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en quien -se, g sus actuaciones’ publicas y. sus cargos politicos. Son diversas las yobras -quenos han Negado dé ,Tacito” pero;,sin:duda, la mas’ impor- tante es la conocida con el nombre ‘de ‘Anales,“ en la ‘que a modo i (2 de crénica relata la historia de Roma “desde * el afio 14 d. C.,, en : mej que se inicia el reinado de Tiberio, hasta ‘el afio 68, “dexpuks. del reinado de Nerén; una obra que ha’ sido’ considerada como «la BP fuente historiografica mds importante de que disponemos para el . a conocimiento de la historia de Roma» de los afios estudiados.” Sin px cmbatee, en Tacito se reproducen todos los defectos que vimos BS en los anteriores historiadores’ romanos: a pesar de que al prin- “a cipio. de su,obra afirma ‘que va a-escribir' sine ira et studio («sin encono ni ‘parcialidad»), los Anales' estan plagados de buenos y ~ 7 malos. Como escribe Collingwood, Tacito convierte la historia de Roma en «cl choque entre distintos caracteres, ya ‘exageradamente "buenos, ya exageradamente malos»." Su ‘aforanza hacia ‘los ideales pi republicanos, su desprecio hacia: ésclavos y libertos y hacia el mun- ’ ais, do no romano, y su creencia’ providencialista sobre el destino a. imperial de Roma afloran a lo largo de todos sus Anales, una obra que, sin embargo, destaca por su exhaustiva documentacién y por un estilo literario - ae ha sido gonsiderado. como: novedoso en los > estudios. histéricos. . sees LA HISTORIOGRAF{A MEDIEVAL % Cuando Tacito escribié sobre la historia 1 rornana, habia aparecido a ‘yayelecristianismo; una nueva . religion, —pero también una nueva : Ga ‘see forma de comprender el mundo y la sociedad, y una nueva nen: | z, lidad— que iba a alcanzar*unas dimensiones insospechadas en los et siglos venideros, y que ni-:el propio Tacito, cuando equiparaba el cristianismo a’ las religiones orientales tan én ‘boga en la Roma del siglo 1 d. C., podfa sospechar.” La progresiva ‘ascensién “que en un mundo como a el romario, Pen a. eee Ree verisi ctarse én! la nist CorNEvio TAcrito: Anales, Introduccién, “ raduecién y notas de José L. Mo- RALEIO. Madrid, Gredos, 1979. 417,- MorAteio: Introduccién a Técrto: Ariales, pag. 12. 48. Cottincwooo: Idea de fa historia, pag. 47. 49. TAcrto: Anales, XV, 44, Pees ees impulsado por CamScanner “120 J "dicho rds térmit ri arse dé acuer: \0, di Js térmifios; Ja 3ia’ interpret 1 0, dicho en otros ninios;1 forie oe nema isién_providéncialista y redentora que-se concedi eee ne eh eEStisnionor ie i Tlegada de Cristo tenia e sformar el 1 ¥ ; taba | ides-::, 5 formar el mundo, ue: futuro esta ba ase: feaeaar iz historia no era proyectado desde fos okige- nes del mundo y del hombre; nte caminaba hacia un fin conocido. aguinida éi' sw totolidad por la. sine rporacion’ del Nuevo na: intérp no se.adscribe:a un solo spueblo. Providencial porque Ia” historia’ se_ debe" «a las operaciones de la Providencia’ que pre-ordena su cur- so». Un curso que, necesariaimente, posee un ordenamiento, deter- minado por un antes’ y uni después.,con Ja‘ legada de .Cristo.. Con ello la historia se -parte, vide,’sé -periodiza” ie Esta nueva interprétacién’ de. lavhistoria.aparece, en’ una: pri- mera fase, en los primitivos" textos sagradds que, en ningtin: caso Pposeen pretensiones histéricas,. sino’ gue forman. parte.:de ‘una lis teratura religiosa que si bieti ‘es. cierto" que contiene ya una-inter- pretacién precisa sobre’ el :miundo,:no‘cabe-bu. ar en ella ‘elemen- tos histéricos que se reficran a p: eSos -conéretos surgidos de la intento de explicar la historia realidad. En la prdctica, el ‘primer de la humanidad a partir.de la Aueva éptica ¢ristiana no lo.halla- | mos hasta finales del siglo I,,principios del rv, con Eusebio de esaree (26340) quien en. su Crdiica escribe una historia univer- sal, en la que trata de combinar, en tin: mismo Marco cronoldgico, a historia biblica, con la de las civilizaciones mesopatAmicas, egin- ciamy—grecorromana, iT eje ordenador y el ptinto de referencia gica se situa en la Natividad de Cristo, Eusé- > | | de esta unidad cronolé $0. Cottincwooo: Idea de'ta “historia, } 51. Ibid., ibid, ; aN OL ce impulsado por CamScanner 12a bio es‘ aut én de-una Historia eclesidstica, en la que recoge aconteci ‘dgcumentos y,escritos lesia primitiva has- ta 1a Vic nstanitind (324): .y. oe * La sistematizacién; clara y cocreta de la interpretacién cristia- na, que durante toda la Edad Media impregnard el pensamient histérico européo, no aparecerd hasta varios, afios después con si Agustin, obispo’ de la ciudad africana de Hipona (354-430), quien «por vez primera ha tenido una yisién de Ja historia y no sdélo una 'y visién ‘del mundo».* Efectivamente, en san Agustin se elabora una visién cristiana de la historia que en su esencia constituye una teologia de la historia en la que ‘por: das jalenguas vulgares» hablada: ada": “por. los. ropios monarcas: — ime I de. Aon es, muy jlustrativa Cronica o Llibre dels feits fa respecto— hallamos la: labi responden casi ‘siempre al’ ‘p observadores directos d hardouin (1150-1212), Joinville’ (12241317) y Fi en Catalufia con Ramon Mut: 2 esté perfodo relatos. autobiogrAfic: . (1079-1142) -y crénicas urt nas ‘ambién aparecén:en él ‘del francés Abelardo 5 — Nos encontramos, pues, « con unos ¥elato: stéticos que ‘en-rea- lidad no son obras de historiadores’ y,no. tienen. “fampoco pretensio- ines: historiogrdficas, Preteriden tihicamente ensalzar: las s-gestas de los ™monarcas y-de paso las de Jd clas: acaballeros» ellos mismos Io son— que tan importante papele estan. desempeiiando én. el manteni- miento y conservacidn del- orden. dal. “De ahi .qué-a la falta de“un método preciso yalaa teoria consciente de la his- toria, se afiada en muchas “casi nes Ja ausencia de un ‘espiritu cri \ticd: relatos reales pueden “miezclarse con’ facilidad a narraciones fantésticas, dificilmente verositniles.: ero: en “cualquier ¢aso;-el re- | de cuanto-sucede ante sus ojos a quienes poscen | “he emoni " poll a, Social y éconémica. de Ja sociedad feudal. it ‘Pero durante la Edad Media: la hisioriogtatia no queda limitada a Europa, en el marco de la- cultura ctistiana ‘occidental. En el Ex- tremo Oriente, y mds en. conéreto .en: Chi a, que habia conocido la existencia del gran historiador | ‘Sima ian.en el'siglo 1 a. C:, la histo- ria habia hecho importantes rogresos.en 16. que respecta a la ‘cri- tica de las fuentes y en la utilizacién de notas,; como lo atestigua la historia general de China escrita “por Sima’ Kuang (1019-1086). ¥. en el Islam surgié una historiografia que en‘algunos aspectos superd, en cuanto asu cientificismo, al tipo: de’ historia aue, se.estaba desa- rrollando en n. Europa. . : ' i \ impulsado por CamScanner i a : S 53) o ~ > se) 2 2 6 B 2 = 5 =) =o) oe Basra tal se et et La historiogratta ‘medieval 127 Es cierto que en el Islam las Preocupaciones historiograficas sur- eligiosos tendentes a Te bras de Lefebvre, «desbordé incluso el inmenso universo de la conquista».* En muchos casos se trataba de crénicas ¢ historias anali- ticas que; aun recogiendo tradiciones * orales,;,tenfan muchos pun- tos de contacto con'las crénicas medievales europeas. En el Islam espafiol, historiadores como el cordobés Ben Hazam (s. x1), autor de.una Historia de las religio 1 valenciano Ben Alabbar (s.-x111), autor de. dos diccionarios biobibliogréficos en los que relata la histo- ria de los primeros siglos del Islam hispdnico; o el granadino Ben Al- jatib (s. xiv), que escribié la historia.de’su ciudad, representan muestras més: que suficientes del, alto nivel conseguido por la his- toriograffa islimica“ =. - La historiografia islamica —y por afiadiditta Ja medieval— alcan- za su cenit en el siglo xiv con el autor tunecino de origen ihispdnico Tbn Jaldun (1332-1406), quien par el método historiogréfico que ut a y por su concepcién de la historia rompe frontalmente con el tipo de historia que tanto en el mundo is]4mico como en el cris- tiano se estaba realizando, y-sishta las bases‘ de una historia cienti- - fica’ que no tendria continuidad hasta muchos siglos mas tarde. Su obra mas importante, los Al-Mugaddimah o Introduccién a la histo- -ria universal, redactada entre 1374’y 1378, introduce en los estudios histéricos muchas novedades’ que merecen ser tratadas con algin detalle.” En primer lugar, Ibn Jaldiin se propone —y es consciente de ello— escribir una historia que‘difiera radicalmente de la escrita hasta entonces, y para’ello, dice, «he creado un método novedoso en el campo de la historiograffa,inventando un‘sistema al respecto sor- prendente, y un procedimiento entéramenteé. m{fo».* La originalidad se pone de relieve ya en las primeras paginas de su obra, cuando no sélo 65. Lermvae: El naciniiento de 12 historiograjla éontempordnea, pag. 44. 66. Ctaupio SANCHEZ ALboRNoz: .«Historiadorés musulmanes en destierro», en Ensayos sobre historia dé Espafia, Madrid, Siglo’ XXI, 1980, pags, 83-88. 67. Yen Japon: Introduccidn a iz Historia Uiitversal (Al-Muqaddimah). Es. | tudio preliminar, revisién y apéndices de Efas TRABULSE. Traduccién de JUAN Ferts. México, F.GE., 1977, Véase, ademés, Yves Lacoste: El nacimiento del Tercer, Mundo: Ibn Jaldin, Barcelona, Peninsula, 19711. Sobre Tbn Jaldin es muy interesante también la obra de Nassir Nass: El pensamiento realista de Ibn Jaldtin. México, F.C.E., 1980, 68, oN Jaw: Introduccién...; pag: 96. impulsado por CamScanner : 128 ct ' somete a.una'erftica durf dido; sino que Y entuncia- el. ‘al, acimiento’ de*los jeblos y de |perios; a los sincronismos ae las néiciones:. tiguas, pe causas que han imi -o conducido a as{ como a-las- . urbanizacién, la aldea, el do: cién, su disminucidn, las cit “urbana, las hechos acaecidos’ dando sus pruebas y sus mévi . a resultar una compilacién ‘singula debido merosas nociones importantes’ y ‘doctrina! y hoy faciles al entendimiento” Yves Lacoste hha remarcado’ que ‘éitré Ton. Jaldtin y:los histoi dores de'su época existen nimerosos ‘puntos: de discrepancia: 1) ‘En primer lugar, Jaldin abandona Ja retérica, el lenguaje poético, la facil alabanza y el. 0 'a'la fantasia ya la imagina- cién, para: utilizar un lenguaje “que convierte’ su trabajo en «una obra: de reflexin, un fulerzo “dé siéns,”. 2). Desde esta perspectiva, finalidad moralizante ni pretend bierno:. Ja nueva ciencia «no ti nadaen comtin-con la Tetérica, que es una rama de la légica, y: qué ‘ée limita al empleo de ‘discursos Persuasivos, propios para inducir. a lag’ ‘thultitiides:a una opinion, © en.contra de ella. Tampoco’! tletie’ nexos Con. a. tiva, que comprende por objets el ‘gobiértio | ciudad, conforme a las exigencias la-tnoral’ y la prudencia,:a efecto de encauzar al pueblo Por‘tuna senda: que conduzca a la con: jpocee y perduracién de la‘ especi La ciencia que nos ocupa no.ofrece otra ventaja que Jas investigaciones histéricas»,” con lo cual Ja historia, en Ibn Jaldiin, poser “ga finalidad en si misma. 69. IBN JaDON: Introduc iri, ay 8. 70. ¥ ‘CtON..4, DAB. ii n 7. impulsado por CamScanner Peete tenes Suey we at 129 joca estriba en el hecho de que eee como historia que «no pasa. de ser tos que han marcado el curso de épocas y, Estados dé la anti dad» y que «son motivo de solaz en reuniones y celebraciones mul- i titudinarias».” Pero que olvida los caracteres intrinsecos «que son el examen y la verificacién de los hechos, la investigacién atenta de Jas causas que los han produicido, el conocimiento profundo de la naturaleza’ de los: acontecimientos y sus causas originantes»." : A partir de un cuidadoso método de trabajo que presupone la verificacién y ordenacién de-los hechos —con el consiguiente recha- zo de'la mentira—, Ibn Jaldtur propone una historia que tenga «por verdadera finalidad ‘hacernos conocer el estado social del hombre, en su dimensién humana»,* con Io cual las co jones sociales y econémicas de los” pueblos pasan a ocupar un protagonismo en la concepcién jalduniana de Ja historia, puesto que «la diferen- cia que se advierte en las condiciones y las instituciones de .los diversos pueblos depende de:la manera en que cada uno de ellos pro- cura su subsistencias.* Lacoste ha sefialado que este enunciado con- vierte a Ibn Jaldtin «en un claro precutsor del materialismo hist6- rico».” Para Ibn Jaldun, clertameate, todas las manifestaciones que en un todo coherente a las condiciones materiales de subsistencia, ala produccién y a su evolucién. ‘La evolucién. La ultima searacteristica importante en la concep- cién histérica de Tbn Jaldtin eé la que enuticia el permanente cambio a que estdn sometidas todas las sociedades, la evolucién permanente que existe en ‘la histotia-desde el momento en que el ‘principio del movimiento esté inmerso en la naturaleza de las cosas, un movimiento que imprime car4cter al devénir histérico: los imperios nacen, crecen, maduran y declinan de forma permanente en un pro- ceso progresivo que es cfclico, perd que se produce en forma de es- piral. La vida de un imperjo —de manera natural— conlleva su 73. Ibid., pags. 9293. : oe p *U4elbid., Dag. 93. ee 15. Ibid., pag. 141. o : it 6. Ibid., pag. 263. eee TI, Lacoste: El nacimiento..., ag. 2. impulsado por CamScanner cteristica dé g. diferenciacién entre Ibn Jaldtin y la La’‘constitucién'de Ia ‘historia como ciencia ae ree de ‘le fundamentos dialécticos ‘qu s6fica ,consciente, sino que, ! En su anilisis ‘histérico; Ton ‘al ide los dos’ tipos de sociedad'-¢ ral y. la sedentaria o urbai cual la sociedad urbana surge: :/rrollo de la ‘«asabiya», el espi de coritrarioss; representa eleje | las sociedades —némada y : | decadencia de los estados.e imp una considerable aportacién ala historia, que’ representa. él primer intento conocido de crear una ciencia’ dé-las sociedades desvincula- da de la teologia y de la filosotia. | 1 formas de pod r politico ‘a a través: ‘de las’ atoms el Tnilitarismo j eponderant uatro siglos el ‘humanismo'’ re- tracién. El decaeisieais: del «Nuevo Murdo» representd, a partir del siglo xv1, un impacto considerable’ en Ja vida material y cultural europea de todo este perfodo,,La Reforma protestante socavara con no menos impetu los fundamentos intelectuales é ideolégicos ds. la impulsado por CamScanner

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