que podemos entender muchos aspectos de la
carta a través de nuestra experiencia personal o de otras personas, y
siempre cada aspecto tiene su actuación individual al interaccionarse
con todo lo demás. Por ello no podemos pensar que nuestra visión y
experiencia limitada puede dar en el clavo totalmente, y debemos
tener mucho cuidado en cómo influimos a las personas que tratamos
de ayudar, ya que cada uno de nosotros tenemos nuestras limitacio-
nes y nuestro nivel de entendimiento; nuestros valores personales
pueden de hecho limitar nuestra objetividad y la efectividad de la
ayuda.
Nos hemos de dar cuenta que cada carta astral que hacemos y
cada palabra que le decimos a otra persona crea karma, y, por tanto,
tenemos que estar más despiertos que nadie en la responsabilidad
que esto supone. Debemos tener siempre en cuenta que ni el
astrólogo ni nadie es infalible y que siempre tenemos que permitir-
nos un cierto grado de error en la interpretación. Sólo con la guía de
la misma persona podemos superar este problema.
Si asumimos que la carta astral muestra el nivel de consciencia
o el nivel de desarrollo espiritual de la persona, estamos entonces
limitando y determinando a esa persona y se convertiría otra vez en
una Astrología determinista en la que no cuenta el grado de libre
albedrío individual que usemos, manteniéndose la carta astral siem-
pre igual. ¿Acaso no somos capaces de aumentar nuestra
consciencia durante esta vida? La carta natal muestra la cantidad de
fricciones y complicaciones que uno debe aprender a integrar y su-
perar. Después el medio ambiente puede haberle ayudado a uno a
utilizar más su libre albedrío u obstaculizado aún más algunos as-
pectos que la carta indica. Si la carta astral nos indica
aproximadamente un 50 por ciento de condicionamiento, el otro 50
por ciento estaría repartido entro la capacidad individual y la in-
fluencia del entorno, la sociedad y la familia. Quizá en la mayor
parte de los casos el individuo utiliza sólo un 10 por ciento de su
libre albedrío y un 40 por ciento le influye su entorno; sólo la mino-
ría tiene equilibrados estos dos factores. El astrólogo debe
determinar todas estas cosas antes de valorar enteramente una carta
y, sobre todo; antes de aventurarse en el futuro.

180
El astrólogo debe adquirir la mayor cantidad de información po-
sible del entorno en el que vive esa persona y cómo ha transcurrido
su infancia, ya que aunque la carta muestra la mayor parte de esas
cosas, así podremos determinar con exactitud qué nivel de conscien-
cia y qué nivel de libertad está ejerciendo sobre su vida este
individuo. Igualmente es imprescindible conocer la edad de la per-
sona, ya que los tránsitos de los planetas y las diversas crisis que se
puedan presentar tienen distintos significados a edades diferentes.
De esta manera usamos la Astrología como un utensilio real, no
como un juego adivinatorio, donde el astrólogo puede averiguar
todo simplemente con mirar una serie de símbolos extraños.
Para utilizar la Astrología constructivamente no sólo tenemos
que saber lo que ésta puede hacer, sino también sus limitaciones.
Los modelos arquetípicos kármicos están claramente señalados en la
carta natal y la forma precisa en que éstos se van a manifestar. Pero
los exactos encuentros kármicos que la persona va a experimentar
no se conocen solamente a través de la carta, por lo que se debe ha-
blar con la persona para saber a cuáles se ha enfrentado ya, qué
lecciones ha aprendido y cuándo ha tratado de evitar aprender algo
que un tránsito o progresión podrían haber indicado.
«La Ley de la Libertad es una ley cósmica que se enfoca como
un principio divino a través de nuestro sistema solar, incluyendo
nuestro planeta, la tierra.» (Alice A. Bailey.)
La libertad incluye sus propias responsabilidades, y esto es una
realidad que ayuda al espíritu a liberarse del impacto del contacto
con la influencia del materialismo, con el que el ser humano está
luchando. Por eso la Humanidad puede ejercer su libre albedrío den-
tro de unos límites, siendo éstos definidos como las circunstancias
que crean las leyes nacionales y familiares y las costumbres o tradi-
ciones sociales. La autovoluntad de un individuo debería idealmente
servir siempre a la voluntad de un grupo mayor, para que el bien de
la mayoría pueda emerger. La cuestión es si el grupo en sí mismo
está motivado por egoísmo y autointerés. El principio del alma es la
consciencia espiritual dentro de la personalidad. El alma es la con-
sciencia en grupo y estimula el pensamiento dirigido hacia la unidad
de la Humanidad para lograr su evolución. El ejercicio de la liber-

181
tad, unido a un sentido de responsabilidad, es la combinación ideal
para convenirse en un creador cada vez mayor. Cuando comenza-
mos a entendernos desde una perspectiva cósmica es más fácil ver y
reconocer intuitivamente la unidad de toda la vida en el planeta, no
como una uniformidad aburrida, sino como una igualdad creativa.
Esto nos ayuda a ir más allá de la libertad personal y a descubrir una
libertad mayor en la universalidad.
La carta es una lente por la que enfocamos nuestra atención y
concentramos nuestros poderes psíquicos. Por supuesto, algunas
personas tienen la capacidad de ver ciertas experiencias kármicas
con claridad y con detalle a través de la percepción psíquica y clari-
vidente.
La carta astral muestra la estructura del potencial de aquello que
vamos a vivir, con la esperanza de iluminarlo con nuestro nivel de
consciencia. Esto haría que con un nivel elevado de consciencia
nuestro potencial fuera utilizado mucho más de lo que normalmente
se pudiera ver solamente en la carta. El nivel de consciencia puede
determinarse no sólo a través de la libertad que ejerce sobre su pro-
pia vida, sino también por la cantidad de personas que uno influye,
guía o se responsabiliza en alguna medida. Personas de un alto nivel
de consciencia influyen a muchos otros o iluminan su camino, ya
sea directa o indirectamente. Si se cultiva, nutre y se permite que se
desarrolle a la luz de nuestra consciencia lo que la carta natal mues-
tra de una forma arquetípica esquemática, puede ser expresado de
una manera más refinada y positiva en nuestra vida diaria. Si permi-
timos que esto ocurra, se convertirá en un verdadero crecimiento
psicológico y espiritual, y eso es transformación auténtica.
La clave de la síntesis y del entendimiento «holístico» de una
carta astral puede verse u través de la transición nodal y entender así
cómo el resto de la carta (aspectos, incluso las cuadraturas,
oposiciones y su posición de casas y signos) nos está ayudando a
salir del nódulo Sur y encontrar el nódulo Norte, o incluso nos
puede ayudar a utilizar parte de la habilidad que representa el
nódulo Sur. Hemos de saber que nunca dejamos totalmente el
nódulo Sur, por lo que es curioso cuando las personas dicen que ya
no hacen tal cosa o que ya lo tan superado. Quizá ya cerca de los

182
setenta podamos considerar que estamos más en el nódulo Norte y
que casi no nos afecta el nódulo Sur.
Siempre hay determinados puntos que siguen repitiéndose, ya
sea en alguna posición de casa, aspecto o posición planetaria en un
signo. Esto es importante para la síntesis de la carta, ya que vemos
los temas esenciales y nos individualizan determinados aspectos
entre los que indican los nódulos. La síntesis es mucho más difícil
que aislar un aspecto concreto y leerlo en un libro de texto, lo cual
nos tememos que hicieron muchas personas con el primer volumen
de este libro. Se consigue al ver un hilo común entre todos los as-
pectos y finalmente integrarlo todo en tu transición natal. Cada
aspecto se ve modificado según la expresión de los signos que con-
tiene y cada energía planetaria es coloreada a su vez por los signos y
también por sus aspectos. Otra consideración importante es las con-
figuraciones que se estén formando, tales como una «T», una gran
cruz, un trino, etc.; éstos deben también tenerse en cuenta global-
mente y encontrar su significado en relación con los nódulos. De
esta manera entenderemos cómo ayuda en realidad esa configura-
ción a transferir ciertos conocimientos del nódulo Sur hacia el
nódulo Norte. No hay ninguna fórmula para determinar esto; es algo
completamente individual, y solamente a través de la evaluación
total puede uno llegar a entender cómo una configuración puede
ayudar a obstaculizar la transición nodal. Viendo los planetas por si
solos es más fácil señalar cuáles pertenecen al nódulo Sur y cuáles
al Norte; sólo con ver los elementos por signos y casas en los que se
encuentran y corroborarlos con los elementos de los nódulos se pue-
de saber. Por tanto, un planeta en un elemento o signo de tierra
pertenecerá a un nódulo Sur en tierra. Así veremos también cómo
algunos planetas se mantienen neutros o forman un puente entre los
nódulos, como por ejemplo los planetas que cuadran a los nódulos a
través de los que se puede hacer la transición del nódulo Sur al Nor-
te, siendo siempre planetas muy kármicos y de gran ayuda a tal
transición.
En cuanto a las configuraciones, en vez de enfocarnos sólo en el
tipo que sea, debemos ver y entender el significado de los planetas
que lo componen. Hay que determinar el grado de importancia que

183
éstos tienen, siendo lógicamente el Sol, Ascendente y la Luna los
principales. También hay que ver si los planetas implicados en la
configuración son los regentes del Sol, Luna y Ascendente, ya que
éstos nos dan una información complementaria a la primera síntesis
Sol-Luna- Ascendente. Después miramos en qué medida los regen-
tes de los signos en los que se encuentran ayudan o no a la expresión
fluida de esta primera combinación sintáctica. En cualquier caso,
una indeterminada configuración planetaria, por muy difícil que sea,
puede ser enormemente dinámica, productiva, y hace que el indivi-
duo se confronte consigo mismo y se supere constantemente. Por
eso para nosotros es mucho mejor una carta llena de «T» o Grandes
Cruces que de Grandes Trinos, ya que estos últimos tienden a volver
a la persona perezosa y autoindulgente y a no necesitar superarse.
Cuanto más difícil sea la carta, tanto más talento e individualidad se
pueden adquirir, siempre que de alguna manera el medio ambiente
ayude un cierta medida a guiar la utilización dinámica de las cuadra-
turas y oposiciones. Un Gran Trino sin cuadraturas ni oposiciones se
convierte en algo decadente, ya que no sirve más que para que el
mundo esté a su disposición.
Debemos poner atención especial a cualquier planeta personal
que esté envuelto en una configuración, ya que revela una dimen-
sión que, ya sea parcialmente consciente o no, juega un impacto
especial en la experiencia diaria. El acercamiento a estas dimensio-
nes de experiencia pueden ajustarse conscientemente, y la expresión
de una configuración planetaria resulta capaz de ser modificada. El
astrólogo puede ver hasta qué punto esto ha sucedido ya a través de
los ciclos y tránsitos del pasado.
Por tanto, el método que vamos a delinear aquí ayuda a deter-
minar específicamente en qué nivel está actuando cada aspecto antes
de aventurarnos en la predicción del futuro.
Por todo ello, es imprescindible meterse en el pasado del indivi-
duo antes de predecir el futuro. El futuro es una consecuencia de
nuestro pasado y presente, y así podemos ajustar más adecuadamen-
te las próximas experiencias y crisis en relación con las del pasado
que se refieran a la misma configuración o aspecto planetario.
La Astrología es un utensilio para el psico-análisis y autopsi-

184
coanálisis, donde en pocas horas se puede obtener la misma infor-
mación que durante varios años de psicoanálisis; por tanto,
utilicemos la para poder psicoanalizarnos realmente.
Así, para usar la Astrología en predicción, primero debemos uti-
lizar todos los métodos de predicción (tránsitos, progresiones y
direcciones) a fin de investigar profundamente nuestro pasado.
A veces este método puede presentar algunos problemas cuando
lo hacemos con otras personas, ya que todavía no entienden la ayuda
que puede significar la Astrología y no quieren hablar de su pasado,
que creen conocer muy bien. En realidad es una forma de eliminar a
los curiosos o a los que simplemente quieren jugar con la Astrología
para ver cuánto son capaces de adivinar, o sólo quieren usarla para
que les diga el futuro desconectado del pasado y del presente.
El método que os vamos a esquematizar aquí sirve realmente
para profundizar en el significado de la propia vida y para llegar a
entender las crisis que están relacionadas entre sí, comprender lo
que significan y lo que hemos ganado en cada crisis. Primero nos
sintonizamos con el pasado y miramos la experiencia que sucedió
con cada tránsito significativo. Así llegamos a afinar el significado
de cada planeta y configuración, individualizándolo a la experiencia
de cada uno. De esta manera podemos ver las reacciones de cada
acción del pasado y así aventuramos en el futuro sin miedo a no
haber ayudado a la persona a conocer el modo de superar o evitar
los aspectos más negativos de sus condiciones futuras.
Otra cosa importante es que el psico-astrólogo consiga ver a la
persona al menos más de tres veces para que así pueda ayudarla a
adaptar la información que le está dando y con suficiente tiempo
entre las visitas para que pueda asimilar el contenido de lo aprendi-
do. No es bueno crear dependencia en la persona, pero tampoco
darle un montón de información sin guiarle o llevarle un poco de la
mano. De esta forma la Astrología se convierte en un utensilio va-
lioso para el autopsicoanálisis y el astropsicoanálisis. El papel de la
Astrología es disminuir el trabajo del psicoanalista, mejorarlo, enri-
quecerlo, ampliarlo, espiritualizarlo y hacerlo más rápido e
individual, pues la Astrología ayuda a entender y aceptar lo que el
psicoanálisis nunca llegaría a alcanzar por sí mismo. Una vez que

185
uno sepa realmente algo de Astrología puede llegar a entender por
qué un criminal se comporta de tal forma, y se puede llegar a acep-
tar todo aquello que es contrario e incluso repelente a uno mismo.
No se puede hacer juicios personales, ya que uno se da cuenta de la
grandeza del Universo y de que éste puede contener toda clase de
personas, aceptándolo sin tener que sentirse amenazado por ello.
Por eso la Astrología es un utensilio clave para el florecimiento
de la Era de Acuario, ya que ayuda a que cada uno entienda y poten-
cie su individualidad, haciéndole imparcial o todo lo demás al llegar
a entenderlo de tal forma que uno no se sienta amenazado por opi-
niones contrarias a las suyas y pueda aceptar todo lo que existe
dentro del Universo. Podrá así colaborar realmente en la colectivi-
dad sin sentir la necesidad de defenderse y aumentar su creatividad
y su consciencia en una unión colectiva.
Seguidamente vamos a señalar los diversos pasos que un psico-
astrólogo debe tomar para convertir la lectura de la carta astral en un
verdadero utensilio psicológico. En el último capítulo de este libro
recalcaremos ciertos problemas o situaciones que se deben evitar
para que la interpretación astral se convierta realmente en un verda-
dero despertar de los potenciales creativos y espirituales.
Tenemos que tomar en cuenta todo lo que pueda solucionar la
vida afectiva, amorosa y conyugal de la persona, ya que a través de
esa relación aprende a integrarse a sí mismo, a moderar sus con-
tradicciones y a tolerar más.
Antes creemos necesario aclarar algunos puntos sobre el karma,
que no es más que la explicación del equilibrio del Universo. Karma
es acción y reacción –«cada acción está seguida de una igual y
opuesta reacción»–, y todo en nuestra vida está gobernado por esta
ley física y psíquica. Sin embargo, puede que no reconozcamos las
reacciones, aunque estén allí para que aprendamos las consecuencias
de nuestras acciones o pensamientos; pero el tiempo hace que esa
red sea irreconocible cuando ocurre después de años o siglos. Tam-
bién entendemos que el karma no es más que la reacción energética
de las intenciones que hay detrás de cada acción y palabra; por eso
el pensamiento es esencialmente kármico. El pensamiento intencio-
nal es el que produce el deseo y el apego a la vida y da la energía

186
que hace que subsistan varías vidas. Fomenta también la ilusión y el
anhelo de desarrollar nuestra personalidad como si fuera permanen-
te. Esto es lo que produce una red de circunstancias y condiciones
en nuestra vida actual que se infiltran en el presente a través del in-
consciente. Es el no-yo, el vivir sin deseo ni apego, como sin
intención de renacer, como si se estuviese muerto, el que nos ayuda
a disfrutar de las alegrías pasajeras y a centrarnos en el «aquí-ahora»
que produce la liberación de la rueda del karma y donde ya no se
puedan producir efectos de retribución negativa. Por eso la ignoran-
cia del hombre sobre la ley moral cósmica del karma hace que sea
seamos capaces de hacer estos actos de desfavorables consecuencias
kármicas, ya que cuando cometemos un acto malvado, el remordi-
miento de la conciencia es el que produce sus efectos kármicos. Al
trascender estos pensamientos, el karma no tiene ya el poder de pro-
ducir consecuencias. Pero al dañar a los demás es muy difícil acallar
la voz de la conciencia que se introduce a través de nuestros pensa-
mientos inconscientes. Por eso debemos reconocerlo y aprender a
perdonarnos a nosotros mismos al entenderlo y vivir el no-yo con
una ausencia real de sentimiento de culpa.
Según la ley cósmica, los efectos kármicos de los actos no son
iguales en el tiempo, ya que errores pequeños tendrán consecuencias
cortas, al igual que los pequeños actos buenos; mientras que otros de
mayor magnitud, ya sean favorables o desfavorables, tendrán reac-
ciones o recompensas durante siglos. Todo yace en el inconsciente,
que no es otro que el karma dormido en la memoria de nuestras vi-
das anteriores.
Sin embargo, en el momento en que el hombre no persigue ya
nada para su propia ventaja será un hombre sin deseos ni apego a la
vida y actuará dentro de los límites del «aquí y ahora», donde el
karma es abolido y liberado.
El karma produce nuestro actual condicionamiento físico y psi-
cológico. Es una fuerza activa, llena de vigor y de una tendencia
hacia la autodefensa, la propia conservación y la reproducción futu-
ra. No se pierde con la muerte, sino que atraviesa las invisibles
fronteras que unen una vida con otra. Una forma más científica de
pensar en otras vidas no sería que somos una cápsula material que se

187
disuelve en otra cápsula inmaterial que a su vez, en otro tiempo y
espacio, penetra en otra cápsula material. Esto sería materializar el
espíritu; sin embargo, si lo vemos como que al nacer con los recuer-
dos de personajes que existieron anteriormente sintonizamos con
ellos, constituyendo eso nuestro subconsciente, esto nos influye ac-
tualmente a través del karma. Fuera del karma el hombre no es
nada, ya que éste produce nuestro condicionamiento; es una fuerza
que nos empuja hacia la continuación de la existencia, ya que no se
pierde con la muerte, sino que atraviesa las barreras invisibles de la
frontera entre la muerte y la vida, creando una constante espiral de
nudos insustanciales de reacciones kármicas. Cada error y cada falta
representa una desarmonía en el orden cósmico, y como todo de-
pende de la energía volitiva del pensamiento, es éste el que nos da la
clave de la liberación si sabemos mantenerlo en el «ahora mismo»,
percibiéndolo todo como un renacer constante, nuevo y distinto. Ya
que el estar en el «ahora mismo» es lo que produce reacciones kár-
micas refrescantes, nuevas y positivas, vamos a aprender a sintetizar
todo el pasado y el futuro en el «ahora». Al final de esto libro pro-
ponemos y conseguimos esta síntesis conociendo a fondo nuestra
Parte de Fortuna. A través de ella se deja todo apego, produciendo
una paz interna, que es estar constantemente atento, viviendo un
tiempo sin tiempo. Cuando se está en la Parte de Fortuna, en nuestro
verdadero centro, un minuto puede parecer más de una hora, o una
hora un minuto: el tiempo no existe, y el karma, tampoco. Pero ya
profundizaremos en este tema más adelante.
Por tanto, ahora vamos a detallar los pasos que se deben tomar
desde el cálculo de la carta astral natal hasta la interpretación y pre-
dicción de las crisis del futuro, ayudándonos también a ver cómo
superarlas al mantenernos en el «ahora mismo».
Estos pasos que aquí os indicamos forman el método que noso-
tras hemos seguido al ayudar a cientos de personas. Por ello, aquí os
entregamos un camino que podéis seguir libremente o a partir del
cual podéis crear el vuestro propio.
En primer lugar debemos seguir cuatro reglas de oro durante la
total interacción con la vida en general y con el encuentro con la
persona en cuestión a la que vamos a ayudar a definir su destino:

188
I. Ver en vez de mirar.
II. Percibir en vez de asumir.
III. Escuchar en vez de oír.
IV. Integrar en vez de desintegrar.

I. Ver en vez de mirar. La Astrología utiliza símbolos que repre-


sentan energías; y vibraciones. Los símbolos pueden utilizarse para
reforzar un punto de vista dualístico. Pueden ser manipulados para
hacer surgir la esperanza, para suavizar o promover miedos y solidi-
ficar una identidad particular. En el espacio descentralizado donde
ocurre la comunicación, la unión del que percibe y lo percibido hace
que nazca espontáneamente el símbolo. La interrelación del mundo
es primordial y la mente se articula a través de los símbolos que se
manifiestan por medio de infinitas formas de modelos de energía. Si
vemos los símbolos de una forma estandarizada, separados de noso-
tros mismos, se convierten en algo oscuro y las aptitudes mentales
se adormecen, viendo el símbolo a través de asociaciones conven-
cionales. Entonces la riqueza de la comunicación y la interpretación
está muerta. El psico-astrólogo tiene que estar capacitado para ver a
través de los símbolos, simplemente al dibujar la carta y hacer sus
trazados geométricos con una mente atenta y contemplativa. En el
estado mental meditativo se perciben las verdades que yacen detrás
de los símbolos.
La diferencia entre mirar y ver nos ayuda a distinguir entre una
visión dual o no-dual de los símbolos. Mirar es hacer un esfuerzo
para proyectar expectativas en el entorno; incluso antes de ver nada
estamos buscando validez o esas cualidades que puedan destruir
nuestras metas. Este proceso de utilizar un simbolismo para hacer
estrategias nos impide ver lo que se está presentando realmente.
Estamos acostumbrados a percibir el mundo como si fuera plano; su
profundidad y brillo están escondidos detrás de los conceptos y pro-
yecciones que hacemos de él. Viendo el mundo de esta forma nos
trae un sentido de doble identidad: lo que puede que queramos ver
está ahí, pero también puede que haya otra cosa detrás de toda esa
fachada de proyecciones.
Ver se refiere a una actitud de aceptación y una total apreciación

189
de la realidad. Ver implica desarrollar una forma de ser que depende
de una constante disciplina. Una disciplina que nos provee de la
valentía necesaria para poder enfrentarnos a los propios puntos cie-
gos y rendir todas aquellas expectativas que nos impiden ver
realmente. La disciplina de ver es un proceso continuo que implica
aprender a vivir y a trabajar con el mundo tal cual es, al tiempo que
sabemos que somos inseparables de todo ello. Con un campo de
experiencia no obstruido por nuestras expectaciones, conceptos y
proyecciones, cualquier cosa que veamos tendrá profundidad y vi-
brará. Cuando uno aprende a ver no pierde energía en tratar de
mantener una visión particular del mundo y puede desarrollar una
receptividad que no necesita agarrarse a ningún marco de referencia
específico. Ya no nos sentimos alineados de las experiencias, sino
que existe una verdadera apreciación de todos los aspectos de nues-
tro mundo.
El ver nos provee de una base de comunicación no-dual, y los
símbolos establecen una orientación a través de la que vamos a pe-
netrar y ver la vida de la otra persona. Los símbolos expresan el
significado de la vida de la persona en cuestión y se refieren al mo-
mento del nacimiento: cómo nacimos dentro de un Universo en
constante movimiento y cómo la inspiración de la génesis de las
cosas está constantemente operando dentro de nosotros. En los pro-
cesos cosmológicos os símbolos satisfacen la necesidad de articular
nuestro entendimiento a cómo llegó a hacerse nuestra realidad.
Y, como dijo el Buda, para ver las cosas con claridad, tal como
son, se precisa reconocer la realidad del padecimiento, la enferme-
dad, la vejez y la muerte. Estos hechos de la vida apuntan a la
verdad inescapable de la impermanencia.
Al observar el significado de una vida según se ve reflejada a
través de los símbolos de su carta astral, no proyectamos lo que sa-
bemos de símbolos parecidos, aspectos o experiencias vividas por
gente con situaciones astrales similares, sino que lo vemos con una
mente nueva, capaz de comprenderlo como si fuera la primera vez,
sin igualarlo a experiencia alguna ya conocida. Es imposible haber
vivido nada parecido a ese momento, ya que todas las situaciones
son nuevas y las formas de experimentar un mismo dilema tienen

190
infinitas posibilidades. Por tanto, no podemos buscar la compara-
ción con algo que ya conocemos, pues perderíamos la capacidad de
profundizar en lo que esos símbolos nos están diciendo de esa per-
sona en particular.
La Astrología se convierte así en un espacio abierto y dinámico,
dispuesto a realizar una comunicación abierta con la persona que
tenemos enfrente, e incluso nos ayuda a aceptar todo aquello que va
en contra nuestra o que repudiaríamos en otras circunstancias. Al
ver la carta de un criminal podernos incluso entender cómo llegó a
ser lo que es y aceptar todo aquello que en principio va en contra de
nuestros principios, sin sentirlos amenazados. Al utilizar la Astrolo-
gía de esta manera se nos presenta un mundo que nos abraza como
el mundo receptivo femenino.
Entonces vemos con claridad la vida de esa persona y qué repre-
sentan esos símbolos en su vida, convirtiéndose en un vehículo de
aprendizaje abierto y dinámico y de intercambio comunicativo con
la persona en cuestión y su mundo subconsciente. Ella también se
dará cuenta de que empieza a ver con claridad el significado de su
vida y que no tiene nada que ocultar ni nada de que avergonzarse,
pues a través de sí misma está viendo el significado del Universo
que se encuentra presente en cada momento en todos nosotros.
Perderemos inmediatamente la capacidad de ver si tratamos de
convencer a la persona de que sabemos mucho o de la validez de la
Astrología como ciencia adivinatoria, ya que entonces tendremos
que mirar los símbolos para adivinar algo comparándolos con algún
aspecto que ya conocemos. En ese momento perderemos la profun-
da comunicación que puede existir con esa persona, ya que estamos
proyectando nuestra propia experiencia de ese aspecto, y aunque en
cierta forma acertaremos, nunca será con una claridad total o certe-
za. Sólo deberíamos apuntar temas o circunstancias sobre las que
nos gustaría que la persona nos hablara.
Indudablemente, este método no sirve para los Curiosos o es-
cépticos, ya que al principio la persona debe hablar tanto como el
psico-astrólogo, el cual lentamente comienza a percibir la carta a
través de la persona, en vez de asumir que la carta habla por sí sola.
II. Percibir en vez de asumir. Dentro de la visión clara está la

191
percepción clara. Para profundizar con penetración dentro del signi-
ficado de la vida de esa persona, uno no debe asumir que conoce de
antemano lo que es bueno para ella. Se debe dejar que la persona
vaya dando forma a su vida a medida que habla de sí misma, sin
proyectar nuestras teorías y filosofías propias; así comenzamos a
percibir cómo ella en particular puede resolver una dificultad o una
crisis.
A través de lo que la persona nos cuenta sobre sí misma los to-
nos de voz, sus gestos, etcétera, podremos sacar una idea que hay
que comprobar con los símbolos astrológicos, y entonces percibir
con claridad su significado íntegro.
Las sutiles señales que las personas emiten al comunicarse reve-
lan más de lo que puede hacer un símbolo astral desconectado. Al
observar con una total aceptación, nuestras percepciones son claras,
y al comparar éstas con los símbolos astrológicos tenemos una vi-
sión pura de la realidad de esa persona.
Si en vez de percibir todo aquello que la persona está expresan-
do inconscientemente pensamos que la conocemos ya al tener su
carta astral, entonces sólo nos estamos dejando llevar por las apa-
riencias conscientes de lo que a esa persona le gustaría pensar de sí
misma, sin ver hasta qué punto se ha superado. No podremos pene-
trar en la verdadera razón de sus problemas viendo sólo los
problemas en sí, no cómo resolverlos o cómo ayudar a la persona a
enfrentarse a sus propias debilidades.
Para aprender a dejar de asumir debemos aprender a vivir en el
«ahora» y a percibir todo en el momento en que está ocurriendo.
Asumir significa conocer algo a través de otra cosa o experiencia
similar. Si aceptamos el Universo como un intercambio dinámico no
determinista, ningún momento se asemeja a otro más que aparente-
mente, por lo que para poder percibir con profundidad ese momento
no debemos conectarlo a ningún otro similar, aunque kármicamente
sean reacciones similares del pasado. Cada momento en el espacio
tiene su singularidad, y cada persona, también; aunque al principio
esas diferencias parezcan insignificantes, a medida que aprendamos
a percibirlas nos daremos cuenta de cuánta disparidad implican.
Debemos entender que el Universo se rige por dos leyes inamo-

192
vibles; el determinismo del macroorganismo y el indeterminismo
del microorganismo. Nuestro cuerpo y todas sus células están de-
terminadas en la manera en que crecen, se multiplican y mueren; sin
embargo, están también influidas por los veloces instantes en que el
microorganismo se manifiesta a través del pensamiento. Ese micro-
organismo ni siquiera está registrado en la carta, por lo que no
podemos asumir que lo controlamos; es lo que hace que exista la
relatividad y que no podamos predecir nunca el futuro totalmente,
ya que siempre se nos escapa ese porcentaje indeterminado en el que
entra cómo la persona va a responder en el mismo momento en que
las circunstancias ocurren. El modelo del macroorganismo está ahí y
nos influye, pero en realidad estamos constantemente aprendiendo a
fluir con el ahora y a percibir la realidad tal y como es, sin arrastrar
problemas del pasado. Sin embargo, esto a veces nos hace sentirnos
perdidos en un sitio que no conocemos, por lo que inmediatamente
nos proyectamos hacia algo que ya hayamos vivido o conozcamos
para entender las razones de lo que nos sucede, atrayendo entonces
el karma y las leyes deterministas.
Si en vez de asumir que conocemos las razones por las que nos
suceden ciertas cosas percibimos lo que nos está pidiendo ese mis-
mo momento, podremos actuar con un libre albedrío mayor, pues
estamos dejando que el microcosmos se manifieste y estamos ac-
tuando libre y espontáneamente, respondiendo sólo dentro de unos
pocos confines del macrocosmos. Utilizamos el macrocosmos con el
fin de hacerlo crecer a través del contacto con el microcosmos y
nuestro libre albedrío.
En realidad podemos asumir que conocemos algunas de las le-
yes del macrocosmos a través de la Astrología, pero no debemos
nunca dejar de estar atentos a las manifestaciones indeterministas
del microcosmos, que son las que producen nuestras percepciones
más claras del «ahora mismo».
Para ello debemos también aprender escuchar en vez de oír, ya
que escuchando nuestras percepciones son más nítidas y dejamos
que la persona llegue a revelarse a sí misma.

III. Escuchar en vez de oír. Dentro de la percepción está la habi-

193
lidad de escuchar a los demás y captar más allá de lo que están di-
ciendo; aquello que está oculto en su inconsciente.
Normalmente, las personas dicen lo que su mente consciente les
permite, a no ser que sufran un sobresalto irracional y entonces lle-
guen a expresar todos esos pensamientos inconscientes que su
consciente normalmente no les permite manifestar.
Sabemos hasta qué punto las personas se hablan sin decirse na-
da ni entenderse, pues no escuchan lo que se está comunicando.
Sólo tenemos que practicar el silencio de cuando en cuando para
darnos cuenta. Nuestra propia ansia de expresar nuestras opiniones
hace que no escuchemos en realidad a la otra persona, lo que nos
pone en desventaja, ya que no sabemos verdaderamente con quién y
por qué nos estamos comunicando. Todo el mundo oye lo que le ha-
blan, pero muy pocos escuchan lo que les están diciendo. En el
escuchar está implícito oír aquello que no se está diciendo y poder
percibir toda la manifestación del inconsciente.
Sí desarrollamos la capacidad de escuchar, nos daremos cuenta
de lo fácil que se hace que las otras personas hablen de sí mismas y
que se desvelen poco a poco. También dejaremos de oír lo que no
nos interesa y comenzaremos a escuchar todas aquellas sutilezas que
nos ayudan a dar forma íntegramente al significado del momento
presente o a la vida de la persona cuya carta astral estamos interpre-
tando.
En realidad, es la persona misma la que poco a poco nos va a
desvelar el significado de su propia carta, respondiendo simplemen-
te a unos temas que sabemos que son significativos a través del
código de su carta astral. Al salir de nuestra primera consulta las
personas se encuentran con que han definido y resumidos su vida
con una claridad que antes no tenían y que han hablado de cosas que
nunca habían pronunciado. Llegan a relacionar temas conflictivos al
entender que son el resultado de hábitos y conflictos pasados, y la
proyección y traslación de los problemas de los padres a nuestra
vida adulta.
Es importantísimo grabar estas sesiones, ya que la persona ne-
cesita escuchar realmente lo que ha estado diciendo, explicitándose
o excusándose sobre ciertos problemas del pasado, sin una presencia

194
ajena que la haga guardar las apariencias. Entonces llega a conocer-
se a sí misma y a reconocer cómo se delatan sus emociones, aunque
estén disimuladas por palabras, o cómo no responden directamente a
lo que se les ha preguntado.
Para poder guiar a las personas y que hablen de forma que des-
pués ellas mismas puedan reconocer sus errores debemos
mantenernos como si no estuviéramos allí, pero que tampoco se dé
cuenta de que está siendo grabado, y la persona estuviera hablando
consigo misma; sólo que debemos también ver, percibir y escuchar
para lograr integrar todo el aparente dualismo de las realidades exis-
tentes en el mismo momento. Así nos vamos dando cuenta de todas
las contradicciones aparentes que constantemente producen tensión
y que en cualquier momento se desencadenan, provocando que es-
temos más en un lado que en otro y causando un desequilibrio, en
primer lugar mental, que acaba convirtiéndose en una realidad cor-
poral, la cual en última instancia se manifiesta en una enfermedad
física. Esto es ineludible y es parte del proceso evolutivo, ya que el
indeterminismo del microorganismo no ha llegado a ayudar y a libe-
rar al macroorganismo de su determinismo. En vez de integrarlos,
ha utilizado su libre albedrío para producirnos sonidos y vibraciones
desequilibrados y contraproducentes. Cuando aprendemos a escu-
charnos y a escuchar los sonidos de la Naturaleza podemos llegar a
desvelar profundos secretos, sobre todo en presencia de los demás,
pues es en ese momento en el que nos damos cuenta de cuántas co-
sas se entera uno manteniendo esa percepción integral, unida a la
vida misma, sin proyectar sensaciones, emociones, concepciones ni
opiniones propias.
En ese momento, el astrólogo aprende a disolver su identidad y
a adentrarse en la de la otra persona a través de su carta y de lo que
ésta le dice. Se integra con las circunstancias e involuntariamente
sabe cómo guiar a la otra persona y lograr que se descubra a sí mis-
ma.
Entonces la carta astral se convierte en una integración lógica en
la que todo es comprensible a través de una mera contradicción in-
dividual, en la que la persona lucha con sus yin y yang, sus pros y
contras, aparentando simplemente que desintegra todas las circuns-

195
tancias de su vida por falta de control personal e ignorancia de su
verdadero destino.
Por eso, estas tres reglas anteriores nos ayudan a integrar todas
las contradicciones aparentes y a sintetizar la carta en vez de enten-
der todos los diferentes aspectos del código astral de forma
desintegrada y desconectada.

IV. Integrar en vez de desintegrar. Un organismo sano funciona


de forma integrada: cada célula tiene su función y todas se ayudan y
complementan; saben trabajar al unísono, desempeñando su papel
sin interferir en el de los demás.
Lógicamente, tenemos que conocer el orden a través del desor-
den, y aunque al nacer y crecer nuestro organismo funciona de
forma integrada, lentamente se va desintegrando hasta que nuestra
conciencia logra integrarlo todo de nuevo.
Por tanto, es lógico que en el proceso evolutivo haya una desin-
tegración primero para después lograr una integración. Cuanto más
tiempo dejemos pasar para lograr la desintegración, más difícil será
luego la integración.
La dualidad de las contradicciones está causada por las dudas y
por el sentimiento de estar separados del resto del mundo. Nos ais-
lamos formando barreras de dualidad que nos meten en
compartimentos, apartándonos de ese espacio abierto y libre que nos
envuelve.
Sólo a través de la integración total de todas las circunstancias y
personas con quienes nos hemos encontrado podremos llegar a des-
cubrir el significado completo de nuestra vida y percibir la lógica de
todas las aparentes contradicciones. Ese es el camino y el laberinto
personal que cada uno debe recorrer para alcanzar su madurez indi-
vidual y contribuir con una pequeña semilla a la conciencia de la
Humanidad. Primero debemos integrarnos con nosotros mismos
para conseguir una individualidad verdadera y así poder lograr fun-
cionar de una manera integrada con otro grupo de individuos.
La carta astral muestra la desintegración personal de cada uno y
también cómo podemos volver a conseguir de nuevo una integra-
ción. Por eso, cuando no estamos ocupados hablando con la

196
persona, sino que solamente la guiamos a través de unas fechas,
momentos y situaciones de las que nos gustaría saber más detalles y
sólo escuchamos, percibimos y vemos sin tener que sacar ninguna
conclusión durante la primera sesión, en ese momento el código se
convierte lentamente en una integración lógica donde sólo la falta de
conciencia le ha dado esa apariencia y ha aumentado momentánea-
mente la desintegración.
Sólo de vez en cuando uno llega a sentirse integrado y cobijado
por el seno del mundo; todo tiene un sentido en la propia inmersión
en la vida. S in embargo, en cuanto esa iluminación instantánea des-
aparece, nos encontramos confundidos y perdidos en un laberinto de
contradicciones. Cuando llegamos a apreciar el poder de la expe-
riencia inmediata del ahora, las pare des del laberinto se disuelven.
La espontaneidad y claridad hacen que no sea un problema tomar
otro paso y nos damos cuenta de que las pisadas están ahí para que
las sigamos.
Este es el estado neutro, vacío y sin expectativas de una total in-
tegración con el Universo. Es el estado que el psico-astrólogo debe
mantener durante el primer encuentro con la persona a la que pre-
tende ayudar. Entre cada entrevista debe haber una separación para
poder finalmente recuperar nuestra integridad personal y analizar
todas las sensaciones, percepciones y visiones que hemos tenido
durante el primer encuentro. Hemos comentado con una receptivi-
dad que nos provee del hilo común de ese código; ahora podemos
realizar una desintegración sin que se disuelva la lógica existente.
Entonces profundizamos en cada uno de sus aspectos y símbolos y
comprendemos exactamente el camino que ha tomado dentro de su
laberinto personal, ya que conocemos todas las vueltas y revueltas
que ha pasado con anterioridad.
Y después, al encontrarnos la próxima vez con la persona, vol-
vemos a entregarle una integración coherente que le sirva de guía
para enfrentarse con la confusión de su laberinto y con sus aparentes
contradicciones. Le damos la meta final para que así pueda guiarse
instintivamente, orientarse para saber qué cruce tomar, qué desvia-
ción y por qué. El camino del laberinto que uno anda está creado y
articulado por las relaciones que uno desarrolla con el espacio. Ya

197
que fundamentalmente estamos solos, el espacio es nuestro compa-
ñero y todo está lleno de un simbolismo provocativo que hace que
tengamos que mantener una claridad y espontaneidad a la hora de
actuar inteligentemente y sin preconcepciones en nuestra búsqueda
de sabiduría. Como el espacio, la sabiduría está también vacía de un
contenido intrínseco; todo prevalece y está continuamente ocurrien-
do.
Cuando la acción de una persona se describe como un movi-
miento sensato o una decisión sensata, normalmente queremos decir
que esa persona estaba perfectamente sintonizada con la situación y,
por tanto, actúa apropiadamente. La sabiduría también es sentido
común, y un acercamiento verdaderamente sensato a nuestra vida
diaria no puede ser planeado como si se tratara de una estrategia de
una serie de fórmulas o prescripciones. La sabiduría no tiene tiem-
po, e incluso destruye la idea en sí misma, ya que al ser espontánea
no ocurre en ningún sitio más que en un momento presente que su-
cede continuamente.
Es un viaje laberíntico desde nuestro interior hacia afuera y
vuelta otra vez, común para todos nosotros. Al viajar dentro de
nuestro laberinto puede que finalmente la sabiduría prevalezca en el
espacio en que vivimos. Comenzaremos a sintonizarnos con el labe-
rinto, que ya no será más una confusión sino simplemente un
camino sinuoso, nuestro camino. Por tanto, tenemos las respuestas a
todos los problemas con los que tengamos que enfrentarnos. Los
problemas que tenemos están ahí porque también tenemos las res-
puestas para resolverlos, pero sólo si aprendemos a ver, percibir,
escuchare integrar. Cuando finalmente nos integramos en nosotros
mismos, nos integramos también con nuestro laberinto de contradic-
ciones, pareciendo que todo surge por sí solo, sin poner realmente
mucho esfuerzo. La vida te lleva a donde necesitas estar y te provo-
ca justo lo que necesitas para despertar, es un canal abierto y nos
sincroniza con las situaciones y circunstancias justo cuando estamos
preparados para entenderlas y aprovecharlas. Cuando dejamos de
estar sincronizados, todo nos sale mal y nada encaja. En el viaje de
la vida o el destino, como queramos llamarlo, hay un camino para
cada uno. El ritmo fluido del camino está reflejado en sí, en esfuerzo

198
para encontrarlo o quedarse en él una vez que se ha encontrado.
Nada es casual; sin embargo, al integrarse todas las aparentes
contradicciones, la persona puede usar su libre albedrío para escoger
adecuadamente las decisiones que no causen un trastorno con el
porcentaje determinado o condicionado del macrocosmos. Entonces
somos libres de escoger el camino siempre que lleguemos a la meta
que está trazada en nuestra laberíntica búsqueda de la sabiduría in-
dividual. «El patrón de perdido y encontrado, luz y oscuridad,
dormido y despierto, viviendo y muriendo, es la expresión incesante
de lo femenino y de nuestra incesante búsqueda de sabiduría», dice
José Argüelles.
Entonces, en realidad, en la comprensión de la carta astral existe
un proceso de integración-desintegración-integración. La primera
integración es a través de la ayuda de la misma persona, donde el
psico-astrólogo debe mantenerse receptivo para que todo encaje en
su engranaje integral. Después la desintegración se debe realizar al
estudiar y profundizar en los diversos aspectos que componen el
código astral. Y, por último, la integración total se hace cuan do se
da la interpretación a la persona; se trazan unos parámetros de metas
y se llega a sintetizar todas las contradicciones en una contradicción
básica con la que la persona vive su dar y tomar de la vida, su pasi-
vidad y receptividad, su yin-yang, del cual nace toda su energía
vital. Sin embargo, con esa contradicción-síntesis uno no debe lu-
char, sino aprender a aprovechar los impulsos que producen su
fluido energético y comprender que lo uno no existe sin lo otro. Las
contradicciones son los modelos eternos de cambio en las situacio-
nes psicológicas propias. Es el camino de la transformación. Por
eso, nuestro propósito máximo es llegar a integrar todas las contra-
dicciones en una sola básica, que es la que podemos comprender.
Sin embargo, normalmente estamos completamente dispersos y lle-
nos de contradicciones, sin una base energética impulsadora, ya que
no encuentra dirección.
Este es el máximo propósito de un psico-astrólogo kármico: dar
una dirección a la contradicción básica de las experiencias persona-
les de un individuo según muestra su código astral. Por ello, la
Astrología kármica se estudia a través de las polaridades de los nó-

199
dulos, Parte de Fortuna y la fase de la Luna. El karma es esa rela-
ción de polaridad entre el Sol y la Luna llevada a la realidad a través
del tiempo.
«Abrazado en la oscuridad y radiando en la secuencia rítmica de
su suave luz, la Luna se despoja de su plenitud como una serpiente
despellejada de su piel. Mostrando los incesantes ciclos de creación
y destrucción, creciente-menguante, la Luna a través de la Historia
provee el símbolo de lo siempre renovable e incesante de lo feme-
nino» (José Argüelles).
Al nacer también nacemos con nuestra entidad integrada, y se-
gún pasa el tiempo los planetas van cambiando y ya nunca más
vuelven a estar como cuando obtuvimos nuestra primera visión inte-
gral. Vamos lentamente desintegrándonos, esparciéndonos,
abriéndonos y después tenemos que volver a centrarnos, integrarnos,
mientras mantenemos esa actitud abierta de aceptación que la desin-
tegración nos ha causado. Es como recoger todo, absorberlo para
transformarlo y después volver a entregarlo.
Estas son las reglas de intercambio en el mundo y en la comuni-
cación con el Universo en el que vivimos; pero un psico-astrólogo
kármico debe tenerlas muy asumidas si quiere de verdad ayudar a la
persona y si queremos que la Astrología sea un utensilio para pro-
gresar y para conseguir que cada persona sea una semilla de un
futuro más elevado de la Humanidad.

MÉTODO DE CÁLCULO Y CORRECCÍON

En primer lugar grabamos todas las sesiones en una cassette,


incluso por lo general, y exceptuando algunos casos, no realizare-
mos ningún cálculo sin que la persona esté presente, ya que es la
energía de la persona misma la que guía la precisión con que se rea-
liza. Puede que a veces inconscientemente nos equivoquemos y al
descubrirlo más tarde nos demos cuenta de que la equivocación fue
provocada inconscientemente por la otra persona para que le dijé-
semos lo que quería oír sobre un tema en particular. Es muy
interesante descubrir estas transmisiones, pues siempre se dará uno

200
cuenta cuando la persona no esté delante, antes de la segunda sesión,
y nos ayudarán a ver hasta qué punto una persona se ciega y utiliza
todos sus poderes para no enfrentarse a una experiencia dolorosa: la
que debemos aprender. Tenemos que lograr hacerle comprender que
aquel sufrimiento sólo existe por no saber enfocar su significado
verdadero.
Primero calculamos la carta y luego la corregimos. Según el
margen dc posibilidades del momento exacto de nacimiento podre-
mos tardar más o menos tiempo en corregir la carta, pero siempre
hay que hacerlo incluso cuando nos dan una hora y minutos exactos,
ya que los médicos o comadronas no saben realmente cuál es el
momento exacto que cuenta astrológicamente. En personas que nos
dan los minutos exactos, como 5 horas y 53 minutos, puede que sólo
tengamos que corregirlo con un margen de error de cinco minutos
más o menos, pero esto ya nos da la posibilidad de 4º distintos den-
tro del mismo signo, uno o dos antes o después de las 5.53, esto
incluso a veces nos puede cambiar designo. Para mirar si el Ascen-
dente cae en un signo u otro no basta con mirar el aspecto físico de
la persona, sino que hay que ver toda la carta, hablar con la persona
y preguntarle ciertas actitudes en las que se diferenciaría teniendo
un Ascendente u otro. Aunque a veces otros astrólogos piensan lo
contrario, en nuestra experiencia hay una línea clara de demarcación
entre un signo zodiacal y otro, aunque también tenemos en cuenta
que por progresión esa persona comienza muy temprano a entender
el signo siguiente.
Dicen que el niño respira ya durante los últimos empujones del
parto, por lo que es difícil determinar el momento exacto en que el
alma entró en el cuerpo y ese primer aliento en el que el tiempo y el
espacio comienzan a individualizarse. Por eso, nosotros pensamos
que el Ascendente es un porcentaje que escogemos totalmente noso-
tros mismos.
Después de calcular la carta, dejamos que la persona escoja
unos cuantos símbolos de los posibles grados de su Ascendente.
Utilizamos los símbolos Sabianos de Marc Edmund Jones y los

201
símbolos del Oráculo. Sin embargo, los símbolos Sabianos no son
tan drásticos como los otros y a veces son mejores para hacer este
primer escrutinio intuitivo. Después utilizamos más los símbolos de
nuestro libro El oráculo de los 360 símbolos de transformación del
Zodíaco para la interpretación general e intuitiva. A veces la persona
no escoge con objetividad o puede que tengamos que escudriñar la
validez de lo que la otra persona escogió. Pero en general, al escoger
varios, se pueden eliminar después los que por direcciones no coin-
cidan con fechas importantes. Al trazar una carta temporal vemos
rápidamente los planetas que quedan relativamente a pocos grados
del Ascendente o Descendente, Nadir o Mediocielo. Es más intere-
sante utilizar las direcciones equivalentes a un grado por año para
comprobar con sucesos del pasado, y también es más conveniente
utilizar los planetas superiores que los personales, simplemente
viendo cuántos grados hay de diferencia entre ese planeta y la cús-
pide del Ascendente, Nadir o Mediocielo como principales fuentes,
ya que estas cúspides son más notables durante la infancia. A veces
las direcciones con el Descendente no son tan aparentes durante la
infancia, a no ser que indiquen la separación de los padres; sin em-
bargo, ya en la adolescencia puede que indiquen momentos
significativos en las propias relaciones.
En primer lugar observamos la estructura de aspectos básicos y
también tomamos en cuenta cuadraturas u oposiciones planetarias
que se encuentren cerca de esta cruz cardinal de cúspides. Por ejem-
plo, un Sol oposición Urano, a 10º del Descendente Urano y el Sol a
8o del Ascendente, podría indicar una separación del padre o de los
padres; a esas edades, aunque quizá primero a los ocho, hay una
gran unión con el padre y a los diez la separación, o incluso podría
indicar muerte si ves eso indicado también por otras configuraciones
planetarias. La muerte del padre se indica con más seguridad por
configuraciones de Plutón o Saturno, pero cada persona lo experi-
menta de forma diferente, y cómo repercute en cada caso particular
lo indicará el resto de las posiciones planetarias.


El oráculo de los 360 símbolos de transformación del Zodíaco. Altalena Edito-
res, por las mismas autoras.

202
Otro ejemplo sería un Neptuno en la casa 4ª; cuando por direc-
ciones coincide con el Nadir y sucedió una experiencia extraña en la
familia, o un secreto comenzó a desvelarse o enterrarse en la fami-
lia; si esto ocurrió a los diez años en vez de a los catorce ayuda a
corregir las cúspides, ya que tendríamos que correr el Nadir 4º antes.
Esta comprobación ha de hacerse con cuantos planetas se pueda, en
los que por direcciones la persona haya cumplido los años. Otro
ejemplo sería que coincidiera el Sol o la Luna en dirección con el
Descendente, indicando un matrimonio; o una Luna y el Nadir, un
hijo. Siempre habrá varios puntos en los que podamos hacer pregun-
tas, y según las respuestas nos sentiremos más seguros de conocer el
grado exacto del Ascendente. A veces nos enfrentaremos a informa-
ciones contradictorias y tendremos que usar nuestro buen juicio para
determinar cuál de entre los grados que la persona escogió se apro-
xima más a su experiencia. Otras veces todo coincidirá de forma
increíble, para que con la comprobación de las direcciones nos sin-
tamos totalmente seguros de que la carta está bien. Aunque hemos
dicho anteriormente que las direcciones corresponden a nuestro rit-
mo y disposición interna y al corregir la carta los usemos para
buscar sucesos concretos del pasado, es que estos momentos impac-
tantes forzosamente han tenido que coincidir también las di-
recciones con tránsitos importantes.
Para saber qué preguntarle a la persona sobre las fechas que las
direcciones indiquen tenemos que usar una síntesis simple de lo que
el planeta y esa cúspide indicarían, siempre también tomando en
cuenta la edad de la persona en cuestión para poder determinar có-
mo esa experiencia pudo influir. Lógicamente no tiene el mismo
significado el Nadir para un niño que para un adulto. Ni tampoco el
Descendente, ni el Mediocielo, ya que actúan de distinta manera en
nuestra juventud que en nuestra vida adulta.
Toda esta serie de preguntas y respuestas en el primer encuentro
son muy útiles para comenzar a comprender el nivel al que está fun-
cionando el código astral de esa persona. Poco a poco vamos
discerniendo cuál es su grado de Ascendente exacto y también la
hora exacta de nacimiento, aunque es más fácil lo primero que lo
segundo, ya que cada grado significa un año en la vida de esa perso-

203
na en direcciones; en cambio, cada grado equivale a cuatro minutos
del momento exacto del nacimiento, y, por tanto, al no tomar en
cuenta los segundos, aunque lleguemos a corregir los minutos, ésta
es una exactitud un poco relativa.
Una vez que hayamos comprobado cuantos planetas podamos
por direcciones, decidiremos el grado más apropiado del Ascendente
con las fechas de esas experiencias, y sobre todo la correlación de
las direcciones de planetas entrelazados en una configuración como
una T, una oposición o cuadratura, comprobando el sentido y conti-
nuación cuando uno de los planetas por dirección conjunta una
cúspide angular y el otro otra cúspide angular. Entonces vemos qué
hora sideral corresponde a ese Ascendente, y la diferencia en minu-
tos que exista entre ésta y la hora sideral que haya salido con el
cálculo de la hora que nos han dado será la misma que tendremos
que sumar o restar a la hora de nacimiento, y así no sólo corregimos
la carta astral, sino también la hora de nacimiento que corresponde
más con las fechas del pasado.
Recomendamos que se mantenga una cierta objetividad al hacer
estas correcciones, ya que a veces la información que las personas
nos dan es un tanto contradictoria. Y también aconsejamos comen-
zar a comprobar las direcciones con las cúspides que correspondan
al grado del Ascendente que la persona escogió que sea el más cer-
cano al que nos haya salido calculado, sin aventurarnos demasiado
en variar la hora de nacimiento y el Ascendente (dependiendo, claro,
de la exactitud de la hora que nos dan de nacimiento: cuanto más
amplio sea el margen, mayores cambios podremos atrevernos a ha-
cer).
También pensamos que es posible que el Ascendente cambie en
determinados momentos, especialmente en cartas que muestren una
posibilidad grande de transformación, ya sea porque tengan posicio-
nes planetarias escorpiónicas o porque haya mucha cardinalidad en
la carta natal.
Igual que el Ascendente cambia cuando viajamos, podría cam-
biar cuando tenemos un gran choque, una pérdida de consciencia, un
accidente o algo similar, ya que puede indicar una parada momentá-
nea en el tiempo, y eso puede causar que nos sintonicemos con otro

204
tiempo y espacio al recuperamos de esa experiencia. Sin embargo,
no os aconsejamos que os aventuréis a cambiar el Ascendente a na-
die, ya que contraeríais una gran responsabilidad kármica. Pero a
veces estas cosas ocurren solas, y hay que saber darles el valor co-
rrecto. Es como si el Ascendente pudiera saltar en momentos
específicos al grado que le siga, haciendo que las direcciones fun-
cionen casi de la misma manera.
Otra cosa muy importante a tomar en cuenta es calcular la carta
del lugar en el que se está viviendo; si éste es distinto al lugar en el
que nació una determinada persona, te dará toda la información de
cómo cambió su destino al viajar o vivir en otro lugar. Lógicamente,
si esa persona ha vivido veinte o treinta años en su lugar natal, con-
tinuará respondiendo totalmente a como estaba acostumbrada; pero
después de vivir siete, diez o catorce años en otro lugar comenzará a
responder y a convertirse poco a poco en el nuevo código astral, o al
menos los tránsitos de ambas cartas funcionan. Indudablemente in-
dica el tipo de experiencias que encontrará en ese nuevo lugar, que
finalmente puede convertirse en la nueva realidad de su ser. Esto es
importantísimo para las personas que hayan nacido en un sitio y
después hayan vivido toda su vida en otro. Aunque estamos investi-
gando esto todavía, creemos que hay que tomar en cuenta las
posiciones planetarias y nodales natales para determinar el karma;
sin embargo, su carácter y circunstancias exteriores responderán
mejor a la carta astral del lugar donde vivió la mayor parte de su
vida.
¿Cómo se realiza este nuevo cálculo? Simplemente viendo la di-
ferencia en horas y minutos que haya entre el país de nacimiento y
el país en el que se vive en el mismo año en que nació. Es decir, que
si una persona nació en Nueva York y ahora vive en Madrid, la hora
estándar del horizonte en América es el meridiano 75º Oeste y la de
España en 1935 era el meridiano 0º, tres horas más. Por tanto, si era
la una de la tarde en Nueva York, serían las cuatro en España. En-
tonces se calcula la carta como si hubiera nacido a las cuatro de la
tarde en España ese mismo día. A veces puede resultar el día si-
guiente; por ejemplo, si nació a las once de la noche y tenemos que
aumentar tres horas, se convierte en las dos de la madrugada del día

205
siguiente en España. De todas formas, es curioso observar cómo los
lugares a los que vamos o en los que vivimos hacen que el cambio
de los grados coincida con ciertos puntos de la carta natal o aumente
ciertos aspectos de ella. Más sencillo todavía es hacer el primer
cálculo de su carta astral en el lugar de nacimiento, y una vez con-
seguida la hora sideral para esa hora en Greenwich, simplemente
hacer el cálculo para ir desde Greenwich al lugar en que vive actual-
mente. Por ejemplo, en vez de volver a Nueva York trasladar el
cálculo de la hora sideral en Greenwich a Madrid, que es donde vive
en la actualidad.
Lo más importante es que mantengamos una pureza de pensa-
miento al calcular la carta, ya que a veces no podemos evitar que
haya equivocaciones; no somos infalibles. Pero lo importante es que
también podemos entender e interpretar nuestras propias equivoca-
ciones. Siempre hay que tener fe en los resultados y en nuestra
buena voluntad al querer ayudar a la otra persona. Es interesante
notar los tránsitos que están ocurriendo cuando una persona se en-
tera que ha nacido a una hora distinta a la utilizada al calcular una
carta anterior. Siempre marcarán cambios en la personalidad y tam-
bién habrá una razón por la que funcionó anteriormente con una
carta que no le pertenecía.

LOS CICLOS DEL PASADO

Una vez que tengamos la carta corregida, observamos con rapi-


dez las posiciones planetarias y sus configuraciones. Con la práctica
y la experiencia las veremos inmediatamente. Después sacamos to-
das las direcciones primarias, es decir, la diferencia en grados que
existe entre planetas-planetas y planetas-cúspides, contando con que
cada grado equivale a un año. Calculamos todas aquellas que co-
rrespondan a una edad ya cumplida por la persona en cuestión.
Seguidamente preparamos las efemérides bajo el año, mes y fe-
cha de nacimiento de la persona para seguir las progresiones, a la
vez que le preguntamos sobre los ciclos planetarios. Las progresio-
nes equivalen a un día por año, buscando en las efemérides los días

206
después del nacimiento en el mismo mes en que nació y fijándonos
sobre todo en los que hubo conjunciones u oposiciones exactas en
las posiciones planetarias natales (hay más información sobre esto
en el capítulo anterior). Si es diez días después de nacer, equivale a
diez años.
De lo que se trata es de oír de boca de la misma persona lo que
realmente ocurrió cuando las configuraciones planetarias y planetas
fueron activados, para que podamos entender a qué nivel están ac-
tuando todavía y hasta qué punto se ha superado y a la carta o se han
integrado los diversos conflictos.
Por tanto, a la vez que vemos en las efemérides las posiciones
de los planetas superiores y en qué año activaron ciertos puntos de
la carta por tránsito, vemos también si por progresiones o direccio-
nes ese año, es significativo.
Por ejemplo, un aspecto importante entre la Luna y Saturno
siempre coincide, ya que la Luna tarda veintiocho días en dar la
vuelta, lo que equivale a veintiocho años en progresión: el mismo
tiempo que Saturno tarda en dar la vuelta completa al Zodíaco. Eso
nos indica lo difícil que es romper el modelo de comportamiento
que la relación entre la Luna y Saturno indican natalmente.
En realidad, debemos tener dos efemérides: unas para ver los
tránsitos de los planetas y otras para que a la misma vez podamos
comprender el efecto de éstas por progresiones, o, si no, marcar las
páginas y manejarlas con rapidez.
En primer lugar, debemos preguntar a la persona lo que sabe
sobre sus padres en el momento en que nació, ya que las posiciones
del Sol y la Luna con respecto al resto de los planetas indican esto
exactamente, así como el resto de planetas indican lo que ya estaba
en el ambiente. Es necesario saber la relación que tenían los padres,
sobre todo cuando la Luna está en las posiciones de llena, nueva,
cuarto menguante y creciente. Debemos guiar a la persona sobre lo
que nos interesa saber al ver los aspectos y posiciones del Sol y la
Luna o incluso lo que marcan en general el resto de los planetas. Es
muy importante que la persona entienda cómo ciertas cosas que tie-
nen que ver enteramente con la relación entre los padres o lo que les
sucedía cuando nació continúan afectándole cada cierto tiempo, so-

207
bre todo cada siete años. Aunque la persona diga que no se acuerda
o a lo mejor lo que dice es una invención suya, es precisamente eso
lo que nos interesa conocer porque se refiere al impacto que el in-
consciente recibió al nacer, y aunque pudieran suceder también otras
cosas en la vida de los padres, es a través de estos sucesos indicados
en la carta astral que esa persona está creciendo y madurando.
Principalmente, vamos a seguir el ciclo de Saturno durante su
vida; también podemos seguir el de Júpiter y Urano, aunque lógica-
mente también fijándonos si Neptuno o Plutón tocan puntos
significativos de las posiciones planetarias natales, y sobre todo de
las configuraciones.
Saturno tarda veintiocho años, casi veintinueve, en dar una vuel-
ta completa al Zodíaco; por tanto, de siete en siete o siete y medio
años hace un cuadrante de su recorrido. Así que cualquier oposición
o cuadratura que Saturno haga natalmente estará en crisis y se verá
su efecto cada siete años, siendo efectivos con ese planeta o planetas
los ciclos de siete años desde que nació: siete años, catorce, vein-
tiuno, veintiocho, treinta y cinco, cuarenta y dos, etc... Son años
críticos para esos planetas que aspectan con el Saturno natal. Sin
embargo, a veces el Saturno natal no es muy conflictivo.
En primer lugar, debemos ocuparnos de entender las configura-
ciones más conflictivas de la carta: las T y las Grandes Cuadraturas.
Estas pueden estar en signos cardinales, en fijos o en mutables. Si
son de signos cardinales, cada vez que Saturno transite por un signo
cardinal estará imponiendo que se tomen decisiones y marcando
periodos críticos. A menudo se tienen conflictos en dos tipos de
condiciones y muy pocas veces se tendrán en los tres. Pero de lo que
se trata es de determinar exactamente lo que se ve afectado y hasta
qué punto sigue funcionando ese conflicto cardinal o ese conflicto
fijo o mutable. De esta manera es muy fácil conocer los años críti-
cos, ya que siempre que Saturno esté en un signo de la misma
condición que la configuración de nuestra carta nos encontraremos
en crisis.
Entonces, los ciclos del pasado tratan de seguir el recorrido de
los planetas desde el momento en que la persona nació hasta el pre-
sente, y corroborar lo que la persona nos cuenta con lo que vemos

208
astrológicamente por tránsitos, direcciones y progresiones. (En el
capítulo anterior hemos tratado éstos más a fondo.) A veces la per-
sona no se acuerda de lo que ocurrió, ya que no dio importancia a
ciertos sucesos; sin embargo, se acordará cuando nosotros le apun-
temos más o menos de lo que se trataba y le guiemos sobre el tema.
También así le ayudaremos a relacionar unas crisis con otras y a
entender la estructura de su vida para comprender firmemente dónde
está en este momento, hasta qué punto ha superado e integrado sus
conflictos y puede ver cómo continúa sutilmente reaccionando sub-
conscientemente a problemas que para empezar no eran suyos, sino
que eran los problemas que vivimos, a través de los padres, antes de
los diez años de edad.
Es muy importante conocer todo esto a fondo antes de aventu-
rarse al futuro, ya que éste es una consecuencia del pasado y del
presente. Cuando a una persona se le indica que la crisis que va a
suceder está en relación directa con algo que evitó en el pasado o
que tiene que superar en mayor grado, puede entonces trabajar con
ella y entender su significado global.
Volvamos al proceso de los ciclos. Una vez que ya entendamos
la situación de los padres cuando la persona nació o lo que ella sea
capaz de deducir por lo que le hayan contado, le ayudaremos a en-
tender el significado que esto tiene astrológicamente según su carta
astral, por la posición general y aspectos del Sol y la Luna. Entonces
vemos cuándo Saturno llega a una posición crítica de esa configura-
ción que, por tanto, estaría en crisis cada siete años a partir del
nacimiento, o si no, vemos cuándo Saturno llega a conjuntar, oponer
o cuadrar la configuración importante de la carta (lo cual puede ser,
por ejemplo, a los tres años, cuando comienza a poner en crisis esa
configuración, lo que haría que los ciclos de siete empezaran a partir
de los tres: tres, diez, diecisiete, veinticuatro, etc). Lentamente pro-
gresamos año por año, o por lo menos los años en los que Saturno
hace algo significativo en la carta, y esos años a la vez comproba-
mos el impacto que tuvieron por direcciones y progresiones. Por
direcciones, porque ya deberíamos tener aquellas direcciones signi-
ficativas de la carta, y por progresiones, mirándolas efemérides bajo
el mes y año en que nació y contar los días después de la fecha de

209
nacimiento como años que tenía cuando Saturno llega a provocar
otra vez una crisis. A veces esos ciclos de siete años se pueden con-
vertir en ocho, ya que es un poco más de siete, aproximadamente
siete y medio; por eso es conveniente mirar las efemérides.
Por ejemplo, una carta con un fuerte conflicto en signos cardina-
les, Venus y Luna en Aries oposición Neptuno, cuadratura a Urano
y Marte en Cáncer, y Sol en Géminis cuadratura a Saturno natal en
Virgo. Primero comprenderemos qué ocurría emocional y económi-
camente en la familia cuando nació, o qué ocurría en particular con
la madre, si era feliz o no, o qué tipo de sufrimiento podría tener
cuando esa persona nació. Lógicamente, también dependerá de las
casas en que se encuentren; pero por estar en Aries, posiblemente el
embarazo provoca en la madre una falta de independencia y un sa-
crificio. Es importante ver hasta qué punto se ha dado cuenta de esto
la persona misma o cómo lo percibe para ver con qué profundidad
llega a percibir las situaciones de su infancia. Después le pregunta-
mos qué tipo de sacrificio, esfuerzo o sufrimiento pasó cuando tuvo
dos años, que era cuando Saturno llegaba a Libra y conjuntaba a
Neptuno. Entonces, a partir de esa fecha, cada siete años ese mismo
conflicto se va desenvolviendo y la persona lo va convirtiendo en un
conflicto personal; es decir, siempre que Saturno esté en un signo
cardinal: dos años (2 + 7 = 9), nueve, dieciséis, veintitrés, etc...
Y siempre que lleguemos progresivamente a estas edades será
conveniente referirse al conflicto primordial y cómo fue evolucio-
nando. Pero en vez de saltar repentinamente a estas edades, es mejor
ir progresivamente y tratar con lo que esté ocurriendo, como, por
ejemplo, esa misma persona puede que tenga a su vez el Sol en Gé-
minis; por tanto, Saturno en Virgo le cuadra y a los siete años
Saturno se opuso al Sol, y es importante ver la definición que la
persona le da a esto o qué cambió específicamente en esa relación
estricta con su padre. Por tanto, primero le preguntaríamos por los
dos años; después saltaríamos a los siete, y consecutivamente a los
nueve años, como una consiguiente reacción del conflicto en cardi-
nales que comenzó a los dos. Así, si uno, en vez de saltar de una
edad a otra, continúa progresivamente a lo largo de su vida, la per-
sona llegará a acordarse de más cosas y ver con mayor claridad unas

210
relacionadas a otras. Así también se le puede guiar para que co-
mience a relacionar unas experiencias con otras, pues la mayor parte
de nosotros las vemos desconectadas. Lógicamente, lo que sucede a
los siete con el Sol sería diferente, pero marcaría mucho lo que va a
suceder a los nueve con la Luna. También es interesante relacionar
esa primera vez que Saturno estaba en Libra encima de Neptuno con
la segunda vez que ocurre veintiocho años después, cuando tiene
treinta años aproximadamente, ya que es cuando finalmente puede
uno romper todo ese ciclo anterior hereditario y convertirlo en una
experiencia individual positiva. Pero es curioso observar cómo,
aunque no tengan ninguna relación, las experiencias se asemejen o
se repitan. Por ejemplo, en este caso puede que a los dos años la
madre de esa persona se haya sentido muy insegura económicamen-
te o muy dependiente emocionalmente de su padre por falta de me-
dios o de independencia, y la persona misma en su edad adulta se
siente de forma parecida por haber perdido una serie de recursos
propios y sentirse más atada a su pareja. Los modelos se repiten,
aunque siempre de forma diferente y haciendo que la persona poco a
poco vaya superándose. Sin embargo, es muy importante encauzar
su significado global a través de la posición de los nódulos. Por
ejemplo, puede que esa persona, al tener el nódulo Norte en la casa
7ª, tuviera que aprender madurez personal y entregarse a su pareja
de lleno, y de esta forma le cortaron su tendencia a independizarse
impulsivamente por sentirse insatisfecha sentimentalmente. Por tan-
to, esto significaría que este periodo de depender del otro le
provocaría encontrar un nuevo sentido a la razón por la que estaba
con la otra persona y le forzaría, en cierta forma, a cumplir su nódu-
lo. Lógicamente, en estos casos también es conveniente mirar la car-
ta astral de su pareja, ya que estos asuntos entre personas dependen
de ambos, y es necesario comprobar la información por los dos la-
dos. También miraremos si esa edad era significativa por
progresiones y direcciones. Por ejemplo, en este mismo caso hay
exactamente 7º de separación entre la Luna y Venus; por tanto, a la
vez que había un tránsito significativo con el Sol a los siete años,
también la dirección de la Luna y Venus hizo que cambiaran las
cosas significativamente en su visión de la relación de sus padres, o

211
quizá las direcciones causaron una relación más cercana y cariñosa
con su madre. Después por progresiones, Venus alcanza a Mercurio
natal en Tauro, lo que hace que la persona comprenda su situación y
entienda más su necesidad de comunicar su independencia sen-
timental, quizá a través de un hermano. Incluso puede que lo
aproveche para interesarse por motivaciones creativas. Las direccio-
nes y progresiones marcan cambios internos y los momentos en que
estamos dispuestos a integrar esos planetas en una mayor expresión
personal. Podréis comprender esto más a fondo en el capítulo ante-
rior.
Por tanto, se va examinando progresivamente la vida de la per-
sona, encajando el significado exacto de cada planeta y lo que
simboliza realmente en su vida individual. También le ayudamos a
que se sincronice totalmente con su vida y comprenda dónde está y
hasta qué punto ha logrado integrar los diferentes conflictos en su
vida. Se hacen estos ciclos también con Júpiter o Urano, ya que és-
tos pueden en algún momento provocar conflictos, cambios u opor-
tunidades, aunque esencialmente hay que mirar los tránsitos de
Saturno, que es el que marca las crisis con mayor claridad y, por
tanto, de las que más se acordarán. Sin embargo, por ejemplo, en
una persona muy Sagitario es conveniente ver el ciclo de Júpiter o
en una persona muy acuariana, el de Urano. Esto se hace hasta la
edad presente o la crisis presente, aunque depende de la edad de las
personas el que se pueda realizar todo en una sola sesión. Posible-
mente con personas que tengan cerca de treinta años, dos horas y
media serán suficientes; pero con personas con muchos conflictos o
de más edad hará falta más tiempo, y a veces esto hace que se tenga
que realizar en varias sesiones.
Pero es importante llegar hasta el momento presente y también
grabarlo en una cinta para que la persona pueda acordarse y escu-
charse a sí misma hablar de sus crisis del pasado. Cuando
observamos un tránsito concreto de Saturno y Urano que coinciden
a la misma edad aproximadamente, ya sea en progresión o direc-
ción, es conveniente obtener la máxima información de la persona y
tratar de entender no sólo lo que sucedió, sino el impacto que le cau-
só en su carácter.

212
Poco apoco, se nos va aclarando qué simbolizan cada uno de los
planetas de la carta astral y también tomamos el modelo psicológico
determinado que pertenece a cada configuración, como, por ejem-
plo, una T en signos fijos puede estar constantemente infiltrando un
tipo de miedo y retraimiento a vivir la vida y un intento de forzar las
circunstancias; a la vez esa oposición en cardinales había de insatis-
facción e inquietud.
Es importante definirle a la persona esos problemas y cuándo se
repiten por los ciclos de siete años de Saturno. Asimismo ver cuán-
do, por los ciclos de Júpiter (lo cual es importante para una persona
que tiene el Sol en oposición a Júpiter, por ejemplo), ha repetido su
ansiedad de expansión, proyectos poco prácticos, oportunidades o
visiones idealistas del ser humano llevadas o no a la práctica. Asi-
mismo ver el impacto de los ciclos de Plutón o que han llegado a
transformarse. También cuáles han sido las reacciones a Neptuno,
aunque estos dos van muy lentos y no lleguen a realizar muchos as-
pectos. Casi se podría hacer un ciclo con un significado concreto
para cada aspecto o configuración planetaria cuando una persona
tiene unos recuerdos claros sobre su pasado, lo cual ayudaría a pro-
fundizar indefinidamente en el significado y entendimiento de
nuestras vidas a través de la carta astral. Lo único es que a menudo
las personas tienen poco claras las experiencias de su pasado y pre-
fieren no acordarse, enterrar o somatizar cualquier momento en el
que se sienten confusas en el laberinto de su camino individual. Esto
a veces toma mucho tiempo y varias sesiones, lo que no es posible si
la persona no ve al psico-astrólogo como a un psicoanalista. Los
ciclos del pasado son una herramienta muy útil y absolutamente
necesaria para el psicoanálisis si el estado psicológico de la persona
lo permite. También ayuda a conocer los momentos en que ciertas
crisis se van a repetir, tanto por ciertas sensaciones subconscientes
como porque las circunstancias se asemejan. Por eso si los astrólo-
gos/psicólogos hicieran esto llegaría a ser una herramienta
indispensable antes de aventurarse a ver el futuro, ya que éste está
construido sobre nuestras proyecciones en el presente y en el pasa-
do. Los ciclos planetarios son una útil heliografía que nos muestra
nuestro desarrollo individual y la estructura de nuestro carácter y de

213
cómo nos vamos forjando el destino dentro de los parámetros de
nuestro patrón cósmico.

INTERPRETACION INTEGRAL Y
VISION HOLISTICA KARMICA

Antes de proyectarse hacia el futuro es esencialmente necesario


que la persona haya comprendido la totalidad de su carta astral y
dónde está en el momento presente para que así pueda tener la opor-
tunidad de superar e incluso evitar en gran medida experiencias
caóticas en el futuro.
Aquí vamos a delinear los diferentes pasos que uno debe tomar
en cuenta para poder dar una visión total y un significado específico
de la vida de una persona y de su efecto kármico, hasta que poda-
mos llegar a sintetizar todas las crisis en una o dos contradicciones
básicas del carácter individual de la persona. A esto sería a lo que
llamaríamos visión completa e integral.
Una vez que comprendemos por boca de la persona misma el
significado global de la carta astral, los ciclos y cuánto ha llegado a
superar sus conflictos, estamos más preparados para estudiar la carta
astral en solitario antes de ver a la persona en otra sesión o en varias
sesiones para la interpretación general.

A. Sacamos una síntesis general del signo y posición del Sol-


Luna-Ascendente mirando la posición de los planetas regentes de
cada uno de estos signos zodiacales básicos. El Sol será el Tempe-
ramento; la Luna, el Carácter, y el Ascendente, la Personalidad; o la
Luna, lo que traemos del pasado; el Sol, cómo nos expresamos en el
presente, y el Ascendente, en lo que las circunstancias externas ha-
cen que nos convirtamos en el futuro. La información comple-
mentaria para hacer esta síntesis primaria nos la darán los planetas
regentes de esos signos para ver si favorecen o dificultan la pureza
de expresión de la síntesis de esos tres signos zodiacales (esto es, si
no se repiten al estar colocados dos en un mismo signo).

214
B. Aclararemos la dificultad que representa cada configuración
planetaria por separado, llegando a concretizar las fuerzas, tensio-
nes y dinamismo psicológico que éstas están provocando. También
analizando cómo los aspectos afligidos tienen sus salidas a través de
los aspectos favorables, para ayudar a que la persona encaje con
mayor perspectiva ese contrarresto de tensión/distensión. Pero en-
tendiendo cómo todo ello forma un sentido específico, una percep-
ción única y una experiencia particular de cosas normalmente
comunes con otras personas. Hay que llegar a descubrir la virtud
concreta que estas tensiones pueden llegar a desarrollar. Ver qué
planetas están bloqueados sin aspectos favorables y cuáles tienen
algún aspecto sextil que no sepa usar y ayudarle a que comprenda
cómo puede comenzar a utilizarlo con mayor efectividad.
También tenemos que observar qué configuraciones están for-
madas por planetas en retroceso, ya que éstos producen efectos
bastante diferentes, pues su dinamismo no se manifiesta de forma
tan activa, sino más mental y con una dificultad de expresión exter-
na hasta que lo solucione mentalmente en relación a sus recuerdos
kármicos. Miraremos los nódulos entendiéndolos en relación a estas
configuraciones y viendo cómo las cuadraturas u oposiciones están
ahí para evitar que la persona abuse de su nódulo Sur y ayudarle a
encontrar el nódulo Norte. Por tanto, veremos y le explicaremos a la
persona cómo esas dificultades le ayudan o entorpecen su realiza-
ción espiritual, ya que las posiciones planetarias nos indican la
forma en que esa persona va a realizar su misión o su deber para
madurar espiritualmente y nos ofrecen un mapa con el camino que
la persona va a seguir para dar ese paso en la evolución de su alma
desde el nódulo Sur al nódulo Norte. También conocemos ya por los
ciclos hasta qué punto ha sido activada, resuelta e integrada la con-
figuración y podremos evaluarla con mayor efectividad; incluso
conocemos a la persona lo suficiente como para poder guiarla y de-
cirle cómo debe solucionar ese conflicto. Para hacer esto y que la
persona esté lo más receptiva posible hay que observar el tránsito de
la Luna, ya que indica lo abierto que está el subconsciente el día en
que se hace la interpretación. Si la Luna transitando conjunta ese día
un aspa o punto de la configuración más prominente de su carta as-

215
tral o la configuración que entra en juego en ese momento al transi-
tarla Saturno u otros planetas superiores, será un buen momento
para desenterrar las misteriosas formas en que esa configuración se
manifiesta en su subconsciente.
Después, comenzando por el nódulo Sur, vamos a hacer un en-
trelazado continuo de planetas y Ascendente/Mediocielo a través de
sus aspectos para terminar esta cadena de reacción en el nódulo Nor-
te, a fin de observar a través de qué planetas y aspectos hemos
entrado finalmente en la conciencia del nódulo Norte. Hacer este
recorrido es útil en nuestro estudio de la carta para memorizar y
aprender a conectar todos los planetas y configuraciones entre sí, y
así verlos todos de una forma más integrada. Concretando, comen-
zaremos con el nódulo Sur; lo llevamos al Sol o la Luna o a
cualquier planeta interior que aspecte al nódulo Sur, después con-
tinuamos con un aspecto de ese planeta con otro y después desde ese
tercer planeta a otro que le esté aspectando, y así continuamente
hasta llegar al nódulo Norte. Algunos planetas se tendrán que tocar
varias veces, pero por lo general es mejor seguir una cadena evitan-
do tener que repetir. Mientras se hace eso se va interpretando de
forma simple cada planeta, signo y casa en su reacción con otro a
través de ese aspecto. De esta manera damos un recorrido general a
todos los puntos de la carta y comprendemos de forma bastante rá-
pida su actuación conjunta e íntegra. También al hacer esa cadena
continuada tendremos una conciencia completa de qué planeta o
luminario (Sol, Luna) ha sido el que nos ha hecho penetrar de forma
más integrada en el nódulo Norte y también cuál ha sido el último
aspecto de la cadena antes de entrar al nódulo Norte. Los resultados
son sorprendentes a veces y es algo bastante necesario, pues en
cuanto se ha hecho una sola vez es como si se conociera con cuántos
planetas y aspectos se está relacionando un planeta individual y co-
menzamos a ver y a interpretar la carta astral de forma integrada y
relacionada con los nódulos.

C. Seguidamente estudiaremos los planetas en retroceso y los


relacionaremos con los nódulos. Ellos nos comunican el tipo de
información que está siendo reactivada en esta vida. Nos ayudan a

216
entender el nivel al que el nódulo Sur está actuando y cuánta infor-
mación trae consigo a esta vida. Nos dan una mayor perspectiva y
una visión particular sobre el nódulo Sur para así poder decirle a la
persona cuáles de sus recuerdos del pasado son útiles y cómo debe
usarlos para alcanzar el nódulo Norte. Para esto será útil mirar los
aspectos que tienen los planetas en retroceso con otros planetas y
recordar la cadena de entrelazados. También hay que valorar los
aspectos y configuraciones que tengan con planetas en retroceso, ya
que cambian notablemente el dinamismo de los aspectos, vol-
viéndose más mentales. Y para verlos tenemos que contar también
con su integración con los nódulos, pudiendo definir conjuntamente
la información kármica que los planetas en retroceso y sus aspectos
nos dicen de la actuación del nódulo Sur. Este entrelazado de retro-
cesos en aspectos nos define con más precisión el nódulo Sur y el
pasado kármico de la persona.
Muchas veces el que un aspecto sea con un planeta en retroceso
cambia el dinamismo de ese aspecto por completo. Por ejemplo, el
riesgo de accidente de Marte oposición a Urano si éste está en retro-
ceso ya no ocurre de forma accional, sino mucho más de forma
mental e imágenes.

D. Debemos observar en qué hemisferio está colocada la mayor


parte de los planetas, si hay una sobrecarga en uno de los lados de
la carta astral o si los aspectos y configuraciones apuntan preferen-
temente hacia una casa o casas del Mandala completo de la carta.
Dividiendo la carta en dos medios, con el ascendente-descendente
divide arriba-abajo, o con el nadir-mediocielo en derecha-izquierda.
Asimismo ver en qué casas está la mayoría de los planetas en re-
troceso, ya que suelen estar casi todos en un área específica de la
carta. Sin embargo, se pueden tener varios planetas superiores en el
hemisferio Oeste de la carta y un planeta interior en el hemisferio
Este, por ejemplo. Por lo general todos los planetas que estén más
lejos del Sol que de la Tierra, es decir desde Marte, si están en retro-
ceso lo estarán en casas seguidas y a ambos lados de las opuestas al
Sol. Por tanto, es importante observar si los planetas en retroceso
están (por ejemplo) en el hemisferio Norte de la carta, mientras que

217
la mayor parte de los planetas interiores o luminarios (Sol/Luna)
están en el hemisferio Sur, ya que lógicamente en este caso todos los
recuerdos se referirán a su relación con los demás o al aprendizaje
de algo concerniente a los demás, y eso le estará sirviendo ahora
para un crecimiento personal. Si estuvieran colocados al revés, sería
lo contrario. El crecimiento kármico interior sirve al desarrollo de
relaciones exteriores.
Para esta síntesis vamos a daros unas normas generales de inter-
pretación en los casos en que la mayor parte de los planetas
importantes y luminarios estén colocados en una parte del Mandala
astral. Siempre se puede dividir la carta por la mitad Norte, Sur, Este
u Oeste, donde normalmente entren la mayoría de los planetas, con-
tando con el máximo de planetas interiores. Es curioso observar que
si tenemos que dejar un planeta personal fuera de esa mitad, gene-
ralmente, es la Luna.

HEMISFERIOS ESTE, OESTE, NORTE Y SUR

El hemisferio Este: LA ACCION. Comienza en la cúspide de


la casa 10ª y termina en la de la casa 4ª. El punto central es el As-
cendente. Todo está centrado en la expresión de la propia identidad
y el ejercicio de la propia voluntad. Promueve los asuntos persona-
les con gran iniciativa. Si están en las casas de debajo del horizonte
tiene la inclinación a influir sobre el entorno en vez de dejarse im-
presionar o moldear por él. Es bastante libre para actuar sin in-
terferencias, pero como no solicita a los demás que se involucren,
las personas tampoco le ofrecen ayuda. Está automotivado para ac-
tuar cuando decide qué es lo que desea hacer en este mundo. Si
están colocados más planetas por encima del horizonte, pone gran
atención en los temas del mundo y de la sociedad, pero de acuerdo
con su propia visión. A veces su individualismo coarta la coopera-
ción del mundo exterior. Son individualistas que luchan duro por


El diagrama de estos hemisferios se encuentra en el tomo I de Astrología kár-
mica básica, página 134.

218
dejar su marca en el mundo y que tienden a no cooperar con los de-
más. Aunque puede que estén constantemente envueltos en asuntos
del mundo, se sienten bastante solitarios. Por tanto, si está ter-
minando un ciclo de individualismo, influyendo a los demás
también con ello, actúa en el mundo y ve su respuesta en él (por
encima del horizonte, casas 10ª, 11ª y 12ª) o si está comenzando un
ciclo completamente nuevo e individual (por debajo del horizonte,
casas 1ª, 2ª y 3ª) actúa y ve sus respuestas en sí mismo.
El hemisferio Oeste: LA REACCION. Comienza en la cúspide
de la casa 4ª y termina en la cúspide de la 10ª. El punto central es el
Descendente. La atención está puesta en una conciencia social per-
sonal y en reconocer la identidad del otro. Es importante el reflejo
de su imagen en la otra persona; no tiene tanta libertad de acción, ya
que normalmente depende de las motivaciones o iniciativas de los
demás; le cuesta que los demás acepten su propia individualidad y
debe ajustar sus necesidades al ver la reacción de sus acciones en
ellos. Coopera con otras personas y también obtiene la ayuda de los
demás, que siempre se la ofrecen; por eso debe aprender a cooperar
con efectividad. Aunque tiene menos control sobre las oportunida-
des que vienen en su camino, también se le culpa menos por los
errores o fracasos.
Si caen más planetas por encima del horizonte (casas 7ª, 8ª y 9ª)
acrecienta los compromisos sociales, y a veces puede que se aprove-
che de los demás, pues indica la posibilidad de usar grandes
estrategias en sus relaciones. Puede tener dificultad para relacionar-
se consigo mismo en profundidad, sobre todo por falta de iniciativa.
Se ve a sí mismo a través de cómo le ven los demás. Si los planetas
están por debajo del horizonte (casas 4ª, 5ª y 6ª), está preparándose a
actuar en el mundo y comenzando a conocer la manera de reaccio-
nar de los demás ante las situaciones y qué desean o necesitan; aquí
el individuo todavía está tratando consigo mismo en gran medida,
pero con la preocupación de ser útil y apreciado por los demás.
El hemisferio Sur: EL INCONSCIENTE. Comienza en la cús-
pide de la casa 1ª y termina en la cúspide de la casa 7ª. El punto cen-
tral es el Nadir. Representa todo aquello que es subjetivo, reflexivo
y una necesidad de enfocarse hacia dentro. Indica la necesidad de

219
adquirir profundidad de experiencia antes de poder utilizarla abier-
tamente en el entorno exterior. Es bastante introvertido, aunque
aparenta ser muy activo y participar en los asuntos del mundo. Debe
mantenerse en contacto con su ser íntimo, hacerse consciente de su
propósito, y necesita un significado personal de su vida. Está tan a
tono con su naturaleza que puede que encuentre cosas enterradas en
su inconsciente. No le gusta llamar la atención o estar demasiado
abierto al compromiso social, ya que la preocupación aquí es obte-
ner seguridad desde dentro en vez de la seguridad temporal de
estatus que la sociedad le pueda ofrecer. No importa cuánto contri-
buya a los asuntos del mundo o de la sociedad, nunca dejará a un
lado sus propias necesidades e interioriza sus respuestas a la vida,
aunque también puede cuidar y entregarse mucho a los demás. Al-
gunas veces hay una tendencia a evitar confrontaciones abiertas.
Otras puede que se empeñe mucho en desenterrar realidades escon-
didas, espirituales o psicológicas, dentro de la naturaleza humana. Si
hay más planetas en las tres primeras casas (casas 1ª, 2ª y 3ª), tiene
una gran iniciativa, aunque se ve a sí mismo con menos objetividad,
y si están en las tres últimas casas (casas 4ª, 5ª y 6ª), está iniciando
toda una nueva forma de ser útil al mundo y está encontrando su
vocación, ya que las casas 5ª y 6ª son las de la vocación creativa in-
dividual y espiritual por reflejo de las casas 11ª y 12ª. Todos los
sucesos de la infancia afectan más al individuo con planetas en este
hemisferio, y así mismo las cuadraturas dentro de este hemisferio
son realmente autobloqueos difíciles de superar si no se tiene una
vida interior muy rica.
El hemisferio Norte: EL CONSCIENTE. Comienza en la cús-
pide de la casa 7ª y termina en la cúspide de la casa 1ª. El punto cen-
tral es el Mediocielo. Aquí toda la atención está dirigida hacia los
asuntos del mundo, la sociedad y su papel personal en todo ello.
Está dirigido hacia una vida objetiva y a encontrar un sentido en su
identidad pública, sus ambiciones y sus metas. Se le presentan situa-
ciones impersonales que ponen a prueba su habilidad de funcionar
con un sentido colectivo. Posee un gran sentido de participación
social, pero uno de los problemas que tiene es que puede alejarse
demasiado de sí mismo, y así impide poder tratar con efectividad

220
sus propias necesidades. Busca las soluciones fuera de sí mismo
cuando quizá las encontraría antes en su interior. No se encuentra
cómodo interiorizando sus energías o aislándose, por lo que no sabe
cómo cuidarse a sí mismo debidamente; en vez de eso quiere cono-
cerse a través de lo que realiza en el mundo exterior. Debe tener
cuidado en no dejarse llevar por los productos materiales de sus es-
fuerzos sin comprender las motivaciones que había tras esos
esfuerzos. Siempre está involucrado en desafíos del mundo exterior.
Sabe mejor que nadie cómo estimular los cambios sociales. Al con-
trario que el individuo del hemisferio Sur, que sólo trata con el
mundo de acuerdo con sus propios términos, éste debe aprender que
las situaciones exteriores a las que los demás le empujan encajen
finalmente con su propio crecimiento y motivaciones. Si hay más
planetas en la casa del Este (casas 10ª, 11ª y 12ª), tiene un mayor
individualismo y mantiene más ese equilibrio con una responsabili-
dad de integridad a su sociedad; sin embargo, si están en su mayoría
en las casas 7ª, 8ª y 9ª, existe más dependencia en los ideales socia-
les o en verse a través de la imagen que le dan los demás. Las
cuadraturas en el hemisferio Norte indican bloqueos del exterior
contra los cuales es difícil luchar, y muestran los desafíos de creci-
miento.
Lógicamente, todo esto depende también en gran medida de la
combinación de signos que estos hemisferios tengan. Por ejemplo,
en un Libra ascendente, con la mayoría de los planetas personales en
el hemisferio Este, su individualismo depende de cuánto agrada a
los demás, siempre está rodeado de personas y también tiene que
aprender a compartir. Un Libra ascendente normalmente tiene todos
los signos colocados en casas que pertenecen a su signo opuesto, por
eso en todas sus experiencias tiene que encontrar constantemente el
equilibrio.
Por ello, esa síntesis primaria de cúspides y signos es tan impor-
tante. Incluso el signo de ascendente es esencial, ya que lo debemos
estudiar a través de todas sus cúspides para entender su plenitud de
expresión. Especialmente cuando es un ascendente puro, sin signos
interceptados, pues éstos cambian su plenitud de expresión al no
tener las cúspides el signo que correspondería a ese ascendente.

221
La integración de la interpretación del ascendente con todas sus
cúspides es también muy necesaria, ya que sí tenemos un ascendente
Leo, al que le corresponde tener Sagitario en la casa 5ª para poder
exponer y exhibir su sabiduría al expresarse, tiene en vez a Escorpio
(por tener interceptados), lo que haría que se expresara de una forma
más introvertida y que su demostración de fuerza fuera más metafí-
sica y a través de medios más cerrados o secretos; daría más fuerza a
la demostración de una constante transformación en vez de exhibirse
como sería lo normal en un Leo ascendente.
Por ello, la síntesis de los hemisferios y la colocación de los
planetas deben estudiarse también a través del ascendente con la
particularidad de expresión que le causen todos los signos que co-
rrespondan a las cúspides.
También debemos ver si hay algún planeta en la casa 1ª , ya que
éste también cambiará ligeramente la expresión del ascendente, so-
bre todo por direcciones a la edad que corresponda a la cantidad de
grados de separación entre este planeta y el ascendente, y también
cuando el ascendente progresado alcance el grado en el que se en-
cuentre dicho planeta.
Todos estos datos muestran la totalidad de expresión del ascen-
dente, lo cual por sí mismo puede llevarnos a obtener una
información enriquecedora a la del resto de planetas y aspectos.

E. Valoraremos los nódulos con toda la información ya obteni-


da de los estudios anteriores. Para poder explicar a la persona
cuáles de sus reacciones son kármicas, del nódulo Sur. Dónde reac-
cionamos para defendernos y volvemos a modelos de
comportamiento ya conocidos y también dónde repetimos constante-
mente los mismos errores. Ese modelo de repetición también lo
entendimos a través de los ciclos del pasado, y ahora debemos valo-
rar en qué punto se encuentra la persona y cuánto ha superado ya su
nódulo Sur, cuánto karma ha sido cumplido y transformado ya. Sin
embargo, debemos saber que del nódulo Sur nunca salimos total-
 La interpretación de los nódulos figura en el tomo I de Astrología kármica
básica.

222
mente, más bien al contrario, aprendemos a usarlo y a aprovechar
todo lo que tenga de positivo, pero sin repetir todo aquello que ya no
nos sirve, no nos desafía o se ha vuelto un hábito obsesivo o un abu-
so. De hecho, a partir de los veinte años se está como en un balancín
entre los nódulos y sólo algunas personas pueden llegar con plenitud
al nódulo Norte pasados los treinta y ocho años, cuando el nódulo
Norte transitando ha dado dos vueltas completas y conjunta por se-
gunda vez al nódulo Norte natal. Esto se afirma más a los cincuenta
y siete años, con el segundo retorno de Saturno. De todas formas
deben valorarse con detalle las deudas kármicas, los estancamientos
y los progresos que uno ha hecho y en qué lugar está en este mo-
mento dentro de su transición kármica.
Debemos percibir hasta qué punto se da cuenta la persona de lo
que le queda aún por crecer y madurar para alcanzar el nódulo Nor-
te. Es interesante preguntarle su opinión sobre lo que le vamos a leer
acerca de los nódulos; observaréis cuántas personas dirán que ya se
habían dado cuenta de su nódulo Norte y que ya habían dejado de
luchar en contra de eso, pero en cambio no reconocen que el nódulo
Sur todavía les sigue influyendo sutilmente en muchas ocasiones y
que cuando se sienten mínimamente inseguros se meten delibera-
damente en él y rechazan los desafíos de transformación. Habría que
estar muy íntimamente ligado a una persona para poder hacer que se
dé cuenta de la cantidad de reacciones sutiles que a lo largo del día
tienen que ver con un cierto estancamiento en el nódulo Sur.
De todas maneras, el resto de los planetas nos dicen cómo hace
la persona aquello que debe hacer para madurar según la posición de
los nódulos. Y es importantísimo tenerlos en cuenta, pues a menudo
nos hemos encontrado con interpretaciones de otros astrólogos que
no los habían tomado en cuenta y aunque habían interpretado co-
rrectamente los aspectos, planetas y signos, lo habían visto desde el
punto de vista del nódulo Sur y no sabían decir por qué estaban allí,
cómo podían hacer para romper este comportamiento, o incluso
aconsejaban a la persona que se metiera en su nódulo Sur, en vez de
guiarla hacia su nódulo Norte.
A veces tenemos cartas astrales con una gran cuadratura o una
serie de estructuras planetarias y configuraciones muy difíciles, pero

223
la transición nodal es relativamente sencilla o básicamente mental.
Eso explicaría el que en realidad la vida de esa persona no fuera tan
fuerte como daría la impresión al mirar las posiciones planetarias. Y
otras veces tenemos una posición nodal muy conflictiva y dolorosa,
mientras que las posiciones planetarias no son excesivamente com-
plicadas. Por tanto, lo más importante es verlo todo relacionado a
los nódulos, al ser éstos la síntesis del resto. También al calibrar ese
paso nodal comenzamos a ver las primeras contradicciones, ya que
generalmente cuando una persona ha llegado a reconocer que quiere
aprender todo aquello que representa su nódulo Norte, consciente-
mente lo busca mientras inconscientemente se refugia en todo lo que
significa su nódulo Sur. Por ejemplo, un nódulo Norte en Tauro,
nódulo Sur en Escorpio. Quiere conscientemente la tranquilidad,
pero se mete constantemente en situaciones desafiantes, caóticas y
peligrosas. Ese equilibrio entre los nódulos es algo esencial que de-
bemos explicar a la persona para que deje de ver esa transición de
una manera brusca, como si al tener una cosa no pueda tener la otra,
ya que el vivir la tranquilidad le parece aburrido si no ha llegado a
conseguirla a través de una situación desafiante. Principalmente
debemos ayudar a la persona a que enfoque su futuro para acercarse
al nódulo Norte y que pueda realizarse vocacionalmente y descubrir
los potenciales que el nódulo Norte le presenta.

F. La fase lunar y la Parte de Fortuna nos hablan de esa sínte-


sis de polaridades y contradicciones. Por esto debemos corroborar
todo lo anterior, sobre todo la posición nodal, con las fases lunares,
sobre las que profundizaremos en los capítulos siguientes de este
libro. El Sol y la Luna representan ese principio de polaridad y es
necesario ver si la Luna está creciendo o menguando, ya que crecer
significa definir la individualidad y las metas, pues la Luna, que se
refiere a nuestro interior, está en un signo más elevado al del Sol,
que representa cómo uno se expresa consciente y exteriormente. En
cambio, menguando habla de rendición y aceptación, pues incons-
cientemente (Luna) estamos menos elevados o preparados que
nuestra expresión consciente y exterior (Sol).
Lógicamente, podemos estar en una fase de crecimiento, Luna

224
creciente, mientras a la vez tenemos unos nódulos que están en la
casa 4ª, lo que indica hacia dónde va el crecimiento, hacia una esta-
bilidad interna, además de tomar en cuenta las posiciones de las
casas y de los signos. O, si no podemos tener una fase menguante,
de rendición, mientras la posición nodal está en la casa 1ª, por lo que
necesita una aceptación interior para llegar a expresar con mayor
potencia el Sol y a la vez descubrirse a sí mismo por la posición
nodal.
Esa polaridad de acción del Sol y la Luna se convierte a veces al
vivirla en una contradicción, lo cual separa la mente del cuerpo, el
consciente del inconsciente, el «yo mismo» del de los demás, y así,
lentamente, nos vamos descentrando. Figurémonos una forma geo-
métrica triangular formada por la Tierra, el Sol y la Luna. Si
miramos al cielo hacia el Sol y la Luna, muy pocas veces los pode-
mos ver a la vez sin mover la cabeza o los ojos, y eso es solamente
cuando ambos se encuentran visibles, ya que cuando es cerca de
Luna llena no se ven al tiempo; ni durante la Luna nueva, porque no
la podemos ver. Es como si formáramos un puente de conexión con
cada uno de ellos, aunque ambos surgen de nuestro interior. Al no
sentirlos a la vez no experimentamos ese otro puente de conexión
que hay entre el Sol y la Luna, provocando que se separen los prin-
cipios Yin-Yang en nuestro interior y viviendo todo con separa-
ciones drásticas: blanco-negro, en vez de todo el colorido
intermedio que es la riqueza de la vida.
El Sol y la Luna son la alquimia de la vida y la Naturaleza en la
Tierra. Su flujo de gravedad ha producido todas las mutaciones de
animales, minerales y plantas. Siempre que nos sintamos integrados
con nuestras circunstancias y entorno estaremos viviendo con más
intensidad la riqueza de la vida, ya que estos dos principios se unen
también en nuestro interior. Esta lucha entre el Sol y la Luna debe
ser resuelta desde dentro, encontrando nuestro centro de gravedad al
andar y nuestro centro de la psique al pensar.
La fase lunar nos da una clave de cómo se contradice la persona,
ya que a veces se identifica más con el Sol y otras con la Luna; unas
veces ponemos más atención a lo que ocurre exteriormente y otras
veces estamos muy atentos a todas nuestras sensaciones internas.

225
Toda división implica el peligro de desequilibrio; por eso las dife-
rentes facetas dentro de la búsqueda del centro interior son muy
necesarias y la fase de la Luna expresa lo que ocurre cuando esta-
mos centrados y cuando estamos descentrados o desequilibrados.
A través de esto comenzamos a entender cuáles son las oposi-
ciones de la carta natal que tienen más impacto, o, si no se tienen
oposiciones, qué planetas juegan un papel contradictorio. Estas con-
tradicciones sólo pueden unificarse en el ahora que describe la Parte
de Fortuna.
La fase de la Luna y la Parte de Fortuna están íntimamente liga-
das, ya que si una persona nace en Luna llena siempre tendrá la
Parte de Fortuna alrededor del descendente y si una persona nace en
Luna nueva la tendrá en el ascendente; cuarto creciente, alrededor
del Nadir y, cuarto menguante alrededor del Mediocielo. Ambos
puntos, que se tratan al final de este libro, hablan sobre cómo nos
centramos en el Ahora mismo, donde no existe el karma, ese mo-
mento sin tiempo en el que todo lo que ocurre es como si fuera
completamente nuevo. En este libro estos dos puntos son la síntesis
de todo, puesto que debemos conocerlos antes de adentrarnos en el
futuro; no podemos hacer nada en el futuro sin estar en el Ahora;
por tanto, la única forma de trascender esa curiosidad por el futuro
es tratando con profundidad el presente. Por eso la Parte de Fortuna
expresa lo que hacemos cuando estamos unidos, centrados en noso-
tros mismos, y por eso se la estudia a través de signos polares y
describe nuestro estado mental cuando nos estamos realizando con
mayor ímpetu. Cuando estamos en la Parte de Fortuna nos sentimos
finalmente unidos al Sol y a la Luna a través de nuestro ascendente,
ya que es el punto intermedio entre el Sol, la Luna y el ascendente.
Ahí es donde podemos vivir conscientemente tomando en cuenta el
inconsciente; podemos hacer lo que queremos exteriormente, sin-
tiéndonos satisfechos internamente. Cuando estamos descentrados
vivimos por separado el Sol, el consciente, y la Luna, el inconscien-
te, y perdemos la Parte de Fortuna. A todo el mundo le resulta fácil
perder y difícil encontrar la Parte de Fortuna, ya que en cuanto pen-
samos en lo bien que estamos es que lo estamos comparando con
algún momento en que no estábamos tan bien y así nos salimos de

226
vivir el Aquí y Ahora. El presente contiene la semilla del futuro; por
eso, aunque sepamos adónde vamos, debemos estar seguros de que
si está en nuestro destino llegaremos allí y no debemos preocupa-
mos más hasta que tengamos que tomar otra determinación, otra
bifurcación. Sólo en esos momentos debemos pensaren el futuro;
pero una vez tomada la decisión, sólo nos queda disfrutar totalmente
todo lo que vamos encontrando en el camino sin pensar en lo que
vamos a hacer cuando lleguemos a la meta.
La Parte de Fortuna se estudia tomando en cuenta la Fortuna
Impersonal, que es lo que normalmente sentimos que es la felicidad
de los demás, lo que más disfrutan, lo que forma un equilibrio con
lo que disfrutamos nosotros, y así conseguimos centrarnos interna-
mente, porque en la Parte de Fortuna conseguimos complementar lo
que disfrutan los demás. Por ejemplo, si a los demás les gusta estar
tranquilos y seguros, y todos fuéramos así, la vida sería muy abu-
rrida. Por eso cuando uno tiene la Fortuna Impersonal en Tauro, la
Parte de Fortuna está en Escorpio, que trata de disfrutar viviendo la
vida intensamente y buscando significados profundos; así el equili-
brio no sólo se implanta en el entorno al dar vida a la tranquilidad de
los demás, sino que en la búsqueda e intensidad interior hay una
calma recibida del entorno que complementa y apacigua esos deseos
intensos de vivir para que no se conviertan en un caos y que el en-
torno no se lo permita.
En realidad, la Parte de Fortuna es esa unión particular con el
aspecto femenino de la vida donde todo se convierte en una unidad,
una madre de la que nació todo lo masculino y todo lo femenino.
Al entender la relación de los signos y casas del Sol y la Luna
con la fase lunar vemos las contradicciones y también lo que trata-
mos de conseguir al centrarnos, y la Parte de Fortuna habla de ese
centro en el cual se toma en cuenta la polaridad exterior. Estos dos
puntos astrales nos ayudan a entender las contradicciones básicas de
cada individuo, logrando así la máxima síntesis. Para llegar a este
punto debemos aprender a tomar en cuenta todas las oposiciones y
conflictos de la carta y a sintetizar para que la persona comprenda el
hilo común de todos sus conflictos, esa contradicción básica que
existe entre su consciente y su inconsciente. Por ejemplo, una per-

227
sona quiere conscientemente estar en compañía de otra, pero in-
conscientemente desea que la dejen sola por miedo a perder su
individualidad; por tanto, está con esa otra persona, pero se compor-
ta de una manera un tanto huraña y fría, lo que produce un antago-
nismo en el otro; esto le sirve como excusa para echarle la culpa a
esa persona sin reconocer que lo que ha causado esa situación es su
propia contradicción.
Las contradicciones son la fuente principal de la confusión, pues
lógicamente no nos entendemos a nosotros mismos ni tampoco nos
expresamos con claridad y después al tomar un camino dudamos de
si es el correcto. Cuando llegamos a la esencia de la carta astral en-
contramos una o varias contradicciones básicas. Y para esto no hay
ninguna técnica especial; simplemente la fase de la Luna nos ayuda,
así como el haber logrado sintetizar los diversos puntos de la carta
que mencionamos anteriormente. También juega un papel individual
cada carta, ya que puede haber una con muchas oposiciones, lo que
hace evidentes las contradicciones, aunque también existen grandes
contradicciones en cartas con grandes esteliums. Siempre tenemos
que saber que el signo del Sol es el que somos conscientemente,
pero tenemos el signo contrario inconscientemente aunque no haya
ningún planeta en él. Por eso, las personas que sean de ese otro
signo opuesto forman un complemento importantísimo.
Carl Jung investigó esta complementación astrológica entre pa-
rejas y descubrió que las relaciones más importantes están formadas
por personas que tienen los mismos signos o signos opuestos en
alguno de los puntos importantes como el Sol, la Luna o el ascen-
dente. Así se es un reflejo de la otra persona del ánimus o ánima, y,
por tanto, estas relaciones, aunque a veces son más difíciles por su
expresión contradictoria, ayudan a que los individuos se equilibren
internamente y también lleguen a complementarse.
La dualidad de la vida es algo que cada uno ha de resolver por sí
mismo, ya que genera confusión y nos hace sentirnos separados de
todo lo demás. Al principio, cuando comenzamos a crecer y a pensar
por nosotros mismos, vemos y sentimos todo de una forma dual,
pues debemos crecer con un sentido de individualidad y de satisfac-
ción propia para que la creatividad siga existiendo, y, después,

228
lentamente, desde nuestra propia individualidad, nos volvemos a
integrar en la vida como una unidad. Es como una separación gra-
dual y después una lenta fusión otra vez con la vida para que nuestra
creatividad individual contribuya al quehacer del resto de los seres
humanos. Esa fusión a veces sólo ocurre al pertenecer a un grupo,
una idea o una forma de pensar o, si no, pudiendo realmente inspirar
y trabajar directamente con otras personas. Esto sólo puede ocurrir
cuando cada uno de nosotros hemos podido resolver nuestra propia
dualidad y ya manejamos nuestras propias contradicciones convir-
tiéndolas en complementarias. Es simplemente todo aquello que
necesita moderación y compromiso con los demás o el exterior. Por
eso todas las oposiciones se forman con uno de los planetas en una
casa personal, debajo del horizonte, y el otro planeta por encima del
horizonte en una casa impersonal; por tanto, es un compromiso con
el exterior de integrar la propia fuerza con otras personas. Primero
hay separación para que exista la individuación y luego la evolu-
ción, que sólo se consigue a través de la integración, ya que somos
un solo organismo, la Humanidad, en el que cada uno desempeña el
papel de célula cortical cerebral de la Tierra. Esa constante integra-
ción-desintegración ocurre en todo ser viviente, pero el raciocinio
agudiza esta mecánica, la cual debemos conocer y manejar para un
desarrollo humano más espiritual.
Cada carta personal tiene una fórmula específica para llegar a
encontrar su contradicción individual, y además puede que cambie
de tiempo en tiempo según se va evolucionando y se van solucio-
nando formas en las que esa contradicción se presenta. Cuando se
maneja con soltura, destreza e intuición la Astrología llegamos a
sintetizar toda la información en una contradicción básica.
Toda esta visión holística kármica se puede hacer en varias se-
siones, aunque recomendamos que se llegue a dar algo global en una
sola sesión, en la segunda, aunque quizá de una forma más directa y
simple porque la persona necesita antes una integración total que
pasar a tratar temas particulares o profundizar en cosas específicas.
Especialmente tomando en cuenta que una vez que se conoce la to-
talidad de las partes se le puede guiar hacia una finalidad y
estaremos más cerca de la verdad.

229
Antes y después de adentrarse en el futuro se ha de conocer y
recordar la Parte de Fortuna, ya que el futuro se desarrolla a partir
del Ahora. El futuro puede cambiar y se puede controlar, pero no
antes de conocer en profundidad el presente y reconocer hasta qué
punto hemos logrado superar las pruebas que la vida nos ha presen-
tado. Debemos estar totalmente seguros de nuestra posición en el
presente y tener en cuenta la edad para saber el estado de madurez
psicológica en el que se presentan las diferentes oportunidades y
crisis.

G. Podremos delinear las crisis del futuro siempre que nos ase-
guremos de que la persona está preparada para afrontarlo y
entender su significado. Muchas veces sabemos muy bien las expe-
riencias que nos hacen falta para llegar a madurar o para ser un ser
humano más capaz y experimentado en todo lo que la vida nos ha de
ofrecer. No podemos cerrar las puertas a ciertas experiencias antes
de experimentarlas. Quizá no las conozcamos aún a fondo o quizá
hayan llegado en un momento en el que no estábamos preparados
para comprenderlas. De todas formas, esto es de lo que se trata: de
estar preparado a reconocer la razón de la necesidad de ex-
perimentar ciertas crisis para madurar. Con la Astrología sólo
podemos guiarnos, conocer los momentos adecuados para actuar,
decidir, avanzar; saber reconocer las oportunidades y las razones de
los fracasos. No hay que hablar de sucesos concretos, sino de reac-
ciones a acciones del pasado y de la necesidad de evolucionar.
Una vez que la persona haya asimilado todo lo que le hemos
dado y vemos que es una persona consciente de su crecimiento ac-
tual, de su estado presente, y ha llegado a darle un significado
concreto a todas sus experiencias desagradables del pasado, enton-
ces estará ya preparada para manejar ciertos conocimientos sobre su
futuro. Indudablemente nunca antes de una tercera sesión, porque
los pasos anteriores son esenciales no sólo para su propia prepara-
ción, sino también para que el psico-astrólogo tenga las
herramientas necesarias para poder encauzar a la persona en la ma-
nera de manejar su futuro.
Ahora debemos tener las direcciones y las progresiones de los

230
próximos años anotadas y también comprobar lo sucedido en los
ciclos de siete años del pasado con los tránsitos significativos de
Saturno. Así valoraremos si lo que ocurrió hace siete años fue un
crecimiento consciente que provocó una superación del problema
antes de poder descifrar correctamente a lo que ha de enfrentarse en
el próximo ciclo.
En la sesión o sesiones y cintas grabadas de los ciclos del pasa-
do tenemos todo lo que necesitamos saber para poder encauzar
nuestra visión hacia el futuro y preparar a la persona para lo que
pudiera experimentar en él.
También es importante anotar todos los sucesos y situaciones
que ocurrieron hace catorce años, pues obtendrán su mayor resulta-
do y reacción ahora; así sabremos adaptarlos hacia un nuevo
crecimiento. Incluso si se sabe lo que sucedió hace veintinueve
años, un ciclo completo de Saturno, es interesante comprobar y des-
cubrir en qué se asemejan esas circunstancias a las actuales y en qué
aspectos se repiten.
No debemos pronosticar situaciones concretas o sucesos, pero sí
podemos indicarles el tema que va a ser el sujeto de las situaciones a
las que se van a enfrentar, así como guiarles por las decisiones que
pueden tomar para confrontar los aspectos inacabados del pasado.
Siempre es una consecuencia del pasado, sobre todo por los tránsitos
de Saturno.
La forma de tratar el futuro en la psicología humanística sería
diciéndole a la persona de lo que va a tratar, lo que está propensa a
sentir interiormente o qué tipo de actitud va a repetirse: todo aquello
que concierne a sus propios sentimientos y pensamientos, sin tratar
de definir exactamente lo que vaya a ocurrir en el exterior. Si tene-
mos la carta de las otras personas que están implicadas en una
situación determinada con esa persona, o las personas íntimamente
ligadas a su vida en ese momento, tendremos más información para
llegar a conocer el efecto global de las influencias externas. Esto
aclararía mucho la situación exterior; pero de todas formas, si vemos
situaciones drásticas exteriores comprobadas por varias cartas, de-
bemos saber tratarlas de tal forma que no condicionen a la persona.
Analicemos un ejemplo bastante común, un tránsito de Urano que

231
hace que se esté propenso a tener un accidente. Urano transitando
conjunta a Mercurio, cuadra a Marte y cuadra a Urano natal; Marte
y Urano están en oposición natalmente. Está bastante claro que es
una persona con un sistema nervioso poco equilibrado, con tenden-
cia al enfado y a la discusión; suele perder la paciencia y hacer cosas
de las que luego se arrepiente, y actúa sin pensar, tomando riesgos
innecesarios. Lógicamente, el tránsito de Urano produce tal inestabi-
lidad en su vida y tal nerviosismo, que aumenta muchísimo la
probabilidad de accidente, sobre todo teniendo en cuenta la propen-
sión general que ya tiene. Si le decimos que va a tener un accidente
no le ayudamos nada y encima le ponemos más nervioso. Entonces,
lo correcto sería advertirle sobre sus actitudes y la situación inesta-
ble e impredecible que las aumenta en ese momento. Además la
conjunción de Urano transitando sobre Mercurio hace que aprenda,
asimile y comprenda cosas radicalmente nuevas e innovadoras; le
recomendaremos que aprenda meditación o técnicas de control men-
tal para poder relajar su mente, asimilar con mayor facilidad y
mantenerse flexible para adaptarse a los cambios inesperados. Sim-
plemente le advertiremos que cuando conduzca tenga su mente
tranquila y en orden, ya que las situaciones le van a provocar lo con-
trario, y que sobre todo no se deje llevar por acontecimientos
caóticos para que cuando tenga que actuar con rapidez lo haga te-
niendo la máxima claridad mental. Lo importante es darle algo con
lo que pueda trabajar, para tratar de evitar al menos lo peor del trán-
sito. Si no lo hacemos de esta forma puede que le empujemos a que
cause el accidente al aumentarle el nerviosismo. De todas formas es
posible que tenga un pequeño accidente o un riesgo de accidente,
pero con su propio control y preparación puede evitar lo peor.
La forma de tratar el futuro en la psicología humanística sería
diciéndole a la persona de lo que va a tratar, lo que está propensa a
sentir interiormente o qué tipo de actitud va a repetirse: todo aquello
que concierne a sus propios sentimientos y pensamientos, sin tratar
de definir exactamente lo que vaya a ocurrir en el exterior. Si tene-
mos la carta de las otras personas que están implicadas en una
situación determinada con esa persona, o las personas íntimamente
ligadas a su vida en ese momento, tendremos más información para

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llegar a conocer el efecto global de las influencias externas. Esto
aclararía mucho la situación exterior; pero de todas formas, si vemos
situaciones drásticas exteriores comprobadas por varias cartas, de-
bemos saber tratarlas de tal forma que no condicionen a la persona.
Analicemos un ejemplo bastante común, un tránsito de Urano que
hace que se esté propenso a tener un accidente. Urano transitando
conjunta a Mercurio, cuadra a Marte y cuadra a Urano natal; Marte
y Urano están en oposición natalmente. Está bastante claro que es
una persona con un sistema nervioso poco equilibrado, con tenden-
cia al enfado y a la discusión; suele perder la paciencia y hacer cosas
de las que luego se arrepiente, y actúa sin pensar, tomando riesgos
innecesarios. Lógicamente, el tránsito de Urano produce tal inestabi-
lidad en su vida y tal nerviosismo, que aumenta muchísimo la
probabilidad de accidente, sobre todo teniendo en cuenta la propen-
sión general que ya tiene. Si le decimos que va a tener un accidente
no le ayudamos nada y encima le ponemos más nervioso. Entonces,
lo correcto sería advertirle sobre sus actitudes y la situación inesta-
ble e impredecible que las aumenta en ese momento. Además la
conjunción de Urano transitando sobre Mercurio hace que aprenda,
asimile y comprenda cosas radicalmente nuevas e innovadoras; le
recomendaremos que aprenda meditación o técnicas de control men-
tal para poder relajar su mente, asimilar con mayor facilidad y
mantenerse flexible para adaptarse a los cambios inesperados. Sim-
plemente le advertiremos que cuando conduzca tenga su mente
tranquila y en orden, ya que las situaciones le van a provocar lo con-
trario, y que sobre todo no se deje llevar por acontecimientos
caóticos para que cuando tenga que actuar con rapidez lo haga te-
niendo la máxima claridad mental. Lo importante es darle algo con
lo que pueda trabajar, para tratar de evitar al menos lo peor del trán-
sito. Si no lo hacemos de esta forma puede que le empujemos a que
cause el accidente al aumentarle el nerviosismo. De todas formas es
posible que tenga un pequeño accidente o un riesgo de accidente,
pero con su propio control y preparación puede evitar lo peor.
Todo lo que aconsejamos a la persona que haga en el futuro de-
be estar dirigido a la manera de acercarse a su nódulo Norte.
Debemos separar nuestras propias opiniones sobre lo que pensamos

233
que es peor o mejor en la vida y lo debemos ver todo bajo la pers-
pectiva astrológica de lo que le ayuda a esa persona a madurar
espiritualmente, lo cual puede ser radicalmente contrario a lo que
nosotros mismos tengamos que hacer. Por tanto, los buenos conse-
jos generales no sirven a no ser que estén personalizados con el
objeto de guiar a esa persona en particular para que encuentre su
nódulo Norte.
En realidad, el nódulo Norte es la guía superior del futuro y la
Parte de Fortuna es la mejor arma para crear un futuro positivo; por
eso, debemos mantener siempre presentes estos dos puntos y recor-
dárselos constantemente a la persona. También debemos indicarle
cómo en ciertas ocasiones del presente puede perder sutilmente tan-
to la presencia del Ahora de la Parte de la Fortuna como dejarse
arrastrar por los deseos y hábitos del nódulo Sur. Si logramos que la
persona entienda cómo se sigue apoderando el nódulo Sur de ella,
que conozca bien su presencia del Ahora de la Parte de la Fortuna y
le indicamos ciertas fechas críticas y el significado global de esas
crisis, entonces la persona se encontrará preparada para manejar
adecuadamente su futuro sin condicionarse.

LA CARTA DIRECCIONAL

Siempre está ocurriendo algo en el reloj de tránsitos o en las ex-


periencias con nuestro mundo exterior y también algo ocurre a nivel
interno, en el reloj de direcciones. En cualquier momento, día, mes o
año habrá varios tránsitos que se contrarresten o apoyen, ya que
nuestra interacción con el entorno es múltiple y nunca es totalmente
difícil o desafiante, aunque a veces una gran parte de planetas nos
ponen entre la espada y la pared para que realicemos un gran cam-
bio o crecimiento. Esto también depende de nuestra disposición
interna para aprovechar las oportunidades o desafíos y entender la
manera de adaptarlos o superarlos. Las direcciones nos dirán la sin-
cronización interna para entender los tránsitos, además de nuestra
predisposición para evolucionar. Si tomamos en cuenta los aspectos
que los planetas en su ritmo direccional hacen a los planetas de la

234
carta natal, entonces veremos que siempre está ocurriendo algo a
nivel interno; al menos cada año se trata de entender, adaptar e inte-
grar mejor alguna unión de planetas o de signos. Cada año tiene una
peculiaridad diferente de sensaciones y experiencias que ayuda o
entorpece la respuesta y el crecimiento con el estímulo de los tránsi-
tos exteriores.
Ocurren muchas más direcciones que progresiones, ya que todos
los planetas se mueven al mismo ritmo de un grado por año. Por eso
una diferencia básica entre las direcciones y las progresiones es que
en las primeras no se toma en cuenta el que un planeta entre en un
signo distinto; esto sólo es significativo en las progresiones. En las
direcciones sólo tomamos en cuenta el grado exacto en que un pla-
neta hace algún aspecto a otro planeta de la carta natal.
Nunca debéis considerar los aspectos que se hacen entre sí los
planetas direccionales, ya que siempre serán los mismos que la na-
tal, pues llevan el mismo ritmo. Aunque esto no ocurra en la carta
progresada, los aspectos que los planetas en progresión se hacen
entre sí tampoco se toman en cuenta; sólo se contempla el momento
en que llegan al mismo grado de un planeta o punto de la carta natal.
Siempre está ocurriendo algo en el reloj de tránsitos o en las ex-
periencias con nuestro mundo exterior y también algo ocurre a nivel
interno, en el reloj de direcciones. En cualquier momento, día, mes o
año habrá varios tránsitos que se contrarresten o apoyen, ya que
nuestra interacción con el entorno es múltiple y nunca es totalmente
difícil o desafiante, aunque a veces una gran parte de planetas nos
ponen entre la espada y la pared para que realicemos un gran cam-
bio o crecimiento. Esto también depende de nuestra disposición
interna para aprovechar las oportunidades o desafíos y entender la
manera de adaptarlos o superarlos. Las direcciones nos dirán la sin-
cronización interna para entender los tránsitos, además de nuestra
predisposición para evolucionar. Si tomamos en cuenta los aspectos
que los planetas en su ritmo direccional hacen a los planetas de la
carta natal, entonces veremos que siempre está ocurriendo algo a
nivel interno; al menos cada año se trata de entender, adaptar e inte-
grar mejor alguna unión de planetas o de signos. Cada año tiene una
peculiaridad diferente de sensaciones y experiencias que ayuda o

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entorpece la respuesta y el crecimiento con el estímulo de los tránsi-
tos exteriores.
Ocurren muchas más direcciones que progresiones, ya que todos
los planetas se mueven al mismo ritmo de un grado por año. Por eso
una diferencia básica entre las direcciones y las progresiones es que
en las primeras no se toma en cuenta el que un planeta entre en un
signo distinto; esto sólo es significativo en las progresiones. En las
direcciones sólo tomamos en cuenta el grado exacto en que un pla-
neta hace algún aspecto a otro planeta de la carta natal.
Nunca debéis considerar los aspectos que se hacen entre sí los
planetas direccionales, ya que siempre serán los mismos que la na-
tal, pues llevan el mismo ritmo. Aunque esto no ocurra en la carta
progresada, los aspectos que los planetas en progresión se hacen
entre sí tampoco se toman en cuenta; sólo se contempla el momento
en que llegan al mismo grado de un planeta o punto de la carta natal.
Al planeta natal que está siendo tocado por la dirección de otro
planeta le es posible integrar éste desde el signo donde la dirección
ocurre. Por eso el que sea oposición o cuadratura no representa una
crisis, sino que simplemente con la cuadratura le será más difícil
entender o integrar ese signo; la oposición será más fácil y lo que
más se nota es la conjunción. La cuadratura, en vez de tener un tono
negativo, se nota posiblemente incluso más que el trino o el sextil y
puede que sea más importante. La oposición es muy positiva, ya que
indica cuándo estamos dispuestos a integrar el signo opuesto al pla-
neta y signo natal que tiene la dirección.
También el dinamismo de las direcciones tiene una progresión
lógica dentro de nuestro crecimiento interno. En primer lugar, como
ya hemos indicado antes, todos los aspectos entre los planetas nata-
les reaccionan antes de los diez años por la órbita de 10º que les
hemos dado al aspectarlos. Después, según continúan las di-
recciones aspectando a otros planetas, a medida que se adelantan o
atrasan direccionalmente, van indicando cómo vamos viviendo e
integrando ese problema que experimentamos antes de los diez. En
segundo lugar, una cuadratura natal se convertirá cerca de los treinta
años, por direcciones, en un sextil o un trígono. Asimismo un trí-
gono se convertirá en una cuadratura o un quincuncio, y un sextil en

236
una cuadratura o semisextil a la misma edad de treinta años. En ter-
cer lugar, una vez visto el dinamismo de los aspectos de antes de los
diez años según se van adelantando o atrasando direccionalmente
los planetas que implican, es interesante a qué otros planetas natales
aspectan, y así nos va indicando el desarrollo interno de ese aspecto
natal.
Lo más importante que hay que considerar es cuándo se coloca
un planeta direccional aspectando a otro en el grado exacto. Si ese
mismo año existe un tránsito a ese planeta natal, entonces indica una
completa sincronización interna y una disposición a comprender e
integrar el impacto externo del tránsito. O sea, cuando un tránsito
que cuadra al Saturno natal en Piscis desde Sagitario y Marte direc-
cional se coloca ese mismo año del tránsito en el mismo grado de
Sagitario y cuadra al Saturno natal exactamente. También hay que
señalar que las direcciones son tanto hacia adelante como hacia atrás
y que siempre están conectados y aspectados direccionalmente los
mismos planetas. Pero lo que es importante es ver ambas direc-
ciones para tomar en cuenta el signo desde el que está ocurriendo la
dirección. Al interpretarlo es el planeta natal el que está dispuesto a
integrar el signo y el planeta direccional. Ahora pasaremos a una
serie de ejemplos para que entendáis mejor este dinamismo direc-
cional:
Sol en Capricornio 16º oponiendo a Saturno en Cáncer 10º. La
órbita de la oposición es de 6º, lo que equivale a los seis años. Será a
esta edad cuando la persona note esta disciplina, inhibición y difi-
cultad de comunicarse e identificarse con su padre, dependiendo,
claro está, de las casas donde estén colocados. Si a continuación la
siguiente dirección del Sol es a Neptuno, que está a 2º de Escorpio,
cuando el Sol llegue a 2º de Acuario, que será a los dieciséis años
(14º de Capricornio más 2º de Acuario) cuadrará direccionalmente
al Neptuno natal; entonces se puede integrar la manifestación de
inseguridad con una expresión de libertad (Acuario) para liberarse
de la excesiva sensibilidad de Neptuno. En este caso también al
atrasar direccionalmente al Neptuno, 2º de Escorpio, 16º (para los
dieciséis años) se nos pone en el grado 16º de Libra (quitemos 2º de
Escorpio y 14º de Libra), y desde este grado también Neptuno di-

237
reccional cuadra al Sol, que está en Capricornio 16º. Así obtenemos
otra información sobre la disposición interna y la inseguridad en lo
referente a las relaciones íntimas, lo que nos confirma que el pro-
blema manifestado a los seis años con el padre afecta a las
relaciones íntimas. Ahora bien, si esta persona cumple dieciséis
años, por ejemplo, en el año 1981-1982, cuando Saturno estaba
también transitando Libra (éste no es un ejemplo real, sino supues-
to), entonces la dirección de Neptuno 16º de Libra cuadrando al Sol
natal coincide con el tránsito de Saturno e indica una completa sin-
cronización; esto quiere decir que también existe un hecho externo,
posiblemente una relación que hace que la persona se dé cuenta de
su conflicto interno, ya sea para superarlo o para empeorarlo o to-
marse las cosas más en serio. Y esto también dependerá de muchos
otros aspectos natales y de otros tránsitos. La sincronización indica
que es el momento oportuno, ya que tanto a nivel interno como ex-
terno hay un problema agudo que uno puede superar e integrar.
A menudo las direcciones explican el porqué de que en ciertas
épocas hayan existido tránsitos importantes, desafiantes y críticos,
que se han notado muy poco. Posiblemente, no había ninguna direc-
ción ese año, y en el caso de personas introvertidas han logrado que
los tránsitos no les pusieran en crisis o no tomaran las complicacio-
nes exteriores como algo personal. Sin embargo, las grandes épocas
de crecimiento y de cambio se realizan cuando tenemos a la vez, en
el mismo año, tránsitos importantes y direcciones significativas, y
sobre todo cuando las direcciones se sincronizan a los tránsitos. Para
que esto sea así las direcciones tienen que llegar al grado exacto en
el que está situado el planeta natal al que está aspectando; ya se sabe
que los tránsitos fluctuarán todo el año por los grados cercanos a
ése. A veces también se puede sincronizar direccionalmente con un
tránsito que esté en el signo opuesto, pero no es lo mismo, ya que la
total sincronización e integración de la experiencia externa, aprove-
chándola al máximo internamente, tiene que ser cuando el tránsito y
la dirección estén en el mismo signo. El tránsito hace que el desafío
venga desde lo que representa ese signo y desde la casa que está
siendo transitada; por eso, si existe una dirección exacta también
desde ese signo y casa quiere decir que hay una disposición interna

238
a integrar ese signo. La única diferencia estribaría en que provee una
información adicional, dependiendo del planeta que hace la direc-
ción.
El otro ejemplo del dinamismo de los aspectos en las direccio-
nes es cuando éstos cambian su aspectación. Por ejemplo, una Luna
en Tauro 20º que cuadra a Plutón en Leo 26º; por direcciones, cuan-
do la Luna se coloca en Géminis 26º, que ocurre a los treinta y seis
años (36º más, 10º de Tauro y 26º de Géminis), esa cuadratura se
convierte en un sextil porque si atrasamos 36º al Plutón en Leo 26º
se pone en el 20º de Cáncer, que también hace un sextil a la Luna en
Tauro 20º. Esto se puede interpretar como que la cuadratura está en
disposición de resolverse a los treinta y seis años, al reconocer Plu-
tón las necesidades emocionales (Cáncer) de la Luna en Tauro y al
entender (Géminis) la Luna las obsesiones de superación de Plutón.
Es decir, esa cuadratura Leo-Tauro se resuelve en sextil desde Cán-
cer-Géminis. Antes de ocurrir esto en este ejemplo tuvieron lugar
los trígonos direccionales cuando Plutón se adelantó a Virgo 20º
desde Leo 26º; esto ocurre a los veinticuatro años de edad (4º de
Leo y 20º de Virgo), y asimismo atrasando la Luna a Aries 26º (20º
de Tauro y 4o de Aries) también se produce el trígono. Esto lo po-
dríamos interpretar como una necesidad de independencia (Aries),
estando dispuesto a trabajar o mejorar (Virgo) sus relaciones íntimas
o familiares. Vamos a suponer que esta persona cumple los veinti-
cuatro años de edad en el año 1979-1980 y que por Virgo está
transitando Saturno y en 1980 también Júpiter. Por tanto, su disposi-
ción interna se sincroniza con este tránsito haciendo trígono a la
Luna, lo que posiblemente le facilitará las oportunidades exteriores
para trabajar y así obtener la seguridad que la Luna quiere para sen-
tirse más satisfecha y menos obsesiva. Las direcciones nos dan más
información, ya que la Luna direccional desde 26º Aries habla del
coraje, atrevimiento y necesidad interna de independencia que ayuda
a resolver la constante insatisfacción y obsesividad de la cuadratura
natal de la Luna con Plutón. Incluso hay más circunstancias exterio-
res por tránsitos y otras disposiciones internas por direcciones;
ciertos años puede haber muchas direcciones y otros años casi nin-
guna. También se pueden utilizar las direcciones a los grados de las

239
cúspides de las casas, aunque tiene una influencia mucho menos
notable o reconocible a nivel interno.
La dirección del Ascendente o del Mediocielo se utiliza adelan-
tándolos o atrasándolos, pero no se realiza con el resto de las
cúspides. Sin embargo, sí se pueden tener en cuenta las cúspides de
las casas en la carta natal y observar cuándo un planeta direccional,
o incluso el ascendente direccional, llegan a alcanzar el grado exacto
de las cúspides de las casas en la carta natal. No influye mucho, pero
a lo mejor es importante, ya que puede aumentar la sincronización
con un tránsito.
Se debería observar la diferencia de signos que se integran en
los aspectos entre una dirección que ocurre al adelantar los grados o
al atrasarlos. Quizá se pueda definir mejor la diferencia que existe
entre ambos sentidos direccionales, pero esto no es muy claro ni
definitivo, ya que lo importante es el lugar determinado desde el que
esta repetición de aspectos direccionales ocurre; es algo lógico en su
ritmo. Si investigamos más a fondo el ritmo y cadena de sin-
cronizaciones de las direcciones, posiblemente podamos notar
alguna diferencia más pronunciada entre las direcciones hacia ade-
lante o hacia atrás. Aunque en nuestra experiencia es posible que la
dirección hacia adelante sea la más activa hacia el exterior y el pla-
neta que se adelanta es el más obvio, mientras que el planeta que se
atrasa para lograr la duplicidad de la dirección es el que se rinde o
cede, el más oculto, nuestra parte que se está manifestando a un ni-
vel más profundo o incluso más inconsciente. Quizá sea más fácil
reconocer la dirección hacia adelante o puede que la dirección hacia
atrás ocurra a un nivel más espiritual.
De todas formas no queremos marcar unas directrices, ya que
quizá en algunos casos puede ser al contrario y se debe experimentar
de forma diferente dependiendo del grado de consciencia de cada
individuo y del grado de introversión de cada persona. Esto contri-
buirá a que seamos más o menos conscientes de las direcciones o de
lo que éstas ayudan a integrar o a aprovechar los tránsitos. Por
ejemplo, una persona que es consciente de lo que necesita superar o
hacer para madurar internamente sabrá aprovechar y dar un signifi-
cado real y consciente a las experiencias y circunstancias que le

240
rodean, incluso a las crisis que tiene.
A menudo nuestra vida se estanca tanto externa como interna-
mente y necesitamos de ciertos enfrentamientos para que seamos
más conscientes de hacia dónde nos lleva una actitud o situación
adquirida en nuestra vida y establecida firmemente. O la pone a
prueba para ver si es válida.
La combinación de tránsitos y direcciones es muy importante
para ver la sincronización interna-externa. Aunque también es im-
portante la progresión, siempre hay muchas más direcciones, y por
eso representan algo más interno y psicológico, al igual que indican
la evolución interna del individuo. Las progresiones también indican
esto, pero a menudo tiene que ver con situaciones internas que
emergen al exterior o con ciertas condiciones internas que se mani-
fiestan externamente.
Al hacer una corrección de la carta natal utilizamos las direc-
ciones para comprobar las edades en las que se manifiestan
situaciones muy radicales del pasado; pero estas direcciones, para
que se manifiesten a nivel externo hasta tal punto, han debido ocu-
rrir en el mismo año en que se sincronizaban con un tránsito
significativo. Por eso, la carta direccional es como encontrar los
puntos específicos para superar los aspectos, y también es otro sis-
tema válido para ver la sincronización con los tránsitos del pasado.
Nos da más información para la interpretación a un nivel psicológi-
co de nuestro pasado. Por ello el sacar la carta direccional de las
diferentes edades que fueron significativas en el pasado es muy im-
portante, porque nos ayuda a entender cómo nos afectaron
internamente ciertas situaciones exteriores. A menudo en la psicote-
rapia astrológica la carta direccional nos ayuda a descubrir por qué
hemos bloqueado ciertas circunstancias del pasado o por qué se han
quedado en nuestra psique como traumas, y así poder resolver con-
flictos muy importantes que nos estaban estancando nuestra
evolución y madurez.
El sistema matemático para adelantar o atrasar los grados direc-
cionales es el siguiente: para ir hacia delante simplemente se suma
la edad a los grados, y cuando obtenemos una cifra mayor de 30, se
restan de 30 en 30 por cada signo completo del Zodíaco. Por ejem-

241
plo, 13º Cáncer más cuarenta y cinco años, igual a 58º de Cáncer,
que no existe; restándole 30º de Cáncer se queda en 28º del signo
siguiente, Leo. Para atrasar depende de si el número de la edad que
se resta es menor a 30 o menor al número de los grados. Por ejem-
plo, si a 26º de Leo le tenemos que quitar veinticuatro años o gra-
dos, entonces basta con restar 26º – 24, igual a 2º Leo; pero si la
edad es más de treinta, se restan los grados a la edad; por ejemplo,
treinta y seis años menos 16º Leo, quedan 20º, que se deben quitar
del signo anterior, Cáncer, por lo que se llega a 10º de Cáncer. Ese
mismo planeta en 16º Leo se queda en 10º Cáncer en los treinta y
seis años al ir hacia atrás y al ir hacia delante (16 + 36 = 52 – 30 =
22). Añadimos 36 a 16, que da 52, y quitamos 30º del signo de Leo
añadido; por tanto, se queda en 22º de Virgo.
Si tomamos en cuenta los minutos podremos ver con más exac-
titud el mes en que ocurre exactamente la dirección. Por ejemplo,
20º Tauro con 16’ + 30 años es 10º con 16’ en Géminis, que va a
oponer por dirección ese año a un planeta natal que se encuentra a
10º 36’ en Sagitario. Entonces podremos ver con exactitud el mes,
ya que si 60 minutos lo dividimos entre 12, cada mes, será 5’ al
mes, por lo que si tiene que adelantar desde 16’ a 36’ quiere decir
que hay 20’ de diferencia, que equivale a cuatro meses después del
cumpleaños. Sin embargo, en muchos casos no hace falta, ya que es
una disposición interna y esto tarda en manifestarse, y a lo mejor los
ciclos de tránsitos de las lunaciones Llenas y Nuevas hacen que nos
demos cuenta o que se exteriorice en alguna medida la disposición
interna de forma más evidente, cuando son en los signos a que co-
rresponden las direcciones. Claro está que si las direcciones exactas
en el mes coinciden con las lunaciones importantes a esos planetas y
también se sincronizan con los tránsitos, entonces puede significar
un mes o incluso una semana muy impactante en la que se destapan
y se descubren toda clase de situaciones tanto internas como en su
coincidencia con elementos y circunstancias externas.
Aquí os ponemos el ejemplo de la carta de Ana como carta di-
reccional con ambas direcciones. La carta central es la natal, la del
medio es la dirección hacia adelante y la de afuera es la dirección
hacia atrás. Las flechas nos ayudan a descifrar esto y también a ver

242
las direcciones que pueden ocurrir en los años cercanos al de la carta
direccional. También en la parte exterior podemos escribir los trán-
sitos de ese año para facilitamos la comprensión total. Incluso se po-
dría añadir en tinta de otro color la carta progresada.
En la carta direccional que tenemos aquí de Ana (nacida el 10
de julio de 1950) para sus veintisiete años, tenemos varias direccio-
nes significativas, como, por ejemplo, la cuadratura natal entre el
Sol y Neptuno se convierte en un sextil; el Sol direccional se pone a
15º de Leo, haciendo sextil a Neptuno a 15º de Libra; Neptuno di-
reccional hacia atrás se pone en 18º de Virgo, haciendo un sextil al
Sol natal 18º de Cáncer. Asimismo el Saturno direccional hacia atrás
se coloca a 18º de Leo, haciendo trígono al ascendente en 18º de
Sagitario, y el ascendente direccional hacia adelante se coloca en
15º de Capricornio, haciendo trígono al Saturno natal, que está a 15º
de Virgo. Aquí hay una doble sincronización con los tránsitos de
1977-1978, en los que Saturno está entre los grados del medio y del
final de Leo, por lo que el trígono que hace Saturno por tránsito al
ascendente, sextil a Neptuno y semisextil al Sol y también conjun-
ción a Plutón en Leo 17º es de extremada importancia. Todo sugiere
una nueva reorientación en sus relaciones íntimas y una superación
de la inseguridad natal del Sol cuadratura Neptuno. Lógicamente es
una transformación interna en cómo se conciben las relaciones y en
las opiniones sobre ellas, ya que Saturno transita la casa 8ª y hace
trino al ascendente. Además, otro dato interno por direcciones es la
cuadratura Venus-Marte, que era un trígono en su posición natal. Al
colocarse Venus en 13º de Cáncer y Marte hacia atrás en 16º de
Virgo, esto nos sugiere que la reorientación trata de una apertura
sexual; pero también, ya que Marte y Venus natales están en las
casas 10ª y 6ª, nos indica que está dispuesta a tener las mismas me-
tas profesionales o a trabajar con su relación, aceptando ciertas
necesidades de la otra persona (Venus en Cáncer cuadra Marte na-
tal).

243
244
245
De igual forma, esta carta direccional para los veintisiete años
nos ayuda a echar una ojeada a los veintiocho y veintinueve años de
edad. Por ejemplo, a los veintiocho años tenemos Marte y Saturno
conjunto, ya que hay 28º de separación entre ambos. Y también Sa-
turno y Plutón tienen 28º de separación, por lo que hay una
dirección de conjunción Sol-Plutón. Este es un año marcadísimo: no
sólo en 1978-1979 Saturno está en Virgo y se sincroniza con la di-
rección Marte-Saturno, sino que es el primer retorno de Saturno.
Esto indica un fortísimo cambio en la profesión, estando dispuesto a
unirlo a sus relaciones profesionales y a definir sus metas de acuer-
do con la ayuda que le aportan estas relaciones. Es curioso ver que
en la carta natal la dificultad que existe en las relaciones íntimas es
la de compaginarlas con un trabajo, indicado por la cuadratura natal
entre Marte y Neptuno al Sol, Mercurio y Urano, una cuadratura de
la casa 10ª a la casa 7ª. Por tanto, podríamos decir que, según las
direcciones y los tránsitos, estos años son cruciales para resolver
esta cuadratura natal.
Al año siguiente, los veintinueve años de edad, tenemos la con-
junción direccional del Sol y Plutón, que tienen 29ª de separación
entre ellos, lo que indicaría un gran cambio en la relación íntima que
se tenga, posiblemente causado por las circunstancias exteriores y la
disposición interna de los años anteriores. También a los veintinue-
ve años hay una oposición direccional Ascendente-Mercurio, ya que
Mercurio se pondrá en 18º de Géminis y el ascendente direccional
en Capricornio 17º. Esto también nos da a entender la disposición
interna para tener una mejor comunicación con la relación y el tener
unas metas personales más claras. También habrá una cuadratura
direccional entre Venus y Neptuno. Venus direccional se pondrá en
Cáncer 15º y Neptuno en Virgo 16º, lo cual sincroniza con el tránsi-
to de Júpiter en Virgo en 1980 y hace una cuadratura al Venus natal.
Esto indicaría el estar dispuesto a aceptar los deseos y necesidades
de la otra persona. También el Urano y el ascendente se hacen trí-
gono por direcciones, desde 11º de Géminis-Urano y 6º de Escorpio
del Mediocielo, lo que ayudaría a sentirse libre y a mantener cierto
individualismo en la realización de sus metas. Además de estas di-
recciones hay más tránsitos y circunstancias exteriores que están

246
sucediendo en 1979-1980, que también hay que tomar en cuenta y
que a menudo hacen que la disposición interna de las direcciones
reaccionen de una forma o de otra. Por ejemplo, tenemos que tener
en cuenta lo que ocurrirá por tránsitos durante el año siguiente a
cumplir treinta años: en 1980-1981 Saturno y Júpiter entrarán en
Libra y conjuntarán el Mediocielo haciendo una cuadratura al Sol y
Mercurio en Cáncer y conjuntando también a Marte y Neptuno des-
de la casa 10ª a la casa 7ª; esto significaría, por tanto, que se
pondrán a prueba las metas que se comparten con la relación, con
riesgo de que las responsabilidades profesionales contraídas con
más personas se interpongan en la relación del Sol, Mercurio y
Urano en Cáncer o quizá complicaciones en lo referente a los hijos.
En 1981-1982 habrá una crisis de la situación adquirida en 1974-
1975, cuando Saturno estaba en Cáncer y esta persona empezó una
relación personal muy importante o quizá se quedó embarazada, y
ahora cuando tiene que tener una repercusión importante a nivel
profesional o artístico puede a la vez poner en una situación muy
crítica la relación en sí misma; incluso puede tener relación con un
conflicto con un hijo, por la unión de Cáncer y Libra. Pero la ayuda
para aceptar las dificultades estaría en el trígono que Saturno transi-
tando en Libra haría a Venus en Géminis, en 1981-1982.
Por direcciones, a los treinta años tenemos la conjunción Plu-
tón-Mercurio, ya que hay 30º de separación. Esto le ayudaría a
entender y profundizaren las razones psicológicas y le animaría a
expresarse con crudeza, claridad y convicción. También la dirección
del ascendente oposición al Sol puede ayudar a una mejor co-
municación y a estar dispuesto a tomar las responsabilidades
necesarias. Las complicaciones a nivel exterior, por los tránsitos,
pueden contrarrestarse por la predisposición de las direcciones, aun-
que quizá la persona tenga que ceder en algunos de sus deseos y no
se sienta tan feliz, ya que está arrastrando una crisis desde el retomo
de Saturno, por tener Saturno cuadratura a Venus natal. Por tránsitos
son los años más importantes de su vida y en los que tiene que hacer
un gran esfuerzo para mantener su vida personal de relaciones y su
vida profesional integradas sin interponerse la una con la otra. Posi-
blemente una tenga que ceder ante la otra, ya que por la edad es

247
cuando esta crisis ocurre en la vida personal e individual. Depende
mucho de cómo se supere en ese momento para saber lo que ocurri-
rá dentro de los próximos siete años, cuando hay más posibilidad de
solucionarlo: cuando Saturno esté en Sagitario y Capricornio al final
de los años ochenta, que es cuando la reacción de las decisiones que
se tomen a los treinta años tomará forma y cuando finalmente podría
conseguir la integración de las relaciones y la profesión si se toman
los pasos adecuados ahora al entrar en el ciclo de Saturno individual
después del primer retorno de Saturno.
Otro de los puntos que estudiaremos más adelante para com-
prender la totalidad de la predisposición de un determinado año es la
Fase Lunar en la que entramos cada cumpleaños. Mirar la Fase Lu-
nar en la que se encuentran el Sol y la Luna el día de ese
cumpleaños nos expresa las diferentes etapas de centrarse y descen-
trarse que también nos influyen. Es decir, que aparte de tener una
interpretación de la Fase Lunar en la que estamos, también entramos
en facetas o fases más críticas según esté la Fase Lunar en Luna
llena, nueva o cuadrante. Como la Fase Lunar trata profundamente
de nuestras contradicciones y de cómo conseguimos mantenernos
centrados o cómo nos descentramos, al unirlo con la carta direccio-
nal y de tránsitos tenemos una visión completa de nuestras
experiencias en un futuro próximo o en el presente. Más adelante en
este libro aprenderemos la interpretación y cálculo de esta Fase Lu-
nar progresada al cumpleaños.
Aunque parece que tenemos una gran cantidad de elementos a
tomar en cuenta y que hacen que cada año sea muy difícil de enten-
der, si se tiene una buena comprensión y síntesis de la carta natal
podremos manejar todos estos datos extras que se nos van añadien-
do según pasan los años; pero al complicarse es mejor verlo por
partes y sobre todo sin proyectarse demasiado al futuro; simplemen-
te viendo en totalidad el año en que estamos y quizá el siguiente
relacionándolo a los ciclos del pasado. Incluso nos ayuda a entender
con mayor profundidad el proceso de un planeta o de unos aspectos
al analizarlo no sólo a través del pasado por sus ciclos, sino también
al ver el dinamismo de las direcciones que se han ido conectando
con ese planeta y que ha ayudado a integrar el conflicto exterior de

248
los ciclos de tránsitos de una manera especial debido a los ritmos de
las direcciones. La verdad es que utilizando estos dos métodos para
mirar el pasado nos da una visión y comprensión completa interna y
externa de las experiencias particulares e individuales de cada per-
sona. Lógicamente todavía nos faltaría tener más datos a través de
las cartas natales de las personas que rodearan a ese individuo para
que esto se convirtiera en una ciencia exacta de predicción.

LA FASE LUNAR PROGRESADA

Entre una semana y la siguiente han cambiado las posiciones del


Sol y la Luna y han pasado a la siguiente fase cuadrante; ésta siem-
pre se refiere a la anterior y es consecuencia de ella.
Por lo general, tomamos una decisión en la Luna nueva, comen-
zamos a realizarla en el cuarto creciente, vemos los resultados en la
Luna llena y nos dejamos llevar por las circunstancias rindiéndonos
ante ellas, ya sean de éxito o de fracaso, en el cuarto menguante.
Esto es similar al ciclo genérico que explicamos anteriormente.
La posición entre el Sol y la Luna contiene una síntesis de
opuestos y nos explica bastante la contradicción particular de cada
persona, sobre todo si se toma en cuenta esta síntesis de la Fase Lu-
nar con la de los nódulos de la Luna.
La Fase Lunar tiene una relación directa con la Parte de Fortu-
na, ya que la misma separación de grados que haya entre el Sol y la
Luna será la que haya entre el Ascendente y la Parte de Fortuna.
Como ya profundizaremos más adelante, la Parte de Fortuna se re-
fiere a ese momento sin tiempo en el que todas las contradicciones
se integran y vivimos enteramente en el Aquí y el Ahora, donde no
nos afecta el karma del pasado y sólo creamos karma nuevo y posi-
tivo para el futuro. Por esa misma relación la Fase Lunar descifra las
contradicciones de cada individuo según se sienta centrado o des-
centrado consigo mismo.
No solamente tenemos una Fase Lunar natal, que es la relación
que existe entre el Sol y la Luna en el momento del nacimiento, sino
que también entramos en diferentes fases por progresión cada cum-

249
pleaños. Aunque el tema central sigue siendo el natal, en cuya inter-
pretación entraremos a fondo en el siguiente capítulo, también pasa
por diferentes etapas de crecimiento en las que para cada cumplea-
ños el descentrarse o el centrarse tienen ligeramente una motivación
diferente. La Fase Lunar progresada no habla de nuestro funciona-
miento básico o motivación esencial, sino de un potencial en etapas
del desarrollo individual.
Hemos visto ya las tres etapas del retorno de Saturno, y al tardar
éste entre veintiocho y veintinueve años en dar una vuelta completa
coincide con la Luna progresada (un año equivale a un día después
del día de nacimiento), que también tarda veintiocho días en dar una
vuelta completa. Por eso también el día de nuestro veintinueve cum-
pleaños, cerca del retorno de Saturno, el cuadrante en el que se
encuentre la Fase Lunar de ese cumpleaños será el mismo que el día
de la fecha de nuestro nacimiento. Es decir, la Fase Lunar progresa-
da coincide para indicar que en esos años se produce un nuevo
nacimiento y un verdadero comienzo de nuestra individualidad
esencial. Todo parece reforzar la misma motivación, reforzar el en-
contrarse a sí mismo y ser realmente quien uno es.
El que el retorno de Saturno coincida cerca de la misma Fase
Lunar progresada que la natal ayuda a mantenerse centrado con uno
mismo y es más fácil identificarse con la forma de conseguir que las
contradicciones se conviertan en complemento e integración. Es el
motivo quizá de que hay ciertas edades en las que es más difícil
mantenerse centrado porque por progresión aprendemos de todas las
fases lunares.
Cada veintinueve años aproximadamente tenemos un retorno
del cuadrante de Fase Lunar y no podemos tener más de tres en toda
la vida. El primer ciclo muestra al individuo emergiendo de sus orí-
genes en busca de su individualidad. Para entonces tendrá una idea
clara de quién es y lo que quiere hacer. El segundó ciclo de Fase
Lunar progresada trata con los problemas de la expresión individual
y sus relacionas íntimas. En algún momento de este ciclo, cuando
entre en la Fase de Luna Nueva Progresada en su cumpleaños, ger-
minará el significado vital de su existencia personal. El tercer ciclo
de Fase Lunar pone énfasis en autotrascenderse y en encontrar un

250
significado más allá de las apariencias o de lo que se haya consegui-
do en el ciclo anterior.
Para calcular la Fase Lunar en la que estamos cada año tenemos
que mirar la posición del Sol y de la Luna el día de nuestro último
cumpleaños y calcular los grados en los que se encuentra la Luna
ese día en la hora de nuestro nacimiento. A menudo puede bastar
con que hagamos un cálculo aproximado, pero a veces conviene
hacer los cálculos con la tabla de logaritmos y obtener los grados y
minutos exactos que ha recorrido la Luna para la hora de nacimiento
de Greenwich, o lo que llamamos el intervalo. En algunos casos por
una diferencia de algún minuto nos podemos colocar en una fase
distinta. Como ya vemos en el dibujo (que se encuentra en el próxi-
mo capítulo), las fases justo posteriores a la Luna Nueva, Cuarto
Creciente, Luna Llena y Cuarto Menguante ocupan 30º, mientras
que todas las fases restantes tienen sólo 10º cada una. Suman un
total de 28 fases.
En realidad sólo tenemos que calcular la diferencia de grados y
minutos que existen entre el Sol y la Luna y encajarlos en este cua-
dro, colocando el Sol en los grados del cumpleaños en el lugar
exacto donde estaría la Luna Nueva (0º en el cuadro).
La Fase Lunar de cada cumpleaños nos dirá la motivación de
crecimiento, cuáles son nuestras metas y cuáles nuestras desilusio-
nes. También nos habla de lo que conseguimos estando centrados en
el Aquí y Ahora y lo que ocurre cuando estamos descentrados. Es
una información muy útil para añadir una visión global a la carta
direccional y de tránsitos. Con estos tres aspectos tenemos una vi-
sión completa de cada año; las experiencias del exterior en los
tránsitos, nuestra disposición interna en las direcciones y progresio-
nes y cómo podemos mantenemos centrados en el Ahora en la Fase
Lunar progresada.
Las comparaciones generales pueden ser:
▪ Cuando la Fase Lunar progresada se encuentre en el mismo
cuadrante que nuestra Fase Lunar natal, es cuando tenemos menos
ilusiones sobre quiénes somos, e incluso se siente uno cómodo con
uno mismo pudiendo mantenerse más tiempo centrado.
▪ Cuando la Fase Lunar progresada se encuentra en el cua-

251
drante opuesto a la Fase Lunar natal es cuando más tendemos a estar
descentrados. Se puede imaginar uno a sí mismo como lo opuesto a
lo que se es al menos por un tiempo. Por lo menos se reconoce tanto
en lo que no es como en lo que es.
▪ Cuando la Fase Lunar progresada se encuentra en el cua-
drante siguiente a la Fase Lunar natal puede existir un conflicto y un
deseo de descentrarse, pero por lo menos en medio de la discordia
descubre muchas nuevas capacidades y adquiere nuevas habilidades.
Le lleva a un crecimiento futuro.
▪ Cuando la Fase Lunar progresada se encuentra en un cua-
drante anterior al de la Fase Lunar natal, tendrá que hacer muchas
correcciones al haber vivido descentrado anteriormente. Habrá una
lucha por dejar atrás una forma de ser del pasado, llena de ilusiones
inmaduras.
También es conveniente tomar en cuenta que el cuadrante desde
Luna Nueva a Cuarto Creciente es el instintivo, un crecimiento in-
consciente no racional entre los signos donde se encuentran el Sol y
La Luna. El segundo cuadrante, después de la crisis en acción para
definir las metas de crecimiento del Cuarto Creciente a la Luna Lle-
na, es la emoción de verse crecer y de definir sus metas
individuales. El tercer cuadrante entre la Luna Llena y el Cuarto
Menguante es el cuadrante intelectual, racional, en el que se trata de
explicar las razones por las que se debe volver a recoger los frutos
de la revelación de la Luna Llena y se explica al mundo lo que se
puede conseguir con las metas que se tienen. El cuarto cuadrante
entre Cuarto Menguante y la Luna Nueva es la rendición, donde se
ven todas aquellas metas que no sirven a una causa superior o a la
sociedad en la que se vive y se percibe todo aquello que debe ser co-
rregido para realizar un nuevo nacimiento más elevado en la Luna
Nueva.
Como es lógico, los años en que se está en las fases uno, ocho,
quince y veintidós, las lunaciones principales, son facetas críticas de
crecimiento, y si esto está acompañado por tránsitos importantes e
incluso direcciones esenciales, entonces es uno de esos años memo-
rables o en el que se comienzan facetas de gran crecimiento y
desarrollo. Tenemos que tomar en cuenta que no se progresan se-

252
guidas, aunque sí en un patrón significativo.
Seguidamente vamos a estudiar el significado global de las Fa-
ses Lunares progresadas, aunque para una mayor comprensión
conviene leer también la interpretación completa de la Fase Lunar
natal.

Luna Nueva progresada


Nos proporciona una receptividad calmada, que no es lo mismo
que estar en blanco. En cambio, sí quiere decir una paz, una calma y
una capacidad de exponerse a conceptos nuevos e interesantes. En
este momento una nueva semilla-idea está siendo activada bajo el
nivel de nuestra conciencia y va a emerger en su totalidad en los
próximos catorce años. Si no se nutre suficientemente esta semilla
no se logrará un crecimiento subsecuente. La autovoluntad está en
su mínima capacidad, sin importar cuál sea la Fase Lunar natal. Los
tránsitos y las direcciones indicarán más datos sobre la semilla que
está surgiendo.

Fase Lunar progresada de la 2, 3 y 4


El periodo de incubación ha pasado y hay que entrar en una ac-
tividad completa. Todas las ideas poco claras deben ser actuadas
para que tomen una forma más definida o un propósito más claro. Se
debe aprender algo sobre la espontaneidad, incluso aunque no exista
en nuestra Fase Lunar natal.

Fase Lunar progresada de la 5, 6 y 7


Por ahora se tiene una idea más clara del curso que está toman-
do la vida y quizá por primera vez se entiende lo que ha estado
ocurriendo. La vida puede convertirse en algo más agotador y que
pide más. Se debe trabajar con una meta, encontrar compañeros con
compromisos similares, organizar actividades en grupo, preocuparse
por unos resultados prácticos y sobre todo no apoyarse en nadie.

Cuarto Creciente progresado


Ahora es el momento de decidir si se debe tomar en serio o no
todo lo que se ha hecho en estos últimos años. Si se decide entonces

253
ignorarlo por el simple hecho de negarse a asumirlo, ha decidido no
tomarse a sí mismo en serio. En este caso se perderán muchas opor-
tunidades en los próximos años. Por otro lado, si se afirma lo que
más nos importa en este momento, incluso en medio del rechazo, el
ridículo o la hostil oposición de los demás, se podrá sobrevivir la
«crisis en acción». Los fracasos no tendrán consecuencias durade-
ras, pero cada uno actúa dando coraje y añadiendo más significado y
satisfacción a los próximos catorce años.

Fase Lunar progresada de la 9, 10 y 11


Depende mucho del éxito que se obtuvo la última vez que se es-
tuvo en la Fase 8; si fue positivo se estará obteniendo una
aceptación social. Si las circunstancias nos dan poco normalmente,
ahora es el momento de tomar mucho. Ya para este momento la idea
que estaba creciendo debe de haberse apoderado de uno, incluso
aunque su significado completo todavía sea desconocido. Podemos
aprender a relacionarlo con cada experiencia emocional pasajera
para que coja más fuerza. A medida que se nutre con sentimiento se
expandirá y finalmente nacerá con una expresión exterior de un acto
de creatividad pasional. Debemos evitar la conformidad ciega en
todo momento.

Fase Lunar progresada de la 12, 13 y 14


Ahora se está en la cumbre de la ola donde puede uno expresar
sus sentimientos abiertamente y seguir las propias claves. Las otras
personas no nos ofrecen resistencia, sino que nos tratan con mayor
respeto y también con la máxima consideración posible para ayu-
damos a alcanzar las metas.

Luna Llena progresada


La idea que fue planteada originalmente, cuando la Fase de Lu-
na Nueva progresada encuentra su más completa expresión y
culminación en este momento. No puede desarrollarse más. Aceptar
este hecho y contentarse con lo que se ha logrado alcanzar. Recoger
la cosecha y hacer una pausa para descansar. Si el éxito no nos satis-
face, entonces comenzamos a desviar la atención hacia la sociedad

254
en vez de hacía uno mismo.

Fase Lunar progresada de la 16, 17 y 18


Representa un periodo para compartir los ideales, incluso aun-
que no sean apreciados o aunque no se consideren válidos para ser
expuestos.
Exteriorizar la imaginación creando de forma consciente en vez
de compulsivamente (como podría haberse hecho en las fases 9, 10
y 11). Se pueden anticipar choques no visibles que nos enseñarán de
nuevo a amar lo que la vida da en vez de a las fantasías.

Fase Lunar progresada de la 19, 20 y 21


El mundo nos despertará con la urgencia de sus problemas. La
idea-semilla que ha crecido en las fases progresadas anteriores a la
Luna Llena alcanzará ahora su máxima fuerza y se disparará con
mucha energía. Ahora se está en el periodo más fuerte y puede uno
dominar o enseñar a los demás. El intelecto nos enseña las lecciones
más avanzadas en este tiempo.

Cuarto Menguante progresado


Finalmente, la idea-semilla se está expandiendo más allá de
nuestro control. Dejarla ir antes de que nos atrape excesivamente; se
convertirá en parte de la sociedad y se fundirá con las ideas de los
otros, seguramente a través de la actividad de un grupo. En este
momento uno se da cuenta de lo que se hizo en la Fase 8 de Cuarto
Creciente y se podrá reconocer los errores, saber cómo se ha sido y
cómo se es y dejar de identificarse personalmente con la idea-
semilla que fue el impulso que hubo detrás de este ciclo actual. Si se
resiste a hacer esta contemplación necesaria del pasado, entonces el
siguiente ciclo traerá las mismas lecciones y parecerá que no se está
haciendo progresos.

Fase Lunar progresada de 23, 24 y 25


Las ideas están en la sociedad. Alinearse con ellas conforme a la
expectación del grupo y podrá uno convertirse en un líder o un por-
tavoz. Esto se puede manifestar a muchos niveles diferentes:

255
amigos, comunidad, sociedad o nación.

Fase Lunar progresada de 26, 27 y 28


Este periodo requiere retirarse y reflexionar. Revisando el pasa-
do se podrán descubrir los temas dominantes del próximo ciclo.
Puede ser necesario sacrificar ciertos deseos personales con el fin de
prepararse para los próximos años y para una nueva idea-semilla;
quizá con el conocimiento adquirido en todas las fases anteriores las
pérdidas tomarán un nuevo significado y no habrá resentimiento. La
ambición personal no podrá producir resultados en este momento,
no importa cuál sea la fase lunar natal. Quizá se tenga que terminar
y completar lo que ya se empezó y que los demás nos exigen.
También habrá que personalizar estas Fases Lunares progresa-
das tomando en cuenta los signos del Sol y la Luna y las casas en
donde se encuentren. Asimismo también podrán hacer aspectos con
otros planetas natales y podrán aumentar o reducir las circunstancias
o consecuencias del acto de centrarse o descentrarse.
La Fase Lunar natal nos indica cuál es nuestro descentramiento
cotidiano, dónde estamos la mayor parte del tiempo, y también lo
que podemos conseguir cuando estamos centrados. Y la Fase Lunar
progresada tiene un efecto diferente, en el que su particularidad de
descentrarse se mezcla con nuestro estar descentrado normal. Lo
notamos de forma más débil, pero tiene las características generales
del crecimiento que vamos a hacer ese año.
A continuación, debéis leer la Fase Lunar natal y también la Fa-
se Lunar progresada en el próximo capítulo, donde hablamos de
ellas más extensamente, y con esto en mente aprender a detectar
cuándo perdemos nuestro centro, el bienestar que sentimos cuando
estamos centrados. Perdemos con gran facilidad ese punto y sin da-
mos cuenta volvemos a estar en él. Esto equivale a encontrar nuestro
centro físico de gravedad real, situado bajo el ombligo y por ello que
no tenemos que forzar la postura para no caernos. Normalmente, a
nivel psicológico, el centro está ligeramente forzado, sin estar com-
pletamente descentrados, pero tenemos que forzarlo o coger de otras
zonas de bienestar para no perderlo completamente. El descubrir
este funcionamiento es un gran avance.

256
CICLOS LUNARES

Estudiemos ahora las fases dividiéndolas en doce ciclos y pro-


fundizando en los ciclos más complejos de Luna Nueva, Luna
Llena, Cuarto Menguante y Cuarto Creciente, que, como ya habéis
visto, tienen una mayor duración y una mayor influencia. También
son las facetas críticas en las que puede ser más difícil mantener la
presencia del «ahora mismo», ya que su crecimiento está basado en
pruebas y conclusiones. También vamos a comparar estos doce ci-
clos de transición con los doce signos del Zodíaco, perteneciendo
cada ciclo a un signo y empezando por el primer ciclo de Luna Nue-
va perteneciente a Piscis, aunque algunos astrólogos difieren en
esto, ya que toman la Luna Nueva como Aries. Sin embargo, inter-
pretativamente es más lógico que sea Piscis, ya que ha desaparecido
por completo y es invisible, y en el segundo ciclo comienza a surgir
y a reflejar la luz del Sol y, por tanto, al ser el comienzo de la ilumi-
nación pertenecerá a Aries como comienzo de la primavera, de la
actividad y de la luz. Veréis cómo los signos Géminis, Sagitario,
Virgo y Piscis son los claves, ya que cambian de una iluminación
establecida a otra y pertenecen a las fases críticas, 1, 8, 15 y 22.
Al estudiar los ciclos lunares, los veremos en sus facetas positi-
vas o negativas, como el carácter positivo y amable de la Luna y el
carácter negativo y malhumorado de la Luna, o la predisposición
generosa y la predisposición absorbente de la Luna. Todo ello nos
ayudará a entender la utilización de la Parte de Fortuna: cuándo la
obtendremos y cuándo se nos escapa de nuestra realidad y nos sen-
timos desgraciados. Los ciclos lunares sirven tanto para la in-
terpretación de la Fase Lunar progresada como para la Fase Lunar
natal. Para conocer el ciclo lunar en el que entramos, utilizad el pró-
ximo cuadro y calculad la separación del Sol y Luna en la fecha de
cada cumpleaños. Estos ciclos también sirven de síntesis de la Fase
Lunar natal.

257
INTERPRETACION DE CICLOS LUNARES

Ciclo I. Fase 1. Piscis


Palabra clave: receptividad.
Uso positivo: no condicionar nada, amor impersonal.
Uso negativo: conciencia de uno mismo, pérdida de enfoque,
hipersensibilidad.
Profundizando en su punto crítico: da a la vida y toma de ella a
la vez y sin hacerlo deliberadamente, como un niño; es a la vez sen-
sato e inocente, poderoso y débil; su particular alternación le hace
receptivo a influencias superfísicas del entorno y puede servir como
canal para su expresión.

Ciclo II. Fases 2-3-4. Aries


Palabra clave: aspiración.
Uso positivo: participación energética.
Uso negativo: imitación del intelecto, demasiado trabajo y estar
a la defensiva.

Ciclo III. Fases 5-6-7. Tauro


Palabra clave: propósito productivo.
Uso positivo: poder a través de la sustancia e industria.
Uso negativo: testarudez y retirada.

Ciclo IV. Fase 8. Géminis


Palabra clave: fin del carácter, comienzo de la personalidad.
Uso positivo: debilidades confrontadas; la valentía sobrevive al
fracaso.
Uso negativo: cobardía prolongada, adolescencia, volubilidad.
Profundizando en su punto crítico: se rebela y obedece al mis-
mo tiempo y parece exasperadamente inconsistente. Es a la vez
atrevido y asustadizo, desesperado y apartado, instintivamente segu-
ro de sí mismo y emocionalmente inseguro; su alternación particular
le hace versátil; lo mejor es que es capaz de extraer un nuevo y du-
radero coraje de cada crisis y lo peor es que se deja disipar y parece
que nunca madura.

258
Ciclo V. Fases 9-10-11. Cáncer
Palabra clave: crecer hacia el sentimiento.
Uso positivo: emoción centrada.
Uso negativo: confusión, conformidad y reclusión.

Ciclo VI. Fases 12-13-14. Leo


Palabra clave: autoproyección.
Uso positivo: gloria y seguridad.
Uso negativo: indolencia, reclamación y comportamiento auto-
crático.

Ciclo VII. Fase 15. Virgo


Palabra clave: completar la forma individual, final de la moti-
vación personal.
Uso positivo: aceptarse a sí mismo tal como se es.
Uso negativo: mezquino, tiránico, perfeccionista.
Profundizando en su punto crítico: toma y da a la vida al mismo
tiempo. Está a la vez insatisfecho y contento, disciplinándose y glo-
rificándose. Su alternación particular le lleva a una realización
personal. Lo mejor es que es capaz de aceptarse a sí mismo comple-
tamente después de añadir unos cuantos toques finales y lo peor es
que se fatiga a causa de detalles pequeñísimos, aislándose a sí mis-
mo de los demás en este proceso.

Ciclo VIII. Fases 16-17-18. Libra


Palabra clave: armonía, unidad de estar preservado.
Uso positivo: reajustarse, compartir ideas.
Uso negativo: indecisión, oportunismo sin piedad, disipación
sensual.

Ciclo IX. Fases 19-20-21. Escorpio


Palabra clave: poder y transformación.
Uso positivo: curación inspirada.
Uso negativo: miedo y abuso del poder, tiránica manipulación,
autodestrucción.

259
Ciclo X. Fase 22. Sagitario
Palabra clave: final de la personalidad, comienzo del carácter.
Uso positivo: optimismo, conversión espiritual y humildad.
Uso negativo: fuerza prolongada, orgullo, crudeza, actos deses-
perados y religiosidad.
Profundizando en su punto crítico: domina la vida y se somete a
ella al mismo tiempo. Gana sus batallas, pero renuncia a sus victo-
rias. A la vez es fuerte y débil, arrogante y humilde; es un santo
antes y después de su conversión. Su alternación particular le fuerza
a una emocionante realización. Lo mejor es que reconoce la futili-
dad de su individualismo y lo peor es que rechaza el compartir la
herencia cultural que ha absorbido y se hace destructivamente into-
lerante con aquellos que lo hacen.

Ciclo XI. Fases 23-24-25. Capricornio


Palabra clave: disciplina, reorganización social.
Uso positivo: integridad y competencia.
Uso negativo: autoritarismo y rechazo.

Ciclo XII. Fases 26-27-28. Acuario


Palabra clave: revelación.
Uso positivo: involucramiento humanitario, inventiva y profeti-
zación.
Uso negativo: excentricidad, envidia e inclemencia.

Ahora que nos estamos adentrando en la comprensión de la


forma en que los planetas nos influyen en nuestra vida presente y
futura, sería una práctica interesante empezar a hacernos conscientes
de los ciclos lunares y de su influencia sobre nosotros.
Por ejemplo, si tenemos una Luna Llena natal en Aries, las Lu-
nas Llenas y Nuevas de los meses en que el Sol esté en Aries y
Libra serán especialmente importantes, así como otros meses en que
la Luna esté en Aries o el ciclo de Aries, el primer Creciente e inclu-
so todos los ciclos de Virgo y todas las Lunas Llenas, ya que se
tendrá una personalidad muy lunática y se sentirá con regularidad el
momento en que se está acercando una Luna Llena sin saberlo de

260
antemano, porque es un momento en que las emociones empiezan a
exaltarse y todo se toma más a pecho. Es algo parecido al biorritmo.
De todas formas lo que aconsejamos es que anotéis los días al
mes de fuertes subidas de tensión emocional, tomando en cuenta el
ciclo lunar de ese día y si coincide con el de vuestra Luna. A veces
puede ocurrir que esté en el ciclo del signo de vuestro Sol, pero ello
sería en una persona en la que el Sol dominara a la Luna, es decir,
que el consciente dominara al inconsciente.
Os aconsejamos que sigáis esos cambios de carácter emocional
durante unos tres o cuatro meses, puesto que explicaros la cantidad
de posibilidades que podrían salir es extremadamente difícil, ya que
cada uno de nosotros respondemos de una manera distinta.
Una vez que habéis encontrado vuestro modelo de respuesta
emocional al entorno, esto os podría ayudar a prever de antemano
los días en que se deben evitar las decisiones o confrontaciones en
las que podéis desatar vuestro genio o perder el control emocional,
pues conocemos con anterioridad la manera en que nos afectaría la
negatividad del exterior. Aunque muchas veces lo podamos evitar,
de todas maneras muchas veces no seremos capaces de imponernos
sobre nuestro entorno al no poder precisarlo y encajonarlo dentro de
nuestras expectativas. Por otro lado, eso es lo que hace que el Uni-
verso, y nuestra vida en particular, sea tan emocionante e
interesante; desafía constantemente nuestra habilidad de permanecer
atentos a nosotros mismos y nos reta a que nos mantengamos en el
Ahora por encima de toda adversidad.

261
FASES DE LA LUNA

Mensual de Luna Nueva a Luna Nueva.

La perfección sólo existe durante los segundos de Luna Llena exacta, y la


muerte existe solo los segundos de Luna Nueva exacta.

262
263
CAPITULO VIII

LAS FASES LUNARES

Estudiemos las 28 fases de la Luna como complemento de la


Parte de Fortuna, que la estudiaremos en el próximo capítulo, y esto
nos ayudará a utilizarla debidamente en el presente, ya que la Luna
es uno de los principales elementos que nos pueden atraer hacia el
pasado y por consecuencia nos obstruyen los beneficios de vivir en
el Aquí y Ahora. Por tanto, vamos a exponer cómo se lleva a cabo
esta obstaculización en cada una de las facetas de reflejo de la luz
del Sol en los veintiocho días de su progresión de Luna Nueva a
Luna Nueva, explicando el efecto que tendría cuando nos hallamos
centrados y cuando estamos descentrados. Asimismo entenderemos
la función óptima de la Fase Lunar y su desengaño o decepción
propia. Para averiguar en qué fase tenéis la Luna debéis usar la
rueda y dibujo (págs. 262 y 263). Poned al Sol en la parte inferior
donde estaría la Luna Nueva y colocar la Luna en el lugar que
corresponda según la separación de grados que tenga con el Sol,
siempre teniendo en cuerna que según se mueve hacia la derecha va
creciendo, llegando a una oposición de 180º en la parte de arriba y
también que las doce divisiones de la rueda corresponden a los 30º
de cada signo del Zodíaco. Por tanto, si el Sol está a 10º de Acuario
y la Luna a 15º de Aries, ponemos el Sol abajo con la Luna Nueva;
entonces a 10º Piscis será la siguiente Fase 2 que es la segundo
división; y a 10º Aries que es la tercera división, donde empieza la
Fase 5; finalmente, 5º más para llegar a los 15º de Aries. Esto sería
65º por delante del Sol, lo que nos daría la Fase 5.
Otro ejemplo: el Sol 22º Aries, la Luna 25º Sagitario, por lo que
la Luna Nueva estaría a 22º Aries y la Luna Llena a 22º Libra, 30º
más es 22º de Escorpio y 30º más caerían en la parte de Luna
Menguante y Sagitario 22° serían 120° exactos, la Fase 19, que

265
empieza de Sagitario 22º a Capricornio 2º.
Notaréis que las fases de después de la Luna Nueva, Cuarto
Creciente, Luna Llena y Cuarto Menguante tienen 30º, mientras que
las demás fases sólo tienen 10°.
Otro ejemplo: un sextil entre el Sol Sagitario 20º y la Luna
Libra 13o. Como Escorpio 20° comienza la Fase 26, y Luna 20° la
Fase 23, por tanto la fase lunar todavía, entra dentro del Cuarto
Menguante, Fase 22. Mientras que si la Luna estuviera en
cuadratura al Sol desde Piscis 18º estaría en la Fase 7, porque la
Fase de Cuarto Creciente comienza en 20º de Piscis, igualmente una
Luna Nueva en la que la Luna estuviera en un grado menor que el
Sol estaría en la Fase 28.
La siguiente interpretación de las Fases nos ayuda a evitar que
nuestra Luna nos arrastre hacia el pasado, tomando en cuenta la
posición de iluminación del Sol a la Luna. Tendréis también que
tener en cuenta el signo y la casa donde están para una
interpretación psicológica más completa. Después con la Parte de
Fortuna estamos tomando en cuenta la Fase Lunar entre los signos
del Zodíaco con el Ascendente.
Por ello, al conocer la manera de manejar correctamente nuestra
Luna en el Ahora estando centrados nos ayudará a poder obtener
todos los beneficios de realización y felicidad que nos ofrece. El
enriquecimiento de la vida interior nos ayuda a disfrutar del exterior.

El ciclo de lunación

De un cuadrante a otro va cambiando la motivación general, de


una semana a otra, que es el máximo tiempo que la Luna tarda en
recorrer cada cuadrante. En veintiocho días han ocurrido todas las
diferentes facetas y cambiamos de una motivación a otra.
En Luna Nueva la Luna se entrega por completo al Sol; no ve-
mos la Luna de noche y ni siquiera de día, ya que la aureola del Sol
no nos lo permite. La Luna está supeditada al Sol, energía superior a
ella misma, es invisible y todo en la Naturaleza se seca y se retrae:
los árboles y plantas tienen menos savia y los humanos retraen su

266
fluido sanguíneo. Según se separa del Sol comienza a individuali-
zarse, a realizar un crecimiento instintivo, dependiendo de los signos
en los que caigan ambos luminarios. El instinto hace cada decisión
en la acción. Cuando llega el Cuarto Creciente representa una crisis
en acción para que la Luna decida sus metas y motivaciones para
crecer y hacia dónde va a crecer. Es un constante conocerse a sí
mismo a través de la aceptación de los desafíos que la vida presenta.
Ahora ya siente la emoción de crecer e incluso pide a los demás
ayuda para definir sus metas y su camino; nada ni nadie puede pa-
rarle hasta que alcance la plenitud.
Cuando llega a la Luna Llena está tan absorta en ver su plenitud,
que por un instante, que dura alrededor de cuatro minutos, sólo se ve
a sí misma y tiene la revelación de un ideal, de haber alcanzado la
perfección, de sentirse plenamente satisfecha consigo misma y con
su mundo de alrededor. Cuando sigue avanzando, finalmente, ve al
Sol en el otro lado y se pregunta si es un reflejo de sí misma o si ella
es un reflejo de él. La típica contradicción, actividad o pasividad, de
las Lunas Llenas. Y entonces quiere poner en práctica el ideal y re-
velación que ha tenido, pero las luchas con el entorno son constantes
y no parece que tenga la oportunidad de poner sus ideales en prácti-
ca. El intelecto se debate para encontrar fórmulas a fin de convencer
a los demás de que tiene una revelación de un ideal perfecto; pero
nunca se consigue sin realizar un severo esfuerzo y después de mu-
chas lunaciones. Finalmente, teme lo peor y lucha desaforadamente,
pero alcanza el Cuarto Menguante, en donde tiene lugar una crisis
de conciencia, ya que no está sola en la realización de ese ideal y
tiene que aceptar que estamos todos unidos y que cada uno crece a
un ritmo distinto. Significa una rendición para aceptar que debe es-
tar más preparada para poder servir a una energía superior a sí
misma y percibe todo aquello personal que debe abandonar para po-
der servir mejor a una causa colectiva. Poco a poco va
disminuyéndose y se da cuenta de que ya no volverá a crecer hasta
que haya podido apreciar todo aquello que necesitan los demás para
crecer. Es capaz entonces de recoger los frutos de todos antes de
volver a Luna Nueva y empezar a crecer de nuevo. Estos cambios de
instinto, emoción, intelecto y percepción ocurren entro una semana

267
y la siguiente. Es conveniente ver dónde caen el Sol y la Luna en
nuestra carta natal y de que casa a qué casa entran en sus diferentes
fases. Hacer esto ayuda a percibir las experiencias de nuestra vida
diaria relacionada con la carta y a aprender a interpretarla. Podemos
satisfacer nuestra alma y corazón demostrando que la Fase de la
Luna representa los motivos psicológicos básicos que no pueden ser
descubiertos por otra configuración de la carta, pero que a la vez la
Fase Lunar natal sintetiza toda la motivación general junto con los
nódulos de la Luna.
La Fase Lunar, o la relación Sol-Luna, nos muestra el motivo
completo; el trabajo o la realización del carácter/personalidad (sig-
nos) a través de las circunstancias (casas), de la razón básica de
vivir... Un ser humano unificado viviendo en el planeta Tierra, una
relación de cooperación dinámica que existe entre el ser consciente
y los reinos subconscientes. Esta unión ideal está simbolizada en la
Astrología por la Fase Lunar. Las fases representan las formas idea-
les de cooperación entre la fuerza exterior y las sensaciones internas.
Realmente hay más en una fase de lo que uno está dispuesto a ima-
ginarse. Utilizaremos referencias a estar centrado y descentrado en
el sentido lunar; un pasar dentro y fuera de fase, que es parte de vi-
vir diario y extremos que deben ser experimentados y refinados. El
concepto contemporáneo de la neurosis se refiere a esto: esta condi-
ción desafinada o descentrada... Una persona neurótica mantiene
una imagen poco realista de sí misma y cuando le falla en la acción
se siente impotente, coartada y resentida. La poca estima de sí mis-
ma es evidente, además de una falta de disfrute o de tolerancia con
los demás. Las fases se enfocan en estos puntos ciegos neuróticos y
nos estimulan a que tengamos valentía para meternos a fondo en
ellos y presionemos su resolución. Todo el mundo debe encontrar su
propia y única forma de unir sus energías masculinas/femeninas, su
consciente/inconsciente y todo lo que pueda darse cuenta en la pola-
ridad de la Humanidad.
Hemos encontrado en nuestros años de experiencia personal y
directa, tanto en nuestras vidas personales como en las personas a
las que hemos tratado, curado, aconsejado y guiado, que el consejo
de mantenerse en fase o centrado es de lo más adecuado en cada

268
caso, y que los impulsos a imitar lo que está prohibido les descentra
o desfasa y las consecuencias pueden ser destructivas para su salud
mental y su organismo. Una forma excelente de aprender, al pare-
cer, es la manera más dura: la forma llena de sentimientos
incómodos.
El mantenerse desfasado o descentrado durante largos periodos
de tiempo, dependiendo de la persona, educa o arruina el carácter y
la personalidad. Según hemos visto, en nosotras mismas y en las
personas y estudiantes con quienes trabajamos, algunos aprenden a
reconocer las características de estar en fase o fuera de fase en sí
mismos…; otros se identifican demasiado con alguno de los dos
lados, y consecuentemente su tolerancia de sí mismos y de los de-
más falla y se hunde. Ahora, según se exploran las 28 fases de la
Luna, las descripciones de estar centrados se contrastan con las de
estar descentrados, y hemos descubierto en nosotras mismas y en los
demás que la Humanidad opera dentro de unos límites que espera-
mos haber clarificado hasta cierto punto porque alcanzan extremos
pronunciados. Es muy importante apreciar el lugar de cada fase en
el patrón general de la carta y cómo descifra algunas complejidades
y conflictos indicados por las posiciones y aspectos plantarios. Ten
presente que si no encajas en un molde preconcebido, no te fuerces a
ti mismo hasta que surja de manera natural; también hay alternati-
vas, y las fases hacen el resto. Sólo la misma persona puede
reformarse a sí misma a través de su magnetismo lunar personal
para encontrar y reajustar continuamente el equilibrio correcto. La
sinceridad y la pureza de pensamiento son unas cualidades variables
más allá de la visión de las fases. En esta presentación el sistema
ofrece una alternativa entre dos opuestos obligados y sugiere la so-
lución más probable. Las energías de Acuario y Urano nos enseñan
que la mejor medicina primaria podría ser la risa sobre las inconsis-
tencias humanas y que el juego más justo puede ser aquel que no
excluye a ninguno de la sátira... «Dios, cuya ley es aquella que el
que aprende debe sufrir, incluso en nuestro sueño sufrimos que no
podemos olvidar lo que cae gota a gota sobre nuestro corazón, y
aunque no queramos, en contra de nuestra voluntad, nos viene la
sabiduría por la terrible gracia de Dios.» (Sabiduría antigua.)

269
El encuentro entre el Sol y la Luna es como el instante en el que
la eternidad está reflejada en el tiempo. Sin embargo, más esencial-
mente nos hemos despertado y nos hemos dado cuenta
proféticamente de que hay un parentesco en la fase lunar y en el
camino de toda mujer. Es el camino del instinto, cuando después de
que la diosa es adorada ocurre esta ciega adherencia a la ley natural
que es la que realmente se venera. No es una ley reconocida intelec-
tualmente y respetada por el acto consciente de la voluntad, sino que
la ley mueve las profundidades invisibles del inconsciente, y que
sólo puede ser seguida por el proceso del pensamiento occidental
con una devoción ciega; una perspectiva visual, abstractamente invi-
sible y tan esencial como las estrellas de nuestra galaxia. Todas las
ciencias simbólicas que nos ayudan a que nuestra vida tenga más
sentido, tales como la Astrología, Mitología, etc..., se merecen un
reconocimiento superior. Los hindúes decían que cuando la Luna
está oscura, venía a la Tierra y esperaba en el lugar del sacrificio.
Ello requiere una autodisciplina para sacrificar los deseos egoístas,
los cuales piden una satisfacción física cuando la sexualidad emerge
en lo masculino y en la mujer el sacrificio del autoamor que busca
poseer al hombre. Esto está escrito en los mitos y sueños de la Hu-
manidad.
Con el ciclo de la lunación entramos en el reino del empareja-
miento, un reino que la mente humana ha explorado lentamente. La
lunación es una serie de ciclos de transformaciones; en los mitos la
femineidad y las fases lunares están conectadas con los sentimientos
incomprensibles para el hombre. En un momento la mujer estaba allí
y en el siguiente había desaparecido al reino de la vida misteriosa.
En Astrología podemos trazar con la Luna el comportamiento miste-
rioso del elemento femenino en toda la Naturaleza al unirlo al
movimiento y las fases de la Luna. Dane Rudhyar dice sobre las
Fases Lunares: «El ciclo de lunación es el ciclo de la fase de la Lu-
na. Estas fases son los diferentes aspectos en los que la Luna se pre-
senta periódicamente al hombre en la Tierra. No representan
cambios en la Luna en sí misma, sino cambios en la relación angular
entre el Sol y la Luna con referencias al centro de la Tierra. El hecho
astronómico es que la especie humana en la Tierra no tiene el poder

270
de asimilar directamente la fuerza del espíritu solar y crear directa-
mente con él sin la necesidad de una semilla fisiológica; por tanto,
en esta condición del destino de la Tierra debe haber una Luna y un
ciclo de lunación y debe haber sexo como lo conocemos, debe haber
dos luces, una constante y la otra constantemente cambiando. Debe
haber dualismo, pero simplemente porque un tercer factor requiere
que haya estas dos luces y la corriente alternativa producida por su
relación. Por otro lado, el desfasarse o descentrarse en un sentido
solar tendría consecuencias más serias porque las metas a la larga
estarían en peligro. El ciclo de lunación, como todos los ciclos de
relación, es un ciclo que envuelve dos factores; movimiento en dis-
tintas velocidades y en diferentes planos y cuya relación deja unos
resultados definidos (o semillas) sobre el tercer factor, la Tierra.
Cualquier relación que no fuera para el propósito de satisfacer la
necesidad de un tercero no tendría significado alguno. La Luna es la
mediadora, Madre o musa cuya función es proveer las necesidades
de sustancia del ciclo; es la sirviente de ambos, el Sol y la Tierra;
suelta la luz del Sol y al hacerlo sirve a las necesidades de la Tierra
y sus criaturas para la vida psíquica y orgánica.»

INTERPRETACION DE LAS 28 FASES LUNARES

Al leer la interpretación de cada Fase Lunar se deben tomar en


cuenta los signos donde se encuentran el Sol y la Luna y unificarlos
en síntesis con la Fase.

Fase 1: Luna nueva. De 0º a 30º


El desafío: unirse con la experiencia del momento.
Origen de la decepción: el éxito, el digerir al azar. Estímulo ex-
cesivo.
Centrado: gran percepción intuitiva, muy impresionable, irradia
el amor no condicionado de un niño feliz.
Descentrado: hábito de pedir una atención especial de los de-
más y no darse cuenta de la extremada importancia de estar en el
entorno correcto.

271
Aquí darás y tomarás sin hacerlo deliberadamente, como un be-
bé sabio e inocente, poderoso y débil. Cogido entre el pasado y el
futuro, eres capaz de resolver cualquier conflicto en ti mismo a tra-
vés del sacrificio; la ley gobierna todo crecimiento real: en otras
palabras, al abandonar tu propia vida a causa de los demás des-
cubrirás una salvación que beneficiará a todos. Al final tu progreso
no es enteramente tuyo, te ha sido prestado por el resto de la Huma-
nidad, y cuando llegue el momento y estés listo, debes devolverlo.
Cuando estás centrado eres una delicia, tu objetividad es casi total,
tu atención instintiva y tu respuesta a la vida no tienen inhibiciones
y dan felicidad y alegría a quienquiera que esté a tu lado. Si te em-
pujas hacia una satisfacción intelectual, una destreza competitiva,
cualquier deseo de engrandecerte a ti mismo no se hará de una for-
ma auténtica y vivirás descentrado, así te pareces a un bebé
incómodo y maleducado que exige atención constantemente y que le
muestren el amor paterno. Toda persona a la que encuentres o admi-
res se convierte en tus padres simbólicamente.

Fase 2. Luna creciente. De 30º a 39º


El desafío: mantener una pura alegría de manera de ser.
Origen de la decepción: el intelecto subjetivo.
Centrado: parece más vivo que en ninguna otra fase; mucho en-
tusiasmo; el instinto hace cada decisión; sabiduría corporal.
Descentrado: enfurecerse por la incapacidad de justificarse
intelectualmente y retirarse.
Al cerrar la energía primaria encontramos la energía pura de
Marte moviéndose en la experiencia: significa el explorador,
descubriendo nuevas fronteras y encarnando todas las experiencias
con entusiasmo y objetividad. Este es el mundo de un niño de tres
años, con los ojos abiertos con asombro en el espacio eterno del
Universo. Tu entorno y tú sois uno y no hay separación entre Dios y
tú, con una respuesta simple, espontánea e instintiva. Te sientes en
casa en cualquier sitio: nunca te aíslas de la totalidad de la vida.
Sin embargo, al estar descentrado te metes hacia dentro, te con-
cibes como separado del mundo natural, lo cual puede hacerte
desagradable y proyectar tu frustración al mundo y sus miembros,

272
culpándoles por todos tus fracasos. Al intentar destruir los obstácu-
los te pareces a un niño malhumorado y excéntrico que rompe los
juguetes que le enojan, inactividad física y generalmente cualquier
proyecto constructivo debe ocupar todo el tiempo que estás despier-
to. Puedes prever numerosos obstáculos y si te lanzas contra ellos
considerándolos impedimentos deliberadamente puestos ante ti por
otras personas o por el destino, te estarás comportando entonces
descentradamente. Acepta estos obstáculos como experiencias de
aprendizaje. Cuando estás centrado estimulas la esperanza en los
seres humanos más pesimistas, tu arranque irresistible de energía
simplemente no puede ser ignorado ni explicado de ninguna manera.

Fase 3. Luna creciente. De 40º a 49º


El desafío: contiendo de ambición y dirección
Origen de la decepción: abstracciones intelectuales.
Centrado: los sentidos, la absorción natural y la naturaleza
subconsciente dominan el intelecto.
Descentrado: insinceridad intelectual y mediocridad, como un
niño imitando a los adultos.
Todavía actúas más por instinto que regido por el corazón o la
cabeza. Te retiras de la totalidad, sintiendo por primera vez una
naturaleza personal más individual en ti mismo. En esta fase, el ins-
tinto físico de la autopreservación es el que te ha sido dotado cuando
estás centrado y te provee de una sanidad y salud excepcional. Tus
ojos y oídos están abiertos y sientes un deleite sensual con todo lo
que pasa. Tu espontaneidad es tu protección más segura; si tu instin-
to te protege bien, tendrás éxito. Cuanto más enfoques tus esfuerzos
más efectivo será tu impacto en el mundo. Cuando te descentras y
adoptas una actitud de autoengaño puedes considerarte a ti mismo
como una existencia separada del fluido de sucesos y en vez de ex-
perimentar la vida directamente, prefieres analizarla, juzgarla e in-
cluso manipularla. Si prolongas tu comportamiento te pierdes a ti
mismo en abstracciones y si te encuentras con alguien con un poder
intelectual genuino te sentirás intimidado y a la defensiva. La ener-
gía de Marte se debe expresar a sí misma constructivamente como
un ímpetu de explorar y experimentar en vez de disiparse en una

273
rabia autodefensiva.

Fase 4. Luna creciente. De 50º a 59º


El desafío: permanecer fiel al instinto mientras se reconocen di-
ferentes facultades en los demás,
Origen de tu decepción: actitudes adultas; al crecer se abando-
nan las fases anteriores sin superarlas.
Centrado: adquiere sabiduría práctica fundada en una experien-
cia activa y la absorción del exterior.
Descentrado: suprime el instinto, pero falla en encontrar el sus-
tituto que trabaja también para los otros.
A lo largo de tu vida debes buscar una mayor implicación con
tus amistades y con grupos más inclusivos; según aumentas tu cam-
po de operaciones otras personas se dan cuenta de tu deseo
instintivo de comulgar con ellos. También sientes genuinamente que
tus compañeros tienen un acceso al conocimiento sin recurrir a la
facultad instintiva, en la que tú todavía confías constantemente.
Puedes penetrar en el carácter, una percepción o «ver dentro» de los
demás en vez de analizar o probarlo en profundidad. Tu consejo
debe tomarse como algo valioso y directo, porque cuando estás cen-
trado no quieres decir nada más que lo que realmente dices. Cuando
te descentras, buscas una sofisticación mental poco alcanzable
mientras niegas tus talentos naturales. Incluso estando centrado en-
cuentras difícil confiar en tus destellos de sabiduría. Tu duda a
menudo permanece dentro de ti, incluso después de que has conven-
cido a los demás. Si vives descentrado mucho tiempo la duda se
vuelve desprecio de ti mismo y no consideras tus opiniones ni si-
quiera merecedoras de ser mencionadas, ya que no puedes probarlas
o justificarlas racionalmente. Esta restricción autoimpuesta es una
lección que debe vivir y que te produce poderosas depresiones y una
sensación de futilidad. Para evitar el agotamiento mental y físico
debes descubrir los límites de tu propia resistencia.

Fase 5. Luna creciente. De 60º si 69º


El desafío: buscar aventuras extraordinarias.
Origen de la decepción: excesiva reflexión solitaria.

274
Centrado: introduces a la sociedad a nuevas experiencias y ex-
citación al trabajar, emerger del entorno con una total identificación.
Descentrado: intento de controlar la vida desde un sillón, atra-
pado por fórmulas intelectuales estriles.
Aquí comienzas a despertarle del instinto. Buscas la separación
de la Naturaleza, aunque sólo sea por un momento para poder refle-
xionar y así poder amaestrar la naturaleza de tu mente. Al estar
centrado puedes escoger conscientemente el entrar o evitar cualquier
situación de acuerdo con tu propio juicio. Los frutos de tus acciones
fluctúan desde un realce de la percepción sensual a una profunda
apreciación de las respuestas de los demás, pero siempre te están
recordando que ya no estás completamente identificado con el ins-
tinto, atento a las leyes de la Naturaleza y la sociedad, Al haber
asimilado la experiencia de tus compañeros te retiras a reflexionar
brevemente, y entonces vuelves con una visión refrescante de ti
mismo y de tu papel social. Cuando estás descentrado eres capaz de
una insinceridad colosal, das por supuesto que eres un maestro y te
contentas con un modo de autoexpresión muy estrecho. No te das
cuenta todavía de que no tienes una identidad personal que perder,
puesto que todavía estás juntando los elementos necesarios para su
formación. Si reconoces que no tienes detrás de ti la experiencia que
garantiza un sistema de creencias abstracto, podrás volver al mundo
que deseas dominar.

Fase 6. Luna creciente. De 70º a 79º


El desafío: organizar la experiencia exterior.
Origen de la decepción: la simplicidad que las teorías intelec-
tuales parecen ofrecer.
Centrado: capaz de estructurar e interpretar nuevas experiencias
de individuos o comunidades,
Descentrada: obliga a los demás a creer en lo que él mismo no
puede creer.
El poder de la razón pura es simplemente una ayuda para enten-
der el mundo, que ahora es más aparente para ti, más por sus
innumerables partes que por su unidad básica. Cuando estás centra-
do, encuentras un lugar dentro de un sistema que te has inventado.

275
Induces a la cooperación entre las personas, facilitándoles la co-
municación. En muchas ocasiones encarnarás el ejemplo de un
comportamiento deseable en vez de recurrir a manipulación intelec-
tual.
Cuando no eres verdadero contigo mismo, estás descentrado y
mantienes ilusiones de autoridad. Tienes la tendencia de presionar a
los demás para que adopten tu sistema de creencias. Cuanto más
impones las creencias en los demás, mejor sabemos que no estás
seguro de ti mismo. Si no intentas escapar hacia un mundo subjeti-
vo, que ya no existe para ti, la Naturaleza te permitirá organizar sus
innumerables miembros de la forma en que lo concibas y desees.

Fase 7. Luna creciente. De 80º a 89º


El desafío: fortalecer la voluntad individual.
Origen de la decepción: la seguridad del conformismo y el ano-
nimato.
Centrado: afición por las aventuras; un carácter muy rico; inte-
rés en los grandes personajes.
Descentrado: cobardía; escapar de experiencias poderosas; imi-
ta a personalidades.
El instinto aquí alcanza su mayor complejidad: una transición
entre la niñez y la edad adulta temprana. A veces miras hacia ade-
lante con valentía hacia el ser individual que te está aguardando,
pero temes los cabios amenazantes, e instintivamente deseas
fundirte de nuevo con la totalidad. Cuando estás centrado fijas tu
mirada en el futuro y no te retiras ante cualquier desafío que te esté
probando poniéndote en medio de la acción dinámica. Todo el que
te conozca se sentirá sobrecogido por tu ser único, no escondido en
un sentimiento subjetivo, sino revelado en cada acto que haces y en
cada aventura de tu vida. Sin embargo, si te permites a ti mismo
sentir miedo ante el conflicto, sufrimiento o fracaso, te reprimirás de
hacer actos valientes y coartarás las oportunidades necesarias para
establecer una identidad fuerte y separada, en vez de superarlo o
incluso enfrentarte a tu cobardía; la disimulas y vivirás descentrado.
En vez de luchar por encontrarte a ti mismo en el mundo, fabricas
una identidad ya hecha en tu mente y la haces tuya propia. Tu

276
comportamiento instintivo alcanza su mayor complejidad, esto
implica una individualidad venidera más genuina que no se puede
comparar a nada de lo que tu mente consciente pueda concebir como
sustituto.

Fase 8. Cuarto creciente. De 90º a 119º


El desafío: descubrir la propia fuerza sin contar con la del mun-
do; crisis en acción.
Origen de la decepción: cualquier oportunidad para evitar un
conflicto de fracaso o de autoridad.
Centrado: no rehúye del conflicto; encuentra nueva fuerza en
medio de la frustración externa.
Descentrado: total miedo al fracaso; busca te distracción a cada
paso; no poder construir nada duradero o insatisfacción en todo lo
construido.
A través de un cambio extraordinario, como una combustión es-
pontánea, esta forma toma repentinamente ahora una vida propia,
pero no sin una larga lucha en la vida. Esta fase representa ambas
cosas; la debilidad de una persona que es impulsada a encontrarse a
sí misma sin el soporte del mundo exterior, y, consecuentemente, la
tentación de dejarse arrastrar hacia atrás, hacia el modo fácil de las
siete primeras fases. Pero al final, en la fase 8, la balanza se habrá
inclinado hacia el coraje, la acción versátil se habrá impuesto sobre
la impotencia y la emoción sobre el instinto. Esta es una fase muy
importante: el Sol y la Luna forman una cuadratura (aunque en al-
gunos casos no sea así por grados), y consecuentemente te enfrentas
a una «crisis en acción». Aunque es imposible en esta fase retirarse
del conflicto, te puedes aislar o pretender que no existe en realidad.
Cuando te descentras buscas la confirmación del exterior y te vuel-
ves muy trágico, no manejando bien los temas más importantes de
tu vida, con una falta de cuidado y atención que indican la falta de
un sentimiento más profundo. Una confrontación seria puede llevar-
te al fracaso, al rechazo y esto significa un gran error, lo que más
temes... Si no te contentas con superficialidades y vives cada expe-
riencia con mucha intensidad, aceptando el dolor que nace del
conflicto, tu forma individual estará dotada de un poder duradero, y

277
vivirás centrado.

Fase 9. Luna crecida. De 120º a 129º


El desafío: mantenerte en tu propio centro en medio del flujo
emocional.
Origen de la decepción: repentinos trastornos emocionales.
Centrado: aumenta de fuerza a través de experiencias de fuerte
impacto emocional; muy competente.
Descentrado: caos emocional, perdiendo constantemente su
centro; grosero y atolondrado.
Requiere la fuerza de mantener el centro de gravedad psicológi-
ca en medio de un constante fluido emocional. Deberás obtener un
centro duradero dentro de ti mismo a pesar de la constante tentación
de identificarte con cada estimulación pasajera. Cuando estás
centrado crees que tus sentimientos momentáneos no te ofrecen
nada definitivo en lo que depender y eres como una pared de sondeo
emocional para todo el mundo que te rodea. Así, puedes curar a los
demás. Posees un talento excepcional para encarnar en sentimientos
los problemas de los demás y eres capaz de resolver los dilemas
dentro de tu propia personalidad. Inspiras a la mayor parte de las
personas una genuina confrontación, y su problema a la vez te dará
oportunidades adicionales para fortalecer tu creciente identidad,
Cuando estás descentrado te sientes siempre marcado, torpe y
oscuro. Te da rabia el dolor que la vida parece infligirte. En vez de
aceptar una experiencia difícil como una prueba de tu fuerza, la
llamas doloroso y te produce resentimiento. No puedes asumir
responsabilidad personal de tu vida porque no crees que tienes un
centro interno.

Fase 10. Luna crecida. De 130º a 139°


El desafío: concentrar y aliviar poder emocional.
Origen de la decepción: autoridad externa.
Centrado: muy apasionado; un rebelde social; ardiente coer-
ción, poderosas transmisiones.
Descentrado: culpa a los otros por las consecuencias de su pro-
pio conformismo.

278
Aquí encontramos la ambición implacable de un cambio com-
pleto, empezando en la personalidad y después estallando en el
entorno. El poder emocional y la obsesión han alcanzado una inten-
sidad plutoniana, por lo que estás sobrecargado y eres capaz de un
desarrollo elevado y excepcional en un período de tiempo relativa-
mente corto y posiblemente bajo condiciones de severa tensión. Te
consideras a ti mismo distinto a los demás por tu formidable ambi-
ción y te enorgulleces de ser capaz de mantener en marcha el rápido
desarrollo de tus habilidades únicas cuando estás centrado. Cuando
estás descentrado te entregas continuamente a distracciones popula-
res tales como levantamientos políticos o asuntos amorosos críticos.
Tomas estas actividades muy en serio porque todavía no puedes
distinguir claramente entre tu propio poder creativo y las emociones
de la masa, manifestándose ambos en ti con la misma intensidad de
sentimiento. Continúas viviendo de una manera demasiado sensa-
cionalista, persuadiéndote a ti mismo, y quizás a otros, de que vas a
sufrir una gran pérdida emocional tal como un fracaso o un rechazo.
Tan profundas son tus necesidades emocionales, que no puedes
aguantar el pensamiento de verte frustrado, al menos no sin haberte
preparado de antemano, y entonces agitas a todo el mundo que te
rodea. Esta es una fase de gran complejidad emocional, que implica
muchos cambios de sentimientos y alianzas, muchas incertidumbres
y la aparición de muchas capacidades nuevas. El resultado es caris-
ma, un gran poder emocional hecho personal en orden a compeler el
reconocimiento de otros.

Fase 11. Luna crecida. De 140º a 149º


El desafío: creatividad apasionada.
Origen de la decepción: un ofrecimiento de volverse una auto-
ridad.
Centrado: capaz de distinguir entre la emoción personal y la de
masas; se encuentra a sí mismo en sus creaciones.
Descentrado: se traiciona a sí mismo con responsabilidades so-
ciales, manteniendo el «status quo».
Habiendo rechazado casi todo lo tradicional en una casi brutal
búsqueda de los principios fundamentales y encontrando estos prin-

279
cipios dentro de ti mismo, todas las ideas exteriores han llegado a
ser falsas. Entonces de tu propia intensidad de sentimiento surgirá
espontáneamente una visión del mundo y a pesar de todo el intento
deliberado de autorrestricción. Al estar centrado la fe en ti mismo es
fuerte, podrás cortar cualquier lazo emocional que te desvíe de justi-
ficarte a ti mismo y tu propia visión de la vida. Puedes retirarte de
relaciones, familia, empleo, iglesia, país o cualquier otra institución
social convencional. Al principio estas rupturas pueden hacer surgir
tensiones, pero a la larga no te arrepentirás de tus acciones. Cuando
no seas verdadero contigo mismo, negarás tu condición y estarás
descentrado, temiendo expresarte, porque tal sinceridad te apartaría
de las gratificaciones emocionales usuales, y entonces complaces a
la sociedad establecida y puede que te conviertas en un representan-
te orgulloso de alguna organización tradicional o de un movimiento
social progresivo. Te engañas a ti mismo con un estímulo emocional
después de otro; incluso puede que te cases en un intento de es-
caparte de ti mismo. En el mejor de los casos no obstruyes la salida
de tus emociones sublimes y estás asombrado por tus magníficas
creaciones; en el peor de los casos te encontrarás metido en un dis-
fraz ridículo por miedo a que te rechacen. Debes aceptar las
consecuencias de dar voz y voto a tus sentimientos.

Fase 12. Luna crecida. De 150º a 159º


El desafío: descubrir lo completa que es la vida interna de uno
misma.
Origen de la decepción: adulación y excesivos consejos.
Centrado: aserción personal sin esfuerzo; fuerza través de la
separación de la opinión social; comienzo de la unidad del ser.
Descentrado: reaccionar exageradamente a las indirectas
externas; demasiado consciente de sí mismo y excesiva rigidez
El desafío inherente en esta fase es jugar un papel en la sociedad
sin perder de vista el propósito propio y la razón por la que se está
haciendo. Eres capaz de definirte a ti mismo y al rol que juegas en la
sociedad a través de unas imágenes de la mente en vez de a través
de cualquier circunstancia de la vida exterior. Esta aspiración, en
lugar de a un deseo de alabanza o de poder, te motiva a mantener tu

280
comportamiento centrado…
Esta fase corresponde al comienzo de la vida adulta, un periodo
en el que se ha ganado una nueva independencia y más responsabi-
lidad. La sociedad te ha cuidado antes y seguramente lo hará de
nuevo en tu vejez; para contrarrestar estos periodos de confianza en
los demás, ahora te encargas de tus propios asuntos, y como un re-
sultado incidental en el proceso, diriges el curso de tus compañeros.
La vida nunca se volverá muy compleja o limitada porque podrás
resolverlo todo con calma, claridad indominable y simpleza. Parece
que te encuentras siempre en un escenario al descentrarte, y por esta
razón exageras tus talentos y minimizas tus debilidades; no porque
busques una audiencia, sino porque te sientes llevado a revelarte a
través de la expresión de ti mismo. Cuando el énfasis general de tu
vida va desde el autodescubrimiento a la autoexpresión creativa, a
menudo arriesgas tu salud. Al aceptar la importancia de tu propia
existencia debes también estar dispuesto a dar a los demás la misma
estima. Al recordar y reconocer los logros y éxitos de los demás eres
capaz de disipar tu propio deseo de atención. Tamban existe un de-
seo abrumador de conocerse a sí mismo, junto con el estar alerta en
contra de cualquier forma de autodecepción.

Fase 13. Luna crecida. De 160º a 169º


El desafío: organiza y exteriorizar la verdad interna de uno.
Origen de la decepción: los motivos del servicio, deseo de
compañía.
Centrado: expresión personal valorada por uno mismo.
Descentrado: autoabsorción en vez de auto expresión; análisis
mórbido de las sensaciones.
Te haces más tranquilo, con menos tendencia a ser consciente
de ti mismo y menos susceptible a la adulación. La emoción, sin
embargo, gobierna cada acción e induce cada reacción, pero en esta
fase esto te lleva a la gloria en vez de a la turbulencia. Tiemblas a la
mínima excitación subjetiva y tu mayor alegría estriba en dar expre-
sión a tu potencial; sin pensar en la recompensa social. No hay
vanidad ni arrogancia que te caracterice cuando estés centrado: va-
loras tu autoexpresión por sí misma, lo que significa la habilidad de

281
proyectar tu armonía a otras personas y, por tanto, curarles de sus
desórdenes emocionales. Si dudas o niegas tu expansión en el mun-
do pasas a una condición extremadamente mórbida. Necesitas el
mundo objetivo si no es para otro propósito que como campo de
expansión. Cuando te descentras pierdes el contacto con este mundo
y permites una ruptura que ocurre en tu personalidad. Cuando rindes
tu voluntad a las corrientes primarias, te entregas completamente a
las sensaciones con una indulgencia desenfrenada. Lo peor es que
manipulas a otras personas cuando esto te ayuda a alimentar tus ape-
titos y, como puedes confiar poco en la respuesta del entorno, debes
ser en todo momento totalmente honesto contigo mismo. Cuando
estás centrado eres capaz de unificar las diversas tendencias de tu
vida; cuando estás descentrado no lo puedes hacer y sufres por ello.

Fase 14. Luna crecida. De 170º a 179º


El desafío: mantenerse fiel a una disciplina personal,
Origen de la decepción: sin sentido común; a menudo violentos
estímulos del exterior.
Centrado: extremada belleza humana; liberación de responsabi-
lidades sociales convencionales; el destino personal por encima de
todo.
Descentrado: terror ante el mundo; tristeza al comprometerse.
Rara vez aprecias el enorme impacto que tu personalidad tiene
en otras personas, tan consumido estás en la constante actividad de
descubrirte a ti mismo en cada acción. Cuando estás centrado sigues
fielmente tu propia ley hasta el último detalle, dándote cuenta de
que esta ley es la expresión más segura de tu ser total, no frag-
mentado. Aunque eres relativamente tranquilo, dejas una indeleble
impresión en el mundo por haber movilizado todas tus energías de-
trás de cada acto sucesivo de tu ser. Cuando estás centrado llevas
una vida encantadora, ya que no te preocupa la ganancia personal y
sólo te preocupa la autoexpresión; aparentas no querer nada, pero
antes de que pase mucho tiempo se hace obvio que estás recibiendo
todo de manos de los demás y te encuentras preparado a dejarlo todo
en un momento si tu visión o sentimiento te dirigiera a otra parte.
Como resultado de esta fidelidad de propósitos, proyectas tus ideas

282
en la civilización de manera tan fuerte, que otros llegan a identificar
tu voluntad con sus propios deseos profundos. Cualquiera que sea tu
misión, tu trabajo tendrá un interés universal. Cuando estás descen-
trado sientes que se espera que tú corrijas todas las faltas de la
sociedad y de otras personas o al menos que hagas mucho más de lo
que ya has hecho. Aterrorizado por las exigencias que al parecer te
hacen las circunstancias, no eres capaz de realizar nada sin un gran
esfuerzo y, o dañas a los demás con el fuego de tu excitación, o no
intentas nada para ayudarles al pensar que la tarea es demasiado
para ti y que no puedes ni siquiera empezarla. Vives en un estado de
perpetua desconfianza; temes a muchas personas, todo por negarte a
aceptarte a ti mismo como alguien desapegado del fluido de sucesos
que ocurren a tu alrededor. Mientras que tu atención se mantenga en
tu centro subjetivo, los asuntos de tu vida se pondrán en su sitio de
forma natural y tan involuntariamente como late tu corazón.

Fase 15. Luna llena. De 180º a 150º


El desafío: encontrar todo dentro de uno mismo, excepto la
soledad; unir las experiencias interiores y exteriores.
Origen de la decepción: objetividad, conciencia social.
Centrado: cada forma amada tiene forma corporal y cada forma
corporal es amada; éxito práctico, liberación de la lucha.
Descentrado: susceptibilidad, ruptura externa-interna que pare-
ce irreconciliable; soledad en aumento.
La Tierra en Astrología muestra la necesidad de traducir un
ideal a una realidad concreta para alcanzar una satisfacción en la
vida a través de una demostración poética de que tus ideas son váli-
das... Una flexibilidad mutable es necesaria en todas las fases
cruciales (1, 8, 15, 22), en las que cruzar un eje mayor ha traído la
polaridad contraria. Significa la preparación para una existencia
social a través de disciplinas prácticas y eventualmente una autode-
dicación. Al estar centrado tienes un extraño sentido para percibir la
totalidad de la vida en cualquier instante y para reconocer esa totali-
dad en ti mismo. Tus experiencias personales empiezan con un
agudo sentido de percepciones que impresionan a la mente más dis-
criminadora. Entiendes por experiencias pasadas que si te

283
sobrecargas emocionalmente o te vuelves demasiado frío y analítico
no recibirás una impresión correcta de la realidad. Aprendes a equi-
librar el sentimiento y la razón para percibir la realidad de la
situación... Tus éxitos prácticos, tu manera contenta y confiada y tu
profundidad de visión convencen a los demás de que no estás me-
ramente engañándoles con fantasías irreales. Cuando estás
descentrado es cuando niegas tu disciplina interna e intentas seguir
los estándares del orden exterior. A la vez el mundo te parece frag-
mento en innumerables e irritables partes no relacionadas y cada
uno te está pidiendo una atención inmediata... Cuanto más te sientas
atrapado por detalles superficiales más parecerá que todo en tu vida
está desplazado, es imperfecto y, por tanto, inaceptable. Eres quis-
quilloso, poco generoso, se te ofende fácilmente y eres
emocionalmente frío… Cuando estás descentrado al máximo te lle-
ga un nuevo sentimiento profundo: terror a la soledad; ya no puedes
evitar el reconocer que estás apartándote a ti mismo de los demás y
que no puedes continuar reaccionando a las condiciones superficia-
les y, lo que es más importante, que has estado perdiendo
oportunidades para tener experiencias internas más profundas. Inca-
pacidad para ver la totalidad de la vida reflejada en ti mismo alcanza
aquí su mayor oportunidad de expresión. No hace falta decir que has
absorbido mucho de la vida y ahora debes darlo, primero a tus com-
pañeros y luego a la sociedad o a la Humanidad.

Fase 16. Luna menguante. De 149º a 140º


El desafío: compartir la vida subjetiva de uno mismo.
Origen de la decepción: miedo a la desilusión.
Centrado: extremado idealismo, devoción a la belleza y lo
heroico.
Descentrado: quijotesco; alternar entre la depresión y la exalta-
ción.
En esta fase la satisfacción personal envuelve un profundo
arraigo y preocupación por los demás y el estar dispuesto a compar-
tir y cooperar con ellos. Los ideales ya no se disfrutan aisladamente
como posesiones maravillosamente subjetivas. Más bien deben ser
trabajadas en la sociedad. En vez de hacer que el criterio del éxito

284
sea correcto, buscas la comunión con otra persona; una experiencia
profunda de amor incondicional. Si puedes consumar al menos una
relación interpersonal estarás centrado. En el mejor de los casos no
puedes contener la alegría de ser tú mismo y naturalmente ofreces a
los demás el compartir tu vida interior. Estás dispuesto a darte a ti
mismo hasta el punto de agotarte para que otra persona se sienta tan
exaltada como tú lo estáis. Desde ahora eres consciente de que tie-
nes algo de valor que dar y puede que intentes con cada gramo de tu
fuerza comunicar tus más íntimos y profundos pensamientos. Como
eres un extremado idealista, pronto te encuentras con la cruda reali-
dad de que las otras personas a menudo no pueden o no comparten
contigo su tiempo o su interés. En seguida comenzarás a dudar de tu
propio valor, y esta inseguridad te descentra. Ahora te vemos exi-
giendo constante atención y no obteniéndola; deteniendo tu amor,
tus habilidades y tus conocimientos. Al estar reprimidos tus talentos,
no tienes forma de asegurarte de que tienen algún valor, y tus dudas
crecen aún más intensas. Incapaz de aguantar el dolor de la incertidum-
bre, te concedes cualquier diversión física, sin que te importe a que te
dañes en el proceso. Tardas poco tiempo en estar descentrado. Aunque
la discordia y la imperfección existen en el mundo, sin mencionar la
simple y total fealdad, no necesitas estropearte un día por ello o
arruinar la vida entera por repercusión de momentáneas desilusio-
nes. En vez de exagerarlas más allá de toda proporción, reconocerás
y aceptarás la necesidad de una alternación rítmica entre el placer y
el dolor. Después de todo ¿cómo sería posible experimentar la pleni-
tud del amor sin también conocer la soledad?

Fase 17. Luna menguante. De 139º a 130º


El desafío: superar la desilusión y la desunión interna.
Origen de la decepción: involucración social o política.
Centrado: estás constantemente en contacto contigo mismo y
con tus compañeros cercanos; muy abierto al cambio.
Descentrado: exageras una preocupación por una injusticia so-
cial para esconder tu herida personal.
Buscarás la ayuda de muchas personas para integrar tu persona-
lidad. Cuando estás centrado aceptas constantemente el desafío de

285
romper con el pasado para vivir completamente en el presente a tra-
vés de algún modesto y abrupto cambio, usualmente una pérdida
personal de una forma u otra. Te choca percibir la discordia del
mundo. Por ejemplo, has concebido la imagen del compañero ideal,
e incluso puede que conozcas a alguien que se aproxime a esa ima-
gen. Los dos pronto establecéis un profundo contacto y la relación
parece prometedora, cuando de repente el otro te deja, pierde interés
o revela un lado escondido aborrecible de sí mismo; inmediatamente
te sientes engañado y alienado; pero para poder mantenerte centrado
debes, en medio de toda esa ansiedad, reemplazar esa imagen des-
trozada por otra y así continuar indefinidamente... Según aprendes a
adaptarte a un constante cambio, te sentirás capaz de enfrentarte a
cada momento que pasa sin una carga de expectativas. Cuando estás
centrado tu honestidad fuera de lo usual se gana amigos de todas las
clases sociales. Muchas de estas amistades no duran más que los sucesos
que hicieron que surgieran, pero mientras duran, parece el resultado de
años de asociación. El ego ha obtenido un alto grado de complejidad
en esta fase y el intelecto enriquece la vida poniendo una interpreta-
ción original en los episodios de desilusión. A través de un
encuentro después de otro intentas alcanzar a quien te afecta, pero si
el miedo al dolor o del conflicto interfieren este proceso desertarás
de la sociedad y también de tu unidad interna. En un esfuerzo por
tapar la inseguridad interior de tu vida privada puedes exagerar un
interés en la reforma social. Al estar descentrado cualquier exceso
de comida, sexo, drogas, juego e incluso meditación y una completa
gama de distracciones no podrán cubrir completamente tu desunión
interior prolongada. Estás indulgencias resultarán en enfermedad,
depresión o alguna otra forma de respuesta negativa.

Fase 18. Luna menguante. De 129º a 120º


El desafío: conocerse a sí mismo a través de la acción más que
por un solitario reflejo.
Origen de la decepción: individualismo; cualquier filosofía que
se apoye en la autosuficiencia.
Centrado: acepta lo que la vida le ofrece; sin embargo, aunque
esto sea deficiente, satisface sus ideales internos.

286
Descentrado: hablar mucho y poca acción; persuadir a los
demás de que se apoyen en tus palabras.
Es especialmente importante para ti en esta fase demostrar tus
ideas a los demás para experimentar con ellas en un escenario so-
cial. Según crees en la inteligencia social aprendes a equilibrar tu
experiencia interna y externa. «El hombre se conoce a sí mismo sólo
a través de la acción, nunca a través del pensamiento.» En esta fase,
por el amor estás dispuesto a aceptar e incluso a apreciar las dife-
rencias que hacen posible la individualidad. Al estar centrado, unas
asociaciones satisfactorias son posibles. Cuando estás descentrado,
implica un profundo miedo al aislamiento que surge cuando fallas
en comunicarte con los demás. Tu estilo de vida da mayor prioridad
a las relaciones íntimas, pero incluso ahora el sentimiento momen-
táneo de desilusión te separa del otro y hace que te descentres. En
vez de renovar la disposición a encontrarte con otras personas, las
evitas o comienzas a manipular su pensamiento para afirmarte per-
sonalmente. A menudo traicionarás a los amigos o a tu amante
cuando estás descentrado. A veces tendrás asuntos con personas que
simplemente pican tu curiosidad y quizá te enorgullezcas de tu men-
te abierta... Cuando estés el suficiente tiempo descentrado y en
discordia, te darás cuenta de la importancia de alcanzar a otros con
toda tu mente y corazón. Ya no puedes ignorar los hechos existentes
relacionados con tus amigos, pero también debes responder con una
acción concreta. También debes aprender a aceptar los resultados de
tus acciones aunque no respondan a tus expectativas; de esta manera
encontrarás más fácil el sentir y ofrecer amor.

Fase 19. Luna menguante. De 119º a 110º


El desafío: amaestrar el mundo real a través de la intensidad de
ideas.
Origen de la decepción: el poder.
Centrado: extremado dramatismo; mantiene convicciones imba-
tibles; atento a sí mismo.
Descentrada: crueldad con los demás y, ocasionalmente, consi-
go mismo; temor a sí mismo y a la muerte; uso irresponsable del
poder.

287
Justo por debajo de la superficie y dispuesto a la acción instan-
tánea, tu inmenso poder transforma todo el pensamiento en
convicción y cada acción en una influencia obligada. Reconoces una
porción de ti mismo en cada situación y sigues adelante. Cuando
estás centrado pasas de un incidente a otro, desafiando a los demás a
que presten más atención. Este enorme poder lleva consigo una
enorme responsabilidad para el beneficio de los demás. Una pérdida
de sanidad momentánea puede resultar en una tragedia para otra
persona, por lo que puedes castigarte sin cesar años después por ese
episodio. También puede que seas consumido por tu propio poder si
intentas reprimirlo. En consecuencia, debes actuar, pero con un ab-
soluto autocontrol. Esta es incuestionablemente una de las fases más
difíciles y peligrosas. Al estar descentrado te sientes hinchado del
poder que has extraído de los demás, pierdes de vista tu obligación
de recrear la vida a un nivel superior de significado. La convicción
que sientes se ha vuelto una forma de oprimir a todo el mundo,
mientras que la verdad está tapada en medio de una situación desa-
fiante y a ti no te importa nada. En el fondo no te puedes aceptar a ti
mismo como un agente de regeneración social y miras hacia atrás a
una personalidad autoabsorbida, solitaria y pacífica. A la misma vez
te repele un estilo de vida sumamente subjetivo y deseas una mayor
implicación; sin embargo, este deseo te asusta por el poder y la res-
ponsabilidad que conlleva. Te quedas entonces con una implicación
fingida o una cruel manipulación de los demás, sin sentirte respon-
sable de ninguna manera por tus acciones. Esta fase significa una
fuerza en la vida pura, no diluida y el mayor poder ilimitado para
transformar. Ya sea a través del arte, la oratoria, la curación, religión
o métodos más destructivos, está implícita en el simbolismo de esta
fase la regeneración o el subir a una octava superior de atención y
conciencia.

Fase 20. Luna menguante. De 109º a 100º


El desafío: relacionar la imaginación creativa con el exterior;
tener resueltos todos los conflictos personales dentro de uno mismo.
Origen de la decepción: individuos o grupos como blanco para
la venganza.

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Centrado: percepción intelectual; extremadamente creativo, ca-
paz de obligar al mundo externo a conformarse a su interpretación
de él; mucha ambición.
Descentrado: proyecta sus conflictos en el mundo: extremada-
mente vengativo.
Esta es una fase de ambición que implica dos cosas: una mente
visionaria creativa y el poder de dar forma a las condiciones exterio-
res a voluntad. Eres estimulado por tu propia intensidad de
imaginación para construir sobre unas fundaciones ya existentes, no
rechazado nada por las buenas ni aceptando ciegamente la suma
total de la historia y la tradición. Cualquier cosa buena que veas
muy claramente en tu imaginación podrás ser capaz de obtenerla
cuando estás centrado, cualquier aspiración que decidas seguir pre-
valecerá, y antes de que pase mucho tiempo excluirá a todas las
demás. Cualquier acto creativo, ya sea en las artes, en la vocación de
concebir y educar a niños, en dirigir las relaciones humanas o en
cualquier otro apartado de la vida, será la sinopsis de toda tu perso-
nalidad, aunque separado de ella ya que la concentración puede
llevarte fácilmente a la obsesión, debes escoger tu misión con cui-
dado. Ocasionalmente existe confusión por sentirte deshonrado, y
esto indica la condición de estar descentrado. Exteriormente el éxito
puede venir demasiado rápido, tentándole a creer que las fuerzas
externas han convergido para asistirte. En vez de reconocer tu pro-
pio poder y libertad como deberías para mantenerte centrado,
puedes volverte supersticioso... Internamente, quizá como equili-
brio, el conflicto llega igual de rápido. En el momento en que un
gran poder está implicado, como es este caso, las consecuencias de
abusar de él se vuelven contra ti para reeducarte antes de destruirte.
Los periodos de limitación que estas deudas kármicas te imponen
pueden hacer que a veces estés muy resentido. Toda la energía emo-
cional se convierte en odio por estas restricciones, alejándote
completamente del amor.

Fase 21. Luna menguante. De 99º a 90º


El desafío: simplificar la vida a través de dominar el intelecto.
Origen de la decepción: ideas primarias y personas.

289
Centrado: fineza de actitud al esforzarse en probar a los demás
que no es la persona que se creen que es.
Descentrado: finge inocencia, se ridiculiza ante los demás.
Un inmenso intelecto es aquí más complejo dominador y único,
y ahora parece traer orden y significado al mundo material en vez de
considerar la vida como un fluido sin fin y abandonarte a sus co-
rrientes lo ves todo cuando estás centrado, como un material crudo
para hacer de él alguna estructura que tengas en mente. Hablas con
certeza, con confianza en que las construcciones que pones en los
sucesos chocarán a los demás no sólo por su originalidad, sino tam-
bién porque parecen las más apropiadas. Sobre todo tus
contribuciones a la civilización se realizan en el momento oportuno,
sin apego emocional, y te conviertes en parte del ahora. Aunque
prefieres vivir de una manera simple para mantenerte centrado, de-
bes dominar los sucesos corrientes. El desafío del presente es
formidable, y pensar en disputas del pasado o anticiparte a las del
futuro te llevará a vivir un caos mental. La simplicidad es tu fin
inalcanzable, y el argumento, el medio... Cuando estás descentrado
crees que meramente desafiando los estándares sociales aseguras tu
personalidad original. La desobediencia puede ser tan ciega como la
obediencia mecánica a las normas establecidas. Por intentar persis-
tentemente mofarte de ellas, simplemente refuerzas su
reconocimiento. Cuanto más intentas encarnar la travesura, la pa-
sión, la incompetencia o la deshonestidad, más ridículas y absurdas
se vuelven tus acciones… Al descentrarte más, suprimes tu poder y
te adaptas superficialmente a los cambios de tu alrededor; la energía
enterrada reaparece como ansiedad y como el comportamiento senil
descrito antes. Al estar centrado puedes adaptar tu poder mental
para dominar cualquier circunstancia. Descentrado pareces falso a
los demás y te manejas tan pobremente como una marioneta. En esta
fase el Sol y la Luna están cerca de la órbita de la cuadratura, y al
ser ésta un aspecto de esfuerzo requiere un gran desgaste de energía
para producir resultados modestos. Al sentir la rendición del Cuarto
Menguante cerca, luchas para defenderte como si el destino te pu-
diera dejar volver atrás a la Luna llena. Lealtad a una forma de vida
creada y recreada según los valores privados; ahora esto implica una

290
adaptabilidad y un poder regenerador.

Fase 22. Cuarto menguante. De 89º a 60º


El desafío: emerger al mundo exterior, ser liberado por una
visión espiritual de alienación personal.
Origen de la decepción: voluntad; ilusiones de persecución.
Centrado: el intelecto se agota a sí mismo y disposición para
mirar a la vida objetivamente.
Descentrado: odio a dejar la voluntad; frenético y violento.
«Mi fuerza se hace perfecta en la debilidad», dijo Yeats. Esta
fase representa una crisis interna de conciencia en vez de una crisis
de acción. Sagitario refleja la disposición de esta fase: una búsqueda
inquietante de conexiones distintas y principios últimos. Esta bús-
queda te lleva tan lejos de tu campo normal de entendimiento, que
no tienes poder para responder y te sumerges en un atontamiento;
simplemente debes permitirte ser cambiado. Desde el punto de vista
de la personalidad eres demasiado inquieto para tu propio bien. En
una búsqueda desenfrenada arruinas lo que antes era una identidad
sana por ir más allá de lo que estás acostumbrado desde el punto de
vista de lo que es tu carácter solar. Esta búsqueda esencial para tu
bienestar psicológico y para mantenerte centrado, porque ya no
puedes seguir como hasta ahora, pues tu personalidad estaba estan-
cada. Si todo va bien, tus compromisos más profundos cambian de
ser asuntos individuales a colectivos. Los mayores valores de la so-
ciedad, los ideales que incitan el soporte de todos o casi todos sus
miembros, constituyen tu religión. Estos principios universales te
sugieren una inquietud original y te inducen a llevar a cabo una in-
tensa transformación psicológica. Estos principios son tu blanco y
unifican lo que de otra forma parecería una vida salvajemente incon-
sistente. Cuando te descentras desconfías de cualquier cambio que
no esté bajo tu control consciente, aunque tu mente es muy fuerte al
haber dominado a todo el mundo ya no tienes otra cosa con la que
competir y luchar excepto contigo mismo. Has vigilado y ordenado
el mundo a tu gusto, has sintetizado todo el conocimiento dentro de
un sistema intelectual o filosófico y todavía estás insatisfecho, no
sabiendo qué hacer más y temiendo el creciente descontento y ten-

291
sión dentro de ti. Te retuerces dentro de tu capullo o campo limitado
de acción. No eres deliberadamente sádico; solamente frenético,
confundido, y, por tanto, incapaz de apreciar el daño que estás cau-
sando. Sin darte cuenta eres tu peor enemigo. A medida que
aumentan los obstáculos a tu voluntad, la ansiedad se amontona fir-
memente, puntualizada sólo por periodos de resignación y
desesperación. En obediencia a tu fuerte sentido social comienzas a
evitar el argumento intelectual o la manipulación, aunque todavía te
sientes muy energético, pero eres capaz de dejar tu individualismo
por la caridad y por beneficiar a otra persona. Ten en cuenta que
esta fase es difícil y dolorosa cuando tratas de resistirte a ella por
miedo a los cambios necesarios e inevitables. Será como la meta-
morfosis de una mariposa. Si entiendes lo que te está pasando serás
capaz de cooperar y disminuir la tensión.

Fase 23. Luna menguada. De 59º a 50º


El desafío: desarrollar una técnica o habilidad que servirá al en-
torno.
Origen de la decepción: la emoción personal.
Centrado: un trabajador enfático con un sentido del humor re-
frescante y una reverencia por todas las expresiones de la vida.
Descentrado: tener pena de uno mismo a causa de la pasión per-
sonal que no se puede sentir; melancolía y búsqueda de la propia
persona.
Unir a todas las personas bajo una creencia común. No se bus-
can las responsabilidades, pero se sienten desde el nacimiento, y con
poco esfuerzo llegas casi a la perfección en una habilidad particular
que querías alcanzar y alcanzas. Cuando estás centrado, no tienes a
ningún maestro que agradar, no tienes competidores que superar ni
ningún ego personal que satisfacer; sólo posees una destreza que
aplicar a una tarea tras otra. Aunque te has esforzado mucho; estás
tan sorprendido como todo el mundo de los resultados de tu trabajo;
quizá un cuadro, un descubrimiento científico, un nuevo método
para integrar una escuela..., que a la larga beneficiará a muchas per-
sonas. Mientras estás trabajando, tu mente nunca divaga de la
técnica; sin embargo, sin darte cuenta has traído a la luz algo nuevo

292
y asombroso, algo que evade el entendimiento intelectual, pero que
de todas formas tiene un incentivo universal. Te gustan todos los
pequemos detalles de la vida y todavía los percibes como cosas en-
lazadas para formar patrones mayores y más inclusivos. La
discusión intelectual sobre los sucesos que ocurren te repele porque
en tu opinión oscurecen aún más que revelan. Por tu parte, prefieres
hacer mejor que hablar, porque todo tu trabajo revela más que oscu-
rece. Cuando estás descentrado, te sientes disgustado por todos tus
fracasos, intentas descargar tu frustración emocionalmente, pero
fallas en ese intento también, no saliendo nunca de tu tristeza o de tu
autocompasión infantil. Cuando finalmente la sociedad aplaude tus
logros y éxitos, se te hará obvio el fingimiento. Al mirar atrás, pro-
bablemente tendrás dificultad en recordar un solo momento de
felicidad porque estás distraído por tu deseo de éxito futuro. En el
mejor de los casos te contentas a ti mismo con el trabajo que has
escogido y obtienes un alto grado de pericia y originalidad. Aceptas
ocasionalmente el dolor y la restricción como algo necesario para tu
educación espiritual y para realzar tus poderes. En el peor de los
casos, te vuelves un individualista, en cuyo caso el sufrimiento y la
frustración no parecen tener propósito y meramente te estimulan a
autocompadecerte.

Fase 24. Luna menguada. De 49º a 40º


El desafío: codificar la vida; desembarazarse de afectos perso-
nales.
Origen de la decepción: la ambición personal.
Centrado: encuentra un sitio correcto para todo el mundo; capi-
taliza ante la tradición; responsable, se eleva a posiciones de
autoridad.
Descentrado: riguroso consigo mismo, insiste en una ley abso-
luta y un orden; muy juicioso y solitario.
La ambición de cualquier tipo finaliza en esta fase y se estabili-
za. La vida parece que está predestinada a resolverse alrededor del
código central de la conducta personal que refleja alguna tradición
cultural o histórica... En tu papel de maestro debes vivir con esta
tradición y observar tus patrones de conducta en muchas situaciones

293
concretas antes de que el código pueda ser completamente com-
prendido. Te lo comunican casi por entero a través de ejemplos
prácticos raramente a través de discusiones externas. En cuanto a las
personas, excusas virtuosamente a aquellos que están por debajo y
por encima de ti, pero raramente te perdonas a ti mismo o a un igual
por cometer una gran indiscreción... Tu humildad personal será
igualada en cada punto por un orgullo impersonal por la excelencia
del código. Al estar centrado rindes tu voluntad en obediencia a lo
que sientes que se espera de ti. Un deseo personal y una ambición
son transformados en un deseo de querer estar involucrado en res-
taurar el orden y significado social. La autodedicación debe
compensar el sufrimiento y prevenir la depresión. Al final del análi-
sis, están empeñándote en encontrarte a ti mismo. Cuando te hayas
hecho más humilde, tu lealtad simultáneamente te exaltará a una
posición de autoestima y autoridad.
Al estar descentrado puede que caigas en sentir pena de ti mis-
mo, en la rigurosidad e hipocresía y en una cualidad que refuerzas al
criticar los esfuerzos de otras personas. Naturalmente, tal compor-
tamiento penoso hace que todo el mundo se aleje, teniendo como
resultado el más opresivo aislamiento.
En esta fase puede que se eliminen las últimas señales de emo-
cionalismo. En el mejor de los casos, esta fase produce maestros
competentes y refrenados, así como líderes.
En el peor, permite la arrogancia y produce maniáticos y auto-
exiliados. La revolución toma la forma de revivir las facciones
culturales del pasado a fin de crear el futuro.

Fase 25. Luna menguada. De 39º a 30º


El desafío: unir a todas las personas bajo una creencia común.
Origen de la decepción: poder para conseguir una ventaja per-
sonal
Centrado: manejar gran poder social; un genuino ejemplo de
rectitud.
Descentrado: extremadamente intolerante y dogmático, persi-
gue a aquellos que no tengan sus creencias.
Buscas una conciencia universal con la que guiarte a ti mismo y

294
a los demás. Usualmente, la encuentras en la forma de una fe muy
expandida y decretas o decretan que eres un portavoz excepcional.
Estarás centrado al evitar todas las preocupaciones privadas, y al
aplicarte a las necesidades humanas en general, te encontrarás dota-
do de un carisma capaz de controlar grandes grupos de seguidores.
Usas tu intelecto para mejorar la retórica y para clarificar conceptos
en vez de para analizar o probar tus creencias. Hacia el final de la
vida emergerá en ti un carácter claro y diferente: el de un reforma-
dor fervoroso y un trabajador incasable. Cuando estás descentrado,
haces gala de ideas no realistas con intolerancia hacia cualquier ob-
jeción y con una arrogancia inaguantable. Comienzas con la firme
convicción de que sólo tus creencias son las verdaderas y pronto te
persuades de demostrar la validez de tu fe obteniendo riqueza finan-
ciera o prestigio social. Lo peor es que tratas a la Humanidad como
si fuera un montón de barro que debe ser moldeado de acuerdo con
tus deseos propios. No sientes simpatía por ninguna otra persona;
sólo en tus momentos más tiernos notas un deseo ensoñador de que
tus ideas tengan aceptación universal.
La simpatía y el calor humano son posibles sólo a través de una
denegación personal y un acercamiento de desapego impersonal a
los problemas de la civilización. Estas cualidades mantendrán refre-
nadas las tendencias al fanatismo y te vuelven a la condición de
estar centrado.

Fase 26. Luna menguada. De 29º a 20º


El desafío: encontrar la humildad de aceptarse a sí mismo tal
como se es; confrontar la muerte.
Origen de la decepción: la dignidad personal.
Centrado: visión penetrante psicológica; prever el futuro; la cer-
teza de la muerte intensifica cada experiencia.
Descentrado: destrucción como última aserción de individuali-
dad; soledad; cometer el error de juzgarse a sí mismo.
Puede resultar difícil ser tú mismo con otras personas, ya que
nunca les parece que eres enteramente normal. Esta fase contiene el
desafío de permitir que el carácter humano sea moldeado de acuerdo
con las fuerzas exteriores. En este caso debes aceptar la manera en

295
que todas las personas tienden a verte: perturbadoramente diferente.
Si prefieres sustituirla con tu propio concepto de ti mismo, pasarás
inmediatamente a estar descentrado. Una de las formas más fáciles
de verte a ti mismo objetivamente requiere solamente un buen senti-
do del humor. Si te lo tomas todo de una forma liviana, entonces las
mofas molestas y críticas de los demás no se acumularán en tu me-
moria y no se convertirán más tarde en un odio duradero hacia ti
mismo. Cuando eres verdadero a tu fase, y estás centrado, simple-
mente miras a lo que ocurre a tu alrededor y siempre te sorprende el
carácter que te da vida. Te conoces a ti mismo desde fuera adentro y
al centro, nunca al revés, y te sorprendes y te sientes aliviado con lo
que aprendes. Has abandonado viejos rencores, te perdonas a ti
mismo y a los demás y sientes alegría por ello. Puedes leer admira-
blemente bien el carácter, igualmente con referencia a un potencial
básico del futuro en vez de en términos de estándares éticos conven-
cionales. Al haber tirado tu propia carga opresiva, a menudo tomas y
dispones de los problemas de los demás, inspirándoles con tu ejem-
plo. Tienes un don perceptivo para detectar y traer a la superficie
alguna condición increíble y fuera de lo usual… Cuando estás des-
centrado no puedes remediar el tomarte en serio todas las burlas,
creyendo de verdad internamente que eres un infame, mientras que
exteriormente desprecias a tus asaltantes. Miras a estas personas
muy severamente, no olvidando nunca una sola ofensa y sin impor-
tarte sus intentos por enmendarlo. Al ser tu peor enemigo, te
impones a ti mismo toda la miseria de complejos de persecución que
no puedes soportar. Si pudieras ver tu comportamiento te reirías
como en una comedia en vez de verlo como una tragedia sombría.
En seguida te verías a ti mismo objetivamente y retendrías la condi-
ción de estar centrado y de ser verdadero a tu fase.

Fase 27. Luna menguada. De 19º a 10º


El desafío: ser nada para uno mismo, todo para los demás.
Origen de la decepción: autoridad personal.
Centrado: santidad; renuncia a todo deseo de autoridad perso-
nal; responde a los demás; profético.
Descentrado: orgullo mental; juicioso; intento de purificarse a

296
sí mismo.
Finalmente has encontrado la humildad para perdonarte a ti
mismo y a los demás por ser imperfectos. Aliviado de la carga de la
autoconsciencia individual y, por tanto, capaz de sostenerte recto
ante la vida. Cuando estás centrado, tu atención se pone en la Hu-
manidad en vez de en ti mismo. Todo lo más, te tomas a ti mismo
como uno entre muchos, como viendo tu cuerpo desde la distancia,
o quizá experimentas conscientemente la unidad de la vida debajo
de sus muchos puntos individuales de enfoque, uno de los cuales
eres tú mismo. No debe haber ninguna ambición, empeño ni oposi-
ción; tus actos más refinados son sin esfuerzo como hechos a través
tuyo por otro agente. Al haber nacido tan tarde en el ciclo, no sólo
sientes el dolor y la alegría de los demás como tuyo propio, sino que
sabes cómo ofrecer ayuda sin interferir. Cuando eres verdadero a tu
fase, el hombre universal de Acuario vive mirando hacia dentro y en
completa simplicidad. Tu paz mental depende casi por completo del
nivel general de buena voluntad que hay entre las personas de tu
entorno cercano. Al olvidarte de ti mismo demuestras el significado
y pruebas el valor de las relaciona humanas, especialmente en gru-
pos formados por un propósito común, amistades unidas por el
sacrificio, porque al poner la vida en manos de tus amigos, satisfa-
ces un servicio de propósito intencionado a casi todo el mundo,
incluso en la muerte y menos dramáticamente en la vida. Tú existes
para el bienestar de todo tu entorno porque esta totalidad constituye
básicamente tu vida. Cuando estás descentrado, piensas que quizá
tienes un secreto de un conocimiento sublime que te hace mejor que
a los demás; esta autodecepción se mostrará en tu comportamiento.
Estás condescendiendo en vez de ser humilde; eres egocéntrico en
vez de estar centrado en el grupo y ambicioso en vez de agradecido.
Eres perturbadoramente diferente y posiblemente demasiado veraz
para poder sentirse cómodo contigo. Pareces saber más que la mayor
parte de las personas, y quizá sientan que el conocimiento se te ha
subido a la cabeza. Los demás no están dispuestos a verse a sí mis-
mos en profundidad sí eres verdadero a tu fase, ni les importa ser
juzgados inferiores si estás descentrado.

297
Fase 28. Luna menguada. De 9º a 1º
El desafío: disfrutar de una vida sin dirección, ni siquiera saber
que uno es nada.
Origen de la decepción: vigor para superar la impotencia.
Centrado: hacer lo máximo de cada día; liberado del empuje de
la ambición.
Descentrado: odia la vida; encadenado al pasado; fantasías
mórbidas; rabia maligna.
Para vivir siendo verdadero a tu fase no se requiere un plan ela-
borado ni una gran ambición: meramente el estar dispuesto a
contribuir con cada día que pasa. A través de una actividad física
normal eres capaz de elevar tu atención consciente y, por tanto, de
prepararte para el ciclo que se acerca. Cualquiera que sea tu trabajo
buscas sólo enriquecer y nutrir tu vida, nunca estar separado de ella.
Esta fase puede llevarte a un humanitarismo completamente inclusi-
vo: uno que no pide nada y da todo...
Cuando estás centrado nadie te parece extraño o no merecedor
de tu respeto; a pesar de las marcadas diferencias de temperamento
individual, todo el mundo es reconocido como alguien relacionado
con todos los demás y con una síntesis total humana. Ninguna otra
fase se excede tanto como ésta, con respecto a la pérdida voluntaria
de uno mismo. Cuando estás descentrado, las fantasías e incitacio-
nes raramente te afligen desde fuera como a menudo lo imaginas,
sino más bien se originan en una recolección profunda subliminal de
pasadas experiencias. La niñez es posible que haya sido miserable,
pudo haber una enfermedad insidiosa o dolorosa o quizá la causa de
mucha amargura sea el vestigio de una encarnación pasada o sim-
plemente la última época de sufrimiento.
En el momento en el que salen a la superficie estos recuerdos
puede que no se reconozcan como un sumario concentrado de suce-
sos anteriores; en tal caso pueden engañarte o poseerte, causándote,
por tanto, terror en un intento desesperado de evitar que te abrumen
tales reconocimientos. Es posible que refuerces el apego a tu cuerpo;
este recurso puede llevarte usualmente a una grosera sensualidad, a
la autoindulgencia o a hacer esfuerzos por aumentar la riqueza y el
confort físico y material.

298
Esta fase corresponde al amanecer de la vida, que implica una
atención profunda de la verdad, un estar contento y una paz mental,
o, si no, un egocentrismo senil o depravado. Asimismo simboliza
una percepción original del futuro de la vida, y también un odio y
una furia espástica al estar descentrado. De todas formas, recoges
toda la herencia de tus padres o de tus encarnaciones pasadas para
formar una nueva semilla en la Luna Nueva.

299
CAPITULO IX

LA PARTE DE LA FORTUNA

La Parte de Fortuna no es una energía planetaria, sino simple-


mente un punto en el espacio que resulta de la integración de los tres
elementos más importantes de una carta astral: el Sol, la Luna y el
Ascendente. Es el punto de armonía de estos tres, el verdadero equi-
librio de la persona, nuestra fortuna personal, nuestra felicidad y la
forma en que nos podemos realizar como individuos sin que nuestro
karma nos ate al pasado. La Parte de Fortuna es el centro de este
triángulo: el Sol, nuestro mundo consciente y la capacidad de reali-
zación; la Luna, nuestro mundo inconsciente y el carácter; el
Ascendente, nuestra manifestación exterior y la forma de proyectar-
nos en el entorno.
Por tanto, la Parte de Fortuna describe el centro y el corazón de
nuestro ser y nos muestra cómo estar en el Eterno Ahora, ese instan-
te en el que todas las personas de nuestro interior están unidas y
cooperando. Como ya hemos visto anteriormente, la única forma de
disolver karma es estando en el Ahora Mismo, sin pensar en lo que
tenemos que hacer dentro de dos minutos y lo que hicimos hace un
minuto. Como bien sabemos, es un punto dificilísimo de encontrar y
facilísimo de perder. De hecho estamos en él varias veces, y por el
simple hecho de recrearnos en ello o la arrogancia de haberlo ob-
tenido, inmediatamente lo perdemos. Es un estado de estar atento a
uno mismo en ese instante preciso, para el que hace falta mucha
práctica y una gran sabiduría. La Parte de Fortuna representa esa
presencia en el Ahora, que es fácil de obtener para cada individuo en
particular. La Parte de Fortuna ayuda a elevar la consciencia, a co-
nocerse a uno mismo y a romper los condicionamientos del pasado.
De todas maneras, el conocimiento y estudio de la Parte de For-
tuna nos ayuda a reconocer cuándo hemos conseguido estar en esa

301
armonía de las energías cósmicas y a su vez sintamos esa unidad
personal y universal. Todo funciona de forma integrada, sin contra-
dicciones.
La trigonometría de los tres signos principales nos señala la to-
talidad de la personalidad individual y la Parte de Fortuna nos ayuda
a unir nuestra naturaleza personal con ese mundo a través de lo que
tenemos que vivir, ya que el Ascendente es el lugar en el que se en-
cuentra la Tierra, al estar marcado por la línea del horizonte del
lugar de nacimiento. La capacidad de brillantez y realización del
Sol, unida al carácter personal interno de la Luna al unirse al As-
cendente, hace que nos encontremos con su total exteriorización en
el entorno de la Tierra. Por esa misma razón el signo que representa
a la Parte de Fortuna es el mismo que durante mucho tiempo se ha
utilizado para simbolizar el planeta Tierra: un círculo dividido por
una cruz en su interior; el espíritu (círculo) centrado dentro de la
materia (cruz).
Estudiemos un ejemplo: la capacidad de culminación de toda
realización, ambición, responsabilidad y madurez del Sol en Capri-
cornio, con un carácter de búsqueda libre, excéntrica e inesperada y
el sentido humanitario de la Luna en Acuario, al tener que ser vivi-
dos ambos a través de un ascendente en Libra en armonía con el
Universo y teniendo que compartirlo con los demás con toda justi-
cia, daría una Parte de Fortuna en Escorpio y en la casa 2ª, que trata
de la penetración en la realidad, la transformación de los valores, la
visión en el mundo invisible, manteniendo los principios personales.
Siempre está profundizando más en la realidad, ya que Acuario abre
horizontes; Capricornio los lleva a cabo completamente, y Libra
hace que a través del contacto con los demás se dé uno cuenta de lo
que es justo en un mundo compartido. Así, esta Parte de Fortuna
ayuda a eliminar todo lo que no personalmente sobreviva y sólo se
queda con lo que personalmente es duradero y significativo al ha-
berlo experimentado y vivido con el mundo universal (Acuario),
social (Capricornio) y armónico (Libra).
Para encontrar la Parte de Fortuna sólo hemos de mover el Sol y
la Luna, colocar el Sol sobre el Ascendente, y el lugar donde caería
la Luna es la Parte de Fortuna. Por tanto, el saber la separación

302
exacta entre el Sol y la Luna es esencial, y será la misma que exista
entre el Ascendente y la Parte de Fortuna. Una persona que haya
nacido en Luna Nueva tendrá la Parte de Fortuna conjunta al Ascen-
dente, ya que la realización del ser y su capacidad se mostrarán en
su totalidad a través de su situación y proyección en el entorno o en
la Tierra. Asimismo una persona que haya nacido en Luna Llena, al
poner el Sol en el Ascendente, la Luna se situará en el Descendente,
y casi siempre deberá tener la Parte de Fortuna en la casa 7ª, ya que
debe unir esa polaridad a través de las relaciones íntimas y de los
demás.
Es interesante asimismo estudiar la Parte de Fortuna también en
conexión con las Fases de la Luna. En Cuarto Creciente o cuando la
Luna se encuentre en signos del Zodíaco posteriores al Sol, la Parte
de Fortuna siempre caerá debajo del horizonte, marcando la realiza-
ción a través del crecimiento individual; si el Cuarto Creciente fuera
exacto, habría también una cuadratura Sol-Luna, por lo que la Parte
de Fortuna estaría en la casa 4ª, donde indicaría la íntima conexión
emocional de esa realización y la unificación del conflicto. Sin em-
bargo, al ser Luna Creciente, y estando la Luna en trígono al Sol
posiblemente, la Parte de Fortuna caería en la casa 5ª, en donde ha-
bla de creatividad y fuerza en la realización personal. Por tanto, en
las fases de Luna Menguante, en las que la Luna se acerca al Sol
después de la Luna Llena y acercándose a Luna Nueva, al estar en
los signos anteriores al Sol, la Parte de Fortuna caería en la parte
superior de la carta, indicando una realización después de la conse-
cuencia de la Luna Llena, en la que se hace de forma más colectiva
y que evidentemente es vivida y compartida por el mundo exterior.
En el Cuarto Menguante o cuadratura Sol-Luna, la Parte de Fortuna
estaría en la casa 10ª, en la que la realización trataría de la dirección
y culminación con el público y su responsabilidad social para unifi-
car ese conflicto; o en la casa 9ª, en donde trataría de un co-
nocimiento superior al compartirlo con los demás. Sin embargo, una
Luna Menguante que estuviera entre trígono o quincuncio al Sol
haría que la Parte de Fortuna cayera posiblemente en la casa 8ª, en
donde versaría sobre la disolución de la personalidad a través del
contacto con los valores de los demás. No obstante, en un sextil en-

303
tre el Sol y la Luna, la Parte de Fortuna estaría situada en la casa 11ª
y versaría sobre las experiencias inspiradoras y los ideales humani-
tarios.
Para calcular la Parte de Fortuna hemos de realizar una opera-
ción muy simple. Primero, dar a los signos el valor de la casa que
rigen: Aries 1ª, Leo 5ª, Escorpio 8ª. Entonces procederemos a sumar
el valor de los grados y minutos del Ascendente al de los grados y
minutos de la Luna y después los restamos a los del Sol. La Fortuna
impersonal está en el signo y casa opuestos y a los mismos grados
que la Parte de Fortuna. (Ver ejemplos en pág. 305).
La operación es la siguiente: ASCENDENTE + LUNA – SOL =
PARTE DE FORTUNA.

LA PARTE DE FORTUNA Y EL AQUI Y AHORA

Como ya podemos apreciar, la Parte de Fortuna simboliza ese


estar centrado en el Aquí y Ahora, donde no existe el karma del pa-
sado, ya que todo se relaciona a las manifestaciones del presente y a
concentrar nuestra atención en lo que estamos haciendo en ese mis-
mísimo momento. Aunque éste sea una consecuencia del pasado,
nunca es lo mismo, sólo puede parecerse, y es solamente a través de
nuestros pensamientos y reacciones repetidas como hacemos que se
parezcan lo más posible y sean ecos repetidos del pasado, de nuestra
amargura o de todo aquello de lo que realmente queremos escapar.
Esta presencia del Ahora que simboliza la Parte de Fortuna es
aquella que nos es fácil encontrar, donde no existe el tiempo, ya que
estamos tan concentrados y disfrutando tanto de lo que hacemos,
que un minuto podría parecer una hora o una hora un minuto.
La presencia del Ahora particular de la Parte de Fortuna es al-
canzable por todos los seres humanos y no es lo mismo que el poder
mantener la presencia del Aquí y Ahora todo el tiempo o en situa-
ciones que nada tienen que ver con la Parte de Fortuna; esto sólo lo
consiguen personas muy elevadas, con un alto grado de preparación
y trabajo personal. Mantenerse en el Aquí y Ahora constantemente a
lo largo de nuestro día entero es tan difícil de conseguir que incluso

304
EJEMPLOS

305
no es un estado constante en los grandes maestros espirituales cuya
enseñanza y vida los ejemplifican. Nosotros quizá consigamos estar
en el Ahora un par de segundos al día, o un par de minutos, y en
casos excepcionales un par de horas. Si reconocemos que estamos
en él de inmediato lo perdemos, ya que es como decir «Qué bien
estamos», lo cual sólo vendría de compararlo con un momento don-
de no nos sentíamos así, y, por tanto, lo perderíamos por estar
relacionando nuestro momento presente con otro del pasado.
En cualquier tiempo, aunque sea corto, en el que estemos inte-
grados en nosotros mismos no existe el karma del pasado y nos
enfrentamos a la situación como ésta lo requiere en ese momento,
pudiendo superar el karma negativo y creando karma positivo.
Cuando podamos mantener nuestros pensamientos en el Aquí y
Ahora todo el tiempo y nos relacionemos con todas las circunstan-
cias y personas de nuestra vida como si fuera la primera vez,
entonces habremos logrado superar el karma, tanto como si alcanzá-
ramos a superar la fuerza gravitacional de la materia. Esto es tan
difícil precisamente porque la ley kármica hace que no lo hagamos
solos, por proyección o transferencia, cuando se haya conseguido
suficientemente por uno mismo también las personas de nuestro
entorno lo consiguen en alguna medida. Aunque uno se relacione
con su madre, amante o hijo como el Ahora lo esté pidiendo y con-
siga mantenerse centrado en el presente, si la otra persona no
responde de igual modo y se acuerda de la pelea de ayer o de algún
problema del pasado será percibido por el individuo, sacándole de
su presencia del Ahora y provocándole a reaccionar con las sensa-
ciones que ya no pertenecían a su presencia del Ahora.
Una persona puede aprender a ser completamente responsable
de sí misma, aunque haya tanto fluido de intercambio que incluso el
que la otra persona se acuerde de lo que pasó ayer pueda causar el
sacarle de su presencia del Aquí y Ahora.
Cuando el ser humano logre unir su mente con su cuerpo y así man-
tener sus pensamientos en lo que está haciendo en ese momento,
entonces habrá logrado superar no sólo su carga kármica individual,
sino incluso la colectiva por resonancia.
En cualquier tiempo, aunque sea corto, en el que estemos inte-

306
grados en nosotros mismos no existe el karma del pasado y nos en-
frentamos a la situación como ésta lo requiere en ese momento,
pudiendo superar el karma negativo y creando karma positivo.
Cuando podamos mantener nuestros pensamientos en el Aquí y
Ahora todo el tiempo y nos relacionemos con todas las circunstan-
cias y personas de nuestra vida como si fuera la primera vez,
entonces habremos logrado superar el karma, tanto como si alcanzá-
ramos a superar la fuerza gravitacional de la materia. Esto es tan
difícil precisamente porque la ley kármica hace que no lo hagamos
solos, por proyección o transferencia, cuando se haya conseguido
suficientemente por uno mismo también las personas de nuestro
entorno lo consiguen en alguna medida. Aunque uno se relacione
con su madre, amante o hijo como el Ahora lo esté pidiendo y con-
siga mantenerse centrado en el presente, si la otra persona no
responde de igual modo y se acuerda de la pelea de ayer o de algún
problema del pasado será percibido por el individuo, sacándole de
su presencia del Ahora y provocándole a reaccionar con las sensa-
ciones que ya no pertenecían a su presencia del Ahora.
Una persona puede aprender a ser completamente responsable
de sí misma, aunque haya tanto fluido de intercambio que incluso el
que la otra persona se acuerde de lo que pasó ayer pueda causar el
sacarle de su presencia del Aquí y Ahora.
Cuando el ser humano logre unir su mente con su cuerpo y así man-
tener sus pensamientos en lo que está haciendo en ese momento,
entonces habrá logrado superar no sólo su carga kármica individual,
sino incluso la colectiva por resonancia.
En el Aquí y Ahora que representa nuestra Parte de Fortuna no
nos afecta el karma del pasado, o al menos el karma negativo del
pasado; tenemos control sobre nuestras contradicciones. Además
alcanzamos un equilibrio armónico de la personalidad y una presen-
cia espiritual. Por eso la Parte de Fortuna contiene la totalidad y la
esencia de nuestra propia búsqueda espiritual y cómo sincronizarnos
con las corrientes cósmicas que nos llevan hacía nuestro nódulo
Norte y la evolución de nuestra alma.

307
LA PARTE DE FORTUNA Y LA FORTUNA IMPERSONAL

La Parte de Fortuna representa la manera en que el individuo al-


canza su mayor felicidad y su satisfacción. Cuando puede
mantenerse con facilidad en el Aquí y Ahora se encuentra en un
estado concreto para cada persona en el que consigue una máxima
armonía consigo mismo y el entorno.
Sólo conociéndose se obtiene la sabiduría; primero debemos
conocer la manera en que estamos integrados con nosotros mismos
y cómo nos sentimos cuando no lo estamos. La sabiduría no puede
buscarse, sólo viene a través de la experiencia de la vida. No se pue-
de adquirir leyendo libros ni escuchando las palabras y experiencias
de otras personas; sólo a través de nuestra propia experiencia de
integridad personal, lo que está representado por la Parte de Fortuna.
Es el producto de todo lo que el individuo conoce, basado en todo lo
que ha experimentado personalmente. Las experiencias de los demás
y los libros sólo nos pueden ayudar o guiar, pero en el fondo nada
nunca es igual y no pueden resolver nuestros dilemas. La sabiduría
debe ponerse en práctica o, si no, no sirve para nada. Hay los que
buscan ser y los que buscan entender cómo ser. Los primeros viven
la vida intensamente, probándolo todo, participando en nuevas expe-
riencias que dan a la vida un sentido de progreso o movimiento. Los
otros son observadores o manipuladores de la vida; tienen miedo a
sus emociones y a la verdad; pueden razonar y excusarse. Hay per-
sonas que conocen y otras que no conocen, unos que se armonizan
con sus experiencias diarias y la Naturaleza y otros que se pasan la
vida protestando y en desarmonía con todo lo que les rodea y la Na-
turaleza.
Aquellos que no conocen están tan desintonizados consigo
mismos, que nada o poco en su vida puede darles felicidad. Están
siempre en competencia con la ilusión del ego que les lleva de una
cosa a otra sin obtener satisfacción. Además intentan no ser respon-
sables de lo que les ocurre y culpan a los demás.
Cuando uno busca cuál es su karma específico puede desperdi-
ciar el tiempo porque en realidad está viviendo su karma sin
preguntarse su significado.

308
Una de las cosas positivas que podemos hacer es ponernos en
armonía con lo que es mejor para nosotros mismos, sin limitar las
experiencias, las circunstancias. Sin embargo, los individuos que
estancan su crecimiento dispersan sus energías y crean multitud de
diversiones y distracciones. La casa y el signo de la Parte de Fortuna
indican el área específica en la que uno puede enfocar sus energías
positivas y es capaz de beneficiarse, lo que le traerá un sentido único
de alegría y felicidad. Es el punto en el que el hombre encuentra sus
ideales y busca enfrentarse a ellos cooperando con aquello que es
único en su vida. Casi siempre el hombre juzga a los demás por sus
acciones mientras se juzga a sí mismo por sus ideales. La Parte de
Fortuna Impersonal es el punto en el que debemos tratar de ser im-
personales en la observación de los demás. De hecho se está
juzgando a sí mismo en áreas donde no conoce los ideales de los
demás, sino que sólo ve sus reflejos. Si lo toma negativamente, le
roban su sentido de felicidad.
La Fortuna Impersonal son aquellas cosas que vemos en los
demás y que a menudo ellos nos dicen o nos comentan o incluso nos
animan a hacer. Tenemos que saber cómo tomarlo sin que nos dis-
traiga, para que nos sirva para apreciar más nuestra alegría en el
Ahora de la Parte de Fortuna. En realidad no estamos solos y de-
bemos tratar el karma con los demás. Tenemos que distinguir
aquello que nos hace felices y lo que parece que hace felices a los
demás, que es lo que vemos reflejado en la Parte de Fortuna Imper-
sonal.
Por ejemplo, una persona con la Parte de Fortuna en Libra. Los
demás le enseñarán a ocuparse de otras personas sin perderse a sí
misma. De hecho, constantemente parece que le dice: «¿Y tú cuándo
vas a pensar en ti mismo?» Quizá puede que vea el egoísmo en los
otros, pero sabrá cómo equilibrar ambas cosas. Otra persona con la
Parte de Fortuna en Escorpio, que le gusta estar intensamente metida
en lo que hace. A los demás les puede resultar agotador, y constan-
temente le dicen que descanse, le recuerdan que necesita equilibrar
ambas cosas.
La mayor parte del karma negativo viene como resultado de
juzgar a los demás. Aunque no se lo digamos a nadie, sólo con que

309
lo pensemos, cambia nuestra vibración y los efectos básicos que
experimentamos. En cuanto aprendemos a ser impersonales con un
entendimiento de compasión para aquello que normalmente molesta
a los otros, nos liberamos de todas las fuerzas que se oponen a nues-
tra felicidad y alegría. La Fortuna Impersonal indica las formas en
las que podemos juzgar a los demás si no estamos en nuestra Parte
de Fortuna e integridad personal o de la forma en que nos podemos
distraer y perder nuestra experiencia del Ahora. Sin embargo, si la
vemos de forma imparcial, con distanciamiento y sin apego, puede
ayudarnos a fortalecer nuestra experiencia del Ahora y a compartirla
con los demás sin perderla. Incluso cuando nos enorgullecemos de
no juzgar a los demás tenemos que tener cuidado de no estar cayen-
do en una trampa sutil. La Fortuna Impersonal indica el intercambio
favorable que puede haber cuando tú haces lo tuyo y dejas que los
demás hagan lo suyo, pero existiendo un intercambio positivo.
Hay personas que tratan de ser sinceras consigo mismas. Desde
esa sinceridad toda la vibración de la carta sintoniza más con cuali-
dades positivas que negativas. No se juzgan a sí mismos ni juzgan a
los demás. No intentan planificar su vida ni evitarlo cuando surge.
Fluyen con lo que surge en su camino y con lo que Dios les da, y a
través de un sentido muy profundo de gratitud aprenden a ver la
alegría en todas las cosas. Aunque las perspectivas de cada indivi-
duo sean ligeramente diferentes por la casa y signo de su Parte de
Fortuna y por las experiencias del resto de las posiciones planetarias
de su carta natal, está claro que un diamante es precioso sin importar
a cuál de sus caras se esté mirando. Ya sean las filosofías orientales
u occidentales, ya miremos a las flores o escuchemos música, existe
armonía en todas las cosas si sólo miramos la alegría de la vida y
disfrutamos de ella siendo a la vez impersonales con todo lo demás.
Imaginaos lo que podría ser el mundo si todos pudiéramos hacer
esto todo el tiempo desde nuestra perspectiva propia y única.
¿Realmente conocemos el significado de ser afortunados o des-
afortunados? A menudo lo que parece desafortunado es afortunado a
la larga y viceversa. En el fondo esto es algo que descubriremos
nosotros mismos y que no podemos comparar a las experiencias de
los demás.

310
LOS ASPECTOS A LA PARTE DE FORTUNA

La Parte de Fortuna representa un punto sensible de la carta; es


algo que sólo encontramos dentro de nosotros mismos, pero también
en lo que influye el mundo exterior somos muy sensibles, frente al
cual reaccionamos constantemente, perdiendo la paz mental e inte-
gridad que buscamos en nuestra Parte de Fortuna.
Esta no es una energía como la representada por los planetas, ni
un punto de proyección como ocurre con el Ascendente, sino que es
un punto que encontramos a base de conocer cómo nos perdemos y
nos descentramos al reaccionar al exterior o a nuestro desequilibrio
interior, dándonos cuenta de cómo y con qué hemos perdido nuestra
armonía y satisfacción internas. De alguna forma, a un nivel astro-
lógico, algunas partes de la carta natal son más tangibles que otras,
pero esto no quiere decir que éstas tengan necesariamente un mayor
significado. Lo tangible y lo intangible son dos lados de la misma
moneda, y aunque la Parte de Fortuna necesita fricción para que
reconozcamos dónde se encuentra, no es realmente intangible.
Generalmente conocemos lo que nos hace felices. Este conoci-
miento es tangible: algo que se puede experimentar, sentir, probar y
tocar. Nos llena por dentro y nos ayuda a irradiarlo a todas las per-
sonas que conocemos. Esto también se refiere a los obstáculos
(cuadraturas) que debemos superar para mejorarnos y darnos cuenta
de esta alegría.
Realmente no existe nada negativo en una carta natal, pero pue-
de haber cosas que tardemos mucho tiempo en entender. Hasta que
alcanzamos el entendimiento de estas cosas, parecen bloquear nues-
tro camino y nos retiran de lo que deseamos. Los obstáculos son
peldaños de esa escalera que hacen nuestra alegría personal mucho
más grande cuando la obtenemos, ya que toda la fuerza que hemos
construido en nosotros mismos tiene mucho más significado. No
apreciaremos la alegría y felicidad si no luchamos por conseguirla,
aunque sea a través de dos pasos hacia adelante y uno hacia atrás.
Las cosas que vienen fácilmente pierden su valor ante nuestros ojos,
por lo que tenemos que ver en la perspectiva adecuada los aspectos
fáciles o difíciles que otros planetas hagan a la Parte de Fortuna.

311
«Por las cosas que vienen fácilmente debemos ser humildes.
Por las cosas que vienen con dificultad debemos estar agradeci-
dos.» (Proverbio chino.)
Por tanto, las cuadraturas a la Parte de Fortuna suelen ser más
favorables en el sentido que nos hacen apreciar más el estado de
alegría y felicidad que ésta nos da. Realmente produce la fricción
necesaria para que descubramos la Parte de Fortuna y también dis-
tingamos cuándo hemos perdido ese sentido de armonía. De hecho
las entradas y salidas a ese estado de equilibrio son más bruscas. El
planeta o planetas que cuadran a la Parte de Fortuna crean la tensión
que lleva en la dirección de buscarla en vez de privarnos de ella.
Cuantas más dificultades, más ayuda; todo lo contrario de lo que
normalmente tenemos inclinación a creer. Mientras más adversidad
se produzca más lugar habrá para que la alegría entre. No se trata de
quejarse de lo que cuesta encontrarla, sino de definir claramente los
medios para realizar los resultados positivos de la Parte de Fortuna.
Nos hace recordar que la alegría es más difícil de sostener que de
obtener. Cuanto más esfuerzo pongamos para alcanzar nuestra Parte
de Fortuna, más la apreciamos después cuando la obtengamos.
Por tanto, las cuadraturas a la Parte de Fortuna son muy benefi-
ciosas; son la energía dinámica que un individuo puede utilizar para
alcanzar su felicidad. El esfuerzo bien merece la pena.
Los trígonos a la Parte de Fortuna no ofrecen resistencia para
que nos demos cuenta de ella, no nos ayudan a apreciarla; por tanto,
fácilmente nos metemos en ella y con la misma facilidad nos sali-
mos. Ayudan a fluir con las circunstancias y alcanzar la Parte de
Fortuna sin darnos cuenta y ni siquiera intentarlo. Lo interesante es
que aunque se llegue a ella a través de muchos caminos, se encuen-
tra allí muchas veces sin saberlo. Lo importante es aprender a
apreciarla para no quedarse con un sabor de indiferencia. Ese o esos
planetas nos facilitan todo lo que nos puede dar la alegría y sólo lo
apreciamos cuando lo hayamos perdido, por otras razones, durante
un tiempo.
Las oposiciones a la Parte de Fortuna o las conjunciones a la
Fortuna Impersonal funcionan mejor cuando la persona no trata de
usarlo para su propio beneficio. Lo que parece que le quitan en un

312
punto se lo dan en otro. Funcionan mejor sin sentidos de pertenen-
cia, o incluso al darse cuenta de la alegría de los demás. Un aire de
desapego e imparcialidad es muy importante. Estos planetas hablan
de la forma en que el individuo participa en el mundo a través de
una consciencia impersonal y le enseñan las formas en que él se
parece a los demás, en lugar de intentar encontrar una identidad úni-
ca o un ego. Dan un sentido especial de la participación y permiten
disfrutar de circunstancias comunes y similares. Con ese o esos pla-
netas uno participa también de la alegría y felicidad de los demás.
Las conjunciones a la Parte de Fortuna ayudan a alcanzarla, a
disfrutarla, apreciarla y a aprender cómo permitirse funcionar de
forma positiva. Son energías que ayudan a encontrar la alegría y
felicidad de la Parte de Fortuna. La alegría es algo más personal que
impersonal, lo que sería una distracción a la realidad personal. Este
planeta o planetas nos ayudan a definir con claridad lo que nos trae
la felicidad y la presencia del Ahora. Aunque resulte que se es más
feliz luchando o enfrentándose a las dificultades. No es el hacer la
vida más fácil, sino el definir la felicidad incluso en las circunstan-
cias poco comunes.
Es bastante común no encontrar aspectos a la Parte de Fortuna;
en este caso es interesante fijarse en el planeta más cercano a ella,
aunque si lo dificulta o lo facilita dependerá de los aspectos de otros
planetas a éste.

ASPECTOS ENTRE LA PARTE DE FORTUNA


Y LOS NODULOS DE LA LUNA

Es interesante notar y definir cómo estos dos puntos se apoyan,


e incluso cómo la Parte de Fortuna indica la forma de sacar prove-
cho y alegría del nódulo Sur.
Cuando la Parte de Fortuna hace trígono al nódulo Norte ayuda
a superar más karma al estar en el Aquí y Ahora, y da un tono parti-
cular al unirse ambos signos y casas. Facilita mucho la entrada al
nódulo Norte y habla de una armonía y carisma especial cuando se
está en la Parte de Fortuna.

313
Cuando la Parte de Fortuna hace trígono al nódulo Sur ayuda a
encontrar felicidad en el pasado e incluso a romper emociones es-
tancadas del pasado kármico. Se podrán aprovechar y trascender
ciertas experiencias con felicidad cuando se está en el Aquí y Ahora.
Cuando la Parte de Fortuna conjunta al nódulo Norte, esto difi-
culta encontrar la alegría o el estar en el Aquí y Ahora, ya que todo
lo que está en el nódulo Norte todavía no se ha manifestado. Esto es
igual que cuando tenemos planetas conjuntos al nódulo Norte. Pero
ya sea por otros aspectos de planetas, o porque a través de la expe-
riencia de la vida se consigue encontrar la alegría y el Ahora de la
Parte de Fortuna, entonces se potencia el nódulo Norte con una
fuerza y un carisma irresistibles. Es como estar en un sitio que se
desconocía por completo, donde todo es nuevo y maravilloso.
Cuando la Parte de Fortuna conjunta al nódulo Sur es como si
tuviéramos que aprovechar algo muy especial de nuestro pasado
kármico y en gran parte nos sentimos bien manteniendo algo de és-
te, no obstaculizando nuestro crecimiento. También al estar en el
Aquí y Ahora se potencia una energía que libera y disuelve mucho
del karma y de las formas de pensar y reacciones del pasado. Tam-
bién significa que nuestra alegría y armonía es muy personal; con
ella entendemos mucho de lo que éramos antes, y en el fondo cuanto
nos ha beneficiado. Pero esto no quiere decir que nos dificulte el
nódulo Norte, sino que el alcanzarlo es hacernos más impersonales o
aprendemos a través de lo que vemos en los demás simbolizado por
la Fortuna Impersonal.
Cuando la Parte de Fortuna cuadra a los nódulos significa un
punto de equilibrio muy delicado y bastante difícil de definir cuánto
uno obstaculiza el progreso del otro. De hecho sería como dos for-
mas de percibir la Parte de Fortuna.
Cuando funciona con el nódulo Sur encuentra belleza y alegría
en experiencias difíciles del pasado y mantiene una alegría especial
que ayuda a relacionar el pasado con el futuro en el Ahora, pero con
un desapego o un alejamiento impersonal, como si esas experiencias
del pasado no nos pertenecieran. Y, sin embargo cuando funciona de
puente con el nódulo Norte casi llega a encontrarse incómodo o in-
cluso sorprendido de que pueda encontrarse bien con algo que nunca

314
imaginó o de lo que pensaba que no le gustaría o haría feliz. Es difí-
cil de definir, pero es muy importante para superar el pasado
kármico a través del Aquí y Ahora.

LA PARTE DE FORTUNA EN LOS SIGNOS

La Parte de Fortuna en Aries


Encuentras tu mayor satisfacción en la actividad y necesitas
energía para ser activo; esto te proporciona una fuerte voluntad para
superar cualquier obstáculo, incluso las dudas sobre ti mismo. Eres
consciente de que esta voluntad te puede hacer independiente y
mantener tu propio camino. También te capacita para seguir tus pro-
pias metas sin temor a rechazar las opiniones de los demás.
A través de la Fortuna Impersonal en Libra eres receptivo, en-
tiendes la pasividad e indecisión de los demás y consideras, la
diplomacia como una forma de insinceridad; este conocimiento lo
debes utilizar para equilibrar tu poderoso vigor sin anular el de los
demás. El signo de Libra da un sentido de orden y armonía mental
que te permite ver tu dirección muy claramente, conocer tus habili-
dades y utilizarlas eficientemente.
Tu propia realización y felicidad llega a través de lo que consi-
gues con tus propios esfuerzos, al encontrarte bien contigo mismo y
con lo que haces, ya sea en forma de ideas o de sustancia material.
No tienes que tener miedo al deseo, ya que no se trata de la gratifi-
cación de los sentidos. Aunque no te sientes sujeto a los deseos, los
necesitas para imponer tus metas, sobre todo el deseo de la verdad.
Sin metas podrías perder tu camino, sobre todo si te dejas llevar por
la Fortuna Impersonal y por la indecisión.
Cuando funcionas con la mente y la voluntad unidas podrás di-
rigir tus energías hacia una sola meta, y mientras fluyas en esta
dirección tu vida será más fácil y te sentirás más completo y realiza-
do. No debes dudar de que la energía que te guía te pondrá en
contacto con la fuerza motivadora que guía tu expresión individual.
Tu meta final será la que te dará tu mayor realización, satisfacción y
alegría.

315
La Parte de Fortuna en Tauro
Tu mayor satisfacción viene de todo aquello que es sólido, esta-
ble y duradero, sabes confiar en la vida y aprendes a descansar
cuando lo necesitas, aunque no buscas placeres pasajeros o superfi-
ciales. Quieres conocer el significado y la utilización de las cosas,
cómo sostenerlas y desarrollarlas para un futuro mejor. Reconoces
la belleza de todas las cosas de tu entorno y disfrutas de aquello que
expresa tus más sinceros valores y principios.
Si te identificas negativamente con la Fortuna Impersonal en
Escorpio, sólo encontrarás caos y destrucción en todas aquellas si-
tuaciones que vayan apareciendo en tu vida de forma impredecible,
simplemente te muestra todo lo que desconoces. Debes tener pa-
ciencia, pues lo que quieres de forma duradera no se materializa ins-
tantáneamente, sino que va llegando por medio de varias
transmutaciones; es necesario entonces que comprendas que la des-
trucción forma parte del proceso creativo.
Eres feliz dando valor a tu vida con el establecimiento de unos
fundamentos firmes y significativos; podrás actuar de forma progre-
siva y lenta, pero con la suficiente firmeza como para poder sentirte
tranquilo y seguro; es esta lentitud de actuación la que te ayuda a
relajarte y a recobrar fuerzas para continuar.
Es muy importante para ti la necesidad de un amor personal y
de la expresión del cariño y la sensibilidad. Estableces y entiendes
una separación real entre el amor y la sexualidad. Buscas una unión
sincera y cálida y eres consciente del abuso que existe normalmente
en todo lo relacionado a la sexualidad que ves por la Fortuna Imper-
sonal en Escorpio.
Te sientes feliz cuando sabes adónde vas, aunque tomes mucho
tiempo en llegar. Cuando otra persona trata de impedir que consigas
lo que quieres, debes tomarlo de forma impersonal, pues simple-
mente estás en su camino y descarga sus problemas en ti; pero debes
olvidarlo sin guardar rencor para no descentrarte. Te gusta vivir la
vida en su plenitud de belleza y todo lo agradable.
Sin embargo, no debes parar la energía que deshace las cosas
para transformarlas; así sin perder de vista lo que quieres podrás
aprender a conservar lo que es verdadero y de valor. Por eso eres

316
muy lento en cambiar, pero aquello que tengas será significativo y
duradero. Cuanto más intentas apaciguar los descontentos de los
demás, más descontento estarás tú, por lo que debes aprender a vivir
y a dejar vivir a los demás, aprendiendo toda la riqueza de la vida
por ti mismo. Te gusta vivir en paz para poder apreciar todo lo
bueno que la vida tiene que ofrecer.
Una intensidad dirigida a investigar y buscar un crecimiento es-
piritual es la positiva utilización de lo que sientes en tu entorno,
dejando todas las luchas negativas que sientes en Escorpio. Por ello,
ganas más y te realizas mejor rindiéndote en vez de combatiendo, ya
que así encontrarás la pacífica existencia que tanto deseas.

La Parte de Fortuna en Géminis


Obtienes una gran alegría y satisfacción comunicándote y
aprendiendo de todas las cosas y experiencias de la vida. Siempre
buscas nuevos conocimientos de la gente que conoces. Valoras más
a las personas por sus ideas que por lo que son en realidad; recibes
su estímulo y te haces consciente de las diferentes facetas de la vida.
Disfrutas manteniendo todo a un nivel superficial, alegre y jovial.
Tratas de no comprometerte con nada, y no juzgas las cosas, te dejas
llevar por lo inmediato, no diferencias entre lo mejor o peor, pu-
diendo de este modo beneficiarte de los dos lados y de varias
alternativas a la misma vez. Esto te da mucha libertad de mo-
vimiento, cambiando al menor choque que se produzca en tu vida.
Así pareces tener una gran flexibilidad y poseer gran cantidad de
ideas y teorías. Te das cuenta de las contradicciones de la vida.
A través de la Fortuna Impersonal en Sagitario buscas la verdad
como el principio más importante de las cosas. Te relacionas con to-
do tipo de personas y situaciones, cambiando cuando el momento lo
exige. Eres más feliz involucrándote con lo que está inmediatamente
a tu alcance, sin juzgar la dualidad de las circunstancias, te mantie-
nes en el presente en lugar de seguir esa lejana expansión mental
que a veces sientes a través de Sagitario. No debes juzgar o ser auto-
ritario, pues perderás a las personas que buscas y con quien deseas
comunicarte y aprender. Tienes que mantener siempre tu poder de
observación y de sabiduría sin hacer juicios prematuros. Aprendes

317
rápidamente el sentido de las contradicciones con que la vida se
expresa.
Conoces que el ser humano tiene que aceptar limitaciones tem-
porales, aunque desde un punto de vista suficientemente amplio
como para tener una expansión mental. Lo que más te puede satisfa-
cer es obtener una comprensión real del ser humano.
Eres muy hábil tratando con tu realidad inmediata, con un senti-
do muy claro de la presencia del Ahora y la idea del presente. Tu
mayor realización y satisfacción llegará cuando sepas vivir con todo
aquello que es temporal y puedas aprender algo positivo y nuevo en
todo. Lo que más te gusta es comprender todas las posibilidades que
la vida tiene que ofrecer, así como todas las variaciones que la hace
interesante.

La Parte de Fortuna en Cáncer


Alcanzas tu mayor felicidad nutriendo a los demás y a ti mismo,
así como dando sustento y emotividad a tu vida y a la de los otros
para un futuro crecimiento. Es la expresión de la Madre Divina que
da todo lo que puede dar sin egoísmo. Te gusta sentir cariño e inti-
midad, y eres un profundo devoto de la vida y la Naturaleza, a través
de la que sientes la esencia del amor, unidad y cooperación de todas
las cosas y personas del Universo.
Conoces que las emociones dan sustento energético a la vida y
el sentido de intimidad con todas las cosas que nos rodean, que tanto
necesitamos para sentir que pertenecemos a un mundo que nos quie-
re y nos acepta tal como somos.
En tus acciones buscas simplicidad infantil; te gusta fluir en la
gentil y tierna energía de Cáncer, que está en armonía con los prin-
cipios de las cosas y su creación. A través de la Fortuna Impersonal
en Capricornio entiendes cómo llevar las cosas a su madurez, cómo
completar lo que está parcialmente formado, la razón de la ambición
y la correcta utilización de la energía. Con la Parte de Fortuna en
Cáncer no buscas el rendimiento como justificación del medio, sino
que quieres actividad para estar sintonizado con los comienzos de
las ideas, crear y tomar parte en la creación misma. La jovialidad y
vitalidad de Cáncer está equilibrada por la sabiduría y madurez de

318
Capricornio, que debes utilizar para estructurar y dirigir tu energía
hacia algo significativo. No te dejas llevar por los resultados o el
rendimiento que sacas a lo que haces, te gusta participar sin medir
las conveniencias.
Tu alegría y felicidad llega del nacimiento, ya sea de una idea,
de un hijo o de cualquier cosa en la que tomes un papel personal en
su creación; es esta íntima asociación con los comienzos la que hace
que disfrutes de la vida y te realices como persona. Desarrollarás un
tierno cuidado de todas las cosas por ser un privilegiado participante
del proceso de nacimiento que tiene lugar en toda la Naturaleza y en
la mente. Tu gran alegría y satisfacción es la respuesta al ver flore-
cer y crecer todo aquello que ha salido de tu ser, sabiendo que eres
la verdadera fundación de su vida.
Disfrutas de la vida y de todo el cariño que eres capaz de expe-
rimentar al sentir el contacto íntimo con todo lo que te rodea y te da
felicidad.

La Parte de Fortuna en Leo


Tu mayor satisfacción y realización llega a través de superarte a
ti mismo y de ser el centro, y así, por medio de tu maestría personal,
inspirar y guiar a otros, sin abandonar las responsabilidades que tu
poder te otorga. Quieres mejorarte y mejorar a la sociedad en que
vives por medio de algo que alcances que pueda servir de ejemplo y
que te hace sentir satisfecho y merecedor de una recompensa, como
un símbolo de lo que el hombre es capaz de hacer cuando usa su
potencial. Ayudas a que el ser humano aprecie y se enorgullezca de
sí mismo.
Ayudado por tu Fortuna Impersonal en Acuario aprendes a no
forzar a los que te rodean, dejando que cada uno encuentre su propio
método y su propio ritmo, entendiendo que cada individuo tiene su
propio camino. No desgastas tus energías y aprendes a conservarlas
y dirigirlas hacia un poder creativo, superando todo aquello que ha
hecho sentirse débil e impotente al ser humano.
Aquello que alcances a través de tu propio esfuerzo tendrá que
ser honesto, ya que si no tendrá poco significado para ti. Tu fuerza
será mayor cuando no personalices los consejos que das a los otros y

319
deje de importarte si aceptan o rechazan tus ideas; simplemente te
sientes contento de haber tenido la oportunidad de ayudar a otra
persona. Debes comprender que el amor personal que vas entregan-
do no recibe a veces la justa recompensa, pues casi siempre esperas
la admiración de los demás, por lo que te ayudará el expresarlo de
forma impersonal y así evitarás que tu búsqueda de audiencia se
manifieste como distracción a tu propósito y voluntad creativa. Eres
muy exigente contigo mismo y te sientes satisfecho cuando consi-
gues una meta concreta, con unos principios que te reporten honor,
prestigio y respeto.
Eres generoso y debes aprender a dar sin esperar nada a cambio,
aunque necesitas algún tipo de respuesta para conocer que estás ha-
ciendo las cosas bien y que te encuentras en el camino adecuado.
La energía dirigida con propósito te trae tus mayores éxitos, y la
admiración que finalmente recibes te traerá tu mayor felicidad, so-
bre todo al conocer que has tenido la oportunidad de demostrar que
cuando uno se siente bien consigo mismo y se respeta a sí mismo es
capaz de superar los mayores obstáculos. Tu mayor realización ven-
drá de todo lo que tú expreses y de los principios significativos que
sepas mostrar.

La Parte de Fortuna en Virgo


Te sientes feliz encontrando una vocación específica, algo con
lo que puedas ser útil a la sociedad, y asimismo das un sentido de
«pureza organizada» a tu entorno, buscas limpieza donde vives y
trabajas y en la forma de expresar tus pensamientos. Eres muy sen-
sible a todo lo que te rodea y te das cuenta de cuánto te afectan las
emociones negativas, ya sean propias o de otros.
A través de la Fortuna Impersonal en Piscis entiendes la compa-
sión, y, aunque comprendes las fuerzas invisibles e infinitas, debes
dirigir tu vida hacia una existencia consciente y un control personal,
viviendo constantemente en el Aquí y Ahora, que a la vez tiene un
gran sentido trascendental. Tienes que estar siempre ocupado y evi-
tar que te invadan las emociones depresivas y dudosas, ya sean
tuyas o de los demás. La pureza de mente y de cuerpo son importan-
tes para mantener una claridad interna. Es conveniente que te

320
disciplines y dirijas las emociones y preocupaciones negativas de
Piscis hacia una paz y aceptación interior. Tu meta final es fun-
cionar de manera absoluta hacia un perfecto desenvolvimiento. Te
preocupas mucho por todos los detalles del presente, y el tratarlos
eficientemente te ayuda a no trasladar problemas del pasado al futu-
ro. Necesitas sentir que estás desarrollando tu potencial en una
dedicación por mejorar el entorno y la sociedad.
La Fortuna Impersonal en Piscis te dará una comprensión de las
necesidades humanas en general, así como de la totalidad y de su
efecto en el presente y la dirección del fluido de energía. Te puedes
volver tan eficiente o tan frío y calculador como una máquina, y por
ello, a veces, buscas emociones para comprobar que todavía eres
capaz de sentir; pero no debes identificarte con el aspecto negativo
de ti mismo, pues podrías perderte en un mar de ilusiones que te
alejarían de tu sentido consciente del presente y de tu naturaleza
práctica, que es lo que te ayuda a no abandonar tu centro y a superar
las depresiones, sin identificarte con los problemas emocionales de
los demás, lo que provocaría la pérdida de tu habilidad para funcio-
nar en el Ahora. Tu felicidad se encuentra en lo que estás tratando
en cada momento y en lo que percibes con tus sentidos; aunque
puedes ver lo infinito e intangible a través de Piscis, debes encontrar
la riqueza en lo tangible, en una debida organización, cuidado y
limpieza de las cosas del mundo. Así, impersonalmente, infundes
amor a la vida y a la experiencia del momento sin límite. Cuando
entiendes las limitaciones del ser humano como un camino de per-
feccionamiento hacia la belleza y la pureza.

La Parte de Fortuna en Libra


Prefieres estar de acuerdo con los demás en vez de expresar tus
deseos propios y lo que sientes, para así no ofender a ninguna per-
sona. No deseas molestar la armonía de las personas que te rodean y
cooperas en cualquier situación que la vida te presenta. Fluyes y
armonizas con todos sus aspectos más íntimos. Sabes que el ofender
o ir en contra de los otros hará que pierdas amigos y relaciones. Tie-
nes un sentido especial de la justicia y de la aceptación de los
defectos de otras personas.

321
A través de la Fortuna Impersonal en Aries tienes la habilidad
de no perder tus propias metas y de proyectar tus deseos al futuro.
Pero si quieres disfrutar y ser feliz en el momento presente no debes
identificarte excesivamente con esto, y tampoco abusar de ello para
que no coarte las buenas relaciones con los demás. Tienes un espíri-
tu pionero y también eres bastante atrevido y valiente.
Aprendes muchas cosas sobre la vida de otras personas, por lo
que eres una persona fácil con quien hablar, porque tienes mucha
tolerancia. Sin embargo, tienes que aprender a considerar los efectos
que toda acción conlleva antes de realizaría, considerando sus efec-
tos. Tomar en cuenta las dos partes de cualquier situación,
aceptando todo aunque vaya en contra de tus propios deseos, te ayu-
dará a realizarte y a satisfacer a todo el mundo envuelto en una
situación. Debes pertenecer a algo para sentirte completo, por lo que
sabes agradar, lo cual te hace feliz al sentir la felicidad de los demás.
Aprendes a convertirte en ese centro por el que fluyen todos los
pensamientos, deseos y emociones humanas; todas las energías pe-
netran a través de tu espacio interior abierto y dispuesto a aceptar;
esto te ayuda a completar tu ser individual, sin tener que identificar-
te personalmente con ningún tipo de vibración específica, sino con
todas a la vez. Así, perteneciendo a todo te llevará a no necesitar
nada y a no tener deseos propios, por lo que podrás equilibrar a per-
sonas oponiéndose, ideas y sentimientos opuestos, ya que incluso
puedes entender y aceptar el egoísmo de otras personas. La creativi-
dad de los demás te traerá tu mayor felicidad, y tu realización
llegará a ser el centro ecuánime de todo lo que te rodea. Dejándote
llevar y fluir sabes que tomarás las decisiones necesarias y que así
no dudas si es o no correcto, conociendo que te pondrá en contacto
con las personas que te necesitan. Una fe en el cosmos es esencial
así como teniendo una valentía para enfrentarte a lo desconocido,
sabiendo que el mundo en sí te cuidará y te ayudará en todo momen-
to a encontrar la felicidad, y sobre todo a sentirte a gusto en
compañía de los demás, conociendo que todos compartimos cosas y
experiencias similares.

322
La Parte de Fortuna en Escorpio
Disfrutas encontrando un sentido profundo y participando en el
proceso de regeneración. En el plano físico esto va unido a la sexua-
lidad a través de un contacto íntimo y transformador, y en el
espiritual, a la búsqueda mental de niveles emocionales elevados al
ayudar a los demás y asimismo a superar la negatividad. Existe un
intenso deseo de explorar en el significado de la vida y de la psique,
con una percepción clara y penetrante, para morar en lo desconocido
y estar en el centro de todo proceso de cambio y transformación
emocional y espiritual.
A través de la Fortuna Impersonal en Tauro observas cómo los
demás prefieren permanecer seguros en lo que les da cobijo, mien-
tras tú intentas descubrir todo aquello que es nuevo y deseas
desarraigar el orden establecido, eliminar lo que ya no es útil y me-
jorarlo. Sabes cómo arreglar y recomponer todo aquello que está
destruido, al reconocer lo que todavía merece la pena y es útil.
Por ello, entiendes tu propio inconsciente y estás a tono con los
niveles inconscientes del pensamiento de la sociedad. Todo lo que
ya no tiene sentido o un valor verdadero lo destruyes o lo eliminas
de tu vida. A muchos les parecerá que estás destruyendo lo que ellos
tardaron tanto tiempo en construir, pero tú sabes que lo que puede
ser destruido no era válido realmente. Buscas los secretos ocultos de
la sociedad y la realidad mística del Universo sobre todo porque
conoces lo que puede aportar al ser humano de hoy día.
La energía de Tauro es la de construir, y la de Escorpio, la de
deshacer o destruir, pero tú sabes que ambas son necesarias en el
proceso de evolución; por eso sabes construir, destruir y reconstruir
todas las cosas en tu vida para transformarlas. Sientes una inmensa
inquietud por querer entender todo aquello que no es visible y que
está detrás de lo aparente y más allá del alcance normal de las per-
cepciones humanas. Nunca descansas hasta que conoces que has he-
cho todo lo que está en tu mano para provocarte a ti mismo y en los
demás los cambios que se necesitan para liberarse. Eres un trans-
formador del hombre y te disgusta la falta de progreso en aquellos
que están a tu alrededor. La sexualidad es el motor que te da energía
para seguir adelante y penetrar en los reinos del inconsciente. Posees

323
un fuerte sentido de intimidad que te impulsa a querer conectar con
las profundidades de la verdad. Tu percepción es muy aguda y nun-
ca tendrás una existencia muy pacífica; pero también debes
comprender el valor de la relajación y el estar contento a través de la
Fortuna Impersonal en Tauro. Aunque nunca estarás tranquilo hasta
que sientas que realmente te lo mereces.
Tomas un papel activo en la construcción de un mundo más se-
guro y pacífico, sin reprimir los instintos naturales que son la fuente
de la vida. Te encuentras feliz y te realizas mejor cuando muestras a
los demás esos caminos que tienen miedo de considerar, y les ayu-
das a que su vida tenga un sentido más profundo. Esto tiene un
efecto transformador en ti mismo y en todo lo que te rodea.

La Parte de Fortuna en Sagitario


Necesitas libertad para explorar y evitar las situaciones agobian-
tes, pudiendo experimentar una alegría sin límites. Tu realización
tendrá lugar en parajes lejanos, ya sean mentales o en otros países, y
cualquier cosa que experimentes se volverá más amplia y significa-
tiva. Además, tienes suerte por naturaleza en cualquier lugar donde
te encuentres. Te gusta probar cosas nuevas que expanden la cons-
ciencia y el conocimiento de la vida en su totalidad.
A través de tu Fortuna Impersonal en Géminis conoces la inde-
cisión de las personas y su superficialidad al tratar de complacerse y
al no comprometerse con algo significativo. Sientes una enorme
curiosidad por todas las cosas y personas, aunque te encuentras muy
a gusto en medio de la Naturaleza y un ambiente natural, ya que
entiendes la verdad de las leyes naturales del ser humano y del Uni-
verso. Eres consciente de que, a veces, al tratar de ganar la
aceptación de los demás, eres falso contigo mismo, por lo que debes
ser franco y directo, ya que te das cuenta de las aparentes dualidades
de toda situación, siendo capaz de obtener el significado esencial de
cada momento y observar la unidad de todas las situaciones. Tienes
que mantenerte libre para expresarte espontáneamente y con plena
sinceridad y honestidad contigo mismo. Esto te ayuda a tener una
decidida y correcta acción. Puedes mantener una energía de entusi-
asmo y de optimismo incluso al enfrentarte a conflictos muy

324
difíciles. Animas e inspiras a todas las personas con las que trabajas
o con quien tienes contactos.
Posees una poderosa visión profética para proyectarte hacia el
futuro, y muchas veces tu fuerza de voluntad y tu claridad de visión
hacen que ese futuro se realice. En cualquier lugar te encuentras
bien, te sientes como en tu hogar y sabes fluir con entusiasmo en
todas las situaciones, sin dejarte envolver en algo que pueda negar
tu propio optimismo. Irradias felicidad, aunque a veces no te das
cuenta de ello, y cometes el error de intentar buscarla en los demás.
Debes evitar juzgarte con demasiada dureza y no compararte con
otros. Tampoco debes pensar que puedes hacer a los demás felices,
pues así pierdes tu propio sentido de alegría interior. Debes saber
que esto no se puede transferir de una persona a otra. Te realizarás
mejor a través de una constante espontaneidad, simplemente siendo
y experimentando la verdad total de cada momento en tu vida y de
cada situación. Te sientes feliz, trayendo más sentido y significado a
todas las circunstancias y personas de tu entorno y elevando su
consciencia espiritual, pero al no tomarlo personalmente te deja la
libertad de cambiar a otra situación que está pidiendo tu atención en
ese momento. Es indudable que tu alegría está en todos los contac-
tos significativos, a través de los que das más sentido y enten-
dimiento a tu vida.

La Parte de Fortuna en Capricornio


Alcanzarás tu mayor realización y satisfacción al madurar, ver
los resultados de tu trabajo y observar que tu vida asume una estruc-
tura definida. Tienes muchas esperanzas y ambiciones, pero no te
sientes contento hasta que tomas las acciones necesarias para reali-
zarlas. El propósito final siempre se encuentra presente en tu mente
y buscas algo que pueda subsistir por encima de tu propia existencia
y que contribuya al progreso y enriquecimiento de la sociedad. Pue-
des tomar responsabilidades sin sentirte agobiado.
No te gusta que las cosas sean fáciles, y todo lo superficial te
distrae de tu gran propósito, trazado y planeado solamente por ti
mismo. La Fortuna Impersonal en Cáncer te provee de una tremenda
energía emocional y de una gran sensitividad, pero debes mantener-

325
te impersonal, no personalizando en exceso las emociones, y así
utilizar esta energía para dar entusiasmo e intensidad al principio de
todos tus proyectos. Cáncer toma cariño y cuidado al comenzar las
cosas y Capricornio da el empuje para completarlas. Aprecias el
cariño de todas las personas con quien trabajas y con quien compar-
tes metas comunes.
Sin embargo, no debes dejarte llevar por sentimentalismos, de-
bes por ello dominar las emociones y dirigirlas para que tus
sentimientos no perjudiquen todo aquello que quieres realizar. Tie-
nes que eliminar todas las inseguridades infantiles, las restricciones
del pasado y tus propias dudas, para así poder desarrollar una pers-
pectiva que te haga comprender que tu tarea en la vida es lo más
importante.
Esta Parte de Fortuna tarda en traer los beneficios, hasta que ha-
yas desarrollado una madurez que te ayude a superar los obstáculos
con los que tengas que enfrentarte y que requiere gran habilidad y
mucho trabajo. A través de Cáncer comprendes que las emociones
negativas sólo te agotan, impidiéndote alcanzar el sentido de progre-
so que necesitas, y también te hace sensible a las otras personas y
vulnerable emocionalmente; por ello debes evitar las emociones
negativas y las que confundan y debiliten tu propio sentido de respe-
to personal. Una vez que sientas respeto por ti mismo cambiará tu
comportamiento por completo ya que sin hacer ningún esfuerzo se-
rás un ejemplo de dignidad e integridad.
Tu realización viene de darte cuenta de la forma en que eres un
individuo capaz y aprendes a ser tu propia guía, no importa bajo qué
situaciones difíciles. Aprendes a funcionar a niveles poco alcanza-
bles por la mayor parte de las personas. En un sentido real es como
si te convirtieras en tu propio padre, que conoce en todo momento
su papel a donde va y puede mantener su serenidad.
Planeas todo; incluso las desviaciones o distracciones a tu meta
parecen haber sido planeadas. Te sientes feliz estando seguro de tu
destino en todo momento y no dejándote llevar por incertidumbres.
Te realizas por medio de un esfuerzo dirigido a lo largo de un curso
específico que tú mismo te has trazado, y su logro no viene por suer-
te, sino porque realmente te lo has merecido. Aquello que consigas

326
será el símbolo de tu propio desarrollo y bienestar interior, así como
de tu felicidad.

La Parte de Fortuna en Acuario


Te sientes feliz dándote cuenta de las cosas que te rodean, sien-
do receptivo a todo el conocimiento. Quieres saber todo sobre el ser
humano y el Universo, sin limitaciones o restricciones por parte de
la sociedad. Comprendes la unión de tantas cosas diferentes, sabien-
do que ninguna es peor o mejor por su diferencia. Eres justo y no te
gusta hacer juicios, pues eso cortaría tu propio sentido de libertad.
Te mantienes alejado e imparcial con respecto a los demás, lo que te
permite la libertad de explorar tu propio despertar interior. Nunca
tienes que seguir los caminos de otros, por lo que buscas soledad,
donde encuentras nuevas ideas y utilizas la gran inventividad que te
otorgan las fuerzas cósmicas. Te gusta vivir sin planificación alguna
y de forma original. Te hace feliz conocer cómo puedes ayudar a
otro a sentirse libre.
A través de la Fortuna Impersonal en Leo observas cómo los
demás intentan dirigir a otros y tratan en vano de tener un control
sobre las circunstancias, así como mantener aquellos principios que
les proporcionan respeto personal. Sabes que estas cosas y el poder
han sido abusadas en el mundo actual. Es el amor por la verdad sin
limitar el fluir espontáneo de la vida, lo que te da tu mayor satisfac-
ción y alegría. No te gusta forzar ninguna circunstancia, ni a nin-
guna persona, fluyes fácilmente a través de situaciones difíciles al
tener la gran habilidad de comprender cómo han llegado a convertir-
se en lo que son. Nada existe en este mundo que pueda sorprenderte,
y te gusta vivir como un verdadero espíritu libre, incluso probar
todo lo que pueda pertenecer al futuro. Sabes que hay un futuro me-
jor para la sociedad, pero no debes preocuparte de cómo se va a
alcanzar; simplemente confías en que las cosas se resolverán de la
mejor forma posible y en su momento oportuno. Debes poner más
atención en cómo te expresas y en no proyectar y entrampar tu ego
en tu propio conocimiento sobre el Universo, y así dirigir tu lucha
en busca de un poder interior, sobre ti mismo, además del exterior.
Cuando te aceptes a ti mismo como un ser diferente, único e incluso

327
profético, tu alma comenzará a desplegarse en la dirección que tanto
deseaba; sabrás que tu mente es libre de explorar todo conocimiento
del Universo y sus aspectos humanos, comprendiendo que finalmen-
te esto liberará a la Humanidad del deterioro de su propio
egocentrismo, y para ello tú podrás ser un ejemplo y una ayuda para
aquellos que lo necesiten.
Tu realización y felicidad final no lo son únicamente para ti,
sino para todo el mundo que conoces y que comparte tus ideales
humanitarios. El sentir una unión de ideales con otras personas que
ayuda a evolucionar al ser humano te hace mantener una fe en el
futuro.

La Parte de Fortuna en Piscis


Con esta posición de la Parte de Fortuna eres capaz de fluir con
una realidad invisible que se manifiesta como una realidad tangible
y física. Estás sintonizado con las fuerzas cósmicas, experimentas la
unidad de todas las cosas y te puedes adaptar a cualquier vibración o
necesidad, trascendiendo el tiempo y el espacio e incluso el pensa-
miento. Sabes que las personas planean y programan las cosas
perdiendo la idea de la totalidad y del espontáneo fluir del Universo.
Por eso no te gusta hacer promesas porque sabes que no está en tu
mano el cumplirlas. Para realizarte no debes identificarte con las
emociones del mundo consciente y definido que ves a través de la
Fortuna Impersonal en Virgo; simplemente buscas pureza mental y
mantener tu pensamiento en el presente, atento al mundo consciente
en donde tienes que vivir, pero dejando espacio para una imagina-
ción ilimitada, para una libertad completa y una paz interior.
Conoces lo desconocido y posees por ello una cualidad magné-
tica y mucha intuición. Comprendes la esencia de la realidad y de
todo aquello que pertenece al mundo de Dios y del ser humano.
Mantienes una fe en el ser humano y en todo el Universo, lo que te
ayuda a seguir adelante y aceptar las pruebas duras y de muchos
sufrimientos. A través de Virgo debes observar la perfección que
existe y dejar que la vida tome su curso fluyendo en silencio por las
experiencias, sin tener que someterte ni conquistar, por lo que debes
evitar manipular y programar tu vida, lo que coartaría tu visión ili-

328
mitada y tu libertad interior.
Eres conocedor del mundo de las palabras y de las ideas y sabes
que sus limitaciones son tan sólo una apariencia. Tu imaginación
creativa se basa en un entendimiento del amor y de la verdad, no de
la fantasía o de la ilusión no realista. Encontrarás tu mayor realiza-
ción y felicidad estando a tono con los niveles superiores de la
consciencia. La habilidad de sintonizarte con estos niveles que surge
de purificar, ordenar y dirigir los pensamientos. Por ese deseo com-
pasivo de ayudar a crear un mundo más hermoso y espiritual para el
ser humano, cualquier cosa que puedas imaginarte se volverá tu
realidad y tu felicidad. Un contacto con tu ser interno y las posibili-
dades aún no desarrolladas en el ser humano te ayudan a desarrollar
una perspectiva menos materialista y mucho más espiritual. Tu rea-
lización y felicidad vienen de conocer que esto puede ser
desarrollado por todos los seres humanos y que les pondrá en con-
tacto con la esencia divina de su propia naturaleza.

LA PARTE DE FORTUNA EN LAS CASAS

La Parte de Fortuna en la Casa 1ª


Tienes la habilidad de ver la vida a través de tus propios ojos, y
tu realización está basada en la habilidad para enfocar tu energía en
una sola dirección. Para poder hacerlo sin egoísmo y con amplitud
debes desarrollar el conocimiento de los demás y aprender una vi-
sión más subjetiva, no sólo sobre el mundo, sino también sobre ti
mismo. Cuando descubres todo lo que eres capaz de hacer y todos
los obstáculos que puedes superar adquieres una confianza en ti
mismo y un entusiasmo insuperable. Cuando aprendas que todo
proviene de ti mismo serás menos dependiente de las opiniones de
los demás. Para ello, debes adquirir un fuerte poder sobre ti mismo,
viéndote como el punto central de tu vida, y así el resto del mundo
estará sintonizado con tus propias metas y ambiciones, por lo que es
importante encauzar tu vida en una meta importante y significativa.
No recibirás la ayuda de los demás y te das cuenta que tampoco la
necesitas; tu mayor realización vendrá de tu autosuficiencia e inde-

329
pendencia. Todo lo que consigas alcanzar será menos importante
que la meta final, que es la de verdaderamente entenderte y descu-
brirte a ti mismo. Podrás alcanzar cualquier cosa que te propongas
siempre que estés dispuesto a hacerlo por ti mismo.
A través de la Fortuna Impersonal en la casa 7ª debes entender
que necesitas la compañía de otras personas. Conocerás el matrimo-
nio espiritualmente y entenderás las mayores verdades estando en
compañía de los demás. Tu apariencia personal es importante, ya
que te ayudará a conseguir asociaciones armónicas. Los demás te
tienen confianza y por ello se sienten bien al seguirte, aunque a me-
nudo no te gusta dirigir a otros. Cuanto más espacio des a los de-
más, mayor espacio te darán ellos a ti. Esto te ayudará a abrirte al
mundo, a conocerte verdaderamente al enfrentarte a desafíos y, fi-
nalmente, a amaestrar tu ego. Entender el no ser egoísta te permitirá
experimentar una libertad muy superior a lo normal, donde tus nece-
sidades personales y las de los demás pierden su distinción, ya que
son las mismas para todos. Cuando tu limitado ego sirve a una causa
superior, que es la misma para todos, entonces tampoco te sentirás
aislado y tu ser individual evolucionará sirviendo también las nece-
sidades de los que te rodean. Cuanto mayor dominio tengas de ti
mismo, más aumentará tu satisfacción y realización.

La Parte de Fortuna en la Casa 2ª


Disfrutas descubriendo lo que es de verdadero valor para ti se-
gún te vuelves más seguro de tus principios, construyendo una
sustancia que dé significado y riqueza a tu existencia. Las posesio-
nes y el dinero son importantes para ti siempre y cuando reflejen tus
más sinceros valores. A través de la Fortuna impersonal en la casa 8ª
conocerás los valores de los demás, y por ello debes aprender a dis-
criminar lo que es bueno para ti personalmente y lo que es bueno
para los demás. Por ello tu mayor realización viene de conocer co-
mo mantener tu integridad personal, y de todo aquello que sabes que
te pertenece por derecho propio. Tu mayor debilidad es dejarte ab-
sorber por los valores sexuales de otros, y tu mayor felicidad viene
de alcanzar una estabilidad interior y una firmeza en tu valoración
de las cosas no alterable por los demás o por la sociedad. Buscas

330
unos fuertes principios que te guíen en tu vida, y debes aprender que
los demás encontrarán también los suyos. No debes intentar impre-
sionar y forzar el tuyo en ellos, pues es tratar de dar algo a los
demás cuando ellos no están preparados para recibirlo o no están
dispuestos a escucharte; sólo te debilita, y, además, corres el riesgo
de perder tu meta y de dudar de la validez de lo que ya tienes.
A través de la Fortuna Impersonal aprendes a apreciar los valo-
res de los demás y del mundo de una forma imparcial, que te ayuda
a aceptar la validez de las ideas contrarias o diferentes a las tuyas y
que en realidad no amenazan la seguridad de las tuyas. Conoces que
el mundo es suficientemente amplio y que incluso todos formamos
el lugar o situación donde nos encontrábamos y que la variedad trae
mayor riqueza al mundo.
En la casa 2ª se construye una sustancia y en la casa 8ª se des-
truyen los falsos aspectos de esa sustancia, ya sea de forma física o
mental. Te darás cuenta de cómo los demás cambian de opiniones, y
por ello tendrás choques con amigos y relaciones, por fundamenta-
les diferencias de opiniones, principios y valores. Estos serán
menores cuando sepas tomarlo más impersonalmente, como si no
amenazaran lo que tú valoras y tienes. Con este desapego e impar-
cialidad expresarás tu naturaleza divina y la importancia de defender
principios significativos y tener integridad, sin que ello derive en
luchas violentas o pierdas tu paz interior. Así desarrollarás la habili-
dad de ver lo que es significativo y necesario para ti, y esto
constituirá tu mayor felicidad.

La Parte de Fortuna en la Casa 3ª


Te satisface comunicarte con los demás y que te entiendan, por
lo que el lenguaje y la utilización de las palabras son importantes
para ti. Intentas entender cómo piensan los demás y cómo ellos ven
las cosas para desarrollar una mayor perspectiva en tu pensamiento.
El pensar con claridad es lo que te traerá tu mayor realización. Tu
seguridad está basada en el pensamiento en vez de en el mundo ma-
terial y por ello te gusta enseñar a los demás a pensar claramente, a
que entiendan el mundo que les rodea y a toda clase de personas.
La Fortuna Impersonal en la casa 9ª te ayuda a entender el pen-

331
samiento abstracto, a otras personas de otras nacionalidades y men-
talidades, ideas cósmicas y la mente superior, pero tu realización
vendrá a través de la mente inferior y concreta. Debes aprender la
diferencia entre la presencia de ideales humanos y la realidad en la
que se deben vivir y llevar a cabo. Al aceptar esta sabiduría y no ser
riguroso en tus ideales o juzgar a los que todavía no entienden la
verdad superior te dará la confianza de aquellos a quienes quieres
enseñar y con quien te quieres comunicar. No juzgas a otras perso-
nas, simplemente tratas de entenderlas y conocerlas, lo que te ayuda
a aceptar aquello contrario o diferente a ti mismo. Tienes algo im-
portante que decir sin forzar estas ideas en los demás o en aquellos
que no están dispuestos a aceptarlas. También aprendes a tener más
tolerancia y a reconocer cuál es el momento oportuno para decir las
cosas. Debes dar tus enseñanzas y conocimientos de forma imperso-
nal y obtendrás gran satisfacción al saber que has iluminado el
entendimiento de otra persona.
Absorbes muchos pensamientos filosóficos y espirituales a tra-
vés de la casa 9ª y te das cuenta de que las mayores verdades
sobrepasan las barreras mentales que separan a las personas. Debes
ser justo y tener la habilidad de ver todas las facetas de una situa-
ción. Así, trayendo entendimiento superior a las relaciones humanas,
ayudas a que todas las personas de tu entorno se lleven mejor y con-
sigan una mejor comprensión de los diferentes puntos de vista que
puedan existir. De este modo la dualidad del mundo y del pensa-
miento humano no dificulta la comunicación entre las personas. A
través de todas las personas que llegas a conocer y a ayudar encuen-
tras tu mayor satisfacción y felicidad. Cuando llegas a entender
todas las circunstancias y personas que te rodean adquieres una es-
pontaneidad y una confianza en ti mismo y en todo el Universo.

La Parte de Fortuna en la Casa 4ª


Tu mayor realización y satisfacción vendrá a través de todo
aquello que empiezas en tu vida, ya sea vida humana, ideas o pro-
yectos, poniendo especial cuidado y atención en las fundaciones que
después puedan darte soporte para un futuro crecimiento. Te sientes
feliz dando a los demás y sintiendo su ser verdadero y sus necesida-

332
des reales. Debes saber que las cosas toman tiempo en madurar, y
aprendes a plantar la semilla antes de obtener los beneficios de la
cosecha. Entiendes que primero debes imponer tus metas para tener
propósito y dirección, y para poder sacar provecho de todos tus es-
fuerzos y de todo lo que comiences en tu vida. Tu felicidad y alegría
viene más de aquellas semillas o principios que hagas, que de su
completa realización y culminación, aunque necesitas completar lo
que empiezas para conocer su sentido real.
A través de la Fortuna Impersonal en la casa 10ª te das cuenta
de la importancia de estructura, orden y responsabilidad para poder
llevar a cabo todos los proyectos y cristalizar todos aquellos insigni-
ficantes principios. Sin embargo, no debes identificarte con los
resultados y aquello que uno pretenda conseguir, ya que fácilmente
perderás tu sentido de propósito y podrás desilusionarte. Por ello,
debes tratar conscientemente con las cosas del mundo material,
siempre tomando en cuenta todos los movimientos necesarios para
empezar una estabilidad en el mundo. Tu alegría está basada en co-
menzar todo aquello que te dará estabilidad y seguridad interior y
que, por tanto, sabes que te pertenece íntimamente. Disfrutas parti-
cipando en proyectos comunes y todo aquello que te trae lazos
íntimos con otras personas.
Ser natural y estar en un entorno natural hará mucho para ayu-
darte a quedarte en la raíz de las cosas. También te dará mucha
alegría quedarte cerca de tu familia o antepasados, así como ayudar
a tu país o descubrir tus arquetipos inconscientes, ya que esto puede
significar la seguridad de estar dentro de la raíz de tu alma. No de-
bes permitir que el ego del mundo te desvíe de tu importante
comienzo natural, lo que te dará tu mayor satisfacción. Al desarro-
llar un verdadero cariño por todas las cosas y personas cercanas a ti
conoces el sentido de tu vida, lo que te da la confianza de estar
siempre donde más te necesitan y donde más puedes aprender. Po-
drás lograr una asociación profunda con tu ser interno, y a través de
ello desplegar tu personalidad y mostrar un tierno cuidado de las
cosas del mundo y de todas las personas de tu entorno y de tu fami-
lia.

333
La Parte de Fortuna en la Casa 5ª
Disfrutas creando, lo que expresas a través de un talento particu-
lar o simplemente una forma de vivir. Te identificas personalmente
con todo lo que creas. No solamente es todo lo que haces un produc-
to de ti mismo, sino que también te conviertes en el producto de
todo lo que haces. Tienes la gran habilidad de hacer realidad tus
sueños, la cual es mucho de tu propio quehacer a través del poder
del deseo. A través de todo lo que haces te conoces a ti mismo. A
través de la Fortuna Impersonal en la casa 11ª ves la realidad ideal
desde la que debes crear, también las ilusiones y fantasías de otras
personas. Sin embargo, si estos ideales son demasiado dispersos y
no te inspiran, entonces tu habilidad de crear disminuye. Ya que tus
amistades pueden dar vida a tus esperanzas, deseos y sueños, y em-
pujarte al reino de la imaginación creativa, es importante que sepas
elegir a tus amigos, pues son la fuente de creación o de destrucción
de tu inspiración e imaginación, la que necesitas para sentirte como
un ser individual. A la vez debes tomarlos impersonalmente y ver
tus sueños como una colección de símbolos del inconsciente univer-
sal, sin dispersar tu proceso creativo, ni identificarte con estos
sueños a no ser que encajen dentro de un rendimiento creativo. De-
bes darte cuenta de que toda creación es un uno por ciento de
inspiración y un noventa y nueve por ciento de esfuerzo, y también
que hay una gran diferencia entre saber lo que uno puede hacer y
realmente llevarlo a la práctica. Sólo te conocerás a través de lo que
realizas, no de lo que piensas.
A través de la Fortuna Impersonal y de tus amistades ves un
fuerte idealismo, pero debes mantenerte imparcial entendiendo el
concepto de no estar involucrado. Cuanto más hables de todo lo que
puedes hacer, menos energía tendrás a tu disposición. Tu mayor
felicidad viene de estar profunda e intensamente metido en todo lo
que eres capaz de crear. A veces esta satisfacción viene de una sola
brillante creación, ya sea en las artes, el teatro o a través de un hijo
muy especial.
A veces absorbes los sueños que las otras personas no saben
usar, los cuales debes examinar y aplicar a lo que has aprendido a
través de tu creación. No debes intentar infundir la voluntad de crear

334
a aquellos que sólo hablan de ello, pues entonces pierdes tu propia
voluntad. Te gusta disfrutar de todas las cosas buenas del mundo,
aunque tienes que aprender la diferencia entre la riqueza interior y la
exterior, para dar más importancia a tu realización interior que a la
exterior.
Tu mayor felicidad viene de hacer y tomar parte activamente en
la vida. A través del proceso de imitación del Creador entenderás la
consciencia Universal y se desarrollará tu realización.

La Parte de Fortuna en la Casa 6ª


El trabajo y el estar siempre activo te traerá tu mayor satisfac-
ción. Te realizas a ti mismo a través de una cuidadosa utilización de
tu tiempo y energía. Te das cuenta de cómo los demás vuelven a
situaciones ya resueltas del pasado, a emociones negativas o para
encontrar excusas derrotistas; sin embargo, tú debes cuidar los de-
talles del presente y superar toda negatividad a través de una vida
muy activa, sistematizada y organizada, sirviendo a la Humanidad
siempre y buscando participar de un modo útil en la existencia. Ne-
cesitas dar un sentido vocacional a tu vida y preocuparte por
mejorarte a ti mismo y a tu entorno. Mantener una pureza de pensa-
miento te ayuda a entregarte por completo a lo que estás haciendo
sin dejarte llevar por las dudas u otras distracciones.
A través de la Fortuna Impersonal en la casa 12ª conoces las ne-
cesidades internas del hombre. Esto te hace sensible a las fuerzas de
la creación y a los poderes invisibles del Universo, y también te da
una profunda compasión. Debes hacer algo con esto y no ser sólo un
observador pasivo; por tanto, debes participar activamente en la
vida, y, no obstante, aunque conoces lo infinito, debes funcionar con
claridad en el mundo definido. Te da una inmensa alegría saber que
puedes ayudar a curar a otra persona, y debes esforzarte por ser útil
en todo momento y usar tu habilidad, ya que sabes mejor que nadie
cómo hacer las cosas y encontrar un mejoramiento o una mayor fun-
cionalidad. Conoces el mecanismo del inconsciente y cómo incluso
tú mismo y los demás se dejan llevar por su impotencia, imperfec-
ción e inutilidad; por eso tu mayor satisfacción ocurre cuando eres
capaz de mejorar a los demás y ayudarles impersonalmente a que

335
desarrollen su potencial. Debes aprender a apreciar la perfección
que existe en el mundo, no preocupándote por la que no existe, y
desarrollar al máximo este potencial. Debes ver la negatividad im-
personalmente, y funcionas mejor cuando no piensas en una realidad
cósmica o en el más allá, sino que al sintonizar con el Universo lo
haces funcional al percibirlo con los cinco sentidos y ponerlo en una
práctica realista. Cuando todo lo que haces tiene un sentido, incluso
te puedes permitir dejarte llevar por todo aquello que ocurre en el
momento sin temer perder el camino ya emprendido. Por tanto, de-
bes mejorar tus habilidades naturales, y así el Universo empezará a
cooperar en el despertar de tu realización.

La Parte de Fortuna en la Casa 7ª


Tu mayor realización viene a través de dar a los demás y de dis-
frutar de una compañía armoniosa con otras personas. Es una
posición muy espiritual, pues estás viviendo en una consciencia im-
personal que sólo se hará personal en la presencia de otra persona,
ya que experimentas su identidad. Conoces a los demás íntimamente
y sabes cómo compartir, cooperar, armonizar y complacerles. Ves
más felicidad en los demás que en ti mismo y haces que se den
cuenta de ello. Deseas todo para otra persona y buscas unión en la
amistad o en el matrimonio. Eres capaz de percibir las necesidades
de los demás y les motivas a que las consigan, ayudándoles a que se
realicen. Te da mucha alegría ver su crecimiento y realización, co-
noces mejor que ellos mismos lo que les da la felicidad. Tu don está
en lograr que ellos se den cuenta y reconozcan o no tu ayuda.
Puedes ver el mundo objetivamente estudiando la acción y la
reacción de todo lo que te rodea y de las personas que conoces. Es-
tás profundamente envuelto en cómo reaccionan unas personas
frente a otras. Harás muchos sacrificios para conseguir una unión
con otra persona a cualquier nivel, y conocerás que el amor que re-
cibes es mucho más profundo y enriquecedor del que siente la
mayoría de las personas.
A un nivel inconsciente cuidas más a los demás de lo que lo ha-
cen ellos mismos, ayudándoles a través de su sufrimiento, por lo que
es difícil que sepas lo que quieres para ti mismo. Por ello, serán

336
otras personas las que te indiquen tu camino. En cuanto aceptes y
entiendas tu identidad impersonal, sentirás la unión con tu esencia
interior, que es lo que más te satisface y lo que más ayuda a tu reali-
zación. Eres muy influible, sobre todo durante tu juventud, hasta que
te das cuenta de ello y comienzas a distinguir lo que te puede con-
venir. Tus deseos siempre se realizarán si beneficiaran a otra
persona o facilitaran una buena relación con otra persona. Ya que
toda tu buena suerte viene de ese mundo exterior y en agradar a la
persona a la que amas, por ello tu alma se siente incompleta y des-
armoniza con la ausencia de una unión personal. Este deseo es el
más importante y toma prioridad por encima de todos los otros de-
seos que indique el resto de la carta.
A través de la causa y efecto de todo aquello que des a los de-
más se realizará tu identidad, tu ser espiritual y tu felicidad.

La Parte de Fortuna en la Casa 8ª


Alcanzarás tu mayor satisfacción y realización a través de aque-
llo que te sea otorgado por otras personas. Los demás siempre te
enseñan otra forma, otro camino u otro sistema de valores, y siem-
pre al probarlos tienes nuevos descubrimientos personales, haciendo
tus experiencias más ricas, conocerás y experimentarás cosas nuevas
y muy diferentes a las que ya reconoces. Representa una revolución
de consciencia y el obtener una nueva perspectiva. Debes reexami-
nar todos aquellos valores personales que ya no sirven al observar el
estímulo de lo exterior, y así poder darles un nuevo significado
aprendiendo el arte de 1a flexibilidad. Cuanto más puedas descubrir
estos valores y aplicarlos a tu vida personal, más se enriquecerán tus
experiencias y tu entendimiento de la vida.
La Fortuna Impersonal en la casa 2ª te enseña a reconocer tus
propios valores, los cuales debes percibir imparcialmente como si
no fueran tuyos completamente o no los poseyeras, para que así no
corten tu realización y poder percibir el estímulo que recibes del
exterior y de las otras personas. Así podrás dejar fácilmente todo
aquello que ya no sirva y no tenga un significado de crecimiento en
tu vida. Tus más queridas posesiones y valoraciones deberán ser
aquellas que sobrevivan, por ser totalmente reales y verdaderas. Ad-

337
quieres una seguridad en ti mismo inalterable, ya que es un contacto
profundo de lo que es válido personalmente, que deja completa li-
bertad a explorar y reconocer lo válido de la experiencia ajena.
De hecho en tu vida las personas te enseñan todo aquello que te
pesa y todo aquello que ha trascendido sus cualidades y deseos tem-
porales. Aprenderás así a expresar los valores de una naturaleza
divina.
Por ello debes rendir mucho de tu vigor y deseo personal, así
como de tu ego, para dejar un legado, ya sea dinero, ideas, nuevos
valores, enriquecimiento sexual o una realización consciente de tu
esencia, al entender que en este mundo no estás solo, y que lo más
afortunado del ser humano es poder compartir su vida y sus pose-
siones con los demás. Así llegas a asociarte íntimamente con un
proyecto común que beneficia a todos los que están envueltos en él,
incluso enriquece al alma humana.
Aprender humildad, a no ser posesivo de tus propios valores y
dejar fluir sistemas de valores e ideas que parezcan distintas a las
tuyas será tu mayor fuente de satisfacción. Tu realización y felicidad
vendrá a través de todas las personas con las que tratas, al descubrir
la armonía en todo aquello que parece ajeno a ti mismo y por la gran
fuerza de regeneración de tu alma. Una transformación de toda la
negatividad acumulada es posible al mantener esta presencia del
Aquí y Ahora.

La Parte de Fortuna en la Casa 9ª


Buscas una realidad más cósmica que mundana y experimentas
tu mayor realización descubriendo la verdad; expandiendo tu cons-
ciencia y tu entendimiento del Universo conoces muchas culturas y
diferentes formas del pensamiento humano.
Trasciendes el entendimiento interior de la realidad mundana y
sabes la relatividad de todo. A través de la Fortuna Impersonal en la
casa 3ª te das cuenta de la cantidad de energía gastada entre perso-
nas que parece que no se entienden, ya que los significados de las
palabras distorsionan la verdad. Debes mantenerte imparcial en estas
situaciones y aprender la idea de la dualidad formando parte de la
naturaleza humana. Debes saber que la verdad sólo se conoce a tra-

338
vés de la no verdad, y por ello necesitas resolver la dualidad a una
verdad superior. Una vez que comprendes esto, entonces será posi-
ble una real comunicación.
A menudo te verás y oirás a ti mismo expresando y diciendo co-
sas que no son totalmente verdad. Cuanta más dualidad
experimentes y expreses, mayor será la necesidad de resolver esta
dualidad en una unidad y entender la necesidad de la polaridad en la
Naturaleza y en la vida humana.
Experimentas una gran necesidad de identificación con una dei-
dad, el estudio, la contemplación, la meditación y la búsqueda
espiritual, una verdad universal y el estar sintonizado con las fuerzas
y las leyes de la Naturaleza; pero esto el mundo a veces no lo permi-
te, ya que la vida diaria nos sumerge en una realidad más inferior.
Todo lo pequeño da un sentido único a la totalidad y la comprensión
universal de la justicia.
Eres muy hábil en reconocer las sutilezas del pensamiento, y sin
despreciar a los demás debes mantener tus estándares más altos y así
hacer surgir el nivel del ser, al aprender a funcionar en el mundo de
todos los días, ideas y pensamientos de menor importancia, enten-
diéndolas como necesarias. Así comprenderás la naturaleza de todo
lo que es relativo y dual.
La sabiduría pierde mucho de su belleza al intentar transferirla a
la mente concreta e inferior, por lo que debes aprender a experimen-
tar una realidad cósmica mientras aprendes a funcionar en el mundo
de ideas y pensamientos de menor importancia: tolerar y equilibrar
la relación entre ambos en tu vida.
Debes mantener una independencia siempre, y tu satisfacción
vendrá de toda la verdad que descubras por ti mismo, sin tratar de
hacer que los demás encajen en tu mundo y sin tratar de corregir sus
ideas y actitudes. Simplemente debes enseñarles, manteniendo un
desapego e incluso una indiferencia a cómo aceptan lo que les estás
enseñando; entonces experimentarás la altura de tu conocimiento, tu
verdadera función en el mundo y tu realización.

La Parte de Fortuna en la Casa 10ª


Te sientes mejor cuando realizas aquello que te trae autorrespeto

339
y esto lo inspiras también en los demás. Todo en tu vida necesita
traer resultados concretos. Tu mayor satisfacción radica en cumplir
una meta específica que te has definido tú mismo. Deseas ser acep-
tado por los demás y por aquellos en posiciones de autoridad, lo
cual no es fácil, pues debes desarrollar una gran madurez, ver el
mundo sin ilusiones y mantener una perseverancia y un continuo
esfuerzo. Viendo la realidad del mundo entiendes las necesidades
emocionales que llevan a los demás a negatividad, a tener depen-
dencias emocionales. Debes superar el infantilismo de tus
reacciones, la repetición de patrones y una excesiva sensitividad,
que solo te atrapa en el pasado.
A través de la Fortuna Impersonal en la casa 4ª debes mantener-
te abierto a las necesidades de los demás y a sus emociones, sin
dejarte llevar por ellas, apreciando intuitivamente sus acciones, pero
no identificándote con ellas, para así poder completar los proyectos
e ideas a través de un esfuerzo sostenido y siendo consecuente a tu
meta. Obtienes un gran sentido de integridad para comprender y
responder a las experiencias de la vida.
Esta Parte de Fortuna se situará en posiciones de poder, con-
fianza y autoridad, lo que harás tomando en cuenta cómo guiar a las
personas que te rodean, aunque esto implique resolver problemas
sobre lo que es correcto y lo que no lo es, pues has heredado un
fuerte sentido de moralidad, religiosidad y disciplina en tu niñez.
Pero no debes dejar que esto te retenga; debes entender que lo que
es correcto e incorrecto no son obstáculos, sino que varían con el
tiempo, lugar y época, añadiendo gran amplitud al mundo mental y
físico. Siempre que mantengas un verdadero sentido de justicia e
integridad personal, el mero hecho de definir tus metas dictará lo
que es bueno o no para ti personalmente. Todo aquello que te traiga
cerca de tus metas y realización es lo correcto, y lo que te aleje de
ellas no lo es.
El plano emocional se convierte en la clave del mundo material,
ya que te ayuda a cuidar y nutrir las ideas y los primeros pasos, lo
que después beneficiará a completarlos y reflejar tu maestría perso-
nal. El madurar tu emotividad te ayudará a reconocer si la meta que
has escogido encaja realmente dentro de tu verdadera naturaleza

340
individual, y te da el respeto que necesitas para realizarte.
Tu mayor felicidad viene de sentirte un ser humano capacitado
para tomar responsabilidades, llevar a cabo las obligaciones sociales
y poseer una fuerza para crear confianza y respeto en los demás, a
fin de ayudar a aquellos que siguen buscando. El respetarte a ti
mismo y definir tus metas personales, que sean íntegras a tu ser in-
terno, te dará tu mayor realización y servirá de guía a aquellos que
te rodean.

La Parte de Fortuna en la Casa 11ª


Sientes un gran altruismo que tienes que poner en práctica ha-
ciendo algo por los demás, con gran imaginación. Esta Parte de
Fortuna te hace creativo, inventivo, con una visión de todo lo lejano
y nuevo, y está asociada a visiones que ayudan al desarrollo hu-
mano. Hace que conozcas la meta final del hombre y las po-
tencialidades que la Humanidad debería desarrollar.
Eres independiente y puedes observar el pasado viviendo y
manteniéndote en el presente, lo que te ayuda a liberarte de los pro-
blemas o situaciones agobiantes diarias. Tienes una enorme energía,
la que te puede causar mucha inquietud. También te hace pensar que
deberías estar haciendo o creando algo más con tu vida para sentirte
bien contigo mismo. La Fortuna Impersonal en la casa 5ª intensifica
la experiencia del poder creativo del hombre. Pero no debes identifi-
carte personalmente con cualquier idea, proyecto o relación, sino
que debes aprender a canalizarlo de manera impersonal, teniendo
suficiente desapego al esfuerzo que pones al hacer las cosas. Esto te
ayuda a organizar a personas para el beneficio de todos, al expresar
que son las ideas o proyectos comunes lo que da la confianza nece-
saria a los demás para que las cosas se lleven a cabo con la mayor
armonía posible y en una atmósfera de confianza y asistencia mutua.
Atraes a tu vida a personas que piensan de la misma forma que tú, y
siempre estás en contacto con gente que da vida y color a tus pro-
yectos. Tienes la suerte de conocer a personas muy especiales y muy
inteligentes, que siempre te ayudarán en tu búsqueda y te inspirarán,
dándote más amplitud y sabiduría. Cuando te sientes bien en com-
pañía de los demás, tienes una gran inspiración creativa.

341
Te ves a ti mismo como un producto y a la vez un catalizador
del futuro. El mundo necesita visionarios e inventos que ayuden a la
evolución de la Humanidad. Te gusta pensar en las posibilidades del
futuro del hombre y tomar parte en ayudar a desarrollarlas y vivir en
un mundo más humanitario. No te sientes coartado por las limita-
ciones sociales, sino que te sientes libre de cuestionar las tradiciones
aceptadas por la mayor parte de las personas y no te limitan para
hacer lo que quieres. Por todo ello, esta Parte de Fortuna te trae una
realización muy superior a lo normal, no sólo porque te hace muy
visionario y libre, sino porque te hace algo excéntrico, y que quizá
no encajes en la realidad ordinaria o mediocre de la sociedad. Senti-
rás una gran satisfacción al conocer el lugar apropiado del hombre
en la vida y que cada uno encuentra el ambiente más adecuado a su
individualidad. Puedes desarrollar ésta con personas muy diferentes
con una individualidad también muy definida y libre.
Tu realización llegará a través de tomar la responsabilidad de
manifestar tu visión y al cumplir la misión de ser un canal que co-
necta con la verdadera evolución hacia la libertad universal del
hombre.

La Parte de Fortuna en la Casa 12ª


Sientes todo en tu entorno con mucha intensidad y profundidad,
y te compenetras con todo íntimamente. Tu mayor realización ven-
drá estando atento a tu ser interior. De esta forma satisfaces tu deseo
de entender las fuerzas invisibles del Universo y tu unidad personal
con el Todo, al darte cuenta de la unidad de todas las realidades apa-
rentemente separadas. De todas formas debes funcionar en el mundo
de todos los días con sus aparentes limitaciones, las cuales ves a
través de la Fortuna Impersonal, mientras te das cuenta de la unidad
de todas las personas y circunstancias, de cómo se relacionan y có-
mo trabajan juntas. Esto te ayudará a no identificarte con estas
limitaciones, acciones y circunstancias programadas. Realmente te
das cuenta que las condiciones negativas surgen cuando uno preten-
de experimentar egoístamente sólo cosas positivas. Asimismo debes
experimentar todo desde un plano neutral e impersonal, donde no
existe lo negativo o positivo, convirtiendo tu vida en un ejemplo de

342
una profunda libertad de todos estos aparentes efectos a las influen-
cias del exterior.
Al mantener un desapego del mundo material podrás permitirte
fluir a través de situaciones y emociones sin personalizarlas, viéndo-
las comunes a la psique humana, y así entiendes la verdad de la
vida. Los periodos de soledad son muy beneficiosos para recoger
fuerzas, ponerte en contacto con tu ser interior y empezar a sentir la
esencia de todo, pues esto es la fuente de tu fortaleza espiritual.
A través de la Fortuna Impersonal en la casa 6ª debes aprender a
funcionar en el mundo eficientemente y adquirir la vocación de ser-
vir a la Humanidad. Sin embargo, las mayores verdades serán
reveladas a través de periodos de meditación y silencio, pudiendo
comunicarte y acercarte a una experiencia mística y comprender los
secretos profundos del ser humano y la vida. Aprendes a conocer la
experiencia ilimitada del ser humano y a escapar de la prisión mate-
rial que la mayor parte de las personas se imponen a través de sus
emociones y obligaciones.
Entiendes un sentido superior de la responsabilidad del ser hu-
mano y del esfuerzo y trabajo que se debe realizar en el mundo de la
materia. La casa 12ª te ayuda a trascender todas las limitaciones y
obligaciones del ser humano y te da la oportunidad de conocer que
tu alma es libre, que todo es verdaderamente una unidad y que de-
trás de cada experiencia hay una gran verdad; asimismo, que el
sufrimiento tiene un sentido y un significado muy profundo.
Indudablemente al estar en el Aquí y Ahora esto te traerá una
iluminación interior y te dará la oportunidad de conocer a Dios y
confiar en que todo aquello que necesitamos está a nuestro alcance
por pertenecer a esta energía total y universal. Aprendes a disfrutar
con todas las experiencias de la vida, y comprendes el sentido supe-
rior de crecimiento espiritual que todas las crisis ofrecen al madurar
y evolucionar.

343
Una verdadera atención significa que el astrólogo debe
mirar la carta astral natal como una totalidad primero, y
empieza la interpretación entera desde ahí. Es un acerca-
miento estético; esto quiere decir que el astrólogo debe ver
la carta como un amante del arte miraría un cuadro precio-
so, buscando entender la integridad y el significado del
total, sin poner una atención especial a sus partes separadas.
Esto es solamente porque el patrón particular completo
es único. Ningún factor de la carta astral natal es único, ni
siquiera el grado exacto del ascendente. Cualquier punto,
posición o aspecto ha ocurrido antes, y ocurrirá otra vez en
un futuro relativamente cercano o distante. Lo que es único
e integral sobre la carta astral natal, así como sobre la per-
sona que lo muestra, es un símbolo de las potencialidades:
semilla de la completa interrelación de todos sus componen-
tes.

LEYLA RAEL Y DANE RUDHYAR

344
CAPITULO X

LA ASTROLOGIA, LA PSICOLOGIA
Y LA BUSQUEDA ESPIRITUAL
La muerte y la reencarnación

Hay un camino que todos tenemos que recorrer: entre estar so-
lamente preocupados con nuestro propio crecimiento y estar
demasiado preocupados con otras personas.
En realidad, esto ha sido descrito como un camino estrecho y el
«no ser capaz de rendir el control»; como el camino centrado en el
ego, si se lleva a un extremo nos corta eventualmente de otros con-
tactos humanos que no tienen que ver con ninguna de las
preocupaciones anteriores. Una de las cosas que nos enseña la vida
es que no hay un final total, ya sea a la vida en sí o a la oportunidad
de vivir. La materia viviente puede cambiar en otra cosa, pero nunca
cesa de existir. La materia se transforma y la energía es perpetua;
por tanto, la energía para transformar nuestra materia siempre está a
nuestro alcance, y la transformación es verdaderamente el camino
real de la Naturaleza.
La Astrología nos ayuda a entender esa constante, a veces radi-
cal y otras veces sutil transformación que está siempre ocurriendo
en nosotros mismos. Es realmente el miedo a la muerte, a esa trans-
formación total de la materia, la que hace que nos atasquemos y no
reconozcamos la constante transformación psicológica que nos está
ocurriendo. El simple hecho de nacer hace que caminemos lenta y
paulatinamente a nuestra muerte, y la falta de una aceptación y en-
tendimiento de esto hace que constantemente tengamos miedo a
cambiar y a dejar las cosas, personas y patrones que ya no nos sir-
ven para crecer; es como si al agarrarnos a lo que somos o teníamos
en el pasado pudiéramos evitar o atrasar nuestra muerte física. El

345
mayor crecimiento que un ser humano puede hacer a nivel psicoló-
gico es aceptar la muerte sin tener miedo de ella, sino que se la debe
ver como la puerta y culminación de todo lo que su ser ha podido
realizar en esta vida, y cuando llega la total transformación y todo lo
que ha hecho su ser permanece sólo a un nivel energético.
Cada una de nuestras posesiones, más que el objeto en sí mis-
mo, es también el símbolo de una experiencia importante, una
emoción, una idea. Es también importante que reconozcamos esto y
entendamos que no es el objeto lo que es fundamental para nosotros,
sino su contenido emocional, el cual nunca podemos perder, aunque
los objetos materiales puedan perderse o destruirse. Esa emoción y
experiencia simbólica se queda grabada en el objeto, y siempre que
lo miramos volvemos a sentir la misma sensación en nuestra mente
y espíritu; pero si ya no tenemos el objeto, el simple hecho de acor-
darnos o visualizarlo nos da la misma sensación sin necesidad de
tenerlo presente ni poseerlo. Por tanto, todas las experiencias perso-
nales y objetos que hemos tenido, nunca se pueden perder, siendo
simplemente nuestra inseguridad sobre la muerte la que nos hace
posesivos, temerosos de perder todas aquellas cosas que nos dan
referencia y seguridad de que somos lo que creemos en cada mo-
mento, temiendo también al abandono o a la soledad.
A menudo este miedo a la muerte se supera en parte al creer en
la reencarnación, ya que se sabe que con nuevas vidas tendremos
más tiempo, y si no podemos hacer en ésta todo lo que deseamos, lo
haremos en la próxima. Hemos visto muchas veces cómo esto puede
ser una trampa, la cual evita que hagamos lo que tenemos que hacer
ahora, en la vida actual, y así vamos posponiendo el crecimiento que
nos corresponde en el presente. A otras personas, sin embargo, les
produce cierta angustia cuando piensan que el sufrimiento no tiene
fin. El tema de la reencarnación ha producido unos resultados a me-
nudo contradictorios, como podemos observar en muchas culturas
del Extremo Oriente. Vemos cómo se quitan la vida haciéndose el
«harakiri» cuando llegan a su culminación y sospechan que comien-
za su decadencia; también vemos cómo sociedades de pobreza muy
pronunciada se abandonan a su destino actual y casi tienen puestas
sus esperanzas en su próxima reencarnación; también vemos que la

346
creencia en la reencarnación ayuda de alguna forma a conseguir
cierta tranquilidad de espíritu y de confianza en el devenir de la vida
y su destino, algo así como creer en el control personal, en el equili-
brio de la Naturaleza y la vida en la Tierra. Esta creencia ayuda
enormemente a entender la injusticia humana, a sobrevivir y alcan-
zar un tremendo crecimiento espiritual, al ayudar al ser humano a
fluir a través de sus experiencias, sin juzgarlas ni juzgar a otros. La
mentalidad del Oriente no puede ser comprendida fácilmente por
nosotros los occidentales; tampoco entendemos muy bien cómo ha
podido ser malinterpretada o deformada a lo largo de tanto tiempo, e
incluso qué es lo que les lleva a ser como son en la actualidad. Pero
si pudiéramos adaptar a nuestra vida y conocimiento un par de cosas
o ideas esenciales de la filosofía oriental que nos ayude a entender
que lo que hacemos, decimos o pensamos tiene un impacto energéti-
co y, por tanto, una respuesta y un rebote de vuelta a nosotros.

Sin embargo, la ciencia y la física cuántica nos están abriendo


nuevas dimensiones a través de los campos de resonancia que nos
explican que ambas teorías, la oriental y la occidental, son válidas.
De hecho, los maestros tibetanos creen en la reencarnación de forma
más impersonal, como lo explica la física cuántica y los campos de
resonancia; pero esto era demasiado conceptual para que el pueblo
común lo entendiera o para que las almas no muy elevadas pusieran
un esfuerzo personal, solamente como miembro de la Humanidad, o
que su esfuerzo personal sólo va a servir a la Humanidad en general,
no a sí mismo o a su propio crecimiento. De todas formas, ya esta-
mos aceptando el hecho de que somos células de un solo organismo,
y desde que el hombre logró salir de la Tierra y la observó desde
lejos, se dio cuenta de que todo en ella es una sola cosa, que la Tie-
rra es un gran organismo viviente, que respira y estornuda con las
mareas del mar y los cataclismos; que los seres humanos no somos
más que las células corticales cerebrales y que igual que nuestra
mente produce unas ondas y repeticiones de pensamientos, asimis-
mo ocurre con la Tierra y su mente: la Humanidad. No somos más
que un miembro añadido que está ayudando con su granito de arena
al crecimiento y elevación del planeta entero y su sistema solar. Esta

347
es una idea demasiado abstracta para que una mente todavía en lu-
cha por reconocer su individualismo y su propia libertad pueda
entender sin provocarse lo contrario: el abandono y el no hacer un
esfuerzo personal. Es absolutamente necesario, para el funciona-
miento de la totalidad, que cada célula funcione con máxima li-
bertad y autonomía, a fin de que así cada uno tenga una
contribución, particular y especial, que a su vez sirva para ayudar a
crecer a la totalidad.

Hoy día, a esta teoría se la llama la hipótesis Gaia, nombre que


los griegos daban a la Tierra. Pero es lógico que la persona que no
esté muy evolucionada no tenga razones para creer en el ser hu-
mano, y sólo vea las injusticias sociales y de muchas personas, lo
que hace que no tenga ganas de ayudar en la evolución supuesta de
su propio planeta y de la Humanidad. Esto bastaría para atrasar su
evolución, o la dejadez hará que no ponga esfuerzo alguno por me-
jorarse a sí mismo, al igual que a su entorno. Por ello habría que
personalizar la reencarnación, porque, de todas formas, el perfeccio-
namiento de cada ser resulta esencial para la totalidad.
Los campos de resonancia nos explican cómo es muy posible la
creencia impersonal de la reencarnación. Incluso, quizá, si empeza-
mos a pensar que somos una cápsula material que nos deshacemos
en una cápsula espiritual y que ésta se vuelve a introducir en una
cápsula material, quizá lleguemos a la conclusión de que sea como
materializar el espíritu. En realidad sólo tenemos una vida, pero en
esa vida nos están influyendo las vidas de otras personas que han
existido con anterioridad.
Nuestra mente es como una antena y un receptor de radio que
emite ondas y capta ondas, vibraciones y resonancias. Todo lo que
cualquier ser humano ha realizado en esta vida se queda grabado, y
después otro ser humano, con conexiones de frecuencia similares,
capta todo eso, y, partiendo de esa grabación, crece como miembro
de la Humanidad. Una realidad de la física es el conocimiento de la
existencia del cinturón Van Allen en las capas exteriores de la at-
mósfera y que mantiene a ésta alrededor de la Tierra. Por lo visto,
estos cinturones están compuestos de electrones y neutrones puros y

348
tienen esta capacidad de grabación, por lo que podrán hacer de ban-
co-psi, o de archivos akáshicos, o como queramos llamarlos. En el
momento que sincronizamos con nuestra experiencia particular y el
papel individual que podemos jugar para la Humanidad, es como si
sintonizáramos o nos enchufáramos a esta fuente de conocimiento y
toda una cantidad de información nos llegara instantáneamente. Por
eso podemos conocer en un momento determinado todo lo que ha
ocurrido, o todo lo que una persona determinada ha hecho y pensado
en el pasado. Hay muchos conocimientos enterrados en nuestro in-
consciente, que en un momento determinado comienzan a
manifestarse, y también puede haber muchas paranoias y miedos,
que son ecos de los problemas de aquella persona que ahora se está
manifestando a través de nosotros.
Aunque esto parezcan especulaciones incluso sin comprobar, se
encuentra dentro de las posibilidades que la ciencia nos presenta hoy
día. La única dificultad es que no conocemos nuestra mente, y, por
ello, no sabemos cómo sintonizamos o no a una frecuencia determi-
nada. Además, cabe la posibilidad de que, por vía genética, las
conexiones sean similares a las que tenían nuestros antepasados, por
lo que a menudo nos afecta tanto lo positivo como lo negativo que
haya vivido algún miembro de la familia muerto antes de nuestro
nacimiento y que a su vez reactúa y se revive con los miembros fa-
miliares vivos. Tampoco conocemos con cuántas vidas o personas
estamos conectando y si alguna de ellas también afecta o es captada
por otras personas. Incluso cuando un ser humano llega a un nivel
muy elevado de perfeccionamiento y ha iluminado a muchas perso-
nas, su resonancia puede ser captada y esparcida a muchas personas.
Es como una onda expansiva que influye a muchos casi por igual.
Cuanto más alto es el grado de evolución, mayor será el grado de
disolución de su ego en una mayor cantidad de personas.
Este concepto puede explicar muchas cosas de una forma racio-
nal y científica, pero todavía no está suficientemente desarrollado.
Una cosa que destaca es la disolución del ego; pero para que haya
algo que disolver tiene que existir un ego, un individualismo parti-
cular y una contribución específica que después por resonancia
puede servir a muchas otras personas. Lo importante, de todas for-

349
mas, es ser uno mismo y encontrar ese sentido particular y único que
nuestra vida tenga para el ser humano en general. Incluso aunque
nos afecten las experiencias de otras personas, nunca será la misma
en la dimensión actual del tiempo. Ninguna vida de otra persona ni
ningún libro nos puede enseñar quiénes somos individualmente.
En nuestra evolución, los primeros treinta años conocemos lo
que la sociedad y nuestro pasado nos piden. Este es el periodo críti-
co donde podemos perder nuestra individualidad; pero si logramos
mantenerla y nos conocemos realmente, desde el primer retorno de
Saturno, podemos empezar a ser quienes somos y separarnos de lo
que es o no social o familiarmente aceptable. Si no lo hemos empe-
zado a conseguir a los treinta años, entonces tenemos otra
oportunidad a los cuarenta años, en la oposición de Urano a Urano,
donde todos nuestros bastones y excusas desaparecen y tenemos la
oportunidad de liberarnos y de ser nosotros mismos.
Es lógico que el proceso sea primero saber quiénes somos y de
dónde venimos, y una vez que lo sabemos, olvidarnos de ello, tener-
lo asegurado y empezar a manifestarnos en nuestro presente sin
tener que aferrarnos al pasado, que causa reacciones kármicas y que
atasca nuestro progreso. Lo que resultaría difícil es estar en el pre-
sente, en el Aquí y Ahora, por las buenas, sin haber pasado por un
periodo de captación y rememorización de lo que ya conoce el ser
humano y nuestra memoria genética particular. Tenemos que cono-
cer quiénes somos, y a partir de esto crecer hacia una mayor
perfección y un mayor individualismo capaz de colaborar con otros
seres humanos, sin que ello amenace nuestra posición, ya que esta-
mos seguros de nuestra propia posición y de nuestra contribución
particular.
De hecho, cada cierto tiempo, nos sentimos sincronizados donde
todo toma un sentido particular y las cosas ocurren por sí solas, y
donde nos podemos dejar fluir en total confianza de que ello nos
lleva a un crecimiento evolutivo y a un mayor conocimiento de no-
sotros mismos. Todo encaja; incluso los errores son perfectos; nos
sentimos unidos y sincronizados para encontrar el significado supe-
rior a la experiencia de nuestra vida. Obtenemos una paz y armonía
interna e irradiamos belleza a nuestro entorno.

350
Esta es una sensación que se va y que viene cada cierto tiempo;
pero cuanto más en contacto estemos con nuestro ser individual,
mayor tiempo podrá permanecer, ayudándonos de esta forma hacia
un constante crecimiento.
Nuestro código astral nos comunica y explica cuál es esa parti-
cular experiencia individual de la vida, ya sea partiendo de las
resonancias que captamos a través de ritmos de crecimiento, nuestro
reloj interno-externo, o de las experiencias de otras vidas, siendo a
partir de ahí cuando podemos evolucionar y crecer cada vez más. De
esta manera es como podemos incorporar y obtener un mayor senti-
do a nuestra vida. Es enfrentándonos a que tanto nuestra vida como
nuestra muerte tengan un sentido y significado específicos como
llegamos a perder ese miedo a la muerte que tanto nos puede afectar
en otras experiencias y actitudes de la vida diaria. Quizá esto sea
demasiado impersonal para algunas personas que todavía necesitan
el ego, o un individualismo, y que no les place pensar que de su ex-
periencia particular se van a aprovechar otras personas, y su propia
desconfianza en sí mismos muestra desconfianza en los demás, pen-
sando, por tanto, que los demás no se merecen lo que ellos hayan
conseguido con el sudor de su frente. Por eso, el otro concepto de la
reencarnación más personal resulta más asequible y asimilable para
la mayoría de las personas. Pero ello consideramos que es mejor
dejarlo a vuestro juicio y a vuestra necesidad individual específica.
Si os resulta más fácil creer que es vuestra alma la que se reencarna
una y otra vez, y esto os va a ayudar a perfeccionaros, entonces es
en lo que positivamente debéis creer, sin preocuparos de la otra teo-
ría anteriormente citada.
Lo importante es crecer, evolucionar y contribuir al ser humano,
y esto no quiere decir que no tengamos que aislarnos para poder
desarrollar nuestra individualidad. Hay muchísimas posibilidades, y
cada uno encuentra la suya propia o la más válida para su experien-
cia y crecimiento particular.
Lo que llamamos «otras vidas», lo entendemos como siendo pa-
trones en las ondas de resonancia que estamos captando, y que
pertenecen a las experiencias de otras personas que ya han existido.
Estas, a menudo, nos producen sensaciones extremadamente doloro-

351
sas o inmensamente milagrosas ante las experiencias de nuestra vida
actual, que se asemejan o nos reconectan con esas ondas y frecuen-
cias que han existido ya a través de otros individuos. Estos per-
tenecen al «inconsciente colectivo de la Humanidad», y de nuestra
herencia social, cultural y familiar. A través de estas frecuencias que
retornan podemos contribuir a nuestro crecimiento de consciencia
individual y asimismo otra vez al inconsciente colectivo de la Hu-
manidad.
Por tanto, nosotros, como estudiantes de Astrología, nos debe-
mos dar cuenta de que cualquier cosa y todo lo que se dice de un
signo zodiacal específico debe tener un sentido en términos de re-
presentar una fase especial o un aspecto del ciclo completo de la
existencia, y también la riqueza de ser representado por un momento
particular. Cada parte está en la totalidad y representa una totalidad
en sí misma; sólo que habla de una experiencia particular y única de
algo que en general es también compartido y resulta similar a las
experiencias de las otras personas. La rueda zodiacal es una totali-
dad, y sus doce signos son las partes componentes de la totalidad;
cada uno de ellos está relacionado a todos los otros. Cada signo zo-
diacal está particularmente relacionado a su opuesto y a aquellos
con los que forma ángulos rectos, que son los de una misma condi-
ción, porque el Zodíaco es esencialmente una representación
cósmica-simbólica de todas las posibilidades de la vida en este pla-
neta, y la fuerza de la vida es básicamente bipolar. La polaridad es el
principio más esencial de la existencia de todo aquello que conoce-
mos.
Así que para entender el Zodíaco y sus signos necesitamos dar-
nos cuenta del significado espiritual de esta polarización. En la
actualidad opera en varios niveles: atómica, biológica, psíquica,
mental y cósmica.
Hay dos grandes momentos en el ciclo del año. Ocurren, respec-
tivamente, en los equinoccios de otoño y primavera, y están
simbolizados por los signos Aries y Libra. Otros dos grandes mo-
mentos del ciclo anual son los solsticios de verano e invierno,
representados por Cáncer y Capricornio, que simbólicamente es la
reconstitución de la semilla en flor, y Capricornio, que representa la

352
posibilidad de una nueva mutación creativa dentro de la semilla es-
condida dentro de la Tierra. El proceso anual de la vegetación es un
símbolo potente de lo que ocurre arquetípicamente en cada organis-
mo físico. Cada ciclo comienza de acuerdo con la cualidad del signo
zodiacal de Aries, y alcanza su plenitud exterior en Cáncer y en Li-
bra. Un nuevo proceso comienza, que trata con ciertos valores
trascendentales del cuerpo interno o las cualidades mentales de la
existencia. En Capricornio, estos valores y cualidades llegan a su
máxima expresión. Para avanzar hacia arriba se requiere una funda-
ción en profundidad.
Hoy, la identificación de «espiritual» con «religioso» no se to-
ma ya por concedido. La espiritualidad no necesita ya ser
relacionada con la devoción a un sistema de creencias religiosas, y
no debe ser caracterizada por las creencias de una persona, sino más
bien por la cualidad de sus sentimientos, acciones y pensamientos.
La espiritualidad es demostrada por las respuestas de sentimien-
tos y el comportamiento mental. Es esencialmente un asunto de
motivación y de la forma que uno se acerque realmente a sus expe-
riencias diarias y en sus encuentros con otras personas. La
Humanidad necesita encarnar espontáneamente estas virtudes en sus
actos, sentimientos y pensamientos desde una postura sin ego y con
humildad.
La vida espiritual debe ser consciente, continua, diligente y fir-
me, aunque sin la tensión que puede producir un sentimiento
mórbido de cansancio y de toxinas psíquicas, que a su vez: intoxican
el cuerpo físico y le dan rigidez e inflexibilidad. La vida espiritual
no es un camino fácil. Nuestra energía emocional es la manifesta-
ción que expresa hacia afuera la energía vital de nuestra experiencia
particular. Es algo que sentimos y somos, y que irradia hacia afuera
para poder ser transformada. No hay un ser genuino sin transforma-
ción. Uno mismo es la fuente de toda la existencia individualizada.
El significado, al principio, sólo es latente; necesita ser actualizado a
través de una larga serie de desarrollo de energía vital y de multitud
de experiencias, que gradualmente puede verse que adquieren una
consistencia básica, un centro de consciencia: yo. Un ser humano se
convierte en una persona individual a través de la presión y el calor

353
de muchas confrontaciones. La pregunta fundamental que cualquier
ser humano necesita contestar es: ¿Estoy dispuesto a aceptar lo que
potencialmente soy al nacer? No importan las dificultades, fracasos
aparentes, del sufrimiento, de los ideales desintegrados, que quizá
eran sólo los reflejos de los de otra persona. ¿Qué significa el haber
sido aceptado dentro de este Universo? Nuestros padres o la socie-
dad no componen el Universo entero, así como tampoco el seno que
condicionó el crecimiento del embrión que se convirtió en esa per-
sona «yo». La sociedad que busca entre ser rígidamente la mente
para que uno pueda encajar en un patrón especifico. Esto tampoco
es el Universo entero.
Uno ha nacido del seno de su madre, en el seno del tiempo, y
necesitamos renacer en el Universo. Ese ser que renace en el verda-
dero ser es quien es el ser individual en relación al Universo entero,
el patrón de la verdadera identidad. Este patrón ha estado siempre
con uno mismo desde que tomó el primer aliento. Este patrón que
muestra nuestro código astral puede ahora hablarnos y darnos el
mensaje de quiénes somos individualmente, todo aquello que re-
presenta las raíces o el centro de nuestra persona.
Uno puede intentar experimentar en sus meditaciones lo que es-
tá dispuesto a aceptar sin condiciones, como la fundación de su
persona individuad. La psicología de la individualización, sin em-
bargo, nos muestra que 1a meta de este proceso de volverse entero o
íntegro no es la perfección, pero sí el ser completo. Una persona
entera no está libre de culpa, sino que es quien está formado por
todas sus partes como una combinación inexplicable de una persona
completa. Esta unidad del ser paradójicamente bipolares como la
combinación de opuestos. La vida no es esto o eso, sino ambos.
Cada uno de nosotros estamos llenos de polaridades y contra-
dicciones que pueden ser complementos cuando se armonizan, igual
que en la Naturaleza están armonizados e integrados todos los
opuestos: día-noche, verano-invierno. Y son inseparables, ya que
dan el dinamismo a la vida.
Ya hemos visto cómo la contradicción particular de cada perso-
na es una síntesis que lógicamente está más indicada por la fase
lunar, los nódulos y las oposiciones planetarias importantes, y que

354
cuando funciona integrada, la persona expresa una individualidad
especial y una armonía única espiritual. Mantenerse en una fluidez
en el Ahora actúa con espontaneidad y con una alegría natural. La
Parte de la Fortuna nos indica cómo y dónde nos sentimos integra-
dos en el Ahora; pero a través de un trabajo interior de técnicas de
meditación y respiración unimos esa sensación bipolar y podemos
permanecer en la armonía del Ahora incluso en situaciones que no
estén relacionadas con el Ahora de la Parte de la Fortuna, sino un
Ahora expandido en muchas otras situaciones de la vida diaria. Es
entonces cuando alcanzamos un entendimiento espiritual de la vida.
La apreciación y el entendimiento del Ahora que indica nuestra Par-
te de Fortuna, lo que nos lleva a distinguir el estado saludable de la
unión de nuestro cuerpo-mente. Pero la vida espiritual empieza
cuando esta sensación continúa en todas las actividades diarias y
cuando somos capaces de ver todo con una frescura renovada y ale-
gría que sólo tiene que ver con el ahora, no con el ayer ni el mañana.
Cuando seamos capaces de ver a una persona que vemos todos los
días como si la conociéramos por primera vez, si le tenemos cariño,
lógicamente se volverá a manifestar; pero no nos dejamos influir por
lo que pasó ayer: sólo respondemos a lo que ocurre en el momento
presente, disolviendo de esta manera karma, y creamos a su vez
karma positivo, como ya hemos explicado anteriormente.
Esto también es una polaridad, «yo y el otro», que constante-
mente se está contrastando y unificando como todo en la Naturaleza.
Cuando una persona ha conseguido una elevación de consciencia
consigue influir a su entorno también de tal forma que ésta se armo-
niza en sus contrastes y se ayudan mutuamente para elevar cada
experiencia y radiar luz.
A menudo, también vemos que cuando una persona vive una
experiencia de forma excesivamente positiva provocará en la otra
persona el experimento de forma excesivamente negativa. El Ahora
no tiene unos contrastes externos, ya que, si es así, se encontrará con
su opuesto. Después de una época de mucho sufrimiento vendrá otra
de mucha alegría, y así sucesivamente, hasta que se van centrando
en un Ahora bipolar sin tantos extremos: simplemente se está bien.
Esto no es una monotonía, sino una fluidez y flexibilidad. Es nuestra

355
rigidez y el aferrarnos a patrones del pasado que empeoran las situa-
ciones y se vuelven en contrastes extremos.
También, si pensamos en amor, emitimos unas ondas que atraen
la experiencia de amor; si pensamos en odio, lo atraeremos, ya que
nuestra experiencia exterior es el reflejo de nuestro interior. Pero
siempre que nos desbordamos o exageramos, por contraste hallamos
lo opuesto, ya que en esto está también la armonía del Universo.
«La carta natal de una persona constituye el mensaje del Uni-
verso: es una serie de instrucciones dadas a la Humanidad. Él o Ella,
nacidos en el cielo, es el nombre celestial del individuo, un nombre
más verdadero y fundamentalmente válido que el heredado por sus
padres, su cultura y su religión» (Dane Rudhyar).
El código astral indica la armonía y desarmonía específica de
cada persona y cómo eso va haciendo una entidad íntegra particular,
que a través de situaciones similares a otras personas colocadas en
una serie de progresión específica produce una entidad y significado
especial y único.
Una persona no puede entrar en su armonía porque sí, sino que
para todos es el resultado de un trabajo personal, de un entendimien-
to psicológico y de sacar sentido a todas las crisis que hayamos
tenido. Hoy día hemos recogido técnicas de la Antigüedad para ayu-
darnos a conocer más a fondo esta experiencia. Las técnicas de
respiración, de unificación de la constante bipolar fuente de energía
de nuestros pulmones: inspirar y expulsar. Las técnicas de observa-
ción de nuestros pensamientos dejándolos pasar, no fijándonos en
ninguno, como nos enseñan las técnicas orientales de meditación. Y
la meditación en acción, la respiración unida al movimiento y cam-
bio de peso de una pierna a la otra, con la circulación de la energía y
la polaridad, ya que cuando el peso esté en una pierna la fuerza es-
tará en la mano contraria, como lo experimentamos al hacer Tai-
Chi.
La fluidez y armonía del movimiento con la respiración indica
la falta de tensión y la armonía psico-corporal. Para darnos cuenta
de ello tenemos que experimentarlo o simplemente observar lo difí-
cil que es para una persona desequilibrada moverse con armonía.
El Tai-Chi está relacionado a los puntos cardinales Norte, Sur,

356
Este y Oeste y a los elementos que observamos en la Naturaleza
relacionados a estas direcciones. De un lado viene el viento; de otro
está el mar o el riachuelo; en otro está el Sol y el calor, y en otro
está la firmeza de la Tierra, y en el centro estamos nosotros el quinto
punto. Es un equilibrio de los sentidos que puede ser como una can-
ción de una inminente resurrección. Cuando la Humanidad sea
capaz de mantener su búsqueda espiritual en su ser y fluir con el
pulso rítmico del Universo, esto es como una corriente de mareas
que nunca se acaba. Una estabilidad realista y confiable llega sólo a
los seres humanos que han alcanzado su centro y que se han conver-
tido en seres humanos globales. Han obtenido de esta forma una
sabiduría para convertirse en doctores de curación planetaria. Curar
la enfermedad es limpiar la mente de todos los pensamientos impu-
ros a través de una simple meditación. La más perfecta meditación
es la que está compuesta de cada momento presente de la existencia
individual; cada acto, cada pensamiento, cada sentimiento puede ser
experimentado como una serie de fases sucesivas en el proceso de
una vida entera y de su autoconocimiento y el significado de su rea-
lización. Cuando miramos a un viejo y vemos que la expresión en su
cara es armónica, es decir, que un lado es igual o muy parecido al
otro, nos indica que ha alcanzado su madurez con armonía. Sin em-
bargo, a las personas que se han desintegrado en contrastes y
contradicciones se las apreciará visiblemente porque la expresión de
un lado y otro de su cara es diferente, aunque sólo sea ligeramente.
También podemos observar la postura del cuerpo cuando estamos en
una gran crisis, y veremos que estamos torcidos corporalmente o
que un ojo está más abierto que el otro o la postura de la boca es
diferente. Nuestra imagen exterior es un reflejo del estado interior.
Cuando estamos bien con nosotros mismos se refleja en una belleza
particular, incluso cuando nuestras facciones no sean especialmente
bellas. El irradiar belleza y alegría no está solamente reservado a las
personas bellas, sino que es la expresión de nuestro estado interno.
Quizá las personas bellas tengan menos conflictos con el exterior y
eso les ayude un poco, pero en realidad tiene poco que ver, ya que a
menudo la belleza exterior se convierte en fealdad interior.
No hay tal cosa como armonía del pasado o del futuro. La ar-

357
monía sólo existe en el presente, el cual está relacionado al pasado
e influye en el futuro.
«No hay tal cosa como sucesos del futuro, sólo son fases no ac-
tualizadas de nuestra existencia, y lo que llamamos usualmente
sucesos son oportunidades para convertirnos paso a paso en lo que
potencialmente somos.». «Lo que la Astrología estudia no es la in-
fluencia de los cuerpos celestes sobre el hombre terrestre biofísico,
sino más bien la forma siempre cambiante que el inminente y multi-
dinámico juego de la existencia asume en la consciencia de la
Humanidad colectiva o de la persona individual» (Dane Rudhyar).
El pasado y el futuro es una polaridad que sólo se armoniza en
el presente, en el Aquí y Ahora.

LA PSICOLOGIA DE LA ASTROLOGIA

La carta astral revela un conflicto interno en la percepción y la


expresión de la necesidad vital de esa persona, como el amor, la
aserción del ego o los talentos de comunicación. Con esta revelación
la persona ya no necesita sentir que su bloqueo o su sufrimiento son
el resultado de ser una víctima impotente de fuerzas exteriores como
la sociedad represiva, o unos padres neuróticos o a la mala suerte.
Ante lo que le revela la carta astral, la persona aprende que el con-
flicto tiene un propósito en el desarrollo de su psique. En otras
palabras, implícita en la Astrología está la visión de que hay facturas
y cuentas y que a la larga existe un sentido inherente a nuestras ten-
dencias natales, incluyendo la frustración, el sufrimiento y el
conflicto, que están ahí para dar fuerza a nuestro desarrollo.
Los métodos psicoterapéuticos todavía están emergiendo y ma-
durando. Finalmente, veremos una teoría y técnica integrada donde
el trabajo consciente del ser y su trabajo en su ser inconsciente to-
man un lugar simultáneo y mutuamente se sostienen y nutren.
Por ejemplo, una oposición de Venus-Luna no es sólo una exce-
siva dependencia en complacer a los otros a toda costa, y a la misma
vez una contradicción de esta necesidad y sus propios gustos, sino
que al trabajarse a uno mismo puede indicar una virtud y sensitivi-

358
dad a las necesidades de los demás. La Astrología permite ambas
cosas no enjuiciando, y en esto está su capacidad de propiedades
curativas. Otro ejemplo: Marte en cuadratura a Urano, que no esté
más aumentada por el resto de la carta, es una tendencia a una ac-
ción precipitada y a arrepentirse consecuentemente de actuar sin
pensar; pero cuando esos impulsos precipitados son transformados,
esto indica una energía estimulante que la persona tiene a su dispo-
sición para cumplir y actuar en situaciones que se presentan
repentinamente.
La mayor parte de las tendencias negativas se pueden volver
una fuente de poder positivo con el tiempo y el esfuerzo.
Lo que la Astrología nos sugiere es que en cada caso hay un
camino para salir de la nebulosa, un uso potencialmente positivo y
un resultado de todas las condiciones humanas.
Siempre que se le aconseje a la persona que transforme sus cua-
draturas y oposiciones hacia su nódulo Norte, éstas se convertirán en
una lección aprendida, un obstáculo superado, que es la fuente de
una virtud ganada. Es interesante saber que los sacerdotes transmi-
ten la misma noción, pero no pueden apoyar su consejo en nada
específico sobre el individuo, como la Astrología lo hace.
En realidad, cuando una persona que está preparada busca un
astrólogo competente indica el estar dispuesto a ser educado por las
enseñanzas de una psicología arquetípica, una escuela de sabiduría.
De hecho, la Astrología tiene un cuerpo de conocimiento para
una auténtica psicoterapia.
Para aquellas personas que tiene una tendencia a poner la res-
ponsabilidad de sus problemas en influencias exteriores, la
Astrología, desafortunadamente, posee una gran oportunidad para el
desarrollo de esa excesiva dependencia. Es el astrólogo quien debe
darse cuenta y no fomentárselo más, sino ayudarle y darle lo que
necesita para tomar la responsabilidad de su propia vida en sus ma-
nos, en vez de encontrar otro apoyo y excusas a su impotencia y
miseria. Fácilmente, si no se tiene cuidado, pueden dispararse las
tendencias infantiles de que le cuide un padre que lo sabe todo.
En una terapia astrológica se debe participar de forma regular,
continua para que se dé un cambio individual profundo-psicológico.

359
En una educación astrológica se revelan los patrones de la es-
tructura psicológica y su proceso. Esto a menudo abre la puerta
hacia una consciencia más completa y un ser real, dándose el primer
paso en la terapia de la vida. Nos referimos al crecimiento emocio-
nal y espiritual que una persona puede experimentar simplemente
tratando con lo que la vida le pide y directamente con sus oportuni-
dades de madurar.
Todo el que practica la psicoterapia astrológica debe tener un
conocimiento y apreciación de lo siguiente:
• Métodos de suavizar las defensas.
• Cómo trabajar con las emociones, necesidades y fuerzas ar-
quetípicas reprimidas una vez que comienzan a expresarse.
• Técnicas para trabajar con la imaginación, las fantasías y los
sueños.
• Teorías de psicodinámica, psicopatología y tipos de carácter
más allá de lo que la Astrología nos puede ofrecer.
• Cómo trabajar con los problemas de la transferencia y con su
propia transferencia (proyecciones psicológicas).
• Cómo alentar el crecimiento de un buen concepto de uno
mismo.
• Teorías del individuo dentro de un contexto total de la vida,
crecimiento por la edad, su legado cultural, familiar, social, trabajo,
medios profesionales. Muchas vivencias y experiencias personales
últimas.
Cuando obtenemos más experiencia, al trabajar con personas
necesitamos aumentar y profundizar nuestro conocimiento de cómo
puede aplicarse mejor la Astrología para varias circunstancias con
las que tenemos que tratar. Para ganar más autoconsciencia pode-
mos hacernos varias preguntas con respecto a los aspectos de
nuestro trabajo educacional, terapéutico, y para aconsejar. Aunque a
menudo no se puedan contestar, las siguientes preguntas pueden ser
beneficiosas:
• ¿Qué es lo que la persona está buscando?
• ¿Qué es lo que la persona está dispuesta a escuchar?
• ¿Por qué esta persona viene a verme en este momento de su
vida?

360
• ¿Cuál es la mejor manera de usar la información astrológica
para ayudarla en su desarrollo, su sentido de iniciativa, responsabili-
dad y participación en la vida?
• ¿Cuál es el tipo y grado de exploración que se debe hacer
con la psique y vida de esta persona?
• ¿Cuál es el método, tratamiento, duración y continuidad de
las visitas más adecuado en su caso?
• ¿Realmente necesita psicoterapia, o cuál es el camino más
apropiado para ofrecerle una opinión?
• ¿Esta persona desafía uno de mis puntos flacos o dolorosos?
• ¿Cuáles son mis fuerzas y mis debilidades como astrólogo?
• ¿Estoy esperando ser capaz de cambiarle la vida, es esta ex-
pectación realista, o estoy buscando un cambio demasiado rápido?
El consejo astrológico nos provee de un marco simbólico del
entendimiento de ciertos patrones del individuo, así como los ciclos
de desarrollo que la persona debe atravesar. Tal cuadro completo
nos ayuda a tomar una perspectiva y un autoconocimiento para
combatir la lucha de la vida y poder contestar, al menos en parte, a
esas preguntas.
Tenemos que ser más adeptos a usar técnicas explorativas y de
entrevistas. Así vemos la necesidad inmediata y la capacidad emo-
cional de la persona, los conflictos, motivación y bloqueos
fundamentales, así como los roles y defensas confundidas; también
la dinámica interaccional entre esa persona y nosotros, y el concepto
básico según se relacione con su situación y vida entera.

La psicodinámica más amplia de la psicoterapia es aquella de


conflicto del ego, el super-ego y la figura de la «sombra», según la
teoría de Jung. Es importante conocer la teoría junguiana del «pro-
ceso de individuación» y definir en qué punto de este proceso está la
persona; también hasta qué punto se ha permitido reconocer su lado
inconsciente irracional y se ha enfrentado como un guerrero a aque-
llo que le da miedo de sí mismo. También, cuando este proceso se
proyecta en una persona, generalmente del mismo sexo, que se con-
vierte en su «sombra», mirar la carta de esa persona para ver su
interacción y lo que se están enseñando mutuamente. Cuando una

361
persona es nuestra «sombra», también lo seremos de ella. Es impor-
tante leer ciertos libros de Jung, como Los arquetipos del
inconsciente colectivo, Anima-ánimus, El hombre y sus símbolos,
además de otros. Es esencial manejar y conocer nuestro propio pro-
ceso de individuación y entender cómo se está manifestando. Este
proceso solía ocurrimos intensamente a la edad de los cuarenta o
cincuenta años, pero posiblemente para muchos de nosotros el in-
consciente irracional surge en gran medida ya a los treinta y tantos
años.
El inconsciente tiene que salir para que podamos reconocerlo, y
así lentamente unir el consciente con el inconsciente, el ánima con
el ánimus, nuestro lado masculino y femenino, para así poder elevar
nuestra consciencia.
En la carta también podemos reconocer la actividad de nuestro
lado masculino y femenino, cual está más desarrollado y cómo están
interactuando. Esto también es la psicodinámica de las contradic-
ciones, y cómo se combinan para formar una individualidad
específica, un ser consciente de ser único.
En términos astrológicos, esta psicodinámica se refleja en los
aspectos tensionales o demasiado énfasis de ciertos elementos, sig-
nos, hemisferios; la completa ausencia de un elemento y los planetas
que hacen operativa la oposición polar de las casas y los signos.
Algunas de las consideraciones más específicas psicodinámicas
de las terapias modernas son la aserción del ego, la agresión versus
al miedo, al rechazo y al abandono: la aserción del ego y la agresión
versus al autocastigo moral y la pérdida de autoestima; la necesidad
de ser fuerte e independiente, versus al miedo, y la necesidad de ser
débil y dependiente; la necesidad de estar cerca, versus al miedo, de
ser tragado o apoderado; la necesidad de intimidad, versus a la nece-
sidad de autonomía y estar separado; la necesidad de ser razonable,
versus a las necesidades emocionales. Y así podríamos continuar
más y más. Posiblemente podríamos decir que estas psicodinámicas
de contradicciones podrían tener una totalidad de sentidos, como he-
mos visto en los hexagramas del I-Ching.
Si conocemos y manejamos el I-Ching –el libro de las mutacio-
nes chino–, frecuentemente entenderemos cómo esto se manifiesta y

362
también se relaciona con patrones de crecimiento en la Naturaleza,
que se asemeja al patrón psicodinámico específico de nuestra inter-
acción consciente-inconsciente.

Cuando la persona consigue hacerse consciente de las motiva-


ciones y necesidades internas, anteriormente poco claras, y
comienza a entender el sentido de su comportamiento, entonces es
cuando el desarrollo de una visión se hace posible. Si la visión o
revelación se siente profundamente y también es entendida por la
mente, entonces el efecto terapéutico es mucho mayor.
La percepción individual del ser es radiada hacia afuera a través
de la expresión del cuerpo, y su campo energético y otros responden
a la emanación. Todo el mundo lo sabe: al final siempre todo sale
según como uno se siente consigo mismo.
Tanto el que quiere consejo como el terapeuta necesitan cono-
cer cómo entran en áreas de autoduda, autoodio, rabia y enfado
hacia otros, tanto como percibir radiaciones de la belleza interna
de la persona, y el poder de la salud y de la creatividad.

El horóscopo provee de un cuadro sobre el autoconcepto, y si es


vitalizado en la forma terapéutica puede ayudar al individuo a cono-
cer la verdadera persona interior.
El autoconcepto parece ser una síntesis de diversas fuerzas: es-
tructuras y psicodinámicas (que creen de la combinación de
impulsos instintivos básicos humanos y respuestas individuales a las
experiencias de la niñez), genéticas, arquetipos y nuestras herencias
del alma o lo que llamamos vidas pasadas.

Una de las razones por las que llegamos a estancamientos en la


catarsis emocional es porque hay una mezcla incompatible de emo-
ciones que buscan descargarse: rabia, daño, miedo y culpa, por
ejemplo. Mientras que el miedo y la culpa no sean resueltos, la rabia
y el daño no pueden encontrar un alivio genuino. Incluso más: una
emoción puede ser usada como defensa en contra de otra emoción;
por ejemplo, el enfado como defensa contra el daño y el llorar, y
viceversa. También una persona puede encontrar que le sea posible

363
expresarse a través de un tipo de emoción en la presencia de un ter-
apeuta, pero no delante de otro, debido a sentimientos de
transferencia o proyecciones no resueltas.
Hay muchas teorías sobre el origen de la ansiedad. Puede ser el
resultado de un bloqueo en la libido o energía sexual; tener más es-
tímulo que el sistema nervioso o la psique pueda integrar; cualquier
experiencia que es una señal al ego de una amenaza seria a su habi-
lidad de mantener su autoimagen o sentido de seguridad; cualquier
experiencia fuerte con lo desconocido. En cualquier proceso tera-
péutico verdadero, la persona tendrá que experimentar alguna
ansiedad, ya que la alteración de cualquier actitud crónica, hábito o
defensa se sentirán como una amenaza. Pero un estado excesivo o
un grado prolongado de ansiedad interfiere con el proceso terapéuti-
co. Una ansiedad intolerable es una fuerza guiadora básica en la
formación de síntomas defensivos y neuróticos.

Existe diferencia entre una comprensión genuina y una com-


prensión intelectual. Aunque es insuficiente por sí misma, la visión
intelectual puede ayudar a cualquier persona a comenzar el proceso
de trabajo en uno mismo, aunque fácilmente es usado de forma ne-
gativa, como un apoyo en contra del sentimiento y la espontaneidad.
La comprensión genuina, por otro lado, llega a hacerse cuando uno
empieza a abrir sus defensas, vive a través de una experiencia difícil
de la vida, de forma emocional, o intenta entender una situación en
su vida tomando plena responsabilidad por sí mismo. Una de las ra-
zones por las que determinada persona se estanca en un patrón
emocional no productivo es la falta de comprensión genuina. Tal
situación indica que la persona no está realmente viendo desde den-
tro y aceptando su papel activo en mantener el conflicto.
Muchas personas piensan sobre la comprensión o la revelación
como teniendo que ver sólo con el entendimiento aliviador de las
causas del pasado, aunque también puede funcionar dinámicamente,
como una nueva forma de ver el juego presente de fuerzas y necesi-
dades, y, a este propósito, como un reconocimiento estimulante del
significado de las actividades de uno para las metas futuras.

364
Siempre hay que ayudar tratando de aliviar al niño reprimido in-
ternamente y conseguir reconocer la parte de uno mismo que se está
dejando atrás, como la muerte del ser infantil que bloquea nuestro
progreso y madurez. Poco a poco se han de dejar el odio y la rabia
hacia los padres, así como la frustración de necesitar amor, el cual
se busca ahora para sustituir a los padres. Esto le ayuda a convertirse
en adulto.
Hay excepciones cuando vienen algunas personas en las que ya
está explícito su comportamiento infantil. A menudo esto es un
comportamiento infantil como defensa, por no querer vivir en el
mundo de una forma responsable y activa. Por ejemplo, una inocen-
cia o ser demasiado influible, una dependencia de aferrarse, un no
estar dispuesto a manejar las obligaciones económicas y de su sus-
tento e independencia, unas emociones histéricas o una retirada
social prolongada. En este tipo de situación la persona tendrá que
construir más fuerza de su ego y defensas de adulto, antes de atrave-
sar el proceso de romper defensas anteriores y así aliviar el
infantilismo. El proceso de psicoterapia astrológica debe ser más
lento, y en un periodo de tiempo más largo.

Hemos observado cómo las personas con problemas entre pla-


netas en signos fijos, o con un Plutón muy marcado y conflictivo,
son muy resistentes e impenetrables y no dejan al psico-astrólogo
penetrar en su interior; tampoco se dejan aconsejar. A menudo indi-
ca un trauma emocional del pasado y de la infancia que no
recuerdan y que están intentando apartar o esconder antes de haberle
dado un sentido. Sobre todo la generación de Plutón en Leo con
configuraciones o cuadraturas a planetas personales, y, si, además
de esto, tienen un nódulo Sur en Escorpio o en la casa 8ª o 12ª. Hay
algo del pasado que es impenetrable y que sólo se podría lograr des-
cubrir con la interpretación de los sueños y terapias de regresión no
hipnótica; con relajación y guiados por sugestión, siempre que la
persona confíe plenamente en el psico-astrólogo y también quiera
desbloquear las causas de esa obsesión emocional o de esa expe-
riencia dolorosa.
Al contrario, las personas que no tienen ni un solo planeta en re-

365
troceso y que por ello tienen menos recuerdos, revisiones mentales,
proyecciones y transferencias psicológicas, reconocen más fácil-
mente esos patrones negativos y las cosas que no les gustan de sí
mismos, ya que se manifiestan de una forma más directa y activa en
su vida; es incluso más accional y tiene menos que ver con el pasado
kármico enterrado en el subconsciente. Por tanto, tienen menos ten-
dencia a experimentar traumas bloqueados del pasado actual.
Una de las situaciones que comúnmente necesita un tratamiento
psicoterapéutico es cuando ha habido una dificultad amorosa pro-
longada y no parece que la persona se sienta capaz de superar dicha
dificultad cambiando, o una persona que tiene un patrón de relacio-
nes no satisfactorias.
Cuando vemos el tipo de individuo que está estancado en una
relación muy limitadora y dolorosa, su dependencia es vista como el
hecho de que necesita que el astrólogo le diga exactamente lo que
debe hacer. Lo que no podemos realizar como ayudantes en las artes
curativas, es saltar a una respuesta demasiado simplificada sobre ese
tipo de personas. En otras palabras, no podemos simplemente expli-
car nuestro fracaso de ayudar a que esa persona hiciera un cambio
en su vida diciendo que era autodestructiva o masoquista y que eso
es todo. La persona que se encuentra en una relación difícil está ha-
ciendo una declaración emocional implícita a través de la relación.
Tal declaración tiene dos direcciones: una que tiene que ver consigo
mismo, el mundo y el presente, y la otra, refiriéndose más al pasado
y a sus padres. Uno de los mayores credos en la psicología de las
relaciones, el cual es reconocido por los astrólogos y los psicotera-
peutas, es que los aspectos difíciles en el cónyuge usualmente repre-
sentan la parte reprimida de uno mismo. Esto se debe a que en el
orden que la persona acepte y alivie una parte de sí misma reprimida
o amenazante, tiene que haber un estímulo externo de clase similar.
Por ejemplo, si una persona ha reprimido su sentido de poder perso-
nal, su enfado positivo y su fuerza (descrito astrológicamente como
sus energías de Marte), nunca será desafiada a expresar esa parte de
sí misma en su entorno, siempre pacífico y sin conflictos. Sin em-
bargo, un compañero desafiante la forzará a tratar con ello. La
implicación aquí es que si este tipo de persona se siente bloqueada

366
en su relación, es probablemente porque no está respondiendo al
desafío apropiada y afectivamente. Sheldon Kopp escribe a este
respecto: «Hasta cierto grado, cada uno de nosotros se casa para
hacer las paces con nuestras propias deficiencias. Cuando se es un
niño, uno no puede estar solo sin su familia y comunidad, y en todos
los casos más extremos no está en una posición para irse a montar su
vida en otra parte. Para poder sobrevivir como niños, todos hemos
tenido que exagerar aquellos aspectos de nosotros mismos que com-
placían a aquellos de quienes dependíamos, y para que dejaran de
pertenecernos esas actitudes y comportamientos que eran inacepta-
bles para ellos. Como resultado, en un grado variable, todos hemos
crecido a unas configuraciones desproporcionadas de lo que po-
dríamos ser como seres humanos. Lo que nos falta lo buscamos, y
después luchamos en contra de aquellos a quienes hemos selec-
cionado como cónyuges.»

Otra posibilidad de relación insatisfactoria es la declaración de


un sentido pobre de valor personal: el tipo masoquista que se siente
rebajado satisfaciendo varias necesidades neuróticas. Así limita su
propia aserción y así no es severamente criticado, rechazado o aban-
donado; le mantiene apegado a sus padres y a su pasado, donde
comenzó este pobre concepto de sí mismo; es una acusación indirec-
ta de su cónyuge implicado que él o ella es la causa de su sufri-
miento; y le protege de la lucha y responsabilidades de hacer algo
con su vida. A menudo, una relación dolorosa desafía a la persona a
confrontar su papel defensivo. Otro ejemplo sería el de la persona
que toma el papel protector de madre, y así se niega sus propias ne-
cesidades y sentimientos. Se siente negada porque no sabe pedir o
su papel no se lo permite, hasta tal punto que gradualmente se da
cuenta del papel que ha asumido, de todas sus limitaciones y sus
aspectos autodestructivos. Si no se siente llevado a romper la rela-
ción, al darse cuenta de esto tendrá que modificar su postura
habitual e incluso dejarla ir del todo. Una relación difícil y dolorosa
puede estimular a que sienta más una persona que está emocional-
mente bloqueada. Y aunque no sea incambiable tal relación, le da
las oportunidades a una persona con una autoimagen pobre a que

367
haga contacto con sus necesidades emocionales, roles típicos y de-
fensas y en la forma que otras personas la ven. Se dice que nos
podemos ver a nosotros mismos en la forma que nos reflejamos en
nuestras relaciones.
Finalmente, cuando uno se estanca en una relación negativa, es
reconocer que sin ella uno estaría aun peor, y la persona siente que
estar sola sería aún más difícil y que no está preparada para empezar
de nuevo. Cuando los individuos están demasiado preocupados con
las deficiencias que pueden encornar en otros, frecuentemente dicen
que ellos mismos se sienten inadecuados.
Esquemáticamente, podemos hacer una distinción entre tres ti-
pos de relaciones amorosas: destructiva, desarrollante y
satisfactoria. Existen, como es lógico, muchas graduaciones entre
ellas. En una relación destructiva hay una preponderancia al daño, al
sufrimiento y a los impedimentos, sin ningún crecimiento emo-
cional, aprendizaje, y con un sentido disminuido de sí mismo. En
una relación desarrollante puede haber mucha lucha y conflicto,
pero ambos crecen en entendimiento, sentimiento y autoconciencia.
En una relación satisfactoria pervive una preponderancia de compar-
tir, crecer y amar. Este tipo de relación se alcanza usualmente
después de que la persona ha experimentado mucho la vida y una o
más relaciones desarrollantes.

CARTAS ASTRALES EN LAS RELACIONES

Astrológicamente, las cartas comparadas una con otra nos dicen


cómo se lleva la relación, y aunque a menudo se dice que el Sol de
ambos en el mismo elemento o sextil se llevan bien, esto es lógico;
pero a menudo se empujan más hacia ciertos defectos, no se contra-
rrestan, como ocurre con el Sol de ambos oponiéndose. Una relación
que hace que aprenda mucho el uno del otro es cuando hay polari-
dades entre el Sol, Luna y Ascendente de uno con los del otro.
Aunque a veces hay contradicciones, normalmente existe comple-
mento, y lo que uno está tratando internamente es lo que ve en el
otro externamente. Ya Jung realizó una estadística de parejas, y vio

368
que la oposición o conjunción de uno o varios de estos tres –Sol,
Luna, Ascendente– daba las parejas más duraderas o significativas.
También los nódulos cambiados proporcionan mucho que
aprender y ayudar. Cuando ambas personas han nacido el mismo
año y tienen los nódulos en los mismos signos, parece que ambos se
apoyan en sus defectos.
Las relaciones kármicas –y, por tanto, con complicaciones emo-
cionales sentimentales difíciles de entender o continuación de
problemas o patrones del pasado de la infancia o de ambos padres–
se ven cuando el Saturno de uno hace un aspecto, sobre todo con-
junción, oposición y cuadratura, a la Luna o el Venus del otro.
Los tránsitos de la pareja junta y el sentido de crecimiento que
tiene la relación se ven en la carta compuesta, que es sacando una
tercera carta de los puntos medios de ambas, y siempre escogiendo
el punto medio por el recorrido más cercano. Por ejemplo, Sol en
Cáncer 17º de uno y Sol en Capricornio 19º del otro/dará el punto
más cercano en Aries 18º. Otro ejemplo: Luna en Sagitario 20º de
uno y la Luna en Piscis 24º. Hay 94º de separación (10º de Sagitario,
30º de Capricornio, 30º de Acuario y 24º de Piscis). La mitad de 94º
es 47º; por tanto, sumando 20º de Sagitario y 47º, da 67º, y restando
60º, los de Sagitario que están sumados y los de Capricornio, da que
la Luna se encuentra en 7º de Acuario. Para las casas se sigue el
punto medio del Mediocielo, y con éste se busca el resto de las casas
mirándolo bajo la latitud de donde viven o se ven juntos.
El punto medio de la carta compuesta es el sitio desde el cual
los planetas transitando hacen aspectos a ambos Soles, ambas Lu-
nas, etc. Por eso nos indica cómo reaccionan en la pareja, lo que
pasa separadamente en los tránsitos de cada uno. No sólo muestra el
sentido de crecimiento de ambas personas juntas como pareja, sino
que los tránsitos funcionan con exactitud en cómo se desarrolla la
relación. Este es un tema muy amplio de estudio y que no podemos
incluir aquí, pero al menos tenéis una idea básica sobre ello. Cuando
una persona ha conseguido una buena relación con otra persona, in-
dica que también ha obtenido una buena relación consigo mismo.
Es muy importante ayudar al individuo a solucionar su vida
afectiva y amorosa, ya que esto es el símbolo de un reflejo en su

369
crecimiento y forma de madurar emocionalmente.

RELACION PARA LA TERAPIA PSICOLOGICA

En la relación entre el psico-astrólogo y la persona consultante


es conveniente observar los aspectos astrológicos entre ambos para
ver la interacción que van a tener entre ellos y cómo pueden existir
transferencias y proyecciones psicológicas, así como dónde puede
haber influencias positivas o dependencias no saludables.
Ya que la Astrología es un arte curativo, resulta funcionalmente
similar a la función de los padres proveyéndose de apoyo, consejo,
guía y sabiduría; por ello, la estimulación del tema de los padres es
de gran ayuda para el psico-astrólogo. Hacerles preguntas y que
hablen sobre la relación que tienen y han tenido con sus padres es
muy importante para conocer el grado de conocimiento e individua-
lidad que la persona ya ha adquirido.
Este método acompañado de los ciclos del pasado, observando
cómo las crisis de los padres se han transferido y a la vez transfor-
mado a lo largo del crecimiento del individuo, es uno de los modos
más importantes para poder ver las tendencias de dependencia que
esa persona puede tener en el psico-astrólogo. Y también será una
guía para saber cómo evitar esa dependencia, o cómo ayudarle a que
la supere y obtenga más responsabilidad sobre su vida.
Una cosa que siempre ocurre es el sincronismo entre las cartas
de las personas que vienen unas después de otras, aunque no se co-
nozcan y no tengan nada que ver entre ellas. Una semana puedes
estar tratando con los Venus-Saturno conjuntos; la siguiente, esto se
ha ligado con los Ascendentes –Géminis, por ejemplo–, y así conse-
cutivamente. Es como si el psico-astrólogo tuviera que aprender
sobre un tema concreto en esos días y una interrelación de temas, y
esto a su vez tiene algo que ver con él y con algo que esté experi-
mentando.
Cuando el psico-astrólogo está atravesando una crisis personal,
muchas de las personas que vienen pidiendo su consejo tienen pro-
blemas similares o los han tenido en su vida. En alguna medida, el

370
psico-astrólogo aprende algo sobre la vida de esas personas, y a me-
nudo tiene que decirles a ellas cosas similares a las que se tiene que
decir a sí mismo. Por eso no se puede atender a muchas personas
cuando el propio psico-astrólogo está atravesando una crisis, y hay
que tener un cuidado especial con el tema de las transferencias y
proyecciones psicológicas. Uno debe confiar siempre en su buena
intención y en el resultado positivo de la sesión.
En algunos casos hay una lección importante que superar, donde
el psico-astrólogo puede sentirse cogido en un tipo de atadura por el
consultante, cuando el potencial de la carta astral de éste es espe-
cialmente desafiante para el psico-astrólogo. Lo que ocurre entonces
es que el psico-astrólogo está siendo estimulado, ya sea consciente o
inconscientemente, para que entienda a la otra persona mejor, a fin
de poder entenderse a sí mismo mejor también.
Carl Jung, en su libro El hombre moderno en busca de su alma,
trata de este aspecto para curar a un paciente. El psicoanalista tam-
bién se cura a sí mismo.
A veces esto puede hacer que se sienta identificado personal-
mente el psico-astrólogo, y da mucho más de su tiempo y energía.
Esto, con algunas personas, puede traer el resultado de una depen-
dencia por parte del consultante, o una lección importante y
enriquecedora para ambos.
Hay también una posibilidad de provocar un desafío o aconsejar
a la persona a que tome un desafío beneficioso, cuando la carta del
psico-astrólogo coincide con puntos más abiertos, libres y espontá-
neos de los de la persona consultante.
Finalmente, en consultas que se hacen muy desafiantes para el
psico-astrólogo, es cuando la parte más difícil escondida o amena-
zada de su carta corresponde con la cualidad más libre y accesible
de la carta de la persona consultante. A menudo, esto produce situa-
ciones y ayudas mutuas muy interesantes; pero sobre todo, depende
de las vivencias y libertad personal del psico-astrólogo, y hasta qué
punto es capaz de superar ciertos conflictos de sí mismo en el mo-
mento en que quiere ayudar a otra persona.

Los sueños son una fuente de revelación que siempre se deben

371
de tener en cuenta; éstos hablan del proceso de integración del in-
consciente y del ánima-ánimus. Todas las personas con las que
soñamos son uno mismo o partes de uno mismo que vemos refleja-
das y que reflejamos en otras personas o circunstancias.
Debemos aprender sobre interpretación de sueños y símbolos
con Carl Jung y Sigmund Freud, así como con otros autores.

Otro tema es cómo tratar con la depresión y la ansiedad, que es


una de las razones importantes que traen a la persona a consultar a
un psico-astrólogo.
La depresión, que ha tomado ya una cualidad en la personali-
dad, es normalmente el resultado de una autoimagen pobre sobre sí
mismo y una dificultad en conseguir sus necesidades y sentimientos
profundos. Un trabajo coartado y unas relaciones personales y socia-
les bloqueadas también desembocan en depresión. A un nivel físico
hay una contracción y un bloqueo energético en general. Algunas
personas intentarán enterrar la depresión, ya sea con un aire valiente
o un trabajo excesivo, mucha actividad y una respuesta emocional
disminuida.
Un cambio de comportamiento más extremo, conocido como
una depresión maníaca, es debido a diferentes conflictos inconscien-
tes, traumas emocionales y con frustraciones en las necesidades de
desarrollo.
Si la depresión se presenta de forma aguda como respuesta al
conflicto y al estrés, la persona es de carácter depresivo. A menudo
se muestra por aspectos duros de Saturno, sobre todo a la Luna. En
el último caso, la actitud depresiva prevalece y se apodera del ser
completo, y, al alterarlo, nos presenta con una tarea terapéutica más
desafiante.
Aunque muchos tipos de conflictos y disturbios nos llevan a la
depresión, la predisposición a tener un carácter depresivo puede ser
trazada en el primer año de la vida y las tendencias kármicas del
pasado: cuando hubo el primer contacto de nutrición entre el bebé y
la madre, o, particularmente, al cuidarle, pudiendo haber sido una
experiencia muy limitadora.
La psicología moderna también explica la depresión de las si-

372
guientes maneras:
• Cuando el enfado no se expresa hacia fuera e inmediatamen-
te a la persona apropiada, entonces tiene que ir a alguna parte, por lo
que se vuelve hacia uno mismo como autocrítica y estancamiento de
la energía emocional. Esto da como resultado una depresión, un
auto-control: posiciones de Marte-Saturno.
• Freud dijo que un componente de la depresión puede ser el
lamento simbólico ya inconsciente por un amor que se ha perdido.
Aquí también puede haber una conexión con un enfado reprimido,
tanto como una persona anticipar la pérdida de otra querida, si no se
atreve a expresar su enfado a esa persona. Pero el enfado no expre-
sado siempre buscará descargarse y saldrá en forma de fantasías,
sueños u otros medios indirectos. Por tanto, en un sentido subjetivo,
la persona está ya experimentando una pérdida de amor, y con ello
una fuerza primaria motivadora en la vida.
• La depresión puede ser atribuida a un «ego duro», esto es,
que la persona está internamente criticándose a sí misma por no al-
canzar algún ideal del ego o un estándar en su comportamiento, o
hace algo que considera malo o desmerecedor que requiere castigo.
La proyección de los valores de la sociedad y de los padres a menu-
do hace que esto ocurra.
• Cualquier necesidad o sentimiento vital que es bloqueado o
no expresado durante un periodo largo puede llevar a la depresión o
a la ansiedad. Esta teoría originaria de las terapias psicosomáticas y
de la psicología humanística.
• La psicología transpersonal, incluyendo el acercamiento de
Jung, apunta la necesidad de tener un propósito y significado en la
vida, y ciertamente la depresión puede ser el resultado de la falta de
propósito y de sentido, o por notarse impedido para alcanzar este
propósito. Esto tendrá que ver intensamente con la posición de Sa-
turno en la carta natal.
• La psicología profunda apunta que la dificultad de llegar a
otras personas o hacer un contacto significativo es causa de muchas
depresiones, y es típico de personas deprimidas: un sentimiento de
aislamiento y de sentirse impotente y entre barreras. Es fácil ver la
conexión entre esta dificultad y el sentimiento inconsciente de de-

373
sesperación sobre no ser capaz de alcanzar a la madre por un contac-
to amoroso al principio de la vida.
• Una persona puede usar la depresión: para ganar simpatía o
soporte, para vengarse, para probarse a sí misma lo duro y cruel que
es el mundo y, por tanto, evitar el riesgo de afirmarse o de salir ha-
cia afuera.
Por ejemplo, una persona puede decir: «Me dejo convencer y
hago lo que otra persona quiere que haga, ya lo quiera yo o no; lo
resiento, me encierro en mí mismo, me enfado y me siento vengati-
vo por dentro». Al final se siente secretamente victorioso, pero
deprimido.
Todo esto será una lucha interior, usando un daño de hace mu-
cho tiempo de los padres y satisfacer una necesidad de venganza,
mientras se mantiene la lucha en secreto. La persona sabe que al
abrir sus sentimientos internos se va a sentir inapropiada, infantil y
fuera de control. Pero los mayores progresos ocurren cuando una
persona, finalmente, se permite ser inapropiada e infantil. La depre-
sión es resignación en la insatisfacción.
Uno de los factores que hacen que se mantenga la energía baja,
el ego bajo y la depresión es que salir de la depresión significa cam-
biar el comportamiento y la autoimagen, la pérdida de viejas
estructuras, defensas y el desarrollo de las cosas insatisfactorias de
inseguridad y ansiedad. La depresión, si no es muy intensa, es más
tolerable que la ansiedad. La persona que no quiere hacer ningún
esfuerzo es que desea que las cosas a su alrededor cambien y la ra-
zón de su depresión se vaya.
Puede uno confrontarlo con una pregunta fuerte: «¿Qué es lo
que sacas de ello?, ¿qué ventaja obtienes con tu comportamiento?»
Esto a menudo le desafía para que se enfrente con más valentía a su
defensiva o sus estructuras rutinarias depresivas. Pero si no se le
confronta, teniendo en cuenta las dificultades y bloqueos personales,
fácilmente hace que la persona se vuelva más autocrítica. Aunque
hay patrones generales y dinámicos que son aplicables a todo el
mundo, las dificultades son individuales, y también lo serán las so-
luciones.
A menudo, una persona al recordar el pasado se pone peor, ya

374
que se enfada más consigo misma al reconocer su problema. Esto
sólo lo agudiza y se repite como normalmente ocurre, hasta que se
calma consigo misma lo suficiente para poder comenzar a poner
remedio. Es bastante normal una regresión primero; incluso se au-
mentan los defectos del nódulo Sur.
La necesidad de ponerse en contacto con su energía de Marte,
su rabia, enfado y aserción es una forma de aliviar la depresión. Pe-
ro si la persona tiene una autoimagen pobre y su habilidad de hacer
contacto con otros para un intercambio emocional está disminuida,
entonces el enfado aumentará consigo mismo y también la depre-
sión, ya que no puede soportar un aumento del enfado y la ansiedad
al continuar la amenaza en sus relaciones. Una actitud por parte del
psico-astrólogo consiste en apoyo no enjuiciante: con cariño y en-
tendimiento proveerá a la persona de la necesaria seguridad
emocional para desarrollar su creencia en sí misma. Desde una bue-
na base podrán empezar a desvelar los profundos conflictos y
miedos que constituyen las raíces de la depresión.
Una descarga emocional es también vitalmente necesaria, pero
sólo si surge cuando la persona está lista, y también se le permiten
periodos emocionales más calmados para así poder integrar un nue-
vo material. El estar dispuesto es muy importante, y viene a través
de una disolución gradual de las defensas que la persona utiliza para
protegerse contra las emociones amenazantes. También puede im-
plicar que ha desarrollado alguna salida en su vida para su nueva
emoción aliviada y su carga.
El desarrollo de una comprensión genuina y un entendimiento
puede literalmente levantar a la persona fuera de una condición más
depresiva, ya que la provee con su sentimiento de que tiene una sa-
lida de su parálisis emocional y las funciones de un nuevo sentido
de identidad, sentido y propósito. El tipo de visión adquirida, no por
un entendimiento intelectual de las causas, sino por un equilibrio
emocional-mental, que es la suma de un nuevo comportamiento,
nuevas acciones y poder llegar a otras personas, alcanzando por den-
tro un sentido más honesto y profundo de sí mismo. La depresión es
el resultado de la energía bloqueada del movimiento emocional,
ambos desde dentro de la persona y desde la persona al mundo. Esta

375
energía emocional estancada lleva a un autoodio, por lo que una
actividad con propósito en la que la persona tenga fe y confianza
puede ser un medio significativo para alterar las tendencias depresi-
vas crónicas y de aislamiento social.
Una de las dinámicas básicas de la depresión es la insuficiencia
del calor y nutrición en la infancia, la falta de moldear un buen ego,
y bloqueos de afirmarse a sí mismo. Las cualidades negativas de la
posición de un signo o aspecto planetario pueden ser transformadas
en su opuesto en cualidades positivas. La habilidad interpretativa del
psico-astrólogo puede ayudar mucho a una persona depresiva. El
significado profundo simbólico y la relación de los conflictos es-
condidos pueden ayudar a la persona a tener un mayor
conocimiento. También los tránsitos y la duración de éstos le ayu-
dan a entender que a menudo las situaciones que provocan la
depresión son temporales, aunque vuelvan cada dos por tres; si se
resuelve en parte ahora; tendrá menos efecto la próxima vez.
Hay muchas formas básicas de que el psico-astrólogo pueda de-
tectar dificultades serias emocionales del consultante, además de la
información que provea la carta astral. Una de ellas es el comporta-
miento durante la consulta y la historia de los patrones de su vida
que nos cuenta; también las reacciones a ciertas preguntas que el
psico-astrólogo le haga. Todo el mundo tiene algún conflicto emo-
cional del pasado, y las tensiones y luchas, al superarlas y entender-
las, aumentan la conciencia y la profundidad psicológica. Los
conflictos se convierten en psicopatológicos cuando se hacen tan
penetrantes y presionantes que llegan a dificultar la habilidad de
crecer, la satisfacción, la conciencia del individuo y la habilidad de
tratar con la realidad de vivir, y se notan en el contacto humano.
Una persona puede esconder una neurosis seria durante una se-
sión inicial, manteniendo un papel social convincente a un
comportamiento educado. Sin embargo, a veces se pueden percibir
las señales de serios conflictos, y después se podrá confirmar a tra-
vés de su comportamiento. La conexión entre una tensión corporal
crónica y un conflicto emocional reprimido es bien conocida por
muchos psicoterapeutas, pero lo que no está tan claro son muchas
complejidades y sutilezas.

376
Una persona que esté evidentemente sufriendo de una concien-
cia de tensión interna y un conflicto emocional, probablemente lo
está tratando tan bien con lo que la vida le pide como otra persona
que no está en ese estado de tensión. Sin embargo, el primero, cuyas
defensas tienen menos éxito, es un mejor candidato para conseguir
un cambio genuino con terapia. Aunque generalmente se puede de-
cir que el grado de la tensión crónica es igual a una profunda
inseguridad, hay importantes excepciones: ciertos individuos pueden
tener poca tensión crónica y padecerán bloqueo emocional serio;
estos individuos no tienen suficiente tensión corporal para atrapar su
energía y emoción, por lo que necesitan descargar las energías y
sentimientos inmediatamente, desembocando en histeria y explosio-
nes emocionales. Como no son Individuos bien integrados, su
energía emocional sale de forma esparcida, desenfocada y de mane-
ra inapropiada.
La tensión del cuerpo no sólo es la energía reprimida de senti-
miento e impulso; también refleja las actitudes psicológicas. Por
ejemplo, un individuo arrogante llevará un porte erguido, la espalda
y el cuello tieso y una expresión altiva alrededor de la boca. Una
persona sumisa y depresiva tendrá el pecho hundido, una expresión
disminuida en los ojos, voz y cara, y una respiración limitada. Hasta
cierto punto, estas correlaciones tienen un sentido común, pero la
mayor parte de las personas no se fían de: su intuición sobre esto. El
conocimiento del lenguaje del cuerpo se ha convertido en una parte
importantísima de la psicoterapia moderna.
La dificultad de una persona para establecer y mantener el con-
tacto con los ojos indica un profundo bloqueo en la personalidad.
Los ojos son realmente espejos del alma. Algunas formas en que se
manifiesta esta dificultad son: una expresión rígida y fija de los
ojos; una tendencia a mirar a través con una mirada volátil e inesta-
ble; una expresión inerte o sin sentimiento; una expresión infantil y
asustada.
Los ojos expresan el estado emocional, ya sea vivo, que contac-
ta, o bloqueado y molesto.
Se pueden hacer declaraciones similares sobre la expresión de la
boca, ya que, como los ojos, es un indicador significativo de la vida

377
interior.
A menudo también existe una reacción física cuando una perso-
na logra superar o entender un bloqueo emocional psicológico.
Muchas veces se manifiesta en la expresión y brillo de los ojos;
otras veces, en su postura y presencia, que muestra la actitud que
tiene sobre sí mismo, y también de forma menos obvia como erup-
ciones en la piel, granitos y similares, como si esta comprensión
psicológica y avance provocara la eliminación de toxinas corporales.

En otras sesiones, la persona puede enfadarse con el psico-


astrólogo por diferentes razones: lo ve como una figura amenazante
y se siente paranoico; expresa sus sentimientos rebeldes a figuras
autoritarias; puede estar experimentando el comienzo de las caídas
de sus defensas psicológicas; puede sentirse frustrado con él por
diferencias o desarmonía entre sus personalidades; expectaciones
propias no garantizadas; o simplemente esté expresando la frustra-
ción sobre una circunstancia en la vida y no se siente entendido o
aceptado por el psico-astrólogo. Entonces el psico-astrólogo tiene
que ser capaz de responder a su hostilidad de una forma efectiva y
también tener una idea de los posibles significados de su comporta-
miento.
Es raro y poco probable que el psico-astrólogo se encuentre con
una persona psicótica con alucinaciones, o que esté experimentando
una verdadera y completa ruptura de la realidad exterior y no tiene
barreras al mundo subconsciente. Es más probable que, ocasional-
mente, se encuentre con personas que están en el borde, lo que se
podría diagnosticar como psicosis o neurosis. Este tipo de personas
normalmente tienen sentido cuando hablan o están en contacto con
el mundo a su alrededor, pero tienden a despreciar comentarios no
garantizados de autoexcitación o autodepreciación; también poseen
funciones limitadas personales y de trabajo. El psico-astrólogo debe
estar atento sobre todo a sentimientos de no sentirse capaz, de poco
sentido de autovalor y exagerados miedos ante el mundo por parte
de la otra persona, y debe ser capaz de comprender el sentido real y
la profundidad de este tipo de comentarios, dentro del límite del
papel que tiene que jugar.

378
La historia de la vida actual y del pasado de la persona y sus ac-
titudes, con la información de la carta astral natal, unidas a las
direcciones, progresiones y tránsitos del pasado, constituyen una
fuente de información para conocer el estado actual psicológico de
la persona e indicar cómo se la puede aconsejar para que supere
ciertas actitudes. La historia de los periodos de ansiedad y depresión
es indicativa de disturbios emocionales, también como contenido
general psicológico. Por lo general, durante una depresión, se tiene
la tendencia a dejar la lucha por vivir y existe un autoodio, cuando
en la ansiedad hay más empuje de actividad en la vida, pero con
confítelo interno y miedo. Cuando la depresión se levanta, ocurre el
potencial de excitación, pero con ello viene el desarrollo de la an-
siedad.
La depresión viene de aspectos difíciles con Saturno y Neptuno,
mientras que la ansiedad es mayor por aspectos con Saturno y
Urano. Periodos intensos y duraderos de ansiedad son indicativos de
problemas fuertes emocionales y psicológicos, que también pueden
ser doblemente indicados por los aspectos de Plutón. Un cierto gra-
do de ocasional ansiedad es considerado saludable si corresponde
razonablemente a las peticiones y desafíos de la situación. Por
ejemplo, es bastante natural estar ansioso de aplicarse en el trabajo o
al tomar una tarea. Sin embargo, una ansiedad no saludable que es
de mayor intensidad y duración que la situación objetiva exterior
que al parecer la está provocando, es debido a miedos simbólicos
inconscientes. Muchos psicólogos consideran la cuestión de la an-
siedad como lo más crucial para el campo de salud mental, después
reflejada físicamente.
Muchos individuos son excesivamente vulnerables a estrés y
ansiedad, mientras que otros individuos manejan la desilusión o
frustración con mayor alivio, puesto que se han adaptado ya a cierto
grado de conflicto y ansiedad.
Una historia de dificultad en establecer una dirección significa-
tiva en el trabajo de uno a veces índica un severo bloqueo interior.
Las excepciones a esto son aquellos individuos originales y con mu-
cho talento que a menudo encuentran difícil descubrir su camino
particular hasta más tarde en su vida.

379
La habilidad de formas y mantener significantes relaciones es
también un indicador del funcionamiento emocional. Esto se refiere
a ambas relaciones: profundas amistades y uniones sexuales. En
general, una persona que tiene relaciones posee un mejor sentido
de sí mismo y está funcionando en una forma más saludable que la
persona que no las tiene.

El psico-astrólogo tiene que observarse a sí mismo, porque pue-


de a su vez, limitar su habilidad de crecimiento al negarse a sí
mismo la mayor fuente de autodesarrollo; aceptar y reconocer sus
limitaciones y errores. A menudo, al darse excesivo poder y omnis-
ciencia, afecta a la persona. Sobre todo si ésta es frágil e impre-
sionable, puede hacerse dependiente o sentirse inadecuado por
comparación.
Si el astrólogo continúa jugando el papel de adivinador como un
canal cósmico de sabiduría, teniendo su ego demasiado enredado
con su papel y no se ve a sí mismo, tampoco puede definir cómo las
otras personas le ven. Deben reconocer que son simplemente seres
humanos con sus limitaciones, en su conocimiento y experiencias.
Hay que equilibrarse en ser normales, sin un sentido de superioridad
o inferioridad. Hay que mantener una distancia emocional, ya que se
pueden encontrar con personas que tanto te quieren envolver en su
problema, o que tienen la necesidad de rebajarte y ver tus debilida-
des. O si no pueden pensar que el psico-astrólogo no debe tener
ningún problema y estar por encima de todas las cosas, como si nada
pudiera afectarles, ni siquiera ponerse enfermos. A menudo también
tienen que tener cuidado de no insistir demasiado en que la persona
haga algo que ellos consideran, por las indicaciones de su carta,
que es importante para ellos. Porque si ése no es el momento ade-
cuado para la persona, ésta se siente desilusionada o decepcionada,
y entonces ignora las cosas que se le han dicho. Como, por ejemplo,
recomendarles que mediten. Si la persona no tiene esa inclinación de
inmediato, se acoge a esto negativamente, y entonces ya no escucha
a los demás, como si se sintiera descalificada, y no sirviera para esto
o resultara demasiado vaga. Aunque esté todo en la grabación, lo
que sería muy importante no sólo para recoger muchos puntos nue-

380
vos, sino también para escucharse a sí mismo cuando se les fue
planteando el tema la primera vez.
El psico-astrólogo debe tener muy en cuenta el tema de las
transferencia, porque es muy normal que en la primera faceta la per-
sona les idealice, e incluso se enamore de él, y después, cuando
sienta una mayor necesidad de individualizarse, comience a ver las
diferencias entre él y su maestro y también necesite aferrarse en
aumentar las debilidades de éste para así él sentirse mejor y capaz
de individualizarse por poder hacerlo mejor que el maestro.

Las conexiones entre la Astrología y la psicoterapia ayudan al


individuo que busca, al contrastarse ambas.
La Astrología ayuda esencialmente a clarificar a la persona de
sus patrones básicos y su significado, como nos muestra su carta
astral natal, y enfocados en las influencias de sus ciclos actuales. Por
tanto, al reconocer la verdadera naturaleza de su potencial psicoló-
gico, con el significado de las tensiones y oportunidades del
presente, el individuo obtiene una seguridad y una autoconciencia
que le ayudan a ver las luchas como significativas y como fuentes
de crecimiento. Sin embargo, el psicoterapeuta sin la Astrología no
tiene un utensilio inmediato de clarificación a su disposición; en
cambio, posee conceptos útiles de interpretación de los conflictos de
desarrollo. También tiene técnicas valorables para abrirle puentes de
la psique a los conflictos y emociones reprimidos. Las técnicas de
movimientos para desbloquear corporalmente lo que ya se ha soma-
tizado, y las terapias psicocorporales y bioenergéticas son muy
importantes para ayudar a la psique a alcanzar una armonía y su-
perar sus patrones psicológicos. El conflicto empieza en la mente;
pero cuando ya se somatiza en el cuerpo, ya sea en una enfermedad
o en su movimiento, hay que trabajar a ambos para ayudar a su-
perarlo y alcanzar una integración más elevada de la mente y el
cuerpo.
El terapeuta deberá poseer una atmósfera consistente y un apoyo
objetivo para ayudar a que se confronten las emociones, impulsos,
pensamientos, memorias y fantasías reprimidas. El alivio de estos
difíciles estados internos, si se hace correctamente, ayuda a dar una

381
comprensión y un sentido de sí mismo más fortalecido. En el proce-
so, la búsqueda individual puede comenzar por tomar posesión de
varias partes conflictivas, arquetipos y subpersonalidades del ser
total a fin de gradualmente transformarles y armonizarles.
La Astrología nos provee de una clarificación inmediata; la te-
rapia ayuda para un alivio emocional y el gradual desarrollo de la
comprensión.
Otra forma de mirar a la Astrología y la psicoterapia es conside-
rar las similitudes entre ambos campos.
En la psicoterapia astrológica hay que estar atentos a ambas
formas en las que las diversas energías y cualidades están a menudo
en conflicto y fuera de equilibrio, y conocer cómo crecer y alcanzar
su ser, siendo uno mismo, y trabajando hacia un equilibrio y armo-
nía interna; esto es, resolviendo conflictos de una forma consciente
y responsable, no evitándolos o adormeciéndolos. El psico-astrólogo
le dirá a la persona los efectos combinados de los planetas transitan-
do y cómo actúan forzándolo a que se enfrente a sí mismo y sus
patrones habituales, reconociendo sus oportunidades para crecer. El
sufrimiento, la frustración y la falta de gratificación en la vida de
una persona la fuerzan a que confronte las estructuras desgastadas:
las defensas y los elementos de su personalidad escondidos. El psi-
co-astrólogo se preocupa de que alcance un equilibrio entre los
modos de aserción y de receptividad, de la persona interna y exter-
na, el ser objetivo y el ser emocional, las funciones del intelecto, el
sentimiento de la intuición y la sensación.
A menudo, las personas tienen un retraso al nódulo Sur, y se re-
velan en contra de ello. Cada uno llega a términos con su destino en
su momento adecuado, y el volver con más fuerza al nódulo Sur es
como si tuvieran que comprobar por sí mismos que ese comporta-
miento ya no les beneficia. Es bastante corriente que empeoren al
principio, al tomar conciencia de sus defectos, hasta que ya no les
sirve de nada y se dan cuenta que se sienten mejor ofreciéndose algo
nuevo y dirigiéndose hacia el nódulo Norte. El psico-astrólogo no
debe preocuparse, y tiene que saber tratar esa momentánea regre-
sión.

382
El psico-astrólogo se preocupa con la aserción del ego, el enfa-
do y la sexualidad de Marte; la necesidad de controlar, dejar ir y
transformar de Plutón; la contradicción del sufrimiento, la ilustra-
ción y el retirarse de Saturno; el amor, la gratificación y las
necesidades de relacionarse de Venus; la respuesta emocional de la
Luna; las formas de percibir, de pensar y comunicar de Mercurio.
Las preocupaciones a menudo son las mismas, aunque la Astrología
frecuentemente añade una visión mucho más espiritual y metafísica
de lo que lo hace la psicología. Ya comienza a ocurrir el reconoci-
miento de la validez de la Astrología por los psicólogos, por lo que,
uniendo las dos disciplinas, éstas serán más efectivas y tendrán mu-
cho que contribuir la una a la otra.
Varias escuelas de psicoterapia presentan una perspectiva final,
una visión dinámica y estructurada de la psique, que ayudarán a
entender los significados psicológicos contenidos en una carta astral,
unido a las enseñanzas de Jung y de Reich. El cuadro tridimensional
de la psique es parecido al signo del Sol en la Astrología (el círculo
con el punto en el centro). También corresponde al diagrama de la
célula, membrana, protoplasma y núcleo. El círculo exterior repre-
senta la parte exterior de la personalidad que uno presenta al mundo.
Es aquello que ayuda a funcionar y tratar con ambos mundos inte-
riores y exteriores. La parte del medio de la psique, debajo de la
superficie de la personalidad, es la psique amenazadora que no pue-
de captar de su personalidad y que el individuo ha aprendido a
controlar y reprimir. A menudo representado por la expresión de la
Luna. Y profundo aún está el cogollo o núcleo del organismo; es un
sentido saludable y unificado del ser y de la individualidad que está
en conecto con la Naturaleza y el cosmos. El cogollo o el centro es
el verdadero ser, a la vez único y a la vez similar a todas las otras
criaturas vivientes.
La capa superficial de la psique ha sido llamada persona, másca-
ra, rol social, armadura de carácter y defensas psicológicas. La capa
superficial es expresiva e integrativa tanto como protectiva. En su
función protectiva o defensiva, se escuda en uno de los impulsos,
emociones e ideas amenazadoras que vienen de las partes profundas
de la personalidad, a la vez que no permite al mundo exterior ver las

383
partes desagradables de uno mismo. También protege la integridad
de la personalidad del estímulo exterior demasiado excitante y des-
controlado, ya que estas presiones podrán desafiar el equilibrio de la
psique y aliviar el material reprimido amenazante interno.
Las defensas funcionan no sólo como un mecanismo protector,
sino también como salidas expresivas; integran el equilibrio de
energía psicobiológica. Por tanto, es importante para el psico-
astrólogo respetar las defensas y no desafiarlas antes de que la per-
sona tenga un sólido reemplazo para los viejos patrones, ya que si se
siente amenazado, sólo se retirará y aumentará el comportamiento
defensivo.
La segunda, o capa intermedia de la psique, representa la parte
inconsciente amenazada de la personalidad, llamada «la sombra» en
la teoría de Jung. Es un espacio psíquico que no está vacío, porque
se encuentra lleno de emociones, memorias, actitudes, necesidades,
imágenes, complejos y conflictos. Podríamos pensar que es una es-
tratificación arqueológica del material enterrado, la misma
existencia del cual es el material amenazador para la conciencia.
Esta capa intermedia está hecha de tendencias agresivas, sexuales y
de dependencias que la sociedad y los padres encuentran difícil de
tolerar; también, como todas las asociadas imágenes y emociones
envueltas, las emocionales negativas de sufrimiento intenso, tristeza,
terror, rabia y odio son particularmente relevantes aquí,
El tercer aspecto de la psique tridimensional es el cogollo, el
centro o el ser. Es el más profundo, el más saludable, y la parte más
unificadora del ser de la persona. La frustración temprana en la vida
en las expresiones de amor y de salir hacia fuera del centro o ser
producen una transformación negativa en la segunda capa, que a su
vez, puede controlar y transformarse en la capa de la superficie exte-
rior de la personalidad. La Astrología se refiere al ego al relacion-
arse con el sentido consciente del «yo», o autoidentidad, con sus
funciones de percepción vitales, discriminación, evaluación, control,
elección e integración. En el psicoanálisis, el ego juega un papel de
mediador entre las peticiones conflictivas del vigor del instinto, su
sentido moral y aspiraciones ideales del super-ego y la realidad ex-
terna. El ego es menos profundo, completo y unificado que el ser o

384
centro, pero es un aspecto vital del funcionamiento de la psique.
Lo que la psicoterapia profunda realiza mejor es ayudar a la per-
sona a que se haga consciente de los aspectos defensivos de su
personalidad exterior, tomando contacto con las partes profundas del
ser reprimidas y amenazantes; así, al expresar y descargar los aspec-
tos de su fuerza amenazante, podrá gradualmente permitir una
transformación del verdadero sentido de uno mismo.
Cuando procedemos hacia abajo dentro de las profundidades del
alma, del corazón y del cuerpo de una persona, la psique se expande.
Aunque muchos de los elementos más profundos son de una natura-
leza destructiva, una vez que estas cualidades de «la sombra» son
expresadas de una forma apropiada y terapéutica se vuelven trans-
formadas en una función esencialmente positiva: como la agresión
en fortaleza o la sumisión en receptividad. En el centro la persona
es, actualmente, más profunda, un ser más amplio, a la vez animal,
humano y divino. Una Astrología y psicoterapia progresiva pueden
trabajar juntas para ayudar a las personas a que alcancen un verda-
dero sentido de sí mismas. Lo importante es poder ayudar a un
individuo a que exprese su potencial creativo personal y a que sea
él mismo. «El pecado mayor que un ser humano puede hacer es no
ser él mismo.”»

LA BUSQUEDA ESPIRITUAL:
«EL AHORA»

La meditación comienza por un estar atentos a nosotros mismos


y también con un movimiento interno de consciencia, que es la ver-
dadera naturaleza de la Astrología; comenzar con un estudio
contemplativo del cielo y sus jeroglíficos que iluminan el espacio de
la noche; nuestra oscuridad interior. Los planetas y las estrellas no
sólo se visualizan, sino que pueden fundirse en nuestra experiencia
del ser a través de la realidad simbólica.
Ahora mismo la Humanidad está siendo herida por todo el
mundo: han estado luchando, y todavía se va a poner peor. Sólo a
través de la purificación se podrán asentar los problemas aquí en la

385
Tierra. Una verdadera Astrología cosmopsicológica busca hacer de
la psique individual humana un cosmos íntegro, que no tiene ego,
que está atento a su experiencia inmediata y que posee una forma de
orden significativo. Fuerza, valentía, quietud interna, silencio; ésta
es la devoción que resulta necesaria. Cualquier cosa de la que eres
capaz, que estás dispuesto y preparado para utilizar, debe ser enten-
dida como un instrumento. Dios sólo conoce que la Humanidad ha
creado montones de instrumentos y ahora nos hemos convertido, o
quizá hayamos sido también en épocas del pasado, en los sirvientes
de los mismos instrumentos que hemos creado. Esto es, sin duda, la
crisis de la bestia tecnocrática, que está detrás de todas las otras cri-
sis más obvias a que la Humanidad de hoy se enfrenta o que trata de
eludir.
Toda esta tecnología está diseñada para la producción en masa,
no para los museos. Por eso, la experiencia espiritual es particular y
privada, y siempre se deforma con las masas. La vida espiritual es
simplemente pragmática, con unas propiedades alquímicas que
transforman las otras experiencias a través de nuestros propios ojos.
Cuando utilizamos la psicoterapia astrológica como un medio de
meditación y atención a nuestro ser interno, eleva a nuestros sen-
tidos a un máximo, y por debajo de nuestra voluntad egoica
encontramos un sentido a nuestra vida diaria. Recibimos más men-
sajes a través del sincronismo de sucesos y situaciones. Hace
emerger la pregunta y la contestación del entendimiento de nuestra
vida común, por lo que ahora entramos en un estado de vivencia que
nos pide modificar la forma de vida.
Entonces necesitamos aprender y entender otras disciplinas, pa-
ra ejercitar nuestra mente con nuestro cuerpo. Este acercamiento
resulta simple, y en esta experiencia es cuando se nos presenta una
variedad de técnicas y métodos de contemplación o concentración.
Cada uno nos vamos adaptando al más eficaz, según nuestras pecu-
liaridades personales de carácter, y nos acomodamos a ello para
superar las deficiencias humanas. Así nos ayuda a enlazar nuestra
mente-cuerpo a través de la liberación del alma. La Humanidad po-
drá, ciertamente, transformar su visión y dejar cabida para un
renacer cuando las energías de Plutón transiten Escorpio. La Huma-

386
nidad podrá finalmente encender la luz en la oscuridad, aunque sea
por medio de reconocer su debilidad y su sufrimiento.
El karma no existe en el Ahora; si los pensamientos se hallan en
el Ahora, en el instante que se están haciendo lo que se hace, uno se
une con todo y se convierte en todo. Entonces reconocemos todo
como nuevo y estamos abiertos a sentir nuevas sensaciones. Por
tanto, no hay nada predestinado en el destino, a no ser que fallemos
en entender que la secuencia de los sucesos de la vida está estructu-
rada por el mismo poder que nos hace lo que somos como un
individuo. Muchas personas tienen experiencias similares, pero nun-
ca en la misma secuencia, lo que varía, indiscutiblemente, la
totalidad individual de cada experiencia particular.
El destino es individualidad. Uno mismo es una forma única de
existencia humana: existe en el espacio. El destino es esa secuencia
del tiempo. Si estamos siendo, nos estamos convirtiendo. El ser uno
mismo es existir; el destino es un devenir constante. Carl Jung defi-
nió el Tao como «el camino consciente». En efecto, lo que la
Astrología kármica con la psicología humanística puede y debe ser
es un camino consciente de crecimiento, sin miedo, ansiedad o anti-
cipación, sin mirar hacia adelante con dudas y nerviosismo a la
proyección en el futuro de nuestra expectación, sino conocer al iden-
tificarse con las experiencias según vienen, viéndolas en su
completo significado, dentro de nuestro destino íntegro.
Una vida espiritual no es nunca una vida fácil, especialmente
viéndolo desde nuestra vida actual y la presente civilización. Por eso
necesitamos ser valientes y tener la voluntad de renacer en un espíri-
tu humano nuevo. El propósito de creer nuevamente en el ser
humano es lo que da verdaderamente energía a nuestro esfuerzo.
La vida espiritual es la existencia vivida desde el espíritu, por el
espíritu y para el espíritu,
¿Por qué la Astrología funciona como un arte científico espiri-
tual? Con la frase hermética: «Como es arriba es abajo». Y ya que
asumimos que el firmamento descifra la naturaleza del hombre,
igual el hombre ha aprendido a descifrar la naturaleza del cielo. La
mitología y la poesía tienen igual validez científica, sobre todo des-
de que han madurado en filosofía y psicología. La frase hermética

387
nos asegura que la Humanidad y el Universo obedecen a las mismas
leyes naturales, metafísicas y físicas.
Realmente somos entidades tridimensionales atravesando varios
cambios en la vida, mientras que a la vez trascendemos permane-
ciendo iguales. ¿O somos cambio en sí mismo? El tiempo da a la
vida una estructura tan firme y limitada como el esqueleto que so-
porta nuestro cuerpo. Pero como no lo podemos ver o percibir,
también es ilimitado; sabemos que está ahí. Pero no lo podemos ver.
Ya se haya endurecido debido al tejido del hueso, o por lo que he-
mos escogido en el pasado, este marco nos permite una cierta
cantidad de libre movimiento y riesgo. Sin embargo, nuestra indivi-
dualidad implica que al final seamos libres para ser nosotros
mismos, para actualizarnos a través del tiempo, y somos este mismo
proceso de autoactualización.
La técnica de espontánea asociación nos ayuda a todos nosotros,
los estudiantes de Astrología, a citar una gran cantidad de informa-
ción pertinente a cada instante específico, y es un solo símbolo el
que destella en nuestra mente. Esto se va adquiriendo con la prácti-
ca, y estimula hacia un estrato más profundo de la psique, que
manda los datos necesarios con una inspiración inesperada. De he-
cho, a través de práctica y confianza en uno mismo, vamos su-
perando el aconsejar a la persona a través de nuestra propia
proyección psicológica, y nos sentimos conectados con algo o al-
guien que habla a través nuestro. En realidad es que nuestro ser
superior se ha conectado con el ser superior de la otra persona.
El campo de la Astrología que Dane Rudhyar ha restaurado da
mucho poder a esta disciplina, habiendo quitado lo que se deformó
en la Edad Media y dando una riqueza de ideas, desde la unión de
los sistemas ocultos, las filosofías y ciencias del Este y del Oeste.
Esto llega en un momento crítico, ya que es uno de los temas
prominentes del siglo XX. Einstein, Jung y otros han hecho temblar
las mismas fundaciones de la ciencia materialista del siglo XIX. Los
artistas contemporáneos constantemente nos desafían a ver el mun-
do de forma diferente, y refiriéndonos a William Blake, «La
geografía del viaje: La Humanidad necesita ver a través del ojo, no
con el ojo». Esta ruptura o tormenta cerebral de las percepciones

388
ordinarias se encuentra en la música electrónica y también en el mé-
todo de libre asociación y abstracción de los autores actuales. Hitler
y otros de mentes similares han hecho que sea imposible ignorar la
psicología de las masas, igual que Estados Unidos de América ha
hecho imposible ignorar la tecnología.
Si fuera posible atraer en nosotros la realización y la utilización
de la Astrología como un instrumento de crecimiento espiritual dia-
rio, entonces nos enfrentaríamos al desafío de formar una nueva
identidad basada en nuevos modos de percepción y nuevos valores
sociales.
Entonces, la Humanidad, sinceramente, podrá beneficiarse de
estudiar y aplicar los principios astrológicos. Y no podríamos igno-
rarlo, porque sería un instrumento necesario para el crecimiento de
nuestra conciencia humana. Hay una gran diferencia entre usar el
conocimiento astrológico y el que la Astrología nos utilice a noso-
tros, que es lo que ocurre cuando solo percibimos un destino
determinista, cerrado y sin libre albedrío. Por esta misma razón, en
la Antigüedad se tuvo que apartar al ser humano del conocimiento
astrológico, ya que esto no le dejaba crecer y evolucionar, sino que
le estancaba y sólo le ayudaba a encontrar más excusas para su im-
potencia. Ahora, el destino de la Astrología ha cambiado. Ayuda a
los individuos confundidos o en momentos de confrontaciones a
reintegrarse consigo mismos a través del entendimiento de sus pa-
trones cíclicos; conocerse a sí mismos y obtener la capacidad
espiritual de estructurar su propio tiempo y darse cuenta en sí mis-
mos de la energía óptima, sin tiempo del Aquí y Ahora.
El presente, el Aquí y Ahora, es la única experiencia real y la
única que contiene la semilla espiritual que nos ayuda a trascender
nuestro karma del pasado.
«No tenemos karma con otras personas, sino sólo con nosotros
mismos. No tenemos karma con el tiempo, sólo en la forma que
usamos el tiempo. No tenemos karma con el espacio; sólo con la
forma de usar el espacio.»
«Hay karma en el Ahora pero es sólo creado y resuelto en el
Ahora.»
«Esto ocurre miles de veces diariamente, cuando el individuo

389
tiene un pensamiento y se contesta a su propio pensamiento. En
efecto, se vuelve la ley de causa y efecto dentro de sí mismo. Él es
el actor y el público, el creador y el observador. Para las luces y el
decorado, él es de hecho el Ahora, porque en realidad él es todo lo
que está pasando. Para que un individuo entienda esto tiene que con-
frontar un hecho muy básico. Una de dos: o el hombre entiende la
naturaleza de los planetas y aprende a actuar a través de sus energías
en el «Ahora», o está siendo utilizado por los planetas para ser en
todo el perfecto actor del centro de su vida.» (Martin Schulman.)
El descubrimiento de la forma de sentido del Ahora es una dis-
ciplina en un esfuerzo deliberado de ejercitar y esforzar la mente; al
principio la experiencia obvia es una confusión amplificada: uno
descubre el caos que reside en la oscuridad de la mente, donde antes
nos daba miedo mirar. El comienzo es la exploración de esa oscuri-
dad, sin ninguna expectación de la luz que puede yacer más allá.
Muchas veces, uno espera demasiado al meditar; ese mismo hecho
hace que el pensamiento siga obsesionado, y así se pierde la expe-
riencia en sí. Aunque la disciplina se asocia convencionalmente al
orden y el método de Saturno, sin embargo, en sus primeras etapas,
está caracterizado por la sumersión en el caos y la confusión de
Neptuno. Después uno va siendo capaz de construir un hogar dentro
de sí mismo por sí mismo.
«La iniciación del chamán y la revelación del místico son otras
formas de entrar en el seno caótico de lo desconocido. Estas son, a
menudo, pruebas que constan de periodos prolongados de enferme-
dad, ayuno y aislamiento, puntuados por una intensa prueba física
que culmina con una visión de éxtasis. Las grandes experiencias
reveladoras de Moisés, Mohammed, Juana de Arco, Santa Teresa de
Ávila, etc., inspiró a estos visionarios hacia una convicción inmuta-
ble y la habilidad de vivir sus visiones.» (José Argüelles.)
Conocemos de la inspiración de los grandes santos a los pensa-
dores contemplativos, incluyendo a tales contemporáneos como
Tomas Merton y Ramana Maharshi, que el movimiento nunca ce-
sante del Universo da vueltas y remolinos, destruye y crea, sube y
baja; todo está rugiendo y batiéndose en el seno del espacio. Si la
visión no es continuamente renovada en el seno del tiempo, se des-

390
vanece con la vuelta de la rueda del tiempo.
Uno de los mayores problemas que la mayor parte de los indi-
viduos experimentan al intentar cambiar sus vidas es que intentan
conscientemente cambiar lo que es inconsciente. Esto, naturalmen-
te, es imposible. Sin embargo, sólo cuando la mente consciente hace
un contacto con la mente inconsciente es cuando el cambio resulta
realmente posible. La mente consciente tiende a poner limitaciones
y barreras en lo que está dispuesta a experimentar, mientras que la
mente inconsciente requiere años de entrenamiento antes de que
pueda aceptar tales limitaciones. En otras palabras, la mente incons-
ciente es un arroyo constante de remolinos que conoce pocas o
ninguna barreras.
Por eso, una de las desilusiones de muchas personas, cuando
comienzan a meditar, ocurre cuando no dejan que fluya libremente
su mente y se agarran a algún pensamiento para no perder el control,
y así es como pierden la oportunidad de la experiencia en sí de la
auténtica meditación. Por eso los occidentales llaman a la medi-
tación concentración o control mental; pero esto es una experiencia
distinta de conocimiento del poder de la mente, que no es tan rela-
jante como cuando se encuentra el vacío de la meditación oriental.
De hecho, cuando se está en este vacío mental, se pierde la noción
del tiempo: no hay tiempo, sólo espacio. Al meditar, la mente no
tiene ninguna estructura, no es propia; cuando se desarrolla una
atención donde ya no hay un «yo», el estar atento es desconectar el
«ego». La meditación no pertenece a nuestra cabeza, la meditación
no es una idea... La cabeza sólo crea ideas. «El cuadrado perfecto no
tiene rincones, los grandes talentos tardan en madurar. Enseñar sin
palabras y trabajar sin hacer es entendido por muy pocos.» (Lao
Tzu.)
Lo que hoy día se llama el «ser» es la persona, el ser completo,
ambos, físico y psíquico. Espiritualmente, uno puede entender la
mente desde dos aspectos: la mente inconsciente de lo intuitivo, que
es el constante fluir de los pensamientos, sentimientos, impresiones,
cambios de humor, necesidades y memorias que caracterizan nues-
tro estado mental en general y que es representado por la Luna.
Después está la mente racional de Mercurio, que es diferente a lo

391
anterior, donde oímos que «nada funciona», y es porque las solucio-
nes yacen fuera de los patrones del pensamiento aceptados. Con
Mercurio nos damos cuenta del sentido y la coherencia de los pen-
samientos, sentimientos, sensaciones y percepciones. Los
ordenamos y aprendemos, pero para ello nos debemos concentrar en
alguno de esos pensamientos o sensaciones y seguir relacionándolos
de forma racional. Precisamente, al meditar, tenemos que soltar la
mente de Mercurio y dejarnos llevar por la Luna, para conseguir
vaciarnos y llegar a una unión subjetiva con todo lo que está, todo lo
que nos rodea.
«Los seres humanos tienen una clase de ilusión óptica: pensa-
mos que somos entes separados, en vez de parte del todo. Esto
impresiona nuestro afecto y no lo damos a aquellos que están cerca
de nosotros. Nuestra tarea consiste en la necesidad de liberarnos de
esta prisión abriendo nuestro círculo, y así abrazar a todas las criatu-
ras vivientes... Nadie alcanza esto completamente; pero el buscarlo
es en sí mismo parte de la liberación.» (Albert Einstein.)
Para desarrollar esta atención espiritual del Aquí y Ahora debe-
mos ejercitarla, prepararla y conocerla a través del cuerpo humano,
a través del aliento; experimentar y ejercitar la respiración, pensar
en movimientos en vez de palabras, visión o imágenes. El yoga y el
Tai-Chi es esta modificación en acción, y también otra práctica es
un día o un par de horas de silencio cada semana para penetrar en
ese reino, Después podremos dar forma a ese silencio con el movi-
miento, dándole una realidad multidimensional. Sólo a través de una
disciplina de trabajo diario uno comienza a darse cuenta del ser inte-
rior. Al trabajar corporalmente en movimientos de atención curativa
se alterarán radicalmente nuestras perspectivas y comenzaremos a
incorporar las estructuras de movilidad e inmovilidad. Primero de-
bemos comprender qué vamos a hacer para entenderlo en la cons-
ciencia, y conocer los pasos externos a realizar. Así podemos dejar
ir la expectación de lo que vamos a conseguir o cómo lo vamos a
conseguir; simplemente, damos los pasos para facilitar que ocurra
algo o que obtengamos una nueva sensación de nuestra percepción
del Ahora. Un entendimiento experimental: lo que tenemos que ha-
cer, lo que se siente y cómo lo vamos a aplicar. Un movimiento

392
perfecto no es suficiente; hace falta también un buen espíritu.
Después, hace falta mantener constantemente la práctica, ha-
ciéndolo bien y permanentemente. Enseñar al cuerpo a que esté
atento a ciertas cosas. Enfocar la atención donde el suelo se encuen-
tra con el cielo, ver el otro lado de uno mismo. Observar todo lo que
está trabajando, sin interferir en su trabajo.
Vamos a mencionar unas cuantas prácticas para adquirir ma-
yor atención de la presencia del Ahora y conseguir que permanezca
más tiempo con nosotros:
1. Guardar un día a la semana de silencio, o al menos de tres a
seis horas, pero no estando solos, sino entre personas de confianza o
situaciones donde podamos sentirnos cómodos con esta práctica y
desarrollar más la comunicación gestual y telepática.
2. Hacer un ayuno un día a la semana o quincenal, limpiando
toxinas.
3. Estar atentos a los ritmos al andar o al hacer algo rápido: ob-
servarlo y cambiar el ritmo a uno más lento. Con el tiempo,
encontraremos nuestro propio ritmo armónico con el todo.
4. Al andar, estar siempre atentos a lo que hacemos, a la sensa-
ción corporal. Mantener atención en el movimiento de nuestras
piernas, respirando con ritmo, mientras observamos todo lo que está
a nuestro alrededor; así llenamos la mente y la vaciamos del resto de
los pensamientos y preocupaciones.
5. Realizar, cuando tengamos un par de minutos, una serie de
ejercicios diarios diseñados para entrar en contacto con nuestro
cuerpo, desde los pies hasta la cabeza, ya sea moviendo lenta y pro-
gresivamente desde los dedos de los pies hasta mover la cabeza, o
ya sea tocando y masajeando todo el cuerpo con las manos. Po-
niendo toda nuestra atención en lo que estamos haciendo y en las
sensaciones de ser tú y de entrar en contacto con cómo uno se siente
ahora.
6. Encontrar una postura, estando de pie, donde nos sintamos
centrados, manteniéndonos rectos y relajados, los pies en paralelo,
ligeramente abiertos. Una vez que nos sintamos centrados y relaja-
dos, dejaremos caer el peso, doblando ligeramente las rodillas.
Poner la atención, como si se penetrara el suelo con un rayo energé-

393
tico que sale del centro del vientre y sentir con firmeza los pies en el
suelo, meciéndolos ligeramente adelante y atrás, manteniendo la
espalda recta y estando atento al equilibrio y centro de gravedad.
7. En una postura de pie, donde se siente uno centrado y relaja-
do, comenzar a dejar caer el cuerpo y brazos para abajo, expulsando
el aire; inspirar levantándose y elevando los brazos hacia el cielo;
dejarse caer otra vez expulsando el aire y volver a levantarse y alzar
los brazos recogiendo el aire. Hacerlo un par de veces, hasta que se
mantenga el movimiento fluido y armónico, durante un par de minu-
tos. Poner la atención en el movimiento unido a la respiración.
8. Cuando alguien nos llame en cualquier momento, o incluso
cuando suena el teléfono, antes de responder o contestar parar du-
rante unos segundos, congelar la postura y reconectarse consigo
mismo. No actuar ni cambiar la postura que se tenía en ese instante:
dejar el movimiento congelado y observarse internamente un par de
segundos antes de responder y entregarse plenamente al cambio en
el Ahora, y a la nueva influencia de la otra persona, con plena con-
fianza de no perderse y estar en el centro de uno mismo. Hacer esto
completamente atento a la experiencia en el momento y enfocar la
atención en lo que se está haciendo con el cuerpo al congelar su mo-
vimiento, para que así, seguidamente, se pueda fluir con total
espontaneidad y confianza en lo que suceda en el alrededor.
Estos son pequeños ejercicios que podéis utilizar para centrar
vuestra atención y sentimientos en vosotros mismos y en el Ahora.
Pero la práctica que más nos conecta con el Ahora y las sutiles ener-
gías magnéticas planetarias es el Tai-Chi. Es necesario aprenderlo
con un maestro, aunque depende más de nuestra práctica constante
que de la experiencia del maestro. Lo importante es que nos enseñen
la postura, la secuencia conectada de movimientos, sus direcciones
cardinales. La tabla completa de movimientos es bastante complica-
da y se compone de tres partes: el Hombre, la Tierra y el Universo.
Empieza mirando al Norte, da varias vueltas y termina mirando al
Norte. Está diseñada para circular las energías magnéticas a través
de nuestro cuerpo con los movimientos, cambios de peso y el llenar-
se y vaciarse de los pulmones.
Al realizarlo al aire libre da la sensación de reconectarse con el

394
Universo y como si se entrara en el ritmo de la Naturaleza y el inter-
cambio de sus elementos.
Como en todas las formas sistemáticas, trabajamos con la ener-
gía y la física. El movimiento es lento y continuo: uno se une al
siguiente, es circular y repetitivo. Y, más que eso, es perfecto, ma-
ravilloso, y un sistema inagotable dentro del Universo; es tan grande
como la revolución de los planetas y tan refinado como las gotas
transparentes de la lluvia.
El maestro Cheng nos dice: «Podemos considerar nuestro siste-
ma solar tan grande, que nada puede contenerlo. Como todo en él es
circular, puede ser mantenido por el chi (energía vital) acumulado, y
es capaz de girar. Si su forma no fuera circular, entonces no impor-
taría el poder del chi acumulado; no podría ser mantenido y no
serían capaces de flotar las incontables estrellas del espacio. Todo
está en revolución, porque es redondo; en la esfera la capacidad del
chi es máxima y su arco de superficie es mínimo.» Mientras que su
superficie es expansiva, su centro es cohesivo, y, por tanto, no pier-
de su redondez. Los movimientos en redondez en el Tai-Chi son por
imitar al Gran Ultimo. Después de aprender, de interpretar la ener-
gía puede ser perfeccionada a través de la práctica, hasta tal punto
donde uno puede cumplir enseguida lo que desea, y por eso es la
razón por la que se llama al Tai-Chi el arte del Gran Ultimo. Aque-
llos que lo practican no sólo son capaces de neutralizar la dureza y
la velocidad, sino también alcanzar maestría en la autodefensa. For-
talece al débil, levanta al enfermo, da valentía al tímido. «El Tai-Chi
está de acuerdo con la filosofía y la ciencia, porque su teoría es pu-
ramente filosófica y su actitud es completamente científica,»
«Habiendo estudiado Tai-Chi durante los pasados veinte años, lo
que he presenciado personalmente es la habilidad de levantar a los
débiles y eliminar la debilidad.» (E1 maestro Cheng). Cura las en-
fermedades porque no sólo es un ejercicio físico, sino psíquico,
uniendo ambos, centrándonos mentalmente en el Ahora y percibien-
do físicamente. Estando atento a uno mismo y también es todo lo
que le rodea, se entra a través del ritmo de la respiración y del mo-
vimiento en el ritmo de la Naturaleza y del Universo; es como si por
unos momentos nos sincronizáramos con el movimiento de los pla-

395
netas, y nos deja la mente libre para entender el mensaje interno de
lo que está pasando.
Descargar y apartar quiere decir atraer la energía, y entonces
volver a la redondez; lo opuesto a esto es ceder y transformar. Estos
están en constante intercambio en la vida y también al realizar Tai-
Chi. Esto nos ayuda a desconectar la mente de nuestra percepción
ordinaria de las cosas, dejarla vacía y llenarla con «Ki», la energía
vital del Universo, mientras la respiración mueve el cuerpo y a la
vez; mantenemos la presencia de toda la armonía que nos rodea.
Uno de los mayores problemas que la Humanidad debe realizar
es establecer una paz y tranquilidad propias. La memoria y los hábi-
tos del pasado, representados por la Luna, han puesto un tipo de
proceso computador emocional-mental sobre todo con aspectos con-
flictivos entre Luna y Mercurio; esta función combinada funciona de
la siguiente manera: cuando una persona es confrontada por un es-
tímulo exterior lo alimenta a través de los canales del computador
emocional-mental de la forma que ha sido siempre programado; los
pequeños botones en ese computador mercuriano o quizá la secuen-
cia original matemática del proceso de pensamiento invariablemente
tiene la misma reacción al estímulo. Por lo que es absolutamente
lógico que mientras continuemos usando este tipo de procesamiento
del computador emocional-mental, seguiremos respondiendo y reac-
cionando a cada nuevo estímulo de la misma manera que lo hemos
hecho en el pasado. Es como un truco sutil donde tomamos el mo-
mento del Ahora y lo hacemos encajar en nuestras expectaciones del
pasado. Imaginaros que esto es como coger un computador viejo y
gastado y usarlo para resolver nuevos problemas; incluso es peor: es
una completa distorsión del presente por cualquier experiencia del
pasado.
Para ser honestos, este tipo de patrón deja a la Humanidad des-
fasada en su sistema nervioso para poder tratar con las
circunstancias de su entorno. En el momento que comenzamos a ver
nuestro propio proceso de canalizar y controlarlo, nuestro sistema
nervioso entero, incluyendo el sistema digestivo, el ritmo de la res-
piración y la velocidad del latido del corazón, comienza a calmarse.
A la misma vez nuestro proceso mental está libre para poder enfo-

396
carse en cosas más finas. Nos recuerda una y otra vez, sobre nuestra
dedicación y convicción, que comunicamos incesantemente a todo
el que conocemos.
Si seguimos así, no nos damos otra alternativa que vivir y que-
darnos en una condición kármica. Sin embargo, si permitimos que la
energía de Neptuno disuelva nuestro ego, somos capaces de unirnos
con una unidad más universal con nosotros mismos y el mundo de
nuestro alrededor. Hay una buena lección que aprender aquí del
valor de no pensar, en vez de pensar que tenemos que pensar en
todo durante todo el tiempo. Cuando no pensamos, aprendemos a
fluir en la corriente de nuestra vida en vez de luchar en contra de la
dirección en donde estamos. El desapego neptuniano a las cosas es
extraordinario, pero extremadamente sutil. Nos sintoniza con la ha-
bilidad de oír los sonidos de las olas del mar, según suben y bajan
en un continuo ritmo, la vibración sonora de los planetas. Esto da un
sentido lógico cuando nos damos cuenta del tirón gravitacional entre
la Luna y la Tierra. Pero, algunas veces, el intelecto tan desarrollado
de la Humanidad es más ingenioso, ya que necesitamos darnos
cuenta de que nuestros pensamientos son cosas también, por lo que
antes de que podamos imaginarnos en una experiencia más libre y
liviana, necesitamos desapegarnos de nuestros pensamientos. En
otras palabras, la humanidad necesita admitirse a sí misma, que to-
dos sus pensamientos que no encajan con la resonancia del Ahora no
tienen ningún sentido, y aquí es donde el ego de la Humanidad en-
cuentra su mayor lucha.
Lo siguiente es una simple fórmula para erigir una nueva semi-
lla no-egoica:
«Por favor, trata de no poseer tus pensamientos; simplemente
permite que fluyan a través de ti en diferentes maneras, pues seguro
que cambiará de un momento a otro, de un día a otro. Ve el signifi-
cado de la no-estructura. Oye el silencio para que puedas ver lo
invisible. Entiende el valor del no valor. Ve que todo es nada y que
nada es todo.»
Esto significa que uno no se distrae por la forma material de las
cosas; en vez de eso, uno es capaz de buscar la esencia pura. Ya que
tanto el sufrimiento que la Humanidad atraviesa es simplemente el

397
resultado de sus acciones del pasado, que a su vez viene de la per-
cepción de sí mismos. Al hablar de forma realista, reemplazamos
este molde de pensamiento negativo, y comenzamos a funcionar
desde el punto de la esencia en vez del punto del ego. «Aquí es to-
das partes.»
La Humanidad necesita ir a través de una completa visión trans-
formadora, con la creencia en lo que no se ve, lo que no se toca, lo
intangible y la fuerza que fluye, que tan bellamente inspiró todo lo
que tiene forma. Los astrólogos se refieren a Neptuno como el Pla-
neta olvidadizo. En un sentido esto es correcto, porque nos da la
habilidad de olvidar el pasado, que es una cualidad bastante desea-
ble, ya que ¿quién, quiere seguir combatiendo las sombras y las ilu-
siones, deudas de nuestra mente?
Representa un miedo tremendo que tiene la mayoría de las per-
sonas a perderse, en cualquier forma que uno se imagine. Si usamos
a Neptuno en el Ahora, no se sabe de dónde uno viene ni adónde se
va; sólo se reciben las sutilezas del Ahora. Esto es imposible, a no
ser que ya se sepa bien quién es uno y no se tenga que recordar más
de dónde viene y, se tenga claro adónde va.
Como la Humanidad tiene este tipo de nociones e ideas precon-
cebidas años después de que sean útiles y que ya no existan, no nos
deja que percibamos las maravillas de nuestro entorno en el Ahora.
En el libro de José Argüelles La visión transformadora, sobre la
revolución del ojo y de la mente dice: «Cuando nos despertamos al
planeta Neptuno, recientemente descubierto durante el tiempo de
Edgar Alan Poe y durante un periodo de medianoche de disolución y
trasladarse de las percepciones, entonces comenzaron los primarios
descubrimientos del inconsciente, señalado por la publicación de
Eduard Von Hartmann La filosofía del inconsciente, en 1869, vein-
tiún años después de Eureka de Poe. En un sentido fundamental, la
destrucción o cl desplazamiento del modo de percepción quitó la
última gota que dividía el comportamiento consciente humano del
gran mal del inconsciente, Pero en el modelo de Poe, el centro final
del consciente es el punto luminoso de origen; el inconsciente es
aquello de lo que no somos conscientes, aquello de lo que nos he-
mos vuelto ignorantes. Pero la ignorancia es sólo ese aspecto difuso

398
de la consciencia primordial, y en un sentido fundamental es insepa-
rable de él».
Como estamos tratando con la unidad, todas las contradiccio-
nes coexisten y se soportan las unas a las otras.
Por eso, sesenta años antes de Einstein, Poe pudo declarar que
«el espacio y la duración son uno, que el Universo puede aguantar a
través de una era que no se compara para nada con la grandeza de
sus componentes porciones materiales... fue requerido... que las es-
trellas fueran recogidas a una visibilidad desde la invisible
nebulosidad..., y, por tanto, ir haciéndose gris al dar nacimiento a la
vida y la muerte de incontables números y complejas variaciones del
desarrollo vitálico. Era requerido que las estrellas hicieran todo esto
y tuvieran tiempo de cumplir todos estos propósitos divinos durante
el periodo que todas las cosas estaban efectuando su retorno a la
unidad, a una velocidad, acumulándose en la proporción inversa a
los cuadrados de las distancias en las que inevitablemente termi-
nan.» (Edgar Alan Poe). José Argüelles continua diciendo sobre
Poe: «Pero el final no es el final, y la visión de Poe, como la de los
sabios antiguos Védicos, ve una creación y destrucción intermina-
blemente pulsante del Universo. Un Universo noble, hinchándose
dentro de la existencia y después disminuyéndose a la nada a cada
palpitación del corazón divino». Esta conclusión atrae a Poe al reino
de la consciencia cósmica porque, según sus palabras, «este corazón
divino, ¿qué es? Es el nuestro propio... Por lo que el fenómeno en el
que nuestras conclusiones dependen en este momento son meramen-
te sombras espirituales; pero, sin embargo, son totalmente
sustanciales». Finalmente, en una declaración de majestuosidad poé-
tica, Poe expone la doctrina de la evolución de la consciencia: «He
hablado de las memorias que nos persiguen durante nuestra juven-
tud. A veces nos siguen incluso hasta ser adultos y toman
gradualmente una forma menos indefinida y de vez en cuando nos
hablan por lo bajo diciendo: Había una época en la noche del tiempo
cuando existía un ser viviente calmado, a su vez, compuesto de un
número indefinido de seres similares. Estas criaturas son también
más o menos inteligencias conscientes. Conscientes primero de una
identidad propia y por vislumbres borrosos, indeterminados; cons-

399
cientes, segundo, de una identidad, de un ser divino del cual habla-
mos (de una identidad con Dios). De las dos clases de identidad de
consciencia imaginar que ésta se volverá más débil y la anterior más
fuerte durante la larga sucesión de edades que deben transcurrir an-
tes de que este gran número de inteligencias individuales se fundan
entre sí (cuando las estrellas brillantes se fundan en uno). Pensar que
el sentido de una identidad individual gradualmente emergerá en la
consciencia general (que el hombre, al cesar imperceptiblemente de
sentirse como hombre, obtendrá a la larga esa época tremendamente
triunfante donde reconozca su existencia siendo como la de Jehová).
Mientras tanto, tener presente que todo es la vida, vida dentro de la
vida, cuanto menos por dentro mayor será y todo estará dentro del
espíritu divino».
Es significativo darse cuenta de que cualquier cosa que existe
dentro de nuestros pensamientos, con lo que no podemos tratar en el
momento y lugar exacto donde nos encontramos, es en realidad sólo
una destrucción de la realidad del Ahora. El objeto de la vida no es
sólo evolucionar el alma, sino también ser felices en el proceso.
Martin Schulman expresa este sentimiento diciendo simplemen-
te: «Todos los principios del Zen están diseñados para enseñarnos
cómo experimentar el Ahora, porque es la única forma de parar a la
Humanidad en dar más poder al pasado y traerlo al presente, que-
jándose de ello, y, por tanto, continuando nuestra vibración
simpática a los ecos que ya no existen. Cuanto más perpetuemos las
memorias de nuestro pasado, más se nos vuelven nuestro presente, y
estamos perdiendo la esencia actual de la experiencia del Ahora».
En Occidente se llama meditar a algo totalmente diferente: a
concentrar la mente y pensar. Esto es más bien reflexionar; pero
algo que también está bien para liberarse de esos pensamientos que
nos persiguen es meterse en una bañera de agua caliente, respirar y
pensar, dejar que el agua suavice los pensamientos y que así fluyan
más fácilmente con emociones livianas y curativas. La respiración
profunda y continuada es también importante, ya que a través de la
expiración podemos eliminar muchas toxinas, tanto físicas como
psíquicas. Las técnicas de respiración son esenciales para ambas
disciplinas orientales y occidentales.

400
Sabemos por la experiencia que si bien nuestras costumbres y
hábitos son diferentes de aquellos del Oriente, son complementarios.
Aunque, sin embargo, la filosofía y el estado de la mente es simple y
pura. Si es posible tener una gran fuerza interna y nunca mostrar
miedo, nuestro acercamiento iluminado a la medicina sería que las
drogas sólo pueden curar los síntomas de la enfermedad, pero el
curar natural del cuerpo-mente y espíritu con pensamientos puros
puede eliminar la causa. ¿Cómo puede un mundo de gente enferma
evitar la humillación de la enfermedad? ¡Ah sí! Para superar esa
humillación impuesta por la Naturaleza poseemos armas afiladas y
las máquinas de la guerra del monstruo tecnocrático; pero sin los
guerreros espirituales que nos guíen es como si no tuviéramos nada.
El mundo hoy día se halla en un gran lío y todavía en guerra,
pero estamos aún a tiempo de guiar a los que llevan el sistema con
la esperanza de promocionar los principios de la verdad y la sanidad
que los grandes artistas, científicos, sanadores planetarios y visiona-
rios han empleado para curar a las personas antes de enfermar.
Compartiendo esto con los verdaderos buscadores del mundo, de-
mostrar que el cultivar el amor, paz interna y armonía en el aliento
(chi o ki) es la base para el autofortalecimiento de la Humanidad-
Planeta-Universo. Cuando lo experimentamos es como el baile pla-
netario de la Humanidad que está en el centro entre el cielo y la
Tierra; y tiene la capacidad de unir ambos. Según Charles Henry,
hay tres campos de resonancia: el electromagnético, el cielo; el gra-
vitacional, la tierra, y el biopsíquico, el hombre, lo mismo que las
tres fases de la tabla de movimientos del Tai-Chi. Y como somos el
punto de unión de ambos, aprendemos de ellos al captarlos para
sintetizarlos. En este arte marcial aprendemos que si el oponente
utiliza la dureza necesitamos neutralizarlo con suavidad. Si el opo-
nente ataca con movimiento, vamos a su encuentro con quietud. Lao
Tzu llamaba a esto «la debilidad y la suavidad superan a la fuerza y
la dureza». Este tipo de actitud es necesaria para fundir los ciclos
cósmicos con la fuerza de la gravedad. Este tipo de armonía funcio-
na mejor para una persona que es capaz de ver la belleza en todas
las cosas y todas las personas con su Venus. En esencia y en su sim-
plicidad representa un estado de gratitud y de contento que actúa en

401
el equilibrio de la Naturaleza que existe en todo momento. Nuestros
sentidos, nuestras mentes, nuestros cuerpos no pueden resistirse a
absorberlo constantemente: al a misma vez hay una gran belleza,
armonía y amor dentro de cada uno de nosotros; si sólo permitimos
que salga, y como todos lo sabemos, el verdadero sanador de todas
la heridas es el amor en el Ahora, donde no existe el tiempo.
Estamos en el momento de enfrentarnos a nuestra piel por den-
tro. Al darnos cuenta de quién somos, ya no tenemos que padecer
más acercándonos a la verdad real... Ahora es la oportunidad para la
Humanidad, para ayudar a dar la vuelta a los patrones del pasado
que han parado nuestra creatividad.
Necesitamos eliminar aquello que ya no nos hace ningún bien y
dejar cabida para nuevas semillas humanas que emerjan libres del
deterioro del miedo y paranoias defensivas que ya no existen más
que en el inconsciente colectivo. El momento es ahora, cuando la
Humanidad es capaz de construir un hogar dentro de sí misma.
Cuando pueda hacer esto con efectividad encontrará que ya tienen
menos efectos sobre la Humanidad las emociones de avaricia, celos,
agresividad y otras cosas que tanto nos apartan de nosotros mismos.
Podemos convertirnos en nuestro propio santuario: una seguri-
dad plena en nosotros mismos. A través de esto aprendemos cómo
controlar nuestras impresiones sensoriales y las constantes reaccio-
nes del mundo siempre cambiante a nuestro alrededor. Necesitamos
estar preparados para verdaderamente confrontarnos a nosotros
mismos a fin de poder fluir con las mejores energías de lo que esta-
mos construyendo en el Aquí y Ahora. Debe haber una base firme
debajo de nuestros pies. Tenemos que aprender a no disiparnos a
través de nuestros pensamientos o las acciones que no son produc-
tivas. Esto ciertamente nos enseña un sentido de contenimiento, lo
cual no es una restricción para poder moldearnos en la forma que
tenga más significado. Este sentido de contenimiento trae un cierto
silencio consigo. El hombre aprende que cuanto más habla sobre lo
que tiene que hacer, menos propósito siente en hacerlo. En el si-
lencio conservamos nuestra fuerza y somos capaces de dedicar cada
momento para alcanzar nuestro propósito. No se debe pensar que
eso es una cosa fácil de hacer; no lo es. Precisa de un esfuerzo con-

402
centrado. Realmente lo que hacemos cada día es más que lo que
soñamos en hacer en el futuro. Sinceramente esto habla de la esen-
cia de la realidad: la realidad de la energía de Saturno, donde
necesitamos darnos cuenta de que todo lo que es significativo en la
vida finalmente viene desde dentro de nuestro propio ser, donde
tendemos a realizar nuestras decisiones en silencio, sin constante-
mente buscar el consejo fuera de nosotros mismos.
El ser humano es una obra de arte, no menos que la Luna, no
menos que las estrellas, y tenemos un derecho de estar aquí. Somos
unos animales curiosos, nos sentimos más felices cuando conoce-
mos lo que queremos; cuando finalmente alcanzamos nuestros
deseos, perdemos algo. Necesitamos entonces desear lo que quere-
mos. El deseo no es malo, sino solamente cuando diferentes deseos
luchan unos con otros y el Ahora se llena de inconsistencias, cau-
sándonos infelicidad y querer lanzarnos al futuro, al pasado o a otro
lugar diferente al que estamos en el Ahora. Ciertamente el deseo de
unidad mental es un buen deseo, y nos da la habilidad de enfocar
nuestras acciones y todo lo que representa al planeta Marte, permi-
tiéndonos establecer y retener una unidad en uno mismo, una
aceptación y un amor a nosotros mismos que se expresa hacia quien
convivimos y que conocemos. Nos podemos dar cuenta de eso en la
forma de ser de algunos visionarios del amor; para nombrar unos
cuantos: Ghandi, Kandinski, Van Gogh, Rimbaud, Martin Luther
King, Beethoven, Nijinsky... Realmente Van Gogh y Nijinsky vol-
vieron del revés al mundo convencional, porque estos artistas vieron
en la traición de la civilización a Cristo su propia traición. «Mi locu-
ra es mi amor hacia la Humanidad», dijo Nijinsky.
A través de los verdaderos artistas vemos lo que el ser humano
es capaz de hacer cuando tiene una seguridad en su individualismo y
mantiene una constante creatividad en el Ahora, ya que cuando es-
tán creando tienen su mente y cuerpo en el Aquí y Ahora unificados
totalmente, aunque esto sólo sea un minuto de inspiración y noventa
y nueve de trabajo. Ese momento de unificación consigo mismo es
también un momento de unificación universal, sintonizado con todo
el conocimiento humano, y así llega la visión.
José Argüelles escribió en su libro La visión transformadora:

403
«A nada se le da menos ánimo en nuestra sociedad que al asumir
una responsabilidad creativa. Esto es lo que llevó al suicidio a Van
Gogh y mandó al gran bailarín Vaslav Nijinsky al manicomio. Am-
bos visionarios del amor vieron claramente que el gran error de
nuestra civilización moderna ha sido denegar la responsabilidad con
lo divino en el hombre. Al apartarse de lo divino, el hombre mo-
derno se apartó de sus raíces creativas. Y es significativo que la
locura de Nijinsky fuera durante la primera guerra mundial. En el
epílogo de su famoso diario, en 1919, Nijinsky escribió: «Soy un
hombre simple que ha sufrido mucho. Creo que he sufrido más que
Cristo; mi alma está enferma. Mi alma, no mi mente. Los médicos
no entienden mi enfermedad, y sé que necesito ponerme bien. Mi
enfermedad es demasiado grande para curarme rápidamente. No es
incurable. Mi alma está enferma... Mi cuerpo no está enfermo. Su-
fro, sufro. Amo a todo el mundo; tengo mis fallos; soy un hombre,
no un dios. Quiero ser un dios e intentar mejorarme. Quiero bailar,
dibujar, tocar el piano, escribir versos, amar a todo el mundo. Este
es el objeto de mi vida. Sé que los socialistas me entenderán mejor,
pero no soy socialista. Soy parte de Dios; mi partido es el partido de
Dios. Amo a todo el mundo. No quiero guerras ni fronteras. El mun-
do existe y tengo un hogar en todas partes. No quiero tener ninguna
propiedad, no quiero ser rico. Quiero amar. Yo soy amor, no cruel-
dad. No soy un animal sediento de sangre. ¡Soy un hombre! ¡Soy un
hombre! Dios está dentro de mí, yo estoy en Dios; le quiero, le bus-
co... Espero poder mejorarme; no sé cómo, pero siento que Dios
ayudará a todos aquellos que le buscan. Yo soy un buscador, porque
puedo sentir a Dios. Dios me busca, por lo que nos encontraremos.»
La verdad más admirable revelada por la experiencia de Ni-
jinsky es la relación entre la Divinidad, la locura y la creatividad.
Escribió en su diario también: «Cuando quiera que tengo un senti-
miento lo llevo a cabo. Nunca lucho en contra de un sentimiento.
Una orden de Dios me dice cómo debo actuar; no soy un faquir, ni
un mago. Soy Dios en un cuerpo. Todo el mundo tiene ese senti-
miento, pero nadie lo utiliza. Yo sí hago uso de ello y conozco sus
resultados. Las personas creen que este sentimiento es un trance
espiritual, pero no estoy en un trance. Soy Amor. Estoy en un tran-

404
ce, el trance del amor. Quiero decir tantas cosas, pero no encuentro
las palabras; quiero escribir y no puedo. Puedo escribir en un trance,
y a este trance lo llamo sabiduría. Cada hombre es un ser razonable;
yo no quiero seres irracionales, y, por tanto, quiero que todo el
mundo esté en un trance de sentimiento. Yo estoy en un trance de
Dios.»
La curación del alma a través del amor. En realidad el arte de
la Astrología puede tener esa capacidad si nuestra intención es pu-
ra y si tenemos suficiente creatividad. La creatividad es lo que le
hace falta al hombre para salir de su encierro psicológico, impo-
tencia y enfermedad.
La actividad artística, sea cual sea, es absolutamente necesaria
para el hombre actual, que se ha ido apartando más y más de su
energía creativa y, por tanto, de la unión con lo divino o Dios. El
amor es la perfección del trabajo. El trabajo es la misma naturaleza
de la existencia. Toda la existencia está en movimiento, y el trabajo
es la actividad del movimiento. El arte es la manifestación de la
energía de la vida humana, y el ser humano es la obra de arte más
perfecta de nuestro Universo. Una obra de arte es la manifestación
de lo que un ser humano es capaz de hacer cuando unimos nuestra
mente a la acción, en una perfecta coordinación con la fuerza crea-
tiva del Universo. «Los verdaderos artistas ven todo como algo
sagrado, una actitud que llamamos el arte como forma de vida. Para
sobrevivir con dignidad y decencia debemos seguir su ejemplo y
hacer de la Tierra una obra de arte». Viviendo alerta, con responsa-
bilidad y una especial atención al detalle, deberíamos ver la belleza
en una comida bien preparada y en un ramo de flores, tanto como en
los museos y salas de concierto». «Todo en nuestra historia nos ha
preparado para una síntesis sin precedentes, para que una civiliza-
ción mecanizada se transforme en una cultura genuinamente
espiritual». (José Argüelles.)
Aquellos que han vivido intensamente el arte conocen que éste
es su camino espiritual hacia Dios. Aunque esto sea contradictorio y
no podamos decirlo de la mayoría de los artistas de hoy día. Cuando
un ser humano nace, siente que su espíritu ha sido atrapado en la
más densa manifestación de la energía: la materia... Desde que en-

405
tramos en el movimiento rítmico del tiempo, la Humanidad lucha
con su materialidad y poco a poco, como un niño aprende a andar,
conquistamos esa lección abrumadora: cómo bailar con la gravedad
y el ritmo de nuestra respiración. Según el tiempo pasa y según cre-
cemos nos volvemos fascinados por las posibilidades ilimitadas que
percibimos cuando unimos nuestro espíritu con la materia, y enton-
ces nos sentimos integrados a nuestra propia materialidad, dejando
que nuestro instinto guíe nuestras acciones. Pero al hacernos adul-
tos, nuestro cuerpo y mente comienzan a separarse por vivir en esta
civilización, la cual nos pide que desarrollemos la mente en momen-
tos de reflexión a través del estudio, y por otro lado debemos
desarrollar nuestro cuerpo a través de actividades artísticas, como el
deporte.
En las artes orientales ambas actividades se combinaban juntas.
Nuestra consciencia se divide; aprendemos a usar nuestra mente
sólo al aprender el primer movimiento, y después el movimiento se
hace automático. En el primer impacto de cualquier impresión men-
tal también usamos nuestro cuerpo de forma automática; después
este síntoma, al ser automático, hace que reaccionemos a algo o a
alguien que nos recuerda de esa primera impresión de la misma ma-
nera, sin darnos cuenta ya mentalmente, porque cada vez estamos
menos atentos a esta íntima relación por crecer y madurar en una
civilización mecanizada y robotizada; por eso nuestro organismo
está en un constante desequilibrio con la energía creativa y regene-
radora.
«La realidad es la unión de la mente y el cuerpo. El Tao. La vi-
da es sentida como un movimiento fluido, como el poder del viento y
del agua. La ignorancia de esto y de nuestro cuerpo material nos
causa un constante sufrimiento y nos produce un desequilibrio que
resulta en diversas enfermedades mentales y físicas también. Esto
provoca, por reacción, el mismo desequilibrio en el resto de los
seres humanos de nuestro entorno.»
La Humanidad disfruta ahora del poder material que ha alcan-
zado, mientras que nos damos cuenta de lo enfermo que está nuestro
cuerpo. Nuestra mente viaja a través del cosmos sin que todavía sea
capaz de integrarse en sí misma completamente, con su propia mate-

406
rialidad para transformarla. Hemos estado tan ocupados transfor-
mando nuestro entorno, que realmente se nos ha olvidado
transformarnos a nosotros mismos. Después de todo, de eso se trata-
ba desde el principio, para que pudiéramos convertimos en un
«espíritu puro».
La Humanidad hoy experimenta un vivir dislocado, desunido,
donde o bien nos entregamos al mundo físico, manteniendo una apa-
riencia saludable y robusta, o bien nos entregamos al mundo lógico,
sólo convirtiéndonos en unos intelectuales. Pero la reacción está en
la unidad de ambos, y por eso constantemente nos sentimos frustra-
dos, insatisfechos, desequilibrados y enfermos. En vez de
armonizarnos con nuestro entorno, empezamos a luchar con él o
contra él y con el tiempo, aunque ya tengamos en nuestras manos lo
que podemos necesitar para alcanzar esa perfección exterior-
interior. No lo alcanzamos porque la falta de integración de nuestro
cuerpo y espíritu es un obstáculo que constantemente se interpone
en nuestro camino hacia la perfección y la purificación. Cada nudo,
cada bloqueo físico-mental que ata al individuo al orden común del
conocimiento o de la acción, nos debe servir para ascender hacia la
verdad al resolverlo y superarlo. En vez de tratar de encontrar esa
armonía y equilibrio en nosotros mismos y nuestro entorno, disfru-
tamos como niños conquistando el mundo material, sin unir nuestro
pensamiento a la acción equilibrada. Por ello, constantemente for-
zamos nuestro cuerpo y energía, causando lentamente bloqueos que
finalmente se convierten en enfermedad. La Humanidad debe empe-
zar primero rompiendo la barrera existente entre la materia y la
energía en nuestros cuerpos individuales. Una alteración de cons-
ciencia es lo más necesario a través del ritmo del cuerpo y el campo
biomagnético. El artista universal es un psíquico natural que en-
cuentra sus propios métodos para despertar la energía del
Kundalini y de la transformación. Una acción creativa y artística o
su participación en 1a creación de otros artistas constituyen los úni-
cos momentos en los que puede que sintamos la integración cuerpo-
mente. Esta unión unifica a la Humanidad con el ritmo y ciclo cós-
mico, regulando también nuestro ritmo respiratorio, sistema
nervioso y latidos del corazón. Esto es lo que produce una energía

407
transformadora espiritualmente y regeneradora mentalmente. Un
verdadero artista siente esta integración en el momento de la crea-
ción. Durante el resto del tiempo su sensibilidad al desequilibrio
general le hace que se vuelva loco, hasta que necesita desesperada-
mente otro acto de creación regenerativa. Para calmar el cuerpo y la
mente, mientras tanto, hace falta otra vez más participación corpo-
ral. Ya que nos pide un acto creativo, a través de esto podemos
obtener más regeneración física en la integración mente-cuerpo, y
cuanta más concentración mental consigamos, más transformación
espiritual habrá también.
Nuestra búsqueda particular ha sido a través de las artes: pintu-
ra, escultura, teatro, danza; y así llegamos a las ciencias artísticas
más elevadas, que contienen el conocimiento de la curación del al-
ma por medio del cuerpo y la mente. La Astrología nos abre la
posibilidad de amar y entender a todo ser humano, y aunque ello sea
un camino a recorrer durante toda nuestra vida, disfrutamos y valo-
ramos nuestros primeros pasos.
Curar nuestro cuerpo es tarea completamente individual: aunque
estemos unidos en la consciencia universal, nadie puede sanar nues-
tro cuerpo por nosotros. La consciencia que cada individuo necesita
alcanzar en este momento crítico sólo podrá conseguirse a través de
la integración con la energía de la creación, que es la misma para
toda la Humanidad. Lentamente y con toda seguridad llegaremos a
formar una consciencia cósmica universal. Esta es la razón funda-
mental, por lo que es esencialmente importante que cada ser humano
sea capaz de atraer a otro, y al usar la energía creativa se adapta,
convirtiéndose en un adepto para realizar un trabajo artístico, usan-
do técnicas de artes curativas: la meditación, el Tai-Chi, Yoga,
Shiatsu, iridiología, astrología, naturopatía y psicología etc... Cada
uno encuentra su talento particular, y la unión de varias técnicas
produce una creación particular de éstas, que sólo pudo ser por la
intervención de un ser humano creativo individual.
En este proceso lentamente alcanzaremos una unión con el en-
torno, mediante la consciencia de arte global y de las artes de
curación.
Poco a poco estamos ayudando a nuestro mundo a que viva en

408
su propia integración. La Humanidad es la mente del planeta Tie-
rra, y necesitamos ser UNO integrado con ella antes de que
alcancemos las estrellas. Incluso nuestra propia integración como
Humanidad en sí misma y el entendimiento de lo objetivo y subje-
tivo, que produce la unión de la ciencia, el arte y la religión, inspira
al ser humano hacia una consciencia universal y una integración
colectiva para que pase el umbral de la Era de Acuario. Donde cada
individuo comienza a conocerse a sí mismo, tan profundamente que
su potencial creativo se manifiesta, contribuyendo en sí mismo a la
sociedad y ayudando en la transformación de la Humanidad. Por
eso, el trabajo de un verdadero artista es tan esencialmente impor-
tante hoy y tan necesario para iluminar la consciencia de las
personas que tocamos y con quien trabajamos íntima y colectiva-
mente; esto inspira lentamente al resto de la Humanidad. Los artistas
siempre han sido los verdaderos visionarios que han ayudado a crear
la sociedad y las posibilidades del futuro.
En la Era de Acuario nos iluminaremos los unos a los otros por
medio de la fuerza creativa que se manifiesta en sí misma, con la
colaboración de un verdadero amor, una amistad pura con un gru-
po de seres-semillas integrados en sí mismos y en la consciencia
universal.
La Humanidad necesita que estos seres-semillas alcancen su
máxima individualidad para que no nos sintamos amenazados por
los otros, y de esta forma seamos capaces de trabajar en una colec-
tividad universal que traerá al planeta Tierra el bienestar de un
feliz y saludable equilibrio espiritual-artístico.

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EL TERCER OJO SONRIENTE DE HERMES
Aquí presentamos un cuento que supuestamente nos
llega de los labios del mismísimo Hermes, quien nos dice:
«En algún lugar lejano en el Universo, en una dimensión y
espacio particular, existe un gran salón de banquetes, que
tiene una gran mesa llena de provisiones interminables de
comida y de bebida. Alrededor de esta mesa hay una gran
multitud de personas, que son como tú y como yo, excepto
en una cosa: sus brazos están trabados, rectos, por lo que no
pueden doblar el codo. Estas personas tienen siempre ham-
bre, pues tratan de alimentarse tirando la comida al aire, o
dejando que se escurra por sus brazos. El resultado es una
atmósfera de constante frustración, locura y caos. En otra
dimensión del espacio paralela hay otro salón de banquetes
con una mesa llena de comida, también está rodeada de per-
sonas con sus brazos trabados. Pero aquí no existe ni locura
ni líos, porque estas almas han encontrado la respuesta ejer-
citando su Sabiduría Interna. Han aprendido a darse de
comer los unos a los otros.

CRISTAL PLANET WORKS

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BIBLIOGRAFÍA Y LECTURA RECOMENDADA

The Psychology on Man. Possible Evolution, por P.D. Ouspenky.


(Vintage Books).
Gesture of Balance, por Tarthang Tukku. (Dharma Publishing).
The Way of the Shaman, por Michael Hamer. (Bantam Books).
The Eye of Shiva, mysticism & science, por Amaury de Riencourt.
(William Morrow Inc).
The Road to Eleusis, por R. Gordon Wasson. (Carl A.P. Ruck).
Unveiling the Secret of the Mysteries, por Albert Hofmann. (Har-
court Brace).
"Milton" a Poem, por William Blake. (Shambhala).
Psychological Types, por Carl G. Jung. (Bollingen Series. Princeton
Univ. Press).
Psychology and Alchemy, por Carl G. Jung. (Bollingen Series.
Princeton Univ. Press).
Dreams, por Carl G. Jung. (Princeton Univ. Press).
Psychology and the Occult, por Carl G. Jung. (Princeton Univ.
Press).
Mandala Symbolism, por Carl G. Jung. (Princeton Univ. Press).
Synchronicity, por Carl G. Jung. (Princeton Univ. Press).
Modern Man in Search of a Soul 2, por Carl G. Jung. (Harcourt
Brace & World Inc).
The Spirit in Man, Art and Literature (Routledge and Kegan Paul).
The Secret of the Golden Flower, traducido y explicado por Richard
Wilhelm. (Harvest Books).
From the Life and Work of C.G. Jung, por Aniela Jaffé. (Harper
Colophon Books).
Alchemy, por Marie-Louise von Franz. (Inner City Book Editors).
The Cipher of the Genesis, por Carlo Suarès. (Shambhala).
Space Time and Beyond, por Bob Toben, (E.P. Dutton).
Más allá del materialismo espiritual, por Chogyam Trungpa. Rim-
poche. (Edhasa).
La conspiración de Acuario, por Marilyn Ferguson. (Kairos).
El Camino, por Daryl Sharp.
Phases of the Moon, por Marilyn Busteed, Richard Tiffany, Dorothy

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Wergin edits. (Shambhala).
Time to Remember, por Nancy Anne Hastings, (Samuel Wiser Inc).
Progressions Directions and Rectification, por Zipporah Bottenger
Dobyns. (Tia Publications).
The Anatomy of Change, por Richard Strozzi Heckler. (Shambhala).
Mandala, por Miriam y José Argüelles. (Shambhala).
The Feminine, Spacious as the Sky, por Miriam y José Argüelles.
(Shambhala).
Transformative Vision, por José Argüelles. (Shambhala).
Edgar Cayce on Healing, por Mary Ellen Carter & William A.
McGarey M.D. (Warner Books).
Adventures into the Psychic, por Jess Stern. (Signet Books).
A Prophet in his own Country, por Jesse Stern. (Ballentine).
Astrology of Fate, por Liz Green. (Samuel Wiser).
Saturn: a New Look at an old Devil, por Liz Green. (Samuel Wiser).
The Karma of the Now, por Martin Schulman. (Samuel Wiser).
Lunar Nodes, por Mohan Koparkar PhD. (Mohan Enterprises).
Tai Chi Ch'uan: The Technique of Power, with H.H. Lui. (Rider).
The First and Last Freedom, por Krishnamurti. (Harper & Row).
Astrological Aspects: A Process -oriented Approach, por Dane
Rudhyar & Leyla Rael. (ASI Publishers Inc).
Astrology and the Modern Psyche, por Dane Rudhyar. (Shambhala).
The Lunation Cycle, por Dane Rudhyar. (Shambhala).
Directives for New Life, por Dane Rudhyar. (Ecology Center Press).
Of Vibrancy and Peace, por Dane Rudhyar. (Service Publishers).
The Spiritual Guidance of Man, por Rudolf Steiner. (Anthroposo-
phic Press).
The First and Last Freedom, por Krishnamurti. (Harper & Row).

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