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LUDOLFO DE SAJONIA (LUDOLF VON SACHSEN)

LA VIDA DE CRISTO

FIELMENTE RECOGIDA DEL EVANGELIO


Y DE LOS SANTOS PADRES Y DOCTORES DE LA IGLESIA

Introducción, traducción y notas de Emilio del Río, S.I.

MADRID
2010
ISBN Obra completa: 978-88-7041-205-5
ISBN Obra completa: 978-84-8468-279-0
ISBN Tomo I: 978-84-8468-280-6

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INTRODUCCIÓN

1. Ludolfo de Sajonia y su Vida de Cristo

Ludolfo de Sajonia, dominico primero, luego cartujo, escribió su Vida de Cristo en ple
no siglo XIV cuando todavía Europa era solo un corazón, pero en tiempo de pruebas para
la Iglesia, en una Europa azotada por las plagas y la guerra; él trata de instruir desde los
Evangelios, abiertos en los comentarios, como las catedrales se alzaban a la gloria de Dios,
en Cristo. Así nació el gran libro del cartujo alemán: “Lo que santo Tomás había acometi
do felizmente, elaborando la Suma a partir de la teología escolástica, Ludolfo acometió ha
cerlo con la Vida de Cristo, elaborándola admirablemente, como un mismo tejido y tenor,
a partir de los cuatro Evangelios y de los comentarios de los autores griegos y latinos, es
pecialmente los Santos Padres”.1
¿Quién fue este escritor y qué libro es el suyo? S. Autore firma el artículo en el Dictio
naire de Théologie Catholique2. Sabemos que nació hacia 1295 y entró a los dieciocho años en
la Orden de predicadores, donde vivió ejemplarmente 26 años, o según otros 30. En 1340
pasó al noviciado de los cartujos de Estrasburgo, donde hizo profesión. En 1343 fue elegi
do Prior de la Cartuja de Coblenza; dimitió de su cargo en 1348 y se retiró a Maguncia y
de nuevo a Estrasburgo, donde murió en 1377 –según otros, 1378–. Así también el Dic
tionaire de Spiritualité, (París, 1976).
L. M. Rigollot cita varios testimonios. Hartmann Schedel escribe en sus crónicas: “El
alemán Lufolfo, cartujo, Prior de Coblenza, ilustre por su doctrina y costumbres, compu
so en nuestro tiempo magníficamente el libro de la Vida de Nuestro Señor Jesucristo. Basta la
obra para ver que fue un hombre venerable y que tenía un conocimiento plenísimo de las
cosas divinas y humanas, especialmente de la vida misma de Cristo, en cuanto es posible
a un hombre”3. En otro catálogo de escritores eclesiásticos se le elogia así: “Hombre dedi
cado a la Sagrada Escritura y conocedor también de la literatura secular, de carácter suave,
dulce y compuesto al hablar, insigne por su modo de vida, escribió varias obras de gran de
voción y profundo saber, en las que mostró su talento e hizo inmortal su nombre. He vis

1
L. M. RIGOLLOT, Vita Jesu Christi, Palmé, París, 1878; seguimos este texto; y sus apartados. Consultamos
a veces nuestro ejemplar: Vita Christi ex Evangeliis et scriptoribus orthodoxis / per Ludolphum Saxonium… excerpta.
–Parisiis: Apud Clavdivm Chevallonium, 1534, 200 h.; Fol. R 115, Colegio San José, Valladolid. En Villagarcía
de Campos, otro, posterior: Vita Iesu Christi… excerpta Per Ludolphum de Saxonia… Venetijs, Apud Haeredes Iacobi
Simbenij. 1578.
2
Artículo sobre Ludolphe de Saxe, t. IX, cols. 1067-1069, París, 1926.
3
Rigollot, p. 2. Él no pone páginas a este “Monitum ad lectores”, de dos hojas. Las ponemos nosotros pa
ra entendernos.
VIII LA VIDA DE CRISTO DE LUDOLFO

to que pertenece a él la enorme e insigne obra sobre el Evangelio, titulada Vida de Nuestro Se
ñor Jesucristo, que empieza “Fundamentum aliud…”. También se le atribuyen otras cosas”4.
Del autor de la Vida de Cristo, dice el libro cuarto de la Biblioteca de Siena: “Hombre
versadísimo en los libros Santos, escolástico de profesión, de lenguaje sencillo y amable por
sus fervorosos afectos… compuso también la Vida de Cristo a partir de los cuatro Evange
lios, según los cuatro sentidos de la Escritura, con exclamaciones llenas de lucidez y de pie
dad, añadiendo al final de cada meditación una devotísima oración”5. Para la Enciclopedia
Cattolica: “Es conocidísima su Vita Domini Nostri Iesu Christi ex quattuor Evangeliis, obra cé
lebre, ella ha inmortalizado su nombre. Todavía hoy es considerada como uno de los mejo
res comentarios del Evangelio concordados y fundidos en un solo relato. Muy útil para la
meditación, instrucción y predicación”.
La Vida de Cristo corrió primero manuscrita. Antes de inventarse la imprenta, dice S.
Autore, “estaba extendida por todas partes y proporcionaba a sacerdotes y fieles una mina
preciosa y sobreabundante de instrucciones y meditaciones espirituales, basadas en la Es
critura y en los santos Padres”6. La editaron por primera vez los cartujos de Estrasburgo,
que tenían sus manuscritos, en 1474. Después se comenzó a editar en todas las principa
les ciudades europeas. Una bibliografía editada por Palmé, el editor de Rigollot, recogía
en 1880 ochenta y ocho ediciones del texto completo, en varios países. Hain y Parzer seña
laron dos ediciones más.
En castellano7 existe una traducción, magnífica para su tiempo, de fines del siglo XV:
la de fray Ambrosio Montesino, franciscano y poeta del cancionero, autor de poesías tan
bellas como la que cita Luis Rosales en su Retablo del Nacimiento del Señor: “No la debemos
dormir, / la noche santa...”. Conquense, natural de Huete, al servicio de la casa de la Rei
na para traducciones; terminó esta traducción en Huete, su patria, en 1499; el fraile esta
ba en el cerco de Granada con los Reyes. Fue la reina Isabel quien le pidió el trabajo –era
un poeta preferido, para ella–. Cisneros franciscano también, promotor de la “reforma
ción”, decidió estrenar la Imprenta de Alcalá con la espléndida edición de esta obra. (En
internet: “Ambrosio Montesino”, 13, ver el estudio técnico por J. Martín Abad)8. Abre la
obra un doble grabado: arriba, un franciscano en pie, Cisneros, y al lado el “intérprete” de
rodillas, ofrece la obra a los Reyes. Abajo el escudo de los Reyes Católicos y una orla en tor
no: Vita cristi cartuxano romançado por fray Ambrosio.
La enorme obra del “cartujano”, cartujo, alemán fue trasladada por fray Ambrosio a la
lengua del Imperio naciente, en un castellano conforme con el gótico florido y el estilo de
Isabel, en párrafos de complicada estructura lógica, en el momento de su aparición resul

4 Rigollot, ib.
5
Rigollot, p. 3.
6
En el artículo citado del Dicc. de Téol. Cath.
7 La tradujo antes al portugués fray Bernardo de Alcobaza, cisterciense, en 1446; aunque no sea la suya la

que se publicó en 1495. Joan Roís de Corella la tradujo al valenciano muy pronto; el primer tomo aparece en
1496; termina con la magnífica oración del mismo Roís de Corella, “uno de los mejores trozos de la poesía cata
lana del siglo X”. (Menéndez y Pelayo, Obras Completas, tomo X, p. 57).
8
LUDOLPHUS DE SAXONIA (O. Cart.): Vita cristi romançado por fray Ambrosio”: (13). Trad. Ambrosio Monte
sino, Alcalá de Henares, Estanislao polono (para García de Rueda) Fol. 4. v. Biblioteca Nacional, U-1399, 44 vv,
1502, 1503; y: BNE, R-7; 1502, vv. I y IV. Bibliografía: 88,113.
INTRODUCCIÓN IX

taba de la más fina elegancia renacentista. Se hicieron diversas ediciones9; la última en


160010. Un intento de adaptar el texto de fray Ambrosio es el Vita Christi Cartuxano...por
el Rev. P. fray Ambrosio Montesino, de nuevo corregido y ordenado por fray Juanetín Niño, Sala
manca 1622 y 1626.
Hay nueva versión, parcial, del siglo XIX. La cita, en Mistagogía de los Ejercicios, Xavier
Melloni. El bibliotecario de San Cugat, Manuel Carbonell nos envía ficha exacta: la portada
dice: Vida de nuestro adorable Redentor Jesucristo, conforme con el texto original de la que escribió el
Rev. P. Ludolfo de Sajonia, Monge cartujo... Traducida y considerablemente aumentada por D. Anto
nio Roselló y Sureda, presbítero misionero apostólico. Adornada con vistas... Madrid: Imprenta de los
1849).
SeñoresEn Viuda
el prólogo
de Jordán
afirma:
e Hijos,
“No creas
1847.empero
Son tres
quevolúmenes
al poner a tu
(IXvista
+ 515,
la vida
558deyJesucristo,
691 pp.;

te ofrezco una cosa nueva, aunque me desvíe en algunas ocasiones de la que escribió el gran
de Ludolfo de Sajonia, como observarás”. Roselló y Sureda es ampuloso; y se desvía tanto, que
resulta extraño y acorta mucho la obra, la adapta y amplifica; tiene en total sólo 97 capítulos.

2. Lectores privilegiados de una traducción

¿Cuántos leyeron esa traducción, hoy casi imposible de hallar? El ejemplo de la reina
Isabel la puso de moda y las grandes casas españolas se hicieron pronto con la obra. Lo hi
cieron los conventos. El libro sirvió mucho a santa Teresa de Jesús, que lo recomienda a sus
Prioras: “Tenga cuenta la Priora con que haya buenos libros, en especial Cartujanos, Flos
sanctorum, Contentus mundi (el Kempis), Oratorio de Religiosos, los de fray Luis de Granada y
del padre Pedro de Alcántara, porque es en parte tan necesario este mantenimiento para el
alma como el comer para el cuerpo”.11 Al presentar estas Constituciones al P. Rubeo, 1567,
recordaría sin duda lo que las lecturas significaron para ella en su juventud12; luego, en los
años de aridez en la Encarnación apenas podía hacer oración sino con libros.
En el Libro de la Vida, c. 38, 9, cuenta: “Estaba un día víspera del Espíritu Santo; des
pués de misa fuíme a una parte bien apartada... y comencé a leer en un “Cartujano”13 esta
fiesta; y leyendo las señales que han de tener los que comienzan y aprovechan y los perfec

9 En el CCPBE, ref. Ambrosio Montesino, aparecen 17 entradas; los ejemplares, pocos, son de partes, o to
mos, sueltos, es incompleto; sin referencia a los ejemplares citados de la BNE. La traducción de fray Ambrosio
Montesino hoy es muy difícil de hallar.
10
J. SIMÓN DÍAZ, Bibliografía de la Literatura Hispánica, III, 2º, pp. 218-219; nn. 4388-4393. Añade la “traduc
ción de Latín en España por R. P. F., de nuevo corregido y ordenado por fray Juanetín Niño, Salamanca, 1623, con 353 + 229.
11 SANTA TERSA DE JESÚS, Constituciones, l,13. BAC, 212, 1979, p. 636.

12 Muerta su madre, estudia con las Agustinas, vuelve a casa; por enfermedad grave va donde su hermana
mayor María. A la vuelta, su padre la deja con su hermano Pedro Sánchez. El tío le pidió que le leyera sus libros.
A. Teresa no le gustaban, pero “mostraba que sí” por contentarle: de los ss Jerónimo, Gregorio, Agustín. (Edith
Stein, Amor con amor, en Escritos Espirituales, BAC Madrid, 199, p. 202).
13 “La vida de Cristo, escrita en latín por el cartujo LUDOLFO DE SAJONIA, y, por orden de Cisneros, traduci

da por Ambrosio Montesino (1ª edición, 4 vols., Alcalá, 1902). Los textos acotados por la santa están en el t. 3, c.
84 [2ª parte] fol. 286”. (Efrén… y O. Steggink). (San Juan de Ávila cita otro “Cartujano”: D. RYCKEL, De vita et
regimine praesulum, Colonia, 1535. BAC, 1952, I, p. 265).
X LA VIDA DE CRISTO DE LUDOLFO

tos, para entender está con ellos el Espíritu Santo, leídos estos tres estados, parecióme, por
la bondad de Dios, que no dejava de estar conmigo... Estándole alabando y acordándome
de otra vez que lo havía leído, que estaba bien falta de todo aquello... ansí como ahora lo
contrario de mí; y ansí conocí era merced grande... Estando en esta consideración, diome
un ímpetu grande, sin entender yo la ocasión; parecía que el alma se me quería salir del
cuerpo... tan excesivo que no me podía valer... la fuerza natural me faltaba toda. Estando
en esto veo sobre mi cabeza una paloma... Era grande... estaría aleando espacio de un ave
maría. Ya el alma... perdiéndose a sí, la perdió de vista... quitósele el miedo y comenzó la
quietud con el gozo, quedando en arrobamiento. Fue grandísima la gloria de este arroba
miento”. Ver Libro de la Vida, c. 38,9.
De la vida de Cristo como base de toda oración, dice en Las Moradas: “Al menos yo les
aseguro que no entren en estas dos postreras moradas; porque si pierden al guía –que es el
buen Jesús–, no acertarán el camino (harto será si se están en las demás con seguridad);
porque el mismo Señor dice que es camino; y quien ve a mí, ve a mi Padre. Dirán que se
da otro sentido a estas palabras. Yo no sé esos otros sentidos; con éste que siempre siente
mi alma ser verdad, me ha ido muy bien”.14 Muchas veces habla de esa humanidad en su
vida contemplativa; en una página muy bella da cuenta de una visión, en que Jesús dialo
ga con ella: “Veisme aquí, hija, que yo soy; muestra tus manos’; y parecíame que las toma
ba y las llevaba a su corazón, y me dijo: ‘Mira mis llagas; no estás sin mí; pasa la brevedad
de esta vida”.15
San Juan de la Cruz tiene la misma docilidad evangélica. A los que desearían nuevas re
velaciones que les den a conocer a Dios, el doctor de la Noche Oscura y de la Llama de amor
viva, les dice serenamente: “Podría responder Dios de esta manera, diciendo: Si te tengo ya
habladas todas las cosas en mi Palabra, que es mi Hijo, y no tengo otra, ¿qué te puedo yo
ahora responder o revelar que sea más que esto? Pon los ojos solo en él, porque en éste lo
tengo todo dicho y revelado, y hallarás en él aún más de lo que pides y deseas”.16
La Vita Cristi, también, y un libro “con la vida de los Santos en romance”, son determi
nantes en otro gran santo de su tiempo, san Ignacio de Loyola. Sorprende este paralelo.
Confiesa san Ignacio en la Autobiografía, escrita por el P. González de Cámara, después de
oírle: “Y porque era muy dado a leer libros mundanos y falsos, que suelen llamar de caba
llerías, sintiéndose bueno, pidió le diesen algunos de ellos para pasar el tiempo; mas en
aquella casa no se halló ninguno de los que él solía leer, y así le dieron un Vita Christi y un
libro de la vida de los Santos en romance”.17 Fue a partir de sus reflexiones sobre “las co
sas que había leído” como Ignacio de Loyola descubría, primero, esa novedad: pensar en las

14 SANTA TERESA DE JESÚS, Moradas del castillo interior, Moradas sextas, VII, 6, donde añade: “Yo no puedo

pensar en qué piensan; cuánto más apartarse de intento de todo nuestro bien y remedio, que es la sacratísima Hu
manidad de nuestro Señor Jesucristo; y no puedo creer que lo hacen, sino que no se entienden, y así harán mu
cho daño a sí y a los otros”. Más por extenso en el Libro de la Vida, c. 22.
15 SANTA TERESA DE JESÚS, Cuentas de conciencia (Relaciones), 15ª, ib. 539.

16 SAN JUAN DE LA CRUZ, Subida al Monte Carmelo, c. 22,5; BAC, 1960, 523.
17 SAN IGNACIO DE LOYOLA, Autobiografía, Obras Completas. BAC; 1999, I, 5, p. 102. En nota: “fue el P. Na

dal el primero que dijo que la Vita Christi era la del Cartujano. Así lo dijo en la ‘Apología’ de la Compañía con
tra los doctores de París (1557)”. Y también: “El libro de vidas de los santos que leyó san Ignacio fue una traduc
ción de la Leyenda áurea del dominico Jacobo de Vorágine (Varazze), muerto en 1298 en Génova, de donde fue
INTRODUCCIÓN XI

cosas de Dios le dejaba contento y alegre, mientras que pensar en las cosas del mundo, en
que andaba envuelto, le dejaba seco y descontento. Le asombró; así pensaría más tarde su
doctrina sobre “la diversidad de espíritus que le agitaban, el uno del enemigo y el otro de
Dios”…
“Y gustando mucho de aquellos libros, le vino al pensamiento de sacar algunas cosas
en breve más esenciales de la vida de Cristo y de los Santos; y así se pone a escribir un li
bro con mucha diligencia (porque ya comenzaba a levantarse un poco por casa) las palabras
de Cristo de tinta colorada; las de Nuestra Señora, de tinta azul; y el papel era bruñido y
rayado, y de buena letra, porque era muy buen escribano”.18 La idea de escribir en varias
tintas se la ofrecía el mismo Cartuxano o Vita Christi de la edición de Alcalá: los textos
evangélicos van, en efecto, “en tinta colorada”.
Su experiencia fundamental fue el año de penitencia y oración en la cueva de Man
resa, después de su peregrinar y velar las armas ante nuestra Señora de Monserrat. En
Manresa tomaron forma, en lo esencial, sus Ejercicios Espirituales, que serían, en último
término una forma moderna, de proponer de un modo táctico y a la vez obediente al es
píritu, la contemplación de los misterios de la vida de Cristo, haciendo la aplicación de
la doctrina a la elección de modo de vida. ¿Tenía Ignacio allí, aún, el libro escrito en Lo
yola con “las cosas más esenciales” de la Vida de Cristo? Es probable, dado el empeño con
qué lo hizo y el fervor de su conversión. De hecho son muchos los textos de Ludolfo que
influyen en textos, más condensados, de los Ejercicios. Ignacio los utiliza al elaborar su
método.
Félix Juan Cabasés ha hecho una espléndida edición crítica de la Leyenda de los Santos de
Jácopo da Varazze, el Flos sanctorum de Ignacio, sobre un ejemplar de la biblioteca de Lo
yola, de la edición que Íñigo leyó, o inmediatamente anterior y fiel a ella. Al hablar del li
bro que Ignacio convaleciente escribía, en cuarto –medio folio– sobre la Vida de Cristo,
añade: “Tenemos perfecto derecho a preguntarnos si el fruto mimado de aquella ingente
tarea de escribano formaba parte, como afirma el P. Villoslada, del equipaje, necesariamen
te exiguo, con que Íñigo partió de Loyola; nos parece más que probable, pero desearíamos
saber con certeza si lo acompañó en aquella peregrinación primordial a Aranzazu y Mon
serrat19. Aquel volumen en cuarto, salido de su pluma, formaba parte de la nueva vida que
estaba emprendiendo, era menos alto que su mismo puñal, resultaba bastante transporta
ble... Nos interesaría todavía más saber si ese libro estaba a su disposición, como fuente in
mediata y familiar, a veces acaso única, en aquella Cueva de Manresa, en que tendrá su pri
mer nacimiento el Libro de los Ejercicios. También esto nos parece más que probable”. Por
ello alienta a estudiar los libros de Varazze y el Cartujano “de los que el convertido de Lo
yola fue entresacando su abundantísimo florilegio personal.”20.

arzobispo. San Ignacio utilizó una edición castellana prologada por Fr. Guaberto M. Vagad. Cf. LETURIA, El gen
tilhombre Iñigo López de Loyola, 2ª, p. 156s; MHSI, Exercitia spiritualia, 2ª p. 38-46”.
18 O. c. I, 11, 36.
19 R. GARCÍA VILLOSLADA, San Ignacio de Loyola, Nueva biografía, (Madrid, Biblioteca de Autores Cristianos)

1986, p. 184.
20
F. J. CABASÉS, Leyenda de los Santos por el Beato Jácopo da Varazze; en esta nueva serie de MHSI; Madrid,
2007, p. XXXVII.
XII LA VIDA DE CRISTO DE LUDOLFO

¿Cuántos más, a lo largo de los siglos XV, XVI, XVII... bebieron en las aguas de este
claro río bíblico y monacal? No se ha hecho un estudio. Menos podemos saber qué efica
cia espiritual tenía su lectura en la celda, refectorio, o en la cocina familiar. Estuvo siglos
en nuestro mejor pasado, presente en la historia literaria. Fuera de España ¿cómo adivinar
la historia de este libro, que primero en copias, luego en ediciones, por varios siglos, ilu
minó tantas conciencias que leían su latín impreso, lengua europea? ¿Fue éste el comen
tario extenso en latín a todo el Evangelio concordado, que santo Tomás Moro, Canciller de
Inglaterra, enviaba, como regalo de despedida, a Alice, desde la Torre de Londres, antes del
martirio?
Rogelio García Mateo, jesuita, doctor en Teología y Filosofía por la Universidad de Tu
binga, profesor de la Gregoriana publica una selección de textos de la versión de fray Am
brosio, sobre los “Misterios de la vida de Cristo” que tienen correspondencia con los 51
misterios de la vida de Cristo, reseñados en los Ejercicios Espirituales, nn. 261-31221. Si,
según R. García Mateo, fue en sus tiempos de dominico cuando comenzó a escribir su
obra, ésta tiene conexión con las escuelas de mística del XVI: el autor es dominico, cartu
jo luego; el traductor español, franciscano; santa Teresa, carmelita; san Ignacio, jesuita.22
Ludolfo de Sajonia basa su obra ante todo en los cuatro Evangelios, para estructurar
la Vida y desarrollar las direcciones fundamentales del plan de la salvación. Se sirve tam
bién, alguna vez, de la piedad popular. Pero casi siempre, abundante, piadosamente, de
gran número de obras de casi todos los Santos Padres. Los mayores son: a) Latinos: Jus
tino, Ireneo, Hermas, Terturliano, Cipriano, Jerónimo, Ambrosio, Agustín, Benito de
Nursia, Cesáreo de Arlés, Gregorio Magno. b) Griegos: Ignacio de Antioquia, Clemen
te de Alejandría, Orígenes, Cirilo de Jerusalén, Atanasio, los Capadocios –Gregorio Na
zianceno, Gregorio Niseno y su hermano Basilio Magno–, Cirilo de Alejandría, Juan
Crisóstomo, Evagrio, Dionisio Areopagita23. Recoge muchos textos suyos; del Maestro
de las Sentencias,24 de otros antiguos: Tito, Albino, Teófilo, Próspero, Esteban Harding,
Pedro de Rávena, Pedro Damián, Alcuino, Rábano Mauro y muchos más; y no cristia
nos, como Horacio, Juvenal, Séneca, Boecio. Prefiere al Crisóstomo, Ambrosio, Agustín,
Beda, Bernardo. El autor y su tiempo llevan al Cristo del Evangelio, humanidad y mis
terio; la devotio moderna.

21 R. GARCÍA MATEO, El misterio de la vida de Cristo en los Ejercicios ignacianos y en el Vita Christi Cartujano, An

tología de textos, BAC, Madrid, 2002, p. XXXI.


22 R. GARCÍA MATEO, obra citada, p. XVIII.
23
JEAN LAPORTE, Los Padres de la Iglesia. Padres griegos y latinos en sus textos. San Pablo, Madrid 2004, 776 pp.
24 Dice san Ignacio, regla 11ª, para sentir con la Iglesia: “Alabar la doctrina positiva y escolástica; porque as
sí como es más propio de los doctores positivos, como sant Hierónimo, sant Agustín y de sant Gregorio, etc., el
mover los afectos para en todo amar y servir a Dios nuestro Señor, assí es más propio de los escolásticos, así co
mo sancto Thomás, San Bonaventura y del Maestro de la sentencias, etc., el definir o declarar para nuestros tiem
pos…” Porque los doctores escolásticos, como sean más modernos, “se sirven no sólo de la sagrada Escritura y de
los doctores positivos, “mas aun siendo ellos iluminados de la virtud divina, se ayudan de los concilios, cánones
y constituciones de nuestra sancta madre Iglesia” (EE 363). Habla el P. Ignacio, Maestro en Artes en París, co
mo Laínez, Fabro, Javier.
INTRODUCCIÓN XIII

3. Los cuatro sentidos de la Escritura

Ninguna manera de pensar, ni la medieval ni la nuestra, puede agotar el contenido y


mensaje de la Escritura; como escribe Teilhard de Chardin, la comprensión de Cristo está
ligada a la comprensión del Universo.25 Además el lenguaje del Evangelio y de toda la Bi
blia no es reducible a términos fijos; está siempre abierto a una nueva interpretación; a una
nueva pulsión, de él, en los hombres.
Elémyre Zolla, profesor de la Sapienza, lo explica al comienzo de Los Místicos de Occiden
te: “Cada frase de los Evangelios se muestra no fruto del pensamiento místico, sino su se
milla”...abierta a muchas interpretaciones, “cada una de ellas, un momento místico”...“Los
dos Testamentos, el Antiguo y el Nuevo, y con ellos los Hechos y las Epístolas, son textos
sagrados, y resucitan en cada experiencia mística”...“de ellos parten las experiencias mís
ticas, que en ellos encuentran su apoyo, confirmación, explicación. Una antología es impo
sible, pues todas las Escrituras son materia inflamable, pre-textos del místico”.26
¿No vienen a decir algo parecido los teólogos medievales, cuando siguiendo a los Pa
dres afirman que la Escritura es un mundo? La Palabra de Dios es para ellos un bosque de
ramaje insuperable, infinita selva de sentidos que, cuanto más se entra, tanto se hace más
imposible explorarlos hasta el fin. Es la mesa puesta de la Sabiduría infinita, donde la in
sondable divinidad del Salvador se ofrece a sí misma como alimento. Tesoro del Espíritu
Santo, cuya riqueza es infinita como él. Enigma y laberinto, cielo profundo, abismo inson
dable, mar inmenso y misterioso, río impetuoso, según la bella imagen desarrollada por
Guillermo de Standford: “La Sagrada Escritura, como un río rapidísimo, llena los abismos
de la mente humana y siempre los desborda. Sacia a los sedientos y no se agota. Salen de
ella en torbellino sentidos espirituales; pasan unos y se levantan otros; es decir, no pasan
porque la sabiduría es inmortal; emergen, muestran su belleza, y los suceden otros, sin pe
recer los primeros. Cada uno se encuentra en ella con qué alimentarse según su capacidad,
y qué dejar a los otros para que muestren su fortaleza y su esfuerzo”.27
“Toda la Escritura, dice san Gregorio, fue escrita para nosotros, pero nosotros no la en
tendemos toda”.28
Para Hugo de san Víctor, toda la creación es como una gran Biblia, “como un Evange
lio corporal y visible”.29 Pedro Lombardo piensa que “no errará quien dijere que toda cosa
creada es una teofanía”,30 pero añade: es la Escritura la que nos explica esa misma mani
festación de Dios: “La Escritura explica lo que las cosas creadas prueban”.31 Dentro de la
Escritura, el Antiguo Testamento es explicado (se manifiesta y se cumple) en el Nuevo, se
gún la frase de san Agustín: “In Vetere Testamento latet Novum, in Novo patet Vetus” (en

25 TEILHARD DE CHARDIN, P., L’Avenir de l’Homme, p. 396.


26 ZOLLA, ELÉMYRE, Los Místicos de Occidente, cuatro vv., Paidós, Barcelona, 2000; pp. 124 y 245.
27
DE LUBAC, H., L’Exegèse Mediévale, París, I, pp. 119-120. Resumimos un párrafo de De Lubac, tejido con
24 citas de Santos Padres y autores medievales.
28 GILBERTO DE STANDFORD, In Cat. Por De Lubac, I, 120.

29 HUGO DE SAN VÍCTOR, Lib. Mel., c. III (PL LXXVI, 986 C: cit. p. 121.

30 PEDRO LOMBARDO, Misc., I, título 83, (PL CLXXVII 5505 A y 518 B; cit. p. 125).
31 Id., ib., título 63.
XIV LA VIDA DE CRISTO DE LUDOLFO

el Antiguo Testamento está oculto el Nuevo, en el Nuevo se manifiesta el Antiguo). Es


to, dice san Beda, “conturbavit me”32. La conversión del Antiguo Testamento en el Nue
vo: “Mutatio Veteris Testamenti in Novum”33.
De Lubac concluye: “Jesucristo hace la unidad de la Escritura porque Él es su fin y su
plenitud. Todo tiene relación a él. Él es finalmente su único Objeto. Él es por tanto, podría
decirse, TODA LA EXÉGESIS”34.
La Escritura es un pergamino escrito por fuera y por dentro; por fuera está la letra; hay
que saber leer dentro, dentro está el espíritu. Hay que saber pasar de la letra al espíritu. De
la Palabra de Dios contenida en la Escritura hay que pasar a la inteligencia espiritual. Los
administradores de la Palabra han de ofrecernos esta inteligencia: “la inteligencia sagrada
(san Jerónimo) sublime (san Ambrosio) que engendra la alegría en cada uno y en la Igle
sia toda (san Gregorio)”.35
La Escritura tiene una estructura que se impone: el espíritu no está separado de la
letra, sino oculto en ella. La letra es buena porque conduce al espíritu. Si sabemos leer
la, por la interpretación, la contemplación y la anagogía, todo en ella es espiritual e in
teligible (Hesiquio). Todo lo que leemos en la historia “debe todavía cumplirse y se
cumple en nosotros cada día por el misterio de la inteligencia espiritual” (san Pedro
Damián).36
Así se fueron convirtiendo en perspectivas comunes los famosos “cuatro sentidos” de la
Escritura. Era el sentido del progreso cristiano lo que declaraban: el paso del sentido lite
ral al espiritual, al moral, al místico: no negando los anteriores, sino avanzando desde to
dos ellos. “A los que comienzan les corresponde el sentido histórico, a los que avanzan, el
moral; a los que están en perfección, el místico”.37
Por razones pedagógicas, dividieron los cuatro sentidos en dos grupos: los que se re
fieren a las cosas de acá: el sentido histórico (literal) y el moral (tropológico); y los que se
refieren directamente a las cosas divinas: el sentido espiritual o místico (alegoría) y el re
lativo a la unión con Dios y a las cosas eternas (anagogía).
“La historia muestra el camino para obrar bien. La tropología mueve la voluntad. La
alegoría limpia el corazón por la fe. La anagogía, que contempla solo las cosas de Dios, pu
rifica al hombre interior”.38
“La historia, explica Adam Scot, atraviesa el alma contando los ejemplos de los santos.
La alegoría la alcanza revelándole verdades de la fe. La tropología la hiere con la instruc
ción moral. La anagogía suavemente la llaga, revelándole el gozo eterno. Los pensamientos
se mueven a la imitación oyendo la historia, se encienden en amor de la virtud por la tro
pología, y en la anagogía se deshacen en deseos de la felicidad eterna”.39

32 SAN BEDA, In Cant., V (PL XCI 1186 A: cit. p. 311.


33 PEDRO LOMBARDO, In Psalm., 39 (PL CXCI 399 A; cit. p. 311.
34 DE LUBAC, H., L’Exegèse… p. 322.
35 Citas id. Ib., 322. San Gregorio Magno.
36 Citas ib., 308.
37 Citas, ib., 412.
38 ABAD ABSALÓN, de la Abadía de san Víctor; cit. Ib., 125.
39 ADAM SCOT, Serm 38, n. 4 (PL CXCVIII 543 AB; cit. Ib., 152.
INTRODUCCIÓN XV

Nicolás de Lira cita dos versos, que según De Lubac pertenecen a Agustín de Dacia (re
sume en versos cada capítulo de su Rotulus pugilaris, 1260), que compendian los “cuatro
sentidos” de la Escritura:
La letra muestra los hechos, la alegoría la fe,
La moral las costumbres, la anagogía el término40

De tal forma respondía esta clasificación a los escritos de los Padres, que se les ordena
ba según el sentido que más desarrollaba cada uno. Sixto de Siena los distribuye así: san Je
rónimo, la historia y la letra, pues va a beberla en las fuentes griegas y hebreas; Orígenes
y san Ambrosio, el sentido alegórico y anagógico; san Juan Crisóstomo y san Gregorio, el
moral. Casiodoro por no conocer a san Gregorio, habla aquí de san Cipriano y san Hilario.
En Roma, desde el siglo VIII se cuenta con san Gregorio (Magno) y san Agustín. En Espa
ña se incluye a san Isidoro que según el VIII Concilio de Toledo es “el doctor más sabio
que hubo jamás”. Los cistercienses añaden a san Bernardo. En 1140 Hugo de Metel elige
los cuatro más importantes, “la cuadriga”, los “cuatro evangelistas”: Jerónimo, Agustín,
Ambrosio y Gregorio. Todos son los “pontífices”, de que habla Godofredo de san Víctor:
hacen pasar a los hombres de una orilla a otra del río, de la historia al sentido espiritual,
del pueblo antiguo al nuevo; porque la historia de los sentidos de la Escritura y la doctri
na de las relaciones de los dos Testamentos son la misma cosa”.41
De Lubac42, al prologar su obra, de prodigiosa documentación, de miles de citas de to
da la Patrología, hace esta conclusión: “La exégesis de los cuatro sentidos de la Escritura ha
proporcionado el cuadro de pensamiento a numerosas generaciones cristianas: marco tan
sólido, y tan común, que se le ve materializarse en cierto modo para servir a la clasificación
de los libros” (como en la Cartuja de Salvatorberg).43 Este estudio cifraba en sí toda la cien
cia sagrada, según Ricardo de san Víctor: “Si no me engaño, en esos cuatro sentidos está te
jida toda la serie de las cosas divinas y en ellos se despliega la sabiduría de los ángeles”.44
Para santo Tomás, los cuatro sentidos de la Escritura son como una garantía implícita
de su carácter sobrenatural. Lutero, en cambio, reaccionará con violencia y tras él el protes
tantismo posterior, aunque no de modo uniforme. Rullus Bâlle lo llama “ficción escolás
tica”; en cambio J. G. Rosenmuller, protestante también, reconoce que ese modo de pen
sar pertenece ya a los Santos Padres. El P. Lagrange, entre los autores católicos del siglo
XX, insistió en que es “algo de la misma Tradición divina, una cierta actitud fundamental
católica ante la Palabra de Dios”. El P. Pesch, en cambio, con un desconocimiento que ape
nas disculpa la lejanía de situación, lo llama “topicae locutiones, artificiosae deductiones,

40 Lit.: “Littera gesta docet, quid credas allegoria, / moralis quid agas, quo tendas anagogia”; cit. Ib, p. 23.
41
DE LUBAC, H.: citas, ib. p. 32.
42 Al morir Juan Pablo II, D. Demetrio, obispo de Tarazona, a la pregunta de si ese Pontificado frenó el Va

ticano II respondía: Al contrario. Al gran Henri De Lubac, promotor de la Gaudium et Spes, le preguntaron quién
le parecía capaz de llevar adelante el Concilio. Él dijo: “Mons. Wojtila, aunque no tiene ninguna posibilidad”.
Frase profética. Un Concilio y un Pontificado así duran muchos años. (De Lubac publicó L’Exegèse Mediévale po
co antes del Concilio).
43 Cit., ib., 39.
44 Cit. Ib., 39 (PL CXC 332 A).
XVI LA VIDA DE CRISTO DE LUDOLFO

merae inventiones”; igualmente el P. Spicq, sobre Hugo de san Víctor, habla de “pura re
tórica, tradición escolar sin utilidad para la inteligencia del texto”.
Actualmente una mejor información ha suscitado una mayor simpatía. La obra del P.
de Lubac lo ha dejado agotadoramente demostrado. Grelot lo había presentido en la Intro
duction à la Bible. M. Louis Massignon lo formuló con precisión: “A pesar de la poca sim
patía de que es ahora objeto, se impone a cualquiera que quiera revivir en su integridad la
meditación de un creyente sobre el texto sagrado”.
El Cristianismo de todos los tiempos no es otra cosa, sino la fidelidad a la Palabra, a
la Vida, y a la Persona de Cristo; él no se niega a Sí mismo, aunque su cuerpo evolucio
na, crece. “¿Podemos nosotros prescindir del Cristo del pasado, decía Pablo VI en Audien
cia pública, del Cristo histórico, del Cristo maestro, si queremos profesar un Cristianis
mo auténtico?” la Iglesia misma, “que recuerda al Cristo histórico para esperarlo al fin de
los siglos venideros ¿qué es sino la Iglesia católica, peregrina del tiempo, pero victoriosa
del tiempo?”45.
La Vida de Cristo de Ludolfo de Sajonia recoge y hace propia la meditación de cator
ce siglos sobre el Evangelio. Él mismo nos remite a los cuatro sentidos de la Escritura,
resumiendo así lo que ve en los Padres, en un texto explícito, al comentar la parábola
del grano de mostaza (Mt 13,31-33; cfr. Mc y Lc); cuando el grano se crece, y se hace
árbol de forma que “los pájaros, los predicadores que vuelan como nubes, vienen, de
seando, y anidan, con meditación y obras, en sus ramas, es decir, en las diversas expo
siciones y sentencias. LAS CUATRO RAMAS SON: LA HISTORIA, LA TROPOLOGÍA, LA ALEGO
RÍA Y LA ANAGOGÍA”46.

4. Cristo Jesús y los Papas desde del Concilio

Pablo VI mostraba al inmenso Pantocrátor en san Pablo Extramuros, ante cuya imagen
aparece el Papa Honorio III, “pequeño y casi aniquilado, besando en tierra el pie enorme
de Cristo; el cual en actitud de soberano, domina y bendice a la Asamblea reunida en la
misma basílica, es decir, en la Iglesia”. No ha cambiado el Señor: “Nuestro Señor Jesucris
to es la Palabra Encarnada, el Hijo de Dios y el Hijo del hombre, el Mesías del mundo, es
to es, la esperanza de la humanidad y su único y supremo maestro. Él es el Pastor, el Pan
de vida, nuestro pontífice y nuestra Víctima, el único Mediador entre Dios y los hombres.
Él es el Salvador de la tierra, el que ha de venir como Rey del siglo eterno; visión que de
clara que nosotros somos sus llamados, sus discípulos, sus apóstoles, sus testigos, sus mi
nistros, sus representantes y, junto con los demás fieles, sus miembros vivos, entrelazados
en el inmenso y único Cuerpo místico, que mediante la fe y los sacramentos él se va for
mando en el sucederse de las generaciones humanas, su Iglesia, espiritual y visible, frater
na y jerárquica, temporal hoy, mañana eterna”.47

45 S. S. PABLO VI, Audiencia pública del 20, octubre, 1970.


46
“Quatuor enim rami sunt: historia, tropologia, allegoria, anagogía”. (1ª p, c. 64, nº 10).
47 S. S. PABLO VI, “Tarea doctrinal del Concilio”, Discurso de apertura de la Segunda Sesión, 29.9.1963.
(Concilio Vaticano II, BAC pp. 765-766).
INTRODUCCIÓN XVII

Juan Pablo II ¿qué otra cosa ha anunciado siempre48, sino esta Buena Nueva de Jesu
cristo? Ya su primer saludo al ser elegido Papa éste fue su anuncio: “¡No tengáis miedo!
¡Abrid de par en par las puertas a Cristo!” Lo extendió en su primera Encíclica Redemptor
Hominis, 4 marzo 1979, que comienza: “El Redentor del Hombre, Jesucristo, es el centro
del cosmos y de la historia. A Él se vuelven mi pensamiento y mi corazón en esta hora so
lemne que está viviendo la Iglesia y toda la entera familia humana contemporánea”. La Su
ma de su obra desarrolla su predicación de Jesucristo y su Evangelio para el mundo actual.
Benedicto XVI dirigió y firmó, Prefecto aún de la Congregación para la Defensa de la
Fe, la Declaración Dominus Iesus “sobre unicidad y universalidad de Jesucristo y de su Igle
sia”49, ratificada por Juan Pablo II, 6 de agosto, 2000. Ver su libro Fe, Verdad y Tolerancia50;
la segunda parte “Sobre Jesucristo”, de Dios y el Mundo51; el libro Caminos de Jesucristo52. En
su Encíclica “Deus caritas est”53, sobre “Jesucristo, el amor de Dios encarnado”, dice: “La ver
dadera originalidad del Nuevo Testamento no consiste en nuevas ideas, sino en la figura
misma de Cristo, que da carne y sangre a los conceptos: un realismo inaudito”. Y en Jesús
de Nazaret, en el prólogo, sobre la dimensión histórica de la palabra, palabra dicha en la co
munidad viva y en proyecto, añade: “Existen dimensiones de la palabra que la antigua doc
trina de los cuatro sentidos de la Escritura ha explicado de manera apropiada en lo esencial.
Los cuatro sentidos de la Escritura no son significados independientes que se superponen,
sino precisamente dimensiones de la palabra única, que va más allá del momento”.54

5. El artículo de Paul Shore

Según Paul Shore, en el Diccionario de Espiritualidad Ignaciana, el libro de Ludolfo se


escribe un siglo antes de la imprenta, pero, comenzó a circular ampliamente. “Con la lle
gada de la imprenta se convirtió en uno de los libros más populares de su tiempo...A pe
sar de su extensión, más de un millón de palabras, en los dos siglos siguientes a su publi
cación la Vita apareció en ochenta y ocho ediciones, en siete lenguas europeas”55... Ludolfo

48 Cfr. Cartas Apostólicas Divinus Perfeccionis Magister, 1983, Pastor Bonus, 1988; Encíclicas Redentor Homi
nis, 1975, Dives in misericodia, 1980; Redemtoris Missio, 1990; Ecclesia de Eucaristía, 2003. Hasta Fides et Ratio,
1998, que halla la articulación de Fe y Razón en la Verdad que es la Persona, divina y humana, de Jesucristo.
49 Texto en la web de la Santa Sede.
50 JOSEPH RATZINGER, Fe, Verdad y Tolerancia. El cristianismo u las religiones del mundo”, ediciones Sígueme, Sa

lamanca, 3ª 2005; ed. original alemana, Herder, 2003. Sígueme, otros libros suyos. Otras, en Ediciones Palabra
y en muchas más, como Benedicto XVI.
51 J. RATZINGER, Dios y el Mundo, Una conversación con Peter Seewald, “Las opiniones de Benedicto XVI so

bre los grandes temas de hoy”, Galaxia Gutenberg. Círculo de Lectores, Barcelona, 2005 (1ª edición, 2000).
52 BENEDICTO XVI (J. RATZINGER), Caminos de Jesucristo, Ediciones Cristiandad, Madrid, 2ª 2005; 1ª edición,
Augsburg, 2003.
53 Firmada el día de Navidad, 25 de diciembre 2005, y publicada el 25 de enero 2006; nn. 12-15.17.
54
JOSEPH RATZINGER – BENEDICTO XVI, Jesús de Nazaret, La Espera de los libros, 2007, pp. 16-17. Sobre
las claves de este libro de teología actual y doctrina pastoral, ver: URÍBARRI, GABINO, “Mirar al Jesús real”, (Ra
zón y Fe, n. 1.307-8, sept.-octubre 2007, 123-141).
55 PAUL SHORE, “Ludolfo de Sajonia”, Diccionario de Espiritualidad Ignaciana, Dir. José García de Castro, gru
po GEI, Mensajero-Sal Terrae, 2007; II, p. 1151.
XVIII LA VIDA DE CRISTO DE LUDOLFO

intenta presentar una narración completa de la Vida de Cristo, tejiendo a su modo los
Evangelios y los comentarios, de Padres, Doctores y suyos. En su estilo “apela al sentido
estético del lector (y del oyente), permitiendo que sea testigo del desarrollo de la histo
ria de la Encarnación, de una forma que es a la vez concreta en sus detalles e imágenes, y
lírica en la forma de atraer al lector”56. “La Vita recuerda la tradición de los predicadores
medievales, que eran capaces de hacer ver a su audiencia no solamente las personas y los
hechos que describían, sino, también, las verdades más profundas... Se mueve con facili
dad entre los campos de lo material y lo espiritual, un resultado ciertamente sorprenden
te si se tiene en cuenta la vida solitaria y austera del autor, La estructura y el estilo de la
Vita Christi facilitan un equilibrio entre la lectura y la meditación que le convierte en un
ideal objeto de estudio para un largo período de tiempo”57. Hay algo más, creemos: no de
ordinario, sí en muchos momentos, Ludolfo se eleva a niveles literarios extraordinarios;
en tiempos fuertes espirituales, al nivel de los grandes que traduce: Nazianceno, Agustín,
León Magno, Bernardo, Anselmo, etc.
El profesor de Saint Louis University estudia luego el influjo de Ludolfo en Ignacio58;
la gran masa del texto y el arte de Ignacio para enmascarar su lenguaje, desvistiéndolo de
referencias a lecturas, de Padres [ni del Flos sanctorum] hacen difícil el acercamiento. Cier
to, “la Vita fue un estímulo para el desarrollo espiritual de Ignacio, y también representó
un modelo de estructura y organización que Ignacio emplearía al componer los Ejercicios59.
Ludolfo ordenaba su obra como una serie de lecturas relacionadas entre sí; y aconseja al lec
tor en su “Prefacio” que comience reflexionando sobre los temas de forma ordenada, duran
te el día. Ese enfoque, junto con la meditación, oración y alabanza, le llevará a un conoci
miento profundo de los Evangelios. Aun para seglares aplicaba el conocer al mundo físico
y ofrecía un camino hacia la verdad. Ayudaba también en la tormentosa situación de su
tiempo, a un cierto sentire cum ecclesia, precedente del que pedirá Ignacio.
Hay diferencias notables. Ludolfo guarda equilibrio clásico entre imaginación y sabi
duría; Ignacio confía en las dotes e iniciativa personal. Para Ludolfo los miles de citas no
son adornos que embellezcan la obra, sino una base intelectualmente sólida para sus co
mentarios de la historia. En los Ejercicios Ignacio no permitirá que el legado patrístico aflo
re al texto; pero sí sabe seleccionar las citas evangélicas leídas. La organización literaria y el
énfasis propios reflejan el contraste entre una vida religiosa de retiro, y el apostolado acti
vo que Ignacio soñaba. Era también el cambio de gustos, siglos XIV y XVI. “Y, aunque
L. escribía al final de una antigua tradición literaria, a punto de experimentar la transfor
mación de la imprenta y del renacimiento clásico, participa con los primeros jesuitas, in
cluido Ignacio, en el aprecio por el poder del lenguaje para llevar al lector al campo de lo
espiritual, y simultáneamente a exponer temas morales y teológicos60”:

56 Id. ib, p. 1150.


57 Id. ib., p. 1151.
58 Cfr.: PAUL SHORE, artículo de especial interés, anterior, extenso, que no podemos reseñar aquí: “The Vita
Christi of Ludolph of Saxony and Its Influence on the Spiritual Exercises of Ignatius of Loyola, “STUDIES in the
spirituality of the Jesuits 30 (1998): 1-30”.
59 Id. ib. p. 1152.
60 1153.
INTRODUCCIÓN XIX

6. Sobre traducción y límites

E. Zolla recoge un total de 214 autores de varios tiempos, culturas, lenguas. Elige lo
mejor, lo pertinente. El lenguaje es rápido, limpio, flexible, con ayuda de traducciones (se
gunda mitad del XX). La española es ejemplar, de Jesús Pedro Tosaus Abadía61. Incluye la
“controversia entre justicia y misericordia”, que toma de Giovanni de Cauli da san Gimig
niano, en Meditationes vitae Christi; “controversia” que, por cierto, está ya, un siglo antes,
en la obra de Ludolfo62 (p 1ª, c 2,17).
Si se reeditara hoy la versión de fray Ambrosio Montesino, –necesaria para la historia
literaria–, hallaríamos formas castellanas arcaicas, construcciones latinizantes, góticas, ex
trañas. El franciscano, poeta de la reina Isabel, vive su tiempo, artista del lenguaje, con
fuerza expresiva, plasticidad creadora; emula el latín de Ludolfo y de los Padres, en una
prosa, que recuerda el elegante estilo de los Libros de Caballería. Por faltar estos, le dan
a Íñigo de Loyola la Vita Christi Cartuxano, que le reveló a Cristo en el lenguaje que él
quería.
Cada época necesita nueva traducción de las obras maestras; porque de los valores que
encierran, subraya los que le interesan; cambia la lengua y el estilo. ¿Cómo leer una versión
de la Vita Christi gótica o romántica? Valentí Fiol dice sobre clásicos: “La traducción de un
autor clásico no es nunca una labor trivial... Los clásicos no envejecen, pero sus traduccio
nes sí; es decir, la versión hecha para una época determinada no sirve para tiempos poste
riores y esto vale aunque entendamos el concepto de “clásico” en su sentido más amplio”63.
Se publica ahora “Una nueva lectura de Llama de amor viva” por D. Jesús Martín Ballester,
que lo hizo antes con los otros dos grandes tratados del Santo64. Magnífica es la obra de D.
Teodoro H. Martín que ha sabido hallar tiempo para traducir del alemán a Tauler, del fla
menco antiguo las Obras de Ian van Ruusbroec65 y las de Herp, con estudios muy amplios;
dos, son tesis doctorales.
Ignacio leía en un Flos Sanctorum las Vidas de Santos: “san Francisco hizo esto, pues yo
lo tengo de hacer”. De ese libro publicó traducción fray José Manuel Macías O. P.: La Le
yenda Dorada, de Santiago de la Vorágine66, 1ª, 1989; tiene valor limitado hoy; la edición
latina que emplea, de Th. Graesse, Lipsia, 1846, discutida hace tiempo, ha sido muy supe

61
ELÉMYRE ZOLLA, Los Místicos de Occidente, Paidós, Barcelona, 2000, cuatro vv. V. García Yebra, (tradujo Li
teratura del siglo XX y Cristianismo, Charles Moeller, etc.) pedía mejor trato para el traductor; antes de ser Aca
démico etc.
62 ELÉMYRE ZOLLA, Los Místicos de Occidente, o. c., II, pp. 199; 200-202.
63 VALENTÍ FIOL, E, “Introducción” a Alejandro y César de las Vidas Paralelas, de Plutarco.

64 BAC popular, Madrid, 2005. Traslada a san Juan de la Cruz al castellano actual “por la dificultad que en

cuentran muchas personas en su lectura, a causa del lenguaje, ya un poco anticuado en las palabras y en los giros”,
y términos técnicos. “Ha tenido la fortuna de ponerle remedio felizmente” (prólogo de F. Juberías, p. 12).
65 Publicadas por la Universidad Pontificia de Salamanca y
la Fundación Universitaria Española. De Ian van
Ruusbroec ha publicado Obras Escogidas, un precioso libro con los tratados mejores, BAC minor, 86, Madrid,
1997, 469 pp.
66 SANTIAGO DE LA VORÁGINE, La Leyenda Dorada, Alianza Forma, Madrid, 1ª, 1989; 11ª 2002. Traducción

de fray José Manuel Macías. Va en la colección de Arte, por los grabados que la ilustras, fuente secular para el ar
te cristiano. Los grabados en Cabasés: van mejor reproducidos, con sólo los antiguos, los que influyeron de verdad.
XX LA VIDA DE CRISTO DE LUDOLFO

rada por la edición crítica de Maggioni de 1998. F. J. Cabasés en su edición crítica del
ejemplar de la Casa de Loyola, Sevilla 1520-21, ha restaurado la Leyenda de los Santos de Já
copo da Varazze, editada en esta misma serie, UPCO, Madrid y el IHSI, Roma, 2007. Re
cupera la traducción antigua, llena de viveza, de modismos clásicos, pero muy suelta, lle
na de vida. Añade que el editor, Juan Varela, salmantino, añadió cinco capítulos; el de la
Visitación de María a Isabel “se ha limitado a copiarlo del otro libro que leyó Íñigo... la Vi
ta Christi... en la traducción de fray Ambrosio”67. Hemos hallado que la Aparición de Cris
to a su Madre de Ludolfo, 2ª, 70, se llevó también a la Leyenda Dorada, que copia un largo
texto, desde nº 7 hasta “Sedulio”; así, en la traducción de Macías68. De estos añadidos, cam
bios, y muchos otros errores ha librado F. J. Cabasés a esta Leyenda de los Santos de Jácopo
da Varazze, que leía Ignacio en 1521-1522.
El P. Fr. Rafael Sanz, Toledo, San Juan de los Reyes, especialista en exégesis patrísti
ca nos advertía que Ludolfo, y otros posteriores, pudieron usar la Glosa Ordinaria69, co
mo biblioteca de comentarios bíblicos de los Padres. Pero, Ludolfo habla de una “glosa”
distinta de los Padres; él cita sólo un autor de la glosa; ningún Padre, sino el “glossator
Hervaeus70”.

7. Método seguido en esta traducción

Situamos al lector en nuestro método de trabajo fijando los puntos siguientes.


1) Traducimos el texto de Ludolfo de Sajonia tal como aparece en la cuidada edición
de L. M. Rigollot, París, 1878, contrastada la Vita Christi, edición de Chevallon,
París, 1954, ejemplar de este Colegio San José; al hacerlo, hallamos en L. M. Ri
gollot una transcripción estrictamente fiel.
2) La división en capítulos es de Ludolfo. Cada uno termina con una “oración”, que
lo separa como unidad, y les da un breve título.
3) La división de ellos en apartados la hace Rigollot71. Pero cambiamos mucho los
enunciados: puede decirse mejor de otro modo hoy.
4) Las referencias al AT y NT las buscamos nosotros, con la “Concordia” en mano. Al
comienzo del NT ponemos los cuatro Evangelios por su orden: Mateo, Marcos,
Lucas, Juan. La cantidad de citas de los Evangelios nace de: 1) Ludolfo basa su
obra en ellos, ante todo. 2) Su método parte de la “letra”, la frase, cada frase, de
cada Evangelio; a través de ella, halla el sentido espiritual, triple (los “cuatro sen
tidos de la Escritura”).
5) No damos referencias a las obras de Padres y Doctores; no están en Ludolfo, ni en
Rigollot; fray Ambrosio Montesino puso algunas al margen de su traducción.

67
O. c., p. XXVIII.
68 La Leyenda Dorada, Alianza Forma, cit., pp. 232-233.
69 Ver abajo nuestra nota sobre la Glosa Ordinaria, parte 1ª, c. 3, 8.
70 Cfr. 1ª parte, c. 86, 9, final.
71 Rigollot, ib., p. 4,2º.
INTRODUCCIÓN XXI

Nos atenemos a la afirmación que cita R. García Mateo: “Walter Baier he hecho
un estudio minucioso de las fuentes citadas en el Vita Christi, constatando que
más del noventa por ciento son auténticas”.72
6) Acogiendo una feliz sugerencia, copiamos, en los capítulos respectivos de Ludol
fo, las 50 meditaciones de San Ignacio: Misterios de la vida de Cristo nuestro Señor
[EE 261-312], y textos de tres “contemplaciones”.
7) Partes y números. Ludolfo divide la obra en Primera Parte, Segunda Parte (1ª, 2ª),
con numeración propia. La 1ª, 92 cc; 2ª, 89; total, 191 cc. Solían ir en un volu
men, en folio, como la de París, 1534, 24, x 34 cms. Cisneros hace la de Monte
sino en cuatro; así, Rigollot. La nuestra va en dos volúmenes, que corresponden
a las dos Partes de la obra. Los capítulos iban en números romanos; damos los or
dinarios, arábigos.
8) Para traducir el texto bien hoy hay que desmontar párrafos, sintaxis plurime
bres, religaciones lógicas expresas –igitur, enim, quia, unde, ut...–, estructuras
latinizantes, preferencia de la pasiva; dar palabras actuales; limpiar, restaurar el
texto, dar un lenguaje fiel, suelto, directo, y dejar que la mansa luz del fondo
aparezca serena: dar los contenidos, en expresión nueva, fuerte y clara. Éste era el
problema73.
9) Para las citas bíblicas usamos las versiones actuales que indicamos en Siglas; dan
el texto renovado, preciso, expresivo; si hay diferencia grande de sentido con la
Vulgata que comenta Ludolfo, lo indicamos en nota.
10) Índices:
a) El de “Textos evangélicos y capítulos en que se exponen y meditan” es nues
tro. Nos parece útil para la pastoral, o el uso privado; es fácil de usar; segui
mos el orden del autor al componer su Vida de Cristo.
b) Nuestro es también el “Índice del AT y NT”.
c) El “Índice de materias” es de Rigollot. En ediciones antiguas son más verba
les, así el ejemplar de París, 1534.
d) El “Índice general de la Vida de Cristo”, lo bajamos nosotros.
11) Hicimos esta traducción de septiembre de 2003 al 15 de septiembre de 2006, día
en que peregrinamos a Javier. A su tiempo, llegó un e-mail “Buenas noticias” de
27 de junio de 2009; con una lista de sugerencias, pertinentes y sugestivas que
acabamos de cumplimentar a mediados de julio.
12) Nuestra gratitud a la diligente amabilidad de la Profesora Camino Cañón, Direc
tora de Publicaciones de la UPCO y al P. McCoog del Instituto Histórico de Ro
ma; a los expertos que examinaron la obra y dieron las sugerencias; y a Belén Re
cio, para el aspecto técnico.

72 W. BAIER, cf. Untersuchungen zu den Passionsbetrachtungen


in der “Vita Christi” des Ludolf von Sachsen. Ein que
llenkritischer Beitrag su Leben und Werk Ludolfs und zur Geshichte der Passiostheologie, 4 vols. (Salburgo 1977). Cita
en. R. GARCÍA MATEO, p. XVIII, nota 7.
73 El texto latino no ofrece dificultad especial; sólo unas pocas veces hemos debido consultar el Thesaurus
Linguae Latinae, o, mucho mejor, los volúmenes del Glossarium Mediae et Infimae Latinitatis de Du Cange.
XXII LA VIDA DE CRISTO DE LUDOLFO

13) Siglas:
NT.MI: Nuevo Testamento, ed. Manuel Iglesias, S.I. Ediciones Encuentro, Ma
drid, 2003
BCB:
BP:
BJ: Biblia de Jerusalén, Desclée, Bilbao, 1996
Biblia del Peregrino, Mensajero, Bilbao, 1993
Biblia. Casa de la Biblia, Madrid, 1997

Las referencias se toman del Manual de concordancias de la S. E.:


Concordaciarum Sacrae Scripturae Manuale, Ex typographia haeredis
Pauli Riera, Barcelona, 1864
EE: Ejercicios Espirituales, Obras de san Ignacio de Loyola, Texto, introducción
y notas de Iparraguirre, Dalmases y Ruiz Jurado S. I. BAC, Madrid,
1991.

8. Orden y oportunidad de la obra de Ludolfo

Ludolfo hizo un índice, para predicadores; señalaba los capítulos en que hallar mate
ria para sus sermones. Fue clave para la difusión de la obra, su utilidad pastoral y para la
vida espiritual general. Seguía el orden de lecturas litúrgicas, fiestas y domingos, de su
tiempo. En la Misa, esos días también, sólo había epístola y Evangelio (nada del AT). El
Concilio Vaticano II en su “Constitución sobre la sagrada Liturgia” dispuso que en las lec
turas, de fiestas y domingos, la primera fuera del AT, con, un fragmento al menos de un
Salmo; otra del NT, no Evangelio, y tercera lectura, del Evangelio. Además, para no repe
tir cada año, distribuyó las textos en tres ciclos A, B, C.
En Ludolfo sorprende mucho la enorme cantidad de citas del AT en toda su Vida de
Cristo. No son materia que explique, sino textos que se corresponden con el NT, como el
anuncio y el cumplimiento. San Agustín dijo bien: “En el Antiguo Testamento está
oculto el Nuevo, en el Nuevo se manifiesta el Antiguo”. Son los cuatro sentidos de la Es
critura. El AT es la historia y el texto de Israel, que se cumple y se comprende en el
Nuevo. El Nuevo es el “sentido espiritual” del Antiguo (hechos y palabras); este “senti
do espiritual” es triple: el “analógico” (realidades sobrenaturales), el “tropológico” o mo
ral (vida que debemos vivir), y el “anagógico” (el término a que todos vamos, el final an
te Dios. Los cuatro Evangelios, y los demás escritos del N. T. relacionan sin cesar la
“promesa” a Israel y el “cumplimiento en Jesús”. Esto explica por qué los monjes, como
Ludolfo en sus “meditaciones del Evangelio”, la Vida de Cristo, se llenan sin cesar de re
ferencias del AT.
¿Cómo lo conocían? Así lo predicaron los Apóstoles y sus sucesores. ¿Cómo lo conocen
los monjes? Leen la Biblia; a solas, en el refectorio; y cada día leen y cantan Salmos en las
Horas litúrgicas. Los sacerdotes, después de Trento, siguen haciéndolo, pero sin coro.
Cuando el latín deja de ser entendido lo sustituyen las lenguas ordinarias; lo hace el Vati
cano II. Y lleva a la Asamblea litúrgica la lectura del Antiguo Testamento; pocos leen ya
la Biblia en casa –la TV no ayuda–; pero lo hace porque la revelación se ha hecho así: en
INTRODUCCIÓN XXIII

la doble vertiente, AT y NT, promesa y cumplimiento, letra-historia y sentido espiritual,


triple.
¿Qué ayuda puede prestar la Vida de Cristo, de Ludolfo, llena de AT y de NT hoy, para
la comprensión de la Palabra de Dios? Muy grande; es la sabiduría del pueblo de Dios y
sus grandes pastores, Padres y Doctores, de la Iglesia a lo largo de los siglos. “La Palabra de
Dios permanece para siempre”. La comprensión de ella se desarrolla como ser vivo en la
historia del pueblo de Dios. Puede ayudar mucho a los predicadores, formadores, catequis
tas, y al pueblo fiel. No es difícil hallar el comentario preciso al Evangelio. El Índice del
AT y NT, y el de “Textos evangélicos y capítulos en que se exponen y meditan” les lleva
rán de la mano al comentario sobre el fragmento que se busca.

9. Resonancias en los Ejercicios Espirituales

Hemos citado la obra del P. Rogelio García Mateo, El misterio de la vida de Cristo en los
Ejercicios ignacianos y en el Vita Christi Cartujano, Antología de textos. Una útil y reciente
aproximación a la Vida de Cristo de Ludolfo en su relación con los Ejercicios de San Igna
cio. Aquí no podemos retomar su estudio y menos recorrer la extensa antología paralela de
los Misterios de la Vida de Cristo en los EE y en Ludolfo que él presenta acertadamente.
Sí daremos a pie de página el número de los “puntos” sobre textos del Evangelio en los EE,
que trata Ludolfo en cada meditación.
La primera resonancia fuerte es el método. San Ignacio nace espiritualmente de estas
lecturas suyas del Evangelio, y sigue ahí al hacer sus Ejercicios Espirituales. Tiene en Ludol
fo un modelo acabado. En las “contemplaciones” de las semanas 2ª, 3ª y 4ª invita Ignacio al
ejercitante a: 1º traer la historia, 2º ver, qué dicen, hacen (alegoría): 3º ¿qué debo respon
der? (sentido moral); 4) coloquio, identificación (anagogía). Síntesis: “Pedir conocimien
to interno del Señor (espiritual) que por mí se ha hecho hombre (historia) para que más le
ame y le siga (moral); coloquio, (anagogía).
Pero en el fondo, las cuatro partes de los EE son esos sentidos. Esto sería difícil de explicar.
En la 1ª semana, tras ofrecer el Principio y fundamento, el orden ideal de Dios sobre el
hombre, Ignacio lo enfrenta al hecho masivo del pecado del mundo, y al de los pecados
personales; es la “historia” tal como la vieron los profetas y el mismo Jesús, infinita bon
dad y también la verdad en Persona. Ese sentido material del hombre, el que Pablo llama
ría “carnal”, deja paso, tras el “coloquio de misericordia”, a las realidades sobrenatural, al
sentido espiritual, por la “analogía”; Dios se hace hombre, carne: la gran revelación de la ana
logía entre Dios y el hombre; en ella y por ella se hace la revelación de Dios en Cristo, en
la humildad de su encarnación, nacimiento, etc. y en su anuncio de la Buena Noticia. La
conversión abre a la vida nueva; amor nuevo, hombre nuevo. Ignacio pone las bases de su
visión realista de la evangelización: Reino de Cristo, dos Banderas –dos direcciones contra
rias, bien y mal–, tres maneras de humildad...; que el ejercitante aclare y afirme su volun
tad de “seguir” a Cristo, el Señor. La 3ª semana presenta la Pasión de Cristo; aquí Ignacio
bebe a fondo la espiritualidad que recoge y expone Ludolfo. Ignacio lo sigue, haciéndole al
ejercitante esforzarse por “participar” en la Pasión de Cristo, para “asemejarse” más a él,
XXIV LA VIDA DE CRISTO DE LUDOLFO

–lo dice Ludolfo y lo reitera Ignacio–; lo pide al comienzo, en esto acaban los coloquios.
Asemejarse a Cristo sufriente y muerto es el modo radical de vivir cristiano: “Estáis muer
tos y vuestra vida está escondida con Cristo en Dios”74. Esta es la nueva conversión; la tro
pología o moral cristiana, lo entrega todo para abrazarlo todo, la muerte con la Vida. La 4ª
semana es ya el otro lado, las apariciones del Resucitado, su Subida y su Envío del Espíri
tu Santo conducen allá arriba (“anagogé”); el cielo se abre, Dios se entrega75. Ignacio pone
como cierre su “Contemplación para alcanzar amor”: “El mundo está lleno de la gloria de
Dios” que dice el gran jesuita poeta Gerard Manley Hopkins en “God’s Grandeur”.
Esa gran base de contemplación es el cuadro general, “la totalidad de la Revelación”,
decía arriba De Lubac. Está toda en todos sus elementos. Dios lo es todo en todo, y así su
revelación golpea en cada don suyo. Así los cuatro sentidos se hacen presentes en cada ele
mento de los EE, como están en cada elemento de la Escritura, en sentido espiritual. Mo
delo de “contemplaciones” son los capítulos, las “meditaciones” de Ludolfo sobre la Pasión
en la 3ª Parte, lo mejor de su obra. Cada vez propone: 1) el hecho “articulum”, (historia y ale
goría); 2) enseñanza “documentum”, sentido moral; 3) fin: para conformarse al “articulo”
(“momentum”) de la unión con Cristo paciente; 4) oración, vida eterna (anagogía). En esas
meditaciones está toda su doctrina de la oración, desde la preparación al ejercicio: el método
de contemplar de los EE de Ignacio.
Ludolfo e Ignacio no sólo coinciden en tener como materia los textos evangélicos. Al
recibir Íñigo en Loyola la Vita Christi, debió ser grande su impacto. Desde los primeros ca
pítulos de Ludolfo parece haber tomado fuentes para su espiritualidad que formulará en
sus Ejercicios Espirituales. Se detenía pensando en imitar a los santos; pero en los EE todo lo
llena el querer “seguir” a Cristo: conocerle, imitarle, alcanzarle.
Como dice Cabasés: “El estudio de los influjos que ejercieron sobre la espiritualidad de
Íñigo de Loyola los dos libros que acompañan su convalecencia... supone dos cosas: un gran
conocimiento de toda la obra ignaciana, y una atenta íntegra lectura de ambos libros; la Vi
ta Cristi del Cartujano [Ludolfo] y la Leyenda de los Santos de Jácopo da Varazze”. “Nosotros,
añade, no somos especialistas...”76
No le agrada, con razón, que se citen cuatro frases, más o menos conocidas. Al acabar
de rehacer en castellano actual toda la Vida de Cristo de Ludolfo, ¿qué podemos hacer, no
siendo especialista, y en el espacio de una Introducción, sino ofrecer al lector, de cualquier
nivel, los textos que hemos recogido como expresiones fuertes del influjo, contagio feliz de
Ludolfo en Ignacio, coincidencia de ambos en cosas fundamentales? Es lo que nos permi
timos indicar seguidamente aquí.
1) Los EE parten de la meditación de los tres pecados. Ludolfo, 1ª, c. 2, desarrolla el te
ma del primer y segundo pecado y la salvación. Ignacio pide luego “conocimiento interno
de mis pecados”; y “conoscimiento interno del Señor”. Ludolfo, oración, c. 11: “que tu ma
nifestación me dé pleno conocimiento de ti y de mí; que te vea dentro, que te halle dentro;

74 Col 3,3.
75 Ver el texto de Ludolfo “Los cuatro sentidos de bodas (1ª, 25, 10) que coinciden, por su orden, con los cen
tros vitales de las cuatro “semanas”de San Ignacio en los EE.
76 O. c., p. XXXVII, col 2ª.
INTRODUCCIÓN XXV

que ofrezca la mirra del dolor interno por las ofensas, el incienso de la oración llena de con
fianza y el oro de un amor total”.
2) El “Principio y Fundamento” (EE 22) es posterior; pero Ludolfo comienza con la pa
labra “Fundamento”; y habla de “principio y fundamento” (Cristo) 1ª, c 5,4. A ese fin vuel
ve Ludolfo más tarde. En el Prólogo del autor, Ludolfo indica algo muy ignaciano: “hazte
presente a lo que hace o dice Jesucristo como si lo oyeras con tus oídos, lo vieras con tus
ojos” (cfr. EE 114); “sin correr” (EE 2). Dice también: “Viniste, Señor, a borrar las ofensas
de todos. ¿Qué hago yo en pago? ¿Qué se puede hacer por esto?”, oración, 1ª, c. 7. Igna
cio pregunta lo mismo (EE 53).
3) Ya en el Prólogo del autor, 7, habla de un “dux”, “del soldado fiel”, posible semilla
del “sumo capitán de lo buenos” (EE 138). El centro de la 2ª semana, el Reino, Banderas,
Maneras de humildad (EE 98; 167, etc.) es algo que se dice así en Ludolfo: “El Señor en
señaba de este modo la perfección, que consiste en la humildad, austeridad y pobreza, con
tra los honores del mundo, los placeres de la carne, las riquezas”, 1ª, 9,8. Todo el c 2, 2ª
parte, es sobre imitar a Cristo en pobreza, mortificación y humildad; llama a ésta, al final,
“la virtud cristianísima”; ver la meditación de dos Banderas, “preámbulo para considerar es
tados”, la única que se manda hacer cuatro veces (EE 135-148). De las “tres maneras de
humildad” habla Ludolfo en extenso (1ª, 21,7).
4) Íñigo leyó en Ludolfo-Montesino: “porque así como en la presente vida, por la gra
cia del bautismo, son llamados los cristianos de este nombre ‘Cristo’, bien así en la gloria
celestial serán llamados los santos jesuitas, que quiere decir hechos salvos por la virtud del
Salvador”77. (Jesús, Salvador). Muchas coincidencias más a pie de página en toda la obra.
5) En la 2ª parte, todo el c 41 es una instrucción sobre la “discreción” espiritual; ver las
reglas para “discernir” espíritus (EE 314-336). Más tarde aún: “En esto se conoce el buen
ángel y el malo: al principio... al medio... al fin...” (2ª, 71,7, final). En p. 2ª, c 51,1, Cris
to es el modelo mostrado en el monte, “que debe guiar y reconducir toda nuestra vida”; y
2, “toda la vida de Cristo es Pasión” (san Ignacio en el Nacimiento: “y a cabo de tantos tra
bajos... y todo esto por mí”; EE 116) y “derrama su sangre por nosotros”. El modo de con
templar la Pasión, 2ª, c 51,2: “Mira el modelo de la Pasión del Señor e incorporándola vis
ceralmente a ti con íntima compasión, haz según el modelo, imitándole de hecho”.
6) San Ignacio esbozó los EE en Manresa, reciente la huella de La Vida de Cristo. “Na
die se convierte a un libro, sino a lo que un libro le desvela”78. Del Iñigo que lee a Lu
dolfo-Montesino al P. Mtro. Ignacio en Roma el salto es enorme. Ver aquí, arriba, 2, fi
nal, su lista de los “modernos”. Y la nota al c 14,5: “Cómo debe ser la vida del monje”...
que él, al fin, no eligió ser. Pero su conversión, la visión de la Señora con el Hijo, fue en
contacto con la lectura de Ludolfo y de estos maestros del afecto, grandes doctores y san
tos. Sus huellas se marcan a fondo en los Ejercicios Espirituales. En la Pasión (2ª, 57-68),
29 veces se llama a María “Señora”. Los EE en las cuatro semanas dicen: “Nuestra Seño
ra” (EE 47, 63,103, 196, 114, 208, 218). Hallamos la estructura de los “cuatro senti
dos” en los EE (nota a 2ª, 59,24).

77 El texto de Montesino (R. G. MATEO, El Misterio de la Vida de Cristo… p. 41).


78 J. IGNACIO TELLECHEA IDÍGORAS, Ignacio de Loyola, solo y a pie, Ediciones Cristiandad, 1ª, 1986, p. 98.
XXVI LA VIDA DE CRISTO DE LUDOLFO

7) La Compañía surge del grupo de amigos en el Señor en París; serán “Compañía de


Jesús”; “porque Compañía de Jesús quiere decir compañía de amor” (Javier, doc 70,5). Lu
dolfo ve a Jesús y los discípulos, como amigos, en la cena los llama “societas Christi”, com
pañía de Cristo (2ª, c 55,10); y luego “societas dilectionis”, compañía de amor (2ª c 57,15).
8) Ludolfo pone casi al fin “El juicio final” y “La pena del infierno y la gloria del cie
lo”, antes de la “Conclusión y sello del libro”. San Ignacio propone su “meditación del in
fierno”, al fin de la primera semana, “para que si del amor de mi Señor eterno me olvidare
por mis faltas, a lo menos el temor de las penas me ayude para no venir en pecado” (EE
65,2º); y para dar gracias; y “cómo hasta agora siempre ha tenido de mí tanta piedad y mi
sericordia” (EE 71). No escribe sobre “el cielo”; Dios está en todo y desea dárseme; qué de
bo responder: “Tomad. Señor, y recibid... (EE 234).
9) Ludolfo dice que en el cielo, “veremos a Dios en las criaturas y a las criaturas en
Dios” (2ª, c 88, n. 3). Añade: meditar la vida de Cristo “es el fundamento sobre el que po
drás construir un gran edificio, y por este conviene que empieces, si quieres ascender a lo
más alto” (2ª, c 89, n 1). San Ignacio comenzó por este fundamento; luego construyó un
“gran edificio”, su vida, sus obras: los Ejercicios Espirituales, las Constituciones, Diario, etc.
Ludolfo le entregó, con los Evangelios abiertos, a Cristo, fundamento de todo. Estas “reso
nancias”, y otras más, las señalamos en su lugar.

10. Para todo tiempo

Ludolfo tiene un conocimiento profundo de los Evangelios. Ver “Los cuatro Evange
lios: fin y argumento (prueba) de cada uno” (2ª, 83). Ludolfo se amarra a la letra de los
Evangelios79 y a los textos de los Padres y Doctores y procura seguir la estela de despren
dimiento que descubre en la vida y la doctrina de Jesús: la humildad del hombre ante
Dios, y ahí, la entrada en comunión con Dios, en la alegría de la nueva tierra, los nuevos
cielos.
Para Ludolfo en una vida de negocios temporales es muy difícil salvarse. También Je
sús dice: “es más difícil que un rico entre en el reino...” (Lc 18,25). El autor, dominico y
luego cartujo, s. XIV, tiene frases duras contra la preocupación por los negocios; pero es
cuando el hombre se busca fuera de Dios. Dice el Vaticano II: “Los bienes que proceden de
la dignidad humana, de la comunión fraterna y de la libertad, bienes que son un produc
to de nuestra naturaleza y de nuestro trabajo, una vez que, en el Espíritu del Señor y según
su mandato, los hayamos propagado en la tierra, los volveremos a encontrar limpios de to
da mancha, iluminados y transfigurados, cuando Cristo devuelva a su Padre ‘un reino eter
no y universal: el reino de la verdad y la vida, el reino de la santidad y la gracia, el reino de
la justicia, del amor y la paz”80.

79 Hoy se estudia cada Evangelio en sí, su propia “teología”; la concordancia, en cambio, busca ahondar el

“hecho” y “la palabra”, uniendo los textos paralelos. Lo que importa siempre es “el conocimiento de Jesucristo,
mi Señor”, de Pablo (Flp 3,8).
80 Constitución Gaudium et Spes, sobre la Iglesia en el mundo actual, n. 39.
INTRODUCCIÓN XXVII

Su tema mayor es la lucha entre la novedad de Jesús, el Espíritu de hijos, y la esclavi


tud de la ley. Estos libros tan extensos ¿qué nos traen? ¿Qué nos trae una catedral en los ai
res, sobre la ciudad? De la románica de Ratisbona decía el todavía cardenal Ratzinger:
“Cuando entramos en ella y contemplamos esos rostros de san Pedro, de la Madre de Dios
y del arcángel de la Anunciación, nos damos cuenta de que... en esos rostros aparecen re
flejadas las caras de personas de otros tiempos, y la fuerza transformadora de Dios, que ac
túa sin cesar en la vida de la Iglesia... en la que Dios trabaja de continuo el barro con su Es
píritu y alumbra las miserias de lo humano con su Luz... esa unión a la que debemos la
feliz integración en el gran reino sin fronteras que llamamos la Comunión de los Santos: la
grandiosa Familia de Jesucristo”81.
Se ha preferido aquí dejar la Vida de Cristo en toda su gravedad. Hay textos que insis
ten mucho en que todo se pasa, que viene el juicio de Dios, que la vida del hombre no es
suya, que la ha recibido para que dé buenos frutos; si lo ignoras, no te conoces, ni sabes có
mo y de qué te salva Cristo. Él nos amó para darnos con su muerte la Alegría que salta has
ta la vida eterna: “Para que mi alegría esté en vosotros y vuestro gozo sea pleno”82.
Ludolfo es un monje que no sale a realizar la caridad, a ir a los pobres, como Teresa de
Calcuta. Dominico, luego cartujo, por profesión, época y entorno vive para la oración, tra
bajo, perfección, en la vida de comunidad; él tiene su don. Pero hay mucha exigencia, tam
bién, de amor real al prójimo. Ver 2ª, 36; p. e. nº 6: “Los dos mandamientos se reducen a
uno en Cristo”; el 49 cita al Crisóstomo: “No hay nada tan querido para Dios como vivir
para la utilidad común”. Y añade: “Estar con Cristo es, sobre todo, hacer su voluntad; y na
da es tanto su voluntad como lo que conviene al prójimo”. Todo el c. 50 sobre el Mt 25:
“Modo del juicio de Dios, el amor a los otros”. Las entrañas del Evangelio son las entrañas
de Dios que es amor; aunque a veces la letra quede un tanto en misterio.
Los santos florecen a través de los siglos, de luz en luz. Las citas de Ludolfo son casi
siempre de santos, grandes santos, Padres de la Iglesia, doctores. Decía Benedicto VI: “Son
los santos unas personas que, habiendo abierto sus ojos a la luz de Dios, despiden a su vez
destellos luminosos; como estrellas suspendidas en el horizonte de la Historia, penetran
con sus rayos los nubarrones y las oscuridades de los tiempos, e inciden sobre el mundo pa
ra dejarnos ver algo la santidad de Dios. Ellos nos prestarán luces nuevas, con las cuales po
damos ver quién es realmente Dios”.
A unos nuevos sacerdotes, les dice ahí: “No podemos limitarnos a ofrecer, correspon
diendo únicamente a lo que se nos pida; porque hacerlo significaría rebajar al otro ser hu
mano y privarle de lo esencial, que es recobrarse a sí mismo. Nuestro Don habrá de ser el
nombre de Jesucristo: porque es precisamente este nombre lo que la humanidad busca con
hambre, aunque lo ignore, bajo su desazón por la penuria de este tiempo. Él es el Don que
se convierte en el hombre en libertad de pronunciar un amén al Creador que sigue siendo
nuestro Salvador entre las pesadumbres de este mundo, y que nos quiere para sí”. Añade
esta frase, magnífica, de san León Magno Papa: “Hay que aprender a descubrir el Corazón

81
J. RATZINGER, De la mano de Cristo, Homilías sobre la Virgen y algunos santos. (Pamplona 2005, pp.
102.106).
82 Jn 15,11.
XXVIII LA VIDA DE CRISTO DE LUDOLFO

de Dios en la Sagrada Escritura, y escuchar los latidos de ese divino Corazón. Pastorear es
amar. Cuidar las almas es amar con el amor de Jesucristo: amar a Jesucristo y ser amado por
Él. Porque es así como Él nos apacienta”.83

11. Conclusión

Tratamos de restaurar aquí una piedra grande de la tradición eclesial cristiana, tradu
ciéndola a la lengua actual. Habla palabras de vida eterna; pero no invita a mirar atrás; es
camino, semilla, cimiento de futuro, presente y final. Estamos ante textos venerables. El
Evangelio y todas las páginas se abren a Cristo que vive. “Vivo yo, ya no yo; es Cristo quien
vive en mí” (Ga, 2,20). Lo dicen los santos movidos por su Espíritu. La Vida de Cristo de
Ludolfo presenta la doctrina y sentido espiritual de los Padres, en esta Suma, auténtico bes
tseller medieval. Es un texto vivo y lleno. Es una alegría su doctrina y sincera piedad; pi
de un esfuerzo, tomarse un tiempo, plegarse a un ritmo, que podría ser una buena opor
tunidad. No la mejor, porque ésta procede siempre de la consolación del Espíritu.

EMILIO DEL RÍO, S. I.

83 Id. ib., cit. pp. 62-63,65.


Gl
or
ia
exc
in els Deo
is

Jana

H.Noblm fait
Página anterior: Nacimiento de Cristo. Grabado de H. Noblin. Ilustra el volumen de la Vita Christi de Ludolfo
de Sajonia, París, apud Clavdivm Chevallonium, 1534, ejemplar del Colegio San José, jesuitas, Valladolid,
España.
PRÓLOGO DEL AUTOR

1. La vida de Cristo y el cristiano ga a él con honda contrición, con confesión


cuidadosa y fervoroso propósito de evitar el
“Fundamento1, nadie puede poner otro
mal y obrar el bien.
aparte del que ya está puesto, que es Cristo
Reconciliado con Cristo por la peniten
Jesús”, dice el apóstol (1Cor 3, 11). Si es
cia, procure mucho unirse con él hasta al
verdad, como dice san Agustín, que Dios es
canzar su familiaridad, repasando su vida
algo del todo suficiente y el hombre algo
con toda devoción. No pase corriendo por
del todo deficiente, y que Dios es un bien
esta lectura2. Tome de ella algo, por el or
tan grande que a nadie le conviene dejarle,
den en que está y convierta cada día en una
entonces quien desee escapar de la ruina de
fiesta dedicada a Cristo por la meditación,
sus defectos y rehacerse espiritualmente,
haciendo que se vuelvan a él sus pensa
tiene que apoyarse en este fundamento. En
mientos, afectos, oraciones y trabajos; hasta
él encontrará todos los remedios acomoda
que encuentre su placer en este refugio se
dos a su necesidad.
guro contra las variedades viciosas de la de
bilidad humana, que asaltan a los siervos de
2. Invita a la imitación de Cristo
Dios. Vuelva una y otra vez a los hechos
Si alguien desea dejar el peso de sus vi más memorables de Cristo: Encarnación,
cios y llegar al descanso del espíritu, que oi Nacimiento, Circuncisión, Epifanía Presen
ga cómo invita Dios a los pecadores al per tación en el templo, Pasión, Resurrección,
dón: “Venid a mí todos los que andáis Ascensión, efusión del Espíritu Santo y ve
trabajados y cargados; yo os aliviaré; encon nida al Juicio.3
traréis descanso para vuestras almas”. (Mt La lectura de la vida de Cristo debe lle
11,28). Escuche el enfermo al médico; ven varle a imitar a Cristo4, porque, si no, de

1 San Ignacio abre la 1ª semana de sus Ejercicios (EE, 22) con


el “Principio y fundamento”; Ludolfo dice
“Fundamento”; más abajo, “principio y fundamento”, c. 5, n. 34, final. Se refiere a la generación eterna de la Pa
labra; luego, a la Encarnación.
2 San Ignacio: “no el mucho saber harta y satisface al ánima, mas el sentir y gustar de las cosas internamen

te”, Adición 2ª, EE 2.


3 “Dios se ha hecho visible: en Jesús podemos ver al Padre (cf. Jn 14,9). De hecho, Dios es visible de mu
chas maneras. En la historia de amor que nos narra la Biblia, Él sale a nuestro encuentro, trata de atraernos, lle
gando hasta la Última Cena, hasta el corazón traspasado en la cruz, hasta las apariciones del Resucitado, y las
grandes obras, mediante las que Él, por la acción de los Apóstoles, ha guiado el caminar de la Iglesia” (Deus ca
ritas est, 17).
4 Ludolfo habla de Cristo, revelación de Dios, Padre, en especial sobre san Juan. Aquí presenta el “camino”:

imitar, seguir a Jesús. Es Evangelio: “Sígueme”. “El que quiera venir en pos de mí,… y sígame”, etc. Pablo resu
me: “Sed imitadores míos, como yo lo soy de Cristo” (1Cor 11,1). San Ignacio: 2ª semana: “conoscimiento inter
2 PARA LEER Y PARA ORAR

poco le serviría. “¿De qué te aprovecha rele- descanso florido por las suaves meditacio
er el nombre del Salvador en los libros, di- nes, Cristo le buscará y recibirá después de
ce san Bernardo, si no procuras imitar sus la muerte, para que esté siempre con él; co
costumbres?” Y san Juan Crisóstomo: “El mo lo hizo y deseó en esta vida.
que lee cosas de Dios y quiere encontrar a
Dios, que se dé prisa a vivir de modo digno 4. Frutos de esta Vida
de Dios, y la buena vida será una lámpara
La Vida de Cristo es buena, reconfortan
de luz para sus ojos, le abrirá el camino a la
te. Limpia y renueva a los pecadores; los ha
verdad”. ce conciudadanos de los santos y de la casa
de Dios. Es dulce y tratable: “su trato no
3. Motivos para amar la vida de Cristo
tiene amargura, ni su banquete tedio, sino
La vida de Cristo es deseable por mu- alegría y gozo”. (Sab 8,16). Es deliciosa;
chos motivos. Contribuye al perdón de las cuando se ha llegado a gustar de ella, causa
ofensas. Cuando uno ha hecho el juicio de sí disgusto de todos los ejercicios que no tie
mismo, por la confesión, y ha tomado como nen su sabor. Es un banquete interior, pues
medida de justicia una penitencia volunta- según san Ambrosio el que recibe a Cristo
ria, comienza a ocuparse en vivir con Dios en su casa interior, se alimenta de los mayo
por la meditación. Esta le purifica más y res deleites. Sirve de consuelo al que experi
más de sus vicios, porque por ella se une menta la soledad. Es el mejor compañero,
con Dios, que es “fuego que consume y ha- que da alegría y fortaleza, como “torre fren
ce la purificación de las ofensas” (Hb te al enemigo y frente a la adversidad” (Sal
12,29). 69,4).
En segundo lugar, la Vida de Cristo ilu- Esta es la Vida llana y fácil para contem
mina al hombre; le hace vivir en presencia plar al Creador; de ella nadie puede excusar
del que es “la luz que brilla en las tinieblas” se. Nadie puede llegar por fuerza a la con
(Jn 1,5); esta luz le enseñará a relacionar su templación de la suma Majestad; solo se
vida con la de Cristo y a ordenar en sí y en puede llegar avanzando por la vida de nues
los otros lo terreno y lo celestial. tro Redentor. Los que empiezan, los que van
Trae también la gracia de las lágrimas y adelante y los perfectos, todos pueden encon
repara las caídas cotidianas; porque Cristo trar en ella, viviéndola, un nido único donde
es la fuente de los huertos y el pozo de las ocultar, como las tórtolas, los hijos del casto
aguas vivas, y suele dar lágrimas a los que amor, cada uno según su capacidad.
se unen con él, según la imagen de la Escri- Esta Vida dispone a los santos a favore
tura: “Nadie conoce al Padre sino el Hijo, y cer a los que viven, porque tienen con ellos
aquel quien el Hijo se lo quiere revelar” un gozo común. Por ejemplo, la Virgen,
(Mt 11,27). madre de bondad, ¿podrá despreciarte,
Ayuda, en fin, a salir con seguridad de apartando de ti sus ojos, por pecador que
esta vida peligrosa. Si uno recibe ahora cada seas, si ve al Hijo que amó sobre todas las
día a Cristo en su corazón, y le prepara un cosas, descansando frecuentemente en tu

no del Señor, que por mí se ha hecho hombre, para que más le ame y le siga” (EE 104); en la 3ª, “dolor con Cristo
doloroso” (EE 147); en la 4ª, “gracia para me alegrar y gozar de tanta gloria y gozo de Cristo” (EE 203); Dios se me
da, darme todo a él, la mejor oración de Ignacio: “Tomad, Señor, y recibid, toda mi libertad…” (EE 234).
PRÓLOGO DEL AUTOR 3

corazón? ¿Podrá abandonarte si te ve acom- los apóstoles al pastor, que obra gloriosos mi
pañando y ofreciendo cada día a su Hijo el lagros. Asístele cuando muere, con su madre
servicio de la devoción? No puede ser. y con Juan, compadeciéndote y sufriendo con
También los demás santos miran con él. Pálpale con piadosa curiosidad, toca cada
mucho agrado a aquellos con quienes vive una de las llagas de tu Salvador, muerto por
Dios. Esta Vida hace a los que la viven, par- ti. Búscale cuando resucita, con María Mag
tícipes de la muerte de los santos, porque es dalena, hasta que merezcas encontrarle. Ad
su misma vida. Es abiertamente la vida de mírale cuando sube al cielo, como si estuvie
la Madre de Cristo, que le asistió con todo ras entre los discípulos en el monte de los
cuidado durante muchos años. Es la vida de Olivos. Permanece sentado en la habitación
los apóstoles, que se unieron familiarmente cerrada con los apóstoles, y escóndete de to
con él, y le fueron fieles. Es la vida de los das las cosas exteriores, de modo que merez
conciudadanos del cielo, que gozan ya de cas ser revestido de lo alto con la fuerza del
Cristo y admiran sus obras, reverentes ante Espíritu Santo. Si le sigues así en la tierra un
él para siempre. poco de tiempo con corazón piadoso, humil
piesEs delaCristo
mejor parte; aquel sentarse a los de, devoto, él te levantará hacia sí, donde está
y oir su palabra. No le será sentado a la diestra de Dios Padre, en el cielo,
quitada a quien la posea por gracia. Es la re según lo prometió al que se une con él: “El
tribución que se promete al criado bueno y que me sirva, que me siga, y donde yo estoy,
en
fiel;elempieza
cielo. La aquí,
Vida de
se Cristo
terminaes de
buena,
cumplir
san estará también mi servidor” (Jn 12,26).
El que abrace con gusto esta vida, no
ta, dignísima. Es el principio de cualquier dude que Cristo le ha adoptado como hijo.
contemplación más elevada y el de la vida Como está escrito en los Proverbios: “Yo
angélica y eterna que esperamos tener en la amo a los que me aman” (Pr 8,17). “El que
patria. ¿Es poco para ti estar con Cristo, “en no agrada a Dios, Dios no puede agradarle a
quien desean mirarse los ángeles”? (1Pe él, dice san Bernardo. Aquél a quien agrada
1,12). Si quieres reinar con Cristo eterna servir a Dios, no puede desagradar a Dios”.
mente, empieza a reinar ahora. No quieras Pero guárdese el fiel pecador de no con
abandonar a aquél, a quien servir es reinar. fiar en sus méritos, sea cual sea el estado en
que esté. Al contrario, acérquese siempre
5. Compendio de la Vida de Cristo vacío, como un pobrecillo mendigo, desnu
Acércate a él con corazón piadoso, de mo- dísimo del todo, a pedir limosna al Señor;
do que seas tú, con el ángel, como otro testi- no con humildad fingida, como escondien
go de la concepción en pura fe, cuando des- do méritos, sino sabiendo certísimamente
ciende del seno del Padre al seno de la que “no será justificado en la presencia de
Virgen. Felicita a la Virgen madre, hecha fe- Dios ningún viviente” (Sal 142,2). Hasta
cunda por tu bien. Hazte presente al naci- de un solo pensamiento no podemos dar ra
miento5 y a la circuncisión, con José. Marcha zón, si quisiera él entrar con nosotros a jui
con los magos a Belén, y adora con ellos al cio. De este modo, en cambio, por mucho
párvulo Rey. Ayuda a sus padres a llevar al ni- que se lance, con piadoso temor y reveren
ño y presentarle en el templo. Acompaña con cia, al Señor, que llama a los pecadores, no

5 San Ignacio: “como si presente me hallara”, contemplación del Nacimiento EE 114.


4 PARA LEER Y PARA ORAR

más
bres
será tomado
miserables
del mundo,
pora presuntuoso;
pedir
cuando
la limosna
se acercan
como
a un
los
como
rico,
po- “Mientras viva, exhalará mi lengua la
memoria de la abundancia de tu suavidad;
no olvidaré eternamente estas piedades,
no
ricos
selos
losmiran
llamacon
presuntuosos,
más complacencia.
sino que los porque con ellas me vivificaste, en ellas he
sido justificado. A meditar esto, lo llamo yo
sabiduría; en esto me he fijado a mí mismo
6. San Bernardo y la vida de Cristo la perfección de la justicia, la plenitud de la
El bienaventurado san Bernardo, reu ciencia, las riquezas de la salvación y la sa
niendo, como manojo de mirra, un cúmu biduría de los méritos. De ahí brota para
lo de amarguras, de la vida y trabajos de mí, a veces, la bebida de una saludable
Cristo, y colocándolo en medio de sus afec amargura. Otras, una suave unción de con
tos, dice así: “Tú también, si tienes sabidu solación. Estas cosas me levantan en las ad
ría, imita la prudencia de la esposa y no versidades y me abajan en las prosperida
permitas que te arranquen de lo íntimo del des. Y entre las cosas alegres y tristes de la
pecho, ni por una hora, este precioso mano vida presente, ofrecen a ambos lados, una
jo. Mantén en la memoria las cosas amar dirección segura para ir por el camino real,
gas que soportó por ti, dales vueltas con rechazando de un lado y de otro los males
asidua meditación, hasta que puedas decir que se echan encima.
también: “Mi amado es para mí un mano “Estas cosas me hacen favorable al Juez
jo de mirra, y descansará en mi pecho” del mundo. Al que es terrible ante las po
(Cant 1,13). testades, le muestran manso y humilde; al
“Yo también, sigue diciendo, según el que es inaccesible a los príncipes y terrible
ban,
recoger
de miprocuré
montón pecho,
este manojo
formado
desde
de los elypor
méritoscomienzo
colocarlo
todas
que las
sabíadeen
ansieda-
memi
medio
vida
falta ante los reyes, no solo le presentan fácil de
aplacar, sino amable.
“De ahí que tenga siempre en la boca
estas cosas, como sabéis; que las tenga siem
des
fantiles,
y amarguras
los trabajos
del Señor,
que soportó
sus angustias
al evange
in- pre en el corazón, como lo sabe Dios; que
sean lo más familiar a mi pluma, como pue
lizar, las fatigas al ir de un lado a otro, las de verse. Esta es, por de pronto, mi más su
burlas,
jantes, reprensiones,
vigilias frutos
orando,como es
clavos,
sabido
y cosas
las tentaciones de la seme-
selva
ayunando, blime sabiduría, “saber a Jesucristo y a éste
en el trato,
las lágrimas
zas
hermanos; lascompadeciéndose,
injurias,
los peligros, en fin,
salivazos,
lasbofetadas,
asechan-
de falsos crucificado” (1Cor 2,2). Recoged también
vosotros, queridísimos, para vuestro bien
este tan querido manojo. Acordaos que Si
meón lo recibió en sus brazos; María lo lle
vó en su vientre y lo abrigó en su regazo; la
evangélica para salvación de nuestro linaje”. esposa lo colocó en medio de su pecho.

“Entre
fera,
bebió
gido en
a síno
en
mismo
tantos
la
ha
lasepultura.
de
cruz,
manojos
pasarse
la amargura
ni aquella
En
por de
delaalto
esta
primera,
conmis
mirra
la
que
mirra
pecados;
se
fue
odorí-
apli-
que
un- Pienso que a José le sonrió con frecuencia,
sobre sus rodillas. Todos estos le tuvieron
ante sí; ninguno detrás. Que sean ejemplo
para vosotros, para que vosotros obréis de
modo semejante. Porque si tenéis ante los
ción
en ladesegunda,
mi cuerpo”.
consagró la futura corrup- ojos al que está entre vosotros, sin duda que
al ver las angustias del Señor, llevaréis más
PRÓLOGO DEL AUTOR 5

ligeramente las vuestras”. Esto es de san las siente menos, como se ve en los mártires.
Bernardo. Sobre esto dice san Bernardo: “De ahí que,
Pero, como muchos no piensan en abso al fin, la paloma oiga en los agujeros de la
luto estas cosas, se fatigan enseguida. Si las piedra, que se ocupe con toda devoción en
pensaran, no se cansarían tan pronto de las llagas de Cristo, deteniéndose ahí en asi
obrar bien. dua meditación. Ahí reciben los mártires
paciencia y gran confianza ante el Altísimo.
7. Contemplar la vida de Cristo Quiere el benigno capitán general6 del sol
dado fiel que levante su rostro a sus llagas,
Entre otras virtudes de la virgen santa
para levantar su ánimo y hacerle con su
Cecilia, se lee también que llevaba en su pe
ejemplo más fuerte para aguantar. Mirando
cho el Evangelio de Cristo. Parece enten
las heridas de su Jefe, no sentirá las suyas. El
derse en este sentido: había elegido lo que
mártir danza de gozo y triunfa, aunque esté
le daba más devoción en la vida de Jesucris
herido todo su cuerpo y el hierro esté escu
to que da el Evangelio, y lo meditaba día y
driñando sus costados; con fortaleza y ale
noche, con atenta consideración y corazón
gría ve brotar de su carne la sangre derrama
íntegro. Así, terminado el ciclo, repitiéndo
da. Pues ¿dónde está entonces el alma del
las con gusto, las colocaba prudentemente
mártir? Está en lugar seguro, está en la Pie
en el secreto de su pecho.
dra, está en las llagas de Jesús, llagas abier
Te aconsejo que hagas lo mismo. Entre
tas, en efecto, para entrar. Porque si estuvie
todos los afanes del hombre espiritual, creo
ra atento a sus entrañas, sentiría el hierro, no
que es lo más necesario y provechoso, lo que
soportaría el dolor y sucumbiría. En cam
puede conducirte más arriba. En ningún si
bio, habitando en la Piedra ¿qué extraño
tio aprenderás mejor a mantenerte firme
que se endurezca como la piedra? Desterra
contra los halagos vanos, contra las adversi
do del cuerpo no siente los dolores del cuer
dades y tentaciones de los enemigos. En
po. Esto no lo hace el estupor, sino el amor.
ningún sitio como en la vida del Señor, Je
La sensibilidad se somete, no se pierde; no es
sús, que fue sin defecto la más perfecta.
que falte el dolor, sino que es despreciado;
La meditación frecuente de esta vida
luego de la Piedra procede la fortaleza del
lleva al alma a la confianza y familiaridad
mártir”, dice san Bernardo.
con el Señor, dándole al hombre firmeza pa
ra que tenga en poco las cosas caducas. San
8. Cristo, ejemplo de toda virtud
ta Cecilia había llenado tanto su corazón de
la vida de Cristo, que las cosas vanas no po De ahí también que muchos confesores,
dían entrar en él. Cuando tuvo que estar en y otros también, se ha visto que estuvieron
la fiesta de la boda, en que se llevan tantas no solo pacientes, sino alegres en los traba
cosas vanas, ella, sonando el órgano, con el jos y enfermedades; como si sus almas, por
corazón firme, cantaba para solo el Señor: la meditación devota de la vida y pasión de
“Señor, haz mi corazón inmaculado; no sea Cristo, no estuvieran en sus cuerpos, sino en
confundida” (Sal 118,80). Cristo Jesús.
El alma se hace fuerte también contra La vida de Cristo defiende de las tenta
los sufrimientos y adversidades; las teme y ciones de los enemigos, enseñando a evitar

6 Este “dux” puede ser semilla de el “sumo capitán de los buenos” de que habla san Ignacio, Banderas, EE 138.
6 PARA LEER Y PARA ORAR

el engaño sobre lo que se ha de hacer u omi Hijo único, consubstancial y coeterno con
tir, porque contiene en sí la perfección de el Padre, se dignó tomar sobre sí a todo el
todas las virtudes. En ningún sitio hallarás, hombre: “Y la Palabra se hizo carne y habi
como en la vida del Señor, ejemplo y doctri tó entre nosotros” (Jn 1,17). Esclavos de los
na de pobreza, humildad, caridad, manse placeres, los pueblos apetecían las riquezas,
dumbre, obediencia, paciencia y las demás y él quiso ser pobre. Creían un gran bien los
virtudes. Todo lo virtuoso que hay en la hijos de la carne, y él estimó en menos tal
Iglesia, proviene de Cristo a través de los matrimonio y descendencia. Llenos de so
ejemplos de sus obras. berbia tenían horror a los desprecios, y él
“¿Qué tenéis que ver vosotros con las tomó sobre sí todo género de ellos. Pensa
virtudes, dice san Bernardo, si ignoráis el ban que las injurias no se pueden tolerar, y
poder de Dios, Cristo? ¿Dónde se da la pru ¿qué mayor injuria que ser condenado un
dencia, sino en la doctrina de Cristo? ¿Dón justo inocente? Execraban los dolores del
de la justicia, sino en la misericordia de cuerpo, y él fue flagelado y atormentado.
Cristo? ¿Dónde la templanza, sino en la vi Tenían miedo a morir, y él fue castigado
da de Cristo? ¿Dónde la fortaleza, sino en la con la muerte. Pensaban que la cruz era el
pasión de Cristo? Llamemos, por tanto, modo de morir más abominable, y fue cru
prudentes a los que están llenos de su doc cificado. Todas las cosas a que ansiosos nos
trina; justos, a quienes han conseguido de agarrábamos, careciendo, las hizo viles; las
él, perdón de sus vicios; sobrios, a los que que espantados apartábamos de nuestro de
procuran imitar su vida; fuertes, a los que seo, sufriéndolas, las rebajó. No puede co
siguen fuertes en las adversidades las ense meterse pecado alguno sino apeteciendo lo
ñanzas de su sabiduría y paciencia. que despreció, o huyendo de lo que tomó
“En vano trabaja nadie en adquirir las sobre sí”.
virtudes, si las espera de otra parte que del
Señor de ellas. Su doctrina es semillero de 9. Su vida, enseñanza nuestra
prudencia, su compasión es obra de la fide Toda su vida en la tierra fue enseñanza
lidad, su vida es espejo de templanza, su moral, por el hombre que se dignó tomar
muerte, señal de la fortaleza”. sobre sí. “Concedamos, dice san Agustín,
San Gregorio dice también: “¿Qué quie que hoy no aparezcan hombres dignos de
re decir que la esposa no llame a su esposo imitación. Tú que piensas así, mira con la
mirra, sino manojo de mirra? Que cuando mente de Dios: él se hizo hombre para ense
una mente santa considera toda la vida de ñarle al hombre a vivir. Recuerda lo que di
Cristo, reúne las virtudes contrarias a todos ce san Juan: “El que dice que permanece en
los vicios; de las cuales adapta para sí un Cristo, también él debe caminar, como éste
manojo, con que limpiar la eterna hedion caminó”. (1Jn 2,6). Así no te faltará a quien
dez de su carne”. seguir; toda acción de Cristo es instrucción
“Dios cura a las almas de todas las ma nuestra. En otro texto se nos dice también:
neras que su admirable sabiduría ordena, “Os he dado ejemplo, para que también
según la oportunidad de los tiempos, dice vosotros hagáis como he hecho con vos
finalmente san Agustín. Pero de ninguna otros” (Jn 13,15). Y dice san Beda: “El que
manera miró más por el genero humano, dice que permanece en Cristo, debe tam
que cuando la misma Sabiduría de Dios, el bién él caminar, como éste caminó”: esto es,
PRÓLOGO DEL AUTOR 7

no ambicionar las cosas terrenas, no perse del Hijo de Dios y Señor nuestro Jesucristo.
podamos,
nos
por
jurias
gloria,
guirmundo
zar,
del los
por
hacen,
lucros
asino
que
nadie,
lacon
gloria
ynos
caducos;
la
incluso
servir
del
nosotros,
sufrir
ofenden;
Creador,
celeste,
apedir
huir
los
con
además;
nolas
los
todo el
paciencia
yalbuscar
elevar
cosas
honores,
Señor
nodesprecio
de
la
hacer
a las
perdón
los
arriba.
propia
abra-
que
in- Nos fue enviado del cielo para ir delante de
nosotros en el camino de las virtudes y dar
nos con su ejemplo una ley de vida. Como
fuimos creados naturalmente a su imagen,
así a semejanza de sus costumbres, imitan
do sus virtudes, según nuestra posibilidad,
debemos reformarnos, quienes hemos afea
do su imagen en nosotros por el pecado.
Hacer estas cosas, esto es seguir las huellas
de Cristo”. Cuanto más procure cada uno parecerse a él
imitando sus virtudes, tanto más cerca de él
Debemos, pues, seguir las huellas de estará en la patria, más claridad tendrá en la
Cristo, porque, como dice san Ambrosio, gloria.
“en el conocimiento
salvación y sabiduría”.
de Cristo
“Todastenemos
las cosastoda
las Recorre todas y cada una de las virtudes
de Cristo a lo largo de su vida; como discí
tenemos en Cristo, Cristo es para nosotros pulo fiel procura imitarlas. En el trabajo ex
todas las cosas. ¿Quieres quien te cure las terior e interior, acuérdate de los trabajos de
heridas? Él es el médico. ¿Ardes de fiebre? Cristo. En cuanto te sientes oprimir por al
Él es la fuente. ¿Te pesa la maldad? Él es la go, corre a este piadoso padre de los pobres,
santidad. ¿Necesitas auxilio? Él es el poder, como niño pequeño al regazo de su madre.
la fuerza, el valor. ¿Temes la muerte? Él es Manifiéstate todo a él, lánzate todo a él. Él
la vida. ¿Huyes de las tinieblas? Él es la luz. calmará la tempestad, y te alzará de nuevo.
¿Deseas el cielo? Él es el camino. ¿Buscas
Mira a Jesucristo también cuando recoges
comida? Él es el alimento”. Y por eso dijo
el cuerpo en el lecho, y apoyas la cabeza en
bien cierto sabio:
la almohada. Descansa sobre el pecho de Je
Esto es no saber, saber mucho sin Cristo; sús, como san Juan, y así dormirás en él en
Si sabes a Cristo, basta; si lo demás, no sabes. paz.
En todas tus obras y palabras, vuelve tus
¡Ojalá los sabios de este mundo lo en ojos a Jesús, como a tu modelo; andando, es
tendieran y cambiaran su ciencia por ésta! tando quieto, sentado, echado: comiendo,
El que sigue a Cristo, no puede errar ni en bebiendo, hablando, callando, solo y con
gañarse. Con la meditación frecuente de su otros. Le amarás más. Alcanzarás una mayor
vida, el corazón se enciende, se anima a gracia y confianza suya; serás más perfecto
conseguir sus virtudes, es iluminado con en toda virtud. Esta sea tu sabiduría y tu
fuerza divina. Muchos hombres sin letras y afán: pensar siempre algo sobre Jesús, con
sencillos conocieron las profundidades de que te animes a imitarle y te aficiones a
Dios, porque ahí se encuentra la unción que amarle. Meditando esto, ocuparás bien el
purificando poco a poco el alma y elevándo tiempo en deseos divinos de Jesucristo. En
la, la enseña sobre todas las cosas.
mendarás tu modo de proceder, conforme a
su vida, mirando siempre a él, en todo lo
10. Es un espejo para nosotros
pejoPonte
de toda
siempre
santidad:
delante
la vida
esteyclarísimo
costumbres
es- que trates, como al espejo y modelo de toda
perfección. Cuanto más vuelvas, una y otra
vez, a estas meditaciones, tanto se te harán
8 PARA LEER Y PARA ORAR

más familiares, antes vendrán a tu mente, tudes, hazte presente a lo que dice o hace
con más gozo te confortarán. Jesucristo y a lo que se narra, como si lo
oyeras con tus oídos, y lo vieras con tus
11. Método para meditar su vida ojos.9 Son cosas suavísimas para quien las
piensa y más para quien las gusta. Aunque
Ya ves a qué escala tan alta conducen las
muchas de estas cosas se cuentan como he
meditaciones de la vida de Cristo. Voy a in
chas en el pasado, medítalas como si se hi
tentar aquí introducirte en ellas. No co
ciesen en el presente; así gustarás mayor
mentaré completamente cuanto hay escrito
suavidad. Lee lo que pasó, como si se hicie
en el Evangelio, sino que elegiré algunas
ra ahora. Pon ante tus ojos los hechos preté
cosas de mayor devoción. Ni está escrito to
ritos como presentes, y los sentirás más sa
do lo que podemos meditar que Cristo dijo
brosos.
o hizo. Para mayor impresión lo contaré co
mo sucedió, o como puede creerse piadosa
12. Aprovecha notar el lugar10
mente que sucedió,7 según ciertas represen
taciones que percibe el ánimo. Algunas veces indico también el lugar,
De muchas maneras podemos entender y porque interesa mucho, cuando se oye leer
exponer la Escritura divina, según sea conve- el Evangelio, saber que esto o lo otro ha
niente, con que no sea contra la verdad de la ocurrido en tal lugar, si se conoce aquel si
vida, la justicia, o la doctrina, es decir, que tio. Es delicioso aspirar por aquella tierra
no sea contra la fe o las buenas costumbres. santa, a la que están asociadas día y noche
Comete una presunción el que afirma sobre todas las iglesias, la tierra que el buen Je
Dios algo de lo que no está cierto, sea por ra- sús iluminó con su palabra y doctrina, y la
zón natural, por discreción, por la fe, o por la consagró con su sangre. Es más delicioso
sagrada Escritura. Cuando digo: así dijo o hi- verla con los ojos del cuerpo y repasar con
zo Jesucristo, o los otros que intervienen, re- el entendimiento en la mente, cómo en
cíbelo con sencillez, para piadosa medita- ella, en cada lugar, realizó el Señor nuestra
ción. Es como si dijera: medito8 que así dijo salvación. ¿Quién podría contar los devotos
o hizo Jesucristo; así en cosas semejantes. que van por cada lugar, besando la tierra,
Si quieres sacar fruto de estas cosas, con vehemente espíritu, abrazando los si
echando fuera los demás cuidados e inquie- tios en que saben estuvo o hizo algo el

7 “Como se puede meditar piamente” (añadida al margen, n. p. 250). (EE 111): María va a Belén.
8 “El que desprecia la letra de la Escritura no subirá nunca al sentido espiritual”, SAN BUENAVENTURA, Bre
viloquium, 6 (NT.MI, 18). Ludolfo sigue relatos, glosas, a veces apócrifos, si no hay historia, probada por la Es
critura: vida de María, de Jesús en Nazaret, etc. Pero, dice, “para piadosa meditación”. Él llamaría “temeridad”,
afirmar esas cosas, concretas, muy pocas, como ciertas.
9 De la versión de fray Ambrosio, san Ignacio de Loyola aplica estas normas como método a las “contempla

ciones”, semanas, 2ª, 3ª y 4ª. R. GARCÍA MATEO, en El misterio de la Vida de Cristo en la Vita Christi Cartujano y en
los EE… toma de Ludolfo los temas que responden a los 50 esquemas o “puntos” de meditación que Ignacio lla
ma “Misterios de la Vida de Cristo nuestro Señor” (EE 262-312).
10 Ya en la 1ª meditación, 1ª Semana, San Ignacio incorpora para meditar, y contemplar, lo que llama la “com
posición de lugar”– [EE 4] 1º preámbulo. 1 El primer preámbulo es composición de lugar. Aquí es de notar que
en la contemplación o meditación visible, así como contemplar a Cristo nuestro Señor, el qual es visible, la com
posición será ver con la vista de la imaginación el lugar corpóreo donde se halla la cosa que quiero contemplar…
como un templo o monte donde se halla Jesu Christo o Nuestra Señora…
PRÓLOGO DEL AUTOR 9

buen Jesús? Golpean el pecho, lloran, lan- ciente en las injurias, y manso en las res
zan gemidos y suspiros. Con la actitud cor- puestas: no se preocupó de vengarse con pa
poral y con la devoción que muestran y tie- labra mordaz, sino de sanar la maldad del
nen, mueven a lágrimas muchas veces otro con humilde respuesta; compuesto fue
hasta a los sarracenos.11 ¿Qué decir de los en todos sus gestos, solícito en la salvación
Patriarcas, Jacob, José y sus hermanos, que de las almas, por cuyo amor se dignó inclu
eligieron al morir aquella tierra, ya que vi- so morir. Se ofreció, como ejemplo de todo
vos no pudieron estar en ella? Es lamenta bien. Se compadeció de los afligidos, con
ble la pesadez de los cristianos de nuestro descendió con la imperfección de los enfer
tiempo, que con tantos ejemplos, son tar- mos, no despreció a los pecadores, recibió
dos en arrancar de manos de los enemigos con clemencia a los penitentes. Qué obe
la tierra que Jesucristo consagró con su diente fue a sus padres, qué pronto para ser
sangre. vir a todos, hasta decir: “Yo estoy entre vo
sotros como quien sirve” (Lc 22,27). Declinó
13. Contemplar en todo al Señor toda jactancia y ostentación de singulari
dad. Evitó todo escándalo. Qué moderado
Anota como norma general que donde se mostró en comer y beber, qué pudor en la
no encuentres meditaciones particulares, te vista, deseos de la oración, sobrio para velar,
basta con poner ante los ojos de la mente lo paciente en el trabajo y escasez, qué apaci
que
ses familiarmente12
ha dicho o hecho
conelél.
Señor;
Esto que
tieneconver-
mayor ble en todas las cosas.
En todas las obras y palabras de Cristo
dulzura y devoción más eficaz. El fruto de medita así su modo de proceder y qué hace:
estas
en susmeditaciones
obras y modo
estádeenproceder:
que le mires
cuando
a él cómo se portó en todo y cómo pudo portar
se según te parece a ti, ya que en todas las
está con sus discípulos, o con los pecadores; cosas actuaba siempre del modo más perfec
cuando habla y predica; cuando anda y to, siendo él siempre en todas las cosas el
cuando está sentado; cuando come o sirve; mejor.
cuando sana a los enfermos o hace otros mi- Era dulce su mirar, suave en la conver
lagros. Descríbete a ti mismo, en tu cora- sación, benigno en todo su trato. Contem
zón, sus actitudes y sus obras: qué humilde pla sobre todo su rostro, si te lo puedes
anduvo entre los hombres, qué benigno en- imaginar; parece lo más difícil, pero quizá
tre los discípulos, qué piadoso con los po- te reconfortaría con mayor alegría. Y ten es
bres, a los que se asemejó en todas las cosas, to como norma y medio en lo que sigue:
de modo que parecían su especial familia. donde se cuente un dicho o hecho, si no se
No despreció, ni tuvo horror de nadie, aun- desarrollan meditaciones especiales, o se
que fuera leproso. No adulaba a los ricos, omiten también estas generales, puedes re
Qué libre de los cuidados del mundo, sin currir a este lugar y te basta lo que aquí se
ansiedad por las necesidades del cuerpo. Pa- ha dicho en general.

11 “Del latín sarraceni, y este del arameo rabínico sarq[ly]in, habitante del desierto, der. de Sraq desierto,
adj. Natural de Arabia. 2. Mahometano (que profesa la religión de Mahoma)”. (RAE, 2001).
12
La oración para santa Teresa es conversar “familiarmente con quien sabemos nos ama”. El mirar atenta
mente a Cristo, cómo hace esto o lo otro, cómo padece o podría padecer, etc. es modo normal en san Ignacio en
sus EE.
10 PARA LEER Y PARA ORAR

14. Sobre la hermosura de Cristo ñor Jesucristo, y todas las cosas necesarias
para la salvación.
Para que puedas meditar mejor el rostro
Dice san Juan Crisóstomo que el Evan
de Cristo, o toda su figura, y según ella sus
gelio contiene un resumen de la perfección
obras y manera de vivir, he creído insertar
de la naturaleza racional. Según san Jeróni
aquí algunas cosas que andan escritas sobre
mo, los Evangelios son el cumplimiento de
esto. En libros de anales que hay entre los
la ley, y en ellos se encuentran recogidos ple
romanos se lee que Jesús, el Cristo, llamado
nísimamente los preceptos y ejemplos para
por las gentes Profeta de la verdad, fue de
vivir. San Juan Crisóstomo escribe: “Mejor
estatura elevada, de aspecto modesto y res
hubiera sido que no necesitáramos el auxilio
petable; con un rostro venerable, que los
de las letras, sino que nuestra vida hubiera
que lo miraban podían amarlo y temerlo a
sido tan limpia en todo, que en vez de le
la vez. Los cabellos de un color de avellana
tras, usáramos la gracia del Espíritu Santo,
temprana, casi hasta las orejas; desde ellas,
escritos por él nuestros corazones, como las
rizos crespos, un tanto azules, sueltos al
páginas por la tinta. Pero, puesto que ex
viento sobre los hombros, con raya en mi
cluimos de nosotros esta gracia, atendamos
tad de la cabeza según la costumbre de los
al menos a las segundas riquezas y miremos
nazarenos. La frente llana y serenísima, con
a lo que está escrito. No se han dado las Es
un rostro sin arruga y sin mancha, hermo
crituras para tenerlas solo en los libros, sino
seado con un rubor moderado. Nada que
para que las fijemos en el corazón. Si a una
reprender en nariz y boca; barba abundante
casa en que se ha puesto el Evangelio, no se
y limpia, de color parecido a los cabellos,
atreverá el enemigo a acercarse, mucho me
no larga, bifurcada en el mentón. La mirada
nos tocará el enemigo, o la maldad, al alma
sencilla, ojos verde claro, que destacaban
que lleva consigo estas inteligencias. Santi
con claridad y variedad de matices. Repren
fica, pues, tu alma; santifica tu cuerpo, lle
diendo era terrible, amonestando blando,
vándolas siempre en la lengua y en el cora
amable; alegre, con toda gravedad. Alguna
zón. Si el hablar torpe mancha y atrae a los
vez lloró, nunca rió. En la estatura del cuer
demonios, la lectura espiritual santifica, y
po crecido y recto; las manos y brazos delei
despierta la gracia del Espíritu.
tables a la vista. En la conversación grave,
“Atendamos, pues, queridos a las Escri
razonable, sobrio y modesto; así con razón
turas. Y si otras no, al menos que los Evan
se le llama, según el salmista, “hermoso,
gelios se nos hagan familiares y los tenga
más que los hijos de los hombres” (Sal
mos en las manos. Si abres estos libros y los
44,3). Todo esto se halla donde dijimos.
sigues hasta el fin, rechazarás todas las cosas
mundanas y te reirás de todas las cosas de
15. Recomendación del Evangelio
Procura tener siempre a mano, y llevar aquí. Si eres rico, en nada tendrás las rique
con
nios
tras. El Evangelio
Escrituras,
san
claridad
Bernardo,
gozo
divinos
laen
vida
sobre
tuaventaja
contenidos
ycorazón,
costumbres
todo
podráel
a en
enseñarte
todos
de
Evangelio.
las
entre
delos
sagradas
nuestro
todas
testimo-
con
Según
más
Se-
las
le- zas; si pobre, no te sentirás confundido por
tu pobreza; no robarás, no serás avaro; antes
desearás la falta de todo. Si esto sucede, aca
barás con todos los males. Muchas otras co
sas se consiguen, que no podemos señalar
ahora en particular; pero lo saben quienes
alcanzaron ya experiencia.
PRÓLOGO DEL AUTOR 11

lios?
en
hizo
con
riores.
demonios
coro
la“¿Qué
los
con
una
sigue
tierra,
Laángeles
los
mezcla
lucha
huyendo,
habrá
elel
hombres,
Crisóstomo.
hombre
antigua
yde
jamás
potestades
todo:
laestos
subiendo
igual
muerte
selos
Dios
veía
seángeles
celestes
acomunicaban
reparada;
conversando
los
aniquilada,
al Evange-
cielo.
hacían
supe-
los
Se adelantaron a veces lo que debía decirse des
pués, añaden lo que habían omitido, o repi
ten lo que habían dicho. Habría que seguir
los como ellos los escribieron, porque según
san Agustín es probable que cada evangelis
ta creyó su deber narrar en el orden en que
Dios quiso sugerirlo a su memoria.
Sin embargo, para no turbar la devoción
el
do
quitado
error,
paraíso
por todasenpartes
vuelta
deabierto,
medio el
la verdad,
apartada
idioma
pecado,
sembrado
lademaldición,
expulsado
piedad,
y creci- de los sencillos, situamos las cosas en orden,
alterando el que tenían, como parece exigir
lo el momento. No digo que el orden que
afirmaba
nudo
futuras.
plantada
testades
con nosotros,
a lade
la
entierra.
esperanza
arriba
laytierra
losCon
hablando
ángeles
ellacertísima
todas
vidaviniendo
celeste;
familiarmente
estas
delalas
cosas
las
acosas
me-
po-
se damos sea el verdadero y debido; porque ese
apenas se halla expresado por ninguno.
En el mismo Evangelio encontrarás la
historia de la Palabra que se ha hecho carne,
los mandatos y las promesas; en ellos tienes
el camino, la verdad y la vida. Aprende con
el ejemplo de Cristo a poder vivir bien; con
trabajos,
nos
sentes,
pescadores
bido
lio; “Por
como
dan
estas
fueran
para
eso,
dolores
sise
grandes
las
esta
nuestro
llaman
vanas.
otras
yhistoria
fatigas;seNo
promesas
promesas
Las
Evangelios,
bien.
que sino
llama
anunciaron
por
de
hemos
solo
porque
cosas
nuestros
Evange-
reci-
pre-
los
se sus preceptos a saber vivir bien; con sus
promesas a querer vivir bien. Con estas tres
cosas, hay que expulsar otras tres: la impo
tencia, la ignorancia, la negligencia. El que
ignora, será ignorado:; el negligente, será
desconocido; el malvado simulador será, en
caridad de Dios hacia nosotros”. San Agus
por la fin de cuentas, echado afuera.

fica
tín dice
buenasí:
mensajero,
“El nombre
o buen
de Evangelio
anuncio. Puede
signi- 17. Exhortación al alma fiel
Despierta, alma consagrada a Cristo.
decirse siempre que se anuncia algo bueno,
Despierta, alma cristiana; desmenuza cada
pero el anuncio del Salvador se ha apropia
una de las cosas que se dicen sobre él. Consi
do la expresión, y sus narradores se llaman
déralas con atención; pálpalas detenidamen
propiamente evangelistas”.
te. Él descendió por ti del cielo a las cosas te
rrenas; tú, por tu bien, huye de las cosas
16. Los evangelistas no siempre siguen
terrenas y busca las celestiales. Si el mundo
el orden de los hechos
es dulce, más dulce es Cristo; si amargo es el
evangelistas,
ria del
Antes
Evangelio,
de dirigidos
que nosconviene
acerquemos
por el Espíritu
sabera laque
Santo,
histo-
los mundo, Cristo lo soportó todo por ti. Leván
tate y anda. No empereces en el camino, no
sea que pierdas el lugar de la patria.
12 PARA LEER Y PARA ORAR

Oración al iniciar la
Vida de Cristo

Señor Jesucristo, Hijo de Dios vivo. Concédeme a mí, pecador frágil, miserable, tener
siempre ante los ojos del alma tu vida y costumbres. Hazme avanzar en ellas y crecer has
ta varón perfecto y templo santo en el Señor.
Aclara mi corazón con la luz de tu gracia. Que ella me acompañe para que teniéndote co
mo guía en todos mis caminos, cumpla las cosas que te agradan y evite las que te disgustan.
Dirige, Señor, mis pensamientos, palabras y obras, según tus mandatos y consejos. Que
cumpla plenamente tu voluntad y me salves aquí y en la eternidad. Amén.
PARTE PRIMERA
1. LA GENERACIÓN DIVINA Y ETERNA DE CRISTO
Juan 1,1-5

1. Finalidad del Evangelio de Juan es decir, en el Padre, que es el principio sin


principio. El Hijo es el principio, que pro
Deseando beber unas gotas de la pleni
cede del principio.
tud del Evangelio, de ese vino bueno que el
Al Hijo de Dios le llama Palabra. Jesu
Señor Jesucristo ha guardado hasta este
cristo nuestro Señor se llama Hijo de Dios y
tiempo de gracia, comencemos por su divina
se llama también Palabra de Dios, Virtud y
generación, sobre la cual habla especialmen
Sabiduría de Dios. Significan lo mismo, son
te el evangelista san Juan. Todo lo presenta
lo mismo Hijo, Palabra, Virtud y Sabidu
para esto, para poner de manifiesto la divini
ría. Aquí dice Palabra y no Hijo, porque
dad del Verbo, la Palabra1, sobre todo contra
Palabra viene mejor para lo que quiere de
algunos herejes que decían que Cristo era
cir. Hay que saber que una voz significati
hombre nada más, que, por su nacimiento
va se llama palabra. Esto es algo amplio y
temporal, negaban que hubiera existido
denominativo, que significa el concepto in
siempre, o antes de María. Por eso comienza
terior de la mente; como un rostro se dice
hablando de la eternidad de la Palabra, mos
sano, porque indica salud. Como se llama
trando la naturaleza divina de Cristo, en la
propiamente salud a lo designado por el
cual precedió eternamente a María. Y pone
rostro, así se llama propiamente palabra a lo
cinco cosas sobre las divinas personas, que
significado por la voz, al concepto interior
vamos a tratar ahora por orden.
de la mente. Así el concepto interior de la
mente, aun antes de ser designado por la
2. Generación eterna de la Palabra
voz, es palabra.
Declara primero la generación eterna de Palabra es la voz exterior. Pero la voz
la Palabra a partir del Padre: “En el princi que procede de la boca representa la palabra
pio existía el Verbo, la Palabra” (Jn 1,1), es mental, que engendra la mente y no se se
decir, en el mismo Dios, que todos ponen para de ella, cuando la emite. Hay que to
por fundamento; el primer principio es ne mar palabra en esta última acepción, para
cesariamente la Palabra propiamente dicha, que en ella se entienda el Hijo. El Hijo pro
en cuanto está en aquél de quien es. Es co cede del Padre por nacimiento eterno, y
mo si dijera: El Hijo estaba en el Padre, permanece en él y con él por unidad de
igualmente eterno con el Padre. No comen esencia; como el pensamiento o concepción
zó a existir en María, sino “en el principio”, de la mente, nacido de la mente, permanece

1 “El Verbo (siguiendo


la tradición occidental a través de la Vulgata latina): la Palabra –mental o “pronun
ciada”– del Padre, existente desde siempre, expresión e imagen perfecta del Padre en su relación con el mundo.
Su trasfondo en Jn no es el Logos de Filón, sino la Sabiduría divina de los escritos sapienciales del AT (Pr 8,25
26; Eco 24,3-22; etc) y el ‘memra’ de Yahvé en el Tárgum” (M. IGLESIAS, Nuevo Testamento, p. 379. Su versión es
para estudio personal, más próxima al griego (p. 14). El caso de Verbum es especial; verbum es voz común latina,
como la castellana palabra. Los Libros Litúrgicos han hecho familiar el uso, bíblico, de La Palabra.
16 PRIMERA PARTE

en ésta. Por eso prefirió hablar de Palabra y tinción personal, no de la esencia. De nin
no de Hijo. guna cosa se dice propiamente estar junto a
Existe en el mismo Dios propia y per sí misma. Por tanto, entre la Palabra y el
fectamente la Palabra. Por su noción mis Principio junto al cual está la Palabra, hay
ma, palabra señala lo que procede de aquél, distinción personal. La Palabra no procede
cuya palabra es; como el concebido del que del Padre, por una acción que pase fuera, si
lo concibe. Pues bien, como la Palabra y el no que permanece dentro; dentro de aque
Hijo son lo mismo, se sigue que hay gene llo cuya Palabra es, pero distinto de ello con
ración del Hijo a partir del Padre, como la distinción personal, como hemos dicho;
palabra procede de quien la dice. porque “la Palabra estaba junto a Dios”, co
Más aún, describe mejor al Hijo de Dios mo uno junto a otro.2
bajo el nombre de Palabra que bajo el nom
bre de Hijo, porque hijo solo dice relación al 4. Consustancialidad del Padre y del
padre, y en cambio palabra dice relación al Hijo
que la dice, y a lo que es dicho por la pala
Aclara la consustancialidad del Padre y
bra; a la voz que reviste y a la doctrina que,
del Hijo, su unidad de sustancia, al decir:
por la palabra, se realiza en otro. El Hijo de
“La Palabra era Dios”. Este vocablo, Dios,
Dios debe describirse aquí no solo en rela
está puesto como predicado; quiere decir,
ción al Padre, de quien procede, sino tam
por tanto: la Palabra es Dios. El nombre de
bién a las criaturas que hizo, y a la carne que
Dios en esta frase es esencial. La Palabra,
asumió, y a las enseñanzas que dio. Por eso
pues, es Dios, su naturaleza es la sustancia
se le llama Palabra muy oportunamente;
divina; para que nadie diga que está con
porque este nombre hace referencia a todas
Dios y no es Dios. En Dios no hay nada que
las cosas indicadas. No podría hallarse bajo
no sea Dios; todo él es uno y sustancialmen
el cielo un nombre más oportuno.
te el mismo.
Aunque la Palabra está junto a Dios, no
3. Distinción personal del Padre y del
es, sin embargo, algo de naturaleza extraña,
Hijo
como lo es nuestra palabra, sino de natura
Declara luego la distinción personal del leza divina que es indivisible y no multipli
Padre y del Hijo, diciendo: “La Palabra en cable. No puede ser sino una y simplicísi
el principio existía junto a Dios”. Este ma. Por eso la Palabra y el Principio de que
nombre, Dios, en la frase es personal. “La procede son una misma cosa en naturaleza:
Palabra en el principio existía junto a Dios” aunque, como queda dicho, se distinguen
significa junto a Dios Padre. El Hijo siem en cuanto personas. En esta frase se impli
pre ha estado en el Padre y el Padre en el can todas las tres Personas: el Padre, en el
Hijo. Esta preposición “junto a”, transitiva nombre de Dios: el Hijo en el de Palabra; el
y distintiva de las personas, designa la dis Espíritu Santo en la preposición “junto a”.

2 Utilizamos: BJ: Biblia de Jerusalén, Bilbao, 1996; BP: Biblia del Peregrino, Bilbao, 1993; BCB: Biblia. La
Casa de la Biblia, Madrid, 1992; NT.MI: Nuevo Testamento, E. Encuentro, Madrid, 12004; pero atendiendo a que
el comentario suele seguir la Vulgata latina. Aquí: BCB: “junto a”; BJ: “con Dios”; BP “se dirigía a Dios”,
NT.MI, “existía (orientado) hacia Dios”. Distinción de Personas; algo propio de la Persona del Hijo: “tendiendo
a Dios, no en sentido local, sino de convivencia, de vida en común (cf Jn 17,5)” (NT.MI).
1. LA GENERACIÓN DIVINA Y ETERNA DE CRISTO 17

5. Coeternidad del Padre y del Hijo intención debe ser Dios. En el principio
existía la Palabra y la Palabra era Dios; si en
Declara enseguida la coeternidad del
toda acción tuya, interior o exterior, quieres
Padre y del Hijo, al decir: “La Palabra en el
saber si es divina, si Dios la realiza en ti,
principio existía junto a Dios” (Jn 1,2). Es
mira si el fin de tu intención es Dios. Y si
ta Palabra de que había hablado está junto
lo es, tu acción es divina, porque el princi
a Dios Padre desde el principio de la eter
pio y el fin es el mismo Dios.
nidad, antes de los siglos, eternamente. Es
ta Palabra de Dios nunca existe separada de
6. Actuación indivisible del Padre y
Dios Padre; como nunca estuvo el Padre
del Hijo
sin el Hijo, nunca pudo estar sin la Pala
bra, sin el poder, sin la Sabiduría. Decimos Después de declarar el evangelista el
Padre, porque tiene Hijo; puesto que esto ser, engendrado, de la Palabra, pasa a su
es ser padre. El Padre que dice y engendra obrar y declara la acción inseparable del Pa
la Palabra existe desde siempre; así tam- dre y del Hijo: “Por medio de la Palabra se
bién la Palabra que engendra. De ahí que hizo todo”, todas las cosas hechas por el Pa
se llame Padre en el principio; no el princi- dre; “y sin ella no se hizo nada” (Jn 1,3)3.
pio del que se dice: “En el principio creó Dios lo hizo todo con sabiduría; no hizo na
Dios el cielo y la tierra” (Gn 1,1); sino en da sin ella. Dios es artífice de todas las co
el principio de la eternidad del que se dice: sas, ya que actúa por entendimiento. Lo que
“contigo en el principio en el día de tu vir- se produce por arte, en entendimiento, se
tud, en los esplendores de los santos; te en- produce por el concepto de arte o entendi
gendré del seno, de mi sustancia, antes del miento; como una casa, hecha fuera, se
Lucero” (Sal 109,3), antes de la creación construye por la casa que hay en el alma. La
del mundo. Por tanto, cuando dice “Yo te Palabra, en lo divino, es lo mismo que el
he engendrado hoy”, se entiende del día de concepto del entendimiento divino, como
la eternidad, que abraza todo día. El nom- hemos dicho. Luego todo lo producido, ha
bre de principio se toma aquí de modo di- sido producido “por ella”, tanto las criatu
ferente; arriba se toma por el Padre, aquí ras espirituales como las corporales.
por la eternidad. La manera como el Padre La preposición “por” indica aquí una
engendra a la Palabra ni debe preguntarse, causa que lo realiza, no una ayuda, servicio,
ni puede responderse. La generación divina o instrumento. El Hijo con el Padre es el
es del todo inenarrable, así se dice de ella: realizador de todas las cosas, y el Espíritu
“¿Quién contará su generación?” (Is 53,8; Santo con ellos; las obras de la Trinidad son
Hch 8,33). Aunque se dice que el Hijo fue indivisibles. “Todas las cosas han sido he
engendrado por el Padre, ni el profeta ni el chas por ella” no excluye que las hayan he
ángel saben cómo. cho también el Padre y el Espíritu Santo.
En orden a la práctica se nos enseña en Todo fue hecho una vez, y a la vez, distin
lo dicho que el principio de toda nuestra guido en partes por los seis días4.

3 “Todo existió por medio de ella y sin ella nada existió de cuanto existe”. “Todo llegó a existir por medio

de él (Verbo); es decir, sin él nada existió” (NT.MI).


4 “El relato expone una clasificación lógica de los seres creados, a tenor de un plan encuadrado en el mode
lo temporal de una semana que culmina en el sábado” (BJ). “Majestuoso himno sacerdotal (P) de la creación, que
18 PRIMERA PARTE

Si, pues, todas las cosas fueron hechas dispuso a hacerlas, las conocía como hechas
por la Palabra, la Palabra en cambio no po- antes de hacerlas; en su mente vivían como
dría hacerse a sí misma, ni ser hecha por sí, presentes y florecían. Las cosas habían sido
porque existiría antes de existir; por tanto imaginadas en el mismo Hijo de Dios antes
la Palabra no fue hecha. Si no fue hecha, di- del comienzo del mundo y habían sido dis
ce san Agustín, no es criatura, y entonces es puestas para ser hechas después; por eso, co
de una misma sustancia con el Padre. Toda mo que habían sido hechas y vivían. Las
sustancia que no es Dios, es criatura; si no que están en la disposición de Dios, viven;
es criatura, es Dios. ya que dispuestas por él no pueden dejar de
Esta Palabra no consta de sílabas, ni se suceder. Las criaturas proceden por la Pala
pronuncia con la voz. Permaneciendo en el bra, pues, como las obras de arte proceden
seno, en el secreto y corazón del Padre, dis del artífice, del arte. Por eso dijo Boecio:
pone, rige, y obra todas las cosas. Dios obra
todas las cosas no hablando, sino queriendo. Traes todas las cosas desde un ejemplar superior.
El decir de Dios es haber querido: así crea Llevando un mundo hermoso, tú hermosísimo,
por la Palabra, por el Hijo5, todas las cosas. Y formándolo a partir de una imagen similar.

7. Sentido:
divina hay vida en todo; la vida En el orden moral, hay que advertir que
la obra de virtud es obra de vida, como las
obras viciosas se llaman obras de muerte.
Una vez mostrado que la Palabra es la Nadie hace una acción buena, sino en Dios.
trar
causadeproductiva
qué modo las
de causa:
las cosas,
“Lopasa
que ha
a mos-
sido Si quieres saber si tus obras son vivas, si son
obras de virtud, buenas y divinas, mira si
hecho
tero primero
en ella era
hacevida”
un arca en suUnmente,
(Jn 1,4). carpin-y han sido hechas en él, en Dios. Lo que ha si
do hecho en él, en Dios, es vida, es decir vi
luego en la realidad; lo que está en la men tal y vivo. En Dios se hace lo que se hace en
te, vive con el artífice; y lo que se hace, caridad. Lo que se hace fuera de Dios y sin
cambia con el tiempo. Porque no todas las Dios, no tiene quien lo mueva, ni tiene fin.
cosas, que se han hecho tienen vida, ni son
vida en sí, en su naturaleza, en la que están 8. La Palabra de Dios, luz de los hombres
como criaturas. Pero según el modo que es
tán en Dios y en el arte divino, que es vida Después de decir cómo es la Palabra pa
en sí mismo, son vida, porque allí tienen el ra con todas las criaturas en general, enseña
original y la razón viviente. Todas las cosas cómo es para con los hombres en particular:
que se hacen o han sido hechas temporal- “La vida era la luz de los hombres” (Jn 1,4).
mente, las hizo desde siempre, es decir, se La vida, la Palabra misma que es vida en sí,

posee un marcado carácter litúrgico y está estructurado con gran maestría”… Recoge los datos del saber de la
época; “los reinterpreta, subrayando el dominio absoluto de Dios y su palabra creadora, la bondad de la obra
creada y la sublime dignidad del hombre. La creación se articula en el marco cronológico de la semana judía que
culmina en la consagración del sábado”. (BCB, p. 27, nota a 1-2,1-42). Ludolfo, arriba. entiende lo que dice lue
go: “las hizo desde siempre, es decir, se dispuso a hacerlas, en su mente vivían…no podían dejar de suceder”.
5
“Porque en darnos, como nos dio, a su Hijo –que es una Palabra suya, que no tiene otra–, todo nos lo ha
bló junto y de una vez en esta sola Palabra, y no tiene más que hablar” (SAN JUAN DE LA CRUZ, Subida al Monte
Carmelo, l. 2, c. 22, 3; BAC, 4ª, 1960, p. 522).
1. LA GENERACIÓN DIVINA Y ETERNA DE CRISTO 19

está
bra
bres,
en la
“era en
debían
les para
no
lapor
cual
luz
ser
sí,
deja
llegar
laconvirtiéndose
yiluminadas
de
gracia,
por
delos
a iluminar
lalahombres”,
felicidad
si
cual
ellas
hombre
viven
acriaturas
Dios,
divina.
todos
yalas
que
hace
criaturas,
los
La
raciona-
por
lohom-
Pala-
que
ella luz de los hombres, no deja de brillar en
nuestra naturaleza, que considerada en sí
misma aparece como informe tenebrosidad.
“Y”, como esa luz es incomprensible a toda
criatura, “las tinieblas no la comprendie
ron”. Advierte que hay tres modos de com
por el co prensión: por inclusión, por abierta visión,
nocimiento y el amor. por adhesión de fe y caridad. Del primer
“luz
na yEn
de
edifica
el
losorden al prójimo,
hombres”,
másmoral,porque
la “vida”
la
quevida
humana
susilumi-
pala
es modo no es comprensible por nadie; del se
gundo, por los bienaventurados; del terce
ro, por los santos. Por los malvados, de nin
bras.
por
do”,los
camino,
dice
“Se
ojos,
los
entiende
sanque
preceptos;
Jerónimo.
lomucho más
que sebreve,
Ypercibe
Séneca:
loeficaz,
que
por“Largo
el
se oí-
los
ve guno de esos modos. “Las tinieblas no la
comprendieron” quiere decir los que no se
adhirieron a ella por la fe y el amor.
ejemplos”. Por eso se dice del Señor: “Jesús Comprender una cosa es llegar hasta el
final en su conocimiento, conociéndola tan
comenzó a hacer y enseñar”. perfectamente como es cognoscible. Así so
lo el ojo divino puede comprender esta luz.
9. La luz brilla en las tinieblas En el orden moral, “la luz brilla en las
“La luz brilla en las tinieblas”, esto es, en tinieblas”, porque la virtud brilla y aparece
los pecadores. La Palabra por su parte los ilu en las cosas opuestas: “La virtud se perfec
mina con la luz de su gracia. Pero ellos están ciona en la debilidad” (2Cor 12,9). Dice san
llenos de tinieblas, porque se sustraen a la in Gregorio: “Nadie conoce cuánto ha aprove
fluencia de la luz divina, la de la Palabra. Por chado, sino en la adversidad; la injusticia,
eso sigue: “Y las tinieblas no la comprendie que recibe, prueba cómo es cada uno por
ron” (1,5). Los pecadores no siguen esta luz, dentro”. Ninguna adversidad puede vencer
no por culpa de la luz, sino de ellos. a los santos y separarlos del amor de caridad
Sobre esto dice san Agustín: “Cuando de Cristo, “las tinieblas no la comprendie
un hombre ciego está puesto al sol, el sol ron”. Los fieles, si las adversidades llegan a
está presente a él, pero él está ausente al sol; tocarles, no se rompen, ni se dejan vencer;
duría.
en
así su
el corazón,
necio,
Está presente
el aunque alesté
malvado, ciego
el presente
impío
y está
está
ausente
la ciego
Sabi- se gozan y se complacen en ellas. “La luz
brilla en las tinieblas”, también, cuando
de sus ojos; no porque ella esté ausente de Dios por la consolación brilla para los que
soportan adversidades y tribulaciones, se
Dios”
los
debe
ver
duría:
misma
él, sino
limpios
a Dios.
hacer,
(Mt
está él tu
Sabiduría.
porque
5,8).
Quita
de
pues?
ya corazón,
presente,
está
Clarificarse
Ymaldad
está
ausente
porque
porque
dicho:
yél,
de
verás
ellos
para
Dios
“Dichosos
ella.
la
verán
poder
¿Qué
Sabi-
es laa gún aquello: “El Señor está cerca de los que
están con el corazón atribulado” (Sal
33,19). “Con él estoy en la tribulación” (Sal
90,15), etc. “Las tinieblas no la compren
dieron”, en fin, porque los sufrimientos de
este tiempo no son proporcionados a la glo
ria futura (Rom 8,18); Dios premia siempre
nieblas,
Segúnporque
Orígenes,
la Palabra
la luz de
brilla en vida
Dios, las ti
y por encima de lo merecido, y castiga menos
de lo merecido.
20 PRIMERA PARTE

las
que
mundo,
criaturas. Enbrilla
criaturas;
“La
forman
luz en
porque
parte elde
en
la patria
él nuestro
veremos
Creador
las
Dios gozo.
tinieblas”
todas
es
aparece en
el espejo
lasdecosas
este
las
de “Como el esplendor nace de la sustan
cia del sol, así debemos entender, dice san
Agustín, que el Hijo es engendrado de la
sustancia del Padre. El sol o el fuego no son
la vida,
mo
dio
enigma”
sas invisibles
dice
de un
las
el
(1Cor sonel
espejo”,
cosas
apóstol:
desde
13,12);
la
“Vemos
espejo
de
creación
y también:
lasdel
ahora
criaturas,
Creador,
del Durante
por
“Las
mundo,
me-
“en
co- antes que su esplendor, aunque nazca de
ellos; sino que tan pronto como sale el sol o
el fuego, aparece juntamente su esplendor.
Ni tampoco puede decirse que el esplendor
es posterior al sol o al fuego, aunque, como
dije, nazca de ellos. Pues, si en las criaturas
natural,
tiguan
comparación
ven”
entendidas
(Rom
lay recta
los
1,20).
por
de
santos;
las
fe,
lasQue
que hana él
lacosas
sagrada
Dios sido
existe,
Escritura,
porhechas,
lalorazón
ates-
se
la se encuentra algo que nace y no es poste
rior al que lo engendra, ¿por qué no podrá
suceder esto en el Creador? Como el es
plendor nacido del sol llena el orbe de la
“Él nos ha hecho y no tierra, sin ser arrancado del que lo engen
nosotros
do,
naturaleza:
fuertes,
todas
es hermosísimo;
sublimes,
dicen
lasfortísimo;
mismos”
criaturas.
que
altísimo;
las existe
cosas
las
(Sal
yTodas
las
hermosas
así
Dios.
dulces,
99,8).
puras,
laslasEs
demás.
cosas,
Esto
dulcísimo;
testifican
una
purísimo;
lo
voz
a claman
sudemo-
que
las
la dra, ni apartarse nunca de él, así también el
Hijo engendrado por el Padre, donde quie
ra que esté, permanece siempre en el Padre.
Como el esplendor está sustancialmente en
el sol, y el sol en el esplendor, así el Padre
está sustancialmente en el Hijo y el Hijo
en el Padre. Como el sol y el esplendor tie
10. La generación del Hijo, luz de luz nen una única sustancia, pero no una per
sona, ya que no decimos que el sol sea el es
plendor, ni que el esplendor sea el sol, así
Al oír que el Hijo es engendrado de Dios el Padre y el Hijo, siendo de una misma
Padre, no se presente a los ojos de tu mente
sustancia, no son sin embargo de una mis
algo de cortos alcances, de pensamiento car ma persona. Y como el sol con su esplendor
nal. Cree sencillamente; contempla honda
calienta e ilumina, seca y desata, emblan
mente, con mirada a la vez de paloma y de
dece y ennegrece, y realiza cuantas cosas le
águila, cómo de aquella luz, a la vez inmensa
han sido encomendadas por Dios, así lee
y simplicísima, fulgentísima y arcana, brota
mos que el Padre realizó todas las cosas por
un esplendor eterno igual a ella, consubstan
su Unigénito Hijo”.
cial con ella, esplendor que es la suma virtud
y sabiduría. En este esplendor suyo, el Padre
11. Comienzo sublime de este Evangelio
dispuso desde siempre todas las cosas: “Por
quien
chos,
naturaleza
la
narcompasión,
enlos
hizo
este
gobierna
ylos
mundo.
por
siglos”
hasta
laygracia,
ordena
no(Hb
dejar
por
1,2).
a sunada
lagloria,
Una
fidelidad
sinvez
por
orde-
he-
lay De este comienzo del santo Evangelio
decía un platónico, san Agustín, que había
que escribirlo con letras de oro, capitales, y
ponerlo en el lugar más destacado, en todas
las iglesias.
2. SALVACIÓN DE LA HUMANIDAD Y NACIMIENTO DE MARÍA 21

Oración

Señor Dios, Padre todopoderoso. Antes de todos los siglos engendraste inefablemente
un Hijo, eterno, igual y consustancial contigo. Con él y con el Espíritu Santo creaste todas
las cosas visibles e invisibles, y entre todas ellas me creaste a mí, pobre pecador.
Te adoro, te alabo, te glorifico. “Ten piedad de mí” y no me desprecies. Ayúdame por
tu santo nombre. Extiende tu derecha a esta obra de tus manos. Ven en ayuda de mi fra
gilidad carnal. Tú que me hiciste, rehaz al deshecho por los vicios. Tú, que me formaste,
reforma al corrompido, de manera que salves mi alma según tu misericordia. Amén.

2. SALVACIÓN DE LA HUMANIDAD Y
NACIMIENTO DE MARÍA

1. Caída de Lucifer y del primer hombre cordia de Dios para los que estaban encerra
dos en esperanza. Se prometía la misericor
En el principio, creado Lucifer, se alzó
dia a los encarcelados en el arca; a toda la
contra Dios, y en un abrir y cerrar de ojos
humanidad se ofrecía esta señal de salvación.
fue lanzado de lo alto del cielo al infierno.
Por eso Dios decretó entonces crear a la hu Se mostró Dios, de antemano, en otras
manidad, para reparar así la caída de Lucifer figuras. Adán fue formado de la tierra en el
y sus compañeros. Por esta razón el enemi campo de Damasco6, junto a Hebrón, y
go, envidioso, asediaba al hombre y se esfor trasladado por el Señor al paraíso de placer.
zaba en inducirle a la prevaricación. Eligió Eva fue hecha en el paraíso de una costilla
cierta clase de serpiente. Entró en ella el en de Adán dormido, y dada a él como consor
gañador, y hablando por su boca, engañó a te. Los dos primeros padres fueron coloca
la mujer y trajo la muerte sobre la humani dos en el paraíso para trabajarle y guardarle;
dad. Todos nosotros debíamos en conse y fueron expulsados después, severa y mis
cuencia entrar en la cárcel del infierno; nin teriosamente, por haber comido del árbol
guna ayuda humana podría arrancarnos de prohibido. Pues bien, ya entonces en el
allí. Finalmente el Padre, Dios de toda con principio de todo, la compasión de Dios no
solación, miró con clemencia nuestro estado dejó de incitar a los hombres al bien por
de condenación y decretó librarnos por sí instintos ocultos, ni dejó para más tarde lla
mismo. Nos dio una señal en el ramo de oli marle de nuevo a conversión y darle la espe
vo, que la paloma trajo a los que estaban en ranza del perdón con la promesa de la veni
el arca. Era una figura de la futura miseri da de un Salvador.7

6 San Ignacio sigue estos textos: punto 1º, el pecado de los ángeles: “como ellos siendo criados en gracia…

viniendo en superbia, fueron convertidos de gracia en malicia, y lanzados del cielo al infierno” (EE, 50); punto 2º:
“cómo después que Adán fue criado en el campo damasceno y ellos comiendo… pecando … lanzados del paraí
so vivieron sin la justicia original” (EE 51).
7 Génesis 2 narra el primer pecado: de orgullo, rebelión contra un precepto de Dios, representado en la ima
gen de la fruta prohibida; ese pecado merece la muerte; la serpiente es disfraz de un ser hostil a Dios, enemigo del
22 PRIMERA PARTE

2. La humanidad alzada a la esperanza 3. Por qué Cristo no vino ni antes ni


después
Para que la ignorancia y la ingratitud
no hicieran ineficaz esta gran dignación de Según san Agustín, Cristo no vino antes
Dios, no dejó de prometer de nuevo la veni- de que el hombre se convenciera de culpa
da de su Hijo, por los patriarcas, jueces, sa- ante la ley natural y la escrita. Si Cristo hu
cerdotes, reyes y profetas, desde el justo biera venido enseguida, el hombre creería
Abel hasta Juan Bautista. Durante muchos superflua su venida, pensando que podía
miles de tiempos y de años multiplicó va- salvarse por la ley natural, o la escrita. Vien
riados oráculos para levantar nuestra inteli- do con certeza que así no podía salvarse, vi
gencia a la fe y para inflamar los afectos con no al tiempo de tener compasión. No era
grandes deseos. necesario que viniera antes, porque la medi
“Cesen las quejas que se traen sobre la cina espiritual no aprovecha sin el afecto del
tardanza del nacimiento del Señor, dice que la recibe. Tampoco vino más tarde, pa
san León Magno Papa, como si no se hu- ra que no se acabaran la fe y la esperanza,
biera dado a los tiempos pasados lo que se nacidas de la prometida Encarnación: si hu
llevó a cabo en los últimos. El que la Pala- biese tardado en venir, habrían decrecido, se
bra se hiciera carne, antes de suceder, obró habrían enfriado.
lo mismo que realizada; nunca cesó el sa- Según el mismo san Agustín, los anti
cramento de la salvación. Lo que enseña- guos tenían gran deseo de ver a Cristo, sa
ron los apóstoles, lo anunciaron los profe- biendo que había de venir. Los patriarcas,
tas; no se cumplió tarde lo que fue creído los profetas, los que vivían con piedad, des
siempre. Con esta tardanza de la obra sal- eándole con ardor, decían: ¡Oh! ¿Me encon
vadora, Dios nos hizo más capaces de su trará aquí aquel nacimiento? ¿Veré con mis
vocación. Lo que había sido anunciado por ojos lo que creo? Pues si ellos anhelaban tan
tantos siglos con muchas señales, voces, to y estaban tan entregados al Cristo que ha
misterios, no sería ambiguo en los días del bía de venir, ¿qué hacemos los que lo hemos
Evangelio. El nacimiento del Salvador, en- recibido? ¡Ay de nosotros, miserables, que
gendraría en nosotros una fe tanto más en este tiempo moderno no nos conmueve la
constante, cuanto más había sido anuncia- gracia recibida, como a ellos la promesa!
do. Dios no proveyó las cosas humanas con “Meditando el deseo de los que suspira
tarda piedad; desde la ordenación del ban por la presencia de Cristo, dice san Ber
mundo estableció una sola y misma causa nardo, muy frecuentemente me lleno de
de salvación para todos. La gracia de Dios, compunción y confusión de mí mismo, y
con la que siempre fue justificada la uni- apenas puedo ahora contener las lágrimas;
versalidad de los santos, aumentó al nacer tanto me avergüenza la tibieza y torpeza de
Cristo, no comenzó entonces. Este gran sa- estos miserables tiempos. Porque ¿a quién
cramento de piedad es tan potente, que no de nosotros nos causa tanto gozo la mani
se alcanzó menos creyéndolo prometido, festación de la gracia, como encendía a los
que recibiéndolo entregado. antiguos su sola promesa?”.

hombre; el N. T. y la tradición ven al diablo (Cf Jb 1,6); el despertar de la conciencia, y el desorden que el peca
do introduce en la armonía de la creación; la hostilidad entre el mal y la descendencia de la mujer anuncia la sal
vación, en este “protoevangelio” (BJ, pp. 15-16).
2. SALVACIÓN DE LA HUMANIDAD Y NACIMIENTO DE MARÍA 23

4. Controversia entre justicia y miseri- dad. Entonces el Rey escribió la sentencia en


cordia estos términos: ésta dice: He muerto yo, si
Adán no muere. Y ésta: He muerto yo, si no
Por largísimo tiempo la humanidad es
consigue misericordia. Hágase buena la
tuvo caída en miseria; nadie podía subir a la
muerte, y las dos tendrán lo que piden: que
felicidad eterna, por el pecado del primer
Adán muera, y que consiga misericordia.
hombre. Los espíritus felices compadecidos
Quedaron todos atónitos, ante la palabra de
de la ruina, procurando su reparación, pi la Sabiduría; y consintieron en que Adán
dieron a Dios, sobre todo al acercarse la ple muera, consiguiendo misericordia. Pero pre
nitud del tiempo. La misericordia que tenía guntaron: ¿cómo podría hacerse buena la
consigo a la paz, pulsaba las entrañas del muerte, siendo horrible solo oírla?
Padre, para que viniera en ayuda; pero con Respondió el Rey: “La muerte de los
tradecía la verdad, que tenía consigo a la pecadores es pésima” (Sal 34,22), pero “la
justicia. Entre ellas se hizo una gran contro muerte de los santos es preciosa”10 (Sal
versia8, como lo cuenta san Bernardo en un 116,15); es puerta de la vida. Si alguien que
largo sermón de la Anunciación. Esto es lo no esté obligado a morir muere por amor a
esencial de su explicación. los demás, la muerte no podrá retenerle por
“Decía la misericordia a Dios9: la cria ser inocente, y él abrirá una abertura por la
tura racional necesita de la piedad divina, que pasen los liberados. Agradó esta propo
porque se ha hecho muy miserable: “Ya es sición. Pero ¿dónde podría encontrarse uno
tiempo de apiadarse de ella” (Sal 102,14). así? Recorre, pues, la verdad el orbe de la
Por el contrario decía la verdad: pido, Se tierra y: “Nadie está limpio de inmundicia,
ñor, que se cumpla tu palabra: muera Adán, ni el niño de un día”. La misericordia ex
todo él, con los que estaban en él, cuando plora todo el cielo y no encuentra a nadie
pecando gustó la manzana prohibida. Res que tenga para esto suficiente caridad. Por
pondió la compasión: ¿para qué me has he que esta victoria se debería a quien tuviera
cho, Señor? Sabes bien la verdad: yo estoy la mayor caridad de todos, de forma que en
de sobra, si no tienes nunca compasión. Re- tregara su alma por los criados inútiles.
plicaba la verdad: si el prevaricador evita tu Vuelven muy angustiados, el día estableci
sentencia, dicha de antemano, perece tu do, sin haber encontrado lo que deseaban
verdad y no permanece para siempre. ardientemente. Por fin, la paz, consolándo
La cuestión fue pasada por el Padre al les a parte, les dijo: ¿Sabéis que “no hay
Hijo. La verdad y la compasión dijeron ante quien haga el bien, ni uno solo”? (Sal 53,4)
él lo mismo. No se veía cómo guardar a la Pues el que dio el consejo, dé también el
vez para con el hombre misericordia y ver- auxilio. Lo entendió el Rey y dijo: “Me

8 Cfr. JUAN PABLO II: “El modo en que la Justicia y la Misericordia están en Dios a la hora de juzgar a los

hombres y la Historia de la Humanidad permanece envuelto en un profundo misterio” (“Democracia contempo


ránea” en Memoria e Identidad, 2005).
9 Esta “Controversia entre y Justicia y Misericordia”, la tomó ya de san Bernardo Giovanni dei Cauli da san Gi

migniano, prólogo a sus Meditaciones vitae Christi, entre 1256 y 1263, un siglo antes. Ver E. Zolla, o. c, II, 199-202.
10 Cita
la Vulgata; si menos exacta, de gran fuerza expresiva. Lit.: “Mors peccatorum pessima”; “Pretiosa in
conspectu Domini, mors sanctorum ejus”. Las versiones nuevas dicen: “La malicia matará al impío” (BJ); “mu
cho le cuesta al Señor la muerte de los que ama”. (BP): “La maldad da la muerte al impío”; “el Señor hace pagar
cara la vida de sus fieles” (BCB).
24 PRIMERA PARTE

soportar
6,7). el de
arrepiento
El castigo
castigo
haber
caepor
sobre
hecho al hombre”
el hombre
mí; me que
incumbe
creé.
(Gn esta vida. Pasaron muchos siglos y la enor
midad de la condenación se robusteció so
bre todos los hijos de los hombres.
Llamó
tálamo
a la hija
21,8). Éste
al de
ángel
se
Sión:
dio
Gabriel
Mira,
prisa yyviene
ledijo:
dijo:
tu“Adorna
“Anda,
Rey” (Mt
tu
di “Ni la sabiduría de Dios encontró cami
no en la masa de la creación humana, para
venir al mundo, según lo había dispuesto, y
y recibe al Rey”. Estas cosas son de
san Bernardo. socorrer esta perdición, hasta que vino la
¡Grande fue el pecado, grande su peli- Virgen de que hablamos. Esta, al venir al
mundo por la generación humana, resplan
gro; grande la dificultad para hallarle re deció con tanta virtud que la sabiduría de
fético:
medio!
dichas,“La
yConsintieron
entonces
misericordia
se cumplió
eny la
esto
fidelidad
ellasdicho en
virtudes
sepro- Dios se dignó venir por ella al hombre, a
quitar la condición de reos, los pecados del
mundo, a destruir al enemigo de su obra, y
85,11).
cuentran; la justicia y la paz se besan” (Sal los suyos, y en fin reparar los daños de la
patria celestial, llevando allí al hombre.
5. El único remedio, Cristo, hijo de María Pensando esto ¿qué alabanzas merece la
que, entre todos, fue hecha mediadora de
tan grandes bienes?”.
San León Magno lo explica así: “El ene
migo no había sido tan violento contra el
6. Predestinación de la santa Virgen
primer hombre, que lo trasladara a su do
minio sin consentimiento de su libertad. La Virgen no fue hallada de pronto, ha
Había
plan
se
vina,
único
ciaopusiera
común
hostil,
para
remedio,
que venir
destruir
al
de
sin
don
toda
en
que
ende
loayuda
la
ella
la
oculto
pacto
humanidad
norma
gracia.
dede
voluntario
los
de
En
la postrados:
la
mente
lahubo
justicia
desgra-
ydi-
un
el bía sido predestinada desde la eternidad.
Así, dice san Juan Damasceno, “la Madre
de Dios fue predestinada por un designio
de Dios desde siempre; fue imaginada y
anunciada también de antemano, por el Es
píritu santo, con diversas figuras y obras
aprovechar
mérito;
que
bre
permitía,
David;
de
alguno
la
una
como
el
prevaricación
ade
descendencia
Señor
losla
losdemás,
generación
hijos
de David
de
con
original
brotó
Adán
el
senatural
ejemplo
hizo
sin
naciera
y pudiera
pecado,
hijo el
noyli-
de
lo santas de los profetas”.
Alcémonos pues en acción de gracias
por la dignación de Dios para con nosotros.
Digamos con san Anselmo: “Te adoramos,
Cristo, Rey de Israel, Príncipe de los reyes
de la tierra, Señor de los ejércitos, Fuerza
el cayó
fruto
principio
mundo,
selmo,
ybien
ria
Dios;
sin del
“Nuestra
lopara
para linaje
corrupción
perdió
de
debiendo
a que prometido”.
semejanza
cabeza
que
naturaleza
luego
más
gozara
caer
en
ni
tarde
ende
mutación.
las
más
sin
los
Dios,
entrara
fue
miserias
cesar
aún
primerosen
endel
creada
diceEste
las
san
de
suen
mismo
padres
mise-
gran
glo-
An-
este
el todopoderosa de Dios. Te adoramos, precio
precioso de nuestra redención, ofrenda pací
fica, que con la suavidad de tu perfume in
clinaste al Padre, “que habita en lo alto”, a
mirar aplacado a los hijos de ira. Proclama
mos tus compasiones y expresamos amplia
mente la memoria de tu suavidad. A ti,
Cristo, te inmolamos un sacrificio de ala
rables miserias eternas, después del paso de banza por la multitud de bondad que nos
has mostrado a nosotros, hijos perdidos.
2. SALVACIÓN DE LA HUMANIDAD Y NACIMIENTO DE MARÍA 25

Porque, cuando aún éramos enemigos, Se- No teniendo hijos durante veinte años, ora
ñor, y la muerte antigua ejercía su dominio ron para tener descendencia, con voto de
sobre toda carne, estándole sujeta toda la entregarla a Dios. El sacerdote Isacar vio a
descendencia de Adán por la ley de la culpa Joaquín que asistía con su oblación entre
del principio, recordaste tu fecundísima sus conciudadanos, y lo despreció. Él, aver
compasión, volviste los ojos desde tu eleva- gonzado por la injuria, se fue donde los pas
da mansión a este valle de llanto y miseria. tores de sus rebaños; allí se le apareció el
Miraste, Señor, la aflicción de tu pueblo y ángel del Señor, confortándole y le dijo que
tocado del dolor de la caridad interminable, sus oraciones habían sido oídas y sus limos
determinaste pensar pensamientos de paz y nas habían subido a la presencia de Dios.
de redención sobre nosotros”. Porque daba a los pobres una tercera parte
de sus bienes, otra al templo y a sus minis
7. Linaje y padres de la Virgen tros; de la otra tercera vivía él con su casa.
Y el ángel le dijo: Tu mujer va a darte una
Callamos todo lo que fue profetizado
hija; le pondrás por nombre María. Estará
sobre esta Virgen desde el comienzo de toda
consagrada al Señor, como lo has prometi
criatura hasta la venida de su Santo Hijo,
do; será llena del Espíritu Santo desde el
por los que fueron justos antes de la ley, y
vientre de su madre; y vivirá en el templo
por los que fueron justos bajo la ley. Diga
del Señor. Lo mismo anunció el ángel a
mos algo sobre su nacimiento, pues sabe
Ana. Por un aviso del ángel subieron los
mos que descendió por generación humana
dos a Jerusalén, a dar a Dios las debidas
y creemos que se anticiparon algunas seña
gracias, y volvieron a su casa. Y concibió
les, admirables.
Ana y dio a luz una hija y la llamó María.11
La Virgen gloriosa de quien se hizo la
Encarnación del Hijo de Dios, nació de la
8. Fue guardada de la culpa original
tribu de Judá, de la estirpe de David. Era
digno y conveniente, dice san Agustín, al Por un privilegio singular fue limpia de
misterio celestial, que la misma María que la culpa original en el vientre de su madre;
mereció ser madre de Dios según la carne, como dice san Bernardo: “La Virgen María
naciera de casa real y de origen sacerdotal, fue colmada de títulos de bienes y sin duda
pues de ella tomó cuerpo de carne humana fue santa antes de nacer. Pienso que descen
el Hijo de Dios, que es “rey y sacerdote pa- dería a ella una bendición de santificación,
ra siempre” (Sal 110,3-4). más abundante que en otros que fueron
Hacia el año 27 del emperador Augus- santificados en el vientre. Esta bendición no
to, nació la gloriosa Virgen María de su pa- solo santificaría su nacimiento; conservaría
dre Joaquín de Nazaret y de su madre Ana luego su vida libre de todo pecado. Fue
de Sephor, pueblo distante unas dos leguas conveniente que por privilegio singular lle
de Nazaret; los dos eran justos ante Dios. vara una vida sin pecado, con un don de

11
El relato se halla en el Libro de la Natividad de María, cf. A. DE SANTOS, Los Evangelios apócrifos, BAC, 148,
Madrid, 1956, pp. 260-264; en los anteriores, el sacerdote se llama Rubén; aquí Isacar. El relato apócrifo pasó en
tero a la Leyenda Áurea de Jacobo de Vorágine, que siguió; lo seguía la piedad popular. A. Durero hace de ello ge
niales grabados, en su Vida de María, Epitome in … Mariae Historiam ab Alberto Durero… Verlag Amster und Ru
thard Berlin (ejemplar incompleto, Villagarcía de Campos). Los Evangelios apócrifos están llenos de fantasías, éste
es más sobrio. No son libros de la Revelación cristiana; nunca fueron parte del canon de sus libros.
26 PRIMERA PARTE

santidad más que todos, la que daba a luz al Dios, si alguien la saludaba, ella respondía
destructor del pecado y la muerte”. al saludo con “Deo gratias”; así nació que la
gente cuando se saluda, diga “Deo gracias”.
9. Presentación en el templo
10. Hizo, la primera, voto de virginidad
La Virgen María, cuando tenía tres
años12, fue llevada al templo y ofrecida en él Ella fue la primera en hacer voto de vir
por sus padres. Fue puesta con otras niñas, ginidad, si Dios no ordenaba otra cosa. Se
al interior del cercado del templo, para que comportaba tan prudente, tan humilde, tan
aprendiera letras y sirviera al Señor, Perma devota, que su vida era un ejemplo para to
neció allí hasta los catorce años. Acelerado dos. Escribe sobre ella san Ambrosio: “Ten
en ella el uso de la razón, cuando sus padres gamos la vida de María como copiada en
la dejaron en el templo, determinó en su una imagen, en que resplandezca, como en
corazón tener a Dios por Padre. Pensaba un espejo, la belleza de su caridad y hermo
con frecuencia qué podría hacer agradable a sura de la virtud. Era virgen en el cuerpo y
Dios, para que se dignara darle su gracia. en la mente, humilde de corazón, grave en
Pedía a Dios la gracia de observar los man- las palabras, prudente de ánimo, más cono
datos y preceptos de la ley; que le hiciera cedora del hablar, más deseosa de leer. Po
amar cuanto él ama y odiar cuanto él odia. nía la esperanza no en lo incierto de las ri
Pedía también todas las virtudes, para ha- quezas, sino en la oración del humilde.
cerse por ellas agradable en su presencia. Atenta a lo que hacía, vergonzosa en el tra
Progresaba más y más en la obra de Dios. to, buscaba como juez de su mente no al
Se entregaba todo el tiempo a la con- hombre, sino a Dios. A nadie hería. A todos
templación, la oración, la lectura, el traba- los quería. Se levantaba ante los mayores,
jo. Oraba sin cesar por la salvación de la hu- no tenía envidia, ni jactancia, seguía la ra
manidad. Leía con frecuencia las Escrituras zón, amaba la virtud. ¿Cuándo ni con un
sobre la venida de Cristo. Cuando encontra- gesto disgustó a sus padres? ¿Cuándo se rió
ba algo en las escrituras sobre la Encarna- del débil o dejó de lado al pobre? No hubo
ción, lo volvía a leer, besándolo y abrazán- nada torvo en sus ojos, nada procaz en sus
dolo dulcemente. palabras, ni desvergonzado en sus obras. La
Aventajaba a sus compañeras en la sabi- misma belleza de su cuerpo era la imagen
duría de Dios y en los cánticos de David, en de su mente, la belleza de la rectitud. Tal
la humildad, caridad, pureza y en toda vir- fue María; su vida fue enseñanza para todos.
tud. Cada día pasaba a mejor. Nadie la vio o Pues si el actor nos agrada, démosle nuestra
la oyó enojada. Todo su trato era tan lleno aprobación; el que desee su premio, que
de gracia, que en su lengua se reconocía a imite su ejemplo”.
Dios. Se preocupaba de sus compañeras, pa- San Anselmo escribe: “Al pasar de la in
ra que ninguna de ellas hablara mal, levan- fancia, ordenó su vida del modo digno de
tara la voz al reír, o se comportara con inju- Dios, que nadie puede ni imaginar. Su cas
rias o soberbia con otra, ni faltaran en cosa tísimo cuerpo y santísima alma fueron pro
alguna. Bendecía sin cesar al Señor, y para tegidos completamente de todo pecado,
no salir en los saludos de sus alabanzas a guardados con gozo por los ángeles, como

12 Los tres años, hasta los catorce que dice luego, etc.; Apócrifo citado, pp. 266-267.
2. SALVACIÓN DE LA HUMANIDAD Y NACIMIENTO DE MARÍA 27

mansión que iba a habitar Dios, su Creador. Fue figura suya la estrella de Jacob que
Si acostumbran
pueden comparar
también
lo terreno
los hombres
y lo celestial),
(si se anunció Balaán; representaba a María estre
lla, sin la que no podíamos atravesar este
cuando
gún
aquellos
gar lo
sitio,
halle
un
a que
quienes
poderoso
limpio,
le preparen
protege,
adornado,
va a hospedarse
primero
para
abastecido
queel en
al
lugar
lle-
al-y mar encrespado, y llegar al puerto de la pa
tria celestial.
El nacimiento de María fue simbolizado
acomodado en todo ¿qué preparación debió por la vara nacida de la raíz y estirpe de Je
sé, padre de David, de la cual subió una flor
corazón
hacerse
paso,
hombresino
para
depara
su
laque
sustancia?”
Virgen,
que
vinieraleeldiera
ella no aRey
hospedarse
adel
luzcielo
hechode
al bellísima, Cristo, sobre la que descansó la
gracia de los siete dones del Espíritu Santo.
Símbolo de cómo esta vara produjo su
flor fue la puerta cerrada que el Señor mos
Considera atentamente las virtudes de tró a Ezequiel; nunca debía ser abierta; por
la Virgen María, especialmente cuando es ella, cerrada, quería pasar solo el Señor.
tuvo en el templo, y procura imitarla en Símbolo suyo fue también el templo
cuanto puedas. que Salomón edificó al Señor. Era un tem
plo construido de mármol blanquísimo,
11. Figuras de la Virgen adornado por dentro de oro limpísimo. Ma
Dios decretó asumir la naturaleza hu ría era así por el candor de una castidad pu
mana y para ello envió primero en el rísima y estaba adornada por dentro con el
atiempo
nacer,oportuno
cuyo santo
a la Madre de quien
nacimiento vemos
iba oro de una perfectísima caridad. La presen
tación de María en el templo fue simboliza
simbolizado en diversos hechos anteriores. da en la mesa del Sol en arena, de que habla
Primero, como lo cuenta la historia ecle la historia escolástica. Unos pescadores,
siástica, en la hija del rey Astiages. Vio echando la red en el mar, extrajeron por ca
este rey en una visión que su hija daba sualidad una mesa de oro. Fue ofrecida al
origen a una vid que dilataba sus hojas y sol material que aquella gente adoraba co
frutosenhasta
hija, efecto,
dardio
sombra rey Ciro
a luz aaltodo el reino.
que Su
li mo Dios; la ofrecieron en un templo cons
truido de arena allí mismo en la ribera del
bró
de a losdehijos
miento
Babilonia. de Joaquín
María:
Esto
Israel
prefiguraba el escu
desulapadre
cautividad
naci- mar. Figuraba bien a María que fue ofrecida
al verdadero Sol, a Dios, en el templo del
Sol eterno. Además, el alimento celeste está
chó que tendría una hija que daría a luz colocado en ella para nosotros; ella engen
un
que delCristo,
tudrey,
llenó
enemigo,
con su
que
sombra
ynos la mundo.
el
fuelibró de la esclavi-
verdadera vid dró para nosotros al Hijo de Dios, Jesucris
to, que nos recreó con su cuerpo.
biénLafigurada
concepción
por santa
la fuente
de María
sellada
fue en
tam-
el También fue figura suya la hija de Jefté;
ésta, ofrecida de pronto y sin discreción, no
pudo servir luego a Dios. María, en cambio,
huerto cercado. El Espíritu Santo la santifi- ofrecida ritual y discretamente, sirvió siem

santa
da
talencerrada
manchado.
modo
Trinidad,
la cerró
en que
el vientre
y nunca
selló de
con
entró
suelmadre
en
sello
ellade
y na-
del
la pre al Señor, después de su ofrecimiento. La
hija de Jefté fue ofrecida en acción de gra
cias después de la victoria sobre los enemi
gos; María lo fue antes, para obtener la vic
28 PRIMERA PARTE

toria. Su vida sirviendo a Dios, se nos indi templar de lejos su patria. Era símbolo de la
ca en el huerto colgante, que el rey de los vida contemplativa de María; dedicada a la
persas plantó para su esposa en una cons contemplación en el templo, contemplaba
trucción elevada, desde donde podía con siempre la patria celestial.

Oración

Virgen de las vírgenes, María, que “no tuviste semejante ni antes ni después”. La pri
mera entre las mujeres, hiciste el voto de virginidad, ofreciendo a Dios este obsequio glo
rioso, sin haberlo aprendido de nadie. Adornada con ésta y las demás virtudes, agradas a
Dios. Y nos has dejado a todos un ejemplo de vida.
Ruego a tu inmensa bondad, que tú, sumo consuelo mío, dirijas mi vida, Que me ha
gas imitar cuanto pueda, tus virtudes, y me concedas que tu gracia me acompañe siempre.
Amén.

3. DESPOSORIO DE MARÍA Y JOSÉ

1. Consulta sobre el voto de María ced votos y cumplidlos” (Sal 76,12), no


atreviéndose a introducir una costumbre
La Virgen María, avanzando en edad,
nueva, reunió a los principales para ver qué
progresaba también cada día en virtud. Si
se debía hacer. Les pareció que había que
sus padres la habían dejado, el Señor la to
consultar sobre esto al Señor.
mó para sí. Cada día la visitaban los ánge
Entregados a la oración, el pontífice fue
les, gozaba cada día la visitación divina, que
según la costumbre a consultar al Señor. Se
la guardaba de todos los males y la hacía
hizo una voz desde el lugar del propiciato
abundar en todos los bienes. Así llegó a
rio: que según la profecía de Isaías, había
cumplir los catorce años.
que buscar a quién desposar con la Virgen.
Entonces el pontífice anunció en público
La profecía era aquella: “Saldrá una vara de
que las jóvenes que habían cumplido esta
la raíz de Jesé (Is 11,1). Ordenó por tanto
edad, se volvieran a casa y se ocuparan de la
que todos los jóvenes, no casados, de la casa
boda. Las demás obedecieron fácilmente; la
y familia de David, llevaran sus varas ante
Virgen respondió que ella no podía hacer es
el altar.13
to. La razón que dio fue que sus padres la ha
bían consagrado al servicio del Señor, y que
2. La vara de José florecida
ella misma había hecho voto de virginidad.
El pontífice, juzgando que no se debía Entre los demás, había un hombre, lla
quebrantar el voto contra la Escritura: “Ha mado José; presentó su vara, y al momento

13 El apartado 1, entero, sigue a la letra el Libro sobre la Natividad de María, en Los Evangelios apócrifos, 7, 11
4; pp. 267-269.
3. DESPOSORIO DE MARÍA Y JOSÉ 29

echó una flor y una paloma vino del cielo14 gracia del Nuevo Testamento. Como el fru
y se posó sobre ella, quedando a todos pa- to no aparece, mientras está lozana la flor,
tente que la Virgen debía desposarse con él. tampoco la verdad de Cristo estuvo patente,
Se dice en el libro de los Números que mientras permanecía la observancia carnal.
Moisés “halló que la rama de Aarón había En cambio, al secarse la flor, se ve el fruto;
retoñado, le habían brotado yemas hincha- decayendo la ley, “la gracia y la verdad se
das, había florecido y había producido al hizo realidad por Jesucristo” (Jn 1,17).
mendras” (Nm 17,23). Por ella puede en
tenderse la Virgen María que como una vara 3. El desposorio de María y José
fue flexible por la humildad y recta en su La Virgen, con algunas compañeras que
intención
mas hinchadas,
y caridad.
cuando se halló en
Ellaconcibió consulasseno
ye- le había señalado el sacerdote, para mayor
muestra del milagro y custodia del pudor,
al Hijo de Dios; como la flor no viola el ár se volvió a casa de sus padres en Nazaret.
bol, sino que le adorna, el Hijo de Dios no Otros guardas y testigos llevaba consigo,
violó a la Virgen sino que la adornó de do como dice san Jerónimo: “La honestidad de
nes y gracias. cada una de las virtudes permaneció siem
Esta es la vara que, según san Juan Cri pre con ella, como compañera cercana. La
sóstomo, puesta en la tienda del testimo virginidad debe tener pudor; sin él no pue
nio, sin humor de la tierra germinó el fru de guardarse la castidad”.
to duro, porque sin concurso de varón dio a También José se retiró allí; hecha la
luz al Hijo, que como fruto estuvo adheri promesa solemne, se apartó a su casa, para
do al leño de la cruz. Cristo se llama unas disponerla y proveer lo necesario para la bo
veces flor y otras, fruto, según san Ambro da. La Virgen María se desposó, pues, con
sio, porque según el proceso de nuestra vir- José; era de su tribu, pues la mujer no po
tud, florece en nosotros, fructifica, se re día, por la ley, tomar esposo de otra tribu, si
construye con la resurrección renovada del le pertenecía a ella la herencia paterna como
cuerpo. era el caso de María. Los dos descendían de
Se le llama flor unas veces y otras fruto, David; María por Natán, José por Salomón.
también, porque en las páginas de los dos José estaba obligado a contraer matri
Testamentos se nos presenta flor en la letra, monio a la manera de su tiempo; pero tenía,
fruto en el espíritu: flor en la ley, fruto en la también, propósito de virginidad, aunque
gracia y verdad; flor en la tienda primera, no lo había expresado aún con voto. Contra
fruto en la segunda: flor en el observar los jo matrimonio con la Virgen fiado en la vo
sacrificios carnales, fruto en la inteligencia luntad divina. Después conoció por revela
espiritual de los misterios. Como en la florción de Dios el propósito de María y
se anuncia el fruto, así en aquellas ceremo- entonces de común acuerdo hicieron voto
nias se significaba el Cristo que había de de guardar virginidad antes del desposorio
venir. Por tanto, es claro que Cristo se llama y, por revelación divina, consintieron en el
flor en la promesa profética del Antiguo matrimonio. No se hubieran dado el con
Testamento; y fruto en la perfección de la sentimiento, ambos, si no conocieran el

14 A la letra el texto dicho; la paloma del cielo, con la cita de Isaías, la incluyen como el Espíritu del Señor,
etc., 8, p. 270.
30 PRIMERA PARTE

propósito del otro. Expresando ambos su cundidad. La virginidad, porque entendía


propósito de palabra, hicieron luego a Dios que agradaba a Dios más que todo; la fe
el voto de virginidad. cundidad, porque sin ella temía incurrir en
la maldición de la ley, que se entendía aún
4. José, virgen también carnalmente. Dos cosas luchaban en su al
ma con lucha invisible pero grande: el amor
José era virgen, según se cree, y la razón
de la virginidad y el temor de la maldición
puede ser esta. Cristo en su pasión no entre
legal. Pero, después de larga deliberación,
gó su madre sino a un discípulo virgen. No
venció el amor, que pesaba más, y huyó el
es probable que antes de ser él concebido,
temor. Venció el amor de guardar la virgi
siendo ella muy joven, la entregara Dios a
nidad y excluyó el temor de incurrir en la
nadie que no lo fuera.
maldición.
La Virgen se desposó con José, no por
“La Virgen, tierna y delicada, bellísima,
desposorio que prometía futuras bodas, sino
nacida de estirpe real, puso toda su inten
consintiendo los dos de presente. Fue para
ción, todo su amor, todo su deseo en consa
ellos verdadero matrimonio; pues las so
grar a Dios con perpetua virginidad su
lemnidades de las bodas son esenciales al
cuerpo y su alma. Sabía que cuanto más
matrimonio.
santamente la guardara, tanto más se acer
Dice Hugo de san Víctor que la Virgen
caría al que es el más casto de todos y la
había prometido virginidad y sus padres la
misma castidad. Abrazando lo que conoció
mandaron casarse. Ella, temía no ser obe
más aceptable al Señor de la ley, esperó y
diente a sus padres, pero no quería abando
creyó que escaparía plenamente a la maldi
nar el propósito de virginidad. Enseñada
ción de la ley. Pensaba consigo algo de mu
por el Espíritu Santo, se confió a Dios, espe
cha sabiduría: que hallaría un plan seguro,
rando con certeza que la piedad divina la
para no admitir pecado alguno, ya que se
custodiaría, y le haría posible mostrar obe
gún su conciencia no sabía ni podía obrar
diencia a sus padres contrayendo matrimo
mejor de cómo obraba. Y no se engañó.
nio, pero sin obligarse a quebrantar el voto
Porque ¿quién esperó en el Señor y fue
de virginidad. Pone el ejemplo de Abrahán
abandonado? Por fin, cuando Dios vio tan
que había recibido la promesa en la descen
santa intención, tan casto propósito, tan fir
dencia de Isaac y se le mandó luego, a pesar me fe, la esperanza constante y la caridad
de ello, inmolarle. Obedeció al mandato,
sin tacha de la Virgen, obró con ella según
teniendo por cierto que, aunque parecía
su compasión, y no se frustró la santidad de
contrario a la promesa, esta podría cumplir
su intención, ni fue violada la castidad de
se también, según el poder de Dios a quien
su propósito. Para que no vacilara la firme
todas las cosas le son posibles. Así halló el za de su fe, esperanza, caridad, vino en su
mérito de la obediencia y consiguió la pro
auxilio: le quitó lo que temía, sin arrebatar
mesa. Lo mismo pudo suceder en el caso de
le lo que amaba, dejando a salvo el sello de
la Virgen María.
su virginidad. Le concedió lo que más dese
aba, seguir virgen, y a la vez ser fecunda, en
5. María: virginidad y fecundidad
señal de que estaba muy libre de la maldi
Sobre este desposorio dice san Anselmo: ción. Le dio ser fértil con descendencia, y li
“Ella amaba mucho la virginidad y la fe bre del daño virginal”.
3. DESPOSORIO DE MARÍA Y JOSÉ 31

6. Maridos, hijas y nietos de santa Ana15 niño se toman cinco razones16. Primera, se
gún san Jerónimo para declarar el origen de
Además de ser madre de María, la que
María, por los ascendientes de José, según
menciona el Evangelio, Ana tuvo tres ma
la costumbre judía de describir las genealo
ridos sucesivamente: primero Joaquín; se
gías. Segunda, según san Ambrosio, dice
gundo Cleofás; tercero Salomón. A una hi
que para no aparecer quebrantando la ley
ja de cada uno la llamó María. Estas tres –que condenaba a la mujer no casada que
Marías tuvieron tres esposos: la primera a diera a luz–. Tercera, según el mismo, para
José; la segunda a Alfeo; la tercera a Zebe rechazar la sospecha; que Herodes y los ju
deo. La primera dio a luz a Cristo; la se díos que persiguieron a Cristo, no pareciera
gunda a Santiago el Menor, a José el justo que lo hacían justamente, como si hubiera
que fue llamado Barnabas, a Simeón y Ju nacido de adulterio; y fuera rechazado por
das; la tercera a Santiago el Mayor y a Juan los infieles como ilegítimo. Cuarta, según
evangelista. Santiago el del Zebedeo aun Orígenes, para que José alimentara al Niño,
que nació después, se le llamó el Mayor, en especial cuando huyera a Egipto; por eso
porque fue llamado antes por el Señor. Pa se le llama nutricio del Señor. Quinta, se
ra distinguirlos, Santiago, el de Alfeo, fue gún Orígenes, Jerónimo y Basilio, para
llamado el Menor. Este Santiago el Menor ocultar al enemigo el misterio y nacimiento
y tres hermanos suyos, sobre los demás del Hijo de Dios; que lo pensara engendra
consanguíneos, fueron llamados hermanos do de una esposa, no de una virgen.
del Señor; no solo eran parientes como hi
jos de dos hermanas, sino hijos de dos her 8. De parte de la Madre
manos, descendientes de José y Cleofás. Se
Otras cinco razones se toman más bien
llama por antonomasia a Santiago el Me de la madre. Primera, según san Ambro
nor, hermano del Señor, porque se le pare
sio para que no la difamaran; antes permi
cía en rasgos y rostro.
tió el Señor que se dudara de su nacimien
to, que del pudor de su madre. Segunda,
7. Cristo quiso nacer de María, despo
según San Beda y san Jerónimo, para evi
sada. Motivos de parte del Hijo tar que, como calumniada por adúltera,
El Señor quiso nacer de la Virgen, ya fuera apedreada. Tercera, según san Jeró
desposada, por varias razones; de parte del nimo y Orígenes, para que gozara de la
niño, de la madre, de otros. Por parte del ayuda y convivencia de su esposo, sobre

15 Estas genealogías quieren armonizar a “los hermanos” del Señor; nada dice el Evangelio, ni los Evangelios
Apócrifos, citados.
16 Tres series de cinco razones cada una. E. Zolla explica cada grupo, del uno al trece, por su composición

numérica. “Las operaciones matemáticas místicas transmitidas por el Timeo platónico y por el Zohar cabalístico
están cerradas en buena parte a la razón de los arqueólogos del espíritu, de aquellos que todavía siguen la pista de
la verdad en los textos transmitidos” (Elémyre Zolla, Los Místicos de Occidente, “Introducción”, final; Paidós, Bar
celona, 2000; I, p. 95). Hay los grupos quinarios de seres; según A. Kircher, s.j., el tres es la extensión infinita,
el cinco pone la limitación. Santo Domingo instituye el rosario, tres series de cinco misterios; cinco son las llagas
de Cristo; cf. E. Zolla, ib. 85-86. La mística del número en la Kábala es diferente. En Ludolfo: el sentido espiri
tual se alcanza mediante símbolos numéricos; se mueve siempre en los datos revelados; como los Padres; pero los
sentidos son múltiples.
32 PRIMERA PARTE

todo en la huída a Egipto. Cuarta, según esposo de la Iglesia, obraría la salvación en


la glosa17, para que se diera más fe a las un madero. Además según san Agustín, por
palabras de María, pues si estaba sola pa- que, naciendo de una madre desposada con
recería mentir si decía que era virgen. un artesano, eliminó la soberbia de las gran
Quinta, para que participara de todos los dezas humanas.
estados, de modo que la Madre del Señor
tuviera algo de cada estado: de virginidad, 11. Figuras de la Virgen
matrimonio y viudez.
Esta Virgen fue prefigurada por Sara, la
hija de Ragüel, que se desposó con Tobías,
9. De parte de otros
y guardó su alma limpia de toda concupis
Pueden darse aún otras razones, por cencia; mucho más María que permaneció
parte de otros. Primera, según san Ambro- virgen inmaculada siempre.
sio para no ofrecer malas excusas a jóvenes Se compara también a la Virgen con la
desvergonzadas. Segunda, según Orígenes, fortaleza de Bares; según cuenta la historia
para confirmar el matrimonio contra los fu- escolástica, dos guardias solos podían defen
turos herejes que lo habían de condenar; o, derla contra todo el mundo. Más invencible
para que naciendo de virgen y desposada, fue la Virgen María teniendo como guardián
quedaran aprobados ambos estados, de vír- a la Sabiduría eterna. Figura suya es la torre
genes y casados, contra los herejes que se de David, protegida y adornada con mil es
oponen a uno o a otro. Tercera, para quitar cudos. María estaba fortificada con mil vir
en la persona de María a las mujeres de tudes, contra todas las tentaciones y pecados;
cualquier estado el oprobio común contraí- lo rechazó de sí, y con la gracia, de otros.
do por Eva. Cuarta, para dar ejemplo; una
vez hecho el desposorio, pero antes de vivir 12. Excelencia de la Virgen María
juntos, era libre de pasar a votos mayores,
Considera, por fin, cuántas mujeres hubo
como lo hizo, parecidos a los que se hacen al
en el mundo antes, y cuántas después de la
entrar en la vida religiosa, en que el alma se
Virgen, pero solo ella mereció ser la Madre
desposa con Dios. La quinta, según san
del Señor. Es una gracia inefable, que fuera
Juan Crisóstomo, para declarar el misterio
elegida entre tantas. Lo fue, porque a todas
con que la Iglesia se desposa con Cristo: la
las superaba en santidad. Dice san Anselmo:
Iglesia es la virgen inmaculada, cuyos hijos
“Dios que escudriña los corazones y las entra
somos nosotros, en la fe de Jesucristo; según
ñas” (Sal 7,10), la eligió entre todas las muje
san León, como Cristo nace del vientre de la
res que había en el mundo, para habitar en
Virgen, nace el Cristiano del seno de la
ella corporalmente. Llena de virtudes como
Iglesia.
estaba, la amaba hacía tiempo, abrazándola
espiritualmente. Cualquiera que atienda,
10. ¿Por qué se casó con un carpintero?
comprenderá que superó a todas las mujeres
La Virgen se desposó con un carpintero, en santidad; otras merecieron parte de la gra
según el mismo Crisóstomo, porque Cristo, cia: a ella el ángel le dice: llena de gracia”.

17 Ludolfo cita mucho la “glosa”, sin más. La Glosa Ordinaria era un comentario continuado de la Sagra
da Escritura de grandísima autoridad en la Edad Media; se unió con la Interlineal.
4. ANUNCIACIÓN DEL PRECURSOR 33

Oración

Salve, vara florecida y fructífera de Jesé, María, Virgen felicísima.


De ti procedieron los únicos flor y fruto, de que brotó el germen de las virtudes espi
rituales; la flor que emite suavísimo perfume y el fruto dulcísimo que da dulzura; la flor,
cuya bondad echa fuera la tristeza y el fruto, cuya hartura da alegría plena.
Bendita la vara de la raíz de Jesé, bendita la flor que subió de tal raíz. Bendito el árbol
y el fruto del árbol.
Recréame con tu flor. Líbrame con tu fruto de toda miseria, Virgen María, bendita
eternamente. Amén.

4. ANUNCIACIÓN DEL PRECURSOR


Lucas 1,5-25

1. Zacarías, padre del precursor David, queriendo ampliar el culto de la ca


sa del Señor, estableció veinticuatro sacer
“En tiempo de Herodes, rey de Judea,
dotes, de entre las veinticuatro familias
hubo un sacerdote de nombre Zacarías, del
que descendían de Aarón. Sobre ellos había
turno de Abías; su mujer, de nombre Isabel,
uno que era el mayor de todos y al que lla
descendía de Aarón. Los dos eran justos an
te Dios”, “caminando en los mandamientos maban Príncipe de los sacerdotes. Estable
y preceptos del Señor y justificaciones del ció también que, al tocarles el turno de ser
Señor, sin queja”. “Pero no tenían descen vir en el templo por una semana, de sábado
dencia”, porque Isabel era estéril y los dos a sábado, no entraran en ese tiempo en su
de edad avanzada” (Lc 1,5-7). Aparece, por casa, sino que durmieran en unas casitas
tanto, milagrosa la concepción del precur hechas en torno al templo, que se llamaban
sor, ya que no fue solo por la naturaleza, si exedras. Echando suerte, dio a cada uno la
no por la naturaleza ayudada por la gracia. semana de su turno; a la octava vez cayó la
Herodes que descendía de padre idu suerte sobre Abías, de quien desciende Za
meo, era extranjero. No había cetro en Ju carías. También se sorteaban veinticuatro
dea, tampoco se recordaba el tiempo de la levitas, de la tribu de Leví, para que sirvie
venida de Cristo. El patriarca Jacob, con es ran también ocho días en el templo, con el
píritu profético, había predicho como señal sacerdote.
de la venida
habría pasado
deaCristo,
un extranjero:
que el reino
“Node
seJudea
apar “Pues bien, sucedió que, tocándole a él
las funciones sacerdotales, salió” de casa
nece;
49,10).
tará
dillas,
elélhasta
cetro
será que
de
la esperanza
Judá,
venganiaquél
eldebastón
las
a quien
gentes”
de sus
perte-
(Gn
ro- donde se puso los vestidos sacerdotales,
“para ofrecer el incienso, y entró en el tem
plo del Señor”, el día diez del mes séptimo,
septiembre. “Y toda la muchedumbre del
cerdote;
Moisés
al morir,
había le
establecido
sucedía otro
unpor
único
orden.
sa- pueblo estaba orando fuera” (Lc 1,8-9), ya
que durante toda la hora de la ofrenda del
34 PRIMERA PARTE

templo,
incienso sino
no era
solo
lícito pueblo entrar en el
en elalatrio. var dentro la memoria de Dios, por su sal
vación y la de sus súbditos. Entra en el tem
plo por la solicitud del culto divino y ofre
2. No era sumo sacerdote ce el incienso por la oración; el pueblo ora
por él, que le representa. De Dios debemos
Zacarías no era sumo sacerdote, ya que
tener memoria triple: de su paciencia en la
se dice que entró en el templo para poner el
obra de la creación; de su sabiduría, en la
incienso. Esto era lícito a los sacerdotes me
recreación; de su bondad, en la retribución:
nores, según dice el apóstol: “En el primer
de modo que la primera se refiera al Padre,
tabernáculo entran en todo tiempo los sacer
la segunda, al Hijo, la tercera al Espíritu
dotes que desempeñan las funciones del Santo.
culto” (Hb 9,6). Al acabar el sacrificio en el
altar de los holocaustos, que estaba en el 4. Aparición y coloquio del ángel
atrio, el sacerdote que servía tomaba del al
tar
del unas
templo,
ascuas,
llamada
entraba
santo,
en lacosas
partesantas,
primeray “Se le apareció el ángel Gabriel en pie a
quemaba timiama sobre el altar del incien- la derecha del altar del incienso, de modo
so. Así terminaba el sacrificio cada día. Los que Zacarías se turbó al verlo, el temor le
sobrecogió” (Lc 1,11-12), por el aspecto de
sacrificios de la antigua ley no eran aceptos una naturaleza más alta y poderosa. Pero el
sino por la fe y devoción de quienes los ángel bueno se distingue del mal, en que el
ofrecían, designada por la ofrenda del in malo continúa en el horror, y según Beda,
cienso. En la parte del templo llamada san se le vence sobre todo con una fe intrépida.
El bueno, en cambio, enseguida conforta y
to de los santos, solo entraba el sumo sacer
dote una vez, con la sangre del macho consuela.
cabrío o ternero inmolado por las culpas del Luego, confortándole, “el ángel le dijo:
No temas, Zacarías”; como diciéndole: he
pueblo, para asperjar con ella el propiciato
rio. De Zacarías se dice que entraba solo pa venido para tu consolación. Por ello se
ra poner el incienso. añade: “porque tu oración ha sido escucha
da (Lc 1,13). No oraba él por su descen
“Se le apareció el ángel en pie a la derecha
del altar del incienso” (Lc 1,11), que se llama dencia, que ya no la esperaba; desconfiaba
también altar áureo. El incienso que solo el sobre todo por la edad, suya y de su mujer,
sacerdote podía poner dentro del santo de los hasta tal punto que no creyó al ángel cuan
santos en el día de la expiación, no se ponía do se lo anunció. Oraba por las ofensas del
para la oblación, sino para que la niebla que pueblo, por la redención, por la venida del
Mesías.
surgía de él cubriera el oráculo, cuando el
La salvación del pueblo debía tener lu
pontífice lo asperjaba con la sangre el macho
gar por Cristo; por eso el ángel anunció a
cabrío, o ternero. Ningún historiógrafo, des
Zacarías que tendría un hijo que prepararía
cribiendo el sacerdocio de los judíos, hace
un pueblo al Salvador, predicando la con
mención de un sumo sacerdote Zacarías.
versión y la fe. Le indicó también que el ni
ño debía llamarse Juan. Juan, según san Be
3. Zacarías, significado
da, se traduce en quien está la gracia, o
Representa el quesuperior,
Zacaríasalesbuen se acuerda
quedel Señor.
debe lle- gracia del Señor. Por este nombre se decla
ra, primero, que se había concedido una
4. ANUNCIACIÓN DEL PRECURSOR 35

gracia a sus padres, que, decrépitos, les na- hambriento, si visita al enfermo, si entierra
ciera un hijo. Luego, la gracia dada al mis- a un muerto, y cosas semejantes. Entonces
mo Juan, que iba a ser grande ante del Se- es “su esposa como parra fecunda, dentro de
ñor, que sería enriquecido con el don del tu casa” (Sal 128,3).
Espíritu Santo aún el seno de su madre. Por El hijo debe llamarse Juan, “gracia de
fin, la gracia dada a los hijos de Israel, pues Dios”; porque nadie debe atribuirse a sí la
él los convertiría al Señor. buena obra que hace, sino a la gracia de
ción.ElExultar
ángel leesdio
la acción
con ellodegozo
saltar;
y exulta-
lo que Dios. “Le causará gozo y exultación”, por
que las obras buenas alegran la mente. “Y
pasa, cuando el gozo interior no se puede muchos se alegrarán en su nacimiento”, to
contener. Prometió también alegría para dos los honrados, que se congratulan en el
otros muchos en su nacimiento, como suce bien con su prójimo.
dió después. Y aún ahora se cumple, porque Debemos procurar muy mucho el gozo
el día de su nacimiento es fiesta para los interior, sin contentarnos con saltar corpo
cristianos y para otros. ralmente de alegría. El fondo último de los
Dice también san Beda: “Se goza el pa
pensamientos celebre el día de fiesta del Se
dre de recibir un hijo en la vejez, un hijo de
ñor. No tienen gozo los impíos, dice el Se
tal gracia. Se gozan también aquellos, a
ñor. Limpiemos nuestras almas de las man
quienes evangelizó la entrada, hasta ahora
chas de los vicios para celebrar bien esta
inaudita, en el reino celestial”. Y san Am
solemnidad.18
brosio: “Hay alegría solemne en el naci
miento y generación de los justos, porque el
6. Futura grandeza de Juan Bautista
Santo no es solo gracia de los padres, sino
también devoción de muchos. Debemos El ángel anunció la grandeza futura del
alegrarnos, pues, con la generación de los niño ante Dios; grandeza en cuatro cosas se
Santos”. gún las cuatro dimensiones: altura de la vi
da, profundidad de la humildad, anchura
5. Sentido moral de lo anterior de la caridad y longitud de la perseverancia
unoHablando
de nosotrosenpodemos moral, en
sentidoencontrar a Zaca
cada final, según lo que dice el apóstol: “para
que podáis comprender con todos los san
rías y a su esposa Isabel. Isabel da a luz un tos”, etc. (Ef 3,18). El Salvador mismo ates
hijo que debe llamarse Juan, en cuyo naci tiguó más tarde: “Entre los hijos de mujer
bel, la esposa
miento de Zacarías,
él y otros muchos puede simbolizar
se alegrarán. Isa no se alzó mayor que él” (Mt 11,11).
El ángel predice su vida de abstinencia;
la carne unida con el Espíritu Santo. Como no beberá vino, ni sidra, ni bebida embria
el hombre dirige a la mujer, así el espiritual gante. Un vaso separado para la gracia ce
debe regir y castigar la carne, para que no lestial, no debe servir a los atractivos del
caiga en deshonestidad. Esta le da un hijo, mundo. El ángel indica que Juan estaría li
cuando el espíritu realiza una obra viva por bre de los halagos del mundo, que pertur
medio de la carne, por ejemplo, si da una li- ban la mente. Predice que será lleno del
mosna, si viste al desnudo, si da de comer al Espíritu Santo antes de nacer, limpio del

18 El único santo con doble fiesta: la de su nacimiento, 24 de junio; y la de su martirio, 29 de agosto.


36 PRIMERA PARTE

pecado original y clarificado con todos los lo sacerdote que, inmolado el propio Cor
frutos de las virtudes. Anuncia también el dero, ofrecería un sacrificio por las ofensas
ángel que Juan irá delante del Señor con el de todos”.
espíritu y virtud del profeta Elías. Como Se quedó mudo estando en dudas; así la
Elías precederá la segunda venida de Cristo lengua del que duda en la fe se queda mu
como Juan precedió la primera. Fue seme da, porque su oración no es acepta a Dios.
jante también su vida; los dos vivieron en Enmudeció después de habérsele hecho una
gran austeridad en comida y vestido; fue revelación, porque después de una revela
semejante su doctrina, porque los dos de ción o visión, el hombre debe enmudecer,
nunciaron con constancia los vicios, aun de sin jactarse tontamente.
grandes personajes.
Su oficio debía ser ante todo convertir 8. Ejemplo para sacerdotes evangélicos
los corazones de los padres hacia los hijos, “Cumplidos los días de su servicio vol
en la inteligencia de la Escritura, y los in vió a su casa” (Lc 1,23). No podía volver
crédulos a la prudencia de los justos en obe mientras duraba su oficio. El tiempo de su
diencia a la fe. Así prepararía un pueblo turno, los sacerdotes observaban continen
perfecto para el Señor, que recibiera la gra cia y no bebían vino, ni cosa embriagante,
cia del Evangelio. La ley a nadie había lle por precepto del Señor. Pues, si un sacerdo
vado a la perfección. Se la llamó ley del te te de la ley estaba obligado a tanta reveren
mor, porque es propio de los imperfectos cia con las cosas santas ¿cuánto más el sacer
retraerse de los males por temor del castigo. dote evangélico, que realiza un Sacramento
La ley evangélica, en cambio, es ley de tan grande?
amor; porque es propio de los perfectos re Durante toda la semana, el sacerdote de
traerse de los males por amor del bien. Co signado para esto permanecía en el templo y
mo de padres ancianos nació uno tal y tan no salía a negocios propios, atento a los divi
grande, así hombres de edad avanzada y es nos. De ahí vino la costumbre santa y hones
tériles en buenas obras hacen gran fruto en ta entre algunos religiosos, de que el sema
la Iglesia de Dios, como en san Agustín y nero permanezca toda la semana al interior
Dionisio, que en la madurez fueron llama del claustro, sin salir fuera, dedicado a las co
dos a la fe de Cristo. sas divinas. En ese tiempo es intermediario y
negociador entre el convento y Dios. Entre
7. Por qué quedó mudo Zacarías ciertos religiosos también se abstiene duran
Zacarías, considerando la esterilidad de te esa semana del diálogo común.
su esposa, y la vejez de ambos, no creyó a
las palabras del ángel. Se quedó mudo has 9. Concepción del Precursor
ta el día del nacimiento de Juan, en señal “Después de estos días concibió Isabel,
de que, al llegar Cristo, callaban la ley las su mujer”; como era anciana, “se ocultó
profecías, ya cumplidas. “Por eso, dice san cinco meses” (Lc 1,24). Se gozaba de haber
Juan Crisóstomo, Zacarías, sacerdote de los concebido y de habérsele quitado el opro
judíos, quedó mudo. Convenía que cesaran bio de la esterilidad. Pero se avergonzaba
y enmudecieran los sacrificios que se ofre un poco por su edad. Dice san Beda: “Isa
cían por los vicios del pueblo. Venía el so bel, avergonzándose de los dones que de
5. ANUNCIACIÓN DEL SALVADOR 37

seaba recibir, muestra qué cuidado deben ción me confundo con temor y gran rubor.
tener los santos en no admitir nada de que Le miro presente en todas partes; está vien
deban avergonzarse”. Isabel se avergonzaba do todas mis cosas ocultas. Hay muchas co
ante los hombres de cosas lícitas; aprende a sas en mí de las que me avergüenzo ante
avergonzarte y abstenerte de cosas no líci Dios”. Otro dijo también:
tas, ante los hombres, ante Dios y sus án Si haces algo que te avergonzaría ante mí
geles. Nos urge vivir bien dice Boecio, ¿por qué viéndote Dios, no te avergüenzas más?
pues todo lo hacemos ante los ojos del Juez
que todo lo ve. Es propio solo del hombre avergonzarse
“Haga lo que haga, dice san Agustín, del mal que hace. Por eso se llama a los sin
Dios está al lado, como observador perpe vergüenzas, incorregibles. Han caído del
tuo de todos los pensamientos, intenciones honor de la razón; se han hecho bestias y se
y acciones. Cuando lo considero con aten portan como seres sin cabeza.

Oración

San Juan, que viniste al mundo anunciado por el mismo ángel que Cristo, y de quien
dijo el Señor: “Entre los nacidos de mujer no se alzó uno mayor”.
A ti tan santo, dichoso y grande, me acojo, cierto de mis culpas, esperando tu gracia.
Borra ante Dios mis crímenes; tus méritos, gran san Juan, tan grandes, pueden bastar
para ti y para mí.
Tu abundancia supla mi miseria; que tras de meditar en ti, me salve y me goce eterna
mente contigo. Amén.

5. ANUNCIACIÓN DEL SALVADOR


Lucas 1,26-38

1. Gabriel enviado a la Virgen María19 Dios todopoderoso llamó al arcángel


Gabriel, uno de los primeros príncipes de
En el sexto
precursor, mes
llegado deplenitud
a su la concepción del
el tiempo su reino, y lo envió a una ciudad de Galilea,
Nazaret, a la Virgen María. Estaba ésta des
sagrado, la suma Trinidad, según lo tenía posada con José. Los dos, de la casa de Da
dispuesto desde antes del tiempo, ordenó vid, de familia noble y religiosa, sobre las
proveer al bien de la humanidad. demás, según san Bernardo.

19 En 1, 2, La salvación de la humanidad y nacimiento de María, plantea Ludolfo la dialéctica entre Dios y el mun

do, la perdición y la Salvación. Ignacio lo plantea ante la Encarnación del Hijo de Dios aquí. Invita a ver tantas gen
tes, en tantas diferencias, y “cómo hablan, cómo juran y blasfemian…Y lo que decide la Trinidad: Hagamos reden
ción del género humano”; luego más en particular ver “la casa y aposento de nuestra Señora, en la ciudad de Nazaret…
38 PRIMERA PARTE

Dios quiso reconciliar al hombre por el milenio, mes, y día de la semana, pasados
orden como había caído. Según san Beda, treinta años. Para que todo convenga, quizá
había caído por designio del enemigo, sir- se puede decir, que fue concebido en la ho
viendo a ello la serpiente, por medio del ra sexta, porque en esa hora sufrió la pasión,
diálogo, y consintiendo la mujer. Fue re como en esa hora pecó el hombre; así según
puesto en su lugar por el mismo orden, pe- cierta congruencia, en la misma hora en que
ro al contrario: por designio de Dios, sir- Eva fue seducida por el diablo, María fue
viendo el ángel, por medio del diálogo, y instruida por el arcángel.
consintiendo la mujer.
Las palabras están aquí llenas de miste- 2. Las palabras Galilea y Nazaret
rios. Como dice san Beda, hay que señalar Gabriel, que quiere decir “fortaleza de
las con solemnidad y meterlas en el corazón Dios” fue enviado a anunciar que la fuerza y
rece en ellas
con tanta diligencia,
el resumen
cuanto
de nuestra
más claro
reden
apa- sabiduría de Dios iba a tomar carne y a apa
recer humilde en ella.
ción. Debemos
mienzo de nuestra
recordar
salvación.
con gusto el co- “Fue enviado por Dios” (Lc 1,26), por
toda la Trinidad, aunque se atribuya princi
Hay que notar que el número seis tiene palmente al Padre, porque a él le incumbía
su misterio20. Cristo fue concebido en la proveer sobre su Hijo, Esposa y Madre. Lo
sexta edad, pues todas las cosas debían ser envió a su vez el Hijo, que iba a venir. Y el
perfeccionadas por él, y el número seis es Espíritu Santo a quien correspondía santifi
perfecto; lo fue en la sexta kilíada, o mile- carla, bajando sobre ella.
nio, que es límite de todos los números, co- “Fue enviado a una ciudad de Galilea,
mo Cristo es límite y fin de todos los seres; que quiere decir “de la trasmigración”, por
en el sexto mes, porque en ese mes fue he que había de pasar de la incredulidad de los
cho el mundo, que por él debía ser rehecho, judíos, a la fe que se dio a los gentiles. Hay
como fue hecho por él; en día sexto de la se- dos Galileas: la de los gentiles, junto a Tiro
mana, ya que en él fue creado el hombre, que es la que dio Salomón al rey Hirám; y
que, perdido, debía ser recreado por él. Por la otra, de los judíos, junto al mar de Gali
ello también padeció en esa misma edad, lea, de la que se habla aquí.

Ver, al ángel y a nuestra Señora; oír lo que hablan, y “ver lo que hacen… nuestra Señora humillándose y haciendo gra
cias a la divina majestad, y después reflectir”… Cfr. [EE 101-109] En los Misterios de la Vida de Cristo, dice:
[EE 262] 1 DE LA ANUNCIACIÓN DE NUESTRA SEÑORA ESCRIBE SANT LUCAS EN EL PRIMERO CAPÍTULO, v. 26-38.
1º 2 El primer puncto es que el ángel Sant Gabriel, saludando a nuestra Señora, le sinificó la concepción de
Cristo nuestro Señor: 3 (Entrando el ángel adonde estaba María, la saludó diciéndole: Dios te salve, llena de gracia; con
cebirás en tu vientre, y parirás un hijo).
2º 4 El segundo: confirma el ángel lo que dixo a nuestra Señora, significando la concepción de santo Joán
Baptista, diciéndole: (Y mira que Elisabet, tu pariente, ha concebido un hijo en su vejez).
3º 5 El tercio: respondió al ángel nuestra Señora: (He aquí la sierva del Señor; cúmplase en mí tu palabra).
20 E. ZOLLA, “Introducción” a Los Místicos de Occidente: ver apartado final “La Mística como matemática”, pp.

78-95. Los números es lenguaje misterioso, de autores muy diversos, de los chinos a la Cábala, hebrea, con San
tos Padres y místicos cristianos de muchos siglos. Orígenes y Filón hablan de la Hésada, número seis; I, p.86. Lu
dolfo, que ya usó una serie de tres de cinco –Desposorio–, emplea aquí la mística del seis, día en que se “cumplió”
la obra de la creación, con el hombre. Esta “congruencia” es un método: convergen las cosas en números; en un
fondo espiritual; no siempre son números reales, de tiempos, etc.
5. ANUNCIACIÓN DEL SALVADOR 39

“La ciudad se llamaba Nazaret” (Lc segundo se hiciera hombre de una virgen. Y
1,26), que significa flor. Cristo, verdadera como la perdición de la humanidad tuvo
flor, fue concebido en una flor, Nazaret, de lugar por Eva virgen, convenía salvarle por
una flor, la Virgen feliz; y con las flores, en la Virgen María.
el tiempo de las flores. “A una virgen desposada con un varón”
Se llama flor a Jesús por la hermosura de (Lc 1,27); ya explicamos por qué quiso ser
su santa vida, por el suave olor de su fama, concebido y nacer de María ya desposada
por el fruto de su pasión y por su utilidad [prometida en matrimonio]. Lo llama va
para la vida de los fieles. Esta flor floreció en rón, dice san Bernardo, porque era hombre
la concepción, apareció en el nacimiento, se justo. Fue testigo legítimo. Se llama “José”,
marchitó en la pasión: pero volvió a florecer “el que aumenta”; que nos sugiere el creci
finalmente en la resurrección. Sigue tú la miento continuo en las virtudes.
belleza de su vida, predica el perfume de sus Hay cuatro Josés famosos en la Escritu
obras, así tendrás el fruto de su pasión. ra. El hijo de Jacob, por la prudencia con
No quiso el Señor, como los reyes de la que expuso sus sueños al Faraón. José, el es
tierra, elegir una gran ciudad para la boda poso de María, por la templanza, pues guar
en que se unía con la naturaleza humana, dó virgen a María. José de Arimatea, por la
para enseñarnos a elegir los lugares humil- fortaleza con que entró a Pilato a pedir el
des. En cambio, eligió padecer en la gran cuerpo del Señor. José el Justo, llamado así
ciudad, Jerusalén, para que no nos avergon- por la justicia. Este nombre convenía al es
cemos de pasar humillaciones públicas por poso de la Virgen, en quien se encuentra el
él. misterio de toda virtud.
Se añade en fin “de la casa de David”,
3. Cristo quiso nacer de una Virgen porque Cristo descendía del linaje de Da
vid, como lo habían predicho los profetas.
“El ángel fue enviado a una virgen”,
Aunque José no fue padre del Salvador, la
virgen en la mente, en el cuerpo, en la pro
Virgen María, de quien tomó Cristo carne,
fesión.21
era de la tribu de José, la de David.
Cristo quiso ser concebido y nacer de
una virgen. Según san Bernardo, si Dios de
4. Tres sentidos del nombre de María
bía ser concebido y nacer, no sería concebido
ni nacería sino de una virgen: y, si una Vir- “El nombre de la Virgen era María”. Es
gen iba a concebir y dar a luz, no concebiría, te nombre venerable tiene, en tres lenguas,
ni daría a luz sino a Dios. Según san Juan triple significación. En hebreo, estrella del
Damasceno, convenía que el que tiene en el mar, o iluminadora. En latín, mar amargo.
cielo un Padre sin madre, tuviera en la tierra En sirio, señora. María fue estrella del mar
una Madre sin padre. Según san Agustín, en el nacimiento de su Hijo, pues entonces
convino que Cristo cabeza naciera de una emitió un rayo que iluminó todo el mundo.
virgen, porque sus miembros místicos nace- Fue mar amargo en la pasión de su Hijo,
rían espiritualmente de una Iglesia virgen. cuando una espada le atravesó el alma. Fue
Por otra parte, como el primer Adán fue señora en su asunción al ser levantada sobre
concebido de tierra virgen, convenía que el los coros de los ángeles.

21 Repite de nuevo cinco razones: primero, porque… segundo… etc.


40 PRIMERA PARTE

5. María, “estrella del mar”, o “ilumi mo canta la Iglesia: “Su vida admirable ilu
nadora” mina a todas las iglesias”. “Retira este cuer
po solar, ¿dónde queda el día? Quita a Ma
María se llama estrella del mar”, porque
ría, estrella del mar, ¿qué queda sino
conduce a los pecadores por el mar de este
oscuridad envolvente, sombra de muerte y
mundo al puerto de la conversión y así, por
densísimas tinieblas?”
ella, a su Hijo. En señal de esto también, en
Es la estrella del mar, de este mar tem
el nacimiento de Cristo, se apareció a los
magos una estrella que los llevó al niño re pestuoso efectivamente, donde hay “reptiles
cién nacido. Conviene que los pecadores sin número”.
El cielo tiene muchas estrellas. El mar
vuelvan sus ojos a ella, como los navegantes
a la estrella. una, más clara y mejor que las otras. Brilla
Dice san Bernardo: “No apartes tus ojos con sus méritos e ilumina con sus ejemplos.
del fulgor de este astro, si no quieres ser su De esta sola nació el sol de justicia, con cu
mergido por las tormentas. Tú que entien yo fulgor se iluminan todas las cosas. “El
des que más que andar sobre la tierra, vas que la sigue, no anda en tinieblas, sino que
en la corriente de este mundo entre tor tendrá la luz de la vida” (Jn 8,12). ¿De qué
mentas y tempestades, mira a la estrella, brillo será la estrella, que dio a luz a este
llama a María. tan grande y hermoso Sol? El que sigue a
“Si eres agitado por las olas de la sober esta estrella, no podrá desviarse ni errar.
bia, la ambición, la maledicencia, mira a la
estrella, llama a María. Si la ira, la avaricia, 6. María, “mar amargo”
el halago carnal chocan contra la nave de tu Es también “mar amargo” en la conver
mente, mira a la estrella, llama a María. Si sión de los pecadores; les alcanza la conver
turbado por la enormidad de tus crímenes, o sión, para que se conviertan de sus vicios.
confundido por la fealdad de tu conciencia, Hace que el agua del placer carnal se con
comienza a absorberte el abismo de la deses vierta en el vino de la compunción.
peración, mira la estrella, llama a María. Le conviene también este nombre, por
“En los peligros, en las angustias, en las que el mar de la vida presente le fue toda su
dudas, piensa en María, llama a María. No vida amargo e insípido, por el deseo de ver
se aparte de tu boca, no se aparte de tu cora a su Hijo en su reino. En latín se deriva de
zón. No abandones el ejemplo de su vida, mar, porque en ella está también la con
hasta que alcances la ayuda de su oración. fluencia de las gracias, como todos los ríos
“Siguiéndola, no te desvías; rogándola, van al mar.
no desesperas; pensando en ella, no yerras.
Si ella te mantiene, no caes. Si te protege, 7. María, “Señora”
no temes. Si te guía, no te fatigas. Si te es
propicia, llegas al puerto. Es, en fin, “señora”, porque lo es no solo
en
“Así podrás ver ti mismo qué justa de los hombres de la tierra, sino de los ánge
mente se dijo: “El Nombre de la Virgen era les en el cielo y de los demonios en el infier
María”. no. Por eso, en toda tentación, sobre todo en
También se traduce “iluminadora”. Ilu los ataques de los demonios, se debe invocar
mina el mundo con el resplandor de la gra a María. Según el mismo san Bernardo, no
cia y los ejemplos de su santísima vida, co temen más los enemigos visibles a cualquier
5. ANUNCIACIÓN DEL SALVADOR 41

muchedumbre de ejércitos, que las potesta tidad de su continencia. La prudentísima


los
el
silánimes
te,
María,
esparce,
del
desperdón,
de así
María.
peregrinos
nombre
aéreas
ellos
huye
como
fuerza,
aComo
huyen
la
los
el
depalabra,
asistencia”.
enemigo,
laenfermos
María.
cera
aelylos
polvo
perecen
ante
protección
“Donde
afligidos
semedicina,
concede
el
ante
afuego
lase
elconsuelo,
invocación
ynombra
viento
aase
ejemplo
los
los
derri-
reos
pu-
sea Virgen había cerrado, pues, su habitación a
los hombres, no a los ángeles”.
María no andaba por las plazas, en pú
blico. Estaba dentro, permanecía sola en lo
interior; no sola, sino rodeada de tan gran
ejército de virtudes. Dice san Juan Crisós
tomo: “Encontró el ángel a María no vagan
do fuera, sino solitaria y entregada a la con
templación. Por no buscar la gracia ante el
Puede también entenderse de otra for mundo, encontró la gracia ante Dios”. Y
enelelprototipo
dique
ma, sentido dedeque
los “mar
activos;
amargo”
“estrella,
in- san Ambrosio: “Al entrar el ángel, la en
contró en casa, en el interior, sin nadie, pa
iluminadora, iluminada” el de los contem ra que nadie interrumpiera su intención.
plativos; “señora” el de los prelados. No echaba de menos mujeres que la acom
pañaran, pues tenía buenos pensamientos.
8. El ángel encuentra a María Más aún, cuando estaba sola, le parecía estar
“Fue enviado el ángel Gabriel a María” menos sola. Porque ¿cómo iba a estar sola,
para anunciarle que el Hijo de Dios amaba teniendo tantos libros, tantos arcángeles y
su belleza y la había escogido por Madre su profetas?”
ya; también para instruirla para que reci Gabriel la encontró donde solía visitar
biera alegremente a ese mismo Hijo, pues la. Por eso dice en otra parte san Jerónimo:
Dios había decretado realizar por ella la sal “Tendrás una celda en que solo quepas tú;
vación de toda la humanidad. mas no estarás solo. Estará contigo la turba
“¡Feliz María, dice san Bernardo, a de los ángeles. Tendrás tantos compañeros,
quien no
nidad, para
le faltó
ser santa en el cuerpo,
ni la humildad, ni layavirgi-
que como santos hay. Lee el Evangelio y habla
rá contigo Jesús. Conversarás con los após
iba a concebir y dar a luz al Santo de los toles y los profetas. ¿Podrías encontrar
santos.
cibiópreciosas,
dras la Para
humildad.
serlo en con
resplandeciendo
también
Adornada laenmente,
estas
la mente
pie-
re- compañía mejor con quien hablar?”. “Nun
ca estoy menos solo, que cuando estoy so
lo”, dice también san Bernardo.
lo,ensí
ycia inclinó
ellascuerpo,
miradas
el ánimo
la de
Virgen
losdel
ciudadanos
regia
Rey convocó
a sudel
deseo,
cie-
ha- Es de creer que estaría entonces toda
abstraída en oración devotísima. Quizá se
elevaba entonces meditando especialmente
atrajo de lo alto al mensajero celestial. la salvación de la humanidad. Dicen algunos
probable
bitación,
en
abierta,
¿dónde?
evitar
turbaran
lo escondido,
laspues
Pienso
“Cuandoel
donde
conversaciones,
que
silencio
laelella
que
Virgen
entró cerrada
ángel
de
estaría
ensu
lo
antetenía
hallara
oración,
la
para
secreto
orando
puerta.
propósito
ella” que
la
de
ni
(Lc No
alno
puerta
su
la
Padre
per-
cas-
ha-
de
es
1,28), que en ese momento habría leído aquello de
Isaías: “Una virgen concebirá” (Is 7,14), etc.
El ángel entró donde ella, cuando estaba en
esta íntima contemplación, totalmente uni
da con Dios. Parece razonable que, cuando
la Palabra eterna quiso unirse corporalmen
te a ella, María la estuviera espiritualmente
unida, en contemplación actual.
42 PRIMERA PARTE

9. María, “llena de gracia” contigo en el ánimo. Llene el vientre, el que


llena la mente. Contigo, no solo por esen
“Entrando el ángel a la virgen, en el en
cia, presencia, potencia. Como está en todo;
cierro de su casita, mostrándose a sus senti
ni solo por gracia, como en los santos; sino
dos en visión corporal, le dijo: “Salve, llena
también asumiendo la carne de tu purísima
de gracia. El Señor contigo. Bendita tú en
sangre.
tre las mujeres”22 (Lc 1,28). El ángel se apa
Si todo el saludo angélico es gratísimo a
reció en forma de hombre, en señal de lo
que iba a anunciar; que Dios se encarnaba y la Virgen, le agrada en especial esta expre
el Espíritu cooperaba. Anunció al que, invi sión: “El Señor contigo”. Debemos decirla
sible en sí, quiso tomar cuerpo visible de la con especial devoción. Estaba ya con la Vir
Virgen; por eso, fue oportuno que se apare gen; pero quiso enviarle un mensaje nuevo,
ciera en forma corporal. El ángel se confi quiso estar con ella de un modo singular.
guró un cuerpo lúcido; según san Agustín, A ella sola, entre todos y entre todas,
se apareció a la virgen resplandeciéndole el declara Dios bendita. Toda mujer está suje
rostro, centelleándole el vestido. ta a la maldición de Dios, o de la ley. La caí
Dios quiso anunciar a la Virgen la En da, a la maldición de la ley, que dice: “Con
carnación de su Palabra, para que la conci dolor darás a luz” (Gn. 3.16); la virgen, a la
biera antes con la mente que con el cuerpo. maldición de la ley, en que era maldita la
“Cambiado el nombre de Eva”, pues María estéril; pero María evitó las dos maldicio
estaba libre de toda desgracia, dijo a la Vir- nes: la de Dios, pues permaneció virgen; la
gen: “Ave, llena de gracia”. de la ley, pues tuvo un hijo. La primera di
Se la llama llena de gracia, porque, si a los rectora de vírgenes, cuado ofrendó la pri
otros se les da la gracia con medida, a ella se mera a Dios su virginidad, abolió la maldi
le dio una gracia que nadie había conseguido: ción de la ley; y con razón se la llama
llenarse del autor de la gracia. Estando ya lle- bendita aquella por la cual el mundo quedó
na de gracia antes de concebir ¿quién pensa- libre de maldición.
rá cómo abundó en gracia ante Dios, después Nunca llegará el hombre más allá de este
de la concepción? Dice san Jerónimo. “Llena, saludo. Nadie podrá saludar a la bienaventu
porque a los demás se les presta por partes la rada Virgen de modo más excelente, dulce,
gracia. A María se le infundió al mismo tiem agradable. El saludo que Dios Padre dictó y
po toda la plenitud de la gracia”. que envió por medio del ángel.
Verdaderamente llena de gracia. Por En cada una de sus palabras están im
ella, toda criatura fue rociada con larga llu plicados misterios, que destilan dulzura.
via del Espíritu Santo. Dio gloria al cielo, Dios Padre la confortó con su omnipoten
Dios a la tierra, paz a los hombres, fe a los cia, para que fuera inmune de todo mal. Es
aún no creyentes, fin a los vicios, orden a la to se incluye en la palabra “Salve”.
vida, disciplina a las costumbres. El Hijo de Dios la ilustró con su sabi
duría, para que fuera el astro clarísimo que
10. “El Señor contigo”
ilumina el cielo y la tierra. Esto da a enten
Se dice también a ella: “El señor conti- der con el nombre de María, “estrellas del
go”. Esté contigo en el seno, el que está mar”.

22 “Bendita tú entre las mujeres…” aquí adición, por influencia de Lc 1,42.


5. ANUNCIACIÓN DEL SALVADOR 43

cia,
sa,
na dulzura,
que
El
la Espíritu
hallará.
todolaelhizo
Santo
que
Sugieren
con
busque
llenándola
su esto
gracia
porlasella
tan
depalabras,
su
gracio-
ladivi-
gra- de los humildes, cuanto más se les ensalza
en alabanzas, más temen.
Se turbó, pues, con vergüenza virginal y
honesta. No se perturbó. Prudente, cauta y
“llena
La de
expresión
gracia”.“el Señor contigo” da a en- todo pudorosa, no respondió: pensaba den
tro de sí la novedad del saludo y lo que se le
tender
zura
dad
carne
pudo
na,
el hombre
de
hizo
que
con
experimentar
modo
la en
tuvo
inefable
laDios.
ella,
naturaleza
que
la la
Virgen
Dios
uniónseen
Ninguno
unión
jamás
divina
que
de
hiciera
elaquella
de
sustancia
gozo
toda
en
losuna
hombre
yhombres
la
hora.
laPerso-
Trini-
de
dul-
suy decía. Los ángeles no tenían costumbre de
saludarla así, ni había oído nunca tales con
versaciones.
Al verse tan alabada, no podía menos de
turbarse la humilde Señora. Le dicen que es
llena de gracia y que es bendita entre las
mujeres. No podía oír su panegírico sin
sobre
res”Por
toda
toda
la criatura
frase
criatura
“bendita
reconoce quey eslas
tú entre
celeste terrestre.
bendita
muje- turbación; el verdadero humilde suele ru
borizarse de los honores. Dice san Bernardo:
“Se turbó por su vergüenza virginal. No se
dito al fruto
“Bendito el fruto
excelentísimo
de tu vientre”
del vientre
llama ben-
vir perturbó, por su fortaleza. Calló y pensó,
por prudencia y discreción”.
ginal que vivificó y bendijo para siempre a
toda criatura. 12. Halló gracia ante Dios
El Ángel contemplaba a la Virgen.
11. María se turbó
Comprendía con mucha facilidad que ella
bó”.María,
No se turbó
al oír el
porsaludo
no creer,
del como
ángel,Zacarías,
“se tur- daba vuelta en su interior a pensamientos
diversos, y conoció la causa de la turbación.
acostumbrada.
co
ni por
por ninguna
la presencia
otra del
razón
ángel,
de culpa.
a queTampo-
estaba Consuela entonces a la Virgen que teme, y
llamándola por su nombre como a alguien
por
estaba
le mostró
Según
la forma
acostumbrada
en
sanforma
deJuan
la nueva
corporal
aCrisóstomo,
veraparición;
al yángel,
con gran
seahora
aunque
turbó
res-
se conocido familiarmente, la persuade con
benignidad, y le manda: “No temas, Ma
ría”; ni te avergüences de las alabanzas que
te digo, porque en ellas está la verdad; ni
eres solo llena de gracia, sino que has recu
canta:
plandor;
“Lapor
Virgen
eso setuvo
aterró
pavor
un tanto,
de la luz”.
según se perado gracia múltiple para toda la humani
dad; de veras “has hallado gracia ante Dios”
un
vírgenes
mohombre”.
Se
dice
turbó
temer
san por
Ambrosio,
a la
lasvergüenza
palabras
“es propio
que
virginal;
le de
dirige
co-
las (Lc 1,30). La gracia que nunca halló criatu
ra alguna.
Es como si dijera, según san Juan Cri
sóstomo, que el que merece la gracia ante
mula
na
admiraba,
otra
También
del
parte.
nuevo
sigue
por
Estaba
saludo,
san
la forma
reservado
Ambrosio,
no usada en
del saludo.
de ningu-
la fór-
“Se Dios, no tiene por qué temer. La has halla
do, dice, ¿con qué mérito? Con la humil
dad, con la castidad del pudor, con la pure
en su
Ladiálogo,
excelencia
la turbó, el ángel
con queporque para María”.
lasla
mentes
alabó za de la conciencia. De lo primero, dice el
mismo Crisóstomo: “¡Cómo hallaría nadie
la gracia, sino por la humildad, ya que
44 PRIMERA PARTE

paró
solo
“Dios
otras
gracia
su
guardó
alma
dejó
como
dos
da
delante
inmaculada
con
la
inviolable
cosas,
santuario
gracia
el resplandor
dedice
Dios,
asu
su
los
agradable
san
conciencia”.
juventud,
porque
humildes!”
Gregorio:
del pudor, Depre-
No
aadornando
Dios.
sino
“Halló
se que
las “Hijitos, esta es la escalera de los peca
dores; esta mi máxima confianza, la razón de
mi esperanza. Si con devoción la invocáis, yo
os digo que se compadecerá de vosotros, no
faltará a vuestra necesidad. Ni le faltará el
poder, ni el querer. Es Reina del cielo, mise
ricordiosa y Madre de misericordia”. Y de
dimir
los
la el mundo,
reparación
hombres,
Hallaste de
la gracia,
la la
destrucción
avida.
iluminarlo,
laPor tidede
paz iba
alallamarlo
Dios
muerte
Dios ay re-
deya nuevo: “Mirad más profundamente cómo
quiso que la honráramos el que puso en ella
la plenitud de todo bien. Si tenemos espe
ranza, gracia, salvación, sepamos que rebosa
la vida
pensarla.
ría! Hallaste
deComo
nuevo.
gracia
dice
Llena
ante
san Dios,
Agustín:
de gracia
y has
“¡Oh
para
mereci
Ma-
dis- de ella. No quiso Dios que tuviéramos nada,
que no pasara por las manos de María”.

do difundirla por todo el mundo”. 13. Interpretación del nombre de Jesús


Dice expresamente hallaste; no tuviste, Has hallado la gracia tú que vas a con
o adquiriste. Lo que se tiene o se adquiere cebir al autor de la gracia. “Concebirás en
de pronto, se guarda como propio. Lo que tu seno y darás a luz un hijo”, permanecien
se encuentra,
dieron. se restituye
Así María a los
encontró la que lo per
gracia, no do virgen en el parto y en la concepción.
Dice concebirás en tu vientre, porque
para retenerla para sí, sino para restituirla a ya lo había concebido en su corazón por la
los otros. El que halla lo perdido, está obli fe y devoción. Así debemos concebirle no
gado a restituirlo. La gracia que perdió sotros también, por la fe y devoción, y dar
Eva, María la encontró. No solo en su fa le a luz por las buenas obras.
vor, sino en el nuestro, y por causa nuestra; “Al que pondrás por nombre Jesús” (Lc
porque siDios
cadores, nosotros
no hubiese
no hubiésemos
tomado carne en
sido pe- 1,31), Salvador. Este nombre se lo había
impuesto Dios Padre desde toda la eterni
ella. dad. Fue dado a conocer por el ángel a Ma
Por eso, cuantos pecando perdimos la ría y a José, y por ellos a los demás.
gracia, acerquémonos al trono de la gracia; Le ponen este nombre por una propie
con llanto y oraciones supliquemos a María, dad futura; la salvación de la humanidad se
halladora de la gracia, que nos la devuelva, haría más tarde por Jesús, que quiere decir
pues
tro bien.
la halló
Es tan
porleal,
nuestra
justa,
causa
piadosa,
y parafavora-
nues- salvación. Él salvará a su pueblo, al que se
junta con él por la fe, y le sigue por las bue
su
blegracia.
que a ninguno que se la pide, le niega nas obras. “Le salvará de sus pecados” (Mt
1,21). Esto demuestra que es verdadero
todos
Dice
todas
aquílassan
cosas. Abre el “Ella es para
Bernardo: Dios, dice san Juan Crisóstomo, porque sal
misericordia, para que recibanregazo
todos de su var de las culpas pertenece solo a Dios.
plenitud: el cautivo, la liberación; el enfer- El pueblo de Cristo no solo es la nación
de los judíos, sino todos los que vienen a él
mo,
gría;
cador,
layperdón;
curación;
toda la Trinidad,
eleljusto,
triste,
gracia;
gloria.el ángel,
el consuelo; elale-
pe- y le reconocen con devoción. ¡Señor Jesu
cristo, dígnate agregarme a tu pueblo y sal
varme de mis pecados!
5. ANUNCIACIÓN DEL SALVADOR 45

14. Se llama a Jesús grande no no es de este mundo” (Jn 18,36). Aun


que se le debía por derecho hereditario el
“Este será grande”, no como Juan, de
reino de los judíos, Cristo no ejerció sobre
quien también se dijo “será grande ante el
el pueblo judío un reino temporal. Sino que
Señor”. Dice san Ambrosio que a Juan se le
habla del reino espiritual de la Iglesia
llama grande ante Dios; a este, en cambio,
triunfante, que fue figurado por el reino
grande como Hijo de Dios.
temporal de David, como la Jerusalén celes
Fue grande, antes del parto de la Vir
te por la temporal. David reinó en el reino
grande
gen. Fueensiempre
cuanto hombre.
gran Dios.
La Pero
grandeza
iba aque
ser temporal; Cristo reinará en el espiritual y
celeste. Porque reinará en la Iglesia, aquí en
tuvo el Hijo de Dios eternamente por natu camino, y también en la patria.
raleza, la iba a recibir el hijo de la Virgen en Así añade: “Reinará en la casa de Jacob
el tiempo de la gracia, para tenerla eterna eternamente” (Lc 1,33). También aquí la
mente, siendo una Persona hombre y Dios. casa de Jacob no es la temporal, sino la eter
Será tan grande, que merecerá llamarse Hi na, en la que reinará siempre. “Reinará para
jo del Altísimo. Por eso sigue: “será llama siempre en la casa de Jacob”, es decir, sobre
do Hijo”, natural “del Altísimo” (Lc 1,32), todos los elegidos. Jacob se traduce “su
es decir, de Dios que es el único Altísimo. plantador”. Cristo reina sobre los que su
El hombre es alto entre las criaturas corpo plantan las pasiones desordenadas y los vi
rales; Dios es altísimo. cios. En cambio, en los que son suplantados
por los vicios, reina el diablo.
15. La sede de David y la casa de Jacob “Reinará” en la casa de David, es decir,
en la tribu de Judá y también “en la casa
“Le dará el Señor la sede”, o reino, “de
de Jacob, en todo el pueblo de Israel, en
David, su padre” (Lc 1,32). Dice san Beda
que al hablar el ángel de Cristo, Hijo del toda la Iglesia, en todos los elegidos, no
Altísimo, y decir ahora que su padre es Da según la sucesión de la carne, sino según la
de la fe. Se entiende por tanto que en el
vid, muestra claramente sus dos naturalezas
en una persona, la divina, Hijo de Dios, y la ejército de su reino se cuentan todos los
humana, hijo de David. que imitan la fe y fidelidad de David y Ja
Le dará la sede de David, la verdadera, cob; ellos son el reino espiritual y eterno
de David, la casa de Jacob, en que reinará
eterna, celestial. Se la llama sede de David,
el Señor Jesucristo “para siempre”; ahora
porque la sede en que reinó David tempo
ralmente era imagen de la eterna. ciertamente por la gracia, después por la
“El Señor, dice san Beda, recibió el rei gloria. ¡Felices aquellos en quienes Jesús
no de David, porque iba a llamar al reino reinará siempre, porque también ellos rei
inmortal a la raza de David. Si David en narán con él!
otro tiempo la gobernó con ejemplos de
16. El reino sin fin, de Cristo
justicia, encendiéndola en fe y en amor a su
Creador
promesas
iba a llevar,
con
a la
himnos
con
visión
obras
espirituales,
dey Dios
palabras,
Padre”.
el Señor
dones
Por
lay “Su reino no tendrá fin” (Lc 1,32). Cris
to reinará eternamente, en cuanto Dios y en
Lo negó Cristo ante Pilato al decir: “Mi rei- cuanto hombre; sobre los hombres y sobre
tanto el ángel no habla de reino temporal. los ángeles. Su reino es eterno. No se arrui
nará. Su imperio no decaerá, ni le será arre
46 PRIMERA PARTE

batado por nadie. “Reinará el Señor eterna- de mi conciencia, que tengo voto de no co
mente, de siglo en siglo” (Sal 10,16). nocer varón. ¿En qué forma le agradará que
¡Qué glorioso es este reino, dice san se haga esto?
Bernardo, en el que se han reunido los reyes “No duda que se hará, dice san Ambro
para glorificar al que es, sobre todos, Rey sio; pegunta cómo. Había leído María:
de reyes y Señor de los que dominan, de cu- “Una virgen concebirá y dará a luz un hijo”.
ya esplendidísima contemplación fulgirán Creyó que había de suceder. No había leído
los justos como el sol, en el reino del Padre el cómo, ya que no había sido revelado a
de ellos! Acuérdate, Jesús, de mí, en el be- ningún profeta. El misterio tan grande de
neplácito de tu pueblo, cuando vengas a su esta orden no debía ser expresado por boca
reino, cuando entregues el reino a Dios Pa- de hombre, sino de ángel”.
dre. Dígnate visitarme entonces con tu sal
vación, de modo que vea la bondad de tus 18.La Encarnación, obra del Espíritu
elegidos y me alegre con la alegría de tu Santo
pueblo. Ven, entre tanto, Señor Jesucristo;
“El ángel respondió”: no se hará de modo
quita los escándalos de tu reino, el de mi al
humano, sino divino. “El Espíritu Santo ven
ma, para que reines en él como debes, pues
drá sobre ti” (Lc 1,35). Inflamará tu mente en
“tú mismo eres mi Rey y mi Dios, tú que
fuego divino, santificará tu carne que ha de
decides las victorias de Jacob” (Sal 44,5).
unirse en perfectísima pureza con el Hijo de
Dios; te fecundará de modo tan singular, que
17. La expresión: “no conozco varón”
concebirás sin perder la virginidad.
María quedó perpleja, al decirle el ángel El Espíritu Santo había venido a la
cosas tan grandes. Dice san Ambrosio que Virgen al librarla de todo pecado original.
no podía dejar de creer al ángel, ni apro- Pero al concebir ella al Hijo de Dios, vino
piarse tampoco las cosas divinas. Queriendo de nuevo con mayor plenitud de gracia; no
cerciorarse sobre algo que tanto temía, si solo santificó su mente, sino su vientre.
perdería su virginidad, pregunta el modo Vino el Espíritu Santo sobre la Virgen, co
de la concepción: “María, por su parte, pre mo la fuerza del sol desciende sobre la rosa
guntó al ángel: ¿cómo será esto” que me y el lirio.
prometes de concebir y dar a luz un hijo, “si Y aunque esta inefable concepción se
no conozco varón?”23 (Lc 1,34). Prometí no celebró por obra de toda la Trinidad, pero
conocer varón y lo prometí con voto. Aun- se atribuye especialmente al Espíritu Santo
que estaba desposada, sabía perfectamente por diversas razones.
que nunca conocería varón. Fue virgen en la Para san Agustín, para mostrar la gracia
mente, en la carne, en el propósito. y el mérito; se dice que fue concebido por
Es como si dijera: creo la cosa, pero pre obra del Espíritu Santo, para mostrar que lo
gunto el modo, porque sabe Dios, testigo fue por sola gracia, sin méritos previos de

23 “No conozco varón”, es, al menos,”actualmente soy virgen”, pero no excluye matices como no puedo, o no

quiero tener relación. “La concepción virginal de Jesús, por acción del Espíritu Santo, expresada en todos los Sím
bolos de la fe de la Iglesia (…). “El texto de Lc no admite interpretación reductiva”, que elimine “las expresio
nes que afirman la concepción virginal por obra del Espíritu Santo” (Juan Pablo II). San Ignacio de Antioquia:
“La virginidad de María, y su dar a luz, como la muerte del Señor, quedó oculta al “jefe de este mundo”; tres mis
terios clamorosos, que se realizaron en el sagrado misterio de Dios” (Ef 19,1)” (NT.MI, 260).
5. ANUNCIACIÓN DEL SALVADOR 47

los hombres. La gracia se atribuye al Espíri- Se canta en el prefacio de la Virgen:


tu Santo: “El Espíritu Santo, dice la glosa, “Concibió a tu Unigénito haciéndole som
es nombre de toda gracia inspirada por bra el Espíritu Santo”. No es contrario a lo
Dios”. San Ambrosio, porque al Espíritu que se dice aquí, que la sombra se hace por
Santo se atribuyen las obras de piedad. Pe- el cuerpo de Cristo aplicado a la luz divina.
dro Lombardo, el Maestro de las Sentencias, Porque tanto el Hijo como el Espíritu San
porque la caridad eximia se atribuye al Es- to, son poderes del Padre y el cuerpo de
píritu Santo. Por eso se atribuye al Espíritu Cristo conviene a ambas poderes: al Hijo,
Santo la Encarnación, porque “la Palabra de porque se une con él; al Espíritu Santo por
Dios se hizo carne” por la caridad inefable que es formado por él. Dar sombra puede
con que “Dios amó de tal forma al mundo convenir, pues, tanto al Hijo como al Espí
que entregó a su Hijo unigénito” (Jn 3,16). ritu Santo.
El ángel revela aquí a la Virgen toda la
19. La Trinidad cooperó en la Encarna Trinidad. Le recuerda al Espíritu Santo por
ción su nombre propio; luego al Hijo con el nom
bre de poder, por fin da a entender al Padre
Añade, con todo: “Y el poder del Altí con el nombre del Altísimo. Toda la Trini
simo”, es decir del Padre, ya que la Pala dad hizo la Encarnación. Pero atribuye en
bra o Hijo según el apóstol es la sabiduría concreto: la cooperación al Espíritu Santo,
del Padre; “y el poder del Altísimo te cu “el Espíritu Santo vendrá sobre ti”; la asun
brirá24 con su sombra” (Lc 1,35). Tomará ción de la carne al Hijo, “el poder del Altísi
de ti un cuerpo; Dios se ocultará en él, co mo te hará sombra”; y al Padre la autoridad,
mo se esconde el anzuelo bajo el cebo;
“del Altísimo”.
porque en la Virgen santa bajo la sombra La obra excelsa de la Encarnación fue
de la carne se ocultó el poder de la deidad. obra de toda la Trinidad, porque como las
La divinidad se ensombreció para la Vir personas, así también las obras de la Trini
gen por el hecho de tomar la humanidad, dad son inseparables e indivisas, de modo
para que lo que era imposible para una que lo que obra una persona, lo obra tam
mujer mortal, sin embargo, con la presen- bién la otra; pero solo el Hijo se encarnó, y
cia de un cuerpo vivificante, sufriera la no el Padre, ni el Espíritu Santo; para que
presencia de la majestad, y soportara la la restauración del mundo se hiciera por la
luz inaccesible, como el sol, cuando no misma sabiduría con que Dios lo creó.
podemos mirarle con la vista, le ensom- También para que el que era Hijo de Dios
brecemos con algún velo. “Porque Dios es en la divinidad, se hiciera hijo del hombre
espíritu y nosotros carne, dice san Bernar- en la humanidad; y así el nombre de Hijo
do, se nos atemperó con la sombra de un no pasara a otro, que no fuera Hijo en su
cuerpo, para que ofreciéndonos delante su nacimiento divino. Tenemos el ejemplo en
carne vivificadora, veamos a la Palabra en tres que visten a uno de ellos: puede decir
la carne, el sol en la nube, la luz en la va- se que todos a la vez hacen una sola obra y
sija de barro, el cirio en la lámpara”. que lo que hace uno lo hace otro; no se vis

24
BJ: “Te cubrirá”. “La expresión evoca la nube luminosa, señal de la presencia de Yahveh; o las alas del pá
jaro, símbolo de poder protector. En la concepción de Jesús todo viene del poder del Espíritu Santo”. BCB: “Te
cubrirá”. BP: “Te hará sombra”. NT.MI: “Te cobijará bajo su sombra”.
48 PRIMERA PARTE

te, sin
san Agustín,
embargo,
todasmás
las obras
que uno.
de cada
“Así,
unodice
de 21. Isabel: “nada es imposible para Dios”
Para confirmar la fe de la Virgen, el án
la Trinidad, las obra la Trinidad, cooperan
gel le puso el ejemplo de una anciana esté
do los otros dos a cada uno que obra, con
ril que iba a dar a luz. Le anunció a la Vir
conveniente concordia de obrar en los tres,
gen aquella fecundidad inesperada para
sin que falte la eficacia de llevarlo a cabo”.
asegurar que todas las cosas convenientes
son posibles para Dios, aunque parezcan
20. Se llama a Cristo Santo e Hijo de Dios
contrarias al orden acostumbrado de la na
tivo,
desde
nombre
si
llamado
Espíritu
ano
deun
darás
dijera:
concebirás
un
“Por
como
pecador,
alahombre,
luz
alguno,
eternidad,
Hijo
Santo,
eso
pues
sin
loslopor
de
sino
otros,
dolor.
teque
sino
no
sino
Dios”
hace
liviandad,
darás
pero
alnacerá
al
sino
en
Santo.
fecunda
Hijo
(Lc
no
elanatural.
tiempo.
luz
se
1,35).
de
no
de
Por
manifestó
descendencia
tiel
engendrarás
Dios;
Santo
lo
poder
No
Fue
Esmismo
adop-
como
Hijo
será
con
del turaleza. Si se concedió a una estéril concebir
sobre la naturaleza, sin duda se lo concedería
a la Virgen.
Para que creyera más fácilmente, dijo:
“Y ya ves, tu parienta Isabel, ella también
ha concebido un hijo en su vejez”, por el
poder de Dios, “y este es el sexto mes de la
que llamaban estéril” (Lc 1, 36). El ejemplo
no es del todo perfecto, porque es más con
cebir una virgen, que concebir una estéril.
“será llamado Hijo de Dios”. El que es en- El ángel apoya su razón en la omnipotencia
Dice san Bernardo: “¿Qué quiere decir: de Dios: “Porque ninguna palabra será im
que
Dios”.
no
Santo?
mo,concebirás
niendo
bién nacerá
al
loQue
No
Hijo
que
del solo
de
seno tiel
concebirás
sedede
asociará
Dios.
del
Santo,
hombre,
que
Padre
“Por
del
atese
ti,hará
sino
Poder
llamará
ade
eso
tutu
del
sombra,
también
seno;
del
sustancia,
Espíritu
Hijo
Altísi-
tam-
vi-
de
lo posible para Dios” (Lc 1,37), tomando por
palabra, cualquier obra o hecho, previsto en
su disposición. El decir de Dios es hacer, se
gún aquello del salmo: “Él lo dijo y se hi
cieron las cosas” (Sal 33,9). Las cosas que
implican contradicción, como que cosas
contradictorias sean verdaderas a la vez (por
ejemplo que las cosas ya hechas se hagan no
gendrado antes de los siglos por el Padre, hechas), no son posibles a Dios, no por im
desde
es nacido
ahora
deserá
él, también Hijo tuyo. Lo que posibilidad de Dios, sino de la cosa misma.
lo
suyo
de
ti, que
uno. eles
ambos”.
será
Y aunque
dedecada
él.él,Sin
sea
ya no
será
uno,
que
distinto
tuyo.
sino
será,
seanLo
uno
sin
lodos
que
que
soloeseldeHijo
embargo,
hijos,
nacerá ely
sino
tide Es decir, por la naturaleza, ni una estéril ni
una virgen pueden concebir; pero el poder
divino puede hacerlo.
Dice toda palabra, y no todo lo factible,
según san Bernardo, porque con la facilidad
con que los hombres pueden hablar lo que
Dice: Santo, absoluta, sustantivamente. quieren, así con facilidad mayor incompara
damente,
dad.
similar,
bría
engendró,
Si dijera
expresado
Dijo
parecería
santa
Santo
fue
porque
cierta
carne,
deindefinida
haber
modo
todo
y hombre
singularmente
dicho
completo
cuanto
e indetermina-
santo,
poco,
lasuVirgen
no
osanto.
santi-
algo
ha- ble puede Dios hacer cuanto ellos expresar
de palabra. Además, según el mismo san
Bernardo, se anuncia a la Virgen la concep
ción de Isabel, para que se colme de gozo,
añadiendo un milagro a otro milagro. Por
otra parte, como Isabel ya no podía ocultar
5. ANUNCIACIÓN DEL SALVADOR 49

nadie
gen
ase,
que
vientre
sirviera
losera
conociera
Jesús
que
la
conveniente
dehumildemente
Virgen.
los
quiso
suescribieron.
madre.
lossantificar
También
hechos
que al
Enlofin,
aOtra
que
supiera
su
para
para
Bautista
prima
debía
razón
que
que es
antes
enseñar
la
Isabel.
María
en
por-
Vir-
que
el el digno de lágrimas, desterrado del paraí
so con su miserable descendencia. Te lo rue
gan con insistencia tus padres, que habitan
en la región de la sombra de la muerte. To
do el mundo lo espera, arrodillado a tus
pies. ¡Responde, Señora, la palabra que es
peran la tierra, el cielo, los infiernos! Res
dá,
menia.
Erancomo
hijas
Isabel
María.
de fue
dostambién
hermanas,
de de
la tribu
Ana edeHis-
Ju- ponde la palabra y recibe a la Palabra. Da la
tuya y recibe la divina. Pronuncia la transi
toria y abraza la eterna”.
San Agustín exclama: “¡Santa María! El
22. Expectación del sí de María mundo todo cautivo te suplica el sí de tu
asentimiento. Señor, en ti ha puesto el mun
La Trinidad está esperando la respuesta
do la seguridad de su fe. No tardes, Virgen.
de esta hija singular, contemplando su pu
Responde al mensajero la palabra y recibe al
dor y costumbres, oyendo sus palabras.
Hijo”.
¡Oh, qué casita, donde está Dios y se reali
zan tales cosas! Aunque la santa Trinidad
23. Humildad y obediencia de María
esté en todas partes, debes meditar que es

zónahora
de laahí
obra
de singular
algún modo
que singular,
realiza. por ra- La prudentísima Virgen, oídas las pala
bras del ángel, consintió. Se humilló, según
la
temerosa
tro
labras,
ñor.
zoso,
ángel
tiene
Señora
apacible,
Medita
Mira
como
con
para
con
ysus
también
también
sorprendida
humilde,
que
ordenando
diligente
palabras.
cumpla
cómo
cómo
con el
reverencia,
de
sabiamente
No
lael
ella
improviso
voluntad
se
rostro
ángel
se
exalta,
mantiene
induce
con
vergon-
sus
del
por
niros-
pa-
se-
se
ela cuentan, con profunda devoción. Extendió
las manos, las juntó, y elevando los ojos al
cielo, pronunció con humildad inestimable
la palabra deseadísima, digna de oírse son
todo el afecto del corazón: “Aquí está la es
clava del Señor, hágase en mí según tu pala
bra” (Lc 1,38).
Mira pronta obediencia, elección devo
sí,
atribuye
plido
respuesta
como
por
ya nunca
asu
más.
de
laoficio
lagracia
Oye
virgen.
se dijeron
de
cosas
divina.
embajador,
tan
a nadie.
Elgrandes
ángel,
Yespera
todo
sobre
cum-lo
la ta, fe, consentimiento. Esclava soy, dice, del
Señor. No me pertenezco a mí, sino a Él.
Hágase en mí según tu palabra; según lo
que has anunciado. Elegida para madre del
Señor, se acuerda de su propia condición y
Dios
sotros, elsan
respuesta,
concebirás.
no
la sentencia
por
Dice
que
Señora,
Espíritu
le
porque
Oíste
envió.
Bernardo:
dela condenación
palabra
que
es
Santo.
Esperamos
tiempo
no“Oíste,
por
de
Espera
tu
ya
unnos
también
de
piedad,
Virgen,
hombre,
elvolverse
ángel
oprime.
pues
que
no-
si-
tua de la dignación divina. Se profesa esclava y
desea con gran devoción que se cumpla la
promesa del ángel.
Ante esta voz de María exclama san
Agustín: “¡Qué feliz obediencia! ¡Qué in
signe gracia! dio humildemente su fe y ad
quirió al Hacedor del cielo!” Y san Ansel
ción.
rados.
Mira,Sise
Teconsientes,
teloofrece elalprecio
suplica, Virgen
momento
depiadosa,
nuestra
somosAdán,
salva-
libe- mo: “¡Fe acepta a Dios! ¡Humildad grata a
Dios! ¡Obediencia ofrecida a Dios más gus
tosamente que todo sacrificio! ¡Sublime
50 PRIMERA PARTE

Virgen, Madre de Dios!¡Madre, humilde es a sí mismo, en la Escritura el hijo de la es


clava de Dios! ¿Qué puede haber más subli clava, más que el hijo de la Virgen. Prueba
me? ¿Qué podría sentirse más humilde?” evidente de que agradó más a Dios la hu
Mira la humildad, dice san Ambrosio, mildad de María que su virginidad.
mira la devoción. Se llama esclava del Se
ñor, la que es elegida por madre. Ensalzada 24. Palabras de María, al dar el sí
con la promesa de la redención, se llama al
Cada una de las palabras de este Evan
mismo tiempo esclava. No defendió para sí
gelio está llena de misterios. Pero las pala
la prerrogativa de tal gracia, al hacer lo que
bras de la Virgen, al expresar su consenti
le era mandado. Como había de dar a luz al
miento, exhalan especialmente virtudes
humilde y al manso, debió también preferir
incomparables. Cada cosa expresa una vir
ella la humildad”.
tud eximia: “He aquí”, pronta obediencia.
Dice san Bernardo: “La virtud de la hu
“La esclava”, humildad perfecta. “Del Se
mildad suele ser siempre compañera de la
ñor”, inmaculada virginidad. “Hágase”, ca
gracia divina. “Dios resiste a los soberbios y
ridad inflamada. “En mí”, esperanza segura.
da su gracia a los humildes” (Pr 3,34; St
“Según tu palabra”, fe entregada.
4,6; 1P 5,5). Responde con humildad, para
En verdad, tenía fe la Virgen; creyó que
dar lugar a la gracia: aquí está la esclava del
en ella se iba a realizar, según lo decía el án
Señor. ¿Qué humildad tan sublime es esta,
gel, lo que nunca había sido oído, visto o
que no cede a los honores, ni se insolenta
pensando por nadie.
con la gloria? No es mucho ser humilde en
De esta fe dice san Bernardo: “Tres ma
el desprecio. Grande y rara virtud la humil
ravillas hizo Dios en la Encarnación. Se
dad glorificada”.
unieron entre sí Dios y hombre, madre y
La Virgen, ensalzada más que todos los
virgen, fe y corazón humano. Realmente la
hombres del mundo por el anuncio del án
tercera mezcla es inferior a la segunda, pero
gel, se humillaba profundamente en sí. Por
no menos fuerte. Es admirable, cómo un co
eso entre las demás virtudes, ocupa el primer
razón humano ajustó la fe a estas dos cosas,
puesto la incomparable humildad. La humil
cómo pudo creerse que Dios fuera hombre;
dad de la Virgen agradó tanto al Hijo de
y que fuera virgen la que había dado a luz.
Dios, que le atrajo del cielo a tomar carne en
Estas cosas no pueden mezclarse, si no las
ella, como el hierro es atraído por el imán.
mezcla el aglutinante del Espíritu Santo”.
“Esta humildad, dice san Agustín, dan
do a luz a Dios, hizo amanecer la vida para
25. La Encarnación del Hijo de Dios
los mortales, abrió el paraíso y libró las al
mas de los hombres. La humildad de María Dichas estas palabras por la Virgen, al
fue como una escalera celestial, por la que instante, en aquella hora santísima, el Espí
Dios descendió a la tierra”. ritu Santo vino sobre ella y la Virgen conci
Convenía que la entrada a la vida se bió al Hijo de Dios. Al instante el Hijo de
abriera por la humildad de María, dice san Dios entró en su seno y tomó carne de ella,
Beda, ya que la muerte entró en el mundo permaneciendo todo él en el seno del Padre.
por la soberbia de Eva. En un instante fue formado el cuerpo de
La voz de la Virgen, soy la esclava del Cristo, y fue creada su alma racional. Al
Señor, le agradó tanto a Cristo que se llama mismo tiempo cuerpo y alma fueron unidos
5. ANUNCIACIÓN DEL SALVADOR 51

do
a la divinidad en la persona del Hijo, de mo- naturaleza puede subsistir en persona algu
vando
quelaelpropiedad
mismo fuera
de las
Dios
dosynaturalezas.
hombre, sal- na, sino en persona divina. Aquella unión,
por tanto, no puede ser en persona de hom
ysangre
lugar
mismo
cuerpo.
El laCuerpo
de
instante
animación,
Luego
la Virgen,
defue
creció
Cristo
hombre
yy la
en
defue en En
deificación.
un
modo
pleno
formado
instante
natural
de en
alma
tuvola
el bre, sino de Dios. Por esta razón Dios, en
una de sus personas, se hizo persona de la
naturaleza humana. De ahí que no haya en
Cristo sino una sola personalidad, una uni
dad personal, la que viene de parte del que
el seno como los demás. asume. Por eso también Cristo, en cuanto
Fue perfecto Dios y perfecto hombre. hombre, no es persona.
Según la naturaleza humana subsistía for Dice Hugo de san Víctor: “Como Dios
mado
gún ladedivina,
alma racional
subsistíay carne
por lahumana.
Palabra.Se-
La asumió al hombre, por eso mismo lo asu
mió todo, la carne y el alma; la naturaleza
unión de ambas naturalezas era en la uni del hombre, no la persona del hombre. Al
dad
personas
de la ypersona. En laen
una esencia; divinidad
Cristo, al
hayrevés,
tres hombre lo asumió alzándolo a su persona.
Aquella carne y alma, antes de unirse a la
hay una persona y tres esencias: la divini Palabra para pertenecer a una persona, no
dad, el alma y la carne. Es decir, lo eterno, habían estado unidas entre sí formando una
lo nuevo, lo antiguo. Porque la divinidad es persona. La unión de la Palabra, de la carne
eterna. El alma es nueva, creada al asumir la y el alma, fue una, para formar una sola co
carne. La carne, antigua, propagada de sa. No fue primero la Palabra y la carne, ni
Cristo
Adán. es
Según
engendrado.
la naturaleza
Segúnde
el alma
la divinidad
es crea primero la Palabra y el alma, ni primero el
alma y la carne. Sino al mismo tiempo, la
do. Según la carne es hecho. Palabra, el alma y la carne. Ni comenzó la
persona a ser la Palabra, cuando comenzó a
26. En
Triple unión
Cristo se dioenuna
Cristo
triple unión: de la ser el hombre. Asumió al hombre de forma
divinidad con el alma y al revés; de la divi- que la persona comenzara a ser hombre, y
no otra persona, que la que recibía. Así la
nidadLacon
carne.
pre. Las
tercera
lados
carne
fue
primeras
yseparada
al revés;
permanecen
endel
laalma
muerte.
con
siem-
la Palabra, persona, tomó al hombre: no a la
persona, sino a la naturaleza, de modo que
el que tomó y lo que tomó fueran una per
lezaLa
humana
unión no
de es
la en
divinidad
unidad con
de naturaleza,
la natura- sona de la Trinidad.
“Cristo persona bajó al infierno, solo se
no
de
quiera,
sinodivina.
lade
que
sino deNo
persona.
asume.
Nosolo de
una
No
ladepersona
persona
depersona
una asumida,
persona
dehumana,
la Palabra.
cual-
sino
si- gún el alma. Cristo persona estuvo yacente
en el sepulcro, pero solo según la carne. Y
Cristo persona estuvo en todas partes, pero
solo según la divinidad. ¿No está escrito que
ción
concurra
otra
manidad
za, sino
pase
deimposible
Es un
de
con
anoella.
tercero;
persona.
seotra,
unen
PorqueNi
en
como
oeso
que
la
unidad
laparte
tampoco
divinidad
paseaade
laotra,
naturalezaconstruc-
naturale-
laydivina
la
o que
hu- se pone el todo por la parte, cuando se dice
que Cristo estuvo yacente en el sepulcro?
Quizá piensas como si tres cosas sueltas
compusieran a Cristo: la divinidad, el alma
y la carne. Nada de eso. La Palabra no es una
parte de Cristo, ni una parte del hombre.
52 PRIMERA PARTE

Todo Cristo es la Palabra y todo Cristo el María en su habitación, despliega los libros
hombre. La divinidad no fue parte, ni hay en que se anuncia la profecía de la venida de
parte en la divinidad. Solo en la humanidad Cristo y el parto de la Virgen. Aguarda la
hay partes, el alma y el cuerpo. Y donde es llegada del ángel, para verle cuando entre y
tá uno de los dos hay una parte del hombre. oírle cuando le saluda. Llena de estupor y
Aunque todo el hombre fue Cristo, pues el de éxtasis, saluda con el ángel a tu dulcísi
alma y la carne se unieron en persona a la ma Señora, clamando: “Ave María”.
Palabra de Dios. Por tanto, donde estaba la “Repite esto una y otra vez; contempla
carne, no pudo dejar de estar la Palabra”. qué plenitud de gracia es esa, de la que to
do el mundo tomó prestada la gracia, cuan
27. El alma contempla la Encarnación do la Palabra se hizo carne. Admírate de
que el Señor, que llena el cielo y la tierra, se
Sobre esta Encarnación de la Palabra,
encierre en las entrañas de una jovencita, a
dice san Anselmo: “Viste, Señor, la aflicción
la que el Padre santificó, el Hijo hizo fértil,
de tu pueblo y tocado interiormente por
y el Espíritu Santo dio sombra. ¡Oh dulce
dolor de caridad, quisiste pensar en noso
Señora, con qué gran dulzura te embriaga
tros con pensamientos de paz y redención.
bas, con qué fuego de amor te encendías, al
Eras Hijo de Dios, verdadero Dios, coeterno
sentir en tu mente y en el vientre la presen
y consustancial con Dios Padre y con el Es
cia de tan gran majestad, cuando asumió
píritu Santo. Habitabas una luz inaccesible
carne de tu carne, y se adaptó a sí mismo
y llevabas todas las cosas en la palabra de tu
miembros de tus santos miembros, para
poder. Y sin embargo, quisiste inclinar tu
que la plenitud de la divinidad habitara en
altura hasta esta cárcel de nuestra mortali
ellos corporalmente!”
dad, para gustar y absorber nuestra miseria
y rehacernos para tu gloria. A tu caridad,
28. Saludar a María: Dios te salve
buen Señor Jesús, le pareció poco destinar a
un querubín o un serafín o alguno de los ¡Si fueras capaz de sentir qué elevado y
ángeles, a consumar la obra de nuestra sal qué grande fue aquel incendio enviado del
vación. Te dignaste venir tú mismo a no cielo, aquel refrigerio concedido, aquel con
sotros, por mandato del Padre, cuya excesi suelo infundido! ¡Qué sublimación de la
va caridad hemos experimentado en ti. Virgen Madre, qué ennoblecimiento de la
“Viniste, no cambiando de lugar, sino humanidad, qué abajamiento de la majes
mostrando por la carne tu presencia. Des tad! Si pudieras oír a la Virgen cantando
cendiste del solio real de tu sublime gloria a con júbilo, pienso que empezarías también
una jovencita, esclava humilde a sus ojos, se con ella a exultar de alegría y no cesarías de
llada con el voto de continencia virginal. El dar gracias a Dios por beneficio tan grande.
solo poder inenarrable del Espíritu hizo que Para renovar tan gran gozo a la Virgen y
fueras concebido en su sacrosanto vientre, y traerlo de nuevo a la mente, salúdala con
que nacieras en la verdadera naturaleza de la frecuencia con el dulce verso angélico y be
humanidad; y así la ocasión del nacimiento sa sus pies, diciendo: “Ave María”.
no violó en ti la majestad de la divinidad, ni Dice san Bernardo: “Para ti, Virgen Ma
en ella la integridad de la virginidad”. ría, es como un beso, oír ese verso angélico
El mismo santo, escribiendo a su her “Ave”. Tantas veces te besan, cuantas devo
mana, dice: “En primer lugar, entrando con tamente te saludan con él. Acercaos, pues,
5. ANUNCIACIÓN DEL SALVADOR 53

lo
los
hermanos
ría”.
María”,
blad
los
demonios”.
las
Dice
ángeles,
responden
rodillas,
también:los el
queridísimos,
exulta
besadla
cielos,
“Cuando
mundo
ya decid:
sugritan
imagen;
ydigo
“Ave
tiemblan
de júbi-
“Ave
Ma-
do- ción, porque debe crecer siempre en fe y
amor; no aprovechar es, en cierto modo,
volver atrás. Y se añade, de la casa de Da
vid, mano fuerte, porque en el ejercicio es
piritual se progresa con pasos espirituales,
con esfuerzos y con obras fuertes.
29. Condiciones para concebir a Cristo Debe estar también iluminada, pues su
nombre es María, iluminada; el rostro del
Señor debe estar sellado sobre ella dándole
Se tocan aquí seis condiciones que debe
la alegría espiritual.
tener cualquier alma que va a concebir espi
Debe estar, en fin, confortada por Dios
ritualmente a Cristo. Debe, en primer lu
con el don de fortaleza del Espíritu Santo,
gar, vivir separada de todo deleite creado,
ya que viene a ella el ángel Gabriel, fortale
en Galilea, trasmigración; ahí habita per
za de Dios. Gabriel hace la anunciación,
fectamente el que ha pasado de todo delei
cuando el alma contemplativa, fortificada
te creado y no se complace en cosa creada,
por Dios, se eleva por la esperanza a desear
sino en cuanto brilla en ella la imagen del
la plenitud de la gracia, la presencia del Se
Creador. No solo no ama cosa alguna contra
ñor y una especial bendición entre todas las
Dios; no ama cosa alguna, sino en cuanto
criaturas.
brilla en ella Dios o su imagen, el prójimo,
o cualquier otra cosa que pueda adaptarse a
30. Necesidad de una mente virginal
la última salvación.
de
flor,laDebe
operación
habitar
jardín, detambién en laenformación
deificación,
santidad Nazaret,
o consagración. Debe Cristo fue concebido y formado en el
vientre virginal por obra del Espíritu Santo;
del mismo modo espiritualmente se conci
vivir en flor por el candor de la inocencia; be y se forma en una mente pura, por obra
ser
dad
en una
plendor
jardín
y pordeel
especie
por
lafervor
verdad.
lade
dulzura
de
consagración,
la caridad.
divina de
Debe
por
la santi-
elvivir
es- del mismo Espíritu Santo.
Es preciso que sea virginal la mente que
concibe a la Palabra eterna. Es decir, que es
té inmune de los vicios y de las imágenes de
sentidos,
dose
ma,
corrupción.
nada
fuerzas
que
san Un
Agustín,
mueva
de
no
que
alma
modo
intelectivas
solo
sino
mueva
laQue
así
escuriosidad.
también
que
decomo
debe
por
todo
lanocarnalidad;
del
ser
los
entre
side
movimiento
fuera
virgen,
alma
sentidos
Un
lasenfuerzas
alma
virgen.
ella
venga
contenién-
nino
así,
nada
por
del
deentre
nada
dice
los
al-
las
de las cosas criadas, del placer y corrupción de
tales imágenes. Porque si toda criatura está
sujeta a la vanidad, toda imagen de ella está
unida a la vanidad y en cierto modo corrom
pe a la mente que tendía a cosas más altas.
A esta elevación de la mente exhorta san
Dionisio: “Tú, amigo Timoteo, con intensa
contrición, abandona los sentidos, las ope
raciones intelectuales, y todas las cosas sen
El alma debe estar desposada, centrando sibles e inteligibles; y apresúrate a la unión
su fe y amor en el único bien, que es Dios, con aquél que está sobre toda sustancia y
presamente se dice de una cosa en otra. Ex-
sin andar vagando conocimiento”.
da con José, en hebreo
que debe
aumento,
estar desposa-
amplia- En esta abstracción se realiza la bienaven
turanza: “Dichosos los de corazón limpio”, de
54 PRIMERA PARTE

tas
adondequiera
interior,
todamentes
Dios” imagen
(Mty en
5,8);
virginales
la
extraña,
que
patria
aquí,
vaya,por
“porque
por
porque
“siguen
ellagoce
contemplación
son
ellos
aleterno.
vírgenes”
Cordero
verán
Es-a díos, para sacarlos de Egipto; descendió a
María por nuestra redención, para librarnos
del infierno.
Cuando quiso encarnarse el Señor, eli
gió solo a María entre todas las mujeres. Es
(Ap 14,4). De esa mente y alma, dice san to fue prefigurado por el vellón de Gedeón,
Bernardo:
que solo recibía el rocío del cielo, y toda la
trar“El
en que
sí mismo
aprendió
y a del Señoren
suspirar unasuvez a en- tierra alrededor quedaba seca; solo María se
intimi
llenaba del rocío divino; no se halló ningu
dad
siempre
horrible
por sula
y rostro,
presencia
penosonoexperimentar
de
sé siDios,
tendráy apor
buscarun na otra digna en el mundo. El llenarse de
más
por rocío el vellón, era señal de la liberación de
los hijos de Israel de sus enemigos. La con
tiempo
vo, después
el mismo
de haber
infierno,
gustado que
unasalir sua cepción de María era señal de nuestra re
vezdela nue-
dención. El vellón de Gedeón es la Virgen
vidad de esta amistad, a las atracciones o María. De este vellón Jesucristo se hizo una
más bien molestias de la carne y a la curiosi túnica. El vellón recibió el rocío sin lesión
dad
beneficio,
que cualquiera
insaciable
no hay que
denada
los
ha sentidos.
que
recibido
temauna
Yo
tantovez
oscomo
digo
este de la lana; María concibió a su hijo sin co
rrupción de la carne. Gedeón exprimió el
rocío y llenó con él una concha; María dio a
el
tener que salir de nuevo a las consolaciones, luz a su hijo que llenó mundo con el ro
mejor, desolaciones de la carne, y padecer de cío de su gracia.
nuevo los tumultos de los sentidos”. Esta concepción se hizo por anunciación
de Gabriel. Esto fue figurado en el siervo de
31. Nazaret tiene dos iglesias Abrahán, y en Rebeca, la hija de Batuel:
Abrahán envió un siervo para que proveye
En Nazaret, donde se hizo la anuncia ra a su hijo de una joven esposa; Rebeca dio
ción, hay dos iglesias. Una donde estaba la de beber al mensajero y por eso la eligió co
casa a donde vino el ángel a María e hizo la mo esposa para el hijo de su señor. Así el
anunciación. En ella está un altar de María, Padre celestial envió su ángel a buscar una
en el lugar donde oraba cuando la saludó el virgen para madre de su Hijo. Encontró a
do
estado
ángel;
hacer
eralaniño.
ylael
anunciación.
casa
altarende
queGabriel
elLaSeñor
otra,
donde
sedonde
crió,
estuvo
cuan-
habíaal María, que dio su consentimiento a su
anuncio. Rebeca no solo dio de beber al
mensajero, sino también a sus camellos.
María dio de beber a los ángeles y a los
hombres de la fuente de la vida.
32. Figuras de la concepción del Señor
La concepción del Señor fue prefigurada 33. La partida del ángel
en la
go y no
zarza
perdió su vigor.
ardiente. La zarzaMaría
sostuvo
concibió al
el fue- Gabriel, una vez cumplido su oficio de
Hijo en
habitó
bién
cendió el
y aen
nolalavientre
zarza
perdió
zarza
por
su
fecundo
ardiente,
lavirginidad.
liberación
de El
y habitó
María.
de los
Señor
tam-
Des-
ju- embajada, se inclinó reverente y se despidió
de la Señora. “Se retiró de ella el ángel” (Lc
1,38). Desapareció, lleno de gozo exultante,
pues llevaba a Dios respuesta afirmativa.
Había llegado el esposo; se apartó el padri
5. ANUNCIACIÓN DEL SALVADOR 55

no de bodas; dejando al esposo en la habita- para formar consigo una persona; “sino a la
ción santísima de la esposa, realizado el ma- descendencia de Abrahán” (Heb 2,16).
trimonio. Se retiró de ella el ángel, pero Hoy el Hijo recibió una nueva orden
quedó con ella el Rey de los ángeles, el Hi- del Padre, la de llevar a cabo nuestra salva
jo de Dios. Se apartó de ella en cuanto a la ción. Saliendo de lo alto del cielo, “se ale
aparición, pero quedaron con ella muchos gró, como gigante, para recorrer” (Sal 19,6)
por la reverencia, que mostraban a sí por la el camino de nuestra salvación, y se recluyó
dignidad de la mente, y a su Rey. Se apartó, en el seno virginal. Se hizo uno de nosotros,
cumplido su anuncio, y volvió a la patria; hermano nuestro, y comenzó con nosotros a
contando esto, hizo allí una fiesta nueva, un peregrinar. Descendió del cielo la luz verda
gozo y exultación muy grande. dera para hacer huir y apartar nuestras ti
nieblas. Preparó el pan vivo que da la vida
34. Fiesta de la Encarnación del Señor al mundo, en el seno virginal, que luego fue
cocido como en un horno en la cruz. Porque
Piensa qué gran fiesta es la de este día. hoy “la Palabra se hizo carne y habitó entre
Grita de júbilo en tu corazón; celebra días nosotros” (Jn 1,14). Por eso se llama Em
de alegría. Nunca hasta entonces había ha manuel, Dios-con-nosotros (Mt 11,22), es
bido tal solemnidad. decir, Dios y hombre.
Hoy es la fiesta de Dios Padre, que hizo Hoy se cumplieron los preámbulos de
las bodas de su Hijo desposándole con la las figuras, los documentos de las Escritu
naturaleza humana. Hoy el Hijo unió a es ras, los deseos de los profetas. La venida de
ta inseparablemente consigo. Hoy es la bo Cristo se llama también la plenitud del
da del Hijo de Dios en el seno. Después lo tiempo, porque clamaban con deseo inena
será fuera de él. Hoy es la fiesta del Espíritu rrable y esperaban con vehemencia este día.
Santo, por la obra que se le atribuye, y por Hoy es el principio y fundamento25 de
que hoy comenzó a mostrar benignidad sin- todas las fiestas y de todo nuestro bien. An
gular para con la humanidad. tes el Señor estaba indignado contra ellos
Hoy es la fiesta de nuestra gloriosa Se- por la trasgresión de los primeros padres.
ñora, que el Padre elevó a hija, el Hijo a Desde ahora, viendo al Hijo hecho hombre,
madre, el Espíritu Santo a esposa suya. no se enojará ya para siempre. Ya ves qué
Hoy es la fiesta de toda la corte celes- obra tan admirable, qué fiesta tan deliciosa
tial, porque empieza su restauración. y dignísima de toda veneración y devoción.
Hoy es, mucho más, la fiesta de la natu- Merece bien que la pases con júbilo, alegría
raleza humana, porque empieza su salva- y exultación.
ción, su redención y reconciliación. Hoy fue Medita estas cosas. Alégrate con ellas.
sublimada y deificada. El Hijo de Dios “no Quizá te muestre el Señor cosas mejores, si
tendió la mano a los ángeles”, no los asumió estás vigilante.

25 “Principio y fundamento” (EE, 23).


56 PRIMERA PARTE

Oración

Jesús, Hijo de Dios vivo. Como un río que brota de un lugar placentero y se inclina por
lo humilde de los valles, así tú, mirando a la humildad de tu esclava, descendiste desde el
seno del Padre, por voluntad del mismo y cooperando el Espíritu Santo, hasta el vientre de
la Virgen, donde, concebido inefablemente, asumiste la carne.
Jesús compasivo, por los méritos de la Virgen Madre, descienda tu gracia con avidez
sobre mí, tu criado muy indigno. Que por esa gracia te conciba dentro de mí por amor, y
llegue a producir frutos saludables de buenas obras. Amén.

6. VISITACIÓN DE MARÍA Y
NACIMIENTO DEL PRECURSOR
Lucas 1, 39-80

1. María marcha a visitar a Isabel26 (Lc 1,39); aquí no es nombre de tribu, sino
de reino, de Judea. Jerusalén era de la tribu
Pensando María en las palabras del án
de Benjamín. Parece que pasó por allí para
gel sobre su prima Isabel, quería ir a visi
ir al pueblo, donde se dice que habitó Zaca
tarla para felicitarla y servirla. Jesús, en su
rías y nació Juan, cuatro millas después de
seno, tenía prisa por santificar a Juan en el
Jerusalén, hacia el oeste, pero un poco al
vientre
lió del lugar
de sudonde
madre.estaba
“Maríay del
se levantó”,
descansosade
sur.
María, concebida la Palabra eterna,
la contemplación, “y marchó” hacia el sur
marchó a visitar a Isabel. Lo hizo, según san
“a la región montañosa”. Judea está en zona
Ambrosio, no porque dudara del oráculo
montañosa y elevada, al sur respecto de Ga
del ángel, sino alegre, deseando servir, y de
lilea, de donde había partido. La casa de Za
prisa por el gozo recibido.
carías estaba situada en la región montaño
sa de Judea; el camino entre piedras y
2. Por qué María saludó la primera
montes. Marchó “con prisa”, por no dete
nerse mucho en público, ni ponerse a con Mira, pues, cómo va la Reina del cielo y
versar con nadie, como convenía a una vir de la tierra, no a caballo, sino a pie, con al
gen. Vino a Jerusalén, “la ciudad de Judá” gunas compañeras de casa, por un camino

26 [EE 263] 1 DE LA VISITACIÓN DE NUESTRA SEÑORA A ELISABET DICE SANT LUCAS EN EL PRIMERO CAPÍULO,
v.39-56.
1º 2 Primero: como nuestra Señora visitase a Elisabet, Sant Joán Baptista, estando en el vientre de su ma
dre, sentió la visitación que hizo nuestra Señora: 3 (Y como oyese Elisabet la salutación de nuestra Señora, gozose el ni
ño en el vientre de ella, 4 y, llena del Spíritu Sancto, Elisabet exclama con una gran voz e dixo: Bendita seas tú entre las mu
geres, y bendito sea el fructo de tu vientre).
2º 5 Segundo: nuestra Señora canta el cántico diciendo: (Engrandece mi ánima al Señor).
3º 6 Tercio: (Maria estuvo con Elisabet quasi tres meses y después de tornó a su casa).
6. VISITACIÓN DE MARÍA Y NACIMIENTO DEL PRECURSOR 57

tan largo y áspero como aquél. De Nazaret to la impida; que el mal, en cambio, por
a Jerusalén hay 34 miliares27 y desde allí al mucho que urja, se debe diferir siempre,
pueblo de Zacarías unos cuatro. por si algo imprevisto lo impide.
Con ella van el pudor, la humildad, la María fue a la ciudad de Judea, es decir,
pobreza, la honestidad de todas las virtudes. el que confiesa; entremos nosotros a la ciu
Está con ella también el Señor de las virtu- dad de la confesión divina; a la iglesia, a
des. Lleva una comitiva grande y honora- alabar y servir allí, a la ciudad contemplati
ble, pero no la vana y pomposa de este va de la Jerusalén del cielo, a confesar el
mundo. No sentía carga por la concepción nombre del Señor. Entró en casa de Zacarías,
del hijo; Jesús no fue carga para su Madre. que se acuerda de Dios; entremos nosotros
¡Quién hubiera encontrado a María en en ella, recordando los mandamientos del
aquel camino y hubiera recibido de ella una Señor para cumplirlos. En fin, saludó a Isa
respuesta! bel, que en hebreo es hartura de mi Dios;
“Entró en casa de Zacarías” y de su prima saludemos también nosotros a Isabel, po
Isabel. Visita una casa religiosa y manifiesta niendo en Dios la hartura de nuestro deseo,
muestras de humildad y mansedumbre. “Sa- pues solo Él lo llenará de bienes. Y comuni
ludó a Isabel” (Lc 1,40), felicitándola por el quemos al prójimo la gracia recibida, como
don que había recibido. La Virgen dice el sa- María lo hizo a Isabel y a Juan.
ludo la primera porque es más humilde; y
por piedad, como superior. Hay regiones 4. Juan, lleno de Espíritu Santo, saltó
donde los inferiores saludan los primeros a de gozo
los superiores, mostrando reverencia; hay
Tan pronto como la Virgen saludó a Isa
otras donde el saludo lo dan los superiores,
bel, se llenó Juan del Espíritu Santo en el
en señal de que toda bendición desciende de
vientre, como lo había prometido el ángel.
arriba.
“En cuanto oyó Isabel el saludo de María,
saltó la criatura en su vientre” (Lc, 1,41).
3. Podemos imitarla en seis cosas
Sintiendo en el vientre de su madre la pre
Lo que se dice de María, debemos ha- sencia del Señor, saltó de gozo rebosando de
cerlo también nosotros. Como ella marchó a alegría. Moviéndose saludó al que no podía
la montaña, subamos también nosotros a la saludar con la lengua y con la voz. Se movía
montaña de una vida más elevada, apete- en el vientre, como impaciente por alzarse a
ciendo lo celestial, acercándonos a ello. Ella la presencia de su Señor, como si quisiera
se dio prisa, démonos prisa también noso- salir a su encuentro.
tros con buenas obras, haciendo sin descan- Entonces, por primera vez, Jesús hizo
so cuanto podemos. Como dice san Juan profeta a su Precursor; Juan, saltando en el
Crisóstomo, nada puede echar a pique nues- vientre, comenzó a ejercer su oficio, como si
tras vidas, como diferir siempre la realiza- clamara ya en el vientre de su madre: “Este
ción de las buenas obras; con frecuencia es- es el Cordero de Dios, el que quita los peca
to nos hace caer de todo lo bueno”. Por eso dos del mundo” (Jn 1,29).
dijo alguno que nunca se debe diferir una “Cristo quiso que María saludara a Isa
obra buena, no sea que cualquier imprevis- bel, dice san Juan Crisóstomo, para que su

27 Milliarium, Miliar, piedra miliar. Milla, extensión variable. De Nazaret a Belén, hay 140 kms.
58 PRIMERA PARTE

palabra, naciendo del vientre de la madre, mor, tanto que se oye desde el cielo. “¿Por
donde
ungirle
del
voz,
oídos
mismo de
saludo
sino
habitaba
Crisóstomo:
allí
con
Isabel,
llegó,
como el
el movimiento.
eldescendiera
profeta”.
Señor,
niño
“Di,profetizó,
infante,
yEn
pasando
Por
cuanto
a Juan,
eso
di,
nopor
dicema
elcon
lapara
voz
los
la
el qué”, le dice el Señor a Moisés que estaba
callado, “clamas a mí?” (Ex 14,15). Pero él
no clamaba al Señor con clamor de la boca,
sino con el deseo del corazón. Por eso dice
san Agustín: “Clamor al Señor es la inten
ción del corazón y la fragancia del amor; se
mado
yor decon
todos
razón
losmás
profetas,
que profeta,
tú que¿de
serás
dónde
lla- pide lo que se desea”.

te viene este dar saltos? No has nacido aún, 5. “Bendita tú y bendito el fruto”...
y ya profetizas. Reconoces la llegada del Se Dijo Isabel: “¡Bendita tú entre las muje
ñor. Y como no puedes saludarle con la voz, res”, es decir, ninguna tuvo una gracia tan
dando saltos haces lo que puedes. ¡Con qué grande, como tú; eres bendita y te colmarán
alegría irías a su encuentro, si le vieras naci de bendición; “y bendito el fruto de tu vien
do, pues conocida su llegada, procuras go tre!” (Lc 1,42), por quien viene a los demás
zoso ir a su encuentro!”. la bendición. En cuanto hombre, es bendito
“Isabel se llenó del Espíritu Santo” (Lc con la bendición de la gracia, lleno como es
1,41), a través de su hijo, y por los méritos tá de todos los demás carismas. Es bendito
del hijo. No se llenó primero la madre y también con la bendición de la gloria, en
luego el hijo, sino que el hijo, lleno, llena cuanto Dios, desde siempre y por siempre.
también a la madre. De la plenitud de la No es bendito él, porque tú seas bendita; tú
gracia de Cristo en María, por el saludo de eres bendita, por que él te previno en bendi
la Virgen
sobre
madre. se La
Juan. derramó
Exultante,
gracia gracia
llena todadede
rebosó santificación
luego
alegría,
sobreen-
la ciones de dulzura. Bendito el árbol y bendito
el fruto. Bendita la vara de la raíz de Jesé;
bendita la flor que sube de esta raíz. Bendi
cendida
tiernamente
voz. El hijo
delque,
aEspíritu
la oculto
VirgenSanto,
eny el
clamó
vientre,
abrazó
con ense
muy
gran ta tal madre, bendito tal hijo.
El ángel bendijo primero a María, por
que ella reparó la Iglesia triunfante. Ahora
ña aniño,
del la madre
que no
lo podía
que debe
clamar
hacer;
ni hablar
el espíritu
con la bendice Isabel, porque resucitó en cierto
modo a la Iglesias militante. “La bendicen
voz propia,
mó con granhizo
voz”
clamar
(Lc 1,42);
a la madre.
en señal
“Y cla-
de igual Isabel y el ángel, dice san Beda, para
que aparezca venerable a los ángeles y a los
afecto
dones
que

vida
alera
dentro
saludo
de
grande;
laDios;
voz
con
dede
porque
gran
lalaVirgen,
Palabra.
fuerza,
tenía
conoció
sino
en
Isabel,
no su
solo
los
que
vientre
grandes
conmo-
contes-
clamó
al hombres”.
Son varios los frutos de esta Virgen. El
de su seno, su Hijo, “por quien hemos par
ticipado del fruto de la vida”; el de su men
te, es decir, la compasión que tiene de los
con voz, más devota aún que clamorosa. afligidos y pecadores; el de su boca, la ora
Que
nido
suenano
refiere esel ael
exterior.
en
más oído
laclamor
La
devoción
de
devoción
Dios.
sino es amor
interior,
Esta
el un
grandeza
que
gran
loalcla
que
so-
se ción; el de sus obras, la protección; el de su
nombre, la devoción que su nombre hace
llegar hasta los criminales, invocado siem
pre por todos.
6. VISITACIÓN DE MARÍA Y NACIMIENTO DEL PRECURSOR 59

6. María viene de diversos modos 7. Isabel conoce secretos por profecía


“Pero ¿de dónde a mí que venga a mí la Lo que había conocido Isabel por secre
madre de mi Señor?” (Lc 1,43). ¿Por qué ta inspiración, lo evangelizaba a los presen
santidad, por qué hechos o méritos, la ma- tes con estas palabras: “¡Feliz tú! que has
dre de mi Señor, Virgen fecunda y bendita, creído”, al ángel, cuando concebiste asin
ha venido humilde y reverente, a mí su es tiendo a la fe; “porque se cumplirá”, más
algunaNi
clava? mesantidad,
concedió ni
serreligión,
digna denitanto
nobleza
ho ampliamente en el futuro, “lo que se te ha
dicho de parte del Señor”28, por medio del
nor y felicidad; sola la gracia de Dios. Debí ángel que te lo anunciaba, y por el Espíritu
yo más bien ir a ti; tu humildad y la de tu Santo que ilustraba tu mente y te enseñaba.
Indica abiertamente que había conocido
Hijo te hizo venir a mí.
por el Espíritu las palabras del ángel, dichas
La Madre del Señor viene a los pecado
a María. Feliz, dice la que has creído; felices
res por la compasión, como “mar amargo”,
también los que oyen y creen.
dándoles la amargura de la contrición: a los
Considera qué gran poder tiene el saludo
oprimidos librándolos, como Señora; a los
de la Virgen Maria; da el gozo, la revelación
tristes, alegrándolos, como “estrella”. Así de los secretos divinos, el don de profecía.
dice san Agustín: “Santa María, socorre a Hay que saludarla siempre, por la ganancia
los míseros. Ayuda a los pusilánimes, con de la respuesta que debemos esperar.
forta a los que lloran”.
Eres de verdad bendita, y bendito el 8. El cántico de María
fruto de tu vientre. Me admiro de la humil
dad de tu visita. “En cuanto el sonido de tu Ante Isabel, que la llamaba madre de su
Señor, y alababa su fuerte fe, María no pudo
saludo llegó a mis oídos, la criatura saltó de
callar más los dones recibidos. Por pudor
gozo en mi vientre” (Lc 1,44), confesando
virginal y por humildad, había cubierto de
con el gozo lo que no pudo con la voz.
silencio el oráculo; en el tiempo oportuno
Isabel conoció el milagro, que la Pala
lo manifestó. Saltando de gozo, prorrumpió
bra se hizo carne. Compendió que María en un cántico de alegría, que inventó por
era la madre del Señor, que estaba llena de gracia del Señor: “Y María dijo: Engrande
Dios. Entendió por el Espíritu Santo, qué ce mi alma al Señor”, etc., hasta completar
señalaban los saltos de gozo del niño. Ha este cántico de alegría.
iba
bía venido
a ser precursor. de aquél,
la madre Antes se avergonzaba
de quien él Los hebreos tenían costumbre de com
poner cánticos al Señor en las grandes oca
de su oficio de madre, desconociendo el siones, cuando Dios hacía maravillas con
misterio de la religión; ahora lo bendice. Se ellos. Más que todos, esta Virgen sí que
ocultaba antes, por haber concebido un hi- puede engrandecer al Señor. La Virgen, co
jo; ahora se gloría por haber engendrado un mo humilde, no reveló enseguida el miste
profeta. rio tan grande que le había sido manifesta

28 BJ: “Feliz la que ha creído que se cumplirían las cosas que le fueron dichas de parte del Señor”. BP: “¡Di

chosa tú que creíste! Porque se cumplirá lo que el Señor te anunció”. BCB: “¡dichosa tú que has creído! Porque
lo que te ha dicho el Señor se cumplirá”. NT.MI: “Así que ¡feliz tú!, que creíste que se cumplirán las promesas
que se te han dicho de parte del Señor”.
60 PRIMERA PARTE

engrandeces
dole
lo
que
Isabel.
misterio
do;revela,
lo
elgrande en
escondió,
Señor
Cuando
por
y engrandece
por
quería
el sus
conoció
Espíritu
hasta
losobras. Oh
revelarlo,
bienes
que
alque
Señor,
Santo,
fue
que
Isabel
Isabel,
ella
revelado
proclamán-
yves
entendió
también
sabía
en
tú mí;
por
me
el lo al maestro, o la obra al artífice. Dios es
engrandecido en nosotros, cuando nuestra
alma, hecha a imagen de Dios, se configura
por la santidad con Cristo, que es la imagen
del Padre; cuando la imagen de Dios, que
hay en ella, crece por las virtudes; cuando
vivimos según los preceptos divinos y bri
pero
Dios
sas;
le predica
no
mi
Padre,
solo
alma
enle
deeste
lo
alaba
quien
atribuye
cántico
con
proceden
latodo
del
lengua,
“Magníficat”.
al
todas
Creador,
sino
lasque
co-a llamos con buenas obras. Por eso dice el
apóstol: “Glorificad y llevad a Dios en vues
tro cuerpo” (1Cor 6,20). De tres formas,
pues, se engrandece a Dios en sus benefi
9. Exultación del espíritu de María cios: atribuyendo los mismos beneficios a
Dios; dando gracias a Dios por ellos; ejerci
tándonos en ellos.
“Se estremece de gozo mi espíritu por
Dios mi Salvador” (Lc 6,47); en el Hijo por
10. Siete veces, palabras de María
quien existen todas las cosas, por quien se
Salvador,
desbordan
es
te
concedió.
rehace
zo Salvador
para
que la
ella,
todas
la
salvación
depara
Virgen
por
gozo
laslos
todos, loelmás
criaturas,
por
para
tiene
dones
sus fue
singulares
hijos.
mundo.
pues
causas
especialmen-
Aunque
losEn
padres
de
queeste
go-
él
le María se alargó en este cántico en la ala
banza de Dios. En los demás sitios habló
muy pocas palabras.
El Evangelio refiere las palabras que di
jo: dos veces con el ángel; “¿cómo será es
to?” y “he aquí la esclava del Señor”; dos ve
emplea
gracias
ficios
ra,
do según
condeyun
todas
Dios
en
san
don
laAmbrosio,
para
alabanza,
sus
tancon
fuerzas
grande,
ella.
por
Dios
en
Es me
todos
que
como
la acción
nolos
hasipuedo
eleva-
bene-
dije-
de ces con Isabel; cuando saludó a Isabel y
misma en
inferiores,
fuerzas
nalidad
vivimos;
tendemos.
píritu Elsustancia
El espíritu
es elesespíritu
superiores,
opor
la
excelencia
la
en dulzuraelque
relación
alma alma;
comprende
del
de
con
la
del
discernimos
la
alma.
arrebatan
aelalma el El
contemplación.
veces,
cuerpo.
Por
las
según
lasobre
fuerzas
racio-
yalma
en-
es-
las
sí cuando dijo “Engrandece mi espíritu al Se
ñor”; dos veces con su Hijo: en el templo,
“Hijo, ¿por qué lo has hecho así con no
sotros?” y en las bodas, “no tienen vivo”; y
una vez con los que servían: “Haced lo que
él os diga”.
Habló siempre con pocas palabras, ex
ceptuando el cántico donde habla con su
María entregada a Dios en ama y espíritu, Hijo. Estas siete palabras, símbolo de los
siete dones, las habló en cuatro ocasiones,
cada vez con utilidad evidente. Habló cua
tro veces y se realizaron cuatro milagros. En
la anunciación del ángel, concibió a Dios.
En la visita a Isabel, dio saltos de gozo el
explicarlo
del
siento,
ofrezco
ánimo
loenempleo
con
acción
interior;
oficio
en
decumplir
de
gracias
cuanto
la lengua,
todo
sus
vivo,el
preceptos.
sino
cuanto
afecto
que niño en el vientre. En las bodas, Jesús con
virtió el agua en vino. En el templo, Jesús
volvió y les estaba sujeto.
La Virgen habla solo con cuatro perso
ya bondad
También
alaba al Señor,alcomo
engrandece Señorelaquél,
discípu-
cu- nas; con el ángel, con Isabel, con el Hijo, y
con los que servían. En lo que se ve una
6. VISITACIÓN DE MARÍA Y NACIMIENTO DEL PRECURSOR 61

prueba de que una jovencita, y más una re- mildad se gloría María en especial en su
ligiosa, muy raramente debe hablar, si no es cántico. Llena de todas las virtudes, habla
con el ángel, es decir, con un sacerdote an- solo de la humildad: “porque ha vuelto los
gélico, porque ángel del Señor de los ejérci- ojos a la humildad de su esclava” (Lc 1,48).
tos es el sacerdote, y esto en confesión; o Humíllate, tú también; siente como María
con santa Isabel, es decir, con una mujer y todo el bien que tienes, atribúyelo con
santa y de edad, esto en rara consolación; o ella a Dios, no a ti.
con el Hijo de Dios, esto en la oración o lec
ción; o con los empleados honestos, al pedir 12. El tiempo que quedó María con
lo necesario. Isabel
“María se quedó con ella unos tres me
11. El gozo de Isabel y de María ses” (Lc 1,56), sirviéndola con devoción en
Considera cómo se alegran ambas ma todo lo que pedía, como olvidada de ser ma
dres. Alaban a Dios por la doble concepción dre de Dios y reina de todo el mundo, para
y dando gracias, celebran días de alegría. ¡Fe- cumplir en todo la medida de la humildad.
liz casa, donde habitan María e Isabel, con En María, la contemplación no abando
Señora
Jesús y aJuan!
la montaña y contemplar
¡Si pudieras estacon
tú ascender obra
tu nó la acción, ni la acción disminuyó la con
templación. Por eso se lee en la Asunción
de salvación! Cantarías con la Virgen su cán de la Virgen el Evangelio escrito sobre el
tico “Engrandece mi espíritu al Señor”29; y servicio de Marta y la contemplación de
adorarías con el profeta niño la concepción María. La Virgen fue activa, como se ve en
virginal, dando saltos y gritos de júbilo. este texto, y contemplativa, ya que “conser
“Sube ya con tu Señora a la montaña, vaba todas estas palabras, confiriéndolas en
escribe a su hermana san Anselmo. Mira el su corazón”. (Lc 2,19).
abrazo de la estéril y de la Virgen; la com María se quedó con Isabel unos tres me
placencia del saludo de las dos. El sierveci ses hasta que cumplido el tiempo de dar a
llo conoció a su Señor, el pregonero al Juez, luz Isabel, vio el nacimiento del Precursor.
la voz a la Palabra, el que estaba encerrado Se quedó para ayudarles a él y a la madre; y
en las entrañas de la anciana al que estaba para que en todo este tiempo creciera el
dentro del vientre de la Virgen. Y con gozo provecho de Isabel y de Juan. Porque si na
indecible lo profetizó. ¡Dichoso vientre: en da más llegar María y el mismo Señor, se
llenaron de Espíritu Santo, mucho más al
él nace la salvación del mundo y se profeti
quedarse tanto con ellos.
za la alegría eterna!”
Imita la humildad. María viene a Isabel.
13. Nacimiento de san Juan Bautista
Cristo a Juan. La Señora a la esclava, el Se
ñor al criado. María sirve a Isabel. ¿Qué es “A Isabel le llegó el tiempo de dar a luz,
esto, sino un ejemplo de humildad? De hu- y tuvo un hijo” (Lc1, 57). Al niño nacido y

29 “La santísima Virgen es


la fuente inagotable de la memoria y de la interpretación para toda la Iglesia. Ella
conoce hasta lo más profundo todos los acontecimientos y fiestas que nosotros celebramos a lo largo del año litúr
gico. Este es también el sentido del rosario: los misterios de Cristo deben contemplarse y venerarse con los ojos
y el corazón de María” (HANS URS VON BALTHASAR, “En la solemnidad de la Madre de Dios, 1 de enero”, Luz de
la Palabra, Encuentro, Madrid, 1994, p. 27).
62 PRIMERA PARTE

vecinos”,
servir
mildes
a su madre,
que
obsequios,
ser
la servida.
Virgen
y ensanta
casa
“Cuando
ajena
les mostró
oyeron
quiso más
hu-
los cimiento algunos encienden hogueras, por
que él es de quien dijo el Señor: “Es la an
torcha que ardía y brillaba” (Jn 5,35).
los que habitaban cerca, y los pa
gran
rientesmisericordia
de Isabel, “que
conelella”,
Señorquitándole
había tenido
la 15. Circuncisión del Precursor
“Al octavo día vinieron a circuncidar al
esterilidad, y dándole tal hijo, “compartían
niño”, como mandaba la ley. En la circunci
su alegría” (Lc 1,58), según lo dicho por el
sión se imponía el nombre al niño, como
ángel: “muchos se alegrarán por su naci
ahora en el bautismo; por eso se añade: y
miento” (Lc 1,14). El gozo era señal de la
querían llamarle con el nombre de su padre,
santidad que tendría; ejemplo también con
Zacarías” (Lc 1,59). Era costumbre de los
tra los envidiosos que se alegran del mal y
antiguos poner el nombre de los padres al
se entristecen por el bien.
primogénito, sobre todo si era hijo único.
Se imponía en la circuncisión, porque nadie
14. Por qué la Iglesia celebra esta fiesta
merece que su nombre se escriba en el libro
Navidad;
de
entró
lemne,
Iglesia
gelista
los
Advierte
en
ángeles.
fijó
emigró
noelporque
se
que en
palacio
que
pudo
de
se
Como
ese
celebrara
lahoy
celeste,
este
cárcel
día
por
celebrar
fue
día
un
de
en
entre
dedicada
san
este
oficio
latal
Juan
semana
la
mundo
fiesta,
tan
alegría
Evan-
la ba
so-
de
lay de la vida, si no desecha las cosas terrenas.
“Pero su madre tomó la palabra y dijo:
“No”, no debe llamarse Zacarías, “se llamará
Juan” (Lc 1,60). Preguntando al padre por
señas qué nombre se debía poner, no solo es
taba mudo, sino también sordo, por tanto,
pidió él con gestos “una tablilla y escribió:
de
solemnidad
sílica,
Asiaofue
porque
nombrado
del Bautista
el patriarca
esequedó
día;deen
enlas
cambio,
suIglesias
día, ya
la Juan es su nombre” (Lc 1,63). No dice será,
sino es. No lo impongo yo; ya le ha sido im
puesto un nombre, por Dios y por el ángel.
que este día fue sellado por el ángel con el
gozo del nacimiento del Precursor. 16. Por qué le ponen por nombre Juan
Por tanto, queridísimos, a estos sumos
Juan, en él la gracia, fue su nombre pro
amigos de Dios, igualados y brillantes entre
pio, porque tuvo plenitud de gracia; por el
los coros de los ángeles, honrémosles hoy
tiempo desde antes de nacer, por la excelen
con devotas alabanzas, y enviemos oraciones
cia de la gracia que predicó: el perdón de las
ante el trono de la gracia, para que consiga
culpas y el don de la gracia. “Se maravilla
mos misericordia en el tiempo oportuno.
ron”, ante la concordancia del padre y la
Pero ¿por qué celebramos el nacimiento
madre sobre el nombre que había que im
de Juan, más que el de ningún santo? Según
poner al niño.
san Agustín, porque la fe de los otros se ad
hirió al Señor después de nacer, en cambio,
17. Maravillas sucedidas entonces
el nacimiento de Juan profetizó al Señor.
cia
ció
porque,
Juan,
del
También
al porque
comienzo
Nuevo
santofue
se
antes
Testamento.
del
celebra
gracia
detiempo
nacer,
deelDios;
El
nacimiento
de
predicó
día
laporque
de
gracia;
la
sugra-
na-
dey “Al instante se abrió la boca” de Zaca
rías, y se soltó su “lengua”. La había atado
la falta de fe, y la soltó la fe; como por la
duda mereció ser atada, por la confesión de
fe escrita, mereció ser desatada. Era símbo
6. VISITACIÓN DE MARÍA Y NACIMIENTO DEL PRECURSOR 63

cia
lo también
del Nuevo
de que
Testamento.
se había desatado la gra- consciente de antiguos vicios, deje de espe
rar los premios divinos. Dios sabe mudar la
neficios
“Y habló
recibidos,
bendiciendo
y segúna Dios”,
aquello:
por
“Bende
los be- sentencia, si tú sabes enmendar la maldad”.

ce
cid,también
sacerdotes del Señor al Señor”. Se nos di- 19. El regreso de María
que “el temor sobrecogió a todos
Despidiéndose de Isabel y Zacarías, “Ma
sus vecinos”. Temor de admiración, por las
ría regresó a su casa” (Lc 1,56), adonde habi
cosas que habían sucedido en la casa de Juan:
taba, en Nazaret, después de tener lugar el
una anciana estéril dio a luz, singular imposi
nacimiento del Precursor, como es opinión
ción del nombre, milagrosa restitución del
habla. Temor del castigo, al ver a un hombre común. Cumplido el servicio, cuando su pri
tan religioso, castigado por haber dudado; te ma dio a luz, volvió a su casa, porque no está
mían todos por sí, diciendo que es una im bien demorarse sin necesidad en casa ajena.
prudencia ofender a Dios. “Estos sucesos se Es grato contemplar qué lágrimas derra
comentaban en toda la zona montañosa de maron Zacarías e Isabel, cuando se apartó de
Judea; y cuantos lo oyeron reflexionaron en ellos María, gozo del mundo y estrella del
su corazón, “diciendo”: este niño “¿qué va a mar. También Juan, que a su llegada dio sal
ser?”, es decir, será muy grande y admirable; tos de gozo, sintió no poco en la despedida.
nada extraño, “pues la mano del Señor estaba En la vuelta de María, procura recordar
con él” (Lc 1,64-66). El poder de Dios estaba su pobreza. Volvió a la casa donde no iba a
con Juan, en todos los milagros hechos en encontrar ni las cosas necesarias. Había es
torno suyo. De ellos se concluía con razón la tado unos tres meses en casa de ellos, quizá
futura grandeza del niño ante Dios. con abundancia; ahora volvía a su pobreza,
“Zacarías, lleno de Espíritu Santo, pro a procurarse la comida trabando con sus
fetizó, hizo al Señor un cántico de alabanza, manos. Compadécete con ella, y enciéndete
“diciendo:
rael!”, y cuanto
¡Bendito
sigue el
(LcSeñor,
1,67-79).
Dios de Is- en amor de la pobreza.

20. Infancia de Juan el Precursor


18. Dios
Vuelve a Zacarías
es grande el habla y profetiza
en liberalidad, si esta- “El niño”, Juan, “crecía y se fortalecía en
el espíritu, en aumento de gracia, y virtud.
mos prontos a recibir sus dones. Cuando “Y estaba en el desierto”, en lugares aptos
Zacarías dudó, se le quitó el habla. Al creer, para la oración y contemplación, desde los
se le restituyó, con el don de profecía. siete años, “hasta el día de su manifestación
gracia”
cuencia
“Donde más
(Rom
abundó
de5,20).
loelque El
pecado,
quita.
Señor
sobreabundó
A los
da con fre-
la a Israel” (Lc 1,80), cuando Dios quiso mos
trarle al pueblo de Israel. Entonces vino al
que sanó otro lado del Jordán, “predicando el bautis
en el cuerpo, también los sanó en el alma. mo de conversión” (Mc 1,4); era “el año dé
brosio; es qué
“Mira fácilbueno
en perdonar
es Dios,lasdice
ofensas.
san Am-
No cimoquinto del mandato de Tiberio como
emperador” (Lc 3,1). Entonces salió de los
le
profetiza.
negaba,
perado.
solo ElEs
confiesa.
restituyelalomayor
que un Nadie
gracia
quitado,
poco desconfíe;
de Dios:
concede
antes el
nadie
que
eralomudo,
no es- desiertos a enseñar en los pueblos. Conside
ra en lo dicho la grandeza de Juan, y en
otros muchos dones excepcionales que se ha
llan de él.
64 PRIMERA PARTE

Oración

San Juan Bautista, lleno de Dios antes de nacer, conocedor de Dios, antes de ser cono
cido en el mundo. A ti, a quien la gracia hizo tan amigo de Dios, huyo con ansia, pues la
maldad me hizo reo ante Dios. Acuérdate de mí, señor san Juan. La gracia de Dios te ele
vó; que tu compasión alce a aquel a quien humilló su culpa. Mi maldad me hizo el que soy;
a ti te hizo el que eres la gracia de Dios contigo.
Alcánzame, te lo ruego, que como tú saltaste de alegría al llegar a ti nuestro Salvador,
yo merezca también alegrarme cuando él vuelva con los santos en la gloria. Amén.

7. GENEALOGÍA DEL SALVADOR


Mateo 1, 1-17; Lucas 3,25-38

1. “Libro de la generación de Cristo” Puso antes a David que a Abrahán,


siendo al revés cronológicamente, porque la
Descrito el nacimiento del Precursor, se
dignidad del reino es mayor que la priori
sigue la genealogía del Salvador, antes de
dad temporal, y porque David fue pecador.
hablar de su nacimiento. De ella dice san
El pecador se antepone al justo, porque
Mateo: “Libro de la generación de Jesús, el
Cristo, hijo de David, hijo de Abrahán” Cristo nació por sola misericordia. También
(Mt 11,1)30. porque a David se le había hecho la prome
El libro de san Mateo se llamó “libro de sa con mayor evidencia. Y para no turbar el
la generación” temporal, de “Jesús, Cristo”, orden de la genealogía; pues el fin de una
es decir, Salvador, Ungido, “hijo de David, cláusula es el principio de la siguiente; por
hijo de Abrahán”. Se llama “de la genera eso para comenzar la genealogía, vuelve así:
ción”, porque lo escribió en hebreo; es cos “Abrahán engendró a Isaac”, etc., descen
tumbre hebrea llamar a los libros por aque diendo hasta José.
llo que tratan al principio. Se titula su libro Estas generaciones se cuentan por
Genealogía, porque comienza por ella. aquella en que María engendró a Jesús,
Adelanta lo primero a David y Abrahán. “que es llamado el Cristo”, de la que ha
Cristo se llama en especial hijo suyo, porque blaremos. Por eso dice en singular libro
uno fue el principal entre los patriarcas, y el de la generación; porque aunque se enu
otro entre los reyes. Solo a estos dos se les meren muchas, se busca la de Jesucristo.
hizo en el Antiguo Testamento promesa ex Jesús se llama por su naturaleza divina;
presa de que Cristo nacería de ellos. Además Cristo, por su naturaleza humana. Jesús es
la dignidad sacerdotal, que procedía de su nombre propio; Cristo, ungido, es co
Abrahán, y la regia, de David, aparecen así mún; Jesús es nombre de la gloria; Cristo,
en Cristo por derecho de origen. de la gracia.

30 NT.MI: “Documento”, por libro; son titulares, parece, del siglo II; por tanto posterior al texto (NT.MI,
p. 173).
7. GENEALOGÍA DEL SALVADOR 65

2. Mateo desciende, Lucas asciende 3. Se dice hijo de Abrahán, hijo de David


San Mateo tejió la generación de Cristo Comenzando san Mateo por Abrahán y
descendiendo, porque trata de la humani- llegando por la línea de Judá a David, pri
dad con que Cristo descendió a nosotros; mer rey de Judea, tejió por su orden toda la
muestra cómo Dios asumió nuestra debili- genealogía de los que se iban sucediendo
dad. Empieza desde Abrahán, porque Dios hasta san José. Nuestro Salvador descendía
vino al mundo asumiendo la carne que des- según la carne del linaje de Abrahán, el
cendía de los patriarcas y llegó hasta José, el principal entre los profetas, y de David, el
esposo de María, de la cual, sola, Virgen, principal entre los reyes; en fin, de la tribu
nació Jesús materialmente, ya que esencial- de Judá, la principal entre las otras tribus.
mente desciende del Padre. Porque Cristo había sido prometido a
Por el contrario, Lucas la describe as Abrahán y David, y había sido profetizado
cendiendo, porque enseña que los hijos de que nacería de la tribu de Judá.
la gracia ascienden al reino por Cristo; des
cribe cómo vuelve la naturaleza humana a 4. Genealogía de Cristo (tres de catorce)
Dios. Comienza por eso en el Bautismo, La generación de Cristo se enumera en
donde son hechos hijos de Dios por la gra tres grupos de catorce31 generaciones, de las
quieren
cia, yespiritual
ción avanza
ser hijos
hasta
comprende
deAdán;
Dios en
porque
aCristo.
todos
la genera-
los que cuales unas fueron antes de la ley, otra en el
tiempo de la ley y la última, la generación
de Cristo, en el tiempo de la gracia. Que
“El proceso que sigue san Mateo en el comenzó con su concepción. Esto indica
orden
san de lalosucesión
Lucas comprende endice
regia, san Hilario,
el origen sacer- que algunos se salvaron por la fe en Cristo
en estos tres tiempos.
dotal. Los dos al enumerarlo, señalan con Según san Juan Crisóstomo, al cumplir
tres cosas la relación de ambos oficios en el se por tres veces el grupo de catorce genera
Señor; cada una por su lado, en el origen ciones, se cambió el estado de los hombres
carnal de ambos linajes, probaron la gloria entre los judíos. Porque desde Abrahán has
del Señor nuestro Jesucristo, que es rey y ta David estuvieron bajo los jueces; de Da
sacerdote eterno”. vid hasta la deportación, bajo los reyes; des
“Entonces, dice san Agustín, solo se de la deportación hasta Cristo, bajo los
ungía al rey y sacerdote; en ellos se prefi- pontífices. Esto enseña que, como al com
guraba al único rey y sacerdote, al único pletarse los tres grupos de catorce genera
Ungido por ambos oficios, al que nos rige ciones, se cambió el estado de los hombres,
e interpela por nosotros, el que nos hace así el estado de los hombres fue cambiado
miembros suyos, para que en él seamos por Cristo, de modo que él es juez, rey y
Cristo”. pontífice.

31 “Al agrupar a los antepasados de Jesús en tres bloques de catorce generaciones”, según “los tres períodos

básicos de la historia de Israel (patriarcas, monarquía, postexilio), Mt reajusta los datos, pero descuida la exacti
tud”, por ejemplo, en el último grupo hay trece generaciones. En Lucas, 3,23-38, “la genealogía, construida pa
ra nuestro gusto, un tanto artificiosamente…en línea ascendente, pudo nacer en círculos cercanos a María”; en las
dos, genealogía es el árbol genealógico de Jesús, por la línea de José. Jesús es el Hijo de Dios por derecho propio
y, a la vez, es el descendiente más cualificado de Adán, es el nuevo Adán” (NT.MI, p. 43; y p. 277).
66 PRIMERA PARTE

Por otra parte, en Cristo se consuma la sión. Dos cosas preceden: la fe en la bondad
obediencia al Decálogo, y la verdad del divina, significada por Abrahán; y la espe
Evangelio, en la fe de la Trinidad, en la cual ranza del perdón, por Isaac. La constituyen
nos dio el poder ser hijos de Dios. Cristo tres cosas: la contrición en la que hay lucha,
que es el “Sol de santidad”, amanece en no- contra el pecado que antes se amó, por Ja
sotros por la iluminación espiritual. cob; la confesión, por Judas; la satisfacción,
Los tres grupos de catorce hacen cua- por sus hermanos. La conservan tres cosas:
renta y dos generaciones, por las que se lle- el temor a la ofensa, significado por Fares,
ga a Cristo, que nos ha sido prometido co- división; el amor de la gloria, por Zares,
mo premio; como los hijos de Israel, por oriente; y el horror del infierno, por Esron,
cuarenta y dos etapas, llegaron a la tierra saeta.
prometida. La segunda generación de Cristo en el
alma, en el progreso de conversión espiri
5. Se señalan así tres tiempos tual, contiene otras cuatro generaciones.
La lección del bien separándolo del mal,
Por estos tres grupos se indican tres significada por Arán, elegido. La voluntad
tiempos: antes de la ley, bajo la ley, y en el perfecta en hacer el bien, por Aminadab,
tiempo de la gracia32. espontáneo. La prudencia que distingue lo
El primer grupo de catorce va desde que ayuda de lo nocivo, por Naason, ser
Abrahán a David, inclusive; el segundo, de pentino. El sentir gozo, por Salmon, sen
cero,
Daviddea la
la deportación deBabilonia;
deportaciónde Babiloniaelhasta
ter- sible.

cas, el segundo
Cristo. El primero
a los reyes, el atercero
comprende los patriar-
a los 7. En el que progresa
El segundo grupo de catorce genera
jefes militares. El primero lo encabezan los
que nacieron antes de entrar en Egipto, co ciones significa la generación espiritual de
mo Judas, etc.; luego, los nacidos en Egip Cristo en el alma que progresa. Por cuatro
to, como Fares, etc.; y en tercer lugar los grados: en la voluntad del bien, en la hui
da del mal, en el cumplimiento de los
nacidos después de salir de Egipto, como
Naason, etc. El primer grupo de catorce se mandamientos, y en el cumplimiento de
ñala la generación de Cristo por la gracia en los consejos.
el alma penitente; el segundo, en el alma Al primer grado pertenecen tres cosas:
que progresa; el tercero, en el alma perfecta. la quietud del corazón para consigo mismo,
significada por Salomón, pacífico. La an
chura de la caridad para con el prójimo, por
6. La generación en el penitente
Roboán, anchura de pueblo. La sujeción de
La generación espiritual de Cristo en el la voluntad a Dios, por Abdías, padre el se
alma penitente sucede según tres grados de ñor, en que se entiende la sujeción del te
conversión: comienzo, progreso, consuma- mor y la del amor.
ción. En el comienzo de la conversión, se Al segundo grado, del progreso en apar
comprenden tres cosas: lo que precede, lo tarse del mal, pertenecen tres cosas: evitar
que constituye, lo que conserva la conver- el escándalo, señalado por Asa, el que quita;

32 San Ignacio señala tres tiempos así: antes del advenimiento de Cristo, en su vida, después de ella EE 71.
7. GENEALOGÍA DEL SALVADOR 67

juzga;
el
miento;
evitar
Joram,
mal un
en
evitar
excelso.
loel
juicio
tercero,
efecto;
el desprecio
Lo
impío,
en
lo
primero
segundo,
el por
afecto.
del en elelpensa-
señala
Josafat,
prójimo, elevitar
que
por Después del destierro de Babilonia, es
decir, después de pasar del estado de imper
fección, viene la perfección de los religiosos,
a la cual pertenecen tres cosas: la obediencia
pronta, señalada por Jeconías, “prepara
cumplimiento
Al tercer grado, del progreso enperel
de los mandamientos, ción”; la pobreza voluntaria, que no busca
cosa alguna sino a Dios, señalada por Sala
tenecen cuatro generaciones. Los manda ciel, “mi petición Dios”; y la disciplina re
mientos hay que observarlos en la adversi gular, señalada por Zorobabel, “maestro de
dad y en la prosperidad. Al estado de confusión”, porque pone bajo disciplina la
adversidad pertenecen dos cosas: la fortale confusión del pecado.
za en acometer las cosas difíciles, indicada
A la perfección de los superiores perte
por Joatán, perfecto, pues está escrito que
necen cuatro cosas. Solicitud paternal con
“la paciencia obtiene una obra perfecta”
los súbditos, designada por Abiud, “padre
(Sant 1,4). Al estado de prosperidad perte
mío este”. Doctrina que despierte a los pe
nece también dos cosas: la continencia en
rezosos, designada por Eliacin, “el que resu
los bienes mudables, por Acaz, continente;
bles, por Ezequías, que me confortó el
es bienes cita”. Ciencia que mira a los ignorantes, de
y el fortalecimiento en los inmuta
signada por Azor, “el que ve la luz”. Y
Señor. santidad de vida, que configura a los otros,
Al cuarto grado, del progreso en el señalada por Sadoch, “justo”.
cumplimiento de los consejos, concurren A la perfección de los que se dedican a
cuatro cosas. El olvido de las cosas terrenas la acción, pertenecen cuatro cosas. La per
de este mundo, señalado por Manasés, olvi fección de la caridad con el prójimo, de
do.
to
dice
dosespiritual,
Tomar
los
Cristo
queelen
trabajáis
yugo
por
otrodel
Amón,
lugar:
y Señor,
estáis
“Venid
nutricio,
cansados,
comoaalimen-
mí,
según
yto-
yo signada por Aquin, “hermano mío”. La
perfección del amor para con Dios, indica
da por Eliud, “Dios mío”. La perfección
os confortaré” (Mt 11,28). La devoción, se- de la confianza en Dios en las adversida
des, designada por Eliecer, “Dios ayuda
preparación
conías,
ñalada por
preparación.
Josías,
para elincienso
premio del
futuro,
Señor.
porYJe-
la dor mío”. Y la perfección de la humildad
en la prosperidad, juzgando todas las co
sas dones de Dios, designado por Matan,
“don”.
8. En
En quien
fin, empieza
entra en
el la
tercer
unión
grupo
conde ca
Dios A la perfección común, de los que per
severan, pertenecen tres cosas: el desarraigo
torce, que designa la generación de Cristo de los vicios, designado por Jacob, “suplan
por la gracia en el alma perfecta, según cua tador”; el adelantamiento continuo en las
tro grados. virtudes, designado por José, “el que crece”;
El primero se refiere a la perfección de la constancia inamovible de la fe, indicada
res;
acción; el cuarto,
los religiosos;
el tercero, el
a la
segundo,
ade
la los
de los
que
a la
que
sedededican
perseveran,
los suprio-
a la al decir esposo de María, que es “estrella del
mar”, el polo que no se mueve. Estas tres
cosas son, en efecto, necesarias para la perse
que se refiere comúnmente a todos. verancia.
68 PRIMERA PARTE

Todos estos, que acabamos de citar, re- yas tú mismo los frutos de tus trabajos, no
presentan a Cristo, porque a él le convienen derrames en vano tus sudores. No hagas
los significados de todos estos nombres33. una carrera en vano, perdiendo, después de
mil ventajas, el premio de tu trabajo.
9. Antepasados de Cristo; humildad “El Señor conoce bien, mucho mejor
que tú, los méritos de tus virtudes. No nos
Considera los ascendientes del Señor.
hinchemos con soberbia; llamémonos a no
No desdeñó nacer de hombres poco impor
sotros mismos inútiles, para que pasemos al
tantes y de pecadores; no quiso gloriarse en número de los útiles. Si dices que eres dig
sus
nas progenitores.
obras siquiera Ni en ellos,
debemos ni en las si
gloriarnos, bue no de alabanza, te harás reprobable, aunque
no antes fueras digno de ella. Si te confiesas
queremos disminuir y perder el premio. inútil, te harás útil, aunque antes fueras
ce aquí
Dicelasan
dignidad
Juan Crisóstomo:
de Cristo, no“Resplande-
ascendien digno de reprobación.
“Es necesario que nos olvidemos de las
tes grandes, sino porque los tiene viles. La virtudes anteriores. El banco más estable de
máxima gloria de los que están arriba, está las virtudes es el olvido de ellas. Si las lleva
en humillarse más sumisamente por propia mos siempre en la memoria, como objetos
voluntad. Como se le juzga admirable no de venta, armamos al enemigo, le irritamos,
solo porque murió, sino porque fue crucifi invitamos al robo al engañador. si no las co
cado y sepultado, así hablando de su ascen noce nadie, sino Aquel a quien no puede es
dencia
ración no
puede
solodecirse
porqueque
tomó
es digno
carne de
y seadmi-
hizo conderse cosa alguna, permanecerán como
cosas preciosas en lugar seguro. No airees
hombre, sino porque se dignó tener tales esta clase de bienes, para que nadie te los
ascendientes; sin avergonzarse
vilezas, nos enseñó de nuestras
así a no avergonzarnos saquee, como le pasó al fariseo, que los lle
vaba por todas partes en su lengua y el ene
de los vicios de los padres, sino a buscar en migo de los quitó.
noblecernos con virtudes propias. A nadie “Guardémonos de hablar gloriándonos
hay que alabar, a nadie hay que culpar de la de nosotros mismos, porque nos hace odio
virtud o el vicio de sus padres; nadie es por sos a los hombres y abominables a Dios.
ello mejor ni peor. Incluso, para ser más Cuanto mayores cosas hagamos, tanto me
exactos, en cierto modo resplandece más el nos debemos hablar de nosotros. De este
que siendo de padres ajenos a la virtud, es modo conseguiremos mayor gloria ante
admirable en ella. Dios y ante los hombres. Ante Dios no so
“Nadie, pues, se alce en soberbia por la lo gloria, sino premio y retribución plení
gloria de sus padres. Piense en los ascen- sima. Cuando hacemos buenas obras, tene
dientes del Señor, reprima el tumor de la mos deudor; pero, cuando pensamos que
mente. Gloríese solo de las virtudes. Más no hemos hecho nada, sintiéndolo así, me
aún, ni de estas siquiera, porque el fariseo se recemos más que por las obras mismas que
hizo así peor que el publicano. No destru- hacemos.

33 No tanto por la mística del número, como diría E. Zolla, como por esa elaboración de tres grupos de ca

torce… virtudes o fuerzas de la “vida en Cristo”, del ser nacidos en Él, en plenitud, el texto de Ludolfo es hu
milde y genial; despliega, con las etimologías de esos nombres, la primavera del paraíso de todas las virtudes cris
tianas, en floración de vida eterna.
7. GENEALOGÍA DEL SALVADOR 69

“El bien de la humildad sobrepasa los cador” (Lc 5,8), y Cristo le hizo cimiento
méritos de todas las virtudes. Si no hay de la Iglesia.
humildad, las virtudes no serán dignas de “Nada ama tanto Dios, como al que se
alabanza. Si quieres hacer grandes tus co- tiene por el menor”. Esta virtud no nace, ni
sas buenas, no pienses que son grandes, crece, sino en el espíritu que no deja de es
pues así no pueden serlo. Dijo el centu- tar consigo mismo y examinarse mucho. Al
rión: “No soy digno de que entres en mi que se humilla de corazón, no se le llevará
casa” Mt 8,8). Así se hizo más digno de la gloria, ni la pálida envidia; no le ator
admiración que todos los judíos de su mentará el furor de la ira, ni soportará otra
tiempo. Dice también san Pablo: “No soy pasión alguna. “Aprended de mí, porque
digno de llamarme apóstol” (1Cor 13,9; soy manso y humilde de corazón, y hallaréis
Ef 3,8). También san Juan Bautista dijo: descanso para vuestra alma” (Mt 11,29).
“No soy digno de desatar la correa de su “Para que aquí y allí gocemos de gran
calzado” (Mt 3,11). Por eso fue el amigo descanso, pongamos profundamente en
del esposo; Cristo atrajo sobre su cabeza la nuestras almas la humildad, madre de todos
mano que Juan llamó indigna de sus cal- los bienes. Así podremos pasar el mar, o la
zados. Dijo también san Pedro: “Señor, ola, de esta vida y navegar hasta aquel tran
aléjate de mí, porque soy un hombre pe- quilísimo puerto”.

Oración

Señor Jesucristo, esperanza y confianza nuestra, recuerda que tomaste sobre ti nuestra
redención. Siendo el Creador de todas las cosas te hiciste partícipe de nuestra naturaleza.
Viniste por los pecadores, Señor; a borrar las ofensas de todos.
¿Qué te he dado yo en pago? ¿Qué se puede hacer por esto?34
Te alabo, te doy gracias con toda mi alma, por tus inmensos beneficios; porque viniste
a ayudar a la humanidad que se hallaba perdido.
Piadosísimo Señor: tú, que te inclinaste por nosotros hasta hacerte hombre, no sufras
que perezca en nosotros lo que asumiste por amor. Haz que yo te ofrezca el servicio agra
decido que te debo. Amén.

34 San Ignacio: “hacer un coloquio, cómo de Criador es venido a hacerse hombre… por mis pecados. Otro tan
to mirando a mí mismo lo que he hecho por Cristo, lo que hago por Cristo, lo que puedo hacer por Cristo” (EE 53).
70 PRIMERA PARTE

8. JOSÉ QUISO DEJAR A MARÍA


Mateo 1, 18-25

1. María aparece encinta fría lleno de turbación; “como era justo35,


no quiso descubrirla” (Mt 1,19) pública
En la genealogía que hemos expuesto,
mente, para que no la apedrearan como
presenta san Mateo la humanidad verdadera
adúltera.
de Cristo. Ahora presenta su divinidad, por
Tampoco quería llevarla a su casa; se es
lo admirable de su concepción. “El origen
timaba indigno de vivir con ella, por la
de Jesús, Mesías, fue así” (Mt 1,18). No se
fuerza del misterio que desconocía. “Quiso
crea, viene a decir, que Dios fue engendrado
dejarla en secreto” a sus padres, de quienes
como los precedentes, por unión de hombre
la había recibido. Había leído: “Brotará una
y mujer, sino del modo que vamos a decir.
vara de la raíz de Jesé” (Is 11,1), y sabía que
“Desposada su madre María con José”,
María descendía de la estirpe de Jesé. Había
ella volvió de casa de Isabel a su casa de Na
leído también: “Una virgen concebirá”, etc.
zaret, y José vino de Judea a Galilea, para
(Is 7,14), y creía que esto se refería a ella,
llevarla como esposa a su casa. “Antes que
sobre todo después de la concepción, por
ellos convivieran”, vio José que estaba en
que su rostro resplandecía tanto por la divi
cinta. La expresión “antes de que convivie
nidad de su Hijo, que no se la podía mirar
ran” quiere decir antes de celebrarse la bo
sin que los ojos se deslumbraran de temor.
da. No quiere indicar que luego vivieran
Ante una gracia tan grande quiso hu
juntos en sentido conyugal, sino que señala
millarse, creyéndose indigno de habitar
el tiempo próximo de la boda. Como la fra
juntamente con la Virgen.
se, antes de arrepentirse, murió, no quiere
Por eso dice san Jerónimo: “Esto es un
decir que luego se arrepintiera.
testimonio a favor de María. José sabiendo
Tal vez solo se refiere a la habitación en
su castidad, y lo que había sucedido, calla
común: antes de habitar en una misma casa.
en silencio, porque desconocía su misterio”.
Él permanecía aún en su casa y ella en la su
Y san Juan Crisóstomo: “¡Qué alabanza
ya, pues entre los judíos no era lícito que el
inestimable de María! Más creía José a su
esposo y la esposa convivieran antes de la
castidad que a su seno, más a la gracia que a
celebración solemne de la boda.
la naturaleza. Veía la concepción y no podía
José, pues, “halló que María llevaba una
ni sospechar el pecado. Creía más posible
criatura en su seno”. Pero no supo lo que si
que una virgen concibiera sin varón, que el
gue, es decir, que esto era “por obra del Es
que María pudiera pecar”.
píritu Santo”.
Tampoco María pasó sin tribulación. Lo
pensaba. Veía a José turbado, y ella misma
2. José quiso dejarla en secreto
se turbaba no poco por ello, sin embargo
“José, su esposo”, pensando esto, y des callaba humildemente y ocultaba el don de
conociendo el secreto de este misterio, su Dios, prefiriendo que la tuvieran por vil an

35 Más que honrado; es observante de la ley, cumplidor de la voluntad de Dios, casi santo. Como tal, debe

ría entregar a María para que fuera apedreada, (Dt 22,20-21); “pero, con una justicia superior, no quería descu
brirla o dejarla en evidencia” (NT.MI, p. 43).
8. JOSÉ QUISO DEJAR A MARÍA 71

tes que hablar de sí con aparente jactancia. unión corporal. Se llama a José esposo de
adversidad.
medio
Rogabay al
quitarles,
Señor quea ella
se ydignara
a su esposo,
poneresta
re- María, pues hay verdadero matrimonio,
donde se guarda el afecto de amor. En Ma
grande.
MiraPermitió el Señor
qué adversidad y qué
que ansiedad
fueran opri-
tan ría se encuentra también el fruto del matri
monio. No sospeches, viene a decir el ángel,
que haya habido de por medio concepción
midos y tentados con ellas, para su corona; humana. “Lo nacido en ella es obra del Es
pero al fin el Señor proveyó a los dos. píritu Santo”. Lo ha realizado el poder del
Espíritu Santo. Nacer en ella quiere decir
3. El ángel: que reciba a María ser concebido; nacer de ella, ser dado a luz.
“Mientras reflexionaba sobre esto” (Mt Según eso, se dice que hay doble nacimien
1,20), pensando dejar a María, envió el Se to, uno en el seno, otro fuera de él. Nace
ñor a su ángel, a Gabriel según san Agus mos en el seno, al ser concebidos; fuera de
tín. Una prueba más de que hay que deli él, al darnos a luz.
berar largo tiempo en las cosas inciertas y Hay, pues, aquí una revelación explícita
dudosas, para no pecar por temeridad ni hecha por el ángel a José. Antes conocía im
ligereza. plícitamente que había algo divino en la
Crisóstomo,
Dios envió
paraa que
su ángel,
este hombre
según san
justo
Juan
no concepción de la Virgen, según dijimos.
Desconocía expresamente el hecho y el mo
hiciera algo injusto, con justo deseo; por el do: el misterio. Es lo que le revela expresa
honor de su Madre, pues al abandonarla José, mente el ángel.
la señalarían con torpe sospecha; y para que
entendiendo José la causa de la concepción, se 4. Conoce del misterio de la Encarnación
portara con mayor reverencia con la Virgen. “Dará a luz un hijo”, cuando suceda el
Según la glosa, en fin, para que la duda no nacimiento del seno. Ella misma le dará a
atormentara más a un hombre tan ecuánime. luz, como la estrella a la luz, como una va
“Se le apareció en sueños un ángel del ra a su flor, como la tierra a un germen. “Y
Señor”. No en visión manifiesta, porque le le pondrás por nombre Jesús”, es decir, Sal
atormentaba la duda, como en un sueño de vador,”pues él salvará a su pueblo de sus pe
infidelidad, “diciéndole: José, hijo de Da cados” (Mt 1,21). No hay esclavitud peor
vid”. Le trae a la memoria, según el Crisós que servir a las culpas, por su vileza. El án
tomo, la promesa hecha a David sobre Cris gel enseña que Cristo es verdadero hombre,
to. Según la glosa parece decirle: Reconoce en el parto de la Virgen; muestra que es
la promesa hecha a David, de cuyo linaje
Dios verdadero, en que salvará al pueblo de
eres tú, y tu esposa María; míralo cumplido
sus pecados, pues nadie puede salvar de las
en ella. “No temas recibir en tu casa a Ma
culpas, sino solo Dios. Sobre esto puedes
ría como esposa tuya”. Es tu esposa, no para
ver con más amplitud más arriba, cuando
unión carnal, sino para habitar con ella y
hablábamos de la concepción del Salvador.
servirla; es tu esposa por la unión de almas.
El ejemplo de María indica bien que los
pueden permanecer en continencia; y que 5. José obedece a la voz del ángel
fieles casados, de común consentimiento,
Cierto ya de la concepción y de la virgi
puede llamarse matrimonio, sin que haya nidad de María, “cuando José despertó del
72 PRIMERA PARTE

sueño,
del
1,24).
con Señor,
mucho
hizo
Permaneció
ycomo
gusto
la recibió
le
lavirgen
había
sirvió
como
ordenado
como
con esposa”
laaVirgen,
señora.
el ángel
(Mty es
Porque
significativa
esta expresión
de un tiempo
“hasta que”36
determinado,
a veces

pasado el cual, se hace algo. Así se dice: Ese


no comió hasta que fuera la hora sexta, cum
nos Debemos
invita Dios.
hacerSienseguida
hiciste algún
aquellovoto
a quea plido el tiempo, comió. Otras veces es afir
mativa de todo tiempo y se toma como siem
Dios, cúmplelo enseguida, si puedes. pre, como en la frase: “siéntate a mi derecha,
do Dice san Juan Crisóstomo: “José instrui- hasta que haga de tus enemigos estrado de
terio
delpor
ángel,
celestial,
el ángel
y cumple
sobrecon
sigue el
consacramento
gozo
alegría
los mandatos
los
delavisos
mis- tus pies” (Sal 110, 1; Mt 22,44, etc). A veces
es absolutamente negativa de todos los tiem
pos, y se toma como nunca, como en este ca
gloría
divinos.
gen, Madre
con
Toma
júbilo
de aDios,
su
decargo
oír
es su
alaángel,
esposa”.
santa María,
que la Vir-
y se so. Pues si no la conoció antes del parto, mu
cho menos después, viendo tantos signos y
milagros en el nacimiento, y después del na
que
el ángel,
Pensóladejar
recibió
a María,
comopero
señora.
asegurado
El hombre
por cimiento del Señor; conociendo ser Dios el
que nació. Algunos lo refieren a conocer el
humildad
dor
afirma
oduda
confesor.
también
en
a los enoellas,
la avisos
fe endelas
un
si costumbres,
se
buen
somete
predica-
con
se rostro, diciendo que desde la presencia de
Cristo en el vientre de la virgen, era tan
grande la claridad de su rostro, que José no
podía verla, cara a cara, ya que el Espíritu
Santo la había llenado plenamente desde la
6. La expresión “hasta que” concepción. Así se dice de la claridad de
Moisés que, por la conversación con el Señor,
“Y no se unía a ella”, es decir, no la co
no podían mirarle los hijos de Israel. En ese
noció, “hasta que dio a luz a su hijo primo
sentido, a la que había tomado por esposa,
génito” (Mt 1,25); porque, nacido él, cono
hasta que el niño naciera, no la conocía.
ció al máximo la dignidad de ella.
José, por tanto, queda gozoso con su
Dice el Crisóstomo: “En verdad no la
bendita esposa; la ama con amor casto, más
conoció antes, no conoció cuál era su digni
de cuanto se puede decir; cuida fiel de ella;
dad; pero luego que dio a luz, entonces la
la Señora habita confiada con él; y viven a la
conoció: se había vuelto más hermosa y dig
vez en su pobreza con alegría. Al cesar la
na que todo el mundo, ya que recibió en la
adversidad, había vuelto una gran consola
estrecha habitación de su vientre a aquel
ción. Así nos pasará a nosotros, si tenemos
que no cabe en el mundo”.
paciencia en nuestras adversidades.
O no la conocía en el sentido de unión
conyugal, por lo que había aprendido, to
7. Jesús enseña paciencia y humildad
mando el “hasta que” como eterno, es decir,
pequeño
nunca, detiempo,
modo que,se entienda
por la indicación
todo tiempo.
de un Queda Jesús, el Señor, recluido como
los demás en el seno nueve meses, para res

36 “Pero no se unía a ella”. El “hasta que” es semitizante; “si se debe tomar con valor temporal, se refiere a

un hecho concreto, sin tener en cuenta lo que suceda después; p. ej.: 13,33 (la levadura está en la masa hasta que
fermenta todo)… ¡y después también!; pero el arameo, traducido al griego, es más bien: he aquí que, o la simple
conjunción y; así lo entiende la tradición” (NT.MI, 45).
8. JOSÉ QUISO DEJAR A MARÍA 73

po
dad,
encerrados
los
tablecer
de los
infiernos.
soporta
ángeles
en en
lacon
Permanece
las
compañía
a paciencia
los
miserias
hombres,
deallí
del
ylos
espera
con el
mundo,
que
nueve
benigni-
estaban
tiem-
coros
o en el Hijo de Dios, quitando de su corazón la
murmuración, y poniendo en su boca la ac
ción de gracias y una voz de alabanza!”
Quien piensa que “para los que aman a
Dios, todo colabora al bien” (Rom 8,28),
amucho
berbia
tan profundad
oesta
vanidad
debido. virtud;
Sientehumildad.
propia,
tú no hincharnos
pues
piedad Debemos
de el
él,Señor
conamar
pues vino
qui-
so- llegará a gran descanso del espíritu. Le su
cederá lo que dice el Sabio: “Al justo, pase
lo que pase, nada le contristará” (Pr 12,21).
Porque, según san Agustín, cuanto le suce
so abajarse tanto. de al justo se puede atribuir a la voluntad
Nuncael de
nociéndolo
neficio, podremos
de
estacorazón,
reclusión
pagarle
démosle
taneste
larga.
solo
gracias,
Reco-
be- divina, no al poder del enemigo. También
él podría decir con Job: “Como agradó al
Señor, así se ha hecho. Bendito sea su nom
porque se dignó tomarnos para que le pa bre” (Jb 1,21).
guemos, quedando recluidos por su servi
cio. Esto es también un beneficio suyo, no 8. La adversidad, muy útil a los fieles
mérito nuestro; beneficio máximo. No esta En los sufrimientos, debes pensar que
mos recluidos como castigo, sino como cau Dios los permite por su utilidad. En primer
tela. Estamos en esta segurísima fortaleza lugar, para que el hombre se aparte del
de la religión, a la que no pueden llegar, si mundo, para que se convierta a Dios y las
no es por temeridad nuestra, las saetas ve cosas eternas. “No se convierte el alma a
nenosas, las tormentas del mar tumultuoso Dios, dice san Agustín, sino cuando se
del mundo. Esforcémonos cuanto podamos aparta de este mundo; ni se aparta como
por estar libres en pureza de corazón para conviene de este mundo, si no se mezclan a
solo el Señor, recluyendo y abstrayendo la sus malos placeres las aguas del trabajo y
da
mente
la reclusión
de todo corporal
lo caduco;
sinnada
la mental.
o poco ayu- dolor. Si el Señor no mezclara amarguras a
los placeres del mundo, nos olvidaríamos de
“¿Qué aprovecha, dice san Agustín, la él”. Y por eso dice el salmista: “Se han mul
soledad
mente?”del cuerpo, si falta la soledad de la tiplicado sus debilidades, luego se acelera
ron” (Sal 13,4)
enlalaYel
mundo
con
es san
conGregorio:
virtud;
coacción
cuerpo “¿De ante
ellopensamiento?
en
de
maravilloso
el
obediencia,
claustroqué
Lo sirve vivir
ydestierro,
vagar
más
Diosnotable
es
porque
po-
el En segundo lugar, para que conozca me
jor sus pecados y convirtiéndose de ellos,
quede libre y limpio. La adversidad, como
dice san Agustín, es para el hombre como la
lima para el hierro, el horno para el oro, los
bre
breza,
tribulaciones
quiera,
desprecio,
sepa,
del cuerpo
pueda
enfermedad,
alabar
y espíritu,
en
y bendecir
múltiples
el hom-a golpes para el grano. Decían los hermanos de
José: “con razón padecemos esto, porque pe
camos contra nuestro hermano” (Gn 42,21).
Dios
var sus
dedeseos,
corazón,glorificarle
darle gracias
concon
susgozo,
obras”.
ele- Por otra parte, así puede el hombre ver
mejor, conocerse a sí mismo, como dice el
na modo
de las
“¡Feliz,
pasiones
quedice
lodesan
supadezca,
que loel
Bernardo,
cuerpo por laque
santidad,
orde-
padezca por salmo: “Dije en mi abundancia: Jamás vaci
laré” (Sal 29,7); pero tú, para que me cono
ciera mejor, “apartaste de mí tu rostro y
74 PRIMERA PARTE

quedé confundido” (Sal 29,7-8). Sirve tam- “Cuando Dios no se enoja, se enoja más.
bién para conservar mejor la humildad, pa- Cuando te siento airado, Señor, entonces
ra no presumir de méritos propios con so- confío más que serás propicio, ya que
berbia: “Para que no me ensoberbezca por “cuando te enojes, te acordarás de tu mise
la grandeza de mis revelaciones”, dice el ricordia” (Hb 3,2). El hombre sabrá que
apóstol, “me clavaron una espina en la car- Dios está preparado para socorrerle; con
ne, emisario de Satanás, que me abofetee” tal de que recurra a él, de todo corazón:
(2 Cor 12,7). como dice el salmo: “Estando en la adver
El hombre conoce así qué malvado es sidad, clamé al Señor y me escuchó” (Sal
abandonar a Dios y ser abandonado por él, 120,1).
según dice Jeremías: “Aprende qué malo y La adversidad prueba al hombre, si ama
amargo es abandonar al Señor, tu Dios, y no a Dios y tiene virtud.”El castigo, dice san
tener en ti su temor” (Jr 2,19). Gregorio, averigua si el que está tranquilo
de
ce
dome
renegado
6,10).También
Job:
unos,
Dios
con
“Este
ylode
dolor,
para
permite
sea mime
losinstruir
para
no
preceptos
para
consuelo:
queperdone;
con
probar
otros
ella
delque
teman
la
aSanto”
pues
otros.
paciencia
afligién-
no
más,
Di-
(Jb
he ama de verdad a Dios”. “Nadie conoce sus
fuerzas en la paz. Si no hay guerras, no
aprovecharán las experiencias de la virtud”.
Dios permite la adversidad para que el
hombre reciba mayor corona por la pa
ciencia, como se ve en Job y en los márti
reciban ejemplo de vida, como dice el Sa res. “Dichoso el hombre, dice Santiago,
bio: “flagelado el pestilente, el necio será que sufre la tentación, porque una vez
más sabio” (Pr 19,25). probado, recibirá la corona de la vida, que
Un motivo mayor es para alabanza de Dios prometió a los que le aman” (St
Dios. Las enfermedades del ciego de naci 1,12). En las adversidades, dice san Juan
miento y de Lázaro, fueron para que se mani Crisóstomo, puede ver el hombre una se
festaran en ellos las obras de Dios. Para que ñal de los tesoros que se le han confiado,
Dios fuera glorificado siempre. El hombre de los dones que se le han dado. Ya que no
que sufre, piensa más en el amor de Cristo, vendría sobre él el enemigo, si no le viera
reconoce la compasión del Señor con él. Se en mayor honor. Como se alzó contra
dice en los Macabeos: “Es gran beneficio, no Adán, al verle con gran dignidad; y contra
dejar actuar mucho tiempo a los pecadores el santo Job, al verle coronado con tan ad
sin que se conviertan”. Según san Agustín, la
mirables alabanzas.
ira de Dios es grande cuando no corrige al
que peca, sino que le permite suelta libertad
9. Y castigo para los malvados
para precipitarse en el pecado.
En la adversidad el hombre puede te- Otros malvados, en cambio, son que
ner más esperanza y confianza en él. “Teme brantados no para purificación y perdón del
cuando te va bien, dice san Agustín. ¿No delito, sino para castigo y venganza37, para
es mejor ser tentado y probado, que, no comienzo y aumento de la condenación
siéndolo, ser reprobado?”. Y san Bernardo: eterna. Es propio de los reprobados. Como

37 “Venganza” suele ser “volver por su gloria”; o cantos bélicos etc. En los Salmos abundan textos de la bon

dad de Dios: “El Señor es compasivo y misericordioso, / lento a la ira y rico en clemencia; / no nos trata como me
recen nuestros pecados…” (Sal 103, 8-10).
8. JOSÉ QUISO DEJAR A MARÍA 75

lo padecieron Herodes y Antíoco38 y algu Es necesario que se cumpla hasta el final, lo


nos otros. Y aun hoy se ve padecer a mu- que dice la Escritura: nos promete en este
chos, a quienes les cae bien aquello del pro- mundo tribulaciones, presiones, angustias,
feta: “Tritúralos, con doble trituración” (Jr dolores y tentaciones. Preparémonos para
17,18). Para tales hombres, las molestias estas cosas, no sea que fallemos por no estar
presentes son como preámbulo y comienzo preparados. Algunas veces no son azotados,
de las penas del infierno; indican ya que o lo son menos, los pecadores en esta vida,
han de padecer en un infierno eterno. porque se desespera ya de su corrección. En
cambio, a quienes se prepara para la vida
10. Sufrir pacientes la adversidad eterna, se les hace padecer aquí; porque
Dios lo ordena todo para nuestra utili “Dios azota a todos los que recibe por hijos”
dad. Lo hace, lo permite, todo, con justicia, (Hb 12,6). A todos sus hijos, también al
con misericordia; en todo debe ser alabado. Único, que no tiene pecado. Pues el que
“La humildad de los fieles, dice san azota al Único sin pecado ¿dejará libre al
Agustín, lleva consigo no ensoberbecerse en pecador a quien adoptó? El Único sin peca
nada, ni murmurar; no ser desagradecidos, ni do nos dio ejemplo en sus padecimientos.
quejosos, sino alabar a Dios en todos sus jui No debemos, pues, turbarnos, si algún san
cios, pues sus obras son fidelidad y piedad. to padece con constancia cosas graves. No
Reflexionando sobre esto, procura esta nos olvidemos de lo que soportó el Justo de
bilizar tu corazón, ordenarle. Pórtate con los justos. Despreció los bienes terrenos, en
paciencia y alegría en las adversidades que señándonos que no son dignos de otro apre
suceden; ejercítate de tal modo en el fervor cio. Soportó los males terrenos, como nos
de la vida espiritual, que llegues a desear mandó soportarlos; para que no busquemos
adversidades por amor de Jesús, que vivió la felicidad en los bienes, ni temamos la in
así, y a todos nos dio ejemplo de vida.39 felicidad en los males.40
Él padeció para que los hijos del Reino Nos conviene, pues, ser afligidos aquí.
aprendan a padecer aquí, en el hombre inte No debemos desalentarnos, ni impacientar
rior y exterior. Según el apóstol en la carta a nos en estas cosas, sino inclinarnos a ellas;
los Hebreos, los que están libres de castigo, con frecuencia nos retrae del mal y nos indu
no son verdaderos hijos. cen al bien. Las contrarias, en cambio, debe
“Nadie se prometa a sí mismo, dice san mos tenerlas por adversarias y huir de ellas,
Agustín, lo que no le promete el Evangelio. porque hacen en nosotros efectos contrarios.

38 De Antíoco Epífanes ver el capítulo que termina: “de esta forma, en medio de los montes y en tierra ex

traña, murió aquel blasfemo y criminal. Murió con una muerte miserable y entre atroces tormentos, como los que
él había hecho padecer a otros” (2 M 9, 1-29).
39 San Ignacio: Banderas: “Quiero y deseo…imitaros en pasar todas injurias” (EE, 98). Humildad: “por imi

tar a Cristo quiero “más pobreza con Cristo pobre que riqueza, oprobios…ser estimado por loco por Cristo que
primero fue tenido por tal” (EE, 167).
40
La dialéctica de san Ignacio en sus EE, El Reino, Dos banderas, Tres maneras de humildad, etc. van a es
to. El Evangelio también: “El que me siga, que se niegue a sí mismo, tome su cruz cada y me siga” (Mt 16,24;
Mc 8,34, etc.). Pablo, Juan, contra el mundo y el hombre terreno, carnal, predican el hombre nuevo, en Cristo.
“Si amáis a vuestros amigos, eso lo hacen los pecadores (Lc 6, 27-38). “Vosotros no sois del mundo”. “Yo os ele
gí del mundo, para que deis fruto… por eso el mundo os odia” Jn, 15, 16-19). Se trata de una elección, no solo
para un estado de vida (Ignacio), sino para ser o no cristiano: Ignacio lo plantea como “Elección”.
76 PRIMERA PARTE

Oración

Señor Jesucristo, muralla inexpugnable de todos los que esperan en ti. Sé mi refugio en
la tribulación. Mira mis sufrimientos y angustias. Ten compasión de mí, socórreme, por
todas tus misericordias.
Mira mi debilidad. Protégeme con piedad paternal. Que, ayudado por tu providencia,
no me vea nunca privado de tu piedad consoladora.
Acuérdate, Señor, de tu criatura; rechaza de mí a los enemigos que me acechan. Que,
defendido por tu misericordia, experimente en mí la dulzura de tu bondad y pague una
digna penitencia por mis pecados. Amén.

9. NACIMIENTO DEL SALVADOR


Lucas 2,1–.20

1. Edicto de César augusto41 ce años en paz. Cristo quiso nacer en ese


tiempo, porque convenía que, al nacer el
“En aquellos días salió un edicto del
príncipe de la paz, viniera por delante la
emperador Augusto, ordenando que se em
El primer emperador romano fue Julio paz, anunciando su llegada. Cristo buscó
padronara todo el orbe” (Lc 1,1).
siempre la paz, amó a los pacíficos, enseñó
la paz en su vida, y la dejó en herencia a sus
César, llamado así, según san Isidoro, por
discípulos. Y la Palabra eterna no nace sino
que lo extrajeron del vientre de su madre
en un corazón pacificado, como se dice en el
muerta. Por él los emperadores se llamaron
salmo: “Tiene su puesto en la paz”. (Sal
Césares. Le sucedió su sobrino Octaviano,
76,3).
llamado luego Augusto, porque aumentó el
Imperio romano. Por este los emperadores
2. Descripción de todo el orbe
se llamarán Augustos. El, reteniendo el so
brenombre de su antecesor y el suyo propio, El mundo, antes perturbado, estaba
se llamó finalmente César Augusto. Por él tranquilo bajo el imperio de César Augus
se llama agosto el mes sexto; quizá porque to. Este, para defender el Imperio con leyes
nació en él, o en ese mes volvió de la victo- pacíficas, promulgó un edicto, ordenando
ria. Con él comenzó el poder imperial, lla- que todo el mundo se inscribiera en el cen
mado con palabra griega monarquía. so. Quería saber el número de regiones su
Reinó cincuenta y siete años y medio; al jetas en el mundo a la jurisdicción romana,
tiempo del nacimiento de Cristo. Reinó do- las ciudades de cada región, las personas de

41 [EE 264] 1 DEL NACIMIENTO DE CRISTO NUESTRO SEÑOR DICE SANT LUCAS EN EL CAPÍTULO II, V.1-14
1º 2 Primero: nuestra Señora y su esposo Joseph van de Nazaret a Bethlém: (Ascendió Joseph, para conocer suiec
ción a César con María su esposa y muger ya preñada).
2º 3 2º; (Parió a su Hijo primogénito y lo envolvió con paños y lo puso en el pesebre).
3º43º: (Llegóse una multitud del exército celestial que decía: Gloria sea a Dios en los cielos).
9. NACIMIENTO DEL SALVADOR 77

cada darle
rían ciudad.
y cómo
Así sabría
gobernar
quémejor
tributos
cadadebe-
uno “Vuestro maestro no paga el didragma” (Mt
17,23).
de los países de su Imperio.
las Para
ciudades
ello menos
ordenóimportantes
que los hombres de
y de los 3. Viaje de María y José, a Belén
“Y marchaban todos para empadronar
pueblos se reunieran cada uno en su propia
se, cada cual a su ciudad” (Lc 2,3). Acercán
ciudad. Ordenaba también que cada uno
dose el plazo de los nueve meses, “José, por
entregara al gobernador de la provincia un
su parte, subió desde Galilea, de la ciudad
denario, es decir, una moneda de plata,
de Nazaret”, donde vivía, “a Judea, a la ciu
que valía diez de las usuales, por eso la lla
dad de David, que se llama Belén”. Belén se
maban así, y que llevaba la imagen del Cé
llama la ciudad de David, porque en ella
sar y la inscripción de su nombre debajo.
nació y allí fue ungido rey. Subió a Belén,
Al entregar al gobernador el denario, cada
“porque” José y también María, “eran de la
uno lo ponía primero sobre su cabeza y
casa, o descendencia, de David”; y allí habi
confesaba de palabra que era súbdito del
taban sus parientes. Subió como los demás
Imperio romano. Por esto se llamaba al ac
para “declarar en el censo, con María su es
to, acto de profesión; también se le llama
posa que estaba encinta” (Lc 2,5).
ba descripción, o censo, porque se deter
El Señor quiso ser inscrito en un censo
minaba con cifra exacta y por escrito el
de la tierra, por ti; para que tu nombre sea
número de inscritos, numerados uno por
escrito en el cielo. Te dio ejemplo de perfec
uno. De tres maneras, por tanto, se profe
ta humildad. Por ella comienza el Señor
saban sujetos a Roma: de hecho, pagando
el censo; de palabra, confesándose súbdi desde su nacimiento; así continuará hasta
su muerte: “se humilló a sí mismo hacién
tos; y por inscripción, porque se escribían
dose obediente hasta la muerte y una muer
sus nombres.
te de cruz” (Flp 2,8).
“Este es un primer censo, que se hizo
Dice san Beda: “Esta humildad tan
durante el mandato de Quirino en Siria”
(Lc 1,2). Le había enviado allí César Augus- grande y benigna, no hay que mirarla de
paso. No solo se dignó encarnarse por no
to, como gobernador. Judea no tenía gober
sotros, sino encarnarse en un tiempo en que,
nador propio; entraba en Siria, como una
apenas nacido, su nombre fuera añadido al
sola provincia. Judea estaba en el medio, y
censo de un César, y se sometiera él mismo a
por eso se comenzó por ella el censo; era el
la esclavitud por nuestra liberación.”
primer censo universal; quizá el primero
que hacía Quirino. Se hacía primero el cen
4. Fatiga del viaje
so de los individuos en la ciudad; lo hacía el
el
había
gobernador.
gión.
censo
Por
en de
elfin
orbe,
las
Luego
seciudades
hacía
ante
el legado
el de
que
César.
las
del
había
regiones
César
en la
hacía
que
re- La Virgen María, que había concebido
al Rey del cielo y de la tierra, quiso obede
cer con su esposo el edicto imperial, para
poder decir con su Hijo: “Así conviene que
gar
petía
tributaria
aAquí,
sus
después,
tropas.
de
porlos
ya
primera
Este
romanos,
quecenso
en vez,
elobligándose
Evangelio
parece
Judeaque
sese
se
ahizo
lee:
pa-
re- cumplamos toda justicia” (Mt 3,15); y para
darnos ejemplo de obedecer a todo superior.
Emprende, de nuevo, la Virgen este tra
bajoso viaje, de Nazaret a Jerusalén, de allí
78 PRIMERA PARTE

a Belén. Belén está en un declive del mon- ella y a su compañero. Así fue como se refu
te de Jerusalén, a cinco millas, al sur.42 giaron en un lugar de paso común. El alber
La Virgen, aunque estaba próxima a dar gue se hallaba en la ciudad, al final, junto a
a luz, no se sentía impedida para el viaje. una de las puertas, bajo una roca cóncava.
Virgen como era, pisaba la tierra con ligere- No tenía techo encima, como se ve hoy,43 si
za; la luz que llevaba no podía pesarle. no una roca pendiente del monte.
Este albergue, según san Beda, es un es
5. Sentido místico: José, Nazaret, Belén pacio entre dos fincas, con pared y puerta a
cada lado, para poder salir hacia las dos, cu
José, para pagar el censo al emperador, bierto por arriba contra la intemperie. Un
subió de una provincia a la otra, de Galilea lugar donde los hombres, en los días de
a Judea; y de una ciudad a otra, de Nazaret fiesta, pueden reunirse para hablar y sola
a Belén. zarse. Representa a la Iglesia que está entre
José, aumento, es moralmente cada uno el paraíso y el mundo, para recogernos lejos
de nosotros, a saber, cuando queremos cre de los errores de este mundo. Los hombres
cer espiritualmente. El que quiere pagar el que venían a la ciudad para algún negocio,
censo de la devoción al Rey eterno, debe dejaban allí sus animales.
marchar por los pasos de las virtudes, subir José, como era carpintero, haría tal vez
desde
bilidadlade
Galilea
la vidademundana,
este mundo, de la
hasta la Judea
volu un pesebre para el buey y para el asno que
llevaban consigo. El asno, para llevar en él a
de la confesión y alabanza divina. Porque la Virgen encinta. El buey, quizá para ven
Galilea significa trasmigración, rueda, vo derlo y poder pagar el tributo por él y por
luble; y Judea, confesión. Así se sube de la Virgen, y vivir del resto. Tal vez, si no,
Nazaret a Belén, de la flor de las virtudes al algún otro había llevado el buey, para ven
pasto de la contemplación interior. Nazaret, derlo allí, y comía ahora con el asno en un
flor; Belén, casa de pan, casa de comida. mismo pesebre; quizá los dos animales fue
José subió con María. Siempre debemos ron llevados por otros.
tener con nosotros la penitencia, como José Dice san Juan Crisóstomo: “El que sea
tuvo hasta la muerte a María, mar amargo. pobre, consuélese; José y María, la madre
del Señor no tenían criado ni sierva. Vienen
6. María entra en el establo solos desde Galilea, desde Nazaret. No te
En Belén, como eran pobres, no pudie nían jumento. Ellos mismos son señores y
criados. ¡Cosa nueva! Entran en un alber
ron hallar alojamiento, por tantos como ha
gue, no en la ciudad. La pobreza, tímida en
bían acudido por el mismo motivo. Compa
tre los ricos, no se atrevía a acercarse”.
décete de la Señora. Mira atento la delicadeza
de la jovencita de quince años, fatigada del
7. Cristo, primogénito y unigénito
largo viaje, buscando con vergüenza, entre
los hombres, donde descansar, sin encontrar- Vino la hora del parto a media noche,
lo. Todos los despiden y los echan de casa, a “cuando la noche alcanzaba la mitad de su

42 Desde Nazaret a Belén “hay unos 140 kilómetros, con una subida de 252 metros de desnivel”; (NT.MI,
267).
43 Iñigo, que, leyendo a Ludolfo, se convertía al Señor, hizo su peregrinación a Tierra Santa, a contemplarlo
todo.
9. NACIMIENTO DEL SALVADOR 79

carrera” (Sb 18,14); porque en el mismo día era un animal ante ti, pero siempre estoy
en que dijo: “Hágase la luz y se hizo la luz” contigo” (Sal 73,22-23). Sus descansos fue
(Gn 1,3), el Señor “nos visitó naciendo de ron en el seno de la Virgen; en un vil pese
lo alto” (Lc 1,78). La Virgen “dio a luz a su bre; en el patíbulo de la cruz, y en un sepul
Hijo primogénito” (Lc 2,7). Primogénito cro, ajeno también. ¡Qué gran falta de todo
no dice aquí relación a uno que siga, sino y qué sitios para reclinarse!
privación de uno anterior; no tuvo ningún
otro. Se dice primogénito, según san Beda, 8. Desde el pesebre, enseña la perfección
porque no hay ninguno antes, no porque
haya alguno detrás. Todo unigénito, dice, es El Señor enseñaba de este modo el esta
primogénito; y todo primogénito en cuanto do de perfección, que consiste en humildad,
tal, es unigénito. El Hijo de Dios quiso na austeridad y pobreza. Podía decir también
cer corporalmente de una madre según la con el salmo: “Soy desgraciado y en angus
carne, para adquirir muchos hermanos por tias desde mi infancia” (Sal 88,16). Conde
la regeneración del espíritu. Por eso se le naba así los honores del mundo, las delicias
llama mejor primogénito que unigénito. y placeres de la carne; las riquezas, en fin, y
Dice
la sustancia
el mismode Beda:
la divinidad,
Cristo esy unigénito
primogénito
en superfluidades44.
“Admirable, amable dignación, excla
en cuanto asume la humanidad. ma san Anselmo. Tuviste a bien, Dios de
Nació de noche, porque vino oculto, pa inmensa gloria, hacerte gusano desprecia
ra hacer volver a la luz de la verdad a los ble. Quisiste aparecer como un criado más,
que estaban en la noche del error. Al Hijo, tú, Señor de todas las cosas. Te pareció po
ya nacido, la madre le adoró como Dios, “le co ser igual a nosotros, quisiste ser nuestro
envolvió en pañales y le reclinó” colocándo- hermano; tú, señor de todos, que no tienes
le no en una cuna de oro, sino “en un pese- necesidad de nada, te sometiste a probar las
bre”, en medio de los animales indicados, el incomodidades de una pobreza bajísima, en
buey y el asno; “pues no había para ellos” los comienzos mismos de tu nacimiento.
otro “lugar en el albergue”. “No naces para ti, como dice la Escritu
Mira la gran pobreza de Cristo. No tuvo ra. Por eso no tuviste lugar en la posada, ni
casa propia, al nacer. Ni siquiera en la posa- cuna que recibiera tus tiernos miembros.
da común halló lugar conveniente y tuvo Tú, que abarcas con tu mano la tierra. En
que ser colocado en un pesebre. Así se cum- vuelto en pequeños paños, te acostaron en
plió aquello: “Las zorras tienen madrigueras un pesebre de un establo sórdido. Y hasta el
y los pájaros del cielo nidos; en cambio, el pesebre, tu madre lo recibió prestado de los
Hijo del hombre no tiene donde reclinar la brutos animales.
cabeza” (Lc 9,58; Mt 8,20). Aquel albergue “Consolaos los que crecéis en la sordidez
y establo estaría tan lleno de animales y de de la pobreza, Dios está con vosotros en la
otras cosas, que no tendría sino un muy es- pobreza. No reposa en las delicias de un es
trecho lugar. Podía decir lo del salmo: “Yo pléndido dormitorio. “No se le encuentra

44 San Ignacio ordena los grados por los que el enemigo atrae a su bandera: riqueza, vano honor del mundo,

para llevarlos a soberbia, y de ahí a todos los males. El Rey eternal, Cristo, los llama “1º a suma pobreza espiri
tual, y si [Cristo los elige] no menos a pobreza actual, 2º a deseo de oprobios y menosprecios, porque destas dos
cosas se sigue la humildad”, de ahí “todas las virtudes” (EE 146).
80 PRIMERA PARTE

en la tierra de los que viven bien” (Jb, no de sabiduría, la Palabra, que aún no po
28,13). Pues, ¿por qué te glorías, rico, cosa día hablar, la carne incapaz de todo trabajo,
de barro que das vueltas45 en tu cama pinta- incapaz de cualquier carga, eligió la aflic
da y delicada, cuando el Rey de reyes se ción y rechazó el placer.
abajó a honrar en su descanso las camas de “Por tanto, hombre carnal, huye del
paja de los pobres? ¿Por qué detestas la ca- placer. La muerte está apostada a la entrada
ma dura, cuando el tierno Niño, que tiene de los deleites. Haz penitencia; que por ella
en su mano todos los reinos, prefirió las du- se acerca el reino. Esto predica el establo,
ras pajas de los jumentos a tus sedas, a tus esto clama el pesebre, esto anuncian clara
lechos de seda y pluma?” mente los miembros infantiles, esto evan
San Bernardo escribe: “La infancia de gelizan las lágrimas y los gemidos. ¡Qué
Cristo no consuela a los charlatanes. Las lá dureza la de mi corazón!
grimas de Cristo no consuelan a los que “¡La Palabra se ha hecho carne, Señor; haz
ríen a carcajadas. Los pañales no consuelan que se haga también de carne mi corazón! Así
a los que visten con elegancia. El establo y lo prometiste por el profeta, al decirnos:
el pesebre no consuelan a los que aman los “Quitaré de vosotros un corazón de piedra, y
primeros asientos en las sinagogas. El gozo os daré un corazón de carne” (Ez 11,19).
de la luz se les anuncia a los pastores que es
taban en vela. A ellos, pobres y trabajado- 9. Cristo, con escasez, establo y pade
res, se les dice que ha nacido el Salvador. cer, predica pobreza, humildad, y
No a vosotros, ricos, que tenéis vuestro con mortificación
suelo
podía ylibremente
Dice nodeelnuevo: “El el
divino”.
elegir Hijo
tiempo
de Dios,
que qui-
que Has visto el nacimiento del Príncipe
lleno de santidad. Has asistido al parto de
la Reina del cielo. Has podido ver en ellos
siera para nacer, eligió el más molesto, so una pobreza muy estrecha. Esta virtud es la
bre todo para un pequeñito, hijo de una piedra preciosa del Evangelio, que solo se
madre pobre, que apenas tendría en qué en- compra vendiendo todas las cosas. Es el ci
volverle al ir a acostarle en el pesebre. En miento primero de todo edificio espiritual.
tanta necesidad, no veo que se haga men- Es el camino de la salvación. La humildad
ción alguna de pieles. Cristo, que no se en- es el cimiento y la raíz de la perfección; sus
gaña, eligió sin dudar lo más molesto a la frutos son múltiples, aunque ocultos. Has
carne. Luego eso es lo mejor, lo más útil, lo visto bien una profunda humildad. No des
que hay que elegir. Quienquiera que enseñe deñaron el establo, el pesebre, el heno, las
otra cosa, o lo persuada, hay que guardarse demás cosas vulgares, para darnos ejemplo
de él, como de un seductor. de perfecta humildad. Sin esta virtud no
“Este mismo, hermanos, es el que fue hay salvación, porque ninguna obra con so
prometido en otro tiempo por Isaías: el Pe- berbia puede agradar a Dios. La humildad
queñuelo, que sabe reprobar el mal y elegir merece que nazcan las virtudes, que se con
el bien. Lo malo es el placer del cuerpo y lo serven, que lleguen a su madurez. Sin la
justo es su aflicción, puesto que el Niño lle- humildad, ni las virtudes son virtudes.

45 Lit.: “in volutabro”; la misma palabra en 2 Pedro 2,22: “Cerda, recién lavada ¡a revolcarse en el cieno!”
(NT.MI, 929-30).
9. NACIMIENTO DEL SALVADOR 81

También has podido prestar atención en el Hijo natural de Dios se dignó ser tam
los dos, pero sobre todo en el niño Jesús a bién hijo de David, para hacernos hijos de
una no pequeña aflicción. Entre otras mu- Dios. Quiso tener como padre a su siervo
chas, una fue esta: cuando su madre le colo- David, para darnos como padre a Dios.
có en el pesebre, como no tenía almohada, Descendió a una humildad tan grande, para
ni otra cosa semejante, no sin gran amargu- levantarnos de nuestra bajeza. Nació según
ra del corazón puso a su cabecera una pie- la carne, para que nosotros nazcamos según
dra, poniendo sobre ella el heno que toma el espíritu.
ría prestado a los animales. Todavía se ve,
según se dice, aquella piedra, guardada allí 10. Sentido simbólico: nombres y lugares
como recuerdo. El alumbramiento sigue a la concep
Conviene que tú también procures ción, como el fruto a la flor. Cristo, conce
abrazar, según puedas, la pobreza, humil bido en una “flor”, en Nazaret, nace en un
dad y aflicción del cuerpo, a imitación de fruto, en Belén, casa de pan, o de comida.
Cristo. “Con tres ejemplos, dice san Bernar Cada día es concebido el Señor en Naza
do, nos mostró
debemos Cristo
seguirle. el lacamino
El de porno
pobreza; donde
qui- ret y nace en Belén, casa de pan, porque es
el pan vivo que desciende del cielo, y con
so tener riquezas en este mundo, para hacer forta con saciedad interior las mentes de sus
al hombre ligero para correr. El de la hu elegidos.
mildad; despreció la gloria del mundo, para Nació en Belén, pequeña entre todas las
hacer
la paciencia;
al hombre
soportó
capazlosdemales,
estar oculto.
para hacer
El de
al ciudades de Judea, porque no quiere que
nadie se gloríe de la importancia de su ciu
hombre fuerte en padecer”46. dad terrena. No nació en casa de sus parien
Nuestro Redentor, según san Anselmo, tes, sino en el camino, para mostrar que era
aplicó a nuestros ojos ciegos la medicina de peregrino y que su reino no era de este
su Encarnación, para que pudiéramos mirar mundo. El mismo dice: “Yo soy el camino”
a Dios manifestado como hombre, los que (Jn 14,6). El camino por el que podemos
no podíamos mirar a Dios brillando en el llegar a la patria. Se recogió en el albergue,
secreto de su majestad; para que mirándole, para enseñarnos a no buscar palacios, sino
le conociéramos; conociéndole, le amára- albergues en este mundo. Eligió un establo,
mos; amándole con amor extremo, nos es- para condenar la curiosidad de los edificios
forzáramos por llegar a su gloria. Se encarnó y la gloria del mundo.
para retornarnos a las cosas espirituales. Se Se hizo párvulo, para hacernos hombres
hizo mudable como nosotros, para hacernos perfectos; para que el hombre no se propu
tomar parte en su inmutabilidad. Se inclinó siera de nuevo engrandecerse sobre la tierra.
a nuestra pequeñez, para levantarnos a su Se hizo débil, para hacernos fuertes en el
altura. En fin, según san Juan Crisóstomo, bien obrar. Se hizo pobre, para enriquecer

46 San Ignacio en “el Rey temporal” pide a los que hacen los Ejercicios, que no solo ofrezcan “todas sus per

sonas al trabajo [del Reino], mas aún haciendo contra su propia sensualidad [sensualismo, P. Calveras] y contra su
amor carnal y mundano, harán oblaciones de mayor stima y momento, diciendo: Eterno Señor, yo hago mi obla
ción.. que yo quiero y deseo… imitaros en pasar todas injurias y todo vituperio y toda pobreza, así actual como
espiritual, queriéndome vuestra santísima voluntad elegir y recibir en tal vida y estado” (EE 98). Insiste en ello,
en Dos Banderas, y en Tres maneras de humildad.
82 PRIMERA PARTE

nos con su pobreza; para que nadie se engría eras casi ya un mudo animal. Reconoce co
de las riquezas terrenas. Fue envuelto en mo el buey a tu amo y como el asno el pese
pobres pañales, para librarnos de los lazos bre de tu señor. Que seas del número de los
de la muerte y vestirnos con la vestidura animales puros; de los que saben rumiar y
primera de la inmortalidad. Son atadas sus traer a la memoria la palabra de Dios; de los
manos y sus pies, para liberar nuestras ma- animales aptos para los sacrificios divinos
nos en el bien obrar y dirigir nuestros pies del altar. Si no, es que eres de los animales
por el camino de la paz. impuros y no has sido señalado para ali
Necesita un albergue, para prepararnos mento ni sacrificio”.
muchas mansiones en la casa de su Padre. María es símbolo de la Iglesia; su espo
Fue puesto en un estrecho pesebre, para di so José, del obispo. Como esposo, tiene ani
latarnos con el gozo del reino celestial; y llo el obispo. María fue fecunda, pero no
para que nosotros dilatemos nuestro cora por José, su esposo; así también la Iglesia
zón, según aquello: “Hijo, dame tu corazón” tiene la fecundidad de la gracia por parte de
(Pr 23,26). Dios. Suben ellos a Belén, su ciudad, la ce
Fue acostado en un pesebre, para ali lestial; profesan obedecer como siervos a to
mentarnos a nosotros, como a santos anima do emperador.
les, con el trigo de su carne; para ser ali La Iglesia, en fin, en toda buena perso
mento de jumentos, ya que el hombre se na, da a luz un hijo, cuando lleva a efecto el
hizo jumento por el pecado, según está es bien que ha concebido primero; le envuelve
crito: “El hombre, cuando estaba en honor, en pañales, cuando le esconde de las alaban
no lo entendió. Fue como los jumentos sin zas humanas; le acuesta en el pesebre, cuan
conocimiento. Se hizo semejante a ellos” do las buenas obras no le levantan, sino que
(Sal 49,13).
alimento Por eso el ya
de jumentos, Señor
que se
“lahizo heno,
Palabra se le humillan. Al nacer el Señor, también los
ángeles le rodearon y enseguida que nació,
hizo carne” (Jn 1,14) y “toda carne es heno” le adoraron.
(Is 40,6).
El buey figura al pueblo de los judíos, y 11. Gabriel enviado del cielo a los
el asno el de los gentiles. Teniendo en me pastores47
dio al Señor, le adoraban y, como alabándo
le, daban voces. “Oyes los gemidos del In “Había en aquella zona unos pastores
fante, dice san Ambrosio, y ¿no oyes los que pernoctaban a la intemperie para guar
mugidos del buey que conoce a su Señor? dar su ganado” (Lc 2,8). Era junto al lugar
“Porque el buey conoció a su amo y el asno que señala una milla, junto a una torre, en
el pesebre de su señor” (Is 1,3). tre Belén y Jerusalén; en el sitio donde Ja
San Gregorio Nazianceno escribe: “Re- cob habitó con su rebaño al volver de Meso
verencia aquel pesebre; por él te alimentas potamia, y donde murió y fue sepultada
ahora de la Palabra y razón de Dios, tú que Raquel. El sitio se llama torre del rebaño.

47 [EE 265] 1 DE LOS PASTORES ESCRIBE SANT LUCAS EN EL CAPÍTULO II, V, 8-20.
2 Primero: la natividad de Cristo nuestro Señor se manifiesta a los pastores por el ángel: (Manifiesto a vosotros
grande gozo, porque hoy es nascido el Salvador del mundo).
3 2º: los pastores van a Bethém: (Vinieron con priesa y hallaron a María y a Joseph y al Niño puesto en el pesebre).
4 3º: (Tornaron los pastores glorificando y laudando al Señor).
9. NACIMIENTO DEL SALVADOR 83

eso
de
se
ma;
había
cree
blanco,
“Yun
de
y anunciado
se
la
quepuso
cuarta
ángel
con
fueen
el
elvigilia
del
amismo
pie
rostro
laSeñor
Virgen
junto
de
resplandeciente.
ángel
se
laalales
noche,
ellos”,
anunciación.
Gabriel,
presentó”
vestido
la últi-
que
Ya Al decir “hoy”, quiere decir este día na
tural, contando la noche precedente. Desde
entonces la noche comenzó a preceder al día.
Dice “hoy”, en vez de esta noche, porque ve
nía a anunciar alegría y aquella noche se ilu
minó como el día son la claridad divina.
Por
cumplirse
traba
to deeso,
ante
Cristo.
más
todos,
lo que
gozoso
para
habíaanunciar
que
prometido,
loseldemás
nacimien-
se mos-
por La palabra “cristos” griego quiere decir
“ungido”. En la antigua ley solo se ungía a
los reyes y pontífices. Como Cristo era rey y
ba
su luz”,
que
“El había
esplendor
exterior
nacido
e del
interiormente;
ya
Señor
el Sol
losdeenvolvió
justicia,
les indica-
con
de pontífice, se hace bien en llamarle Cristo;
está ungido y no por unción humana, sino
divina. Toda la Trinidad le ungió con pleni
tud de gracia. Según san Beda, el ángel de
santidad, y que la Luz brillaba en la tinie-
blas un modo informa a María, de otro a José, de
señalpara
de que
los rectos
se acercaba
de corazón;
la luz de
eralatambién
Gloria. otro a los pastores; les atestigua que el Se
ñor va a ser concebido, ha sido concebido,
El
queángel
es “latraía
luz claridad,
verdaderaporque anunciaba al ha nacido; para instruir a los hombres sufi
hombre” (Jn 1,9). que ilumina a todo cientemente, para cumplir sin cesar su ser
vicio a Dios. “Y tenéis esta señal” al modo
de los judíos, que según el apóstol, piden
12. Habla con ellos señales; “encontraréis”, así se halla lo escon
dido, “a un infante” que no habla, pero que
Se apareció el ángel a los pastores, antes
es la Palabra existente de Dios, “envuelto
que a otros, porque eran pobres; porque
en pañales” no de seda, pobreza; “acostado
Cristo venía por los pobres, según el salmo:
en un pesebre”, no en cuna de oro, mira la
“Por la opresión de los humildes y el gemi
humildad, que el Señor de señores se abajó
do de los pobres, / ahora me alzo” (Sal
a un pesebre de brutos animales. (Lc 2,12).
11,6); y porque eran sencillos, según los
Es de notar que los pastores eran sencillos,
Proverbios: “Su conversación es con los sen
pobres, humildes, es decir, despreciables,
cillos” (Pr 3,32); y vigilantes, según aque
por eso, para que no temieran, se les dio la
llo: “los que de mañana velan a mí, me ha
señal de la infancia, la pobreza, y la humil
llarán” (Pr 8,17).
dad de Cristo. Estas son las señales de la ve
Los pastores “se asustaron con miedo
nida primera de Cristo, pero otras serán las
enorme” por la visión insólita del ángel, y la
de su segunda venida.
súbita claridad. Pero “el ángel los consoló:
“No temáis; pues, mirad, os traigo una bue
13. Quiénes y cómo hallan a Cristo
na noticia, una gran alegría que será para to
do
un
dad
2,
pueblos,
to”,10-11),
Salvador”
elde
(“Ungido”,
pueblo”,
David,
deque
judíos
elBelén,
ama
para
que
Mesías),
y yes
gentiles;
la
ha
daMesías,
iglesia
nacido
el
la “Señor”;
salvación,
“hoy
para
el
deSeñor”
todos
envosotros
esla
“Cris-
decir,
ciu-
(Lc
los En el sentido moral, se nos instruye
aquí sobre quiénes y cómo encuentran a
Cristo. Solo los puros y sencillos, como co
rresponde a su infancia. Los pobres, como
indican los pañales que le envuelven. Los
humildes y despreciables, como lo dice el
hombre y Dios. pesebre en que está acostado. Estas tres co
84 PRIMERA PARTE

sas se hallan comprendidas en los votos de 14. Concierto de la multitud celestial


los religiosos: en la castidad, pobreza y obe
Como los pastores se admiraban de lo
diencia, respectivamente.
visto y oído, para que la autoridad de un
Nacido el primer Pastor, el ángel se
ángel no les pareciera pequeña, se les dio
apareció a los pastores que estaban velando,
otros testimonios concordes. “Y de pronto
insinuando cómo deben ser los pastores de se unió a aquel ángel una legión del ejérci
la Iglesia, humildes y vigilantes. En sentido to celestial” (Lc 2,13). A los ángeles, se les
místico, según san Beda, estos pastores de llama aquí legión, porque luchan con los
rebaños significan a los doctores y guías de demonios por la salvación de los hombres.
las almas fieles, que montan guardia por la También, porque el Rey del cielo había ve
vida espiritual de sus súbditos; que velan nido como general dispuesto a la batalla.
por turno de noche sobre su rebaño, para La legión de ángeles “alababa a Dios”,
que no los despedacen a mordiscos los lobos a una voz, por el nacimiento de Cristo. Sa
del infierno. La noche significa los peligros bían que este nacimiento traía la salvación
de las tentaciones. Los que velan con perfec a los hombres, y que reparaba la ruina de
ción, no cesan de guardarse a sí mismos, y a los ángeles. Bendiciendo a Dios decían:
todos los que dependen de ellos. A su lado “Gloria a Dios en lo más alto”, en los cie
está el ángel, para guardarlos. La claridad los altísimos. La gloria de Dios brilla en
de Dios brilla en torno suyo, para guiarlos a todas partes; pero sobre todo donde habi
ellos y a sus súbditos. tan los ángeles y los santos. Si en la tierra
Por estos mismos pastores, según el muchos le desprecian, en el cielo todos le
mismo san Beda, debemos entender no so glorifican. “Y, en la tierra, paz a los hom
lo los obispos, sacerdotes, diáconos y recto bres”, no a cualquiera, a los de “buena vo
res de monasterios; sino también a todos los luntad”48 a los que reciben a Cristo con
fieles que guardan aunque sea una casa pe buena voluntad, y no le persiguen. Porque
queña. Se llama pastores a todos cuantos es “no hay paz para los impíos” (Is 2,22); en
tán al frente de su casa con cuidado vigilan cambio, hay “mucha paz para los que
te. Todo el que tiene gobierno ordinario, aman tu ley” (Sal 119, 165).
aunque sea de uno o dos hermanos, debe Según san León Papa, la paz verdadera
cumplir el oficio de pastor. Se le manda del cristiano consiste en no separarse de la
que, en cuanto puede, los alimente con el voluntad de Dios, en gozarse solo en las co
pan de la palabra. sas de Dios. Tener paz con Dios es querer lo
El que vive solo, cumple también el ofi que manda, no querer lo que prohibe. Se
cio de pastor, si reúne buenas obras y pensa anuncia la paz a los hombres de buena vo
mientos limpios, y se esfuerza por guardar luntad, es decir, a los buenos. Llamamos a
este rebaño, alimentarlo con los pastos de la un hombre sencillamente bueno, por la
Escritura, y defenderlo contra los asaltos de bondad de su voluntad, más que por la bon
los enemigos. dad de otras potencias del alma. La volun

48 “Y, en la tierra, ¡paz a los hombres / [objeto] del beneplácito [divino]!”. En quienes Dios se complace.

Eran “hijos de ira” (Ef 2,3); por este niño pueden ser “hijos de adopción”. La versión “hombres de buena volun
tad” no es exacta; vale, como efecto: Dios al darnos a su Hijo, muestra su buena voluntad hacia nosotros; pode
mos tener buena voluntad para con él y el prójimo” (NT.MI, 269).
9. NACIMIENTO DEL SALVADOR 85

dad es
tadlas
sus
en actos;
redunda
cosas
la que
poren
que
mueve
lose
las
mismo
mueven,
demás
a lassuotras
potencias;
influye
bondad
potencias
laocomo
causa
mal-a pre que oímos una enseñanza santa de boca
de un hermano, o nosotros mismos traemos
al pensamiento cosas de piedad, debemos
alabar a Dios. Por este nacimiento deben
que las mueve. Para los hombres malvados, convertirse los hombres a una sola fe, espe
en
paracambio,
los impíos”.
no hay paz, porque “no hay paz ranza y amor para gloria de Dios.
Ascendieron los ángeles al cielo, cantan
biénEsta
para la venida
palabra
pazdeque
deCristo,
los
anunciaron
ángeles explica
paz
los profetas
tam- do con júbilo; anunciaron estas cosas a sus
que la conciudadanos. Toda la corte de allá arriba,
era la interior, regocijada, haciendo gran fiesta, alabando y
la buena voluntad. Dicen los Proverbios: dando gracias a Dios Padre, vinieron por el
“Ninguna
12,21). La desgracia
paz temporalcontristará
que al justo” (Pr orden de sus coros a ver el rostro del Señor,
paz
nidabajo el imperio
de Cristo, estandoromano,
todashubo
fue
las gentes
figura
en la ve-
en
de su Dios. Le adoraron con toda reverencia, a
él y a su madre. Hacían resonar cánticos en
su honor. Oyendo tales noticias, ¿quién de
esta paz que se pretendía en primer lugar. ellos hubiera permanecido en el cielo sin vi
Bien dicho está, gloria a Dios y paz a los sitar a su Señor, acostado tan humildemente
hombres. Por Cristo fue glorificado el Pa en la tierra? En ninguno habría cabido se
dre, y se hizo la paz entre Dios y los hom mejante soberbia. Por eso dice el apóstol:
bres, entre el ángel y el hombre, entre judío “Al introducir a su Primogénito en el mun
y gentil. do, dice: Adórenle todos los ángeles de
sigue
“Te
enalabamos
el cánticoydel
te bendecimos”
Gloria, se creey lo
queque
lo Dios” (Hb 1,6).
Escribe san Agustín: “Nace en un esta
añadió san Hilario. El Papa Anastasio II blo, su madre María lo faja pobremente y lo
mandó que se cantara en la Misa de los do acuesta en un pesebre. No tenía una casa de
mingos y días festivos. cedro, ni un lecho de marfil, donde dar a
luz al Creador, y colocar al Redentor de to
15. Gozo del nacimiento del Señor dos. De viaje, como desterrada, dio a luz en
Del gozo de este día escribe Casiodoro, casa ajena al Señor del mundo; como pobre
comentando
día en que actuó
la frase
el del
Señor”
salmo:
(Sal“Este es el
118,24): mujer, no le envolvió en sedas, sino en pa
ños bastos, y lo colocó en un pesebre. Pero
“Aunque
que hizo Dios
especialmente
creó todoseste,
los días,
porque
se dice
fue tan pronto como le dio a luz, le adoró como
a Dios.
consagrado
Señor.
él perdió
recibióHay por el
laelsalvación”.
enemigo
que exultar
nacimiento
su derecho
de gozo,
deyporque
el
Cristo,
mundo el
en “¡Feliz establo, pesebre dichoso, en que
nace Cristo, en que se acuesta al Dios de to
das las cosas! Allí fueron parteras las potes
legión
dor,
Beda,
moniosa
paraLa
para
con
el
multitud
toda
ángel
Dios,
del
confirmar
prorrumpió
Creador;
dio
y se
nos
solo
asoció
su
daban
la
cumplían
palabra.
enbuena
aluna
ejemplo.
ángel
alabanza
noticia
Según
su
anuncia-
Siem-
oficio
ysan
ar-
la tades angélicas y el gozo de los ángeles. Llo
raba el niño en el pesebre del establo. Pero
la multitud del ejército celestial hacía gran
concierto en el cielo, cantando “gloria a
Dios en lo más alto”, anunciando “paz en la
tierra a los hombres del divino agrado”. La
bondad del cielo había nacido sobre la tie
86 PRIMERA PARTE

rra. Había descendido del cielo la verdadera “Y encontraron a María y a José y al re


paz. Por eso los ángeles, agradecidos, canta cién nacido, colocado en el pesebre” (Lc
ban sin cesar gloria a Dios en las alturas. 2,16). Encuentran a Cristo, con María la
Exultan los ángeles, rebosando seguros ale Virgen, con José el justo, y en el pesebre.
gría por causa de Cristo. Ante él está su ma El que desee encontrar a Cristo, aprenda la
dre. Se goza con temor y temblor. Permane limpieza de corazón consigo mismo, que se
ce entre la timidez y el júbilo”. insinúa por la Virgen; la justicia para con
el prójimo, por el justo José; la humildad
16. Los pastores van de prisa al pesebre reverente para con Dios, por el humilde
pesebre.
“Cuando los ángeles se separaron de
Se halla a Cristo entre María y José, la
ellos hacia el cielo, los pastores se decían
contemplación y la acción. En figura de es
unos a otros: Vamos hasta Belén”, donde
to Jacob, llamado también Israel, “el que ve
nos han dicho, “a ver”, con nuestros ojos,
a Dios”, tuvo aquellas dos mujeres Raquel y
“la palabra que se ha cumplido”, algo digno
Lía.
de contarse y recordar, algo que solo el Se
“Y viéndole”, con los ojos corporales,
ñor ha podido hacer, y que se nos “ha mos
niño según la carne, lo oído sobre este niño,
trado” y revelado “a nosotros” (L 2, 15).
lo “conocieron” con pensamiento intelec
Vamos a ver al Niño nacido, señalado por
tual, por la fe, como “referido a la Palabra”,
la palabra del ángel. Palabra o conversación se
al Hijo de Dios. Conociendo la humanidad,
toma a veces en la Escritura por una cosa dig
vinieron a conocer la divinidad. Fueron ilu
na de darse a conocer, como en Isaías: “No
minados también por dentro, para conocer
hubo en su casa palabra, es decir, cosa de im
la Palabra hecha carne.
portancia, que no se les mostrara”49.
Cuando adoraron al Niño, refirieron lo
O vamos a ver cómo se ha hecho carne
que habían oído a los ángeles. “Todos los
esta Palabra que estaba junto al Padre en el
que lo oían, se admiraban” del misterio de
principio. Cuando se ve la carne de nuestro
la Encarnación y “de las cosas que los pasto
Señor, se ve la Palabra que es el Hijo. Esta
res decían. Los pastores se volvieron” llenos
Palabra ha sido hecha, cuando la Trinidad
de alegría, dando gloria a Dios.
determinó que se hiciera hombre mortal.
Así nos la mostró a nosotros, que no podía
17. Anagogía: para hallar a Cristo en la
mos verla en su divinidad.
patria
“Y vinieron de prisa”, por el deseo y por
la alegría de ver al Niño recién nacido; y A los que desean hallar espiritualmente
para volver a su rebaño, que había quedado a Cristo tres cosas les son necesarias: comu
sin guardián. Buscan al Niño con interés; nicarse con él, por la meditación de la Escri
buscando con desidia no se merece encon tura; pasar a él, por la contemplación de las
trar a Cristo. Por lo demás, ir a Cristo, se criaturas; y apresurarse con el gusto de las
gún san Beda, no consiste en acelerar los cosas divinas. Para hallar a Cristo, debemos
pies, sino en avanzar sin descanso en la fe y comunicarnos con él por la confesión de los
en la virtud. pecados, pasar a él por el desprecio de las co

49 Ludolfo señala ya que “la palabra que se nos ha dicho”, es “el hecho” referido; así se traduce ahora el semi
tismo.
9. NACIMIENTO DEL SALVADOR 87

sas temporales, y apresurarnos por la prisa (Lc 2,19). Guardaba en su pecho las pala
del deseo fervoroso; y esto hasta Belén, “casa bras sobre la anunciación del ángel, sobre la
de pan”, por el gusto de las cosas divinas. alegría de Juan, sobre el nacimiento del Sal
Entonces
ga
brede
desu
nuestro
presencia,
encontraremos
corazón,
ya que
ena la
Cristo
“sus
deliciosa
delicias
en elentre-
pese-
son vador, sobre el cántico de los ángeles y la
aparición y la fe de los pastores. Las compa
raba, en su corazón, con los escritos de los
estar con los hijos de los hombres” (Pr 8,31). profetas. Como la mejor alumna, sabía de
Belén designa además la casa celestial. memoria todo lo que había oído, repasando
pan
da,
Belénes
Belén,
liz del
ense
que
decir,
casa
elllega
reino
se
dedel
dice:
pasando
pan,
devicio
Dios”
“Dichoso
y allí
de
a (Lc
la
está
la virtud,
muerte
elaquel
14,15).
que coma
de
pan
aAlaeste
esta
vi-
fe-
el con frecuencia cuanto había observado. Fue
como un arca que guardaba las palabras di
vinas. Lo retenía todo para que más tarde,
cuando ella lo contara, se escribiera y anun
ciara por todo el mundo.
mundo al Padre. Los apóstoles tomaron de María muchas
Siguiendo el consejo de san Beda, pase cosas que no sabían, especialmente sobre lo
mos nosotros también hasta Belén, ciudad que hizo el Señor antes de llamarles a ellos.
de David, como pasaron los pastores. Reco Esta ocupación de María era muy dulce
jámonos en ella, celebrando como merece la para ella y útil para la Iglesia. Según san Je
todo
Encarnación
do laselconcupiscencias
deseode
deCristo.
la mente
Pasemos
carnales
a la Belén
desprecian-
y elevando
de arri rónimo, después de la resurrección, se que
dó María en la tierra con los apóstoles para
instruirlos. Como todo lo había visto más
ba, a la casa del pan vivo, hecha no con ma familiarmente, podía expresarlo mejor. Co
nos, sino eterna en el cielo. Recojámonos mo dice el mismo: “expresamos mejor lo
amando, porque la Palabra hecha carne, ha que conocemos mejor”.
subido en carne allá arriba, y allí descansa a María, custodiando el pudor virginal no
la diestra del Padre. Sigámosle allá con toda menos de boca que de cuerpo, no quería di
la urgencia de las virtudes. Procuremos con vulgar los secretos de Cristo; esperaba reve
un castigo cuidadoso del corazón y del rente, estudiando el tiempo oportuno en
cuerpo, merecer ver reinando en el solio del que Dios quisiera divulgarlo; comparaba lo
Padre a Aquél a quien los pastores merecie que veía cumplido, con lo que leía en las
ron ver llorando como niño en el pesebre. Escrituras como futuro.
Una felicidad tan grande no se ha de buscar Había leído en Isaías: “Una virgen con
con pereza y torpeza, sino siguiendo muy cebirá y dará a luz un hijo” (Is 7,14); y veía
despiertos las huellas de Cristo. Y ellos, que ella, virgen, había concebido y dado a
viéndole le conocieron, también nosotros
luz. Había leído: “Conoció el buey a su amo
apresurémonos a abrazar con amor pleno las y el asno el pesebre de su señor” (Is 1,3); y
cosas que se han dicho del Salvador, para veía al Hijo de Dios y suyo entre dos ani
que en el futuro del conocimiento perfecto
males, llorando como niño en el pesebre.
podamos comprenderlas con la visión
Había leído: “Saldrá una vara de la raíz de
Jesé” (Is 11,1); y veía que ella había nacido
18. María, maestra de evangelistas
de la estirpe de David. Había leído: “Se lla
tas “María,
cosas, confrontándolas
por su parte, guardaba
en su corazón”
todas es- mará Nazareno”; y veía que había concebi
do del Espíritu Santo en Nazaret. Había
88 PRIMERA PARTE

leído: “Y tú, Belén, tierra de Judea” (Mi adora al Señor, tu Dios. Saluda con reveren
5,2); y veía que había dado a luz en Belén. cia a su madre y al santo José. Besa luego
Confrontaba así las palabras de los pro- los pies del Niño, acostado en el pesebre, y
fetas con los hechos; lo que oía con lo que ruega a la Señora que te lo dé, o te permita
veía. Y la Madre de la Sabiduría encontraba tenerlo. Recíbelo, trayéndolo a ti; retenlo
en todo concordia admirable y argumentos entre tus brazos. Mira atentamente su ros
ciertos de fe. ¡Qué alegría tendría sabiendo tro, bésale con reverencia, gózate en él, de
que era Madre de Dios! Porque, como dice corazón. Puedes hacerlo confiadamente. Vi
san Anselmo: “sólo poder decir de la Virgen no a los pecadores por su salvación. Trató
María, que es Madre de Dios, excede cuan- humildemente con ellos; y al fin se les dio a
ta grandeza pudiera decirse o pensarse, des- sí mismo por manjar. Pacientemente per
pués de Dios”. mitirá ser abrazado por ti; no lo juzgará
presunción, sino amor. Hazlo siempre con
19. Regresan los pastores al rebaño reverencia y temor, porque es el Santo de
los santos.
“Los pastores se volvieron”, llenos de ale
Devuélveselo luego a su madre, y mira
gría, a su ganado, “glorificando y alabando a
con qué diligencia y gusto le alimenta, lo
Dios”, como autor de “todo lo que habían
delicadamente que le trata. Ponte en pie y
oído” a los ángeles, y “lo que habían visto” en
ángel les había dicho” (Lc 2,20). Daban glo- prepárate a servirle, si puedes. Detente y
Belén, por sus propios ojos; todo era “como el
goza en esto, y medita confiadamente; y
ayúdales, como puedas, familiarmente, a la
ria a Dios, porque habían encontrado lo que
Señora y al Niño Jesús. Mira mucho su ros
les había dicho el ángel. Este eximio benefi
tro “en quien desean contemplar los ánge
cio, hecho en general a todo el mundo, pero
les” (1P 1,12). Pero, repito, con reverencia
mostrado en especial a ellos, lo agradecían
y temor; debes juzgarte indigno, tratando
lanzando por la boca su alabanza a Dios.
con tales personas50.
Por su misma devoción, después de
Dice san Anselmo: “Sigue a la Madre
contemplar al Salvador, se vuelven al ejerci
con toda devoción a Belén, alojándote en
cio de su acción. En lo cual dan ejemplo a el albergue, asiste y sirve a la madre; colo
los pastores de la Iglesia; mientras otros
cado el Pequeño en el pesebre, rompe en
duermen, deben velar, marchando a Belén
voz de júbilo y exclama con el profeta Isaí
en la contemplación y estudio de la escritu
as: “Un Pequeño nos ha nacido, un hijo se
ra, para proveerse allí del pan celestial, y
nos ha dado” (Is 9,6). Abraza aquel divino
volver llenos de doctrina para alimentar su
y dulce pesebre. Mitigue la vergüenza el
ganado. “Los animales iban y venían”, dice
amor; el temor, expúlselo el afecto. Fija los
Ezequiel (Ez 1,14).
labios en los sacratísimos pies del Niño,
multiplica los besos. Piensa luego mental
20. Contemplación de la historia
mente la vigilia de los pastores, admira el
Anda ahora, tú también, a ver la Pala- ejército de los ángeles apresurándose, mez
bra hecha carne por ti. Dobla las rodillas, cla tus peticiones con la melodía celestial.

50 “Ver a nuestra Señora y a Joseph… y al niño Jesú, … haciéndome yo un pobrecito y esclavito indigno,

mirándolos, contemplándolos y sirviéndolos, como si presente me hallase, con todo acatamiento y reverencia po
sible” (san Ignacio, EE 114).
9. NACIMIENTO DEL SALVADOR 89

Canta
la
ca:tierra
cito”
“Gloria
(Lc
sina2,14).
cesar
los conen
a Dios
hombres
el lo más
corazón
del divino
alto
y con en
beneplá-
y paz
la bo- veces. Según el nacimiento divino, Cristo
tiene Padre sin madre; según el humano, tie
ne Madre sin padre; según el de la gracia,
tiene padre y madre, según la palabra del
to
Evangelio,
ángeles
María:
la tierra
Jesús, ael
SanGloria
aAgustín
loslos
hemos
Señor,
pastores,
ahombres
Dios
dice:
dado
oído
en
que
“Cuando
alas
del
aquella
luz
anunciaba
alturas
divino
porvoz
se
layagrado.
Virgen
aleía
paz
deCris-
los
en
el Evangelio: “El que haga la voluntad de mi
Padre que está en el cielo, ése es hermano
mío, o hermana, o madre” (Mt 12,50).
Estos tres nacimientos de Cristo los re
presenta la Iglesia el día de Navidad. El
primero en la Misa que se canta de noche,
Voz
mujer,
de cuyo
fiesta,seno
de felicitación,
había dadono a luz
soloun
para
hijo,
la porque el nacimiento divino es oculto para
nosotros. El segundo, en la Misa que se can
sino para
Virgen a luz
todaallaSalvador”.
humanidad. Para él dio la ta al amanecer, porque el nacimiento huma
ras
yor yDigamos
júbilo
paz enposible:
lanosotros
tierraGloria
a los
también
hombres
a Dios con
ende
laselbuena
altu-
ma- no en parte fue oculto en cuanto al modo, y
en parte manifiesto por su efecto. El terce
ro, en la Misa que se canta de día, porque el
nacimiento por la gracia es manifiesto en el
bras
voluntad.
podamos,
de estaen
Meditemos
alegría
fe, esperanza
evangélica.
lo más
y amor,
a fondo
las pala-
que alma; Cristo es concebido por el efecto, es
dado a luz por las obras, es alimentado por
el progreso espiritual.
San Gregorio Nacianceno: “Venera al
los
Niñoángeles.
con losSi no puedes
pastores, y canta
como
el himno
san Juan,
con 22. Alabanza de Belén
Belén, ciudad pequeña, mínima, abrió
alégrate como David, cuando colocó el arca:
el paso a la patria del paraíso. Se llamó pri
danza en el nacimiento que te ha libertado
mero Efrata. Luego hubo allí una gran
de las ataduras del nacimiento terrestre”.
hambre, pasada la cual, vino gran abundan
Ven cada día a ver a Jesús en el pesebre
cia, y entonces se la llamó Belén, “casa de
espiritual del altar. Ven para que te alimen
pan”.
tes, entre los santos animales, con el trigo
“No es la menor de las ciudades de Ju
de su carne.
dea” (Mt 2,6). Sabía de misterios ya antes
de la venida de Cristo. Allí fue ungido Da
21. El triple nacimiento de Cristo
de su Madre una vez, en la mente muchas vid, se convirtió en solemne el sacrificio, se
madre
no,
eternalmente,
El
humano,
nacimiento
en el tiempo;
de
dellaPadre;
deel
gracia.
Cristo es en
tercero,
el segundo,
El triple:
primero
la mente,
de
divi-
es
la celebró el matrimonio de Ruth y Booz. Es
tas tres cosas prefiguran la unión de la hu
manidad con la divinidad, el verdadero sa
crifico y el reino inmutable.
espiritualmente.
toman
Cristo: según
la divinidad,
las tres
Estosla
sustancias
tres y el hay en
carnenacimientos
queespíritu.
se En Belén fue la alegría del nacimiento
de Cristo. ¿Quién sabría valorar este júbilo?
Los ángeles alaban, los pastores ven, los re
Porque del Padre nace Dios; de su Madre, yes adoran, los pueblos creen.
nace
del Espíritu
carne; ySanto.
en la mente
Del Padre
nacenace
por siempre,
la gracia Después de la venida de Cristo, Belén
supo de martirios, cuando Herodes hizo
matar a los inocentes.
90 PRIMERA PARTE

Es dichosa sobre todo por el germen no devoción de este lugar, despreciando al


ble que salió de ella para regir al pueblo de mundo y su gloria, se entregaron al servi
Israel. cio de Dios, y a la contemplación, en un
Alabando a esta ciudad, dice san Ber monasterio de mujeres.
nardo: “¡Belén pequeña, pero engrandecida
por el Señor! Te hizo grande el que en ti se 23. Ciudades elegidas por Cristo
hizo pequeño. ¿Qué ciudad al oírlo, no en
Muchos marcharon de su país, dejando
vidiaría aquel establo precioso y la gloria
a sus parientes y la casa de sus padres, por el
del pesebre? Por todas partes “glorias se di
deseo de la Tierra Santa. Prefirieron habitar
cen de ti, ciudad de Dios” (Sal 87.3), cuan
corporalmente entre las turbas de los pue
do se canta: “¡Todos han nacido en ella, y la
blos, aunque esto sea con frecuencia impe
fundó el Altísimo!” (Sal 87,5).
dimento para la piedad, para no verse priva
Belén está situada en un monte largo y
dos de habitar en las ciudades que Cristo
estrecho, que va de oriente a occidente, al
eligió. Jerusalén, Belén, Nazaret, son como
fin del cual, bajo una roca, estaba el alber
celdas llenas de aroma, que conservan el
gue donde brilló para nosotros “el Sol de
perfume de la vida del Salvador. En Nazaret
justicia, Cristo nuestro Dios” (Lc 1,78). A
fue concebido el Señor, por obra del Espíri
cuatro o cinco pies estaba el pesebre de las
tu Santo, en la Virgen María. En Belén na
bestias, donde acostaron al dulce Niño.
ció. En Jerusalén fue crucificado, muerto y
En esta ciudad hay una santa Iglesia ca
sepultado por nuestra salvación.
tedral de mucha belleza y devoción, consa En Belén, pues, nació según Adán; a
grada a la Virgen María. La hizo edificar
siete miliares51, al sur, de ella, está la ciudad
santa Helena, madre del emperador Cons
de Hebrón, donde estuvo, en el campo da
tantino. Hay en ella una cripta con un be
masceno, el primer Adán formado de tierra
llísimo altar de mármol, en el lugar donde
roja; de ese campo, a un tiro de arco, hay
la Virgen dio a luz, donde Cristo quiso na
una doble cueva52, donde el propio Adán
cer. En esa misma iglesia hay una capilla
con su mujer está sepultado; y los tres gran
muy hermosa y devota donde estaba el di
des patriarcas: Abrahán, Isaac, y Jacob con
vino pesebre; y el sepulcro de los santos
sus mujeres.
Inocentes, y el de san Jerónimo. Allí des
cansan las santas Paula y Eustaquia. San Je
24. Figuras del nacimiento de Cristo
rónimo eligió para servir a Dios esta santa
ciudad, tan amada de él. Santa Paula y su Cristo nació para liberar al hombre que
hija Eustaquia, con otras vírgenes, por el estaba en prisión. Fue prefigurado por el
amor de nuestro Señor Jesucristo, y por la copero del Faraón, cuando en la cárcel le pa

51 Miliar, piedra que señala millas. Milla, dijimos, es medida variable. Hebrón dista de Jerusalén unos
40 kms.
52 Del “campo damasceno”, sinónimo del paraíso de Edén (no situado) no hay dato ninguno, menos de la

presencia ahí de Adán. En cambio, la cueva junto a Hebrón, tumba de los patriarcas, está documentada. “Abra
hán no podía permitir que la madre de la generación bendita (Sara, del pueblo de Israel), fuera sepultada en tie
rra ajena”. La compra en propiedad; signo de la tierra prometida. en la historia “Según la tradición, junto a Sara
fueron enterrados Abrahán, Isaac, Rebeca, Lía y Jacob” (BCB, p. 51). Abrahán mantiene un diálogo vivo, muy
antiguo, con Het, los hititas; compra la finca, con la cueva de Makpelá, frente a Mambré, Hebrón. Ver Gn, 23.
9. NACIMIENTO DEL SALVADOR 91

copa
con
recer
recíasus
del
yque
asarmientos
producir
Faraón.
crecía ante
uvas;
o ramos;
él él
delas
lacomenzó
exprimía
tierra unaaenflo-
vid
la viano, que dominaba entonces en todo el
mundo, y a quien por eso los romanos te
nían por un dios, fue a consultar a la Sibila,
profetisa, a ver si había en el mundo algún
Según la interpretación del sueño, él fue otro mayor que él. El mismo día en que
dad; perotrespadecía
liberado
humanidad días después.
una miserable
Así también
cautivi-
la Cristo nació en Judea, la Sibila, en Roma,
contemplaba un círculo de oro junto al sol,
tierra sola,la de
vid,María,
que escon
Cristo,
sus creció
tres ramas,
de la y en el círculo una virgen, llena de hermo
sura, aparecía sentada llevando en el seno
carne,
tos de las
almatresy divinidad,
personas deolalos
santa
tresTrinidad.
sarmien- un niño muy hermoso. Ella se lo indicó al
César Octaviano, haciéndole saber que ha
Al tercer día de haber sido exprimido el vi bía nacido un rey mayor que él.
no de su sangre en la cruz, y haber sido
ofrecido
dad de sual encarcelamiento.
Rey celestial, sacóEste
a la vino
humani-
em 26. La solemnidad natal de Cristo
Medita con gozo la solemnidad del día.
briagó de tal forma al Rey celestial, que
Hoy nació Cristo. Hoy es, por tanto, la fies
perdonó a la humanidad todas sus ofensas.
ta del Rey eterno, del Hijo de Dios.
Este vino nos lo dejó en el Sacramento, pa
En este día “un Niño nos ha nacido y
ra que lo ofrezcamos cada día por los peca
un hijo se nos ha dado. El sol de justicia” (Is
dos del mundo, ya que cada día es ofendido
9,6), que estaba entre los hombres, “ha apa
por el mundo.
recido” brillando claramente. Hoy salió de
El nacimiento admirable de Cristo fue
su tálamo el esposo de la Iglesia, cabeza de
figurado por la vara de Aarón, que floreció
los elegidos, y “el más hermoso de los hijos
y dio fruto de almendras. Como esta vara
de los hombres” (Sal 45,3) mostró su desea
germinó milagrosamente en contra de las
do rostro. Hoy brilló ante nosotros nuestra
leyes naturales, así María concibió y dio a
redención, la reparación antigua, la felici
luz a su Hijo admirablemente, sobre el or
dad eterna. Hoy se anunció a los hombres la
den de la naturaleza. La vara de Aarón dio
paz, como se canta en el himno de los ánge
fruto sin plantación: la Virgen María dio a
les. Hoy “en todo el mundo”, como canta la
luz a su Hijo sin unión de varón. En el hue
Iglesia, “los cielos se han hecho de miel”.
so de la almendra está escondido un dulce
Hoy “apareció la benignidad y humanidad
núcleo; así en la carne de Cristo estaba es
de nuestro Salvador” (Tt 3,4).
condida la dulcísima divinidad. En la vara
“El poder de Dios, dice san Bernardo,
de Aarón hallamos el verdor de las hojas, la
aparecía en la creación de las cosas y la sabi
suavidad de las flores y la abundancia de los
duría de su gobierno; pero la benignidad apa
frutos. María tuvo el verdor de su virgini
reció ahora, sobre todo, en su humanidad”.
dad, la suavidad de la piedad, la abundancia
Hoy Dios fue adorado en la carne de pe
de una saciedad perpetua.
cado semejante a la nuestra. Hoy nosotros
también somos traídos a la vida, con Cristo,
25. Fue anunciado a los aún no creyentes
ría
miento
laCristo
salvación
también
anunció
dea todos
losdegentiles,
antemano
los hombres.
porque
su Octa-
naci-
que- porque la generación de Cristo en el origen
del pueblo cristiano. Hoy tuvieron lugar
dos milagros que superan todo entendi
miento: Dios nace y una Virgen da a luz.
92 PRIMERA PARTE

Hoy brilló multitud de otros milagros. Fi Míralas ahora, compáralas con estas y rela
nalmente, todas las cosas que se dijeron so ciónalas entre sí.
bre la Encarnación, aquí brillan más claras; Este es, pues, un día de alegría y de jú
allí fueron comenzadas, aquí se manifiestan. bilo sin medida.

Oración

Dulce Jesús: naciste humilde de una esclava humilde; quisiste que te envolvieran en
pañales de humildad y te acostaran en un pesebre.
Por tu nacimiento indecible, dame, clementísimo Señor, que renazca en mí la santidad
de una vida nueva.
Que me humille, bajo el hábito y los paños de la religión, de forma que, reclinado co
mo en un pesebre, dentro de los estrechos afanes de la disciplina regular, pueda alcanzar la
cumbre de la verdadera humildad.
Tú te dignaste participar de nuestra humanidad mortal; dame participar de tu eterna
divinidad. Amén.

10. EL NOMBRE DE JESÚS Y LA CIRCUNCISIÓN


Lucas 2,21

1. Abrahán comenzó la circuncisión53 dre excelso”; luego por su fe se le llamó


Abrahán, “padre de muchas gentes”. Tam
“Y cuando se cumplieron los ocho días
bién su esposa cambió de nombre; se llama
para la circuncisión, le pusieron por nom ba Sarai, “señora de su casa”, y luego se lla
bre Jesús”, Salvador, “el nombre puesto por mó Sara, “la primera de todas” las
el ángel antes de ser concebido en el seno creyentes. De ahí nació la costumbre de po
materno” (Lc 2,21) por obra del Espíritu ner el nombre a los niños el día de la cir
Santo. Dios le había impuesto antes el cuncisión; así se hizo también con el niño
nombre, el ángel lo anunció. Todo, según el Jesús.
precepto de la ley, que ordenaba se hiciera a Jesús comenzó por la humildad, reci
los ocho días, comprendidos el primero y el biendo la señal de la circuncisión. No tardó
último. en derramar por ti precio de sangre, como
El rito de la circuncisión comenzó cuan verdadero Redentor, tal como había sido
do Abram mereció, por esta señal, pasar a prometido a los Padres, semejante a ellos en
llamarse Abrahán; se llamaba Abram, “pa todo menos en la ignorancia y la maldad.

53 [EE 266] 1 DE LA CIRCUNCISIÓN ESCRIBE SANT LUCAS EN EL CAPÍTULO II, V, 21.

1º 2 Primero: circuncidaron al Niño Jesús.


2º 3 2º: (El nombre dél es llamado Jesús, el qual es nombrado del ángel ante que en el vientre se concibiese).
3º 4 3º: tornan el Niño a su Madre, la qual tenía compasión de la sangre que de su Hijo salía.
10. EL NOMBRE DE JESÚS Y LA CIRCUNCISIÓN 93

2. Misterio 1º: el nombre de Jesús Considera la dignidad de este nombre.


Fue ordenado desde la eternidad por Dios.
Dos grandes hechos se hicieron este día.
Lo desearon los patriarcas y padres anti
Primero, que tuvo lugar la manifestación del
guos. Lo profetizaron los profetas. Lo prefi
nombre de Jesús, impuesto desde la eterni
guró el antiguo Jesús Nave, llamado tam
dad, pronunciado por el ángel antes de que
bién Josué. El ángel se lo comunicó a la
fuera concebido en el seno. El ángel Gabriel
Virgen y a san José. La Virgen lo dio a co
en efecto, enviado a María, dijo: “concebirás
nocer. San José se lo impuso en este día. Los
en tu seno y darás a luz un hijo y le llamarás”
el día de la circuncisión, “por nombre Jesús” ángeles lo divulgaron. Lo engrandecieron
(Lc 1,31). Era el nombre que le había puesto los apóstoles. Lo testificaron los mártires.
Dios, su Padre. Dice Isaías: “Te pondrán un Lo alabaron los confesores. Lo gustaron, co
mo óleo derramado, las santas vírgenes. Lo
nombre nuevo, el que ha nombrado la boca
del Señor” (Is 62,2). veneran los fieles.
Según Orígenes, el vocablo Jesús, dul Hay diferencia, según san Agustín, en
ce, glorioso, digno de toda veneración, que, tre el nombre de Jesús y el de Cristo. El
según el apóstol, es “el nombre que está so nombre de Jesús es su nombre propio; el de
bre todo nombre” (Flp 2,9), no convino que Cristo es nombre de un misterio. El nom
lo llamaran los hombres, ni se ofreciera por bre de Cristo es nombre de la gracia; el de
ellos,
ció susino
nombre
por con
una él;
naturaleza
le es innato;
superior.
tieneNa-
por Jesús es nombre de la gloria. Por la gracia
del bautismo, por el nombre de Cristo se
propia naturaleza ser el Salvador. Y aunque nos llama cristianos; en el cielo, por el
otros se hayan llamado antes con este nom nombre de Jesús se nos llamará jesuitas, del
bre, fue nombre nuevo en Cristo, pues a él Salvador salvados54. La diferencia entre el
se le ponía este nombre, porque es el Salva nombre de Cristo y Jesús es la que hay en
dor de todos los hombres; propiedad que no tre la gracia y la gloria.
fue propia de otros, aunque en algo hicieran En sentido moral, dice san Beda, como
alguna salvación. Porque Jesús, en hebreo, Cristo recibió el nombre de Jesús en su
significa Salvador. Salvador en potencia: lo circuncisión corporal, los elegidos partici
es así desde la eternidad; por el hábito de pan de él en su circuncisión espiritual.
salvar, cosa imposible a un ángel, propio de Por Cristo se les llama cristianos; por el
él, desde su concepción; por el acto de sal- Salvador se les llama salvados. Este nom
var, y así se le llamó en la circuncisión, y le bre se lo da Dios no solo antes de ser con
conviene por razón de su pasión. cebidos en el seno de la Iglesia, sino desde
Según el Crisóstomo, este nombre pro- la eternidad.
pio de Dios con que se llama a Jesús desde Este es “el nombre que está sobre todo
el seno de la Virgen, no es nuevo para él, nombre” (Flp 2,9); “y no hay bajo el cielo
sino antiguo. Se llama Jesús, Salvador, se- otro Nombre, que haya sido dado a los
gún la carne, al que era Salvador según la hombres, por el que debamos salvarnos”
divinidad. (Hch 4,12).

54 Montesino traduce: “así como en


la presente vida, por la gracia del bautismo, son llamados los cristianos
de este nombre ‘Cristo’, bien así en la gloria celestial serán llamados los santos jesuitas, que quiere decir hechos
salvos por la virtud del Salvador”. (En la obra de R. García Mateo, p. 41).
94 PRIMERA PARTE

Según san Bernardo, este nombre es 1,8). Todas las cosas son producidas por la
miel en la boca, melodía en el oído, júbilo Palabra pronunciada eternamente; así todas
en el corazón. Predicándole, brilla como el también son reparadas, promovidas y ter
aceite; pensándole, alimenta; invocándole, minadas por la Palabra unida a la carne.
suaviza y unge.
Según san Pedro de Rávena, este nom 3. Misterio 2º: Cristo derrama su pri
bre dio vista a los ciegos, oído a los sordos, mera sangre
voz a los mudos, vida a los muertos, tran
Este día, también, Jesús, el Señor, de
quilidad a las olas; hizo huir de los posesos rramó su primera sangre al herir su carne el
todo el poder del enemigo. pequeño cuchillo de piedra.
Dice san Anselmo: “Jesús es un nombre Pronto comenzó a padecer por nosotros.
dulce, deleitable, que conforta al pecador, El que no había cometido pecado, comenzó
nombre de gozosa esperanza. Jesús: sé para hoy a llevar sobre sí el castigo de los nues
mí Jesús”. tros. Quiso derramar su sangre no solo en la
El nombre de Jesús tiene poder espe edad adulta, sino también en la infancia.
cial, pues dice el apóstol: “Pero fuisteis la Lloró este día el niño Jesús, por el dolor que
vados, fuisteis santificados, fuisteis justifi sintió en su carne; tenía, en efecto, como los
cados gracias al nombre de Jesucristo el demás hombres, carne verdadera, que podía
Señor”. (1 Cor 6,11). Tiene el poder de la padecer. Llorando él, ¿crees que su madre
var del delito, de santificar de la culpa y podría contener las lágrimas? Lloró ella con
justificar a los reos. Las tres cosas se perdo él. Compadécete tú también; llora con él,
nan por el nombre de Jesús. Como dice san pues él este día lloró fuertemente por ti. En
Juan: “Os quedan perdonados los pecados estas fiestas debemos gozarnos por nuestra
gracias a su nombre” (1Jn 2,12). A este salvación; pero debemos compadecernos
nombre “se arrodillan todos los seres del por las angustias que soportó por nosotros.
cielo, de la tierra y del abismo”. (Flp 2,10). Tenemos que animarnos también a tolerar
“Todo el que invoque este nombre” del Se castigos por los pecados propios, viendo
ñor, “se salvará” (Hch 2,21; Rom 10,13). El que él toleró tantos por los ajenos. “¿Quién
Señor nos dice: “Si pedís algo al Padre en no se avergonzará, dice san Bernardo, de re
mi nombre, os lo dará” (Jn 16,23). huir penas mucho menores por sus pecados,
En todas las oraciones debemos usar es sabiendo que Cristo las sufrió tan grandes
te nombre, haciendo nuestras peticiones co no por los suyos, sino por los ajenos?”
mo la Iglesia, que termina con el nombre El Salvador derramó su sangre por
del Señor Jesucristo: “Por nuestro Señor Je nosotros seis veces: en la circuncisión, co
sucristo”, o algo similar. mo comienzo; en la oración, por el deseo
No pide en el nombre de Jesús, el que de nuestra redención; en la flagelación y
pide algo contra lo que Dios dispone, o en la coronación, mereciendo esa reden
contra su salvación, o la de otros. El que pi ción nuestra; en la crucifixión, dando el
de así, pide claramente contra este nombre. precio de lo que no debía; y al abrirle el
Con verdad se le llamó Jesús, porque costado, como misterio, en figura de que
solo en este nombre podemos alcanzar la debemos ser purificados por el agua del
salvación. Nos dice de sí mismo: “Yo soy el bautismo, que tiene su eficacia de la san
Alfa y la Omega, el principio y el fin” (Ap gre de Cristo.
10. EL NOMBRE DE JESÚS Y LA CIRCUNCISIÓN 95

Estos derramamientos de sangre nos en- alguien de ellos caía en la batalla, fuera re
señan a circuncidarnos en espíritu, recha- conocido entre los aún no creyentes, como
zando el pecado; a aguantar angustia en la descendiente de una raza santa, y se le die
mente, por la salvación de nuestra alma; a ra sepultura; por eso los que vivían en los
domar nuestra carne; a adornar nuestra al- desiertos no eran circuncidados, porque no
ma con virtudes; a atar nuestros miembros trataban con los gentiles. Y en fin, como re
a los mandamientos de Dios; y a tener el co- medio del pecado original y para reprimir
razón herido por la caridad de Dios. la inclinación carnal.
Ya ves cuántas veces derramó su sangre Se dio también, como preparación para
Cristo por nuestra redención. Pues ¿dónde la fe. Es la profesión de guardar la ley de
están nuestras lágrimas, nuestra acción de Moisés, como el bautismo es profesión de
gracias por tan abundante efusión de san- cumplir la ley del Evangelio; aquella dispo
gre? “Venid, adoremos, postrémonos. Llo- nía a esta. La circuncisión del tiempo pasa
remos ante el Señor, que nos hizo” (Sal do fue, pues, un mandamiento y señal del
95,6), y nos redimió tan copiosamente. Cristo prometido. Tenía que estar en vigor
“Hubiera bastado una sola gota de la pre- hasta Cristo; debía perdurar hasta que na
ciosísima sangre para redimir el mundo, di- ciera el que había sido prometido a Abra
ce san Bernardo; pero se dio en abundancia, hán. Nacido este, y cumplida la promesa,
para que la virtud del que ama se hiciera cesó la circuncisión, que era señal de pro
más clara recordando el beneficio; pues “en mesa; por eso se hacía con cuchillo de pie
él hay redención abundante” (Sal 130,7). dra, porque “la piedra era Cristo” (1 Cor
10,4).
4. Por qué se instituyó la circuncisión
5. Por qué Cristo quiso ser circuncidado
El rito religioso de la circuncisión co
menzó, como está dicho, por el patriarca Cristo quiso ser circuncidado, como si
Abrahán. Él fue el primero que confesó la fe estuviera sujeto a la ley,55 para mostrarse hi
en el único Dios, y en señal de esto recibió jo de Abrahán, que recibió con este manda
la señal de la circuncisión que distinguía a to la promesa de Cristo. Para que asemeján
los creyentes de los infieles. Abrahán, antes dose a los Padres, satisficiera a los judíos, y
de ser circuncidado, creyó que tendría un les quitara el escándalo y toda excusa para
hijo, que Dios le prometió; y por eso reci- no creer en él, ni recibirle. Para aprobar la
bió la circuncisión, para que se viera que, ley antigua, y la circuncisión instituida por
creyendo, había sido justificado. Dios; mostrando que era santa, justa y bue
La circuncisión fue instituida en primer na. Para darnos ejemplo de humildad y obe
lugar por el mérito de la fe de Abrahán; pa- diencia, cumpliendo el precepto de la ley, a
ra distinguirle de las demás naciones por la que no estaba sujeto. Para que cumpliera él
señal de la circuncisión, como se distinguía la ley que dio a los demás; vino en semejan
por la fe. Segundo, para que el pueblo fue- za de la carne de pecado, no en carne de pe
ra reconocido por esta señal, como pueblo cado; que no rechazara el remedio con que se
de Dios, por descender de aquél que creyen purificaba la carne de pecado. Para que, so
do a Dios, la recibió. También para que, si portando la carga de la ley, librara a todos de

55 “Por varias razones”; va enumerando, de la primera a la décima.


96 PRIMERA PARTE

la carga, que no habían podido soportar; ne; donde está el camino del delito, se se
“hecho bajo la ley, para redimir a los que es ñalaba el remedio.
taban bajo la ley” (Ga 4,4-5).
Derramó su sangre no solo en su edad 7. Sentido moral de la circuncisión
adulta, sino también en la infancia; así co
La circuncisión de la carne indica la de
menzó muy pronto a padecer. Mostraba la
la mente, que limpia el alma de los vicios.
verdad de su carne humana, contra los fu
Debemos tenerla en todo, dentro y fuera, li
turos herejes, que dijeron que no tuvo
bres espiritualmente de todos los vicios.
cuerpo verdadero, sino fantástico. Reco
mendaba también la santidad. Quiso, en Cristo fue circuncidado para enseñarnos a
fin, ser circuncidado, para que acabara en él quitar de nosotros todas las cosas superfluas
la circuncisión carnal y comenzara la espi de los pecados.
ritual; para mostrar que debemos circunci “Nuestra circuncisión, dice san Bernardo,
darnos espiritualmente, como dice el após debe ser doble, interior y exterior. La exterior
tol: “la culminación de la ley es Cristo, se refiere al vestido, que no sea notable; a las
para la justificación de todo el que cree” obras, que no sean reprensibles; y a las pala
(Rom 10,4). bras, que no sean bajas. La interior se refiere
al pensamiento, que sea santo; al afecto, que
6. El bautismo dejó sin sentido la cir sea puro; y a la intención, que sea recta”.
cuncisión En nuestro corazón debemos estar circun
cidados de pensamientos dañosos, de malas
Cesa este día la circuncisión. En su lu intenciones, de juicios temerarios, de volun
gar tenemos el bautismo, que tiene gracia tades inicuas; de forma que temamos tratar
mayor y castigo menor. La gracia del bau en nuestro corazón, ante Dios, lo que nos
tismo anuló con su venida la circuncisión avergonzaría decir o hacer ante los hombres;
de la carne; como cuando llega el fruto, pues lo que son los dichos o hechos para los
caen y se marchitan las flores. hombres, eso son los pensamientos ante Dios.
“Lo que vale para nosotros, dice san
También en nuestra lengua debemos es
Gregorio, el agua del bautismo, lo hizo tar circuncidados de palabras torpes, difa
para los antiguos, o los párvulos, la sola matorias, mentirosas, ociosas, superfluas; en
fe; para los antepasados el valor del sacri el día del juicio deberemos dar cuenta de
ficio; para los descendientes de Abrahán, toda palabra ociosa, como también de todo
la circuncisión”. pensamiento.
Según san Beda, la circuncisión prestó Por fin, en cuanto a todos nuestros miem
el mismo auxilio en la ley contra la herida
bros, a nuestros sentidos corporales, debemos
del pecado original, que ahora confiere el
estar circuncidados de lo prohibido e ilícito,
bautismo en el tiempo de la gracia; solo
apartándonos de toda ocasión de pecado; por
que entonces no estaba patente a los cir
que el que no evita la ocasión, apenas evitará
cuncidados la entrada en el reino, y ahora
el pecado.
lo está a los bautizados. Naturalmente, es
to no lo hace el solo bautismo, sino el he
8. Por qué se hacía el día octavo
cho de que se le aplique la Pasión; también
a aquel rito le hubiera dado la misma vir Con esta circuncisión se quitan y exclu
tud. La circuncisión se realizaba en la car yen todos los vicios y pecados, y por eso con
10. EL NOMBRE DE JESÚS Y LA CIRCUNCISIÓN 97

bién
razóntendrá
se hacíalugar
el díalaoctavo,
últimaenresurrección,
el cual tam- castiga su cuerpo y lo somete a servidumbre,
el que guarda, en fin, su corazón, del que
cuando circuncidados todos los miembros, procede la vida, ése es el que ha sido purifi
esto
pecados,
pio
mortalidad.
el
resurrección
mundo;
mismo
de
es todo
todos
todo
que
enlo
El
universal.
él
los
íntegramente
elsuperfluo
día
resucitó
primero.
vicios,
octavo,
Cristo;
quitados
resucitará
En
derenovado,
este
laen
semana,
todos
comenzó
éla será
lalim-
in-
los
es
la cado por una circuncisión verdadera. Más
aún, hasta sus buenas obras, hechas oculta
mente, necesitan circuncisión, para que no
busquemos por dentro la gloria, cuando ayu
namos, oramos o hacemos el bien. El apóstol
nos encomienda expresamente la circunci
sión del corazón, porque su “alabanza no vie
el
que
esta es
eterno
Seis
vida,
preciso
son
descanso.
sinolasla
trabajar
edades
deLaaquellos
séptima
por
del Dios
mundo,
que
noyserá
alcanzar
en
ya las
en ne de los hombres, sino de Dios” (Rm 2,29).
Debemos evitar todo pecado interior y exte
rior; así cumpliremos perfectamente en no
descansan sotros la circuncisión espiritual.
hasta el tiempo de la resurrección. La octa
va es ya el día mismo de la resurrección, fe 9. Iluminaciones: circuncisión espiritual
liz sin fin alguno de tiempo. Entonces los Tantas veces cumple el hombre la cir
santos, limpios de todos los pecados, puros cuncisión espiritual, cuantas se convierte
e inmaculados, recibirán un nombre eterno del delito. A esta circuncisión es preciso
con la herencia sin fin. que le precedan ocho iluminaciones espiri
El que no quiere pensar, hablar, obrar tuales de las gracias divina, significadas por
mal, está del todo circuncidado por dentro los ocho días, en el último de los cuales se
y por fuera. De poco sirve estarlo de una celebra en el alma al circuncisión.
parte y no del todo; dice el Papa Pío: “De Son las siguientes: conversión del peca
nada aprovecha al hombre ayunar y hacer dor a Dios, reconocimiento del pecado,
otras
su mente
obrascerrando
buenas ylareligiosas,
puerta a lasi maldad,
no refrenay contrición, confesión, satisfacción, execra
ción del delito, garantía para el futuro. Al
su lengua a la difamación”. octavo día tiene lugar la justificación del
sobre
tro
manda
Dice
ser,lalacomo
circuncisión,
san
continencia
Beda:
si bastara
“Cuando
de
no el
una
pienses
abstenerse
parte
oyesque
de
predicar
se
nues-
denos
la pecador, con la infusión de la gracia, y ex
pulsión de la maldad; así se celebra la cir
cuncisión en el alma penitente. Porque no
es otra cosa la circuncisión en el espíritu si
impureza, o el usar moderada y lícitamente no la amputación de los vicios, que debe
virginidad.
del matrimonio,
Se nos
o vivir
ordena
según
la mortificación
la gloria de la hacerse con el cuchillo de la penitencia.
Esas son las cosas de verdad superfluas en el
de todos
razón y enloselsentidos
cuerpo. Elqueque
tenemos en el co- hombre; todas las demás cosas creadas en el
con
mal,
para
se
dad,
prohibe
deje
lano
ellengua
que
oprimir
oír
a sus
el
lava
vigila
crimen,
pies
y por
cuida
sussu
todo
la
manos
proceder
sus
de
glotonería
mal
que
ojos
encierra
camino,
su
la
para
inocencia
corazón
ysus
no
la el
ebrie-
ver
oídos
faltar
que
no
ely hombre son buenas. Si no se hace en el alma
esta circuncisión espiritual, el hombre es
hijo de perdición, según lo del Génesis: “El
varón, no circuncidado, será borrado de su
pueblo” (Gn 17,14).
Estos ocho días son, además, ocho ilumi
naciones del Espíritu septiforme en las siete
98 PRIMERA PARTE

virtudes principales, con la perseverancia fi- Ocupémonos seriamente en tener esta


nal, que es la octava. Y como las culpas no se circuncisión espiritual, significada por la
quitan sino por Cristo, pues es “el Cordero corporal, para que libres de toda corrupción
de Dios, que quita el pecado del mundo” (Jn de culpa y pena, merezcamos la circunci
1,29), por eso, según dijimos, la circuncisión sión que tendrá lugar en nosotros en la re
se hacía con pequeños cuchillos de piedra; surrección.
porque “la piedra era Cristo” (1 Cor 10,4). Hay pues tres formas de circuncisión:
La circuncisión de los judíos significaba la corporal, que es como un sacramento;
ésta; sin este sentido es inútil. Cristo fue las otras dos son lo que aquél sacramento
circuncidado para encomendarnos lo que la contenía: circuncisión de cada día respecto
circuncisión señalaba. Por nosotros nació; al pecado; y circuncisión del delito y de
por nosotros fue bautizado; por nosotros pa- toda pena del delito, que tendrá lugar en
deció; del mismo modo, por nosotros fue la resurrección, a la vez en el alma y en el
circuncidado. cuerpo.

Oración

Apacible Jesús, nacido de la Virgen bajo la ley, que quisiste ser circuncidado. Circun
cida, Jesús compasivo, las palabras y obras de tu criado; que no haga nada contrario a tu
voluntad, al pensar, hablar, obrar. Lo que piense, sea en el sentir de Dios; lo que hable, sea
en los preceptos de Dios; que todos mis actos se dirijan a poner por obra tus mandatos.
Mira, Señor, ante ti mi corazón, mi lengua, mis sentidos y miembros; se esfuerzan sí,
pero por sí solos no pueden.
Tú que sueles dar a los justos lo que desean, cumple en el bien los deseos de este peca
dor. Amén.

11. EPIFANÍA: CRISTO SE MANIFIESTA A LOS MAGOS


Mateo 2,1-12

1. Manifestación de Cristo a los magos56 ría una estrella de Jacob y que un hombre
festóAalos
los trece
aún nodías, el niñoaJesús
creyentes, los magos
se mani-
que surgiría de Israel; la aparición de esa estrella
era señal del nacimiento de Cristo. Viéndo
eran gentiles. Había sido profetizado por la unos magos conocieron por revelación
Balaán profeta de los gentiles, que aparece- que era la estrella de que habló Balaán; y

56 [EE 267] 1 DE LOS REYES MAGOS ESCRIBE SANT MATHEO EN EL CAPÍTULO II, V, 1-12.
1º 2 Primero: los tres reyes magos, guiándose por la estrella vinieron a adorar a Jesú, diciendo: (Vimos la es
trella dél en oriente y venimos a adorarle).
2º 3 2ª: le adoraron y ofrescieron dones: (Postrándose por tierra le adoraron y le presentaron dones, oro, encienso y mirra).
3º 4 3º: (Rescibieron respuesta estando durmiendo que no tornasen a Herodes, y por otra vía tornaron a su región).
11. EPIFANÍA: CRISTO SE MANIFIESTA A LOS MAGOS 99

marcharon enseguida de su lugar para ir a ces bien pudieron venir a Jerusalén en tan
venerar al recién nacido. poco tiempo”.
Eran descendientes de Balaán y habían Sucedió, pues, que, viendo la estrella,
heredado también de él la fe. Se los llamó entendieron luego su sentido por ilumina
magos, no por artes mágicas, sino por su sa ción del Espíritu Santo. Los magos busca
biduría; eran peritos en astrología. Los per ban en la estrella a Cristo Dios y hombre,
sas llaman magos a los que los hebreos lla entendían por inspiración divina, que la es
man letrados, los griegos filósofos, y los trella le significaba a él.
latinos sabios. Ellos eran los primeros sa
bios de nuestra fe. Se los llamó también re 3. La estrella, muy diferente
yes, porque en ese tiempo era normal que
La estrella difería de muchas maneras57
gobernaran los sabios. ¡Qué distinto ahora!
de las demás. En la sustancia, pues las de
Los que gobiernan, buscan riquezas, hono
más son de materia celeste, y esta de mate
res, placeres; por eso en el futuro tendrán,
ria corruptible. En el principio, pues los de
quizá, peor suerte que los gentiles.
más son creadas por Dios mediante su
Palabra, sin cooperación de criatura alguna;
2. Por qué vinieron de oriente
y esta lo fue por ministerio de un ángel. En
“Mira, unos magos vinieron de oriente” la duración, pues las demás fueron creadas
(Mt 2,1), venían de regiones que están al desde el principio del mundo y permanece
oriente de Jerusalén y Judea. Venían de rán eternamente; y esta fue creada cuando
donde nace el día, según san Juan Crisósto Cristo nació y luego dejó de existir. En la
mo, porque comenzaba la fe, que es la luz situación, pues las otras están en el cielo, y
de los espíritus; y según san Bernardo, por esta no estuvo colocada en el firmamento,
que nos anuncian que ha amanecido ya el sino en el aire, no lejos de la tierra. En la
Sol de fidelidad o santidad, iluminando con magnitud, pues según Ptolomeo, cualquier
alegres noticias el mundo entero. estrella esdelmayor
sotros, firmamento
que todavisible
la tierra;
para esta
no
Venían de los confines de los persas,
medos, caldeos, donde está el río Saba, se quizá no fue mayor de dos o tres codos. En
llama sabea aquella región. A su lado está el movimiento, pues las otras se mueven en
Arabia, aquella en que se dice que vivie círculo, de oriente a occidente, y esta era
ron. Porque hay dos Arabias: una junto a llevada con movimiento recto de oriente
Judea, al este de Jerusalén, de ella parece hacia el sur. En el reposo, pues las demás se
que vinieron los magos; la otra, que limi mueven con movimiento continuo, sin pa
ta al este con la India, dista de Jerusalén el rarse nunca, y esta marchaba, cuando mar
camino de un año; de esta no podían venir chaban los magos, y se paraba cuando para
en unos días. “Pero, si descendían de Ba ban ellos. En el cambio, pues se ocultó
laán, dice san Remigio, su región no dista cuando los magos entraron en Jerusalén, y
ba mucho de la tierra prometida; y enton luego, cuando dejaron a Herodes, se mostró

57 Llega a la catorce. San Justino “relacionó esta estrella con la anunciada por Balaán, (Num 24,17). Mt es

muy sobrio; san Ignacio de Antioquia amplificaba la descripción” (Cristo sobre el mal; los astros, incluido el Sol
rodeándola). “El significado de este pasaje, según la frase atinada de san León Magno, es que “la plenitud de los
gentiles entra a formar parte de la familia de los patriarcas” (NT.MI, 45).
100 PRIMERA PARTE

de nuevo. En el tiempo, porque las otras dignó recibir el bautismo. Por eso se canta
brillan solo de noche, y esta aparecía al me- con alegría: “Hoy se unió la Iglesia a su Es
diodía, brillando el sol: la luz del día no le poso celestial, porque Cristo lavó en el Jor
era impedimento, porque, según san Juan dán sus crímenes”. Porque el alma se despo
Crisóstomo, superaba en fulgor los rayos sa con Cristo en el bautismo, que tomó su
del sol. En la significación, pues las otras virtud del bautismo de él; por eso la comu
señalan los tiempos y años, y esta señalaba nidad de los bautizados se llama Iglesia.
el nacimiento del Salvador. En efecto, por- En tercer lugar, en este día, un año
que las demás tienen cierta eficacia para el después del bautismo, hizo en las bodas de
cambio en las cosas inferiores, y esta tuvo Caná el primer milagro; milagro, que pue
otro efecto: marcar el nacimiento del Salva- de aplicarse también a la Iglesia y a las bo
dor. En el servicio, pues los demás astros los das espirituales, como mostraremos más
creó Dios para servir a todas las gentes, y tarde.
esta estrella fue creada para solo servicio de “Celebramos”, canta la Iglesia, “un día
Cristo. En lo singular de su aparición, pues santo y hermoseado con tres milagros”. “En
las demás estrellas aparecen a todos los que los libros más antiguos, escribe san Máxi
están en su hemisferio, y esta fue vista solo mo, obispo, se llama a este día en plural día
por los magos. En el principio del movi- de las Epifanías, de varias manifestaciones,
miento, pues las demás no lo tienen propio, luminosas, de Cristo; así se traduce epipha
y esta tuvo al ángel que anunció el naci- nes. A estas tres manifestaciones las distin
miento de Cristo a los pastores. guen con nombres propios. Llaman Epifa
nía a la que se hizo por medio de la estrella,
4. Tres grandes sucesos en la Epifanía como descendiendo de arriba. Teofanía a la
que hizo Dios, el Padre, en el Bautismo. Y
Grandes cosas hizo este día el Señor pa
Betfanía, a la que tuvo lugar en las bodas,
ra con la Iglesia. Hoy la recibió como espo
en una casa; Bet, casa. Es oportuno anunciar
sa, en la persona de los magos, pues la Igle
estos tres misterios como hechos en un día,
sia se formó sobre todo de gentiles. El día
como confesamos el misterio de la Trinidad
de su nacimiento se mostró a los judíos en
en un solo nombre de Dios”.
los pastores; de los judíos, pocos recibieron
Según Orígenes, también este día ali
la Palabra de Dios. Hoy, en cambio, apare
mentó el Señor a cuatro mil hombres con
ció a los aún no creyentes, que llenaron la
los siete panes y los pocos pececillos. Consi
Iglesia. En el fulgor de la estrella precedió
derando la Iglesia estos grandes beneficios
la gracia de Dios; en los tres magos se ade
que hoy le hace su Esposo, se llena de júbi
lantó la vocación de los aún no creyentes.
lo, celebra gran fiesta. Digamos pues ahora
Los magos fueron las primicias de los genti
del primero de ellos, pues de los otros ha
les, como señal de las gentes que habían de
blaremos más adelante por su orden58.
creer; por eso la fiesta de hoy es la fiesta de
la Iglesia, y de los fieles cristianos.
5. El camino de los magos
Más tarde en este día se desposó la Igle
sia con el Señor, por el bautismo, pues este “Jesús nació en Belén de Judá”, ciudad
día, cuando Cristo tenía treinta años, se de la tribu de Judá, según la profecía de Mi

58 No hay datos que fijen esas fiestas. La Liturgia actual separa la Epifanía. El bautismo, el domingo siguiente.
11. EPIFANÍA: CRISTO SE MANIFIESTA A LOS MAGOS 101

queas. Nació “en tiempo del Rey Herodes” 6. Por qué desaparece la estrella
(Mt 2,1), como estaba determinado. El pa
Sea antes de entrar en Jerusalén, o des
triarca Jacob había profetizado que Cristo
pués, la estrella desapareció. Dios lo quiso así
nacería en el tiempo en que los judíos no
por el bien de los mismos magos. Habían si
tendrían cetro, ni rey, ni jefe militar. Y esto
do avisados por esta señal del cielo; perdién
se cumplió con Herodes Ascalonita, el Idu
dola, hallaron la confirmación de la palabra
meo, el primero que reinó siendo extranjero.
profética, en la respuesta de los maestro de
“Y mira, unos magos”, representando a
Jerusalén. Desapareció también, para que el
los aún no creyentes y a toda la iglesia futu
nacimiento de Cristo se hiciera público en la
ra, “vinieron”, de la parte de oriente, “a Je
ciudad del rey, y se cumpliera la profecía so
rusalén”, la ciudad real, y preguntaban allí
bre el lugar del nacimiento. Por otra parte, el
por el recién nacido: “¿Dónde está el rey de
afán de los magos condenaba la pereza de los
los judíos que ha nacido?” Proclaman ya los
judíos, que, mientras los gentiles le busca
magos el título que reprobaron los judíos.
ban con empeño, no se movieron a buscar a
“No escribas, dirán, “rey de los judíos”; pe
Cristo. Era señal de cómo los gentiles habrían
ro Pilatos confirmó la escritura: “Lo escrito,
de recibir con devoción la fe cristiana; en
escrito está” (Jn 19,21).
cambio los judíos quedarían en su mayor
“Pues vimos salir su estrella”, siguen, la
parte en la infidelidad.
que creó para su propia manifestación, “y
Los magos se mantuvieron firmes, afir
por eso hemos venido a adorarlo”; en perso
mados en el temor y en la fe de Cristo; por
na, humildemente.
que, aunque sabían que según el decreto
Los pastores fueron a cerciorarse antes.
imperial, sería castigado con la pena capital
Los reyes van a venerarle ahora. Unos an
quien tuviera por rey a otro que al señalado
cianos saldrán a felicitarle poco después.
por el Imperio romano, confesaron intrépi
Los primeros representan a los que tienen
damente a Cristo. “¿Desconocían, pregunta
autoridad, los segundos a los que se dedi
san Juan Crisóstomo, que reinaba Herodes
can a la actividad; los terceros a los con
en Jerusalén? ¿No sabían que el que reco
templativos. Los primeros le dan a cono
noce otro rey, es castigado de modo san
cer; los segundos le adoran; los terceros le
griento? Pero ellos miraban al Rey futuro;
abrazan.
no temían al presente. No habían visto aún
La estrella desapareció, al entrar los ma
a Cristo, pero ya estaban preparados para
gos en Judea, para que, perdida la guía del
morir por Cristo. ¡Dichosos magos, que an
camino, tuvieran que recurrir a la ciudad
tes de haber visto a Cristo, fueron, ante un
real, Jerusalén, y preguntar allí por el rey
rey cruelísimo, confesores de Cristo!”
que había nacido. Según otros, perdieron la
estrella en cuanto entraron en Jerusalén a
humano,
lio divinoperdieron
abandonaeladivino,
los quepues
prefieren
el auxi-
el 7. Herodes, turbación de Jerusalén
preguntar por el niño; buscando el auxilio
“Al oír el rey” lo que decían del niño
nacido, “se alarmó”, temiendo que vendría
la
humano.
iluminación
La estrella
de puede
la gracia.
indicar
Lostambién
justos, a reinar en su lugar, destituyéndole por ex
tranjero. “¿Qué será el tribunal de Cristo,
cuando
den la verdadera
buscan eliluminación.
consejo de los malos, pier- cuando juzgue, dice san Agustín, si la cuna
de Cristo niño aterraba a los reyes sober
102 PRIMERA PARTE

bios? Temen sentado ahora al lado del Pa- que señalan las millas en el camino, indican
dre, al que aquel rey malvado temió, siendo a otros el camino, y no se mueven. Ellos,
niño al pecho de la madre”. añade san Agustín, mostrando a otros la
“Toda la ciudad se turbó con él”, sacu- fuente de la vida, se murieron de sed. Estos
dida por la novedad de la maravilla; pero letrados y sacerdotes, que declararon por la
prefirió ponerse de parte de Herodes, por- profecía el lugar del nacimiento de Cristo, y
que le temían. El pueblo favorece más con no adoraron a Cristo, sino que le persiguie
frecuencia a los que tiene que aguantar por ron, representan a los maestro de buena
crueles; los servidores de un rey injusto sue- doctrina, pero de mala vida. Predican a
len ser aduladores. Se alarma toda Jerusalén Cristo con su doctrina, pero le persiguen
con él, por adulación o por miedo, dice san con su vida.
Juan Crisóstomo. Se alarman todos por la
llegada del Juez justo, cosa de que no pue 8. Disimulación de Herodes
se
denturbó
alegrarse
toda Jerusalén,
los malvados.
paraQuizá
indicar
dice
queque
se “Herodes llamó en secreto a los magos,
y se informó exactamente por ellos del
turbó la parte favorable a Herodes; como tiempo en que empezó a verse la estrella”
suele decirse que hace algo toda la ciudad, (Mt 2,7). Sabía Herodes el lugar del naci
cuando
entonces,
asuntos lo
delhacen
los
rey,que
selosalarmaron
tomaban
principales
con
parte
deél.ella.
en Así
los miento de Cristo por la respuesta de los ju
díos. Quería saber ahora el tiempo, por los
mismos magos. Sabiendo el tiempo y el lu
“Y, de
trataba después de convocar
averiguar de ellos: a¿Dónde
los jefes de
tiene gar, podría matar después a Cristo. Ade
los sacerdotes y a los letrados del pueblo, más, extranjero como era, no se fiaba de los
judíos, y por eso quiso ocultarles el plan.
que nacer el Mesías?” (Mt 2,4). Quería aca- “Los envió a Belén, diciéndoles: Id a in
bar con Cristo; se preocupaba de preguntar formaros exactamente del niño, y cuando
a los que sabían las profecías de los profetas lo encontréis, avisadme, para ir yo también
y las genealogías de los descendientes de a adorarle”. Promete una falsa sumisión,
David. “Ellos le dijeron: En Belén de Judá”, para engañarlos más fácilmente. Su prome
la ciudad de Belén, situada en tierra de Ju- sa era falsa, dice san Juan Crisóstomo: pro
dá, “según está escrito”59 en Miqueas (Mi metía devoción, pero afilaba la espada; pin
5,2). taba del color de la humildad la maldad de
Los judíos, sentencia san Agustín, seña- su corazón.
lan a otros el lugar del nacimiento y ellos Según Rábano60, Herodes finge querer
no van, semejantes a los fabricantes del Ar- adorar al que trata de matar, para que los
ca: otros escaparon por ellos, mientras ellos magos vuelvan más ligeros, y los judíos no
perecieron por el diluvio. Como las piedras le escondan su futuro rey. Todos los hipócri

59 “Sacerdotes y sabios de Israel dan una respuesta libresca a unos extranjeros que, con obras y de verdad,

buscan a quien es la “sabiduría de Dios” (1 Cor 1,24). (HT.MI. 46).


60 Rábano Mauro entró de niño en Fulda, elegido abad, 825, arzobispo de Maguncia, 847, murió el 856.
Eruditísimo; sus sobras llenan los vv. CVII a CXII de la Patrología Latina, de Migne, París, 1864. Autor del libro
De laudibus sanctae Crucis; poemas en cuadros; con letras en color forman dibujos: “carmina figurata”. Traducción
francesa actual: RABAT MAUR, Louanges de la Sainte Croix, París, 1990, Berg Internacional. Ver nuestro: “Unos
textos milenarios de poesía visual”, Perficit, Salamanca, 1972, nn. 56-57.
11. EPIFANÍA: CRISTO SE MANIFIESTA A LOS MAGOS 103

tas son como él; buscan fingidamente a una estrella que estaba allí en oriente y los
Dios, y no merecen nunca encontrarle. He- llevó hasta Judea. Pudo nacer en oriente y
rodes quiso, bajo pretexto de religión, ma- llegar a Jerusalén, precediéndolos, como
tar a Cristo. Los hipócritas, por su parte, le cree san Juan Crisóstomo, y es la opinión
dan muerte en cuanto pueden, según dice el más común. San Fulgencio, en cambio, pa
apóstol: “crucificando de nuevo en sí mis- rece pensar que primero la vieron inmóvil
mos al Hijo de Dios” (Hb 6,6). sobre Judea, y cuando salieron de ella, en
Dice san Gregorio que la santidad fin- tonces, con movimiento visible, fue delante
gida es una doble maldad. Según san Juan de ellos; cumplida su misión, se tornó a su
Crisóstomo, son semejantes a Herodes, los materia previa.
que en la sagrada Comunión, abusan indig
namente del misterio; fingen adorarle y, en 10. Los magos entran en la casa
cuanto está de su parte, le dan muerte, se
“Y al entrar”, los magos, “en la casa”, es
gún dice el apóstol: “Quien coma el pan o
decir, en el albergue, “vieron al niño61 con
beba el vaso del Señor indignamente, será
María su madre”, que se hallaría sentada,
reo de pecado contra el cuerpo y la sangre
con el niño en sus rodillas. Sintieron una
del Señor” (1Cor 11,27).
alegría enorme. No les había engañado su
deseo, ni se habían fatigado en vano.
9. Vuelve a aparecer la estrella
“Se felicitaban, dice san Juan Crisósto
“Después de oír al rey”, sin sospecha al- mo, porque habían hallado lo que busca
guna, “se marcharon” de Jerusalén hacia ban; anunciadores de la verdad, no habían
Belén, según les habían indicado por la pro- hecho tan largo camino en vano, ardían en
fecía. Cuando salieron de Jerusalén, “mira, amor grande de Cristo”.
la estrella que habían visto salir”, y que ha- ¡Feliz María! No nace Jesús sin María,
bía desaparecido, volvió a aparecer. Dejan el pues ella sirvió a la Encarnación. No se ha
auxilio humano y recuperan el divino. En el lla Jesús sin María, pues ella le educó. No
sitio en que volvió a aparecer la estrella se es crucificado sin María, pues ella acompa
edificó en memoria de ello una iglesia. ñó su Pasión. De san José no se dice nada,
La estrella “iba delante ellos”, les mos- según san Juan Crisóstomo, porque no se
traba el camino, “hasta que al llegar, se de- menciona aquí ningún oficio que le perte
tuvo encima de donde estaba el niño”. Mt neciera.
2,9). Estaba fija sobre el niño, como si dije- Según san Hilario, y Rábano, quizá, por
ra: éste es el que ha nacido, de quien os da- disposición divina, sucedió que estuviera
ba testimonio; no podía mostrarle hablando ausente en esa hora, para que no le creyeran
y le mostraba señalando. padre del niño, o se diera ocasión de sospe
Guiados por la estrella, llegaron con cha a los aún no creyentes, de que no era
gran gozo al tugurio en que nació el Señor. Dios; cuando ellos, en la persona de los ma
No es claro si los magos estando en oriente gos, nada más nacer el Salvador, le enviaron
vieron la estrella fija sobre Judea, o si vieron sus primicias para dorarle.

61 Cinco veces usa Mt aquí la expresión “el niño (lit. niñito) y (María) su Madre”. No en orden inverso… Je

sús siempre es el más grande. Pero es importante que… aquí (en Lc 1,43; en Jn 2,11), y en el acto inicial de fe…
está presente María” (NT.MI 47).
104 PRIMERA PARTE

11. Adoración admirable de los magos de nuestra mortalidad, del que se levantó
más tarde diciendo: “Rasgaste mi sayal, y
Entrando, pues, y “postrándose”, do
me has rodeado de alegría” (Sal 30,12).
blan sus rodillas ante el niño Jesús, “lo ado
“Pero, dice también, siendo vosotros ex
ran” en carne, como Dios verdadero, con
tranjeros ¿de dónde os viene adorar a Cris
adoración debida a solo Dios, reverentes. Le
to? No hemos hallado tanta fe en Israel. A
honran como Rey, le adoran como Dios. Le
vosotros, en cambio, no os ofende ni la po
ven hombre, le reconocen Dios. Se postran
en señal de humildad, sin la cual nadie ado bre habitación del establo, ni la pobre cuna
del pesebre. No os escandaliza la presencia
ra de verdad. Todo verdadero adorador debe
echar de sí la fastuosidad, y la confianza de la pobre madre, ni la infancia del lactan
propia. La sumisión que muestra con el te. ¿Qué hacéis, magos, qué hacéis? ¡Ado
en un tugurio vil,
cuerpo a los ojos de Dios, debe tenerla en el ráis a un niño lactante,
alma, ofreciéndole la víctima de un corazón en pobres pañales! Luego ¿es este Dios?
contrito y humillado. “Dios en su templo santo, Dios tiene su tro
en el cielo” (Sal 11,4: Ha 2,20). Y vo
¿Quién podría pensar, Virgen felicísi no
en un pobre establo, en
ma, qué alegría tan grande tuviste al ver sotros le buscáis
adorar como Dios al que poco antes habías brazos de su madre! ¿Qué hacéis, que ofre
dado a luz? céis también oro? Luego ¿este es rey? Y
¡Qué grande fue la fe de los magos! ¿dónde está el palacio real, el trono. La in
el
Pues ¿qué debían creer? Que aquel niñito, numerable corte regia? ¿Acaso es palacio
el
tan pobremente vestido, con su pobrecilla establo, trono pesebre, numerosa corte
madre, en lugar tan bajo, sin compañía, sin María y José? ¿Cómo estos sin ciencia han
familia, sin adorno ninguno, resultaba ser resultado sabios, hasta adorar a un pequeño,
Rey y verdadero Dios. Y ambas cosas las despreciable por la edad, y por la pobreza
creyeron. No habrían adorado y honrado al de los suyos? Se hicieron necios para ser sa
si
pequeño, solo le hubieran creído un pe bios. El Espíritu les enseñó de antemano lo
queño. Tales jefes, tales comienzos, conve que luego predicó el apóstol: “Si alguno
nía que tuviéramos. Está claro que conocie quiere ser sabio, que se haga loco para lle
ron la divinidad de Cristo por divina gar a ser sabio” (1Cor 3,18).
revelación. Al ver al niño envuelto en po “¿No era de temer que estos hombres se
bres pañales, reclinado en el pecho de su escandalizaran, se creyeran engañados, al
madre, sin señal externa alguna de su divi ver cosas tan poco dignas? Pensaban que
nidad real, no es verosímil que le hicieran habían de hallar al rey en la ciudad real, y
muestras de tal reverencia, de no haber co marchan de ella a la pequeña villa de Belén;
nocido en él algo superior al hombre. entran en un establo; encuentran al infanti
“Los magos le adoran, dice san Bernar llo envuelto en pañales pobres. No les pare
al
do, y ofrecen regalos que aún está pe al ce sórdido el establo, no les ofenden los pa
cho de su madre. Pero ¿dónde está, magos, ñales, no se escandalizan de la infancia del
la púrpura de este rey? ¿Son acaso los po lactante. Se postran ante él, le veneran co
bres paños en es
que está envuelto? Si rey mo rey, le adoran como Dios. El que los tra
¿dónde está la diadema? Y vosotros le veis jo, él mismo sin duda, les instruyó. El que
en verdad “con la diadema con que le coro les avisó por fuera mediante la estrella, les
nó su madre” (Ct 3,11), vestido con el sayal enseñó por dentro en lo oculto del corazón”.
11. EPIFANÍA: CRISTO SE MANIFIESTA A LOS MAGOS 105

janas
rona.
riosa
terror Ni
miembros
llaba
plicándole
San
de
tierras
bajo
deAgustín
lasla
los
la
su
con
batallas
pompa
apúrpura,
ejércitos,
mano
estos
tanto
poratrajo
hombres
lasu
de
fervor.
ni
silla
ni
los
parte
en
hacia
laservidores,
regia,
Estaba
su
fama
que
dice:
cabeza
él llegan
de
ni
más
“No
acostado
tan
de
lani
glo-
bri-
sus
co-
su-
le-
el tar, ni en el deseo de gloria humana, sino en
la humildad voluntaria y verdadera, que Je
sús, el Señor, enseñó, y que eligió con toda
fortaleza desde el seno de su madre hasta el
suplicio de la cruz”.
Esfuérzate, según tus fuerzas, por vivir
en humildad y paciencia, a ejemplo de Cris
en el pesebre, niño recién nacido, exiguo de to, para que defendido por ellas venzas me
jor a los enemigos visible e invisibles.
cuerpo, despreciable por la pobreza. Pero
que
algoellos
grande
habían
estaba oculto en
aprendido noeldeniño,
la tierra,
algo 12. Los regalos que hacen
Hallado el niño, “los magos, abriendo
sino del cielo”. sus cofres, le ofrecieron sus regalos”, donde
San Juan Crisóstomo dice: “Al entrar en en sentido moral se nos informa de que no
la casa, hallaron al niño con María su ma abramos nuestros tesoros en el camino, has
dre. Ella no estaba coronada con diadema, ta que pasados los enemigos, ofrezcamos a
ni refulgiendo de oro; llevaba un vestido solo Dios de los secretos de nuestro corazón.
sencillo, como correspondía a la esposa de Cada uno de ellos “ofrecieron” al niño Je
un carpintero que se hallaba de viaje. Si los sús, “oro, incienso y mirra” (Mt 2,11).
magos hubieran venido buscando a un rey Era costumbre entre los antiguos que
terreno, se habrían confundido del camino nadie se presentara a Dios, ni al rey, sin
tan largo. Pero no; buscaban al Rey del cie ofrenda. Los árabes tienen abundancia de
lo, y aunque no veían en él nada propio de oro y de aromas de toda clase. Eso solían
un rey, contentos con el testimonio de la es ofrecer; por eso ofrecieron esto los magos.
trella, se
ciable,
poder”. pues
gozaban,
en su espíritu
mirandolealveían
niñolleno
despre-
de Seguían la costumbre de su país; pero por
disposición divina estas ofrendas significa
ción
nios,
do
la
niño
dre.
al
gran
venció
mildad,
nados.
del No
cristiana No
claridad
niño,
persecución
Pasión;
laSan
niño.
milagro
de León
no en
callado,
levantando
vista
alysus
hay
consiste
demonio
Toda
ni
del
alelos
poderes
señales
en
Papa,
humildad
faltó,
vieron
de
quieto,
vivió
nuevo
lala
ciegos
humildad.
ano
enseñanza
yPasión,
los
en
de
los
al
imperando
de
en
astro laEl
divinos.
al
fin,
muertos,
niño,
mundo,
odías
poder;
acabó
la
cuidado
enexplica:
astucia
los
que
alguna
la
de
mansedumbre
llevó
su
Salvador
Vieron
paciencia
nació
se
la
atenía
restituyen-
vida.
de
los
de
ofrece
sabiduría
“Cuando
aotra
su
demo-
en
adorar
dispu-
desti-
aBajo
ma-
que
hu-
ac-
un
de ban algo misterioso; con ellas confesaban
su fe. Revelan el misterio de la Trinidad,
adorándole en Cristo. Señalan a este como
Rey y Señor; Dios, y mortal; veneran la po
testad real de Cristo, su majestad divina, su
humana mortalidad. Estas tres cosas las in
dican los magos, al decir: “¿Dónde está el
rey que ha nacido”, humildad, “rey de los
judíos”, realeza, “Venimos a adorarlo”, di
vinidad (Mt 2,2).
El oro es signo de la potestad real. Se
paga el oro como tributo al rey; el oro es re
galo regio. El incienso indica majestad di
vina; se ofrece el incienso a Dios en sacrifi
cio: también al niño, que era sacerdote que
nunca hubo otro igual. La mirra habla de la
humana mortalidad; con ella solían embal
106 PRIMERA PARTE

samarse
to, rey y los
sacerdote,
cuerposquiso
de losmorir
muertos;
por laysalva-
Cris- Dios y hombre, es ofrecerle lo suyo. Nues
morir
Dios;
cióncomo
tín, dele
portodos.
presentan
alarey;
salvación
“Le
le queman
dan
mirra,
de
oro,todos”.
porque
incienso,
dice san
Cada
había
como
Agus-
uno
dea tras cosas son las que Dios nos ha dado.
Tres regalos agradables a Dios hay en
nosotros; ofrezcámoselos. Nuestra alma,
representada por el oro: no hay nada más
noble, ni más precioso, ni más bello que el
de los
convenía
san Remigio,
magos
así le
alnoofreció
misterio.
ofrecen
lascada
“Los
tres uno
cosas,
magos,
unaporque
cosa,
dice oro; así ante Dios nada es más noble, pre
cioso, bello que el alma. Lo segundo, es
nuestro cuerpo, indicado por la mirra. La
hombre”.
sino ofrendas,
tres las tres. como
Cada Dios,
uno lecomo
predica
rey ycon
como
las mirra es amarga; así hay que amargar el
cuerpo con castigos y sufrimientos. Terce
ro, nuestra vida; una vida santa en el alma
de
es todas
Dios
Ofrezcámosle
las
y creador.
cosas. oro,
Incienso,
Mirra,
creyendo que es que,
confesando
creyendo Rey
que y en el cuerpo, como lo simboliza el in
cienso. El incienso no da su perfume, si no
se quema; así nuestra vida no da su perfu
siendo Dios verdadero, se hizo por nosotros me a Dios, si no se quema en el fuego de la
hombre mortal. La santa fe ofrece sin cesar tribulación.
las
dadero
tres Dios,
cosas averdadero
Cristo, creyendo
hombre,que es mu
y que ver- Debemos ofrecer a Dios el oro del amor,
pues él sufrió el castigo de la pasión por
rió por nosotros. nuestra salvación; el incienso de la devoción
En sentencia de san Hilario, en esto y acción de gracias; y la mirra de la compa
conoceremos cosas misteriosas: en Cristo sión, recordando su muerte.
hombre, podemos conocer la muerte; en En sentido moral, la Iglesia tiene el
Cristo Dios, la resurrección; en Cristo Rey, oro en la sabiduría, en la doctrina y en la
el juicio. fe; el incienso, en la oración, y en una vida
Yo también, Señor Jesucristo, en el úl santa que da buen olor ante Dios; la mirra,
timo lugar de tus criados, te adoro, en la en la amargura de la mortificación de la
gloria de Dios Padre. Te ofrezco el esplen carne y en las buenas obras. El oro lo ofre
dor de la fe, por la que creo que eres el Rey cen los doctores, el incienso los mártires y
de todos los siglos, Dios de Dios, hombre confesores, la mirra los pecadores que se
nacido de la virgen, muerto por nuestros convierten. Cualquier ofrenda está conte
pecados. nida en estas tres, con las que los magos
de oro
Según
porsan
la pobreza,
Bernardo,
para el sustento
ofrecieron de
precio significaron la fe y enseñanza de toda la
Iglesia.
la Madre y el Hijo; incienso, para perfu Dice san Bernardo. “Ofrecemos el oro,
mar el mal olor del establo; la mirra para
cuando por él dejamos las riquezas del
ungir y consolidar los débiles miembros
mundo; cuando despreciamos lo terreno y
del niño.
buscamos ardientemente lo celestial, ofre
cemos el aroma del incienso que representa
13. Tres ofrendas debemos hacer a Dios
las oraciones de los santos; en fin, es necesa
Hemos ofrecido a Cristo sus cosas; rio además que castigues la carne y la some
ofrezcámosle las nuestras. Creer que es Rey, tas a servidumbre.
11. EPIFANÍA: CRISTO SE MANIFIESTA A LOS MAGOS 107

“La oración tendrá así dos alas: despre gos. Veían una estrella nueva. Se les mani
cio del mundo y aflicción del corazón. No festaba en ella al niño. Oían una voz que les
hay duda de que penetrará los cielos y subi decía: Id a Judea y hallaréis nacido al nue
rá como incienso ante Dios, si con el oro y vo rey. Se apresuraron a ir a Judea, valiente
el incienso ofrece también la mirra”. mente, y ofrecieron sus regalos al Rey del
cielo que había nacido.
14. Sentido místico: magos y ofrendas
16. Alegorías y símbolos
Los magos honran a Cristo con su cuer
po, postrándose: con su espíritu, adorándo Los tres magos fueron prefigurados por
le; con sus bienes temporales, haciéndole los tres valientes que trajeron al rey David
ofrendas; es decir, con todo lo que tiene el agua de la cisterna de Belén. Estos temie
hombre: cuerpo, alma y bienes temporales. ron el ejército enemigo y pasaron varonil
Fueron tres, según se dice, porque el mente su campamento; los magos, sin te
que viene a la fe, debe confesar la Trinidad mor a Herodes, entraron valientemente en
en la unidad; el que adora a Dios debe tener Judea, y preguntaron por el rey que había
tres virtudes principales: fe, esperanza y ca nacido. Como los tres valientes que fueron
ridad; y quien desea ver a Dios, debe liberar hasta Belén por el agua y bebieron de la
del mal y emplear en el bien el pensamien cisterna terrestre (1Cro 11,17), los tres
to, la palabra y la obra. magos fueron también a Belén por el agua
de la gracia eterna y la sacaron del pozo
Se llama reyes a estos santos hombres,
porque, según san Gregorio, dominaron su del cielo. La cisterna primera significaba
cuerpo. Según san Isidoro, son reyes los que que en Belén brotaría el pozo celeste que
da el agua de la vida a todo el que tenga
rigen bien; obrando bien se alcanza el nom
bre de rey; pecando se pierde. Son tres, que sed.
vienen de oriente y se van, como es triple la Otra figura de este nuevo rey es Salo
prosperidad humana, riquezas, placeres y món. Salomón se sentaba en un trono de
honores, que también se van. marfil blanquísimo, revestido de oro purí
simo. Los reyes de la tierra deseaban ver al
15. Sentido místico: la estrella es María rey Salomón y le traían ofrendas de mucho
valor. La reina de Sabá le ofreció tantos re
La estrella puede señalar, en cambio, a galos, como no se habían visto nunca en
la Virgen María, estrella del mar. Esta estre Jerusalén. Pero el trono verdadero de Salo
lla se aparece a los reyes magos, cuando món es la Virgen María; en ella está senta
condesciende con sus devotos, que se rigen do Cristo Jesús, la verdadera Sabiduría.
a sí mismos. Cuando navegando por el mar Este trono es de marfil blanco y de oro pu
turbulento de este mundo, los dirige al ro; el marfil por su blancura y frescor, es
puerto de la salvación, que es Cristo. Cuan señal de la castidad y limpieza virginal.
do le encuentran, le adoran, ofreciéndole el Como el marfil antiguo se vuelve rojo, la
oro de la caridad, el incienso de la oración larga castidad se cuenta por martirio. El
confiada, la mirra de la mortificación de la oro que vale más que todos los metales,
carne. muestra la caridad, madre de todas las vir
El día en que Cristo nació en la tierra de tudes. María se dice de marfil, por su cas
Judea, se anunció su nacimiento a los ma tidad virginal; vestida de oro, por su per
108 PRIMERA PARTE

fecta caridad. Se une la caridad con la vir- 2,12). No debían, según san Jerónimo,
ginidad; sin caridad la virginidad no vale mezclarse con la incredulidad de los judíos.
de nada ante Dios. Por eso más tarde, Herodes, incendió las
El trono de Salomón se alzaba sobre naves de los tarsenses, según la profecía de
seis gradas. María aventaja a las seis gra- David: “en viento fuerte aplastaste las naves
das de santos, patriarcas, profetas, apósto- de Tarso62” (Sal 48,8).
les, mártires, confesores y vírgenes. Sobre “Mira, dice san Juan Crisóstomo, la fe
las seis gradas del trono servían de adorno de los magos. No se escandalizaron dicien
doce leoncillos; así los doce apóstoles sir- do: si este niño es grande ¿qué necesidad te
ven a María como a la Reina del cielo; do- nemos de huir, y refugiarnos? La fe verda
ce eran también los patriarcas en la ascen- dera no pregunta las causas de lo que se
dencia de María. Lo alto del trono era liso, ordena; se deja sencillamente persuadir”.
porque en María no hay ángulo oscuro;
toda es limpia. Dos manos tenían, de un 18. “Por otro camino”: cambio de vida
lado y de otro, el asiento; porque el Padre
Los fieles pueden aprender aquí cómo
y el Espíritu Santo no se apartaron nunca
han de ir de corazón a Dios atentos a lo que
de María.
él ordena; lejos de volverse al enemigo, de
ben volver por Cristo, que es “el camino, la
17. El regreso de los magos
verdad, y la vida” (Jn 14,6).
Los magos besaron reverentes, por fin, Aprendamos a poner en Cristo toda la
los pies del niño; luego se volvieron con esperanza de nuestra salvación; a abstener
gran alegría. Pensando sobre el regreso, re- nos de la vida pasada, andando ya por otro
cibieron en sueños una respuesta divina: no camino. “No volvamos, dice san Agustín,
volver a Herodes. Conocida la verdad, no se por el camino que traíamos: no sigamos de
puede volver atrás. Se nos avisa también nuevo las huellas de nuestra vida anterior;
que no trabajemos con hombres malvados y hemos cambiado de camino”.
que evitemos los errores conocidos; como Y san Gregorio: “Algo grande nos insi
dice Séneca: “No es ligereza apartarse del núan los magos al volver a su país por otro
error conocido; no es vergonzoso cambiar camino. Nuestra patria es el paraíso. Des
de plan con fundamento”. pués de conocer a Jesús, no podemos volver
En conciencia inquirían qué querría la a nuestra patria por el camino por donde
voluntad divina sobre volver a Herodes. veníamos. Nos apartamos de ella, con la so
Moisés callando clamaba, ellos preguntan berbia, con la desobediencia, siguiendo lo
con piedad qué quiere Dios. Merecieron visible, gustando el manjar prohibido. Te
respuesta de él, interna, o por medio del án- nemos que volver a ella llorando, obede
gel. “Pero, advirtiéndoles Dios en sueños ciendo, despreciando lo visible, refrenando
que no volvieran a Herodes”, descendieron el impulso de la carne. Volvemos por otro
al mar, y navegando por él en una nave, camino a nuestro país; nos apartamos del
marcharon a Tarso de Cilicia, y así “se mar- paraíso por los placeres; nos llaman a volver
charon a su tierra por otro camino” (Mt a él por los lamentos”.

62 “Navíos para largas travesías que podían llegar hasta Tarso, cf Is 23,1” (BJ 757). Nada prueba que los ma
gos fueran allá.
11. EPIFANÍA: CRISTO SE MANIFIESTA A LOS MAGOS 109

Los magos, vueltos a su país, glorifica- des, en aquel lugarcillo, hasta cumplirse los
muchos
ron a Dios
concon
su enseñanza.
más cuidado; instruyeron a cuarenta días, como si María fuese solo una
mujer del pueblo, como si Jesús fuera solo
19. El oro de María, dado a los pobres hombre; como si ambos tuvieran que cum
plir la ley.
Nuestra Señora permanecía vigilante,
Nuestra Señora, amante de la pobreza,
atendiendo al cuidado de su querido Hijo.
entendiendo la voluntad de su Hijo, distri
¡Con qué diligente solicitud le cuidaba, pa
buyó en pocos días el oro a los pobres, se
ra que no le faltara lo más mínimo! ¡Con
gún podemos pensar piadosamente De he
qué reverencia y precaución, con qué piado
cho, cuando fueron al templo, no tuvo con
so temor manejaba al que sabía que era su
qué comprar un cordero para ofrecerlo por
Señor y su Dios! Se inclinaba reverente, lo
su Hijo, sino que compró tórtolas o palo
tomaba de la cuna, lo volvía a ella. Con qué
mas que eran ofrenda de pobres.
gusto, con qué autoridad y confianza ma
La alabanza de la pobreza aparece en dos
ternal, le abrazaba, le besaba, le apretaba
cosas: el niño Jesús y lo mismo su Madre re
dulcemente, se gozaba viéndole, sabiendo
cibe limosna como pobre; en segundo lu
con toda certeza que era su Hijo. Qué pru
gar, ni quería retener lo que le daban. Cre
dente cuidado al fajarlo, componiendo sus
ció el deseo de la pobreza, y la profundidad
tiernecillos miembros. Fue la más humilde,
de la humildad.
la más prudente. En cada cosa le servía con
Hay algunos que se tienen en poco; lo
todo cuidado, ya durmiera, ya estuviera
sienten así, sin envanecerse. Pero no quie
despierto; lo mismo ahora de niño, que lue
ren ser así a la vista de los demás. El niño
go de mayor.
Jesús, Señor de todas las cosas, quiso que
De qué buena gana le daba de mamar.
fuera patente también a los demás su baje
Sin duda sentía en ello una dulzura que no
za; patente también a los reyes y sus acom
se concede a las demás mujeres. Virgen con
pañantes, y en difícil ocasión. Habían veni
cibió a este niño sin avergonzarse, le dio a
do para hallar al rey de los judíos, creían
luz sin dolor, y le amamantó con rocío del
también que era Dios; al ver tales cosas
cielo. Virgen antes del parto, al concebirlo;
donde él, podrían pensar que se habían en
Virgen en el parto, al darle a luz; Virgen
gañado, volviéndose ahora sin fe, ni devo
después del parto, en la dulcísima lactación
ción. Pero aun así, el amador de la humil
del niño.
dad, no dejó de darnos ejemplo, para que
Hablándole dulcemente a la Virgen, di
no nos apartemos de la humildad bajo pre
ce san Agustín: “Dale de mamar, Madre, a
texto de ningún bien; y para que aprenda
Cristo, Señor nuestro y tuyo, al pan que
mos a aparecer siempre despreciables ante
viene del cielo, al que te hizo tal que él fue
los demás.
hecho por ti. Cuando le concebiste, te trajo
el regalo de la fecundidad. Al nacer no te
20. Mirar a María junto al pesebre
quitó el regalo de la virginidad”.
patria,
del Despedidos
mundo
quedan
con los
junto
su Hijo,
magos
al ypesebre
yelvueltoslahacia
Señora
su San Anselmo escribe: “Cuando viera la
Virgen que el niño lloraba, como los de
ambos, José. Se quedan pacientes
que cuidaba
y humil-a más, al manejarlo, al alzarlo a su pecho, a
cualquier pequeña molestia del cuerpo,
110 PRIMERA PARTE

¿qué sentiría su espíritu lleno de piedad, de nuestra feliz esperanza. Honremos el día
cómo se apresuraría su castísimo cuerpo consagrado por la aparición del autor de
para salirle al paso de cualquiera que pu nuestra salvación.
diera molestarle?”. “Los magos le adoraron en el hueco de
De San José, dice también san Bernar una cuna. Nosotros adorémosle todopode
do, que teniendo al niño Jesús, frecuente roso en el cielo. Ellos, de sus tesoros, ofre
mente le sonreiría. cieron al Señor varias ofrendas místicas.
Ponte tú también con ellos junto al pe Nosotros saquemos de nuestro corazón y
sebre. Gózate con el niño Jesús, pues de él ofrezcámosle cosas dignas de Dios. El con
nace la virtud y el poder. Cualquier alma tenido misterioso de la fiesta presente debe
fiel, sobre todo la de un religioso, debería ser perpetuo en nosotros. Será en efecto una
visitar al menos una vez al día, desde navi fiesta sin fin, si en todas nuestras obras apa
dad a la purificación, a nuestra Señora junto rece nuestro Señor Jesucristo”.
al pesebre, venerando a Jesús y a su Madre, ¡Cuántas maravillas mostraron el naci
meditando afectuosamente en su pobreza, miento del Señor!
humildad, benignidad. “En el nacimiento del Señor, resume san
La santa Virgen con el niño Jesús y con Juan Crisóstomo, ocurrieron toda clase de
José, permaneció pacientemente muchos novedades que superan la admiración hu
mana: un ángel habla en el templo a Zaca
días en el establo. A su ejemplo, no debe
rías; el seno de Isabel promete un hijo; Za
ría sernos pesado, ni parecernos gran cosa,
carías sacerdote no cree al ángel y queda
el quedar apartados en nuestro monasterio
mudo; una estéril es madre; Juan da saltos
y secreto.
de alegría en el seno de su madre; una Vir
gen da a luz; Cristo, el Señor, al nacer es
21. La gran fiesta de la Epifanía
anunciado a los pastores como salvación del
Considera la fiesta de este día y alégra mundo; se gozan los ángeles, se alegran los
te, porque en él empezaron a aparecer los pastores, brota en el cielo y en la tierra la
comienzos de nuestra fe. “Reconozcamos, gran alegría de este admirable nacimiento;
queridísimos, dice san León Papa, las pri se muestra a los magos una señal nueva, la
micias de nuestra vocación y de nuestra fe, estrella en el cielo. Todo esto declara que ha
en los magos que adoran a Cristo. Celebre nacido el Señor del cielo y de la tierra, el rey
mos con espíritu lleno de alegría los inicios de los judíos”.
12. PRESENTACIÓN DE JESÚS EN EL TEMPLO 111

Oración

Buen Jesús, que nacido de la Virgen te revelaste a los magos, los guiaste con la estrella,
y los hiciste volver a su patria por otro camino.
La luz de tu gracia, Jesús misericordioso, ilumine las tinieblas de mi conciencia; la ale
gría de tu epifanía me dé pleno conocimiento de ti y de mí; que te vea dentro63; te halle
dentro.
Que ofrezca allí a tu majestad la mirra del dolor interno por los pecados64, el incienso
de una oración llena de confianza, y el oro de un amor total.
Me aparté de la patria eterna por el camino de las tinieblas culpables. Guíame tú para
volver a ella, por el camino de la verdad y de la gracia. Amén.

12. PRESENTACIÓN DE JESÚS EN EL TEMPLO


Lucas 2,22-38

1. José y María van a Jerusalén65 por él, a saber, “un par de tórtolas o dos pi
chones” (Lc 2,22 y 24).
A los cuarenta días, “cuando se cumplió
el tiempo de la purificación según la ley de
2. Purificación; ofrenda de los niños
Moisés”, es decir, de María, salió ella del es
tablo con José y el niño, para cumplir la Había dos preceptos sobre los niños re
ley; aunque en ella no había nada que pur cién nacidos. Uno se refería a todos; que pa
gar, pues había concebido sin pecado algu- sados los días de la purificación de la ma
no. Porque en la circuncisión el niño se pu- dre, el niño fuera llevado al tempo y se
rificaba del pecado original, contraído de ofreciera por él una oblación. La ley de la
los padres; en la purificación se liberaba a la purificación ordenaba que la mujer que die
madre del pecado, porque había concebido ra a luz un niño varón, quedaba impura,
con sensualidad; pero nada de esto había ni con impureza legal, durante siete días, se
en este Niño, ni en esta Madre. “Y lo subie- parada de la convivencia, de la entrada al
ron” al Niño Jesús, circuncidado antes des- templo, y de tocar cosas sagradas. Al octavo
de Belén, “a Jerusalén para” según la ley, día se ordenaba circuncidar al niño, y ella
“presentarlo”, es decir, ofrecerlo, “al Señor” podía ya tratar con la gente; pero por trein
en el templo, “y para entregar” el rescate, ta y tres días no podía entrar en el templo,

63 San Ignacio: “será demandar conoscimiento interno del Señor, que por mí se ha hecho hombre…” (EE 104).
64 San Ignacio: “que sienta interno conoscimiento de mis pecados” (EE 63).
65 [EE 268] 1 DE LA PURIFICACIÓN DE NUESTRA SEÑORA Y REPRESENTACIÓN DEL NIÑO JESÚS ESCRIBE S. LU-

CAS, CAPÍTULO II, V.22-39.


1º 2 Primero: traen al niño Jesús al templo para que sea representado al Señor como primogénito, y ofrecen
por él (un par de tórtolas o dos hijos de palomas).
2º 3 2º Simeón veniendo al templo (tomóle en sus brazos), deciendo: (Agora, Señor, dexa a tu siervo en paz).
3º 4 3º: Anna (veniendo después confesaba al Señor y hablaba a todos los que esperaban la redempción de Israel).
112 PRIMERA PARTE

ni tocar cosas sagradas, ni salir de casa. hombre, sino por misteriosa acción del Es
Cumplidos los cuarenta días, la mujer en- píritu Santo; sin embargo, quiso someterse
traba en el templo, presentaba al niño que a la purificación por varias razones. Para
había nacido, y ofrecía sacrificios a Dios por asemejarse en esto a las demás mujeres, co
él y por sí misma. Si había dado a luz una mo el Hijo quiso asemejarse en todo a sus
niña, se duplicaban los días respecto a con- hermanos. Dice san Bernardo: “Virgen di
vivir con la gente y entrar en el templo66. chosa, en verdad no tienes causa, ni necesi
Había otro precepto especial para los tas purificación. Pero ¿necesitaba tu Hijo la
primogénitos: debían ser consagrados al Se- circuncisión? Sigue entre las mujeres como
ñor y santificados67. El Señor los había to una de ellas, porque también tu Hijo está
mado como suyos, desde el tiempo en que entre los niños”.
dio muerte a los primogénitos de Egipto. Según san Beda, como Cristo, también
Quiso que le fueran ofrecidas las primitas la Virgen se sometió espontáneamente a la
de los frutos de la tierra, y del mismo mo ley, para librarnos del vínculo de la ley.
do, los primogénitos, tanto de los hombres, Para evitar ocasión de escándalo, pues
como de
¿Para quélos animales,
todo esto, legalmente limpios. no era sabido que había concebido sin con
sino para que ofrezca curso de varón; si no observaba los días de
mos al Señor lo primero, lo mejor y lo más la purificación sería ocasión de escándalo
querido que tengamos? para los judíos, y de murmuración contra
ella. Para dar fin a la ley de la purificación,
3. Quiso ser presentado en el templo con la llegada de Cristo que es nuestra puri
Cristo había nacido de mujer, y era pri ficación, ya que nos purifica por la fe. Para
mogénito.
mildad, queNo bastóalalPadre,
eraleigual maestro
someterse
de la hu-a darnos ejemplo de humildad; pues se humi
lló hasta en aquello a que no estaba obliga
la Virgen; quiso someterse también a la ley. da, para enseñar humildad. Madre del Doc
Lo hizo para aprobar la ley antigua, en pri tor de todos, que fuera también Doctora; si,
mer lugar; cumpliéndola en sí mismo, la por su sexo, no podía enseñar en público de
consumaba y mostraba que la ley se ordena- palabra, quiso enseñar con el ejemplo.
ba a él; quitaba también a los judíos la oca
sión de calumniarle. Sobre todo lo hacía pa- 5. Figuras de este misterio
ra librar a los hombres de la esclavitud de la María, pues, aunque no necesitara puri
ley; y para darnos ejemplo de humildad y ficación, quiso cumplir la purificación, por
obediencia.68
que observaba con mucha diligencia todos
los preceptos de la ley; y por eso ella está
4. María se sometió a la purificación
prefigurada por el Arca del Antiguo Testa
La Virgen tampoco estaba obligada a la mento. En el Arca estaban las dos tablas de
ley referente a las mujeres. No necesitaba los mandamientos; María los cumplía per
purificarse, pues había concebido no del fectamente. Contenía también el libro de la

66Las prescripciones señaladas (Lv 1,1-8).


67Ex 13,13; 22,28.
68 Ludolfo
va enumerando las cinco razones de la circuncisión, las cinco de la purificación: “primo”, “se
cundo”…
12. PRESENTACIÓN DE JESÚS EN EL TEMPLO 113

ley;
Escritura.
MaríaEn
leíaelcon
Arcamucho
estabagusto
la varaladesagrada
Aarón 6. Cristo nos enseña a cumplir la ley
Los padres de Jesús fueron a Jerusalén
que floreció; María floreció y nos dio el fru
a cumplir lo mandado en la ley. Aunque
to bendito de su Hijo. El Arca contenía una
temían a Herodes, no se atrevieron a que
urna con maná; María nos ofreció el maná
brantar la ley, no llevando al niño al tem
del cielo. El arca estaba hecha de madera de plo. Quizá estaba todo tranquilo aún, y
cedro incorruptible; María no se disolvió en Herodes, esperando a los magos, no había
corrupción y en polvo. mostrado todavía la maldad de su corazón.
El arca tenía a los lados cuatro círculos Jesucristo cumpliendo los preceptos lega
de oro; María era portadora de las cuatro les con su Madre, en esto y otras cosas,
virtudes cardinales, que son la raíz de todas mostró con qué solicitud y vigilancia de
las demás. Dos varas servían para llevar el bemos cumplir los preceptos del Evange
Arca; designan la doble caridad de María. lio, ya que él cumplió con tanto cuidado
El Arca estaba recubierta de oro por dentro los preceptos legales, dados por medio de
y por fuera; María resplandece de virtudes un criado.
por dentro y por fuera.
Otra figura muy hermosa de María fue el 7. Como pobres, dos tórtolas o pichones
candelabro de oro, encendido en el templo
Llevaron al templo al Señor del templo,
del Señor, con siete lámparas en lo alto, que
en cumplimiento de la ley. Entraron al
representaban las siete obras de misericordia;
templo y compraron dos tórtolas o dos pi
en su honor llevamos velas encendidas en las
chones, para ofrecerlos por él, como era la
manos el día de la Purificación. María ofreció
costumbre en el caso de los pobres. Como
una vela al Señor en su purificación, cuando
eran muy pobres, es de creer que comprarían
Simeón cantó a la luz que había venido para
pichones, porque eran más baratos, y por
revelación de Dios a las gentes. Cristo, el Hi que en la ley se les pone en último lugar. El
jo de María, era esa vela encendida. Tres co evangelista ni nombra al cordero que era la
sas hay en la vela: pabilo, fuego y cera. Tres ofrenda de los ricos. Ya ves qué pobres pa
cosas hay también en Cristo: la carne, el al dres eligió el Señor, pues no tenían un cor
ma, la divinidad. María ofreció esta vela al dero que ofrecer por él.
Señor por la humanidad; con ella iluminó la El Señor había ordenado que el día en
noche de nuestras tinieblas. que la madre presentara al niño en el tem
radaLa ofrenda de esta vela santa fue prefigu- plo, ofreciera, para purificación suya y del
por el niño Samuel. Dios le dio un hijo, hijo, un cordero de un año, sin tacha, en ho
contra el orden de la naturaleza, a Ana estéril; locausto; y que ofreciera también una tórto
así, sobre el curso natural de las cosas, dio su la o un pichón por la sensualidad de la con
Hijo a la Virgen. Ana ofreció a Dios un hijo, cepción. Los que no podían ofrecer un
que tendría
ofreció el suyo
quequeluchar con los judíos. María cordero, ofrecían dos tórtolas o dos picho
había de proteger al mun nes, uno por el cordero, en holocausto, que
meón,
da
do.que
hijo Los
deprofetizándoselo,
hiera
judíos
María a tu
rechazaron
le Hijo
condenaron
traspasará
dijo
al ahijo
María:
a muerte.
tu
dealma.
Ana.
la espa-
Si-
Al quiere decir quemado del todo, porque se
quemaba completamente; y el otro por el
pecado, que correspondía al sacerdote que
oraba por la mujer.
114 PRIMERA PARTE

reino
nos
dad,
bresus
de
asumió
Elen
ofrenda
por
para eldarnos
riquezas
Señor
ella
también
de
nosotros,
los
cielo.
las
quiso
pobres.
aquí
riquezas
por
nuestra
Asumió
para
que
en
ella
Se
lahacernos
se
eternas.
su
fe,
pobreza
dignó
nuestra
hiciera él
inmortalidad;
y herederos
hacerse
partícipes
para
por
mortali-
dar-
po-
del
la
y raba Simeón, obediencia; la edad madura le
empujaba a salir de este mundo, pero el de
seo de ver al Señor le mantenía vivo.
“El Espíritu Santo”, santificador por la
presencia del sumo Bien, “estaba en él”, por
la plenitud de gracia que poseía. No solo
tuvo la gracia santificante, como la tienen
los justos, sino iluminaciones y consolacio
nes divinas especiales. Antes de decir el
8. Elogio de Simeón evangelista que en Simeón estaba el Espíri
tu Santo, dice que es justo y temeroso de
“Había en Jerusalén un hombre, llama
Dios; porque Dios habita en los corazones
do Simeón” (Lc 2,25), muy conocido entre
de quienes guardan la fidelidad con temor
los sacerdotes, “justo y temeroso”. Justo,
de Dios, como dice el profeta: “¿Sobre
porque se portaba con rectitud con el próji
quién reposará mi Espíritu sino sobre el hu
mo; temeroso de Dios, porque difícilmente
milde, quieto y temeroso de mis palabras?”
se guarda la justicia sin el temor filial de
(Is 66,2).
Dios. El temor del Señor es guardián de la
fidelidad y las demás virtudes. Cuanto con
9. Su deseo de ver a Cristo
más ardor ama el justo a Dios, con tanto
más cuidado evita ofenderle. “El Espíritu Santo”, que estaba en él,
la mente
La fidelidad
iluminada
acompaña
por el atemor
los que
detienen
Dios, por la gracia, le dio respuesta a su oración,
por inspiración oculta, en su mente. Enten
que
hombre
comoteme alelSeñor
dice
que teme
salmo:
al
noSeñor”
se“Dichoso
descuida
(Sal 12,1).
yenfeliz
nada”
“El
el dió que en la venida de Cristo, antes de aca
bar su vida, vería, con los ojos del cuerpo, al
que veía con los de la mente: “no vería la
(Ecl 7,19). muerte antes de ver al Mesías del Señor” (Lc
de
mente
la de
Israel”,
Simeón
todo
conelen
elera
mundo.
prójimo.
eljusto
deseoporque
“Aguardaba
Buscaba
se portaba
su el
salvación
consuelo
recta-y 2,26). Había orado por ello, porque espera
ba la consolación de Israel. Era opinión co
mún entre los entendidos que estaba inmi
prometido, según la rectitud
y la esperanza
de la fedel
y espe
bien nente la venida de Cristo, según las señales
dadas por los patriarcas y profetas. Por eso
ranza
ción
do
sidode
sueloapresados
temporal,
que
liberados
la salvación,
tenía.
por
por
por
Unos
Herodes
medio
como
la esperaban
llegada
del
sirecibieran
los
autor
del
que
laSalvador.
prometi-
consola-
su
habían
con- Simeón oraba con más fervor a Dios. “Vino
al templo en el Espíritu”, es decir, por reve
lación del Espíritu Santo que estaba en él, y
se lo ordenaba. Vino al templo a ver, antes
de morir, al Cristo, el Ungido del Señor.
Otros,
espiritual
como
y laSimeón,
liberación
esperaban
del enemigo.
el consuelo Ardía en deseos de ver al Señor aquel fe
licísimo anciano a quien la edad obligaba
fue El consuelo
Encarnación
nal,
santos
lapero
venida
padres deSeñor.
esperaban
del
les
del Israel, “el
entristecía
Señor
serEste
en que
consolados
el
la ve a Dios”,
consuelo
pecado
carne. por
origi-
Aespe-
los
la ya a salir de este mundo. La respuesta de
Dios le retenía, pues no había de ver la
muerte antes de que viera con sus ojos cor
porales al Cristo del Señor, al Mesías. Esto
deseaba, esto traía siempre en su mente: Sé
12. PRESENTACIÓN DE JESÚS EN EL TEMPLO 115

que vendrá, sé que le veré. Pero ¿cuándo zos! No se puede dudar que recibiría mucha
vendrá, cuando le veré? Ven, Señor Jesús: consolación y abundantes carismas y gra
desátame estos lazos, permíteme ya irme en cias, de este abrazo de Jesucristo. Dice un
paz. Mientras él se decía estas cosas, el Espí doctor griego que la claridad que despedía
ritu Santo le dijo: Ahí tienes al que esperas, el Niño iluminó de tal modo al anciano,
al que buscas. Ahora le verás. Levántate, da que en adelante conocía las cosas futuras.
te prisa, marcha al templo. No son menos dichosos los que no vieron y
creyeron.
10. Adora a Cristo, tomándole en brazos
11. El cántico de Simeón
Fue de prisa al templo. Vio al Señor. Y
con espíritu profético le reconoció. Con la Simeón “bendijo a Dios” por haberle
misma gracia del Espíritu con que había cumplido la promesa con este gran benefi
conocido que iba a venir el Salvador, reco cio de mostrarle al Salvador. Al ver al Re
noció que venía en ese momento, que inme dentor, haciendo pública la revelación que
diatamente le iba a ver. Se dio prisa; le salió había recibido en secreto, dijo: “Ahora, Se
al encuentro, se arrodilló y le adoró en bra ñor, puedes dejar a tu siervo irse en paz, se
zos de su madre. Abrió los brazos y dijo a gún tu palabra; porque mis ojos han visto
los padres: Dádmele, porque corresponde a tu salvación” etc. (Lc 2, 29-32).
mi oficio. Es mi misión; para este servicio Te bendigo, Señor, dice. Se ha cumplido
me ha conservado Dios la vida. tu promesa y se ha cumplido mi deseo; veo
La madre, entendiendo que lo quería su a Cristo tu Salvador, mi Señor. Jesús quiere
Hijo, se lo dio a Simeón. El lo recibió con decir Salvador. Los ojos de la carne han vis
gran alegría y lo tomó en brazos. ¡Felices to al hombre; los ojos de la mente han co
manos que palparon la Palabra de la vida; di nocido que era Dios. Ya puedes dejar a tu
chosos brazos que la abrazaron! Cuando reci siervo irse en paz; ojalá le dejes ya pasar de
bió al Niño en sus brazos, se levantó con vi esta vida, con el corazón tranquilo, y mar
gor y ligereza juvenil, como si hubiera huido char ya a reposar en el seno de Abrahán.
de él la vejez. El que no cabe en el cielo y en Muero tranquilo, porque está ya aquí y
la tierra es llevado en brazos por un anciano. pronto va a padecer aquel por quien voy a
El anciano que antes no podía llevarse a sí ser redimido.
mismo, salta ligero con el Niño en brazos. Sabía que serían dichosos los ojos que
Llevaba al que le llevaba a él; al que lleva to vieran a Cristo; por eso no quería que la
das las cosas con la palabra de su poder. Él muerte le disolviera antes de verle. En
llevaba a Cristo en la humildad; Cristo le lle cuanto le vio, deseaba ser desatado del cuer
vaba a él por la divinidad. Con elegancia se po y tener paz en el seno de Abrahán. Ale
ha dicho aquello de que “el anciano llevaba gremente quería descender donde los pa
al Niño, pero el Niño conducía al anciano”69. dres, cuando supo que había nacido el
El anciano llevaba a Cristo niño; Cristo con Salvador. Pero ¿dónde se le deja ir en paz,
ducía al que estaba en la vejez. cuando por entonces todos ponían su lecho
¡Dichoso Simeón, que mereció no solo en las tinieblas? En la paz del descanso, no
ver a Cristo en la carne, sino llevarle en bra en la paz de la visión de Dios.

69 “Senex Puerum portabat, Puer autem senem regebat”.


116 PRIMERA PARTE

Simeón fue perfecto. Llevaba la vida con dejando atrás la vejez de la culpa, debemos
paciencia y deseaba la muerte. En el parecer vestirnos la novedad de la vida; Cristo que
de san Beda, tan perfectos fueron en algu lo lleva todo, quiso ser llevado, para darnos
nas cosas los padres del Antiguo Testamen ejemplo de humildad. Finalmente, Simeón
to, como los del Nuevo. bendijo a Dios, enseñándonos a dar gracias
a Dios por todo lo bueno que tenemos.
12. El que desea tener y abrazar a Cristo
El que desee tener a Jesús en sus manos 13. Nombres de Cristo: cántico de
y en sus brazos, y llegar a la muerte en paz, Simeón
tiene que trabajar de veras en ser guiado por Podemos decir que el cántico de Simeón
el Espíritu. Tiene que ir a Jerusalén, vivien engrandece a Cristo en cuatro aspectos, con
do en las cosas del cielo; tiene que ir al tem forme a los cuatro nombres con que le lla
plo, como aquellos en quienes Dios habita, ma: paz, salvación, luz, gloria. Cristo es la
suspirando, pidiendo con todo el deseo una paz, porque es el mediador. Es la salvación,
sola cosa: habitar para siempre en la casa del porque es el redentor. Es la luz, porque es
Señor. Tiene que esperar la venida del Señor. doctor. Es la gloria, porque da el premio. En
Entonces podrá recibir a la Palabra de estas cuatro cosas está la alabanza perfecta de
Dios en sus manos, podrá abrazarla con los Cristo; y hasta una cierta comprensión abre
brazos de la fe, la esperanza, la caridad. viadísima de toda la historia evangélica.
Muy feliz verá la muerte de la carne el que Lo referente a su Encarnación se contie
se esfuerza antes en ver de esta forma a Cris ne en la paz: “Él es nuestra paz, el que a los
to nuestro Señor. dos hizo uno” (Ef 2,14). Unió en una sola
Por eso dice san Bernardo: “Le permiti persona dos naturalezas, juntó dos pueblos
rán ir en paz, al que tenga a Cristo en su pe en uno, dio paz a los que estaban lejos y a
cho, pues “él es nuestra paz” (Ef 2,14). ¿Por los que estaban cerca. Reconcilió a los hom
dónde saldrás tú, alma mísera, que ignoras bres don Dios.
a Jesús, guía del camino?” Lo que toca a su enseñanza, a su vida,
En sentido místico, Simeón, “obedien milagros, está comprendido en la luz. Él
te”, es señal del buen religioso. Permanece mismo ha dicho: “Yo soy la luz del mundo”
en Jerusalén, ciudad “de paz”, pues se man (Jn 8,12).
tiene en la paz interna y fraterna; es justo La redención y pasión están comprendi
con el prójimo, temeroso de Dios; espera el
das en el nombre de salvación; y las que mi
consuelo de Israel, la visión de Dios. El Es ran a la resurrección y ascensión en el de
píritu Santo está en él por el don de su gra
gloria.
cia. A estos se les da Jesús para que lo abra
Este cántico se canta al final del Oficio,
cen. Bendicen a Dios por este regalo, y
en Completas, porque contiene la plena ala
desean salir del mundo para gozar de él,
banza de Cristo, y el consuelo del anciano
perfectamente; como el apóstol, que “tenía
que estaba para morir.
deseo de emprender la marcha y estar con
Cristo” (Flp 1,23).
14. La bendición de Simeón
En sentido moral, Jesús es abrazado por
las buenas obras, que indican los brazos; el “El padre y la madre el Niño estaban
anciano tomó el Niño para enseñarnos que, sorprendidos por las cosas que se decían de
12. PRESENTACIÓN DE JESÚS EN EL TEMPLO 117

él” (Lc 2,33);


tiendo y gozándose
no porque
de ellas.
dudaran, sino asin- dadera madre, le tocaban más de cerca las
cosas del Niño; por eso Simeón se vuelve es
oído
la visitación,
LaalVirgen
ángel en
se
cuando
la
admiraba
anunciación,
Juanpor
daba
loaque
saltos
Isabel en
había
de pecialmente a ella, para revelarle presagios
de cosas ocultas.

alegría; y a Zacarías cuando nació Juan. 15. Cristo, signo de contradicción


Se admiró también, con san José, por el
Por el que llevaba en brazos, conoció
cántico de los ángeles, cuando nació Jesús; Simeón que aquella cosa divina no era de
por la llegada de los pastores, por la vene José, sino de la Virgen, y dirigió a ella la
ración de los magos; por el encuentro con conversación. La bendijo, y profetizando le
Simeón, y su alabanza. Todo era digno de predijo cosas futuras.
admiración. “Dijo a María, la madre: mira, éste está
“El nacimiento del Señor, dice san Am puesto”, al venir al mundo, como ocasión
brosio, no solo recibió el testimonio de los de “fracaso”, de los soberbios que creen es
ángeles, profetas y pastores, sino también tar en pie, pero de quienes él diría más tar
de ancianos justos. Todas las edades y am de: “Si no hubiera venido y les hubiera ha
bos sexos, junto con los milagros sucedidos blado, no tendrían pecado. Y añade: “y para
construyen la fe. Una Virgen da a luz, una resurrección de muchos”, de los humildes
estéril tiene un hijo, un mudo rompe a ha que creen en él y han resucitado de sus pe
blar, Isabel profetiza, el que está en el seno cados. Y dice: “en Israel”; porque muchos
de su madre
adoran, una viuda
saltaledeconfiesa,
gozo, los
y un
magos
justo le judíos, cayendo, se cegaron; pero muchos
sencillos e ignorantes fueron iluminados.
espera”. Esta señal de alianza y reconciliación
“Y les bendijo”, con gozo, dando gra entre Dios y los hombres “será prueba de
cias a Dios, por la virtud del Niño que lle contradicción, que se discute” (Lc 2,34); de
vaba en brazos. Aunque María y José le eran los judíos, de los gentiles, de los herejes que
superiores en santidad, él era sacerdote y le no la creen. Hay que notar, según Orígenes,
pertenecía
la ley y presentar
bendecirlosalpadres
pueblo.
unAl
niño
cumplir
en el que en todas las cosas que los fieles dicen de
Cristo, ha padecido contradicción de los no
templo, era costumbre que el sacerdote los creyentes. Se queja de ellos en los salmos,
abendijera
los padres
a ellos
cuando
y al presentaban
niño. Simeóna bendijo
Cristo: cuando dice: “Se han alzado contra mí testi
gos injustos; la maldad se mintió a sí mis
los Dios.
de llamó dichosos, les deseó la bendición ma” (Sal 27,12).También muchos cristianos
le contradicen en sus costumbres y obras:
criatura
ción;
de acción
Nopuede
sebendice
de
nos
entenderse
gracias.
dicea laDios
Así
forma
como
cuando
decimos
de
unaesta
bendición
leque
bendi-
alaba.
una “confiesan que conocen a Dios, pero le nie
gan con las obras” (Tt 1,16).
El Salvador vino ocasionalmente para
ruina de lo soberbios que no le creen; direc
veces
Bendijo
se dice
a losbien
padres
de por
los hijos
el Hijo,
porcomo
los padres.
otras tamente vino por otra razón, para resurrec
ción de los humildes que creen en él.
era quien
José que
le cuidaba,
aparecíatuvo
comoparte
su padre, pues Para unos viene como ruina, para otros
la bendición. A la Virgen, comotambién
era su ver-
en como resurrección. Aun para un mismo
hombre aparece a la vez para ruina y resu
118 PRIMERA PARTE

nardo:
rrección:
rrección
resurrección
ruina
los
dejar
vicios;
crecer
de
“La
de
los
para
para
virtud
sus
estos”.
vicios;
deruina
las
que
virtudes.
no No
virtudes,
como
ella
puede
de crezca,
sus
advierte
crecer
sivicios,
tiene
nonoprecede
junto
san
hay
lugar
y resu-
Ber-
que
con
la las penas, debidas por derecho común a las
madres”.
“Para que salgan a luz los pensamientos
de muchos corazones”. La pasión y muerte
de Cristo reveló en efecto los pensamientos
de muchos corazones. Entonces se revelaron
y cumplieron las palabras, pensamientos y
construyó
dice el reino de
Cristo destruyó el reino
la virtud;
de lapor
maldad
eso sey misterios de los profetas. El velo del templo
significó, al rasgarse, que lo sagrado queda
ción.que
Su está colocado
humildad arruina
para ruina
la soberbia.
y resurrec-
Su ba patente a todos.
Se manifestaron los pensamientos de mu
pobreza, la avaricia. Su castidad, la lujuria. chos corazones, los de los justos y los de los
Su
gula.
benignidad,
Su paciencia,
la envida.
la ira. Su
Sutrabajo,
sobriedad,
la pe
la malvados, porque en su pasión unos creyeron
y otros, no. Según san Beda, antes no era cla
reza. Y así construyendo el reino de las vir ro quiénes de los judíos le recibían y quiénes
tudes, Cristo destruyó el reino de los vicios. no; quedó claro luego, después de la pasión.
Para los mismos hombres, por tanto, vino
para Místicamente, según el mismo, la espa
ruina y resurrección. da de la tribulación atraviesa el alma de la
Cuando un soberbio se hace humilde, Iglesia, cuando la fe es negada por los im
según san Juan Crisóstomo, un lascivo cas píos y quienes rechazan la salvación, cuan
to, un avaro misericordioso, etc., entonces do ve que muchos caen; cuando al manifes
en la misma persona hay una ruina del vi tarse los pensamientos de los corazones,
cio, y una resurrección de la virtud. Le puso donde sembró buena semilla, ve que ha
aDios en el para
la saeta, mundo,
quecomo
cada se
uno
pone
según
un blanco
quiera germinado cizaña.
Al decir “para” no expresa relación de
lance su intención a él. causa final. Cristo no quiso padecer para
que se manifestaran los pensamientos de los
16. Profetiza los sufrimientos de María hombres; fue una consecuencia. Como si di
“Una espada traspasará tu propia alma”, go: salí al campo para ser hecho prisionero
le
Cristo.
dijo Por
Simeón,
la compasión,
profetizando
la espada
la pasión
traspa
de por los enemigos. Ser hecho prisionero no
fue mi intención, sino algo que se siguió a
sará tu alma. Aunque María esperaba que mi salida. Es semejante a la expresión fre
Cristo
muerte,
Hijo
dolor crucificado
maternal.
resucitaría
destruyéndola,
sin
y vencería
gran
no sentimiento
pudo
después
ver de
a de
su
la cuente del Evangelio: “Esto se hizo para
que se cumplieran las Escrituras”. La inten
ción principal de Cristo al hacer o padecer
tales cosas, no fue el que se cumplieran las
lores
Anselmo,
aexige
parte
aldar
tiempo
Fue
que
aimpasible,
laluz;
deuda,
más
no
lade
y fuerza
tuvo
la
que al
lausura
que
dice
pasión.
mártir,
atroz
te
darle
aumenta
san
perdonó
de
Jerónimo.
“Ahora,
porque
a luz,
la naturaleza
con
cuando
lossufrió
intereses
dice
soportó
Losibas
do-
san
en
te Escrituras. Sino que, cuando tales cosas su
cedieron, se siguió que las Escrituras se
cumplían. La profecía no es la causa de un
suceso; el suceso es la causa de la profecía.
Orígenes lo aplica a la manifestación de
los pecados en la confesión. Cristo está para
que los hombres manifiesten en la confe
12. PRESENTACIÓN DE JESÚS EN EL TEMPLO 119

sión lo malo que antes ocultaban, y reciban cibió el anciano Simeón, porque el Señor
la salud por la Pasión, que da eficacia al sa- ama la gravedad de la vida, la madurez de
cramento. las costumbres. Alégrate tú también, con
estos ancianos Simeón y Ana. Sal al encuen
17. Testimonio de Ana, la profetisa tro de la madre y del pequeño. Vence con el
amor la vergüenza. Echa fuera con el afecto,
Cuando Simeón hablaba de Cristo, te
el temor. Recibe al Niño en tus brazos; dile
niéndole en los brazos, “en el mismo mo
con la Esposa: “Le tengo y no le soltaré”. (Ct
mento se presentó Ana la profetisa”, por re
3,4) Salta de gozo y canta con el anciano:
velación del Espíritu Santo; y adorándole
“Ya puedes, Señor, dejar a tu siervo irse en
“alababa al Señor” por la Encarnación y por
paz, según tu palabra”. (Lc 2,29).
el nacimiento de Cristo; daba testimonio
del Hijo, instruyendo al pueblo: “hablaba
18. Sentido moral de la historia
de él a todos los que aguardaban la libera
ción de Jerusalén” (Lc 2,38) y de Israel, La reunión repentina de las personas de
anunciándoles que había nacido el Reden- que se hace mención aquí, obedeció a un
tor y Salvador del mundo. instinto divino; y no carecía de misterio.
Bien podía dar testimonio de la Encarna- Podemos celebrar espiritualmente en nues
ción del Hijo de Dios esta mujer, cuya no- tra alma el proceso de estas personas.
bleza, continencia y edad subraya el Evange- Simeón, “el que oye”, recibió respuesta
lio. Al llamarla profetisa, se da por auténtico del Espíritu Santo por revelación mental;
su testimonio, ya que la inspiración profética representa el cuidado que debemos tener en
es por inspiración divina. “Por fidelidad, se- oír la Palabra de Dios.
gún Orígenes, esta santa mujer mereció el Ana, “gracia”, no se apartaba del tem
espíritu de profecía: por larga castidad, y plo; representa la oración frecuente.
ayunos, había ascendido a esta cumbre”. José, “aumento, o agregación”, cuidó
El Señor había venido a liberar a todo del niño Jesús; nos señala el aumento conti
sexo y edad, a todos los estados y profesio- nuo de las buenas obras.
nes; por eso convenía que todos ellos dieran María, en fin, iluminada, llevó en su se
testimonio de su nacimiento. Los tres esta- no a Cristo; señala la unión perfectísima
dos, de ambos sexos, son alabados aquí: el con el querer de Dios que nos configura.
de las vírgenes, en Cristo y María; el de los Las personas que ofrecen a Cristo, de
viudos, en Ana y Simeón, cuya edad le hace ben llevar en su alma cuatro lámparas en
comparable a Ana; el de los casados en Isa- cendidas. Simeón llevó la luz de la santa
bel y Zacarías. No faltó estado alguno de meditación. Ana, la de la devoción. José,
los fieles cristianos, para que todos dieran la del progreso en la virtud. María, la luz
testimonio del Salvador. de la contemplación. Lo indica el salmo:
Dice san Anselmo: “Fue ofrecido en el “Me acordé de Dios, y me deleité, y me
templo, y allí le recibió una santa viuda, pa- ejercité, y desfalleció mi espíritu”. (Sal
ra que los fieles que desean recibirle, acudan 77,4); es patente, contrastando cada cosa
a la casa de Dios y deseen la santidad. Le re- con lo dicho.70

70 AsÍ la Vulgata. Las versiones modernas se apartan: BJ: “De Dios me acuerdo y gimo, / medito y mi espí

ritu inquiere”. BP: “Acordándome de Dios, gimo, / meditando me siento desfallecer”. BCB: “Me acuerdo de Dios
y gimo, / y desfallezco meditando”.
120 PRIMERA PARTE

Cinco personas tomaron parte en la pre tas puede designarse a la Trinidad, según el
sentación del Señor. Jesús mismo, represen verso:
tando a los inocentes; María, “mar amargo”, Cera, fuego, y pabilo, los tres
a los penitentes; José, “el que aumenta”, a Muestran al que es tres en uno.
los progresan; Simeón, a los perfectos en la
vida activa; y Ana, a los perfectos en la vida Al llegar, la madre dobla con reverencia
contemplativa. Se nos da a entender así que las rodillas, y ofrece sobre el altar su queri
en el templo de la Jerusalén del cielo, se dísimo Hijo a Dios Padre. La Virgen pre
presentan aquellos que son dignos del ros senta su Hijo al Señor, dando gracias a Dios
tro de Dios. Padre por tal regalo. Virgen lo había conce
bido, y lo había dado a luz; ahora, honradí
19. Presentación del Niño a Dios Padre sima de tal Hijo, se lo entrega al Padre.
Simeón entregó el niño Jesús a su Ma
dre, que lo recibió de nuevo con alegría. 20. Motivos de la Presentación
Marchan luego hacia el altar, formando una Por tres motivos estaba mandada la pre
procesión, que este día se renueva en la li sentación de los niños en el templo: para
turgia de la Iglesia en el mundo. Van delan consagrarlos al Señor, encomendarlos a su
te, ligeros, los dos hombres venerables, José cuidado, y darle gracias por ellos.
y Simeón, llenos de júbilo. Sigue la Madre, Los dos primeros motivos no tenían lu
llevando al rey, Jesús, con inefable alegría gar en Cristo. Nada más ser concebido estu
de corazón. Ana se junta a ella, yendo a su vo consagrado plenísimamente a Dios y
lado con reverencia, llena de gozo indecible, confiado al cuidado divino por la unión con
y alabando a Dios con afecto inmenso. la divinidad. El tercer motivo, en cambio,
Pocos son ciertamente; pero representan tenía especial lugar en el caso de Cristo: la
a la humanidad. Virgen debía dar gracias a Dios más que to
María y José, como padres, presentaron das las madres, pues había concebido y da
al Niño Jesús en el templo. Simeón y Ana, do a luz por privilegio singular.
profetisa, le alabaron con anuncios proféti No tenemos por escrito lo que entonces
cos. Nosotros en la Misa de ese día, lleva oró y dijo. Diría palabras semejantes a estas,
mos en las manos la vela encendida que es al menos en el corazón:
signo del niño Jesús; vamos en procesión Mira, Señor, Padre santo. Te presento a
hasta el altar y allí la ofrecemos, recordando tu Hijo, engendrado eternamente por ti y
la luz inefable que llevaron en sus manos nacido temporalmente de mí. Te presento
María y Simeón. al que siempre está presente para ti. Te doy
Tres cosas hay en el cirio que representa gracias, porque le concebí por don tuyo y lo
a Cristo. La cera representa la carne de Cris di a luz de modo inefable.
to, que nació de la Virgen sin corrupción, Padre santo: Te ofrezco una ofrenda
como las abejas producen cada una sola su nueva, este Hijo tuyo y mío, Dios hecho
cera. El pabilo, oculto en la cera, represen carne, que se ofrecerá a sí mismo por la sal
ta el alma blanquísima de Cristo, oculta en vación del mundo. En todos los siglos no se
la carne. El fuego, o la luz, representa la di hizo una ofrenda semejante.
vinidad, ya que “nuestro Dios es fuego que Dice san Bernardo: “Ofrece tu Hijo,
consume” (Dt 4,24). Por las tres cosas jun Virgen santa. Presenta al Señor el fruto
12. PRESENTACIÓN DE JESÚS EN EL TEMPLO 121

bendito
reconciliemos
que agrada
de atuDios”.
con
vientre.
Dios,Para
ofreceque
tú la
todos
víctima
nos Como Cristo era de la tribu de Judá,
una de las once, tuvo que ser rescatado, y
así se hizo.
su mirada,
Cristo, que
quiso
nuncaser presentado
estuvo escondido
al Padre,
de Recibió la madre, de manos de José, las
nos
te.
bre
sotros
dado
paraDel
circuncidemos
por
ejemplo
en
dioses
mismo
la
sucarne
bien,
por
nuestro.
modo,
por
lasino
nosotros
gracia.
suDios
por
paraNo
causa,
nuestra
no
hacernos
espiritualmen-
sino
se
fuehizo
circunci-
para
causa
hom-
a que
no-
es aves que hemos dicho y las ofreció sobre el
altar a Dios Padre. Como pobre que era,
ofreció “el par de tórtolas o dos pichones”,
uno como holocausto por su Hijo y el otro
por el pecado, sometiéndose a la ley de las
demás, aunque no tenía pecado. Una vez
hecha la ofrenda y el rescate, la madre reci
presentarnos
presentado alnosotros
Señor, para
mismos
que aprendamos
a Dios. a bió a su Hijo y lo llevó consigo a casa.
“Esta ofrenda, hermanos, dice san Ber
21. Es rescatado por cinco monedas nardo, parece bastante delicada. En ella es
asistido solo por dos, lo rescatan con aves, y
lo llevan de nuevo enseguida a casa. Tiempo
Llamando luego a los sacerdotes, es res
vendrá en que no será ofrecido en el templo,
catado el Señor de todos, como un esclavo,
en brazos de Simeón, sino fuera de la ciu
por cinco siclos de plata, porque era primo
dad, en los brazos de la cruz. Entonces no se
génito. El siclo era una moneda que valía
le rescatará a él con algo ajeno, sino que él
veinte óbolos.
rescatará a otros con su sangre. Dios Padre
La ley ordenaba que todo primogénito
lo envió como Redentor a su pueblo. Este es
quedara consagrado al Señor, pasando al do
el sacrificio de la mañana; el otro será el de
minio del sacerdote. Los primogénitos de la
la tarde”.
tribu de Leví no eran rescatados, sino que
quedaban para siempre al servicio de la casa
22. Sentido de estas ofrendas
de David, el templo. A los demás de las
que
otras
catar.los
once
Una
padres
tribus,
vez se
recibido
los
el sacerdote
llevaran
el precio,
alos
casa.
hacía
permitía
res- Los primogénitos de los animales repre
sentaban místicamente a aquél que, siendo
los
el
males
animales
sacrificio
El
rescataran,
sacerdote
limpios;
limpios,
de los
los ono
otenía
primogénitos
queque
que
limpios,
loslos
ofrecer
cambiaran
mataran.
de
hacía Era
también
los ani-
que
por el Hijo de Dios, se dignó nacer como el pri
mogénito de toda criatura, el verdadera
mente santificado y consagrado a Dios.
En sentido moral, los primogénitos sig
nificaban los comienzos de las buenas obras,
esas que nacen en nuestro corazón, que las
animal
para la
la mesa.
limpio
ofrenda,
Depara
los serlo porelunos
sin ofrenda,
impuros, era
naturaleza,
queloloeran engendramos en cierto sentido, por la gra
cia de Dios. Debemos ofrecer a Dios todo
cuanto de bueno y justo encontremos en
como
cate
eran el
arrojaban
cambiarse
opara
se
noasno,
cambiaba
lejos
todo,
teníadel
como
precio
por
por elcon
o rescatarse,
que templo.
eso
unlo
se
perro,
cordero;
mataban
pagaba lo
quey pudiera
otros
por
suyres-
eso nuestras acciones, atribuyéndolo a su gra
cia: “No a nosotros, Señor, no a nosotros, si
no a tu nombre da la gloria” (Sal 114,1).
Si traemos al mundo algo impuro, al co
meter un pecado, démosle muerte, arrancán
dole de raíz y enmendémonos; o cambiémos
122 PRIMERA PARTE

lo por algo limpio, apartándonos del mal, no entra nadie sin que se hayan cumplido
haciendo el bien; o rescatémoslo, con cinco los días de su purificación. Tiene que estar
monedas de plata, haciendo por nuestros cin cada uno plenamente purificado, puro, co
co sentidos frutos dignos de conversión. mo lo estuvo en el bautismo. Solo así puede
También se nos avisa que si encontra llegar al templo de la Jerusalén del cielo.
mos en el rebaño de nuestras obras el corde Esta purificación tiene lugar en la vida
ro de la inocencia, o las virtudes principa presente, por la conversión y tribulaciones;
les, caridad, castidad, humildad, paciencia, o después de la muerte, por las penas del
se lo ofrezcamos a Dios, atribuyéndolo a purgatorio.
aquél que dice en el Evangelio: “Sin mí no
podéis hacer nada” (Jn 15,5); y por el após 24. Misterio de ser llevado el Señor
tol: El es “el que obra en vosotros el querer
Cristo fue llevado a Jerusalén, y a Egip
y el llevar a cabo” (Flp 2,13).
to. Con ello se nos enseña que unas veces
Si somos tan pobres que no podemos
debemos levantar nuestra inteligencia a la
hallar en nuestras obras el cordero de una
contemplación de las cosas eternas, señala
vida inocente, ni las riquezas de las princi
das por Jerusalén, visión de paz, y otras, hay
pales virtudes, crezcamos al menos como
que abajarlas a la consideración de los pro
aquellas dos tórtolas o dos pichones, las dos
pios defectos, representados por Egipto,
clases de contrición, de temor y de amor.
que significa tinieblas.
Lloremos por nuestros pecados, y los de los
A cinco lugares diversos es llevado Cristo:
demás, para que los borre Dios; lloremos
a Jerusalén, a Egipto, al desierto, a un monte
también para alcanzar las virtudes, y por el
elevado, a lo alto del templo. Estos cinco lu
deseo de la patria del cielo. De este modo
gares son símbolo de los cinco estados en que
haremos una ofrenda por el pecado, gimien
se halla a Cristo: Jerusalén, visión de paz,
do por los males que hemos hecho; y otra
simboliza la vida contemplativa; Egipto, la
como holocausto, inflamándonos en amor
vida activa, con la tristeza de la tribulación; el
de las cosas espirituales.
desierto, la vida religiosa, en que se insiste en
ayunos; el monte elevado, la importancia de
23. Purificación, procesión, ofrenda
los cargos de gobierno; lo alto del templo, los
Tres cosas hay aquí que contienen ense puestos de los maestros. En estos estados se
ñanza moral: el misterio de la purificación puede hallar a Jesús; en todos los estados de la
de María, el hecho de ser llevado el Señor, el Iglesia se puede hallar a Jesús, salvación.
significado de la ofrenda. Pero considera quiénes lo llevaron a Je
María, “estrella del mar”, o “mar amar rusalén y a los otros sitios. A Jerusalén y a
go”, representa en sentido moral al alma, que Egipto le llevaron sus padres, María y José,
se encuentra en la luz de la vida contemplati la “estrella del mar” y “el que aumenta”,
va, o en la amargura de la vida activa. En am símbolos de la fe y la caridad. Al desierto le
bos casos es necesaria la purificación. El con llevó el Espíritu Santo. En cambio, al monte
templativo debe purificarse de la soberbia, elevado, y a lo alto del templo, le llevó el
por el temor. El activo debe purificarse de la diablo. Por eso los que mandan y los que en
negligencia, por el rigor y el trabajo. señan deben temer si tal vez ha sido el diablo
En Jerusalén, “visión de paz”, símbolo el que los ha llevado al monte elevado del
de la vida de los bienaventurados del cielo, gobierno, o al alero del templo de la cátedra.
12. PRESENTACIÓN DE JESÚS EN EL TEMPLO 123

25. Significado de esta ofrenda 26. Aumento de la humildad de Cristo


tintamente.
Se ofrecíanLa tórtola,
tórtolas,que
o palomas, indis- En lo dicho has visto la pobreza de Cris
anda sola y cas to y de sus padres, pues solo tenían ofrenda
ta,
tienen
cada
paloma,
da, es
esuna
símbolo
símbolo
elque
canto
de distinta
anda
de
en
dela
forma
en
lavida
manera.
grupo
vida
de
contemplativa.
activa.
gemido,
y es muy
Y aunque
las
fecun-
dos
La de pobres. Pero si quieres informarte de la
humildad, considerada la ofrenda, el rescate,
y la observancia de la ley, es fácil advertirlo.
Advierte también aquí sobre la humildad de
Cristo, cómo ha ido aumentándose sucesiva
par
amor
contemplativos.
El
dedel
gemido
tórtolas;
que dice
deel
Eslaprimero
el
doble:
tórtola
apóstol:
por
corresponde
es el
eso
“gemimos
gemido
se dice:a del
los
un
en mente de lo anterior. En el nacimiento se
mostró como hombre pobre; en la circunci
sión como pobre y hombre pecador; hoy co
mo pobre, pecador y esclavo. Pobre, ya que
nuestro
ción
gundo
dice de
el es
apóstol:
los
interiormente,
elhijos
de la“el
de
devoción,
Espíritu
Dios”anhelando
(Rom
del
en persona
que
8,23).
la
también
adop-
Elpide
se- eligió ofrenda de pobres; pecador, porque él
con María quiso expiar mediante la ofrenda;
y como esclavo, porque se hizo rescatar.

con gemidos indecibles” (Rom 8,26). 27. Iglesia: purificación, unión, intención
los activos.
El gemidoEs doble
de la paloma
también,corresponde
y por eso sea La circuncisión del Hijo, la purificación
de la madre, el llevar luego a Jesús al tem
dice
dos
por
maspropios,
los
un
gemimos
ajenos,
par de
según
meditando”
pichones.
según
lo de
lo de
Isaías:
Uno
las
(Is por
Lamentacio
59,11);
“como
los peca-
palo-
otro plo para ofrecerle al Señor nos enseñan en
sentido moral, que los fieles, para entrar en
el templo material de Dios, deben parecer
se a la Virgen y a Cristo en esas tres cosas:
nes:
dotes“Todas
huyendo”
sus puertas
(Lm 1,4).
destruidas, sus sacer- estar circuncidados, limpios de toda escoria
de pecados; ser llevados en brazos por la
cir,
ofrecer
Estas
la inocencia.
loscuatro
que noformas
tienendeelgemidos
cordero, deben
es de- santa madre Iglesia; tener recta intención.
En primer lugar, estar purificados y cir
cuncidados de la maldad. La santa Virgen,
ta purificación,
Resumiendo,conducción
podemos decir
y ofrecimiento,
que en es- antes de entrar en el templo, después del
parto de su Hijo inmaculado, cumplió los
se representa al que, purificado de la sober días de la purificación. También su Hijo, an
bia y negligencia, se dispone a subir a la tes de ser llevado al templo, quiso ser circun
consideración
biendo
contemplación dedesí
una y otra vez,
Dios
mismo.
pory amor
a descender
Quey devoción;
gima asu-
la cidado. Y ni la madre necesitaba lo primero,
ni el Hijo lo segundo; ella había concebido
sin concurso de varón, él había nacido de una
yción
labajando
misericordia.
del hombre
una y otra
En
entregado
esto
vez por
consiste
a laDios.
contrición
la perfec-y Virgen intacta. Sin embargo, los dos quisie
ron cumplir en esto la ley, para enseñarnos a
liberarnos espiritualmente de los vicios antes
dables
tórtolas
Como
a oDios,
palomas;
estasnodos
se sino
determina
formas
quedesesi
vida
dice,
se ofrecieron
son
sinagra-
más, de entrar en la Iglesia a ofrecernos a Dios.
Porque, según san Beda, nadie es digno de
aparecer ante la presencia del Señor si no es
que fueron un par de tórtolas o dos pichones. tá purificado y circuncidado.
124 PRIMERA PARTE

De esto se deduce que nadie debería en- mo los que se adornan para llamar la aten
trar en la iglesia, con conciencia de pecado ción. Ni por malos deseos, como los que
mortal, sin confesarse antes, o al menos sin van a la iglesia para desear y ser deseados.
hacer un acto de contrición, si no hay confe- Ni para consolarse vanamente, como los
sores suficientes. Del mismo modo deben que van a charlar, reírse, y decir ligerezas.
purificarse también de las ofensas al menos Ni para ganar, como algunos clérigos, o pa
con un acto general de contrición, aun los ra obtener provechos temporales. Todos es
que no tengan conciencia de pecado cierto; tos no pretenden buen fin, ni son dignos de
porque es propio de las almas buenas temer entrar en el templo. Entran, pero no se pre
culpa, donde no la hay, a ejemplo de la Vir- sentan al Señor, ni vienen en espíritu al
gen que no necesitaba purificación. De ahí templo. Por eso no ven a Cristo, ni pueden
viene la costumbre del agua bendita a la en abrazarle con los brazos del espíritu.
trada de la iglesia, para que se purifiquen Advierte, según san Beda, que es lleva
los que entran, aun de las ofensas veniales, do a Jerusalén, después de la circuncisión y
los que no tienen conciencia de mortales. ofrecido al Señor, solo aquél del que se dijo:
Como figura visible de esto, ante la entrada “Apártate del mal y haz el bien” (Sal
de la tienda del Señor, había un recipiente 37,27); el que, abandonando las culpas, co
de agua, donde Aarón y sus hijos, al ir a en menzó a hacer buenas obras; el que dice:
trar en la tienda, se lavaban manos y pies. “Mis ojos siempre hacia el Señor” (Sal
llevados
En segundo
en brazoslugar,
por ladecíamos,
Iglesia, como
deben
Cris
ser 25,15), “para escuchar la voz de su alabanza
(26,7)71; y también: “Soy buen olor de Cris
to fue llevado en brazos de su madre al tem to” (2 Cor 2,15); “alcé mis manos a tus
plo. De los fieles que entran así en el templo, mandamientos; volví mis pies a tus testi
dice la misma Iglesia aquello de Oseas: “Los monios” (Sal 119,48); el que, ya coma, be
llevaba en mis brazos” (Os 11,3). Fuera de ba, haga cualquier otra cosa, lo hace todo a
que
estossebrazos
desvíandedelalaIglesia
fe; los cismáticos,
están los herejes, gloria de Dios, y dice: “¡Qué dulces a mis
que se boca, Señor, tus palabras!” (Sal 119,103)
desvían de la caridad; y todos los excomulga “¡Mi corazón y mi carne saltan de alegría
dos que se han arrancado de la unidad de la por el Dios vivo!” (Sal 84,3).
Iglesia. Todos estos, que no son llevados en
brazos por la Iglesia, no son dignos de entrar 28. Cristo santifica el templo
en ella, porque, como dice san Cipriano, no Entre otras razones, Cristo quiso ser lle
puede tener a Dios por padre, quien no tiene vado al templo, para santificar el templo con
la unidad de la madre Iglesia. En vano, pues, su presencia, del mismo modo que se bauti
y sin ser digno, entra en la iglesia material, zó para santificar las aguas del bautismo.
el que no es abrazado por los brazos de la El bautismo de Cristo santificó no solo
Iglesia mística. la parte del agua del Jordán que tocó su car
En tercer lugar, tienen que tener recta ne, sino todas las aguas. Del mismo modo,
intención; que entren en la iglesia por de- al ser introducido en el templo de Jerusa
voción y oración. No por ostentación falsa, lén, quedaron santificados todos los tem
como los hipócritas. Ni por vana gloria, co- plos dedicados a su nombre.

71 Une, en frase seguida, la primera mitad de un versículo, y la segunda de otro.


12. PRESENTACIÓN DE JESÚS EN EL TEMPLO 125

Por eso está ordenado que se tenga en La belleza del alma racional es también
su
en
ellael
lasoficio
iglesias
lasSacramento.
reliquias
loslaángeles.
presencia
deTambién
los santos.
corporal
se guardan
Allí
de tienen
Cristo
en dignísima, porque está sellada con la seme
janza de Dios. Dios no imprimió en el alma
la imagen de cualquier cosa creada, sino su
propia forma, de manera que la belleza del
sias,
suma
mo:
dad”Por
“A
y(Sal
reverencia
no
eso
la93,5).
se
casa
hay
deben
de
que
yDios,
devoción,
respetar
entrar
le conviene
enmucho
ellas
segúnsino
la
lasel
santi-
igle-
con
sal- alma es la luz reflejada de la misma Trini
dad. La Trinidad no podía ennoblecer más
al alma racional, que haciéndola a su seme
janza, imprimiendo en ella la hermosura de
su propia forma. Como la semejanza causa
amor, Dios hizo al alma semejante a sí mis
29. Cuanto
Dignidad
hemos
deldicho,
templose puede
del alma
aplicar al mo, para que pusiera todo su amor en él, ya
que no hallaría nada más semejante a sí
misma en las cosas creadas.
templo espiritual en que la Palabra eterna
Finalmente, Dios creó al alma para sí
es introducida cada día por los fieles, y del
mismo, para habitar en ella, según el sal
que dice el apóstol: “El santuario de Dios,
mo: “El Señor ha elegido a Sión”, figura
que sois vosotros, es santo” (1 Cor 3,17).
del alma observadora, “para habitación su
El valor de cualquier cosa depende de
ya” (Sal 132,13). Para esto la eligió, y de
diversas causas: la dignidad de quien lo hi
sea muchísimo habitar en ella, según los
zo, el valor de los materiales, la belleza de
Proverbios: “Hijo, dame tu corazón” (Pr
su construcción, lo honroso del fin a que se
23,26). Y en otro sitio: “Mis delicias son
destina. Ahora bien, el templo mental del
estar con los hijos de los hombres” (Pr
alma racional ha sido creado inmediata
8,21). Por eso, cuando Dios halla a un al
mente por Dios. No llamó a criatura ningu ma preparada así, viendo realizado su de
na para crearlo, sino que la Trinidad se invi
seo, dice lo del salmo: “Este es mi descan
tó a sí misma diciendo: “Hagamos al so para siempre; aquí habitaré, porque la
hombre” (Gn 1,26). Esta palabra, según san
elegí” (Sal 131,14).
Agustín, no se la dirigió Dios a los ángeles,
sino que el Padre la dirigió a las otras per
30. Exhortación a evitar el pecado
sonas divinas. El hombre es, pues, obra de
la Trinidad. Nunca pecarías, alma fiel, si atendieras
de
nada.
materia
EnNo
segundo
había,
algunalugar,
enprevia,
todas
el alma
sino
las cosas
anopartir
fue
creadas,
hecha
de la a esta tu dignidad. Dice san Bernardo: “Si
conoces tu nobleza, alma mía, abominarás
la maldad”.
trellas
elementos;
nadaracional;
ma tan
o cuerpo
noble
ninienla
de
alguno
eltierra,
que
cielopudiera
celeste
ni
el sol,
otrofueron
laalguno
hacerse
luna,dignos,
las
de
el es-
los
al- La consideración de la nobleza del alma
lleva a odiar la maldad, aun sin atender al
premio o castigo; porque el alma noble tie
ne a todas las cosas caducas por demasiado
tampoco, de entrar a formar parte del alma, viles, para mancharse con ellas. Esta es la
como principio material suyo, porque el al santa y noble soberbia del alma generosa,
ma
todos
fue hecha
es ellos;
muya superior
partir
como aventajaba
deylamucho
nada.amás
todos
noble
en valor
que que tuvo también el pagano Séneca: “Aun
que supiera, dice él, que los dioses y los
hombres me habrían de perdonar, sin em
126 PRIMERA PARTE

bargo, por la vileza del delito, no me digna- llama también de las Candelas, o fiesta de
ría pecar”72. la luz, porque en este día llevamos en las
Este templo mental de Dios debe estar manos velas encendidas, imitando la devo
decorado son varios colores de virtudes: el ción de Simeón.
blanco de la castidad, el rojo de los padeci
mientos voluntarios por Cristo, el naranja de 32. El templo en el monte Moria
la alegría espiritual, el verde de los ejercicios El templo del Señor estaba sobre el
espirituales, el azul del deseo del cielo, el do
monte Moria, en que Abrahán quiso sacrifi
rado de la caridad, el negro de la humildad.
car a su hijo Isaac. En ese mismo lugar, Ja
A este templo, así compuesto y adornado,
cob, durmiendo, vio la escala que se elevaba
debemos llevar al niño Jesús, la Palabra eter
hasta el cielo. Allí mismo David, viendo al
na, y ofrecer el par de tórtolas o los dos pi
ángel que estaba en pie y hería al pueblo,
chones: el amor de Dios y del prójimo; la so
cayó en tierra, arrepintiéndose, y mereció el
ledad de la contemplación, y la vida pública
perdón de Dios.
de la acción; la castidad de la mente, y del
En este monte estaba la era del jebuseo
cuerpo, como estas tórtolas; y muchas bue
Areuna, que compró David para construir
nas obras, como palomas fecundas.
allí la casa del Señor, porque en aquel sitio
Debemos llevarle en brazos como Si
había conseguido misericordia.
meón. Le debemos bendecir por este gusto
Salomón, al acabar las obras, ofreció allí
previo de la dulzura divina; hasta que nos
sacrificios a Dios; la niebla llenó la casa, y
llenemos del deseo de ser desatados del
“apareció la gloria del Señor, y fuego que
cuerpo, ansiando la felicidad de gozarnos
descendía del cielo y devoraba los holocaus
con la Palabra eterna, cantando ya el cánti
tos” (2Cro 7,1).
co de júbilo de Simeón: “Ahora, Señor, pue
Salomón oró allí, extendiendo las ma
des dejar a tu siervo irse en paz, según tu
nos al cielo, puesto de rodillas, pidiendo
Palabra” (Lc 2, 29).
que el Señor recibiera las súplicas de todo el
que entrara a pedir beneficios. El Señor se le
31. Grandeza de esta solemnidad
apareció, y le dijo: “He oído tu oración. He
La fiesta de este día es grande por mu- elegido y santificado este lugar” (2Cro 12).
chas cosas que sucedieron; en especial por Heliodoro, enviado por el rey Antíoco,
tres, que le hacen destacar: Cristo fue lleva- violó y despojó este lugar santo; y por ello
do al templo para su presentación: la ofren- fue flagelado con muchas llagas. Se le lla
da legal de sus padres por él; la consolación maba el templo del Señor, porque en él se
espiritual de Simeón. ofrecían los sacrificios al Señor.
Por estas tres razones esta fiesta tenía Fue destruido primero por los babilo
tres nombres. La llamaban en griego Hi- nios, y luego por los romanos. Hombres fie
papante, es decir, presentación; porque les y religiosos hicieron luego, en el mismo
Cristo fue presentado en este día en el sitio, en forma redonda, un templo grande
templo. Se la llama fiesta de la Purifica- y artístico.
ción, por la ofrenda que hizo la Virgen por En este lugar se dice que sirvió la Vir
sí misma, aunque no lo necesitaba. Se la gen, de niña, con otras jóvenes, preparando

72 “Si scirem deos ignoscituros et homines ignoraturos, adhuc, propter peccati vilitatem, peccare dedignarer”.
12. PRESENTACIÓN DE JESÚS EN EL TEMPLO 127

las cortinas
dotales, aprendiendo
del templo,
lasyletras
los vestidos
sagradas,
sacer-
de- tro con enormes columnas de tres en tres:
en la parte central, en lo más alto, está cu
dicadas
dio de laalEscritura.
ayuno, vigilias, oraciones y estu- bierto en forma de bóveda.
Cuando Zacarías ofrecía el incienso, se En la fila más alta está escrito por den
tro: “Oye, Señor, el himno y la oración que
le apareció el ángel del Señor en este lugar, hoy te dirige tu siervo; que tus ojos estén
para anunciarle el nacimiento de Juan. atentos sobre esta casa, de día y de noche”
ofrecido
padres.
En este
nuestro
lugar,Señor
comoJesucristo
hemos visto,
por sus
fue (2Cro 6,19-20).
En cada una de las paredes, por la parte
de fuera, están escritos los versos siguientes,
Lo recibió Simeón. que pueden leerse desde la ciudad: Frente a
La santa viuda Ana dio la noticia a la ciudad: “La paz a esta casa”, (Lc 10,5), la
cuantos esperaban la liberación de Israel. paz eterna del Padre eterno. Frente a la ca
lo
doctores.
hallaron
CuandosusJesús
padres,
teníadiscutiendo
ya doce años,
entreaquí
los sa de los soldados: “La casa del Señor está
bien asentada, sobre piedra firme” (Lc
7,25). Del lado de Betania: “No hay aquí
En lo alto de este templo colocó el ene sino la casa de Dios y puerta del cielo” (Gn
se
migo
echara
a Jesús,
abajo.más tarde, sugiriéndole que 28,17). Del lado del monte de los olivos:
“Dichosos los que habitan en tu casa, Se
De este templo arrojó Jesús a los vende ñor” (Sal 84,5). Del lado del valle de Josa
dores, las mesas de los cambistas, los asientos fat: “Bendita la gloria del Señor, desde su
de los que vendían palomas. En él enseñaba a lugar santo” (Ez 3,12). Frente al claustro
los judíos, cuando moraba en Jerusalén. del templo: “En su templo todos dirán: glo
Allí liberó a la adúltera de sus acusadores. ria” (Sal 29,9). Del lado del monte Sión: “El
Al acercarse la Pasión, durante todo el templo del Señor es santo” (1Cor 3,17); “es
día se quedaba
atardecer, se retiraba
enseñando
a Betania.
en el templo: al agricultura de Dios, es edificación de Dios”
(1 Cor 3,9). Y de nuevo, de frente a la ciu
En su muerte, el velo del templo se ras dad: “Iremos a la casa del Señor” alegres
gó de arriba abajo, para dejar abierta la en (Sal 121).
trada en lo más sagrado. Este templo está colocado en la parte
De lo alto del templo, el apóstol Santia inferior de la ciudad, cerca de la muralla de
go, primer obispo cristiano de Jerusalén, oriente, al sur. En su iglesia solían estar los
fue
ga de
echado
batanero,
abajorecibió el martirio.
y, golpeado con una pérti- canónigos regulares de san Agustín, entre
gados al servicio divino. No lejos de él, hay
Entre el templo y el altar que estaba en
otro templo de una extensión y altura in
el atrio del sur, cayó mártir Zacarías, hijo de
mensa; se le llama bosque, por los maderos
Bacarías.
del Líbano, y también templo de Salomón,
porque en él enseñaba y hacía justicia Salo
33. El templo, en tiempo del autor
ochoEste
paredes,
templo,
porredondo,
fuera en círculo,
está cerrado
por den-
por món. Se distingue así del otro templo, al
que se llama especialmente el templo del
Señor.
128 PRIMERA PARTE

Oración

Amable Jesús, que te entregaste al justo Simeón para que te abrazara, como deseaba.
Ven, dulcísimo Jesús, entrégate a mí, que te deseo con toda el alma.
Echa fuera por tu gracia purificadora, la impureza que encuentres en mí.
Convierte mi corazón en templo tuyo. Habita en él. Que te abrace y te retenga con los
brazos del deseo.
Que te desee siempre, fuente de la luz, que estás junto al Padre. Que no salga de esta
vida, antes de que te vea con los ojos del corazón, pues eres amor y deseo, vida y premio pa
ra los que te desean. Amén.

13. HUIDA A EGIPTO Y MUERTE DE LOS INOCENTES


Mateo 2,13-18

1. El ángel avisa a José el plan de He- no se apartaba de ellos, hasta que a los doce
rodes73 años se quedó en Jerusalén, cuando le buscó
con dolor su madre y le halló con gozo.
Cuando María y José volvían hacia Na
José despertándose, despertó a María y
zaret, sin saber aún qué quería sobre esto el
Señor, ignorantes del peligro del niño, “un le contó lo que había oído al ángel. Ella, sin
ángel del Señor se apareció en sueños a José, aguardar un momento, se levantó ensegui
diciéndole: Levántate, toma al niño y a su da y se dispuso a partir. Se conmovieron sus
madre, y huye a Egipto... pues Herodes va a entrañas con tal noticia, y no quería descui
empezar a buscar al niño para matarlo” (Mt darse en nada, pues se trataba de la vida de
2, 13). Porque para la perfecta humildad, su hijo.
conviene estar adornado de la compañía de Contempla todo con atención. La madre
tres virtudes: pobreza, huyendo de las ri- levanta al niño Jesús, que estaba dormido. El
quezas que fomentan la soberbia; paciencia, niño, despertado a destiempo, llora. Compa
sufriendo con igualdad de ánimo el despre décete de ellos si tienes corazón. ¡Qué con
cio: y obediencia, obedeciendo órdenes aje- suelo podría tener la madre, joven delica
nas. Por eso Jesús, por una revelación del da, que hacía poco había dado a luz,
cielo, es llevado a Egipto como pobre pere- viéndose obligada a huir por tierras áspe
grino; en los Inocentes es matado, como ras y desconocidas a un país lejano, a llevar
asesinado en cada uno. Y una vez vuelto a de un sitio a otro a su hijo tan tierno, a vi
su patria, estaba tan sujeto a sus padres, que vir entre idólatras!

73
1 DE LA HUIDA A EGIPTO ESCRIBE S. MATHEO EN EL CAPÍTULO II, V,13-18.
1º 2 Primero: Herodes quería matar al Niño Jesú, así mató los inocentes, y ante de la muerte dellos amo
nestó el ángel a Joseph que huyese a Egipto: (Levántate y toma el Niño y a su Madre y huye a Egipto).
2º 3 2º: partióse para Egipto: (El cual levantándose de noche partióse para Egipto).
3º 4 3º (Estuvo allí hasta la muerte de Herodes).
13. HUIDA A EGIPTO Y MUERTE DE LOS INOCENTES 129

2. Por qué Cristo huyó a Egipto te, sabiendo que ciertas tribulaciones mayo
res son compañeras inseparables de las vir
“José, levantándose, tomó al niño y a su
tudes”. Son palabras del Crisóstomo.
madre, de noche, y marchó a Egipto”. Y así
Por esto también huyó a Egipto más
comenzaron de noche a dirigirse hacia la
que a otra región, para mostrarse verdadero
parte de Egipto, porque la noche se adapta
Moisés; porque como Moisés liberando al
mejor que el día a la huida; si no, los que
pueblo de Dios del faraón y de Egipto, le
los vieran, podrían denunciar su huida. Te
condujo a la tierra de promisión, así él mis
nían revelación divina; pero debían hacer lo
mo librando al pueblo de los fieles del ene
que podían al modo humano. Cristo huye, al
migo y del infierno, le condujera consigo
huye de noche; la huida siempre difícil, se
reino de la felicidad de Dios.
hará así más difícil. Huye a Egipto para ilu
minar y salvar a sus habitantes antes que a
3. Recibió igual lo próspero y lo adverso
los demás.
misterio.
rrado
“Escucha,
el día
Moisés
en dice
Egipto
en san
otro
a los
Agustín,
tiempo,
infieles.
había
unCristo,
gran
ce- Muchas cosas buenas puedes considerar
en la materia presente. Primero, cómo el
Señor recibió en su persona igualmente lo
yendo
en tinieblas”.
allá, devolvió la luz a los que yacían próspero y lo adverso. En su nacimiento, le
alabaron como a Dios los pastores; poco
Hijo.
sanar
celso:
de
enoja
bía
ción,
sanEgipto.
mogénito,
Unigénito!”.
hecho
“Pero
Juan
esta
con
hasta
Dio
el pueblo
Crisóstomo.
una
prenda
a¿por
a¡Oh
el
Egipto,
fue
Egipto
fin,
sola
cambio
qué
que
luego
de
recordó El
medicina
esta
ypersiguió
aperpetua
por
Egipto?
de
guardián
señal
eso
los
Señor,sediez
la diestra
las
envió
males
de
amistad,
al pueblo
reconcilia-
que
del
pregunta
allá
que
del
plagas
no
Hijo
para
apri-
Ex-
ha-
su
se después fue circuncidado, como pecador.
Los magos le honraron mucho, pero él se
quedó en el establo, entre las bestias, y llo
raba como cualquier hijo de Adán. Cuando
le presentaron al templo, Simeón y Ana le
ensalzaron muchísimo, y entonces se les di
ce que huyan a Egipto. Puedes considerar
otras muchas cosas semejantes en toda su
vida; cosas, que podemos convertir en ense
ñanza nuestra.
“Dios lleno de piedad, dice san Juan
Egipto,
Y depara nuevo:
encender
“El pequeño
más coneslaenviado
llama dea Crisóstomo, mezcla con las cosas tristes al
este
sas
turbes
que
bién
aprendamos,
la
mafetribulaciones
mos
tentaciones
desde
oyendo
de
ejemplo,
se
aquella
de
enlala
en
debían
esto,
otras
la
cuna
impiedad,
absoluto;
vida,
yregión
que
cuando
partes
asechanzas.
lo
misma
esperar
soportes
debemos
ydesde
discriminaciones,
que
del
sino
persuadiendo
veas
decosas
mundo.
los
ardía
Cristo,
Porque
todo
que,
que
prepararnos
comienzos
mejores
más
sufres
varonilmen-
armado
para
Yasí
en
para
con
se
que
diver-
lano
tam-
mis-
para
hizo
ello
que
con
lla-

te gunas otras alegres; lo hace también con to
dos sus santos, sin permitirles tener ni ale
grías ni tristezas continuas. Teje la vida de
los justos con una admirable variedad, unas
veces con cosas adversas, otras con próspe
ras. Lo hizo también así en este caso. San
José, al ver en estado a su esposa, cayó en
una tribulación enorme. Pero de pronto vi
no el ángel, le quitó la sospecha y extinguió
del todo el temor. Después, viendo al niño,
nacido milagrosamente, le invadió una
enorme alegría. A este gozo le siguió un
gran peligro, cuando toda la ciudad se tur
130 PRIMERA PARTE

bó, y el rey mismo se enfureció. A esta tris tierno. Tenían que viajar como peregrinos
teza le siguió también la alegría con la apa en tierra extraña, emigrantes, pobres y sin
rición de la estrella y la adoración de los nada. Todo esto era materia de aflicción.
magos. A este gozo se sigue, de nuevo, el Cuando tú te turbes, ten paciencia, y no
peligro y el miedo. Herodes busca quitar la creas que Dios te va a dar a ti un privilegio
vida al niño, y es preciso huir y atravesar que no se dio a sí mismo, ni a su madre.
hasta regiones lejanas”. Son palabras del
Crisóstomo. 6. El Señor se muestra benigno
Por tanto, cuando tengas consolación,
Ya ves qué pronto padece el Señor perse
espera la tribulación, y al revés. Ni en las
cución. Tiene que huir de la tierra de su na
consolaciones nos debemos alzar sobre no
cimiento. Con qué benignidad cede ante el
sotros, ni en las tribulaciones dejarnos aplas
furor de aquel a quien podía hacer perecer
tar. Dios nos da las consolaciones, para que
en un momento. Grande es la paciencia del
no decaigamos; para que levantemos la espe
Señor; pero no es menos su humildad. Huye
ranza. Y nos da las tribulaciones para conser
ante el perseguidor, aquél a quien sirven los
var la humildad; para que conociendo nues
ángeles. Es Dios; pero, siendo él refugio de
tra miseria, procuremos permanecer siempre
todos, huye ante el miserable Herodes. Pro
en su temor.
funda es esta humildad; admirable su pa
ciencia. No quería pagarle al perseguidor en
4. El anuncio se hace a José, no a María
su misma moneda, ni ofenderle; huye para
En las consolaciones y beneficios de evitar sus engaños. Nos dio ejemplo para
Dios, el que los recibe no debe preferirse al que nos esforcemos en hacer lo mismo; que
que no los recibe; y el que no los recibe, no no resistamos a los que se nos oponen o nos
debe decaer de ánimo, ni envidiar al que los persiguen, ni exijamos venganza de ellos; si
recibe. Los ángeles hablaban a José, y no a no que esperemos con paciencia y cedamos a
María, siendo José inferior a ésta. El que re su favor. Más aún, que oremos por ellos, co
cibe, si no recibe según su querer, no debe mo él nos enseña en otra parte.
mostrarse ingrato y murmurar; pues José, El Señor fue llevado a Egipto, pare evitar
que era tan grande ante Dios, recibía estas su muerte, porque sus elegidos serían mu
hablas no a descubierto, sino en sueños. chas veces echados de sus casas al destierro
por la mala voluntad de los malvados. En lo
5. Dios envía aflicciones también a los cual dejó también ejemplo a los débiles, y los
suyos confortó para la paciencia. Huye por sagrado
ejemplo, no por temor; para dar ejemplo a
Dios permite que los suyos sean zaran
los suyos, en especial, cuando la huida y
deados por tribulaciones y persecuciones.
guarda del superior es útil a la Iglesia, como
Bien grande era la tribulación de María y
en el caso de Pablo; y cuando el rebaño no
José, al ver que se buscaba al niño Jesús pa
corre peligro con la huida del superior.
ra matarlo. ¿Qué cosa peor podían oír?
Los hacía sufrir también el no conocer
7. Sentido moral de la huida del Señor
aquella tierra lejana, y tener que ir a ella
por malos caminos. No eran los más indica En sentido moral esta huida a Egipto
dos: María era muy joven, y el niño muy significa la huida del justo, del peligro y de
13. HUIDA A EGIPTO Y MUERTE DE LOS INOCENTES 131

la perdición del delito al estado de conver cuando llena de gozo y alegría tuviera en
sión, allí debe quedarse hasta la muerte de brazos a aquel Señor, tan grande y tan pe
Herodes, es decir, hasta que cesen las aco queñito; cuando con frecuentes y dulces be
metidas del enemigo. Porque huía el Señor sos se alegraba con él, que hacía gestos;
ante la faz de su siervo, más aún del siervo cuando llorando sobre sus rodillas, le conso
del enemigo, no porque temiera la muerte, laba como mejor podía. Le acariciaba de di
sino para sufrirla a su tiempo. No huye de versas maneras, según se lo daba a entender
la muerte el que vino a morir; ni se espantó su sentimiento maternal. María en el cami
de las asechanzas, el que vino a destruir las no, cayó con el niño Jesús en manos de la
asechanzas y tramas del enemigo. drones. Puedes opinar que fuera verdad lo
que se dice, que fue apresado por ladrones
8. Largo y difícil camino; ladrones en el camino, y librado con la ayuda de un
adolescente. Este era, según dicen, hijo del
María, joven y delicada, y san José, lle
principal de los ladrones; dueño de la presa,
varon al niño a Egipto por un camino áspe
al ver al pequeño en el seno de su madre,
ro y muy largo. Un experto, según se dice,
tan gran majestad apareció en el hermosísi
tardaría doce o quince días; ellos quizá tar
mo rostro, que sin dudar que fuera más que
daron dos o tres meses. Fueron por el de
hombre, encendido de amor, le abrazó. Y
sierto por donde pasaron los hijos de Israel;
dijo: ¡Oh, el más feliz de los niños, si otro
cuando huyeron de Egipto y pasaron cua
tiempo se ofreciera de nuevo tener miseri
renta años en el desierto.
cordia, acuérdate entonces de mí, no te ol
¿Cómo se arreglarían para llevar ali
vides de este momento! Dicen que este fue
mento? ¿Dónde y cómo se alojarían al lle el ladrón, que a la derecha del Señor cru
gar la noche? Difícilmente encontrarían ca
cificado, corrigió al otro que blasfemaba
sas en el desierto. Fue un trabajo largo y
diciendo: “¿Ni siquiera tú temes a Dios,
difícil, duro para el niño y para ellos.
sufriendo la misma condena? Y nosotros
Marcha tú con ellos, ayúdalos a llevar al
justamente recibimos el pago de lo que hi
niño, sirviéndoles en cuanto puedas. No
cimos; en cambio este no ha hecho nada
nos parezca mucho a nosotros sufrir por
malo” (Lc 23,40) Pero convertido al Señor,
nuestros pecados, cuando ellos pasan tantos
mirando en él aquella majestad que apare
trabajos por nosotros.
ció en el pequeño, acordándose de su pacto,
“En tu meditación, dice san Anselmo,
dijo: “Acuérdate de mí, cuando vuelvas co
no dejes de acompañar al que huye a Egip mo Rey” (Lc 23,40-42). Así pues, para in
to. Contempla con devoción al pequeño Je
centivo del amor, pienso que no es inútil
sús, tomando el pecho de la gloriosa virgen
usar de esta opinión, alejada sin embargo
María, su madre, como los demás niños.
toda temeridad de afirmarlo”. Esto es de
¿Qué cosa más dulce y suave que ver al que
san Anselmo.
es inmenso, colgado con sus bracitos del
cuello de su madre? Míralos, y exclama: Soy
9. La muerte de los niños de Belén
feliz, muy feliz, viendo al que quisieron ver
los reyes y no le vieron. Es digno de verse, Los magos no volvían, contra lo espera
el más hermoso de los hijos de los hombres. do, ni avisaban de nada. Herodes pensó que
“Piensa una y otra vez qué ánimo y pen se habrían desengañado de la visión de la
samiento dominaban a su dulcísima madre, estrella; que les había dado vergüenza vol
132 PRIMERA PARTE

ver a él; así cesó de buscar al niño; quizá los griego, año; bimatus es “binus annus”, dos
grandes cuidados del reino le apartaban de años.
buscarlo. Después oyó lo que habían profe- Entre otras opiniones, la sentencia más
tizado Simeón y Ana, y viendo crecer la fa- común es que Herodes, pasado un año del
ma del niño, turbado, se llenó de temor. nacimiento del Señor, mató a los niños; co
“Entonces el rey, al ver que se habían burla- mo había sabido que la estrella apareció el
do de él los magos, se enfureció mucho” mismo día en que nació el Señor, calculan
(Mt 2,16), por el desprecio que le habían do al Señor de un año, según la aparición de
hecho, y por el miedo de perder su reino. la estrella, y algunos días más; por eso se
Trató entonces de matar a los niños de Be desató su ira contra aquellos niños de más
lén, para matar así entre ellos al que no ha- edad, hasta de dos años para abajo; temien
bía logrado identificar. Si todos morían, no do que el niño, al que servía la estrella,
podía escapar el que buscaba. No advertía transformara su apariencia, o que ocultara
el desgraciado que “no hay sabiduría, ni la edad. Por tanto es verosímil que mató a
prudencia, ni consejo contra el Señor” (Pr los niños un año y cuatro días después del
21,30). nacimiento del Señor75.
Mientras disponía sobre la muerte de
los niños, le llegó una carta de César Au 10. Se cumple la profecía de Jeremías
gusto para que fuera a Roma. Como hiciera
el camino por Cilicia, oyendo que naves tar “Entonces se cumplió lo dicho por el
senses
con vehemencia,
los habíanhizo
transportado,
quemar y destruir
enojándose
las profeta Jeremías: Una voz se oyó en Ramá,
llanto y lamento grande”. Ramá aquí no es
naves de Tarso de Cilicia en las que creía nombre propio, sino común: elevado. El
que habían vuelto, ocultos, los magos, se sentido es: “se oyó una voz en lo alto”; desde
gún la profecía de David: “En espíritu ve arriba se extendía en toda dirección. Los la
hemente destruirás las naves de Tarso”74 mentos eran muchos: el llanto de los niños y
(Sal 48,8). Y vuelto de Roma a Jerusalén, los gritos desgarradores de los padres, que
envió gente para asesinar a todos los niños ante tanta crueldad no se podían contener.
que había en Belén, y en todo su término, En los niños, la muerte ponía fin al dolor; en
de dos años para abajo, según el tiempo que las madres se renovaba con el recuerdo.
había averiguado por los magos” (Mt 2,16). También se puede entender que la voz
Es decir a los de dos años, o de menor edad, se oyó en lo alto, porque la muerte y la
hasta al niño de un día o de una noche; de sangre de los Inocentes clamaba al cielo,
dos años para abajo, pues dice a “bimatu”: según el pasaje: “La voz del pobre penetra
“bis” en latín es dos veces, “umatos” en las nubes”.

74 Advertimos, 11,17, este exceso en buscar profecías cumplidas en cada detalle.


75 El 28, fiesta de los inocentes; añade cuatro días a la fecha de Navidad: 24 y 4, 28. “El asesinato de los ni
ños encaja en el ambiente de luchas dinásticas y conspiraciones contra el rey en sus últimos años; aquel idumeo
sin escrúpulos había asesinado, por razones de estado, a su cuñado Aristóbulo, al abuelo de éste (Hircano), a su es
posa Marianne 1ª, a su suegra Alejandra, a todos sus parientes varones de origen asmoneo, a innumerables judí
os que se le opusieron (los datos que poseemos vienen de Nicolás de Damasco, fuente próxima a Herodes, a tra
vés del historiador judío Josefo: 38-100 d.C.). Al tomar tal medida contra Jesús, no temía Herodes a un recién
nacido; quería que los fariseos, que acababan de conjurar contra él, desistieran de hacer planes para eliminarlo”
(NT.MI, 48).
13. HUIDA A EGIPTO Y MUERTE DE LOS INOCENTES 133

Belén está en la tribu de Judá, y debe La Iglesia llora cuando ve que los bue
su origen a Lía. Jerusalén está en la tribu nos son injustamente atormentados como
de Benjamín, y procede de Raquel. ¿Por mártires. Pero como sabe que son dichosos,
qué se dice, entonces, que Raquel llora co no quiere un consuelo temporal, sino el
mo suyos a los hijos de Belén, es decir, de eterno. Llora también sin consuelo por los
Judá? Quizá porque Raquel fue sepultada malos que no se convierten, viendo que se
en Belén, en Efrata. Acogido allí el cuerpe condenan.
cillo materno, se llamaría a Raquel madre
de Belén. 12. Diversas clases de mártires
Por otra parte, Judá y Benjamín esta
Hay tres clases de mártires. Unos quie
ban juntas, y Judá llegaba muy cerca de
ren padecer y padecen de hecho, como san
Jerusalén. Herodes había mandado matar a
Esteban. Otros padecen solo con la volun
los niños en Belén y en sus confines, por
tad, como san Juan evangelista. Otros, en
tanto, debieron morir también muchos hi
fin, no padecen con la voluntad, pero sí de
jos de Benjamín. El evangelista lo insinúa,
al subrayar la crueldad desenfrenada de hecho, como los Inocentes, muertos en lu
gar de Cristo. Cristo suplió lo que faltó a su
Herodes: “Su crueldad fue sin medida, di
ce Rábano; no se contentó con devastar voluntad. Las tres fiestas siguen al naci
miento del Señor, según la dignidad de su
Belén, sino que devastó también a los pue
martirio: san Esteban, san Juan, los Inocen
blos cercanos”.
tes. Cristo se presenta a la Iglesia como es
poso, blanco en san Juan, rojo en san Este
11. Raquel llorando, figura de la Iglesia
ban, elegido entre millares en los Inocentes.
“Raquel llorando a sus hijos, y no quie Como los Inocentes no tenían uso de ra
re consolarse, porque no viven” (Mt 2,18). zón, no podían dar testimonio. Pero Cristo,
En realidad no quiso ser consolada de que en cuyo nombre morían, suplió lo que falta
no vivieran, porque sabía que triunfaban ba a su voluntad. “No hablando sino mu
para siempre. Raquel, en hebreo oveja, o el riendo hicieron su confesión”, o testimonio.
que ve el principio; es figura de la Iglesia, A los que llamamos testigos, en griego se
atenta a contemplar a Dios, y verdadera dice “mártires”. Propiamente no son testi
oveja que el Pastor lleva sobre sus hombros gos de Cristo, ni cayeron muertos por la fe.
al aprisco. Se los llama mártires, porque fueron muer
La Iglesia llora a sus hijos, cuando gime tos por la fe de Cristo, es decir, en lugar de
por la persecución de los fieles. No quiere Cristo76. Se buscaba dar muerte en ellos a
consuelo de esto. Porque no han muerto; Cristo. Por eso, le confesaron muriendo,
vencieron al mundo con su muerte, y ya no aunque no lo hicieran hablando.
tienen que volver a tolerar tales combates. Mártir se puede ser por muchas razones.
La Iglesia se goza más bien, porque están en Por la santidad, como Abel. Por la ley de
la felicidad; coronados por el martirio rei Dios, como los Macabeos. Por decir la ver
nan con Cristo. dad, como Isaías y Jeremías. Por denunciar

76 Un hijo de Charles Péguy, murió sin bautizar. Sintió tanto el drama, que
lo expresó en Le mystère des Saints
Innocents. (Trad. española, Ed. Encuentro, Madrid). Todos mueren en lugar de Cristo, que “murió por todos”; “pe
ro todo, y en todos Cristo” (Col 3,11).
134 PRIMERA PARTE

los pecados,
vación del pueblo,
como Juan
comoBautista.
Cristo. Por
Por la fe
sal-y chos miles que asesinó la crueldad enorme
de Herodes en brazos de sus madres”.
el nombre
la libertad de
de Cristo,
la Iglesia,
comocomo
sansanto
Esteban.
Tomás.
Por En el rey Herodes, apareció la crueldad
de los malvados que piensan extinguir la
Inocentes.
Por
pecial
pasaron
Cristo
cántico
a laPoren
yotra
de
esto
lugar
vida.
alegría
la Iglesia en que
deelCristo,
día
celebra
como
con
estos
los
es- religión cristiana matando mártires, aca
bando con todos los pequeños. Los peque
ños, los humildes e inocentes son muertos
por los malos. Pero así no se da muerte a la
riendo
te aDice
todos
inocentemente
sanlos
Juan
niños enenBelén.
Crisóstomo:
lugar
“Se
Ellos,
dedaCristo,
muer-
mu- religión fundada por Cristo; como dice san
León Papa, con las persecuciones no se dis
minuye, sino que se aumenta.
fueron
la
se
primeros
plena
los llama
los
alabanza
morir
primeros
dichosos,
por
delCristo”.
mártires
martirio.
pues merecieron
deCon
Cristo,
motivo
con
los Según san Beda y san Bernardo, es mal
dad propia de Herodes querer extinguir la
religión naciente, estrellando a golpes a los
pequeños de Israel. Todo el que impide o
sos San
pequeños!
Agustín escribe
¡Apenastambién:
nacidos,“¡Dicho-
nunca quiere destruir algo que pertenece a la sal
vación, desarrollo, crecimiento o consuma
combatidos, y ya coronados!”. “Nunca el ción de la santidad, es como si intentara
enemigo mundano les hubiera sido tan matar a los pequeños del pueblo de Israel,
útil con sus regalos, como les sirvió con su como si persiguiera con Herodes al Salvador
odio. La maldad creció contra ellos, pero apenas nacido.
no brilló menos la gracia. Persiguiendo a La persecución comenzó apenas nacido
Cristo, procuró a nuestro rey un ejército el Señor. Así, durante todo el tiempo de la
de su edad, vestido con blancas estolas de vida presente, no faltarán quienes persigan
victoria”. a los elegidos de Dios, según lo dice el Se
ñor en el Evangelio: “Si a mí me persiguie
13. Los imitadores de Herodes ron, también os perseguirán a vosotros” (Jn
Reflexiona en esto. Cristo, niño muy 15,20).Y el apóstol dice: “Todos los que
los
nes
tierno
fancia
suyos.
algún
todavía,
tuyasentimiento
Comparte
tancomenzó
tierna,
sude
no
sufrimiento,
a padecer
piedad.
estuvo en
libre,
“Esta Je
sísiytie-
in-
en quieren vivir religiosamente en Jesucristo,
serán perseguidos” (2 Tm 3,12).
Eran niños los que murieron por el Se
ñor. Por el mérito de la humildad se ha de
sús,
san
pecho
ñor Anselmo.
se
dede
apareció
latu
espada
madre,
Aún
ende
sueños
pendías
cuando
los perseguidores,
a José,
“el
dulcemente
ángel
diciéndole:
deldice
del
Se- llegar a la corona del martirio. Como dice el
Señor: “El que se humilla, será elevado” (Lc
14,11; 18,14). La inocencia de los niños
significa la humildad de los sencillos: de
biste
buen
te en la
Jesús,
ti muerte
Levántate,mismo
comenzaste
toma en
laalaflicción
tus pequeños,
niño aypadecer.
de madre,
a su niño,
enSoportas-
los
yyreci-
mu-
hu ellos dice el Señor: “Dejad a los niños acer
ye apues
ga,
niño Egipto;
paraHerodes
matarlo”
y quédate
va(Mt
a empezar
allí
2,13).
hasta
Yaaque
entonces,
buscar
te di-
al carse a mí, no se lo impidáis, pues de los
que son como ellos es el reino de Dios” (Mc
10,14).
Ellos fueron muertos y Cristo escapó.
Así pueden morir los cuerpos de los márti
res a manos de los malvados. Pero no po
13. HUIDA A EGIPTO Y MUERTE DE LOS INOCENTES 135

drán quitar persiguen;


cruelmente de los fieles
“Si avivimos, al que
Cristo, para el también se derrumban los vicios, entrando
el Señor al alma, de cada uno, desierta antes
morimos,
Señor vivimos,
somosy,del
si morimos,
Señor” (Rm
para
14,8).
el Señor por las culpas.
En la historia eclesiástica se cuenta que,
14. Sentido de la muerte de los niños cuando Jeremías fue llevado en cautividad a
Egipto, les profetizó que en el tiempo futu
ro una virgen daría a luz y que entonces to
Moralmente matan a muchos niños, y
dos los dioses e ídolos de Egipto caerían por
de muchas maneras, el faraón sumergiéndo
tierra. Los egipcios esculpían la imagen de
los, Herodes degollándolos, Antíoco col
la virgen con el niño y le hacían honores.
gándolos, los Medos asaeteándolos. El río
Esta profecía se cumplió cuando Cristo en
en que los sumergen, es símbolo del placer
tró con su madre en Egipto; todos los ídolos
presente. La espada que corta la cabeza, es
de Egipto cayeron, en señal de que una Vir
como el choque con la adversidad. La saeta
gen había dado a luz, como había sido
que hiere de lejos se parece al temor de algo
anunciado.
futuro desagradable. El estar colgado repre
Símbolo de esto fueron Moisés y el fa
senta la ambición de la prosperidad.
raón, cuando se rompió su dios y su corona.
Faraón, “el que disipa por envidia”, co
Según cuenta esa misma historia eclesiásti
mo Herodes, “el que se gloría por soberbia”,
ca, el faraón, rey de Egipto, tenía una corona
como Medo, la “medida”, el castigo de la
real, en la cual estaba esculpida la imagen de
culpa por la mala intención, como Antíoco,
su dios Hamón. La hija del faraón, que ha
“silencio de pobreza por la mala fe” (que
bía adoptado como hijo a Moisés, quiso más
acalla a la pobreza, y sugiere las riquezas); de
tarde que fuera presentado al faraón, para
esas maneras el enemigo da muerte a los
que le viera. El faraón, jugando con él, que
sencillos según estos cuatro sentimientos:
ría imponerle la corona; él, echándola a tie
gozo de la prosperidad presente, esperanza
rra, la rompió del todo. El faraón quiso ma
de la futura, tristeza de lo desagradable pre
tarle, pero le dijeron que el niño podía
sente, y temor de lo futuro. Los que así son
haberlo hecho sin saber lo que hacía. Y, por
muertos son niños, por su falta de juicio. Se
voluntad de Dios, Moisés fue salvado así de
los mata en Belén, casa de abundancia.
morir a manos del faraón. Del mismo modo
Compadecida de esto, llora la Iglesia.
Cristo fue salvado de la espada de Herodes y
deshizo los ídolos de Egipto.
15. Al entrar él en Egipto, caen los ídolos
cuando
ño Jesús
gión
profecía
Cuando
cayeron
salieron
de
en Isaías.
Egipto,
María
pordeSe
ytierra,
los
Egipto
José
cuenta,
ídolos
entraron
conforme
los
en
dehijos
efecto,
aquella
conde
aelque
una
ni-
re-
Is- También anunciaba esta ruina de los
ídolos, la estatua que vio en sueños Nabu
codonosor. Una piedra arrancada del monte
sin manos chocó contra los pies de aquella
estatua, imagen de un ídolo, y la trituró ha
ciéndola polvo; después la piedra misma
gón,
tierraal
rael, no
biera
quedó un
el
templo
quedó
acercarse
ídolo:
primogénito
en
casa
como
Egipto
elenArca.
cayó el
Egipto
muerto;
enEspiritualmente
queen
ídolo
así
no
que
ahora noa
viniera
de
no Da-
hu- creció hasta ser un gran monte. Esta piedra
significa a Cristo, que fue arrancado del
monte sin manos, al nacer de María que
dando ella intacta. Rota la estatua, la piedra
creció hasta ser un gran monte; así, una vez
136 PRIMERA PARTE

destruida
monte
dad,
por todo ellagrande
el tan
cielo mundo,
idolatría,
y el mundo.
queCristo
llenó,
la fe de
creció
enCristo
su como
inmensi-
creció
un brilla y esparce luz con las habitaciones in
numerables de los monjes. Las noches las
pasan en himnos sagrados y en vigilias; los
días en oraciones y en el trabajo manual,
imitando la carrera de la virtud apostólica”.
16. Místico paso del Señor a Egipto
17. María y José, con el Niño en Egipto
El paso del Señor a Egipto, por la perse
que
vuelta
apóstoles
Herodes,
los
cución
judíos
losadejudíos
laaes
al
Herodes,
los
tierra
fin
símbolo
paganos,
del
hicieron
de
mundo.
esde
Judá,
señal
por
lacontra
iluminación
del
cuando
la persecución
paso
ellos.
murió
de los
Su
de Marcharon a una ciudad de Tebaida, lla
mada Heliópolis, y alquilaron allí una casita,
donde vivieron siete años como forasteros y
necesitados. ¿De dónde y cómo vivieron tan
to tiempo? ¿Pidiendo? Se cuenta de nuestra
Señora que con la rueca y la aguja se procura
da
los Escritura.
del Salvador;
Según
predicadores;
sanMaría,
La
Remigio,
persecución
el aniño,
la Iglesia
José
el conocimiento
de
representa
y aHerodes,
la sagra-a ba lo necesario para sí y para su hijo. Cosía e
hilaba la Señora del mundo, para ganar algo
y por amor de la pobreza. ¡Cuántas inconve
niencias se les harían! El Señor no había ve
anticipa la persecución hecha por los judíos. nido a evitarlas, sino a sufrirlas. ¿Y si alguna
La
paso
llevarles
puéshuida
de los
dejar
ladefe
predicadores
José
de
la incredulidad
Cristo
a Egipto
yade es
los
lade
paganos
símbolo
Iglesia,
los judíos.
para
des-
del vez el hijo, teniendo hambre, pidió pan y su
madre no tuvo qué ofrecerle? En cosas seme
jantes ¿no se conmoverían fuertemente sus
entrañas? Consolaba con palabras a su hijo,
des,
El
el
venida
tiempo
tiempo
la extinción
delque
que
Anticristo.
va
estuvo
de
desde
la envidia
en
La en representa
la Egipto
ascensión
muerteeldecorazón
hasta
Hero-la como podía; trabajaba para procurar qué co
mer; a veces se lo sustraería a sí misma, guar
dándolo para su hijo. Con sus manos tenían
que procurarse la comida.
de los judíos al fin del mundo. ¿Qué diremos de los vestidos, de los
que
blas
de
ñor
Dios.
llenó
los
El
mereció
el
delos
El
Señor
ídolos,
paraíso,
lafuego
desiertos;
ignorancia.
el
hizo
reparó
ydesierto
demás
huir
lapor
feel
luminoso
Deshecha
de
creció
de
culto
laEgipto
presencia
Egipto
tanto
del
que
la
averdadero
ser
las
allí,
vanidad
eldel
mejor
tinie-
cielo.
que
Se- utensilios, de las camas y de otras cosas que
son convenientes en una casa? ¿Los tendrían
dobles, superfluos, curiosos? Esto sería con
tra la pobreza. No los querría así, si pudiera
tenerlos, la amante de la pobreza. La Seño
ra cosiendo o haciendo otras cosas, ¿haría
objetos curiosos, como hacen otros? Sin du
innumerables
to, “Si
aquel
dice
desierto
vasan
hoyJuan
hecho
uno
de ángeles
aCrisóstomo,
un
las paraíso,
soledades
resplandeciendo
con
podrá
degrupos
Egip-
ver da que no.
Mira a nuestra Señora en sus trabajos y
labores, hilando, cosiendo, tejiendo dili
en cuerpos
puede verse
mortales. En toda el
desparramado aquella
ejército
región
de gentemente. Lo hace con fidelidad y hu
mildad; se porta con diligencia en ello.
Cuida muchísimo del hijo, y del gobierno
versos
Cristo,
da del cielo.
elque
cielo
hace
Noderefulge
brillar en
los astros,
tanto
la tierra
como
con coros
una
Egipto
di-
vi- de la casa, cumpliendo siempre en lo posi
ble las oraciones. Compadécete con todo
sentimiento de ella. Y considera que no al
14. VUELVEN DE EGIPTO. JUAN INICIA VIDA DE AUSTERIDAD 137

canzó en absoluto gratis el reino de Dios, la bendición, primero del niño Jesús, luego de
Señora del reino. Del mismo modo el santo su madre, después de José. Puestos de rodi
José, carpintero, trabajaba, sin duda, en su llas, como a extranjeros en tierra de Egipto,
oficio. diles adiós con lágrimas, porque quedan
Metido en esta materia de compasión, siete años lejos de su patria, sin causa algu
cuando te hayas detenido algún tiempo con na, proscritos, teniendo que comer el pan
ellos, pide licencia para retirarte. Recibe la con el sudor de su rostro.

Oración

Señor Jesucristo, que padeciste de niño persecución y destierro, y quisiste que niños
pequeños fueran muertos por ti: dame sufrir por ti pacientemente hasta la muerte, si con
viene; despreciar la prosperidad del mundo, y no temer las adversidades.
Vosotros también, Inocentes santísimos, flores y primicias de los mártires, que os unis
teis al Hijo de Dios, por la inocencia y la palma del martirio: alcanzadme de la plenitud de
vuestra inocencia el perdón de mis miserias, y la gracia del mismo Hijo benignísimo de
Dios. Amén.

14. VUELVEN DE EGIPTO. JUAN INICIA VIDA DE AUSTERIDAD


Mateo 2,19-23

1. Se avisa a José que vuelva de Egipto77 do Dios le llamó de allí, pues, a veces, llama
a Israel niño e hijo suyo. La frase tiene dos
Cumplidos, pues, casi los siete años, los
sentidos literales: se verificó a la letra en el
que vivió el Señor como peregrino en Egip
to, y “muerto Herodes”, fue llamado el Se pueblo de Israel, cuando el Señor le llamó
ñor de Egipto. Porque, según se dice en las de Egipto; pero con más perfección se veri
historias, Cristo nació en el año treinta del ficó en nuestro Señor Jesucristo, que es el
reinado de Herodes, y Herodes murió siete único Hijo natural de Dios; los otros lo son
años después. por adopción.
Así se cumplió la profecía de Oseas: El primer año del reinado de Arquelao,
“De Egipto llamé a mi Hijo” (Os 11,1; Mt hijo mayor de Herodes, el año octavo del
2,15), consustancial. El texto de Oseas, to Señor, “un ángel del Señor se apareció en
mado literalmente, se refiere a Israel, cuan sueños a José en Egipto, diciéndole: Le

.19-23.
77 [EE 270] 1 DE CÓMO CRISTO NUESTRO SEÑOR TORNÓ DE EGIPTO ESCRIBE SANT MATHEO EN EL CAPÍTULO

II, V
1ª 2 Primero: el ángel amonesta a Joseph para que tornen a Israel: (Levántate y toma al Niño y su Madre y va
en la tierra de Israel).
2º 32º (Levantándose vino en tierra de Israel).
3º43º: porque reinaba Archelao, hijo de Herodes, en Judea, retráxose en Nazareth.
138 PRIMERA PARTE

vántate, toma al niño y a su madre y vete vivir en austeridad, aunque no tenía pecado
al territorio de Israel, pues han muerto to alguno; pues se dice que se dirigió al desier
dos los que atentaban contra la vida del ni to a los siete años, y que el lugar del Jordán
ño” (Mt 2,19). Estos eran Herodes y sus donde después bautizó, es aquél por donde
cómplices, los letrados y fariseos. Según pasaron los hijos de Israel cuando vinieron
Josefo, Herodes, antes de morir, mandó de Egipto por el desierto; casi junto a ese
matar a muchos nobles de los judíos, para lugar, vivió Juan en austeridad.
obligar a los judíos que le odiaban, a llorar El futuro predicador de la conversión
su muerte. La orden tal vez no se ejecutó. eligió desde niño, según se dice, las aspere
Este texto no da a entender, como advier zas de la soledad, y se fue a vivir austera
te san Jerónimo, que ya entonces también mente en el desierto. Lo hacía para apartar
los sacerdotes y letrados pensaban en ma se más de los atractivos del mundo, y para
tar al Señor. El ángel se mostró a José en el dedicarse más libremente a la contempla
sueño, porque según san Remigio, los que ción, bebiendo la sabiduría que esparció
descansan de sus cuidados y negocios predicando.
mundanos, merecen gozar de la visión de “Es bueno para el hombre, llevar el yu
los ángeles. José “levantándose” con pron go del Señor desde la adolescencia” (Lt
ta obediencia, “tomó al niño” que estaba a 3,27), acostumbrarse al bien cuando la na
su cuidado, “y a su madre” y de vuelta turaleza es tierna, y preceder a los oyentes
“entró en tierras de Israel”. en la práctica de lo que se les va a anunciar.
Nadie debe ponerse a enseñar a otro, antes
2. Pasan a través del desierto de ser perfecto él mismo.
Juan permanecía en el desierto, donde
Se ponen en camino y pasan por el de
el aire era más puro, el cielo más abierto, y
sierto. Marcha tú con ellos, auxiliándoles y
Dios más familiar. No había llegado aún el
sirviéndoles en cuanto puedas. Compadécete
tiempo de bautizar y evangelizar; se dedica
de ellos, viéndolos tan fatigados y deshechos,
ba por entero a la oración y vivía con los án
con tan poco descanso de día y de noche.
geles. Se criaba lejos de la maldad de mu
El excelso y delicado niño ¡cuánto sufrió
chos; así no tendría que avergonzarse al
y qué pronto empezó a soportar trabajos
reprender, no teniendo conciencia de culpa
por nosotros! Hablando en su nombre había
propia; así sería digno de anunciar a Cristo
dicho el profeta: “Pobre soy, y en trabajos
y dar testimonio de él. Nadie puede ser tes
desde mi juventud” (Sal 88,16). Tomó para
tigo idóneo de otro, si no lo es antes de sí
sí y con toda constancia la falta de todo, tra
mismo. Huye del pelotón y tumulto del
bajos arduos y duros sufrimientos corpora
pueblo, para no contraer infamia convivien
les. Por amor nuestro, se odió a sí mismo en
do con todos: quiere evitar toda mancha de
cierto sentido. Este solo trabajo de que ha
escándalo o delito. Si hubiera permanecido
blamos ahora, habría bastado a nuestra ple
en el mundo, quizá se hubiera depravado
na redención.
como los demás. Huye del mundo para vi
vir siempre santamente y no manchar su vi
3. Allí vivía en austeridad el Bautista
da ni con una palabra o pecado leve.
Se dice que, casi al final de ese desierto, Según san Juan Crisóstomo, como es
el niño Juan Bautista había comenzado ya a imposible que un árbol plantado junto al
14. VUELVEN DE EGIPTO. JUAN INICIA VIDA DE AUSTERIDAD 139

camino guarde sus frutos hasta que madu- mero de los anacoretas, el ideal de la vida de
ren, así un hombre puesto en el mundo, es los monjes”.
imposible que guarde la inocencia de vida Dice también san Juan Crisóstomo:
hasta el fin. Hay árboles plantados en el “Como los apóstoles son los príncipes de los
huerto, cuyo tronco los transeúntes no pue- sacerdotes, Juan Bautista es el príncipe de
den alcanzar, pero que extienden sin em- los monjes, por lo que nos dice la Escritura
bargo sus ramas por el camino, y son mo- de los hebreos y hasta hoy queda memoria.
lestados por los que pasan; así les pasa a los Considerad, monjes, vuestra dignidad. Juan
religiosos que se complican en negocios es vuestro príncipe. Monje él mismo, vive
mundanos. en el desierto, se cría en él, espera en el de
sierto a Cristo, no quiere tratar con los
4. Juan Bautista, príncipe de los monjes hombres y es probado con los ángeles en el
desierto. ¡Vida feliz ésta: tener en poco a los
Juan, niño aún, es muy admirable. Fue
hombres, buscar a los ángeles, dejar las ciu
el primer eremita, el primer modelo de los
dades, encontrar a Cristo en el desierto! No
que quieren vivir como religiosos. De su vi
buscaba a Cristo en el templo, sino en el
da singular dice san Pedro Damián:
desierto. Se separó de la multitud. A los
“Sin que fuera obstáculo lo tierno de los
que esperan ver a Cristo, nada les parece ad
años, guiado por el Espíritu, fue llevado al
mirable, sino él. Felices los que le imitan,
desierto. No importaba la debilidad de la
porque según afirma el Señor, “no hay hijo
edad, porque la fecundó la majestad de
de mujer mayor que Juan” (Mt 11,11).
Dios. Juan Bautista deja el mundo, huye de
los hombres, desconoce su patria, tiene en
5. Cómo debe ser la vida del monje
poco a sus padres, y clava la mirada en la
contemplación de la divinidad. Vida admi- Desgraciados los monjes que no siguen
rable. Un hombre entrado apenas en el a su príncipe san Juan, sino que dejan su so
mundo huye de la gloria del mundo, olvida ledad y viven con los hombres en las ciuda
las ansias seculares, las desconoce incluso, y des; la soledad les parece una cárcel, y la
establece trato permanente con Dios. Lo ciudad un paraíso. No sentía así san Jeróni
apartado de los montes, los recodos de los mo, cuando decía: “Otros verán lo que les
bosques, la anchura intermedia de los valles parece; cada uno se deja llevar por su propio
ofrecieron al niño, al llegar la noche, hospi- sentir. Para mí, la ciudad es una cárcel, y la
cio de patriarca. Por encima de la edad, ol- soledad el paraíso”78.
vidando la nobleza de su linaje, Juan se El monje debe conocer su nombre:
entrega del todo sólo a Dios, siendo el pri- “monachus”, latín, viene de dos palabras

78 Iñigo en Loyola leería esto de Ludolfo, cartujo. Y, “y echando cuentas, qué es lo que haría después que vi

niere de Jerusalén para que siempre viviese en penitencia, ofrecíasele meterse en la cartuja de Sevilla”, para “ejer
citar el odio que contra sí mismo tenía”; y, “a un criado de casa que iba a Burgos, mandó que se informase de la
regla de la Cartuja, y… le pareció bien” (Autobiografía, B.A.C, 1,12, p. 107). Vela armas en Monserrat; un año de
conversión, Manresa; entra en desolación; se le abre la mente junto al Cardoner. Al volver de Jerusalén, “siem
pre vino consigo pensando qué haría, y al final se inclinaba más a estudiar para poder ayudar a las ánimas” (V, 50;
130). En Barcelona “comenzó a estudiar con harta diligencia” (VI, 54, 133). En París halla a Fabro, Javier. etc.;
son, antes de Trento, “clérigos reformados”; ni monjes, ni frailes; al mundo, a las órdenes del Papa. Mitad del
s. XVI; Compañía de Jesús. El salto, del Íñigo que lee a Ludolfo al P. Ignacio de Roma, es enorme.
140 PRIMERA PARTE

griegas: “mónos”, solo, y “áchos”, triste; ayuda del mundo, casi necesitamos más
por tanto, monachus, monje, significa solo nosotros que pidan por nosotros los del
y triste79. Estése pues solo y triste dedicado mundo?
a su oficio, sin meterse en el ajeno. Si quie- “El alma que se deja poseer por la con
re ponerse a enseñar, oiga este consejo de cupiscencia de los placeres de una vida
Hugo: “La pobreza de tu vestido, la simpli- mundana, no puede ser reino de la divini
cidad de tu rostro, la santidad de tu modo dad. Por tanto, hermanos, como dice el
de vivir son las que deben enseñar a los apóstol: “Fijaos en vuestra vocación” (1Cor
hombres. Mejor enseñas al mundo huyendo 1,26). Venir al desierto es suma perfec
de él, que siguiéndole”. ción; pero no vivir en el desierto con suma
Según el consejo de san Gregorio, con- perfección es suma condenación. ¿De qué
viene que el monje reverencie mucho su há- sirve tener un lugar quieto corporalmente,
bito, en el pensar y en el hablar; que aban- si hay inquietud en el corazón? ¿De qué
done del todo las cosas del mundo. Lo que sirve, repito, si hay silencio en la habita
dice el hábito a los ojos humanos, debe ha- ción, pero hay tumulto de vicios y lucha
cerlo presente él con sus costumbres a los de pasiones en los que la habitan? ¿De qué
ojos de Dios. No te gloríes de estar en la so- sirve que la serenidad domine nuestro ex
ledad o en la vida religiosa; si no vives bien terior, si lo interior lo domina la tempes
allí, de nada te servirá. Gran daño padece- tad? Que no venimos a este lugar para que
rás, si te llamas eremita o religioso y no vi- nos sirva el mundo, para tener abundancia
ves como tal. Lo importante no es haber es- de todo, para gozar de todo descanso; no
tado en Jerusalén, como dice san Jerónimo, venimos al descanso, ni a la seguridad. A
sino haber vivido bien en Jerusalén. la lucha venimos, al combate marchamos,
San Agustín habla así de los eremitas: corremos a batallar con los vicios: que gol
“No nos basta haber buscado este lugar, si peados con la espada de la lengua, no solo
somos como podíamos ser en el mundo. no lancemos injurias, sino que no sintamos
¿De qué nos serviría habitar en este sitio re- siquiera las que nos hacen”. Esto es de san
tirado, si la maldad reina tiránicamente en Agustín.
nosotros, si la ira nos domina, si el ojo hu- Pero ¡ay! hoy se encuentran pocos reli
mano nos promete mayor victoria que el di- giosos, que aprovechen de bien en mejor, y
vino, si creyéndonos dignos de alabanza co- suban de virtud en virtud. Por eso dice san
mo eremitas fuera del mundo, tenemos Bernardo: “Con más facilidad hallarás que
dentro de nosotros el mundo, metido por muchos seglares se convierten al bien, que
los vicios de diversas pasiones, si, en fin, de- un religioso que pase a mejor. Es un ave ra
biendo acudir con nuestras oraciones en rísima en la tierra, el que asciende, por po

79 Corominas deriva “monje” del latín tardío “monachus”, anacoreta, fraile, “a su vez del gr. “monajós”,

“único, solo”, “solitario”, sin más, derivado de “mónos”, “uno solo”. Dicc. Crítico Etimológico, Gredos, III, Madrid,
1946, p. 423. Id. el Dicc. de la RAE. Notable, la audacia con que Ludolfo presenta la tristeza y soledad que ha
de afrontar el monje. Un cisterciense publicó un artículo así sobre este tema en la revista Étvdes, de París: Louf,
André, “L’acédie des moines” (la tristeza, melancolía de los monjes), Étvdes 339, n 3936 (2003) 661-664. San Ig
nacio advierte que el monje tiene clausura, quietud, reposo, tiempo de madurar; el jesuita discurre de un lado a
otro, se le prueba antes, se le zambulle en el mundo; esto requiere más fuerzas, experiencia, gracias de Dios. ¿Tris
te? No. Le dice al H. Coster: “Reíd, hijo, y estad alegre, ya que un religioso no tiene ninguna razón para estar
triste y tiene mil para alegrarse” (Cf. J. I. TELLECHEA IDÍGORAS, Ignacio de Loyola solo y a pie, 1ª, p. 314).
14. VUELVEN DE EGIPTO. JUAN INICIA VIDA DE AUSTERIDAD 141

ovez
co
necesariamente”.
seque
en
baja;
laseavida
simás
quieres
religiosa.
allá
Y añade:
del
estar en
Ahora
paso
“No
alcanzado
un
bien,
essitio,
bueno,
se sube
caes
una
el herencia, sus dos hermanos, Herodes Anti
pas y Filipo, que supervivieron con él a la
muerte de su padre. A otros tres, en cam
bio, al primogénito Antípater, a Alejando y
no
quequerer
no quiere
ser mejor,
ser mejor.
dejas
Cuando
de ser empiezas
bueno”. a Aristóbulo, su padre les había dado muerte
trágicamente antes de morir él mismo.
El emperador y el senado romano, para
6. José pasa el Jordán quebrantar la soberbia de los judíos y qui
tarles ocasión de rebelarse, les quitaron el
José y María, con el niño Jesús, pasaron
nombre de reyes, dividiendo el reino en las
el Jordán, y llegaron a la tierra de Israel, se cuatro tetrarquías. Judea y Abilinia se las
gún se lo había mandado el ángel. No había dieron a Arquelao, el hijo mayor; Galilea, a
determinado el ángel a qué lugar de la tie Herodes Antipas, en cuyo gobierno fue de
rra de Israel, ni había nombrado ciudad al gollado Juan Bautista, y padeció el Señor;
guna. José, dudando, se volvería de nuevo Iturea y la región de Traconítide, a Filipo,
al ángel para que le instruyera sobre el lu al que Herodes Antipas, su hermano, le to
gar concreto. La nueva visita del ángel le mó la mujer.
daría más certeza y consuelo. Además del Herodes Ascalonita, y de
José “cuando oyó que Arquelao reinaba este Herodes Antipas, había un tercero,
sobre Judea, en lugar de su padre Herodes, Herodes Agripa, hijo de Aristóbulo, hijo a
temió ir allá” (Mt 2,22). La causa del temor su vez de Herodes Ascalonita. Este tercer
era Arquelao, que como heredero de la Herodes fue el que dio muerte por la espa
crueldad paterna ponía su autoridad en salir da a Santiago, el hermano de Juan, y encar
por su padre, y crecía así el ímpetu de la celó a san Pedro. Arquelao, había sustituido
persecución en Belén y sus alrededores. a su padre, en el reino de los judíos, y se in
Judea se llama, a veces, a toda la tierra clinaba más a seguir su política. Por esto
de las doce tribus, por ejemplo en el texto: José temió ir a la tierra de Judá.
“Dios es conocido en Judea” (Sal 76,2); a
veces, por
rusalén, nosola tierrayde
temáis”, algunas
Judá: “Judea
veces, por
y Je- 8. José se retiró a Galilea, a Nazaret
la
tierra de dos tribus, Judá y Benjamín, como “Advertido en sueños”, por el ángel,
cuando se dice que “Arquelao reinaba en “marchó con el niño y la madre, a la región
Judea”. o distrito de Galilea”. Mandaba allí Herodes
Antipas, a quien su padre intentó privar de
7. División de Judea al morir Herodes la parte que le correspondía. José se quedó
sor.
que No
estando
marcharon
tituyendo
bir la
serdiadema
por
podía
para
acon
elsumorir,
emperador
imponerse
hijo
él,
marchó
para
Arquelao
hizopedir
aromano.
testamento,
élRoma.
lacomo
lacorona,
parte
Para
También
su cons-
de
suce-
tenía
reci-
su allí con más seguridad. Esa tierra era Israel,
El reino estaba dividido entre varios. pues la habitaba Israel. “Y al llegar, residió
Según la opinión más probable, Herodes, en una ciudad, llamada Nazaret”. Cristo
crecería así en el lugar donde fue concebido,
aunque nació en Belén. Podían habitar allí
con más seguridad que en Jerusalén o Belén,
donde seguía Arquelao. “Jesús fue a Naza
ret, dice san Juan Crisóstomo, no solo por
temor del peligro, sino también por amor a
142 PRIMERA PARTE

su patria,
más seguridad
que ley atraía;
más agrado”.
para habitar allí con como de costumbre las obras de carpintería
que le piden. María, hilando, cosiendo y de
lo

sa
secuencia,
de
nazareno
eligió
ras
do
causa
donde
dicho
nazareno”
de
comenzó
nazareno,
atestiguan
Todo
cumplirse
de
un
sepor
un
esto
significa
lugar
criara
nosuceso,
ymedio
(Mt
porque
sucedió
creció
una
que
para
de
la2,23).
profecía.
santo,
causa:
muchacho.
sino
de
el
su
nacer,
Nazaret
“para
Señor
los
vida;
Para
que
ylaprofetas:
eligió
todas
Cristo
que
profecía
el
también
es
fue
indica
suceso
Este
santo.
seellas
una
cumpliera
fue
sitio
Se
una
nombre,
Escritu-
no
porque
es
ciudad
llama-
Como
don-
es
con-
cau-
la otras maneras, trabajaba, como podía, siendo
a la vez muy solícita y cuidadosa con su hijo.
Tanto que escribe san Anselmo: “No hay
ciencia alguna ni facilidad de palabra que
pueda penetrar y expresar la diligente dulzu
ra con que María cuidó al pequeño, el servi
cial cuidado con que luego ayudó al adoles
cente, según iba entrando en la fuerza de la
edad. Como ella reveló a una persona devota,
cuando acariciaba a su hijo, muchas veces le
sucedió reclinar la cabeza en la de su hijo y
derramar tantas lágrimas, por la excesiva dul
subiría
los
men
tidad,
Nazareno,
nazarenos.
nuevo,
eleste
Santo
indica
germen,
santidad;
Nazaret,
deque
loselél
santos,
de
Santo
es
flor
su
la del
fuente
raíz
de
el Nazareno
los
campo,
leemos
de
santos.
la ger-
san-
que
de zura de la devoción, que llenaba con ellas la
cabeza y la cara de su hijo, mientras le decía:
¡Oh salvación y gozo de mi alma! ¿Quién
oyendo esto, podrá contener las lágrimas?”.

discípulos,
Como Cristo
los cristianos,
fue llamado
se llamaron
nazareno,pri
sus 10. Ocupaciones del niño Jesús
Desde entonces hasta los doce años del
mero nazarenos. Luego, cuando san Pedro
niño, no sabemos nada de él, ni de sus pa
presidió la iglesia de Antioquia, poniéndo
dres. Se dice y es verosímil que en Nazaret
se de acuerdo todos, se llamaron cristianos,
hay todavía una fuente pequeña a la que iba
del nombre griego, Cristo.
a veces la Virgen, y de donde bebía agua
Cristo quiso ser concebido y criado en
Nazaret, flor, con frecuencia el niño Jesús. Serviría a su
para darnos a entender que su
madre, a la que estaba obediente. Sería una
concepción fue sin pecado original, y su vi
delicia para él dar agua a su madre, siendo
da, sin pecado actual. Por eso, dice san Ber
él quien da alimento a toda carne.
nardo, que la flor de la raíz de Jesé ama una
Iría también a recoger plantas, con las
patria de flores.
que pudiera ella preparar la verdura. Estos
Dejó Egipto, fue a Galilea, y habitó en
servicios los haría el humilde Señor a su
Nazaret. Así debemos nosotros dejar la cul
madre, pues ella no tenía otro que la ayuda
pa, pasar de los vicios a la virtud, y florecer
ra. Practicó desde muy pronto la humildad.
en la perseverancia de las buenas obras. Así
Gloriándose de esta virtud, más que de to
llegaremos a la patria del cielo.
das las demás, diría más tarde: “Aprended
de mí, que soy mando y humilde de cora
9. El cuidado de María con su Hijo
surándose
parientes
Vuelto él,llevando
Nazaret, yalas
amigos,
visitarlos.
hermanas
una
se reúnen
vida
Sedequedan
pobre.
lacon
Señora,
ellos,
José
luegotoma
otros
apre-
en zón” (Mt 11,29).
Hemos vuelto al niño Jesús de Egipto. “Piensa, dice san Anselmo, que ninguna
locura llegará a tocarte, si contemplas al Se
ñor en Nazaret, niño entre los niños, obe
diente a su madre, y asistiendo al obrero
que cuidaba de él”.
15. SE QUEDA EN JERUSALÉN; LO HALLAN EN EL TEMPLO 143

Oración

Buen Jesús, que apenas nacido marchaste a Egipto, y llamado de allí, volviste a Israel.
Llama, Señor, a tu criado, alejado de tu vista en este destierro y peregrinación.
Hazme volver en cuerpo, pensamiento y voluntad. Dame dejar los vicios y pasar a las
virtudes.
Dígnate introducirme en la tierra de Promisión; ahora en la fe, esperanza y caridad.
Después en visión, glorificación, y verdad. Amén

15. SE QUEDA EN JERUSALÉN; LO HALLAN EN EL TEMPLO


Lucas, 2,39-51

1. En qué sentido Cristo crecía80 añade san Beda, es la de Juan, cuando le lla
ma “lleno de gracia y de verdad” (Jn 1,14);
“El niño, por su parte, crecía y se forta
con el nombre de aquella verdad señala
lecía” en tamaño y vigor corporal. Y para Juan la excelencia de la divinidad, que Lu
que no se imagine alguien que creía en cas indicó con el nombre de sabiduría.
cuanto al alma, como creció según el cuer Cristo tuvo la plenitud de todas las vir
po, se añade que “estaba lleno de sabidu tudes y dones del Espíritu Santo, menos la fe
ría”, a saber, en cuanto al alma, “y la gracia y la esperanza. En lugar de estas, tuvo ciencia
de Dios estaba sobre él” (Lc 2,39), esto es, segura y posesión firme, ya que gozaba desde
en cuanto a ambos.81
En Cristo habita toda la plenitud de la el primer instante de la visión de Dios.
Cristo crecía y se robustecía, por tanto,
divinidad corporalmente; por eso este niño, en su cuerpo. En su alma, fue perfecto des
según san Beda, estaba lleno de sabiduría, de el instante de su concepción; no manifes
sin necesidad de crecer en ella. Era la Pala taba esta perfección, sino cuando lo exigía
bra de Dios y era Dios. La gracia estaba en la conveniencia del momento.
él, en cuanto hombre. Cristo hombre reci “Jesús, dice san Bernardo, aun antes de
bió una gracia tan grande que, desde el co- nacer, era barón perfecto en la sabiduría, no
mienzo, fue perfecto. Expresión semejante, en la edad; en el vigor del alma, no en el

80
[EE 272]
EL CAPÍTULO 1 DE LA VENIDA DE CRISTO AL TEMPLO QUANDO ERA DE EDAD DE DOCE AÑOS ESCRIBE S. LUCAS EN
II, 41-50.

1º 2 Primero: Cristo nuestro Señor de edad de doce años ascendió de Nazareth a Hierusalém.
2º 3 2º: Cristo nuestro Señor quedó en Hierusalém, y no lo supieron sus padres.
3º 4 3º: pasados los tres días le hallaron disputando en el templo y asentado en medio de los doctores, y de
mandándole sus padres dónde había estado, respondió: 5 (¿No sabíais que en las cosas que son de mi Padre me convie
ne estar?).
81 “La personalidad humana de Jesús fue cultivada y modelada por una educación judía cuyos valores posi

tivos asimiló plenamente; pero también fue dotada de una conciencia de sí mismo completamente original, que
toca a su relación con Dios y a la misión que debía cumplir entre los hombres. Textos como Lc 2,40.52 obligan
a reconocer cierto tipo de progreso en esa conciencia” (Pontificia Comisión Bíblica, 1984; citado en NT.MI, 272).
144 PRIMERA PARTE

pleno desarrollo del cuerpo; en la integri- mer día del mes de septiembre; en ella toca
dad de los sentidos, no en la corpulencia de ban con cuernos de animales, en memoria de
los miembros. No tuvo menos sabiduría Je- que en ese día Isaac fue liberado de ser sacrifi
sús una vez concebido, que cuando nació, ni cado por su padre, siendo sustituido por un
de niño que de mayor. Oculto en el seno, animal. La fiesta de la Propiciación se celebra
dando vagidos en el pesebre, cuando ya ma en el día diez del mes de septiembre, porque
yorcito interrogaba a los maestro de la ley, o ese día Moisés vino a ellos para decirles que se
cuando de edad completa enseñaba en el había aplacado la ira de Dios por el becerro
templo, siempre estuvo igualmente lleno que hicieron y adoraron. Finalmente, la fiesta
del Espíritu Santo”. Al final del capítulo de las Tiendas se celebra el día catorce del
hallará el lector más sobre esto. mes de septiembre; en esos días habitaban en
tiendas, en memoria de los cuarenta años que
2. Las fiestas legales de los judíos sus padres habitaron en cobijos en el desierto.
Entre las cinco había tres más solemnes,
“Sus padres”, cumplidores sinceros de la
que duraban siete días: Pascua, Pentecostés,
ley, “iban cada año a Jerusalén por la fiesta
y las Tiendas. En estas tres fiestas, todos los
solemne de la Pascua” (Lc 2,41), para oir la
hombres subían a Jerusalén, conforme al
ley, y participar en los sacrificios de la fies
precepto de la ley, para presentarse ante el
ta. Servían aún a la sombra de la verdad,
Señor. Los que estaban muy lejos podían ex
aunque tenían a la Verdad consigo.
cusarse por una causa razonable en las fies
De las fiestas legales de los judíos, unas
tas de Pentecostés y las Tiendas; pero no en
eran continuas y comunes, otras anuales.
la Pascua, si no era por enfermedad. Esta
Las primeras eran dos: el Sábado, en que de
ley no obligaba a las mujeres, aunque la
jaban todo trabajo, como descansó Dios de
mayor parte de ellas acudía por devoción.
toda la obra de la creación; y las fiestas de la
La Virgen subía también cada año, pre
luna nueva, para alabar al Señor de todos los
firiendo no dejar sin su cuidado al niño, so
tiempos.
bre todo, en el tiempo en que reinó Arque
Las fiestas anuales, de aniversarios, eran
lao. Aunque temían a este, iban a la fiesta
cinco: la Pascua, Pentecostés, de las Trom
de Jerusalén, porque entre una muchedum
petas, de la Propiciación, y de las Tiendas.
bre tan grande era fácil subir sin ser conoci
La fiesta de la Pascua se celebra en la lu
dos y regresar enseguida.
na catorce, en el mes primero; era en memo
ria de la liberación de Egipto. La de Pente
3. Cristo, a los doce años, sube a la
costés, se celebra a los cincuenta días de la
Pascua
anterior, porque entonces dio Dios la ley a los
judíos en elo de
Trompetas, monte
los clarines,
Sinaí. La
se celebra
fiesta de
el pri-
las do subieron
“Al cumplir
ellosJesús
a Jerusalén,
los doce según
años,82lacuan
cos

82 “A los doce años de dad, un niño judío empezaba a ser “hijo de la ley” con plenos derechos y deberes reli

giosos entre ellos el deber de peregrinar a Jerusalén tres veces al año (cf Ex 23,14). La narración de Lc abunda en
vocabulario de filiación-paternidad: Jesús demuestra que, ante todo, tiene conciencia de ser Hijo del Padre; obedien
te a él, Jesús será fiel hijo de la ley (expresión de la voluntad del Padre), y dócil en Nazaret a sus padres, represen
tantes del Padre. Por excelencia dolorosa empieza a aprender que… llamar “Padre” a Dios supone a veces no lla
mar “padre” a nadie más sobre la tierra. Esta nota dolorosa aumenta el paralelismo de la narración con el final de
la vida terrena de Jesús; en Jerusalén, en la Pascua, por obediencia al Padre, “se oculta” tres días” (NT.MI, 273).
15. SE QUEDA EN JERUSALÉN; LO HALLAN EN EL TEMPLO 145

tumbre
con sus de
padres.
la ley de
Mostró
aquella
con
fiesta”,
ello subió
que los
él 5. Cristo se queda, sin saberlo sus padres
Completaron los ocho días de la fiesta
hombres deben acostumbrarse desde niños
de la Pascua, y “cuando regresaban ellos, se
a las cosas divinas. Por esto mismo, al irse
quedó el niño Jesús en Jerusalén” (Lc 2,45).
los demás, se quedó en el templo. No fue por casualidad, ni por olvido o ne
También ahora tuvo trabajo el niño Je
sús, por los largos caminos. Si los anda, es gligencia de sus padres; sino por su expresa
por honrar a su Padre. Vino para dar ejem voluntad. Quería mostrar desde niño su in
plo de toda perfección, y quiso guardar la terés por las cosas espirituales. Había cum
ley, en cuanto tuvo edad. plido con sus padres, subiendo con ellos,
“Cumplió la ley que nos dio, dice san hombre con los hombres, a ofrecer sacrifi
Beda, para enseñarnos a los que somos sola cios a Dios. Ahora debía cumplir con el Pa
mente hombres, a cumplir cuanto nos man dre, dándose a la doctrina espiritual.
da Dios. Sigamos su vida, si queremos con “Sus padres no advirtieron” que se que
templar a Dios”. daba en Jerusalén, “pensando que estaba en
Siervos, como somos, a ejemplo del Se la caravana”, de los que les habían acompa
ñor, debemos
deseos, cumpliendo
celebrar
todos
las fiestas
los preceptos
con buenos
di ñado. Quiso quedarse en secreto, sin saber
lo ellos; pues, si por obedecerlos, se marcha
vinos.
a Cristo,
Cierto
a la hermano
Virgen María
tenía tanta
y a losdevoción
Santos, ba, tenía que dejar las discusiones; y si se
quedaba negándose a obedecer, parecería
que se preparaba a cada fiesta con ayunos, que los despreciaba. Esto enseña que un hi
oraciones y penitencias;
meditaciones y oraciones.
y pasaba la fiesta en jo, si su presencia no es necesaria para que
vivan sus padres, puede, aun no sabiéndolo
4. Moral: las fiestas; místico: doce años o no queriéndolo ellos, volar al estado de
perfección de la vida religiosa, para entre
garse al servicio de Dios; con tal de que le
Los días de fiesta, sobre todo, deben ir
los
o lacristianos
taberna, ya deben
la iglesia,
ocupar díaalenteatro
máselque bue acompañe el juicio de la discreción.
A los que se lo impiden les dice el Se
nas obras, más que en bailes, comilonas y ñor: “Dejad a los niños acercarse a mí, pues
otras vanidades. Porque de estos que obran de los que son como ellos es el reino de
de otra forma, dice el Señor: “Vuestras so Dios” (Mc 10,14).
lemnidades y novilunios los odia mi alma” ¿Cómo sus padres pudieron olvidarse de
(Is 1,14). él, cuando le habían criado con tanto cuida
Cando Jesús cumplió doce años, comen do? Era costumbre de los israelitas que acu
debía
la
lostierra.
doce
al Padre
apóstoles,
La edad
zó a manifestar del
sudecielo
que
docehabían
y años
quémostrando
sabiduría, aera
de
la anunciar-
madre
figuraqué
de dían a las fiestas, ir separados hombres y
mujeres, para celebrar las fiestas más reli
giosamente según la ley, evitando cualquier
inconveniente que pudiera suceder. Los ni
le
número
tarse
poreltodo
resplandor
doce,
el mundo.
por eldecual,
Comenzó
su perfección
como por
a manifes-
las
condo
el ños podían ir indiferentemente con el padre
o con la madre. José, viendo que el niño no
estaba con él, pensaría que estaba con Ma
ce
junto
tribus
de todos
y los doce
los que
apóstoles,
se han de
señala
salvar.
el con- ría; del mismo modo, ella pensaba que esta
ría con José en la caravana de los hombres.
146 PRIMERA PARTE

6. Dolor de María por la pérdida del hijo Virgen qué hacer, perdido el tesoro, que
Dios le había encomendado. Pudo decir en
“Hicieron una jornada”, desde Jerusa
tre los lamentos aquello del Génesis: “El ni
lén, sin el niño, creyendo cada uno que es
ño no aparece, yo ¿adónde iré?” (Gn 37,30).
taba en la otra caravana. A la tarde, cuando No perdió la Virgen a su hijo cuando
llegaron al lugar donde debían alojarse,
sufrió el destierro, al huir a Egipto; sino
viendo la Virgen a José sin el niño, con do
cuando fue a la fiesta; así muchas veces se
lor y lágrimas recorría las casas ya tarde,
preguntando por él. José lloraba también y guarda a Jesús en la adversidad, y se le pier
la acompañaba. “Y lo buscaban entre los de en la prosperidad.
parientes y conocidos”.
Busca tú también al niño hasta que lo 7. Por qué fue hallado a los tres días
al no encontrar
halles. al niño
Piensa qué entrepodrían
descanso tener
los parientes, “Pero al no encontrarlo, se volvieron a
buscarlo en Jerusalén” (Lc 2,45). Se habían
sobre todo su madre según le amaba. apartado de allí una jornada. La Virgen vol
Aunquenosus
marla, conocidos
se podría tratarían
consolar. de ani
Tan grave era vió de nuevo a Jerusalén, con el trabajo del
camino y muchas lágrimas. Bien podía de
para yella
bien, siente
perder a Jesús. Contémplala cir aquello de los Cantares: “He buscado al
por ella gran compasión; su que ama mi alma y no lo encontré, entre los
alma está ahora en gran angustia. Nunca, parientes y conocidos; “me levantaré”, iré
desde que nació, se vio en otra tan grande. de un lugar a otro, “rodearé la ciudad por
No nos turbemos nosotros, cuando tenga barrios y plazas, y buscaré al que ama mi al
donó a su madre.
frimientos
mos tribulaciones, puespara
a los suyos,
Permite elque
Señor
mostrarles
vengan así
no per-
su- ma” (Ct 3,2).
A los tres días lo hallaron en el templo,
en señal, según san Ambrosio, de cómo a
su amor. los tres días de su pasión resucitaría triun
La Virgen se recluyó, por fin, en su habi fante. También entonces, teniéndolo por
tación
por su querido
a orar, pasando
hijo. A la noche
mañanaensiguiente,
angustia perdido, fue hallado con gloria inmortal.
saliendo pronto de la casa, Le encontraron en el lugar santo de
le buscaba por los Dios: no en el teatro, en la plaza, en el jue
alrededores, pues eran varios los caminos de go, como suele suceder con los niños, sino
vuelta. Preguntaba de nuevo por él en las en el lugar destinado a la doctrina sagrada y
dos caravanas, sobre todo a los parientes y a la oración. Un hijo está a gusto en la casa
conocidos. Como tampoco entonces le en de su padre. El que está a gusto en la igle
contraron, María se angustiaba sin esperan
sia, es señal de que es hijo de Dios, pues la
zas y no podía consolarse.
iglesia es la casa de su Padre.
Piensa con detención, cuántas llagas y
tormentos hirieron entonces elNo corazón de
ciado
tos,
mentar
sará
al hijo
qué
una
Simeón:
que
elansiedades
espada”
dolor
buscaba.
“Afuturo,
tu
(Lc
soportó
misma
Empieza
2,35).
que al
alma
le no
había
ya encontrar
la
asabía
experi-
traspa-
anun-
la 8. Qué hacía Jesús en el templo
la Virgen María. Qué suspiros, qué lamen
Lo encontraron en el templo, no mo
viéndose de un lado a otro, como suelen los
niños, sino como fuente de la sabiduría
“sentado en medio de los maestros”, limi
tándose humildemente a oír y preguntar.
15. SE QUEDA EN JERUSALÉN; LO HALLAN EN EL TEMPLO 147

Pregunta a los maestros en el templo, Creamos que es verdadero Dios y verdadero


el que enseña a los ángeles en el cielo. hombre. Suya es toda sabiduría; de él proce
Quiere aprender preguntando, el que da de y con él está siempre. Estemos ciertos de
sabiduría a los doctores. No preguntaba que, según el profeta, nos ha nacido este Pe
porque necesitara aprender, sino para ense queño que sigue siendo Dios fuerte (Is 9,5).
ñarnos a aprender la Escritura y a no aver
gonzarnos de preguntar lo que no entende 9. María pregunta por qué se quedó
mos, como les pasa a muchos, que por
Sus padres, al verlo en el templo, en
soberbia prefieren quedar en el error, antes
medio de los maestros, “quedaron pasma
que ser instruidos.
dos” por faltarles la experiencia de una cosa
Para ejemplo de humildad quiso el Se
ñor oír antes que instruir. Nos enseña que así, ya que nunca había hecho nada seme
también los maestros deben estar más jante. Su madre, María, como volviendo a la
prontos a aprender que a enseñar. El que vida, llena de alegría daba gracias a Dios. El
responde antes de escuchar, muestra que es niño Jesús, viendo a su madre, se fue a ella.
ignorante. María le recibió, le besó, y mirando su her
Pregunta sutilmente a los hombres, pa moso rostro, le dijo: “Hijo, ¿por qué te por
ra probar que es Dios; les responde con tal taste así con nosotros?”.
sabiduría que los oyentes se llenan de estu Hijo queridísimo, parece decirle, ¿por
por. “Se llenaban de estupor ante la inteli qué has hecho esto, de quedarte aquí sin
gencia de sus respuestas”. Nunca se había que lo supiéramos nosotros? ¿Cómo pudis
oído que un niño de su edad hablara con tal te tú dar a tu madre tanto dolor? Explíca
sabiduría. El estupor es una admiración melo, hijo, para aliviarme el dolor.
grande de algo totalmente desacostumbra La Virgen, su madre, que le había bus
do, como era en esta ocasión: un niño oía cado por tres días con tanta angustia, ahora,
con humildad, preguntando con talento, y entre la tristeza y el gozo, le reprende pia
respondía con sabiduría. Preguntaba y res dosamente. José no se atrevió a reñirle. La
pondía él mismo, solucionando sus cuestio madre, en cambio, por el gran amor que te
nes y las de ellos, como hábil maestro que, nía a su hijo, le preguntaba y arguia; el
preguntando y respondiendo, instruye a sus amor grande no conoce medida. Habla ella
discípulos. y no José, porque fue mayor su dolor.
Oía humildemente a maestros huma María, dice san Gregorio, conmovidas
nos, según san Beda, para mostrar que era sus entrañas maternales, se queja pregun
hombre; les respondía con doctrina subli tando dolorida, y lo expresa todo como ma
me, mostrando que era Dios. Quedaban dre, con confianza, humildad y amor: “Hi
asombrados viendo su niñez y oyéndole ha jo, ¿por qué te portaste así con nosotros?”.
blar así. Le veían pequeño en cuerpo y edad, San Anselmo dice también: “Si buscas
pero grande en las preguntas y respuestas. al niño de doce años estos tres días con su
Le consideran hombre y no Dios; pero, en madre, fluirán las lágrimas con gran abun
tre lo elevado que oyen y lo bajo que ven, se dancia al oír a la madre riñendo dulcemen
turban con admiración dudosa. te a su hijo: “Hijo, ¿por qué te portaste así
No nos asombremos, con los ancianos de con nosotros?”. Quizá no era reñirle, sino
los judíos, de su prudencia y respuestas. quejarse piadosamente de su ausencia.
148 PRIMERA PARTE

10. Dolor de perder a Cristo; cómo 11. La respuesta de Cristo


buscarle No para exasperar a su madre, sino pa
Añade: “Mira, tu padre y yo te buscába- ra instruirlos, “él les contestó: ¿por qué me
mos con dolor”. Pues tu presencia es dulcí- buscabais?”83. Pregunta por qué le buscan
sima para nosotros. entre los parientes y conocidos, cuando de
perdemos
pecado.
Así nosotros
Debemos
a Jesús,debemos
buscarle
nuestra dolernos
salvación, por el
con tres cuando
formas bían buscarle en el templo, casa de su Pa
dre, ocupado en las cosas espirituales. No
lo dice indignado, sino excusándose hu
de conversión: contrición con dolor, confe mildemente y descubriendo misterios. El
sión con vergüenza, satisfacción con traba Señor no les echa en cara que le busquen
jo. Así volveremos a encontrarle. Por des como a hijo; como corrigiendo la expre
sión de su madre, les da a entender a ellos
gracia, muchos se duelen más de haber
y a nosotros, quién es su verdadero Padre:
perdido las cosas temporales, que de la pér “¿No sabíais que yo debo estar en la casa
dida de su salvación eterna y la de los otros;
de mi Padre?”.
como dice san Bernardo: “Cae un burro, y
Tengo que atender a mi Padre, viene a
hay quien le levante. Muere el alma, y no decirles; porque soy su Hijo según la natu
hay quien la ayude”. raleza divina antes que a ti, de quien soy hi
La Virgen llama padre del niño a José, jo según la naturaleza humana; y antes que
porque cuidaba de él, y para evitar sospe a José, que es solo quien me cuida como pa
en el Evangelio;
chas, yJosé
habla explicar
al Señor
su origen. De hecho,esto
nuncalo dre. No os extrañéis que os dejara por mi
Padre eterno, al que estoy más obligado. Je
deja a la Virgen, a quien tocaba más de cer- sús tenía más amor a su Padre natural y
ca, como a verdadera madre. eterno; amaba a sus padres, pero prefirió
Hay que buscarle en compañía de María con mucho dar honra a Dios.
y de José. Dice María: tu padre y yo: José,
“aumento”, porque las buenas obras siem- 12. Preferir a Dios, antes que a los
pre deben crecer. María, iluminada, por la padres
fe, que es iluminación de la mente. Se tra Se nos enseña con ello que hay que prefe
duce también estrella del mar, significando rir el amor reverente, la piedad, para con
la caridad; porque la caridad no faltará, Dios, a la piedad y amor a los padres; apren
cuando desaparezcan como estrellas, las de de a amar a Dios y a los padres; prefiriendo a
más virtudes. Dios en todas las cosas.
Con esta compañía hay que buscar a Je Al responder a su madre, como corri
sús: con fe, obras, y caridad. Así, y solo así, giéndola, Cristo nos enseña algo más. Le
se le encuentra. había buscado entre los parientes y conoci
Y hay que buscar a Jesús por el camino dos; él sugiere que no hay que hacer caso de
de las lágrimas, como indica la Virgen: “Te los lazos de la sangre, cuando se trata de al
buscábamos con dolor”. canzar la perfección. No puede llegar a ella,

83
“¿Por qué me buscabais, si no me he perdido? Soy templo, y estoy en el templo; soy rey, y oigo, y pregun
to, y respondo; soy Hijo, y hago la voluntad de mi Padre. ¿Por qué me buscabais con dolor?” (Quevedo). Cita en
NT.MI, 273.
15. SE QUEDA EN JERUSALÉN; LO HALLAN EN EL TEMPLO 149

el
dos,
fieren
que
elal
está
hombre
cuerpo;
detenido
decae el
por en
deafecto
las
la perfección.
cosas
a los
queconoci-
se re- Padre, que es también su templo; pero co
mo hijo del hombre, se vuelve con sus pa
dres a donde ellos le ordenan.
Esto lo da a entender la primera frase.
“Por qué me buscabais”, entre los parientes. 14. Sumisión de Cristo a sus padres
Al añadir: “¿No sabíais que debo estar...?”
“Y seguía estándoles sujeto”. Para con
nos enseña que debemos caminar con los
fusión de nuestra soberbia, ya que nos resis
pies en la tierra, pero con la mente levanta
timos a someternos a nuestros superiores.
da hacia las cosas de arriba.
Les estaba sujeto en la naturaleza en que es
Cristo, corregido aquí por su madre, se
menor al Padre. Como dice san Agustín,
excusó dulcemente. Cuando fue invitado a
Cristo niño, en su naturaleza de siervo, era
las bodas, respondió con dureza a la hora
menor también que sus padres.
del milagro. Es norma de humildad: querer
Sométete tú también, por él. El trabajo
más ser corregidos que alabados.
de la obediencia te devolverá a aquel de
quien te habías separado por la desidia y la
13. Primera palabra, escrita, de Cristo
desobediencia. Cristo nos dio aquí el ideal
mos
una
José
la respuesta
Esta
palabra
no
dellaSalvador,
esentendieron:
laque
deprimera
tan
lesy alto
expresa
dio”,
palabra
“Ellos
sentido,
sobre
suno
divinidad.
que
que
entendieron
conserva-
María
Fuey de la obediencia: siendo dueño del mundo,
a quien el mundo obedece, quiso someterse
humildemente a sus padres.
Oigan esto los que están bajo autoridad:
su Padre. No se desdeñen de estarlo, como él no se
Quería decirles que a él le corresponde, desdeñó de estar sometido a cuantos le
ria,
ambos
bernar
como lasaobras,
las
son
sucosas
Padre,
igualmente
y laespirituales
casa,
cuidar
material
la del
majestad,
detemplo
su
y espiritual.
Padre.
layglo-
go-
De mandaban. Los que tienen autoridad no se
engrían; José es el superior, y Cristo el que
obedece; entiendan que muchas veces son
de más mérito los que obedecen que los que
María y José creían que Jesús era el Hi mandan; no se alzarán en soberbia, si miran
jo decosas.
dice,
tales porque
Dios,Tal
pero
novez
tenían
noentendieron
entienden
costumbre
lo
aúnque
delodijo,
oírle
que como mejor al que les está sujeto.
Piensa en la dignidad de la Virgen. Ba
jo su autoridad estaba aquél a quien están
pero no tan plenamente como después. sujetas todas las criaturas. “Este singular
queÉl,
ellarequerido
quería, ypor
“bajó
su con
madre,
ellosvolvió
y llegó
a loa privilegio tuvo la Virgen, dice san Agustín,
que tenía bajo su mandato a aquél a quien
Nazaret”. la criatura humana y la multitud angélica
en
lén;
un
otro
hombre,
ellado,
Cristo,
como
lo
templo.
bajo
subiendo
loDios,
Dios
de
excelso
Como
laysin
fragilidad
hombre,
con
hombre,
de
saberlo
sus
la divinidad,
enseña
padres
humana.
ellos,
pregunta
aquí,
aseJerusa-
queda
Como
yapor
los reverencian”.
San Bernardo, comentando este texto
“Y les estaba sujeto”, dice: “Admira las dos
cosas y elige qué admirar más: la sumisión
del Hijo, lleno de benignidad, o la digni
ancianos; como Dios responde cosas que a dad única de la madre. Las dos cosas son
asombro y maravilla. Que Dios obedezca a
los
mo ancianos
Hijo de Dios
les llenan
se queda en el temploCo-
de admiración. del una mujer es una humildad sin ejemplo;
que una mujer dé órdenes a Dios es una
150 PRIMERA PARTE

bres
ygrandeza
tú yteaexaltas.
tisin
te entusiasma
igual”.
Dios seY somete
añade:
dominar,
a“Aprende,
los
antepo-
hom- lo anterior. Lo primero, que quien quiere
hombre,
tarte;
güénzate,
aprende,
a ceniza
obedecer;
polvo,
soberbia.
aprende,
a condescender;
Dios
tierra,
se humilla,
a aver-
suje- unirse con Dios, debe apartarse de sus pa
rientes. El niño Jesús dejó incluso a su que
ridísima madre, cuando quiso atender a las
cosas de su padre. Luego, cuando le busca
ron entre sus parientes y conocidos, no le
niéndote
sidir a losalhombres,
creador. Siempre
lucho porque deseo pre- encontraron, porque ni la carne ni la sangre
a Dios; no siento las cosas de Dios”.
adelantarme la dan a conocer, ni se le halla en sociedad
formada por tales lazos. Dice san Bernardo:
dres:
tento
rencia
Los alhijos
amor,
necesario,
hablar,
alimento,
deben
un
obediencia
muchas
servicio
honor externo,
cosas
amable,
en loa sus
bueno,
elreve-
sus-
pa- “Cuando buscan al niño Jesús, le buscan en
tre parientes y conocidos, y no le encuen
tran. Huye de tus hermanos, si quieres ha
llar tu salvación. “Olvídate de tu pueblo y
perdón en las ofensas y tolerancia en las
contrariedades. de la casa de tu padre, y el rey amará tu her
mosura” (Sal 45,11). Dice también: “Buen
15. Cristo, se dice, mendigó estos días Jesús, si no te hallaron entre tus parientes y
conocidos, ¿cómo voy a hallarte yo entre los
míos? ¿Cómo te hallaré en el gozo, cuando
Pero ¿qué hizo Jesús estos días? Mírale,
tu madre apenas te halló en el dolor?” No
atiende cómo se recoge a algún cobijo de
se puede hallar a Jesús en compañía de mu
pobres, cómo pide allí con rubor que le den
chos; que no se encuentra en las multitudes
hospedaje; se queda allí, y come con los po
mundanas, sino en lo íntimo del corazón y
bres. Pide limosna de puerta en puerta, con
la mente, donde está el templo de Dios”.
los pobres; esto se cree que hizo también
En segundo lugar, el que vive según el
otras veces. Preguntándoselo al Señor dice
Espíritu, no debe admirarse si a veces queda
san Bernardo:
en aridez y como abandonado de Dios. Le su
“Señor, ¿quién te dio de comer estos
cedió también a la madre del Señor. Que no
tres días?” Y se responde: “Para acomodarte
se consuma por dentro, sino que le busque
en todo a nuestra pobreza, señor Jesucristo,
con diligencia, ejercitándose mucho en me
buscaste lo necesario, pidiendo de puerta en
ditar y rezar. Si es diligente, volverá a encon
puerta, como uno más entre los pobres.
trarle. Quien busca a Jesús, conviene, según
¡Quién me diera participar de aquellos bo
Orígenes, que no le busque perezosamente,
cados, pedidos de limosna, y hartarme con
sino con trabajo y dolor. “Si no queremos
los restos de aquel alimento sagrado!”.
buscarle en vano, dice san Bernardo, busqué
Contémplale también entre los maes
mosle de verdad; no busquemos otra cosa en
tros, con el rostro apacible, lleno de sabidu
su lugar. Busquémosle con fervor; no bus
ría y de reverencia. Jesús pregunta con hu
quemos con él otras cosas. Busquémosle con
mildad, para que ellos no se avergonzaran
perseverancia; no nos volvamos a otras cosas.
ante sus admirables respuestas.
Es más fácil que pasen el cielo y la tierra, que
buscando así, no se halle; pidiendo así, no se
16. Tres cosas para unirse con Dios
en sentido
rar, Tres
comocosas
aplicación,
importantes puedesmoral,
conside-
de reciba; llamando así, no se le abra.
En tercer lugar, no debe nadie atarse de
masiado a su propio sentir. El Señor, Jesús,
15. SE QUEDA EN JERUSALÉN; LO HALLAN EN EL TEMPLO 151

dijo quepero
Padre, convenía
al momento
atendercambió
a las cosas
de plan
de suy den acostumbrado, como los demás hom
bres, de la niñez a la adolescencia, y de ésta
siguiendo la voluntad de su madre, regresó a la juventud.
cuando
si
condeberán
ellosDios
y “estaba
losobedeció
hombres
sometido
a los
obedecer
ahombres.
ellos”.a Piensa
Dios,
Si a En gracia y sabiduría se puede crecer de
dos maneras. Una, según el momento de sa
biduría y gracia habitual; Cristo así no po
bres,
ejemplo
mucho
suyomás
hayhay
queque
obedecer
obedecer
a losa hom-
Dios. día crecer, porque desde el instante de su
concepción estuvo lleno de gracia y sabidu
Padre
el
Obedezcamos
Hijodel
decielo,
Dios,
a Dios
sino
quetambién
yobedeció
a los hombres;
a no
sussolo
padres.
como
a su ría. Otra, según los efectos, realizando obras
de más ciencia y virtud; así crecía Cristo en
sabiduría y gracia, como también en edad,
17. María guardaba todo en su corazón haciendo obras cada vez más perfectas.
Según san Ambrosio, crecía en sabidu
ría en cuanto a su manifestación y su uso;
“María guardaba todas estas cosas en su
poco a poco iba descubriéndola. Según san
corazón”. Nunca le había oído cosas seme
Gregorio, crecía él, porque crecían otros en
jantes. Las guardaba en su corazón, como
su doctrina y ejemplo, como suele decirse
cerrándolas allí. Si ella no las hubiera guar
de un maestro que crece en sus alumnos,
dado, no las hubiéramos recibido nosotros.
porque ellos crecen por su influencia. Y es
María retenía cuanto supo sobre el Se
to lo mismo ante Dios en su alabanza, que
ñor, sus palabras y obras, tanto si lo enten
ante los hombres para su utilidad. Según
día, como si no. Quería pensarlo con todo
san Teófilo, la expresión “ante Dios y los
cuidado. Lo retenía, como sucedía, para po
hombres” subraya que se debe agradar pri
der entenderlo a su tiempo. Así pudo des
mero a Dios y luego a los hombres.
pués explicarlo suficientemente a los evan
Jesús no crecía en la sabiduría y ciencia
gelistas. Fue para ella regla y ley durante su
habitual; estas no se le aumentaron, ya que
vida. Nos enseñó a concentrar nuestro pen
desde el primer instante tuvo la plenitud de
samiento en los hechos y palabras del Señor,
la gracia y de la ciencia. Crecía en el conoci
y a tratar de instruir a los demás. Los que
miento sensitivo y experimental, pues sus
necesitan buena doctrina, acudan a la Vir
sentidos establecían nuevas relacione con
gen, guardadora de los hechos y palabras de
cosas nuevas, a las que antes no había reac
Cristo.
cionado. Por eso, según el apóstol, “apren
Aprendamos cómo oír las palabras de
dió la obediencia por lo que padeció” (Hb
Dios: guardándolas en el corazón; no que
5,8). No que aprendiera algo que antes ig
nos entren por un oído y salgan por otro.
noraba; no aprendió, porque lo conocía an
tes con ciencia divina e inspirada.
18. Para progresar en gracia y sabiduría
Dice san Bernardo: “Para tener un cora
“Y Jesús progresaba en la sabiduría, zón que se compadezca de la miseria ajena,
edad y gracia ante Dios y ante los hombres” conviene conocer primero la propia; que en
(Lc 2,52).alLaalma,
biduría edad la gracia al
se refiere a cuerpo,
la salvación.
la sa- cuentres el alma de tu prójimo en la tuya;
en
Crecía con
aumentar edad,la como
edad; es
Jesús
propio
pasódel el or-
porcuerpo que conozcas por ti cómo deberás ayudarle.
El verdadero Hijo de Dios, antes de anona
darse tomando la figura de siervo, no había
152 PRIMERA PARTE

experimentado
conocía por lo mismo,
la miseria
experimentalmente,
y la sujeción, y no En sentido moral, como Jesús “crecía en
sabiduría, en edad y en gracia ante Dios y
la misericordia
su y la no
naturaleza, pero obediencia. Lo sabíaPero
por experiencia. por los hombres” (Lc 22,52); y padeció, resuci
tó, y así entró en su gloria, así mostró que
la
cuando
formaseenhizo
quemás
pudiera
pequeño,
padecer
hasta
y sujetarse,
llegar a sus seguidores deben aprovechar en las vir
tudes, y pasar por los padecimientos de es
experimentó
obediencia enla
sumiseria
sumisión.
enEsta
su pasión,
experiencia
y la ta vida a los gozos de la otra.


no le
a nosotros
dio a él lalaciencia;
confianza,
sino que
porque
nos aumen-
se hizo 19. Preferencia de Jesús por Nazaret

más cercano a nosotros en este miserable gé La santa ciudad de Nazaret, tan querida
nero de conocimiento, en el que más nos ha de Dios, en que la Palabra se hizo carne, en
bíamos apartado. ¿Cómo nos atreveríamos a que una flor, mejor que todos los aromas,
acercarnos a él, si permanecía en su impasi germinó en el seno de la Virgen, tiene este
bilidad?
acudir con
Ahora,
confianza
en cambio,
al tronosedenos
la exhorta
gracia dea privilegio sobre todas las ciudades: en ella
él, del que
nuestros dolores
sabemos
y enfermedades;
que tomóeny losoportó
que él dio comienzo el Señor a nuestra salvación.
Jesús se crió allí, bajo la autoridad de sus
padres, aunque el Padre había puesto bajo
padeció, no dudemos compadecer nosotros”. la suya todas las cosas, en el cielo y en la
Son palabras de san Bernardo. tierra.

Oración

Señor Jesucristo, Hijo de Dios vivo, buscado con tanto dolor por tus padres durante
tres días, y encontrado al fin en el templo. Da a tu siervo desearte, buscarte, encontrarte,
amarte; redimir así mis males y nunca volver a ellos.
Jesús, que das al que pide, te dejas hallar de quien te busca, y abres a quien llama. No
me niegues a mí lo que prometes a todos.
Volviendo a Nazaret, como querían tus padres, mostraste, obedeciendo, el ideal de la
obediencia. Concédeme a mí, tan duro, que quebrante mi propia voluntad; que me some
ta a ti; y que por ti me someta también a toda criatura. Amén.
16. VIDA DE JESÚS DE LOS DOCE A LOS TREINTA AÑOS 153

16. VIDA DE JESÚS DE LOS DOCE A LOS TREINTA AÑOS


Lucas 2,51-52

1. La vida de Jesús en Nazaret84 vivía como los otros niños de su edad. Por
eso retrasó el mostrar su ciencia y virtud,
Jesús, vuelto con sus padres de Jerusa
hasta el tiempo en que los hombres suelen
lén a Nazaret, estaba, como hemos dicho,
estar más firmes en ellas”.
bajo su autoridad. Vivió allí con ellos hasta
El sumo maestro, que más tarde enseña
los treinta años. La Escritura no nos dice
ría el camino de la vida, comenzó en su ju
nada sobre lo que hizo en todo ese tiempo;
ventud practicando las obras de virtud, de
cosa bastante extraña. ¿Cómo meditar lo
modo admirable, nunca oído en los tiempos
que hizo? ¿Se estuvo ocioso todo este tiem
pasados, a saber, mostrándose en el aspecto
po, sin hacer nada digno de que se escribie
inútil, marginado, insipiente, como puede
ra? Esto causa completo asombro.
pensarse y meditarse con piedad y sin afir
Tal vez la Escritura lo calla, para que no
mación temeraria. Y con esta moderación te
se
venes.
publiquen
Aunque, demasiado
si atendemos
las obras
bien,de
veremos
los jó-
afirmo todas las cosas, que no se prueban
por la sagrada Escritura, como ya se dice en
claro que sin hacer nada, hizo cosas magní
el prólogo.
ficas. Todos sus hechos están llenos de mis
Se retiraba del trato de las gentes, evi
terio: bien hacía ahora en callar, como des
tando su tumulto. Iba a la sinagoga y per
pués en hablar.
manecía mucho tiempo en oración, en el úl
Según san Gregorio, en todo este tiem
timo lugar. Volvía a casa, y allí permanecía
po no hizo ningún milagro público, sino
con su madre y con José, ayudándolos algu
que vivió como uno de tantos, hasta llegar
nas veces. Al ir y al venir pasaba entre los
a la edad madura. Por eso dice san Juan
hombres como si no se encontrase con ellos.
Bautista: “En medio de vosotros está el
que vosotros no conocéis” (Jn 1,26). Y Lu
2. Humilde vida de Jesús joven
cas abarcó todo este tiempo en estas breves
palabras: “Bajó con ellos, y estuvo bajo su Todos se admiraban de ver a un joven
autoridad” (Lc 2,50). de tan buena presencia no hacer nada nota
Dice santo Tomás: “En todo el tiempo ble; esperaban que haría obras grandes, de
que va de su nacimiento al bautismo no mayor. De niño, crecía en edad, sabiduría y
realizó Cristo ningún milagro, sino que lle- gracia ante Dios y los hombres. Pero cuan
vaba un modo de vida semejante al de los do creció, cuando llegó a los veinte, a los
demás, sin que su virtud se diera a conocer veinticinco años y más, tampoco hacía
a nadie. Si no hacía milagros en todo ese obras que mostraran nada especial. Se llena
tiempo, no se podría pensar que el misterio ban de gran asombro. Se reían de él, y le te
de la Encarnación fuera un fantasma, pues nían comúnmente por cosa de poco valor.

84
CAS EN 27]1 DE LA VIDA DE CRISTO NUESTRO SEÑOR DESDE LOS DOCE AÑOS HASTA LOS TREINTA ESCRIBE S. LU-
[EECAPÍTULO
EL
II, 51-52.
1º 2 Primero: era obediente a sus padres: (Aprovechaba en sapiencia, edad y gracia).
2º 3 2º: parece que ejercitaba la arte de carpintero, como muestra significar Sant Marco en el capítulo sexto:
(¿Por aventura es éste aquel carpintero?).
154 PRIMERA PARTE

El profeta había dicho, hablando en su honran; gime en la prosperidad, y se goza


nombre: “Yo soy un gusano y no hombre, en la adversidad; teme en las riquezas y
desprecio de los hombres, vergüenza del llora en las delicias; la abundancia le causa
pueblo; todos los que me ven, se ríen de mí, tormentos, y la pobreza es su gloria; tiene
tuercen los labios, menean la cabeza” (Sal en poco las alabanzas que pasan y se juzga
22,7). indigno de todo honor; aborrece la hipo
Se mostraba ante todos como desprecia- cresía, desconoce el disimulo, ama la ver
ble. ¿Te parece poco? Él no lo necesitaba; dad, olvida las cosas temporales y desea las
pero en nuestras acciones, no hay nada tan eternas. Ignora las cosas del mundo, para
difícil. El que ha llegado a dominar la arro- merecer las del cielo. No presume de sí
gancia de su carne, de corazón y de verdad, mismo, ni mira como suyas las virtudes o
hasta desear ser tenido en poco, sin impor- gracias que tenga. No atribuye sus méritos
tancia, éste ha llegado a lo más alto. Mien a su esfuerzo, o a su sentir, sino que los re
tras noPorque
nada. lleguessiahí, piensa que
es verdad, comonodice
has hecho
el Se- conoce humildemente como regalos de la
bondad divina. Desea pasar oculto, si pue
ñor, que
mos bien,todos
mientras
somos
noinútiles,
estemos aunque
en este grado
obre- de ser sin daño del prójimo, para evitar
cualquier mancha de jactancia o soberbia.
de humildad,85 todavía no estamos en la ver “¿Quién es éste, y le felicitaremos?” (Eco
dad, sino que andamos aún en la vanidad. 31,9).
No nos seduzcamos a nosotros mismos; “Buscar en la humildad la gloria de la
como dice el apóstol: “pues si alguno cree humildad, no es virtud, sino perversión, di
ser algo, siendo nada, se engaña a sí mismo” ce san Bernardo. El humilde quiere ser te
(Ga 6,3). nido por poca cosa, y que se diga esto de él.
Entre los cuidados que llevas por tu sal Se goza si le desprecian. En esto solo es so
vación, nada más útil que despreciarte a ti berbio, en despreciar las alabanzas”.
mismo. El que te desprecia, te está ayudan Si preguntas por qué vivía así el Señor,
do; hace lo que tú debías hacer para salvar te responderé que para instruirnos a noso
te. Si alguno te injuria, muéstrate con el tros. Si no lo aprendemos, no tenemos excu
más afable; suplica en cambio y discúlpate sa. Abominable cosa, que se levante un gu
con aquél a quien tú hayas hecho lo mismo. sanillo, futuro alimento de gusanos, cuando
Ten por amigo al que te molesta; las afren el Señor se abajó humillándose.
tas, tómalas por ganancias; da gracias a
Si a alguien le parece absurdo que estu
Dios y a los que te las hacen.
viera tan inútilmente, y que los evangelis
tas hayan omitido muchos de sus hechos, se
3. Indicios de alma humilde
le puede responder que no era inútil hacer
El humilde, según un autor, se goza un ejercicio tal de virtud; más bien era muy
cuando le desprecian y se duele cuando le útil: es el fundamento estable de toda vir

85 “In hoc abjectionis gradu”: sugiere los “Tres grados de humildad” de san Ignacio: “La 3ª humildad, per

fectísima, cuando por imitar y parescer más actualmente a Cristo nuestro Señor, quiero y elijo más… oprobios
con Cristo lleno dellos que honores, y desear más ser estimado por vano y loco por Cristo, que primero fue teni
do por tal, que por sabio ni prudente en este mundo” (EE 167). Ludolfo proyecta sobre el Jesús joven lo que lue
go Jesús enseña con obras y palabras, de las bienaventuranzas a la aparición, resucitado, junto al Tiberíades: la
verdad, humildad del hombre ante Dios; el amor de Dios que llega del todo al hombre, así vaciado.
16. VIDA DE JESÚS DE LOS DOCE A LOS TREINTA AÑOS 155

tud.86 Esto parece sentir también sap Ber- Aquí, pues, la fabricó, es decir, mostró có
nardo, como podrá ver el lector más abajo, mo puede adquirirse: haciéndose desprecia
al tratar sobre el bautismo del Señor, al fi- ble a los demás por su humilde trabajo. Para
nal. Parece piadoso y útil meditar que fue alcanzar la humildad, es preciso comenzar
así, en realidad. por la humillación, trabajando en cosas
humildes.
4. Obrar, antes que a enseñar Dice san Bernardo: “La humildad, a la
que se llega por la humillación, es el ci
Tienes prueba, pues, de que Jesús co
miento de toda la construcción espiritual.
menzó a obrar antes que a enseñar. Más tar
Las humillaciones son el camino para la hu
de enseñaría: “Aprended de mí, porque soy
mildad, como la paciencia para la paz, y la
manso y humilde de corazón” (Mt 11,29).
lectura para la ciencia. Si deseas la virtud de
Pues primero comenzó a cumplirlo de cora
la humildad, no rehuyas el camino de la hu
zón y de verdad, como verdadero humilde y
millación. Si no puedes humillarte, no po
manso de corazón.
drás llegar a la humildad. Por tanto, puede
En él no había lugar para el disimulo.
serme útil que se sepa mi ignorancia, pues
Puso los últimos cimientos, hundiéndose
muchas veces me alaban sin razón, los que
en la humildad, bajeza, desprecio; anona
no me conocen. Es un peligro grande que
dándose delante de todos. Incluso cuando
uno oiga sobre sí más de lo que siente de sí.
comenzó a evangelizar, hablando cosas altí
“¿Quién me dé ser humillado tanto en
simas, y haciendo obras magníficas, lejos de
tre los hombres de cosas verdaderas, como
estimarle, le menospreciaban e injuriaban me han ensalzado de las falsas? Haría mía la
de esta manera. “¿Quién es éste? ¿No es és
palabra del profeta: “Después de exaltado,
te el hijo del carpintero?” (Mt 13,55). Se me humillé y conturbé” (Sal 88,16). Y
cumplió, en este sentido, la palabra del
también: “Jugaré y me abajaré” (2Re 6,22).
apóstol: “Se anonadó a sí mismo adoptando
Jugaré, para que se rían de mí. Buen juego,
la condición de esclavo” (Flp 2,7); la de un el que enoja a Mikol y agrada a Dios. Es
criado cualquiera
también la de un criado
por inútil, por el modoy
la Encarnación,
pectáculo ridículo a los hombres, pero her
mosísimo para los ángeles. Buen juego que
y el trato humilde y despreciado.
nos hace “oprobio y desprecio para los ricos
y soberbios” (Sal 123,4).
5. Cómo se adquiere la humildad
“A este juego, casto y religioso, jugaba
Considera cada uno de los actos de Je- el que decía: “Nos hemos convertido en es
sús; siempre brilla en ellos la humildad. pectáculo para el mundo, para los hombres

86 Santo Tomás de Aquino había abierto la Summa Thelogica con el tratado sobre la Fe; dice que
la fe es la
primera de las virtudes sobrenaturales; pero hay una virtud que es previa a la fe, y a las demás virtudes: la hu
mildad. San Ignacio ve el mundo, campo de batalla con dos jefes, dos banderas: el mal, “satán”, “enemigo”, del
hombre, y su consigna: “el primer escalón sea de riquezas; el 2º, de honor; el 3º, de soberbia, y destos tres indu
ce a todos los otros vicios” (EE 142); y Cristo, que envía apóstoles, a lo contrario: “tres escalones: el primero, po
breza contra riqueza; el 2º, opprobio o menosprecio contra el honor mundano; 3º humildad, contra soberbia; y
destos tres escalones induzcan a todas las otras virtudes (EE 146); (“pobreza espiritual, y si él me eligiere no me
nos pobreza actual”). Es el fondo del Magníficat. Treinta años ¿era mucho para lo fundamental, la humildad? Pa
blo, “el apóstol”, intensa acción, interior y exterior, lo aprendió muy bien: “Vuestra vida está escondida con Cris
to en Dios” (Col 3,3).
156 PRIMERA PARTE

este
y para
juego
los por
ángeles”
ahora, (1Cor
haciéndonos
4,9). Juguemos
objeto de pero su ánimo se inclinaba a la bendición.
Por eso dice: “Es bueno para mí que me hu
risa,
asientos
des” (Lc
hasta
a1,51),
los
que
poderosos
para
vengaqueelynos
eleva
quealegre
“echa
a losyhumil-
de
glori
sus milles, para que aprenda tus justificaciones,
tus decretos” (Sal 119,71).
“La humildad nos hace justos. La hu
fique él y nos exalte para siempre”. mildad; y no la humillación. ¡Cuántos son
asentado
bir
más
mente
lo que
aYaltas
lode
de
es,en
alto,
nuevo:
sí,
no
caigase
verdadera
no
conviene
alcanzan
sea
de
“Ello
que
que
que
que
humildad.
por
se
sino
es,sienta
esfuerza
alzarse
si nohumilde-
Las
está
a por
máscosas
bien
su-
de humillados, pero no son humildes! Unos
son humillados con rencor, otros lo son con
paciencia, y otros, a gusto. Los primeros son
reos; los segundos, inocentes; los últimos,
son los justos. También la inocencia es una
gracia.
de la humildad.
milla para que Al
merezca
que debe
porsubir,elsemérito
humildad
por le hu-
la parte de la justificación; pero ésta solo es
plena en la inocencia humilde. Dios da su
gracia, no a los humillados, sino a los hu
mildes. Ahora bien, el verdadero humilde
“Cuando te veas humillar, buena señal: es el que convierte la humillación en hu
es prueba clara de la gracia que se acerca. mildad, y puede decir con David: “Es bue
Antes de la ruina se exalta el espíritu; del no para mí que me humilles, para que
mismo modo, antes de ser elevado, se hu aprenda tus justificaciones, tus decretos”.
milla. Las dos cosas están en la Escritura: Hasta aquí, san Bernardo.
que Dios resiste a los soberbios, y que da la
gracia a los humildes. 6. Medios para practicar la humildad
“No basta que lo recibamos bien cuan Muchas cosas pueden valer para practi
do nos humilla Dios por sí mismo, si no car la humildad, según lo expresa san Ber
sentimos lo mismo cuando lo hace por me nardo. Enumera en concreto las cinco cosas
que
dio de
nosotro.
dio de
Recuerda el admirable
esto el santo rey David
ejemplo siguientes: “Amar la poca estimación, bus
siquiera
lla vez que
queunlecriado
cayera encima laNoinjuria;
le maldijo. sintió
aque- cando cosas expuestas a injurias. Someterse
asiduamente, queriendo estar siempre con
alguien a quien reverenciar, para aprender a
porque
que ver presintió
con vosotros,
la gracia:
hijos de“¿Qué
Sarvia,
tengo
ni vo
yo quebrantar la propia voluntad. Compararse
sotros conmigo?” (2Re 16,10). Hombre se- con otros mejores, olvidando lo que queda
“Si he hecho mal a mi amigo, o despojado atrás y tendiendo a lo que tiene delante.
afrentaba.
gúnque
el el corazón
le Hablaba
vengaba,
de Dios,
con
queseconciencia
contra
enojó más
el segura:
que
contra
le Meditar siempre en la propia condición, de
modo que a cualquier movimiento instinti
vo de elevación, enseguida se le ocurra:
“¿De qué te ensoberbeces, tierra y ceniza?”
en
sin
hibió
cía,
miraba
maldita
voz manos
razón
del
estimando
que
lo
que
lengua
aque
de
semi
lelo
mis
Dios
maldecía
adversario,
estorbaran
se
ganancia
enemigos”
hacía
obraba
estaba
más
caiga
secretamente.
al
las(Sal
que
cruel,
en
injurias.
justamente
7,5).
le
susmalde-
pero
oídos,
Pro-
La
él (Ecl 10,9). En fin, considerar al observador
interior. Como el que se confiesa con fre
cuencia con alguno de haber hablado con
arrogancia, se llena de confusión, si se atre
ve a decir algo así y la está oyendo el otro,
así le sucede al que mira al observador inte
rior, testigo de todo pensamiento: sentirá
16. VIDA DE JESÚS DE LOS DOCE A LOS TREINTA AÑOS 157

rar al que
vergüenza,
gloria.
la soberbia
Por nos
sino
esto
si seestá
esvemuy
contra
pensando
viendo,
todos
útil, atendiendo
no
los
ensolo
vicios,
su propia
contra
mi-
en didad y trabajo, como los demás; y si cuan
do se le causa algún inconveniente, no lo re
cibe como una injuria, sino como lo más
justo.
cómo
lo
nuestro
se cuidara
nos
corazón
comportamos”.
de contemplar
a sus ojos, como
qué hacemos
si Dios so-o En fin, la humildad merece conservar la
gracia así aumentada. Como la ceniza con
serva el fuego, la humildad conserva la gra
haya
“Dios
poseer
mildad,
Bernardo:
las
virtudes.
demás
Sigue,
caridad,
da
virtud
sin
Es
su
virtudes,
“La
por
la
gracia
alguna;
humildad
oque
tanto,
queen
cualquier
ano
lospuedes
dice,
sin
humildes”
la
lo
esque
virtud,
ella
posible,
tan
deprogresar,
merece
nuevo,
no
necesaria
parecen
(St
porque
la 4,6;
que
hu-
san
nia cia. El fuego se conserva también aplicando
leña; así también la gracia, que es el fuego
espiritual, multiplicando las buenas obras,
que son como leña al fuego. También se
conserva el fuego soplando; así también la
gracia, se conserva con la meditación fer
viente. Por último, el fuego se conserva pre
servándolo de sus contrarios; y la gracia,
1Pe
das, porque el Espíritu
5,5). Ella conservano
lasdescansa
virtudessino
recibi-
so evitando las ocasiones y malas amistades.

bre el hombre quieto y humilde. Y las lle 8. Cristo trabaja con sus manos
va a su perfección, porque “la virtud se
Volvamos a mirar las acciones y la vida
perfecciona en la debilidad” (2Cor 12,9), es
del Señor, de Jesús, nuestro espejo, pues es
decir, en la humildad”. Son palabras de san
to es nuestro principal intento. Conviene
Bernardo.
que en todo te hagas presente considerando
aquella familia, bendita entre todas, pero
7. Merecimientos de la humildad
dos
rales;
Haymontes:
dos
otra,
especies
deuna
los espirituales.
nace
de soberbia,
de los bienes
Pues
que son
entre
tempo-
como
es- que lleva una vida pobre y humilde.
La humildad merece plenitud de gracia, José procuraba lo que podía, trabajando
según dice
fuentes el valles”
de los salmo: (Sal
“Tú 104,10),
haces brotar
esto las
es, en su oficio de carpintero. La Virgen hilaba
y cosía para ganar algo; preparaba la comi
el que
los montes
das tu
pasarán
gracialas
a los
aguas”
humildes;
(Sal 104,10).
“entre da a su esposo y a su hijo; y haría otras mu
chas cosas convenientes en una casa, ya que
no tenía sirviente alguno. Tiene que traba
jar con sus propias manos. El Señor la ayu
da en lo que puede, conforme a lo que diría
tos dos
dad; pormontes,
ese lugarestá el valle
medio pasande la humil- más tarde: “el Hijo del hombre no ha veni
las aguas de do a ser servido, sino a servir” (Mt 20,28).
la
sino
saber
tiene:
él
tá por
gracia.
dispuesto
que
si
la
si gracia
uno
no
se quiere
humille.
anopasar
o se
perfección
ventajas
engríe
menosprecio,
Tres señales
por
que
especiales
eltiene;
bien
hay
incomo-
sipara
que
es- Mira despacio cómo hace las cosas más hu
gracia
de gracia. El que
La ulterior,
humildad que
merece
desea
no serecibir
también
tengadeporDios
aumento
grande,
una mildes de la casa, y cómo la Virgen y san
José trabajan para atender a las necesidades
de la vida.
Dice san Basilio: “¡Cuánto trabajo so
portó en su cuerpo, en obediencia a sus
padres desde la primera edad! Eran honra
dos, piadosos, pero pobres; padecían falta
de todo, como lo mostró en el pesebre.
158 PRIMERA PARTE

Con frecuencia tenían que sudar para bus 10. El ejemplo de Cristo, humillándose
carse lo necesario. Jesús, mostraba tam
Has visto cuánta pobreza y aspereza, en
bién una sumisión plena al aguantar los
el velar, dormir, parco comer, y en todas las
trabajos”.
acciones soportó en todos sus actos el Rey
Mira también cómo se sientan los tres a de reyes, el Señor de los que dominan, por
la mesa cada día, a tomar una comida po espacio de tan largísimo tiempo, por no
bre y sobria, no exquisita, ni espléndida. sotros. ¿Qué diremos de los que andan bus
Luego tienen conversaciones útiles, llenas cando ocios, comodidades, adornos vanos?
del Espíritu Santo, y de sabiduría; restau Los que queremos tales cosas, no nos hemos
ran su mente, no menos que su cuerpo. educado en la escuela de este maestro. ¿So
Después de una modesta recreación, se re mos, acaso, más sabios que él? Él nos ense
cogen a rezar en sus estrados de dormir; no ñó de palabra y con el ejemplo la humildad,
disponían de habitaciones, pues la casa era la pobreza, la aflicción del cuerpo y el tra
bien pequeña. Piensa en esos tres estrados, bajo. Sigamos al sumo Maestro que no pue
en una pequeña habitación, uno para cada de engañarse, ni quiere engañarnos. Con
uno de ellos. Mira cómo Jesús, ya tarde, tentémonos con tener, según nos enseña el
después de la oración, se acomoda cada no apóstol, alimento y con qué cubrirnos, se
che sobre uno de los estrados; y esto por gún la necesidad oportuna, no con sobrea
tantos años, con tanta humildad y perseve bundancia sin límites.
rancia como lo haría cualquier pobrecillo Insistamos sin desfallecer, vigilantes,
del pueblo. Cada tarde deberías sentir pie cuanto podamos, en las demás virtudes y en
dad, mirándole en ese estrado, y encomen los deseos espirituales. Aprende en la con
dándote a él con devoción. ducta del Señor a obrar según tu pequeñez,
a abajarte en presencia de los demás, dedi
9. Presencia del Hijo, alegría de María cándote a cosas bajas. Mira continuamente
tus pecados, agrandándolos cuanto puedas.
Aunque era tan grande la falta mate En cambio, los de los demás, échatelos a la
rial de todo, la piadosa madre se llenaba de espalda, y no pares los ojos en ellos. Si los
alegría espiritual por la presencia de su ves, excúsalos con bondad. Según tus fuer
Hijo. “¿Quién comprenderá, pregunta san zas, ven en su ayuda, pensando siempre que
Anselmo, qué gozo llenaba todo su ser, tú obrarías peor aún, si Jesucristo no te
pues tenía, viviendo y comiendo con ella, guardara por su sola gracia. Retira tus ojos,
aprendiendo de sus dulces palabras cuanto los de la mente y los del cuerpo, de los de
quería saber, al que sabía ser el Creador de más, para que puedas reconocerte a ti mis
todas las cosas? De algún modo lo podrán mo en la luz de Dios. No podrás hallar nada
sentir los que aman con amor mutuo y más útil para humillarte, que el verte bien a
único: una madre a su hijo, un hijo a su ti mismo.
madre. Nadie piense sentir, sin embargo, “Lo que quiero, dice san Bernardo, es
el afecto de esta madre para con su Hijo. que el alma antes de cualquier otra cosa, se
El que ha recibido la gracia de comprender conozca a sí misma. Esta ciencia no hincha,
este amor ¿cómo no pasará también a par sino que humilla: es como una preparación
ticipar de su paga?”. Son palabras de san para edificar sobre ella. Solo sobre el ci
Anselmo. miento estable de la humildad, podrá estar
16. VIDA DE JESÚS DE LOS DOCE A LOS TREINTA AÑOS 159

ta
llarse,
hallará
espíritu;
en sin
que elque
piedejarse
que
no
nada
edificio.
disimule;
verse
más
se
apartar
ponga
apropio
síAhora
que
misma
desíysí”.
no
misma
eficaz
bien,
se
deengañe
verdad.
para
el
ante
alma
humi-
laen
Bas-
vis-
no
su por costumbre o con los labios, sino desde
lo más hondo de su corazón.
Piensa que no hay ningún pecador per
dido, que no sirviera mejor a Dios que tú.
Reconocería mejor que tú los beneficios de
Dios, si recibiera las gracias que tú has reci
aproximación
pia Dice
infelicidad.
san Agustín
a la felicidad no es pequeña
que conocer la pro- bido, no por tus méritos, sino por la sola
bondad gratuita de Dios.
Puedes juzgarte a ti mismo con razón
gateConsidérate
siempre sina tidisimulo.
mismo, sin
En cesar.
todasJúz-
tus inferior a cualquier hombre.
Teme que Cristo, por tu ingratitud, no
obras, palabras, pensamientos, repréndete. te rechace lejos de su presencia. Las culpas
están
Procura
conversión,
buenas
las haces
manchadas
que
encontrar
con
haces,
pensando
el fervor
con
no
siempre
están
muchas
que
necesario,
en
hasta
negligencias,
ti
sumateria
punto,
las
sinocosas
que
no
de de los otros, vuélvelas contra ti, en cierta
forma, reprendiendo ásperamente a tu con
ciencia de este modo:
Aquel es un homicida; yo miserable he
dado muerte a mi alma muchas veces.
de forma que toda tu santidad se puede El otro es un adúltero, que vive mal; yo
comparar con razón, con un paño lleno de vivo mal cada día apartando mis ojos de
suciedad. Dios y sometiéndolos a las sugestiones del
diablo, etc.
11. La aptitud para el bien viene de Dos cosas debes procurar sentir: verte a
Dios ti mismo como un cuerpo muerto que da
Piensa con mucha diligencia; piénsalo mal olor, como un cadáver lleno de gusanos,
con frecuencia y pavor: toda aptitud para que los hombres no se dignan contemplar,
cualquier
virtud, nobien,
lo tienes
toda de
solicitud
ti mismo;
en adquirir
Cristo te
la sino que cierran sus narices para evitar el pé
simo olor, y apartan su rostro para no ver
lo ha dado por su sola gracia. Si lo hubiera tanta abominación. En segundo lugar, que
querido, dejándote
perdido, habría podido
a ti endárselo
el lodo,
a cualquier
la basura, si alguien ajusticiara tu cuerpo, sientas que
lo justo sería que te arrancaran los ojos, la
su miseria.
la impotencia
El que ha experimentado
para toda obra buena,
muchasviendo
veces nariz, las orejas, la boca, y los demás miem
bros de tu cuerpo, porque ofendiste a Dios
con ellos. Te deberías gozar de esto, como si
que noal
veces
sintió despertado
podía,
revés,aunque
cuando
por quería;
Dios
menos
conyloque
gran
quería,
muchas
fervor,
se fuera lo que más quisieras. Deberías beber
como vino, las mayores afrentas, vergüenzas
y difamaciones que se puedan imaginar o
aalgo
no realizar
pudo
a sí mismo,
cumplir,
lo que antes
como
¿cómo
con
si viniera
podrá
todo su
de
atribuirse
esfuerzo
él? pensar, recibiéndolas con el corazón lleno de
gozo, hasta aparecer con el rostro sonriente,
esplendoroso y alegre, de forma que, vién
que
naraPermitió
eltanto
hombre
tiempo
Dios
no se
que
en
gloríe
la
el impotencia
ser
nunca
humano
de sídomi-
mis-
para dote, se admiraran todos y se convirtieran,
creyendo todo esto imposible sin Dios.
mo, sino que atribuya a Dios todo bien; no Es necesario que desconfíes de ti total
mente; de todas tus cosas buenas, y de toda
160 PRIMERA PARTE

tanto,
tu
completo,
vivo.
ti; Es
sentimientos
cado
sucristo,
famado,
Cristo
vida.
hasta
viva
Ytodo
que
que
tan
que
reclinándote
en
nunca
transformado
preciso
pobre,
humanos,
veas ni
despreciado,
estas
quedes
tu corazón
cosas
tan
que
muerto
yen en
humillado,
te
Jesucristo
las
yoigas
ylos
tan
transfigurado
conviertas
en
sientas
brazos
muerto
tu
sino
todos
alma,
crucifi-
tan
de
solo
enpor
tus
Je-
in-
ti,ya quiere ver el sol visible, debe apartar los
ojos de todas las cosas visibles.
En esta contemplación, el alma se enar
dece en amor de los bienes el cielo, y mira
todas las cosas temporales desde lejos, como
nada.
De esta forma, la caridad ocupará toda
el alma, sin que quede por donde pueda en
trarle la vanidad. Cuanto piensa, cuanto ha
bla, cuanto obra, todo viene ya dictado por
Jesús que está suspendido en la cruz, y la gracia.
muerto por ti, a ejemplo de santa María Para perseverar en el bien, por tanto,
Virgen, muerto tú al mundo y viviendo en debes estar firme en el temor, reconociendo
fe. Y que en esa fe viva toda tu vida, hasta que la perseverancia viene totalmente de
la resurrección, en la que Dios enviará el Dios y pidiéndosela a él.
gozo espiritual y el don del Espíritu Santo Si no quieres caer tú mismo, no juz
a tu alma, y a aquellos “que aman la venida gues a los demás, ni te indignes contra
del Señor” (2Tm 4,8). ellos, si ves que faltan. Ten piedad de ellos,
de corazón; suplica y pide por ellos; excú
12. La humildad, madre de toda virtud salos en tu corazón, cuanto puedas. Piensa
Así nacerá en ti la humildad, madre y que ni tú ni ellos podéis nada, sino en
piando
ojos
origen
interiores
de
el corazón
todasa la
las
del
presencia
virtudes;
hombrede de
ella
Dios,
todo
abrepen
lim-
los cuanto os es dada la gracia de Cristo; no
según los méritos, sino según la compla
cencia de su voluntad.
samiento vano. Si piensas en esto, estarás firme. ¿Por
jándose,
Cuando
increpándose,
uno sube a detestándose,
su pequeñez, con
aba- qué, si no, empiezan muchos a vivir en
mucha abstinencia y otras cosas, y luego no
tensísimamente
siderando su necedad, se ocupa con in-
de sí, disgustándose tal perseveran, sino porque les falla el cuerpo o
languidece el espíritu? Por su presunción.
volver
vistas,
que en
causa
intensidad susenasuntos,
realizadas
sí,
admiración;
enretorna ela tiempo,
sí mismo,
comienza
quecomienza
ade
acercar-
todo modo
otroa Presumiendo de sí, indignándose contra
rechaza de sí todas
pensamiento se demás
inútil las marchita.
cosasCuando
oídas, los demás, juzgándolos en su interior, Dios
les sustrae su don, y sus defectos resultan
mayores que los de aquellos a quienes juz
gan tan severamente. Sucede comúnmente,
que el que condena a otro, Dios permite
la en cierto
se pureza delmodo
cielo.a la justicia original y a que caiga él en el mismo defecto, o en otro
Perotodas
ojos es preciso
las cosas
quemateriales:
el alma excluya
como de el que
sus mayor.
vanta
contemplar
campo
Reflexiona
ladeescala,
visión
el espíritu
sobre
por
de la
la
síangélico el
contemplación.
mismo,
que puede
yse dilata
pasar ela
divino.
Le- Sirve a Dios, con temor. Si alguna vez te
sientes envanecer, recuerda los beneficios
que te ha dado el Señor, y toma la discipli
na de la propia reprensión; no sea que Dios
se enoje y caigas del buen camino. En una
palabra, sigue la útil doctrina de san Ansel
17. VIDA Y ACTIVIDAD DE JUAN BAUTISTA 161

mo: “Examina todo tu interior y todo cuan aquellas de las que recibirás gozo y felici
to haces; mira adónde te van a llevar todas dad; y dejarás, en cambio, aquellas, por las
las cosas. Y creo que, si no estás loco, harás que merecerías tormento y tristeza”.

Oración

Jesús apacible, ideal de humildad.


Rechaza de mí la fastuosidad de la soberbia, los deseos de la vanagloria, las imágenes
de esta peste tan grande.
Señor, que no se pueda hallar en tu criado ni una señal de este mal, ni en mis costum
bres, ni en mis palabras, ni en mis hechos, ni en mis pensamientos ante ti.
Asiéntame en una verdadera y profunda humildad; que no quede en mí lugar alguno
a los engaños de los enemigos.
Dame que sea pequeño a mis ojos, de forma que halle plena gracia a los tuyos. Amén.

17. VIDA Y ACTIVIDAD DE JUAN BAUTISTA


Mateo 3,1-10, Lucas 3,1-15

1. El autor pasa al oficio de Juan Pilato gobernaba Judea; Herodes era toda
vía tetrarca de Galilea, su hermano Filipo
Pasando por alto todos los demás he
tetrarca de Iturea y Traconítide; y Lisanias,
chos de la infancia del Salvador, los evange
de Abilene” (Lc 3,1-2).
listas se ocupan luego de describir los he
Como ya indicamos, el reino de los ju
chos y dichos de Cristo, los que realizó
díos había sido dividido antes en cuatro te
según la plenitud de la edad y según el va
trarquías: dos de ellas, Judea y Abilene, pa
rón perfecto. En primer lugar hablan del
ra Arquelao; las otras dos para Filipo.
bautismo con que fue bautizado por Juan.
Arquelao se portaba como un tirano, y
Por tanto hay que poner antes el oficio y
fue acusado ante el emperador Augusto,
misterio de Juan bautizando, y predicando
que le depuso y le envió al destierro, el año
el bautismo de conversión.
diez de su cargo. Desde ese momento Judea
comenzó a ser administrada por Procurado
2. Estatuto político de Judea
res y oficiales romanos. El quinto de estos
“En aquellos días”, en los que Jesús ha fue Poncio Pilato, llamado así por la isla
bitaba todavía en Nazaret, o cuando suce Poncia donde estuvo. No era mando ordi
dieron todas las cosas que siguen. Así se di nario, sino delegado; por eso se le llamó
ce al iniciar el Evangelio en la iglesia, “en Procurador. Si alguna vez se le llama Presi
aquel tiempo”, es decir: “En el año decimo dente, se ha de entender en cuanto Procura
quinto del mandato de Tiberio como empe dor. Según parece no fue nunca Presidente:
rador”, el que sucedió a Octaviano Augus en su tiempo el Presidente de Siria, y de Ju
to, bajo el cual nació Cristo; “cuando Poncio dea, provincia suya, fue Vitelio. A Pilato se
162 PRIMERA PARTE

hacía
le pudo
el oficio
llamardePresidente,
aquél. porque a veces hablaba de lo alto. Según san Juan Crisósto
nacido de su hermana Alejandra, y de mo, se llama aquí palabra de Dios a un
calonita,
lao,La
gunos enparte
Abilene,
otra
dicen cuyo
que
fue del hijo de
entregada
era
tiempo
principado
nació deelArque-
a Herodes
Lisanias.
Señor.
As-
Al- mandato o precepto de Dios: Juan llegó a
su ministerio no por sí mismo, sino porque
Dios le llamó. Lo dice él mismo: “El que
me mandó a evangelizar en agua” (Jn 1,33),
Josefo dice, sin embargo, que era sobrino, etc.
Para que no se difiriera por falta de agua
Ptolomeo del Líbano. Esto parece más
probable. el bautismo de los que se convertían al oír
le, y para que su enseñanza fuera de más
yejercían
Caifás”.
“En elturnándose
tiempo
Estabandelelsumo
unidos
sumo
por
sacerdote
Pontificado.
afinidad,
Anásy provecho, dejó el desierto, donde había em
pezado a evangelizar, “y marchó por toda la
región del Jordán”, es decir, junto al Jor
cuyo
Juan,
Anás
Señor;El
aquellos
aquí.
tres, Ismael,
tiempo
lo
y Caifás,
laera
evangelista
tres
pasión
elaños, en
Eleazar,
comenzaron
año
el del
año
hubo,yenSimeón,
señala
Señor.
que entre
que
fue
la
solo
enseñanza
bautizado
padeció.
aquellos
ellos,
omitidosen
otros
En
de
el dán, donde había abundancia de agua, y lu
gares para el pueblo, “predicando un bau
tismo de arrepentimiento para el perdón de
las culpas”. En esto dio ejemplo a los predi
cadores para buscar no lugares de recrea
ción, sino aquellos donde fructifique la pa
labra divina.
La enseñanza de Juan se cuenta con toda
rador,
solemnidad,
los Pontífices
señalando
y Príncipes,
el tiempo del
paraEmpe-
indi 4. El bautismo de Juan, para conversión
El bautismo de Juan disponía a los
carnos la excelencia de aquél a quién venía a
hombres para recibir a Cristo. Bautizaba so
anunciar, como al Emperador, Pontífice y
lo a los judíos, porque a ellos principalmen
Gobernador de todas las cosas.
te fue prometido. No bautizaba a las muje
res; a ellas, debían instruirles los hombres.
3. La palabra de Dios viene a Juan
Tampoco a los niños, que no entendían el
en mí
mente;
dentro,
Dios”,
Entonces,
ello
como
según
Señor el
llamamos
pues,
inspiración
Dios”
salmo:
(Sal
palabra
“llegó
“oiré
85,9).
superior
laporque
lopalabra
que de
habla
de
la misterio y era necesario el conocimiento. El
bautismo de Cristo, en cambio, se da a am
bos sexos, y a toda edad, para perdón de los
pecados. El perdón de las culpas no lo con
fería el bautismo de Juan, sino la conver
tiempo
desierto”.
Vinodebido
“sobre
Teníapara
Juan,
entonces
ponerse
hijo de
treinta
Zacarías,
a evangelizar,
años,
en el sión que lo acompañaba. Era bautismo de
conversión, porque impulsaba a ella a los
que bautizaba; bautizaba solo a los adultos,
de
la
cuando
ra redención.
que
Cristo,
bautizando
estáanunciara
en su fuerza
ytambién
predicando
la edad
el consuelo
varonil;
la venida
pa-
de a quienes veía arrepentirse. Por tanto, aun
que por su bautismo no se perdonaran las
culpas, era como una declaración de conver
palabra
lación
Juan
divina,
del
oyóSeñor,
por
con
inspiración
que
el oído
por su
deinterna
sola
la mente,
gracia
y reve-
la
le sión. Era para el perdón de las culpas, no en
efecto, sino como preparación; porque pre
paraba al bautismo de Cristo, en el que se
hacía la remisión de las culpas.
17. VIDA Y ACTIVIDAD DE JUAN BAUTISTA 163

culpas.
mo
fue
había
contenía
no Era
de
dado enconversión
desataba
perdón,
gracia:
Dice
bautismo
la de se
aquí en
penitencia,
san
ellos.
da
Juan
victoria”.losen
deElCristo,
Crisóstomo:
conversión,
deéste
Cristo,
ydelitos;
libera
gracia;
es “Aquél
porque
bautis-
depero
allí
las enmienda, en cuanto rechazada la vida anti
gua, merecían ser renovados en Cristo. Por
eso convino que el bautismo de Juan tuvie
ra lugar en el Jordán: confesaban la conver
sión; por ella se acerca el reino de los cielos,
y se pasa a la tierra de los vivientes; como
los hijos de Israel pasaron por el río Jordán
Nazianceno,
ración,
en
agua,
Cristo,
figura, el
Advirtamos,
enel
enlade
cuando
nube
cinco
Juan.
Espíritu.
yenen
clases
bautizó
Otro,
fin,
elOtro,
mar.
según
de
enMoisés,
bautismo.
Otro
realidad,
sobreañadido,
san de
Gregorio
solo
prepa-
el
Uno
en
de a la tierra de promisión.
Juan bautizó por varias razones. La pri
mera, según san Agustín, para significar
misteriosamente el bautismo de Cristo.
También, según san Juan Crisóstomo, para
que, con el nombre de bautizarse, vinieran
de
en
rio; es
demás.
nuevos
quelastiene
el
culpas
lágrimas
delitos.
más
lugar yenes
venerable,
actuales;
Y ellamás
último,
sangre,
tiene
y no
trabajoso
lugar
se
elpor
mancha
que
elcada
que
limpia
marti-
con
día
los muchos a Juan, a los que podía anunciarles
a Cristo. Según san Gregorio, para que los
hombres se acostumbraran, por el bautismo
de Juan, al de Cristo. Según san Beda, para
que se humillaran los hombres, y se prepa
raran así al bautismo de Cristo. En fin, se
gún el propio Juan, para que Cristo fuera
5. Solo era preparación y figura manifestado a Israel en el bautismo de
Juan, por la voz del Padre y del Espíritu
El bautismo de Juan era de preparación;
Santo.
los hombres debían prepararse con este bau
tismo. Respecto del bautismo de Cristo era
6. Qué enseñaba Juan
como el catecismo, cuando se instruye en la
los los “El
del se van
fe acatecúmenos.
migio:
mento
niños,
quepara
bautismo
bautismo,
que
Como
a sean
bautizar.
deasí
ahora
Juan
dignos
bautizaba
prefiguraba
se
Dice
catequiza
delsan
sacra-
Juan,
Re-a Enseñaba lo primero en el desierto; lue
go, junto al Jordán. A los que venían a él,
movidos por su género de vida, les decía:
“Arrepentíos” (Mt 3,2); que cada uno se
arrepienta de su vida anterior; porque “ha
paradignos
ran que, viviendo
de acercarse
luego
al bautismo
en devoción,
de Cris
fue- llegado el reino del cielo” (Mt 3,2; 4,17),
para el que se convierte.
to”.
decir
conversión,
pecados.
Yque
sanPor
vino
Juan
añadió:
esopredicando
Crisóstomo:
les aconsejaba
para elel“Con
perdón
bautismo
convertirse,
razón,
de los
de
al Según san Remigio, el reino del cielo
puede significar a Cristo, como en la frase:
“el reino de Dios dentro de vosotros está”
(Lc 17,21). También la sagrada escritura,
do
paraenque
Cristo,
más fácilmente
el bautismoalcanzaran,
que venía creyen-
detrás; como cuando dice: “Se os quitará a vosotros
el reino de Dios, y se dará a gente que dé
servir
su bautismo
de preparación
no tuvo otra
a la fe”.
razón de ser, sino más fruto” (Mt 21,43). A la santa Iglesia,
Por eso se bautizaban en el Jordán, des- como en el texto: “el reino del cielo se pare
bre
censo.
viejo
Descendían
a la humildad
de lade
soberbia
la confesión
del hom-
y la ce a diez doncellas” (Mt 25,1), etc. Y, por
fin, el trono del cielo, según aquello: “Mu
chos vendrán de oriente y occidente y se
164 PRIMERA PARTE

sentarán
esos cuatro
ensentidos
el reino del
se puede
cielo”entender
(Mt 8,11).
aquí.
En propuso en el desierto; y “se oyó en nuestra
tierra la voz de la tórtola” (Ct 2,12); y “puso
corazón,
tas;
que,
íntimo
drones;
condenados;
Hay
sino
según
del
ni
que
con
ilumina
fingidamente,
hombre
san
arrepentirse;
ni Juan
unapor
conversión
losalaCrisóstomo,
recibir
sentidos,
fuerza,
como
ni tarde,
averdadera,
Cristo.
como
ylos
prepara
limpia
como
hipócri-
los esa
los
la-
lo
el en nuestra boca un cántico nuevo, un himno
a nuestro Dios” (Sal 40,4), que hacen resonar
en nuestra boca la acción de gracias y la voz
de alabanza. Se eleva la misericordia, se per
dona a los pecadores, reina la piedad, se ocul
ta la justicia, y “el Señor, piadoso de corazón
y de obras”, busca la oportunidad de tener
“Juan el Bautista, dice san Jerónimo, clemencia, no de castigar”.
predica, el primero de todos, el reino del
cielo; era un honor reservado al precursor 7. La santidad de Juan
del Señor”. El Evangelio cuenta la vida de Juan,
San Pedro de Rávena explica que Dios, porque era apta, por su santidad, para dar
después del pecado de Adán, y de la devasta testimonio de Cristo. Insiste primero en la
ción del diluvio, eligió una infinita plurali aspereza del vestido, un cilicio o túnica de
dad de justos, con los que consta que habló pelos de camello: “Juan llevaba un vestido
cara a cara. Enumerando a los principales pa de pelos de camello” (Mt 3,4). Dice san Je
triarcas, padres y profetas del Antiguo Testa rónimo: “De pelos era su vestido; no de la
mento, concluye que ninguno de ellos hizo na; lo primero es señal de austeridad, lo se
mención de la mansión perpetua del reino gundo de blandura”.
del
profetiza
más?
humanidad,
cielo.
Añade.
la
Ninguno
gloria
desde
Repasadel
el
recuerda,
todos
reino
principio
los
celestial.
ni
elegidos
nombra,
del mundo
“¿Qué
de ni
la “A los siervos de Dios, comenta san
Juan Crisóstomo, no les está bien llevar ves
tidos para parecer bien, o para regalo de la
carne; sino para cubrirse. Juan no llevaba
hastahallar
drás Juan,lay dulzura
ni en palabras,
del reino
ni del
en obras,
cielo. Pe
po- un vestido suave y delicado, sino grave y ás
pero, qué más hacía sufrir al cuerpo, que lo
ro ven
bra deamisericordia,
Juan y oye la voz
la conversación
de alegría, la de
pala-
la halagaba; el vestido del cuerpo hablaba así
de la fuerza y virtud del alma”.
gloria,
bía ocultado,
dida a los
la amplitud
patriarcas
callada
de
y por
profetas:
la gracia
los ángeles,
“Arrepentíos,
que Dios
escon-
ha- Se habla también de su continencia, al
decirnos que llevaba “un cinto de cuero ás
pero”, un ceñidor de pieles secas y sin tun
dice, porque ha llegado el reino del cielo”. dir, “en torno a los riñones”. Lo llevaba para
Palabra
bra del de
reino
conversión,
del cielo,dulce
alegre
y gloriosa;
y apetecible;
pala- mortificar su carne, lejos de toda impureza.
Crucificó realmente su carne, con los vicios
propia solo de aquél que puso, el primero, y concupiscencias, como es propio de los
añade:
los fundamentos
“Desde losdel
días
Nuevo
de Adán
Testamento”.
hasta Juan,
Y que son de Cristo. “Los judíos, dice san Juan
Crisóstomo, acostumbraban el usar fajas de
nuestra
Por
la bocaEsta
prefería
arrepentimiento
to.maldad.
Naciendo
la frecuencia
Juan,
era
de lala primera
es doblevozlade
indicó
pecados los que
lamateria
ymedicina
por
palabralloran.
la de
falta
llan-
para
que
de lana; Juan prefiere más dureza, y se ciñe con
pieles”.
El mismo Crisóstomo, tomando alegó
ricamente la túnica y el ceñidor, explica en
otra parte su sentido: “Juan, es decir, la ley
17. VIDA Y ACTIVIDAD DE JUAN BAUTISTA 165

dice:
el
podía
depecado
Juan,
“Este es túnica
usarvestía
del
la mundo”
el con
cordero
del
pelos
(Jncordero
de1,29).
de
Dios
camello.
del
Usaba
queque
quita
No
ce-
se cia, y sin preparar, mostraba que no le im
portaban nada los halagos del mundo. Si
guen su ejemplo los que dicen con el
apóstol: “Teniendo alimento y con qué
obra.
ñidor
judíosEn
desolo
pieles
cambio,
juzgan
sobre
nuestro
pecado
sus lomos,
Señor
los pecados de
Jesucristo,
porque los vestirnos, estamos contentos” (1Tm 6,8).
Predicaba la conversión y por eso mostraba
en sí mismo cómo debían vivir los peni
en el Apocalipsis de san Juan, aparece entre tentes. La tierra era su lecho; las cuevas, su
sieteno
oro, candelabros,
sobre sus lomos, sinounenceñidor
vistiendo el pecho.
de casa; pelos de camello, su vestido; una
piel, su ceñidor; agua, su bebida; langosta,
La ley ciñe las obras; pero Cristo, es decir, su alimento.
el
su pensarlo”.
comiendan
po,
leyEvangelio,
era
sinoreodede
no
lacrimen;
ysolo
mente. El pasiones
la virtud
en las
ahora
que
delnomonje,
pecaba
estádel
bien
se ni
cuer-
enre-
la No solo desprecia los halagos del
mundo, sino que así llora las culpas de to
do la humanidad, dejando ejemplo a los
venideros. Todo cuanto había en Juan pre
dica la conversión: su nombre, que es
bres
el Seen
abstinencia
langostas
labra
verso:
langosta
nos
aquella
y informa
miel en Advierte
en significa
elregión.
silvestre”,
comer. tercer
varias
“Su
alimento
alimento
lugar,
cosas,
quede
según
la
deeran
po-
pa-
su “gracia de Dios”; el lugar, el desierto; el
vestido, de cilicio; el alimento, saltamon
tes; la conversación, sobre la conversión; y
las obras, bautizando, para acostumbrar al
bien.

8. Figura al predicador evangélico


Di que las langostas son raíces, hierbas, y aves.
lan
desierto
Se
en trata
forma
de Judea;
dedepequeños
saltos,
fritosy animales,
con
que aceite,
se hallan
que
sonen
vue-
ali-
el En Juan se nos describe al predicador
del Evangelio. En primer lugar. Debe
anunciar como Juan la conversión, es decir,
lo que hace apartarse de la maldad, y acer
que
comiera
mento
Juan
cido.
claserehusó
de
Bautista
Parece
denada
langostas,
gente
hasta
probable
frito,
comiera
pobre.
comer
pues
de hierbas
que
No
estas
pan;
no se
aceptó
parece
ni
langostas,
trate
que
parece
nada
que
allí
de otra
que
lla
san
co-
ya carse al reino del cielo. En segundo lugar,
que tenga continencia, según dice el Señor
a Jeremías, al enviarlo a predicar: “ciñe tus
lomos”. En tercer lugar, que siga el ejemplo
de Juan en su género de vida, en el vestido
y comida.
man
Juan.
troncos
trata de
con
Lade
hojas
miel
eselosnombre,
de
silvestre
árboles.
árboles,
yseSegún
blancas
esas
encuentra
comería
Rábano,
y tiernas,
en san
los
se El que trata de convertir a otros, y les
predica la conversión, debe cumplirla él
mismo, vistiendo ropa áspera, y comiendo
parcamente; que alaben en él la parquedad
que deshaciéndolas
sabor como de miel;con
se da
las también
manos tienen
allí una
un de las cosas, cuyo mal uso reprende en los
ricos.
miel
muy dulce,
de caña,
llamadas
de cañas
porllenas
eso cañamiel.
de un jugo En el predicador del Evangelio se re
quiere la austeridad de vida, según lo que
pobre, un alimento
SanyJuan, contentode
con
tanunpoca
vestido
sustan-
tan dice el apóstol: “Castigo y esclavizo mi
cuerpo, no sea que, después de evangelizar a
166 PRIMERA PARTE

otros, yo mismo quede eliminado”87 (1Cor señaba y bautizaba, para anunciar a Cristo
69,27). que estaba para llegar, y para preparar a los
Dice san Jerónimo: “Que el alimento y hombres y acomodarlos a recibir mejor el
bebida de los que predican muestre una vi bautismo de Cristo.
da totalmente austera”. El bautismo de Juan era como una de
Y san Juan Crisóstomo: “Así debería ser claración de creer en Cristo, y hacer obras
el precursor del Señor y apóstol de Cristo: de conversión, para recibirle con más devo
entregado del todo a Dios y despreciador de ción. Es lo que se dice en los Hechos: “Juan
las cosas del mundo. No sin razón el Señor bautizó con bautismo de arrepentimiento,
le llama también Ángel, porque, puesto en diciendo al pueblo, que creyeran en el que
este mundo, pisoteaba el mundo con una tenía que venir después de él, en Jesús”
vida angélica. Él, tan puro, más claro que el (Hch 19,4); por eso se dice aquí “confesan
cielo, más excelso que los profetas, y el ma- do su pecados”, que iban a ser borrados por
yor de los hombres, que gozaba de tanta fa- Cristo. Juan no lo podía hacer, pero declara
miliaridad con Dios, se endurecía a sí mis- ba que esto lo iba a hacer enseguida Cristo.
mo sin embargo, para soportar todos los
trabajos, despreciaba todos los placeres y ri 10. Juan con los fariseos y saduceos
quezas, y se ataba a una vida de todo rigor.
“Al ver que muchos de los fariseos y sa
Pues ¿qué excusa tendremos nosotros, si
duceos iban a su bautismo”, no para confe
después de tantos bienes recibidos de Cris
sar sus pecados, sino por temor del pueblo,
to, y después de tal carga de pecados, no
fingidamente, y para tramar algo contra él,
imitamos ni en una mínima parte su morti
les dijo: “¡Engendro de víboras!, ¿quién os
ficación, sino que nos entregamos a todo lo
enseñó a escapar de la ira inminente?” (Mt
cómodo, preparándonos a ser presa fácil del
3,7), a burlar la severidad del juicio futuro.
diablo?”.
Quiere decir: Nadie. Si no os apartáis de
vuestra maldad, y os convertís. Porque aun
9. El pueblo se reúne junto a Juan
que se oculte a la vista del pueblo vuestra
Oyendo la fama de Juan, “todo Jerusa- falsedad, no podrá esconderse del juicio de
lén, y toda la región de Judea”, alrededor, Dios, cuando se manifieste todo lo que es
“y toda la zona del Jordán, salían a él” (Mt condéis en vuestro corazón.
3,4). Todos, se dice en forma hiperbólica, Así los acusaba para que volvieran en sí,
usando expresivamente el término general, de sus maldades, y escaparan del castigo del
por lo que él contiene; quiere decir, muchos juicio futuro, por una justa conversión. Se
de todas esas regiones. gún san Gregorio, la ira que llega, es la
“Y confesando sus pecados, se hacían venganza última de Dios: de ella no podrá
bautizar por él en el Jordán”, preparándose huir entonces el pecador, si ahora no recurre
así a recibir el bautismo de Cristo. A esto se al llanto de la conversión.
ordenaba el bautismo de Juan, como prepa Fariseo viene de Phares, que quiere de
ración y prefiguración del bautismo de cir “división”; como si estuvieran divididos
Cristo, que iba a venir enseguida. Juan en- o quisieran dividirse del resto. Eran los sa

87 “La esclavitud a que Pablo quiere reducir su cuerpo es una servidumbre de amor; si hay alguna exagera
ción en esta palabra, es imputable solo al exceso de la caridad” (S. Pinckaers); citado en NT.MI, 687.
17. VIDA Y ACTIVIDAD DE JUAN BAUTISTA 167

cerdotes de los judíos, diferentes de los de- Dice el Apocalipsis: “cuanto gastó en es
más en el vestido, en la comida, y en los plendor y lujo, dadle otro tanto de tormen
ademanes, en señal de mayor religiosidad. to y duelo” (Ap 18,7).
Saduceo viene de Sadoc, “justo”, “que se “Pero ¿qué hacer, dice Pedro Cantor Pari
hace justo”; admiten los cinco libros de siense, con el que está enredado en muchos
Moisés, pero rechazan a los profetas, y no crímenes, y arrepintiéndose de algún modo,
creen en la resurrección, ni en los ángeles. confiesa, pero no quiere someterse al trabajo
Pues a estos que parecían los más impor- que merece su culpa? ¿Convendrá imponerle
tantes de los judíos, viéndolos Juan venir a su una penitencia moderada, para que no recha
bautismo, los reprendía a gritos. Denunciaba ce el amor de Dios, al rechazar por tedio una
con firmeza sus pecados, y los llamaba hijos y penitencia más grave? Mejor es que supla en
raza de víboras. Les venía de sus antepasados el purgatorio lo que falte aquí, que el que sea
el veneno de la hipocresía y del error; envi- castigado siempre en el infierno. Porque o
diando a los malos, los seguían; hijos envene castiga Dios, o castiga el hombre.88 Pero, ¿y
nados de padres envenenados. Es costumbre si el confesor no me impone una penitencia
de la Escritura, según san Remigio, poner un acomodada a mi culpa? Yo la supliré, mi
nombre por el parecido de las obras; así a es diendo el castigo según la cantidad y calidad
tos se les llama engendros de víboras. de la culpa; puede hacerlo la discreción, tan
Tenían gran necesidad de conversión y necesaria al penitente como al confesor”.
por eso los reprende. Como no dejan prime
ro sus venenos para venir sin ellos al bautis 11. Los verdaderos hijos de Abrahán
mo, añade: “Producid fruto que corresponda Los judíos se gloriaban de la santidad de
al arrepentimiento”, haced una penitencia su raza; descendían de Abrahán. Por la pro
fructuosa de contrición, confesión y satisfac mesa hecha a Abrahán, presumían alcanzar
ción; para que escapéis de la ira que va a ve- la salvación sin las obras. Por esto, añade
nir; pues éste es el único camino. san Juan: “No empecéis a decir en vuestro
Dice san Juan Crisóstomo: “No basta interior: “¡Por padre tenemos a Abrahán!”
perdonar los pecados a los penitentes. Es (Lc 3, 8), confiando en su santidad, creyen
preciso que den frutos de conversión, según do falsamente que con esto ya sois santos, y
aquello. “Apártate del mal y haz el bien” que os vais a salvar. Sin frutos de arrepenti
(Sal 37,27). Para sanar, no basta arrancar la miento, ninguno de los santos podrá salvar
saeta; es preciso aplicar la medicina a la lla- a los pecadores.
ga. No dice fruto, sino frutos, para señalar Lo mismo les pasa a los cristianos, que
la abundancia”. No dice frutos cualesquie- tienen devoción especial para con algún
ra, sino frutos de conversión, según lo exi santo, y creen que se salvarán por los méri
gen las culpas. Cuanto más gravemente pe- tos de él, sin buenas obras. También a los
có uno, tanta más penitencia debe hacer, religiosos, que se glorían en vano de la san
dice san Gregorio. Tanta mayor ganancia de tidad de sus padres fundadores, se les puede
buenas obras debe buscar, convertido, cuan- decir: Si sois hijos de Abrahán, haced las
to mayor daño se hizo a sí mismo, pecando. obras de Abrahán

88
Pero en la Pasión del Señor, al ladrón arrepentido se le dice: “Hoy estarás conmigo en el paraíso”. Jesús
perdona del todo.
168 PRIMERA PARTE

Así es también la gloria necia de quie- El que siga la fe de Abrahán, será su hi


nes se glorían de su ilustre familia. jo. Dios puede suscitar hijos a Abrahán de
Dice san Juan Crisóstomo: “Al que anda las piedras, convirtiendo a hombres duros y
manchado de malas costumbres ¿de qué le pecadores, en hombres de fe y devoción89,
sirve tener padres ilustres? Y al que le ador cosa que ¡ojalá se digne hacerlo en mí!
nan buenas costumbres ¿qué daño le hace te
ner padres humildes? El oro nace de la tierra, 12. Juan y las piedras: sentido místico
y no es tierra: el oro se recoge, y la tierra se
Dicen algunos que Juan señaló con el
desprecia. Es mejor hacerse ilustre siendo de
bajo origen, que hacerse despreciable, siendo dedo las doce piedras que Josué mandó
de origen alto. Mejor es que se gloríen los transportar, a las doce tribus de Israel, des
padres de tener tal hijo, que no que él se glo de el fondo del Jordán a tierra; luego, hizo
ríe de sus padres. Vosotros no queráis gloria colocar en el mismo lecho del río otras tan
ros diciendo que “tenéis por padre a Abra tas piedras llevadas de fuera. Con las prime
hán”; sino avergonzaos de ser sus hijos, y no ras figuraba la aridez y ceguera de los judíos.
ser herederos de su santidad. Hijo ilegítimo Con la segunda, la fe de los gentiles, por el
parece quien no se asemeja a su padre. Los bautismo. Con las primeras, la emersión de
que no responden a la santidad de su origen, los aún no creyentes a la luz de la fe. Con las
pierden la dignidad de su origen”. segundas, el sumergirse de los judíos en la
No hay, pues, que fiarse de la descen infidelidad.
tual.
en la Ho
Abrahán,
denciafe;carnal,
que
hay
sonno
que
hijos
todos
gloriarse
sino suyos,
deloslaque
sino
endescienden
lalos
carne,
imitación que imi-
sino
de
espiri Se señala a los aún no creyentes justa
mente por las piedras, ya que daban culto a
ídolos hechos de piedras, según dice el sal
mo: “Sean semejantes a ellos los que los ha
tan su fe. La santidad no viene por la propa cen” (Sal 114,8; 135,18). También porque
gación natural, sino por la gracia del poder tenían el corazón de piedra, con el entendi
de Dios. miento vuelto a las cosas insensibles. Pero
Los judíos eran descendientes de Abra- de ellos fueron suscitados hijos de Abrahán.
hán según la carne, pero no según la imita- Creyendo en la descendencia de Abrahán,
ción de la fe. Rechazaron la fe de Cristo, en Cristo, fueron hechos hijos de aquél a
que tenía Abrahán, y así perdieron el nom cuya descendencia se unieron. Por eso dice
bre de hijos de Abrahán. En cambio, los pa- san Pablo de los mismos gentiles: “Si voso
ganos, que recibieron sin reservas la ley de tros sois de Cristo, sois, por tanto, descen
Cristo, y la enseñanza de los apóstoles, se dencia de Abrahán, herederos según la pro
convirtieron en hijos de Abrahán. Esto es lo mesa” (Ga 3,29).
que añade san Juan: “pues os digo que Dios A Abrahán, pues, le nacieron hijos de
tiene poder para suscitar de estas piedras hi- las piedras, cuando perdieron los judíos el
jos a Abrahán” (Lc 3,8), significando a los ser hijos de Abrahán, por su infidelidad,
gentiles, hijos por la fe y la imitación, imi pero los gentiles, recibiendo la fe de Cristo,
tadores de la fe de Abrahán. ocuparon su puesto.

89 Los “cristianos anónimos” de la cultura moderna, del tercer mileno, se hallan mezclados con los “infieles

anónimos”; la doctrina sigue válida; nadie es cristiano en nombre de nadie; nadie presuma ante Dios de saber que
sabe; si no se deja enseñar por el Espíritu.
17. VIDA Y ACTIVIDAD DE JUAN BAUTISTA 169

El predicador de la verdad quería inci- hacia donde más le inclinan sus aficiones y
tar a los judíos a hacer frutos dignos de deseos.
arrepentimiento y conversión; por eso, se- Dice san Bernardo: “Si cae al mediodía,
gún Rábano, los provocaba a humildad, sin o si cae al norte, allí se quedará. El calor y
la cual nadie puede arrepentirse de verdad. ligereza del viento del mediodía suelen te
ner en la Escritura buena significación; en
13. El hacha a la raíz del árbol cambio, “el viento norte trae toda clase de
males”. Se corta un árbol en el monte, y,
El que enseña la verdad, además de re
caiga donde caiga, allí se estará; Dios te juz
prender con firmeza los vicios, debe tam
gará allí donde te encuentre. Allí, repito, se
bién predecir el castigo. Juan, como dando
estará sin cambio ni retorno. Antes de caer,
la razón de por qué hay que convertirse
ves adónde cae; una vez caído, “no sucederá
ahora, prosigue: “Que ya está el hacha pues
que se levante” (Sal 40,9). Si quieres saber
ta a la raíz de los árboles” (Mt 3,10), es de
de qué lado va a caer el árbol, atiende a sus
cir, ya está la severidad de la justicia divina
ramas; donde hay más ramas y más peso, no
dispuesta a cortar de la vida a los pecadores
dudes que por ese lado caerá, si le cortan
obstinados y hacerlos arder en el fuego. El
entonces. Nuestras ramas, son nuestros de
hacha, es decir, la salida de esta vida que
seos: se extienden al mediodía, si son espiri
pasa, está puesta en la raíz y nacimiento de
tuales; al norte, si son carnales. Lo que más
los árboles, porque desde el comienzo de su
pesa, arrastra consigo al cuerpo”.
nacimiento tiende el hombre a su caída. Se
gún san Agustín, vivir no es otra cosa que
14. Falta de buenas obras nos condena
pasar de la vida y tender a la muerte.
Como si fuera un carpintero, la noche se Añade san Juan: “Todo árbol”, todo
lleva un trozo del árbol, y otro se lleva tam- hombre, “que no produzca fruto bueno, se
bién el día. Cuantos días y noches ha vivido corta”, de la comunidad de los fieles, en su
un hombre, tantos menos le quedan por vi- muerte, “y se echa al fuego” (Mt 3,10; Lc
vir. Al final de todo, el árbol tendrá que 3,9), inextinguible (Mt 3,12), para siem
caer. Y cierto, donde quiera que caiga, allí pre, que es la pena por la culpa.
se quedará, como dice el Eclesiastés: “Si cae Según esto, basta la omisión para la
al mediodía” del paraíso, como “si cae al condenación. Ejemplo de esto lo tenemos
norte” del infierno, “donde cae el árbol, allí en el criado perezoso, y por eso en el juicio
se estará” (Ecl 11,3).90 El árbol cae natural- contra los malos solo se recuerdan sus omi
mente al lado adonde más se inclinan sus siones91. No basta, pues, huir del mal, si no
ramas y frutos; así cae también el hombre, se obra el bien. Dios no quiere en su huerto,

90 Eclesiastés, (Qohélet), 11, es una “secuencia sobre el riesgo”, que “permite apreciar la actitud que desea
en su discípulo. No quiere desanimarle, sino quitarle las ilusiones para ahorrarle desengaños. En definitiva hay
que correr algún riesgo”. (BJ, 909). Ha dicho: “Reparte con siete… que no sabes qué mal puede venir sobre la
tierra”; luego seguirá: “el que vigila el viento, no siembra”. Sin alusión a premio, ni castigo.
91 En el juicio final, Mt 25,31-46: “Entonces dirá el Rey a los de su derecha: Venid, benditos de mi Padre…

Porque tuve hambre y me disteis de comer… Dirá a los de su izquierda: Aparatos de mí, malditos… Porque tu
ve hambre y no me disteis… E irán estos a un castigo eterno, y los justos a una vida eterna”. “Cristo hace que pa
sen los elegidos al Reino de su Padre”. “Los hombres son juzgados según sus obras de misericordia… En 10,32s,
se añade la confesión de fe” (BJ, 1426).
170 PRIMERA PARTE

en su viña, en su campo, lo que no da fruto; que no tiene, y el que tenga alimentos, ha


todo
habrá
dres
de la
losreciben
ciencia
lotampoco
árboles
quiere
del
orden
del
fructífero.
árbol
bien
paraíso,
desin En
ycomer
del
fruto;elnuestros
menos
mal.
de paraíso
cualquiera
del árbol
pa-
no ga lo mismo” (Lc 3,11); y así lo demás, se
gún la necesidad conveniente al estado de
cada uno.
Dice san Basilio: “Se nos enseña aquí que
cuanto tengamos más de lo necesario, debe
enviado
malo?
Ahoraal bien,
fuego si¿qué
el que
seráno
deldaque
fruto,
da fruto
será mos darlo al que no tiene, por amor de Dios,
que nos dio liberalmente cuanto poseemos”.
San Gregorio dice también: “Está escri
nidad.
riles,
vuelto.
están OHay
Elcomo el los
verdes,
árbol hombre,
del
árboles
como
gentiles
quelos es como
hablamos
del
que
cristianos.
e todo unyhuma-
es la
incrédulos.
secos
Entre es
Otros
árbol
esté- to en la ley: “Amarás a tu prójimo como a ti
mismo” (Lv 19,18; b 5,43); pues bien, el
que en la necesidad de su prójimo no repar
te con él lo que le sobra, muestra que le
ama menos que a sí mismo”.
tos
danunos
tas. Y
fruto,
otros dan
quepero
sin fruto,
inútil,
fruto por
malo,
como
perezosos;
como
los hipócri-
losotros
he Tener dos túnicas quiere decir tener
más de lo necesario. El que no tiene, puede
ser que esté en extrema necesidad; o no tan
rejes, que
frutos con sus doctrinas
mortíferos. danson
Todos estos a luz los
aptos to, sino en una necesidad de la que puede
salir de otra forma sin peligro. El que tiene
para el fuego y dignos de condenación. de sobra, más de lo que él y los suyos nece
Otros, en cambio, dan buen fruto, como sitan, pues está más atado a ellos por la ca
los buenos
bra de Dios.
católicos, que obedecen la Pala- ridad, si de verdad le sobra y puede pasar
sin ello, por obligación debe darle al que no
Las raíces del árbol son los pensamien tiene y se halla en extrema necesidad. Si no
tos; por ellos se lanzan al cielo o se hunden se lo da, le quita lo suyo con la vida. Por
en el infierno.
luntad, buena oLas raíces
mala; deson
estatambién la vo
raíz proceden que, puesto éste en tal necesidad, lo que le
sobra al otro, se le debe a él, para atender a
las palabras y obras, buenas o malas, que su necesidad.
son su testimonio. Si, el que no tiene, no está en extrema
Por tanto, como dice san Ambrosio. “El necesidad, entonces el dar no cae bajo pre
que pueda, dé fruto de gracia; el que deba, cepto, sino bajo consejo. Entonces se prue
de arrepentimiento. Porque viene ya el Se ba al hombre; en lo pequeño aparece qué
ñor a buscar el fruto, a vivificar a los fecun haría en lo grande.
dos, y a reprender a los estériles”. “El que en tiempo de paz, dice san Gre
gorio, no da una túnica, ¿cómo daría su vi
15. ¿Qué tenemos que hacer?
El que tenga dos túnicas, comparta con el da en tiempo de persecución? Para que la
nación
nas,
tra
tenemos
fierno?
vida,
Al
aterrados
oír
Estamos
por
que
parecen
“las
malas
hacer”,
“preguntaban”
turbas”
preparados
decir.
obras
para
la “Les
yamenaza
omisión
no
a respondía
corregir
acaer
Juan:
de
en
de
conde-
“¿Qué
el
nues-
bue-
así:
in- virtud de la caridad no sea vencida en la
persecución, hay que hacerla robusta en
tiempo de paz, haciendo el bien a los de
más. Así aprenderá a entregar a Dios, pri
mero sus cosas, y luego a sí mismo”.
Dice san Agustín: “La caridad nace pa
ra crecer hasta la perfección. Una vez naci
17. VIDA Y ACTIVIDAD DE JUAN BAUTISTA 171

la
da,
hace
¿qué
morir
marcha
seperfecta.
sucede?
la
una
cuida, “Para
luego mí
ganancia”...
y estar
Cuando
con
sellega a laes
“Deseo
Cristo”
robustece,
vivir emprender
(Flp
perfección
Cristo
luego
1,21,
sey que no tiene; el que tiene alimentos, haga lo
mismo”.
Mucho deben valer, dice san Gregorio,
las obras de misericordia, cuando eso es lo
que se manda para hacer frutos dignos de
23).
do
bredeque
Esta
lo que
está en alguna
caridad,
sobra al que estrechez.
hermanos,
lo necesita,
empieza
Luego,
aldan-
po- arrepentimiento.
Se nos habla de túnica y alimento, y no
sin razón. La túnica es un vestido interior
Dios,
ta
hay
mos
nuestros
llegar
que
preparados
y laahermanos”. dar
alimentarla
esperanza
aquellaaperfección,
de con
lanuestra
vida
la en
futura,
palabra
que de
vidaeste-
has-
por con que nos cubrimos por necesidad; más
necesario aún es el alimento. Para hacer fru
tos dignos de conversión, pues, no solo he
mos de dividir con los demás lo externo y
menos necesario, sino aquello de que tene
Los ricos no deben sentir pesar en ayu mos más necesidad, como el alimento de que
ra
darque lospobres.
a los ricos, compadeciéndose, alcancen
Dios hizo a los pobres pa vivimos y el vestido con que nos cubrimos.
Naturalmente, si al que tiene dos túni
a su vez piedad. Lo dice san Juan Crisósto cas, se le manda que dé una al que no tiene,
mo: “No creas que Dios hizo a los ricos pa mucho más tendrá que dejar un empleo, si
ra
sinutilidad
necesidad
de de
loslos
pobres.
ricos.Podía
Hizo sustentarlos
a los pobres tiene dos, para el que no tiene; sobre todo, si
no puede servir a los dos. Y si al que tiene
para bien de los ricos, porque sin los pobres, alimento de sobra, se le manda dar al que no
serían árboles sin fruto, estériles”. tiene, el que dispone de dos servicios de me
Juan, pues, no impone ahora a la turba sa, tendrá que dar uno al que lo necesita.
sencilla cosas difíciles, vigilias y ayunos, si En el orden moral, podemos entender
no las obras de misericordia, como fruto por túnica las virtudes del alma, que son
bueno de arrepentimiento. De ellas tratará como sus vestidos: el que las tiene, debe
el Señor en el juicio, y sobre ellas dice en aplicarlas al bien de los otros. Por alimento,
otra parte: “Haced el bien a los demás, y to podemos entender la sagrada Escritura, que
do será limpio para vosotros” (Lc 11,41). es el alimento espiritual; el que lo tiene, de
Dice san Beda: “En la enseñanza, lo me be alimentar con él a los demás.
jor es seguir este orden: después de anunciar
el arrepentimiento y conversión, sugerir el 16. Los publicanos se acercan a Juan
hacer buenas obras, obras de misericordia. “Llegaron también unos publicanos”, a
Aquél
mo
tarda
aparta
ción
persuadía
necesitado.
esen
pide
su
execrable.
cuanto
oído
a las
bienturbas
para
puede,
En
piedad
Sannocambio,
Juan
deoír
apiadarse
a Dios,
Bautista,
al pobre,
cuando
que
delcuando
su
no
próji-
ora-
uno
re- Juan, “para bautizarse” (Lc 3,12). Se llama
ba así a los que intervenían en los negocios
públicos; los recaudadores de rentas públi
cas, contribuciones, aduanas, y tributos; los
administradores de todo esto y del erario y
cer
enviados
frutosjustamente
dignos de penitencia
al fuego,
que tenían
añadió
paraque
no
ense-
ha-
ser hacienda pública; mas los negociantes que
buscaban ganancias de este mundo, nego
ciando con mercancías, arriendos y cosas se
guida,
vación:aEl
losque
quetenga
buscaban
dos túnicas,
un consejo
dé de
unasal-
al mejantes. Después de los pecadores meno
res, venían también los mayores.
172 PRIMERA PARTE

“Y le dijeron: Maestro, ¿qué hemos de rio, a robar con engaños a los mismos a
hacer”, para obtener la vida eterna? “Les quienes, como soldados, debían servir.
dijo: No exijáis nada sobre la tasa que se os Dice Pedro Blesense: “Hoy la discipli
ha ordenado”. Dijo esto, porque los encar na militar se ha desvanecido del todo. En
gados de recoger estas cosas, se inclinaban otro tiempo, los soldados se obligaban con
a recoger más de lo que se les mandaba, pa juramento común a mantenerse firmes en
ra quedarse luego con lo que hubiera de la defensa de la patria, a no huir del campo
más. No les habla por ahora de dar liberal de batalla, a estimar en más la utilidad co
mente, sino de que se guarden de robar lo mún, que la propia vida. Todavía hoy reci
ajeno. Primero hay que apartarse del mal, y ben sus espadas del altar, en testimonio de
luego hacer el bien; primero hay que resti ser hijos de la Iglesia, y de recibir la espa
tuir lo ajeno, luego dar de lo que a uno le da para honor del sacerdocio, para defensa
sobra. de los pobres, para venganza de los malhe
Dice san Beda: “Aparta con fuerza a los chores, para liberar a la nación. Pero he
publicanos de robar, para que, moderándo mos venido a todo lo contrario. Desde el
se primero en los deseos de lo ajeno, lle momento en que se ciñen el cinturón mili
guen más tarde a comunicar lo propio a los tar, se alzan contra los ungidos del Señor,
demás”. se enfurecen contra el patrimonio del Cru
Por publicanos se pueden entender los cificado, despojan y roban a los pobres que
oficiales y encargados de los señores, que no están bajo su poder, afligen sin piedad a
deben exigir al pueblo sino lo que esté esta los miserables, para saciar en los dolores
blecido según un orden justo. ajenos sus malas inclinaciones y su volun
tad sin freno”.
17. Llegan también los soldados En otros tiempos, los que gobernaban
“Le preguntaban también unos solda los países, desde el soldado hasta el rey, se
dos: ¿Qué tenemos que hacer nosotros entregaban a la utilidad de la nación, más
también?”, para salvarnos. “Y les dijo: No que a la suya propia, y defendían a los po
hagáis extorsión a nadie, ni denunciéis fal bres, que no podían valerse. Hoy vemos con
samente; y contentaos con vuestra paga” gran dolor, que se preocupan poco de la na
(Lc 3,14). Es decir, no hagáis sufrir a na ción y de los pobres, entran en las tierras y
die, con el pretexto de que es vuestro ofi cosas ajenas, y echando a sus dueños, las
cio; ni oprimiendo a los pobres que no se ocupan para enriquecer y aumentar su casa.
pueden defender, ni afligiéndolos corpo Permiten que los pobres sean afligidos del
ralmente, ni aterrándolos sin motivo. No modo más lamentable, y lo que es más,
calumniéis con un crimen falso a los ricos ellos mismos los afligen sin misericordia.
y poderosos, llevándolos a juicio, y arran Es de temer que, en el mundo futuro, sean
cándolos así el dinero y los bienes que no por esto considerados como extraños en la
podéis robar por otro camino. Y conten tierra de los vivientes, excluidos del reino
taos con la paga que tenéis por defender a del cielo, que es de los pobres.
la nación, sin exigir aparte, de nadie, por Dice san Agustín: “Los rectores y cléri
opresión o cargándoles un crimen falso, gos, que buscan más de lo que les está orde
prestaciones, regalos, o servicios. Les decía nado, son condenados por Juan, como per
esto, porque solían inclinarse a lo contra seguidores. Somos soldados de Cristo”.
17. VIDA Y ACTIVIDAD DE JUAN BAUTISTA 173

Por los saldados se puede entender tam- dos, quería atraerlos a una perfección ma
bién a los predicadores. El apóstol los quie- yor; pero como no estaban preparados, les
re armados: “Recibid la armadura de Dios y manifestaba cosas menores. Si les decía las
la espada del Espíritu que es la palabra de mayores, no atenderían a nada, y se verían
Dios”. A estos se les dice: No hagáis sufrir a privados de todo”.
nadie, predicando con demasiada aspereza, Lo que había dicho ya a las turbas, per
induciéndolos a la desesperación. No ca- tenecía también a los publicanos y a los sol
lumniéis, quitándoles la enseñanza como dados. Dice san Ambrosio: “San Juan Bau
indignos. Estad contentos con vuestra paga. tista dio una respuesta conveniente a toda
Y ayudad a los que mendigan. clase de hombres: a los publicanos, que no
exigieran más de lo prescrito; a los solda
18. Exhortación a seguir su doctrina dos, que no calumniaran, ni robaran. Estos
merciantes,
¡Qué dichosos
publicanos
serían
y soldados,
todos, turbas,
si obser
co- y otros preceptos se referían a oficios deter
minados. Pero hacer el bien pertenece a to
varan la doctrina de san Juan! Pero ¿quién do el mundo, todos lo necesitan, y por eso a
hay que, si tiene dos trajes, o aun muchos, todos se manda. Es necesario ser buenos con
dé uno al que no lo tiene? ¿Quién hay que todos los oficios y todas las edades; todos
ta en su
lleve lo negocio
ajeno que
sinsefraude,
le confía,
y quehasta
no se me debemos mostrar piedad. No se excluye al
apro recaudador ni al soldado, ni al campesino,
piárselo? ¿Quién no calumnia a los peque ni al de la ciudad, ni al rico, ni al pobre: a
ños, ni hace sufrir a los criados? ¿Qué todos se les dice que dén al que no tiene.
empleado hay que no reciba más de lo que “Hacer el bien es la plenitud de las vir
le corresponde, y se contente con su paga? tudes. Todos proponen como la forma per
Pocos hay así. Y eso que san Juan dejaba fecta de la virtud, el no perdonar a los pro
fluir su palabra según la disposición de sus pios vestidos y alimentos. Este amor, de
oyentes, para que se cumpliera lo que es obras, se debe moderar en todo caso según
menos, antes de pasar a cosas mayores. la condición humana, de forma que no se
San Juan Crisóstomo dice: “Cuando quite cada uno todo a sí mismo, sino que
Juan hablaba a los publicanos y a los solda- reparta lo que tiene con los pobres”.

Oración

Glorioso san Juan, precursor de Cristo, de vida angélica, que predicaste la conversión a
los pecadores y la mostraste en ti mismo con la austeridad en la comida y el vestido, lejos
de todos los halagos del mundo.
Te ruego intercedas por mí, con tus santas súplicas. Pide al Señor que me dé la absti
nencia conveniente en la comida y bebida; en pensamientos, palabras y obras.
Que el señor me guarde de toda mancha de cuerpo y mente.
Que me conceda, mientras estoy en esta vida temporal, apartarme de los vicios, servir
le como buen soldado, y hacer frutos dignos de conversión, para que reciba el perdón de
mis pecados y llegue a la vida eterna. Amén.
174 PRIMERA PARTE

18. CONTINUACIÓN92 DEL PRÓLOGO DE JUAN


Juan, 1, 6-18

1. Misión divina del Bautista falsedad ni dependencia alguna; “la luz que
ilumina” con su gracia “al venir al mundo,
Juan no se puso por su propia cuenta a
a todo hombre”, que en este mundo de ti
bautizar, sino que fue enviado a testificar la
nieblas, desea ser iluminado. Según san
majestad de Cristo, según afirma el evange
Agustín, todos los que son iluminados, lo
lista san Juan: “Hubo un hombre enviado
son por esta luz.
por Dios, cuyo nombre era Juan” (Jn 1,6).
Esta luz verdadera, según san Juan Cri
Había dicho san Lucas: “Llegó la palabra
sóstomo, ilumina a todo hombre, en cuanto
de Dios sobre Juan. El hijo de Zacarías, en de ella depende. Si hay algunos que no son
el desierto” (Lc 3,2). Ahora lo declara san iluminados, es porque se sustraen a su in
Juan: Hubo un hombre que vivía según la flujo. Quienes cierran los ojos de su mente
recta razón, enviado por Dios desde el de y no quieren recibir los rayos de esta luz,
sierto a bautizar y dar testimonio de Cristo. tienen tinieblas, no por la naturaleza de la
Su nombre era Juan. El nombre respon luz, sino por su propia maldad; ponen ellos
de a la realidad: en él está la gracia; muy obstáculo a esta iluminación; se apartan de
adecuado para preceder al autor de la gracia. la luz; se privan voluntariamente del don de
“Éste llegó para dar testimonio, para la gracia. El hombre que no se prepara a re
que testificara a favor de la luz”, de Cristo, cibir la luz y la gracia, es inexcusable.
“a fin de que todos llegaran a creer por me
dio de él”. 3. La Luz es nombre de la Palabra

2. Él mismo, no era la luz La luz, es decir, la Palabra y Sabiduría


demundo
el Dios, por
estaba”,
la quedesde
hizo todas
su mismo
las cosas,
comien
“en
Los judíos pensaron que Juan podía ser el
Cristo; pero el evangelista rechaza esta opi zo. Como causa estaba en el efecto: como
nión. “Él no era la luz”, la esencial, que luce arte omnipotente de Dios, por el que fueron
por sí misma y que basta a iluminar a los hecha todas las cosas, brillaba en todas las
otros. Era luz por participación; estaba ilu criaturas, creándolas y gobernándolas.
minado por la luz verdadera, “que habita una Dios está presente en todas partes por su
luz inaccesible” (1Tm 6,16); recibía la luz, poder; como el rey lo está en todo su reino.
“para testificar a favor de la luz” verdadera, Por presencia, ya que “todas las cosas están
del Sol de santidad, de la Palabra, sustancia desnudas y abiertas a sus ojos” (Hb 4,13);
del Padre y luz en que no hay tiniebla. como el rey está presente en su salón, pues
Hay una luz que ilumina por su propia todo lo que hay allí esta patente a su mirada.
esencia: Dios. Otra ilumina por participa Por esencia, porque no solo da el ser a las co
ción; los santos, que iluminan por la pala sas, sino que existiendo en ellas las conserva,
bra y el ejemplo. por sí mismo, por su esencia, que existe pre
Juan testificaba a favor de “la luz verda sencialmente en todo; como el rey está en el
dera”, eterna y sin sombra, que no admite lugar circunscrito y acomodado a su cuerpo.

92 “Continuación del prólogo de san Juan”; dedicó ya el capítulo I a él, a la “generación eterna de la Palabra”.
18. CONTINUACIÓN DEL PRÓLOGO DE JUAN 175

su
partir
ció”.
viniera
ra que
bondad,
“El
Por
su
así
por
mundo
gracia;
eso
lemedio
para
pudieran
fue
existió
que
“y
necesario
deel
hubiera
lapor al
conocer.
mundo
carne
medio
que el
a quienes
no
mundo,
El
dele
Creador
mundo,
él”,
cono-
im-
por
pa- mejanza, en gran parte no creyeron en él.
Los suyos también, los judíos en concreto,
no le recibieron por la fe y la caridad. Así
también hoy los clérigos, que respecto a los
demás cristianos son más propiamente su
yos, como herencia que son de Dios, en
los
do,
nes
de
so no
impiden
bio,
universalmente
esto
antes
Dios
hombres
mundanas
los
noleamigos
bastó
estaba
de
conocer
conocieron,
sumundanos
presencia
para
que
en
deen
las
el
Dios
llevan
que
las
mundo,
cosas
porque
le
corporal.
cosas
pudieran
que
conocieron
en
divinas.
aman
pues
elcreadas;
lascorazón,
La
impresio-
conocerle
Dios
En
alPalabra
inclu-
mun-
cam-
pero
está
les gran parte no le reciben, sino que por sus
costumbres depravadas le rechazan más que
los seglares.
En sentido moral, Dios llegó a su pro
pia casa, porque viene a la mente de los
hombres que se entregan a Dios, negándo
se a sí mismos de forma que ya no viven pa
ra sí, sino para Dios.

los rudos y los mundanos. 5. Poder llegar a ser hijos de Dios


Los suyos, que no le recibieron, puede
4. Llegó a su propia heredad
entenderse también como los que son muy
Por esto tomó el vestido de la carne, “suyos”, “los que buscan sus cosas y no las
aes
ció en
tidos.
carne,
para elpor
divinidad.
existir
propiedad
que lamedio
“llegó
Por
todos
mundo que
ayEncarnación,
su
pudieran
creación
heredad”,
dehabía elasumiendo
susuya.
verlo
palabra”;
hecho
mundo,
“Todo
con los
por su
la
apare-
llegó
sen-
que de Dios” (Flp 2,21); tal clase de gente ni re
cibe a Dios, ni se les pasa por la cabeza.
El que quiere que Dios venga a él, es
preciso que sea hijo de Dios. La Palabra de
Dios, el Hijo, viene solo a los suyos, a los
que son hijos de Dios, y creen en el Hijo.
Algunos entre los suyos, pocos relativa
cía tierra
Vino concretamente
de Dios. Vino aa los
Judea, que se de- mente, le recibieron por la fe, animada por
bre.
blocuanto
que
2,16),
Padre
en elegido
“tomó
Venir
ycuando,
vino
yDios;
descendencia
como
marchar
al mundo.
asumiendo
llegó éldeen
especialmente
esaEstaba
propiocarne,
Abrahán”
suyos,
cuanto
en
delsuyo;
elsalió
hombre;
mundo
alhom-
pue-
por-
(Hb
del la caridad. Creyeron y confesaron al Hijo de
Dios. Enviado por el Padre, verdadero Dios
y hombre; y se unieron con él por la cari
dad. ¿De qué les sirvió recibirle? Les sirvió
de mucho. Hablando en general, sin distin
ción de clases, de condición, sexo, edad, ni
de personas, “a cuantos lo aceptaron, a los
permanecer, de Dios. que creen en su nombre, les hizo capaces de
blemente,
El sentido,
y vino
porno
tanto,
por es:
sí, apareció
sino porvisi-
no llegar a ser hijos de Dios”; por adopción,
naciendo de nuevo por el bautismo a la gra
lista;
sublimidad
humildad
sotros. porque
Estodelo
delada
la
el
humanidad.
adivinidad,
entender
mundo no bien
apareció
conocía
el evange-
en la cia de adopción. Les da este poder si creen
en su nombre, en la realidad de Cristo, Dios
que unge, y hombre ungido. Su nombre es
hombres,
“Pero que
los había
suyos hecho
no le arecibieron”.
su imagen yLos
se- también Emmanuel, “Dios con nosotros”.
Cree en su nombre el que cree que es Dios y
hombre; ése es hijo de Dios. Por eso dice
176 PRIMERA PARTE

Juan: “Todo el que cree que Jesús es el Cris 6. Esta filiación es toda espiritual
to, ha nacido de Dios” (1Jn 5,1).
Para que nadie piense que este naci
Hay que advertir que no dice: Los hizo
miento es carnal, el evangelista añade el mo
hijos de Dios; sino que dice: les dio poder do como conseguimos esta filiación con es
de llegar a ser hijos de Dios. Lo hizo así de tas palabras: “Los que no han nacido de las
intento, según san Juan Crisóstomo: Para sangres”,93 de la materia seminal, del padre y
mostrar que es preciso mucho empeño para de la madre; en plural, según los (Padres)
guardar siempre sin mancha la imagen de griegos, para señalar la unión de hombre y
Dios impresa en el bautismo. Para dar a en mujer; que indica también con los términos
tender también que nadie puede quitarnos “ni de la sangre, ni del deseo de la carne, ni
tal poder, si no nos lo quitamos nosotros del deseo del varón, sino de Dios” (Jn 1,13),
mismos; y para mostrar que esta gracia no por el sacramento del bautismo y por la re
se da sino a los que la desean y trabajan con generación espiritual. No es una generación
empeño. Es obra de la gracia; y está a la vez carnal, sino espiritual, en cuanto los hombres
en las manos de la libertad humana. Es de recibiendo la gracia de Dios, son atraídos, en
Dios dar la gracia; del hombre, dar el asen cierto modo, a la naturaleza divina: ya que
timiento de la fe. El poder de ser hijos de por el don de la gracia se hacen “consortes de
Dios se da solo a los que profesan la fe en la naturaleza divina” (2Pe 1,4).
Cristo; por sí mismos, si son adultos; por Nos enseña luego cómo viene al mundo
otros, si son niños pequeños. Esta filiación la Palabra de Dios. No es una venida local, a
se adquiere por medio del Hijo natural, cre un lugar donde no estaba primero; sino que
yendo en él; no por herencia natural. empieza a estar allí de una forma nueva. Co
Este es el fruto de la venida del Hijo de mo rey que está en una ciudad primero por
Dios: el hombre se hace hijo de Dios por la su solo poder, si viene allí personalmente, co
gracia de adopción. ¡Lo que él es por natu mienza a estar de forma nueva por su presen
raleza! Es un fruto grande, como dice el cia. Así el Hijo de Dios, que estaba antes en
apóstol: “Si sois hijos, seréis también here el mundo por su poder, su presencia y esen
deros; herederos de Dios, coherederos con cia, vino a él de una manera nueva humillán
Cristo” (Rm 8,17). Se manifiesta así la dose, al tomar carne de nuestra debilidad,
abundante misericordia de Dios. Los que no para que fuéramos hijos, por el Hijo.
se portaron como criados, se llaman y son
hijos de Dios. Dice san Agustín: “Gran be 7. La Palabra se hizo carne: el Hijo
de Dios se hizo hombre
nevolencia fue que el Único, al nacer, no
quiso permanecer solo; no temió tener co “La Palabra, el Verbo, se hizo carne” (Jn
herederos; su heredad no se estrecha, por 1,14), dice expresamente el evangelista, es
muchos que la posean”. decir, la Palabra de Dios se unió a la carne,

93 “Da poder de llegar… el que no nació de


la sangre” etc.: “La mayor parte de los mss. leen en plural (los que
no nacieron…), con lo que el texto se referiría a los cristianos (cfr. referencias bíblicas). Pero a favor de la lectura en
singular están los testimonios patrísticos (s. II), que representan un estadio del texto griego anterior al que repro
ducen la mayoría de los mss. En singular lo leyeron san Ireneo y Tertuliano… san Ignacio de Antioquia, san Jus
tino, etc. La crítica interna también pide el singular… Este v. afirma directamente que Jesús es Hijo de Dios, e in
directamente, mediante tres negaciones, su concepción y nacimiento virginales” (NT.MI, 381).
18. CONTINUACIÓN DEL PRÓLOGO DE JUAN 177

tomó sobre sí la carne, uniendo consigo en el hombre la Palabra, sino que separadas en
una sola persona al hombre que asumió. Cristo, las partes del hombre, el cuerpo y el
Carne, hombre: es una sinécdoque, que ex alma, la Palabra es cada una de ellas y cada
presa la parte por el todo; es como si dijera, una de ellas es la Palabra. Y aunque el alma
se hizo carne, esto es, hombre. es más noble que la carne, nombra a la car
La Palabra se hizo carne ciertamente. ne más que al alma, para darnos mayor cer
No que la Palabra se cambiara en carne; si teza, pues podría haber más duda en que la
no que tomando carne animada por un al Palabra hubiera asumido precisamente a la
ma racional, se unieron la divinidad y la carne.
humanidad en una sola persona. Las dos na En sentido moral, prefirió decir carne
turalezas divina y humana quedaron así más que alma, para hacer notar más el in
unidas íntegramente, y sin confusión mu descriptible descenso, la benignidad y hu
tua, sin que una se convirtiera en la otra, si manidad de Dios. Nombrando lo más vil,
no ambas en una sola persona, Dios y hom hiere la soberbia de muchos, que si les pre
bre. La naturaleza humana, pues, fue guntan por sus padres, responden nom
asumida por la Palabra, no en unidad de na brando a alguno que esté situado en altos
turaleza, sino de persona.94 Por eso el senti cargos, aunque sea en línea bien lejana, di
do es: la Palabra se hizo carne, como si dije ciendo que son parientes de tal obispo, de
ra: Dios se ha hecho hombre. tal director, y demás, y no dicen nada de sus
Dice san Agustín: “El hijo del hombre padres, y de otros, que les son más cercanos.
tiene alma y cuerpo. El Hijo de Dios, que Ejemplo de esto es la fábula del mulo: pre
es la Palabra de Dios, tiene hombre como el guntado quién era su padre, respondió que
alma tiene el cuerpo. Un alma con un cuer un caballo de guerra fue su tío materno, ca
po, no son dos personas, sino un hombre so llando por vergüenza que su padre fue un
lo; así la Palabra con el hombre, no son dos asno.
personas, sino solo Cristo. ¿Qué es el hom
bre? Alma racional y cuerpo. ¿Qué es Cris 8. La Palabra habita en nosotros
to? Palabra de Dios y hombre”.
El Señor manifestó en sí mismo una na Y así la Palabra “habitó en nosotros”95,
turaleza perfecta de hombre, porque vino a es decir, en nuestra naturaleza, inseparable
salvar a todo el hombre. “Todo hombre ha mente, de forma que en adelante no se sepa
bía incurrido por el pecado en sentencia de re de ella de ninguna forma. No se ha de
muerte, de cuerpo y alma; el Señor tomó a entender que habitó en nosotros, como si
ambos, para salvarlos a ambos”, dice san fuera en unidad de persona, en cada uno de
Juan Crisóstomo. nosotros, como en Cristo; sino en unidad de
El evangelista no quiso nombrarlo todo, naturaleza humana, que tuvo común con
para mostrar la unión, máxima y singular, nosotros, con la que inició una mansión
de la Palabra con el hombre, que es tan perpetua. También habitó en nosotros, es
grande que no solo la Palabra es hombre, y decir, entre nosotros, según aquello de Ba

94 “En el Lógos hecho carne no hay espacio para otra persona que no sea la del Hijo” (A. Orbe); citado en

NT.MI, 381.
95 “El griego skênoo se reserva para el habitar o morar de Dios, en general o en la tienda, skene” (Ex 40,34 ss;
etc.). NT.MI, 381.
178 PRIMERA PARTE

ruc: “Fue visto en la tierra, y trató con los tuviera el Hijo único. Es un modo de hablar,
hombres”. dice: como si ve uno al rey, muy adornado,
Moralmente, puede entenderse también marchando con mucha gloria, y poniéndose
del habitar mental, por el que Dios habita a contarlo, sin acertar a enumerar el esplen
la mente por la gracia. Y este habitar men dor de todo, dijera: ¿Qué más decir? Iba co
tal de la Palabra sigue bien a su habitar car mo rey, como convenía al rey. Así lo hace el
nal, con que “se hizo carne”, como el efecto evangelista. No podía contar brevemente
sigue a la causa. Porque la Palabra se encar cuanto había conocido de la Palabra hecha
nó, nos llega a nosotros el bien inestimable carne: cómo le glorificaron los ángeles, los
de que la misma Palabra habite en nosotros criados, los pastores, los magos traídos por la
mentalmente. estrella, los muertos resucitados, los enfer
mos curados; cómo toda la creación conoció
9. Se manifestó la gloria de Cristo que había venido el Rey del cielo; más aún,
cómo el Padre desde el cielo y el Espíritu
“Hemos visto su esplendor, esplendor
Santo dieron testimonio sobre él. Pues todo
como de Hijo único que procede del Pa
esto y otras infinitas cosas, que atestiguaban
dre”. Hemos conocido la majestad gloriosa
la gloria de la Palabra de Dios hecha carne,
de la divinidad del Hijo único del Padre,
lo resume san Juan diciendo: Vimos su glo
que tiene una misma naturaleza con él.
ria, como la gloria del Unigénito del Padre,
“Ver” puede referirse a la visión corporal
como convenía al Hijo Único de Dios.
y a la intelectual. De ambas formas tuvieron
El Hijo de Dios, en la excelencia de la
noticia de la Palabra hecha carne, Juan y los
divinidad, es el Hijo Único del Padre. En
demás apóstoles. Trataron con él. Vieron con
cuanto a la sociedad fraternal, es el Primo
los sentidos obras que superaban todo poder
génito; Señor porque es el Unigénito.
natural. Así percibieron mentalmente la ex
El conocimiento que tuvieron los após
celencia de la divinidad oculta en la carne.
toles y los fieles, de la Palabra de Dios he
Los soberbios no quisieron creer en ella, por
cha carne, se extendía a las dos naturalezas,
la bajeza de la carne visible.
divina y humana. De la primera se nos dice:
La gloria de la Palabra de Dios la cono
Hemos visto su gloria, gloria como del
cieron los discípulos en la sabiduría de su
Unigénito del Padre. De la segunda, añade
doctrina, cuando “enseñaba como quien tie
ahora: “Lleno de gracia y de verdad” (Jn
ne autoridad” (Mt 7,29), hablando con pro
1,14); lleno de carismas, porque recibió to
pia autoridad; en la realización de los mila
dos los dones del Espíritu Santo sin medi
gros, cuando las criaturas obedecían a su
da; y lleno de verdad, porque cumplió las
mandato de Creador y Señor; sobre todo, en
promesas; lleno de gracia para acabar con
la Transfiguración, en la Ascensión y al re
las culpas, y lleno de verdad para realizar las
cibir el Espíritu Santo.
promesas. Y con razón lleno, “porque en
Gloria, dice, como del Unigénito del
él”, en Cristo, “habita toda la plenitud de la
Padre. La gloria propia del Hijo único por
divinidad corporalmente” (Col 2,9).
naturaleza, que procede de él y tiene eterna
mente idéntica naturaleza con él.
10. Este texto: casos que se cuentan
Al poner “como” no se indica semejanza,
sino verdad. San Juan Crisóstomo lo comen Este Evangelio es de inteligencia altísi
ta: Hemos visto la gloria que convenía que ma, contiene profundos misterios, en espe
18. CONTINUACIÓN DEL PRÓLOGO DE JUAN 179

cial cuando dice: La Palabra se hizo carne. nio le dio una bofetón, diciendo: Si leyeran
San Juan se confiesa indigno de explicar el “La Palabra se hizo demonio, nosotros no
modo de este misterio. Son sin duda pala- cesaríamos nunca de arrodillarnos”.
bras de gran eficacia; de ahí la costumbre de
leer este Evangelio al final de la Misa.96 11. Cristo, plenitud de la gracia
Sobre la eficacia de este Evangelio, rela
Le hemos visto lleno de gracia y de ver
to en breve unos ejemplos97. Hubo en
dad, y es patente por el experimento, por
Aquitania dos endemoniados, mendigos los
que “de su plenitud todos nosotros recibi
dos. Viendo uno que al otro se le daban más
mos, y, por cierto, gracia por gracia” (Jn
limosnas, dijo en secreto a un sacerdote: Si
1,16).
hace lo que voy a decirle, leer oyéndole mi
Nosotros mismos los doce, parece decir,
compañero, sin oírlo yo, el Evangelio “En el
y toda la comunidad de los fieles, de ahora y
principio ya existía la Palabra”, cierto que
del futuro, hemos recibido de su plenitud.
el enemigo huirá de él. El sacerdote enten
Por tanto, podemos afirmar que está en él la
diendo la astucia del enemigo, leyó en voz
plenitud de la gracia.
alta ante los dos ese Evangelio, y al decir:
Plenitud puede haber de muchas mane
“La Palabra se hizo carne”, al instante los
ras. Hay una plenitud universal, la que al
demonios volaron y quedaron libres los dos.
canza a todo el cuerpo de la Iglesia. Hay otra
Se cuenta también que un demonio le
plenitud suficiente, que le basta a cada justo
dijo a un hombre santo que había una pala
según su capacidad; ésta tuvo san Esteban, y
bra en el Evangelio muy temible para ellos;
se halla en cada uno de los justos. La Virgen
preguntándole aquél cuál era, no se lo qui
María tuvo otra plenitud, especial, y en gran
so decir. Citó el hombre varios textos y a ca
abundancia; excedía en dones de gracia a to
da uno respondía el demonio que no era
dos los santos; como puso Dios en el sol las
aquél. Preguntándole al fin si era “La Pala
calidades de todos los astros, así puso en
bra se hizo carne”, no respondió, sino que
María las virtudes de todos los santos. Tuvo
clamando desapareció.
una plenitud especial, en tanta abundancia,
También a un abad se le apareció el de
que puede fluir al exterior y derramarse so
monio en forma de mujer hermosa para
bre los pecadores; aunque el autor de esta
tentarle; pero advirtiendo el abad la maldad
gracia es Cristo. Queda finalmente la pleni
del demonio, se hizo la señal de la cruz, di
tud total, que contiene toda excelencia y to
ciendo “La Palabra se hizo carne y habitó en
da donación; esta es la que hay en Cristo y
nosotros”, el enemigo con gran estruendo
de ella habla aquí san Juan.
desapareció.
Se lee también de un monje, que oyen
12. Todos recibimos de su plenitud
do este Evangelio “En el principio ya existía
la Palabra”, y no haciendo la genuflexión al Cristo tiene no solo la plenitud que hay
llegar a “la Palabra se hizo carne”, el demo- en los otros, sino la que fluye a los otros. De

96 Este evangelio se continuó leyendo al final de la Misa seis siglos más, hasta después de la reforma litúr
gica del Vaticano II.
97 Ludolfo advierte: “relato”, “se cuenta”, “se lee”; es el primer capítulo que cierra con historias. Nada que

ver con la Leyenda Dorada de Santiago de la Vorágine, con historias maravillosas. Ludolfo, apenas cede a esa “pie
dad popular”. Busca la Vida verdadera, y el Misterio del Señor.
180 PRIMERA PARTE

su plenitud de dones, todos los miembros 13. Diferencia de los dos Testamentos
de esta cabeza recibimos, como pequeños
Esta gracia no estaba, según san Agus
arroyos, y por encima de nuestros méritos,
tín, en el Antiguo Testamento; la ley ame
gracia por gracia. La gracia de la salvación,
nazaba, no ayudaba; mandaba, no sanaba;
por la de la fe con que creímos en él. La gra
mostraba la dolencia, no la quitaba. Prepa
cia de la vida eterna, por la que nos previe
raba solo para el médico, que vendría con la
ne y nos justifica. La gracia del premio, por
gracia y la verdad.
la del mérito. En cuanto al modo de recibir la gracia,
Nos dio la gracia para que con ella con
se añade: “Porque la ley fue dada por Moi
sigamos la gloria, que es la consumación.
sés”, como anuncio de la salvación, La “gra
Todo lo que se añade a la gracia que
cia”, en cambio, consiste en las virtudes,
nos previene, es gracia por gracia, según
dones y sacramentos, que salvan a los hom
aquello:
bres. Tanto esta gracia, como la “verdad”
El mérito que tienes, te lo da la gracia previa; que consiste en el cumplimiento de las fi
Dios corona en nosotros solamente sus dones guras y las promesas, “fue hecha”, directa y
plenamente, “por Jesucristo”, el salvador,
Dice san Agustín: “¿Qué gracia recibi ungido por el Espíritu Santo.
mos primero? La fe. Se llama gracia, porque Dice el mismo san Agustín: “La muer
se da gratis. Esta gracia primera la recibe el te de tu Señor mató la muerte corporal y la
pecador para que se le perdonen sus peca eterna. Es gracia prometida, pero no teni
dos”. Y añade: “Gracia por gracia: por esta da, en la ley”. Y san Juan Crisóstomo: “En
gracia en que vivimos de la fe, recibiremos las figuras del Antiguo Testamento se es
otra, la vida eterna. La vida eterna es como cribió de antemano lo que había de cum
el premio de la fe. La fe es gracia; la vida plirse en el Nuevo. Cuando Cristo llegó, él
eterna, gracia por gracia”. lo cumplió. La figura fue dada por Moisés,
Todos nosotros, como hemos dicho, re pero “la gracia de la verdad se hizo por me
cibimos la gracia de la plenitud de Cristo. dio de Jesucristo”.
Pero en la fuente llena, cada vasija puede
recibir el agua según su capacidad; si recibe
14. La gracia y la verdad, por Cristo
poco, la falta no es de la fuente, sino de la
vasija. En Cristo, fuente llena de la vida, re “A Dios nadie lo ha visto nunca”, añade
cibimos la gracia según la capacidad de san Juan, con visión que comprenda su infi
nuestro corazón. Una vasija baja y ancha ca nitud. Ni los ángeles, como dice san Juan
be más que otra alta y estrecha; así un cora Crisóstomo, ni los mismos serafines, han
zón bajo por la humildad y dilatado por la visto de esa forma la esencia de Dios; los
caridad es capaz de recibir más gracia, que mortales mucho menos.
un corazón alto por la soberbia y estrecho Dice san Gregorio: “Mientras vivimos
por la avaricia. La falta no está en el que da; aquí en cuerpo mortal podemos ver a Dios
es culpa nuestra si no recibimos, con hu por ciertas imágenes suyas; pero no directa
mildad y amor, cuanto podemos. “Con nada mente, en su misma naturaleza. El alma,
merecemos más la gracia de Dios y la de los con el aliento del Espíritu, puede ver por
hombres, dice san Isidoro, como procuran ciertas representaciones a Dios; pero sin lle
do ser humildes en caridad”. gar a la fuente misma de su esencia. Esto no
19. JUAN CONFIESA QUE ÉL NO ES EL MESÍAS 181

se opone, en cualquier caso, a que algunos, “Ese reveló” (Jn, 1,18) a los fieles lo que
viviendo en esta vida corruptible, puedan ha visto. Les ha informado de los secretos de
ver la eterna claridad de Dios; pero el que la divinidad, del misterio de la Trinidad, y
ve la Sabiduría misma de Dios, muere radi de otras muchas cosas, no enseñadas explí
calmente a esta vida, que no puede seducir citamente por la ley y los profetas. El se las
le más”. Añade san Agustín: “Si no muere explicó y así los asentó en los cimientos de
en cierto modo cada uno a esta vida, no es la fe, y en la gracia de esa misma fe; les
arrebatado y conducido a aquella visión”. mostró a todos el camino de la salvación,
Solo hay uno que comprende a Dios: abriéndole en sí mismo.
“El Unigénito”, el “Hijo que está orientado “Haciéndose hombre, dice san Beda,
hacia el seno del Padre eterno”, en sus ínti nos dio a conocer la unidad de la Trinidad,
mos secretos. Estas frases señalan, según san el camino para apresurarse a su visión y la
Juan Crisóstomo, la familiaridad del Hijo forma concreta de llegar con nuestros actos
con el Padre y el hecho de ser eterno con él. a ella”.

Oración

Jesús, Salvador y Señor, Hijo de Dios vivo, luz verdadera que iluminas a todo hombre,
viniendo a este mundo.
Ofuscado por densas tinieblas, pobre de mí, te adoro y suplico a tu misericordia. Ilu
mina mi alma, llena mi mente, dirige mis palabras y obras.
Que el autor de la maldad, amador de las tinieblas, no encuentre su señal en mí, sino
que herido por el rayo de la luz verdaderísima, se aparte lejos de mí.
Dame que dirija yo mis pasos por la senda recta y clara hacia ti, autor de la luz, y que
llegue así a tu gloria eterna. Amén.

19. JUAN CONFIESA QUE ÉL NO ES EL MESÍAS


Mateo, 3, 11; Marcos, 1,7; Lucas, 3,16-17; Juan, 1,19-28

1. Podemos preguntarnos: quién eres tar a Juan”, que era de linaje sacerdotal:
“Tú, ¿quién eres?” (Jn 1,19). Querían saber
La gente pensaba que Juan sería el Me
sías prometido por la ley; por su nacimien por qué bautizaba. Podían saber que Juan
to y su santidad de vida, por su doctrina y no era el Mesías; el Mesías prometido sería
la novedad de bautizar. de la tribu de Judá; Juan era de la de Leví.
Los fariseos, al oírlo, se pusieron contra Preguntan a Juan, santo desde antes de
él. Según ellos, se había metido a bautizar nacer, quién es. A cada hombre se le pueden
indebidamente, fuera de la ley. Dudaban si preguntar cuatro cosas: qué eres, en tu na
sería el Mesías; por esto “enviaron, desde turaleza; qué eres, como persona; qué forma
Jerusalén, sacerdotes y levitas para pregun tienes; y qué estatura. Pregúntate a ti mis
182 PRIMERA PARTE

mo todo esto; mira qué puedes responder, Respondía más a las intenciones que a
ante
Eres Dios.
hombre: las palabras de los que preguntaban quién
Para lo primero hay triple respuesta. era, para que les respondiera si era el Mesías,
por el cuerpo, eres tierra, pa o no. Esto es lo que buscaban en el fondo,
el
ra que
alma,te eres
humilles
espíritu,
contra
para
la que
soberbia;
te eleves
por según san Juan Crisóstomo. Y según apare
ce en la respuesta misma de Juan.
hacia arriba, contra la avaricia; por la razón Confesó que no era el Mesías, contra lo
eres hombre, es decir, animal racional, pa que afirmaba la opinión vulgar; no negó ser
ra que vivas según la razón, no bajo los su precursor, pues lo era. Confesó que no
sentidos. Te pregunta Dios, por tanto: era el Juez, y no negó ser el pregonero del
“Tú, ¿quién eres?” Un soberbio, que te has Juez. Confesó que no era el Esposo de la
desnaturalizado. No eres tierra humillán
Iglesia; no negó ser su amigo. Confesó que
dote, sino aire exaltándote. No eres espíri
no era la Palabra; no negó ser la voz.
tu que busque lo espiritual, sino carne que
Prefirió quedar sólidamente en su lugar,
gusta de la tierra. No eres hombre, guián
y que no se lo arrebatara sobre sí la opinión
dote por la razón, sino que vives como los
humana. Quiso más ser contado entre los
brutos animales.
miembros de Cristo, reconociendo humil
Lo segundo, quién eres como persona:
te lo preguntarán, cuando llames a la puer demente su debilidad, que ser cortado del
ta, diciendo: “Señor, Señor, ábrenos” (Mt cuerpo de Cristo, por usurpar sin motivo su
25,11). Tal vez responderás: Soy cristiano. nombre.
Es admirable esta humildad de Juan.
Pero, como dice san Ambrosio, es mentir
decirse cristiano y no hacer las obras de Gozando de tanta autoridad y fama de san
Cristo. Tal vez respondas: Soy un amigo. tidad entre los judíos, hasta el punto de que
Pero él dice: “Vosotros sois mis amigos, si creían que él era el Mesías, no se alzó lleva
eres
os
hacéis
digo:
ni lo
lono
que
uno
os os
conozco”
ni mando”
lo otro,(Mt
oirás:
(Jn25,12).
15,14).
“En verdad
Si no do de soberbia a usurpar el honor ajeno.
“Un criado fiel, dice san Juan Crisóstomo,
no roba la gloria de su Señor, sino que, aun
exteriores
son Lo
tustercero:
costumbres?
e interiores?
¿Qué ¿Cómo
forma
¿Vas hacia
tienes,
son tus
adelante,
cuáles
obras que muchos se la ofrezcan, la rechaza”.
No tuvo esta humildad Lucifer, al que
rer usurpar la gloria de Dios. Ni los prime
o hacia atrás? ros padres, cuando quisieron ser semejantes
Lo cuarto: Cuál es tu estatura espiritual: a la divina sabiduría.
¿eres pequeño por la humildad, de forma Todavía hoy hay quienes imitan a Luci
que puedas entrar por la puerta estrecha en fer: los tiranos que emplean su poder en la
la
saber
vida?
qué¿Eres
lugargrande
se te debe
poren
la elcaridad,
cielo? para violencia, y los ambiciosos que se engríen y
buscan de malas maneras el poder. Otros
imitan al primer hombre; los herejes y los
2. Confesión recta y humilde de Juan sabios mundanos, que pretenden saber más
Juan, sin reservas, “confesó”la verdad: de lo que conviene. Hay también quienes
“y
garnoalla mismo
negó”, porque
Cristo,esto es la sido
quehubiera verdad.
ne- son figura del anticristo, los hipócritas, que
simulan santidad, pero, engañosos y falsos,
“Confesó: Yo no soy el Mesías” (Jn 11,21). niegan la verdad.
19. JUAN CONFIESA QUE ÉL NO ES EL MESÍAS 183

3. Sabían llegado el tiempo del Mesías prendieron a los reyes, y los dos sufrieron la
locura de ellos. Elías, al irse al cielo, dividió
Los judíos pensaban que Juan era el
el Jordán. Juan convirtió en él a muchos pa
Cristo prometido en la ley. Sabían las Escri
ra el bautismo que prepara al cielo.
turas, por ejemplo aquello: “No será quita
Como Juan negó ser Elías, el que ven
do el cetro de Judá hasta que venga el que
dría antes de Cristo, le preguntaron si era el
ha de venir” (Gn 49,10), etc. Por lo tanto
Profeta de que habló Moisés, del que decían
era claro para ellos que había llegado el
también que vendría delante del Mesías. Lo
tiempo de la llegada del Señor. pensaban así por aquel texto: “Dios suscita
¡Qué ceguedad la de los judíos! Creye rá un Profeta de entre tus hermanos; le oi
ron que Juan era el Cristo, y no quisieron réis a él como a mí” (Dt 18,18). Esto debía
creer el testimonio de Juan de que Cristo, entenderse de Cristo; pero los judíos lo en
del que veían tantas virtudes y prodigios, tendían de otro profeta; por eso le pregun
era el Salvador. taron si era ese Profeta: “¿Eres tú el profeta?
El pueblo judío esperaba también que, Respondió: No”. Negaba ser el Profeta a
antes del Mesías, tenía que venir Elías. Las que ellos se referían, nada más. Fue más que
dos cosas habían sido prometidas. Por esto, profeta; y lo más incluye a lo menos.
los que habían enviado los judíos, viendo Juan era tan famoso que, si quisiera, po
que confesaba no ser el Mesías, “le pregun dría ser tenido por el Mesías. No quiso ser
taron: Entonces ¿qué? ¡Eres tú Elías?” Por tenido por Cristo, ni por Elías, ni por cual
dos cosas le preguntaron si era Elías: por lo quier otro profeta; contra los que presumen
semejante de su vida, y porque parecía pre de su familia, de su vida, de su ciencia, y de
ceder a la llegada de Cristo. cosas semejantes.

4. Semejanza de Juan con Elías 5. Por qué Juan se dice la “voz”


Juan respondió que no era Elías. “Di
Le insistieron que dijera algo de sí mis
ga ser
No Elías, en
lo soy”.
jo: naturaleza,
su su por
sino
Juan fuesuun
persona;vida.
ángel,
pero en
Aquínootra
nie-
por mo, para no volverse sin respuesta: “¿Quién
eres? Para que demos una respuesta a quie
nes nos enviaron, ¿qué dices de ti mismo?”
parte, Cristo dice que Juan fue Elías, por Juan respondió que era el precursor del
su misión. Mesías: “Yo soy voz de uno que clama en
fue Fue Elías en
semejante el espíritu;
a Elías. Elías iráendelante
sus obras
del el desierto: “Enderezad el camino del Se
Señor en su segunda venida; Juan lo hizo ñor”, como dijo el profeta Isaías” (Is 40,3;
Jn 1,23). La voz, no la persona, sino por la
en
sor la
Salvador.
delprimera.
Juez; Juan
Vendrá
vino Elías
comocomo
precursor
precur-
del misión. La voz de la Palabra. La voz de
Cristo, que habla por mí. Soy aquél de
quien dice Isaías que clamará en el desier
camente,
Juan.
mieron
Elías
Ambos
muy
moraba
usaba
poco,
vivieron
vestidos
eny el
sindesierto,
en
cuidar
duros;
el desierto,
del
así
comía
también
vestido.
par-
co- to para preparar a los hombres a la llegada
de Cristo.
El anunciador de Cristo grita en el de
sierto; anunciaba a Judea el consuelo de la
muerte
Elíaspor
tuvo
defender
gran celo,
la verdad.
y JuanLos
padeció
dos re-
la redención. Se llama voz a Juan, porque
anunciaba la Palabra del Padre; como la voz
184 PRIMERA PARTE

humana porque
expresa la palabra mental. Juan es Los caminos que son más abiertos, pue
dió
le
“voz”,
vozdeavaasí
pero
nifica
bra, nola
Cristo.
delante
boca
algo.
es
JuanTan
enaCristo
dedirección
palabra,
Como pronto
lalaporque
Cristo.palabra,
es la
voz como
aPalabra.
Vino otros,
asíelpalabra
manifiesta
toda Juan
sonido
yaComo
laes
prece-
precisamente voz;
sa-
la
pala-
sig- den señalar también las obras. Las sendas,
que son más ocultas, pueden significar las
intenciones. Preparar el camino del Señor es
dejar el mal y hacer el bien. Hacer rectas
sus sendas, es enderezar las intenciones
ocultas, según lo celestial. Hay que renovar
la figura interior; que no esté inclinada a la
para
llama
to
que manifestarlo
cordero
Cristo
cercana
fueron
blaban
se desde
percibe
dice
aque
como
de
de
Juan
de
muy
lacosas
la
que
los
Dios”
voz, es en
sonido,
precursor
palabra,
cerca,
otros Israel.
lejanas,
así
(Jn
voz;
cuando
Juan elLa
respecto
profetas.
que
1,20).
ydel
Juan
está
luego,
dijo:voz
Señor.
sonido:
señaló
Con
de
más está
Los“Este
la
Juan.
razón
Su
cerca es
más
profetas
palabra
a luego
naci-
Cris-
Ha-
de
se
el tierra, sino que se eleve hacia arriba por el
pensamiento y el deseo del cielo.
En el Cantar de los cantares se lee: “Los
rectos te aman” (Ct 1,3). Estos rectos, se
gún san Bernardo, son los que liberados de
las cosas terrenas, se elevan enteramente a
lo superior por la contemplación y el amor.
Buscar y gustar lo que hay sobre la tierra, es
la curvatura del alma. Su rectitud, en cam
bio, es meditar y desear las cosas de arriba.
miento,
muerte
anunciaba
su
y la
hasta
oficio
llegada
su
de bautizar,
mismo
inmediatanombre,
y anunciar,
del Señor.
todo
su La misma posición recta del cuerpo huma
no da testimonio a favor de esa rectitud.
Pues, siendo recto el cuerpo, ¿qué menos
decente que llevar el espíritu encorvado?
6. Preparar la senda del Señor ¡Qué cosa tan fea y perversa, que el cuerpo
formado de tierra, tenga los ojos alzados pa
Pero qué clamaba, otro evangelista lo
ra mirar libremente al cielo, y que la criatu
narra diciendo: “Preparad el camino del Se
ra espiritual vuelva, por el contrario, hacia
ñor; enderezad sus sendas” (Lc 3,4). Cum
la tierra sus ojos, sus sentidos, y afectos!
plid sus mandamientos, y sus consejos, para
que se digne venir a vosotros, porque no vie
7. El monte se humille, el valle se allane
ne a los hombres, sino por caminos rectos.
caminos,
Dice el
y enséñame
salmista: “Muéstrame,
tus sendas” (Sal
Señor,
25,4).
tus El pueblo de los gentiles, en general to
do hombre humilde, será lleno de bienes
los
de
ción,
cielo,
extraviarse
Lo las
que
primero,
que
cosas
seprogresan.
rectifican
conducen
por
mundanas
lo las
clama
Y
cosas
mejor
como
estas
ya temporales,
agradables
todos;
en
sendas
atajo
la lo
soledad,
a de
lasegundo,
mundo.
patria
laevitando
perfec-
lejos
dela espirituales; en cambio, el pueblo de los ju
díos, en general todo hombre soberbio,
quedará vacío, pues perderá la gracia y la
gloria. Esto quiere decir Juan al añadir:
“Todo valle se rellene, y todo monte y co
llado se rebaje” (Lc 3,5; Is 40,4). “Porque
en
los
hábito
vida.
tenden
la
consejos
Estas
observancia
religioso,
apariencia
sendas,
evangélicos;
pero
algunos
de santidad,
lanovida
andan
no
lashacen
religiosa
tuercen.
llevan
rectamente
recta
quizá
yPre-
de
su Dios resiste a los soberbios, y da su gracia a
los humildes. El que se eleva, será abajado;
el que se abaja será elevado” (St 4,6).
Añade: “Que lo tortuoso se enderece”.
Los corazones torcidos por la injusticia, se
ajusten a la regla de la equidad. “Lo áspe
19. JUAN CONFIESA QUE ÉL NO ES EL MESÍAS 185

viertan
ro”,
bre,
rá sus
los
por
sentimientos
espíritus
en
la infusión
caminos
duros
de
endurecidos.
llanos”,
lae iracundos,
gracia
de que
mansedum-
suaviza-
“se con- “Yo, por mi parte, os bautizo con agua
para que os convirtáis” (Mt 3,11), les dice.
Trato de enseñaros a arrepentiros, aunque
de
ciónentre
“Y
deverá
Dios”
los la
judíos
(Is
humanidad
40,3-5;
y de entre
Lcentera
3,6).
los la
gentiles
Muchos
salva- no os puedo absolver. Os bautizo en agua,
como una preparación. Este bautismo solo
lava los cuerpos, en señal del que ha de ve
nir con autoridad a bautizar en el Espíritu
tiles
hombre
venida, aelen
aconvierten
vieron
entre
la visión
del
los Cristo,
hombres.
mundo.
día
aespiritual:
forma
ladel
fecuando
juicio.
católica
También
humana,
También
asívivía
le enlaverá
depuede
ven
en
entre
le los
elsegunda
los
referirse
mundo
que
gen-
todo
se Santo.
Yo bautizo, aunque no soy el Mesías, ni
Elías, ni aquél Profeta. Pero no debéis atri
buir a audacia lo que hago. Mi bautismo no
es completo, ni perfecto. El cuerpo se lava
naturalmente con el agua; el alma, la lava
solo el Espíritu Santo. Yo solo bautizo en
agua para el arrepentimiento, en señal de la
8. Juan podía bautizar conversión que limpia las almas. Con un
cuerpo lavo el cuerpo. Uso de la costumbre
Juan les dijo, pues, que no era ninguno
de bautizar, preparando el camino a uno
de los personajes que esperaban. “Entonces,
que es más que yo, al que lava las almas por
¿por qué bautizas, si tú no eres el Mesías, ni
el Espíritu.
Elías, ni el Profeta?” ¿Por qué introduces este
Dice san Ambrosio: “Yo, dice, os bau
nuevo rito? Bautizar pertenece propiamente
tizo en agua. Prueba así que no es el Mesías,
al Mesías, o a Elías que pasó el Jordán, o a los
el cual obrará con misión invisible. Por
profetas, como cuando Naamán quiso que lo
que como el hombre está formado por dos
bautizara Eliseo. ¿Por qué te metes en misión
naturalezas, alma y cuerpo, el misterio vi
ajena, si no representas, como tú mismo has
sible se consagra mediante cosas visibles;
dicho, a las personas a quienes la Escritura
el invisible mediante invisibles. El cuerpo
concede el poder de bautizar? se limpia con agua; los delitos del alma se
Juan no era el Mesías, pero bien podía
purifican por el Espíritu. Por eso hubo un
bautizar, porque era su precursor, y debía
bautismo de conversión y otro de gracia.
preparar su camino. Si no era personalmen El primero constaba de un solo elemento;
te Elías, lo era en virtud. Si no era aquél el segundo, de dos. Siendo comunes los
Profeta particular que todos pensaban, era
pecados al alma y al cuerpo, común debió
más que un profeta ordinario; por tanto, ser también la purificación. Y bien hizo
podía bautizar. en declarar no con palabras, sino de obra,
que no era Cristo; porque es propio del
9. Bautizaba en agua, no en Espíritu
“Juan les respondió”, con un nuevo tes- hombre arrepentirse por sus delitos; pero
es de Dios el don y la gracia de cumplir el
timonio a favor de Cristo; su enseñanza y su misterio”.
tismo
pasado
labras
bautismo
de
anunciaban
precedieron
Cristo; también
a veces
a la enseñanza
lolosfuturo
profetas
con
y bau-
pa-
del El bautismo de Juan era sombra y figu
ra de un bautismo mejor; señalaba y prepa
raba al que vendría después. Por eso, como
y con hechos. se dice en los Hechos, el bautismo de Juan
186 PRIMERA PARTE

era culpas,
hay
servía
las en
que
de
nombre
pensar
poco
peroadel
los
quehombres;
que
el vendría
bautismo
no luego.
perdonaba
de Juan
No la comunidad, ya que está a la misma dis
tancia de todos, como el centro de la cir
cunferencia. Dice san Pedro: “De verdad
tían atados por los que lo recibían, se sen- caigo en la cuenta de que Dios no hace dis
enseguidala al
perdonarlos.
carían atadura del que
redentor delito y bus-
había de tinción de personas” (Hch 10,34). Él es el
lugar de la unidad, pues las cosas extremas
ran
lavaba
nir
bautismo;
Bautizaba
Cristo,
internamente
con los
agua
estarían
que
para
por
por
bautizó,
el
preparados
fuera,
la
arrepentimiento;
conversión.
para
se bautizaron
que
a recibir
seAllava-
ve-
los
de
su se unen en el medio, según el apóstol: “Él
es nuestra paz, el que a los dos los hizo uno”
(Ef 2,14). Es el lugar de la estabilidad, co
mo está fijo el centro del mundo; y así dice
el apóstol: “Nadie puede poner otro funda
mento” (1Cor 3,11). Es, en fin, el lugar de
nuevo. la proximidad, pues alcanza a todas partes;
El bautismo de Juan era una afirmación y así se dice en los Hechos: “Para ver si aca
de fe en Cristo, y de hacer obras de conver so, aunque fuera a tientas, lo encontraban; y
maba
mo
siónde
para
laJuan
vida
recibirle
los
por
adecuaba
lacon al de de
confesión
devoción.
Cristo,
las
El bautis-
culpas,
refor- eso que no está lejos realmente de cada uno
de nosotros” (Hch 17,27).

ydesirvió
Cristo.
inmediatamente a la manifestación 11. Jesús, después de Juan, pero antes
Dice Juan: “Detrás de mí viene un
hombre que ha llegado a estar delante de
10. Presencia ignorada de Cristo
mí, pues existía antes que yo” (Jn 1,30). Ya
el
está”,
Dios
que
Seyes
añade
los
predico,
decir,
hombres,
luego:
está
el que es
presente
“En
“al que
medio
Mediador
vosotros
entre co
de vosotros
no
entre había venido naciendo; pero no había veni
do al bautismo, ni se había manifestado
predicando, obrando signos y cumpliendo
el misterio de nuestra redención. Juan pre
nocéis”
humanidad
cerle
bras se (Jnbautizando
a él, 1,27);
pueden yo ossegún
de Cristo,
exponer enpreparo
primero,
agua. para
la cual a cono
Estas
según
la
pala-
le-
la cedió a Cristo en el nacer y el morir, aunque
no en la resurrección y ascensión. Cristo
viene detrás de Juan, conforme estaba indi
vivió entre los hombres como uno cado por los Profetas.
tra Cristo estuvo en medio de los judíos, Según san Remigio, Jesús va detrás de
porque Juan, porque nace, predica, bautiza y mue
de ellos, y no le conocieron presente al que re después de él.
presente
dio
le
creían
nidad,
conozca,
de futuro;
todas
según
e invisible.
nilasle
de
lacosas
alcance
cual
otroSegún
creadas,
modo,
está
delesto
en
todo.
según
sin
todas
está la
en
partes
nadie
divi-
me- “Existía antes que yo”: indica la priori
dad de la divinidad, no del nacimiento. San
Juan Crisóstomo lo interpreta como si dije
que ra: No penséis que yo soy mayor que él,
es
mismo.
mo
en el
laelEscritura,
lugar
que
“Yosirve”
de
estoy
la
elige
(Lc
humildad,
en estar
medio
22,27).
ende
medio,
Es
según
vosotros,
el lugar
porque
diceco-
de
él porque haya venido el primero a bautizar.
Cristo está en el centro. Muchas veces, Vino después de mí, porque nació tempo
ralmente después. Pero es anterior a mí en
la dignidad, porque es el superior a quien
yo sirvo. Es un modo de hablar, como cuan
do decimos: Este era inferior a mí, pero
19. JUAN CONFIESA QUE ÉL NO ES EL MESÍAS 187

ahora está ante mí, me aventaja en honor y na. Ni es extraño que Juan diga esto. Un
me manda. Cristo aventaja a Juan en la pu hombre, por grande que sea, comparado
reza de conciencia, en la inocencia de vida, con Dios, no es sino polvo y ceniza. No hay
y en el esplendor de la fama. criatura alguna digna de servirle, si no es
Juan indica las causas de la mayor dig levantada a ello por su gracia; Juan enseña
nidad de Cristo, añadiendo: “Porque existía así que no usurpa un oficio ajeno, sino que
antes que yo”. Se me ha adelantado, pues, cumple el suyo propio de precursor.
porque, aunque es posterior en el tiempo, Según san Gregorio, se puede entender
es anterior a mí en la eternidad. No era an alegóricamente, por los zapatos, la humani
terior a mí en su humanidad temporal, sino dad; por los pies, la divinidad; por la correa,
en la divinidad eterna que tiene con el Pa que sirve de unión, la del cuerpo y el alma
dre. Es anterior a mí, porque él es desde con la divinidad. Ni Juan, ni otro alguno
siempre, y yo soy desde un tiempo determi basta, en efecto, para explicar el misterio y
nado. Después de mí nació, de una madre, la forma de aquella unión inefable de las
sin padre humano natural; pero fue engen dos naturalezas, divina y humana, por la
drado por el Padre, sin madre, antes de to que “la Palabra se hizo carne”; unión tan
da la creación. grande, que hace al hombre Dios, y a Dios
“Es más fuerte que yo” (Mt 3,11; Mc hombre. Bien dice Isaías. “¿Quién contará
1,7; Lc 3,16), pues Dios es poderoso, y yo su generación?” (Is 53,8; Hch 8,33). Nadie
soy un hombre frágil. Él es el Señor, yo el es digno.
siervo; él emperador, yo el soldado. “Es “Debemos pensar, dice el mismo san
fuerte Juan, dice Rábano, pues fue digno Gregorio, cómo los santos, que tienen la
de tener el Espíritu Santo; más fuerte es virtud de la humildad, cuando llegan a sa
aquél que lo puede comunicar a otros. ber algunas cosas dignas de admiración,
Fuerte el que predica el reino del cielo, más procuran tener ante los ojos lo que ignoran
fuerte el que lo da. Fuerte el que bautiza en en otras, para no envanecerse por aquello en
la confesión de las culpas; más fuerte el que que son perfectos. Conviene que el espíritu
las perdona”. se abaje en lo que sabe, para evitar que el
viento de la vanidad se lleve cuanto recoge
12. Humilde respuesta de Juan la virtud de la ciencia. Si hacéis algo bueno,
hermanos, recordad lo malo, para que así no
Juan manifiesta la inmensidad de la ex
se alegre el espíritu en lo bueno. Teneos
celencia de Cristo con estas palabras: “al
unos a otros por superiores.
que no soy digno de desatar la correa de su
Si veis que alguien obra mal, no sabéis
calzado” (Jn 1,27). No soy digno de pos
qué bienes ocultos tiene. Por otra parte, las
trarme ante él para este oficio tan humilde.
obras buenas son nulas, si no se sazonan con
Me aventaja tanto, que no soy digno de ser
humildad. Porque el que reúne virtudes sin
virle. Ni de estar entre sus últimos servido
humildad, es como si llevara polvo en el
res, a quienes toca desatar el calzado.
viento”.
Es una metáfora, porque Cristo no llevó
calzado. Juan quiere decir que no es digno
13. Anuncia el bautismo de Cristo
de ofrecer a Cristo el menor servicio; es un
modo corriente de hablar, cuando uno quie Añade Juan: “Él os bautizará con Espí
re expresar se pequeñez frente a otra perso ritu Santo y fuego” (Mt 3,11), añade Juan
188 PRIMERA PARTE

Bautista. No solo en agua, sino con la gra que ha recibido del Padre la misión de juz
cia del Espíritu Santo, que solo Dios puede gar: “Porque el juicio lo entregó al Hijo”
conferir. En el bautismo de Cristo se da, en (Jn 5,22).
efecto, la gracia del Espíritu Santo, y el fue “Limpiará a fondo su era” (Mt 3,12). La
go de la caridad; si se recibe como es debi limpiará a la perfección, cuando llegue la ho
do. Juan no daba esto; significaba y dispo ra. Limpiará su Iglesia, en que ahora están
nía al bautismo de Cristo. mezclados, como el grano y la paja, buenos y
Dice san Juan Crisóstomo: “Fue distin malvados. En el juicio se hará la separación.
to el bautismo de Juan y el de Cristo. El de Entonces “reunirá su trigo”, disperso
Juan fue de arrepentimiento, el de Cristo, ahora en tantas partes. El trigo de los bue
de santificación; en éste obra el Espíritu nos y justos; blancos por dentro, como el
Santo, en cada uno de los creyentes, consu trigo, por su limpieza; y dorados por fuera,
miendo las culpas, obra en forma de fuego por la paciencia. Graves por las costumbres,
que quema los delitos y purifica la sordidez útiles por su conversación, multiplicables
de la carne y la del alma”. en las conversiones de otros. Los reunirá en
Y san Beda: “Nos bautiza el Señor en el “el granero”, en la casa eterna.
Espíritu Santo, no solo cuando el día del “Mientras que la paja la quemará con
bautismo comos lavados en la fuente de la fuego inextinguible” (Mt 3,12; Lc 3,17). Las
vida para perdón de las ofensas, sino tam pajas son los malvados, los condenados: lige
bién cada día, cuando nos encendemos por ros por la soberbia, pálidos de envidia, frági
la gracia del mismo Espíritu para hacer lo les por la ira, secos por la avaricia, inútiles
que agrada a Dios. Hay tres modos de bau por la pereza, viles por la concupiscencia
tismo: el bautismo del río en el agua; el de carnal.
la voz en la reconciliación; el de la sangre en En la vida presente, limpia el Señor a su
el martirio”. Iglesia, cuando por pecados manifiestos, los
malvados y perversos son lanzados fuera de
14. Cristo, en su segunda venida la Iglesia, o cuando son arrancados de esta
vida por la muerte. Pero esta purificación se
Luego, tras el testimonio sobre la pri
terminará de hacer al final, cuando los án
mera venida de Cristo, Juan habla sobre la
geles reúnan y echen fuera del reino todos
venida última, atestiguando a Cristo por la
los escándalos. Los limpia ahora, discer
autoridad y oficio de juzgar que tendrá, y
niendo por el mérito, no por el número; pe
conminando a los pueblos. “Su bieldo está
ro entonces por el mérito y el número.
en su mano”, (Mt 3,12; Lc 3,17), clama el
“Y así, con otras muchas exhortaciones,
Bautista. El bieldo, literalmente, es un ins
evangelizaba el pueblo” (Lc 3,18). Por lo
trumento que servía en Palestina para lim
que está claro que no se escribieron todos
piar el trigo. Era como una pala con la que
los hechos y dichos de Juan, sino relativa
se alza a lo alto el grano mezclado con la pa
mente pocos, como de Cristo se dice en el
ja; el viento arrastra las pajas, y el grano cae
último capítulo de Juan.
a la era. Con esta metáfora del bieldo, Juan
señala el examen justo que tendrá lugar en
15. Juan: vivir, enseñar, dar fruto
el juicio divino, separando a buenos y a
malvados, como separa el bieldo el fruto, de En sentido moral, Juan Bautista da la
lo inútil. Esto pertenece al poder de Cristo, forma de vivir, de enseñar y de fructificar.
19. JUAN CONFIESA QUE ÉL NO ES EL MESÍAS 189

Porque su vida es austera: comida dura, los que bautizaba. Juan bautizaba en Beta
vestido áspero, lugar desierto. Su doctrina nia, “casa de obediencia”: obedeciendo a
es auténtica: sobre Dios, sobre sí mismo, Dios había venido Juan a anunciar que
sobre el prójimo. Su trabajo, eficaz: llama a Cristo se inmolaría por la salvación del
muchos, los bautiza, los pone en el buen mundo. Conviene que los hombres com
camino. prendan que si desean ser librados del peca
Sirve de ejemplo a los religiosos, a los do original, que los primeros padres contra
doctores, a los superiores. jeron por desobedecer, deben acercarse al
Si hubiera un predicador así, vendrían a bautismo por obediencia de la fe, con sumi
clérigos,
Jerusalén
confesar sus
laderegión
pecados,
los religiosos,
todamortales
de loslaseglares.
yJudea
veniales,
deVen
los
la sión exterior e interior. También que a los
bautizados les conviene la obediencia.
Betanias hay dos: una antes de llegar al
dría
los de
también
palabra,con
conellos
el remedio
Jesús, para
y elsantificar-
ejemplo. Jordán, a dos millas de Jerusalén, en la lade
ra del monte de los Olivos, donde Lázaro fue
resucitado; y otra, de la que se trata aquí, en
16. Sucedía en Betania la otra parte del Jordán, en la región asigna
Para subrayar más lo anterior, se añade da a las dos tribus y media, y dista un día de
dónde sucedía todo: “Esto pasó en Betania, camino de Jerusalén. Aquí es donde Juan
en la otra orilla del Jordán, donde Juan es- bautizaba, en los confines entre judíos y
taba bautizando” (Jn 1,28). gentiles, para que se vea que el bautismo es
Como dice san Juan Crisóstomo: “No común a unos y otros. Y con razón bautiza
predicaba a Cristo dentro de casa, ni en un ba al otro lado del Jordán, porque los aún no
rincón; sino yendo al otro lado del Jordán, creyentes recibieron en mayor proporción el
en medio de la multitud, delante de todos bautismo que los judíos.

Oración

Juan, precursor santo de Cristo, pregonero del Juez, amigo del Esposo, voz de la Pala
bra divina, que merecisteis anunciar el consuelo de nuestra redención.
Alcánzame de nuestro Señor Jesucristo, que prepare yo mismo su camino, como tú lo
aconsejabas, limpiando de pecados mi conciencia y adornándola de virtudes.
Y que, cuando llegue el juicio final, y Cristo limpie la era de su Iglesia, separando el
trigo de la paja, merezca tener un lugar entre sus elegidos, y ser recogido con ellos en el
granero de la casa del cielo. Amén.
190 PRIMERA PARTE

20. PENITENCIA, CONVERSIÓN, RECONCILIACIÓN

1. La penitencia, dolor y propósito diantes, cambiad de vida, convertíos, y re


conciliaos con Dios.98 Vienes a arrepentirte,
Hemos hablado en lo anterior, de pasa
te arrodillas y te ríes, mofándote de la pa
da, de la penitencia que acerca al reino del
ciencia de Dios. Haces penitencia, si sientes
cielo, y prepara el camino del Señor. Hable
pena. Si no sientes pena, no haces peniten
mos ahora algo más despacio sobre ella.
cia. Si te pesa por lo que hiciste, ¿por qué
La conversión verdadera nace del amor
haces lo que hiciste mal? Si te arrepientes
de Dios y del odio al pecado. Requiere ante
de haberlo hecho, no lo hagas; si lo sigues
todo dos cosas; que el pecador tenga dolor
haciendo, no tienes dolor”.
de los pecados pasados y voluntad firme de
no ofender a Dios de nuevo. Sin estas dos
2. Motivos y formas de penitencia
cosas, no hay verdadera conversión, ni arre
pentimiento; ni Dios perdona las ofensas, ni El mismo san Agustín señala quiénes y
el sacerdote puede absolver de ellos. por qué deben arrepentirse. Hay tres actos o
Dice san Bernardo: “La verdadera con- formas de penitencia, explica. Una, la que
versión consiste en dolerse firmemente de da a luz al hombre nuevo, de forma que el
los males cometidos, y en llorarlos de ma- bautismo de salvación le limpia de todos
nera que no se vuelvan a cometer. El que si- los pecados pasados. Cuando uno, dueño de
gue haciendo aquello de que se arrepiente, sí mismo, se acerca a los sacramentos de los
no hace penitencia, sino comedia. Si quieres fieles, no puede comenzar la vida nueva, si
hacer de verdad penitencia, no quieras pe- no se arrepiente de la antigua. Solo los ni
car más. No tiene sentido la conversión que ños pequeños, cuando se bautizan, están li
se mancha con la culpa siguiente”. bres de esta forma de penitencia, pues no
“Arrepentirse, dice san Gregorio, es llo- tienen uso de la libertad; a ellos, para que se
rar lo que se ha hecho mal y no cometer lo les perdone el pecado original, y queden
que se llora; el que llora unas cosas, pero co- consagrados, les sirve la fe de quienes los
mete otras, o no sabe lo que hace, o está fin- ofrecen; los pecados que han contraído por
giendo”. aquellos de quienes nacieron, son purifica
San Agustín, por su parte, dice: “No dos por la interrogación y respuesta de
tiene sentido la conversión que se mancha otros. De los demás hombres, nadie pasa a
con la culpa siguiente. De nada sirven los Cristo, empezando a ser lo que antes no era,
lamentos, si se vuelven a cometer los peca- si no se arrepiente de haber sido lo que era.
dos. De nada sirve pedir perdón de lo malo “La segunda forma de conversión tiene
y volver a cometerlo”. Y de nuevo: “Peni- lugar durante toda la vida, y hay que llevar
tentes, si es que sois penitentes y no come- la a cabo con humildad y oración continua.

98 “Poenitentia” del verbo “poenitere”, disgustar, causar pena, arrepentimiento, no es castigos, ni satisfac

ción. Significa conversión y reconciliación con Dios. “Convertirse, metanoeîn (en griego profano cambiar de men
talidad), es, en su aspecto moral, “arrepentirse”: un movimiento que, si bien requiere una labor intelectual (“arre
pentirse supone gran inteligencia, porque el pecador se da cuenta de que hizo lo malo ante el Señor”: HERMAS,
Mand IV, 2, 2), para un semita afecta al hombre entero: arrepentirse es cambiar completamente de orientación y
de conducta” (NT.MI, 49).
20. PENITENCIA, CONVERSIÓN, RECONCILIACIÓN 191

incorruptible?
anhelosamente
de
vida
camino?
hallemos,
Nadie
porque
lay temporal.
desea
correr
sea
¿Quién
que
lalacon
felicidad
¿Quién
debemos
vida
a¿Qué
en
su
toda
eterna,
su
patria,
se
duda
avidez
temporal
sano
sentir
dasisiprisa
juicio
cabe,
no
ano en
pena en
aquella
siente
le
por
por
no
cansa
que el
volver
gime,
gran-
pena
otra
esta
nos fruto la humilde conversión. Hagas lo que
hagas, y peques cuanto peques, estás aún en
esta vida; si no pudiera sanarte la conver
sión, te arrancaría de la vida. ¿Ignoras que
es la paciencia de Dios, la que te ha condu
cido a la conversión?” Son palabras de san
Agustín.
No solo hay que arrepentirse de los pe
desagradándole estar así? Por otra parte, cados grandes, sino también de los peque
son muchos los pecados; causan muerte, si ños de cada día; por pequeños que sean no
no
que
tenderá
delseSeñor.
atiende
losde
corta
sobra
diligentemente
y aparta
con qué
conpeligro
laaconversión.
sí mismo,
viaja lejos
en-
El se deben descuidar. “Ningún pecado, dice
san Gregorio, es tan pequeño que no crezca,
si uno lo descuida”. “El pecado, añade, que
no se diluye con la conversión, arrastra por
que
enalos
él “La
hay
sí Mandamientos,
mismo,
tercera
que hacer
no
forma
sea
porjuzgado
los
para
depecados el Señor.
conversión
quepor es la
juzgándose
indicados su propio peso a otro”. Por eso dice san
Ambrosio que un pecado mínimo, cometi
do a sabiendas, es más grave que todo el
mundo. Y san Agustín dice: “No desprecies
Subadelante
gase dealsítribual
cada uno mismo,de
y haga
su mente,
de juez
pón-
de estos pecados que llamamos leves. Si los
desdeñas y caes en la cuenta, llénate de te
su
pensamiento,
propio corazón.
de testigo
Que haga
la conciencia,
de acusador
y de
el mor; tú los cuentas por leves, pero muchas
gotas llenan un río; muchos granos forman
verdugo el temor. Que fluyan las lágrimas, una masa”.
como sangre del espíritu arrepentido. Fi Por tanto, ni hay que desdeñar los leves,
nalmente, que la mente dé sentencia, juz ni desesperar por los graves. Porque como
gándose indigna de participar del Cuerpo y dice el mismo san Agustín, ningún pecado
la
delSangre
reino del cielo
Señor;por
pues
la sentencia
teme ser separado
del Juez es criminal, si desagrada; ninguno es venial
si agrada.
supremo. Sea apartado por la disciplina
eclesiástica del sacramento del pan celestial. 3. No retrasar la conversión
vierta
Que dea esta
mismo; que
mejor
forma
mientras
su voluntad
se juzgue
puedeyelhacerla,
costumbres,
hombrecon-
a sí La conversión debe hacerse sin dilación,
mientras está en nuestra mano; no sea que
adelantándose la muerte, busquemos tiem
para que no le juzgue Dios, cuando ya no po para arrepentirnos y no lo hallemos.
pueda
de usar
cumplirse
Desde
Nínive de
ese la su
abismo voluntad.
yprofecía,
fueron
clamaron
escuchados;
antes que
los quedar
habitantes
dejó sin
de Dice san Agustín: “Los remedios para
“Si ya, desesperando de tu salvación, convertirse a Dios no deben diferirse para
añades
to: “Cuando
pecados
llega
a pecados,
la maldad
según
a lo está
profundo,
escri- que no se nos pase el tiempo. El que prome
tió el perdón al que se arrepiente, no le ha
viene
res, sino
el desprecio”
clama desde
(Prlo18,3), no te al
profundo desespe-
Señor. prometido el día de mañana, si disimula
consigo mismo.
“Si uno, estando en las últimas, quiere
recibir el sacramento, y lo recibe y se recon
cilia, y pasa de esta vida, no le niego lo que
192 PRIMERA PARTE

pide, os lo confieso; pero no presumo que de que estén en el grado de bondad o mal
salga bien de aquí; no lo presumo, repito, dad, del que por mucho que vivieran, no
no lo presumo. El creyente que vive bien, pasarían”.
sale de esta vida seguro. Pero el que se re Pero muchos se engañan con la esperan
sacramento
concilia
salga
estoy
dar seguridad.
seguro,
seguro,
en de laNo
elyo
doy
último
no
conversión,
seguridad;
digo
estoy
momento,
que
seguro.
pero
se
puedo
condenará;
aunque
De
no lo
puedo
darque
el
él za vana de una alarga vida, y no llegan al
arrepentimiento que esperan. “Nada enga
ña tanto a los hombres, dice el Crisóstomo,
como la vana esperanza de una vida más lar
ga”. Y san Agustín: “Por experiencia sabe
pero
librarte
tampoco
de dudas?
digo¿Quieres
que se salvará.
escapar¿Quieres
de la in mos que muchos han expirado en la espera
de reconciliarse más tarde con Dios”.
certidumbre? Arrepiéntete cuando estás
bien. Si cuando estás sano, tienes verdadera 4. Tomar la ocasión presente
conversión y el último día te halla deseando Aunque el hombre estuviera cierto de
reconciliarte, puedes estar seguro, porque una larga vida, no debería dejar para la ve
hiciste penitencia en el tiempo en que po jez el convertirse a Dios; en la vejez los
días pecar. Pero si quieres convertirte, cuan hombres no son aptos para el trabajo; a esa
do ya no puedes pecar, te habrán dejado los edad, apenas hay hombre que se arranque
pecados a ti, pero no tú a los pecados. ¿Te de las culpas a que se acostumbró.
perdonarán o no? No sé qué pasará. Deja El mejor consejo es que el hombre, sano
por tanto lo incierto, atente a lo seguro”. y fuerte, se disponga por una contrición
San Agustín, pues, duda de los que se verdadera, por una confesión pura y cabal, y
arrepienten
parece que hacen
en el penitencia
último momento,
más porporque
temor la conveniente satisfacción; que rechace to
do lo dañoso que le impida la salvación; en
del castigo, que por amor de la santidad; fin, que se mantenga siempre como si hu
por eso su penitencia le parece dudosa. No biera de salir de este mundo hoy, mañana, o
tardes, por tanto, en echar de ti la carga del esta misma semana.
delito, cuando estés bien. Como dice el Es verdad que también al fin de la vida
mismo san Agustín, es absurdo vivir en un puede el hombre convertirse, y reconciliar
estado en el que uno no se atreve a morir. Es se con Dios; como puede también pecar;
más temerario el que duerme con el pecado, por lo mismo también entonces puede con
que el que lo hace con siete enemigos. seguir el perdón de las ofensas, por la divi
cia larga
Los hombres
vida, porque
se prometen
son jóvenes,
conofrecuen-
de bue na misericordia, que supera la maldad hu
mana.
traerá
na y fuerte
el día complexión. Ignoran qué les Pero esta conversión tardía no bastaría
que está por venir. No atienden si no hay en ella un desagrado preciso, sufi
imprevista.
uno
cidentes:
a quemuere en
la gente
fiebre,
Sinel
muere
embargo,
mejor
infección,
con
estado.
se
frecuencia
muerte
piensa que
casual
porcada
ac-e ciente, de la maldad; porque se requiere
una contrición suficiente, para que se per
done la maldad. Ahora bien, el sufrimiento
vehemente, los dolores sensibles, que suelen
berelHugo
ni que
anciano,
nide
el justo
san ni el malvado,
sonVíctor
liberados
dice:
del“Conviene
cuerpo
ni elantes
niño
sa- tener comúnmente los moribundos, impide
a veces el uso de la razón, para deliberar
bien sobre ello.
20. PENITENCIA, CONVERSIÓN, RECONCILIACIÓN 193

ha sido
Alégrate,
impuesta,
pues,ode
quela tú
penitencia quesote
has tomado 5. La pena del purgatorio
No hay nada tan preciso en la vida como
bre ti. Da gracias a Dios, que quiso esperar
el tiempo. En el espacio breve de una hora
con piedad a que llegaras a ella. No seas in
puede uno merecer el perdón y la gracia,
grato; tienes el día presente en que puedes
puede obtener y merecer más que todo el
corregirte. Si ayer fuiste malvado, sé bueno mundo. Por breve que sea ese tiempo, po
hoy. dría procurarse ganancias espirituales que
les concediera
Muchos muerenuna hora
de pronto;
para arrepentirse,
piensa: si se exceden en valor a todas las cosas terrenas.
Mira también que un día de paciencia
al altar, se postrarían profunda-
correrían
mente, llorarían aquí vale más que un año en el purgatorio.
de Dios el perdónyplenísimo
orarían hasta
de susconseguir
pecados. Ezequiel.
“Te he dado
La un
pena
díadel un año”, seexcede
porpurgatorio dice ena

Y tú, comiendo, bebiendo y divirtiéndote toda pena temporal de esta vida. Dice san
pierdes el tiempo que Dios te dio para bus Agustín que el fuego del purgatorio es más
car su amistad y merecer su gloria. duro que cualquier pena que en esta vida se
perdón
no
menos
miedo
mentadas
puede
Piensa
del
te
y misericordia.
detengan
contenerte
en
infierno,
también
el infierno,
cuántas
los
elnitemor
lazos
Siablandarte,
sin
elalmas
de
amor
esperanza
del
la juicio,
muerte
son
deque ely
ator-
Dios
del
al pueda sentir, ver o pensar.
Lo importante, pues, es cuidar de que la
vida sea buena; no de que sea larga. “Impor
ta, dice Séneca, que vivas bien, no que vivas
mucho. Midamos la vida por sus obras, no
por su duración”.
todos los males.
abusando
Hoy, porde la
desgracia,
pacienciason
demuchos
Dios, atienden
los que 6. Tres partes tiene la penitencia
La penitencia tiene tres partes: dolor in
poco a estas cosas, y dejan pasar inútilmen terno, confesión de palabra, satisfacción de
te su tiempo, que es lo más precioso. Dice obra. Es la Escritura la que manda rasgar
san Bernardo: “Hoy los hijos de los hom los corazones, no las vestiduras; confesar las
bres desdeñan el cuidado del alma, y en to ofensas a otro, y hacer frutos dignos de con
dos sus deseos cumplen el cuidado de la versión. Todo pecado se comete con el cora
carne. No temen pecar, sino ser castigados; zón, con las palabras o con las obras; es jus
no trabajan por la virtud del corazón, sino to que la curación venga por lo contrario:
por la salud del cuerpo y por su placer. En que el impío deteste de corazón la culpa, la
esto se muestran discípulos de Hipócrates y acuse con la palabra, y haga penitencia con
Epicuro. Este tiempo sin embargo, está las obras.
asignado
días de salvación,
a las almas,
nonodea placer”.
los cuerpos;
Añade:
son Estas tres partes de la conversión son
como aquellas tres jornadas por las que se
“No hay nada más precioso que el tiempo. va a la tierra de promisión, según el Éxodo:
Hoy, por
menor. Pasan
desgracia,
los díasnada
de salvación
tiene unyprecio “El Dios de los hebreos nos llamó a caminar
nadie tres días en la soledad, y sacrificar al Señor
piensa en ello; nadie alega que están pasan-
do nuestro Dios, para que no nos venza la pes
jamás”.
para él unos momentos que no volverán te”, la de la culpa en esta vida, “ni la espa
da”, el castigo en la otra (Hb 5,3).
194 PRIMERA PARTE

buscas
buscó
Sonaacomo
su
Jesús
Hijo
los
como
hasta
tres ella,
días
queen
hallarás
loque
encontró.
laaVirgen
Jesús,
Si lo ata con el lazo de la repulsa perpetua del
delito. Sería útil, pues, que el sacerdote se
ñale alguna penitencia perpetua, por pe
salvación eterna. queña que sea, para que así el hombre se
cob
bre
dar
motivos,
Esta
la
ella:
viomano
alzarse
es
para
el la
Señor
alescala
sostenerla
deestaba
la de
tierra
tres
haciendo
fuertemente;
altramos,
cielo.fuerza
Por
quepara
tres
so-
Ja- acuerde en espíritu de contrición de sus pe
cados pasados.
La repulsa perpetua del delito es doble.
Una es actual, y no obliga siempre; si algu
cibirle al llegar;que
pues
sube
no por
es tan
ella;
cruel
y para
quere- no la hace es cosa de perfección, no de esen
le cia; como leemos que san Pedro lloró toda
permita caer. su vida; y el santo rey David dice: “Mi pe
cado está siempre ante mí” (Sal 51,5).
7. La contrición de corazón La otra es habitual; esta obliga siempre
La primera forma de conversión, pues, al hombre aún después del perdón comple
es la contrición de corazón. Es un dolor de to del delito. Hablando a los penitentes, di
ce sobre ella san Agustín: “El penitente
los pecados asumido voluntariamente, con
determinación de confesarlos y cumplir la tenga siempre por pequeños todos los actos
penitencia; sin este propósito, no sería con de penitencia que ha hecho; duélase siem
trición
uno en secreto
verdadera.
traiga
Entodos
esa contrición an
los pecadoscada pre y goce con este dolor; duélase de no ha
berse dolido siempre, avergüéncese siempre
te el tribunal de la propia conciencia, acu por el Señor ante quien pecó; termine con la
sándose a sí mismo, de forma que se desha vida su dolor; que como el hombre pecó
ga el alma de amargura, por cada cosa, y contra Dios que es eterno, así en el eterno
luego se seconfiese.
mortales requiereDe
contrición.
todos losPorque
pecados
de suyo, es decir, en cuanto viva, debe dolerse.
Pero muchos se duelen de sus pecados,
diversas enfermedades diversas son las me pero de forma que les desagradan no por
dicinas,
contra
tener memoria
tiene contrición
uny la
pecado
contrición
distinta
de
mortal;
todo
esdemedicina
pecado
yellos.
el hombre
mortal,
singular
debe
si Dios, sino por el castigo. Algunos se arre
pienten por la torpeza misma del delito.
Pero la perfecta contrición se duele del deli
to, porque con él ofendió a Dios; por amor
San Juan Crisóstomo pone esta compa de la santidad le desagrada la maldad. Tan
ración:
el como endiminutos,
aire átomos los rayos solares
que noseaparecen
ven en pronto como uno se arrepiente de verse así,
Dios le perdona su pecado. Solo Dios pue
nunca fuera
cuando la mente
de esosesrayos,
iluminada
del mismo modo de, por el don de la gracia, perdonar los pe
por el rayo cados y la pena debida por ellos.
de lamuy
tos propia
pequeños
contemplación,
que no perciben
aparecenlos
defec-
que Perdonada la pena eterna del delito, por
son poco cuidadosos y tienen oscurecida la la vivificación del Espíritu, queda la pena
temporal. El pecado cometido por un placer
mente. ilícito del alma o del cuerpo, conviene que
los lazo
ponder
del pecados?
¿Porque,
del
cuánto
pecado,
cuando
A esta
tiempo
de
Dios
pregunta
lahay
culpa
absuelve
que
hay
y de
dolerse
aque
la
alguien
pena,
res-
de sea purificado en esta vida con la amargura
de una digna satisfacción; sino, Dios le cas
tigará más estrictamente en lo futuro; por
que ningún mal quedará sin castigo.
20. PENITENCIA, CONVERSIÓN, RECONCILIACIÓN 195

De dos maneras gemimos como peni- piedad y misericordia, quiere que los confe
rando
tentes:
hacer. por
llorando
no haber
lo que
hecho
hicimos
lo quemal,
debíamos
o llo- semos en esta vida y que así en la otra no se
an causa de nuestra confusión. El enemigo
sabe la eficacia de una limpia confesión y
por eso quiere impedir con todas las fuerzas
8. La confesión de palabra que el hombre se confiese. Le sugiere pri
mero que caiga: luego le impide que se le
La segunda parte de la penitencia es la
vante. Sabe que no podemos levantarnos sin
confesión hecha de palabra. Por ella se ma
la confesión”.
nifiesta la enfermedad oculta, con esperanza
Es peor no querer confesarse, que des
del perdón. Es de dos formas: mental, que
preciar la ley. Es peor no querer aplacar la
se hace ante Dios, y es de derecho natural; y
ofensa de Dios con la satisfacción, que pe
otra vocal, dirigida que se hace al hombre y
cando ofender la bondad de Dios. Es verdad
no es de derecho natural. Antes de la Encar
que por la confesión se perdona el pecado.
nación de Cristo, bastaba la mental; hecha a
Sin embargo, la confesión de palabra es ne
solo Dios, pues aún Dios no se había hecho
cesaria. De hecho, cuando hay oportunidad;
hombre. Después de que Dios se hizo hom
de voluntad, cuando lo impide la situación
bre, requiere del hombre que la confesión se
de extrema necesidad, no el desprecio de la
haga a él, como a un hombre.
religión. De modo que en tal caso la necesi
Y como él no puede estar presente en
dad de confesar después de la contrición no
forma humana en todas partes con nosotros,
es por la necesidad del remedio, sino por la
puso a hombres en su lugar, primero a Pe
obligación del precepto.
dro y los demás apóstoles; luego a todos los
sacerdotes, diciendo: “Lo que atareis sobre
el
que
la
en
desatareis
confesión.
poder
elacielo”
ellos,
desobre
(Mt
como
atar
De 18,18).
la
esta
yadesatar,
tierra,
jueces,
forma
Alquedará
se
daba
dar
Cristo
había
a asus
instituyó
entender
desatado
decriados
hacer 9. Motivos y efectos de la confesión
la tierra, quedará atado en el cielo; lo que
La confesión está establecida convenien
temente. Poniéndose en manos de otro con
humildad y devoción, vuelve a Dios el que
por la propia decisión, se apartó de Dios.
Dios puso al sacerdote en su lugar, como mé
calladamente
promulgaron expresamente.
la confesión; los apóstoles la dico a quien se manifiestan las llagas de las
culpas; el pecador recibe la medicina de la
Hay, pues, que hacer la confesión a un satisfacción, de otro, para mayor humildad.
advierte
no
san
hombre,
tenga
Agustín:
como
el enemigo
“En
a vicario
toda
de qué
la
de Escritura
Cristo,
acusarnos.
para
seDice
que
nos “Póngase el penitente, dice san Agus
tín, del todo en manos del juez, sometién
dose al juicio del sacerdote sin reserva algu
cados, con
quedevoción
debemos confesar
humilde,nuestros
no solope-a na, dispuesto a cumplir por la vida del
Es
fender
él
eterno
que
de qué
nosotros
Juez.
el enemigo
acusarnos
Dios,
nuestros
por elpecados,
quiere
antecontrario,
que
el queramos
tribunal
para
lleno
tener
de-
del
de alma, si se le ordena, cuanto haría para evi
de
Dios,
Dios.
sinoNo
también
es que aDios
los hombres
no puedatemerosos
saberlos. tar la muerte del cuerpo”.
La confesión es comienzo de buenas
obras; por esto es muy útil confesar las ma
las. El corazón, deshecho y humillado, suele
robustecerse en la confesión. Muchas veces
el pecador por el solo temor, o por la cos
196 PRIMERA PARTE

tumbre de la Iglesia, poniéndose ante el 10. Es útil renovar la confesión


sacerdote por el solo oficio sacerdotal, se
Aunque renovar la confesión de las cul
compunge verdaderamente y marcha lleno de
pas no es necesaria para salvarse, es muy
caridad. Algunos también no van de corazón;
provechosa. Primero, porque uno no sabe si
pero la penitencia que reciben nutre en ellos
en la confesión anterior estaba contrito lo
poco a poco la humildad de la caridad.
suficiente. En segundo lugar, porque esta
No dejes de confesarte por vergüenza.
mayor humildad y vergüenza es causa de
El rubor, la ansiedad, y la humildad del pe
mayor mérito. En tercer lugar, porque la
nitente es lo más importante de la peniten
eficacia del sacramento quita siempre, en
cia. “La confesión de las culpas, dice san
cada confesión, algo de la pena debida por
Juan Crisóstomo, es señal de un alma bue
las culpas; podría confesarse tanto que no le
na, y de una conciencia que teme a Dios. El
quedara nada de satisfacción que cumplir
perfecto temor echa fuera la vergüenza. Se
en esta vida o en la otra.
mira la vergüenza de la confesión, cuando
Algunos dicen que solo la primera abso
no se cree el castigo del juicio futuro. Y
lución tiene eficacia, por el poder de absol
porque el mismo avergonzarse es un castigo
ver; que las otras no lo tienen, si no hay na
grave, por eso Dios nos manda confesar las
da que absolver. Otros, de opinión más
culpas, para que padezcamos la vergüenza
benigna, piensan que no hay inconveniente
como castigo; porque también esto es parte
en que pueda uno confesarse del mismo pe
del juicio divino”.
cado tantas veces que llegue a borrar así la
“El que no busca excusas de la maldad,
pena del purgatorio, y que, si muriera así,
dice san Valerio, merece el perdón. Donde
volaría al cielo sin más; piensan que el po
hay confesión, hay perdón. Una confesión
der mismo de absolver siempre es eficaz, y
llena de vergüenza está próxima a la ino
si no halla culpa, causa aumento de gracia.
cencia”.
El pecado no queda así sin castigo, pues no
“Como el confesar las culpas, dice san
es pequeño castigo el dolor de la contrición
Agustín, es vergüenza grande, el que la
y la vergüenza de la confesión. Pues ¿qué
sufra por Cristo, se hace digno del perdón.
hay mejor que confesarse frecuentemente?
Cuanto más se confiesa la torpeza de la
La confesión general que se hace antes de la
culpa, esperando el perdón, tanto más fá
misa en la iglesia, borra las culpas veniales
cilmente se alcanza”. “Necio, ¿por qué te
y las mortales olvidadas.
avergüenzas de decir a un hombre lo que
no te avergonzaste de hacer a la vista de
11. El secreto del confesor
Dios? Echa de ti la vergüenza; corre al sacer
dote, revela tu secreto, confiesa tu pecado; El confesor debe guardar con todo cui
de nada te servirá la contrición de corazón, dado el secreto de la confesión. No puede
si no sigue la confesión de palabra, si pue revelarlo ni con permiso del mismo peni
des”. “La confesión, prosigue, es la salva tente. Aunque el penitente renunciara a su
ción de las almas; deshace los vicios, res secreto y diera permiso al confesor, no pue
taura las virtudes y vence a los demonios. de éste revelar lo que se le ha dicho en con
¿Qué más? Tapa la boca al infierno, y abre fesión. El secreto de la confesión cae bajo
las puertas del paraíso”. Son palabras de precepto de la ley divina y evangélica; el
san Agustín. penitente no puede dispensar de él.
20. PENITENCIA, CONVERSIÓN, RECONCILIACIÓN 197

consultar,
absolver
confesión
con Si
quien
el de
confesor
de
debe
sea.
lonuevo,
que
hacer
nosepara
que
tuviera
le dice,
se
poder
le licencia
diga
oconsultarlo
necesitara
fuera
para
de lo ajeno? Comienza a dar también lo pro
pio. ¿Has pecado contra la castidad? Abs
tente por algún tiempo del uso legítimo
del matrimonio, y piensa en la continencia
creto
sándose
por
amenace
confesión;
Ningúnél
eldepecado
confesión
con
ni
con
sacerdote
laintentar
otro. No
almuerte,
penitente,
a nadie,
puede
cautelosamente
nipuede
tampoco
nidespués
revelar
porque
reprender
confe-
el
de
seha-
se-
le
la perpetua. ¿Has ofendido de palabra o de
obra, a alguien? Responde con buenas pa
labras a quienes te injurien y procura apla
car con amabilidad a quienes te golpean.
Que no te basta, para la salud, arrancar del
cuerpo herido la espina; hay que aplicarle
remedios. ¿Nadabas en placeres y embria
cerle para
sión, el pecado, odespués
decirdescubrirle para afrentarle.
de la confe- guez? Mortifícate en la comida y bebida;
así no caerá sobre ti el hambre que te ame
naza. ¿Miraste con ojos impuros a la mujer
12. La
Satisfacer conesobras
satisfacción la última
contrarias
parte de la de otro? Evita el peligro; ten más pruden
cia para otra vez. “Apártate del mal y obra
el bien” (Sal 37,27). Y en otro sitio: “Bus
penitencia; consiste en pagar la pena conve ca la paz y anda tras ella” (Sal 34,15). No
niente a la culpa. Acuérdese del pasaje de
solo la paz con los hombres, sino la paz
san Juan. “Producid fruto que corresponda
con Dios. Con razón dice que andes tras
al arrepentimiento” (Mt 3,8). “Nos avisa,
ella, que la sigas; ha sido expulsada de to
dice san Gregorio, que debemos hacer no
das partes; echada de la tierra se ha mar
solo frutos de conversión, sino frutos dignos
que no faltó en nada, chado al cielo. Pero podemos hacerla vol
de conversión. No deben hacer lo mismo el
ver, si queremos. Basta con que echemos
y el que cayó en crí
de nosotros la ira, la soberbia, la jactancia,
menes. Invita, pues, a buscar cada uno tan
y cuanto estorba la paz. Basta con que si
ta mayor ganancia en buenas obras, cuanto
gamos esta vida modesta y pura”. Son pa
mayor mal se hizo a sí mismo”. Quien se ve
labras del Crisóstomo.
culpable de cosas ilícitas, procure abstener
se de cosas ilícitas, para dar así satisfacción
13. Honra a Dios y previene pecados
a su Creador. Cometió lo prohibido, abstén
gase de lo concedido”. La satisfacción debe hacerse mediante
Bernardo,
las ilícitas
“Absteniéndonos,
de
quecosas
cometimos.
lícitas,
dicese
Debemos
también
nos perdonan
obrar,
san obras que cuesten. Para sanar de las heridas
de las ofensas, hay que aplicar necesaria
mente la medicina de los castigos. Porque
en
queconversión,
hemos pecado”.
lo contrario de aquello en aunque a Dios no se le puede quitar nada, el
sión
males
de
dignos
demos
buenas
Dice
deanteriores,
dar
de
que
san
obras.
conversión.
esos
hablo
Juanfrutos?
sino
Haced,
Crisóstomo:
no está
en
¿De
Haciendo
llenarse
dice
solo
quéJuan,
en
“La
forma
de
dejar
conver-
lofrutos
con-
po-
los pecador con todo quita lo que se debe al ho
nor de Dios, en cuanto de él depende. Por
eso la satisfacción es una cierta compensa
ción; el penitente debe quitarse algo a sí
mismo, para cederlo al honor de Dios.
Esto no es posible si no se trata de una
obra buena, para el honor de Dios, y de algo
trario de los pecados cometidos. ¿Robaste costoso, respecto del penitente. De esta for
198 PRIMERA PARTE

mismo
ma, sí; contra
satisface
pecados
a Dios,
futuros.
y se previene a sí La conversión digna no se mide tanto
por la mortificación de la carne o la dura
nos
de
es
cuando
externos.
Dios.
tres
La
quitemos
satisfacción
clases:
loAhora
damos
Dealgo
del
estos
bien,
aalma,
los
debe
a nosotros,
últimos
cosas
del
serbuenas
tal
cuerpo,
nos
por el
quequitamos
tenemos
por
yhonor
bien-
ella ción, cuanto por la contrición del corazón.
Ante Dios, no vale tanto la medida del
tiempo, como la del dolor; ni la abstinencia
de los alimentos, como la de los vicios.
Por eso, la medida del tiempo de la pe
que tienen necesidad. nitencia los cánones la dejan al arbitrio de
De
del
nos
mos
te alos
alma,
hacen
Dios,
someter
bienes
no
agradables
y esto
debemos
eldel
alma
secuerpo,
hace
ya quitarnos,
sus
Dios;
por
ayunando.
bienes
lasino
oración.
totalmen-
pues
queBienes
debe-
ellos un sacerdote inteligente, y estiman que los
tiempos de penitencia se han de abreviar o
alargar según la fe y trato de los peniten
tes. Puede también suceder que la contri
ción sea tal, que quite enteramente la pena
dicia
codicia
contra
Este
delas
de
los
número
tres
laojos,
carne,
raíces
el
dedar
va
satisfacciones
deelalas
ayuno;
losculpas.
demás;
contra
seContra
contra
ordenan
la co-
la temporal. Dios mira, en efecto, más al
afecto del corazón, que a los actos exterio
res. Si por los actos exteriores se absuelve
al hombre de la culpa y la pena, también
soberbia
cuanto
versión.
pentimiento
impone
en cambio,
más
un
Frutos
decastigo
tienen
pecó,
lahace
vida,
dignos
sacrificándose
muchas
el
proporcionado,
laque,
oración.
de según
conversión
culpastanto
su
y tanto
poca
culpa,
cuanto
y con-
más
se de modo semejante será absuelto por el
hacer
Conforme
frutos dignos
lo exijan
de conversión;
las culpas, algunos,
hay que afecto del corazón. Porque la intención de
la contrición se puede atender de dos for
mas. Una, por el amor de caridad que cau
arre sa desagrado de la maldad; y por eso, me
diante la caridad, se merece no solo la
liberación de la culpa sino también de to
se agradó en la culpa. Si perdió a Dios agra- da pena. La otra, por parte del dolor sensi
tando
dándose
la maldad,
en la maldad,
y repasando
busqueel atiempo
Dios detes-
de su ble, excitado por la voluntad en la contri
ción; este dolor es una cierta pena para el
penitente, y puede ser tan intensa, que
vida con amargura de su alma. baste a borrar toda culpa y toda pena.

14. Satisfacción conveniente 15. Quiénes satisfacen por el pecador


Cuando el sacerdote no impone una pe Si el hombre no puede satisfacer por sí
nitencia digna, o si la impone, no se cum mismo, lo puede ayudado por otros. En
ple, el penitente no es absuelto de la pena realidad, la pena que el pecador debe sopor
adecuada, sino de tanta cuanta cumple tar, excede sus fuerzas. Dios ordenó por su
aquí, no de la restante. gran misericordia, que satisfaga por él, en
Por eso dice san Bernardo: “No seas primer lugar, el mérito de la Pasión de
blando contigo, si pecando gravemente, te Cristo. Por su Pasión, no solo redimió Cris
imponen una pena más leve o disimulan to al mundo, sino que su merecimiento sa
contigo; en la purificación del fuego habrá tisfizo por los pecadores.
que acabar lo que aquí hayas hecho de me En segundo lugar, satisface por el peca
nos. Que el Altísimo busca frutos dignos de dor el merecimiento de toda la Iglesia. San
conversión”. Agustín dice que las buenas obras y las ora
20. PENITENCIA, CONVERSIÓN, RECONCILIACIÓN 199

ciones que se hacen en la Iglesia, ayudan al nidad, de los ángeles, de los apóstoles y de
perdón del que se convierte. todos los santos. La belleza del alma, y la
En tercer lugar ayuda al pecador su pro- ayuda de la Iglesia. Has caído en los lazos de
pia satisfacción. tus cruelísimos enemigos; en un horrible
El peso de oro que vence en la balanza a precipicio: la falta de la gracia, y la muerte
la culpa, lo integran estas tres cosas: el me- del alma. Has ofendido a quien te creó, al
recimiento de la Pasión del Señor, el de to- que sufrió muerte por ti, a quien te hizo mu
da la Iglesia, y la penitencia propia. chos beneficios y te prometió premios eter
Hay que advertir, según san Jerónimo, nos. Si pensaras esto con devoción, sin duda
que Satanás lo mismo envuelve por una ex- sentirías dolor y llorarías por tus pecados.
cesiva dureza, para que los pecadores deses- Sucede que raramente se les enseña a los
peren y se pierdan, como por una excesiva penitentes el modo de arrepentirse, y por
flojedad en corregir. “No te apartes ni a la eso no todos hacen verdadera conversión.
derecha, ni a la izquierda”, dice Salomón Porque, según san Ambrosio y san Grego
(Pr 4,27). rio, más fácilmente se encuentran quienes
guardaron la inocencia, que quienes han he
16. Gravedad del pecado y conversión cho una verdadera penitencia. Y por eso son
pocos los que no necesitan del fuego del
Para que te inflames en deseos de una
purgatorio.
conversión conveniente, considera que si un
“Piensen otros como quieran, dice san
pecado de Adán fue castigado tan estricta
Bernardo; yo no he conocido aún a ningún
mente, que durante noventa años o más tu
penitente de quien no piense que necesita
vo que llorar la miseria de esta vida, y para
el fuego del purgatorio. Creeré que ha teni
mayor miseria, carecer de muchas ayudas y
do una suerte felicísima, si el purgatorio, es
gustos de cosas mecánicas, de las que no
decir, el horno, me purifica hasta el día del
sotros usamos; y después por cuatro mil años
juicio, de toda escoria para ir enteramente
padeció las tinieblas del otro mundo,99 pues
limpio al encuentro del Juez”. ¡Mira qué
¡cómo serán castigados nuestros pecados,
pueden esperar muchos miserables, si aquél
tantos y tan grandes, cuando el supremo
hombre tan santo, tembló así y se espantó
Juez, a quien hemos de dar cuenta de cada
de sí mismo!
cosa, numere su multitud, pese su gravedad
y mida su duración! Muchas lágrimas, ora
17. Para una recta penitencia
ciones y ayunos son necesarios para borrar
con una satisfacción correspondiente nues- Para hacer una verdadera penitencia y
tros pecados. alcanzar la gracia perfecta de la remisión,
Considera también qué has perdido por hay que tener gran cuidado, de modo que,
el pecado, dónde has caído y a quién has circunciso y purgado de la maldad por la
ofendido. Has perdido la amistad de la Tri- confesión, quedes, según Josué, en el mis

99 Ludolfo, c. 2, trató ya el pecado de Adán, para mostrar el lugar a la misericordia de Dios, con la Encar
nación. Aquí piensa en las penas de aquél pecado, para mover a conversión. San Ignacio dice: “por un solo peca
do”; “vivieron… toda su vida en muchos trabajos y mucha penitencia”. (EE, 48; 49). “Para que llegue a dedu
cirse la doctrina de la culpa hereditaria, habrá que esperar a que san Pablo establezca un paralelo entre la doble
solidaridad de todos en Cristo salvador y en Adán pecador, Rm 5”. (BJ, 16).
200 PRIMERA PARTE

mo campamento hasta que sanes del todo. baño. Oraba de día y de noche, arrodillado,
silencio
Es decir,el
que
pan
lejos
delde
dolor,
la multitud,
alejándote
comas
de los
en y tanto que sus rodillas se encallecieron, co
mo las del camello. El descuido del cuerpo
juegos
con los ydemás,
espectáculos
y de toda
mundanos,
ocasión dedel
pecar.
trato fue tal, según dicen, que todos sus miem
bros estaban como muertos, estando él en
tu
alma,
pecados,
quetrasgresión.
Mortifica
está
cierra
en
y ora
ellatus
cielo.
puerta
Entra
allísentidos,
a escondidas
en
a todos
la habitación
que
lossirvieron
aríos
tu de
Padre
delos
tua vida; dicen también que su frente, por la
asiduidad de la oración y la postración de
vota del cuerpo hasta el pavimento, se le
endureció como las rodillas del camello.
dar Los
cosas
vagando
semejantes,
que hacen
por banquetes,
sobre
penitencia
todo en
espectáculos
nolos
deben
comien-
an-y Recuerda también el cilicio y el ayuno
de san Juan Bautista, los trabajos de san Pa
blo, las vigilias de san Bartolomé, el saco y
el pan de san Jerónimo, la túnica y los abro
zos
te.
lavóMaría
de
con
sulágrimas;
conversión,
se sentó los
a los
cuando
secó
pies
condel
aún
susSeñor;
escabellos;
recien-
los jos de san Benito, el sudario y las lágrimas
de san Arsenio, la estera de san Eulalio, la
columna y gusanos de san Simeón, la des
hasta
nados”que
(Lcoyó:
57,48).
“Tus pecados quedan perdo- nudez y las raíces de hierbas de la pecadora
Egipcíaca.
18. Ejemplos: penitencia de los santos También, cómo el rey David descendió
de su solio, y se postró en tierra, en ceniza y
cilicio, haciendo penitencia humildemente,
Para que no te impresione tanto el tra
hasta que oyó del Señor por medio del pro
bajo de la penitencia, recuerda a Santiago el
feta Natán: “El Señor ha quitado de ti tu
Menor. Había recibido el Espíritu Santo, y
pecado” (2Sa 12,13). Postrándose muestra
con él la confirmación de llegar a la vida
la humildad; la ceniza indica consideración
eterna. Sin embargo, perseveró hasta el final
de la muerte, por la que toda la masa de la
en penitencia, con una vida dura, como un
humanidad se ha de volver al polvo; el cili
auténtico vencedor del deseo carnal. Su mé
cio, tejido de pelos, es como la memoria de
rito fue tan grande que todos le llamaban el
la maldad, que se lava con aspereza. Así co
justo; con razón se llamaba también hijo de
volvió es
a Jerusalén para encontrar a los após- menta san Gregorio: “El cilicio indica la as
Alfeo, decir, docto. Así cuando san Pablo
pereza y compunción de los pecados, la ce
niza el polvo de los muertos. Por eso las dos
toles y hablar con ellos sobre las verdades de
cosas suelen usarse para la penitencia, para
la fe, entró enseguida donde él. Santiago es
que conozcamos en lo punzante del cilicio,
cribió la carta que lleva su nombre.
qué hemos hecho por la culpa, y en el resi
Según atestiguan san Juan Crisóstomo y
duo de la ceniza, en qué nos hemos conver
Hegesipo, historiógrafo próximo al tiempo
tido por el juicio”. Así san Gregorio.
de los apóstoles, fue tan admirable que reci
bió el primero el episcopado en Jerusalén,
19. Exhortación a la austeridad
después de la Pasión del Señor, ordenándole
los apóstoles. Que te consueles, pues, en estas cosas, y
Fue
Nocortaba
se el cabello,
bebiótenido
vino por
ni santo
sidra, sedesde
nino ungía,que
comió ni nació.
carne.
usaba
No te excites en ellas; ya que la ceniza y el cili
cio son armas de los penitentes. El trabajo
de la penitencia consiste sobre todo en la
20. PENITENCIA, CONVERSIÓN, RECONCILIACIÓN 201

comida y el vestido. Sobre lo indicado pue- Que los penitentes se muestren, por
des recoger la doctrina en estos versos: tanto, varoniles, sin cansancio. No les falta
Por bebida el agua, pan seco, áspera veste, rá a su tiempo la recolección: “Los que
Vara al dorso, breve sueño, cama dura. siembren con lágrimas, cosechan entre cán
Arrodíllate, golpea el pecho, descúbrete, orando, ticos”. (Sal 126,5).
Pega al suelo la boca, la mente al cielo, hable la Que su corazón se conforte y se consue
lengua, le, esperando tener parte con los mártires.
Dicte el corazón; la mano abierta, ayunos frecuentes; Los que viven en penitencia se pueden, en
Mente humilde, ojo sencillo, carne limpia, corazón efecto, comparar con los mártires, según san
piadoso, Juan Crisóstomo. Una huída larga es más
Ten fe recta, esperanza firme, la caridad siempre
pesada que una muerte veloz.
Hierva con preces asiduas, ruega con los justos;
Haz esto, pecador, que te arrepientes de ti; El Señor los llama dichosos, y les pro
Exígete ahora penas dignas por los pecados, mete el consuelo, cuando dice: “Dichosos
Antes que la ira del Juez te entregue a las eternas. los que lloran, porque serán consolados”
(Mt 5,5). El Señor compensará su llanto con
Oye también a san Bernardo que dice: un gozo eterno.
“El que hace de veras penitencia, no pierde Alabando la penitencia, dice san Cipria
su tiempo. Restaura el pasado por la contri- no: “¿Qué puedo decir de ti, penitencia? Tú
ción, domina el presente por las buenas sueltas lo atado, abres lo cerrado, mitigas lo
obras, y también el futuro, por la firme adverso, curas lo contrario, clarificas lo con
constancia del buen propósito”. fuso, y animas lo desesperado”.

Oración

Me aterra mi vida. Estudiándola con diligencia, veo en ella pecado, o esterilidad in


fructuosa. Si aparece en ella algún fruto, es fingido, o imperfecto, o en cierto modo co
rrompido.
Pues ¿qué puedo hacer, pecador de mí, sino, en toda mi vida, llorar toda mi vida?
Estoy cierto. Señor, de que mis pecados merecen eterna condenación. Más cierto de que
mi penitencia no basta para satisfacer por ellos. Certísimo de que tu misericordia supera
toda ofensa.
Hazme este favor, por piedad; concédeme el perdón de mis pecados, porque mi méri
to es tu indulgencia, Señor y Dios. Amén.
202 PRIMERA PARTE

21. EL BAUTISMO DEL SEÑOR


Mateo 3,13-17; Marcos 1,9-11; Lucas 3,21-22

1. Lugar del bautismo de Jesús100 a hacer milagros y a enseñar. Nos enseñó así
cuál es el tiempo oportuno para el sacerdo
Jesús, cumplidos los veintinueve años
cio o para enseñar, contra los que tienen por
de edad y comenzados los treinta101, al
buena cualquier edad. No debe nadie adu
tiempo que Juan bautizaba, habló a su ma
cir como argumento que Jeremías o Daniel
dre para decirle que era tiempo de mostrar
recibieron desde niños el don de profecía,
se al mundo, de marchar a glorificar a su
pues no debemos tomar los milagros como
Padre, y realizar la salvación, cumpliendo la
norma de conducta. La edad del Salvador
misión a que había sido enviado.
cuando se bautizó, los treinta años, convie
Se despidió muy atentamente de ella y de
ne con el misterio de la Trinidad y el Decá
san José; y “vino desde Nazaret de Galilea”
logo. El que se gloría de haber sido bautiza
(Mt 3,13: Mc 1,9) hasta el sitio del Jordán,
do, conviene que iguale esa edad, por la fe
donde Juan bautizaba, al este de Jerusalén, no en la Trinidad y el cumplimiento de los
al
lejos de Jericó. A unas dos millas este de
diez mandamientos”.
Jericó hay una capilla donde vivió san Juan;
Podemos aprender aquí, según Rábano,
una milla más allá según se dice, está el lugar
que nadie debe hacerse sacerdote y predica
donde Cristo se bautizó, entre Enon y Salim,
dor, sino en plena edad varonil. Hoy, por
no lejos de monte Gelboé, en Betania, la de la
desgracia, están puestos para regir la Iglesia
otra ribera del Jordán, a tres leguas de Jericó
quienes no saben regirse a sí mismos. Se ha
y a dos de la capilla de san Juan.
cen administradores del patrimonio de
Jesús vino de Galilea, trasmigración, al
Cristo, quienes no saben serlo de sí mismos.
Jordán, descenso, para indicar, según san
Quieren mandar, cuando ellos necesitan
Remigio, que sus miembros, para ser lim
quien los guíe.
pios por la gracia, deben emigrar lejos de
Jesús vino a los treinta años al bautis
los vicios a la virtud, humillándose.
mo, dice san Juan Crisóstomo, porque iba a
disolver la ley antigua. Permaneció cum
2. Se bautizó a los treinta años
pliendo la ley hasta una edad, que puede
Como dice san Beda. “Jesús bautizado a dar cabida a todo pecado. Cumplió la ley
los treinta años, comenzó más abiertamente entera, para que nadie dijera que la disolvía,

100 [EE 273] 1 DE CÓMO CRISTO SE BAPTIZÓ ESCRIBE SANT MATHEO EN EL CAPÍTULO III, V.13-17.
1º 2 Primero: Cristo nuestro Señor, después de haberse despedido de su bendita Madre, vino desde Nazareth
al río Jordán, donde estaba san Joán Baptista.
2º 3 2º: Santo Joán baptizó a Cristo nuestro Señor, y queriéndose escusar, reputándose indigno de lo bauti
zar, dícele Cristo: (Haz esto por lo presente, porque assí es menester que cumplamos toda justicia).
3º 4 3º: (Vino el Espíritu Sancto y la voz desde el cielo, afirmando: Este es mi Hijo amado, del qual estoy muy satisfecho).
101 La antífona de Laudes, Liturgia de las Horas, del 6 de enero, dice aún: “Hoy
la Iglesia se ha unido a su ce
lestial Esposo, porque, en el Jordán, Cristo la purifica de sus pecados; los magos acuden con regalos a las bodas
del rey; y los invitados se alegran por el agua convertida en vino”. Si el 6 de enero sucedieron los tres hechos, tie
ne que retrasar un año la vida de Cristo –el mismo día, y año, no pueden ser el Bautismo, y Caná–. Pero esa an
tífona a las tres primeras Epifanías, es un cántico; no cronología. Ver final del C. 24.
21. EL BAUTISMO DEL SEÑOR 203

porque
esperó hasta
no había
esa podido
edad, en
cumplirla.
que cumplía
Por eso
el 4. Por qué quiso ser bautizado
Cuando “llegó al Jordán”, halló a Juan
tiempo de fidelidad. Solo entonces vino al
bautizando a los pecadores. Con él estaba la
bautismo, a colmar con él todas aquellas
multitud que concurría a su enseñanza y
observancias de la ley”.
pensaba que él era el Mesías. Viene el Señor
a bautizarse con sus siervos. El juez con sus
3. Llega Cristo al bautismo
reos. Venía a limpiar él las aguas, más que a
camino.
compadécete
descalzos,
Llegó,Mírale
apues,
través
concon
eléldel
Señor,
diligencia
de espacio
corazón,
solo,yde
con
devoción,
con
tan
los
fervor.
largo
piesy limpiarse él con ellas.
Vino el mayor al menor, Dios a Juan, el
Señor al servidor, el Rey al soldado, la luz a
la lámpara, el sol a algo que brilla con su
No
caballos
to. Nollevatenía
oconsigo
de cualquier
aún discípulos,
multitud
otro acompañamien-
denisoldados,
seguidores.de luz. Quiso confirmar la enseñanza de Juan
al recibir su testimonio. Quiso que Juan “le
bautizara” exteriormente. La fuente iba a
hospedaje.
nosotros,
tiene
No tieneen sugusanillos,
quien
No
reino
vanmiles
lecon
preceda
nos
él
delos
deleitamos.
millares
honores
para prepararle
con
El que ser lavada por el arroyo, la plenitud por una
gota, el autor del bautismo por un ministro
del mismo. No necesitaba él purificación.
ven y un número incontable que el sir- Hacía la nuestra. No tenía que lavarse de
sus
ñe, pies,
marchacansándose
aquí solo,hasta
hollando
la fatiga.
quelaletierra
acompa-con las culpas por el bautismo. Quiso aprobar
con su propio bautismo el de Juan. Quiso
no de
yes a nosotros.
rey. Se hizo
Extranjero,
siervo, para
para hacernos
conducirnos re- darnos a entender el misterio del bautismo.
dó aSusíreino
mismo,no estomando
de este mundo.
forma deSeesclavo,
anona- Hombre como era, quiso cumplir toda la
santidad de la ley, y toda la humildad, para
darnos ejemplo.
Vino al bautismo también para revelar
el
a lacamino
patria para
del reino.
subir Nos
allá. puso ante los ojos nos el misterio de la Trinidad. Nadie, por
santo que sea, juzgue superflua la gracia del
¿Por qué somos nosotros tan perezosos? bautismo.
¿Por
buscamos
cosas
males,
do, y quécaducas?
no
porque
nos
ynoretenemos
nuestro
nos
miramos
Sinhumillamos?
duda
reino
con
comocaemos
tanta
es de en mun-
extranjeros.
este
avidez
¿Por estos
qué
las Cumplía él primero lo que más tarde
mandaría hacer; así conocerían sus criados
con qué alegría deben correr al bautismo
del Señor, pues él tuvo a bien recibirlo de
manos de su criado.
¡Qué vanos somos los hijos de los hombres! Que nadie rehuya el bautismo de la gra
¿Cómo podemos abrazar con tanto entu cia, pues Cristo no rechazó el de conversión.
lo en
siasmo
duco
de
transitorio,
eterno?
lovez
vano
como
de¿Por
en
lo estable
vez
yaqué
pasado?
denolo temporal en
loverdadero,
despreciamos lo vez
ca-
lo Él fue a destruir la cabeza del dragón en las
aguas, borrando las culpas y enterrando al
viejo Adán. Al contacto de su carne limpí
sima, santificando las aguas, iba a conferir
Marcha el Señor Jesucristo, que da la les la fuerza de santificar y regenerar a los
salvación,
na, humildemente,
y no necesita díasdey días,
salvación
hastaningu-
llegar que más tarde se bautizarían.
Cristo iba a bautizarse para mostrar, en
al Jordán. la paloma, la venida del Espíritu sobre los
204 PRIMERA PARTE

bautizados. Y para que el pueblo oyera el Dice san Bernardo: “¿Quieres bautizarte,
testimonio de Juan y el del Padre sobre Señor Jesús? Pero ¿qué necesidad tienes tú
Cristo. El Hijo de Dios se bautizó también del bautismo? ¿Necesita el sano las medici
para mostrar que haría hijos de Dios y her nas, o el que está limpio lavarse? ¿Qué peca
manos suyos a cuantos renacieran por el do tienes, para que te bautices? ¿Qué man
bautismo. cha puede tener el Cordero sin mancha?”
Al cual tú, fiel también, como regenera Y san Juan Crisóstomo: “Bien está, que
do ya en Cristo, acompáñale y considera tú me bautices a mí, para hacerme digno
mucho los misterios que aquí suceden. del cielo. Pero ¿qué motivo hay para que yo
El Señor, queriendo realizar nuestra sal te bautice a ti? Todos los bienes descienden
vación, comenzó primero a obrar, luego a del cielo a la tierra; no ascienden de la tierra
enseñar. Y comenzando por la puerta de los al cielo”.
sacramentos, y por el fundamento de las También san León Papa: “¿Qué haces,
virtudes, quiso ser bautizado por Juan. Señor? Me van a lapidar por mentiroso. He
predicado grandes cosas sobre ti, ¡y tú vie
5. Juan se resiste a bautizar a Cristo nes a mí tan sencillo como un huésped!
Dijo, pues, a Juan, que estaba bautizan ¡Allá arriba eres el Hijo del Rey, aquí abajo
do a los pecadores: Bautízame, por favor, eres también el Hijo del Rey! Y no aparece
en nada el cetro real. Muestra tu dignidad.
con estos. Juan mirándole con atención, co
noció por revelación de Dios, quién era y se ¿Por qué has venido solo y tan humilde?
llenó de pavor. Conoció que era verdadero ¿Dónde está la multitud de ángeles y alados
Dios y hombre; que no tenía pecado; y que, querubines? Tú llenaste de gloria a Moisés
lejos de necesitar su bautismo, purificaría en la nube luciente y en la columna de fue
de la maldad a los demás. go ¿y tú inclinas a mí tu cabeza? No quie
Entonces como buen soldado, imitando ras esto, Señor. Tú eres la cabeza de todas
la humildad de su Rey, “intentaba impedír las cosas. Has mostrado ya tu humildad;
selo”, con reverencia, “diciendo: Yo necesi presenta tu grandeza. Bautiza a todos los
to dejarme bautizar por ti, y tú ¿vienes a presentes y a mí el primero. ¿Por qué quie
mí?” (Mt 3,14). Yo soy de tierra; tú del cie res lavarte, si no tienes suciedad? Y aunque
lo. Tú no lo necesitas; yo sí necesito ser yo quisiera bautizarte, el Jordán no lo tole
bautizado. Tu nacimiento no tiene mancha rará; conocerá a su Creador y volverá atrás
alguna. Tú eres mayor y yo menor; Tú Se sus aguas”. Palabras de san León Papa.
ñor, yo el servidor. Soy yo quien debe ser No es extraño que tiemble Juan, cuan
limpio y bautizado por ti; no tú por mí. Yo do se humilla a sus manos aquél a quien se
soy hombre; tú eres Dios. Yo pecador, como dobla toda rodilla en el cielo, en la tierra,
hombre; tú sin pecado, como Dios. ¿Por en los infiernos. Dice san Bernardo: “Se in
qué quieres que te bautice? Te haría este clina bajo las manos del Bautista la cabeza
servicio, pero ignoro el misterio. Yo bauti que deben adorar los ángeles, que hace tem
zo a los pecadores en señal de arrepenti blar a las potestades y llena de reverencia a
miento para la conversión; ¿por qué quieres los principados. ¿Qué extraño que tiemble
bautizarte, si no tienes pecado? ¿Quieres el hombre y que no se atreva a tocar la san
bautizarte como pecador, tú que viniste a ta cabeza de Dios? ¿Quién, con solo pensar
perdonar los pecados? lo no se estremece? ¡Qué alta estará en el
21. EL BAUTISMO DEL SEÑOR 205

Juicio esta cabeza, que ahora se inclina tan Puede aludir también a que Cristo
humilde!” Esto, de san Bernardo. cumple primero cuanto deberán cumplir
los demás. Es como si dijera: Me someto a
6. Hay que cumplir toda justicia ti, que eres menor, para que los mayores no
lleven a mal que los bauticen o dirijan los
El Señor aprueba esta reverencia obse
menores.
quiosa de su servidor, pero manifiesta el mis
“¿Qué es la justicia, pregunta san Am
terio de lo que hace. “Pero Jesús en respues
brosio, sino que comiences haciendo tú
ta le dijo: Permite ahora”, permíteme ser
mismo lo que quieres que hagan los demás,
bautizado por ti en el agua; más tarde yo te
y que les exhortes con el ejemplo?”
bautizaré a ti en el Espíritu. Es un misterio
“El Señor, dice san Juan Crisóstomo,
lo que estoy haciendo. Según san Juan Cri
quiso bautizarse por nosotros, para cumplir
sóstomo, esto indica que Cristo bautizó des
toda justicia. Pues lo justo es hacer prime
pués a Juan. Pues tomé forma de siervo, dé
ro lo que queremos que hagan los otros. El
jame ahora que cumpla la humildad de tal.
Señor y maestro de la humanidad quiso en
“Así nos conviene cumplir todo lo que
señarnos con el ejemplo para que sigamos
es justo” (Mt 3,15), toda la fidelidad. Tú,
como discípulos al Maestro y como criados
bautizando; yo, siendo bautizado por ti.
al Señor”. San Agustín dice también: “Qui
Debo dar ejemplo; aunque soy superior, y
so hacer él lo que iba a mandar que hicieran
no necesito el bautismo.
los demás; insinúa así su doctrina con los
El término justicia se toma aquí en sen
hechos más que con las palabras”.
tido amplio. No se refiere a la virtud opues
Según Rábano, conviene que cumpla
ta a la avaricia, sino que incluye la perfec
mos nosotros toda justicia en el bautismo;
ción de todas las virtudes. Según san Juan
sin ella no se abre a nadie la puerta del reino
Crisóstomo, Cristo viene a decir lo siguien
del cielo. Nadie puede ser perfecto sin el
te: Hemos cumplido ya todos los preceptos
agua del bautismo. Toda justicia, puede en
legales, sin violarlos nunca. Solo nos falta
tenderse también como toda humildad, sin
uno. Hay que añadir este también, y así
limitación. La humildad es lo principal de la
cumpliremos toda justicia.
justicia.
Llama justicia al cumplimiento de to
dos los preceptos, mostrando que en eso es
7. La justicia en sentido estricto
tá la verdadera justicia. Como Señor y
Maestro, quiere cumplir en sí mismo todo Hay una humildad102 ordinaria, necesa
el sacramento de la salvación. Y uno de los ria a todos los justos, que consiste en some
mandatos que los hombres tenían, era el de terse por Dios al que es mayor que uno, y
someterse al bautismo por un profeta. no preferirse al que es igual. Hay otra,
Toda justicia se dice también, cuando se abundante, que consiste en someterse al
da a cada uno lo suyo. El que recibe el bau igual, y no preferirse al menor. Y hay una
tismo de Cristo, se apiada de su alma y agra tercera, perfecta y sobreabundante, que
da a Dios; recibe la curación de la salvación, consiste en someterse al menor, y no prefe
y se somete humildemente a su Creador; rirse a nadie. Este tercer grado tuvo Cristo
obedece lo ordenado y edifica a los otros. aquí; así cumplió toda la humildad.

102 San Ignacio lo recoge en sus “Tres maneras de humidad” (EE 164-167).
206 PRIMERA PARTE

tricta
Dicey muy
san Bernardo:
estrecha, de “Hayforma
una que
justicia
apenas
es- aquí se somete también a su criado. Se aba
berbia
ferirse
mueves
superior.
otra
igualmás
nigrande
alel
preferirse
Esto
igual
amplia
pie, es
preferirse
caes
y dar
no
yalaldilatada:
menor.
igualarse
ahoyo
cada
al del
igual,
uno
Como
no
delito:
alloigualarse
que
ysuyo.
es
al una
no
que
estáHay
pre-
so-
es-
de
al ja a sí mismo y justifica y engrandece a su
criado. En otra cosa creció también la hu
mildad, como puedes pensar ahora. Había
vivido como un hombre humilde, inútil, y
despreciado. Aquí quiso aparecer ante los
hombres como pecador. A los pecadores pre
dicaba Juan la conversión y los bautizaba.

se
meterse
máxima,
rior
superior
de
inferior
inclusive
superior,
ales
lainferior
al
suma
plena
alasí
igual,
mismo
es
ejusticia,
esintolerable
gran
suma
y inferior.
alhumildad
es
superior.
y plena
mostrarse
soberbia;
Preferirse
justicia.
mostrar-
Pero
infe-
so-
la
al Jesús quiso bautizarse con ellos, como uno
de tantos. Aunque podría decirse lo mismo
de la circuncisión, que quiso en ella aparecer
como pecador, aquí hay más que allí. Allí
fue más en secreto; aquí delante de la multi
tud. Si él quería dedicarse en adelante a
do
se sometió
por
“Cuando
ti, fue
a alguien
Juan
la humildad
dice:
superior
Yo debo
primera;
a él.ser
Lobautiza-
por
queella anunciar, ¿no era de temer que le desprecia
ran como pecador? El maestro de la humil
zo
manos
Cristo
de su
fuesiervecillo.
plena justicia:
Mire se
cada
inclinó
cual sia de
hi-
las dad no dejó por eso de humillarse profunda
mente. Quiso parecer lo que no era, con
desprecio suyo, para instruirnos. Nosotros,
be imitar
bre
objeto
tododelo
a culto”
Cristo,
que lleva
(2Tes
o aelaquél
nombre
2,4).
“que
YdesedeDios
eleva
nuevo:
oso-
es en cambio, queremos aparecer lo que no so
mos, para que nos alaben. Si tenemos algo
que parezca bueno, lo mostramos. Los defec
“¿No está sujeta a Dios mi alma? (Sal 62,2). tos, en cambio, los escondemos.
¿O
mildad.
sometido
enseña
nitud,
es poco
que
aSicumplir
aconsiste
quieres
estar
toda sometido
criatura
toda
ser
en perfecto
lajusticia,
perfección
por
a Dios,
Dios?
en
hasta
la
side
justicia,
no
Así
lalaestás
ple-
hu-
nos Desde otro punto de vista puedes tam
bién considerar su humildad. Sometiéndose
al bautismo y a las demás cosas debidas se
gún la ley, obraba como los demás hombres.
No quería privilegio alguno, aunque era el
inclínate
vete al menor,
ante él”.
muéstrate
Esto dicedeferente
san Bernardo.
con él e Señor de la ley; no como aquellos que den
tro de una comunidad, quieren tener privi
La justicia se manifiesta en el humilde, legios que les singularicen.
pues el humilde ni quita ni pone, ni se atri
buye
lo queloleque
corresponde.
no debe, sino
Noque
quita
da aelcada
honor
unoa 9. Cristo santifica las aguas del Jordán
Juan conoció que de esta forma había
nadie, para atribuírselo a sí; el honor lo atri
que cumplir la justicia. El Espíritu le ense
buye a Dios y retiene para sí la bajeza. No
ñó lo que antes ignoraba. “Entonces se lo
hiere a los otros, ni los juzga, ni se prefiere a
permitió”. Consintió en bautizarle, y le de
ellos, ni se compara con nadie. Se tiene por
jó hacer según su voluntad. Como si Juan le
inferior a todos y escoge el último lugar.
contuviera cuando se lo prohibía con reve
rencia; pero al fin obedeciendo, le dejó.
8. Nuevo ejemplo de humildad en Cristo
Buena humildad, la que se acompaña de la
del Señor.
Como Sives,
antes
aquí
estaba
aumentó
sujetola
a sus
humildad
padres, obediencia. Lo que temía primero con pa
vor, después lo cumplió, con devoción. “Se
21. EL BAUTISMO DEL SEÑOR 207

avino Juan y obedeció, dice san Bernardo. de la Pascua, sucede también en el bautis
Bautizó
agua.
varon Fuimos
lasalaguas,
Cordero
lavados
paradelavarnos
nosotros,
Dios, lavándole
a no
nosotros”.
él. Se
enla-
el mo. El Señor celebró a la vez las dos: puso
fin a la antigua y dio principio a la nueva.
Así aquí: cumplió el bautismo judío, y
vestidos,
Creador decomo
Contempla al Señor.
los elementos
bien
cualquier se Se quitaenlos
hombrecillo.
sumerge El
la abrió las puertas de la Iglesia. En la Pas
cua, en una sola mesa, y ahora en un solo
río, recogió la sombra y añadió la verdad;
amor.
humildad
tiempo
contacto
Realiza
de
dedel
gran
su cuerpo
agua;
nuestra Lo
frío. estaba
sagrado
salvación.
hacefría,
consagra
porpues
nuestro
Conera
las
el en el bautismo de Cristo está la gracia del
Espíritu Santo y el de Juan carecía de este
don.
“Se bautizó él primero, porque iba a dar
aguas; les confiere
purificando, la fuerza de
por el bautismo, nuestros
regenerar
crí un bautismo nuevo para salvación de la hu
manidad. No fue para dejar sus pecados,
sal,
bautismo
menes.
y a Desposa
todas
nos las
desposamos
consigo
almas fieles;
a lacon en
Iglesia
nuestro
launiver-
fe del
Se pues era el único que no tenía pecado; sino
para santificar las aguas del bautismo, que
habían de disolver las culpas de los creyen
ñor Jesucristo, que dice por el profeta: “Te tes. Las aguas del bautismo no habrían po
desposaré
eso es tan grande
conmigo
estaenfiesta
fe” y(Os
lo que
2,20).
aquíPor
se dido purificar las ofensas, si no hubieran si
do santificadas con el contacto del cuerpo
realiza, tanto que la Iglesia canta con gozo: del Señor. Se bautizó él, para que fuéramos
“Hoy se ha unido al celeste Esposo la Igle lavados nosotros. Se mojó en el agua, para
sia,Jordán”.
el hoy lavó Cristo los crímenes de ella en que se nos limpiara a nosotros la suciedad
de los delitos. Recibió el bautismo de la re
plenitud
Dice san
de suAnselmo:
edad madura,
“Cuando
poniendo
llegó la generación, para que renaciéramos del agua
y del Espíritu Santo. El bautismo de Cristo
mano en fuertes empresas, salió a salvar a su es purificación de nuestros pecados y reno
pueblo; como un fuerte gigante salió a co vación de la vida de Salvación. Por el bau
rrer todo el camino de nuestra miseria. Para tismo morimos al pecado y vivimos para
asemejarte en todo a tus hermanos, acudis Cristo. Somos enterrados en cuanto a la vi
te como pecador a tu criado que bautizaba a da antigua, y resurgimos a la nueva. Nos
los pecadores, y le pediste que te bautizara a desvestimos del error del hombre viejo, y
ti también. Cordero inocente de Dios, sin recibimos la vestidura del nuevo”. Son pala
mancha alguna de pecado, fuiste bautizado. bras de san Juan Crisóstomo.
No te santificaste a ti en las aguas: santifi
caste a las aguas en ti, para santificarnos por 10. Quiso bautizarse en agua, en el
ellas a nosotros”. Jordán
bautizó
sepas
Dice san
porenlaelnaturaleza
Juan
bautismo
Crisóstomo:
misma del
de Juan,“Cristo
para
bautisse
que El Señor quiso bautizarse en el Jordán,
para abrir las puertas del reino del cielo en
mo
porque nojudío
bautismo es elabolido
se bautizó
que necesitara don
por pecado
del
y comienza
Espíritu.
algunoEl
elo el mismo sitio en que los hijos de Israel ha
llaron la entrada a la tierra prometida. Co
mo ellos pasaron por este río al país prome
nuestro. Lo que sucedió en la innovación tido por el Señor, así pasan por el bautismo
los fieles a la tierra de los vivientes.
208 PRIMERA PARTE

queYestaba
también
entreporque el Jordán
los judíos y los gentiles,
era un ríoy entender que quedaba abierta la gloria celes
te para los que creen en Cristo; la puerta del
el bautismo es común a unos y a otros. reino del cielo, que se cerró para el hombre
símbolo;
mán.
mo En
deElCristo
elagua
porque
Jordán
por
en que
fue
Elías,
prefigurado
seEliseo, eseltambién
bautizóJosué bautis-
y Naa- por el pecado, quedaba abierta para los que
vuelven a renacer por el bautismo.
Dice san Juan Crisóstomo: “En su bau
el agua es contraria al fue tismo se abrió el cielo, para enseñarte que
go
con
te fuego,
yelelsuplicio
pecado es fuego.
fue bautizado
del un fuego
Cristo.
Paraque
extinguir
se castiga
es- esto sucede invisiblemente cuando alguien
se bautiza; Dios te llama al cielo, y te ex
El agua limpia la suciedad, extingue la horta a que no tengas nada común con la
tierra”. “Dice que el cielo se abrió, porque
sed, refleja
píritu Santolalimpia
imagen.
de las
Asíofensas en del
la gracia el bau
Es- hasta entonces estaba cerrado. Al hacerse un
solo rebaño, el de arriba y el de abajo, con
tismo,
de Dios,apaga
y devuelve
la sed del
la imagen
alma con
de la
Dios
palabra
per un solo Pastor de todos, el cielo quedó pa
tente; el hombre, oveja de la tierra, quedó
dida por la culpa. agregado a los ángeles”.
Puesto que el Señor se bautizó en el “Cuando Jesús, dice san Beda, se bauti
agua, no se admita que el bautismo pueda zó y se puso a orar, se abrió el cielo. Some
darse en ningún otro líquido. Además el tiéndose el Señor en la humildad de su
bautismo se realiza en agua, porque agua cuerpo a las aguas del Jordán, nos abrió con
manó del costado de Cristo cuando murió. el poder de su divinidad las puertas del cie
Y porque es el líquido más apto para lavar y lo. Al mojarse en las aguas frías la carne
nadie podría excusarse de no tenerlo a ma inocente, se apagó la lanza de fuego, que
no, siendo tan común. amenazaba antes por las culpas”.
Aunque el Espíritu Santo limpia inte Ese abrirse el cielo, cuando Jesús bauti
riormente es necesario lavarse en esta agua. zado se puso a rezar, enseña también que la
El hombre está formado de cuerpo y alma, y oración de un hombre puro y santo penetra
en cuerpo y alma debe renacer, es decir, en el cielo. Cristo oró después del bautismo
el agua y en el Espíritu Santo. para enseñarnos a hacer oración. Nos enseña
cómo hacer agradable a Dios la oración, la
11. Se abre
Entonces “se el cielo
abrió el al bautizarse
cielo”, Cristo
formándose en vándose y bautizándose primero el que ora.
también
de
puso
nuevo
“Al
a rezar
bautizarse
sedebautizó
las
para
agua
recibir
Jesús”
todo
del el
bautismo,
el
(Lcpueblo,
Espíritu
3,21), Jesús
al
cuando
Santo.
subir
se Nos enseña también que la gracia del bau
tismo hay que conservarla con la oración. Y
nos da ejemplo de que, al recibir los sacra
mentos, elevemos la mente a Dios.
plandor
el
aire
de
torno
bía
suele
fulgor
los
abiertolaselestrellas,
ysuceder
ade
astros;
Cristo
sobre
que le
con
un
la
el
cielo
rodeó más
tierra.
aire
gran No
el relámpago.
que
pareció más
resplandor.
descendiendo
alto,
parecía
se abrirse
abrió
Esto
que
Era
allá
eldaba
else
como
tanto
cielo
res-
ha-
dela Dice de nuevo san Beda: “Jesús, que tie
ne todo lo que tiene el Padre; oró, ya bauti
zado, para enseñarnos que los bautizados, si
quieren hallar abierto el cielo, no deben vi
vir en la ociosidad, sino insistir en el ayuno,
la oración y el amor efectivo a los demás. En
el bautismo se perdonan las ofensas, pero
por el momento no se nos quita la fragili
21. EL BAUTISMO DEL SEÑOR 209

paso;
dad
mos elguiados
gidos.
en
sado
llegar
este
de
queaPero
mar
la
mundo,
lavencerlos
carne.
patria”.
rojo,
enpor
elotros
Nos
adesierto
la
los
con
gracia
alegra
enemigos
perseguidores
nuestro
dede
ver,
laCristo,
sudor,
convivencia
nos
una salen
vez
sumer-
tene-
hasta
pa-
al Y según el mismo Crisóstomo, respon
de también a la figura del Antiguo Testa
mento. La paloma que aparece en el dilu
vio, llevando en el pico la rama de olivo, es
señal de la clemencia de Dios para con
aquellos que habían respetado las aguas; y
anunciaba la tranquilidad a toda la tierra.
Así ahora, en el bautismo, viniendo el Espí
12. “Y
El descendió
Espíritu desciende
el Espíritucomo sobre él
Santopaloma ritu Santo en forma de paloma, es señal de
la clemencia divina, que por la eficacia del
en figura, como una paloma” (Lc 3,22), en bautismo perdona las culpas, confiere la
forma visible y corporal, y descansó sobre gracia, nos presenta a nuestro libertador:
él, posándose en la cabeza. No es que des trae a la humanidad, en vez del ramo de oli
cendiera por la gracia, pues estaba lleno del vo, la adopción divina.
Espíritu Santo desde su concepción. Des En todo caso, cualquier bautizado debe
cendió en una señal visible por varios moti abundar y perfeccionarse en siete virtudes,
vos. Para indicar que en él está la plenitud señaladas por la paloma. Para ser perfectos,
de la gracia; para dar a entender que en el hay que serlo consigo mismo, con el próji
bautismo se da el Espíritu Santo a los que mo, y con Dios; y todo esto lo significan
se acercan de buena fe; y para mostrar que bien las propiedades que tiene la paloma.
es él quien bautiza mediante el Espíritu Consigo mismo: la paloma tiene gemido
Santo. en vez de canto, y carece en cambio de hiel;
Apareció en la forma corporal de una así el justo debe tener contrición interna por
los
dumbre
nosotros.
milde,
paloma,
mansos
sin
para
podremos
Quiere
amargura
y humildes.
mostrar
decirnos élque
deducir
ni
que
También
hiel;es
sipor
manso
ha
él para
la
habita
venido
manse-
yindi
hu-
ena las culpas, huyendo con lágrimas, pero sin
amargura del delito y de la ira irracional.
Con el prójimo: la paloma no hiere con
su pico, no roba con sus uñas, incluso cuida
carnos que el Espíritu Santo está en los las crías de otros como propina. El justo no
que hace mal a nadie, no quita lo ajeno y, com
tienen el amor de caridad de Dios, pues en padecido da de lo suyo al necesitado.
la paloma hay especialmente amor. Con Dios: la paloma se asienta sobre el
Santo
que
animales.
los
dad
el
servó
siervos
espíritu
Dice
criados
del
vive
para
tomó
del de
Espíritu
san
para
Todas elDios,
síenemigo
impuro.
la
Juan
esta las
figura
amor
Santo más
noespecial
de
Crisóstomo:
figura
Elformas
fingidas;
las
Espíritu
pueden
una
laque
de
puede
paloma
“El
sola
Santo
justicia
los
tener
de se
Espíritude
lademás
imitar
amor,
cari-
por-
los
re- agua y cuando ve en el agua la sombra del
gavilán, se sumerge y escapa; el justo, dete
nido en los ríos de la Escritura y con los
ojos atentos, evita los ataques del enemigo.
La paloma elige los granos mejores y se ali
menta de cosas limpias; el justo, elige la sa
na doctrina con que alimentarse, y se recrea
solo en Dios, que es la pureza suma. Final
mente, como la paloma hace su nido en los
porque
jor que la
ningún de latestimonio
graciaotro dóndeme-
caridad enseña es agujeros de la piedra, el justo, pone su refu
gio y esperanza en las llagas de la muerte de
tá el Espíritu Santo”. Cristo, que es la piedra firme.
210 PRIMERA PARTE

13. La voz del Padre a favor del Hijo nes permiso del Padre para hacerlo. ¿Hasta
cuándo, siendo la fuerza y la sabiduría de
“Y mira, se oyó una voz del cielo” (Lc
Dios vas a quedar oculto entre el mundo,
3,22), la voz del Padre que daba testimonio a
como débil e ignorante? ¿Hasta cuándo,
favor de su Hijo desde la nube, “diciendo:
noble Rey, Rey del cielo, sufrirás que te lla
Este es mi Hijo querido” (Mt 3,17) el que
men y te tengan por el hijo de un artesano?
más quiero, no adoptivo como los otros sino
¡Sublime poder de Cristo y sublime humil
natural. “Hijo suyo, dice san Juan Crisósto
dad! ¡Cómo confundes la necedad de mi va
mo, no por la adopción de la gracia, ni por la
nidad! Poco sé, y me parece que sé más; y
elección de la criatura; sino suyo propiamen
no puedo ya callarme, sino que, sin pruden
te en la verdad de su misma naturaleza”.
cia ni vergüenza, me meto llamativamente
Según san Jerónimo, la paloma se posó
a hablar; mostrándome pronto para hablar;
sobre su cabeza, para que nadie pensara que
veloz para enseñar, y tardo para escuchar.
la voz del Padre se había dirigido a Juan, si
“Y Cristo, cuando se callaba ocultándose
no al Señor.
por tanto tiempo, ¿temía acaso la vanidad?
“En él me he complacido” (Mt 3,17); en
¿Qué podría temer de la vanagloria, quien
él se cumplirá mi voluntad de salvar a la
es la gloria verdadera del Padre? Pues sí le
humanidad.
daba temor; no por él, sino por nosotros; sa
Otro evangelista dice: “Tú eres mi Hijo
bía que debíamos temerla. Se callaba por
querido; en ti me complazco” (Mc 1,11; Lc
nosotros y nos instruía; callaba su boca, pero
3,22), en ti y por ti, he determinado hacer lo
nos instruían sus obras. Lo que iba a enseñar
que me agrada, llevar a cabo lo que tengo que
luego con las palabras, lo enseñaba ya con el
hacer: redimir a la humanidad. En él nada
ejemplo: “Aprended de mí que soy mando y
desagradó nunca a Dios; no como nosotros,
humilde de corazón” (Mt 11,29). Sabemos
que fuimos primero hijos de ira. “Este es de
algo sobre su infancia, aunque poco; pero
verdad, dice san Bernardo, el que no desagra
luego, hasta sus treinta años, no sabemos na
da en nada al Padre, ni ofende los ojos de su
da. Ahora en cambio ya no puede callarse,
majestad; como dijo él mismo: “Yo hago
pues tan claramente le ha manifestado su
siempre lo que le agrada” (Jn 8,29) .
Padre”. Así san Bernardo.
El buen Jesús, que agrada siempre al
Este texto lo cité más arriba, porque se
Padre, nos concede agradarle siempre. Se
ve cómo el Señor calló antes por nuestra
gún san Beda, el esplendor del cielo duró el
instrucción; callando su boca, nos instruyó
tiempo que duró la voz del Padre y con ella
con sus obras.
se terminó.
A su ejemplo aprende tú también a ca
llar. El que no habla a nadie, tiene paz con
14. Debemos oír a Cristo
todos. Aprende y esfuérzate. Como dice san
En otro pasaje el Padre nos amonesta a Ambrosio, saber callar es más difícil que sa
oír a su Hijo, creer en él, y obedecerle. Nos ber hablar.
dice: “Oídle a él” (Lc 9,35; Mc 9,6). ¿A Has visto cómo en Jesús se percibe
quién deberíamos creer sino a la sabiduría, siempre el perfume de la humildad. Es una
a la fidelidad y verdad? virtud fuerte, magnífica, muy necesaria.
Dice san Bernardo: “Oídle a él, nos di Hay que procurarla con tanto mayor entu
ce. Mira, Señor Jesús; háblanos ya, pues tie siasmo, cuanto el Señor en cada uno de sus
21. EL BAUTISMO DEL SEÑOR 211

actos procuró expresamente observarla y dar Esta aparición de la Trinidad, después de


así ejemplo a otros. bautizado el Señor, enseña que el bautismo
debe darse en nombre del Padre y del Hijo y
Laesta
15. En Trinidad de Dios,
obra tan soberana se bautismo
en el manifestó del Espíritu Santo. Es verdad que la Iglesia
primitiva, por cierto tiempo, admitía el bau
tismo en nombre de Cristo, para que se tu
claramente toda la Trinidad de Dios. Fue
una aparición, en el sentido amplio de este viera en mayor reverencia su nombre, contra
término. Así consagra el bautismo la pre los que atribuían el poder del bautismo a los
sencia de la Trinidad. ministros: “Yo soy de Pablo, yo de Cefas”,
El Padre apareció en la voz. El Hijo, en (1Cor 1,12), etc. Pero al cesar esos motivos,
el hombre, en la carne. El Espíritu Santo, volvió la Iglesia a la forma indicada.
en la paloma. Pero de distinta manera: por Se afirma aquí el triple efecto del bau
que el Hijo apareció en la carne, en unidad tismo, sobre todo después de la Pasión de
de persona; en la aparición de las otras dos Cristo. Abrirse el cielo indica que el reino
personas la unión era solo simbólica. La car del cielo queda patente a los que renacen en
ne estaba unida con el Hijo en unidad de el bautismo. Venir el Espíritu Santo enseña
persona.
personal La
convozelyPadre
la paloma
y el no
Espíritu
teníanSanto,
unión que en el bautismo se confieren la gracia y
sus dones. La voz del Padre nos dice que él
sino solo los representaban como señal. El es quien regenera a los bautizados, hacién
Espíritu estuvo significado en la paloma; dolos hijos de adopción, agradables a él. De
pero la paloma no fue el Espíritu, ni estuvo hijos de ira pasan por el bautismo a ser hi
unida con él. El Espíritu no fue “empalo jos de gracia; nacen a una vida nueva, a la
mado”; fuera de la naturaleza humana nin esperanza de la vida eterna.
guna otra criatura estuvo unida personal Considera con cuidado todo esto, y ele
mente con Dios. Ni estuvo en la paloma va tu espíritu. Abierto ya el cielo de la Tri
por gracia, sino solo por aparición y signo. nidad, déjate llevar a lo alto, a Dios. Perma
Cumplido su oficio, después de la apari nece también en la humildad de tu mente,
ción, la paloma volvió a la materia, de don y así recibirás como regalo el don del Espí
de había sido tomada, como se da a enten ritu y el hablar del Padre.
der de otras figuras en que Dios se apareció. Dice san Anselmo: “Cuando Cristo se
pués
ba
gracia
do
Juan.
con
bautizándose.
Eldemisterio
lesu
bautizado
purificara;
propio
de bautismo,
Él
el
lapor
Trinidad
Señor,
noeso
necesitaba
no
no
sino
apareció
cuando
fuecon
bautiza-
que
el
esta-
des-
de
la inclina bajo la mano de Juan para el bautis
mo en el Jordán, oye la voz del Padre, y re
cibe la venida del Espíritu Santo. Aprenda
mos a permanecer en la humildad de la
mente, indicada por el Jordán, “descenso”.
Para que nos honre el Padre, hallándonos,
del
nombre
convenía
El
bautismo
bautismo
de la Trinidad
futuro. Eldese
de Juan deDios.
daba en
Cristo
Porse da no
nombre
eso en ya que de él se dice: “Su conversación es con
los sencillos” (Pr 3,32), y nos levante en Es
píritu Santo, que descansa en los humildes.
revelara
tre
mo,elparaen elquedara
bautismo
que
que acto
eldenombre
Juan
mismo
clara
y de
elde
lade
ladiferencia
aquel
Cristo.
Trinidad
bautis-
en-
se Y todo esto, de manos de Juan, “gracia de
Dios”; porque debemos atribuir a esa gra
cia, y no a nuestros méritos, cualquier cosa
que recibamos de Dios”.
212 PRIMERA PARTE

16. Figuras del Bautismo debía ser instituido. De palabra, cuando di


jo a Nicodemo: “El que no vuelva a nacer
El bautismo estuvo representado en el
de nuevo, del agua y del Espíritu Santo”,
mar de bronce, aquel recipiente que había
etc (Jn 33,5). De obra, cuando él mismo fue
a la entrada del templo de Jerusalén. Los
a bautizarse por Juan.
sacerdotes que tenían que entrar en el tem Lo instituyó luego de obra y de pala
plo del Señor, debían lavarse allí primero.
bra también. De obra, cuando los discípu
Así cuantos quieren entrar en el templo ce
los bautizaban en su nombre; de palabra,
lestial, deben lavarse primero por el bautis
cuando envió a sus discípulos a anunciar y
mo. Este mar de bronce lo soportaban doce
bautizar.
bueyes, de bronce también; así los doce Una vez instituido, lo confirmó; de obra
apóstoles difundieron el bautismo por todo y de palabra. De obra, cuando salió de su
el mundo. El recipiente estaba adornado y costado sangre y agua. De palabra, cuando
cubierto alrededor de espejos, para que los después de su resurrección, envió a los dis
que entraban en el templo, vieran si tenían cípulos a evangelizar y bautizar por todo el
alguna mancha o algo inconveniente; así el mundo.
bautismo requiere perfección de conciencia,
desagrado del delito, contrición de corazón. 18. Institución de los otros Sacramentos
El bautismo fue figurado también en el
sirio Naamán, pagano y leproso, que si En atención a este gran Sacramento del
guiendo la orden de Eliseo se bautizó siete bautismo, el primero que Cristo puso en ac
veces en el Jordán, y así se limpió de su le ción, veamos algo sobre los demás. En ge
pra. Por estas siete purificaciones del agua neral conviene entender que el médico ce
del Jordán significó Eliseo los siete pecados lestial restituyó la salud de la humanidad
capitales. La carne de Naamán se volvió co del modo más conveniente.
El enfermo era el hombre; la enferme
mo la de un niño; así los pecadores se vuel
ven limpios, como niños. dad, la culpa original. Esta culpa se origi
nó principalmente por el consentimiento
El bautismo fue prefigurado también de la razón, pero tomó la ocasión de los
por el paso del Jordán, figura el bautismo.
Del mismo modo deben pasar por el agua sentidos corporales. Para que el remedio
del bautismo cuantos deseen llegar a la tie respondiera a la enfermedad, convenía que
no fuera solo espiritual, sino que tuviera
rra de promisión. El arca del testamento se
detuvo en medio del Jordán; figuraba a también algo de los signos sensibles. Co
mo las cosas sensibles fueron para el alma
Cristo, que fue bautizado en el mismo río.
Las doce piedras que el pueblo tomó del ocasión de caer, así serían para ella ocasión
de levantarse; por eso el remedio de nues
cauce del Jordán, para perpetua memoria,
tro mal nos llega en los Sacramentos de la
son los doce apóstoles, que atestiguaron por
Iglesia.
toda la tierra el bautismo de Cristo.
Los Sacramentos fueron instituidos por
Dios de diversas maneras. Unos antes de
17. La institución del Bautismo
la venida de Cristo, como el matrimonio y la
Sobre lo dicho, hay que saber que el se penitencia; pero Cristo los confirmó en la
ñor insinuó, instituyó y confirmó su Bau nueva ley del Evangelio, cuando asistió a
tismo. Insinuó de palabra y de obra, que las bodas y cuando predicó la penitencia.
21. EL BAUTISMO DEL SEÑOR 213

Los otros cinco los inició Cristo: el Bau to, etc. Las palabras, la invocación de al Tri
tismo, recibiéndole y dándole forma; la nidad de Dios, la oración, etc.
Confirmación, imponiendo las manos a los Los Sacramentos son señales visibles de
pequeños; la Unción, enviando a sus discí la gracia invisible. Por ejemplo, cuando uno
pulos a curar enfermos; el Orden, conce se bautiza, el lavarse exterior del cuerpo, que
diendo el poder de atar y desatar; el Sacra vemos, es señal del lavarse interior del alma,
mento del altar, dando a sus discípulos, al por el perdón de las ofensas, que no vemos.
llegar la Pasión, el Sacramento de su Cuer Por el Bautismo, como a través de un mar
po y Sangre. rojo, fuimos sacados de Egipto; el Bautismo
Los Sacramentos fueron instituidos por está consagrado en la sangre de Cristo, una
muchos motivos. En primer lugar, suponen vez muertos nuestros enemigos, los pecados.
una humillación. Es una muestra grande de Por la muerte de Cristo y su sangre derra
humildad pedir a Dios la salvación, perdida mada, tiene eficacia el Bautismo, como tam
por soberbia, en estas cosas visibles, muy bién los demás Sacramentos, tanto antes de
inferiores al hombre. Fueron instituidos la ley nueva, como en ella. Por el Bautismo
también para la enseñanza, con que se reci perdona Cristo los pecados cometidos, ayu
ben y se realizan. Y porque el hombre, pe da a no cometerlos en adelante, y lleva al
cando, se sometió por el afecto a las cosas cielo donde no se pueden cometer más. El
corporales; por eso fue conveniente que número de los Sacramentos responde a que
Dios aplicara a los hombres el remedio por van contra tres clases de culpas y cuatro cla
ciertos signos corporales. ses de penas. El Bautismo, contra el pecado
También fue para que el hombre se ocu original; la Penitencia, contra el pecado
pe en cosas buenas, oyendo Misa, recibien mortal; la Unción, contra el venial; la Con
do la Eucaristía, y en cosas semejantes. firmación, contra la poca fortaleza; la Euca
Por otra parte, ya que el médico era ristía, contra la maldad; el Matrimonio, pa
hombre y Dios, convenía que el remedio ra ordenar la concupiscencia.
tuviera algo de divino y algo humano; la El carácter es una señal distintiva, inde
gracia invisible y la forma visible. Por parte leble, espiritual; por eso no se da en los Sa
del enfermo, era también conveniente: el cramentos que pueden repetirse, como la
hombre consta de alma y cuerpo; pero el es Penitencia, el Matrimonio, la Unción, la
píritu, mientras está en el cuerpo, no en Eucaristía. En cambio, el Bautismo, la Con
tiende bien las cosas espirituales, sino es en firmación, el Orden imprimen señal indele
las corporales; por eso convino darle medi ble, que distingue siempre a los que los re
camentos espirituales en cosas corporales. Y ciben. Por el Bautismo se distinguen los
en fin, para merecer más; porque es de mu fieles de los infieles; por la Confirmación,
cho valor creer a Dios en estas cosas, en que los fuertes de los débiles; por el Orden, los
clérigos de los seglares, Estos tres Sacra
la razón humana no ofrece experiencia.
mentos no pueden repetirse por la señal que
dejan impresa; pero es común también a los
19. Noticia de los Sacramentos
demás Sacramentos, que no se repitan sobre
Los Sacramentos consisten en cosas, he la misma persona y materia, y por el mismo
chos y palabras. Las cosas sacramentales son motivo; sería menosprecio del Sacramento;
el agua, el aceite, etc. Los hechos, el sumer podría creerse que los Sacramentos recibi
girse los que se bautizan, infundir el alien dos primero, no habían sido eficaces.
214 PRIMERA PARTE

Oración

Jesús, todo clemencia, que quisiste ser bautizado por manos de Juan.
Pecando, hice vana la fe que prometí en la primera purificación. Recurro por eso a la
segunda, la penitencia.
Confieso, Dios mío, que he pecado mucho de pensamiento, palabra, obra, y omisión.
Soy reo y pecador. Son innumerables mis pecados y sus circunstancias. Caí yo en los lazos
de los pecados, y fui ocasión de que cayeran otros; por mis palabras, ejemplos, y descuidos.
Por sus pecados y los míos, te pido intensamente, que nos perdones, y nos limpies pia
dosamente de todo. Amén.

22. LAS TENTACIONES DEL SEÑOR Y LAS NUESTRAS


Mateo 4,1-11; Lucas 4,1-13

1. Cristo elige el desierto para luchar103 El hombre que cayó en manos de la


drones era figura de Adán, cuando fue
Bautizado el Señor “Jesús volvió del
vencido por el enemigo. Fue conveniente
Jordán, lleno de Espíritu Santo” (Lc 4,1), que en ese mismo sitio que recordaba a
con la abundancia “de cuya plenitud todos Adán, Cristo venciera histórica y realmen
hemos recibido” (Jn 11,16). Y “entonces”, te al enemigo. El samaritano bajaba por el
sin demora, fue llevado, queriéndolo él, al mismo camino; así el Hijo de Dios encar
desierto, a un monte muy alto, llamado de nado, para guardar a los hombres, sostuvo
la Cuarentena, que está a dos millas de Jeri allí las mismas tentaciones.
có y a unas doce de Jerusalén. El Señor, cuando iba a luchar con el
En este desierto solía haber bandidos. enemigo, se retiró al desierto, para enseñar
Por la sangre que derramaban ellos, el sitio nos que, si queremos vencer perfectamente
se llama Domin, “sangre”. Domin es preci los lazos de las tentaciones, hay que evitar
samente la finca donde aquél que bajaba de la compañía de los malvados, a veces con el
Jerusalén a Jericó cayó en manos de ladro cuerpo a veces con el alma, como aquél que
nes, hacia la mitad del camino entre las dos en los salones reales decía: “Me he alejado
ciudades, al mediodía de la Cuarentena; huyendo y estoy en la soledad” (Sal 55,8).
luego vienen Betania, Betfage y Jerusalén; A ejemplo de Cristo y de Juan, dejemos
el camino pasa por el lado sur del monte de nosotros también que nos lleve el Espíritu
los Olivos. Santo, no el maligno, con hipocresía, al de

PÍTULO
103 [EE 274] 1 DE CÓMO CRISTO FUE TENTADO ESCRIBE S. LUCAS EN EL CAPÍTULO IV, V.1-13, Y MATHEO, CA-
IV, V.1-11.
1º 2 Primero: después de haberse bautizado fue al desierto, donde ayunó cuarenta días y cuarenta noches.
2º 3 2º; fue tentado del enemigo tres veces: (Llegándose a él el tentador le dice: Si tú eres Hijo de Dios, di que es
tas piedras se tornen en pan; échate de aquí abaxo; todo esto que vees te daré si postrado en tierra me adorares).
3º 4 3º: (Vinieron los ángeles y le servían).
22. LAS TENTACIONES DEL SEÑOR Y LAS NUESTRAS 215

cho,
to
sierto:
delenmundo,
alla menos
contemplación.
tranquilos,
al desierto
Lejos
podremos
de nuestro
del estrépi-
dedi-
pe- contra nosotros, para apartarnos del santo
propósito. A los que van avanzando, por
envidia les pone asechanzas, por lo cual es
carnos
maná del
mejor
desierto,
a Dios,
las alegrías
y buscar,
eternas.
como el más de temer. Tienta más a los buenos que
a los malvados. Según san Gregorio, deja
Santo”;
mento
las cosas
Jesús
de
laera
la
fue
humanidad
divinidad,
movido
“empujado
por
de
y el
por esoelera
Cristo
por
instinto
para
Espíritu
del
instru-
todas
Es- de tentar a aquellos que tiene en tranquila
posesión. Y según san Isidoro, el ataque es
más peligroso, cuando se ignora.
Cristo ordenó estas cuatro cosas, bautis
píritu Santo. mo, desierto, ayuno, tentación, de forma
2. Quiso ser tentado: cuándo, por qué que se sucedieran por ese orden precisa
mente. Es decir, primero debemos lavarnos
de las ofensas, luego escapar de los halagos
Siguiendo este impulso marchó a un lu
del mundo, más tarde practicar el ayuno, y
gar desierto a ofrecer allí su espíritu de ora
luchar contra las insidias de los enemigos.
ción al Padre, a mortificar con el ayuno su
Fue símbolo que también al pueblo de Is
carne inocente por nosotros, y a dar ejem
rael le salieron al paso cuatro cosas: el mar
plo, a los fieles, de ofrecerse a Dios por el
rojo, el desierto, el hambre y la sed, los ata
ayuno y la oración. No fue forzado, sino por
ques de los enemigos.
voluntad de luchar, y “para ser tentado por
el demonio”. El que se enfrenta con el de
3. Su penitencia nos sirve y enseña
sierto de la penitencia, es tentado más fuer
ción”
atemente,
el servir
temor,
(Ecl
a según
Dios,
y2,1),
prepara
que
está tu
aquello:
vendrá
firme en
alma
“Hijo,
sobre
para
laacercándote
fidelidad
ti.la tenta-y El Señor, una vez bautizado, emprendió
una vida solitaria y dura, de penitencia, pa
ra elevar las mentes de los fieles a esta em
presa de la perfección, y para robustecerlos
El Espíritu Santo, que le había manifes para soportar cosas pesadas. Marchó al yer
tado en el bautismo, le empujó al desierto. mo, no por sí mismo, sino por nosotros, pa
A los
les confiere
que llena
fortaleza.
de sí, los envía a la lucha y ra ofrecer a sus perfectos imitadores la vida
del desierto. Nos enseña, en todo caso, se
Cristo quiso ser empujado al desierto, gún san Juan Crisóstomo, que cada cristia
placeres
vencido
lugar de del
cuando
lucha
paraíso.
y abundaba
aspereza, porque
en las delicias
Adán fuey no debe dejar las redes halagadoras del
mundo y la compañía de los malvados, y
ponerse bajo los mandamientos divinos por
ciones
Quiso ser tentado, para vencer las tenta- encima de todo. Por eso los fieles fervorosos
las; como
y darnos
quiso morir
a nosotros
para el
destruir
poder vencer-
nuestra observan en este tiempo el ayuno, configu
rándose por él con Cristo, como si estuvie
muerte
después
el con
to demonio
de unadel la
santasuya.
trabajo
comovida,
tentador,
del
enseguida
ayunoalzándose
y se
el presenta
propósi-
más ran en el desierto.
so ser
Después
tentado.
del Para
bautismo
que entendamos
y del ayuno, que,
qui- Cristo no lo necesitaba; quiso hacer vi
da de austeridad, para llamarnos a ella a
después de purificarnos y recibir la gracia, nosotros.
Tres cosas debe haber en la austeridad,
para que sea buena y fructífera. Debe ser
pura, para agradar a Dios; por eso Cristo hi
216 PRIMERA PARTE

gar
sos;
be
hizo
to,
zo penitencia
ser
deleitable.
para
por
penitencia
áspera,
eso
mostrarnos
fueenseguida
que
Yguiado
en
debe
someta al
elbautismo.
el desierto,
que,
ser
por
del
discreta,
la carne;
Espíritu
convertirnos,
no en
sin
por
unexce-
San-
De-
eso
lu- continencia del vientre echó a Adán del pa
raíso; ella mereció el diluvio, en tiempo de
Noé; y ella atrajo los rayos contra los de So
doma. También los judíos hicieron los ma
yores males por la ebriedad y el placer. Por
esto Cristo ayunó, para mostrarnos cómo
necesitamos nosotros un guía discreto. debemos salvarnos”. Son palabras del Cri
sóstomo.
4. El
El ayuno
Señor de
llegó al desierto
Cristo, remedioy allí
nuestro
ayunó San Ambrosio dice también: “Ayunó
por nuestra salvación. Quiso enseñarnos
una cosa útil no solo de palabra, sino con el
durante cuarenta días y cuarenta noches, sin
ejemplo. Pues ¿qué cristiano eres tú, que
tomar nada en todo este tiempo. Se indica
pasando hambre Cristo, te cuidas bien?
noche, porque no se piense que de noche
¿Pasa él hambre por tu salvación, y tienes
comería; también en señal de que tanto en
tú miedo de ayunar por tus pecados?” “Na
los días de la prosperidad como en las no
da hay tan ciego, añade, como el peligro de
ches de la adversidad, necesitamos armar
la suavidad mundana; ablandando el espíri
nos contra el enemigo, que no cesa nunca
tu, aplasta la vida y engaña el sentido espi
de atacarnos con tentaciones.
ritual. Con razón nuestro Señor Jesucristo
Ayunó para darnos ejemplo de ayunar,
nos arma con ayuno y desierto contra los
contra las tentaciones. Según san Basilio, el
halagos placenteros; sufre que le tiente el
que quiera vencer las batallas de las tenta
enemigo, para que en él aprendamos todos
ciones, necesita la sobriedad. Ayunó para
a vencer las pasiones desordenadas”.
mostrarnos que la inocencia bautismal está
Para curar nuestras enfermedades, tomó
en peligro en una vida de placer. Los que
él mismo diversos remedios. Nos curó con
son de Cristo, los bautizados que son sus
dieta, cuando ayunó cuarenta días y cuaren
miembros, revestidos de Cristo y sepulta
ta noches; con medicinas, cuando en la cena
dos con él en su muerte, deben, como dice
dio a los discípulos su Cuerpo y su Sangre;
el apóstol, crucificar su carne con sus pasio
con sudor, cuando “se hizo su sudor como
nes desordenadas, tenerse por muertos so
gotas de sangre que corría hasta la tierra”
bre la tierra, y mortificar de hecho su carne.
(Lc 22,44); con emplasto, cuando su rostro
“El Señor ayunó, dice el Crisóstomo,
fue recubierto de salivazos; con bebida,
para enseñarnos que el ayuno es un gran
cuando gustó el vinagre y el vino mezclado
bien y el mejor escudo contra el enemigo.
con hiel; con sangría, cuando fue herido por
Después de lavarse de las culpas, no está
los clavos y la lanza.
bien entregarse a los placeres, a la ebriedad,
y a una mesa abundante. Él no lo necesita elculpas
por
anteriores
pués
no
niocontra
na adel
lodel
unque
vientre
enfermo,
bautismo
elalle
vicio
bautismo.
vino
nosdele
introdujo
había
lacomer
manda
enfermedad;
Cuando
traído
sinevitar
Cristo
orden.
aalguien
lasasí
aquello
Laayu-
des-
in-
sa- 5. Lo que lleva a la pureza de corazón
ba; nos enseñó a nosotros, porque el domi
Mira atentamente al Señor. Te presenta
el ideal de muchas virtudes. Él marcha a la
soledad, ayuna, hace oración, y se priva del
sueño; descansa sobre la tierra, vive en hu
milde paciencia con las bestias del campo;
toda su vida, en especial aquí, estuvo lleno
22. LAS TENTACIONES DEL SEÑOR Y LAS NUESTRAS 217

de
él apenas
ejercitarte
y trabajos
en esocorporales.
mismo. Aprende de so las buenas conversaciones, siguiendo al
profeta. “Me callé, me humillé, y guardé si
ción,
mente
ejercicio
gar
debemos
en síCuatro
aen
mortificación.
la
de
cierto
espiritual,
desear
pureza
maravilla:
cosas
modo
nos
muchísimo,
deytodas
ofrece
Por
que
corazón,
soledad,
ellas
selas
muy
ayudan
virtudes
podemos
porque
ayuno,
pureza
propias
mutua-
tiene
ora-
que
lle-
del lencio” (Sal 39,3).
No busques nuevas amistades, porque
de ellas provienen nuevos impedimentos.
No llenes tus ojos y oídos de vanas fantasías.
Huye como de veneno, de lo que perturbe
la tranquilidad de tu mente.
y ex No les faltaba motivos a los santos Pa
cluye todos
razón con vicios,
los vicios.
con falta
No hay
de virtudes.
pureza dePor
co- dres, cuando marchaban a lugares retirados
o cuando ordenaban a los que permanecían
eso en los discursos de los santos Padres se en conventos de vida común, que fueran
nos dice que todo el empeño práctico del ciegos, sordos y mudos; porque así podían
monje debe dirigirse a conseguir la pureza unirse mejor con Dios.
de corazón. Por ella merece el hombre ver a Dice san Juan Crisóstomo: “Cuando el
Dios, según lo dice el Señor en el Evange Espíritu Santo descendió sobre nuestro Se
lio: “¡Dichosos los de corazón limpio, por ñor, al momento lo lanzó al desierto. Cuan
que ellos verán a Dios!” (Mt 5,8).
do desciende sobre los monjes que habitan
Según san Bernardo, tener más claridad,
con sus padres, los echa de casa y los con
es estar más cerca de Dios; tener la plenitud
duce a la soledad. El Espíritu Santo no ha
de la claridad es llegar a Dios.
bita a gusto donde hay multitud, barullo,
Para llegar a esta pureza de corazón, va
discusiones, y luchas. Su lugar propio es la
le mucho la oración fervorosa y constante.
mezclada con la embriaguez, los regalos soledad. El Señor estaba de día con los dis
Ahora bien, la oración vale poco, si está
cípulos; pero cuando quería rezar más in
ternamente, se retiraba él solo. Nosotros,
del cuerpo, o la ociosidad. Es necesario el
ayuno y la aflicción corporal; con discre por tanto, cuando queramos rezar más, ten
ción, porque si falta discreción, se impide gamos una celda, campos y desiertos. Po
todo bien. demos tener las virtudes de los hermanos y
Para cumplir todo lo anterior, parece la soledad”.
conveniente la soledad. Con estrépito y tu Y dice también san Agustín: “Herma
multo, no puede
conveniente. Por otra
hacerse
parte,
oración
ver yde
oírmodo
mu nos muy queridos, procuremos poner fin,
en cuanto podamos, a los cuentos infantiles,
chas cosas, apenas puede hacerse sin impu a las bromas y murmuraciones. Esforcémo
reza y ofensa, porque la muerte entra en nos con todas las fuerzas en huir de los im
dos.
nuestras
improviso,
Y muchas
almas
se afloja
por
veces,
las
enpor
ventanas
la abstinencia
los que
de llegan
losysenti-
morde pedimentos de este mundo. Procuremos en
contrar algunas horas para atender con todo
cuidado a la oración y la lectura, por la sal
tificación corporal. vación de nuestra alma”.
Busca la soledad, apártate del alboroto, Procura, por tanto, con todo afecto y
reza
guarda
si de silencio.
corazón.
quieres Por
Huye
unirte con undel
tiempo,
Dios, ymucho
verledeja
hablar
por inclu-
la puy según puedas, imitar al Señor, con discre
ción, en la soledad, el ayuno, la oración y la
mortificación.
218 PRIMERA PARTE

6. Vive entre las fieras; le sirven ángeles El Señor hizo penitencia a media altura
del monte, como a media milla de la base
Está escrito de él que “estaba entre las
plana; ahora hay una iglesia, con su celda y
bestias”, osos, leones, y otras fieras, en paz;
altar, donde él estaba cuando fue tentado
“pero los ángeles le servían” (Mc 1,13).
por Satanás.
Aprende a convivir con los demás, y a so
portar ecuánime a los que te parezca a veces
7. La cuaresma, institución y símbolo
que se portan de modo irracional.
dad,
llos,Esto
cuya
serán
sugiere
razón
llevados
domina
unaal
enseñanza
cielo
en paz
pormoral.
a los
su sensuali-
ángeles.
Aque- El Señor ayunó durante cuarenta días y
cuarenta noches. El número cuarenta consta
de cuatro y de diez: cuatro por diez son cua
Porque es algo angélico, vivir entre hombres renta. Cuatro indica el Nuevo Testamento,
bestiales, guardando en soledad la mente co que consta de cuatro Evangelios: diez, el
mo si fuera en el desierto, no mancharse con Antiguo, que se resume en los diez manda
sus costumbres de fieras y vivir en contem mientos de la ley. Ayunar cuarenta días es
plación, lectura, oración y retiro. Es difícil guardar los preceptos de los dos Testamen
tocar pez, y no mancharse con ella. “Habita tos, privándose de cuanto prohiben; como
el Señor entre bestias, dice san Beda, como la carne ayuna privándose exteriormente de
un hombre, pero le sirven los ángeles, como los alimentos, así debe privarse la mente de
Dios, que es. Nosotros también, cuando con los vicios. El Señor ayunó durante cuarenta
una mente inmaculada soportamos las cos
días y cuarenta noches; su privación de ali
tumbres bestiales en el desierto de una vida
mentos nos enseña el ayuno corporal; el nú
santa, merecemos que nos sirvan los ángeles.
mero de días, el ayuno del corazón. A ejem
Cuando seamos liberados del cuerpo, ellos
plo de Cristo, quedó este número de días de
nos llevarán a los gozos eternos”.
austeridad en la Iglesia. La Iglesia no co
Dice san Jerónimo: “Habitan en paz
mienza su ayuno tras la Epifanía, sino como
con nosotros las bestias, cuando la carne se
alza contra el espíritu. Luego, los ángeles unos cuarenta días después, como mostran
son enviados a servirnos, a dar respuestas y do en las fechas mismas que su ayuno sigue
solaz a nuestro corazón”. al del Señor.
Por tu parte visita muchas veces al Se “La cuaresma, dice san Beda, se funda en
ñor en esta soledad, mirando cómo habita la autoridad de los libros antiguos, por el
en ella y cómo descansa de noche sobre la ayuno de Moisés y Elías; y en el Evangelio,
ta
menos
tierra.
cumplirse
una
Todovezcristiano
los
al cuarenta
día, desde
debería
días
la Epifanía
que
visitarle
perma
has-
al porque el Señor ayunó como ellos cuarenta
días, porque el Evangelio no disentía de la
ley y los profetas. La ley la representa Moisés;
neció allí; y encomendarse a él. los profetas, Elías. Entre ellos dos apareció el
Algunos llevados especialmente por el Señor glorioso en el monte, para destacar con
en
desierto,
voción
ejemplo
pequeñas
por
del
tanelSeñor,
celdas,
amable,
Señor. se
Como
luchando
con
fueron
una
abejas
avida
con
vivir
del
gran
solitaria
Señor,
a este
de- mayor evidencia lo que dice el apóstol: te
niendo el testimonio de la ley y los profetas”.
“Nuestro Señor, dice Albino, consagra
con el ayuno de cuarenta días la predicación
las
trabajan
colmenas
la miel
de sus
de la
pequeñas
dulzura celdas.
espiritual, en del Evangelio, como Moisés lo hizo con la
ley, y Elías con la profecía”.
22. LAS TENTACIONES DEL SEÑOR Y LAS NUESTRAS 219

De modo oportuno se ha establecido el mos los décimos y primicias al Señor. En el


ayuno cuaresmal inmediatamente antes de año hay trescientos sesenta y seis días, qui
la Pasión del Señor. Su sentido es que nos tando los seis, la décima parte es treinta y
debemos contener en el amor del mundo, a seis, y para que no falte el décimo de los
fin de poder seguir a Dios. otros seis, se añade uno; los otros tres se to
Dice san Agustín: “Moisés, Elías y el man por las primicias; de modo semejante,
mismo Señor ayunaron durante cuarenta están los ayunos de tres días en las cuatro
días para indicarnos que en Moisés y Elías, témporas. Porque como en la ley se nos or
y en Cristo, en la ley, los profetas, y el Evan- dena ofrecer primicias y décimos de las co
gelio, se trata de que no nos conformemos, sas, así ayunando cuarenta días ofrecemos
ni nos apeguemos a este mundo, sino que primicias y décimos de los días. Así quienes
crucifiquemos al hombre viejo, con sus ma- hemos vivido para nosotros mismos duran
las inclinaciones. te el año recibido, en sus primicias y déci
“Esto conviene a nuestra devoción. Si mos nos mortifiquemos por la abstinencia
vamos a celebrar la Pasión del Señor crucifi- en honor de nuestro autor. Que los que caí
cado, conviene que tomemos nosotros la mos de los gozos del paraíso por el alimen
cruz, reprimiendo las pasiones desordenadas to, resurjamos a ellos por la abstinencia en
de la carne, según dice el apóstol: “Los que cuanto podemos.
pertenecen a Jesucristo, crucifican su carne, En el tiempo de cuaresma, pues, debe
con las pasiones y los deseos” (Ga 5,24). mos atender más que de costumbre a la
El cristiano tiene que estar colgado de abstinencia, procurando en este tiempo
esta cruz durante toda su vida, pues toda enmendar las negligencias de los demás
ella transcurre en medio de tentaciones, No tiempos.
hay tiempo para arrancarse los clavos de El número cuarenta está consagrado de
que habla el profeta: “Enclava, Señor, mis muchas maneras. Cuarenta años alimentó el
carnes con tu temor”104 (Sal 119,120). En- Señor a los hijos de Israel, con pan de ánge
clava las inclinaciones desordenadas de la les en el desierto. Cuarenta meses predicó
carne con los clavos de tus santos preceptos. en el mundo. Cuarenta semanas estuvo en
El temor de Dios las crucifica y nos crucifi- el seno de la Virgen. Cuarenta días ayunó
ca a nosotros mismos, como sacrificios en el desierto. Cuarenta horas estuvo en el
aceptables a Dios. Cristiano, vive siempre sepulcro, contando desde la hora de su
así. Si no quieres sumergirte, poniendo los muerte. Cuarenta días estuvo con los discí
pies en el fango, no quieras descender de es- pulos en este mundo después de la resurrec
ta cruz”. Estas son palabras de san Agustín. ción. Y en fin, según san Ambrosio, como
Pero cuida de no descender de esta cruz durante cuarenta días inundaron las aguas
por la mezcla de placeres; porque, como di- del diluvio la tierra, exterminando a los pe
ce san Agustín, de nada sirve proseguir to- cadores, y luego brilló de nuevo el cielo se
do el día un largo ayuno, si luego el alma es reno, así en el tiempo santo del ayuno se
oprimida por la suavidad y exquisitez de los perdonan las ofensas y vuelve a brillar la
alimentos. Además por este número paga bondad de Dios.

104 “Confige timore tuo carnes meas”, Vulg.; versiones actuales: “Por
tu terror tiembla mi carne” (BJ, 831);
“Mi ser se estremece en tu presencia” (BCB, 1145).
220 PRIMERA PARTE

8. Acaba el ayuno, surge la tentación Cristo, al enemigo, con tres frases de la


ley.
“Y después de ayunar cuarenta días y
Advierte el mismo san Gregorio que,
cuarenta noches”, ya no pasó adelante en su
aunque la tentación sucede de tres modos,
ayuno, porque no pareciera increíble la En
por sugestión, por deleite, y por consenti
carnación, y para ocultar al enemigo el po
miento, el Señor fue tentado solo por suges
der de la divinidad. Moisés y Elías habían
tión; ni el deleite de la maldad mordió su
ayunado también otros tantos días. “Al fi
mente, ni el consentimiento lo venció. Toda
nal sintió hambre” (Mt 4,2); no por necesi la tentación fue fuera, no dentro; no sufrió
dad, sino que permitió que su cuerpo sin
dentro de sí nada de contradicción.
tiera el hambre, para mostrar en sí mismo La Escritura no nos dice, en fin, si todas
la verdad de la debilidad humana, y para estas tentaciones tuvieron lugar el mismo
ofrecer al demonio una ocasión de tentarle; día, o en diversos.
siendo tentado por él, mostraría cómo de
bemos nosotros combatirle y vencerle. 10. Primera tentación: gula
Según san Juan Crisóstomo, no era pro
pio de un hombre no sentir hambre en cua La primera tentación fue de gula: “El
renta días; el sentirlo luego no era propio de tentador se acercó y le dijo: Si eres realmen
Dios;
to, tomó
por eso
ocasión
el demonio,
para tentarle.
dudandoMoisés
de Cris-y te Hijo de Dios”, el Hijo natural suyo,
igual a él en poder, “di que estas piedras se
Elías ayunaron
hambre la sed;
cuarenta
Cristo días,
sintiósintieron
el hambreel conviertan en panes” (Mt 4,3). Sin duda
y pensaba para sí: si convierte estas piedras en
después, Pero no quiso ayunar más que panes, es el Hijo de Dios; si no lo puede ha
ellos, para
Dios, ni pareciera
que el enemigo
puro hombre.
no le tuviera por cer, es solo hombre.
Se lo decía también para que viendo los
panes, se dejara llevar desordenadamente
9. Se acerca el enemigo a tentar a Cristo del apetito. Quiso halagarle como hombre,
para que se deleitara más de lo justo en el
Advirtiendo el enemigo que el Señor te alimento. “El príncipe de los demonios, di
tarle
el
níaHijo
cerle
hambre,
el
caer
poder.
deen
Dios,
se
pecado,
acercó
que yhabría
para
para ver
averiguar
de venir
si podía
asiqui-
ha-
era ce san Hilario, pretendía el cambio de las
piedras en panes, para conocer el poder de
Dios; con el agrado del alimento, pretendía
reírse de la paciencia con que había soporta
caer
bida;
como alen
al Señor
Según
hombre desan
en
dioses”;
primer
la tres
lalasgula,en por
Gregorio,
vanagloria,
yhombre.
maneras
la avaricia, alque
elmanzana
conal
enemigo
diciéndole:
laVenció tentó
añadir:
primer
“Seréis
prohi-
hizo do el hambre”.
Pero no pudo engañar al Maestro. Se
portó y respondió de tal forma que ni pudo
inducirle a la gula, ni averiguar su divini
dad. No sucumbió Cristo a la tentación;
tampoco afirmó ni negó que fuera Hijo de
“sabedores del bien y del mal” (Gn 3,5), Dios. Venció al tentador con el texto de la
al
ciencia
queSeñor,
gigantela con
también
y pero tres
essalió
excelencia.
avaricia
vencido.
piedras
Así
la ambición
tentó
David
del torrente;
también
postró
de la Escritura. Jesús “respondiendo dijo: Está
escrito: No solo de pan vivirá el hombre, si
no de toda palabra que brota a través de la
boca de Dios” (Dt 8,3), ya que nos revela su
22. LAS TENTACIONES DEL SEÑOR Y LAS NUESTRAS 221

voluntad por la Escritura: “Sabed certísimo, fiesta. Entonces hay que responder al ene
hermanos queridísimos, dice san Agustín, migo como le respondió el Señor.
que
Dios
no elasiduamente,
tomaque
alimento
no se alimenta
en
está
muchos
como
conel
días”.
lacuerpo
palabraque
de Hay que resistir a la gula, a ejemplo del
Señor. Hay que empezar por ella, si quere
mos vencer los demás vicios. El que sucum
pan
corporal,
la palabra
gracia,
No
de la
hasta
sesino
gloria.
de
sustenta
que
Dios,
también
venza
de
el su
hombre
del
para
obrar
espiritual
siempre
solo
santo,de
que
con
depan
su
es
el be a la gula, parece que se hace débil para
vencer los demás vicios. “Si no se refrena la
gula, dice san Beda, en vano se trabaja con
tra los demás vicios”.
Se pone aquí primero la tentación de la
El Señor, según san Juan Crisóstomo, gula, porque es la que primero se encuentra
dio
mento,
testimonio
a la vez que
a favor
nos mandaba
del Antiguo
que Testa- el hombre, desde la infancia: las otras vie
hambre,
nunca a Dios.
ni por cualquier otra cosa, dejemos
ni por nen después.
El Señor ayunando fue tentado. Si ayu
nes,Jesús
aunque
no quiso
pudo hacer
hacerlo.
de No
las piedras
conveníapa-y nas y eres tentado, no digas que no te ha
servido el ayuno; te servirá, para no ser ven
por eso no lo hizo; para ocultarle al demonio cido por la tentación.
Para que el alma no se vea vencida por
su divinidad, y enseñarnos a vencer con hu el cuerpo, debe resistir al tentador y dejar
mildad y sabiduría, más que por la fuerza. se regir por Dios. Dice san Agustín: “Quie
tentador.
garaNos
dole.aFinalmente,
suinvita
No
voluntad.
eraa preciso
despreciar
quiso
Se leque
enseñarnos
vence,
lael voluntad
Señor
desprecián-
que
se ple-
del
no res que tu carne sirva a tu alma, pues que tu
alma sirva a Dios; debes ser regido, para
que puedas regir”.

debemos creer
hacernunca
nuncaal nada
enemigo;
porque
y que
él no
lo 12. Segunda tentación: vanagloria
Como no pudo vencer de esa forma el
mande, aunque mandara o sugiriera algo
enemigo al Señor, pensó, según san Juan
bueno o útil.
Crisóstomo, de esta forma: Este hombre pa
rece santo, y los santos, si no se dejan ven
11. Refrenar la gula
cer de la gula, muchas veces se dejan vencer
cómoda.
de
muchas
creción,
laEnpenitencia
sentido
veces
aYaque
eres
bajo
moral,
convirtamos
hijo
encierta
pan
de
el Dios,
suave
enemigo
apariencia
la parece
de
piedra
persuade
una
dedecir;
dura
vida
dis- de algún movimiento de vanagloria. Por
eso, “el enemigo tomó” al Señor, “y lo llevó
a la ciudad santa”, Jerusalén. Se la llama
santa en relación con las demás, en las que
se daba culto a los ídolos; y también porque
en adelante no necesitas tanta austeridad. estaba dedicada al culto divino, por el tem
Jezabel convirtió la viña de Naboth en plo, que estaba en ella; la ley prohibía sacri
en de
un huerto
Líbano Carmelo,
legumbres.
que Así
se traduce
se convierte
suave.
el ficar en otro lugar. Ahora se la llama santa
por los misterios de nuestro Redentor, que
Se hacepidieron
cuerpo
tividad,
judíos con
de frecuencia
o por
Jesús
razones
adePilato
ladecruz
para enseelquitara
sociedad;
que
honrar día
como
unadefes-
los
el
la allí tuvieron lugar.
Cristo permitió ser llevado; por pacien
cia, no por debilidad. Y esto corporalmente,
porque, según la glosa, es probable que el
222 PRIMERA PARTE

enemigo se apareciera en figura humana. tomar ocasión de vanagloriarse, viéndose


die
Cristo,
zos;lesegún
Cristo viera.
como
en todo
otros,
Según
uncaso,
atleta
dealgunos
obró
la
marcha
mano,
de le
manera
allevó
la
siguiéndole
prueba.
que
en bra-
na- engrandecido por toda la ciudad.
Es una voz diabólica, que no invita a su
bir al cielo, sino a descender; pretende pre
cipitar la mente humana del más elevado
tió ser
Piensa en lapor
llevado paciencia
aquella del
sangrienta
Señor. Permi-
bestia, grado de merecimientos. A los que engaña,
no les indica que suban arriba, sino que ba
Gregorio,
sedienta
todos suscomo
amigos.
que le
estaba
permitiera
No es
deextraño,
su sangre
llevarle,
según
y la
pues
san
de jen abajo, cayendo en ruina. Sabe que cayó
él más que todos, y desea que todos caigan
con él.
soportó ser crucificado por sus miembros. El enemigo procura echar abajo a los
“Y le puso sobre el alero del templo” que están arriba. Dios, en cambio, levanta a
(Mt 4,5), para tentarle allí de vanagloria. los caídos.
El templo tenía tres cuerpos de edificio: Al decir: échate abajo, manifiesta su de
el
codos
primero,
de altura, hasta el primer
un pavimento o solar,entablado:
de treinta bilidad. No puede hacer daño a nadie, sino
al que se echa a sí mismo abajo. Desea que
el segundo solar o azotea, de otros treinta caigan todos los que están en pie; puede
codos de altura: el tercero, era el techo del persuadírselo; pero no puede echarlos abajo.
templo, no de bóveda, sino plano, de cua Dice el Crisóstomo: “No dijo: te echo
renta codos de altura. abajo; para que no parezca que hace fuerza
Cada uno de estos solares o azoteas tenía él. Dice: Tírate abajo; porque cada uno por
alrededor en la parte exterior una galería o su propia libertad y por culpa de su volun
toria,
paseo,loy estos
que seson,
llama
según
pináculos
un maestro
del templo,
en his- tad puede caer mortalmente. Él puede in
tentar persuadir; pero podemos vencer sus
sobre uno de los cuales colocó a Cristo el insinuaciones y cumplir la ley”.
enemigo; tal vez en el más elevado; o quizás
en el inferior, que es donde los letrados y los 13. El enemigo manipula la Escritura
sacerdotes
le la ley delhablaban
Señor. al pueblo para exponer- Cristo había alegado un pasaje de la Es
critura. Por eso, toma otro el enemigo, no
Según la glosa, el enemigo tentaba a para construir virtudes, sino para destruir
Cristo de vanagloria en la cátedra de docto las; no para enseñar, sino para engañar. “Es
vanagloria.
res, sitio en que había cazado a muchos por tá escrito”, acerca de ti, en los salmos: “A
sus ángeles dará órdenes acerca de ti, y te
mos,Y le
como
dijo:
quería
“Si realmente
averiguar loeres
queHijo
indica-
de llevarán en las manos, no sea que tropieces
con tu pie en las piedras” (Mt 4,6; Sal
te
propio
Dios,
sirven
tírate
poder
ángeles
abajo”.
puedes
y teEsguardan.
echarte
como decirle:
abajo;
Pensaba
porque
Por tu 91,11-12).
Manos de los ángeles se llama aquí a un
si volando por el aire llegaba a tierra sin que
da doble poder, el de preservar del mal y el de
rían
de verle
como caera sin
Hijohacerse
de Dios,
nada;
y de
le reverencia-
ahí podría promover el bien; esas son su izquierda y su
suadir,
ño, seríapara
HijoquedeseDios.
admiraran
Se lo intentaba
los hombres,
per- derecha.
Este pasaje no es a propósito, según san
Jerónimo, porque no se refiere a Cristo ca
beza, sino a sus miembros, a cada uno de los
22. LAS TENTACIONES DEL SEÑOR Y LAS NUESTRAS 223

justos. Cristo no es llevado por las manos de entender si Cristo es el Hijo de Dios; pero
los ángeles; él mismo, por la palabra de su el Señor modera su respuesta de forma que
poder, lleva a los ángeles, como a las demás le deja sin saberlo.
criaturas. No necesita que le auxilien los “Jesús le dijo: También está escrito”,
ángeles; es mayor que ellos. para cualquier hombre: “No tentarás al
El texto debe entenderse, según la glo- Señor tu Dios” (Mt 4,7; Dt 6,16). A nadie,
sa, en este sentido: Dios ha encargado a los viene a decirle, le está permitido hacerlo,
ángeles, espíritus servidores suyos, que cui- mientras pueda escapar de otra manera. Yo
den de ti, hombre justo, seas quien seas; soy hombre y puedo bajar sin echarme
que te lleven en sus manos, auxiliándote y abajo por vanidad. No quiero tentar a
guardándote de tropezar, con el pie, esto es, Dios.
con la mente y con el afecto de la mente, De diversas formas se puede tentar a
contra la piedra del pecado.105 Dios. Poniendo a prueba, sin motivo, su
Dios manda a sus ángeles que guarden poder, o sometiendo a experiencia lo que se
al hombre justo de caer en pecado. Y no, en pide a Dios. Todo esto se debe evitar siem
cambio, que el hombre bueno, fiado de que pre que el hombre pueda hacer otra cosa
le guardan los ángeles, se exponga él al pre- por medios humanos. Porque, en tal caso,
cipicio, porque se lo sugiera el enemigo. debe emplearlos, para salir del peligro y no
Por este texto se sabe también que hay án- puede dejarlos, para someter a experiencia
geles asignados para servir de guarda en la lo divino. Si no se guarda del peligro, en
vida de los buenos. cuanto puede, dice san Agustín, es tentar a
El enemigo interpreta mal la Escritura, y Dios, más que esperar en él. Por eso aunque
pervierte su sentido. Alega el texto fuera del Dios todo lo puede, dice sin embargo el Se
lugar, e incompleto. Si se tratara de Cristo, ñor a sus discípulos: “Si os persiguen en una
debería haber añadido lo que sigue: “Cami- ciudad, huid a otra” (Mt 10,23). Y él mis
narás sobre áspides y víboras; aplastarás al mo huyó y se ocultó. Por eso la prueba del
león y al dragón” (Sal 91,13). El enemigo es hierro candente y los duelos se prohiben co
el áspid y la víbora, el león y el dragón, a mo ilícitos en derecho.
quien Cristo aplastó en las tentaciones. Por En cambio, cuando faltan los medios
eso trae la parte del texto que le conviene, humanos y el hombre no puede hacer nada
como soberbio, y deja, como astuto, lo que más, entonces puede volverse confiadamen
está contra él. Habla del auxilio de los ánge- te al poder de Dios y encomendarse a su
les, como si hablara a un débil, y como tergi- providencia, no tentándole, sino confesán
versador, calla que él será aplastado. dole con devoción, porque así no debe lla
marse tentación.
14. No se ha de tentar a Dios
15. Se vence al enemigo con paciencia
Pero aquí también es vencido el enemi
go con un texto de la escritura, y se le frus- Cristo podía hacer otra cosa; había bue
tra la intención, según san Jerónimo. En to- nas escaleras para bajar de la azotea exterior;
das estas tentaciones el demonio trata de por eso respondía así.

105
Hace un juego de palabras: “Lapis (piedra, ac. Lapidem) suena casi como “quasi laedens pedem” (que hie
re al pie); por eso “piedra” se entiende toda ocasión de pecado y ruina en que puede chocar el afecto de la mente”.
224 PRIMERA PARTE

ción,“Sin
dicemovimiento alguno de
san Juan Crisóstomo, le responde
indigna- 16. Tercera tentación: avaricia
Desde ese momento, según san Bernar
de nuevo con mucha modestia con una pa
do, como el Señor no mostró su divinidad,
labra de la Escritura. Nos enseña que al el enemigo juzgó que era solo hombre, y le
enemigo se le vence con paciencia, no con tentó como a hombre, la tercera vez. “De
milagros. Sin hacer nada por ostentación, o nuevo se lo llevó el demonio a un monte
por amor de nosotros mismos. muy alto”, a dos millas del monte de la
“No se turba el Señor; lleno de humil Cuarentena, hacia Galilea; para que el lugar
dad disputa con el malvado sobre la Escritu correspondiera a la tentación. En el desier
ra. Procura tú imitar a Cristo, en cuanto to, lugar de hambre, le tentó de gula; en las
puedas.a El
Cristo, las que
enemigo
sucumbe.
conoce
Le dominó
las armas
el Se
de terrazas del templo, donde enseñaban los
doctores, le tentó de vanagloria; así en el
mildad.
viene
de
ñoresta
con
contra
manera.
mansedumbre,
Cuando
ti hecho
Aprende
veas un
a leun
ademonio,
venció
educar
hombre
con
tuvéncele
que
la
alma,
hu-
se monte, desde donde se veían las cosas tem
porales, le tentó de avaricia.
“Le mostró todos los reinos del mundo
y su esplendor” (Mt 4,8). No es que le mos
ofreciendo tu boca a la palabra de Cristo. trara reinos que no conocía, sino que, según
Cuando hay en un sitio un juez extranjero, el Crisóstomo, se los mostró como cuando
no
lengua;
hablas
oiráarespuesta
así
su manera”.
Cristodenoquien
Esto
te escuchará,
esnodelleCrisóstomo.
hable
si en
no su
le uno extiende la mano diciendo: Aquí está
África, aquí Palestina, allí Grecia, allí Ita
lia. Se los “mostró”, exponiéndole, en un
muchos
En sentido
a lo alto,
moral,
para el
hacerlos
demonio
caerlevanta
más fáa momento del tiempo, en breve, “todos los
reinos del mundo”, su esplendor, su gran
cilmente; como el cuervo eleva la nuez, pa deza; todas las cosas deseables del mundo,
ra romperla, echándola desde lo alto; como las riquezas, los deleites, los honores. Se los
mostraba para vencerle por estas cosas her
el luchador levanta su contrincante para
mosas y deleitables, y someterle por ellas a
postrarlo. Muchos, en su cargo de responsa
su poder.
bilidad, caen abajo, mientras que en el valle
“Con razón, dice san Ambrosio, mues
de un puesto sencillo hubieran estado segu
tra en un momento de tiempo las cosas te
ros. En los montes de Gelboé cayeron los
rrenas y seculares; esto nos indica más que
fuertes de Israel. la rapidez de la mirada, la fragilidad de
Según san Agustín, cuanto más alto es este poder caduco. Porque en un momen
té uno, tanto mayor es su peligro. Según san to pasan todas estas cosas; y con frecuen
Juan Crisóstomo, el engreimiento derriba a cia el honor del mundo se marcha antes de
los que están en alto. Por eso el Señor per venir”.
mitió ser llevado a lo alto, y allí no consintió Tentó de avaricia al Señor de todas las
en la tentación; para que sepan resistir los cosas, prometiéndole con arrogancia y men
que han sido puestos en esos lugares. tira, lo que no le podía dar. “Le dijo: Todo
El demonio
templo, para quelleva al hombre
se tenga al alero
por mejor que del esto te daré, si, postrándote, me adoras”. Te
los haré rey, si caes, como inferior y me adoras a
demás
abajo. y por una falsa humildad, se eche mí, como a superior. Esto sería realmente
caer, someterse al enemigo.
22. LAS TENTACIONES DEL SEÑOR Y LAS NUESTRAS 225

Dice san Juan Crisóstomo: “No hay na- ro tienes que caer, porque al demonio no se
da que someta tanto el hombre al enemigo, le adora sino cayendo.
como el hambre de riquezas y el amor de “La ambición, dice san Ambrosio, tiene
poseer”. Y añade: “Promete los reinos del el peligro en casa; para mandar a otros, tie
mundo al que ha preparado a los creyentes ne que servir; para estar más arriba, se aba
al reino del cielo. Promete la gloria del ja más. El poder viene de Dios; del malo,
mundo al Señor de la gloria. El que no tie- viene la ambición del poder. No es malo el
ne nada promete darle todo, al que tiene to- poder; es malo el que usa mal del poder.
das las cosas. Manda que le adore en la tie- Aprendamos a despreciar la ambición, que
rra aquél, a quien los ángeles adoran en el está sometida al poder del enemigo”. Son
cielo”. Por eso dice la glosa: “Esta es la so- palabras de san Ambrosio.
berbia antigua del enemigo. Como quiso en
el principio hacerse semejante a Dios, ahora 18. Sufrir las injurias, no las de Dios
quiere usurpar el culto divino”.
También esta vez sucumbió el que es
homicida desde el principio. El Señor, co
17. La gloria del mundo, la ambición
mo vencedor, le lanzó de sí y le hizo alejar
La tercera tentación de Cristo, si mira- se, conminándole con un texto de la Escri
mos a su principio, fue tentación de avari- tura: “Entonces dijo Jesús: ¡Vete Satanás!
cia; pero si miramos al final, de idolatría; Pues está escrito: Al Señor, tu Dios, adora
con razón se unen, porque “la avaricia es rás y a Él solo servirás” (Mt 4,10). Apártate
una forma de servidumbre a los ídolos” (Ef de mí, al fuego eterno, enemigo de la ver
5,5: Col 3,5). dad y enemigo de los hombres. De esta for
La gloria del mundo, que ha de perecer ma, como dice san Juan Crisóstomo, pone
con este mundo, se muestra aquí en la cima fin a las tentaciones del enemigo, para que
de una montaña. El enemigo se esfuerza por no pasara adelante tentando. Al momento
hacer subir allí al hombre, para que se pos- le puso en fuga, y ya no se dirigió a él con
tre ante él, y se le someta; le aconseja que le otras tentaciones.
sirva y deje la justicia de Dios; de su servi- Dice el Crisóstomo: “Cristo, sufrió ser
dumbre nos libre Cristo, que fue tentado y tentado. Cuando el enemigo le dijo: Si eres
padeció por nosotros. Hijo de Dios, tírate abajo, no se turbó ni
El Señor, en cambio, desciende a lugares increpó el demonio. En cambio, ahora que
campestres y humildes106; vence al enemigo el demonio se atribuyó el honor de Dios,
con humildad. No miraba lo que le mostra- lleno de ira lo arrojó de sí. Aprendamos a su
ba la tentación con ojos de deseo como no- ejemplo, a soportar las propias injurias con
sotros, sino como los médicos sanos miran grandeza de ánimo, y a no sufrir ni el oír las
las enfermedades. injurias de Dios. Tener paciencia en las
Cuando quieras hacerte grande y estar injurias propias es laudable. Disimular la
en alto, es que el demonio te promete los injuria que se hace a Dios, es algo impío”.
reinos del mundo. Si quieres conseguirlos, San Jerónimo dice: “El apóstol Pedro no
es preciso que te postes y le adores; prime- fue rechazado con lo mismo que Satanás,

106 San Ignacio ve a Cristo “en un gran campo de aquella región de Jerusalén en lugar humilde, hermoso y
gracioso” (EE 144).
226 PRIMERA PARTE

como muchos piensan. A Pedro le dice el pronto como el tentador le traía una tenta
Señor: “Marcha detrás de mí, Satanás”107 ción, le rechazaba; así debemos hacerlo
(Mt 16,23), sígueme a mí; no te opongas a siempre nosotros.
mi voluntad. Aquí, en cambio, dice “Apár Dice san Jerónimo: “La serpiente anti
tate, Satanás”; no dice detrás de mí; para gua es resbaladiza: si no se la agarra por la
que se entienda: al fuego eterno, preparado cabeza, entra toda enseguida. La serpiente
para ti y tus ángeles”. infernal tiene como cabeza la mala suges
“Porque está escrito: Al Señor tu Dios tión; su cuerpo es el consentimiento; su co
adorarás ya Él solo servirás”. A todos los la, el pecado de obra. Allí donde pone la ca
hombres se les ha ordenado que sirvan en beza de la sugestión, pone luego el cuerpo
fe, esperanza y caridad, al Señor, adorándole del consentimiento; y donde pone el cuerpo
como a Creador y Señor suyo. Esto no ex del consentimiento, pone la cola de la obra.
cluye, según san Agustín, el servicio debido Por eso hay que aplastarla en su cabeza, en
a los superiores temporales. la sugestión. Así no podrá dañar, ni su cuer
Según san Beda, se nos manda servir a po, ni su cola. Cortando la cabeza de la su
solo Dios con el culto de “latría” que se de gestión, se contrae la fuerza de la serpiente
be a la divinidad; los que se lo dan a los ído infernal”.
los, se llaman idólatras. El apóstol nos man
da servirnos unos a otros por la caridad, que 20. El demonio se retira, huyendo
es una forma de culto, “dulía”, común a
El demonio, acabadas las tentaciones, y
Dios y al hombre, y aun a cualquier cosa
oyendo el nombre de Dios, le dejó, aunque
natural.
nunca le tuvo, pues no le venció con la ten
Como dice el mismo san Beda, el ene
tación. “Se retiró de él, hasta un momento
migo le dijo al Señor que postrándose le
oportuno” (Lc 4,13). Más tarde vendría, no
adorara; pero oyó, al contrario, que más
a tentarle con engaños, sino a atacarle abier
bien era él quien debía adorar a Dios, su Se
tamente en su persona y en sus miembros,
ñor. No debo yo adorarte a ti como a Dios,
por medio de los judíos; porque al llegar el
sino tú a mí. La adoración del enemigo es la
tiempo de la Pasión, promovió persecución
sujeción, no la devoción.
de los príncipes de los sacerdotes; de forma
que no solo por sí, sino también por otros,
19. Surge la tentación; cómo vencerla
instrumentos suyos, comenzó a atacarle,
Por lo que llevamos dicho, se ve que el pensando derribarle por el temor de la
tentador comienza por cosas leves, pasa a muerte.
cosas graves, y llega a gravísimas. Por una Según san Juan Crisóstomo, el enemigo
tentación ligera comenzó con Cristo, ten no se apartó porque obedeciera al mandato;
tándole de gula, cosa leve sobre todo en sino porque le arrojaron de allí la divinidad
tiempo de hambre. Al final, después de de Cristo y el Espíritu Santo que estaba en
otras, llegó a lo más grave, tentando a Cris él.
to de idolatría. Esto debe servir para nuestro consuelo.
Cristo venció las tentaciones oponién El demonio no tienta a los hombres de
dose a ellas en sus mismos comienzos. Tan Dios, cuanto quiere, sino cuanto Cristo le

107 “¡Vete! ¡Detrás de mí, Satanás!”. “Detrás de mí”, expresión independiente de ¡Vete!” (NT.MI, 116).
22. LAS TENTACIONES DEL SEÑOR Y LAS NUESTRAS 227

permite y no más. Le permite que nos será soltado en los días del Anticristo, se
tiente un poco de tiempo por nuestra uti gún el Apocalipsis de san Juan.
lidad, pero le rechaza en atención a nuestra San Agustín parece indicar que este
debilidad. No sufre que seamos tentados tentador fue Lucifer, el primer ángel, que
más de lo que podemos. “Si el demonio, venció al primer hombre. Es de creer que
dice san Agustín, pudiera dañar tanto co tomó para este momento figura de hombre,
mo quiere, no quedaría uno solo de los para llevar al Señor y hablar con él.
justos”.
Cristo agotó de raíz toda tentación, en 21. Cristo y Adán; figuras de su victoria
los tres combates indicados; y en ellos se
ejercita todavía la milicia cristiana. En la Las tentaciones de Cristo en el relato de
gula, la soberbia y la avaricia, de que brota san Mateo están dispuestas en el mismo or
la tentación, dio muerte a todos los vicios den que las de Adán, En efecto, las de Adán
confederados. En ellos está la materia de to siguieron este orden: “en cualquier día que
dos los delitos, cuyo germen debemos pre comáis”, tentación de gula, “seréis dioses,
caver en los comienzos, según el testimonio vanagloria; “sabedores del bien y del mal”,
de san Juan: “Todo lo que hay en el mun de avaricia: hay avaricia de dinero, también
do108 es la codicia de la carne, codicia de los de ciencia, cuando se la desea sin medida.
ojos, y soberbia de la vida” 109 (1Jn 2,26). A Según san Agustín, no sabemos de cier
esta triple flecha del enemigo, debemos to cuál fue la segunda, y cual la tercera,
oponer como defensa un escudo triangular porque los dos evangelistas lo cuentan de
apropiado, rechazando con el ayuno la codi forma distinta. Puede explicarse así: una
cia de la carne, con la oración la soberbia, y tentación es principalmente de deseo; la
con la generosidad la avaricia. otra, de envanecimiento; con frecuencia uno
El antiguo enemigo se apartó del Señor; de estos vicios nace del otro y al revés; por
pero volvió al tiempo de la Pasión y le atacó eso san Mateo pone una y san Lucas, otra.
al descubierto. También de nosotros nos de “Un evangelista, dice san Remigio, puso
ja, a veces, cuando no logra su intento, y primero una tentación y otro, otra, porque
vuelve en otro tiempo, de pronto, para asal la vanagloria y la avaricia se suscitan mu
tarnos cuando estamos más seguros. Apren tuamente”.
damos a ser cautos, cuando hemos vencido Cristo venció al demonio en la tentación
alguna tentación: al demonio lo hallamos de gula; esto fue prefigurado en el ídolo de
siempre dispuesto a la pelea. Belial y el dragón. En Babilonia se daba cul
En la Pasión, el demonio vencido por to a Belial en lugar de Dios, y se decía de él
completo fue relegado al infierno, de donde que comía y bebía mucho. Daniel lo destru

108
El apóstol del amor nos prohibe amar al “mundo” (cita esta palabra hasta veintitrés veces en su 1ª car
ta); a las fuerzas que se oponen a Dios y a su enviado Cristo Jesús. “Ese mundo influye por la codicia de la carne
(apetencias naturales sin control); la codicia de los ojos (de cuanto entra por los ojos); la ostentación del tener (jac
tancia de los recursos propios)”. “San Ignacio de Antioquia exclama: “Ne loquamini Iesum Christum dum mundum
concupiscitis!” (“¡No pronunciéis Jesucristo, mientras codiciáis el mundo!” (Rom, 7,1). NT.MI, 937.
109 BJ, en nota: “concupiscencia” o “codicia”; y “la jactancia de las riquezas”. Vulg.: “la vida” (“superbia vi

tae”). BJ, nota: “Los móviles que mueven al “mundo”: la sensualidad, la seducción de las apariencias, el orgullo
que resulta de la posesión de los bienes terrenos; las verdaderas realidades son muy otras; cf. 2Cor 4,18; Hb
11,1.3.27, etc.
228 PRIMERA PARTE

que
yó ylasdio
también gentes
un
muerte
dragón,
tenían
a oculto
sus
por Dios,
sacerdotes.
en una
y a quien
cueva,
Había
los
al subida al monte es lo que sucede en la altu
ra de las riquezas y gloria del mundo, que
desciende por la soberbia del corazón”.
sacerdotes
Daniel
los, echaban
y lapreparó
puso en de
unalamasacomer
boca de a trigo
delpez, sus horas;
dragón; ynada
pe- “El que echa de menos, dice san Bernar
do, una cuarta tentación del Señor, ignora la
Escritura que dice: “Milicia es la vida del
más comerla, reventó; así los dos monstruos, hombre sobre la tierra” (Jb 7,1). El apóstol
devoradores
Daniel.
venció laDaniel
tentación
y golosos,
fue así
de la
fueron
figura
gula.de
destruidos
Cristo, que
por dice también que Cristo fue “probado en
todo a semejanza nuestra, excluyendo el pe
cado” (Hb 4,15).
Cristo venció también al demonio en la
por David,deensoberbia
tentación la muerte
y esto
de Goliat.
fue prefigurado
Engreí 23. Por qué quiso el Señor ser tentado
El Señor quiso ser tentado, según san
do por su fortaleza se jactó Goliat y David
Gregorio, para librarnos por sus tentaciones
le echó a tierra con la honda, matándole con
de las nuestras, como por su muerte nos li
su propia espada. El gigante Goliat es figu
bró de la nuestra. Según san Hilario, para
ra del soberbio Lucifer. David, el pastor hu
que seamos prudentes: que nadie presuma,
milde que le hizo caer, es Cristo que, tenta
por santo que sea, de estar libre de tentacio
do de soberbia, triunfó humildemente.
nes. Quiso serlo después del bautismo, pa
Y Cristo venció al demonio en la tenta
ra mostrar que a los santos les amenaza ma
ción de avaricia, que prefiguró David en la
yor tentación. Según san Agustín, para
muerte del león y el oso. El león y el oso
darnos ejemplo, haciendo de mediador. Se
prefiguraban la avaricia, porque tomando
gún san Juan Crisóstomo, para animarnos:
para sí la oveja, la mataban. David arreba
que nadie se turbe por las tentaciones que
tando su oveja, mató a los que la robaban; y
caen sobre él, cuando menos lo espera, pues
Cristo, vencida la tentación de la avaricia,
Cristo quiso estar también sometido a la
rechazó lejos de sí a Satanás.
tentación. Según san León, para vencer al
enemigo y reprimir con esta victoria su
22. Los ángeles; fin de las tentaciones
fuerza y audacia.
le” “Unos
triunfado
merecía
(Mt que
4,11),
varonilmente
ángeles
le sirvieran
como
se acercaron
acontra
triunfador.
y le acompañaran
elpara
demonio
asistir-
Habíay Según el apóstol, el Señor quiso ser ten
tado para apiadarse mejor de los que lo son;
y para darnos esperanza de su piedad, por
que un hombre que ha sido tentado, se
los
mo ángeles.
tentación
Cuando
toria
sa
corazón,
jactancia;
siprimera
leuno
llevaran
no
sigue
huyendo
se
sufrirás
trae
envanece
a laal
envanecimiento
primera,
alero
ruina.
delcomo
engreimiento
del
Finalmente,
porque
templo;
santo,
quelaescau-
esta
vic-
co-
del
la compadece mejor de los que están en tenta
en breve
Cristo.
DiceElel
qué
ayuno
Crisóstomo:
significan
es la abstinencia
“Precisemos
las tentaciones
delahora
mal.
de ción. Fue tentado nada más bautizarse,
cuando el Padre acababa de llamarle su Hi
jo, cuando el Espíritu se posó sobre él como
una paloma, cuando se abrió el cielo, cuan
do había ayunado cuarenta días y cuarenta
noches, para que nos consuele pensar que si
uno es tentado, no por eso es menos limpio,
ni menos hijo de Dios, no está menos lleno
de Espíritu Santo, no es menos digno del
22. LAS TENTACIONES DEL SEÑOR Y LAS NUESTRAS 229

cielo, ni en su austeridad es menos acepto a Y así en cualquiera de los vicios en que


Dios. seamos combatidos, usemos siempre del es
cudo de la sagrada Escritura para defender
24. No extrañarse de ser tentados nos contra él.
Sobre los hechos narrados del Señor, di
Pues si el Señor fue así manejado y tenta
ce san Anselmo: “Del bautismo, has entra
do, no nos admiremos si también nosotros
do al desierto en espíritu de fortaleza, para
somos tentados; y como él venció en todo,
esforcémonos nosotros, con su ayuda, para que no faltara en ti ejemplo de vida en sole
vencer. Y no confiemos en ninguna virtud ni dad. Toleraste con igualdad de ánimo la so
poder nuestros, sino pongamos toda la con ledad y el ayuno cuarenta días, el hambre
fianza y esperanza en la ayuda del Altísimo. acerba, las tentaciones ilusorias del enemi
El Señor venció las tres veces a su adver go, para hacernos todo esto más tolerable a
sario con la autoridad de la sagrada Escritu nosotros”. Y de nuevo: “A partir de allí el
ra, diciendo: “Está escrito”; porque con hu amadísimo Jesús consagró para sí el secreto
mildad, no con potencia, quiso vencerle y de la soledad, santificó el ayuno, nos enseñó
darnos el ejemplo de su paciencia. a sufrir el combate con el astuto enemigo.
Así nosotros, cuantas veces padecemos Atiende con diligencia estas cosas hechas
algo de los malvados, debemos movernos a para ti, hechas por ti, y cómo han sido he
la doctrina más que a la venganza, y vencer chas; y ama a aquél que las hizo”. Son pala
a nuestros adversarios más con humildad y bras de san Anselmo.
paciencia, que con soberbia y poder. Ánimo, pues, discípulo de Cristo; con el
Toma buena nota de lo dicho, de cómo el suave maestro busca los secretos de la sole
Señor usó la sagrada Escritura para enseñar dad, como compañero de las fieras, busca los
nos a hacer lo mismo. Atiende lo que él res arcanos del silencio, de la oración devota,
pondió, y cuando una tal tentación llegue, di del largo ayuno, de modo que seas imitador
también aquello, es decir, respondiendo y partícipe del triple combate con el astuto
siempre por la Escritura, como él lo hizo. enemigo, y en todo momento decisivo de
Si nos tienta de codicia de bienes, debe tentación aprendas a recurrir a él, ya que “no
mos responderle, está escrito: “¿De qué te tenemos un sumo sacerdote incapaz de com
ensoberbeces, tierra y ceniza? Todo potenta padecerse de nuestras debilidades, sino pro
do es vida breve”110 (Ecl 10,9). Si nos tien bado en todo a semejanza nuestra, excluyen
ta de codicia de riquezas, respondamos, es do el pecado” (Hb 4,15). Ni debes temer las
crito está: “Desnudo salí del vientre de mi tentaciones, ni dudar en ellas. Dios con fre
madre y desnudo volveré allá” (Jb 1,21). Si cuencia castiga a los que quiere; son “mu
tienta de codicia de placeres sensuales, res chas las tribulaciones”, precisamente “de los
pondamos, escrito está: “La carne y la san justos” (Sal 34,20), para que cuando sean
gre no pueden poseer el reino de Dios” probados, reciban la corona de la vida.
(1Cor 15,50); donde según la glosa, la car Dice san Ambrosio: “La divina Escritura
ne y a sangre designan el vientre y la sen te enseña que tienes que luchar no solo con
sualidad de las obras carnales. tra la carne y la sangre, sino también contra

110 “Omnis potentatus brevis est vita”, la Vulgata. Versiones actuales: “¡si ya en vida es su vientre podre
dumbres!” (BJ); “si ya en vida su vientre es podredumbre” (BCB); “si aun en vida se pudren sus entrañas” (BP).
230 PRIMERA PARTE

las asechanzas espirituales. Está establecida un hombre bueno le disuade de hacerse reli
ya la corona, pero hay que aguantar el com- gioso, por miedo a arrepentirse y quedar
bate. Nadie puede ser coronado, si no vence confundido luego. Disuade de lo malo, para
primero. Nadie puede vencer, si no quiere inducir a algo peor: por ejemplo, del exceso
luchar. El fruto de la corona es mayor, si es en la comida y el sueño, para llevar a una
mayor el trabajo. Por eso no debemos nunca abstinencia sin discreción, que es peor.
temer las tentaciones; gloriémonos más bien Hay que precaverse, pues, con todo cui
en ellas, diciendo con el apóstol: “Cuando soy dado para no caer en las asechanzas del ten
débil, ¡entonces soy fuerte!” (2Cor 12,10). tador, ni ser envueltos en los lazos que por
Entonces se teje la corona de justicia: si qui todas partes tiende.
tas los combates de los mártires, quitas las Dice san León Papa: “El antiguo enemi
coronas; si quitas los tormentos, quitas las go no deja de tender por todas partes lazos
bienaventuranzas. No debemos, por tanto, para apresarnos, transfigurándose en ángel
temer las tentaciones de este mundo, como si de luz111. Sabe con quién emplear la fiebre
fueran males, pues con ellas se alcanzan bue- del deseo; con quién los estímulos de la gu
nos premios; sino rogar más, con la contem- la; a quien incitar a la lujuria; y a quien po
plación de la condición humana, para que su nerle dentro el vicio de la envidia. Sabe con
framos las que podemos soportar”. turbar a uno con la tristeza, engañar a otro
San Próspero dice también: “Para gran con el gozo; oprimir de miedo, y seducir de
utilidad de los fieles se nos han dejado los admiración. Examina las costumbres, bielda
de
combates
tidad,
los enemigos”.
cuando
espirituales;
la debilidad
no sesienta el ataque
engreirá la san- los cuidados, escruta los afectos. Pone incen
tivos para dañar, donde ve que cada uno se
ocupa más afanosamente”.
Hay que vigilar con mucho cuidado,
25. Clases y modos de tentación pues, porque no hay nadie sin tentación.
Dice san Bernardo: “Quiero que estéis muy
El enemigo tienta de muchas maneras; advertidos en esto: nadie puede vivir en el
en las cosas buenas por engreimiento; en las cuerpo mortal sin tentación; si se libra de
malas, por desesperación; en la ociosidad, una, aparece otra enseguida; pida ser libra
de lujuria; en los negocios, de desórdenes; do de ella, pero sepa que otra vendrá muy
en la administración de justicia, de cruel pronto. Con frecuencia sucede que el Señor
dad; en la bondad, de adulación. permite que dure más una tentación, para
Tienta de muchas maneras, pero engaña que no venga otra; o bien, libra antes de
especialmente por cuatro caminos. Aconse una, para que la siguiente sirva de ejerci
ja el bien por el mal: por ejemplo, a un cio”. Esto dice san Bernardo.
hombre inestable le aconseja hacerse religio
so, para que apostate luego. Aconseja el mal
26. Los ángeles le servían
bajo apariencia de bien: por ejemplo, jurar
sin verdad, para retener lo ajeno. Disuade de Alcanzada la victoria del tentador, que
lo bueno, como si fuera malo: por ejemplo, a se apartó confundido, volvieron los ángeles,

111 San Ignacio: “Propio es del ángel malo, que se forma sub angelo lucis, entrar con la ánima devota y salir

consigo” (Reglas, discreción de espíritus, 2ª semana: EE. 332). Ludolfo nombra mucho al demonio o diablo; san
Ignacio lo dice rara vez; prefiere: buen espíritu, mal espíritu; o, como aquí, ángel bueno, malo; o “el enemigo de
natura humana”.
22. LAS TENTACIONES DEL SEÑOR Y LAS NUESTRAS 231

preparados parale servirle


servían como
con toda
a susumisión.
verdade- Y también el Crisóstomo: “Mientras él
Se acercaron y estuvo en el combate, no permitió que apa
ro Señor. recieran los ángeles; esto haría huir antes de
biera
Cristo
cha,
vinidad,
hubiera
apartado;
Por
para
acercado.
sería
un
visto
tuviera
que
estuvieron
tiempo,
más
elPor
cerca
enemigo,
oportunidad
admirable,
otra
aamirando
su
losparte,
mandato,
ángeles,
ignorando
de
triunfando
la lejos
tentarle;
victoria
no
se habían
se
suhu-
di-
lu-
de
él
si la victoria a aquél a quien debía vencer.
Cuando le venció del todo y, ya vencido, le
ordenó huir, entonces aparecen enseguida
los ángeles. Para que aprendas que también
a ti, cuando completes la victoria sobre el
enemigo, te recibirán los ángeles, aplau
diéndote, acompañándote como cuerpo de
solo, sin necesidad de ayuda ninguna. guardia, y rindiéndote honores. Así recibie
Precede la tentación, para que venga ron a Lázaro, después del purgatorio de la
luego la victoria. Después de la victoria, pobrezas, del hambre y de toda angustia, y
vienen
nifiesta
probar laalladignidad
momento
divinidaddel
los
devencedor.
ángeles
Cristo, porque
para
Estocom-
ma-
no le condujeron al reino”. Y añade: “Los án
geles vieron de lejos la lucha de Cristo, pa
ra que no pareciera que había vencido por
hay ninguna
ángeles sino laclase
divina.
de Según
naturaleza
san Gregorio,
sobre los su ayuda. Alcanzada la victoria, se acercaron
y le servían”.
se presenta así la doble naturaleza de Cristo:
es hombre, pues le tienta el enemigo; es 27. El alimento que tomó el Señor
Dios, pues le sirven los ángeles. El mismo Crisóstomo añade lo siguien
El servicio que le hacen los ángeles se te: “La Escritura no expresa qué le sirvieron.
puede entender de diversos modos. Como Es de creer que le servían algo comestible,
ayuda corporal, ayudándole con alimento sirviéndole a la mesa, pues se nos ha dicho
pues tenía hambre. En segundo lugar, ado que sintió hambre. Le servían, no porque él
rándole. Y en fin, felicitándole por la victoria. les necesitara, sino para mostrarle reveren
Hablando de esta victoria del Señor y del cia y honrar su poder; no se dice que le ayu
servicio de los ángeles, dice san Anselmo: daran, sino que le servían”.
“Cumplido el ayuno de cuarenta días y venci Atiende con más cuidado aquí, y mira
dos
ficado
señarnos
presente
pieslos
al con
mundo
malos
debemos
que
el servicio
intentos
yenal enemigo,
todo
poner
de
dellos
tiempo
debajo
enemigo,
ángeles,
mortificándonos
de
defue
nuestros
para
laglori-
vida
en- cómo come solo el Señor, rodeado por los
ángeles; considera bien todas las cosas por
que son muy devotas. Pero pregunto: ¿qué
le servían los ángeles de comer, después de
este tan largo ayuno? La Escritura no habla
y armándonos con la ayuda de los ángeles”. aquí de ello; podemos disponer, como que
Diceyysan
ciones,
ser
ángeles
servido
huidoBernardo:
lepor
servían.
los Tú“Vencidas
el tentador,
ángeles,
también,
huye delas
se acercaron tenta
silosdeseas
con-
los ramos, esta comida victoriosa.
Si miramos su poder, podía crear las co
sas que quisiera, o disponer de las cosas
creadas que deseara. Pero no hallamos que
suelos
del
solada en otras
la memoria
enemigo.
del mundo
deQue
Dios”.
cosas,
yturesiste
si
alma
quieres
arechace
las recrearte
tentaciones
ser con-
en hiciera tal cosa para sí, ni para sus discípu
los. Usó de este poder para las multitudes
las dos veces en que con pocos panes dio de
comer a un gran gentío. De sus discípulos
232 PRIMERA PARTE

sabemos que, en su presencia, arrancaban le hablan de cómo está su Hijo; luego vuel
espigas por el hambre y las comían. De mo ven trayendo la modesta comida, el pan y
do semejante, cuando él, fatigado del cami- otras cosas oportunas, que había preparado
no, se sentó junto al pozo de la samaritana, ella para sí y para José. Llegados donde Je
no creó alimentos, sino que envió a sus dis- sús, lo disponen sobre la tierra llana y hacen
cípulos a buscarlos a la ciudad. solemnemente la bendición.
No es probable que para sí mismo pro- Mírale bien a él, en cuanto hace. Se
veyera por medio de algún milagro: los mi sienta en tierra con sosiego, y come sobria
lagros los hacía para bien espiritual de los mente. Los ángeles rodean y sirven al Señor;
demás, y aquí solo estaban los ángeles. cantan un himno de los cánticos de Sión; se
¿Qué meditaremos, pues, sobre esto? En alegran y celebran fiesta con él.
aquél monte no habitaba nadie, no había Pero esta fiesta se mezcló, si puede de
alimentos preparados. Los ángeles llevaron cirse, con una grandísima compasión, por la
allí alimentos preparados en otra parte, co que nosotros deberíamos también llorar.
mo le sucedió a Daniel, cuando el profeta Contemplan con reverencia al que es su
Habacuc había preparado la comida de los Dios y Señor, al Creador de todo el mundo,
segadores y el ángel del Señor le transportó, al que da alimento a toda carne; y viéndole
tomándole de los cabellos, de Judea a Babi tan humillado, necesitado del sustento cor
lonia, para que comiera Daniel; al momen poral, comiendo como uno cualquiera del
to le volvió a su lugar. pueblo, se llenan de compasión hacia él.
Pienso que si tú le vieras en este estado y le
28. Exhortación sobre lo anterior amaras como ellos le aman, llorarías tam
Detengámonos aquí del siguiente mo bién de fuerte compasión.
do: alegrémonos con el Señor, Jesús, en su Por fin, tomado el alimento, Jesús, que
comida; y participe su Madre excelentísima riendo volver a su Madre, comenzó a des
de esta alegría y victoria. Meditemos devo- cender del monte. Contémplale también
tamente así: marchan los ángeles, a una in- ahora, cómo marcha solo, descalzos los pies,
dicación del Señor, y al momento están de- siendo el Señor de todas las cosas. Marcha
lante de su madre, la saludan con respeto y con él, sirviéndole en todo cuidadosamente.

Oración

Buen Jesús, que llevado al desierto por el Espíritu, ayunaste cuarenta días y cuarenta
noches, sentiste hambre y venciste al tentador.
Concédeme abstinencia y continencia; dame privarme de vicios y pecados; tener ham
bre y sed de justicia; y vencer por tu gracia, Dios mío, a mis tentadores, el demonio, el
mundo y la carne.
Puesto que nuestra vida es tentación y miseria sobre la tierra, acuérdate, Señor, de
nuestras miserias y trabajos. Líbranos de caer en la tentación. Concédenos vencer siempre
por las tuyas; y que al fin, seamos libres de todas, por tu misericordia. Amén.
23. TESTIMONIO DE JUAN: CRISTO, EL CORDERO DE DIOS 233

23. TESTIMONIO DE JUAN: CRISTO, EL CORDERO DE DIOS


Juan 1,29-34

1. Juan señala: Ese es el Cordero de 2. Por qué se dice a Cristo Cordero


Dios
Juan llamó a Cristo Cordero, y no cual
“Al día siguiente” de volver Jesús del quier otro nombre de los animales sacrifica
desierto, Juan “ve a Jesús que se le acerca, y dos según la ley, bueyes, terneros, etc., por
dice”, señalándole con el dedo: “¡Mira, el que el nombre de cordero se le apropia más.
Cordero de Dios112, el que quita el pecado Entre las figuras del Antiguo Testa
del mundo!” (Jn 1,29). mento, el cordero pascual es la que mejor
Se señala ahí el testimonio de Juan sobre figura a Cristo. Cuando los hijos de Israel
Cristo de dos modos. Primero en cuanto a la inmolaron el cordero sin mancha, fueron
verdadera humanidad de Cristo, en la que liberados de la esclavitud de Egipto. Así
fue inmolado por nosotros, al decir: Mira, el por la pasión de Cristo inocente, fuimos li
Cordero, el enviado por Dios, para ser inmo- berados de la esclavitud del demonio. Tam
lado como sacrificio muy aceptable. Luego bién se la llamó cordero, por la simplicidad
se refiere a la divinidad, cuando añade: el con que fue llevado al sacrificio, sin abrir la
que quita el pecado del mundo, porque qui- boca.
tar las ofensas es de solo Dios. Por esta cau- En el templo se hacían otros sacrificios
sa vino, a tomar los pecados del mundo, pa- en tiempos determinados, pero diario solo
ra destruir en sí la mancha de la maldad y la había uno, el de un cordero por la mañana y
muerte de todos. Había venido, pero no era otro por la tarde. Este era el sacrificio prin
conocido. Ahora se le da a conocer. cipal y no se cambiaba nunca; los demás se
Éste es el que desearon los patriarcas, el hacían solo por circunstancias especiales. El
que anunciaron los profetas, el que prefi- sacrificio permanente del cordero simboli
guró la ley. Mira, el Cordero de Dios, mira zaba la eternidad. Así también Cristo es
el que quita la maldad del mundo, como si nuestra felicidad eterna.113
dijera: Mira al inocente entre pecadores, al También se le llama cordero por la pie
justo entre los reprobados, al piadoso entre dad con que quita los pecados del mundo;
los impíos; en él no se halló pecado alguno, no solo una vez, sino cada día. Dice san Teó
y por eso es poderoso para quitar los peca- filo: “No dijo: El que quitará, sino el que
dos del mundo; como el cordero ofrecido quita, como si lo estuviera haciendo siem
por las ofensas de los pueblos, porque en pre. Los quitó, cuando padeció; también los
él está la gracia y virtud purgativa de los quita desde entonces hasta ahora, aunque
pecados. sin ser crucificado cada vez. Ofreció, en

112 “Jesús llevaría el nombre del animal más frágil e indefenso”; pero es “el Cordero de Dios, el que pertene
ce a Dios…” Con el sacrificio de su vida este Cordero quita el pecado específico de la incredulidad (para Jn el pe
cado, hê amartia, no es tanto una culpa moral concreta cuanto no creer que Jesús es Hijo de Dios)”. Cita: “Cuando
san Juan de este Cordero dice que quita los pecados del mundo, no solamente dice que los quita, sino que, se
gún la fuerza de la palabra (griega), así los quita de nosotros que los carga sobre sí mismo y los hace como suyos
para ser él castigado por ellos y que quedásemos libres” (Fray Luis de León). (NT.MI, 384).
113 Con otro juego de palabras, añade: “Agnus” (=cordero) dicitur ab agnitione, sive ab agnoscendo (recono
cer), “porque reconoció al Padre y le obedeció, y reconoció a la Madre y la confió al discípulo”.
234 PRIMERA PARTE

efecto, una sola oblación, pero por ella rea borrar todos los pecados del mundo; mucho
liza siempre la purificación”. más libre estará él mismo; por tanto, era
Quita los pecados, porque nos lava de claro que no se acercó para confesar pecados
ellos con su sangre. Nos perdona los que o lavarse de ellos, sino para dar ocasión a
hacemos cada día, nos ayuda a no cometer Juan de hablar de él.
los más y nos librará del todo en aquella vi La segunda causa fue para que los que
da en que no podremos cometer más. habían oído lo anterior, recibieran con ma
Nos lavó cuando dio su sangre por no yor certeza lo dicho y oyeran otras cosas
sotros, y cuando somos bautizados en el nuevas. Por eso añade: “Ese es del que os di
misterio de su pasión. Pero nos lava tam je”, antes de que viniera al bautismo, “de
bién cada día en su sangre, cuando se repi trás de mí viene un hombre”, en plenitud
te en el altar la memoria de su pasión, cuan de virtud, gracia y edad, “que está delante
do la criatura del pan y del vino se cambia de mí”, en dignidad, “porque era anterior a
en el Sacramento de su carne y de su sangre mí”, en la eternidad. “Y yo no le conocía”,
por la santificación inefable del Espíritu, y personalmente, antes de que viniera a mí,
cuando nos sacia con el santísimo Cuerpo y “pero yo vine a bautizar en agua por este
Sangre. motivo: para que él se manifieste en Israel”
Decimos dos veces en la Misa: “Cordero (Jn 1,30-31).
de Dios, ten piedad de nosotros, porque nos Por eso dejé el desierto y la soledad, y
lava perdonándonos y ayudándonos; la ter descendiendo a la llanura comencé a bauti
cera vez decimos: “danos la paz”. ¡Cordero zar, para manifestarle al pueblo que afluía
de Dios! ¡Reconóceme entre las ovejas que de todas partes.
vas a poner a tu derecha, pero primero per La misión y testimonio de Juan se orde
dóname las culpas y ofensas, así me recono naba enteramente a la manifestación de
cerás mejor entre tus ovejas! Cristo. Por eso le mandó el Señor que bau
tizara en nombre del que había de venir, y
3. El Señor viene de nuevo a Juan que evangelizara al pueblo su venida, pre
parándole a recibirle. Juan repetía diversas
Jesús viene ahora por segunda vez a
veces su testimonio, para que así fuera más
Juan, después del bautismo, por dos razo
eficaz.
nes, según san Juan Crisóstomo. La prime
ra, porque el bautismo en que fue bautizado
4. He visto al Espíritu venir sobre él
con otros muchos, era un bautismo de con
versión y no convenía que pensaran que ha “Juan testificó y dijo: He visto al Espí
bía venido también él a confesar pecados y a ritu que descendía, como una paloma, sobre
lavarse en el río en señal de conversión. él, y se quedó sobre él”. Esto fue cuando le
Ahora se acerca para darle a Juan ocasión de bautizó. El Espíritu Santo permaneció en
corregir tal parecer; Juan lo corrigió de pa Cristo desde que fue concebido.
labra, llamándole Cordero y Redentor, libre Dice san Juan Crisóstomo: “El Espíritu
de todo pecado que hubiera en el mundo. Santo descendió y permaneció en Cristo: en
Sus palabras: “¡Este es el Cordero de Dios, los hombres desciende, pero no permanece;
que quita la maldad del mundo!” quitan no permanece el Espíritu en nosotros cuan
toda sospecha. Es tal, quiere decir, que pue do nos enojamos, cuando calumniamos,
de absolver las ofensas de los demás; puede cuando tenemos una tristeza que lleva a la
23. TESTIMONIO DE JUAN: CRISTO, EL CORDERO DE DIOS 235

muerte,
píritu
pensamos
apartado
Crisóstomo.
carne. Cuando
Santo
cuando
dealgo
nosotros”.
habita esPalabras
pensamos
malo,
pensamos
en señal
algo
nosotros;
en las
bueno,
dedecosas
que
san
cuando
else
de
Juan
Es-
ha
la como el poder de crear. En cuanto autori
dad delegada, según el Maestro de las Sen
tencias, pudo darlo, pero no quiso; otros di
cen que no pudo darlo tampoco, porque
implica el poder de crear, la gracia. En
cuanto poder de innovar, pudo darlo; por
si este cae
po, Cuando hayenaire agua, por en
el encerrado másun cuer- que Dios, si quisiera, podría hacer que se
el
muevan
si
do,
salelos el
yde
agua
que
las
cuerpo
laspenetra
están
riquezas
olas,seen
flota
hunde.
por
las noDesemodo
y alguna
ybienes
aguas de
parte,
hunde; elmun-
temporales,
estepareci-
que pero
aire
lo diera el bautismo en nombre de san Pedro,
o san Pablo; pero no quiso, para que no pu
siéramos en los hombres la esperanza, y pa
ra que no hubiera cisma, ni tantos bautis
mos, como bautizadotes. El bautizar con
más eficacia unos que otros, esto tampoco
por más que
taciones y tribulaciones, se de
los agiten lasnoolas sumergen.
las ten- fue concedido a nadie.
El poder de instituir el bautismo, lo tu
el no
sija
Pero
los
Santo,
si aire sebien
bienes
está
entra
para
del el cerrada,
requiere
deleitables
Espíritu.
queagua,
guarden
que
tampoco
del
no
cierren elalel
entrará
bien
mundo.
saldrá de
corazón
Espíritu
Siagua;
la ella
va-ya vo solo Cristo, que instituyó, de hecho, es
te sacramento. El poder de prepararlo, lo
tuvo Juan; su bautismo preparaba y signifi
caba el futuro. El poder de administrarlo,
en fin, lo dio a los ministros de la Iglesia.
“No le conocía”, pues, de una forma tan
5. Juan no conocía antes a Cristo elevada, tan sutil, como lo conoció al venir
sobre él el Espíritu Santo. Entonces apren
dió que el Señor se reservaba el poder del
Luego repite: “Y yo no le conocía”. Se
bautismo, como también el de los demás
gún san Juan Crisóstomo, antes de que
Sacramentos; y que no daría tal poder a nin
Cristo viniera al bautismo, Juan no le cono
gún criado suyo.
cía personalmente. Desconocía su rostro,
Cuando Cristo vino al bautismo, Juan
porque Juan había vivido fuera de casa, en
aprendió, según san Juan Crisóstomo, que
el desierto. Sí sabía, en cambio, que el Se
era este en persona, de quien él enseñaba
ñor había nacido de la Virgen, y que bauti
que había de venir. Según san Agustín,
zaría en el Espíritu Santo. Cuado Cristo se
aprendió que Cristo se reservaba el poder
presenta ante él, al venir al bautismo, en
del bautismo, tanto mientras estuviera él
tonces por revelación divina le conoció.
presente, en su cuerpo, en la tierra, como
En cambio san Agustín refiere la pala
después, ausente en el cuerpo y presente en
bra “conocía” al poder y primacía de bauti
otros tal dignidad. Juan no sabía que Cristo la majestad. El que Cristo se reservara la
zar que Cristo se reservó, sin comunicar a
potestad del bautismo, Juan lo desconoció,
pero lo aprendió por la paloma que descen
se reservaba este poder. Por eso añade ahora:
dió del cielo.
“Este es quien bautiza”. Este es el único que
tiene tal dignidad.
6. Cristo es quien bautiza; testigos
El poder de bautizar es múltiple. En
cuanto autoridad,
comunica ni puedelo comunicarlo
tiene Dios y anonadie;
se lo Por eso continúa: “El que me envió a
bautizar con agua, ese me dijo: Sobre quien
236 PRIMERA PARTE

él, es el queel
veasesedescender bautiza
Espíritu
conyEspíritu
quedarseSanto”
sobre Hijo único de Dios. Explica Juan qué es lo
que esta visión le hizo entender: que Cristo
(1,33).
ha
sondicho,
comunes
Dios,
poratoda
las
algún
tres
la Trinidad,
Divinas
ángel oPersonas, me
inspiración,
cuyas obras era el Hijo verdadero y natural de Dios, y
que tiene, por tanto, el mismo poder con el
Padre. Antes le había llamado hombre;
que
otrosélno
esles
perdonando
to,
almas
comoporella
es que
propio
dio bautiza
lasgracia
tal
culpas
de
potestad,
del
solo
por elsino
con poder
Espíritu
Dios: propio,
Espíritu
lavando
les
Santo;
confi-
San-
lasa ahora da testimonio de que es el Hijo de
Dios; así testifica Juan las dos naturalezas
de Cristo.
Cuatro testimonios hay a favor del Se
ñor: el de los profetas que dicen que él es el
rió el ministerio. Mesías; el de Juan: “Ese es el Cordero de
El servidor sirve, pero Cristo bautiza. Dios”; el del Padre: “Este es mi Hijo queri
Por eso el bautismo no se repite, aunque, do”; el de las obras. “Si no hago las obras de
por necesidad urgente, lo hayan adminis mi Padre, no me creáis” etc. (Jn 10,37).
trado clérigos o seglares, hombres o muje
res. Según san Beda, aunque sea un hereje, 7. Jesús se detiene con Juan
un cismático, un criminal, vale y no hay
elicos,
que porqueeldel
invocación
repetir sería
nombre
comopor
bautismo anular
de manos
Dios.
la confesión
El
depoder
cató Puedes meditar cómo el Señor Jesús, re
cibido con alegría por Juan, se detuvo allí
algún breve tiempo, y comió con él aque
de Dios no pasa a manos de nadie; el minis llos alimentos crudos del yermo.
espanta
los ojos
terio del
al apoder
pasa ministerio
delySeñor,
buenos a de los
la malos,
malos. verdad vuelva
de los
Si alguien se Ponte tú allí y mira. Extiende la mano
como el mendigo que pide limosna: da a
entender que estás muerto de hambre, para
ministros.no disminuye por el mérito de
Sacramentos
sus que te llamen a comer.
Cuando acabaron y dieron gracias, el
de
Santo
dicada,
cido
Dios”
ahora
descendía
y(Jn
Añade hecuando
1,34).
dado
Juan: He
sobre
“Ytestimonio
testifico:
yoJesús
visto
lo vi,de
que
yese
dees
lael
sigoforma
que
Espíritu
el Hijo
esin-
conven el Señor se despidió de Juan y se alejó.
Tú contempla la vida de Jesús, póstrate
reverente ante Juan, besa sus pies, enco
miéndate a él; porque él es muy grande, se
gún testimonio del mismo Señor.
24. PRIMEROS DISCÍPULOS. ENSEÑANZA OCULTA 237

Oración

Señor Dios, Cordero de Dios, Hijo del Padre. Tú que quitas los pecados del mundo.
Por los méritos de Juan que dio de ti este testimonio, quita las ofensas del mundo.
Tú, Juan, que mostraste al mundo al que quita los pecados, hazme el favor de que qui
te también los míos.
Miradme cargado con los pecados del mundo. Tú, Señor, que eres grande, prueba en
mí tus obras.
Y tú, Juan, prueba en mí tus palabras, pues eres “grande ante el Señor”, que es eterna
mente misericordioso, Dios bendito por los siglos. Amén.

24. PRIMEROS DISCÍPULOS. ENSEÑANZA OCULTA


Juan 1,43-51

1. Andrés llamado, cuando oía a Juan114 conocido y se calla su nombre. Como san
Esteban es el primer mártir de Cristo, así
Jesús permanecía todavía en aquella re
san Andrés es el primer cristiano, el primer
gión. “Al día siguiente115, estaba de nuevo
discípulo de Cristo, pues era el principal de
Juan” de laalperfección,
cumbrejunto Jordán, ensin
pie,
desviarse
quieto en
de la
los dos que le siguieron los primeros. Algu
rectitud de la verdad, dispuesto a cumplir nos dicen que el otro era san Juan Evange
su misión de dar testimonio de Cristo, bau lista, ya que los que escriben suelen por
tizar e instruir sobre Cristo a cuantos veían modestia callar sus glorias, o hablar como si
a él. Vimos cómo dio testimonio de Cristo a se tratara de otra persona.
las multitudes; ahora lo da a los discípulos. Juan es modelo del predicador. Estaba
“Y dos de sus discípulos” estaban con en pie. “Fijando su mirada en Jesús que pa
él, adhiriéndose firmes a su magisterio, uno saba caminando, dice: Este es el Cordero de
de los cuales era Andrés; el otro era menos Dios” (Jn 1,35-37), como quien anda pro

114 [EE 275] 1 DEL LLAMAMIENTO DE LOS APÓSTOLES.


1º 2 Primero: tres veces parece que son llamados San Pedro y sant Andrés: primero a cierta noticia; esto cons
ta por sant Johán en el primero capítulo; 3 secundariamente a seguir en alguna manera a Cristo con propósito de
tornar a poseer lo que habían dexado, como dice s. Lucas en el capítulo quinto; 4 terciamente para seguir para
siempre a Cristo nuestro Señor, sant Matheo en el 4º capítulo, y s. Marco en el primero.
2º 5 2º: Llamó a Philippo, como está en el primero capítulo de Sant Joán, y a Matheo, como el mismo Ma
theo dice en el nono capítulo.
3º 5 3º: llamó a otros apóstoles de cuya especial vocación no hace mención el Evangelio.
7 Y también tres cosas se han de considerar: la primera, cómo los apóstoles eran de ruda y baxa condición;
8 la segunda, la dignidad a la qual fueron tan suavemente llamados; 9 la tercera, los dones y gracias por las qua
les fueron elevados sobre todos los padres del nuevo y viejo testamento.
115 “Comienzan las notas de Jn, a modo de diario personal: los días de la semana inaugural van indicándose

con la fórmula “al día siguiente” (vs 29.35.43) y “al tercer día” (2,1). (NT.MI; 383). Vulgata: “altera die”; Ludol
fo lee: “otro día, sin relación al anterior”.
238 PRIMERA PARTE

curando nuestra salvación, junto al Jordán, cieron que Jesús era el maestro del propio
es decir, junto al lugar donde estaba Juan. Juan; por eso desean unirse a él y escuchar
Jesús,
por
zo
testimonio
vez,familiar
un
y una
así
tiempo
Cristo
vez
de
a Juan,
él,
bautizado
junto
fuera
enpara
su
a aquel
conocido
presencia
que
por así
lugar,
Juan,
Juan
por
unamoraba
y otros.
yse
diera
otra
hi- su doctrina.
Admira el llamamiento sencillo, humil
de, y fácil de los discípulos, hecho sin obje
ción, ni análisis ninguno. El benigno Señor,
“Jesús”, sediento de salvarles a ellos y a los
Es de alabar la constancia de Juan, porque demás, “mirando” con ojos de piedad y be
no Por
chas
to.
ño.
ra,
que un
pues,veces
el
El
haydía,
eso
cuandodaba
se
niseguir,
Cordero añade
una
evangelista
que testimonio
había
de vez,
elcomo
repite
Dios”.
visto aen el carnero
testimonio
sinoaamuchos
favor
Jesús,
Esguía
breve elytesti-
reiterado,
de
dijo:
del Cris-
mu-
reba-
“Mi-
al nignidad, “a los que le seguían”, para darles
confianza y audacia de sí, “les dijo: ¿Qué
buscáis?” Como si dijera: Estoy a vuestra
disposición.
No les pregunta, a quién buscan. Juan
les había dado ya luz sobre su persona. Les
pregunta qué buscan, porque sabe que de
monio dicho arriba: el que quita la maldad
del mundo. sean aprender algo sobre la salvación. No
les pregunta porque ignore lo que desean;
evangelio.
Por Juan se designa
Y por lo que sealdice,
predicador
que estaba,
del sino para trabar conversación de amistad, y
para dirigirlos más oportunamente, según
dor
la
es
proceso
vioenseñanza
Cordero
considerar
adel
Jesús
evangelio
de
delaque
Dios,
de
vida
con
lamarchaba,
debe
palabra
de
seatención
señala
Cristo.
serde El
así,
yque
Dios.
ydijo:
constante
deber
anunciar
el Su
predica-
Mira,
de
deber
los
en
el lo deseen.
El Señor se vuelve a ellos. Los mira y
habla con ellos, en señal de buena voluntad.
Sabía bien con qué afecto le seguían. Nos
da a entender en todo esto, que a los que
empiezan a seguir a Cristo con corazón lim
verá
ción.
gracia,
para
del
oyentes es
testimonio.
alaSi
ellos
ysalvación:
loloshacen
recibir
con conel
instruirá en
clemencia,
así,
por eso
devoción
Señor
lasse
los
cosas
añade
recibirá
Jesús,
lanecesarias
predica-
elseen
fruto
vol-
su pio, él les da confianza, volviéndose a ellos
para ayudarlos con bondad.
Dice el Crisóstomo: “Cuando comenza
mos a ir bien, nos da muchas facilidades pa
ra salvarnos”. Y san Teófilo dice también:
“El Señor vuelve su rostro y mira a los que
le siguen; si no le sigues por las buenas
2. Jesús
“Los mira
dos discípulos
a los dos que
le oyeron
le siguen
decir obras, nunca llegarás a ver su rostro, ni a
penetrar en su casa”.
eso”, y creyeron al maestro que hablaba, y
3. Le preguntan dónde habita
les confiaba a Jesús, y daba testimonio de
él.
Juan,
gres
tantas
jan
sino“Y
acon
de
de lasJuan
para
veces
siguieron
haber
layoírle
obras. habían
leencontrado
siguen,
atestimonio
aélJesús”,
devoción
Por oído
mejor
deno
lahablar
solo
afeque
aaquél
ylacon
de de
laaJuan
palabra
Juan,
Juan. de
losquien
pies,
De-
ale-
imitación
cono- “Ellos le dijeron: Rabí, Maestro, ¿dónde
vives?” (Jn 1,39). Buscamos, parecen decir,
tu magisterio y doctrina. Con pocas pala
bras dan a entender su voluntad; al que sa
be, con pocas palabras basta. ¿Dónde vives?
¿Dónde te hospedas? Preguntan el lugar de
su albergue; casa no tenía, pues el Hijo del
24. PRIMEROS DISCÍPULOS. ENSEÑANZA OCULTA 239

hombre no tiene donde reclinar su cabeza. dónde vivía, y se quedaron con él aquel
El Señor no tuvo nada sobre la tierra, si no día”116, oyendo sus palabras de vida. Se
es el título que le puso Pilato. ¡Y a nosotros quedaron el resto del día y el espacio de la
muchos títulos no nos bastan! noche inmediata. Donde está Cristo, luz de
En sentido moral, preguntan a Cristo. las virtudes y sol de justicia, no puede ha
¿Dónde vives? ¿Cómo deben ser los hom ber tiniebla alguna. ¡Qué día tan feliz pasa
bres, para que Cristo habite en ellos? Ellos ron oyéndole y viéndole! ¿Quién nos dirá
quieren portarse así. lo que oyeron del Señor? Edifiquemos en
Místicamente esta es la pregunta delei nuestro corazón un lugar donde habite,
table de los que contemplan la luz en que una casa donde venga a hablar con nosotros
Dios habita. Dice el salmista: “Señor, amo la y a instruirnos.
belleza de tu casa, el lugar donde se asienta decir,
“Era
casimás
al atardecer;
o menos lasehora
advierte
décima”117,
por es
tu gloria” (Sal 26,8). Como buenos discípu Cris
los preguntan dónde vive, para poder hablar to y por los discípulos. La hora décima es ya
con él e instruirse. Dice san Beda. “No que el ocaso del día. Cristo tan dispuesto a ense
rían gozar de paso de su magisterio de la ñar, no dejó de hacerlo aunque fuera tan
verdad; querían quedarse, para instruirse tarde. Los discípulos, con fervor de oír a
mejor; nosotros, cuantas veces recordamos el Cristo, no retrasaban el seguirle por lo
paso de la Encarnación de Cristo, roguémos avanzado de la hora; quizá ni habrían comi
le con corazón solícito que se digne mostrar do aún. Al atardecer suelen los hombres
nos el lugar de su mansión eterna”. volver a sus casas; ellos se quedaron con él
Y él, condesciende liberalmente a su pe hasta el día siguiente, por el deseo que te
tición, “les dijo: Venid y ved”. Venid de la nían de escucharle.
carga de la ley, a la fuente de la gracia. Ved, Dice san Juan Crisóstomo: “Aprenda
en la revelación de la fe; más tarde veréis cara mos a estar dispuestos en todo tiempo a oír
a cara. Quiere decirles, según Alcuino: “No la palabra de Dios. Todo tiempo es apto pa
se puede explicar con una conversación, dón ra ella; nunca viene a destiempo”. Por lo
de habito yo; se presenta con las obras. Venid, mismo dice san Teófilo: “No en vano anotó
creyendo y obrando bien; luego entenderéis”. el tiempo el evangelista; para enseñarnos a
Según Orígenes, diciendo: venid, invita a la doctores y discípulos que no deben dejar la
acción; diciendo: ved, a la contemplación. No doctrina a causa del tiempo”.
les dijo: habito aquí o allá; porque más que
No dejemos nosotros pasar una hora sin
mostrarles un lugar, quería invitarles.
disponernos a recibir a Cristo y habitar con
él. No sabemos cuándo vendrá el Señor, si
4. Él les invita adonde vivía
de noche o de día, si de mañana o por la tar
Los llevó adonde se recogía, pues casa de, o al cantar el gallo. Vendrá junto al mar
habitable no tenía. “Así que fueron a ver de este mundo, a juzgar, y condenar los pe

116 “Con él, o en su casa, que sería una tienda, o choza de ramaje”. (NT.MI, 385).
117 “Las cuatro de la tarde, poco más o menos. Este detalle confiere a todo este relato el sello de un testimo
nio personal” (BJ, 1507). “Eran las cuatro de la tarde” (BP, 195). “Hacia las cuarto de la tarde” (NT.MI, 385). Di
ce en cambio BCB: “Debemos pensar que el evangelista traslada a este primer encuentro con Jesús lo que poste
riormente, a la luz de la Pascua y bajo la acción del Espíritu, sus discípulos fueron descubriendo en él” (BCB,
1600).
240 PRIMERA PARTE

cados cometidos. Busquemos, pues, en la “Mesías” en hebreo, “Cristos” en griego,


noche de la culpa, dónde habita Cristo. Si Ungido. Cristo, Ungido, viene de crisma,
gámosle por una verdadera conversión; él unción. Por Cristo son ungidos todos los
nos mirará con clemencia. Roguémosle de cristianos. Él fue ungido singularmente con
corazón que nos muestre el lugar de su el aceite del Espíritu Santo, más que cuan
mansión eterna: dichosos los que habiten en tos iban a participar de su unción. Todos los
su casa. santos participan de ella; son ungidos con
La hora décima indica también que él; pero él es singularmente santo y ungido.
aquellos discípulos cumplían los manda Dice san Cirilo: “El Salvador fue ungido
mientos. Dice san Agustín: “Este número por el Espíritu Santo humanamente en la
significa la ley, que fue dada en diez precep forma de siervo. Como Dios, es él quien un
tos. Había llegado el tiempo en que la ley ge con el Espíritu Santo a los que creen en
se cumpliera por amor; los judíos no habían él”.
podido cumplirla por temor”. Cristo es rey y sacerdote, ungido con un
Según san Juan Crisóstomo, siguieron a ción divina, no humana. Dios Padre, y toda
Cristo no por otra razón alguna, sino por su la Trinidad, le ungió con la plenitud de la
doctrina; se engolfaron en ella de tal forma gracia, en la humanidad que asumió por no
en una noche, que inmediatamente salió sotros; como en el Antiguo Testamento, dice
uno de ellos a caza de otros. Albino, se ungía a los reyes y sacerdotes.
En la fe no se pregunta si los años son
5. Andrés va a buscar a su hermano muchos o pocos. Andrés era menor que Si
món; pero halló primero a Jesús. Enseguida
“Andrés, el hermano de Simón Pedro,
le anunció que lo había hallado, para darle
era uno de los dos que habían oído a Juan y
los bienes que había recibido, y ser herma
habían seguido a Jesús”; al oír su doctrina,
no en la fe, como lo eran en la sangre. Con
al momento fue a buscar a su hermano para
verdadero amor de hermano dio a conocer a
que oyera a Jesús. “Encontró primero a su
Simón el tesoro que había encontrado. Si
hermano Simón”; como estaba tan obligado
hubiera hallado a otro antes, se lo habría
con él, le buscó para tenerlo como hermano
anunciado también y le hubiera traído a
también en la fe; contra los que retraen a
Cristo, pues la piedad verdadera no mira
sus amigos de entrar en religión, o apartan
con malos ojos el bien de nadie.
a otros del camino de la verdad.
Como quien halla una piedra preciosa,
6. Cristo mira con amor a Simón
un tesoro escondido, le dice: “Hemos encon
trado118 al Mesías, que significa Cristo” “Y lo llevó a Jesús”, esto es, al Salvador,
(Jn 1,40). Aquél que estaba prometido en la porque no confiaba de sí poder instruirle de
ley y los profetas, el esperado y buscado por modo suficiente. De ahí tomó la Iglesia el
tanto tiempo, le hemos encontrado, dice An que en el bautismo y la confirmación haya
drés. Como dice san Beda, esto es hallar de presentadores, que suelen llamarse padri
veras al Señor, estar fervorosos en su amor y nos, para que presenten a los que reciben el
preocuparse de la salvación de los hermanos. sacramento.

118 En griego eurêkamen, el verbo que usó en su grito Arquímedes; habían hallado algo de más valor, lo es
siempre una persona; “más aún, si la persona encontrada es “Cristo”. (NT.MI, 385.
24. PRIMEROS DISCÍPULOS. ENSEÑANZA OCULTA 241

jo:
humildad,
en
obediente;
bien
obedece
Joanna,
Simón
él”,
“Tú
Jesús
loes
con
eres
que
Jonás
sin el
obediente,
recibió
amor
sigue
Simón,
tardar.
haría
(Mt
nombre
yaalegremente,
de
16,18);
viendo
“Jesús,
su
elBar,
él.
hijo
hermano
tePedro,
hijo,
cae
su
Bar-Jona;
fijando
de devoción,
Juan”.
bien:
Jona,
con
pues
menor,
lanotable
hijo
paloma
Simón,
mirada
porque
sabían
“di-
y de
le las correspondencias: Juan, “en quien hay
gracia”, Jonás, “paloma”.
Cefâs es una palabra hebrea y siríaca.
Pedro, griega y latina, se deriva de “pie
dra”. Se llama Pedro, “firme” como piedra,
por la robustez de su mente, la firmeza de
su fe, la confesión fiel de Cristo, cuando hi
zo su confesión de fe: “Tú eres el Cristo, el
Mesías, el Hijo de Dios vivo” (Mt 1,16), al
hijo
ma,
dio
Santo,
drés,
–o Juan,
bien
obediente
la
del
obediente
deseaste
con
humildad.
cuyo
Espíritu
en
tu
esquien
símbolo
nombre,
hijo
verme.
deSanto,
la
hay
Por
degracia,
es
lagracia.
porque
eso,
gracia
la
porque
paloma.
al
unTu
llamarte
el
hijo
del
laapellido
verdadero
gracia
Espíritu
de
Eres
palo-
An-
un
va
te que se adhirió como a piedra fidelísima.
No está claro si el Señor le impuso ahora
este nombre o si ahora prometió que se lo
pondría más tarde. Lo más probable es que
ahora se lo prometió, pues le dice: Te llama
rás, como hablando de una imposición futu
ra. Se lo impuso más tarde, cuando le dijo:
“Tú eres “Pedro” y sobre esta “Peña” edifi
Estos nombres convienen con el miste- caré mi Iglesia” (Mt 16,18); o como en la
rio,
saria
que
Dios
de Cristo,
para
los
por
a los
hombres
insinuar
elconvertidos
yEspíritu
que vienen
se
queafirman
Santo.
laaobediencia
por
Cristo
laengracia
por
el amor
eslaanece-
fe,
ladefey elección de los doce, cuando se dice: “Y pu
so a Simón el nombre de Pedro” (Mc 3,16).
También las llaves se las prometió antes de
la resurrección, y se las dio después.
De todos modos, si el nombre se lo im
puso ahora, se lo confirmó después. Así
7. Tu nombre será Cefâs, Pedro llegaron estos dos discípulos, los primeros
“Tú te llamarás Cefâs, que se traduce llamados a la fe, a un cierto conocimiento
y amistad con Jesús; luego volvieron a su
Pedro” (Jn 1,42); en griego, cabeza, o ca
casa.
pitán. Y cae bien con el misterio: que el
que debía ser cabeza de los otros y vicario
8. Llamamiento de Felipe
de Cristo, tuviera la firmeza que designa
“Pedro”.
yun
dosColinus;
poco
nombres,
abreviado,
o quizá
Jonáselcomo
y Juan,
padre
encomo
de
latín
Pedro
parece
Nicolaus
tenía
en “Al día siguiente” de hablar con Pedro
dro el
nombre.
cuando
to. Luego
dro,Secomo
llamaba
sobrenombre;
seSimón
lecuando
crea
fueSimón
era
un
impuso
sesu
Papa,
Bar-Jona
bautiza
antes
nombre
elsedel
nombre
le
un
propio,
llamamien-
en
cambia
adulto,
hebreo,
de Pe-
elo y Andrés, Jesús “quiso marchar” de Judea,
en sentido amplio, donde Juan bautizaba, y
volver “a Galilea”, patria de los discípulos,
donde había dejado a su madre.
“Encontró a Felipe, que era de Betsaida,
la ciudad de Andrés y de Pedro” (Jn 1,44)
nos
le
hijo es
llama
deelJonás
hijo
mismo
de
(Mt
Juan
nombre;
16,18).
(Jn 1,42).
Otro
Jonna,
Según
evangelista
Johanna,
algu- que estaba situada sobre el mar de Galilea.
Betsaida, casa de cazadores; oportuno tam
bién, pues allí iba a llamar a los cazadores
de almas.
Se encontró con Felipe muy de intento.
Fue a buscarle para iluminarle y llamarle a
242 PRIMERA PARTE

la fe: “Y le dijo: Sígueme”. Imita mi doctri- los dignos de la llamada del Señor; por eso
na y ejemplo, comenta Alcuino. Le sigue, al oír de Nazaret, alzándose presto en espe
en efecto, el que imita su humildad y su pa- ranza, quiso decir, afirmándolo, que por fin
sión, para ser compañero de su resurrección de Nazaret podía salir algo bueno.
y ascensión. Felipe que estaba poco instruido, le llevó
Felipe le siguió al momento, sin contra- a Jesús para que se informara. “Le dice Felipe:
dicción alguna. Ven y verás”, y sabrás más de lo que sabes.
Según lo expuesto, el primero de todos Natanael es don de Dios; también es
los apóstoles que recibe una llamada expre- don de Dios el que alguien se convierta al
sa, es Felipe. Señor.
Los cuatro de que hemos hablado, An
drés y el otro discípulo cuyo nombre se ca- 10. Jesús revela secretos a Natanael
lla, Pedro, y Felipe, fueron discípulos de Je
“Vio Jesús a Natanael que se acercaba” y
sús. Viendo que Juan había dado testimonio
que se acercaba más por dentro que por fue
a favor de Jesús, se fueron con él.
ra; porque no solo vio el cuerpo exterior, si
no también su corazón interior, “y dice de
9. Natanael invitado a ver a Jesús
él” a los circunstantes: “Mira, un israelita de
Felipe, instruido por Cristo, fue a buscar verdad, en quien no hay doblez” (Jn 1,47).
enseguida a su hermano Natanael119, desean- Natanael se acercaba a la verdad, sin fal
do tenerle como hermano en la fe. “Felipe sedad alguna. Si tiene pecados, los confiesa.
encontró a Natanael y le dice: Aquél de Jesús no niega que sea pecador Natanael; ala
quien escribió Moisés en la ley, y los profetas, ba su confesión, mientras que los mentirosos
lo hemos encontrado: Jesús, hijo de José, de pregonan que son buenos y son malvados.
Nazaret” (Jn 1,45). Felipe habla según el ¡Grande, este Natanael, a quien así ala
modo común; Jesús era tenido por hijo de bó el Señor! Israel, el que ve a Dios; le lla
José, pues María era la esposa de éste. ma verdadero israelita, por la fe. Instruido
Natanael se admiró de que surgiera un como estaba en la ley, veía a Dios por la fe,
profeta de Galilea, y no de Judea. Por otra y por la inteligencia de la escritura, al me
parte, el pasaje de Miqueas anunciaba que nos como en un espejo y enigma.
Cristo nacería en Belén. Por eso, negando y Natanael, al ver que le había leído el al
dudando, según san Juan Crisóstomo, dijo: ma, le preguntó de dónde le conocía. “Le
“¿De Nazaret puede salir algo bueno?” dice Natanael: ¿De dónde me conoces?”
San Agustín prefiere otra lectura. Sien- ¿Con qué poder me conoces, tan por encima
do conocedor de la ley, Natanael había leído de las fuerzas humanas?
en otro profeta que “sería llamado Nazare- “Jesús le respondió”, por la revelación
no” (Mt 3,23)120, y tal vez había advertido de otra cosa oculta, “y le dijo: Antes que

119 “Natanael: probablemente es el llamado en otros textos Bartolomé; cfr. Mc 3,18” ( NT.MI, 386). Mc ahí

enumera a Simón, Santiago el de Zebedeo y Juan su hermano, Andrés (hermano de Simón), Felipe, Bartolomé
(¿otros dos hermanos? “Bartolomé (=hijo de Ptolomeo): probablemente, el que Jn 1,45-49 llama Natanael”
(NT.MI, 186).
120 “No se ve clara
la profecía aludida”; quizá en el nazir de Jc 13,5.7. Variantes, en BJ, 1389; que añade:
aplicado a Jesús… se conservó en el mundo semítico, para llamar a los seguidores de Jesús, mientras “cristiano”,
Hch 24,5, prevaleció en el mundo greco-romano.
24. PRIMEROS DISCÍPULOS. ENSEÑANZA OCULTA 243

guera
Felipe
corazón;
una
bló
vador;
sobre
higuera,
te
te
llegando
vi”,
llamara,
aCristo,
laquizá
teletra,
conocí
allí
sin
cuando
pesando
de
se
nadie
apronto
había
ti,estabas
más.
en
y elsentado
el
Felipe
deseo
futuro
bajole
la
de
bajo
Sal-
ha-
hi-
tu sión en señal de máxima certeza, “os asegu
ro: veréis el cielo abierto, y a los ángeles de
Dios subiendo y bajando sobre el Hijo del
Hombre” (Jn 1,51), en servicio de la dei
dad, oculta en la naturaleza humana.
En la Pasión, en efecto, “se le apareció un
ángel del cielo, para confortarle” (Lc 22,43);
11. Natanael,
Natanael,ante
discípulo
este signo
de yCristo
el preceden y en la resurrección se aparecieron ángeles en
el sepulcro. En la ascensión se pusieron al la
te, confesó al momento que Jesús era el Me do, como dos hombres vestidos de blanco. Ya
sías. “Natanael le respondió: Rabí, ¡tú eres antes, se acercaron y le servían, en el desierto;
el Hijo de Dios, tú eres el Rey de Israel!” y dieron a conocer su nacimiento.
(Jn 1,49). El Mesías que Israel espera como “Poco a poco, dice san Juan Crisósto
Rey y defensor. mo, le levanta de la tierra y hace que, en
Los judíos esperaban al Mesías como rey adelante, no le tenga por solo hombre. Si
temporal y en ese sentido parece hablar Na le sirven los ángeles, ¿cómo va a ser solo
tanael. No tenía aún conocimiento perfecto hombre? Le da a entender así que es señor
de Cristo. San Juan Crisóstomo dice que de los ángeles”.
Natanael, creyendo sabio al que conocía los A pesar de todo esto, no quiso elegir a
secretos por revelación de Dios, le confiesa Natanael entre los apóstoles, porque era
Hijo de Dios no por naturaleza, sino por la muy entendido en la ley; como tampoco a
adopción de la gracia; no estaba iluminado Nicodemo, del que hablaremos después:
todavía
que sí, que
con lo
la fe
creyó
en ladeTrinidad.
todo corazón,
Otros como
dicen para que no pensaran que los había elegido
por su ciencia.
El Señor
lo confesó delepalabra;
enseña,pero
elevándole a más,
lo anterior al
pare Cristo quiso elegir como apóstoles y
ce más probable, como se verá luego. fundadores de la Iglesia a hombres sencillos
y sin letras. Lo hizo así para que no se atri
conocimiento
cio de los ángeles,
de su
que
divinidad,
le iban a mostrar
por el servi-
a él. buyera a sabiduría humana, sino a la divina,
la doctrina de la fe, y la conversión de los
Ninguna naturaleza está sobre la angélica, hombres. También para confundir al mun
que
le
sino
respondió
te
la divina;
vi debajo
así:
estode
¿Crees,
eslalohiguera?
que
porsehaberte
añade:
Verás“Jesús
dicho
cosas do y a sus sabios.
Natanael y Nicodemo fueron llamados a
la fe desde el comienzo, para que no se des
mayores
agracia
conocer
en que
que
la fuerza
crees
estas”.de
queDe
lasoy
sustancia
la elexcelencia
Cristo,
divina.
pasarás
de la preciara la doctrina de la fe; si solo la recibie
ran los simples, se creerían engañados en su
ignorancia. Pero cuando la fe católica quedó
me
cidoDice
llamas
gransan
cosa
Rey
Juan
lodeque
Crisóstomo:
Israel.
te hePues
dicho,
“Te
¿qué
yha
por
dirás,
pare-
eso arraigada, fue llamado Pablo también al
apostolado, aunque era hombre de cultura.
Andrés y Felipe, adoctrinados por Cris
“De verdad,
cuando de verdad”,
veas cosas duplica la expre-
mayores?”. to, se preocuparon de la salvación de sus
Y para indicarles, a Felipe y Natanael, hermanos. Siguen su ejemplo los que, del
qué cosas mayores eran éstas, les añadió: mejor modo posible, inducen a otros a se
guir a Cristo.
244 PRIMERA PARTE

12. Cristo regresa a Nazaret que haya vencido, debe pensar siempre que
está en los comienzos.
“Y Jesús regresó a Galilea”, con Felipe;
Jesús se quedó, luego, todo el año en
y llegando a Nazaret, donde su madre, ésta Galilea. Ningún evangelista nos dice qué
le recibió con gozo indecible. Cristo volvía hizo, mientras tanto, hasta las bodas.121 En
a Nazaret, “flor”, después del bautismo y de el año que va desde el bautismo a la boda,
la victoria de las tentaciones; quiere mos solo sabemos lo del ayuno en el desierto, las
trar que el hombre, por muy limpio que es tentaciones del enemigo, del testimonio del
té de sus pecados, y por muchas tentaciones Bautista, y la conversión de los discípulos.

Oración

Buen Jesús, esperanza de los desterrados, consuelo de los pobres de espíritu, fortaleza
de los que trabajan, recreación de los cansados, corona de los triunfadores, única paga y ale
gría verdadera de los ciudadanos del cielo.
Hijo de Dios, fruto del vientre virginal; fuente de todas las gracias, de cuya plenitud
todos hemos recibido.
Tendiendo, esperando, amando seré llevado hasta ti, como al fin de todas las cosas.
¡Oh deseado Jesús! Tú solo bastas, tú solo salvas, tú solo eres bueno y suave para los
que aman tu nombre. Amén.

25. LA CONVERSIÓN DEL AGUA EN VINO


Juan 2,1-11

1. Cristo honra las bodas, asistiendo122 En primer lugar, para dar su aprobación
Al año siguiente, a los treinta años co al matrimonio, entró en una boda y convir
menzó Jesús a iluminar el mundo con sig tió el agua en vino; lo hizo el día mismo en
nos admirables. que fue bautizado123, pero un año más tar

121 Cfr. Nota, comienzo, C. 21, el Bautismo. No hay tal año, silenciado; la antífona citada, de Laudes, reú

ne las tres revelaciones de Jesús, Hijo de Dios: Epifanía, a los magos (gentiles), Bautismo (a Israel; la voz del Pa
dre: mi Hijo; desciende el Espíritu); y primer milagro, Caná. La Liturgia separó ya las fiestas. El 6, Epifanía, a los
magos; el domingo siguiente, el Bautismo; en otro domingo, Caná.
122 [EE 276] 1 DEL PRIMERO MILAGRO HECHO EN LAS BODAS DE CANÁ GALILEA ESCRIBE S. JOHÁN, CAPÍTULO
II, v.1-11.
1º 2 Primero: fue convidado Cristo nuestro Señor con sus discípulos a las bodas.
2º 3 2º: la Madre declara al Hijo la falta de vino diciendo: (No tienen vino); y mandó a los servidores: (Haced
cualquiera cosa que os dixere).
3º43º: (Convertió el agua en vino, y manifestó su gloria, y creyeron en el sus discípulos).
123 La Liturgia unía las tres fiestas. Ver nota anterior; y la antífona de Laudes, que da origen a la confusión,
c. 21, inicio.
25. LA CONVERSIÓN DEL AGUA EN VINO 245

de. Quiso el Señor honrar con su presencia de Caná, y María se adelantó a los demás a
corporal el matrimonio, instituido por él, y preparar la boda.
recomendado como lícito y honesto, para Se nos dice que la madre de Jesús estaba
que los herejes no se atrevieran a despreciar allí. En cambio, de Jesús y los discípulos se
lo y condenarlo. dice que fueron llamados: “Jesús y sus dis
“Buena es la castidad exigida en el ma cípulos estaban también invitados a la bo
trimonio, dice san Beda; mejor la que co da” (Jn 2,2). Los discípulos todavía no se
rresponde a la viudez; y la mejor, la limpieza habían unido firmemente a él; le seguían
virginal. El Señor quiso aprobar la elección como amigos, deseosos de llenarse de su
de estos estados, distinguiendo con todo el doctrina.
mérito de cada uno. Por su voluntad quiso No se hace mención de san José, el es
nacer de la Virgen María. Recibe luego la poso de la Virgen. Dicen algunos que por
bendición de la boca profética de la viuda entonces ya había muerto, y que la Virgen
Ana. Y en su edad adulta, invitado por los había quedado al cuidado de su Hijo; des
novios a su boda, les honra con la presencia pués ya no se nos dice nada sobre él en el
de su virtud”. Evangelio. Si ahora no había muerto, en la
“El tercer día124 hubo una boda en Caná Pasión del Señor sin duda que sí, pues su
de Galilea, una de las aldeas de aquella pro esposa fue encomendada a otro.
vincia”. (Jn 2,1). Contempla, pues, al Señor, Jesús, co
No sabemos de qué boda se trata. Pode miendo como uno más de la gente, sentado
mos meditar que se trataba de la boda de humildemente en el último lugar, según lo
san Juan evangelista, como parece afirmar que más tarde había de enseñar: “Cuando
san Jerónimo en el prólogo a “Sobre san seas invitado por alguien a un banquete de
Juan”, que a éste queriendo casarse le llamó boda no te acomodes en el primer puesto”
Cristo; y desde entonces fue más íntimo fa (Lc 14,8); y él empezó a hacer antes que a
miliar a Cristo por la limpieza de la conti enseñar.
nencia virginal.
No sabemos que Cristo asistiera a nin 2. Falta el vino, María interviene
guna otra boda. “Estaba la madre de Jesús Mira también a la Señora obsequiosa,
allí”, como correspondería si era la boda de muy solícita, con orden. Casi al final del
san Juan, su sobrino. No es verosímil que banquete, advirtió que faltaba el vino. “Y
acudiera, si no le importaba mucho, como como faltó vino, la madre de Jesús le dice:
fue, de modo excepcional, adonde Isabel su No tienen vino” (Jn 2,3). No hay que pen
parienta. sar que fuera un caso fortuito, que viniendo
La Virgen nuestra Señora estaba allí no el Señor a la boda, faltara el vino; sino más
como invitada, sino como hermana mayor bien para que fuera ocasión del milagro.
en casa de su hermana, en tal caso; como en Entendió, pues, la santa Madre de Dios
su propia casa. María Salomé, la esposa del que era ya el tiempo de la edad perfecta en
Zebedeo, era hermana suya. Cuando quiso que Cristo iba a darse a conocer al mundo,
Salomé celebrar la boda de su hijo Juan, fue para que no le creyeran hijo de José, sino
a casa de María a Nazaret, a cuatro millas Hijo de Dios. Por eso dijo: No tienen vino.

124 Añade: “el tercer día nombrado por el evangelista, aunque pasaran muchos días entre esas fechas”.
246 PRIMERA PARTE

que
Insinúa la falta, sin pedir nada; sabía bien enseguida. Cristo, que sabía mejor lo que
dad.alNo
que
le ama,
dice: basta
Dalesinsinuarle
vino. Guarda
la necesi-
reve- convenía, la reprendió diciendo: “¿Qué te
nemos que ver tú y yo, mujer?” El momen
rencia
buen
su propio
antes
corazón.
a sucorazón
de
Hijo
Pory quiso
la
pone
piedad
la
prevenir
esperanza
grandísima
la confu-
en de
su to oportuno para hacer el milagro es solo
cosa mía; aún no ha llegado mi hora, la ho
ra conveniente que yo solo conozco.
estaba
sión,
que
llamó
su la
del
Hijo
atención
Espíritu
había
que de
elde
Santo
vino
hacer.
su Hijo.
preveía
faltara
Lo Llena
del
el milagro
todo,
comoy Hacer el milagro era cosa propia de
Cristo por su naturaleza divina. Respon
diendo como indicamos, quiso mostrar, se
ba
Jerónimo.
hacer, ella le indica que lo haga,
que éldice
pensa-
san gún san Agustín, que en esto no tenía por
qué obedecerla. En su divina naturaleza no
tenía nada de su madre y, por tanto, nada
Enescierto
temporal.
Dios
santos;
cendiendo
embriaga
invitado,
No
la concupiscencia.
es
modo
este
yfalte
hace
está
el el
vino
olvidar
bien
vino
queque,
deaalegra
la
Dios,
cuando
alegría
aen-
los común con ella. ¿Qué tenemos que ver tú y
yo, mujer? Quieres que haga el milagro,
pero ¿qué tengo en común contigo, para
hacer tal cosa? Esto no lo hago por la natu
“Pero le dice Jesús: ¿Qué tengo que ver raleza que tengo en común contigo, sino
gen:
gua
Eva,
porque
ra” (Gn
yestando
“La
elera
3,12).
uso
mujer
elde
aún
nombre
Según
los
que
enhebreos;
me
elOrígenes,
común
paraíso,
distecomo
por
según
yllama
siendo
compañe-
se dice
laa Ma-
len-
vir-
de por la que tengo del Padre.
yo contigo, mujer?” ¿Por qué me molestas? De su madre tuvo la humanidad, en
Llama a María mujer, según san Agustín, que padeció. Por eso añadió: Aún no ha ve
nido mi hora, la hora dispuesta por mí, por
mi voluntad y no de necesidad, la hora de
padecer en la naturaleza que he recibido de
ti. Entonces condescenderé contigo. En
tonces, cuando llegó la hora que murió co
ría
delicado
chornados
conmovido
mujer,depor
silos
de elnovios,
llegaba
piedad por el
sexoa yfaltar
que
sintióquedarían
el corazón,
el
vino.
problema
abo-
que mo hombre, la reconoció como madre, des
de la cruz, y la recomendó al discípulo más
querido.
El texto literal que sigue, según san Juan
3. Sentido de la respuesta de Cristo Crisóstomo, está más de acuerdo con la pri
mera interpretación: la madre de Jesús no
muestra que la respuesta rechace su petición,
Jesús añadió: “Aún no ha llegado mi
sino que la difiere de modo conveniente.
hora”; aún no sienten la falta del vino los
que están aquí; deja primero que lo sientan
más el bien que reciban. Era el primero de 4. La confianza de María
y cuando conozcan la necesidad, estimarán
por tanto, que lo advirtieran bien y les re- María no desconfió por la respuesta del
los
confirmar
milagros
la de
fe de
Cristo,
los discípulos.
y lo iba a hacer
Convenía,
para Señor. Presintiendo, más bien, algo de su
benignidad, se volvió a los sirvientes y se
los envió confiadamente, diciéndoles: “Ha
de
cuando
sultara
Crisóstomo,
Jesúsgrato.
faltara
quiso elanticiparse,
yYque para
vino,
Cristo
esto
y no
hiciera
eraantes.
según
mejor
elLa
san
milagro
hacerlo
madre
Juan ced lo que él os diga”. Esperaba que a la ho
ra conveniente, conocida por su Hijo, se
cumpliría su petición. Es como si les dijera:
Aunque parece negarse, sin embargo lo ha
25. LA CONVERSIÓN DEL AGUA EN VINO 247

rá. En las palabras mismas del Señor enten- nos tenga inquietos el cuidado de los padres
dió que no se había irritado; mandó pues a carnales, ni los parentescos nos impidan el
los sirvientes que cumplieran lo que él les ejercicio espiritual. Mientras somos del
mandara. Sabía que era tanta la bondad que mundo, claro es que nos debemos a los pa
se compadecería de la necesidad que sufrían, dres. Pero, cuando nos hemos dejado a no
y que haría lo que se le pedía, aunque ha- sotros mismos, con mayor razón nos hemos
blara con aspereza, y pareciera negarlo. liberado de su cuidado.
Buena doctrina la de la Virgen María: “Por eso leemos de cierto hermano que
que siempre obedezcamos a Cristo; que no vivía en el desierto, que vino a pedirle ayu
desesperemos del Señor, si, cuando oramos, da un hermano suyo carnal, y le respondió
nos parece que responde con cierta dureza. que fuera a pedírsela a otro hermano suyo,
Y que esperemos con ella confiadamente su que había muerto.
misericordia. “Nos enseña el Señor que no estemos
extraño
siempre
De todos
gran reverencia
modos, comoa su Cristo
madre,mostró
parece preocupados por nuestros parientes carnales,
más de lo que pide la religión. A su madre, y
que le respondiera de esta manera. tal Madre, él mismo le respondió: ¿Qué te
Parece dura esta respuesta del Señor; según nemos que ver tú y yo? De modo parecido en
san Agustín,
nocer parentescos
fue para
en las
enseñarnos
cosas de Dios.
a no reco- otro pasaje, cuando alguien le sugiere que su
madre y sus hermanos estaban fuera y que
De modo semejante, san Bernardo lo rían hablarle, respondió: “¿Quién es mi ma
interpreta también como enseñanza nues dre y quiénes son mis hermanos?” (Mt 12,
tra, y sobre este pasaje dice así: “¿Qué tiene 48). ¿Qué dicen ahora los que se preocupan
que ver ella contigo, Señor? ¿No es una ma tan carnal y vanamente de sus parientes, co
dre con su Hijo? ¿Preguntas si le pertene mo si vivieran todavía con ellos?”.
ces, siendo el fruto bendito de su vientre in
maculado? ¿No te concibió ella y te dio a 5. Manda llenar de agua las tinajas
luz virginalmente? ¿No es la mujer en cuyo
seno moraste nueve meses, a cuyos pechos “Estaban colocadas allí seis tinajas de
virginales fuiste amamantado, con quien, a piedra, según la purificación”, conforme a
los doce años, bajaste de Jerusalén, sujeto a la costumbre ritual de la purificación “de
sus órdenes? ¿Qué tenemos que ver tú y yo? los judíos”; eran vasijas de piedra, prepara
Pues mucho, de todas formas. Pero ya veo das para contener agua, llamadas “hydrias”,
que no lo dijiste con indignación para con- del griego “ydor”, agua; servían para lavar a
fundir la vergüenza tierna de tu madre la las personas y cosas, especialmente las vasi
Virgen, ya que, al venir a ti los sirvientes jas de la comida. Los judíos solían purificar
mandados por ella, hiciste sin titubear lo lo todo muchas veces; bastaba que hubieran
que ella sugirió. tocado algo por casualidad, para que no co
“Pues, ¿por qué, hermanos, respondió mieran, si no se lavaban antes.
primero así? Sin duda por nosotros, y por “Cada una con capacidad para dos o tres
los que se convirtiesen al Señor: para que no metretas”125 (Jn 2,6), de “métron”, medida

125 “Cada metreta equivalía a unos 40 litros” (NT.MI, 388). Si son seis tinajas, de dos a tres metretas, son

unos 600 litros. El vino milagroso está sin medidas, como la calidad, señales del tiempo mesiánico. Ha llegado
el Reino. (Dejamos las de san Isidoro).
248 PRIMERA PARTE

una
en
según
griego.
medida
que queelcontiene
el mismo
Según san
sextario
Isidoro
diez
contiene
lasextarios;
metreta
dos li-
esy cho. En la antigüedad se reclinaban en estos
estrados para comer, descansando mientras
tanto de la fatiga del trabajo. Por eso en la
bras, de dos en dos se llaman bilibres. Escritura se dice de los que comen que se
nad“Les
de agua
dice Jesús”,
las tinajas”
a los Parte
sirvientes:
del agua,
“Lle- acuestan o se reclinan. El principal del tri
clinio era alguien importante, el primero
puesta
ya.
había
fueron
Jesús
tomado
con
y sacaron
mandó
anterioridad,
de las
que
agua
tinajas.
repusieran
delseLos
pozo,
había
que
loque
gastado
servían
queestá
se entre los convidados. Es probable que fuera
algún sacerdote de aquel tiempo, que inter
viniera en la boda, para bendecir, y para in
aún allí, en las afueras del pueblecillo, dicarles cómo debían proceder según la ley
“y y lo establecido por los mayores.
quedaron
llenaron lasllenas
tinajas
dehasta
agua,elésta
borde”.
se convirtió
Cuando El Señor quiso que el principal entre los
convidados gustara antes que los demás del
en
que
la
alguna.
Cuerpo
vino
dijera
oculto
por en
su transubstanciación
poder Porpalabras
y el
lade
poder
sola
susuSangre.
para
voluntad
divinidad,
de
delDios.
ello,
pan No
Lo como
realizó
ydel
sin conen
delSeñor,
sabemos
vino
palabra
hizo en
el vino aquél. Su parecer se recibiría mejor y
el milagro se haría conocer más claramente
por sus palabras. Así debemos nosotros
ofrecer también nuestras buenas cosas al su
perior, para que las examine y apruebe.

agua en
gros se volvió
cambio,
vino
losóptimo;
llevó a los
cabo
demás
con mila-
pala 7. Calidad del vino milagroso
“Y ellos se lo llevaron. Pero, cuando el
bras, o tocando corporalmente, o alguna vez
mayordomo probó el agua convertida en vi
llorando.
no, como no sabía de dónde procedía, en
cambio los sirvientes que habían sacado el
6. El vino del milagro y el mayordomoal
“Y les dice: Sacad ahora, y llevádselo agua lo sabían, llama al esposo y le dice: To
mayordomo”.
ción del Señor,Advertir
que lo envía
primero
primero
la discre-
a uno dos ponen primero el vino mejor”, cuando el
gusto está más vivo y puede distinguir mejor
la calidad; “cuando ya están bebidos” les po
es
másaceptador
personas,
hombres
bién honorable;
la humildad
según
porque,
de en
personas,
su
del
según
esto
estado.
Señor.
no
sanpor
fue
Estaba
Notemos
Agustín,
aceptador
honrar
sentado,
no
tam-
a los
de
se ne “el de inferior calidad”, el más débil o con
más agua, para sosegarlos un poco; entonces
ya no saben distinguir entre el bueno y el
malo; “tú”, has hecho al revés, “has guardado
el vino mejor hasta ahora” (Jn 2,10), cuando
lejos
lo. Eldel
Señor queque
no quiso
presidía
presidía,
sentarseelallí,
en puessitio
manda
nidejunto
honor; el
llevárse-
a él, ya no puede distinguirse bien su sabor.
Hablaba, dijimos, sin saber. Los que
servían y le habían dado el vino a él y se lo
sino que eligió el último lugar. daban a los demás, dieron a conocer enton
El comedor estaba en forma de triclinio, ces el milagro. Ellos sí sabían cómo se había
en
triclinio
gún
es decir,
losestrados
refectorios
de
portresmás
filas
dealtos
de
losmesas,
monjes.
y másordenadas
bajos;
Se llamaba
como
se- producido. El que presidía había alabado la
calidad del vino; ahora alabaron en común
la novedad del milagro. No cabía duda de
reclinaban para
las tres
comer;
filasklíne,
de lechos
en griego,
en quele-
se que la calidad del vino milagroso era mejor
que la del natural.
25. LA CONVERSIÓN DEL AGUA EN VINO 249

agua
de
to son
primera
Dice
vino,
en san
cierto
no
calidad.
Juan
cualquier
modoEstos
Crisóstomo:
más
vino,
milagros
hermosos
sino“Hizo
de
unyCris-
vino
meal raíz y se vuelva vino. Pues lo que se realiza
cada año en las planta, lo realizó él una vez,
de pronto, en una boda.

jores queenlasotros
también cosascuando
hechasenderezó
por la mano;
la pierna
así 9. Confirma en la fe a los discípulos
Viendo el milagro, “sus discípulos co
del cojo, lo demostraba mejor a los sanos”.
menzaron a creer en él” (Jn 2,12), con ma
Y de nuevo: “En todos los milagros de Cris
yor firmeza y perfección que antes. Tenía
to es normal que siempre se terminen en al
unos pocos discípulos, como también Juan.
go mejor que lo que podría hacerse por la
naturaleza”. Los enseñaba familiarmente, pero no se le
habían juntado del todo, ni habían creído
8. Sentido y fin del milagro con tanta plenitud como después del mila
gro. No sabemos quiénes eran. Se les llama
manifestar
Cristo hizo
la verdad,
este oculta
primerenmilagro
él, de supara
di discípulos porque conocían y seguían a
Cristo, y por el mutuo amor entre Cristo y
vinidad, y para confirmar en la fe a los dis ellos; o porque serían discípulos más tarde,
cípulos. “Esto hizo Jesús como prototipo de ya que, siguiendo la indicación de san Juan,
los signos reveladores”; se refiere a los que muchos que le oían ocultamente, fueron
hizo él mismo; antes ya el Padre había he luego discípulos suyos. Tal vez algunos cre
cho prodigios reveladores para con él. Por yeron por primera vez entonces. Los que ya
lo mismo, es falso lo que se cuenta de los habían creído, como Andrés y otros, se for
milagros infantiles en el libro de la infancia talecieron en la fe.
del Salvador y en el pseudoevangelio de los “La Escritura, dice san Agustín, llama
Nazarenos. discípulos suyos, no solo a los doce, sino a
Lo hizo “en Caná de Galilea”, caserío de todos los que creyeron en él; a cuantos él
la provincia de Galilea. Allí se muestra el instruía como maestro, en las cosas del rei
lugar donde estuvieron las tinajas del agua no del cielo”.
y el triclinio para las mesas; se baja por es
calones bajo tierra, como en otros muchos 10. Los cuatro sentidos de bodas
santos lugares; esto obedece tal vez a las
destrucciones
frecuencia. y ruinas sucedidas allí con Según los cuatro sentidos de la sagrada
Escritura, hay cuatro sentidos de bodas: de
poder,
lo
milagro.
ta en
hizo,
“YsuRey
carne.
mostrando
Mostró
así de la
Porla
gloria
manifestó el
divinidad
que
poder
su yera
verdadero
de
Señor
gloriosa
su divinidad
esplendor”, de
Esposo
porocul-
todo
este la unión natural, según el sentido literal;
de la Encarnación, según el sentido alegó
rico; de la unión espiritual, según el senti
do tropológico; y la boda del gozo de la
bienaventuranza, del cielo, según el senti
de la Iglesia.
nada, y comoPudo
Señor,
crear
pudo,
todascuando
las cosasquiso,
de la do anagógico.
De las primeras, habla el Evangelio pre
cambiar los elementos unos en otros. sente, en sentido literal. En tales bodas de
también
las viñas,
Segúnser
haciendo
san
él elJuan
que
que
transforma
Crisóstomo,
la lluvia suba
el agua
mostró
en ben intervenir la madre de Jesús y el mismo
Jesús, con sus discípulos; por ellos se nos
por la dan a entender los tres bienes del matrimo
250 PRIMERA PARTE

nio126. Primero, la fidelidad de la castidad; porque llegó la boda del Cordero; su pro
en señal de ella asiste la madre del Señor. metida está preparada!” (Ap 19,7). A estas
Segundo, el sacramento, o misterio del ma- bodas no entran más que los que han sido
trimonio, en cuanto signo de la unión de la llamados a las bodas del Cordero; como las
divinidad y la humanidad, en Cristo, o de vírgenes prudentes, que entraron con el Es
Cristo con la Iglesia; este misterio sagrado poso “y se cerró la puerta” (Mt 25,10).
lo significa y realiza Cristo, al intervenir en Como hay, pues, bodas humanas, las de
la boda él mismo. El tercer bien del matri- la unión carnal, así hay bodas de Dios con el
monio son los hijos, que han de recibirse y hombre, cuando se unen las dos naturale
educarse en la fe de Cristo; lo significan los zas, o cuando se asocian el espíritu creado y
discípulos de Cristo. el Increado; en la gracia inicialmente; en la
Las segundas bodas, según el sentido gloria en su plenitud. Las bodas de Dios y
alegórico, son las de la Encarnación. En el hombre fueron, en primer lugar, cuando
ellas el Esposo es el Hijo de Dios, la Palabra se unió la naturaleza humana a la divina en
eterna del Padre; la esposa es la naturaleza unidad de persona, en Cristo. En segundo
humana. En estas bodas estuvo plenamente lugar, cuando Dios y el hombre se unen en
la madre de Jesús; también sus futuros dis espíritu, en la gracia, en la caridad. En ter
cípulos, ya que los eligió en sí antes de la cer lugar, en la gloria: cuando el alma fiel
creación del mundo. Los hijos de estas bo entrará al Esposo, en el secreto de la luz ce
das son todos los que creen en él. Estas bo lestial. Estas tres bodas últimas son las que
das, en ese sentido alegórico, son también cambian el agua insípida del gusto terreno
las que hay entre Cristo Esposo y la Iglesia en el vino de la alegría eterna, que es el sa
su Esposa; los hijos son todos los fieles y bor y la unión con Dios.
vienen a coincidir con lo anterior.
Las terceras bodas, según el sentido tro 11. Alegoría de las bodas de Caná
pológico127, son las de la unión espiritual
del alma con Dios. De hecho, en tal unión, Las bodas, de cuyo sentido literal se ha
se dan los tres bienes del matrimonio: fide- bla aquí, podemos entenderlas, decíamos, de
lidad, hijos, misterio. la unión espiritual de Cristo con la Iglesia.
Las cuartas bodas son las anagógicas y Este matrimonio comenzó en el seno virgi
celestes, en las que nuestro gozo será pleno. nal, cuando Dios Padre unió con su Hijo a
Por eso se dice en el Apocalipsis: “¡Alegré- la naturaleza humana en unidad de persona;
monos, saltemos de gozo y démosle gloria, tuvo lugar en el seno de la Virgen. Este ma

126 Benedicto XVI en Deus caritas est, en “La unidad del amor en la Creación y en la historia de la Salvación”
hace un profundo estudio de “Eros y ágape, diferencia y unidad”, con: “La novedad de la fe bíblica”. Concluye:
“El matrimonio basado en un amor exclusivo y definitivo se convierte en el icono de la relación de Dios con su
pueblo y, viceversa, el modo de amar de Dios se convierte en la medida del amor humano. Esta estrecha relación
entre eros y matrimonio que presenta la Biblia no tiene prácticamente paralelo alguno en la literatura fuera de
ella”. (11).
127 RAE: 2. “Moral”. Los Padres lo llaman también “moral”, unido a los otros tres sentidos de la Escritura;
así la moral cristiana es superior a lo solo humano. Dice Pablo: “O ¿no sabéis que los santos juzgarán al mundo?
¿y… a los ángeles? Con más razón asuntos de la vida ordinaria” (1Cor 6,2-3). La unión espiritual con Dios, por
el Espíritu, hace que “el espiritual lo examina todo, él no es examinado por nadie, pues ¿quién conoció la mente
del Señor? Pero, ¡nosotros poseemos la mente de Cristo!” (1Cor 2,15-16).
25. LA CONVERSIÓN DEL AGUA EN VINO 251

trimonio
se
cuando
ducida
unióal
la
con
se
Esposo
Esposa
dio
Cristo
a en
que
conocer,
por
laesgloria
la
la fe.
Iglesia,
cuando
celeste.
Se consumará
sea
la Iglesia
intro- El mejor vino, Cristo lo reservó hasta
ahora, pues difirió su Evangelio hasta esta
edad del mundo. Omitiendo, en fin, otras
cosas, para evitar prolijidad, veamos algo
sentido
Segúnmisterioso
san Beda,que
nolas
deja
bodas
de tener
de Caná
un más sobre su aplicación moral.

fueran
es al tercer
el tiempo de día.
la leyHay
natural,
un primer el Señor
en él día, que 12. Sentido espiritual y místico
Las bodas de Caná de Galilea significan
brilló en el ejemplo de los patriarcas; un se espiritualmente a las almas fieles cuando se
gundo día, de la ley escrita, en que brilló en unen con Cristo por el fervor, en la Iglesia y
los escritos de los profetas; y un tercer día, en la buena vida. Caná, celo, fervor del
el tiempo de la gracia, en que brilló el Se amor; Galilea, trasmigración, y designa la
ñor ante el mundo con el anuncio de los Iglesia. Vienen a estas bodas y reclinados
evangelistas, al aparecer nacido en carne son dignos de Cristo, los que penetrados del
humana para celebrar estas bodas. Dice amor de Dios dejan las malas obras y apren
Oseas: “Después de dos días me vivificará; den a amar las buenas; pasan del vicio a la
al tercer día nos levantará” (Os 6,3). virtud, de la culpa a la gracia, del amor te
Estas bodas sucedieron en Caná de Ga rreno al deseo celestial, de sí mismos a
lilea, “celo” de “trasmigración”, para decir Dios. Porque en la santa Iglesia, y en el tra
que son dignos de la gracia de Dios los to honesto de la vida espiritual, rechazando
que, hirviendo en celo de devoción, pasan lo malo amamos el bien; y dejando lo tran
de los vicios a las virtudes, de lo terreno a sitorio, trasmigramos a lo eterno.
lo celestial. A esto ayuda el que aquellas bodas exi
Dice san Agustín que debemos ver los mias de la Anunciación, cuando la Virgen
misterios ocultos en este milagro del Señor. feliz se unió al Hacedor del mundo, estén
Era preciso que se cumplieran en Cristo las ahora en Caná de Galilea, para indicar que
cosas escritas sobre él. Las cosas escritas el espíritu apto para las bodas espirituales
eran agua; él hizo del agua vino, cuando les debe estar en trasmigración.
cobró
briagó ellosentido
abrió sabor que
lo antes
quey antes
se
nolas
embriagaba.
noexpuso.
lo tenía;
Entonces
los em- En estas bodas, Jesús, el Salvador, “el
que salva a su pueblo de los pecados” (Mt
1,21), convierte el agua en vino, cuando
maestros
pretan
Losaque
otros
del servían,
Nuevo
espiritualmente
Testamento,
dice Alcuino,
la que
Escritura.
son
inter-
los convierte a un hombre impío y le hace fiel,
cuando quita la culpa y da la gracia. A rue
gos de la santa Virgen que se compadece
El que presidía es algún entendido en la ley, siempre de los indigentes, se llenan las ti
como Nicodemo, Gamaliel, o Saulo. Cuan najas, cuando el agua de la tristeza se cam
preside
do seque
lio, entrega
como
está oculta
aunestos
vino
enlala
hecho
palabra
ley, se
delofrece
del
agua.al que
Evange- bia en el vino de la consolación.
Las seis tinajas son los cinco sentidos
del cuerpo y el sentido uno y simple del al
convidados,
la
sados,
Iglesia
Encontinentes
la casa
consta deybodas
dispuestas
de las tres
doctores.
aclases
diversa
habíadetres
altura;
fieles:
filasca-
así
de ma. Son de piedra, como nuestros sentidos
están endurecidos por la culpa, antes de la
gracia. Llenamos de agua estas tinajas,
cuando purificamos todos nuestros sentidos
252 PRIMERA PARTE

con el llanto de la contrición de las culpas el agua de la tribulación, Pero al final,


que
pasadas.
daderos
confiesan
judíos,
Con esta
nolossolo
agua
confesores
con
se purifican
la boca,
de Cristo,
sino
los ver-
con
los cuando su salud será perfecta, le dará el vi
no puro de la eterna consolación.

las
corazón.
obras de
Caben
sus manos
dos o ytres
en lamedidas;
verdad dedos,
su 13. Sentido moral: las seis tinajas
Hablando de las tinajas y sus medidas,
cuando lloramos lo que hemos cometido,
dice san Bernardo:
advirtiendo y consintiendo; tres, cuando
lloramos también las obras. “Hay dispuestas seis tinajas para los
bre
cia,
llanto
gracia;
no daban
El de la
se agua
hacen
iluminado.
cuando
gusto
se
culpa
dulce leensigue
convierte
lasalguno,
cosas laenmente
depor la
vino,
la
Dios del hom-
alegría la
de al
negligen-
cuando
que antes que, después del bautismo, han caído en
pecados. La primera es la contrición; de ella
se nos dice: “En cuanto al malvado, si se
aparta de todos los pecados que ha cometi
do, observa todos mis preceptos y practica
el derecho y la justicia, vivirá sin duda, no
vino,
Todo el mundo
porque los hombres
pone primero
aman loelque
buen
se morirá. Ninguno de los crímenes que co
metió se le recordará más” (Ez 18,21-22).
refiere
can ahora;
al vino,
después,
las cosas
lo peor,
deleitables
porqueque
recibi
bus- “La segunda es la confesión; todo se lava
en ella. La tercera es la limosna, pues está
rán en el fruto lo amargo. Así el enemigo dicho en el Evangelio: “Así que, dad como
sugierede
riencia
briagadoprimero
por
bien;lacuando
complacencia,
algunas
el cosas
hombrebajo
entonces
se la
ha apa-
em-
le limosna lo que podáis; y mira, de ese modo,
todo será limpio para vosotros” (Lc 11,41).
La cuarta es el perdón de las injurias, con
de
propone
las culpas.
lo peor, las diversas enormidades forme a lo que decimos al rezar: “Perdóna
nos nuestras deudas como también nosotros
Cristo, en cambio, no pone primero el hemos perdonado a nuestros deudores” (Mt
buen vino, sino que lo guarda para el final. 6,12). La quinta es el castigo del cuerpo;
Propone al principio cosas duras y amargas, por eso suplicamos que
porque “es estrecha la senda que lleva a la Limpios por la abstinencia,
vida” (Mt 7,4); y también: “Todos los que Cantemos a Dios gracias.
quieren vivir religiosamente en Jesucristo,
serán
deleites
ra
tribulaciones.
queson
nos
perseguidos”
pequeños
yhagozos.
de dar
Pero
Los
en
(2Tm
en
bienes
lacomparación
eleternidad.
3,12),
futuro
que nos
amargura
alcanzarán
con
da aho-
losy “La sexta es la obediencia de los manda
mientos, según lo que oyeron los discípu
los, y ojalá merezcamos oírlo nosotros:
“Vosotros estáis limpios, gracias a la pala
bra que os he anunciado” (Jn 15,3); no eran
enfermo, o almédico
Un buen que no da vino fuerte a un de aquellos de quienes se dice: “La palabra
esta
ta
fermedad.
que
vida,
tenga
cuando
Se perfecta
lo daacaba
ha
mezclado
salido
salud.
de salir
de
El
conla
hombre,
deagua
enferme-
unahas-
en-
en no cabe en vosotros” (Jn 8,37); habían obe
decido al Señor, oyendo su palabra”. Estas
son las seis tinajas, dispuestas para nuestra
purificación; que estarán vacías y llenas de
dad eso
Por del pecado,
el Señores
leaún
da eldébil
vinoymezclado
puede recaer.
con viento, si se observan por vanagloria. Se lle
nan de agua, si se cumplen por temor de
25. LA CONVERSIÓN DEL AGUA EN VINO 253

Dios; el temor de Dios es fuente de vida. El llegar la Pasión; es el agua segunda, que
temor de Dios es el agua; aunque tiene me- mana roja sangrienta, no solo de los ojos, si
nos sabor, refrigera muy bien al alma que no de todo el cuerpo. El agua tercera, manó
arde de malos deseos. Es agua y puede apa- juntamente con la sangre del costado.
gar los dardos encendidos del enemigo. “Tú también tienes la primera, si con
“Pero por el poder de Dios el agua se trito de tus pecados, riegas el lecho de tu
cambia en vino; porque la caridad perfecta conciencia. La segunda, si comes tu pan con
echa fuera todo temor” (1Jn 4,18) el sudor de tu rostro y castigas tu cuerpo
“Son de piedra estas tinajas no tanto por con el trabajo de la conversión. Es el color
la dureza, cuanto por la estabilidad. Caben de la sangre, por el trabajo y también por
dos o tres medidas. Dos medidas son el te que apaga el fuego de los malos deseos. Si
mor de caer en la condenación, y el perder puedes avanzar a la gracia de la devoción,
la gracia; pero como estas se refieren al fu beberás del agua de la gracia del Salvador y
turo el alma podría lisonjearse diciendo: Vi del Espíritu Santo. Es dulce sobre la miel y
te
ve convertirás;
por ahora enasí
losno
placeres
perderás
carnales;
la gloria,
luego
ni se convertirá dentro de ti en una fuente de
agua que brota hasta la vida eterna. Esta es,
caerás en la condenación. Por eso está bien recuérdalo, el agua que salió del costado del
añadir una tercera medida, bien conocida que estaba dormido en la muerte; fue ya sin
útil
de los
cuanto
hombres
que se
espirituales,
refiere al presente.
y tanto más
Los molestia alguna. Es preciso que esté muerto
al mundo, el que desea deleitarse en ella.
que han conocido el alimento espiritual, te “La primera lava la conciencia de los de
men que puedan ser privados de él. Este es litos pasados. La segunda, apaga la mala in
el pan de los ángeles, el pan vivo, el pan de clinación, para recibir los bienes futuros. La
cada día. De él se nos ha prometido que re tercera da a beber al alma sedienta”. Esto es
cibiremos el céntuplo en esta vida. A los de san Bernardo.
mercenarios se les da el alimento cada día y
se les reserva la paga para el final; así el Se 14. Llamada de Juan evangelista
ñor nos dará la paga al final; mientras tan
to nos promete y nos muestra una y otra vez Acabado, pues, el banquete, el Señor
el céntuplo. Nada extraño si teme perder llamó a Juan aparte, y le dijo: Deja a esta
esta gracia el que la ha conseguido. Esta es esposa, y sígueme. Él, visto el milagro he
la medida tercera, puesta expresamente cho en su boda, al momento, dejada la es
aparte, porque no es de todos, ni a todos se posa, siguió al Señor.128 Y esta fue la pri
les promete”. mera llamada de Juan, por la que vino en
Y de nuevo san Bernardo: “Busquemos, conocimiento y familiaridad de Cristo. Su
pues, las dos o tres medidas que cabían en esposa, de nombre Anaquita, o según
las tinajas. Las tres nos las propone el Salva- otros, María Magdalena, voluntariamente,
dor; será perfecto el que pueda tenerlas. como su esposo, con las otras santas muje
“Llora él sobre Lázaro, y sobre la ciudad res, siguió al Señor. Las obras del Señor
de Jerusalén; es el agua primera. Suda, al son perfectas: como llamó a uno de los

128 Ludolfo leyó una frase, poco clara, de san Jerónimo, al comienzo del capítulo, en el sentido de que el no

vio fuera Juan evangelista. Vuelve a ello ahora. ¿De dónde saca el nombre de ella, Anaquita o, incluso, la Magda
lena? No tiene sentido.
254 PRIMERA PARTE

cónyuges, llamó al otro. El Señor intervi más digno el matrimonio espiritual. Por
no en las bodas, y con esto aprobó el ma eso la Iglesia observa que, antes de la
trimonio carnal. Al llamar de las bodas a unión carnal, puede uno de los cónyuges
Juan, dio a entender claro que es mucho entrar en religión.

Oración

Señor Jesucristo, que en el tiempo de la gracia viniste a las bodas de tu unión con la
Iglesia, y convertiste el agua en vino. Las cosas que parecían carnales en el Antiguo Testa
mento, las mostraste espirituales; por eso se llenaron las tinajas, porque se cumplieron las
profecías.
Convierte mi alma fría, te ruego, en el fervor de tu caridad. Dame el sabor de tu sua
vidad, la constancia firme de tu poder, y tu gracia.
Convierte mi falta de religión viva, en el vino de una contrición fructífera; embriága
me siempre con él; y conviértemelo, por piedad, en el vino de la eterna felicidad. Amén.

26. EXPULSA A LOS VENDEDORES. NICODEMO


Mateo 21,12-17; Juan 2,13-22; 3,1-21

1. Baja a Cafarnaún, y sube a Jerusalén129 por otra parte, “estaba próxima la Pascua de
los judíos, Jesús subió a Jerusalén”, capital
“Después de esto”, del milagro citado,
de Judea, conforme al precepto de la ley.
Jesús se detuvo en Galilea hasta el mes de “Y encontró en el templo a los que
abril en que era la Pascua de los judíos. vendían los bueyes, ovejas y palomas, y a
“Bajó” de Caná, que estaba más alto, a “Ca los cambistas sentados”. El templo aquí
farnaún”, capital de Galilea; ya había co no es la casa misma del Señor en que esta
menzado a manifestar su gloria. Fueron con ba el altar del incienso y el candelabro; ni
él “su madre y sus hermanos”, o parientes, el atrio de los sacerdotes, donde estaba el
“y sus discípulos”, los que seguían su doc altar de los holocaustos; sino el atrio don
trina con interés. de oraban los hombres y enseñaban los sacer
“Se detuvieron allí no muchos días”. dotes; allí se vendían las cosas que se ofre
Los de Cafarnaún no se mostraron interesa- cían en el templo. Como no podían traer
dos en recibir la doctrina de Cristo. Como, las cosas de muy lejos, los sacerdotes, que

129 [EE 277] 1 DE CÓMO CRISTO ECHÓ FUERA DEL TEMPLO LOS QUE VENDÍAN ESCRIBE S. JOHÁN, CAPÍTULO II,

v.13-22.
1º 2 Primero: echó todos los que vendían fuera del templo con un azote hecho de cuerdas.
2º 3 2º: derrocó las mesas y los dineros de los banqueros ricos que estaban en el templo.
3º 4 3º; a los pobres que vendían palomas mansamente dixo: (Quitá estas cosas de aquí y no queráys hacer mi ca
sa cassa de mercaderes).
26. EXPULSA A LOS VENDEDORES. NICODEMO 255

con diversas
blo, pusieron artes
allí quienes
depauperaban al todo
vendieran pue- 3. Sentido: ovejas, bueyes, monedas
Según Alcuino, místicamente cada día
aquello. Así, los que vinieran de lejos no
Dios entra espiritualmente en su Iglesia;
tendrían excusa para dejar de hacer sus
mira cómo se porta cada uno. Evitemos en
ofrendas. Como algunos de los que venían la Iglesia de Dios las risas, chismes, odios,
no tenían tampoco dinero, pusieron los malos deseos: no sea que viéndolo, de pron
cambistas que les daban dinero bajo fian to, nos azote y los arroje de allí.
za; además, contra lo permitido, admitían Los que venden en la Iglesia, según san
algunos regalos, aunque no dinero, para Agustín, son “los que buscan su propio in
guardar aparentemente la ley, que prohi terés, no el de Jesucristo” (Flp 2,21). Todo
bía la usura. lo tienen en venta, porque están en venta
ellos mismos.
2. Expulsa a los que comercian Las inocentes ovejas, que con su vellón
los expulsó
“Haciendo
del un
templo,
azote lo
de mismo
cordeles,
lasaovejas
todos ayudan a la limpieza y a la piedad, propor
cionando con qué vestirse, significan aquí
que los bueyes, desparramó las monedas de cosas en venta: cuando las obras de piedad y
los cambistas y volcó las mesas. Y dijo a los pureza se hacen con vestido de oveja, con
que vendían palomas: ¡Quitad eso de ahí! hipocresía, para obtener alabanzas huma
nas. Los hipócritas tienen el alma de lobo,
¡Basta ya de convertir la casa de mi Padre
bajo piel de oveja.
en plaza de mercado! (Jn 2,15-16).
Los bueyes que aran, representan a los
Sabemos que Jesús subió dos veces a
predicadores de la doctrina celestial; se ven
Jerusalén. La primera esta, por Pascua, en
el primer año de su enseñanza; la otra, el den, cuando no predican por amor de Dios,
sino por ganancia temporal. Son también
año en que padeció. Ahora, al comenzar
los que soportan grandes trabajos, pero pa
sus signos, expulsó del templo a los que
ra ser promovidos en la Iglesia.
vendían; la segunda vez, cuando su Pa Venden palomas los que no dan gratis,
sión, arrojó a los que vendían y a los que sino a precio, la gracia recibida del Espíritu
compraban, con mayor dureza, ya que Santo, significada por la paloma. Lo mismo
eran muchos más los que compraban que
da si, aunque no lo hagan para ganar dine
los que vendían. Ahora es también algo ro, lo hacen por el favor popular; no para
más suave la reprensión. Les dice: “No
mérito de vida, sino para favor.
convirtáis la casa de mi Padre en plaza de Intercambian monedas en la Iglesia los
mercado”. Allí usa palabras más duras: que simulan servir a las cosas celestes, pero
“No convirtáis
dos” mi casa en cueva de bandi-
(Mt 21,13). sirven a las terrenas en la Iglesia; los que
“buscan lo suyo, no lo de Jesús”.
gún
materia
los
rresponde
pecados,
Hizo
san para
Agustín,
un
a la dedenuestros
añadiéndose
azote
castigarnos.
imagen cordeles,
deEl
unos
loscomplicarse
pecados
cordeles.
aporque,
otros,toma
Por
co-
se-
de Todos estos convierten la casa de Dios
en mercado. Todos los que ejercitan el esta
do o gracia espiritual que recibieron en la
Iglesia, no con recta y sencilla intención, si
no por retribución humana.
eso
do endeja
pecados”
se los(Pr
Proverbios
encadenar
5,22). por
se dice
los cordeles
que “el malva-
de sus A todos los arrojó Cristo del templo, en
señal de que están excluidos del templo de
la gloria santa de Dios.
256 PRIMERA PARTE

Los que, a la venida del Señor, no quie Por ejemplo, si ves que tu hermano corre a
ran ser echados de la Iglesia y casa celestial, un mal teatro, prohíbeselo, adviértele, sien
que dejen de negociar con las cosas santas; te pena; entonces te devora el celo de la casa
porque, aunque están entre los santos, serán de Dios. Si ves a otros correr a embriagarse,
echados de su herencia, tanto los que obran prohíbeselo si puedes, detenlos, atérralos; si
el bien con fingimiento, como los que no puedes, no les halagues, en todo caso, ni
obran abiertamente el mal. Se les castiga los apruebes.
ahora con los cordeles de los pecadores, por “Si eres frío y decaído, y miras solo a ti
que si no se los corrige, al final se les atará mismo, como bastándote, y dices dentro de
para la condenación. ti: “¿Qué tengo yo que cuidarme de peca
El Señor aplicó el remedio, de obra y de dos ajenos? ¡Bastante tengo con guardar ín
palabra, para que aprendan los que rigen la tegra mi alma para Dios!” Por favor, ¿no te
Iglesia, que deben corregir a sus súbditos viene a la cabeza aquel criado que escondió
de palabra y de obra. Pues si en el atrio del su talento y no quiso emplearlo? No se le
templo figurativo, por ser casa de oración, acusó por haberlo perdido, sino por haberlo
prohibe negociar aun en cosas que parecen guardado sin ganancia alguna. Por tanto,
honestas, pues era sobre las ofrendas del oíd, hermanos míos, y no descanséis. No
templo, mucho más prohibirá en la Iglesia descanséis por ganar para Cristo, pues ha
de Dios los excesos en el comer y beber, las béis sido ganados por Cristo”. Son palabras
disputas, habladurías y cosas semejantes. de san Agustín.
Por tanto, como toda acción de Cristo El celo indica una cierta intensidad del
debe ser ley precepto para nosotros, no se amor; el que ama así, intensamente, a Dios,
puede vender en la iglesia velas, o cualquier no soporta nada que repugne a su amor.
otra cosa, aunque sea para ofrecerla al Señor; Tiene celo de Dios el que no puede soportar
ni ejercer oficio alguno, que no sea el pro pacientemente nada contra el honor de
piamente eclesiástico. Dios, porque le ama más que a todo. Debe
mos amar tanto la casa de Dios, que su celo
4. El celo de tu casa me devora nos devore, si vemos hacer algo contra él:
por muy queridos que nos sean los que lo
“Sus discípulos recordaron que está es
hacen, procuremos evitarlo, sin temor a pa
crito: El celo de tu casa me devora”. Lo que
decer por ello cualquier mal.
Cristo había hecho les hizo recordar aquel
Es de mucho mérito el celo de la casa de
texto y cómo se cumplía en él. El celo, que
Dios y en general todo buen celo. Cristo,
Dios quiere, es un fervor del alma para el
entre sus primeras obras, mostró este acto
bien, que enciende el espíritu en defensa de
de celo. Por su celo, recibió Finés el pacto
la verdad y echa fuera todo temor humano.
de un sacerdocio eterno. Con celo defendie
“Hermanos, dice san Agustín, que el ce
ron la ley Matatías y los Macabeos. Encen
lo de la casa de Dios, de los miembros de
dido de celo, el profeta Elías dio muerte a
Cristo, devore a cada cristiano. ¿Quién se
los profetas de Baal.
abrasa en el celo de la casa de Dios? El que
se esfuerza en corregir cuanto ve, tal vez, de
5. Los judíos piden pruebas
perverso en ella; el que desea enmendarlo y
no puede reposar. Si no puedes enmendarlo, “Entonces los judíos, tomando la pala
aguanta, gime, suspira, soporta a la paja. bra, le dijeron: –¿Qué prueba nos das para
26. EXPULSA A LOS VENDEDORES. NICODEMO 257

obrar así?” No te toca a ti, ni te es lícito, No lo decía el Señor para impulsarles a


echar a nadie con tanta autoridad. Muéstra ello. Solo denunciaba de antemano lo que,
nos un signo, una prueba, para que creamos. de hecho, habían de hacer. No les inducía al
Aunque el hecho fuera bueno, no correspon mal, ni podía; el mal lo harían ellos por su
día a cualquiera, sino a quien tuviera autori parte. Decía lo que iban a hacer, mostrando
dad para corregir a los sacerdotes. Cosa que que no se le ocultaba su fingimiento. Dice:
no convenía a cualquiera del pueblo, pues destruid, como diciendo: destruiréis; por
ellos eran los superiores. Solo que, a veces, que en la Pasión de Cristo, su alma fue se
Dios enviaba a los profetas precisamente pa parada del cuerpo, su sangre de la carne, la
ra corregirlos a ellos. continuidad de sus miembros al clavarse los
Cristo no era hijo de Aarón, ni por clavos y la lanza; y yo, por el poder de la di
tanto pontífice según la ley. Tampoco era vinidad, oculta en mí, levantaré, como de
rey ante el pueblo. Por tanto no era claro un sueño, al templo disuelto por vosotros.
por qué los arrojaba con tanta autoridad, Les dio, pues, un signo de la futura re
echando a rodar las mesas; a no ser que surrección, porque en él se ve, más que en
fuera un profeta enviado con autoridad di ningún otro, el poder de la divinidad. Un
vina. Por esto le piden un signo que prue hombre, sin más, no tiene poder para levan
be su misión, sin atreverse a echarle ma tarse de entre los muertos. Solo Cristo, libre
no. Piden una señal que dé fe de su poder. entre los muertos, lo hizo por el poder de su
Era cosa familiar a los judíos pedir signos; divinidad.
por ellos habían sido llamados a la ley y a Fue también un signo de conversión y
la fe. perdón para los pecadores.
Ahora pedían un signo, no para creer y Les dio el signo en figura, llamando
adorar, sino como suponiendo que no po templo a su cuerpo. Ellos, entendiéndolo
dría hacer ninguno; así podrían reírse de él, con su mentalidad carnal, como si hablara
y atacarle; como de hecho atacaron inme del templo inanimado, se reían de él, y
diatamente su respuesta. querían argüir con el templo material con
tra su palabra. “Dijeron, pues, los judíos:
6. Cristo predice su resurrección En cuarenta y seis años se ha edificado este
Les dio, pues, signo de su potestad divi santuario, y ¿tú en tres días lo levantarás?”
na: la resurrección de su cuerpo por su pro Lo decían riéndose, como hablando de algo
pio poder. Como lo pedían con maldad, no imposible; mucho más se habrían reído si
se lo dio abiertamente, sino ocultándolo ba les hubiera predicho manifiestamente la
jo una figura; no eran dignos de que se lo resurrección de su cuerpo; porque más di
dijera manifiestamente. fícil es resucitar un muerto que edificar un
“Jesús les respondió: Destruid este san templo. El templo de Salomón fue edifica
tuario y en tres días lo levantaré” (Jn 2,19). do en siete años y estando terminado, fue
Hablaba espiritualmente de su cuerpo. La destruido luego por Nabucodonor. Hablan
humanidad de Cristo era, en efecto, morada del que reedificaron Zorobabel y Nehemías,
especial de Dios. Templo es el lugar donde después de la cautividad de Babilonia. Fue
Dios habita; en el cuerpo de Cristo habita la construido en cuarenta y seis años y, antes
divinidad. Por eso Cristo es templo de de acabarlo, lo prohibieron los enemigos;
Dios; su alma y su cuerpo. las naciones que rodeaban entonces a los
258 PRIMERA PARTE

judíos les impedían concluir su edifica- dos, los sacerdotes, los levitas y los demás
ción.130 no se atrevían ni podían resistirle. En la
Pasión misma, también fue instrumento de
7. Un signo: expulsar a los vendedores la divinidad aquella voz con la que postró,
según está escrito, a la multitud de hom
Entonces, “muchos empezaron a creer
bres armados.
en su nombre”, en lo notable de su divini En su comentario a Mateo, san Jeróni
dad, de que dio señal por los signos; por eso mo habla así sobre la segunda expulsión:
sigue: “al ver las pruebas maravillosas que
“La mayor parte piensa que los mayores sig
mostraba”. Aún no estaban confirmados en
nos fueron, cuando resucitó a Lázaro, cuan
la fe; creían más por los signos que por la
do el ciego de nacimiento recibió la vista,
devoción. “Pero Jesús, por su parte, no se
cuando en el Jordán se oyó la voz del Padre,
confiaba a ellos, porque él conocía a todos y
cuando, transfigurado mostró en el monte
no necesitaba que le informaran sobre el
la gloria del triunfo. Pero a mí, entre tantos
hombre, pues él conocía el interior del
signos como hizo el Señor, me parece el más
hombre” (Jn 3, 23-25). Solo Dios que plas
admirable el que un hombre solo, despre
mó los corazones, puede saber lo que hay en
ciable en ese momento, de tan poca impor
ellos; conoció que eran inestables, y que en
tancia, que sería luego crucificado, estando
el tiempo de la tentación se volverían atrás.
furiosos contra él los letrados y fariseos que
Aprendamos, dice san Beda, a no estar se
veían destruidas sus ganancias, pudiera a
guros de nuestra conciencia, sino a andar
golpes de un azote echar a tanta multitud,
siempre solícitos y a temer; lo que a noso
volcar las mesas, quebrar los asientos, y rea
tros se nos oculta, no puede ocultarse al
lizar lo que no hubiera hecho un ejército.
eterno Juez.
Algo ígneo y astral brillaba en sus ojos; la
No es claro qué signos vieron ellos, he
majestad de Dios brillaba en su rostro”.
chos por Jesús, pues no vemos que en Jeru
salén hiciera entonces ninguno. Puede res
8. Cómo creyeron muchos en Cristo
ponderse que haría muchos signos que no
están escritos; los evangelistas pasaron por Los que solo creen por los signos, por
alto, a sabiendas, muchos de los milagros pruebas visibles, se unen al nombre de Cris
de Cristo. Pero también podemos conside- to, dice san Agustín, sin haber recibido aún
rar como signo, entre otros milagros de el sacramento del bautismo; como los cate
Cristo, el que él solo con un azote, siendo cúmenos, los que son instruidos. No tienen
aún poco conocido, echara a tanta multi- aún la plena fe que conviene en Cristo y sus
tud. En aquel hecho obraba el poder divi- sacramentos; por eso Cristo no se confía
no, que aparecía en el efecto como quería. tampoco a ellos, ni la Iglesia les da el cuer
El cuerpo de Cristo era instrumento unido po de Cristo; del mismo modo, nadie debe
a su divinidad; de su rostro y de sus ojos sa- recibirlo si no está bautizado.
lía un fulgor radiante, esplendoroso, que Según san Juan Crisóstomo, estos que
los aterraba con divino poder. Así aterra- por los signos admirables “creían en su

130 Era posterior. “Comenzado en el año 20 ó 19 a.C., en el reinado de Herodes el Grande, el templo estaba

aún en construcción; se terminó propiamente en el año 66 d. C.; cuatro años más tarde fue destruido por los ro
manos”. (NT.MI, 390).
26. EXPULSA A LOS VENDEDORES. NICODEMO 259

nombre”,
mente;
estable,
tos de lani
ni
fe.él
noles
Su
los
creían
revelaba
adhesión
admitía
enlos
éla convivir
la
perfecta
misterios
fe no era
de
ymás
firme-
firme.
modo
al- Le habló el Señor de la segunda genera
ción, la espiritual, del bautismo; de la en
trada al reino del cielo; de su divinidad y
del doble nacimiento; de su pasión, resu
NoDios,
de le tenían
comopor
doctor
Dios,desino
la verdad.
por un enviado rrección y ascensión; de su doble venida al
mundo y de otras cosas necesarias para la
Por eso el evangelista expresamente, pa salvación.
ra mostrar que creían imperfectamente, El Sacramento del Bautismo es necesario
puesen
demás.
que
cir, creían
noaquello
creían
en él,
aún
que
sino
en
se en
su
decía
divinidad,
su nombre, noesdice
de él, justo,de-y y hay que tenerlo de hecho, si es posible.
Aquellos a quienes les llega antes la muerte,
deben tenerlo en el deseo. Si alguien por des
precio excluye el bautismo del agua, no le
9. Nicodemo de noche: Nacer de nuevo sirven para la vida eterna ni el deseo ni el
martirio; no podría entrar en el reino de
Dios. Los hombres no suben allá sino como
Nicodemo, el principal entre estos, uno
miembros de Cristo. Por el nacimiento espi
de los fariseos y príncipes o maestros de los
ritual se unen con él, se hacen sus miembros,
judíos, como estaba en la noche de este error,
y así suben en virtud de su poder. “Y es que
vino de noche a Jesús para llegar a la luz.
nadie ha subido”, ni puede subir, “al cielo”,
“Había un hombre de los fariseos, cuyo nom
por su propio poder,”a no ser el que bajó del
bre era Nicodemo, una autoridad entre los
cielo” (Jn 3,13), uniendo consigo la carne; no
judíos; éste fue a él de noche” (Jn 3,1-2). Es
dejó el cielo moviéndose localmente de él.
taba en tinieblas y no era luz, porque no ha
Todo el que sube, sube por el poder de él; so
bía renacido. Vino de noche a la luz, porque
lo él sube por su propia virtud.
quería ser iluminado. Por temor del pueblo,
Se dirá que muchos en el Antiguo Tes
al que no quería ofender, no se atrevió a venir
al descubierto, tamento se salvaron sin el bautismo; pero
no fuera que le echaran de la
no había entonces este precepto; por otra
sinagoga. Era uno de los dirigentes del pue
parte, consiguieron la vida espiritual por la
blo; gobernaban al pueblo los doctores y
gracia, en la fe del Cristo que iba a venir.
sacerdotes. Le daba también vergüenza ir a
Tuvieron la esencia del bautismo, y el mis
aprender, siendo maestro de Israel; por eso vi
mo bautismo en figura; por eso se les quita
no en secreto a Jesús, para que este le infor
ba el pecado original.
mara más a fondo, lejos de la turba.
Viene de noche, mostrando diligencia
10. Le habla del misterio de la Trinidad
en su búsqueda secreta; quería aprender la
verdad
ación
de
mental,
los
plenamente
reció
Jesús,
su
signos
pública”.
ser
boca
fuera
lo
dice
enseñado
abiertos
había
los
los
de
san
misterios
Ylos
misterios
percibido
como
Beda,
ysobre
escritos.
manifiestos,
notó
de
deseando
lodeya
la
queen
“Vino
la
con
fe;
fe;
pertenece
lo
la
busca
prudencia
yde
aprender
más
declara-
así
noche
más
me-
ele-a Se lee este evangelio en la fiesta de la Tri
nidad, porque en él se expresan abiertamen
te cada una de las personas divinas. La perso
na del Hijo es el que habla. La del Padre la
indica Nicodemo al decir. “Sabemos que has
venido de Dios como maestro”. La persona
del Espíritu Santo, cuando se dice: “El que
no naciere de nuevo del agua y del Espíritu
la fe. no puede entrar en el reino de Dios”.
260 PRIMERA PARTE

Se expresan las personas divinas con sus cosas para sacar de las tribulaciones. Porque,
atributos. La persona del Padre se expresa como dice san Juan Damasceno, como hu
con su poder, al decir: “Nadie puede hacer biera una peste grave cerca de Constantino
los signos, presentar las pruebas maravillo pla, un muchacho de entre el pueblo, arre
sas que tú haces, si Dios no está con él”; ha batado al cielo, le enseñaron los ángeles el
cer tales signos es propio del poder divino. cántico de la santa Trinidad: Santo Dios.
La persona del Hijo, con su sabiduría, al de Santo fuerte, Santo y misericordioso Salva
cir: “Sabemos que has venido de Dios como dor, ten piedad de nosotros; al volver lo can
maestro”. La persona del Espíritu Santo, tó ante el pueblo, y enseguida la peste huyó.
con su bondad, cuando se dice: “El Espíritu
sopla donde quiere”131; porque no se nos in 11. Nicodemo, en sentido moral
funde por nuestros méritos, sino por su gra Por medio de Nicodemo, que vino de
tuita bondad. noche a Jesús, a instruirse a fondo en las co
El Padre, el Hijo y el Espíritu Santo tie sas de la fe, se muestra al discípulo humilde
nen el mismo poder, sabiduría y bondad. Se y diligente, que va al maestro para ser ins
atribuye al Padre el poder; como en los pa truido por él. El que le enseña debe recibir
dres humanos hay a veces antigüedad o de le dulcemente, como Cristo habló a Nico
bilidad, para que los sencillos no piensen demo con mucha mansedumbre y descanso.
así del Padre, de le atribuye el poder. Así Esto, contra los que se enojan y con facili
también, el nombre de hijo, entre los hom dad hablan a gritos; contra ellos, el remedio
bres, lleva consigo menos conocimiento, útil es responder con suavidad, conforme al
por la juventud; para que no se piense así texto del Sabio: “Una respuesta suave que
del Hijo de Dios, se le atribuye la sabidu branta la ira; las palabras duras suscitan el
ría. El Espíritu entre nosotros lleva consigo furor” (Pr 15,1). Porque, según el Crisósto
un cierto furor, según lo de Isaías: “Alejaos mo, si los criados, cuando nos airamos con
del hombre, en cuya nariz solo hay aliento” tra ellos, llevan con humildad y silencio el
(Is 2,22); para que no se piense así del Espí desprecio, por temor a nosotros, ¡qué per
ritu Santo se le atribuye la bondad. dón mereceremos, o qué excusa tendremos
La fe y la confesión de la santa Trinidad, nosotros, que por el temor de Dios no pode
si la recibimos con devoción, vale entre otras mos soportar algo, más aún no queremos!

Oración

Señor del universo, que sin necesidad ninguna tuya, quisiste hacer tu templo en nosotros.
Arroja de mi corazón cuanto pueda ofenderte.
Límpiame de todas las manchas de mi espíritu y de mi cuerpo, y haz de mí un santua
rio agradable para que en él tengas tus delicias, pues te agrada tanto estar con los hijos de
los hombres.

131 “El viento sopla donde quiere”; y al oponer carne y espíritu: “Lo nacido de la carne es carne; mientras que

lo nacido del Espíritu es espíritu”. En nota añade: “La carne, la vida terrena natural, solo produce vida material.
El espíritu, la existencia cristiana, la vida espiritual, la verdadera vida, procede el Espíritu de Dios, que actúa en
los sacramentos de la Iglesia” (NT.MI, 392).
27. JUAN BAUTISTA, ENCARCELADO 261

Sabiduría, que saliste de la boca de Dios. Maestro, que viniste del Padre.
Enséñame, te ruego, a apartarme del mal y a obrar el bien, a despreciar lo terreno y
amar lo celestial.
Dame que me desvista del hombre viejo con sus obras, y me vista del nuevo, de forma
que, nacido de nuevo, merezca entrar en tu reino. Amén.

27. JUAN BAUTISTA, ENCARCELADO


Mateo 14,1-9; Marcos 6,14-29; Juan 3,24

1. Cristo y sus discípulos bautizan Aunque Jesús entonces no bautizaba


ejerciendo el ministerio con sus manos, sino
“Después de esto”, es decir, cuando aca
sus discípulos, bautizaba con la presencia
baron las fiestas de Jerusalén que está en una
en majestad. El sacramento del Bautismo es
parte de Judea, “fue Jesús con sus discípulos, Él
suyo; los discípulos solo lo administran.
a la región de Judea”, la parte de Judea, del
es siempre quien bautiza.
Jordán, que se llamaba Judea por Judas, o
“Las dos cosas son verdad, dice san
por el reino de las dos tribus. Por la tribu de
Agustín. Jesús bautizaba y no bautizaba.
Judas, en efecto, que era la tierra principal y
Bautizaba, porque él limpiaba las concien
regia, donde habitaron los hijos de Israel, se
cias. No bautizaba, porque no aplicaba el
llamó Judea. “Y allí se estaba con ellos, y
agua. Los discípulos cumplían el ministerio
bautizaba” (Jn 3,22). Y muchos creían en él.
corporal y él daba la ayuda de la majestad.
Jesús fue a Judea, “confesión”. “Judea,
Por eso se dice de él: “Éste es quien bauti
dice Alcuino, es símbolo de los confesores, a
za”, etc. (Jn 1,37).
quienes visita Cristo. Donde hay confesión
de pecados, o de alabanza divina, allí viene
2. Murmuran los discípulos de Juan
Jesús con sus discípulos, con su doctrina e
iluminación,
las
rituculpas
Santo”.
y vicios
y allípor
habita,
el bautismo
purificándoles
del Espí-
de “Por otra parte, también Juan estaba
bautizando en Enón, cerca de Salim, porque
había allí mucha agua” (Jn 3,23-24). Salim
bautizar,
Santo
meroSegún
ay sus
luego,
para
san
discípulos
Agustín,
dedicarse
les dejóen
Cristo
aélellos
agua
a labautizó
elenseñanza.
y oficio
Espíritu
pri-
de es un pueblo junto al Jordán. Enón, en he
breo, “agua”. Algunos dicen que este pue
blo se llama con otro nombre Salem, el lu
gar donde reinó Melquisedec; pero es falso.
También el apóstol Pablo bautizó a pocos, Porque Salim o Salem, donde reinó Melqui
mente
los
ocuparse
porque
inferiores
sí amismo,
hacer,
gobiernan
evangelizar.
en cosas
loquedando
para
que
más
la Iglesia,
estos
dedicarse
Cristo
elevadas.
ellos
pueden
que
enseñaba
más
libres
confíen
cómoda-
plena-
así
para
ena sedec es Jerusalén. Pues él la edificó, y pri
mero se llamó Salem, “pacífica”, por la con
dición del rey, que reinó en paz. Después se
llamó Jerusalén, desde Abrahán, cuando
quiso ofrecer allí a su hijo, llamó a aquel lu
gar “el Señor ve”. Jerusalén se interpreta
262 PRIMERA PARTE

“visión
le añadió
de“visión”.
paz”; pues, al primer sentido, se los oyentes. La vanagloria es causa de todos
los males. A esto los llevó la envidia, pasión
los
bautizaba
dría,
confirmaba
Antes
que en
así bautizaba,
después
del
sunombre
testimonio
bautismo
delsebautismo
del
los ade
enviaba
Mesías
favor
Cristo,
dede
que
Cristo,
a Cristo.
él;Juan
ven-
asía que empuja a la maldad a los que domina,
se opone a la virtud y obliga a soportar tra
bajos, privando de sus frutos”.
Juan, en cambio, no estaba de acuerdo
con esta envidiosa rivalidad, y quiso apaci
Juan,
Turbados
con celodeindiscreto
envidia los
pordiscípulos
su maestro,de guarlos. Alabó a Cristo, diciendo cosas su
tomar
murmuraban
queríanlapreferir
gloriadiciendo
de
su bautismo
su maestro.
que al
Cristo
de
LesCristo,
parecía
queríay blimes de él. De sí mismo decía que no era
el Mesías, sino su mensajero; que no era el
Esposo de la Iglesia, sino el amigo del Es
poso. Convenía que Cristo creciera y fuera
atentaba
bautismo.contra la autoridad de Juan y su engrandecido ante los demás, conforme su
poder se fuera dando a conocer. Él, en cam
controversia,
bautismo,
“De ahí“entre
que
“sobre
surgiera
los discípulos
la una
purificación”,
discusión”,
de Juan”,
elo bio, convenía que fuera humillado y dismi
nuido, incluso en la fama ante el pueblo,
como el lucero de la mañana disminuye
que defendían el bautismo de su maestro, aparentemente de claridad al salir el sol; co
diciendo
judíos”
de
Cristo,
creyéndolo
Cristo
y(Jn
ay él,
otros
3,25).
mayor
corriendo
que
Estos
que
veníandeal
eleran
por los
los
Cristo;
bautismo
milagros
discípulos
“y los
dey mo la autoridad del pregonero, cuando lle
ga el juez, o la del legado, cuando viene el
príncipe.
De hecho, Cristo creció en la estimación
aque
losir a su
que
bautismo.
Cristo era
Juan
mayor
mismo
y que
enviaba
había del pueblo, reconocido como lo que era, el
Mesías. Juan decreció; dejaron de decir lo
bio, no
queenviaba
bautizaba
los suyos
a Jesús. Jesús, en cam-
a Juan. que no era, el Mesías, sino solo su profeta.
Juan nació al decrecer los días; Cristo al cre
cer; Juan, al morir, decreció, cortada su ca
3. Él debe crecer, yo disminuir beza; Cristo fue extendido, en la cruz.
En sentido moral, todo esto debe reali
Fueron a Juan sus discípulos, quejándo
zarse en cada uno de nosotros. Es preciso
se de que Cristo bautizaba y se iban más a
que Cristo crezca en ti, que avances en su
él. “Fueron a Juan y le dijeron: Rabí, el que
conocimiento y amor. Cuanto más puedas
estaba contigo en la otra orilla del Jordán, a
captarle, conociéndole y amándole, tanto
favor del cual tú diste testimonio, mira, ése
más crece Cristo en ti: como el que avanza
bautiza, y todos van a él” (Jn 3,26). Tú eres
viendo una misma luz, le parece que aquella
el mejor, quieren decir; debes tener esa glo
luz crece. Los que así avanzan, conviene que
ria; pero aquél que bautizaste al otro lado,
disminuyan en su estimación propia, porque
como discípulo tuyo, y le diste a conocer
cuanto uno más conoce la altura divina, tan
honrándole, se ha separado de ti y se mete
to menor ve su pequeñez y humildad.
en tus cosas; te dejan a ti que le bautizaste a
él. Nos dejan las turbas y se van con él; te
4. Algunos, como discípulos de Juan
olvidan y te quitan la gloria.
tizaba;
Dice
lo san
cuentan
Juanasí
Crisóstomo:
para mover“Éla envidia
no bau-a Los discípulos de Juan, quejándose de
Cristo por celo indiscreto en favor de su
27. JUAN BAUTISTA, ENCARCELADO 263

maestro, son semejantes a muchos, aun reli- Herodes era prosélito. Había recibido la
giosos, que hacen suyas algunas opiniones, circuncisión, para agradar a los judíos y rei
más por ser propias de aquellos a quienes nar sobre ellos. Le obligaba, por tanto, la
aman, que por la verdad, a la que dan la es- ley de Moisés, como a los demás; y por la
palda. El filósofo, en cambio, dice que, misma honestidad de la ley natural, no po
siendo los dos amigos, lo santo es preferir la día tomar la mujer de su hermano, sino una
verdad. Y Platón dice de su amigo Sócrates: vez muerto este, para hacer permanecer su
“Amigo, Sócrates; más amiga la verdad”.132 nombre.
Juan reprendió a sus discípulos, ense- Como testigo y defensor de la verdad,
ñando a los buenos maestros que no reciban “Juan le decía: No te está permitido tener
tal clase de adulaciones, sino que las recha- la mujer de tu hermano”. Con gran virtud y
cen. Los que oyen con gusto a los detracto constancia prefirió arriesgarse ante Hero
res, y se enojan enseguida contra aquellos a des, antes que adularle, pasando por alto los
quienes se calumnia, piensen también cómo preceptos de Dios. Se había presentado lle
atajó Juan al momento a sus discípulos, no de espíritu y clamó contra Herodes y
cuando calumniaban a Cristo, alabando a Herodías, como Elías contra Ajab y Jezabel.
los
éstedetractores
y humillándose
con sua síejemplo,
mismo. sintiendo
Atajen a No se calló ante el poder de Herodes, ni an
te los manejos de Herodías. Dio ejemplo a
humildemente de sí mismos, alabando a los los predicadores del Evangelio, para que no
calumniados,
los que los calumnian,
y reprendiendo
poniéndoles
fuertemente
mal rosa dejen de anunciar la verdad por cosas seme
jantes. Herodes encarceló a Juan por haber
tro. Porque, como dice el Sabio: “Como el le reprendido sobre Herodías, que había to
cierzo disipa las lluvias, el rostro serio disi mado a su hermano; ésta se lo pidió, y
pa la lengua maldiciente” (Pr 25,23). Herodes le metió preso.
Le encarceló, también, porque enseñaba
5. Encarcelamiento de Juan el bautismo y la fidelidad, y mucha gente
Cuando Juan llevaba predicando un año del pueblo se iba con él. Herodes temió
y tres meses, convirtiendo a muchos y ha perder al pueblo que seguía a Juan. Él era
blando claramente contra la conducta de extranjero. Las palabras de Juan podían ha
Herodes, “el tetrarca Herodes había hecho cerle más odioso. Terminarían por arrojarle
prender a Juan, le había encadenado y pues del reino, por el incesto. Se apoderó, pues,
to en la cárcel” (Mt, 14,3; Mc 6,17), lleván- de Juan y le metió en la cárcel, sin atrever
doselo junto a si a Galilea. Apresa al que se a matarle enseguida. También porque
había hablado libremente la palabra de Juan enseñaba que tras él vendría un rey; y
Dios. Fue “por Herodías, mujer de su her- los romanos habían ordenado que nadie to
mano Filipo” (Mc 6,17), a quien se la había mara el nombre de rey sin la autoridad del
quitado y con quien se había unido, contra Senado. Temió que se ofendiera al César, y
todo derecho. Así el demonio apresa por el encarceló a Juan. Y finalmente, porque los
placer, ata por el consentimiento, y encarce- fariseos, turbados de envidia por su ense
la por la costumbre; por estar el alma sepa- ñanza, habían aconsejado a Herodes que le
rada de su Esposo, y unida con otro. apresara y le incitaban a matarle.

132 “Amicus quidem Sócrates, sed magis amica veritas”.


264 PRIMERA PARTE

6. Manejos de Herodías contra Juan nes, da la inocencia, y confiere dominio en


tero de sí”. Esto dice el Crisóstomo.
“Herodías le aborrecía y quería matarle”
Herodes encarcela a Juan porque le
(Mc 6,18). Temía que Herodes oyendo la
echaba en cara con caridad sus malas accio
predicación de Juan, se arrepintiera de su pe
nes, Él y los que le imitan, se parecen a los
cado; la devolvería a su marido, que tal vez la
que están fuera de sí, que quieren herir o
mataría. Buscaba su muerte, “pero no lo con
matar al médico que los cuida.
seguía”; no encontraba manera de conseguir
lo. “Pues Herodes temía a Juan, sabiendo
7. Sobre sufrir a los malvados
que era un hombre justo y santo, y le prote
gía” (Mc 6,20), de manos de Herodías, que Piensa cómo Juan quería más agradar a
podría traerle un riesgo grave. Solo el miedo Dios que a los hombres; temía más ofender
le detenía; todo el mundo conocía la santi- a Dios que a los hombres. Mira, tú tam
dad de Juan. Si le mataba, todo el pueblo se bién, siempre más a Dios que a los hom
levantaría contra él, pues tenían a Juan por bres; cumple en todas las cosas lo que agra
un profeta santo. En asuntos de poca impor- da a Dios, y evita ofenderle.
tancia, le “oía con gusto”; con fingimiento Dice san Juan Crisóstomo: “Cuando hom
en realidad; fingía escucharle, para retener bres perversos nos hacen padecer, pensemos
así al pueblo y que no se rebelara contra él. en nuestro príncipe, el consumador de nues
Temía también la rebelión del pueblo; pero tra fe; sufrimos por la verdad y por él. Si lo
le vencía el amor de la mujer; ponía a Dios pensamos bien, todo se nos hará más fácil. Si
en segundo lugar, o mejor, prescindía de él. te glorías padeciendo por Dios, lo que pade
“Con facilidad se aparta de la justicia, ces tendrá sentido. Si Cristo mismo llamaba
dice san Juan Crisóstomo, el que en sus gloria a una cosa tan reprobable como era la
asuntos no teme a Dios, sino al hombre. El cruz, mucho más deberemos disponernos
temor de Dios corrige. El temor de los nosotros. Cuando tengamos que padecer al
hombres retrasa la oportunidad de obrar go desagradable, conviene que no pensemos
mal, contiene la voluntad, hasta que llega en los trabajos, sino en el premio. Si algo
la ocasión; pero no suprime el pecado. De- malo se presenta como deleitable, pensemos
tiene el crimen, pero aumenta la avidez; ha- que Dios no lo quiere, y enseguida aparecerá
ce arder el ánimo hasta que lleva a término como desagradable. Si el temor de los hom
el mal pensado. Solo el temor de Dios corri- bres aparta de las cosas inconvenientes, mu
ge a los que obran mal; hace huir los críme- cho más lo hará el amor de Cristo”.

Oración

Señor, Cristo Jesús, Maestro bueno.


Enséñame la verdad de la vida, la verdad de la fidelidad y doctrina, la verdad del cora
zón, la boca y las obras.
Dame que no las calle por el temor humano, ni por el favor del mundo; que el temor y
amor carnal, con su blandura, no impida en mí la perfección del amor espiritual. Por el pe
cado de los primeros padres, nuestra fuerza de santa ira se debilitó, nuestra razón se oscure
ció, nuestra concupiscencia se inclinó al mal.
28. EL SEÑOR COMIENZA SU ENSEÑANZA 265

Dame, por tanto, al Consolador, como defensor contra las persecuciones, iluminador
contra los errores, inflamador contra la concupiscencia; para que en todas las cosas pueda
cumplir lo que te agrada, y me abstenga de ofenderte. Amén.

28. EL SEÑOR COMIENZA SU ENSEÑANZA


Mateo 4,12-17

1. Huye de Herodes, se retira a Galilea ir; y de su regreso a Galilea, en poder del


Espíritu, de hacer signos y milagros. Aun
“Jesús oyó que Juan había sido entrega
que siempre estuvo lleno del Espíritu San
do” (Mt 4,12); cosa de Dios, dice san Juan
to, fue ahora, sin embargo, cuando comenzó
Crisóstomo, pues nadie puede nada contra un
a manifestar más su poder, con su doctrina
santo si Dios no se lo entrega. Dijeron tam
hacía más discípulos que Juan, habían cogido y milagros. Su fama se extendió por toda la
bién a Jesús que los fariseos, oyendo que él
región. Los galileos le recibieron honrándo
le por las cosas que le habían visto hacer en
contra él un odio mayor (aunque él no bauti
Jerusalén, las que habían movido a la fe a
zaba entonces por sí, sino sus discípulos, bau
Nicodemo.
tizados antes por él). Abandonó entonces Ju
dea, donde quedaban los fariseos tan lejos de
2. Habita en la ciudad de Cafarnaún
la fe, llenos de envidia por el auge del bautis
mo
encarcelar
guiryadoctrina
Cristo,
a Juan,
pensando
de Cristo.
y trataban
que
Habían
suahora
bautismo
aconsejado
de perse-
y su “Dejando Nazaret, fue a residir en Ca
farnaún la que está junto al mar, en territo
rio de Zabulón y Neptalí”. “Desde ahí co
doctrina dejaban sin sentido la ley. menzó a evangelizar diciendo: “Ha llegado
nuevo,
señar
Jesús,
a ylos
“se
tomando
aún
apartó
noocasión
creyentes,
a Galilea”.
de esto
marchó
Separa
apartó:
en-
de la plenitud de los tiempos, la hora de la re
dención humana; ahora que tenéis tiempo,
“¡arrepentíos!”, y creed en el Evangelio;
los
primero,
ciencia
vados;
ánimo,
suavizar
perseguidores
ytercero,
segundo,
su
para
mansedumbre
envidia,
darpara
yejemplo
ausentándose
del
hasta
enseñarnos
peligro;
enque
admirable
ceder
mejoraran
cuarto,
él,
aa los
huir
podían
demal-
para
pa-
de porque sin la conversión y la fe es imposible
agradar a Dios: “que ha llegado el reino de
los cielos” (Mc 4,13.17), porque Cristo ha
abierto sus puertas.
Dice san Beda: “Acercarse a las puertas
Pasión;
anunciar
que aúnsexto,
no
a otros
habíaelllegado
para Evangelio;
prefigurar
el tiempo
el
quinto,
paso de
de
por-
su
la del reino de los cielos es convertirse cada uno
de aquello que le alejó de él”. Y san Jeróni
mo: “Convertíos los que queréis abrazar el
y para instruir con ello a los discípulos qué eterno bien, el reino de Dios. El que desea lo
Palabra de Dios de los judíos a los gentiles; que hay dentro tiene que romper la nuez. La
dulzura de la manzana compensa la amargu
paso
tendrían
Porque
a lasa gentes,
veces
este paso
que
a las
hacer.
de que
Jesúslesignificaba
empujabansua ra de la raíz. La esperanza de la ganancia ha
ce suaves los peligros del mar. La esperanza
de la salud suaviza lo costoso del remedio”.
266 PRIMERA PARTE

su
terreno
ción.
cho
que
mero
antes
enseñanza
elHabitó
pasar
de yen
Místicamente,
mayor,
predicador
aevangelizar
lode
para
celestial:
lomilagros.
iluminar
Cafarnaún,
carnal
del
quepúblicamente,
Evangelio
Jesús
Galilea,
a lo
Enseñaba
a espiritual,
más
población
vayagentes
trasmigra-
debe
aasí
Galilea
señala
de
amu-
pri-
con
los
lo victoria de las tentaciones; había recibido el
testimonio de Juan con la certeza de su apti
tud para la enseñanza. Juan había sido ya
entregado en señal de que, faltando la ley,
comenzaba el Evangelio, como a la aurora le
sigue el sol. Entonces, pues, Jesús comenzó
a evangelizar y decir: “¡Arrepentíos!” No
predicadores, según san Remigio, que pro- basta que digáis, como los que dicen y no
hacen; ni que propongáis como los que lo
más
número
creyentes.defrontera
curenenevangelizar
tios laque en
oyentes.
pueden el
entre
Cafarnaún
aprovechar
tiempo
Judea yestaba
ylos
al
enaún
mayor
losade-
si-
no van difiriendo. No debéis dejarlo como los
perezosos. No debéis destruiros como los
que se destruyen permaneciendo en el mal.
Arrepentíos; aplicad el remedio para sanar
del mal. Poneos la armadura para comenzar
la batalla. Tomad la llave para abrir el cielo.
3. Cristo comienza a enseñar “Ha llegado el reino del cielo”. Se alejó por
la maldad; se acerca por la conversión.
“Comenzó a enseñar Jesús desde allí”,
en señal de que llamaba a judíos y a genti
4. Cristo predica después de Juan
les. Había venido a salvar a unos y a otros.
Como
judíos,
piedra
una,
aún
sacerdotes
quietano
apoyando
al
en
angular
conveníaen
creyentes
pueblo,
Galilea
dirían
que
enseñando
que
ymás
vivían
sílos
las
hizo
allí
tarde
judíos.
dos
juntos
fuera
depor
paredes,
alas
Por
Pilato:
colocada
toda
paganos
dos
esto
Judea,
de
cosas
“In-
los
lay La enseñanza de Juan dio comienzo
cuando Juan cumplió el orden conveniente
de los hechos. Cuando falta la ley, comien
za la gracia del Evangelio, que suele llamar
se “la buena noticia” o anunciación. La ley
prometía bienes que pasan. El Evangelio,
bienes celestiales y eternos.
desde
de
otra
veinte
Tiro, Galilea
gentiles.
es lo
elde
que
tiempo
ciudades
losLa
pusohasta
luego
gentiles.
otra,
deallí
de
se aquí”
Salomón,
era
aGalilea
llamó (Lc
Galilea
aún
de judíos.
no 23,5).
lacuando
ase
creyentes;
Galilea
Hirán,
dividió,
Porentregó
eso,
rey
dedes-
esto
los
en
de “El testimonio antiguo, dice san Teófi
Había dos Galileas, una de los judíos, lo, prometía a los que lo guardaban, una
larga vida. El Evangelio, vida eterna”.
“Jesús, dice san Juan Crisóstomo, no
predicó antes de que Juan fuera encarcela
do, para que no se dividiera el pueblo. Y
Juan no hizo milagro alguno, para entregar
a Cristo la multitud, que confluía a él por
ese confín, comenzó Jesús a evangelizar, la admiración que le causaban sus pruebas
ydonde
para
gentiles,
laacudirían
redención
mostrando
a de
su unos
palabra
ya que
y otros.
muchos
había venido
judíos admirables”.
Dice san Agustín: “Fue enviado delante
se
el
tado,
momento.
testimonio
mostró
Comenzó
mostrando
en
Yaél
ade
había
evangelizar
lala
laplenitud
Trinidad;
santidad
sido bautizado,
desde
de
de
había
la
suese
gracia
vida
sido
cuando
preciso
en
ten-
por
la Juan, como la voz ante la Palabra, la aurora
ante el Sol, el pregonero ante el Juez, el
criado ante el Señor, el amigo ante el Espo
so. Las tinieblas de la infidelidad oprimían
el mundo; no eran capaces de contemplar al
Sol de justicia. Por eso fue enviado delante
28. EL SEÑOR COMIENZA SU ENSEÑANZA 267

san Juan, como lámpara. Los ojos legañosos aparece en su fin, con mayor razón deberá
y pesados no podían ver la verdadera luz; convertirse.
pero podrían acostumbrarse primero con el El Señor predicó y enseñó en privado
tenue resplandor. Retirando poco a poco la desde su bautismo hasta el encarcelamiento
niebla de las culpas y el humor de la infide- de Juan. Cuando apresaron a Juan, comenzó
lidad, cuando viniera Cristo, podrían lle- a hacerlo públicamente en las sinagogas.
narse de alegría con la luz del cielo, en vez Como Juan fue el precursor de Cristo, su
de recibir con ella tormento”. enseñanza debía preceder a la del Señor.
La perfección evangélica consiste sobre Nos dio también con ello ejemplo estu
todo en tres cosas: obras de piedad, consejos pendo de humildad. ¡Qué deferencia con su
de humildad, preceptos de caridad. Esto es servidor Juan, tan inferior a él en el oficio!
lo principal que enseñó el Señor en el Evan- ¡Cuántos religiosos hoy no son deferentes
gelio. Comenzó predicando lo mismo que no ya con un inferior, sino con un igual e
había predicado Juan; la doctrina del discí- incluso con un superior! Pretenden aventa
pulo y la del Señor estaban de acuerdo. jarse al Hijo de Dios.
Cristo aprobaba y confirmaba la doctrina de
Juan, rechazando la soberbia de los que se 5. Edad de Cristo en su predicación
niegan a recibir lo que dicen los demás. Para la predicación se requiere una edad
Mostraba también así que él era el Hijo de madura. La madurez de la edad es a los
Dios, al que Juan anunciaba como profeta. treinta años. Cristo comenzó a evangelizar a
La Palabra de Dios, que había resonado esa edad. Es también la edad oportuna para
en la boca de Juan y de los demás profetas, mandar, como se ve en José, que a esa edad
quiso comenzar a evangelizar el reino de recibió el encargo de gobernar Egipto. Y
Dios por la conversión. Si no se perdonan para reinar, como en el caso de David, que a
las culpas, por el bautismo, y por la conver los treinta años comenzó su reinado.
esto
ticia,
sión,nonadie
sino
predicó
laentrará
conversión.
enseguida
en el reino
la santidad
del cielo.
y jus-
Por A esta edad convendría promover a los
obispos. Hoy, por desgracia, se da esta res
ponsabilidad a jóvenes, incapaces e ineptos.
¿Hay alguien que se atreva a decir: Desde el bautismo de Cristo hasta su
Quiero ser bueno, pero no puedo? La con muerte pasaron tres años, más lo que va de
versión enmienda la voluntad. Si no os ate- Epifanía a Pascua. Predicó, por tanto, du
rran los males, que os deleiten los bienes. rante breve tiempo. El mismo día en que se
Ha llegado el reino del cielo, que es la feli- bautizó, un año después133, convirtió el
cidad en plenitud. Es como si dijera: Prepa- agua en vino. En la Pascua siguiente, es de
raos para la conversión, que se os acercará el cir, del año treinta y uno, fue encarcelado
tiempo de la recompensa eterna. Juan; un año más tarde, treinta y dos, por la
El Señor predicó la conversión, con la Pascua éste fue degollado. En la tercera Pas
proximidad del reino del cielo y del fin del cua, del treinta y tres, padeció el Señor; así
mundo, quizá para que la edad juvenil del vivió treinta y dos años, y del treinta y uno
mundo entrara en temor. Ahora, que el rei- lo que va de del nacimiento a Pascua, que
no del cielo está cerca y el reino del mundo suele contarse como medio año. En el año

133 Ver nota, cap. 21,1; y cap. 25, 1. Las tres fiestas en un mismo día, antífona de Laudes; no cronología.
268 PRIMERA PARTE

treinta la Pascua de los judíos fue el cinco guida su presencia corporal a los discípulos,
de abril, jueves; el treinta y uno fue el die- para que sus corazones no se quedaran pe
ciséis de mayo, miércoles; el treinta y dos, gados a él humanamente. Por eso dice el
el nueve de abril, domingo; pero el año apóstol: “Si conocimos a Cristo según la
treinta y tres, fue el ocho de abril, viernes. carne”, cuando estaba corporalmente entre
nosotros, “ahora ya no” (2Cor 5,16). Y el
6. La breve predicación de Jesús mismo Señor antes de la Pasión dijo entre
otras cosas: “Si yo no me marcho, el Conso
quéPueden
Cristo señalarse
quiso evangelizar
tres razones
tandebreve
por lador no vendrá a vosotros” (Jn 16,7); para
que fueran capaces del Espíritu, convenía
tiempo. Primero, para mostrar su poder: en quitarles la forma de servidor que tenía en
un tiempo tan breve cambió el mundo. Se su carne, a fin de que no le amaran según lo
gundo, parateniéndole
discípulos; excitar más
tan los
pocodeseos depre-
tiempo sus humano.
El mismo Señor que venció al mundo,
sente corporalmente, le echarían más de quiso que los discípulos elevaran su espíritu
menos. Tercero, para aumentar el provecho al cielo y vencieran así fácilmente al mun
espiritual de los discípulos. do. Alcemos también nosotros al cielo
La humanidad de Cristo es nuestro ca- nuestro corazón, y sigamos el camino que
mino para ir a Dios: él mismo nos dijo: “Yo nos conduce a él, fijos los ojos en el Prínci
soy el camino” (Jn 14,6). No debemos des- pe de nuestra fe. Fácilmente despreciaremos
cansar en ella como en término, sino tender de este modo las cosas prósperas y adversas
en ella hacia Dios. Por esto substrajo ense- de este mundo.

Oración

Señor Jesucristo134, que comenzaste, como buen médico, predicándonos la conversión,


exhortándonos a ella, mientras hay tiempo.
Ya que me has perdonado tanto, dame que al fin me convierta. Que el reino del cielo,
que se aleja y se cierra por la maldad, se acerque y se abra a mí por una verdadera conver
sión, sentimiento y lágrimas.
Dame que en el momento de morir sea tal como me dejaste por el agua de la regene
ración en el lavatorio del bautismo, apto del todo para el reino del cielo. Amén.

134 Hasta aquí variaba la invocación; desde aquí, los tres nombres: “Domine Iesu Christe”. El “Señor” del

Evangelio; dice Pablo: “Por eso Dios le dio el nombre sobre todo nombre… toda lengua confiese que Jesús Cris
to es Señor para gloria de Dios Padre” (Flp 2,9-10). Jesús es Señor con el Padre. “Jesús”, Salvador, le llama el Pa
dre, cuando se hace hombre. “Cristo” es Ungido, rey y profeta del Reino definitivo, Mesías. Ludolfo y la Litur
gia actual prefieren “Jesucristo”. La liturgia, si se dirige al Padre, añade al Mediador (Hb 12,24; 1Tm 2,5): “Por
nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo”. Ludolfo se dirige a este Mediador, “Jesucristo”. Pero al final copiará el him
no de san Bernardo: “Iesu dulcis memoria”.
29. EL LAGO: LA PESCA Y LA LLAMADA 269

29. EL LAGO: LA PESCA Y LA LLAMADA


Mateo 4,18-22; Marcos 1,16-20; Lucas 5,1-11

1. Sube a la barca para hablar Las dos naves son los dos pueblos, el de
los judíos y el de los aún no creyentes. Jesús
El Señor Jesús, vuelto de Judea a Gali
vio a ambos, cuando llamando a muchos de
lea, predicó y realizó muchas cosas, que
los dos grupos, los trajo a la fe.
aumentaron tanto su fama, que las multi
Los pescadores son los predicadores y
tudes iban arrebatadas a oírle.
doctores de la Iglesia, que nos pescan para
“Y sucedió que, cuando la gente se
la fe, por medio de la red de la enseñanza, y
agolpaba sobre él para escuchar la palabra
nos conducen así hasta la tierra de los vi
de Dios, él estaba de pie junto al lago de
vientes. Deben bajar de lo alto de su ense
Genesaret y vio dos barcas que estaban jun
ñanza a pensar en su propia fragilidad. De
to al lago” (Lc 5, 1), una de Simón y de su
ben también lavar las redes, quitando con el
hermano Andrés; la otra, de Juan y Santia
agua de la contradicción las manchas de los
go. “Los pescadores habían bajado de ellas”
pecados cometidos en la predicación; por
a tierra y “estaban lavando las redes”, lim
que las palabras del predicador se manchan
piándolas ya para plegarlas; aquella noche
muchas veces con ganancias temporales,
no habían pescado nada.
con vanagloria y adulación. Sacudiendo to
Jesús “subiendo a una de las barcas que
do esto, se lavan las redes.
era de Simón”, para enseñar al pueblo con
La nave de Simón es la Iglesia primiti
comodidad, “le rogó” a Pedro “que aparta de
va los judíos, a la que Pedro predicó.
ra un poco de la tierra” la barca, para que
Por su fe el Señor subió a la barca, y desde
pudieran oírle mejor. “Se sentó”, como so
ella enseña hasta hoy a las gentes, ya que lo
lían hacerlo los maestros, “y desde la barca
hace desde la autoridad de la misma Igle
instruía a aquel gentío” que permanecía en
sia. La otra barca es la de los aún no creyen
la orilla.
tes, a los que fue enviado Pablo como
Cristo podía haber ordenado a Pedro co
maestro.
mo maestro, que apartara la barca; se lo rue
Jesús enseñaba a las turbas desde la
ga modestamente, para enseñar a los que tie
barca, cerca de tierra. Las cosas del cielo
nen autoridad a aconsejar más que mandar, a
debemos enseñarlas de forma que los hom
preferir que los quieran a que los teman. Di
bres terrenos puedan recibirlas por la fe y
ce Séneca también: “El ánimo generoso más
entenderlas. Cuando se habla a la gente,
fácilmente es conducido que arrastrado”. Al
hay que emplear la palabra divina oportu
contrario lo hacían aquellos engreídos a
namente; no para ordenar cosas terrenas,
quienes habla Ezequiel: “Las habéis domina
pero tampoco alejándose tanto de lo terre
do con violencia y dureza” (Ez 34,4).
no, en la profundidad de las cosas sagradas,
que no entiendan ni palabra. El lago, o
2. Lago, barca, pescadores
mar, es también el mundo: se hincha como
En el sentido místico (espiritual) pode un mar por la soberbia, hierve de avaricia,
mos pensar que el lago significa la ley. El y levanta espuma de impureza.
Señor estaba fuera de ella, porque ya las co Cristo vino para que pasáramos este
sas puramente legales comenzaban a cesar. mar, disponiendo para ello dos barcas. Una
270 PRIMERA PARTE

no tiene nombre especial; es el camino co 3. La pesca milagrosa


mún de los mandamientos, al que todos es
“Cuando acabó de hablar dijo a Simón:
tán obligados, sin distinción. La otra, la de
–Rema hacia aguas profundas; y echad vues
Simón, obediente, es el estado de los reli
tras redes para la pesca. Simón respondió así:
giosos, cuya voluntad principal es la obe
Maestro, aunque durante toda la noche estu
diencia. Cristo sube a esta segunda. Por la
vimos bregando, no cogimos nada; pero, fia
gracia viene, en efecto, al corazón del reli
do en tu palabra, voy a echar las redes. Y,
gioso, que cumple con plenitud sus conse
jos; toma allí asiento por la contemplación; cuando lo hicieron, pescaron gran cantidad
y enseña por los dones del Espíritu Santo. de peces” (Lc 5,4-6). Acabada, pues, la ense
Quiere que se aparte de la tierra con el cora ñanza, quiso confirmar su doctrina con un
zón y con el cuerpo, para impedir que el co milagro; pide remar a alta mar (“altum” en
razón toque la tierra. Es verdad que los san latín es profundo), donde habría más pesca.
tos no pueden alejarse del todo, sino que Pedro le llama Maestro, y quiere obedecerle,
tienen que proveer a su cuerpo; pero hay en su propia tarea de pescar, confiando en su
que alejar de la tierra la nave de Simón, la palabra. Y fue tanta la pesca, cuanta quiso el
del religioso. No como sucede hoy, que mu Señor del cielo y la tierra, al cual están suje
chos ingresan en la religión y lejos de apar tas las aves del cielo y los peces del mar; por
tarse de las cosas terrenas, se aproximan esto vinieron a sus manos las criaturas.
más que antes a ellas. Dice san Anselmo: “Sobre estas criatu
Las dos barcas que vio Jesús, son tam ras, que son de Dios, ningún derecho tienen
bién dos vías: la de la inocencia, y la de la los que no se avergüenzan de ir con sus ac
conversión. De dos modos se entra en po tos en contra de su voluntad”.
sesión de algo, o por herencia, o comprán Los discípulos dan ejemplo a los religio
dolo. Así también de dos modos se obtiene sos de obedecer a una simple palabra, sin
el cielo: por la inocencia que es como te esperar un mandato expreso.
nerlo por herencia; y por la conversión. A otros también se les manda echar las
Cristo entró en la primera, pues “no come redes de la enseñanza con la humildad de Si
tió pecado, ni se halló engaño en su boca” món; pero solo a Pedro se le dice que lleve
(1Pe 2,22). En la segunda entró por no su red a alta mar, es decir, a la profundidad
sotros, sin abandonarla hasta la muerte. doctrinal de la Escritura. Porque ¿qué hay
Por las dos se puede pasar el mundo y lle tan profundo como conocer al Hijo de Dios?
gar al cielo. Así hay que presentar a los Obispos las cosas
Nuestra barca es la Iglesia, dice san dudosas que puedan surgir en la Iglesia, pa
Juan Crisóstomo. Nuestro timón, la cruz. ra que resuelvan y enseñen lo que conviene.
El timonel, Cristo. Nuestra red, el Padre. En un sentido más elevado están aquí
El viento, el Espíritu Santo. La vela, la indicadas tres cosas necesarias al predica
gracia. Los marineros, los apóstoles. Los dor: una vida elevada, pues se dice: guía a
navegantes, los profetas. La barca, el An alta mar; una expresión abierta y clara, sig
tiguo y el Nuevo Testamento. Podemos, nificada por el soltar las redes; y una inten
pues, entrar confiadamente en alta mar, a ción recta: la edificación de los hombres, y
buscar en las divinas Escrituras la perla no la adulación humana, ni la vanidad o
escondida. utilidad temporal.
29. EL LAGO: LA PESCA Y LA LLAMADA 271

4. Asombro humilde de Simón Pedro la vida eterna, si el hombre no toma en su


mente la Palabra de Dios.
“La red se rompía”, por el peso de tan
Lo sucedido muestra que serás pescador
tos peces. Habían pescado más de lo posible
de hombres. Te has humillado y por ello
humanamente; pero la red, a punto de rom
tendrás tan alto oficio. La humildad atrae.
perse, los contenía. Simón y Andrés “tuvie
ron que llamar por señas a sus compañeros Conviene que presidan los que no se enso
que estaban en la otra barca para que fueran berbecen en el poder. Ni se le elige ensegui
a echarles una mano” (Lc 5,7). “Por señas, da para el apostolado; se le predice que será
dice san Teófilo, los llaman; el estupor ante elegido más tarde. Toda la marcha de este
“Fueron,
la pesca de losy llenaron
peces no las
les dos barcas,
dejaba hablar”. suceso presenta lo que sucede en la Iglesia,
tanto de la que es prototipo Pedro.
que estaban casi para hundirse”. Pero no Pedro no había logrado nada con sus
hay miedo de que la iglesia se hunda; no compañeros en toda la noche. Echando la
puede fallar, aunque fluctúe y sea sacudida. red en nombre de Cristo, pescó gran multi
estupor
litas“Al
fuerzadehumana,
Cristo,
ver
y admiración,
aquello
viendo
“se Simón
postró
por
que estas
Pedro”,
no
a los
podía
obras
pieslleno
ser
de Je
insó-
por
de tud de peces. Pero a sí mismo solo se echó
la culpa: Apártate de mí, Señor, que soy un
hombre pecador. El predicador del Evange
tú elpues
criado,
mí, Señor;mi
hombre-Dios;
túteelsepara que
yofragilidad.
pecador,
el lugar tú
teSesepare
santo;
juzgaba
de
yo lio no sirve para nada, si se apoya en su pro
sús”,
do:
do.
hombre
Apártate
–Señor,
reconociéndole
pecador”,
aléjate
de mí:indigno
yo
decomo
soy
mí,solo
de
Señor,
porque
vivir
un hombre,
“dicien-
asoy
tu la-
un pia fuerza. En cambio, hace gran provecho,
si se apoya en la fuerza de Dios.
Pedro se echó a los pies de Jesús. El pre
dicador que exhortando y predicando logra
una multitud de hombres, debe también
humillarse ante Dios, atribuyendo todo a
él. Entonces le consolará el Señor, y le dirá:
indigno
tanta santidad.
acercarsede
a las
estar
cosas
Así
en presencia
debe
santas,
el al
pescador
de
altar
alguien
detemer
Cris
de No temas. Y se le prometerá un provecho
mayor, diciéndole: Vas a ser pescador de
hombres.
to y a la Eucaristía.
la pesca
Jesúsdeconsolando
los peces significa
a Pedro, la
le de
explica
los hom
que 5. Los discípulos siguen al Señor

bres: “No temas”, no te espantes, sino alé “Y después de sacar las barcas a tierra”,
grate lleno de fe, porque estás destinado a arrastrándolas y colocándolas, esperando
una pesca mayor; otra barca y otras redes volver a ellas, “dejando todo”, por enton
tendrás. Hasta ahora has pescado peces; ces, “siguieron” (Lc 5,11) al Señor, Pedro y
“desde ahora serás pescador de hombres”, Andrés, Santiago y Juan. Por eso sacaron
trayéndolos
mino de la salvación.
por medio de la doctrina al ca- las naves a tierra, porque aún tenían vo
zuelo
ma
la palabra
La
el del
pez,
palabra
pescador.
de
si el
Dios
depez
Dios
no
Como
notoma
se
toma elhombre
compara
elalanzuelo
anzuelo,
asíno
alpara
an-
to-
así luntad de volver a su oficio de pescar. Es
claro, pues, que todavía no habían renun
ciado del todo a ellas, ni se habían adheri
do en esta llamada de modo perfecto a
Cristo.
272 PRIMERA PARTE

6. Tiberíades, Genesaret, el Jordán atraviesa; es de clima muy templado, prós


pero, muy apto para toda clase de árboles;
El mar de Galilea es lo mismo que el
significa “huerto”, o “principio de naci
mar de Tiberíades y que el lago135 de Gene
miento”.
saret. Está entre Jerusalén y Damasco, a
A veces se le llama también lago de las
unos tres días de camino de ambas ciuda
salinas, por los pozos de donde se extraía la
des. Tiene doce millas de largo y cinco más
sal.
o menos de ancho. Está rodeado de una ri
El río Jordán toma origen y nombre de
bera de arena y luego bosques. Hay en él
dos fuentes llamadas Jor y Dan, que están al
muchos peces de diversas clases. Es delicio
pie del monte Líbano, junto a Cesárea de
so a la vista y de agua potable. Su agua es
Filipo. Desciende luego al lago de Genesa
dulce, no amarga; se la llama mar, por la
ret y lo atraviesa, siguiendo después por un
costumbre del hebreo, que a una cantidad
largo espacio, regando la región, que es un
grande de agua, dulce o salada, la llama
valle conocido, el valle de las salinas. Final
“tharsis”, es decir, mar, según el pasaje del
mente se lanza al Mar Muerto, no lejos de
Génesis: “A las reuniones de agua las llamó
Jericó, y desaparece allí absorbido en lo
mares” (Gn 1,10).
profundo.
Se le llama mar de Galilea, por la pro
vincia que está a su lado; se halla al extremo
7. Llamada de Pedro y Andrés
de la Galilea de los judíos. Se le llama mar
de Tiberíades, por la ciudad de Tiberíades Cuando, tras esta llamada, los discípu
que está junto a él. Jesús en su juventud so- los dichos, volvieron, como queda dicho, a
lía visitarla con frecuencia. sus cosas, y a su pesca, “según caminaba Je
Se le llama también estanque, porque sús junto al mar de Galilea, vio a dos her
es un lago estable, que se hace por la fle- manos, a Simón, el que es llamado Pedro, a
xión del Jordán y por las olas que entran Andrés, su hermano”; mirando más a su co
bullendo y se influyen y no tienen por don- razón que a su rostro, vio “que echaban un
de desembocar en otro cauce como un río. retel al mar”, para buscar en la pesca su ali
Además se le llama Genesaret, o Gene- mento. Dice bien la glosa que iba por sitios
zaret, por el vocablo griego “Genezar”, “el de pesca en busca de pescadores. “Pues eran
que genera aura”, por la naturaleza propia pecadores. Y les dijo: Venid tras de mí y os
del lago, ya que de las fauces de los montes haré pescadores de hombres” (Mt 4, 18-19);
y barrancos que le rodean, excita de sí mis- no de títulos, ni de impuestos, sino de al
mo con frecuencia aire, y recoge un viento mas. De hecho, con la red de la santa ense
fuerte que se genera por las olas que crecen ñanza, trajeron a los hombres a la luz de la
y se mueven, y al revolverse el agua misma; fe, como a una playa de salvación, desde lo
por ello cuando se hace una perturbación en profundo del mar de la infidelidad.
el lago, y crece la tempestad las pequeñas “Admirable pesca, dice san Teófilo. Los
naves con frecuencia se hunden. peces, si los pescan, luego se mueren. Los
Josefo, sin embargo, dice que se le lla- hombres, si los pesca la palabra de la predi
ma así por Genezara, la pequeña región que cación, son vivificados”.

135 “A Genesaret nunca Lucas lo llama “mar”, como hacen Mateo y Marcos, sino, con todo rigor, simplemen

te lago”. (NT.MI, 283).


29. EL LAGO: LA PESCA Y LA LLAMADA 273

frente
estaban
ñal,ocupaciones.
preciso
las Jesús
según
deen
anteponer
la
llamó
medio
san
Iglesia,
Juan
aCuando
de
Pedro
su
como
sus
Crisóstomo,
seguimiento
ocupaciones,
uno
ypescador
Andrés,
es colocado
deyacuando
pastor,
que
en
todas
se-
es
al gió a pescadores, que con su oficio profeti
zaban la gracia de su futura dignidad; cam
biado a mejor su oficio, pasaron de la pesca
terrena a la celestial, para que pescaran, co
mo a peces, a la humanidad del abismo pro
fundo del error.
debe preocuparse mucho por seguir con la
en negarse
perfección
está a síalmismo
debida Señor;ysutomar
seguimiento
la cruz. 9. Dejar tres cosas y seguir a Cristo
“Y ellos, en seguida, dejando la barca y
“Ellos enseguida dejaron las redes y le
a su padre, le siguieron” (Mt 4,22). Cam
siguieron”. Esta vez fue del todo, con los
bian de intención, no de oficio. Sus redes
pies, y más con el afecto y la obediencia; pa
serán la doctrina. Su deseo, el amor de las
ra no volver ya más.
almas. El mar, el mundo. La barca, la Igle
sia. Los peces, los hombres malos y buenos.
8. Llamada de Santiago y Juan
Todo esto sirve de ejemplo a cuantos quie
“Y según iba más adelante”, un poco ran seguir a Cristo.
después,
go el de Zebedeo,
“vio a otros
y ados
Juan
hermanos,
su hermano,
a Santia-
en la Pedro y Andrés, Santiago y Juan siguie
ron al Señor, dejándolo todo. Nada debe de
barca
no haría
condeZebedeo,
timonel,su“reparando
padre”, que
lasyaredes”.
ancia- tenernos en seguir a Cristo: ni la voluntad
carnal, ni el deseo de las cosas temporales,
quéMira,
cuidado
dice
señala
sansuJuan
pobreza
Crisóstomo,
el Evangelio:
con ni los afectos familiares. Las redes, la barca,
y el padre significan tres cosas que deben
toda
larle
padre;
ñas
porque
buenos
podían
Los pruebas
halló,
con
pobreza,
lo
hijos,
pudiera
hacerse
su
llevaban
dice,
presencia.
desocorrían
vivir
virtud:
cosiendo ensus
ayudarlos,
conconsigo
deredes
sufrir
No
un en
trabajo
esta
son
sino
nuevas.
de
redes,
estas
pobreza
lapara
buen
barca,
honrado,
pues
peque-
conso-
Como
grado
a no
su dejar los discípulos de Cristo.
“Tres cosas, dice san Juan Crisóstomo,
debe dejar el que viene a Cristo: los actos
carnales, significados por las redes; la ri
queza humana, por la barca; y los parien
tes, por el padre. Dejaron una barca, para
ser conductores de la barca de la Iglesia.
Dejaron las redes, porque no iban a traer
unirse
ner consigo
en mutua
a su padre
caridad
y trabajar
unos conpara
otros,
él”.te- peces a la ciudad terrena, sino hombres a
la celestial. Dejaron a su padre, porque
pesca,
las redes.
Algunas
dejando
Si has
veces
de
rehecho
evangelizar,
hay que
las descansar
redes
para
con
reparar
pasa-
de la iban a ser ellos los padres espirituales de
los fieles”.
De Pedro y Andrés se dice que echaban
jescuello
el
ñanza
de de
la Escritura,
nuevo
a la avaricia,
y reúne
y con
descansa
textos
ellos has
con
deretorcido
que
la ense-
pes la red al mar. De Santiago y Juan, que reha
cían las redes. Según el Crisóstomo, lo de
echar la red se dice por Pedro, que predicó
vicio.
ques algún otro vicioso y des muerte a su el Evangelio, pero no lo escribió; lo de reha
también
hombres.
“Y los
deSegún
llamó”
la pesca
sanade
Juan
sí,lospara
Crisóstomo,
peces
quea lapasaran
deeli-
los cer las redes se dice de Juan, que lo escribió
y lo predicó. Primero se llama a la acción,
luego a la contemplación. Pedro es símbolo
de la primera, Juan de la segunda. Pedro
274 PRIMERA PARTE

era más fervoroso y solícito que los demás; un precepto del Señor, olvidaron lo que les
Juan, en cambio, fue excelentísimo teólogo. parecía poseer. Pues ¿qué diremos el día del
Juicio los que tenemos a menos seguirle
10. Obediencia de los discípulos cuando nos llama, y por amor del mundo
presente, no obedecemos sus mandatos, ni
Grande fue la obediencia de los santos
nos enmendamos con los castigos?”.
discípulos. A una voz, al momento, lo dejan
todo, hasta la voluntad y deseo de tener, y Ellos siguieron las huellas, las obras y
siguen al Señor. Se mostraron así, según el virtudes del Señor. Esto es seguir a Cristo;
Crisóstomo, verdaderos hijos de Abrahán, no basta ir tras él con los pies; hay que se
pues oyendo la voz de Dios, siguieron al guirle con el pensamiento y el amor.
Salvador. Dejaron la ganancia temporal, pa Según san Hilario, ellos nos enseñaros a
ra alcanzar la eterna; dejaron al padre terre seguir a Cristo, a no dejar que nos detenga
no,
ser elegidos.
por el celestial, mereciendo con razón la vida secular, la manera de vivir de la casa
paterna.
Dice también: “Pondera su gran fe y Pocas cosas tenían estos discípulos; pero
obediencia. Es conocida la avidez que des dejaron mucho, porque decidieron no rete
pierta la pesca. Pues, estando en plena faena, ner ni desear nada de este mundo. “Debe
y viendo que se lo ordenaban, no lo retrasa mos apreciar más, dice san Gregorio, el
Volvamos a casa, hablemos
ron, ni se detuvieron con nuestros
un momento, fa-
diciendo: afecto que las cosas. Mucho deja, el que lo
deja todo, por poco que sea. Mucho deja, el
miliares. Lo dejaron todo al punto, como en que deja los deseos. Mucho deja, el que con
tiempo de Elías lo hizo Eliseo. Esta obedien- la cosa poseída, renuncia también a la avi
cia nos pide Cristo; que no retrasemos un dez de tener. Los seguidores de Cristo deja
momento obedecer, aunque nos parezca que ron todo cuanto desean tener los demás. El
nos urge otra cosa. Al que se acercó a pedirle Señor pesa el corazón, no la riqueza; no mi
que le dejara ir a sepultar a su padre, no se lo ra cuánto, sino con cuánto amor se le ofrece
permitió; Cristo debe ser preferido a todo en sacrificio. A los ojos de Dios nunca está
parentesco”. Son palabras del Crisóstomo. vacía la mano, si el arca del corazón está lle
“Ya lo has oído, dice san Gregorio. A una na de buena voluntad. Nada puede ofrecer
voz de mando siguieron al Redentor. Ante se a Dios más rico que la buena voluntad”.

Oración

Señor Jesucristo. Haz que caiga en las redes, por la avidez de oír la Palabra de Dios. En
las redes de la enseñanza, en las redes de los buenos deseos y buenas obras.
Dame lavar estas redes de toda adulación y vanagloria. Que alejando la barca de las co
sas terrenas, me asiente descansando, enseñe a los demás con el ejemplo, guíe a alta mar
por la contemplación y la enseñanza.
Concédeme echar las redes a la orden de tu inspiración.
En las aguas de las tribulaciones, dame pescar gran multitud de consolaciones interiores.
Llámame, atráeme a tu santo grupo de discípulos: que dejándolo todo, y siguiéndote,
alcance la compañía de tus pobres. Amén.
30. EPÍLOGO DE LAS LLAMADAS; CRISTO PREDICA 275

30. EPÍLOGO DE LAS LLAMADAS; CRISTO PREDICA


Mateo 4,23-24; 5

1. Triple llamamiento de discípulos Piensa también en la obediencia de los


discípulos, pronta, íntegra, recta. Obede
Más arriba quedan expuestos los tres lla
cieron al momento, dejándolo todo, para se
mamientos de los discípulos. Juan habla del
guir a Jesús. Pero ¿por qué lo dejaron todo?
primero, cuando, llamados a la fe, vinieron a
Nos enseñan, según san Juan Crisósto
cierto conocimiento y amistad con Jesús. Lu
mo, que nadie puede poseer las cosas terre
cas habla del segundo, cuando le siguieron
nas y apetecer plenamente las celestiales. Lo
con intención de regresar a sus cosas; comen
celestial, espiritual y sin peso, lleva hacia
zaron, de todos modos, a oír su doctrina. Ma arriba; lo terreno, como pesado, oprime ha
teo y Marcos hablan del tercero, cuando vi cia abajo. Pero, si volvieron luego a sus co
nieron ya para quedarse con él y seguirle en sas, ¿las habían dejado a medias? Después
la perfección. Del llamamiento de Mateo, el volvieron a sus cosas, pero no por pasión de
publicano, hablaremos luego. De otros no tenerlas, sino para servir a las necesidades
queda escrito nada en concreto. de la vida.
Pregunta san Juan Crisóstomo. “¿Por
qué no se nos dice cómo fueron llamados 3. Elige a los fundadores de la Iglesia
los demás apóstoles, sino solo Pedro, An
drés, Santiago, Juan y Mateo? Porque estos Es admirable pensar por quiénes y cómo
se ocupaban en cosas más humildes; no ha nació la Iglesia. El Señor no quiso elegir pa
bía nada peor que el oficio de recaudador, ni ra fundarla a sabios, poderosos o famosos de
más humilde que el de pescador”. este mundo. La fe del Evangelio y su poder
no se pueden atribuir a sus cualidades. Nos
2. Afecto de Cristo; obediencia de ellos redimió con su propio poder, sabiduría y
bondad. Los eligió sin letras y despreciados
Mira ahora al Señor Jesús, cómo conver ante el mundo, para que no se atribuyeran
sa con los discípulos, al llamarlos. Se pre la elección a sus méritos. Luego, haciéndo
senta afable con ellos, como de casa, trata los maestros, los envió a evangelizar y so
ble y atento. Los atrae desde dentro y desde metió por ellos a los que gobernaban el
fuera. Los lleva a casa de su madre o a cual mundo.”Dejó a los sabios, dice san Grego
quier otro sitio donde habitara, y va él fa rio, y eligió a los ignorantes. Dejó a los ri
miliarmente a sus casas. cos, y eligió a los pobres. Quiso tener como
Los instruía y cuidaba de ellos, como anunciadores a hombres sin fortaleza, ni fa
una madre lo hace con su hijo. Se cuenta, ma; y ellos reunieron a pueblos numerosos.
como dicho por san Pedro, que cuando dor Para evangelizar a Cristo tenían que ser ta
mían y Jesús se levantaba de noche les aco les, que se viese que lo que hacían era cosa
modaba la ropa, por el amor ternísimo que de la sola verdad, tanto más, cuanto más
les tenía. Sabía muy bien lo que haría más claro se veía que por sí solos no eran capaces
tarde de ellos. Eran hombres de condición de tal cosa”.
ruda y de una nación pequeña; pero él los San Juan Crisóstomo dice: “Dichosos
iba a constituir príncipes del mundo y jefes pescadores. Entre tantos doctores y maes
en la lucha espiritual de los fieles. tros de la ley, entre tantos sabios de este
276 PRIMERA PARTE

mundo,para
meros, el oficio
el Señor los yeligió
la gracia
a ellos,
del los
aposto-
pri- Juan. Tenían ocasiones de tropiezo: el pa
dre, la barca, la red. Jesús les dice: Venid,
lado. Esta elección convenía al Señor y a la seguidme a mí. Apartan de sí la ocasión y
bajos
ran.
predicación
de suNo
ygloria
humildessufueran
ibansería
de
a dominar
tanto
nombre;
el
mayor,
los
mundo
que
la cuanto
admiración
la enseña-
más siguen a Jesús. Pues los monjes son imita
dores de los apóstoles. Pero no podemos
imitarlos, si no hacemos lo que ellos hicie
por laasa
biduría de las palabras. Iban a librar la ron. Que ningún monje diga, por tanto:
Tengo padre, madre, y las demás cosas que
humanidad
sencilla predicación
del errordey lala fe.
muerte
Por esto
por no
la ridas. Te respondo: Tienes a Jesús, ¿por qué
buscas estas cosas muertas? El que tiene a
te
za.
mundo,
ra,
eligió
lani
Eligió
gracia
cultura,
a que
famosos,
a del
pescadores
harían
para
Salvador.
que
ricos
sospechosa
sin
quedara
Eran
oletras,
sabios
humildes
su
más
sin
enseñan-
de
paten-
carre-
este
en Jesús, tiene padre, madre, hijos y toda la
parentela. ¿Por qué buscas a los muertos?
Sigue al que está vivo. Deja que los muertos
entierren a sus muertos. Uno de sus discí
pulos le dijo un día: “Déjame primero ir a
el mundo, aun en su propio oficio; pero enterrar a mi padre”. No le dijo: Déjame
muy en el alma.en
sidaddestacados Desconocidos
la fe y llenosdel
de mundo,
genero- que me esté con mi padre; sino: déjame el
espacio de una hora. ¿Qué le respondió el
pero muy conocidos de Cristo. No estaban Señor? También en una hora puedes perder
taban en la
en la lista dedel
un senado
cielo. Despreciados enesla
terreno; pero lo te. Mira no te suceda que mientras quieres
enterrar al muerto, el muerto seas tú mis
tierra, eran estimadísimos en el cielo; po mo”. Palabras del Crisóstomo.
bres para el mundo, pero ricos para Dios.
Dios, que conoce los secretos del corazón, 5. La cuadriga de los cuatro primeros
sabe a quiénes eligió. A quienes no busca
De estos cuatro discípulos, dice san Je
ban la sabiduría del mundo, sino la de
Dios. No hambreaban las riquezas del rónimo:
mundo, sino los tesoros del cielo”. Son pa “En sentido místico, espiritual, dejémo
labras del Crisóstomo. nos arrastrar por esta cuadriga de pescado
Atiendan los famosos, los poderosos, los res a lo alto, como Elías. Ellos son los cua
sabios de este mundo. Dios prefiere a los tro ángulos en que se apoya la primera
desconocidos, a los débiles, a los hombres Iglesia. Las cuatro letras hebreas, “tetra
sin cultura. Llenos de confusión y vergüen gámmaton”, con que conocemos el nombre
za, despierten de su soberbia. de Dios. Oigamos la voz del Señor que nos
llama. Olvidemos el pueblo de los vicios y
4. Los primeros discípulos y los monjes
la casa de una vida terrena, necia ante Dios.
Como estos jefes y príncipes nuestros, Detestemos la vida antigua, que es una red,
dejemos todas las cosas y sigamos a Jesús, en que como mosquitos medio caídos, nos
monje,
hizo Pedro,
en quienserlodiscípulo
lo quetodo.
tenemos de
hicieron
Cristo? Santiago
Haz lo quey detenía el aire, colgado de la nada.
desea
Dice
imitar
san Juan
la vida
Crisóstomo:
apostólica.“El
¿Quieres,
monje “Simón, obediente; Andrés, varonil;
Santiago, suplantador; Juan, gracia. Los
cuatro nombres que expresan nuestra con
versión a Dios. Necesitamos, en efecto, la
30. EPÍLOGO DE LAS LLAMADAS; CRISTO PREDICA 277

obediencia, para oír; la fuerza varonil, para Al decir toda dolencia, se refiere quizá a los
luchar; la habilidad, para perseverar; la gra- padecimientos corporales; al decir toda en
cia, para que nos guarde. Son las cuatro vir- fermedad, a los del alma; así se mostraba
tudes cardinales: prudencia, para obedecer; Creador del cuerpo y del alma. Lo había
fidelidad, para trabajar varonilmente; tem- anunciado el profeta: “Llevó nuestras dolen
planza, para aplastar a la serpiente; fortale cias, y soportó nuestras enfermedades” (Is
za, para merecer la gracia de Dios”. Son pa- 53,4).
labras de san Jerónimo. “Cristo, el Señor, dice san Juan Crisós
tomo, había venido como doctor de la vida
6. Cristo por Galilea, predica y sana y médico del cielo a instruir a los hombres
en orden a la vida; y a curar con medicina
“Jesús iba haciendo un recorrido por to
da Galilea, enseñando en sus sinagogas, celestial los achaques del cuerpo y del al
predicando el evangelio del reino, y curan ma. Vino a librar del enemigo los cuerpos
do toda dolencia y enfermedad entre el pue de los endemoniados; a llamar de nuevo a
blo” (Mt 4, 23). la plena salud a los que padecían diversas
“Como estaban débiles en la fe, dice enfermedades. Curaba la salud del cuerpo
san Juan Crisóstomo, no podían ir ellos al con la palabra de su divino poder; con la
médico; pero él, el médico cuidadoso, dio medicina de la doctrina celestial curaba las
la vuelta visitando a los enfermos de gra- llagas de las almas. Este es el auténtico y
vedad”. perfecto médico; devuelve la salud al cuer
Así debe ser la vida de sus maestros, po y la salvación al alma”136. Son palabras
prelados y predicadores. Deben ser cuida- del Crisóstomo.
dosos y fervientes como él, que iba de un la
do para otro. Abiertos a todos en la doctri- 7. Fama de los milagros
na, como él recorría toda la región. No
interesados, ni buscadores de cargos escogi “Su fama se extendió por toda Siria”, re
dos,
ciada.pues
Deben
él, recorría
procuraruna
aprovechar
provinciaa muchos
despre- gión más extensa, que contendía la Palesti
na de los judíos y varias provincias alrede
con una doctrina sin sospecha, como él en dor. Las fronteras de Siria eran: al éste, el
señaba en las sinagogas, donde acudían los Eufrates; al oeste, el mar grande; al norte,
maestros de la ley. Deben enseñar las cosas Armenia y Capadocia; al sur, Egipto y el sa
que se refieren a la salvación, y no cosas liente de Arabia. Esta es una acepción am
inútiles,
el evangelio
errores
delo fábulas;
reino. Deben
como élapoyar
enseñaba
su plia de Siria; tomada estrictamente por el
reino cuya capital es Damasco, no compren
doctrina con sus virtudes. A los que tienen de a Judea. Pues bien, por sus frecuentes
a su cargo, deben procurarles no solo los milagros, la fama de Jesús se extendió no
bienes espirituales, sino también los corpo- solo en Judea, sino en las provincias veci
rales, como Jesús pasaba sanando toda do- nas. Por lo que el rey Abágaro que reinaba
lencia y enfermedad. junto al Eufrates, escribió una carta al Sal
Confirmaba la doctrina con diversos vador, como se cuenta en una historia ecle
milagros, posibles solo por el poder divino. siástica.

136 “Sois salud del alma y la dais al cuerpo”. (Santa Teresa de Jesús).
278 PRIMERA PARTE

8. Intenciones al seguir a Cristo Siempre que se incluye en el Evangelio


la palabra multitud se indica diversidad de
“Le presentaron todos los que se halla
hombres y de voluntades. No le seguían to
ban mal, aquejados de diversas enfermeda
dos con la misma voluntad, sino por causas
des y dolores, endemoniados, lunáticos y
bien diferentes, unas buenas, otras malas.
paralíticos; y los curó” (Mt, 4,24). Jesús cu
El Señor a todos les hacía el bien, enseñan
ra los cuerpos para que entren más prepara
do, alimentando, sanando.
dos a las cosas invisibles; si no, no era mu
A estas cinco clases de seguidores del
cho curar a quienes tendrían que morir.
Señor responden los cinco sitios indicados.
“Atiende la moderación del evangelista,
De Galilea, “rueda”, vienen los curiosos; de
dice san Juan Crisóstomo. No cuenta cómo
que se dice: “Galileos, ¿qué hacéis mirando
curó a cada uno de ellos, sino que en pocas al cielo?” (Hch 1,11). De la Decápolis, los
palabras da cuenta de multitud de signos, o
enfermos, a sanar por el cumplimento de
pruebas”.
los diez Mandamientos. De Jerusalén, los
Los endemoniados son signo de los su
observadores, llenos de envidia; de ellos se
persticiosos y amigos de sortilegios; los lu
dice: “Jerusalén, que matas a los profetas”
náticos, de los inestables en el bien; los pa
ralíticos, de los perezosos, incapaces de (Mt 23,37). De Judea, los hambrientos, pa
obrar el bien. A estos les puede curar la ra, confesando sus pecados y dando gracias a
buena noticia del predicador, o un confesor Dios, saciarse con la doctrina del Evangelio.
prudente. De la otra orilla del Jordán, los discípulos, a
“Y lo siguió mucho gentío desde Gali instruirse y purificarse, para instruir y puri
lea (trasmigración), Decápolis (región de ficar a los otros.
diez ciudades), Jerusalén (pacífica), Judea
(confesión), y el otro lado del Jordán (río 9. Vayamos nosotros a Cristo
del
san
diezjuicio).
demás,
temen
de
mandamientos,
los
elconfiesan
juicio
vicios
Así los
de
a humildes
las
Dios.
seguidores
habitan
virtudes,
sus
en
de
cumplen
paz
pecados,
Cristo
con pa-
losy Estos cinco sitios son estados de los hom
bres que siguen a Cristo: por Galilea, “trans
mutación”, el estado de los que se convier
ten; por la Decápolis, por la “práctica de los
bién
muchos;
los, En
para
en las
lainstruirse
como
mente.
diversas
diversos
Unos,
enregiones
losen
como
misterios
el cuerpo,
lelossiguieron
discípu-
deltam-
cie- mandamientos”, los activos; por Jerusalén,
“visión de paz”, los contemplativos; por Ju
dea, “confusión”, los prelados; por el otro la
do del Jordán, los inocentes, por la restitu
ción de la santidad, sellada por el bautismo.
lo; otros, como los enfermos, por la salud; Por eso dice el Crisóstomo. “Sigámosle
otros para comer; otros para ver milagros, también nosotros. Tenemos varias dolencias
tar
llenos
si era
de curiosidad,
verdad lo que
deseando
se decía;
experimen-
otros, en del alma, y estas son las que principalmen
te quiere curar. Acerquémonos a él, a pedir
fin, por envidia, como los que le observaban le perdón de las ofensas. También ahora nos
para
acusarle.
hallar
Deenahí
suslospalabras
versos: o hechos de qué lo dará, si se lo pedimos. Si tenemos alguna
enfermedad corporal, lo intentamos todo
Dolencias,
fueron signos, comida, blasfemias, dogma para librarnos de ella; en cambio, estando
tan mal nuestro espíritu, lo disimulamos y
Las causas de que la turba siguiera al Señor. lo retrasamos siempre. Por eso, ni siquiera
31. LLAMADA DE MATEO Y BANQUETE 279

de las dolencias del cuerpo nos libramos, unos pecados de que no nos ocupamos en ab
porque pensamos que está demás lo que es soluto? Si el mismo que faltó no se ocupa de
lo más necesario; mientras juzgamos del to reconocer lo que hizo, ¿cómo pedirá a Dios
do necesario lo que podríamos disimular. por sus pecados? Y si los ignora, ¿cómo podrá
Dejamos sin curar la fuente, y nos esforza conocer la grandeza del beneficio divino?
mos por limpiar los arroyos. La maldad del “Considera con cuidado tus pecados, y
alma es causa de los males que hay en el sabrás qué se te ha perdonado, y serás capaz
cuerpo. Sequemos la fuente de los males y de sentir gratitud. No sentir dolor de haber
se secarán las dolencias que fluyen de ella”. pecado mueve más la ira de Dios que el he
“No te tengas por seguro, si pecando no cho mismo de haber pecado. Pidamos per
enfermas. Gime más bien por eso mismo, dón a Dios, uniendo también a la petición
porque no sientes dolor de tus pecados. No es nuestra buena voluntad. Así, en breve
que no te remuerdan; es que el alma, pecan tiempo, podremos librarnos de los males
do, se hace insensible. El primer bien es no que nos asedian. Entonces sabremos dónde
pecar; un segundo bien es que, si pecas, sien nos encontrábamos, y podremos gozar fi
tas y llores haberlo hecho. Si no tenemos esto nalmente de una santa libertad”. Son pala
siquiera, ¿cómo pediremos a Dios perdón de bras de san Juan Crisóstomo.

Oración

Señor Jesucristo: Médico cuidadoso, que fuiste en busca de los enfermos, a sanar las en
fermedades del cuerpo y del alma.
Sáname por dentro y por fuera, pues sufro diversas dolencias.
Llévame tras ti. Haz que te siga, pasando de los vicios a la virtud. Que cumpla los
mandamientos. Que viva en paz con los demás. Que confiese humildemente mis pecados
y tema los juicios de Dios.
Sácame del lago de esta miseria, de este barro vil. Dirige mis pasos por el camino de
la salvación. Que avance en tus preceptos y me apresure, libre y ligero, a la patria de la fe
licidad sin fin. Amén.

31. LLAMADA DE MATEO Y BANQUETE


Mateo 9,9-13; Marcos 2,13-17; Lucas 5,27-32

1. A Mateo, a la mesa de impuestos sobre cosas traídas por el mar. “Vio a Leví,
el de Alfeo, sentado a su mesa de recauda
“Y cuando pasaba” el Señor Jesús, junto dor137, y le dice: –¡Sígueme!” (Mc 2,14).
al mar de Galilea, llegó al lugar donde se Levántate de los negocios, y sígueme. Le
pagaban los tributos, ante todo, impuestos llamó cuando estaba ocupado en tales asun

137 Lit.: “en su telonio” (Vulg.), de recoger tributos; “télos” en griego es tributo en latín”:
280 PRIMERA PARTE

Dios
tos, para
porque
bajas
nadie
quedesespere
sean susdeocupaciones.
la gracia de huésped; tan grande que se alimentan los
ángeles en el cielo, pues se alegran los ánge
aMateo
la “se levantó” al momento de la mesa les de Dios por un pecador que se convierte.
rreno
las
das;
oficio,
robocosas”,
que
apropio
según
lo
estaba elsentado,
loautorizado.
suyas
celestial,
san yque
Juan
también
Yysolía
sin
“abandonando
Crisóstomo,
y del
robar
dilación
lasamor
ajenas,
lo ajeno;
de
alguna,
era
lo
todas
roba-
te-
un
su Grande; según san Ambrosio, el que recibe
a Cristo en su casa interior, gusta exuberan
tes delicias.
El Señor entró, pues, y se acomodó muy
a gusto. Dice el Crisóstomo: “Apenas le di
jo el Señor, sígueme, sin detenerse, le si
echó a andar
discípulo al “y
maestro,
lo siguió”
como(Lccaminante
5,28). Como
al guió. Recibió al Señor como huésped y le
preparó un banquete, portándose como ver
pastor;
guía, como
cortando el al
criado cordel,
señor,nocomo oveja al
desatándole, dadero hijo de Abrahán; Abrahán hizo lo
mismo con Dios”.
según
inmediatamente
deseos
su
móinterior
desde
eldeconsejo
seguirle.
fuera,
le atraía
de
le
poryencendió
san
el
enseñaba;
divino
Jerónimo.
por
poder
el que
dentro
Le que
siguió
le lla-
en En sentido místico, o espiritual, el que
se convierte a Cristo debe hacerle un ban
quete espiritual, en la casa interior de su
conciencia, sirviéndole con pensamientos,
bién endesusan
jestad
Dice larostro
divinidad
Jerónimo:
humano
oculta
“Ely esplendor
podía
brillaba
atraer
ytam-
ma-
a sí meditaciones y actos santos. Por eso dice él
en el Apocalipsis: “Yo estoy a la puerta y
llamo. Si alguien me abre, yo entraré donde
él, y cenaré con él y él conmigo” (Ap 3,20).
a quienes le miraban. Si el imán tiene fuer
za Señor
el para atraer al hierro,
de todas las cosas
¿cuánto
atraermás
a sípodrá
a los 3. Los publicanos se sientan con Jesús
“Y estaba él a la mesa en su casa, y mu
que quiera?”
chos publicanos y pecadores estaban a la
Ahí también el Crisóstomo: “Ya has
mesa con Jesús y sus discípulos, pues eran
visto el poder de quien llama; aprende aho
muchos los que le seguían” (Mc 2, 15).
ra la obediencia del que es llamado. No re
Eran compañeros de oficio de Mateo. Al te
sistió, ni vaciló. Obedeció al instante. Ni
ner que dejarlos para seguir a Cristo, les dio
siquiera pidió ir a su casa, a comunicárselo
un banquete; como lo hizo Eliseo con sus
a los suyos.
compañeros, cuando se dispuso a seguir a
Elías. Había también otros muchos pecado
2. Banquete de Mateo; sentido moral
res, que seguían al Señor, esperando el per
decido,
su
pondiendo
casa,
Llenole
y de
les
recibió
a alegría,
su
ofreció élun
veza al
siguió
beneficio
y gran
a sus
albanquete,
Señor,
discípulos
celestial
y agra-
res-
de
en dón de sus pecados. “Al ver que un publica
no hallaba el camino de la conversión, dice
san Jerónimo, ellos también cobraban espe
ranza. Venían como penitentes. Se sentaban
Cristo.
había
le
eternas.
su las
casa”,
cosas
sembrado
Así
“Y
portemporales,
le
podía
preparó
envolver
él lo
unesperando
espiritual;
gran
lo terreno
banquete
de
ofrecer-
alélque
las
en con Jesús y sus discípulos, invitados tal vez
por Mateo, que quería tenerlos como com
pañeros también en la conversión, como lo
habían sido en la culpa”.
píritu, por la
la gran
llegada
devoción
y la presencia
y sabor de del
es- Fue un hermoso presagio, dice la glosa:
Mateo sería apóstol y doctor de los gentiles;
31. LLAMADA DE MATEO Y BANQUETE 281

por eso ahora, en su misma conversión, tra- come vuestro maestro con los publicanos y
jo consigo a la salvación todo un rebaño de pecadores?” (Mt 9,11). Esto es contrario a la
pecadores. Realizaba ya con el ejemplo, lo ley; sois unos necios al seguir a un maestro
que haría después de palabra. así. Es costumbre de los detractores no dar
San Juan Crisóstomo comenta: “Com- la cara, sino hablar de terceras personas.
probada la fe de Mateo, los pecadores se Cuando les parecía que faltaban los discípu
sientan con razón junto al Señor. Los publi- los, hablaban al maestro, como en otro si
canos iban donde Mateo, como a un colega tio. Ahora que les parece que falta el maes
del oficio. Él los reunía a todos, al verse tro, hablan a los discípulos. En los dos casos
honrado por la presencia de Cristo. El Señor la injuria va dirigida contra el maestro,
aceptaba cualquier modo de hacer el bien: pues el error de los discípulos le deshonra a
discutiendo, sanando, y también comiendo, él. Hoy también hacen así los que denun
encaminaba a los que andaban fuera de ca- cian a otros, que ponen de vuelta y media a
mino; cualquier tiempo y cualquier ocupa- los miembros de Cristo.
ción pueden sernos de utilidad a ejemplo Estos yerran de dos modos: siendo so
suyo. Cristo no evitó tomar parte con los berbios, se tenían por justos, y juzgaban
publicanos, como un buen médico, que no culpables a quienes se habían convertido,
pudiera librar de la enfermedad, sino tocan- semejantes, al fin, al fariseo que se tenía por
do la llaga infectada”. Así el Crisóstomo. justo y condenaba a los demás.
Dice san Jerónimo: “El Señor iba a los La santidad verdadera incluye la compa
banquetes de los pecadores, para aprovechar sión; la falsa, la mala interpretación. También
la ocasión de enseñar y ofrecer a sus invita- los santos suelen indignarse con los pecado
dos alimentos espirituales. Se nos habla con res; pero una cosa es hacerlo por soberbia, y
frecuencia de estas comidas, para que vea- otra con celo justo del orden.
mos qué hizo en ellas, su humildad en ir a Así son los que contraponen sus tradi
los pecadores y el poder de su doctrina, que ciones a los preceptos de Dios y a las obras
los convertía”. de misericordia y bondad. Cuelan con cui
Por estas razones, también nosotros po- dado en la práctica el mosquito de sus cos
demos comer con los pecadores, ya que se tumbres se tragan el camello de los manda
trata más del interés suyo que del nuestro; mientos de Dios, aun los mandamientos
pero no con los usureros y ladrones, porque más necesarios para la salvación; como
lo que se pone delante, están obligados a quien se traga deprisa algo amargo y rápi
restituirlo138. damente lo olvida.

4. Murmuran los fariseos 5. Cristo responde: 1º por la razón


“Pero los letrados y fariseos”, aferrados a La misericordia del Señor sale al en
la justicia de la ley, y a sus tradiciones, sin cuentro de los fariseos que murmuraban,
ninguna piedad, se indignaron “al verlo”, y para incitarlos a convertirse. Su alimento,
“decían a los discípulos de Jesús: ¿Por qué su bebida, su caminar, todo cuanto hizo sir

138 Zaqueo, después de su banquete, dirá: “¡Señor, mira, doy la mitad de mis bienes a los pobres, y si he roba

do a alguien, le vuelvo cuatro veces más!” Jesús, con él: “¡Hoy ha venido la salud a esta casa, él es también hijo de
Abrahán!”. (Lc 19,5-9).
282 PRIMERA PARTE

del
instrucción
ve para
cielo,
la con
salvación.
nuestra.
cuya sangre
Todas
El maestro
fuimos
sus acciones
ysanados,
médico
son milde, consciente de su debilidad, que se
arrepiente y se somete a la gracia de Dios,
que no al justo ensoberbecido, que presume
pondió
razón:
nen
cir,
mal”
tratar
saliendo
miliarmente
a loslos
necesidad
sanos.
(Mt
con
“Pero
asanos,
en
los
9,12.).
más
Cristo
defensa
murmuradores,
él,
ade
“sino
cuidado
cuando
los
Por
médico
tenía
enfermos
de
los
tanto,
lo
sus
aque
que
los
los
oyó,
discípulos,
el
fuertes”,
primero
enfermos,
se
tratar
del
médico
dijo:
encuentran
espíritu.
más
Nopor
esdebe
res-
que
tie-
de-
fa-
la de su justicia, condena a los demás y lleva a
mal que se los perdone.
Según san Juan Crisóstomo, los letrados
y fariseos pensaban que los sacrificios de la
ley podían borrar las ofensas y ponían en
ellos toda su esperanza, despreciando las de
más virtudes. El Señor antepuso el amor
misericordioso a los sacrificios, para mos
trar claramente que las ofensas podían per
parecer,
Vosotros,no
cambio, seviene
tienen
necesitáis
a por
decirles,
de
enfermos
mi sanos
visita;
y pecadores.
aestos,
vuestro
en donarse, no por los sacrificios de la ley, sino
por las obras de misericordia.
“No desprecia Dios, dice la glosa, el sa
“Por
sa, porque
los visito
eso me
a pensáis
ellos,
apartoporque,
de
quevosotros,
no arrepintiéndose,
me necesitáis
dice la glo-y crificio, sino el sacrificio sin misericordia.
Los fariseos hacían sacrificios para parecer
santos ante el pueblo, pero no practicaban
lo, No
dandice merecen
lugarelaCrisóstomo,
conseguir
la gracia”. los laque
salud
creyéndose
del cie- las obras de misericordia, sin las que se
prueba la verdadera santidad”. Dice Rába
sanos, rechazan
que reconocen
ser curados
sus pecados,
por el Señor;
y buscan
si- no: “Cristo les amonesta que deben conse
guir, ellos mismos, la misericordia de Dios
no los mediante las obras; y que no esperen agra
con toda fe el remedio de la gracia celestial. dar a Dios, ofreciendo sacrificios y olvidan
Dice
salud,también
sino al que
sanseAgustín:
siente enfermo”.
“Dios no da la do las necesidades de los pobres”.

7. 3º, propone su misericordia


6. 2º, un texto del profeta Oseas Jesús les propone el ejemplo de su pro
rancia
profeta
crificio”
qué
dad;Luego
Dios significa:
corregid
prefiere
de
Oseas,
(Os elresponde
lalesEscritura:
6.6).
vuestra
Quiero
echándoles
perdón
Salid en
ignorancia;
misericordia
“Andad
de
acon
los
vuestra
un
cara
holocaustos.
y ved
texto
aprended
su
ytemeri-
no
igno-
cómo
del
sa- pia misericordia, diciéndoles: “Que no he
venido a llamar a justos, sino a pecadores”
(Mt 9,13; Mc 2,17). He venido a llamar a
los justos a que avancen de virtud en vir
tud; he venido a llamar a los pecadores a
que se conviertan. No he venido a llamar a
los falsos justos, que ignoran la justicia de
misericordia
En los Proverbios
y juicio
se le
dice
agrada más al“Hacer
también: Señor Dios y quieren que prevalezca la suya pro
pia; se tienen por justos a sí mismos, y no
queEscritura
la las víctimas” (Pr 15,3). Estudiad bien son capaces de admitir a los pecadores con
del
el
ella.
crificio,
sacrificio
corazón.
Prefiero
y con
sin
yDios
lalaveréis
misericordia,
misericordia,
humildad
amaque
másobro
del
alymejor
corazón,
con
pecador
conforme
soberbia
sinque
hu-
sa-a vertidos. He venido a llamar a los pecado
res, que piensan en sus pecados, que se re
conocen pecadores y necesitados, y que
están dispuestos a acoger la gracia de Dios.
Más aún: “No he venido a llamar a los jus
31. LLAMADA DE MATEO Y BANQUETE 283

tos”, pues no los hay; “sino a los pecadores”; Los otros evangelistas, dice san Jeróni
ya
de que
Dios”“todos
(Rm pecaron
3,23). y necesitan la gloria mo, no quisieron nombrarle con su nombre
más conocido de Mateo, sino que hablan de
he
se
verdad
siendo
venido
hagan
Sanpecadores,
que
Gregorio
buenos,
solo
no detesto
porMagno
sino
ellos;
según
aque
los
para
comenta:
dice
se
pecadores,
que
conviertan
el no
apóstol:
“Es
sigan
que
tany Leví, el de Alfeo. Pero él se llama a sí mis
mo “Mateo, el publicano”, cumpliendo
aquello de Salomón: “El justo se acusa a sí
mismo” (Pr 18,17). Quiere que sus lectores
vean cómo nadie debe desesperar de su sal
“Cristo Jesús vino a este mundo a salvar a vación, si se convierte, pues él de publicano
esperanza
los pecadores”
de los(1Tm
pecadores:
1,15).que
Estapor
esellos
la gran
vi se cambió de pronto en apóstol. Aprenda
mos también a ocultar, en cuanto sea posi
no al mundo el Hijo de Dios. ble, las ofensas y defectos de otros, de forma
“Esta es, dice san Agustín, la única ra que por nuestras palabras, o gestos, no lle
zón de la venida de Cristo. Quitad las en guen al conocimiento ni sospecha de nadie.
fermedades y no habrá necesidad de medi En cambio, debemos acusarnos a nosotros
cinas. Este gran médico vino del cielo, mismos, como Mateo, sin temer abajarnos a
porque un gran enfermo yacía sobre el confesar nuestros defectos.
mundo, la humanidad. Vino sin pecado, a
salvar a muchos del pecado. No le trajeron 9. Vocación de Mateo; alegoría
del cielo nuestros méritos, sino nuestros
pecados”. La elección de Mateo y el llamamiento
nuncia
versión.
ticia
san “No
Ambrosio,
sina derecho.
se
El
la gracia”.
llama
quea no
los
La
a la
quiere
que
gracia
gracia,
se se
apropian
convertirse,
da
dicecomo
también
lacon-
jus-
re- de los publicanos expresa, según san Be
da, la fe de los gentiles. Primero ansiaban
las ventajas del mundo, y al convertirse,
son recreados espiritualmente por el Se
ñor. La soberbia de los fariseos, en cam
bio, manifiesta la envidia de los judíos,
8. Quiénes son los publicanos cuando recibieron mal la salvación de los
Publicanos se llamaba a la gente des aún no creyentes.
honrada con crímenes públicos; también a Mateo es símbolo del hombre de corazón
los recaudadores de las contribuciones o del terreno. Jesús, mirándole con amor, le llama
erario público, cajeros, traficantes públicos, de muchas maneras: por la enseñanza, por la
etc. En especial se llamaba así a los recauda Escritura, por la inspiración interna, por tri
dores de los tributos. Se los llamaba publi bulaciones, o de cualquier otra manera.
ma,
canos,
llamado
porquePublio.
los instituyó un rey de Ro- El llamamiento de Mateo puede indicar
también la vocación del hombre secular al
apenas se ejercían
Estos entonces
negocios, según sin
sanpecado. Por
Gregorio, estado religioso. Los fariseos que murmura
ban, son como los que hablan mal de la vi
pecadores.
bién
eso
palabras
ellos,
fue
que
Mateo,
gran
yhay
hechos
gracia
que
pararecibir
de
el
deoficio
Dios
Cristo
conllamar
apostólico.
enseñan
dulzura
a uno
tam-
a Las
los
de da religiosa. Bien se les puede decir tam
bién: Andad y aprended qué significa:
quiero amor, y no sacrificio; porque llamar
a los pecadores a la conversión es una gran
obra de amor y misericordia.
284 PRIMERA PARTE

10. El ayuno de los fariseos de mortificación, para dominar la carne y


disponerse mejor a la contemplación; el que
Se acercaron los fariseos y los discípulos
así ayuna, se aparta de los placeres, para lle
de Juan a preguntar al Señor, por qué ayu
narse del gozo espiritual. Tampoco necesi
naban ellos con tanta frecuencia y, en cam
taban este ayuno los discípulos que no esta
bio, sus discípulos, no. Los discípulos de
ban enredados en semejantes placeres.
Juan seguían aún las costumbres judías. Los
Tenían presente a Cristo; su presencia y su
fariseos ayunaban, en efecto, con mucha fre
doctrina refrenaba en ellos las pasiones, más
cuencia. Como antes acusaban a sus discí que la austeridad de otros.
pulos de que su maestro trataba con peca No tenían por qué ayunar, ni entriste
dores, ahora es acerca del maestro para cerse. Veían al Esposo con la Esposa, por
acusarle de que sus discípulos no ayunan; presencia corporal. Más bien debían ale
querían que surgiera entre ellos la división. grarse por la presencia del Esposo, más pro
Faltaban en esto: se gloriaban de su abs vechosa que la presencia corporal
tinencia y acusaban a Cristo de defectos de Hay todavía otro ayuno distinto, el que
los discípulos, a los que internamente se brota de la plenitud de la contemplación
preferían. Así son todos los hipócritas; des perfecta, como fue el de Moisés en el mon
precian a otros aparentando religión, y di te; cuanto más elevada está un alma en la
cen como el fariseo: “¡Oh Dios! Te doy gra contemplación, con menos alimento se con
cias porque no soy como el resto de los tenta. Tampoco este ayuno les correspondía
hombres; ayuno dos veces en la semana, a los discípulos, que eran aún principiantes
etc.” (Lc 18,12). e imperfectos. Más tarde serían renovados
por la caridad del Espíritu Santo, el día de
11. Excusa a “los hijos del Esposo” Pentecostés; entonces comenzarían un nue
Jesús les respondió, defendiendo a sus vo modo de vida.
discípulos, porque él estaba corporalmente
con ellos, y porque, siendo aún imperfectos, 12. El Esposo les será quitado
no podrían soportar lo más difícil y nuevo. “Días vendrán” añadió, refiriéndose a
Lo explicó con ejemplos: el esposo de bo- los de la Pasión y Ascensión, “en que les se
das, el remiendo nuevo, los odres y el vino. rá arrebatado el Esposo: entonces ayuna
“Jesús les dijo: ¿Acaso pueden ayunar y rán”. Su ayuno será la tristeza y la humildad
hacer duelo los convidados139 al banquete de la tribulación; como dice el apóstol: “En
de bodas”, los discípulos, los hijos del espo- hambre y sed, en muchos ayunos” (2Cor
so, hijos por la fe de Cristo y de la Iglesia, 11,27). Comenta san Agustín: “Entonces
“mientras el esposo está con ellos?” (Mc estarán en gran desolación, en tristeza y
2,19; Mt 9,15). Hay un ayuno, dice san Je- llanto, hasta que el Espíritu santo les pague
rónimo, propio de la espera de una persona, con gozo y consolación”.
como sucede en el Antiguo Testamento; los “Hay que advertir, dice san Beda, que
discípulos no necesitaban tal ayuno, pues este ayuno doloroso del Esposo no tiene lu
tenían ya presente a Cristo. Hay otro ayuno gar solamente ahora, después de su Encar

139 Lit.: “Los hijos de la sala nupcial” (hebraísmo). Mc dice “ayunar”; Mt “ayunar y hacer duelo”; los rabinos
prohibían ayunar y hace duelo a los difuntos, en ciertos días. (NT.MI, 286).
31. LLAMADA DE MATEO Y BANQUETE 285

mundo.
nación, sino
Los primeros todo eldetiempo
que duratiempos la Iglesia,
del Cristo es el Esposo ideal; lleno de riquezas
para dotar a su Esposa, según está dicho en
deseaban
Cristo.
Ascensión
sean
gar
antesasu
vivos
deEn
manifestación,
que
que
el
del
y la
muertos.
tiempo
Señor
Virgen
llegara
presente,
aldiera
Este
cuando
cielo,
la Encarnación
llanto
a luz,
los
avenga
partir
santos
los
de deseos
santos
ade
juz-
de-
de
la los Proverbios. “Conmigo están las rique
zas” (Pr 8,18). Lleno de sabiduría para
guardarlo todo, según dice el apóstol: “En
él están todos los tesoros de la sabiduría y
de la ciencia” (Col 2,3). Lleno de belleza pa
de la Iglesia no ha cesado nunca, si no es en ra encantar a la esposa, según se dice en los
salmos: “Hermoso, más que todos los hijos
el
te tiempo
con los discípulos”.
en que Cristo vivió corporalmen- de los hombres” (Sal 45,3). Lleno de gloria,
pues la Sabiduría “glorifica su generosi
moral,
do
directamente.
en
Cristo
ela la
tiempo
se
vida
refería
Pero
cristiana,
de aplicándolo,
laa su
culpa,
presencia
Cristo
si echamos
esenarrebata-
corporal
sentido
de dad”. Lleno de poder, pues nadie puede es
tar sobre él, según dice el Eclesiástico:
“Uno es el Altísimo, el Creador” (Ecl 1,8).
Es el mejor, en fin, el más digno de ser
la
delcasa
alma
de ylatraemos
conciencia
a casa
al verdadero
a un extraño, el
Esposo amado, como dice el Cantar de los cantares:
“Mi amado... elegido entre millares” (Ct
demonio. Quedamos entonces en ayuno, 5,10).
faltos del alimento y consolación espiritual. De todas estas cualidades habla el após
Son
ner al
días
Esposo,
de llanto
parayno
deperder
dolor. su
Hayconsuelo;
que rete-y tol en la carta a los Hebreos: “Dios nos habló
en uno que es su Hijo”, bondad inmensa, “al
si lo perdemos, por el pecado mortal, hay que constituyó heredero del universo”, exce
que ayunar y llorar. lencia de sus riquezas, “por cuyo medio hizo
A veces también el Esposo se retira, pa también los mundos”, sabiduría admirable;
ra que lo llamemos con más avidez y lo re el cual, siendo reflejo luminoso de su esplen
tengamos con más fuerza. Entonces hay que dor e impronta de su ser”, elegancia de su
clamar a él con deseos y gemidos. En cam belleza; “y gobernando el universo con su pa
bio, cuando él está con nosotros, y nos llena labra poderosa”, infinito poder; “después que
de alegría, no podemos ayunar, ni llorar. expió las ofensas”, inmensa bondad (Hb 1,2
Dice san Ambrosio: “Los que tienen 3). Ni la Esposa de un Esposo así, ni los hijos
presente a Cristo, ayunan, porque necesitan de tal Esposo tienen que llorar, mientras él
muchos merecimientos. Pero el que tiene esté con ellos.
bastante virtud en su voluntad, porque re Advierte cómo Cristo unas veces se llama
cibe a Cristo en su casa, éste le ofrece un Señor y otras padre y esposo. Dice san Grego
gran banquete: el banquete espiritual de las
rio: “Cuando quiere que le teman, se llama
buenas obras, donde el rico está necesitado Señor; cuando quiere que le honren, Padre;
y el pobre se harta. Nadie puede quitarte a cuando quiere que le amen, Esposo. En ese
Cristo, si no te privas tú de él; procura que
orden precisamente: porque del temor suele
no te lo arrebate tu jactancia y presunción”.
proceder el honor, y del honor el amor”.
Y san Bernardo: “Si soy el Señor ¿dónde
13. Esposo y Esposa: sentido espiritual
está mi temor? Si el padre, ¿dónde mi ho
Esposa
Hablando
con quien Cristo debeelpermanecer.
estrictamente, alma es la nor? Si el Esposo, cambiando de voz, dirá:
¿dónde está mi amor? Dios exige que se le
286 PRIMERA PARTE

lo
padre;
tema,
amor.
primero,
Sin
como
queamor,
seloSeñor;
lemás
ame,
el temor es esposo.
importante
que
como
se le
penoso y el
honre,
de todo?
¿Qué
comoEl
ho
es convertidos de nuevo, no está bien impo
nerles una abstinencia grave, porque es difí
cil abandonar las cosas acostumbradas.

tras
nor no es
le amable.
libera el El
amor.
temor es honor
Y el servil,que
mien-
no 16. Conclusión de las comparaciones
Con estas comparaciones quiere el
viene del amor, es adulación. Y cierto “a so maestro concluir que sus discípulos como
lo Dios el honor y la gloria”; pero ninguno principiantes aún, no deben prolongar aus
de ellos lo aceptará Dios, si no llevan escon teramente el ayuno. Más tarde ayunarán,
dida la miel del amor. Este se basta por sí; cuando su formación sea más sólida, y sean
por sí agrada; por su causa. El amor no re renovados por el Espíritu Santo. No hay,
quiere otra causa. Él mismo es su mérito; pues, que cargar demasiado a los que se aca
él, su premio. El amor no requiere otra cau ban de convertir; no sea que con la excesiva
sa, ni otro fruto, que él mismo”. “El alma se austeridad pierdan confianza y lo dejen to
llama Esposa de Dios, añade, porque lleva do. Además, las cosas de gran perfección no
como prenda los dones de la gracia, se une hay que imponerlas a todos, sino cuando
con Dios en un casto amor, y tiene la fecun vayan despojándose de la vida antigua. A
didad de las virtudes”. los recién convertidos les resulta difícil
aquello a que están acostumbrados; luego,
14. Simil del vestido mal cosido poco a poco, se les va haciendo fácil y suave.
Propone una segunda semejanza: “a un Por tanto, quien quiera guiar a otro a la
manto
paño tieso;
viejo,denadie
lo contrario,
le cose unloremiendo
añadido de
se perfección de la virtud, primero debe acon
sejarle que enmiende algunas cosas. Luego
lleva algo de él, lo nuevo de lo viejo, y se pasará, por sus pasos, adelante.
hace un rasgón peor” (Mc 2,21); lo nuevo Dice san Juan Crisóstomo: “Dijo esto pa
quita la uniformidad; lo deforma con su pe ra dar a los apóstoles la norma de recibir con
so; y el vestido se rompe, hace un roto peor. mansedumbre a los discípulos de toda la tie
Porque cosido es lo mismo que junta, algo rra. Por tanto, no esperemos de todos todas
que se pone con otra cosa; las cosas que se las cosas en los comienzos; sino lo posible.
componen se ponen juntas. Pasemos luego rápidamente más adelante”.
Los que imponen decretos o costum
15. Semejanza del vino y los odres bres, deben acordarse de este pasaje. Lo
mismo los confesores, al imponer una peni
blemente,
en
ventará
odres
La tercera
los
viejos;
“tampoco
odres”,
comparación
deporque
lonadie es que,
contrario,
echa vino
el vino
razona-
nuevo
re- tencia. Es mejor, conforme al ejemplo del
Señor, imponer una penitencia ligera, pero
que la cumpla, que una insoportable, que,
ción, “y se estropea el vinoestá enodres;
y los fermenta
sino si no la cumple, agrave su conciencia. Es
mejor una penitencia ligera, cumplida con
que
ce: El“a
9,17;
hombres
reciente
Mc vino
añejo esnuevo,
después
metidos
2,22).mejor”
Yde
en odres
añade:
beber
una
(Lc
vieja
“Y nuevos”
el5,39).
añejo,
nadie puesa(Mt,
costumbre,
Así
quieredi-
los
el
y alegría, que una pesada, que recibida como
carga, se rechace. Así también al dar una
sentencia o promulgar una ley, hacerlo de
manera que la misericordia y suavidad es
tén por encima del juicio y la austeridad.
32. ELECCIÓN DE LOS DOCE APÓSTOLES 287

Oración

Señor Jesucristo. De muchas formas me llamas y me despiertas a seguirte.


Enciende mi corazón con tu espíritu, para que por tu gracia siga tu llamamiento y na
da me separe de tu amor.
Concédeme servirte con una vida santa, interior y exterior; con virtudes y buenas obras;
con ejercicios de oración. Que con todo ello te ofrezca un banquete de sabrosa devoción.
Y pues prefieres el amor al sacrificio, y viniste a llamar a los pecadores, dame, como a
pobre pecador que soy, la gracia de conocer por experiencia tu bondad. Amén.

32. ELECCIÓN DE LOS DOCE APÓSTOLES


Lucas 6,12-16

1. Cristo pasa la noche en oración Jesús oró él solo. En ningún pasaje, si


no me engaño, se dice que orara con los
Jesús había llamado ya a bastantes dis
apóstoles, sino que en todas partes reza él
cípulos. Un día, viendo la multitud que le
solo. Los hombres no comprenden el plan
seguía, se apartó “y se marchó al monte a
de Dios, y nadie puede tomar parte en la in
orar”, él solo. Porque bien ora, el que levan
ta su mente de lo terreno a lo alto, es preci timidad de Cristo.
so también gozar de una cierta tranquilidad Dice san Bernardo: “Tú, cuando ores,
está en plena
corporal. Galilea;
Marchó según
según otros,
unos cualquier
al Tabor, que dijo, entra en tu habitación y cierra la puer
ta” (Mt 6,6); y lo que dijo, lo hizo. A solas
otro monte, junto al mar de Genesaret.140 pasaba la noche en oración, escondiéndose
“Y pasó la noche en la oración de no solo de las turbas, sin admitir ni a uno
Dios”, no del mundo; no por sí, como dé solo de los discípulos. Al final de su vida, sí
bil y necesitado, sino por nosotros. Hay llevó consigo a tres íntimos; pero, al querer
una oración de Dios, para conseguir bienes rezar, se arrancó de ellos. Cuando ores, haz
espirituales y verdaderos; hay otra del tú lo mismo”.
mundo, para reunir bienes terrenos, que Dice san Juan Crisóstomo: “Levántate
también es del enemigo, si se hace por co tú también durante la noche. El alma está
dicia; hay otra del enemigo para satisfacer más pura en ese momento. El gran silencio
deseos carnales. Por eso dice san Ambro- de la oscuridad puede bastar a llevarte al
sio: “Ahí tienes el ejemplo que debes imi sentimiento de conversión. En esa hora no
tar. Si Cristo pasa la noche orando por ti, preocupa la vanagloria, ni nos domina la
¿qué deberás hacer tú por tu salvación? Si pereza, ni la prisa. El fuego quita el orín del
Cristo oró antes de enviar apóstoles, ¿qué hierro; así y mejor quita la herrumbre de la
deberás hacer tú, al comenzar cualquier maldad la oración nocturna. De noche se
asunto religioso?” enfría lo que de día recibió el calor del sol;

140 “Una de las colinas próximas a Cafarnaún” (BJ, 1393).


288 PRIMERA PARTE

así las lágrimas nocturnas son el mejor rocío noche se va frecuentemente al monte, para
contra la concupiscencia y cualquier otra entregarse libremente a la oración. Nos
pasión. Si le falta al hombre este rocío, se amonesta a que, a nuestra medida, mostre
seca de día. Haz, pues, oración de noche. mos el camino de la vida de palabra y con el
¡La noche no es solo para el cuerpo, sino ejemplo, a aquellos entre quienes vivimos;
también para el alma!”. Es del Crisóstomo. y también, cuando el tiempo sea oportuno,
El que quiera buscar a Dios en la ora marchemos a la soledad del alma y subamos
ción, ha de callar el estruendo de los vicios al monte anhelando la dulzura superior de
y subir a cosas más altas, hasta lo más alto la contemplación y elevando la intención a
del cielo: allí, cesando todo tumulto exte lo alto con afecto infatigable”.
rior, en un cierto secreto de su mente, podrá Así suena lo que san Bernardo decía de
hablar con el Señor calladamente por medio sí y a sí mismo: “Venid, subamos al monte
de deseos internos. Si quiere hablar con él y del Señor, a la casa del Dios de Jacob, para
merecer la consolación divina, que busque que él nos enseñe sus caminos” (Is 2,3). In
la soledad y deje el consuelo humano. tenciones mías, pensamientos, actos y afec
Tenemos ejemplo en san Juan evange tos de mi voluntad, interior mío todo: ve
lista; todos saben cuánto ganó en la soledad. nid, subamos al monte del Señor, al lugar
Desterrado a la isla de Patmos y privado de donde Dios ve y se deja ver. Cuidados míos,
todo trato con los hombres, mereció el con ansiedades, penas: esperad aquí con este ju
suelo de los ángeles y escribió de su propia mento de mi cuerpo, mientras yo y el niño
mi entendimiento, nos acercamos hasta
mano el Apocalipsis, la Revelación, que el de
el monte, y volvemos a vosotros. Volvere
Señor le manifestó, sobre el estado de la
Iglesia presente y futura. mos a vosotros, ay, demasiado pronto”. Es
“Es conocida la historia, dice san Beda: de san Bernardo.
el César Domiciano le desterró a la isla por
el Evangelio y allí precisamente le fue con 2. A la mañana eligió a los doce
cedido penetrar los secretos del cielo, en un “Y, cuando despuntó el día, llamó a sus
sitio en que no se podía salir, en cierto espa discípulos” junto a sí, tal vez estarían aún
cio, de tierra. Del mismo modo sucedió con durmiendo; “y entre ellos eligió a doce”,
otros muchos; en poco tiempo alcanzaron determinando que fueran doce los que estu
solos más de lo que consiguieron acompa vieran con él, los principales. “Y los llamó
ñados en toda su vida”. apóstoles”.
Cristo, cuando ora, nos enseña la vida Cristo oró largamente durante la noche,
interior, del pensamiento; cuando predica, antes de elegirlos; solo luego, los eligió.
la vida práctica. Nadie debe entorpecer en Así, cuando se promueven algunos en las
el afán de la contemplación por el cuidado iglesias para prelados han de ir por delante,
de los demás, ni dejar de preocuparse de los no recomendaciones y promesas, sino ora
demás, por el afán de la contemplación, ciones; de otros y de ellos mismos.
aunque esta es superior. “El Señor, dice la glosa, subió al monte y
“Jesús, de día, dice san Anselmo, se de llamó a sí a los que quiso; los llamó al apos
tiene con el pueblo, predicando el reino de tolado no porque ellos lo eligieran, sino por
Dios, y edificando con sus milagros y pala don y gracia de Dios. “No me elegisteis vo
bras a las multitudes que acudían a él. De sotros a mí, sino yo a vosotros” (Jn 15,16)”.
32. ELECCIÓN DE LOS DOCE APÓSTOLES 289

Por tanto, en la elección de un prelado, ceptos saludables y gobernaron la Iglesia.


el Señor excluye el interés humano, las re- Los doce exploradores de la tierra de promi
comendaciones, el dinero, el negocio, el li- sión, que buscaron la vida futura y la anun
naje y cosas semejantes. Quiere que inter- ciaron a los fieles. Las doce piedras alzadas
venga solo la gracia divina, único motivo de en el Jordán, que se alzaron contra la deca
la elección. Dice el salmo: “Suben los mon- dencia del mundo. Las doce piedras del al
tes y bajan los campos al lugar que has fun- tar, que llevaron en sí mismos el sacrificio
dado tú” (Sal 104,8); no el dinero, ni la par de Cristo. Los doce novillos inmolados al
cialidad del parentesco; sino la gracia y la Señor, que padecieron el martirio con él.
elección canónica; hoy por desgracia, la Los doce bueyes del mar de bronce, que en
Iglesia se vende de muchas maneras, no sin señaron y administraron la gracia del bau
gran ofensa de Dios. tismo. Los doce leoncillos del trono de Salo
Nombró a los apóstoles en el monte, en món, que vencieron a los tiranos del mundo
señal de que
apóstoles, están
losen el grado
obispos, sucesores
superiordedelos
la y aterraron con el temor del infierno a los
obstinados. Los doce profetas, que advirtie
Iglesia. Se les llama Obispos, de “epi”, so ron sobre el tiempo futuro a la Iglesia. Las
bre, y de “scopós”, mirada, porque ellos de doce horas del día, que ordenaron los tiem
ben vigilar sobre el rebaño del Señor, para pos de la vida cristiana. Las doce puertas de
que puedan conducirlos a lo alto. Pero, ay, la ciudad, que abren con el poder de las lla
muchos de ellos hoy son inferiores de he ves el reino de los cielos. Los doce cimientos
cho; no sirven para sí, ni para los otros; y así de la ciudad, que sostienen con sus méritos
tienen el nombre sin la cosa. y oraciones a la Iglesia. Las doce estrellas en
la corona de la Esposa, que iluminan a la
3. El número doce prefigurado Iglesia con su doctrina y milagros.
El llamamiento puso de relieve la gra- Según san Beda, el Señor estableció este
número de apóstoles, para que el número
cia. El número, la congruencia de las figu- mismo recordara la salvación que iban a
ras. Los doce apóstoles, hablando en alego- anunciar. Tres por cuatro doce; y doce fue
ría, son los doce patriarcas, que generan ron los apóstoles enviados a anunciar la fe
espiritualmente a todo el pueblo cristiano; de la santa Trinidad a las cuatro partes del
porque el número doce de los apóstoles fue mundo. De la Jerusalén nueva que baja del
prefigurado. En sentido figurado, alegórico, cielo, desde Dios, está escrito: “Tenía tres
ellos son141: Las doce fuentes de agua viva puertas al éste, tres al norte, tres al sur, y
de Helim, que fertilizaron con su doctrina a tres al oeste” (Ap 21,13); era señal de que
la Iglesia y al mundo. Las doce piedras del todas las naciones del orbe entrarían en la
vestido sacerdotal, que adornaron con sus Iglesia por la fe en al Trinidad, mediante la
ejemplos a la Iglesia. Los doce panes de la predicación de los apóstoles y sus sucesores.
mesa de la proposición, que alimentaron a Según san Jerónimo, hizo que fueran
las gentes con la palabra de la vida. Los do- doce, porque “sobre doce asientos, juzgarán
ce jefes de las tribus, que promulgaron pre- a las doce tribus de Israel” (Mt 19,28). Do

141 Ludolfo teje una salmodia alegórica, numerando: “primo”, “secundo”…hasta el “décimo”. Muestra có
mo en los apóstoles se cumple el número aquél y la función material de cada grupo, en realidades espirituales:
es una teología de la misión, en números.
290 PRIMERA PARTE

neresdoble
ce
perfección;
ciencia,
obras.múltiplo
laperfección,
porque
de de
la seis,
conversión esynúmero
loslayapóstoles
deseis
la vidadeben
lay ladedete-
las
de
la equivocado, si un compañero te traiciona.
También según san Teófilo, para enseñar
nos que Dios no rechaza a nadie por su
maldad futura; sino que acepta por su vir
tud actual.
Llamó a los apóstoles por su nombre,
4. Nombres de los apóstoles para excluir a los futuros seudoapóstoles,
que iban a venir, y para que nadie se atre
Los nombres de los apóstoles que eligió
viera a inscribir a ningún otro. Daba a en
fueron estos: “Eligió a Simón, al que llamó
Juan”, hijos de Zebedeo, a los que llamó tender también que los nombres de los
Pedro, y a su hermano Andrés; a Santiago y
apóstoles y los de los fieles, están en el libro
de la vida.
Boanerges, “hijos del trueno”, porque oyeron
Cita los nombres de dos en dos, en señal
la voz terrible, como del Padre, hablando
de la aprobación de tales grupos, para que
desde la nube con su Hijo; “a Felipe y Barto
ayudándose el uno al otro, fueran más fuer
lomé, a Mateo”, el publicano; “a Tomás y
tes y se defendieran mejor de los engaños.
Santiago el de Alfeo” llamado el justo por su
Dice san Agustín: “Eligió y llamó após
santa vida, el menor, porque fue llamado
toles a estos discípulos, hombres de naci
después, y hermano del Señor, por su pareci
miento humilde, gente sin honores, sin le
do; “a Simón, su hermano”, de Caná, llama
tras, para que lo que hicieran de grande, lo
do por eso celador, pues Caná es celo; “a Ta
su hermano; “y Judas Iscariote”, llamado así hiciera él mismo”. “Advierte, dice san Am
deo”, llamado también Judas, el de Santiago, el
brosio, plan del cielo; no eligió a sabios,
ricos o nobles; no traía a nadie a la gracia
por el pueblo de Judea, Scharioth, donde ha
Judas fue elegido entre los apóstoles por su habilidad, riquezas o autoridad.
bía nacido, “que lo entregó”.
Quería que prevaleciera la verdad, no el don
del ingenio”.
para mostrar cumplida la profecía de Da
vid, en la cual se predice que el Señor será
5. Cristo solía retirarse al monte
entregado por un discípulo; y para excusar
que
san
de
a losmi
ellos
Agustín:
buenos,
casa “No
se halla
sea meen
cuando
alguno
mejor unaelcongregación
atrevo
que
malo. aPor
atribuirme
ello dice Subió el Señor a un lugar montañoso
para apartarse de la multitud y rezar con
descanso, para elegir e instruir familiar
apóstoles”. grupo de los mente a los apóstoles; y para atraer a las
mismas turbas a cosas más elevadas; pero,
También se le elige, según san Agustín, no pudiendo subir las turbas, suben los
para
pliera
asión,
los que
malvados.
ypor
diera
usando
unejemplo
ladobien
lo dispuesto
adel
sumismo
Iglesia
sobre
mal,
de tolerar
su
cum-
Pa- discípulos.
También subió a un monte cuando qui
so promulgar y declarar los preceptos más
abandonado,
apóstol,
Judas
bilita
Según
paraun
porpara
mostrar
sanentregado,
servidor
que
Ambrosio,
tú, CristoelQuiso
queenemigo.
soportes
sutraicionado
verdad no
eligió
haberte
por ela
se de-
ser elevados. Los preceptos de la ley, los había
dado Dios a los hijos de Israel en un monte;
Cristo quiso ahora dar también en un mon
te los preceptos del Evangelio a los discípu
los; porque era el mismo Dios el que daba
la Ley y la vida Evangélica.
32. ELECCIÓN DE LOS DOCE APÓSTOLES 291

Hecha la elección de los apóstoles, qui- Subió al monte, porque el que quiera
so instruirlos en la perfección; los que su- anunciar la justicia de Dios, debe subir al
ben a un grado mayor, deben tener también monte de la perfección. “Para oír y enseñar
un conocimiento mayor. la justicia, dice san Juan Crisóstomo, hay
“Místicamente, dice san Beda, aquel que permanecer en la verdad: no se puede
monte en que eligió el Señor a los apósto- estar en el valle y hablar desde el monte.
les, indica la santidad. Iba a instruirlos a Habla desde donde estás, o ponte en el sitio
anunciar el Evangelio del reino del cielo; de donde hablas. Si tienes el alma en la tie
quiso advertirles, con lo elevado del monte rra, ¿cómo hablarás desde el cielo? Si hablas
donde les elegía, que no debían disolverse desde el cielo, quédate en el cielo. Si no
en vanos deseos, sino alzarse siempre a bus- quieres practicar la justicia, ¿cómo vas a oír
car las cosas de arriba. Como, cuando fue a bien al maestro de ella? ¿Por qué le llamas
dar la Ley al pueblo primero, se apareció en maestro, si no quieres ser su discípulo?”
el monte, así, desde el monte hizo resonar Dice también Ricardo de san Víctor:
lo que debían cumplir”. Por eso dice la “El que distribuye la doctrina sagrada no
glosa: “Subió el monte al monte, para ense debe vivir en el valle de las malas obras, si
ñar las cumbres de las virtudes. Se sienta la en la llanura de una vida desenfrenada, sino
Iglesia predicando el precepto del Señor que debe subir, por las buenas obras, al
para instruir, y quiere que la Iglesia misma monte de la vida espiritual. Como está es
suba y crezca en la doctrina hasta el fin del crito en el salmo: “Súbete a un alto, al mon
mundo”. te, tú que evangelizas a Sión” (Is 40,9).

Oración

Señor Jesucristo, por tu bondad inestimable, viniste al mundo a llamar a los pecadores,
y elegiste a muchos de ellos para confidentes especiales tuyos.
Llámame a mí, pobre pecador alejado, para que me vuelva a ti. Abrázame, confórtame,
instrúyeme.
Admíteme, aunque indigno, entre tus discípulos. Elévame de las cosas de la tierra a las
del cielo.
Dame que oiga tus palabras, las entienda, y las cumpla. Amén
292 PRIMERA PARTE

33. DEL MONTE 1º: LAS BIENAVENTURANZAS


Mateo 5,1-12

1. Discurso del Señor en el monte142 la multitud seglar, les hable de pie, como
invitándoles a la lucha y a las buenas obras.
Después de elegir a los doce, tuvo el
Cuando se habla a clérigos y a religiosos, en
Señor un discurso largo y hermosísimo.143
cambio, se sienta, como invitando al reposo
Dice san Agustín, que quien le medite a
y la contemplación.
fondo, hallará en él el ideal de la vida cris
tiana,144 con todos los preceptos que deben
2. Las Bienaventuranzas
informar su vida.
Mateo y Lucas lo narran de diversa for El Señor comienza proponiendo las
ma. Según unos, el Señor habló primero so- ocho bienaventuranzas, es decir, ocho virtu
lo a los discípulos sentado en un borde del des, a cada una de las cuales añade el pre
monte, haciéndoles la exposición magistral mio correspondiente. Hay una felicidad en
que cuenta Mateo; luego, en una de las es- el mérito y otra en el premio; pero quien
tribaciones, predicó a todos los discípulos desee tener la segunda, debe preocuparse
lo que cuenta Lucas. por la primera.
Según otros, el Señor se detuvo con los “No hallaremos a nadie, dice san Agus
discípulos en lo alto del monte, donde eli- tín, que no quiera ser feliz. Pero ¡qué dis
gió a los doce; luego bajó a una llanura del tinto sería si los hombres aceptaran el tra
monte, y allí habló a la multitud, y a los bajo, como desean la recompensa! ¿Quién
discípulos; ambos evangelistas contarían así no corre ligero, oyendo: Serás feliz? Pero
el mismo sermón de diversa manera, pero ¿oiría con gusto: Si haces esto? Pues el que
fieles a un mismo contenido real. quiera el premio, no puede rechazar la lu
La primera interpretación parece más cha. Que el ánimo se disponga al trabajo,
exacta. Conforme a ella, es costumbre en la por el valor de la recompensa”. Son palabras
iglesia que el predicador, cuando se dirige a de san Agustín.

142 [EE 278] 1 DEL SERMÓN QUE HIZO CRISTO EN EL MONTE ESCRIBE S. MATHEO EN EL 51º CAPÍTULO.
1º 2 Primero: a sus amados discípulos aparte les habla de las ocho beatitúdines: (Bienaventurados los pobres de
espíritu, los mansuelos, los misericordiosos, los que lloran, los que passan hambre y sed por la justicia, los limpios de corazón,
los pacíficos y los que padescen persecución)
2º 3 2º; los exhorta para que usen bien de sus talentos; (Assí vuestra luz alumbre delante de los hombres, para que
vean vuestras buenas obra y glorifiquen a vuestro Padre, el qual está en los cielos).
3º 4 3º: se muestra no transgresor de la ley, sino más consumador, declarando el precepto de no matar, no for
nicar, no perjurar y de amar los enemigos: (Yo os digo a vosotros que améys a vuestros enemigos y hagáys bien a los que
os aborrecen?).
143 “Jesús expone el nuevo espíritu del Reino de Dios. Se tratan cinco temas principales: 1) el espíritu que
debe animar a los hijos del reino, 5,3-48; 2) el espíritu para “dar cumplimento” a las leyes y prácticas judías, 6,1
18; 3) el desprendimiento de las riquezas, 6,19-34; 4) las relaciones con el prójimo, 7,1-12; 5) la entrada en el
Reino por una elección que se traduzca en obras, 7,13-27. (BJ, 1393).
144 Las bienaventuranzas se refieren a actitudes básicas de la existencia; como los mandamientos, se refieren

al bien y a la vida eterna. Son promesas; de ellas se derivan normas morales. “En su profundidad original son una
especie de autorretrato de Cristo y, precisamente por eso, son invitaciones a su seguimiento y a la comunión de
vida con él” (Juan Pablo II). (NT.MI, 55).
33. DEL MONTE 1º: LAS BIENAVENTURANZAS 293

La felicidad se puede entender de dos cargado de cosas temporales; el que tiene


formas: en esperanza, mientras estamos en sujeto el afecto de su alma a estas cosas que
el camino; y en realidad, en la patria. Los pasan, no es libre; porque nos hacemos es
que sobresalen en la virtud, son dichosos clavos de aquello que amamos. Por eso no
del primer modo, por la gracia; y se dispo- debemos amar nada, sino a Dios; o a cual
nen a serlo del segundo, más tarde, por la quier otra cosa por Dios.
gloria. “Los dos evangelistas, dice san Ambro
No son felices, por ser pobres de espíri- sio, pusieron esta bienaventuranza la pri
tu, según san Agustín; sino porque de ellos mera y con razón, porque es como madre de
es el reino del cielo; y así de los demás. las demás virtudes. Nadie puede conseguir
el reino del cielo si dominado por la codi
3. 1ª: Dichosos los pobres cia, es incapaz de emerger de las cosas de la
tierra”.
“Jesús comenzó a hablar y les dijo: ¡Di La humildad, en cambio, se opone a la
chosos145 los pobres, en espíritu, porque de raíz y cabeza de todos los vicios, que es la
ellos es el reino de los cielos!”146 (Mt 5,3). soberbia. “Con razón, dice san Agustín, se
Esa pobreza de espíritu es privación del entiende aquí por pobres de espíritu a los
amor del mundo, de las cosas que adora un temerosos de Dios, que no tienen espíritu
amador
de las riquezas
del mundo.
y placeres
Abarcacorporales,
el menosprecio
junto hinchado. Solo así puede comenzar la felici
dad. Por ahí se llega a la suprema sabiduría,
con
nace eldelmenosprecio
propia gloria.
desprecio
El desprecio de laselriquezas
dedesísímismo;
mismo, yque
de su
se ya que “el temor de Dios es el principio de
la sabiduría” (Sal 110,10); y al contrario,
“el comienzo de todo pecado es la soberbia”
desprecia de verdad, por Dios, fácilmente (Ecl 10,15).
desprecia las cosas temporales de su interés. Por eso dice el Crisóstomo: “Como los
No estimará en mucho lo exterior, el que no vicios abajan hasta el infierno, sobre todo la
se preocupa de sí mismo interiormente. soberbia; así conducen al cielo las virtudes,
La pobreza espiritual nace de la pobreza sobre todo la humildad”.
voluntaria de las cosas materiales, y de la ver- Busquen el reino de la tierra los codicio
dadera humildad. Es la primera bienaventu- sos, los soberbios. Dichosos, en cambio, los
ranza, la perfección primera de los que si- pobres que aman la pobreza y la humildad,
guen a Cristo, y el cimiento de todo el porque de ellos es el reino del cielo; ahora en
edificio espiritual. A Cristo, espejo de po- esperanza, luego en realidad. Es el premio
breza, no puede seguirle bien el que está que corresponde a su mérito; la abundancia

145 “Bienaventurados” (BJ); “Dichosos” (BCB); “Dichosos” (BP); “Felices” (NT.MI). Forma literaria tradi

cional de felicitación (BP, Notas, 8);”bendiciones” de los profetas, AT, sobre piedad, sabiduría, prosperidad; en el
NT a los que creen, esperan, a los pobres, los humildes, aptos para el Reino. (BJ, 1393). Fray Luis: “Dichoso el hu
milde estado”, al recrear el “Beatus ille…” de Horacio.
146 “Los que tienen espíritu de pobres: lit. los pobres (en cuanto) al espíritu. Son los anawîn del AT: conscien

tes de su radical necesidad de Dios, ponen en él su confianza; son los humildes, más que los que carecen de bienes
materiales (san León Magno). Pueden ser ricos, como David, que “llamábase pobre, aunque está claro que era ri
co, porque no tenía en las riqueza su voluntad…; si fuera de hecho pobre, y de la voluntad no lo fuera, no era de
verdad pobre” (san Juan de la Cruz). “Si uno se pregunta en qué sentido el reino de los cielos es suyo, se puede
responder: porque suyo es Cristo, ya que Él es el reino mismo” (Orígenes). (NT.MI, 56).
294 PRIMERA PARTE

los
y la gloria
llación.
gloria; con
Reino
sucederán
razónquiere
se aprometen
ladecir
indigencia
abundancia
en ely cielo
humi-ya Que otros se enfurezcan por cosas tempo
rales. Dichosos los pacientes, porque poseerán
en herencia perpetua la tierra de la felicidad
que los desprecian en la tierra. eterna. Los violentos promueven las guerras y
disputas, siguiendo su irascibilidad natural,
4. 2ª: Dichosos los mansos para poseer más tierra, eliminando a sus ene
migos. Pero la posesión pacífica de la tierra
La segunda es: “¡Dichosos los mansos,
la pobreza sigue la mansedumbre: el pobre de los vivientes está prometida a los que están
porque ellos poseerán la tierra!” (Mt 5,4). A
perfectamente tranquilos de su irascibilidad.
Tierra de los vivientes, según san Agus
recibe muchas injurias, tiene que ser sufri
tín, proclama la solidez y estabilidad de la
do. Sufrido es el que no ofende a los otros y
herencia eterna. Allí el alma descansará co
soporta a quienes le ofenden a él, incapaz de mo en su lugar propio, por el afecto bueno,
devolver mal por mal. Sufrido es el que no
como el cuerpo descansa en la tierra. Reci
se turba ni se enciende por nada, sino que
birá allí su alimento, como el cuerpo lo re
permanece con gozo en una misma bondad
cibe de la tierra. La tierra de los vivientes es
de ánimo.
el descanso y la vida de los santos.
Dichosos los mansos, los modestos, los
Dice san Beda: “Pues si a los pobres se
sencillos en la fe; los que sufren con pacien
les promete el reino del cielo, y a los sufri
cia las injurias; los que no tienen amargura;
dos la tierra, ¿qué les queda a los soberbios
y cuando se irritan, ni piensan hacer el mal,
y violentos, sino el infierno?”
ni lo hacen; ceden a los que los injurian y
no resisten al mal, sino que vencen al mal
5. 3ª: Dichosos los que lloran
con el bien.
que
rra.
meterse
iracundos,
Dichosos
La
buscan.
dea su
la
enApropio
razón.
ellos,
cambio,
lo sufridos
porque
cuerpo,
Y no
la son
tierra
losposeerán
domándolo;
capaces
del paraíso
la
detie-
so-
los “¡Dichosos los que lloran, porque ellos
serán consolados!” (Mt 5,5). Esta bienaven
turanza sigue a las dos primeras, porque
despreciado el mundo por la pobreza, y
poseeaelsuSeñor
de la tierra de los vivientes; ellos, vez, aquietada la mente por la mansedumbre, el
hombre queda libre para considerar su esta
poseerán al Señor en la misma tierra futura. do, y halla en sí y en los otros motivos de
Poseerán en el futuro la herencia del Padre, llanto, y por tanto comienza a llorar. No
seen
segúna la
sí mismos.
glosa, porque en el presente se po- hay que llorar por daños temporales, sino
por el detrimento espiritual.
“Poseerás la tierra, dice san Agustín, Dichosos los que lloran, porque Dios
cuando
rra. Ser sufrido al no
te unas es hizo ela cielo
queresistir tu Dios;
y laque,
tie- consolándolos, “quitará de sus ojos toda lá
grima” (Ap 7,17; 21,4).
bras
él, tú
agradarás
sagradarás
en lo
no
que sino
padecer
deque
a san
ti
túhaces ti mismo.
amismo;
aaAgustín.
él,
él, en
injustamente,
si
deteybueno,
agradas es
no
desagradas
No
lo te
malo,
aagrade
ti”.
esto
teaque
desagrade
Son
ti;poco:
Dios,
le
tienes
pala-
de-
ley “Felices lágrimas, dice san Bernardo,
que limpia la mano del piadoso Señor”.
“Las lágrimas, dice san Máximo, no pi
den perdón, no dicen la causa, pero consi
guen misericordia. Las palabras a veces no
logran expresarlo todo; las lágrimas, en
cambio, expresan el corazón entero”.
33. DEL MONTE 1º: LAS BIENAVENTURANZAS 295

Serán consolados aquí y en el futuro. ellos serán consolados en el cielo. A ellos se


suelos porque
Aquí, espirituales
los penitentes
del Espíritu
recibenSanto,
con- les promete el consuelo eterno. Se entriste
cen aquí, se gozarán allí. Pierden la alegría
“Consolador”. En eldel
llevados a la alegría futuro,
cielo. porque
Según elserán
Cri temporal, pero gozaran la eterna.

sóstomo,
consuelo del
el Señor
gozo compensa
eterno. su llanto con el 7.4ª: Dichosos los que tienen hambre...
La cuarta: “¡Dichosos los que tienen
“Hay que llorar, dice el mismo Crisósto
hambre y sed de justicia, porque ellos serán
mo, durante la vida presente, viendo cómo se
saciados!” (Mt 5,6). Sigue con orden esta
acumula en ella una peste tan grande de ma
bienaventuranza a las tres anteriores; por
les; tan grandes pecados, que si se piensan
que, despreciando las cosas mundanas, do
bien, no podrían cesar nunca las lágrimas. Si
minando las costumbres por la mansedum
un observador extraño viera desde fuera la
bre y llorando sus defectos, se puede tener
oposición entre los mandamientos de Cristo
hambre y sed de la justicia. Antes, no, según
y nuestra vida, juzgaría que éramos enemi
san Ambrosio, porque cuando un enfermo
gos de su doctrina, pues hacemos en todo lo
está grave, no puede sentir el hambre.
contrario de lo que se nos mandó”.
Las tres bienaventuranzas primeras libe
ran del mundo: la pobreza, de las riquezas;
6. Motivos de justo llanto
la mansedumbre, de las injurias; y el llanto,
pecados
tierro
del
gloria
Hay
castigo
de
del
propios
diversas
lacielo.
miseria
eterno;
y causas
por
presente
y los
porque
de
ajenos;
yllanto:
por
sepor
el por
retrasa
peligro
el des-
los
la de los pecados cometidos. Las que siguen,
elevan al cielo. La primera de estas no es la
justicia, sino el hambre y el deseo de ella,
porque en el mundo presente no podemos
tener la justicia perfecta.
Felices
ro serán los que lloran
consolados plenamente conelelfutu-
ahora. En per- Dichosos los que tienen hambre y sed
dón de las ofensas, con la salvación de los de la fidelidad, los que la apetecen con toda
el alma, a la manera del hambriento y el se
buenos y la condenación de los malvados, diento. Nunca, dice san Beda, debemos te
con la liberación de este destierro y con la nernos por bastante justos, sino que cada
adquisición del cielo. día hemos de arder con el deseo de la fideli
multitud
consuelos
Podránhan
dedecir
los
alegrado
dolores
con elmisalmista:
dealma”
mi corazón,
(Sal
“Según
94,19).
tus
la dad. Dice san Jerónimo: “No nos basta que
rer la justicia, si no padecemos hambre de
la justicia; nunca nos pensemos lo bastante
gorio:
de
do
del
tuvo;
tria,
Dios,
con
está;
Concuerda
justo:
donde
ytemiendo
“Con
atención
preguntándose
contemplando
recordando
nocuatro
está”.
con
los
la esto
males
sentencia
cosas
sus
dónde
lo
losde
que
sebienes
males,
esta
aflige
estará;
del
dicevida,
donde
juicio
de
san
elmiran-
laalma
Gre-
don-
pa-
es-
de justos, sino que tengamos siempre sed de
obras de justicia”.
Justicia se toma aquí como una virtud
en general, que hace dejar el mal y hacer
el bien. Por ella se llama al hombre justo,
en general. Según san Juan Crisóstomo,
tiene hambre de fidelidad, el que desea
mundo.
Que se
Dichosos
gocen, pues,
los que
los frívolos
lloran, porque
de este vivir según la fidelidad de Dios; debemos
desear esta fidelidad para nosotros y para
los demás.
296 PRIMERA PARTE

Y esta es la justicia que da a cada uno lo Hay que tener misericordia de sí mis
suyo: a Dios, honor como a Creador, amor mo, según el texto del Eclesiástico: “Agra
como a Redentor, temor como a Juez. Al dando a Dios, ten piedad de tu alma” (Eco
prójimo, obediencia al superior, concordia 30,24). Luego hay que tener piedad del
con el igual, generosidad con el inferior. Y prójimo, por sus defectos, hasta morir por
a sí mismo, pureza de corazón, guarda de la el otro, como Cristo, que se entregó a la
lengua, disciplina de la carne. muerte por nosotros. Se tiene piedad de sí
La saciedad les llegará en la vida feliz de mismo por la conversión; del prójimo, por
la que dice el salmo: “Al despertar, me sa la beneficencia. Hay una tercera piedad, fi
ciaré de tu semblante” (Sal 17,15). Se les da lial, para con Dios, por la compasión. La
también en la vida presente. El avaro tiene primera consigue el perdón de la culpa; la
hambre y sed de lo ajeno; el que se sacia de segunda, la disminución de la pena y nú
la justicia, en cambio, está contento con lo mero mayor de los que interceden; la terce
suyo. Felices los que desean la fidelidad, ra, consigue la gloria, según el texto del
aunque no lleguen a realizar lo que desean; apóstol: “Si padecemos con él, seremos glo
porque hacen lo que está en su mano, y sus rificados con él” (Rm 8,17). No en aparien
deseos se cumplirán. cia, sino cumpliendo en el propio cuerpo,
Dice san Agustín: “El que conoce y ama como san Pablo, las tribulaciones de Cristo.
perfectamente la justicia, ya es justo”. Debemos insistir mucho en la miseri
Que deseen otros las vanidades, que no cordia, porque necesitamos en todo la mise
podrán saciarlos. Dichosos los que tienen ricordia de Dios. Es una virtud tan grande,
hambre y sed de justicia, porque serán sa que Dios se la atribuye a sí mismo, como
ciados: aquí con medida, y en el vida futu más propia suya que las demás. Por eso di
ra plenamente. ce: “Dios, de quien es propio tener miseri
cordia y perdonar”. A los condenados les
8. 5ª: Dichosos los misericordiosos echará en cara el haberse cerrado a ella, y a
los justos les alabará por haberla practicado.
La quinta: “¡Dichosos los misericordio En el día del juicio serán las obras de mise
sos, porque ellos obtendrán misericor ricordia las que más ayudarán a quienes las
dia!”147 (Mt 5,7). Después de la justicia, con hayan practicado. En cambio, como dice
razón se pone la misericordia, porque no Santiago: “Juicio sin misericordia, al que no
debe ir la una sin la otra, sino moderándose haya tenido misericordia” (St 2,13).
mutuamente. La bondad sin la fidelidad, San Agustín llama dichosos a los que
viene a caer en disolución. La justicia sin ayudan a los miserables, porque se les re
bondad, en crueldad. Juntas se equilibran. compensará librándolos de la miseria a ellos
La misericordia es sentir la miseria del mismos: “Haz y se hará. Hazlo con otro, pa
mal. Misericordiosos son los que se duelen ra que se haga contigo. Lo que hagas con
del mal de los otros, como si fuera propio. quien te debe, Dios lo hará contigo, que le
La misericordia perdona las injurias, y da la debes a él”. Dice san Hilario también: “Le
ayuda que puede, espiritual y corporal. agrada tanto a Dios nuestra misericordia

147 “El que tuviere los males ajenos por suyos, a semejanza de madre que está más enferma y llorosa con la

enfermedad de su unigénito hijo que el mismo hijo que padece el mal, éste es el buen misericordioso” (san Juan
de Ávila) (NT.MI, 56).
33. DEL MONTE 1º: LAS BIENAVENTURANZAS 297

para con todos, que dará su misericordia so preocupan de tener limpio el cuerpo. Los
lo a los misericordiosos”. limpios de corazón son los que no tienen
Dice el Crisóstomo: “El Señor de toda conciencia de pecado; se apartan de cual
misericordia llama dichosos a los misericor- quier mal, y ponen por obra todo bien, con
diosos, dándonos a entender que no conse- buen fin, con recta intención.
guiremos misericordia, si no somos miseri- Dichosos los limpios de corazón, por
cordiosos”. “Parece una paga igual, añade, que verán a Dios.149 La limpieza une más
pero es mucho mayor: no es igual la miseri- que nada a la suprema Felicidad; el Limpio
cordia humana y la divina. Los tiranos, con no puede ser visto sino por un corazón lim
sus crueldades, perecerán sin misericordia. pio. Corazón limpio es el que no tiene con
Dichosos, en cambio, los misericordiosos, ciencia de pecado, sino que es templo santo
porque ellos alcanzarán misericordia; en el de Dios; no nacen de él pensamientos ma
de
futuro,
culpacuando
y pena;
se les
en librará
la vidade
presente
toda miseria
tam los. Si el corazón está limpio de malos pen
samientos, todo el hombre estará limpio de
se
les,
bién,
les
y se
porque
dales aquídese
la libra
gracia, reciben
muchas
les perdona
bienes
miserias,
latempora-
culpa
segúny iniquidad: las ofensas brotan allí donde se
hunden las raíces; si se cortan allí, no bro
tan más.
su
lo sufre
bien espiritual”.
la vida presente y según convenga a “Dios es espíritu” (Jn 4,24). No se le
puede ver con los ojos carnales, sino con
los espirituales. Como el ojo corporal debe
9. 6ª: Dichosos los limpios de corazón estar limpio para ver el sol, así y mucho
La sexta: “¡Dichosos los de corazón lim- más debe estar limpio el ojo del corazón
pio,148 porque ellos verán a Dios!” (Mt 5,8). para ver a Dios, “que habita una luz inac
Esta bienaventuranza está bien en el sexto cesible” (1Tm 6,16).En él se cumple lo
lugar, porque ella vuelve al hombre a la que nos basta; en él está el fin de nuestros
imagen de Dios, que le hace capaz de Dios, deseos, la felicidad debida solo a los lim
por el conocimiento y amor. Se pone des- pios de corazón.
pués de la misericordia, según san Ambro- Dice san Agustín: “Este es el fin de
sio, porque no hay misericordia verdadera, nuestro amor: cuanto hacemos, cuanto an
si no es con corazón limpio. No sirve de na- helamos, cuanto deseamos sin culpa, no lo
da, si se busca la vanidad. echaremos de menos cuando llegue la vi
Se habla aquí de los limpios de corazón; sión de Dios. Queremos ver a Dios. Pero
no de los que lo son en la superficie, como mira que está dicho: Dichosos los limpios
los hipócritas, que engañan limpiando lo de de corazón, porque ellos verán a Dios. Pro
fuera; ni como los ricos del mundo, que se cura ser limpio, para que lo puedas ver; no

148 Limpios en cuanto al corazón. Leales con Dios. “Los que han puesto de acuerdo su inteligencia y su vo
luntad con las exigencias de la santidad de Dios, en especial en tres campos: la caridad, la castidad o rectitud se
xual, el amor a la verdad y la ortodoxia de la fe. Existe ilación entre la pureza del corazón, del cuerpo y de la fe”
(Cat. de la Iglesia. 2518) (NT.MI, 57).
149 Reciben favor de Dios, se transforman en su imagen. Bienaventurados, dice san Juan de la Cruz, por en

amorados; “bienaventuranza no se da por menos que amor”. Los limpios de corazón verán a Dios en la otra vida,
pero “lo encuentran aquí y en todo”. “Este tal, ya limpio de corazón, en todas las cosas halla noticia de Dios go
zosa, casta, pura, espiritual, alegre y amorosa” (NT.MI, 57).
298 PRIMERA PARTE

solo
podrás
se ve
vercon
concorazón
corazón
limpio”.
no limpio, lo que “A la paz se oponen las guerras, con
tiendas, tumultos, inquietudes, molestias.
“Limpia tu corazón, dice san Ambrosio, Los que promueven la paz, se dedican a
arrojando
charse
la
del
cios;
sinceridad;
cuerpo,
que
tu ni
afecto.
dese
haya
élalestodos
estos,
Sea
nada
presenta
sencilla
los
libres
conpensamientos
el
quede
la
Señor”.
mente,
pueda
los engaños
man-
pura
su- arreglar todo esto: a apaciguar las guerras,
resolver las contiendas, apaciguar los tu
multos, serenar las inquietudes, suavizar las
molestias.
Que se manchen más aún los impuros “A esto se dedicó el Hijo de Dios. Lleno
de paz él mismo, restableció la paz en los
en
razón,
su impureza.
porque ellos
Dichosos
verán alos
Dios.
limpios
Ahora
de por
co- otros. Por eso se dice de los que construyen
la paz: Porque serán llamados hijos de Dios.
la fe y despuésencara
familiaridad, el futuro
a cara.con
Ahora
mayor
congloria.
cierta “Hacedores de paz se llama también
aquí a los que se unen en su interior con
Cuanto
bien,
sea
sa ylaclara
pureza
tanto
más
será
más
se
del
laaleja
corazón,
visión.
ve auno
Dios.
tanto
delCuanto
mal, el
másypodero-
obra
mayor Dios, suma bondad, no buscando nada fue
ra de él, descansando y sacrificándose en él.
Merecen ser llamados hijos de Dios, porque
la filiación de Dios implica asemejarse a él;
y es propio de Dios gozar de sí mismo en
10. 7ª: Dichosos los pacificadores plena paz.
La séptima: “¡Dichosos los pacificadores, “Debemos ser hacedores de paz, para te
porque ellos serán llamados hijos de Dios!” ner en nosotros al Dios de la paz, de quien
(Mt 5,9). La séptima es la paz. A los que está escrito: “Se ha hecho su lugar en la paz”
tengan las anteriores, se les dará plena la (Sal 76,3). Esto dice san Ambrosio.
paz. La paz sigue a la pureza, porque el que Dice san Agustín: “Promueven la paz
en sí mismos, los que ponen todos sus mo
se ha purificado, se dispone a la paz; la paz
no es posible sino en una buena voluntad. vimientos interiores ante la razón, y some
riorDice
de toda
sanmancha
Ambrosio:
de pecado,
“Vaciando
comienzas
tu inte-a ten al espíritu las concupiscencias carna
les. Entran sí en el reino de Dios, donde
hacer tu paz, para poder llevarla luego a todo está ordenado. Lo principal en el
Aunque
unidad
la paz,
otros. No
tranquilo.
paz, reducen
de
ylesse
loLuego,
la
ocurra
ajuzgan
paz,
otros,
refiere algo
vigilando
aademás
discordes
todo
losadverso,
quecon
desiempre
entre
un
guardar
nopacifica
están corazón
pierden
sí,para
a su
la hombre manda sobre lo que en él es co
vigorosamente
el
dos,
construyen
ten
aventuranza,
pensamiento,
turbación
pues estoprimero
sino
de
alguna
está
palabra

a los
ya en
cuanto
enen
que
síymismos,
la
su
obra.
haya
hacen
segunda
propio
No
delaechando
malo
paz.
permi-
reino.
bien-
en
La mún con las bestias. El alma y la razón se
someten a su vez a algo más importante, a
la misma Verdad, que es el Hijo de Dios.
No es posible mandar sobre lo inferior, si
no se somete uno a lo superior. Esta es la
paz para los hombres de buena voluntad.
Esta es la vida del hombre perfecto, llega
do a su plenitud”.
Que luchen, pues, los desavenidos, si
guiendo el ejemplo de su padre el enemigo.
Dichosos los que hacen la paz, primero para
varla,
construir
en sílaypaz,
en los
paraotros.
rehacerla, para conser- sí, interiormente, y luego para los demás,
fraternalmente. En la paz de allá arriba se
33. DEL MONTE 1º: LAS BIENAVENTURANZAS 299

rán allamados
tes Dios Padre,
hijosporque
de Dios. Sonesyapaz
Dios semejan-
y des patrimonio, entrad. Si buscáis mi cuerpo,
iré a vuestro encuentro. Si me queréis llevar
con
canso
suavidad.
supremo, y dispone todas las cosas preso, o a la muerte, con gusto accederé. No
me defenderé rodeándome de gente, ni me
iré a un altar, pidiendo me perdonéis la vi
11. 8ª:Dichosos
justos los perseguidos por da. Pero, por los altares y lo espiritual que
les pertenece, seré inmolado”.
La octava: “¡Dichosos los perseguidos
12. Conexión de las bienaventuranzas
por causa de la justicia, porque suyo es el
clarar
esta,
nadie
reino según
del
crea
dichosos
cielo!”
bueno
san aJuan
(Mt
los
buscar
pacificadores,
5,10).
Crisóstomo,
siempre
Después
supara
sepropia
de
añade
que
de- Esta octava bienaventuranza es comple
mento y suprema corona de todas las de
más. El que es perfecto en las anteriores, es
apto para sufrir lo adverso.
tiene
decer
nimo,
es
rio,
paz. eltienen
perfección
fección
riores
bueno
prepara
Labien.
con
de
del al
octava
obrar
la
el el
demartirio,
Las
pasión,
martirio
lahombre
bienaventuranza,
bien,
premio
acción;
anteriores
del
también
pues,
termina.
esta
para
en
padecer.
lasegún
se
última
padecer;
santidad,
es
refieren
Si
bueno
alsan
las
acontra-
lacomo
ante-
Jeró-
per-
apa-
esta
la Dice san Juan Crisóstomo: “Van enca
denadas, preparando la anterior el camino a
la siguiente, como en una serie o cadena de
oro. El humilde, será sufrido, y éste llorará
las culpas; el que llora por las culpas, tiene
hambre y sed de justicia; el justo será mise
ricordioso, y éste será limpio de corazón; el
limpio de corazón, amará la paz, y el que
por
no
ticia.
ce
virtudes
de el
los
Dichosos,
sus
Crisóstomo:
Esa
que
demás.
crímenes
del
que
padecen
alma.
no
incluye
Llamamos
solo
yverdad,
Dichosos
pecados,
bien,
los
toda
que
pacientemente,
justicia
piedad,
virtud,
sino
ahora
obran
apor
ycomo
todas
en
bien,
defensa
laespe-
jus-
di-
las
no
si- cumple todo esto, estará preparado para to
dos los peligros y no se aterrará de las mal
diciones, aunque sufra miles de males”. Es
to es del Crisóstomo.
Feliz el que tiene todas estas virtudes.
Más dichoso si las sabe guardar en la adver
sidad. Las siete primeras perfeccionan; la
octava clarifica lo perfecto; “porque la pa
ranza;
es
y laeldel
reino
después,
martirio.
del cielo,
en realidad;
la coronaporque
de la santidad
de ellos ciencia hace la obra perfecta” (St 1,4). Por
ella se perfeccionan las demás, como si se
tad
tuales;
Iglesia,
resistimos,
de la
¿Me
de justicia.
lano,
yexpondré
Iglesia?
cosas
por
llevados
los
San
semejantes.
Sí,
acaso
campos,
Ambrosio
ymás
por
a de
morir
otras
ola
Con
intereses
avaricia,
responde
cosas
por
frecuencia
laespiri-
liber-
deque
de
la empezara de nuevo. La octava vuelve a la
primera, como a principio, para probarla y
purificar cualquier fermento que se le haya
mezclado: dichosos los pobres, si padecen
persecución por la justicia. Hace lo mismo
con la segunda y así con todas las demás,
probando así, purificándolas, llevándolas a
Las al
sistiré,
modo
pide
tas lopoder
determinante:
aunque
cosasmío, mi
deltodo
divinas,campo
enlocambio,
“Si
mío
y mi
emperador.eles
plata,
emperador
de buscáis
Si
no los me
nopobres.
estánme re-
suje-
mi la perfección y consumación; debe acompa
ñarlas a todas, para que sean de verdad
bienaventuranzas.
El escorpión está quieto y no saca su ve
neno, si no se le toca; pero si le pisan, al
300 PRIMERA PARTE

aquél
guen.en
ofensivas,
piente,
trellas
un
hombre
una
dos
los
momento
vaso
enemigos,
palabra
que
Dice
brillan
las
armado
vacío.
sin
le
de
mejillas,
saca
san
hirió. En
ovirtud,
impaciencia;
injuria,
Los
de
oran
Bernardo
su
denoche
santos,
aguijón
ira
ofrecen
por
apenas
lasalta
yprueba
los
yodio,
que,
en
yno se
yla
se
como
que
cambio,
hiere.
otra;
como
lanza
aparecen
de
le
selos
ve
toca ela
palabras
una
aman
contra
Así
las
que
persi-
heri-
ser-
con
es-
de
es aunque se le llame de otra forma. Dice san
Juan Crisóstomo: “No temas, si no se pro
mete el reino por las otras bienaventuran
zas. Cristo llama de diverso modo a su pre
mio respectivo, pero todos se refieren y se
reducen al único, el reino del cielo”. Vea
cada uno si está en alguna de las bienaven
turanzas. Si lo está, esté seguro de la felici
dad eterna. Lo dice la Verdad, que no pue
de engañar.

día,
peridad
así las
y aparecen
virtudesen
nolaaparecen
adversidad.
en la pros- 14. Triple persecución y paciencia

En este sentido, la octava no parece una Dirigiéndose luego a los apóstoles en


bienaventuranza distinta, sino una ilumina especial, les anuncia una triple persecución,
ción y confirmación de las demás. Se parece a de corazón, de boca, de obras: “¡Dichosos
la circuncisión, porque quita en nosotros los seréis cuando os odien los hombres, y cuan
restos del mal; y a la resurrección, porque do os marginen e insulten, y destierren
consuma la perfección de las virtudes. Como vuestro nombre como malo por causa del
en la resurrección seremos perfeccionados en Hijo del Hombre!” (Lc 6, 22; cfr. Mt 5,11).
gloria, así lo somos ahora en el mérito y en la No nos manda buscar tales cosas, sino
gracia, por esta bienaventuranza. vencer el temor que nos dan, de forma que
no dejemos por ellas la verdad. De tres ma
13. En todas se promete el reino neras es la persecución: de corazón, por
odio, de boca, por la difamación; y de obras,
La última tiene el mismo premio que la daños de cosas temporales, persecución de
primera, el reino del cielo; porque los más los amigos, aflicción corporal. Tres cosas,
perseguidos en el mundo son los pobres, por tanto, hará la paciencia; soportar el odio
tan despreciados; sobre todo los pobres, en del corazón, la palabra ofensiva de la boca,
espíritu: los que tienen el espíritu de pobre la persecución efectiva. Perdonar las inju
za y libertad; de los cuales muchos se ríen rias, compadecerse del pecado del prójimo,
ya. Conviene también el mérito de ambas, rezar para que se convierta. Estos tres ene
porque la pobreza voluntaria es una clase de migos combaten a la Iglesia de Dios; pero
martirio. Las dos llevan a vencerse a sí mis ella les opone triple paciencia.
mo en cosas deleitables de este mundo.
El del
reino incluye ydos cosas: riquezas
riquezas
queza temporales
reino; renuncian
gozarán
por de
Cristo a lasy
las eter- 15. El padecer de los apóstoles
dominio. A los pobres se les promete la ri
Habla a los apóstoles, aunque sirve
nas. A los que padecen se les promete el do- también para los demás. Se vuelve para ani
marlos; necesitaban que los exhortara espe
minio:
dominarán
aquícon
sonCristo
oprimidos
a sus por
opresores.
Cristo, pero cialmente, ya que los iba a enviar como cor
deros en medio de lobos. Dice san Beda:
también en las demás
Este premio del reino
bienaventuranzas,
del cielo está “Para esto no valen los que son como no
sotros, sino los que son como ellos, que “así,
33. DEL MONTE 1º: LAS BIENAVENTURANZAS 301

cibir
pues,
sanedrín,
injurias
ibanporque
alegres salirde
por habían
al
causa sido
deaquel
ladignos
presencia
Nombre”
de del
re- jos, ni la multitud de las obras, como la
manera, la raíz de que proceden y porque se
sufren. No mira cuánto, sino con cuánta vo
(Hch 5,41). luntad. Tuvo en más los céntimos de la viu
Toda persecución es bienaventuranza, da, que la mitad de las riquezas de Zaqueo.
cia.
gen.
mentira
causa”
solo
nos Esta
persiguen
cuando
Por
(Mt
justicia
todo
esose
5,11).Dichosos
mal
añadió
recibe
con
es contra
Cristo,
engaño,
con
Jesús:
gozo
el Hijo
vosotros,
nosotros,
“ypor
injustamente,
digan
delapor
lajusti-
Vir-
sino
con
mi Esta recompensa, como dice san Agus
tín, la sienten los que se gozan en los bie
nes espirituales. Su gozo será completo,
cuando este cuerpo mortal se vista de in
mortalidad.
Nosotros, ay, nos engañamos en muchas
por Cristo.
gría, cuandoLaDios
tristeza
paguese convertirá
a los santosenlaale-
re- cosas. Nos alegramos, cuando nos van bien
las cosas seculares y la gente nos aplaude.
compensa de sus trabajos. De otra forma, Deberíamos llorar más bien entonces, por
recompensa,
no será uno feliz,
sino que
sinoaumentará
miserable;sunomiseria.
tendrá que las cosas prósperas son más peligrosas
que las adversas. Gocémonos, pues, con los
caste,
Dice
sufres
san Agustín: “Si sufres porque pe- apóstoles, en las persecuciones.
por ti, no por Dios. Si sufres Dice san Jerónimo: “No sé quién de
por
ra
veras
alegría”.
les
tribulaciones.
corazón
ensiempre.
sufrir
hace
guardar
porde
decir:
por
él;El
los
los
entonces
elEl
premio
nombre
que
mandatos
Nos
valor
sufren
gloriamos
se
tu
node
hace
recompensa
está
de
Cristo,
con
Dios,
sentir yaesen
enpaciencia,
ensufrir,
hasta
sufres
nuestras
sino
con
pa-
de
ely nosotros podrá cumplir esto: que nuestra fa
ma sea desgarrada de afrentas y nos alegre
mos en el Señor. El que busca la vanagloria,
no lo puede cumplir. Debemos alegrarnos,
porque se nos prepara una recompensa en el
cielo. En cierto libro encontramos escrito
con elegancia: No busques la gloria y no te
dolerá no tenerla”.
El Crisóstomo dice: “Cuanto se alegra
16. La esperanza del premio uno con las alabanzas de los hombres, tanto
se entristece con el desprecio”.
Para concluir, pues, añade el premio,
Y Séneca dice: “Si quieres ser feliz,
incitándoles así a la paciencia. Cualquier
piensa primero en despreciar el desprecio.
trabajo se hace ligero, como dice san Jeróni
Si quieres ser feliz, bueno, de buena fe, de
mo, si se piensa en el premio; la esperanza
ja que te tengan por necio y que cualquiera
de la recompensa aligera el trabajo. “Ale
te desprecie. Por más que te injurie quien
graos y saltad de gozo, porque vuestra re
quiera que sea, no lo sentirás, si la virtud
compensa será grande en el cielo” (Mt 5,12;
está contigo”.
Lc 6,23).
La recompensa que tienen en el cielo los
Dios no paga tanto la cantidad de los traba- 17. Ejemplos: invitan a padecer
que padecen persecución por la justicia, es
grande
puede fe yEs
rar ni acabar.
mayor abarcar,
es
delaveras;ni
elpreciosa
tanto
contar;
gozo en
más
yno
las
duradera.
grande No
setribulaciones.
puedecuanto
valo-
se No solo con el premio, sino también con
el ejemplo los provoca a la paciencia, y atem
pera el rigor de las tribulaciones. Los confor
ta con el ejemplo de los profetas, persuadién
doles a soportar, les ofrece la consolación de la
302 PRIMERA PARTE

compañía de aquellos, que antes de ellos su Iglesia, Caín persigue a Abel, Ismael a Isaac,
frieron muchas persecuciones: “Así”, con Esaú a Jacob, los malvados a los justos. Si no
crueldad, de muchas maneras, sin cesar, “per se padece persecución de extraños, se pade
siguieron a los profetas” Jeremías, Isaías y de ce de falsos hermanos. Si no se padece fuera,
más, “que hubo antes de vosotros” (Mt 5,12), se padece dentro, de los enemigos espiritua
porque padecieron persecución por la verdad les. Pero, al fin, todos los que quieran vivir
y así os dan ejemplo y ánimo para padecer. en Cristo Jesús, padecen persecución.
No os extrañéis, si tenéis que padecer Si queremos alcanzar las promesas, ne
vosotros; no es cosa nueva. Mirad su ejem cesitamos paciencia; porque las persecucio
plo, y que su alegría os deleite. No temáis nes no cesan. ¡Ay de los que pierden la pa
sufrir como ellos por la verdad. A los elefan ciencia, porque pierden también la corona!
No nos quejemos, pues, si padecemos algo,
tes suelen darles jugo de uvas y moras, para
excitarlos a la batalla. Así a nosotros se nos porque así nos disponemos para mucho.
propone el ejemplo de Cristo y de los márti
res, para darnos fuerzas en la tribulación. 18. Las Bienaventuranzas en Lc
Debemos estar preparados con fe a sufrir De las ocho bienaventuranzas que escri
lo todo, si queremos participar en la gloria be Mateo, Lucas solo pone cuatro. Según
de los profetas y los apóstoles. Que nadie de san Ambrosio, las ocho de Mateo están en
je la verdad, por temor de la persecución; las cuatro de Lucas, y las cuatro de Lucas en
queramos más bien la persecución, si es por las de Mateo. Porque la mansedumbre y la
Cristo; como dice el apóstol: “Todos los que paz se pueden reducir a la paciencia; la pu
quieran vivir religiosamente en Cristo Jesús, reza, a la pobreza, en espíritu; y la miseri
sufrirán persecuciones” (2Tm 3,12; Eco 2,1). cordia, al hambre de justicia.
Si sufres persecución, señal de que vives en El Señor invitó primero a la gente a es
Cristo. Si no la sufres, no vives religiosamen tas virtudes con su recompensa; ahora pro
te en Cristo. Dice san Ambrosio: “Es senten cura apartarlos de las culpas, con el temor
cia clara: todos los que quieren vivir religio de los suplicios: “¡Ay de vosotros los ricos,
samente en él, son perseguidos. Parece, pues, porque ya tenéis vuestro consuelo!”150 (Lc
que el que no sufre persecución, no tiene 6,24). Los ricos que habéis abusado de las
buena intención en Cristo. Porque a la entre riquezas para una vida de placer. No tenéis
ga de la fe, le siguen combates”. el placer mío, ni ahora, ni en el futuro. Lla
Alguien dirá que ahora nadie puede lle ma ricos a los que pasan la vida en la abun
gar a la felicidad por la persecución, porque dancia; la culpa no está en las riquezas, sino
hay paz, y la santa Iglesia no padece perse en el amor y abuso de ellas. Si el reino del
cuciones. Pero en todas partes hay tentacio cielo es de los pobres, como vimos, claro es
nes; cada día, en lo más interior de la santa tá que se aleja de él, el que busca su consue

150 Lucas señala


la predilección de Jesús por los pobres; aquí añade las “malaventuranzas”; resuenan en St
5,1-5. “Quejas contra los ricos encerrados en su dureza y egoísmo…Desde los ebionitas judeocristianos, que pa
saron a la herejía a partir del 70 d. C., la Iglesia ha conocido en su historia movimientos de “pauperismo” exa
gerados, como si los bienes terrenos en sí mismos fueran pecaminosos. El cristianismo no considera en sí malo po
seer y acrecentar los bienes terrenos, ni consagra ninguna forma determinada de organización social y económica;
sí pide la referencia absoluta de esos bienes a los valores religiosos, y exige el desapego de ellos, al menos de co
razón, para que no se conviertan en una falsa seguridad fuera de Dios y en una fuente de egoísmo” (NT.MI, 289).
33. DEL MONTE 1º: LAS BIENAVENTURANZAS 303

lo en las cosas temporales, que debía usar “Si el Señor habla contra los que ríen ahora,
solo para remedio de las necesidades nor- el fiel no tendrá tiempo de reír, sobre todo
males. Desgraciado él, porque oirá del justo siendo tantos los que mueren en pecado”. Y
Juez: “Hijo, recuerda que ya recibiste bie- el Crisóstomo: “Dime por qué te contorsio
nes en la vida” (Lc 16,25). Dice san Ambro- nas de risa, tú, que debes ir al juicio terri
sio: “Los que buscan el consuelo de la vida ble, a dar razón de cuanto has hecho”.
presente, pierden la recompensa eterna”. “Ay, cuando os alaben todos los hom
“¡Ay de vosotros, los que ahora estáis bres” (Lc 5,26), os adulen, os aplaudan, ali
hartos, porque tendréis hambre!” (Lc 6, mentando en vosotros la soberbia, hasta ce
25). Los que os entregáis ahora a comer, a garos, hasta no reconoceros a vosotros
beber, a los placeres. Sufriréis hambre no mismos, olvidados de lo que dice el apóstol:
solo de alimentos, sino de todo bien, como “Si todavía quisiera agradar a los hombres,
el rico que banqueteaba a lo grande cada no sería esclavo de Cristo” (Ga 11,10).
día, entregado al placer, y pedía luego una “Pues eso mismo solían hacer sus padres a
gota de agua del dedo de Lázaro, a quien los falsos profetas”, que para hacerse popu
había despreciado. Los glotones padecerán lares, les profetizan en falso, hablando por sí
terrible ayuno, como castigo correspon- mismos, no por el Espíritu de Dios. Se la
diente a su culpa en el comer. Cada cosa menta el salmista: “Se alaba al que vive ha
será castigada con un castigo contrario; así ciendo lo que quiere; se habla bien del que
debe hacerse también en la conversión. Di- obra la maldad” (Sal 10,3). Desgraciados
ce san Beda: “Si son dichosos los que siem- también los que alaban así, porque hace
pre tienen hambre de las buenas obras de más daño la lengua del adulador que la es
la justicia, habrá que llamar desdichados a pada del perseguidor. El que adula a los que
los que se tienen por dichosos con que no obran mal, pone almohada a la cabeza del
les priven un momento de su gusto”. que duerme, para que apoyado en las lanzas
“¡Ay, los que ahora reís, porque os afli- descanse en el mal. Si son dichosos aquellos
giréis y lloraréis!” Los que gozáis y reís con a quienes los hombres maldicen, habrá que
desenfreno, lloraréis y gemiréis, cuando os tener por desdichados a quienes los hom
falten todos los bienes y tengáis todos los bres adulan. Gran castigo de Dios, que le
males, en los ardores eternos, “donde habrá falte al pecador la corrección, y tenga la
llanto y crujir de dientes” (Mt 8,12; 13,43; adulación, como si obrara bien; la adulación
22,13; Lc 13,28). Los que lloran, serán con- misma alimenta su culpa y le prepara para
solados; los que ríen de modo miserable, se mayor castigo.
rán atormentados. Dice Salomón: “La risa se Estas cuatro sentencias de condenación
mezclará al llanto y el llanto ocupará el fi- muestran mejor la verdad de las cuatro
nal del goce” (Pr 14,13). San Basilio dice: bienaventuranzas.

Oración

Señor Jesucristo: subiste con los discípulos al monte, a mostrarnos las cumbres de la
virtud, y prometiste los premios que corresponden a ellas.
Dame que escuche tu voz; que viva en la virtud, de forma que alcance el premio; que
piense en la recompensa y no rehúse el esfuerzo; que la esperanza de la salvación eterna me
suavice el dolor presente y me encienda el alma para la claridad de las obras.
304 PRIMERA PARTE

Pobre y miserable como soy, hazme feliz ahora por la gracia, con la felicidad propia del
camino; y al final, con la gloria de la patria. Amén.

34. MONTE 2º: LA LEY, DARLE PLENITUD


Mateo 5,13-37

1. Los apóstoles, sal de la tierra brosos tales trabajos, como saben mejor los
alimentos condimentados con sal.
Después de exhortarles a padecer, pone
el Señor cuatro semejanzas, comparando a
2. Si la sal se echa a perder
los apóstoles con la sal, la luz, la ciudad y la
lámpara.
deben
frir ser Quiere
más fuertes
que que
entiendan queenellos
los demás, su- Los apóstoles y sus sucesores deben per
manecer en la virtud. “Si la sal se volviera
ruina
tierra,
ro”
sobre
(Mt
porel
de
lael
monte”
5,muchos.
luz
Evangelio,
13-15).
del ymundo”,
“la
“Vosotros
lámpara
y que“lasu
sois
ciudad
en
caída
el
la candele-
sal
sería
puesta
de la insípida, ¿con qué se dará sabor a los ali
mentos?”. Si los que debían dar sabor a los
demás, por miedo a padecer, por ambición,
por afecto carnal, por negligencia o perver
sión del error dejan de sazonar a sus subor
tranLas
afirmativamente
dos primeras comparaciones
para qué los eligió:
mues- dinados con el ejemplo y la palabra, “¿con
qué se salará” al pueblo débil? Y ¿con qué
para dar sabor al corazón y luz a la mente. se sazonará la misma sal? Como dice el Sa
persona,
Las
qué otrasno
no: nidos
los
su escogió
doctrina.
indicanpara
negativamente
que ocultaran
para
su bio: “¿Quién curará al encantador mordido
por la serpiente?” (Eco 12,13) “Médico, cú
rate a ti mismo” (Lc 4,23) habrá que decir
Los apóstoles y los prelados, por tanto, le. La prudencia da sabor a nuestra obras, si
se
ción
los
serva
forma yelcon
piedades:
sión,
rrena,
alimentos,
el
se,ejemplo
ofrenda
dicen
hombressu
proviene
dedasirve
que
cuerpo
sal
el
hace
elvida
de
preserva
sabor
acompaña
para
terrenos.
de
amor
del
santidad
estéril
la
debe
detodo
de
agua
tierra,
en
lalalos
la
el
dar
La
corrupción
trabajo.
carne
arefrena
tierra,
horno
ysantos
todo
sal
porque
sabor
del
tiene
de
sacrificio.
da
de
la
fuego,
deseos,
espiritual
corromper-
sabor
pasión
la
estas
moral,
conver-
perfec-
yapro-
pre-
Así
te-
los
se
esa les falta, no serán agradables a Dios. En se
ñal de esto se ponía sal en todo sacrificio.
La sal desvanecida es inútil. “Ya no sir
ve para nada”; ni sirve para la tierra, porque
no la deja germinar: ni para el estercolero,
pues no le deja servir de abono; ni da fruto,
ni ayuda a otros.
“Sino para ser echada afuera y que la pi
soteen los hombres”. El que es así debe ser
rechazado de su cargo, para que no lo envi
lezca. Se le depondrá de la dignidad ecle
do laLadirigir
ben
subordinados.
prudencia,
sal en ylaDios
sazonar
Escritura
conhallará
quelossignifica
loscon
trabajos
superiores
ellasobre
más
de de-
sus
to-
sa- siástica, o se le apartará de la unidad de la
Iglesia. Lo pisarán los hombres, riéndose de
él, en el mundo; los ángeles, separándole en
el juicio; y los demonios, afligiéndole en el
infierno.
34. MONTE 2º: LA LEY, DARLE PLENITUD 305

3. Vosotros sois la luz el mundo puesta sobre el candelero, con el ejemplo de


una vida santa que dé luz a los que están en
Llama luego a los apóstoles luz: “Vo
tinieblas.
sotros sois la luz del mundo”. Sois la luz
Advierte el Señor expresamente a los
de los hombres que hay en el mundo, por
apóstoles, que deben brillar ante los hom
que debéis iluminar a los ignorantes, ense
bres, para que viendo sus buenas obras,
ñándoles lo que deben creer y obrar. Como
convertidos glorifiquen a Dios Padre, de
el sol y la luna iluminan los ojos corpora
quien desciende todo bien: “¡Ilumine así
les, los apóstoles deben iluminar los ojos vuestra luz ante los hombres, para que vean
del espíritu. vuestras buenas obras y glorifiquen a vues
Antes que enseñar bien, está vivir bien. tro Padre que está en el cielo!” (Mt 5,16).
Primero llamó a los apóstoles sal de la tie Hace más provecho el que obra, que el
rra, por el sabor de una santa vida; luego, que habla. Mueven más los ejemplos que
luz del mundo, para iluminar a los que es las palabras; tiene más esplendor el trabajo,
tán en tinieblas. El que manda o enseña en que el sermón. Uno predica solo con la bo
la Iglesia, debe ser sal, viviendo bien, y luz, ca, solo una hora a la semana; el otro predi
enseñando bien; sal con el ejemplo; luz con ca con todo su ser y todo el tiempo.
la doctrina. Precisamente en ese orden: pri En otro texto se dice: “Los justos brilla
mero vivir bien, luego enseñar bien. rán y correrán como centellas en un cañave
Según la glosa, Dios es una luz, no ilu ral” (Sb 3,7). Este cañaveral es signo de la
minada por nadie, que ilumina a los demás; vida secular, que sube a lo alto exteriormen
los apóstoles y los hombres apostólicos son te, pero si le falta la solidez interior, queda
una luz iluminada, que ilumina a los otros; vacía. Los que enseñan la palabra y no con
los cristianos sencillos son luz iluminada, obras son también vanidad, que sirve de po
que no se dedican a iluminar a los otros. La co. Porque, como dice san Bernardo, lengua
primera es como la luz del sol; la segunda que habla grandes cosas, y mano ociosa, es
como la luna, la tercera como las estrellas. cosa monstruosa.
Deben brillar buscando la alabanza de
4. La ciudad y la lámpara, en alto Dios, no las alabanzas de los hombres. De
Al condimento de la sal y al rayo de la ben buscar la gloria de Dios en la edifica
luz, les siguen la protección de la ciudad, y ción de los demás, para que los que no
la lámpara encendida. “No puede ocultarse obran bien, vean las obras buenas que en
una ciudad puesta en la cima de un monte, ellos realiza Dios, las alaben, y las imiten.
No se opone a esto lo que se dice después:
ni encienden una lámpara y la ponen bajo el
celemín, sino en el candelero, para que ilu “Tened cuidado de no hacer vuestra justicia
mine a todos los que están en la casa” (Mt delante de los hombres” (Mt 6,1); porque
5,14-15). Los apóstoles y los que tienen su en las obras buenas se ha de buscar la gloria
divina, como vemos aquí; y se ha de huir de
puesto, no deben esconderse, ni poner la
la gloria humana, como se dice luego.
lámpara de la palabra divina bajo el cele
mín del temor humano, ni bajo la cama de
5. Disolver la Ley, darle plenitud
la prosperidad mundana. Deben ser como
una ciudad puesta sobre el monte, para re Comienza a informarles de lo que deben
fugio de los oprimidos; como una lámpara enseñar. Les previene primero contra un po
306 PRIMERA PARTE

sible error. Parecen preguntar ellos: Pero 6. Enseñar con obras y palabras
¿qué es lo que no debemos esconder? ¿Es
Luego, según el modo propio de Cristo
que vas a enseñar en contra de lo que está
de cumplir y enseñar, les indica el modo de
escrito en la ley y los profetas?
los doctores, y que la doctrina de los prela
No, dice. “No penséis que vine a dero
dos debe seguirle a él. Pone dos clases de
gar la Ley o los Profetas”, a prohibir que se
maestros: unos que viven mal y enseñan
cumplan espiritualmente. Como dice san
bien, como lo hacían los letrados y fariseos,
Agustín, todo lo que está escrito en el An
y de ellos dice: “El que disuelva”, con su
tiguo Testamento es el boceto y figura del
Nuevo. No he venido a disolver la Ley, sino mal vivir y su trasgresión, “uno solo de es
más bien a cumplirla. Dos sentidos halla tos preceptos menores”, llama menores a los
san Agustín en la frase: cumplir la Ley diez mandamientos, porque por ellos se co
puede significar añadir lo que no tiene, o mienza, y pertenecen a la vida de los princi
poner por obra lo que tiene. Pues bien, el piantes, “y lo enseñe así a los hombres”, co
Señor añade a la Ley lo que no tiene; y lo rrompiéndolos con malos ejemplos, “será el
que tiene, no lo disuelve, lo perfecciona y menor en el reino del cielo”. Si se desprecia
confirma.151 la vida de alguien, se desprecia su doctrina,
Cuanto la Ley y los Profetas habían dice san Gregorio. ¡Cuántos “menores” de
prometido sobre Cristo, se había cumpli estos hay hoy en la Iglesia, que se tienen a sí
do ya en él, en parte; y todo se cumplirá, mismos por grandes!
espiritualmente, antes de que pase el cielo San Agustín dice: “El “menor” en el rei
antes
y la tierra, de
elementos estadeforma
que secambiante en
cambien los no del cielo, como es hoy la Iglesia actual,
no entrará en el reino del cielo, como será
otra incambiable, antes de que este mun entonces la Iglesia; porque enseñando lo
a su materia.
do se acabe,
cuanto en cuanto a suosfigura,
“Pues en
digo denover- que disuelve, no pertenecerá a la compañía
de los que cumplen lo que enseñan”. Por
dad: mientras no desaparezcan el cielo y la ello dice el Crisóstomo: “Enseñar y no ha
tierra, no desaparecerá, ni mucho menos, cer, no sirve de nada, y además trae gran da
una yota o un rasgo de una letra de la ley” ño. Gran castigo le aguarda al que prepara
(Mt 5,18). su sermón y descuida su vida”.
No quedará sin cumplirse ninguno de Otros, en cambio, viven bien, y enseñan
sus preceptos. La yota (yod) es la letra me- bien. Así deben ser los que tienen cargos en
nor del hebreo, que se escribe con un rasgo; la Iglesia. “El que los cumpla y enseñe, se
tilde es la parte de una letra, que se pone rá grande en el reino del cielo”, dice el Se
encima para distinguirla. Significan los ñor. Es fácil, dice san Juan Crisóstomo, filo
preceptos más pequeños, las partículas mí- sofar con palabras; es más difícil demostrar
nimas de ellos. No quedarán fuera de la ley, con obras.
“hasta que se realice todo”, a su tiempo, en También tendrán su grandeza, aunque
la cabeza, o en el cuerpo. menor, los que hacen, y no enseñan. Los que

151 “Jesús conserva lo esencial; añade un sello nuevo, original, superior (cf. v. 20): la Ley se cumple desde

dentro, con espíritu y corazón nuevos. Escritores cristianos de los primeros tiempos (ya los judíos identificaban
la Ley con la sabiduría divina), presentan a Jesús no solo como legislador de la nueva ley; él mismo es la ley; por
eso Jesús es punto de unión del AT y del NT” (NT.MI, 58).
34. MONTE 2º: LA LEY, DARLE PLENITUD 307

cumplen la ley, serán justificados ante Dios. Los maestros de los judíos decían que
De todos modos, los preceptos se conside- los preceptos negativos de los mandamien
ran cumplidos, cuando se perdona el no ha- tos prohibían solo los actos exteriores, no
berlos cumplido. Por eso debemos decir. los movimientos interiores del espíritu. La
“Perdónanos nuestras deudas” (Mt 6,12). mala voluntad no la tenían por pecado, si
El Señor quiere además que la ley se no llegaba a las obras. Decían, por ejemplo,
cumpla con sobreabundancia. Si su justicia que el mandamiento de no matar prohibe el
no es mayor que la de los letrados y fariseos, hecho de matar, no el propósito de hacerlo.
que dicen y no hacen, si no cumplen los “Oísteis que se dijo a los antiguos: No ma
preceptos elementales de la ley y los que él tarás”: ellos lo interpretaban materialmen
añade, les niega la entrada en el reino del te. El Salvador excluye este error, prohi
cielo. Para la salvación, no basta la buena biendo enojarse sin razón.
doctrina, si no hay también buena vida. No “El que mate a un hombre”, injusta
les bastará cumplir los preceptos antiguos, mente, “será reo”, según la ley; reo de
dice san Agustín, si no cumplen también muerte, porque la ley castiga según el ta
los
dadnuevos.
no supera
“Oslalode
aseguro:
los letrados
Si vuestra fideli- lión. El Señor añade la perfección y prohibe
y fariseos, que nadie se enoje contra su hermano inte
no entraréis en el reino del cielo” (Mt 5,20). riormente, o que lo muestre al exterior, lla
en el
trarPor la fidelidad
reino del de
cielo,
la ley
sobre
nadie
todo
pudosi en-
to mándole imbécil con indignación, o llegue
a injuriarle llamándole renegado. Prohibe
mamos
mo, porlaeljusticia,
conjuntosegún
de todas
quierelassan
virtudes.
Jeróni- así el movimiento interno de ira, la señal de
indignación, y la injuria; es decir, la culpa
La justicia, según san Agustín, abarca dos que hay en el corazón, la que prorrumpe en
cosas: apartarse del mal y hacer el bien; así desprecios y la que llega a afrentas.
se distingue del pecado. Estas tres formas de pecado tienen su
Los dones y gracias de Dios son diversos, el
castigo correspondiente. “Todo que se
como son diversos los estados y condiciones enoje contra su hermano, será reo de juicio”.
de los hombres; por eso a los que están en un El que tenga cólera contra su hermano por
estado mayor, bien se les puede decir: si dentro, no por celo, sino por odio, deseando
vuestra fidelidad no supera la de los meno desfogarse contra él, si pudiera, será reo an
res, no entraréis en el reino del cielo. te Dios en el tribual del supremo Juez; aun
que no pueda serlo ante los hombres, que no
7. Se prohiben la ira y la venganza
pueden juzgar de la voluntad. “El que llame
El Salvador va recorriendo luego los a su hermano “¡estúpido!”, será reo ante el
mandamientos, declarando su sentido, re- sanedrín”, que podrá determinar el castigo,
chazando los errores de los judíos, y exhorta conocida la culpa. “El que le llame “¡necio!”
a los hombres a cumplirlos. será reo merecedor de la gehena152 del fue

152 Gehena: “Gê-Hinnom”, valle al SO de Jerusalén, donde hubo sacrificios humanos en honor de Moloc;
por eso lugar simbólico de maldición en el AT. Desde el destierro fue convertido en basurero. Desde el s. II a. C.
empezó a considerarse como emplazamiento del “infierno” (lugar de castigo para los impíos). En los escritos apo
calípticos, la gehena, y sinónimos, designan el (lugar de) suplicio eterno de los condenados, después de la resu
rrección corporal y del Juicio final, en esta línea hay que entender 5,29-30; l0,28; 18,9; Mc 9,43; Lc 12,5; St
3,6.” (NT.MI, p. 60).
308 PRIMERA PARTE

llamar
go”. Nonecio
es pequeño
y sin juicio
furor,asegún
aquél laa glosa,
quien cho menos lo será tener dentro algo, que lle
gue a convertir la indignación en odio”.
Dios sazonó con la sal de la sabiduría.
ma La
delley
árbol,
de Moisés aplicóel
prohibiendo el homicidio.
hacha a la ra-
El 8. La reconciliación, primer sacrificio
Concluye el Señor anteponiendo el
Evangelio de Cristo pone sabiamente el ha
amor a los sacrificios. El que quiera ofrecer
cha a la raíz; prohibiendo la ira, arranca la a Dios en el altar de la fe y de su corazón un
raíz del delito, pues la ira puede llevar in don de limosna, doctrina, oración o cual
cluso al homicidio. Se refiere primero a la quier otro don espiritual o corporal, debe
ira, porque, según la glosa, es la puerta de primero reconciliarse con su hermano, a
todos los vicios. Si esta puerta está cerrada, quien ofendió de palabra o con hechos. Dios
la virtud tendrá descanso. Si está abierta, el no acepta ofrendas sino se rechaza del cora
espíritu se arma para cualquier crimen. zón la discordia. No es que Dios rechace el
La ira es pecado, pero no cualquier ira. don; es que quiere el amor del prójimo. El
Ira es el deseo de venganza: si la venganza que quiera agradar a Dios con su ofrenda,
es justa, no es pecado desearla. Injusta pue convendrá que pague primero al prójimo la
de ser por diversas razones: cuando se desea deuda del amor fraterno.
el castigo del que no lo merece; o más de lo La ofrenda a Dios no sirve, si el que la
que merece; o pasando por alto el orden de hace no está en el amor. Y se está en el
bido; o por un mal fin, como por la sola amor, el que no quiere satisfacer a la perso
venganza, y no por la justicia. na a quien hirió. Si puede presentarse al
mistades,
Cristoque
arrancó
suelen raíz de
lamatar nuestra
nuestras
caridad.
ene- hermano ofendido, debe acudir a él, a pe
dirle perdón. Si no, bastará que lo haga
Quiere unirnos con los lazos mutuos de la mentalmente, proponiendo satisfacción en
caridad,
mos poco.cosa que, por desgracia, procura- lugar y tiempo conveniente. Así lo cumple
la Iglesia, cuando absuelve al que se confie
Dice san Juan Crisóstomo: “Hasta a los sa, obligándole a satisfacer a quien ofendió.
riores
que
sotros,
cho
padecer
ofendido,
nos
son
nos
les
injurien.
más
mayores,
enojamos, más
anteponiendo
herimos,
de laContra el
ycuenta,
no
aunsea
poderosos
los
sin
ymiedo
que
aunque
iguales
que nos
nos
humano
que
ode
hagan
hayan
infe-
no-
he- Esto, naturalmente si la ofensa es conocida
del hermano; si es oculta, no se debe mani
festar, para no enojarle; basta pedir perdón a
Dios y decirla al sacerdote. Si ofendiste a tu
hermano de pensamiento, reconcíliate en tu
pensamiento, dice el Crisóstomo. Si le ofen
hermano,
sufrir
al temor de
a otro razón;No
sinenojado
Dios. contigo
más
te fácil
enojes
sin es
razón.
contra
estoPues
que
tu diste de palabra, de palabra. Si de obra, con
las obras. Todo pecado debe satisfacerse co
mo se comete. Si se ofende calumniando,
si lo que es más lo sufres por temor huma hay que reconciliarse restituyendo la fama.
no,
temor Dios?”.sufrir lo que es menos, por
¿nodepuedes Atiende bien a esto, porque brilla en
ello la gran misericordia de Dios que mira
másSila se prohibe la ira inmediata, mucho más la utilidad de los hombres que su ho
te
su san
hermano,
Agustín:
que dura
o llamarlo
“Si
mucho
no estiempo,
lícito
imbécilenojarse
como
o loco,
advier-
contra
mu- nor. Prefiere la concordia de los fieles a los
dones que se le ofrecen a él. Dice el Crisós
tomo: “¡Qué admirable bondad, qué inefa
34. MONTE 2º: LA LEY, DARLE PLENITUD 309

ble
Tiene
del prójimo.
amor
en menos
de Nada
Dios
su honor,
quiere
para con
buscando
tanto
losDios
hombres!
el como
amor presente. No dejemos para mañana lo que
podemos hacer hoy. El retraso trae consigo
el peligro de dejarlo, y nadie conoce el tér
unirnos
esto
hombre
nos ahizo
todos
ycon
todas
realizó
en
lazos
uno”.
lassus
mutuos
cosas,
Dice
obras,
yelde
para
para
Crisóstomo.
caridad.
esto
congregar-
se Para
hizo mino de su vida. Dice el Crisóstomo: “Na
da puede arruinar tanto nuestra vida, como
el ir retrasando las buenas obras. Esto es con
frecuencia lo que nos hace perder todos los
das
Gregorio:
severidad
Resplandece
de los de
“Dios
queDios,
están
no
también,
en
quiere
enemistados.
que rechaza
recibir
sin embargo,
el
las
Dice
sacrifi
ofren-
san
la bienes”.
Por favor, pongámonos pronto de acuer
do con nuestro contrario, no sea que nos en
tregue al juez, en el último examen; y el
cio
holocausto”.
de los que están enemistados; rechaza su juez al servidor, es decir, al maligno espíri
tu para que te castigue en la cárcel del in
priano,
“El el
quequeestá
no está
enemistado,
en paz con
dice
sus san
herma
Ci- fierno, con la pena correspondiente a tu cul
pa que te sugirió. Nadie saldrá de allí hasta
nos, no podrá librarse del origen de la di que haya pagado el último cuadrante. Nada
sensión fraterna, aunque sea matado por el quedará sin castigo. Hasta nunca, quiere de
nombre de Cristo. ¡Qué delito será este, cir aquí. Niega todo tiempo, como otras ve
que no se lava ni con el bautismo de sangre! ces afirma todo tiempo. No indica el fin, se
¡Quéelcrimen
con martirio!”.
será, que no puede expiarse gún san Agustín, sino la continuación del
castigo. El hombre pagará padeciendo siem
El Crisóstomo dice: “Dios aceptó los do pre. Nunca llegará a pagar su cuenta, ni hay
nes de Abel, y rechazó los de Caín. Abel los allí sitio para el perdón. Nunca llegará el úl
ofrecía con el alma pura y sencilla. Caín es timo cuadrante, o minuto, porque siempre
taba enojado contra su hermano. Agradó a se extiende. Nunca saldrá del infierno, del
Dios con el don, el que le agrada con el cora cual no hay vuelta.
zón”. Hoy hay muchos, ay, semejantes a El Señor no habla aquí del demonio,
Caín, que se acercan al altar desunidos y con nuestro enemigo, porque con él no hay que
fingimiento. Por eso añade el Crisóstomo: ponerse de acuerdo, sino resistirle. Nuestro
“Dios se preocupa tanto de nuestra reconci contrario es aquí el prójimo ofendido; con
liación, que sufre que se interrumpa su ser él debemos ponernos de acuerdo y darle sa
vicio, mientras se resuelve la enemistad con tisfacción; con cualquiera que esté contra
el hermano. Y nosotros tenemos vergüenza nosotros, debemos mostrarnos atentos y
de hacerlo, seguimos muchos días enemis amables.
tados, arrastramos como una larga soga la
Nuestro enemigo es también aquí nues
desunión, sin caer en la cuenta de que, cuan tra conciencia, que protesta contra el mal,
to más la alarguemos, tanto más largo será el contra nuestra mala voluntad; nos acusa con
castigo”.
un testimonio que debemos admitir.
En sentido espiritual, nuestro enemigo
9. Alcance de la reconciliación
mientras estamos en el camino de la vida es Dios, cuando pecamos. Nos resiste, sí, si
do lo
El antes
Señor posible
nos invita
cona ponernos
nuestro enemigo,
de acuer- nos apartamos de él. Debemos ponernos de
acuerdo con él, arrepintiéndonos y cum
pliendo su voluntad. Lo es también la pala
310 PRIMERA PARTE

bra divina, cuando se opone al que quiere cia con consentimiento interno es pecado,
obrar mal, y nos acusa cuando pecamos. aun antes de que llegue a obras externas.
Debemos apartarnos del delito y someter Ahora bien, como la vista provoca el de
nos humildemente a sus órdenes. seo, san Ambrosio nos aconseja que aparte
mos los ojos de las vanidades, para que no
10. Nueva ley: el corazón limpio desee el corazón lo que ven los ojos. Dice
también san Gregorio: “Debemos saber que
En la misma línea, de quien no quiere
no conviene mirar lo que no podemos desear.
disolver la ley, sino darle cumplimiento, ex
Para mantener puros el alma y el pensamien
plica el Señor el sentido de otro precepto de
to, hay que contener los ojos de toda lascivia,
la ley: “No codiciarás la mujer de tu próji
porque pueden arrastrarnos al pecado”.
mo” (Dt 5,21). Los judíos pensaban que es
San Juan Crisóstomo dice también: “El
te precepto prohibía solo los actos externos,
que quiera mirar rostros atrayentes, esclavi
como tactos, y demás. Del mismo modo,
za su alma. Pues ¿qué responderán a esto los
“no cometerás adulterio”, lo referían solo al
que temerariamente se atreven a vivir con
acto exterior como si no fuera pecado la
chicas jóvenes? Según sanciona este precep
concupiscencia admitida en el corazón, no
to, si las miran con malos deseos, son reos
expresada en los actos.
de adulterio. Que lo oigan también los que
Esto es irracional, porque los actos o se
corren con frecuencia a teatros malos, a
ñales exteriores no son pecado, sino en can
mancharse allí con la obscenidad, en mil
to son voluntarios. Por eso el Salvador re
ocasiones nuevas de perdición”.
chaza este error: “Pero yo os digo: Todo el
San Gregorio da este consejo práctico:
que mira a una mujer para desearla, ya
“Ante el deseo carnal, piensa qué será la
adulteró con ella en su corazón” (Mt 5,28);
carne muerta, y entenderás qué es lo que
el que la mira con intención de desearla; no
amas. Nada doma más el mal deseo, que el
el que se siente atraer, sino el que consiente
pensar cada uno como muerto, lo que ama
plenamente a la mala pasión.
vivo”.
Dice el Crisóstomo: “Si lo deseo, aun
que no haga más, soy un adúltero. La ley
11. Evitar ocasiones y escándalos
condenaba la lujuria cometida con actos ex
ternos; pero el Autor de la pureza condena El Señor nos ordena también evitar las
la lujuria del corazón. La ley condena el ocasiones que pueden llevar al consentimien
adulterio; el Evangelio condena también la to. “Si tu ojo derecho”, o “tu mano derecha
concupiscencia, que es su raíz. Juan se ceñía te hace caer”, en el consentimiento, “arránca
los lomos, Cristo el pecho”. lo y tíralo lejos de ti”, no el miembro, sino el
Conviene saber que hay una concupis abuso del miembro, conteniéndole del ejer
cencia repentina, sin deliberar de mal o de cicio y afecto no lícito, “arráncalo y tíralo le
bien, y sin consentimiento; es un paso previo jos de ti”, aniquilándolo del todo. “Pues te
a la pasión. Otra cosa es si hay deliberación y trae más cuenta que perezca uno solo de tus
consentimiento en el placer o en las obras. El miembros”, un acto malo, aunque sea agra
Señor se refiere aquí a la concupiscencia deli dable, “que no el que todo tu cuerpo sea
berada, con consentimiento. La concupiscen échalo a la gehena”153 (Mt 5,29-30).

153 Cf. nota a cap. 34, n. 7.


34. MONTE 2º: LA LEY, DARLE PLENITUD 311

Dice san Gregorio: “No conviene mirar san Jerónimo: “Evitemos que lo mejor que
lo que no es lícito desear”. Y san Bernardo: hay en nosotros caiga en la culpa. Porque si
“El que retiene la mano de una mujer está la mano derecha o el ojo derecho nos hacen
en los lazos del enemigo”. Muchos deberían caer, ¿cuánto más lo que en nosotros no es
atender qué mal está el mirar los rostros derecho? Si el alma cae, ¿cuánto más el
hermosos de mujeres, o estrechar sus ma- cuerpo, que está más inclinado al pecado?”
nos, rostros y demás; o hablar con ellas de Dice también el Crisóstomo: “El ojo y
buena gana. Los doctores de la Iglesia y los la mano no significan aquí los del cuerpo,
padres de la vida religiosa ven en estas cosas sino los del espíritu, es decir, el sentido de
señales claras de la corrupción del hombre la concupiscencia o codicia mala, el pensa
interior, de relajación y decaimiento. miento del deseo carnal. El Señor nos man
No se nos manda, dice san Agustín, da que los arranquemos por la fe sobrenatu
arrancarnos los miembros a la letra; sino la ral, de nuestro corazón, porque de allí
ocasión del delito, que puede ser una mira- proceden todos los males”. El Señor nos
da, el ojo derecho, un contacto, la mano de- manda cortar de nosotros por amor del rei
recha. Si lleva al pecado, hay que evitarlo. no del cielo, los vicios y los malos deseos,
Por ejemplo, cuando se hace una visita o para que no nos dominen y todo el hombre
una buena obra, en general, cuando uno va se haga reo del fuego eterno.
a una asociación de mujeres a enseñar o
aconsejar, cuando da ayuda económica a una 12. Condena el divorcio, antes tolerado
mujer, si encuentra en ella grave peligro pa Después de enseñar a respetar la mujer
ra sí mismo, porque siente nacer una fami el prójimo, enseña Cristo que no se puede
liaridad mala, o una tentación peligrosa, despedir la propia, explicando en qué senti
debe dejar esa clase de buenas obras, para do permitía la ley despedirla legalmente.
que no se venga todo abajo. Con razón dice Los judíos lo creían lícito sin más. Pero no
Alano: se les permitía porque fuera lícito, sino pa
Para evitar a Venus, evita lugar y tiempo; ra evitar que mataran a la esposa infiel. Me
El lugar y el tiempo le dan alimento. nor mal era abandonarla, que matarla. “En
la ley de Moisés, teniendo en cuenta la du
Es un remedio que sirve también para reza de vuestro corazón, os permitió repu
todo lo demás. Dice Séneca: “El que quiera diar a vuestras mujeres” (Mt 19,8). No se
arrancar los deseos que le abrasaron antes, les concedía la separación, se les permitía
que aparte los ojos y los oídos de aquello dejarlas en caso de infidelidad.
que dejó”. Y llega a decir también: “Estan- Cristo manda que no se separe el hom
do entre los hombres, me vuelvo más avaro, bre de la mujer, si no es en caso de infideli
más ambicioso, más lujurioso y más cruel”. dad.154 Si la mujer falta a la fidelidad con
El ojo y la mano se pueden referir tam- yugal, muestra que no quiere en cierto
bién al interior, al corazón, que es como el modo ser esposa, y entonces es lícito dejar
lado derecho del ser; el cuerpo exterior es de vivir y tener relación con ella. Pero el
más frágil, y puede defenderse menos. Dice vínculo del matrimonio les queda para toda

154 “Si no es en caso de unión ilegítima”: lit. de fornicación; sentido probable: concubinato, poligamia sucesi
va, cfr. Ef 5,3. (NT.MI, 61).
312 PRIMERA PARTE

la
su
de En todo
adulterio,
ella.
mujer
vida.
culpa.Si
por
Lo
yselo
que seelella
infidelidad,
caso,
casa
mismo manda
queelcon
deberá
quiera
que
a otro,
los
sedespedir
estar
hombres,
casa
comete
libre
cona necesario que juremos, cuando nos está
prohibido mentir, y nuestras palabras de
ben ser tan fidelísimas y verdaderas, como
un juramento? El Señor nos prohibe no so
lo jurar en falso, sino jurar sin más. Que no
dice san Jerónimo, se aplica también a la parezca que hace falta jurar para decir la
retener al adúltero.
mujer; no se ha de despedir a la adúltera, y verdad; que no parezca que podemos men
tir, si no juramos. Él nos quiere verdaderos
en todas nuestras palabras. Se jura decir la
13. Decir la verdad; no jurar verdad. Pues el Señor no quiere que haya
Una vez que ha enseñado que no se ha distancia alguna entre el juramento y nues
de ofender al prójimo, con ira o con malos tras palabras; como en el juramento no de
deseos, enseña el Señor a no ofender a Dios, be haber mala fe, así en nuestras palabra no
jurando mal; explica el sentido del precepto debe haber mentira. Tanto el perjurio, co
mo la mentira, tendrán su castigo en el jui
de la ley, que prohibía jurar sin verdad. Los
judíos creían que solo estaba prohibido no cio de Dios. El cristiano fiel, hablando, ju
jurar en falso; que un juramento ilícito se ra, porque está escrito: “El testigo fiel no
debía guardar; y que era lícito jurar sin ne mentirá” (Pr 14,5). Con razón la Escritura
cesidad ni precaución. Por eso el Salvador manda con frecuencia no jurar. Dios es ve
dice: “Pero yo os digo: No juréis, en absolu raz, sabe lo que decimos, y lo que él dice es
to” (Mt 5,34). verdadero y vale por juramento”. Así el
La fidelidad de los fariseos se limitaba a Crisóstomo. Dice Séneca: “Importa poco
no jurar con falsedad. El Señor la confirma, que lo afirmes o que lo jures. Cuando se
prohibiendo jurar a los que han de entrar en trata de la verdad, se trata siempre de fide
el
hablar
reinocon
delfalsedad;
cielo. El que
el que
nono
habla,
jura,nonopuede
pue lidad y religión”.
Según san Agustín, como jura el que
de jurar con falsedad. En cambio, así como pone e Dios por testigo, es ridículo pensar
mento
10.19),
“en el mucho el hablar,
enenfalso.
muchono jurar
faltará
no la
faltará
culpa”jura-
(Pr que alguien no juró, si no dijo por Dios, si
no Dios me es testigo, delante de Dios que
no miento, o Dios sabe que no miento. El
juraran
legales,
solían.
que
no
Dios
mandaba
Dios
porque
no Del
se
por
no
mandó
en
los
las
porque
Dios,
mismo
eslaofrecieran
cosas.
menos
ley
que
noesto
no
modo
Según
le
porque
malo
jurar
ofrecieran
lea agrada,
les
los
san
le
sino
ofrecer
concedió
ídolos,
Jerónimo,
agradara,
sacrificios
por
sino
esto
como
Dios,
para
que
si-
sea Señor mandó no jurar en absoluto, no de
cualquier modo, sino en cualquier caso; por
que es juramento incauto. No se excluye el
juramento con necesidad; porque en tal ca
so se antepone la negación con signo univer
sal afirmativo, que equivale a su contradic
que a torio; en cambio la puesta después equivale
a su contrario. Aquí, pues, no se dice no ju
porquepor
cosas, nolapensaran
costumbre
quededebían
jurar por
adorar
ellas.las rar en absoluto, porque en ese sentido sería
que en ningún caso hay que jurar, lo cual es
que
DiceEl
hagamos
san
Evangelio
Juanjuramentos.
Crisóstomo:
no admite el qué
¿Por
“No juramento.
conviene
va a ser falso; sino que aquí se dice no jurar, pero no
en absoluto, es decir, no de todos los modos;
y por eso el sentido no es que no se puede
34. MONTE 2º: LA LEY, DARLE PLENITUD 313

jurar en ningún caso, sino siempre que falte refieren. Se hace también por las reliquias
la necesidad de jurar, y así se excluye todo de los santos, porque en ella veneramos más
juramento incauto. Por eso, según san a Dios que a ellos, reconociendo que todo lo
Agustín, el Señor no mandó no jurar como han recibido de él.
del todo ilícito; sino que nadie desee jurar, El que nos prohibe jurar, nos enseña có
como algo bueno por sí, y que nadie jure sin mo bebemos hablar: “Sino que vuestro len
necesidad, fácilmente, y así pueda incurrir guaje sea: “sí”, por sí, “no “, por no”. Afir
en perjurio por la costumbre de jurar. mar la verdad; negar la falsedad; de corazón
Para un juramento recto, se requieren y de boca, con doble fidelidad; que lo que
tres cosas: que sea verdad lo que se jura, si- está en la conciencia, esté en la boca; que se
no faltaría la idoneidad; que se haga por diga lo que es la realidad; y que las obras
una causa justa, si no faltaría la necesidad sean lo que se dice.
de jurar; y con discreción, con la cautela de- “Lo que pasa de ahí, procede del malva
bida. Dice Jeremías: “Jurarás, dice el Señor, do” (Mt 5, 37); se debe a la sospecha del que
con verdad, justicia y juicio”. no cree, sin juramento; no dice el Señor: es
No se puede jurar tampoco por las cria- malo. No haces mal, si usas bien el juramen
turas, porque brilla en ellas el poder de Dios. to, cuando es necesario para persuadir a otro
No juréis tampoco “por el cielo, porque es lo que conviene. Pero tu juramento obedece
trono de Dios”, donde brilla especialmente a su debilidad; te obliga a jurar para creerte.
su gloria, “ni por la tierra, porque es el esca- Aunque, en parte, siempre hay mal en ello;
bel de sus pies; ni por Jerusalén, ciudad del porque se jura sin necesidad, o porque se ha
gran Rey; ni jures tampoco por tu cabeza”, ce accediendo a la debilidad humana, por
que es obra de Dios, y no tuya, “porque no que los hombres no se creen unos a otros, si
eres capaz de volver negro o blanco un solo hablan sencillamente, sin juramento.
cabello”. Cada criatura es una obra de Dios; Hablemos verdad. No juremos frecuen
el que jura por ella, jura por Dios; por esto temente, sino apoyemos nuestras palabras,
prohibe el Señor jurar por ellas. Lo prohibe no en frecuentes juramentos, sino en nues
también para que no las adoremos interior- tra honradez. Ni apoyemos neciamente la
mente; para que no pensemos que podemos verdad, que decimos, con gestos teatrales de
jurar por ellas con falsedad. juramento, con el dedo, la mano, brazos,
A veces se jura también por la cruz, o hombros, cabeza, con expresividad tan ne
los Evangelios, esto es, por aquél a quien se cia como exagerada.

Oración

Señor Jesucristo, que prometiste a los antiguos cosas temporales, y a nosotros, eternas,
para que fuera mayor nuestra justicia.
Dame brillar ante ti y ante los hombres, en palabras y obras. Que no disuelva, sino que
cumpla plenamente tu ley. Guárdame de enojarme y de ofender al prójimo, de forma que
aceptes complacido mis ofrendas.
Concédeme, Dios mío, evitar los malos deseos, miradas, y juramentos. Que me absten
ga de toda ofensa, y que te agrade en todas las cosas. Amén.
314 PRIMERA PARTE

35. MONTE 3º: NUEVOS MANDATOS DE AMOR


Mateo 5,38-48; Lucas 6,27-36

1. La ley del talión, de los judíos Cristo, cuya “misericordia prevalece so


bre el juicio” (St 2,13), tiene una fidelidad,
El Señor nos enseñó, pues, a no hacer in
la que dice el Evangelio: “Pero yo os digo:
juria al prójimo ni irreverencia a Dios; aho No opongáis resistencia al malvado”, sino
ra va a mostrarnos cómo debe comportarse
vencedle con paciencia. Debemos estar dis
el cristiano con los que le injurian a él, po
puestos a padecer injurias, sin responder
niendo unas pocas palabras que pueden bas
con otras. En la antigua ley se pagaba con
tar a todos para la perfección, persuadiéndo
igual medida al que había herido a uno. En
nos en ellas toda paciencia y magnanimidad. el Evangelio debe prevalecer la gracia, aun
Primero explica cómo ha de entenderse
con daño propio personal.
un precepto judicial, en que erraban los ju
Dice el Crisóstomo: “Con arrancarle un
díos, creyendo que la venganza era un bien
ojo, no recuperas el tuyo, sino que pierdes
en sí misma. Pero es falso, porque querer el
además del ojo, la paciencia. El enemigo
castigo de alguien, no puede tener en abso
procura las heridas corporales para hacer he
luto razón de bien, sino solo en cuanto se
ridas en el alma. Si no respondes hiriendo,
desee por otra cosa. El castigo se puede de
parecerá que el otro te ha vencido; pero eres
sear por alguna razón distinta, por el orden
tú, quien ha vencido al enemigo. Si no pa
de la justicia; por la corrección del que fal
gas mal por mal, aunque pierdas un miem
tó, o para un justo temor de los demás. Si se
bro de tu cuerpo, adquieres el bien interior
ve que no habrá tales resultados, sino un
de la paciencia. Si te vengas, además del da
daño mayor, se debe evitar. A veces es nece
ño corporal recibido antes, te haces el daño
sario resistir a los malos; si el no hacerlo, les
del alma; no te hacen tanto mal los enemi
da audacia para hacer el mal a los sencillos.
gos al herirte como tú mismo, si por ello,
Al pecado se le ha de resistir siempre; a las
dejas de perseverar en el bien”.
injurias no se ha de resistir por venganza;
sino por el juez, por amor de la justicia, pa
2. Sentido de ofrecer la otra mejilla
ra evitar el daño, que puede seguirse a
otros, o el que se hace el que obra el mal; y En el Evangelio se nos manda estar pre
para utilidad de todos, por la utilidad de la parados a más: “Si alguno te abofetea la me
Iglesia, y la corrección del prójimo, para jilla derecha, vuélvele también la otra” (Mt
que no se acostumbre al mal. 5,39). Esta otra mejilla es el interior del
El precepto judicial de la ley, sobre la hombre; hay que hacer porque no se revele,
pena de talión, se refería al castigo de quie aun callando, sino que esté dispuesto a más,
nes habían matado, herido o golpeado. antes de resistir al mal con el mal, promo
Mandaba que sufrieran ellos lo mismo que viendo un escándalo, faltando contra la ca
habían hecho a otros, pagando “ojo por ojo ridad.
y diente por diente” (Ex 21,24; Mt 5,38). Dice san Agustín: “En vez de herirle tú
Esta ley establecía una medida, para evitar también, sufre con paciencia, si quiere he
que se excedieran más en la venganza, y pa rirte de nuevo”. “El que hiere al que le hi
ra refrenar con el temor de tales penas la au rió, dice el Crisóstomo, cumple el precepto
dacia de los ofensores. de la ley, pero no el de Cristo”. Y añade:
35. MONTE 3º: NUEVOS MANDATOS DE AMOR 315

“Lo ha merecido, dirás. Pero tú no has me- quier otra cosa necesaria, y te llevan a juicio
recidoque,
aquél herirle
siendo
a él,maldecido,
porque eresnodiscípulo
maldecía”.
de por tales cosas, no obres con ira: déjales tam
bién el manto, que necesitas menos. Según
to
como
Cristo
vitaquiebra
damiento,
Dice
a dar al enemigo.
elmejilla
lay conversión.
vence
san
lala indignación,
Beda:
hombrea“¿Qué
Cumpliendo
quien
se hace
calma
hay
nos
Asísemejante
golpeó?
tan
seeste
la obtiene
ira,
grande
man-
Es-
in-a san Agustín, esto se refiere a la disposición
del corazón, no a la vida práctica exterior.
Dice el Crisóstomo: “Si ves que te viene
encima un juicio, perdona aun lo que nece
sitas. Es mejor librarse de pleitos, que al
macenar materia para ellos. Es difícil dejar
plena paz entre los hombres”. una cosa; pero es más difícil salir de un jui
De nuevo san Juan Crisóstomo: “Esta cio sin culpa”. Y dice también: “Sufre la in
disposición a aguantar lleva al martirio. Fá juria, no te enojes con quien te injurió, ni
de
cilmente
corporales
antes,
corazón
en la
podrá
en
las
paz,
tiempo
injurias”.
soportar
se ha de
ejercitado
persecución,
los padecimientos
en soportar
el que te indignes por lo que te quitó; si te dejó al
go, tómalo y llévaselo espontáneamente. Si
te encuentra dispuesto así, despertará ense
guida, y le pesará de haber obrado mal”.
No se prohibe aquí, según san Agustín, San Beda lo extiende así: “Lo que se di
el castigo
apto para aplicarle el que vencepero
para la corrección; al odio
solocon
es ce del vestido, hay que hacer también con
las demás cosas, que temporalmente llama
el amor; como el padre no odia a su hijo al mos nuestras. Porque si se nos manda obrar
castigarle. No se puede desear la venganza así en lo necesario, ¿cuánto más habrá que
que,
por odio;
quiensí,
tiene
el castigo
el poder,
por
castigue
amor, de
paternal
forma despreciar lo superfluo? La ley dice que no
tomes lo de otro, aunque no des lo tuyo; la
mente al que comete la injusticia. Esta for gracia del Evangelio pide que además de no
ma de castigo es una forma de misericordia. tomar lo de otro, des lo tuyo”.
Dichoso el que está preparado a todo con Dice san Agustín que, cuando uno no
un mismo corazón, y que pueda decir, con
verdad, quiere ni libre, ni obligado, pagar lo que
que todo lo sufre por Dios, cantan debe, tanto que quiere tener pleito, convie
do con el profeta: “Preparado está mi cora ne perdonárselo, porque no está bien que
zón, Dios mío, preparado está” (Sal 108,2). un criado de Dios ande en pleitos; que esté
preparado a perder lo que se le debe. Sin
3. No discutir, dar el manto embargo, si trata con toda modestia y bon
El Señor, dice san Juan Crisóstomo, dad, de que se le restituya, no tanto por te
quiere
golpes en
luego
el dinero
que soportemos
y en otras cosas
también
diversas,
los ner el dinero, cuanto para corregir al que
puede pagar y no quiere, entonces no solo
también
marte pleito
el manto”
con grandeza para quitarte
(Mt 5,“Al
de ánimo. 40).
la que
túnica,
Noquiere
te déjale
opon-
ar no peca, sino que hará muy bien; ayudará a
que el otro no padezca daño en la fe por
alma.
al
aquietaran
gas,
suerte.
vestido
niSiluches.
quieren
No
adel
élquieras
cuerpo,
los
Elsoldados,
quitarte
Señor
hacer
y pierdas
permitió
lavaler
y que
túnica
con
tu
loque
él
derecho
echaran
o el
cual-
sedel
lo querer ganar dinero ajeno; el bien que le
hace es mayor sin comparación.
De dos modos sucede reclamar lo pro
pio: o ante un juez infiel, y esto no es lícito
a un cristiano, y más donde la Iglesia tenga
libertad; o ante uno fiel. En este segundo
316 PRIMERA PARTE

justicia,
caso, también
y así espuede
lícitoser:
a losodébiles
con modestia
e imper-y varse a la práctica, si el permitirlo animaría
al otro a robar, a aprovecharse y a hacer da
fectos;
engaño,
sas
dos.por
yas, les
A olos
puede
utilidad
reclamar
nireligiosos
ante
suceder:
propia
elsimplemente
juez,
que
reclamar
yyno
así
asíaeslos
tienen
sin
algunas
lícito
perfectos
cosas
lucha,
a su-
co-
to-
ni ño a otras personas; soportarlo en tales casos
no estará bien, a no ser por evitar escándalo
o un mal mayor.
Quitarle a uno la libertad de hacer el
mal, afirma san Agustín, es atarle para uti
no
la
perfectos,
sas
común,
utilidad
es
como
lícito; oen
y propias
porque,
así
común,
cosas
nombre
suyas,
aunque
ydeasí
lapero
es
de
congregación
nolícito
latienen
las
comunidad,
tienen
aunlasa por
co-
los
en lidad; porque no hay desgracia mayor que
la libertad de los que hacen el mal; la impu
nidad del castigo, como un enemigo inte
rior, alimenta y robustece su mala voluntad.

les
mún es ni
lícito.
propio,
Si notienen
tienen sin
dominio,
embargo
ni en
cosas
co- 5. Toda clase de injurias

destinadas al uso. Con todo será mejor sig Como dice el mismo san Agustín, en
nificarlo a un juez secreto, que reclamar en esos tres ejemplos de injurias se compren
juicio. den todas. Porque todas las cosas en que po
demos padecer alguna maldad, se dividen
en dos clases: una, en lo que no se puede
4. Prestarse, con generosidad
restituir; en eso el ánimo hinchado suele
“Si uno te fuerza a caminar una milla, buscar el goce de la venganza, que desea
vete con él dos”, si conviene (Mt 5,41). Si esos alivios, pero el sano y firme juzga me
alguien te obliga a un servicio injusto, sin jor soportar con misericordia la debilidad
culpa se entiende, debes estar dispuesto a ajena. La otra clase de injurias es cuando se
más de lo que quiere de ti. puede restituir del todo: lo cual puede ser
San Juan Crisóstomo explica: “Aquí de dos modos: una, en dinero, otra de obra.
tienes una filosofía desbordante, un colmo Ejemplo de la primera, la mejilla gol
de sabiduría. Cuando des la mejilla y el peada. De la segunda, la túnica y el manto;
vestido, y tu contrario quiera tu misma de la tercera, prestar servicio de caminar.
persona para trabajos a los que no tiene de Porque lo que está enfermo en el cuerpo,
recho, no se los niegues. El Señor quiere no se restituye; el vestido se puede resti
que lo tengamos todo en común, el dinero tuir; ayudar de hecho se puede, si es preci
y la persona; en común, no solo con los ne so. En esas clases de injurias, pues, el Señor
cesitados, sino aun con los injustos. Nos
nos enseña que el ánimo de los cristianos
quiere no solo misericordiosos, sino pa
sea pacientísimo y lleno de piedad, prepa
cientes”.
radísimo para soportar muchas cosas, por la
Según san Agustín, Cristo nos pide so
esperanza de la retribución eterna.
bre todo, la disposición interior: que no re
clames lo tuyo, para evitar un altercado, y
más
tenderse
servicio,
mo para
de lodispuesto
en
un
que
cuanto
caso
te mande.
particular;
interiormente
a la disposición
Todono
esto
deberá
adebe
servirle
de áni-
lle-
en- 6. Función social de la riqueza
que te prestes al que te requiere para un
No basta no hacer daño. Hay que hacer
bien. Por eso el Señor añade: “Da al que te
pida” (Mt 5,42). Ten paciencia sufriendo la
adversidad; pero, del mismo modo, preocú
35. MONTE 3º: NUEVOS MANDATOS DE AMOR 317

pate
concreto
una
hay que
cosa,
de la
dar,
qué alhay
loque
que sufren
que
hay
que
pide.
que
losdar;
dar;
otros. No
nopero
siempre
siempre
dice en
es como obsequio el afecto y la palabra. Estas
son las cuatro cosas que ofreció la Magdale
na a Cristo: lágrimas de compasión, cabe
llos de ayuda, beso de seguimiento, un
dar Al
en conciencia
que pide razonablemente,
si está en necesidad
se leyha
se de
lo güento de consuelo”.

se
puedes aunElcuando
lo des,dar. Señor aconseja
pudiera pasar
también
sin ello.
que 7. Prestación de bienes
“Y al que quiera que le prestes dinero,
Esta ayuda corporal a veces no será posible, no lo esquives”, negando, retrasando, dis
por no tener con qué; entonces ofrece al me minuyendo. Préstaselo, si lo pide razona
nos la buena voluntad, la buena respuesta, blemente; o explica la razón, si lo hace de
la oración. modo irracional.
Si pide sin razón, hay que darle la pala Presta con alegría: “Dios ama al que da
bra oportuna sobre lo irracional de su peti con alegría” (2 Cor 9,7); al que da con ale
ción, y el por qué de la negativa. También gría, con corazón puro, sin esperar nada pa
esto es parte de la justicia, una forma de ra sí. No prestes por una esperanza mate
ayuda, espiritual. No le das, entonces, lo rial. No esquives la misericordia, no pongas
que pide, pero recibe la corrección que es la esperanza en el hombre, sino en Dios. Él
mejor para él. El Señor manda dar al que te pagará con grandes intereses, lo que ha
pide, lo que honesta y justamente se pueda ces por orden suya.
dar. “No rechaces al que pide, dispuesto a de
menDicequitar
sanalAmbrosio:
que tiene,“No
que es
negar
mayor cri- volvértelo, dice san Agustín, pensando que
al pan
no tiene, si tú tienes en abundancia. El que Dios no te lo pagará. Dios te da el precepto,
y no quedará infructuoso ante él”. Al decir.
que retienes, es del hambriento. El vestido “Da al que te pide”...”no esquives al que te
que
entierras,
guardas, es precio
es el de la libertad
de las viudas. El dinero
deque
los pide prestado”, nos ordena estar preparados,
a la vez, para dos formas de hacer el bien: dar
miserables”. con benevolencia, y prestar al que nos devol
puedes prestar,enporque,
Te metes lo ajeno, al retener
como dice el Crisós
lo que verá. Si queremos ser perfectos, estamos obli
gados a las dos cosas, ayudando a todo el que
tomo, las riquezas no son nuestras, sino de pide y lo necesita, aunque sea enemigo. Si
Dios, que quiso hacernos sus administrado obramos como imperfectos, estaremos obli
res.
que Dadía
retrasa conque
espera generosidad;
tras se
día,
lo el que no
pidan lo vendas.
mucho,
ofende que El
alelnecesi-
lo gados, al menos, cuando lo veamos en suma
necesidad.
Dice el Crisóstomo: “Si se nos pide ayu
tado,
el
quefavor
leelcorrespondan,
que da con mala
son cara,
comoelsique
vendieran
espera da, demos con abundancia lo que podamos.
Así alcanzaremos más fácilmente lo que
que hacen. nosotros pedimos a Dios. Si despreciamos a
obligados,
Los quesi nono es
tienen
a los buenos
qué dar,sentimien
no están los que nos piden, ¿qué fianza damos a Dios
tos de“Sicompasión,
consuelo,
cias. noy tienes
a la ayuda
recursos,
a lassegún
buenas
dice
las palabras
circunstan-
la glosa, da
de para que él nos dé lo que pedimos? Se nos
manda, de mil maneras, que tomemos co
mo propia la necesidad y el sufrimiento de
los otros, y que, esperando la retribución
318 PRIMERA PARTE

eterna, no amemos más a la riqueza, que al “Habéis oído que se dijo: “Amarás a tu
hermano”. prójimo y odiarás a tu enemigo” (Lv 19,18).
Lo mismo se debe decir de la otra rique- Al decir prójimo, la ley abarcaba a todos;
za, la sabiduría y doctrina que no se acaba. amar con el afecto obliga a todos; en cuan
No debe negarse a quien la pida. La sabidu- to al efecto, según las circunstancias. Lo de
ría desdeña a los amos avaros; dándola a los odiar al enemigo no está, en cambio, escrito
otros, crece. Repártela, por Dios, a quien la en la ley; era enseñanza tradicional añadida
pida. No se la niegues a quien la quiera por los letrados, utilizando otros escritos. Si
prestada, para enseñar a otros. Dios te lo pa- alguien dijera que está contenido en otro
gará con gran interés. Las dos riquezas, cor- pasaje, entonces, según san Agustín, no se
poral y espiritual, se han de comunicar; la trataría de una orden dada a los justos, sino
material sin usura155, la espiritual con ella. de una permisión para los débiles.
Después sigue: “Y al que te quite lo tu- “Pero yo os digo: Amad a vuestros ene
yo, no se lo reclames” (Lc 6,30) con juicio y migos” (Mt, 5, 43). Amad a los hombres,
pleito; dinero, u otra cosa. No se puede re- no sus vicios; amad lo que son, no sus cul
clamar en juicio algo, con el ánimo turbado pas. Hay que amar a todos, dice san Agus
por ira y conmoción, o por afecto desorde tín, no sus errores. Debemos amar a los ene
nado de venganza, más que para la enmien- migos, deseándoles los bienes espirituales,
da del que faltó; o por avaricia, de hallarse que el hombre no puede usar mal. Los bie
mejor echando abajo al prójimo. nes naturales, materiales, se les deben de
sear si convienen para su salvación, cosa que
8. Amad a vuestros enemigos solo Dios conoce, ya que el hombre los pue
No hay que resistir a la injuria, dice el de usar bien o mal.
Amar a los amigos es un deber mayor.
Señor, sino estar preparados a soportar mu
El Señor no excluye la recompensa por amar
cho; siguiendo todo esto, enseña aquí que
a los amigos, sino que da a entender que es
debemos emplear el afecto y el efecto con
menor. El amor de los enemigos es de ma
los que nos injurian. Las obras justas no
yor mérito que el amor a los amigos, por
bastan sin amor. No basta no resistir al que
que requiere esforzar más la voluntad; y es
nos hace mal; es preciso amarle, de corazón
un amor más puro, porque procede del im
y con las obras. El Señor nos enseña así la
pulso de la gracia, y no de la inclinación de
perfección de la caridad, explicando el sen
la voluntad. Supone en fin mayor generosi
tido del precepto del amor del prójimo.
dad, pues no responde a méritos anteriores
Hay en la ley dos preceptos: Amarás a tu
que debamos al otro.
prójimo como a ti mismo; y amarás a tu
amigo. De ellos deducían, con error, que
9. Amor de corazón y de obras
debían odiar al enemigo; lo cual es falso,
pues debemos amar a todos los hombres, “Haced el bien a los que os odian”, dice
como imágenes de Dios, capaces de cono- el Señor. Que el amor se muestre en obras, en
cerle y amarle. cuanto sea posible, sobre todo en lo referen

155 “Usura”: préstamo excesivo. Desequilibrios de la economía mundial vienen, en parte, de altos intereses.

El medieval condena todo interés en un préstamo. Cristo habla a hermanos que deben ayudarse. Y todos somos
hermanos: “Porque todos vosotros sois hermanos” (Mt 23,8). Dios, en cambio, nos paga con creces, “con usura”.
35. MONTE 3º: NUEVOS MANDATOS DE AMOR 319

te
amar
nesadela
a lalos
salvación.
gracia
enemigos,
de Dios
Tenemos
procurándoles
y de laobligación
vida eterna.
los bie-
de pueden dar: rezar por la salvación de los
hombres. Así añade el Señor: “Bendecid a
los que os maldicen, rezad por los que os
general,
prójimo”.
Hay que
según
Amarle
amar
está
con
al enemigo
dicho:
un amor
“Amarás
con
especial,
un amor
a en
tu maltratan” (Lc 6,28). Desead en voz alta la
gracia y la gloria a los que os abajan o mal
dicen o blasfeman contra vosotros, echán
cambio,
obligación.
especial
dos con el
apertenece
todos;
amor
No seni
general
manda
es
a la
posible.
perfección,
debido
amarSí,
con
alamar
prójimo,
amistad
noaato-
la doos un crimen falso.
De esto el Señor dio ejemplo, colgado
de la cruz; y san Esteban apedreado; y Da
vid maldecido por Semeí.
en cuanto tal. Se puede injuriar odiando, calumnian
común,
cer
ponden
tanto,
muestra
migos;
bien
Lasno
formas
ano
son
de
aes de excluir
lalaodio.
habría
lícito
caridad
beneficios
sociedad
amor
ya
común
yamor
exteriores,
general,
rezar
de interior,
ellos
común,
porcomo
atodos
que
losy,ene-
sino
res-
por
ha-
en do, maldiciendo y en fin hiriendo con las
manos. El Señor aplica los remedios corres
pondientes: “Amad a vuestros enemigos;
bendecid a los que os calumnian, haced
bien a los que os odian”. “De tres modos,
dice la glosa, se persigue a la Iglesia: con el
odio, las palabras, los tormentos. La Iglesia,
Del mismo modo, en extrema necesi al contrario, ama, ora, hace el bien. Si que
enemigo.
dad, hay Fuera
que ayudar
del casoa de
todos,
necesidad,
también
hacer
al remos ser perfectos cristianos debemos ha
cer el bien a nuestros enemigos, de corazón,
so,
beneficios
sino que
especiales
perteneceal enemigo
a la perfección
no es forzo-
de la amándolos; con las palabras, orando por
ellos; con las obras, haciéndoles bien”.
caridad. El imperfecto está obligado a dejar
el rencor del odio al enemigo, y a desear el 10. Padre, sobre justos e injustos
bien del enemigo, tanto si le pide perdón, Jesús daba un mandamiento grande, y
como
ne obligación
si no se lode
pide.
hablarle
Si le pide
y saludarle.
perdón, tie-
El añade un gran el premio. Amad, dice, y ha
ced el bien, orad por vuestros enemigos,
que quiera vivir la plenitud de la caridad, “para que os portéis como hijos de vuestro
debe
con también
lo hagamos
eso hacer
le hacemos
con beneficios
este
un fin,
bien,paratemporales
con sacarle dela
tal de que Padre que está en el cielo” (Mt 5,45). Hijos
su enemigo, y proporcionarle lo necesario, por la imitación de la bondad, por la adop
paramos
tanto si lealpide
enemigo
perdón,
de como
nuestrasi no.
comunión,
Y si se- ción de la gracia, por la formación, por la
adopción de la herencia; de forma que, co
mo sois hijos por la naturaleza y la creación,
lo seáis por la gracia e imitación, en lo que
error. le es más propio: el tener piedad y hacer el
mento
la corrección
“Haced
de labien,
mente,
corporal;
dice
que
la todo
glosa,
es la instrucción,
en
dando
la Iglesia,
el ali-o bien.
Pro eso dice san Beda: “Ningún premio
puede ser mayor que éste: que los hijos te
hasta la excomunión, tiende a una sola cosa, rrenos sean hechos hijos del Altísimo que
a que todos sean hermanos y amigos”. está en el cielo. Porque, por el poder reci
ciónHay
y queuntodos,
bien, por
que más
se refiere
pobresa que
la salva-
sean bido, somos hechos hijos de Dios, si cum
plimos lo que se nos manda”. Y añade:
320 PRIMERA PARTE

“Que hace salir el sol sobre malos y buenos, el bien a todos, porque, como dice Séneca:
con
bién
na
y5,45),
amigos
hace
alimento
elenemigos.
esplendor
agradecidos,
llover
que aalos
sobre
todos,
Porque
del
enemigos.
justos
osol,
los
no;
alimenta
y ilumina
amigos,
e Les
injustos”
proporcio-
igual
ao todos
tam-
a(Mt
los “cuando se hace bien a otro, no puede uno
dejar de hacérselo a sí mismo”.
La perfección del amor no puede ir más
allá del amor a los enemigos. Por eso el Se
ñor, cuando mandó amar a los enemigos,
enemigos
distinción
retira
dos,
dos laaunque
sus
tierra,
beneficios
suyos.
a todos por su parte
inundándola
ellosSu
lospiedad
comunes
beneficios
con
distribuye
la
aselos
fecundalluvia. No
to
dedeclaren
malva-
la vida
para sin añadió enseguida: “Sed perfectos, como
vuestro Padre celestial es perfecto” (Mt 5,
49), Cumplid la ley del amor, haced el
bien incluso a los enemigos, como se lo
hace Dios, a pesar de su maldad. Dice el
Crisóstomo que así como los hijos se pare
presente. cen a sus padres en determinados rasgos,
Por eso dice san Jerónimo: “No quieras así los hijos de Dios se parecen a él en la
negar tú lo que Dios no niega a nadie, aun santidad. Y que no hay nada que nos ase
bien
das”.
que sea
sin un
preguntar
blasfemo,
a quién
o un das,
malvado.
sino por
Hazqué
el meje tanto a Dios, como perdonar a los
que se portan injustamente con nosotros y
rezar por ellos.
Como se ha dicho, rezar en general por
los enemigos y hacerles el bien, en cuanto 11. Un deber de amor mayor
se incluye la generalidad del pueblo, es un El Señor apoya lo anterior con el ejem
precepto, como el que se les ame así; pero plo de los publicanos y gentiles que aman a
hacer esto de modo especial, no es de pre sus amigos y les hacen bien. Si queremos
cepto, sino de perfección. tener una recompensa mayor que la de
San Juan Crisóstomo describe la subida, ellos, debemos hacer más que ellos, por
mandamiento.
grandes
por nuevepasos
escalas,
nos
Dice
subelaelperfección
a así: Señor
“Ya ves
a lapor
cumbre
de este
qué Dios, extendiendo el amor a los enemigos.
“Pues si amáis a los que os aman, ¿qué re
compensa tendréis?” (Mt 5, 46); es decir, en
de
el
rir.
recibimos.
mismo
laAlverdad,
quecielo.
nos Nohieren,
Sihasta
nos
hirió,
meternos
ser
no los
darle
no
primeros
poco
más
haceradepoco
loen
lomis
que
he-
en la vida eterna. Se puede aplicar aquello:
“Han recibido su paga”. (Mt 6,2).
Amar a los que nos aman es natural. No
procede de la caridad, que se extiende a to
mo, sino tener paz. Ofrecerse a sí mismo a dos los hombres: lo hace la naturaleza. Amar
soportar
odiar
cerle
más de lasque
beneficios
al lo
que injurias.
os hiere.
de
quiere
buenaOfrecerse
Amarle,
el gana.
que las incluso
incluso.
Pedir
hace. Noa
a Dios
Ha- a los que no nos aman, es cosa de la gracia.
No amar a los que nos aman, es una perver
sidad. No amar a los que no nos aman, es
propio de la imperfección humana.
por
de
tan
amio él”.
Dios,
tan
Esta
gran
igual:
gran
enes
precepto.
cuanto
los
lapremio,
cumbre
hombres
esNadie
posible.
porque
deselaantes
hacen
filosofía,
Hay
seasignó
semejantes
promete
que digna
hacer
pre-a “Y, si saludáis solo a vuestros hermanos,
¿qué hacéis de más?” (Mt 5,47). Si deseáis
el bien y mostráis amor solo a los que están
unidos con vosotros por motivos naturales,
¿dónde está la perfección del amor? “Si so
lo hacéis el bien a los que os lo hacen a vo
35. MONTE 3º: NUEVOS MANDATOS DE AMOR 321

sotros, ¿dónde
neficio es natural,
recibidoestá la gracia?” Pagar elespe
sin mérito be- 12. El amor natural; el de la gracia
El amor natural puede proceder de al
cial ante Dios. “¿No lo hacen también los
guna utilidad o agrado, o también de cier
publicanos y gentiles?” Publicanos, los que
to sentido de honestidad, por la costumbre
cobraban los tributos públicos; gentiles, los
moral de la amistad; pero por sí no puede
que siguen la generación o vida natural, ba
merecer la vida eterna. Solo cuando las
jo la ley del pecado. muestras de amor proceden de la caridad
“Si dais prestado solo a aquellos de que viene de Dios, merecen delante de él.
quienes esperáis cobrar, ¿qué mérito te
Solo la caridad distingue a los hijos del rei
néis”, ante Dios? (Lc 6,34). Dice la glosa: no de los hijos de perdición.
Si esperáis recibir, es que no dais por Dios. Amar por amor recíproco es natural.
Si prestáis con la esperanza de la retribu Amar por un beneficio que se ha recibido o
ción humana, ya habéis recibido vuestra se espera recibir, es interesado. Amar por el
paga. Porque “también los pecadores dan deleite de la familiaridad mutua, es malo.
prestado a los pecadores, para cobrar otro Amar consintiendo al pecado, es perverso.
tanto” (Lc 6,34) Es como si dijera, según Amar por una buena obra, es propio de la
san Beda: Si guiados por la naturaleza sa gracia. El que ama al prójimo porque es bue
ben ellos hacerse el bien mutuamente, vo no, o para que lo sea; el que le ama porque
sotros, que tenéis una profesión tanto más somos miembros de un mismo cuerpo e hi
santa, ¿no abrazaréis en caridad a los que jos de un mismo Padre, ése es el que ama de
no os aman? verdad.
Dice el Crisóstomo: “Pues ¡qué dignos Se trata de un amor espiritual, que no
seremos de castigo, si debiendo hacer nues se acaba nunca. El amor carnal se desvane
tra vida semejante a Dios, no somos siquie ce pronto, como la misma carne. El amor
ra como los gentiles!” Y añade: “Si no so de los publicanos y gentiles, en que está so
mos mejores
dignos de lágrimas?
que losNos
gentiles,
hallamos
¿notansomos
lejos la la naturaleza sin la gracia, les hace amar
se mutuamente, pero en cuanto entienden
de amar a nuestros enemigos, que no res que no son amados, dejan de amar. Nos
pondemos al amor
inclusoiguales
quiera a los que
a los
nos
degentiles
los
aman;
amigos;
ynopublicanos.
somos
odiamos
si- otros debemos amar a todos, hacerles el
bien, tenerles afecto, y buscar su salvación.
Debemos amar sin preguntar a quién, ni
los
Cristo,
que él,
nosquiere
ofenden,quesino
no solo perdonemos a por qué. De esta forma crecen el amor y la
rir
oremos
al que
porteellos.
hirió,
Si ytetecontentas
apartas
que los con
amemos
no he-y concordia.
Hay que amar, en efecto, en la esperan
quieres
el dolorverle,
túvaque
creciendo
queda
te perdone
la herida
en Dios? depecho,
él no
el corazón.
en ¿Qué
el y¿Así
no
te
y za de la retribución divina, no la humana.
Dios es el principio de todo bien; así quie
re ser también el fin. Por eso nos dice. “Yo
soy el Alfa y la Omega, el principio y el fin”
castigue, pero se aparte de ti, guarde la me- (Ap 1,8).
moria de tus culpas y no quiera ni verte? Dice san Agustín: “El que ama al amigo
Pues pórtate
como quieres con
que se
losmuestre
que te Dios
han ofendido
contigo, por alguna utilidad, no ama al amigo, sino
la utilidad. Como, por otra parte, no hay
cuando le pides perdón de los culpas”. nada mejor ni mayor que Dios, a Dios se le
322 PRIMERA PARTE

ama perfectamente por él mismo. Si se le Dice san Juan Crisóstomo: “No nos hie
ama por los bienes que da, no se le ama gra- ren tanto los enemigos, si nos hacen daño,
tis”. Y añade: “Amemos gratis a Dios, de cuanto por su maldad, si perdemos la cons
forma que el premio de nuestro esfuerzo tancia de la bondad, vencida en su buen
por servirle sea estar con él. No debemos propósito. No odies al que te hace mal; no
buscar nada por nuestro amor a Jesús, sino maldigas al que te oprime. Ámalos. Te ha
su suave presencia”. cen sufrir, pero así te traen grandes bienes y
Y san Bernardo: “A Dios no se le ama un grandísimo honor, si sabes responder a
rar
sin premio,
demasiado
aunque hay queEl
al premio. amarle
que ama
sin mi-
de su mal con el bien. Si no lo haces así, sufres
el trabajo y pierdes el fruto; haces el gasto y
verdad, no busca el premio, sino que lo no adquieres nada; sufres lo más, y por no
merece”. sufrir lo menos, lo pierdes todo.
“Pero ¿cómo será posible, dirás, todo es
13. Exhortación al amor to? Has visto a Dios hecho hombre, descen
nosotros.
Amemos,
Pasepues,
lo que
a los
pase,
quehagámosles
se oponen ela diendo a tales extremos por su salvación y
¿preguntas todavía cómo será posible per
donar las injurias? Los otros son, como tú,
bien, para ser perfectos, en nuestra medida, criados suyos. Me han hecho sufrir mucho,
como es perfecto nuestro Padre que está en dirás. ¿Has padecido algo semejante a lo
el cielo; porque el Señor, perfecto, quiere que padeció el Señor de todas las cosas? Si
tener fieles perfectos. Seamos lo bastante de verdad has sufrido demasiado, entonces
perfectos para amar a Dios y al prójimo, es- págale con mayor beneficio al que así te ha
forzándonos en llegar a la cumbre de la per- hecho sufrir. Así merecerás una corona ma
fección que es amar a los enemigos y rezar yor y liberarás a tu hermano de un peligro
por ellos, como lo hizo el Señor. más grave”.

Oración

Señor Jesucristo, maestro de paciencia y humildad.


Dame a mí, el último de tus criados, tenerme por inferior a todos, deseando ser despre
ciado y soportando toda ofensa personal.
Concédeme también que ayude generosamente a quien me lo pida o lo necesite. Que
ame de corazón, palabra, y obra; a los amigos y también a los enemigos.
Que sea capaz de hacerles el bien, de rezar por ellos, para ser, por tu gracia, del núme
ro de tus hijos. Amén.
36. MONTE 4º: INTENCIÓN Y BUENAS OBRAS 323

36. MONTE 4º: INTENCIÓN Y BUENAS OBRAS


Mateo 6,1-7

1. Premio de las buenas obras 2. Tres clases de obras buenas


tra
plir.propia
Debemos
Estadgloria,
precavidos,
obrarcosa
el bien,
bien
nossin
difícil
viene
buscar
de
a decir,
nues-
cum- Ahora puntualiza el Señor en qué no
debemos buscar la gloria vana de los hom
bres: en hacer el bien, en la oración, en el
contra las
insinúa malas
para artes
echar de la soberbia,
a perder lo mejor.que se
“¡Te- ayuno; tres cosas que pueden alimentar la
vanagloria espiritual. Son obras buenas. Sa
ned
paracuidado de no practicar
que os favorezca vuestra justicia
el mundo, tisfacen por las ofensas; la limosna, el hacer
delante de los hombres para que os vean!”, el bien, por las ofensas contra los demás; la
porque “de oración, por las ofensas contra Dios; el ayu
lo
vuestro
contrario
Padreno tendréis recompensa ante no, por los pecados contra sí mismo. Tie
que está en el cielo” (Mt 6,1). nen fuerza especial contra las tres raíces de
por
El trabajador
cuyo amor,debe
o a cuyas
recibirórdenes
su pagatrabaja.
de aquél
Si cuantos pecados y males hay en el mundo:
el hacer el bien a otros, contra la codicia de
Dios no entra como motivo en nuestro tra los ojos; la oración, contra la soberbia de la
castigo.
bajo, noLos
tendremos
que quieran
recompensa
recibir aquí
suya,
el sino
pre vida; el ayuno, contra la concupiscencia
carnal.
mio de la alabanza humana, ese aire ligero
del
birán
favor
su paga.
de losSihombres,
la intención
solosededirige
estos sola
reci- 3. Cómo hacer el bien a otros

mente a los hombres, no hay que esperar Dice, pues: “Por tanto, cuando des li
con justicia nada de Dios; él no premia tan mosna, no mandes tocar la trompeta delante
to la virtud como la causa de la virtud. Ten de ti, como hacen los hipócritas”; es decir,
drán como premio lo que buscaban. Por su no lo hagas en público, porque quieres bri
mala intención se privan del premio verda llar y gloriarte en lo que haces, ni te pongas
dero y además merecen castigo por vana a publicarlo, como quien toca una trompeta.
gloria; tanto si precede a la obra, como si la No le agrada a Dios. Los que buscan así el
sigue. honor transitorio, pierden el eterno.
ciencia
Dicedisminuye,
Boecio: “El cuando
valor desela muestra
buena con-
el “Os aseguro: ya tienen su recompensa”
(Mt 6,2). Buscaban la recompensa humana;
fruto y se recibe el premio de la fama”; y ya la han recibido; les queda el castigo de su
de
añade:
su conciencia;
“El sabio mide suelbien
no por rumor
por popular”.
la verdad mala intención.
“Tú, en cambio, cuando des limosna,
Los que viven en plenitud el Evangelio, cuando ayudes económicamente a otro, que
dice
obras
car
gozan
que lasan
buenas
gloria
con
Gregorio,
gesto
del
antepersonal,
verdadero
los
cuando
hombres,
tienen
enAutor,
lassaben
que
alabanzas
y no
hacer
bus-
se no sepa tu mano izquierda lo que hace tu
derecha”. La izquierda es el gusto de lo te
rreno; la derecha, la sana intención de cum
plir los preceptos de Dios. El sentido del
der elreciben.
bien que
Loshacen,
débiles
porque
tienennoque
vencen
escon-
ni pasaje es que no se mezcle ninguna inten
ción desordenada cuando procuras cumplir
desprecian del todo la gloria humana. la voluntad de Dios.
324 PRIMERA PARTE

de
puede enal tu
queoculta”,
oculta
“De
noofrecerse
pueda
modo, quedar
menos
añade,
abuenaen
los ojos
oculta
que
conciencia,
tuhumanos.
tu
intención;
delimosna
hecho.
Para
queQue-
que-
aun-
no
tu impediría elevar tu mente, “reza a tu Padre
que está en lo oculto”. Según san Remigio
quiere decir: Te baste a ti que conozca tu
oración solo aquél que conoce los corazones
ocultos de todos; él es el que lo ve, él será el
premiará”
dre
por
premio
rior.
la intención
de
la“Y
gracia
todos
tetubasta
(Mt el
Padre
de
por
de6,4).
cada
lalaúnico
adopción,
que enyve
creación,
corazón.
Tu ve
padre,
que ello
de en
Dios,
que
oculto,
lostuconoce
el
justos
inte-
Pa-
te que lo escuche. “Y tu Padre, que ve en lo
oculto, te premiará” (Mt, 6.6), con el fruto
de la oración.
Dice san Juan Crisóstomo: “El que ora
en secreto para que los hombres se enteren,
no mira a Dios, sino a los hombres. En su
nozcan
No hay
nuestras
que temer
buenasqueobras,
los hombres
sino co- intención es como si orase en las sinagogas,
que las buscando doble alabanza: de rezar y de rezar
hagamos nosotros para agradarles y para ob en secreto. En cambio, el que internamente
tener
Dios ysudel
alabanza.
prójimo,Sisiobramos
no deseamos
por amor
que de
lo mira a Dios, aunque ore en público, es co
mo si orase a solas. Se debe evitar en todo
sepan los hombres, sino Dios, entonces, caso lo llamativo, orando a voces, golpean
aunque
da no sabe
demos
qué en
hace
público,
nuestranuestra
derecha.izquier- do el pecho, o extendiendo las manos”.
Hay dos formas de oración: la pública y
los
ro
hacer
con
Dice el
hombres.
enlapúblico,
intención
Crisóstomo:
Y sesin
puede
de
hacerlo
que
hacer
“Else
para
bien
sepa.
a ocultas,
quesePor
lopuede
vean
pe-
eso la privada. La pública que hacen los minis
tros en la iglesia; ésta debe hacerse, no en
oculto, sino ante el pueblo; se ofrece por to
da la comunidad, y el pueblo debe unirse a
Dios no corona, ni castiga el hecho mismo, los ministros, pidiendo también a Dios, del
sino la voluntad. Decreta la recompensa o el modo que les toca.
castigo, según el fin del que lo hace. La vir La oración privada, en cambio, es la que
tud no está en hacer el bien, sino en hacer se hace en secreto, por dos razones: primero
lo como conviene”. Así el Crisóstomo. porque la oración es elevación del alma a
Dios; el alma se eleva mejor si estamos en
4. La oración; modo de rezar lugar secreto, separados del tumulto. Cristo
sinagogas
critas,
“Cuando
que yson
en
recéis,
amigos
las esquinas
node
seáis
rezar
como
dedelas
pie
losplazas,
en
hipó-
las da un consejo oportuno a los que quieren
rezar, diciéndoles que entren en su habita
ción, la interior, y cierren la puerta de los
para exhibirse ante los obres”. Como dice el sentidos, por los que se introduce la turba
bres,
mala,
digo
Crisóstomo,
de
no
y elverdad:
queSeñor
buscan
los añade
oiga
ya tienen
que
Dios.
la los
consecuencia:
su
Su
vean
recompensa”
intención
los hom-
“Os
es de imágenes que estorban la oración. Reu
niendo todas las fuerzas del espíritu, la ora
ción brotará del corazón con más fervor, ha
cia el Padre, desde la habitación privada de
(Mt 6,5), de alabanza pasajera; les queda, en la intención interior. En la medida en que
gue
ción“Tú,
ely, ruido
cambio, cerrada
cuando
su delalareces,
castigo. puerta”,
genteentra
a tu
para
en
retiro,
que
tu habita-
no
quelle-
te el hombre desprecia lo que está fuera de él,
tanto puede recogerse en sí; y en cuanto se
recoge en sí, tanto puede elevarse sobre sí a
la oración y contemplación de Dios.
36. MONTE 4º: INTENCIÓN Y BUENAS OBRAS 325

pagana
cho,
que
chados”;
tas El
ogracias
como
suaves,
Señor
dea Dios
rezar:
hacen
a excluye
su
como
no
palabrería,
“Al
los
learezar,
también
doblegan
gentiles,
los jueces
no
vanhabléis
una
palabras
pues
ahumanos.
ser
manera
creen
escu-
mu-
al- Se pueden multiplicar las palabras en la
oración, para que la significación misma de
las palabras de devoción eleve mejor nuestro
espíritu a Dios. Así también se elevara el
hombre, todo él, con su voz corporal en él,
según el texto: “Mi corazón y mi carne se
“Antes
sabe
desea
yendode
cada
que
de
quépedírselo
corazón;
daban
tenéisanecesidad”.
conocer
erraban
vosotros,
cosas
losvuestro
Él
gentiles
oye
a Dios.
lo
Padre
cre-
que llenan de gozo en el Dios vivo” (Sal 84,3).
No se puede dar en esto norma fija. Hay
que emplear en la oración lo que uno ve que
le ayuda para despertar la devoción. Si ve
pasó
prolongaba
hibe
cían
las palabras
No
usar
los
la noche
prohibe
gentiles
lasmás
en
palabras
en
laelsu
oración,
oración:
para
Señor
oración”
enrezar
que
lasin
“puesto
oración,
(Lc
asemás.
los
multipliquen
22,43).
demonios,
en
Él
como
mismo
agonía
Pro-
ha- que las muchas palabras le distraen y le im
piden la devoción, como sucede a veces, de
be dejar las palabras y rezar a Dios con afec
tos del alma, Cuando oramos a Dios, dice
san Agustín, necesitamos piedad, no abun
dancia de palabras. Una cosa es hablar mu
pensando
suadirles
gestos y palabras
como
que no
a los
les
exteriores;
hombres;
entenderían
que
pensaban
si
podían
no hacían
tam
per- cho y otra sentir mucho. Este asunto se re
suelve más con gemidos que con mucho
charlar; más con llanto que con voz. Ha
bién que los demonios a quienes oraban, es blando de la oración privada, voluntaria. Las
taban a veces lejos, y que había que hacerlos oraciones públicas hay que pronunciarlas de
venir, a fuerza de palabras; tales cosas deben modo que puedan seguirlas los demás.
desaparecer de la oración de los fieles.
Sí debemos, en cambio, usar la oración 5. Sobre el ayuno cristiano
vocal. Es una forma de alabanza a Dios, co El Señor nos enseña a huir de la hipocre
mo la de corazón, y la de obras. Despierta, sía también en el ayuno: “Cuando ayunéis,
además, la memoria, recordándonos que de no pongáis la cara triste como los hipócritas”
bemos
ra
dosiempre
su oración.
pedir,
enysilencio,
La
sacude
oración
lasepereza.
vocal,
dormiría,
en
Sifin,
uno
olvidan-
ayuda
reza- (Mt 6,16). En la voluntad está la raíz prime
ra del bien obrar; por eso prohibe el querer
ponerse triste a propósito. No prohibe estar
a los demás, invitándoles a hacer y, lo mismo. tristes. Según el Crisóstomo, el Señor sabien
mosDios
apreciar
quiere
lo que
que oremos
nos da para que sepa- do que no puede estar alegre el que ayuna,
deseándolo, no dijo: No estéis tristes; sino: No queráis
merezcamos
dírselo
Como
ra
mismo
contarle
dice
acontarmás.
quien
algo,
sanalgo No
losino
sabe.hemos
Jerónimo,
a quien
para de
Conviene
no pensar
pedírselo;
lolo
ignora
hacemos
rezar,
que que
no es
dice
pe-
pa-
lo poneros tristes, cosa bien diferente.
hablamos inútilmente a quien ya lo sabe. Un ayuno prolongado naturalmente
causa tristeza. Pero los hipócritas quieren
aparecer tristes, no lo están, sino que lo
buscan, para que la tristeza de su rostro in
dique falsamente que ayunan. “Se estropean
para
por
humillamos,
el Crisóstomo,
esta
atraerle,
conversación
recordando
para
no para
hacernos
frecuente,
informar
nuestros
familiares
aen
Dios,
pecados.
quesuyos
sino
nos la cara”, y deforman sus cuerpos con vesti
dos ásperos, “para exhibirse ante los demás
como ayunadores”. Siempre parecen tristes,
como si padecieran por las culpas ajenas.
326 PRIMERA PARTE

Buscan una tristeza extraña y exagerada; ayunando, muestres a Dios un ánimo alegre.
más
descuidan
de lareligiosos
penitencia;
el vestido,
que
quieren
los para
demás;
que
simular
los
quetengan
los
el hom
rigor
por Tanto en el ayuno, como en el hacer bien a
los demás, es necesaria la alegría del alma.
“Dios ama al que da con alegría” (2Cor 9,7).
bres
quieren
humana
han
amenaza
¡Qué el Señor:
los alaben
recibido por
aparecer.
que
vana querían,
su
locura!
paga”;
Con
“Os esdigo
ello.
No porque
castigo
tan
quieren
breve,
de la
grande
verdad:
ser
alabanza
que
lo que
les
no
ya Lo mismo, al que ayuna con alegría.
Dice san Agustín: “Hay que advertir
que este precepto se refiere al hombre inte
rior. Ungir la cabeza se refiere a la alegría;
lavar el rostro, a la limpieza. Unge su cabe
za, el que se alegra internamente, en su alma
alabanza
tiene casidel
nada
malvado
de presente.
es breve;
Decía
el gozo
Job: “La y en su mente, y no busca la alegría exterior
hipócrita, como un instante” (Job 20,5).del de las alabanzas humanas. Lava su rostro, el
que limpia su corazón para ver a Dios, qui
versión
vea No
que
hibeque
nos
la prohibe
por se
favorezcan
virtud;
ayunamos,
los pecados.
Dios
los
prohibe
sino
lahombres.
No
tristeza
el buscar
su
prohibe
simulación.
No
decon
la
se
quecon-
pro-
ello
se tando cuanto pueda ocultar su vista”.
Según san Juan Crisóstomo, hay que
ungir la cabeza que es Cristo con el aceite
de la piedad, recibiendo a los pobres. Y hay
que lavar el rostro de la intención, hacién
Dice el más
y,
¡cuánto Crisóstomo:
malvado“Siseráelelque
queayuna y se
no ayuna dolo por Dios.
muestra triste a propósito, es un hipócrita, “Para que tu ayuno sea visto no por los
hombres, sino por tu Padre, que está en lo
condefingida
diversos
palidez,
modos,en señal
desfigura
de ayuno!”.
su rostro secreto” (Mt 6,17), cuya gloria debes buscar
en todo; Dios está en lo escondido de la re
Añade luego el modo debido de ayunar: compensa, oculta para los que le temen. No
“Tú,
la cabeza
en cambio,
y lávatecuando
la cara”.ayunes,
Es unaperfúmate
metáfora; puede ser visto ahora en la vida presente,
aunque está en todas partes. “Y tu Padre”,
según san
ungirse la cabeza
Jerónimo,
con los
aceite en las fiestas.
palestinos solían que no se olvida de sus hijos, “que ve en lo
escondido”, y aprueba la intención recta y
tros el
Nada
tristeza.
alegría,
con extraños.
de
agua
contra
Muéstrate
andar
delalasucios,
tristeza
limpieza,
alegrenada
de
con
losde
contra
elhipócritas,
aceite
aparentar
losde
ros-
lay secreta, “te premiará”, te recompensará tu
ayuno, porque “Dios pagó a los santos el sa
lario de sus trabajos” (Sb 10,17).
Dice san Remigio: “Te basta con que sea
tu pagador el que es inspector de tu mente”.
aspectos
Espiritualmente
de la vida interior.
se puedeLava
aplicar
el rostro
a dos Sobre la utilidad del ayuno, dice san
Agustín: “El ayuno limpia la mente, eleva
interior
mal de la conciencia, limpiándola del los sentidos, somete la carne al espíritu, tri
decir,
una
Dios.
alma, En
es agradable,
por
conciencia
tu
dirigiendo
lainteligencia,
segundo
confesión;
humanamente
limpia
tus
lugar,
como
pensamientos
lo es
unge
másun
agradableallimpio
hablando,
elevado
rostro
tu cabeza,
de
bien,
ante
así
tu
es tura y humilla el corazón, dispersa la niebla
de las pasiones, apaga la impureza y encien
de la luz de la caridad”.
Según el mismo santo, como hay una
arrogancia de lo corporal, de su elegancia y
apariencia gloriosa, la hay también del de
gozándote en la devoción, de forma que, saliño, cosa más peligrosa, porque engaña
36. MONTE 4º: INTENCIÓN Y BUENAS OBRAS 327

con apariencia de servicio de Dios. De todos ces por la filosofía; pon otro nombre a tu
modos, por las demás obras se podrá juzgar. propósito; llámalo salud, debilidad, desidia.
Por tanto, convendrá optar por un término Gloriarse del ocio es también ambición.
medio: al cristiano no le está bien el exceso, Hay animales que borran las huellas junto a
ni de elegancia, ni de desaliño. su madriguera. Hazlo tú también, porque si
no, no faltará quien te persiga. Lo mejor es
6. Evitar alabanzas y vanagloria no dar a conocer su descanso, esconderse, en
cerrarse y no pasar del umbral de tu casa en
Debemos desear la virtud por sí misma muchos años. El que convierte su ocio en
y por Dios, no por los hombres. Dice el Cri una comedia, está convocando a la turba.
sóstomo:
ciar la gloria
“No es
humana.
pequeñoEsto
adelanto
libra despre-
de una Cuando te quieras apartar, no lo hagas para
que los hombres hablen de ti, sino para ha
grande esclavitud, y permite practicar la blar tú contigo. ¿Qué haces retirado? Curo
virtud, por sí misma, no por otros”. mi llaga. Si te mostrara mi pie hinchado, la
El Señor junta a la oración, el hacer el mano sin color, secos los nervios de la rodilla
bien, y el ayuno. La oración es como una triturada, me dejarías descansar para curar
avecilla, que penetra en el cielo con dos alas; me. Pues mayor mal es este, que no te pue
la aportación
corporal. al bien común,
La oración y la abnegación
va en medio, porque se do mostrar. No quiero que me alabes, no
quiero que digas: ¡Qué hombre más extraor
eleva entre ellas, como si fueran sus alas de dinario! ¡Lo ha despreciado todo y ha huido,
recha
cielo ye sube
izquierda;
hastavolando el penetra
Dios. Enasí, libro deenTo
el condenando todos los furores de la vida! No
he condenado nada, sino a mí mismo. No
bías se dice también: “Buena es la oración, tienes por qué venir a mí para aprovechar.
con el ayuno y la limosna” (Tb 12,8). Te equivocas, si esperas hallar aquí alguna
Por tanto, en todas nuestras obras debe ayuda. Aquí no vive un médico, sino un en
mos huir la alabanza humana, ya que como fermo. Prefiero que, cuando te vayas, hables
dice Boecio: “El sabio no mide su bondad así: Pensaba yo que este hombre era dichoso
por el rumor popular, sino por la verdad de y sabio. Abrí los oídos, pero me defraudó.
su conciencia”. Hasta en el ocio debemos No vi ni oí nada de lo que deseaba, ni nada
evitarla. a qué volverme. Si sientes así, si hablas así,
Dice Séneca: “Ocúltate en el ocio, pero algo has llevado ya a cabo. Prefiero que per
oculta el ocio también. No digas que lo ha- dones mi retiro, a que me envidies”.

Oración

Señor Jesucristo, que en todas tus obras nos diste ejemplo de humildad.
Guárdame, dentro y fuera, contra los peligros de la soberbia; que no quede lugar ex
puesto a los enemigos de mi alma.
Dame que no busque la gloria humana, ni el favor del mundo, en la caridad, en la ora
ción, en la mortificación, o en cualquier otra cosa buena. Que lo haga puramente por amor
de Dios y del prójimo.
Dame que no presuma vanamente de lo bueno que hago. No me suceda que, por reci
bir ahora mi paga, me quede sin la paga verdadera y sea echado en el castigo eterno. Amén.
328 PRIMERA PARTE

37. MONTE 5º: ORACIÓN DEL PADRE NUESTRO


Mateo 6,9-15

1. La oración del Señor, la mejor ción, si oramos con ella como conviene. Por
más que recorramos todas las palabras de
Entre otras cosas que se dicen de la ora
las demás oraciones, no hallaremos cosa que
ción se inserta la oración del Señor, que so
no esté aquí. El que dice algo que no puede
bresale entre todas las demás oraciones por
verse comprendido en esta oración evangé
muchos motivos. Por la autoridad del que
lica, es que ora según un sentido carnal, que
la enseña, ya que fue dicha por boca del
habrá que llamar ilícito, porque los que na
mismo Salvador. Por la brevedad, que per
cen a la nueva vida deben orar solo según el
mite decirla con facilidad. Por la amplitud
espíritu”.
de las peticiones, que contienen las cosas
También san Cipriano dice que Cristo
necesarias para las dos vidas. Y porque con
resumió en ella magistralmente todas nues
tiene misterios inmensos.
tras oraciones.
Dice san Juan Crisóstomo: “El Señor
Como es tan breve, de tan pocas pala
dio a sus discípulos la manera de rezar en
bras, se aprende mejor, sin que nadie pueda
unas palabras, que contienen cuanto se
excusarse de ignorarla. Se puede decir con
puede pedir para la vida presente y para la
más frecuencia; no cansa. Da confianza de
felicidad futura. Tiene pocas palabras, pero
alcanzar pronto lo que se pide. Finalmente,
contiene cuanto puede decirse en la oración
muestra bien que la fuerza de la oración de
más espiritual y santa. Salió de la boca de
be estar en la devoción del alma, no en la
Dios; y en ella se pide cuanto contienen las
multitud de las palabras.
demás oraciones. ¡Qué oración tan buena
para nosotros! Nos la dio el Doctor de la
2. Comienzo conciliador
vida y Maestro del cielo. ¡Qué dichosos po
demos ser, si decimos esta oración del Se- El Padre Nuestro tiene ocho partes. La
ñor y seguimos en las obras su santísima primera procura captar la benevolencia. Por
vida! El Señor dejó a sus discípulos esta parte de aquél a quien rogamos, llamándole
forma de rezar, que en su brevedad, contie- Padre, pues somos sus hijos por la fe. Por
ne todo lo necesario para nuestra fe y nues parte de los que oran, llamándole nuestro,
tra salvación”. pues se nos ha dado por el amor de caridad.
San Agustín dice sobre la universalidad Y por parte de los que apoyan la súplica,
de la oración: “Todas las demás palabras que añadiendo, que estás en los cielos, es decir,
digamos, formadas por el afecto del que en los santos156, que nos ayudan a elevarnos
ora, no dicen más de lo que está en esta ora- a la esperanza. “Padre”, en quien creemos;

156 “Ahora mirad que dice vuestro Maestro que “está en el cielo”… habéis oído que está en todas partes…
Pues claro está que adonde está el Rey, allí dicen que es la corte; en fin, que adonde está Dios es el cielo. Sin du
da, lo podéis creer que adonde está Su Majestad allí está toda la gloria. Pues mirad que dice san Agustín que le
buscaba en muchas partes y que le vino a hallar dentro de sí. ¿Pensáis que importa poco para un alma derrama
da entender esta verdad que no ha menester para hablar con su Padre Eterno ir al cielo (…) ni alas para ir a bus
carle, sino ponerse en soledad y mirarle dentro de sí?”. (SANTA TERESA DE JESÚS, Camino de perfección, 46, 1-2;
Obras Completas, BAC, 212, Madrid, 1962, p. 268).
37. MONTE 5º: ORACIÓN DEL PADRE NUESTRO 329

“nuestro”,
cielo”,
cosas, los
de afectos
quien
a quien
esperamos
deamamos;
fe, esperanza
ayuda.
“que estás
yEstas
caridad,
entres
el lo con verdad y piedad, deben reconocerse
hermanos de los demás.
Y san Juan Crisóstomo: “¡Qué amor el
hacen aceptable la oración. del Señor para con nosotros! ¡Nos ha conce
naturaleza
Llamamos
quearecibimos
Dios “Padre
en la
nuestro”
creación;
porpor
la dido el gran regalo de llamar Padre a nues
tro Dios y Señor! Esta palabra expresa que
la gracia,
da creación;
recibida
y por en
la gloria,
la redención,
en la compañía
o segun- ya no somos criados, sino hijos de Dios.
Pues habiendo recibido una gracia tan
de
por
los su
fieles, porEsla Padre
la reino.
creación; lo es de
adopción.
de modo
todos ensegeneral
Padreespecial
refiere
de grande, debemos portarnos como hijos de
Dios, probando con las obras, que somos lo
que decimos. Si obramos de otro modo se
aquí a toda la Trinidad: al Padre, al Hijo y ríamos reos de usurpar este nombre.
al Espíritu Santo. “El Señor nos enseña también a hacer ora
¡Qué confianza y qué audacia tan gran ción por los hermanos. No dice Padre mío,
sino Padre nuestro, para que pidamos por el
de, que llame Padre la hechura a su Hace
cuerpo entero y no busquemos tanto nuestros
dor, la criatura a su Creador, el hombre a
intereses, como los de los demás. Esto echa
Dios! ¿Quién se atrevió a presumir tal cosa
fuera las enemistades, la soberbia, y la envi
en la antigua ley? Nadie, sin duda. Los an
dia; atrae la caridad, madre de todos los bien
tiguos, según la glosa, llamaban a Dios Se
es; excluye radicalmente la desigualdad de las
ñor, como criados, con temor; ahora le lla cosas humanas. Y muestra la igualdad del rey
mamos Padre, sirviéndole con amor. y del pobre, si de verdad nos unimos en co
Dice san Agustín: “Nunca se da al pue munión en las cosas que se refieren a la vida
blo de Israel el precepto de llamar Padre eterna. Porque a todos les ha dado Dios una
nuestro a Dios; se les dio a conocer como Se misma nobleza, al dignarse ser llamado Padre
do
cristo,
ñorhijos
a suclamamos
criados.
por adopción
Nosotros,
confiados:
de laen
sangre
“Abba,
cambio,
de
Padre”.
Jesu-
sien- de todos”.
El Señor nos recomienda así el amor fra
terno. Un mismo Padre del cielo nos ha en
“Este
hijos
ca,
que
quienes
caridad,
al¿qué
seque
decir:
nombre,
alcanzará
ha
pues
va
al dado
“Padre
padre?
a negar
¿qué
añade,
lo
antes
Excita
nuestro”.
que
pueden
si se
enciende
el
vamos
loel
ser a el
piden
afecto
querer
Hace
suspedir,
aquellos
hijos?
presentir
de
amor
más
súpli-
por-
los
En
dea gendrado por la gracia. Todos hemos sido
formados a partir de un único padre terre
no, formado y creado por el Padre celestial.
Sería absurdo, por tanto, ensoberbecerse,
como si unos tuviéramos origen más escla
recido, que otros.

fin, toca el alma y la despierta a todo cuida 3. La frase: que estás en el cielo
do;
indigno
quiendedice:
tal Padre.
PadreHay
nuestro,
también
no debe
una ad
ser Por cielos se entiende aquí los santos y
igualmente:
o los de nivel
Padre
inferior,
nuestro;pues
si quieren
todos decir-
dicen justos; porque ellos son templo de Dios, en
vertencia
des segúnimplícita
el mundo:para
si se
loshacen
ricos ycristianos,
los gran- que él habita. Dios está en todas las cosas, por
la presencia de su divinidad. Pero en los jus
no deben ensoberbecerse frente a los pobres, tos está de un modo especial, habitando en
ellos por la gracia; en el cielo habita en ellos
de una forma muy superior, por la gloria.
330 PRIMERA PARTE

Dice san Agustín: “La expresión “Padre en nosotros; por la fe y el amor en el cora
nuestro que estás en el cielo” (Mt 6,9-13), zón, por su alabanza en las palabras, y por la
mo enestá
querer
conviene
Dios templo
queen
entenderla
esté él suyo.
lossanto
en
corazones
en
aquél El
eldesentido
a los
quien
quejustos,
ora
invoca.
dedebe
que
co- buena vida en las obras. Que se vea que
Dios es santo, en nuestra manera de vivir.
Pedimos que sea engrandecido en no
sotros, no en sí mismo. No pedimos que
Si esto quiere, deberá cumplir la justicia, crezca su santidad, cosa imposible; sino que
que invita a Dios a habitar en el alma”. su santidad eterna brille más en las criatu
ta,
dad
majestad,
bir
imitar
tido:
según
con
Se
un
“Queelesatexto
puede
aellos
Dios
los santos
estás
aentender
majestad
oculto”
los de
en
secretos
enIsaías:
elel
(Is
también
que
cielo
modo
45,15).
de
“Tú
aún
Dios.
secreto
de
en
se
eres
vida
Debemos
nos
otro
dede
ocul-
ysen-
ver-
su-
tu ras, ante todo en los actos humanos, según
el texto del apóstol: “Hagámoslo todo para
gloria de Dios” (1Cor 10,31).
“Así debía ser la oración de quien llamó
Padre a Dios, dice el Crisóstomo: que pi
diera ante todo su gloria. Como damos glo
giónPuede
de la felicidad
referirse eterna,
también anhelando
a aquelladejar
re- ria a Dios al ver la hermosura del cielo, así
le glorificamos ante la virtud del hombre,
cosa de más valor que el cielo”.
des
tra
cerrándonos
de
ya
presente.
queesta
de
intención
deseos
está a aen
seguir
herencia
nuestro
Debemos
lacomo
todo
región
paterna.
nuestra
Padre,
lo
apresurarnos
peregrinos
que
en
poniendo
patria
pueda
que definitiva,
confesamos
en
con
privarnos
fijalanues-
gran-
viday Su nombre se refiere al de Padre. Pedi
mos que se cumpla en nosotros, con perse
verancia y estabilidad. Que no nos aparte
mos en nada de su santificación, no nos
separemos por el pecado de la gracia de su
filiación. Que permanezcamos siempre hi
jos suyos por la gracia, con la vida y cos
cial,Dios
dice presencial
está enytodas
potencialmente.
partes, todo Si
él,seesen-
nos tumbres propias de hijos de Dios.
Pedimos, en fin, que su nombre sea co
que que
sóstomo,
entender
del cielo. está elenPadre
el cielo,
Avergüéncense,
de someterse del es cosas
a las
dice para
cielosan
quiere
Juan
terrenas,
darnos
hijos
Cri-a nocido. Que lo conozcamos más por la fe.
Dios es santo, pero pedimos que los hom
bres lo tengan por santo, y que a nada te
man ofender más, ni a nada deseen amar
los que tienen a su Padre en el cielo. más que al Padre.
Esto nos eleva a pensar en la herencia
brilla
que tenemos,
más la fuerza
como yhijos, en eldecielo.
el poder sus obras
Allí 5. 2ª Venga a nosotros tu reino
Este reino es la Iglesia. Pedimos que se
divinas y, por tanto, allí está mejor que en
dé a conocer a los hombres, de forma que
otras partes; como el alma está en todo el
todos los que lo ignoran, conozcan a Dios,
cuerpo, pero, según se dice, más en el cora
que reina y ha reinado siempre sobre la tie
zón y en la cabeza, porque allí se muestran
rra. Él no se aparta nunca; si está ausente, es
mejor sus efectos.
como la luz está ausente de los ciegos, y de
los que cierran los ojos.
4. 1ª Santificado sea tu nombre Es también el reino de la gracia. Por
y venerable
Pedimosenque
sí el
mismo,
nombre
se de
muestre
Dios, santo
ella Dios reina en sus santos. Pedimos a
Dios que, expulsando de nuestro corazón al
37. MONTE 5º: ORACIÓN DEL PADRE NUESTRO 331

en
to
enemigo
carnal,
nosotros
nosotros,
ynilos
elpecado
por
enemigo,
vicios,
las alguno;
virtudes.
comience
el mundo,
sino
Queasolamente
oreinar
no
el reine
afec-
él único Dios verdadero y no hagan su propia
voluntad, sino la de Dios. Espiritualmente
hablando, hay tanta distancia entre los pe
cadores y los justos, como entre el cielo y la
él. tierra, por la diferencia de su corazón: los
dispuestos!
metida
verdaderos
turoSevenga
refieresu
paraahijos de Dios.
nosotros.
finalmente
debido ¡Que
tiempo
aQue
lanosel
gloria,
aencuentre
todos
reinopro-
fu-
los unos, los justos, aman las cosas del cielo; los
otros, las de la tierra.
Pedimos también que se cumpla la vo
luntad de Dios en nuestro cuerpo y en
de Dios
Dice no
el Crisóstomo:
se deja apegar
“Una criado
lo presente,
perfecto nuestro espíritu; que el espíritu, dócil, no
resista a Dios; y que el cuerpo no resista al
ven.
tiene Desea
por grande
con cosa
ardoralguna
las cosas
de lasfuturas.
que ni
se espíritu. Que, en cuerpo y espíritu, odie
mos el mal que Dios odia, amemos el bien
que él ama, y cumplamos en todo lo que
Siempre tiene prisa por ir al Padre. Desea nos manda.
una
con
las
un
sas
versas.
radoamor
cosas
prósperas,
conciencia
ardor
deVive
todo”.
de
así,
las
la
como
noni
cosas
tierra.
óptima,
podrá
dejarse
enfuturas.
El
elhincharse
desvestida
cielo
aplastar
que se
Esto
y está
enciende
con
por
brota
de
yalas en
todas
libe-
ad-
co-
de De la voluntad de Dios, san Cipriano,
tratando de la oración del Padre Nuestro,
dice así: “La voluntad de Dios es la que
Cristo hizo y enseñó: Humildad en la ma
nera de vivir, fidelidad estable, modestia en
las palabras, justicia y misericordia en las
obras, dominio en las costumbres. Ser inca
conciencia
que
ga este
“Desear
pedimos
reino
confiada
con
que
delconfianza,
Señor,
venga
y sincera.
es
elañade,
reino
propio
Porque
dede
eso
Dios,
ven-
una
ya paces de ofender a nadie; saber aguantar las
ofensas propias; tener paz con los hombres,
nuestros hermanos; y amar a Dios de todo
corazón. Amarle porque es nuestro Padre, y
tos
debemos
reino”.
del Así
Señor,
mostrarnos
sanque
Juanpodamos
Crisóstomo.
tales en ser
la fedignos
y manda-
del temerle porque es Dios; no anteponer nada
a Cristo, porque él no antepuso nada a
nuestro bien; unirnos inseparablemente a
ro
no
la Iglesia,
no
viene
Elpodemos
reino
primero
ende
el llegar
Dios,
alma
a nosotros
ypues,
aen
Dios
laesvida
por
triple;
la
eterna.
gloria,
gracia.
estáPe-
en
si su amor y permanecer firmes junto a su
cruz. Cuando se trata de su gloria, confesar
abiertamente su nombre. Si nos procesan,
enfrentarnos con santa audacia. En la muer
te, tener paciencia, que nos trae la corona.
6. 3ª Hágase tu voluntad... Esto es tener la misma herencia que Cristo.
Esto es seguir sus preceptos y cumplir la
La tercera petición dice: “Hágase tu vo
voluntad del Padre”. Son palabras de san
luntad en la tierra como en el cielo”. Pedi
Cipriano.
mos aquí que los hombres cumplan la vo
luntad de Dios,en en la tierra, como los
en los
que se cumpla
cumple justos:
los que
pecadores,
se conviertan
como se
al 7. 4ª: Danos hoy nuestro pan...
ángeles y elegidos se identifican en el cielo
con el querer de Dios. Pedimos también, En la cuarta, pedimos: “Danos hoy
nuestro pan de cada día”. Pedimos el ali
mento cotidiano del cuerpo, designado por
332 PRIMERA PARTE

el pan, y con él todo lo necesario para la vi- nombrar el hoy! Excluye la avidez y avari
da. Dice san Agustín: “Pedimos que no nos cia, y nos hace pensar en lo incierto de la vi
falte lo necesario, expresando lo más impor- da humana.
tante bajo el nombre de pan”. El pan, del “Danos hoy nuestro pan de cada día”, es,
que dice el Eclesiástico: “El agua y el pan también, el pan espiritual, es decir, los pre
son el fundamento de la vida del hombre” ceptos divinos, que debemos cumplir cada
(Eco 29,21). día. De este pan dice el Señor: “Trabajad por
Lo llamamos pan nuestro, porque nadie el alimento que no perece” (Jn 6,27). Este
debe apropiarse las cosas. Según el Crisósto- pan cotidiano dura toda nuestra vida, indi
mo, cuanto Dios nos da, orando o trabajan- cada en la palabra hoy. En la vida futura no
do, nos lo da para otros, por nuestro medio; les faltará a los que aquí la merecieron; se sa
parte de lo que recibimos de Dios debemos ciarán eternamente del pan espiritual.
darlo a los necesitados. El que no da, de sus Pedimos también el pan sacramental,
trabajos, a los que lo necesitan, come su pan pan vivo que bajó del cielo, pan sobresus
y el de los otros. El que come pan adquirido tancial, porque está sobre toda sustancia o
justamente, come su pan; el que lo adquie- cosa creada. Está en el alma, de naturaleza
re con pecado, come pan ajeno. Dios da el superior al cuerpo. Necesitamos robustecer
pan al que lo procura justamente. Al que lo la cada día, porque cada día fallamos y por
procura mal, se lo da el diablo. que somos inclinados a desfallecer. Es pan
¿Cómo lo llamamos pan nuestro, y sin de cada día, porque cada día lo toman los
embargo, se lo pedimos a Dios? Porque, co- ministros de la Iglesia, por sí mismos y por
mo explica san Gregorio, viene de Dios, toda la comunidad.
que nos lo da, y se hace nuestro al recibirlo. Dice san Juan Crisóstomo: “Debemos
Pedimos el pan de cada día, no el de ca- pedir siempre que merezcamos recibir cada
da año, ni el de muchos años. No pedimos día este pan del cielo, que nos libre de caer
el pan acumulando en graneros. Según san en pecado”.
Cirilo, como Cristo manda pedir el pan de Podemos entender también el triple
cada día, parece querer que vivan en pobre- pan de la doctrina, la compunción, y la glo
za. Pedir pan no es propio de los que lo tie- ria. De estos tres se nos habla, respectiva
nen; indica la falta de los que no lo tienen. mente, en estos pasajes: “Le alimentará con
Y añade: Dánosle hoy. No lo tendríamos pan de vida e inteligencia.”(Eco, 15,3).
si no nos lo diera “el que da alimento a todo “Nos alimentarás con pan de lágrimas” (Sal
viviente” (Sal 136, 25). Deberíamos tomar 80,6). “Dichoso el que tome el pan en el
el alimento pensando que lo recibimos di- reino de Dios” (Lc 14,15).
rectamente de la mano de Dios. Y añade el El gozo del cielo se llama pan justamen
Señor: hoy; es decir, ahora; danos lo que nos te, porque, como el pan material sacia el
basta para hoy; sin pensar en el día de maña- apetito del que lo come, así la felicidad del
na, al que no sabemos si hemos de llegar. cielo saciará el deseo del que la contempla,
¡Oh sabiduría verdadera y providencia según el dicho de la Escritura: “Me saciaré,
divina, que nos enseñó a pedir solo pan y a cuando aparezca tu gloria”157 (Sal 17,15).

157 Cfr. “Al despertar me hartaré de tu imagen” (BJ, 725); “me saciaré de tu presencia” (BCB, 1046);”me sa
ciaré de tu semblante” (BP, 1300).
37. MONTE 5º: ORACIÓN DEL PADRE NUESTRO 333

8. 5ª: Perdona nuestras ofensas... aun al que no le pide perdón, sin exigir que
tras ofensas, como nosotros también perdo- le restituyan cosas, ni le compensen de in
La quinta petición: “Perdónanos nues
jurias, amando con limpio corazón; este es
namos a los que nos ofenden”. Pedimos el consejo del Señor. El que no llega a tanto,
ahora el perdón de nuestros pecados, que debe abandonar todo rencor, sin querer mal
nos hacen pecadores, obligados al castigo. a su enemigo, aunque desee de él una cier
Los pecados contraídos contra los demás, ta satisfacción; esto obliga a todos; así es el
contra nosotros mismos, y sobre todo con mandato del Señor.
tra el Padre, el Hijo, y el Espíritu Santo. Por tanto, todos deben perdonar las
plazca
Dice san
enCipriano:
su inocencia,
“Paray que
sea mayor
nadie sesucom-
caí ofensas, porque todos deben vivir en amor
de caridad. Perdonar lo que nos deben, per
da,nos
se se nos
manda
advierte
rezar que
cadapecamos
día por las
cadaofensas:
día, y tenece a la perfección en este sentido: como
aquel a quien le roban dinero, no está obli
“Como
que nostambién
ofenden”.nosotros perdonamos a los gado a dejar que se lo quiten, sino que pue
queremos
Nos propone
que se nos
el Señor
perdonen
una condición:
nuestros pe-
Si de exigirlo, así al que nos hace una injuria,
podemos exigirle una compensación, si lo
hacemos para su enmienda y en forma justa.
cados,
tas contra
debemos
nosotros. El bien
perdonar al prójimo
que pedimos
sus fal-a Al hablar de ofensas o deudores, según san
Agustín, no se refiere a dinero que nos de
cer
Dios,
primero
dice san
al prójimo.
Gregorio,San
se Cipriano
lo debemos
añade:
ha- ban, sino a enemistad o rencor que nos cau
sen. Y culpas hay que es culpa el dejarlas
“Nos enseñó a rezar por las ofensas y nos sin castigo. Debemos perdonar las ofensas
prometió la misericordia del Padre; pero contra nosotros; pero no nos pertenece a
añadió una ley, que nos obliga a pedir el nosotros perdonar las ofensas contra Dios o
perdón, según perdonemos nosotros a los contra el prójimo. “Si peca contra nosotros
que nos han ofendido”.
nuestro hermano y nos hiere en cualquier
“No dijo, dice el Crisóstomo, que nos
asunto, dice san Jerónimo, debemos perdo
perdone Dios primero y ya perdonaremos
narle, pero si peca contra Dios, no está en
luego nosotros. Dios sabe que los hombres
nuestro arbitrio. Nosotros, en cambio, so
mienten; si reciben el perdón de sus peca
mos benignos cuando ofenden a Dios, y
dos, no perdonan ellos luego a los otros. Por
eso nos dice el Señor que perdonemos nos cuando nos toca a nosotros, nos llenamos de
otros primero y luego pidamos perdón”. odio”.
“Pensémoslo bien, añade; deberíamos dar El que tiene odio o envidia, lejos de ali
gracias a los que están en deuda con no viarse, agrava la culpa con esta oración, por
sotros. Si los perdonamos, ellos hacen que que es como si dijera: No me perdones mis
se nos perdone a nosotros la cuenta mayor. pecados, porque yo tampoco quiero perdonar
le
Lesdebemos
damos poco
muchas
y recibimos
y grandes
mucho.
cosas. A
Si Dios
qui a los demás. ¡Cuánto detesta Dios el odio fra
terno, que solo condicionadamente perdona
siera exigirnos una parte mínima de ellas, las ofensas: Si perdonamos nosotros! “No
ya hubiéramos perecido”. tendrás perdón, si no lo das”, dice san Ansel
Evangelio,
El que quiere
debe perdonar
cumplir de
la perfección
todas formas,
del mo. Y Séneca: “Perdona siempre a los otros;
a ti, nunca”.
334 PRIMERA PARTE

9. 6ª: No nos dejes caer... la tentación le venza, haciéndole sucumbir.


Inducir es, pues, llevar desde dentro a la
La sexta petición es: “No nos dejes caer
caída. Ser tentado no es malo, y no es eso lo
en la tentación”. Pedimos al Señor que no
que pedimos que Dios evite. Más bien es
nos deje caer en las tentaciones: que no nos
útil para practicar la virtud, si resistimos
absorba el placer, ni nos abrase la avaricia,
varonilmente. Sin tentaciones, nadie puede
ni nos pierda por maldad el enemigo.
ser calificado de apto, ni para sí, ni para los
La tentación puede ser una prueba. Dios
demás. Pedimos a Dios que no nos prive de
tienta así a los santos. No lo hace para cono
su ayuda; que ni las cosas blandas, ni las ás
cerles, pues conoce ya a cada uno perfecta
peras, nos lleven desde dentro a caer en la
mente. Lo hace para que ellos se prueben a
tentación; que no consintamos, decepciona
sí mismos, y se conozcan, si no se conocían
dos; que no cedamos, afligidos; que no nos
antes. Pero la tentación puede ser un enga
dejemos vencer, apartados de Dios.
ño. Dios no tienta así a nadie. Así tienta la El que no se deja vencer por lo agrada
carne, sugiriendo cosas agradables; el mun
ble, tampoco sucumbe a lo áspero; porque,
do ofreciendo vanidades; y el enemigo,
como dice san Agustín: “A nadie quebranta
nuestro enemigo, poniendo amargura. Dios
la molestia de las cosas adversas, si no se de
permite por diversos motivos que el hom
ja vencer por el placer en la prosperidad”.
bre sea inducido de esta manera.
“Primero, dice también, hay que vencer los
Pedimos, por eso, a Dios que no permi
placeres; luego los dolores. ¿Cómo va a ven
ta que seamos inducidos a la tentación, más
cer al mundo enfurecido, el que no vence al
de lo que podemos soportar; sino que, con
mundo halagador? El Señor quiso que en
la tentación, nos dé también el éxito. Aun
las tentaciones acudamos a él, y no presu
que permita Dios que seamos excitados por
mamos de nosotros mismos”. Por ello añade
medio de los sentidos, pedimos que no per
el mismo san Agustín: “Dios quiere que pi
mita que nos dejemos llevar del consenti
damos no entrar en la tentación. Podía ha
miento y sucumbamos.
bérnoslo dado sin que se lo pidiéramos, pe
Dios no actúa induciendo directamente
ro quiere advertirnos de quién debemos
por sí mismo a la tentación. Lo permite; co
recibir este beneficio”.
mo también, dejando al hombre sin su ayu En lo cual, como dice san Cipriano, se
da, sufre que sea arrastrado; así, “endureció
nos advierte de nuestra debilidad y enfer
el corazón del faraón” (Ex 7,13), es decir,
medad, para que nadie se alce con insolen
permitió que se endureciera. Cuando se nos
cia; de forma que si precede la humilde y
dice: “No hay en la ciudad mal que no lo
sumisa confesión, y se atribuye todo a Dios,
haya hecho el Señor” (Am 3,6), se nos quie
todo lo que se pide con piedad, lo concede
re decir: mal del que Dios no haya permiti
su piedad.
do que se hiciera. “Se nos enseña aquí, dice
san Cipriano, que el enemigo no puede na
10. 7ª: Y líbranos del mal
da contra nosotros, si no se lo permite Dios.
Por tanto, todo nuestro temor y toda nues La séptima y última: “Y líbranos del
tra confianza deben volverse a Dios”. mal”. Pedimos, por último, a Dios que nos
Una cosa es ser llevado a la tentación, y libre de todo mal: del original y del que he
otra ser inducido a ella. El que siente la ten mos añadido con nuestras transgresiones;
tación es llevado a ella, pero otra cosa es que del que nos han hecho y padecemos, y del
37. MONTE 5º: ORACIÓN DEL PADRE NUESTRO 335

que hemos merecido como castigo. Del vi ne a veces es como si fuera adverbio: en ver
sible y del invisible; del castigo y de la cul dad os digo, yo os aseguro158.
pa; del pasado, del presente y del futuro. Puesta al final, la palabra Amén tiene
No se refiere expresamente a las culpas tres sentidos: concluye la oración, como su
cometidas, pues ya está dicho en la quinta sello, según san Jerónimo; recoge la inten
petición. Se refiere más bien a las que po ción, que así se refiera a la vez al conjunto de
demos cometer, si Dios no nos libra. Tam lo dicho anteriormente, aun a aquello que al
poco se refiere inmediatamente al castigo rezar no fue advertido; y es una forma final
eterno, pues está pedido en la segunda pe de petición más insistente; “Amén” es como
tición. Se refiere al presente, en cuanto una señal de ser oído.
puede sernos ocasión de ruina. Natural “Con el Amén, dice Rábano, enseña el
mente, pidiendo a Dios que nos libre del Señor que concederá todo lo que le pidan, a
mal presente, pedimos, en consecuencia, los que no descuiden cumplir la condición
no caer en el mal futuro. de perdonar a los que les han ofendido”.
Pedimos en general que nos libre de to Poco es, Señor, que yo diga amén desean
dos los males y hacemos nuestra oración en do que se haga algo, si tú no dices amén
nombre de la Iglesia. No olvidemos que si mandando que se haga. Palabra magnífica,
queremos que nos libren a nosotros del mal, eficacísima esta de Hágase: con esta palabra
debemos preocuparnos de los males del próji tuya, Padre supremo, hiciste todas las cosas
mo. Si queremos alcanzar misericordia, es ne en el principio, en la Palabra tuya, eterna co
cesario que tengamos misericordia nosotros. mo tú. La dijiste y se hicieron todas las cosas.
Con esa palabra, cuando estábamos perdidos,
11. Conclusión: el Amén nos restauraste, en el momento en que la
santísima Reparadora nuestra dijo al ángel:
La oración concluye con el “Amén”, es
“¡Hágase en mí según tu palabra!” (Lc 1,38).
decir, que se cumpla todo lo que hemos pe
¡Palabra de Salvación: hágase, amén! ¡Pa
dido en ella.
labra de la omnipotencia y eficacia de Dios!
Esta palabra “Amén” propia de san Juan,
Buen Jesús, Palabra del Padre: cumple tu
es una palabra angélica, como el “Aleluya”.
oración, cumple las palabras que nos dictaste,
Ni el traductor griego, ni el latino, se atre
y que encomendaste a mis labios. Cúmplelas
vieron a traducirla, por reverencia al Salva
y di: Amén. Hágase. Dímelo a mí, como lo
dor, que la usó muchas veces, confirmando la
dijiste a la sirofenicia: “Hágase contigo como
verdad de lo que decía. Quedó así, no para
quieres”. Dulce amor Jesús, dulce verdad,
negarla, sino para que no perdiera su valor.
dulce Amén, dulce palabra: “Hágase en mí
A veces se usa como nombre, como en el
según tu palabra”. Hágase. Amén.
Apocalipsis: “Esto dice el Amén”, esto es “la
Verdad”. Otras como verbo, así en el salmo:
12. Peticiones omitidas por Lc
“Amén, Amén”, es decir, “Hágase, hágase”;
así también al final de las oraciones, y aquí, Lucas omite dos peticiones de la oración
en el Padre Nuestro. En el Evangelio se po del Señor, la tercera y la séptima. Pero al

158 Añade el “Amén” por el uso; no está en Mt, ni Lc; ni en la Eucaristía, ahora, donde la última petición “Y

líbranos del mal”, se amplía en la oración que le sigue: “Líbranos de todos los males, Señor…” El Amen, adver
bio, en latín: “Amen, amen, dico vobis”, las versiones lo traducen: “Os lo aseguro”, “De verdad os digo”…
336 PRIMERA PARTE

pedir
ma, y enenlalaprimera
segundalalasantificación
resurreccióndel deal-
la “Que si vosotros perdonáis vuestras
La voluntad de Dios quiere sobre todo que ofensas”, desechando el rencor y el deseo de
tad,
pación
si
que
carne,
buscamos
se
y su
refiere
pedimos
en voluntad
nosotros,
laa la
gloria
yavoluntad
lo
cumplimos
se esencial
de
cumple
Dios
de Dios.
yde
en
yasula
su
nosotros.
partici-
Porque
tercera
volun- venganza, “también os perdonará a vosotros
vuestro Padre celestial; pero si no perdonáis
a los hombres, tampoco vuestro Padre per
donará vuestras ofensas” (Mt 6,14-15). Di
ce muy bien “vuestros” pecados: porque lo
único que el hombre tiene de sí mismo es el
conozcamos su santidad y reinemos con él. pecado; por sí mismo puede el mal, y no el
Dees
ción,
tiene enmodo
librado
la sexta: el mal.
semejante,
del que no
la séptima
Si cae
no nos
en la
dejamos
setenta-
con- bien.
Esta ley te ha dado Dios: si perdonas, se
te perdonará; si no, no. Llega a decir san Ci
arrastrar, sino que vencemos la tentación, priano: “En el día del juicio no tendrás ex
resistiéndola, nos vemos libres del mal. Por cusa alguna; serás juzgado según la senten
tanto, lo que Mateo dice más expresamente, cia que des; lo que hagas con otros, eso
Lucas lo abarca implícitamente (Lc 11,2-4). recibirás”.
El Crisóstomo explica: “Cuando el Se
13. La necesidad de perdonar ñor acabó la fórmula del Padre Nuestro, no
mosYpasar
comocon descuido
dice el hecho“No
san Agustín: de debe recalcó sentencia alguna sino esta, en que
que el nos impulsa a perdonar. Nos dice: “si per
Señor, entre todas las sentencias en que nos donáis a los hombres sus pecados, también
mandó rezar, quiso recomendarnos muy en vuestro Padre os perdonará vuestros peca
especial lo que se refiere al perdón de las dos”. Todo depende de nosotros: el juicio
ofensas, insistiendo en que para vernos li futuro que se dé de nosotros está en nuestro
hacemos
con
bres los
nosotros,
demás. En con
un pacto
debemos
ninguna
Dios, en esta:
ser misericordiosos
otra
sino petición poder. Para que nadie pueda quejarse del
juicio de Dios, sean pequeños o grandes sus
delitos, el Señor hace que el reo decida la
“perdónanos...
los así como nosotros perdona- sentencia. Como juzgues tú, le dice, así te
hacer
mos
ninguno”.
a esteque
pacto,
noslaofenden”.
oración no
Si mentimos
tendrá fruto
al juzgaré. Si perdonas al que es, como tú,
criado mío, obtendrás de mí el mismo fa
vor. Cosa bien distinta, por supuesto: tú
Señor:
Por“Cuando
eso, después
os pongáis
de la oración,
de pieañadió
para re
el perdonas, necesitando perdón; Dios no ne
cesita que le perdone nadie. Tú perdonas a
zar, perdonad, si tenéis algo contra alguno, quien es criado como tú; Dios perdona a su
11,25-26).
en
para
el que
cielo,también
os“Recuerda
perdone
vuestro
vuestras
al cielo y alque
Padre,
ofensas”
Padre,
(Mc
está criado. Tú siendo reo de mil pecados; Dios
sin serlo de pecado alguno. Y sin embargo,
de esta forma muestra la abundancia de su
dice
tes.
Dios
cerrado
bio, se
así, No
qué
el
como
convierta
Crisóstomo,
de
hay
mal
esta
elnada
estará
perdonar
vida”.
enque
que
para elexcitar
bestia,
las
nos Hijo
injurias.
asemeje
condeun
a los
un
En
sentido
tanto
Padre
oyen-
cam-a piedad.
“Pues, ¿de qué castigo seremos dignos,
si traicionamos nuestra salvación, teniendo
tal poder dado por Dios? ¿Cómo pedimos a
Dios que nos oiga en otras cosas, si no que
remos perdonarnos nosotros a nosotros mis
37. MONTE 5º: ORACIÓN DEL PADRE NUESTRO 337

mos, cuando podemos? No hay nada que demás, según el mismo santo, que ayudan a
nos haga tan semejantes a Dios, tan confor- que se nos perdonen nuestros pecados; pero
mes a él, como el aplacarnos con los que nos la mayor de todas es el perdonar de corazón
hieren con maldad. y pronto a los que nos han ofendido, en lo
“El Señor nos enseña a hacer las oracio- que sea. El que perdona al prójimo, según
nes comunes, poniendo cada petición en san Juan Crisóstomo, se libera a sí mismo,
plural: Padre nuestro, etc.; quiere que ore- más que a él.
mos así, para que aplacándonos del todo “Si pensáramos, dice san Gregorio, que
con nuestro prójimo, no quede en nosotros no hacemos el bien a quien nos contristó,
ni rastro de ira. sino a nosotros mismos, luego dejaríamos el
“Realmente, si nos pusiéramos a contar veneno de la ira. Para perdonar es necesario
nuestros pecados, sabríamos de cuantas co- refrenar la ira, que con frecuencia nos im
sas somos reos. ¿Quién no tiene pereza en la pulsa a la venganza”.
oración? ¿Quién no anda hinchado de so- También san Agustín dice: “Hermanos
berbia? ¿Quién no se recrea con el vienteci- míos, esforzaos cuanto podáis en mostrar
llo de la gloria vana? ¿Quién no recuerda a mansedumbre, aun para con los enemigos.
su enemigo con ánimo apasionado? ¿A Refrenad la ira que os estimula a la vengan
quién no le atormenta el bien de quien le za. Si quieres vengarte de tu enemigo, vuél
provoca a emulación, o no le recrea el mal? vete contra tu ira; ella es el enemigo que ma
“Pues bien, Dios nos enseña un camino ta tu alma. Vas a rezar a Dios y llegará el
de liberación, un atajo fácil y sin trabajo al momento de decir: “Padre nuestro que estás
guno. ¿Qué trabajo cuesta perdonar al her- en el cielo...Perdónanos nuestras ofensas”
mano? No hay ningún trabajo en perdonar. ¿qué sigue luego? “así como nosotros perdo
Trabajo, enorme, hay en retener la enemis- namos a los que nos ofenden”. Ahí está en
tad. Librarse de la ira da gran descanso; y es contra tuya tu enemigo, la ira, cerrándote el
muy fácil al que lo quiere. Basta quererlo, y camino de la oración. Levanta un muro, que
al momento se borran todos las ofensas”. no te deja por dónde pasar. No te enfurezcas,
Estas son palabras del Crisóstomo. pues, contra tu enemigo, sino contra tu ira.
Debemos aceptar, dice san Agustín, es- Mejor es el que vence la ira, que el que ven
ta condición tan benigna, de perdonar los ce una ciudad. No puedes dar muerte a la
pecados ajenos, para deshacer los propios. ira, y puedes refrenar una ciudad. Si eres
Hay muchas maneras de hacer el bien a los fuerte, vence tu ira, y perdona a la ciudad”.

Oración

Padre nuestro159, grande en la creación y suave en el amor.


Que estás en el cielo, como espejo de eternidad y corona de alegría.
Santificado sea tu nombre, como miel en nuestra boca, música en el oído y devoción en
el alma.

159 Por primera y única vez Ludolfo comienza su oración: “Padre nuestro”, como ha visto en todo el capítu

lo que nos manda rezar Jesús. Pero ya en la oración del capítulo siguiente vuelve a dirigirse al Mediador entre
Dios y los hombres: “Domine Iesu Christe”.
338 PRIMERA PARTE

Venga a nosotros tu reino gozoso, tranquilo, seguro para siempre.


Hágase tu voluntad así en la tierra como en el cielo, de forma que odiemos lo que
odias, amemos lo que amas, y cumplamos lo que te agrada.
El pan nuestro de cada día dánosle hoy; el pan de la doctrina, el de la conversión, y el
de la virtud.
Perdónanos las ofensas que hemos cometido contra ti, contra los demás y contra noso
tros mismos; así como nosotros perdonamos a los que nos han ofendido personalmente, de
palabra o de obra.
No nos dejes caer en la tentación: del mundo, de la carne, y del demonio.
Mas líbranos del mal: presente, pasado, y futuro. Amén

38. MONTE 6º: TESOROS DE LA TIERRA; DEL CIELO


Mateo 6.19-34

1. No atesorar en la tierra El Señor nos invita a poner nuestro te


soro en cosas más seguras. “Atesorad tesoros
Quiere el Señor que despreciemos las
en el cielo, donde ni la polilla ni el orín los
cosas terrenas en comparación con Dios, y
estropean, y donde los ladrones no perforan
por eso nos prohibe poner nuestro tesoro
en estas cosas inseguras. “Dejaos de ateso la pared ni roban”. El mejor medio para ello
rar tesoros en la tierra, donde la polilla y es emplear los bienes temporales en buenas
el orín lo estropean, y donde los ladrones obras, porque así se cambian en bienes espi
perforan la pared y roban” (Mt 6,19). La rituales y por tanto incorruptibles.
No atesoremos ganancias, que por ocul
herrumbre consume el oro, la plata y los
demás metales; símbolo de las riquezas tas que las tengamos, las hemos de perder al
todas debidas al ingenio humano. Los gu fin, pues hemos de salir nosotros mismos de
sanos destruyen los bienes naturales, co aquí. “Es absurdo, dice san Jerónimo, colo
mo el trigo, el vino, los vestidos. Las pie car un tesoro en un sitio de donde nos va
dras preciosas no las destruyen ni el orín mos a marchar, y no enviarlo allá donde he
ni los gusanos, pero pueden robarlas los mos de vivir siempre. Coloca tu riqueza
ladrones. donde tienes tu patria”.
“¿Qué diré, dice el Crisóstomo, de San Gregorio dice: “Los justos no se
aquel mandato que nos prohibe atesorar preocupan en acumular aquí grandes teso
en la tierra? Unos pocos lo cumplen, sin ros porque saben que son huéspedes que es
duda. Los demás, obran como si les hubie tán de paso. No se alegran en cosas que han
ran mandado hacer lo contrario, como si de dejar, porque prefieren alegrarse en cosas
les hubieran dicho: Atesorad en la tierra que sean suyas para siempre”.
por todos los medios que podáis; de forma Y el Crisóstomo: “El que atesora en la
que, olvidados del cielo, se apegan a la tierra, no tiene nada que esperar en el cielo.
tierra, hasta enloquecer para amontonar ¿Para qué va a mirar al cielo, si no tiene na
dinero”. da allí?”.
38. MONTE 6º: TESOROS DE LA TIERRA; DEL CIELO 339

2. Donde está tu tesoro... ataduras presentes de un error tan grande.


El que sirve al dinero, se deja atar por ata
Cada uno desea llegar adonde tiene sus
duras presentes y se prepara a las futuras.
riquezas. Dichoso el que las tiene en el cie
En cambio, el que está libre de tales deseos,
lo. Dichoso el que tiene allí su pensamien
goza de doble libertad. Conquistémosla
to, y su deseo. “Donde está tu tesoro”, lo
nosotros, deshaciendo el yugo pesadísimo
que amas y deseas, “allí estará tu corazón”
de la avaricia, y elevándonos a lo alto del
(Mt 6,21; Lc 12,34), y tu alma.
cielo”.
Donde va el tesoro del amor, allí va de
San Anselmo dice también: “Ten al
trás necesariamente el pensamiento y la vo
luntad. El amor, según san Agustín, es un mundo por cosa vil. Ten por sórdido todo
peso del alma, que le lleva consigo a donde amor carnal. Olvida que estás en este mun
va; el alma está donde está lo que ama, más do. Has transferido tu intención adonde es
que en el cuerpo que vivifica. “Por tanto, tán los que viven en Dios y para Dios.
dice san Fulgencio, para poder atesorar en “Donde está tu tesoro, allí está tu corazón”;
el cielo, amemos las cosas del cielo. Si quie no metas tu alma en una bolsa miserable
res saber dónde pones tu tesoro, mira qué con los ídolos de plata; con el peso de los
amas. Si Por
piensas. quiere
tu amor,
saber qué
conocerás
amas, tumira
tesoro;
qué dineros, no podrá volar al cielo”.
Pero esto, según san Jerónimo, hay que
por tu pensamiento, tu amor”. Y, según di entenderlo no solo del tesoro del dinero, si
ce san Gregorio, el corazón se divide en tan no generalmente de todos los placeres y po
tas partes, cuantas son las cosas que ama. sesiones, etc. Los glotones adoran los ban
Dice el Crisóstomo: “No acumules teso quetes; los lujuriosos, la pasión de su
ros en la tierra; los reúnes para la carcoma, deshonestidad; y así los demás. Cada uno es
todo
los gusanos,
esto, nolos
evitarás
ladrones.
lo principal:
Si lograses
tuevitar
cora esclavo del vicio que le ata. Allí tiene su te
soro, allí su corazón. Este volverse el cora
zón se habrá detenido en lo inferior, que zón a las pasiones desordenadas, hace apar
dándose esclavo de ello. Ahora bien, tener tarse de Dios. Si el corazón está en el cielo,
el entendimiento esclavo de esta enferme está limpio, porque limpias son las cosas
dad es más inaguantable que una cárcel. Si del cielo. Si da vueltas en la tierra, trabajan
te quedas clavado en lo inferior, no es poco do solo para conseguir cosas terrenas, ¿có
lo
deque
los bienes
pierdes;del
decielo;
libre te
nohaces
podrás
siervo.
ya pensar
Caes mo podrá estar limpio?
Dice san Agustín: “Todo se mancha, si
creyentes,
en nada elevado.
lo que les
¿Pordecimos?
qué no Querrían
creen los te
no se mezcla con algo de naturaleza inferior,
aunque no se manche en su género. Hasta
ner pruebas
nuestras palabras,
de lassino
cosas
porfuturas,
nuestrasno
obras.
por con pura plata se mancha el oro, si se mez
clan. Así también nuestra alma se mancha
Pero como ven que nos construimos casas con el deseo de las cosas terrenas, aunque
espléndidas, que compramos campos, que esas cosas en sí mismas sean limpias”.
nos
ren creer
marchar
cen, procuramos
venderían
aque
otranos
ciudad.
baños
estemos
ySijardines,
preparando
fuera cierto,
no quie-
para
di- “Cuanto deseas y cuanto temes en el
mundo, dalo con gusto por la libertad del
corazón”, dice Ricardo de san Víctor. Como
enviarían enseguida
prontoallá.
lo que
Rompamos
tienen, y las
lo dice san Agustín, el que atesora en el cielo,
debe despreciar el mundo.
340 PRIMERA PARTE

3. Confiar del todo, en Dios soro que no falta, en la patria. Si tenemos


allí este tesoro, allí suspire nuestro corazón,
El Señor no aprueba el temor de que
y espere el tesoro del premio.
nos vayan a faltar las cosas necesarias para la
vida. No le agrada la desconfianza que po
5. La lámpara: la recta intención
dría nacer de la propia condición. “No ten
gas miedo, rebañito pequeño”, congrega Luego nos habla de que en todas nues
ción de los humildes, “porque a vuestro tras obras debemos atender a tener ojos sen
Padre”, del cielo, “le ha complacido daros a cillos. “La lámpara de tu cuerpo es tu ojo”
vosotros el reino” (Lc 12,32). (Mt 6,22-25).160 La metáfora se refiere al
Quiere decirnos: Tenéis preparado del cuerpo moral, al conjunto de todas nuestras
reino del cielo; no os preocupéis mucho de obras; como el cuerpo material es un con
la tierra. Se promete el reino de la vida en junto de miembros diversos: el ojo material
que habrá suficiencia de todo; pues no des rige todo el cuerpo material, todos sus
confiemos de tener lo necesario para vivir. miembros; así el ojo moral, la intención, di
Los fieles son un rebaño, por la obedien rige todo el cuerpo moral, orientando cuan
cia de la fe; pequeño, por la voluntaria hu to hacemos a una finalidad.
mildad, que lleva a poseer el reino. Es pe Pues bien, añade el Evangelio: “Si tu
queño también por el número de los ojo es sencillo, todo tu cuerpo estará ilumi
elegidos, pequeño en relación de los demás; nado”. Si es recta tu intención, sin pliegue
y porque eran pocos los fieles frente a los in alguno de simulación, de error, todo el con
fieles. ¡Ojalá merezcamos ser de esos pocos, junto de tus obras será bueno, aunque no lo
y recibir con ellos el reino del cielo! vean así los hombres; naturalmente han de
ser acciones buenas, o al menos indiferen
4. Ayudar, camino para el reino tes; si fueran malas, no se harían con buena
A la plenitud de las riquezas del reino intención. “Poco interesa, dice Séneca, con
se llega por el pleno cumplimiento de los qué ánimo hayas hecho lo que es vicioso ha
consejos. Por eso, añade el Señor: “Vended cer; porque los hechos se ven, no se ve el
vuestros bienes y dad limosna; es camino ánimo”.
para el reino. “Haceos bolsas que no enve “Pero, si tu ojo está malo, todo tu cuer
jezcan”. Poned vuestros bienes en manos de po estará a oscuras”. Si tu intención es per
los pobres. Aunque marchéis vosotros en versa, tus obras estarán oscurecidas por el
medio de enemigos y ladrones, ellos lleva pecado; serán malas, aunque en sí mismas
rán vuestro dinero a un lugar seguro; no lo sean buenas, y aunque parezcan buenas a los
perderéis; tendréis “un tesoro inagotable en hombres. Mira bien que tu intención sea
el cielo” (Lc 12,33); allí dura eternamente buena; si no, corromperá todo lo demás.
el premio de la generosidad. Hacer el bien “Así que, si la luz que hay en ti es oscu
aumenta los méritos; los méritos son el te ridad, ¡qué oscuridad tan grande!”. Si la ac

160 “El ojo del alma, lo que orienta la conducta moral, es el discernimiento espiritual, la discreción”. “El al
ma presenta tres exigencias: la de la salud de sus ojos, la de mirar, la de ver” decía san Agustín, según la relación
ver-conocer. Siglos después Balduino de Cantorbery escribió: “Todo el cuerpo de nuestra vida, y de cualquier ac
ción nuestra estará iluminado si el ojo es sencillo. Y un ojo sencillo es a la vez ojo y sencillo”… “el pensar recto no
admite error; la intención piadosa excluye la ficción. Es el discernimiento”. (NT.MI, 68).
38. MONTE 6º: TESOROS DE LA TIERRA; DEL CIELO 341

ción
malabuena
cuando
en lesí,falta
luminosa
la buena
en sí,intención,
se vuelve mo los ojos no pueden contemplar a la vez
el cielo y la tierra”.
por
dos
mucho
la mala
tinieblas
sí, si
peores
acción.
les entonces:
añades
serán
Hay las
que
mala
laacciones
mirar,
mala
intención.
intención
por
malas
tanto,
Hay
dey Dice, por su parte, el Filósofo, en su li
bro sobre los animales: Las aves cierran los
ojos con la pupila inferior, en cambio los
animales gruesos con la superior”. Por las
con
trabajar
qué por
atención
tener una
obraintención
cada uno.muy
Haypura;
que aves se entiende los hombres espirituales,
que cierran los ojos a lo inferior y terreno;
sino es buena, tampoco lo es la acción que
hacemos. por los animales gruesos se entienden los
mundanos que tienen los ojos cerrados a lo
En cambio, si obras el bien con buena celestial y abiertos a lo terreno y secular.
guna
intención, sin que haya en
de pensamiento oscuro,
tu alma
se parte
ilumina
al- Dos señores indican a los que mandan
cosas contrarias. Si muchos mandan lo mis
también tu acción, sea cual sea su resultado, mo, dice el Crisóstomo, no son muchos, si
y ella
de la gracia,
te iluminará
y con el
a ti,
futuro
con de
el fulgor
la gloria.
actual
En no uno; la concordia hace de muchos uno.
Estos señores a quienes no se les puede ser
cambio, si haces algo con intención no bue vir a la vez son los vicios y las virtudes, lo
na, aunque le aproveche a otro, a ti se te terreno y lo celestial, Dios y el enemigo, la
atribuirá
ha
queservido
no secomo
ofusque
a él.túCuídate
lolahas
intención
hecho,
mucho,no
de pues,
según
tu cora
de
le carne y el espíritu. Arrastran a cosas contra
rias. Es inevitable dejar uno y seguir a otro.
Por eso como declarando añade el Señor:
zón con la tenebrosidad de los vicios. Ella es “No podéis servir a Dios y a la riqueza” (Mt
la luz de tu alma. Tu ojo puro hará lumino 6,24). Dice riqueza con el nombre sirio
so todo tu cuerpo. Hagas lo que hagas, haz “mammona”, Mamón llamaban los sirios al
lo solo por Dios. Sus dones volverán así al demonio de las riquezas. El enemigo tienta
lugar de donde salieron. Y fluirán de nuevo con el deseo desordenado de ellas. No están
hacia ti. en su mano; no puede darlas ni quitarlas, si
no cuanto Dios lo permite. Pero las utiliza
6. No
Y sisealguien
puede deseando
servir a dos señoreslo te-
conseguir para armar lazos y engañar a los hombres.
El hombre no puede servir a la vez a Dios
rreno
haga
tención
por
y lo
puede
los
celestial,
bienes
ser recta,
temporales
dijera
deque
forma
la
y por
recta
queDios
uno
in- y a las riquezas; pero puede servir a Dios con
las riquezas. Sirve a las riquezas, el que sirve
los bienes que hace, el Señor lo rechaza con al que engaña con ellas; sirve a las riquezas el
“El amorhabitar
pueden del mundo
de igual y elmodo
amor ende uno,
Dios co-
no que las ama por sí mismas, como último fin;
el
transitorio
san
vez
die
sonejemplo
dinado
puede
contrarios
aAgustín:
la altierra
servir
otro.
de
y lo
“Un
los
entre
yeterno”,
“No
aaldos
ojo
cielo”.
sí,vale
amos
señores”
no
y según
uno
puede
amar
Ycontarios:
no
san
(Mt
san
está
amirar
Cipriano:
la6,24),
Beda.
subor-
vez
“Na-
a lo
la
Y
si el que las adquiere con avidez, las retiene con
avaricia, y las guarda como un esclavo. En
cambio, quien las emplea haciendo el bien,
no sirve él a las riquezas, sino que las rique
zas le sirven a él; las distribuye como señor;
se sirve de ellas como instrumento para bue
nas obras. Según san Ambrosio, las riquezas,
como son impedimentos para los malos, son
ayuda de virtud para los buenos.
342 PRIMERA PARTE

dos Dice el Crisóstomo:


señores, Dios y Mammón, “Se nos Dios
proponen apóstoles y a sus sucesores, y a todos los de
el
diablo.
cesitado,
da, diablo
Dios
el diablo
nos
a laincita
muerte. ¿A el
a la avaricia.
a hacer quién
Dios
bienade
al
layne-
los
vi-
el más que quieran alcanzar la cumbre de la
perfección. Ellos no tienen solicitud ningu
na de los bienes terrenos, ya que con ali
mento y vestido, están contentos.
dos
la vida,
debemos
no al obedecer?
que nos arrastra
Al queanos
la muerte.
invita a Pues ¿cómo podrán vivir, si lo dejan to
do? Responde el Señor: “Por eso os digo a
¿Qué
servir
mos
dineros,
desear
puede
a Cristo,
unirnos
más
haber
por élelcon
que,
a más dinero?
terrible
el
toda
desprecio
¡Qué
laque
mente
dejar
podría-
deylos
de vosotros, que no andéis solícitos”, con de
sorden, “por vuestra vida”, animal, que se
sustenta del alimento, a ver “qué vais a co
el mer o qué vais a beber; ni por vuestro cuer
corazón?”. po, qué os vais a poner” (Mt 6,25). Si que
soluto
Puesservir
bien,a aunque
la vez aesestos
imposible
dos señores,
en ab- réis servir a Dios, no os sometáis a la
excesiva solicitud de las cosas temporales.
sibilidad.
muchos pretenden
Se parecen
alzarse
a aquellos
contra de
estaquienes
impo- No dice que no trabajemos, ni que no nos
ocupemos en buscar alimento y vestido; sino
dice el libro de los Reyes, que pretendiendo que no tengamos una solicitud reprensible,
temer a Dios, servían a los ídolos. Amar a que perturbe el alma y la aparte de las cosas
las riquezas por sí mismas, amar a Dios por eternas. Lo necesario, claro que lo concede.
sí mismo, y las dos cosas como último fin, “Se nos manda, dice san Beda, que no
como criados de las dos, esto es imposible. andemos preocupados sobre qué comere
Lo que sí se puede, es apetecer una cosa por mos. Preparar nuestro pan con el sudor de
la otra: las riquezas por Dios. nuestro rostro tenemos que hacerlo. El cui
Nuestras acciones pueden referirse a un dado excesivo se ha de evitar”.
fin temporal, con tal de que este fin tempo Dice el Crisóstomo: “Tenemos que bus
ral
bio,seserefiera
pone finalmente a Dios. Si,a en
como fin inmediato cam
Dios, car el pan con trabajos corporales, no con
y preocupaciones espirituales. Dios hará que
como
so del fin
todo.
último
Lo que
el temporal,
se desea por
esto
otra
es cosa,
perver-
es abunde, como premio, para aquellos que
trabajan; y que se les quite a los negligen
inferior a esa cosa. Está bien distinguir es tes, en castigo”.
tos fines, el temporal y el eterno, pero so En sentido espiritual, comer se refiere a
metiendo el uno al otro, el temporal al eter los glotones, vestir a los vanidosos; y las co
no. Una sola intención vale entonces, para sas, a los avaros. En otro pasaje se dice: “Ha
actos diversos; ni deben llamarse propia bía un rico”, la avidez, “que vestía de púr
mente fines diversos, ya que uno de ellos
pura y de lino”, la vanidad, “y comía cada
puede reducirse finalmente al otro. día espléndidamente”, la gula. (Lc 16,19). Si
has despreciado la gloria del mundo y has
7. No angustiarse por lo temporal
escogido servir a Dios, quienquiera que seas,
nos Concluyendo
preocupemos sobredel alimento
esto, indica que no no te preocupes vanamente por la vida, por
do. Habla
especialmente
que estas cosas
a losaldiscípulos,
se
desprecio
dicen endel
a los
especial
mundo.
yque
del invita
aPor-
los
vesti la comida y el vestido. Si nos da por su amor
el don mayor que puede hacernos, nos dará
el menor. Nos dio el alma y el cuerpo; tam
bién nos dará la comida y el vestido. “¿No es
38. MONTE 6º: TESOROS DE LA TIERRA; DEL CIELO 343

la vida más que el alimento, y el cuerpo más dio la naturaleza, el vestido, y el alimento
que el
para la vestido?”
comida, niNo
el cuerpo
ha sidopara
creada
el vestido,
el alma necesario. No dice el Señor que no vayan las
aves a buscar el grano a los pastos. No pro
sino
de
ella.
lo
tomo.
que
que
al
“Sies,
Determinó
revés.
leDios
no
falte
loNo
nohabría
lohubiera
debe
que
quecreado,
preocuparse
ha querido
sido
dice elel
creado
conservar
Crisós-
alma
para hibe el trabajo y la previsión; sino la preo
cupación desordenada, y la avaricia.
Dice el Crisóstomo: “Las aves voladoras
las hizo Dios por el hombre; al hombre, por
él
conmismo
el alimento,
les procuró
y el cuerpo
ambas
la vida
con
cosas”.
seelconservara
vestido, y sí mismo. Si cuida de los animales, por cau
sa del hombre, ¿cómo no va a cuidar del
hombre, por sí mismo?”
El que nos dio sin preocupación nuestra
la vida, sin ella nos dará lo que ha de aña 9. Vestido: los lirios del campo
dirse para mantenerla. ¡Qué absurdo sería
“Y por el vestido, ¿a qué preocuparos?”
que por lo menor, por el alimento y el ves
Pone dos ejemplos. Primero, el tamaño del
tido, perdiéramos lo mayor, el alma y el
cuerpo del hombre, que se lo da Dios, y que
cuerpo!
por mucho que nos preocupemos no lo au
mentamos, ni disminuimos. “¿Quién de
8. Comida: los pájaros del cielo
vosotros a fuerza de preocuparse puede alar
alimento,
mento
turas
Habla
irracionales
nos luego
propone del
enque
elconcreto,
vestido.
ejemplo
vuelanSobre
de
primero
porunas del gar un codo a su estatura?” (Mt 6, 27). El
elelcria-
aire.
ali-
vestido se ha de adaptar al tamaño, y este se
nos da sin cuidado nuestro; pues también se
nos dará el vestido.
to,
“Fijaos
bran,
lo. “ni
“Pero
nirecogen
ensiegan”, enpara
losvuestro
pájarosgraneros”,
del
procurarse
Padre
cielo,para
celestial
queelguardar-
ni
alimen-
siem-
los El otro ejemplo se refiere a algo fuera
del hombre, que brota de la tierra, los lirios
y las hierbas; crecen sin solicitud, y Dios las
viste según su proporción. “Mirad los lirios
alimenta”,
grande
rá a losde hombres
ellos.
por los
Pues
mismos,
hombres,
muchosin más
sin
quealimenta-
solicitud del campo: ¡Cómo crecen!; no se fatigan”,
para adornarse de colores, “ni hilan”, para
ellos se hacerse el vestido. La providencia de Dios
que
ellos
preocupen
ellos?”
muchodesordenadamente.
(Mt
más.6,27).
“¿NoUn valéis
animal
vosotros
Los racional,
quieremása los viste de colores preciosos. El color mis
mo es el vestido de las flores; supera los co
lores de todos los vestidos, y los trajes de los
como
han
Dios
una cosaes es
sido
que el
hechos
las
más
hombre,
aves
noble
paradeltiene
elcielo.
hombre;
más
Losvalor
animales de reyes. “Os digo que ni Salomón en toda su
el finante
gloria se vistió como uno de ellos”. El arte
imita la naturaleza, pero las obras humanas
conveniente
Dios alimenta a lasque
a su naturaleza con el cuidado
avesella.
racional, según no alcanzan la perfección de las naturales.
“Realmente, pregunta san Jerónimo,
¿qué seda, qué púrpura regia, qué pintura
se
vivir
la
manda.
recta
moderadamente
así.
según
La
razón,
Lanaturaleza
la
naturaleza
recta
si procuran
de
razón:
de
del
buscar
las
hombre
debe
cumplir
aves
lopreocupar-
que
las
le lleva
lonoque
lea de tapiz puede compararse con las flores?
¿Qué tiene el color rojo de la rosa? ¿Qué al
canza el candor del lirio? La púrpura del te
ñido no supera a la púrpura de la violeta; lo
afirman los ojos, más que las palabras”.
344 PRIMERA PARTE

qué
ra
de
dasmostrar
su
Dios;
Pregunta,
partes.
vistió
poder.
también
asu
No
las
Para
sabiduría
también,
solo
hierbas
que
lalos
tierra”.
veamos
con
cielos
yellaCrisóstomo:
tal
sobreabundancia
cantan
su
esplendor?
gloria
la en
gloria
“¿Por
Pa-
to- castos: tienen el brillo claro de la pureza, y
el perfume de su valor moral. No crecen por
su trabajo, sino por don de Dios. Es hermo
so contemplar cómo crecen en buenas
obras, reposan en la contemplación, y bri
llan con la hermosura de una santa vida.
De ambos ejemplos se deduce que Dios
preocupe
vestirá al en
hombre
excesolo
desuficiente
ello. “Pues,sinsi que
Diossea 11. Confianza en la providencia
No desconfiemos, pues, de tener lo ne
la hierba del campo que hoy existe y maña
cesario. Dios proveerá a su tiempo, si hace
na se tira al horno”, pues a falta de leña, se
mos lo que nos manda. Si tememos que nos
calienta el horno en algunas tierras, con ho
falte lo temporal, ¿cómo vamos a esperar lo
jas secas y cosas semejantes, “la viste así”,
eterno? La fe no teme al hambre. Una fe pe
con tal belleza de colores y formas, “¿no ha
rá mucho más con vosotros, queña, incapaz de esperar lo menor, ¿cómo
gente de poca
va a esperar lo eterno? El que entiende qué
fe?” (Mt, 6,28-30).
es el hombre, no desespera de Dios. El que
Si Dios tiene tanto cuidado de las flores,
desespera de Dios, no sabe qué es el hom
que nacieron solamente para ser vistas y
bre. Dios en el hombre y el hombre en
morir, ¿cuánto más se cuidará de los hom
Dios. Desespera del Creador el que pone su
bres, hechos a semejanza de Dios y llama
esperanza en las criaturas.
dos a cosas eternas?
Dice san Anselmo: “No te aterre el te
A quienes se preocupan en exceso los
mor de un tiempo de sequía, de un hambre
llama gente de poca fe, desconfiados. La
que pueda venir. Mantén tu confianza en
preocupación desordenada procede de falta
aquél que alimenta a las aves y viste a los li
de fe; otra cosa es la solicitud razonable y
rios. Que Dios sea tu hórreo, tu caja fuerte,
ordenada.
tus riquezas y tus delicias. Él sea para ti, so
lo él, todo en todas las cosas”.
10. Aves y lirios, en sentido moral El Señor pone aquí tres bienes, dados
La glosa hace una interpretación moral, por Dios al hombre: el alma, el cuerpo, y las
santos
comparando
do;
do
no,
ángeles.
ano
ylabuscan
se
no
contemplación,
Los
afanan
tienen
santos
alolos
celestial,
por
tampoco
santos
senada;
distinguen enpor
desprecian
con
semejantes
dedicados
nada
los pájaros.
lo
elya
del
la
mun-
terre-
aLos
to-
los cosas. El alma debe obedecer a su superior,
que es Dios. El cuerpo debe someterse a su
superior, que es el alma. Las cosas deben
servir a sus superiores: a Dios, cuando se
distribuyen a los pobres; al alma, cuando se
rio.
ten
aves
ni
breza
ción,en
cuidado
arriba.
siegan,
A
voladoras
yvoluntaria,
los
negocios
Los
ladeelevación
ni
lirios
contemplativos
ellos,
reúnen
también
seculares;
del
elprocurándoles
reposo
del
en
campo,
en el
graneros;
alma
que
de
ysese
la
aparecen
nolas
Señor
parecen
contempla-
lo
no
siembran,
cosas
necesa-
setiene
ame-
po-
los
las
de aman ordenadamente; al cuerpo, cuando le
sirven como corresponde. Pervierten este
orden los ricos que no someten las cosas a
Dios, si no dan nada a los pobres; ni al al
ma, si las aman con maldad; ni al cuerpo, si
las usan sin juicio.
Para recalcar con más fuerza lo dicho,
añade el Señor: “Así que no os preocupéis,
diciendo: ¿Qué comeremos? o ¿qué bebere
38. MONTE 6º: TESOROS DE LA TIERRA; DEL CIELO 345

Crisóstomo
mos? o ¿con advierte
qué nos vestiremos?”.
también Según el mayor confianza. Siendo Padre, y tal Pa
que no andar dre, no olvidará a sus hijos en males en
preocupados
trabajar,
las cosas
estar preocupado
sino
temporales.
con
no tener
en
desorden
absoluto.
Seelpuede
alma
no Ysignifica
afligida
trabajar
añade: con
sin
“Si
no que no lo soportarían ni los padres huma
nos. Dios conoce la naturaleza humana,
pues él la creó, como es. Verá su necesidad
más que tú mismo, que te sientes tan ata
no conviene
sario,
el sueño
¿qué andar
porcastigo preocupados
cosas innecesarias, por
loslo
merecen los yque nece
pierden
que ro- do por tus limitaciones. Quiso que ella pa
deciera esta indigencia; no se opondrá en
absoluto a lo que decretó que le fuera ne
ban a los demás?” cesario; no la defraudará”. Palabras de san
eso No
andan
seáis
ansiosos
así vosotros.
los aún“Pues
no creyentes”;
por todo Juan Crisóstomo.
San Agustín, por su parte: “El médico
porque no conocen la providencia de Dios del cielo sabe qué debe darnos para consue
sobre los actos humanos y todo su afán se lo nuestro, y qué debe quitarnos para pro
cifra en esta vida; no piensan para nada en
lo venidero, ni esperan la promesa de las co- barnos. El hombre no quita el alimento sin
razón a sus bestias. Dios sabe y quiere, por
sas eternas. que es nuestro Padre, y puede proveernos,
A ellos se parecen los mundanos que porque es todopoderoso; no temamos que
buscan con inquietud inmoderada los bie deje de hacerlo”.
nes presentes. ¿Qué tiene más el cristiano
que el pagano, si la infidelidad le solivian 13. A veces, padecer escasez
ta el ánimo, y le fatiga con cuidados de esta
vida? ¡Qué lástima que muchos cristianos Por algunas razones, sin embargo, pade
busquen las cosas del mundo más que los cemos a veces necesidad en las cosas necesa
paganos! No; no conviene que busquemos rias. Porque así lo merecen nuestros peca
nada,
estas cosas,
repito.con esa preocupación desorde- dos; para practicar la virtud; por nuestra
misma avaricia, que con solicitud excesiva e
inoportuna hace a veces que nos falte lo ne
12. Dios, Padre providente cesario. Por la vanidad humana, que nos ha
ce buscar cosas sin motivo, mereciendo que
Dios no es insensible ante sus hijos. nos falte lo preciso. Por el abuso de las cria
“Pues vuestro Padre celestial sabe que nece turas de Dios, que merece que se nos quiten
sitáis todo eso”. Sin ello no podríais vivir, ni a veces en la necesidad; por la ingratitud a
servir a Dios; él os lo dará, sin duda, si no lo los beneficios recibidos de Dios. Y, en fin,
impide vuestra falta de fe. No es buen pa
para que creamos de veras que Dios da los
dre el que no da lo necesario a sus hijos. Co
bienes temporales, y que no depende de
mo Padre, quiere; y como Dios, puede. Él
nosotros y de nuestros méritos el que nos
nos dará lo que nos convenga.
los dé. Por eso nos los quita, para mostrar
“¿Qué rey, dice Rábano, no procura a
que es el Señor.
sus soldados el alimento conveniente? ¿Qué
amo no hace lo mismo con sus criados?
14. Trabajo digno, en paz
¿Qué padre no da a sus hijos de comer?”
sino: elVuestro
be; Dice Crisóstomo:
Padre“Nosabe;dijo:
paraDios
darles
sa- El Señor prohibe la preocupación des
confiada; permite, en cambio, el trabajo di
346 PRIMERA PARTE

ligente Dios
quiere de mirar
la angustia
por el díasin
de motivo, No
mañana. que 15. Buscar primero el reino
La conclusión es que debemos preocu
impide y pospone los bienes del espíritu.
parnos en primer lugar de las cosas eternas.
Pero sí quiere el cuidado moderado y nece
Hay tres clases de bienes: celestial, espiri
sario, según
pertenece a lalavirtud
normade
delalaprudencia.
recta razón,Sique
así
tual, y temporal. Con otras palabras: la glo
ria, la gracia, y la felicidad temporal. Lo
no fuera, el hombre tentaría a Dios, espe primero es lo más importante; lo segundo,
rando de él lo necesario para la vida, y no menos; lo tercero, menos aún. Lo primero
haciendo lo que humanamente tenemos
debe presidir nuestra intención; lo segundo,
que hacer. nuestras obras; lo tercero, debemos tenerlo
El amor de las cosas temporales puede como algo añadido a lo demás.
referirse a cosas inútiles, que el Señor nos No os preocupéis de las cosas tempora
prohibe atesorar: y a cosas necesarias, en las les, dice el Señor. “Buscad primero el reino
que no quiere una ansiedad que sofoque el de Dios y su justicia”. Que ante todo y so
espíritu. bre todo, en vuestra intención y afecto, bus
Hay una preocupación natural, que quéis el último fin, el reino de Dios, apete
coincide con el trabajo auténtico y con el cible en sí mismo, la vida eterna y los
cuidado de proveer al día de mañana. Dios bienes del cielo. Si queréis seguir un cami
la permite al hombre, para que no tiente a no recto, que lleve a este reino, buscad su
Dios, con tal de que Dios sea preferido en justicia, siguiendo sus preceptos y sus
todo. Por eso se le dijo a Adán: “Con el su obras.
dor de tu rostro comerás el pan” (Gn 3,19). “Y todo lo demás se os dará por añadi
Cristo
el mismo tuvo bolsa, según aparece en
Evangelio. dura” (Mt 6,33). Lo demás, lo temporal,
que señaló en tres cosas: la comida, la bebi
Hay una segunda, culpable, que se re da y el vestido. Trabajando y colaborando
fiere a la cantidad de cosas que se adquieren vosotros, preocupándoos ordenadamente de
sin
ña lanecesidad,
avaricia; oy se
ésta
centra en la calidad
la origina y la acompa-
y fas ello. Porque las malas obras, retiran los fru
tos de la tierra; las buenas, los atraen. En
tuosidad
en un ansia
de las
de tener
cosas, de
seguida
antemano
de lujuria;
todo loo todo caso, si nos son sustraídas, es para ejer
citarnos y probarnos. Si se nos quitaran del
necesario, que trae consigo el descuido de todo, mereceríamos la corona del martirio.
las cosas
esta preocupación
del espíritu.
viciosa.
Con razón se prohibe Si se nos dan, en cambio, es para nuestro
prójimo.
de
iglesias”
la
tenemos
de
cada
obrar
día
(2Cor
mandada,
Dice
la
es fidelidad
la
el11,28).
preocupación
apóstol:
pues
Esta
y “Mi
claramente
compadecerse
preocupación
carga
por todas
urgente
perte-
del
las
la consuelo y para acción de gracias. “Para los
Hay todavía una tercera preocupación, que aman a Dios, todo colabora al bien”
(Rm 8,28). El médico del cielo sabe bien
qué nos conviene hacer.
El Señor pone lo primero en relación
con lo segundo. Es claro, por tanto, que no
excluye el cuidado de lo necesario para la
nece a la caridad. vida, sino que insiste en que busquemos
La preocupación primera, Dios la tolera; primero lo espiritual y luego lo temporal.
mienda.
la segunda, la rechaza; la tercera, la reco- Lo temporal seguirá a lo primero sin impe
dimento nuestro. Busquemos estas cosas sin
38. MONTE 6º: TESOROS DE LA TIERRA; DEL CIELO 347

apartarnos
dos
interpreta
temporales
fines distintos,
de
que
luego,
lasdebemos
primeras,
en
separados.
este buscar
sentido,
y sin
Sanestablecer
las
Agustín
“luego”
cosas Dice Pedro Cantor: “Antes prohibió el
cuidado desordenado de las cosas presentes;
una vez al año, en efecto, sembramos, sega
mos, recogemos; a esto llamamos cosas pre
no se refiere al tiempo, sino a la estimación. sentes. Ahora nos prohibe la preocupación
luego
Lo
bien,
primero.
primer
primero
lo
lolugar,
segundo
temporal,
Buscar
debemos
y lo es buscarlo
primero
por
segundo
ser
poner
elnecesario
reino
en
lo por
el
primero
de
segundo:
nuestro
para
Diosen
loy por las cosas futuras, las del año siguiente,
por ejemplo. Hay cosas de que se ocupa la
providencia divina, y de esas no conviene
andar preocupados. Si tú te previenes en su
lugar, tu preocupación se hace viciosa. Co
que busquemos lo temporal para alcanzar el mo aquel abad que hizo acopio de alimen
reino de Dios, y no al revés. Esto enseña tos para tres años. A hombres así los llama
claramente que lo temporal no lo debemos mos prudentes; pero caen en algo prohibido
buscar como si tuviéramos que hacer el por el Señor, que quiso nos cuidáramos solo
bien
rio. Nos
por instruye
eso temporal,
el Señor:
aunque
Todo sea
cuanto
necesa-
ha del presente. Los que así desconfían de
Dios, son más miserables”.
cemos, debemos hacerlo por el reino de Y el Crisóstomo: “La palabra del Señor,
Dios. Por tanto, cuando hacemos algo bue de no preocuparse del día de mañana, nadie
tro
eterno.
no, querer
no pensemos
Queloen en losea
primero
nuestra temporal,
intención
el reino ysino en lo
deenDio.
nues- la escucha, nadie la guarda completamente.
Se nos manda que no recemos por esas cosas
y ponemos todo nuestro afán en ellas, con
Los santos, de los primeros tiempos, sumiéndonos en pensarlas una por una;
buscaron primero del reino de Dios: Dios cuanto cuidamos de lo corporal, tanto des
les añadió el reino
Constantino. Hoydel
muchos
mundo,
buscan
en tiempo
primero
de cuidamos de lo espiritual”.
No quiere el Señor que nos preocupe
el reino del mundo, más que el de Dios, mos del futuro, como si estuviéramos cier
preocupándose de las riquezas más que de tos de vivir entonces, siendo así que ni del
las almas y las iglesias; nada extraño que presente estamos seguros. Dice san Ansel
pierdan el reino de Dios, junto con el del mo: “Piensa que vas a morir cada día y no
mundo. pensarás nunca en el mañana”. Y Séneca:
“Hay que ordenar cada día, como si fuera el
16. El cuidado del día de mañana último”.
Añade el Señor una prohibición respec “El mañana se preocupará de sí mismo”.
to
deldel
mañana”;
futuro: “O
no quiere
sea, queque
nonos
os preocupéis
tomemos, El futuro tendrá su propio trabajo y solici
tud. Variando los tiempos, son diversas las
san
en
cierto.
debemos
cupación
de
sente.
futura,
el
antemano,
Jerónimo;
futuro.
Dejemos
anticipando
del
preocuparnos
Basta
día
ynos
asin
deelorden,
Dios
prohibe
mañana.
alpensamiento
el
día
del
futuro,
pensar
la deles
depresente,
preocupación
Concede
hoyque
con
la preo-
ansia
dice
pre-
que
in- cosas que hay que hacer: basta preocuparnos
de ellas, cuando llegue su momento. Cuan
do llegue el día futuro, ya nos cuidaremos
de él. No se nos prohibe el cuidado del día
presente; tampoco se nos prohibirá el de
mañana, cuando venga.
La preocupación, que se nos prohibía, se
refería a la ansiedad de la avaricia, que
348 PRIMERA PARTE

siempre debemos huir. El día de hoy debe El Señor no condena tanto el trabajo pre
preocuparse de sí mismo, porque “a cada visor, como la preocupación que ahoga el al
día bástale su trabajo”. El día de hoy debe ma. “Cuando vemos, dice san Agustín, a un
preocuparse de sí mismo, porque “a cada criado de Dios, proveyéndose de lo necesario
día le basta su mal” (Mt 6,34). Cada tiempo y cuidando de que no le falte lo que se le ha
tiene bastante con su trabajo, su fatiga, su encomendado, no debemos pensar, sin más,
dolor, y su angustia. El Mal de cada día no que obra contra lo mandado por el Señor,
son aquí las culpas, sino el castigo que pa preocupándose del día de mañana. El mismo
decemos; en el estado de inocencia, no ne Señor quiso tener bolsa de dinero, para que
cesitaríamos tales preocupaciones. nadie se escandalice”. Y añade: “Es claro que
San Juan Crisóstomo dice: “No llama nuestro Señor no rechaza el procurarse es
mal aquí a la maldad, sino a la miseria y al tas cosas por caminos humanos. Lo que de
trabajo. En otro texto dice la Escritura: saprueba es que por estas cosas vaya el hom
“¿Habrá en la ciudad algún mal que no lo bre contra Dios, y que en sus acciones no
haya hecho el Señor?” (Am 3,6). No se re tenga delante el reino del cielo, sino adquirir
fiere allí a la avaricia, a robos, o cosas seme y poseer. Pensemos, en una palabra, en el rei
jantes; sino a los castigos inferidos por no de Dios, hasta cuando atendemos a procu
Dios, de que habla el profeta Isaías: “Yo el rarnos lo necesario para la vida. En cambio,
Señor... soy quien hace la paz y crea el mal” cuando luchemos por el reino de Dios, olvi
(Is 45,7). Ahí el mal no se refiere a la mal demos lo terreno. Hagamos el bien a todos,
dad, sino a las pestes, hambres y demás co con corazón sencillo, por el reino de Dios, sin
sas, que muchos estiman como males. Pues pensar en el premio de cosas temporales. Si
del mismo modo en el pasaje que comenta alguna vez nos faltan, cosa que Dios permite
mos llama mal a la aflicción. ‘A cada día le con frecuencia para ejercitarnos, entonces no
basta su mal’. No hay nada que dé tanto debilitarán nuestro propósito; más bien, si es
dolor al alma, como la preocupación y el tábamos desanimados, nos confirmarán”. Son
cuidado”. palabras de san Agustín.

Oración

Señor Jesucristo: Dame que no atesore ganancias en la tierra, sino méritos en el cielo.
Nadie puede servir a dos señores. Líbrame, pues, del dominio del mundo, el demonio,
y la carne.
Que mis ojos miren al cielo, no a la tierra.
Añade a mi estatura natural el crecimiento de la gracia ahora, y de la gloria después.
Que miren mis ojos a los lirios del campo, a los hombres fieles de tu Iglesia, vestidos con
la claridad de la virtud; que no miren a la hierba, los ricos ávidos de este mundo, que han
de ser echados al horno de la condenación.
Jesús: que busque el reino de Dios y su fidelidad. Que sirviéndome de las cosas tempo
rales, llegue por las virtudes al reino del cielo. Amén.
39. MONTE 7º: LA MISERICORDIA Y LA ORACIÓN 349

39. MONTE 7º: LA MISERICORDIA Y LA ORACIÓN


Mateo 7,1-12; Lucas 6,43-49

1. Misericordia con los otros seréis condenados”. El que hoy es malo, qui
zá será bueno mañana.
El Señor nos exhorta a tener misericor
El juicio no es aquí un acto de justicia
dia con el prójimo: “Sed misericordiosos,
propio del juez, sino el que uno hace de su
como vuestro Padre es misericordioso” (Lc
prójimo por ciertos indicios o señales. De
6,36). Él perdona nuestras miserias, por su
muchas maneras se puede juzgar a otro. Por
sola bondad, sin esperar nada de nosotros.
un hecho evidente; por ejemplo, cuando
Si vamos buscando nuestro interés, no obra
uno ve a otro matar a un hombre, y juzga
mos por caridad; una cosa es buscar nuestra
que es un homicida; en esto no hay pecado
utilidad, y otra la de aquél a quien debemos
alguno. Por señales evidentes, que tampoco
amar como a nosotros mismos.
será pecado. Por señales ligeras.
Cristo quiere que imitemos al Padre en
En este último caso puede suceder de
la bondad –que tanto necesitamos nosotros–.
varias maneras. Si por ellas empieza uno a
El demonio pretendió imitar el poder de
dudar de la bondad del otro, será pecado ve
Dios, con soberbia, y cayó. El hombre pre
nial, porque procede de la debilidad huma
tendió robar la ciencia de Dios, y perdió la
na, y no es propiamente un juicio, sino sos
inmortalidad. Cristo nos hace un elogio im
pecha. Otra cosa es cuando, por esas señales,
presionante de la bondad, para que por ella
sostiene firmemente en su ánimo que el
nos parezcamos a Dios.
otro es malo; esto sí es juicio, pues implica
Hasta los animales, de cada especie,
sentencia, y será pecado grave contra la ca
guardan una cierta benevolencia entre sí.
ridad, si afirma algo grave contra su próji
Con más razón el hombre, creado a imagen
mo por leves motivos. La falta será mayor si
de Dios, debe ser comprensivo con el hom
además de faltar a la caridad condenando al
bre. Cada hombre debe asumir la angustia
otro, falta a la justicia, pasando a castigarle.
del otro. Esto es tener misericordia de él.
Cuando el Señor nos dice: “No juzguéis”,
Dice san Jerónimo: “No recuerdo haber
nos prohibe juzgar y condenar temeraria
leído nunca, que haya muerto mal alguien
mente. Los malvados toman con frecuencia
que haya practicado de buena gana las obras
en mal sentido cuanto oyen o ven. Los bue
de misericordia. Cuenta con muchos inter
nos lo interpretan en buen sentido; Dios lo
cesores, y es imposible que las preces de
ordena rectamente todo, o lo permite justa
muchos no sean escuchadas”.
mente, y ellos de todo sacan ganancia.
“En tres cosas, dice san Agustín, está el
2. 1ª misericordia: No juzgar
buen orden: pensar bien de cualquiera, ha
Nos pone el Señor tres clases de miseri cer el bien a cualquiera, y soportar el mal
cordia. La primera no juzgar a los otros: “No por cualquiera”.
juzguéis y no seréis juzgados”. Si no juzgáis San Bernardo dice: “Guárdate de inves
temeraria e injustamente el prójimo, no cae tigar la vida ajena, aunque veas que se obra
réis en un pecado del que os deberá juzgar mal. No juzgues al prójimo; excúsale. Ex
Dios. Si por la fragilidad humana, por sos cusa su intención, si no puedes disculpar su
pechas juzgáis a otro. “No condenéis, y no obra; piensa que habrá sido por ignorancia,
350 PRIMERA PARTE

sin caer en la cuenta, o por casualidad. Si la os medirá a vosotros” (Mt 7,2). Vuestra te
certeza hace imposible toda disimulación, meridad en juzgar os castigará a vosotros, se
piensa contigo mismo esto: ¿Qué hubiera gún la medida de vuestra mala voluntad. No
sido de mí, si la tentación hubiera tomado quiere decirnos el Señor, como explica san
tal poder sobre mí? Agustín, que si juzgamos temerariamente,
El Señor no soporta que condenemos Dios nos juzgará temerariamente; ni que, si
como reos a los sospechosos; por eso las co usamos nosotros de medida injusta, Dios
sas dudosas se deben interpretar en el mejor usará de medida injusta con nosotros. Sino
sentido. “En este texto, explica san Agus que la temeridad con que castiguemos al
tín, no veo que se nos mande sino interpre otro, esa misma nos castigará a nosotros. No
tar en el mejor sentido los hechos, si duda se compara maldad con maldad, sino la cul
mos de la intención. Hechos hay que no pa con su castigo. El que juzga mal, culpa
sabemos con qué ánimo se hacen, porque blemente, tendrá el mal como castigo en el
pueden hacerse con buena y con mala vo justo juicio de Dios. Su culpa será su castigo.
luntad. Debemos evitar el juicio temerario A eso viene a reducirse el sentido de
en tales casos. No reprendamos si descono aquél otro texto: El que hiera a espada –juz
cemos la intención. No desechemos como gando mal a los otros–, a espada morirá –en
imposible que se haga mejor el que obró la sentencia divina–.
mal. Así evitaremos el juicio del que se di
ce aquí: No juzguéis y no os juzgarán”. 3. 2ª: Perdonar
“No conviene, dice el Crisóstomo, echar
Otra forma de misericordia es perdonar.
en cara los delitos, ni aplastar riñendo y per
“Perdonad y se os perdonará” (Lc 6,37),
siguiendo con insolencia al que haya caído
añade el Señor. Perdonad a los otros las
en algún pecado. Es mejor avisarle y ayudar
ofensas que os hagan. Perdonad a los pobres
le de buenas maneras. Si le condenas, no le
las deudas que os deban. Dios, a quien tan
condenas a él, sino a ti mismo; haces más te
to habéis ofendido, os perdonará la deuda
rrible tu juicio juzgando así a su hermano,
de vuestros pecados.
ya que pones una ley de severidad para que,
con ella, examinen tus pecados. Es una ten
4. 3ª: Dar a los pobres
tación diabólica. Examinando severamente
las cosas del prójimo, no alcanzaremos el La tercera clase consiste en dar, cuando
perdón de nuestros pecados”. Añade tam añade: “dad y se os dará”; dad a los pobres
bién esto: “Si no hubiéramos cometido nin bienes temporales, y se os dará la vida eter
gún otro pecado, mereceríamos la condena na. Son cosas inseparables el perdonar y ser
ción por tomar cuentas severas a los demás, perdonado, dar y recibir. Dice san Agustín:
mientras no vemos las vigas en nuestros “Hay dos formas de misericordia que nos li
propios ojos. Nos entregamos a examinar las beran: Perdonad y seréis perdonados; dad y
culpas ajenas, por pequeñas que sean; nos se os dará. ¿Queréis que os perdonen? Per
pasamos la vida condenando a los demás. donad. ¿Queréis recibir? Dad”.
Nadie está libre de este pecado: ni religioso, Perdonar al culpable y dar al necesitado,
ni seglar”. Palabras de san Juan Crisóstomo. según el mismo santo, son dos alas con las
“Con el juicio con que juzguéis seréis que vuela la oración a Dios. Dice san Beda:
juzgados, y con la medida con que medís se “Cristo nos manda perdonar las ofensas y
39. MONTE 7º: LA MISERICORDIA Y LA ORACIÓN 351

hacer
pecados
tiago: el“Juicio
ybien,
darnos
para
sinlapiedad
perdonarnos
vida eterna”.
se haráélDice
alnuestros
queSan-
no obra exterior, sino por la grandeza del afec
to interior. La viuda que metió dos reales en
el tesoro del templo, dio más que muchos
tiene
mucho
mos hallar
piedad”
en lamisericordia,
misericordia
(St 2,13); por
con
debemos
tanto,
el prójimo.
siinsistir
quere- ricos, según el mismo Salvador; aunque
ellos echaron allí grandes cantidades.

perdón
Diceque
sandé
Agustín:
a su prójimo”.
“Cada uno
Y añade:
recibirá
“Noel 5. Si un ciego guía a otro ciego
“Les dijo también una comparación:
tenemos más remedio para salir de nuestros
¿Puede acaso un ciego guiar a otro ciego?
males, sino soportar a los otros, ayudarles
¿No caerán los dos en el hoyo?” (Lc 6,39).
cuanto podamos, si queremos que nos ayu
¿Podrá un necio enseñar lo justo a otro ne
de Dios; y perdonarles, como queremos que
cio? ¿No caerán ambos en la perdición? “Si
Dios nos perdone. Dichosos los misericor
el pastor marcha por mal camino, dice san
diosos, porque Dios tendrá misericordia de
Gregorio, el rebaño va necesariamente al
ellos”.
precipicio”.
En las vidas de los Padres se dice que
Serían cosa de risa, si no fueran un de
los hermanos de un monasterio tenían
sastre, un doctor necio, un superior negli
abundancia y eran muy generosos con los
gente, y un predicador mudo. Si juzgas a
pobres. Luego dejaron de dar limosna y
otro, y pecas como él, eres un ciego que
ellos mismos empezaron a tener necesidad.
guía a otro ciego. ¿Cómo vas a llevarle al
Un santo varón comentó: En este monaste
bien, si obras también mal, tú, que te tienes
rio solían vivir dos compañeros. “Dad y re
por doctor y maestro?
cibiréis”. Echasteis al primero, y no quiso
quedarse el segundo.
mia
el
premio.
bien,
mucho.
serán
Si les
Los
lahemos
causa
mismosde
dado,
aque
quienes
aunque
Dios nos
hagamos
seadéun
el 6. La mota y la viga en el ojo
El Señor nos quiere generosos, y lo pre
“Y ¿a qué miras la mota que hay en el
ojo de tu hermano, y en cambio, no advier
tes la viga que hay en el tuyo?” (Mt 7,3).
Nos
gún lo
vaso darán
merecido,
tercesión
de la“una
agua medida
recompensa
fresca, en
“colmada,
buena”,
Dios nosremecida,
la
dará justa,
vida
por rebo-
se-
eterna.
su in- ¿Por qué te fijas en un pecado leve, que no
ciega, y que fácilmente lo consume el ardor
de la caridad, y no te das cuenta de lo que
hay de más grave en ti? ¿Cómo tienes los
pensado.
sante”, más de lo que hemos deseado ni ojos tan abiertos para juzgar lo mínimo de
los demás, y cerrados para juzgar cosas
harán elmedida
sotros”
medida–;
hará“La
mil(Lc
bien
veces
con
6,38).
–esto
más.
medida
queAl
es
uséis,
que
pagarle
colmada,
lahaga
usarán
enelporque
labien,
con
misma
vo-
se
le grandes tuyas? Esto conviene a todos, pero
sobre todo a los doctores que castigando las
faltas mínimas de los súbditos, dejan sin
castigo las propias.

según
ha laderecompensa
medir
sean sussiempre
obras
divina.
depor
misericordia,
Lalamagnitud
grandezaasí
no
dese-
se
la “¿Cómo”, nos dice el Señor, con qué
Dios dará a cada uno según sus obras; conciencia, y con qué cara, “vas a decir a tu
hermano”, que pecó menos que tú, disimu
lando: “Deja que te saque la paja del ojo”,
lleva con paciencia que te corrija tus faltas
352 PRIMERA PARTE

aun
vas en
mínimas,
el tuyo?”
“sin fijarte en la viga que lle- prender a alguien, pensemos primero si no
hemos tenido nunca una falta semejante. Si
los
cer doctores
“Ver
todos,y sacar
dice
y lossan
una
santos”.
Juan
mota Crisóstomo,
Según
no lo pueden
este santo,
sino
ha- no la hemos tenido, somos hombres y pudi
mos tenerla. Si la tuvimos, y ya no la tene
mos, recordemos nuestra propia debilidad,
crita!”
persona
todo
en
blo,esedebe
bueno,
situación.
sacerdote
sentido
para
Comediante,
que
enseñarse
“Saca
no
parecer
continúa
eres;
que
primero
quiera
primero
bueno
elque
malo
este
larepresentas
él,
enseñar
viga
habla
texto:
a osíde
mejorar
mismo,
contra
“¡Hipó-
tu
al ojo”,
pue-
una
su
ely para que preceda la piedad y no el odio, a la
reprensión que hagamos. Si tenemos no
sotros el mismo vicio, en vez de reprender
al que vamos a reprender, lloremos con él;
no le invitemos a que se nos someta a no
sotros, sino a que se esfuerce con nosotros.
Las reprensiones fuertes no deben hacerse
mayor.
que
mirada,
mano”
con
res
los
claro
las
lo
obras
cirte.
4,23).
pieces
mo.así
tinieblas
que
demás;
tu
aLuego
para
yque
los
“¡Médico,
El
por
conversión.
(Mt
corregirás
las
“Entonces”,
tuotros;
orden
con
sacar
pequeñas:
intención
ti
corregirás
y7,5).
del
mismo,
mayor
las
verás
de
pecado,
lacúrate
palabras,
Porque
amota
la
Te
tu
cuando
ypeligro
más
mejor
caridad
yahermano
conocerás
tu
los
teno
del es
aconciencia,
te
un
corrijas
demás.
ypuede
ti
las
amas
esté
ojo
no
ojo
pide
mismo!”
cosas
más
podrán
un
de
mejor
limpia
ciego
ver.
aaque
ti
tu
pecado
ti
con
mayo-
“verás
que
Haz-
mis-
her-
em-
ade-
por
(Lc
las
tu
tia sino raramente, en gran necesidad. Y en
tonces se ha de hacer de manera que no in
tentemos que nos sirvan a nosotros, sino a
Dios”. Son palabras de san Agustín.
Pensemos también, dice san Basilio,
qué difícil es juzgar a otros; hay que juzgar
se antes a sí mismo, y esto parece muy difí
cil. El ojo ve lo exterior, pero no a sí mismo,
al ver; también al entendimiento le es difí
cil percibir los propios pecados, cuando co
rrige los ajenos. Si son públicos sus pecados,
comete presunción, y escándalo. Si son
ocultos, peca de presunción. No falta, en
cambio, si se convierte, y luego corrige hu
mildemente al otro.

7. La corrección fraterna 8. No echéis lo santo a los perros


prójimo.
cunstancias
ymansedumbre,
a varias
gecelo.
corregirse
ParaHay
cosas.
corregir
La de
manera
que
primero
El
lugar
moviéndose
al
atender
orden
prójimo
adecuada
yatiempo.

detambién
mismo,
lahay
acorrección
ello
debe
Finalmente,
que
ypor
ade
luego
atender
lasser
amor
exi-
cir-
al
la Hay algunos que con la mejor voluntad
manifiestan las cosas de Dios a quienes no
son capaces de comprenderlas; con esto les
dañan, en vez de aprovecharles. “No deis lo
santo a los perros” (Mt 7,6), dice el Señor.
No entreguéis los misterios ocultos de la Es
critura y de la fe, ni los Sacramentos de la
hay que prever el resultado que se seguirá. Iglesia, a quienes los van a rechazar, como
Es difícil hallar a nadie sin este vicio, enemigos de la verdad. “No tiréis vuestras
según
dulgente
fácilmente
sancon
Hilario,
las sus
ajenas.
propias
porquefaltas
cada yuno
reprende
es in- perlas delante de los cerdos”; no pongáis la
santidad ante los que se ríen despectivamen
san “Hay
Agustín.
que En
tener
el caso
muchode cuidado,
tener quedice
re- te de todo. “No sea que las pateen con sus
pezuñas”, –con el fastidio y desprecio, de su
mente y corazón– “y, volviéndose luego, os
39. MONTE 7º: LA MISERICORDIA Y LA ORACIÓN 353

hagan trizas”, como perros, contra la verdad nuestro bien. Despertemos, pues. Confie
sencilla de la fe que oyen de vosotros, y se mos en su promesa, y nos alegraremos cuan
enfrenten con vosotros blasfemando. do la cumpla”.
“Dos cosas, dice san Agustín, hacen que
no se reciban bien las cosas de valor: el des- 10. La oración es escuchada
precio y el odio: el desprecio se indica en los
Dios acoge nuestras oraciones, si concu
cerdos; el odio, en los perros. No tratemos
rren en ellas tres cosas. Deben ser justas, que
de explicar al que no quiere comprender.
se refieran a la salvación; en las demás cosas,
Mejor buscará lo que ve cerrado, que lo que
cree abierto. Si no, se enfurecerá, como un no siempre conviene que seamos escucha
perro, o lo despreciará como un cerdo”. dos. Deben ser perseverantes, es decir, sin
que las interrumpa algo contrario a la ora
9. Fuerza y deber de la oración ción; no cesa de orar el que no cesa de obrar
bien. En tercer lugar, se trata de oraciones
“Pedid” con fe, en la oración, “y recibi por uno mismo; si es por otros, puede ser
réis. Buscad”, viviendo bien, y esperando, que las impida su mala disposición. Si hay
verancia,
“y hallaréis.
“y os
Llamad”,
abrirán”en(Mt
caridad,
7-11).en perse- las tres cosas dichas, la oración siempre es
recibida. Son las tres cosas indicadas en el
Dice el Crisóstomo: “Los mandatos, an texto mismo: “Pedid, buscad, llamad y se os
tes expuestos, eran superiores a las fuerzas abrirá” –la última señala que es oración por
humanas. Por eso el Señor nos remite a uno mismo, pues dice: Se os abrirá–.
aquél cuya gracia todo lo puede. Pedid y se Para subrayar bien la eficacia de la ora
os dará, nos dice. La gracia de Dios hará lo ción en esas condiciones, y dar a todos la es
que no pueden los hombres. Dios proveyó a peranza de ser oídos, añade: “Todo el que
más
los animales
das alas, de de
uñas,
carrera
dientes, veloz,
o cuernos.
de rápi-
Al pide”, con fe y como debe, “recibe; el que
busca”, esperando como debe, “encuentra; y
hombre le dispuso de forma que su fuerza al que llama”, con sus buenas obras, “se le
es él mismo. Obligado por su necesidad, abrirá”. La perseverancia es necesaria para
tendrá siempre necesidad de su Señor”. recibir lo que pedimos, hallar lo que busca
“Si es verdad, dice san Jerónimo, que el
mos, y para que se nos abra cuando llame
que pide recibe; el que busca halla, y al que
mos. Con esta batería de palabras enseña el
llama se le abre, entonces el que no recibe,
Señor que nos quiere muy cuidadosos, es
no halla; al que no se le abre, es porque no
forzados, importunos, violentos en el pedir.
pide, ni busca, ni llama bien”.
Como dijo uno:
“Nuestro Señor Jesucristo, dice san
Agustín, suplica con nosotros, y es dador
El trabajo incansable lo vence todo161
con su Padre. No nos exhortaría tanto a que
pidiéramos, si no quisiera dar. ¡Qué ver- Lo que pedimos en orden a la salvación,
güenza la pereza humana! Más quiere dar el no siempre se nos da enseguida. A veces se
Señor, que nosotros recibir; más quiere él li- retrasa para un tiempo más oportuno, por
brarnos de nuestra miseria, que nosotros que la dilación hace estimar mas las cosas, y
mismos. Lo que nos dice, nos lo dice por es más dulce conseguirlas luego; lo que se

161 …“Labor omnia vincit improbus”.


354 PRIMERA PARTE

abstenga
da enseguida,
sea ser oído enselaestima
también oración, El que
de la charlatanería.
menos.
conviene que
Dios,
de-
se ble. Es eficaz para alcanzar todo lo bueno y
librarse de todo lo malo.
“Si quieres sufrir con paciencia las ad
según
tra boca
tenemossanen
deGregorio,
la oración,
hablar tontamente.
oyecuanto
tanto menos
más sucia
nues-
la versidades, ora. Si quieres aplastar las incli
naciones malas, ora. Si quieres conocer y evi
tar los engaños del enemigo, ora. Si quieres
mo,
san
que
da
pida.
cosas,
tarnos
quiere
bien
El
Ambrosio,
Bernardo.
ora
si“Quiere
pero
que
quiere
dar”.
ano
lo
merecer
atiende.
que
ora
primero
que
Ha
debe
Dios
no
yapor
le
dispuesto
ha
oye
Dios
oírse
las
oiga
que
dispuesto
lalapromete,
oración
quiere
oración,
le
Dios.
primero
roguemos,
darnos
que
Dios,
dar
lopara
cuando
aque
se
muchas
asísegún
quien
le
exci-
mis-
dice
nos
pi-
el vivir con alegría cumpliendo el querer de
Dios, y sin ceder por los trabajos y sufri
mientos, ora. Si quieres practicar la vida es
piritual, y no seguir los deseos de la carne,
ora. Si quieres espantar las moscas de los
pensamientos vanos, ora. Si quieres que tu
alma engorde con pensamientos, deseos, fer
vores y devociones, ora. Si quieres afirmar tu
corazón en un espíritu varonil y en una de
terminación constante de agradar a Dios,
queDios
se le pide.
cumpleOtras
a veces
veceselcumple
deseo, eldando
mérito,
lo ora. Si quieres extirpar los vicios y llenarte
de virtudes, ora. Si quieres subir a la con
dando algo equivalente o mejor. Y otras no templación, a gozar de los abrazos del Espo
dando
jor queasilos
se santos
lo diera.
lo “No
que piden,
tengáisles
enoye
mucho,
me- so, ora. Si quieres saborear la dulzura de las
cosas del cielo y las grandezas de Dios, ora.
dice san Agustín, que Dios os cumpla lo que En una palabra, en cualquier necesidad vale
queráis. Dios da a veces, enojado, lo que pi la oración: hace huir de nosotros los malos
des; y otras veces te lo niega, por amor. Dios, espíritus y atrae a nosotros loe buenos”. Son
médico nuestro, sabe qué nos va a aprove palabras de san Bernardo.
char, qué nos va a dañar; si no da algo que “Como el ladrón, dice san Beda, huye al
queremos, lo niega a nuestra voluntad, pero oír voces, cuando se despiertan los vecinos y
lo da a nuestra salud. ¿Qué va a hacer, si tú vienen a ayudar, así las voces de la oración
pides lo que te va mal, y él sabe lo que te va hacen huir al demonio y despiertan a los
bien?
se poneHermanos,
en manos derogad
un médico:
a Dios, como
que haga
quien
lo ángeles y a los santos para que nos ayuden”.
Dice, de nuevo, san Bernardo: “Entre
que él vea mejor. Tú confiesa tu mal, él pon Babilonia y Jerusalén hay un mensajero fi
drá la medicina. No escucha a tu voluntad, delísimo, bien conocido del rey y de su cor
sino a tu salud; no se hace lo que quieres, pe te, la oración. Ella sabe, en el silencio y se
ro se hace lo que te conviene”. creto de la noche, por sendas desconocidas,
Dice san Bernardo: “Nadie de vosotros llegar a lo secreto del cielo, entrar hasta la
habitación del Rey, y con una oportuna im
tenga en poco su oración, que no la tiene en
portunidad inclinar su ánimo para que en
poco aquél a quien oramos. Nos dará lo que
víe su ayuda”.
pedimos, o lo que sabe sernos más útil. El
Señor exhortó frecuentemente a sus discí
11. El poder de la oración
pulos a la oración, y les propuso diversos
ejemplos
tud de la para recomendarnos
oración. a todos
Es una virtud la vir
inestima- Ya ves qué fuerza y poder tiene la ora
ción. Prescindiendo de las pruebas que da
39. MONTE 7º: LA MISERICORDIA Y LA ORACIÓN 355

y oímos
de ello lacada
Escritura,
día a personas
bástenossencillas
la que vemos
y por importuno, porque no dejó de llamar,
letras, que sin ni desistió de pedir, aunque se lo negaba.
hemos
señal de
cuentemente
tín: “Cuando
aparta de
dicho
lati,alcanzan
gracia
estate
ya veas
cosas
la oración.
de
seguro
que
por
mayores.
Dios
la
tuDice
de
oración
entregarse
súplica
que
Essan
una no
nocuanto
Agus-
se
granse
fre-
ha ¡Cuánto más nos dará el Padre bueno, que
nos exhorta tanto a que le pidamos!”
Comenta san Ambrosio: “Marchó a me
dia noche, porque hay que rezar en todo
momento. Insistamos en la oración, de día
y de noche, como está escrito, pidiendo per
apartado de ti su piedad”. dón por nuestros pecados. Si aquel santo
que
die,
la
estar
llega es
también
oración.
de ayuda
Dios,
La
aunque
con de
a utilidad
lanecesaria
sin
Nada
san
salvación,
Dios,
Dios.
la
esté
Agustín:
oración.
debe
ydeeso
invitado,
Y
para
la
siagradarte
nadie
es
Dios
oración
“Creemos
Entrégate,
lalaoración”.
no
merece
obra
salvación.
le
setanto,
invita.
el
resume
que
pues,
la
bien
ayuda
nadie
como
Dice
Na-
asin
en
la rey, ocupado en los negocios del reino, ala
baba a Dios siete veces al día, asistiendo a
los sacrificios de la mañana y de la tarde,
¿qué deberemos hacer nosotros, que tanto
más hemos faltado por la fragilidad de la
carne y de la mente, para que no falte el pan
a los fatigados del paso de la vida? El Señor
nos enseña a estar vigilantes en todo mo
mento. Hay que velar siempre; los peligros
gran
Cristo,
en
deseas”.
laYdicha
oración:
de
desear
nuevo
la tuya,
hablar
lo el
queyCrisóstomo:
con
quieres
quéDios,
grany gloria
dialogar
pedir
“Miralo
tienes
qué
que
con son muchos, y es pesado el sueño del cuer
po. Si la mente comienza a dormirse, perde
rá la fuerza de su virtud. Despierta del sue
ño, y llama a la puerta de Cristo”. Son
palabras de san Ambrosio.

12. El amigo importuno 13. Un padre da por amor


ta,
firma
primero
va
insistencia,
aaPara
media
unelamigo
es
Señor
aumentar
el
noche
yde
sesuyo;
loun
loanterior
a hombre
pedir
da.
nuestra
éstePues
se
elcon
importuno,
levanta,
pan
confianza,
siejemplos.
un
quehombre,
ante
necesi-
con-
que
El
su Sigue la comparación con un padre, que
da a sus hijos lo que razonablemente le pi
den. Pone tres cosas, en concreto: pan, hue
vos y pescado: con ellas nos da a entender lo
que debemos pedir a Dios.
El pan significa la caridad. Como la me
cansado de oír a otro pedirle algo, se lo da, sa queda pobre sin el pan, así, sin la cari
que
hagan
de,
hombre
mucho
pida
san cuánto
Beda,
tiene,
da
se
con
capaces
gratis
le
más
seinsistencia.
pida,
va
sino
más
levanta
dará
de
tan
de
por
dará
para
loDios
ampliamente.
sus
menor
tedio
yDios
“La
que
dones”.
da,
porde
comparación,
no
lo
los
aamistad
lo
oír
que
por
que
mayor.
al
Pero
lelaque
piden,
piden,
al
amistad
quiere
que
le
Sidice
pi-
un
se
él
le dad, toda virtud queda sin sentido y toda
obra buena se echa a perder. A la caridad se
opone la dureza de corazón, indicada aquí
por la piedra. Pidamos a Dios la caridad,
que nos quite la dureza de corazón.
El pescado significa la fe. Como el pez
nace en el agua, y dentro del agua está me
jor que fuera, así la fe nace en el bautismo,
no por amistad, aunque eran amigos, sino y en las olas de las tribulaciones de este
“Le dio lo que pedía, dice san Agustín, mundo, se hace más limpia y fuerte. A la fe
se opone la serpiente por el veneno de la in
356 PRIMERA PARTE

la
fidelidad.
infidelidad,
Pidamos
ni la adoctrina
Dios la perversa
fe; no nosdedará
los 14. La regla de oro
Al concluir, se refiere el Señor a algo
herejes.
que debe hacer el que ora, para que su ora
El tercer alimento significa la esperan ción sea escuchada, y añade: “Así que todo
za, porque en el huevo no está aún formada lo que queráis que hagan por vosotros los
del todo el ave, como la esperanza no se re hombres, hacedlo también vosotros por
fiere a cosas que ya tenemos, sino a las que ellos” (Mt 7,12), cuando haga falta. ¿Con
hemos de tener. Del huevo se espera el nue qué cara pides a tu Señor, si no reconoces a
vo ser, si lo incuba la madre; así de la espe tu igual? Si queréis recibir lo que pedís, ha
ranza esperamos la felicidad eterna, si la llar lo que buscáis, y entrar donde llamáis,
conciencia le da calor en la caridad. Pida haced vosotros a los demás lo que queréis
comparamos
do
de
virtudes
salvación.
muerte
más
esencia,
bienes
mos
corpión
Dios
inclinado
el
a Cristo
Padre
espirituales,
del
al
que
indicadas,
nos
hijo
El
infierno.
la
con
al
del
clava
dará
hombre,
que
esperanza;
mal,
cielo,
lasu
se
su
bondad
porque
laDebemos
dalos
gracia
espíritu
aguijón
bueno
malo
lospide.
no
bienes
sin
divina,
como
ynos
ypedir
Pues
la
ellas
ypiadoso
bueno,
dará
gloria),
lleva
recibidos
es,
ylas
mucho
no
estan-
elsiatres
hay
(los
por
es-
lo
la
si que os hagan; no esperéis vosotros que os
hagan lo que vosotros no queréis hacer a
otros.”
“Es como si dijera, dice el Crisóstomo:
Si queréis ser oídos, cumplid también lo
que os digo, porque además de la oración es
necesaria una vida virtuosa: Haz a tu próji
mo lo que quieres que él te haga a ti. ¿Qué
puede hallarse ni más ligero, ni más justo
que este mandado?”
Los justos lo cumplen; por eso, “vale
se lo pedimos y no lo rechazamos. Llama es mucho la oración asidua del justo” (St 5,16).
píritu bueno a todos los bienes espirituales, El justo es como una torre fuerte, como un
según san Agustín, porque el Espíritu San muro, en la adversidad; se defiende a sí mis
mo y a los otros. En figura de esto, en el li
to es el primer don, en el que se nos dan to
bro de los Números, se cuenta que Aarón
das las cosas.
oró a Dios de pie, entre los vivos y los muer
“No lo negará a los que se lo pidan, di
tos; y cesó la plaga y los libró del incendio.
ce este santo, ya que lo ofrece espontánea
San Ambrosio, sobre aquello del Géne
mente a los que no se lo piden. Más aún, “el
sis “No los borraré por diez” (Gn 18,32),
que no perdonó a su propio Hijo, sino que dice así: “Aprendamos aquí qué gran muro
lo entregó por todos nosotros” (Rm 8,32), a de la patria es el hombre justo. Su fe nos
la muerte, ¿cómo no nos concederá cuanto guarda; su fidelidad nos defiende de la ira
le pidamos? Nos dará lo que nos manda, si divina”. “Mejor lucha el hombre orando,
pides
Dios,
se lo pedimos”.
añade,
lo que oiga él primero
prometió
“El queDios,
quiere
asiDios.
no
quehaces
¿Cómo
le oiga
lo dice san Gregorio, que innumerables lucha
dores combatiendo. La oración del justo pe
netra los cielos. ¿Cómo no va a vencer a los
que
manda,
merece
se
manda
aparta
alcanzar
y pide
Dios?
de
luego
lolosPide
que en promete.
preceptos
lopide
que
primero
te de
la lo El
oración”.
Dios,
que no
te enemigos en la tierra?”
El Señor dice “todo”; de modo que no
cumple este precepto el que omite algo, si
lo puede hacer y no lo excusa un bien ma
Son palabras de san Agustín. yor. Pues ¿qué decir de aquellos que, ade
39. MONTE 7º: LA MISERICORDIA Y LA ORACIÓN 357

quieren
muchas
más de no
que
maneras,
hacer el haciéndoles
les hagan
bien,
a ellos?
afligenloa otros
que no
de Profetas”. Así se cumple la ley natural, es
crita en el corazón del hombre, ley que está
Los que desean vivir en perfección, de- como plantada en nosotros, que nos hace
conocer qué es virtud y qué es vicio. Así se
lestia
ben
imperfectos
hacer
La alguna
cuanto
están
que puedan,
ley natural obligados
no querrían
tiene dosypreceptos
no
a lo
para
causar
segundo;
sí;mo-
los
sobre cumple también la ley de Moisés, y de los
predicadores proféticos, que se resume en
esto: “Ama a tu prójimo como a ti mismo”
también a lo primero, cuando es necesario. (Lev 19,18), por amor de Dios.
A él tienden, para él son, esto enseñan
tivo,
esto.
res
de Tobías:
que
del
Uno
te hagan
negativo:
“No hagas
a ti”lo(Tb
aque
nadie
4,16).
se lo
dice
que
Yen
otro
no
el quie-
posi-
libro la ley, los Profetas y toda la sagrada Escritu
ra. Todos los preceptos que ordenan al hom
bre para con su prójimo, son conclusiones
que estamos hablando aquí: éste in derivadas de este principio. Por eso dice el
cluye también el negativo. “Dos caminos, apóstol: “El que ama al otro, ha cumplido
dice el Crisóstomo, llevan a la perfección: la Ley” (Rm 13,8).
abstenerse
gundo; pordel
él significa
mal y obrar
también
el bien.
el Pone
primero”.
el se- “El Señor sintetiza en unas palabras, di
ce el Crisóstomo, todo lo necesario para
El precepto afirmativo obliga a más nuestra salvación: Que hagamos a los otros,
perfección que el negativo. Era razonable lo que queremos que nos hagan a nosotros.
ponerle en En
perfección. la nueva
la antigua
ley, que es de mayor
se prohibe hacer Esto es la Ley y los Profetas. Cuanto ellos
ordenaron de modo disperso por toda la Es
el mal, en la nueva se nos manda hacer el critura, se sintetiza en este solo mandato,
bien, hasta a los malos. “La caridad es pa como las ramas innumerables de un árbol,
ciente y amable” (1Cor 13,4); sufre, pues, en la única raíz. Todos queremos que los
con fortaleza las ofensas del prójimo, y se demás nos hagan bien; pues también no
adelanta también a su amistad, procurando sotros debemos pagarles en amistad y amor.
con beneficios traerle al amor mutuo. Es un Así cumplimos la Ley y los Profetas; y reci
mandato de gran perfección: los beneficios biremos del Señor la recompensa de la fe”.
obligan al amor al que no ama. Son palabras de san Juan Crisóstomo.
No nos dice el Señor: Haced como os El yugo del Señor es suave y su carga,
hacen a vosotros; sino: Haced como deseáis ligera; una norma tan breve compendia la
que os hagan a vosotros. El que siga esta Ley y los preceptos que se refieren al otro.
norma, no ofenderá a nadie, como no que En otro texto, que habla de este doble pre
rría ser ofendido por nadie; hará beneficios cepto del amor de Dios y del prójimo, no
a los demás, como querría que se los hicie
dice solo: La Ley y los profetas dependen de
ran a él. El que piensa en hacer al otro lo él; sino que añade: Toda la Ley y todos los
que quiere que se le haga a él, se prepara a Profetas. Si aquí no lo añadió, fue por dejar
hacer bienes a los malvados, y a aventajar en
lugar aparte al precepto del amor de Dios.
beneficios a los justos.
Algunos dicen que se comprende aquí tam
bién el amor de Dios, porque sin amor de
15. Ésta es la Ley y los Profetas
esteEn
mandato,
conclusión,
añade:
como
“Esta
el mejor
es la Ley
elogio
y los
de Dios no se cumple la caridad con el próji
mo. No se ama a Dios sin el prójimo, ni al
prójimo sin Dios.
358 PRIMERA PARTE

Piensa ahora en estos preceptos del Se plen, tal vez no son muchos. Por el contrario,
ñor, y mira qué pocos son los que los cum según el Crisóstomo, hacemos a los hombres
plen. ¿Quién se hallaría hoy, que cumpla todo lo que no queremos padecer de ellos.
plenamente el precepto afirmativo, puesto Así obran, por ejemplo, los que (seglares o
aquí en el Evangelio: “Así que, todo lo que religiosos) ofenden a sus hermanos, quitán
queráis que hagan los hombres por vosotros, doles cosas útiles u dejándoles las inútiles; de
hacedlo igual vosotros por ellos”? El precep esta y de otras maneras, hacen a otros lo que
to negativo, puesto en el libro de Tobías: ellos no quieren que les hagan a ellos, contra
“No hagas nunca a nadie, lo que no quieres el precepto del Señor; nada extraño si en el
que te hagan a ti”, si hay quienes lo cum futuro les toca padecer lo que no quieran.

Oración

Señor Jesucristo: Tú nos enseñaste a ser bondadosos con todos y a no juzgar mal. Da
me lo que me mandas, para complacerte con tu ayuda.
Nos exhortas a que oremos, y estás desando darnos. Te pido, como me mandas; busco,
como lo ordenas; llamo, como me obligas.
Me haces pedir; dame recibir. Me haces buscar; dame encontrar. Me haces llamar; ábre
me para que entre.
Me has dado el deseo; dame también el cumplimiento. Dame lo que he de ofrecerte;
custodia lo que vas a pedirme; corona en el cielo lo que ahora me das. Amén.

40. MONTE, 8º: VÍA ESTRECHA. CONCLUSIÓN


Mateo 7,13-29

1. Dos puertas y dos caminos piensa que es muy difícil cumplir tales
El Señor ordena en el discurso del mon mandamientos, Cristo nos exhorta así: “Es
te162, que los suyos se mantengan libres de forzaos en entrar por la puerta estrecha”.163
toda pasión desordenada. Por si alguien Por difícil y estrecha que os parezca, es de

162 Ludolfo: “sermo Domini in Monte”; quedó la expresión “sermón del monte”. “Sermo” en latín clásico es

“conversación” (“discurso” es “oratio”, del “orator”). Jesús conversa con todos, les muestra su doctrina, con una
exhortación, sobre el reino; y hace la conclusión.
163 “Respuesta indirecta a la pregunta de si son pocos… los que
se salvan (cfr. Lc 13,23). Jesús responde:
Vosotros, esforzaos por seguirme, aunque sea por el camino de la cruz. El Evangelio es “buena noticia” solo para
quienes aceptan también de corazón las “malas noticias” que contiene para nuestra sensualidad y nuestra sober
bia”. “Cfr. Didajé 1,1-6,2: “Hay dos caminos: uno el de la vida, otro el de la muerte; hay mucha diferencia entre
los dos”. San Jerónimo comenta: “No buscamos el camino espacioso, ni hace falta encontrarlo: ¡se ofrece espontá
neamente!, y es el camino de los equivocados. En cambio, el camino angosto, ni todos lo encuentran, ni quienes
lo encuentran entran por él”. (NT. MI, 72).
40. MONTE, 8º: VÍA ESTRECHA. CONCLUSIÓN 359

gran
nas.
zan
cielolo
Luchad
valor;
padece
arrebatan”
esta
por
violencia,
esellas,
(Mt
la entrada
11,12).
“Porque
y losaque
laselcosas
se
reino
esfuer-
eter-
del lo primero del descanso y de la facilidad de
atender al cuerpo. Si llamas a uno para en
viarle a algún sitio, si quieres confiarle al
gún ministerio, su primera inquietud y sus
mártires,
terreno
combate
Sin esfuerzo,
seque
bueno
haga
competían
es
ciudadano
y imposible
santo.
entre
Así
del
que
sílucharon
por
cielo.
un hombre
Es los
un primeras palabras son: ¿Hay allí descanso,
hay allí con abundancia lo necesario? ¿Qué
dices, hombre, qué estás hablando? Te han
sufrir los ordenado marchar por el camino angosto y
nes
primeros
luchanuna muerte gloriosa. Hoy hay quie- estrecho, ¿por qué preguntas por la abun
por cosas más bajas: por sobresalir, dancia? Te han mandado entrar por la puer
por mandar,
injuria, y cosas
porsemejantes.
acaparar dinero, por roer la ta estrecha, ¿por qué preguntas por entra
das anchas? ¿Hay algo peor que este cambio
El Señor razona así su advertencia: “En y esta perversión? Los que sirven a los prín
gosto
la
trad
por
pocos
puerta
perdición,
él.
por
el¡Qué
camino
laypuerta
espacioso
estrecha
y son
que es
estrecha.
muchos
lleva
el la
camino
puerta,
aPorque
la
losvida!
que
yesqué
¡Y
lleva
entran
ancha
son
an-a cipes, no preguntan por nada de esto, sino
solo si ese lugar ofrece ganancia a la milicia
temporal. Si saben que hay esto, no rehúsan
trabajo alguno, afrontan todo peligro. Ha
rán cosas propias de criados, aunque se las
cho
es angosto
Dice
y los
espacioso.
con
que
y estrecho,
razón yelque
danAyunar,
con
queél!” velar,
camino
(Mtel7,13-14).
otro
abstenerse
a la
envida
an- pida un liberto. No rechazarán desplaza
mientos, por largos y peligrosos que sean:
sufrirán afrentas, tormentos, cambios del
¿a
so?quién
Por desgracia,
no le parececasi
estotodos
anchomarchamos
y espacio- tiempo: todo por la esperanza de ganar. No
tamente,
de
la
angosto
propia
los deseos
yseguir
estrecho?
voluntad,
y placeres
los deseos
Comer
¿a quién
carnales,
yygustos
beber
no no
lecarnales,
exquisi-
parece
seguir temen que quizá se verán privados de su
misma esperanza; no les espanta una muer
te imprevista en sitios lejanos; sufren la se
paración de los suyos, la ausencia de la mu
no contradecir en nada la propia voluntad, jer y de los hijos, privados del alivio de la
patria y de los que aman. Se dejan llevar,
como dementes, por el deseo y avidez del
por
mosel
por
camino
el camino
ancho;
estrecho.
pocos nos preocupa- dinero, sin sentir los trabajos. Ignoran el
dolor, ciegos por la ganancia del dinero.
creíble
mos
que
no
caminar
ancho
Dice
los
siempre
hombres
por
el
y espacioso.
Crisóstomo:
elpor
camino
mundanos
el ancho.
Pero
estrecho
“Nos
¿no
Extraña
sigan
han
te yparece
mandado
un
marcha-
menos
cami-
in- “Nosotros no buscamos el dinero, sino
la sabiduría. No vamos a conquistar la tie
rra, sino el cielo. Vamos de prisa a las rique
zas que ni ojo vio ni oído oyó, ni se le ocu
rrió al corazón humano. Y ¡buscando esto,
guntan
tan,
hay
tan
mino?
seguir
por
de
ante
aLos
que
todo,
por
un
Cristo,
todo,
mismos
monasterio
los
unsidesierto,
que
siquieran
abundan
esmonjes,
profesan
undonde
lugar
aun
marchar
lascuando
entonces
tomar
aguas.
descansado,
vivir,
porla
pregun-
Si
ese
cruz
tratan
pre-
ca-
siy preparándonos a hacer violencia al mismo
cielo, preguntamos por el descanso del
cuerpo! ¡Cuánto más pobres y muelles so
mos que ellos! ¿Qué dices, hombres, qué
estás hablando? ¡Te preparas a subir al cielo,
y a invadir el reino celestial, y preguntas si
te saldrá alguna dificultad áspera o trabajo
360 PRIMERA PARTE

sa en el camino! Y ¿no te da vergüenza? “Atendamos a nosotros mismos, dice el


¿No te hundes en la tierra, aplastado de Abad Juan, de Monte Sinaí; que no se diga
confusión? Aunque te salieran al paso todos que vamos por un camino estrecho y este
los males, aunque te amenazaran todos los mos corriendo por un camino espacioso. Si
peligros, aunque te cayeran encima afren es estrecho tu camino, te lo dirán la oración
tas, injurias, ignominias, calumnias, espa larga de noche, la escasez de pan, las burlas
da, hierro, fuego, fieras, precipicios, ham y las risas, el quebrantar tu propia volun
bre, enfermedad, y todos los males que tad, afrentas, padecer turbaciones, ser des
pueden decirse o pensarse, todo esto mere preciado sin murmurar, soportar con forta
cería que te rieras de ello y lo despreciaras leza la violencia, no indignarte por la
completamente por tantas y tan grandes ra calumnia; no enojarte, si te desprecian; hu
zones como tienes. El miedo sería señal de millarte, si te juzgan mal. Dichosos los que
un alma vieja y afeminada. ¿Habrá alguien van por este camino, “porque de ellos es el
tan bajo y tan desgraciado, de un ánimo tan reino del cielo”. Son palabras del Abad
degenerado, que deseando subir al cielo, es Juan.
té pensando en el descanso terreno? Si nos
dejáramos poseer de una pasión plena por 2. El camino del Señor es fácil
las cosas del cielo, todo lo que nos parece No te espante oír que “es angosta la
pesado, lo tendríamos por sombra y cosa de puerta y estrecho el camino que lleva a la
risa”. Esto dice del camino ancho, san Juan vida”. También está dicho en otro texto:
Crisóstomo. “Mi yugo es suave y mi carga, ligera” (Mt
Del camino estrecho, dice san Grego 11,30). La carga es ligera, en comparación
rio: “La medida del bienvivir no es un ca de la recompensa, aunque sea pesada en sí.
mino ancho, sino una senda, en que cada Las incomodidades presentes son ligeras
cual se siente apretado y angustiado en el respecto de la gloria futura. Por tanto, este
cumplimiento cuidadoso de los preceptos. camino es a la vez ancho y estrecho. Ancho
¿No es como un camino estrecho vivir en porque dilata el corazón en amor a lo celes
este mundo sin tener deseo alguno del tial, ya que “los sufrimientos del momento
mundo, no querer lo ajeno, ni tener lo pro actual no tienen comparación con el esplen
pio, despreciar las alabanzas y amar por dor que se nos va a manifestar” (Rm 8,18).
Dios los oprobios, huir la gloria y buscar el Estrecho, porque aleja al hombre de las co
desprecio, despreciar a los aduladores y sas terrenas.
honrar a los que nos desprecian, perdonar Dice el Crisóstomo: “Es un camino an
de corazón a los que nos hacen mal, y se gosto, y sin embargo, fácil y ligero; a través
guir teniendo para con ellos, de corazón, de las cosas ásperas de la vida, se llega por él
un amor fiel? Senda son todas estas cosas; a buen fin, a la vida eterna. La brevedad de
pero son sendas grandes. Aunque sean es los trabajo y la eternidad de la corona, pue
trechas en esta vida, para defender la vida den dar gran gozo en los sufrimientos. Pri
precisamente, se dilatan en la recompensa mero son las cosas trabajosas, que pasan;
eterna, proporcionalmente a su estrechez luego las gloriosas, que permanecen. Aun
actual. La ciencia perfecta está en cumplir que lo que se manda sea difícil en sí mismo,
todo esto, sabiendo que por las propias hay que hacerlo para llegar a la gloria. El
fuerzas no podemos nada”. que no padece con Cristo, no reinará con
40. MONTE, 8º: VÍA ESTRECHA. CONCLUSIÓN 361

piensa
desidia.
Cristo.
ta No
temporales
los según
navegantes,
que
Por
las
será
el males
leslacamino
normas”.
parecen
coronado,
el
esperanza
tiempo
tolerables
Y
trabajoso,
elde
añade:
que
comodidades
al no
agricultor,
las
acusa
“El
comba-
olas
que
sua los abandonamos, aunque sea por breve
tiempo, nos parecen horribles y torpes; la
virtud, en cambio, parece fácil y deleitable.
Esto se ve bien en todos los que se han con
vertido a una vida mejor”. Esto dice san
Juan Crisóstomo.
las
ypremio
debe elacielo,
heridas
heridas
sentirse.
ylosNo
muertes
púgiles.
ninguna
mires
al Pues,
soldado,
siaspereza
el camino
teniendo
lospresente
golpes
espor
ás Dice Séneca: “Algunas cosas, no es que
no nos atrevamos, porque son difíciles; son
difíciles, porque no nos atrevemos”.

pero, sino adónde va”. 3. ¡Cuidado con los falsos profetas!


El mismo santo explica que no debemos Hay hombres perversos, separados de la
tener los preceptos del Señor por difíciles y Iglesia, que disimulan su falsedad con apa
pesados, sino más bien fáciles y leves: “No riencia de virtud y se recomiendan a sí mis
nos resistamos a cuanto hemos dicho. Estos mos, como si el número reducido se refiriera
preceptos tienen en sí mismos premio, gozo a ellos. Para que tales hombres no engañen a
y utilidad. Si a muchos les parecen molestos los sencillos que van por el buen camino,
y trabajosos,
por Cristo, y tú
tendrás
piensapor
quealegría
los hasloaceptado
que pa añade el Señor: “¡Cuidado con los falsos pro
fetas!” (Mt 7,15-17; Lc 13,24). Cuidado con
rece triste. Si pensamos así, nada nos pare los herejes engañosos, con los simuladores
cerá pesado; por el contrario, todo nos dará hipócritas, con los falsos hermanos, con to
placer. El trabajo no parecerá trabajo; cuan
to más intenso, tanto más dulce y agradable dos los que pretenden mostrar apariencia de
religión.
se hará. Cuando te asedie la avidez del dine En sentido moral, tres son los falsos
ro y de cosas semejantes, habla contigo mis profetas: la carne, el mundo y el demonio.
rás
soportar
el
moreino
gusto
bre,qué
así:
sino
corporal;
gran
del
Te
con
porentristeces
cielo.
bien
ánimo
Dios.
alégrate,
has
Vives
Espera
las
preparado.
porque
cargas
así,
porque
unnopoco
de
te
por
Aprende
teesta
privo
yel
preparo
ya
hom-
vida;
del
ve-a Falso profeta es el que anuncia una cosa y
sucede otra, engañando a los hombres. La
concupiscencia carnal, en primer lugar, pro
mete placeres y trae sufrimiento eterno. La
avidez mundana promete abundancia de to
do y trae al fin la falta de todo. El enemigo
ya gozarás de la inefable generosidad de y la soberbia del mundo prometen elevar al
Dios. Si grabamos esto en nuestra alma, hombre, y acaban por hundirlo, según está
pronto la liberaremos de todos los vicios. escrito: “El que se exalta, será humillado”
Dios noa te
pongas unapide
lucha
mása muerte
que esto: que el
contra te ene
dis- (14,11). Dice san Juan: “No creáis a cual
buen
recen
ypor
virtud
migo,
ción
amables.
insoportables,
Si
término.
alpor
parece
lerevés,
ofreces
laCuando
gloria
áspera
Las
deseables
esto,
las
cosas
de él
seytendremos
difícil;
está
Dios
que
yllevará
en
dulces.
yahora
los
por
lospor
la
vicios
vicios,
tu
tenemos
Pero,
lucha
ligeras
salva-
pa-
la
sia quier espíritu: examinad si los espíritus son
de Dios” (1Jn 4,1).
“Se os presentan bajo piel de oveja”, di
ce el Señor. Vienen a engañaros y se presen
tan ante los hombres como justos: vestidos
humildes, comida pobre, oración, liberali
dad, palabras suaves y todas las demás seña
les de una vida religiosa. Pretenden senci
362 PRIMERA PARTE

llez, yfingen
aparentan
mansedumbre,
humildad ante el pueblo.
muestran pie- Los espinos pueden significar la concu
dad, piscencia carnal, que arde y nunca se consu
Tienen,
de la piedad,
comopero
dice no
el apóstol,
la virtud”
“la(2Tm
apariencia
3,5). me. Los abrojos, la maldad del alma, con las
punzadas de las ofensas. Las uvas, en cam
“¡Pero por dentro son lobos rapaces!”, bio, significan el fervor de la vida activa; los
que
porde
ra
una su
vida
novirtud,
mala
nos
perversa.
desgarren
intención.
estánHay
corrompidos
con
Vestidos
quesus
evitarlos,
blanduras
pory de
llevan
para
fue-y higos, la dulzura de la contemplativa.
De la avidez carnal desordenada no pro
ceden buenas acciones, porque una buena
acción requiere que el cuerpo esté sometido
simulaciones. al espíritu. De la maldad del corazón no sa
Dice san Juan Crisóstomo: “Nada destru le la contemplación, que requiere un cora
ye tanto el bien, como el fingimiento. El mal, zón tranquilo y en paz. “En un alma perver
riencia
obras.
oculto
también
uno dePero
bajo
yél”.
adelos
directamente
Yapariencia
palabra,
que
san Jerónimo:
prometen
y muestran
desebien,
refiere
una
“Puede
no
cosa
otra
aselos
referirse
en
guarda
con
here
apa-
las sa no entra la sabiduría, no habita en cuerpo
sometido al pecado” (Sb 1,4).
Un árbol se conoce por su fruto; un
hombre, por sus obras. Si atendemos a las
palabras, no es fácil distinguir a buenos y a
jes que se presentan vestidos de piedad, con malvados. Pero en las obras sí se distin
tinencia, castidad, ayuno, y por dentro, sin guen; viendo si son fieles, apacibles, pacien
embargo, tienen el alma envenenada y enga tes, humildes, castos, si odian la avaricia y
ñan los corazones de los más sencillos”. cosas semejantes.
A veces, parece que hacen algún bien.
4. Por sus frutos los conoceréis Pero, como lo hacen por interés, su fingi
Por su apariencia externa no se les pue miento no puede durar mucho. Cierto, que
bulación,
de conocer,
frutos los fácilmente
conoceréis”.
pero sí por
cambian;
Cuando
sus obras.
no
llega
soportan
“Por
la tri-
sus no podemos ver el fondo del corazón del
hombre; pero, juzgando por las obras, sobre
todo a la larga, podemos conocerlo por las
grandes
da. “Los opresiones
fariseísmos,por
dice
unasan
santidad
Agustín,
fingi-
su obras, que aquí llama frutos. Cada uno ha
bla y obra como es. Aunque los malvados
frirán sin remedio el juicio de Dios”. Dice encubran su maldad cierto tiempo, y obren
Séneca: “El malo, cuando se finge bueno, es bien en sentido general, sin embargo, pare
te
pésimo”.
tienen, Y
sino quién“No
añade: eres”.
importa por quién ce imposible que no obren alguna vez se
gún la intención de su maldad. Dice Séne
de
bres.
ejemplos:
guen
otra
Prueba
“¿Cosechan
por
parte,
sus
como
elfrutos,
laSeñor
los
vid
acaso
espinos
yasí
lo
lauvas
higuera,
también
anterior
ydeloslosabrojos,
se
los
con
espinos,
distin-
hom-
dosy ca: “Nadie puede representar por mucho
tiempo una persona fingida; vuelven pron
to a su natural aquellos a quienes no les
asiste la verdad; en cambo, los que nacen en
solidez, con el tiempo mismo progresan a
omildad,
menta:
higos “No
ni
dedulzura,
las
tienen
zarzas?”
son
mansedumbre,
ovejas
El Crisóstomo
solo hasta
ni hu-
co-
to mejor”.
El error se descubre a veces, cuando tie
nen que sufrir persecución o incomodidad.
carlas la piel; se conocen fácilmente, no
temas”. Fingen humildad y buenas obras, mientras
les va bien. Cuando les toca la adversidad y
40. MONTE, 8º: VÍA ESTRECHA. CONCLUSIÓN 363

pierden
bién
guen se la
leshonra,
conoce
aparece
porque,
su soberbia.
cuando consi-
Tam- “Un árbol bueno no puede producir fru
tos malos, ni un árbol malo puede producir
antes.
aparecer en san
loDice
que sus
querían,
Agustín:
hechosdejan
y “Lo
dichos,
deque
obrar
se
nomani
como
pudo frutos buenos”; mientras el árbol bueno es
bueno, y mientras el árbol malo es malo.
Así sucede con el hombre; si un hombre
un
trataba
conseguido
fingida
comienzan
fiesta
guircordero
algún
cuando
virtud,
de un
con
bien
aoles
perder
lobo
pensaban
aparece
latemporal,
llega
propia”.
conlas
lanecesariamente
piel
tentación
conseguir
cosas
o de
de que
perderlo.
oveja,
decon
habían
conse-
osi de
su
se
Si bueno da frutos malos, ya no es bueno; si el
malo quiere hacer obras buenas, hágase
bueno. Se dice en otro lugar: “El hombre
bueno del tesoro de su corazón saca cosas
buenas; el malo, malas” (Mt 12,35). La in
tención secreta de su voluntad es como un
tesoro escondido en el interior del alma; de
a losSesencillos,
les conocecalumnian
también aenlos
que
superiores,
oprimen allí el bueno saca palabras y obras buenas; y
el malo, malas; causas contrarias producen
reaccionan
la
glorían
hancorrección,
comenzado,
de sus
a lano
cargos,
menor se
ycumplen
protestan
oposición,
cansan
locuando
quede
dicen,
rechazan
lo
lasque
co
se efectos contrarios. El tesoro del corazón es
como la raíz del árbol, dice san Beda; lo que
brota del corazón es como el fruto del árbol.
“El tesoro del corazón, dice san Remi
sas les son contrarias; sobre todo, como he gio, es la intención; por ella juzga Dios las
mos dicho, por la impaciencia en las adver obras. Por eso, obras menores tienen a veces
sidades. premio mayor; y mayores, menor. Una bue
pia El
lengua.
hombre
A algunos
se expresa
les mejor en sualpro-
pasa como ave na voluntad es un gran don de Dios; mayor
que todas las cosas terrestres”.
pájaros,
amaestrada
cuando
que le
imita al hombre,
va bien; pero si lao hieren,
a otros “La buena voluntad, dice san Agustín,
nos hace desear vivir bien y llegar a la suma
o sienten alguna molestia, vuelve a su pro sabiduría. El que tiene buena voluntad, tie
pia voz; así estos, cuando todo les va mal, ne algo de más valor que los reinos de la
vuelven a su propio lenguaje desapacible e tierra y los placeres del cuerpo”.
impaciente. La voluntad vivificada por la gracia de
Dios es como un árbol bueno. Los pensa
5. El árbol bueno y el malo mientos son sus hojas; las palabras, las flo
buenos,
“Así,mientras
todo árbol
quebueno
todo árbol
produce
malofrutos
pro res; las obras, los frutos.
La voluntad sin la gracia de Dios es co
ducedefrutos
bre buenamalos”
voluntad
(Mt hace
7,17-18).
obrasEl
buenas,
hom- mo un árbol malo. Se caen sus hojas, se
marchitan sus flores, y sus frutos se pudren.
dignas
to
tad,exterior.
no demalas,
lade
voluntad
lasin
“Tu
vida es
valor
afecto
eterna;
causa
ninguno.
califica
elinmediata
deEl
mala
tu
acto
acción”,
volun-
del
inter-
ac- Según proceda de un corazón bueno o
malo, el fruto será bueno o malo. De la
bondad o maldad, que hay en el corazón,
habla la boca y brotan las obras. Del hom
Crisóstomo,
se
dice
monio
condena
sandeAmbrosio.
lapor
la que seEspremia
voluntad.
el mal; la
lasvoluntad,
obras
por dan
el bien,
dice
testi-
elo bre interior procede el efecto exterior. La
palabra y la obra exterior son testimonio
del corazón; muestran lo que dentro se
concibe.
364 PRIMERA PARTE

bra enycuando
labras
cuando
39,2);
profiere
del
ra significar
La
tesoro.
expresión
se
su
de
obras.
dice
su
casa
por Eslas
interior,
mostró
de que
del
Ezequías:
costumbre
palabras
hombre
no enobras,
aenlospensamientos,
lescaldeos
“No
las
abarca
mostrara”
la las
hubo
Escritu-
cuanto
como
cosas
pala-
pa-
(Is juez le separará del número de los fieles. Los
ángeles segadores, cumpliendo la sentencia,
lo echarán al fuego eterno de la condenación.
A los que no dan fruto les amenaza el Señor,
por tanto, con la pena de daño (serán cortados
de la tierra de los vivientes), y con la pena de
sentido (serán echados al fuego eterno). No
echa
(Mt 12,34).
afuera. Como
Dentroelqueda
humomás surge de del
lo que
fuego
se les echará en cara haber hecho el mal, sino no
te
los
ce
fiesta
las
rior
abundancia
asan
palabras,
signos
El
las
brotan.
sobre
Señor
Agustín:
palabras,
ordinarios
todo
Dice
del
aplica
porque
“Dios
porqueél
corazón,
por
elelSeñor,
para
ellas;
ejemplo
juzga
conocelaselefecto:
elhabla
entendernos.
corazón
en especialmen-
palabras
de
corazón
laqué
selengua”
“De
mani-
inte-
Di-
son
por
la haber hecho el bien. “Tuve hambre y no me
disteis de comer” (Mt 25,42).
Los frutos del corazón son la contrición,
la meditación de la ley de Dios, la memoria
de sus beneficios, el pensamiento de la
muerte y la compasión del prójimo. Los
frutos de las obras son la conversión, la libe
ralidad, la obediencia, el preocuparse por
los demás y la paciencia en las injurias.
No pensemos que con decir “Señor, Se
yfluirán
la olladeque hierve
la boca se derrama”.
palabras perversas. Si oyes ñor”, ya tenemos un árbol bueno. “¿Por qué
Crisóstomo.
“Es una consecuencia
Si abunda dentro
natural,
la maldad,
dice el me llamáis Señor, y no hacéis lo que os di
go?” (Lc 6,46). Es como si dijera a los hipó
critas, en concreto a los letrados y fariseos:
apalabra;
dentro
un hombre
tiene
la fuente
solo
hablar
puede
la maldad
mal, no
ser más
quepienses
abundante.
expresaque Vosotros sois árboles con hojas pero sin fru
de to; con palabras y sin obras. Su herencia se
rá la maldición. Son como los sauces, cuyas
lanzar
del interior.
Lo que fuera
se diceLapronto
de al
lengua es lo que
sunomaldad”.
exterior, acierta a veces
sobraa hojas se parecen a las de los olivos, pero sin
fruto. Va tanto entre decir y hacer, como de
las hojas al fruto.
La contraposición del árbol es contra la
hipocresía
abajo se utiliza
de lostambién
letradoscontra
y fariseos.
los blasfe
Más 7. No basta la fe sin obras
Para la salvación no basta confesar de
mos, que decían que Cristo echaba los de
palabra la fe. Es preciso cumplir la voluntad
monios por poder de Satanás.
de Dios. “No todo el que me dice: Señor,
Señor, entrará en el reino del cielo”. La con
6. La suerte del árbol estéril
otros.
sitados,
do
castigo,
que
cenárbol
No
del
noSiprójimo,
piensen
serán
porque
roban,
que
no obran
no
castigados.
los
produce
se
ni
niel
abstuvieron
tibios
dan
viven
bien,
de
fruto
Dice
que
reñidos
si
lo no
suyo
se
bueno
el
del
selibrarán
Señor:
acompade-
unos
mal,
los
se nece-
corta
“To-
por-
con
del fesión de la fe, sin las obras, no basta para la
salvación, porque “es una fe muerta” (St
2,17). Confiesan a Dios con la boca, “pero
le niegan con las obras” (Tt 1,16). Hay mu
chos, también ahora, que se ponen a rezar y
dicen de palabra: Señor, Señor, pero su cora
zón está lejos de Dios.
y se echa al fuego” (Mt 7,19). La sentencia del “El que hace la voluntad de mi Padre
que está en los cielos, ese entrará en el rei
40. MONTE, 8º: VÍA ESTRECHA. CONCLUSIÓN 365

no
bueno
de los
y estos
cielos”
sus(Mt
frutos:
7, 21).
hacer
Estelaesvoluntad
el árbol féticas, denunciaron cosas ocultas, liberaron
posesos, realizaron maravillas. Son como los
del Padre, como
cumplirla. ¿Qué Cristo
méritonos
tiene
diodecir:
ejemplo
Señor,
de que enseñan buena doctrina, pero viven
mal.
Señor?
mos
ñor,
fesaronosotros?
con
Señor
¿No
los será
Jesús,
labios,
Decir
el es de verdad:
Señor,
y dar
creer
testimonio
sideno
corazón,
seSeñor,
losdedeci-
con-
ello
Se- Dice el Crisóstomo: “Al ver un fin tan
contrario a lo que esperaban, tan notables
como fueron en la tierra haciendo prodi
gios, cuando comprendan que serán conde
con las obras; lo uno sin lo otro es negarle. nados, llenos de estupor preguntarán: “Se
le
“Creer
rarse
y amarle
a en
susDios,
miembros”.
en ladice
fe, irsan en la fe eesincorpo-
a élAgustín, querer- ñor, Señor, ¿no hemos profetizado en tu
nombre?” Pues ¿cómo te muestras enemigo
nuestro? ¿A qué viene este final, tan impre
Parece que, más propiamente, así se ha visto para nosotros en otro tiempo?” La sen
tener;
en
ce latodo
voluntad
deloahí
que Dios:elde
brotará
dehemos configurarnos
descanso
hacer, padecer,
del con
alma.
élo tencia del Juez rechazándolos, será: “Pero
entonces les diré claramente: “¡Jamás os co
nocí!” Nunca conté con vosotros al predes
Mirar, en todo, el rostro del Señor, como tinar a los santos. No os aprobé; os rechacé.
presente y que ve todas las cosas; de ahí na Dios conoce a los que aprueba y desconoce a
cerá la reverencia, el pudor, el orden inte los que no aprueba en su amor. “Sabe que
atención
rior y exterior. en la bondad
actual,Pensar con frecuencia,
y liberalidad
con serán rechazados; conociéndolos, los juzga;
no puede aprobar la voluntad de ellos, tan
de Dios; esto hará crecer el amor generoso y distinta de la suya”. Así san Juan Crisósto
la confianza para el futuro. Preocuparse mo. Y san Beda dice: “Los conocimientos
siempre de hacer bien al prójimo. Pensar, bíblicos no harán a nadie amigo de Dios, si
en fin, siempre antes de hacer algo, y refle su maldad le hace indigno de que Dios le
xionar con frecuencia sobre sí mismo. mire”.
Por sus malas obras, rechazará el Señor a
8. Ni profetizar, ni hacer milagros los que se gloriaban de buenos. “¡Apartaos
labras
Noydeben
no obras;
engañarnos
tampocolosalgunos
que tienen
hechos
pa- de mí, los que obráis la maldad!” (Mt 7,23).
que
me dirán
pueden
muchos:
parecer“Señor,
admirables,
Señor“Aquel
¿no profe-
día Vuestra maldad os separa de mí; apartaos a
la eterna condenación. Dios solo reconoce
como suyo, al que obra como es justo. Dios
tizamos en tu nombre y en tu nombre ex está en todas partes. Si manda que se apar
pulsamos
mos
día
fe, yserá
muchos
suave
terrible
demonios,
para
prodigios?”
para ylos
enhombres
(Mt
tu nombre
7,22).deAquel
mala
hici- ten de él, es porque no en todos está como
objeto de su felicidad, aunque en todos es
té por la presencia de su divinidad.
blarán
gún
persona,
el los
Crisóstomo,
corazones;callarán
los de no se preguntará
lasEntonces,
fe viva. bocas y aha-
la
se Lo dice en presente, los que obráis, por
que la mala voluntad permanece en ellos.
“No dice: Los que habéis obrado la maldad,
cia;
digan
podernodel
lahabrá
verdad.
Señor,
sino aduladores,
quepronunciaron
Alegarán
será analizada
sino
ellos
palabras
ángeles
laque,
concien-
en
pro-
que
el comenta san Jerónimo, para no excluir a los
que se convierten. Dice: Los que obráis, es
decir, los que hasta el tiempo de ser juzga
dos retienen la voluntad de obrar mal”.
366 PRIMERA PARTE

queDice san Juan Crisóstomo: “No dice: los 9. El que oye y cumple la palabra
habéis obrado, sino los que obráis mal, El Señor rechaza al que le confiesa con
porque los malvados no dejan de serlo des
la boca y no cumple su voluntad. Es inútil
pués de su muerte. No pueden obrar mal,
oír, si no se llega a las obras. Es necesario
pero no pierden la voluntad de obrar mal.
cumplir su doctrina, si no queremos que
La muerte separa el alma del cuerpo, pero
nos rechace con los que obran el mal. Así
no cambia la determinación asumida por el concluye todo el sermón del monte; conclu
alma”. Por tanto, como dice el mismo Cri sión tremenda que debemos meditar muy
sóstomo: “Quiso el Señor en estas palabras
de veras.
dejar bien sentado que la fe sin la santidad “Todo el que escucha estas palabras
de las obras no vale para nada. Ni los mila mías y las pone por obra, podrá compararse
gros aprovecharán a nadie, sin las virtudes. a un hombre que edificó su casa sobre la pe
Ni la fe, ni los milagros valen para nada, si ña” (Mt 7,24). Cuantos oyen con el oído in
no les acompaña la vida”. Y de nuevo: terior lo que he hablado exteriormente, y lo
“Nunca se pone la felicidad eterna en hacer cumplen con verdadera caridad, serán cons
milagros, sino en cumplir los mandamien tructores prudentes de buenas obras, bue
tos y la perfección”. nas en sí y buenas por la intención, como lo
El milagro proviene a veces del mérito exige el cumplimiento del Evangelio. Na
de quien invoca el nombre del Señor. Otras, die afirma plenamente lo que oye, sino
del mérito de aquél sobre quien se invoca. cumpliéndolo de hecho. Y como “la piedra
Y otras, de ninguno de los dos, sino que es Cristo”, el que cumple sus palabras,
Dios lo da para que los asistentes, al verlo, construye sobre el cimiento de Cristo.
den gloria a Dios y crean en Cristo. Incluso “Cayó la lluvia, vinieron las riadas, so
puede suceder un milagro para condenación plaron los vientos y se lanzaron contra
del
que que
viendo
lo invoca
no vean. El los
y de milagro
presentes,
no puede
para aquella casa..., pero ¡no se desplomó! Por
que estaba cimentada sobre peña” (Mt
levantar
ñarle de otras maneras.alNo
a vanagloria que
es lo
extraño,
hace, opues,
da- 7,25). Vino la tentación de la concupiscen
cia carnal, los ríos de la avaricia mundana,
cen
que ya hagan
veces también
milagros.
hombres
Son gracias
sin fegratuitas
profeti- los vientos de la vanidad y soberbia diabóli
ca, y chocaron, con ímpetu e insistencia,
dadas
bre
rara
creta. por
de hombres
de
vez
PuedeDios
Cristo,
para para
malvados,
darla
utilidad
para Diosde
utilidad
darnos
que de
también
una la el
ainvocan
conocer Iglesia;
persona
por lamanos
nom-
fuer-
con- contra aquel edificio de virtudes construido
en Cristo; pero no le destruyeron. Su virtud
se mantuvo firme contra las tentaciones,
asentado como estaba radical, perseverante,
finalmente sobre la fe, la esperanza y la ca
za de este nombre, y confirmar nuestra fe; ridad; sobre la piedra firmísima y sólida de
como
ñor bueno
un buen
por manos
regalo de
puede
un criado
hacerlo
malo.
un se- Cristo.
En las tres formas de tentaciones a que
Busquemos el bien, y evitemos el mal. se alude aquí, se resumen todas las demás.
Sigamosyde
ordena, detodo
esta forma
corazónseremos
cuantoconocidos
Dios nos Hay tentaciones de placer, simbolizadas por
la lluvia que cae una y otra vez hasta ablan
suyos. Gloriémonos
luntad, que de imitarmás
su poder.
de cumplir su vo- dar y deshacer. Las hay de tribulaciones,
simbolizadas por los ríos que llegan con
40. MONTE, 8º: VÍA ESTRECHA. CONCLUSIÓN 367

ímpetu. Hay, en fin, las que intentan la peores, hasta que llegan a caer en el castigo
persecución
nas,
lizadas
y por sugestiones
por amenazas
del enemigo,
y caricias simbo-
huma- eterno”. San Juan Crisóstomo dice: “Y se
produjo, dice, su gran ruina; porque no se
seducción
de la adversidad.
porde
loslavientos.
prosperidad,
Todo se
o el
resume
quebranto
en la trata de un peligro de cosas ligeras, sino del
destino del hombre, de perder la felicidad
eterna y caer en eternos tormentos”.
El que tiene su casa asentada sobre la No siempre sucede que el que oye la pa
piedra, que es Cristo, no teme nada de esto. labra de Dios y no la cumple, caiga en tan
no
Apoyado
se contenta
en él,con
cumple
oír. En
suscambio,
mandamientos
el y grave ruina. Hay que distinguir, por parte
las
table.
manda
oyetentaciones,
y no
No
Dios,
los
confirma
cumple,
porque
porque
en
notiene
no
lo
sí tiene
cumple
mismo
grancimiento
peligro
de
lo que
hecho.
quees-
los
en
le del hombre: no es lo mismo dejar de cum
plirla por desprecio, que por fragilidad. Por
parte de la palabra de Dios: hay palabras
necesarias para la salvación, como son los
mandamientos evangélicos; otras proponen
consejos de perfección, y entonces se refiere
10. Solo oír, cosa de necios a los perfectos.
“En cambio, todo el que escucha estas
11. La casa del justo, la del impío
palabras mías y no las pone por obra, podrá
compararse
su
cosas
tierra,
criatura
cimiento
casadel
pone
sobre aella
escielo un
inestable hombre
inestable,
yedificio
arena”.
no deja
del El
denecio
fuera
de
amor
sus
que
de
anhelar
obras
terreno.
Dios.
desprecia
quelas
sobre el
edificó
Toda
delas
la En sentido moral, la casa del justo es su
buena conciencia. Excava los cimientos el
desprecio de los bienes terrenos, y la pobre
za. Echa el cimiento la meditación de las
cosas de Dios. Le da resistencia su firmeza
contra las tentaciones. Y la hace inconmo
ra ael
gada,
que
en
masa
las
cudido
riquezas,
La
la
todo
mundo.
de
estéril
avidez
arena,
por
los
pasa
las
malvados,
todo
para
de
porque
La
olas,
como
las
arena
el esinnumerable,
secosas
dada
bien.
lesombra.
va
significa
estéril.
terrenas
la
depresión
lasTodo
manos,
Al
también
seque
que
está
compa-
disgre-
por-
ama
hay
sa-
la vible la perseverancia final.
La casa del malvado es su mala concien
cia, de la cual dice Miqueas: “Aún hay fue
go en la casa del impío”. Como no tiene ci
mientos, ya que le falta la estabilidad del
alma, la inunda el paso de los placeres, la
derriba su inclinación a obrar mal; ante las
sacudidas de las tentaciones, se deja inclinar
Su ruina es inevitable. “Cayó la lluvia, por el placer y caer en el consentimiento. Su
irrumpieron
vinieron las riadas,
sobre aquella
soplaron
casa...
los ¡y
vientos
se dese caída es grande, porque cae de la amistad de
Dios. La caída es mayor si pasa el consenti
plomó!, y su ruina fue grande” (Mt 7,27). miento a las obras. Su ruina se hace extrema
Toda
za
cuanto en
tentaciones;
fijaconciencia
más
Dios,
sesuaparta
no
que
agitación
puede
no
deestá escosas
lassubsistir
con
tanto
ladeesperan-
ante
arriba,
mayor
las en la condenación, cuando cae por obstina
ción fuera de la misericordia.
El que sabe oír y cumplir lo que le dice
Dios, construye sólidamente su casa, por
y más se mete en las cosas del mundo. que Dios da su gracia por un cúmulo de
ción,Dice
los malvados
san Beda: y“Cuando
los hipócritas
crece la
se tenta-
hacen buenas obras, y da solidez y firmeza a nues
tros merecimientos. Cuando obramos bien
368 PRIMERA PARTE

por la gracia, merecemos la perseverancia. 12. El gentío; la doctrina del Señor


Nuestro edificio no se vendrá abajo por la
“Al terminar Jesús estas palabras, aquel
lluvia, los ríos, o los vientos, si lo tenemos
gentío estaba pasmado de su enseñanza”
asentado en la roca de la fe, alzado por la es
(Mt 7,28). Ante los discursos en el monte,
peranza, unido y sólido por la caridad.
que tienen todo lo necesario para la salva
En cambio, el que no sabe oír y cum ción, y para la perfección, se llenaron de ad
plir, edifica sobre arena. No hace firme su miración por la sabiduría de Cristo, pues
obra. Apenas lleguen las tentaciones, su nunca había hablado así hombre alguno;
construcción se vendrá abajo y se desvane porque, como dice el Crisóstomo, “admira
cerá. “No son justos ante Dios los que oyen mos lo que no podemos alabar como mere
la ley, sino los que la cumplen” (Rm 2,13). ce”. Admiran en su doctrina una fuerza ex
Hay tres formas de construir. Los que aman traordinaria, que suplanta la imperfección
solo a Dios, construyen en oro, plata y pie de la ley antigua, y se presenta con extrema
miento
dras preciosas
de la verdad,
(amor decolaboración
la virtud, de
conoci-
bue solidez.
El Evangelio señala la causa: “pues les
nas
más
Dios,
obras).
que
sina que
Dios:
Los amen
que
estos
aman
nada
retienen
algunas
contra
el cosas
cimiento
Dios,por
ni instruía como quien tiene autoridad y no
como los letrados” (Mt 7,29), que enseña
ban al pueblo lo que aprendían de la ley, sin
a lasamor
del cosas,
deles
Dios;
queda
perocierta
del amor
debilidad,
que tienen
que más. Moisés mismo no pudo hablar otra co
deja su obra construida en madera, o inclu- sa, que lo que le había ordenado Dios.
Hay, en fin, quienes aman algunas cosas Dice san Juan Crisóstomo: “Lo que más
obra, en la voluntad,
so en hierba, en desordenado
o en paja (lo el pensamiento).
en la les admiraba, sobre todo, era el poder. No
daba preceptos como en nombre de otra
persona, como habían hecho Moisés y los
contra
miento,
oDios,
el primero.
donde
Dios, elAamor
porque
destruyendo
los
no primeros
puede
de Dios
así
quedar
del
pertenece
no todo
es amor
el único
suple
ci-
de Profetas. Daba a entender, casi cada vez,
que tenía autoridad para ordenar lo que or
denaba. Cuando promulgaba sus mandatos,
decía con frecuencia: “Pero yo os digo”. Al
namente la salvación. Los segundos tienen hablar, incluso del terrible juicio final, se
que purificarse y corregirse. A los terceros, presenta como el Juez, que señala el premio
les corresponde la condenación. y el castigo”.
Hay quienes edifican en el oro de la
contemplación, en la plata de la predica 13. Contempla a Cristo enseñando
ción, en las piedras preciosas de las buenas Piensa ahora de qué forma tan afectuo
obras.
las
dera,
ceres;
virtud
fuego,
se
porales;
adapte
obras
por
en
Otros,
que
del
enla
el
asin en
cimiento,
quema
el
este
amor
paja
heno el construcción
sustancia;
cimiento.
cambio,
de
ardiente
toda
ylas
pero
estiércol
palabras
se
construyen
como
desalvan
lasade entem-
cosas
inútiles,
través
estos
los pla-
ma-
del
eny sa y eficaz, habla Jesús a sus oyentes en todo
este discurso, procurando conducirlos a una
vida santa. Mira con qué atención total le
contemplan los discípulos, escuchan sus pa
labras y las aprenden de memoria, con gran
alegría. Les llena de gozo ver y oír al más
que no hermoso de los hijos de los hombres, en cu
yos labios está derramada la gracia.
41. CURACIÓN DE UN LEPROSO 369

Acércate, tú también, como si le vieras por el camino. El grupo le sigue sin orden, si
y oyeras directamente. Participa también tuándose cada uno donde le pueda oír mejor.
de su alegría, según te lo dé el Señor. Sigue tú también, aunque sea de lejos, a
Imagina luego cómo desciende el Señor este bondadoso Maestro, por si puedes reco
del monte, hablando con ellos familiarmente ger alguna parte de este precioso tesoro.

Oración

Señor Jesucristo, que eres todo bondad: Hazme entrar por la puerta estrecha de la sal
vación en el palacio de la vida eterna.
Dame evitar los engaños de los mentirosos y seguir sencillamente a tu pequeño rebaño.
Haz que mi corazón no se arraigue en la tierra, sino en el cielo; que no me contente con
hojas de palabras, sino que sea fiel en los frutos de buenas obras.
Concédeme cumplir firmemente la voluntad del Padre, oyendo y cumpliendo tus pa
labras, sólidamente asentado en ti, sin que de ti me separe tentación alguna. Amén.

41. CURACIÓN DE UN LEPROSO


Mateo 8,1-4; Marcos 1,40-45; Lucas 5,12-16

1. Confirma su doctrina con milagros curso, si no mostraba milagros. Así tú tam


bién después de la doctrina, haz obras, para
Después de los mandatos evangélicos
que tu discurso no quede vacío”.
del monte, sigue su confirmación por me
En sentido místico, “después que bajó
dio de milagros; un buen maestro comprue
del monte”, es decir, de la excelencia divi
ba con hechos su doctrina. Terminado, na, al valle de la humildad o de la humani
pues, el discurso, “después que bajó de la dad, permaneciendo lo que era, asumiendo
montaña lo siguió numeroso gentío”; y pa lo que no era; porque entonces bajó del
ra edificación y devoción de quien le roga monte, cuando “se vació a sí mismo adop
ba, Jesús se movía a hacer milagros. tando la condición de esclavo” (Flp 2,7);
Dice san Jerónimo: “Después de la pre entonces, después de su descenso, “lo siguió
dicación
de
sea los de la para
confirmado
signos, doctrina,
porque sediscurso
ofrece
la virtud
el de lalos
ocasión
anterior
mila- numeroso gentío”. Si Dios no hubiera des
cendido, el hombre no habría subido a su
seguimiento. Es gran gloria y dignidad del
gros ante los oyentes”. El Crisóstomo dice: hombre seguir a este Señor.
las
admirable
bras
los
“Después
obras”. ensan
milagros,
precedentes;
del
Y para
sermón,
las Teófilo:
palabras,
de
darmodo
autoridad
procede
“Mezcla
que
y admirable
enseguida
así
a alas
aparecía
lapala-
doc
ena Según san Agustín, limpió primero a
un leproso, para que apareciera con ello que
el Nuevo Testamento dado en el monte y la
gracia del Evangelio estaban sobre la ley,
trina la realización, por si faltaba fe a su dis- que excluía a un leproso, no le sanaba. Pare
ce haber contradicción entre lo que dice
370 PRIMERA PARTE

Mateo
dice Lucas:
“Cuando
“Cuando
bajó del
estaba
monte”,
en una
conciudad”
lo que 3. Jesús, tocándole, le sanó
Jesús tuvo misericordia, por afecto y
(Lc 5,12). Según la glosa, hay que decir a
compasión, “y extendiendo la mano le tocó,
esto que después de bajar del monte hubo
diciendo: quiero; queda limpio” (Mt 8,3).
algún intervalo antes de entrar en la ciudad,
Generosidad contra los avaros, humildad
y en ese intermedio fue sanado el leproso.
contra los soberbios, piedad contra los envi
Mateo lo pone en su lugar; Lucas dice que
diosos, poder contra los incrédulos.
“en una ciudad”, Cafarnaún, porque estaba
Leemos que la lepra corporal fue curada
cerca, a legua y media, al este.
de varias maneras. Lavándose, como en Naa
mán, simbolizando las lágrimas. Mostrán
2. Un leproso viene a Cristo
dose, como en los diez leprosos que yendo a
estas,
tro,
del
juntaron
rostro,
chas,
asolo
humilles,
eso
Jesús,
cuerpo
mereció
“Mira,
lecon
sino
Dios
pidió”.
como
postrándose
sus
tres
para
publicándolas
yse
no
ser
le
pasos;
le
cosas,
Llegó
humilde,
les
que
pidió
oído
presentó
niega
tese
fe,
con
ycon
oigan
curado;
cayendo
postró
humildad,
nada.
la
ysin
oración
un
confesándolas;
feytapar
leproso
del
te
con
Cayó
para
sobre
limpien.
corazón,
hablada.
humildad
oración;
sus
que
sobre
y,sual
man-
ros-
por
ver
no
Sea
su mostrarse a los sacerdotes, quedaron lim
pios, señal de la confesión. Separándose, co
mo en María hermana de Moisés, y esto sig
nifica la excomunión, que es como un
cauterio medicinal. Encerrándose, como en
la mano de Moisés, que sacándola del seno,
apareció leprosa, pero vuelta a él, se curó, así
muchos, que en el mundo eran leprosos en
espíritu, se limpian entrando al claustro.
tú te Por el tacto, como aquí, que la mano de
Cristo tocó y limpió la carne del leproso.
rostro
cada es se
vida;Dice
uno
peropropio
san
elavergüence
pudor
Ambrosio:
de no
humildad
contuvo
de“El
las manchas
caer
ylapudor;
confesión,
sobre
deque
su Ese tacto poderoso de Dios es triple: so
lo corporal; solo espiritual; en parte lo uno
y lo otro. El tacto es solo corporal, cuando
el que, y lo que toca, y lo que es tocado, es
del
al
fermedades
atribuyó
poder
aoportuno,
res,
aquí
manos.
todo
me”;
mostró
adoraba,
tu
beneplácito
leproso,
voluntad;
lo
san
fue
tuyEs
puedes,
voluntad
autoridad
la
Tito:
hecho,
apues,
ycomo
él
herida,
corporales,
alocomo
no
“Aprendamos,
no
dispone
divino,
diciendo:
“si
como
si
buscar
es
dijo
de
dijera:
quieres,
pidió
aobra,
Dios
curar,
límpiame,
que
todo
sino
Omnipotente.
lalas
Señor”,
Todo
el
curación
en
conoce
puedes
en
ayobras
remedio”.
de
confiarlo
la
lorazón”.
lo
voluntad
las
dejó
sino
por
que
obedecen
lo
de
limpiar-
palabras
que
en
que
quien
la
El el
quie-
Dice
todo
“Le
en-
sus
le
es
le solo corporal. Este tuvo en Cristo mucho
poder; porque sanaba generalmente toda
enfermedad, como es patente en muchos en
el Evangelio. El tacto en parte corporal y en
parte espiritual es cuando quien toca es es
píritu, pero lo que es tocado es corporal o
espiritual; así es el tacto de la tribulación,
que es también muy eficaz; a veces vale pa
ra deshacer la dureza de los pecados, repri
mir la codicia de la carne, y para probar la
paciencia de los justos. El tacto solo espiri
tual, cuando el que y lo que toca, y lo que
es tocado es espíritu, así el tacto de la inspi
ración interna, que, a su vez, es muy eficaz.
proso,
Cristo,
trando pues,
su
la fe,
autoridad
confesando
merecióde
la su
curación.
elpotestad,
poder divino
y mos-
en Su poder se extiende a siete efectos, que
responden a los siete dones del Espíritu
Santo.
41. CURACIÓN DE UN LEPROSO 371

salvación.
gracia;
temor,
buen La elEl
1º.propósito;
por
se puede
2º.
inspiración
que
perdón
pertenece
atribuir aldon
se concibe
odeconcepción
allas don
el
ofensas
espíritu
dedel
piedad,
de
por
santo
un
de
la a quienes los remedios de la ley no habían
sanado. También, para que la lepra que so
lía contaminar al que tocaba, con el tacto
del Señor huyera, y se apartara. La mano no
se hizo inmunda por la lepra, sino que el
con
de
según
cosas
limosnas”
loútiles
de Daniel:
o(Dn
necesarias
4,24).
“Redime
3º.
para
Lala
tus
instrucción
salvación;
pecados cuerpo leproso tocado por la mano quedó
limpio. Porque no estaba prohibido tocar a
un leproso a aquél que por su tacto podía
nejarse
se refierecon
al rectitud.
don de ciencia,
4º. La que
fuerza
enseña a ma- curarle, como Elías y Eliseo no obraron con
bien
de consejo, en
y atreversecuanto
a cosasmira
arduas,
a lacosa
liberalidad.
para
delobrar
don tra la ley tocando a un muerto para resuci
tarle. Porque aunque el Señor pudiera curar
5º. La consolación en la tribulación, al leproso con solo su palabra, acercó con
que for- todo y puso su mano, porque la humanidad
talece al alma para soportar cosas adversas; de Cristo era como instrumento de su divi
se refiere al don de fortaleza, que mira sobre nidad; como el artífice obra por medio de
todo en la tolerancia de cosas contrarias. 6º. un instrumento, así la fuerza divina en
El inflamarse en caridad y amor de Dios, Cristo hacía algunas cosas por medio de la
que pertenece al don del intelecto, que ense aplicación de su humanidad; la declaraba
ña a intellegere, “leer dentro”, los beneficios así unida a su divinidad.
de Dios, que inflaman al alma en su amor.
7º. La elevación de las cosas terrenas y con 4. Prohibió decir el milagro
templación de las celestiales; es cosa del don El Señor “le mandó no decir a nadie el
de sabiduría, que se refiere a las cosas eter milagro”, para que no se jactara de haber si
nas, a los dones, que hacen gustar de las co do curado, para enseñarnos a no amar la os
sas de arriba, no las de la tierra. tentación, y que los bienes que hacemos no
“Al momento le desapareció la lepra”: se han de divulgar, sino callar. Y a abstener
al imperio y voluntad del Señor, le siguió la nos de la recompensa no solo de dinero, si
obra.
profiere
Según
un poco
san tarde,
Cirilo,cuando
esta expresión,
ya se había
se no de alabanza y gloria humana; que no
busquemos esto en nuestras obras, que nun
hecho
apenas
tocarle,
der
humildad.
fuera
del
del
laseSeñor,
no
campamento,
curación;
dignaban
solo
A un
pero
leproso
aparece
mirarle;
no los
se la ley el
declara
letrados
aquí
Jesúslono
menor
ygran
arrojaba
fariseos
rehusó
po-
su ca una mano izquierda se mezcle a la dere
cha en ellas.
Dice el Crisóstomo: “Y le mandó que
no se lo dijera a nadie, mostrando qué ajeno
estaba de la aureola de la gloria y la pompa.
ni
plo
paraaborrezca
dedarnos
compasión,
forma
a por
unpara
de
el
hombre
la
misterio
que
humildad
nadie
poroculto,
cualquier
desprecie
y ejem-
sino Y bien sabía que no se iba a callar, sino que
iba a anunciar a cada paso el gran beneficio;
pero en cuanto estaba en él, huyó publicar
criado,
ra
hibía
do
mancha
mostrar
bajotocar
sino
la
o enfermedad.
ley,
que
Señor
a un
sanaba
estaba
leproso;
de la
sobre
sobre
Le
ley.
tocó, aélque
ylaHabiendo
laque
ley
ley,
además,
aquellos
novivi-
pro-
pa-
era lo que había hecho. Y en otra parte él mis
mo ordenó que tales cosas se publicaran; no
se contradecía; quería que los que él curaba
fueran agradecidos. Porque no mandó que
le enseñaran a él, sino que dieran gloria a
Dios. Nos enseñaba por el leproso a no ser
372 PRIMERA PARTE

gloriosos vanamente y a renunciar a la vana tad hacia Cristo, le expulsaran del pueblo,
gloria. Por aquél, al que había limpiado de como a leproso, sin admitirle”.
la legión, nos enseñó a no ser ingratos, sino
a dar gracias a Dios, a confesar sus benefi 5. Por qué lo envió a los sacerdotes
cios. Nos mostró que en todas sus obras la
Humildemente lo envió a los sacerdo
alabanza se había de referir siempre solo a
tes, que debían discernir la lepra, y ordenó
Dios. Porque los hombres, cuando están en
ofrecerles un obsequio. Lo hizo porque,
fermos, se acuerdan de Dios, pero libres de
aunque ya estuviera limpio, no era estima
la enfermedad, les cae encima mayor enfer do así según la ley, ni debía ser restituido a
medad de desidia. Pero eso, ordenando que la vida común de los hombres, si antes el
los enfermos y los sanos nos acordemos con juicio de los sacerdotes no demostraba que
gusto de Dios, al que había curado, le dijo: estaba limpio, y no ofrecía un obsequio al
Da gloria a Dios”. Señor. Por el arbitrio de ellos se le separaba,
Hay un triple precepto: de cautela, de y sin su arbitrio no se le podía readmitir en
prueba, de obediencia. En el primero, no se la convivencia común.
prohibe el acto, que es óptimo, sino la glo Se lo enviaba también por humildad,
ria que se mezcla con las acciones buenas y deferente con los sacerdotes, para que no
honestas; así fue el precepto aquí. En el se pareciera que él robaba su gloria; así ense
gundo, Dios no quiere el acto, sino que ñaba a tener reverencia a los sacerdotes.
aparezca la virtud, que está oculta en aquél También para mostrarse no trasgresor de la
al que le da el precepto; esa muestra de vir ley, ni que la disolvía, como le inculpaban
tud es útil para él y para los demás; como con frecuencia los fariseos, sino que la cum
en el precepto dado a Abrahán de inmolar a plía; andando según la ley, y curando sobre
su hijo, al que se le dice: “Ahora conozco la ley. Porque entendieran que el leproso
que temes a Dios” (Gn 22,12), ahora he he había sido curado no según el orden acos
cho que tú y los demás lo conozcáis. En el tumbrado de la ley, sino por gracia de Dios,
tercero Dios quiere el acto, como aparece en sobre la ley. Él tenía mayor poder y virtud
el capítulo veinte, entero, del Éxodo. que la ley y los sacerdotes, que conocían la
O mandó no decirlo a nadie, para mayor lepra, pero no podían curarla. Quería pro
utilidad de los creyentes, porque son mejo vocar los ánimos de los sacerdotes a creer, y
res los que creen espontáneamente, que los quitar toda excusa a los que no creían; así
que creen porque esperan beneficios. O que quiso que se ofreciera el obsequio: en testi
no lo dijera a nadie, antes de que cumplie monio a ellos y contra ellos, si visto el mila
ra lo que está en la ley; porque primero ha gro no creían; para que viendo al leproso
bía que esperar el juicio de los sacerdotes, a curado, creyendo en el que le curó, se salva
quienes, según la ley, pertenecía juzgar so ran; si no creían, serían inexcusables, por
bre la lepra. que veían y no creían: así se haría la acusa
Por eso dice el Crisóstomo: “No prohi ción como a no creyentes, en testimonio
be simplemente, de forma que no lo diga para su condena.
alguna vez, sino para que antes se mostrara Lo envía a los sacerdotes también para en
al sacerdote; no fuera que si antes se lo decía señar, en figura, que el pecador, designado
a alguno, lo oyeran los sacerdotes, y toman por el leproso, aunque esté limpio de la lepra,
do ocasión de la lepra, por el odio y enemis de la maldad, por la contrición, debe con to
41. CURACIÓN DE UN LEPROSO 373

según
do mostrarse
su consejo,
al sacerdote
hacer la satisfacción.
por la confesión, y turaleza humana, se limpien de la variedad
del viejo error y ofrezcan, por su curación,
El perezoso espera hasta que el sacerdo sus cuerpos como sacrificio vivo a Dios”.
te
la
bra.
ciones.
lepra
le La
pregunte;
confesión
Debe
de tu alma
ser
tú,voluntaria,
debe
ve
pordelante
latener
confesión
de
cuatro
porél,eso
muestra
decondi-
pala-
dice: Así san Beda.
Este mismo milagro no se desdeña el
Señor de hacerlo cada día por su gracia; por
que cada vez que justifica a un impío, justa
“anda”,quien
como no llevado,
afligidonidearrastrado,
tormentos,ni oforzado
por el mente limpia a un leproso.

temor
sa sus pecados. Debeen
de la muerte, serlas
abierta
últimas,
y desnuda:
confie- 7. Sentido: leproso, un pecador
Moralmente se entiende por el leproso
así dice: “muéstrate”, muestra lo que hicis
un pecador, por varias razones. La lepra es
te, hablaste, pensaste; no dice: esconde, con
enfermedad contagiosa, de modo que es pe
excusas, paliándolo con palabras, mintiendo
ligroso habitar con leprosos; también los pe
o musitando, o no diciendo todos los peca
cadores son contagiosos, infectan a otros pa
dos y circunstancias graves. Debe ser pura,
ra obrar mal, y así es peligroso tratar con
así dice: “muéstrate”, “a ti”, no a los otros.
ellos. La lepra es enfermedad peligrosa, por
Algunos obran contra esto, dicen pecados
que infecta todo el cuerpo, no solo parte de
de otros, o revelan con quién pecaron. La
él; más peligroso es el pecado, que infecta y
confesión, en fin, debe ser ordinaria; así di
corrompe el cuerpo y el alma, y por eso es
ce: “al sacerdote”; porque no se ha de hacer
muy de temer y de huir. La lepra es enfer
a cualquiera, sino a los sacerdotes, que tie
medad fétida que causa rechazo, así los peca
nen la llave de la ciencia y la autoridad.
dores provocan repulsa a Dios y a los ánge
les. Los leprosos son separados y colocados
6. Era figura es de la humanidad
manidad,
por
dad,
la
lepra,
do;
significa
generación
El
eso
pues
tocado
que
leproso
inclinado
la
por
infectada
esculpa
por
una
virtud
a los
laenfermedad
como
original
amano
posteriores.
diversos
por
delprototipo
la
Señor
del
que
lepra
pecados.
Señor,
contagiosa,
sees
Laderiva
original
de
limpiado
humani-
esla
Por
sana-
hu-
por
se
lay lejos de los demás hombres, así los pecado
res están fuera de la gracia de Dios, puestos
fuera de la comunión de la fe y de la Iglesia,
son separados de los buenos, aquí en cuanto
al mérito, en el futuro en cuanto al trato, el
lugar y el premio. La lepra imprime color
diverso en la piel; así el pecado tiene diver
sas apariencias en la mente: está leprosa el
alma que se pone sórdida de soberbia, ira,
servir
porobsequio
un
significa
medio
fielmente
que
del
yella
bautismo.
abautizado
divulgación
Dios, y alabarle
Por
está
de
la obligado
ofrenda
lacon
obra,
gozo.
de
sea avaricia, pereza, gula, envidia, o lujuria. En
la hinchazón de la carne se significa la sober
bia, en la quemadura la ira, en la sed la ava
ricia, en la pesadez la pereza, en la comezón
falta
lleno
de la
que,
nándose
Dice
como
la
de
humanidad
gracia
la
lepra,
sanmano
palabra
Beda:
de
porque
extendida,
Dios”
enferma
de
“ElDios
“todos
leproso
(Rm
ypor
estocando
3,23),
pecaron
decir,
eslas
prototipo
culpas,
con
encar-
layna-
les
la la gula, en la podredumbre la envidia, en el
hedor del aliento la lujuria.
Este leproso corra con confianza a Jesús,
al médico; no desespere, que se arrepienta y
desee ser limpiado. Con el leproso fiel, caiga
sobre su rostro con humildad y vergüenza,
374 PRIMERA PARTE

que se ruborice de las manchas de su vida. rios y presuntuosos que quieren juzgar de
su
Nollaga,
detenga
se reconozca
por pudorpecador
la confesión,
con lágrimas
muestre las cosas ocultas de los demás.

y gemidos;
el remedio.detectada
Implore la
con
enfermedad,
ánimo y corazón
busque 8. Agradecido alaba a Cristo
Como dice san Tito aquí, conviene que
compungido la misericordia del Señor, y pi el que ha recibido un beneficio se muestre
da el remedio; humíllese ante Dios y suplí
agradecido, aunque quien le hizo el bien no
quele que le toque y le cure con su gracia.
lo necesite. Por eso, aunque mandó al le
Confiese que él está impuro, que Cristo
proso curado que callara su curación, sin
es poderoso para limpiarle, y junto a él cla
embargo, “él, en cuanto se marchó, empezó
me con el leproso y diga: “Señor, si quieres,
a publicarlo mucho y a divulgar el caso”
puedes limpiarme”. Si hace esto, esté cierto
(Mc 1,45); que el que huye la gloria, por
de la misericordia, no desespere el perdón,
eso mismo la adquiere. Dice san Bernardo,
porque el Señor es benigno y no rechazará a
que esto es lo único que tiene de glorioso la
nadie que venga a él, sino que abre y expan
gloria del mundo, que huye de los que la si
de a todos el seno de su misericordia. No
guen, y sigue a los que la huyen. Por eso se
necesita espacio de años, largo tiempo de
compara con la sombra, que si la sigues no
penitencia; requiere un corazón contrito y
la alcanzas, si corres ante ella no la huirás.
humilde, y dignamente por su misericordia
El leproso, haciendo de evangelista, empezó
desata las ofensas a los penitentes. Porque el
a anunciar que había sido sanado por dentro
Señor extiende su mano, cuando aplica el
y por fuera; de modo que la salvación de
auxilio de la compasión divina, a cuyo tacto
uno obligara a muchos a venir a Dios. “De
e imperio todos los crímenes se sueltan y al
suerte que Jesús ya no podía entrar pública
momento consigue el perdón de las ofensas.
mente en un poblado”, por la opresión de la
Pero ha de reconciliarse con la Iglesia, a
turba de gentes que concurrían por la salud
juicio del sacerdote; una vez limpio de sus
y a ver milagros; “sino que se estaba fuera,
pecados, debe ofrecer el obsequio de satis en sitios solitarios” (Mc 1,45; Lc 5,15). Se
facción y alabanza a Dios, y alabarle en to
apartaba en el desierto, para orar. Sana co
das partes. Debe ser agradecido siempre con mo Dios, y ora como hombre.
Dios, dándole gracias, y haciendo a los pró
jimos el bien que pueda, De guardando el amor
nosotros
na,
obras
mérito;
alabanza
cial tres
sino
Dios
el
cosas
no
ytodo
prójimo,
quiere
gloria.
debemos
que
a Dios.
que
no
Dios
elquiso
atribuirnos
ejemplo;
nosotros
se reservó
comunicar
todas
tengamos
pero
gloria
en
nuestras
Dios
espe-
nun-
va-
el
la 9. Jesús se retira a orar al Padre
de caridad hacia Dios y hacia los demás. A
“Y, con todo, iban a él de todas partes”
(Mc 1,45; Lc 5,16); para oír su doctrina y
recibir la salud. El Señor, pues, huye del tu
multo y del estrépito, busca un lugar secre
to; quiere más, por tanto, la vida retirada
que los cuidados del mundo; deja las men
ca
quitan
za
soberbios
ayninguna
elvanamente
poder
y airados
criatura:
dellajuicio.
gloria;
la gloria,
Los
la venganza,
gloriosos
la vengan-
los
le tes carnales, y visita a las apartadas de esos
cuidados. Así los predicadores de la palabra
divina deben huir el aplauso del pueblo, y a
las injurias recibidas;
queeldesean
juicio, vengarse
los temera-
de sus tiempos apartarse de la multitud, y dar
se a la oración.
41. CURACIÓN DE UN LEPROSO 375

“El que Jesús no pudiera, dice san Jeró- apresurarse con toda la mente a los gozos
nimo, entrar manifiestamente a un pobla- eternos de la contemplación superior. Apar
do, sino que estuviera fuera, en lugares se- tarse al desierto y rezar es contener el ímpe
cretos, significa que Jesús no se manifiesta a tu y estrépito interior de los deseos terre
todos, a los que sirven a amplias alabanzas y nos, y buscar para sí y para el Señor un
voluntades propias; sino a estos, que con cierto secreto dentro de sí, donde habla con
Pedro salen afuera y están en lugares desier- él, callando, por medio de deseos internos,
tos, elegidos por el Señor para rezar y ali- cesado el tumulto exterior”.
mentar al pueblo, los que dejan los placeres “Nuestro Redentor, dice san Gregorio,
del mundo, y dicen: ‘Mi porción, el Señor’ durante el día hace milagros en los pobla
(Sal 119,57). La gloria de Dios se manifies- dos, y se aplica al afán de la oración en la
ta a estos que vienen de todas partes, que noche, para señalar a los predicadores per
llegan a él por llanos o por altos, aquellos a fectos que ni abandonen la vida activa por
quienes nadie puede separar del amor de el amor de la especulación, ni desprecien los
Cristo”. gozos de la contemplación por la excesiva
“En la ciudad hace milagros, dice san actividad. Sino que contemplando, tranqui
Beda, y en el desierto o en el monte pasa la los, sorban lo que luego ofrezcan hablado a
noche orando; así nos pone delante hechos los prójimos”.
de la vida activa, y de la contemplativa; pa- Lo que aquí se dice, según Marcos y Lu
ra que nadie por el afán de la contempla- cas, que Jesús ya no podía entrar manifies
ción sea negligente en el cuidado de los tamente en un poblado o ciudad, sino que
prójimos, ni obligado en demasía por el se apartaba al desierto, no se entiende del
cuidado de estos deje los cuidados de la día en que curó al leproso; porque, curado
contemplación; de forma que ni el amor del éste, entró en la ciudad de Cafarnaún a una
prójimo le estorbe el amor de Dios, ni el milla, antes de que esa palabra o fama llega
amor de Dios obstaculice el amor del próji- ra a muchos. Por eso Mateo este milagro del
mo. Porque rezar en el monte es, dejados leproso lo continúa con el siguiente criado
los cuidados de los pensamientos enfermos, del centurión.

Oración

Señor Jesucristo: del monte del trono del Padre, y del vientre virginal, descendiste pa
ra sanar la lepra de La humanidad.
Mira, yo estoy cubierto de manchas de varios pecados.
Si quieres, puedes limpiarme; extiende la mano de gracia y piedad; toca lo interior y lo
exterior de este leproso que te invoca.
Ten piedad de mi arrepentido; y ordena a la enfermedad del pecado.
Dios mío y misericordia mía, que no quieres la muerte del pecador, sino que se convier
ta y viva; realiza esto en mí pecador; para que no muera en mi alma, sino que me convierta
y viva contigo para siempre. Amén.
376 PRIMERA PARTE

42. EL PARALÍTICO, CRIADO DEL CENTURIÓN


Mateo 8,5-13; Lucas,7.1-10

1. La fe de un centurión gentil milagro y creyendo un gentil, no creían.


En cuanto al centurión, oídos los milagros
Jesús comenzó luego a acercarse a la
de Cristo, creyó firmemente que su criado
ciudad de Cafarnaún, que, como se ha di
podía ser sanado; “el cual era muy estima
cho, estaba cerca. Un centurión, o tribuno
do por él, y estaba para morir” (Mt 7,3) si
era un jefe de cien soldados, puesto por los
no le sanaba el Señor; por eso estaba preo
romanos para recoger el tributo y guardar
cupado por su curación.
Galilea, para que no se rebelaran contra los
romanos que tenían sometida aquella tierra; En este hecho del centurión que tenía
por eso Jesús permanecía en Cafarnaún, que tanta solicitud por su criado, debemos apren
era la metrópoli, entonces una ciudad glo der a compadecernos de nuestros sirvientes o
riosa, ahora muy decaída. “El centurión, súbditos, y a tener todo el cuidado de ellos.
pues, se acercó a él” (Mt 8,5), con la fe, el No se portó como son muchos hoy, que vien
deseo y la devoción, más que con los pasos do a sus súbditos enfermar, los descuidan; es
de la presencia corporal. tán más preocupados de sí mismos sanos,
“Se acercó un extranjero de nacimiento, condescienden más consigo mismos en cosas
dice Orígenes, pero familiar de casa, por el agradables, que de los súbditos enfermos.
corazón; jefe de soldados, y compañero de Le rogó, pues, preocupado, que viniera
ángeles”. Éste no era judío, sino gentil; por a su casa; no tanto por la angustia por la cu
eso no se atrevió a acercarse por sí mismo a ración del criado, sino pensando la majestad
Jesús, juzgándose indigno de la presencia de y reverencia de Cristo. Jesús, sabiendo su
Cristo. Se acercó por medio de los ancianos devoción, respondió por los mismos envia
de los judíos, como por familiares y amados dos: “Yo voy a curarlo” (Mt 8,7). Mira, la
de Jesús, y los envió a él, en quien está la sa humildad; mira, la piedad. Vino, pues, con
lud y la enfermedad, la vida y la muerte, el poder de sanar, no con la presencia corpo
cir,
“suplicándole:
mi criado, al
Señor, mi muchacho”,
que hablaba al modoesdede-
la ral: “Jesús iba caminando con ellos” (Lc
7,6).Este médico es de otra forma que los
curia, por la edad y la familiaridad, contra que están prontos para visitar a los ricos, no
friendo
los
sirvientes;
señores
enfermos
soberbios,
terriblemente”,
“yace
inhumanos
yque
los
enenvían
desdeñan
casaque
muchas
paralítico”,
alechan
hospital;
hablar
molestias.
de de
contra
casa
“su-
susa a los pobres. “Y cuando ya no estaba lejos
de la casa, el centurión”, pensándolo mejor,
y por un acto de fe, volviéndose a la majes
tad de Cristo, se acercó ante la vuelta de los
otros, por “unos amigos” más cercanos, a
Dice estas tres palabras: “yace, paralítico, quienes “les envió a él”, a rogarle “que no
sufre”, para indicar la angustia de su alma y viniera diciendo: Señor, no te molestes;
Crisóstomo,
nidad
quiso
que“Expuso
seen
que
doblegar hicieran
sus
allos
manos”.
pero
solo
enviados
Señor inexcusables,
adejó
lala La
enfermedad,
elfueran
divina
remedio
judíos,
providencia
si, de
misericordia. visto
dice sa-
el
lapara pues no soy digno de que entres bajo mi te
cho” (Lc 7,6).
No habla de palacio, sino de casa, aun
que fuera jefe; habla de techo, por la humil
dad de sí y la consideración de la grandeza
de Cristo. Por la conciencia de su vida gen
42. EL PARALÍTICO, CRIADO DEL CENTURIÓN 377

Dios,
til,
poral.
indigno,
ra dentro
temía
siPero,
entraba
se
deofender
mostró
las
diceparedes
donde
san élCristo,
digno,
a Cristo,
Agustín,
en
nopresencia
de
alsino
diciéndose
que
quedentro
entra-
creía
cor- No le faltó tampoco la caridad, porque
cuando se acercaban muchos al Señor para
rogar por su salud y la de sus hijos y ami
gos, él rogó solo por la salud de un subordi
nado suyo.
consideré
indigno
zo
de
ción
digno
su suya,
corazón.
de
del
digno
recibir
añadió:
reino”. en
deaacercarme
Cristo
“Por
Y paraeso
mayor
su
atampoco
ti”,
casa, me
humilla-
y te
se en-
hi- Así que, perseverando en la constancia
“Porque se el
creyó, dice Crisóstomo, de la fe, mostró que el Señor podía sanar, al
decir: “Pues también yo soy un subordina
do” a uno superior, al Emperador, “que ten
go soldados bajo mi mando, y si digo a uno:
ve, va; y si le digo a otro: ven, viene; y a mi
vié
una
8,8);
bra mensajeros
creadora.
palabra, enlomi
midijo
sin tu presencia
y“Él
así corporal,
asistente
lugar.
y todo
“Pero
con
curará”
fuedilo
tu
hecho”
pala-
(Mt
con esclavo: Haz esto, y lo hace” (Mt 8,9). De
ello concluye que, si a su palabra uno va, y
otro viene, y otro hace lo que le manda, si
Cristo Dios y Señor dice a la enfermedad:
(Sal 33,9). marcha, se va; y a la salud: ven, viene; o a
fe, que
Cantor
mejor
Según
abstenerse
Parisiense:
creyó
diceque
aquí
del
decir es hacer”.
“Deduce
sanOrden,
Beda:de“Grande
deaquí
realizar,
Y que
Pedro
es es
lao los ángeles que le sirven, que hagan estos
milagros, lo harán.
Porque antes se cumplirá la palabra de
Dios, que la de un hombre sujeto a él. Se
tomar
que
conforta
hacerlo
la Eucaristía,
mucho
con conciencia,
la buena
si al que
conciencia;
no
se digo
acerca,
herida,
no
por-
le hace mi palabra, que soy hombre y no Dios,
súbdito y no sumo Señor; luego también la
tuya, que eres Dios y sumo Señor. Si yo, que
me, seríame
que más mortal,
agravosino
quedudosa,
me ayudo.
acercándo-
La irre tengo un medido poder, sometido a uno
gularidad excluye
cramento; no debedel ministerio
ignorar porde este
qué sa-
se mayor, con sola la palabra obro por medio
de mis subordinados, y puedo ordenar a los
inferiores que obedecen mi palabra; mucho
saber
incurre
suen
estado”.
ella, alDice
disponerse
Pedro aCantor.
tal acto, sino más tú, que eres Dios presente en todas par
tes, poderoso sobre todo poder, Señor de to
do, a quien sirven las potestades y obedecen
2. Virtudes del centurión los ángeles, podrás con sola la palabra, sin la
presencia corporal, curar a mi criado; por
En la actuación del centurión se nos
eso no es necesario que te fatigues yendo.
muestran tres virtudes admirables: humil
dad, fe, prudencia. Tuvo humildad grande,
techo.
apodía
gentil,
prudencia,
él, se sanar
Tuvo
juzgó
creyó
porque
una
al
indigno
que
joven.
feDios
perfecta,
másdeYcon
allá
que
también
su
porque,
de
entrara
sola
la carne
no
palabra
bajo
siendo
poca
co-
su 3. Cristo recomienda su fe
el que al estar preparado el Señor para venir
Ante las palabras del centurión, que ex
presan tanta fe, a saber, que bajo el velo de
la carne, conoció la excelencia de la majes
tad, “oyendo Jesús, quedó sorprendido”, co
mo admirándose, y mostró el rostro admi
noció
dandolacorporalmente,
presente divinidad
en todas partes
oculta,
entendió
por
y ellaque
que
divinidad.
veía
estaba
an- rado. Admiraba el Señor la fe del centurión,
que él le administraba en su corazón, y ala
bó las obras grandes de Dios en él, no por
378 PRIMERA PARTE

que tuviera que extrañar algo; él obra admi- Beda: “Se pone delante a los presentes la fe
rablemente
ñarnos
neficiosade
nosotros
Dios.
todas alas
admirar
cosas, sino
y alabar
paralos
ense-
be- del centurión, porque ellos estaban instrui
dos por las noticias de los profetas de la ley, y
de
nos
necesitamos
mientos,
un
señala
ánimo
hablando
que
ser
perturbado,
debemos
avisados;
de Dios,
admirarnos,
todos
sinonodel
estos
sonMaestro
los
signos
movi-
que éste, sin que nadie se lo enseñara, creyó”.
“El Señor se admira, dice san Agustín, Admiraba, pues, Jesús la fe del centu
rión, hombre pagano, y la alabó, para que se
avergonzaran los israelitas; veía entonces
crecer la fe de los gentiles sobre la fe de los
judíos. Y la fe de los gentiles no solo fue
que enseña”. alabada, sino prefigurada en el centurión.
El Señor, admira, alaba, aprueba y pro
pone como ejemplo la fe del centurión; “y 4. Anuncia la vocación de las gentes
volviéndose, dijo a la gente que lo seguía: Tomando ocasión de la fe de este gentil,
en
de
Nolahefe,hallado
la facilidad
tantade
fe la fe,Israel”;
en creer;
el signo
ni en concluye y predice el Señor la conversión de
las gentes, y por el contrario, por infideli
el pueblo de Israel presente. Lo halló mayor dad, el castigo de los judíos. “En cambio, os
cipio
otros
en lospatriarcas
de
antiguos,
nuestraycomo
fe.
profetas,
Excepción
en Abrahán,
que fueron
hechaIsaac,
siem
prin-y digo que vendrán muchos de oriente y occi
dente (Mt 8,11). La fe de este prefigura la fe
de las gentes, no de todos, porque no todos
pre de la virgen María, cuando se habla de obedecen al Evangelio; pero vendrán del es
méritos o pecados. Ni se ha de entender de te y el oeste, y el sur, a la fe y unidad de la
todos los presentes; se excluyen aquellos a Iglesia. Con estas dos partes de oriente y oc
quienes hablaba, los apóstoles que le se cidente, según san Agustín, se designa todo
guían. Es un modo común de hablar; como el orbe de la tierra. Así, en figura de la Igle
si uno entra a una casa con gente, si no en sia, se dijo a Jacob: “Te dilatarás al oriente y
cuentra a ninguno, dice: no he hallado a na al occidente, al norte y al sur” (Gn 28,14).
die; no incluye a los que van con él; su pala En sentido moral, vienen del oriente los
bra vale por los ausentes. que se humillan por la consideración de la
ferirSegún
que el Crisóstomo,
entender
la fe de éste
quea según sielqueremos
la de los apóstoles,
bien de cada
pre-
hay propia naturaleza y nacimiento, o los que se
arrepienten en la juventud; del occidente, los
que se convierten por la memoria de la
uno, se alaba su cualidad. Si un rústico dice muerte, o se arrepienten en la vejez; del sur
con
un
creyera
el
origen
mismo,
filósofo;
sabiduría,
de
uncreer,
hay
judío
asíes
que
aquí.
porque
algo
que un
entenderlo
Pues
grande;
otros,
pagano. O,
novistos
era
no
entanto
igual
cuanto
muchos
según
sique
es
al los que, con el favor de la prosperidad, se en
tregan a obras de piedad, y entre la prosperi
dad conservan la moderación; del norte, los
que, ante la urgente necesidad, se arrepien
ten, y en la adversidad conservan la pacien
signos, creyeron; pero éste, sin haber visto cia. De todos estos, pues, hay quienes se sal
ningún milagro, creyó. van. “Y se pondrán a la mesa, con Abrahán,
mo,
de patriarcas
“De
no he
entre
hallado
ylos
profetas,
presentes,
tantasifeno
endice
laIsrael,
fesan
de un
no
Jeróni-
cen
la fe Isaac y Jacob”, cuya fe han imitado y con
otros fieles y amigos, “en el reino de los cie
turión, para proponerla a Israel”. Dice san los” y de los justos, donde, en feliz descanso
espiritual, gozarán de la luz y gloria de la vi
42. EL PARALÍTICO, CRIADO DEL CENTURIÓN 379

da
cialeterna
Abrahán,
y todo
Isaac bien.
y Jacob,
Se nombran
porque aenellos
espe-
se ella”. “Y el asistente se curó en aquel mo
que
dos.
díos,significa
“En
en cuanto
ellos lareinaba
apatria
los hijos
Dios,
de los
delhijos
bienaventura-
reino”,
dellos
reino
ju- mento”; por la palabra de Cristo ausente, la
hizo la promesa de la tierra de promisión, palabra “hágase” con la que todo fue creado;
para que se verificara la fe del centurión; y
el poder de Cristo, que él había confesado,
se hiciera patente por la obra que siguió.
por vocación, no por elección; por la prome El centurión había dicho: “Dilo con una
sa,
de oscuridad
se
la
lasvolvieron
hecho;
de
no la
dentro
laculpa,
consecución;
hechos
indignos;
de
enlas
afuera”,
sí:para
segundas,
las tinieblas
éstos
obtener
por
porque
la“serán
las
reputación,
el
de
primeras
ellos
reino,
laechados
gehena.
tienen
pero
son
noa palabra, y mi asistente se curará”; Cristo lo
dijo, y se cumplió. Dice el Crisóstomo:
“Admira la velocidad, ya que no solo el cu
rar, sino hacerlo de pronto, en un instante,
mostraba el poder de Cristo”. De camino,
con su palabra, le sanó; no que no pudiera
aunque
riores,
se
interiores
dice
Porque,
laque
allí
noche
sonhay
haya
según
laeterna
tinieblas
ceguedad
fuego,
sandeGregorio,
la
no
exteriores,
decondena.
luce
la mente;
para
tinieblas
Por
porque
mos
exte-
eso ir, sino por humildad. Considera cuánto va
le a cada uno su propia fe, y cuánto le valió
la ajena; porque por la fe del centurión sanó
a su subordinado.

trarles algo“El
desolación. quefuego,
les consuele,
dice san Isidoro,
sino paradesu
la 6. Criado, libre, todos uno en Cristo
Piensa también la humildad del Señor,
gehena, lucirá a los míseros, para aumento
porque aun no rogado, estuvo preparado pa
de su miseria, para que vean y se duelan; no
ra ir al criado del centurión; pero al hijo de
para su consuelo, no para su gozo”.
Régulo de que hablaremos, no quiso ir aun
Añade, pues: “¡Allí habrá llanto y rechi
rogado, como huyendo de la pompa. Porque
nar de dientes!” (Mt, 8,12). Llanto de los
“Excelso, el Señor, ve al humilde; al sober
ojos, por el humo y calor del fuego; ya que
bio le conoce de lejos” (Sal 138,6). Donde,
la muerte entró por las ventanas, pues no es
según san Gregorio, se increpa y golpea a
lícito mirar lo que no es lícito desear. Y re
nuestra soberbia, que acepta a las personas,
chinar de dientes por el frío, ya que aquí go
no a la naturaleza por la cual han sido he
zaban en tanto comer; o llanto por la angus
chas a imagen de Dios; veneramos honores y
tia del ánimo, y rechinar por el afecto
riquezas. ¡Mira, viene del cielo el Señor, que
indignado, porque se arrepintieron tarde; en
no desestima ir a la tierra al encuentro del
esto se indica la magnitud de los tormentos.
criado; nosotros despreciamos ser humilla
dos en la tierra, que somos de la tierra! ¿Qué
5. Jesús sana al asistente
“Y Jesús dijo al centurión: Anda, hága- puede ser más vil ante Dios, más desprecia
ble, que guardar honor ante los hombres, y
se,
bía
entiende
acrecentara
canzó
rito
ra que
como
acercado
delapodía
lahas
que
salud
fe,en
creído”
dice
por
regresa
alcanzar
élpara
lamedio
Rábano,
fuerza
(Mt
el
porcuanto
joven;
8,15);
de
ellos.
de
muestra
mensajeros,
laquisiera
para
como
“Por elsemé-
fe; que
que
que vie-
por
ha-
al-
se no temer los ojos del testigo interior?
Dice san Ambrosio: “Al hijo del Régu
lo no quiso marchar, no pareciera que, en el
caso de éste, era más deferente con las ri
quezas; aquí, él mismo fue, para que en el
criado del centurión se viera que no despre
ciaba la condición servil; todos, criado y li
380 PRIMERA PARTE

bre,
Ambrosio.
somos una cosa en Cristo”. Dice san siervo de tantos amos, como pecados. Cuan
do la maldad domina al hombre, le inclina
a obrar mal, a que de un pecado tienda a
7. Su fe figura la de los gentiles otro. El pecado lleva más allá, a otra esclavi
tud, la del enemigo; el soberbio es siervo de
La fe del centurión prefiguraba la de las
Lucifer, el avaro de Mammón, etc.”.
gentes; por él se designan las primicias y los El segundo mal es la impotencia para
elegidos de los gentiles; como custodiados
obrar el bien, significada por el yacer, pues
por cien soldados, son sublimes en perfec
este criado yacía en casa; estos no hacen na
ción de virtudes, creyentes en Cristo, traba
da, ni pueden. Así el pecador a veces yace
jadores en la conversión de otros. Por eso
en el fuego de la ira, en el lodo de la lujuria,
dice san Remigio: “Por el centurión se de
en las espinas de la avaricia.
signan los primeros que creyeron de los
El tercer mal es el temor, pues el pecador
gentiles, y se perfeccionaron en las virtudes.
siempre está en temor y temblor, indicado
Centurión es el que manda a cien soldados;
por la parálisis; de ella procede el temblor de
y el número cien es número perfecto”.
los miembros. Si se dice al pecador que dé li
Bien hace el centurión en rogar por su
mosna, o restituya lo mal adquirido o roba
subordinado, porque las primicias de las
do, teme que le falte a él; que ayune, teme
gentes suplicaron a Dios por la salvación de
tener hambre; que se confiese, teme la ver
la gentilidad. Y si se prefiere a los magos,
güenza; que se convierta, teme la aflicción e
que creyeron primero en el Señor, responde
incomodidad. Mira cómo este paralítico te
mos que el centurión se llama primicias de
me, le da pavor el sonido de una hoja.
las gentes, porque creyó el primero no ense
El cuarto mal es la aflicción de espíritu;
ñado por otro, sino por el Espíritu Santo.
lo indica el tormento que sufría este criado.
Los magos dieron las primicias, pero enseña
Así lo sufre, de verdad, todo pecador, por el
dos por los libros de Balaán, y por la señal
gusano de la conciencia, que siempre muer
de la nueva estrella. A las gentes no se les
de y roe. “Mandaste, Señor, dice san Agus
mostró la presencia corporal de Cristo; pero
tín, y así es, que todo espíritu desordenado
les envió la palabra de la fe por los apóstoles,
sea castigo para sí mismo”.
para que sanaran de su infidelidad.
Dice la Sabiduría: “La maldad, acosada
por la conciencia imagina siempre lo peor”
8. el
El siervo:
al miseria
almoral, del pecador
do
diciones
pecador
nación
dice
en
do”
riónque
de
2,19).
aquel
En
(Jn
que
significa
que
sentido
Dice
incurre,
8,34).
esera
que
comete
por
pecado;
lasiervo.
san
esclavitud
se
quien
Y designados
escriben
Pedro:
pecador,
pecado,
Agustín:
por
Por
haeste
eso
“Uno
sido
del
eso
es
de
por
criado
de
por
delito,
“El
dice
siervo
vencido”
él.
queda
este
cuatro
cuatro
pecador
El
Juan:
del
del
su
joven
mal
esclavo
centu-
males
incli-
peca-
(2Pe
con-
“To-
del
se
es (Sb 17,11).
Sufre también el pecador, ansioso de ad
quirir honores, riquezas del mundo, deleites
del cuerpo. Le atormenta, en la prosperidad,
un cuidado superfluo; en la adversidad, la
impaciencia. Sufre cuando considera la tor
peza de los vicios en que está caído, y los cas
tigos eternos a los que estará sujeto; pero el
mísero no se levanta por el arrepentimiento;
con todo, el Señor algunas veces se cuida de
él, viene a él, ayudando las oraciones de los
santos. Tú, pues, si tienes el alma paralítica y
42. EL PARALÍTICO, CRIADO DEL CENTURIÓN 381

sientes en ti estos males, ruega y envía a los rás: Señor, no soy digno de que entres en mi
santos para que intercedan por ti, como el casa. Porque, donde entra indignamente,
centurión a los sacerdotes. Clama que inter- entra a juicio para el que lo recibe”.
cedan por ti al Señor, diciendo con él: Señor,
mi criado yace paralítico en casa, y es ator 9. Figura de la razón y la pasión
mentado, y no soy digno, por la fragilidad de Este centurión significa también la ra
mi naturaleza, la fealdad de mi culpa, la zón o entendimiento, cuyo criado es la ape
multitud de mi miseria, de que entres en mi tencia sensitiva, que debe obedecer a la ra
techo tan estrecho, sucio y ruinoso; pero, di zón. Por corrupción de la naturaleza está
lo con una palabra, y a tu orden, sanará. enfermo para obedecerle, por eso el hom
Esta palabra del centurión tuvo fue tan bre, conociendo por la razón esta enferme
eficaz que, como queda dicho, le hizo digno dad de su tensión sensitiva, debe rogar a
de que Cristo habitara en su corazón. Nin Dios por sí y por otros que sane a su criado.
guno es digno de recibir el cuerpo de Cris Así será sanado por el Señor.
to en el sacramento; por eso cuando nos El centurión decía: “También yo soy un
acercamos a la mesa de Cristo y considera subordinado, que tengo soldados a mi man
mos nuestra fragilidad, enseñados por las do, y digo a este: anda, y va; y al otro: ven,
palabrasno
“Señor, delsoy
centurión,
digno dedigamos cadaenuno:
que entres mi y viene; y a mi criado; haz esto, y lo hace”
(Mt 8,10). Así, dice Casiano, una mente
casa”, no soy digno de recibir en mi boca tu perfecta, figurada por el centurión, consti
Cuerpo y tu Sangre; haz tú que por la vir- tuida por el poder de Dios, domina todas
tud de estas palabras merezcamos hacernos sus fuerzas, y tiene poder para rechazar los
dignos. pensamientos nocivos y permanecer en los
“Ahora también, dice Orígenes, cuando buenos. Entonces podremos decir a los ma
los santos y aceptables sacerdotes de las igle- los pensamientos: marchad, y se irán; a los
sias entran en tu casa, piensa que es el Señor buenos: venid, y vendrán; a nuestro criado,
quien entra por ellos; estímalo así, como si el cuerpo, que debe servir al espíritu, le im
recibieras al Señor. Y, cuando comes y bebes pondremos lo que pertenece a la castidad, y
el Cuerpo y la Sangre del Señor, el Señor en- obedecerá sin oposición, y mostrará todo
tra en tu casa. Tú, pues, humillándote, di- servicio de sujeción al espíritu.

Oración

Señor Jesucristo: No soy digno de que entres en la casa de mi carne; porque el criado
de la sensualidad yace paralítico, aturdido por la enfermedad del delito en la casa de mi
cuerpo, y atormentado por los movimientos de la concupiscencia.
Pero ven por la infusión de tu gracia, con la palabra de la verdad di que mi criado sa
ne, y resurja del delito.
Dios misericordioso, a mí, pobre puesto bajo el poder de tu gracia, que tiene por tu
gracia fuerzas y virtudes naturales, concédeme que tenga poder para expulsar los pensa
mientos y movimientos nocivos, y permanecer en los buenos, y mandar a mi cuerpo que
sirva al espíritu. Amén.
382 PRIMERA PARTE

43. CURA A UN POSESO; Y A LA SUEGRA DE PEDRO


(Marcos 1, 21-31; Lucas 4,31-39)

1. Cristo enseñaba los sábados ron para esta oración el tiempo de la misa,
donde están realmente Dios y el hombre.
Jesús y sus discípulos “entraron en Ca
Por eso, dice la glosa, pecan los que no oyen
farnaún”, “campo, o villa de hermosura y
la misa, porque es un precepto, si no es por
gran consolación”; significa también el al
necesidad; en los demás días no es precepto,
ma del religioso devoto, que debe estar em
sino consejo.
papada de plenitud de caridad, devoción y
contemplación. Cristo desciende con mu
2. La gente admira su doctrina
cho gusto a esta villa, que por eso se hace
villa de hermosura y consolación. “Y estaban pasmados de su enseñanza”.
san
corazón,
De
Pedro
esta
side
hay
hermosura
Rávena: esta me
paraíso“Según
en
y consolación
vidadicta
presen
dice
mi Porque no había estudiado la ley y los Profe
tas, enseñaba con toda claridad, y confirma
ba su doctrina con obras divinas. Añade:
te,
quier
ansiedad,
estácosa,
eninquietud,
elfuera
claustro
de estas
amargura,
o en dos,
las escuelas;
está
miedo,
llena
cual-
soli
de “pues les instruía como quien tiene autori
dad”; enseñaba mostrando signos y virtud, y
no callaba la verdad por temor. “Y no como
citud y dolor”. “Nada es más dulce en esta los letrados”, que enseñaban solo con pala
vida, dice Hugo de san Víctor, nada se to bras, y temían decir la verdad; o porque no
ma con más avidez, nada separa tanto a la las guardaban, y les daba vergüenza decirlas.
tanto
menteeldel
ánimo
amorcontra
del mundo,
las tentaciones,
nada fortalece
nada “El discurso del que enseña, dice san Be
da, se hace con autoridad, cuando obra lo
mueve y ayuda al hombre para todo trabajo, que enseña; a quien deshace con hechos lo
como el estudio de la sagrada Escritura”. que dice, se le desprecia. O hablaba con au
“Y enseguida, los sábados yendo a la si toridad, enseñándoles, no como los letrados,
nagoga, enseñaba” (Mc 1,21). Esos días porque estos daban en preceptos al pueblo
concurrían más, descansando de las obras lo que habían aprendido por la ley; y él, co
serviles, se daban a las espirituales; allí se mo autor y cumplidor de la ley, cambiando
reunían los peritos de la ley para enseñar, y o aumentando, libremente sustituyó las co
el pueblo común para oír la doctrina de la sas que parecían de menos”. Así san Beda.
ley. Por eso, Cristo enseñaba, sobre todo, en Cristo, pues, confirmaba su doctrina
ese tiempo y lugar, porque eran los que por medio de obras milagrosas. Los demás
convenían para su doctrina; ya que se for predicadores, que no pueden hacerlo, deben
maban reuniones de más gente en la sina confirmar su doctrina con obras virtuosas;
goga. De este modo, el cristiano debe ir los no como los letrados, que dicen y no hacen;
que afirman y ostentan su doctrina con la
domingos a la iglesia y oír allí la misa. La
jactancia de palabras.
misa es de ley natural, divina, y evangélica:
la ley natural pide que cada uno se entregue
3. Hace callar al espíritu impuro
por algún espacio de tiempo a la oración; la
ley de laaEscritura
dedique manda
orar a Dios; y losque
cánones
el sábado
ordena
se La potestad del Señor se muestra ense
guida por un hecho, al añadir: “Ahora bien,
43. CURA A UN POSESO; Y A LA SUEGRA DE PEDRO 383

estaba en su sinagoga”, llevado quizá al lu versar de pronto en la tierra, creían que ha


gar santo para que fuera liberado, “un hom bía venido a juzgarlos; la presencia del Sal
bre poseído por un espíritu impuro”, por el vador es tormento de los demonios”.
enemigo, que, con gran voz, “empezó a gri Se llama al demonio espíritu impuro,
tar: ¿Qué tenemos que ver nosotros conti por el efecto, pues hace impuro a aquél a
go, Jesús Nazareno? ¿Viniste a perdernos?” quien posee; como se dice espíritu mudo, y
(Mc 1,23-24); viniste a disminuir y quitar sordo, cuando hace al hombre mudo o sor
nos el poder de dañar a los hombres, y a do. Según el Crisóstomo, se le dice impuro
atormentarnos. Porque el enemigo, movido por la impiedad, y alejamiento de Dios, y
de envidia, era atormentado por la salvación porque se mezcla en todas las obras inmun
de los hombres, y por la doctrina de Cristo, das y perversas. A este espíritu impuro, el
que es salud y medicina de las almas; y así Señor, aunque testificaba cosas verdaderas
sufría y clamaba. sobre él, le ordenó enmudecer. “Jesús le in
Dice san Teófilo: “Salir de un hombre, crepó diciendo: ¡cállate!” (Mc 1,25). Para
lo llama el demonio perdición suya. Pues que no mezclara lo verdadero y lo falso, y
existen inmisericordes entre los hombres, que no pareciera que buscaba su testimo
que estiman que padecen, cuando no mo nio, sobre todo cuando los fariseos decían
lestan a los hombres”. Y añade: “Sé quién de él que echaba los demonios en nombre
eres: el santo de Dios”, el Cristo enviado pa de Belzebú, y para que no apareciera la uti
ra la salvación de los hombres. Por las pro lidad de su cruz y Pasión.
fecías dichas sobre Cristo, que determina creamos
Se nosa da
loseste
demonios,
dogma que
saludable:
son mentiro
que no
ban el tiempo, modo y lugar de su venida, y
por otras circunstancias, sabían que él era el sos y no están en la verdad, por más que
Cristo prometido en la ley; aunque no sa denuncien la verdad; porque si hallan a al
bían que era Dios. Ni por la tentación de gunos que los crean, mezclan la versad con
Cristo en el desierto, pudo el diablo saber si la mentira, y convierten la verdad en men
Cristo era Hijo de Dios por naturaleza, aun tira, y diciendo verdades se esfuerzan por
que le tentó tres veces con este fin. inducir a los que les creen, en el error de la
Porque si los demonios hubieran cono idolatría. Por esto Cristo increpó al demo
cido que él era Dios, jamás hubieran indu nio, que confesaba su poder y santidad; im
cido a los judíos a crucificarle, según aque poniéndole el silencio, nos enseñó a huir
llo del apóstol: “si lo hubieran conocido, no las alabanzas de los torpes. Pues, según Sé
habrían crucificado al Señor de la gloria” neca, tan triste y torpe debe sernos el ser
(1Cor 2,8). Mira qué perversidad en mu alabados por los torpes, como si lo fuéra
chos hombres, que en la adversidad blasfe mos por cosas torpes.
man de Dios, mientras los demonios le pre
dican. Dice san Beda: “No es voluntaria 4. Libera al poseso del enemigo
esta confesión, a la que no le sigue el pre Ordenándole al espíritu impuro, le dijo:
mio de confesar; sino forzada por necesidad, “¡Sal de él! El espíritu impuro, derribándo
que obliga a los que no quieren. Como los lo con violencia y dando un alarido, salió de
siervos fugitivos, que después de mucho él”. Dice san Jerónimo: “El espíritu ator
tiempo ven a su amo, no esperan sino azo mentándole, salió de él. Al acercarse la sa
tes, así los demonios viendo al Señor con lud, se acerca la tentación. El faraón, dejado
384 PRIMERA PARTE

por Israel, persigue


despreciado a Israel. El enemigo
alza escándalos”. no de su auxilio a los postrados, y levanta a
los abatidos. “En sentido místico, dice san
enemigo
alguien
cador
Asísesucede
para
aveveces
confuso,
su infamación;
espiritualmente,
lanza al
deja
medio
lay cuando
maldad,
el porque
pecado
elype-
de
el Ambrosio, el que en la sinagoga tenía un
espíritu impuro, es el pueblo de los judíos,
porque atado con lazos innumerables man
chaba la pureza simulada del cuerpo, con
enemigo
dice
ignominia,
en los
es obligado
para
Salmos:
que“Cubre
abusquen
salir de
susél.
turostros
Como
nombre,
de
se sordidez de la mente interior. Tenía espíritu
impuro, con razón, porque había perdido al
Espíritu Santo. Había entrado el diablo,
Yahveh” (Sal 83,17). Porque la vergüenza donde había salido Cristo”.
que tiene el pecador por el pecado, es muy Y san Teófilo dice: “Hay que saber que
que
útil
Séneca
brá lugar
mientras
para se haen
queperdonar
denobuena
dure el
esperanza.
depecado.
el
perder
ánimoelPor
de
pudor,
uno,
eso por-
dice
ha- dos
muchos
los que
tienen
cumplen
hoy también
los deseos
demonios,
de ellos; to
los

furiosos tienen el demonio de la ira, y así de


los demás”. Pero el Señor viene a la sinago
Atormentándole, salió de él; que nadie ga, cuando se ha reunido la mente del hom
contrición
se libera delsaludable.
enemigo, Esto duele poren
si noseseentiende, la bre, y entonces le dice al demonio que habi
taba en ella: enmudece, y al momento sale
especial, del vicio de la carne, porque no se de él.
cura sino con aflicción de la carne, de mo
atormentado” (Sb 11,16).
do que: “Por donde Del otro
uno peca, por poseso
allí es 5. Cristo entra en casa de Simón
“Levantándose para salir de la sinagoga,
por el demonio, al que los“El
pudieron echar, se dice: discípulos no
muchacho entró en la casa de Simón” (Mc 4,38). Des
pués de hablar, y de expulsar al enemigo, en
quedó como muerto, de modo que la ma confirmación de su doctrina, entra en casa
yoría decía
Dice
muestra, que había muerto”
san Gregorio: (Mc 9,26).
“Como muerto para comer algo tras el trabajo. Nuestro Sal
se vador había tomado un cuerpo pasible para
el que ha sido liberado del poder nuestra salvación; por tanto a su tiempo se
del espíritu
metido los deseos
maligno;
terrenos, quienenhasíso-
porqueapaga la apartaba a sitios familiares para él, de sus de
votos, para tener descanso; de este modo vie
que lo
vida
chos
ben
rematado,
muerto;
les”. vivir
Dice
dicenunal
de agitaba
porque
san
espiritualmente;
que
trato
que
Gregorio.
está
con
carece
no
natural,
muerto,
sigue
deseos
del los
perverso
yimpuros.
piensan
aparece
porque
bienesposesor
carna-
no
como
Mu-
sa- ne a casa de Pedro, como a hospedaje. Dice
san Cirilo: “Mira cómo Cristo habita con un
hombre pobre, él, que padeció por nosotros
una pobreza libre, para que aprendamos a
tratar con los pobres, a no despreciar a los
pobres y deprimidos”. Y san Juan Crisósto
mo: “Imagina cómo eran las casas de estos
Si pues el liberado del demonio está pescadores; él no desdeñó entrar en esos tu
muerto, se sigue que quien no está muerto, gurios, enseñándonos, en todo, a pisotear la
no esta liberado del demonio; palabra terri-
ble hinchazón humana”. Y de nuevo: “Por esta
pusopara
sús, cogiéndole
en pie”
los que
(Mcde
aman alelmundo.
1,27);
la mano, mismo
lo levantó,
“Pero
da la ma-
yJe-
se razón Cristo no entró nunca en una casa ilus
tre, sino en casa del publicano, jefe de publi
canos, y de un pescador, dejando los palacios,
43. CURA A UN POSESO; Y A LA SUEGRA DE PEDRO 385

y a los que llevan vestidos suaves. Por tanto, pasó; por eso esta curación aparece mila
si quieres llamarle, adorna tu casa con limos- grosa, para confirmación de los discípulos
nas, oraciones, súplicas, vigilias. Nadie se en la fe.
avergüence de tener casa pobre, si tiene estos “Es natural, dice san Beda, que los que
adornos; ningún rico se precie de grande, por tienen fiebre, al comenzar a sanar, langui
tener una casa de valor, sino más bien se dezcan y sientan la molestia de enfermos.
avergüence, tenga celo de la casa del cielo, Pero la salud que dio el mandato del Señor,
dejando aquella, para que también reciba a volvió toda a la vez. No solo volvió, sino
Cristo, y allí goce de las moradas eternas”. con tanta fuerza, que al momento bastó pa
Esto es del Crisóstomo. ra servir a los que la habían ayudado. Y se
Algunos dicen aquí que, aunque Pedro gún las leyes de la tropología, los miembros
fuera de Betsaida, por razón de su mujer que habían servido a la muerte, sirvieran a
tenía casa en Cafarnaún. Pero parece en la justicia para la vida eterna”. Añade san
contra lo que dice Marcos: “Fue a la casa Cirilo: “Nosotros también recibamos a Je
de Simón y Andrés” (Mc 1,29). Hay que sús, cuando nos visite, le bebamos en la
decir, según san Esteban164, que se habla mente y en el corazón; entonces apagará el
de la casa de Pedro, no como si fuera pro- fuego de deleites desordenados, y nos hará
pia; sino que iba a ella para la venta de los incólumes, de modo que le sirvamos, esto
peces, y por ese trato tomó mujer de aque- es, cumplamos su beneplácito”.
lla casa; que se dice también de Andrés,
porque no se separaban en el negocio de 7. Sentido moral de los hechos
los peces.
Moralmente se nos da a entender con
esto, que antes de curar del pecado, no es
6. Sana a la suegra de Simón
grato el servicio dado a Dios; pero el peni
“La suegra de Simón tenía una fuerte tente, en cuanto se cura de la fiebre de la
calentura, y le rogaban por ella”, para que maldad, luego debe ocuparse y entregarse
sanara. El Señor, “acercándose a ella, cogió del todo al servicio de Dios, según el após
su mano (Mc 1,31), increpó a la fiebre, y tol: “Como ofrecisteis vuestros miembros,
esta la dejó; levantándose al instante, les haciéndolos esclavos de la impureza y de la
servía” (Lc 4,38-39). Las fuerzas que reci- trasgresión, hasta el colmo de la iniquidad,
bió, las empleaba, agradecida, en servir al lo mismo ahora ofreced vuestros miembros,
Señor, sin que le quedara, como suele, mo- haciéndolos esclavos de la fidelidad para
lestia de enfermedad; esto solo pudo ser vuestra santificación” (Rm 6,19). Si tu alma
por el poder divino. La naturaleza no obra está cogida por la fiebre de los vicios, invo
en un instante; es propio del médico celes- ca en tu ayuda a los santos, para que por su
tial; en otros es distinto, aunque por virtud ruego te cure la gracia de Dios, y puedas
de la naturaleza pueda el hombre curar de mostrar a Dios y a los santos tu grato servi
las fiebres, pero no en un instante, tan de cio. Los discípulos rogaron por ella; se nos
pronto y del todo, que pueda luego hacer da ejemplo de rezar por los enfermos y por
las obras acostumbradas, como se dice que necesidades ajenas.

164 SAN ESTEBAN HARDING, uno de Los tres monjes rebeldes (Th. Merton) que fundaron el Císter; se les unió
con treinta monjes San Bernardo.
386 PRIMERA PARTE

acon
convierte
miento
de
Iglesia
sinagoga
confiada
nagoga,
laPedro suelde
es
Místicamente,
Iglesia;
los confiada
ardores
yque
auso
está
sus la de
apostolado;
espiritual;
Señor
obras
con
algún
Iglesia
a la
Pedro
según en
fiebre,
toca
envidia,
carnales
modo
de
así
la
su
sanporque
la
levantada
suegra es
custodia.
es
mano,
Beda,
persiguiendo
circuncisión
en
madre
entendi-
cuando
trabaja
lala
de
sirve
Esta
casa
si-
la impureza, lujuria, la codicia mala y la avari
cia, “que es esclavitud de ídolos” (Ga 5,20),
entiéndelos como una fiebre de la carne ha
lagadora”. Son palabras de san Beda.
Se puede significar por la suegra de Pe
dro, que era una mujer, a la sensualidad, que
san Agustín y otros llaman mujer; y por
Cristo, imagen del Padre eterno, la razón se
gún la cual el hombre ha sido hecho a ima
gen de Dios. Por tanto, la suegra de Pedro
en espíritu. es sanada, moralmente hablando, cuando la
la carne
trabaja
En sentido
con
con el
su calor
moral,
desorden;
delalas
suegra
cuando
pasiones,
deelPedro
hombre
como
es sensualidad, que con el calor de la codicia de
la carne yace con fiebre, es llamada por me
dio de la razón, al recto orden de la virtud
con fiebre siente calores, de tres modos, se moral. Por eso se añade: y los servía; porque
gún lo de Juan: “Todo lo que hay en el la sensualidad reformada sirve a la virtud
mundo es: la codicia de la carne, la codicia moral y a la razón. Entonces, después de sa
de los ojos, y la soberbia de la vida” (1Jn lir de él, conoce el hombre el pecado que an
2,16), ostentando lo que se tiene; y así tene tes, cuando estaba en él, no conocía.
mos tres tipos de fiebre. Una de corrupción Así dice el Crisóstomo: “Si quieres sa
en los espíritus; otra, en los humores; la ter ber el hedor del pecado, piénsalo más tarde,
cera, en los miembros; en todas hay calor cuando no te moleste aún el fuego; y enton
desordenado que supera el curso natural. A ces verás qué es el pecado”. Advierte tam
la primera la hace la soberbia; a la segunda, bién en las cuatro enfermedades dichas, cu
la lujuria; a la tercera, la avaricia. Viniendo radas después del discurso en el monte, que
Jesús a esta fiebre ve por la gracia ilumi espiritualmente se puede entender por la le
nante, ordena por la gracia justificante, to pra la culpa original; por la pacálisis, la cul
ca la mano por la gracia de ayuda, y así se pa actual de omisión; por la fiebre, la culpa
quita la fiebre en la contrición, surge sana actual al cometerla; por la posesión del dia
en la confesión, sirve en la satisfacción. Se blo, la culpa del error.
dice que está sobre ella, porque no sana a
nadie, si no está bajo él, humillándose salu 8. Muchos milagros reveladores
dablemente por el temor. Después, para confirmación de la ley
del Dice san Beda:
enemigo, “Si al hombre
lo entendemos liberado
moralmente evangélica, se cuentan muchos milagros en
general. Porque, oído este milagro, “al po
como
malos;
da elenánimo
consecuencia
purgadounademujer
pensamientos
domina- nerse el sol, todos los que tenían enfermos
con diversas enfermedades se los llevaron”
por la fiebre, pero curada por el Señor, (Lc 4,40); los ofrecían a Jesús para que los
muestra la carne frenada del hervor de la co curara; a esa hora tenían tiempo. Dice san
píritu
continencia.
nación,
dicia carnal
impuro;
clamor,
Así
mediante
blasfemia,
en
toda
cambio,
amargura,
losespreceptos
un
la fornicación,
furor
ira, del
indig-
de es-
la Teófilo que se los llevaron tan tarde, porque
era día de sábado, y creían que las curacio
nes no eran lícitas durante el sábado, que
terminaba a la tarde; por eso esperaron al
43. CURA A UN POSESO; Y A LA SUEGRA DE PEDRO 387

que
ocaso
bre cada
losdel
curara.
uno
sol,dey“Él,
ellos,
losponiendo
llevaron
los curaba”,
las
a Jesús,
manos
a todos;
para
so- pero trasmitió, por el orbe, los dones de la
fe y salvación a las gentes.
En sentido moral, el ocaso del sol puede
no
médicos
temíasoberbios,
enfermedadde ninguna,
naturalezacontra
irascible,
los decirse de la caída de la prosperidad munda
na, después de la cual son curados muchos,
miserables.
que desdeñan visitar y tocar a los pobres y que, mientras luce el sol de la prosperidad,
están gravemente enfermos. Considera que,
“Y expulsaba a los espíritus” impuros, con pocas palabras, se comprenden aquí mu
con su palabra, porque la palabra de Cristo, chos milagros, que si se narraran quizá pare
en
dad,
no.
corazón
gros.
diante
rar
instrumento
oídaCristo
con
La
con
para
Por
un
sola
humanidad
de
devoción,
hacía
declarar
eso
instrumento,
los
ladecomo
palabra,
pecadores.
obras
la divinidad,
ahuyenta
de
elmediante
aartífice
Cristo
así
veces
Aunque
laalal
virtud
aplicó
era
enemigo
trabaja
su
hacer
podía
humani-
como
lamila-
divina
me-
ma-
cu-
del
el cerían increíbles. Dice el Crisóstomo: “Tú
atiende qué multitud de curaciones recorren
los evangelistas, sin narrar cada uno de los
casos; sino sobrepasando un piélago inefable
de milagros, para que la multitud de mila
gros no ponga incredulidad, se disolvió y
enmendó en un instante de tiempo tanta
multitud de enfermedades”.
vinidad.
ordenaban
su divinidad,
Porque
a dos
y acosas:
la
los
que
confirmación
milagros
aestaba
la manifestación
unida
dede
Cristo
su
a ladoc
di-
de
se “Y hasta los demonios salían de mu
chos, gritando: ¡Tú eres el Hijo de Dios!
Pero, increpándolos, no les permitía decir
que sabían que él era el Mesías” (Lc 4,41).
trina,
dos a lapor
fe.la que los hombres eran induci- Lo conjeturaban, sin saberlo a ciencia cierta.
mos,
banAl setacto
los curaban
ciegos;
de su su
a los
mano
voz se levantaban
leprosos, se los
sanaban ilumina-
enfer-
los “Los demonios, dice san Beda, confesaban
al Hijo de Dios, y “sabían que él era el Cris
to”; porque, cuando el diablo le vio fatiga
do por el ayuno, entendió que era hombre
impuros.
muertos, Al
ron los enfermos
y eran
terminar
yexpulsados
posesos;
la tarde
como
los
le presenta-
espíritus
indican verdadero; pero, como tentándole no le ven
ció, dudaba si era el Hijo de Dios. Ahora,
Por el ocaso del sol se indica que su Pa- por el poder de los milagros, lo entendió, o
do que, a la hora vespertina del mundo, mejor, sospechó que era el Hijo de Dios;
de viene
Cristo
rar sus enfermedades
a echar a los demonios
a los hombres.
y a cu- pero no previó que por la muerte de Cristo,
él sería condenado. De este misterio escon
dido por los siglos, dice pues con verdad el
sión,
dad
tidad,eniba
espiritual.
que
a ser
murió el Sol de toda
medicina justicia
enferme-
y san- apóstol que ninguno de los príncipes de es
te mundo lo conoció: “Si lo hubieran cono
cido, nunca hubieran crucificado al Señor
caída
aquél
Endel
que
sentido
sol
dice:
significa
místico,
“Mientras
la Pasión
según
esté en
san
y muerte
elBeda,
mundo,de
la de la gloria” (1Cor 2,8).
Así, “no les permitía hablar”, para que los
hombres, oyendo al enemigo decir verdad, no
soy luz del mundo” (Jn 9,5). Al caer el sol, se acostumbraran y oyeran luego la falsedad.
muchos
nados:
la carne,
porque,
endemoniados
enseñóviviendo
a unos pocos
ytemporalmente
enfermos
de loseran
judíos;
sa-
en Dice la glosa: “Por eso Cristo les prohibe ha
blar, para que nadie oyéndole decir verdad, le
siga luego en el error. Porque el malvado
388 PRIMERA PARTE

maestro mezcla lo verdadero y lo falso, para del mundo; para enseñarnos el secreto de la
encubrir, bajo apariencia de verdad, el testi mente, cuando intentamos rezar y hablar en
monio de falsedad”. Sobre esto tienes arriba secreto con él.
otras razones sobre el espíritu impuro. “El gentío lo buscaba, llegaron hasta
él, y querían retenerlo, para que no se les
9. Se retira de nuevo a un lugar solitario fuera” (Lc 4,42), y para sacar más prove
cho. Dice el Crisóstomo: “Con gozo los re
“Pero, cuando despuntó el día, salió de cibía, pero quiso dejarlos, para comunicar
camino a un sitio solitario”, para huir el su doctrina a los demás judíos”. Sigue:
aplauso del pueblo, y orar allí más en secre “Pero él les dijo: También a las otras ciu
to. Da ejemplo de que el predicador, que dades tengo que evangelizar el evangelio
hace obras divinas admirables, debe huir la del reino de Dios” (Lc 4,43); cómo se llega
vanagloria, volver a la soledad de la con al reino de Dios, por el camino de la con
templación, y al secreto de la oración, tras versión. “Pasa, dice san Teófilo, a otros
el trabajo de la enseñanza; así podrá dar más necesitados de doctrina; no conviene
gracias a Dios del provecho hecho, y dispo cerrarse en un lugar, sino extender los ra
nerse al futuro: que beba para sí, lo que va a yos por todas partes”.
derramar a los pueblos. Y, de nuevo, el Crisóstomo: “Considera
Según san Teófilo, nos mostró que, si que podía desde el mismo sitio atraer a to
hacemos algún bien, se debe atribuir a dos a él, pero no lo hizo, dándonos ejemplo
Dios; que todo don perfecto desciende de de que caminemos y busquemos a los que
arriba. En el desierto, Cristo hace oración, perecen; como el pastor la oveja perdida,
no porque la necesite, sino para darnos como el médico se acerca al enfermo. Con
ejemplo y forma de obrar bien; para que una sola alma recuperada, puede uno borrar
huyamos el tumulto y evitemos el cuidado mil delitos”.

Oración

Señor Jesucristo: remueve y expulsa al espíritu impuro de mí; que no pueda en modo
alguno mancharme, o detenerme en manchas. Que sea y aparezca como muerto al mundo,
al ser liberado del posesor malvado que nos agita por cosas inmundas.
Te pido, Señor, a ti médico de las almas, que te dignes curarme de la fiebre de los vi
cios, de forma que levantándome de ellos, pueda ofrecer un servicio agradecido.
Tú también, Señor, cúrame a mí, y a todos los impedidos por diversas enfermedades
del alma, para que sanos de las ofensas y vueltos intactos, te sirvamos a ti, y realicemos tus
beneplácitos. Amén.
44. CRISTO RESUCITA AL HIJO DE UNA VIUDA 389

44. CRISTO RESUCITA AL HIJO DE UNA VIUDA


Lucas 7, 11-17

1. Resucita en Naín al hijo de una viuda El Señor se estremeció de piedad, dice


san Beda, para darnos ejemplo de compa
“Poco después, Jesús iba a una ciudad
sión que imitar. “Al mandar cesar las lágri
llamada Naín, y caminaban con él sus discí
mas, dice el Crisóstomo, el que consuela a
pulos y mucha gente” (Lc 7,11), por la no
los tristes, nos avisa que recibamos consue
vedad de sus obras, la suavidad de su doctri
lo por los difuntos presentes, esperando la
na, y la devoción de su santidad. Naín está a
resurrección. Los paganos, gentiles, lloran
dos millas del Monte Tabor, sobre ella está
sus difuntos, porque desconocen la resu
el monte Endor, a cuyo pie fluye el torrente
rrección. Pero los cristianos creen en ella, y
Cisón. Ante la puerta de esta ciudad, donde por eso no tienen causa para llorar”.
había mayor confluencia de gente, el Señor “Y, acercándose, tocó el pequeño ataúd”;
se encontró con una multitud de hombres así por el tacto de su cuerpo vendría el efec
que sacaban fuera de la ciudad a un difunto, to de la salud; así mostró que su cuerpo,
el hijo único de una viuda, para enterrarlo. unido a la divinidad, era instrumento de
En la antigüedad los lugares para sepultar ella al hacer milagros. Dice, en diminutivo,
estaban fuera de las ciudades y viviendas hu “loculus”, pequeño lugar, porque así es el
manas, por razones sanitarias. Sucedió así, lugar donde yace el muerto. A uno que en
para que el milagro fuera más evidente, he vida no le bastaban los grandes palacios y
cho ante mucha gente, como testigos. amplias casas, al morir le basta un pequeño
Muchos seguían al cortejo fúnebre por espacio; dice un filósofo, que, en la muerte
piedad, consolando a la madre, viuda que de Alejandro, al que llenaba el mundo en
quedaba sola; así merecieron ver el milagro. tero y no le bastaba, hoy lo contiene una
San Gregorio
za: “La madrede
eraNisa explica
viuda; la gran triste
no esperaba tener pequeña arca.
“Los que lo llevaban se detuvieron”; no
más hijos; no tenía a quien dirigir la mira se atrevieron a pasar adelante. “Y dijo: ¡Mu
le
dahabía
en lugar
criado. Él era la era
del difunto, única
único,
causasolo
de ale
a él chacho, levántate!”, y así Jesús, como Dios,
le despertó, con el poder de su divinidad.
gríadigna
veía
verla,
sin
vocar
na en
preciososela
eltriste
el deycasa,
hijo,
llanto
para
compadeció
que solo
compasión,
afligida,
laypodría
madre”.él era todo
las lágrimas!”.
viuda
de
sustentarla
poderosa
Yella”
san selopara
que(Lc
Cirilo:
“El endulce
7,13);
Señor,
quedaba
su aly
“¡Pe-
pro-
ve-
la “Y el difunto se incorporó “, levantándose
el que antes yacía en el féretro; “y empezó a
hablar”, apareciendo claramente que había
sido resucitado de verdad, no en apariencia;
quizá sus palabras fueron de gratitud. “Y
Jesús lo entregó a su madre”; lo había resu
jo:
jez.No
te
Y con
llores
consolarás.
palabra
más”.dulce
Es
Deja
como
dede
consuelo,
si llorar
dijera:“le
pron-
como
di- citado por la madre, para consolarla de su
tristeza. “Un temor se apoderó de todos”,
por un milagro tan grande; temor no de al
to gún mal, sino de reverencia ante el poder y
muerto
solador
lágrimasde
aldeque
los
losafligidos,
vas
quea lloran
ver resucitar.
mira
miserias
sobreDios
de
todo
otros.
con-
las bondad. “Y glorificaban a Dios diciendo:
Un gran profeta ha surgido entre nosotros”,
el profeta prometido en la ley y los profetas;
390 PRIMERA PARTE

más que profeta: “Dios acaba de visitar a su La puerta por donde le sacan o sale el
pueblo” (Lc 7,16), enviándole a Jesús, el muerto, es alguno de los cinco sentidos del
Salvador, para redimirlos, como un médico cuerpo que manifiesta su falta; porque el
visita a un enfermo para sanarle. que ve, oye, o habla lo que no es lícito, sa
le muerto por la puerta de la vista, del oído,
2. Difunto, madre, portadores, féretro de la boca, y a su modo de los demás; por
eso hay que poner guardias a estas puertas.
En sentido espiritual, o místico, este di
“Pienso, dice san Beda, que la puerta por
funto es el hombre, cuando muere por la
donde sacaban al difunto, es alguno de los
ofensa. Su madre es la Iglesia, la universali
sentidos del cuerpo. Al que siembra dis
dad de los creyentes; sus hijos lo son cada
cordias entre los hermanos, al que habla
uno. El pecador se llama hijo único de su ma
maldad, le sacan muerto por la puerta de
dre, la Iglesia: porque ella llora a cada uno,
la boca. ‘El que mira a una mujer para de
cuando cae en ofensa, como una madre cuan
searla’ (Mt 5,28), por la puerta de sus ojos
do muere su hijo único. La Iglesia se dice viu
muestra los indicios de su muerte. El que
da: fue redimida por la muerte de su Esposo;
con chismes ociosos, versos obscenos, abre
y ahora, mientras peregrina lejos del Señor,
libre camino a los deleites, hace a esta
está privada de sus abrazos; de esta viuda dice
puerta, puerta de muerte; el que no guarda
el salmo: “Bendiciendo, bendeciré a su viu
los demás sentidos, se hace una entrada de
da” (Sal 132,15)165. Se saca al difunto, cuando
muerte”.
el sentido interior sale a las obras.
Los cuatro portadores de este difunto
3. Señas de muerte y vida espiritual
son las cuatro afecciones de nuestro cora
zón: gozo y tristeza, esperanza y temor; es A este muerto por el pecado, Dios lo re
tas cosas llevan al muerto, por el abuso. De sucita por las oraciones de la Iglesia. Pero
ellas dice san Bernardo: “Aman lo que no aquí se nos enseña en figura cómo lo resuci
conviene, temen lo que no deben, se duelen ta. Pues, como hay tres señales de muerte
vanamente, y gozan más vanamente”. Estos espiritual, así hay tres de resurrección espi
portadores del muerto son también las cosas ritual. La señal de la muerte espiritual se
que hacen al alma seguir en la ofensa: la toma según la señal de la muerte corporal.
confianza en una vida más larga, que a veces La señal de la muerte corporal es triple. La
engaña; el fijarse en ofensas ajenas, para evi primera es la carencia de obrar; la carencia
tar la corrección propia; la esperanza necia de obrar bien es señal de muerte espiritual;
de conversión futura, y del perdón que con por eso dice el Éxodo: “Queden inmóviles
cibe por la gran misericordia de Dios; la como piedras” (Ex 15,16). La segunda es la
impunidad del pecador, que le hace más carencia del sentido, cuando uno se golpea
proclive al mal. En ellos se pueden ver tam y no lo siente; así cuando el hombre no
bién los deseos carnales, la blandura de los siente los toques y amonestaciones espiri
aduladores, las palabras untuosas, sin fuer tuales, es señal de que está muerto; como se
za, de los superiores, y cuantos de palabra o dice en los Proverbios: “Me azotaron pero
de obra aquietan al hombre en el mal. no me dolió; me arrastraron, pero yo no lo

165 Vulg.: da, por error, “viuda”; debía ser “victui (=provisiones) eius benedicens benedicam”. Así aparece ya en

la versión del Bíblico, aprobada por Pío XII, 1945; y en las posteriores que dan: “Bendeciré sus provisiones…”.
44. CRISTO RESUCITA AL HIJO DE UNA VIUDA 391

muerte
berbia
el
los
puede
jimo
extendió
son
sentí”.
cuando
sentido,
Reyes
las
nidoblegarse
La
quita
señales
por
espiritual;
tiene
altercera
que
yaltar,
lala
elel
obediencia
laavaricia
de
bien
corazón
mano
es
quedó
por
muerte
así
laobrar;
la
rigidez;
sede
causa
seca. en
compasión
tan
dice
a Jeroboán,
espiritual:
Dios,
larígido,
Así,
la
así
lujuria
rigidez.
el
es
el
pues,
señal
libro
del
hombre
que
que
la
quita
pró-
tres
so-
no
de
se cador, su resurrección figura su conversión;
hay que temer la ofensa, y dolerse de haber
la cometido; y hay que desear su conver
sión, y gozarse mucho cuando se realiza. Pi
de pecador al Señor que te resucite de la
muerte de tus ofensas, y te restituya a su
santa Iglesia, para alabanza y gloria de su
nombre.
Como dice san Ambrosio: “Si hay una
ofensa, ofensa grave que no puedes lavar tú
“comenzó
hombre
madre”
se
ción,
ró”,
resurrección
esto:
“lolePor
dio
se
“se
perdona
y así
entiende
ael
se
se
habla
incorporó”,
su
acontrario,
entiende
se
incorpora
hablar”,
madre”.
espiritual,
restituye
yacusándose.
selalecontrición,
la
la
“comenzó
tres
yAl
impone
satisfacción,
confesión,
aseque
decir
la
son
alza
Por
Iglesia,
se
las
una
del
“se
“loen
aindican
por
señales
hablar”,
mal.
incorpo-el
satisfac-
dio
aporque
ella
que
laaPor
co
de
en
su
ely mismo con tus lágrimas, llora por ti la ma
dre iglesia, que interviene por cada uno co
mo por hijos únicos; se compadece en cierto
modo con un dolor espiritual natural, cuan
do ve que sus hijos son empujados a la muer
te por vicios letales. Porque somos entrañas
de sus entrañas”. Y san Agustín: “La madre
viuda se gozó con aquél hijo resucitado; de
los hombres resucitados cada día en espíritu
se goza la madre Iglesia. Aquél estaba muer
to en su cuerpo; estos, en la mente”.
munión de los fieles, por una incorporación
ción,
espiritual,
el ayuno,
que se
la hace
limosna.
por tres cosas: la ora- 5. El Señor resucitó tres muertos
En sentido moral Cristo resucitó tres
muertos: a una niña en su casa, esto es, a un
4. La resurrección espiritual
muerto por consentir en delectación mala,
duro
trae
ción
que
el
retro”.
piritualmente,
sí,
ofensas.
féretro,
yEn
le
de
seentonces
corazón
previene,
El
cuanto
nuevo
toca
Salvador
cuando el
alaldecir:
apara
cuando
pecador
la
algún
ablanda
manera
se
muerto
la
“Se
acerca
deseo
penitencia,
leal
acercó
la
da
de
conocimiento
resucita
aconciencia
de
un
alguna
esta
ysalud.
muerto
tocó el
resurrec-
cuando
de
gracia
Toca
ysus
es-
fé-
de
el de pensamiento o voluntad, aún oculto; a
un joven a la puerta, esto es, a un muerto
por un acto de delito en palabra, señal,
obra; a Lázaro en el sepulcro, esto es, a un
muerto oprimido por la piedra, o mole de
una costumbre perversa, que huele mal,
que corrompe a otros.
A todos estos los resucita y sana el Se
ñor, cuando vuelven a él, convirtiéndose de
to
pecado,
to,
huirse
ha
de por
la
cometido.
yElmás
muerte;
Espíritu
la
dedebe
muerte,
aún.
él, ydolerse
elHay
Como
cuánto
Santo
que
para
que
tiene
el
como
quiso
hay
mostrar
muerto
huir
un
que
si
designar
amigo
del
ledolerse,
cuánto
figura
viera
malsuyo
almuer-
al
como en
deli-
debe
sipe-
se corazón, y tanto más ligero resucita uno por
la gracia, cuanto menos lo ha matado la
ofensa. Así el Señor resucitó a la niña fácil
mente ante unos pocos, diciéndole: “¡Des
pierta!” (Mc 5,41); al joven, ante muchos,
como con más dificultad, tocando el féretro
y diciendo: “Muchacho, te lo mando, ¡des
piértate!” (Lc 7,14); a Lázaro con mucha
392 PRIMERA PARTE

más dificultad, porque fue con lágrimas, que los que están muertos resuciten. Si to
turbación y temblor, con gran voz, dicien davía el mal concebido en el corazón no ha
do: “¡Lázaro, ven afuera!” (Jn 11,43), y co salido a la obra, que se arrepienta, se corri
mo con el auxilio y testimonio de los pre ja el pensamiento, resurja el muerto dentro
sentes, dijo: “Desatadlo, dejadlo ir”. No de la casa de la conciencia. Pero, si ya lo que
porque para el Señor no fuera igual de fácil pensó, lo admitió, ni aún así desespere; si el
resucitar a la niña que a Lázaro, puesto que, muerto no resucitó dentro, que se alce lle
como dice san Agustín, nadie se alza tan fá vado, se arrepienta de lo hecho, reviva para
cilmente en el lecho, como Cristo en el se el próximo; no vaya a lo profundo de la se
pulcro; sino porque los hechos de Cristo son pultura, no reciba encima la mole de la cos
ejemplo de otras cosas. tumbre. Pero quizá le hablo ya al que está
El que está preso de una larga costum oprimido por la dura piedra y peso de su
bre, apenas y con trabajo se levanta. Para costumbre, que ya está muerto de cuatro
ello, obliga al Señor a llorar y gritar; aun días y huele mal; tampoco él desespere, está
que debemos huir de toda ofensa, sobre to profundamente muerto; pero más profundo
do hemos de huir de la costumbre, porque está Cristo, también estos se convierten.
es más difícil de sanar. “Toda ofensa, dice Porque a Lázaro resucitado después de cua
san Ambrosio, se le hace al hombre más vil tro días no le quedó ningún hedor al volver
por la costumbre, y como si no fuera nada; a la vida. Por tanto, los que viven, vivan;
por el contrario, toda buena virtud con la los que están muertos, en cualquiera de es
costumbre se hace fácil y grata; pues no hay tas tres muertes que se hallen, hagan peni
diferencia en acostumbrarse de un modo o tencia, se den prisa a resurgir”. Son palabras
de otro”. de san Agustín.
Hay, pues, una triple muerte designada Dice el Crisóstomo: “Para que no lo oi
en la muerte de los tres: muerte del cora gamos los que estamos en pie, digámonos:
zón, de obra, de costumbre. Al resucitar a ‘El que piensa que está en pie, vea no caiga’;
los tres, el Señor indica que tiene potestad ni desesperemos, si caímos, sino digámo
sobre tres muertes: natural, de ofensa, de nos: ‘¿Acaso el que cayó, no se levantará?’
condena. Y sobre tres vidas: natural, de gra Porque muchos que subían a lo más alto del
cia y de gloria. A un cuarto muerto, insi cielo, y mostraban toda paciencia, cayeron,
nuándose un discípulo, le oyó, pero no qui y vinieron a parar al abismo de la maldad.
so ir a él, al muerto en la obstinación, la Otros, en cambio, subieron de nuevo, de
desesperación, la perversa excusa del delito; allí, de la comedia y de la bufonería, pasan
de él dijo: “Deja a los muertos enterrar a sus
do a la cortesía de los ángeles, y mostraron
muertos” (Mt 89,22).
tanta virtud, que arrojaron a los demonios,
y realizaron otros muchos signos; de estos
6. Nadie debe desesperar
están llenas las Escrituras; y la vida está lle
Los oyentes que están en pie, no presu na de ejemplos para nosotros.
man al oír esto, sino sean cautos, no sea que “Como los médicos escriben en libros
caigan; y los que cayeron, no desesperen, si las enfermedades más difíciles, y enseñan el
no sean solícitos en resurgir. “Estas cosas, método, o doctrina de corregirlas, para que
queridísimos, dice san Agustín, las hemos ejercitándose en cosas mayores, superen
oído, para que los que viven, vivan; y para mejor las menores; así también Dios puso
44. CRISTO RESUCITA AL HIJO DE UNA VIUDA 393

delante grandes pecados, para que los que convirtieras a tantos hombres como ha habi
pecaron en menores, por aquellos encuen- do desde el comienzo del mundo, o cuantas
tren enmienda fácil de estos. Si cosas mayo- son las estrellas del cielo, pero a ti mismo no
res sanaron, mucho más las menores. Armé- te limpias por la penitencia, te convertirías,
monos, pues, de buenas obras, y si llegara lo enseña el apóstol, en bronce que suena o
algún delito, limpiémonos de él, para que, címbalo que retiñe; la campana, útil a los
viviendo la vida presente para la gloria de hombres, tocándola se gasta. Y, si tuvieras
Dios, gocemos de la vida futura”. Esto dice toda la ciencia, y por ella y tus discretos con
san Juan Crisóstomo. sejos se rigieran todos los reyes o príncipes
del mundo, pero a ti mismo no te corriges
7. Llorar por la muerte del alma por la penitencia, no aprovecha nada. Y si
tuvieras toda la fe, de modo que traigas a ella
Considera aquí a la viuda llorando la a todos los judíos, herejes y gentiles, si estás
muerte del hijo, y del mismo modo tú, de en ofensa grave, no te sirve de nada para la
jando todo lo demás, llora con lágrimas la salvación de la vida eterna. Y si hicieras mil
muerte de tu alma, de modo que merezcas claustros, y edificaras mil hospitales con tus
resucitar de esa muerte por el tacto de la mi propias manos, y en ellos dieras de comer
sericordia divina. Deja las risas y carcajadas, con tus bienes a todos los pobres del mundo,
pensando que de todos tus actos vas a dar ra mientras sigas en el mal, no estás en estado
zón en el juicio. Dice el Crisóstomo: “Nada de salvación. Y si dieras tu cuerpo a las lla
suelda tanto con Dios, como las lágrimas mas como san Lorenzo, o ser desgarrado co
que derrama el dolor de la ofensa y el amor mo san Bartolomé, si fueras crucificado co
de la virtud, lamente uno sus propios males mo Cristo, pero murieras en el mal, nunca te
o los ajenos. ¿De qué ríes a carcajadas tú que salvarías. Si se dijeran mil misas por ti, si to
por tu voluntad te has hecho causa de tantas dos los santos del cielo postrados con los án
tristezas, que vas a estar en pie ante el tribu geles ante Dios derramaran lágrimas ardien
nal de Cristo, donde examinado a fondo da- tes, orando por ti hasta el último día, no
rás cuenta de todos tus actos?” doblegarían a la misericordia de Dios a tener
Es muy peligroso que el pecador esté piedad de ti, si mueres en pecado mortal. A
tendido en la sórdida muerte del alma, sin un pecador que yace en la muerte del alma le
cuidarse de limpiarse y resucitar convirtién- valdría más una buena confesión, que todos
dose. Porque si hablaras las lenguas de los los beneficios hechos en su nombre, o gasta
hombres y de los ángeles y si por tu doctrina dos para él.

Oración

Señor Jesucristo. Ven a Naín, a mi alma fluctuando por tentaciones; acércate a la puerta,
haciendo fuerza para que los sentidos no lleguen a los afectos. Acércate por la gracia, toca el
corazón por la corrección, se detengan los portadores, las ocasiones y oportunidad de pecar.
Di a mi alma que yace por los pecados, que se levante por las buenas obras. Devuélve
la a su madre, a la gracia nutricia, para que esté en pie con estabilidad.
Y así, a toda la multitud, fuerzas del alma, afectos y pensamientos, los visite tu verdad
por el conocimiento, tu virtud por la operación, y tu bondad por la conservación. Amén.
394 PRIMERA PARTE

45. UN LETRADO. DOS QUE QUIEREN SEGUIR A JESÚS


Mateo 8, 18-22; Lucas 9,57-62

1. Para enseñar, evitar cuidados aprender, no para servir; no busca Maestro,


sino sacar fruto del Maestro. Quería seguir
“Cuando Jesús vio a la gente a su alre
a Cristo por dos razones: por ávida ganancia
dedor”, siguiéndole, “mandó pasar a la otra
temporal, y por jactancia y vanagloria. Mo
orilla” (Mt 8,18), del mar de Galilea, a un
vido por tantos signos y tan grandes, quería
lugar secreto. Y fue, para atravesarlo con
seguir al Señor, para aprender a hacer mila
ellos, y para separarlos del gentío; enseñaba
gros, para adquirir ganancias o gloria vana;
también que el predicador del Evangelio
pensaba conseguir del Señor lo que quiso
debe dejar todo aplauso del pueblo, y no
comprar Simón Mago a Pedro. Viendo su
hacer nada por ostentación. Indicaba tam
alma, no respondió solo a su palabra, sino a
bién así que se deben evitar los cuidados del
su ánimo: “Jesús le dijo: Las zorras tienen
mundo; muchas turbas son muchos cuida
madrigueras, y los pájaros del cielo, nidos”,
dos, que alteran al alma de todos lados, por
las primeras para descansar y esconderse, los
eso dice, “en torno a él”.
segundos, para subir y refugiarse. “Pero el
Porque impiden por detrás para que no
Hijo del Hombre no tiene donde reclinar la
recoja lo último, por delante para que no se
cabeza”. (Mt 8,20). El hijo de la Virgen se
extienda a cosas mejores, por la derecha, pa
llama en general del Hombre; no tiene do
ra que no desee lo eterno, por la izquierda,
micilio propio, donde descansar. Es como si
para que no tema tormentos. O bien, de
dijera: los animales tienen sus guaridas
trás, para que olvide los defectos de la vida
donde reposar; pero yo soy tan pobre que no
pasada; por delante, para que no considere
tengo albergue propio, donde reclinar la ca
el estado de la vida futura; a la derecha, pa
beza para descansar, y por tanto, si quieres
ra que no piense en los peligros de la pros
ganancia temporal, en vano vienes a mí.
peridad; a la izquierda, que no piense en los
“Mira cómo indica por las obras el Se
de la adversidad. Porque como el encarga
ñor la pobreza que había enseñado, dice el
do, cuando quiere disminuir la sangre a un
Crisóstomo; no tenía mesa, ni candelabro,
caballo, le tapa los ojos, y le hiere donde
ni casa, ni ninguna de estas cosas”.Tuvo es
quiere; así el enemigo, cuando quiere herir
cierto un alberguecito, el seno de la Virgen;
al hombre, le tapa los ojos con cuidados y
para reclinarse tuvo un pesebre, no propio,
preocupaciones, y entonces le hiere por el
y el patíbulo de la cruz; tuvo un sepulcro,
delito, y le extrae la sangre de las virtudes.
pero ajeno. Aquí sí que se arranca la avidez
Por eso había que apartarse de esta turba;
de las cosas terrenas de los que quieren se
esta es la turba que impedía a Zaqueo ver a
guir a Cristo. Una vez oída la pobreza de
Jesús.
Cristo, el letrado ya no insistió más en se
guirle. Dice el Crisóstomo: “Pero no res
2. Se acerca un letrado engañoso
ponde: te seguiré pobre; esto, el Señor, qui
“Y, acercándose un letrado, le dijo: zá se lo habría concedido”. Aquí “zorras”
Maestro, te seguiré adondequiera que va indica el engaño y disimulo; “pájaros”, la
yas”. Se acerca con el cuerpo, no con el espí jactancia vana, subir sin más. Es como si el
ritu; le llama Maestro, no Señor; viene para Señor dijera: La simulación y vanidad están
45. UN LETRADO. DOS QUE QUIEREN SEGUIR A JESÚS 395

donde
hombre”
milde
Cristo
ocultas
recibo
vanagloria
humilde
es
en
contra
reclinar
enDios;
mi
sencillo
tu
quieres
compañía.
corazón,
lapero
lasoberbia,
contra
seguirme;
cabeza”.
Dios
porque
Porque
habita
elendisimulo,
La
por
ti
por
“el
en
cabeza
“no
eso
Hijo
avidez
el senci-
no
tiene
hu-
del
de
tey cias; y las aves del cielo nidos, los soberbios
que quieren elevarse a lo alto.
“Pero el Hijo del Hombre no tiene don
de reclinar su cabeza” en ellos; el que vive
según el dictamen de la razón, no busca esas
cosas. Dice el Crisóstomo: “Este letrado se
acercó al Señor no con ánimo de creer, sino
levantarla,
llo
labras;
y y eseenseña
mismo
que selaestremece
reclinar
humildad;
laante
cabeza,
cosas no
sus que
pa- con mente simulada; por eso Dios inspector
y conocedor de los corazones y secretos le
no tiene el letrado. El Señor le reprende por rechazó con razón; más le tentaba que que
ría seguirle”. Y san Agustín: “Veía el Señor
tres
guirle
cosas:
con por
ánimo
el engaño,
fingido no
porque
sencillo;
quería
porse-
la que aquél, en tinieblas por la simulación,
hinchado por el viento de la vanidad, no te
animal
de
él
avidez,
nancia;
por
rapiña;
la
engañoso,
por
porque
gloria
como eltenso
vanidad,
pretendía
vana:
ave
porque
como
que
en asechanzas,
seguirle
quería
la zorra es
unirse
porlleno
ga-
una nía sitio de humildad, donde recibir al
maestro que se inclinaba a él; en el disimu
lo, no buscaba la gracia de Cristo, sino su
gloria”.
sube y asciende
aprender
arriba. Quería
virtudes,
seguir
ni para
al Maestro
imitar sunopobre
para 4. Otros dos quieren seguir a Jesús
A otro, que sabía que había muerto su
za y humildad, sino para engañarle como
padre, el Señor le dijo: “¡Sígueme!” (Lc
discípulo falso, y bajo maestro de humildad
9,59). Él, con muestras de reverencia y obe
y pobreza conseguir sus dignidades y
diencia, pues era de sus discípulos, de los
amontonar riquezas.
futuros, pues no lo era aún, “respondió: Se
ñor, permíteme ir primero a enterrar a mi
3. Los que hoy se parecen a los letrados
padre” (Mt 8,21; Lc ib.), que era una obra
tengan
en
pasar
honrados.
de
no
zorras
bién
ambiciosos
bir
tienen
una
Jesucristo”
para
aAse
lo
de
éste
engañosas
guaridas
religión
riquezas,
señala
ser
alto,
pobres
letrado
Por
yservidos,
los
“que
aquí
(Flp
eso ase
oysimoníacos,
ano
yun
le
las
ricos,
buscan
2,21);
aves
por
imitan
los
por
monasterio
aves
lesdevoción,
que
de
que
eso
no
dice:
del
sus
en
despreciables
que
quieren
se
para
vuelan.
cielo
cosas,
lacomparan
“Las
de
desean
Iglesia
servir,
sino
los
nidos”,
entrar
no
zorras
Tam-
para
que
su-
los
las
si-a de misericordia. Dice Rábano: “No rechazó
el ser discípulo; cumplida la piedad del fu
neral paterno, desea seguirle más libre, co
mo Eliseo cuando le llamó Elías, dijo: ‘Dé
jame ir a besar a mi padre y a mi madre y
así te seguiré” (2 R 19,20). Con ánimo de
corregirle, “Jesús le dijo: ¡Sígueme!”; es de
cir: No es orden de la caridad anteponer el
bien menor al mayor. “Y deja a los muer
tos”, con muerte de ofensa, “enterrar a sus
muertos”, de muerte natural, que les están
más unidos por lazos naturales. Diciendo a
se
morada
lostambién,
enemigos
en vosotros,
que
engañosos
las no
zorras
Cristo.
y soberbios
tienen
Puede
guaridas,
tienen
decir- los “suyos” indicaba que éste no era de él, y
quería que se entendieran que los que le se
los simuladores
refugian para quetienen
no lesengaños,
cojan enadonde
sus mali-
se pultaban estaban muertos en el alma por la
infidelidad de su impiedad. Los infieles se
dicen muertos, porque carecen de la fe, que
396 PRIMERA PARTE

es
vive
la de
vida
la del
fe” alma,
(Ga 3,11).
según el texto: “El justo el cuerpo de un muerto; es más vivificar, al
menos a uno, predicando, que enterrar a to
tra
los
rientes;
que seque
Aquílos
muertos quita
pues, el afecto
enterrar
alsiguen
decir:
a sus carnal
a“Sígueme,
Cristo dey los
muertos”,
deben paa
mues-
deja
dejar dos los muertos.
Dice san Ambrosio: “Siendo así que to
mamos como religioso el oficio de sepultar
un cuerpo humano, ¿cómo se prohibe hasta
del todo
que el afecto
se excusan entrar en
de carnal. Esto
religión,
contra por
los el funeral de un padre? A no ser que entien
das que lo humano se ha de poner después
cosas
para
sara
cuidar
éste, ydeno
apartarse;
taran,
chos para
intención
mañana,
días.
más
que una el
importantes”.
porque
los
pedía
fingida,
Dice
convenía
pues
parientes;
sepultura,
algo
había
si
Crisóstomo:
le no
que
dijo:
santo,
otros
quiso
ymenos
los
él‘Te
se
no
que
que selesepul-
seguiré’.
retirara
“Uno,
se
para
le
lo de
retra-
dejan
mu-
deja
con
A de lo divino; es bueno el afán, pero mayor el
impedimento; porque quien divide el afán,
deriva el afecto; el que divide su cuidado,
difiere el provecho; luego hay que poner
primero lo mejor. ¿Cómo pueden los muer
tos sepultar a sus muertos, si no entiendes
aquí una doble muerte; una de la naturale
za, otra de la ofensa? Hay también una ter
cera muerte, en que morimos al pecado, vi
soberbio,
simulada; al se
Oye cómo
que acercó al
segundo,
rechazó con
sencillo
primero,
menteyfingida
doloso
devoto,y vimos para Dios. No se prohibe, pues, el
funeral del padre, sino que, a la obligación
del parentesco, se antepone la piedad de la
biera
yvida
mandó
lo
que
nicorazón
dar
hiciera.
leypermitido,
buscaba
sepultura
quieres
seguirle
puro,
Como
de
volver
le
sin
si
averdad,
si
trajo
su
no
dilación:
lepadre;
ahubiese
dijera:
aun
su
con
muerto?
seguimiento,
quizá
no
mente
habido
¿Viniste
le se
permitió
Yo
simple
lo
quien
ahu-
soy
le
la religión divina; aquél se deja a los parien
tes, éste se ordena a los elegidos”.
“Era inconveniente, dice el Crisóstomo,
que quien, creyendo al Hijo de Dios, había
comenzado a tener por padre al Dios vivo
del cielo, pensara en su padre muerto; así
mostró el Señor que la fe y conocimiento de
tu Padre y tu Creador. “Yo soy la vida”. Cristo debe preferirse a esos oficios de pie
niego
jimo;
mayores;
rren
“¡Sígueme!
anunciar
a que
pero
susnoelY
amisericordia,
muertos”
darhay
por
yreino
deja
sepultura
que
curiosidades
queano
de
(Mt
los
posponerla
se
Dios”
muertos
no
8,22).
deba
sea
(Lc
odar
“Tú
cuentos.
una
que
9,60).
por
a un
obra No
marcha
entie-
cosas
pró-
de dad; por causa de él se nos ordena dejar a los
padres que viven. Jesús se lo prohibió, no
mandando despreciar el honor a los proge
nitores, sino mostrando que nada nos es
más necesario que los negocios del cielo; y,
como estos se han de unir con el desprecio
de lo demás, no hay que tardar ni un poco,
más
es
dejemos
losmeritorio
muertos
“Anuncia
digno en
un enseñar
bien
dar
elelreino
menor
sepultura
alma.
lasdeSe
por
palabras
Dios”,
nos
auno
unenseña
resucita
mayor;
padre, sia
de vida;
que
es aunque sean inevitables e incitantes las co
sas que nos atraen. Es mucho mejor hacer
conocer el reino y arrancar a otros de la
muerte, que enterrar a un muerto, sobre to
do si hay quien cumpla esto general. Lo que
almas
señó
queríaqué
predicando,
hacer
debía
algo
anteponer:
piadoso; esmaestro
que esconder
el másbajo
resucitar
le
tierra
en- decimos aquí es que, puesto que no convie
ne perder ni un tiempo que pasa, aunque
haya diez mil cosas que nos provoquen, hay
45. UN LETRADO. DOS QUE QUIEREN SEGUIR A JESÚS 397

que parecen
anteponer
máslas
necesarias”.
cosas espirituales a las para el reino de Dios” (Lc 9,62). El arado es
la conversión con que se remueve el cora
tan
a susEn
ymuertos,
sesentido
tapan cuando
moral,
a sí mismos
los muertos
pecadores
en susentierran
ofensas,
se ocul- zón, para sembrar en él las virtudes; nadie
que, convirtiéndose y proponiendo seguir a
Cristo, vuelve la espalda a lo hecho o pro
ayudándose mutuamente. Por los muertos puesto, es apto para anunciar o conseguir el
za,
tierra,
asan
selos
pueden
Gregorio,
para
pecadores,
la adulación
que
entender
los
sigan deen
losque
entierran
los
apoyan
tierra
sus
aduladores,
más
vicios
sobre
en sus
pisando
su
pecados
usados,
según
cabe-
la reino de Dios. Pablo, que conseguiría el rei
no y lo anunciaría a los demás, dice: “Olvi
dando las cosas que quedan atrás” (Flp
3,13).
atando sus pies para que no caminen los ca- Es como si dijera el Señor: ¡Te llama el
oriente y miras a occidente! Se quita, pues,
minos de Dios. la dilación inútil; a veces, cuando se revela a
los padres el propósito de cambiar de vida,
5. La figura del tercer seguidor lo deshacen. El arador que mira atrás hace
“Dijo también otro: Te seguiré, pero el surco tortuoso e inepto; así el que recibe
primero permíteme despedirme de los de el estado de una vida mejor, y tiene afecto
mi casa” (Lc 9,61); quería renunciar a sus de volver al estado anterior, no es apto para
parientes, para que no le buscaran como alcanzar el reino. Eso le pasa al religioso
suele suceder, despidiéndose de ellos, di que deja el mundo, pero con la mente mira
ciéndoles adiós y disponer para la familia. hacia él, dando vueltas a esto o a lo otro,
Así Eliseo, requerido para seguir a Elías, di volviendo al amor o complacencia de esas
jo: “Te lo ruego, déjame que bese primero a cosas.
mi padre y a mi madre, y así te seguiré”; así Dice san Máximo obispo: “El que ara, si
hacen hoy muchos que difieren la entrada mira atrás, hace el surco tortuoso e inútil, o
en religión, o cambiar a una vida mejor, y el arado herirá las huellas de sus bueyes; así
dicen: Dispondré primero con mis amigos o el que con trazo directo y con la reja espiri
mis cosas, y luego entraré en religión o tual, arando a través de los vicios mundanos
cambiaré
dió a uno,deyvida.
le sacó
SandeJerónimo
una peligrosa
se lo disua-
dila se acerca al reino de Dios, si vuelve su mira
da a las cosas malas o vanas, herirá a su yun
agitado”.
ción, diciendo:
cordel de la navecilla,
“Corta,que
másestá
queensoltar,
un marel ta, cuerpo y alma, incurriendo en un error
demasiado peligroso para el mejor camino
mis
mienzo
“No
negocios;
de
digas,
la desidia.
dice
tal retraso es el el
el Crisóstomo,
Porque primer
resolveré
enemigo
co- espiritual”.
“Pone su mano al arado, dice san Agus
tín, el que tiene afecto de seguir; pero mira
atrás; el que pide dilatarlo, con ocasión de
poner
“Pero le
persigue al
la dijo
mano Jesús:
que al arado,
Dios Nadie
está mira
que,atrás
después
queriendo es apto
de
recibir; volver a su casa y tratar de ello con sus ami
si consigue un pequeño descanso o retraso, gos”. También san Bernardo: “Si se arguye
guien:
rechaza
logrará“No
también
larga
lo dejes
pereza;
condeun
por
unejemplo
día
esopara
advirtió
adecuado:
otro”. al-
Se al discípulo que va a seguir al Señor, o quie
re renunciar a la casa, ¿qué se hará a los que
sin ninguna utilidad, ni gracia de edificar la
fe de los que dejaron en el mundo, no te
men volver a visitar sus casas?”
398 PRIMERA PARTE

cruz
ydesea
mirar
mundo,
avidez
fundado
Dice
de
seguir
atrás,
del allarenuncia
elmundo
Cristo
noen
Crisóstomo:
sea
volver
Señor
que
esperanza
sede
por
haga
pone
nuevo
este
“Enseña
alindigno
su
mundo,
evangélica
vano
amano
lasque
cuidado
cosas
del
no
alelarado
reino
de
debe
que
del
lay miento de ninguna obra buena. La tierra
donde se siembra sal se hace estéril; así es
tos vuelven estéril la sociedad en que viven.
La sal da sabor a otras cosas, pero ella se
consume; así estos se consumen en la reli
gión sin utilidad propia, dando ejemplo de
conservarse a otros.
de Dios.
que No sin arazón
no volvamos el apóstol
las cosas débiles yadvierte
pobres Según san Beda, pone la mano al arado
de
tasía
ha
el
del
corazón;
aapóstata
que
manos,
quienes
mar,
religión
de
cuerpo,
mundo”.
los
de
temer
cerrado
hijos
locorazón,
de
volver
laque
tengan
pero
corazón
vergüenza
sobre
de
Ytemo,
tras
con
de
Israel
lade
todo,
corazón
nuevo
tibieza
sus
el
opor
forma
volvieron
con
cuerpo
les
talones.
que
sisan
niega
el
les
mundano,
hubiera
que
cuerpo.
alguno
produce
Bernardo:
seEsto
ala
lo
con
Egipto
apostasía
prohibía
algunos
se
es,
Vemos
hábito
yapos-
haga
her-
que
“Se
de el que, con un instrumento de contrición,
con el madero y hierro de la Pasión del Se
ñor, ablanda la dureza de su corazón y la re
vuelve a conversión: con esta reja abre la
tierra del corazón para que produzca frutos
buenos, venerando a la Pasión del Señor.
Pero si le arrebatan los vicios pasados, es ex
cluido del reino de Dios, con la mujer de
Lot.
Los santos olvidados siempre de lo ante
rior se extienden a lo que tienen delante,
sin soltar del yugo a su yunta, cuerpo y al
tomen
hallar de
conlagusto
consolación
cualquier
mundana”.
cosa que puedan ma, como bueyes unidos al yugo del Señor;
ponen siempre los cuellos debajo, para dar
re enElabsoluto
que renunció al mundo,
para atrás, porque
pues,
como
no dice
mi- más fruto.
Se debe advertir que, aunque el sepultar
querido
san Gregorio,
a los no
ángeles,
hemosmás
recibido
aceptonada
a Dios,
más al padre, y renunciar a bienes y a amigos,
por sí no impiden al hombre la perfección y
más
manecer en la para
fructífero religión
los hombres,
que hemosque
recibido,
el per- el reino de Dios; pero accidentalmente, por
cosas que sobrevienen puede haber peligro
yen
dice
juicio
sión.
observar
lassan
Debemos
obras
divino,
Isidoro,
los
lolos
que
votos
precavernos,
serán
que
prometieron
de
despreciaron
muy
obediencia.
acusados enno
porentanto,
la
cumplir
Comoel
profe- de volver del camino de Dios. Mientras di
fiere cumplir su propósito, puede cambiarse
de lo que propuso, mirando a las cosas que
dejó; o dejar el propósito porque se lo per
suadan los padres o algunos otros que dejó.
sea quey retrayéndose
partes, haciendo estrépito
el mundo de todas
a las espaldas, Como dice san Agustín, en este capítu
lo, y hemos aprendido nosotros, el Señor a
miremos
como la mujer
hacia de
atrás,
Lot,yque
seamos
se convirtió
seducidos,
en los que quiso, los eligió: uno se ofreció a se
guirle, y fue rechazado; otro no se atrevía y
estatua
siente
lieron
La ni
estatua
del
desesal.
mundo,
mueve;
tiene figura
pero
así lastienen el corazón
humana,
personas pero
que sa-
no fue llamado; el tercero lo defería, y fue re
prendido. No seas pues engañoso y sober
bio, que no te rechacen con el primero; sé
mirando a él, no tienen sentido o movi- más sencillo y devoto, que así con los otros
dos merezcas ser elegido.
46. EL SEÑOR ORDENÓ AL VIENTO Y AL MAR 399

Oración

Señor Jesucristo, Maestro bueno, que ves los corazones, y conoces los secretos; quita y
expulsa de mí toda simulación y engaño, y hazme discípulo tuyo, verdadero y fiel; que te
siga sin doblez a ti Maestro veraz.
Dame también que no retrase seguirte por el afecto natural de nadie; que no prefiera el
bien menor al mayor.
Concédeme, Señor y Dios mío, que poniendo la mano al arado de la penitencia y pro
poniendo seguirte por el estado de una vida mejor, no mire atrás; que no vuelva al estado
primero, y me haga inepto para conseguir el reino de Dios. Amén.

46. EL SEÑOR ORDENÓ AL VIENTO Y AL MAR


Mateo 8, 23-27

1. Cristo duerme; la barca agitada166 porque les arrastraba la suavidad de su con


versación, la admiración de su acción, y su
Después de esto, el Señor, Jesús, despi
benigno trato; de modo que les era difícil
diendo al gentío, subió ya tarde a una barca dejarle. “Pero, mira, hubo una marejada
para pasar el lago de Genesaret, para ir con tan fuerte que la barca estaba a punto de
los discípulos a un lugar apartado, según lo ser cubierta por las olas”. La marejada es
dicho en el capítulo anterior. Como dice san grande para que el milagro se muestre ma
Remigio: “Leemos que el Señor tuvo tres re yor; no se hizo por sí, sino por mandato de
fugios, la nave, el monte y el desierto; si las Cristo; la barca era inundada por las olas;
turbas le asediaban, se refugiaba en uno de no dice que se sumergiera; la barca de Pe
ellos”. Orígenes dice: “El Señor había mos dro puede ser combatida, pero no sumer
trado en tierra muchas y grandes cosas ad girse; fue figura suya arca de Noé. “Él, sin
mirables; entonces pasó al mar para mostrar embargo, dormía” (Mt 8,23-24), en la po
allí obras excelentes; en la medida en que se pa, en la parte posterior de la barca, junto
mostraba Señor de la tierra y del mar”. al timón; dormía sobre un trozo de madera
“Y, cuando él subió a la barca, lo si que le servía de almohada, mostrando hu
guieron sus discípulos”, para pasar con él al mildad, según el Crisóstomo.
otro lado, no tanto siguiendo sus pasos, si No es de admirar que durmiera, pues
no acompañando su santidad. Le siguieron estaba en vela en la oración, de noche, y

166 [EE 279] 1 DE CÓMO CRISTO NUESTRO


CAPÍTULO SEÑOR HIZO SOSEGAR LA TEMPESTAD DEL MAR ESCRIBE S. MATHEO,
VIII,23-27.
1º 2 Primero: estando Cristo nuestro Señor durmiendo en la mar, hízose una gran tempestad.
2º 3 2º: sus discípulos atemorizados, lo despertaron, a los quales por la poca fe que tenían reprehende dicién
doles: (¿Qué teméis, apocados de fe?)
3º 4 3º: mandó a los vientos y a la mar que cessassen, y así cessando se hizo tranquila la mar, de lo qual se ma
ravillaban los hombres diciendo: (¿Quién es éste, al qual el viento y la mar obedescen?).
400 PRIMERA PARTE

trabajaba mucho de día en la predicación. Cirilo, que el temor de las tentaciones no lo


Dormía en el cuerpo, pero velaba en la di hace la inducción, sino la debilidad de la
vinidad. Dice él mismo en El cantar de los mente. Como el oro se prueba en el fuego,
cantares: “Yo duermo, pero mi corazón ve así la fe en las tentaciones”. Dos cosas les
la” (Ct 5,2). Dice el Crisóstomo: “Subió a bían en
echa temer,
cara:estando
la pusilanimidad,
él presente, ya no
pues quede
le
la barca, para navegar el que gobierna todo
el mundo con su virtud; duerme el sueño habían visto hacer tantos milagros; quien
el que custodia a su pueblo con vigilia adhiere a él no puede perecer. Y su poca fe;
eterna”. no creían que podía tanto durmiendo como
El Señor quiso dormir por varios moti velando, en el mar como en la tierra.
vos. Mostrar en sí mismo la verdad de su Esto enseña que, el que tiene “poca fe”,
naturaleza humana; en sus milagros se pone puesto en la adversidad del hambre, la aflic
algo que muestra la verdad de su humani ción y cosas semejantes, murmura, teme, y lo
dad y la de su divinidad. Probar la fe de los lleva con impaciencia. La fe es muy necesaria
discípulos, no porque ignorara sus corazo en los peligros, porque “esta es la victoria
nes, sino para que ellos mismos se conocie que vence al mundo, nuestra fe” (1 Jn 5,4).
ran. Para que temieran más, y para provo Dice san Ambrosio: “La imagen que dan los
carlos así a la oración, ya que, como dice el apóstoles es para que adviertas que nadie
Crisóstomo, si estando él en vela se hubiera puede marchar del tiempo de esta vida sin
producido la tempestad, o no habrían temi tentación, porque la tentación es ejercicio de
do, o no habrían rezado. Mostró, en fin, la la fe. Estamos sujetos a las tormentas de la
verdad y el poder de su naturaleza divina, maldad espiritual, para que, navegantes en
que brilló más en él, ya que despertado de vela, despertemos al timonel”.
pronto ordenó a los vientos, y estos le obe
decían. 3. Cristo devuelve la calma al mar
Como Señor a la criatura, “entonces le
2. Reprende el temor de los discípulos
vantándose, reprendió a los vientos y al
“Y se acercaron a despertarlo, con estas mar”, les dijo: calla, enmudece, y cesó la
palabras: ¡Señor, sálvanos, nos hundimos!” tormenta, “y se hizo una gran calma” (Mt
Temiendo en tanto peligro recurrían a él di 8,26), y que no quedó ni senda ni huella de
ciendo: tú puedes, nosotros lo necesitamos, ninguna turbación: así se dignó el Señor
estamos en peligro. Dice Orígenes: “¡Oh confiarnos la verdad de su doble naturaleza
discípulos de veras! ¡Tenéis con vosotros al divina y humana. Como hombre sube a la
Salvador, y teméis el peligro; está con vo barca, como Dios perturba el mar; como
sotros la vida, y os preocupáis de la muer hombre duerme en la barca, pero como
te!” Y lo que dijeron, sálvanos, fue signo de Dios impera a los vientos y al mar, y con su
pusilanimidad; el que le despertaran, de fal palabra doblega su furor. Seres cuya natura
ta de fe. leza parece insensible sienten al Señor man
Por eso, increpándolos, Jesús “les dice: dando; las cosas inanimadas se dice que
¿Por qué sois cobardes, gente de poca fe?” obedecen a Dios, pues hace de ellas lo que
(Mt 8,26). Si tuvierais fe, no temeríais, sino quiere con su palabra su palabra, al modo
que haríais lo que quisierais, y aplacaríais de hablar de materia obediente o no a la
los vientos y el mar. Así enseña, dice san medicina. “Y los hombres quedaron sor
46. EL SEÑOR ORDENÓ AL VIENTO Y AL MAR 401

prendidos, diciendo: ¿Qué clase de hombre Cristo a la acción grande del milagro, y es
es éste? Porque ¡hasta los vientos y la mar le te milagro indujera los hombres a la admi
obedecen!” (Lc 8,27). ración y a la fe.
Esos hombres, según san Jerónimo no Dice san Agustín: “Por eso son apre
son los discípulos, sino los navegantes y miados los justos, para que apremiados cla
otros que habría en la nave; se admiraron men, clamando se les escuche, escuchados
por el efecto, conociendo la virtud de su di den gloria a Dios. Pero este clamor no debe
vinidad, admirándola y confesándola: ¡qué ser solo con el corazón y la boca, sino tam
grande y poderoso es este hombre, qué dig- bién con las obras, insistiendo en ayunos, li
nidad y poder! Es como si dijeran: No es mosnas, y abnegación corporal”.
mero hombre, es verdadero Dios.
Dice el Crisóstomo: “El sueño mostraba 4. La barca: figura la Iglesia
al hombre, la tranquilidad a Dios, por eso
dicen: Qué de clase hombre es éste, porque En sentido místico, o espiritual,167 esto
duerme como hombre, y hace milagros co se puede exponer de varias maneras. En una
mo Dios”. Tres cosas admiran por tanto: al primera alegoría, en cuanto pertenece a to
hombre que duerme, al Dios que impera, a do el cuerpo de la Iglesia, por la barca se en
la criatura que obedece; y así añaden: Por tiende la Iglesia de los fieles, que al princi
que los vientos y el mar, cosas insensibles, pio fue estrecha, como una barca, porque
le obedecen, siguiendo a una señal suya, co tenía pocos creyentes; al final también, al
mo criatura a su Creador. Esto arguye con tiempo del Anticristo, será estrecha, pues
tra las criaturas racionales que no obedecen habrá pocos fieles; en el medio es ancha,
aturas
su Creador,
insensibles.
mientras
El quele hizo
obedecen
milagros
las cria-
pri porque ahora la fe está muy dilatada. En es
ta barca se contienen los fieles que con Cris
mar,
meromostrándose
en tierra, quiso
Señor
hacerlos
del mar
también
y de laentie
el to, a través del mar del mundo, se dirigen
al reino del cielo.
rra; en señal de que todo el universo, toda la Cristo sube, pues, a esta nave, por el go
creación han sido creados a una orden suya. bierno, porque él es el rector y timonel de
Despertado y rogado por sus discípulos, la Iglesia, que lleva a los discípulos. Sube a
los libró; mostrando que siempre quiere ella en el Bautismo, puerta de los sacramen
que le roguemos; a veces nos pone en aflic- tos. Estamos en la Iglesia como en una bar
ciones, porque quiere que le pidamos para ca, y el Señor está con nosotros por sus sa
librarnos. Por tanto, es claro que la oración cramentos. Pero contra la Iglesia soplan los
es mucho mejor que la lectura. Según el vientos varios y fuertes de los malvados, y
Crisóstomo, Cristo hizo en el mar una gran se alzan olas contra ella, hasta que las olas
alteración que pusiera gran temor a los dis- casi cubren la barca; pero la barca no puede
cípulos, el gran temor los indujera a la ora- sumergirse. Entre tanto, Cristo parece dor
ción a gritos, la oración a gritos indujera a mir, no atender; porque espera, según Orí

167 Ludolfo despliega aquí los “cuatro sentidos de la Escritura”. La letra, la historia: Cristo duerme, la barca
agitada; la falta de fe; calma al viento y al mar (nn. 1-3). Pasa al sentido espiritual (=místico). Primero, aborda esas
realidades, tejiendo alegorías en la historia: la barca es figura de la Iglesia; de la cruz salvadora; del Salvador. Da
el paso a la tropología, moral: la barca, la tormenta, la calma son vertientes de ella: figuran la conversión; el alma
fiel, donde duerme el Señor; despertado, la lleva al paraíso (anagogía).
402 PRIMERA PARTE

genes, la paciencia de los buenos y la con virtud, mientras permanece en la fe firme e


versión de los impíos. El dormir de Cristo indisoluble. Navega bien instruida con el ti
es la permisión divina en las aflicciones; se món de la fe, con curso feliz por el mar de
le despierta, cuando le tocan las oraciones este mundo, teniendo por timonel a Dios,
de los fieles. por remeros a los ángeles, llevando los coros
Acerquémonos, pues, a él con estas pa de todos los Santos, levantada ella misma en
labras: “¡Despierta ya! ¿Por qué duermes, medio sobre el árbol saludable de la cruz;
Señor? ¡Levántate, no nos rechaces para suspendiendo allí las velas de la fe evangéli
siempre!” (Sal 44,24). Él mismo se levanta ca, soplando el Espíritu Santo, es conducida
rá y dará orden a los vientos, a los demo a la seguridad del descanso eterno”. Esto di
nios, que lanzan las olas, a los malvados que ce san Juan Crisóstomo.
persiguen a los santos; y hará una gran tran
quilidad, dando paz a la Iglesia y serenidad 5. La barca: la cruz, el Señor
al mundo, haciendo cesar la tribulación, o Por otra alegoría se puede exponer esto
dando paciencia a los atribulados. mismo, en cuanto pertenece a la cabeza de
“No hay duda, dice el Crisóstomo, que la Iglesia, que es el mismo Cristo; de modo
esta barca fue figura de la Iglesia, que con la que la barca a la que sube Cristo se entien
palabra de la predicación discurre por todas da como el árbol de la cruz, con el cual se
partes, navegando los apóstoles, dirigiendo atraviesa sin peligro el mar de este mundo.
el Señor, soplando el Espíritu Santo. Lleva Ayudados los fieles por sus bienes y auxi
consigo un gran precio inestimable; con él lios, pasadas las olas del mundo y salidos de
ha comprado por la sangre de Cristo todo el ellas, llegan al litoral y al puerto de la pa
mundo. tria eterna.
“Por el mar se entiende el mundo, que A esta barca subió Cristo en la Parasce
hierve por diversos delitos y tentaciones, ve con los discípulos, por medio de la cual
como olas; por los vientos se entienden los atravesó el mar del mundo presente; no que
espirituales de la maldad y los espíritus im ellos lo pasaran entonces, sino que entonces
puros, que desatan su furor por diversas les dejó ejemplo de paciencia. Por eso, su
tentaciones del mundo, como por olas del biendo él a esta barca, le siguieron, porque
mar. Dormir el Señor en la barca se entien todos ellos le imitaron más tarde hasta los
de, cuando permite que su Iglesia sea tenta tormentos y la muerte. Se hizo una gran
da con aflicciones y persecuciones de este marejada, cuando Cristo fue puesto en la
mundo para prueba de su fe. La excitación cruz, se conmovieron las mentes de los dis
de los discípulos al despertar al Señor y pe produjo
cípulos, cayeron
un grandeterremoto,
la estabilidad
las de
piedras
la fe, se
dirle auxilio para que los libre, es señal de
las oraciones de todos los Santos. rompieron y los demás signos que entonces
“Y aunque la Iglesia trabaje por el ata se hicieron, de modo que la barca fue cu
que del enemigo o por la tempestad del bierta por las olas, pues toda la fuerza de la
mundo, aunque la golpeen las olas de las persecución fue en torno a la cruz de Cristo,
tentaciones, no puede sin embargo sufrir y las mentes de todos fluctuaban frente ella,
naufragio, porque tiene como timonel al Hi y la cruz de Cristo se hizo “escándalo para
jo de Dios. Entre los torbellinos del mundo, los judíos, necedad para los gentiles” (1Cr
entre las persecuciones adquiere más gloria y 1,23).
46. EL SEÑOR ORDENÓ AL VIENTO Y AL MAR 403

dormía
mir
falta
despiertan
mente,
discípulos
den
vanos!,
te.
resurrección,
perecemos
Pero
la muriendo
con en
algrandes
esderesurrección
morir
resucitando
el,
entre
fesu
por
resurgiendo,
y Señor,
primero
poca
su
estas
la perturbación
este
en
dureza
fe:
con
de
conmociones
clamores
cuando
lasitio.
“Les
les
los
cruz,
estas
despertado
de
muertos,
echa
echó
Los
porqueen
turbados
palabras:
corazón”
dede
en en
discípulos
deseos
él
tucara
su
porque
cara
mismo
muer-
por
¡Sál-
dor-
(Mc
pi-
los
su
la con tal perseverancia que alcance la compa
sión de Dios; con frecuencia, le sigue una
gracia tan grande, que él mismo se llena de
admiración.
Dice san Beda que, cuando marcados
con la señal de la cruz nos disponemos a de
jar el mundo, subimos con Jesús a la barca,
y nos esforzamos por pasar el mar. El que
renunciando a la impiedad y los deseos
mundanos crucifica sus miembros con los
vicios y codicias malas, de modo que el
mundo está crucificado para él y él para el
16,14). mundo, como subiendo a la barca con el Se
calmaron
berbia
mió
gran
surrección,
Yla
tranquilidad
dio
del
locura
yorden
enemigo
se
lasalegraron.
de
mentes
a los
y yconsolación:
del
vientos
judíos;
demar,
losyyporque
discípulos
postró
sevista
hizorepri-
launa
so-
re-
se ñor, desea pasar el mar de este mundo. Pe
ro para nosotros que navegamos, como en
tre las olas del mar el Señor se duerme,
cuando al crecer el ímpetu de los espíritus
impuros, de los hombres malvados, o de
nuestros pensamientos, el esplendor de la fe
esto,
le:
te?”“Si
Nosotros,
Los
decimos:
alguno
discípulos,
que
“¿Qué
quiere
vemos
los
clase
venir
fieles,
y de
conocemos
detrás
hombre
deben seguir-
deestodo
mí,
és- se entenebrece, la excelsitud de la esperanza
se debilita, la llama del amor se enfría, re
curramos entonces al Señor hasta que con
tenga la tempestad, vuelva a fundar la tran
niéguese
y me siga”a sí
(Mtmismo,
16,24;lleve
Lc, 9,23).
a cuestas su cruz quilidad y nos conceda el puerto de la
salvación.

6. La barca: la conversión interior 7. La barca: figura del alma fiel


másEn
se laeleva
penitencia
la cruz;y por
conversión,
eso también,
es donde
en Se puede exponer una segunda tropolo
gía o sentido moral: que se entienda por la
hombre
esta
sentido
napuerto
al aldeen
labarca,
conversión,
tropológico
puerto; elo moral,
lasentido
salvación,
porque
que
espiritual,
leseella
envolverá
la
halle
barca
conduce
nofuera
llegará
desig-
la ola
de
al barca cualquier alma fiel. Esta barca se ex
pone al mar, porque está unida al cuerpo;
pues nuestro cuerpo es en verdad un mar,
porque todas sus obras llevan unida la
infernal.
Noé;
que
ción
la barca,
no
acepta
lossubieron,
que
cuando
Porlasubieron
esto
penitencia;
alguien
seeshundieron.
figura
a ella,
ávido
consuya
sefrecuencia
salvaron;
Jesús
deelsuarca
sube
salva-
su-
los
dea amargura. A esta barca sube el Señor, cuan
do la habita por la gracia. Le siguen los dis
cípulos, las tres virtudes de la teología, las
cuatro cardinales y los siete dones del Espí
ritu Santo. Mira qué hermosa comitiva la
de Cristo, que siempre le acompaña, y cada
cede
él
que
currir
grave
leque,
aretira
una el
tentación,
cuando
oración
auxilio.
laycomienza,
Dios
ferviente,
Pornoesoleviene
hay
insistiendo
libra,
que
sobre
sino
re- día sube con él a la barca.
Pero también a esta barca la sacuden los
vientos de las tentaciones, impulsiones ex
teriores de los demonios, y las olas o tor
404 PRIMERA PARTE

ciones
cuencia
mentas
to.
tentaciones
Y carnales,
de
algunas
a los
las
esque
pasiones,
tanveces
que
viven
grande,
secon
las el alma
ellevantan
que
interiores
ímpetu
piedad con
ende
agita-
Cris-
casi
fre-
las se dice que se despierta y vela, cuando la
gracia espiritual se siente ya presente, a cu
ya presencia todos los géneros de tentacio
nes se calman.

es cubierta por las olas y hay que temer que 8. Qué hacer en las tentaciones
peligren en el alma las virtudes y dones. Pe Disputando de esto dice san Agustín:
ro Cristo duerme en ella, cuando permite “Entran los vientos en tu corazón, donde
estas cosas, porque se adormece en nosotros navegas, donde pasas esta vida como un
con nuestro sueño, tanto que parece que nos mar de tormentas y peligros; entran los
ha abandonado; pero no es así; él mismo lo vientos, mueven las olas, turban la nave.
prometió: “Estoy con él en la tribulación”, ¿Qué vientos? Oyes una afrenta, te enojas;
etc. (Sal 91,15). Por eso, al volver el alma la afrenta es viento, la ira es oleaje, estás en
Señor
en sí, las
convirtudes
gran voz:
y los
“Señor,
dones¡sálvanos!
despiertannos
al peligro. Te dispones a responder, a devol
ver a un ultraje con otro, ya la nave se acer
hundimos”. ca al naufragio. Despierta a Cristo que
Entonces Cristo suaviza toda turbulen duerme; por eso te preparas a dar mal por
cia, reprime los vientos exteriores de los mal, porque Cristo duerme en la nave. En
enemigos, mitiga las olas de la carne contra tu corazón es donde hay sueño de Cristo, el
el alma, y así se hace una gran calma: por olvido de la fe; porque si despiertas a Cris
fuera, cuando cesa la tribulación o tenta to, si reavivas la fe, ¿qué te dice Cristo, co
ción, y por dentro cuando concede buena mo vigilante, en tu corazón? He oído:
paciencia. Y esta tranquilidad o calma de la “Tienes un demonio” (Jn 8,48), y oré por
virtud es mejor que la corporal; así dijo san ellos; el Señor oye y padece, el siervo oye y
Pablo: “Te basta mi gracia” y añadió: “Con se indigna; pero quieres la venganza; ¿qué,
sumo gusto pondré mi orgullo, sobre todo, pues? Yo ya me he vengado: cuando tu fe
en mis debilidades, para que resida en mí la te dice esto, él ordena al viento y a las olas,
fuerza de Cristo” (2 Co 12,9). y se hace la calma”.
hombre
de hombre
Se hace
se admira
éste?”
una calma
Eltodo
Señor
ytan
dice:
tan
grande
lleno
“¿Quéde
quemiel
clase Sobre otras cosas que nos tientan o afli
gen, entiende de modo parecido, que se ex
sericordia, de poder, de sabiduría; “porque cluya siempre la mala condición; porque si
hay un pequeño agujero en la nave, la pone
ble
la
hombres”?
sus
el
ciones
haypromueva
Dios,
mar
utilidad,
delicias
tan
viniendo
y los
pasiones,
lleno
(Pr
vientos
en
acomo
la8,31).
del
de
“estar
salvación?
abenignidad,
que
cielo
leuna
¿Qué
obedecen”,
con
Dios
a señal
esta
los
de
unido
barca,
hijos
tan
suya.
como
las
admira-
alde
tenta-
tenga
¿Qué
alma
que
los en peligro, si no se tapa; así el alma está en
peligro de condenación por una mala con
dición, si no se la excluye; por eso se dice en
los Proverbios: “Con todo cuidado, guarda
tu corazón” (Pr 4,23). Y en el Eclesiástico:
“Rodea tu propiedad de espinos; pon balan
za y peso a tus palabras, puerta y cerrojo a
tu boca” (Eco 28,24-25). Por tanto, cuando
duerme,
cia espiritual,
El quecuando
descendiendo
y se
a ésta
levantan
se al
le alma
sustraída
las tentaciones,
se dice
la gra-
que somos atribulados o tentados, debemos es
tar constantes en la fe, y no dudar en abso
luto, porque aunque parezca dormir el Se
46. EL SEÑOR ORDENÓ AL VIENTO Y AL MAR 405

ñor sobre nosotros y nuestras cosas, él está Cuanto alguien más quiera llegarse a
diligentísimo en guardia nuestra cada día Dios, y progrese hacia él, tanto más halla
Si ya no duerme con el sueño de su cuer que sufrir duramente; como en el caso de
po, cuidemos que en el sueño de nuestro los israelitas: cuando Moisés y Aarón los
cuerpo no duerma el Señor y descanse para llamaban a la tierra de la promesa, más los
nosotros. Porque duerme cuando dejamos afligía el faraón. El Señor lo mostró tam
las oraciones y buenas obras, y hay que des bién con su ejemplo, cuando después del
pertarle entonces en nosotros con frecuentes bautismo y del ayuno sufrió las tentaciones
oraciones y devoción; él mismo hace enton del enemigo. Porque después de la conver
ces la calma; porque “dará con la tentación sión, el enemigo suele tentar con más fuer
fuerzas para vencerla” (1 Co 10,13). Pero los za a los que considera se han apartado de su
necios le hacen dormir más, porque recurren esclavitud. Pero aquél que “no, no duerme
al consejo humano más que al divino. Dice ni dormita” (Sal 121,4), guardando a Israel,
san Agustín: “Los enemigos que atacan invi hace como que duerme en la barca, y per
siblemente, lo que más sugieren al corazón mite que la mente del hombre justo se fati
humano es que Dios no ayuda, para que gue más entre tormentas de tentaciones.
buscando otras ayudas nos hallemos sin Cuando el hombre siente que por su sola
fuerzas y nos dominen”. virtud no puede vencer las tentaciones, re
El que quiere acercarse a servir a Dios, curre a la omnipotencia de Dios, y despier
según el consejo del Sabio, prepárese a las ta al Señor, acercándose a él con mente de
tentaciones que vendrán. Porque cuando vota, y no cesa de implorar con todas sus
alguien quiere sustraerse de los vicios, y fuerzas la misericordia de Dios, hasta que
estar libre para solo Dios, para poder ha despierta el auxilio divino en su ayuda.
cerlo, se produce una gran oleada en el El Señor, entonces, levantándose, impe
mar, en el mundo, una múltiple persecu ra a los vientos y al mar; porque hace que se
ción, por causa triple: el impulso de los calmen las tentaciones del enemigo alzadas
vientos, la tentación del enemigo; la mare contra la mente del justo, y permite que és
jada del mar, la tentación que proviene del te sirva libremente. Se hace entonces una
mundo; la revuelta de la tormenta, la ten gran calma, porque expulsadas las raíces de
tación de la carne; estas tentaciones las las malas tentaciones, las virtudes del alma,
siente alzarse contra él. La tormenta de la y lo que antes observaba con temor, lo co
tentación por envidia del enemigo desea mienza a guardar desde ahora como natu
arrancar del buen propósito los esfuerzos ralmente por la buena costumbre, alegrán
del justo, a veces con persecuciones de los dose con el profeta y cantando: “Apartaos
malvados desde fuera, a veces por el im de mí, malvados; quiero guardar los man
pulso de malos pensamientos dentro, otras datos de mi Dios” (Sal 119,115). Así, atra
veces por la propia fragilidad, por el estí vesado el mar, pisadas las olas de este mun
mulo de la carne. do, llega felizmente al puerto del paraíso.
406 PRIMERA PARTE

Oración

Señor Jesucristo: impera a los impulsos y movimientos de sugestiones y tentaciones.


Ven y avanza pasando sobre las olas del corazón, de modo que todo lo mío se haga sereno
y tranquilo.
Descanse mi corazón en ti, Dios mío.
El corazón, mar grande que se hincha de olas, duerma libre de todas las cosas que hay
bajo el cielo, velando en ti, hasta que te abrace a ti, único bien mío: que te contemple, luz
de mis ojos; que lleno de alegría cante y diga:
“Yo duermo y mi corazón vela” (Ct 5,2), y también: “En paz me acuesto y enseguida
me duermo” (Sal 4,9).

47. DOS ENDEMONIADOS POR UNA “LEGIÓN”


Mateo 8,28-34; Marcos 5,1-20; Lucas 8,26-39

1. Cristo hace fuerza a los demonios contra sí mismos y contra los demás; no que
puedan algo, sino lo que Dios les permite;
Una vez que Jesús y los discípulos pasa
salen al paso, porque los demonios procuran
ron el mar de Galilea, “llegaron a la región
de los gerasenos, que está en la otra orilla, estorbarnos el camino de la vida.
frente a Galilea” (Lc 8,26). Gerasa168 es una En los monumentos de los gentiles don
ciudad ilustre en Arabia, situada al otro la de estaban enterrados sus muertos, habita
do del Jordán, junto al monte Galaad, don ban los demonios, como quienes iban a tener
de Labán se hizo con Jacob: está en la tribu poder sobre sus cuerpos después del juicio,
de Manasés, no lejos del lago de Tiberíades, pues lo tenían sobre sus almas. En ellos habi
el lado opuesto es Galilea. Por esa ciudad, taban a veces los endemoniados; los demo
los de su región se llaman gerasenos. nios querían por medio de ellos meter miedo
“Y al salir él a tierra, fueron a su en a los hombres sobre las almas de los difuntos.
cuentro
las sepulturas,
dos endemoniados169
tan fieros, que no podía
que pasar
salían de También porque se alegran de las obras
muertas, las de los pecadores. A los endemo
nadie por aquel camino” (Mt 8,28). Salen niados los ataban con cadenas y grillos; rom
de los sepulcros donde vivían; son feroces piendo las ataduras los demonios los agita

168
La capital de la región era la ciudad helenística de Gadara (o Gádara), mejor que Gerasa o Guerguesa (cfr.
Mc 5,1); está en Transjordania, a diecinueve kilómetros de Genesaret, cerca del lago, a cuya orilla llegaba su te
rritorio” (NT.MI, 78).
169
“Las expulsiones de demonios son de carácter más mesiánico: manifiestan el triunfo del reino de Dios so
bre el poder de Satanás… La posesión diabólica aparece en la Biblia por primera vez en el NT… Los evangelis
tas distinguen la posesión de otras “enfermedades”. “Los posesos, que gritan, tiemblan y conjuran a Jesús; esto
contrasta con la confianza de otros enfermos. El paso a la piara de cerdos… para los judíos, son “impuros”… Je
sús actúa con sencillez, le basta una palabra dominadora, sin las fórmulas y ritos de los exorcistas judíos” (NT.MI,
77-78).
47. DOS ENDEMONIADOS POR UNA “LEGIÓN” 407

ban en el desierto. Son semejantes a ellos los inmutable; no dan culto gratis a Dios.
religiosos, que no mantienen los lazos de la “¿Viniste aquí, antes del momento preciso,
obediencia y las constituciones, sino que sa para atormentarnos?” (Mt 8,29). Sabían que
len de los de los claustros, donde deben estar el día del juicio será su condena, que serán
muertos al mundo, y esto para negocios enviados al abismo de los tormentos, pero
seculares, o inútiles, o incluso malos. dicen que son atormentados, porque, según
“Y, mira”, sintiendo la fuerza de Dios, san Jerónimo, la presencia del Salvador es
con gran temor, no por humildad, postrán para ellos tormento.
dose ante Jesús, le adoraron, y clamaron, Así también el Crisóstomo: “Eran flage
forzados, con gran voz. Como dice san Hi lados y clavados invisiblemente, y padecían
lario: “No es una confesión de su voluntad, de modo intolerable por la sola presencia”.
sino forzada por necesidad, porque temen Eran atormentados porque sospechaban que
su presencia”. “Y de pronto empezaron a se verían obligados a salir y cesar de ator
gritar: ¿Qué tenemos que ver nosotros con mentar. Porque dejarlo, según san Jeróni
tigo, Hijo de Dios?” (Mt 8,29). Nada es co mo, les es tormento grande, por el odio que
mún entre ti y nosotros: tú, Dios, nosotros nos tienen; con tanta mayor dificultad aban
enemigos; tú humilde, nosotros soberbios; donan, cuanto más tiempo poseen. Por tan
tú viniste a salvar, nosotros a perder. Así di to, el herido por el enemigo, procure cuan
ce el apóstol: “¿Qué armonía entre Cristo y to antes romper su yugo; porque es tanto
Beliar?” (2 Co 6,15). Ninguna; porque más fácil cuanto más pronto se deshace su
Cristo todo lo hizo bien, el enemigo, todo dominio.
mal. Antes, dudando, dijo: “Si eres Hijo de
Dios” (Mt 4,3.6). Aquí, enseñado por los 2. El demonio se llamaba “legión”
tormentos, afirma: “Jesús Hijo de Dios”; el
castigo abre los ojos, que cierra la ofensa. Jesús les preguntaba su nombre, no
No conocieron los demonios con ciencia porque lo ignorara, sino para que confesa
cierta que Jesús fuera el Hijo de Dios, sino ran su multitud, y fuera más creíble que
que lo conjeturaban por indicios. Dice san tantos demonios habían estado en dos hom
Agustín: “Este clamar de los demonios: bres; confesada la peste, brillaría más la vir
“¿Qué hay común a ti y a nosotros?” hay tud del que curaba. “Tengo el nombre de
que creer que lo dijeron más por sospecha Legión porque somos muchos” (Mc 5,9).
que por conocerlo: “Pues si lo hubieran co Legión se llama al grupo de soldados arma
nocido, nunca hubieran crucificado al Señor dos formado por 6.666170; se dice Legión de
de la gloria” (1 Co 2,8). demonios, porque luchan contra nosotros,
A estos dos endemoniados que adoran y y, si no pueden dañar a los hombres en per
confiesan por temor, se asemejan los que sona, intentan dañarles en sus bienes.
sirven a Dios más por temor de condena “Y le suplicaban que no los mandase
que por amor de justicia; tienen el ojo iz fuera de aquella región” (Mc); o “al abismo”
quierdo vuelto a la gehena o a la comodidad (Lc); es el lugar que se les debe, pero se les
pasajera, más que el derecho al cielo, al bien permite habitar entre los hombres hasta el

170 “La palabra griega es latinismo (legio). La legión romana constaba de 6.000 soldados”. Mc dice “legio”

por muchos: “La piara se lanzó al mar –unos dos mil– y se ahogaron” (Mc 5,13). Pérdida económica; resalta el se
ñorío de Jesús, la fuerza del reino de Dios que irrumpe”. (NT.MI, 194).
408 PRIMERA PARTE

juicio, para que la gloria de los elegidos sea para que aprendan todos que los demonios
más gloriosa venciendo sus tentaciones. “Si- ni contra los cerdos se atreven, ni pueden
no que les concediera entrar en los cer- nada, si Dios no se lo concede o permite.
dos”171; para así de algún modo afligir a los Para la salvación de los hombres, se les
hombres; porque en todo intentan ponerles ofrecía esta ocasión. Para que los de aquella
tristeza y se gozan de su perdición. Mira la región aprendieran el poder de Dios, y vi
debilidad de los demonios, pues no pueden nieran en su conocimiento. Porque, en esta
nada si no se les permite; si no podían dañar ocasión, “los porquerizos huyeron y, al lle
a los cerdos, si no se les permitía, mucho gar a la ciudad, y a los campos, contaron to
menos a los hombres hechos a imagen de do lo de los endemoniados”. Esto fue para
Dios; por tanto hay que temer solo a Dios, mostrar la dignidad del hombre: cuánto
y despreciarlos a ellos. También se ve su vi- más digno es el hombre que las bestias; por
leza, quieren entrar en los cerdos. la salud de dos hombres permitió Dios que
perecieran dos mil cerdos; gran ofensa co
3. Les concede entrar en los cerdos mete, pues, el que no teme matar o mutilar
“Se lo concedió”; se ve en el efecto que a un hombre.
siguió; porque invadieron a una piara de Para afrenta de los demonios; porque el
cerdos que pastaba cerca, unos 2.000, y se cerdo es un animal impuro. Eligieron en
sumergieron en el lago de Genesaret o Ti trar en los cerdos, porque pensaban que es
beríades; así los endemoniados quedaron to se les permitiría, como más oportuno; de
curados y libres. El Señor se lo permitió no los cerdos por la suciedad; de las serpientes
porque le persuadieran, ni para cumplir su por la astucia. Por eso dice san Remigio:
mala voluntad, sino por muchas causas úti “No pidieron ser enviados a los hombres,
tierra
les. Porque
habíanquizá
merecido
los hombres
el daño de aquella porque veían la presencia humana del que
por sus ofen los atormentaba con su poder. Tampoco pi
sas. Para que, por el suceso y por la pérdida dieron ser enviados a las ovejas, que como
grande, vieran los hombres qué crueles son animales limpios eran ofrecidos en el tem
los demonios y qué daño hacen a los que se plo. Pidieron que los enviara a los cerdos,
les someten; y afligirían más a los hombres, porque el ningún animal es más sucio, y los
que odian más, si Dios les dejara. demonios buscan la suciedad”.
Dice el Crisóstomo: “Y se lo permitió, También por un misterio, porque los
queriendo mostrar a todos la furia que tie- cerdos no tienen la cara hacia el cielo sino
nen contra los hombres; y que querrían in- hacia la tierra, y les gusta revolverse en el
fligir a los hombres cosas mucho peores, si lodo; así son figura de los que no tienen an
pudieran y no se lo impidiera el poder divi- te los ojos a Dios, sino que se manchan en
no. Porque la piedad del Señor no soporta- los vicios; se entregan al poder de los demo
ba hacer esta demostración en los hombres, nios y se sumergen al fin con ellos en el in
les permitió entrar en los cerdos, para que fierno; andan ahora sofocados en las aguas y
en ellos se viera su poder y el furor de los placeres de este mundo, allí serán sofocados
demonios”. Según el mismo Crisóstomo, en los abismos y pozos del infierno.

171 Mc 5,13: “Según la creencia popular, los demonios necesitaban un lugar para vivir”, no andar vagando
(cf. Mt 12,43). (NT.MI, 194).
47. DOS ENDEMONIADOS POR UNA “LEGIÓN” 409

Dice la glosa: “Si uno no vive al modo el que oye, no sea que consintiendo y dando
derle”.
bre
permitió
ra
que
de mostrar
un
él;
llevan
cerdo,
si
Y ano
sanes
vida
los
que
el
Agustín:
demonios
enemigo
para
de
el cerdos”.
demonio
probarle,
“Por
no
ir tendrá
a cierto
domina
losnocerdos,
para
poder
misterio
enper-
pa-
so-
los oído a estas cosas, sea semejante a ellos. Co
mo sobre la lengua del detractor, así el ene
migo se asienta sobre la del que oye; si no
hubiera quien oyera, no habría detractor.
La glosa sobre: “El viento norte disipa
las lluvias, el rostro airado la lengua mur
Debemos advertir, según san Ambrosio, muradora” (Pr 25,23), dice: “Si oyes con
tigo.
antes,
la clemencia
Teman
cada uno
pues
delesSeñor;
los
paralicenciosos,
sínoelcondena
autorque
deasu
sirven
nadie
cas- rostro alegre al detractor, fomentas su de
tracción; si con rostro triste, aprende a no
decir con gusto lo que sin gusto comenzó a
al vientre,
de
viviendo,
la lujuria
si
quelo
y viven
los
manda
deleites,
impuros
o permite laelsordidez
noensea queSeñor,
aun oír”. Quita, Señor, el oprobio de estos hom
bres pestilentes de la religión de tus siervos.

sean
an sumergidos
dados al poder
con él
delenenemigo;
el infierno.
y luego
Se dice
se- 5. El endemoniado y la “legión”
En sentido espiritual, o místico, por el
que los demonios más nobles detestan los
endemoniado se significa al enemigo, que
delitos viles; ¿cuánto más debe detestarlos el
habita en monumentos y montes, es decir, en
hombre? Ahí se ve qué detestable es la luju
los hombres sucios y soberbios. Su nombre es
ria, como también la soberbia; no se lee que
“Legión” porque se asocia a muchos para el
el demonio haya entrado en el organismo de
mal; el que Cristo le expulsara significó que
más animal, que el cerdo y la serpiente.
la multitud de demonios será vencida por él.
Dice el Crisóstomo: “Cuando los hom
La legión, echada de los hombres, entra en
bres son como cerdos, fácilmente se les coge
los cerdos, porque los enemigos, expulsados
por sus acciones. Los hombres son como
por la gracia de los que están destinados a la
cerdos, cuando comen por gula con avidez,
vida, dominan a los que viven mal y atien
engordan por lujuria, yacen en el lodo por
den solo a las cosas terrenas; no lo hacen si
pereza, cavan en la tierra por avaricia, echan
Cristo no se lo concede, porque no pueden
espuma por ira”.
ni tentar a los malos, si no se lo permite el
poder divino.
4. Contra los detractores
La Legión lanza la piara de cerdos al
detractores
Los cerdos
y refrendarios,
representanque
también
se alimentan
a los mar, mientras el conjunto de los malvados
es llevado por los demonios a la amargura
los
ellos
fieren
de los
demás;
ylo
deshechos
los
que
los
sumergen
ven
demoniosenyentran
ydeoyen el
otros,asíinfierno.
como
roen Aver
también
cerdos;
la vida re-
de
en infernal. No hay problema en que Mateo
hable de dos endemoniados, mientras Mar
cos y Lucas hablan solo de uno; san Agustín
piensa que uno de ellos era persona más
güénzate,
ble, que turba
miserable,
la paz ydesiembra
este oficio
la discordia,
detesta- ilustre y famosa, o, según el Crisóstomo, de
mayor locura y crueldad, por la que sufría
yteteme
migooficio.
toma
el El
peligro
poder
que ahora
en
delti,alma;
te
cuando
sofoca
porque
teen
lleva
él,
el aene-
des
es- más aquella región; queriendo significar es
to los dos evangelistas pensaron hablar de
pués lo hará en el infierno. Tenga cuidado uno solo, cuya fama de este hecho se había
expandido mucho más.
410 PRIMERA PARTE

6. Cristo se aleja de la región El Señor no quiso llevar consigo al que


había sido curado, enseñando a evitar todo
“Toda la ciudad salió al encuentro de
motivo de jactancia. Para fruto de la predi
Jesús”. Dice san Tito: “La urgencia por el
cación lo envió a los suyos; que, por su me
daño los llevó a Jesús; Dios daña a veces a
dio, se procurara su salvación y el que había
los hombres en las cosas que poseen, y con
sido sanado sirviera de ejemplo a los otros.
cede bienes a sus almas”. Los hombres,
Así que no le rechazó en cuanto a seguirle,
viendo a Jesús y los hechos, conscientes de
sino que le hizo predicador de las maravillas
su fragilidad, débiles y enfermos aún, in
de Dios “y le dijo: Ve a tu casa y a los tuyos,
dignos de su presencia, “le suplicaron que
y cuéntales todo lo que ha hecho el Señor en
se marchara de su territorio” (Mt 8,34),
tu favor, al compadecerse de ti” (Mc 5,19),
porque les dominaba un gran temor y ad
sanando tu alma y tu cuerpo.
miración. Se tenían por indignos de un
“Mira la humildad del Salvador, dice
maestro tan grande y de su trato; como el
san Teófilo; no dijo: Denuncia todo lo que
centurión se tenía por indigno de tal hués
te he hecho; sino: Todo lo que te ha hecho
ped, y como Pedro acordándose de su fragi
el Señor: Tú igual, cuando hagas algún
lidad, dijo: “Señor, aléjate de mí, porque
bien, atribúyelo no a ti, sino a Dios”. Y el
soy un hombre pecador” (Lc 5,8).
Crisóstomo: “Aunque a otros curados les
O quizá estos gerasenos aterrados por
mandó no decirlo a nadie, a éste le manda
sus delitos temían ofender la presencia de
de modo conveniente que lo anuncie, por
Cristo, incurrir en un castigo mayor que el
que toda aquella región seguía como domi
anterior, y tener más daño que la pérdida de
nada por enemigos”.
los cerdos, como Uzá al tocar el arca de
San Agustín dice: “Si el curado desea ya
Dios. “Y subiendo a la barca, hizo la travesía
estar con Cristo, y se le dice: “Ve a tu casa, y
y volvió” (Mt 9,1), para dejar a los débiles,
cuéntales todo lo que te hecho el Señor”, se
pues veía les pesaba su presencia. “Atiende,
entiende aquí que cada uno comprenda que
dice el Crisóstomo, la humildad del Señor,
después del perdón de sus ofensas debe volver
habiéndoles hecho tales beneficios, le despa
a una buena conciencia, como a su casa, y a
chan; no se opone, sino se marcha; se juzga
servir al Evangelio para la salvación de otros,
ron indignos de su doctrina y él los dejó,
para que después pueda descansar con Cristo.
dándoles como maestros a liberados de los
No sea que, queriendo estar pronto con Cris
demonios, y a los pastores de los cerdos.
to, descuide el misterio de la predicación que
se acomoda a la redención fraterna”.
7. De endemoniado a predicador
Y san Gregorio: “Cuando hemos recibi
“Y, mientras subía a la barca, el que ha do, por poco que sea, algo del pensar divino,
bía estado endemoniado le suplicaba que no queremos ya volver a las cosas humanas,
darse con él; pero no le dejó”; por devoción buscando el descanso de la contemplación;
y gratitud, quería seguirle. Jesús no le reci pero el Señor ordenó que la mente sude pri
bió en su escuela, por la posesión sufrida, mero en las obras; después podrá recrearse
para que nadie atribuyera al enemigo lo que en la contemplación”.
hiciera. Por ello la Iglesia no quiere que se “Y”, separado con el cuerpo, pero no
promuevan a oficios eclesiásticos, demonía con el corazón, “marchó y empezó a enseñar
cos y furiosos, tras su curación. en la Decápolis todo lo que había hecho Je
48. CURA AL PARALÍTICO, BAJADO POR EL TECHO 411

sús en su favor; y todos estaban sorprendi anunciar la salvación recibida, y mostrar


dos” (Mc 5,20); de modo que por su medio con obras y de palabra, que ha sido liberado
se edificaban para la fe. “Mira, es un cambio del enemigo, y llamar a otros a recibir la
de la diestra del Altísimo”172 (Sal 77,11), misma salud.
porque de un infiel y endemoniado se con Deseemos, pues, también nosotros, si aún
virtió en predicador fiel y devoto, por obra no hemos sido liberados del enemigo, ser li
del Señor; de verdad fiel, porque se hizo tal berados; y si conocemos haber sido ya libera
para gloria de Dios y utilidad del prójimo. dos, anunciemos a otros la salvación, que nos
Y lo que se dice aquí de uno, se ha de en gozamos haber obtenido, recordando lo que
tender del otro que estaba con él, porque está escrito: “El que oiga, diga: ¡Ven!” (Ap
ambos queriendo seguir a Jesús fueron en 22,17). Pero hay muchos que no siguen este
viados a los suyos y anunciaron las obras de ejemplo; andan muy diligentes en las cosas
Dios, la salvación que les hizo el Señor. Nos del cuerpo y los amigos; pero en lo referente a
amonesta este ejemplo que cada uno debe la salvación no tienen cuidado alguno.

Oración

¡Señor Jesucristo, amador benignísimo de los hombres!


Suplico con lágrimas a tu bondad: ¡líbrame de la sordidez de las ofensas, y de los ata
ques de los demonios! Liberado de ellos, guárdame ileso misericordiosamente hasta el fin.
Que pueda narrar de palabra y mostrar con obras para tu gloria y utilidad de otros qué
grandes cosas has hecho a mi alma liberada por tu gracia,
Que los demás viendo este cambio, obra del Altísimo, se muevan por mi ejemplo y,
apiadándote tú, se conviertan a cosas mejores. Amén.

48. CURA AL PARALÍTICO, BAJADO POR EL TECHO


Mateo 9,1-8; Lucas 5,17-26

1. Cafarnaún, la ciudad del Señor bio, los hombres de este mundo, si tienen
algún poder, siempre quieren usar de él,
Jesús, el Señor, “subiendo a una barca”,
más que con la verdad y justicia. Por eso
para volver de la tierra de los gerasenos a quiso ir en el vehículo de la barca, para en
Galilea, “hizo la travesía”. Según el Crisós señarnos a usar de la barca y de la súplica de
tomo, había pasado en la barca, el que po la conversión en el mar de este mundo, has
día atravesar a pie: pues no siempre quiso ta que lleguemos a la ciudad celeste. Así si
mostrar con milagros su poder, para no da gue: “Y llegó a su ciudad” (Mt 9,1), Cafar
ñar al misterio de la Encarnación. En cam naún, donde solía estar y obrar milagros.

172 La Vulg. El sentido es: “Y digo: “Este es mi pesar / que se ha cambiado la diestra del Altísimo” (BJ,
785); “Y me digo: “Lo que más me apena / es que el Altísimo ha dejado de favorecernos” (BCB, 1101).
412 PRIMERA PARTE

“su Según
ciudad”,
el Crisóstomo,
porque la había
llama
hecho
a Cafarnaún
“suya”, Quedan perdonados tus pecados” (Mt 9,2);
no le dice te perdono, sino quedan perdona
con los milagros, no por nacimiento. Belén, dos, por humildad, insinuando su piedad.
le
vió
que,
de
cuentó
dio a más
Galilea,
bastante,
según
luz;san
para
otra
viviendo,
Cafarnaún.
Agustín,
que
le crió,
layfeNazaret;
con
era
Esta
fuera
como
milagros;
ciudad
más
enlaotra
conoci
capital
lapor-
fre-
vi- Claro que había fe en el paralítico. Porque
aunque la salud corporal o cualquier cosa si
milar se dé a alguien por la fe ajena, la re
dención de los delitos no se da a ningún
adulto sin la fe propia; por eso le llama hijo,
da por la afluencia de gente, y, confirmada porque ya creía. Dice san Jerónimo: “¡Oh
de
se
consolación”;
portraduce
bién,
ofensa;
los
como
milagros,
por
“villa
se dijo
cosas
esode
necesitaba
arriba,
llegara
que
belleza,
pueden
porque
a muchos.
muchos
abundancia
ser
Cafarnaún
ocasión
mila
Tam-y verdadera humildad! ¡A un despreciado y
humilde, deshecho en las articulaciones de
sus miembros, le llama hijo, siendo así que
los sacerdotes no se dignaban tocarle con el
dedo! O, hijo, porque se le perdonan sus
llamamos
gros para
región, porque
nuestra
su conversión.
vivimos
ciudaden
aOlaciudad
porque,
capitalsujeta
decomo
unaa delitos”.
“Pero unos letrados”, peritos en la ley,
“y los fariseos empezaron a pensar”; decirlo
ella, así también Cafarnaún, capital de Na por fuera no se atrevían por el pueblo, pero
zaret de Galilea, situada entre Nazaret y el la palabra interior es el pensar de la mente:
criadoseen
lago, llama
Nazaret.
ciudad del Señor, concebido y “¡Éste blasfema!” (Mt 9,3), usurpando para
sí lo propio de Dios. Blasfemar es hacer in
juria a Dios; de tres formas: atribuir a Dios
2. Bajan al paralítico y le perdona sus lo que no le conviene; quitar de él lo que le
pecados conviene; o atribuirse el hombre a sí lo que
“Y, mira, unos hombres, llevando en la conviene a Dios. Así blasfemaban; juzgaban
yacija a un paralítico, intentaban meterlo y que era solo hombre, no Dios; y perdonar
ponerlo delante de él, pero, al no dar con la las ofensas conviene a solo Dios.
manera de meterlo, a causa del gentío, su Cristo les responde mostrando que es
bidos a la azotea lo descolgaron en la yacija Dios, de dos modos. Primero, porque res
por
Señor
vina
te deelsobre
señal Jesús”
de
mostró
techo,
su el
fe.
(Lc
hasta
la
alma
Por
5,18-19);
actuación
ponerlo
eso
y elsegún
mismo
de
esto
enlamedio,
lafue
potestad
fe
cuerpo
una
dellos
delan-
gran
del
di-
el ponde a sus pensamientos, y conocer con
certeza los pensamientos es propio de solo
Dios, por eso les dijo: “¿Por qué pensáis
mal en vuestro corazón” y me atribuís en
falso la blasfemia de no poder perdonar y
pecado,
que pertenecen
paralítico. al alma),
De tres
conociendo sus pensamientos
modos:y con la curación
perdonando(cosas
su usurpar lo que es de Dios? Con el poder con
que veo vuestros pensamientos, también
puedo perdonar ofensas, pues los pensa
repentina de su enfermedad corporal. mientos son fuente y origen del bien y del
tadores
Jesús,
y del
“al ver
paralítico
la fe deofrecido
ellos”, deasílos(no
por-
se mal. Por eso nuestro Salvador, viendo los
malos pensamientos de los letrados, para
hubiera
cho, si no
nándole dejado
los
tuviera
pecados,
llevar
fe deydijo:
su
descolgar
curación),
“¡Ánimo,
porperdo-
elhijo!
te- que no pasaran a peor, les arguye: “¿Por qué
pensáis mal en vuestro corazón?” nos ense
ña que en cuanto sintamos que nos pulsa un
48. CURA AL PARALÍTICO, BAJADO POR EL TECHO 413

mal mal
con
sáis las en vuestros
pensamiento,
palabras denos
Cristo:
corazones?”.
reprendamos
“¿Por quéluego
pen- 59,8), perdonar los delitos y curar solo con
la palabra; o según la glosa, un hombre
obrando con tal poder entre los hombres.
cosa
con Lo
una
propia
muestra
orden
de como
él,
luego
como
por
curando
perdonar
propio
al paralítico
poder;
ofensas.
es El Padre dio este poder a Cristo como
causa, a los hombres como receptores. Cris
to hacía milagros por tres motivos: para
Porqueporaunque la parálisis se pueda a veces utilidad de aquellos sobre los que se los ha
curar virtud de la naturaleza, pero no de cía, pues los curaba en el cuerpo o en el al
golpe,
yacía,
to el hombre
como
ni delsucedió.
todo,
puedadellevar
Por
formaeso
laque al momen-
camilla
añade: en
“Pues,
que ma; para la conversión de otros, pues mu
chos viendo los milagros se convertían; para
gloria y honor de Dios. Esta triple causa se
mina”,
nen
levante
pos
¿qué
dos
más
también
del mismo
que
tus
las
clara
es de
ofensas,
pecados”,
sano
más
lalo
lasola
de
poder
otro;
curación
fácil:
ylas
palabra
ande?
o almas
hacer
infinito.
las
odecir:
decir:
dos
repentina
Sihacer
que
yos
“quedan
puedo
cosas se
“Levántate
parece
unque
paralítico
son
de
esto,
perdona-
los
mayor
propias
perdo-
luego
cuer-
sey toca aquí. Cuando dice “al verlo las turbas,
yca temieron”, parece que no tenían conoci
miento pleno sobre Cristo, sino que era so
lo hombre y podía como tal; este poder
nuevo lo creían de Dios. Dice la glosa. “Mi
ran incrédulos al que se levanta, imitan al
que se marcha; quieren más temer que creer
los milagros; si creyeran, no temerían, sino
que amarían”: “El amor perfecto echa fuera
su divinidad,
De aquí concluye
diciendo:
la fuerza,
“Puesdebien,
hecho,
para
de el temor” (1 Jn 4,18).

que
podersepáis
en laque el Hijo
tierra para del
perdonar
Hombrepecados
tiene 4. Perdona al paralítico antes de sanarlo
Considera aquí que el Señor al curar al
–dice entonces al paralítico– ¡Levántate, co
paralítico, comienza por la enfermedad es
ge a cuestas tu camilla y vete a tu casa!”
piritual, que era causa y raíz de la corporal;
(Mt 9,6). La camilla en que has estado en
primero le perdona las ofensas que fueron
fermo tanto tiempo, tómala sano, y que lo
causa de la enfermedad; como buen médico,
que fue testigo de tu enfermedad, sea prue
primero quita la causa del mal, y luego in
ba de tu salud. Y así, “el paralítico se levan
tenta la curación. Esta enfermedad le vino
tó y marchó a su casa, glorificando a Dios”
al paralítico por sus delitos, para purificarse
(Lc 5,25), que lo sanó. Gran poder, la salud
de ellos; por eso el Señor primero quitó la
sigue sin demora al mandato, para que na
causa; cesando la causa, cesa el efecto indu
die dudara de que había perdonado sus
cido por ella. No dañará ninguna adversi
ofensas al paralítico, el mismo que, sin la
dad, si no domina ninguna iniquidad.
camilla, le mandó andar.
Las enfermedades, según la glosa, vie
nen por cinco fines: para que los justos, por
5. Tres causas
al “Por de los milagros en Cristo
de
tad.las
pantada
habíaLos
Sigue:
blasfemias
dado
presentes,
verlo,
tal poder
suayllenos
parte,
la
glorificaron
alabanza
a los
la
degente
hombres”
estupor,
dea quedó
Dios
la majes-
pasan
(Mt
que
es- la paciencia, aumenten en méritos, como
pasó en Job; para guardar las virtudes, sin
que tiente la soberbia, como en san Pablo;
para corregir las ofensas, como la lepra de
María y en este paralítico; para gloria de
Dios, como en el nacido ciego y en Lázaro;
414 PRIMERA PARTE

para comienzo del castigo, como en Hero figura previa del pueblo de los gentiles, cu
des, que se vea aquí lo que va a seguir en el yo ánimo descompuesto por graves ofensas,
infierno. como llagado por enfermedad incurable,
Según san Jerónimo, se nos indica que yacía en los cuatro ángulos de este mundo,
la mayor parte de las debilidades del cuer como en un lecho. El paralítico del Evange
po vienen por los pecados. Por eso se per lio, cuando le perdonaron las ofensas, reci
donan primero los delitos, para que quita bió la medicina celeste íntegra, la perfecta
das las causas de la debilidad, se restituya salud de la salvación eterna según el cuerpo
la salud, y sea signo visible, para probar lo y el alma. No sin razón, tras el perdón de
invisible. Dice san Beda: “El Señor, al ir a los delitos, devuelta la salud, se le dice:
curar a un hombre de parálisis, primero “Anda”, vuelve a tu casa, a la casa de Paraí
desató las ataduras de los delitos, mostran so, de la que hace tiempo fue expulsado
do que los lazos de las ofensas habían cau Adán, el autor de esta enfermedad. Y sigue:
sado el desajuste de las articulaciones; solo “Viendo las turbas”, glorificaron “a Dios
si se le perdonaban, podría sanar recupe que dio tal poder a los hombres”. Glorifican
rando sus miembros. A nosotros, en cam a Dios, porque dio a sus apóstoles el poder
bio, ay, nos preocupa más la curación del de perdonar los pecados; y dio a los hom
cuerpo que la del alma; por eso muchas ve bres una gracia tan grande que, por el méri
ces nos faltan las dos. to de la fe y la justicia, reciben poder volver
Dice el Crisóstomo: “Nosotros, si pade al Paraíso.
cemos corporalmente, tratamos de expulsar Dice san Hilario: “Viendo las turbas, te
lo nocivo; pero cuando es un mal del alma, mieron”; es muy de temer acabar en la
lo diferimos, y por eso no nos curamos ni de muerte, sin que hayan sido perdonados por
los males del cuerpo. Arranquemos la fuen Cristo los pecados. Porque no hay vuelta a la
te de los males, y cesará el flujo de las enfer casa eterna, si no hay perdón de los pecados.
medades”. Pero, cesando el temor, se da honor a Dios,
Por tanto, pues consta que a veces el porque el poder dado a los hombres en esta
hombre enferma por los delitos cometidos, vida, se hace por su palabra, por la palabra
el médico que visita a un enfermo, primero del perdón de los delitos, de la resurrección
le debe amonestar a la conversión y confe de los cuerpos, del regreso al cielo”.
sión; no sea que, quedando el delito, como
hierro en la herida, ponga un emplasto en 6. Moralmente, figura al pecador
vano. Se equivocan pues los médicos que
Moralmente, por el paralítico, privado
aplican una cura material al cuerpo, sin
del uso de los miembros corporales, se sig
aplicar cura espiritual al alma, ignorando la
nifica al pecador, privado de las obras meri
causa de la enfermedad, pues por ofensa del
torias, marchitándose en ocio torpe. Está
alma vino al cuerpo.
privado del avance del afecto, del tacto de la
buena acción, del gusto de la suavidad ce
5. Figura del pueblo de los gentiles
leste, de la visión de la divina contempla
Debemos advertir, como dice el Crisós ción. Yace en el lecho, cuando le sobreviene
tomo, que estas obras del Señor contienen y le domina una mala costumbre; ésta se
en sí la razón de cosas del espíritu, cuyo puede llamar su lecho aquí. El delito, a mo
prototipo es el paralítico. Vemos en él una do de parálisis, hace temblar, por el amor
48. CURA AL PARALÍTICO, BAJADO POR EL TECHO 415

del mal; hace insensible, por la obstinación; hayamos ofendido en muchas cosas, sin em
impide el habla, por la desesperación. bargo esperemos el perdón. El que tenga es
probático,
lítico
más:
muertos,
queComo
curó
uno en
es figura
aunque
ase
otro,
tres
lee
casa,
del
éste,
que
paralíticos,
hayan
pecador,
otro
el
enSeñor
su
sido
junto al estanque
camilla.
así
aunque
más,
resucitó
hayasí se
Elfueran
tres
apara-
cla-
tres
lee tas cuatro cosas, será llevado ante Dios, y
conseguirá misericordia.
Portadores suyos, para que Cristo le sa
ne, son cuatro que procuran su salvación: el
que le avisa en secreto, el que le predica en
público, orando por él, el que le invita con
oculto;
ses elde
habitual.
lecho, El
de costumbre
de el
pecadores:
delcostumbre.
paralítico
estanque,
se rechaza elcon
el oculto,
en Este
casa
manifiesto;
más
el
último
espúblico,
dificultad,
el pecador
delito
el del
el el ejemplo; estos le presentan a Cristo y pi
den por él; él mismo es ofrecido, cuando
consiente, y se conforma con ellos, sin po
ner estorbo a sus méritos.
Cristo ve la fe de ellos, y escucha sus sú
por esoelse
tinúa dice que yace en su camilla, con-
pecado. plicas; cura al paralítico, cuando se perdona
la ofensa y le devuelve la gracia, que le res
tituye a actos meritorios. Levanta la camilla
7. Los que le traen y le llevan de su mala costumbre, cuando se aparta de
ella, haciendo buenas obras. Así, avanzando
A estos pecadores, hay cuatro que los
de virtud en virtud, va a su casa, cuando se
llevan fuera de la casa de la propia concien
apresura con buenas acciones a la patria del
cia, y también fuera de la Iglesia, militante
cielo. El pueblo da gloria por tal cambio,
y triunfante. El primero, la tibieza en el
porque “este cambio es de la diestra del Al
bien, cuando empieza el hombre por desidia
tísimo”. Los que murmuran son señal de los
a entorpecer en el bien empezado, deja a
demonios que se duelen de ello.
Dios y en consecuencia es dejado por Dios.
El segundo, la delectación del mal, que se le
mal;
Dios,estos
al momento
dos socioselvan
alma
delante.
se deleita
El tercero
en el 8. Cuatro mandatos de Cristo
une como compañero; cuando se deja a
Cristo, al curar, manda al que se con
vierte que confíe y espere la redención, pues
lleva
llevan
Iglesia,
es ladeestos
bre
mal; acción
a al
ladepecador,
operación.
mala
las
dos
del
que
siguen
obra,
mal,
se
fuera
El
priva.
cuando
cuando
como
cuarto
de las
portadores
se
laes
ayudas
frecuenta
delectación
la costum-
deque
la
el ya le llama hijo por la adopción; le ordena
que se levante, pues quiere sanarle; que to
me luego su camilla y marche a su casa.
Levántate del delito, del decaer de la
mente. El pecador, deleitándose en el deli
dad,
ofensa,
esperanza
diversidad,
suciedad,
al del
considerar
eternidad.
perdón,
maldadelLa
de
hay
hombre
consideración
modo
en losque
qué
delitos.
aunque
grave-
deLa
la to, yace en camilla. Por el delito, la mente
traerHay
y le también
reconcilian.
cuatro
La brevedad
que le devuelven
la vida;a decae tanto que no puede estar alegre, por
que la conciencia turbada teme. Se levanta,
ción,
es
al considerar
la vida
al considerar
presente.
el hombre
el
Elhombre
temor
qué breve
desulaacerbidad,
econdena-
incierta cuando lo deja. Toma la camilla y la lleva,
cuando la maldad, que le era deleite, co
mienza a serle carga y dolor.
Marchar a su casa, es que se dirija al cie
lo con la meditación, o discierna su con
ciencia, casa de su alma, y que si halla algo
impuro, lo expulse por la boca, como por la
416 PRIMERA PARTE

puerta, confesándolo.
multitud de los delitos,
De el cual casa,sepor
la pecador hace
la “Pero no pases de largo, dice san Ansel
mo, la casa donde por las tejas bajan el pa
no
ajeno
se conociera
de modo, aque es como si la perdiera y
sí mismo. ralítico ante sus pies, donde la piedad y el
poder se encontraron. Hijo, dice te quedan
molicie
El hombre
y halagos paralítico,
de la carne,disuelto
o del mundo,
por la perdonados tus pecados. ¡Oh clemencia ad
de
la
ve
miento
deseos
negligencia,
gracia
adopción,
a Dios,
yació,
carnales,
dedeDios.
ytodo
subir
alle
vuelve
placer
manda
elevar
Entonces
cuanto
porde
del
la
su
alzarse
faltó,
verdad
conversión
espíritu,
cuerpo
Dioslede
leal
llama
en
sana
la
yconoci-
domi-
de
cuyos
torpe
hijo
por
los mirable! ¡Misericordia indecible! ¡Recibió
mientos
torpe queyno causas
puededel pormundo
la turbaverdeapensa-
Dios, feliz la redención de los delitos que no pe
día, que no fue precedido por la confesión,
cuando asciende sobre el techo de la carne, no hizo méritos la satisfacción, no lo exigía
de modo que el espíritu domine a la carne, la contrición! Pedía la salud del alma, no la
del cuerpo; recibió la salud del cuerpo y del
alma. En verdad, Señor, la vida está en tu
voluntad; si decretas salvarnos, no hay
quien pueda decir: ¿Por qué lo haces así?
Fariseo, ¿qué murmuras? ¿Acaso tu ojo es
malvado, porque yo soy bueno? Cierto se
compadece del que él quiere; lloremos y pi
nar por la continencia a la carne; ir y tender, damos que quiera. La oración engorde con
porcasa
buena
ra
ción,laa buena acción
conciencia,
del
su casa,
hombre,
al paraíso,
separado
lay morada
la honesta
quedefue
eterna;
loconversa-
laterreno,
prime-
o a la las buenas obras, crezca la devoción, se in
flame el amor; que se eleven puras las ma
nos en la oración, sin que las manche la san
“Espiritualmente, dice san Beda, surgir gre de la sordidez, ni las afee el tacto ilícito,
guardando
na suya, para
suque
conciencia,
no pequeende
custodia
nuevo. inter- ni las exaspere la avaricia; se eleve el cora
zón sin ira ni discrepancia, porque la tran
carnales,
milla
del lecho
es privar
donde
es abstraer
de
yacía
losenferma.
el
placeres
alma deTomar
a esa
los misma
deseos
la ca- quilidad le calmó, la paz le compuso, la pu
reza de conciencia le lavó.
“Nada de esto hizo previamente el pa
ralítico, del que leemos que mereció el per
carne mediante los frenos de la continencia, dón de todos los pecados. Esta es la inefa
levantarla
los
cadapremios
engañador”.
fin
primera
por
río
paraíso;
faltas.
por
de
derecho,
noche
Dejado el cielo.
rápidamente
del
penitencia
aquél
que
porque
lava
recibió
sino
que lecho,
él
David,
no
las
por
esal Este
ircon
debía
manchas
engaño,
la
hombre,es el
la esperanza
castigando
verdadera
a nada
casa,
de
restituida
al
es
perdida
lecho
todas
enemigo
volver
casa,
conque al
de
sus
un
no
al
la ble virtud de la misericordia de aquél, al
que así como es blasfemo negársela, así
también presumir esto para sí mismo es
muy necio. Puede quien quiera, decir efi
cazmente lo que dijo al paralítico: “Te que
dan perdonados tus pecados”; pero al que
sin su trabajo, contrición, confesión, satis
facción y oración, espere que se le debe de
cir esto, nunca se le perdonarán los peca
dos”. Esto dice san Anselmo.
49. CRISTO SANA A UNA MUJER Y RESUCITA A UNA NIÑA 417

Oración

Señor Jesucristo, que en tu Pasión subiste a la barca de la cruz, que pasaste el mar en la
Resurrección, y en la Ascensión llegaste a tu patria.
Mira, el temor por las ofensas, por la ira de Dios, por el peligro de que sobrevenga una
enfermedad, y por la incertidumbre de la muerte, te presenta un alma descompuesta por el
mal de sus ofensas.
Di al que calla en los pecados, que confíe en la gracia del perdón, que se levante por la
contrición y confesión, que tome su camilla por la satisfacción, que eche a andar por el pro
greso de las virtudes hacia su casa, la felicidad eterna, de modo que los fieles en masa lo
vean, que teman y glorifiquen a Dios, que dio tal poder, para el bien de los hombres. Amén.

49. CRISTO SANA A UNA MUJER Y RESUCITA A UNA NIÑA


Mateo 9,18-26; Marcos 5,21-43; Lucas 8,40-56

1. Cristo,
Después,rogado
“uno de
porlosJairo
jefesle
desigue
la sinago- el alma por la gracia cooperante. “Jesús, le
vantándose, le siguió, y también los discí
pulos” (Mt 9,19); y según Marcos gran tur
ga, por nombre Jairo, se acerca” a Jesús, con
ba: “Y lo seguía mucha gente, de modo que
pasos del cuerpo y de fe; y “al verlo, cae a
lo estrujaban” (Mc 5,24). Aquí se da a los
sus pies”, que llevaron a tantos la salud, ro
súbditos la manera de obedecer, de ser ama
gándole por su hija única, de doce años,
bles con los iguales; a los superiores, de le
“diciendo: Mi hija acaba de morir; pero ven
vantar las almas muertas.
a poner tu mano sobre ella y vivirá” (Mt
Dice san Remigio: “¡Qué admirable, y a
9,18). Dijo esto según lo que pensaba; por
la vez imitable humildad y mansedumbre
que desesperaba ya de poder hallarla con vi
la del Señor! Apenas se lo ha pedido, sigue
da, por eso hablaba de ella como muerta, al que le ruega. Instruye aquí a súbitos y
deseando que el Señor la levantara aun
superiores: da ejemplo de obediencia a
muerta. Pero Marcos dice que estaba “en las
unos; indica a los otros la solicitud pronta
últimas” (Mc 5,23); tan próxima a la muer
de enseñar: que si oyen que uno ha muerto
te que la daba por muerta, según el modo en el alma, traten pronto de estar al lado”.
común de hablar, porque lo que parece dis
El Crisóstomo dice: “El Señor, rogado por
tar muy poco se toma por nada. “Pero ven a
Jairo que venga a despertar a su hija, no se
poner tu mano sobre ella y vivirá”; tu pie
detiene; al momento le siguió. Nos enseñó
dad la ayudará y recobrará la salud. Pide
que debemos ser diligentes en cualquier
dos cosas, por la tercera: que venga, que le
obra de Dios”.
imponga la mano, y entonces vivirá; sin sa
ber que aun ausente puede librarla.
que
la gracia
previene
que alealguien;
acompaña;
pone
y entonces
su mano,vive
por 2. Una mujer toca su manto y sana
Dios viene espiritualmente por la gracia
Mientras Jesús marchaba allá, “oye, una
mujer que sufría de hemorragias hacía doce
418 PRIMERA PARTE

años” (Mt 9,20), “y había sufrido mucho confiese, y por la confesión aparezca su fe,
con
ido
nía, amuchos
sin
peor”
aprovecharle
(Mc
médicos
5,25),nada,
y“se
gastado
lemás
acercó
bien
cuanto
había
te- para mérito de la mujer, para edificación de
los presentes, para gloria y alabanza de
dad,
trás”
turba
por
manto”,
rable
tocar
llevaba
Señorcierta
por
porque
humildad,
sus
que
noorlas,
con elsegún
creerse
tenía
pies
no
confusión.
ledejaba
odaba
tacto
porteros,
pues
el
impura
amplio
vergüenza
la
yacercarse
se“Le
con
ley.
juzgaba
guardia
portocó
laFíjate,
vestido.
fe,
lade
sula
indigna
ley,
con
personal,
enferme-
frente,
como
orla
por
por
Cristo
admi-
de-
del
de
la
elo Dios; para aumentar también la esperanza
del jefe de la sinagoga sobre la curación de
su hija.
Y diciendo los discípulos que las turbas
le estrujaban, dijo: “Alguien me ha tocado,
pues yo sé que una fuerza ha salido de mí”
(Lc 8,46); el efecto de la fuerza curando la
enfermedad. Aunque el gentío que se echa
ba sobre él deseando oírle, le oprimiera, y
corporalmente le tocara, pero no le tocaban
acompañantes,
le
mujer,
apretaban;
y las turbas
por
nadie
esolelibremente
que
oprimían.
golpeara
se aacercó
los que
la con la fe y devoción con que le había tocado
la mujer; por ese tacto preguntaba el Señor.
“Cuando la mujer vio que no había pasado
“Hay que admirar la fe de esta mujer, inadvertida, llegó temblando y, postrándo
dice
saludsan
de Remigio,
los médicos, en losdesesperando
porque que la se ante él, lo contó ante todo el pueblo” (Lc
tado
po
en
enseña,
Jesús,
detodo
Cristo,
dice
y lo
mereció
Rábano,
suyo,
ya queser
puso
mostró
qué
sanada”.
toda
grande
su
“Esta
había
es
intención
elmujer
cuer-
gas- 8,47).
Ella cuenta la verdad de su larga enfer
medad y su percepción de la entera salud
recibida; es lo quería saber el Señor para
que había tan gloria de Dios y bien de los demás. Pero
ta virtud en la
esperaremos
po del Señor,
nosotros,
lo
orlaconsagramos
del que
manto.
tocamos
Pues
y tomamos?
el
¿qué
Cuer-
no pregunta el Crisóstomo: ¿por qué Dios la
pone en evidencia, cuando se acercó en se
creto? Responde con estas razones: para que
Ella
aquellos
convierte
cía: sirecibió
logro
para
entocar
lallaga!”Así
medicina
quienes
aunquela
sigue:
de
solo
medicina
susea
“Pues
llaga;
su manto,
¡ay
se de-
les
de la mujer, que tenga flujos así, no tenga in
quietud de conciencia; para ilustrar a la
mujer, que pensaría que esto se le ocultaba
a Cristo; para mostrar a los demás su fe,
me
dose
poder
eran
sanó
curaré”;
los
dijo,
dedesu
vestidos.
sanar;
diciendo
llaga”.
no porque
se Tocó,
declara
Mira:
tocó,
los
pues,
se “y alrecibió
tocando
el
vestidos
acercó,
poder de
tuvieran
acercán-
instante
quien
la ejemplo de creer enseguida; para mostrar
que él lo conocía todo; que como Dios de
tiene el flujo de sangre; y para dirigir hacia
la fe al jefe de la sinagoga.

salud; con estas tres cosas, la palabra, la fe, 4. El Señor alaba la fe de la mujer
y la acción, se adquiere toda salud.
“Pero él se volvió, y al verla”, aproban
do su fe, “dijo: Ánimo, hija, tu fe te ha sal
3. Jesús pregunta quién le ha tocado
vado” (Mt 9,22); te ha merecido la salud. La
fuerza
“Pero Jesús, en seguida, al conocer la acción milagrosa está sobre la naturaleza,
que había salido de él, dijo: ¿Quién por eso la atribuyó a la fe, pues la fe es acer
mepara
re ha tocado?”
saberlo; para
(Mc que
5,30).
la mujer
No quecurada,
lo igno
lo ca de cosas sobre la naturaleza. “Y no dijo,
dice san Jerónimo, tu fe te va a salvar, sino
49. CRISTO SANA A UNA MUJER Y RESUCITA A UNA NIÑA 419

tu fe te ha salvado; esto es: al haber creído, No era Marta; es claro por Eusebio, que
ya te has salvado”. El Crisóstomo dice: “Es dice que esta mujer fue una ciudadana de
ta mujer era temerosa, por eso dice: confía, Cesarea de Filipo. Según él, la del flujo de
y la llama hija. Llama hija a la que ha sido sangre, después de recobrar la salud, mandó
curada, por razón de la fe; la fe de Cristo da hacer en Cesarea de Filipo, de donde era,
la filiación de Dios”. una estatua de bronce con la imagen de
El Señor tampoco dijo: yo te he sanado; Cristo, y la orla del vestido; a la que tenía
sino tu fe, para evitar ostentación y exaltar gran devoción. Hizo también la imagen su
el mérito de la fe. Por eso, según el mismo ya, dobladas las rodillas, las manos juntas,
Crisóstomo, el Señor dice que su fe la había como si suplicara; hacia ella tendía Cristo
sanado, no queriendo atribuir a su poder el su mano.
beneficio de la salud sino a la fe, enseñando Sucedió que bajo la imagen de Cristo
que en nuestras buenas acciones debemos creció una cierta hierba sin eficacia ni vir
buscar y anunciar la alabanza no nuestra, si tud, que cuando tocaba la orla del manto,
no de Dios. Y el Señor añadió: “Vete en era de tanta fuerza que sanaba todas las en
paz” (Mc 5,34), sin turbación ninguna por fermedades. Y san Jerónimo dice que Julia
tu enfermedad. Dice el Crisóstomo: “Le di no el Apóstata, cuando conoció que en Ce
ce: vete en paz, remitiéndola al final de los sarea de Filipo había una estatua, que había
bienes, pues Dios habita en la paz, para que una mujer librada del flujo de sangre; qui
conozca que no solo ha sido curada en el tándola, colocó allí la suya que por el golpe
cuerpo, sino también de la causa del sufri de un rayo se rompió.
miento corporal”. “Y la mujer quedó sana
desde aquel momento” (Mt 9,22). 6. Se recomienda la humildad
La glosa dice ahí: “Hay que entender
desde aquella hora, la hora en que tocó la Tienes aquí algo notable para guardar la
orla del manto; no aquella en que Jesús se humildad; lo introduce san Bernardo así:
volvió a ella; pues ya había sido sanada, co “Cualquiera que sirve del todo al Señor pue
mo se puede ver en las palabras del Señor”. de llamarse orla, la última parte del manto
del Señor, por la humilde opinión de sí. Por
5. ¿Quién fue esta mujer? tanto, quien llegare a tal estado que sepa que
el Señor le escucha para sanar enfermos, o pa
Por unas palabras de san Ambrosio, pa ra otros milagros, no se exalte; porque no lo
rece que esta mujer fue Marta, pues en uno hace él, sino el Señor. Aunque esta mujer to
de sus sermones, entre los beneficios que cara la orla, a cuyo tacto confesaba ser libera
enumera de Cristo, dice: “Cuando secó el da, y así sucedió, la fuerza de la liberación no
largo flujo de sangre de Marta, cuando ex salió de la orla, sino del Señor. Por eso dijo:
pulsó demonios de María, cuando trabó el
“He sentido que una fuerza ha salido de mí”
cuerpo con el calor del espíritu revivido en
(Lc 8,46). Nótalo bien; no te atribuyas nun
Lázaro”. Por estas palabras de san Ambro
ca nada bueno a ti; todo es del Señor”.
sio, Marta fue curada de flujo de sangre;
que Marta fuera la mujer citada aquí no
7. Alegoría de esta mujer y el suceso
consta por ellas; parece que no fue Marta,
porque se dice que había gastado su fortuna En alegoría, la mujer con flujo de san
con médicos; y Marta era rica. gre, pero curada por el Señor, es la Iglesia
420 PRIMERA PARTE

la sangredederramada
reunida los gentiles,
deque
los semártires,
manchó con raza de los judíos creyó; comparando los de
mancha de la idolatría, y de cuanto se hace
y la litos, se muestra el vicio”.
En sentido moral también se puede en
por
también
do creyó
el placer
la
la orla
fedededel
lalacarne
manto
Encarnación
y sangre.
de Cristo,
de
Ella
Cristo;
cuan-
tocó tender por la mujer que padecía el flujo de
sangre una persona pecadora por largo
tiempo, que cae de ofensa en ofensa; la cual,
porque
vinidadlapara
humanidad
Cristo. De él vestido
es un se dice de
que
la di- con todo, pide remedio al Señor, diciéndole:
hizo semejante a los hombres y presentán “se “Líbrame de la sangre, Dios, Dios de mi
salvación” (Sal 51,16). El Señor, por tanto,
dose en lo exterior como hombre” (Flp 2,7). sana cada día a la mujer con flujo de sangre,
Fue sanada del flujo de la sangre, porque cuando cura por la gracia a un alma disuel
dejóidolatría,
de de derramar
de deleites
sangre católica;
carnales,fue
y cesó
sanada
su ta por vicios diversos.

mancha. 8. Entra en casa de Jairo


La mujer enferma fue sanada, cuando el Luego, cuando los mensajeros vinieron
Señor iba a la hija del jefe de la sinagoga; al jefe de la sinagoga diciendo que su hija
porque así se dispuso la salvación de la hu había muerto, Jesús le dijo, para confortar
manidad: que entraran primero algunos de le en la fe: “No temas, haz solamente un ac
Israel, después la plenitud de las gentes, y to de fe, y se salvará. Cuando llegó a la casa”
así todo Israel se salvara. Curada esta mujer, (Lc 50-51), halló a la hija ya difunta, a los
se anuncia la muerte de la hija del de la si flautistas alquilados cantando un canto fú
nagoga, porque mientras la gentilidad se nebre. Melodías diversas excitan distintas
convierte a Dios, se anuncia que la sinagoga pasiones en el ser humano: unas, la audacia,
de la envidia y mala voluntad, ha muerto. como en las trompas bélicas; otras de devo
Esto fue significado también en la parábola ción, como cantos de la Iglesia; otras de ale
de
la conversión
los dos hijos,
delelmás
mayor
joven.
se entristecía por gría, diversos instrumentos músicos; algu
nas mueven al duelo y lamentación; las
queDice
es elsan
jefeAmbrosio:
de la sinagoga,
“¿Quiénsino
pensamos
la ley, usaban en la antigüedad en las exequias de
los grandes, para provocar a la multitud al
contemplando la cual el Señor no abandonó llanto; no deben tenerlas los cristianos, por
del
ca
gregada
caída
salud
cir ael
todo
esta
que
de de
preparada
alos
hija
lalalos
hija
inferiores,
sinagoga?
del
gentiles,
para
de
jefe,
este
otros.
laarrebató
Mientras
jefe
santa
que
¿Qué
de él
perecía
Iglesia,
lapor
quiere
sinagoga,
selapor
acer-
con-
fede-
la que no deben llorar de modo inconsolable.
“Y vio a los flautistas y la gente alboro
tada”, con llanto y griterío, un tumulto, for
mando un sonido confuso, en la preparación
de los funerales. “Y decía: Retiraos, que la
pequeña no murió, sino que está dormida”
ce
no
goga,
se
Ambrosio.
moría
años
se entiende
trabajó
que
de “Advierte,
doce
sufría
la
que,
años, el
Iglesia?”
por
mientras
ydice
la
flujo
Palabras
mujer
san
creció
de Jerónimo,
sangre,
hacía si
ladesina-
do-
san (Mt 9,23); no está muerta para quedar en la
muerte; duerme para mí, que puedo desper
tarla como del sueño. Dice san Beda: “Para
los hombres estaba muerta, pues no podían
devolverle la vida; para Dios dormía, en cu
que esta mujer, el pueblo de los gentiles, ya disposición el alma recibida vivía, y la
empieza a enfermar en el tiempo en que la carne, que iba a ser resucitada, descansaba.
49. CRISTO SANA A UNA MUJER Y RESUCITA A UNA NIÑA 421

De
de
creen
llamar
ahíque
vino
han
durmientes
la costumbre
de resucitar”.
a entre
los muertos,
los cristianos
pues esta resurrección; por su dignidad, para se
ñalar la fe de la Trinidad, por el número su
ficiente de testigos; también para recomen
que“Y se reían de él” (Mt; Mc, Lc), pensando dar todos los estados de la Iglesia: por
tabahablaba
muerta.del Mira,
sueño
se yríen
quede
noCristo
sabía que
en los
es- Pedro que tuvo mujer, el estado conyugal;
palacios
to mayordesealoslagrandes,
irrisión, ymayor
no responde;
se verá su
cuan-
po- por Juan, célibe, el de castidad perfecta; por
Santiago de quien no se sabe si fue célibe o
casado, la viudez. Al padre y a la madre de
reían
ver
der.elDice
con
misterio
injurias
san Jerónimo:
de indignas
la resurrección,
“No
deleran
quelos
dignos
que de
se la niña los permitió entrar, para su testifica
ción. “Y, cogiendo la mano de la niña, le di
lizarla”.
menzado.
ríen de ellos,
Aunque
Aprendan
no deben
se reían
los
desistir
de
buenos:
él, no
deldejó
cuando
bien.
iba lo
a rea
co-
se ce: Talita cumi, que significa: Pequeña, te
lo mando: ¡despierta!” (Mc 5,41).
La curaba por el tacto y la voz, para
mostrar que la humanidad era instrumento
9. Ante tres discípulos resucita a la niña de la divinidad al hacer los milagros. Así,
según el Crisóstomo, la mano de Jesús, vi
vificadora, vivifica el cuerpo muerto; la voz
“En cuanto la gente fue desalojada”,
despertó a la que estaba tendida. “La peque
cuantos se lamentaban, alborotaban, se reían
ña se levantó enseguida y andaba de uno a
de él, los que por la falta de fe y su irrisión
otro”; no hubo demora alguna entre la pala
no eran dignos de ver el milagro, “tomó
bra y el hecho. Dice el Crisóstomo: “En su
consigo al padre y a la madre de la niña”
andar se muestra no solo resucitada, sino en
(Mc 6,40), a los cuales se disponía a confor
perfecta salud”. “Y mandó que dieran de
tarlos en la fe para tan gran milagro; “y no
comer a la niña” (Mc 5,43), para mostrar
dejó que lo acompañase nadie, sino Pedro,
que la había resucitado de verdad, que no
Santiago y Juan” (Mc 5,37), a quienes que
pareciera fantasma lo que fue un hecho.
ría instruir de modo especial. A estos cinco
quiso tenerlos como testigos del milagro,
Mostró que no se deben revelar los miste- 10. Niña, flautistas, tumulto, testigos
para que en boca de los dos padres, o los
tres apóstoles, estuviera toda la palabra. En el sentido espiritual, la niña muerta
en casa es el alma muerta por ofensa de pen
rios a blasfemos y mofadores, sino a los fie samiento. El Señor dice que la niña duerme,
les que los honran. Al expulsar a la turba, porque los que pecan, aún pueden ser desper
según el Crisóstomo, y dejar entrar solo a tados por la conversión. Los flautistas son los
los
quediscípulos nos enseña a evitar la gloria demonios sugiriendo, o los hombres adulan
“Al
viene
despertar
de muchos.
a la muerta, dice san Teó- do, que favorecen a la muerta, que retienen
aquí el cuerpo en la impureza y deleites de la
Jesús
hacía
filo, estaba
que echó
no
nadaquería
fuera
para
lejos realizar
demostración:
adetodos,
la gloria
nada
como elenseñando
vana, humilde
que no carne, que se terminan fácilmente en el luto
del infierno y la desolación. Pero nosotros que
vamos hacia la patria, pasemos de largo, con
ción”. Solo
permitió
figuración,
el Señor
a su
los oración
tres
estardiscípulos
presentes
de agonía,
poradichos
su
ostenta
ytrans-
asílesa oídos sordos, los cantos mortíferos de las sire
nas. Ulises se hizo atar al mástil de la nave y
se tapó los oídos para evitar que, engañado
por los cantos de las sirenas, saltara al mar.
422 PRIMERA PARTE

Las turbas que arman tumulto son las el beneficio, cuando Cristo oyendo las súpli
aficiones, o los malos amigos; los que se ríen cas se alza, expulsa a la turba, a las ofensas,
son los amigos de este mundo, o los detrac- removiendo los impedimentos, y entra en la
tores. A la turba se la echa afuera, cuando la casa infundiendo la gracia. Primero se ex
niña resucita; porque el alma que yace den- pulsa la ofensa, y así entra la gracia.
tro muerta no resurge, si no se echan fuera
antes las aficiones carnales y los cuidados del 11. Jesús prohibe publicar los milagros
mundo; porque impiden que uno se recoja a
Para indicar humildad y enseñar a huir
la consideración de su salvación. Hay que
echar fuera a los flautistas, que acarician al la vana ostentación, el Señor Jesús “ordenó
alma como maestros para el error. Hay que a sus padres que no dijeran a nadie lo que
expulsar también a los que se ríen de todo, había pasado” (Lc 9.56), mostrándose, co
mo dice san Gregorio, dador de bienes, no
hay que despreciarlos, ni hacerles caso.
La niña es resucitada cuando Cristo entra ansioso de gloria. Lo da todo, sin recibir na
en casa llevando consigo a Juan, “gracia”, Pe da. Con todo, “se divulgó esta noticia por
dro, “conocimiento”, y Santiago, “suplanta toda aquella comarca” (Mt 9,26), de la pro
ción” de los vicios. El que haya resucitado de vincia de Galilea, para manifestar en todas
la muerte espiritual, de los vicios, no solo de partes la grandeza y verdad del milagro.
be levantarse de la sordidez de los crímenes, Prohibió el Señor la jactancia, no la ma
sino también caminar y avanzar en buenas nifestación del milagro, que se indicaba so
obras; y luego necesita saciarse del pan, de la lo, se hacía manifiesto. Como diciendo: No
palabra de Dios, del sacramento del altar. os gloriéis en vuestras buenas obras, como
pecador
Tres cosas
en pueden
la hija, elseñalarse:
alma queelmuere;
peligroel del
re tampoco yo. Cristo prohibió publicar los
milagros por honor del mundo y alabanzas
medio del que se arrepiente, en el de la sina- humanas; no prohibió contarlos para glori
goga, la Iglesia que ruega a Dios; el beneficio ficar a Dios, para prueba de la fe; por esto
del Creador, en Cristo propicio. hacía él los milagros.
El peligro procede así: se acerca a la Los padres de la niña cumplieron el
muerte, cuando concibe lo ilícito deleitable; mandato del Señor; no publicaban el mila
sufre en las últimas, cuando se acerca al con- gro para aplauso humano; tampoco obraron
sentimiento; pero muere, cuando consiente, contra lo prohibido por Dios, al publicarlo
y entonces las obras están muertas. El reme- para su gloria. Así lo hicieron los dos ciegos
dio se busca, cuando el de la sinagoga se curados de la ceguera, de que se habla ense
acerca a Cristo creyendo, le adora amando, guida, y muchos otros, de quienes se halla
le llama Señor con santo temor. Se produce algo semejante.

Oración

¡Señor Jesucristo! Te adoro, a los pies de tu misericordia y verdad. Te suplico con to


da piedad: sana con el tacto de tu gracia mi alma sanguinolenta, manchada por diversas
ofensas.
Resucítala de la muerte de la voluntad, del pésimo designio oculto; y restitúyeme a
Dios, al Padre tuyo, para quien me adoptaste entre tus coherederos.
50. DA LA VISTA A DOS CIEGOS, LA VOZ A UN MUDO 423

No te acuerdes, buen Señor, de tu justicia, contra un pecador tuyo; ni de la ira contra


un reo tuyo; acuérdate de tu benignidad hacia tu criatura, de tu misericordia hacia tu mi
serable, Señor Dios mío. Amén.

50. DA LA VISTA A DOS CIEGOS, LA VOZ A UN MUDO


Mateo 9,27-34

1. Abre los ojos a dos ciegos presara la fe, la virtud la confesión, y la sa


lud siguiera a la virtud”. “Sí, Señor”. “Ya no
“Y según se iba Jesús de allí”, de la ca
le llaman Hijo de David, dice el Crisósto
sa, “lo siguieron dos ciegos que decían a
mo, sino que suben a más altura, le confie
gritos: ¡Ten compasión de nosotros, Hijo de
san Señor, nombre de potestad”. Tras esta
David!” (Mt 9, 27). Desde el camino piden
confesión de fe, “entonces les tocó los ojos,
a voces misericordia. Le llaman Hijo de Da
diciendo: Que se haga según vuestra fe”;
vid porque se sabía vulgarmente entre los
que según la fe ilumina la mente, así resti
judíos que Cristo nacería de la descendencia
tuya la luz a los ojos; y al instante fueron
de David, según la carne. Y por ello, por
iluminados. “Y sus ojos se abrieron”. Mira,
que creían que era el Cristo, prometido al
qué grande es la fe de los que creen sencilla
mismo David, le llaman Hijo de David.
mente, que merece la consolación de tantos
Clamaban, porque a la letra no veían que el
dones, de aumento por Dios, que todo es
Señor estáelcerca.
Dice Crisóstomo: “Mira su deseo, posible al que cree.
por
el clamor, y por la interpelación. No se
2. La humildad y la gloria
acercaron sencillamente, sino que clamaron
fuerte;
ban
honor”.
hospedaba
ciegos”
humanidad,
Hijo deen
solo
y“Cuando
lespedían
David,
interrogó.
llamándome
la región,
llegó
misericordia.
queHabéis
a“se
parecía
laHijo
casa”,
le acercaron
confesado
nombre
de
Le
donde
David,
llama-
los
de
se
la El Señor no les cura en el camino, para
evitar alabanzas y toda jactancia. Dice el
Crisóstomo: “De nuevo nos enseña a recha
zar la gloria de la multitud; como la casa es
taba cerca, los lleva allí para curarlos apar
te”. Por eso, por la humildad, “Jesús se
“Jesús les dice: ¿creéis que puedo hacerlo?” puso serio con ellos y dijo: Mirad que no lo
cía
comosuDios,
fe; sabía es obra
puestodo consuya.
certeza;
No descono-
era para sepa nadie”. Dice el mismo Crisóstomo:
“Al justo, cuando se le alaba en su cara, se
terior,
que la yconfesión
fueran más
externa
dignos
se uniera
de recibir
a lalafeluz,
in- le flagela en su mente”.
“Pero ellos, en cuanto salieron, hablaron
yse
con
ramayor
conseguir
hace
el corazón,
lamerced.
confesión
la salvación”
para
Según
de
conseguir
laelfe
(Rm
apóstol:
con10,10).
lalajusticia
boca
“se cree
pa-y bien de él en toda la comarca” (Mt 9,31);
divulgaron su fama por el milagro; recor
dando, no pudieron callar el don; no ingra
tos a la gracia, se hicieron predicadores y
desconociera,
“No preguntaba,
sino paradice
queRábano,
la confesión
porque
ex- evangelistas de ella. “El Señor, dice san Je
rónimo, se lo había ordenado por humil
424 PRIMERA PARTE

dad, huyendo de la vanagloria; y ellos por la vino Cristo por la carne, son iluminados los
memoria de la gracia no pudieron callar el ciegos por la fe de Cristo encarnado.
beneficio”. “Alegóricamente, dice san Remigio, por
Dice el Crisóstomo: “Lo que le dice al estos dos ciegos se designan los dos pueblos,
otro: anda y narra la gloria de Dios, no es judío y gentil. A los creyentes de cada uno
contrario, sino conveniente a esto. Enseña de ellos, los iluminó en la casa, por la que se
que nosotros, por nosotros mismos, no di entiende la Iglesia, pues sin unidad de Igle
gamos nada; que se lo prohibamos a los que sia nadie merece salvarse. Pero los que cre
nos quieren alabar por nosotros; pero si se yeron, difundieron la venida del Señor Jesu
refiere a la gloria de Dios, que no prohiba cristo por el universo mundo”.
mos, sino que impongamos hacerlo”. Pues, Espiritualmente los dos ciegos son tam
como se dijo, el Señor solo prohibe que se bién el entendimiento y el afecto. Dos son
publiquen las buenas obras para gloria hu los ojos del entendimiento: el derecho, la fe
mana, no que se digan para gloria de Dios. en la divinidad; el izquierdo, la fe en la hu
Un precepto se da por alguna de estas manidad. Dos son también los ojos del afec
razones: para cumplirlo, para probarnos, to: el derecho, el amor de la bondad, o glo
para instruirnos. Lo primero obliga a saber ria divina; el izquierdo, el temor de la
la materia del precepto; lo segundo, a se justicia, o condena. Y así hay una ceguera
guir la voluntad o intención del que lo or cuádruple en los cuatro ojos: error sobre la
dena; lo tercero, para aprender algo del pre divinidad; error sobre la humanidad; mal
cepto. De este último modo les conminó dad, que desprecia la bondad o gloria divi
que no lo dijeran a nadie. No fue una mera na; presunción, que no ve la condena, ni te
inhibición de decirlo, sino más bien una me la justicia.
instrucción moral, para que a su ejemplo,
las obras buenas que hacen los hombres, 4. Cura a un mudo endemoniado
quieran que queden ocultas; pero, con todo,
“Habían salido los ciegos”, de la casa,
para aprovechar a otros, que las digan con
“cuando le llevaron un hombre mudo, en
tra su voluntad. Estos no faltaron, pues no
demoniado” (Mt 9,32). Éste, según el Cri
lo hacían contra la intención del que lo or
sóstomo, no era mudo de nacimiento, sino
denaba. Dios mandó callar, pero no sin más,
por asechanza de un demonio que le retenía
sino por la gloria; pero no se pudo callar
la lengua; por eso, cuando el Señor expulsó
útilmente, por la salvación de otros. Y no
al demonio, “en cuanto fue expulsado el de
poder hacerse útilmente es, según el dere
monio, el mudo habló”; quitado el obstácu
cho, no poder hacerse. Sobre esto tienes
lo, tuvo la facultad de hablar, como antes.
más, arriba, sobre la curación del leproso.
Se guardó en ello el orden de las cosas, se
gún san Hilario, porque primero fue expul
3. Alegoría de los dos ciegos
sado el enemigo, y entonces se siguen todas
En sentido espiritual, en alegoría, hay las acciones del cuerpo.
dos pueblos ciegos y sin la luz de la verdad, Por la novedad de los signos, “el gentío
cuando el Señor pasa por el mundo; ambos, quedó sorprendido y decía: Jamás se ha vis
si no vienen a la casa, a la santa Iglesia, y to una cosa así en Israel”. El Crisóstomo di
creen en la palabra de Dios, no merecen re ce: “Le anteponían a los demás, no solo
cibir la luz. En la misma Iglesia, a la que porque curaban, sino porque sanaba fácil y
50. DA LA VISTA A DOS CIEGOS, LA VOZ A UN MUDO 425

velozmente enfermedades infinitas e incu- sión de la fe, endemoniada, dada a la idola


rables”. “Pero los fariseos decían: Sirvién- tría. Pero, echado el enemigo, dejada la ido
dose del príncipe de los demonios, expulsa latría, habló el mudo, y confesó a Cristo.
los demonios” (Mt 9,34). Esta potestad no Este mismo mudo designa también a
es por él, ni por Dios: sino por el enemigo. cualquier hombre en poder del enemigo
“Ya que no podían negar el poder, dice san por el delito; se le llama mudo, porque no
Jerónimo, calumnian la obra”. Y san Re- puede hablar mereciendo; es ofrecido a Dios
migio: “Los letrados y fariseos negaban los para ser curado, cuando los justos rezan por
hechos del Señor que podían; y los que no él; se expulsa el enemigo, cuando se le suel
podían negarlos, los interpretaban en mal ta su ofensa por la infusión de la gracia de
sentido”. Dios; y entonces se suelta su lengua para
Porque el gentío, en efecto, sencillo y alabar a Dios. Cuando alguien por su ofensa
devoto, confesaba las obras de Dios y las es poseído por el enemigo, si se arrepiente y
admiraba con reverencia y alabanza de se convierte, enseguida verás al mudo ha
Dios; mientras que los fariseos y letrados blando; alabando a Dios y acusándose a sí;
atribuían la expulsión del demonio al prín- predicando la verdad.
cipe de los demonios, calumniando las obras Los fariseos que lo atribuyen al prínci
de Dios. La envidia y el odio hacen inter- pe de los demonios son los hombres malva
pretar en mal sentido, pervertir los juicios. dos que intentan pervertir las obras buenas
Los fariseos y los letrados odiaban a Cristo, de otros. Pero el Señor no desistía de su
porque denunciaba con energía sus vicios; predicación por su maldad, enseñándonos a
por eso, los milagros que Cristo hacía por devolver a los que nos acusan, no acusacio
el poder divino, decían que los hacía por nes, sino buenas obras. Dice el Crisóstomo:
arte de magia; y la expulsión de demonios, “El Señor quiso con el hecho mismo res
que la hacía por el poder de cierto demonio ponder a la acusación de los fariseos: en el
superior, familiar y privado, que llamaban nombre del príncipe de los demonios, ex
Belzebub, al que los demonios inferiores pulsa a los demonios. Porque el enemigo
obedecían, saliendo de los cuerpos. Pero a que ha sufrido una desaprobación o injuria,
esto responde el Señor hablando sobre otro no hace beneficios, sino que daña a quienes
endemoniado. no le honran; pero el Señor hace lo contra
rio; tras la desaprobación e injurias no solo
5. Sentido del mudo endemoniado no les castiga, ni les increpa, sino que les
hizo beneficios”.
En sentido espiritual en las turbas se
designa la confesión de las gentes, en los fa
6. Predicación y milagros de Cristo
riseos, la infidelidad de los judíos. Como en
los dos ciegos, el doble pueblo, de los ju- “Y Jesús recorría todas las ciudades y al
díos y de los gentiles; así en el mudo ende- deas”173 (Mt 9,35), es decir, todos los luga
moniado se señala en general la humanidad. res, mayores y menores; sin acepción de lu
Los predicadores ofrecieron a Jesús el hom- gares y personas. Dice san Teófilo: “El Señor
bre mudo, la humanidad, muda en la confe- no enseñaba solo en las ciudades, sino tam

173 Ludolfo, con la Vulg.: “Et circuibat Jesús omnes civitates et castella”; de ahí san Ignacio propone ima
ginar “sinagogas, villas y castillos, por donde Cristo nuestro Señor predicaba” (EE 91, 1º; Reino de Cristo).
426 PRIMERA PARTE

nagogas,
dades,
humildes
bién
queños,
aprendamos
ensino
nipredicando
los
aldeas”.
aabuscar
a“castillos”
sembrar
no despreciar
Iba
siempre
ella
“enseñando
Evangelio
palabra
(aldeas),
las
losgrandes
lugares
dedel
para
enDios
las
reino,
ciu-
que
pe-
si-
en Buscaba la salud de todos, procuraba el
bien común más que el privado. Pero, por
desgracia, hoy se busca más el bien privado
que el público; por esto en gran parte se
destruye el mundo. Esto nace de falta de la
caridad “que no busca sus propias cosas”
achaques”
y curando (Mt
toda9,35).
clase de
Acudía
enfermedades
a los sitiosyco
de (Flp 2,21), sino las de los demás. Dice el
locales
munes,secretos
donde secomo
reunían
suelen
loslos
hombres,
herejes;noen-a Crisóstomo: “Ésta es la perfecta gracia de la
caridad que uno se apresure a ser más pro
vechoso para los otros que para sí”.
señaba
no, cosala
cosas
que
ley no
nueva,
fabulosas,
hacíaque
la ley
inútiles
lleva
antigua.
directa
o curiosas;
No
al rei-
en- Por tanto, en toda necesidad hay que re
currir a tan piadoso Samaritano, a este mé
dico y pastor tan saludable; no solo buscar
curaba dolencias largas, y otras enfermeda en él la salud de las almas, sino de los cuer
des; las
con asíobras.
persuadía no solo de palabra, sino pos; en él debemos poner toda nuestra espe
ranza, pues conoce y pesa mejor lo que con
lagros
Evangélica.
evangelistas
Se incluyen
que Cristo
Se
noponen
aquí
podían
hizoenpara
en
general
escribirlos
general,
confirmarenlapar
muchos
pues mi-
Ley
los viene a cada uno. Dice san Agustín: “Bien
está que no te preocupes de la salud del
cuerpo, sino que lo pidas a Dios. Si sabe
que te aprovechará, te la dará; si no te la da,
ticular. Dice san Juan: “Muchos otros sig no te aprovechaba tenerla. Dios sabe lo que
nos
pulos,
ofreció
que no hanenquedado
Jesús presencia
escritos
de susendiscí-
este nos conviene; hagamos que nuestro corazón
esté sano de las ofensas. Y si alguna vez so
libro” (Jn 20,30). Así se dice en la Iglesia, y mos flagelados en el cuerpo, supliquémosle.
en el Martirologio: “Y otros muchos santos, Esto, hermanos, lo digo para que nadie bus
mártires, confesores y santas vírgenes”. Car que sino el auxilio de Dios”.
lomagno hizo investigar con diligencia los
hechos y muertes de los mártires, y de otros 7. Dios permite que el hombre sufra
santos; resultaban para cada día más de Dios permite que vengan tribulaciones
trescientas fiestas, por eso se ordenó añadir y tentaciones, y sabe cuánto deben durar; el
esa cláusula al martirologio, para recordar, que sabe su comienzo y entrada, sabe su fi
gros
de
podían
al
general;
Evangelio.
menos
sude en general,
tránsito.
escribir
Cristo,
sucedeAsí
en
aaquí
veces
particular
los evangelistas,
ay incluyen
los
en otras
santos
todosapartes
en
los
todos
como
el
mila-
día
del
no
en nal y su salida. Por eso suframos todo con
paciencia; acudiendo solo a él, lo dejemos
todo en sus manos. Dice el Crisóstomo:
“Insistamos, hermanos, en las oraciones, y
si no recibimos, sigamos en ellas, para que
recibamos. Dios algunas veces difiere acce
del
paraalma
varles
Recorría,
reino;
devorarlos
losybeneficios
la corporal;
curación
pues,
o perderlos,
máximos:
Jesús
ade
lostoda
los
que
sino
poblados
eldolencia,
sanaba
Evangelio
paraenlle-
no
la
el der a los que piden, permite que vengan
tribulaciones, para que nos refugiemos
siempre en él, y no nos apartemos nunca.
Porque, si como somos en la tribulación, lo
fuéramos también en el descanso, no necesi
cuerpo, los sanaba en la mente por dentro. taríamos ser enseñados con aflicciones. ¿Por
51. INSTRUYE A LOS ANUNCIADORES DEL REINO 427

qué hablo de vosotros? Todos los que alcan- “Para que consigamos esto, y nos haga
zaron alguna vez coronas ilustres, han sufri- mos más probados aquí y más ilustres allá,
do tribulaciones y tentaciones; así se han recibamos con ánimo igual cualquier cosa
hecho notables. que sobrevenga. Démosle gracias a aquél que
“Sabiendo esto, no nos apresuremos, sabe, más que nadie, lo que nos conviene, y
cuando nos llega el mal, sino aprendamos que nos ama con más vehemencia que quie
una sola cosa: a tolerar varonilmente todas nes nos dieron la vida; y para discernir cual
las cosas, sin cuestionarnos por curiosidad quier situación unamos esos dos pensamien
sobre lo que nos pasa. Porque saber cuándo tos en nosotros, cantando a la justicia. Y
conviene que se nos libre de los sufrimien- glorifiquemos en todo a Dios, que lo hace to
tos, le pertenece a aquél que los deja venir. do por nosotros, proveyéndolo todo para
Sufrirlos con toda acción de gracias es la nuestro bien. Así expulsaremos las asechan
obra de nuestra buena mente; si se hace es- zas opuestas a la virtud, y conseguiremos co
to, seguirán todos los bienes. ronas inmarcesibles”. Esto es del Crisóstomo.

Oración

Señor Jesucristo, luz de claridad eterna, ilumina mis ojos interiores, para que nunca
duerma en la muerte del alma. Que iluminado por tu gracia, vea todo lo que debo hacer;
ayudado por ella, tenga fuerza para cumplir lo que veo; y de aquí pase a contar tus benefi
cios, para tu gloria y utilidad de los demás.
Abre también, Señor, mi boca muda, desatando mis ofensas por el don de tu gracia,
soltando mi lengua para elogiarte a ti; que, recibida la gracia de hablar, me acuse a mí mis
mo, te alabe a ti Dios mío, sea ejemplo para el prójimo, y predique la verdad. Amén.

51. INSTRUYE A LOS ANUNCIADORES DEL REINO


Mateo 9,37-10,1-15; Marcos 6,6-13; Lucas 10,1-16

1. Mal del rebaño, malos pastores174 se pone luego la promulgación de dicha Ley
por Establecida
la predicación
la del
Legislación
Cristo, y Evangélica
descrita su por el envío de los discípulos. “Atiende, di
ce el Crisóstomo, la oportunidad de la mi
confirmación por la acción de los milagros, sión. Después de verle resucitar muertos,

174 [EE 281] 1 DE CÓMO LOS APÓSTOLES FUERON EMBIADOS A PREDICAR ESCRIBE SAN MATHEO, CAPÍTULO X,
.1-16.
V
1º 2 Primero: llama Cristo a sus amados discípulos, y dales potestad de echar demonios de los cuerpos hu
manos y curar todas las enfermedades.
2º 3 2º: enséñales de prudencia y paciencia: (Mirad que os envío a vosotros como ovejas en medio de lobos; por tanto,
sed prudentes como serpientes y símplices como palomas).
3º 4 3º: dales el modo de ir: (No queráys posseer oro ni plata; lo que graciosamente recibís, dadlo graciosamente; y dio
les materia de predicar: (Yendo predicaréis diciendo: ya se ha acercado el reyno de los cielos).
428 PRIMERA PARTE

increpar al mar, y cosas similares, cuando con negligencia y malos ejemplos. Envían a
habían recibido suficiente demostración de los recaudadores de diezmos175 y los que
su poder, de palabras y obras, entonces los confiscan cosas temporales, no a inquisido
envía”. De ahí la glosa: “No los envió desde res de herejías y enmendadores de vicios;
el comienzo, sino después de que vieron pa- por eso crecen y se multiplican en el huerto
ralíticos curados y muertos resucitados”. de la Iglesia tantas y tales herejías, que ape
Como muchos seguían a Jesús para oír nas pueden desarraigarse y exterminarse.
su predicación, o para alcanzar la curación La vejación de las ovejas y la negligencia
de sus enfermedades, y Jesús era tan pobre, de los pastores fue ocasión para enviar após
que no tenía domicilio, ni donde reclinar la toles para evangelizar al pueblo y sanar a los
cabeza, los que le seguían, fatigados, cansa- enfermos, para que el gentío no tuviera que
dos y vejados al aire y al sol, yacían sobre la correr con tanto trabajo detrás de Jesús.
tierra. “Y al ver el gentío, sintió compasión Primero, cuando los envió, el Señor dio
de ellos, porque estaban deshechos y llevan- algunos preceptos a los apóstoles y luego a
do
tienen
una pastor”
vida arrastrada,
(Mt 9,36).como
Su mirada
ovejas que
de cle
no los setenta y dos discípulos; sin embargo,
como casi todas esas cosas parecen convenir
mencia vio a las turbas congregadas en tor a estos y aquellos, y no solo a ellos, sino a
no, extendió su misericordia hacia ellas, se sus sucesores e imitadores, por eso se ponen,
compadeció de sus penas de cuerpo y alma, en lo siguiente, reuniendo todo junto, en
sin quien los dirigiera; los pontífices de los orden.
judíos son aludidos, más como lobos que
como pastores. 2. La mies es mucha, los obreros pocos
“La vejación del rebaño y de las ovejas,
dice san Jerónimo, es ofensa de los pastores Considerando, pues, Jesús el trabajo de
doctores
y vicio dedelosaquel tiempo,Los
maestros”. dedicados a lay
sacerdotes las ovejas y la negligencia de los pastores,
“dijo a sus discípulos: La mies es mucha”, la
avaricia, no se dedicaban del modo debido a multitud está preparada, para reunirla por
la doctrina; eran como lobos rapaces, expo la fe y colocarla en el granero. Se dice en
liaban al pueblo de sus bienes temporales y otro lugar: “Levantad vuestros ojos, y con
los alejaban de los espirituales con su mal templad las tierras: están doradas para la
ejemplo. Jesús, como buen pastor, los apa- siega”... (Jn 4,35), “pero los obreros, po
centaba continua y espiritualmente con la cos”, los verdaderos maestros y predicado
palabra de su doctrina; y a veces corporal- res, son pocos para la conversión de tanta
mente con ayuda temporal. multitud; aún no habían predicado los dis
Por desgracia, hoy también, como en- cípulos de Cristo.
tonces, muchos que se llaman pastores, no La mies es la masa de los creyentes; en
temen hacer cosas de lobos. No corrigen a ella ahora hay grano y paja, buenos y malos;
los súbditos, sino que dañan sus avances pero en la siega futura los separarán. Mies,

175 Diezmo: décima parte de la cosecha; por la Ley se daba al Templo (Gn 14,21; Nm 18,26; Lv 27,30). La
Iglesia no tuvo diezmos por siglos. Carlomagno, capitulares de 779 y 794, lo impuso, obligación civil; se paga
ba a los dueños de la tierra; que serán nobles, grandes monasterios, obispos; grandes abusos, Baja Edad Media. La
Reforma lo abolió. Trento, excomunión, si no se paga. La Ilustración lo suprime en Francia, 1789; en España, se
reemplaza por la contribución de culto y clero, 1841; base actual. Ludolfo habla de su tiempo.
51. INSTRUYE A LOS ANUNCIADORES DEL REINO 429

es
no
son
también,
mercenarios;
nor;
obreros
las
canrecolección
almas,
aprovecharse;
el
los
lastrabajo,
obreros,
son
almas,
de
muchos el
aquellos
los
pocos
no
de
no
fieles
muchos
servir,
los
los
que
ocio;
que,
en noenretribución.
diezmos;
tesoreros
hombres
busquen
los
lala carga,
presidir.
asalariados,
la Iglesia,
persiguien-
aprovechar,
en
lano
salud
laPocos
elfe;
bus-
ho-
Los
los
dey Señor hizo por su poder, los discípulos lo
hicieron en su nombre, por su invocación y
virtud. El Señor benigno y clemente, dice
san Beda, no mira mal dar sus virtudes a sus
siervos y discípulos. Y como él había cura
do toda dolencia y toda enfermedad, dio
también el poder “de curar toda clase de en
fermedades y toda clase de achaques”. Pero
hay mucha distancia entre tener y dar, dar y
9,38),
mí,
mies,
do
“Pedid,
blo,elque,
porque
lucro
“que
predicadores
por
como
temporal.
mande
nadie
tanto, es
Dios,
alque
obreros
apto
dueño el
soyinstruyan
para
a de
sudueño al de
anunciar
la
mies”
mies”,
pue-
(Mt
laa recibir. Él todo cuanto hace lo hace por su
los obreros
sas Hay
buenas,
queypero
rogar
los envíe;
faltan
al Señor
hay
quienes
quienes
que multiplique
lasoyen
digan.
co- potestad; ellos, si hacen algo, confiesan su
debilidad y el poder del Señor, diciendo:
“¡En el nombre de Jesús, levántate y anda!”
(Hch 3,6).
Este número doce de los apóstoles, se
compone de diez y dos; significa que los
apóstoles y sus sucesores deben cumplir
más que los demás el Decálogo de la Ley y
palabra divina sino por la gracia de Dios, los dos preceptos de la caridad. “Y los envió
enviado mediata o inmediatamente por él. de dos en dos” (Lc 10,1), en señal de cari
que
envíe,
los
las almas.
ladrones,
Mira,
podemos
no una
queahacer
oración
se
su metan
mies,
a Dios
óptima
aellos
llevar
cada
como
y lanecesaria
día:
salud
hacen
quea dad, tan necesaria a los predicadores, y para
que tuvieran el consuelo mutuo de la com
pañía, pues eran aún débiles. Cuando ya
eran perfectos, tras recibir el Espíritu Santo,
A esto se les envía, pero muchos vuel- los envió o solos o de dos en dos, pues ya es
taban firmes por el Espíritu Santo. Los en
ven su hoz a la mies ajena, a las cosas tem vió a anunciar el reino de Dios, el Evangelio
porales, a las que no son enviados. El Señor que promete el reino de Dios, y enseña có
se propone enviar, pero quiere ser rogado, mo se va y se llega a él, por la conversión; a
para
su mérito,
pensados
bién excitar
nopara
lasolo
caridad
que
porsus
las
defieles
obras,
los que
sean
sino
ruegan
recom-
tam-y anunciar, es decir a proponer a los peniten
tes el reino de Dios. Y a sanar a los enfer
mos de cuerpo o espíritu; cosa que hace ca
claropor
que,
losaunque
afectos Dios
y voluntad.
quieraDe
hacer
donde
algo,
es da día por los predicadores del Evangelio, si
hacen lo que deben, porque les da poder de
quiere algunas
ello. veces que le rueguen los jus- expulsar a los demonios de los corazones
tos por humanos, y de sanar las dolencias y enfer
medades de los vicios.
3. Los envía de dos en dos a enseñar
4. Les dice dónde deben ir
“Y, después de convocar a sus doce dis
impuros,
cípulos,
y curar toda
les
de modo
dio
clasepoder
que
de enfermedades
pudieran
sobre losexpulsarlos
espíritus El Señor instruyó a los apóstoles sobre
adónde debían ir, qué debían usar y qué no,
clase de dolencias” (Mt, 10,1); cosas yque
toda
el de qué carecer y qué no temer. Como se ve
de lo anterior y lo siguiente, solo fueron en
430 PRIMERA PARTE

viados virtuosos: pobres y expeditos, esta- nuestro Redentor, buscaran a los pueblos
bles, activos, benignos. Los que se tratan aún no creyentes como a extraños”.
con los malvados y los ambiciosos no deben En sentido espiritual: que no vayan al
anunciar el reino de Dios. camino de los gentiles, a su modo de vida,
“Envió a los doce, dándoles instruccio- ni entren en las reuniones de herejes, seña
nes, diciendo: No vayáis hacia los gentiles ladas por las ciudades de los samaritanos;
ni entréis en ciudad de samaritanos”. Prohi- como éstos tenían en parte el antiguo Testa
bió a los apóstoles anunciar a los gentiles mento y en parte lo negaban, así los herejes,
(Samaria tenía judíos y gentiles). Se iba en parte confiesan la fe de Cristo, en parte
acercando el tiempo de la Pasión de Cristo la niegan.
y era conveniente que su venida se anuncia
ra primero a los judíos por medio de los 5. Qué deben anunciar
apóstoles. Por eso se añade: “Sino más bien
Luego presenta la forma de enseñar: “Y
a las ovejas perdidas de la casa de Israel”
según vais de camino predicad: ¡Ha llegado
(Mt, 10,5-6), perdidas por la idolatría y la
el reino de los cielos!” (Mt 10,7). Predicad
prevaricación de la ley.
que está cerca el abrirse la puerta del reino
No niega que en otro tiempo tengan
gentes; del cielo, con mi Pasión. Este reino, antes
que ir a las sino que primero vayan a
de la venida de Cristo, estaba lejos, porque
los judíos, para que no tengan excusa al no
nadie podía llegar a él. Este reino se nom
recibir al Señor y el Evangelio, ni digan que
bra de diversos modos: a veces reino de
ellos, los de casa, habían sido rechazados.
Dios, porque Dios reina en él; a veces reino
Pero después de la resurrección, al ascender
del cielo, por los súbditos, ángeles y santos,
al cielo, les dijo: “Id a todo el mundo y pre
que son el cielo. A veces, que está cerca es
dicad el evangelio a toda la creación. El que
crea y se haga bautizar se salvará, to: que el Rey del cielo reine en los hom
pero el que
bres, súbditos suyos en la fe, los obedientes.
no crea se condenará” (Mc 16,15-16).
También, que “se ha acercado176 el reino del
Dice san Jerónimo: “Este texto no es
cielo”, Cristo, que es dador del reino del
contrario al dicho después: Id y enseñad a
cielo. Por tanto, Juan y Cristo, y los discí
todas las gentes, porque lo primero lo man
pulos comienzan todos por la predicación
dó antes de la resurrección, esto después.
del reino.
Convenía que la venida de Cristo se anun
ciara primero a los judíos, así no tendrían
6. Les da poder de hacer milagros
excusa justa para decir que le rechazaron,
porque envió a los apóstoles primero a los La doctrina no es eficaz, sin prueba; por
infieles y samaritanos. “Nuestro Redentor, eso sigue un modo apto de probar la verdad
dice san Gregorio, quiso que se anunciara de esta doctrina, las obras hechas por poder
primero a sola Judea, después a los gentiles, divino: “Curad enfermos, despertad muer
para que si ella, llamada, no aceptaba la tos, limpiad leprosos, expulsad demonios”
conversión, los santos predicadores vinieran (Mt 10,8). Cuatro clases de milagros para
por orden a la vocación de las gentes; y que, confirmación de la fe. El orden es según el
rechazada por los propios la predicación de misterio: porque hay enfermos, que con

176 “Ha llegado: ha comenzado ya con la persona de Jesús, aún oculta; ya está ahí, o está a la puerta”. (NT.MI, 49).
51. INSTRUYE A LOS ANUNCIADORES DEL REINO 431

sienten a tentaciones; muertos, que hacen bajando; es gracia mía, gratis lo recibisteis;
obras dignas de muerte; leprosos, que, por así pues dadlo gratis, ni se puede hallar un
la costumbre, se dañan más a sí y a otros; precio condigno”. Óiganlo los simoníacos,
endemoniados, que desprecian las obras de los que no temen vender o comprar cosas es
Dios. El Señor concedió estos dones a los pirituales. Por actos espirituales, como por
apóstoles, para que la realización de los mi administrar los sacramentos, por la predica
lagros diera fe a lo que hablaban. ción, por obrar milagros y cosas así no se de
Dice san Jerónimo: “Para evitar que na be recibir nada como precio; porque no hay
die creyera a hombres rústicos, indoctos, sin precio digno de esas cosas.
letras, ni elocuencia, que prometían los rei
nos del cielo, se les da potestad de hacer mi 8. No llevéis nada para el camino
lagros, para que la grandeza de sus signos
pruebe la grandeza de sus promesas”. Y san Los libera luego de toda solicitud, para
Gregorio: “Se añadieron los milagros a los que den todo su tiempo a la palabra de Dios;
santos predicadores, para que el poder mos que toda su solicitud reunida se concentre
trado en ellos diera fe a sus palabras; hacían en la predicación del Evangelio: “No os lle
cosas nuevas, los que enseñaban cosas nue véis oro, ni dinero, ni monedas sueltas en
vas”. Y de nuevo: “Estos signos fueron ne vuestra faja, ni alforjas para el camino, ni
cesarios en el principio de la Iglesia; para dos túnicas, ni calzado, ni bastón” (Mt 10,9
que la fe de los creyentes creciera, debía ali 10). Al ir a evangelizar, no llevéis nada en la
mentarse con milagros”. Y el Crisóstomo: bolsa para el camino, ni lo más necesario pa
“Pero después se pararon, en reverencia de ra el alimento como el pan, ni lo exquisito;
la fe plantada en todas partes. Si se han he ni vestidos superfluos (los necesarios son co
cho más tarde, han sido pocos y raros”. mo uno); ni calzados complicados, pues los
apóstoles usaban sandalias, ni el bastón de
7. Recibisteis gratis, dad gratis los que van a pie. El que tiene el auxilio del
Señor, ¿a qué buscar ayuda de bastón u otra
Luego, evitándoles la avidez de tener, cosa? Y si prohibe una vara y cosas necesa
añade: “Recibisteis de balde, dad de balde” rias, ¿qué decir de caballos con sus adornos
(Mt 10,9): el poder de hacer milagros, la de metal, y otras cosas superfluas? Aquí se
gracia de enseñar, el servicio de los sacra corta toda avidez desordenada, toda ocasión
mentos, y otros dones que Dios os ha dado: de avaricia, todo lo superfluo, y solo se con
dadlo sin precio, como lo recibisteis; que no cede lo necesario. Por fin el camino queda
deje de ser gracia, y parezca compra, que no libre, huye el temor, crece la seguridad. No
se envilezca por ponerle precio. Es como si
sin razón el poeta Juvenal dice:
dijera, dice san Jerónimo, yo Maestro y Se
ñor os lo he dado sin precio alguno, por tan Viandante sin nada cantará ante el ladrón.
to vosotros dadlo sin precio. Y el Crisósto
mo: “Para que no parezca beneficio de ellos, Dice esto para excluir la ansiedad por
contiene su soberbia: Gratis lo recibisteis; y lo temporal en la predicación en la palabra.
los prepara para ser limpios del amor del di La adquisición de las cosas temporales mo
nero: Dadlo gratis”. Y luego: “Es como si lesta al ánimo; su posesión le turba más to
dijera: nada de lo vuestro les dais a los que davía, porque son ya como miembros in
lo reciben, ni lo recibisteis pagando, ni tra corporados a él; por eso arrastran más el
432 PRIMERA PARTE

ánimo del hombre a un desordenado amor cepto. Cierto, nadie se atrevería a rechazar
de sí mismo. Y como esto sofoca la palabra un consejo útil y santo, cuánto más el del
de Dios, no debe darse en los predicadores “Ángel del gran consejo”177 (Is 9,6). Dios
del Evangelio. proveerá de lo suficiente al que se adhiere a
Como dice san Gregorio, el predicador este consejo con confianza.
debe tener tanta confianza en Dios, que se- Cuando los apóstoles fueron enviados a
pa con toda certeza que los gastos de la vida evangelizar, sin saco ni provisión de lo ne
presente, aunque no se ocupe de ellos, no le cesario, se les proveyó divinamente, pues no
han de faltar; para que no le suceda que les faltó nada; pero cuando luego se les per
mientras su mente se ocupa de lo temporal, mitió proveerse de lo preciso en el camino,
provea menos en lo eterno a los otros. Se- sufrieron mucha penuria. Dios lo hizo para
gún san Gregorio Nazianceno, todo esto se dar confianza a los predicadores pobres, pa
resume en que sean tan virtuosos que el ra cumplir de modo constante su oficio de
Evangelio avance por su modo de vida no evangelizar. Nota el hermoso ejemplo de
menos
tomo, esto
que se
porlosu
ordenó,
palabra.
para
Según el Crisós-
que mostraran dos religiosos que marcharon por mar a
Tierra Santa. En ultra mar, al volver cerca
por sude
deseo mismo
riquezas.
atuendo
Según
qué
sanlejos
Teófilo,
estaban
al ver
del del mar, aún entre desconocidos, tenían
siempre solo en Dios la esperanza, y no les
los enseñar la pobreza, la aceptarían, viendo faltaba nada de lo necesario. Pero cuando
a los apóstoles sin nada. volvieron a la dulce tierra natal, dijo uno al
Así, pues, prohibió expresamente la po otro: ahora hemos salido de peligros, ya es
sesión de cosas temporales, porque así con tamos en nuestra tierra y entre conocidos. Y
venía en la Iglesia primitiva, para que mos como pusieran así la esperanza en los hom
traran que todas las cosas son gobernadas bres, empezó a faltarles lo necesario y pasa
por la providencia divina. Para que se viera ron mayor penuria que antes.
la fuerza de la fe contra los errores de los
hombres, que creían que todo era movido 9. Pueden recibir el sustento
por el curso de los astros, o la fortuna; y es- El Señor había enviado a los discípulos
to también se aplica a los varones apostóli- sin nada y expeditos a evangelizar; por eso
cos sucesores de los apóstoles. Pero hay al- atemperó la severidad, con la sentencia si
gunos que quieren tomar el poder, no la guiente: “porque el obrero bien merece su
pobreza, cuando el reino del cielo se prome- sustento” (Mt 10,10). Es decir, el trabador
te a la pobreza, no al poder. que trabaja la obra de Dios, para utilidad
Hay tres razones por las que mandó es- del prójimo, merece su sustento, lo necesa
to Jesús: para que no sean ansiosos, ambi- rio para la vida sin lo que la humanidad no
ciosos; para que no sean solícitos y pusiláni- vive como debe. Es como decirles: Tomad
mes; para que muestren el poder del que los tanto, cuanto os sea necesario en alimento y
envía, cuando todo les falta. Si alguien pre- vestido. Así el apóstol Pablo replica: “El Se
gunta si los demás están obligados a esto, ñor ordenó a los que anuncian el Evangelio
hay que decir que es un consejo, no un pre- que vivieran del Evangelio” (1 Co 9,14). Y

177 “Magni consilii angelus”, Vulg. (Antífona de entrada, Misa latina, día de Navidad). Las versiones actua
les dicen: “Maravilla de consejero” (BJ), “Consejero prudente” (BCB), “Milagro de Consejero” (BP).
51. INSTRUYE A LOS ANUNCIADORES DEL REINO 433

también: “Teniendo alimentos y ropa, con- que dio potestad a los apóstoles, y por ella sa
vaeldeben
otros
subdiácono
no
por
tentémonos
delante
Señor,
sustentar
con
le el
alleva
eso” al Tm
anunciar el
presbítero,
(1
unapredicador.
almohada;
6,8).
como
Evangelio;
Elenviado
diáco-
pues
el bían que se les debía. Pues cuando el Señor
ordena algo, si no se hace, es desobediencia;
cuando da la potestad, se puede no usarla, y
ceder de su derecho”.

solo“Bien
el eterno
merece
que el
se obrero
le debesu
ensustento”,
la patria, co
no 10. Figuras: bastón, dos túnicas
Advierte, según el Crisóstomo, que Ma
mo recompensa; sino el temporal, en el ca teo y Lucas no permiten llevar calzado ni
mino, para el sustento, en comida, ropa y bastón, como más perfecto. Marcos manda
domicilio conveniente. Es un doble honor, tomar bastón y calzarse sandalias, como
que merecen los que bien presiden. Porque, permisión. Llevar dos túnicas, san Jerónimo
según san Gregorio, el premio de la predi no lo expone a la letra, sino que por una tú
cación comienza aquí y se perfecciona en el nica se dice la ropa necesaria, por la segun
cielo, porque a nuestro único trabajo se le da lo superfluo; que vestidos con una, no
debe doble recompensa, una en el camino, nos guardemos la otra por temor del futuro.
que nos sustenta en él, otra en la patria, re Si así por temor, mucho menos por ostenta
compensa en la resurrección. Por tanto, el ción. Se incluyen los que visten de cuero fi
que no trabaja, que no coma, ni exija pre no de tafilete y llenan las arcas y los que
mio. Es de derecho natural, y divino, y hu cargan los caballos con mantos y cobertores.
mano, que a los que sirven a la comunidad Dice san Agustín: “Lo de las dos túni
en lo espiritual, el culto y la doctrina, se les cas, se ha de entender que nadie ande solíci
provea por la comunidad en cosas tempora to por llevar otra además de la que lleva
les lo necesario. No prohibió, pues, llevar lo vestida; ni sería necesario, pues con aquella
necesario para el sustento de la vida; lo in potestad puede adquirirla”. En Mateo, y en
dicó paraa mostrar
aquellos quienes predican.
que esto se les debe por Marcos el bastón se dice en dos sentidos; en
todo;
desordenado
Noquería
se lo retraer
de
prohibió
lo temporal,
susimplemente,
afecto de
de buscar
un yamor
del
lo Mateo se toma como metáfora, y así el sen
tido sería: Ni una vara, es decir, ni cosas
mínimas; o no os apoyéis en ayuda tempo
ral, como se apoya el cuerpo en el bastón y
superfluo;
Señor queque
ordenó lesnobastara lo necesario.
les faltara, El
pues les dio otras cosas; en Marcos al decir: Sino solo
bastón, se toma a la letra: por ella se entien
el
evangelizaban:
poder de recibirlo
que segaran en lo amaterial,
de aquellos quienes de la potestad de recibir para gastos, de la
que pueden usar o no, como quisieren.
los que sembraban
sobedecen los que ceden
lo espiritual.
de su derecho.
Y no de- Los maestros de los judíos, como señal
de doctrina, llevaban en la mano una vara,
cosas,
vivir
nes
Apóstol
puesDice
sus anuncian
denonada,
manos, habría
san
porque
conseguíaAgustín:
el
sino
para obrado
Evangelio.
el los
nodándoselo
serevangelizadores
“El
contra
sustento Señor
De
aquellos
pesado
con este
aotra
losmandó
precepto,
forma
adeban
nadie. quie-
estas
trabajos el
Sino
de porque era costumbre de los judíos proveer
de sustento a los que enseñaban. Cristo dice
que a ellos ésta les basta, en vez de otra pro
visión. Esto mostraba que el pueblo a quien
enseñaban debía proveerles. No prohibe el
Señor la necesidad, sino la superfluidad a
los que anuncian el Evangelio; la excesiva
434 PRIMERA PARTE

solicitud
ranfalte.
les llevarde
más
cosas
de lo
temporales:
necesario ni
queteman
no quie-
que “Al entrar en una casa, saludadla; y que
daos en ella” (Lc 10,7); sin salir sin causa
honesta, no discurriendo por curiosidad
11. Urge la prisa para evangelizar inútil; “hasta que salgáis” (Mc 6,10), para
evangelizar en otra parte. No que se quiera
excluir el salir por causas justas, para ense
Y con cuánta prisa deben marchar a
ñar, o hacer algo semejante, pues han entra
evangelizar se indica cuando añadió: “Ni
do para esto; quiere excluir el vagar de un
saludéis a nadie por el camino” (Lc 10,4).
lado a otro, que no es propio de un predica
No prohibe el saludo sin más sino que no
de modo que la ocasión del saludo no impi- dor. Más bien, al cesar la necesidad de salir,
quiere que se haga con detención y charla;
quede libre para la contemplación; para que
beba allí lo que después ofrezca al pueblo.
da el curso de la predicación, sino que evan
Los exhorta a la templanza: “Comiendo
gelizaran pronto la salvación a los oyentes.
y bebiendo de lo que tengan” (Lc 10,7), no
Prohibe que no saluden por curiosidad, co
buscando, ni haciendo buscar cosas delica
mo hacen los que se acostumbran a saludar
das y superfluas, sino lo que tienen en casa;
no por deseo de salvación; no prohibió ha
“comed lo que os presenten” (Lc 10,8);
cerlo por caridad, o para consultar, o por de
aunque sean cosas escasas y viles, sin pedir
seo de alcanzar la salvación.
muchas y abundantes, aunque las tengan.
Enseña con qué prisa diligente debe
Cuanto más viles y pobres las usen, tanto
cumplir el oficio recibido el predicador de
más cumplen lo dicho. Es digno que se
la palabra divina; de tal oficio no debe re
queden y reciban lo terreno, pues les ofre
tardarse con alguien, por familiaridad. El
cen lo celestial: “Bien merece el obrero su
predicador debe llorar mucho el tiempo, en
sustento”, el eterno en la patria como pre
que pierde el fruto de la predicación; y
mio, y el temporal del sustento.
otros deben llorar el tiempo en que omiten
Les manda que no pasen de casa en ca
los ejercicios espirituales de su estado.
sa, que no anden vagando sin razón, y que
no cambien el hospedaje por tener más
12. Elegir una casa y no cambiar
Luego, abriéndoles las casas sobre el abundancia, pues con esto podrían infamar
en
sustento
palabras:
queella
hayáis
que
necesario,
“Y,de
loenmerezca”
entrar,
cualquier
les averiguad
hizo
(Mt
ciudad
confiar
10, quién
11),
ocon
aldea
fiel
estas
hay
eny al que los hospedó. Les ordena esto, según
el Crisóstomo, para que no parezcan lige
ros yendo y viniendo como vagabundos, ni
que por gula no les baste el sustento nece
de buenasospechosa.
manchar
hacerla
Jerónimo ni
fama,
se había Elbuscar
a vosotros
sindesospecha, elno
hospedaje,
ni a por
laque
doctrina,
testimo-
dice
pueda
san
ni sario que les da el huésped, que no parez
ca que como ingratos le desprecian, inju
rian o entristecen.
Les habla de dos cosas: quién los hospe
da, y si alguna vez pueden cambiarlo. No se
dice
la
más
niofama
de
también
selos
ha
novecinos
de
dañara
para
elegir
yque
lapor
compañero
predicación”.
quien
la fama;
los que
hospedara,
digno.
Mucho
la ma-
Lo dice aquí que alguna vez no puedan cam
biarlo, o comer con otros, sobre todo para
no abusar del primero, con tal de que vayan
a gente digna y honesta; el Señor prohibe el
supiera que más recibía que daba un favor. cambio por ligereza, impropia de un predi
51. INSTRUYE A LOS ANUNCIADORES DEL REINO 435

cador;
más
ra evitar
abundancia
ni que
sospecha
el que
a de
huéspedes
los
gula
hospeda
(se nuevos);
suele
quede
procurar
ymal.
pa- vida, “y si allí hay uno que merece la paz”
(Lc 10,6), es decir, amador, observador, y he
redero de la paz, ordenado a la paz eterna,
13. Dad la paz; sacudíos el polvo “vaya sobre ella vuestra paz” (Mt 10,13), la
que anunciáis y deseáis; porque vuestra ora
ción y predicación tendrá efecto allí; recibi
Les dice que al entrar en una casa, en
tren bendiciendo: “Al entrar en una casa, rán en paz y seguirán vuestra doctrina, que
saludadla” (Mt 10,12); saludad a la familia, impulsa a la paz eterna.
a los que habitan en la casa, para que haya “Pero, si no se lo merece”, si no está or
esta casa”
una (Lc amplia,
relación 10, 5), “decid primero: Paz a denada a la vida eterna, y ninguno recibe ni
que los que reciben ali sigue vuestra doctrina, vosotros no queda
mento y otras cosas necesarias para la vida, réis sin fruto y mérito; porque “la paz, vol
Porque
den a suelvez
predicador
la salud ydebe ofrecerdey la
los bienes desear
paz. verá a vosotros” (Mt 10,13). Dios os recom
pensará; aunque no tenga efecto en ellos,
la paz a los que habitan en la casa donde en tendréis vuestra recompensa en Dios, que
tra, y no solo desearlo, sino anunciarles el os dará el premio por vuestro trabajo.
Evangelio de Cristo, que es el Evangelio de “Y, si alguno no os quiere recibir ni es
la paz verdadera, e inducirlos a la paz inter cuchar vuestras palabras, al salir fuera de
na y fraterna. Y procurar la salvación de los aquella casa o ciudad sacudíos el polvo de
que allí habitan con buenas palabras y vuestros pies” (Mt 10, 14), “en testimonio
ejemplos; que se vea que cumplen una lega para ellos” (Mc 6,11), como signo triple, ya
ción por Cristo Jesús, que es la paz verdade que “los judíos piden signos” (1 Co 1,22),
ra y la salud de todos. obras típicas y figurativas. Primero, como
los Obispos,
Por esto, esposos
solo losprincipales de la Igle-
vicarios Apostólicos, dice san Jerónimo, en testimonio de su tra
bajo, de que entraron en la ciudad y les lle
sia,
de lapueden
Misa con
saludar
estas al
palabras:
pueblo “Pax
al principio
vobis”. gó la predicación. Sacudíos el polvo, hasta
lo más pequeño del camino y del trabajo,
“Paz a vosotros”; paz de las ofensas, paz del sufrido; será ocasión de su castigo. El se
salvación
hace,
tiempo,
pues,
paz
con
con
de
el la
el eternidad.
deseo
deseo
de de
la laLa
salvación;
entrada se
la gundo signo es que el polvo en los pies es
señal del trabajo, y sacudirlo, de que ha si
bienes;
denación;
apartando
salvación,
paz,
los males;
contrapaz,
el paz.
peligro
recibiendo
de con-
los do ineficaz. Así muestran que han trabajado
queYhospedan
estas dosa cosas
los predicadores:
se han de desear
salvación,
a los inútilmente; los otros no tendrán excusa,
pues no quisieron recibir la salvación que se
les ofrecía. El tercer signo es para mostrar
que él no buscaba nada terreno, ni lo mas
dores
la
saludar,
salvación
fuere
ofrecida,
ciliación.
paz,deben
digna”
a para
calmar
siEl
defuere
Señor
hablar
mostrar
las
(Mt
mirando
las
una
almas.
dio
10,13)
guerras,
noasí
familia
este
deal
a“Y
bromas,
qué
de
modo
bien
que
sielegida
recibir
venía:
aquella
de
los
desino
lapredica-
entrar
apara
recon-
lahacer
de
casa
paz
lay mínimo de riquezas terrenas, ni siquiera el
polvo de su tierra querían que se les pegara,
porque no se corrigieron, y despreciaron el
Evangelio. Por tanto, no se reciba nada de
los que no se corrigen, desprecian el Evan
gelio, y son indignos.
Sacudíos el polvo de los pies, las ofensas
veniales que suelen en tales ocasiones suce
436 PRIMERA PARTE

der aún en hombres perfectos. Moralmente rá” (Lc 12,48). Dice de esto san Beda: “Los
se manda sacudir los pies como señal de sa sodomitas, aunque no fueran hospitalarios,
cudirse el deseo terreno de la alabanza hu entre las demás infamias de la carne y del al
mana. Se prohiben, pues, a los predicadores ma, no se hallaron entre ellos huéspedes ta
y a los prelados los múltiples bagajes, la ex les como los apóstoles. Y Lot sí era justo en
quisitez del alimento, la avidez de cosas la mirada y el oído, pero no se dice que ense
temporales, lo superfluo en los vestidos, la ñara algo o que hiciera signos”.
inestabilidad, y la comunicación con el mal. Dice san Remigio: “Menciona en especial
a los de Sodoma y Gomorra, para mostrar,
14. El mal de rechazar la predicación que para Dios las ofensas más detestables son
Para que no parezca a nadie que es ofen los que se hacen contra natura, por los que las
sa ligera el no recibir a los apóstoles, añade aguas del diluvio borraron el mundo; y cua
el Señor a lo anterior: “Os digo de verdad: tro ciudades178 fueron sumergidas; y cada día
en el día del Juicio habrá menos rigor con el mundo es tan afligido”. Por eso, según san
la comarca de Sodoma y Gomorra que con Jerónimo, viendo el Señor este delito en la
aquella ciudad” (Mt 10,15), con los habi carne, casi dejó de encarnarse, porque habían
tantes de la ciudad que os despreció a vo corrompido la naturaleza que iba a tomar. La
sotros y vuestras palabras. La causa de esto, suma limpieza abomina, al máximo, tan su
según san Jerónimo es porque a aquellos no ma inmundicia; no la puede sufrir.
se les predicó; a ésta se le predicó y no reci Dice san Agustín: “Los que haciendo la
bió el Evangelio. Y, según Rábano, porque maldad, se implican por la mala costumbre,
aquellos solo quebrantaron la ley natural, de forma que la costumbre del mal no les
pero estos también la ley escrita y los dichos deja ver que es mal, se convierten en defen
de los profetas y los apóstoles. No se hace la sores de sus malas obras; se enfurecen cuan
comparación en cuanto al pecado carnal, en do se les reprende, de tal modo que los so
el que los sodomitas pecaron más grave domitas llegan a decir a Lot que reprende
mente, sino en cuanto a la ofensa contra la su malvada voluntad: “¡Has venido a habi
hospitalidad en que pecaban más éstos. tar, no a dar leyes!”. Allí era tanta la cos
De aquellos se dice que “no echaban una tumbre de la torpeza nefanda, que la mal
mano al pobre” (Ez 16,49); pero estos recha dad les parecía justicia; reprendían más al
zaban a tantos después de oír la verdad; y no reprensor que al que obraba mal”.
hay duda de que es ofensa más grave negar De qué modo tan grave castigó Dios es
el sustento a los que siembran lo espiritual, te mal, lo atestigua el mar muerto, o mar del
cosa que obliga por derecho natural, divino pecado; muerto, porque no tiene nada vivo; y
y humano, que no el no echar una mano al del enemigo, porque por instigación suya
pobre sencillo que no siembre lo espiritual: cuatro ciudades quemadas por fuego sulfúreo
“Al que mucho se le dio, mucho se le pedi se sumergieron en él179. De ahí que ese mar

178
Además de Sodoma y Gomorra, “las ciudades malditas son Admá y Seboyim” (Gn 14; Dt 29,22; Os
11,8) (BJ, 33).
179 Cf. Gn 19. “Se afirman el carácter moral de la religión de Israel y el poder universal de Yahveh. La te

rrible lección será evocada, en Dt 29, Is 13, Jr 49, etc. El pecado contra naturaleza señalado en este relato era abo
minable para los israelitas, Lv 18,22, castigado con la muerte, Lv 20,13; pero estaba extendido en torno, Lv
20,23” (BJ, 32). “La historia de Sodoma, pudo haber sido en principio un paralelo del relato del diluvio” (BJ, 33).
52. LA PACIENCIA Y LA LUCHA EVANGÉLICA 437

maldito se llame también humeante, tene de ancho. Aunque por este mal fueron des
broso de vapores, como si fuera un camino truidas cuatro ciudades, aquí solo se nom
del infierno. Está situado más allá de Jericó, bran dos que eran las mayores y más famosas
divide Judea y Arabia; tiene setenta leguas por la multitud del pueblo y su infamia.

Oración

Señor Jesucristo, que al enviar a tus discípulos a enseñar, les diste potestad de curar y
normas para vivir y conversar. Dirige mis pies por el camino de la paz. Dame salud del al
ma y del cuerpo.
Mortifica en mí todos los vicios, restáurame con tus dones por dentro y por fuera.
Dame que tenga justicia en las obras, orden en las costumbres, temor y amor tuyo en
todas las cosas.
Concédeme que, a mi medida, merezca imitar las cosas que mandaste a tus discípulos,
y que con ellos reciba la recompensa de la gloria eterna, por tu misericordia. Amén.

52. LA PACIENCIA Y LA LUCHA EVANGÉLICA


Mateo 10, 16-27

1. Enviados
Alejó todacomo
solicitud
ovejas
de entre
los discípulos,
lobos Id al oficio de enseñar. Yo, vuestro Señor y
Maestro, el que os he elegido y enseñado,
yo Señor omnipotente, que os he armado, a
los armó mostrándoles los signos, los traba
quien nadie puede resistir, yo, el Señor de la
jó y los hizo de hierro, arrancándolos de los
negocios de esta vida y liberándolos de toda mies; os envío a vosotros, hombres elegidos,
solicitud temporal. Entonces, después de maestros instruidos, soldados armados, mé
estas cosas prósperas, les dice las malas que dicos expertos, os envío como ovejas o cor
pueden suceder; los prepara y los instruye deros, sencillos e inocentes, sin defensa de
para luchar contra el mundo y el enemigo, armas, a que alimentéis a otros con susten
y para la paciencia contra las adversidades. to de doctrina, los atraigáis con mansedum
era
dolor
Porque,
especialmente
haycomo
un remedio,
dice
necesaria
Séneca,
la paciencia.
apara
los discípulos.
cualquier
Ésta les bre en el trato, expongáis por ellos hasta
vuestros cuerpos; en medio de lobos, los le
trados y fariseos y otros perseguidores y de
ma
sufrirlos:
Porque,
la predicación
como
que con
dicemansedumbre
nosan
debe
Gregorio,
hacer males,
mitigue
el quesino
to-
la tractores crueles, a quienes se llama lobos
por la rapacidad, crueldad y disimulo.
nes
ira desane
los furiosos;
las heridas
que,deherido
las ofensas en los
él de afliccio- Dice en medio de lobos, para que la pa
ciencia sea como el centro para toda injuria
circundante. En medio, por la conversación
otros. común con todos, por la utilidad de las ove
mo Dice, en medio
ovejaspues: “Mirad
de que
lobos”
yo os
(Mtenvío
10,16).
co- jas en la fe, y la pluralidad de lobos en los
errores. Esta unidad es la que hace vencer.
438 PRIMERA PARTE

tida
Como con
dice
unsan
mismo
Ambrosio,
ánimo,toda
da alucha
luz laacome-
victo fría, ama el sol. El dejar la piel pertenece a
para
sóstomo:
se
poder
mero:
tema
que
Mirad
del
lamirando
“¿Cuál
que
grandeza
que
loses,
yo
envía.
elpues,
os
del
poder
envío.
peligro.
Por
sudel
eso
consolación?
Esto
que
Dice
puso
basta
envía,
el
lo para
Cri-
pri-
no
El los principiantes, que deben dejar, según
ria. Dice también: Mirad que yo os envío, su antigua vida, “el hombre viejo con sus
obras” (Ef 4,22). El amor del sol pertenece
a los perfectos, que insisten en la divina
contemplación, con la que se iluminan y se
inflaman. A la serpiente le gusta el sol por
tener confianza, y no temer nada que pueda el calor que da fuerza a su naturaleza, y por
la luz que la ilumina; al hacerse vieja, pier
sobrevenir. Ves la autoridad, ves la potestad, de la visión, pero pone los ojos a los rayos
los
ves discípulos
el poder inexpugnable”.
como ovejas entre
Envíalobos;
el Señor
hoy,a del sol, y le recibe. En estas tres cosas qui
so el Señor que fuéramos en prudencia co
ay,
momuchos
lobos entre
prelados
ovejas.
están entre los suyos co- mo la serpiente; no en la complexión enve
nenada, ni en la lengua partida, ni en el
andar tortuoso.
2. Prudencia
de palomas de serpientes, sencillez La sencillez de paloma debe estar en tres
cosas: sencillez del pensar en juzgar, porque
“Así que, sed precavidos como serpien tiene blandos ojos y dulce aspecto; sencillez
tes y sencillos como palomas”. Frente a la de afecto en amar, porque se queda en el
astucia y engaño de los letrados, para enten amor a su pareja y frecuenta el beso; senci
der y evitar engaños e insidias, sed como llez de intención, porque habita junto a las
serpientes. Contra la crueldad y maldad de corrientes de aguas, evitando los peligros
los tiranos, par sufrir y perdonar heridas e del gavilán bajo la sombra. Según san Re
injurias, sed como palomas. La prudencia es migio, relaciona la sencillez con la pruden
necesaria para precaver males; la sencillez, cia, porque la sencillez sin prudencia pron
para hacer obras buenas. Es como si dijera: to se puede engañar; y la prudencia es
con
del
mortal;
como
la cabeza
cuerpo
todo
lasasíserpientes
el
en
vosotros
para
cuerpo,
quesalvar
está
guardad
exponen
y laasícabeza,
vida,
evitan
y todo elherida
custodiad
ocultándola
ylaguardan
resto
de peligrosa para engañar, si no se la tempera
con la sencillez. Está claro que la astucia de
la zorra es vituperable, como la rudeza de
los bueyes; hay que tener un medio, y mar
char por él.
mí,
tienen
de
modo
todo
la íntegro
fe
hiel
elycuerpo,
el
ni alma.
amargura
y sinvuestra
Y
corrupción,
como
decabeza,
maldad,
las palomas
con
esypeligro
decir,
no ha
noa Dice san Gregorio: “Unió las dos cosas
en la advertencia, ilustrando la sencillez de
la paloma con la astucia de la serpiente y a
su vez templando la astucia de la serpiente
mal;
por
cen la
inocencia,
mal
que
sencillez
apor
nadie;
nolaqueráis
no
prudencia
asíhagáis
vosotros,
hacer
elevitéis
mal
oguardando
devolver
a nadie.
el mal, el
lay con la sencillez de la paloma”.
También el Crisóstomo dice: “Sed pre
cavidos como las serpientes, para entender
los engaños; sed sencillos como las palomas,
cuerpo
piente en
ro estrecho
Se puede
portres
salvar
deja
mirar
cosas.
lalacabeza;
laA
piel
prudencia
través
vieja;
y, de
de naturaleza
expone
un
de aguje-
la ser-
el para perdonar injurias. No os quiero siem
pre como palomas, no sea que por la excesi
va sencillez caigáis en el lazo por seducción.
No os quiero siempre como serpientes, para
52. LA PACIENCIA Y LA LUCHA EVANGÉLICA 439

que
según
costumbre.
prudentes
tendáis
mo las
guno;
noporque
los
palomas,
echéis
y evitéis
tiempos
como
Yaentender
para
alguien
las
para
todo el no
yserpientes,
decirlo
personas
que
mal; veneno;
mal
sed
en
hagáis
para
sencillos
cambiéis
esbreve,
laudable,
sino
que
malque
sed
en-
co-
al-
de enemigo. El enemigo, si ve a un hombre
justo, no se atreve a acercarse; pero el mal
vado, si ve a un hombre santo, no solo no le
teme, sino que le desprecia más. No da el
enemigo poder al hombre, sino el hombre
al enemigo: el malvado es arma del enemi
go. Como uno sin armas no puede hacer na
hacerlo reprobable. El que entiende el mal, da contra el enemigo, así el demonio sin el
no
mal”.
hace el mal; hace el mal, el que obra el hombre no puede nada contra los santos”.
Y de nuevo: “La fuerza del enemigo son
los malvados; no puede sembrar mal alguno
3. Guardarse de los malvados en el mundo sino por medio de sus minis
Señalando a qué lobos se refiere, añade: tros, pues en los santos no halla lugar”. To
“¡Guardaos de los hombres!” (Mt 10,17), do esto es de san Juan Crisóstomo.
de los peores lobos, de las persuasiones de Dice san Agustín: “Si eres cristiano, el
los hombres, que buscan engañaros y per mundo mismo es enemigo tuyo, sin contar
vertiros con violencia. El Señor declara que los enemigos privados. “Porque no entabla
llamó lobos no a los animales, sino a los mos el combate contra una criatura humana,
hombres. sino contra los principados, contra las potes
Dice el Crisóstomo: “Dijo así: Cuidado tades, contra los dominadores de este mundo
con los hombres, como con unos males pé tenebroso, contra las fuerzas espirituales del
simos, males sobre todos los males, que mal” (Ef 6, 12), contra el enemigo y sus án
riendo mostrar que el mal peor de todos es geles; porque hasta cuando sufrimos a hom
el hombre. Pues si quieres compararle con bres importunos, él los instiga e inflama, él
las bestias, le hallarás peor. Porque la bes los mueve como a instrumentos suyos. Aten
crueldad
tia, aunquesesea
alejará
cruel, del
comohombre; pero su
es irracional, el damos, pues, a dos enemigos, al que vemos,
y al que no vemos; vemos al hombre, no ve
evadir
con
hombre
serpiente,
morladelserpiente,
suhombre.
cruel,
crueldad.
aunque
como
le
Por Sies
tenga
hallarás
eso, peor;al
comparas
racional,
malicia,
si puede,
no es fácil
porque
tiene
muerde;
hombrete-
la mos al enemigo; amemos al hombre, cuidé
monos del enemigo; oremos por el hombre,
oremos contra el enemigo”.
Se lee también en la vida de san Colum
bano que, cuando caminaba por sitios fuera
dad
si node la serpiente,
puede, huye. Elpero no tiene
hombre tieneellatemor
mal de camino a través de lo oscuro de un bos
que, llevando el libro en los hombros, y dis
mente,
el hombre
como

oportuno,
bestia
da
unacon
en elcruel,
es
tiempo,
palabra,tiene
hombre
silencio.
ella.
aquellos
se
Por sien
irrumpe
cada
oculta
El
esoquesí
malvado
está todos
hombre
bestia
mientras
como
no
como
irritada;
le
tiene
no esun
los
ella;
han
no males.
peor
bestia.
irritado
si
tiene
pero que
Final-
irritado.
no,
único
Y
si
tiempo
se
sale el
llega
mal;
que-
toda
En
de cutiendo consigo sobre la sagrada Escritura,
de pronto un pensamiento irrumpió en su
mente: qué elegiría mejor, si caer en las in
jurias de los hombres, o soportar la cruel
dad de las fieras. Y como aquella severidad
urgía al pensamiento, armando pronto la
frente con la señal de la cruz, y orando, di
jo: Mejor sufrir la ferocidad de las bestias
sin ofensa de nadie, que la rabia de los hom
440 PRIMERA PARTE

bres con daño de las almas. Uno, pregunta dad; para los aún no creyentes, de su correc
do por filósofos, por qué el hombre horrible ción; a aquellos para su acusación, a estos
era para él más pesado que cualquier peso, para su conversión; testimonio de salvación
se dice que respondió: El hombre horrible de los elegidos; testimonio de condena de
es el peso de una sola alma; otros pesos son los rechazados; a favor de unos en contra de
del alma y del cuerpo. Dice Séneca: “¿Qué otros. Dice el mismo Crisóstomo: “Ante
es lo más enemigo del hombre? Otro hom gobernadores y reyes estaréis, en testimonio
bre”. Guardaos, pues, de los hombres, que para ellos y los gentiles. Para que mientras
se esfuerzan con maldad y engaños por acusan a los apóstoles, mientras responden
arrastraros al mal, que no os seduzcan y en en los pretorios, la verdad de Cristo sea pre
gañen; que ni con blandas persuasiones ni dicada, la maldad de los judíos quede des
con amenazas y látigos logren desviaros de cubierta, y se revele a los gentiles creyentes
la verdad. el misterio para la salvación”. Y de nuevo:
“La muerte de los justos sirve de ayuda a los
4. Predice persecuciones futuras buenos, de testimonio a los malos; para que
los perversos perezcan sin excusa allí, de
“Os entregarán a los tribunales y os azo
donde los elegidos toman ejemplo, para que
tarán en las sinagogas; y seréis llevados ante
vivan”.
gobernadores y reyes por mi causa, para que
tengan un testimonio ellos y los aún no cre
5. No os preocupéis de qué responder
yentes”180 (Mt 10, 17-18). En lugares pri
vados, donde ellos se reúnen, como si obra Previstas así por el Señor las futuras difi
ran razonablemente. Reuniéndoos allí, os cultades, como podían turbarse los discípulos
prohibirán que prediquéis en mi nombre. al oír estas cosas, para que no les hieran en ex
Luego en reuniones públicas donde se reú ceso, añade contra los terrores la consolación:
nen bajo capa de justicia y santidad, os lle “Ahora bien, cuando os entreguen no os
varán a sus jefes de la sinagoga, y a los ro preocupéis de cómo o de qué vais a hablar,
manos. Y lo harán con violencia, para que pues se os dará en aquella hora lo que hayáis
os condenen a muerte, cosa que no es lícito de decir” (Mt 10, 19). Os llevarán a los jue
a los judíos, porque están sujetos a los ro ces, harán alegaciones contra vosotros, ma
manos. Lo harán por la confesión de mi quinando para que reneguéis de mí; no an
nombre: mira, el mejor título y la causa déis preocupados y angustiados sobre cómo o
más justa de padecer. Porque, como dice qué decir al responder a quienes os interro
san Beda, ¡feliz injuria, que tiene por causa guen. El Padre de las luces os dará en esa ho
a Dios! ra lo oportuno para responder, con sabiduría
Dice el Crisóstomo: “No es pequeña y elocuencia. No confiéis en vuestra ciencia y
consolación padecer por Cristo, pues no lo palabra, sino en la providencia divina, porque
padecían como perniciosos”. Esto será testi el Espíritu Santo os enseñará entonces sin
monio para ellos, los judíos, de su perversi premeditación vuestra lo que convenga decir.

180 “En este segundo bloque de instrucciones de Jesús se amplía el horizonte: el campo de la actividad apos

tólica ya no sólo es el pueblo judío, sino también los gentiles; los poderes adversos –el mundo, el demonio, las pa
siones humanas– se opondrán encarnizadamente a los seguidores de Jesús”. “Un testimonio de que ya está pre
sente el reino de Dios. El final del v. podría traducirse: para que les deis testimonio”. (NT.MI, 85).
52. LA PACIENCIA Y LA LUCHA EVANGÉLICA 441

el Espíritu
sino“Pues
que no seréisdevosotros
vuestrolos
Padre será el
que habléis nosotros, hablará por sí, y proporcionará la
gracia del Espíritu Santo al responder”. Con
dulación
dre
suyos;
tras
genio,
hablará
palabras
como
sino
hable en
según
por
que
los el Espíritu
saldrán
vosotros”
vosotros,
los
órganos
mueve elde
no solo
(Mt
dan
como de
10,20).
la
organista,
vuestro
nota
en
vuestro
órganos
yVues-
mo-
Pa-
in-
así esto no se excluye meditar la respuesta y el
modo de presentarla, si hay tiempo y saber;
pero se promete la seguridad si faltaran, co
mo pasaba con frecuencia en la primitiva
Iglesia; porque entonces muchas veces fieles
sencillos y sin letras eran llevados de pronto
le
mo,
el buen
inspira.
los evangelizador
elevó
Pora esto,
la dignidad
como
habla
dice
de el Crisósto-
según
los profetas,
el Padre a los jueces y gobernadores, y Dios los prove
yó. Por lo tanto, no deben turbarse por esto,
si les faltan tales recursos, porque el Espíritu
pues ellos hablaron por virtud del Espíritu. Santo no falta a los hombres que confían en
Dice san Gregorio: “Es como si dijera a sus Dios, cuando no tienen otra salida. En tal ca
miembros débiles aún: No temáis, llegáis a so basta para la salvación confesar con cons
ciaréis
la lucha,
palabras,
pero yopero
lucharé;
yo hablaré”.
vosotros Dice
pronun-
san tancia la fe en general; y esto lo puede hacer
todo cristiano, por simple que sea.
Pablo: “Ya que buscáis una prueba de que Por lo dicho, no habla aquí de las pala
Cristo habla en mí” (2 Co 13,3). bras del predicador. El predicador debe
cidos.
Iban,
Porque
pues,seguro
segurosvaadonde
a la batalla el que
eran condu- pensar antes cómo proponer la palabra de
Dios; si lo descuida, teniendo tiempo opor
lucha con tales armas y bajo tal príncipe; tuno, sería tentar a Dios. Esta provisión
segurocon
causa vatal
alportavoz.
tribunal Como
el quedice el Crisós
defiende su prohibe el Señor al hablar: el adorno, la ex
cesiva solicitud, por mucho tiempo. Porque
tomo: “Cuando os entreguen, no os preocu es fácil decir la verdad, que persuade sin
péis de qué o cómo hablaréis; la causa es adorno, de modo que se reciba en cualquier
mía. Por eso vosotros prestadme solo las parte.
personas, yo os daré el sentido; porque an
dar preocupado antes del juicio, no es una 6. Amigos y parientes os perseguirán
él
una
poca
preparación
conoce
causa
esperanza
la
suya
conciencia
delDios
enproblema,
Dios.
hable
del
Dejad,
por
que
sino
vosotros,
os
pues,
interroga.
másquebien
que
en No deben confiar en la ayuda de amigos
y parientes; por ellos, el Señor anuncia una
persecución más grave. Porque, según san
Gregorio, se agitan en nosotros más las tor
masescontra
No
dados aposible
la guerra, el les
el enemigo.
queno reyEl
proporcione
que
queenvía sus
lassol-
ar- mentas que padecemos de quienes confiá
bamos; con el daño corporal, nos duele el
persecuciones
pado
es
precede
la causa
de antes
quéprimera
hablará,
la
sefe”.
busca laelruina.
deespera poder
en su
está
Pues
de enque
saber,
Dios,
preocu-
las
si del amor perdido. Dice, pues: “El hermano
entregará el hermano a la muerte, el padre a
su hijo, los hijos contra sus padres para que
los maten”. (Mt 10, 21). Porque, como dice
San Jerónimo dice: “Cuando por causa de san Jerónimo, no hay afecto confiado entre
mos
lo
Cristo
demás,
ofrecer
somos
elnuestra
llevados
mismovoluntad
Cristo,
a los jueces,
que
por Cristo.
solo
habita
debe-
En
en aquellos, cuya fe es diversa. El Crisóstomo
dice: “Nadie espere en patronos, amigos,
parientes; pues hasta el hermano entregará
al hermano a la muerte, el padre al hijo, el
442 PRIMERA PARTE

hijo al padre. ¡Mira qué incendio de perse- ga no a los que empiezan, sino a los que per
cución arderá entonces, que ni a sí misma se severan. “Pues no será coronado, sino el que
perdonará la naturaleza! ¿Cómo buscarás luche según las normas” (2 Tm 2,5).
entonces fe íntegra en patronos y amigos, si Esto significa el signo Tau, letra griega,
ves que se ha apagado la amistad de la fra con que se marca a todos los que se han de
ternidad y de la paternidad? Si la amistad salvar. Por eso añade “éste”, en señal de dis
morirá en la misma naturaleza, ¿cómo se la creción y singularidad reducida. Dice el Cri
hallará fuera de ella?”. sóstomo: “Porque es de muchos el comen
Y añade: “Y seréis odiados por todos los zar, pero de pocos acabar; hay agrado en el
hombres” (Mt 10,22), los que sienten a lo principio, prueba en el fin. El cuidado de
humano, los amadores del mundo, enemi- una buena fe es el buen éxito, porque lo glo
gos de Dios. Hombre aquí dice más vicio rioso no es empezar algún bien, sino acabar
que naturaleza, porque se oponen mucho el lo. Lo que se hace por Dios es eterno, como
Amor de Dios y el amor del mundo. Os Dios es eterno. Por tanto, cuando te hayas
odiarán no solo los enemigos, sino los ami- convertido a Dios, y comiences a servirle, a
gos; no solo los extraños, sino los cercanos, hacer obras de justicia, ya no recuerdes tus
parientes y hermanos. Pues los que siguen a hechos pasados, sino piensa tu final; porque
Cristo con frecuencia son odiosos a otros, la consideración de las buenas obras pasadas
aun a los hermanos carnales. Y se añade: “a produce negligencia o jactancia; la conside
causa de mi nombre”; lo añade para su con- ración del final engendra temor”.
solación, porque es deleitable ser odioso por Dice san Bernardo: “La perseverancia es
amor del nombre de Dios. Ser odiado por el vigor de las fuerzas, consumación de las vir
nombre de Cristo es causa bastante para su- tudes, alimentadora del mérito, mediadora
frir con paciencia las persecuciones; a esto le del premio, hermana de la paciencia, hija
sigue un gran premio, porque al mártir no de la constancia, amiga de la paz, nudo de
le hace el castigo, sino la causa. las amistades, vínculo de la unanimidad,
fortaleza de la santidad. Quita la perseve
7. El premio a la perseverancia rancia, y ni la obediencia tendrá premio, ni
el beneficio gracia, ni la fortaleza alabanza.
Para que no decaigan en las tribulacio
En fin, no el que haya comenzado, sino el
nes, los consuela, añadiendo: “Pero el que
que haya perseverado, éste se salvará”.
persevere181 hasta el fin, éste se salvará” (Mt
Hay una doble perseverancia: una, con
10,22). Es decir, permaneciendo en la gra
tinuar en las buenas obras; otra, perseverar
cia, no sucumbiendo al final; o, según san en la voluntad del propósito; ésta también
Remigio, el que no abandonó los preceptos
está en el precepto.
ni falló en las persecuciones, “éste se salva
rá”, porque el fin, no la lucha, le corona; la
8. Se puede, o no, huir la persecución
virtud no está en haber comenzado, sino en
haber acabado. Así da una consolación gran- Los discípulos eran débiles, no revesti
de en las persecuciones y fuerza para sufrir dos aún por la fuerza de lo alto; por eso les
las tribulaciones, porque el premio se entre- enseña, como a tiernos, que huir puede ser

181
“El que sea constante; o tenga paciencia (cfr, Rm 2,7). “Hasta el fin”: (hasta la muerte, hasta el martirio), “ése
se salvará”, o, si en el original se trata de voz pasiva teológica: será salvado por Dios” (NT.MI, 85).
52. LA PACIENCIA Y LA LUCHA EVANGÉLICA 443

persigan
te”
vir (Mt en esta
para 10,
ser 23),
útiles
ciudad,
para
a muchos:
quehuid
se divulgue
a“Cuando
la siguien-
más
os no por el odio a determinada persona; en
tonces siempre se debe huir; como san Pa
blo era buscado para la muerte en Damasco.
vuestro
dicación;
y se perdone
nombre
queaselosyprovea
enemigos.
se oiga
a vuestra
más vuestra
debilidad
pre- Es claro, porque unos fieles permitían que
habitara allí en paz, pero otros solo busca
tad.
los
Nofuerza
la fuertes,
desprecio
El que
deporque
los
huye,
a hombres,
losaun
Dios
tímidos,
siendo
nosino
pone
nien
desemejante
elijo
los
su ojos
volun-
soloena ban matar a Pablo. Por eso, descendido por
persiguen
lidad
Dice
de el
laenCrisóstomo:
naturaleza
esta ciudad,
humana,
“Sabiendo
marchaddijo:
alaladebi-
Si
otra.
os los hermanos por la muralla, huyó la perse
cución personal; sin temer la persecución,
sino más bien declinando de ella, para ser
útil a muchos. Así pues no es imperfección
el huir, según el dictamen de la recta razón,
para un tiempo mejor: que se salve el que
huye para frutos mejores.
como
en la virtud,
éste padeció
es igual
para
en la
quevoluntad.
no parezca
Porque
que Otras veces la persecución no es solo de
la persona, sino de la fe y de la justicia; en
vencido
ama
Cristiandad.
peque
huye.
nos
fuerte;
cluyemás
mos, que
pues,
Mira
elel
huir,
en
valor
que
que
huyen:
los
por
para
de
Esto
Dios;
se
de
dolores
la
gran
consolación
queda;
lo
una
debilidad
quedar
elmanda
otro
fe es
pierda
ymás
no
huye,
de
humana,
de
el
pronta.
propio
peque
modo
tesoro
los
no sea
cristia-
que
el
no
Deci-
de
de
que
ex-
no
la
fe tonces si el hombre percibe que de su huida
se seguirá probablemente la irrisión de la fe
y el desprecio de la justicia, la huida es ma
la; si esto no aparece tan claro, sino más
bien lo contrario, como por ejemplo, si por
esa huida se puede ofrecer en otra parte uti
lidad de la Iglesia, y en cambio si se queda
no habrá sino muerte de los ministros de la
Dice san Remigio:humildad”.
“Así como el precep- Iglesia, desprecio de la fe por los infieles
obstinados; el que no puede aprovechar en
nece
to deenperseverar
especial aenloslasapóstoles,
persecuciones
y a susperte-
suce un sitio, debe pasar a otro.
mucho
que
guen
no sea
huyendo
quizá
que,
más leve
si
puestos
nosemostraran
huir
ofrecen
en
quelos
negar.
alentormentos;
martirio,
sí la
Pero,
constan-
aun-
nie-
es Dice san Agustín: “Hagan, pues, los
sores,
huir
ciende
conviene
hombres
el piadoso
a los
fuertes;
Maestro
débilesasíencon
lala licencia
fe. Condes-
cualquiera,
de siervos de Cristo lo que él les mandó o per
mitió, como él mismo huyó a Egipto. Hu
yan del todo de ciudad en ciudad, cuando
los perseguidores buscan a alguno de ellos
en particular; de forma que otros, que no
son buscados así, cuiden a la Iglesia, pero
den alimentos a los consiervos, si saben que
celestial”.
preparados
dirían
rían
les
cia de
hubiera
mucho,
una
que fe
eran
adado
perfecta,
dejarlo
porque
ajenos
licencia
todo
sin
a huyendo
laembargo
por
degloria
huir,
Cristo.
del
merece-
algunos
estaban
reino
Si no no pueden vivir de otro modo. Cuando hay
peligro común de todos, obispos, clérigos y
laicos, los que necesitan de otros, no sean
abandonados en lo necesario por los demás.
Por tanto, o pasen todos a lugares fortifica
dos; o los que deben quedarse, no sean aban
mo La
cuando
persecución
se buscaa aveces
uno es
para
personal,
la muerte,
co- donados cuya necesidad eclesiástica deben
no porque sea creyente principalmente, si- ellos suplir; o vivan igual, o sufran igual lo
que el padre de familia quiere que sufran”.
444 PRIMERA PARTE

mos
corremos
rechazan?
Pero
a lassitodas
gentes,
Esto
dijeran:
las
lo¿qué
previno,
ciudades
Mandaste
haremos,
ydequitando
que
Judea,
pues,
no fuéra
ysieste
nos
re- muerte rápida, consolándolos, les dice el Se
ñor: No acabaréis las ciudades de Israel has
ta que venga el Hijo del Hombre. Si esto se
entiende como dicho solo a los apóstoles, no
Cristo,
los
de
baréis
va
diatamente
temor,
el
Cristo
muertos,
muertos;
Hijo
predicando
las
les
antes
ciudades
por
del
dice:
Cristo
se
porque
de
Hombre”
las
apareció
“De
que
ciudades
en
padeció
deverdad
ellas
denunciada
vuelva
Israel
(Mt
a la
los
yde
venida
os
10,23).
antes
resucitando
discípulos”.
Judea,
digo:
la
que
yNo
llegada
no
lainme-
vuel-
feaca-
de procede el sentido, porque los apóstoles
murieron mucho antes de que Cristo vol
viera. Pero todo lo que se dice a los apósto
les, parece que lo dice también a los que
después de ellos habían de creer, hasta el fin
del mundo. Porque ellos, los doce, eran las
cabezas de la Cristiandad, de la Iglesia futu
ra. Y como lo que llevas a la boca se disper
sa por todos los miembros del cuerpo, así lo
Dice Rábano: “Les predice que con sus que se decía a los apóstoles pertenecía a to
predicaciones
des
surrección
tad
de ladetierra”.
Israel
anunciar el
delantes
Pero,
no
Señorsi yse
llevarían
Evangelio
de que
seentiende
concediera
aselarealizara
afetodo
a por
laselciuda-
potes-
laorbe
ve
re- da la plenitud del cuerpo cristiano. Pues sa
bía el Señor que su noticia había de llenar
tantas ciudades, que casi todas las ciudades
de todo orbe podrían llamarse ciudades de
Israel”.
nida de Cristo el Juicio, la consumación de
la predicación de los apóstoles por todo el 9. Cristo, ejemplo en trabajos y perse
mundo se debe entender en el efecto de la cuciones
conversión; porque los hijos de Israel están Una vez expuesta la gran tribulación
dispersados por todas partes, según la pre inminente exhorta a los discípulos a tole
destinación.
de los apóstoles
Porque,
discurrió
aunque
en su
la predicación
tiempo por rarla, y los consuela con su ejemplo, yendo
de mayor a menor. Si en el caso del Maestro
todo
su efecto
el voz”
el orbe:
(Sal
de la
19,5;
“por
conversión
toda
Rm 10,18);
la de
tierra
lossin
se
infieles,
expandió
embargore y Señor, y dueño de la casa dijeron blasfe
mias, y le hicieron sin causa muchas inju
rias, y él paciente e intrépidamente las so
ferido
la fe, tendrá
a los que
delen
todo
general
su efecto hacia el fina
se convertirán portó; mucho más se hará en ellos que son,
como discípulos, siervos y criados; pues
del mundo. ellos también deben soportarlas con pa
baréis,
Asíno
sigue:
completaréis,
“De verdad digo, nodeaca-
lasosciudades Is ciencia. Por eso dice. “El discípulo no está
por encima del maestro, ni el siervo por en
del
rael”,
ase
Hombre”,
la
convertirán
Padre,
fe,
huyendo,
“antes
adelaque
resurrección
en
odepredicando
común
baje
quedel
venga
los
cielo elende
general.
hijos
y convirtiendo
Hijo
laPues
Israel,
gloria
del
no cima del amo”. Mientras es criado o discí
pulo no está por encima en orden natural
de honor para obrar cosas mayores o con
trarias a las de su maestro y señor.
Quiere decir: No desdeñéis sufrir vo
hasta cercafuga
pues una del fin delesmundo.
larga más grave que una sotros, criados y discípulos, lo que yo sufro y
ran,Dice
¿porel cuánto
Crisóstomo:
tiempo
“Como
podemos
si elloshuir?
dije- sufriré, Señor y Maestro; soy Señor, hago lo
que quiero, soy Maestro, enseño lo que sé
que es útil. Mis ejemplos os enseñen; mirad
52. LA PACIENCIA Y LA LUCHA EVANGÉLICA 445

me
temáis
temen
ofenderos
a mí;
ofenderme
quelo
y perseguiros.
seque
haga
veis
y perseguirme,
enque
vosotros.
Dice
se hace
el Crisóstomo:
Los
no
entemerán
que
mí, no No habla de otro; pues si un maestro
fuera indocto, no le bastaría al discípulo la
ignorancia del maestro; y si el señor fuera
nuestra
“Ahora
ros
padecido
padecer
nos.
cosasufrimientos
Pero
natural
indignación.
empieza
injuria
silooímos
que
mismo,
por
de
anos
que
consolarlos
Dios,
ellos,
enojemos
Pues
nos
unapor
con
alivia
decimos:
persona
parte
su
para
yyejemplo.
dolamos
se
ilustre
de
los
Simitiga
indig-
aquél
futu-
ha
Es
al mísero, no le bastaría al criado la miseria
del Señor. O, según el Crisóstomo, toma el
Señor aquí la expresión no según casos que
rara vez suceden, sino de lo más frecuente,
de lo que sucede más. Y añade: “Si al due
ño de la casa le han llamado Belcebú”, dije
ron que obraba en nombre de Belcebú,
“¡cuánto más a sus criados!” (Mt 10, 25),
cosas,
hombre,yo no
másdebo
ilustre
sentir
quedolor
yo, de
padeció
mi injuria.
estas ¡cuánto más os difamarán a vosotros! Los
judíos y gentiles dijeron con frecuencia que
dos,
padeció
Cuánto
sus padecimientos,
recordando
cosas
más seiguales
consolarán
quesiendo
Cristo
o mayores”.
discípulos
los
Maestro
discípulos
yySeñor
cria-
en los apóstoles obraban los milagros en el po
der del enemigo, como consta en las histo
rias de los Apóstoles. Por tanto, los buenos
no se entristezcan si hombres malvados los
su
congeneral
dicePor
paciencia,
Séneca:
eso gimiendo”.
deben
“Mal Y al
sinosoldado
seguir
con gozo;
es
añade
Señor
elporque
que
elno
sigue
Señor:
como
soloa injurian sin causa, porque el Señor se dignó
aducir para consuelo nuestro sus oprobios
con estas palabras: “Si al dueño de la casa le
han llamado “Belcebú”, ¡cuánto más a sus
“Le
maestro,
bastayalaldiscípulo
criado comollegar
su amo”,
a ser como
sufrien su criados!”
la
tro
preciado.
biendo
bastarle
doperfección
injurias
y señor,
malesyes
aPerfecto
él, es más
imitándole
si
no
yasimilación
no
haciendo
buscando
será, en
si es
sus
aplastado
bienes;
venganza;
alcomo
obras,
maestro.
suo,porque
ymaes-
debe
reci-
des-
Di- Hay muchos que alaban la vida de los
buenos quizá más de lo que deben. Por eso,
para que no les entre sobrestimación, Dios
omnipotente permite que los malvados
prorrumpan en maledicencia; que si alguna
falta nace en el corazón de los buenos por
ce san Beda: “Si el Maestro que es Dios no los que les alaban, la detracción de los ma
los los vuelva a la conversión. Entre los que
quiere
que
más sus
mansos
vengar
seguidores,
padeciendo
sus injurias,
sólo hombres,
y prefiere
sigan lase
también
regla
hagan
de alaban y los que vituperan, debemos volver
siempre a la mente; si en ella no se halla el
pues a sí se llama Maestro y Señor, a los bien que se dice de nosotros, debe nacer en
verdadero
Maestro el Señor,
la perfección”.
y aquí, Y
donde
este
más, el Padre
habla
dichodedel
sí,de
Señor
quetodos;
es es
el nosotros gran tristeza; si no se halla en ella
el mal que se dice de nosotros, debemos al
zarnos a gran alegría. Dice san Gregorio:
“En todo lo que se dice de nosotros, calla
Apóstoles
mundo losydice
a susdiscípulos
imitadoresy criados.
hasta el fin del dos debemos recurrir a la mente y al testigo
interior, y buscar el juez. ¿De qué sirve si
la perfección
La imitación
humana.
de este Dice
Maestro
sanyAgustín:
Señor es nos alaban todos, cuando nos acusa la con
ciencia? ¿O qué puede sernos obstáculo, si
al
“Laque
suma
adoras”.
de la religión cristiana es imitar todos nos niegan y sola la conciencia nos
defiende?”
446 PRIMERA PARTE

Dice Catón: Dice san Agustín: “No seáis pusiláni


¿Alguien te alaba? Recuerda: tú eres tu juez.
mes, porque si miras con pleno corazón
No creas a otros más de ti, que a ti. qué ha padecido Cristo por ti, tú tampoco
decaerás por falta de ánimo; sino que con
Pero, como dice el mismo san Gregorio: magnanimidad también tú soportarás cual
ta”.
“El
cios.que
YEsasí
nopues
juzgarás
amamuy
la gloria,
laspeligroso
demás
no siente
virtudes
alabar
la afren-
ay vi-
un quier cosa adversa que venga, más aún, te
gozarás, porque te has hallado en alguna
semejanza con los sufrimientos de tu Rey”.
hombre en su presencia; porque tendría que De nuevo: “Si el que había dicho con plení
ser muy fuerte en Dios, para que no se eleve sima verdad: “Mira, llega el jefe de este
dentro
bién Horacio:
en su corazón, como aconseja tam- mundo, aunque contra mí no puede nada”
(Jn 14,30), fue llamado pecador inicuo,
Belcebú alocado, ¿tú, siervo, desdeñas oír
...Mira a quién recomiendas, no sea que luego
por lo merecido, lo que el Señor oyó sin
los pecados ajenos te infundan vergüenza.
merecerlo? Él vino para darte ejemplo; en
vano casi lo habría hecho, si no te aprove
Lo abrazamos como gloria, si nos adecua
mos a nuestro Señor en las condiciones de chas. ¿Por qué lo oyó él, sino para que tú
sus sufrimientos. Porque las malas se purifi cuando lo oyeras, no decayeras? Y ya ves, lo
can en el fuego de la tribulación. Como en oyes, y caes. En vano lo oyó él; pues no lo
Iglesia, a las expuso
tonces Dios olas de alosCristo,
padecimientos,
cabeza de así
la oyó por sí, sino por ti. Por eso padeció él
primero, para que aprendiéramos a pade
también permite que su cuerpo, su Iglesia cer; y él que no tenía aquello de que le acu
sea atribulada para prueba y purificación saban; cuánto más nosotros, que si no tene
hasta el fin del mundo. El camino de la vir mos el mal que el enemigo nos denuncia,
tud es áspero y lleno de zarzas y espinas. Los tenemos otro que con razón es castigado en
patriarcas, profetas, apóstoles, mártires, con nosotros. Alguien te llama ladrón, y no
fesores y vírgenes; y todos los que agradaron eres ladrón; oyes el oprobio, pero si no eres
a Dios, los fieles, pasaron por muchas tribu ladrón, no es que no seas algo que desagra
laciones; así también todos los miembros de da a Dios”. Y también: “Considerando cada
Cristo pasarán hasta el fin del mundo. uno su conciencia, si es amador del mundo,
Dice san Agustín: “Ningún siervo de cambie; hágase amador de Cristo, para no
Cristo está sin tribulación; si piensas que no ser Anticristo. Si alguien le dice Anticris
zado
tienesa persecuciones,
ser cristiano”. todavía no has comen- to, se enoja, cree que es una injuria. Cristo
le dice: Sé paciente. Si oíste algo falso, go
no
casa,
les
Elmis
tengáis
Señor
imitadores,
añade,
miedo”. No
concluyendo:
a lostemáis
perseguidores,
los
“Asídeque
mi za conmigo, porque yo también oigo cosas
falsas de los anticristos; pero si has oído al
go verdadero, reconviene a tu conciencia, y
sas,
hombres
mucho
de
cia
mias;
lalas
sipersecución;
no
uno
ainjurias
llevar
calléis
frágiles
piensa
con
lapor
yque
sino
verdad
paciencia
pecadores,
amor
Cristo
soportad
dedepadeció
las
lani
Dios.
fecosas
con
sus
porpacien-
por
blasfe-
Ayuda
adver-
temor
él. si temes oírlo, teme más serlo”. Todo esto
dice san Agustín.
Y san Gregorio: “Las injurias que nos
hacen, entonces las sufrimos bien, cuando
en el secreto de la mente recurrimos a los
males cometidos. Leve parecerá lo que nos
52. LA PACIENCIA Y LA LUCHA EVANGÉLICA 447

lo
golpea
que merecemos
en la injuria,ensinuestra
miramosacción”.
que es peor cieron, recibido el Espíritu Santo. “Y lo que
escucháis al oído, predicadlo”, con una exis
tencia de obra cumplida, “desde las azoteas”
10. Todo se manifestará un día (Mt 10,27); anunciadlo sobre vuestros cuer
pos que son domicilios de vuestras almas. O
Luego el Señor exhorta a los discípulos a
“lo que os digo en la oscuridad, decidlo en
soportar los padecimientos con la considera
la luz”, lo que oís ahora en misterio y enig
ción del juicio divino, en el que todas las co
ma, predicadlo más abiertamente; os he
sas buenas y malas de todos serán manifiestas
instruido en un pequeño lugar de Judea,
a todos. Porque el juicio será tal que parece
decidlo con audacia a todo el mundo, en lu
rá justo a todos; lo que sería imposible si no
gares públicos, comunes; porque los apósto
vieran todos los méritos y deméritos.
les anunciaron abiertamente al pueblo lo
Dice, pues: “Nada hay encubierto”, cuan
que habían aprendido aparte de Cristo. Y
to se oculta ahora a sabiendas, “que no llegue
“lo que escucháis al oído” en secreto solos
a descubrirse”, en el juicio futuro, “y nada re
servado”, “predicadlo sobre los tejados”, ante todos
lo que ahora es oculto por naturale
sin esconder a nadie la palabra como quien
za, “que no llegue a saberse” (Mt 10,26); por
está en el tejado y clama en público. Habla
que no solo las obras, sino los secretos del
al modo de Palestina, donde las casas no
corazón que solo Dios conoce, entonces se nos
tienen techos inclinados que subir, sino pla
manifestarán. Como diciendo, según san Je
nos; desde ellos se hablaba al pueblo situa
rónimo: no temáis la crueldad de los que os
do abajo en el suelo.
persiguen, ni el furor de los blasfemos, ni si
gáis a los que disimulan, porque vendrá el día
11. Justa reprensión de la pereza
del juicio, en que se mostrará a todos vuestra
miará
virtud
gún
gará sus
lala
ymaldad
obras,
su
paciencia
maldad,
interiores
de los
de
y aperseguidores.
los
cada
ymártires
exteriores;
uno se ylese
dará
secasti-
pre-
se- Considera aquí que los discípulos del Se
ñor se exponen a persecuciones, mientras
nosotros hacemos pereza tranquilos; no me
sino trabajad con toda intención, fija la recemos perdón. Dice el Crisóstomo. “¿De
No os avergoncéis, pues, del Evangelio, qué seremos dignos los perezosos y en paz?
dad,
dar
La consideración
gran
y advertir
audacia aen
delos
laesapredicación
predicadores
manifestaciónde que
ladebe
ver-
la ¡Sin que nadie luche, somos muertos; sin que
en
mente
sa
yectos
alabanza
go
oscuridad
eterno
que
en
dede
aquél
para
los
yDios
Dios
pondrá
corazones”
los
último
“iluminará
para
adversarios Cola
devosotros;
día
manifiesto
(1de
lo de
oculto
queda
4,5);
recompen-
la los
verdad.
habrá
casti-
de
pro-
la nadie nos persiga, nos disolvemos! ¡Nos
mandan salvarnos en paz y ni esto podemos!
Pues ¿qué perdón el nuestro? No nos amena
zan látigos, cárceles, príncipes, sinagogas, ni
nada semejante, sino todo lo contrario. Rei
namos nosotros, porque hay reyes piadosos y
los cristianos tienen muchos honores; y ni así
vencemos. Porque, si se produjera una lucha
y persecución de las Iglesias, ¡qué irrisión y
anuncien
“decidlo aseguros.
confianza de
la laluz
seguridad;
del día”, que
predicadlo
es lo queenhi-
la cuántos oprobios habría! Y con razón, pues si
curidad”,
Luego mientras
añade: “Lo estáis
que aun en el
en
os digo temor,
la os- nadie se ejercita en el gimnasio, ¿cómo sal
drá vencedor en la competición? Mantente
firme contra las pasiones, lleva bien los dolo
res de la mente, para que soportes los del
448 PRIMERA PARTE

cuerpo. Pues el santo Job, si antes no se hu firme en todos los combates. Envidiemos
biera ejercitado, cierto que no habría brilla también nosotros la fortaleza, la mansedum
do tan ilustre en sus combates; si no hubiera bre de aquel varón, que vivió antes de la Ley
meditado que estaba fuera de toda tristeza, y de la gracia, para que podamos compartir
hubiera dicho algo terco, pero se mantuvo con él las mansiones eternas”.

Oración

Señor Jesucristo clementísimo, que enviaste a tus discípulos, como ovejas, entre lobos
a luchar contra el mundo y el enemigo, y les diste consolación en pasar tribulaciones.
Confirma mi fragilidad, hazme firme contra los peligros del mundo y los engaños del
enemigo; guárdame de mis enemigos, visibles e invisibles; dame paciencia en las adversi
dades y sufrimientos.
Concédeme que te sienta siempre a ti, mi Creador, como mi defensor; y que defendi
do por ti en la vida presente, después de ésta llegue a ti, libre de todos los males. Amén.

53. NO TEMÁIS LA MUERTE POR EL SEÑOR


Mateo 10,28-33

1. No se debe temer la muerte de, en el alma. Por eso dice: “Os digo a vo
sotros, amigos míos” (Lc 1,4): “Dejad de te
Una vez que el Señor sacudió de los dis
ner miedo a los que matan el cuerpo”, al
cípulos el temor de las persecuciones, la in
hombre en solo el cuerpo y por un tiempo,
famia y maldición, les pone delante el te
“pero el alma no pueden matarla” (Mt
mor de la muerte corporal, que es la última
10,28), de modo que Dios no la vuelva al
de las cosas terribles en esta vida, y el fin. Y,
cuerpo y la resucite.
como dice el Crisóstomo, no les promete
Dice el Crisóstomo: “Dejad de temer a
evitarles la muerte, sino que les promete
los que matan el cuerpo”, y por temor de la
morir dándoles cosas mayores que si no les
muerte no dejéis de decir en la luz lo que
hiciera padecer esto. Porque enseñarles a
habéis oído en tinieblas y de anunciar a to
despreciar la muerte es más que evitarles la
dos lo que habéis escuchado solos al oído.
muerte. El Señor vacía el temor de la muer
Según estas palabras es traidor a la verdad
te por las seis razones, que seguimos en el
no solo el que quebranta la verdad y la cam
orden del texto.
bia por la mentira, sino también el que no
dice la verdad libremente, como debe ser
2. Razones: 1ª Por la impotencia humana
anunciada. Es trasgresor de la verdad no so
La primera es la consideración de la im lo el que niega la verdad, sino el que por te
potencia humana, porque los hombres no mor de los que pueden matar el cuerpo, la
pueden hacer daño sino en lo menor, en el calla. ¿Qué estoy diciendo? ¡Que los hom
cuerpo; y el herido así progresa en lo gran bres callan la verdad por temor a la muerte!
53. NO TEMÁIS LA MUERTE POR EL SEÑOR 449

¡Por el miserable vientre y por la esperanza usar para utilidad de tu alma el material de
del vano honor callan los hombres la verdad! tu cuerpo, sabiendo que tras un pequeño
Quizá dices: Si callo la verdad ante los ad tiempo se te ha de quitar, porque no es tu
versarios ¿acaso consiento en su mentira? yo? ¿Qué necedad la nuestra, odiar lo que es
Dime: Si un príncipe del emperador roma nuestro, y amar lo que no es nuestro? ¿Afa
no, viendo que la ciudad de Roma está sien narnos en lo que no podemos conservar, y
do atacada, y pudiendo librarla, deja de de descuidar lo que tendremos eternamente?
fenderla, ¿no parecerá que la ha entregado, No temáis a los que matan el cuerpo; ¿qué
pudiendo librarla si quisiera? Así, tú tam es el temor de la muerte? No el dolor de sa
bién, viendo la verdad de Dios atacada por lir del cuerpo, sino desesperación de vida
los impíos, pudiendo defenderla si quisieras tras la muerte; teme la muerte el que no
hablar, callando, la has atacado al dejar que piensa que vivirá después de la muerte.
la atacaran. Si callar la verdad por temor de ¿Quieres saberlo? Con frecuencia los hom
los que matan el cuerpo es impiedad, ¿cuán bres padecen grave dolor en la enfermedad
to mayor impiedad será callar la verdad por y no mueren, y con todo están más conten
el vientre miserable y la esperanza del vano tos porque han padecido un gran dolor y no
honor? ¡Ser más amigo del pan y del honor han muerto. Ves, pues, que no es el dolor de
que de la verdad de Dios!” la muerte lo que se teme sino la misma
Y de nuevo: “No temáis a los que ma muerte”. Y de nuevo: “El que tiene mala
tan el cuerpo, ya que el cuerpo, aunque no conciencia, es siempre pusilánime y tiene
sea matado por los impíos por causa de temor”. Esto dice san Juan Crisóstomo.
Dios, morirá por sí mismo tras un poco de Dice Séneca: “Al ánimo no le hace tími
tiempo, por la naturaleza; luego los que son do sino la mala conciencia de una vida re
matados por los impíos según el cuerpo, na prensible”.
da pierden, sino una dilación de la muerte. Si tienes confianza singular y sin límites
Ahora bien, si es verdad que ni una hoja cae en Cristo, en sus palabras y promesas, en
del árbol sin mandato de Dios, y que tene todo peligro y duda; si en toda escasez el
mos numerados los días de nuestra vida, de corazón te asegura de modo infalible que,
bemos creer que no morimos antes del día. aunque todos los campamentos de los de
Y aun suponiendo que muera antes de su monios, toda la sinagoga de los pecadores,
día el que muere por Dios, si hemos de mo toda la turba de los intelectuales y podero
rir gratis dentro de poco tiempo, sin causa sos mundanos te asedien, los tendrás a to
de Dios interpuesta, ¿por qué no morimos dos por un humo volátil, por estopa, por es
un poco antes con gloria por la causa de puma voluble y vana. Si al principio de la
Dios y que se haga un sacrificio voluntario tentación eres fuerte, menos podrán vencer
de modo que ofrezcamos a Dios como te luego.
ofrenda lo que alguna vez hemos de entre Y de nuevo el Crisóstomo: “Así es toda
gar por deber? Mira, si tomas prestado por operación del enemigo. Al comienzo es gra
ejemplo un buey, un caballo, un asno, ¿no ve su ímpetu y casi intolerable; pero si uno
trabajas tus labores con él asiduamente? lo soporta con fuerte ánimo, luego se halla
Porque te dices a ti mismo, hoy o mañana rá más firme; y cuanto más golpeado fuere,
se me va a quitar, porque no es mío. Y naci tanto será más fácil. Pienso que en las per
do en un cuerpo corruptible, ¿por qué no secuciones de los cristianos, si al ser hechos
450 PRIMERA PARTE

prisioneros no reniegan de la fe por terror, temor de la gehena, hasta que la caridad ex


luego ningún dolor los vencerá; porque el pulse a ese temor, quedando el temor casto,
diablo no tiene tanto poder”. la reverencia que se ha de mostrar sin fin a
Dios. Como dice el mismo Crisóstomo,
3. 2ª Por el poder de Dios, único temible Dios creó en la naturaleza el temor de los
males carnales, para que por el temor de lo
La segunda razón es considerar la poten
carnal, temamos más lo espiritual.
cia divina, porque Dios puede, por su pro
El temor es múltiple: humano, munda
pio poder, sin que nadie se lo preste, perder
al alma y al cuerpo, que es más que matar el no, natural, servil, inicial, filial o casto. Los
cuerpo. Por eso dice: “Temed, más bien, al dos primeros son vicios, los dos últimos,
que puede destruir alma182 y cuerpo en la virtudes; los dos del medio ni vicios ni vir
gehena”183 (Mt 10,28), que es la muerte tudes. El temor humano es aquél por el que
eterna. Porque nadie puede huir de la mano uno se aparta del bien al mal, para evitar un
del
el Eclesiastés:
Omnipotente,“Teme
ni vivo,
a Dios,
ni difunto.
y observaDice
sus peligro corporal; como Pedro, que para no
incurrir en la muerte, negó a la Vida, sin
mandatos: esto es todo el hombre” (Ecl acordarse de aquello que había oído al
12,13), para esto es. El piadoso sumo no Maestro: “No temáis a aquellos que matan
el cuerpo, pero no pueden matar el alma”
pierde a nadie; se dice que lo pierde, cuan
do no lo salva, como se dice “endureció el (Mt 19,28). Mundano es el temor por el
corazón del faraón” (Ex 10,20), no lo suavi que uno se aparta del bien al mal, para evi
zó, permitió que se endureciera. tar una incomodidad o daño temporal; co
Dice san Gregorio que es gran seguridad mo Herodes, que por no perder el reino,
mor con que se teme mató a los Inocentes, “inquietándose de
no temer a nada sino más la indignación
a Dios, y es necio elhu-
te
temor allí, donde no había qué temer”
mana que la divina. Porque como dice el Sa (Sal 14,5). Natural es el temor por el que
bio: “El que teme al hombre, pronto caerá; cualquier hombre teme naturalmente con
el que espera en el Señor se elevará” (Pr horror el daño de la naturaleza; como el
29,25). Pero, qué lástima, hoy muchos te mismo Cristo, de quien se lee, que “Jesús
men más la ofensa del hombre que la de comenzó a tener espanto, pavor y tristeza”
Dios, temen más el daño del cuerpo que el (Mc 14,33). El temor servil es aquél por el
del alma. Es justo que temamos lo que no lo que alguien teme pecar por temor de la
merece, pues no queremos temer lo que de- condena, no por amor de la justicia; el mie
be ser temido. Como dice el Crisóstomo: do del castigo detiene la mano, pero no el
“Porque no tememos lo que conviene, por ánimo de pecar; de ese temor se dice: “No
esto tememos lo que no conviene”. Echado hay temor en el amor; sino que la caridad
fuera el temor el mundo, servid al Señor por perfecta echa fuera el temor” (1 Jn 4,18). El

182 “El principio espiritual del hombre (Cat 363), distinto del cuerpo; es el elemento consciente que perdu

ra después de la muerte corporal”…“Alma y cuerpo en la gehena: Supone que los cuerpos resucitarán, puesto que
sufren también los cuerpos de los “condenados”. (NT.MI, 86).
183 La gehena: del nombre de un valle donde se ofrecían sacrificios a Moloc, luego convertido en basurero,

pasa s. II a. C. a considerarse sitio del infierno (lugar de castigo para los impíos). En los apocalípticos designa el
lugar del suplicio eterno de los condenados, después de la resurrección y el Juicio final; en esta línea se usa en el
Evangelio. (NT.MI, 60).
53. NO TEMÁIS LA MUERTE POR EL SEÑOR 451

aparta
cia
temor
gehena,
y eninicial
del
parte
y mal
conpor
esal
ello
aquél
bien
el la
temor
por
ofensa
de
el
amor
que
la
depena;
de
Dios,
se la
teme
justi-
y se
la por amor de la justicia no peca. El manda
miento de Dios se cumple de modo servil,
no libre, si se hace más por temor de la pe
de es na que por amor de la justicia, y así ni se
filial
temor
practican”
te temor
o del
casto, en111,10;
se(Sal
Señor;
lee: “El
fin,son
principio
es aquél
Eco
cuerdos
1,16).
del
porlos
saber esallo
elElque
temorel hace. Porque no hay fruto bueno, que no
proceda de la caridad. Nadie forzado hace el
bien, aunque sea bueno lo que hace, porque
que de nada aprovecha el espíritu de temor,
guien
las virtudes
encendido
temeen puramente
el amor del ofender
bien y dea donde no hay espíritu de amor”. Son pala
Dios, y separarse de él, y se aparta del mal bras de san Agustín.
Dice el Crisóstomo: “El que sirve a Dios
al
temor
dad,
bien
sino
perfecto,
sólo
quepor
se amor
aumenta
y no lo
de echa
lasegún el aumento
justicia.
fuera la
Este es
cari- por temor, evita sí el castigo, pero no obtie
ne el premio de la justicia, porque hace el
bien forzado, por el temor”. Dice Horacio:
de la caridad. De este temor se lee: “El te Odian pecar los buenos por amor de virtud;
mor (Sal
ble” Señor es puro, eternamente esta-
del 19,10). Odian pecar los malos por temor de penas.

Prohibe, pues, el Señor que no pasemos Séneca dice también: “No pienses que
de
mundano,
temporal.
la virtud
Del
poraltemor
peligro
vicio servil
por
corporal
temor
y del
o comodidad
filial
humanoo caso va a hacer la virtud lo que hace el temor
excesivo”.

to
temor
dice casto.
san Agustín:
Hay un“Hay
temor
temor
de servil
no padecer
y hay 4. 3ª Por la Providencia de Dios
La tercera razón es la consideración de
castigo y otro temor de no perder la justicia. la divina Providencia; por ella se ordenan
El temor de no padecer castigo es propio del la vida y la muerte de los santos, y también
siervo. No es gran cosa temer el castigo, si la de los animales irracionales, por lo que
no amar la justicia. El Señor aprueba esa no deben temerla, ya vivan, ya mueran. Y
inocencia, con la que el hombre se hace ino dice así: “¿No se venden dos pájaros por un
cente no por el miedo del castigo, sino por cuarto? Sin embargo, ni uno de ellos caerá
el amor de la justicia. Porque el que no pe en tierra sin vuestro Padre” (Mt 10,29).
dose
dañar,
ca pordese
temor,
ladaña
obraaunque
mucho
mala, es
ano
sícon
dañe
mismo;
todo
al que
reo
abstenién-
de
quiere
sola Aunque sean de poco precio y valor, no
caerán en el lazo de la muerte sin la Provi
dencia de Dios, en la que están todas las
la voluntad”. cosas. Como diciendo: “no temáis la muer
pecaYno
Porque
que
ofensas.deen
por Esnuevo:
hubiera
temor
enemigo
cuanto “En
del devano
justicia
está
castigo; él,piensa
laenque
justicia
amigo quemás
castigara
querría
el será,
que es
las
no
si te, porque no podéis morir sin el asenti
fuera
del
ma el negocio
vencedor
castigo,
codicia
delmala
porque
mal,deel
eslaque
aunque
un
malano
enemigo
codicia,
peca
no se
porcumple
dentro.
latemor
mis- miento y voluntad de Dios Padre; como se
ve en cosas menores. Pues si los pájaros,
pequeños y de poco precio entre las aves,
no pueden morir sin la voluntad o permiso
de Dios, ¿cuánto menos vosotros de más
valor, dignidad y precio ante Dios, raciona
les y “comprados a alto precio”, redimidos
por la sangre de Cristo, no moriréis sin la
452 PRIMERA PARTE

ordenación de Dios? No hay proporción de do espiritual, según san Hilario, dos pája
valor entre la infinitud de los pájaros y un ros, el cuerpo y el alma, se venden por un
solo espíritu; y así es clara la razón. Tam precio mínimo, cuando por un placer míni
bién se prueba por la eternidad: el sentido mo se entregan al enemigo.
sería, según san Jerónimo, si las cosas pere
cederas, no perecen sin la Providencia de 5. 4ª Por la futura resurrección
Dios, vosotros que sois eternos, no debéis
La cuarta razón es la resurrección futura
temer vivir sin la providencia de Dios. al final del mundo, que pertenece al hom
Dice el Crisóstomo: “Si los pájaros es bre; Dios tiene providencia de cosas meno
tán puestos en la voluntad de Dios, no en res, como de los cabellos, parte extrema y
poder del hombre, aunque los hizo Dios superflua del hombre, de modo que lleguen
para uso de los hombres, ¿cuánto menos es en debido número, luego no hay que temer
táis vosotros en poder de los hombres, sino de cosas mayores, si son entregados a la
en el de Dios, que os hizo para su gloria? Si muerte por Dios. Por eso dice: “En cuanto a
un pájaro no cae ni muere por acaso, por vosotros, hasta los cabellos de la cabeza es
que es obra de Dios, ¿cuánto menos estará tán contados” (Mt 10,30), ante Dios, en su
en el acaso el hombre justo, que es imagen presencia, para que vuelvan para ornato del
de Dios, sino que será entregado por Dios, cuerpo en la resurrección futura. Pues mu
o liberado por Dios? Si en los pájaros no cho más el cuerpo y sus miembros, aunque
sucede nada sin motivo, siendo un as el hayan sido devorados por las bestias, en lo
precio de dos, ¿cuánto menos se hará nada que baste a la debida sustancia, volverán en
sin Dios en vosotros, pues vuestro precio es la resurrección el último día. Es decir: No
mi sangre? Si así es con los pájaros, ¿cómo
temáis, porque resucitaréis en plenitud. Di
será con los hijos? ce la glosa: “Por no hablar de toda la masa
“Por eso no debéis temer a los hombres, del cuerpo, hasta las mínimas partículas se
porque el poder sobre vosotros no es de guardan para la futura resurrección”.
ellos, sino de Dios. Pues los impíos no pue La meditación de la resurrección ayuda
den dañar a los santos cuando quieren, sino mucho a soportar el martirio, porque por
cuando se les concede hacerlo, para proveer ella volverá en los elegidos no sólo lo nece
la corona a sus santos. ¿Qué sabiduría es no sario a la naturaleza humana, sino también
temer al que da la potestad, y temer al que lo que sirve al decoro como los cabellos. No
la recibe? Por tanto si no te entregan, temes temamos la muerte de nuestros cuerpos, si
sin causa; y si eres entregado, también te no pongamos todo nuestro cuidado en
mes sin causa. Si Dios te libera, el hombre aquél para quien ni un cabello perece. Se
no puede dañarte; si Dios te entrega, el gún san Jerónimo, no dijo el Salvador que
hombre no puede perdonarte, aunque quie todos los cabellos serán salvados, sino que
ra. ¿No sabéis cómo Pilato quería dejar li “están contados”; afirma la ciencia del nú
bre a Cristo? Pero no pudo, porque Dios le mero, no la conservación de ese número; lo
entregaba”. Son palabras del Crisóstomo. cual presenta la inmensa Providencia y afec
Dice Séneca: “El hombre bueno, le su to inefable de Dios con los hombres, pues
ceda lo que le suceda, lo lleva todo con áni nada nuestro se le esconde. Por tanto, todo
mo igual; porque sabe que le sucede por ley está contado por Dios no por acto de contar,
divina, con la que todo progresa”. En senti sino por facilidad de conocer; cuando todo
53. NO TEMÁIS LA MUERTE POR EL SEÑOR 453

se conoce,
mar contadas
todo
lasestá
cosas
contado.
que se Se
guardan,
puedenpues
lla- cir, a la vez con el corazón y con las obras,
sin rechazar morir por él, por la confesión
cuenta
contamos
tán el dinero,
paracontados
la futura
lo que
resurrección
los queremos
para
cabellos,
guardarlo.
gloriosa,
para
guardar;
guardarlos
como
así es-
se de su nombre, persistiendo en sus mandatos
fiel y firmemente hasta la muerte, también
Cristo le confesará, siendo testigo a su favor
así los pensamientos al corazón; y todos es- en el juicio divino ante el Padre.
gio,
cabellos,
te
los
san
gencia,
pensamientos,
se
den
como
se
discernirán
santos
En
Cirilo,
por
Cristo
dicen
los escabeza
sentido
ycabellos
todos
los
están
cabellos
la
contados,
cabellos
la
en
los
que
espiritual,
escritos
cabeza,
el
los
justos,
se
juicio.
están
del
porque
pensamientos;
adhieren
pequeñísimos
en
hombre
de
patentes
que
según
Y
eldonde
los
bien
cielo.
hermosamen-
anombres
es
san
la
seasalen
la
Y,cabeza,
Dios,
entien-
porque
son
Remi-
inteli-
según
los
dey Con este afecto añadió el premio de su
testimonio: “¡Venid, benditos de mi Padre,
recibid el reino!” (Mt 25,34). No solo los
mártires, sino también los confesores con
fiesan a Cristo. Por eso dice san Anselmo:
“Aquél a quien en otro tiempo los confeso
res venerables con doctrinas sagradas y con
obras santas le confesaron ante los hombres,
ahora él los confiesa a ellos ante su Padre y
sus ángeles”. Porque cuanto mejor es Dios
que el hombre, tanto mejor es su testimo
nio que el del hombre.
tán contados, los buenos para premiarlos,
los malos para castigarlos. 7. 6ª Cristo negará al que le niegue
Después, concluyendo, el Señor dice:
La sexta razón es considerar el rechazo fu
“Basta pues de tener miedo: ¡más que mu
turo: porque “el que me negare ante los nom
chos pájaros valéis vosotros!” (Mt 10,31).
bres”, no atreviéndose a confesarme a mí, ni
Valéis más en cuanto a vuestro estado natu
la verdad del Evangelio, “también yo le nega
ral, como racionales y eternos; en cuanto al
ré ante mi Padre que está en el cielo” (Mt
estado de gracia, hijos por adopción; en
10,33), como indigno de conseguir la gloria.
cuanto al estado futuro, por la felicidad en la
El que ahora niega, y no muestra su ad
gloria. Y de más valor sois ante Dios, por
hesión de corazón a Cristo; no cree en él de
que estáis hechos a su imagen, impropio de
palabra, (no basta creer de corazón, es nece
una criatura irracional.
sario confesarlo con la boca, según tiempo y
lugar, según convenga), o de obra, porque
6. 5ª Cristo será testigo de sus testigos
no cumple los preceptos (le confiesa con la
so)
gloria
bres”,
do yen
retribución,
se
confesión,
o“también
La
amuestre
aquellos
quinta
vida
especial
(ante
porque
su
eterna,
razón
yoante
adhesión
los
leloses
buenos
“todo
confesaré”
“ante
quienes
malvados, eses
la consideración
a el

mino
que
ante
Padre
digno
no
me
odiosa
tan
los
temien-
que
confie-
valio-
hom-
de
dees
tal
la boca y le niega con las obras), a éste Cristo
le negará en el tiempo de la extrema necesi
dad, cuando estará para decir: “¡Apartaos de
mí, malditos al fuego eterno!” (Mt 25,41).
Dice el Crisóstomo: “Había mandado
todo como posible según la naturaleza car
nal, ahora propone el castigo y el premio,
eterna,
premie.
tá en elpara
El
cielo”
que
queaquí
(Mt 10,32), en
le apruebe,
confiese aleCristo,
la
reciba,
felicidad
esyde-
le para que por temor de la pena, o por deseo
del premio, se ayude la fuerza y virtud del
alma. Primero dice el premio, luego el cas
tigo, porque Dios misericordioso está más
454 PRIMERA PARTE

te
potente
vil,
pronto
como
Dios
seadice
aprometiendo
omnipotente,
amenaza,
premiar
san Agustín,
que
y todo el mundo
oateme
aterrando;
castigar”.
ama loloque
que
Así,
ese
elparecerá
prome-
Omni-
mun-
pues, do, según el mismo san Agustín, es más pe
ligroso por los halagos que por las moles
tias; más hay que guardarse de él cuando
propicia
obliga a ser despreciados.
amados, que cuando requiere y

Oración

Señor Jesucristo: dame despreciar todas las codicias terrenas y los placeres viciosos, de
modo que no tema padecer en la tierra nada por tu nombre.
Que tu nombre y tu pasión se inscriban siempre en mi corazón, para que mi alma me
rezca obtener la palma victoriosa contra todo lo adverso y próspero.
Que te confiese de corazón, de boca y de obras ante los hombres en la tierra, de forma
que tú, según tu promesa, me confieses ante tu Padre en el cielo, donde, por ti, buen Je
sús, por tu piedad y misericordia, merezca recibir, con los santos y elegidos, los gozos pro
metidos a los que así te confiesan. Amén.

54. ¡VINE A TRAER FUEGO! ...NO PAZ, SINO ESPADAS


Mateo 10,34-36; Lucas 12,49-50; 14,26-33

1. El fuego enviado a la tierra que hizo, y así arde la tierra, cuando acu
sándola la conciencia, se quema el corazón
Como el Señor Jesús nos amó en gran
del pecador en el dolor de la conversión”.
manera y así quiere ser amado por nosotros,
“Llama fuego, sin duda, dice san Beda,
mostrando la vehemencia del amor que tan al fervor del Espíritu Santo, porque ilumi
to desea, añade: “He venido”, por la Encar nando los secretos del corazón impulsa a las
nación, el
Espíritu“aSanto,
traer el
fuego”,
amor divino,
de Dios y fervor del
del próji- cosas de arriba, quema los vicios de la codi
cia carnal, como espinas y abrojos, mejora
mo, “a ladelitos
mir los tierra”, a los hombres;
y renovar para“Yconsu
las almas. ¿qué probándolos los vasos de oro de la casa del
Señor, y consume la madera, el heno y la
quiero, sino que”, por el soplo de la inspira paja. Y yo que salí del seno del Padre y vine
amor
cienda”
ción divina
debe
(Lccrecer,
y12,49),
la secreta
para
arda
que
meditación,
y crecido el
crezca? merezca
Pues
“se en- a este mundo solo para esto, para encender a
los hombres llevándolos de las codicias te
rrenas a los deseos eternos, ¿qué otra cosa
llegar a perfección. quiero sino que el resplandor de este incen
da
a la Dice
tierra,san
cuando
Gregorio:
la mente
“El fuego
terrena
es inspira-
enviado dio ilumine todas las regiones de la tierra;
que la llama de este amor, hasta el fin del
me,
cendida
por elpor
librándose
Espíritu
el amor
de Santo
susespiritual
deseos
se quema el mal
carnales.
llora
y consu-
En- mundo, crezca siempre en el corazón de los
fieles; y que no se apague por ningún ata
que, olas, o viento de los infieles?”.
54. ¡VINE A TRAER FUEGO! …NO PAZ, SINO ESPADAS 455

gracia
Y Hugo
son losdeque
sanson
Víctor:
iluminados
“Hombres de la seo de consumar por nosotros la Pasión”. Si
bien
piración
quedel
se Espíritu
ha de hacer,
Santo,
y son
parainflamados
conocer
por la as
el gue así: “¡Y cómo estoy en tensión”, de an
gustia y tristeza, “hasta que se cumpla!” (Lc
12,50), por la Pasión, bautismo mío y la
paraSiamarlo”.
te purgas, pues, de los vicios, encen- salvación de los hombres. ¡Con qué deseo
aspiro a que mi oración y mi Pasión por la
derás
gas
zuraa gustar
dulzura
del
en temporal.
tiamor
elenfuego
ti,divino,
de
Ydel
modo
añade
amor el
no perfecto,
cuidarás
divino;
tiempolasi
de
de
dul-
lle-
la humanidad lleguen a su consumación! Con
gran deseo. Ahí se ve su gran deseo de lle
var a cabo nuestra salvación por medio de
su Pasión. En otro sitio añade: “Con gran
misión de este fuego: no será antes de que él deseo he deseado comer esta pascua con
tengo
padezca.
queAsí
sersigue:
bautizado”;
“Pero con
según
un san
bautismo
Beda, vosotros” (Lc 22,15), para que os unáis con
migo por el amor. Dice el mismo: “No te
miComo
zones
de
ritu.
píritu,
antes melosentregaré
tengo
de
propia diciendo:
que
creyentes
sangre,
ser cubierto
para
eantes
en
inflamar
el
serde
fuego
crucificado.
por
enviar
asíladel
losel
efusión
Espí-
cora-
Es- niendo en sí nada que le causara dolor, sin
embargo se angustiaba con nuestras mise
rias, y al tiempo de su muerte ponía delan
te la tristeza que había asumido no por
miedo de su muerte, sino por la demora de
do dado
Que el)
escrito
Espíritu,
está: “Todavía
porque Jesús
no había
no había
(si- nuestra salvación”.

sido aún glorificado” (Jn 7,39), por la resu 2. No vine a traer paz, sino espada
rrección y por la victoria de la Pasión. Por Como dice san Beda, declara de qué
que como la Pasión de Cristo, que sufrió modo ha de arder la tierra después del bau
por nosotros con extremada caridad, es el tismo de su Pasión y de la venida del fuego
máximo incentivo de este amor, por esto di espiritual. Añade: “¿No penséis que vine a
ce que él debe ser bautizado primero. Llama traer paz a la tierra?” pensando con juicio
bautismo aquí al derramamiento y teñido falso, que vine a promover o confirmar ma
de su sangre en su Pasión bendita; de él tie las componendas de afecto natural. “No vi
nen su eficacia el bautismopor
y losla demás sa
aspersión ne a traer paz, sino espada” (Mt 10,34); no
cramentos. Para que se encienda este fuego, una paz que constituye una guerra, pues ha
por
terreno,
el que
debo
losser
míos
cubierto
menosprecien todo lo ce al hombre enemigo de Dios; sino la sepa
ración y corte que induce la paz, al unir al
de mi
delitos.
sotros,
Dios
hay
incendiarlos
mi sangre,
nada
tanto
propia
y en
que su
bautice
como
mejor
sangre;
nos enpara
elen
sangre
incite
que
nos
mi
ella
y encienda
que
amor.
padeció
lavó
a los
bautizado
dePorque
otros no
nuestros
apor
amar
para
no-
ena hombre con Dios. “Pues vine a desunir al
hombre”, al hijo “contra su padre, a la hija
contra su madre, a la nuera contra su sue
gra” (Mt 10,35). Según la glosa: Vine a apa
gar los afectos privados de la carne, con los
que se aman de modo que sirven menos a
fección
dignación
el fervor
Diceende
san
nosotros,
del
laAmbrosio:
devoción,
Señor,atestigua
quey“Tan
para
consumar
que
grandela es
infundirnos
tieneper-
de-
la Dios, o se apartan del todo del servicio de
Dios.
Habla pues aquí de separación espiri
tual, apartarse del amor desordenado de los
amigos, no de la corporal, cuando es sin des
456 PRIMERA PARTE

precio y ofensa del Creador. “De modo que amar a Dios sobre todas las cosas, más que a
los enemigos del hombre”, del que está se- sí mismo; por tanto, por más amor o amis
parado de otros por la fe, la religión o las tad que tenga, no debe retrasarse en seguir
costumbres, son “los de su casa” (Mt 10,36). lo debido al honor de Dios. Todo lo que se
Porque estos antes de esa separación, aunque ama, se debe amar menos que a Dios y por
aman de un modo carnal, espiritualmente Dios.
odian, ya que impiden el proceso de la vida Dice san Jerónimo: “Este orden es nece
espiritual. sario en todos los afectos. Ama después de
Luego enseña el Señor cómo vino a se- Dios al padre, ama a la madre, ama a los hi
parar al hombre de los amigos, y señala cin- jos; pero si llega la necesidad de comparar
co impedimentos para el seguimiento de el amor de padres e hijos con el amor de
Cristo; los que quieran seguirle, deben qui- Dios, y no se pueden guardar los dos a la
tarlos de en medio. vez, hasta el odio a los suyos es piedad hacia
Dios”.
3. El amor desordenado de parientes Sobre esto, nota un ejemplo. Uno estaba
detenido por amor de los parientes y se veía
El primero es el amor desordenado de
impedido de seguir a Cristo; queriendo de
los parientes Dice de él: “El que quiere más
una vez poner remedio, los convocó a un
al padre o la madre o al hijo o la hija más
banquete. En mitad del festín rogó a uno de
que a mí” (Mt 10,37). Sucede de muchas
ellos, el que creía más fiel, que pusiera por
maneras; si por ellos no se viene a la fe, se
él el dedo meñique en el fuego; pero él, te
abandona ya recibida, se comete una falta
miendo el dolor, se negó a hacerlo, y no
grave, se expone a un peligro de su estado;
mostró la fidelidad simulada. Requiriendo
el que actúa así no es digno de mí, de tener
a los demás por su orden, halló en todos lo
me como su huésped en el mundo, testigo
mismo. Entonces exponiendo su propósito
en el juicio, quien le premie en el reino. Se
dijo que solo por amor de ellos se había re
gún san Agustín, el pecador no es digno del
trasado en el seguimiento de Cristo; pero
pan que come.
como no halló en ellos fidelidad, no quería
Es como si dijera: vine a separar al hom
retrasarlo más. Si ellos no quisieron exponer
bre del padre y de los amigos, no para que
un mínimo miembro del cuerpo por él una
no ame al padre ni guarde el afecto familiar
hora al fuego pasajero, tampoco él quería
hacia los parientes; sino para que no ante
exponer todo su cuerpo y su alma al fuego
ponga el afecto paterno a su salvación, a la
perpetuo; y diciéndoles adiós se alejó de
divina religión, al culto de la piedad. Cuan
al padre y a la madre sin ofensa de Dios y ellos184.
do no se puede guardar el honor y la piedad
4. El amor del cuerpo y del placer
pérdida de la propia salvación, entonces el
odio a los suyos es piedad para con Dios y Añade que no hay que amar más al pro
hay que dejar al padre y a la madre, porque pio cuerpo que a Cristo; es el segundo im
hay que preferir el Creador a la criatura. Así pedimento, el amor carnal del placer. Dice:
es ordenada la caridad: el hombre debe “El que no lleva su cruz”, cada día, “y vie

184 Cfr. Mt 18,8: “Que si tu mano o tu pie te hace caer, córtalo y tíralo lejos de ti; más te vale entrar en la vi
da eterna manco o cojo, que ser arrojado al fuego eterno con las dos manos y los dos pies” (Mt 18,8).
54. ¡VINE A TRAER FUEGO! …NO PAZ, SINO ESPADAS 457

ne
mío”
pordetrás
(Lc 14,26),
de mí, ni puededesermidiscípulo
nodigno amistad tro arbitrio, en cambio la obra se cumple
por la gracia de Dios”.
miliar
la gracia, ni de
presencia, ni mi
de mi
consuelo
banquete
por por
la fa-
la Y como la cruz se podría tomar con
acepción siniestra, añade “y me sigue”; no
gloria. Pues,divina
consolación comoesdice
delicada,
san Bernardo,
y no se dalaa al mundo por el camino de la codicia, ni a
la carne por el del placer, ni a los hombres
los que admiten la ajena; en cuanto a la por el del favor y la gloria de la vanidad.
por
cruz
el
do
tente,
cemos
nuestra
mediante
martirio,
asumimos el peso
elladerramamiento
reprimiendo
recibimos
al
susu
necesidad.
prójimo,
imitando
aflicción;
cuando
las
de
juzgando
de
la
ocodicias
lacuando
la
por
Pasión
conversión
sangre;
la fe
de
compasión
compade-
del
sufrimos
la
o Señor
cuan-
carne
peni- Porque no sigue al Señor, aunque parezca
que lleva la cruz, el que imita su Pasión,
pero no por la alabanza de Dios y la inten
ción eterna, sino por gloria vana y lucro
temporal, o cualquiera otra comodidad;
aunque aflija su carne, o sienta piedad del
prójimo, pero ayuda a su culpa. Ni tampo
co el que forzado, como la rueda al heno,
Porque en la cruz se designan todos los lleva la cruz.
géneros de tormentos. Pues cruz viene de
“cruciari”, ser atormentado, lo cual se dice 5. Hallar o perder el alma, aquí, allá
cuando alguien es afligido de cualquier mo Como los mandatos que impone, según
do. Y cada día y siempre debemos llevar la dice el Crisóstomo, parecerían pesados, pre
cruz de modo que mostremos el amor de senta su utilidad máxima: “El que halla su
Cristo y enseñemos que siempre amamos a alma”, su vida presente, cuya causa es el al
Cristo. No hay que temer las cosas adversas, ma existente en el cuerpo, y busca salvarla,
ni seguir
llevar la cruz
los deseos
de Cristo
carnales
que esprósperos,
necesariosino
lle negando a Cristo, cayendo de su amor, de
jando una obra de justicia, siguiendo los
del
var en
Señor
estano se llama
vida. Dice san
sóloAgustín:
a la que “Cruz
en el deseos de la carne, poniéndole detrás de pa
tiempo de la Pasión se hace cruzando dos labra o de obra, antes que perder la vida
temporal, “la perderá” para siempre, porque
maderos; sino la que a lo largo de toda la vi perderá la vida eterna. Dice san Remigio:
da se adapta a las virtudes de todas las dis “El que desea la vida y la luz presente, sus
ciplinas.
tiano,
martirio”.
si vive
Puessegún
toda laelvida
Evangelio,
del hombre
es cruz
cris-y deleites y placeres, sólo para esto, para po
der hallarla siempre, esta vida que desea
guardar, la perderá, y prepara su alma para
El Crisóstomo dice: “Toma su cruz el la condenación eterna”.
que está preparado a todo peligro por Dios; Añade: “Pero el que la pierde”, tempo
abandonar
ycuanto
Dios
si fuere
sale
a su
preciso
de
a Cristo;
propósito
tales
hasta
y,
cosas,
sisufre
lapor
muerte,
sin
misericordia
tormento
embargo
antescada
que
de
en ralmente, preparado a perderla hasta la
muerte temporal, “por mí”, es decir, expo
niéndola por Cristo, y posponiéndolo todo
obra;
día.
semejante,
te Dios
Por
porque
se
esorecibirá
recompensa
aunque
la voluntad
con
no haya
todo
laprocede
voluntad,
padecido
el premio;
de nues-
no
nada
an-
la por su amor; “por mí”, sí, que debo ser
amado de corazón, confesado con la boca,
imitado en las obras, no para sí mismo, co
mo los ladrones: o por el favor humano, co
mo los soberbios que se glorían en vano, ni
458 PRIMERA PARTE

por un premio temporal, como los que co Así pues el que halla el alma, la vida
dician las cosas terrenas, “la encontrará” a presente designada por el alma, y la ama
salvo en el futuro: porque hallará y recibirá desordenadamente, deseando vivir en ella
la vida eterna, por la transitoria. Dice san carnalmente (el hombre mismo se dice ani
Agustín: “Todo el que libremente despre mal), la perderá en el futuro. Porque una
ciare por Dios esta vida, que ahora se man cosa se pierde si no se consigue el fin debi
tiene por vivificación del cuerpo temporal do, como se pierde una medicina, cuando
mente mortal, a partir del alma, en el no se adquiere con ella la salud. Del mismo
futuro recibirá la misma vida eterna e in modo la vida presente, que se ordena como
mortal no solo del alma, sino del cuerpo”. fin a la consecución186 de la vida eterna, con
Puso alma aquí por la vida presente, razón se pierde, cuando no se llega por ella
porque toda nuestra vida está en el alma. a la vida eterna; eso le pasa al que la ama
Alma185 se dice porque anima o vivifica al desordenadamente.
cuerpo; espíritu, cuando respira; mente, en Por el contrario, el que pierda su vida
cuanto rememora; ánimo, cuando quiere; ra presente por Cristo no queriendo defender
zón, cuando indica lo recto; sentido, cuando la, éste no la pierde según la verdad, sino
siente; memoria cuando recuerda; voluntad, sólo según la opinión humana; la hallará,
cuando consiente. Estos diversos nombres se recibiendo la vida eterna por la transitoria.
dicen del alma, no por pluralidad del alma, El hombre, pues, no debe dejarse arrastrar
sino por la multitud de sus efectos. Dice el por el bien a causa de la dulzura de la vida
mismo san Agustín: “El alma se llamó así presente, que es breve y transitoria, y está
porque anima al cuerpo para vivir, lo vivifica; ordenada para merecer la vida eterna. Por
espíritu es la misma alma, por su naturaleza que el fin es mejor que las cosas que se or
espiritual, o porque aspira en el cuerpo; se lla denan a él; más aún, las cosas que son para
ma espíritu respecto de la sustancia, alma en el fin, no son, sino por la consecución del
cuanto a la vivificación. Es la misma sustan fin; por ello no se cuida uno de ellas, sino
cia, pero diversa la propiedad. Porque una so de conseguir el fin; por tanto, no hay que
la cosa y el mismo espíritu, se llama espíritu preocuparse de la vida presente, sino de
hacia sí mismo, y alma hacia el cuerpo”. conseguir la vida eterna.
El espíritu, que es sustancia de nuestra Dice el Crisóstomo: “Mejor es morir
alma, si desea las cosas del cuerpo, en ellas por un tiempo y vivir para siempre, que vi
se pierde todo su bien; porque el bien del vir por un tiempo y morir para siempre. Si
espíritu de nuestra alma está en apartarse de murió por nosotros aquél que no podía mo
la carne y abstraerse de los deseos de la co rir, si no lo hubiera querido, ¿cuánto más
dicia; pues así vence las pasiones, se perfec debemos nosotros morir por él, siendo co
ciona en la virtud, se une a la contempla mo somos mortales? Si murió el Señor por
ción de las cosas superiores; y se depura y se el siervo, y sin premio, ¡más justo es que el
limpia para ser honestidad y espejo de la di siervo muera por su Señor, y con premio!”.
vina sabiduría. Y san Agustín: “Él no tenía por qué morir,

185 Latín: “anima, animare”.


186 San Ignacio, “Principio y fundamento”: …“todas las cosas… son criadas para el hombre y para que le
ayuden en la prosecución del fin para que es criado” (“para alabar, hacer reverencia y servir a Dios nuestro Señor,
y mediante esto salvar el alma”). (EE, 23).
54. ¡VINE A TRAER FUEGO! …NO PAZ, SINO ESPADAS 459

ynas?
murió;
Dígnate
tú lopadecer
tienes,para
¿Pormérito
qué no te dig- no más bien de piedad, mucho más no hay
tuyo, con que perseguir, sino compadecer a aquellos,
igualdad
cer para librarte
de ánimo,
a tilodeque
la muerte
él se dignó
eterna”.
pade- cuyas mentes débiles son presionadas por
una maldad más atroz”.
aquíSobre
un ejemplo
este segundo
para impedimento,
edificación. Cierto
nota De modo que aquí se excluye el afecto
de la carne, el amor desordenado de los pa
dio
corazón
monje
ron
austera,
yesta
a él.
movido
respuesta,
yyComo
la
susmemoria:
parientes,
deledevoción
arguyeran
digna
Hede
sabiéndolo,
oído
llevaba
retenerse
sobre
y leído
una
ello, el
vinie-
con
vida
tan-
les rientes y allegados, y este es el impedimen
to dicho arriba según Mateo, que se opone
al seguimiento de Cristo y a los que quie
ren venir a él. Dice san Ambrosio: “En
efecto, si por ti el Señor renunció a su ma
tas
me preocupa
tales cosas
cuánto
sobreme
la cueste,
vida eterna,
cuánto
que
deba
no dre, diciendo: “¿quiénes son mi madre y
mis hermanos?” (Mt 12,48), ¿por qué tú
pagar por ella. quieres anteponerte al Señor? Y no es que
el Señor nos mande ignorar a la naturaleza,
6. Qué
Lo amor
diceesMateo
el quedeCristo
no amar
excluye
al padre ni servirla; sino seguirla de modo que ve
que neres al autor, y no te apartes de Dios por
y demás, más que a Cristo, Lucas lo refiere amor de los parientes”.
como odiar: “Si alguno viene a mí”, si quie También san Gregorio: “El que desea ya
re venir creyendo por la fe, o tomando el es las cosas eternas, en esa causa de Dios en que
tado de perfección, “y no aborrece a su pa entra, debe situarse fuera del padre, de la mu
dre y a su madre, a la mujer y a los hijos, a jer, de los hijos, los parientes, fuera de sí mis
los hermanos y a las hermanas, y más aún, mo, para que tanto con más verdad conozca a
incluso a su alma”, a su vida animal o cor Dios, cuanto en su causa no reconoce a nadie.
poral, despreciándola por Dios, preparado, Hay que amar pues a los semejantes, hay que
si conviene, a exponerla por la fe, eligiendo tener caridad con todos los cercanos y los ex
antes ser muerto que pecar contra Dios en traños; pero por esa caridad no hay que do
mi
tregándose
discípulo”
porque
a deseos
(Lc y14,26), “noespuede
carnalesque un gran
ser blegarse lejos del amor de Dios. Los fieles
compadézcanse de los prójimos por la cari
daño, él es enseña la Verdad. dad, pero de modo que no se desorbiten del
No quiere decir que odiemos la natura camino de Dios por la compasión”.
razón;
cuerpo
No
cuerpos,
medad
les
vado.
los
queda
lezaodiaría;
buenos
hay
deComo
porque,
lugar
no
de
que
losasílos
quién
pero
odiar
los
alguno
dice
ánimos,
juzgamos
sivicios
odiar
como
parientes,siBoecio:
ano
nadie,
para
es
ason
si
lalos
sino dignos
alguien
aenfermedad
el“Entre
como
los
aunque
losmalos
odio,
enfermos
de
una
muy
sabios
carece
porque
odio, no
seaenfer-
obstáculosde
necio
mal-
del
los
si-
dea
que El segundo impedimento, puesto tam
nos
impiden
oponen en elencamino
llegar la fe ydecaridad
Dios, ya que
Cristo.
nos bién antes según Mateo, es el amor del pla
cer carnal, y lo señala Lucas al decir: “El
que no lleva su cruz y viene detrás de mí,
no puede ser discípulo mío” (Lc 14,27).
Porque, como dice el Crisóstomo, el discí
pulo perfecto de Cristo es el que padece to
dos los males o está preparado para padecer
los por Cristo. De estos dos impedimentos
ya se ha dicho arriba con más amplitud, y lo
tienes abajo semejante, antes de la transfi
guración del Señor, pero no es lo mismo.
460 PRIMERA PARTE

7. La ligereza de la mente oposición del mundo. Debe pensar si tiene


fondos espirituales de virtudes y buenas
El tercer impedimento es la inconside
obras, porque las riquezas temporales hay
rada ligereza de la mente, que impide a uno
que esparcirlas, no reunirlas. Mire “si tiene
perseverar en la vida emprendida, cuando
para acabar hasta el final” la obra intentada,
sin consideración emprende un camino que
si puede tener y guardar humildad, pacien
no puede acabar. Al que emprende el cami
cia, obediencia, y perseverancia para acabar
no de la perfección le es necesaria la discre
lo; porque sin ello no puede terminar el
ción, considerando si tiene lo que se requie
edificio. Los gastos son lo que debes a Dios,
re, la fortaleza del ánimo para dejarlo todo y
a ti y al prójimo.
para soportar las adversidades por Dios; no
Al edificar, pues, espiritualmente consi
sea que por la indiscreción se salga de lo co
dere si ha vivido con sobriedad, piedad y
menzado. Explica esto con la comparación
justicia; “no sea que, después de poner los
de alguien que quiere edificar la torre, es
cimientos”, que consiste en la observancia
decir, emprender la perfección evangélica y
de los mandamientos, “y no poder acabar”,
la sublimidad de tal vida, por la cual somos
retirándose del buen propósito, y al faltar el
discípulos de Cristo.
edificio de la buena obra, se rían de él, los
Por tanto, el que quiera ser y llamarse
enemigos, los malos espíritus que acechan
discípulo de Cristo, “después de sentarse
siempre contra nuestras buenas obras. “Y
calcule primero los gastos, a ver si tiene pa
todos los que lo vean, comiencen a burlarse
ra el final”. A ver si tiene lo requerido para
de él”, los hombres en su vida, el Señor en
llevar la vida de discípulo, para tener pa el juicio, y también los santos, “diciendo:
ciencia, soportar el trabajo, y junto con ello
“Ese hombre empezó a edificar y no pudo
si tiene valor para edificar la torre de las vir
terminar” (Lc 14,28-30). Pero ¿de qué le
tudes, luchar contra los enemigos y las de
aprovecha haber comenzado, si no se salva?
más cosas que se siguen a éstas. Porque em
Porque no el que comienza187, como dice el
pieza a edificar una gran torre el que,
desprecia los honores, las riquezas y digni- apóstol, sino “el que persevera hasta el fin,
se salvará” (Mt 10,22).
dades de este mundo, abandona todo esto y
promete llevar la vida de los apóstoles; o el
8. La necia confianza en sí
modo de vivir de los mojes. Pero éste debe
antes pensar bien qué estrecha y trabajosa El cuarto impedimento es la confianza
vida emprende, qué grande y difícil trabajo de una necia seguridad, confiando uno en la
empieza a realizar. seguridad de sus fuerzas y méritos, con los
Porque, según san Gregorio, cuanto ha- que cree obtener el cielo con violencia, y
cemos debemos prevenirlo con atenta consi- salvarse por sus méritos. Pero ya que no
deración. “Sentándose”, es decir, aquietado puede, porque nadie puede llegar a la gloria
y descansando de la vida vieja y de los tu- por sus méritos, si no se suaviza la sentencia
multos del mundo y las pasiones, “calcule” del Juez severo por la misericordia, es nece
y discierna con diligencia que debe gastar sario que, con legados de lágrimas y buenas
la hacienda temporal, apartar el corazón de obras, ruegue lo que es propio de la paz, lo
las codicias y preparar el alma contra la que pertenece a la paz del alma; porque en

187 “Todos corren, pero uno recibe el premio” (1 Co 9,24).


54. ¡VINE A TRAER FUEGO! …NO PAZ, SINO ESPADAS 461

la presencia de Dios todo hombre es imper- Juez. Esta comparación es semejante a la


fecto y nadie justo. anterior; pues con estas palabras solo se nos
Lo explica con la semejanza de un rey advierte que no nos extendamos más allá de
que quiere “emprender una guerra contra nuestras fuerzas.
otro rey”, el cual, como no “puede con diez
mil salir al encuentro del que viene a él con 9. La codicia de las riquezas
veinte mil” (Lc 14,31), busca la paz. Si un El cuarto impedimento es la codicia de
rey pide la paz a otro rey, mucho más con
la riqueza temporal que impide mucho el
gruente será que nosotros débiles tengamos seguimiento perfecto de Cristo. Por eso
paz con Dios. Se toma aquí como “rey” todo añade, según las comparaciones puestas:
el que emprende el estado de perfección “Así pues, todo aquél de vosotros que no se
evangélica, porque debe regir bien todas despide de todos sus bienes, no puede ser
sus operaciones y pensamientos y todos sus discípulo mío” (Lc 14,33). Porque nadie
sentidos interiores y exteriores. Y tiene que puede servir a la vez a Dios y al mundo. Por
entablar una batalla para arrebatar el reino eso como dice San Próspero, quiso Dios que
celeste, porque “el reino del cielo padece los que le dan culto renuncien a todo, para
violencia, y violentos lo arrebatan” (Mt que, excluida la codicia del mundo, crezca y
11,12). se perfeccione en ellos la caridad.
Se dice que es como si entablara una gue Dice san Agustín: “Aprende a no amar
rra con Dios, cuando uno confía que debe ser al mundo, para que aprendas a amar a Dios;
salvado por sí, por sus méritos. Es como si difunde, para que te llenes; desvíate, para
fuera al encuentro de Dios con diez mil, ese que te conviertas”. Se reprende, pues, aquí
que ofrece las obras y la observancia de los el amor de las cosas temporales, no la pose
diez mandamientos que realizó exteriormen sión; porque, como dice el mismo san
te. Pero Dios, rey del cielo, le exige una do Agustín, Dios no condena las riquezas, con
ble observancia, la de los mandamientos y la que podemos merecer el cielo; sino el cora
de los consejos; la primera no basta para el zón apegado a ellas, que no las emplea, sino
estado de la perfección. Según san Gregorio, las esconde. Pues de Abrahán se lee que tu
Dios Rey, como con doble ejército viene con- vo muchas posesiones, y sin embargo fue
tra uno sencillo, porque nos examina a no- perfecto. No le dijo el Señor: Déjalo todo;
sotros, preparados solo en las obras, de las sino “anda ante mí”, amándome con perfec
obras y del pensamiento; o alegará que él pa- ción, y así “sé perfecto” (Gn 17,1). Pero, co
deció muchas más cosas por nosotros. mo es difícil tener las riquezas en el arca
Enviemos, pues, una legación para apla- por la posesión, y no tenerlas en el ánimo
carle, en la observancia de los consejos; o por el amor188, por eso, el Señor advirtió al
bien, ofreciéndole la ofrenda de lágrimas, joven rico: “Si quieres ser perfecto, vete,
oraciones y buenas obras. Por tanto, como vende tus bienes y da el importe a los po
la premeditación es necesaria para evitar la bres; y sígueme” (Mt 19,21).
irrisión de los enemigos, así es también ne- Con esta conclusión, según la glosa, se
cesaria para alcanzar la misericordia del indica que edificar la torre, hacer la paz con

188 San Ignacio


en “los binarios”, quiere que nadie se engañe: “ansí le quiere quitar, que quede con la cosa
acquisita”. (EE 149-156).
462 PRIMERA PARTE

puede
cosas
bién
ma,
legación,
renuncia
el
las más
ficar
pasocomparaciones
ael
con
no
ser
todo
amor
que
fuerte,
son es
seguridad
“así
adiscípulo
no
todas
lo
sólo
de
todo
calcula
cual
loslas
que,
las
ser
aquél
cercanos,
simío”
temporales,
debemos
no
cosas
discípulo
los
como
de
envía
(Lc el
gastos,
vosotros
que
yno
14,33).
primero
anteponer
puede
de
alma
posee,
sino ala
ni Cristo;
que
salir
Estas
tam-
mis-
edi-
una
no ré”: espiritualmente no la daré: en esta vida
preparar los
renunciar a todas
fondos,lasenviar
cosas;una
así,legación,
deduce de es no se nos da la tierra del Paraíso, se nos
muestra.
Advierte que, según san Beda, hay dis
tancia entre renunciar a todas las cosas y
abandonar todas las cosas; es de pocos, de
los perfectos, dejar todas las cosas, todas las
cosas temporales, y posponer los cuidados
del mundo y anhelar ardientemente solas
las cosas eternas. Todos los fieles deben re
nunciar a todas las cosas, en el sentido de
gestionar y tener las cosas terrenas, propias
tos
aDios,
lanuestra
vida
temporales
depresente
modo
animalidad,
yque
por
carnales y ellos
renunciemos
Dios
y pongamos
de prójimo,
parientes,
aellosalma
afec-
si esy del mundo de forma que, sin embargo, no
les domine el mundo, sino que con toda la
mente tiendan a las del cielo. Renunciar,
pues, conviene a todas las cosas que usan lí
ra
preciso.
indicar
Por eso dice “a todas las cosas”, pa- citamente los mundanos; pero dejarlo todo
que la renuncia debe ser íntegra, es de los perfectos, de los apóstoles y de los
le
respecto
fue dicho
a susacosas,
Abrahán:
a los suyos
“Sal de
y alasí,tierra”,
según que les siguen.
Renuncia a todas las cosas el que, aun
etc. (Gn 12,1). Por eso dijo uno: que posea algunas, no teme perderlas, si es
preciso, por Cristo. Porque los mismos
Cristo, de ti recibimos gratis a los tuyos, a tus cosas y
apóstoles tenían también los vestidos y cal
a ti;
Ahora exiges bien de mí a los míos, a mis cosas y a mí.
zados que fueran, aunque habían renuncia
do a ellos; porque si fuera necesario, no te
Lo que se le dijo a Abrahán, se puede mían perderlo junto con la vida. “Teniendo
exponer sobre el religioso, al que le dice alimentos y ropa con que cubrirnos, este
Dios: “Sal de la tierra”, por el voto de po mos contentos con esto” (1 Tm 6,8); por
breza; porque como el lodo y el polvo que que esto, como dice san Bernardo, es la per
se adhiere fatigan e impiden al que camina, fección evangélica.
así la codicia terrena a los que quieren ir
Esas
mildad.
pobreza;
regalos
incienso,
tresde
“Y
por de
cosas
ellosvete
laMagos:
mirra,
la
fueron
adevota
la tierra
por oro,teel mostra-
elsignificadas
de
obediencia
elcastidad;
que voto
por
por
y hu-
los
de
el 10. Dos clases de discípulos
tras del Señor. “Y de tu parentela” en cuan
padre,
to
cuanto
monje
co castidad.
la al
se voto
toca
ni
debe
almadre,
la
de
voto
“Y de en
carnalidad,
estar
castidad;
de
sin
laobediencia,
genealogía”
la
casa
pues
vida
quedeentuelpadre”,
impide
religiosa,
porque
(Hb
parentes-
mucho el
en
7,3).
“sin Según esto considera que hay un doble
modo de ser discípulo de Cristo. Uno de
necesidad, y así en la Iglesia primitiva se
llamaba discípulos a los que ahora se llama
cristianos. Otro es especial, por el que se si
gue a Cristo en los consejos evangélicos. Pa
ra el primer modo es necesario renunciar a
todas las cosas en cuanto al afecto, que nin
guno se aficione tanto a las cosas tempora
les, que deje las eternas, y vencido por el
amor de lo temporal, pervertido el orden,
54. ¡VINE A TRAER FUEGO! …NO PAZ, SINO ESPADAS 463

ameen
segundo
ma
todas
sólo en
a las
la
elcuanto
modo
efecto,
criatura
cosasal
espor
como
afecto, elsino
necesario
sobre
la los
pobreza
apóstoles
Creador.
dejarlo el
a lavoluntaria.
cosa
todo,
dejaron
Para
mis-
no do consienta al pecado en los deleites corpo
rales, en lo segundo. Para la segunda forma
de discipulado es necesario, en cuanto a lo
primero, que uno, aun no precisado a res
ponder, cuando se trate de la fe, se ofrezca a
No
efecto,
fección
todos
sino
conestán
obligación
los dedicados
obligados
del avoto
dejarlo
la vida en
de pobreza;
todo
de per- la muerte; y en cuanto a lo segundo, que no
solo no le venza la delectación carnal, sino
también que el cuerpo no se alimente por
do
estas
pero el afecto,
entodos
cosas más
estánde
que
obligados
modo
a Dios.
quea renunciar
no se afecten
a to-a placer, sino solo por la necesidad natural; y
esto no por si, sino por el honor divino, pa
ra que así sirva más libremente a Dios, de
modo
parientes
amigos
Ennadie
segundo
según ellugar
y cercanos
puedemundo,
ser
según
discípulo
hay porque
la
quecarne,
dejar
dedeCristo.
y aaotro
los modo que el hombre se imagine como si
Dios, sentado en su mente, pidiera las cosas
necesarias del cuerpo, como a un siervo su
yo. Y así lo que toma el hombre de alimen
ame
den
tender
Esto,
apulado,
be
convivencia
seralgo
odiarlos
en
alaen elelprimer
cuanto
contra
tales
honor
enhay el
ycercanos
mundana,
que
sentido
de
dejarlos.
se honor
reduce
Dios;
dejarlos
discipulado,
yde
por
En
divino,
aun
amigos,
alque ello
honor
el
eso
realmente,
ensegundo
si
entonces
se
hombre
sino
de
le
lícito,
debe
instigan
Dios.
en
disci-
en
aen-
de-
or-
no
la to o bebida, intente con ello no solo ayudar
a su necesidad, sino también servir princi
palmente a Dios, y acercarse a él, al mante
ner a su siervo. De modo semejante se ha de
entender de cualquier comodidad corporal.
En cuarto lugar, hay que dejar el alma
propia, tomándola por la fuerza más noble
del alma que es la voluntad. Según esto, en
que estamos, dejar el alma no es otra cosa
nifica
cuerpo
En tercer
y la vida
lugar,
temporal,
hay queque
dejar
el Señor
el propio
sig- sino dejar la voluntad propia y conformarla
con la divina voluntad. Que será de dos mo
ma
alma”,
porpor
donde
la vida
alma,
como
animal,
cuando
se ha
endice:
dicho,
cuanto
“incluso
alma
el alma
seato-
vi
su dos, según el doble discipulado: uno, en
cuanto a los preceptos divinos, de modo
que el hombre no quiera ir de ningún modo
vifica
gún
dos modos:
san
el Agustín,
cuerpo
uno,yde
el
semodo
alma
deleita en ser
debe él. odiada
Y así, se-
de contra ellos, y esto pertenece al primer mo
do de ser discípulo. El otro, en cuanto a los
felizmente
queremos
dos
tema
ce
Dios.
Cristo
la formas
delectación
la
Ypara
muerte
estos
ser
su
siempre;
dedos
complacencia
discípulos
discipulado.
de
por
modos
esta
otro
Cristo,
vida,
modo,
de
que el el
sonpara
en
Cristo,
para
Porque en
en
necesarios,
hombre
que
vivir
que
reino
recha-
halle
con
las
no
de
la
si beneplácitos divinos, a los que el hombre,
en cuanto sabe y puede se conforma en to
do, de modo que el ánimo, como olvidado
de sí y de todas las cosas exteriores, se trans
forme todo en la divina voluntad, según
aquellas palabras del Señor: “El que quiere
venir en pos de mí, niéguese a sí mismo”
(Mt 14,24; Lc 9,23).
primera
terrogado
del
morir
ánimo,
por
forma
Cristo
yenexaminado
lo
es primero;
en
necesario
cuanto
enyque
ade
lala fe, no es
ningún
el
preparación
que tema
mo-
in- Dice ahí san Basilio que la abnegación
de sí mismo es el total olvido de sí y el apar
tarse de todas sus voluntades; y este modo
de dejar el alma propia conviene al segundo
464 PRIMERA PARTE

discipulado. Y advierte que todas las cosas también los cercanos y amigos, está com
indicadas que se deben dejar por Cristo es prendido en el voto de pobreza; dejar la vida
tán comprendidas en la profesión de los reli carnal y los placeres del cuerpo se entiende
giosos, también de este modo, distinto del en el voto de castidad; dejar la propia volun
de arriba. Porque dejar las cosas exteriores y tad se entiende en el voto de obediencia.

Oración

¡Señor Jesucristo, esplendor de la gloria del Padre! Envía sobre mí el fuego y fervor del
Espíritu Santo, para que se encienda y crezca y suba a la perfección en mí el amor de cari
dad de Dios y del prójimo.
Dame dejar del todo el afecto de cercanía carnal y el amor del placer corporal, y que te
ame a ti sobre todas las cosas; que te tenga presente por la consideración y la discreción en
las cosas todas que debo hacer, y que nunca confíe en la seguridad de mis fuerzas y méritos.
Que siempre te envíe como legados mis lágrimas y obras buenas, para pedirte a ti la
paz y conseguirla. Dame también que renuncie por el afecto a todas las cosas, y que las de
je en efecto, para que sea así verdadero discípulo tuyo. Amén.

55. EL QUE OS RECIBE A VOSOTROS, ME RECIBE A MÍ


Mateo 10,40-42 y 11,1; Juan 13,20

1. El que os recibe, me recibe a mí Padre. Y por consiguiente también al Espí


ritu Santo que habita en la mente del que lo
Como el Señor separa a los discípulos de
recibe con el Padre y con el Hijo.
los amigos y bienes temporales, les da para
su consolación a otros que los recibirán en Es claro, pues, que el que venera y reci
caridad y les abrirán sus casas, les servirán lo be al mensajero, recibe al Padre y al Hijo y
necesario para la vida, por la esperanza de la a toda la Trinidad; y el que hace una injuria
vida eterna. Les dice: “El que os recibe, me a un verdadero servidor de Dios, hace la in
recibe a mí”, (os recibe corporalmente, me juria a Dios omnipotente y a la Trinidad in
recibe
a mí, recibe al que me envió”
espiritualmente); “y el que(Mtme10,40).
recibe separable. Cierto, es un gran premio el que
tú recibiendo a un hombre te hagas morada
yo
En envíe, me acepta
otro lugar se dice:a mí,
“El yque
el que mealacep-
acepte que de toda la Trinidad. Por esto exhorta a los
que reciben a sus discípulos y mensajeros,
ta a mí, acepta al que me envió” (Jn 13,20). mostrando la grandeza del premio que ten

10,30),
mis
porque
enmiembros,
Porquemí,ysois
“Yo
yo
porestoy
ytanto:
“recibe
el enPadre
miembros “El
el Padre,
al
que
que
míos me
yme
somos
y yo
elrecibe”,
envió”,
uno”
Padre
estoy(Jn
es-
al
en drán. Dice el Crisóstomo: “Se puso a sí mis
vosotros: “El que os recibe, me recibe”. Y, mo en ellos, para provocar a todo el pueblo
cristiano a recibirlos, tomando como hecho
a sí lo que les fuere dado a ellos”.
Pero procuren los predicadores y discí
pulos del Señor mostrarse tales que los de
55. EL QUE OS RECIBE A VOSOTROS, ME RECIBE A MÍ 465

másbuenas
sus hombres,
obras,
incitados
empleen el ejemplo
por los beneficios
de perador; por eso tendrá premios con ellos
ante Dios, y será partícipe de sus méritos.
de la caridad más liberalmente en ellos. Así también el que venera y recibe a los
Uno predicando gritaba sin moderación, sacerdotes por el nombre de Cristo, y por
ya nopara
muchos
to
mundo;
de forma después
que
encontraba
con
decayó
Dios
de laacabado
aycaridad
su el
los Marta
santos,
y afecto de
sermón,
en
y Cris-
este que son sacerdotes, tendrá el premio del sa
cerdocio. Así pues el mismo premio tendrá
el que recibe por su recepción, que el profe
ta por la profecía, el justo por la justicia, el
ahora
ciertos
su
unaCristo
dijo:señora
hermano,
hallaría a sisu
predicadores
como
devota entonces,
Marta
Marta;
como
fueran
encontrara
malhumorada
indicando
Cristo
comotambién
debían,
ahora
que le
sia sacerdote por el sacerdocio; y puede haber
igualdad en cuanto al premio sustancial, si
obran con igual caridad.
Dice el Crisóstomo: “Como profetas se
entiende a los doctores, como justos a todos
devoción.
aún habría quienes les atendieran con toda los cristianos; con el nombre de profeta qui
so indicar a todos los predicadores de Cris
to; con el nombre de justo a todo hombre
2. El
Y para quede
premio cada
Dios
unoapiense los al
quienque recibe
reci cristiano: “En nombre de profeta”, es decir,
como a profeta de Cristo; “en nombre de
bir a los discípulos, recibe a Cristo, añade: justo”, es decir, como a servidor de Cristo.
“El que recibe a un profeta a título de pro Como el premio que tiene el que peregrina
feta; y a un justo a título de justo”, no por por Dios, ese tendrá el que recibe por Dios
afecto familiar, de amistad, de paisano y de al que peregrina; y se hacen los dos iguales:
más, ni por ventaja o ganancia temporal, aquél, que trabaja por Dios, y este, que ali
pues así no le recibe puramente en nombre via y da refrigerio al que trabaja. ¿Y si reci
de Dios, o de profeta o de justo; sino si le biste a un sacerdote? Tienes el premio del
recibe porque es servidor de Dios, y anuncia sacerdote. ¿Recibiste a un laico justo? Tie
ytas,
profetiza
“recibirá
la premio
fe de Cristo,
de profeta
o haceoobras
de justo”
jus- nes el premio de un justo laico”.
Si te basta para todos, entrega a todo el
(Mt 11,41)
profeta, y que
poresparte
quiende
le Dios,
justifica
de aquien
él. es que pide y al necesitado, sin elección de
personas, da a la naturaleza, a la gracia,
do
santa,
aDe
suasí
dos
doctrina,
dice
modos
justo.
así
se Con
recibe
dice razón
profeta;
a uno:
tendrá
o miran-
la vida
pre nunca a la culpa; si no te basta para todos,
da solo a la gracia, según aquello: “Se canse
mio de
ama la profecía
profecía yyjusticia
la justicia,
el que
que
de sirve
tal modo
con tu limosna en tu mano, hasta que encuen
tres un justo”; con todo, si es necesario, ali
menta al que se muere de hambre, que si
rosidad,
obras
ce
afecto
como
quesantas,
ahay
todos
para
obreros
profecía
que
cuando
lossuyos
hombres,
noodecaigan
justicia.
los
ensustenta
laen
profecía
Porque
por
quienes
la
conylos
gene-
en
cono-
ha-
las no, si no le das de comer, le matas. Y según
san Jerónimo, para que nadie pueda excu
sarse por su pobreza, y decir: La pobreza
me impide tener hospitalidad, el Señor bo
los
Porque
que eltienen
que entrega
dones espirituales, en esosa
ayudas temporales
escasez. rró esta excusa con un precepto levísimo:
“Y el que dé a beber, aunque sea sólo un
mismos dones espirituales colabora y es coo- vaso de agua fría a uno de estos pequeños, a
título de discípulo”, mirando a que es dis
466 PRIMERA PARTE

cípulo mío y tiene la fe cristiana, “os digo 3. El mérito de la hospitalidad


de verdad”, con certeza: “de ningún modo
Advierte que el Señor pone triple dife
perderá su recompensa” (Mt 11,42), la que
rencia de los que han de ser recibidos: un
mereció más por su buen afecto que por el
profeta, un justo, un discípulo mínimo. En
acto; porque lo mereció con el acto y con el
el profeta, la prerrogativa de la doctrina; en
afecto. el justo, la de la vida; en el mínimo discí
Dice que recibirá el premio no sólo por pulo, la de la generosidad; pues según la
el obsequio mayor, sino también por el me glosa, los mínimos son los que no tienen
nor cualquiera que os sirva a título de dis nada en absoluto de este mundo, y por eso
cípulo. Lo del agua fría lo dice para que na serán jueces con Cristo. Habla al final de re
die se excuse por la escasez; no dice de agua cibir a los discípulos, porque esto intentaba
caliente, para que no se queje de falta de concluir principalmente, de las premisas:
pobreza por la madera, porque no tiene có hay una imitación mayor del discípulo al
mo calentar el agua, que dé al menos agua
maestro, que del profeta o del justo; recibir
fría al que lo pide por Dios. Porque cual a estos lo premiará Cristo, luego mucho
quiera, por pobre que sea, puede hacer al más recibir a los discípulos. Con gran afec
gunas obras de piedad, porque puede dar to se han de recibir los discípulos por Cris
un vaso de agua fría. Porque en las cosas to, que no deja sin recompensa tan míni
que se dan por Cristo, no se mide tanto la mos beneficios. Porque las cosas que se
cantidad del don que se da, cuanto la canti hacen a los fieles de Cristo las estima como
dad de buena voluntad con que se da. Dios hechas a él; y esto tanto en acciones malas,
atiende no cuánto das, sino a partir de como: “Saulo, ¿por qué me persigues?”
cuánto; atiende a las dos cosas, pero más a (Hch 9,4), a mis fieles, como en las buenas,
esto que a aquello. como en lo anterior, pues dice que se recibe
Dice el Crisóstomo: “¡De verdad Juez a él en sus discípulos.
justo! El que fijó un castigo hasta por una Dice san Bernardo en su Regla: “Todos
palabra ociosa, justo era que, por un poco los huéspedes que vinieren sean recibidos
de agua fría, diera recompensa. Dijo agua como Cristo, porque él dirá: “Era huésped y
fría, para que ni emplee el trabajo de calen me recibisteis” (Mt 25,39). A todos los
tarla; porque no es que sea algo lo que da, huéspedes que vienen o se van, inclinando
sino porque es grande por quien lo da. la cabeza, se adore a Cristo en ellos, que es
¿Qué importa si quiso dar algo más y no recibido también. Con todo cuidado se
pudo? ¿Acaso es justo que una voluntad muestre solícitamente la hospitalidad de re
amplia se angustie por una obra pequeña? cibir a los pobres y peregrinos, porque en
Es mejor, pues, que la obra se extienda se ellos es más recibido Cristo. Ante todo y so
gún la voluntad, que el que la voluntad ge bre todo hay que tener cuidado de los enfer
nerosa se angustie según la obra. De este mos, de modo que se les sirva como real
modo conforta a todos los pobres que quie mente a Cristo, porque él dijo: “Estuve
ren hacer el bien, y así hace inexcusables a enfermo y me visitasteis” (Mt 25,36), y “lo
los que no quieren hacerlo; pues el que esta que habéis hecho a favor de uno de estos
bleció recompensa al agua fría, pienso que mis hermanos más pequeños, a mí me lo
sin la obra dará recompensa a la desnuda hicisteis” (Mt 25,40)”. Por tanto, como di
voluntad”. ce el Crisóstomo, guardémonos no sea que,
55. EL QUE OS RECIBE A VOSOTROS, ME RECIBE A MÍ 467

si somos duros en recibir a los huéspedes, que es enviado y propuesto, atienda en él al


después
daje de los esta vida se nos niegue el hospe-
de santos. que le envía y propone: a saber, a Cristo; en
el siervo al Señor; en Cristo, al Padre; en el
Unigénito, al Engendrador; y obedezca a
4. Cristo habla en los sacerdotes Dios y al prelado no en lo que enseña y di
ce expresamente, sino en lo que conozca
Después, para recomendar la obedien
que es precisamente su voluntad o consejo.
cia, añade: “El que os escucha, me escucha a
mí, y el que os desprecia a vosotros me des
5. La obediencia y la voluntad propia
precia a mí; pero el que me desprecia a mí,
desprecia
Padre, porqueal que “Yomey envió” (Lc 10,16), al Recomendando, pues, el mérito de la
el Padre somos uno” obediencia, habla así san Agustín: “Es gran
(Jn
mostrar
hay
menos
que que
10,30).
es principalmente
por
oírla
quereverencia
Añade
lacon
doctrina
devoción
esto
esta
al de
el
mismo
doctrina.
ysus
Salvador
reverencia,
discípulos
Diospara
del
al utilidad del hombre servir a Dios que le
manda, aun desconociendo la razón del
mandato; porque Dios mandando hace algo
útil, mande lo que quiera, pues de él no hay
que temer que ordene cosas no provechosas;
se
el
lo Hijo,
puede
Cristo
precia
Salvador
aPadre.
Por
Evangelio yal
hortaciones,
mismo
precias
los
se tanto,
oye yhonrar
el
está
sacerdotes
aSeas
oír
Dios,
personas
sepa
aal Hijo
en
Maestro,
quien
al
su yomenosprecies
los
despreciar
en
sacerdote,
noni
Padre.
oír
cada
te
viles,
aceptar
seas
acanses
yuno
Porque
en
el
sino
oye
el
que
queal
de
discípulos,
ellos
Padre;
susalapalabras
uno
por
alel
predicadores
Hijo Padre
tanto
sin
desprecias
Señor
en
no
mismo
oírle.
se
el
oye
menos yotro.
discípu-
honra
que
SioSeñorno
en
des-
del
ex-
ha-
oír
al ni puede ser que la voluntad propia deje de
caer con gran ruina sobre el hombre, si
exaltándola la antepone a la voluntad supe
rior”. De nuevo: “Los hombres hacen su vo
luntad, no la de Dios, cuando hacen lo que
quieren, no lo que Dios ordena para que sir
van a su voluntad. Pero cuando hacen así lo
que quieren, aunque queriendo hagan lo
que hacen, de aquél es sin embargo la vo
luntad por quien se prepara y se manda lo
que quieren. Haz queriendo lo que eres
mandado; y así harás lo que quieres, y no
harás tu voluntad sino la del que manda”.
bla en él, que por medio de él te amonesta, San Bernardo dice: “Nada apaga el espí
y que
en los te
sacerdotes
conduce de
y discípulos
nuevo a lahabla
vida. Cristo,
Ya que ritu de la discreción como la propia volun
tad, la que no es común con Dios y con los
y13,3).
enlos
hagamos
prueba
que
en
instruye
ma
ceptos
Dice
que No
ellos
mensajeros
haces
de es
ael
discípulos
de
no
Cristo
la
aque en
honrado
ellos;
de
llegue
ellos;
Iglesia
queymí
desprecies
apóstol:
Cristo,
por
más,ono
despreciado.
aymensajeros
Dios
de
obedezcamos
eso
“¿Acaso
habla
no
alos
sea
cada
la
desprecies
los
prelados,
que
Cristo?”
injuria
uno
discípulos
buscáis
suyos.
le reciba
llegue
los
que
de aly
a(2Dios
Nos
pre-
una
for-
Co
lo hombres, sino nuestra sólo, cuando hace
mos lo que queremos no para honor de
Dios, ni utilidad del prójimo, sino sólo por
nosotros; cuando no intentamos agradar a
Dios, y aprovechar a otros, sino satisfacer
nos a nosotros. A esta le es contraria la cari
dad, que es Dios. ¿Qué odia o qué castiga
Dios sino la voluntad propia? Cese la vo
luntad propia y no habrá infierno”.
les Como dice san Jerónimo: “Tanto añadi
rás a la virtud, cuanto sustraigas a la propia
468 PRIMERA PARTE

voluntad;
privadas,
perior”. Como
despreciando
no confíes enelAgustín,
dice san oraciones
mandatoantes
ydel
obras
su-
se la. Sola la obediencia pudo allí tener la pal
ma, sola la desobediencia cayó en castigo”.
Y san Bernardo dice: “La desobediencia
escucha
san
mil Bernardo,
del
por una
que oración
desprecia.
gran mal
del Por
obediente,
es laeso,
propia
como
que
volun-
dice
diez ofende a Dios, aleja a los ángeles, expulsa
de la comunión de los santos, pierde la vida
eterna, alegra a los demonios, merece supli
tad,
tuyas no la
son
que
buenas
resulta que las cosas buenas cio eterno”. Y de nuevo: “Al desobediente
para ti. no le dará tanta abundancia de sí el que fue
menos
nula;
diencia
Sanpero
meritoria
algunas
Gregorio
algunas
veces,
laexplica
obediencia
veces,
si tiene
cuándo
si no
algo es
así:tiene
“La
suyo,
más
obe-
algo
eso tan gran amador de la obediencia, que qui
so más morir que no obedecer: para no per
der la obediencia, perdió la vida”.

un
suyo,
éxito
es mínima.
de este mundo,
Porque, cuando
cuando se manda
ordena 6. Cristo los envía, y sigue predicando
“Y resultó que, cuando terminó Jesús
un puesto superior, el que obedece para re de instruir a sus doce discípulos, marchó de
cibir estas cosas, vacía para sí la virtud de la allí para enseñar y anunciar en sus ciuda
obediencia, si anhela tales cosas por su pro des” (Mt 11,1). Es decir, cuando terminó de
pio deseo: pues no se somete a la obedien darles las instrucciones y el modo de ense
cia, el que sirve a la codicia de la propia am ñar y vivir dichos, les envió a las ciudades
bición para recibir esas prosperidades del de ellos, las de los discípulos, no porque
mundo. Por otra parte, cuando se ordena el fueran suyas, sino porque habían nacido o
desprecio del mundo, cuando se manda se habían criado o habían vivido en ellas;
conseguir deshonras e injurias, si el ánimo como él se limitó a enseñar a los judíos, a
no desea estas cosas por sí mismo, disminu los que había sido enviado. Predicando allí
ye el mérito de su obediencia, porque des a judíos, no a samaritanos ni a gentiles, hi
ciendeya las
riado sin cosas bajasLaenobediencia
querer. esta vida, contra
en las zo lo que había enseñado y ordenado a los
discípulos, para que, según lo prometido, se
prósperas,
cosas adversas
no tener
debe tener
en absoluto
algo de nada
sí; y, en
de las
sí; ofreciera primero la ocasión de la salvación
a los judíos. Aquí da, pues, ejemplo a los
ánimo
será
más
percibe
tendrá
se
másmás
aparta
se una
gloria enenloloal
divinamente”.
verdadero
mentalmente
por deseo adverso
próspero,
orden
de la gloria
cuanto
divino,
cuanto
que
suy superiores mayores, para que ellos mismos
no dejen de ser predicadores, aunque desti
nen a otros a enseñar; que no se hagan ocio
sos, mientras trabajan otros, y pierdan así el
beorden,
la tener
Segúnla
alegría
san
verdadera
Bernardo:
en el trabajo,
obediencia:
“Tresperseverancia
vínculos
rapidez
de-a fruto glorioso de los buenos. Pero, ay, hoy
muchos que presiden buscan vicarios, no
ayudadores, quieren descansar no colaborar;
gran
fecta
en la bien es la diciendo:
desobediencia,
yejecución”.
evidentemente
obediencia,
San Agustín
qué
“Dios
ygran
qué
mostró
explica
bien
mal es
per-
qué
la están pensando que así sus almas y las de
sus súbditos descansan en la paz. Más aún,
lo que es peor, algunos omitiendo las predi
caciones, se entregan a guerras y luchas, y
los que debían vivificar las almas, no temen
obediencia,
paraíso le prohibió al hombre
cuandouna no eraen
cosa quepuesto mael haciendo la guerra que perezcan los cuerpos
y las almas; y así, lavadas las manos por fue
55. EL QUE OS RECIBE A VOSOTROS, ME RECIBE A MÍ 469

ra, pero manchados por dentro los corazo- se ve en sus centellas, así tenía que conocer
nes, no temen acercarse al altar. se en las virtudes de ellos el poder de Cris
Dice el Crisóstomo: “Cuando acabó Je- to. ¿Quién viendo a sus discípulos bien ins
sús dando preceptos a los discípulos, salió a truidos no alabaría la ciencia del Maestro?
enseñar, para que no estuviera ocioso el O considerando las obras grandes de ellos
Maestro, trabajando los discípulos. Porque ¿no admiraría el poder del autor? Cristo ha
no los había ordenado como vicarios de su cía milagros, los hacían también los discí
obra, sino como ayudantes; por eso, si se da- pulos; y entre las maravillas que obraban
ban prisa los empleados, más tendría que crecía más y más la fama de sus virtudes”.
darse prisa el padre de familia. En los secu- Esto es del Crisóstomo.
lares el que es el mayor o más ilustre y tiene Saliendo, pues, los doce apóstoles reco
consigo menores o súbditos, ellos le cumplen rrían la región evangelizando por los pueblos
todo lo que le sea necesario; y él puesto en su y curando en el alma y en el cuerpo, no oca
honor solo preside las órdenes, seguro de to- sionando la muerte con el mal ejemplo, y en
do trabajo. En los hombres espirituales no todas partes sin acepción de personas. Salie
es así; sino que el que es mayor, tiene mayor ron de la torre de la contemplación a la acción
trabajo. de la predicación y de la curación, induciendo
“Cuando los apóstoles enseñaban, Cris- con el ejemplo y la palabra a los hombres a
to trabajaba más; los había enviado como el que se convirtieran de sus pecados. Hoy, en
sol sus rayos, como una rosa los olores de cambio, por desgracia, muchos salen de lo
suavidad, como el fuego dispersa sus cente- oculto de su perverso pensamiento a la acción
llas. Como el sol parece en sus rayos, como de la iniquidad, corrompiendo a los hombres
la rosa se siente en sus olores, como el fuego con palabras y ejemplos malvados.

Oración

¡Señor Jesucristo, Maestro bueno! Envíanos profetas que te prediquen con la doctrina,
justos que muestren tu verdad con vida santa, discípulos y mensajeros que te anuncien.
Que yo sepa recibirlos en tu nombre, venerarlos, hacerles los cuidados de la caridad, de
modo que merezca con ellos, por don tuyo, por los méritos de ellos, alcanzar tu recompensa.
Dame también, Señor Dios mío, oír a los superiores, predicadores y sacerdotes y ate
nerme a sus advertencias con obediencia, de modo que con los verdaderos obedientes me
rezca hallar gracia junto a ti. Amén.
470 PRIMERA PARTE

56. JESÚS RESPONDE; ELOGIA AL BAUTISTA


Mateo 11,2-15

1. Juan envía discípulos a preguntar Dice san Agustín: “Id, decidle; no por
que yo dude, sino para que os instruya; lo
“Por su parte, Juan, cuando oyó en la
que yo suelo decir, oídlo de él; habéis oído al
prisión las obras de Cristo”, mirando más
pregonero, que os confirme el Juez”. Y san
por los suyos que por su peligro, le envió
Hilario dice: “Juan miró por la ignorancia
“un recado por medio de sus discípulos”,
de los discípulos, no por la suya; para que
que dudaban, para que, al volver, creyeran
supieran que él no había predicado a otro;
los demás, “porque toda causa se base sobre
envió a sus discípulos a ver las obras, para
la declaración de dos o tres testigos” (Mt
que las obras dieran autoridad a las palabras
18,16: Dt 19,15), como diciéndoles: si no
me creísteis a mí que di testimonio de Cris de él; y que no esperaran a otro Cristo sino a
to, decidle a él: “¿Tú eres el que tenía que aquél a quien las obras atestiguaban”.
venir o tenemos que esperar a otro?” (Mt Y el Crisóstomo: “Juan sabiendo en la
11,2-3). ¿Eres el Cristo, el Mesías prometi cárcel que estaba cerca su partida, quería
do, que debe salvar a Israel, o esperamos a unir a sus discípulos con Cristo, como un
otro que nos salve? Juan significa “gracia”. padre previsor, estando para morir, confía
Juan está “en prisión”, cuando la gracia está sus hijos a un tutor fiel. Porque deseaba,
atada en alguien con ataduras del mundo, aún en vida, ver la plena fe de sus discípu
de la carne, del pecado, y no puede aprove los, verlos creyendo del todo en Cristo. Co
mo un padre que se muere, si ve a sus hijos
char. ¡Ay, hoy Juan en muchos está en pri
sión! Porque el cuerpo es una cárcel que adornados de buenas costumbres, y forma
impide al hombre la contemplación de la dos en toda sabiduría, muere seguro sin te
verdad. mer por ellos; así Juan quería ver a sus dis
Juan mismo no dudó, ni preguntó por cípulos perfectos en Cristo, para morir más
que dudara. Él por la presencia de Cristo se felizmente. Más aún, los encomendó a Cris
llenó de alegría hasta dar saltos en el vientre to como a tutor, no como si fuera un padre
de su madre; y al venir Cristo a su bautis a sus hijos, sino como pedagogo a hijos ex
mo, dijo: “Yo debo ser bautizado por ti ¿y traños que recibió por un tiempo; quería
tú vienes a mí?” (Mt 3,14). En el bautismo, entregarlos preparados a Cristo, como a su
le conoció por la paloma que descendió y propio padre. Preguntaba por medio ellos,
por la voz y testimonio del Padre, y luego no para que recibir él respuesta de Cristo,
lo mostró con el dedo. Él fue metido en la ni para oír y aprender él; sino para que los
cárcel por Cristo, por la fe y la justicia, pre discípulos vieran por sus ojos las obras de
parado a sufrir la muerte. Preguntó como Cristo y creyeran. Envió Juan a sus discípu
quien duda mirando por sus discípulos, pa los a Cristo, para que vieran sus milagros;
ra confirmarlos por Cristo y hacerlos sus hizo tantos y ganó las almas de unos pocos,
discípulos, pues sabía que aún dudaban, pa porque es mejor ante Dios un solo justo,
ra que viendo sus signos y corregidos por que todo el mundo lleno de pecadores.”
sus palabras creyeran; se escandalizaban al Pero, según san Gregorio, Juan pregun
oír que Jesús era preferido a su maestro ta por los discípulos: Tú que naciendo has
Juan. venido al mundo, ¿eres tú el que ha de bajar
56. JESÚS RESPONDE; ELOGIA AL BAUTISTA 471

aque
nos,
losno
sino
infiernos
dudó
de susólo
muriendo?
bajada
de laenbajada
alma
Y puede
ya cuerpo.
los decirse
infier- Confrontad las obras que habéis visto en
mí con los oráculos de los profetas que ha
béis leído, para que conozcáis que yo soy
aquél de quien ellos hablaron. “Los ciegos
2. Cristo les responde con obras recobran la vista” (Mt 11,5), para que se
cumpla el dicho profético: “Entonces se
Pero Jesús amó la duda de los discípulos,
y les mostró primero con hechos y luego con abrirán los ojos de los ciegos” (Is 35,5). “Los
palabras que era el Cristo, según aquello: cojos andan”, para que se cumpla: “Enton
“Comenzó Jesús a obrar y enseñar” (Hch 1,1). ces saltará como ciervo el cojo” (Is 35,6).
Instruía así a los predicadores y doctores, que “Los leprosos son limpiados”, para que se
no enseñen solo de palabra, sino con obras. cumpla: “Él llevó nuestras dolencias, y por
En presencia, pues, de los discípulos de Juan su sangre hemos sido sanados” (Is 53,4).
y de muchos que estaban allí, curó a ciegos, “Los sordos oyen”, para que se cumpla: “Y
sordos, cojos y leprosos, e hizo otros milagros; se abrirán los oídos de los sordos” (Is 35,5).
después predicó al pueblo; y su Evangelio lo “Los muertos resucitan”, para que se cum
recibieron primero los pobres, porque los po pla: “Los muertos vivirán, tus cadáveres re
bres y humildes creen más en el Evangelio sucitarán” (Is 26,19) “Los pobres son evan
que los ricos. Con esto, a la pregunta de Juan, gelizados” (Mt 11,5), son instruidos e
respondió mejor a sus discípulos, mostrando iluminados por el Evangelio y se convierten
por los milagros, posibles solo al poder divi a la fe, según aquello: “Me envió a anunciar
no, que era de verdad el Cristo, el Mesías pro a los pobres” (Is 61,1). Se menciona antes a
metido en la Ley; las obras testimoniaban los pobres que a los ricos, porque los pobres
plenamente que era el Hijo de Dios. Si antes se convierten más fácilmente.
del Evangelio algunos hicieron cosas seme Dice san Jerónimo aquí: “Los pobres
jantes, fueron casos raros; y no por su autori son evangelizados”, entiende los pobres en
dad y mandato, sino por ministerio y oración. espíritu, o los pobres en riquezas; pero que
Así se dice: “Como respuesta, Jesús, les no haya distancia alguna en la predicación
dijo”, con hechos y palabras: “Id a contar a entre nobles y no nobles, entre ricos y po
Juan lo que estáis oyendo y viendo”; lo que bres”. Contad, pues, a Juan, que lo que oís
visto
habíaisque
oído
se hace
antesendemi
venir,
presencia
y lo que
y por mi
habéis teis en los profetas que haría el Mesías, lo
habéis visto cumplido por mí; pues Cristo
mandato,
él, más quey élcertificaos de mí vosotros
mismo. “Respondedle lo que
por hacía las cosas que los profetas, hablando
del tiempo del Mesías, habían predicho que
habéis
to”, en oído”
los milagros.
en la predicación
Me veis a ymí,
“habéis
conoced
vis- él haría. Respondió pues sutilmente, indi
cando esta razón: El que obra las obras que
me; veis los hechos, reconoced al hacedor. superan toda facultad natural, y que los
“Pues alascabo,
llevar
Ilumino aobrasesas
ciegos, el Padre
quemismas
resucito me testifican
obras concedió
muertos, con profetas habían anunciado de Cristo Mesías,
viertolosa los
que profetas
pobresanunciaron
a la fe, y hago
que yo
lo demás
haría. él es sin duda Cristo; ahora bien, yo hago
estas cosas, luego soy Cristo. Pero el Señor
respondió bien a los discípulos de Juan,
más por las obras, que si dijera: Yo soy; pa
mí,
en mi
creed
favor”
a las(Jn
obras”
5,36).
(Jn“Si
10,38).
no me creéis a ra que sus obras les manifestaran que era el
Mesías, más que las palabras; porque el tes
472 PRIMERA PARTE

el
válido
te
decirles:
timonio
con
porvoz
total
que
que
dede
yo el
evidencia
obra,
lecosas
soy,
preguntaban.
de para
solas
que
y de
mostró
evitar
de
palabras;
obras élNo
palabra.
arrogancia;
que
es más
es más
era
creíble
aquél
quiso
fuer-
peroy quiera defectos culpables. Hay sordos por la
dureza e inmisericordia de corazón, sordos a
la voz de la predicación, o sordos al clamor
de los pobres; Cristo los libera inclinando la
mente a atender la palabra de Dios y la de
los pobres. Hay muertos por la obstinación
del delito; Cristo los libera vivificando y re
3. Seis
malesmilagros de Cristo frente a seis novando la mente y el hombre interior. Hay
pobres, míseros y desnudos de gracias y vir
tudes del cielo; Cristo los libera enrique
En sentido moral, las seis obras admira
ciendo la mente con gracias y vistiéndola
bles de Cristo, puestas aquí, con que libró a
con virtudes.
los hombres de defectos corporales, pueden
Estos milagros espirituales son mayores
significar seis males de los que cada día li
que los corporales. Porque es más, según
bera espiritualmente a las almas. La cegue
san Agustín, justificar al impío, que crear el
ra es la ignorancia y el error de la razón al
cielo y la tierra; es más justificar al alma
elegir; la cojera es la enfermedad y curvatu
que ha de vivir para siempre, que resucitar
ra de la afección al moverse; la lepra es la co
una carne que ha de morir de nuevo; es más
dicia e impureza carnal; la sordera es la mal
reformar la imagen de Dios en el alma, que
dad y dureza obstinada de la mente; la
reformar la materia de nuestro barro en el
muerte es la separación de Dios por el deli
cuerpo.
to; la pobreza es la falta de la gracia y de las
virtudes. Estos seis males, que nos fueron
4. Nadie debe escandalizarse de Cristo
infligidos en gran parte por el delito del
primer
ción
afectos,
que ella
de hombre,
Cristo,
apaga elrecibida
ilumina los
ardor
la quita
razón,
decon
la
lahace
fe
devoción;
codicia
y lafirmes
predica-
carnal,
por-
los Después añade el Señor: “Y ¡dichoso
aquél que no halle escándalo en mí!” (Mt
11,6); que no le escandalice lo débil de mi
humanidad, ni dude de mi divinidad y po
yquebranta
confiere la gracia.
obstinación, hace huir al delito der, creyéndome solo hombre, porque me
ve en carne que puede padecer; feliz el que
cer
to los
las
Porque
libera
cosashay
ilustrando
divinas.
ciegosHay
por
la mente
cojos en el afecto
ignorancia;
para cono-
Cris- me vea padecer y no me niegue, a cuya fe
no le traigan tentación ninguna la cruz, la
ylos
niendo
con
Cristo,
voluntad
lujuria,
dehacia
bería
bían
parte
mala
libera
elseguir
hacer,
quieren
contacto
cojeando
lael
que
voluntad,
divina.
mente
mundo;
depurando
yamancha
cómo,
Jesús;
seguir
del
para
de
Hay el
quealleprosos
Cristo
ambos
delito
dejando
pero
el laven
cumplimiento
cuerpo
mundo,
mente
no
lados,
los
de
bien
el
quieren,
libera
otros;
con
ymundo,
hacia
de
qué
en
el lepra
alma,
parte
cuales-
dispo-
Cristo
seDios
de
ode-
de
en
laya muerte y la sepultura. Por eso el ladrón fue
feliz, porque no se escandalizó. Como si di
jera: Aunque obre maravillas como Dios,
como también, como hombre, he de ser
crucificado, hay que precaver a los hombres
para que los que veneran los signos, no des
precien a la muerte en mí.
Y dice bien “en mí”, no por mí; porque
Cristo nunca fue causa activa de escándalo;
pero de modo pasivo pudo en cierta mane
ra ser materia y ocasión de escándalo. Por
eso se dice piedra de escándalo; pues la pie
56. JESÚS RESPONDE; ELOGIA AL BAUTISTA 473

dra no escandaliza
debido a su naturaleza;
a nadie, el ciego
peroporque hace
o in
lo los! No como algunos halagadores, que ala
ban a los hombres en su cara con libertad, o
cauto se escandaliza en ella, cuando se hiere. cuando ven a sus amigos fieles, o a los de su
En esto el Señor llama la atención a los casa, pues creen que van a referir lo que
mensajeros
los
to
Juan,
recía
noleos
menos
advierte
indujo
mayor
escandalicéis
que
acerca
seentre
en
del
aofendían,
de
atraer
obras.
escándalo
mí.
Juan
en
aComo

ymí,
porque
él,
a de
los
yque
sisintáis
ladiscípulos
dijera:
Juan
mala
no creían,
enles
fe.
Mirad
algo
Es-
pa-
dey oyeren. Porque, el que es necio, se alegra al
ser alabado en su cara; pero el sabio, cuando
es alabado en su cara, es flagelado en su co
razón. Por dos causas no debe ser alabado el
hombre en su cara. Si le juzgas sabio, lo re
cibirá con gravedad; ¿por qué le molestas
con tus alabanzas? Y, si le juzgas necio, se
5. Alaba a Juan en ausencia de ellos exaltará; ¿por qué alimentas con tus alaban
zas su necedad?”.
Como el Precursor pretendía quitar de
6. Su constancia en la fe y mente
sus discípulos la duda sobre Cristo, así el
tud
viado
los
oyeron
pulos
Juan
Salvador,
de
conocían
pregunta;
muchas
testimonios
laera
había
ade
duda
la
los
ligero
el
Juan
alcuestión
discípulos,
para
maneras
secreto
revés,
cambiado
sobre
aenpasados
Cristo,
que
quiere
el
lamisterio,
propuesta
ante
Precursor,
feno
yyypodían
por
creyeran
quitar
muelle
de
ellos,
sospecharan
yJuan.
esto
por
laporque
de
elogiándole
pensar
causa
en
había
menos
los
laLos en
lamulti-
discí-
vida,
de
des-
que
en-
la Por tanto, elogia a Juan por muchas co
sas y primero por la constancia de la fe y de
la mente. Dice el evangelista: “Y mientras
éstos se iban, Jesús empezó a decir a aquel
gentío acerca de Juan: ¿Qué salisteis a ver
en el desierto?” (Mt 11,7-8). No ahora; en
tonces, cuando Juan estaba en el desierto,
ahora está en la cárcel. Es decir: ¿Cómo
creéis que es hoy aquél a quien mucho an
tes de la prisión, salisteis a ver? Dice el
Crisóstomo: “Es como si dijera: ¿por qué
porqueafirmado
haber antes cuando
de Cristo
estaba
lo que
libre parecía dejasteis las ciudades y fuisteis a reuniros al
cárcel, como quebrantado por la adversidad,
ahora en la desierto? Tan gran multitud y con tantos
deseos no habría ido al desierto sino juzga
parecía
dudar
ye
por
delde
placer;
otras.
Juan;
depreguntar.
layrazón,
yambas
le elogia
yLa
cosas el Señor
laligereza
molicie
por las contrarias
se
a la
las
refiere
codicia
exclu-
aly ra que había allí alguien grande, admirable
y más firme que la piedra”.
“¿Qué salisteis a ver en el desierto?”, re
pito. “¿Una caña sacudida por el viento?”
Quiere decir: Juan no fue como una caña
sus
ra
favor
amor
nota
todo
que
discípulos,
Prefirió
ade
de
humano,
su
losadulación
la
alabanza
grandes,
verdad;
elogiar
más en
al
o no
de
que
así enpresencia,
a pareciera
elogiar
Juan
su
adulación,
nos
enpresencia.
su
enseñó
a proceder
otros,
ausencia
sino
a huir
sobre
pa-
del
de
la que con ligereza de fe y mente anduviera
dudando sobre el Señor, al que antes había
predicado; sino tan constante, que ni por
temor ni por amor se apartaba de la verdad.
No fue una caña Juan, sino una columna;
no la movía el viento, no sabía elevarse con
zó aDice
alabar a Juan, al retirarse
el Crisóstomo: “¡Qué bien
sus discípu-
comen- lo próspero, ni inclinarse con lo adverso; si
no que permanecía inamovible entre lo ad
verso y lo próspero, guardando la humildad
474 PRIMERA PARTE

en la
ni lo ira
próspero
de quien
y enfuera
lo adverso
le hacíalaáspero;
paciencia.
con hombre vestido con ropa delicada?” No;
la
Noadulación;
le sacudíani
el la
temor,
amistad
ni seledoblegaba
hacía blando,
por porque, como se dijo antes, Juan tenía un
vestido de pelos de camello y su alimento
eran langostas y miel silvestre, para despre
el
baban
amigos
mismo
yyaenemigos,
semblante
los que le así
despreciaban.
miraba
arguia
a los
a poderosos
que
Amaba
le ala-ya ciar al mundo y sus delicias con el testimo
nio de su modo de vida. Por esto también
permanecía en el desierto para llevar una vi
viento,
débiles;ya
Juan
queno
ninguna
era unavariedad
caña agitada
de laspor el
cosas da austera no solo en alimento y vestido, si
no por el lugar; por eso se dice luego: “Mi
le doblegaba del estado de su rectitud. rad, los que visten con ropa delicada, están
viento
no tiene
Diceligero
el
valor
Crisóstomo:
que
ninguno
sople“La
ysobre
por
caña
eso
ella
está
cualquier
lavacía
doblay en los palacios de los reyes” (Mt 11,8), pues
allí se vive en delicias. Por esto muchos
adulan a los magnates y viviendo con ellos
acá y allá; así al hombre carnal y mundano gozan de sus gustos, pero los hombres de la
en
tiene
quequien
venga
virtud
nosobre
hay
verdadera,
él
médula
le curva”.
cualquier
alguna
Y san
detentación
fe,
Grego
y no verdad desprecian esas cosas.
Cuenta Valerio Máximo, que Diógenes
lavaba unas verduras, y le dijo uno: Si qui
rio: “Aprendamos, hermanos queridísimos, sieras adular a Dionisio, no comerías estas
a no ser una caña agitada por el viento; ha cosas; Diógenes le respondió: si quisieras
gamos el ánimo sólido, puesto como está en comer estas cosas, no querrías adular a Dio
estado
tre los de
aires
nuestra
de lasmente;
lenguas;
ningún
sea inflexible
menospre el nisio. Este verdadero anunciador de la ver
dad prefería alimentarse con verduras que
cio nos provoque a la ira, y ningún favor de adular a los grandes. Pero, ay, hoy muchos,
amistad inútil nos incline al perdón; que lo aun religiosos hacen lo contrario y no se
prospero no nos eleve, lo adverso no nos per avergüenzan de adular por poco a los gran
turbe; de forma que los que estamos firmes des y aun a otros.
por la solidez de la fe, no nos movamos en Y dijo bien: en las casas de los reyes, no
absoluto por la mutabilidad de las cosas de los pontífices. Porque los pontífices y to
transitorias”. dos los superiores de la Iglesia y su familia
En sentido místico, espiritual, aquí ala deben vestir ropa sencilla y religiosa, no
ba a Juan para que, como él no abandonó la suave y preciosa. Se lee de san Agustín que
justicia y santidad ni por el temor de la sus vestidos no eran ni muy ricos, ni muy
muerte ni por el amor de la vida carnal, despreciables. Por eso dice san Jerónimo:
tampoco nosotros no dejemos lo útil por lo “Hay que huir por igual de lo elegante y de
vano, las cosas eternas por las transitorias, y
lo sórdido, porque lo primero suena a deli
elijamos la cruz antes que los adornos del cia, lo otro a vanagloria”. Pues ¿cómo cléri
mundo.
gos y religiosos visten ropa tan suave y deli
cada como los que están en las casas de los
7. La austeridad de su vida
reyes? Tengan cuidado y temor, porque no
vida
suaves
Recomienda
y ni
penitencia,
delicadezas.
a Juan
pues
Así
por
noañadió
lausaba
austeridad
elvestidos
Señor:
de sirven a un rey del cielo, sino terreno, los
que huyen de padecer por Dios cosas áspe
“Pero entonces ¿qué salisteis a ver? ¿A un ras; pues dados solo a lo exterior buscan la
suavidad y delicadeza de la vida presente.
56. JESÚS RESPONDE; ELOGIA AL BAUTISTA 475

la
tud,
aspereza
Porque
el Señor
de
sino
el
suvestir
hubiera
vestido;
ropa
alabado
y sivilnonofuera
afuera
Juan vir-
por Por el desierto puede entenderse la vida
religiosa; como el desierto fue un cierto ca
do
go
púrpura
de vestir
del rico,
yropas
ropa
denolino”
delicada,
preciosas,
hubiera
(Lc 16,19).
dicho:
dice
al hablar
el“Se
Crisóstomo:
Deldel
vestía
peligro
casti-
peca-
de mino, entre Egipto y la Tierra santa de la
promesa, así la vida religiosa es intermedio
entre el cielo y el mundo; como cierta vía
directa por la que se va al cielo.
Por Juan que vivía en el desierto se en
“El vestido muelle disuelve al alma severa; tiende el religioso que no debe ser caña, hi
y,
mente
participará
frágil.
si asume
por
Y, vuelto
esta
de
un la
cuerpo
molicie
herida;
muelle
severo
le
porque
elvuelve
cuerpo,
y áspero,
lodelicado
común
el fácil-
almaes
y pócrita por fuera como la caña verde y vacía
por dentro; sino que debe vivir hacia fuera
por una honesta convivencia y por dentro
debe estar lleno de fe y ferviente devoción.
que las operaciones
sonancia con las disposiciones
del alma estén en con-
del cuerpo”. No debe ser frágil como la caña, y ceder a
todo viento; sino que debe ser firme y resis
En sentido místico, espiritual, por la ro tir a toda tentación; no ha de moverse por
pa
res,
modelicada
que
la vestidura
se señalan
se pueden
sebien
adapta
entender
poralaaquél
vestidura.
los de
adulado-
quien
Co- bendición ni por maldición. Más aún, no
debe vestir ropa delicada, esto es, ser adula
los
ción,
vicios
por amor
de losde
pecadores
la alabanza,
y para
no poder
denuncian
con- dor, sino serio contra los vicios, y no ser
es, asídesemodo
dos, adaptan
quelos
por
aduladores
temor dealalospersecu
malva- aceptador de personas.

8. La persona del Precursor


El Salvador ensalza a Juan por la exce
seguir las ventajas y comodidades tempora lencia de su persona y su clara notoriedad;
les no temen conformarse a ellos. Pero según porque fue más que profeta. “Pues, ¿qué sa
delicada
san Gregorio,
porqueJuan
no no
fomentaba
iba vestido
los vicios
con ropa
de listeis a ver? ¿A un profeta? Sí, os digo, y
más que profeta” (Mt 11,9). Fue profeta
los pecadores siendo blando con ellos, sino porque previó y predijo a Cristo, como hi
que sabía castigarlos increpándolos. cieron otros profetas; por eso se dijo arriba:
Rábano,
palacios
dores
tidos
de los
Ende
de
pecadores,
sentido
ropas
que
selanos
verdad
frecuentan
suaves,
moral,
enseña
la deben
ungen
los
según
aquí
los
que
apartarse
que
yaduladores
san
palpan
nolos
Jerónimo
la predica-
punzan.
la
devida
ves-
losy “Tú, niño, serás llamado profeta del Altísi
mo” (Lc 1,76). “Más que profeta”. ¿Por
qué? 1º, porque fue anunciado por Dios por
medio del ángel; 2º, porque en el seno de su
madre empezó a profetizar; 3º, porque fue
hijo y fin de los profetas: 4º, porque, a Cris
de
Se observa
la verdadtambién
va bienaquí
conque
la dureza
la predicación
del ali to, previsto y anunciado por él y por otros,
quieren riquezas, abundan en gustos. Esos él lo señaló con el dedo, lo que no hicieron
cosas
mentofalsas,
y la ropa;
aduladores,
en cambiobuscan
los queventajas,
enseñan los demás; ya que, según san Gregorio, es
oficio de profeta decir lo que va a venir, no
mostrarlo; 5º, según san Agustín y san Am
vestidos están en las casas de reyes; porque, brosio, es mayor que los profetas, porque
según
del cielo,
sanestán bajo elexpulsados
Gregorio, poder del enemigo;
del reino ellos anunciaron al Señor que iba a venir,
que desearon ver y no vieron; a Juan se le
los demonios son reyes de las tinieblas. concedió lo que ellos buscaron; 6º, según
476 PRIMERA PARTE

san
se
que
bautizara
leJerónimo,
fue
añadió
llamado
al Señor
uno
porque al privilegio
ángel,
mayor
suyo alpor
ynode Bautista,
ellos;
naturaleza,
profético
7º, por-
que A Juan le llaman ángel por la dignidad
del oficio, como mensajero, pues es oficio
de los ángeles revelar cosas ocultas, y el de
Juan fue predecir cosas secretas. Si el ángel
sino
estuvo
por
más
el oficio,
próximo como
a Cristo
se verá;
y casi
8º,vino
porque
con Gabriel anunció a pocos el nacimiento del
Salvador, a la Virgen, a san José, a pastores
él. y magos, Juan lo anunció a todo el mundo.
pasaron
Diceante el rostro de“Todos
el Crisóstomo: Cristo,lospero
profetas
sólo Dice san Beda: “Se llama a Juan ángel no
por compañía de la naturaleza, sino por la
Juan
modofue enviado ante el rostro de Cristo de dignidad del oficio”. Bien pudo llamarse así
próximo
tiempo,
que
tanto
que
casimás
ellos
vinopróximo
con
estuvo
Cristo;
estaba en laenmás
a Cristo
cuanto el
jus- el que “fue enviado por Dios, para dar testi
monio de la Luz” (Jn 1,7). También se de
signa a los sacerdotes como ángeles; y así el
que
len
aticia
nalamerece
ante
luz,
sale ellanombre
y santidad.
anunciando
con
Cristo, luz;
anunciando
Muchas
así
sutodos
de
venida,
estrellas
Lucífero,
su
losvenida,
pero
profetas
preceden
ningu-
sino
pero
sa-
la apóstol dice que las mujeres oren con la ca
beza cubierta por respeto a los ángeles, a los
sacerdotes. Y, según san Gregorio, cada fiel
cristiano, si saca al prójimo de la maldad y
le exhorta al bien, si recuerda al que yerra el
solo
anunciaba
con
Dios”.
elJuan
dedo,
fue
sudiciendo:
venida,
llamado“Mira,
sino
Precursor;
que
el cordero
lo no
mostró
solo
de reino o suplicio, es ángel, o mensajero de
Dios.
También se le llama ángel por la pureza
de vida angélica que llevó en la soledad y la
9. La autoridad de doctrina y oficio virginidad en la contemplación. Dice el
Crisóstomo: “Feliz Juan, que mereció del
Señor su alabanza. Oye y entiende su digni
El Señor elogia a Juan por la autoridad
dad; pienso, si no fuera audacia decirlo, que
de la doctrina y dignidad del oficio, al de
Juan está más lleno de gloria, porque sien
cir: “Éste es de quien está escrito”, en Ma
do hombre, por el mérito de su virtud se le
laquías; son palabras del Padre al Hijo,
llamó ángel, que si hubiera sido ángel de
encomendándole a Juan: “Mira, envío a
mi ángel delante de ti” (Ml 3,1), a mi nombre y por naturaleza. Porque el ángel es
ángel, no tanto por virtud, sino por natura
mensajero, a Juan Bautista, que llevó una
leza. Éste en cambio es admirable porque
vida angélica. “Ante tu rostro”, ante tu
en naturaleza humana sobrepasó la santidad
presencia temporal, ante la manifestación
angélica; obtuvo por la gracia de Dios lo
ytusconocimiento de tudepoder.
caminos delante ti” (Mt
“Preparará
11,10),
que no tuvo por naturaleza”. Palabras del
Crisóstomo.
predicando la conversión, bautizando,
anunciándote y manifestándote, sensibili
10. Ninguno es mayor que Juan
zando los corazones de los oyentes a reci
nes
del
juicio
ti”,
birtede
antestia de
evangelizador
aolos yla
oyentes
tu
mente.aeslapreparar
mostrarte
predicación. Ledel
venida
al mundo.
envío
losSeñor, al
Elcorazo-
oficio
“ante Para comprender en breve la suma de su
elogio, añade el Señor: “De verdad os digo,
entre los nacidos de mujer nadie es más
grande que Juan el Bautista” (Mt 11,11).
No, “nacidas”, para que nadie crea que es
56. JESÚS RESPONDE; ELOGIA AL BAUTISTA 477

preferido
dre
más
nacidos
no parezca
de
santa
Cristo,
“de
en
de
que
mujer”,
santidad
todos,
preferida
se ledespués
no
compara
a ade
latodos
santa
Virgen,
dealos
Cristo.
Cristo;
Virgen
santos,
paraDice
si
ma-el
que
la Y, como se compara mucho a Juan con el
Hijo de Dios, por eso, según el Crisóstomo,
para que tantos elogios a Juan no dieran oca
sión a los judíos de preferirle a Cristo, distin
gue la excelencia de Cristo con la de Juan,
Evangelio
en
ypoco
sepatriarcas
le
sentido
se
iguala,
prefiere
lacontrario
yllama
oa no
todos
a Juan
semujer
ale
los
su
aantepone
los
hombres,
virginidad.
alguna
demásvez, es
ninguno.
sino
profetas
Tam-
noque diciendo: “Aunque el menor”, en la edad y
en la opinión de muchos, “en el reino de los
cielos”, en la Iglesia militante de los santos,
“es mayor que él” (Mt 11,11), en dignidad y
majestad. Lo cual con razón se entiende de
No seél es
aclarar
que
alguien sigue queNo
sialguna
mayor.
después
vez
habrá
otros
niega
igual
no
alguno
que
asean
él;haya
más
mejores,
y deja
surgido
santo.
sino Cristo que en la Iglesia militante que perdu
ra desde el primer justo hasta el último de
los elegidos es tenido por muchos como me
nor. Pero, según el Crisóstomo, no juzgues
ce que
Dice
Juan
el Crisóstomo:
era mayor que
“Latodos
Escritura
los santos,
no di- que dijo que él era mayor que Juan. Como
también dice san Ambrosio, otra es esta na
que
tepuso”.
sino Juan.
queYtodos
Le
deigualó
nuevo:con
“Viene
losno
los santos demás,
a decir:
eran noNingu-
le an-
mayores turaleza que no se puede comparar con las
generaciones humanas, pues el hombre no
puede tener comparación alguna con Dios.
na mujer dio a luz a uno mayor que éste; bas O, el último de los ángeles, en el reino
ta esta anunciación de Cristo. Pero si quieres del cielo, en la Iglesia triunfante, el míni
mo de los santos que ya reina con Dios, “es
aprender de las cosas mismas, piensa la gran
lo,
mente.
dezavivía
deComo
su
en forma
la sitierra,
hubiera
de vida
sindescendido
llevar
y la altura
casi del
ningún
decie-
su mayor que él”, por la felicidad, pues cual
quier bienaventurado, aun mínimo com
prensor de Dios es mayor de hecho que
cuidado del cuerpo, levantado intelectual cualquier puro peregrino en la tierra; aun
mente al cielo y unido con solo Dios, sin que alguno de estos sea mayor en potencia.
preocuparse de ninguno de los mundanos; Dice san Jerónimo: “Entendamos sencilla
vivía como en el cielo; hecho superior a las mente que todo santo que ya está con Dios
necesidades de la vida, andaba por una cier es mayor que el que está aún en lucha. Una
ta vía extraña, pasando todo el tiempo en cosa es poseer la corona de la victoria y otra
bres algunos,
himnos sino continuamente
y oraciones, conhom
dialogando no con solo combatir aún en el campo; entiende en la
seguridad del premio, no en la grandeza
Dios. Ni vio a alguno de sus consiervos, ni del mérito”.
fue visitado por ninguno; no usó leche, ni le
cho, ni techo, ni fuego, no poseyó nada de lo 11. El tiempo útil en que vino
humano.
el
y con
mente
pueblo
fervor,
conLa
de
losconversación
los
audazmente
discípulos;
judíos trataba
nada
seria
con vano
el
varonilmente
y rey,
suave;
o ligero;
suave-
con Después, como declarando que era más
que profeta, le alaba por el buen tiempo en
que vino; en el tiempo de la gracia, cómodo
lo hacía
dijo Jesús:
todo
“No
delha
modo
surgido
conveniente.
entre los Por
hijosesto
de y útil para la humanidad. “Desde los días de
Juan”, desde que empezó Juan a anunciar có
mo conseguir el reino del cielo por la conver
mujer uno más grande que Juan Bautista”. sión, “hasta ahora”, el tiempo de la gracia,
478 PRIMERA PARTE

comenzado
padece
hasta elviolencia
fin del
desde
mundo,
y los
la violentos”,
predicación
“el reino de
losde
los
quecielos
Juan,
pa- quemos sede en los cielos; poseer por virtud
mientras se pueda decir “ahora”, siempre, lo que no tenemos por naturaleza”. Y san
Ambrosio: “Por tanto, hagamos fuerza al
reino de los cielos. Porque todo el que hace
recen
cadores
no“lo
tener
arrebatan”
derecho,(Mt
los11,12),
publicanos
excluidos
y pe- fuerza, se acerca con vehemente deseo, no se
detiene con afecto torpe, sino que hace fuer
reino
loshacía
se hijos
fuera
violencia
deldado
reino.
a al
losEs
reino
extraños,
unamismo.
semejanza:
pareceríasique
un za a la naturaleza, para no hundirse en lo te
rreno, sino surgir a lo superior”. Y san Gre
deceDice
Israel
profetas,
violencia,
debida
ofrecida
san Hilario:
a los
porque
por
padres,
Cristo,
“El
la gloria
reino
anunciada
es del
ocupada
delcielo
Dios
porpor
pa-
los
de gorio: “Cuando los pecadores vuelven a la
conversión, entran como en lugar extraño, y
con violencia arrebatan el reino del cielo”. Y
añade: “Meditemos, pues, hermanos queri
dísimos, los males que hemos hecho y gol
la fe de los gentiles, ya que por la conversión peémonos con lamentos asiduos; la herencia
que predicaba Juan los fieles entran en la pa de los santos que no hemos obtenido por la
tria
su
sobre
sóstomo:
tiempo
celestial
la tierra;
“Ves
secomo
derramó
qué
lo que
en
grande
lugar
no
ganancia
sees
ajeno”.
hizo
Juan,
tan
enYpues
los
grande
el Cri-
días
en vida, arrebatémosla por la conversión. De
nosotros quiere Dios todopoderoso que co
metamos esta clase de violencia, porque
quiere que robemos por el llanto el reino
de todos los profetas, se hizo en su tiempo; él que no se nos debe por nuestros méritos”.
fue hecho servidor de esta gracia”. Eusebio dice así: “No se puede hacer sin
violencia que uno cambie la iracundia por
12. Tomar el reino por la violencia la paciencia, la soberbia por la humildad;
“Desde los días de Juan el reino del cie que venza la abundancia con la pobreza y
lo” que
ten “es arrebatado”
se hizo patente
pora ellos
los que se convier- escasez, que cambie la costumbre de em
y con violen briagarse por la sobriedad, la lujuria por la
cia. Él fue el primero que predicó la castidad, y que el hombre se vuelva otro
penitencia
con
facción
ella por
conpara
los
cierta
pecados,
queviolencia,
nosotros;
violentos,
haciendo
afligiéndonos
no satis-
pere hombre de golpe; así estos arrebatan el rei
no del cielo por la violencia”. Se dice en la
colación de Abrahán Abad: “El reino del
zosos, arrebatemos el reino del cielo y en cielo lo arrebatan no los dejados, delicados,
tremos en él. Nos hicimos extraños por el tiernos, sino los violentos; los que hacen
como
tomamos
derecho,
tud; lorobar,
delito, que
loycon
adquirir
no
allí
trabajo
sedonde
adquirimosnos
lo yque
debe
violencia.
noes
por latenemos
por
posesión
derecho,
Porque
fuerza yningún
devir
la los
es
lo una preclara violencia no a los otros, sino a
su alma, defraudándola del gusto de todas
las cosas presentes. Estos son sin duda unos
violentos elogiables, que hacen fuerza a su
perdición. Porque el hombre, como está es
ángeles.
puede
violencia,
apetito arrebatar
yEl el cielo,
subyugando
refrenando
hombre nacido
los
la carne
placeres
sino el
enallahaciéndose
espíritu.
tierra
propio
no crito, trabaja en dolores y hace fuerza a su
perdición. Porque nuestra perdición es la
complacencia placentera de la vida presente
y realizar los deseos de nuestras codicias
queDice
nosotros
san engendrados
Jerónimo: “Esengran
la tierra,
violencia
bus- carnales; el que las arranque de su alma y
las mortifique, hace una gloriosa violencia a
56. JESÚS RESPONDE; ELOGIA AL BAUTISTA 479

gustos
su perdición,
más agradables”.
negándole hasta tal punto los to; Juan mostró que había venido aquél que
dijeron que vendría. La Ley y la profecía no
dad,
pujados
dando
que
reino
Según
hacen
no
dea alos
Dios
entrar,
penitencias
san
demás;
voluntarios;
con
Bernardo,
como
obras
otros
ocultas;
los
deotros
lounos
misericordia
pobres
roban,
otros
locompran
arrebatan,
de
como
son
necesi-
ayu-
em-
los
el fueron aniquiladas, sino cumplidas, retirada
su imperfección. Porque entonces comenzó
a enseñarse la perfección evangélica.
Juan es el comienzo del Evangelio y el
término de la Ley y los profetas; porque la
ley y los profetas se acaban donde se cumple
píritu
reino
por
guntas
to
como
méritos
la
del
hombre,
ti
lo mismo;
voluntad
tendrás;
sefalta
cielo
para
entregó
los
decómo
ode
no
pobres.
pobres
padece
auxilios,
tanto
Dios
¿Por
todo,
del
necesita
se
aque
Padre;
qué

vale,
puede
Si
voluntarios
oye
violencia”.
mismo
escucha:
dudas
lo
teotra
acuanto
hace,
entrégate
altera
san
hacer
batalla
conseguir
para
Agustín:
porque
Esto
el
hay;
que
Ese
esto,
precio?
adquirir
aque
date
tienen
es
ti
reino,
“el
con
“Si
el
mismo,
cosa
contra
reino
aCris-
pre-
qué
ties-
un
oh
dey lo que prefiguraban y profetizaban. Hasta
Juan, la Ley y los profetas figuran y prome
ten; desde entonces lo figurado y prometido
sucede a lo anterior. En la Ley y los profetas
estaba la verdad de Cristo bajo figuras y
enigmas; desde Juan se mostró manifiesta;
pues del que ellos predijeron que vendría,
Juan mostró que había venido: “Mira, el
Cordero de Dios”. Aunque después de Juan
hubo profetas, como Agabo, y las cuatro hi
jas de Felipe, pero no profetizaron sobre la
venida de Cristo, de que hablamos aquí.
go
compra?
ra
gozo,
nia
pecado
para
que
en
laque
venta
gloria,
con
adquieras
enCon
seas
trabajo
tu¿qué,
con
cuerpo
su
pobreza
la
reino;
laSeñor?
elvida”.
muerte
mortal,
descanso,
elpara
El
reino,
Y la
reino.
de
que
sino
vida”.
nuevo:
con
con
no
Cristo
¿Cómo
ignomi-
dolor
reine
“Ten-
pa-
se
el Dice san Beda: “La Ley y los Profetas
hasta Juan; no se pudo profetizar después,
lo que Juan pregonaba que había venido”.
Dice también san Agustín: “El Evangelio
con razón es la más excelsa de todas las au
toridades doctrinales divinas. No observa
mos cosas santas, preceptuadas en la Ley y
mismo
incomodidades
compañía
to costará
Dicea el
los
de
el Crisóstomo:
cielo;
su
hombres,
temporales
reino?”
ni qué,
No
¿cómo
“El
ni
tendrás
tecuántos
que
preocupe
no se
les
quedio
daños
dará
sufrir,
cuán-
a la
sío los profetas, porque se han cambiado; en
tendamos lo que se predijo y mantengamos
lo que se prometió”. Y el Crisóstomo: “Lue
go el fin de la promesa es Juan. Pero si Juan
es el fin de la promesa, también es él el co
hazlo de modo que arrebates y poseas aquel mienzo de la felicidad. Todo lo que se pro
reino del que se han dicho cosas tan gloriosas. metió a este mundo, se prometió hasta Juan
13. Juan, entre la Ley Antigua y la Nueva Bautista. Desde él ya no se prometen cosas
futuras; sino que se cumplen las que fueron
prometidas. Hasta él fue la esperanza, desde
Se añade: “Todos los profetas, y también
él comenzó a ser la realidad”.
la Ley”, que eran sobre Cristo que iba a ve
nir, “profetizaron hasta Juan” (Mt 11,13);
14. Elogio de Juan Bautista
hasta el tiempo de Juan, y el de Cristo, pues
Cristo y Juan fueron casi contemporáneos; Dice san Bernardo: “Juan mayor en todas
porque
gales y proféticas.
desde entonces
Hablacesaron
del tiempo
las cosas
de Cris-
le- partes, singular entre todos, admirable sobre
todos. ¿Quién anunció tan gloriosamente?
480 PRIMERA PARTE

¿De quién se lee que fue lleno del Espíritu amigo del esposo, el preparador de la espo
Santo tan especialmente en el seno de su ma sa. Paso en silencio lo demás; así se insertó
dre? ¿De quién habéis leído que dio saltos de en los nueve coros de los ángeles, hasta ser
gozo en el seno de su madre? ¿De quién ha llevado al más alto, de los serafines”. Todo
béis visto que la Iglesia celebre el nacimien esto es de san Bernardo.
to? ¿Qué niño deseó el desierto? ¿De quién se
lee que vivió de modo tan sublime? ¿Quién 15. En qué sentido fue Elías
mostró el primero la conversión y el reino del Luego añade el Señor: “Y, si queréis ad
cielo? ¿Quién bautizó al Rey de la gloria? ¿A mitirlo, él es Elías, el que iba a venir”. Elías
quién se reveló tan abiertamente la Trinidad? no en persona, sino en espíritu; porque fue
¿A quién dio tal testimonio el Señor Jesucris semejante a Elías, en tres cosas. En la auste
to? ¿A quién honró así la Iglesia? ridad de la penitencia; está escrito que Elías
“Juan patriarca, más, fin y cabeza de los era velludo y llevaba ropa hirsuta y áspera
patriarcas; Juan Profeta, aún más que profe con ceñidor de piel; de modo similar se
ta, pues al anunciar al que vino, le muestra dice que Juan llevaba ropa de pelos de ca
con el dedo; Juan ángel, elegido entre los mello y ceñidor de piel. En la sólida cons
ángeles como atestigua el Salvador, al decir: tancia; de Elías de escribe que acusaba cons
‘Mira, envío mi ángel’, etc. (Mc 1,3); Juan tantemente al rey Acab y al rey Ocozías; así
apóstol, pero el primero y principal de los Juan acusaba a Herodes. En la autoridad de
apóstoles, “porque hubo un hombre envia la doctrina; como Elías ha de venir anun
do por Dios” (Jn 1,6); Juan evangelista, pe ciando la segunda venida de Cristo, así
ro el primero e iniciador del Evangelio, que Juan, dijimos, previno la primera venida.
predicaba el Evangelio del reino; Juan vir Y, según san Jerónimo, la expresión “él
gen, más norma de la virginidad, título de es Elías” es mística, necesita inteligencia, se
la pureza, ejemplo de castidad; Juan mártir, gún el dicho del Señor: “¡El que tiene oídos,
pero antorcha del martirio, forma firmísima que oiga!” (Mt 11,15)189; pues no dijo que
de martirio entre el nacimiento y la muerte Juan era Elías en persona, sino en espíritu.
de Cristo. Él es ‘la voz que clama en el de O, “el que tiene oídos para oír” fuera, “oiga”
sierto’, etc. (Is 4,3; Mt 3,3), precursor del dentro, mirando lo que digo y dije. Cristo
Juez, pregonero de la Palabra. ‘Él es Elías’ con estas palabras, propone algo arduo y
(Mt 11,14), hasta él la ley y los profetas, ‘la místico para mover el entendimiento a en
antorcha que ardía y brillaba’ (Jn 5,35), el tender o el afecto a asentir y cumplir.

Oración

¡Señor Jesucristo! Tú eres el que ha de venir y no esperamos a otro. Danos que ceñidos
por tu amor y temor salgamos del cañaveral de la vanidad y de la ropa delicada del placer
al desierto de la conversión.

189 “No todos tenían oídos para oír; los tenían únicamente los que deseaban oír y se abrían con fe a las pala

bras del Señor. Lo mismo vale, en general, para la inteligencia de las Escrituras; hace falta una mente sana, fir
me, circunspecta, amiga de la Verdad, para ocuparse con prontitud en todo lo que Dios puso a disposición de los
hombres y sometió a su conocimiento” (san Ireneo). (NT.MI, 90).
57. REPRENDE LA FALTA DE FE DE LOS JUDÍOS 481

Por tu misericordia enséñanos que tú eres la verdad que hace ver a los ciegos; la cari
dad que hace andar a los cojos; la humildad que sana y limpia a los soberbios leprosos; la
palabra que hace oír a los sordos; la vida que resucita a los muertos, y la virtud que evan
geliza a los pobres; para que todos se conviertan a ti. Amén.

57. REPRENDE LA FALTA DE FE DE LOS JUDÍOS


Mateo 11,16-24

1. La soberbia de no oír a Juan Pues algo parecido pasaba con los judíos
ante Juan y luego en tiempo de Cristo.
Puesta la alabanza de Juan, el Señor re
Muchos de los profetas sentados junto a la
procha y condena la soberbia de los judíos
autoridad de enseñar y juzgar en la plaza,
que no se dejaron conmover por su predica en la Iglesia, donde se exponen la ley y los
ción, y despreciaron la enseñanza del mis
derechos, cantaron por la promesa de los
mo Cristo; compara su generación perversa
y obstinada, comparando a los que predican gozos eternos e invitaron a los judíos a ale
y a los que oyen con niños que juegan. “¿A grarse por la esperanza de las cosas futuras;
quién compararé esta generación? Se parece pero no quisieron. Otros muchos, lamen
a unos chiquillos sentados en las plazas, tándose con amenazas, les avisaron que se
que, gritando a los otros, dicen: Os tocamos dolieran por los pecados y no quisieron.
la flauta y no bailasteis, entonamos ende Por eso podían reprenderlos los profetas
chas y no llorasteis” (Mt 11,16-17). diciendo: “Os tocamos la flauta y no bai
Los niños de los hebreos para ejercitarse lasteis”, a la gloria de Dios; “entonamos
en juegos honestos que acercaran a las vir endechas y no llorasteis”, arrepentidos. Os
tudes y apartaran de los vicios solían jugar invitamos a alegraros por los bienes espiri
este juego: se dividían en dos partes iguales; tuales, y no os alegrasteis sino de lo terre
los que estaban en una cantaban una can no; os aconsejamos la conversión, y no os
ción de alegría y los de la opuesta, una tris habéis convertido.
te, burlándose del cambio repentino de la Así sucedió también en tiempo de Cris
vida presente. Y se echaban en cara unos a to. Porque Juan con ayunos y abstinencia
Era
hombres
otros:para
los yprimeros
reprimir
la falta de
la compasión
vana alegría
preguntaban de los
y amistad
por qué no les invitaba al dolor por los delitos y no
se gozaban
otros, porqueconno se
ellos;
compadecían
y al contrario
con ellos.
los quisieron dolerse; el Señor comiendo y be
biendo con ellos los invitaba a alegrarse
dando gracias, al comer, y no quisieron ha
cerlo. Los reprende con la comparación; ni
mutua en este mundo; como vemos que se tuvieron el llanto de la conversión, por la
gran
aún
haceen
yenotros
una
unamisma
por
ciudad, o en
el casa,
contrario
queunalgunos
sepueblo,
entristecen;
se más
ale- penitencia de Juan; ni saltos de alegría por
la misericordia del Salvador. Juan predicaba
conversión; Cristo la alegría de la miseri
yunos
alguna
de losvez
otros.
se compadecen un poco los cordia. Pero esta generación judía ni llora
con Juan, ni se alegra con Cristo.
482 PRIMERA PARTE

tasteis”,
alimento
predicaban,
ñor:
conversión.
Cristo;
Los
“Entonamos
los
que
seycoetáneos
refiere
Lo
sus
bebida
claman
que
oyentes.
aendechas
Juan,
dice:
indicaba
son
son“Os el
aquellos
Lo
pues
Juan
yque
hemos
no
suBautista
dice
os
escasez
llanto
a quienes
lamen-
tocado
el Se-
dey habitar de la divina presencia en el alma;
triunfal, por la consecución de la victoria. Y
los perversos no saltan el salto primero de la
conversión, ni el segundo de la devoción, ni
el tercero de la contemplación.
Se lamentan mostrando las faltas múlti
ples, lamentan la miseria presente y el cas
la
bebida
Señor,
flauta
que
figuraba
y con ellauso
no habéisalegría
común
bailado”,
deldel
reino
sealimento
refiere
futuro.
aly tigo eterno; pero los malvados no lloran el
llanto de la conversión por sus faltas, ni por
su miseria, ni el de la oración por el castigo.
Juan precedió, figura de la vida presente,
propicia al llanto.
ra de la vida futuraCristo siguió como figu- 3. Interpretación de los judíos
que será en gozo.
Luego, aplicando la comparación al pro
Dice el salmista: “Los que siembran con
pósito, añade una doble razón de repren
lágrimas, cosechan con alegría” (Sal 126,5).
sión: porque no creyeron a Juan que los pre
Pero los judíos no creyeron; ni con la auste
dicaba la conversión, ni al Salvador que los
ridad de Juan Bautista se movieron a la
exhortaba a la misericordia. Porque ni la
conversión, ni con la dulzura de Cristo a la
enseñanza y penitencia de Juan les indujo al
piedad. Dice san Jerónimo: “Dicen, pues:
arrepentimiento, ni la enseñanza y convi
Os hemos cantado y provocado para que a
vencia de Cristo les agradó; sino que siguie
nuestro canto hicierais buenas obras y no
ron obstinados en su pecado, despreciando
quisisteis; nos lamentamos y os provocamos
la doble enseñanza e interpretando mal la
a conversión y tampoco quisisteis hacerlo;
vida de ambos. “Porque vino Juan, que ni
despreciasteis las dos enseñanzas: la exhor
comía ni bebía”, viviendo en máxima absti
tación a la virtud y al arrepentimiento”.
nencia; el que come poco se dice que no co
me en el modo común de hablar. O “que no
2. Canto y llanto: sentido espiritual
niños
zos
mentarse
queeternos;
El
enseña
son
doctor
ylos
convertirse.
oypredica
predicadores
entonces
o predicador
sobre
los
Espiritualmente,
oyentes
las
y doctores;
canta
virtudes
deben
siempre
niños
o go-
los
la- comía ni bebía” cosas delicadas, pan, vino,
sidra.
Según san Agustín, se dice que Juan no
comía ni bebía, porque no tomaba el ali
mento ordinario judío; el Señor, en compa
ración suya, se decía que comía y bebía. He
gloria
dad
los
la
tados
del
porcapacidad
palomas,
preceptos
iguales,
cielo,
la
deen
de
humildad
losla
los
por
jueces
pecados,
plaza,
atemperando
de
que
reales;
la pureza
los
de
de
son
como
las
oyentes,
la
trato,
claman
felices
gracia
almas
devendedores
su
por
lacomo
cantando
en
yvida;
de
doctrina
la
pregoneros
el
los
sencillez
cielo.
gritando
están
justos,
dela
según
cosas
sen-
pie-
de
laa ahí uno de los niños que se lamentan, los
profetas que llaman a la conversión con la
palabra y el ejemplo, y con todo los judíos
no los creen; sino que con mala intención
dicen: “Está poseído del enemigo” (Mt
11,18). Como diciendo: Al modo de los de
monios, no come ni bebe; o está loco y en
demoniado, atribuyendo su austeridad al
enemigo. Los endemoniados pueden hacer y
la unión
Cantan
deuna
Diostriple
y el alma;
canción:
familiar,
nupcial,
porpor
el padecer muchas cosas que no pueden los
demás. O, éste hombre no puede ser de
57. REPRENDE LA FALTA DE FE DE LOS JUDÍOS 483

Dios, tan rígido para sí y para los demás, justo, impaciente; al sencillo, fatuo; al pru
siendo el Señor suave y manso. dente, malicioso; al sereno, flemático; al
Virgen, noeldeHijo
“Vino los hombres,
del Hombre”,
“que come
hijo yde la alegre, disoluto; al religioso, singular; al so
be” en
más hombres,
este mundo
llevando
y enuna
público
vida con
común
los de-
be-
en- cial, secular; al callado y pacífico, melancó
lico o disimulador; al que corrige a otros,
alterador de la paz y presuntuoso; al que di
tre
mediador
llevar
diera unaes
pecadores
ellos;
traerlos
entre
que
vida
lo con
que
vivían
Dios
común,
acceso
debía
yde
los
de
modo
hacer,
familiar
hombres
modocomún
pues
que
ayél. He
debió
era
apu-
los
el simula, negligente; al que insiste en vigilias
y oraciones, indiscreto; si duerme lo co
mún, dormilón; si ayuda a la enseñanza y
salvación a otros, buscador de alabanzas; si
desiste, es remiso; si tiene la gracia de los
ahí ellos
zan, otro
profetas
niño, de
quelosprometen
que cantan
alegría;
y se go-
“y demás, adulador; si no quiere adular, sober
bio; de modo parecido en muchas otras co
sin embargo dicen” los niños, los fariseos de sas juzgan con temeridad y lo que se puede
nos
mala
milóny interpretación:
pecadores”
y bebedor de
(Mt
vino,
“Mira,
11,19).
amigo
unLehombre
deacusan
publica-
co-
de hacer bien lo interpretan como mal.
Los que viven con estos, pueden decir
aquello de Job: “Me he hecho hermano de
ellos,
narlos
malas no
de
compañías,
por
ellos,amar
atrayéndolos
pero
sus vicios,
comía
a lasino
yconversión.
bebía
paracon
sa- chacales y compañero de avestruces” (Jb
30,29). El Señor por sí mismo y por Juan se
esforzó en hacer entrar a los judíos en el rei
Él mismo atraía a los hombres, por la con no, como si dijera con el profeta: “¿Qué de
formidad que mostraba en la comida y en la bí hacer a mi viña que no haya hecho?” (Is
familiaridad. 5,4). Y según el Crisóstomo, hizo como ha
Dice san Jerónimo: “Si os agrada el ayu cen los viñadores, que por dos caminos con
no, ¿por qué os desagradó Juan? Si os gusta trarios buscan a un animal, para que en uno
comer, ¿por qué no os agrada el Hijo del o en otro caiga y lo atrapen. Pues envió a
Hombre? ¡A uno de ellos le habéis llamado Juan con vida austera, vino él mismo con
endemoniado, al otro comedor y bebedor!” vida común; pero lo rechazaron a él y el do
Pésima lengua, que juzga a los que comen y ble camino de salvación; ni quisieron llorar
a los que no comen y hiere por ambos lados, con Juan, ni gozarse con Cristo. Son seme
maldiciendo a Dios y al hombre y nadie jantes a ellos muchos que ni con azotes ni
puede ocultarse de su furor. La austeridad de con favores pueden apartarse del mal y vol
Juan a otros les sirvió de ejemplo de conver verse al bien; por eso tendrán que soportar
sión y el comer de Jesucristo sirvió a otros castigos, unidos a los perversos y soberbios.
de ejemplo de adaptación y misericordia.
“Pero la sabiduría siempre queda justi
ficada por sus propias obras” (Mt 11,19).
4. Los que hablan mal de todos
Cristo es la Sabiduría del Padre, reprobada
HayÉstos
juzgan
hipócrita;
malaldepaciente
algunos
que semejantes
todo. Alyhumilde,
interpretanmanso,
amal
estos
losjudíos
tímido;
le llaman
dos que
al
extre por los fariseos y los letrados que desprecia
man
mos son
conseñal
maldad
de los
losdetractores
actos de los
quedemás.
defor- ron el plan de Dios y la enseñanza de su vi
da. Pero fue conocido y aprobado, justifica
do, por sus hijos, por sus discípulos y por
los que arrebatan el reino del cielo con la
justificación de la fe; éstos son hijos de
484 PRIMERA PARTE

Cristo
de la sabiduría
por adopción,
y la disposición
confiesan la ysanta
doctrina
obra dice Lucas, (Lc 10,13), humillándose en
conciencia, “en ceniza y cilicio”, humilla
de Dios. ción interior y exterior. Añade esto, porque
5. Reproches a las ciudades incrédulas en la antigüedad ésta era la costumbre al
hacer penitencia.
“Sin embargo, os digo a vosotros”, ju
Después de la reprensión común a los
judíos, increpa por su nombre a las ciuda díos, “que en el día del juicio habrá menos
des de Galilea, situadas en la ribera del lago rigor con Tiro y Sidón que con vosotros”
de Genesaret, a las que había anunciado el (Mt 11,22); pues serán menos castigadas
reino en especial, donde había hecho los que los judíos obstinados, porque pecaron
milagros y no querían convertirse. “Enton menos que ellos. Porque los aún no creyen
ces empezó a increpar a las ciudades en las tes no recibieron ni la Ley escrita, ni la en
que se había realizado la mayor parte de sus señanza evangélica, ni vieron los milagros;
milagros, porque no se habían convertido” sino que solo transgredieron la ley natural.
(Mt 11,20). Oyeron la doctrina, vieron los Los judíos, en cambio, oyeron la doctrina,
milagros, pero no quisieron creer; sino que vieron los milagros y después de transgre
han quedado peores que los aún no creyen dir la ley natural y la escrita, también falta
tes. Les echa en cara el Señor y los amenaza ron a la ley de la gracia y despreciaron los
con el “Ay”, señalando la condena y anun signos; por eso, por la ingratitud serán cas
quienes
ciandocomo
mal; lote futuro,
maldigan,
cuandonoseporque
a dice:
los que
Maldeciré
les tedesee ela
hagan tigados con más severidad que aquellos;
porque es más grave rechazar la fe oída,
que morir en la gentilidad.
mal, les castigaré. Porque la maldición en Y es una prueba de que el castigo de los
la
profética.
sagrada Escritura nunca es deseada, sino cristianos, en igualdad de circunstancias,
será mayor que el de los infieles; el de los
padecen
lágrimas
ra, para el
Diceejemplo
insensibilidad
y amargos
Crisóstomo:
nuestro;
gemidos
del
“elporque
dolor,
Señor pe
es que
sobrederramar
lo
nolos
deplo- clérigos que el de los laicos; el de los sabios
que el de los sencillos, el de los superiores o
prelados que el de los súbditos. Está escrito:
de
que
queño
losgimen
pacientes,
antídoto,
por ellos”.
como
tantopara
Dice
pararemedio
pues: de
la corrección
“Ay
de los “Al que mucho se le dio, mucho se le pedi
rá” (Lc 12,48); y “los poderosos serán pode
rosamente atormentados” (Sb 6,6); y “el
siervo que conociendo la voluntad de su Se
ti”,el
en
to,
zaín”,
“ay
aymar,
ciudad
de
de ti,
donde
condena
Betsaida!”
junto
seaalimentará
que
la cual
de
amenaza,
lael que
Jordán Pe
el anticris-
eran
“Coro-
entra ñor, no la cumple, recibirá muchos azotes”
(Lc 12,47).
Luego, por separado, reprende a la ciu
dad de Cafarnaún, porque debía ser juzgada
dro y Andrés, Santiago y Juan; “porque, si más estrictamente, ya que había recibido
nas de idolatría
en Tiro y Sidón”,y ciudades
vicios que
desolo teníanlle
gentiles, la bienes más frecuentes del Señor; a las otras
dos las reprendía por falta y negligencia de
ley
gios
con natural
cilicio en hubieran
hechos“se vosotras hace
hechotiempo
los prodi-
que conversión; a ésta en cambio de desprecio y
soberbia. A las otras las amenazó con el cas
arrepentimiento”
y ceniza
(Mthabrían
11,21);mostrado
“sentadas”
su tigo en general, al decir el “Ay”; a ésta, en
concreto, que parece más, le dice: “Y, tú,
57. REPRENDE LA FALTA DE FE DE LOS JUDÍOS 485

Cafarnaún, ¿es que vas a ser elevada al cie cos; por Cafarnaún, los carnales; porque
lo? ¡Hasta el infierno te desplomarás!”. Por ellos rechazan de modo especial a Cristo,
que “el que se exalta, será humillado” (Lc como hicieron esas ciudades.
14,11). Y añade seguido: “Porque, si en So Dice el Crisóstomo: “Considerad, cris
doma se hubieran hecho los prodigios he tianos, porque unos milagros se hicieron
chos en ti, habrían seguido en pie hasta el en Corozaín, otros en Betsaida, otros en
día de hoy”. Porque aunque fueron pési Cafarnaún; pero entre nosotros, los cristia
mos, quizá habrían hecho penitencia, como nos, se han hecho todos. Quizá los hechos
lo hicieron los de Nínive con la predicación en Corozaín, no los conocían los de Betsai
de Jonás. Dice “quizá”, no para indicar du da, y los hechos en Betsaida, quizá no los
da de su parte, sino para advertir la mutabi conocían en Cafarnaún. Pero nosotros, los
lidad del libre arbitrio por parte del hom cristianos, todo lo que hizo Cristo, todo lo
bre. “Sin embargo, os digo que en el día del referido en el Evangelio, lo hemos apren
juicio habrá menos rigor con la comarca de dido. Pues si Cristo llora así por aquellas
Sodoma que contigo” (Mt 11,24); tendrán ciudades que no se convirtieron, que no
castigo menor por su incredulidad; mayor, vieron todos sus milagros, ¿piensas cómo
por su enorme delito. llorará el Señor cada día sobre nosotros los
cristianos, que cada día leemos y oímos en
6. Significado de estas ciudades la Iglesia sus virtudes y poder, y sin em
Por estas ciudades a las que había pre bargo no nos arrepentimos de nuestros de
dicado frecuentemente el Señor y donde litos? Ellos, porque no oyeron a Lot, un
había hecho muchos milagros, se indican hombre justo, fueron condenados al fuego
los que con frecuencia oyen la palabra de y azufre; ¿qué tormentos nos esperan a
Dios, ven los ejemplos de virtud, pero se nosotros, que despreciamos al mismo Cris
endurecen en sus pecados; por lo cual son to? Y mira que no dijo: entonces repren
castigados más que otros. En especial se se dió a las ciudades; sino “entonces empezó
ñalan tres cosas que entre los hombres a increpar a las ciudades”.
agravan mucho la ingratitud. 1º La litera “Si empezó entonces, ahora también re
tura y sabiduría, indicada por Corozaín, prende cada día a los semejantes a ellas.
“mi secreto para mí”, o “mi misterio”. 2º Cuantas veces se lee en la Iglesia que las re
El orden o superioridad, indicada por Bet prende, tantas los reprende a los que son así
saida, “casa de ganado”, “de cazadores, “de en la Iglesia. “Ay” de vosotros, cristianos, a
frutos”; pues los superiores y prelados de la los que cada día se les vocean todas las Es
casa del Señor son peculiares guardas del crituras y vosotros “como áspides sordas,
ganado, es decir, de los súbditos y demás. cerrando los oídos” (Sal 58,5) no escucháis
3º La religión, indicada por Cafarnaún, “vi su voz. Porque dicen: nos avergüenza confe
lla de hermosura y contemplación”, o tam sar nuestros pecados. Hombre, di, ¿qué es
bién, “campo abonado”, ¡ojalá por dentro y peor, hacer el mal, o decirlo? Si ante la mi
por fuera! Estos, si son negligentes, o peca rada de Dios no te avergonzó hacer el mal
dores, desobedientes a Cristo Jesús, serán ¿cómo te avergüenza decirlo ante la mirada
acusados y castigados más duramente que del hombre? No temiste mover a Dios a ira
los demás. O, por Corozaín se significan los ¿y dudas moverle a misericordia?” Son pa
sabios de este mundo; por Betsaida, los ri labras del Crisóstomo.
486 PRIMERA PARTE

7. Utilidad y gloria de la Escritura mente y de otro modo perdona justamente.


Es conveniente atender y dar tiempo a Cuando condena a los malos, es cosa justa,
porque conviene con sus méritos; cuando
la lectura de las sagradas Escrituras; así
los perdona es cosa justa, porque es conve
podrá el pecador avanzar. Dice el mismo
niente a su bondad. Perdonando a los ma
Crisóstomo: “Debemos examinar las Es
los es justo según él, y misericordioso se
crituras con diligencia a fondo; podremos
gún nosotros, no según él; porque no es
gozar de nuestra salvación, si moramos
misericordioso porque tenga corazón mise
siempre en ellas. Y, si uno fuere muy, muy
rable, sino que el corazón de su piedad ac
duro y no ha logrado nada en otro tiempo,
túa con miserables.
lo logrará en éste y recibirá utilidad. ¿Qué
Según san Agustín, Dios se apiada de
dices? Que oyendo no lo hago. No es po
ca ganancia llamarse miserable; es temor quien quiere, no en justicia, sino en gracia;
endurece a quien quiere, no por maldad, si
útil. Si gimes sólo porque oyendo no lo
no por verdad de justicia. Así es como la
haces, alguna vez llegarás a hacerlo. Pues
misericordia y la justicia se encontraron, de
no es posible que el que habla y oye a
modo que ni la misericordia impida la ver
Dios no se esfuerce por comprender a
dad, por la que se castiga al digno; ni la
Dios que habla”.
verdad impida la misericordia, por la que se
Y de nuevo: “Cuanto se busque para la
libera al indigno. Dios sabiendo desde la
salvación, está ya cumplido en la Escritura.
eternidad que el modo de vivir futuro de
El ignorante halla qué aprender; el pecador
los hombres sería malo y que por sola la se
contumaz halla los látigos del juicio futuro
veridad no podrían salvarse, ni por sola la
para temerlos; el que trabaja halla las glo
misericordia llegar al fruto de los méritos,
rias de la promesa de la vida eterna; si las
decretó lo que debía ser predicado en cada
toma, se animará más a las obras; el pusilá
tiempo, dejando a cada uno a su juicio, a la
nime y enfermo hallará alimentos medianos
ley natural que dice en su corazón: “No ha
de justicia que si no le ponen gruesa el al
gas a nadie lo que no quieras que te hagan a
ma, no le dejan morir: el magnánimo y fiel
ti” (Tb 4,15).
encentra alimentos espirituales de una vida
Pero, como la ley natural se entorpeció
de más continencia, que le lleven a la natu
por la costumbre de pecar, se predicó la que
raleza de los ángeles; el que golpeado por el
refrenara a los que pecaban. Y, porque de
enemigo está herido en delitos halla ali
nuevo el hombre no se detiene por la severi
mentos medicinales que por la conversión a
dad de la ley, más aún por la prohibición
le restauren para la salvación”.
quedaba reo, se predicó la misericordia, que
salvara a quienes se refugian en ella, que ce
8. Los juicios ocultos de Dios
gara a quienes la rechazan, enviando gentes
Por qué no se evangelizó a los que pu a la promesa de los judíos, para que los mis
dieron creer, sino a los judíos que no qui mos judíos al menos por emulación se con
sieron creer, eso, según san Beda, es propio virtieran. Y esta es la altura del designio de
de aquél cuyos “caminos son la misericor Dios por el que la admirable Providencia
dia y la verdad” (Tb 32,2). Porque, según redujo a judíos y aún no creyentes a la vida
san Anselmo, de un modo condena justa que todos habían perdido en Adán.
58. VUELVEN LOS DOCE. MISIÓN Y VUELTA DE LOS 72 487

Oración

Señor Jesucristo, que nos llamas con ejemplos y palabras a dolernos por los delitos y a
alegrarnos por los bienes espirituales. Dame la gracia de las lágrimas y con lluvia celeste fe
cunda la tierra árida de mi corazón de forma que llore conmigo todos los días de mi vida.
Que mis lágrimas sean mi pan de día y de noche y que mi mente olvidada de la vani
dad y miseria arda en tu amor. Hasta que subiendo a las buenas obras y levantándome a las
alabanzas de Dios, salte ahora de alegría en esperanza y por fin alabándote siempre me go
ce contigo sin fin. Amén.

58. VUELVEN LOS DOCE. MISIÓN Y VUELTA DE LOS 72


Mateo 11,35-30 Marcos 6,30-31; Lucas 10,22

Vuelven a Jesús; acción y contem-


1. plación los que enseñaban y el deseo de los que
aprendían. ¡Ojalá volviera en nuestro tiem
po esa multitud de oyentes fieles que insis
“Los apóstoles fueron a reunirse con Je
ta tanto a los siervos de la palabra, que no
sús y le contaron todo lo que habían hecho
les dé el espacio de tiempo para cuidar de
y lo que habían enseñado” (Mc 6,30), ha
blando, “y realizado” (Lc 9,10), haciendo sus cuerpos! Porque a quienes se les niega la
milagros, mostrando que habían cumplido hora necesaria para cuidar lo necesario al
fielmente su mandato, y refiriendo las gra cuerpo, mucho menos tendrán halagos de
cias que habían recibido para esto. Vienen, alma y carne; sino que a quienes se les exige
pues, los apóstoles a Jesús, los arroyos al río, a tiempo y a destiempo el misterio salvador,
según aquello: “Al lugar donde los ríos van, su ánimo se les encenderá siempre para ac
allí vuelven a fluir” (Ecl 1,7)...“Iban los ani tuar y pensar las cosas del cielo, de modo
males”, del descanso de la contemplación al que no nieguen con hechos lo que enseñan
trabajo de la acción, “y venían” (Ez 1,14), de palabra”.
de nuevo al descanso de la contemplación. Místicamente, según san Jerónimo, el
Y compadeciéndose de sus trabajos, les Señor se lleva aparte a los que eligió, para
dijo: “Venid vosotros solos aparte, a un des que viviendo entre malos no intenten el
trabajo,
los
contemplación,
condujo
poblado, separados
él, para
como
delque
y descansad tumulto
se se
un habían
recogieran
poco”;del endel
dispersado
gentío;
después lay mal. Está bien dicho, para que descansen
un poco, porque aquí los santos tienen pe
queño descanso, y gran trabajo; después se
les dirá: “Que descansen de sus trabajos; les
que
comer
no)”
en lallegaban
(Mc
predicación.
encontraban
6,31).
y venían,
“(Es
unque
que
momento
ni
eran
siquiera
tantos
oportu-
para
los seguirán sus obras” (Ap 14,13). Dice san
Gregorio que tanto mayor será el descanso,
cuanto menor sea ahora el descanso por
licidad
Dicedesan
aquel
Beda:tiempo,
“Dondepor el trabajo
se ve la gran fe-
de amor de su Creador. Por el contrario, en
tiende, perezoso, que tanto menor será en
tonces el descanso, cuanto mayor sea ahora
488 PRIMERA PARTE

el descanso por amor de la carne. Para que otros? ¿O, de qué sirve de nuevo, si aman
entonces puedas gozar de la dulzura de la do con celo a los otros, nos abandonamos a
quietud no te espante gustar ahora la amar nosotros?”.
gura del trabajo, atendiendo las palabras
que dice Boecio: 2. Elige 72 y los envía a enseñar
Es mucho más dulce la labor de las abejas “Después de esto, designó el Señor a
Si un mal sabor come primero las bocas. otros setenta y dos”; distintos de los doce; en
señal de que después de la resurrección de
Cristo hace descansar a sus discípulos, Cristo y su ascensión al cielo, se iba a procla
presiden,
para que todos
que los
aprendan,
que trabajan
sobre todo
en obras
los que mar la fe de Cristo a los aún no creyentes en
palabras merecen descanso. Se ve tambiény las 72 lenguas; como antes a las doce tribus
según el número de los apóstoles. La prime
aquí que los predicadores después del dis ra lengua entre todas era la hebrea, que lue
diligencia
curso
creto de la ypredicación,
contemplacióndeben volver alcon
y examinar se- go se dividió en 72. Y como los apóstoles
presentaban la forma de los obispos, del pri
dando
perdón
los hechos
gracias
pordel
las
discernir
Señor
por
malas.
lasSe
sus
buenas
nos
obras
avisa
yante
pidiendo
aquí
Dios
en mer orden de los sacerdotes mayores; así es
tos eran figura de los presbíteros, del orden
segundo, de los sacerdotes menores, los cu
la
na
rior
contemplación:
vez
node
tenemos
la acción
espacio
porque
yque encontemplar.
volvamos
de
descansemos
la al
acción
secreto
algu-
exte-
de ras. Sin embargo en los primeros tiempos de
la Iglesia, ambos presbíteros se llamaban
obispos. Los que son obispos son sucesores
en el honor de los apóstoles; si gozan de ho
damente
de ella
La contemplación
y pocos
desierto,
la habitan;
porque en ella
se llama
muchos
aquí
descansa-
desertan
acerta- nor apostólico, deben serles semejantes en el
trabajo. Setenta salen de multiplicar un de
mos
no
la
dado
visión
llegamos
un
delpoco,
divina,
prójimo
aporque
adherirnos
nisegún
a presentar
por su
nuestra
mucho
necesidad.
antes
fragilidad
tiempo
el cui-
Ca-a nario por siete y así muestran el cumpli
miento del decálogo, con los siete dones del
Espíritu Santo; por los dos añadidos se sig
nifica sobre todo el amor de Dios y del pró
jimo; todo esto debe hallarse en los que dan
llas, pues, por un tiempo de la enseñanza de a conocer el Evangelio.
lengua
te
gando
mismo
rándoles
podrás en
los abstengas
demás,
sin
por el silencio.
hablar
internamente
embargo
los
para
mientras
corazones
útilmente
que callando
a Dios
las
tanto,
deacosas
que
los
su
aprendas
domando
otros,
tiempo;
supla
de las
inspi-
por
cómo
que
ro-
la
sí “Y los envió de dos en dos”; así tam
bién, según Orígenes, de dos en dos fueron
enumerados los doce, como muestra Mateo
en la lista de ellos. Los envió de dos en dos,
por diversas razones: por los dos pueblos a
convertir, de judíos y gentiles; por la salud
doble a operar, del cuerpo y del alma; por
dad
ción
contemplación
ala nosotros
necesidad
Dice
de
de los
Dios.
sanotros
mismos,
del
Gregorio:
¿De
de
prójimo,
despreciar
qué
Dios
abandonamos
sirve,
“Nadie
posponer
nilapor
si contempla-
amándonos
debe
ladel
necesi-
por
atodo
los
la el doble mandato de la caridad, de Dios y
del prójimo; por la doble perfección, de la
vida y de la ciencia necesaria al predicador;
para la mutua conservación y seguridad, de
forma que uno fuera guardián de la pureza
y demás bienes del otro; para mutua conso
58. VUELVEN LOS DOCE. MISIÓN Y VUELTA DE LOS 72 489

lación
ción
su
testigos
“Los
te su
testimonio,
de
envió
presencia,
ylamayor
esté
verdad
de dos
toda
para
“para
compañía;
que la en
en palabra”
que
dos
debían
quedelante
llegada
para deyCris-
predicar
(Mt
boca
de
confirma-
de
18,16).
él”, por
dos
an- se en exceso, reprime esa gloria: “Les dijo: Yo
contemplaba al Adversario, que caía del cie
lo como el rayo” (Lc 10.18); él estaba presen
te cuando Satanás, “el enemigo”, cayó; más
aún, él le precipitó. El rayo cae con rapidez y
manifiesto con incendio y olor; así cayeron
to no quedara oculta, sino que prepararan los demonios de lo más alto del cielo en un
ciudades
el camino
nes
lugares
Cristo
de los
yadonde
yellos
hombres.
ypueblos
la entrada
predicaban
él iba
pequeños
“Aade
todas
irӎl(Lc
sin
en
las
y grandes;
10,1),
diferenciar
los
ciudades
corazo-
pues
eny instante, viéndoles los santos ángeles, prepa
rados con el hedor de su propio pecado a in
flamar a los hombres en la tentación.
La causa de esta ruina fue la soberbia de
su excelencia. Quiere decirles el Salvador a
Judea. los discípulos: guardaos mucho del alto po
del
gorio,
ñar Después
Señor,
a los
la predicación
aún
también
de
nolacreyentes.
resurrección
fueron
va delante
enviados
Según
yyascensión
así
san
a viene
ense-
Gre- der concedido sobre los demonios para que
no os elevéis demasiado y caigáis. El ejem
plo de Satanás debe aterrarlos y volverlos a
la humildad. Recordando cómo éste cayó
el
ylaspor
Señor
palabras
ellaa la
sederecibe en la
habitación
exhortación
demente
ladiscurren
mente,
la Verdad.
porque
antes del cielo por soberbia, mucho más deberán
humillarse ellos formados de tierra; que con
este ejemplo eviten su propia caída: “El que
“Y les decía: La mies es mucha, pero los piensa que está en pie, mire no caiga” (1 Co
obreros,
sas
vivir
sobre
sarioque
repetirlas
de
la siguen
misión
los
pocos”
discípulos,
sobre
aquí.
de
(Lclos
10,2).
elapóstoles;
modo
se han
Estas
de
dicho
no
ypredicar
otras
esarriba
nece-
co-y 10,12).
Si aquél cayó del cielo por soberbia,
mucho menos subirá al cielo el soberbio;
como dijo uno:
Es más difícil expulsar, que no admitir a un huésped.

3. Vuelta de los discípulos a Jesús


setenta
Cumplido
y dos volvieron
el servicio alegres”,
de su encargo,
del fruto
“los Dice san Gregorio: “Admirablemente el
Señor, para reprimir la elevación en el cora
zón de los discípulos refirió el juicio de la
der
que
diciendo:
el
enfermedades,
dos,
ten
denombre
pueblo,
su
en
sino
habían
predicación,
la
tuytierra
“¡hasta
“Señor,
de
nombre!”
deexpulsado
laCristo,
realización
ni
que
los
en
solo
se
(Lc
que
tu
demonios
no
compare
los
nombre”,
10,
demonios.
solo
había
de
hombres
17);
las
milagros,
se
aedificado
dolencias
no
esto.
invocando
nosVolvían
hay
malva-
some-
por-
po-
aly ruina acaecida al maestro de la soberbia; pa
ra que aprendieran en el autor de la soberbia
qué debían temer de la propia elevación”.
Dice san Isidoro: “El que comenzó a ser me
jor, guárdese de alzarse por las virtudes reci
bidas, para que no caiga más gravemente
por la vana gloria, que yacía antes por los vi
cios”. No confíes en la dignidad de la natu
raleza, no tengas soberbia por la sabiduría,
como
honor
davía el
Dice Señor
débil;
delsan vio
nombre
seBeda:ade
los
gozaban discípulos
“Hicieron
Cristo,
de lasperogloriándo-
virtudes”.
profesión
con fe to-
en
Y, el honor, el estado, el poder; porque en todo
esto te excede la naturaleza del ángel, y sin
embargo por soberbia cayó, y fue expulsado
del cielo y quedó sujeto a sus pies”.
490 PRIMERA PARTE

Como dice san Agustín: “Es mejor la Añade, pues: “Sin embargo, no os ale
humilde confesión en las malas acciones, gréis de que los espíritus se os someten” (Lc
que gloriarse con soberbia en las buenas; la 10,20). Porque el apartar a los malos espíri
humildad en las malas acciones le agrada tus y hacer otros signos alguna vez se con
más a Dios, que la soberbia en las buenas. cede también a hombres malvados, no por
Pero no se alaba solo la humildad de la con ellos, sino para confirmación de la fe que
ciencia de los pecados; también la de la vir predican; a veces no es mérito del que obra
tud es querida para Dios”. Por tanto, no de el signo, sino que se concede por la invoca
be el hombre gloriarse en una gracia gratis ción del nombre de Cristo. Esto puede ser
dada, que a veces se confiere a malos e in para mayor condena de los que lo invocan,
justos, sino en la gracia que hace grato, por para mayor utilidad de los que oyen o ven;
la que se le inscribe en el libro de la vida; y pero en ello siempre es honrado Dios, por
dar gracias en todo con humildad. cuyo nombre existen los milagros, aunque
sean despreciados aquellos por quienes se
4. La gracia de expulsar demonios hacen.
el
Dice Señor: “Os he dado el poder de Dice el Crisóstomo: “Expulsar demo
pisar sobre serpientes y escorpiones y contra nios es obra común entre siervos de Dios y
toda la fuerza del enemigo, así que nada po siervos del enemigo; confesar la verdad y
drá de ningún modo dañaros” (Lc 10,19). hacer justicia es obra solo de los santos. Por
Habla, en sentido espiritual, de los múlti eso, si ves a uno echando los demonios, pe
ples daños espirituales y de expulsar a toda ro no hay confesión de la verdad en su boca,
clase de espíritus impuros. Según san Beda, ni obras de justicia en sus manos, no es
las serpientes dañan con el diente, los escor hombre de Dios. En cambio, si ves a otro
piones con la cola; las serpientes infunden confesando la verdad y haciendo la justicia,
el veneno con el mordisco de su boca, los aunque no eche los demonios, este es hom
escorpiones clavando la punta de su cola. bre de Dios”. Y de nuevo: “No pidas sig
Las serpientes atacando abiertamente y los nos, sino salud del alma; si quieres hacer
escorpiones acechando por detrás se parecen signos, líbrate de los delitos y lo has cum
a hombres o demonios. O serpientes son los plido. Porque gran demonio es el pecado; y
que oponen los venenos de la mala persua si lo quitas, has obrado mayores cosas que
sión a las virtudes que comienzan; escorpio los que expulsan a diez mil demonios. Por
nes, los que intentan viciar al final las vir que los signos muchas veces aprovecharon a
tudes consumadas. otros, pero hicieron mal al que lo hacía; por
Según san Teófilo, son serpientes los que alzarse a vana gloria o de otro modo. En las
dañan de modo visible, como los demonios obras, en cambio, no hay que sospechar na
del homicidio o la fornicación; y se llaman da así, sino que ayudan a los que participan
escorpiones los que dañan de modo invisible, de ellas y a otros muchos. Hagamos éstas,
como en los vicios espirituales. Pisotear a la pues, con gran diligencia.
serpiente es sujetar la sensualidad a la razón, “Si pasas de la inhumanidad a hacer el
que, según san Agustín, se significa por la bien, has extendido una mano seca. Si, de
serpiente; pisotear escorpiones es detestar al jando los espectáculos, vas a la iglesia, co
detractor; y pisotear toda fuerza del enemigo rriges un pie cojo. Si destierras tus ojos de
es arrojar lejos toda ocasión de pecado. una mala mujer o de la hermosura ajena,
58. VUELVEN LOS DOCE. MISIÓN Y VUELTA DE LOS 72 491

bras
has abierto
satánicas,
a ciegos
aprendes
la luz.
salmos
Si enespirituales,
vez de pala- gún lo escrito en los libros, conforme a sus
obras” (Ap 20,12). Dice san Beda: “Saluda
milagros
mudo, hasmayores,
hablado.losPorque
signos estos
impensables.
son los blemente se ha de entender que si uno ha
hecho obras celestiales, o terrenas, por estas
Si hacemos
remos
seremos
atraeremos
Crisóstomo.
arriba, de aestos
algrandes
la
final
vida
Sobre
losdelsignos,
dañosos anosotros
yfutura”.
esto
sermón
admirables
tienes
la
Son
del
virtud,también
también
palabras
por
Señor
ellos,
y goza-
en
másel
dely está anotado como con letras, fijo para
siempre junto a la memoria de Dios. Pero
algunas no se escriben en la vida, sino, se
gún san Jerónimo, en la tierra, de modo
que según esto se ha de entender una doble
inscripción: para la vida, o para la condena.
monte. Lo que se dice del libro de los vivientes, se
entiende de los que son juzgados dignos de
5. en
Alegraos:
el cielovuestros nombres, escritos inscribirse en el libro. Y según esto se dice
que se hace un cambio de escritura, cuando
caemos de la virtud al delito, o al revés”.
Si no hay que gozarse de que se nos so
Alégrense, pues, los discípulos de Cris
metan los espíritus, mucho menos de que se
to, no de la humillación de los demonios,
nos sometan los hombres, y menos las cosas
que perdieron la sede en el cielo por la so
temporales, de las que muchos se gozan,
berbia; sino de su elevación, porque han si
aun espirituales. Añade el Señor: “Alegraros
do elegidos en lugar de ellos, pues de donde
más bien porque vuestros nombres están es
ellos sublimados cayeron, estos ascienden
critos en los cielos” (Lc 10,20). Aunque los
humillados. Aquél gozo es vano y tempo
hombres los borren y desechen como un
ral; éste, útil y eterno. Aquél mira a la va
mal en la tierra, en la estimación humana,
nagloria; éste a la gloria eterna. Y aquél
han sido dados a una memoria sin olvido,
pueden tenerlo los malos y los buenos; éste
están ya en el libro de la vida. Por el contra
solamente los buenos.
rio, los nombres de los malvados se escriben
y se engrandecen en la tierra, por eso no en
están
modos:
puede
ción,
modosque
escritos
borrar;
sus
según
esnombres
escritura
en
ylasegún
eljusticia
libro
indeleble.
estaban
la eterna
depresente,
laescritos
vida,
Y
predestina-
de que
de
ambos
endos
se
el 6. ¡Gracias por revelarlo a los pequeños!
el cielo. Se dice que los nombres de algunos
Los discípulos, al volver, se gozaban de
dos cosas: porque aquellos a quienes fueron
enviados recibieron su enseñanza; y porque
se les sometían los demonios. Reprimida la
soberbia en los discípulos, y oída su fe y la de
cielo,
nían
cieronlaporque
por
gracia
expulsar
estaban
de Dios;
demonios,
predestinados
el gloriarse
no fue
como
y así
delito
hi-
te- los que recibieron de ellos la palabra de sal
vación, el Señor Jesús, “en aquella hora se es
tremeció de gozo en el Espíritu Santo”, en
mortal. los dones del Espíritu Santo, y dio gracia por
lipsis:
los
mal;
letras
carácielos,
Siel
como
se
quieres
“Y
juicio,
escribirá
los
dedícate
seanmuertos
que
porque
lastutu
obras
anombre
nombre
obrar
sefueron
que
dice
el en
yhaces,
de
se
juzgados
bien
ellas
escriba
el con
Apoca-
y se
noesas
se-
sa-
en
el la salvación de los hombres a Dios Padre.
Dice san Teófilo: “Como un padre be
nigno se goza viendo que se conducen bien
sus hijos, así Cristo se llena de alegría por
que sus discípulos se han hecho dignos de
tantos dones”. Y san Cirilo: “Contempló
492 PRIMERA PARTE

por el Espíritu la obra que había confiado a tendimiento en obsequio de la fe, a pesca
los apóstoles, la adquisición de muchos; por dores y otros sencillos que no saben enorgu
eso se dice que se alegró en el Espíritu San- llecerse; de modo que los humildes vengan
to, en los efectos que provienen del Espíritu a ti y los soberbios se aparten. Cristo, en
Santo. Como amador de los hombres, juz- cuanto Dios, es igual al Padre; en cuanto
gaba materia de gozo la conversión de los hombre, confiesa y da gracias a Dios Padre,
errantes, por ello dio gracias”. más, a la indivisa Trinidad. Y hermosamen
Así dice: “Dio gracias y dijo: Te ala- te no opuso a los sabios y entendidos los ne
bo190, Padre, Señor del cielo y de la tierra, cios y faltos de juicio, sino los párvulos, los
porque ocultaste estas cosas a los sabios y humildes, para mostrar, según san Grego
entendidos, y las relevaste a los pequeñue rio, que condenaba el temor y la soberbia,
los” (Mt 11,25; Lc 10, 21). no el ingenio, la sabiduría. Según el Crisós
Da gracias, alaba al que es su Padre por tomo, para enseñarnos a escapar, por todos
la eterna generación, Señor del cielo y de la modos, de la vanidad y buscar la humildad.
tierra, de todo lo visible e invisible por la Hay aquí un gran honor para los verdaderos
creación temporal, porque ha escondido, humildes, que forman parte del designio
con justicia, estas cosas, los misterios de la secreto del sumo Rey, llamados y admitidos
fe y los secretos de la sabiduría divina, cum- al conocimiento de la verdad. Dice aquí san
plidos en la venida del Hijo, a los sabios y Beda: “La humildad es la llave de la con
entendidos, según su estimación, letrados, ciencia, por ella se puede llegar al conoci
fariseos y otros soberbios, entendidos en las miento de la verdad de Cristo”.
cosas divinas, la ley y los profetas, y en las El Crisóstomo dice: “Da gracias, por
cosas mundanas o humanas; o sabios con que son iluminados los rústicos y sencillos,
aquella sabiduría humana que dice el após- que cuanto hacen de bueno lo atribuyen al
tol: “¿No convirtió Dios en locura la sabi- autor; no los sabios de los judíos, que pare
duría del mundo?” (1 Co 1,20). cían sabios en las palabras de Dios, cuando
Esta sabiduría del mundo es triple: terre- no eran sabios; porque la sabiduría no está
na, por el afecto de la codicia terrena; animal, en saber las palabras de Dios, sino en vivir
por el afecto de la codicia carnal; diabólica, según ellas. Tú puedes extender esto a
por el afecto de la sublimidad del mundo. La cuantas personas quieras, porque Dios es
terrena es la de los codiciosos avaros; la ani- conde siempre el misterio de la verdad a
mal, la de los voluptuosos carnales; la diabó- todos los sabios que lo son según la carne, y
lica, la de los soberbios llenos de ambición. no según el espíritu del corazón; y se lo re
Añade: “Y se lo has revelado a los pár- vela a los pequeñuelos. Así fue cómo judíos
vulos”, a los humildes, que cautivan su en- que meditaban cada día la ley de Dios, no

190
“Jesús sabe no sólo que es conocido por Dios, sino que, en cierto modo, es objeto único del conocimien
to divino; y responde al Padre con esta brakah, proclamando ‘las maravillas de Dios’ (L. Bouyer)… Conocen los
pequeñuelos (los discípulos) por revelación divina secretos de Dios, ocultos a los sabios y entendidos (los escri
bas). La línea del Magnificat de María. Grandes intérpretes de la Biblia, como san Jerónimo o san Agustín, expe
rimentaron cómo Dios no revela sus secretos sino a los que se hacen pequeños. La Sagrada Escritura ‘me pareció
indigna de compararse con la dignidad de la prosa ciceroniana… Y, sin embargo, era esa Escritura cuya inteligen
cia crece a medida que uno se hace párvulo, pero yo rehusaba hacerme párvulo; hinchado de orgullo, me parecía
grande’ (san Agustín)” (NT.MI, p. 92).
58. VUELVEN LOS DOCE. MISIÓN Y VUELTA DE LOS 72 493

pudieron
que
manos,
manejaban
le encontraron”.
hallarle,
caday día
rústicos
sus redes
pescadores
con las otra razón, de por qué el Padre rechazó a
aquellos y eligió a estos, sino el beneplácito
del Padre; como ejemplo de no discutir los
No se alegra el Señor de que se oculte a secretos de Dios, para confusión de quienes
los
des;
dieron?
teza.
en la
sabios,
esto
Dice
perdición?
No,
essino
eldigno
en
mismo
de
absoluto.
¿Porque
de
queCrisóstomo:
alegría,
se revele
ellos
Quelofuera
no
aotro
los
“¿Se
lode
humil-
revela
apren-
goza
tris- quieren pedir razones sobre los secretos de
Dios.
Dice san Gregorio: “De estas palabras
del Señor recibimos ejemplos de humildad,
para que no presumamos temerariamente
es causa
do ellos
ra no es
dede
alegría,
alegría,
quesino
fuera
deoculto
lágrimas.
pa- discutiendo los designios superiores sobre
la vocación de unos, o el rechazo de otros.
Al final esto es lo que hizo él llorando sobre Dijo las dos cosas, y no dio razón; dijo que
la
ciasciudad.
porqueNolos
se misterios
alegra por queden
esto, ni ocultos
da gra- así le agradó a Dios, atento a que no puede
ser injusto lo que agradó al justo. En todo
para los letrados y fariseos; no era materia lo que se dispone, fuera de Dios, la causa de
de
quealegrarse, sino de gemir; sino porque lo la razón es clara, los juicios de la voluntad,
los sabios no conocían, lo conocieron ocultos”.
los humildes”. El Crisóstomo dice: “No dice por qué
Confesión se usa aquí como alabanza y razón le agradó así; sino solo dio gracias al
acción de gracias; como dice san Jerónimo, Padre, porque le agradó así. Así tú tam
confesión no siempre se refiere a penitencia, bién, nunca discutas los designios de Dios
sino también significa acción de gracias. Y en sus obras, sobre qué hizo o por qué lo hi
san Agustín: “La confesión no es propia so zo, pero de cualquier modo que ordene su
lo del pecador, sino a veces también del que asunto, dale gracias; pues te basta para tes
alaba a Dios. Hacemos confesión alabando a timonio la naturaleza de Dios; ya que Dios
Dios o acusándonos a nosotros mismos”. no hace nada sin razón y sin justicia. Por
que no te creó para discusión, sino para su
7. Creen los humildes, no los sabios honor; ni quiso que fueras tú el juez de sus
Queda claro que, por parte de los cre actos, sino el servidor de sus órdenes. Es co
yentes, la causa fue su humildad, que los sa del buen Dios proveer todo lo que perte
dispuso
librohay
dad, de los
asabiduría”
laProverbios:
salvación.
(Pr Como
“Donde
11,2). se
Yhay
como en
dicehumil-
dice
el nece a la utilidad del servidor; al buen ser
vidor le pertenece actuar fielmente, no
discutir los actos de su señor”.
el
el filósofo Ptolomeo: “El que es más humil Dice también san Agustín: “Por qué
de
sabios”.
cambio,
ceguera en
entre Por
laloscausa
sabios,
partefuedees
sulos
más
soberbia,
nosabio
creyentes,
que
entre
causa
los
en atrae a éste y no atrae a aquél, no quieras
juzgarlo, si no quieres errar”. Porque, como
dice san Próspero: “Dios no atrae al que se
Dios la causa fue
entendimiento.
la simple voluntad
Por parte
divina,
de resiste, no empuja al que no quiere; sino
que de uno que no quiere hace uno que
voluntad”
agradar.
agradado
que es loElque
ti,
(Mt,
Hijo
aañade:
quien
11,26;
no quiso
“Sí,
nada
Lc Padre,
10,21);
añadir
injusto
ésa
así
ninguna
fue
puede
te ha
tu quiere, inclina la infidelidad del que resiste,
de modo que el corazón del que oye, nacido
en él el gusto de obedecer, se alce donde era
oprimido; quiera de donde no quería”. Y,
494 PRIMERA PARTE

aunque no se pueda alegar razón en especial las cosas creadas le han sido entregadas. En
de por qué elige a éste y desecha a aquél, si cuanto al efecto, todo será sometido debajo
no su simple voluntad, sin embargo, al he- de sus pies, porque entonces su voluntad se
cho de que unos sean elegidos y otros recha- cumplirá perfectamente en todo. Como, se
zados, se le puede asignar una causa en gún la naturaleza divina, es el mismo con el
general, por parte de Dios, que en los elegi- Padre, añade: “Y nadie conoce quién es el Hi
dos aparezca la misericordia de Dios y en jo sino el Padre, y quién es el Padre sino el
los otros en cambio su justicia, porque co- Hijo”. No se excluye al Espíritu Santo, por
mo pertenece a la gloria de un rey y al orna- que se hace excepción esencial, no personal;
to de su reino no sólo la corte en que se ahora bien el Espíritu Santo no es de otra
honra a los soldados valientes sino también esencia que el Padre. Cristo es mediador de
el patíbulo en que se castiga a los malhe- Dios y los hombres, por eso el conocimiento
chores, así a la gloria de Dios pertenece no de las cosas divinas se deriva a nosotros por
sólo el premio de los buenos, sino también Cristo, por lo cual añade: “y aquel a quien el
el castigo de los malos191. Hijo se lo quiera revelar” (Mt, 11,27; Lc
10,22); no en el sentido de que estos tengan
8. Cristo llama a los humildes conocimiento de comprensión como el Hijo,
porque es imposible a la criatura; lo que se
Hablando de la vocación de los humil
comprende, se conoce perfecta y totalmente.
des, se indica el medio de esa vocación.
Cristo es el mediador entre Dios y los hom
9. Acceso suave, seguro, a Jesús
bres; lo debido es que se proceda de un ex
tremo a otro por el medio; así todo proceso Cristo, como es mediador de Dios y los
de la gracia se deriva a nosotros por Cristo. hombres, enseña que hay que acercarse a él
Dice así: “Todo me ha sido entregado por familiar y seguramente. Nos invita y dice:
mi Padre”; según la naturaleza divina, Cris- “Venid”, creyendo y obedeciendo, no con
to tiene el ser y el poder del Padre, el mis- los pies sino con las costumbres, no con el
mo ser y poder con él; así todo le ha sido cuerpo, sino con la fe. Porque es acerca
entregado por el Padre desde la eternidad. miento espiritual, con que cada uno se acer
Según la naturaleza humana, todo ha sido ca con más verdad a orarme por la fe, a
puesto en la potestad de Cristo, el Señor, por acompañarme por la imitación, a gozarme
Dios Padre. En cuanto a la autoridad, le fue por la glorificación. “Venid”, los cerrados,
entregado todo desde la concepción; como la “a mí”, puerta de la verdad; venid, enfer
naturaleza humana está unida al Verbo, todas mos, a mí, médico de salvación; venid, náu

191 El castigo de los malos, ornato de Dios; flaca explicación humana. En cambio, ya en el
A. T. se dice:
“Porque soy Dios y no hombre; el Santo en medio de ti, y no vendré con ira” (Os 11,9). “Se subraya con fuerza
la transcendencia de Dios. Pero al revés que en otros textos… aquí se la despoja de todo carácter terrorífico y se
expresa en términos de amor. La santidad divina se manifiesta por la misericordia que perdona, en tanto que el
hombre, habitualmente, da curso libre a la ira” (BJ, 1310). También: “Te compadeces de todos porque todo lo
puedes, disimulas los pecados de los hombres para que se arrepientan. Amas a todos los seres… si odiaras algo,
no lo hubieras hecho… Mas tú, con todas las cosas eres indulgente, porque son tuyas, Señor amigo de la vida” (Sb
11, 23-26). ”Jamás había sido expresada con tanta energía y en forma de razonamiento la universalidad de la mi
sericordia de Dios por los pecadores (cf. Jon 3-4), la función determinante del amor en la creación y conserva
ción de los seres” (BJ, 941).
58. VUELVEN LOS DOCE. MISIÓN Y VUELTA DE LOS 72 495

fragos, a mí, puerto de quietud. Feliz el tér- bleceré: ¿a quién irás?” El yugo de la ley,
mino al que se va; infeliz, del que se viene. del delito, de la solicitud de las cosas tem
Añade: “¡Venid a mí todos los fatigados”, porales, que os causan trabajos, echadlas
que trabajáis, por la naturaleza en que nace- fuera, y “tomad”, recibid voluntariamente,
mos, las faltas que cometemos, el castigo en “mi yugo”, que viene de “unir”, el yugo de
que morimos; en especial habla aquí del do- la lección y erudición evangélica, que junte
lor de los infieles por la idolatría. ¡Oh cuán- en una fe a gentiles y judíos; el yugo del
to trabajo el del sometido a desórdenes car- amor y la caridad, que una a Dios y los
nales, el del avaro en sus codicias, el del hombres; el yugo de la cruz y mortifica
ambicioso en sus dignidades! “¡Y estáis so- ción, que someta la carne al espíritu. Lo lla
brecargados!” (Mt 11,28); cargados con tri ma “mi yugo”, porque antes lo llevó por
ple carga: de la vieja Ley, de la tradición fa nosotros, enseñando, amando, sufriendo;
risaica, de la esclavitud diabólica. ¡Oh tomadlo “sobre vosotros”, cumplidlo y te
dignación
caridad inefable!
admirable
Mira,deinvita
nuestro
a losDios,
enemi
oh nedlo en honor, no lo despreciéis poniéndo
lo bajo los pies.
gos, exhorta a los reos, atrae a los ingratos. Exclama el Crisóstomo: “¡Oh peso gra
Dice el Crisóstomo: “Y no dijo: venid tísimo, que más bien conforta a los que lo
éste y aquél, sino todos los que estáis en llevan! La carga de los señores terrenos
las preocupaciones, tristezas, pecados; no aplasta poco a poco las fuerzas de los servi
para exigiros castigos, sino para perdonar dores; pero la carga de Cristo más ayuda al
los delitos. Venid, no porque necesite que la lleva; que no llevamos nosotros la
vuestra gloria, sino porque quiero vuestra gracia, sino la gracia a nosotros; ni somos
salvación”. Y sigue: “Y yo os aliviaré” (Mt dados para ayuda de la gracia, sino la gracia
11,28), con tres alimentos: doctrina, Euca para ayuda nuestra”.
ristía, gloria. O bien, “os aliviaré”, os sa
ciaré y recrearé con alegría interior; en el 10. Aprended de mí, manso y humilde
presente por la gracia, en el futuro por la
gloria. “Aprended de mí que soy mando y hu
Dice ahí el Crisóstomo: “No dijo: os milde de corazón”192 (Mt 11,29). El Maes
salvaré sólo, sino lo que es más, os saciaré, tro, que enseña con la palabra y el ejemplo,
os pondré en toda quietud. Hay que venir es manso, externamente en las costumbres,
al que es descanso para los que trabajan, ali- internamente en los afectos, no es falso de
vio de los cargados, refección de los ham- corazón por las alabanzas humanas, sino hu
brientos. Él dice de sí: “No he venido a lla- milde de corazón, pues no desprecia a na
mar a los justos, sino a los pecadores a que die. Tres cosas a imitar: mansedumbre en el
se arrepientan” (Mt 9,13). Dice san Bernar- trato, humildad en el pensamiento, verdad
do: “El mundo clama, me apartaré; la carne en la intención; con ellas se engendra, se
clama, me moriré; Cristo clama, me resta- nutre y conserva el amor. Es como si dijera:

192 “¡Quién pudiera tener millones de lenguas para pregonar por todas partes quién es Jesucristo! ¡Cuán pa
ciente es en nuestras ofensas, cuán piadoso en llamar a los que van perdidos, cuán madre en curar las llagas que
por apartarse de Él se hicieron, y cuán padre en proveerlos, guiarlos y favorecerlos!’ (san Juan de Ávila). Aun pa
ra los rabinos, Jesús debería entrar en la categoría de los ‘discípulos de Abrahán’, que ellos caracterizaban por tres
cosas: ‘Una mirada buena, un espíritu manso, un alma humilde’ (Abot 5,19)” (NT.MI, 93).
496 PRIMERA PARTE

Aprended de mí a ser mansos en las cos la humildad. Por fin se vistió para aparecer
tumbres, y no despreciéis a nadie; de cora a los hombres; llevó sustancia, forma y há
zón, que lo exterior en las obras, esté dentro bito humilde, recomendándonos la excelen
en el corazón, que no se esconda la serpien cia de esa virtud que quiso honrar con su
te en forma de paloma. Con razón hay que presencia especial”.
llevar su yugo, porque es manso y humilde; Dice san Gregorio: “Por esto tomó el
más a gusto está uno bajo el yugo del Señor Unigénito Hijo de Dios la forma de nuestra
manso y humilde, que de uno rígido y so debilidad; por esto el invisible, apareció no
berbio. Considera que el Señor entre sus de sólo visible, sino también despreciado; por
más virtudes nos remite en especial a la hu esto sufrió escarnios y afrentas, insultos e
mildad, para que la aprendamos de él; irrisiones, tormentos y pasión, para que
porque la humildad es raíz y fundamento Dios enseñara que el hombre no sea sober
de todas las virtudes. bio. ¡Qué grande es pues la virtud de la hu
Dice san Ambrosio: “No dijo: aprended mildad, pues para enseñarla, el que es sin
de mí que soy poderoso; sino: aprended de estimación posible, se hizo pequeño hasta la
mi que soy humilde, cosa que podéis imi pasión! Mira, lo vimos descender de lo alto
tarlo”. Y san Agustín: “Hermanos míos, es de su excelsitud a lo más profundo, para dar
ta es toda nuestra medicina: “Aprended de gloria a la humanidad. La soberbia del ene
mí que soy manso y humilde de corazón”. migo se mostró origen de nuestra perdi
Aprended, dijo, de mí, no a fabricar el ción, la humildad de Dios se halló instru
mundo, no a crear todo lo visible, no a ha mento de nuestra redención. Y porque
cer milagros en el mismo mundo, y resuci nuestro Redentor dirige los corazones de los
tar muertos; sino, que soy manso y humilde humildes, y a Leviatán se le dice rey de los
de corazón”. Y san Bernardo: “¿Qué dice soberbios, conocemos claro que la soberbia
después el autor y dador de las virtudes, es señal evidentísima de los rechazados, y al
Cristo, ‘en quien están escondidos todos los contrario, la humildad, de los elegidos. Por
tesoros de la sabiduría y de la ciencia’ (Col tanto, conociendo cuánta humildad tiene
2,3); ‘en quien reside toda la plenitud de la uno, se ve bajo qué rey milita; porque lleva
divinidad corporalmente’ (Col 12,9)? ¿Aca el título que muestra bajo qué señor sir
so no se glorió él de la humildad, como de ve”193. Y en breve Casiodoro: “Fue tan
la suma de su doctrina, y de sus virtudes? grande la humildad en la Encarnación,
Aprended, dice, de mí, no que soy sobrio, o cuanto es incomprensible la majestad en la
prudente, o cualquier cosa así; sino que soy divinidad”.
manso y humilde de corazón; aprended de Elige militar bajo el Rey del cielo más
mí, no os envío a los libros de los patriarcas que bajo el príncipe del mundo; y servir
y profetas; sino que me muestro a vosotros, más bajo el poder de Dios que del hombre.
como ejemplo, como forma de la humildad. Para hacerlo, toma un ejemplo útil. Un sol
No sé por qué secreto pacto la divinidad dado había servido a voluntad mucho tiem
suele acercarse siempre más familiarmente a po a su señor, un tal Marcio; al final llegó a

193 San Ignacio propone la “meditación de dos banderas, la una de Cristo, sumo capitán y señor nuestro;
la
otra de Lucifer, mortal enemigo de nuestra humana natura” (EE 136). Lucifer conduce a los suyos al grado “3º, de
soberbia”; Cristo, a los suyos, al “3º, humildad contra soberbia” (EE144 y 146). Pide a Cristo le quiera recibir
“debaxo de su bandera” (EE 147).
INTRODUCCIÓN 497

la enfermedad de que murió. Visitándole en hallen el descanso para sus almas, añadió:
ella el propio Marcio, se mostró éste pronto “Pues mi yugo es suave”. La ley era yugo
para hacer por él todo lo que pudiera, di- pesado por tanto ceremonial, la austeridad
ciendo que no perdonaría ni al dinero para de lo judicial, la falta de sacramentos san
su necesidad. El soldado agradeciéndolo, tificadores; pero el Evangelio no era un
dijo que no podía ayudarle, pues él según el yugo así. Y así continúa: “Y mi carga lige
juicio de los médicos se moría. Luego el sol- ra” (Mt 11,30), porque basta la caridad pa
dado llamando juntos a los nobles y a otros ra llevar esta carga. Dice san Jerónimo:
que estaban con Marcio, les amonestó así: “Nada es duro a los amantes, ningún tra
Amigos míos, ya veis que mi señor Marcio, bajo difícil. Amemos a Cristo, y fácil nos
al que serví mucho tiempo a la menor señal, parecerá todo lo difícil”. Dice también
no puede ayudarme en mi necesidad, aun- Quintiliano que no hay castigo ninguno,
que quisiera; así que he perdido en vano el sino para el que no le quiere; no tenemos
cuerpo, el tiempo y mi servicio, de lo cual más dolor que la impaciencia; el miedo
me pesa; os ruego y aviso que procuréis ser hace que algo sea cruel.
vir a un señor tal, que en cualquier necesi Se pregunta ¿cómo el yugo del Evange
dad os pueda ayudar194. lio es más suave que el de la Ley, si en la ley
se castiga el adulterio, en el Evangelio los
11. Servir al Señor, descanso del alma malos deseos; en la ley el homicidio, en el
Después añade el Señor el premio: “Y Evangelio la ira? Se responde, según san Je
hallaréis descanso para vuestra alma”195. Si rónimo, que en la ley se requerían las obras,
tomáis mi
hallaréis descanso
yugo ydel alma ahora
aprendéis y en el fu-
obedeciendo, en el Evangelio la sola buena voluntad no
pierde el premio. Más, ¿por qué dice carga
turo; el descanso comienza aquí, se perfec ligera, cuando habló antes, de la puerta an
ciona en la patria. Dice el Crisóstomo: “No gosta y la vía estrecha que lleva a la vida? Se
dijo: y hallaréis el descanso, y se calló; sino responde, según san Agustín y san Hilario,
que añadió: para vuestras almas; porque los que el camino se llama estrecho y angosto,
mandatos de Cristo en este mundo son des- porque estrecha al comienzo, y es grave de
canso de las almas, no de los cuerpos; si tra jar la costumbre; pero con el paso del tiem
bajan y sufren en el cuerpo, descansan y go po se dilata con inefable dulzura de amor,
zan en espíritu y esperanza”. Y en otro sitio como a los dientes parados les es grave al
dice: “Os he dicho esto para que en mí ten- principio comer, pero luego les gusta. El
gáis paz”, aunque en este mundo tengáis cumplimiento del Evangelio es suave y li
tribulaciones. gero para el que ama y tiene amor, o se va
Para que nadie se espante ni tema por acostumbrado al avanzar, en comparación
el yugo de la ley evangélica como por gra- con las obras de la Ley y la recompensa que
ve carga y para que, bajo el yugo del Señor, se espera.

194 “No más servir a señor que se me pueda morir”. San Francisco de Borja, al entregar los restos de la em
peratriz Isabel, Granada, 1539.
195
“La paz de la parte sensitiva, consecuencia de la transformación interior (del ‘corazón’); al someterse el
discípulo a Jesús, recibe el premio del ‘descanso’, la paz consiste en… ¡esa misma voluntad de someterse!” (R.
North)” (NT.MI, 93).
498 PRIMERA PARTE

Oración

¡Señor Jesucristo! Dame que la santa predicación de tus discípulos me enseñe con tu
gracia.
Que me complazca en gloriarme, no en vanidades o cosas que puedan infundirme va
nidad y arrogancia, sino en tu cruz y en cuanto excite en mí la humildad.
La santa doctrina evangélica confirme siempre y robustezca mi corazón en profunda
humildad y en todas las virtudes, para que limpio de vicios y adornado de virtudes, merez
ca encontrar el descanso del alma en la vida presente y en la futura. Porque mi corazón es
tá inquieto, hasta que descanse en ti, buen Jesús. Amén.

59. EL HERIDO POR LADRONES Y EL SAMARITANO


Mateo 13,16-17; Lucas 10,23-37

1. Felices los que vieron a Cristo consintiendo a los movimientos de sus ten
taciones, sino presidir rigiéndolas. Ellos de
Y como el Señor había dicho los miste
searon ver y oír del modo como lo vieron y
rios de la fe y los secretos de la sabiduría
oyeron los discípulos, pero no lo vieron ni
ocultos a los soberbios y revelados a los pe
oyeron de ese modo, no corporalmente, sino
queños, dejando la ceguedad de los judíos, espiritualmente. Pero los discípulos de los
indica la iluminación de los discípulos, dos modos; porque vieron exteriormente la
mostrando así que ellos son los pequeños a presencia corporal y los milagros, mirándo
quienes el Padre reveló los misterios de su lo, y vieron interiormente la divinidad
venida. Por eso los llama dichosos, porque oculta, entendiendo; por fuera oyeron la
en ellos se cumplió lo que se había prometi voz, percibiendo la doctrina; y oyeron por
do a los antiguos Padres. dentro asintiendo por la fe.
“Y, vuelto hacia los discípulos, dijo: Di Los profetas y reyes de lejos mirando
chosos los ojos que ven lo que veis”. Los lla por medio de figuras o imágenes de visio
ma dichosos por esto, porque merecieron nes vieron a Cristo como por un espejo en
ver al Señor Jesucristo corporalmente con enigma; en cambio los discípulos teniendo
los ojos exteriores, y mentalmente con los al Señor presente, y preguntándole a él mis
ojos interiores. Los que ven a Cristo por una mo lo que querían, él mismo les enseñaba
perseveran,
fe madura, losonserán
dichosos en esperanza;
de hecho. “Pues os digo
y si abiertamente, no por medio de ángeles, o
queque
lo muchos
vosotros
profetas
veis, pero
y reyes
no loquisieron
vieron, y ver
oír por formas diversas de visiones, en enigma.
Jesús no llama dichosos a los que le vieron
lo
17;
reyes,
reyes
que
Lcgrandes
Mateo
oís,
10,23-24).
pero
los no
que
llama
Alosupieron
esos
oyeron”
justos;
que no
Lucas
(Mt
porque
sucumbir
13,16-
llama
son corporalmente, pero no mentalmente por la
fe, como los judíos que siguieron incrédu
los, que le vieron corporalmente, pero no
con los ojos de la mente; por esos sus ojos
no dichosos, sino desdichados se han de de
59. EL HERIDO POR LADRONES Y EL SAMARITANO 499

cir.
fe,
diendo
chosos
no
Llama
sólo
sus
la virtud
dichosos
ojos
mirando
ocultos
oculta
alolos
exterior,
por
de
que
la
losle
divinidad;
veían
sino enten-
pordi-
la ción de la felicidad eterna, pues de ahí se ve
y se gusta “qué suave es el Señor” (Sal
34,9). 4º Es la visión por la que es visto él
ron también verle presente. que merecie- mismo, como es, en la luz de la gloria; ésta
es la visión beatífica, que hace feliz el en
cia Los
del apóstoles
Señor, envieron
la humanidad
la graciosaasumida;
presen- tendimiento, como la caridad perfecta hace
feliz nuestra voluntad.
vieron la santidad de la vida en su trato dia
rio; vieron su poder realizando milagros; 2. ¿Cómo adquirir la vida eterna?
vieron su gloria en la transfiguración. Y “Y, mira, un maestro de la Ley se levan
“dichosos los que no vieron y creyeron” (Jn tó para tentarlo, diciendo: Maestro, ¿qué
20,29), dichosos ellos también, aunque no tengo que hacer para heredar la vida eter
vieran corporalmente, porque por la fe le na?” (Lc 10,25). Maestro de la letra, no en
vieron con los ojos de la mente; le verán ca el sentido espiritual, que se atenía a las pa
ra a cara algún día. En ambos casos dichosos labras de la Ley, ignorando la fuerza de la
por la fe, y en esperanza aún; aquellos que Ley, se alzó para que se le viera mejor y pa
no le vieron, por el asentimiento más difí ra aparecer como bueno, tentándole, es de
cil, en que hay mayor valentía; estos que le cir, no para aprender, sino para reprender.
vieron,
hay mayor la vista más presente, en que
porgozo. Llama a Jesús Maestro, no Señor, porque
quiere saber, no servir: oír, no obedecer.
Ahí está patente, según el Crisóstomo, Maestro del que no quiere ser discípulo; es
la verdad de los dos Testamentos. Lo que los figura de los que alaban a los santos y no los
en
Padres
comoel Nuevo
futuro
del Antiguo
yy desearon
creemos
Testamento
ver,
que sehahallegado.
cumplido
previeron
La imitan. Dijo bien: qué debo hacer, porque
serán justificados no los que oyen la ley, si
misma
dres; fe se prueba en nosotros y en los Pa- no los que la cumplen; el reino de Dios no
está en la palabra, sino en la virtud.
el mismo
rios, loy fue de los dos
autor,
Testamentos.
no autores contra- “Él le dijo: En la Ley, ¿qué está escrito?
¿Cómo lees?” sobre alcanzar la vida eterna.
De cuatro modos diversos se ve a Cristo: Esta Ley divina es ley de leyes, de la que se
su con
1º carne;
losesta
ojosvisión
corporales,
no hace
comodichosos,
fue visto
poren hará examen en el juicio según el apóstol:
corporales,
“Porque me“has has creído”
visto, Tomás”,
(Jn 20,29),
con viéndo-
los ojos “Los que en la Ley pecaron, según la Ley se
queenes
infieles.
ce también
lacreído
mente
2º A partir
Hijo
leuna
vieron
de
visión
de Dios,
laasí
visión
admirable,
los
de judíos
corporal
ahí aquello:
por
y na-
los
la rán juzgados” (Rm 2,12). Ésta debemos es
tudiar para que podamos responder de ella
según el salmo: “Y meditará en su Ley de
día y de noche” (Sal 1,2). Pero, según san
Jerónimo, amamos las cosas sabidas de los
emperadores, como si fueran mayores y des
me
chosa,
que con
se merece
pero
los ojos
es con
compra
de la
ella.
fe;de

esta
De
la visión
felicidad,
la visión
no esde
por-
di-
la preciamos los Evangelios. Según san Beda,
preguntó sobre la vida eterna, por si decía
algo contra Moisés; por eso Cristo le refutó
fe,
telectual;
es visto
nace con
una
y los
esta
visión,
ojos
visión
por
de la
la
escontemplación
que
ya una
Cristo
participa-
mismo
in- con palabras de Moisés. Enseña que se ha de
responder a los que se ríen de la fe católica,
por lo que creen sin discusión: a los judíos
500 PRIMERA PARTE

por las Escrituras de los Hebreos, a los sa gundo que le completa y es completado por
rracenos por la ley de Mahoma. él, nos manda amar al prójimo”. Y el Cri
sóstomo: “Tú atiende cómo casi con el mis
3. Mandato del amor a Dios y al prójimo mo exceso ordena ambos preceptos. De
Dios dice, “con todo tu corazón”, del próji
“Él respondió así” lo que había leído,
mo “como a ti mismo”. Si esto se observara
pero no cumplido aún: “Amarás al Señor”
con diligencia, no habría ni siervo, ni libre,
que te creó por su poder, “Dios” que te en
ni vencedor, ni vencido, ni rico, ni pobre; ni
señó por su sabiduría; por su bondad se hi
se hubiera conocido nunca al enemigo. An
zo “tuyo” y así te redimió; “con todo tu co
tes sufriría la paja que la entrara el fuego,
razón”, con toda tu voluntad; como del
que el enemigo el fervor de la caridad; has
corazón sale el movimiento a las demás
ta tal punto lo vence todo la constancia del
partes del cuerpo, así la voluntad mueve las
amor”. También san Gregorio: “Puesto que
potencias del alma; “y con toda tu alma”,
se dice: ‘Amarás al prójimo como a ti mis
con la apetencia sensitiva, que se mueve
mo’, ¿cómo tiene piedad de otro necesitado
por la voluntad. La parte sensitiva se puede
el que viviendo injustamente se hace impío
entender aquí por el alma, según lo que se
hasta contra sí mismo?” Sobre esta materia
escribe en el Génesis: “Fue hecho el hom
tienes más extenso abajo, el martes después
bre alma viviente” (Gn 2,7)196; como dice
de Ramos.
la glosa, alma que da vida animal o sensi
“Le dijo: Respondiste bien. Haz eso y
ble al cuerpo. Le amarás “con toda tu men
vivirás”. Hazlo, pues no basta amar, si no se
te”, con todo tu entendimiento que tam
demuestra con obras; la prueba del amor es
bién es movido por la voluntad a asentir a
mostrar obras; y vivirás con vida perpetua;
las cosas de la fe, y a meditar sobre amar a
porque éste es el camino más excelente para
Dios. “Y con todas tus fuerzas”, con toda
ir a la vida eterna. Como si le dijera: Dices
tu fortaleza o virtud, que es lo mismo; se
esto, pero no lo haces; por tanto no vas ha
ñalando las potencias motivas y ejecutivas
cia la vida.
que también se mueven por la voluntad pa
ra obrar varonilmente por amor, no sin
4. Un hombre bajaba de Jerusalén
fuerza. Dice san Máximo: “Con esta inten
ción la ley examina el triple amor a Dios, “Pero él, queriendo justificarse”, mos
para arrancarnos de la triple costumbre del trarse justo según la apariencia, juzgando
mundo, que mira a las posesiones, la gloria que se hallaba ante un hombre que ve por
y los placeres; en ella fue tentado también fuera, no ante Dios que ve interiormente,
Cristo”. “dijo a Jesús: Y ¿quién es mi prójimo?”. En
Y prosigue: “Y a tu prójimo, como a ti lo cual se mostró vacío del amor del próji
mismo”; a todo hombre, con el afecto con mo, porque no conocía al prójimo. Quizá
que te amas a ti; queriendo para él lo que a pensaba que Cristo diría: el judío es tu pró
ti, la gracia en el presente y la gloria en el jimo, y respondería: amo a Dios y al judío y
futuro. Dice san Basilio: “Hay un precepto así aparecería justo. “Alzando la vista Je
primero y principal del amor divino; el se sús”, mirando arriba, le propuso la parábo

196 Vulg.: “Factus est in animam viventem”. “Y resultó el hombre un ser viviente”; nota: “un ser animado
por un soplo vital”. (BJ, 15).
59. EL HERIDO POR LADRONES Y EL SAMARITANO 501

la197 del hombre que bajando de Jerusalén a dres túnicas de pieles, que se hacen de ani
Jericó, cayó en manos de ladrones. Por eso males muertos. “Y después de maltratarlo
miró arriba, porque iba a hablar de grandes con heridas”, por el pecado, “se marcha
cosas, de allí de donde descendía la huma- ron”, sin cesar en su insidia, ocultándola;
nidad, cuando cayó por el delito. Según porque el enemigo primero engañó en ima
unos, es una parábola, según otros un he- gen de serpiente, luego tentó oculta e invi
cho, porque entre Jerusalén y Jericó había siblemente. “Dejándolo medio muerto”;
una soledad donde con frecuencia los que aunque la inmortalidad feliz se puede qui
pasaban eran despojados o muertos por la tar, sin embargo, queda en el hombre la vis
drones que habitaban ese desierto. ta de la razón, por la que puede conocer a
“Jesús dijo: Un hombre bajaba de Jeru- Dios.
salén a Jericó”198 (Lc 10,30). Alegóricamen- Dice san Beda: “Le dejaron medio muer
te, este hombre designa al genero humano, to, porque pudieron quitarle la felicidad de
que en los primeros padres descendía de Je la vida inmortal, pero no pudieron destruir
rusalén, “visión de paz”, del paraíso, de la la luz de la razón. Por la parte por la que el
paz y visión de la felicidad celeste, a Jericó, hombre puede conocer y gustar a Dios, el
“luna”,
esta vidamutabilidad,
mutable y errónea;
al defecto
deylamiseria
contemde hombre está vivo; por la que se consume por
los pecados y decae por la miseria, está
plación superior y de la vida de paz que ha muerto y afeado por herida mortífera”. Dice
bría tenido en el paraíso, cayó por el delito san Teófilo: “Y el hombre se dice medio
en el cambio de este exilio y miseria terrena. muerto después del pecado, porque el alma
es inmortal y el cuerpo mortal; así que la
5. En Adán fue despojado y herido mitad del hombre sucumbe”. Dice también
“Y cayó en manos de ladrones”; en el san Agustín: “Un medio muerto tiene mo
poder de los demonios, en las tentaciones vimiento vital, el libre arbitrio herido, por
del enemigo y las humanas, en que no hu- el que no podía volver a la vida eterna que
biera caído, si antes dentro no se hubiera había perdido; y por eso yacía, porque las
hinchado. Porque es verdadera la sentencia fuerzas propias no le bastaban para levantar
que dice: “Antes de la ruina se exalta el co- se, para buscar al médico, a Dios, para que le
razón” (Pr 16,18). “Los cuales lo despoja sanara”.
ron”, quitándole con fraude el vestido de la O, le dejaron medio muerto, quedándo
inocencia y la inmutabilidad. Perdida la le la vida natural, no la vida de la gracia, se
vestidura de la inocencia primera, conoció gún lo del apóstol: “Vivo, ya no yo, sino que
que estaba desnudo; por eso, en señal de in- Cristo vive en mí” (Ga 2,20). Vivo yo con la
mortalidad Dios visitó a los primeros pa- vida natural; ya no, por el pecado; vive Cris

197 “La parábola es un método didáctico que expone una verdad de manera clara y asequible. La verdad se
centra en el núcleo de la imagen parabólica, establece una comparación entre el aspecto de la imagen y una fase
del reino de Dios. Podemos además descubrir en ellas un estado de reflexión de la comunidad cristiana… cómo
se estaba viviendo entonces el Reino de Dios. De ahí podemos partir nosotros para interpretar las parábolas [no
sólo ellas] en nuestra comunidad actual”. (Comentarios Bíblicos al leccionario T. O., V, 1ª, 387-88).
198 “Jesús se retrata a sí mismo como misericordia de Dios, cercano a los hombres que
la antigua Alianza no
había sabido curar; por él y en él debemos amar “así” a nuestro prójimo”. De Jerusalén a Jericó se bajan 1.100 ms.
en unos 27 kms. (NT.MI, 312).
502 PRIMERA PARTE

to en mí, por la vida de la gracia. Porque manidad recorriendo los instantes de esta vi
Dios había hecho al hombre “a su imagen” da, pues se hizo por nosotros hombre en el
según la razón; “a su semejanza” según el mundo, “llegó adonde él estaba”, maltratado,
amor de caridad; para que de ambos modos “haciéndose semejante a los hombres y pre
se allegara a Dios y juntándose a él fuera fe- sentándose en lo exterior como hombre” (Flp
liz. Pero el enemigo por envidia de la felici- 2,7);... “y al verlo, se conmovió”; lo vio su
dad humana, contra los dos bienes indicados clemencia, se conmovió su compasión. “Y
infirió al hombre dos males en el pecado ori- acercándose a él”, al hombre herido, mostran
ginal. En lo primero, la razón, le hirió por la do piedad, “le vendó sus heridas”, reprobando
ignorancia del bien; en lo segundo, el amor, sus delitos los vendó con los lazos de la gra
le hirió con la codicia del mal. El hombre cia, “después de echarle aceite y vino”, el óleo
pues herido quedó medio muerto, porque que promete la esperanza al penitente, y el
aunque la semejanza divina del amor pudo vino que con fuerza da terror del castigo a los
corromperse del todo en la naturaleza hu que pecan. Ata las heridas cuando ordena:
mana, sin embargo, no se puede borrar del “Convertíos”; aplica aceite, cuando añade:
todo la imagen divina que está en la razón. “Ha llegado el reino de los cielos” (Mt 3,2); y
Aunque por tanto pueda ser aquejado de aplica el vino, cuando dice: “Todo árbol que
tanta maldad que no ame nada de bien, sin no produzca buen fruto se corta y se echa al
embargo la razón no puede cegarse de modo fuego” (Mt 3,10; 7,19), y arderá. En esto nos
que no conozca nada verdadero. enseñó el Señor cómo debemos curar a los
que vienen a la penitencia. Atamos sus heri
6. El sacerdote y el levita pasan de lado das cuando mandamos al pecador dejar la
maldad; le aplicamos aceite, cuando conso
Un sacerdote y un levita199 que descen
lando al pecador con piedad y blandura le
dían por el mismo camino, habiendo visto
prometemos el perdón; echamos encima el
al despojado y apaleado, pasaron de largo y
vino, cuando increpándole con aspereza y
dejaron atrás el estado de la vida presente
austeridad le ordenamos ayunar y mortificar
vivida santamente; porque el sacerdocio de
su carne. Que no haya, pues, aceite sin vino,
la Ley y su servicio no curaron los pecados
ni vino sin aceite.
sino sólo los mostraron. Porque era imposi
Así dice san Gregorio: “Hay que mezclar
ble que con sangre de novillos y corderos y
la suavidad con la severidad, hay que hacer
cabritos fueran quitados los pecados de los
una justa medida de ambos, para que los sú
hombres. O, por el sacerdote y el levita se
bitos no se ulceren por la excesiva aspereza,
entiende la Ley y las profecías, que no sana
ni se desliguen por la excesiva benignidad”.
ron al hombre, sino mostraron y reprendie
Dice san Bernardo: “Castigar siempre es fe
ron los pecados.
rocidad; perdonar siempre es pusilanimidad;
no tener esto ni lo otro es igualdad; más
7. Un samaritano le socorrió
amargura que suavidad es condenable; por el
“En cambio, un samaritano que iba de ca- contrario es recomendable, que las dos cosas
mino”, Cristo que custodia las almas por hu sean tolerables”.

199 “Los que más obligados estaban en Israel a practicar la caridad”; los enfrenta con el samaritano, “el ex
tranjero y hereje, Jn 8,48; cf Lc 9,53, de quien normalmente no se podía esperar más que odio” (BJ 1475).
59. EL HERIDO POR LADRONES Y EL SAMARITANO 503

“Y, montándolo en su propio jumen- este cuidado deben añadir algo más de lo
to200, lo llevó al mesón y lo cuidó”. Jumen- obligado; que no solo procuren predicar los
to se llama aquí a la carne de Cristo, en la dos Testamentos, sino manifestar en la pre
que se dignó venir a nosotros. Montó al he- dicación otras muchas cosas conformes a las
rido en este jumento, inspirándole la fe de escritas. Así lo hace el que evangeliza sin
la Encarnación y llevando en su cuerpo cobrar, a ejemplo del apóstol Pablo, sin re
nuestros pecados sobre el madero; y, según cibir paga de aquellos a quienes predica.
otra parábola, hallando a la oveja que se ha- También añade: el que no solo cumple sino
bía perdido, la devolvió al rebaño puesta so- predica y no solo los preceptos, sino los
bre sus hombros. consejos. En el día del juicio, cuando vuel
va el Señor, todo lo que había prometido, lo
8. El establo, los dos denarios pagará como deudor, pues dice al siervo
fiel: “Porque fuiste fiel en lo poco, te pon
“Y lo llevó al establo”,201 lo colocó den
dré al frente de mucho; entra en el gozo de
tro de la santa Iglesia presente, donde, de
tu Señor” (Mt 25,23).
jada la carga de los delitos, el caminante
cansado se rehace. No lo llama casa, sino
9. La parábola aplicada al pecador
establo; con ese nombre significa los malos
olores y las miserias de la vida presente, pa Este caminante representa en sentido
ra que el hombre no se goce en este destie- espiritual a cualquier pecador, que por el
rro, como en su patria. “Y lo cuidó”, como pecado grave se aparta de Dios que es nues
buen médico, mientras estuvo en esta vida tra paz: al alejarse de Jerusalén hacia Jericó,
con él, porque fue solícito con el enfermo. se vuelve algo culpable; del bien inmutable
“Y al día siguiente”, después de realizar el desciende al bien mudable. Al hombre caí
ministerio de la redención, después de la do así en manos de ladrones, despojado,
resurrección del Señor, que resplandece apaleado y dejado medio muerto junto al
más que el tiempo anterior; el primer día camino, ¿qué otra cosa le queda, sino pedir
fue de mortalidad y pasibilidad; el segundo que aquel Samaritano, el guardián de las al
fue de inmortalidad e impasibilidad, cuan- mas, Jesucristo, haga el camino de su mise
do más brilló el fulgor de la luz eterna. ricordia junto a nosotros, haga huir a los la
“Sacó dos denarios”, los dos Testamen- drones, restituya a los despojados de la
tos: en ellos se ve la imagen del rey eterno y gracia y de nuevo nos conduzca a la Jerusa
con suyo precio se curan nuestras heridas; lén celeste?
“y se los dio al mesonero”, porque distribu- En sentido moral por Jerusalén se desig
yó la ciencia de los dos Testamentos y la na el estado de la virtud. Y por eso, el hom
gracia de anunciarla a los apóstoles, porque bre que baja de Jerusalén a Jericó representa
“les abrió el sentido para que entendieran al pecador que baja del estado de justicia al
las Escrituras” (Lc 24,45), y a los prelados y de pecado; cuando cae en manos de ladrones,
a todos los que deben gobernar la Iglesia, los demonios, que le despojan de los dones
para que cuiden al enfermo. Los cuales en de la gracia, le hieren en los de naturaleza y

200 Vulg.: “jumentum”. “Jumento” traduce J. O’Callaghan, Nuevo Testamento griego español, BAC 1997, 381.

Otros: caballería, cabalgadura.


201 Vulg.: “stabulum”. O’Callaghan: “hospedería”; NT.MI, “mesón”.
504 PRIMERA PARTE

le dejan medio muerto, porque pierde la gra- que se apiadó de él. Por tanto le es inútil al
cia, aunque le queda la vida natural. El sacer- sacerdote la dignidad y al levita su ciencia
dote y el levita que pasaban son los malos de la ley, si no son confirmadas por las
ministros de la Iglesia; el Samaritano es el obras”. Y san Beda: “Según la letra, la fra
confesor y predicador, conmovido por la cari- se del Señor es clara; sólo es prójimo el que
dad, que venda las llagas del herido con sa- se apiada de los otros. A este ciudadano de
nos consejos, le aplica aceite de misericordia Jerusalén no se le hicieron prójimos ni el
y vino de justicia; le pone sobre su jumento, sacerdote ni el levita, aunque habían naci
porque le ayuda no solo en la mente sino en do y crecido de su misma gente, en la mis
el cuerpo, que es como el jumento del alma; ma ciudad; sino uno que vivía en país y
le lleva al mesón y casa de la Iglesia, donde gente extraña”.
se le da el alimento de la palabra de Dios y Después, el Señor, mostrando por la res
de la Eucaristía; y al día siguiente de llevar- puesta y confesión del letrado que todo
le al mesón saca dos denarios, la gracia en el hombre que practica la misericordia es pró
presente y la gloria en el futuro, se los da al jimo, y en especial el mismo Hijo de Dios,
mesonero (se debían dar al sacerdote que hi- concluyó: “Y Jesús le dijo: Anda y haz lo
zo lo que debía con el pecador que acudió a mismo” (Lc 10,37), como hizo el samarita
él), y le encomendó el cuidado del pecador no con el judío. Es decir, que a todo hom
diciendo: “Y lo que gastes de más, te lo abo- bre204, hasta un enemigo, lo tengas como
naré cuando yo vuelva”¸ cumple tu oficio, prójimo, y dedicándole tu piedad en afec
añade algo más de lo que debes y te anuncio tos, palabras y hechos, alivies sus necesida
que te lo pagaré, prometiéndote la vida eter- des; así mostrarás que amas al prójimo co
na como salario.202 mo a ti mismo. Dice el Crisóstomo: “Como
quien dice: Si ves a uno aplastado, no digas
10. ¿Quién es nuestro prójimo? es un malvado; sino, sea gentil o judío, si
necesita ayuda, no caviles más: tiene dere
Preguntó el Señor al maestro de la Ley:
cho a la ayuda, cualquiera que sufre males”.
“¿Quién de esos tres te parece que se portó
como prójimo del que cayó en manos de la
11. Cristo, doble amor: a Dios y a los
drones?” Respondió: “El que ejercitó la
hombres
misericordia con él” (Lc 10,37). Dice sobre
ello san Cirilo: “Ni el sacerdote ni el levita Por la respuesta de este maestro de la
se hizo prójimo203 del que sufría; sino aquel Ley el Señor concluye rectamente que la

202
“…para mientes (la razón) en las fatigas y tentaciones causadas en su sensualidad; pónelas sobre su bes
tia cuando las atribuye a su cuerpo carnal, que lleva consigo por el camino de esta vida; y echa aceite de miseri
cordia compadeciéndose de los males, y vino que escuece en las llagas, cuando les pone penitencia, y viendo que
esto no basta.. encomiéndalo al mesonero que es Cristo”. (Francisco de Osuna, Tercer Abecedario Espiritual, I, 5.
(“No existen, después de los siríacos, textos tan profundamente versados en el arte psicológico” E. Zolla, Místi
cos de Occidente, IV, 193-5).
203 Vulg.: “Proximus” = “próximo”. Ellos “dieron un rodeo” para no ser “próximos” al samaritano; pasó a
“prójimo”.
204 “La parábola del Buen Samaritano. universaliza el concepto de prójimo, pero permaneciendo concreto.

Mi prójimo es cualquiera que tenga necesidad de mí y que yo pueda ayudar… El amor al prójimo… requiere mi
compromiso práctico aquí y ahora” (Deus caritas est, 16).
59. EL HERIDO POR LADRONES Y EL SAMARITANO 505

cercanía
mo, sinode
la obra
parentesco
de misericordia
no hace a cumplida.
uno próji- por la unidad del cuerpo la escasez de otro.
Porque el parentesco no hace prójimo, sino
Es
go,
tuyo.
cumplir
ayudar
ral
prójimo.
bos
te amo,
como
oporque
amores,
espiritual,
Haz
en
Señor
los
siDice
lalegeneroso
soy
dos
de
necesidad
dijera:
Jesús,
Dios
san Tú
te
mandatos
Dios
y Bernardo:
yque
ylo
del
del mi
manifestarás
soy
ámame;
que
eres
prójimo,
de
prójimo,
aquel
lapuedas
“Tengo
ley am-
y prójimo,
cuida
prójimo
conmi-
cuando
corpo-
como
para
de la misericordia; la misericordia es conforme
a la naturaleza, porque nada es tan según la
naturaleza como ayudar al que participa de
nuestra naturaleza”.
También san Agustín nos exhorta a ha
cerlo: “Ahora, mientras estamos en esta vi
da, en esta vía o camino, llevemos las car
gas unos de otros para que lleguemos a la
vida donde no hay carga alguna. El oficio
porque
dia eres hombre; tú tuviste misericor-
conmigo”. del amor de caridad es llevar mutuamente
nuestras cargas; porque nada prueba tanto
El perito en la Ley, pues, es confundido al amigo como llevar su carga. Nada ha
poramó
no la doble
a Cristo,
conclusión
Dios y del
hombre
Señor;
próximo,
porque hecho que se haga con gusto el trabajo
amable de llevar las cargas de los otros, co
que tomando nuestra carne por la humani mo pensar cuántas cosas soportó hasta el
dad se hizo para nosotros prójimo y realizó fin por nosotros el Señor. Por eso, amones
tantas obras de misericordia que debe ser tándonos, dice el apóstol: “Tened entre
amado. vosotros estos sentimientos, que se dieron
en Cristo Jesús” (Flp 2,5). A este pensa
12. Llevar la carga del mutuo amor miento se acerca también aquél de que so
Para excitar, alimentar y hacer crecer en mos hombres; y que la enfermedad de áni
consideración
nosotros el amordiligente
de Dios,de
nada
susmejor
beneficios.
que la mo o de cuerpo que vemos en otro
hombre, también pudimos o podemos te
¡Grande es la misericordia que nos hace nerla nosotros. Hagamos con aquel cuya
prójimos a los desconocidos y extraños; enfermedad queremos ayudar lo que que
grande la misericordia por la que se posee la rríamos que él nos hiciera, si estuviéramos
vida eterna! Es prójimo para ti aquél al que en ella y él no.
te
para
acercas
ayudar
para
a ninguno,
ayudarle; el
noque
tiene
no prójimo.
se acerca “A esto se refiere lo que dice el apóstol:
Por tantocomo
prójimo en el amandamiento
ti mismo” el de
Señor
“Amarás
entien-
al ‘Me hice todo a todos, para salvar a toda
costa a algunos’ (1 Co 9,22), pensando sin
duda que él podía haber estado en el vicio
que
de
die como
lo
cumple
queprójimo
nolaseley
quiere
natural
a todo
quehombre;
deleno
hagan
hacer
aquí,
a uno.
a na-
al del que quería librar a otro. También hay
que pensar que no hay ningún hombre que
no pueda tener algún bien, que tú no tie
da es
miembros;
tador
heridas,
le
es también
tan
Dice
de
tan
prójimo
amémosle
Cristo;
san
próximo
aamemos
él aelprójimo,
Ambrosio:
como
como
amemos
como
también
como “Puesto
al
que
al Señor;
la
que
al
curó
cabeza
que
compadece
porque
que
amémos-
nuestras
esnadie
aimi-
na-
los nes, aunque esté oculto; en el cual sin du
da pueda serte superior, por lo que dice el
apóstol: ‘Nada por ambición egoísta, nada
por vana gloria’ (Flp 2,3), sino en la hu
mildad de la mente, pensando cada uno
que el otro es superior. Estos pensamientos
que abajan la soberbia de la mente y esti
506 PRIMERA PARTE

mulan la caridad hacen soportar mutua muy a gusto por Dios. Dice san Anselmo:
mente las cargas fraternas no solo con áni “Quien sonríe con agrado a los bienes de
mo igual, sino con mucho gusto”. Esto di otro, siente con los santos; el que siente en
ce san Agustín. vidia, siente con el enemigo. En verdad
También san Gregorio: “Si considera ca pienso que es más de esperar la salvación de
da uno las incomodidades suyas que tienen aquél que hace poco bueno y favorece a los
que soportar los otros, llevará con más sua hechos de otros, que el que hace mucho, pe
vidad las que él soporta de otros”. Y de ro envidia a otros”. Y de nuevo: “La caridad
nuevo: “Porque aquella interior ‘visión de que une y vivifica todos los miembros de la
paz’, la ‘Jerusalén celeste se edifica como Iglesia, cuando nos ve gozarnos con la ruina
ciudad’ por la congregación de los ciudada de otro, al momento nos corta de su cuerpo.
nos los santos. Sus piedras son talladas cada Quizá no nos dolemos de la ruina de nues
día, cuando en esta tierra de peregrinación tros prójimos, porque estamos cortados del
es herida con látigos y golpeada con tribu cuerpo; porque si estuviéramos en él, sin
laciones. Esta ciudad tiene ya aquí su cons duda nos doleríamos; porque un miembro
trucción en el vivir de los santos. Pues en el se duele mientas está en el cuerpo; si ha si
edificio una piedra lleva a la otra y la que do cortado no podrá dolerse ni sentir. Cada
lleva es a su vez llevada por otra. Así ahora uno podrá calcular por esto, si es miembro
en la santa Iglesia cada uno lleva a otro, y es de Cristo.
llevado por otro. Pues los prójimos se tole “Y como se ha dicho de la compasión y
ran mutuamente, para que por ellos se alce congratulación, entiéndelo así también de la
el edificio de la caridad. Pero todo el peso comunicación. Como en un cuerpo humano
de la fábrica lo lleva y soporta el fundamen un miembro comunica a otro su oficio y el
to, pues todas nuestras cosas las lleva nues alimento que recibe, así en el cuerpo de
tro Redentor, del que dice el apóstol Pablo: Cristo, que es la Iglesia, cualquiera debe co
‘Fundamento nadie puede poner otro, sino municar a otro la gracia dada divinamente a
el que está puesto que es Cristo Jesús’ (1 Co él y el alimento y también todas las cosas
3,11); en él en cambio no hubo mal que tu temporales recibidas de Dios. De modo se
viera que ser soportado”. Son palabras de mejante entiéndelo de la mutua ayuda; que,
san Gregorio, de las que se deduce que como los miembros se ayudan entre sí con
cuanto más cargado esté uno por Dios, tan tanta concordia de amor que por ninguna
to más cerca estará del fundamento, Cristo razón ni ocasión pueden disentir entre sí así
Jesús; por el contrario, cuanto menos sopor sea también entre vosotros. De modo simi
te, tanto más lejos estará de él. lar sobre soportarse mudamente, que, como
un miembro soporta a otro y sufre la lesión
13. Exhortación a la caridad
por la curación o protección de otro, y si es
Considera bien todo esto y lleva y so herido por otro miembro, sin venganza so
porta las debilidades, defectos y cargas de porta la herida, así debe ser en nosotros”.
los prójimos no sólo con paciencia, sino Esto dice san Anselmo.
60. LA PECADORA Y EL FARISEO: PERDÓN Y AMOR 507

Oración

Señor Jesucristo: al bajar de la contemplación a la acción, guárdanos de caer en las co


dicias sensuales; que no nos despojen de la gracia, ni nos hieran en la naturaleza.
Que el sacerdote y el letrado de la ley, la porción superior e inferior de la razón, no ba
jen por el mismo camino consintiendo en delito; sino que al revés asciendan arriba.
Que el Samaritano se nos acerque con la gracia de la predestinación, nos vende las he
ridas de los delitos, nos ponga el aceite, la esperanza del perdón; y el vino, el temor de la
justicia. Que nos suba sobre el jumento, ordenando la razón sobre la sensualidad; y nos lle
ve al mesón de la consideración de los delitos.
Y al día siguiente, de la resurrección, dé los dos denarios, la vestidura nueva del alma
y del cuerpo. Amén.

60. LA PECADORA Y EL FARISEO: PERDÓN Y AMOR


Lucas 7,36-50

1. Cristo comía con pecadores205 fariseos engreídos, para corregir su soberbia y


reprender sus vicios, como hace aquí.
Después de esto subió Jesús de Galilea a
Algunas veces, cuando era invitado, re
Judea, donde “uno de los fariseos le rogaba
cibía con humildad y acción de gracias, se
que comiese con él; y cuando entró en la casa
gún tiempo y lugar, porque era pobre y te
del fariseo se recostó a la mesa” (Lc 7,36). Si
nía poco de este mundo. Con razón hay que
món, quizá para mostrarse justo, invitó a Je
invitar a tal huésped y, cuando él se invita,
sús, y éste no evitó la simulación; como buen
recibirle con mucho gusto; porque todos los
médico quería curarlo. Cristo comía con pe
bienes vienen junto con él.
cadores para incitarlos a la conversión, así co
mió con publicanos en casa de Mateo; lo ha
2. Se acerca a Jesús la pecadora
cía con justos como Marta y María; con
conocidos y pobres, como en las bodas, don [“Y mira, una mujer que era tenida en
de convirtió el agua en vino. Y, en fin, con la ciudad por pecadora”]206. Y oyendo esto

205 [EE 282] 1 DE LA CONVERSIÓN DE LA MAGDALENA ESCRIBE S. LUCAS,CAPÍTULO VII, V.36-50.


1º 2 Primero: entra la Magdalena adonde está Cristo nuestro Señor asentado a la tabla en casa del phariseo,
la qual traía un vaso de alabastro lleno de ungüento.
2º 3 2º: estando detrás del Señor, cerca sus pies, con lágrimas los comenzó de regar, y con los cabellos de su
cabeza los enxugaba, y besaba sus pies, y con ungüento los untaba.
3º 4 3º: como el phariseo acusase a la Madalena, habla Cristo en defensión della, diciendo: (Perdónanse a ella
muchos pecados, porque amó mucho; y dixo a la muger: Tu fe te ha hecho salva, vete en paz).
206
Frase de Lc 7,37 al comenzar el relato. “Lc silencia el nombre de esta mujer arrepentida. No es María la
de Betania (10,39-42), ni esta unción es la que narra Mt 26,6-13. a) La mujer va a Jesús con fe en él, a modo de
“bautismo de deseo”, y con arrepentimiento perfecto que obtiene el perdón… b) La justificación ante Dios es…
508 PRIMERA PARTE

la Magdalena207, que quizá le había oído fuerte, y con lágrimas abundantes a bañar y
predicar, tocada por dentro con dolor del “lavar” los “pies” del Señor. Está clara la
corazón, por sus delitos, plena, perfecta- grandeza de su contrición; derramando lá
mente convertida, y encendida del fuego de grimas de conversión, sangre del corazón,
su amor, con un vaso de alabastro de un- lloró tanto que sus lágrimas pudieron lavar
güento, se dirigió al lugar del banquete. los pies de un hombre. Luego, cesando el
Como dice san Beda, el alabastro es una cla- llanto, “con los cabellos de su cabeza los en
se de mármol blanco, veteado de varios co- jugaba y”, creciendo el amor, “los besaba”
lores; solían excavarlo para hacer vasos de con insistente dulzura y amor, y no podía
ungüento, pues se decía que lo conservaba saciarse. Y como los pies del Señor, por los
muy bien. caminos, estaban secos y cansados, los “un
El Evangelio llama a veces a este fariseo gía con el perfume”, para refrescar el calor y
Simón el leproso208. Dice el Crisóstomo: “El mitigar el dolor del trabajo de caminar. Lo
evangelista recuerda no sin motivo la lepra que se ha dicho se obraba fuera; lo que den
de Simón, para mostrar de donde confiaba tro revolvía su intención era de mucho más
la mujer al acercarse; la lepra se consideraba fervor y sólo Dios lo veía.
enfermedad impura, pero viendo la Magda- Dice san Gregorio Niseno: “Mostrando
lena209 que Jesús había curado a aquel hom- su indignidad, estaba detrás, con los ojos en
bre, confió que también limpiaría la impu- el suelo, y, esparcida su cabellera, abrazaba
reza del alma”. los pies, llenándolos de lágrimas; así mos
Cuando llegó la mujer al lugar, inclina- traba con hechos un ánimo triste, implo
do el rostro y bajados a tierra los ojos, pa- rando el perdón”. Quedarse detrás, muestra
sando entre los convidados, no descansó devoción humilde; bañar los pies con lágri
hasta llegar a Jesús; y entonces, allí mismo, mas, su conversión y dolor de corazón. Y al
“estando junto a sus pies” postrada, pues no enjugarlos con sus cabellos, escondía y bo
se atrevía a ponerse delante por vergüenza rraba las lágrimas, mostrando que no era de
de sus delitos, inclinando el rostro sobre sus “los que hacen sus obras para ser vistos de
pies, con cierta confianza, porque ya le los hombres” (Mt 23,5).
amaba intensamente, sobre todas las cosas, El beso mostraba paz, amor y dilección;
y ardía en su amor, “empezó” con llanto el ungüento, el encanto íntimo del corazón

la misma para todos, pero hay diferencia de grado (“mucho”, “poco”). c) No hay derechos para quejarse de la bon
dad de Jesús con el convertido. El fariseo Simón recuerda al hermano del hijo pródigo” (NT.MI, 295).
207 Magdalena es considerada como imagen o icono de conversión de una pecadora, por el texto de Mc 16,9:

“se apareció primero a María Magdalena, de la que había echado siete demonios”. Ese final de Mc es añadido; no
terminaría en el v. 8, anterior, sin continuidad; el final primero desapareció; el actual se redactó, parece, para lle
nar una laguna. Pero este final lo conoce Taciano en el s. II y san Ireneo y está en casi todos los mss griegos y
otros; como dice Swete, es “una auténtica reliquia de la primera generación cristiana” (Cf. BJ, 1456). “La tradi
ción textual es muy variada en estos versículos inspirados y canónicos, sin que esté probado que su autor sea otro
que Marcos: cfr. DS 3569.” (NT.MI 252).
208 Funde dos episodios distintos. Simón “el leproso”, es de Betania: a su casa llega una pecadora, rompe el
alabastro, la casa se llena del perfume; los discípulos, Judas, se escandalizan. Jesús la defiende: se adelanta a un
gir mi cuerpo para la sepultura; lo relatan: Mt 26, 6-13; Mc 14,3-9; Jn 12,1-8.
209 Ya san Juan Crisóstomo (344-407) da a la pecadora del c. 7º el nombre de la mujer que se nombra la pri
mera entre las que siguen a Jesús (Lc 8,2).
60. LA PECADORA Y EL FARISEO: PERDÓN Y AMOR 509

y la afección de un devoto obsequio. Por el “Padre nuestro”, si no se saben y se mues


alabastro podemos entender el pecho que tran hermanos de los pobres. Pero, ay, mu
guarda los secretos del corazón, lleno de fe y chos hacen lo contrario; con este fariseo ni
caridad; pues ese alabastro suele guardar es- merecen la gracia ni la gloria. Dice san Gre
te ungüento. Dice san Gregorio: “Pensando gorio: “A nosotros, a nosotros nos expresó
yo sobre la conversión de María210, me agra- aquella mujer, si de todo corazón volvemos
da más llorar que decir nada. ¿Quién habrá, al Señor después de los pecados, si imitamos
cuyo pecho de piedra no lo ablanden y el llanto de su arrepentimiento. ¿Qué seña
muevan a conversión las lágrimas de esta la el ungüento sino el buen olor de la opi
mujer pecadora? Consideró lo que hizo y no nión? Si hacemos obras rectas con las que
quiso moderarse en lo que hacía. Entrando llenamos de buen olor la Iglesia, ¿qué hace
después de los convidados, vino sin ser mos sino difundir ungüento en el cuerpo del
mandada, a mitad de la comida, y ofreció Señor? Estuvimos contra sus pies, cuando en
lágrimas. Aprended con qué dolor arde la delitos e iniquidades, nos resistíamos a sus
que no se avergonzó de llorar en medio del caminos; pero si después nos convertimos a
banquete. Pero como vio las lágrimas de su de verdad al Señor, estamos ya detrás, junto
torpeza, corrió a lavarlas a la fuente de la a sus pies, porque seguimos las huellas de
misericordia, sin avergonzarse de los convi- aquel al que rechazábamos.
dados. Como se avergonzaba tanto de sí “La mujer baña con lágrimas los pies;
misma por dentro, creyó que no importaba eso hacemos, si nos inclinamos por la com
avergonzarse por fuera”. pasión a cualesquiera últimos miembros
del Señor. Enjugamos con los cabellos los
3. Los pies del Señor son los pobres pies del Señor, cuando nos compadecemos
por la caridad de sus santos, también con
En el sentido espiritual, o místico, los
las cosas que nos sobran. La mujer besa los
pies del Señor son los pobres; porque son la
pies, que enjugó bañados con lágrimas; eso
parte inferior del cuerpo místico por su de
hacemos nosotros, si con afán amamos a
caimiento, y están clavados a la cruz por la
aquellos a quienes tenemos con nosotros
aflicción. El rico y pecador que quiere obte
por la caridad”.
ner la redención en el presente y en el futu
ro la gloria del reino que es de los pobres,
4. La mujer ejemplo para el pecador
debe estarse junto a estos pies, mostrándo
les familiaridad y amistad; bañarlos con lá- Esta mujer pecadora que se acerca a los
grimas de compasión; enjugarlos con sus pies del Señor representa a cualquier perso
cabellos, por su pobreza, y resolver por la na arrepentida de verdad de sus pecados;
comunicación de las cosas temporales, de- para ello se requiere que, como ofendió a
signadas por los cabellos, su miseria; por Dios por el pecado, le sirva por la conver
fin, ungirlos con ungüento por la alegría de sión, según el apóstol: “Como ofrecisteis
la compasión, por la dulzura de un corazón vuestros miembros, haciéndolos esclavos de
benigno y la suavidad de la consolación. la impureza e injusticia hasta el colmo de la
De otra forma, según san Agustín, no maldad, lo mismo ahora ofreced vuestros
pueden los ricos decir de un modo adecuado miembros haciéndolos esclavos de la justi

210 San Gregorio Magno (540-604) también llama a esta pecadora María (Magdalena).
510 PRIMERA PARTE

cia para vuestra santificación” (Rm 6,19). Mira también al Señor Jesús qué benigno la
Así lo hizo esta mujer penitente. recibió, y con qué paciencia lleva cuanto
Dice el mismo san Gregorio: “Es claro, ella hace. Deja el Señor de comer, hasta que
hermanos, que antes atenta a cosas ilícitas se concluya; dejan también los comensales;
empleó el ungüento para perfumar su carne. todos se admiran de esta novedad.
Lo que para sí había empleado torpemente,
lo ofrecía a Dios laudablemente. Con sus 5. El fariseo lo censura sin razón
ojos había codiciado lo terreno; pero afli
“El fariseo que lo había invitado”, pero
giéndolos ahora por la conversión, lloraba.
que no le había invocado, que hubiera sido
Los cabellos los había empleado en compo
mejor, falsamente justo, y en verdad sober
ner su rostro; pero ahora con ellos enjugaba bio, con justicia falsa y exterior, movido sin
las lágrimas. Por su boca había hablado con compasión natural, olvidado de su fragili
soberbia; ahora besando los pies del Señor, dad, y murmurando, “se dijo”, contra su
pegaba su boca a las huellas de su Redentor. huésped: “Éste, si fuera profeta”, verdade
Cuantos deleites tuvo en sí, tantos holocaus ro, que sabe lo oculto, “sabría quién y qué
tos halló en sí. Convirtió el número de crí clase de mujer es la que le está tocando”, y
menes en número de virtudes; de modo que no permitiría que le tocara, y debería evitar
sirviera a Dios en la conversión cuanto por su ungüento, “porque es una pecadora”.
sí, pecando, había despreciado a Dios”. Reprendió a la enferma por su enfermedad,
Algo similar dice san Jerónimo sobre que más bien había que alabar porque bus
santa Paula: “Y como con frecuencia le ad caba el remedio en tal médico; reprendió
virtiéramos que guardara sus ojos para la también a éste por ayudarla, cosa de agra
lectura del Evangelio, decía: Hay que ensu decer; él fariseo estaba enfermo de sober
ciar el rostro, que, contra el precepto de bia, y sin embargo, no buscaba médico que
Dios, pintaba de rojo púrpura y blanco de le curara.
albayalde; hay que afligir el cuerpo que se Desconoces, fariseo necio, desconoces al
entregó a muchos deleites; debo compensar que hace poco te limpió de la lepra211, y
con llanto perpetuo las largas risas; debo ahora no crees que sea profeta. Y es profeta
cambiar las telas suaves y las sedas carísimas de verdad y sabe muy bien que “es una peca
por la asperidad del vestido áspero. Lo que dora”, la mujer que la está tocando. Para es
agradó en otro tiempo al hombre y al mun to vino Él, para esto bajó del cielo: “No he
do, ahora deseo que agrade a Cristo”. venido a llamar a los justos, sino a los peca
Tenemos aquí cómo se ha de hacer peni dores a conversión” (Mt 9,13; Mc 2,17); él
tencia; en lo que alguien pecó, en eso haga lo atestigua, son palabras suyas. No tiene
penitencia, por ejemplo: pecaste bebiendo horror de los pecadores, el que por ellos se
en exceso, haz penitencia absteniéndote de hizo hombre. Por tanto, según san Grego
la bebida; comiste en exceso y cosas muy rio, cuando vemos a pecadores, debemos llo
caras, ayuna y come cosas más ordinarias; y rarnos a nosotros en su calamidad; o hemos
así de otras cosas. Mira bien a esta mujer y caído, o podemos caer en lo que ellos. El fa
su devoción; medita con tiempo sobre ello, riseo que tachó a Cristo de ignorancia y a la
porque este suceso fue solemne de veras. mujer de impureza, representa al hipócrita

211 Simón “el leproso” no es del episodio de Lc 7,36-50, dijimos; sino del de Mt 26,6-13.
60. LA PECADORA Y EL FARISEO: PERDÓN Y AMOR 511

que
los demás;
dadera
presume
justicia
según
deo falsa
el mismo
santidad
justicia
tiene
Gregorio,
y compasión;
desprecia
la ver-a Dice san Tito: “Viene a decir: Es fácil el
empleo del agua, no es fácil derramar lágri
mas; tú no has dado lo fácil, ésta lo difícil:
ingrato
dad
la falsa,
alabada
en loen
queda
indignación.
pequeño
lo grande
culpable
relativamente
deElverdad.
defariseo
omisión
soberbio
y lademujer
pie-e lavando mis pies con sus lágrimas, lava sus
propias lágrimas”. 2º Le arguye de falta de
caridad; pues no le besó, que era señal de
amistad y dilección. 3º Por falta de amabi
lidad, indicada con la palabra aceite, pues
6. Parábola de los dos deudores no le ungió la cabeza. Estas tres cosas se ha
El Señor Jesús, sin oír las palabras del cían entonces a los huéspedes: le besaban en
fariseo, pero viendo sus pensamientos, res señal de seguridad; le lavaban los pies, por
pondió para refutarlos. Así, respondiendo a el trabajo del camino; y ungían su cabeza
su pensamiento, que sólo Dios conoce, se con ungüentos frescos contra el ardor del
muestra más que profeta y Señor de los pro calor.
fetas.
deudores,
Y lepara
propuso
concluir
la parábola
mejor por
de los
su res
dos Las tres cosas indicadas, caridad, pie
dad, amabilidad son necesarias en una hos
fariseo,
puesta. es su misma
Sicomo el locosentencia
que lleva condena
una cuerda
al pitalidad verdadera y amistosa; por ella el
fariseo estaba más obligado que la mujer
con que le aten. que vino luego de fuera. Considera que se
que
bía Eran
adebía
Diosdos
cincuenta,
quinientos
deudores:pues
denarios, y elque
la pecadora
pensaba fariseo
ha
de- prefiere el obsequio devoto a la acción de
dar comida y bebida; es creíble que el fari
bía pecado
más, porquemenos.
había recibido
Por eso ella
un perdón
debía amar
ma- seo las dio al Señor. Podemos deducir que al
recibir a un huésped, es más meritorio reci
birle amablemente que darle alimento y be
no,
Dios
cía
los
al
ser
yor;fariseo,
deudores
apues
santificada
yCristo
en ofreció
realidad
probando
más
y del
por
muchas
atenciones.
amaba
que
la que
gracia
lesmás,
más
esta
prestó
del
El
cosas
por
mujer
ejemplo
amor
confundió
eso
gratas
le
debía
divi-
ha-
dea bida. Y al revés el Señor alaba a la mujer
por triple perfección, opuesta a los defectos
del fariseo, como está escrito. Por los hechos
de la mujer se muestra que amó mucho al
Señor, obtuvo el perdón y quedó justificada;
por los pecados que se le perdonaron, ardió
que el soberbio fariseo que le convidó. más en su amor.
El amor en lo humano suele nacer por los
dones
por dones
que mayores.
preceden; surge un amor mayor 8. El amor, plenitud de todo
Queriendo el Señor mostrar que todo se
cumple en el amor, dijo a Simón: “Por lo
7. Tres defectos, tres acciones
cual te digo: han quedado perdonados todos
dad,
yra
riseo
polvo
dolientes
yEnumera
los
pues
por
y males
detres
no
barro,
del
le
Cristo
del
defectos.
trabajo
dio
ya
falso
agua
losdel
quejusto;
bienes

andaba
a los
camino,
Porypies,
de
falta
arguye
sin
lacansados
llenos
calzado.
pecado-
dealpie-
fa-
de sus muchos pecados, porque ama mucho”
(Lc 7,47). Tú ama mucho, también, para
que se te perdone mucho. Dice el Crisósto
mo: “Los que con más vehemencia entraron
en los males insisten también con fuerza en
los bienes, conscientes de a qué se obliga
512 PRIMERA PARTE

ron”.
ama”;“Pero, al que
como tú, fariseo.
se lePero
perdona
no tepoco,
engrías
poco
si 9. Dios, prestamista, pecador insolvente
En sentido espiritual, místico, el presta
eres culpable de menos cosas; también tú
mista de la parábola es Dios que pide casti
necesitas perdón, pues nadie puede librarse
go por culpas y mérito y gracias por los do
por sí mismo del pecado, sino consigue por
nes. Deudores se pueden decir la mujer y el
don de Dios el perdón”.
fariseo, en cuanto al propósito; o el pueblo
Dice el Crisóstomo: “Necesitamos áni de los gentiles y el de los judíos; o el peca
mo ferviente; nada impide que el hombre se
dor conocido y el oculto; o el clérigo y el
haga grande. Ninguno de los que están en
laico; y así los dos deudores son dos pueblos
pecado desespere, ni ningún virtuoso se
o estados de pecadores. Los primeros deben
duerma. Ni éste confíe, pues con frecuencia
quinientos denarios, porque pecan más; los
la pecadora pública le precederá; ni el otro
segundos, cincuenta, porque pecan menos.
desconfíe, porque es posible también que él
Pero no tienen con qué pagar, porque nin
supere a los primeros”.
guno de ellos puede por sus propias virtu
Y san Gregorio: “¿Qué creemos, her
des ser absuelto, sin la gracia; “por eso les
manos míos, que es la caridad sino fuego?
¿Y qué es el pecado sino herrumbre? Por perdona a los dos”, les da un don gratuito,
por el que les perdona la deuda; pues no se
eso se dice ahora: “Sus pecados quedan
hace la redención de la culpa sin don gra
perdonados, porque amó mucho”. Abrasa
tuito de Dios.
del todo la herrumbre del pecado, porque
arde mucho en el fuego del amor. Y si es
10. Fe y recompensa de la mujer
muy duro lo que se quema, abunda sin
consume
también
embargo laenherrumbre
lo duro. de amor
delmás
fuego Tanto pecado,
a fondo
que cuanto
consume se “A ella le dijo: Tus pecados han quedado
perdonados”; de culpa y pena; y esto por el
vehemente amor de Dios y el horror del pe
el
yorcorazón
fuego de pecador se quema con ma-
delcaridad”. cado pasado. ¡Feliz mujer, a quien se le dan
tantos dones! Se le da la redención de los de
otro,
chas
cas.
éste,
metió.
no
faltapueda
Dice
Si
el
éste
cosas
por
Porque
se
rector
san
se
disposición
cometer
atribuye
yatribuya
se
Agustín:
que
nadie
hizo
hizo
también
aquél
comete
también
deudor
deal
“Éste
Dios,de
hombre.
lootro
un
que
cometió
locometió
pecado,
hombre,
que
mucho;
perdonó
nomu-
que
po-
co-
el
sia litos, como dice aquí; se hace espiritualmen
te familiar al Señor, como se añade en el ca
pítulo siguiente; y se le hace la primera
aparición, como se narra en la resurrección
del Señor. “Pero los que estaban con él a la
mesa empezaron a decir en su interior:
¿Quién es éste, que hasta perdona pecados?”
Decían esto porque sólo veían la humanidad
Y san Bernardo: “¿Quién no verá que, que aparecía fuera que no puede perdonar
da,
yra
como he en
confesaré:
la
caído
pronto
piedad mi
‘Si en
caído
muchos
del alma
Dios no
Todopoderoso?
muchos
más,
habitaría
viniese en el
me
no en
sipecados,
Lo mi
confieso
guarda-
hubie-
silen
ayu- pecados. Pero el Señor, dejando de lado sus
pensamientos, “dijo a la mujer: Tu fe te ha
salvado”, la fe que te ha infundido Dios, es
ta fe llevada a plenitud por la caridad; esta, al
que la tiene, le hace digno de la vida eterna.
cio’
todo(Sal 94,17), mi alma hubiera caído en
delito”. Según san Gregorio, la fe la salvó, por
que no dudó recibir lo que pidió. Había re
60. LA PECADORA Y EL FARISEO: PERDÓN Y AMOR 513

cibido ya la esperanza en aquél, al que le ¿acaso le pagamos, los que tenemos todo de
pedía la salvación. “Vete en paz” (Lc 7,50), él, y por él, y en él? Paguemos amor por la
en
da
nancia
quietud,
ir encon
paz,lacesando
para
gracia
quedepersevere
losamor.
tu Seenel
vicios,en leconso-
cami
man- deuda, la gracia por el precio de la sangre.
Porque ama más aquél, al que más se le da”.

no
escándalo.
de la verdad
Diceysan
no se
Teófilo: de él más,de
aparte “Después al 11. Nunca se debe desesperar
Nadie, pues, desespere, nadie desconfíe
que le perdonó los pecados, no se quedó en de la bondad de Dios. El Señor es clemen
el perdón del delito; añadió la actuación del te, fácilmente se apiada de los que se con
bien. Por eso se dice: “Vete en paz”, esto es, vierten de corazón. Por eso, si quieres ver
en justicia. Porque la justicia es la paz del cuánto pueden las lágrimas y la confesión,
hombre para con Dios, como la maldad es mira lo que hacen la fe y la dilección. En
la enemistad entre Dios y el hombre. Es co un breve tiempo quedó justificada la mu
mo si le dijera: Obra todas las cosas que te jer, quedó limpia de todo delito, la que,
conducen a la paz”. llena de todos los vicios, había sido tan pe
Al decirle “Vete en paz”, se da a enten cadora que el fariseo no se dignaba mirarla.
der que ella caminó por buenas obras, y tu El pecador, imitándola, llore ahora los pe
vo paz en la conciencia. ¡Oh palabra delei cados, para que a su tiempo Dios le enju
table y suave! ¡Qué a gusto la oyó la mujer, gue las lágrimas.
y con qué gozo se retiró, y convertida per Dice san Bernardo: “¡Felices lágrimas,
fectamente a Dios, vivió honesta y santa las que enjuga y limpia la mano benigna
mente, perseverando unida al Señor! Y dice del Creador! ¡Y felices los ojos que eligieron
pecados,
bien: “Enporque
paz”, después
los justificados
del perdón
tienen
depaz,
los liquidarse en tales llantos, más que alzarse
en soberbia, que ver todo lo sublime, que
pues la conciencia no les remuerde; pero servir con petulancia a la avaricia!” Y el
“no
que hay
viven
pazenpara
pecados.
lo impíos”
Ves cómo
(Is 48,22)
la caridad
y los Crisóstomo: “Como, cuando descarga una
lluvia fuerte, se hace la serenidad, así, de
reforma la paz entre Dios y el pecador; por rramadas las lágrimas, aparece la tranquili
eso san Pedro dice que “la caridad cubre la dad, y se deshace la niebla de las ofensas.
multitud de los delitos” (1 P 4,8), sin la Como nos purificamos por el agua y el Es
cual, “es
11,6); y con
imposible
ella cualquiera
agradaragrada
a Dios”
a Dios;
(Hb píritu, así por las lágrimas y la confesión
nos limpiamos de nuevo”.
debemos devolver a Dios esta caridad. Dice también san Anselmo: “Ahora ya
no
daremos
con
Diceque
sanpodamos
Ambrosio:
pagar
“Noa hay
Dios.nada
¿Qué
dig-
le entra en casa del fariseo, atiende a tu Se
ñor recostado allí, acércate con la genero
por la injuria de su carne asumida? sísima pecadora, a los pies, lava con lágri
¿Qué por la flagelación? ¿Qué por la cruz, mas, enjuga con cabellos, acaricia con
sas,
mos
muerte
por
la muerte,
amo! eso
porque
cruz
Meamó
por
atrevo
por
lamuerte,
debía
más.
sepultura?
cruz,
a decir:
No
mucho.
pero
le
muerte
no
pagó
¡Ay
nole
Aunque
de
pagó
pagó
Pablo,
por
mí,otras
Pedro,
muerte,
si
pague-
y no
pagó
co-
ley besos, unge con ungüentos. ¿No es cierto
que ya te sientes lleno de su sagrado olor?
Si aún te niega sus pies, insiste, ora, y alza
los ojos llenos de lágrimas, y con tus ge
midos y suspiros inefables arranca lo que
pides; lucha con él, como Jacob, para que
514 PRIMERA PARTE

él se goce de ser vencido. Te parecerá al- tencia, Dios está preparado a ascenderle a
guna vez que aparta sus ojos, que cierra la gracia.
sus oídos, que esconde los deseados pies. Esto mismo fue prefigurado por el rey
Tú sin embargo insta y clama oportuna e David, que cometió adulterio y homicidio;
importunamente: “¿Hasta cuándo clama- cuando fue acusado por Natán, dijo “he pe
ré, Señor, y no oirás?” (Ha 1,2). Buen Je- cado contra el Señor”; y al momento Natán
sús, “dame la alegría de tu salvación”, le respondió: “El Señor ha perdonado tu pe
porque “dice mi corazón: busca su rostro: cado” (2 12,13). ¡Oh, qué grande es la pie
sí, Señor, tu rostro buscaré” (Sal 27,8). Pa- dad del Señor, qué inefable, que no desprecia
labras de san Anselmo. a ningún pecador de cualquier condición!
No desesperemos, pues, por la enormidad de
12. Ejemplo de Manasés y David nuestros delitos, ya que tenemos tantos y
tan diversos testigos en el Antiguo y Nuevo
Ningún pecador, pues, debe desesperar,
Testamento.
porque el Señor está presto a soltar las ata
duras de todos, y volver a los penitentes al
13. El pecador es un esclavo
reino del cielo. Dios lo prefiguró en otro
tiempo por el rey Manasés rey de Israel, al En adelante no sirvamos más al peca
que llamó por la conversión a la gracia. do, porque los hombres miserables pier
Manasés había ofendido a Dios en infinitas den su dignidad sirviendo a sus pecados.
cosas; a Isaías que le reprendía, lo hizo cor- Unos siguen codicias y placeres carnales;
tar por medio con una sierra de madera; otros, honores y excelencia; otros, buscan
mató a tantos profetas que le acusaban, que con todo afán riquezas y dominio del
tiñó de púrpura las plazas de Jerusalén con mundo. Son pocos hoy los que no siguen
la sangre de ellos. Al fin, los enemigos le este triple fin nefando. Pero, con razón se
hicieron prisionero, fue desterrado, encar- los llama miserables; porque sirven y si
celado, allí comenzó a arrepentirse, y a llo guen a las cosas que deben servirles a
rar de corazón sus crímenes; y con lágrimas ellos. Se muestran viles, no nobles; no se
oró al Señor con estas palabras: “He peca- ñores, sino servidores y esclavos. Se lee un
do, Señor, más que el número de las arenas ejemplo de Diógenes; una vez que el em
del mar, y no soy digno de ver la altura del perador le visitó por su ciencia y sabidu
cielo, por la multitud de mis iniquidades”. ría, el filósofo no quiso levantarse. Al ver
El Señor, teniendo piedad, aceptó su con- lo, el emperador lleno de ira se volvió.
versión; pues le libró del cautiverio, y le Vinieron sus siervos y le dijeron a Dióge
devolvió a su reino en Jerusalén212. Es figu- nes: señor, ¿por qué has actuado así? Te
ra del pecador, que tortura a los profetas, honraba mucho el emperador, pues él tan
cuando rehusa oír a predicadores y docto- grande te visitaba a ti pobre, y tú le has
res. Mientras él siga en la maldad, estará deshonrado porque no quisiste levantarte.
prisionero del enemigo; pero si hace peni- Él les respondió: no conviene a mi digni

212 Manasés así, en 2 Re 21,1-18; pero lo copia y cambia de signo con destierro, cárcel, conversión (2Cro 33,

1-9; 10-17). “El cronista pretende explicar cómo un rey tan impío como Manasés pudo reinar cincuenta y cinco
años, más que David y Salomón” (BCB, 546). “Existe un Salmo apócrifo titulado “Oración de Manasés”, inspi
rado en este pasaje de las Crónicas” (BJ, 496).
61. LOS OFICIOS DE MARTA Y LOS DE MARÍA 515

dad, que haga reverencia a un servidor de convenía que yo le mostrara señal de reve
mi servidor. Él sirve a mi siervo, al mun rencia. Este filósofo dominaba y mandaba
do que me sirve a mí, pues para esto ha si al mundo; guardaba bien la dignidad y el
do hecho, para servirme; por tanto no imperio de su naturaleza.

Oración

¡Oh buen Jesús, esperanza de los convertidos! A la pecadora que estaba a tus pies, los
lavaba con lágrimas, los enjugaba con sus cabellos y besaba con sus labios, mostrando tu
piedad, le diste el perdón de sus pecados.
Jesús misericordioso: soy un pecador que se postra ante tu clemencia, que riega tus pies
con lágrimas de contrición y los besa con los labios de la oración confiada.
Hazme oir tu voz llena de piedad y clemencia, suavidad y misericordia; la voz que me
reció oír también ella, para que se me perdonen mis muchos pecados por tu gracia y por
sus méritos. Amén.

61. LOS OFICIOS DE MARTA Y LOS DE MARÍA


Lucas 10,38-42

1. Jesús llega a Betania; Marta y María quehaceres”. María en cambio se puso a los
pies del Señor, con diligencia, asiduidad,
Después de esto, una vez, “entró él en
cuidado, atención y con la mucha reveren
una aldea”, Betania, casa de obediencia,
cia que tenía al Señor. Marta se atareaba pa
pues entra con gusto en la casa, la concien ra alimentar al Señor con el alimento corpo
cia, donde se le obedece con devoción. Lle
ral; María se sentaba y oía, para que el
gó a la casa de Marta y María; en esa casa se Señor la alimentara a ella con su alimento
el
especial
hospedabaamistad
con frecuencia
y devociónyde
seguridad
sus morado
por espiritual. Cuanto es mejor el alma que
cuerpo, tanto más dulce es el alimento espi
res. Aquí se la llama casa de Marta: “Y una ritual en la mente que el carnal.
mujer, por nombre Marta, le dio hospedaje” De esto dice san Agustín: “Cuanto más
(Lc 10,38), porque era la mayor y llevaba el humilde se sentaba, tanto más ampliamen
cuidado de la casa. Y aquellas hermanas, te recibía; confluyó el agua con la bajeza del
llegada
bieron
que amaban
con
de este
alegría
conhuésped.
todo
reverente,
afecto agozosas
Jesús, lecon
reci-
la valle profundo, la colina sobrenada entre las
inquietudes”. El Señor, no queriendo según
curar
trabajó
niente:
Marta
al “Marta
Señor
para
al momento
proveerles
yestaba
a los discípulos
atareada
se del
preparó
modo
con
refección
para
muchos
conve-
pro-y su costumbre estar ocioso, hablaba palabras
de vida eterna; dando ejemplo a sus discí
pulos para que, cuando les hospedan, llenen
a los que les reciben de santas doctrinas.
María era ojos y oídos para contemplar su
516 PRIMERA PARTE

hermosísimo rostro y se confortaba con su siendo pecadora tocaba a Cristo puesto a la


suave conversación; se alegraba lo indecible mesa; por Judas de prodigalidad, por derra
en su mirada y sus palabras. No pensaba en mar el ungüento caro y ungir la cabeza y
nada más, atenta sólo a la dulzura de la pa- pies del Señor); por la hermana, de ociosi
labra divina y a las acciones de la vida con- dad, como está claro aquí. Y en todo calló
templativa; de aquella rica mesa del Señor paciente. Y Cristo respondió siempre por
recogía hasta las migas de su palabra. ella, y la excusó. (Mostró al fariseo que la
Marta, ocupada en las acciones de la vi- acción de María no era presunción sino de
da activa, fatigada del trabajo del servicio, voción; a Judas y los otros discípulos que
se detuvo, cesando un poco, y “acercándo- derramar el ungüento no era prodigalidad,
se”, molesta porque trabajaba sola en lo ne- sino piedad213). Mostró también a la herma
cesario de la casa y su hermana se estaba en na, que el sentarse María no era ociosidad,
descanso, quejándose al Señor que lo permi- sino que estaba ocupada en cosas mejores.
tía, le pidió que la encargara que la ayuda- María, que descansaba en las palabras del
ra en el
porta queservicio.
mi hermana
“Y dijo:
meSeñor,
haya dejado
¿no te sola
im- Señor, llena de admirable suavidad, desper
tando de su quietud al clamor de su herma
ro
en consiguió
el servicio?una
Pues
sentencia me ayude”; pe-
dile quecontraria. na, como del sueño, temió, y, con el rostro
inclinado al suelo, calló, y encomendó, co
María ya ayuda a Marta dirigiendo con mo ociosa, su causa al juez, sin preparar pa
consejos sus obras y rezando por ella. Mira labras que responder, para no remitir ni in
que estas hermanas no tenían siervo ni escla terrumpir la atención.
va que les sirvieran; ni el Señor cocinero o “Pero el Señor le respondió así: Marta,
portero que proveyeran su comodidad; con Marta”; excusando a María. La repetición
tra la soberbia, en especial de los prelados. del nombre es señal de cariño o de inten
Marta quejándose de su hermana habla en ción de avisar algo, para que se oiga inte
persona de los que, desconociendo la vida de riormente: “Te preocupas y te agitas por
contemplación, dirigen la sola obra agrada muchas cosas”; en muchas estás ocupada.
ble a Dios que han aprendido, el amor fra Las obras de la vida activa suscitan solicitud
terno; y así a cuantos quieren entregarse a y distracción de la mente y con frecuencia
Cristo por la contemplación piensan quitar inquietan. Si quieres vivir con alegría, no
los de esto. A esta objeción de los ignorantes quieras hacer muchas cosas; porque en mu
responde san Jerónimo en una carta, donde chas acciones serás menor. “Pues una sola es
invita a una señora noble y rica al yermo, di necesaria”; adherirse con gozo a Dios según
ciendo: “¿Cuándo tendrá fin este servicio el salmo: “Una cosa he pedido al Señor, y
imperfecto? ¿Acaso no tendrá el Señor de
eso buscaré”, etc. (Sal 27,4). O, “una sola
dónde alimentar a los pobres, sino por ti?”.
cosa”, Dios, el único que se ha de buscar en
tre todos. Por la vida contemplativa la
2. Cristo defiende a María
mente se adhiere a Dios, que es simplemen
María se ve acusada de tres modos: (por te uno; como por el contrario atendiendo a
el fariseo de presunción temeraria, pues las criaturas por la vida activa que son mu

213 Ver notas al c. 60,2; no confundir a Maria, ni con la pecadora y el fariseo, ni con la otra y Simón el lepro
so, en Betania. Cfr. supra.
61. LOS OFICIOS DE MARTA Y LOS DE MARÍA 517

chas, el alma se divide y se distrae por mu- en que se ejercita. María, pues, excusada
chas. Y, sin embargo, muchas cosas son ne- por las palabras del Señor, siguió sentada
cesarias a los que tienden a la única que de- más segura y descansó más felizmente.
be preferirse a todas. Dice san Agustín: “El Señor respondió
por María a Marta; él mismo se hizo su abo
3. María eligió la mejor parte gado siendo interpelado como juez. Su sen
tencia respondió a la que ponía reproche y
Añade: “María ha elegido la mejor par defendió a la que lo recibida. Marta estaba
te”, más segura y más digna. Es decir: Tú, atenta a cómo alimentar al Señor; María, a
no la mala; ella, la mejor. No te quejes del
cómo era alimentada por el Señor. Marta
ocio de tu hermana; es mayor el que se sien preparaba un banquete al Señor, y María ya
ta, que el que sirve. Pero ¿cómo se dice la se gozaba en él. Porque la dominaba una
mejor parte, si sólo la recibirá en la patria? admirable suavidad, que sin duda es mayor
Porque pregustó aquí ya aquella óptima si es de la mente que del vientre. Fue excu
dulzura y gozo de la patria, aunque no la al sada y siguió sentada más segura. El Señor
canzó como en el futuro. Pero no se repren no reprendió la obra, sino distinguió el ofi
de aquí la parte de Marta, porque también cio; uno es teórico, la contemplación de
es buena; se alaba la parte de María porque Dios, al que con razón se posponen todos
es la mejor; y por eso se añade: “que no se le los afanes de las virtudes”.
que
será permanecerá
quitada” (Lc 10,42),
para siempre.
porque eligió esto Dice san Ambrosio: “Que te mueva, co
mo a María, el deseo de la sabiduría, porque
otra
ra En
“ve estaunvida
sepor comienza,
perfeccionará
espejo, en crecerá
delenigma,
todo; y en
porque la
y entonces
aho- esta es la obra mayor, la más perfecta. Que
el cuidado del ministerio no te aparte del
conocimiento de la palabra celestial; y no
verá cara a cara” (1 Co 13,12). El fuego del acuses ni juzgues como ociosos a los que
amor, que aquí empieza a arder, cuando vea veas se dedican a la sabiduría. Marta, sin
al que ama, se encenderá más en amor. “La embargo, no es reprendida en su servicio;
caridad no muere nunca” (1 Co 13,8), por- sino que se prefiere a María, porque eligió
que una misma caridad hay aquí y perma- para sí la mejor parte. Pues Jesús abunda en
nece en la patria. “Hay un fuego en Sión, y muchas cosas y da generoso muchas cosas, y
un camino en Jerusalén” (Is 31,9), la con- por eso eligió como más sabia a la que ad
templativa es la misma; pero aquí la felici- virtió lo principal. Finalmente, los apósto
dad de la mente es semi plena, allí será per- les no juzgaron lo mejor “dejar la palabra
fecta. No se quitará la contemplativa, que, de Dios y servir a las mesas” (Hch 6,2).
sin la lucha del mundo presente, se perfec- Así pues la parte de María, el ocio de la
cionará; en cambio la activa, y la fe se deja- contemplación214, fue preferida al servicio
rá a veces y se quitará; porque en la patria de Marta; porque es más digna, más cercana
eterna no habrá obras necesarias de piedad, al trato de los ángeles, más segura, más des

214 Esta forma de vida es contemplación. La huerta del alma, para que dé flores y venga el Señor, “se puede
regar de cuatro maneras”, según santa Teresa en su Vida: 1º Agua de pozo (meditación), V 11,9s; 2º Agua de nor
ia (quietud) “con ayuda de torno y arcaduces”, V 14; 3º Agua de río (unión) “casi es Él solo el que lo hace todo…
agua a la garganta, casi del todo engolfadas las potencias”, V 16; 4º Agua de lluvia (unión), V 18. Luego esa
unión de sola voluntad (Marta y María), V 17,4. Ludolfo y los monjes sabían bien unir esas dos vidas.
518 PRIMERA PARTE

el
los
ocupación;
la
cansada,
será
lodo
ayuda el
activos;
quitada.
y más
y pero
más
la
polvo
La
feliz, y es
edificación.
trabajosa,
es
otra
que
más alpeligrosa,
duradera,
seútil
más
pega
por
Vidala
prójimo,
a los
solicitud
porque
activa
pieshay
por
no
dey necesidad fraterna. Dice san Agustín: “la
caridad busca el ocio santo; la necesidad de
la caridad toma un oficio justo; si nadie im
pone esta carga, hay que dedicarse a mirar
la verdad. Si es impuesta, hay que tomarla a
cargo, por la necesidad de la caridad”.
una que es propia de la autoridad y de la
común.
predicación; otraseloleeesque
Cuando del laservicio
activa se
y vida
pre 5. Vida activa y vida contemplativa
Estas dos hermanas amadas por el Se
fiere a la contemplativa, se ha de entender
ñor, Marta y María, presentan dos vidas es
la activa de la autoridad y la predicación;
pirituales, en las que se ejercita la Iglesia
pues en algo excede la activa a la contem
presente. Marta figura la activa, con la que
plativa, en algo ésta la excede a ella.
nos asociamos a los prójimos; y María, la
contemplativa, con ella suspiramos en amor
4. Se distinguen dos tipos de acción
que
virtudes
las
contemplación.
templación,
multos
en
acción.
el
virtudes
Los
pueda
desean
campo
de
Una
doctores
morales,
las
elevarse
llegar
morales,
de
es
que aen
pasiones
preciso
laDice
consiste
acción.
distinguen
se en
laydispone
por
que
la
san
ésta elejercicio
fortaleza
Pacificados
contemplación
el
antes
Gregorio:
dispone
ejercicio
eldosse
de
alma
clases
prueben
la
para
los
decon-
“Los
para
tu-
las
de
la de Dios. De ahí que no María, sino Marta se
dice que recibió al Señor en su casa; pues
María no tiene casa, porque la vida contem
plativa desprecia tener posesión de este
mundo. Le basta sentarse a los pies del Se
ñor, oír siempre la palabra de Dios y ali
mentar mejor la mente que el cuerpo. Le
basta, alejados los cuidados y preocupacio
nes, insistir asiduamente en lección y ora
ción, quedar libre en la contemplación de
Dios y con frecuente compunción de lágri
la virtud”. Queda claro que tal acción se or- mas, suspirar con mucha dulzura por la re
dena a la contemplación
conceden el fin
como fin;esy mejor
que la contemplación dención de los pecados y para recibir la vida
es mejor que lo que es para él. Así todos eterna.
Así fueron los profetas, los apóstoles y
que esa acción. muchos otros que, dejándolo todo y huyen
plación,
ta, como
La otra es acción
pero
enseñar
procede
y trabajar
que en alaladirección
de sigue
la plenitud contem-
de és- do del mundo, se adhieren a Dios, “como
no teniendo nada y teniéndolo todo” (2 Co
6,10). La vida activa se llama así porque
de las almas y obras semejantes. Algunos, siempre está en acto, siempre en fatiga y
que
elige
esta
to;
ción;basta
la
esta
acción,
pero
en
contemplación
absoluto,
acción
mirar.
deporque
estaesOtros,
acción
mejor
parece en
loesque
mejor
no
que
mejor
simplemente
habla
cambio,
latambién
contempla-
que
aquílodicen
Cris-
que
se trabajo y apenas alguna vez puede estar en
descanso. Por eso Marta “se atareaba con
múltiple servicio”. Vemos así que muchos
que están al frente de las Iglesias y servido
res y muchos otros van y vienen con solici
las
ción
se elige poren
almas,
debe sercaso;
cambio,
elegida
ahorapor
hay
bien,
sí,
quela
eltomarlo
contempla-
cuidadoque
por
de tud, trabajan, se agitan, de muchas maneras
se entregan a las necesidades y obras de mi
sericordia de los hermanos y prójimos, de
modo que con razón se dice de ellos que se
61. LOS OFICIOS DE MARTA Y LOS DE MARÍA 519

preocupan por el frecuente servicio215. Ma opuestas, sino por los oficios; convienen en
ría sentada, como contemplativa, calmados tre sí, pero los oficios son distintos. Porque
los tumultos de los vicios, goza ya del de el activo con frecuencia es contemplativo216;
seado descanso en Cristo; Marta está en pie; y, al revés, el que es llamado por la una, a
como activa trabajadora, suda en la lucha. veces realiza más y con más frecuencia los
Dice san Agustín: “Quedaron, pues, en oficios de otra. Los oficios de la vida activa
aquella casa que había recibido al Señor, dos son explicar, predicar en público, corregir,
vidas en dos mujeres, ambas inocentes, am- traer al redil a los que se alejan, enseñar a
bas laudables. Una trabajadora, otra ociosa; los que no saben, sustentar y alimentar a los
ninguna ora mal, cosa a evitar por la labo- pobres, dar consejo y auxilio a los que lo pi
ociosa.
riosa, ninguna
Había, pues,
desidiosa,
en aquella
a evitar
casa don
por vi
la den, librar al mísero de la mano del fuerte,
cuidar del enfermo, proveer a los que nos
das y la misma fuente de la vida”. Palabras están encomendados para que puedan sub
de san Agustín. sistir, dispensar lo que a cada uno le con
son Estas
previas
dos
y jefes
mujeres
de todo el de
llenas ejército
prudencia
ecle venga, practicar todas las obras de ayuda.
Los oficios de la vida contemplativa son
siástico. La multitud restante las sigue; leer para sí y en secreto, meditar en la ley de
unos van detrás de Marta, otros detrás de Dios, orar en secreto, pregustar y presentir
María. Pues nadie entra en la patria celes la suavidad y dulzura de la patria con los án
tial, sino los que han seguido a ésta o a la geles, adherirse al solo deseo del Creador, te
otra. Pero es preciso que cada uno considere ner la mente desnuda de todo lo terreno,
sus fuerzas y para qué es más apto. Si es más unirla con Cristo en cuanto la debilidad hu
hábil para la contemplación y la oración, mana lo permite; de modo que no le agrade
váyase con seguridad a la soledad a orar por ya promover nada, sino que teniendo bajo
sí y por otros; porque así no esconde el ta los pies todos los cuidados, el ánimo se enar
lento en tierra, sino en el Señor, aunque no dezca para ver el rostro de su Creador; de
predique, porque el talento de la oración y modo que el trato del contemplativo esté ya
devoción, el que vale más, y se siente mejor, como en el cielo, y no tenga sabor a nada te
rreno. El hombre contemplativo, verdadera
lo reparte a todos; ni se ha de llamar perezo
mente espiritual, debe ser tan fiel en toda su
so, el que está todo en santa devoción, ora
vida, y en cada una de sus obras, como si en
ción, en ayunos, vigilias, y lágrimas. Y so
cada hora fuera a ser juzgado ante Dios; y vi
bre la vida activa entiéndelo de modo
vir y arder con tan ardiente deseo, como si
semejante, a su modo.
en cada hora fuera a ser unido a los coros de
los ángeles para gozar eternamente de Dios.
6. Dos formas de vida, dos oficios
Y el que tiene el corazón elevado en lo alto,
Sin embargo no se hace división entre cuando se sienta, cuando anda, cuando des
estas dos formas de vida, como si fueran cansa, cuando hace cualquier otra cosa, el

215 Ludolfo escribe desde el claustro, abierto a la actividad humana. El lector debe entender que toda la ac
tividad para el bien común humano mantiene el lugar teológico de la vida activa, que ellos veían, como una par
te (oficio) de la vida cristiana. El prójimo “en necesidad” hoy es innumerable.
216 Lit.: “Activus enim saepe est contemplativus”. El P. Nadal formuló el ideal ignaciano: “In actione con
templativus” (contemplativo en la acción).
520 PRIMERA PARTE

corazón
dos
ner
felicidad
de los
la
al confianza
hombres,
amor
no
deseeste
deaparta
Dios;
yen
mundo;
amonesta
lo de
se
transitorio.
burla
Dios;
admira
quéde
exhorta
necio
la gloria
ceguera
esa po-
to-y dijo en el banquete: “Mata y come” (Hch
10,13), predicó al pueblo. El Apóstol arre
batado al paraíso, fue hecho doctor de las
gentes. De María se lee que solo estaba sen
tada y escuchaba y que no ayudó a su her
mana que se atareaba, aunque la hermana
7. Las
Perovidas
el contemplativo se funden
se alternan;según la oportu ansiosa le pidiera ayuda con cierta amargu
ra de la mente. Marta no se lee en absoluto
nidad y según lo pida la necesidad, tome los que mezclara la parte de María con su servi
oficios del otro, y de contemplativo sea ac cio, y por eso, como atestigua el Señor:
tivo; y al contrario, cuando se vea que con “María eligió la mejor parte, que no se le
viene a la Iglesia. Hildeberto Cenomanense quitará”.
(de Le Mans), a uno que habían tomado pa “Por María se señala a aquellos cuyo tra
ra prelado, y se quejaba de que se le había to está en el cielo, como los que dicen: “Mi
quitado el descanso de la contemplación, y ra, me he alejado huyendo,” etc. (Sal 55,8).
de que soportaba contra su voluntad la car Por Marta se reprende a los sacerdotes ne
sentabas
ga de la preocupación
con María a los
activa,
pies del
le escribe:
Señor, aho
“Te gociadores, en los que los muchos asuntos
excluyen el santuario y apagan el sacrificio
ra con Marta sirves al Señor. Te sedujo la del corazón contrito. Porque no puede suce
belleza de Raquel; pero no te enojes contra der que hable alguna vez con Dios, el que
Lía la legañosa, porque ésta te dio descen aun callando está charlando con todo el
dencia. María tomó del Señor los alimentos; mundo. A estos les salen al paso los nego
Marta se los prepara y presenta al Señor; és cios enemigos, cuyo recuerdo los sigue has
ta sirveeleldepan
sirven losde
ángeles;
los hombres,
en la mesa
a aquella
de ésta
le ta el altar santo; roban los sufragios de ora
ciones, y defraudan a sus tiempos los oficios
no molesta nada, en la de Marta muchas co eclesiásticos.
sas. Allí oías el cántico de los ángeles, veías “Marta sirvió, pero a Cristo; se apresu
los
mártires,
lirios las
de violetas
las vírgenes,
de los las
confesores;
rosas deaquí
los ró, pero para Cristo. Si corremos para no
sotros, buscando lo nuestro, hambreando lo
al Hijo de Dios que baja del cielo y dice: temporal, no somos Marta, sino negocian
“Hay
por unmás
pecador
alegría
quepara
se convierte”
los ángelesetc.
de Dios tes. Por tanto si corres así, tienes justa razón
de llorar y quejarte. Por lo demás, si haces
para
consideras
un
contemplativa
hablaba
que
to,
diendo
en la
descenso
oraba
lo
“Te
enseñaba
latienda
mismo ael
encon
gloria,
del
parece
con monte
el en
hablaba
aycomo
la
monte.
acuidado,
la
pueblo.
que
la
ruina;
multitud
activa;
ylo
lase el
saliendo
con
Moisés
diverso. en
contemplativa;
aPedro
debe
lalas
sin
activa
en
dos eslamonte
Señor,
embargo,
anteponer
campo
ade
Pues
quien
las
el materia
hallarás
descen-
tienda
Cristo
abier-
no
se
si es
lo
le
lay simplemente el oficio de Marta, haces bien;
si andas entre Lía y Raquel, haces mejor; si
te sientas con María y escuchas, muy bien.
Está bien sembrar lo que hizo aquella, me
jor cosechar que es lo que hace ésta.
“He dicho esto, para que juzgues un
gran bien alternar así los afanes de éstas, ya
te des a la quietud, ya a la utilidad de los
prójimos. Es una misma la escala, por la
que Jacob vio a los ángeles subiendo y ba
jando. Que ames a Raquel por la hermosu
61. LOS OFICIOS DE MARTA Y LOS DE MARÍA 521

ra, y a Lía por los hijos. Ninguna de las dos “Huerto cerrado y fuente sellada” (Ct 4,12).
debe posponerla el prelado, sino abrazar a 3º Hay una torre, por la que se entiende la
ambas. A cuál de las dos pongas primero, lo humildad, que arrastra al hombre a lo alto
ignoro. Pero esto sé, lo que dice el evange- hasta el cielo, según aquello: “El que se hu
lista: “Dos
mido, otro están en la cama,
será dejado”, etc.uno
(Mtserá
24,40).
asu- milla, será exaltado” (Lc 14,11); y como la
torre está para protección de todos los que
Todo esto es de Hildeberto. están en el castillo, así la humildad protege
y conserva todas las virtudes en el hombre.
8. Esto se lee en la Asunción Y esta defensa de la torre de la humildad es
Aunque esta historia que aquí se toca, muy conveniente al muro de la virginidad,
no pertenezca a la santa Virgen María, sin porque los dos se defienden mutuamente; y
embargo este evangelio se lee el día de su se dieron de modo excelentísimo en la san
Asunción217, porque ella es la aldea (el cas- ta Virgen.
tillo218) donde entró el Señor, o porque tuvo 4º Hay un foso, por el que se entiende la
las vidas y oficios de estas hermanas. Casti- pobreza, que expulsa del alma toda su terre
llo fue el cuerpo de la inmaculada Virgen nidad; y ésta se dio en la santa Virgen Ma
María, en que entró el Señor Jesús en la ría, de quien se dice: “Porque para ellos no
siete
concepción.
cosas que
Se llama
constituyen
castillo con
un razón,
castillo219
por había sitio en el albergue” (Lc 2,7). 5º Hay
una plaza de armas para la protección del
noble. 1º Está puesto en lo alto, es decir, la castillo
fortaleza está situada en lo alto, por lo cual eny lo necesario para los que se refu
gian ella; está en la santa Virgen que
se entiende la altitud de la vida espiritual; protege a los pecadores y a los que, perse
de modo que el hombre espiritual está ele
guidos por el enemigo, huyen a ella. 6º Hay
vado de la inquietud y afección de los mun
alimentos, sin los que el castillo no se pue
danos, en la altura de los deseos del cielo y
de conservar, por los que se entiende la
en la contemplación de lo divino. Así fue la
abundancia del alimento espiritual; la tuvo
Virgen María: tuvo en sí de manera muy
excelsa la altura de la vida espiritual. suficientísima en sí la santa Virgen, pues
2º Hay una muralla cerrada y firme; por ella contenía dentro de sí el pan vivo y ver
ella se entiende la firme clausura y la vigi dadero que desciende del cielo. 7º Hay un
lante custodia de la integridad virginal, que río que junta sus aguas, por el que se en
fue excelentísima en la Virgen María, pues tiende la plenitud de la gracia; ésta conflu
la muralla de la integridad virginal la valló yó en la santa Virgen, a la que dijo el ángel:
por todos lados de forma que no hubiera ac- “¡Salve, llena-de-gracia!” (Lc 1,28). Por eso
ceso alguno de desorden; ni llegara esto a dice san Jerónimo: “A los demás por partes;
sus sentidos ni de pensamiento; en ella se a María se le infundió toda la plenitud de la
verificó lo del Cantar de los cantares: gracia”.

217 En la nueva ordenación litúrgica del Vaticano II se señala el texto de la visita a Isabel, con el “Magníficat”.
218
Vimos ya en c. 50,6, sobre Mt 9,35. Aquí también La Vulg.: “Et intravit Jesus quoddam castellum”; Lu
dolfo que la sigue dice “castillo”. Y hace la alegoría de la Virgen como castillo (cfr. “castillo interior” de santa Te
resa); el texto griego y los actuales dicen: “una aldea”.
219
Aquí dice “castrum”, aunque acaba de decir “castellum” de la Vulg.; no “campamento” (castra, pl.); for
taleza: “castillo”.
522 PRIMERA PARTE

9. Aplicación a la Virgen María muchas cosas”, porque la santa Virgen estu


vo preocupada, cuando, en la persecución
“Entró pues Jesús en (un castillo)”, en la
de Herodes, huyó a Egipto, y cuando cono
santa Virgen, a la que vino el mismo Dios
ció que los judíos perseguían a su Hijo;
para derrotar al enemigo; “y una mujer por
“pero una sola cosa es necesaria”, a saber,
nombre Marta”, la santa Virgen, “le dio
una hermana llamada María”, “que un hombre muera en vez del pueblo, y
hospedaje en su casa”, en su seno; “y tenía
no que toda la nación perezca” (Jn 11,50).
pues la santa
Y María, la razón superior, “eligió la mejor
Virgen fue también María. Marta, por el
parte”, consentir en todo con la voluntad
afán de la buena acción; María, por el des
canso de la contemplación. Pues fue Marta divina; parte que “no le será quitada”; por
y activa, en el caso de Cristo su Hijo, ha que “¿No tenía que padecer esto el Mesías,
ciendo con él los oficios de piedad y miseri para poder entrar en su gloria?” (Lc 24,26).
cordia, cuidándole como madre con toda Dice san Anselmo: “Este castillo donde
sumisión. También en sus miembros, cuan entró Jesús, por semejanza, lo tomamos en
do
Precursor
sirvió adel
su prima y al mismo
Señor;Isabel, que dio a luz al
precursor especial como la intacta Virgen María, la
madre del mismo Jesús. Pues castillo se di
ce cualquier torre con muralla a su alrede
le acunó, le bañó, y con humildad le ofreció
los demás servicios. dor, que se defienden la una a la otra, para
María fue también contemplativa, oyen rechazar a los enemigos por la muralla, de
do al ángel y al Señor y hablando con ellos; y la torre; y por la torre, de la muralla. La
confiriendo en su corazón lo que había visto Virgen María se parece a ese castillo: la vir
y oído, cosas que descubrió a su tiempo, ginidad de la mente y del cuerpo la rodea
cuando se empezó a escribir el Evangelio; como muralla para que no se le acerque
entonces enseñó a los apóstoles lo que había ninguna codicia, ni el sentido se pervierta
en pie”,
aprendido;
dice:
quedó“Tenía siendo
unaconstante
hermana
en ello activa.
en
María.
la fe,
Por
Marta
“yeso
dijo:
se por ningún halago. Y como la soberbia sue
le impugnar a la virginidad, cuando la co
dicia no puede vencerla, por eso en esta vir
para
que
rior,
Señor,
secuando
llevarlo
queja
¿no tede
veía
aimporta
su
la que
hermana,
muerte,
apresaban
que...?”
preocupada
es laEsta
razón
a suMarta
Hijo
infe-
por ginidad hay una torre de humildad que
rechaza toda soberbia. Estas dos cosas, mu
ralla de virginidad y torre de humildad se
defiende una a otra; así nunca hubo en la
ello con natural compasión, como que trata humilde Virgen virginidad soberbia, ni hu
ra de liberarle; pero María es la razón supe mildad manchada”.
rior,
atiende
que contempla la divina voluntad, y Estas dos hermanas de Betania, como
de
Señor,
su
Dios,
pasión,
oyera
que
comotodo
lo
y, conformándose
si,
que sesentándose
su
hace
Hijo
porhabía
la
acon
los
ordenación
predicho
lapies
volun
del los santos Padres expusieron abiertamente,
designan dos vidas en la Iglesia: Marta, la
activa; María, la contemplativa. Esta traba
ja para ofrecer al que lo necesita los oficios
tad divina, consentía en que se hiciera así. todos de humanidad; la otra está libre y
gen
Es como
se quejara
si la razón
de la inferior
superior.de la santa Vir- contempla “qué suave es el Señor” (Sal
“Marta, Marta, estás ocupada y te turbas en 34,9). Ésta se ocupa en lo exterior; aquella
Pero oigamos lo que responde el Señor: contempla lo interior. Así como hay una
María singular, la Madre del Señor, así el
61. LOS OFICIOS DE MARTA Y LOS DE MARÍA 523

efecto de estas dos vidas, figuradas por las los judíos atacándole y queriendo darle
la
doscontemplación;
una
mo
ron hermanas,
en
mejor
persona,
María;
lo aun
nunca
es singular
en
nunca
María
todas,
una
ense
Marta
ella.
yentregó
otra
Nunca
obró
mostra-
así
co-
ena muerte. Al final se turbó en extremo, cuando
vio a su Hijo preso, atado, flagelado, escupi
do, coronado de espinas, objeto de irrisión,
abofeteado, crucificado, muerto, sepultado.
Marta
ción deylas
a otra
dos”.
que
María;
les esentiendo
propio. Llamo
la significa-
a una Por esto se dice bien de ella: “Marta, Marta,
estás solícita y te turbas con muchas cosas”,
etc. Nadie duda que la santa Virgen María
10. La actividad de Marta, en María querría que su Hijo fuera liberado de toda
tribulación, y ser ella misma ayudada en su
tribulación por la divinidad, que la parte de
“Pero veamos la actividad de esta Mar
María sabía, por la teórica, que estaba en su
ta, luego la contemplación de esta María;
Hijo. De esto es de lo que se queja Marta, de
para hacerlo mejor, comparemos lo que
que su hermana la deja sola en el trabajo, y
otros hacen como Marta, y lo que hizo ella.
pide su ayuda en ello. Ésta es la parte de
Otros reciben en su casa a cualquier hués
Marta.
ped; ésta, al Hijo de Dios, que no tiene
donde reclinar la cabeza; y no en su casa, si
que en laque
persona, Virgen
permanecerá
tomó carne sin en
finunidad
incorrup-
de 11. Ver en la Virgen la parte de María
no en su seno. Otros visten a un desnudo
con
puesta
unacomo
ropasea;
mudable
ésta, a ylacorruptible
Palabra de Dios,
com- “De la parte de María, alabada como la
mejor, ¿quién podría decir dignamente
cuánta y cuál fue? Si en la santa Virgen la
parte de Marta es tal, como hemos dicho y
tible
hambriento
da
humanamente
mida
exterior;
ey bebida
inmutable.
oésta
sediento,
exterior,
necesitado,
alimentó
Otros
sino
conalimentan
al
nocomida
dehombre
sólo
su pecho.
con
o bebi-
aDios
co-
un mejor, (aunque no la alaba el Señor, no la
menosprecia), ¿cuál es la parte que María
eligió como la mejor, que así la alaba el Se
ñor, que no se le quitará? ¡Oh qué gran
multitud de dulzura de Dios hubo en la
sí,
mo
de
obras
ésta
los
Hijo
“Y,de
menores,
hospedó
para
de
misericordia,
Dios;
recorrer
el
nodesnudo,
Señor
a un
en
que
toma
mínimo,
breve
de
si se
como
carne
aquellas
hacen
sino
hechas
o paños,
al
a uno
seis
su-a santa Virgen María, cuando vino sobre ella
el Espíritu Santo y el poder del Altísimo la
cobijó con su sombra y concibió del mismo
Espíritu Santo! ¿Qué no sabía de ello aque
lla en quien se ocultaba la Sabiduría de
le
lo
riciándole,
cupaba
bien
preso,
mo
cruz
dio
cubrió;
leestá
visitó,
de
seel
crucificado,
con
puede
Jesús,
pecho,
escrito:
hambriento
sino
el
llevándole
múltiple
su
decir
débil
bañándole,
madre”
“Estaba
como
de
dele
servicio”.
ella:
niño
con
puesto
(Jn
alimentó,
enungiéndole,
“Marta
19,25).
yfrecuencia;
pie,
echado
enAcudió
junto
cárcel,
sediento
seno
preo-
aca-
aaco-
só-
así
la
él Dios y en cuyo seno se adaptaba un cuerpo?
Ésta en verdad no sentándose sólo a los pies,
sino a la cabeza del Señor, oía la palabra de
su boca. Ella ‘guardaba con diligencia todas
estas palabras’, las de los ángeles, de los pas
tores, de los magos, y, cómo no, las de su
propio Hijo, ‘reuniéndolas en su corazón’
(Lc 2,51). Nadie jamás, como ella, gustó
“Se preocupaba y alteraba, cuando huía a “qué suave es el Señor”. Se embriagaba con
Egipto de la presencia de Herodes; al ver a la abundancia de la casa de Dios, y bebía
del torrente de sus deleites. Y no es extraño;
524 PRIMERA PARTE

junto
la fuente
a ella,
de más
la vida,
aún de
dentro
la que
de ella, estaba pruebe eximia en virtudes”. Por eso la Igle
gran perfección de las dos vidas.manaba
En muchasesa sia hace bien al cantar de ella:
Se vio que no tenía semejante, ni antes ni después.
cosas se ocupaba, como Marta; en una sola
se deleitaba, como María. “Y solo una cosa Y en la gloria “eligió la mejor parte”;
es necesaria” (Lc 10,42), porque muchas más sublime no hay ninguna en el cielo
son quitadas, una sola queda. De modo sin fuera del trono de la majestad de Dios; por
gular pues hizo la parte de Marta; de modo que “fue elevada sobre los coros de los ánge
singular eligió la parte mejor de María. les”; y esta parte mejor nunca se le quitará.
San Agustín, hablándole de ello, dice:
12. Se quita Marta, queda María “Tú, virgen gloriosa, has sido transportada
“Pero se le quita la parte de Marta; pues hasta esta gloria, de forma que no tengas en
ya no andará preocupada en servirle como a el cielo nada superior al Rey, ya que sobre
un
moniño, al que
a Dios. Ya notodos
se entristecerá
los ángeleshuyendo
sirven co-a pasando la dignidad angélica has sido eleva
da a sentarse al lado de tu Hijo. Porque don
Egipto de la presencia de Herodes, porque de el Rey Hijo tuyo puso lo que asumió de
ella subió al cielo y Herodes cayó al infier ti, allí te puso también a ti, Madre, de la
no. Ya no se turbará con las muchas cosas que fue tomado. Ni es posible creer que es
que le hicieron a su Hijo, porque todo le es tés en otra parte, que donde está lo que de ti
tá ya sometido. Ya el Hijo de María no será fue asumido”.
flagelado por los judíos o los soldados, ni lo
matarán. Porque “Cristo, una vez desperta 13. Aplicación moral a los religiosos
muerte
do de entre
ya nolos
tiene
muertos,
dominioyasobre
no muere;
él” (Rmla En sentido moral se expone hablando de
los religiosos. El castillo es la vida religiosa;
6,9). Se le quita, pues, la parte de Marta; las murallas de este castillo son el abad y los
pero para su bien, porque se le antepone la otros superiores; el foso es la pobreza, foso
parte de María, “que no le será quitada”. que el enemigo se esfuerza en llenar con
ángeles”;
Pues “ha sido
su deseo
exaltada
se hasobre
colmado
los coros
de bienes;
de los abundancia de riquezas para poder tomar el
13,12).
ve a Dios
Esta“cara
es laamejor
cara, parte,
como “que
es” (1noCo
le castillo. El agua que circunda el castillo, es
la fuente de las lágrimas; los alimentos, las
vigilias, el ayuno, la disciplina, con los cua
tercesión,
será partícipes
bién quitada”.
por Cristo
de
Queella,
Señor
nosotros
por nuestro.
sus seamos
méritos
Amén”.
tam-
e in- les la carne se disminuye pero el alma se ro
bustece; la torre es la contemplación.
En este castillo está Marta, los encarga
Todos estos textos son de san Anselmo. dos de los oficios, que andan solícitos y se
jor parte:
La Virgen
en la María
gracia,eligió
comotambién
en la gloria.
la me-
En turban con muchas cosas; y María, los
en
dancia
ción
ninguna
la
mogracia,
comparación
dice
deomnímoda
Dios
san
mujer
cierto,
Jerónimo:
ningún
esen
con
perfecta,
de
esta
hombre
virtudes,
la“Como
vida
Madre
por
por
es
en
porque,
más
bueno,
una
del
compara-
que
abun-
Señor
co-
así
se claustrales que residen en el claustro a los
pies del Señor. Y a este castillo viene el Se
ñor, cuando alguno viene a la religión por
hospitalidad; pues se recibe a Jesús, cuando
se recibe a alguien en su nombre. Jesús en
sus miembros entra en el castillo, el lugar
de la vida religiosa. Y una mujer, una cierta
62. RESPUESTA DE FE DE UNA “SAMARITANA“ 525

Marta, la compasión, significa que los de ral han de quejarse de los claustrales dados
los oficios deben ser mansos, benignos, y a la contemplación, desear la paz de la con
aplicados al recibir a los huéspedes. Y tenía templación y huir del tumulto de los nego
una hermana llamada María, no señora, ni cios mundanos.
sierva, porque los de los oficios no deben ser De esto dice san Bernardo: “¡Feliz la casa,
señores de los claustrales en el claustro, ni y santa la congregación, donde Marta se que
al revés, sino todos hermanos. ja de María!” Porque María no debe emular a
Hay un solo maestro, Cristo; y, si hay Marta, ya que “María ha elegido la mejor par
un solo Padre, Cristo, hay una madre, la re- te”, los claustrales en la contemplación; “no
gla. Ella se sienta a los pies del Señor, pues se le quitará”, nadie apela hoy contra un
en ella se describe el oficio de los claustra- claustral que quiere residir en el claustro; se
les: sentarse, callar, meditar y oír al Señor apela contra el que quiere que le nombren
que habla en las Escrituras y en su corazón. abad; o, “no se le quitará”, porque la vida ac
Pero Marta se queja: “Señor, ¿no te impor- tiva cuando falta la vida presente, desaparece;
ta que...?”; así los encargados de lo tempo- la contemplativa sigue después de esta vida.

Oración

¡Señor Jesucristo, que por nosotros viniste a la carne, por la unión de la naturaleza di
vina y humana!
Que las entrañas de tu piedad se conmuevan por mí, indigno siervo tuyo, pecador y reo.
Ven a mi mente por la fe, méritos e intercesión de la Marta, que te hospedó en su seno
y de aquella María que guardó tus palabras en su corazón, tu clementísima Madre; para
que no ame nada, ni busque nada, ni desee pensar en nada sino en ti.
Que tú solo seas mi esperanza y mi todo; que pueda pregustar aquí, en cierta medida,
la dulzura de tu consolación. Amén.

62. RESPUESTA DE FE DE UNA “SAMARITANA”


Juan 4,3-42

1. Jesús camina por Samaría ellos eran en parte gentiles. Tenía que pasar
“Y marchó de nuevo a Galilea” (Jn 4,3), por la disposición del camino, pues Samaría
de donde había ido a Judea. Antes de llegar está entre Judea y Galilea. “Llegó, pues, a
a Galilea, “tenía que pasar por Samaría”; no una ciudad de Samaría”, a Siquén, nombre
quería ir a los samaritanos, pues dijo a sus que alterado se decía “Sicar”220, ahora se lla
discípulos: “No vayáis a los gentiles”; y ma Neápolis; en el miliario cuarto de la

220 “La antigua Siquem (Sicara en arameo), o la actual aldea de Askard, al pie del monte Ebal, a unos mil

metros del “pozo de Jacob”. De este pozo no se habla en Gn” (BJ, 1510). “Sicar: a un kilómetro de Siquén; en
tiempo de Jesús no llegaba a ser ciudad, sino sólo una pequeña aldea” (NT.MI, 396).
526 PRIMERA PARTE

ciudad de Samaría, que ahora se dice Sebas- ñar se sentaba, pues era el sumo doctor.
te; por esta ciudad se llama Samaría toda la “Era hacia mediodía”221.
región. La causa de la fatiga era que había tra
Sicar dista trece leguas de Jerusalén, al bajado largo tiempo predicando y no tenía
norte. Se dice en el Génesis, que Jacob vi- cabalgadura para el camino. Esta fatiga de
niendo de Mesopotamia, compró a Emor, Cristo al mediodía es señal de su Pasión fu
principal de la ciudad, un campo para habi tura, a esa hora. El Señor se fatiga según la
tar junto a la ciudad; pero por el rapto de carne, cuando su fortaleza nos creó; se fatiga
Dina, su hija, los hijos de Jacob mataron a el que recrea a los cansados; con su presen
los habitantes de la ciudad, y así quedó po- cia nos afirma. Él asumió todo lo propio de
sesión suya (Gn 34,2). Jacob, estando para nuestra naturaleza, sin el pecado, para, co
morir dio este lugar a su hijo José; pero, mo débil, darnos fuerza a los débiles. Su
más tarde vino a samaritanos y aún no cre- fuerza nos creó; su debilidad nos recreó.
yentes. “Y estaba allí la fuente de Jacob”, el Tomó la naturaleza humana, y los defec
pozo, no lejos de la puerta sur de Sicar; Ja tos que la rodean y que convino que asu
cob lo cavó cuando vivía allí. Así se llamó, miera. Las penas son aptas para el ejercicio
pero por lo que sigue se llamó luego pozo de la virtud perfecta, y testifican la natura
iglesia, en forma Sobre
de la samaritana. él seenconstruyó
de cruz medio deuna
la leza humana. Por eso asumió de verdad las
penalidades corporales y espirituales rela
cual está situado el pozo y a su izquierda se cionadas con nuestra común naturaleza, el
muestra la mansión de Jacob: “y el campo hambre y la sed por falta de alimento, la
que dio a su hijo” (Jn 4,5). tristeza y el temor por un hecho; calor, frío,
El pozo se llamó fuente, porque todo desfallecimiento y demás. Pero no asumió
pozo es fuente; pero no toda fuente es pozo. todos los defectos de las múltiples formas
Fuente se dice donde mana agua de la tie de enfermedad; ni todos los defectos espiri
rra; si mana en la superficie se dice solo tuales, como la maldad, la ignorancia, la re
fuente; si mana en lo hondo, se llama pozo, beldía de la carne contra el espíritu, etc.
sin perder el nombre de fuente; así se pone Cristo, queriendo mostrar la verdad de
aquí fuente por pozo. la naturaleza humana, la permitía actuar y
padecer lo que es propio del hombre; que
2. Se sienta fatigado del camino riendo también mostrar en sí la voluntad de
“Jesús, fatigado del camino”, por la de- la naturaleza divina, hacía y realizaba las
bilidad aparecía su verdadera naturaleza hu- obras de Dios. Por eso cuando retraía de su
mana, “estaba sentado, sin más, junto a la cuerpo el influjo de la fuerza de la naturale
fuente”, o pozo, por la aptitud del lugar pa- za divina, tenía hambre y se fatigaba; y
ra descansar y evangelizar. Para hacer des- cuando mostraba en su cuerpo esa misma
cansar el cuerpo, pues por el trabajo se sen- virtud divina, sin alimento no tenía hambre
tó, como dice el Crisóstomo. Y la fuente era y no se fatigaba en los trabajos.
lugar apto para la enseñanza de Cristo, en Se fueron, pues, los discípulos a la ciu
quien está la fuente de la sabiduría, de la dad de Siquén a comprar alimentos. Según
gracia y de la vida; por la autoridad de ense- el Crisóstomo, el evangelista enseña así la

221 Lit.: “Hora… quasi sexta”; las versiones traducen hoy o dicen en nota: “mediodía”.
62. RESPUESTA DE FE DE UNA “SAMARITANA” 527

humildad de Cristo al quedarse solo; así uno de los sacerdotes cautivos a que les ense
acostumbró a los discípulos a pisotear toda ñara a dar culto a Dios. Ellos, persuadidos
soberbia. Advierte también ahí la sobrie- del consejo, recibieron, por miedo a las fie
dad de Cristo, pues se cuidaba tan poco ras enviadas por Dios, los libros de Moisés y
del alimento, que no llevaba consigo nada de Josué su discípulo, y las cosas legítimas
comestible. de la tierra; pero no las profecías. Por eso te
nían la circuncisión, pero no dejaban la ido
3. Se habla de los samaritanos latría; tenían la Ley y adoraban a los ídolos,
y así en parte eran gentiles, en parte judíos.
“Llega una mujer de Samaría”, de esa
Llamados antes cineos por el río, se les llamó
ciudad de Siquén, capital de los samarita
samaritanos, por ser entre gentiles y judíos.
nos. “A sacar agua”, por sed corporal; pero
Los judíos, pues, los detestan, se abstie
en misterio, por falta de doctrina y gracia.
nen de sus alimentos y vasijas; los llaman
Entre ella y Cristo hubo un diálogo, pues
suplantadores, porque reivindican la heren
tuvieron muchas frases mutuamente. Le pi
cia del patriarca Jacob, por él se les llamó a
dió agua el Señor222, como quien tiene sed
los samaritanos jacobitas. Los judíos tenían
de su fe; tenía sed del agua por la fatiga del
precepto de no firmar alianzas ni amistades
camino y de la salvación de los hombres por
con las naciones; pero abominaban en espe
su amor. La mujer advirtiendo que era judío
cial a los samaritanos; los tenían como exco
por las franjas de su manto, dijo que los ju
mulgados; en parte porque habían ocupado
díos no se trataban con los samaritanos, por
su tierra; también porque les causaban mo
que los judíos se abstienen de ese trato. Eran
lestias, porque reedificaban el templo y la
distintos en el culto de Dios, y en la circun
ciudad; porque daban culto a los ídolos; y
cisión, y lo eran en la ropa; los judíos tenían
porque oraban en el monte y no en el tem
franjas al borde del vestido, por ellas se dis
plo de Dios.
tinguían de los aún no creyentes. Que te co
nozcan también a ti como cristiano por el
4. El lugar de oración, controvertido
vestido y la sobriedad en alimentos, edifi
cios y demás; seas clérigo o religioso. Pero, Dialogando con Jesús, la mujer le oyó
ay, hoy apenas se conocen ni se distinguen que ella había tenido cinco maridos, según
unos de otros clérigos y laicos, cristianos de la ley, y que del sexto era concubina, porque
infieles. no era su marido legítimo, aunque así lo
El rey de los asirios, después de llevar creyeran los del lugar; y dijo: “Veo que eres
diez tribus a la cautividad, envió hombres profeta” (Jn 4,19), porque revelas los secre
propios en odio a los judíos para poblar con tos. Como diciendo, según el Crisóstomo:
ellos el reino, la tierra de Samaría. Pero el al decirme cosas ocultas, muestras que eres
Señor envió leones que los devoraban, y el profeta. Por eso se volvió a preguntarle so
rey de los asirios, habido consejo, envió a bre una duda que traían entre sí judíos y sa

222 “Dame de beber: nota realista de Dios, que mendiga un sorbo de agua, e introducción al tema del diá
logo. ¡Oh qué sed tiene de dar!… Sed tiene de que apaguemos la nuestra” (B. Gracián). ¡Qué leves y qué bara
tos son los pedidos de Dios, del rey Cristo a sus vasallos! Pide para dar. El negarle a Dios lo que nos pide nace de
que no conocemos que su pedir es dádiva. ¿Qué nos pide que no sea para nosotros?” (Quevedo). Lo que más ne
cesitaba y debía pedir la mujer era conocimiento interno de Cristo, cfr. v 10” (NT.MI, 396).
528 PRIMERA PARTE

el sacrificio,
adorar
Los
ymaritanos,
judíos queelambos
era Jerusalén,
sobre
decían que
lugar
y eleldebido
templo
ponían el edifica-
lugar de
propio
junto
oración
a de
sí. en figuras. Y añade: en verdad; excluyendo
así la falsedad y el error de la idolatría, que
había en el culto de los gentiles, porque
ambas cosas fueron retiradas por Cristo.
do
cual
nos.
el monte
por
Por
losSalomón
judíos
elGarizim
contrario, ellos
seenpreferían
situado
monte
samaritanos
junto
a Moria,
los asamarita-
Siquén,
decían
por el Desde la predicación de Cristo comenzó
la predicación del Evangelio, y se introdujo
el verdadero culto divino; y de los judíos y
los gentiles se hizo un solo pueblo cristiano.
junto a la fuente indicada, a la derecha don Cuando, quitada la sombra, brilló la luz de
de adoraron los padres. la verdad de la fe, quedó claro que no estaba
Como antes de la construcción del tem Dios en lugares materiales, sino mejor en
plo los judíos acostumbraron adorar y sa las mentes. Es como si dijera: No prefiero
crificar en los montes, por eso es probable un lugar a otro para adorar; sino que en to
que Jacob y sus hijos, que habitaron junto das partes se adore a Dios sólo “en espíritu
a aquel lugar, hicieran oraciones y sacrifi y en verdad”, en el fervor del espíritu, y por
cios en el
templo hospitalario
monte Garizim. Allí de
de Júpiter, hayélaún un
se ha la dilección o caridad que es del espíritu,
por las cosas que son de verdad, por las eter
bla en el segundo libro de los Macabeos y nas; o en espíritu y verdad, en la especial
es
lospatente al queselojactaban
samaritanos mira. Por
contra
este los ju
monte adoración de lo íntimo del corazón, en la
verdad de la fe y su conocimiento. No pen
díos, pues era aún lugar célebre. Los sama séis que la oración es mejor por razón del
ritanos llamaban
Testamento sus padres,
a los padres
porquedel
habían
Antiguo
reci lugar corporal, sino más bien en razón del
bido los libros de Moisés y en parte eran fervor y deseo.
Como Dios es espíritu y no cuerpo, bus
judíos. Es claro que el lugar más conve ca un lugar espiritual, un corazón limpio,
niente estaba en Jerusalén, porque era el entregado y una mente pura, no fingida; no
elegido por Dios para ser el lugar de la ora busca un lugar corporal como un monte en
ción y del sacrificio. el que se haya de orar, porque el lugar no es
de la sustancia de la oración. Su templo es
5. Adorar a Dios en espíritu y en verdad el espíritu puro, en el que se rece por verda
do elJesús,
tiempo
en respuesta,
del anuncioledel
diceEvangelio,
que ha veni-
“la deros bienes, los eternos, no de vanos y
transitorios. Él, como está en todas partes,
tendréis
hora en que ni en ese monte ni en Jerusalén así en todas partes quiere y puede ser adora
cesado
to
adoradores
verdad”
adoración
de los
las(Jn
gentiles.
ceremonias
deadorarán
que 4,23).
adorar aldePadre”,
la LeySino
Dice
no
al era
que
Padre enporque
allosPadre,
al“los
judíos
Padre,
verdaderos
espíritu
porque
y sino al
el cul-
han
lay do. Así dice David: “En todo lugar de su
dominio bendice alma mía al Señor” (Sal
103,22). Sobre esto dice san Teófilo: “Los
samaritanos opinaban que Dios se encerraba
en un lugar y que en ese lugar era preciso
por
cualtemor.
amor;
se excluyen
yDice
ellostambién:
le adoraban,
las ceremonias
en espíritu;
como
carnales
siervos
por loy adorar a Dios contra los cuales dice que los
Señor: pues nosotros adoramos, como hijos, verdaderos adoradores adoran en espíritu,
no local, sino espiritualmente. Para los ju
díos todo era en figura, y por eso dice que
los verdaderos adoradores no adorarán en fi
62. RESPUESTA DE FE DE UNA “SAMARITANA” 529

gura,essino
espíritu,
que verdad,
busca
en verdad.
verdaderos”.
adoradores
Porque
espirituales;
como Dios por-
es Admiraban su clemencia que enseñaba a
una pagana, a una extranjera y en error; ig
monte,
mejor
Pues
que
cerca?
tecreo
‘Habita
desde
oirá
juzgas
que en
enseguida,
loDios
que
alto.
loestás
está
alto,
¿Porque
como
en
pero
cercano
losimira
alto,
estás en
me
clamaras
a aDios,
lo oye
hu-
un
dey noraban ellos el misterio porque esta mujer
llara,
También
decías, dice
algúnsan
monte
Agustín:
alto “¡Oh
y solitario!
si ha- era prototipo de la Iglesia futura de los aún
no creyentes, que él buscaba, porque “vino
a buscar y salvar lo que estaba perdido” (Lc
19,10).
Dice san Juan Crisóstomo: “Se admira
ban cierto de la sobreabundante mansedum
bre y humildad de Cristo, porque siendo tan
milde’ (Sal 113,5-6).
(Sal 145,18). El Señor
¿De quiénes? está de
¿Quizá cerca’
los eminente llevó a bien hablar, con tanta hu
mildad, a una pobre y samaritana”. “Sin em
altos? ¿’De los que trituraron su corazón’? bargo, nadie le dijo: ¿Qué quieres, o de qué
¡Cosa
acerca
conoce
los ve adesde
admirable!
de
lo lejos
humilde.
lejos;
lo excelso’.
Habita
tanto
‘Miramenos
loen
Ahumilde,
los
losesoberbios
alto
acerca
pero
y sea hablas con ella?” Sabían que no era nada in
útil o vano, aunque no lo vieran abiertamen
te; quedó bien claro por el efecto.

un
ellos,
monte?
cuanto
Desciende
mayores para
se creen.
que lo¿Buscabas
alcances. 7. La samaritana deja el cántaro
La mujer, adoctrinada por Cristo, por el
Pero ¿quieres ascender? Asciende. Pero no
fervor de anunciar lo que había oído, “dejó
quieras buscar un monte: ‘Ascensiones en
el cántaro y marchó a la ciudad”, a anunciar
su corazón’ (Sal 84,6) dice el salmo, en el
las grandezas sobre Cristo, animando a los
hondo valle del llanto. El valle cerrado tie
ciudadanos a salir a ver al hombre que le di
ne la humildad. Luego hazlo todo dentro.
jo todo lo que había hecho. Es clara la devo
Y, si buscas algún lugar alto, algún lugar
ción que había concebido hacia Cristo; por
santo, muéstrate a ti, por dentro, templo de
que olvidando el agua necesaria para la vida
Dios. Pues ‘hay un templo santo de Dios,
corporal, corrió enseguida a anunciar el
que sois vosotros” (1 Co 3,17).
agua espiritual, descuidando el bien corpo
Cristo instruyó a la mujer sobre el ver
ral, por la salvación. En lo cual sigue tam
dadero culto divino en el próximo futuro;
bién el ejemplo de los apóstoles, que “de
las idolatrías de los gentiles y las ceremo
jándolo todo, siguieron al Señor” (Lc 5,11).
nias de los judíos debían convertirse al cul
De esto dice el Crisóstomo: “Como los
to divino espiritual de la nueva Ley.
apóstoles al ser llamados, ella deja el cánta
ro y hace la obra de los evangelistas; y no
6. Cristo habla a solas con la mujer
llama sólo a uno, sino a una ciudad entera”.
ban“En
mujer”
sorprendidos
(Jn
esto4,27);
llegaron
de
no sus
que
por discípulos
sospecha
hablara con
alguna,
y esta-
una Y san Agustín: “Convenía que creyendo en
Cristo, renunciara al mundo; y, dejando el
cántaro, mostrara que abandonaba la codi
sino
la tierra
porque
se dignaba
tal y tan
hablar
grande
a una
Señor
mujer
de sola,
toda cia mundana. Echó fuera la codicia y se dio
prisa a anunciar la verdad. Aprendan los
hable
blar
pobrecita
con
conellas,
yuna
pagana.
mujer,
y a veces
No
pues
seleaadmiran de que
acompañaban.
veces solía ha- que quieren evangelizar a dejar primero el
cántaro junto al pozo”. Esto indica también
la devoción de la mujer, que no se aver
530 PRIMERA PARTE

güenza de confesar su ignominia, para lle- sofos. Uno, para mostrar que su señor había
var a sus conciudadanos a la predicación de sido vano, dijo: Ayer a éste no le bastaba el
Cristo. mundo entero, hoy con una pequeña sepul
De nuevo, el Crisóstomo: “No se aver- tura está contento. Otro para mostrar que
gonzó de decir esto; porque cuando el alma es vano reunir oro y plata, dijo: ayer este
está encendida por el fuego divino, ya no hacía un tesoro de oro, hoy el oro hace un
mira a nada de lo que hay en la tierra, ni a tesoro de él. Otro para mostrar que eran va
la gloria, ni a la vergüenza, sino sólo a la nos los deleites del cuerpo, dijo: ayer éste
llama que la domina”. Y ella decía: “¿No estaba lleno de delicias, hoy es comido por
será éste el Mesías?” Es como si dijera: así los gusanos.
parece por el efecto; pues parece más Dios 2º Cristo inducía a esta mujer, y a no
que hombre; porque sólo Dios conoce los sotros, a desear el amor de Dios, al decir:
pensamientos y secretos de los hombres. “El que beba del agua que yo le dé”, de la
gracia del Espíritu Santo,”no tendrá sed ja
8. Dejar el mundo, amar a Dios, conocer más”, porque el amor del Espíritu Santo
a Cristo apaga el amor de los deleites y bienes mun
Advierte que en este pasaje Cristo indu danos. Dice san Agustín: “El que beba del
ce a la mujer y a nosotros a tres cosas. río del paraíso del que una sola gota es ma
1º A despreciar el amor del mundo, y de yor que el océano, se apagará en él toda la
las cosas que hay en él, cuando dijo: “Todo sed de este mundo”.Una gota de este río del
el
que bebe de esta agua volverá a tener paraíso había gustado san Pablo, y al ins
sed” (Jn 4,13), aunque le quite la sed por tante apagó en él toda la soberbia; al lobo
un tiempo. Porque el amor de las cosas feroz le cambió en manso cordero. La había
mundanas, sean riquezas, delicias o bienes, recibido san Mateo, y al momento extin
no apaga la sed, la aumenta. De ellos se di- guió en él toda avaricia, y al ladrón le hizo
ce en los Proverbios: “La sanguijuela tiene contemplador; porque el que antes robaba
dos hijas: Dame, dame” (Pr 30,15). La san- lo ajeno, luego despreciaba lo propio. La re
guijuela es la madre de la soberbia, causa y cibió Magdalena, y luego extinguió en ella
comienzo de todos los males; tiene dos hi- toda lujuria; a la corneja negra la cambió en
jas, la codicia y el placer; el soberbio no so- paloma blanca.
lo ansía el honor, también roba los bienes 3º Inducía el Señor a esta mujer y a no
de otros y vive voluptuosamente. sotros también a conocerle a él, a Cristo223.
Qué vacías y vanas son estas cosas, se ve La samaritana fue subiendo por gradas en su
en la muerte de Alejandro Magno, que ha- conocimiento: primero dijo que él daba cul
bía sido señor de todo el mundo, lleno de to al único Dios, al decir que era judío, y es
riquezas, libidinoso; colocadas sus cenizas to fue mucho. Luego dijo que era profeta y
en un vaso de oro, se reunieron allí los filó- esto era más; por fin dijo y creyó que él era

223 “Todo el relato está orientado hacia la revelación de la identidad de Jesús; la mujer samaritana, cuyo

auténtico pecado, del que brota su vida moral, es no conocer a Jesús, ha de ir aceptando el don de Dios”, crecien
do en la fe. “Conocer es el primer paso de la conversión. Jesús sí adora lo que conoce; los demás no adoran por
que no conocen… En la samaritana hay avance en ese conocimiento: Jesús es ‘un judío’; tal vez ‘más que Jacob’;
es ‘un profeta’; sin duda es ‘el Mesías’. Al final, los samaritanos lo definen del todo: ‘Sabemos que es el Salvador
del mundo”. (NT.MI, 397).
62. RESPUESTA DE FE DE UNA “SAMARITANA” 531

el
tender,
mente
se
“Por
hierba,
Cristo,
da sí
adeluego
pues,
entender
misma
lo
y esto
mínimo
que
una
lafue
en
espiga,
debemos
tierra
lo
Marcos,
a lo
máximo.
fructifica:
luego
mayor.
subir
donde
grano
Se
Este
paulatina-
primero
da
segordo
grado
adice:
en- Jesús añade: mi comida y gusto, mi fir
meza y sustento está en que sin cuidarme
de la comodidad corporal por la salud (co
mo los apóstoles, que “dejándolo todo si
guieron al Señor”...), “mi comida es hacer la
voluntad del Padre que me envió y llevar a
glosa, el temor,(Mc
en la espiga” la conversión,
4,28); es decir,
la caridad;
según lo
la cabo su obra” (Jn 4,34); la que sé que él
quiere, en la conversión y redención de los
segundo
los
primero
abajo
perfectos.
después
pertenece
de losSobre
del
quecapítulo
aprogresan,
esto
los tienes
quesiguiente,
comienzan,
lo
mástercero
extenso
en de
el
la hombres; “que quiere que todos los hom
bres se salven y lleguen a su conocimiento”
(1 Tm 2,4). La voluntad del Padre es que
creamos en su Hijo; y la obra del Padre es
parábola segunda, de la cizaña. proveer nuestra redención. La comida, pues,
y la bebida de Cristo es nuestra fe y nuestra
9. Mi comida es hacer la voluntad del salvación, que él buscaba con gran deseo,
Padre como está escrito: “Mis delicias son estar
“Entretanto”, mientras la mujer se ha con los hijos de los hombres” (Pr 8,32).
bía ido y predicaba a los de la ciudad, antes Por tanto, ofrecemos a Dios una comida
de que los samaritanos vinieran a él, “sus espiritual, cuando por gracia previa le pedi
discípulos le rogaban: Rabí, come”. Para mos nuestra salvación, diciendo: “Hágase
eso habían traído los alimentos, y le veían tu voluntad en la tierra como en el cielo”.
cansado. Era la hora de comer, el lugar Según Orígenes, todo hombre que obra
adecuado y la ocasión buena, en ausencia bien, debe dirigir la intención a dos cosas,
de la gente. Tomando la ocasión de la co al honor de Dios y a la utilidad del prójimo,
incorporados
samaritanos,
mento
mida corporal,
espiritual,
que
a él; de su
comienza
por
por eso
la predicación
conversión
añade:
a hablar de
“Yodel
fueron
tengo
ali-
los porque “el fin del precepto es la caridad” (1
Tm 1,5), que contiene el amor de Dios y
del prójimo. Cuando hacemos algo por
Dios, el fin del precepto es Dios; y cuando
para
conocéis” un4,32).
comer(Jn alimento
Como
quesivosotros no
les dijera: le hacemos por la utilidad del prójimo, el
fin del precepto es el prójimo. El Señor por
otra comida, la conversión de los gentiles, tanto hace la voluntad del Padre enseñando
me gusta
traído. más
Dice sanque
Teófilo:
la comida
“Llama
queaquí
habéis
ali a creer en él; realiza su obra, manifestando
el misterio de la Encarnación, hasta que por
mento Como
trando
ción. cuánto es
a la salvación
deseo
deseable
tiene
de losdehombres,
nuestra salva-
mos- la Pasión y demás lo lleve a su plenitud. Y
que inste el tiempo de hacerlo lo muestra al
acomer,
sia,
ejemplo
cuandodel
lo es les
Señor
paraofrecen
los dádivas
prelados
él salvarnos”.
parade
denosotros
alimen-
Diganla Igle-
esto, decir: “¿No decís vosotros: Todavía otros
cuatro meses, para que venga la siega?” De
aquí se deduce, como se dice en la historia
escolástica, que esto sucedió en invierno, y
tos
mento
y demás:
que “yo tengo para comer un ali-
vosotros en el mes de enero; porque en aquella re
menosprecien
los ojos del corazón.
las ofrendas,
no porque
conocéis”;
ciegany gión cálida las mieses son tempranas; por
eso en la fiesta de Pentecostés se ofrecían las
primicias de los cereales.
532 PRIMERA PARTE

Se
la
tiempo
colección
secha
congregación
cual
llama
cosecha
Cristo
seinteligible
reúnen
de
cosecha
de
quiere
lamaterial
los
cosecha
de
enfrutos;
material
los
ydecir:
elespiritual
granero
hombres
espiritual
aún
en
aunque
yfigura
está
espiritual
del
aenla
el
está
distante,
Señor.
se
lavocación
tiempo
llama
fe,
encima.
apor
Y
la co-
re-
así
de
el
lay los samaritanos no eran capaces aún de la
gloria.
Así también hoy, cada día, la mujer, es
decir, la Iglesia, anuncia a Cristo a los que
están fuera; vienen a Cristo por la fama, y
creen en él; y Cristo se queda por la caridad
dos días con ellos, les da los dos preceptos
de la caridad, la dilección de Dios y del pró
sigue:
ojos
la siega”,
y contemplad
“Mirad,
vestidasoscon
las
digo,
la
tierras
blancura
levantad
ya doradas
de vuestros
la devo-
para jimo: en ellas consiste la ley y los profetas.
Roguémosle también nosotros que nos en
señe a amar y a guardar los dos preceptos de
ción, y maduras para cosechar y segar. Decía la caridad y la fe de los dos Testamentos. “Y
esto por
llamó
siega, preparados
campos
los samaritanos
blancos
y dispuestos
y que
preparados
venían
a creer.apara
él; los
la creyeron muchos más por las palabras de
él”, pues le preferían como palabras de vida,
ya que “nunca ha hablado así hombre algu
no”, y así “decían a la mujer: creemos ya, no
10. Conversión de los samaritanos porque tú lo decías”, pues era nada en com
paración con lo que vemos.
“De aquella ciudad, muchos samaritanos
Porque, aunque alguno sea inducido a
empezaron a creer en él por las palabras de
la fe por la enseñanza de alguien, la fe, sin
la mujer, que testificaba: Me dijo todo lo
embargo, por sí, se apoya en la verdad, fuer
que hice”, aun cosas ocultas. “Así que, cuan za y virtud divinas, para afirmar lo que
do se le acercaron los samaritanos le rogaban
cree. “Nosotros mismos hemos oído”, por
que se quedara con ellos” (Jn 4,39-40); para
fuera y por dentro, las palabras de sabiduría
que los instruyera y confirmara en la fe. Mi
de él, que es Dios y hombre; “y sabemos”;
ra la devoción de los oyentes; recibida la fe,
creemos con fe firme, porque hay mayor
deseaban que su enseñanza los informara
certeza de adhesión en la fe que en la cien
mejor para su confirmación. Se arguye ahí
cia; y porque no basta creer con el corazón,
contra la dureza de los judíos, que hicieron
sino que hay que confesar la fe con la boca.
lo contrario.
Y por eso confiesan su fe diciendo “que és
Dice el Crisóstomo: “Así pues creyendo
te es verdaderamente el Salvador del mun
sólo por el testimonio de la mujer, sin ver
do” (Jn 4,42).
ningún milagro, salieron, suplicando a
Cristo que se quedara con ellos; y los judíos,
11. Meditación de esta historia
viendo los milagros hicieron todo lo posible
los
parasignos,
echarlesiguieron
de su región.
sin corregirse;
Los judíos,y vistos
estos, Mira ahora al Señor Jesús. Para caminar
no usaba cabalgaduras ni otros medios de
sin signos,
ción,
accediendo
siempre el Señor
mostraron
“se satisface
quedó allí a mucha
a los
dos devotos
sudías”; en
fepor
ensu
petición, él”.
los
comoY
ora-
dos transporte, sino que andaba a pie, para no
ser carga a adonde llegaba. Mira cómo can
sado del todo marcha con dificultad, y al fin
los
gloria; en de
preceptos
creyentes.
éstelaPero
yacaridad, en que
noelsetercer
quedódíaallí,
es el
instruye
porque
de laa se pone sobre el brocal del pozo. Éste estar
fatigado del camino, nos da ejemplo de no
rehuir el trabajo por la salvación de otros. A
la vez, de pobreza; ya que predicaba y se
62. RESPUESTA DE FE DE UNA “SAMARITANA” 533

sentaba junto al pozo, sobre la desnuda pie gún el tiempo, cuando todos toman la co
dra. Es como si dijera, según el Crisóstomo, mida, preparaban los alimentos. No como
no en un trono, o almohada, sino simple nosotros, que apenas levantados de la cama
mente junto al pozo, y como sucedía, sobre buscamos esto antes que nada, llamamos a
la tierra. Con frecuencia se fatigó el Señor los cocineros y a los que ponen la mesa, mi
Jesús y toda su vida fue en pobreza y traba rando esto con mucho afán, tomando aquí y
jo. Por eso dice el salmista de él: “Pobre soy allá, haciendo lo material antes que lo espi
y en trabajos desde mi niñez” (Sal 88,16). ritual; honrando como necesarias las cosas
De esto dice el Crisóstomo: “Cristo acer superfluas. Por esta razón todo está arriba y
cándose a Samaría, rechazando una vida fácil abajo; convenía hacer lo contrario, tener
y deleitable, y siguiendo una trabajosa, estre mucha cuenta con las cosas espirituales, y
cha, no usa cabalgaduras, sino que anda con cuando las cumplamos, con estas otras”.
tal fuerza y dificultad, que se fatiga del cami Caminó Cristo sin caballos, hasta el
no. Con ello nos enseña que era un operario, desfallecimiento; sin víveres, hasta pasar
que no buscaba lo superfluo, ni necesitaba de hambre; sin servidores ni séquito, hasta ser
muchas cosas. Así quiere que estemos aleja vir él. Contempla también que no desdeña
dos de lo superfluo, que suprimamos de no hablar con una mujer extranjera y no apre
sotros lo necesario y muchas cosas. Por eso ciada; mira qué manso y humilde era. No
decía: “Las zorras tienen madrigueras y los desprecia a las personas bajas; pues a veces
pájaros del cielo nidos; en cambio, el Hijo captan mejor los secretos de la salvación
del Hombre no tiene donde reclinar su cabe que los ricos y nobles. Mira también cómo
za” (Mt 8,20; Lc 9,58). Por eso habita en los estaba atento al afán espiritual: siendo hora
montes muchas veces, no solo de día, sino de de comer, quiso posponerlo, para atender a
noche, y en desiertos”. evangelizar; retrasó el tomar la comida del
Considera también que los discípulos no cuerpo, sin querer comer antes de predicar a
llevaban víveres, sino que, al llegar la hora los de la ciudad, aunque ya era la hora sex
de comer, iban a comprarlos. Dice el mismo ta, y él mismo estaba fatigado del camino.
Crisóstomo: “Sabemos así la fuerza robusta Quería atender primero a la conversión de
del Señor para los caminos, y su descuido so los Samaritanos y realizar las obras del espí
bre los alimentos. Pues sus discípulos no lle ritu antes que las del cuerpo, por más que
vaban víveres, sino pequeñas ayudas para el lo necesitara. En lo cual nos da ejemplo de
camino. Y lo indica esto otro evangelista, hacer lo mismo; pues mostró de palabra y
diciendo, cuando les hablaba del fermento de hecho que el predicador del evangelio
de los fariseos y saduceos, que ellos pensa debe ser solícito por la salvación de los
ban entre sí: porque no hemos cogido pan; y hombres, y posponer a esto todo otro nego
cuando los presenta con hambre y cortando cio; y que el hombre debe estar más cuida
espigas y comiéndolas; y cuando dice que doso de la salvación espiritual de su próji
Jesús se acercó a la higuera con hambre. Con mo, que de la propia necesidad corporal.
esto nos enseñó a menospreciar el vientre, y Mira también cómo, fatigado y ham
a no pensar que tal menester era de especial briento, se sienta en la tierra desnuda, no
cuidado. Míralos también aquí: no llevan sobre una almohada; toma la comida con
nada, ni tampoco, por no llevarlo, tenían so los discípulos, como un pobre del pueblo
licitud desde el comienzo del día; sino, se común; y no se va a las grandes hospederías
534 PRIMERA PARTE

de la ciudad, como nosotros miserables. sos; sino que tenía el agua pura de la fuente
Porque no se lee que entrara entonces a la o arroyo que fecunda las viñas, y comía el
ciudad, contra lo que dijo a los discípulos: pan sentado como un pobre en tierra, hu
“No entréis en las ciudades de los samarita mildemente, “el que da alimento a toda
nos”. No creas que solo esta vez comió en carne” (Sal 136,25). Siente con él, pues lo
tierra el Señor, humilde y amador de la po ves fatigado y humillado así, necesitado del
breza, sino que, con frecuencia cuando iba sustento de la comida y bebida corporal,
por el mundo, comía fuera de la ciudad o usando de estas cosas como los demás del
villa, junto a algún arroyo o fuente, por más pueblo. Dice san Agustín: “Tuvo hambre el
fatigado y afligido que estuviera. No tenía que alimenta a todos, tuvo sed el que es la
alimentos caros y exquisitos, ni vajilla va fuente de los sedientos, se fatigó del camino
riada y curiosa, ni vinos delicados y costo el que nos abrió camino al cielo”.

Oración

¡Señor Jesucristo, rico en todos los bienes, que das abundantísimamente!


Dame a mí, fatigado en el camino de esta vida, la comida y bebida, con que me reha
gas tú.
¡Fuente fecundísima de vida y de todas las gracias! Embriaga mi corazón con la afluen
cia de tu gozo, para que olvide todas estas cosas que pasan.
¡Pan vivo, que nunca faltas, dame el alimento espiritual, para que en todas las cosas ha
ga tu voluntad!
Quédate conmigo dos días, de modo que hagas que ame y cumpla los dos preceptos de
la caridad y la fe de los dos Testamentos; y al tercer día, el de la gloria, que permanezca pa
ra siempre contigo. Amén.

63. CURACIÓN DEL HIJO DEL FUNCIONARIO REAL


Juan 4,43-54

1. Se acerca a Jesús un funcionario Éste, en cuanto oyó que Jesús venía de Ga


lilea a Judea, fue a él y rogaba que viniera a
“Pero, después de aquellos dos días, sa
curar a su hijo”. Tenía que bajar a la ciudad
lió de allí para Galilea” (Jn 4,43), a Sama
de Cafarnaún, que está más baja; quería el
ría, la tierra donde él creció; lo cual signifi funcionario que sanara a su hijo al que ama
ca que, al final de los tiempos, confirmados ba, con su presencia; sin ella pensaba que
ya los gentiles en la fe y verdad, volverá pa no podría sanarle. Según san Teófilo, este
ra la conversión de los judíos. “De nuevo funcionario real estuvo en el milagro hecho
volvió a Caná, donde había convertido el en las bodas, cuando convirtió el agua en
agua en vino. Y estaba allí un funcionario vino; entonces creyó, pero no conoció del
real cuyo hijo yacía enfermo en Cafarnaún. todo la divinidad de Cristo.
63. CURACIÓN DEL HIJO DEL FUNCIONARIO REAL 535

Se llama a uno régulo224, pequeño rey, procha que pida la salud del hijo, sino la
en varios sentidos. 1º El que está el frente falta de fe. Pero, como repitió con fuerza la
de un pequeño reino; aquí no es así, pues no petición con estas palabras: “¡Señor, baja
había rey en Judea; los romanos para que- antes de que se muera mi hijo!”, le escucha
brantar el orgullo de los judíos les habían el Señor. Sin embargo, Jesús, para indicar
quitado la dignidad real, dividiendo el rei que no faltaría por la fe imperfecta de él y
no de Judea en cuatro tetrarquías, contra que estaba presente en todas partes como
toda rebelión. 2º Según el Crisóstomo, se Dios, con su poder y su palabra, se queda
dice régulo al que queda de una estirpe real; lejos del hijo, para que el padre crea más,
tampoco aquí es así. 3º Se llama régulo a al para quitarle la falsa idea de que solo podía
gún oficial del rey, y así se toma aquí; por- sanar con su presencia corporal. “Y le dice:
que era oficial o funcionario del emperador tu hijo vive”, su salud plena ha quedado
romano, destinado a vigilar Galilea, por lo restablecida de la puerta de la muerte a la
que habitaba en Cafarnaún, capital de la re- que ya se acercaba; “pues estaba a punto de
gión; o quizá a alguien de la familia de He- morir”.
rodes el Tetrarca, que gozara de la dignidad “Creyó aquel hombre la palabra que le
de algún cargo. había dicho Jesús”. Dios bendice al que
peróÉste,
que Cristo
alcanzar
oyendo
podía
de sanarle,
los
él lamilagros
salud
y ledel
pidió
de hijo,
Cristo,
la salud.
creyó
es- cree, “y se fue”, sin Cristo, creyendo que su
poder estaría en todo lugar para curar; y
que Cristo era Dios y estaba presente en to
Pero en esa fe dudó; al requerir su presencia, das partes, lo que antes no creía. Para ense
pensó que no podría sanarle sino con su pre ñanza nuestra, Jesús no accedió al funciona
sencia corporal y el tacto. No creyó que Cris rio real para ir con él a su hijo; en cambio,
to está presente en todas partes, como el cen le concedió al humilde centurión ir a curar
turión que rogando por su niño enfermo, a su siervo. Dice san Gregorio: “¿Cómo pi
dijo:
jo mi“Señor,
techo; pero
no soy
solamente
digno dedilo
quecon
entres
una pa
ba- de el funcionario real que vaya a su hijo y
rechaza ir corporalmente, mientras que sin
labra, y mi muchacho sanará” (Mt 8,8). ser invitado promete ir corporalmente al
siervo? ¿No se digna estar presente para el
2. Acusa la falta fe, pero sana al hijo hijo del funcionario real, pero no desdeña ir
Conociendo el Señor el corazón del des- al encuentro del siervo del centurión? ¿Qué
confiado, acusó la tibieza en la fe: “Si no es esto? Así reprocha nuestra soberbia, por
veis signos y prodigios, no creéis”. No os que veneramos en los hombres no la natura
bastan signos comunes, ni los mayores, que leza, ya que por ella han sido hechos a ima
no tienen ejemplo, pues no se han hecho ni gen de Dios, sino los honores y las riquezas.
oído cosas semejantes, lejos del poder, de la Y, cuando valoramos lo que les rodea, no
demostración dicha; no os bastan los signos cuidamos de las cosas interiores. A la vez
que se hacen para los aún no creyentes para que valoramos lo despreciable en los cuer
confirmarles en la doctrina, no para los cre- pos, descuidamos valorar lo que son. En
yentes que asienten a la Escritura. No le re- cambio, nuestro Redentor, para mostrar

224 Vulg.: “regulus”, “régulo”. Hoy traducen “funcionario real”; es el “officialis regis” que dice Ludolfo en
su sentido 3º, que considera el correcto.
536 PRIMERA PARTE

los
quesantos
las cosas
deben
quemenospreciarlas,
son altas para el yhombre
que lo vive”; es decir, que en la hora de la pala
bra del Señor fue sanado por el autor de la
el hombre
que no
ble, quiso ir al
desprecia,
hijo del funcionario
no es desprecia-
real, salud. “Y abrazó la fe él y toda su casa”, o
familia. Y esta es la conclusión pretendi
turión.
y se mostró
Acusó
pronto
nuestra
para
soberbia,
ir al siervo
quedel
no sabe
cen- da; para esto se hizo este milagro, para
que el funcionario real con toda su familia
valorar a los hombres, por ser hombres. creyera en Cristo; desde entonces fue per
estáNo
en torno
consideremos
a los hombres,
ni valoremos
sino qué
lo son.
que fecto en la fe, creyó perfectamente. Se da a
entender, según san Agustín y san Beda,
Muchos descuidan lo que son y se buscan la que también en la fe hay grados, como en
gloria con ansiedad por otros sitios. Dice el las demás virtudes, comienzo, crecimien
Crisóstomo: “Nabucodonosor tiene hoy to y perfección. La fe de este funcionario
mejores
muchos
su imagen,
por
imitadores.
así
la ahora
ropa cara,
Como élcarros
otroslos
piensan
entonces
que
y caba
son
por regio tuvo su comienzo cuando rogó al Se
ñor, “que descendiera a sanar a su hijo”.
Entonces creyó y dudó; creyó que Cristo
llos, la amplitud de las casas, la hermosura podía sanar a su hijo, pero que no podría
de las columnas, las pinturas de las paredes. sanarlo sino en presencia. Su fe aumentó
Como los hombres perdieron lo que eran, cuando creyó a la palabra del Señor: “An
dan vueltas de acá para allá con ansiedad, da tu hijo vive”. Al fin alcanzó la perfec
dignísima
reuniendo depara
toda
sí de
irrisión”.
otras partes una gloria ción cuando sus criados le anunciaron la
salud de su hijo, porque entonces perfec
tamente “creyó él y toda su casa”; según
3. Finalidad de este milagro aquello de Lucas cuando habla de Zaqueo:
había
“Creyó
dichoaquel
Jesús”,
hombre
no dellatodo
palabra que le “Hoy se ha realizado la salvación para to
por lo que da esta casa” (Lc 19,19).
sigue. Pues “cuando iba él ya bajando”, de Ahora bien, este funcionario real se con
el valle,
Caná
en de Galilea
cuando
a Cafarnaún
sus criadosque
le salieron al
está más vierte en evangelista, al inducir a los otros a
la fe recibida. Y por eso, en concreto, el que
encuentro y le anunciaron alegres que su antes el Evangelio llama funcionario real, al
hijo había sanado, “les preguntó la hora en crecer la fe lo llama hombre; y luego por la
zo
quepara
ber sihabía
había
cerciorarse
empezado
sido por
él del
acasualidad
mejorar”.
milagro;oEsto
quería
por lo
manhi-
sa- fe perfecta se le llama padre. En este evan
gelio tres veces se habla de la vida del hijo
sóstomo:
séptima
dato de Cristo.
le“Mira
dejó “Le
de
la calentura”.
qué
dijeron:
modoAyer
seDice el hora
manifiesta
a la Cri- del funcionario real: Primero por el Señor al
decir: tu hijo vive; segundo por los criados
que le anunciaron que su hijo vivía; tercero,
por el mismo funcionario real, pues el padre
el
simplemente,
repente
eramilagro.
hacía,
consecuencia
sino
y a Pues
la como
vez,
de
nopara
podría
la
fuenaturaleza
que
sacado
suceder;
se del
vealopeligro
sino
que
que no
de
se conoció que en aquella hora, la séptima, ha
bía sido sanado. Se advierte así que hay una
triple vida opuesta a una triple muerte: la
natural cuyo opuesto es la muerte natural;
sidoSigue:
la hora enacción
“Conoció
por que el
ledepadre
dijo
Cristo”.
Jesús:
que esa
Tuhabía
hijo la de la gracia, cuyo opuesto es la muerte de
la culpa; la de la gloria, cuyo opuesto es la
muerte de la gehena.
63. CURACIÓN DEL HIJO DEL FUNCIONARIO REAL 537

4. El hijo significa la humanidad 5. En sentido moral, el pecador


hijo
queño
de un
En
delpequeño
rey,
elfuncionario
sentido
significa
rey, al descender
espiritual
al
regio,
la humanidad,
del
o místico,
régulo
de Adán,
ohijo
este
pe- También en sentido espiritual se llama
no rey, sino régulo, a este cuyo hijo estaba
enfermo; porque como se dice en los Pro
verbios: “Un rey que se sienta en el tribunal
que
dad
la
queño
caridad,
de
tiene
rey
reycalentura
tiene
se hizo
hizo
fiebre,
régulo,
malo.
porcuando
vicios
Este
cuando,
hijo
diversos;
la humani-
perdida
del pe-
su disipa con sus ojos todo mal” (Pr 20,8). El
que por tanto se dispone a regirse bien a sí
mismo, que se siente en el solio del juicio
por el celo de la misericordia divina, Caná discerniendo todas sus obras, para que si se
curación se hace entre Caná y Cafarnaún; mezcla algo, lo disipe con la mirada de la
discreción, porque con razón se llama rey al
significa
estaba aúncelo,
en volvió
Cafarnaún,
la salud
grasa
al hombre
y gordura,
que que administra bien su reino. Dice Séneca:
“Quieres tener un gran honor; te daré un
entregado a banquetes y embriaguez. imperio, mándate a ti”. En cambio, el que
del
santificación
nación;
humildad
la codicia,
Las
Sol siete
de
dedel
en
la
lahoras
la
de
Nacimiento;
justicia,
visita
Circuncisión;
la naturaleza,
son
deque
siete
losde
es
hombres,
iluminaciones
de
laCristo: en
encondena
nuestra
la Encar-
dere-
de
la administra mal su reino, se le puede decir
no rey, sino régulo, pequeño rey. Cualquier
pecador puede llamarse así régulo en dimi
nutivo, porque falla en el dominio de sí
mismo; su hijo enferma, cuando la apeten
generación,
ción por nosotros, en el ayuno;
en el Bautismo; de ladesantifica-
nuestra cia sensible se opone a la razón que debe
obedecer como un hijo a su padre. Pero,
cuando el hombre por medio de la razón su
enseñanza,
de
do,nuestra
biénaselasanóenlaséptima,
hora
Redención,
la
enfermedad;
predicación
se
enpuso
layPasión.
yesto
el
milagros;
Sol,
se Cuan-
indica
tam-y plica fielmente al Señor la salud, entonces
este hijo es sanado por la fuerza de Cristo,
por el cual la apetencia sensible es puesta
bajo el orden de la razón.
en
te, el
5,10).
lávate
librosiete
de los
veces
Reyes,
en eldonde
Jordán”,
se dice:
etc. “Ve-
(2 R La razón es rey en el reino y se llama
rey; porque por ella se rige todo el cuerpo
del hombre, su afecto es regido e informado
nosotros,
sieteJordán
horasensignifica
señala
cuya gracia
aldecurso
Señor
nosque
humilde;
lavamos
desciende
para
por lasa por ella, incluso las hijas, las fuerzas del al
ma, la siguen. Pero algunas veces se llama
salud.
recordamos
noche,
Tercia,
del Señor;
O,
el
ensiete
sacarle
en
Maitines,
alPrima,
Sol
horas
aldejuicio;
las
son
recordamos
la burlas
justicia:
lasensiete
Sexta,
e irrisión;
porque
la
veces
prisión
la sen-
que
de
en
la régulo, cuando se disminuye en el conoci
miento, y sigue oscuramente las pasiones
desordenadas, y no las resiste; y por eso su
hijo, su afecto, enferma, se desvía del bien y
se aparta al mal. Porque si la razón hubiera
sido rey, fuerte, su hijo no hubiera enferma
sepultura;
en
conducidos
tencia;
tornoenalNona,
en
sepulcro.
a la
Completas,
vida
su muerte;
yCon
la salvación.
el
estas
en
poner
horas
Vísperas,
guardias
Sesomos
canta
su do; pero porque es régulo, su hijo enferma.
Los siervos de la razón son las obras del
hombre, porque el hombre es señor de sus
actos y también los afectos de la parte sensi
así en el salmo: “Siete veces al día te alabo, tiva que obedecen a la razón cuando impe
por tus justos juicios” (Sal 119,164). ra y dirige. Estos siervos anuncian que el
538 PRIMERA PARTE

hijo del pequeño rey, la razón, vive, cuando Cafarnaún”, “campo de grosura”, o “villa
resplandece de hecho que las fuerzas infe de la consolación”; era una ciudad de gran
riores obedecen a la razón. honor. Ello nos indica que con frecuencia
Por la hora séptima en que quedó libre el la causa de una enfermedad espiritual es la
hijo, se designan los siete dones del Espíritu abundancia de cosas temporales, la excesi
Santo, en que se perdona todo delito, y se crea va consolación mundana, y exaltación te
en el alma la vida espiritual; en ellos consiste rrena; porque las cosas prósperas le dañan
toda la perfecta salud del alma y del cuerpo. más al hombre que las adversas. Dice Bo
También las siete horas en que el alma surge ecio: “Pienso que ayuda más a los hombres
del delito por la conversión, pueden ser éstas: la fortuna adversa, que la próspera”. Y Sé
una, la contrición, tres en la confesión, que es neca: “Pide consejos saludables, cuando la
verdadera, simple y entera; y tres en la satis prosperidad de la vida te sonríe. Así te sos
facción, ayuno, oración y acción de caridad. tendrás como sobre lo resbaladizo, te es
Estas siete horas son señaladas en el libro de forzarás por mantenerte y no dejarás tus
los Reyes, cuando se dice que el niño resuci ímpetus libres; sino que mirarás adónde se
tado por Eliseo osciló siete veces, y volvió a la debe ir, o hasta dónde”.
vida; porque por estas siete se resucita de las Ese ser hijo de un régulo da a entender
puertas de la muerte a la vida. que la nobleza del linaje es con frecuencia
Dice san Teófilo: “Este funcionario real causa de enfermedad espiritual, porque los
es todo hombre, no sólo porque existe, se nobles suelen alzarse en soberbia, apropiar
gún el alma, cercano al Rey del universo; se de lo ajeno, hundirse en el lodo de la las
sino porque él mismo tomó el dominio so civia. Por tanto, hay que cuidar de no enfer
bre todo; su hijo, la mente, tiene fiebre por mar en espíritu por la prosperidad de este
los malos placeres y deseos. Pero el Señor mundo, porque en ella nos lleva consigo la
dice: Anda, muestra un aprovechamiento maldad más fácilmente. Dice el Crisósto
continuo en el bien y tu hijo vivirá. Pero, si mo: “Cuando gozamos de la prosperidad,
dejas de andar, se te irá muriendo el enten viviendo mal, debemos dolernos más. Por
dimiento para actuar el bien”. que, pecando nosotros, siempre debemos
Cada día también el funcionario real in temer, sobre todo si no sufrimos nada con
tercede por la salud de su hijo, cuando cual trario. Cuando Dios nos exige por partes el
quier superior hace oración por un súbdito castigo a cada uno de nosotros, nos hace
alterado por diversas tentaciones, para que más ligera la reprensión; pero, cuando pare
le sane el Señor. Y el enfermo es sanado, ce disimular con más paciencia nuestros de
cuando, deformado por la culpa, es traído litos, nos reserva a los que seguimos en ellos
de nuevo a la justicia por la gracia. Debe para la máxima pena”.
mos, por tanto, rezar a Dios para que nos El hijo es sanado a la hora séptima por
sane de los pecados; porque nadie por sí so
la fuerza de la palabra de Dios; en la hora
lo puede volver al estado de la justicia, si no
séptima declina el sol del mediodía y se
es sanado por Dios.
vuelve hacia el ocaso. Pues, cuando vemos
que el mediodía de nuestra vida ha pasado y
6. Causas de enfermedad espiritual
que estamos en el declinar, es tiempo de
Se indican tres causas de enfermedad que en virtud de la predicación divina nos
espiritual en la frase “estaba enfermo en deje al fiebre, y nos convirtamos a Dios.
63. CURACIÓN DEL HIJO DEL FUNCIONARIO REAL 539

7. Se comparan la fiebre y la maldad fesión; pero, no llegan al tercero de la sa


tisfacción según juicio del sacerdote, y
La fiebre significa bien la maldad; to
tornan a caer. 4ª La cotidiana, la de los que
do pecador puede decirse que tiene fiebre.
sin contrición ninguna frecuentan el mal,
El que tiene fiebre, ahora tiene calor ahora
sirven a la letra todo el día a la gula, las
frío, así el pecador unas veces tiene codicia
mentiras, las discusiones, las peleas. 5ª Le
y amor desordenado del bien transitorio y
sigue la quinta, la continua que añade
éste es el calor del alma; otras, tiene temor
continuidad; sufren esta fiebre los lujurio
que es el frío del alma. Dice san Agustín
sos, envidiosos, avaros; por la costumbre
que dos cosas causan en el hombre todos
con dificultad se pueden curar. 6ª La fiebre
los pecados: el temor y la codicia. El te de la costumbre generalizada se llama
mor hace huir de cuanto es molesto a la
también ética, “éthos” en griego significa
carne; la codicia hace apetecer cuanto le es
costumbre. Esta costumbre se enraíza en
agradable.
cador tendrá Y según
doble pena,
estas dos
como diceelJob:
cosas, pe
los miembros, asume y consume la hume
dad natural; significa en especial la triste
“Como de las aguas de nieves se pasa al ca za del mundo, que seca los huesos y trae la
lor excesivo” (Jb 24,19). Entre las otras
muerte; así se lee en los Proverbios: “el es
incomodidades que padece el que tiene
píritu triste seca los huesos” (Pr 15,13),
fiebre, está el que tiene el paladar altera
que son aquí la fuerza de las virtudes. 7ª
do, de modo que lo dulce le parece amargo
La fiebre aguda, que es defensa de la mal
e insípido; así el pecador tiene alterado el
dad ya acostumbrada, cuando a uno no le
sentido, por ello todo lo espiritual le pare da vergüenza, ni teme ni le espanta hacer
Fiebre viene de fervor; toda pasión
ce insípido. se
aquello a que acostumbró; mucho se ha
de temer acerca de su salvación, como en
desordenada, que hierve en fuego malig
tales fiebres suelen desesperar los médicos.
no, es fiebre del alma. Como hay diversas
clases de fiebre, las hayeldiversas de peca
el
unamismo
movimiento
efémero,
pasióndía;
pez
desordenada,
súbito
significa
marino
de ira,
queennace
que
movimiento
especial
debe
y muerede
acabar
un 8. La doble venida de Cristo a Caná
dores. 1ª La efímera, que se llama así por
“De nuevo, este segundo signo lo hizo
Jesús a su vuelta de Judea a Galilea” (Jn
4,54), en concreto a Caná; allí cambió el
agua en vino, y ahora curó al hijo del fun
antes del ocaso, según dice el apóstol: cionario regio. Aunque este hijo fue sana
“Que
interrumpe
dos”
pecado
un día
(Ef
lade
se un 2ª
puesta
4,26).
conversión,
duelen
de
día;
La
sol
del no
lafiebre
sufren
delito, así tienen
elosdeterciana,
sorprenda
la
los siaira-
ycontrición,
que quehan
se do en Cafarnaún, Jesús, sin embargo, hizo
el signo en Caná, pues estaba allí corporal
mente, y de palabra le sanó estando ausen
te. En sentido espiritual, o místico, esta
doble venida de Cristo a Caná da a enten
pero
sión, no
y así
llegan al segundo
vuelven a lo mismo.
día de
3ª La
la confe-
fiebre der el doble efecto de la palabra de Dios
cuartana,
del
de
díasfiebre.
ataque en
de penitencia,
Porque
delque hay
pecado,
hay
la algunos
contrición
dos
toman
díasque
sobre la
sícon-
sinydespués
ataque
dos en la mente. Primero, alegra y esto lo sig
nifica el milagro del vino que “alegra el
corazón del hombre” (Eco 40,20). Luego,
sana el corazón; lo muestra la curación del
enfermo.
540 PRIMERA PARTE

Además, esto nos indica la doble venida no. Su segunda venida al mundo será en ma
del Hijo de Dios; la primera, en mansedum jestad, cuando vendrá a quitar nuestras en
bre para alegrarnos; ya que en su nacimien fermedades y penalidades, y a “configurar
to el ángel anunció a los pastores y a todo el nos con el cuerpo de su claridad” (Flp 3,21);
pueblo un gran gozo; esto lo significa el vi esto lo significa la curación del enfermo.

Oración

¡Señor Jesucristo; de Judea, la confesión y alabanza angélica, llegaste a Galilea, la rue


da de este mundo!
Ten misericordia de mí, porque estoy enfermo, tentado por la hermosura de las cosas
temporales; fatigado por la tentación comienzo a morir.
Antes de que muera con muerte de culpa, de cuerpo, o de condena, dame que, por la
virtud de la palabra, la humildad de la confesión, el ayuno, la piedad y el ejemplo, tu gra
cia me libre de la fiebre y enfermedad del pecado y no sucumba a ninguna pasión desor
denada. Amén.

64. PARÁBOLAS A LA GENTE; TRES A LOS DISCÍPULOS


Mateo 13,1-49; Marcos 4,1-32; Lucas 8,1-15

1. La barca de las parábolas: la Iglesia tos amargos; a otros, dulces; a unos más
austeros, a otros, más suaves.
Después, Jesús fue al mar a pescar hom
Como dice san Jerónimo, la gente no es
bres que estaban en la tierra; y por la multi
de un solo parecer, sino que hay diversos
tud de la gente reunida en torno a él, “subió
a una barca”, y sentándose en ella, “enseña gustos; por eso les habla con muchas pará
ba a la gente que quedaba en la ribera” (Mt bolas, para que, según las varios gustos, re
13, 1-2; Mc, 4,1). Dice así el Crisóstomo: ciban diversas formas de doctrina; como un
“Subió a la barca”, para no dejar a nadie de padre de familia rico que sirve a sus invita
trás de sí y tenerlos a todos ante su rostro; y dos alimentos variados para que cada uno
para que el pueblo oyera y viera, de forma tome los acomodados a su estómago. Hay
que la vista deleitara el oído, y el oído la que advertir, según el mismo san Jeróni
vista”. Y san Beda: “Esta barca prefiguraba mo, que el Señor les enseñó en parábolas
a la Iglesia que se iba a construir en medio muchas cosas, pero no todas. Si hubiera di
de las naciones; en ella el Señor se consagra cho todo en parábolas, no habrían recibido
su amada mansión”. Y propuso el Señor a la utilidad; mezcla lo muy claro con lo oscu
gente cuatro parábolas que convienen a va ro, para que con lo que entienden se mue
rias condiciones de personas, para que la van a conocer lo que no entienden. En estas
medicina fuera según la variedad de las en cuatro parábolas y en las tres que les siguen
fermedades; pues a unos les gustan alimen se presenta el transcurrir de la Iglesia desde
64. PARÁBOLAS A LA GENTE; TRES A LOS DISCÍPULOS 541

la predicación de Cristo hasta el fin del gracia de sembrar salió a sembrar la palabra
mundo. de la doctrina. El sembrador es propiamen
te Cristo; el predicador es más cesto del
2. Parábola de la semilla y la tierra sembrador que sembrador. “Y, según iba
sembrando”, esparciendo por igual la si
La primara parábola trata de la semilla
miente, “una parte cayó junto al camino”,
echada en tierra que sólo en una cuarta par
sobre un corazón desviado en errores, erran
te produjo fruto. Presenta la predicación de
te por lascivia, pisoteado por afecciones car
Cristo y los apóstoles que anunciaron el
evangelio a los judíos, indistintamente, a nales y sugestiones del enemigo, y expuesto
buenos y a malos. Pocos creyeron, en com a varias tentaciones y vicios, como al lado
paración, la mayor parte siguieron sin creer del camino, por los malos deseos de la car
en él. Esta parábola trata de la semilla, de la ne. Y por el paso usual y el ir y venir fre
Palabra de Dios, que saliendo del Padre, cuente de esto, la semilla de la palabra es
cuando salió de la invisibilidad del Padre, pisoteada y no puede germinar.
apareció visible al mundo y sembró en el “Y los pájaros del cielo se la comieron”.
mundo. Y cayó en cuatro lugares: en una Los demonios son llamados aves del cielo,
tierra mala de tres maneras y en tierra bue sea porque habiten en el aire, porque pasan
na que daba fruto en tres maneras. por él, por su naturaleza celeste, porque son
Sembró muchas clases de simientes. La de naturaleza celeste o espiritual, o por la
primera es la ley natural en la mente de velocidad para el mal, porque siempre están
cualquier
otros, lo hombre,
que no quieres
como es:que
“Notehagas
hagan
a losa atentos a esto. Se lo comieron, lo arrebata
ron con su sugestión, e impidieron el fruto;
ti”225,
otros. ySembró
lo que quieres que te hagan, hazlo a y así quitan la palabra y la memoria de la
por medio de los ángeles re palabra, del corazón, para que ni la memo
promesas
preceptos
velaciones,yy amenazas.
prohibiciones;
por MoisésPero por
ahora
la Ley los salió
profetas
escrita por
con ria ni la mente retenga lo que no quiso
practicar, de modo que impedida la pala
bra, se impida la fe, “para que no se salven
sí mismo a sembrar la Ley Evangélica a to creyendo”; pues “la fe es “por el oído” (Rm
dos los fieles. Y no cesa también de sembrar 10,17). “Estos son los que oyen”, pero no se
siempre en nuestras almas, no sólo cuando dejan afectar por la fuerza de la palabra; por
enseña, sino también cuando crea en ellos eso no nace y el enemigo se la lleva de su
buenas semillas de virtudes, sus dones. corazón.
“Salió” el Hijo de Dios del seno del Pa- Las palabras de Dios hay que retenerlas
dre, no según la divinidad, porque así está en la mente; como simiente bajo tierra, la
en todas partes, sino según la humanidad al palabra de Dios debe ocultarse en la memo
asumir la carne. Dice el Crisóstomo: “Salió ria para que dé fruto. Según san Gregorio,
el que está en todo lugar, no localmente, si- como se desespera de la vida del enfermo
no por la Encarnación; y por el vestido de la que no retiene los alimentos, así debe temer
carne se hizo más cercano a nosotros”. “Mi- el peligro de la muerte eterna el que no re
rad: salió el sembrador a sembrar” (Mt tiene en la memoria las palabras de vida,
13,3; etc). El que tiene el oficio, saber y que son los alimentos de la justicia.

225 Cfr. “No hagas a otro lo que no quieras que te hagan a ti” (Tob, 4,16).
542 PRIMERA PARTE

“Otra parte cayó sobre la piedra”, sobre do la mente para que no pudiera haber en
un corazón de piedra, duro y rebelde, inso- ella fruto espiritual. Estos son los que oyen,
lente por soberbia; “y nacida, se secó” (Lc se aficionan y proponen practicar el bien,
8,6). Sale enseguida por el sol, pero con el pero no aprovechan, el buen propósito se so
hervor de la tentación se seca, porque el te- foca en ellos, porque prevalecen en ellos los
rreno no tiene profundidad” (Mt 13,5), ni cuidados, las riquezas, los placeres. “Según
estabilidad de paciencia, ni “humedad” (Lc van caminando se ahogan por las preocupa
8,6) de gracia y devoción. “Estos son los que ciones, riquezas y placeres de la vida, y no
oyen”, y les afecta la palabra de alguna ma dan fruto” (Lc, 8,14). Adquirir cosas, con
nera, pero no llegan a proponer hacer lo que servarlas, gozar de placeres, estas tres cosas
se dice; por eso la palabra no echa en ellos la no permiten fructificar a la semilla espiri
raíz del buen propósito. En corazones duros tual, como la densidad de las espinas sofocan
a veces nace pronto un germen de conver- la simiente sembrada y no la dejan salir. Y
sión al oír amenazas por la maldad; pero es que las riquezas y honores son espinas; co
pronto se seca, cuando les llega cualquier mo las espinas con sus pinchazos hieren y
tribulación o persecución; por su impacien- hacen sangrar el cuerpo y le dejan feo y su
cia les domina la desolación y el desfalleci- cio a los ojos de los hombres, así el amor y
miento; que la palabra de la predicación no ambición de las riquezas y los honores lace
aprovecha sin el humor de la gracia y el ran el alma con las punzadas de sus pensa
amor de la virtud. mientos, cuidados y solicitud (que son la es
“Estos no tienen raíz” (Mt 13,6) de fir- peranza de adquirir, el temor de perder, y la
meza profunda y deseo firme, y por eso, “a solicitud de guardar); y cuando arrastran al
tiempos creen y en tiempo de la prueba se pecado, como hiriendo, la ensangrientan y
retiran” (Lc 8,13), y niegan la palabra que la hacen mísera e infeliz a los ojos de Dios.
antes recibieron. Como el árbol que se tras- Pero muchos buscan delicias bajo esas zar
planta con frecuencia, no tiene raíces fijas, zas; cuando empiezan a pensar cosas espiri
así estos se cambian del bien al mal; no tuales, al momento se mezclan cosas tempo
echan raíces en el bien. Con la tentación se rales; sofocados y ablandados pierden la
prueba si la palabra de Dios ha echado raí- fuerza de las virtudes. Como la oveja entre
ces, como con la fuerza del viento aparece si espinas deja siempre parte de su lana, el que
el árbol está bien arraigado. Estos inestables se entrega al mundo y sus cuidados pierde
son de la familia de Saúl, que entre los pro muchos bienes espirituales.
fetas era profeta y entre los necios, necio. Dice el Crisóstomo: “Igual que donde
“Otra cayó entre los espinos, pero crecie- quiera que se tropiece con una espina punza
ron las espinas y la ahogaron”. Cayó en cora- al que la toca, así las cosas mundanas por
zones preocupados por la ambición solícita cualquier parte que se tomen, contristan al
de las riquezas, lacerados por sus codicias y que las coge y abraza. Pero las espirituales
entregados por la avaricia a los cuidados no son así; sino que se parecen a una perla
temporales; multiplicándose las espinas, im- que, la vuelvas donde la vuelvas, deleita los
pidieron el fruto de la predicación, ocupan ojos”226.

226 Las cosas mundanas “contristan al alma”, “y las espirituales no son tales, sino que deleitan”. San Ignacio:
“cuando pensaba en aquello del mundo, se deleitaba mucho; mas cuando después de cansado lo dejaba, hallába
64. PARÁBOLAS A LA GENTE; TRES A LOS DISCÍPULOS 543

El Señor llama espinas a las riquezas, diferencia de fructificación: “Y daban fruto:


porque punzan en el mundo, en el juicio y uno ciento, otro sesenta, otro treinta”. Este
en el infierno. En este mundo su punzada es triple orden de frutos se puede aplicar a los
triple: trabajo, en su adquisición; temor, en estados de los fieles, que comienzan, que
su posesión; dolor, en su pérdida. En el juicio aprovechan y perfectos. Los incipientes son
punzarán también, cuando el Señor dirá a los como la tierra que “da el treinta por uno”;
avaros: “Tuve hambre y no me disteis de co- basta que tenga la fe de la Trinidad y cum
mer; tuve sed y no me disteis de beber”, etc. pla los diez Mandamientos. Los que aprove
(Mt 25, 42). Estas punzadas serán tan peno- chan son como la tierra que “da el sesenta
sas, que los mismos avaros, como si desearan por uno”; además de la fe de la Trinidad y
no ser, “entonces comenzarán a decir a los de cumplir el Decálogo, dan como frutos
montes: Caed sobre nosotros, y a las colinas: las seis obras de misericordia. Los perfectos
ocultadnos” (Os 10,8; Ap 6,16). También en son como la tierra óptima, que “da el ciento
el infierno estas espinas punzarán con tor- por uno”; tienen doble perfección, guardan
mento perpetuo, pues de ellas se prepara el los preceptos de la Ley antigua y los conse
fuego que quemará al alma pecadora. jos del Evangelio. Este triple grado, los que
Advierte el orden de las tres semillas comienzan, aprovechan y perfectos, se trata
que no fructifican: la primera, no germina, más abajo en otra parábola donde se lee:
sino
ro noque
se eleva
es pisada;
mucho,
la segunda
porque germina,
no tiene hu
pe- “Por sí misma la tierra fructifica, primero
hierba, luego una espiga y por último grano
medad; la tercera eleva el tallo, pero no da gordo en la espiga” (Mc 4,28).
fruto porque las espigas la sofocan. También se puede considerar referido a
“Y la otra parte cayó en tierra buena y tres estados de los que caminan a la salva
dio fruto de buenas obras”; tierra negra de ción: vírgenes, viudas y casados. “Una se
aspecto, abundante por el afecto, cultivada milla dio ciento por uno”, las vírgenes, pues
por la práctica de las virtudes; y así fecunda no quieren multiplicarse por medio de la
por el fruto, en el devoto y fiel. Dice san carne en otros, sino por el espíritu en sí
Beda: “La tierra buena es la conciencia de mismos y lo significa el céntuplo que es
los elegidos, que hace todo lo contrario que diez por diez, diez sobre sí mismo. “Otra
las tres tierras dichas; recibe con gusto la dio el sesenta”, en viudas y continentes; se
palabra que se le encomienda, y acogida, la
senta consta de diez por seis, el Decálogo y
conserva constantemente hasta los frutos, la seis obras de misericordia. “Otra dio el
entre las adversidades y prosperidades”.
treinta”, los casados, por la fe en la Trinidad
y el cumplimiento del Decálogo. Se indican
3. Frutos diferentes de la tierra buena
ahí tres grados de la castidad: La castidad
Mateo no dice sólo, como Lucas, que la conyugal, grado en que se evita la unión ilí
simiente “dio fruto centuplicado”; pone la cita, reteniendo la lícita, en el acto matri

se seco y descontento; y cuando en ir a Jerusalén descalzo, y en no comer sino hierbas, y en hacer todos los de
más rigores que veía haber hecho los santos, no solamente se consolaba cuando estaba en tales pensamientos, mas
aun después de dejado, quedaba contento. (…) hasta que una vez se le abrieron un poco los ojos, y empezó a ma
ravillarse de esta diversidad, y en hacer reflexión sobre ella, cogiendo por experiencia que de unos pensamientos
quedaba triste y de otros alegre, y poco a poco viniendo a conocer la diversidad de los espíritus que se agitan, el
uno del demonio y el otro de Dios”. (San Ignacio de Loyola, Obras, Autobiografía 1,8; ed. cit., 103).
544 PRIMERA PARTE

monial. La castidad célibe, que evita toda y de sus hijos, el sesenta; después de la plaga
unión para que el alma pueda con más li de su cuerpo, el ciento. El que tiene el cien
bertad contraer
mente servir a Dios,
matrimonio.
aunque Ypuede
la virginal,
lícita- to en sí, tiene también el sesenta y el trein
ta. Por el contrario, el que tiene el treinta no
superior a ellas, que evita toda unión carnal, tiene el sesenta, y el que tiene el sesenta, no
por
paraamor
que la
como
menteconmisma
su esposo.
se una con Dios tiene el ciento; pues siempre lo mayor tiene
en sí lo menor; pero lo que es menor no tie
céntuplo,
ta,
dan como
Dice
el sesenta,
san
las
sonvírgenes
Teófilo:
los
losque
que“Los
llevan
yviven
los que
eremitas;
unafructifican
vida los
perfec-
media,el ne en sí lo mayor”.
También, como dice san Remigio: “La
que semilla de la palabra de Dios da el treinta,
cuando engendra un buen pensamiento; el
como
los los continentes en los monasterios; y sesenta, cuando da una buena locución; el
que dan el treinta, son los menores en dar ciento, cuando conduce al hombre al fruto de
res
fruto
que
según
vivensuen
propia
matrimonio”.
virtud, como los segla- una buena obra”. Por tanto, los designados
por la tierra buena, “son los que han oído la
de los
Y san
mártires
Agustín:
por “El
la santidad
fruto céntuplo
de vidaesy el palabra con un corazón bueno y noble, la re
tienen y fructifican a fuerza de constancia”
desprecio
las vírgenes,
de la
por
muerte;
la pazelinterior,
de sesenta
porque
es el no
de (Lc 8,15), hasta el fin, esperando los premios
prometidos; ya que, según san Gregorio, los
tienen
la carne;
queelluchar
de treinta es las
contra el de
costumbres
los casados,
de que toleran con ánimo igual los males de los
prójimos, y reciben con humildad los golpes,
porque es edad de los que luchan, pues tie serán recibidos en el descanso del cielo.
nen un conflicto mayor, para no ser vencidos
por la carne”. O bien da el treinta por uno el 4. Las tierras malas; una buena, la
que soporta
constante en los
conbienes
constancia
exteriores;
unael pérdida
sesenta, Iglesia
La tierra buena tiene unas condiciones
si lo soporta también en el propio cuerpo, del todo opuestas a aquellas en que cayó la
también
tes;
por la el la
y flagelación,
ciento
propia
por
vida
la uno,
cárcel
porcuando
el
y cosas
martirio.
desprecia
semejan- semilla. Porque “estos oyen la palabra”,
contra los que “están junto al camino, y vie
ne el enemigo y quita la palabra de su cora
los Dice
que se
el Crisóstomo:
abstienen del“Lamal,
tierra
y según
buena son
sus zón”. “Dan fruto” de operaciones santas, en
contra de los que son “espinas que sofocan”
fuerzas pero sieldesprecian
treinta; hacen bien, y éstetodos
es sus
su fruto
bienesdey la palabra de Dios. Y lo hacen “a fuerza de
tuvo el treinta
posesiones; después
viviendo
del daño
justamente
de sus riquezas
con sus constancia”, en contra de los que “están so
se allegan a servir a Dios, tienen el sesenta; bre piedra, que a tiempos creen, pero en
y,
cia
to.
enfermedad
zados,
siO,
imperial
se si
tienen
procediera
sus del
bienes
sobre
el cuerpo
sesenta;
alsu
yprecepto
sus
muerte,
ysi
hijos
lales
llevan
de
tienen
sucede
fueren
una
fielmente,
el
senten-
destro-
alguna
cien- tiempo de la prueba retroceden”. La tierra
mala se distingue por lugares: al lado del
camino, entre piedras, entre espinas. La tie
rra buena no tiene subdivisiones, porque es
solo una, la Iglesia, según aquello: “Una es
tienen el ciento. Pues Job, ante la tentación, mi paloma” (Ct 6,8); aunque sus frutos y
virtudes se subdividan en ciento, sesenta y
treinta. Así también los premios son diver
64. PARÁBOLAS A LA GENTE; TRES A LOS DISCÍPULOS 545

sos:
trella”
el mérito.
porque
(1Cr “una
15,41),
estrella
en eldifiere
premio,decomo
otra es-
en después de la muerte de Cristo y de los
apóstoles. El enemigo tiene odio a la fe sem
brada en los corazones de los fieles y por eso
cia,
ca;
diferencia.
es fecunda,
yDe
seesto
pierden
la tampoco
simiente
Aunque
sin yembargo,
sólo
por
tres
launa
semilla
igual,
partes,
como
se salva
sino
divina
hemos
por
ycon
fructifi-
desgra-
por
visto,
gran
sí después del sueño de la muerte, de Cristo y
de los apóstoles, movió a algunos fieles a la
perfidia de la herejía, como sembrando ciza
ña en medio del trigo, para destruirla. Toda
impureza en la mies se puede llamar cizaña:
san
se
chos
de
clamar,
parte
hacede
laTeófilo:
ypalabra
seinfructuosa
ala
salvan
ejemplo
semilla
“Mira
divina
pocos;
cómo
se
de
de
no
salva”.
pues
Cristo,
tres
debe El
los sólo
malos
maneras.
cesar
aunque
predicador
una
son
decuarta
Dice
pro-
mu-
vea cizaña, avenas locas y demás. Como la cizaña
se siembra sobre la buena semilla, así las he
rejías sobre las Escrituras para mezclarse con
ellas. Dice san Agustín: “Pues no han naci
do las herejías y algunos dogmas perversos
que traban las almas y las precipitan al pro
está en
que se aprovechan
sí, no pierdepocos;
su mérito.
haciendo lo que fundo, sino cuando las Escrituras no se en
tienden bien; cuando se afirma con audacia
Advierte, según el mismo san Teófilo, temeraria lo que no se entiende bien en
que no dijo que el sembrador, al sembrar, ellas”.
echó una parte junto al camino, etc.; sino Hay que advertir que Cristo tiene su
que la semilla cayó allí. Pues el que siembra, campo triple propio donde siembra su se
ofrece
en los un
oyentes
sermón
derecto,
modosperodiversos,
el sermón
porque
cae milla triple buena; el primer campo es el
mundo, en que Cristo sembró la semilla de
cualquier simiente es recibida según la dis la palabra de Dios, la doctrina de la verdad;
posición de la tierra en que se siembra. Ésta, el segundo es la Iglesia católica, en que
si es fértil y cultivada, da buen fruto; pero si Cristo sembró los fieles que son los hijos del
es estéril y mal cultivada, germina espinas y reino, santos y elegidos, contados entre los
abrojos, o ningún fruto. Pues, como la semi hijos del reino; el tercer campo es el alma
lla da fruto de modo diverso según la varia en la que Cristo siembra doble semilla bue
da disposición de la tierra, así también en na: la primera, la buena voluntad y esta si
nosotros, según la variada disposición de miente debe dar fruto de buenas obras; la
nuestro corazón, se recibe de modo diverso segunda, es el conocimiento de él, del mun
la semilla que Cristo, el verdadero labrador, do y de Dios. Del conocimiento de Cristo
nos trajo del cielo. Primero, pues, debemos nace, como de una fuente, el dolor, según lo
oír con devoción la palabra, recibirla con de del Eclesiastés: “El que añade ciencia, añade
seo y gozo; luego debemos entenderla y con
trabajo” (Eco 1,18). Del conocimiento del
servarla de modo útil entre lo próspero y lo mundo nace el temor, porque el hombre en
adverso; y por último debemos dar fruto, o tra en medio de lazos. Del conocimiento de
el ciento, o el sesenta o el treinta por uno.
Dios nace el amor, porque él mismo es el
creador, redentor y glorificador.
5. La cizaña; el campo y la semilla de
La primera semilla la siembra Dios en el
Cristo
campo del afecto, la segunda en el campo
el estado
En la siguiente
segunda, de
inmediato
la cizaña,deseladescribe
Iglesia, del entendimiento; pero el enemigo siem
bra encima la cizaña, errores en el entendi
546 PRIMERA PARTE

miento y malos pensamientos en el afecto. guarda del rebaño, sino también la de cual
Esta mala semilla se mata de tres modos: quiera en la guarda de su propia persona y
para
con
satisfacción.
porconfesión;
la el
santos
que
fuego
ladeseos
palabra
de
Que
por
la se
contrición;
yelde
obras
afane,
desarraigo
Dios elelalma
virtuosas.
pues,
germine
porque corte
obra
en ella
fiel
de
la salvación. Ambas negligencias las explora el
enemigo; y así por malas sugestiones siem
bra la cizaña en los corazones humanos.
Pues, “cuando dormían, llegó su enemigo y
con A
la este
fe, secampo,
le ara con
el del
la predicación;
alma, se le se
cerca
re- sembró por encima cizaña en medio del tri
go”; los errores y las iniquidades que surgen,
que el Señor llama “hijos del maligno”; los
bre
la
los
cogelaen
hombre
rábola élque
misericordia.
herejes.
buena
trata
la“El
de
semilla,
lluvia
sembró
varias
reino
Porde
lodel
que
cizañas,
semilla
la
tanto,
gracia
cielo
indica
la
sembradas
sebuena
ysegunda
el
pareceenapa-
elgrupo
rocío so-
un
de
su sembró en medio del trigo de los elegidos;
mezcló los herejes con los elegidos.
La cizaña con otro nombre latino se lla
ma lollium, femenino en singular, neutro
en plural; de ahí el verso:
Hay cizaña, hay varias cizañas, y añublos.
campo” (Mt, 13,24). También es la Iglesia
militante, que se parece a Cristo, que es
Algunos dicen que la cizaña en singular
quien concede reinar en el cielo; servirle a él produce la penúltima, y en plural la quita.
es reinar. Él, por sí, o por sus apóstoles,
Velen, pues, los que están al frente de las
sembró en su campo, en el mundo, o en la
iglesias y sus ayudantes para que no pueda
Iglesia, puesta en cultivo por los trabajos y el enemigo sembrar encima la cizaña.
la sangre de Cristo, la buena semilla, es de
“Cuando creció la hierba y produjo fruto,
cir, la doctrina santa y la fe católica y aque
entonces apareció también la cizaña”, mani
llos a los que se llama hijos del reino. Mira
festando los errores y manchas del delito y
que en estas parábolas no se compara perso
la persecución de los fieles de Cristo. Como
na con persona, sino negocio con negocio, o
los servidores se lo dijeran al Señor, “les di
hecho con hecho; como si dijera: El hecho
jo: lo hizo un hombre enemigo”; al enemi
que se lleva a cabo acerca del reino del cie
go se le llama hombre enemigo, pues bajo
lo y acerca de la Iglesia es semejante a tal
apariencia de razón humana engañó al
hecho o negocio.
hombre; o porque se enemistó desde el
principio contra el hombre; o porque ven
6. Sueño de prelados, siembra del
ció al hombre, como de África se llama Es
enemigo
guardia
los
opor
entorpecen
periores
sólo
enemigo
rancia
superiores,
la
guardianes
la lujuria,
negligencia
o yduermen
lasiembra
tutela,
por
culpa.
por
oladel
cuando
su
que
inercia,
encima
Este
en
desueño
interior,
indican
los
tres
dormir
los
superiores
cuando
la
maneras:
y aplasta
negligencia.
cizaña.
adestinados
los
nosesignifica
prelados
la
sobre
disipan
Los
cuando
igno-
su-
El
laa cipión Africano, porque venció a África. Es
“Pero mientras los hombres dormían”; tos siervos del amo son los Padres que hubo
en la Iglesia primitiva, que ante la perfidia
de la herejía que se alzaba en ella, buscaron
de dónde salía tan mala fe, y se les reveló
que fue hecho por obra del enemigo, permi
tiéndolo Dios; para prueba de la firmeza de
los fieles.
El enemigo había sembrado en el
mundo tres simientes pestíferas: la igno
rancia que produce tinieblas, la culpa que
64. PARÁBOLAS A LA GENTE; TRES A LOS DISCÍPULOS 547

lestial,
produce
nia. eso vino
Portrayendo
frío del cielo
y la miseria
tres el labrador
semillas
llena de ce-
contrarias:
ignomi- cuando se teme un cisma. Sospechosa es
cuando no se tiene certeza de herejía o vi
cio. Por tanto, estos no deben ser excluidos;
ca;
la y el
errores
dora,
bién
sabiduría
Cristo
y enemigo
elainiquidades.
gloria
la
iluminante,
sana
sembró
elevadora.
doctrina
Dios
encima
la gracia
ySembró
sembró tam-
feinflama-
en
lamúltiples el
católi- aquí se prohibe su erradicación.
“Dejadlos crecer juntos hasta la siega”,
hasta la consumación del mundo el día del
juicio; se ha de entender de casos que no
son notorios o pertinaces, ni por ellos ame
mundo
migo la paz
voluntad.
sembró
Siembra la envidia
y la caridad
encimaDios también
fraterna;laelmala
ycada ene-
día naza daño universal a la Iglesia. Se da lugar
a la conversión y ejemplo de discreción. Se
nos amonesta que no usurpemos el juicio de
en el campo el
propósitos; interior,
enemigoen lasiembra
mente, encima
buenos las cosas ocultas, sino que lo reservemos a
Dios que dará a cada uno según sus obras.
deseos
po exterior, en ely siembra Dios en el cam-
carnales; No es contrario al apóstol que dice: “¡Qui
cuerpo, la pureza y lim tad al malvado de en medio de vosotros!” (1
pieza; el enemigo siembra encima carnali Co 5,13). Porque este dicho del Señor se
dad e impureza. entiende de los casos ambiguos; el del após
tol, de los manifiestos.
7. Motivos para sufrir a los malvados Se indica también aquí la benignidad
“Y los siervos le dijeron: ¿Quieres que divina de la dilación; porque la clemencia
vayamos a recogerla?” Así preguntaron el divina soporta pacientemente las cizañas
plan divino los santos Padres por la oración, con el trigo, los malvados con los justos. Lo
si convenía separar a los malvados de la co soporta por tres motivos: 1º para que, si
munidad de la Iglesia, por excomunión, o quieren, se conviertan y sean ayudados por
ra
dejarlos
a muerte. “Pero élseglar
a la justicia dijo:que
No,los
nocondena-
sea que, los buenos; 2º para que los justos den mu
chas gracias a Dios, de ser elegidos, por la
quéis
es
por
al trigo
recoger
solo
el trigo”;
en
sospecha;
la
sí, cizaña,
sinoalgún
sea
o trigo
junto
que
fielarranquéis
para
fuera
conotros,
condenado
ella lo que gracia, de entre el número de los que pere
arran-
como
cen y en su comparación, se esfuercen más
por el bien. 3º para que aprovechen a los
buenos, y aumenten sus méritos; aprove
si se arranca uno no vencido antes y se es chan los malvados a los justos purificándo
arrancar
ñana
del
fieles,
puede
candalizan
derecho
será
por
queapresurada,
el
bueno.
ahora
los
escándalo);
arrancando
fieles
sea
Se(no
malo
dañosa
prohibe
ose
eltrigo
alguno,
guarda
trigo,
ylafuturo,
sospechosa;
acción
los
que
el orden de los, para que si hay en ellos alguna herrum
otros
pues
ma-
bre de delito, sea eliminada; ejercitándolos,
para que la virtud oculta en ellos sea mani
festada; y estimulando a los elegidos para
que no se hagan indolentes en el camino de
este exilio, sino que se den prisa a ir a la
apresurada,
ción;
olerar
que
san elAgustín
redundara
príncipe,
adañosa, si
los malos
que
cuando
si
en
nonoalgunas
injuria
por
hafuere
está en
precedido
la de
paz
veces
causa
lacausa
de
Iglesia.
hay
manifiesta
amonesta-
la laque
Iglesia,
gente
Dice
to- patria; y coronándolos, porque cuando im
ponen tribulaciones a los justos, añaden
piedras preciosas a su corona de gloria del
cielo. Así que los malvados sirven a los
buenos, de los modos dichos; y por esto se
permiten.
548 PRIMERA PARTE

8. El tiempo, la siega, los haces, la cosecha gelante229. Dice Job: “De aguas de nieves,
pasará a excesivo calor” (Jb 24,19).
El Señor añade: “Y en el tiempo de la
Sigue luego: “El trigo juntadlo en mi
siega diré a los segadores: Recoged primero
granero” (Mt 13,30). Recoged en el grane
la cizaña y atadla en haces para quemarla”.
ro de las mansiones del cielo a los fieles y
En el tiempo del fin y la consumación, dirá
elegidos, que están en la superficie de la tie
a los ángeles, que recojan la cizaña, los mal
rra triturados por golpes, aflicciones y ten
vados, excluyéndolos de la unión con los
taciones diversas, de modo que no haya en
buenos, referido a la pena de daño; y sigue
ellos paja ni mancha. “Y entonces los justos
la de sentido: reunidlos para quemarlos; brillarán como el sol” (Mt 13,43), por la
porque entonces los ángeles separarán a los claridad que brota de la gloria del alma y
malos de entre los justos, y los enviarán al redunda en el cuerpo. El Crisóstomo dice:
infierno, que se cree que está en el centro de “Emplea ejemplos conocidos por nosotros
la tierra227, vallado del todo por ella228. “Re no porque sea sólo como el sol, sino porque
cogedla en haces”, no en uno; porque cada no conocemos otro más brillante”. La gloria
uno será castigado según su maldad y esta de los justos se compara al sol, sobre todo
rán impuros con impuros, golosos con golo en cuanto a su cuerpo, porque el alma glori
sos, avaros con avaros, soberbios con sober ficada será mucho más bella que el sol. Y en
bios, y así otros impíos con sus semejantes; el sol se advierten las cuatro dotes del cuer
de culpa,
la modo queseanlos
atormentados a la vez en en
que fueron compañeros el po glorificado: claridad, pues nada hay más
claro que el sol en las criaturas inferiores;
castigo.
Se añade: “Allí será el llanto”, dolor ve- agilidad, porque saliendo del oriente pron
to está en el ocaso; sutileza, porque pasa a
hemente por el daño, el carecer de la visión través de un vidrio ileso; impasibilidad,
divina; se pone llanto por tristeza y dolor, porque su rayo no se hiere ni se mancha.
porque quizá allí no habrá lágrimas corpo- Y añade: “En el reino del Padre de
rales. “Y rechinar de dientes”, el padecer de ellos” (Mt 13,43); como hijos del Rey, “re
la pena de sentido y tormento por las penas. cibirán la corona real del honor” (Sb 5,16)...
Se señala doble pena del infierno: una de la “¡Oh, qué glorioso es el reino!” en que hay
mente, la tristeza vehemente indicada por santa compañía, porque son justos; claridad
el llanto; y otra del cuerpo, por el rechinar perfecta, porque brillarán; perfecta delecta
de los dientes. O, llanto por el calor disol- ción, porque serán como el sol y el sol es luz
vente y rechinar de dientes por el frío con- deleitable; sublime dignidad, porque es en

227
Juan Pablo II, para el tercer Milenio, audiencias de 1999, explicaba que el infierno no es un lugar, ni el
purgatorio, ni el cielo; sino estados del alma, según su relación a la Santísima Trinidad. Infierno: 1º autoafirma
ción, rechazo de Dios, sin hallar en sí su fin; desesperación, fuego bíblico. Purgatorio: 2º purificación de toda
mezcla extraña a la pura santidad de Dios. Cielo: 3º pleno amor de caridad por el Espíritu, a la vida total de Dios.
228 San Ignacio propone la “meditación del infierno”, que comienza: “composición, que es aquí ver con la

vista de la imaginación la longura, anchura y profundidad del infierno”. Aplica los cinco sentidos a las penas del
infierno, pidiendo gracia “para no venir en pecado”. (EE 65-71).
229 Dante había descrito en su Infierno los grupos de los culpables del mismo pecado y ese frío congelante pa

ra aumentar el dolor del fuego. Ludolfo, elegido Prior de Coblenza en 1343, dimitió en 1348: ese año entró la
peste negra, que en oleadas golpeó a la población; las letanías añadieron: De la peste, del hambre y de la guerra
líbranos, Señor.. Ingmar Bergmann dio una versión dura de ello en Dies irae).
64. PARÁBOLAS A LA GENTE; TRES A LOS DISCÍPULOS 549

el
Padre
reino; y paterna caridad, porque es del
de ellos. Sabiduría” (Eco 1,16), de la Vida. Los que
generan la espiga, el duro arrepentimiento,
9. La misma parábola en Marcos son los que aprovechan; como se han delei
tado en delitos, deben afligirse en la peni
tencia. Los que producen el grano perfecto,
Marcos toca esta parábola, haciendo
la caridad y la plenitud de todas las buenas
mención sólo de la buena semilla, que per
obras, son los perfectos, que tienen el amor
tenece a los elegidos. Ellos serán recogidos
como el trigo en el granero de la felicidad de caridad de Dios y del prójimo; porque
eterna, mientras la cizaña será enviada ca “la plenitud de la ley es la dilección” o cari
mino del fuego. Compara el reino del cielo, dad; entonces está el hombre dispuesto a
la Iglesia, que es regida por Dios y rige a los pasar de la gracia a la gloria. Por eso el Se
hombres, a un hombre que echa semilla en ñor entonces “echa la hoz”, la muerte, cor
su campo, etc. Semilla se entiende la pala tando a los justos de la vida presente, para
bra de vida, la cual un hombre, Cristo, sem llevarlos a la gloria, “porque la mies está a
bró en los corazones humanos; y se durmió, punto” (Mc 4, 29), la cosecha de los justos.
por la muerte. Pero se alza la semilla “día y Según san Gregorio, el hombre echa la
noche” germina y crece, porque tras el sue semilla en tierra, cuando pone buena inten
ño de Cristo el número de los creyentes ger ción a su corazón. Y después de echar la se
minó en la fe, entre adversidades y prospe milla, duerme, porque descansa en la espe
ridades y creció en las obras; “mientras él ranza de la buena obra. Se levanta sin
no sabe”, es decir, hace que no sepamos có embargo día y noche, porque aprovecha en
mo, qué fruto va a dar hasta el fin. tre lo próspero y lo adverso. Y la semilla
“Y la tierra fructifica por sí misma”, la germina, mientras él no sabe; como aún no
lleva
mero como
hierba,una
luego
voluntad
una espiga,
a dar luego
fruto,grano
“pri- puede segar sus frutos, la virtud concebida
avanza a su crecimiento. Y la tierra fructifi
gordo
da enhombre,
en un la espiga”.
primero
De esta
se semilla
conciberecibi-
temor ca por sí misma, porque, previniéndole la
gracia, la mente del hombre espontánea
de los juicios divinos, significado por la mente se levanta al fruto del bien obrar. Por
hierba
por que escesa
el temor algo
el hombre
imperfecto.
de hacer
Peroelcomo
mal, tanto, cuando concebimos buenos deseos,
echamos la semilla en la tierra; cuando em
lugar
y empieza
se concibe
a practicar
la esperanza enlos
el bien,de segundo
dones pezamos a practicar lo recto, somos hierba;
cuando llevamos la obra hasta su perfec
divinos, significados por la espiga, en que ción, llegamos a la espiga; y cuando nos
hay
lugar,
“tiene
grano
es laya
plenitud
pleno;
se
obra
esperanza
da por
perfecta”,
como
deesto
del
ladice
Ley”
elfruto
amor
yelesto
(Rm
apóstol:
futuro.
delo13,10).
caridad,
significa
En
“Eltercer
amor
que
el confirmamos en la perfección del obrar,
producimos el grano pleno.
Dios omnipotente echa la hoz en el fru
to producido y corta su mies; cuando con
duce a cada uno a las obras perfectas, dando
así “el
como
dad. latemor
mienzan,
ElLosproceso
hierba
deben esempezar
quedel Señor
generan
el
temor,es el principio
principio
hierba,
por
conversión,
elde
temor;
loslaquede la
espiga,
cari-
pues
co- sentencia corta su vida temporal para llevar
su grano a los graneros celestiales. No seas
sólo hierba o espiga, no esperes a madurar
en las penas del purgatorio; que al grano in
maduro no lo recoge Dios en su granero.
550 PRIMERA PARTE

ba
Pero,
menteno
pósito; tierna
el trigo
se desprecie
nodeestá
Diosaún para el de
acomienza
ninguno buen
silaen
hier-
pro-
su to a su elevación, llena de frutos en cuanto a
su utilidad; “hasta el punto de que los pája
ros del cielo”, las almas de los creyentes que
para hacerse grano. se tienden llenos de afecto a los cielos, “vie
10. La mostaza: la Iglesia y las herejías nen” por la fe, y “anidan en sus ramas”, sus
dogmas. O los pájaros, los predicadores,
que vuelan como nubes, vienen, deseando,
En la tercera parábola, la del grano de
mostaza, se describe el estado de la Iglesia y anidan, con meditación y obras, en sus ra
que siguió al levantarse de las herejías. mas, es decir, en las diversas exposiciones y
Porque contra las herejías insurgentes el sentencias.
Señor levantó doctores santos y escritores, Las cuatro ramas son: la historia, la tro
que refutaran a los herejes por medio de la pología, la alegoría y la anagogía.
razón y de la sangrada Escritura. Al princi Por el reino de los cielos se puede en
pio fueron humildes y bajos, luego fueron tender aquí la Iglesia primitiva. Por su po
exaltados por disposición divina; por su di breza y el pequeño número de creyentes pa
en para
ligencia
gada todaspredicar,
partes. laTrata,
fe ha pues,
sido divul-
de la recía pequeña, pero con gran fuerza y fervor
de la fe. Parecía pequeña por el escándalo de
exaltación de la Iglesia, y de la predicación la cruz, pero ferviente por el calor de la di
de la fe y del Evangelio. En ella se compa lección. Por eso se compara con el grano pe
ra el reino del cielo a un grano de mostaza. queño de la mostaza. “El cual siendo míni
“El reino de los cielos es parecido a un gra mo”, en tamaño, es grande en virtud y
del Evangelio, es llamado reino; por-
no de mostaza” que
(Mt 13,31); la predicación calor; pues creció hasta ser árbol grande,
pues se extendió a todas las partes del orbe,
que enseña a gobernar la mano, cuyos ciu con el tronco de la fe y las ramas del amor
dadanos son las obras; la boca, cuyos ciuda de Dios. Es alta porque eleva a lo alto, an
danos son las palabras; el corazón, cuyos cha, porque ocupó todo el mundo. A este
ciudadanos son los pensamientos y deseos. árbol subió Zaqueo para poder ver a Cristo;
en el amor,
Es semejante
calor al grano
expelede
el mostaza,
veneno, elque
error,
da no se ve a Cristo sino en el árbol de la Igle
sia y en la fe. “Y los pájaros del cielo”, los
yhombre
limpiacoge
la para
cabeza,
sembrarlo
la mente.
en su“Que
campo”;
un príncipes de este mundo, que buscan lo al
to, “habitan en sus ramas”, y sometidos a él
Cristo
por sí yque
porlasus
tomó del Padreeny su
discípulos; la sembró
campo, se dirigen por su consejo.
O, “los pájaros”, los santos, que suben a
que es el mundo. lo alto con las alas de las virtudes, esforzán
das “Es,
las semillas”;
ciertamente,
de la
todas
más las
pequeño
disciplinas;
de to- dose por volar a los premios de los bienes
celestiales, “anidan en sus ramas”, en las di
porque apenas se cree en ella al principio, versas sentencias espirituales. Las ramas del
ya
dad
mínimas,
que
deenseña
lasypalabras.
nocosas
haceque
guiños
“Pero
se tienen
una
a la vez
por
ampulosi-
que
vilessey árbol evangélico son la diversidad de dog
mas, para que haya medicina variada según
poéticas;
desarrolla”,
hortalizas”,
“y al
se
lasdivulgarse,
hace
ciencias,
un árbol”,
físicas,
“es mayor
alta
naturales
enque
cuan-
lasy la diversidad de enfermedades. En ellas ca
da uno de los pájaros, las almas de los jus
tos, descansan: pues los pájaros del cielo son
las almas de los fieles que vuelan a lo celes
64. PARÁBOLAS A LA GENTE; TRES A LOS DISCÍPULOS 551

tial; elevando el corazón de lo terreno; dejan tín231. La levadura, aunque en la Escritura


la codicia temporal, tienen el corazón en el se usa más para el mal, como algo que co
cielo, respiran con palabras y consolaciones rrompe, sin embargo, como hay una leva
de los santos, y descansan de las fatigas de dura de cizaña y otra de trigo, se toma aquí
esta vida. Dice el salmista: “¿Quién me da- en el buen sentido. Por la fuerza de alterar
rá alas de paloma, para volar y posarme?” indica la palabra del Evangelio, que cambió
(Sal 57,9). gran parte del mundo a la fe, más aún, le
Tomemos, pues, nosotros también alas cambió al mismo mundo. En figura de ello,
de paloma para que volando a lo alto poda- en la fiesta de Pentecostés que celebraban
mos habitar en las ramas de este árbol, y los judíos por el bien de la Ley que les fue
hacernos pequeños nidos de doctrinas; y dada cuarenta días después de la salida de
huyendo de lo terreno, nos apresuremos a Egipto que es imagen del Evangelio, se
lo celestial. Tengamos también un deseo ofrecían en el templo dos panes de flor de
grande y ferviente de exaltar nuestra fe, pa harina fermentada.
ra que todos teman, conozcan y amen al Se- La mujer, pues, la sabiduría de Dios, o
ñor Jesucristo. la diligencia de los santos, toman la levadu
ra fermentada, que por el calor intrínseco
11. La levadura: la Iglesia y los santos dentro de ella, significa la Ley Evangélica,
Ley de amor o caridad y el fervor de la fe; y
La cuarta parábola, de la levadura, des la mete, o esconde, en tres medidas de hari
cribe el estado de la Iglesia, que siguió a la na hasta que fermenta todo. Este fermento
exaltación
diligencia en
deladichos
predicación
santos,laporque
fe está por
divul
su en tiempo de los apóstoles fue puesto en las
tres partes el mundo; y se pondrá más, has
gada en
para “el
coge unatodas
reino
mujerde
partes.
ylos
la cielos
mete
En esta
aenlaparábola
tres
levadura
medidas,
com-
que ta que fermente todo y se multiplique por
todo el mundo la fe en la Trinidad; pues ve
mos que casi todo el mundo fermentado ya
satos, de harina, hasta que fermenta todo” y vivificado ha crecido como cuerpo de la
(Mt 13,33). El sato230 es una medida usada Iglesia; como un poco de levadura cambia a
en Palestina que cabe modio y medio. El su virtud una gran masa de harina, la vivifi
reino de los cielos es la Iglesia militante; ca y hace crecer.
Dios reina en ella por la fe y la doctrina, Una mujer, el alma santa, según san Be
que anuncian el reino del cielo. La mujer es da, por la recta intención, ocultándolo de las
la sabiduría de Dios, o la diligencia de los alabanzas humanas, esconde la levadura, la
santos para predicar la fe católica donde dilección, en tres medidas de harina, en los
quiera. Las tres medidas de harina son las tres modos de amar: “con todo el corazón,
tres partes del mundo: Asia, África y Euro- con toda el alma y con toda la mente” (Dt
pa; o las tres lenguas: hebreo, griego y la- 6,5; Mt 23,37; etc.). O en las tres fuerzas del

230 “Lit. tres satos (unos 13 x 3 litros)” (NT.MI, 102). El modio es medida latina para el trigo, un modio 9
litros.
231 Más abajo, c. 73, 5, dice que a Belo “los caldeos lo llamaron Beel, los palestinos Baal, los moabitas

Beelfegor, según las diversas lenguas. Pero al hablar aquí de “las tres lenguas, hebreo, griego y latín” se refiere a
las tres lenguas bíblicas. En esas tres lenguas escribió Pilato el título de la Cruz; “en las tres lenguas del mundo
según san Juan” (H. U. von Balthasar, Luz de la Palabra, 1994, p. 298).
552 PRIMERA PARTE

alma,
las
que que
cambien
racional,
se oculta
toda
concupiscible
lalacaridad
mente en
o doctrina
esuirascible,
perfección;
hasta
en Según san Jerónimo, siempre que se di
ce esta expresión, se designa el sentido espi
ritual, o místico; bajo las palabras en pará
de
sabiduría
ridad
ta
mundo,
dos,
rrección;
caridad;
tonces
medidas
multitud
futuro.
estoque
Noé,
Noé
se
los
yserá
comienza
fermente
la
procedió
Según
fieles
Daniel
completado
ahora
son
entonces
de
recogida
sana
fuego
Dios
los
lleguen
eldoctrina
san
ytres
fuego
aquí,
todo,
la
Job;
de
leles
de
Hilario,
humanidad,
encomienda
estados
hogar.
eloadará
diversidades;
se
número
es
hasta
porque
la
enperfeccionará
pequeño,
gloria
el
calor
de
laque
presente,
los
de
harina
ala
de
al
los
la
fieles,
tres
fe,
pero
perfecta
la
las
fin
cual
elegi-
la
resu-
hijos
es
en
has-
tres
en-
del
ca-
los
la
el bolas hay que buscar otro sentido por
medio del entendimiento. Del mismo mo
do, según san Beda, los oídos para oír son
los oídos del corazón y los sentidos interio
res: los oídos de entender, obedecer y hacer
lo que es justo. Señala triple oído: de sentir,
de entender, de obedecer. El primero es ex
terior en el cuerpo, del cual se dice: el que
tenga oídos; el segundo es interior a la
mente, del que se añade: para oír; el tercero
abraza a ambos, y de él se dice: que oiga. El
oír sensitivo, el intelectivo, el afectivo. Se
dice en el salmo por su orden: “Oye, hija”,
el primero; “y mira”, el segundo; “e inclina
tu oído”, (Sal 45,11), el tercero.
12. Parábolas
Señor y sentido: cómo oír al De este grito de Cristo dice san Agus
tín: “Tronó el Señor Jesucristo clamando
con dichos, hechos, voz, vida, descenso y as
“Todo esto lo expuso Jesús a aquel gen
censo, para que volvamos a él. Clama a los
tío en parábolas”; lo dicho y muchas cosas
sordos para que oigan; clama a los que
más. Y, aunque otras veces había hablado a
duermen para que velen; clama a los que
la gente muchas cosas sin parábolas, enton
pasan para que atiendan; clama a los igno
ces no les habló nada sin parábolas, para
rantes para que entiendan; clama a los que
que se movieran a preguntar sobre lo oído.
se alejan del camino, para que vuelvan; cla
Porque, como él hablaba a hombres rudos ma a los pecadores, para que se conviertan.
sobre el reino de Dios, era preciso inducir
Pues clamó predicando, clamó orando, cla
los con tales parábolas, con semejanzas de mó resucitando a Lázaro, clamó al fin mu
cosas sensibles conocidas por ellos, a los se
riendo. Cada día existiendo en el cielo cla
cretos divinos. De las cosas que el ánimo ma a nosotros con estas palabras: “¡Venid a
conoce, podría alzarse a lo desconocido, con
mí, todos los fatigados y sobrecargados, y
el ejemplo visible ser arrebatado a lo invisi
yo os aliviaré!” (Mt 11,28). Y nosotros, po
ble, por lo que aprende por la vista, a amar
bres, hasta despreciamos tales clamores”.
lo que no conoce; los incapaces de captar lo
celestial, podrían percibirlo, oyéndolo por
13. Por qué habla a la gente en parábolas
medio de una semejanza terrena. “Parabolê”
cir
otra
la
en verdad;
griego
esto essesemejanza;
razonablemente.
gritó: dice
¡El que
unaAsí
tenga
cosa,
por
advierte:
ella
oídos
y seseentiende
para
muestra
“Al oír,
de- “Entonces, después de despedir a aquel
gentío, fue a casa”; se apartó del tumulto,
de la gente que no preguntó, para que sus
discípulos, mejor dispuestos, tuvieran opor
que oiga!” (Mc 4,23); advertencia que el Se tunidad de preguntarle. “Sus discípulos se
ñor hace en muchos sitios. acercaron para decirle: ¿Por qué les hablas
64. PARÁBOLAS A LA GENTE; TRES A LOS DISCÍPULOS 553

valiéndote
le son más de
familiares
parábolas?”
menos
(Mtpor
13,10).
la Ellos que entendían, no entendieran, la sentencia
presen interior. El Señor hablaba en parábolas por
der;
cia corporal
preguntan
quepor
porqué
la habla
voluntad
así ade
la apren-
gente, esta causa entre otras: para que la verdad
quedara oculta a los malvados y los buenos
cuando
piden
no
mente,
entendían
que
pidieron
ellos
les que
mismos
exponga
que
Cristo
lesno
las
expusiera
hablaba
parábolas.
comprenden.
espiritual-
el enten-
ComoLe se ejercitaran en entender. Por eso añade:
“Pues al que tiene se le dará y abundará”; al
que tiene amor, se le dará la inteligencia de
la palabra amada y abundará su sentido de
dimiento y el sentido. “Y él, en respuesta, entender; porque el verdadero sentido de la
les
nocer
dijo:
losAmisterios
vosotrosdel
se os
reino
ha concedido
de los cielos”.
co- sagrada Escritura se ha dado a los que tie
nen fe y devoción.
a mí obedientes,
vosotros
A
táisvosotros
sechados y creyentes,
a quienes aaquiero,
vosotros
a vosotros
humildes,
que os jun-
de-a Se dice en Lucas que “el Señor les abrió
el sentido para que entendieran las Escritu
ras” (Lc 24,45); y por el abundante sentido
por el mundo, a vosotros que que se les reveló la marcha de la Iglesia. Al que
seguidores
réis,
concedido,
simplemente
que
por se acerquen
dignos, aymí.
a Se
vuestros
os ha tiene la obra, se le dará el entendimiento y
abundará en crecido progreso. Se le dará la
don divino, por la sola gra perseverancia y abundará la gloria; porque,
cia
abiertamente,
bolas
decir,
grada
establecidos,
profundidad
conduce
delos
los
Escritura,
Dios,
al
misterios
secretos
reino
no
de
ocultos,
sin
por
que
layla
celestial.
del
mérito
verdad
laenvoltura
contiene
reino dereino
inteligencia
de aquél
vuestro,
Evangélica
delos
los designios
cielos.
las
de
conocer
la
pará-
yque
sa-
Es
la “el Señor dará la gracia y la gloria”, dice el
salmista. “Pero al que no tiene, aun lo que
tiene se le quitará” (Mt 13,12); al que no
tiene amor de la palabra, hasta lo que tiene,
lo que cree que tiene, por talento natural,
por estudio, se le quitará; pues no gozará en
absoluto de la dulzura de la verdadera sabi
duría. A los judíos que no tenían fe y devo
apóstoles
Iglesia
O elmilitante
misterio
eran como
del
o triunfante.
reino
los fundadores
de los
Porque
cielos,
delos
la ción de la doctrina de Cristo, se les quitó el
entendimiento de la Escritura del Antiguo
viendo,
por
no seesoleses
lesconcedió
decir,
hablaba en parábolas,
creyendo
entender
que estas
veían,para
cosas,
no vie-
quey Testamento por su incredulidad; y se les dio
Iglesia
necía
procesosaber
después
de lalos
Iglesia
de
secretos
Cristo;
hastade
por
el fin
laeso
Iglesia,
dellesmundo,
perte-
del a los gentiles por su fe. También a la fe que
no tiene obras, lo que parece que tiene de
sabiduría, se le quitará, porque “la fe sin
ya
posición
se
terio
Iglesia.
preocupan
quedel
eran dedese
Adivina;
reino
losfuturos,
demás
penetrar
los
puede
que
preordinados
cielos
están
la
llamar
al
verdad
fuera,
secreto
aquí
endivina,
que
lade
mis-
dis-
no
la obras es fe muerta” (St 2,20). Como el ava
ro tiene muchas riquezas y ningunas, así el
que no tiene la sabiduría divina, no tiene
ninguna; porque, según san Jerónimo, des
conoce las escrituras el que no conoce la sa
con
también
los ojos
los escribas
cerrados,y fariseos
la turbaincrédulos,
vulgar, o grada Escritura. Según san Ambrosio, el
que tiene se entiende como el que cree te
ner. “Pero aparte se lo explicaba todo en
privado a sus discípulos” (Mc 4,34). Por eso
ran según la verdad, oyendo, juzgando es evidente que les expuso así no sólo las
y parábolas sobre las que le preguntaban, sino
554 PRIMERA PARTE

otras también, aunque no se haga mención poseerlo todo y tener la potestad de usar el
de ellas. tesoro con el campo; nadie posee sin daño
del mundo las riquezas celestiales.
14. El tesoro escondido: tras la predi Esta parábola se aplica en alabanza de
cación las vírgenes; el tesoro en el campo es la vir
ginidad en la carne. Tres cosas hay que con
Entonces habló también a los discípulos
siderar en este tesoro: Primero, que se en
en parábolas. Les propuso otras tres, distin
cuentra; segundo, se esconde; tercero,
tas de las anteriores. En la primera, del te
escondido, se antepone a lo demás. Pero no
soro escondido en el campo, se señala el es
se encuentra en los lujuriosos, ni se esconde
tado de la Iglesia que siguió al indicado; en los vanidosos, ni se prefiere a lo demás
porque, divulgada la fe en el orbe por la
en los avaros. Así pues, tenemos las tres vir
predicación de los santos, muchos hombres
tudes, virginidad, humildad y pobreza. La
de valor y cultos, como san Agustín y otros,
virginidad sabe hallar el tesoro para tenerlo;
convertidos a la fe católica, comenzaron a
la humildad sabe esconderlo para no per
poner en práctica el convertir su ciencia en
derlo; la pobreza sabe anteponer el tesoro a
utilidad para las almas. Asemeja, pues, el
todo lo demás sin menospreciarlo.
reino de los cielos, la patria celestial, a un
tesoro escondido en el campo, campo que se
15. La perla: Iglesia y vida contemplativa
compra vendiéndolo todo, para poseer el te
soro hallado allí. El campo está en la prácti En la segunda parábola aquí, de la perla,
ca de la vida activa, y en las obras de mise se declara el estado de la Iglesia siguiente al
ricordia en el régimen de la Iglesia; el anterior; porque tras lo indicado comenzaron
tesoro escondido es el premio del cielo: sus algunos a tender a la vida contemplativa,
riquezas no aparecen todavía manifiestas, menospreciando las riquezas y honores del
según el salmista: “¡Qué grande multitud mundo, como san Benito y otros que le si
la de tu dulzura, Señor; la reservas para los guieron en los diversos estados y grados de
que te temen!” (Sal 31,20). vida religiosa. Este estado de vida se presen
Se encuentra este tesoro, porque en gran ta con la figura de la perla que se encuentra
parte se declara cuál y cómo es la doctrina en los moluscos del mar, como la religión se
de los santos y la predicación; el tesoro lo apoya y alimenta en el agua de la devoción.
esconde el que, conocido cuál es, lo retiene Esta perla se dice que es única y precio
en su corazón, lo ama en su mente y no se sa. Una, porque une al hombre; pues la vida
olvida nunca de él. “Y por la alegría de ha activa divide más; por esto se dice que Mar
berlo encontrado, va a vender todo lo que ta andaba ocupada en muchas cosas, y en
tiene para comprar aquel campo” (Mt cambio María atendía sólo a una. Se dice
13,44). Marcha con los pies de la mente que es preciosa, porque la vida contempla
queriendo el tesoro; vende todo lo que tiene tiva simple y absolutamente es mejor que la
despreciando lo temporal, los placeres car activa, aunque la activa sea más fructuosa
nales y los deseos terrenos; y le compra, de en los casos concretos; pues se dice que Ma
jando lo demás, en el campo del Señor, por ría eligió la mejor parte. Dice pues: “Tam
el premio celestial, trabajando y anhelando bién es parecido el reino de los cielos a un
totalmente lo del cielo. Tiene pues que te mercader”; como aquel hombre por el deseo
ner en menos lo mundano y terreno, para de la perla vendió todo y la compró, así
64. PARÁBOLAS A LA GENTE; TRES A LOS DISCÍPULOS 555

también ésta, hallando una perla preciosa, olas de este mundo presente para que no se
la dulzura de la vida contemplativa, va a la hunda en lo profundo de la muerte eterna.
plaza de los mercados espirituales, vende Está echada al mar, al mundo: se llama mar
todo lo que tiene menospreciando lo terre- por su grandeza y amargura. Ella congrega
no, y la compra, por medio del esfuerzo y el toda clase de peces, de hombres, buenos y
deseo de las cosas eternas. malos: echada en las olas del mundo, no re
En sentido moral esta parábola presenta chaza a nadie, acoge a los malos con los
tres cosas a imitar: el oficio de los santos, el buenos, y llama a hombres de toda clase al
empeño de las costumbres, el deseo de lo perdón.
eterno. Se indica el oficio, en negociar; el “Cuando está llena la sacan a la orilla, se
empeño, en buscar; el deseo, en poner por sientan y escogen: los buenos a los cestos, y
obra. ¡Dichoso, el que sabe negociar espiri- los malos los tiran afuera”. En el fin del
tualmente, ya en la vida activa atendiendo a mundo, cuando se concluya la suma de la
obras de misericordia; ya en la de perfec- humanidad, y se complete el número de los
ción, dejándolo todo por Cristo232; ya en el elegidos, sucederá que sacándolos del mar y
don apostólico, ganando almas para Dios de las olas de esta vida, los arrastrarán a la
por la predicación! También, ¡feliz negocia ribera de la otra; porque según la glosa, co
dor el que sabe buscar no lo nocivo, como mo el mar es el mundo, así la ribera del mar
los ambiciosos; ni lo inútil, como los curio es el fin del mundo. Ahora, pues, la red de
sos; sino lo saludable, como los santos! ¡Di la fe contiene en común como mezclados a
choso también el que, halladas buenas mer los peces malos y a los buenos; pero la ribe
cancías, sabe negociar bien; el que marcha ra indica a quiénes arrastra la red de la Igle
de sí mortificando la carne, vende la tierra sia. Los peces buenos y malos no se distin
por el cielo, renuncia a todas las cosas, y guen mientras la red está en las aguas; así
compra la perla por la sujeción de la propia también en la Iglesia presente están mezcla
voluntad! dos los malos con los buenos. Pero, al fin
del mundo, se arrastrará a la ribera por un
16. Parábola de la red: la Iglesia pre juicio abierto, pues entonces será manifies
sente to lo oculto de los corazones.
Como este estado ha de durar hasta el Por tanto añade: “Así pasará en la con
fin del mundo, se pone la parábola del fin sumación del mundo”. Lo es en tres senti
del mundo, la de la red echada en el mar. dos: porque entonces se completará el nú
Con las parábolas del tesoro y la perla nos mero de los elegidos; porque terminará el
indujo al amor de la felicidad eterna; a con- estado de merecer; porque cesará la sucesión
tinuación con la parábola de la red nos in- de las cosas mudables. “Saldrán los ángeles”
duce al temor, para que nos guardemos del del cielo para congregar al pueblo a juicio,
mal y sigamos el bien. Dice que el reino de “y separarán a los malvados de en medio de
los cielos, que se refiere a la Iglesia presen- los justos”. ¡Oh, qué dura separación para
te, es parecido a la red: está confiada a pes- los malvados; porque es irremediable, irre
cadores; por ella cada uno es sacado de las vocable! “Y los arrojarán la horno del fue

232 “Un buen conocedor de la Escritura escribió: “Entre todas las perlas no hay más que una preciosísima: el
conocimiento del Salvador, el misterio de su Pasión y el arcano de su resurrección” (san Jerónimo). (NT.MI, 104).
556 PRIMERA PARTE

go”, del infierno, para atormentarlos y se- exhorta a enseñar: “Y les dijo: Por eso todo
carlos, y así la Iglesia purificada será ofreci- escriba, llegado a discípulo del reino de los
da a Dios Padre sin mancha ni arruga. A los cielos se parece al dueño de la casa, que saca
justos los pondrán en cestos, en las mansio- de sus provisiones cosas nuevas y antiguas”
nes del cielo, después de separados los mal- (Mt 13,52). Habla de un escriba docto, pues
vados y echados al infierno. Así, introduci como dice san Agustín, los apóstoles son es
das las vírgenes prudentes y excluidas las cribas y notarios que testifican la palabra de
necias, la puerta del reino celeste se cerrará. Cristo en las tablas del corazón. Y docto,
Y de las penas de los malos se añade: “¡allí inspirado en las cosas necesarias para sí y los
serán el llanto y el rechinar de los dien- otros; en el reino, en la Iglesia militante.
tes!”233 (Mt 13,50). Entonces, tarde, los Tres cosas: docto, por el oficio de la doctri
malvados se arrepentirán y gemirán, se in na; en el reino de los cielos, por el mérito de
dignarán con ira contra sí mismos, por ha la vida; semejante al padre de familia, a mí,
ber sido tan pertinaces en la maldad. Clara semejante por la imitación, no igual. De su
mente se habla en muchos textos de la ciencia, oculta en su corazón, sacará lo nue
sagrada Escritura de los tormentos de los vo y lo viejo, textos del Antiguo y del Nue
norancia;
plicios
malvados delse
para
horno,
recuerdan
que en
nadie
el
tantas
Antiguo
se excuse
vecesypor
los el
ensu-
ig- vo Testamento, de los cuales está tejida la
red de la Iglesia.
O bien, cosas nuevas, según san Grego
Nuevo Testamento, para que anhelemos rio, de la suavidad del reino; y viejas, del te
con sed los gozos del cielo. rror del suplicio, para que los castigos cau
sen terror a aquellos, a quienes no les
17. Los doctores: no sólo oír, entender invitan los premios. O nuevas, por la amo
Viene después la conclusión principal: nestación de las virtudes; y viejas, por el re
para esto se ha presentado el proceso de la chazo de los vicios. Es claro que los obispos,
Iglesia militante, para que los apóstoles, sucesores de los apóstoles, deben tener cono
fundadores de ella después de Cristo, enten cimiento de los dos Testamentos; en señal
dieran este proceso. Así se añade: “¿Habéis de ello llevan la mitra con dos puntas. Cris
entendido todo esto?”; las parábolas; como to le compara con el padre de familia, por
diciendo: A vosotros os pertenece entender- que como éste tiene que alimentar a los hi
las. Dice la glosa: “Se habla a los apóstoles; jos con pan corporal, él debe alimentar a los
quiere no sólo que oigan, sino que entien- pequeños fieles, con el pan espiritual. Ex
dan. No les basta a los mayores con sólo oír horta el Señor a los discípulos a que entien
para cumplir, deben entender para enseñar”. dan las parábolas, para que sepan enseñar a
“Le dicen: –Sí”, hemos entendido. Luego los otros; serán semejantes a él, si les enseñan.

233 “En
la Iglesia, hasta el día del Juicio habrá justos y pecadores mezclados; la separación decisiva se hará
entonces: felicidad eterna para los buenos y eterno horno del fuego (v 42) para los malos, e. d., para los pecado
res no arrepentidos” (NT.MI, 104).
65. EN NAZARET LEE A ISAÍAS; QUIEREN DESPEÑARLE 557

Oración

¡Señor Jesucristo! Hazme salir de la vida vieja.


La semilla de tu palabra, que sembraste en mi entendimiento, del buen propósito en
mi afecto, de las buenas obras en mis actos, te pido que no se la coman los pájaros de la va
nagloria; no la pisen los que andan por el camino acostumbrado; no se seque en la piedra
de la dura obstinación, ni la sofoquen las espinas de la preocupación.
Dame, más bien, que en la tierra buena y óptima de un corazón humilde, que compar
te sufrimiento y la alegría, produzca en paciencia el ciento por uno.
el
Haz también que entienda y haga todas estas cosas, dichas en parábolas, y que, al me
nos, con el ejemplo, las enseñe a los demás. Amén.

65. EN NAZARET LEE A ISAÍAS; QUIEREN DESPEÑARLE


Mateo 13,53-58; Marcos 6,1-6; Lucas 4,16-30

1. Sinagoga de Nazaret, lee a Isaías hay que llamar, según san Jerónimo, evan
cuando Jesús terminó estas parábo- gelista más que profeta. En sentido espiri
“Y
tual, según la glosa, se le dio un libro profé
las, se marchó de allí y cuando llegó a su
tico, para mostrar que de él hablaban los
tierra”, a Galilea, “se puso a instruirlos en la
profetas; que todas las profecías se refieren a
sinagoga” (Mt 13,53-54); por la apta reu
él, se cumplen en él, y él las abre. Así mis
nión de tantos, y para mayor autoridad. “Y mo para mostrar que todos los profetas le
todos quedaban pasmados y lo alababan”;
entregaron sus libros, pues aplicaron a él
muchos y de cualquier estado, pero no to
cuanto dijeron. “Y al desplegar el volu
dos, siendo muchos los que le despreciaban
men”, mostrando que él abría el sentido de
y contradecían. “Y llegó a Nazaret, donde
“y, según su costumbre, entró en la sinago- las Escrituras, “halló”, no al acaso, pues sa
se había criado”, aunque naciera en Belén;
bía los textos que hablaban de él, “el pasaje
donde”, según la versión de los Setenta, “es
ga en día de sábado”; la sinagoga era lugar
taba escrito: El Espíritu del Señor está sobre
de oración y de doctrina de la Ley, cosas a
mí”, etc. (Lc 4,18, etc.), como luego se verá.
las que los judíos según la Ley debían aten
der en sábado; “y se levantó para leer” (Lc 2. La profecía: sobre Cristo y el pre
4,16); no para predicarse a sí mismo sólo
dicador
por su testimonio, sino también por el de la
sagrada
en pie,
mos sentados.
pero
Escritura. En larecitar
podemos iglesiaosecantar
debe leer
sal- Los judíos esperaban que lo que se pro
mete en esta profecía lo iba a cumplir el
esto.
de
profeta”,
Cristo
“Se
Le ledan
por
más
entregó
cerradoelelvolumen
losabiertamente,
servidores
volumen
queaquél alhabla
cuidaban
deque
Isaíasque
de
el Mesías futuro que esperaban; que domina
ría todo el mundo, sacaría a los judíos de la
cautividad y los pondría en la máxima glo
ria sobre todas las gentes. Pero, como ya lle
gó el tiempo de su venida, Cristo expuso el
558 PRIMERA PARTE

texto sobre sí mismo como convenía, di- ciar a los cautivos la liberación”. 4ª La ins
ciendo: “El Espíritu del Señor está sobre trucción de los mal preparados: “a los cie
mí” (Is 61,1-2), el Espíritu del Padre des- gos, la vista”. 5ª aliviar a los sobrecargados:
cansa en mí como guía y maestro, a cuyas “liberar a los oprimidos”. 6ª despertar a los
exhortaciones obedezco. “Me ha ungido” perezosos: “anunciar el año de gracia, y el
ese Espíritu con la plenitud de la gracia, co- día de la retribución”. Desenrollado, pues,
mo Rey, Pontífice, Profeta y Tienda de la el libro, lo leyó; pues habló con caridad y
divinidad. “Me ha enviado a evangelizar a enseñó a todos la verdad.
los pobres”, a anunciar la buena noticia a
los humildes, a quienes sirve la doctrina, no 3. Libros sagrados. Hermosura de Cristo
a los soberbios; como lo cumplió Cristo
cuando dijo: “Felices los pobres en el espíri Luego enrolló el libro que había leído,
tu, porque de ellos es el reino de los cielos”. dando a entender que no a todos se han de
Y mediante esto a sanar a los contritos de predicar todas las cosas. También lo hizo
corazón”, los heridos por el delito, que se mostrando que los libros de la Escritura se
duelen en espíritu. “A anunciar liberación a han de tratar con reverencia. Los judíos tie
los cautivos”, presos por el enemigo en la nen también esta reverencia con los libros
cárcel y hierros de los pecados; llamándolos del Antiguo Testamento: nadie se sienta tan
a la conversión. “Y la vista a los ciegos”; el alto como están puestos los libros. Debe
conocimiento verdadero de Dios, a los no mos mostrar mucha reverencia a los libros
creyentes,a los
libertad cegados
oprimidos”,
por el error.
por el
“Apeso
enviar
inso
en del Evangelio, porque lo es cosa de tanta
que, según el Crisóstomo, si conviene to
portable de la Ley antigua, aliviándolos con mar el Evangelio, no lo harías sin lavar las
la gracia de la nueva Ley. “A anunciar el año manos. Son reprensibles los cristianos que
de gracia del Señor”, el de la benignidad, tratan a veces con poca reverencia los libros
ra el día“ahora
porque es el tiempo
de la salvación” (2 Co
aceptable,
6,2). aho- no sólo del Antiguo sino del Nuevo Testa
mento, incluso con menos reverencia que
Este año es todo el tiempo de la Iglesia, los libros de los no creyentes que no están
y en especial el año de la Pasión de Cristo en vías de salvación, o la ropa, o muchas
en que Dios perdonó a la humanidad, con la otras cosas de los que pasan.
enmienda del primer pecado. “Y el año de Y dice bien “lo enrolló y plegó”, porque
la retribución” (Is 61,2)234, conminando la los libros de los judíos llevan rótulos. “Y
sentencia del juicio final según los méritos, devolvió al ayudante” (Lc 4,20) el libro en
donde se retribuirá “a cada uno según sus rollado, porque encomendó a otros el oficio
obras” (Mt 16,27). de evangelizar y les encargó dispensar la pa
Se tocan aquí seis condiciones que debe labra. “Y se sentó”, para exponer sentado
tener el predicador o prelado: 1ª Consolar a con madurez lo que había leído de pie con
los míseros: “evangelizar a los pobres”. 2ª reverencia y devoción. Leyó de pie, porque
Confortar a los que se convierten: “sanar a obró en la carne cuando nos abrió las sagra
los contritos”. 3ª Visitar a los presos: “anun- das Escrituras; pero luego se sentó, porque

234 Isaías sigue: “A pregonar el año de gracia de Yahveh, / día de venganza de nuestro Dios” (61,2). Jesús

no lee la 2ª parte del verso. Termina así: “A anunciar el año de gracia del Señor”. Ludolfo sigue aquí con Isaías,
añadiendo la frase de Mateo.
65. EN NAZARET LEE A ISAÍAS; QUIEREN DESPEÑARLE 559

volvió a la quietud divina. Se nos instruye servicios, pues no despreció ni el oficio de


que tenemos que sentarnos y llorar con hu- lector”. Observa también cómo manifestán
mildad de arrepentimiento; después, levan- dose con humildad, dice: “Hoy se ha cum
tarnos de los vicios con serenidad de concien- plido este pasaje de la Escritura ante vos
cia; después leer, obrar, predicar, también al otros que me oís”. Yo soy aquél del que
prelado, y volver a sentarnos, esperando los habla el profeta. Con este ejemplo aprueba
premios del descanso, para que, al recibir- el oficio de lector; el de portero, cuando ex
los, descansemos para siempre. pulsó a vendedores y compradores del tem
“Los ojos de todos en la sinagoga esta- plo; el de exorcista, al expulsar demonios de
ban fijos en él”, por la eficacia de las pala- los cuerpos posesos; el de acólito, o portador
bras, y el aspecto humilde y hermoso235; en del cirial, mostrándose luz del mundo, en
su rostro brillaba cierto fulgor de la gracia señando. Así, pues, el Señor ejercitó y apro
divina que atraía los ánimos de los que lo bó en cuatro acciones suyas los cuatro ofi
miraban. Porque fue hermosísimo, como cios de las Órdenes menores. Nadie, por
hijo de la Virgen, nacido no “de la voluntad grande que sea, debe desdeñar recibir las
de la carne, ni de la voluntad del varón, si- Órdenes menores y practicar sus oficios. Al
no de Dios” (Jn 1,13).236 Fue también elo- ejercitarlas Cristo nos dio ejemplo para que
cuentísimo; de las dos cosas se le había di- sigamos sus huellas; pues toda acción de
cho por el profeta: “Eres hermoso, el más Cristo es instrucción nuestra. El subdiaco
hermoso de los hijos de Adán, la gracia es- nado lo ejerció cuando se ciñó una toalla y
tá derramada en tus labios” (Sal 45,3). Mos- lavó los pies de los discípulos; el diaconado,
tró que la profecía que leía se había cumpli- cuando en la cena les administró su Cuerpo
do en él: “empezó a decirles: Hoy se ha y Sangre; el presbiterado, cuando en la cena
cumplido este pasaje de la Escritura ante cambió el pan y el vino en su Cuerpo y su
vosotros que me oís”. Dice que se cumplió, Sangre; después, como Pontífice, se ofreció
porque, como ella lo predijo así hacía él; co- en el altar de la cruz.
mo si dijera: podéis verla cumplida en mí
con vuestros ojos, porque “los ciegos ven, 5. Aceptan los sencillos, escándalo de
los cojos andan, los pobres son evangeliza- los fariseos
dos” (Mt 11,5; Lc 7,22); y podéis oírlo con
“Y todos asentían, y estaban sorprendi
los oídos, pues os expongo que la profecía se
dos de las palabras de gracia que salían de
refiere a mí.
sus labios” (Lc 4,22). Admitían que aquella
Escritura se había cumplido y que él era el
4. El Señor cumplió todos los oficios
mismo de que hablaban Isaías y los otros
Contempla bien al Señor cómo reci- profetas. Era señal de la verdad, porque co
biendo humilde el oficio de lector, lee ante mo dice Séneca, el que algo les parezca a to
ellos con rostro benigno y apacible. Como dos es argumento de verdad. Él hablaba pa
dice san Ambrosio: “Se dispuso a todos los labras graciosas, porque en él estaba el

235 “Humilde y hermoso… por la gracia”. San Ignacio invita a imaginar a Cristo, “en un gran campo… en

lugar humilde, hermoso y gracioso” (EE 144).


236 Lo refiere al “nacido de”, no a los “nacidos de”; sigue los textos patrísticos más antiguos s. II: cfr. nota
al prólogo de Juan. (NT.MI, 380).
560 PRIMERA PARTE

tesoro
de
doctrina
gios”,
riseos:
cio los en
detracción
vienen
y riéndose
de
éstos,
sencillos
a éste
en
la
las
ygracia.
emulación
que
las
esta
obras
deque
palabras,
leél,
sabiduría”
envidiaban,
Recogido
milagrosas?
“decían:
aprueban,
de los
“y(Mt
el
¿Dese
escribas
estos
con
testimonio
Lo
13,54),
dónde
añade
despre-
decían,
prodi-
y fa-
la
le legislador, tuvo un padre que por sí era po
co importante, y en muchos otros podrás
hallar algo semejante. Le desprecian por
aquellos por quienes debían admirar al Se
ñor; y lo que era propio de la verdad y del
honor, lo traen como desprecio al llamarle
hijo del carpintero, es decir, carpintero.
Pues como el Padre por medio del Hijo
tras
porque
ni estudiando
no le habían
en visto
la Ley.aprendiendo le- fabricó en el principio todas las cosas, así el
mismo Hijo, “por el que todo ha sido he
Esto no lo tiene de Dios, ni por estudio, cho”, es el artesano de todo, por eso con
sino más bien del enemigo; lo argumentan verdad se le llama hijo del artesano, y arte
por la pobreza de sus padres, al añadir: sano. En su error está oculta una verdad: es
“¿No es éste el hijo del carpintero?”; de Jo cierto que era hijo de un artesano; pero no
sé que era artesano en madera, del que se del que pensaban, sino del Artesano que fa
pensaba que era hijo, porque, desposada bricó todas las cosas, el que “fabricó la auro
con él, le había engendrado María; se pen ra y el sol” (Sal 74,16), la Iglesia primitiva
María?
saba, pero
Y sus
no lo
hermanos
era. “¿Suymadre
hermanas
no se¿no es
llama y la siguiente. Grande era su ceguedad; po
dían conocer a Cristo por sus palabras y he
tánEscrituras
las entre nosotros?”
los consanguíneos
Según la costumbre
y cercanos
de chos, pero por el conocimiento de su hu
milde y pobre linaje le despreciaban; por
del Señor se suelen llamar, al modo hebreo, esa pequeñez y debilidad de su carne que
hermanos y hermanas. “¿De dónde le viene rían excluir de él el poder de la majestad.
todo esto?” Como diciendo: Si no lo tiene
por
del demonio;
ban
rando
ejercicio,
delaél”
pobreza
(Mtyniasí
13,57),
de
humilde
sigue:
herencia,
se“Y
indignaban,
dese
luego
suescandaliza-
linaje,
lo tiene
mi-
co 6. Ningún profeta es acepto en su patria
Oídos los famosos milagros hechos por él
en Cafarnaún, los de Nazaret se indignaron
contra él y no creían que fueran verdaderos.
mo
pobres
admiración
de admiración,
si unhumildes.
sabio
que,
virtuoso
pues
existiendo
Másera
bien
nomayor
pudiera
de
hay
tales,
milagro
que
nacer
habla
callar
dey Cristo, viendo sus corazones, consideró la ob
jeción tácita de ellos para responderla de mo
do adecuado. “Les dijo: Seguro que me diréis
el proverbio: Médico, cúrate a ti mismo”; a
era
divina.
ra e por El
hiciera
diligencia
Señor
tales cosas;
“vehumana,
al aparecía
humildesino
claro
delacerca,
que
gracia
no
al tus compatriotas, pues estás más obligado a
hacerles un bien de caridad. Un médico ver
dadero se cura a sí mismo y a los que le perte
soberbio
David, lo conoce desde lejos” (Sal 138,6). necen, mejor que a los extraños. Como di
le por
Irracionalmente
la humildad ysepobreza
movían adedespreciar-
su linaje, ciendo: si hicieras verdaderos milagros, los
harías antes en tu ciudad y con más gusto en
atribuyendo
debían atribuir
al poder
a la fuerza
del enemigo
de la divinidad.
lo que tre tus cercanos que entre extraños. Por eso se
añade: “Todo lo que oímos que pasó en Cafar
que fue
los profetas, fueraíz de reyes
pastor y eximio
de ovejas, entre
e hijo de naún, hazlo también aquí en tu tierra”. Haz
los aquí, donde te criaste, tales que creamos;
cierto labrador, Jesé. Y también Moisés, el pues tienes más obligación de hacerlo aquí.
65. EN NAZARET LEE A ISAÍAS; QUIEREN DESPEÑARLE 561

oído
Es como si dijeran: Muchos milagros hemos era conveniente, pues no eran dignos. Y
nada
divulgó
que
igual
lahas
fama
entre
hecho,
incierta,
nosotros
peroyaanoquienes
que
creemos
no has
convenía
lo
hecho
que añade la causa: “Y estaba sorprendido por
su falta de fe” (Mt 13,5-6); permanecían in
crédulos a pesar de que tenían presente a
hacer esos beneficios más que a los demás. Cristo, le conocían, y venía a ellos con sig
poder;
ción,Pero
gros
No hacía
por
muestra
sino
odio
elallí
Señor,
por
milagros
aque
susurespondiendo
patria,
no
incredulidad
dejaba
no oporque
porque
de hacer
a ydesprecia-
continua-
lemaldad.
faltara
mila- nos y palabras. La fe coopera mucho en los
milagros, pues por su falta de fe se les qui
taron; pero hizo allí algunos, curó a unos
pocos enfermos fieles, imponiéndoles las
ra
concepción
gue:
persona
poder;
a su
“De
sino
patria,
grata
verdad
porque
y educación;
en
pues
su
osellos
la
tierra”,
digo:
había
eran
oningún
porque
en
honrado
indignos.
queprofeta
le
nació,
con
faltara
Y si-
su
ni
es manos; estaba ya indicado: “¿De dónde a
éste esta ciencia y estos poderes?” En Mar
cos se dice que no pudo hacer allí milagros
por su incredulidad; no quiso, ni convino;
no se niega su poder absoluto, sino el orde
nado y conveniente, con el que había dis
en
honor
ne;su
y esto,
casa,
y respeto.
como
de donde
tantas
Porque
procedió
veces,
Elíascon
según
y los
el debido
demás
la car- puesto que no haría allí, por no serlo, mu
chos milagros. La fe de los creyentes merece
oportunamente que se les hagan milagros.
dades
profetas
mías encarcelado
quefueron
en otras;
menos
y despreciado.
Isaías
honrados
fue serrado,
en susJere-
ciu- Pero por eso hizo allí algunos milagros
para confirmar a los fieles, y para que los
reconocimiento. Tenemos el ejemplo de José infieles no tuvieran excusa de su pecado,
ciudadanos
las
bre,obras
Es
sino
costumbre,
recordar
presentes
a los la
ciudadanos;
ycasi
fragilidad
las natural,
virtudes
de
noenvidiar
de
su
considerar
un
infancia,
hom-
los viendo en él obras de la divinidad. No hi
zo muchos, para que los infieles no fueran
castigados más, pues lo despreciaban. Así
dice el Crisóstomo: “Hizo unos pocos sig
yprefiere
que
altura
su
mismos
como
piensan
fama,
cuando
si
deagrados
más
ellos
alguna
que
alguien,
un
gravemente
los
noconciudadano
de
virtud
desprecia
hubieran
menor
edadyase
honradez,
en
lasobre
llegado
sienten
linaje,
madurez.
asciende
todo
heridos
por
yfama
crece
siaAsí
los
se
lay nos, para que no dijeran: Es enemigo nues
tro, desprecia a los suyos; si se hubieran
hecho milagros también nosotros hubiéra
mos creído. Por eso, pues, hizo esto, para
cumplir él su parte; pero se contuvo, para
no condenarlos más”.

8. El ejemplo de Elías y Eliseo


y sus hermanos. Los hombres son promovi
Para excusarse el Señor, muestra con el
dos más fácilmente en tierra ajena que en su
ejemplo de Elías y Eliseo que también a los
patria. Por eso, no me preocupa mi patria,
antiguos profetas los estimaban más los ex
que no le soy grato, ni hallo fe en ella, ni me
traños; y hacían más milagros entre los aje
cree como los otros; cuanto más conocido me
nos que entre los suyos. Los judíos desprecia
tuvo que los otros, tanto menos me conoce.
ban y expulsaban a Elías; pero los gentiles le
recibían bien y hacía allí milagros. “Enviado
7. No hizo milagros en Nazaret
“no podía allí hacer ningún prodigio”; no a Sarepta”, ciudad de la provincia de Sidón,
Y, como no le aceptaban, ni creían en él, fue recibido con honor y allí hizo dos mila
gros: No faltó la harina y el aceite, y resuci
562 PRIMERA PARTE

tó al hijo, muerto, de una viuda, (al profeta zos de su esposo que es Cristo; hay ahora
Jonás)237. No obraba estos milagros en Israel, muchas viudas así en el mundo, pero Elías
“donde había muchas viudas” (Lc 4,26), sino sólo es enviado a la que está en Sarepta de
en Sidón. Porque las viudas de Israel no te Sidón. Sarepta significa incendio, o falta de
nían tanta devoción, como ésta de Sarepta. Y pan; Sidón, caza inútil; significa al alma pe
porque Elías sufría persecución en la tierra cadora, que se angustia porque considera
de Israel, que debía estarle agradecida. que todo lo que hay en el mundo es una ca
Sarepta es una ciudad de Sidón, situada za inútil, porque ha perdido el pan verdade
en la ribera del mar, ante cuya puerta se ro con que se alimentaba que es Cristo, que
muestra el lugar donde Elías vino a la viuda dice: “Yo soy el pan de la vida, que ha baja
de esa ciudad; después hay una capilla en que do del cielo” (Jn 6,35). Y se incendia por el
estaba el cenáculo donde descansó, y donde desprecio de lo terreno y por el deseo de lo
resucitó al hijo de la viuda. San Basilio superior. A un alma así viene el verdadero
muestra por qué a la oración de Elías “se ce Elías, Cristo, a alimentarla y reconfortarla a
rró el cielo y se produjo gran hambre”: “Co ella con sus hijos, pensamientos y afectos.
mo vio que la saciedad producía graves inju De modo parecido el sirio Naamán sig
rias a Dios, les trajo con el hambre el ayuno, nifica al pecador, porque la maldad como
con que cohibió su pecado que crecía sin lí una lepra infecta al hombre. Al presente
mites”. No se admiren ahora las gentes, si hay muchos hombres así en el mundo; pero
por el desenfreno se producen hambres. a ninguno de ellos viene Eliseo, sino a Naa
Eliseo, tomado a risa y despreciado por mán el sirio. Naamán significa decoroso, o
los judíos, pero buscado con devoción por me conmueve; sirio, sublime; es figura del
Naamán el sirio, le curó de la lepra; conoció pecador que se conmueve por la contrición;
su devoción, pues antes de la curación fue que corre al Jordán, río del juicio, es decir,
bueno; Dios había dado por él la salvación a a la confesión; allí se viste el decoro de la
Siria, y después de la curación fue aún me gracia, y se hace sublime, pues así es eleva
jor, muy grato a Dios y a Eliseo. Curó a un do a Dios. A un hombre así viene Eliseo, es
ajeno, no creyente; y no a los conciudada decir, Cristo.
nos, por su ingratitud para con Dios; el rei
no de Israel se había inclinado a la idolatría, 10. Airados intentan despeñar a Cristo
dando culto a los becerros de oro que hizo
“Todos en la sinagoga se llenaron de ira
Jeroboán. Si estos profetas mayores no fue
al oír esto”. Porque los juzgaba indignos de
ron aceptados por sus compatriotas, por su
hacer ante ellos milagros. Se llenan de ira
maldad y envidia, mucho menos los profe
cuando debían dejar la maldad por la doc
tas menores. Es claro que “ningún profeta
trina de Cristo. Son figura de los que persi
es bien recibido en su tierra”.
guen a los evangelizadores y defensores de
la verdad, porque les dicen cosas que no les
9. La mujer de Sarepta, y Naamán
agradan. Con este hecho se prueba lo que
La viuda indicada representa en sentido dice Cristo: “Que ningún profeta es persona
moral al alma pecadora privada de los abra grata en su patria”. Porque al oir los nazare

237 El hijo de
la viuda que resucita Elías (1 R 17,17-24) no tiene nombre. Jonás fue signo de muerte y re
surrección.
65. EN NAZARET LEE A ISAÍAS; QUIEREN DESPEÑARLE 563

nos
profetas,
que seque
comparaba como profeta con los quiere más sanarlos que perderlos; que desis
gentiles,
y que prefería
creció
loslalaseñalaba
religiosa
emulación,
como
devoción
irafaltos
y envidia.
dedelos
fe tieran de su muerte, viendo su maldad in
útil. Entonces, quiso evadirse, porque les
guardaba a ellos lugar para la conversión,
Así el Señor había atestiguado sobre ellos, porque no había venido aún la hora de la Pa
lo
chos,
quepagando
ellos muestran
el bien con
y testifican
el mal. con he- sión. Y porque no había elegido esta clase de
muerte, pues había sido anunciado que iba a
“Y levantándose, lo expulsaron de su ser crucificado. Aún se muestra allí el lugar,
dice
echan
ciudad”;
san
deAmbrosio:
su
lo ciudad
juzgan para
“Nada
digno
matarlo.
extraño
de muerte
Sobre
que yper
ello
lo que se llama precipicio y barranco del Señor,
a un miliar de Nazaret, contra el mediodía,
hacia Jerusalén.
confines
dieran laalsalvación,
Salvador.los
Pero
queelecharon
Señor de sus Según san Beda, cuando el Señor esca
bía enseñado
cosas
rechazarlos,
se hacennicon
unirlos
para
su todos,
ejemplo
a sí contra
y no
quequeriendo
su
todas
volun-
que ha-
las pado de sus manos descendía de la roca, y
quería esconderse en la misma roca, de
pronto al tocar la ropa del Señor la peña
huyó hacia abajo, y dejó un seno como he
tad, no lucha contra los que le expulsan, ni cho de cera, para recibir por él su cuerpo,
falta a los que le ruegan”. con tanta capacidad cuanta exigía el cuer
“Y lo llevaron hasta un promontorio del po del Señor. En él se conservan las huellas
monte sobre el que estaba edificada su ciu del Señor y las líneas generales y arrugas
dad, con intención de despeñarlo”. Nazaret del vestido por la espalda del Señor, im
estaba construida sobre el monte, no en la presas como por la mano de un escultor. La
hacia
cumbre,lo por
altoeso
para
lo precipitarle.
llevan fuera deAsí, según
la ciudad rudeza de la roca se apartó al que descen
día, como no queriendo dañarle, cedió, y
san Beda, los judíos se muestran discípulos presionada por el pie, se ablandó. ¡Cosa
peores que su maestro, el enemigo, porque admirable! La piedra se ablanda, pero el
él, tentando de palabra, dice: “Échate aba hombre no sabe ablandarse, sino que se
jo”; y ellos con hechos se esforzaron en des hace de piedra; la piedra ablandada reco
peñarle de lo alto del monte. noce al Señor, y el hombre, por quien de
Pero Jesús, por el poder de su divinidad bía ser conocido, yerra más gravemente.
con que podía guardarse ileso cuando quisie
ra, “pasando por medio de ellos, seguía su ca 11. Muertes intentadas del Señor
mino”
visto(Lc
por
4,30). Y descendió del monte sin De cuatro maneras se intentó la muerte
ser los que dejaba; se cambió en es del Señor. Unos intentaron matarlo por la
tupor de pronto la menteesde
Porque cuando quiere, los enfurecidos.
apresado; cuando espada, como Herodes. Otros en un preci
picio como aquí en Nazaret. Otros, lapi
quiere,
gan.
colgado;
siste,
mos
que pasa;
venganza
Pasando
nosesale
cuando
es
vapropio
por
depor
delas
sí,
quiere,
las
medio
manos;
de
nos
injurias
laenseña
no
majestad.
de
cuando
le que
sus
detienen,
queenemigos,
se
quiere,
no
Nonos
quera-
sesino
ha-
re-
es dándolo, como los judíos en el templo.
Otros crucificándole, como los mismos ju
díos en la Pasión. Todavía es crucificado
también el Señor, en nuestra reincidencia;
es lapidado, en nuestro endurecimiento; es
precipitado, en nuestra desesperación; mue
desprecia a los perros que ladran a los lados, re por la espada, en nuestras blasfemias.
564 PRIMERA PARTE

Oración

¡Señor Jesucristo! Te humillaste a todos los servicios, sin dejar el de lector. Tras hacer
a los nazarenos el bien de la doctrina con humildad, recibiste con paciencia males por bien
es; querían despeñarte y permitiste ser llevado sin resistencia.
Dame, buen Jesús, esta gracia: que, imitándote, desee inclinarme a todos los servicios
de humildad, y me muestre preparado con gozo.
Dame tolerar con paciencia las injurias y no buscar venganza de ellas.
Dame amar a mis enemigos y hacerles bien. Amén.

66. MARTIRIO Y DEGOLLACIÓN DE JUAN BAUTISTA


Mateo 14; Marcos 6

1. Motivo de la pasión del Bautista co, recipiente redondo, extenso por arriba; a
veces se llama así a una mesa baja; los anima
Después, estando inminente la fiesta de
les aparecieron a Pedro en uno, que en los
la Pascua, se siguió la pasión y muerte de
Hechos de los Apóstoles se llama mantel.
Juan el Bautista; el motivo son muchas cul
Dice el Crisóstomo: “Esta mujer es la mal
pas. Herodías, temiendo que por la predica
dad antigua que echó a Adán del paraíso de
ción de Juan se convirtiera Herodes, y la
las delicias; ésta hace terrenos a los hombres
devolviera a su hermano, así Herodes que
celestiales; ésta hundió en el infierno a la hu
daría no sin peligro, pensó un modo para
manidad; ésta quitó la vida al mundo; ésta
que se matara a Juan sin alboroto del pue
hizo un mal que lleva a los hombres a la
blo; Herodes fue consciente del engaño.
muerte; ésta halló un verdadero trabajo y
Cuando el Tetrarca, llamado a veces rey no
opresión que mata al Bautista, derriba la ni
por la dignidad sino por el oficio de regir,
ñez, echa a perder la juventud, seduce e in
celebró su cumpleaños ante los principales
quieta a la muerta vejez”.
de Galilea, “la hija de Herodías bailó en pú
blico” (Mt 14,6), para que todos la vieran,
2. Las circunstancias del hecho
por disposición de su madre y de Herodes;
“y agradó a Herodes”, lo que debía aver “El rey se entristeció”, para que parecie
darle
gonzarle,
dana. lo
“De
que
pues
ahí
pidiera”
que
era signo
aseguró
de con
una juramento
hija mun- ra cumplir a la fuerza lo que había dispuesto
hacer por su voluntad. Se dice que se con
neo.
reprimir
ra
cabeza
tener
como
que
Según
“Pero
una
regalo:
de
hacía
laocasión
Juan
san
ella,
revuelta
obligado
¡Dame
Jerónimo,
elavisada
aparente
Bautista!”
del
aquí
lopueblo;
por
que
juró,
en
desu
Aquí
una
matar
hacía
madre
quizás,
que
bandeja
esespontá-
aparecie-
un
Juan
pidió
para
dis-
lay tristó, que lo pareció, porque, según san Be
da, disimulando su mente, mostraba triste
za en el rostro, pero teniendo alegría dentro;
excusaba con un juramento el crimen; así,
bajo forma de piedad, se hacía más impío.
Herodes es figura de los que con muestras
de religiosidad maquinan obras malvadas;
por Herodías se significa la lujuria; por la
66. MARTIRIO Y DEGOLLACIÓN DE JUAN BAUTISTA 565

hija bailarina la vida disoluta, por ellas con yor, entregarlo a la bailarina; pero máximo,
frecuenta se causa la muerte espiritual, y a asignarlo a la adúltera.
veces la corporal, de Juan, el hombre lleno Así pues, en un banquete de Herodes,
de gracia. poco antes de la hora nona, san Juan Bautis
“El rey no quiso contristarla” (Mc ta fue degollado en la cárcel, clamando: Se
6,26), pero “por el juramento”, cedió. Ese ñor Dios mío, a ti encomiendo mi espíritu.
juramento no lo debía guardar, pues, según Yacente quedó sin tapar por desprecio, ex
san Isidoro, no se debe cumplir un jura- puesto en espectáculo, hasta que se lo lleva
mento en que se promete un mal; en las ron los discípulos. El que Juan fuera dego
malas promesas no hay que ser fiel. Es como llado en un banquete, a petición de la
si Herodes dijera: lo que hago, no es por bailarina y su madre, muestra que se hacen
malicia; sino por el juramento que no es lí- muchos males en comilonas y por malas
cito transgredir. Fue engañoso al prometer, mujeres. Dice el Eclesiástico: “El vino y las
y sacrílego al cumplir. “Y por los comensa mujeres pervierten a los sabios” (Eco 19,2).
les”: ante los que había jurado, para hacer Según san Remigio, en Herodes un delito
los partícipes de su crimen, sin que le corri menor se hizo causa de uno mayor. El que
gieranjuego
aquel o resistieran. Así se
y espectáculo loshacían
que miraban
partíci- no apaga la voluntad de la codicia, llega a la
lujuria; y si no reprime ésta, baja hasta el
pes
sóstomo,
del crimen
si no hubiera
con él. Porque,
espectadores,
según no
el Cri-
ha homicidio.

bría quien lo hiciera, porque los hay, éstos 3. La sepultura de Juan


sienten el fuego y escándalo del hecho.
¡Cuántos súbditos hoy peligran en su con Contra la impiedad de Herodes que de
cienciadey los
justos en su
quealma,
mandan!
por los hechos menos golló a Juan Bautista por su testimonio de
la verdad, y le deja sin sepultar, hay que
“Envió a decapitar a Juan en la cárcel” alabar la piedad y servicio piadoso de los
(Mt 14,10), a ocultas, para evitar una sedi- discípulos. “Cuando lo oyeron sus discípu
ción del pueblo. “Y trajeron la cabeza en los, fueron a llevar su cadáver y lo deposita
una bandeja y se la entregaron a la mucha- ron en un sepulcro” (Mc 6,29). El rey man
cha y ésta la llevó a su madre”. Cruentos dó dárselo, y lo llevaron con reverencia. “Y
manjares para un banquete de escándalo, fueron a comunicárselo a Jesús” (Mt 14,12);
como premio a un baile de una muchacha, la pasión, obras y doctrina de Juan. Mues
que se lo da a su madre como cosa de juego, tran en todo su devoción al maestro: vinie
para que se ría del muerto que había re- ron de prisa, se lo llevaron con reverencia,
prendido su incesto y cuya lengua tenía vir- vinieron y se lo anunciaron, compadecién
tud para denunciar la ilícita unión. Cuatro dose. Eran discípulos de Juan, que pasaron
crueldades: degollar aquella santa cabeza; a discípulos de Cristo; con este servicio de
mostrar el homicidio con ostentación; ma- piedad pasaron a la compañía de Cristo238.

238 Esta “societas Christi” quizá no sea ajena a “Compañía de Jesús”, nombre con que Ignacio inicia las Consti
tuciones (Obras, BAC, 5ª, 1991, p. 465). Hay ahí media página de notas sobre orígenes posibles en su tiempo. Pero,
no olvidar el arquetipo principal, tan aludido en los EE, del grupo de los discípulos, los compañeros de Cristo en el
Evangelio, la societas Christi que dice Ludolfo. Ignacio y los suyos salían de París y Venecia a predicar “a la apostó
lica”. La visión de la Storta escenifica esa sociedad de Jesús. Ver más abajo “compañía de amor”, 2ª parte, c. 57, 15.
566 PRIMERA PARTE

los
hecho
van conel Juan,
res discípulos
aDice
aJesús.
Jesús”.Ellos
Crisóstomo:
Según
de Juan
anunciaron
y dejando
san
se Jerónimo
hacen
“Túaloatiende
los
más
quedemás
yse
familia-
Josefo,
cómo
había
se día; el Señor en el tiempo en que el día co
mienza a crecer.
Dice san Jerónimo: “Esto se hizo según
la letra, pero nosotros hasta hoy vemos que
en la cabeza de Juan Bautista profeta los ju
lestina,
Herodes
Juan fueque
se
matado
había
antesen
construido
se Sebaste,
llamó Samaría,
una
ciudad
casade
donde
regia.
Pa- díos perdieron a Cristo, que es la cabeza de
los profetas”. Y también: “La Cabeza de la
Ley, que es Cristo, es cortada de su cuerpo
Pero fuealsepultado
Arabia,
que correspondió aen
otro lado las
del
Maternota,
dos
Jordán,
tribusen
pueblo
ylamedia.
parte
de propio, es decir, del pueblo judío; y se en
trega a una muchacha gentil, a la Iglesia ro
mana; y la muchacha se la da a su madre
resucitara
ción
La cabeza,
lén, ydesepultarla
Herodes,
silalahizo
cabeza
allí, al
llevar
temiendo
estaba
Herodías
ladoque
con ela cuerpo.
de la habita-
profeta
Jerusa- adúltera, a la sinagoga que creerá al final. Se
entierra el cuerpo de Juan, la cabeza se colo
ca en una bandeja; la letra humana se cubre,
el espíritu se toma y se coloca en el altar”.
Por revelación de san Juan, dos monjes lo Encarcela también a Juan el que, los do
hallaron, envuelto en sacos de pelos de ca nes de gracia que tiene, los inclina a lo te
vaba en el desierto
bra. Según se cree, fue
con sepultado enque
los vestidos Jerusa-
lle- rreno; le quita la cabeza, cuando los bienes
que tiene, presume que los tiene de sí, no
lén, entre los profetas Eliseo y Abdías. de Dios.
Juan fue degollado no el día de su fies
ta, sino cerca de la Pascua de los judíos, en 4. Inocencia de Juan Bautista
el año anterior a la Pasión de Cristo, des Contempla ahora a Juan con reverencia;
pués de pasar un año en la cárcel. Por los cómo a la orden del vil verdugo, prepara el
misterios del Señor, Pasión y Resurrección, cuello, dobla las rodillas, y dando gracias a
el
Jesucristo;
menor, Juan
la fiesta
Bautista, cedió aldemayor,
del martirio Juan sea Dios extiende la cerviz y soporta paciente el
golpe hasta que totalmente es separada la
se halló su en
estableció otro tiempo, en el día en que
cabeza. cabeza. El santo Precursor del Señor que an
te él había preparado el bautismo en agua
hizoDe
lo ello él había
que dice san Agustín:
predicho.“A
Había
Juandicho
se le bautizando y el bautismo en lágrimas, pre
dicando, ahora prepara el bautismo en san
de Cristo:
nació “¡Élempezó
cuando tiene que crecer, y la
a decrecer yo luz
dismidel gre de la pasión, muriendo. Mira cómo se
Gregorio,
la
nuir!”
cárcel,
indica
blo
del
profeta,
losfe;
de Dios.
fieles
Salvador
letambién
disminución
(Jn
creía
aquél
fue
Juan,
como
el
3,30.
en alMesías;
martirio
el
reconocido
creció
éste,
Señor
laÉste
que
cruz
de
que
en
le
yde
fue
su
señalaba
degollación
la
convenía
como
antes
después
los
fama,
disminuido
cruz”.
profetas
la
lapues
elgente
disminuir,
Según
exaltación
por
avance
de
el
etodos
en
creía
Juan
Hijo
pue-
san
de
la va Juan, el amigo íntimo del Señor Jesu
cristo, su consanguíneo, el privado máximo
de Dios; y de qué manera un hombre tan
grande, que manda a la maldad, murió co
mo si fuera el más vil malhechor. ¡Qué im
piedad y crueldad! Al justo le degüellan, su
cabeza es precio de un baile, se lleva en ban
deja, se presenta a los invitados, ¡gran servi
cio a la mesa, pero horrible a la vista!
De esto dice el Crisóstomo: “Hoy, al re
ferirnos la virtud de Juan y la ferocidad de
66. MARTIRIO Y DEGOLLACIÓN DE JUAN BAUTISTA 567

aplasta
nos:
el
ñas;
vista;
Herodes,
oído;
temblaron
porque
selacuanto
entorpeció
se
grandeza
nos
lalos
hay
han en
grandeza
corazones;
elde
conmovido
entendimiento;
las
losde
virtudes.
sentidos
selosobnubiló
las
crímenes
huma-
¡Juan,
entra-
huyó
la Dice san Gregorio: “No sin una gravísi
ma admiración pienso que aquél hombre
lleno del espíritu de profecía ya en el seno
de su madre, mayor que el cual no se alzó
nadie entre los hijos de mujer, es echado a
la cárcel por los malvados; por el baile de
estola de las virtudes, magisterio de vida, una muchacha se recorta la cabeza; un varón
forma de santidad, norma de justicia, espe de tanta santidad muere como motivo de
jo de virginidad, título de pureza, ejemplo risa de los torpes. ¿Acaso creemos que hubo
de
yor
apóstoles,
del
Cristo,
la Trinidad!
los
castidad,
lamundo,
que
Ley,
delitos,
testigo
hombre,
sanción
silencio
precursor
¡Y
camino
disciplina
del
éste,
igual
del
Señor,
de
tan
dedel en
Evangelio,
los
aconversión,
grade,
de
los
juez,
profetas
lamedio
ángeles,
fe;
mediador
es voz
entregado
Juan
lámpara
de
perdón
de
suma
toda
ma-
los
de algo en su vida, que tuviera que lavarse con
aquella muerte despreciada? ¿Cuándo pecó
en la comida el que sólo comía saltamontes
y miel silvestre? ¿Cuándo pudo ofender en
su trato el que no se apartó del desierto?
¿Cómo trata Dios todopoderoso con tanta
vehemencia en este mundo a los que de mo
do tan sublime eligió antes de los siglos?
al incesto de una adúltera, se le da como Por algo que es claro a la piedad de los fie
premio a una
mecieron las entrañas,
bailarina!los
Concorazones”.
razón se estre- les: por esto los oprimió en lo más bajo,
porque ve cómo lo retribuirá en lo más alto;
Y también: “Pero Dios lo toleró, coro los echa fuera hasta el desprecio, porque
nando más al justo, mitigando más a los dentro los guía a lo incomprensible. Cada
que padecen después. Oigamos los que vi uno piense qué padecerán aquellos a quie
viendo en la virtud, padecemos males de nes reprueba, si así hace sufrir aquí a los
parte de hombres malvados. Dios sufrió que que ama”.
el que vivía en el yermo con ropa de pelos
de camello, que era profeta y más que pro 5. Juan fue mártir de Cristo
feta,
to porque
mala
leyes mujer
divinas.
unanomuchacha
corrompida;
tenía
Pormayor
lo tanto,
desenvuelta
que
él que
pensando
él, defendía
fuera
y por
muer-
esto,
una
las Juan fue muerto por Cristo, porque fue
muerto por la verdad. Dice san Gregorio:
“El Bautista no fue requerido por la confe
sión de Cristo, sino por la verdad de la jus
llevemos
mos. ¿Porque quién no
varonilmente todo
se lo
horrorizaría,
que padezca-
si ticia. Pero Cristo es la verdad, por eso llegó
a la muerte por Cristo, porque lo hacía por
viera puesta
grada cabeza delante
destilando
en la
sangre? Si al oírlo,
cena aquella sa- la verdad. Es claro, pues, que se puede ser
mártir no sólo por la fe, sino también por la
nos
cer
lo”.al
taban
quete
cortada?
mujer
sangre
llenamos
Esto
verlo?
la
reclinados
peor
nosangre
Pero
espadeció
del
que
¿Qué
de eldebían
noCrisóstomo.
cayendo
horror,
él;
viendo
nada
malvado
aquella
¿qué
por
de
ensentir
la
medio
este
devoradora
habría
Herodes,
cabeza
los
espectácu-
del
que
que
recién
ban-
niha-
es-
de
la verdad de la justicia”.
Dice san Agustín que recibir la muerte
por la verdad de la justicia hace mártires.
Así se dice en el Eclesiástico: “Lucha hasta
la muerte por la justicia” (Eco 4,33). Al
mártir no le hace la pena, sino la causa, la
muerte recibida por Cristo. Mira, de mu
chas maneras puede uno ser mártir: por la
568 PRIMERA PARTE

justicia,
como
delito
Cristo;
tista; Isaías
por
y afirmar
como
laysalvación
Jeremías;
Abel;
la verdad,
pordel
por
afirmar
como
pueblo,
denunciar
Juan
la verdad,
como
Bau-
un mar la sangre está el martirio para los cris
tianos y religiosos. Si hay martirios en
tiempo de paz, también hay negaciones. Yo
hoy, que parezco monje, si rompo mi com
tes;Tomás
to porpor
lade
libertad
laCanterbury.
fe de Cristo,
de la Iglesia,
como loscomo
Inocen-
san- promiso, niego a Cristo. Si en la paz niego a
Cristo, ¿qué haría en la persecución? Quede
esto: en todo tiempo hay martirios y tam
bién negaciones”.
6. También la paciencia hace mártir
7. Utilidad de tentaciones y aflicciones
No sólo la muerte asumida por la ver
dad
cia
Gregorio:
en
mártires,
la
ne
gún
meza
ynono
acción.
paciencia”.
la
perdonar
verdadera
en
yel
dejarse
mente,
las
las
lamismo
adversidad
injurias,
si
causas
Así
“Hay
de
morder
de
otro en
paciencia
que
Y
verdad
sin eldolor
Gregorio,
corazón
dos
dichas,
lano el
paciencia
clases
hace
de
buscar
laguardamos
mente
al
también
hierro
mártires.
es
de
que
la
tolerar
martirios,
contra
verdadera,
venganza,
nos
yama
podemos
aen
lala
hace
Dice
acon
pacien-
el
él.
vez
quien
alma
Tie-
uno
mal
san
fir-
ser
se-
si-
en Como debemos sufrir con paciencia las
injurias que otros nos hacen, también es
preciso que suframos con paciencia las mo
lestias de enfermedades y penas que nos su
ceden. Las mentes de los buenos son gol
peadas con pruebas de calamidades. Y son
tentadas de muchos modos por el enemigo,
pero no más de lo que permite Dios; y así,
aun no queriendo, sirve a su utilidad, cuan
do con sus tentaciones no engaña, sino ins
truye. Los tienta, a veces, por punzadas de
pobreza; y cuando por ellas no puede mo
soporta; tolerar y odiar no es mansedumbre, verlos, trae riquezas que los seduzcan; cuan
sino
verdadera
tra
lícito”.
lovelo
que de
agrada,
paciencia
furor.pero
Dice
es hacer
nosan
fuera
oBernardo:
padecer
de lo que
con-
“La
es do no prevalece por desprecios y oprobios,
trae gloria y alabanzas.
Si no puede por la salud, pone dolen
cias; si no puede seducir por deleites, se es
mi
hermosos
viandad.
alma.
Además, No
Al
vestidos,
según
adolescente
pensemos
elcuanto
Crisóstomo,
que
le vea en
persigue
sólopersigue
el marti
derra-
la li-a fuerza por hundirlos con molestias que su
persecución.
rio
también
mo
siempre
hay
como
busto,
alma.
persiguen,
quezas,
pliendo
se
san
enAdonde
poco,
cumple
lael
oro,
los
Bernardo: mi
persecución;
absteniéndose
salud
mundo
desean
preceptos
posesiones,
pero
Siquiera
derramando
de
veoperder
persigue
“Los
unaque
de mela
cuerpo al
cuerpecillo
porque
mujer,
del
delicias
cristianos
Dios.
mi pecado
alma.
persigue
vuelva,
sangre,
todo
Dice
cristiano.
mis
corporales,
fuera
Sipadecen
ojos
yel
lo
veo me
tengo
cum-
amis-
pero
que
ro-
mi
ri-
Si ceden contra su deseo. Emplea también
algunas enfermedades para tentar: hacién
dolos pusilánimes quiere perturbar el amor
de caridad que tienen a Dios. Pero aunque
se excite el cuerpo y se infame con fiebres
fortísimas, más aún, sea afligido con dolor
intolerable, tú que lo padeces, acuérdate de
las penas del mundo futuro, del fuego y los
tormentos perpetuos; pensando en esto, no
caerás por cosas que pasan en el presente.
Más aún, gózate, porque te ha visitado
Dios: “Porque el Señor “a los que ama, los
castiga” (Eco 30,1; Pr 13,24) “azota a todo
hijo al que recibe” (Hb 12,2). Alégrate
viendo a quién te has hecho semejante; has
66. MARTIRIO Y DEGOLLACIÓN DE JUAN BAUTISTA 569

tol
merecido
Pablo recibir
que dijo:
un “Con
don semejante
sumo gusto al após-
pon- mismo y alaba la justicia de Dios. Luche
Co 12,10). Si te hace penar el frío o las fie- mos varonilmente hasta la muerte por Cris
dré mi
des,
Cristo”
para Co 12,9).
orgullo
(2 que sobre
habiteYen
todo
de mí
en
nuevo:
mis
la fuerza
debilida-
“porque,
de to, por la fe, por la verdad, por la justicia;
preparémonos cada día a soportar con pa
ciencia por Dios las adversidades.
cuando soy débil, ¡entonces soy fuerte!” (2
8. Elogio del martirio y su causa
bres, recuerda lo que dice la Escritura: “He
66,12); Son elogiados, sobre todos, los mártires,
mos pasado por fuego y por agua” (Sal porque soportaron más tribulaciones por
porque lo que falta es que pases al amor de Dios, contra la voluntad humana.
alivio y consuelo. Clama también con el Eleazar estaba a punto de morir, gimió y di
profeta: “En la tribulación me has dilatado” jo: “El Señor, que posee la ciencia santa, sa
(Sal 4,2). Por estas tribulaciones serás per be bien que, pudiendo librarme de la muer
fecto. Si quizá pierdes los ojos, no lo lleves te, soporto flagelado en mi cuerpo recios
con dificultad, pues has perdido un instru dolores; pero en mi alma los sufro con gus
mento de orgullo; sino trata de descubrir to por temor de él” (2 M 8,30). En el mar
con los ojos interiores la gloria de Dios. Te tirio, no se merece premio según lo que se
has
do un
quedado
oído vano.
sordo,Tus
nomanos se han
te apenes; hasdebili
perdi- hiere de fuera, sino según lo que se soporta
voluntariamente por Cristo; porque no me
tado por un accidente; pues ten preparadas recemos sino por lo que hay en nosotros, no
las interiores contra las tentaciones del ene lo que está fuera de nosotros; como tampo
migo. La enfermedad se ha apoderado de co desmerecemos sino por lo que está en
todo tu cuerpo; pero crece la salud de tu nosotros. Y cuanto es más difícil a la volun
hombre interior. Las dolencias son salud de tad soportar lo que soporta, tanto la volun
la mente.
Si la enfermedad fuera tal que no pudie- tad que lo soporta por Cristo, muestra que
está más firme y fija en Cristo; por eso se le
fermedad
ras estar
mos,
que agravado
no te
enreza
contristes;
piehas
por
paracaído
ti.
orar,
porque
Si enfermo;
rezar
ayunas,
lao misma
cantar
no
porque,
digas
sal-
en- debe un premio mayor.
Tres cosas tienen eficacia para merecer.
La dificultad de la obra, como es claro en el
martirio; porque, como dice san Gregorio,
los que no ayunan, caen en dolencias pareci es de mayor mérito tolerar con paciencia lo
das. Comenzaste una cosa buena, no lo de adverso, que sudar en buenas obras. La
jes
han
seos
torpes.
injustos.
aprenda
padece;
le juzga
por
fijado
delimpedimentos
Esto
yacuerpo.
aquél
El
piense
no
ayunos
nos
que
murmurar
cuyos
que
sirve
Por
murmura
y trabajos
sufre
juicios
tanto,
para
del el
sijustamente,
enemigo;
no
destruir
por
enno
sabe
que
los
sonpor
deleites
golpes,
los
padece
se
nunca
pues
qué
nos
de- prontitud de la voluntad: pues, según el
apóstol, “Dios ama al que da con alegría” (2
Co 9,7). Y, según san Agustín, nadie hace el
bien forzado, aunque sea bueno lo que hace.
Y la magnitud de la caridad; porque la cari
dad es balanza del santuario, según la cual
se pesa todo lo que hay en el templo; una
obra pesa tanto en presencia del Juez, cuan
acusa que
noce
soporta, espadece
la justicia del
porque
justificado, juzga;
unpues
juez seelacusa
queloreco
justo aque
sí to pesa el amor del que procede.
Las obras buenas, meritorias, son de tres
clases: de vida eterna, de aumento de gra
570 PRIMERA PARTE

cia,
de
tancial
ladeobra,
redención
de laalvida
amorde
eterna
de
penas.
caridad.
respondeElapremio
El premiola sus-
raíz los santos, verás la torpeza de tu mente;
viéndolo no necesitarás más para liberarte de
la
teología,
excelentes
accidental,
clase
que
ción
obra;
redención
deben
de
delas
obra;
que delamerecen
yobservar
aumento
pena
obras
gratuitas,
la
responde
pena
más
pena;
los
depenosas
libera
que
gracia,
confesores
más
hay
a otras.
launa
la
las
merecen
penalidad
responde
pena;
obras
norma
La
al reden-
impo-
regla
más
ade
en
la la suciedad. Nos es útil este espejo que de
vuelve el rostro. No muestra sólo la defor
midad, la traspone a una hermosura inefa
ble, si queremos”.
Dice también san Agustín: “Atiende
con el ánimo a Cristo, a los apóstoles, a tan
tos miles de mártires. Verás que no sólo a
hombres, también mujeres, y por último
niños y niñas no los decepciona la impru
ner la penitencia. dencia, ni los pervierte la iniquidad, ni los
quebranta el temor de los peligros, ni los
9. Los santos y los mártires, espejo es corrompe el amor del mundo. ¿Qué excusa
piritual tendrás de no hallarte así? Te rodeará no só
Pongamos ante los ojos lucha y pacien lo la rectitud inevitable de los preceptos, si
cia de los santos, para hacer o sufrir por no también la multitud innumerable de los
Dios con gusto toda cosa adversa. Dice san ejemplos”.
Gregorio: “Recordemos los trabajos de los ¡Pobres de nosotros, que no nos doble
santos que nos han precedido, y no serán gamos a los preceptos, ni nos movemos con
graves las cosas que toleramos”. los ejemplos! Pues, como dice san Grego
El Crisóstomo dice: “Describamos y rio: “A nosotros a veces las palabras nos re
meditemos en nuestro corazón con asidui traen, mientras que a los santos ni los tor
dad
armadura
los combates
de los enemigos
de los santos,
espirituales;
contra toda
pro mentos los arrancan de su santa intención.
Nosotros a los preceptos del Señor no que
pongámonos
invicta virtud,
supara
paciencia
que emulando
como ejemplo
aquí de
su remos dar lo nuestro, al menos lo superfluo;
los santos no sólo dieron cuanto tenían a
te
traron
fortaleza,
su corona.
ellos enSegún
alcancemos
los peligros
la
allípaciencia
decorporales,
modoquesemejan-
mos-
mos Dios, sino que también dieron su propia
carne por él”.
Y muchos lo hicieron con gran entusias
tremos
irracionales,
ficciones
de
gloria;
jantes,
mos
los temor,
fuegos
junto
en
destruyendo
nosotros
del
gloria
contra
de
con
luchando,
enemigo.
estos
ellos
continencia
igual”.
ira,
vicios
en
avaricia,
serarmados
Porque
nosotros
tenidossi
y codicias,
encodicia
las
los
semejantes
por
vencemos
pasiones
sentidos
podre-
seme-
vana- mo; esperaron aquella hora como invitados a
la boda. San Isaac, Abad de Siria, dice: “En
este día, en que esperaban recibir la corona
del martirio, si lo sabían antes, o por revela
ción, o por algún amigo suyo, en esa noche
no tomaban nada; sino que de la tarde a la
mañana estaban velando en oración, glorifi
quieres
ras
la
riamemoria
de
yY las
su
también:
mirar
vida
leyes
desanta,
una
que
los
“Sirven
sola
hombres
nos
la lectura
vez
ha
deaespejo
dado
justos,
lasdeimágenes
las
Dios.
espiritual
la
Escritu-
histo-
Yde
si cando a Dios con salmos y cánticos espiri
tuales; y con alegría y gozo esperaban aque
lla hora, como quienes están preparados a la
boda, esperando enfrentarse a la espada con
su ayuno. Nosotros también, llamados a un
martirio invisible, a las coronas de la santifi
66. MARTIRIO Y DEGOLLACIÓN DE JUAN BAUTISTA 571

cación, velemos; y en ninguna parte mostre das, porque por su perseverancia perseve
mos al enemigo señal de negación”. ran; por eso quieren que sus hechos se escri
Ves que según los consejos de los docto ban, para que se alabe a los santos en pre
res debemos poner ante los ojos como ejem sencia de Dios y de los hombres, los santos
plo los trabajos y luchas de los santos. que en presencia de los impíos sufrieron
tormentos enormes por defenderlos. No re
10. La pereza rehuye a los santos cibiendo sino las Escrituras canónicas, es
cribimos con cuidado sus gestas, mostrando
¡Ay de aquellos que desechando las ges el dogma católico, custodiado por medio de
tas de los santos, como apócrifas, no sólo no los mártires católicos; y damos ejemplo a
quieren leerlas, sino que, cuanto es de su los que vengan; mostrando a los soldados de
parte, no permiten que las lean otros!239 Por Cristo el arte de la lucha. No quieren lu
eso, como ilegítimos, degenerando de los char, si fuere preciso, los que no quieren leer
santos Padres en la religión cristiana, no a los luchadores.
merecen parte en la herencia entre los hijos “Guarden silencio los infieles, miren a
de Dios; ni los méritos de los santos que pa los luchadores del enemigo, que desprecian
decieron por Dios les sirven de sufragio. admirar a los atletas del Señor; nosotros de
Oportuna y hermosamente se dice con cimos, escribimos y predicamos las virtudes
tra ellos en un prólogo a la pasión de santa divinas. Que prohíban los envidiosos, que
Anastasia: “Todo lo que realizaron o reali impongan silencio los tímidos, que los des
zan los santos, si uno inquiere con afán, le preciadores, flagelen, increpen a los que
ofrecerá muchos fruto de edificación. Un leen, acusen si quieren a los que oyen estas
árbol fructífero prueba que ocupa la tierra cosas. A los soldados les hacen gloriosos las
con razón, cuando se adorna con frutos, y el heridas recibidas por la gloria del empera
que los recibe, se alimenta. Porque escribi dor, por cuyo amor libremente deseamos
mos, como lo hallamos, qué hicieron, qué dar la vida. El triunfo de Cristo y la victoria
padecieron los santos. Mostráis que sois ca del ejército laborioso, lo sacamos al exterior.
tólicos los que leéis con gusto las victorias Sabemos que por lo que estos padecieron
de Cristo, y con gusto las oís. Os pregunto visiblemente, nos animamos cada día invi
a los que juzgáis que estos hechos deben siblemente; y que los que luchan con negli
desecharse, entre los escritos apócrifos, ¿por gencia reciben heridas más graves. Por tan
quiénes se mantiene el canon de las Escritu to, para que domines las armas, atiende a
ras? ¿No es por los que prefirieron ser los que combaten; entrega la mente al estu
muertos a vencer, por ese mismo canon? dio; que el enemigo empiece a temer”.
“Porque ¿qué mantuvieron los márti Donde arriba.
res? La fe cierta, contenida en los volúme Ves, desvergonzado detractor de los san
nes sagrados, en un determinado número de tos, impugnador de la religión cristiana; se
libros. Les dan las gracias las tiaras sagra gún lo dicho, ocupas la tierra, mientras vi

239 Los Bolandistas, miembros casi todos de la Compañía de Jesús, vienen siendo, desde el siglo XVII, una
sociedad dedicada a la publicación depurada y crítica de los textos originales de las vidas de los santos; los volú
menes publicados forman la compilación hagiográfica Acta sanctorum. Es la obra “más útil y honrosa emprendi
da para bien de la Iglesia católica” (Alejandro VII). Ludolfo censura aquí a quienes desechan sin distinción las vi
das de los santos; también a los que se avergüenzan, incluso, de los mártires.
572 PRIMERA PARTE

ves, como árbol sin fruto, y no te muestras gas herencia con los infieles. Por tanto, da
católico, sino infiel. Debes temer no seas gloria a los santos de modo que merezcas
cortado con razón y echado al fuego y ten tener parte con ellos

Oración

¡Oh Juan, santo Precursor, Bautista fructífero, gran amigo de Cristo, lámpara que lu
ce y arde!
Ruega por mí a Dios padre de las misericordias: que ilumine y encienda mi corazón te
nebroso y frío.
Que imitándote a ti por Cristo, por la fe, la verdad y la justicia soporte con paciencia
lo adverso, y no tema luchar con todo valor, hasta la muerte.
Que, por la intercesión de tus méritos y oraciones, después de esta frágil vida, llegue
felizmente a las bodas regias del Cordero inmaculado, que con tu santo dedo señalaste al
pueblo. Amén.

67. DA DE COMER A CINCO MIL HOMBRES


Mateo 14,13-2; y 15,12-39; Jn 6,1-15

1. La gente sigue a Jesús al desierto240 gunas veces se debe dejar sitio por un tiem
po a la maldad humana y que les es lícito a
“Después, Jesús marchó a la otra orilla los seguidores de Cristo huir la persecución
del mar de Galilea” (Jn 6,1), el de Tibería y guardarse por la salvación de muchos. Nos
des, ciudad de Galilea, “a un desierto, a so daba ejemplo de evitar la temeridad de ofre
las” (Mt 14,13); reposaba allí con sus discí cernos voluntariamente, porque no todos
pulos y les enseñaba. Él asciende al monte, perseveran en los tormentos con la constan
así nos enseña a descansar del tumulto que cia con que se ofrecen a ellos.
hay en el mundo. Se apartó el Señor y se ale Se retiró también para probar la fe de
jó de la tiranía de Herodes, no por temor de los creyentes, si le seguían; por eso sigue:
la muerte, sino porque no había llegado la “cuando la gente se enteró, le siguieron a
hora de su Pasión. También para ahorrar a pie”. Le siguieron a pie los sencillos, humil
los enemigos que unieran el homicidio del des y pobres, no los sabios según el mundo,
Señor al de Juan. Mostraba también que al ni poderosos, ni ricos; y no en caballerías, ni

PÍTULO
240 [EE 283] 1 DE CÓMO CRISTO NUESTRO SEÑOR DIO A COMER A CINCOMIL HOMBRES ESCRIBE S. MATHEO, CA-
XIV, v.13-21.
1º 2 Primero: los discípulos, como ya se hiciese tarde, ruegan a Cristo que despida a la multitud de hom
bres que con él era.
2º 3 2º: Cristo nuestro Señor mandó que le truxesen panes, y mandó que se asentasen a la tabla, y bendixo,
partió, y dio a sus discípulos los panes, y los discípulos a la multitud.
3º 4 3º: (Comieron y hartáronse, y sobraron doce espuertas).
67. DA DE COMER A CINCO MIL HOMBRES 573

vehículos, sino con el trabajo de sus pies, también deben hacer los que están encarga
mostrando así el fervor y deseo de su salva dos de otros: recibir con dulzura, enseñar
ción. Les daba vergüenza seguir al Señor con sabiduría, sanar con eficacia, restablecer
que iba a pie, a caballo o en carros y cuadri espiritualmente. Los que buscan a Cristo
gas. Los menores les seguían; los mayores le sin cansarse por desiertos, Cristo los recibe;
perseguían. Todavía en estos tiempos los y los cura, si lo necesitan, en el cuerpo y en
pobres y populares corren más a los sermo el espíritu. Pero nadie recibe el alimento de
nes que los ricos y poderosos. Cristo, si antes no es sanado; después de la
redención de los delitos se ofrece el alimen
2. Amabilidad grande de Cristo to del cielo.
La amabilidad de Cristo se mostró de
múltiples formas; dilató las entrañas de su 3. Dos veces el evangelio de los panes
piedad. “Levantando Jesús los ojos y viendo “Estaba cerca la Pascua, fiesta principal
que se le acercaba mucha gente” (Jn 6,5), de los judíos” (Jn 6,4). Era la segunda vez, y
“sintió compasión de ellos y curó a sus en el Señor no estuvo en Jerusalén. Guardando
fermos” (Mt 14,14). Mientras descendía del la ley, se mostraba hombre verdadero; alguna
monte los veía venir a él y saliéndoles al en vez, pasando por alto su observancia, mostra
cuentro los recibió cortés; los curó en el ba que era Dios, que estaba sobre la ley. Este
cuerpo y en el alma para que la fe tuviera evangelio se lee dos veces al año en la iglesia,
pronto su premio; a los que sanaba en el el cuarto domingo de cuaresma, por el co
cuerpo, los reformaba también en el alma. mienzo “Estaba cerca la Pascua, el día de la
Según san Beda, al decir que Jesús elevó sus fiesta de los judíos”; y en el último domingo
ojos se indica que no volvía los ojos de acá antes del Adviento, por el final: “Éste es el
para allá; se sentaba modestamente con sus profeta que tenía que venir al mundo”.241
discípulos. Y, según el Crisóstomo, no se
sentaba ocioso, sino enseñándoles algo con 4. La fe de la gente
diligencia, convirtiéndolos a sí.
Cuatro bienes hacía el Señor a los que le “Llegado el atardecer, los discípulos se
seguían: acogió a los fatigados, enseñó a los acercaron a él para decirle: Ya ha pasado la
inconscientes, sanó a los enfermos, dio de hora” (Mt 14,15). Hay que volver a casa y
comer a los que tenían hambre; mostrando comer. Mira el interés del Señor, por la sal
cuánto se alegra con la devoción de los que vación de los hombres alarga sus palabras
creen. Hay también cuatro bienes que el Se- hasta el atardecer; mira la entrega de la
ñor ofrece a los que le siguen en espíritu: gente, dominada por la palabra del Señor;
recibe para la conversión a los fatigados por no se apartaban ni aunque cayera la noche,
la maldad; ilumina por la gracia a los ciegos y no tuvieran alimentos. Tanto deseaban oír
por el pecado; sana por la justificación a los a Cristo que habían olvidado llevar alimen
heridos por las flechas del pecado; rehace tos; por esto era necesario el milagro.
por la consolación interior a los debilitados Dice el Crisóstomo: “La fe de la gente se
y desolados por el peso de los delitos. Así ve en que aun con hambre, estaban atentos

241 En la ordenación del Vaticano II, este texto de Juan, vv. 1-15, se lee una vez, en el domingo XXVII del
T. O. Ludolfo ha unido con él el relato de Mt 14,13-21, que ahora se lee en el ciclo A, el domingo 18 del T. O.
574 PRIMERA PARTE

chacho
de
al
do
mucha
los
ces;
el
en
rría
Señor
Crisóstomo,
la
ellos
instrucción.
Jesús
ojos,
aacomida
Cristo.
sugente”
tiene
la
hasta
con
los
orden,
multitud
piedad
ojos,
para
Y
cinco
yaera
(Jn
comenzó
Andrés
se
tarde.”.
tanta
viendo
más
6,5);
los
panes
los
deltraen.
rudo,
miró;
gente.
cuenta
con
mundo
“Así
aque
de
hablar
piedad
trigo
más
vio
Por
que,
se
Felipe,
que
que
le
significada
necesitado
con
lalevantan-
yacercaba
un
levantó
comida
dos
concu-
Felipe
según
mu-
pe- grandes regalos, miró primero al cielo, pa
ra indicar que “todo don óptimo y perfecto
era de arriba” (St 1,17), para honrar a su Pa
dre y mostrar que esto se hizo no por una
fuerza elemental, sino celestial. Luego oró,
mostrando cuánto le agrada nuestro prove
cho; según el Crisóstomo, nos daba a enten
der que teníamos que dar siempre gracias a
Dios, cuando nos alimentamos en el cuerpo
o en el alma; y que no toquemos la mesa,
antes de haber dado gracias al que nos pre
espiritual continua del Señor no cuidaban senta el alimento y nos da “la comida en el
no
de proveerse;
cesan de proveerse
así se acusa
dea cosas
sus sucesores
deleitables.
que tiempo oportuno” (Sal 104,27).
Así también “rezó la bendición” (Mt
Dice
filosofía
punto eldespreciaban
mismo
de los Crisóstomo:
discípulos
el alimento.
viendo
“Aprendemos
Pues
hasta
siendo
qué
la 14,19), para multiplicarlos; como en el prin
cipio de la creación, bendiciendo a todas las
criaturas, les dio la virtud natural para que se
para
doce,ellos
sólo despreciable,
tenían cinco panes;
estabanloposeídos
corporalpor
era multiplicaran; recibida la bendición, no de
jan de fructificar hasta hoy. Nos invita a que
lo espiritual”. al principio de la mesa ofrezcamos el pan a
Convenía que aprendiéramos con ellos Dios y hagamos sobre él la bendición de lo
que si tenemos pocas cosas, conviene distri alto; no debemos acercarnos a la mesa o to
buirlo a los pobres. Se les ordena a los discí mar el alimento sin hacer antes la bendición.
pulos traer los cinco panes y no dicen ¿con Se piensa que Cristo expresó, según se cree,
qué mitigaremos nuestra hambre? sino que esta bendición con algunas palabras, con las
obedecen enseguida. “Jesús dijo: Haced que que santificó y multiplicó aquellas cosas
los hombres se sienten”; se acomoden con creadas; pero los evangelistas no ponen con
orden para comer; “sobre la hierba” verde qué palabras, quizá fue en secreto.
del campo, se ve que era lugar apto para sen “Partió los panes” (Mt 14,19), en trozos
tarse; y se insinúa la fe de la gente, no se hu grandes, no en minucias, para que aprenda
bieran sentado, si no creyeran en el milagro. mos a dar a los pobres nuestro pan. Y así se
multiplicó aquella materia en manos de
5. En sus
“Así manos,
que los panes
se sentaron y los peces
los varones en nú- Cristo, que los partía; lo hacía el poder de la
divinidad cuyo instrumento era su humani
los
meroniños;
de cinco
a la manera
mil”, sinhebrea
contarselas
cuentan
mujeressoy dad. Según el Crisóstomo, Cristo multiplica
los panes y los peces, para significar que do
mujeres
lo los hombres
y niños.deLo
veinte
dice años
para arriba,
que aparezca
no las mina tanto sobre el mar como sobre la tierra.
mayor
panes”
venerables,
car, para
el
y que
los
milagro.
que
peces
al tacto
tenían
“Con
endesus
elsus
que
poder
manos
manos
Jesús
degloriosas
multipli-
sacratísi-
tomó losy Los tomó y partiéndolos los multiplicó “y se
los dio a los discípulos”, los panes y los peces
multiplicados, para que los pusieran ante el
gentío. Las cosas temporales se les dan a los
mas se multiplicaran; y como iba a dar que mandan para que den de comer a los ne
cesitados. Y los distribuyó por medio de los
67. DA DE COMER A CINCO MIL HOMBRES 575

del
buyeran
discípulos,
a los
es que
decir,
se hizo
habían
quesentado;
ellos losesdistri-
oficio decían: ¡Éste es de veras el profeta que va a
venir al mundo!” (Jn 6,14). Tenían razón;
que manda servir, no ser servido. por el efecto se había probado el poder divi
no; un signo no oído jamás, en que Cristo
6. Los doce cestos de los restos probó que era Dios. La multiplicación he
cha por Eliseo, era muy diferente. Sí; era el
El Señor multiplicó estos panes y peces
profeta; mas aún, según san Agustín, él era
de modo que todos comieran a placer y so
el Señor de los profetas, del que dice Moi
braran muchos pedazos. “Y cuando estuvie
sés: “El Señor os levantará un profeta de en
ron saciados, dice a sus discípulos: Recoged
tre vuestros hermanos; le oiréis como a mí”
los pedazos sobrantes” (Jn 6,12). Todos ha (Dt 18,15; Hch 3,22). Según la palabra de
bían comido y se habían saciado, signo y fi la Ley, ha de venir a salvar el mundo; los
gura de la comida celeste en que los santos profetas no vinieron así, sino sólo a anun
se sacian plenamente. Los pedazos ofrecían ciar la venida de éste.
pan para los pobres; no lo hizo así el rico Cristo fue prometido en la Ley como un
epulón cuyos restos de comida lo comían profeta más excelente que los demás; por eso,
los perros, no los pobres; hoy hay muchos visto el milagro, el pueblo confesó que él era
al
semejantes a él. Al dar de comer gentío, aquél de que hablaba la Escritura, el profeta
nos enseñó a insistir en obras de misericor “que iba a venir al mundo” (Jn 6,14); confe
dia; aunque sea laborioso, es muy fructuoso. saban que él era el Cristo.
“Así que recogieron doce cestos y llena Contempla al Señor Jesús, cómo con
ron” doce cestas grandes, de las que se lle desciende con los necesitados y viene en su
van a cuestas agarrando de cercos por los ayuda con piedad y todo lo hace ordenada
que entran los brazos. Cada uno de los após mente; los mira cuando están comiendo, se
toles llenó su cesto, para que, llevándolo al alegra con su contento. Ellos se admiran del
hombro, se
aumentó el viera
milagro
el inefable
de Cristo;
milagro.
sería Aquí
gran milagro y hablan uno con otro y dicen: “És
te es de verdad el profeta”, y más cosas so
milagro saciar a cinco mil hombres con cin bre él. Se alegran y comen con acción de
co panes y dos peces, sin que quedase nada; gracias, no sólo comiendo el alimento cor
pero
tos, sino
el signo creció: no sólo se saciaron tan- poralmente, sino también mentalmente,
que con los restos se llenaron doce oyéndole. Quédate tú también en pie de le
cestos. Se hizo más evidente el milagro; jos, muestra con lágrimas el hambre del de
quedó más de lo que había al principio. Se seo y la necesidad; extiende la mano como
gún san Cirilo, se hizo así para certificación mendigo, por si mereces recibir al menos
clara
jimos
gún de Teofilacto,
reclama
que la de
obra
para
Dios
de paga
caridad
que abundante;
aprendiéramos
con los pró-
se- algo, por pequeño que sea, de los dones y
bienes de Dios.

cuánto
lo nuestro,
puede
cuando
la hospitalidad
ayudamos ya los
cuánto
pobres.
crece 8. Sobriedad de Cristo y los discípulos
Considera la sobriedad en la comida de
Cristo y los discípulos: en la calidad, pues
7. Admiración de las gentes
comían pan de cebada, que es alimento de
ver “Como
aquel signo
consecuencia,
revelador que
los había
hombres,
hecho,
al los animales; y en la cantidad, porque doce
hombres y Cristo y quizá algunos otros que
576 PRIMERA PARTE

los seguían, sólo tenían cinco panes de ce que para admirar, es para venerar. No es ad
bada. Se muestra la penuria de Cristo y los mirable que los alimentara, es para venerar
discípulos, pues tenían unos pocos panes y que lo quisiera hacer; no es de admirar que
viles; sin duda con frecuencia pasaron ham el que hizo de la nada todas las cosas, con
bre. También aparece que menospreciaban pocos panes alimentara a la gente.
la comida corporal, atendiendo a lo espiri
tual. Dice el Crisóstomo: “Aprendamos 9. Explicación alegórica del milagro
aquí los que buscamos lo que nos place, qué
En sentido espiritual los cinco panes sig
comían aquellos hombres admirables, y la nifican los cinco libros de Moisés; los dos pe
calidad de lo que llevaban, la vileza de su ces, los Profetas y los Salmos. Todo el Anti
mesa”. Y también: “Juan dice por su parte guo Testamento se comprende en esas tres
que eran panes de cebada, enseñándonos a cosas: la Ley, los Profetas y los Salmos. Los
pisotear lo exquisito; así era también la me cinco mil hombres que seguían al Señor de
sa de los profetas. Y los mandó reposar so signan a los activos, que usan bien de los
bre la hierba, ejercitando a la gente en filo sentidos interiores y exteriores. Las mujeres y
sofar, pues no había venido sólo a nutrir los los niños significan a los débiles no aptos pa
cuerpos, sino a instruir el alma. Y con el lu ra la batalla, no dignos de entrar en ese nú
gar, solo con darles los panes y los peces, mero. Los aquí indicados son alimentados
haciendo lo común, les enseñó la humildad, con cinco panes, porque hay que nutrirlos
la sobriedad, la caridad y a estimar estas co aún con preceptos legales. Los que renuncian
sas comunes. Lo que parecía en el desierto íntegramente al mundo, son cuatro mil, y se
admirable a los judíos que decían: “¿Será alimentan con siete panes (Mt 15,34), es de
Dios capaz de dar pan, o preparar una mesa cir, son sublimes por la perfección evangéli
en el desierto?” (Sal 78,19), lo mostró por ca, espirituales doctos por la gracia.
las obras. Por eso los llevó al desierto, para En este banquete del Señor sólo se dice
que el milagro fuera sin sospecha, y nadie que había varones; nos avisa espiritualmente
pensara que se traía algo a la mesa de algu que, si deseamos gustar cuán suave es el Se
na aldea que hubiera cerca”. ñor, seamos varones, fuertes contra las tenta
Quiso hacer este milagro en el desierto ciones; varón viene de fuerza242, y la santa Es
para significar que él era el que alimentó critura acostumbra llamar con el nombre de
cuarenta días al pueblo en el desierto, el varones a los que vencieron varonilmente los
que había sido prometido a los Padres. combates. Los que comen de la mesa del Se
También como signo del futuro de muchos, ñor deben ser varones por la fuerza y sentido
donde ni se siembra ni se siega, y Dios ali de la mente, no blandos en deseos, ni con
menta a sus siervos. Según san Teófilo, el sentido pueril. Sentarse y recostarse el cuerpo
milagro nos enseña a no ser pusilánimes en da a entender el reposo de la mente; quien
la estrechez de la pobreza. Hizo bien en ali desea ser apacentado por Dios espiritual
mentarlos con panes de cebada, que no es mente, es preciso que se siente, que descanse
pan delicado; ése ha de ser gustado en el fu de cuidados superfluos.
turo. Las veces que vemos que el Señor con Según san Beda, los que se reclinan so
pocos panes alimenta a masas de gente, más bre la hierba son apacentados con alimentos

242 Lit.: “Vir enim a viribus dicitur” (vir, varón ; vis, fuerza, abl. pl.).
67. DA DE COMER A CINCO MIL HOMBRES 577

del
sotear
denadas,
podrá
ñor
Dios.
aquello:
espíritu.
Señor;
por
La
que en
el sentarse
“Toda
Por
hierba
la
los
nooír eles
continencia
tanto,
somete
que
dignamente
carne
ysignifica
ponen
cumplir
yque
esclaviza
heno”
las
su
desea
alalas
empeño
codicias
lacarne,
(Is
mesa
palabras
rehaceren
la40,6);
carne
del al
desor-
según
Se-
sus
pi-
no
de fuera para los hombres, pero dentro colma
dos con los restos del alimento del Salvador.
Con cestos se hacen oficios y servicios rústi
cos; pues “Dios eligió lo débil del mundo,
para confundir a lo fuerte” (1 Co 1,27).
El cesto, la espuerta, según san Isidoro,
está hecho con mimbres, o juncos, o tejido
con hojas de palma, apto para llevar basura y
fuerzas con el pan de la gracia espiritual, para obras serviles. Así se dice en el salmo so
domine
convienesobre
que sesusiente
cuerpo,
sobre
y mortifique
la hierba, que
su bre José: “Sus manos sirvieron con el cesto”
(Sal 81,7). Pues así como los pocos panes y
carne. peces partidos crecieron en muchos trozos, así
El Salvador no creó alimentos nuevos, el alimento de la palabra de Dios, cuanto más
sino bendijo
carne,
profetas
predicó
y mostró
los
lasque
cosas
quehabía;
estaban venir enlos
que predijeron
al grávidas de
la se distribuye, más se multiplica. No por ca
sualidad sino por disposición divina se llena
ron doce canastos conforme al número de los
los misterios de la gracia. Miró al cielo pa apóstoles. Y no se dieron a la gente los restos
ciencia.
mente;
ra enseñar
para
De tres
aenseñar
dirigir
modos
a allí
buscar
se impide
la agudeza
allí laa luz
unode
de
que
la para que se los llevaran, sino a los discípulos,
para señalar que los fragmentos y reliquias de
las palabras de Cristo serían llevados por el
eleve los ojos a Dios: 1º Cuando se ocupa mundo por los apóstoles, y alimentarían los
demasiado en lo sensible, las riquezas terre corazones con hambre. Son doce: la fe de la
nas, porque entonces se manchan los ojos santa Trinidad debía ser predicada por ellos
con
ocupael en
polvo
las delicias
de la avaricia;
de la carne,
2º Cuando
porque se
el en las cuatro partes del mundo.
Dice san Ambrosio: “Este pan que parte
fuego del mal deseo ciega los ojos. 3º Cuan Jesús, en sentido místico es la palabra de
do se ocupaporque
mundanas, de lo sublime,
los ojos selas
oscurecen
ambiciones
con Dios y el conversar sobre Cristo, que al di
vidirse, se multiplica; porque de pocas con
el humo de la soberbia. versaciones, sirvió alimentación desbordan
Partió y dio los panes a los discípulos te a todos los pueblos. Nos dio sus palabras,
para que los pusieran ante la gente, porque como panes, que, cuando los tomamos con
los misterios cerrados de la Ley y la profe la boca, germinan”.
cía, se los dio abiertos a los santos doctores
para que las anuncien a todo el mundo. Lo 10. Sentido moral: multiplicación de
los
másque
que secretos
sagrados
lo recogieran;
sobró a de
la que
la inteligencia
noles
gente, pueden
nopidió
se deben
ycaptar
alos
losdescuidar
misterios
los ru-
discípu panes
En sentido moral los apóstoles significan
a los prelados, los cinco panes de cebada in
Señor,
señar.
dos;
apóstoles,
guientes
hay
aLos
sus
que
y de
doce
sucesores
los
confiarlos
los
doctores;
cestos
varones
y aalos
son
los
despreciados
que
apostólicos
discípulos
figura
pueden
de por
en-
del
los
si- dican cinco bienes espirituales con que Dios
alimenta al alma en el presente. En la casa
de un padre de familia hay muchos panes:
de pobres, de criados, hijos, señores y ami
gos; así en la casa de Dios, que es la Iglesia,
hay clases diversas de panes espirituales.
578 PRIMERA PARTE

bres,
abstinencia
Eldeprimero
los pecadores;
corporal;
es el éste
pan
estees
de
pan
ellapan
senaturaleza
lodedalos
el po-
Se-y Y los dos peces que sazonan estos panes
son la esperanza del perdón y el amor de
Dios; o el entendimiento y la obra; sin ellos
dor
pobres;
ñor de
también
tuderostro
él sea dice
los
comerás
pecadores,
en elelGénesis:
pan”que
(Gn“En
son
3,19);
elunos
su-y ningún pan es sabroso.
Con estos cinco panes y los dos peces
en
aguas
bemos
obras
Isaías:
no
decomunicar
opresión”
le“Os
agradan,
dará(Is
con
elsi30,20).
Señor
no
losvan
pobres;
pan
Este
adornadas
depan
nuestras
asedio
lo con
de-y alimenta el Señor al alma en el presente, y
su ministro con el sacramento. ¡Qué dicho
sa el alma que tiene estos panes y peces, y se
dice: “Hay aquí un muchacho que tiene
cinco panes y dos peces!” Por el muchacho
bién:
la
del
miayuda
pan,
que
arrepentimiento;
“Les
hablan
de
aldas
día
necesitado.
aylos
comer
desalmos:
noche”
esEl
un
el segundo
“Son
pan
pan
(Salde
42,4);
de
mislos
llanto,
es
lágrimas
criados
yeltam-
pan
les se entiende el alma llamada niña por la ino
cencia, fiel en cualquiera, también en el su
jeto a pecados, debe ser restablecida por la
conversión, para lo cual se requieren los
cinco panes; el que los tiene es el verdadero
haces beber lágrimas con medida” (Sal 80,6), muchacho evangélico. Hay también un pan
en proporción a las culpas; cuanto se ha com celestial que comen los santos en la mesa de
por
placido
girse
los
enconfesores
el
penitencia.
hombreaenlos
Este
elpenitentes,
mal,
pan se
tanto
lo dainducién
debe
el Señor
afli- Cristo, del que se dice en Lucas: “Dichoso
el que coma el pan en el reino de Dios” (Lc
14,15). De esta comida se dice en el mismo
doles a la contrición y poniendo la peniten Lucas: “Y yo os concedo, como mi Padre a
cia. El tercero es el pan de la inteligencia y mí, un reino, para que comáis y bebáis a mi
doctrina: es el pan de los hijos, de él dice el mesa en mi reino” (Lc 22,29).
Evangelio: “No es bueno dar el pan de los hi
jos” (Mc 7,27), y el Eclesiástico: “Alimenta 11. Los cinco panes: sentido espiritual
con pan de vida e inteligencia” (Eco 15,3). En sentido moral, alegórico y anagógico
Este
los que
pansiembran
se lo sirve
la palabra
el SeñordeaDios,
los fieles
alimen
por hagamos los panes de la conversión, de la
doctrina y de la comida eterna. Moralmen
tando a cada uno según su medida. El cuar te hay cinco panes de conversión: el pan de
to es el pan del sacramento de la Eucaristía; la compunción, considerando el delito; el
es el pan de los señores, de él se dice en el pan de la aflicción, considerando la Pasión
Evangelio:
bajado del “Yo
cielo”
soy(Jn
el pan
41,51).
verdadero
Y el apóstol:
que ha de Cristo; lo come el que, considera la Pa
sión y se somete en cuerpo y corazón; el pan
del pan” (1 Co
“Examínese uno11,28).
a sí mismo,
Este pan
y después
lo da el
coma
Se- de la compasión, considerando los defectos
ñor
zón;por
no se
susdebe
ministros
dar losa malvados.
los limpiosEldequinto
cora- y miserias del prójimo; el pan del temor,
considerando el tormento futuro; y el pan
a de suspiro de la devoción, considerando la
los
dice
abundante”.
ga
panen
amigos,
amigos;
es
Isaías:
casa
el depan
“Nuestro
tiene
aunque
la devoción
bueno,
para
elpan
ellos
padre
sin
interior;
embargo
será
eldemejor,
sustancioso
familiar
es el
sidel
pan
vienen
ten-
que
dey dilación del gozo celestial. Todos estos pa
nes son de cebada, se han de tomar con
amargura. Los peces son la esperanza del
perdón y la dulzura de la vida eterna.
Anagógicamente hay cinco panes de la
comida eterna; suspiramos por ellos y con
67. DA DE COMER A CINCO MIL HOMBRES 579

to
Cristo
ellos
ro,
te
felicidad
mero
hermosura
por
la dilación
está
ellapoco
consorcio
nos
compañía
esen
lalade
tiempo.
saciaremos
interna,
eldel
presencia
de
nuestra
cielo.
la
que
de
de
visión
En
que
El
los
suspira
los
felicidad
de
quinto,
en
todos
santos,
ángeles,
aquí
de
Dios.
lasu
por
eternidad.
estos
experimentamos
rostro.
la
eterna.
que
El
ello.
entre
dulzura
la
segundo,
reinan
La
cebada
El
El
suEl
dulzu
terce-
cuar-
suer-
de
pri-
con
es
la Los peces, según el sentido moral, signi
fican la cognición que ilumina el entendi
miento y la dilección que inflama el afecto.
La cognición da sabor a los tres primeros,
porque ella conoce las cosas presentes, preve
las futuras y recuerda las pasadas. La dilec
ción de modo semejante da sabor a los dos
últimos, porque amando a Dios por amor y
gusto de las cosas celestiales, también se de
leita en las aflicciones del Señor.
ra de los dos peces consoladores es la certeza
de la conciencia y de la fidelidad divina. 12. Jesús se retira; quieren hacerle rey
Del igual modo, el primer pan de ce
“Enseguida obligó a sus discípulos a su
bada es la contrición de corazón, como bir a la barca, y adelantarse rumbo a la otra
conviene al pecador arrepentido; el segun orilla”, a Betsaida, ciudad de los apóstoles
do es la vergüenza en la confesión; el ter Pedro, Andrés y Felipe, para que se aparta
cero el ayuno el en
ción es
mental; el corporal;
quinto, la cuarto,
piedad la ora
las ran del lugar, “mientras él despedía a aquel
gentío” (Mt 14,22), en forma de despedida
nes
obras.
de Y
cebada
los dos el temor,
sonpeces que sazonan
que se percibe
los pa- o bendición. Quería separarse del gentío,
porque sabía “que iban a venir a llevárselo
en el mar lleno de sal, en las penas del in
para hacerlo rey” (Jn 8,15), y por eso se se
fierno; y la esperanza, que se percibe en el paró de sus discípulos, entre los cuales le
río del paraíso, al pensar que “los sufri buscaba la gente. Los obligó, porque no se
mientos del momento actual no tienen apartaban a gusto de su Maestro por su
comparación con el esplendor que se nos compañía y doctrina. Dice el Crisóstomo:
va a manifestar” (Rm 8,18). “Al decir les obligó, muestra la instancia
significan
Además, cinco
moralmente,
cosas que nos da el Señor
los cinco panes grande de los discípulos, que no podían se
pararse de él fácilmente; por el afecto que le
para refección de nuestros cinco sentidos. tenían”. Dice también san Jerónimo: “Con
Da la presencia; con él se alimenta la vista, esta frase se muestra que ellos se apartaban
viendo que todo lo transitorio es caduco. del Señor contrariados, ya que por amor del
han
ras;
no;
Segundo,
restaura
en lacon
así
pasado
muerte
seese
elreprime
las
oído
como
pan
futura
cosas
se
oyendo
sombra.
rehace
con
pasadas;
y losobras
que
peligros
elDa
olfato,
con
todas
de
las virtud.
cosas
ese
del
al
laspan Da
pensar
infier-
futu-
cosas
se Maestro no querían separarse ni un mo
mento de él”.
Como sin quererlo y oponiéndose, los
apóstoles se apartaron del Señor; quizá sin
él temían sufrir un naufragio. Los demás,
como Cristo había sido prometido como rey
cielo;
por
las
aflicciones;
cosas
amor
conespirituales
de
ese
con
ellos
pan
ese se el
menosprecia
sepan
sacia
eternas,
restaura
gusto,
los
lo demás.
bienes
elcuando
tacto,
del
Da futuro, después de confesar que era el Cris
to, quisieron hacerlo rey. Pensaban que el
que los había saciado podría ayudarles en
todo; les parecía que con un rey así no pasa
Dios
cuando
y desprecio
por ellas se
delmueve
mundo.
a la dilección de rían necesidad. Juzgaron quizá que había
venido para reinar ya; y querían adelantar
580 PRIMERA PARTE

so
sieron
ner
su
viendo
que
delpara
tiempo,
mundo.
un
él era
hacerle
rey
un
defender”.
piadoso
milagro
piadoso
que
Dice
rey;
guardaba
san
ylos
para
tan
poderoso
Beda:
hombres
grande
gobernar
para
“Las
ysíentendieron
por
quieren
multitudes
hasta
y eso
podero-
elqui-
te-
fin gloria de muchos y a no atraer a la multi
tud”. Y, como dice san Agustín, no quiso
que lo hicieran rey los hombres, porque
mostró un camino de humildad a los po
bres. Así nos dio ejemplo de humildad, de
huir los honores, de aceptar los trabajos;
Dice el Crisóstomo: “Él los conoció. Co- buscado para el reino y los honores, huyó;
buscado para la Pasión y muerte, libremen
tos,
mo les
pensaban
había dado
llevar
pancon
tanélfácilmente
una vida ociosa,
a tan- te se ofreció; para que a su ejemplo estemos
preparados a sufrir lo adverso, declinando
terrenos,
tiendo
bien”.
Cristo,
hombre
resuelta,
que
tiró;su
poner
aunque
intención
él
Dice
cuando
Cristo
de
tal
para
nada
buen
vida
también
querían
mostrar
despreció
leno
de
de
comer,
quisieron
era
ociosidad
trabajo
elsan
que
limpia;
bien,
donde
Agustín:
todos
nino
hacer
yyno
gastos.
gula,
no
lo
lostuvieran
querían
consin-
rey.
“Huyó El
bienes
seVio
re- los halagos.
Imploremos con oraciones al Señor, in
vocando su ayuda, para que las cosas adver
sas no nos depriman con fatiga, ni las prós
peras nos engañen, ni ablanden. Huye,
pues, de toda alabanza humana, con su ho
nor, como veneno mortífero; da muerte con
el bastón de la cruz a todo pensamiento o
debían ser des apetito de altura, bajo el pretexto que sea,
mostrar
preciados;
no
éstos
se se
buscara
temiera
quesoportó
noendeben
laaquellos
adversidad”.
todos
ser temidos,
lalos
felicidad,
males,
parani
para
que
en en el principio, en su salida, como a la cabe
za del dragón infernal. Prepárate también a
sufrir por el nombre de Cristo oprobios y
cosas adversas. Gózate en tu desprecio, juz
Jesús, pues, escrutador de los corazones, gando de verdad y de corazón que mereces
susaldiscípulos
solo
gentío,
aconociendo
beneficios
monte,
y vasua voluntad,
dar
a pasar
orar” el
gracias
(Jn
después
mar,
al
6,15);
Padre
“sedehuye
retiró
mandar
por del
los
él que todos te desprecien, trayendo siempre a
tu memoria la humildad y la durísima Pa
sión de Cristo; él, huyendo del reino, abra
zó la cruz, despreciada toda confusión.
y a nosotros la manera de actuar;
ellos
contrarle.
no se dieron cuenta y no pudieron en- 14. Orar les va bien a los solos
El Señor ascendió al monte, lugar más
próximo al cielo, señalándonos que suba
13. Hay que huir de las alabanzas
mos la cuesta de las virtudes a lo más alto;
ción
llamarte,
Síguele,
y la ogracia.
tededará
lejos,
Huyó
alguna
que
el parte
quizá
Señordealla
se dignará
monte,
refec- que si queremos orar bien, elevemos la
mente de lo terreno arriba; y solos, no en el
estrépito; que oremos en un lugar tranqui
subió
ralmente,
vanagloria
Crisóstomo:
temosdeprisa;
la paga
enseñándonos
y “Hay
enno
del
loquiso
bueno
que
favor
considerar
ser
que
que
humano.
honrado
huyamos
hagamos,
Dice el
tempo-
de
evi-
la lo, y nos recojamos nosotros y todas nues
tras fuerzas en Dios. Y unió estas dos cosas,
solo y orar, porque la soledad es buena para
la oración: “Tú, en cambio, cuando reces,
ñor,
a lascuando
turbas, realiza
enseñándonos
obras grandes, que el Se
a no perseguir
abandonala entra en tu habitación y, cerrada la puerta,
reza a tu Padre que está en lo oculto” (Mt
6.6). Tenemos aquí tres enseñanzas: apar
67. DA DE COMER A CINCO MIL HOMBRES 581

tarnos de lo terreno, orar, atender a nosotros el Señor se sentaba en el monte con sus dis
mismos. cípulos y veía que las turbas llegaban a él,
Es notable el orden; a la oración le pre bajó del monte y los alimentó con su doc
cede dejar la gente; dejada la turba de los trina en lugares bajos; y después, huyendo
hombres, de los afectos y pensamientos, su los honores, subió al monte él solo. Dice el
bió al monte para orar. Le acompaña la sole Crisóstomo: “Lo hacía instruyéndonos que
dad; subió solo con intención de orar. Le si no nos mezclemos continuamente con las
gue atender a nosotros mismos; él, al hacerse gentes, ni huyamos siempre de la multitud;
tarde, se estaba allí solo. Se nos da ejemplo sino a hacer de modo útil lo uno o lo otro”.
de que, después de un sermón, o cualquier Mira ahora al Señor Jesús, cómo huye
obra buena, hay que retirarse de la gente y del honor y sube al monte a orar, enseñando
tumulto, y volver a su lugar, a recogerse y a huir lo próspero del mundo y a invocar a
limpiar los propios defectos, los que se con Dios; y cómo busca los lugares solitarios;
traen en la conversación; los méritos, si hay toma lo costoso y llena largas vigilias pa
alguno, atribuirlos a la gloria de Dios. sando la noche en oración; humillándose
Debe subir al monte a orar, a buscar a ante el Padre intercede como pastor fiel por
Dios orando; el orante no debe quedarse en sus ovejas. Reza por nosotros como abogado
deseos terrenos; según san Beda, el que re y mediador nuestro con el Padre. Reza para
za sobre riquezas y honores y se queda en darnos ejemplo. De ello avisó a los discípu
las cosas más bajas, bajas oraciones presen los y lo probó con obras. No en cuanto
ta al Señor. Debe estar libre para atender a Dios, porque así no le toca orar; se hizo
sí mismo, para que beba lo que pueda di nuestro abogado y por eso intercede por
fundir. Aquí se da a entender que, cuando nosotros, y lo continúa en el cielo.

Oración

¡Señor Jesucristo! Haz que levante hacia ti los ojos de mi mente apartándolos de los de
leites de la carne, las riquezas terrenas, las ambiciones mundanas. Haz que descanse sobre
la hierba, por encima del placer carnal y la posesión temporal.
Que merezca saciarme comiendo de los cinco panes espirituales: temor divino, jui
cio, horror del pecado, dolor de contrición, vergüenza de la confesión, y trabajo de satis
facción; y con los dos peces, la estabilidad del propósito, y el deseo de cambiar y apro
vechar, los peces que tiene un muchacho, la humildad, que suele merecer la gracia y la
gloria. Amén.
582 PRIMERA PARTE

68. LA AMBICIÓN Y DEFECTOS DE LOS CLÉRIGOS

1. Los clérigos deben huir de la ambición ellos no lo ven; y así caen al hoyo de la pri
mera culpa, y después al del horno de fuego.
Medita y considera sobre lo dicho, có
Y “¿de qué les sirve, ganar todo el mundo si
mo el Señor huyó y dejó de lado de verdad,
se pierden a sí mismos”243 (Mt 16,26) y cau
no fingiendo, el honor de rey; no hizo como
san su daño? Por si algunos ambiciosos se
los que, para no parecer bajos a los hom
halagan con la especie de ganar almas, como
bres, rehúsan pedir lo que desean de cora
si así pudieran mejor atender a su salvación.
zón. Hay muchos, y muy en especial reli
giosos, que simulan no anhelar dignidades; San Bernardo les responde: “¡Ojalá que el
pero, cuando se les ofrecen, corren prontísi que entra así, si fuera posible, sirviera con
mos con manos y pies y las reciben alegres; tanta fidelidad, como era la confianza con
incluso a veces se ofrecen ellos voluntaria que se metió a ello! Pero es difícil, quizá im
mente. Algunos, puestos en dignidades, posible, que de la raíz amarga de la ambi
fingen que no quieren tenerlas; pero por sí ción nazca el suave fruto de la caridad”. Pe
y por intermediarios buscan solícitos oca ro hoy se atiende al honor no a la carga, a la
siones para poder seguir en esos oficios. gloria no al trabajo; se tiene el nombre del
No hubo tal simulación en el Señor co honor, no de la virtud. Dice también san
mo está claro por lo que hizo. Envió a sus Bernardo: “Corren los del clero de toda edad
discípulos
en
entre
la nave,
ellos;por
paraelque
después,
marel
sinygentío
que
no entró
lonoadvirtieran,
lecon
buscara
ellos y orden, igual doctos que indoctos, a los car
gos eclesiásticos, como si fueran a vencer sin
los cuidados, cuando llegan a ellos. Muchos
subió al monte él solo; así escapó de sus ma no correrían con tanta confianza y agilidad a
nos. Mira con qué cautela huyó y se apartó los honores, si sintieran que son cargas. Te
del honor. Nos dio ejemplo, para que haga merían ser agravados y no desearían con tan
mos lo mismo; no huyó por sí, sino por no- to trabajo y peligro las ínfulas244 de las dig
sotros. Porque conocía cuánta temeridad nidades. Pero ahora, como se atiende no al
supone que aspiremos a los honores. El ho- trabajo, sino a la gloria, da vergüenza ser
nor es uno de los mayores lazos y uno de los puro clérigo en la Iglesia; se tienen por viles
pesos más graves para derribar las almas; el y sin gloria, los que no han sido elevados a
presidir, el poder, la ciencia y semejantes. un lugar más eminente”.
Apenas puede ser que el que ama el honor, El mismo san Bernardo, como burlán
no esté en peligro o precipicio; o, peor aún, dose, se dirige al ambicioso, así: “¡Hala,
golpeado contra el precipicio. Porque la pues, que ‘los que presiden, tendrán un jui
ambición es un vicio pésimo, causa y raíz de cio durísimo, y los poderosos padecerán tor
muchos otros delitos y vicios. mentos potentes!’ (Sb 6,6) Tu soberbia sube
A muchos otros esta pasión les ciega, de siempre más arriba, sigue a tu rey, vean tus
forma que lo que muchos otros ven claro, ojos todo lo sublime; date prisa a multipli

243 “Con estas palabras de decidió Javier en París por


la santidad”, dice el P. Félix Zubillaga, en nota a esa
frase, citada por san Francisco Javier en carta al P. Simón Rodríguez, Cochín 20 de enero 1548 (Doc 63.4); lo ci
ta también en Doc 90.25. La frase de Lc 9,26, en Doc 131.5. (Ref. P. Cebollada).
244 Turbantes o cintas de las vestales o sacerdotes, al hacer sacrificios; adornos.
68. LA AMBICIÓN Y DEFECTOS DE LOS CLÉRIGOS 583

car tus prebendas, vuela al archidiaconado, demente la vocación, sino que se adelantan
aspira luego al episcopado, y como allí no con ambición. Mal se acercan, según atesti
has de tener descanso, así se va a los as- gua el apóstol: “Nadie puede apropiarse la
tros245. ¿Adónde vas, miserable? ¿A que la dignidad sacerdotal, sino el que es llamado
caída sea más grave desde un grado más al- por Dios, lo mismo que Aarón” (Hb 5,4).
to? Pues ni así caerás poco a poco; sino, co- Por más suficiente y virtuoso que uno sea,
mo un rayo, por un ímpetu vehemente, se- no será digno, si lo recibe por su voluntad.
rás echado abajo, como otro Satanás, Cuando alguien ambiciona la primacía del
súbitamente”. Y san Jerónimo: “Si nos ale- honor, sólo por esto se hace indigno, porque
gramos del ascenso, temamos la caída; no es lo presume indebidamente.
tan grande el gozo tener lo más alto como Dice san Agustín: “El estado superior
el terror de caer de lo excelso”. el
sin que una república no se puede regir,
Tema el ambicioso y corríjase, no sea aunque se administre bien, no es decente,
que exaltado entre los hombres y florecien sin embargo, apetecerlo”. Y san Gregorio
do por un tiempo con falsos bienes, sea hu dice: “El que está lleno de virtudes llegue
en
millado
tormentos
ante Dios,
verdaderos.
y perezca
Cuanto
para más
siempre
ele forzado a gobernar; y el vacío de virtudes,
ni obligado se acerque”. De los que se me
vado esté alguien, tanto más deudor será de ten ellos en el patrimonio de Cristo, dice
la virtud o se verá sujeto a mayor castigo. san Bernardo: “Oye las quejas del Señor,
Porque loselhonores
alimentar fuego deson
castigos
como troncos
futuros.para
Di qué habla sobre esta temeridad: ‘Ellos rei
naron y no por mí; fueron príncipes y yo no
ce ellos
para Crisóstomo:
que no viven
“Ladignamente
grandeza del
en honor
el ho los llamé’ (Os 8,4). ¿Qué es esta temeridad,
esta locura? ¿Dónde está el temor de Dios?
nor, comienza a ser montón de penas”. En ¿Dónde la memoria de la muerte? ¿Dónde
tonces el ambicioso no tendrá descanso al el miedo del horno de fuego y la expecta
guno, como tampoco aquí quiso tenerlo. El ción terrible del juicio?”
corazón del ambicioso nunca descansa, sino Por tanto, si alguien es elegido en la
que apetece
perder el queeltiene;
honorasíque no tiene,siempre
el enemigo o teme Iglesia para el primer lugar, es tolerable,
aunque peligroso, porque, según el mismo
mueve y hace dar vueltas a su corazón, co san Bernardo, no todos los que son llama
mo el molino que no se para nunca. dos al ministerio, son elegidos para el rei
no, como es patente de Saúl en el reino, y
2. Buscar beneficios, faltando vocación de Judá en el sacerdocio, que sí fueron ele
Advierte sobre esto que, además de la gidos por Dios. Pero, si se mete él, procu
simonía y otros males, que se cometen con rando ser elegido, es de todo punto conde
frecuencia y con escándalo, hay aún ciertos nable y pernicioso; pues nadie debe ser
males en los que algunos se implican, como elegido o promovido sino aquél del que el
si no fueran malos, sino lícitos. El primer Espíritu Santo lo inspire; de otra forma se
mal es que muchos, antes de ser llamados, le hace injuria al Espíritu Santo. Cuando
buscan ser promovidos por sí o por otros a san Luis, rey de Francia, preguntó a cierto
dignidades eclesiásticas; no esperan humil- devoto por qué ahora los obispos no eran

245 “Sic itur ad astra” (Virgilio).


584 PRIMERA PARTE

santos como
divina segúnenseotro
cree,
tiempo,
respondió:
éste, por
“Porque
señal 3. ¡Ay de los que buscan los honores!
En otro lugar del Evangelio, dice el Se
entonces los obispos los elegían los electo
ñor: “¡Ay de vosotros que amáis los prime
res con invocación e inspiración del Espíri ros asientos!” (Lc 11,43). No dice los que
tu Santo; y ahora los nombran por súplicas tenéis, sino los que amáis; no acusa a los
y procuraciones y de otras formas. Y así no que ejercen el orden del oficio, sino a los
son
otro santos
adelante decomo
tiempo”. lo fueron
ningún
Oyéndolo elcomúnmente
modo se le
rey, dijo que en
suplicara
en que mientras lo tienen lo aman, o cuando
no lo tienen, se aficionan a él, lo cual proce
de de la ambición. El “vae”, ay, en la sagra
que seenmeten en
por nadie.
cargos y dignidades
Y no sólo seloshallan peligro, da Escritura indica la condena eterna, el su
plicio del horno, o gehena; y el “heu”, la
sino también
gusto, en ellos
o siguenlos que llegan
con agrado.
a ellos con peregrinación y destierro de este mundo.
Por eso dice el Crisóstomo: “esta expresión,
alegra
corazón
ción
que
soberbio
Dice
se
esta
depor
deleita
aquél
de
cae
raíz
san
lalossingularidad
enque,
de
Gregorio:
en
que
culpa
presidir
vicios
despreciada
gobiernan,
dese“Cualquier
apostasía
ade
multiplica
lossuhombres
por
lahonor. en
compañía
la
cada
imita-
rector
Por-
yvez
se
el “vae”, ay, en la Escritura se dice siempre de
los que no pueden escapar del futuro supli
cio”. Los ambiciosos dicen a veces como ex
cusa aquello del apóstol: “El que desea el
episcopado, desea una buena obra” (1 Tm
3,1). Se les puede responder que la obra es
buena; pero desearla es malo. También se
de las
los nubes;
ángeles,y dijo:
seré semejante
‘Subiré sobre
al Altísimo”
la altura puede decir: el que roba oro, roba algo bue
no, porque el oro es bueno; pero robar es
(Is 14,14). Por tanto, hay que procurar con malo. El apóstol recomienda la obra como
gran esfuerzo que el que es elegido para go buena y fructuosa; Cristo condena hasta el
bernar, piense dentro que apenas tiene bas hecho de desearlo, como malo y vano.
Es claro por las palabras de Cristo y las
tante con dar cuenta satisfactoria de su pro
demás Escrituras que el ambicioso no anda
pia alma al Juez riguroso; cuantos súbditos
por camino de gracia y salvación. También
está presto a regir, tantas almas tiene él so
por algunas razones y causas: entre tantos
lo, por decirlo así, al tiempo de la cuenta.
defectos humanos, al ambicioso no le queda
Al que le gusta ser ahora juez entonces no
excusa alguna, por ello le amenaza un peli
le gustará ver al Juez. Porque no se pueden gro grave de condena. Muchos quedan ex
contar las culpas que se cometen por amor cusados de pecado por debilidad o ignoran
de poseer el poder”. cia, o en todo, o en parte; pero el ambicioso,
le gusta
No dice
serlo;
el que
acusaes el
juez, sino no
ánimo, aquél
el grado;
al que al que le gusta presidir, no se defiende por
nada de esto. No por debilidad, porque con
vitupera la voluntad, no el hecho. Al que gusto tomó y retuvo la conducción del re
no le gustará ver entonces al Juez, no dude baño y por eso debió ser como el carnero
que
se
su
llega
dolerán
perdición.
gozarán
essudecon
redención;
loscon
lareprobados.
visión
la visión
pero
del Juez,
Porque
los
del rechazados
Juez,
porque
losporque
santos
llega
se más fuerte que los demás en el rebaño; ni
por ignorancia, porque le agradó asumir el
magisterio de los demás y retenerlo y por
ello no debió ignorarlo, pues quiso ser
maestro. A este ambicioso y a su ceguera
68. LA AMBICIÓN Y DEFECTOS DE LOS CLÉRIGOS 585

hay que llorarle; pues el hombre, hecho a su promoción, hubieran nacido. De esto puede
imagen por Dios, imita a Lucifer, como ve la Iglesia decir lo de Isaías: “¿Quién los ha
mos arriba por san Gregorio. engendrado a estos? Yo soy estéril y no doy
Como el ambicioso se halla en tan grave a luz, emigrante y cautiva, y éstos ¿quién
peligro, por eso los que sabiéndolo eligen a los ha alimentado? Yo estoy destituida y so
éste o le promueven o le ayudan en su esta la; éstos ¿dónde estaban”, antes de la pro
do y le defienden, ofenden gravemente a moción al cargo? Por eso dice uno:
Dios; se hacen partícipes con él en la culpa.
El hacedor privó al clero de descendencia;
Por tanto, los que consienten con el ambi Satán le dio sobrinos por herencia.
cioso deben temer no caigan con él; como
cayeron con Lucifer los que consintieron Los que así prefieren en la promoción de
con él. Esta maldita peste de la ambición cargos a los parientes más que a sus obras,
infecciona a toda la religión de la Cristian dicen lo del salmista: “Poseamos en heren
dad y da a luz un escándalo a todo el mun cia el santuario de Dios” (Sal 83,13). Deben
do, no sólo a los clérigos, sino también a los temer la maldición que sigue allí, y que la
religiosos. Iglesia y otros, y ellos mismos se imprecan
Ay de los miserables a quienes pasaron cuando oran diciendo: “Dios mío, ponlos
los vicios de los fariseos a los cuales impre como hoja en el remolino, como paja ante el
caba el Señor. Los que no temen, dejado el viento. Como el fuego abrasa la selva, como
temor de Dios, aspirar a la dignidad y el la llama devora las montañas, así persígue
honor, trabajar y hasta pelear por ello, du los con tu tormenta, con tu huracán llénalos
rante el tiempo breve e incierto de esta vi de terror. Cubre sus rostros de ignominia,
da, en que debieron llorar sus pecados. para que busquen tu nombre, Señor. Se
avergüencen y turben para siempre y que
4. El favor a parientes menos dignos den confusos y perezcan” (Sal 83,14).
El segundo mal es que muchas veces Es notable la visión de un Pontífice de
son preferidos los parientes a otros mejores masiado aficionado a los parientes, que na
y más dignos, al asignar los beneficios. A da más suceder su muerte se le apareció a
los que promueven a estos, les amenaza el un Legado de la Iglesia que estaba de cami
ay de la condenación del profeta, que dice: no. Una mañana, cuando el Legado, desper
“¡Ay de los que edifican a Sión con san tado del sueño quería orar como solía, fue
gres!” (Mi 3,10). Porque muchos, por la bajado un lecho, tejido todo alrededor de
promoción de los parientes, exponen su al un cobertor con tapices de oro, en una habi
ma y su cuerpo a las llamas eternas; cuando tación donde reposaba, en que parecía resi
estos, por el contrario, para liberarlos a ellos dir el mismo difunto, revestido a la manera
no expondrían la punta del dedo una hora de Pontífice. Y en círculo, muchos de sus
al tormento. Porque a muchos prelados el parientes promovidos y enriquecidos por él,
enemigo les procura multitud de parientes hacían una danza, y cantando cantinelas lú
para oscurecer su dignidad y santidad con gubres, clamaban de este modo: ¡Maldita
el afecto y promoción de ellos. Muchas ve tu promoción y exaltación, porque tú eres
ces sobrinos y otros parientes, que antes de causa de nuestra perdición! Y él, mirando
subir al cargo no aparecían, comienzan lue todo en torno, les lanzaba una maldición si
go a aparecer; como si en un día, el de la milar: ¡Malditos vosotros por Dios, porque
586 PRIMERA PARTE

por vosotros soy entregado al fuego eterno! ilusión del enemigo, hizo penitencia del ex
del
fétido;
cho
ra
Y de
dijo
difunto.
diciendo
lecho
Legado,
un
tales
yángel,
así
subió
cosas,
esto,
desapareció
para
esta
una
ya
que
alzó éleliba
visión
que
llamamismo
la
cobertor
sevisión.
acon
leser
mostró
se
humo almuy
sucesor
abstuvie-
de
Según
oro,del
di-
ley ceso, y volvió a la abstinencia acostumbrada.
Esta palabra, ahora bien, ahora bien, se pue
de decir a cualquiera que vive en esta vida
de modo próspero y delicado. También lo
del Evangelio: “¡Si hubieras conocido tam
bién tú en este día lo que conduce a la paz!
pero ahora está escondido a tus ojos” (Lc
en exceso
En otroa promocionar
tiempo, otro Pontífice,
a parientes,
inclinado
hallán 19,42); también los males futuros.

dose próximo a la muerte por una enferme 5. La promoción de indignos que lo


dad
do, en
como
que si
losdesesperara
médicos le habían
de la desahucia-
salud del piden
El tercer mal es que muchas veces por
cuerpo y del alma, dijo a muchos que esta impulso y atracción de una mala causa, se
ban en torno: los médicos se llevaron mi promueven a beneficios eclesiásticos los in
cuerpo y los amigos mi alma. Pues, mirad dignos, y alguna vez hasta malos y enemi
qué paga tuvo de los amigos a los que amó y gos de Cristo; así se provee más a las perso
promocionó por ser parientes suyos; así hoy nas que a las iglesias, a la utilidad privada
también muchos religiosos, siguiendo dema que a la común. No se hacen prelados y clé
siado afectos carnales, en sus elecciones gus rigos para Dios, sino para el mundo. Mu
tan no las cosas que son del espíritu y de chos se cuidan mucho de poner al frente de
Dios, sino las de la carne y del enemigo, más su casa criados útiles; pero poco de nombrar
preocupados en proveer al cuerpo que al al ministros idóneos en la casa de Dios. Por
ma. Porque muchos eligen un buen cocine que, por desgracia, es casi nula la elección
ro, que satisfaga sus placeres en la comida, de los ministros de Cristo, mientras los ser
conduzca
lidad
más que
de alas
sus
un almas
varón
días endevoto
para
el bien;
que
quecomo
con
sirvalos
desespe
a lasuyos
uti- vidores de los hombres se eligen a veces por
muchos consejeros. ¡Lástima! Muchas veces
se toman para el estado clerical y beneficios
es
rados
en esta,
de lacomo
otra vida,
si asíandan
se fuera
recibiendo
a las estrellas.
bien- eclesiásticos y cura de almas a más incapa
ces, que para mecánicos, o para oficios se
Se parecen a aquellos de quienes dice Sé mejantes. El que quiere ser mecánico tiene
neca: “Algunos se sumergen en los placeres que conocer lo que se refiere a su oficio o
de
denloscarecer;
que una porvez
estoacostumbrados
son muy miserables,
no pue- aprenderlo; pero en los clérigos, la mayor
ybien,
después,
ahoracomobien.burlándose,
Pero él, entendiendo
le dijo: Ahorala parte de las veces, esto falla. ¿Cómo podrán
rio”.
que
un
acostumbrado,
porque
migo
tracciones
padre.
les
Seque
era
les
hanComo
con
le
superfluo,
puede
llegado
asistía,
las
a una
la
aplicar
manos
noche
acomo
vez
seun
les
lo
comiera
lepunto
siguiente
ha
haciéndole
que
soltó
hecho
sucedió
el
en
más
vientre,
necesa-
el
que
de
con-
ene-
con
lo excusarse por la ignorancia, sobre todo si
son promovidos a las dignidades?
Dice sobre ello san Bernardo: “¿Qué ig
norancia podría excusar a un hombre que se
profesa maestro de niñez, doctor de los que
comienzan? Cuando alguno así es promovi
do, es que el enemigo lo alza al pináculo del
templo, y como burlándose, le dice: Si eres
Hijo de Dios, échate de aquí abajo”. Has si
68. LA AMBICIÓN Y DEFECTOS DE LOS CLÉRIGOS 587

no
do contado
te conocen
entre
les los
pareces
hijosser
de Dios,
lo queano
loseres;
que consintiendo, son culpables, dicen con los
judíos: “¡No a éste, sino a Barrabás!” (Jn
haz pues algo por lo que te alaben y te den 18,40). Teman que, apartados de Jesús el
gloria,
hombres:
del
indigno
enemigo
algo
seÉchate
meta
por
que
loa abajo.
que
regir
persuadir
parezcas
la¿Qué
Iglesia?
que
grande
máscualquier
Ypropio
dea ve
los Salvador, su suerte sea con el ladrón Barra
bás. Porque los elegidos así son para los sú
bitos más ruina y escándalo que resurrec
ción y ejemplo.
ras estos tales siempre se echan abajo, por Este fermento de los prelados o superio
que buscando sólo riquezas, dignidades y res corrompe toda la masa de los súbditos;
gloria, cada día se hacen peores. Los que los cuando enferma la cabeza, los miembros se
promueven a cualquier dignidad, puestos duelen. Sí, enferman, pero no sanan, porque
en el pináculo del templo, se precipitan por parecen tener una enfermedad de no me to
la
descendiendo
persuasión ycon
consejo
ellos,
dellos
enemigo,
promueven
si con-o ques; siguen intactos, ni los corrigen debi
damente aquellos a quienes interesa. Por
consienten en su promoción por afecto car eso, ya entre muchos, de cabeza se ha hecho
nal o por otra mala causa que los ciega. Un cola, de prior posterior; de maestro discípu
simio se pone en el techo, un ladrón en una lo, ¡ojalá de Cristo, no del enemigo! Los
escalera ante el pueblo, para su irrisión, no culpables en esto deben temer que la justi
para su honor; también el indigno exaltado cia que ellos descuidan, dirija su queja al
en la Iglesia”. Juez supremo, y él oyendo sus quejas dirija
su castigo sobre los prevaricadores de la rec
Dice también Séneca: “La dignidad en
titud. Lo hemos visto realizado en muchos
casa del indigno está en lugar de ignominia”.
y aún vemos que se hace con frecuencia pe
Y san Gregorio: “Es necesario que el
ro algunos míseros están tan ciegos que ni
que presida, atienda hábilmente las cosas
quieren reconocer sus defectos, de que pro
que den ejemplo a los súbditos, que sepa
ceden tales castigos. Y con frecuencia les
que vive para tantos como son los que pre
pasan cosas más graves.
side”. Y añade: “No debe recibir la direc
ción de los hombres, el que no sabe ir de
6. El mal de acumular beneficios
lante de ellos en vivir bien; no se le elija
para
juez
que,
sabe
mo”.detener
que
Y ladecorrija
vida
moderación
nuevo:
debe
ajena”.
las enloes
cortar,
“Duro
culpas sude
comete
que el se
vida,
otros,él
que
aquél
haga
mis-
no El cuarto mal es que alguien, no con
lo que tento con un cargo o beneficio, en perjuicio
y daño de otros clérigos, ocupa muchos car
gos, y, pasando hambre los otros, él se em
briaga con pompas y vanidades. Se quita a
También hoy, incluso entre muchos re las necesidades de los pobres lo que se aña
ligiosos, en las elecciones y provisiones, de a las vanidades de los ricos; la multitud
pospuesto el temor de Dios, se rechaza a Je de criados hace multitud de pobres. De ahí
Los en al promociones, haciendo o
sús, que
esto es,estas justo y digno, amigo de el dicho común:
otros;
Dios, yque
se elige
se afana en salvarse
a Barrabás, a síinsigne,
ladrón y a los Cuanto deliran los reyes, se castiga a los Aqueos.

se
al malo,
da muerte
indigno,
en ely enemigo
alma a síde
y aCristo,
los otros.
que Y lo que es peor, a veces uno, menos ap
to incluso para un beneficio, ocupa muchos;
y el que apenas bastaría para cumplir un
588 PRIMERA PARTE

cargo,
muchos.
preparan
aunLos
materia
pequeño,
que tienen
desevagar
arroga
muchos
y los
delinquir;
sueldos
beneficios
de
se vieran más de un beneficio. Murió, pues,
así; y pocos días después se le apareció al
obispo de París en forma tétrica y miserable,
disminuye
de
maneras
sea,
en los
las
que enelloculto
beneficios;
iglesias,
tengan espiritual
lo
dispensa
seque
divino
quita yal
separa
gasta
y temporal.
honor
lapluralidad
hospitalidad
deymuchas
al Pero
bien
de diciendo entre otras cosas que se había con
denado por la pluralidad de beneficios. De
modo semejante otro clérigo de muchas le
tras, apareciéndose a uno después de su
muerte, le dijo que se había condenando por
grandes,
beneficios;
ra
ypueden
enmuchos
perpetrar
tormentos.
llevar
que
en almales
¿acaso
los
beneficios,
bastan
reo
podrán
para
alindicados?
infierno,
será
tener
la condenación;
uno
dispensa
donde
Males
y muchos
uno
pa-
tany esta sola causa, porque tenía dos prebendas.
Sobre esta cuestión, Roberto, Cardenal
de la Iglesia Romana y maestro de teología,
cercano de la muerte y preguntado, respon
dió: “Digo, ya al emigrar de la vida, que te
ner varios beneficios es mortal y condena
Bernardo,
todos
postran
mostrados,
Porque
losdereinos
sobre
rodillas
les
los promete
lleva
un el
delymonte
mundo
leenemigo,
que
adoran.
alto
seylos
su
les
Y,según
dará,
gloria;
mirando
muestra
sisan
sey ble”. Pedro Cantor Parisiense de santa
memoria lo dijo y lo escribió. También el
maestro Guillard, obispo Cameracense, lo
confirmó con estas palabras: “No quería, di
jo, por todo el oro de Arabia, retener una
neficios,
por su avaricia,
y le adoran,
han alcanzado
le dan culto,
muchos
le vene
be- noche dos beneficios, por el peligro de la vi
da incierta”. Sobre esto también, lo cuenta
ran,
hunden
le siguen
en el infierno.
como a Dios, y detrás de él se san Bernardo, como el Papa Gregorio nove
logía,
obispo
maestros.
Advierte
había
Guillermo
Y proponiendo
algunos
hecho
de ejemplos
París,
una la
convocatoria
director
cuestión
sobre esto.
desobre
teo-
de
El no de santa memoria le preguntara a un
confesor del Papa, si podría dispensar con la
plenitud de su potestad a los que tenían va
rios beneficios, le respondió: “No puedo,
dijo, dispensar si no es de la vejación de los
tener
la
que
ga pluralidad
doce
dos
loslibras
beneficios,
dos de
yparisienses,
salvarse.
loscon
beneficios,
que
Esto
alguien
unolose
dedeterminó
no
demostró
ellos
podría
val- que los tienen”. Lo dijo, quizá, porque, co
mo se vio, se siguen de ahí muchos pecados
graves e inevitables, y sobre el hacerlos no
llermo
después
alepunto
sucedió
como
obispo
dea muerte
este
buen
de
Felipe.
Amiens.
pastor
le visitó
Estando
rogándole
Oigamos
el obispo
agonizando
que
loGui-
que
ce- puede haber dispensa, porque el delito no
teología;
dicho
cretario
obispo
parisiense
excepto
y todos
dos, el
y los
el maestro
otros maestros
Felipe
Arnoldo,
se-
de se puede dispensar en ningún caso. ¿Qué
sabio habrá que se engañe y se exponga a un
peligro tan grande? Sea que muchos lo di
cen y muchos otros opinan lo contrario, sin
embargo sólo esto lo juzga mortal san
Agustín, máximo doctor, cuando uno está
beneficios
uno.
dad
perimentar
dierade
Pero
debeneficios,
suse
en
opinión
sinegó,
era
manos
condenable
ysingular
diciendo
que
deentregara
la sobre
Iglesia,
que
el que
quería
latodos
plurali-
menos
se ex-
sus
tu- en peligro de incertidumbre, o se expone al
peligro de pecado mortal. Así hoy también
muchos religiosos están solícitos en multi
plicar incorporándolas así, no sólo granjas,
sino iglesias, no sin peligro de las almas, ex
poniéndose al peligro de tener que dar
68. LA AMBICIÓN Y DEFECTOS DE LOS CLÉRIGOS 589

cuenta de las almas cuyos diezmos y frutos te, las delicias? ¿Por qué esas riquezas delei
perciben. tan a los ojos ciegos, por los que debes un
juicio tan grave, y te obligas a ti mismo a
7. El de la falta de residencia dar una cuenta tan dura? Porque te exigirán
todo hasta el último cuadrante”.
El quinto mal es que los más no residen
De nuevo, sobre aquella palabra del pro
donde tienen en cargo o beneficio, y mien
tras reciben sus frutos, no dan su trabajo y feta Oseas: “Comerán los delitos de mi pue
servicio por ellos a las iglesias. Se gozan y se blo” (Os 4,8), dice: “Es como si dijera, exi
jactan, porque tienen ya reunidos para sí gen los pecios de los pecadores y no dan la
tantos florenos246; pero teman no les lleven solicitud debida a los pecadores. ¿A quién
a ellos los florenos al infierno. En vano se me darás entre los superiores, que no vigile
glorían de tener el beneficio o la recompen más en vaciar las bolsas de los súbditos, que
sa, cuyo trabajo ni pueden mostrar. Pero en extirpar los vicios? ¿Dónde el que orando
aunque tengan dispensa para la ausencia o venza a la ira? ¿Dónde el que predique el
no residencia; ¿acaso pudieron tener dis año de gracia del Señor? Hablamos lo más
pensa para cometer los delitos y males que leve, a lo más grave le espera un juicio más
se siguen inevitablemente de su ausencia y severo. Son ministros, servidores de Cristo y
negligencia? Por eso les estaría bien si tu sirven al Anticristo. Marchan honrados con
vieran un vicario en los tormentos, como bienes del Señor, los que no dieron honor al
dicen excusándose lo tienen en los benefi Señor”. Esto dice san Bernardo.
cios. Los que no quieren residir en los bene Pero hay algunos que dejadas sus igle
ficios, deben temer tener residencia perpe sias y sus propias ovejas, sirven a otras igle
tua en los tormentos. sias o predican a los pueblos; pero por esto
En esto pecan más los prelados y los que no quedan excusados de la negligencia de
tienen cura de almas; porque, de su ausen sus iglesias y sus ovejas, ante el Señor; por
cia, se sigue mayor peligro. Pocos, cierto, que darán cuenta de todos hasta del último
entre ellos son pastores, muchos son merce cuadrante. A veces alegan también los no re
narios, porque no buscan la ganancia de las sidentes, que en sus iglesias hay rebeldes y
almas, sino la recompensa de una comodi tiranos, o infieles o semejantes. En lo que ar
dad, honor, o logro temporal. Les cae bien a guyen contra sí mismos, porque ven al lobo
estos aquello de san Bernardo: “¡Ay de ti, y huyen, cuando deberían residir más por su
clérigo! la muerte en la olla, la muerte en utilidad y de la de la iglesia. También hoy
estas delicias. Te comes los delitos del pue- en la vida religiosa los que tienen cura de al
blo, como si no bastaran los propios. Pien- mas, huyen del claustro, como de una cárcel,
sas que tienes gratis los bienes eclesiásticos; y rodeando con Satanás la tierra y andando
pero era mejor para ti cavar y mendigar”. Y por ella, discurren como vagabundos, sin te
de nuevo: “Se muestra indigno de la leche y mer que, atados sus pies vagabundos, sean
la lana, si no apacienta las ovejas, si no vigi- echados en las tinieblas exteriores.
la guardando el rebaño. Se come y se gusta Los padres de la primera vida religiosa
el juicio para sí. ¿A qué te saben, insipien- dejando las ciudades y palacios se dirigían a

246 Moneda de Florencia, desde 1252; ocho eran una onza, con la flor del lirio grabada, de ahí el nombre;
luego dará “florines”. Du Cange.
590 PRIMERA PARTE

la soledad es
población diciendo
para mícon
unasan
cárcel,
Jerónimo:
y la soledad
“Una nes, no pueden amar igualmente a Cristo,
porque se entregaron de manos y pies al
un
la
mosoledad,
paraíso”.
diciendo
buscan
Pero
entreestos
las
sí:ciudades
“Para
vagabundos,
míylapalacios,
soledad
dejando
co-
es ídolo del dinero. Mira cómo marchan bri
llantes y adornados, rodeados de variedades,
una cárcel, y la población un paraíso”. A estos como esposa que sale de su tálamo. Viendo
de pronto salir a uno de estos ¿piensas que
casi les cuadra, y se podría escribir de ellos, lo se trata de la esposa más que del guardián
que escribió como epitafio de uno como ellos, de la esposa? ¿De dónde piensas que proce
después de su muerte, un versificador: de esta exuberante afluencia de cosas, el es
Cuando estaba en el mundo, vivió yendo por el mundo; plendor de los vestidos, la demasía de las
Este es el último día, éste es para él el primer descanso. mesas, el montón de vasos de oro y plata,
8. El abuso de los bienes del cargo sino de los bienes de la esposa? De ahí ella
se queda pobre, sin nada, desnuda, con ros
tro de miseria, inculta, insípida, exsangüe.
El sexto mal es que no temen abusar de
Por esta causa no es de este tiempo adornar
los muchos frutos de los bienes eclesiásti
a la iglesia, sino despojarla; no custodiarla,
cos; convierten el patrimonio de Cristo y las
sino perderla; no defenderla, sino exponer
cosas de los pobres en usos superfluos e ilí
la; no instruir, sino prostituir, no alimentar
citos. Por mucho que uno trabaje útilmen al rebaño, sino matar y devorar, como dice
te en un beneficio, no debe sin embargo
de ellos el Señor: “Los que devoran a mi
atribuirse más allá del vestido y el alimen
pueblo como comida de pan” (Sal 14,4), y
to; porque lo demás, es de los pobres.
“Se comieron a Jacob y desolaron su lugar”
Sobre esto dice san Bernardo: “Pero
bien, alguien trabaja con afán y con fruto, (Sal 79,7). Esto dice san Bernardo.
viva del altar, de modo que teniendo ali Hoy también muchos no temen abusar
mentos y con qué cubrirse, esté contento de los bienes de los monasterios; imitando
con esto. No se engría, no se enriquezca ni al rico vestido de la púrpura y lino, no bus
abuse, no se haga más rico por ser clérigo, can para vestirse lo más útil, sino lo más fi
Iglesia,
no se fabrique
ni amontone
palacios
sitios,
con los
ni gaste
bienesendeva
la no, no lo que expulsa el frío, sino lo que
enorgullece. Quieren comer con el epulón
nidades y superfluidades, no ensalce con espléndidamente cada día; por la carne, de
bienes de la Iglesia a sus consanguíneos o que se hace abstinencia, su afán son las deli
sobrinos, ni, ¡ay!, diría, dé en matrimonio a cias de pescados variados. Como se dice de
gio.
Evangelio
nos,
sus pobres
los hijas;
sino
Diosvivir
no
se
buscar
nodar
sabe
de
ordenó
aello,
oque
los es
tener
como
pobres
a los
crimen
delicias,
dice
que
losde
elbienes
sirven
ni
apóstol;
sacrile-
ador-
de
al algunos, ponen más estudio en el salmón,
que en Salomón; lo cual según san Próspe
ro no es quitar deleites, sino cambiarlos.
Dice sobre esto san Agustín: “Mucho se
equivocan los que se moderan en la carne,
de modo que estén contentos con tener los pero buscan alimentos más difíciles de pre
la
alimentos
cubrirse,
gula, ono
incentivos
del
con
cuerpo,
qué adornarse”.
denolujuria,
cuantoydespierte
con qué parar y más caros. Esto no es hacer absti
nencia, sino invitar al desorden”. No en
busquen
Y de sus
nuevo:
cosas;
“Hay
aman
pocos
las ahora,
remuneracio-
que no tienden que muerden en esto el anzuelo,
porque pagarán el castigo por cada cosa;
cuanto se gloriaron en delicias, tanto ten
68. LA AMBICIÓN Y DEFECTOS DE LOS CLÉRIGOS 591

drán
mercenarios
de tormento
y pseudo-pastores
y llanto. ¡Ojalá
atendieran
muchosa otros y se jacta de ello! 3º Porque también a
aquél para el que lo hace, le es causa y oca
placeres
enfermos;
esto, aun
mos los más
que
sanos,
condescienden
que
andan
que
conmás
deloslos
solícitos
súbditos enincluso
súbditos
consigo
de sí
en
lasmis-
ne
los sión de soberbia. Con este aceite se alimen
ta y se enciende más el fuego de la soberbia.
Porque como las cosas rudas y toscas fo
mentan la humildad, así las curiosas y be
cesidades!
cenarios
castigos; son
pero
Por
castigados
no
esoquieren
muchas
por
entender
veces
Dios estos
con
deduros
mer-
dón llas nutren la soberbia. 4º Porque es materia
y ocasión de retraer el alma de Dios. Por
que, según san Gregorio, tanto se separa
de
cesproceden
de los golpes,
estos castigos,
pero sinquejándose
quitar la causa,
a ve- uno del amor superior, cuanto se complace
en el inferior. 5º Porque es una codicia y
pea a un
según lo que se queja,
niñoseydice comúnmente:
pero se calla
Se gol-
la placer de los ojos. Porque tales cosas curio
sas no parece que valgan para nada, sino pa
causa. Algunas veces también estos son ra que ahí se alimenten los ojos; y en conse
justo
abandonados
juicio depor
Dios, en que
otrospara la necesidad
como hicie
por cuencia el ánimo se distrae con ellas. 6º
Porque es lazo y ruina de otros muchos.
ron, se haga con ellos; ¡y ojalá supieran estas Porque contemplando tales cosas pueden
cosas y las entendieran y se enmendaran! ofender de muchos modos: mirando con
complacencia tales cosas; poniéndoles faltas
9. Codicia por cosas curiosas, preciosas y maldiciendo; o sacando de ellas escándalo
El séptimo mal, unido al anterior, es el y ejemplo para otros. Piensa cuántas veces
maldito vicio de la curiosidad; todos los se puede ofender a Dios antes de que se bo
siervos de Dios deben abstenerse de hacer y rre esa curiosidad. Pues en la causa de todas
usar lo precioso, como de una serpiente ve esas ofensas, y en la culpa, está el que las hi
nenosa. Los que hacen cosas curiosas o quie zo o procuró que se hicieran. ¡Mira cuantos
ren usarlas, viven para el mundo y le sirven. males provienen de tal curiosidad!
Esas cosas son ornamentos del mundo, y Hay también otro gran mal y muy
con
haciendo
esta hez.
blasfemia odeusando,
Porque
Dios. seesque
El atreve
peligroso,
a mancharse
quiere y muy
vivir en grande, que la curiosidad va en contra de la
pureza de conciencia, es de admirar cómo, pobreza. Y más allá de todo lo dicho está
este mal, que es indicio de ánimo vano e in
constante, y señal de una soberbia latente
gran vicio. en el corazón. Este mal de la curiosidad no
se
una
del
que
le
tases
gasta
veces

que
obra
esto
causa
Se pierde yélocupa
conviene;
contra
piensa
es
curiosa
deunvanagloria
gran
el le
tiempo
en
yda
mal.
ningún
cosas
vueltas
mucho
y2º
de
jactancia.
Al
alabar
vanas.
sabio
en
más
que
suaPorque
tiempo
lo
mente,
¡Cuán-
ignora
Dios
hace
y se halla sólo en los clérigos, sino también en
muchos religiosos. Porque algunos de ellos,
dejada y como despreciada la antigua sim
plicidad y humildad de los padres antiguos,
van al encuentro de novedades seculares, en
muchas cosas que pertenecen al uso, y ha
cen de introductores del enemigo en la vida
ello
una
debe
hastaobra
seatender
estima,
bella!
cuando anolas
y¡Cuántas
lapiensa
cosas
hace,divinas,
yser
veces
también
estimado
mira,
paracuando
yhacer
por religiosa; por eso no parecen hijos verdade
ros y legítimos de una vida religiosa, sino
más bien adulterinos, porque, degenerando
de los santos padres, descubren novedades y
592 PRIMERA PARTE

curiosidades adulterinas, y tales como ellos verdad persiguen a la Iglesia son los que lo
son tales obras hacen. De ellos se puede de- hacen con sus vicios y malos ejemplos. Con
cir el dicho vulgar: mayor crueldad derraman sangre los que
matan a Cristo en el hombre, cuanto depen
Como era la mujer, así hacía la olla.
de de ellos.
ciendo
Sonobra de él, del
se sirven a sí mismos. Y Dice san Bernardo: “Si el Señor dio su
servidores enemigo, porque ha
propia sangre como precio de redención de
las almas, ¿no te parece que promueve ma
por eso por cosa ninguna del mundo debe
yor persecución el que con una sugestión
nadie hacer o querer que se haga tal obra,
mala, un mal ejemplo, la ocasión de un es
aunque se hiciera gratis; porque por ningu
cándalo, separa a las almas del que las redi
na cosa del mundo se ha de consentir en la
mió, y derramó su sangre por ellas?” Y de
maldad y hay que abstenerse de ofender a
nuevo: “¿Quién, por favor, de los seglares
Dios de todas las maneras. Porque como di
adquiere las cosas temporales más ávida
ce san Anselmo, todo delito por prevarica
mente que los clérigos y la usa de un modo
ción deshonra a Dios. Pues si pecar es des
más necio? Cuando los seglares ven tanto
honrar a Dios, esto no debe hacerlo el
fasto en los muebles y ajuar de los clérigos,
hombre, aunque fuera necesario que perez
¿no les invitan éstos más a amar el mundo,
ca todo lo que no es Dios. Admirable cosa
que a despreciarle? Pueden decir. “Médico,
es cómo un hombrecillo, ceniza y polvo,
cúrate a ti mismo” (Lc 4,23); si predicas
presume ofender con tanta audacia a Dios y
que hay que despreciar al mundo, despré
su majestad.
cialo tú primero, entonces invitarás con
Dice san Bernardo: “Toca los montes y
más eficacia a despreciarlo. Da a tu voz la
humean” (Sal 104,32), ¡y se atreve a enojar
voz de la virtud, esté en consonancia la vi
a tan tremenda majestad un polvillo que se
da con las palabras; y al momento será tu
ha dispersar con un leve soplo y que no se
palabra viva “y eficaz la palabra de Dios y
ha de recoger!” Y, si por nada debieras hacer
más penetrante que espada de doble filo”
cosas curiosas, ¿cuánto más ofendes, si por
(Hb 4,12).
propia voluntad las haces por complacer,
“Pero no es así en absoluto; sino que co
queriendo más complacer a la criatura, que mo el pueblo, así el sacerdote; como el lai
a Dios?247
co, así el clérigo; ambos desean, ambos
aman al mundo y las cosas que hay en el
10. Gravedad del escándalo del clero
mundo. El seglar lo hace con trabajo, pero
De lo expuesto aparece un poco en qué los clérigos quieren poseer todo el mundo
peligro está hoy el estado clerical, cuántos sin trabajar. Quieren comunicar con la co
escándalos se dan por ellos y cuánta perse dicia y superfluidad de los hombres, pero
cución suscitan en la Iglesia. Los que de no con el trabajo; quieren pecar, pero no ser

247
La “curiositas” incluye lo bello (“sic curiosa et pulcra sunt superbiae nutrimentum”). San Bernardo des
nudó sus iglesias. Y ¿el arte creador, la cultura? Me acerco, 27.11.04, un paso, a la catedral de Toledo. ¡Qué es
plendor, cuántos turistas alimentan ojos y almas! En lo bello se muestra Dios. Pero… una gran lápida, dice (en
latín): “Aquí yace / polvo / ceniza / y nada”. Es la tumba del Cardenal Portocarrero. Los ilustrados lograron de
Carlos III la “Pragmática”; sólo él, Presidente del Consejo de Estado, le puso reservas. Lo retiraron. Deja ahí su
juicio final, sobre el “mundo”.
68. LA AMBICIÓN Y DEFECTOS DE LOS CLÉRIGOS 593

flagelados con los demás; es de temer que postrara en oración, el enemigo le dijo: ¿por
sean flagelados con los demonios. ¿Cómo qué te angustias de predicar a estos clérigos?
los seglares no gastarán su hacienda vivien- Diles esto, nada más: El príncipe del infier
do desordenadamente, aun delante de los no saluda a los príncipes de la Iglesia. Todos
sacerdotes? ¿Cómo no se inclinarán a las va- nosotros les damos las gracias, porque por su
nidades y a placeres del mudo? ¿Cómo no negligencia se nos devuelve casi todo el
serán insolentes y soberbios, viendo tal in- mundo; con los prelados se nos ofrecen de
solencia en el clero? ¿Acaso no usáis mal en modo igual sus súbditos: te lo digo sin que
su presencia de las limosnas de los pobres? rerlo, obligado por mandato del Altísimo.
“No hacéis códices del patrimonio de
Cristo en las iglesias; pero alimentáis queri- 11. El mal de un mal clérigo
das, engordáis perros, adornáis caballos. En
verdad en las esquinas de todas las plazas ‘se Qué verdaderas son estas cosas, lo
han dispersado las piedras del santuario’ muestra el estado de la Iglesia, que en los
(Lm 4,1). Las plazas son anchas, y ancha es clérigos y prelados no admite comparación
la vía que conduce a la muerte. Las piedras en los tres males que hay en el mundo, so
del santuario, los sacerdotes, están en las es berbia, avaricia, lujuria. Mira a los grandes
quinas, entrada a las grandes vías; porque regidores y a los reyes del orbe, generales,
enseñan al pueblo con malos ejemplos a en condes y barones, y no verás en su ornato y
trar en las anchas que llevan a la muerte, y acompañamiento nada tan singular y ex
hunden
hoy en el infierno.
la Iglesia: “Mirad, en
Y con
la paz
razón
mi clama
amar quisito, tan pomposo. Si atiendes a la avari
cia de clérigos y prelados no hallarás nada
hoy,
gura más
amarguísima”248
grave de lo que
(Is 38,17). Mucha es
puede creerse, la igual entre mercaderes y ciudadanos; que, si
tuvieran herederos legítimos parecería locu
persecución de la Iglesia, como no la hubo ra más tolerable. De su lujuria no presumo
desde el principio. De muchos modos la definir nada; sólo Dios omnipotente la co
persiguió el diablo, pero nunca más grave noce, él escruta corazones y entrañas. De esa
mente que hoy; porque nunca hubo mayor lujuria deberían aterrarlos los ejemplos de
perdición de los cristianos, ni una trasgre- algunos clérigos de los que sé que termina
sión más libre y en seguro de los preceptos ron su vida corrompida de improviso, en la
divinos. A la Iglesia incipiente la persiguió letrina; y que alguno expiró a la vez al fin
por los tiranos; a la que avanzaba, por here del acto.
jes; a la floreciente por los movimientos ilí- Si preguntas por la gula, fermento de
citos”. Esto dice san Bernardo. impureza, hallarás que, si el pueblo hace el
Pongo todavía para final un ejemplo de día de carnaval249 una vez al año, el clero lo
clérigos. Un clérigo obligado a predicar en hace cada día. Entre los judíos solían abun
un sínodo de obispos, se angustiaba mucho, dar en delicias en el sábado, ignorando el
sobre qué podría predicar ante tantos prela- verdadero sábado, los imitan bastante los
dos de la Iglesia. Pero, como, al acercarse, se clérigos en sus convites los días de fiesta;

248 Así la Vulg.: “Ecce in pace amaritudo mea amarissima”; de la oración de Ezequías, en Isaías; las versio

nes dicen hoy: “Mi amargura se tornará bienestar” (BJ). “La amargura se me volvió paz” (BCB).
249 Lit.:”carnisprivium”, día de “carnes tollendas”; inicio del ayuno. Du Cange una cita: “es costumbre de
los sacerdotes prevenir el comienzo del ayuno de cuaresma con una solemne comida de carnes.
594 PRIMERA PARTE

piensan que no hay fiesta sino tragando más litos pasados, y huye con diligencia de co
de lo normal. Dice san Jerónimo: “Siendo la meter nuevos; de ella dice el salmista: “¡Di
soberbia propia de los demonios, la lujuria choso el hombre, al que el Señor no le cuen
de las bestias, la avaricia de los mercaderes, ta el delito!” (Sal 32,2; Rm 4,8); lo que
de ellos se ha formado un monstruo, que es Dios decretó no tomar en cuenta, es como si
el mal clérigo”. De modo parecido podrás no fuera.
hallar en la vida religiosa un monstruo he- La segunda es buena, pero turbada; se
cho por estos males. levanta, pero no en dulzura, sino en amar
A veces el que preside es soberbio y am gura porque lucha contra la sensualidad, de
bicioso; le gusta presidir, y busca por todos forma que le parece duro el camino recto,
los medios seguir en el oficio. A veces está pobre la vida, larga la vigilia, prolija la ora
entregado a la codicia de la carne, buscando ción, rudo el vestir, la comida agreste, y sin
ocasiones para darse a placeres carnales. Es- embargo se retiene con el freno del temor;
tá además, a veces, ciego por la codicia de pero éste oirá de Cristo con los apóstoles:
los ojos y la avaricia, discurriendo de un la “Vosotros sois los que habéis permanecido
do a otro para ganar dinero, adquiriendo conmigo en mis pruebas” (Lc 22,28); y lo
bienes temporales de cualquier modo, o re de los salmos: “Estoy con él en la prueba”
cibiendo lo adquirido. Y como tiene en sí (Sal 91,15).
estas tres cosas de las que salen todos los La tercera es mala y turbada; no teme
males de este mundo, según el testimonio tanto al pecado, como ser sorprendida en
codicia
san Juan:de“Todo
la carne,
lo que
la codicia
hay en de
el mundo,
los ojos,lay pecado, teme menos la ofensa de Dios que
la infamia del pecado; de ella dice el Salmo:
la ostentación o soberbia de la vida” (1 Jn “El impío se ha enredado en la obra de sus
2,16), por eso debe esperar como retribu manos” (Sal 9,17); y también: “Cubre sus
ción digna, todos los inconvenientes de la rostros de ignominia, para que busquen tu
otra vida. nombre, Señor” (Sal 83,17).
La cuarta es mala y tranquila y por esto
12. Cuatro formas de conciencia es muy peligrosa; no teme ofender a Dios,
ni escandalizar a los hombres; “Cuando lle
Si por lo escrito aquí alguien se enoja ga a lo profundo de la maldad, desprecia”
contra mí que lo escribo, confiesa que es (Pr 18,3); y sigue en la maldad. No le im
uno de ellos. Muchos, cuando se les propo- porta nada provocar el castigo del Juez, sino
ne al verdad, lo llevan mal, y como no pue- pecar con seguridad y no desistir de la mal
den salir de otra manera, responden que no dad. Así es la conciencia de algunos; cuan
hacen conciencia de tales cosas; y esta es do yerran y hacen mal, no se les puede con
mala conciencia, porque es contraria a la vencer ni por la Escritura ni por la razón;
verdad y la razón. Hay que advertir que la dejado el temor de Dios, dicen que no lo to
conciencia es de cuatro maneras: dos bue- man a conciencia, pensando que Dios, al
nas, y dos malas. La primera es buena y juzgar, seguirá su opinión fantástica, y deja
tranquila; es la de aquel que castiga los de- rá la justicia250.

250 Ludolfo, en esta exhortación moral que interrumpe su Vida de Cristo, denuncia los desórdenes, por rique

zas, honores, y ambición de clérigos y religiosos; san Bernardo lo hacía dos siglos antes, y tantos más, siempre: ri
quezas, vanidad, soberbia, diría san Ignacio: de ahí todos los males.
69. JESÚS ANDA SOBRE EL MAR Y LEVANTA A PEDRO 595

Oración

¡Señor Jesucristo, que resistes a los soberbios y das tu gracia a los humildes!
A todos los que reciben un estado de dignidad y dirección por el bien de la obediencia,
con humildad, sin ambición, y perseveran en él así, dales la gracia en el presente y la glo
ria en el futuro.
Enfréntate a los ambiciosos, cerrando sus caminos con espinos, que no pasen adelante
en ellos, para que no se deleiten en presidir a los hombres, ni se alegren en la singularidad
de su honor.
Que iluminados por fin y vueltos al corazón, desistan del vicio pestilente de la ambi
ción, y dejen de ser tales; que, por tu piedad, no perezcan para siempre. Amén.

69. JESÚS ANDA SOBRE EL MAR Y LEVANTA A PEDRO


Mateo 14,22-33; Marcos 6,5-52; Juan 6,16-21

1. División de la noche en cuatro par La noche se divide en cuatro partes, se


tes251 gún las cuatro guardias de los que pasan la
noche en los campamentos, en cuatro turnos.
Mientras el Señor oraba en el monte solo,
La primera se llama conticinio, porque callan
“la barca” en que estaban los discípulos, “era
todos entonces. La segunda, intempesto, por
zarandeada por las olas, pues el viento les era
que no es aún tiempo para levantarse o traba
contrario” (Mt 14, 24). Advierte cuánto hay
jar; la tercera, canticinio, porque canta el ga
que temer la ausencia de Cristo, porque los
llo; la cuarta, antelucano, porque es justo
que carecen de su compañía se exponen a ten
antes de amanecer. Cada vigilia tiene tres ho
taciones. Mira a los discípulos, y compadéce
ras; como dice san Jerónimo, las vigilias mili
te de ellos; se hallan en mucha angustia y tri
tares se dividen en espacios de tres horas.
bulación. La tempestad se le echó encima, era
de noche, y están sin su Señor. Como desde el
2. Jesús permite peligrar a sus discípulos
atardecer y después, habían trabajado casi to
da la noche, “viéndolos el Señor trabajando Los discípulos estuvieron en peligro ca
así en el mar, hacia la cuarta hora de la no si toda la noche, y casi acabada ya la noche,
che”252, bajó del monte “y se les acercó cami vino a ellos el Señor; y no enseguida, sino
nando sobre el mar”. que les socorrió después; aunque parece di

251 [EE 280] DE CÓMO CRISTO ANDABA SOBRE LA MAR ESCRIBE SANT MATHEO, CAPÍTULO XVI, V,22-23.
1º 2 Primero: stando Cristo nuestro Señor en el monte, hizo que sus discípulos se fuesen a la navecilla, y, des
pedida la turba, comenzó a hacer oración solo.
2º 3 2º; la navecilla era combatida de las ondas, a la qual Cristo viene andando sobre el agua, y los discípu
los pensaban que fuese fantasma.
3º 4 3º: diciéndoles Cristo: (Yo soy, no queráys temer), San Pedro, por su mandamiento, vino a él andando so
bre el agua, el qual dudando comenzó a sanpuzarse, mas Cristo nuestro Señor lo libró, y le reprendió de su poca
fe, y después entrando en la navecilla cessó el viento.
252 Hacia las seis de la mañana.
596 PRIMERA PARTE

ferir la ayuda a los que sufren, no deja de quisiera hacerles daño; aunque le habían
consolarlos y confortarlos. Dice san Teófilo: visto hacer tantos milagros que debían
“Permitió el Señor que los discípulos peli- creer que podía caminar sobre las aguas.
graran para que se hicieran pacientes; por Pero, como aparece aquí, eran de poca fe, y
eso no les asistió al momento, sino que per- por eso, se les aparece “con intención de
mitió que estuvieran en peligro toda la no- adelantarlos” (Mc 6,48); como si quisiera
che, para enseñarlos a esperar con paciencia, hacerlo253, de la forma en que después de la
que no esperaran la ayuda al principio de la resurrección caminando con dos discípulos,
prueba”. Y de nuevo. “Mira cómo el Señor “fingió que iba más lejos”, porque no le re
no les asiste al principio, sino al final de la conocían; estas apariciones suelen hacerse
prueba; permite que nos hallemos entre pe- según la disposición interior de aquellos a
ligros, para que luchando en las pruebas los que se muestran. Por eso también quería
merezcamos ser aprobados, y recurramos al pasar de la hora, para que la gracia dilatada
que puede librarnos de cosas inesperadas. fuera más grata y la liberación más dulce; y
de hallarelsolución,
Cuando entendimiento
entonceshumano
llegará la
noayuda
pue- así fingió que iba más lejos, para encender
su deseo.
divina”. Pero el amable Señor no quería hacerles
ga vigilia
Mira aly Señor:
la oración
cómo,
prolija,
fatigado
desciende
por la lar-
so sufrir más, ni que les pudiera el temor, por
que él “está cerca de todos los que le invocan
lo, todavía de noche, con los pies desnudos, sinceramente” (Sal 145,18); al momento los
del monte áspero y quizá de piedra; siente aseguró: “¡Ánimo, soy yo!”. “¡No tengáis
piedad de él. Mira también cómo anda so miedo!” (Mt 14,27; Mc 6,50). Tened con
bre el mar con huella firme, no metiendo fianza en la liberación, contra la desespera
los pies, sino como sobre tierra, y no porque ción en la prueba; yo soy el liberador, no un
haya asumido la agilidad, sino con la grave fantasma; no temáis, porque puedo sacaros
dad del cuerpo, siguiendo líquidas las del peligro de las aguas. Según san Jeróni
aguas: pues la criatura conoció a su Creador, mo, no dijo quién era, porque por su voz po
a cuya potestad están sometidas todos los dían conocer al Maestro, o para que enten
sufrimientos y pruebas del mundo. Fue un dieran que él era el que había dicho a Moisés:
milagro, como cuando la Virgen, quedando “El que es, me envió a vosotros” (Ex 3,14).
virgen, le dio a luz; y cuando, cerradas las Dice el Crisóstomo: “No conocían su
puertas, entró con su cuerpo el Señor. persona, por la oscuridad; pero al momento
le conocieron por la voz, y huyó el miedo”.
3. El Señor andando sobre el agua Dice san Teófilo: “Cuando los demonios o
Cuando se había acercado a la barca, los hombres se esfuerzan en meternos mie
“los discípulos, al verlo caminando sobre el do, oigamos a Cristo que dice: ‘Soy yo, no
mar, se alarmaron diciendo: ¡Es un fantas- temáis’, yo siempre os asisto; como Dios,
ma!” (Mt 14,26). Les parecía la aparición de nunca paso de largo. No perdáis la fe en mí
algo no existente, o de algún espíritu que por falsos terrores”.

253 Lit.: “Id est, ad modum volentis” (al modo de quien quiere). San Ignacio dice: “El tercero, considerar có

mo Dios trabaja y labora por mí en todas las cosas criadas…id est, habet se ad modum laborantis” (se porta al
modo de quien trabaja). (EE 236).
69. JESÚS ANDA SOBRE EL MAR Y LEVANTA A PEDRO 597

4. Pedro camina sobre el mar Señor, la diestra del Señor lo levantó para
que no se hundiera y volviéndolo a la bar
Entonces Pedro lleno de gran amor, en
ca, le dijo: “¡Hombre de poca fe! ¿Por qué
un impulso, deseando llegarse al Señor, di
has dudado?” En lo cual se ve la poca fe de
jo: “¡Señor, si eres tú, mándame ir a ti sobre
Pedro; si por orden de Dios había camina
las olas!” (Mt 14,28). Quiere decir, según
do sobre el agua, no debía temer por el
san Jerónimo: Tú, da la orden y al punto se
viento contrario.
harán sólidas las olas; se hará leve el cuerpo
Dice el Crisóstomo: “Para mostrar que
que por sí es pesado. Pero el Señor hacién
el peligro no lo causaba la llegada del vien
dole señal con la voz y con la mano, le dijo:
to, sino su poca credulidad, se añade:
“¡Ven!”. Y confiado en el poder del Señor,
“Hombre de poca fe, ¿por qué has dudado?”
saltó al mar; y comenzó a ir él también so
Muestra que ni el viento hubiera podido
bre el agua, para poder llegar a Jesús. ¡Feliz
hacerle daño, si la fe hubiera sido firme. Pe
salto, sobre las aguas de la prosperidad
dro era de poca fe según le convenía; pero
mundana, por el desprecio; más feliz el tér
de una fe ardentísima según la nuestra”. Es
mino, llegar a Jesús, Salvador de las almas!
to es del Crisóstomo. Dice también san Je
Deseaba tanto la compañía de Cristo, que
rónimo: “Si al apóstol Pedro, que había ro
no quería esperar su venida hasta la barca;
gado confiadamente al Señor: Señor, si eres
sino que quería salir a su encuentro sobre el
tú, mándame ir a ti sobre las olas’, porque
agua, olvidando por el amor de Cristo el pe
temió un poco, se le dice: “Hombre de poca
ligro de ésta.
fe, ¿por qué has dudado?”, ¿qué habrá que
En todos los textos se muestra que Pe
decirnos a nosotros, que de esa poca fe no
dro era de una fe presente y ardiente. No se
tenemos ni una partícula mínima?”
hubiera confiado al profundo mar, si no tu
viera una fe muy cierta en el Señor. Sabía
5. Jesús en la barca, cesa el viento, llegan
que nuestro Salvador lo podía todo y que no
tenía menos poder en el mar que en la tie “Y en cuanto subieron a la barca, paró
rra. En este el milagro se mostró mayor; no el viento”; paró la tempestad y todo quedó
sólo Cristo anduvo sobre las olas, también en calma. Cristo se mostró Señor del aire;
Pedro con su poder vino hacia él. como al caminar sobre las olas se había
Pero luego, “al sentir el viento fuerte, mostrado Señor del mar. Se nos da a enten
le entró miedo”, y por la debilidad huma der que el Señor soporta que tengamos su
na, dudó; y, porque dudó un poco, se su frimientos por un tiempo para que nuestra
mergía. La fe era ardiente; pero la debili virtud se confirme; pero al final y en la ne
dad humana le llevaba a lo profundo. El cesidad no nos abandona, se nos hace cerca
Señor le hace caminar sobre el mar, para no. “Y enseguida estuvo la barca junto a la
mostrar el poder de su divinidad; y le hace costa donde iban” (Jn 8,21), en Betsaida,
hundirse, para que conozca su propia debi ciudad de Nazaret, en tierra de Genesaret.
lidad, que no se piense igual a Dios, ni ten Juan dice que los discípulos llegaron
ga soberbia. Se le deja por un poco en la por el mar a la ciudad de Cafarnaún; no es
prueba, para que así se aumente por la ora contrario, porque Cafarnaún y Betsaida es
ción su fe, pues creía que el Señor podía li tán en la misma costa, cercanas; quizá los
brarle. “Y como empezara a hundirse, gri discípulos llegaron al confín de ambas, en
tó: ¡Señor, líbrame!” Al momento invocó al medio de las dos, diríamos; o por el empu
598 PRIMERA PARTE

je
yciudad
ñor
sierto
de
del
alimentó
ahí
hay
de
viento
deluego
laun
Betsaida;
tierra
vinieron
mar,
a alasBetsaida;
de
elturbas,
entre
Betsaida,
lago.
primero en
lapasaron
así
ciudad
desde y el
a Cafarnaún
que
hasta
el de-
Se-
la el alma se pacifica y queda tranquila. Pero
esta barca no lleva a los que se dejan estar,
sino a los que reman con fuerza; significa
que en la Iglesia son fuertes los que perse
veran en las buenas obras; los perezosos y
muelles no llegan al puerto de la salvación
Leemos muchas veces que la barca de eterna.
los discípulos fue agitada por las olas y los
siempre
vientos, presente
pero nunca
a lossumergida.
suyos en lasDios
pruebas;
está 7. Moralmente, la barca y el mar
Moralmente el mar es el mundo; y la
les prometió que lo estaría. Dice san Ber
barca, la penitencia o la cruz de Cristo. El
nardo: “Por más que se enfurezca la tribula
oleaje del mar, es el de las tentaciones por
ción, no pienses que te ha abandonado; sino
influjo de los demonios; los discípulos están
recuerda lo que está escrito: “Estoy con él en la barca, que es la participación en la
en la prueba” (Sal 91,15). Y yo, entre tanto,
cruz y pasión de Cristo, y que sólo lleva a
en la tribulación y la prueba ¿qué pediré?
los discípulos del Señor. Jesús no está en la
Señor, es bueno para mí ser puesto a prueba
nave, porque él no necesita penitencia, pues
y sufrir, con tal que tú estés conmigo, me
pasó sobre las aguas de las codicias huma
jor que reinar sin ti, banquetear sin ti, glo
nas. Ésta es la segunda tabla de salvación
riarme sin ti”.
después del naufragio, sin la cual, como di
ce san Jerónimo, ninguno llega a la costa de
6. La barca, figura de la Iglesia y del alma
oherejes,
por
se
viento
espíritus;
un
esfuerza
olas
alma
contrario
tiranos,
de
elen
cualquiera,
trabajo
persecuciones
tender
es
falsos
elaimpulso
de los
lahermanos,
golpeada
patria
discípulos
del de
mundo,
delylos
mientras
cielo.
turbada
reman-
malos
por
El la sólida eternidad.
Espiritualmente esta barca es la Iglesia, Jesús, autor de la salvación, trae tranqui
lidad, calma la tentación; las turbas se admi
ran porque no experimentan en sí nada de es
ta tranquilidad; pues “no hay paz para los
impíos” (Is 48,22). Pedro, caminando sobre
el agua no sufrió nada malo del agua, sino del
do designa
por llegar aella de
patria;
los fieles
pero que
el Señor,
se esfuerzan
viendo viento que casi le sumerge; así los hombres,
andando sobre el agua del mundo, por el des
precio de las riquezas, nada sufren de ellas;
con la mirada de su bondad a los que traba pero deben temer el peligro del viento de la
jan, ayuda
con los conforta
manifiesta. No quita
y algunas vecesellosauxilio,
libera soberbia, que surge por ese desprecio. Los que
echaron lejos lo terreno por una estrecha pe
aunque lo difiera un tiempo; no abandona, nitencia o están en la vida religiosa, que an
aunque a veces expone a aflicciones. dan como con los pies, con los afectos y de
las
ellos
bre
vina,
tino
los turbaciones
peligros
Al
eleva
expulsa
caminando
elacercarse
Señor
la mente
de
las
sedel
tinieblas
acerca;
sobre elcomo
tentaciones;
el amanecer,
amundo;
la luzymar
de
hace
cuando
presente
elLucero elmatu-
laySeñor
defensa
aplastando
cesar vino
hom-
todos
Dios,
di-a seos del alma, sobre las aguas, deben temer
los agite y sumerja el viento de la soberbia. Se
le dijo al primer hombre: dominad sobre to
do lo que se mueve sobre la tierra” (Gn 1,28).
Moralmente también la barca es el cuer
po humano, en que el alma es como un na
vegante en la barca, que es empujada con
69. JESÚS ANDA SOBRE EL MAR Y LEVANTA A PEDRO 599

frecuencia por las pasiones de la ira y codi- luchas de los vicios, del mundo adversario y
cia, que tienen su asiento en órganos corpo- de los espíritus malignos”. Y, como dice san
rales, y algunas veces está en peligro; porque Teófilo, si quisiéramos recibir a Cristo en
el impulso de la pasión a veces subvierte el nuestra barca y que habitara en nuestros co
juicio de la razón. Pero a la cuarta vigilia, razones, enseguida nos hallaríamos en la
que termina en la luz matinal, viene Cristo; tierra adonde queremos ir, el cielo.
cuando la mente levanta los ojos a la clari
dad de la luz eterna, el ímpetu de las pasio- 8. Fe, en Genesaret, donde va el Señor
nes reposa; se llega a la tierra de Genesaret,
“que genera aura”, los espíritus de aire leve, “Y, después de hacer la travesía, llega
donde está el Señor254; y se curan los que en ron a la costa, a Genesaret” (Mt 14,34). Las
fermaron por la dolencia del pecado. gentes de la región conocieron a Jesús, unos
Concurren aquí tres milagros: caminar por el rumor y fama, otros por la presencia
sobre las olas, calmar de pronto la tempestad, y el rostro. Y buscando a los enfermos de
y llevar la barca que distaba mucho de tierra, toda la región, se los llevaron a Jesús, para
al puerto; para que aprendamos que los fieles, que al menos tocaran la orla de su vestido,
en los que está Cristo, abajan la hinchazón sabiendo que así los podría curar; y conse
ydel
pasan
mundo,
rápidos
huellan
a la tierra
las olas
dede
loslavivientes.
tribulación guían las curaciones, en la mente y en el
cuerpo, porque Cristo a los que sanaba en el
Dice san Agustín: “Mirad, el mundo es cuerpo, los sanaba también en la mente.
como un mar; el viento fuerte y gran tem Dice el Crisóstomo: “Nosotros no tene
pestadcaminas
Dios; para cada
sobre
unoelesmar,
su codicia.
bajo tus Amas
pies esa mos sólo la orla del vestido de Cristo, para
tocarla; sino también su cuerpo, para co
tá el temor del mundo. Amas el mundo; te merlo. Si los que tocaron la orla del vestido
absorberá. Sabe devorar a sus amadores, no recibieron tanto poder, mucho más los que
llevarlos. Pero si tu corazón fluctúa por la le toman a él”. ¡Admirable fe de los de Ge
codicia, para vencerla, invoca la divinidad nesaret; no contentos con la salud de los
de Cristo. Aprende a pisar el mundo: re- presentes, envían por otros alrededor, para
cuerda que tienes fe en Cristo. Y si se ha que corran todos al médico!
movido tu pie, si titubeas, si no vences el Corre tú también en toda enfermedad tu
agua, si empiezas a hundirte, di: ¡me hun- ya a Jesús, autor de la salud, para que merez
do, sálvame! Di: me hundo, para que no te cas conseguir el beneficio de la curación. Es
hundas. Solo te libra de la muerte de la car- te hecho del Señor Jesucristo significa que el
ne, el que en la carne murió por ti”. predicador del Evangelio debe curar a los dé
Dice san Beda: “No es de admirar que, biles espiritualmente, con la medicina de la
subiendo el Señor a la barca, cesó el viento; predicación y santa actuación. En sentido
porque en cualquier corazón en que Dios mistico, espiritual, la travesía significa el pa
está presente por la gracia de su amor, al so de Cristo a los gentiles por medio de los
momento por su fuerza se calman todas las apóstoles. Insinúa, pues, primero, el paso de

254 Poco antes: “Jesus, auctor salutis inducit tranquillitatem”; y ahora: “spiritus aurae lenis, ubi est Deus”.

San Ignacio, Reglas para discreción de espíritus, dice: “propio es de Dios y de sus ángeles… dar verdadera ale
gría, quitado toda tristeza y turbación, que el enemigo induce” (EE 329); y: “el buen ángel toca al alma dulce, le
ve y suavemente” (EE 335).
600 PRIMERA PARTE

los apóstoles a la conversión de los gentiles, bido poder hacer milagros”. Esto indica que
pues Genesar, o Genesaret, vicio de nativi los que resurgen de la muerte de la culpa de
dad, significa a la gentilidad; segundo, el co- ben hacer obras mayores que antes para mos
nocimiento de la fe que se siguió, pues le co- trarse agradecidos por su resurrección. Moral
nocieron; tercero, la multiplicación de los mente también degüella a Juan el que quita a
fieles, pues enviaron a reunir a los enfermos otro el propósito de vivir bien o lo mata en sí.
de toda la región. Herodes, vacilando entre la duda y la ti
midez, deseaba y buscaba ver a Jesús, lleva
9. Admiración de Herodes por Jesús do más por la curiosidad de ver milagros,
que por devoción; y por si podía conocer si
“En aquella ocasión el tetrarca Herodes
era Juan; más aún, deseaba matarle. Por él
oyó la fama de Jesús”, sobre su doctrina y
milagros, de modo que él mismo y otros se se significan los curiosos que quieren ver y
admiraban de que Juan había resucitado de oír los milagros, pero no imitarlos. Herodes
los muertos. De verdad resucitó de los temía y temblaba ante Juan todavía vivo,
muertos, el que con la muerte de esta mise pobre, desnudo; también le temía y tem
ria corporal, pasó, según el espíritu, a la vi blaba ante él asesinado y muerto.
da inmortal. “Y dijo a sus cortesanos: Ése es Dice el Crisóstomo: “Ya ni su cabeza
Juan el bautista; despertó de entre los muer cortada podía mirarla con seguridad y a
14,1).
tos, por
Cuantos
eso esos
hablaban
poderesdeactúan
la resurrección
en él” (Mty gusto, porque después de la muerte de Juan
su terror seguía vivo. Tan grande es la fuer
de la inmortalidad del alma opinaban que za de la virtud, que aun después de la muer
después
un poderde
y virtud
la resurrección
mayor y mejor
el hombre es de
que antes, te es más fuerte que los vivos; tan débil es la
por eso, aunque Juan Bautista no hiciera maldad, aunque se ayude con el honor regio
cuando le agravaba la debilidad de la carne; y la guardia de una multitud; aunque se ar
me con toda la potencia del mundo a aque
milagros en su vida, Herodes sin embargo, llos en cuyo pecho habita, los hace más frá
creyendo que había resucitado de entre los giles que todas las cosas”. Y también: “Los
muertos, afirmaba que hacía milagros. pecadores, lo sepan o no, temen mucho a
Dice san Teófilo: “Sabiendo Herodes que cualquier estrépito; porque el pecado, sin
había matado sin motivo a Juan que era jus- que nadie lo pruebe, traiciona al hombre;
to, creía que había resucitado de entre los sin que nadie lo acuse, lo condena y hace al
muertos y que por la resurrección había reci- delincuente tímido e indolente”.

Oración

¡Señor Jesucristo clementísimo! Dígnate subir a la barca de mi pecho. Y calmar el


viento de la soberbia, y las tormentas de los vicios que se levantan; que el viento de las ten
taciones no me eche abajo, ni me hunda.
Dame consejo en la turbación, auxilio en la persecución, consuelo en el sufrimiento,
fortaleza en la adversidad, virtud y fuerza en toda tentación.
Líbrame de las tempestades de este mar proceloso, y condúceme a través de él a la tran
quilidad de la costa tranquila; dame ahora la paz del tiempo y del pecho; después, la de la
eternidad. Amén.
70. PALABRAS DEL SEÑOR, POR LAS QUE ALGUNOS SE VAN 601

70. PALABRAS DEL SEÑOR, POR LAS QUE ALGUNOS SE VAN


Juan 6,24-70

1. Buscar a Jesús por él mismo por el dinero, que les sale al paso a los que
entran en la religión y se hacen clérigos por
Después de pasar Jesús con los discípu
pereza, para comer el pan sin trabajo. Les
los del desierto a Genesaret, al otro día, la
dice el Señor: Me buscáis, por la ambición
multitud a la que había alimentado, no ha
de los réditos de las iglesias, por la celebra
llándole en el lugar en que lo hizo, subieron
ción de misas, y demás; “no porque hayáis
a las barcas que quedaban de la ciudad de
visto signos reveladores”, obras en que que
Tiberíades, que está junto al desierto, y ha
ráis imitarme; de que dice el salmista: “Se
ciendo la travesía, “marcharon a Cafarnaún
ñor, haz conmigo un signo para bien”; sino
en busca de Jesús. Y al no lo encontrarlo en
porque habéis comido de los réditos y
la otra orilla del mar” (Jn 6,24), se admira
ofrendas y no os habéis saciado; pues, según
ban de cómo había venido allí, ya que sólo
el dicho común:
veían la barca en que habían venido los dis
cípulos. “Y le dijeron: Rabí, ¿cuándo has Cuanto más se bebe, más se desean las aguas.
venido aquí? Respondió Jesús”, pero no a
su cuestión, sino a su intención: “De verdad Así sucede con la codicia de pan. Dice
os aseguro: me buscáis no porque visteis san Gregorio: “Se habían saciado de pan; en
signos reveladores, sino porque comisteis su persona detesta el Señor a los que, acer
de los panes hasta hartaros”. cándose al Señor por las Órdenes sagradas,
Con piedad parece que me buscáis algu buscan no méritos de virtud, sino ayudas de
nos de vosotros, pero ni por los milagros, ni la vida presente. No piensan qué deben
por las palabras que oísteis; no porque que imitar en el vivir, sino, qué ganancias reci
ráis creer en mí, o en mis signos; no por mí, birán, para saciarse; que los saciados con los
sino por la comida, para no trabajar por el panes sigan al Señor significa tomar los ali
alimento. Como si les dijera: Me buscáis mentos temporales de la santa Iglesia por
por la carne, no por el espíritu, para saciaros panes, no como signos del Señor; su oficio
de nuevo. Pero deberíais estar más preocu de religión no es desear practicar virtudes,
pados por la comida espiritual que sustenta sino exigir subsidios temporales.
al alma; es tanto mejor que la comida cor Dice el Crisóstomo: “Aprendamos a asis
poral que alimenta el cuerpo, cuanto el al tir a Jesús, pero no por cosas sensibles, para
ma es mejor que el cuerpo. que no nos eche en cara como a los judíos:
Considera qué suaves les fueron aque ‘Me buscáis, no porque visteis signos revela
llos panes, aunque eran de cebada, pues la dores, sino porque comisteis de los panes has
multitud cautivada por su dulzura seguía ta hartaros”. Por esto no hace esto continua
aún al Señor tan solícita. No es extraño, mente, sino sólo para enseñarlos a no servir al
porque era dulce y suave el que les proveyó vientre, y a adherirse siempre a las cosas espi
y distribuyó aquellos panes. Buscan mu rituales. Démonos, pues, a éstas; busquemos
chos cada día a Jesús, no por Jesús; sino pa el pan del cielo; y, recibiéndolo, echemos de
ra que les vaya bien en esta vida; para con nosotros toda preocupación de esta vida”.
seguir las comodidades y evitar los daños. Dice san Agustín: “¡Cuántos no buscan
Muchos procuran a Jesús, no por Jesús, sino a Jesús, si no para que les haga un bien por
602 PRIMERA PARTE

un tiempo! Uno que tiene un negocio, bus- mentarse sin hacer nada y abusan de esta pa
otro.
quien
Iglesia;
ante
ca quealguien,
Cada
oprime
un
otro
sacerdote
día
quiere
que
uno
la Iglesia
no
más
que
interceda
lepoderoso,
seestima.
se
intervenga
llena
porAsí,
él;
huye a él
deotro,
uno
por
ellos.
laya labra, fue preciso aducir lo de Pablo: ‘El que
robaba, no robe ya, antes bien que se canse
haciendo algo bueno con sus manos, para que
pueda compartir con el que tiene necesidad’
(Ef 4,28). Pablo al llegar a Corinto vivía en
turbas
por
Apenas
Beda:
eterno,
Jesús,
“Los
actuaban
sino
se busca
sino
que aenJesús,
lo temporal,
por
así, otra
la
siguiendo
oración
por
cosa”.
buscan
Jesús.
apiden
Y,
Jesús
a como
Dice
Jesús
por
nosan
las
no
lo
la casa de Áquila y Priscila, y trabajaba. Al de
cir el Señor: no os preocupéis por la comida
que perece, no insinúa no hacer nada, sino
que es preciso trabajar y dar; este es el ali
mento que no perece. Procurarse la comida
comida temporal, él los llama a obras de que perece, es pensar solo en las cosas munda
mayor valor, a buscar la comida espiritual. nas. Dijo esto, porque no tenían ningún cui
2. Buscar con obras comida espiritual dado de la fe; sólo querían llenar el vientre sin
trabajar; bien lo llamó alimento que perece”.
El alimento que permanece es “el que os
Buscando el Señor saciar las mentes de
dará el Hijo del Hombre; pues a éste lo mar
aquellos cuyos cuerpos había saciado, les
có con su sello el Padre Dios”. Está pronto a
muestra otro pan, y les dice: “Trabajad no
darlo, para eso vino al mundo desde el Pa
por el pan perecedero, sino por el alimento
dre. El Padre le señaló a él, le asignó y le es
que permanece para vida eterna”. Buscad
tableció para esto, para dar la vida al mun
con obras, mereced con obras, no la comida
do. Dice más abajo: “He venido al mundo
corporal, sino la espiritual que da la vida
para dar testimonio a favor de la verdad” (Jn
eterna. Busca una comida que perece todo
18,37); esto es dar el alimento espiritual.
el que tuerce la intención espiritual a la ga
Trabajad para que podáis tener este alimen
nancia temporal, como los que seguían al
to. Me buscáis por otra cosa; buscadme por
Señor para el pasto corporal. En cambio, el
mí, no por otra cosa, pues yo soy el alimen
que por la intención inclina el trabajo cor
to que da la vida eterna. Da a entender que
poral a las cosas espirituales, busca la comi
él es este alimento espiritual, como se verá
da que no perece, que permanece para la vi
enseguida. Trabajemos la obra de Dios, la
da eterna. Ésta es la comida de la palabra y
obra que él acepta, por la que podemos con
la gracia de Dios, por cuya devoción debían
seguir este alimento que no perece, que per
seguirle principalmente.
manece, cuando con fe verdadera y buenas
Debemos dirigir, pues nuestro trabajo,
obras nos incorporamos a Cristo y le hace
deseo e intención a buscar la comida queda
mos alimento de nuestra mente; él mismo
la vida eterna, los bienes espirituales. A los
se nos da por la gracia para permanecer con
temporales no debemos acercarnos como lo
nosotros para siempre. Porque él mismo es
principal, sino procurarlos como accesorio,
el alimento del que viven los ángeles, el que
por el cuerpo corruptible, que ahora necesita
permanece para vida eterna.
sustentarse. Dice el Crisóstomo: “Quiere de
cir: buscáis un alimento temporal; yo alimen
3. Maná y Eucaristía: Cristo, pan vivo
té vuestros cuerpos para que buscarais el ali
mento
Y también:
que da
“Pero,
la vidacomo
eterna,
algunos
no laquieren
temporal”.
ali- Pero los judíos, olvidando el alimento
que les dio el Señor, preferían el maná que
70. PALABRAS DEL SEÑOR, POR LAS QUE ALGUNOS SE VAN 603

en
los elpadres
decían: desierto
“Nuestros
habían
–como
padres
comido en el desierto,
está comieron
escrito: el manáy Dice el Señor: “Yo soy el pan de la vida”,
doy la vida por la divinidad, “que ha bajado
cir:
do del
Túcielo
no has
leshecho
dio a comer–”.
cosas semejantes
Quieren
pan veni-
a de-
las del cielo”, al asumir la humanidad; “si algu
no come de este pan”, y se une a él por la fe
y la caridad, no morirá con muerte del alma,
de Moisés; porque Moisés les dio el maná, sino que “vivirá”, ahora por la gracia, y para
sas
diciendo:
perece,
Moisés;
cuarenta
vez.mayores
Diceél
pero
años;
san

noquerían
dio
Agustín:
no
prometes
y haces
tú,que
panel
“Atendían
obras
sede
alimento
hicieran”.
cebada
como
a qué
que
las
Como
y una
co-
no
de siempre con la vida de la gloria. “No como
vuestros padres que comieron en el desierto
el maná y murieron”, con muerte del alma;
porque entendían lo que veían; no enten
dían lo que no veían. Los justos que no eran
ná del cielo. panes de cebada, sino ma- como ellos, no murieron con muerte del al
guro:
venido nodel
“Así que
fuecielo,
Jesús
Moisés
sino
dijo: mi
quien
“DePadre
verdad
os dio elquien
es os pan
ase- ma, porque entendieron el alimento espiri
tual. Para los devotos tenía todo deleite de
suavidad; para los malvados era insípido, su
alma tenía náuseas al comerlo.
os da el pan venido del cielo, el pan verda- Así la Eucaristía, para los que la toman
dero”. Moisés les dio un pan, señal del aire, dignamente, es consolación de la vida espi
porque descendía como rocío o escarcha, ritual; y para los que la toman indignamen
pero no panel venido
verdadero, mismodel Señor
cielo, no al
Jesús el que
pan te, es condena. El verdadero pan de la vida,
pues, no se divide,
lo verdadero de lo falso: que se
sinoaquel pan
distingue
fue ver- el vivo, del cielo, es el que puede preservar
aquel pan
figura de este pan que
figuraba; es la verdad.
porque aquel pan era
Aquí, de la muerte según el alma y dar la vida
eterna. Este pan es el Verbo o Palabra hecha
carne, no el que dio Moisés en el desierto,
porque muchos que lo comieron, murieron
pan
dadero,
aquél. noverdadero
es el
tancial
verdadero,
queporque
falso, era
que
se da pero
en enSacramento.
elfigura
fue
figura; y noÉste
del pan
figurado sus-
por
fue según el alma con muerte eterna. Entonces,
entre otras cosas, les dijo Jesús palabras es
pirituales sobre su cuerpo y su sangre: “El
pan que yo daré es mi carne, por la vida del
mundo”. Yo, sumo Sacerdote, daré sacra
del “Pues
cielo el pan verdadero es el que baja mental y espiritualmente lo señalado por el
del pan esy conservar
da la vidalaalvida
mundo”.
y el pan
El espiri-
efecto pan, mi carne, oculta bajo la forma de pan,
que baste para la vida de todo el mundo; y,
cambio,
bra
Palabra,
pio
do
conserva
tual
alto
do.
empieza
que
de
El él
cielo,
conserva
la
Dios,
pan
el
se
apor
Palabra
vivir
del
mismo
pan
llama
corporal
un
la
yPadre,
espiritual
por
porque
vida
tiempo
pan
hecha
daeso
espiritual.
no
para
la
dese
carne,
el
la
vida,
la
da
vivifica
adhiere
dar
mismo
que
vida.
vida,
pues
vida
que
ya
Esto
de esmun-
existe;
asino
Verbo,
salió
al
la
el
talPala-
alma
pro-
mo-
sólo
del
eno si en algunos no se efectúa, es culpa suya.
También. “Si no coméis la carne del Hijo
del Hombre y no bebéis su sangre, no po
déis tener vida en vosotros”. Si no coméis la
carne vivificante que da vida eterna, la san
gre que asperge y limpia lo más íntimo y lo
enmienda, no tendréis la prenda de la vida,
de la gracia y de la gloria.
Y también: “El que mastica mi carne y
bebe mi sangre tiene vida eterna”; porque
604 PRIMERA PARTE

mi
ella
bida
mental
na, carne
porque
está
espiritual;
ylaes y mi
espiritualmente,
divinidad;
la
tienen
prenda
quienes
el de
principio
lalotienen
vida,
sangre
toman,
vivificante
porque
vida
es sacra-
laeter-
be-
en farnaún, capital de Galilea; se muestra así
que Cristo enseñaba abiertamente, como
quien tiene buena doctrina, sin sospecha.
Con esto nos confió su amor, dándonos su
Cuerpo y Sangre. Pero al oírlo, “muchos de
dadero
bebida”;
Verbo
para
to
ra
lasdel
de
demás
siempre.
los
todo,
oalimento
Palabra
mi
ángeles;
cosas
sin
carne,
Ynada
así.
también:
de
ymimi
en
Dios,
contrario
sangre,
cuanto
sangre
que es
“Miporque
está
es
carne es ver-
elverdadera
mezclado.
unida
alimen-
es pu-
al
Y entre sus discípulos dijeron: Duro es este
lenguaje, ¿quién puede aceptarlo?” (Jn
6,59). Muchos de los que le seguían, no en
tendían estas cosas como carnales que eran
por la ceguedad de su corazón, las tomaban
carnalmente, y, aborreciéndolo, murmura
ban, en secreto, con los otros; les parece du
El Señor expone
sus palabras: “El quecómo debemos
mastica entender
mi carne y be- ro de oír ¿y de entender y de obedecer?
Pensaban que era duro de oír para entender;
be mi sangre permanece en mí y yo en él”; inaudible, para hacerlo. Pero el Señor, se
mi carne
les; permanece
y sangre,
en mí
carne
por ylabebida
conformación
espiritua-
de gún san Agustín, lo dispuso y permitió, pa
ra ofrecer a los que enseñan la paciencia y la
su vida; y yo en él, habitando en él por la consolación; pues también unos discípulos
gracia. La fe en tu corazón es Cristo en tu co suyos presumían denigrar las palabras de
razón;por
actúa creelaen
dilección,
él y lo has
es comido.
la obra deEsta
Dios.
fe que
Por Cristo.
“Sabiendo Jesús en su interior que
la fe verdadera, comienzo y fin de toda obra murmuraban de esto sus discípulos, les di
buena, el hombre se incorpora a Dios. jo: ¿Esto os escandaliza?” Y aclaró lo que
Dice san Agustín: “Creer en él es: cre les movía y escandalizaba, por si lo enten
yendo amar, creyendo querer, creyendo ir a dían. Ellos pensaban que iba a distribuir su
él, incorporarse a sus miembros. Ésta es la Cuerpo y su Sangre; pero él dijo que subi
fe que Dios nos exige, la que actúa por la ría al cielo íntegro, luego esto lo entendió
caridad. Creer en él es comer el alimento del comer espiritual no del carnal. “Enton
que permanece para la vida eterna. ¿A qué ces, ¿si vierais al Hijo del Hombre subir
preparas los dientes y el vientre? Cree, y has adonde estaba primero?” (Jn 6,41-42), an
comido”. La carne de Cristo es doble: espi tes de asumir la carne, ¡entonces entende
ritual, la Iglesia; material, la que tomó de la ríais, porque su gracia no se consume a bo
santa Virgen María. El comerla se hace cados, y que no es del modo que pensáis,
también de dos modos: espiritualmente, como dará su Cuerpo! Pues ellos habían en
cuando uno se une a la Iglesia; y sacramen
tendido la carne, como se descuartiza en
talmente, cuando se toma en el altar el cadáveres o se vende en el mercado; no co
Cuerpo y la Sangre. De ahí que el pan en el mo anima el espíritu.
altar es el sacramento del Cuerpo de Cristo,
Dice san Agustín: “El Hijo del hombre
que está en la Iglesia y que tomó de María.
comenzó a ser aquí en la tierra Cristo de
María Virgen; donde asumió la carne de la
4. Algunos murmuran: duras palabras
público
Dijo para cosas enenseñando
estasenseñar, él enlugar
la sinagoga, Ca- tierra. Pues ¿qué quiere decir: ‘cuando veáis
al Hijo del hombre subir adonde estaba pri
mero?’ sino que entendamos que Cristo
70. PALABRAS DEL SEÑOR, POR LAS QUE ALGUNOS SE VAN 605

Dios y hombre es una persona, no dos; con los otros. “Simón Pedro le respondió:
nuestra fe no sería la Trinidad, sino una Señor, ¿a quién vamos a ir?” Pedro era el
cuaternidad. El Hijo del hombre era en el principal, obediente y firme como una pie
cielo, como el Hijo de Dios era en la tierra dra, y con mucho el más pronto para pre
en la carne recibida, el Hijo del hombre en guntar y responder al Señor, por el fervor de
el cielo en unidad de persona”. Dice tam- la caridad; por eso él pregunta al Señor, en
bién san Teófilo: “No pienses por esto que cuyo poder están y a quien irán todas las co
el cuerpo de Cristo bajó del cielo, sino que sas: no hay quien nos guíe a la verdad, sino
uno y el mismo era el Hijo de Dios y del tú. No podemos hallar semejante a ti, tú
hombre”. solo nos bastas, por ti lo hemos dejado to
Dice luego: “El espíritu es quien hace do; y como no hay semejante a ti, no hay
vivir, la carne no aprovecha nada” (Jn 6,63). que irse de ti, sino ir a ti. Dice san Agustín:
Las palabras entendidas según el sentido es- “Si nos echas de ti, danos otro al que seguir.
piritual vivifican, dan vida; entendidas se- En la respuesta de Pedro se expresa el amor
gún el sentido carnal no sirven de nada, da máximo a Cristo”.
ñan. Como la ciencia sin la caridad infla, Dice también el Crisóstomo: “Pedro,
pero por la caridad edifica; así “las palabras amante de los hermanos, conservador de la
que63);
6, os he
os dicho
he hablado
son espíritu y son vida” (Jn amistad, responde por todo el grupo: ‘Se
para vuestro bien so ñor, ¿a quién iremos?’ Estas palabras expre
bre comer mi Cuerpo y beber mi Sangre; san mucha amistad; ya Cristo era para ellos
estas palabras tienen entendimiento espiri más honorable que padres y madres”. Y
tual y así dan vida; no se han de entender a añade: ‘Tienes palabras de vida eterna’; pa
la letra. “Porque la letra mata, el espíritu es labras que prometen vida eterna, que indu
el que da vida” (2 Co 3,6); como la paja ta cen a ella; el que no cree en ellas, perecerá
pa el trigo, la letra cubre el espíritu. Quiso para siempre. Tú, que prometes vida al ad
que entendieran que los que comen y beben ministrar tu Cuerpo y Sangre, también la
su carne y su sangre, permanecen en él y él prometes en las palabras de tu predicación;
en ellos. pues en el Evangelio está el poder de Dios.
Moisés tuvo palabras de Dios, y también los
5. La respuesta ferviente de Pedro profetas; pero rara vez palabras de vida eter
“Desde entonces muchos de sus discí- na; tú en cambio prometes la vida eterna.
pulos volvieron atrás y ya no andaban con ¿Qué otra cosa mayor podemos buscar? En
él”. No eran de los perfectos en su doctrina; la respuesta de Pedro se expresa una verda
parecían seguir a Jesús para oírle pero no dera confesión de fe, cuando añade: “y por
eran discípulos de verdad, por eso se volvie- eso hemos llegado a saber que tú eres el
ron atrás; ya no creían. “Así que Jesús dijo a Santo de Dios255” (Jn 6,69). De creer, nace
los doce: ¿también vosotros queréis mar- entender: eres el Cristo, en cuanto a la hu
charos?” (Jn 6,67). No pregunta, como ig- manidad, en que has sido ungido por la di
norándolo, sino para mostrar que él no los vinidad, rey y sacerdote; y el Hijo de Dios
necesita, pues pone en su opción volverse Padre natural, en cuanto a la divinidad, por

255 “Es decir; el enviado y elegido de Dios, consagrado y unido a él de modo eminente, el Mesías, cf. 10,30;

17,19; cf. Mc 1,24. Var.: “Tú eres el Cristo, el Hijo de Dios vivo”, o, “el Hijo de Dios vivo”, cf. Mt 16,16” (BJ, 1517).
606 PRIMERA PARTE

tanto igual a él en naturaleza y en potencia; esto, el que no permanece en Cristo, y en


nos
esto
la vida
das
es, eterna,
lo y enAgustín,
según san la carne porque
y en la tú
sangre
eres quien no permanece Cristo, sin duda no co
me espiritualmente su carne, ni bebe su
que tú eres, la vida eterna. sangre, aunque carnal y visiblemente mas
tique con sus dientes los sacramentos del
6. El Cuerpo de Cristo, la Iglesia Cuerpo y la Sangre de Cristo; sino más bien
este tan gran sacramento ‘lo come y lo bebe
El Señor llama aquí su carne y sangre a
para su propia condena’ (1 Co 11,29).
la compañía de los fieles en su cuerpo, que
es la Iglesia. Lo llama pan, porque la Iglesia “La señal de que uno comió y bebió es
cada día alimenta a los que recibe; y en ella, ésta, si permanece en Cristo y Cristo en él; si
hasta que se llegue a la plena saciedad, uno habita y es habitado; si se adhiere y no es
da de comer al otro con el ejemplo y la pa abandonado. Permanecemos en él cuando
labra. Por eso el Señor dice a Pedro: “Apa somos sus miembros; y permanece él en
cienta mis ovejas” (Jn 21,17). La Iglesia es nosotros, cuando somos su templo. Se dice
llamada carne y sangre de Cristo, porque esto para que amemos la unidad y temamos
por la Encarnación de la Palabra, unida por la separación. Todo esto que habló el Señor
Cristo. Pues
la fe y los como el cuerpo
sacramentos, de espíritu
vive del cada hom-de sobre su Cuerpo y su Sangre, nos valga para
esto, para que no comamos y bebamos su
bre vive de su espíritu, de su alma, así las Cuerpo y su Sangre sólo en el sacramento,
almas de los fieles viven del Espíritu Santo. como lo hacen muchos no buenos; sino que
Así pues, “muchos somos un solo cuerpo” lo comamos y bebamos hasta la participa
(1 Co 10,17), un pan o una carne y sangre ción del espíritu, para que permanezcamos
de Cristo. También la conformidad de Cris como miembros en el cuerpo del Señor, para
to
propio
carne
y layIglesia
de
sangre sedellama
la Encarnación
Cristo;
de porque
modo
de la Palabra,
semejante
es efectoy que tengamos vida”. Esto dice san Agustín.
Según el mismo, lo come y bebe sacra
mentalmente el que sólo toma el sacramen
causa final de la Pasión del Señor. to; espiritualmente en cambio el que alcan
mida y bebida
Dice sea entendida
san Agustín: “Quierecomo
que laesta co
socie- za la realidad del sacramento, que es doble:
una sellada y contenida, que es Cristo ínte
ysí.
ne tenerle
Iglesia.
del
en
bien
beber
que
dad Esto
la
el
cuerpo
recibe
del
elmesa
vínculo
aquella élla
apor
misterio,
es
El
cuerpo permaneciendo
sacramento
el
ydel
misterio
bebida,
tanto
de
ysangre
Señor
de
sino
la sus
comer
paz,
permanecer
yde
un
de
miembros,
de
la en
testimonio
no
esto,
Cristo,
aquella
ella
unidad
recibe
de sí.
sese
en
la Yestie-
comida
toma.
que por
yprepara
para
unidad
Cristo;
no
contra
su
El
lay gro, que se contiene bajo las especies de
pan y vino; la otra, sellada pero no conteni
da, es el cuerpo místico, que está en los
predestinados, llamados y santificados. Al
gunos doctores refieren algunas de estas co
sas al sacramento del altar; pero no dan
aquí una exposición continuada, porque
sobre el sacramento del altar se habla aba
jo en la cena del Señor, cuando instituyó
este sacramento.
71. CRISTO Y LOS DISCÍPULOS PASAN POR LOS SEMBRADOS 607

Oración

¡Señor Jesucristo, salud suficiente de mi alma!


Dame desearte sólo a ti, deseándote a ti por ti, no para otra cosa, buscando hallarte, ha
llando tenerte, teniendo amarte, amando redimir los pecados y no volver a lo ya redimido.
Ilumina, Señor, mi corazón con la luz de tu gracia divina, para que te tenga a ti como
guía en todos mis caminos, y te ame siempre a ti, que estás sobre todo; que te tema y te
ame sobre todo, que en todo haga tu voluntad y no me aparte nunca de ti.
Que siempre esté unido a ti, porque tú solo bastas, y prometes la vida eterna.
Dígnate conducirme a ella por tu misericordia. Amén.

71. CRISTO Y LOS DISCÍPULOS PASAN POR LOS SEMBRADOS


Mateo 12,1-8; Marcos 2,23-28; Lucas 6,1-5

1. sábado
Recogen espigas por hambre, en les, en quienes el cuerpo les sugería, cuando
el alma no tenía qué hacer! En cambio, los
hombres carnales, no se cuidan de lo espiri
Después, “durante el descanso del sába
tual ni cuando no tienen nada corporal que
do, pasaba él de camino por unos sembra
hacer”.
dos, y sus discípulos arrancaban las espigas
y, estregándolas con las manos, las comían”. “Pero los fariseos, al verlo, le dijeron:
(Lc 6,1). Pasaban por un campo donde ha Oye, tus discípulos hacen lo que no está
bía mieses, y ellos, como tenían hambre, permitido en sábado” (Mt 12,2). Repren
por escasez y falta de alimentos, consolaban den al Señor, como si los discípulos actua
su hambre. Mira las viandas de los apósto ran contra la Ley por doctrina de su Maes
les, granos de espigas; ellos eran palomas tro. No acusaban a los discípulos de obrar
cuya comida son granos. Tenían hambre contra la Ley, robando lo ajeno; porque, se
por
multitud;
la pobreza,
se señala
por ahí
la importunidad
que los evangeliza
de la gún la Ley, el hambriento podía entrar en la
mies o viña del prójimo y comer; no segar,
dores y prelados deben posponer la comida ni sacarlo fuera o llevarlo. Les acusan de que
corporal por la salvación de las almas. se hacían la comida arrancando las espigas y
ban
rada,
el
da
doctrina
consolaban
Crisóstomo:
más
tiempo
sino
Diceaustera;
tenían
simple
sanelpara
hambre;
no
los
“Piensa
Beda:comer.
alimento”.
buscaban
apóstoles,
“Noesteniendo
qué
¡Dichosos
indicio
comida
Dice
ocupación
quede
no
también
apósto-
losuna
prepa-
halla-
vi-
de
discí frotándolas en día de sábado, pues según la
hombres
dad
pulosdeespacio
laque
multitud,
eran,
para comer
y arrancando
tenían
por hambre
la importuni-
las espigas,
como Ley los alimentos se preparaban el día ante
rior, no en sábado.
Dice el Crisóstomo: “Los judíos, sabien
do que los discípulos son como el espejo del
maestro, ya que en ellos se ve al maestro, lo
decían por la falta de los discípulos pero
queriendo volverlo oprobio de Cristo. Los
fariseos lo decían no porque les doliera la
ofensa a la Ley, sino buscando una ocasión.
608 PRIMERA PARTE

Ni
la Ley,
podían
porque
sentir
ellos
quecada
otrosdíaobraran
faltaban
contra
a la hacer los sacrificios, matando animales, de
sollando y lavando ofrendas, cociendo carne
Ley. El que
piadoso
perfecto con
en laotro
sejusticia.
duele
que consigo
de
Nadie
que puede
otro
mismo”.
peque
ser más
es y cosas semejantes. Luego mucho más los
discípulos sin ninguna ley, ni orden en esto,
no tienen culpa al arrancar las espigas en sá
bado y comerlas.
2. Cristo los excusa con ejemplos
3. Él mismo predica en sábado
El Señor hace callar a los fariseos, excu
trando
sando
mero
tocan dos
lo
con
que
hace
razones.
razones
no obraban
con La
aunlos
primera
ejemplo,
contra en
discípulos
con
la Ley.
unyque
Ysímil,
mos-
pri-
se Después de aducir citas ajenas, el Señor
refuta a los fariseos con su propia autoridad,
por la afirmación de la verdad, con esta pri
mera razón: es más poderoso el templo espi
de parte
una necesidad
de lossemejante,
que cogían,
en los
porque
discípulos,
hubo ritual que su figura; la figura pudo defender
a los sacerdotes que le servían, luego mucho
aque
comer
aquella
losde
panes
David,
de la
cuando
presentación,
“no le era
nilícito
a los más el templo espiritual, que es Cristo, po
drá defender a los discípulos que creen en
iban con él” (Mt 12,4; Ex 25,23). Pues, él, del cual dice: “Destruir este templo”...
sidad,
si David
lo que
se excusa,
no eraporque
lícito encomió
otra situación,
por nece- “porque aquí hay algo mayor que el tem
plo” (Mt 12,6), Cristo, que es Señor del
también
que tenían
losnecesidad.
discípulos tenían excusa, por- templo.
Con la segunda los rebate por el afecto
discípulos
nes.
mado.
ilícito
mente
to
tuvo
cesidad
no lo
aLa
Es
ley,
los
sería;
por
segunda
los
David
como
del
hace
aquí
sacerdotes;
la
panes
podían
así
hambre,
ley;
lícito
si
tampoco
para
enrazón
dijera:
sagrados,
asítomar
necesidad
los
algo,
hoy,
sepues
es
discípulos,
hizo
debe
lapor
sique
las
necesidad
que
un
mucho
lícito
parte
espigas
tenerla.
de
comió
enfermo
sólo
otro
lo
por
de
más
era
que
comu-
allí
La
lícita-
modo
la
loque
líci-
ne-
to-
era
los
no de piedad: el Señor prefiere el afecto de mi
sericordia, que las ceremonias de la antigua
Ley; alimentar a los hambrientos es obra de
misericordia, y observar el sábado, ofrecer
víctimas es ceremonial, luego, etc. Dios
quiere más la misericordia de ayudar a otro,
o a sí mismo en necesidad, que el sacrificio;
las obras de misericordia son más gratas a
ne Dios, que las víctimas; el sacrificio agrada
ble a Dios es la salud y la salvación humana.
En la tercera razón los refuta, mostran
branta el ayuno, no se tiene como culpa. do su poder: el Señor puede disponer en es
misericordia
Cuando los fariseos
hecha con
leenDavid
aquello, alaban la tas cosas, pues está al frente de ellas de mo
y los suyos; do total; Cristo preside del todo a los
cuando
siónlaaley,
de losven
sino
discípulos;
esto
muestran
reprenden
no su
defienden
maldad.
como latrasgre-
ofensa discípulos y al sábado, luego puede dispen
sar con ellos de esa obra en sábado. El Señor
hizo el sábado por el hombre, para que el
nes La
importa
terceratanto
razónguardar
es que aquellos
las ceremonias
a quie- hombre descanse en él y se dé a Dios; y no
profanan
de
culpables”;
la ley, aelveces,
como en sacerdotes
descanso
“los acciones
del sábado
manuales
dely templo
no son
al el hombre para el sábado: “Pues el Hijo del
Hombre es dueño del sábado” (Mt 12,8).
Por eso, según san Ambrosio, como puso el
sábado, puede quitarlo. Si hizo el sábado
71. CRISTO Y LOS DISCÍPULOS PASAN POR LOS SEMBRADOS 609

por
poner
el hombre y es Señor
más cuidado en ladel
salvación
sábado,de
quiso
los virtud, la paja del grano; y comer, haciendo
que se incorporen a la Iglesia. Deben hacer
hombres,
calmar
tiendo aelsus
hambre.
quediscípulos
en guardar
arrancar
el sábado,
las espigas
permi-y lo en sábado con la esperanza del descanso
eterno, al que quieren invitar a otros; por
esto se quejan los fariseos, los demonios y
Cristo no está sometido a la observancia los no creyentes, que comparten la suerte
de
cambiar;
ley”
su ordenación.
necesidad;
la(Ga
ley,así
4,4)
sino
nounas
era
Al
falta
que
decir
sujeción
veces
el
la que
de
preside
seélla
de
sometió
“nacido
cumple
voluntad,
y lapor
bajo
puede
según
no
la con los fariseos.
Dice san Beda: “Arrancar las espigas es
sacar a los hombres de la intención terrena,
en que se habían fijado como en raíz de la
hu mente; frotarlas con las manos es liberar
mildad, otras mostró que mandaba por auto con el ejemplo la pureza del alma de la co
ridad. Dice
hizo para el Crisóstomo:
ocio, para que no“El sábado
hagan nosi-
nada, se dicia de la carne, como de cáscaras y cubier
tas de aristas; comer los granos es, por las
no para que libres mediten que Dios es su palabras de los que predican en la Iglesia,
creador y por el descanso recuerden las incorporar a los miembros de ella a alguien
obras
so es Dios
de Dios;
artífice
puesdelalasrazón
cosas.
deÉl,
esedando
descan-
la limpio y liberado ya de toda mancha de car
ne y del espíritu”.
ley del sábado, dice: No haréis nada fuera Por los sembrados se entiende también
de lo que hace el alma, porque es día de la sagrada Escritura, sembrada con las semi
fiesta; cuando se atiende a lo espiritual, se llas de las sentencias divinas; por las mieses
aparta lo terrestre y así somos libres en el diversas, los diversos libros; por la espigas,
espíritu”. las sentencias. En ese sentido, los predica
dores andan con el Señor por los sembrados,
4. Sentido de arrancar espigas en sábado cuando investigan, estudian, meditan las
Místicamente por los apóstoles se pue sagradas Escrituras; sienten hambre, cuan
den entender los predicadores y prelados; do desean hallar en ellas el pan para sí y pa
por
ciónelhumana;
tener hambre,
por los el
sembrados,
hambre deellamundo
salva- ra los otros. Arrancan las espigas, cuando
recogen en ellas lo que les parece más útil;
bres;
diversas
clases
en quepor
dese
naciones;
hombres;
lahallan
paja, los
por
sembrados
por
cuerpos;
las
lasespigas,
varias
por
multitud
mieses,
losgrano,
el hom-
las
de las frotan, ya recogidas, cuando las discier
nen, hasta que hallan, bajo las pajas de la
letra los granos de la inteligencia espiritual.
las almas. En la espiga hay dos cosas, el gra- Comen los granos, cuando se los incorporan
y robustecen sus virtudes, sirviendo a sí y a
no y laLos
alma. paja, así en el los
discípulos, hombre
predicadores
el cuerpoy pre
y el los otros, cumpliendo las obras.
predicando
pigas,
no, acon
que
separando
se por
lashabían
manos,
elamundo;
los
apegado
hombres
provocando
yde
arrancar
corazón;
de locon
las
terre-
fro-
es- Lo hacen en sábado, libres de las necesi
hombres,
lados, condeben
hambre de
pasar por
la salvación
los sembrados,
de los dades terrenas y pensamientos mundanos,
dándose a Dios, según lo del Eclesiástico:
“La sabiduría del escriba en el tiempo de la
vaciedad”. Esto lo prueba el señor del sába
do, Cristo, pero los judíos o los aduladores
ejemplo al bien, separando el vicio de su
tar la que desconocen el alimento de la mente y el
descanso de las almas, lo rechazan diciendo
610 PRIMERA PARTE

en élque
que hay debemos
reposarver
en sábado,
“qué suave es el Se
sin entender 6. La edad primera y su comer sencillo
También parece renovada aquí la santa
ñor” (Sal 34,9), buscando la quietud del
simplicidad de la primera edad, en que los
cielo. hombres vivían contentos con los frutos de
los árboles, las hierbas y el agua. Dice de
5. La sobria comida de los discípulos ello Boecio:
Considera a los discípulos; siente verlos ¡Feliz del todo la edad primera,
pobreza,
sente
en
mo
cerlo
tanta
pensar
con sepor
el Creador
necesidad,
que
gozo
a los príncipes
tengan
de
amor
aunque
todo,
de
que
del
la
reducidos
les
alimentar
pobreza.
mundo,
parezcaa¿Có-
pre-
con
ha-
tal Contenta con los campos fieles,
Sin perderse en lujo inactivo!
Con la fácil bellota a la tarde
Solía sosegar sus ayunos;
La hierba le daba sueños salubres;
esta comida como de animales? Dice el Cri Y la bebida el río corriente;
Sombra, un altísimo pino.
sóstomo: “Tú admira a los discípulos, que
¡Ojalá volvieran nuestros tiempos
estaban tan oprimidos, y no tenían cuidado A las antiguas costumbres!
ninguno de lo temporal; sino que despre Pero más cruel que los fuegos del Etna,
ciaban la mesa de carne, resistían con ham Arde el amor ardiente del tener.
bre continua y ni así desistían de Cristo. Si
no los
bre, nohubiere
lo hubieran
obligado
hecho”.
con fuerza el ham- Dice san Jerónimo: “Viendo Dios que
hambrientos,
¡Qué dulcecomo
era sedientos
aquella comida
tambiéna los
les el corazón del hombre desde su adolescen
cia se adhirió a la maldad, y que su espíri
tu no podía permanecer en ellos, porque
mo:
81,17).
cía,
parecía
“Y
porque
los
obtener
Lossació
miraba
los aquel
con
amaba
el
miel
agua
Señor,
muy
dede
lalos
tiernamente;
miel
piedra!”
compade-
del (Sal
sal- eran carne, condenó las obras de la carne
con el diluvio; por la codicia de la gula del
hombre, les dio permiso de comer carne.
La comida de carne fue ignorada hasta el
pero
bía merecían
por nosotros,
se gozaba,
mucho
a por
quienes
elen
bien
estededejaban
nos mundo,
ellos, que
ejem
como
sa- diluvio; después de éste, como en el des
ierto al pueblo que murmuraba se le dio
codornices, así a nuestros dientes carnes y
plo. Pues aquí podemos aprovechar en mu nervios indigestos. El vino se dio con la
chaza
se desprecia
chas una preparación
la Brilla
virtudes. ostentación
costosa
mundana;
admirable ylaexquisita
se re-
pobreza; carne después del diluvio”. Y san Pedro
Damián: “Después del comienzo del mun
do, casi durante mil seiscientos años, la
de la comida; pierde toda su fuerza la vora humanidad vivió sin vaso de vino ni comi
cidad de la gula y el apetito insaciable. Se da de carne, y sin embargo ninguno de los
confunde también el parecido de muchos que recuerda la Escritura se consumió por
con las fieras, porque, según san Agustín, enfermedad”.
apetecer los placeres del cuerpo, evitando
dice san Bernardo, es vida
es una ridículo honrar con 7. La comida, origen de enfermedad
sus molestias, de fiera. Como
Entonces la comida era sencilla y la en
con
banquetes
su abstinencia.
a los santos que agradaron a Dios fermedad rarísima; pero ahora vemos lo
contrario. Dice Séneca: “Eran inmunes a es
71. CRISTO Y LOS DISCÍPULOS PASAN POR LOS SEMBRADOS 611

tos
delicias.
males,Muchas
los queviandas
no se habían
hicieron
gastado
muchas
en se deleita en los condimentos, el alma del
que come, muere. Por eso el sabio cambia
nacen
numerables,
cables,
enfermedades,
dad yNo
deenfermedades
diversas,
comida.
miramultiformes”.
hay
a te
los
nodiversas
admires
únicas,
cocineros;
por
sino
quepor
lainexpli-
sean
varie-
ellos
in- el placer del cuerpo por el del ánimo”. Y
Rábano: “Si gustas la dulzura del amor di
vino, no te cuidarás de la dulzura tempo
ral”. Y Séneca: “El que sigue los placeres
Dice el Crisóstomo. “El placer de la del ánimo, y lo entiende bien, desprecia
los halagos de todos los sentidos”. Si hoy
glotonería quita fácilmente toda la estabili se hiciera así, como los discípulos, y como
dad
dicinal
que de
casinuestra
ytodas
preguntas
las
salud. al
causas
Si vas
acercarte,
de alasunenfermeda
lugar
hallarás
me- en la edad primera de los hombres, no ne
cesitaríamos tantas cosas, ni provisiones
tan variadas y caras en que se enreda la
des
breve
maron
vienen
esalmadre
node
saciarse,
ahí.
de laPorque
salud;
salud: la
los
unafalta
médicos
mesa
de sacie
villla-y humanidad.
Dice el Crisóstomo: “¿Dónde nos es
útil el arte de los cocineros? En ningún si
dad en la comida es salud, es madre de la tio, sino muy inútil y nocivo, dañoso para
salud. Y si la escasez es la madre de la sa nuestra alma y nuestro cuerpo; es la madre
lud, es claro que la plenitud es madre de la de todas las enfermedades y dolencias”. Y
de
enfermedad,
pies, la pesadez
producedemolestias.
cabeza, los
Losvapores,
dolores Séneca también: “Si la humanidad quisiera
oír, sabría que un cocinero le está tan de so
los dolores de las manos, los temblores y bra como un soldado. No desearás artífices,
debilidad de los miembros, la ictericia, las si miras la naturaleza. Con simple cuidado
fiebres largas y ardientes y muchas más co están firmes las cosas necesarias; en las de
sas han nacido, no de la escasez y dieta filo licias padecemos”. Y Boecio: “Si quieres
sófica, sino del comer abundante y pleno, llenar la indigencia natural, no apetezcas
que es apto para que se produzcan. Y mira nada por mucha fortuna; porque la natura
las enfermedades del alma, que nacen de leza está contenta con pocas cosas, míni
aquí: las avaricias, impurezas, melancolías, mas. Si quieres urgir su saciedad con lo su
desidias, torpezas, todas tienen aquí su perfluo, al tomarlo no será gozoso, o será
principio. Pensándolo, huyamos de la ebrie
nocivo”. Séneca muestra con qué pocas co
dad y el placer; que no está sólo en las me
sas está contenta la naturaleza: “La natura
sas, sino en todo lo mundano; cambiémoslo
leza desea agua y pan; nadie es pobre para
por lo espiritual; y según el profeta, tenga
esto”. Y Lucano:
mos nuestro placer en el Señor aquí y goce
mosHay quebienes
de los despreciar los placeres del cuer-
futuros”. Ved con qué poco se puede pasar la vida,
Y qué pide el natural; el río y el pan.
po, ya que causando dolores, dañan. Dice
Horacio: Si le añades el hambre como condi
mento y la sal, lo hallarás muy sabroso; sin
“Desprecia el placer; comprado con dolor, daña”.
esto parece insípido. Dice san Bernardo:
“Al que vive con prudente sobriedad, le
8.
ma.La gulasan
daña alalcuerpo, mata el almaal-
No sólo dañan
Dice cuerpo,
Gregorio: matanlaalboca
“Mientras basta de condimento sal con hambre. No
estando presente ésta, es necesario confec
cionar mezclas extrañas de extraños jugos
612 PRIMERA PARTE

variados que exciten el paladar, provoquen el estómago está displicente; luego para lo
la gula y exciten el apetito”. Por tanto, co- que fue ávido, le es odio; los deseos mis
mo dice Séneca “resistamos a los placeres, mos mueren. No es amargo carecer de lo
porque no se reciben más fácilmente que que dejes de desear. Como el enemigo es
se van”. Y también: “Echa lejos cosas que más pernicioso para los que huyen, así to
desgarran tu corazón; extirpa sobre todo da incomodidad insta más al que cede y
los placeres y tenlos por muy enemigos; huye”. Es conveniente que se evite el deseo
como a los ladrones, que nos abrazan para desordenado en alimentos delicados y co
estrangularnos”. Según el mismo, las deli- munes, evitando quejarse que ofende a
cias llevan a la rabia; cuanto no les dan Dios.
placer, provocan ira. Dice san Agustín: “De nada se dice tan
to que aquel pueblo ofendió a Dios, como
9. Para vencer el placer, huir la ocasión murmurando contra él. Pero, para que se
pamos que no fue la culpable la criatura de
Para vencer al placer importa mucho
Dios, sino la desordenada avidez, el primer
huir las ocasiones. Dice el mismo Séneca:
hombre encontró la muerte no por el puer
“Hay que vencer en primer lugar los place
co, sino por la manzana; y Esaú perdió su
res, y no hacer nada delicada, voluptuosa
derecho de primogénito no por la gallina,
mente. Al que está atento a estos pensa
sino por la lenteja”. Y también: “Daniel se
mientos, le conviene elegir lugares serios y
llamó ‘varón de deseos’, porque no comió el
santos. La excesiva amenidad debilita los
pan del deseo, y no bebió la bebida de la co
ánimos; la región puede influir para dismi
dicia; porque deseaba más a Cristo que los
nuir el vigor.” Pero algunos excusándose di
banquetes”. Y no sólo hay que vencer los
cen que son débiles, y que no pueden care
placeres del cuerpo, sino también los del
cer de lo acostumbrado. Les responde el
ánimo; porque, como dice san Gregorio, en
mismo Séneca: “Me saldrás al paso en este
vano se castiga la carne, si el ánimo no se
pasaje con aquella palabra: mandas cosas
refrena de sus malas ansiedades”.
demasiado duras; somos hombrecillos, no
podemos negárnoslo todo256. ¿Sabes por qué
10. Estemos contentos con lo necesario
no lo podemos? Porque pensamos que no
podemos. Está en causa el no querer; se Tú, animado con el ejemplo de los discí
quiere no poder”. pulos del Señor, abraza con todas tus fuerzas
Y de nuevo: “Es molesto, dices, carecer la pobreza, que tanto brilló en esos príncipes
de los placeres acostumbrados, abstenerse del mundo, y en especial en el Señor Jesús y
de la comida, tener sed, tener hambre. Es- en su Madre, y en todos los que quisieron
tas abstinencias primeras son graves, des- imitarlos con perfección. Abraza la pobreza
pués la avidez del deseo languidece, luego con el espíritu, ámala de corazón; de otro

256 Santa Teresa, de san Pedro de Alcántara: “No está ya el mundo para sufrir tanta perfección. Dicen que es

tán las saludes más flacas y que no son los tiempos pasados. Este santo hombre de este tiempo era;… tenía el
mundo debajo de los pies… Paréceme fueron cuarenta años los que me dijo había dormido sola hora y media en
tre noche y día”… Comer a tercer día era lo ordinario, y díjome que de qué me espantaba, que muy posible era
a quien se acostumbraba a ello… Mas era muy viejo cuando le vine a conocer, y tan extrema su flaqueza, que no
parecía sino hecho con raíces de árboles. Con toda esta santidad, era muy afable, aunque de pocas palabras;… te
nía muy lindo entendimiento…” (SANTA TERESA DE JESÚS, Libro de la Vida, 27, 16-20).
71. CRISTO Y LOS DISCÍPULOS PASAN POR LOS SEMBRADOS 613

modo no tendría mérito. Lo laudable no es necesidad nos las quita, no sentimos que se
ser pobre, sino en la pobreza amar la pobre- nos hayan quitado”. No sólo se ha de des
za, sufrir con alegría la escasez de la pobreza preciar lo superfluo, sino a veces lo necesa
por amor de Cristo. ¡Lástima! Muchos sólo rio. De nuevo dice Séneca: “No te alabes, si
se glorían del nombre de la pobreza; pero desprecias lechos de oro y ajuar con piedras
¿de qué modo? Que no les falte nada en ab- preciosas. ¿Qué virtud hay en despreciar lo
soluto. Se dicen amigos de la pobreza del Se- superfluo? Admírate cuando desprecies lo
ñor; pero huyen de los compañeros de la po- necesario. No haces gran cosa, si puedes vi
breza; el hambre, la sed, el frío, la escasez, el vir sin lo suntuoso; te admiraré si despre
desprecio, y cosas semejantes. cias un pan oscuro, si aceptas la hierba en la
Como dice san Bernardo, quieren ser que es preciso que nazca no sólo el animal,
pobres sin que nada les falte, humildes sin sino el hombre”.
menosprecio, pacientes sin las ofensas. Tú
no quieras herir nunca por nada la pobreza; 11. Cómo prescindir de lo mundano
no tengas nada fuera de lo necesario ni de El prescindir de las cosas mundanas257
sees tenerlo. Si preguntas qué es lo necesa se hace, según san Bernardo, de tres mo
rio, te respondo que, cuanto más íntima dos. El primero es que uno pueda conten
mente ames la pobreza, más sutilmente tarse con lo necesario, que juzgándose ex
juzgarás lo necesario. Nos son necesarias las tranjero y peregrino, contento con la
cosas sin las que no podemos estar. Mira las comida y el vestido, estime como grave el
cosas
des nosin las que
tener, puedes estar,
ni apetecer, las quenipue
ni procurar, re- ser carga para otros; según san Gregorio,
llevan a mal que los que se apresuran a ir a
cibir de quien lo de. la patria, en el camino lleven muchas co
Dice Séneca: “Circuncida lo superfluo y sas. El segundo es que no se complazca
lo que tiene sujetos tus deseos. Considera uno ni en lo necesario, ni esté aficionado a
cuánto pide la naturaleza, no a cuánto lo temporal; sino que como muerto al
atiende la codicia. Pon freno al deseo, re- mundo y a lo mundano reciba igual la
chaza todo lo que sea halagos”. Muchos se abundancia y la falta, la alabanza y el
engañan al juzgar lo necesario y lo super- oprobio. A un muerto, si le falta algo, no
fluo; usan de lo superfluo como necesario. lo siente; así el alma mortificada en sus
Dice san Agustín: “Si tenemos solo lo nece- afectos no discierne comodidad e incomo
sario, entonces vemos que tenemos muchas didad. El tercero es que no se deleite en el
cosas superfluas; al que busca cosas vanas uso de lo necesario, sino más bien se aflija,
nada le basta; en cierto modo retiene lo aje- y que pueda decir con el apóstol: “El mun
no el que tiene inútilmente lo que serviría a do está crucificado para mí, y yo para el
los pobres”. Dice Séneca también: “No en- mundo” (Ga 6,14). Un hombre así no sólo
tendemos cuántas cosas nos son superfluas, está muerto al mundo, sino que no siente
si no comienzan a faltarnos. Toda la vida lo mundano; está crucificado al mundo,
me miente; indica como necesarias cosas, la porque todo lo estima como estiércol. A
mayor parte de las cuales, si alguna vez la un hombre así le es un castigo mirar por

257 San Ignacio: “3º pedir conoscimiento del mundo, para que, aborreciendo. aparte de mí las cosas munda
nas y vanas” (EE 63).
614 PRIMERA PARTE

necesidad las cosas creadas; sólo se com- no se han de despreciar los pobres del mun
place, por amor, en unirse dulcemente a do, porque representan al Señor. Cuánto dis
Dios. ta nuestra pobreza de la pobreza del Señor lo
puedes considerar por las cosas que toca el
12. La pobreza suma de Cristo Crisóstomo: “Cuando tenía que nacer, no
buscó casa ilustre, ni madre rica; sino pobre,
Pero no llegarás a imitar la pobreza del
que tenía un esposo a la órdenes de otro.
Señor258, por más que te estreches. No pare
ce que nuestra pobreza se pueda comparar Nace en una choza, y es puesto en un pese
con la suya, por más que la observemos con bre. Al elegir los discípulos no eligió a elo
todas las fuerzas. Dejando otras razones que cuentes, sabios, ricos, nobles; sino a pobres y
se pueden dar, como que es Dios y lleno de de entre los pobres, de ningún modo nobles.
toda riqueza y Señor de todo259, perfectísimo Al preparar la mesa, a veces pone panes de
y cosas semejantes, me fijo en esta razón: que cebada, otras manda a los discípulos a com
en
él no sólo asumió la penuria de la pobreza, prarlos la plaza. Para donde reposar, lo
sino su oprobio. Nuestra pobreza, como es hace de heno. Lleva vestidos viles, con dife
voluntaria y elegida por amor de Dios, se tie rencia a muchos en aquel tiempo se cubre
no
ne
ni posesiones
por
se tiene
virtuosa
en ni
honor.
yriquezas,
lo es;Él,nocomo
sabiéndolo
causavivía
oprobio,
sin
todos,
casa
si- con manto; casa, en cambio, no tiene. Si es
preciso pasar de un lugar a otro, lo hace ca
minando, de modo que se fatiga. Sentándo
muchos le despreciaban, pues los pobres son se no necesita trono, asiento especial; sino en
pisoteados por todos. Si son sabios, no se les el suelo. Tan pobre era Cristo, él, tan digno
cree; si nobles, se ríen de ellos y los despre- como Señor y Rey de todas las cosas”.
cian: y es más, la sabiduría, la nobleza y toda Pongamos atención, avergoncémonos,
virtud según el juicio de los hombres parece pobres de nosotros, que no contentos con
apagada en ellos. Son rechazados casi por to- las cosas, despreciamos imitar al Señor. So
dos, hasta el punto que ni las amistades anti- bre todo en este tiempo malo, en que el que
guas, ni los lazos de la sangre, las más de las tiene pan, debe estar contento. Dice san Je
veces, les sirven, pues casi todos rechazan te- rónimo: “Junto a las miserias de este tiem
ner tales amigos o parientes. po, y junto a las espadas agitándose por to
Ya ves cómo no puedes equipararte a la das partes, bastante rico es el que no
pobreza del Señor, ni puedes imitarle en la necesita pan, bastante poderoso el que no se
bajeza de tan profunda humildad. Por eso ve obligado a servir”.

258 San Ignacio dice: “Siempre es mejor y más seguro, en lo que a


su persona y estado toca, cuanto más se
cercenare y disminuyere y cuanto más se acercare a nuestro sumo pontífice y dechado que es Cristo nuestro Se
ñor” (EE 344).
259 El P. Hans Kolvenbach, escribe: “Hoy como ayer, la identificación personal con Jesús, que es el cami
no… implica el amor a Cristo pobre. Somos portadores hoy de este don de Cristo, que sale al encuentro de la cul
tura, el lujo y la vida cómoda, un mundo que aplaude el prestigio, el poder y la autosuficiencia. Predicar en un
mundo así a Cristo pobre y humilde, con fidelidad y valor, conlleva humillaciones, persecuciones y hasta la muer
te. Lo hemos podido comprobar en el curso de estos últimos años”. (Acción, solidaridad…). Roma, 3/12/ 2004.
72. SANA AL HOMBRE DE LA MANO PARALIZADA 615

Oración

¡Señor Dios omnipotente, que pusiste a los pies del hombre cuanto se contiene bajo el
ámbito del cielo, para que solo el hombre te fuera sometido del todo!
Todo lo exterior lo creaste para el cuerpo del hombre, su cuerpo por el alma, el alma
por ti, para que se dé a ti solo y sólo te ame a ti. Das también su alimento a los animales y
a las aves del cielo y a los peces del mar.
Dame lo necesario de esta vida para mi salud y tu alabanza; que así, proveído por ti,
pueda mejor entregarme a ti. Dame también en toda escasez la paciencia, para que no de
caiga quebrado por la falta de ánimo. Amén.

72. SANA AL HOMBRE DE LA MANO PARALIZADA


Mateo 12,9-13; Marcos 3,1-6; 20-22; Lucas 6,6-11

1. Cristo enseña en las sinagogas inmensidad de su celo, pues todo esto lo ha


cía por la salvación de las almas, contra los
“Y sucedió que, en otro sábado, entró
que buscan vanagloria, ganancia temporal,
en la sinagoga y se puso a enseñar”. Lo ante
o cualquier otra cosa.
rior, según san Hilario, se hizo o se dijo en
el campo; después entró en la sinagoga. En
2. Cura al hombre de la mano paralizada
tró el sábado para enseñar, por la mayor
concurrencia del pueblo. “Y había un hombre en la sinagoga que
trabajo
tumbre;
bado
del
el
chos
Señor
Dice
pueblo
reveladores,
espiritual;
yla
enseña
san
ocuparse
ley
reunido
Beda:
los
en
sino
no
obligaba
la
en
“Los
sólo
por
ese
sinagoga
leer
sábados
para
la yamayor
día, oír
estar
insinuar
según
ylas
sobre
realiza
libres
multitud
escritu
laeltodo
cos-
he-
del
sá- tenía una mano paralizada; y le estaban es
piando, a ver si lo curaba en el descanso del
sábado, con intención de acusarlo. De modo
que le preguntaron: ¿Es lícito curar en sá
bado?” Si decía que no, le acusarían de fal
ta de piedad o poder; si decía que sí le acu
sarían de quebrantar el sábado. Dice san
ponen
ras. Lossus
queredes
tienen
donde
el arte
saben
de pescar o cazar Beda: “Como había excusado la no obser
más los que abundan vancia del descanso en sábado, que acusaron
enseñó
se reunían
en
peces
la todos
sinagoga
o las aves;
losyjudíos;
en
asíeleltemplo,
Señor
puessiempre
quiere
donde en los discípulos queriendo calumniarle a
él, le observaban para, si curaba en sábado,
acusarle de quebrantar el sábado; si no, de
al conocimiento
“que todos los hombres
de la verdad” (1 Tm
se salven y lleguen
2,4). crueldad o debilidad”. Como dice san Ber
nardo, los soportó como observadores en los
pusilánimes;
la
enseñaba
no mente:
temía
Mira tres
en
venir
aunque en contra
público,
la
cosas
verdad
donde
los Cristo:
fariseos
de
estaban,
la doctrina,
los
lalefirmeza
contra
herejes;
espiaban,
pues
los
de
la hechos, reprobadores en las palabras, bur
lándose de él en los tormentos.
Viendo el Señor sus pensamientos man
al
dó hombre enfermo levantarse y estar en
pie en medio, para que la acción reveladora
616 PRIMERA PARTE

fueraevidencia
más
repitiendo
más la
manifiesta
pregunta
la ceguedad
yque
se lede
denunciara
habían
ellos. Y,
hecho,
casi
con obra servil”, el pecado, porque “el que hace
el pecado es siervo del pecado”. En el des
canso eterno estaremos libres de los males,
con otras palabras les preguntó lo mismo. no de los bienes”.
de
Como
un animal
ellos callaron,
y resolvió
les la
propuso
cuestión
el ejemplo
primero Luego resolvió la cuestión con hechos,
sanando al hombre de la mano paralizada.
con
era
razón
hombre
un
sábado;
pozo
lícito
palabras,
eraluego
que
osanar
ésta:
foso
a un
mostrando
mucho
se
ahay
animal;
un
le saca
que
hombre
másyayudar
sipor
se
libera
unen
ha
laanimal
sábado.
de
razón
más
ensanar
día
aque
caeun
Laa
de Entonces le dijo: “Extiende la mano. La es
tiró, y su mano quedó restablecida”; con
completa salud. Dice el Crisóstomo: “Lo hi
zo, para manifestar el propósito de la ley,
que no entendían ellos: la salud. Si se ofen
de a Dios con la obra del sábado, no huye la
ble
hace
debe
un hombre,
y hacer
por
mejor,
cosas
por
sihecho
cae
latemporales,
salud
enfermo,
a imagen
de las
pues
mucho
de es más
almas.
Dios.
más
LosSino-
re
se enfermedad; la benevolencia de Dios no
puede seguir a la ofensa”. Sobre este manco,
según san Jerónimo, en el evangelio que
usan los nazarenos, hay una inscripción que
futa así con un ejemplo de la vida común. reza así: Era un albañil, que buscaba el ali
Dice el Crisóstomo: “¿Os es lícito salvar mento con las manos. Te ruego, Señor Jesu
una oveja en sábado y a mí no, salvar a un cristo, me devuelvas la salud, para no men
hombre? ¿Os es lícito a vosotros sacarlo con digar la comida con vergüenza.
las manos y a mi no curar con la palabra?
Mirad
mi manoquesobre
no preparo
él. Lo digo
medicina
de palabra
ni extiendo
y sana 3. Enseñaba y hacía milagros, en sábado
El Señor Jesucristo enseñaba y hacía mi
el enfermo; no voy contra le ley de vuestro lagros, sobre todo en los sábados; primero,
sábado, realizo la obra sin trabajo”. Pero los para mostrar que el sábado evangélico y es
avaros fariseos aman más la oveja que al piritual seguía mejor y con más fruto al sá
hombre prójimo; alaban ayudar en el caso bado antiguo; segundo, para que, reunién
de la oveja, y acusan hacer el bien de cari dose muchos en sábado, aprovechara a
al hombre.
resuelve
dad
por avaricia
la cuestión
a losDice
que preguntan.
propuesta,
san Jerónimo:
Si
y condena
en“Jesús
sába muchos y por los milagros le conocieran
muchos como Salvador del mundo; tercero,
para probar que era Señor de la ley y del sá
do os apresuráis a sacar a una oveja o cual bado; cuarto, para quitar el malentendido
quier animal que cae en el hoyo, mirando de los judíos sobre la observancia del sába
por vuestra avaricia, ¡cuánto más debo li do, obrando bien, probaba que no violaba el
brar a un hombre que es mejor que una
oveja!”. sábado; con esto, ante muchos, refutaba a
los entendidos en la ley.
que
violan
un Dice
ejemplo
acusan
el Rábano:
sábado
decompetente,
violarlo
en
“Resuelve
la acción
en la obra
mostrando
su
decuestión
codicia,
de caridad,
que
con
los Hay algunos actos buenos en general,
que sin embargo no tienen bondad en cuan
to a las costumbres, como hacer una casa, o
cosas semejantes; esas cosas no eran lícitas
en sábado
evitar el bien mal
interpretando la ley; dicen que hay que en sábado. Pero hay otras acciones buenas
lo queenhay
evitar es el mal. Pues: “Noy haréis él toda
que en cuanto a las costumbres, buenas según
su ser, como las obras de las virtudes; éstas
72. SANA AL HOMBRE DE LA MANO PARALIZADA 617

son lícitas en sábado, como la curación de la Moralmente el hombre que tenía la ma


mano paralizada; porque era una obra de no paralizada es el pecador. Algunos tienen
piedad, para manifestar la gloria de Dios, el corazón seco, sin sentimiento de afecto,
pues se hacía por un milagro, sobre la natu sin compasión; otros la lengua árida, sin
raleza. Tales cosas se pueden hacer en sába buen hablar, sin alabanza de Dios; otros la
do, no sólo lícita, sino laudablemente. mano seca, sin buenas acciones. Estas tres
formas se toman de un árbol seco; porque
4. Sentido místico del hombre curado está de verdad seco, cuando está sin jugo,
sin hojas, y sin fruto.
Místicamente, según san Beda y Rábano,
el hombre que tenía la mano paralizada indi Tienen el corazón seco, los avaros; la
ca a la humanidad como seca en el bien obrar, lengua, los maldicientes; la mano, los ava
por la mano extendida a la manzana prohibi ros. Éste por obediencia divina debe exten
da en el primer padre. Pero por misericordia der la mano al prójimo, dando con ampli
del Señor, por las manos inocentes de Cristo tud al necesitado; aquél debe hablar a Dios
extendidas en la cruz, le fue restablecida para con la lengua, por la devota oración; el otro
la salvación y los frutos de buenas obras. Y debe elevar al cielo el corazón por la santa
con razón la mano en la sinagoga está parali meditación; así sana el pecador. También,
zada, seca, porque donde hay mayor don de según san Teófilo tiene seca la mano dere
ciencia el trasgresor tiene mayor culpa y es cha el que no obra las cosas diestras; incapaz
más grave el peligro de un daño inexcusable. para lo bueno y poderoso para el mal. Si se
La mano paralizada, que iba a ser sana pone la mano en obras prohibidas, se queda
da, se le manda que la extienda; porque la seca en las buenas. Por la mano, órgano de
debilidad infructuosa del alma con nada órganos, se entiende la obra meritoria: es
mejor se cura que con la generosidad con mano árida, la que es inválida para esto; pe
los necesitados. Tenía seca la mano derecha, ro cuando se levanta a la palabra de Cristo,
porque era torpe en dar limosnas; la iz extiende la mano por una santa acción.
quierda sana, pues miraba a su cuidado. Pe Se puede designar también por el hom
ro, viniendo el Señor, se sana la derecha co bre de la mano paralizada al perezoso, ocio
mo izquierda; porque lo que antes reunía so, incapaz de obrar el bien; pero cuando a
con avidez, ahora lo distribuye con caridad. la palabra de Cristo está en medio, en la vir
Místicamente en este enfermo que tenía tud, su mano se cura y se ejercita en buenas
la mano árida enseñó cuatro cosas necesarias obras. De modo especial por este hombre se
para la penitencia: levantarse de la culpa señala al avaro cuya mano se halla impedida
por la penitencia; estar en gracia con perse para las obras de generosidad. Esta mano
verancia; estar en medio por la evidencia tiene cinco dedos: el deseo desordenado de
del buen ejemplo; que extienda la mano por tener, el trabajo de adquirir, la solicitud por
la buena acción. conservar, el deseo de multiplicar, la infide
Extiende, pues, la mano, primero a los lidad en distribuir. Para que éste sane, se le
pobres, dándoles amplia ayuda; luego a dice: extiende la mano; si por don de Dios
Dios, en ferviente oración; porque, según la extiende a las obras de bondad, sana.
san Gregorio, en vano extiende las manos Dice san Ambrosio: Has oído las pala
para rogar a Dios, el que no las extiende se bras del Señor: extiende la mano; ésta es
gún puede a los pobres. medicina común y general. Tú que piensas
618 PRIMERA PARTE

tener la mano sana, cuida no se contraiga vidos más por la envidia, siguieron obstina
por la avaricia y el sacrilegio; extiéndela con dos en él.
frecuencia. Extiende la mano al pobre que Dice el Crisóstomo: “Los fariseos recibie
te pide; extiéndela a ayudar al prójimo; a ron un consejo del enemigo para perderle.
llevar auxilio a la viuda; a sacar de la injuria Envidiando a Cristo, no querían que él hicie
al que ves injustamente bajo una calumnia. ra hechos reveladores, para que no adquiriera
Extiende la mano a Dios por tus pecados. gloria, ni reuniera discípulos. Cubrían la tor
Asi se extiende la mano, así es sanada”. peza de su envidia con la defensa del sábado,
Por tanto, avaro, que teniendo la mano que a primera vista pareciera que defendían
árida y contraída, no quieres dar sino reci la santidad del sábado, cuando en verdad ac
bir, no ser generoso, sino depredador, ex tuaba su envidia”. “Pero Jesús, al saberlo, se
tiende tus manos a dar a los indigentes, retiró de allí” (Mt 12,15). “Y con sus discí
porque en esto te provees a ti, y te harás un pulos se retiró hacia el mar” (Mc 3,7). Se re
tesoro en el cielo. Dice el Crisóstomo: “De tiró de allí por muchos motivos. Para evitar
mos limosna, demos ayuda, nunca despre les la ocasión de impiedad y guardarse él
ciemos a los hambrientos. Haciéndoles el para mayor utilidad de la Iglesia. Porque no
bien te haces el bien mucho más a ti mis había venido aún el tiempo de su Pasión,
mo; a ellos les entregas cosas presentes; pa prefijado por el Padre, ni se habían cumplido
ra ti te preparas la gloria futura”. La ayuda todavía las Escrituras de los profetas. Porque
al necesitado tiene la primacía entre todas no estaba presente el lugar, Jerusalén, fuera
las obras de misericordia; la limosna, que de la cual no había sitio para la Pasión. Para
tantas veces y con tanta atención nos incul dar ejemplo a los suyos de huir en la persecu
ca la divina Escritura. ción; que no se tomara como pecado su huí
da. En señal de humildad y paciencia, pues
5. Ceguera y maldad de los fariseos podía hundir en el abismo a sus adversarios
“Pero los fariseos, al salir, celebraron con la palabra, a una señal. Para mostrar un
consejo contra él, sobre cómo deshacerse de signo de verdadera humanidad, porque, aun
él” (Mt 12,14). Por ira irracional, cuando que él no temiera la muerte, sin embargo,
debían estar más agradecidos a Dios por su como hombre, huyó del plan de los malva
favor, salen de la sinagoga, de la presencia dos. También nos enseñó que nos apartemos
de Cristo, de la luz, y luego hacen consejo de quienes con buenas palabras vemos que
con los herodianos, serviles del rey secular siempre se hacen peores; porque los hombres
contra Jesús para perderlo; para ver, según obstinados en el mal apenas pueden ser con
san Ambrosio, cómo perder su vida, no có tenidos por la razón.
mo encontrarla. Al momento trataban de su Dice el Crisóstomo: “Sabiendo el Señor
muerte; por primera vez habla el evangelis su plan, no luchó más; explicada la razón, se
ta de que procuran la muerte de Jesús, para retiró, para no excitar más su locura, pues la
eso hacen el consejo. Gran ignorancia tratar maldad se puede aplacar con la razón. La ig
sobre la muerte de aquél, cuyos beneficios norancia se aplaca con la razón; la maldad se
necesitaban; no les movía la culpa de él, si excita más. Sabiendo que estaban prepara
no la envidia. Fue grande también su obsti dos para hacer el mal, se retiró, no como tí
nación, porque no salieron de su mal ni por mido que se sustrae, sino como perdonán
las palabras ni por los hechos de Cristo; mo dolos con piedad y para no irritarlos más. El
72. SANA AL HOMBRE DE LA MANO PARALIZADA 619

que
entiende
mala,
Diosestá
ya preparado
lo
quehaalguien
hecho;
para
está
sinhacer
pronto
embargo,
unamal,
una
el obra
ante
que que no lo dijeran a nadie, como cuando
abrió los ojos del ciego de nacimiento, y le
vantó al paralítico que llevaba echado trein
obra
ti
qué
plirla,
habría
semala
yparticipa
cumple
ledetiene
irrita,
perecer
sude
éxito
perdición
alsudarle
o pecado.
por
había
ti? En elde
ocasión
por
perecido,
¿Por
ti?”qué
que
cum-
¿por
una
sin ta y ocho años. Cuando cura a uno por su
mérito, le manda que no lo diga a nadie,
como al leproso. A éstos que había curado
les mandó que no le divulgaran a él; pues
no anda a caza de la estima de los hombres,
6. Manda a los que sana, que callen con los milagros, sino que desea la salvación
de los creyentes”.
“Pero le siguieronen muchos enfermos y
“Al queperder,
buscan los fariseos
la gente inculta
consejole sigue
unánime
con 7. El gentío escucha con fervor la palabra
los curó a todos” (Mt 12,15). Habían visto
do
al
ración.
reveladores,
vados
asíhombre
su
merecen
fe;
por
Los
quizá
curado;
su
doctos,
ser
lefama,
todos
persiguen;
curados.
élpues,
amándole,
fueron
les cura,
Dice
viendo
los
dignos
recompensan-
indoctos,
san
lelos
Remigio:
siguen.
dehechos
la lle-
cu-y “Y llegan a la casa, y vuelve de nuevo el
gentío” (Mc 3,20), para oír la palabra de
Dios. Atendían con tal fervor a la predica
ción, que sus discípulos no tenían tiempo
para comer; contra los que dejan la predica
ción por el cuidado y saciedad de la comida.
Dice san Beda: “¡Feliz ocupación del Salva
dor, dichosa multitud de gente reunida que
dilección
del
su deseo.
peligrounánime
Sidequieres
muerte,
y tú
consiguen
sigue
ser curado,
e imita
el efecto
librarte
a Jesús,
de tenía tanto afán de oír la palabra de Dios,
tanto cuidado de obtener la salvación, que
ni la hora de comer les quedaba libre al Autor
guen,éllosnosana”.
pues rechaza a nadie; a cuantos le si- de la salvación con los que estaban con él,
por el consuelo de darse en ayuda de la gen
Por los fariseos, que significa divididos, te! ¡Ojalá, Señor Jesús, también en estos
disensiones;
se entiende los
pordiscordantes,
los herodianos,que
gloriosos
provocan
en tiempos, concedas a tus fieles tanta gracia
que quite a tus doctores no sólo el apetito
cen
pieles,
consejo
se designan
contra Jesús,
los soberbios.
que Estos ha- de gustos carnales, sino hasta tomar el pan!
humildes
se retira de
con
y los
ellos,
los
que
favores
setienen
aleja;
decaridad.
ylahabita
favorece
salvación.
Por
con
a eso
los “Pero, cuando lo oyeron sus parientes,
fueron a apoderarse de él, pues decían: se ha
vuelto loco’ (Mc 3,21). Eran judíos, parien
tes suyos por parte de su madre, que al ver
“Y les prohibió que le descubrieran”; el fervor insólito, y oír la profundidad de la
que
tancia
de
ria.
ye
grande,
místicamente
los
Dice
le
anunciaran
oyentes,
de
dieran
no
san
gloriarse.
busquemos
Ambrosio:
a sino
conocer,
los
que,
No
lamilagros
apetencia
cuando
fuera
les
“Aquí
para
prohibió
la
declinar
hacemos
para
sealabanza”.
de
nosvanaglo-
utilidad
elinstru-
laSeñor
algo
jac- divina sabiduría, pensaban que se había en
furecido, perdido el sentido; y fueron a rete
nerlo, a atarle, para que no se dañara a sí, ni
a otro. Y sigue: “En verdad, como él dijo:
‘no hay profeta desprestigiado sino en su
patria y en su casa’ (Mt 13,57). Los de fue
ra deseaban acercarse a él y oírle, como al
por Dice
causaelde
Crisóstomo:
otros, por “Unos
eso noson
les curados
ordenó Autor de la vida y sabiduría de Dios: los
cercanos piensan que hay que atarle como a
620 PRIMERA PARTE

falto de juicio. Alegóricamente en el con los del bien. ¡Cuánto valdría no una medi
gregarse el gentío junto a él y ser desprecia da, sino una gota del vino, que produjera
do por los suyos se aprueba la salvación de tal locura! ¡Felices los que sufren tal locura;
creyentes de entre los gentiles y se nota la que de ellos se pueda decir aquello de la Sa
envidia de los judíos, su mala fe. De ellos biduría: “Nosotros, insensatos, pensábamos
dice Juan: ‘Vino a los suyos y los suyos no le que su vida era una locura, y su muerte sin
recibieron’”. Esto dice san Beda. honor, etc.!” (Sb 5,4). ¡Ojalá también yo,
Hoy también los mundanos tienen por pobre de mí, merezca ser uno de ellos, ser
locos a los que son fervientes en seguir a contado con ellos entre los hijos de Dios y
Cristo; y en cuanto pueden, tratan de alejar tener parte en la herencia entre los santos!

Oración

¡Señor Jesucristo! Te ruego por las entrañas de tu misericordia que a mí, manco, invá
lido para hacer buenas obras, te dignes sanarme y hacerme bueno, fuerte y apto para toda
obra buena.
Hazme estar en mitad de las virtudes, para que, por orden y obra tuya, extienda mis
manos a la justicia y santidad, no a la maldad; que, haciendo buenas obras, cumpla en to
do tu querer, y secándose el mal, me abstenga de toda ofensa tuya.
Dame, buen Jesús, que dejando las delicias y riquezas del mundo, me dedique a la pa
labra de Dios y a mi salvación y la de los otros. Amén.

73. EL ENDEMONIADO CIEGO Y MUDO


Mateo 12, 22-37; Marcos 3,20-30; Lucas 11,14-23;

1. Cura a un endemoniado ciego y mudo Dice san Agustín: “El que tiene un de
monio es un ciego y mudo, que no cree en
“Entonces le fue presentado un ende
Dios. El que no entiende ni confiesa la fe, o
moniado ciego y mudo”. Lo que calla Lu
cas, mudo, lo expresa Mateo. “Y lo curó, de no alaba a Dios, está sometido al enemigo”.
manera que el mudo hablaba y veía” (Mt Y el Crisóstomo: “Para que nadie piense que
12,22). Liberado del enemigo, se ilumina basta al hombre fiel conocer a Dios, sino que
su ceguera y se le restituye el habla. Dice es necesario confesarle, curó a un ciego y mu
san Jerónimo: “Tres signos reveladores se do; curó los ojos para conocer y la boca para
realizaron en aquel hombre: el ciego ve, el confesar a Dios. El que no conoce ni confiesa,
mudo habla, al poseído se le libera del ene aunque tenga los ojos de la mente curados,
migo. Se hizo materialmente; pero se cum está mudo todavía. El que viendo, no cum
ple cada día en la conversión de los fieles: ple los preceptos de Dios, y el que hablando
expulsado el enemigo, reciben primero la no dice alabanza y gracias a Dios, aunque ha
luz; luego las bocas que callaban se abren en bla y ve, ante Dios es mudo y ciego. No ve a
alabanzas de Dios”. Dios el que sabe que hay Dios; sino el que
73. EL ENDEMONIADO CIEGO Y MUDO 621

teme
mos yy no
amacumple
a Dios.loYque
el que
reza,
orahabla
o canta
consal-
el Dios concede cuatro dones espirituales. El
primero, expulsa de él al enemigo. El pe
cuerpo, pero en su ánimo calla”. cador lleva al enemigo a la casa de su al
ma; pero Cristo lo expulsa, para habitar
2. El que permanece en pecado en ella. La casa del alma tiene tres habita
Espiritualmente tiene demonio el que ciones con sol: una arriba, en el espíritu;
permanece en pecado. Mientras el pecado otra abajo, el cuerpo; una tercera en me
reina en un hombre, es poseído y esclaviza dio, el alma. Dios habita en la superior, el
do por el enemigo. Le atormenta un demo espíritu, cuando el espíritu se entrega a la
nio triple: la soberbia, en la mente; la codi contemplación; habita en la de en medio,
cia, en la carne; la codicia, en las cosas: el alma, cuando ésta atiende a la medita
“todo lo que hay en el mundo –la codicia de ción interna; habita en la inferior, el cuer
la carne, la codicia de los ojos y la ostenta po, cuando el cuerpo se ejercita en la mor
ción de la vida” (1 Jn 2,16). Este triple ene tificación.
migo
labra para
hacealabar
mudo.a Se
Dios
le da al hombre
y darle gracias,lapara
pa- El segundo don es que Dios abre la len
gua el pecador. Dios le dio la lengua al
bla
usurpa
gunda,
confesar
decirprimera
lalaverdad
los
quita
alabanza,
pecados
la yla
quita
edificar
avaricia,
que
y pedir alque
la essoberbia,
de
perdón;
prójimo,
Dios;
busca
que
el
lapara
ha-
se-
se hombre para tres cosas: para que alabe a
Dios, edifique al prójimo, se reprenda y
acuse en la confesión. Pero al pecador, como
no usa su lengua para esto, con razón se le
llama mudo. Cuando empieza a hacerlo, en
sí, no para
impureza,
doma el prójimo;
se traduce
sobre todo
silencio,
contra
la tercera,
o muda.
naturaleza.
la quitaSo-
la tonces habla, y emplea la lengua para los
oficios debidos.
El tercero es cuando Dios restituye la
pertenece
También
a suhace
salvación
ciego,nique
sigano
la luz
vea lo que luz al pecador. Es iluminado, cuando ve de
que di lante y detrás, a derecha e izquierda. Tiene
do
ce: ciego
que “Yo
camina
soy
y mudo,
la
enluz
la oscuridad.
del
si semundo”
presenta
Este
(Jnal
endemonia-
8,12),
Señorsino
y si ojos atrás, el que considera y piensa los pe
cados que hizo, cuántos, qué torpes, qué
graves, y tiene dolor. Tiene ojos ante sí el
se convierte, enseguida le curará Jesús y, que ve y piensa el juicio futuro de Dios, y
echado el enemigo, verá y hablará. Abunda la tiene temor; tiene ojos a la derecha el que
maldad del enemigo, pero sobreabunda la ve y piensa lo próspero del mundo, qué ca
bondad divina. En este endemoniado abundó duco y vil es, y no es atraído, sino que sale
la maldad
nía obseso,del
le hacía
enemigo,
ciegoporque
y mudo,
cuando
y, según
le te-
el fuera por amor. Tiene ojos a la izquierda, el
que ve lo adverso del mundo, qué breve y
Crisóstomo, también sordo; pero la miseri grave es todo, pero no le quebranta la im
cordia de Dios sobreabundó en él, porque paciencia.
echó al enemigo del poseído, le restituyó el El cuarto, cuando Dios devuelve el oído
habla, le restableció la luz y le abrió el oído. al pecador. El pecador es sordo, porque no
oye a Dios que le advierte, que le hace bien,
3. Bienesaldel hombre justificado al que
entender pecador así
Por este hombre justificado,
curado podemos que le inspira, que se comunica. Recibe el
sordo el oído, cuando en estas cosas oye a
Dios.
622 PRIMERA PARTE

4. La envidia: se sirve del enemigo gían a la estatua, recibían el perdón. Por eso
comenzaron a venerar la estatua; y por fin le
“Y todo aquel gentío quedó asombrado,
atribuyeron honores divinos, instigándoles
y decían: ¿No será éste el Hijo de David?” el enemigo; así empezaron las idolatrías.
Es como si dijeran: Sí, éste es el Cristo del
Los caldeos recibiendo la costumbre del si
linaje de David que nos fue prometido. Mo
mulacro, lo llamaron Beel, los palestinos
ralmente, se echa al enemigo, en la contri
Baal y los Moabitas Beelfegor, según las di
ción; habla el que antes era mudo, en la
versas lenguas. Pero los judíos, que daban
confesión; se admiran las turbas, en la satis
culto al Dios único, para irrisión de los gen
facción, cuando ven que actúan bien los que
tiles lo llamaban Belcebú, que significa rey
sólo hacían el mal. “Pero los fariseos, al oír
de las moscas, por la multitud de moscas
lo, dijeron: Ése expulsa los demonios sir
que había y volaban en su templo y la su
viéndose de Belcebú, jefe de los demonios”.
ciedad de sangre inmolada que ellas se
Llenos de envidia y maldad, al oír que con
guían. En este simulacro decían los judíos
fesaban que él era el Cristo por el hecho evi
que habitaba el demonio, porque en él tuvo
dente, le acusan de hacerlo en virtud de
su principio la idolatría, porque no había
Belcebú; ofendiendo así al Espíritu que
ídolo más eficaz o su culto era el más gene
obra expulsando demonios y restableciendo
ral entre los gentiles. Porque aunque cual
la salud. Como no podían negar el hecho,
quier nación tuviera otros dioses especiales,
calumniaban el modo; y se esforzaban en
todos veneraban a éste como dios universal.
infamarlo, diciendo que Cristo echaba los
Por el poder de este príncipe de los demo
demonios inferiores de los cuerpos de los
nios decían los fariseos que hacía el Señor
posesos por algún demonio superior a él.
los milagros.
Como dice el Crisóstomo: “La envidia
Dice san Remigio: “Belzebú es lo mis
no piensa qué dice, sino sólo decirlo. Así
mo que Beel, Baal y Beelfegor. Bel fue el pa
también hoy muchos, cuando no pueden re
dre de Nino rey de los asirios, se le llamó
prender directamente dichos o hechos de
Baal porque se le daba culto en lo alto; Beel
otros, se esfuerzan en infamar su intención
fegor, por el lugar, por el monte Fegai. Zebú
y el modo”. Dice san Beda: “Mientras las
fue siervo de Abimelec hijo de Gedeón, el
gentes en masa, que parecían menos erudi
que, matados los setenta hermanos, edificó
tas, admiraban los hechos del Señor, los fa
el templo de Baal, y le estableció sacerdote
riseos y escribas trabajaban en negarlos o
en él, para espantar las moscas que se reunían
pervertirlos con mala interpretación; como
allí por la mucha sangre de las víctimas; se
si no fueran obras de la divinidad, sino del
llama Zebú a la mosca; Belcebú por tanto
espíritu impuro”.
significa hombre de las moscas. De ahí que
por el rito tan puerco del culto se decía que
5. Origen de los ídolos sedeaco-
de
Nino
Nínive
muerte
losrey
asirios;
adedicó
Belo
fundador
los
su
una
padre,
malhechores
oestatua
mejor
que restaurador
después
había
quesido rey
de
su era el príncipe de los demonios. No encon
de los
Según
ídolos
el mismo
tuvieron
sansu
Beda,
origen
los nombres
de Belo. trando los fariseos nada más sórdido que
arrojar al Señor, decían que echaba los de
monios por el poder de Belcebú”. Lo hacían
por envidia; de ella dice el Crisóstomo: “Así
es la envidia, no hay maldad mayor. Como
el puerco se goza con la masa de agua, y los
73. EL ENDEMONIADO CIEGO Y MUDO 623

demonios con nuestra pérdida, así el envi expulso a los demonios en el dedo de Dios”
dioso se alegra con los males del prójimo; y (Lc 11,20); los milagros que hacía no se po
como los escarabajos se alimentan del estiér dían atribuir al espíritu maligno, sino al
col, así éste con las desgracias de otros”. Espíritu divino. Se compara el Espíritu
Santo al dedo, por tres motivos: primero,
6. Los demonios rigen los vicios como la mano y el brazo proceden de la sus
tancia de todo el cuerpo, y el dedo de la ma
Los demonios tienen sus oficios muy
no y el brazo, así el Hijo procede del Padre;
ordenados para el mal. Hay un demonio
y el Espíritu Santo, del Padre y del Hijo.
que preside la soberbia, es Lucifer; y tiene
Segundo, como en el dedo hay varias articu
muchos a sus órdenes, los soberbios. Así se
laciones, así son diversos los siete dones del
dice en Job: “Él es el rey sobre todos los hi Espíritu Santo. Tercero, por su actuación;
jos de la soberbia”. Éste se expulsa por la como la mano y el brazo actúan por medio
verdadera humildad del corazón. Hay otro de los dedos, así el Hijo por medio del Es
que preside la lujuria y se llama Asmodeo, píritu Santo; el Hijo se llama mano y brazo
del que se dice en Tobías que dio muerte a del Padre, porque éste todo lo obra por él.
los siete maridos sucesivos de Sara. Éste Cristo responde a los pensamientos de los
odia el legítimo matrimonio, y por eso fariseos: muestra su divinidad para impul
quería llevar a esta joven al vicio de la im sarlos a creer; veía sus corazones que sólo
pureza; tiene muchos servidores, a todos los Dios conoce. Según el Crisóstomo, como su
impuros. El tercero preside la avaricia y se sospecha era irracional, por miedo a la mul
llama Mammón; así se dice en Mateo: “No titud no se atrevían a expresarla.
podéis servir a Dios y a Mammón” (Mt
6,24). Tiene muchos servidores que le ayu 8. El demonio no obró el signo
dan, y muchos súbditos de su reinado, to
dos los avaros. Se le echa dejando las cosas Primero, porque, si echaba a otros por
temporales: totalmente, como hacen los un demonio, había división entre ellos y así
perfectos que lo dejan todo, o parcialmente, no podía durar el poder del enemigo; de
como hacen los que de su abundancia dan que se sigue la venida de Cristo, por quien
mucho a los pobres. El cuarto preside los se le quitaría su poder. Dijo, pues: “Todo
pensamientos impuros, los rencores, envi reino dividido contra sí mismo queda de
dias, malos afectos, y es el rey de las mos vastado, y toda ciudad o casa dividida con
tra sí misma no podrá mantenerse en pie”
cas, porque mete moscas, pensamientos
torpes, odios, malas voluntades, que vuelan (Mt 12,25). Según Salustio, las cosas pe
al alma, y la manchan. Este demonio tiene queñas crecen con la concordia, las grandes
se disuelven con la discordia. El Señor argu
muchos servidores a los que preside, todos
menta por tres cosas: un reino, una ciudad,
los impuros. Se le expulsa por la confesión
una casa, según la triple unidad en que vi
y absolución sacerdotal.
ven los hombres. Unos viven bajo una ley y
derecho, formando un reino: otros bajo una
7. Se llama dedo al Espíritu Santo
misma costumbre, formando una ciudad;
“Pero él, conociendo sus intenciones”, otros con una compañía y alimento, for
prueba con muchas razones que no echa los mando una casa. Toma ejemplo del reino, la
demonios en nombre de Belcebú, sino “yo ciudad, la casa, de lo grande, a lo medio y a
624 PRIMERA PARTE

lo menor, mostrando así su razón más fuer el otro; una congregación así se disipará; si
te. Dice el Crisóstomo: “No hay nada en la están divididos entre sí, no puede durar por
tierra más fuerte que un reino; pero con la la contrariedad de los afectos; su casa y con
alteración, perece. ¿Qué decir de la ciudad, gregación se cae. Pero, ay, apenas se encuen
y de la casa? Sea grande o pequeña, luchan tran hombres que tengan en casa tanta con
do contra sí misma, perece”. cordia en el bien, como los malos espíritus
“Y si el adversario expulsa al Adversa en el mal. Pues, siendo infinitos e innume
rio260, ya se dividió contra sí mismo, por rables, todos sin embargo están de acuerdo
tanto ¿cómo se mantendrá en pie su reino?” en esto, que no desean sino hacer el mal.
Si el reino del enemigo está dividido, lucha ¡Ojalá los hombres concordaran y se anima
entre sí, no puede permanecer su reino de ran mutuamente para hacer el bien!
poder y maldad; así será al fin del mundo, Luego lo prueba con otra razón. El mis
pues hasta el fin del mundo estará para ten mo poder es el mío y el de vuestros hijos al
tarnos. El reino del Adversario está en los expulsar enemigos; ellos, según vosotros,
hombres malvados a quienes tiene sujetos, no los echan por el poder del príncipe de los
y no cesará hasta el fin del mundo; por or demonios, luego tampoco yo. Dice pues:
denación de la justicia divina, para ejercita “Si yo echo lo demonios sirviéndome de
ción de los hombres; y para que acaben de Belcebú, vuestros hijos ¿gracias a quién los
cumplirse las Escrituras. echan?” Se refiere a los exorcistas, según san
Dice el Crisóstomo: “Es como si dijera: Beda y Rábano; según san Jerónimo y san
Un reino dividido entre sí con guerra civil, Agustín a los apóstoles, nacidos de entre
será una desolación; lo mismo sucede en la ellos. Como no podéis atribuir la expulsión
ciudad y la casa. Entonces, si el reino de Sa de demonios por vuestros hijos al demonio,
tanás está dividido entre sí, y Satanás recha tampoco la hecha por mí. “Por eso ellos se
za a Satanás de los hombres, se acerca la de rán vuestros jueces” (Mt 12,27); vuestros
solación de su reino; pues en esto está su exorcistas os condenarán por la mentira que
reino, en tener a los hombres como súbdi decís contra mí, porque si ellos echan a los
tos. Pero si son echados de los hombres, su demonios por el poder de Dios, cuánto más
reino se disuelve. Pero si aún tienen poder yo, aunque digáis lo contrario mintiendo.
sobre los hombres, el reino del maligno si Y los apóstoles, nacidos de su linaje, bien
gue aún y no se ha dividido contra sí”. conscientes de que no han aprendido nin
Moralmente reino dividido es el alma guna mala arte, serán sus jueces en el futu
del hombre, cuya sensualidad se rebela con ro, en el juicio y sentencia final, se sentarán
tra la razón; y este reino se deshace. Cristo, en doce sedes, para juzgar a las doce tribus
la verdad, se retira; el enemigo entra. El rei de Israel”. (Mt 19,28).
no dividido indica también toda congrega Destruida la falsedad de los fariseos, le
ción donde falta la concordia y la paz, don vanta la verdad. Si no los expulsa por el po
de hay dos satanás, y cada uno se esfuerza der del enemigo, lo hace por el poder de
por ampliar su parte, para prevalecer contra Dios; nada intermedio puede darse. Así di

260 “Lo que empezó siendo nombre de oficio o cualidad (lit.: el satanás =el enemigo), pasó a ser nombre per

sonal. El griego del NT no sigue normas fijas en el uso del artículo con nombres propios; la traducción intenta
distinguir ciertos nombres personales sin artículo (Cristo, César, Satanás) de los mismos con artículo (el Mesías,
el Emperador, el Adversario)” (NT.MI, 96).
73. EL ENDEMONIADO CIEGO Y MUDO 625

ce: “Pero, si yo expulso los demonios gra- sus tentaciones, sufriendo la Pasión; enton
cias al Espíritu santo de Dios, quiere decir ces, el enemigo quedó relegado al infierno,
que ya llegó a vosotros el reino de Dios”, bajo el poder del Señor. Y todas sus armas,
Cristo, que como Dios debo reinar en vo- astucias de maldad espiritual, se las quitó,
sotros; ¿por qué blasfemáis de mí? El reino le arrebató su ajuar, los hombres poseídos
de Dios es también el reino de la gracia, por él, distribuyó sus despojos, dándolos a
que se ofrece a vosotros, predicada por pala- los oficios en la Iglesia, porque “él concedió
bras de verdad y hechos reveladores. Llegó a unos ser apóstoles; a otros, profetas; a
el reino de Dios, la entrada del reino de los otros, evangelistas; a otros, pastores y doc
cielos se ha abierto para vosotros, para todos tores” (Ef 4,11).
los creyentes. Según san Beda, distribuyó los despo
jos en el reino de la Iglesia militante y
9. Cristo no es servidor del enemigo triunfante en varias dignidades y premios.
Y pues Cristo lo hizo, se sigue que es más
A continuación prueba Cristo de mu poderoso que los enemigos; por tanto no
chas maneras que él no es servidor del ene es servidor suyo, ni necesita de su poder
migo. Primera razón: el servidor no es más para echar enemigos. De ahí se concluye
poderoso que el que le manda; Cristo es que él es en verdad el Cristo, porque en la
más poderoso que el enemigo, luego no es venida de Cristo el poder del enemigo de
en
su casa
servidor.
de unDice
valiente
así: para
“Nadie
robar
puede
su ajuar,
entrar
si bía disminuir y ser apartado. Por tanto, no
debemos estar seguros, porque nuestro ad
no ata primero al valiente. Entonces sí que versario es fuerte; pero no debemos deses
podrá desvalijar la casa”. El enemigo es perar, porque nuestro príncipe es más fuer
pues él se
fuertedecon la dice ende
fuerza los“No
Job: bienes
haynaturales;
potestad te que él.
Dice el Crisóstomo: “No debe temer a
que se le compare” (Jb 41,24). Sus armas un enemigo fuerte el que tiene un príncipe
son astucias y engaños de maldades espiri- más fuerte. Pero vigilemos y trabajemos;
tuales y pecados; su casa y atrio, el mundo con la confianza en un príncipe más fuerte,
donde dominaba hasta la llegada del Salva- no despreciemos a nuestro adversario. Por
dor; su ajuar, los hombres dominados y en que si luchamos contra él, somos más fuer
gañados por el enemigo. tes que él; si lo descuidamos, se hace más
Guardando él su atrio, donde habitaba fuerte. Al enemigo le hace fuerte nuestra
como en su casa, lo tenía todo en paz, por- negligencia, no su poder”. San Gregorio di
que nadie se le resistía, y aún tiene en paz lo ce: “El enemigo, cuando se le resiste, es dé
que posee, los pecadores que le obedecen y bil como una hormiga; pero cuando se reci
le siguen; porque, según san Gregorio, de- be su sugestión, es fuerte como un león”261.
ja de tentar a los que siente poseer en dere Y san Jerónimo: “Las tentaciones, si miras a
cho. Pero uno más fuerte, Cristo, vino del ti, son grandes; si miras a Dios luchador
cielo, le venció resistiendo varonilmente a fortísimo, son juego y sombra”.

261 “El enemigo se hace como muger en ser flaco por fuerza y fuerte de grado… es propio del enemigo enfla

quecerse y perder ánimo,… quando la persona… pone mucho rostro, haciendo el oppósito per diámetrum; y por
el contrario, si la persona comienza a tener temor y perder ánimo,… no hay bestia tan fiera sobre la haz de la tie
rra como el enemigo de natura humana, en prosecución de su dañada intención con tan crecida malicia” (EE 325).
626 PRIMERA PARTE

Pone el Señor una segunda razón. El mia que cometían al decir que la obra del
acorde

servidor
son
del
contra
tad;contra
enemigo:
contrarias,
lasmí”
con
voluntades
y ella
(Mt
Cristo
señor
“El
voluntad
luego
12,30).
que
concuerdan
quiere
deno
Cristo
Cristo
del
El
está
enemigo
salvar
Señor,
no
conmigo,
yen
el
eslas
luego
la
enemigo
servidor
no
volun-
almas,
está
es- Espíritu Santo era obra de Belcebú, no ten
drá perdón ni en este mundo ni en el futu
ro; entiende, con todo, si no se convierten.
Dice el Crisóstomo: “Como el Señor había
respondido a los fariseos dando explicacio
nes, ahora les amenaza con terror; no es pe
él. queña corrección no responder sólo expli
bres
enemigo
él perderlas,
del traerlos
pecado,
Cristo
alllamarlos
quiere
pecadoquitar
yalos
la vicios.
avirtud;
los hom-
Di
el cando, sino amenazando”.
Viene a decir: como no queréis ateneros
el Jerónimo:
cautivas
ce san
con Señor,
a las almas,
está“El
contra
aenemigo,
las que
él; Cristo
quiere
que no
quiere
tener
está a razones ni obras, más aún, blasfemáis,
“por eso os digo: toda clase de pecados y
blasfemias se les podrá perdonar a los hom
bres; pero la blasfemia contra el Espíritu no
liberar.” se le podrá perdonar”. Todo pecado o blasfe
Se añade la tercera razón. Las acciones del mia, que proceda de la debilidad o ignoran
no
Señor
recoge
recoge
yconmigo
servidor
conmigo,
para
sondesparrama”.
la
lasunidad
mismas:de “Y
El
la fe
que
elen
que
no
el cia humana, se perdonará por el arrepenti
miento, es pecado remisible por sí, porque
no se opone directamente al principio por
seno de la Iglesia para el redil eterno, despa el que se hace la redención de los pecados.
rrama y dispersa, como el lobo; éste es el ene En cambio, eso es obvio en la blasfemia
migo que, en cuanto puede, mete herejías, contra el Espíritu Santo, que tiene seis cla
sectas y cismas. Son pues diversas las obras ses: desesperación, presunción, obstinación,
de Cristo y del enemigo. Cristo recoge lo impenitencia final, envidia de la gracia fra
disperso, el enemigo dispersa lo reunido; el terna, impugnación de la verdad.
enemigo predica los ídolos, Cristo la noticia “La blasfemia contra el Espíritu Santo
del único Dios; el enemigo atrae al mal, no se perdonará”, apenas y difícilmente se
Cristo al bien. De estos y otros modos el ene perdonará, pues apenas o nunca se arrepien
migo es contrario a Cristo, y no está con él ten; y este pecado no tiene excusa. Hay di
por concordia de voluntad ni en hechos; no ferencia entre el pecado, la blasfemia y el
está con él, ni colabora echando enemigos. espíritu de blasfemia; los dos primeros se
Dice el Crisóstomo: “Por tanto, el que no es pueden perdonar, el tercero, no. El pecado
tá ni recoge conmigo, no será cooperador contra sí o contra otro; la blasfemia contra
mío, para echar enemigos; sino que desea Dios, que, si es por ignorancia o debilidad,
más dispersar mis cosas”.
se llama simplemente blasfemia; y espíritu
de blasfemia, si es con otra maldad. Blasfe
10. Pecado, blasfemia, espíritu de blas
mia había en las turbas. Espíritu de blasfe
femia
endurecidos
añade
lesque
lo persuadiera
ladeben
amenaza
a temer.
sus
la palabras
de
verdad,
Afirma
la condena.
les
y negados
que
amenaza
la
Alblasfe-
verlos
a que
con mia había en los fariseos, que sabiendo las
Después de la instrucción de la verdad, Escrituras, por envidia, impugnaban las
obras de Cristo, y con otra maldad blasfe
maban de Dios, atribuyendo al enemigo los
milagros hechos con poder divino; esto era
luchar contra la verdad conocida y, por tan
73. EL ENDEMONIADO CIEGO Y MUDO 627

to, cierta clase de pecado contra el Espíritu los que pecan por maldad, su delito no tie
Santo. ne excusa; y por eso su castigo no puede te
ner remisión. Si se arrepienten en este mun
11. Sobre el pecado no redimible do, hay que ponerles plena satisfacción;
pero si no se arrepienten, tendrán plena
Hay una blasfemia por la que se dicen
condena en el mundo futuro; no porque se
de Dios cosas falsas. Según san Agustín, ya
niegue el perdón a los penitentes, sino por
es raro hallar quienes blasfemen con la len
que a un pecado pleno se debe una paga
gua, pero muchos con la vida. Unos blasfe
plena”.
man por coacción, y pecan contra el Padre
El espíritu de blasfemia no se perdonará
por debilidad, contraria al poder del Padre.
al hombre, no porque se le niegue la reden
Otros por decepción, y pecan contra el Hijo
ción, si se arrepiente; sino porque este blas
por ignorancia, contraria a la sabiduría del
femo, por sus malos méritos, como nunca
Hijo. Otros por mal afán, y pecan contra el
va a arrepentirse, tampoco llegará al per
Espíritu Santo por maldad, contraria a la
dón. Por eso dice Juan: “Hay un pecado pa
bondad del Espíritu Santo. El primero y el
ra muerte262, por ése no digo que ruegue”
segundo se perdonarán a los penitentes,
(1 Jn 5,16). Según san Gregorio, el pecado
porque por alguna circunstancia, debilidad
para muerte es un pecado hasta la muerte;
o ignorancia, merecen redención; pero el
porque de un pecado que no se enmienda y
tercero no se perdonará, porque no tiene
corrige, no se logra su perdón.
circunstancia que lo excuse. Sin excusa me
rece el castigo; si hubiera querido, lo habría
12. Pecado por obstinación o presunción
evitado.
Dice san Bernardo: “La potencia perte- El pecado contra el Espíritu Santo es la
nece al Padre, la sabiduría al Hijo, la cari- obstinación, la pertinacia de la mente endu
dad al Espíritu Santo. Por esto en sitios di- recida en la maldad que nace de la presun
versos se dice pecar contra el Padre, contra ción o la desesperación. El que presume de
el Hijo, contra el Espíritu Santo. Cuando la misericordia de Dios, prometiéndose la
pecamos por fragilidad, pecamos contra el impunidad, pensando que Dios dejará sin
Padre, contra su poder; cuando por igno- castigar los pecados, se obstina, se endurece
rancia, pecamos contra el Hijo, contra su en el pecado, añadiendo pecados a pecados;
sabiduría; cuando pecamos por maldad, pe- peca contra la justicia del Espíritu Santo,
camos contra el Espíritu Santo, contra la di- que es tan misericordioso en la justicia, co
lección. Por eso pecar contra el Padre o el mo justo en la misericordia; tiene aceite con
Hijo, se puede perdonar; quien peca por ig- vino y al revés.
norancia o debilidad, tiene como alguna ex- El que por la magnitud de su crimen
cusa en la culpa, y remisión en la pena. En desespera de la misericordia de Dios, como
este mundo si se arrepiente, para conseguir si la grandeza de su pecado fuera mayor que
mejor el perdón; o en el futuro, si sigue así, su misericordia, se obstina, añadiendo peca
que sienta un castigo más tolerable. Pero dos a pecados, con desenfrenada libertad,

262 “Sancionado con


la muerte”, lit.: a muerte, para muerte; que lleva a la muerte espiritual; o que merece la
muerte definitiva, la separación total de Dios; probablemente se trata del pecado de apostasía, o de la herejía de
los anticristos” (NT.MI, 848).
628 PRIMERA PARTE

toda
hasta
embargo
buye
el
ye
injusto
deja
perdona
Hijo,
que
injuria
Espíritu
ladesespera,
sin
la
redención
en
llegar
yaTrinidad
ycastigo.
la
especial
los
él,
lasin
Santo
redenciónal
benignidad
pues
apecados,
lapiedad;
ode suel
condenación.
aEl
es
presume,
perdona
los
Espíritu
que
benignidad
de
por
amor
pecados,
por
de
este
desespera
lalos
le
ambos.
la
del
justicia
pecado
Santo,
Pero,
hace
misericordia
pecados,
Padre
juzgándole
seoespecial
Pero
aunque
porque
atribu-
se
presu-
noyatri-
del
sin
los
el espíritu de blasfemia, que no se perdonará
ni en esta vida, ni en la futura. Porque dice
una palabra en exceso impía, con el pensa
miento o con la lengua, contra el Espíritu
Santo, en el que se bautizan, por el que se
perdonan los pecados, y que la Iglesia lo re
cibió para que, al que perdone los pecados,
se le perdonen; cuando la paciencia de Dios
le conduce a la penitencia, él por la dureza
de su corazón impenitente amontona para
sí la ira en el día de la revelación del justo
juicio de Dios, que “dará a cada uno según
sericordia
me, no siente
del Espíritu
bien de laSanto.
justicia o de la mi- sus obras” (Mt 16,27).
que podría quitarse y curarse, como Esta completa impenitencia no tiene re
rable,
por Desiuna
directamente
enfermedad quita
se dicelos es incu-
queremedios dención ni en esta vida ni en la otra; porque
la penitencia alcanza en esta vida la reden
los ción que vale para la futura. Pero esta impe
cuando
las fuerzas
quitanaturales.
la fuerza de
Dios,
la naturaleza
sin embargo,
o de nitencia, este corazón impenitente, mientras
vive en esta vida, de nadie se puede juzgar;
pecado
que estácontra
excluye las
sobre
cosas
eltodo,
Espíritu
por puede
Santo,
curarle.
desprecia
Así ely de nadie se puede desesperar, mientras la pa
ciencia de Dios le conduce al arrepentimien
del
comoperdón,
el temor de la las
y demás; asíque
por debía
justicia, curarse,
sula naturaleza
esperanza to; ni quita de esta vida al impío el que no
quiere la muerte del impío, sino que se con
vierta y viva. Todo pecado y blasfemia, en
go,
aselos
dice
por es irremisible.
penitentes.
que
su benignidad
Se dice
perdona
pues
Dios,todo
irremisible,
sin embar-
pecado una palabra, se les perdonará a los hombres;
porque donde no haya este pecado del cora
zón impenitente contra el Espíritu Santo, en
como
este
ysino
Dios,
dera
Santo, ydifícil
espíritu
arrepentirse.
entendiéramos
de
don
habla
que
un yelLa
terrible
impuro,
gratuito,
modo
congrega el
casi
corazón
sentencia.
misma
que
dividido
que
al
contra
quiso En
imperdonable.
pueblo,
produjo
del el
impenitencia
contra
que
que
estasebuscáramos
esta
se
gracia
expulsaes de
sí;Espíritu
niega
contra
verda-
al
ela el que se perdonan los pecados, todos los de
Sobre esta materia dice san Agustín: más se le perdonan. ¿Cómo se perdonará és
perdón
blasfeme
“Lo
irremisible,
las sagradas
yor ydigo
ninguna
jamás.
contra
a vuestra
si
Escrituras
blasfema
más
No
el Espíritu
caridad;
será
difícil
no
de
reo
hay
que
cualquier
Santo,
quizá
decuestión
ésta:
estenoEl
en modo,
delito
todas
tiene
ma-
que te, que hasta impide el perdón de los otros?
Se les perdonan todos, en aquellos en
quienes no esté el que no se perdonará; en
los que está, como éste nunca se perdona,
no se perdonan los demás; porque el perdón
de todos se impide con el vínculo de éste.
Por tanto, todo pecado y toda blasfemia se
perdonará a los hombres en esta congrega
ción, que en el Espíritu Santo, y no dividi
do contra sí, congrega Cristo. Pero no se
perdonará la blasfemia contra el Espíritu
Santo, del que se resiste con corazón duro a
tan gran don de Dios hasta el fin de la vida.
Hay un remedio, para que la blasfemia no
73. EL ENDEMONIADO CIEGO Y MUDO 629

sea irremisible; que se evite el corazón im Dice san Agustín: “Nos advierte el Se
penitente, y que no se crea que la peniten ñor que seamos árboles buenos para dar fru
cia aprovechará, si no se mantiene en la tos buenos. Cuando dice: ‘haced bueno el
Iglesia, donde se da la redención de los pe árbol y también
precepto saludable
haréis
quebuenos
se debe
los obedecer:
frutos’, es
cados, y se guarda la unidad del espíritu en
el vínculo de la paz”. Cuando dice: ‘haced malo el árbol y tam
bién haréis malos los frutos’, no es precepto
13. Semejanza del árbol y sus frutos para hacer sino advertencia para evitar”.
Después, desarrolla y aplica la semejan
Luego, para rechazar y corregir el error
za a los fariseos y muestra la raíz de su false
de los fariseos, el Señor expone la sentencia
dad. Porque su raíz era la envidia. Aunque
con la semejanza de un árbol; muestra que
los fariseos, escribas y conocedores de la ley
sus milagros no son por virtud diabólica, si
habían conocido primero a Cristo, como
no por poder divino. Dice: “Haced bueno el
empezó a reprender sus vicios, concibieron
árbol y también haréis bueno el fruto; o ha
odio y envidia contra él, y cegados cayeron
ced malo el árbol, y también haréis malo su
del conocimiento al error; estas cosas per
fruto” (Mt 12,33). Habla en lenguaje vul
vierten el juicio de la razón. Desde entonces
gar: haced, decid; como: éste hace bien, di
comenzaron a interpretar todos los hechos
ce bien. Por árbol se toma aquí el principio
de Cristo mal, para difamarlo.
de las buenas obras; por frutos, las obras.
Muestra, pues, que ellos son el árbol de
Entre el árbol y el fruto siempre hay seme
mala raíz, que da malos frutos; por la inten
janza; un árbol bueno produce frutos bue
ción de su corazón, abunda en la maldad y
nos, y un árbol malo frutos malos. Como
envidia. Dice así: “¡Engendros de víboras!”,
los signos reveladores que hacía Cristo, no
hijos envenenados de padres envenenados;
eran malos ni vanos, como por magia, sino
traéis el veneno de vuestros padres que persi
buenos y saludables, concluye que el princi
guieron a los profetas por envidia y por ella
pio por el que los obraba, era santo y bueno.
me perseguís a mi, padre Cristo y a la madre
Es como si dijera: considerad el fruto de
Iglesia. “¿Cómo podéis hablar cosas buenas,
un árbol bueno y el fruto de un árbol malo,
siendo malos?” No podéis decir de mí cosas
para que por el fruto conozcáis si el árbol es
buenas, porque os lo prohibe la envidia; co
bueno o malo: “pues por el fruto se conoce
mo sois árboles malos, no podéis dar fruto
el árbol”. Pues igual, mirad si la obra que
bueno; pueden hablar cosas útiles para otros,
hace uno es buena o mala, pues la obra bue
pero no buenas para sí. Dice el Crisóstomo:
na procede de un buen principio, la mala de
“No puede ser que se produzcan brotes di
uno malo; así por la bondad de las obras
versos, sino como sea la raíz en tierra. La vo
que hago, podéis apreciar que el poder, al
luntad de los hombres es la raíz; las palabras
hacerlas, no es malo sino bueno; las obras
y las obras, los frutos de la voluntad. Por eso,
de arte mágica, podéis pensar que, siendo
como es el corazón de cada uno, así son las
malas y vanas, se hacen por un poder malo;
palabras que dice y las obras que hace.”
como echar los demonios es obra buena, no
es por principio malo, el enemigo; sino por
14. De la abundancia del corazón...
uno bueno, el Espíritu Santo. Hacéis mal
diciendo que echo los demonios por Belce “Pues de la abundancia del corazón ha
bú príncipe de los demonios. bla la boca”; la palabra de fuera significa el
630 PRIMERA PARTE

conceptoestá
corazón
plenitud. interior.
Porlleno
la parte
de
Como
veneno,
entiende
si dijera:
y eructa
el todo,
“Vuestro
depor
esa cuencia las mayores, se hacen con menor ca
ridad, y al revés; si alguien da limosna con
más caridad que la del que dice misa, mere
el habla de la boca, el habla del corazón y de ce más por la limosna, que éste por la misa.
laspalabras
ocuanto
obras. del el en
se profiere
Porcorazón.
habla
hechos,
de lapensamientos
boca indica Así la pobre viuda que echó dos monedas
en el gazofilacio del templo, fue igualada al
rico Zaqueo, porque Dios no valora cuánto
A veces se pone la palabra por el hecho; sino de cuánto. De la semejanza del árbol y
lo
bra
na
así de
Isaías
que
decirse.
nodice
les de
Dice
mostrara”,
Ezequías:
el Crisóstomo:
ninguna
“No hubo
cosa
“Y pala-
mira
dig- lo demás, tienes más arriba al final del dis
curso del Señor en el monte; allí puedes ver
más sobre ello.
que dice para acusación de los malos y
dancia alabanza
mayor del corazón
de los
habla
buenos:
la boca’,
‘De la
es abun-
decir, 15. Razón de toda palabra ociosa
Advierte luego: no creamos que las ma
cuando uno ha hablado una palabra buena o las palabras no tienen importancia y no se
mala, no pienses que en su corazón tiene só castigarán. “Os digo que en el día del Juicio
lo tanto bien o mal como muestra en la pa los hombres darán razón de toda palabra
labra, sino mucho más. Porque de la abun ociosa que digan” (Mt 12,36). A la cuestión
dancia de bien o de mal en el corazón, habla de que, si palabra ociosa es la que está vacía
la boca. Lo que se dice fuera, es sobreabun de razón y no se puede dar razón de ella, se
dancia de dentro. Así los advirtió con fuer responde que aunque la palabra ociosa esté
za. Si lo que dijeron está tan mal, ¡qué ma vacía de razón, con todo la palabra debió te
la sería la raíz de sus palabras!” ner razón, por eso se exige razón de la falta
mucho
Segúnla mente
san Gregorio,
con todahemos
vigilancia,
de guardar
pues de razón. Mucho más se castigará la palabra
dañosa y criminal, que condenará a los
nuestros pensamientos no pasan de vuelo hombres en el juicio, como cuando calum
ante Dios y no hay momentos sin paga. Co niaban las obras del Espíritu Santo y blasfe
mo de la abundancia del corazón habla la maban diciendo: echa los demonios por
boca,
soro decontinúa:
bondad “El
sacahombre
cosas buenas,
buenoydeelsu
malo
te- obra de Belcebú.
Según san Jerónimo, el sentido es que,
de su
sas buenas,
tesoro por
de maldad
intención
saca malas”. Las co- si toda palabra ociosa es con peligro del que
como tesoro escondido en yel voluntad,
interior deson
la la dice, y en el día del juicio cada uno dará
razón de ella, ¿cuánto más tendréis que dar
mente; de ahí saca el hombre bueno cosas razón de vuestra calumnia? Tengan cuidado
buenas
el malo,de
malas;
pensamiento,
las causaspalabra
contrarias
y obra.
tienen
Y los maldicientes que critican las obras del
prójimo, diciendo que las hacen por hipo
efectos
soro
es
obras;
pensa
malas.
la
Sois
de contrarios.
mayor,
intención,
aSegún
malos,
veces
vuestro
yla
cosas
las
viene
glosa,
corazón,
por
mayores,
menores
a el
ella
decir,
tesoro
sólo
menor.
juzga
porsacáis
tienen
del
eso
Dios
Con
corazón
recom-
del
cosas
fre-
te-
las cresía, vanagloria, o cualquier otro mal fin,
y así por Belcebú príncipe de los demonios;
pues, si así juzga el Señor de toda palabra
ociosa, ¿cuánto más de la que causa daño?
Según el mismo san Jerónimo, “palabra
ociosa es la que se dice sin utilidad, del que
habla o del que oye; si dejando las serias,
73. EL ENDEMONIADO CIEGO Y MUDO 631

guas.
hablamos
El que
dereplica
cosas frívolas,
bufonadas,
o fábulas
estalla en
anti-
ri- voluntad de cada pecador por tres testimo
nios: pensamientos, palabras y obras”.
sotadas o dice alguna torpeza no será reo de
palabra
valor de ociosa,
las palabras
sino de
estápalabra
la prueba de En
mala. el
la vi 16. Tener cuidado con la lengua
Se nos ensaña que debemos guardar nues
da humana”. Y también: “Todo lo que no
tra boca, no decir palabras ociosas y vanas; co
edifica a los oyentes, se vuelve peligro para mo vasija que no se cubre pronto se ensucia,
ellos”. así pasa con el corazón cuya tapa es la boca, si
Dice Orígenes: “Es vana toda palabra en no se guarda cerrada con discreción. Como
que no hay intrínseco algo por Dios o por dice san Gregorio, caen del estado de rectitud
orden de Dios”. Y san Gregorio: “Es ociosa los que se deslizan por palabras nocivas. Por
toda palabra que carece de una razón de jus tanto, oremos con frecuencia diciendo: “Pon,
ta necesidad, o intención de utilidad. Si se Señor, un centinela, un vigía a la puerta de
ha de dar razón en el juicio el último día de mis labios” (Sal 141,3). Dice el Crisóstomo:
una palabra ociosa hasta muy pequeña, “Guarda la lengua más que a una virgen. La
cuántos pecados les seguirán a muchos. Dios lengua es un caballo real. Si le impones un
considera
ra sus pasos;
los caminos
en su juicio
de cada
no quedarán
uno y nume-
sin freno y le enseñas a caminar con compostura,
sobre él se sentará el rey. Pero si la dejas co
discernir hasta los menores pensamientos o rrer desenfrenada, se sientan en ella los demo
más leves palabras. Dice el Crisóstomo: “Se nios”. Y Orígenes: “Dios abre la boca de los
entiende por palabra ociosa, la no mala, pe que hablan las palabras de Dios; el enemigo
ro que no obra el bien, no edifica al que la abre la de los que dicen palabras ociosas”.
oye. Si de una palabra buena pero ociosa, he Gran peligro hablar de cosas mundanas y va
mos de dar cuenta, ¿qué diremos de la ma nas, habiendo muchas divinas y útiles de que
cuenta
la? Y si¿qué
de una
esperamos
palabrade
mala
unahemos
obra mala?”
de dar hablar.
Dice san Ambrosio: “No es peligro pe
malas.
do
do”inocente
Debemos
(Mt
“Pues
12,37).
y por
por
evitar
tus
Serán
tus las
palabras
palabra
buenas,
palabras
serás
serás
si ociosas
condena-
están
declara-
eny queño que, dejando tantas palabras y obras
de Dios, sólo hablemos de cosas del mundo;
sobre todo debemos guardarnos de palabras
de desprecio, de hablar mal de otros”. Dice
dicen
consonancia
en las con
debidas
la bondad
circunstancias;
de la mente
malas,
y se san Agustín: “Mira cómo te enojas con
otro, si habla mal de ti; enójate así contigo,
por
da están
lo contrario.
en poderEstá
de la
escrito:
lengua”“Muerte
(Pr 18,21).
y vi- cuando hablas mal de otro”. No sólo hemos
de evitar decir palabras detractoras, sino
Por
contrario.
decirlas
aceptable!
cosas
premio
tus
quepalabras
como
ootro
Es
no.
El lo
Juez
Dice
dice
amás
justo,
serás
tomará
de
justo,
el ti,
justificado,
Crisóstomo:
o sino
cuentas
te
pues
condenarás,
eresno
digno
señor
“¡Juicio
por las
de
al también de oírlas; si no hubiera oyente, no
habría detractor. Dice san Bernardo: “Ha
blar mal de otro y oír al que lo habla, no sa
bría decir fácilmente quién de los dos es
más culpable”. Y de nuevo: “Lengua de de
has
se
nuevo:
constituye
hablado;
“Cadatúpecador
hombre
eres señor
opor
justo.
de por
Se las que
sudecirlas”.
sola prueba tú
voluntad
Y de
la tractor y oído del que oye sobre los dos se
sienta el enemigo”.
Evitar también discusiones y riñas; por
que dan ocasión a muchos males. Dice el
632 PRIMERA PARTE

cho
amor
matas
Crisóstomo:
prolongado.
cer. Juzgas
tiempo,
de
conlalauna
victoria.
Nace
sino
espada
“Lagloria
disputa
quien
dealNadie
lapara
amigo
vanagloria,
desea
esti,
contiende
yun
vencer;
mucho
sualtercado
amistad;
que
pero
ven-
mu-
es de modo claro, estarás seguro ante aquel tri
bunal. Así el apóstol Pablo se hizo puro y
por esto dijo: ‘Si nos examináramos en juicio
a nosotros mismos, no seríamos castigados’”
(1 Co 11,31).

por eso Si
muerto. darás cuenta al
no mataste como
hombre
de un
conamigo
la es 18. Circunstancias en el hablar
Moralmente al hablar hay que atender a
pada, mataste al amigo con la palabra de
cinco circunstancias: qué, a quién, cuándo,
discusión”.
dónde y cómo se dice. Estos son los cinco
dedos en la mano de la lengua. El qué, lo fi
17. No se debe juzgar al prójimo
El
tusmismo
palabrasCrisóstomo
te condenarás”,
sobredice:
aquello:
“No “Por
oyes ja el Apóstol: “Vuestro hablar sea siempre
juzgar
Debemos
al prójimo
cuidar
de palabra
mucho,oademás,
pensamiento.
de no agradable, condimentado con sal” (Col 4,6);
grato, útil, no ocioso. Ocioso es todo lo que
es inútil, deshonesto, nocivo; inútil al que
que el fariseo dijera cosas verdaderas, sin habla y al que oye; deshonesto, lo que no
conviene a la dignidad del que habla o del
Unigénito;
embargo

los
cer
otros,
para
con
cesar
ciencia
en
cometido
vine
bió,
excusa,
que
desgárrala,
tiene
medio
pecados
daños,
esto
ganancia.

no
aél.
llévala
acúsala
acusarte
¿por
elPero,
mira
yJuez.
tiene
dio
entendimiento
esto?
todos
impureza.
ycomo
el
de
qué
dile:
alalo
asi
trono
No
nada,
Haz
esta
tu
por
ella:
última
Y,
quieres
tuyo,
tus
loa¿por
alma,
asumas
si
esclava
hiciste?
esto.
agonía.
que
del
delitos,
no
si
huye,
Entabla
no
qué
sentencia.
te
se
juicio
exige
se
juzgar,
Pues en
discerniendo

lo
juzgo
que
retrasa,
siente
te
aAcusa
Después,
investiga
de
la
averiguar
¿qué?
atreviste
este
con
está
ha
dignidad
tienes
otros.
por
escapado
El
adiligencia
juicio
reservado
flagélala,
la
Si
esto,
que
tusique
juicio
yY
él
todos
alo
con-
dice
pon
fal-
ha-
pa-
de-
del
sin
no
de
tey que oye; nocivo, lo que lleva al error o la
maldad.
El a quién, lo determina el Sabio: “Con
el necio no hables mucho” (Eco 22,14). El
que habla con otro considere si debe ha
blar por sí o por el otro: si por el otro, mi
re si necesita corrección, y recibirla. El
dónde: hay lugares donde no se debe ha
blar, en el santuario; otros en que poco, en
un convite; otros, donde con moderación,
en un locutorio. El cuándo, lo determina
el Eclesiastés: “Tiempo de hablar, tiempo
de callar” (Ecl 3,7). Hay que callar a veces:
por la debilidad de los oyentes, para evitar
la precipitación, en respeto a otra persona,
por la indignidad de los que oyen. El có
mo es la manera, el gesto, sonido, signifi
cado. Que el gesto sea sencillo y humilde;
ra
de cada
la conciencia
día; firmaque
un echa
río deveneno,
fuego, otros
el gusano
tor- el sonido suave y manso; el significado
verdadero y dulce. El compendio de todo
mentos;
go. Si se yduele
no laoyendo
permitas
esto,
estar
nocon
quites
el enemi-
la ma lo indicado parece ser que se hable tarde y
pocas veces.
acerque
no. Porque
que
grandes
la sacarás
ade
lascosas
no
grandes.
se
depequeñas,
morirá
la Si
muerte.
haces
si lapara
esto,
golpeas;
Exige
que
cada
daños
nosino
día,
se Dice Séneca: “La suma de sumas es: te
ordeno que seas tardo para hablar”. Y de
nuevo: “Cualquier cosa que vayas a decir
ante otros, dítelo a ti mismo. Es gran cosa
73. EL ENDEMONIADO CIEGO Y MUDO 633

moderar la voz y el silencio”. Y también: juicio de los hombres. Pero callar así no sir
“No digas a nadie que quieres estar callado, ve, si nos imponemos silencio para hacer con
porque
no te lono
daspodrás
a ti mismo”.
exigir a otro el silencio, si él lo que se haría a gritos; simulamos unos
gestos para que aquél al que debíamos curar
ble
sinomuestran
Algunos
religiosospor
airados
a veces
desgracia
aaun
otrossin
no
loscausa
sólo
ojosseglares
razona-
y torvo se enfurezca con más indignación. Este si
lencio será igual de dañoso; aumenta la tris
teza en el corazón de otro, pero tampoco
ces
el rostro;
furiosas:
rechinando
así sacanlos
fuera al enemigo
dientes emiten que
vo- permite que se extinga en el propio.
“Hay también algunos que, si están
los
rioso
posee
contra
dentro.
san Se
Vicente;
parecendea Daciano
él dice san
fu- tristes o enojados, se abstienen con pertina
cia de la comida. En lo que parecen incurrir
sas
Agustín en un sermón:
de Daciano, por los ojos
“Porfieros y el rostro
las voces furio de lleno en sacrilegio, porque los ayunos
que se han de ofrecer a solo Dios, por la hu
amenazador, por el movimiento de todo su millación del corazón y la purificación de
cuerpo,
tro, se dejaba
se mostraba
ver porelestos
que lesignos
habitaba
visibles,
den- los vicios, los sufren por orgullo diabólico.
Es como si ofrecieran al enemigo y no a
como por los resquicios del vaso crepitante Dios las oraciones y sacrificios; así merecen
que había llenado”. oír la increpación mosaica: “Inmolaron a los
demonios, no a Dios; a dioses que ignora
19. Mala señal, andar taciturno ban” (Dt 32,17). Esto es del abad José, don
de arriba.
Hay algunos que a veces guardan sus Así estos pobres que decimos, conten
lenguas agudas y escondiéndose insisten en diendo y callando maliciosamente, sirven a
estar taciturnos. El silencio que los buenos los demonios, que metiéndose en ambas co
por obediencia de la religión ofrecen a Dios sas los engañan; no incurrirían en sus ilu
en al enemigo
no sacrificio, ellos
porno
una
lo inmolan
maldad pervertida.
a Dios, si- siones; si tuvieran amor de caridad y humil
dad verdadera, no llegarían a tan gran
Por un
con
mos eso
amargo enhermanos
a los la colación
movimiento
callar; del abad
con elconmovidos
orostro
gesto José
callado
irrisorio, “De
por los
nuestrola
burla-
pro- impaciencia. Lo que es peor aún, a veces no
heridos,
veces
amistad”,
creemos
nosenos
dice:
que
dignamos
somos
“Pero quépacientes,
responder;
sucedeporque
que
pero,a temen acercarse al altar sin reconciliarse con
el hermano ofendido antes de caer el sol, y
acercándose así “come y bebe su propia con
dena” (1 Co 11,29). Más todavía, ciegos por
el enemigo, a veces excusándose dicen: no
ante
grandes
la
vocamos
boca
Dios,
gritos.
que
a porque
irapudieran
más
No no
pensamos
que
hemos
notar
pudieran
dicho
que
o condenar
somos
incitarlos
nada reos
con
el tenemos nada contra otro, sin entender que
según el evangelio, deben atender a si el
otro tiene algo contra ellos. Quita, Señor, el
oprobio de estos perversos en la religión de
tus siervos.
634 PRIMERA PARTE

Oración

¡Oh poder verdadero, echa de mí al demonio por la contrición! ¡Oh Palabra del Padre,
sana al mudo por la confesión! ¡Oh luz íntima, ilumina al ciego por la satisfacción!
Para que el fuerte armado no me domine, convierte a tu servicio todas sus armas, las
fuerzas interiores de mi alma, y los sentidos exteriores de mi cuerpo.
Deseo también, Dios altísimo, que cuantas veces el mal espíritu me traiga pensamien
tos de blasfemia, otras tantas, por la entrega de todos mis deseos, brote tu alabanza inefa
ble y la acción de gracias a ti, por eternidades perpetuas. Y la blasfemia, sea consigo para
su perdición. Amén.

74. PIDEN UN SIGNO DEL CIELO; ECHA UN ESPÍRITU IMPURO


Mateo 12,38-45

1. Los que piden una prueba del cielo Dice el Crisóstomo: “Habiendo visto
muchas, pedían una señal, como si no hu
Acabadas sus palabras sobre la blasfemia
bieran visto ninguna. En verdad, no vie
de los escribas y fariseos, algunos “le respon
ron ninguna; las vieron con la vista corpo
dieron: Maestro, queremos verte una prueba
ral, no con la espiritual”. Rechazaban las
extraordinaria” (Mt 12,38). Juzgaban peque
ños los milagros de Cristo, porque eran por obras reveladoras de Cristo, porque lo
lo común de cosas inferiores, la salud de los atribuían al poder del enemigo, capítulo
cuerpos y semejantes. Pedían que hiciera se anterior; o, pensando que eran pequeñas,
ñales sobre cuerpos celestes, quizá descender como aquí. Éstos, probándole, le piden
maná, como en tiempo de Moisés; truenos una señal extraordinaria del cielo, como si
como en tiempo de Samuel, señal grande en no hubieran visto signos, o fueran peque
Palestina por la estación, por falta de materia ños o nulos; no piden por devoción para
y por el poder del agente que consumía los creer, sino por curiosidad, para contrade
vapores del sol; que descendiera fuego de lo cirle más. Le llaman Maestro, adulándole,
para atraer con halagos al que blasfema
alto como en tiempo de Elías; que el sol se
parara como en tiempo de Josué; que volvie ban a gritos. Dice el mismo: “Éstos debían
ra atrás como en tiempo de Ezequías, o se admirar, llenos de estupor y creer; pero no
mejantes; como si eso no lo pudieran negar y desisten de su maldad. Sus palabras están
decir que había sido por causas ocultas. Los llenas de adulación y de ironía; pensaban
que rechazan lo que ven y tienen a la mano y atraérselo así. Gritan o adulan; le llaman
lo sienten de utilidad, ¿qué harían de eso, el enemigo, o Maestro; ambas cosas con
aunque viniera del cielo? Dirían que los ma mal fin, aunque sea contrario lo que di
gos hicieron más señales del cielo en Egipto; cen: por esto también Cristo les respondió
lo rechazarían de cualquier modo. con fuerza”.
74. PIDEN UN SIGNO DEL CIELO; ECHA UN ESPÍRITU IMPURO 635

2. Cristo los increpa y reprueba dena, si no se arrepentían. En esta señal,


hubo tres cosas: absorción, retención, ex
“Pero él, respondiendo, dijo: una genera
pulsión; la absorción fue señal de la muerte
ción mala y adúltera exige una prueba ex
eso les niega una señal; es una generación de Cristo, la retención, de la sepultura; la
traordinaria” (Mt 12,39). Pedían mal, por
expulsión, de la resurrección. Se les dará
una prueba significada por lo hecho en Jo
mala en las obras; adúltera en la fe, pues de
nás, para que se conviertan y se salven. No
jando al propio esposo, Dios, servían a los
lo dijo porque no se hicieran más signos an
ídolos, o al menos, se alejaban del esposo
tes de la muerte de Jesús; sino porque la
Cristo. Pedían una señal, como si no lo fue
muerte y Pasión de Cristo fue la prueba
ran las ya vistas. Cuando los judíos proferían
principal y última, el signo de lo signos,
insultos contra Cristo: echa los demonios sir
prueba de las pruebas, a la cual se reducen
viéndose del príncipe de los demonios, Cris
todas las demás. Así se les dará a los judíos:
to les respondía con bondad, desaprobando
si creen en ella, se salvarán, si no creen, se
con razones lo que dicen; pero ahora, cuando
condenarán; como Jonás fue prueba para los
le adulan con alabanzas, responde con aspe
habitantes de Nínive, para que si querían
reza, mostrándose, según el Crisóstomo, su
creer, se salvaran, y si no se confundieran.
perior a ambas pasiones: no se deja llevar por No les da una prueba del cielo, como
la ira, ni se ablanda con halagos; enseña a
pedían, porque eran indignos de verla por
abrazar los insultos y evitar las adulaciones.
su curiosidad y maldad; sino del abismo del
Según el mismo, se golpea al sabio en el ros
mar, del profundo abismo de la muerte, co
tro, al alabarle. Muchos no lo hacen así en mo Jonás devorado por el cetáceo, pero li
nuestro tiempo: hacen ver que desprecian los
brado de la muerte. Les dio la prueba de la
bienes, pero, si los insultan, se llenan de ira;
Encarnación, no de su divinidad; de la Pa
y, si los halagan, se ablandan. Ojalá oyeran el
sión, no de la glorificación. A sus discípu
consejo del Sabio: “Más vale oír reproche de
los, en cambio, les dio una obra reveladora,
sabio, que alabanza de necios” (Ecl 7,5).
del cielo, les mostró la gloria de la felicidad
eterna, transfigurado en figura en el Tabor,
3. Significado del signo de Jonás
gloria;
exiges una
peroprueba
sólo se del
te dará
cielo,
prueba
de poder
de laytie-
de luego elevado al cielo. Los judíos eran terre
cielo
nás
prueba
“Pero
fue
para
de
deno
calumniarle.
Jonás
humillación,
se les
el profeta”.
daráPero
contra
másPedían
la
prueba
su
señal
soberbia;
algo
que
de del
Jo-
la nos; debía darles una prueba terrena, de
aquí abajo; por eso les da la señal de su Pa
sión y sepultura: Como Jonás, el Hijo del
Hombre estará tres días y tres noches. Toma
como diciendo: tú, generación perversa, por sinécdoque la parte por el todo; por tres
días y tres noches se refiere a la parte del
rra, de la pasión y debilidad, significada por viernes, todo el sábado y la parte del do
mingo de Resurrección.
la
vientre
de Jonás.
del cetáceo
“Pues como
tres días
Jonás
y estuvo en el
tres noches, Los que exigían una prueba del cielo
son figura de los curiosos y soberbios, que
así
de la
estará
tierraeltres del Hombre en el corazón
Hijodías examinan lo celestial sobre sus fuerzas y es
pues de viva voz les ydio tres
a entender
noches”. su con- crutan con mala curiosidad lo divino; dis
Jonás fue signo de palabra y de obra, putan del cielo, de lo celestial y divino, pre
sumen de revelaciones y visiones, dejan el
636 PRIMERA PARTE

por
camino, los mandatos y consejos del Señor crucificado Cristo, se hicieron pueblo de
dos los que se va al cielo y así son abruma- Satanás”.
por la gloria; por esto a veces caen en
doctrinas
tuales o carnales.
erróneas,
Deotras
ellosen
se dice:
pecados
unaespiri-
gene 5. La reina del sur, judíos, cristianos
Sigue luego: “La reina del sur se levan
ración mala y adúltera, etc. Buscan saber lo
tará contra esta generación, para hacer que
que no se puede saber y no lo útil a la fe y
la condenen; porque vino de los confines de
las costumbres; no se les dará otra señal, si
la tierra para oír la sabiduría de Salomón”
no la de Jonás a quien tragó el cetáceo; así
(Mt 12,42). La reina del Sur, reina de Sabá,
los engañó y tragó el enemigo.
cuyo reino estaba al sur de Jerusalén, sin
duda distinguida, llamada por algunos Si
4. Los habitantes de Nínive se convierten
La
la
que,
buenosenyelmalos,
actuación
conversión de
juicio
de laen
los
losreina
judíos
habitantes
quedel
se
serán
alzarán
sur
decastigados
muestran
Nínive
todosy bila, se alzará en el juicio y mostrará que es
da de
El los
Señor,
judíos,
que la
previó
condena
la maldad
con ejemplos.
obstina- ta generación merece la condena, pues ella
vino de tierras lejanas a oír a Salomón, que
sólo era figura de Cristo. Se agrava la mal
dad de los judíos: una mujer, que viene de
lejos, con trabajo, alaba a un extraño; ellos,
hombres, le tienen presente, sin dificultad y
peor;elasí
“En juicio
aparecerá
los habitantes
justa su
decondenación.
Nínive se al- condenan al de su tierra; ella vino al que co
nocía por la fama, puro hombre; ellos des
rán”.
zaránser
narán
debe
pueblos:
Los
contra
a lalos
condenada.
asirios,
esta en
generación
de Nínive,
generación
laPrimero,
judía,
resurrección,
gentiles
mostrarán
y compara
lay condena-
bárbaros;
conde-
que
los preciaron al que probaba su palabra con mi
lagros, Dios y hombre; ella con regalos,
estos con injurias y golpes.
“Mirad, aquí hay algo más que Salo
món”; Cristo en presencia, que es Dios;
los judíos, fueron pueblo de Dios; segundo, aquél era sólo hombre; aquél tuvo ciencia de
sús
ro,
pintieron,
blasfemia.
el predicador:
muchos;
aquí
la
tres
predicación:
Cristo
años;
cuarto,
éstos
allí
Jonás
a no,
sus
los
elJonás
profeta
sino
conciudadanos;
ningún
efectos:
sólo
queJonás
signo,
ellos
tres seCristo
añadieron
extranje-
días,
terce-
arre-
Je-
la cosas de la tierra, éste de todas; aquél edificó
el templo perecedero, éste el indestructible.
Dice el Crisóstomo: “La reina del sur, mujer
pagana no se sintió impedida por el largo
viaje, ni por su condición más débil para ve
nir a Salomón; el deseo de la sabiduría daba
poder a su debilidad; estos, hombres y sacer
sús.
ñadosal
profetas,
ron
vertidos
Dios,Dice el
setantos
Aquellos
reconociendo
profeta,
conpor sudel
Crisóstomo:
apartaron
los
no
éstos
profetas
instruidos
preceptos en
rechazaron
pecado;
“Aquellos
se
Señor.
de
convirtieron
la
al
la
éstos
Aquellos,
ley
Señor
ley
recibie-
ni
ense-
y ad-
Je-
losa dotes que debían amar la sabiduría, puesta
ante sus ojos la despreciaron; ella corrió a un
hombre; éstos se apartaron de Dios; ella
ofreció muchos regalos para oírle, éstos no
creen, ni quieren recibir los premios del rei
no de los cielos”. Y de nuevo: “La reina del
sur vino de los confines de la tierra a oír a
siempre pueblo del enemigo, en tres días, Salomón y los cristianos no quieren venir de
pueblo
el pueblo
de Dios;
de Dios,
éstos,
enque
menos
siempre
de tres
parecían
días, las plazas a oír a Cristo; y muchos se salen de
la iglesia y dejan solo a Cristo”.
74. PIDEN UN SIGNO DEL CIELO; ECHA UN ESPÍRITU IMPURO 637

6. Figuras místicas de la Iglesia viene el calor, señal de la caridad. Esta reina


viene al verdadero Salomón, Jesucristo, por
Místicamente se expresa el misterio se
la devoción, trayéndole oro de sabiduría y
creto de la Iglesia, que, en los de Nínive y
piedras preciosas de virtudes, aromas de
en la reina del sur, se congrega de todos los
buena fama, empleándolo para el honor di
confines del orbe; en ellos se prefiere la fe
vino. Por los jóvenes, se condena a los an
de los gentiles a Israel. Hay dos partes en la
cianos obstinados, pues por el alma que se
Iglesia, o dos clases de hombres: uno que
porta bien en caridad, se condena al alma
pecó, pero desistió convirtiéndose, figurado
fría y negligente; a los ancianos los señala la
por los de Nínive, pues se habla de su peca
generación de los judíos.
do; el otro que no pecó, o no se habla de su
pecado, figurado por la reina del sur.
esta
ejemplo
reina
biduría
pecados
de los laesacción
generación;
del
gentiles,
lopasados
de
sur
futuro elegida;
en
no
por
y en
los
sin
lael
porque
deconversión
previene
poder,
juicio
Nínive
lacondenará
sino
Iglesia
por
borra
ycon
la
ensa-
los
es
el
laa 7. Parábola del espíritu impuro
Dice san Ambrosio: “La Iglesia reunida
Los judíos no quieren hacer como los de
Nínive, predicándoles él la conversión; ni
como la reina del sur, enseñando él; por eso
les propone un ejemplo para acusar su in
gratitud. Se parecen a un hombre domina
do por el enemigo, liberado después, y de
preferida
dos
pecar;
biduría
cosas:
lalos
conversión
aque
la
previene”.
sinagoga.
no conozcas
borra
Lalos
Iglesia
pecar
pecados,
oconsta
dejes
la sa-
de nuevo poseído del todo por descuido. El
enemigo, primero habitó en ellos, cuando
estaban en Egipto, viviendo al modo de los
egipcios; salió de ellos cuando, en figura de
que
de Nínive
En
se convierten
sentido
indican
tropológico
a también
la voz del
los
lospredicador;
habitantes
pecadores Cristo, mataron el cordero, con su sangre
untaron las jambas, y cuando recibieron la
ley que excluía el culto de demonios y lle
por
la
de
ro sabiduría
sentencia
presumen
aquellos
la reina que
de
del
del
deCristo,
sur
su
parecen
Salvador,
justicia
loscuya
sencillos
justos
se
ysalvación,
su
antepone
yciencia.
que
sabios,
buscan
según
ape-
la vaba al del único Dios verdadero. Echado
así, pasó a poseer más a los gentiles que vi
vían sin ley ni profetas, y los tenía sujetos
en la idolatría. Pero al venir la predicación
de Jesucristo y de los apóstoles, los judíos,
den
ferente
nan
la buena
Hijos
significar
a los
deintención.
vicios
de
la juventud
Nínive,
a ylosfácilmente
jóvenes
Por
brotes
que
esofácilmente
en
se
de
seañade
elbelleza,
convierten
estado
que
decli-
pue-
pre-a en su mayor parte, no creyeron; en cambio,
los gentiles recibieron con devoción la fe de
Cristo; y así el enemigo, echado de los gen
tiles, volvió a poseer al pueblo de los judíos,
nifica
cieron paloma,
sencillamente.
penitencia
y asignifica
la voz deelJonás,
que advierte
que sig-
hi- cegado en el error. De modo que la situa
ción final de aquel hombre se convirtió en
peor que la anterior y es peor su estado aho
racional;
por
reina;
dad,La
elsesi
dictamen
reina
llama
losi cumple
rige
del
reina
sur
de
bien
con
la
del el
puede
las
ley
sur,
fuerzas
natural,
fervor
indicar
porque
de
inferiores
seel
la
del
llama
alma
cari-
sur ra que en el principio.
Dice así: “Cuando el espíritu impuro
sale del hombre, anda por lugares áridos en
busca de reposo, pero no lo encuentra. En
tonces dice: volveré a mi casa, de donde sa
lí. Y, si al llegar la encuentra vacía, barrida
638 PRIMERA PARTE

siete
y adornada,
espíritus
entonces
peores marcha,
que él, yseentran
lleva otros
a ha También hoy debe temer la Iglesia que
el enemigo, echado de ella en otro tiempo,
hombre
sucede
bitar allí,
también
sedehace
modopeor
a esta
queque
generación
la situación
la anterior.
perversa”
deAsí
aquel
le la encuentre vacía sin cumplir los mandatos
de Dios; barrida en lo exterior, en aparien
cia; adornada por un culto exterior y las tra
(Mt
Andala12,
Espíritu
de los por43-45).
gracia
gentiles,
Santo,
lugares
y del
yque
les
áridos,
verdor
carecían
añade
alyritos
irabundancia
de
a los
la
dehumedad
corazones
idolatría
del diciones humanas. Pues hay muchos hoy
den
quiere
san
ro,
bién
dío
espíritu
aúnlaEl
Ambrosio,
hay
bajo
yespíritus
sordidez;
habitan
enemigo
decir,
una
impuro
la ley
comparación,
delimpuros,
lo
en
los
natural,
ama,
pueblo
alimpuro.
el
demonios
recibir
hombre
ocupa
judío;
había
pues
Salir
porque,
layse
ley
del
aman,
obra
porque,
salido
llaman
del
de
pueblo
lo
viviendo
hombre
Moisés.
persua-
de
impu-
según
tam-
élju-
el que atienden más al culto corporal de la
iglesia, que al espiritual: adornan paredes y
altares de la iglesia y cuidan poco el adorno
y limpieza de los ministros. Fue al contrario
en la iglesia primitiva; se hacía más fuerza
en el ornato espiritual e interior; por eso
ahora la Iglesia dista mucho, en este tiempo
malo, de su primer estado. Dice san Jeróni
mo: “La Iglesia de Cristo, nacida primero,
luego adulta, creció con persecuciones y fue
coronada con mártires; desde que llegó a los
príncipes cristianos, se ha hecho mayor en
potencia y riquezas, menor en virtudes”.
morada
ymi
fin
no
fue
losmanchas
lo
por
casa,
apóstoles,
echado
halla,
error,
permanente,
al de
pueblo
porque
infidelidad
crímenes.
allí.
los gentiles
judío,
Entonces
al venir
quiere
Busca
ydedominación.
recibieron
Cristo
donde
sehabitar
descanso,
dice:ysalí.
predicar
vuelvo
allí
laPero
fe
una
enya Para poseer con más firmeza a los judíos,
el enemigo va y se lleva consigo siete espíri
tus que significan todos los demonios y vi
cios, el siete designa universalidad, con los
cuales tienta; son también los siete pueblos
de gentiles que luchaban contra Israel. Este
siete se expulsa con los siete dones del Espí
Perodel
bitada al cumplimiento
venir, encuentradeque estápor
la ley desha
ne- ritu Santo. Añade el Señor: peores que él,
por el número, por el intento o el efecto que
gligencia,
apariencia;
lla
que
cierta
quita
superficial,
de barrida
fuera,
nolo
limpieza
tiene
manchado
pero
de
superficialmente
así
porque
alaCristo
quedaba
ellos
fe,
exterior;
caridad
tenaz,
el
barrían
como
pueblo
dentro
como
ysino
huésped.
de
buenas
y limpiaban
los
lala
judío
laescoba
vicios,
sordidez.
suciedad
obras,
Latenía
ha-
no
en
lo
y traen; a los que vuelven, los hacen peores
que antes. Y entrando habitan allí, y así se
amontonan en ellos todos los vicios. Esta es
la intención del demonio, no pasar una ho
ra o tiempo, sino quedar hasta la muerte. La
situación final del hombre se hace peor que
la anterior: los judíos, antes de que se les
diera la ley, estaban presos por los pecados,
sía halla adornada al exterior por la hipocre-
La y dominados por los demonios; pero des
cia ydelalasimulación
ley y la observancia
del bien, por
de las
la aparien-
traicio pués de la venida de Jesucristo, obstinados
en el pecado, se han hecho peores. Porque
presunción
virtud.
nes de
que dan
loslugar
fariseos.
de santidad
al enemigo:
El Señor
y laindica
lasimulación
ociosidad,
tres cosas
de
la sus pecados se han como duplicado por la
ingratitud; los israelitas blasfemando en sus
reuniones de Cristo, son peores que en otro
tiempo en Egipto, antes de recibir la ley.
74. PIDEN UN SIGNO DEL CIELO; ECHA UN ESPÍRITU IMPURO 639

ne,
Mayor no creer en es
queinfidelidad el no
querecibir
va a venir.
al que vie- tan allí, en el alma vacía y torpe; porque el
hombre es poseído por tantos demonios, co
parábola:
lo,
generación,
sucederá
se
Luego
entienda
lo
aexpone
esta
dicho
de de
loseljudíos,
generación
aquí
todo
Señor
sobre
el pueblo
afue
malvada.
un
qué
hombre
mala
judío:
tiende
en
Esta
so-
así
la
el mo vicios le dominan. Su situación final se
hace peor que la anterior, por su ingratitud
a la gracia precedente; los pecados después
del bautismo o de la penitencia son más
graves. Es mejor, menos malo, “no conocer
tes
desierto,
contra
ro sedehizo
la
Dios,
venida
cuando
peor
difamó
ende
adoró
laCristo,
tierra
la tierra
al becerro,
de
cuando
prometida;
la promesa
murmuró
inmoló
an-
pe-a el camino de la verdad, que, después de co
nocido, volver atrás” (2 R 2,21), es más le
ve cometer algún pecado con ignorancia,
que sabiéndolo; aquélla tendrá castigo me
hijos e hijas a los demonios; se hizo pésima, nor, ésta por el desprecio de la gracia que
có al Hijo
después
tuvo, ató,deescupió,
dela Dios,
venidagolpeó
enviado
de Cristo,
y apor
él.cuando
fin crucifi-
de- echa de sí, merece penas mayores; herida
reiterada tarda más en sanar.
Dice el Crisóstomo: “Hay razón para
pensar que se dijo también para nosotros, si
8. Aplicación al reincidente iluminados e informados de los males ante
Moralmente este ejemplo se aplica al riores, somos poseídos de nuevo por la misma
que, después de la gracia bautismal, o la pe maldad. Será más difícil el castigo de los pe
nitencia, vuelve a caer en la culpa “como cados posteriores, pues Cristo dijo al paralíti
perro vuelto al vómito” (2 R 2,22). El ene co: “Mira, has sido curado, no peques más,
mo
migorenuncia
sale delahombre,
las pompas
cuando
y a los
enhalagos
el bautis-
de no sea que te suceda algo peor” (Jn 5,14). Y
de nuevo: “Cuando uno, liberado de sus ma
tiéndose,
pecados,
los pecados
píritu que
proponiendo
por
sale
precedentes,
lade
confesión
él anda
no ocometerlos.
se
cuando,
porlimpia
lugares
convir-
de
Elári
los
es- les, no se hace sobrio, sufrirá cosas más difíci
les que antes; el castigo de los pecados poste
riores será más difícil. Piensa no sólo el
castigo, sino también la infinita bondad de
dos, sin agua, porque los corazones de los Dios. Si el faraón hubiera aprendido en la
justos están inmunes al amor de la codicia primera plaga, no hubiera recibido por expe
puede
no lo halla,
carnal;dar algunos
anda pues están
pasosfirmes
buscando de su maldad;
por la
descanso, a gracia
pero
ver si riencia las posteriores; ni tampoco, con su
ejército, se hubiera sumergido; pero no hay
que pasar ese mar rojo, sino el mar y el fuego,
de Dios. Y,ycomo
samientos acciones,
se alimenta
ve cesarde
susmalos
intentos.
pen- un mar no como ése, sino mayor y más salva
je. Ruego que se arrepientan oyendo sermo
Entonces quiere volver a su casa ante nes sobre la condenación. Nada más amargo,
buenas
el
tes, el pecador
apariencia,
rior;
justo,
exteriores.
obras,
templo es
adornada
por
Entonces
denegligencia,
casa
Dios.
con
delLa
va
virtudes
enemigo,
halla
y toma
barrida,
vacía
aparen-
como
otros
de
en y nada más deleitable que esta disposición;
porque convierte nuestras almas, y eleva la
mente, expulsa la esclavitud de las codicias
desordenadas, y ésta se convierte en nuestra
medicina. Pensemos, pues, y pongamos el
cios,
siete pues
espíritus
los hábitos
peores que
viciosos
él, todos
inclinan al
los vi- principio, el ahora, la puerta de la conver
mal con cierta violencia; y entrando, habi- sión, pongamos el pie en la vía estrecha.
¿Hasta cuándo la impureza, el andar remi
640 PRIMERA PARTE

sos? ¿No nos hemos cansado de ser perezosos, cuál es el fin? Ceniza, y polvo, y sepulcros, y
neros,
de burlarnos
mismo las
el saciarse,
posesiones,
y retardarnos?
la sobreabundancia,
las construcciones.
No serálos
yadi-
¿Y
lo gusanos. Mostremos un camino nuevo, haga
mos la tierra y el cielo; asumamos del todo la
virtud, para gozar de los bienes futuros”.

Oración

¡Señor Jesucristo, Maestro bueno! Haz conmigo un signo de tu gracia para el bien, po
bre de mí, a quien absorbió aquel gran cetáceo y dragón en pecados espirituales y carnales,
tres días y noches, consentimiento, obra, y costumbre; líbrame por piedad de sus fauces.
Hazme llorar los pecados pasados, y evitar los futuros. Sécame la humedad de la codi
cia, que el enemigo no halle descanso en mí; límpiame con la escoba, la confesión, de las
basuras de los vicios; adórname con virtudes verdaderas, para que él no me halle vacío de
bienes y me haga pecar de nuevo. Amén.

75. UNA MUJER ALZA LA VOZ. SU MADRE Y SUS HERMANOS


Mateo 12,46-49; Lucas 11,27-28

1. Jesús
Una mujer, figura la Iglesia, alaba a al oído; no temió alzar la voz, encendida
por la suavidad de las palabras de Cristo.
Mientras los fariseos y escribas tentaban y
“Sucedió que cuando él decía esto, una
calumniaban al Señor, ella con gran con
mujer de entre el público, elevando la voz,
el seno fianza le confiesa Hijo de Dios, para con
que te¡Feliz
dijo: criaron!” (Lcque
11,27).
te llevó
Como
y losrespon
pechos fundir la calumnia de los judíos presentes, y
la mala fe de los herejes futuros; como en
diendo a las blasfemias de los judíos, una tonces los judíos blasfemando, diciendo que
mujer, no rica ni noble, sino pobre, del pue echaba los demonios por Belcebú, negaban
blo,
voz, pues suelenyser
de corazón másladevotos,
grita alabanzalevanta la
de Cris- que era Hijo de Dios, así más tarde algunos
herejes negarán que es verdadero hombre,
to, contra la ofensa de los judíos. diciendo que no tomó carne verdadera de la
miasSede
dice
losque fue santa
judíos contraMarcela,
Cristo, criada
y alzó de
la Virgen María, sino que había traído un
Marta, que no pudo soportar más las blasfe cuerpo etéreo.
Esta mujer refuta a ambos: confiesa que
yvoz contra
a su madre, en su concepción
los blasfemos, alabando y sua Cristo
parto es verdadero Hijo de Dios contra los blasfe
todo
yno
son
corporal.
devoción
albenditos
de
revés; en
él.LaHay
la llama
todos;
gracia
esta
gran
mujer.
bendita,No
ylaconfianza,
laalaba
gloriapor
pues
habla
vienen
audacia,
el por
Hijo,
bajo
sobre
ella
fey mos, pues llama bendita a la madre por el
Hijo, el principio, en razón de la divinidad;
atestigua que es verdadero no fantástico hi
jo consustancial a la madre, que fue llevado
en el vientre y criado al pecho. Espiritual
mente esta mujer es signo de la santa Igle
75. UNA MUJER ALZA LA VOZ. SU MADRE Y SUS HERMANOS 641

sia, que entre las masas de judíos, paganos y cho, cuantos oyen la palabra de Dios, cre
herejes, confiesa con voz creyente al Señor yendo en su corazón, y la cumplen con las
Jesucristo; por su voz predica bendito el obras. Dichosa también es mi Madre, que
vientre de María Virgen, que mereció llevar me llevó y me crió, porque oyó la palabra
al Redentor del mundo, como dice de sí: de Dios, oyendo creyó, creyendo la cum
“Desde ahora me llamarán bendita todas las plió; si no lo hubiera hecho, no hubiera po
generaciones” (Lc 1,48). dido ser ni dichosa, ni mi madre. Por eso
Dice san Beda: “Levantemos también Isabel le dice: “¡Feliz tú, que creíste que se
nosotros la voz con la Iglesia católica, a cumplirán las promesas que se te han hecho
quien figura esta mujer; levantemos tam de parte del Señor!” (Lc 1,45).
bién la mente en medio de la multitud, y Fue más feliz, porque concibió en su
digamos al Salvador: “¡Dichoso el vientre mente espiritualmente la Palabra, la recibió
que te llevó y los pechos que te criaron!” con el oído de la fe, y, recordándola, y ac
Madre bendita, la que, según dice uno: tuando con afán, la cumplió; así la concep
ción espiritual en que Cristo es concebido
... Al dar a luz abrió paso al Rey
en el corazón, es más feliz que la carnal. La
Que rige el cielo y la tierra, por los siglos, cuyo
fe, si obra por la caridad, merece la felicidad
Nombre desde siempre, abrazándolo todo en su giro,
eterna; en cambio, concebirle o llevarle sin
Sigue imperio sin fin; la cual, en su feliz vientre,
Teniendo gozos de madre, y honor de virginidad,
la fe, no; porque “sin la fe es imposible
Ni tuvo una semejante, ni tal la seguirá263. agradar a Dios” (Hb 11,6). Por eso, según
san Agustín, María fue más feliz profesando
2. ¡Felices los que oyen la palabra y la la fe de Cristo, que concibiendo la carne de
cumplen! Cristo; concibió más feliz en la mente a
“Pero él dijo: ¡Felices más bien, los que Dios por la fe, que en el cuerpo al asumir la
carne. De nada le hubiera servido a María la
escuchan la palabra de Dios y la cumplen!” cercanía maternal, si no le hubiera llevado
(Lc 11,28). Jesús confirma la voz de la mu más gozosa en el corazón que en la carne.
jer; aprueba la alabanza de María y la fe de Dice el Crisóstomo: “Ni concebir a
esta mujer y de los semejantes a ella. Al lla Cristo, ni llevar aquella admirable criatura
mar felices a los que oyen la palabra de Dios tiene utilidad alguna, si no existe virtud,
y la cumplen llama feliz a la Virgen que le porque no tiene utilidad si no hace todas las
concibió más felizmente por la fe y devo- cosas que se deben hacer. De nada le hubie
ción espiritual que con el cuerpo. Es como ra servido el parto, si no hubiera sido muy
si dijera: Según tu afirmación, es dichosa en buena y fiel. Si a María no le habría servido
especial aquella cuyo vientre me llevó; pero de nada que Cristo fuera engendrado en ella
no sólo ella es dichosa; son dichosos en es- sin virtud del alma, mucho menos nos ser
peranza, y en el futuro serán dichosos de he virá a nosotros, si estamos lejos de su vir

263
“ … Enixa puerpera Regem, / Qui coelum terramque regit per saecula, cujus / Nomen ab aeterno, com
plectens omnia gyro, / Imperium sine fine manet; quae ventre beato, / Gaudia matris habens, cum virginitatis
honore, / Nec primam similem visa est, nec habere sequentem”. Ludolfo quita el inicio: “Salve, sancta parens”
(Salve, madre santa). De Sedulio, siglo V, poeta cristiano de inspirados himnos y poemas sobre el Evangelio, es
autor del Carmen Paschale; invoca a María en II, 63-69. Del “A solis ortus cardine”, la liturgia latina toma: I, VI,
VIII, IX, XI, XIII.
642 PRIMERA PARTE

tud, aunque tengamos hijo o padre virtuoso ta de sangre que saliera de su sangre, lo re
y noble”. cibiría y guardaría con toda reverencia;
mando
mereció
bra
por
gesto
la fe,Dice
de
concebir
lalaDios,
que
Palabra
engendrar
bella
sanson
sino
espiritualmente,
Beda:
afirmación
de
dichosos
también
corporalmente
Dios,
“Aprobó
yde
no
cuantos
darla
con
la
sólo
por
mujer,
alaelaluz
seella,
voz
la
oído
afanan
yPala-
afir-
que
yali
de
el pues con mucha más fuerza se debe oír la
palabra del Señor, que no sólo sale de su bo
ca, sino de lo más íntimo de su corazón.
Hay que oírla con paciencia, no con te
dio, ni murmuración; con obediencia, para
cumplirla con las obras. Los malos deben
oír con buena voluntad, para que se corri
la
ymentarla
chosa,
súselPalabra
felicidad,
va
decontra
porque
loscon
demás.
hecha
esos
que
las
se buenas
hizo
carne.
sabios
no
La Madre
oían
servidora
La
obras
judíos,
ni
sentencia
deguardaban
entemporal
Dios
indignos
su corazón
fue
de Je-
di-
de
la jan; la palabra de Dios es medicina del alma
contra la enfermedad del pecado. Los bue
nos, en su estado, también deben oír con
gusto la palabra de Dios: les conviene a los
que comienzan para que se instruyan, para
ellos es leche; a los que aprovechan, para ser
Palabra de Dios, sino buscaban negarla y dirigidos en el progreso espiritual, y a los
blasfemarla”. perfectos, para ellos es su única comida. La
celestial
Segúnestá entoda
éste, que la
oigamos
perfección
la Palabra
de la vida
de palabra de Dios es el maná del cielo, y le sa
be a cada uno, según su querer.
Dios, y la cumplamos. El que se complace Dice Orígenes: “Démonos prisa en to
en la felicidad de la Madre, trate con gusto mar el maná del cielo, porque ese maná da a
de oír y guardar la Palabra de Dios, y será cada uno el sabor que desea. Tú, si recibes
de Dios,
feliz. concibe
Todo el queooye
guarda a Cristo;
con gusto y, si lo
la Palabra con toda fe y devoción la palabra de Dios
que se predica en la iglesia, la palabra se ha
cumple con las obras, da a luz a Cristo; al rá para ti cuanto deseas. Por ejemplo: si es
que María llevó corporalmente, él le lleva tás atribulado, te consuela: “Un corazón
se
espiritualmente.
llega de corazón
Dice
a la
sanjusticia,
Agustín:concibe
“El quea contrito y humillado, oh Dios, tú no lo des
precias” (Sal 51,19). Si te va bien y estás
Cristo; y el que le confiesa con la boca para alegre, te aumentará el gozo futuro: “¡Ale
la salvación, da a luz a Cristo. En otro sitio, graos en el Señor y exultad justos!” (Sal
dice el Señor: ‘El que haga la voluntad de 32,11). Si estás lleno de ira, te suaviza:
mi Padre, él es mi hermano y mi hermana y “Desiste de la cólera, deja el enojo” (Sal
mi madre’” (Mt 12,49; Mc 3,35). 36,8); si tienes dolores, te sana: “El Señor
San Roberto estaba construyendo un cura todas tus enfermedades” (Sal 103,3); si
monasterio premostratense, y una mujer le te consumes en la pobreza, te consuela: “El
alabó con esa alabanza de Cristo y de su ma Señor sostiene a los que van a caer, y a los
encorvados endereza” (Sal 145,14). Por tan
dre; él le dijo: Y maldita tú, y el que te su
to, el maná de la palabra de Dios en tu bo
girió las palabras del Señor, y quiere volver
ca tendrá todo sabor que desees”.
sobre mí, yo que solía estar preso aun de
una pequeña alabanza. La Palabra de Dios
viera
ñor, una
unalágrima
parte pequeña
salida dedelsusvestido
ojos, una
del go-
Se- 3. Hermanos del Señor: letra y sentido
no es para oírla por preciosa. Si alguien tu
“Estaba todavía él hablando a aquel gen
tío, cuando, mira, su madre y sus hermanos
75. UNA MUJER ALZA LA VOZ. SU MADRE Y SUS HERMANOS 643

estaban fuera, queriendo hablar con él”. (Mt Por eso viene uno, como abogado del diablo,
12,46). Aunque los fariseos estuvieran mez- a decir palabras diabólicas con boca humana:
clados con la multitud, él predicaba en pri- mira, tu madre y tus hermanos están fuera y
mer lugar para instruir a las gentes. Como quieren hablar contigo. Como si dijera: ¿de
sus hermanos no podían acercarse fácilmen- qué te glorías, Jesús, diciendo que has des
te por la turba, y también para no impedir cendido del cielo, tú que tienes las raíces en
el fruto divino, estaban fuera; y enviaron a la tierra? mira, tu madre y tus hermanos. No
que le llamaran. Hermanos se llaman aquí puedes ser Hijo de Dios, si te engendraron
los primos hermanos264 del Señor, según la hombres; no puedes esconder en ti al hijo
costumbre de los judíos y de la sagrada Es que muestra la naturaleza”.
critura, que suele llamar hermanos a los También hoy el enemigo procura a mu
consanguíneos. Como el Señor estaba ocupa- chos prelados multitud de parientes, para
do en predicar, uno tras otro le avisaron: oscurecer su dignidad y santidad por el
“mira, tu madre y tus hermanos están fuera, afecto carnal. Se dice bien que están fuera,
queriendo hablar contigo”. Se lo decían con para significar que los amigos carnales de
malicia, para explorarle y ver si interrumpía los clérigos deben estar bien lejos de ellos,
la predicación por el afecto de los parientes; en cuanto al afecto carnal; y, sin embargo,
para, si prefería el sentido de la carne y san en muchos vemos hoy lo contrario.
gre al espiritual, argüirle de puro hombre; y Místicamente según san Beda, se puede
para que el pueblo, viendo que tenía parien llamar madre y hermanos de Jesús a la sina
tes carnales, no creyera que era Hijo de goga y a los judíos, de quienes nació; están
Dios, pues Dios no es padre carnal. Por eso fuera, cuando predica Cristo, porque los
reúnen
moverlemuchas
a dejarlo:
circunstancias,
su madre, a que
quien
podían
debe gentiles creyeron, y la sinagoga con los ju
díos siguió en su mayor parte fuera de la fe.
honrar; sus hermanos a quienes manda amar
la naturaleza y la ley; están esperándote en el 4. No dejar lo divino por lo familiar
exterior, por no poder entrar, han venido só
lo por ti; debes con razón salir a ellos. La santa Virgen le buscaba de pequeño,
Dice el Crisóstomo: “Viendo el enemigo como piadosa madre, no soportaba su au
que Cristo persuadía al pueblo que era el Hi- sencia, cuando le perdió; le buscaba adulto,
jo de Dios, al decir “aquí hay algo más que porque no podía saciarse con su presencia,
Salomón”, temiendo que si era conocido co- como es claro aquí; le buscaba hecho Maes
mo Hijo de Dios, él sería abandonado por to- tro, ya crucificado, porque perdía su presen
dos; para vencer sus palabras, introdujo a sus cia, cuando “estaba junto a la cruz”. Le en
parientes carnales, para oscurecer su divini- contró primero entre los doctores, ahora
dad, por la contemplación de su humanidad. predicando en medio de las gentes, por úl

264 “No hijos de María, sino parientes próximos, como por ejemplo primos, que en hebreo y en arameo se

llamaban también ‘hermanos’, cf. Gn 13,8; 14,16; 29,15; Lv 10,4; 1Cro 23,22s. Ver también 13,55; Jn 7,3s;
Hch 1,14; 1 Co 9,5; Ga 1,19”. (BJ 1406). “Hermano en las lenguas bíblicas comprende desde el hermano de
sangre hasta el hermano de raza (connacional), designa lo mismo al pariente de cualquier grado, que al miem
bro de una comunidad (‘co-frade’). Ni en el NT ni en ninguna otra fuente de la tradición primitiva se habla de
otros hijos de María fuera de Jesús, ni se dice que estos cuyos nombres se citan sean ‘hijos de María’ (Mt 27,56)”.
(NT.MI 198).
644 PRIMERA PARTE

timo, padeciendo
mero, en el templo;
entre
segundo, en una casa;
dos ladrones; pri- les. Prefiero los prójimos espirituales a los
carnales, las obras más útiles a las menos;
do allaHijo;
trarle,
porque
tercero,
su
to
interrumpir
tremo;
taba
deseaba
amadre,
fuera
cruz
yporque
le
en
ser
por
busca
aunque
un
hasta
aquí
crucificada
esperando
eso
elpatíbulo.
oficio
son
trabajaba
su
deseaba
sulamadre,
más
fin.
amara
decon
ver
Pero
Allí
predicar
nobles
verle,
yno
yél,
sesu
deseaba
Jesús,
honrara
quiso
dolía
yylas
rostro;
estaba
porobras
llamado
buscan-
dejar
encon-
amor
eso
enjun-
allí
ex-
es-
de
nia dedicado a la obra espiritual, pospongo los
afectos carnales.
El Señor disimula conocer a su madre y
a los parientes cercanos y llama sus próji
mos a los unidos por el espíritu. Su ejemplo
mostró lo que enseñó: El que ama a su pa
dre o a su madre más que a mí, no es digno
de mí” (Mt 10,37), el que antepone los
afectos carnales a la obra espiritual. Por tan
to, el que al conferir los beneficios y digni
que
misericordia
preferir laespiritual
utilidad deque
la madre
corporal;
Iglesia
haya dades, tiene acepción de personas, prefiere
la carne al espíritu y la obra menos útil a la
la de la madre propia. más útil, deja la forma prescrita por el Se
Aparece aquí el fervor de Cristo en la ñor y ofende al Señor.
predicación. Respondió a los que le ponían Dice san Jerónimo: “No negó a la ma
asechanzas; como quien ve la intención dre, para que no se juzgara que había naci
palabras;
dentro, rechazó
mostrócon
querazones
la ocupación
sus perversas
espiri do de un fantasma; pero antepuso los após
toles al parentesco, para que prefiramos, en
tual se debe anteponer a los afectos de los amor, el espíritu a la carne”. Dice san Am
parientes, y la obra de Dios a negocios fa brosio: “No se rechaza con injuria los pa
miliares. “Él respondió así al que se lo dijo: rientes, sino que se enseña que los lazos de
¿Quién es mi madre y quiénes son mis her las mentes son más religiosos que los de los
manos?” (Mt 12,48). Como si dijera a su cuerpos; no piense nadie que cumplir el
madre y parientes: no os conozco en la obra mandato de la ley hace tropezar la piedad”.
espiritual; la predicación de mi Padre no se Y el Crisóstomo: “Sin despreciar la genera
ha de dejar, ni interrumpir por vosotros. ción carnal, ni avergonzarse de la concep
ción humana, dio esta respuesta; muestra
5. Preferir el amor espiritual al carnal que se debe anteponer el parentesco espiri
guando
mis
cípulos,
alrededor;
manos,
“Y,
hermanos”.
extendiendo
porque
ladijo:
verdad,
los Mirad,
llama:
me mimano
Extiende
aconciben
los
suéstos
discípulos
madre
la
sonen mi
mano,
hacia
su
y mis
sentados
madre
corazón,
sus
atesti-
her-
dis-y tual al carnal”.
Después, el Señor Jesús da como razón
de sus palabras: no sólo los discípulos en es
pecial, sino todos los fieles y justos son eter
namente mi madre y mis hermanos: “Pues
el que haga la voluntad de mi Padre que es
nes
y mededanlosa oyentes;
luz por elporque
anuncio hacen
en loslascorazo-
obras tá en los cielos, ése es mi hermano y mi her
de mi
que
cercano
ciones
en elestá
cielo.
interiores;
Padre
amás
mí,Es
intenso
ycomo
serán
como
está simás
está
en
coherederos
de
las
dijera:
atento
cercano
obrasuno
espiritua-
en
conmigo
alas el
esmítan
ac- mana y mi madre” (Mt 12,50). El que la
cumpla de palabra y de obra siguiendo los
preceptos, consejos y ejemplos, son herma
no y hermana, creyendo que es Hijo de
Dios, pues “les dio potestad de ser hijos de
Dios, a los que creen en su nombre” (Jn
76. INVECTIVAS CONTRA LOS ESCRIBAS Y FARISEOS 645

1,2); uniendo a los dos sexos en la fe. El que carne, sino porque hacían la voluntad de su
es hermano y hermana de Cristo por la fe, se Padre. Es más cercano a Cristo el que es me
hace madre suya predicando y engendrán- jor; como dice san Jerónimo: “No discierne
dole en los corazones de los prójimos con la sexos, sino hechos”. Como dice san Gregorio:
palabra y el ejemplo. “Ante el Señor no se tiene en cuenta el grado
Los hijos de Dios por la gracia son her- superior, sino la actuación de una vida me
manos y hermanas y madre de Cristo, Hijo jor”. El Señor dijo esto, según el Crisóstomo,
de Dios por naturaleza. De aquí que los lla- para que nadie sin virtud confíe en la noble
me hermanos y hermanas y madres, porque za del linaje, o progenie de santos, para que
los ama como a tales. Así muestra que el no descuidemos la virtud confiando en el pa
amor espiritual se debe preferir al carnal, y la rentesco. Si a María no la hubiera servido de
cercanía de la caridad a la de la sangre. Debe- nada ser madre sin virtud, ¿quién se salvará
mos amar a la madre y a los hermanos y a to- por el parentesco? No hay más que una no
dos nuestros cercanos con el amor con que bleza, hacer la voluntad de Dios que está en
Cristo amó a su madre y hermanos. Los ama- el cielo; este modo de nobleza es mejor que
ba, no porque le eran más cercanos según la el que proviene sólo de la generación carnal.

Oración

Señor Jesucristo, dame que oiga tu palabra creyendo con fe, y que la guarde cumplién
dola con obras.
Haz que por el oído sea potador de la palabra de Dios espiritualmente y la alimente,
guardándola.
Dame, Señor, Dios mío, que, rigiéndome tú, guiándome tú, anteponga siempre la ocu
pación espiritual a toda afección carnal, la obra de Dios a los negocios humanos, y en ge
neral las cosas más útiles a las menos.
Haz que cumpla tu voluntad de corazón, palabra y obras en preceptos, consejos y ejem
plos; que así me convierta en servidor grato a ti y merezca, por tu gracia, ser contado al fin
entre los hijos y herederos de Dios. Amén.

76. INVECTIVAS CONTRA LOS ESCRIBAS Y FARISEOS


Lucas 11,36-54

1. Entra en casa del fariseo, sin lavarse si no se lo rogaban; en cambio iba a comer
las manos con los publicanos aun sin rogarle. Es de
“Cuando estaba hablando, un fariseo le suponer que el Señor después de su predica
rogó que comiese en su casa” (Lc 11,36). ción, al salir de la casa donde enseñó, habló
Los fariseos invitaban al Señor no tanto por con su Madre mostrándole honor; después
darle de comer, como para retenerle, acusar- fue a casa del fariseo para alimentar más
le y perderle. Por eso no entraba en su casa, que para ser alimentado.
646 PRIMERA PARTE

maldad
Dice de
sanlos
Cirilo:
fariseos,
“Cristo,
condescendió
que conocía
para
la rales, fornicación, impureza, libertinaje, ra
piña y semejantes; y desprecian como leves
para
ves”.
dispuso
conmoverlos,
va loscorregir
“Yremedios
acuando
comer.
su
como
entró,
error;
deOmitió
un
su creían
se
buen
arte
sentó
lavarse
amédico
enfermos
a lalas
mesa”;
que
manos
gra-
lle-
se los pecados espirituales que no condena
menos el Apóstol, la amargura, la ira, in
dignación, enemistades, contiendas, blasfe
mias, soberbia y avaricia, ‘que es una idola
ciera
necesario
anos
mostrarles
nolamancha
limpieza
paraque
salvarse,
alinterior
“comer
hombre”
como
de
sin(Mt
los
lavarse
que
si15,20).
pecados;
con
lavarse
esto
las ma-
iba
hi-
era tría’ (Ga 5,20)”.
Cuestiona también a los que ponen su
empeño en lo pequeño y cuidan poco lo
grande. Como algunos religiosos que pon
deran más faltar al silencio o algo parecido,
culpa
comida,
fariseo
hombres
jetoEl
a las
que al
fariseo
acusa
según
tradiciones
noHijo
murmuró
se
de
lahubiera
de
tradición
no Dios
humanas.
guardar
consigo;
lavado
que
de no
losantes
preceptos
juzgó
estaba
judíos.
de
gran
su-
de
El
la que una carga injusta al prójimo, o incluso
una trasgresión de los preceptos de Dios.
Son semejantes a los fariseos los clérigos
que, bien rapada la cabeza y la tonsura, con
el alba blanca y las manos lavadas se acercan
al altar, llenos por dentro de avaricia e iniqui
2. La limpieza exterior de los fariseos dad, y de otras inmundicias; posponen la
ley de Dios, y guardan con cuidado en lo
exterior las tradiciones de los hombres.
El Señor respondió a su pensamiento,
mostrando ser Dios, que ve, desnudos y
asos
no
dad.
los
lo
yCuidaban
fariseos
cuerpos
interior,de
ylas
de
descuidaban
que
manchas
la limpiaban
limpieza
delaexterna
rapiña
lo yenmal-
limpieza
de fuerava-
in-y 3. Purificarse, ayudando a los demás
abiertos, los secretos de los corazones Acusó
Luego el Señor, buen maestro, enseña
cómo debemos limpiar el contacto de nues
tro cuerpo: “Dad como limosna lo que po
la exterior conveniente; no puede omitirse dáis y así todo será limpio para vosotros”
terior
contrario.
de la
La mente;
limpiezacuando es necesaria,
interiordebería ser lo (Lc 11,41). Os doy un consejo de salvación:
después de restituir lo debido, dad como li
sin pecado la interior, sí la exterior. Cristo mosna lo que tenéis; o, según san Beda, de
no se lavó las manos para tener ocasión de lo que sobra a lo necesario para vuestra co
mida y vestido; pues no se manda hacer li
mulaban
limpieza
el
seo,
denunciar
interior
limpia
exterior
por
estaba
a primero
los
fuera
fariseos
ylleno
justicia
descuidar
dentro
de el
poriniquidad.
ycuidar
santidad,
lacorazón
interior;
tanto
¡Fari-
pero
si-
la mosna y que te consumas tú de escasez; si
no que, atendido el cuidado de tu cuerpo,
sustentes al pobre en cuanto puedas. Todo
será limpio para vosotros, porque la limos
y el na, la ayuda a los demás tiene gran fuerza
dos
las
yhaga
alma
verdad
dos
naturalezas,
limpio
deestén
robos
mostrar
lo
limpias.
de
y cuerpo
malos
fuera,
santidad!
y,
deseos
y puedas
alma,
El que
para
desea
con
hizo
que
obras
que
las
se para el perdón de los pecados. Se dice en
Daniel: “Redime tus pecados con limosnas”
(Dn 4,24).
Os doy un consejo y remedio, que que
da después de los pecados: dad limosna, con
testan
Dice
como
san más
Beda:graves
“Estolos
contra
pecados
los que
corpo-
de- orden, comenzando por vosotros. Entiénda
se que el hombre se haga limosna a sí mis
76. INVECTIVAS CONTRA LOS ESCRIBAS Y FARISEOS 647

mo limpiándose por la fe y el bautismo y 4. Acusa a los fariseos: avaricia y falsedad


creyendo en Cristo; y, si después del bautis
Los fariseos por la hipocresía buscaban
mo, la inocencia se ha manchado, limpie la
no sólo la pureza exterior, sino una santidad
conciencia por la penitencia; porque el que
aparente y daban los décimos y hacían limos
quiere dar limosna, hacer misericordia, de
na. Por eso juzgaron que Cristo hablaba en
be dársela a sí mismo, empezando por sí.
vano, como si ellos no hicieran limosnas; y
Limosna es toda obra de misericordia. Se
en su corazón se reían de él. Ellos contaban
dice en el Eclesiástico: “Apiádate de tu al los diezmos no sólo del trigo, el vino, el acei
ma, agradando a Dios”265 (Eco 30,23). Nin te, sino también de cosas sin importancia,
guna obra puede agradar al hombre, si no se como el comino, la ruda, la menta y cosas se
agrada él a sí mismo. Leemos en el Génesis mejantes, cosa que no haría un cristiano hoy;
que Dios miró antes a Abel que a sus dones. para aparecer justos, como queriendo cum
El que quiere ayuda de su propia miseria plir el mandamiento de Dios sobre pagar
vaya también en ayuda de la ajena dando li diezmos, hasta lo mínimo; para que se creye
mosna
sión decon
sí yfedel
y laprójimo
caridad;todo
así por la compa
queda limpio ra que querían mucho cumplir los mandatos
divinos siendo trasgresores en lo mayor; que
para él, nada le mancha. Se promete miseri dijeran que daban diezmos de todo, pues no
cordia
que y purificación del pecado a todos los dejaban el diezmo de las verduras.
hacen misericordia. Lo que aquí se dice El Señor, que sabía su pensamiento,
dar limosna, vale para todo lo que se hace añadió: “¡Ay de vosotros, fariseos hipócri
por compasión útil. No sólo el que da ali tas, que pagáis el diezmo de la hierbabuena,
mento al hambriento, etc., sino también el la ruda y toda clase de hortalizas, y pasáis
que le da el perdón de los pecados y reza por por alto el juicio y el amor de Dios! Esto es
él; elDice
que san
le corrige,
Agustín:para quelimosna
“Dar se enmiende.
es ha- lo que había que hacer, sin omitir aquello”
(Lc 11,42). Cuidáis los diezmos de las cosas
cer misericordia. Si lo entiendes, empieza mínimas de vuestros frutos y despreciáis las
por ti. ¿Cómo serás misericordioso con el más graves de la ley, pervirtiendo la justi
otro, si eres cruel contigo? Oye la Escritura cia, dejando las obras de la caridad. Esto no
que dice: ‘Ten piedad de tu alma agradando es hacer misericordia, ni compartir. Lo pri
a Dios’. Vuelve a tu conciencia, tú que vives mero es el juicio y la caridad, que son del
mal, como un infiel y allí encontrarás a tu honor de Dios; sin omitir aquello, los diez
alma mendicante, necesitada, pobre, que- mos para la necesidad de los sacerdotes. Ha
jándose; quizá no la halles necesitada, sino ced esto, pero primero aquello. El juicio y
callada de indigencia. Cuando encuentres la caridad se unen muy bien; el juicio sin la
un alma así entra en tu corazón, hazle a ella caridad tiende a la crueldad, la caridad sin
primero la limosna. ¿Qué es juicio? De- el juicio a la relajación, la caridad con el
sagrádate a ti. ¿Qué es caridad? Ama a Dios, juicio a la equidad.
ama al prójimo. Si descuidas esta limosna, Los diezmos se puede entender de dos
por más que ames, no harás nada, si no lo modos: de sí mismos, pues, aunque los mi
haces primero contigo”. nistros del templo recibieran diezmos del

265 Vulg.: “Miserere animae tuae placens Deo”. Lo sigue el autor, y luego san Agustín. Las versiones actua
les son: “Sosiega tu espíritu, y consuela tu corazón” (BCB); “Engaña tu alma y consuela tu corazón” (BJ).
648 PRIMERA PARTE

pueblo, sin embargo de lo que recibían y deben llorar sus pecados, no temen aspirar
de lo que tenían por su trabajo daban diez- al priorato o luchar por él! No sólo querían
mos al sumo sacerdote; para simular santi- ser doctores y maestros en las sinagogas y
dad le daban diezmos de lo mínimo. Lo ha- que se les llamara Rabbi, Maestro; busca
cían también por codicia, para inducir así ban también los saludos en la plaza de los
al pueblo a darles a ellos diezmos de todo. negocios y causas judiciales; parece, pues,
O, respecto de otros, inducían con su doc que eran maestros en las sinagogas y aboga
trina a pagarles con rigor los diezmos. Y, dos en el foro. Pero no conviene que estén
omitir lo más grave de la ley también se metidos en procesos quienes se dedican al
puede entender de dos modos: uno, respec- culto divino: “nadie que milita para Dios se
to a sí mismos, porque esto que era muy implica en negocios seculares”267 (2 Tm
necesario; y respecto de otros porque des- 2,4). Dice Rábano: “No carecen de culpa si
cuidaban llevar a los otros a observar las se dedican a los procesos en el foro los que
cosas mayores. en la sinagoga, en la cátedra de Moisés, de
Hoy también los sacerdotes y prelados sean se les llame maestros”.
diezmos266
solícitos
de la Iglesia
deque
que
obran
selos
les
de
súbditos
deben
modoyparecido:
les
cuidan
paguen
poco
están
los
si Como los vicios ocultos serán más casti
gados cuanto los pecadores más quieran ser
preferidos en los honores, acusa la simula
no pueden responder en crímenes mayores. ción con la amenaza del ay de la condena
ción. “¡Ay de vosotros, porque sois como los
5. Los acusa de soberbia y ambición sepulcros que no se ven, y los hombres que
El honor es premio de la virtud. Del de caminan por encima no lo saben!” No saben
seo de una santidad aparente, nace un honor cómo son por dentro. Así los que, engaña
aparente. Por eso denuncia la ambición dos por palabras de fariseos hipócritas, los
arrogante de los fariseos, amenazándoles siguen, es como si anduvieran sin saberlo
con el ay de la condenación.”¡Ay de voso- sobre sepulcros. Los compara con los sepul
tros fariseos, que amáis los primeros pues- cros de los muertos porque el alma está
tos en las sinagogas y los saludos en las pla- muerta en el cuerpo del hipócrita y pecador.
zas!” (Lc 11,43). No dice los que tenéis, Se llama sepulcro, como si fuera semi pul
sino los que amáis los primeros puestos; de cro; así son los hipócritas, muy limpios por
searlos con codicia es ambición, recibirlos, fuera, fétidos por dentro. No son así los hi
si se ordenan, es caridad. Reprende el deseo jos de la Esposa, la Iglesia, que dice: “Negra
indebido de honor, y nos instruye que no soy, pero hermosa” (Ct 1,4); negra por fue
tengamos ambición, ni anhelemos primacía ra, hermosa por dentro; éstos están en dis
en la Iglesia. ¡Ay de los miserables a quie- posición contraria. Aquí se reprende cual
nes pasaron los vicios de los fariseos que por quier simulación de falsa santidad para que
el curso breve e incierto de la vida en que no la admitamos.

266 Ver la nota sobre el origen y duración de los diezmos, dentro de la Iglesia: 1ª, c. 51,1, al fin.
267 Vulg.: “Nemo miltans Deo implicat se negotiis saecularibus”. Las versiones hoy: “Nadie que se dedica
a la milicia se enreda en los negocios de la vida” (BJ); “Nadie que siente plaza en el ejército se enreda en los cui
dados de la vida”, y en nota: “El que se enrola en el ejército no puede ocuparse ya de ganar su sustento, sino de
combatir; ni tampoco puede dedicarse a otros trabajos, porque siempre está de servicio” (NT.MI, 838).
76. INVECTIVAS CONTRA LOS ESCRIBAS Y FARISEOS 649

de
prende,
ambición,
Dicenos
sanhace
Cirilo:
quemejores;
no“Por
vayamos
aquello
nos quiere
a que
cazalos
libres
dere-
la Por esta razón Anaxágoras compara las leyes
de los príncipes con las telas de araña que
cogen a los animales menores y dejan pasar a
cia;
sóstomo:
dignos
los
mos
apariencia
fariseos.
cosa
de de
repente
que
“No
ser
más
Pero side
hacían
templos
esque
sepulcros
de nosotros
admirar
loslade
fariseos”.
verdadera
Dios
que
que
nos
sólo
y fueran
juzgamos
nos
Yexisten-
contie
elhace-
Cri-
así los mayores”. Y el Crisóstomo: “Si fuera po
sible proceder a hacer justicia contra los ri
cos, verías que se llenaban con ellos todas las
cárceles; pero las riquezas tienen este mal
con todos los suyos, que sacan de los casti
gos a los que pecan con malignidad”.
nen hedor es una extrema miseria”. Valerio Máximo cuenta que Sócrates
viendo que uno era llevado a la horca, se
6. “Tomando
No es justalalapalabra
acepción
unode
depersonas
los maes echó a reír, y preguntado por qué se reía,
respondió: Veo a grandes ladrones llevando
tros de la ley, le dice: Maestro, al decir eso, a un pequeño ladrón a ser ahorcado. Se cas
también a nosotros nos ofendes”. Este ex tigan los pequeños sacrilegios, pero los
perto de la ley ignoraba la ley de la verdad, grandes se celebran con triunfos. Dice san
porque acusar
persona; el que lase avergüenza,
culpa no es deje
ofender
la culpa;
a la Agustín: “Si se quita la justicia, ¿qué son los
reinos, sino grandes latrocinios? y los latro
no le ofenda la caridad del que corrige, sino cinios ¿qué son, sino pequeños reinos?” Con
su maldad. la
conciencia Dice
que,sanoída
Beda:
la palabra
“¡Qué miserable
de Dios, elegancia y verdad, un pirata apresado por
Alejandro Magno, preguntado por éste:
piensa se le hace ofensa; y, recordado el cas ¿que te lleva a tener como enemigo el mar?
tigo de los malvados, entiende que se la Él a plena voz le respondió: ¿Y a ti a tener
condena siempre! Nos queda suplicar un fa hostil toda la tierra? Sólo que, como yo lo
vor alcaminos
mis Señor con
a cumplir
el profeta:
tus‘¡Ojalá
justificaciones;
se dirijan hago en barco pequeño, me llaman ladrón; a
ti, que lo haces con una armada, emperador.
entonces no seré confundido!’ (Sal 119,5), Así es hoy también; los menores y los
cuando me vuelva a todos tus mandatos”. pobres son castigados gravemente, y los po
Por lo común los escribas eran doctores derosos no sufren nada por cosas enormes.
en la ley que resolvían cuestiones de la ley; Pero no se gloríen de seguir intactos ahora,
los fariseos
demás parecían
eran sacerdotes
piadosos.quePero
separados
el Señor,
de porque en el futuro recibirán los castigos
dad
fiestos;
librede
porquecorrector
al
sus
losacusarlos
maestros
pecados
de vicios,
en
eran
depúblico
no
lapúblicos
temía
ley no
y la
los
les
yautori-
mani-
acusa
hacía debidos. Entonces para los poderosos que
juzgaban mal a los pobres no habrá ningún
consejo, ningún tribunal; sino que ante
ellos estarán en el juicio los que ellos juzga
ban aquí con juicio perverso y los condena
ofensa,
ley. Así como
lo hacen
le nuestros
atribuía mayores,
este perito
si al
deco-
la ban. ¡Cuántas injusticias hacen en una ciu
dad los que no sería extraño que deshicieran
rregir tienen acepción de personas. la ciudad misma y toda la patria!
Dice san Agustín: “Nuestros príncipes, De forma distinta juzgan al extranjero y
mientras acusan y confunden a los pobres al de casa, al cercano en la carne y al lejano,
delincuentes
menten cosas en
mayores
público,
no alesloshacen
ricosni
que
señal.
co- al rico y al pobre; lo cual es del todo contra
la ley de Dios. No miran a ninguna ley es
650 PRIMERA PARTE

crita, al juzgar; dan sentencias diversas, mi y no hacían las menores. Tenían dos clases
rando a los afectos que tienen con diversas de pesos: con uno pesaban los hechos pro
personas; y dicen: me parece a mí; o dicen, pios, con otro los ajenos.
está escrito en la ley. Dice san Teófilo: “Siempre que el que en
Los bienes de la justicia son los contra seña, hace lo que dice, aligera la carga, dán
rios. Dice san Cipriano: “La justicia del rey dose a sí mismo como ejemplo. Pero cuando
es paz de los pueblos, defensa de la patria, no hace lo que enseña, los fardos les parecen
unidad de la multitud, protección de la graves a los que reciben la doctrina”. Se seña
gente, cuidado de los enfermos, gozo de los la a los prelados que ponen a otros cosas pesa
hombres, calma del mar, serenidad del aire, das y hacen poco o nada. De ahí que diga san
fecundidad de la tierra, consuelo de los po Gregorio Niceno: “Así son ahora muchos:
bres, herencia de los hijos, y para él mismo jueces severos de los que pecan y débiles lu
esperanza de la felicidad futura”. chadores; no quieren acercarse ni palpar la
Lo opuesto se ha de temer de la injusti honestidad de la vida que exigen de modo
cia; porque en la ley antigua y en la ley irremediable a los súbditos”.
evangélica se lee que el pueblo es castigado
por los malos juicios. Y, ay, la injusticia y su 8. Interpretaciones falsas de la Escritura
costumbre, en muchos lugares, ha crecido
Después acusa a los maestros en la ley,
de tal modo que apenas puede ser extirpada.
condenándolos por su falsa religión. Para
Como la mala costumbre induce muchos
obtener el favor del vulgo, fingían tener ho
males, fue costumbre común entre los lon
rror y condenar los pecados y perfidia de sus
gobardos decir que es mejor poner fuego a
padres, edificando y adornando con hipocre
una ciudad, que meter una mala costumbre;
sía, no por piedad, magníficos monumentos
porque todos corren para apagar el fuego,
a los profetas que mataron sus padres. Lo ha
pero todos tienden a ampliar la mala cos
cían como doliéndose de la muerte de los
tumbre. Ojalá todos siguieran la doctrina y
profetas inocentes, y como diciendo que, si
consejo de Séneca: “Una costumbre buena
hubieran estado en los días de sus padres, no
debe sacudir lo que indujo una mala”.
los habrían acompañado en la sangre de los
profetas; para parecer más justos que sus pa
7. Los maestros en la ley, y las cargas
dres que los mataron. Pero con la obra ates
insoportables
tiguan cuánto consintieron en la maldad de
Si antes acusó el Señor a los fariseos, sus padres, pues persiguen a Cristo, Señor de
ahora acusa a los maestros en la ley. Prime los profetas, prometido y anunciado por
ro de dominación sin medida y de desorde ellos. Veían los defectos de los demás y no
naba severidad, amenazándolos con el ay de los suyos; según el Crisóstomo, uno entien
la condenación: imponían a los demás car de fácilmente la culpa de otro, no la suya.
gas insoportables y ellos no tocaban ni con Según el sentido literal, lo hacían para que
un dedo los fardos, no cumplían ni en lo pareciera que aborrecían la crueldad de sus
más mínimo lo que imponían a otros. Seve padres. Obran de modo parecido los que de
ros con los demás y complacientes consigo testan de palabra los vicios para parecer li
querían contra el derecho natural que se hi bres de ellos a los ignorantes.
ciera a los otros, lo que no querían para sí; Luego acusa el Señor a los maestros en la
decían y no hacían; enseñaban grandes cosas ley de exponer mal las Escrituras; se gloria
76. INVECTIVAS CONTRA LOS ESCRIBAS Y FARISEOS 651

ban de conocer la ley y los profetas; Cristo lo del domingo de Ramos, donde se ponen
llama clave de la ciencia; por él pudieron en muchas cosas semejantes, no las mismas,
trar en la fe y verdad de Cristo; pero ellos dichas en tiempos distintos.
ciegos de maldad quitaron esta clave trun
cando, entendiendo mal, exponiendo peor, 9. Obstinación de escribas y fariseos
calumniando verdades y obras de Cristo; no Por último, nota la obstinación de los
querían entrar ellos al conocimiento de la maestros en la ley, que no se enmendaron
verdad y la fe, ni permitían entrar a los que con las palabras de Cristo, sino empeoraron.
lo deseaban; se lo prohibían con su doctrina “Desde entonces, en cuanto salió, los escribas
perversa. y los fariseos empezaron a acusarlo implaca
La clave de la ciencia es la autoridad del blemente y a hacerle hablar sobre muchos
que enseña, por la que debe abrirse el en puntos, tendiéndole asechanzas para agarrar
tendimiento verdadero que está oculto en el se a algo que dijera” (Lc 11,53-54). Se sintie
interior; ellos en cambio lo cerraban inter ron ofendidos por la verdad, y comenzaron a
pretando mal y llevando a los otros al error, perseguir al doctor de ella, a resistirle y tra
como se ve en el ejemplo del honor a los pa mar asechanzas, a interrumpir sus palabras o
dres, que lo vaciaban por su doctrina, como calumniar la verdad, a aterrarle si podían,
también, según san Beda, en otros precep con preguntas y objeciones por si podían ca
tos diversos del Señor. lumniarle. Se hacían peores, pues, con la
Todo doctor que edifica a los que oyen doctrina de la verdad. Dice san Beda: “Qué
su palabra pero los escandaliza con el ejem verdaderas incriminaciones de su maldad y
plo ni entra él en el reino de Dios, ni les de fingimiento habían oído, ellos mismos lo
ja a los que podían entrar. Sobre estas acusa atestiguan, pues con tal tormenta no se mo
ciones a los maestros en la ley y fariseos vieron a arrepentirse, sino que tratan de ata
tienes abajo más extenso, martes después car con insidias al doctor de la verdad”.

Oración

Señor Jesucristo, antes de la comida espiritual, de recibir la santa Eucaristía, dame que
me bautice y me lave en espíritu por una confesión pura, de modo que me libre con tu pro
tección de las asechanzas y acusaciones de los enemigos.
Dame evitar toda hipocresía y simulación, toda arrogancia y ambición, para que no pe
que contra ti o contra mi prójimo por usurpación mendaz de perfección, por singularidad,
por temeridad del juicio, por maldad de mentira, de modo que no participe en la vanidad
con los fariseos, sino que guiándome tú, verdad, por ti camino, llegue piadosamente a ti,
vida. Amén.
652 PRIMERA PARTE

77. DIVIDIR LA HACIENDA. EL RICO Y SU GRANERO


Lucas 12,13-21

1. Cristo no se implica en pleitos con cosas menores al ánimo atento a las ma


yores. No sin razón se rechaza a este herma
“Uno del público le dijo: Maestro, di a
no, que trataba de ocupar con cosas corrup
mi hermano que reparta conmigo la heren
tibles al dispensador de las celestiales”.
cia”. (Lc 12,13). No era conveniente que lo
Cristo no quiso intervenir en la división
pidiera, por el tiempo y el lugar, y porque
de una herencia terrena, mostrando que los
Cristo no se dedicaba las cosas temporales,
predicadores del Evangelio, entregados a las
sino que enseñaba a despreciarlas; había
cosas espirituales, no deben meterse en ne
venido sólo a reunir no a dispersar. “Pero él
gocios seculares, por los que puedan estar
le dijo: Hombre, ¿quién me ha nombrado
menos solícitos en los espirituales. Los
juez o repartidor entre vosotros?” Un hom
apóstoles, para estar libres para la palabra
bre terreno, que sabe a tierra y anda como
de Dios, alejaron de sí el cuidado de lo tem
hombre ¿quiere que yo haga de repartidor
poral, diciendo: “No parece bien que no
entre ellos, hermanos, entre quienes debía
sotros sirvamos a la mesa, abandonando la
mediar no un juez sino el amor fraternal?
palabra de Dios” (Hch 6,2).
Es como si dijera: No he sido enviado para
Pero hoy personas eclesiásticas se ocu
juzgar de posesiones terrenas, sino de las
pan de causas y procesos de forma que sólo
del cielo. No soy Dios de la disensión, sino
parecen ocuparse de eso; invitados y arras
de la reunión, la paz, la unidad; he venido a
trados por la avaricia, posponen las cosas
pacificar a los hombres con Dios y los ánge
más útiles y la ley de Dios. La Iglesia flore
les; para que muchos tengan un solo cora
ció, primero, con la matanza de los márti
zón y una sola alma. No he venido para que
res; segundo, creció con la persecución de
se dividan por cosas diversas, sino para que
los herejes; ahora sin embargo no deja de
se reúnan y lo tengan todo en común; para
crecer en pleitos y cosas inútiles por la co
que no haya ningún indigente entre ellos,
rrupción de falsos hermanos. El Señor po
sino que se reparta a cada uno como necesi
día, pero no quería hacer la división. No
te. El que no recoge conmigo, divide la fra
quería, como hacen muchos, interrumpir
ternidad, promueve la disensión. Dice san
las cosas espirituales, parecer que favorecía
Beda: “El que quiere molestar con una divi
la codicia del que lo pedía. Éste lo pedía pa
sión terrena al Maestro que recomienda los
ra tender lazos a su hermano; no le arrastra
gozos de la paz del cielo, con razón es lla
ba tanto el derecho como la hacienda y el
mado hombre, según aquello: ‘Pues hay
deseo de tener; gustaba de lo terreno y no lo
contiendas y envidias entre vosotros, ¿no
del cielo, como los terrenos, entre los que
procedéis como hombres?” (1 Co 3,3).
suele darse esta clase de celo y lucha para
Dice san Ambrosio: “Con razón declina
repartir la herencia.
lo terreno el que había descendido por lo
divino. No se digna ser juez de pleitos y ár
2. Cuidado con toda clase de avaricia
bitro de haciendas, teniendo él el juicio de
pides,
de
los los sino
méritos.
vivos y alos
quién;
No sólo
ni juzgues
muertos yhay
siendo
queinterrumpir
mirar
el árbitro
qué A continuación, reprende y enseña a
evitar la avaricia que separa de Dios, ha
blando tanto al gentío como a los discípu
77. DIVIDIR LA HACIENDA. EL RICO Y SU GRANERO 653

los; porque la avaricia es vicio común de de comida se generan las enfermedades.


clérigos como de laicos, de religiosos y secu Nadie pone asechanzas a la vida de los po
lares, de pequeños y mayores, pues todos se bres; los ricos en cambio las temen en todo
afanan por ella. Y, según san Beda, con oca lugar, alimento, y bebida.
sión del importuno que le pide, trata de de Dice san Teófilo: “Esto dice el Señor re
fenderlos con preceptos y ejemplos contra futando las intenciones de los avaros, que
esta peste de la avaricia, raíz de todos los parecen amontonar riquezas para sí, como si
males. Les dijo: “¡Atención y cuidado con fueran a vivir mucho tiempo. Pero ¿es que
toda clase de codicia!” La interior y la exte la opulencia te dará larga edad? ¿A qué so
rior que consiste en la búsqueda codiciosa y portas males de descanso tan incierto? Es
la retención tenaz de cosas temporales. Dice dudoso que alcances la ancianidad por la
el mismo san Beda: “Dice de toda avaricia que estás atesorando”.
porque algunas cosas parece que se hacen
con sencillez, pero el juez interior que lo ve 3. El rico piensa agrandar sus graneros
juzga con qué intención se hacen”. Para detestar la avaricia y declarar sus
Según san Cirilo, dice de toda avaricia, fines, pone una comparación. Dice san Teó
grande y pequeña: “Por que, aunque uno filo: “La vida humana no se prolonga por
tenga de sobra, su vida no depende de los muchas riquezas”. Por esto se añade una pa
bienes que posee”. Ni la vida espiritual con rábola: “El campo de un hombre rico dio
la que se une con Dios, porque “no sólo de una gran cosecha; y pensaba en su interior”.
pan vive el hombre” (Mt 4,4), ni la tempo Piensa con preocupación; las muchas rique
ral, porque la vida temporal no se extiende zas traen preocupación y ansiedad, no su
por la multitud de riquezas; sino que con plen la falta previa. Lo piensa en su interior,
frecuencia se disminuye por las preocupa no lo dice, no quiere que le oigan; el avaro
ciones del alma y los placeres del cuerpo. La teme a todo ser humano. Según san Agus
vida temporal del hombre no consiste en la tín, ve a un rico y cree que es un salteador;
abundancia de cosas, porque a veces se abre ve a un pobre, y sospecha que es ladrón.
via más en la prosperidad que en la adversi “¿Qué haré? porque no tengo donde reco
dad. Y la vida espiritual tampoco consiste ger mi cosecha” (Lc 12,16-17). Este rico se
en la abundancia, más bien con frecuencia angustiaba por la opulencia, desdichado en
peligra en ella. los bienes presentes y más en los futuros; el
Dice el Crisóstomo: “Los placeres son campo no le trajo tantas ganancias como
nocivos no sólo al alma, sino también al gemidos; la preocupación aumentó con la
cuerpo; de fuerte se hace débil, de sano en avaricia, y la angustia con la saciedad.
fermo, de ágil pesado, de hermoso deforme, “Y dijo: Voy a hacer lo siguiente: derri
de joven aletargado”. Dice también Séneca: baré mis graneros y edificaré otros más
“Nuestro cuidado previsor puede alargar un grandes”. No le era necesario agrandar los
poco la demora a este pequeño cuerpo, si graneros, estaban bien preparados, los vien
somos capaces de regir y dominar los place tres de los pobres. Pero no se acuerda de la
res, por los que perece la mayoría de los naturaleza humana, ni sabía pensar en otra
hombres”. También la abundancia y super cosa que en la cosecha temporal, no en la
fluidad de alimentos y bebidas aceleran la del cielo, cuyos graneros son los pobres de
muerte. Dice Hipócrates, que de estar lleno Cristo. “Y dijo: recogeré allí todo mi trigo
654 PRIMERA PARTE

gran
mío:
por
apobres.
y mis
losderecho
error;
pues
bienes”; en
temporales,
Todopor
todas
delo
la
naturaleza.
que
maldad
vez
lascuando
ha
de
cosas
repartirlos
nacido
seLlama
serían
ha
losdicho
por
bienes
sus
comunes
entre
mí.
tuyo
bienes
Un
del
los
y unió la desidia; sin pedir por lo temporal a
Dios, pura ociosidad; come, con gula; bebe,
ebriedad; baquetea, comidas espléndidas,
con gran aparato de cosas exquisitas, donde
la celebridad de la comida une a lo anterior
la voluptuosidad. Se muestran cuatro males
tuales.
hombre
cielo”.
hombre,Dice
no
enescuanto
san
la posesión
Gregorio:
hombre,
terrena,
“Lo
sonpropio
los
sinoespiri-
la del que suelen proceder de la abundancia de ri
quezas. Esta fue la iniquidad de Sodoma: la
soberbia, el saciarse de pan, la abundancia y
el ocio” (Ez 16,49). Dice san Beda: “A lo
Dice san Ambrosio: “No son bienes del cual es semejante lo que se lee en el Ecle
hombre, los que no puede llevar consigo; siástico: “Hay quien se hace rico actuando
funtos”.
sola la misericordia
Dijo un filósofo,
es compañera
que saliódelibre
los di-
de con parquedad, y ésta es la parte de su re
compensa: cuando dice: ‘Ya puedo descan
mío
un
en incendio:
los
estáhombros.
conmigo;
Yo noNuestros
he
lo llevo
perdido
en
bienes
nada,
el ánimo,
son
todolos
no
lo sar, ahora disfrutaré de mis bienes’, no sabe
cuánto tiempo pasará, hasta que muera y
tenga que dejárselo a otros” (Eco 11,18).
bienes internos. Dice también Séneca: “El Según el mismo san Beda, a este rico no
sabio acaba en sí su casa”. Dice el mismo se le reprende porque haya cultivado la tie
Séneca que uno, tomada la patria, perdidos rra y quisiera recoger sus frutos; sino porque
solo,
los amigos,
pero feliz,
saliendo
al que
de le
unpreguntaba
incendio público
si ha toda la confianza de su vida la puso en su
abundancia. Los frutos nacidos los tomó co
bía perdido algo, le respondió: No, no he mo frutos y bienes suyos sin destinar nada a
perdido nada; mis bienes están conmigo. los pobres, según la orden del Señor, que di
Sigue luego: “Y le diré a mi alma: alma ce: “Dad como limosna lo que podáis” (Lc
mía, tienes muchos bienes en depósito para 11,41), sino que se afanó en guardar para el
muchos años”. Dice a su alma, natural, a él, futuro. Pero, como dice san Basilio, mien
pues por alma se entiende todo el hombre; tras él habla a ocultas, sus palabras son exa
tienes muchos bienes, más bien ellos le te minadas, y de allí le llegan las respuestas.
nían a él; recogidos para guardarlos con avari Pues sigue: “Pero Dios le dijo”; hizo lo con
cia, no para darlos con generosidad, para mu trario de su pensamiento; para Dios decir es
chos años. Dice san Cirilo: “El rico, pues, no hacer, según lo del salmo: “Pues él lo dijo y
prepara graneros permanentes, sino caducos; fue así, mandó él y se hizo” (Sal 33,9). Y
y, lo que es más necio, tasa la duración de su ¿qué dijo? “Necio”, que no piensas en la
vida. Pero, rico, tienes frutos en los graneros,
providencia y la justicia de Dios. Dice san
pero ¿de dónde puedes obtener muchos Basilio: “Oye el nombre de necedad que te
años?” Es reprensible que los que tienen rédi conviene, que no te lo impone sino el mis
tos suficientes para sí, acumulen sobre el año; mo Dios”. “Esta noche van a pedirte el al
cada año se dan y se renuevan.
ma”; los enemigos te la pedirán como suya,
vendida a ellos por el pecado, cuando no
4. La mala abundancia de riquezas
tengas tiempo de enmendarte y redimirte.
quetea!”
Y añade:
Descansa
“¡Descansa,
del trabajo;
come,a bebe,
la avaricia
ban Dice el Eclesiástico: “Nada peor que
amar el dinero; tiene un alma que se ven
77. DIVIDIR LA HACIENDA. EL RICO Y SU GRANERO 655

de
ro”.
te.
do
do,
para
la
drón
quisoel
prever
muchos
de”.
noche,
otros
salida
los
esa
Esa
Dice
sí,
Dice
de
cuanto
necios
tener
que
noche,
lo
noche
arrebatado
no
noche,
tiempos
que
de
también
san
podría
miraba
luz
este
que
has
el
le
podría
Beda:
cuando
que
fue
para
reunido.
no
ver
mundo
de
san
lejos
por
quitada
tanto
meditan
“Tú,
sufrir”.
ni
placeres,
pensarlo
Gregorio:
hace
laun
reuniendo
muerte,
alcanza
se
que
Porque
solo
salir
el
había
antes
alma,
tedía
esta
mejor,
“Arrebata-
aprometías
como
las
prometi-
dejarás
elsiguien-
recursos
suque
misma
día
almas
futu-
para
la-
no
dea ante Dios” (Lc 12,21). Es igual de necio y
vendrá a un final igual, de noche de impro
viso será tomado por el juicio divino el que
atesora para sí bienes temporales y no los
reparte a los pobres para que le reciban en
las moradas eternas; en la muerte es pobrí
simo, porque atesora sin saber para quién, si
para la polilla que lo roa, para el ladrón que
lo cave, el enemigo que lo robe, el fuego
que lo devore. Y no es rico ante Dios por
que está vacío de bienes espirituales, sin te
soro de méritos; su esperanza no es el Señor,
ni su hacienda está junto a Dios.
Para Dios es rico aquél que, desprecian
en
guna,
el
las
dejarás,
dohombre
no tus
¿para
será,
virtudes”.
Y sino
añade
propios
no
porque
quién
sólo
llevando
sólo
elDice
llevará
Señor:
hombros,
será?”
sin
no recibir
lo
el
los“Y
consigo
llevarás
Crisóstomo:
Como
fardos
lo
ydeque
las
diciendo:
ello
de
las
contigo,
cosas
has
los
riquezas
ventaja
“Aquí
prepara
pecados
que
Tuyo
pues
al-
de

lo do lo temporal, lo da a los pobres; su espe
ranza es el Señor; su sustancia, conciencia,
fe y posesión en que se sustenta y alimenta,
está junto a Dios, no en sacos y en cosas in
feriores de la tierra. Pero, como dice san
Gregorio, cuanto menos se duele uno de
que le falte lo eterno, tanto más se goza en
reuniste quizá irán a manos de enemigos; pe- lo que tiene presente. Dice san Beda: “Si el
que atesora para sí y no es rico para Dios, es
ro a ti se te pedirá cuenta de ellas”. Dice un necio y va a ser tomado en la noche, el
también
quezas san Ambrosio: “En vano reúne ri- que quiere ser rico para Dios no atesore pa
ni
de
varlas
cordia,
ñera
siquiera
esta
decon
el
vida
que
losque
nosotros.
difuntos;
son
adquiere
a no
lasnuestras,
sabe
moradas
Sólo
sólo
para
si las
la
nos
si
los
eternas”.
va
virtud
nosigue
que
apodemos
usar;
han
es
la compa-
miseri-
porque
pasado
lle- ra sí, sino reparta sus posesiones a los po
bres; así merecerá ser sabio, hijo de la luz.
Dice bien el salmista del rico: ‘Pero en vano
se agita, amontona riquezas, sin saber quién
las recogerá’ (Sal 39,7). Luego aclara dónde
puso él el tesoro de su corazón: ‘Y ahora,
quién
a lasEsta
personas
será?
pregunta:
se puede
eclesiásticas,
lohacer
que has
deque
modo
preparado
no especial
pueden
¿de ¿cuál es mi esperanza? ¿No es el Señor? En
ti está mi esperanza’” (Sal 39,8).

dejar los bienes de la Iglesia a sus herederos. 6. Los semejantes a este rico
Dice el Eclesiástico: “Es único, no tiene se
Por este rico se entiende todo hombre
gundo, ni hijo, ni hermano; y sin embargo
que reúne y conserva bienes temporales, pa
no cesa de trabajar y no se sacian los ojos
ra poder vivir de ellos en ocio y placeres; su
del rico” (Eco 4,8).
cede mucho que estos mueren de pronto y
quedan defraudados en su intento. Como
5. Quién es rico para Dios
el que
Aplicándolo
atesora para
al propósito,
sí, pero noañade:
se enriquece
“Así es este rico hay muchos hoy que dicen en su
interior: Come, alégrate, descansa, lleno de
bienes, úsalos y estarás contento; no me
656 PRIMERA PARTE

preocupo de qué tiempos vendrán después, de los hombres es imposible llenarla, siem
man
quen
sólo que
estos
el haya
alma.
no sea
paz
Dice
que
y felicidad
de
de improviso
ellosensan
misles
Agustín:
días.
arran-
Te- pre toma, nunca se sacia; ni teme a Dios, ni
tiene respeto al hombre, ni reconoce al pa
dre, ni a la madre, ni es fiel al amigo; explo
“Goza
devora el
el pez,
cebo;cuando no viendo
pero cuando el anzuelo,
el pescador em- ta a la viuda, invade los derechos del menor.
¿Qué locura es ésta, adquirir oro y perder el
porales.
pieza
entrañas,
por
arrastrado
los que
este
a se
atraerle,
mismo
Porque
luego
acreen
quese
cebo,
felices
se
tomaron
primero
leloaleja
del
coman.
porque
de
se
ellos
toda
desgarran
cebo
se
Así
bienes
alegró,
su
son
y alegría
todos
tem-
ysus
es cielo? Como dice san Pedro Damián, la ava
ricia es como la serpiente de dos cabezas,
que suele morder con las dos, y con ambas
deja el veneno funesto: o busca otra cosa, o,
según san Gregorio, se prueba que roba el
andan que retiene más de lo necesario para sí.
vagando
sientan qué
avidez”. con él;
tormentos
pero tiempo
devoraron
vendrá con
en que
su Así dice san Basilio: “¿Acaso es injusto
Dios al distribuirnos a nosotros de modo
desigual las cosas? ¿Por qué tú tienes en
fácilmente,
ranza
¿Quién
en las entendiéndolo,
yriquezas,
el hombre
cuando
muere
pondrá
se tan
pierden
su
pronto?
espe-
tan abundancia y el otro pide limosna? ¿No es
para que tú consigas los méritos de una
buena administración, y aquél sea honrado
El
avaricia.
lo
morir”.
que
desprecia
lo“Por
Según
atienda
tanto
todo,
san
bien,
sielJerónimo:
aumentan
que
tendrá
piensa
fácil
“Fácilmente
las que
riquezas,
evitar
va laa con los premios de su paciencia? Pero tú
¿no eres un depredador, que tomas como
tuyas las cosas que recibiste para repartir
los
cia.
te
y simanches
deseosos,
Porque,
no aumentan,
con
como
loslaavaros,
dice
peste
no estés
san
tienen
impura
Ambrosio,
preocupado,
con
de la
Giezi
avari-
todos
no
la las? Hay un pan del hambriento que tienes
no pongáis en ellas tu corazón” (Sal 62,11); tú; la ropa de un desnudo, guardada en tu
cuarto, calzado de un descalzo, que enveje
ce en tu casa; la plata de un necesitado, que
posees; tanto te injurias, cuanto fueres ca
paz de dar”.
sóstomo,
las
lepra
go cosas
tanto
castigo
futuro.
con
fuego
lopresentes,
elsus
sufren
Se
que
que
riquezas;
dice
sirve
siempre
yque en el infierno
aselay,prepara
avaricia,
como
tienen
dice
para
sesed;
ata
el Cri-
fue-
este
con
hay Dice san Bernardo: “Claman los desnu
dos, claman los hambrientos; se quejan y
dicen a los ricos: ¿Qué nos dan a nosotros,
que sufrimos hambre y frío, tantos mantos
extendidos en pértigas o doblados en sacos?
tanta
ca se sacian.
codicia de adquirir
ya los avaros,
riquezas,
pues
quetienen
nun- Es nuestro lo que derrocháis, y se nos roba
cruelmente lo que gastáis en vano. También
graneros
Dice rechinaban
san Basilio por
de este
la abundancia
rico, que los
de nosotros somos plasmación de Dios, su
imagen, también nosotros hemos sido redi
las cosas encerradas; midos por la sangre de Cristo. Nosotros so
pero el ánimo avaro no mos hermanos vuestros; mirad qué parte
se ésta
es
dida
saciaba
de los
dehombres,
ningún modo.
que no¿Qué
tienenavaricia
la me- fraterna es alimentar vuestros ojos; nuestra
vida va a parar a vosotros en riquezas super
arrebatan
que tiene
cuando
unatienen
fiera?hambre,
Porque ylasdejan
fierasa fluas. Se quita a nuestras necesidades cuan
la presa cuando están saciadas. La avaricia to se añade a vuestras vanidades. Dos males
salen de una raíz: mientras vosotros perecéis
78. EL PARALÍTICO DEL ESTANQUE DE LAS OVEJAS 657

envaneciéndoos, también nos matáis a no nosotros se las da a otros, de modo que de lo


sotros despojándonos”. Y dice el Crisósto que hemos recibido, hagamos una parte pa
mo: “Todas las cosas que Dios nos da, por ra los necesitados”.

Oración

No me llames, Señor, en medio de mis días, no permitas que muera de muerte impre
vista.
Que me concedas el espacio de una penitencia verdadera, fructuosa y grata a ti, para
que pueda despreciar las cosas transitorias y borrar en esta vida los pecados con digna sa
tisfacción; para que pueda llegar alegre y seguro a ti.
Tú eres, Señor, mi esperanza, y junto a ti está toda mi riqueza: “Tú eres la parte de mi
herencia, el que me aseguras mi suerte” (Sal 15,5) donde descanse con mis hermanos tus
elegidos, coma y me alegre en tu presencia, para siempre. Amén.

78. EL PARALÍTICO DEL ESTANQUE DE LAS OVEJAS


Juan 5,1-47

1. Las fiestas de los judíos lida de Egipto. Esta fiesta la celebramos al


someternos a la ley. La tercera, de las Tien
“Después, era la fiesta de los judíos, y
das, “Scenopegia”, se hacía para recordar el
subió Jesús a Jerusalén” (Jn 5,1). Era Pente
beneficio de la protección y conducción por
costés, la fiesta de los nuevos, porque en es
ta solemnidad del mes de los primitivos se el desierto; en ella los israelitas habitaban
ofrecían las ofrendas de todos las frutos nue en tiendas, a la sombra de ramas, para sig
vos de la tierra. Entre los judíos había prin nificar que el Señor los condujo por una tie
cipalmente tres fiestas, en que se debía su rra árida del desierto a la tierra de la prome
bir al lugar fijado por Dios, como lo era sa. Celebramos esta fiesta cuando vamos por
entonces el templo: la solemnidad de los este mundo como peregrinos; pasando así
Ácimos, la de las Semanas, y la de las Tien debemos dar ramas verdes y crecer de vir
das. La primera, de los Ácimos, llamada tud en virtud.
“Phase”, o Pascua, se hacía una vez al año Para las fiestas judías subió el Señor ce
en el primer mes, marzo, para conmemorar lebrando las solemnidades, hombre con los
la liberación de Egipto, porque “Phase” sig hombres, para no parecer contrario a la ley,
nifica paso. Esta fiesta la celebramos espiri para anunciar la doctrina de la fe a los pue
tualmente, cuando dejados los vicios pasa blos que confluían entonces de todas partes,
mos a las virtudes. para descubrirles el misterio de la salvación
La segunda fiesta, la de las Semanas, y la luz de la verdad, para manifestar su po
Pentecostés,
trega de la Leyse ahacía en memoria
los cincuenta díasde
delala en
sa der y atraerlos mediante hechos reveladores
a su doctrina.
658 PRIMERA PARTE

2. Cómo era el estanque de las ovejas verse el agua primero, los enfermos yacían
allí, para estar preparados. Se dice que lan
“Existe en Jerusalén, junto a la Puerta
guidecían, enfermos de cualquier enferme
de las Ovejas, un estanque que tiene el so
dad, pues languidez es larga angustia270. Al
brenombre hebreo de Betesda268, con cinco
gunos asignan como causa de la bajada del
pórticos”. Había junto al templo un estan
ángel y del milagro, que había allí un lig
que o aljibe probático, que recogía el agua
num crucis, y por su presencia se hacía; y
de la lluvia que caía de los edificios del
que al moverse el agua, nadó al acercarse el
templo. Se llamaba estanque porque era
tiempo de la Pasión, en señal de que la natu
agua que no tenía peces y estaba recogida
raleza humana debía ser sanada por el made
en una cavidad. Se llamaba probático, por
ro de la cruz del Señor. Pero esto no se de
que “próbaton” en griego significa oveja, o
muestra; por tanto, es mejor decir que el
de ovejas; los servidores o ministros, los
estanque recibió reverencia por el hecho y el
Natinei, mozos del agua en el templo, lava
misterio.
ban en ella para el sacrificio los cuerpos
Hecho doble: por lavarse de los sacerdo
muertos de las reses y en especial de las ove
tes y las ofrendas y por la hospitalidad de
jas que se ofrecían casi siempre como sacri
los pobres recogidos allí. Por el misterio,
ficio; luego las ponían en unos baños que
porque allí el Espíritu Santo quiso mostrar
había en el atrio de los sacerdotes. Pone la
la dignidad de los sacrificios, por la digni
palabra hebrea: se llamaba Betshaida, casa
dad de la Pasión de Cristo que significaban.
de reses, porque allí yacían los cuerpos de
El ángel visitó aquel lugar, y movía el agua,
las ovejas en el pórtico hasta que los lavaran
para que los enfermos por esa agitación, su
los servidores. Tenía cinco pórticos alrede
pieran que se presentaba la gracia de la cu
dor, para bajar por ellos al agua y lavar las
ración. Se movía con agitación fuerte, revol
víctimas. En estos pórticos, soportales para
viéndose lo que restaba de la ablución de
descansar, “yacía multitud de enfermos: cie
sacrificios con el agua de la curación, para
gos, cojos, paralíticos, esperando la agita
significar el bautismo mezclado con la Pa
ción del agua” (Jn 5,4)269.
sión del Señor que iba a traer la curación es
piritual perfecta.
3. Por qué la agitación del agua
El Señor quiso mostrar en este estanque
Añade la causa: “El ángel del Señor baja una figura expresa del Bautismo; convenían
ba de tiempo en tiempo al estanque y agita en que limpiaba y sanaba con el poder ocul
ba el agua; y el primero que se metía des to de Dios, al moverlo el ángel; como el
pués de la agitación del agua, quedaba Bautismo bajo un elemento sensible limpia
curado de cualquier enfermedad que tuvie el alma con el poder oculto de la palabra y a
ra”. Pero como era incierto el tiempo en que veces sana milagrosamente el cuerpo. De to
bajaba el ángel al estanque, y tenía que mo dos modos, como es una figura, está lejos de

268 “Betesda” “casa de misericordia”; var.: Bezatá, Betsaida y Belzetá. (BJ 1512).
269 NT.MI omite el v. 4; en nota: “algunos mss. añaden: “esperando la agitación del agua”. En el v 2 pone
Betzatá, palabra aramea, que Juan llama hebreo. (NT.MI, 402). “El arameo es la lengua de los hebreos, como la
tín es la lengua de los romanos”. (NT.MI, 472)
270 Lit.: “quia languor est longus angor”.
78. EL PARALÍTICO DEL ESTANQUE DE LAS OVEJAS 659

el
mo
lo cuerpo,
figurado;
llega aluna
alma
porque
vez,y asana
esta
un enfermo.
apiscina
todos los
sólo
Elque
Bautis-
sanaba como si dijera: Está en tu voluntad; por tu
voluntad fuiste causa de la enfermedad,
invisible
nen a él,que
tanque si
apareció
no
sanaba
ponen
ante
enfermedades
impedimento.
el Bautismo
con
de
Este
poder
Cris
vie-
es- conviértete a mí por la voluntad y serás cu
rado. No duda de su voluntad, quiere alzar
lo a la esperanza de la salud, que desespera
ba, para excitar más su deseo, y hacerle más
Cristo,
doctrina
to,
fetas,
tiene
para
cinco
losdando
señalar
apostólica;
escritos
pórticos,
entrada
elsagrados,
poder
entradas:
aluden
a él,
dellos
elal
Bautismo;
Evangelio
latres
bautismo
ley,primeros
los pro-
éste
yde
la digno de recibir del don de Dios.
“El enfermo le respondió: Señor, no ten
go a nadie que me eche al estanque cuando
bulle el agua, y, en lo que yo voy, baja otro
antes que yo”. Como diciendo: Mucho lo
en figura, los últimos mostrándolo. deseo, tengo voluntad, pero es tanta mi fal
a Cristo,
El ángel
queque
se llama
baja al“Ángel
estanque
delrepresenta
gran con ta que no tengo quien me ayude y me lleve;
soy tan débil que no puedo llegar tan pron
sejo”. Jesús, descendiendo al río Jordán dio to como otros. El pecador queda privado de
de
a las
suaguas
santísima
fuerza
carne.
regenerativa conelelpoder
Pero, como tacto todo auxilio humano; esto hace el pecado en
el hombre, le quita la comunión de los san
divino
ra significarlo,
no está ligado
este enfermo
a los sacramentos,
no fue sanado
pa- tos, que le daría ayuda de otros; y hiere su
naturaleza, que debía ayudarle. El paralíti
por bajar al estanque, sino por la palabra de co lo decía, porque veía a Jesús fuerte, apto
Cristo, cuando le dijo: “Levanta, coge tu ca para llevarle; pero al instante Jesús le dio
milla y camina”. Había muchos enfermos, un bien mayor, la salud. Quedó restableci
pero se curó uno, porque solo se justifica el do en el vigor primero y echó a andar pro
que se asienta en la unidad de la fe y de la clamando el milagro. “Grabatum” viene de
Iglesia que da culto al único Dios. “Un Se “graba”, en sirio cabeza, es una camilla, ca
ñor, una fe, un bautismo” (Ef 4,5). ¡Ay, de ma movible en que se sustrae algo para la
aquellos que odian la unidad y hacen divi cabeza; ésta descansa en la paja; la usan los
sión entre los hombres! pobres.
“Y enseguida quedó curado aquel hom
4. Jesús sana al paralítico del estanque bre, cogió a cuestas su camilla y caminaba”.
treinta
sús,“Estaba
al verlo
y ochoallí
tendido,
años
uncon
hombre
y al
su enterarse
enfermedad;
que llevaba
de que
Je- El poder de Dios es infinito y obra al ins
tante; la salud que se recupera por la natu
quedar
‘ya
ricordia,
mo,
ayudara.
rando
más
enfermedad
ba
castigado
con
lleva
digno
que
ser
sano?”
paciencia,
yEl
mucho
llevaba
librado
largo
le
de
Señor
por
dijo:
laSe
tiempo;
salud;
algún
tiempo’,
treinta
ve
yle
¿quieres
era
no
miró
lahabía
pecado,
desistía;
digno
paciencia
pero
ycon
leocho
quedar
incurrido
dice:
como
ojos
de
yasí
años
había
del
que
¿Quieres
de
sano?
lo
seenfer-
mise-
lleva-
espe-
hacía
se
en
sido
Es
la
le raleza, tarda en curarse. Y caminaba como
señal de la salud recuperada. Así lleva el pe
nitente la carga del pecado, en que antes es
taba echado, cuando cumple la penitencia
impuesta por el pecado; y camina, como
con el paso del cuerpo, avanzando en la vir
tud. El camastro donde yace el pecador es la
delectación; mientras el pecador es llevado
en este camastro o no puede levantarse de
él, está enfermo; pero cuando se levanta de
él y lo lleva, entonces es señal de perfecta
660 PRIMERA PARTE

curación. Pero, por desgracia, muchas veces como los rayos solares iluminan durante ca
se impide al hombre llevar su camilla, por da uno de los días y no se consumen, ni por
la costumbre del pecado. Se hizo, pues, el brillar mucho se hace menor la luz del sol;
milagro, al interior en el alma y al exterior mucho más la acción del Espíritu Santo no
en el cuerpo. se disminuye en nada por la multitud de los
A la letra le mandó que se levantara y que la reciben”.
tomara su camilla y caminara, para que Y de nuevo: “Queridos, avergoncémo
mostrara la perfecta salud restituida. En to nos, y gimamos en nuestra desidia grande.
dos los milagros, según lo mejor de su na Treinta y ocho años llevaba esperando el pa
turaleza, el Señor hizo una obra perfecta, ralítico y no conseguía lo que quería; no por
como del agua hizo un vino perfecto; por su negligencia, sino porque otros se le ade
que las obras de Dios son perfectas. Pero or lantaban, y sufría así; pero ni aun así lo de
denó tres cosas en la justificación del peca jaba. Nosotros, en cambio, si nos mantene
dor: que se levante, apartándose del pecado; mos diez días rogando por algo con afán, y
que tome su camilla, llevando el peso de la no lo alcanzamos, lo descuidamos en ade
penitencia por él; que camine, avanzando lante. Y estamos porfiando con los hombres
de bien en mejor, marchando de virtud en tanto tiempo, aun afligidos, y aun decayen
virtud como se dice en el Salmo (Sal 84,2). do al final de la esperanza. ¡Y no sufrimos
asistir con deseo conveniente al Dominador
5. Enseña a perseverar en la oración clemente, donde se puede recibir premio
mucho mayor por los trabajos! ¿Qué mere
Piensa que llevaba treinta y ocho años
ce esta súplica? Pues si no recibiéramos na
enfermo, y no desesperaba; es ejemplo de
da, esto mismo, hablarle continuamente a
paciencia para los pecadores, para que insis
él ¿no sería digno de infinitos bienes? Pero
tan en la oración, con esperanza de conse
la oración continua, dices, es trabajosa. ¿Y
guir la salvación de aquél que dice: “Pedid
qué gracia te sería grata, al recibir su don, si
y se os dará, buscad y hallaréis, llamad y se
no fuera laboriosa? El alma cobra más afec
os abrirá” (Mt 7,7). Dice el Crisóstomo: “Se
to a las cosas por las que ha trabajado”. Esto
ve la paciencia del paralítico; pues estando
dice el Crisóstomo.
treinta y ocho años allí, viendo que otros,
Y piensa que, si el Señor preguntó al
uno cada año, eran sacados, y viéndose él
enfermo si quería ser curado, a nosotros no
preso de la enfermedad, no desistió, ni de
nos dará la salvación sin nuestro consenso.
sesperó. La tristeza de lo pasado y la deses
El hombre consigue fácilmente el perdón,
peración del futuro bastaban para dejar el
con tal que quiera y no ponga obstáculo.
sitio, si no fuera paciente. La enfermedad
Son inexcusables los pecadores que no con
era un obstáculo para él, que quería curarse;
sienten a la voluntad de Dios y su salvación;
pero ahora cualquiera puede acercarse. Pues
como dice san Agustín: “El que te creó sin
ya no es un ángel el que agita las aguas, es
ti, no te salvará sin ti”.
el dominador de los ángeles el que obra to
das las cosas. Ahora no es tiempo de decir:
6. Sentido moral de esta curación
no tengo un hombre, no tengo quien me
baje, sino que, aunque venga todo el mun Moralmente el estanque probático, don
do, no se consume la gracia, no se termina de se lavaban las ovejas que se ofrecían a Dios
la actuación, sigue igual antes y después; en sacrificio, es figura de una vida santa y re
78. EL PARALÍTICO DEL ESTANQUE DE LAS OVEJAS 661

ligiosa,
oveja
Dios por
por
donde
sus
la buenas
inocencia,
se lavaacciones.
el para
alma,ser
Este
queofrecida
estanque
debe sera ciego; por debilidad, como el cojo; o por
maldad, como el paralítico. El que sanó uno
solo entre la multitud indica que muchos
tiene
aporales,
efecto
cinco
opor
provecho.
pórticos,
los que toda
Enlosnuestros
nuestra
cinco sentidos
sentidos
acción llega
cor-
ya son llamados y pocos elegidos. El que yacía
enfermo se levanta, toma su camilla y cami
cuantos apetitos ilícitos tiene en cualquier na, cuando el alma surge de los vicios, se al
porales.
ce múltiple
es una multitud
Cada
la corrupción
uno
grande
tiene
dedetantos
enfermos,
los sentidos
enfermos,
porque
cor- za de la torpeza y mala costumbre, curada
por el perdón de sus pecados, y se vuelve a
la guarda interior de sí misma y de su cuer
po; cuando ya no admite nada de dónde la
sentido.
fermos,
ángel
ba el agua,
del
significa
ElSeñor
yagua
se sanaba
bajaba
la
encontrición
queel
aleran
estanque,
enfermo;
sanados
del corazón.
así
selos
agita-
el en-
Es
El hieran; sino que, caminando de virtud en
virtud, progresa en las buenas obras y se
apresura hasta la visión de Dios.

píritu Santo cuantas veces desciende a nos 7. Protestan: lleva la camilla en sábado
otros, y mueve en nosotros la gracia de la “Era sábado aquel día, así que los judíos
contrición, se cura nuestro ánimo o sentido decían al que había sido curado. Es sábado y
de cualquier enfermedad desordenada. no te está permitido llevar a cuestas tu ca
En estos enfermos hay diversidad de en milla: (Jn 5,10). Hacer obras serviles en sá
fermedades. Todo pecado se comete por al bado no era lícito por prohibición de la ley.
guna de estas cosas: inercia y desidia, igno Es como si dijeran: Si no se debía retrasar la
rancia, debilidad humana, cierta maldad, salud, ¿era preciso mandar hacer ese traba
cierta costumbre. Por inercia y desidia se jo? Así dicen los malos consejeros: Es fiesta,
entienden los que languidecen por falta y no puedes ayunar, ni hacer penitencia. De
escasez de gracia; por ignorancia los ciegos, cían una falsedad, pues se pueden hacer las
que no tienen la luz de Dios ni conocen sus labores corporales para el culto y honor de
mandatos; por debilidad humana, los cojos Dios; como lo hacían los sacerdotes traba
que nodetienen
senda el paso
la justicia firme,obras,
y buenas ni andan
o losenque
la jando corporalmente en el templo, ador
nándole, inmolando y lavando las víctimas,
abundancia
no
bre
tán
tiende
de
venla
alos,
inveterada
obrar,
dar
gracia
los
que
limosna; losloel
paralíticos,
yyde
hagan
no
buena
lason
pueden;
caridad,
voluntad,
que
que
áridos
enfermo
por
pecan
ohagan,
no
sin
maldad
pues
abren
por
lales
humedad
secos
costum-
falta
la
sema-
en-
es-
la y cosas semejantes.
Llevar la camilla era para hacer ver el
milagro de Dios; como ahora los que son li
berados de la cárcel llevan sus cadenas para
manifestar su liberación. El curado se excu
sa oponiendo el Autor de la salud a sus ene
que llevaba migos; así, como protegiendo al Autor de la
treinta y ocho años en la enfermedad. Ley Evangélica, “les respondió: El que me
algún
entender
Cristo
cojo,sanó
ciego
a este
o paralítico,
inveteradopara
antes
darnos
que a curó me dijo: Coge tu camilla y camina”.
Es como si dijera: Aquél que me curó con
hombre
debe
mo si el
eldesesperar
lánguido;
que
quepecó Dios
por
que
porjustifica
ignorancia,
pecó
larga por
costumbre,
por
desidia,
como
fin a co-
un
no
el su divino poder, me lo ordenó con el mismo
poder, y por tanto debo obedecerle a él, que
es tan grande y me hizo tan gran beneficio.
¿Por qué no recibir la orden de quien ha re
662 PRIMERA PARTE

cibido la salud? Así responde a los adversa- que la impureza y adulterio. Porque esto al
do.
rios,
le
mandan,
proclame
Pero
y no¿quién
oteme
elcontra
propio
proclamar
hay hoy
ladaño?
crueldad
o dónde
al que de
le
está
ha
los
elsana-
que canza a aquél en quien está; en cambio, la
envidia trastorna las Iglesias enteras, y hiere
todo el universo. Ésta es la madre del homi
cidio: Caín mató al hermano, Esaú lucha
con Jacob, sus hermanos con José, el diablo
8. Le preguntan, por envidia con todos los hombres. No es mucho que
seas más duro que otros; aunque tengas pie
Como el que había sido curado se excu
dad, vigiles y ayunes, si envidias al herma
saba de modo conveniente, y no podían acu
no, te haces más sórdido que todos.”
sarle, intentando acusar a Cristo que le había
curado, le preguntaban con intención de ha
mina?”
el
labras.
der,
gresión
ñal
llevar
hombre
manifestativa
y atacan
laEl
Es
de
camilla;
Señor
la
como
queley:
loteotro
sanó
si
“Le
dijo:
ellos
edijeran:
innegable
que
preguntaron:
alToma
callan
enfermo
podría
Estu
lo
del
uncamilla
primero,
parecer
ymalvado
divino
¿Quién
le mandó
ytras-
po-
ca-
se-
es
el 9. En la turba es difícil conocer a Jesús
cer daño. Esta maldad la manifiestan sus pa
“Pero el curado no sabía quién era, pues
Jesús había desaparecido, porque había
gente en aquel sitio” (Jn 5,13). Les dejaba a
ellos examinar el hecho, en su ausencia, pa
ra que el testimonio fuera sin sospecha; da
ba ejemplo de no buscar en las buenas obras
la alabanza o favor humanos y de apartarse
que
salud,
manda
sino de
esto. Nolalecamilla,
llevar calumnian
parade
tener
daral
la de grupos que quieren ofender, los ojos de
envidiosos en nuestras obras, para que la
go que
bar.
contra
der en
Losotros,
alguien,
reprender
maliciosos,
nonotan
loen
que
perversos,
apariencia,
lopuedan
que puedan
cuando
alabar.
no para
repren-
actúan
Si ala-
ven envidia no crezca en ellos. “Después de esto
lo encontró Jesús en el templo”, porque iba
al templo, lugar apto para la oración, a dar
gracias por la salud recobrada. Entre la tur
manifiestan;
en
algo
mal.
bueno, aseveces
callan;
hasta
si ven
convierten
algo malo,
el bien
lo ba no conoció a Jesús, pero luego en el tem
plo lo encontró y le conoció. Se nos da a en
tender místicamente que a Jesús no se le
es laDice
envidia
el Crisóstomo:
y cómo ciega“Veamos
los ojos qué
del alma,
mala halla fácilmente en turba de gentes, ni en el
torbellino de las preocupaciones tempora
sotros
envidia
peores
cias.
acusan
contra
mos.
demonios,
Son no
Ellos,
sique
la
de
necesitan
más
salud
favorecer
quizá
fieras.
hasta
tienen
duros
del
peores.
aÉstas
alimento,
quienes
en
que
aque
los
cuenta
se
tienen
No
fieras;
que
arman
hacen
otienen
hacen
siladelante.
iguales
las
el
salud,
contra
respeto
provoca-
bien,
injusti-
aPor
no-
son
losa les, sino en el secreto espiritual, en el tem
plo del corazón que Dios se digna habitar.
Dice el Crisóstomo: “Le encontró en el
templo, señal de máxima religión. No se
fue al mercado ni a los paseos, ni se entregó
al placer, ni a la dejadez, sino que estaba en
el templo. A Jesús, a quien no conoció en la
de tristeza inútil y vana. Esta pasión es peor turba, le conoció en el templo, lugar sagra
la

almas
mentan
comunión
mismos;
delas
aquellos
porque
suyas,
de naturaleza,
allenándolas
antes
quienes
denienvidian,
atormentar
sedeperdonan
tumulto,
ator-
lasa do”. Dice san Agustín: “En el gentío es di
fícil conocer a Jesús. Aún una cierta soledad
es necesaria a nuestra mente. Se ve a Dios
en cierta soledad de la mente. La turba tie
ne estrépito, esta visión desea secreto”.
78. EL PARALÍTICO DEL ESTANQUE DE LAS OVEJAS 663

gracia
Se nos
del da
Creador
a entender
y llegar
queapara
su visión,
conocerhay
la cados anteriores, y después volvemos a caer
en ellos, padeceremos cosas peores; si uno,
que
de
corazón,
afecciones
unalos
por
ne visitar
hacernos
conciencia
huir
perversos
de
yde
malas,
quiera
latemplo
la
oración
ylimpia;
turba
huir
apartarse
quedar
deinterna,
alde
Dios,
que
templo
allí. al
pensamientos
denos
que
lasde
secreto
afanemos
élregiones
nuestro
se dig-
dey insensible y despectivo, ni con el castigo se
hace mejor, será llevado a mayor tormento.
Pero, si aquí no todos sufren por los peca
dos, no nos confiemos, pues el no padecer
aquí será como señal de padecer más allá.
Debemos precavernos para que no nos suce
da que despreciando a Dios en los castigos,
endurecidos, permanezcamos en pecado; o,
10. El peligro mayor de recaer sanados por el Señor, ingratos, caigamos de
nuevo en el pecado; que ni por desprecio ni
Jesús “le dijo: Mira, has quedado cura
por ingratitud nos suceda algo peor, hacer
do; ya no peques más, no sea que te ocurra
nos peores, ser castigados peor.
algo peor” (Jn 5,14). Le instruía para preve
Jesús sanó al paralítico exteriormente en
nir el futuro; Dios te ha favorecido, ten en
su cuerpo e interiormente en su alma, advir
adelante voluntad firme de no pecar, por
tiéndole que no volviera a pecar, no le suce
que todo pecado procede de la voluntad, co
diera algo peor. Es como si dijera: El pecado
mo de raíz. Luego le muestra qué peligroso
anterior se te ha perdonado, no te hagas de
es recaer en pecado, aquí o en el futuro,
nuevo más reo. ¿Quién podría enumerar las
pues en el reincidente lo último es peor que
admirable y “grandes obras del Señor, dig
lo anterior. Primero, respecto de Dios, pues
nas de estudio para los que las aman” (Sal
peca con ingratitud, y se castiga más; se
111,2), que él creó para materia de su ala
gundo por parte del demonio, porque como
banza y para uso de nuestra necesidad? “Vio
el soldado que perdió el campamento, si lo
entonces Dios todo lo que había hecho, y era
recupera lo defiende con mayor fuerza y
muy bueno” (Gn 1,31), y no odia a nada de
cautela, así el diablo defiende al reinciden
lo que hizo. Sólo al pecado, que no es nada,
te, pone allí siete espíritus peores que él, y
lo odia, lo persigue, y lo destruye. Siendo así
lo arrastra a los siete pecados capitales. En
que lo creó todo con su palabra en seis días,
tercer lugar, por parte del hombre, porque
trabajó más de treinta años para destruir el
el que recae, más fácilmente cae después;
pecado. El pecado es lo único que le de
por mala costumbre, tiene en poco pecar. El
sagrada, que ofende a los ojos de su majes
Señor parece indicar que el paralítico estaba
tad, que a él manso y suave le vuelve para
enfermo por sus pecados, y que la enferme
Dice el Crisóstomo: “Ahí aprendemos nosotros áspero y duro. El pecado hizo del
dad le había venido por causa de ellos.
ángel un diablo, le hizo de amigo enemigo,
de libre siervo, de incorrupto mortal, de fe
que su enfermedad le nació por los pecados.
liz miserable, de ciudadano desterrado y de
A veces, si enferma en nosotros el alma, nos
sechado, de hijo de Dios hijo del diablo; es
hallamos insensibles; pero si el cuerpo reci
to es lo que no se deja nunca sin castigo.
be una pequeña lesión, ponemos todo el
afán en librarnos de la dolencia; por esa ra
11. Mi Padre trabaja ahora, yo también
zón Dios castiga al cuerpo por lo que come
tió elsialma”.
que soportamos
Con esto
un castigo
aprendemos
gravetambién
por pe- “Aquel hombre marchó a anunciar a los
judíos que era Jesús el que lo había curado”.
664 PRIMERA PARTE

Mira, sanado ahora en la mente por la fe co Se ha de entender que Dios descansó de


noció al Señor, y conocido, no es perezoso en sus obras, de forma que no haría cosas nue
anunciarle. Dice san Agustín: “Ahora él, des vas, no que cesara de contener y gobernar
pués de ver a Jesús, y de conocerle como las creadas. Pues con él, de modo igual, en
autor de su salvación, no emperezó en procla todo, “yo también” he trabajado y “estoy
mar lo que había visto. Anuncia la salvación trabajando” (Jn 5,17), porque soy la Palabra
y la sigue; ellos por el contrario le persiguen”. del Padre, por la que todo se ha hecho y se
Sigue así: “Por eso perseguían los judíos conserva en el ser: Por tanto, lo que hago es
a Jesús: porque hacía estas cosas en sábado”. bueno; y no es extraño que sane en sábado;
Le creen violador de la ley divina, creen que yo Dios con el Padre trabajo siempre. Mi
actúa contra Dios, que descansó el sábado; operación no falta a la del Padre en ninguna
pensaban que en sábado no se podía hacer de las cosas que se hacen; en todas trabajo a
nada en absoluto, ningún trabajo humano, la vez con mi Padre; el poder divino no ha
aunque fuera útil y divino. Entendían mal ce nada sino por su sabiduría. Si presumís
el sábado, pensaban que era pecado curar a acusarme de algo hecho por mí, acusad
un hombre en sábado, y ejercitar la piedad también a Dios Padre, que trabaja junta
y misericordia. Perseguían a Cristo, toman mente conmigo, ya que os jactáis de ser su
do mal su buena obra. Tienen aún muchos pueblo.
seguidores que molestan con frecuencia a Dice san Agustín: “Como el Padre y el
los siervos de Cristo por algo bueno. Hijo son inseparables, también las obras del
Como le acusaban de curar en sábado, Padre y del Hijo son inseparables; no sólo
excusándose, “Jesús les respondió: “Mi Pa del Padre y del Hijo, sino también del Es
dre está trabajando ahora”, gobernando y píritu Santo; como hay igualdad e insepara
restaurando lo que se deshace y propagando bilidad de personas, así las obras son inse
su obra; y por ello no quebranta el sábado; parables”. De aquí que las obras de toda la
luego cuando yo trabajo, restaurando y re Trinidad se dice que son indivisas, comu
parando lo debilitado o enfermo, no que nes, porque todo lo que produce el poder, lo
branto el sábado; sino que al actuar me con modera la sabiduría y lo sazona la bondad.
formo al Padre. Como al principio trabajé Por eso en las cosas que hacemos o pedimos
con él creando, disponiendo y ordenando, que haga Dios, hacemos mención de la Tri
así lo hago también ahora. Es como si dije nidad, diciendo. “En el nombre del Padre y
ra: No sólo los seis días primeros, como del Hijo y del Espíritu Santo”, o “en nom
pensáis, trabajó mi Padre produciendo cria bre de la santa e individua Trinidad”; para
turas nuevas criaturas, de las que descansó que, como la actuación de las personas es
el día séptimo; sino que trabaja hasta ahora indivisa, así sea inseparable su invocación.
y siempre hasta el final continuamente, pa
ra que permanezcan las cosas creadas. Dios 12. El mayor escándalo: igual a Dios
no sólo hizo todas las cosas, sino que las Pero, como se sigue que Cristo es igual
conserva en el ser, para que no fallen, de a Dios Padre, le persiguen más por esta ex
modo que, si se retirara de las cosas, y no las presión, como por una blasfemia; porque la
mantuviera en su mano, como fueron he blasfemia es pecado mayor y es castigado
chas de la nada, todo se volvería a la nada y en la ley más que violar el sábado. Así se
desaparecerían. añade: “En consecuencia, los judíos inten
78. EL PARALÍTICO DEL ESTANQUE DE LAS OVEJAS 665

taban matarlo, sobre todo por esto: porque viaron y al que le juzgaban más digno de fe
no sólo quebrantaba el sábado, sino que in que ningún otro, dio testimonio, no de sí,
cluso llamaba Padre suyo a Dios, conside sino de la Verdad Cristo, como amigo de la
rándose igual a Dios” (Jn 5,18). Con celo verdad.
más ardoroso que antes por actuar en sába La confirmación se hace por obras de
do, le persiguen porque dice que Dios es máxima fuerza: iluminó a los ciegos, abrió
Padre suyo, natural, consubstancial a él; no los oídos, desató la boca de los mudos, hizo
como le llamamos nosotros Padre, como huir a los demonios, resucitó muertos; estas
hijos adoptivos, sino por igualdad de natu obras daban testimonio a favor de Cristo.
raleza y poder, lo que ellos decían que era La firmeza o inmovilidad está clara por
una blasfemia. Como pensaban que era so el testimonio del Padre mismo, que dio tes
lo hombre, le imputan un robo haciéndose timonio de Cristo; porque se oyó la voz del
igual al Padre, como si no lo fuera, cuando Padre en el Bautismo, y en el monte Tabor
realmente era así, porque ha nacido igual a a favor de Cristo transfigurado.
él por naturaleza. La verdad se muestra por las Escrituras,
En la ley dos crímenes se castigaron con que no podían mentir, porque procedían
la muerte, violar el sábado y, más, el crimen del Espíritu de la verdad; pues las Escritu
de blasfemia. Le acusaban de las dos cosas, ras de la ley, dadas por Moisés y los profe
por ello buscaban matarle. Y como antes de tas, dan testimonio a favor de Cristo. Y así
lo primero, a continuación se excusa de lo ante estos cuatro testigos, que apoyan el
segundo probando que era Hijo de Dios e testimonio de la verdad, se reciben los cua
igual al Padre. Y para que los judíos no di tro testimonios.
jeran: No te creemos, nadie que atestigua
de sí mismo es digno de fe; por eso para 14. Dureza en creer de los judíos
confirmación, aduce el testimonio múlti
Pero, inducidos y ligados por tantos
ple: de Juan Bautista, de las obras, del Pa
testimonios incontrovertibles, no quieren
dre mismo y de las Escrituras.
creer en él: “¡Pero no queréis venir a mí pa
Jesús les respondió y les dijo: “Si yo tes
ra tener vida!” (Jn 5,40). No queréis creer
tificara en mi favor, mi testimonio no sería
en mí por la fe, ni buscar en mí vuestra sal
válido” (Jn 5,31), no sería eficaz, según
vación, por la maldad de vuestra voluntad,
vuestro pensar, aunque en sí es eficacísimo.
que nada os impide sino el odio concebido
Según el Crisóstomo: mi testimonio no se
contra mí. No queréis creer en mí para te
ría válido, no se refiere a la dignidad del
ner vida eterna, ahora en esperanza, de he
testimonio, sino a la sospecha de ellos.
cho en el futuro por la fe formada por la ca
ridad; ni la verdad os convence, ni os atrae
13. Cuatro testigos de la verdad de Cristo
la promesa de la vida.
Advierte que en un testimonio hay cua Luego les echa en cara su dureza y tar
tro testigos, pues se pueden encontrar estos: danza en creer: “Yo he venido en nombre de
demostración de la verdad, confirmación de mi Padre, pero no me aceptáis; si viniera otro
la verdad, firmeza e inmovilidad de la ver en su propio nombre, a ése lo aceptaríais” (Jn
dad, y la verdad misma de la verdad. 5,43). He venido por el honor de mi Padre,
La demostración se hace por medio de para que sea glorificado por mí, como es pa
Juan, pues el mismo Juan, al que ellos en tente por los testimonios aducidos; pero no
666 PRIMERA PARTE

me creéis, sino que me perseguís, porque no solo Dios, y complacerle. La gloria vana es
tenéis el amor de Dios en vosotros. El castigo muy peligrosa.
del pecado que tendréis es que, si viniera Dice el Crisóstomo: “Nada deforma tanto
otro, el Anticristo en su nombre sin tener los el alma, como desear la gloria terrena; puesto
testimonios dichos, buscando su propia glo que el que ama esta gloria no es posible que
ria, lo recibiríais en lugar de Cristo y del busque la gloria del Crucificado”. Dice tam
Dios verdadero. bién Tulio que hay que evitar la gloria de los
Y según el apóstol: “Para que crean en hombres, que quita la libertad de espíritu,
la mentira, los que no quisieron creer en la por la cual deben luchar todos los hombres
verdad”. Es como si dijera: Porque no me magnánimos. Por eso, según la glosa, la jac
habéis recibido a mí, ni habéis creído que tancia y ambición de la alabanza humana es
soy el Cristo, se os aplicará este castigo, que un vicio grande; desea que le estimen por lo
engañados recibáis en lugar de Cristo al que no tiene, y busca su gloria, no la de Dios.
Anticristo. Los judíos serán, parece, los pri En cambio, es una virtud grande la humildad
meros en convertirse al Anticristo. Los ju que no se estima en nada, busca la gloria de
díos le recibirán al final, le edificarán un solo Dios y apetece agradarle solo a él. Por es
templo, será circuncidado, dirá que es el ta causa no cumplimos los mandamientos;
que les fue prometido y se pegarán a él has porque no somos humildes, sino soberbios y
ta que su falsedad se descubra por Henoc y ambiciosos; presumimos de nuestras fuerzas e
Elías. Según san Agustín, el Anticristo in industria tanto que no podemos humillarnos
tentará restaurar las ceremonias de la ley, a cumplirlos.
para deshacer el Evangelio; esto persuadirá En parte también les impidió a los ju
a los judíos a que reciban al Anticristo en díos llegar a la fe en Cristo del que sólo es
lugar de Cristo. peraban y hasta ahora esperan la gloria y
exaltación temporal que les daría el Mesías
15. Causa de esta incredulidad y veían a Cristo pobre y humilde. Por eso
Señala luego la causa de su increduli no le recibieron, sin atender a la Escrituras
dad: “¿Cómo vais a poder creer vosotros, de los profetas que hablan de su pobreza y
que aceptáis gloria unos de otros, y no la humildad. Pero la gloria y exaltación que
gloria que viene del único Dios?” (Jn 5,44). Cristo iba a dar, es la gloria del cielo, que
Por soberbia aceptáis el honor humano, y, no entendían; y por eso no buscaban la glo
en cambio, no buscáis la gloria que viene de ria de solo Dios y permanecieron en su fal
Dios, la humildad que es gloria verdadera, ta de fe. Sólo puede creer en Cristo pobre y
ni la gloria del cielo. Si no creían, no era humilde el que no busca su propia gloria si
porque no estuviera patente la verdad, sino no la de Dios.
porque los cegaba la soberbia del que desea Dice san Beda de la vanagloria: “Este vi
ser alabado sobre los demás. Por eso no po cio no se puede evitar mejor que si, volvien
dían creer en Cristo; como su mente sober do a nuestra conciencia, consideramos que
bia apetecía la gloria y el estar por encima somos polvo; y, si advertimos que hay algo
de los demás, juzgaban poco decoroso creer bueno en nosotros, no nos lo atribuimos a
en Cristo, que parecía bajo y pobre; por eso nosotros, sino a Dios”. Dice también el Cri
no podían creer en él. Puede creer en él, el sóstomo: “Huyamos con afán de la gloria va
que con corazón humilde busca la gloria de na. ¿Cómo, dices, la podremos vencer? Mi
79. EL ÁRBOL SIN FRUTO. LA MUJER ENCORVADA 667

rando a la otra gloria, la del cielo, de la que do conocerlo todo por experiencia? Por esto
ésta quiere expulsarnos. Pues ¿qué esperanza se escribieron aquellas cosas, para que si uno
de salvación tendremos, si se nos manda ser cree en el futuro, tome, de lo que sucedió, la
extraños a todo lo que hay aquí, y nosotros prueba manifiesta de lo futuro. Entendiendo
somos extraños al cielo? ¿Qué habrá nunca esto, lo pasado y lo futuro, respiremos al me
peor que esta insensibilidad, si oyendo cada nos un poco de esta servidumbre, y hagamos
día las cosas del juicio y del reino, imitamos a alguna cuenta del alma, para que poseamos
los del tiempo de Noé o de Sodoma, esperan los bienes presentes y los futuros”.

Oración

¡Señor Jesucristo, sáname, enfermo de mala y larga enfermedad, paralítico de torpeza


tan larga para el bien!
Dame que me levante apartándome del pecado, que tome mi camilla llevando la peniten
cia, que camine avanzando en el bien, de bien en mejor y marchando de virtud en virtud.
He sido sanado por beneficio tuyo; que con tu ayuda me empeñe en evitar todo pecado
en adelante, no sea que me suceda algo peor, aquí o en el futuro.
Dame también buen Jesús, que siguiéndote a ti, humilde, desprecie la gloria humana
y terrena, que no desee ser alabado, ni alzarme sobre los demás; que busque la gloria de ti
solo y apetezca agradarte sólo a ti. Amén.

79. EL ÁRBOL SIN FRUTO. LA MUJER ENCORVADA


Lucas 13, 1-17; 31-32

1. Pilato manda matar a veinte galileos con él, prohibían que el pueblo hiciera las
ofrendas establecidas por la salud del Impe
Y, dejándolos en su incredulidad, Jesús
rio Romano.
marchó de nuevo a Galilea; permanecía y
enseñaba allí. “En aquel momento se pre Pilato indignado vino sobre esos que
sentaron algunos, para contarle lo de los ga hacían sacrificios y en medio de las víctimas
con
lileosla cuya
de lassangre
víctimas” (Lc mezclado
había 13,1). Pilato hi-
Pilato que se hacían por el rito de la ley, los mató
y la sangre de los que ofrecían el sacrifico se
zo que los mataran, eran veinte hombres, mezcló con la de las víctimas. De esto na
cuando estaban ocupados en hacer los sacri cieron enemistades entre él y Herodes, por
ficios; su muerte se unió con los sacrificios, que esos galileos eran de la potestad de He
la sangre de los muertos se mezcló con la de rodes. Y, como algunos del vulgo atribuían
las víctimas. Según san Cirilo, eran segui- aquella muerte súbita y horrible a pecados
dores de la doctrina de Judas Galileo, que gravísimos de los muertos, creyendo que
menciona Lucas en los Hechos; decía que habían sufrido aquello con toda justicia, se
no era lícito a los judíos reconocer a ningún lo contaron al Salvador, queriendo saber
señor fuera de Dios; y muchos, de acuerdo qué le parecía.
668 PRIMERA PARTE

fueran
afirma
peores
es argumento
que
da presente
El
losSeñor
que lo
pecadores
demás;
quelos
pecados
no
suficiente
que
apadecieran
lo
veces
yniega,
no
murieran
menos
Dios
murieron
desino
que
castiga
graves
porque
por
dejando
pecaran
así;
yesto,
enfueran
difiere
eso
lamás
que
vi-
no Dice el Crisóstomo: “Muestra que per
mitió que padecieran aquello, para que los
vivos, aterrados por los peligros ajenos, se
hicieran herederos del reino. ¿Qué? dirás,
¿se castiga a aquél para que yo sea mejor?
No; es castigado por otros pecados; pero es
materia de salvación para los que lo ven”.
los más graves para castigo mayor después. Pone otro ejemplo, de dieciocho ciuda
preparado
do;
los Místicamente
gran”,
galileos
diablo
buenas
espiritual
la sangre siempre
sacrificios.
su muerte
mancha
indican
obras.
con
indica
de la
los aPilato
corporal
Pilato
los
las
Los
de
elque dar
pecado, muerte
oraciones,
viandantes
sus figura
galileos,
mezcla
noes
víctimas,
ofrecen
señal deapuramente
las
al
loslalimosnas, almas;
diablo
sacrificios,
“que
de
sangre
este
cuando
la trasmi-
muerte
de
mun-
ayu-
los
las
el danos de Jerusalén, que, mientras edifica
ban una torre en Siloé, de pronto cayó sobre
ellos y los aplastó, fueron castigados por el
instrumento de su ofensa; esa ruina algunos
la atribuían a la enormidad de sus pecados;
pero Cristo dio la respuesta del ejemplo an
terior. Dice san Beda: “Los de Jerusalén
aplastados por la torre en Siloé indican que
los judíos que no quisieron convertirse pe
recerán con sus murallas. La torre es el que
de
nos
placeres
obsesión
alabanza
y demás
mortíferos
de odio,
humana,
obrasfuror
buenas
de la
siniestra
decarne
envidia,
de los
yintención
sangre,
fieles,
ambición
cono es torre de fortaleza que está en Siloé, envia
do; figura al enviado al mundo por el Pa
dre, que sobre los que caiga los aplastará”.

rezcan
cualquier
ofrecidas al Señor,
otra plaga mala. Pues,
sin embargo
aunque pa-
no 3. La higuera estéril, su significado
Les propuso la comparación de la higue
sirven de nada a los que las ofrecen, sino más
ra que no daba fruto y ocupaba en balde la
bien, a veces, se les convierten en pecado;
tierra; el señor de la viña mandó que se cor
pues de Judas, que, puesto entre sacrificios,
tara, porque buscando tres años fruto en
pensaba la traición de la sangre del Señor,
ella, no lo halló; pero rogado por el agricul
está escrito en el salmo: “Su oración sea teni
tor de la viña que quería cavar alrededor y
da por pecado” (Sal 109,7).
ponerle estiércol, se lo permitió con espe
ranza de enmienda; concluyendo que tam
2. Si no se convierten, perecerán igual
bién los judíos debían ser cortados de la vi
del
en
salvación
ten
que
pecadores,
ñor
lileos
cuerpo
A
peligro,
que
de
aquellos
fueron
los
sus
los
que
después
ysino
pecados,
judíos
porque
alma.
muertos
galileos;
se para
lodel
no
Sólo
contaban,
es
perecerán
no
temor
diluvio.
son
que
lala
solo
segunda
menos
si se
conversión
de
no
porque
les
Aquellos
igualmente
los
dice
culpables
convier-
tabla
demás;
fueron
ellibra
ga-
Se-
de da y ser castigados, si no hacían fruto de
conversión y buenas obras. Esta semejanza
muestra qué grande es la paciencia de Dios
y la negligencia del hombre.
La higuera plantada en la viña es la sina
goga levantada en la casa de Israel y la masa
judía; los tres años de visitarla, son la pro
mulgación de la ley, las afirmaciones de los
profetas y la gracia resplandeciente del Evan
muchas
versión por
veces
la los
muerte
hombres
repentina
se mueven
de otros.
a con- gelio. En ellos buscó Dios fruto de buenas
obras de los judíos y no lo halló, sino en muy
79. EL ÁRBOL SIN FRUTO. LA MUJER ENCORVADA 669

pocos,
multitud.
viña
azadacavaran
de
como
laY
inteligencia
nada
alrededor
aunque
en comparación
loshumillándola
y con
labradores
el terror
con
decon
de
tanta
esta
los
la para su conversión. Cavar alrededor es ense
ñar la humildad y paciencia de la peniten
cia, porque hoyo es una cavidad de la tierra;
el estiércol es la sordidez y la memoria de los
juicios divinos;
mostrándole la fealdad
aunqueyleabominación
pusieran estiércol
de sus pecados, y dan fruto. ¿Qué más sórdido que
el estiércol? Y, sin embargo, si lo usas bien,
taron
pecados
tan a los
losque
hombres
labradores
suelena suscitar
convertirse,
y los judíos
humildad
poco
merecieron
adelan-
e inci- ¿qué hay más fructífero?”
Dice también san Gregorio: “El árbol
revive del estiércol al fruto, porque de la
ser cortados. consideración del pecado resucita para las
También se llama campo y viña del Se obras buenas”. Excavar es reconocer los pe
ñor
hombres;
labradores
ro también
al mundo,
unos
son
el alma
los
cuyos
sonprelados
fructíferos,
deárboles
cada yuno
sacerdotes.
y otros
vides
es árbol,
no.
sonPe-
Los
los
vi cados; pues el pecador cubre sus pecados,
pero cavando la conciencia verá su maldad y
tendrá vergüenza de ellos. Echar estiércol es
recordar la muerte, pues en la muerte el
ña, huerto y campo de aquél que tiene que hombre se hace podredumbre; la memoria
chos
trabajarlo
que ocupan
para que
inútilmente
dé frutos.laPero
tierra
enno
mu-
se de la muerte preserva del pecado, hace an
dar solícitos en las obras buenas y conserva
encuentra
castigo, con
fruto
queyelpor
Señor
tanto
les deben
amenaza.
temer el la gracia de Dios.
El árbol de la higuera señala en sentido
Dice san Gregorio: “Por tercera vez vi moral a cualquier persona plantada en la
no el Señor a la higuera, porque buscó a la Iglesia de Dios para dar fruto; los tres años
naturaleza de la humanidad antes de la ley, en que no da fruto se entienden la juven
bajo la ley y bajo la gracia, esperando, avi tud, la madurez y la vejez; por ello merece
sando, visitando; pero en tres años se queja ser cortado de la vida presente por la muer
de que no halla fruto, porque a algunos la te. Por el labrador se puede entender al án
ley inspirada natural no los corrige, ni los gel custodio del hombre, que pide a Dios
preceptos los informan, ni los milagros de que aun en la vejez se le permita vivir para
su Encarnación los convierten. Hay que oír que por su diligencia con él, se enmiende y
con temor lo que sigue: “Córtala; ¿para qué fructifique; de otra forma será cortado y
está ocupando el terreno en balde?” (Jn echado al fuego.
13,8). Porque cada uno, si no da fruto a su
modo de buenas obras, es como árbol sin 4. La higuera aplicada a los religiosos
fruto que ocupa el terreno”. Moralmente también se puede llamar
de
quelaLos
dentro
higuera
labradores
de ylacuidan
Iglesia
son los
de
rezan
que
ella;por
están
o,los
losalsantos
cargo higuera a la vida religiosa. Su señor, Cristo,
la conserva plantada en su viña, en la Igle
que es sia, por san Antonio, san Agustín, san Be
este
echo
tán
guera,
cia; fuera;
voy
año,
estiércol”.
cuando
amientras
cultivarla
todosdicen:
Déjala
interpelan
que
reprendiendo
“Señor,
este
yo cavo
tiempo
al déjala
Señor
alrededor
sus
de
también
dela
vicios,
lagra-
yhi-
le nito y otros; y viene buscando fruto, una
mayor plenitud de perfección y santidad, en
la vida religiosa; y no encuentra sino sólo
hojas, nada de verdadera vida religiosa, fue
ra de las palabras y del hábito exterior. Y
despertándola con el hedor de sus pecados, dijo al labrador de la viña, al grupo de pre
670 PRIMERA PARTE

lados y doctores que tienen por oficio podar en ella un hoyo de humildad y vaciándola
los sarmientos, quitar las espinas y hacer lo de toda apetencia de este mundo; y debe
demás: “Mira, hace tres años”, el tiempo de echar en ella estiércol, considerando la mi
san Antonio, san Agustín y san Benito, seria de este mundo, ya que, según el após
“que vengo a buscar fruto” de virtudes y tol, todas las cosas mundanas no son sino
obras en esta higuera “y no lo encuentro”; estiércol; la consideración de todo esto y ca
estaba demasiado al lado del camino y del var alrededor hacen fructífera a la higuera
mundo y por eso no podía guardar los fru de la conciencia del religioso.
tos hasta que maduraran. Por la higuera se entiende bien la vida
Da temor a cualquier religioso lo que se religiosa. Como el higo tiene muchos gra
dice aquí: “Córtala”, anuncia que se debe nos de una dulzura, así la vida religiosa con
cortar, por infructuosa, “¿para qué está ocu su modo de vida y la regla tiene muchos
pando terreno en balde?”; usa lo temporal, hombres que viven en concordia. Las hojas
ocupa el lugar, pero no hace obras buenas. de la higuera tienen cierta semejanza con
Como dice san Agustín, el pecador no es las manos humanas; así las palabras de los
digno del pan que se come. En respuesta el religiosos, las hojas, deben adecuarse con las
prelado o superior que deben salir al paso obras, de modo que lo que dicen, lo hagan.
en defensa de sus súbditos, dice rezando por Se dice que los toros más feroces se amansan
ellos: Señor, déjala todavía un año más, que atados a una higuera, así jóvenes insolentes
se convierta y dé fruto. Pero, concedido el y disolutos se amansan, se someten humil
espacio de conversión, muchos abusan con des al yugo del Señor, cuando entran en re
soberbia no para enmendarse. Deja que ca ligión y se comprometen con los ritos de la
ve un hoyo alrededor, humillándola con Orden.
amonestaciones, llamándola del amor de lo Pero advierte que se dice en Jeremías:
terreno; el que cava extrae la tierra y hace “¿Qué ves, Jeremías? Higueras buenas,
un hoyo, la humildad. Y pondré estiércol, muy buenas; y también malas, muy malas”;
evocándole la fealdad de los males que hizo porque, cuando un religioso es bueno, no
y su vileza. Hay muchos, sin embargo, que hay mejor que él y cuando es malo, no lo
ni aun así quieren arrepentirse, sino que hay peor. Dice san Agustín: “Confieso sim
murmuran contra los que les recuerdan sus plemente que desde que comencé a servir a
pecados en la predicación, la exposición, la Dios, como con dificultad he encontrado
corrección, la acusación. Por eso deben te mejores que los que progresan en los mo
mer que sean cortados, porque “todo árbol nasterios, tampoco he encontrado peores
que no produzca buen fruto se corta y se que los que decayeron en ellos”.
echa al fuego” (Lc 3,9)
Los tres años pueden significar también 5. Ocupar el terreno en balde
los tres votos comunes a todo religioso; so Se nos amonesta aquí que no seamos es
bre ellos nos interrogará el Señor a cada tériles, como árbol sin fruto, ni ocupemos
uno, con máxima exigencia, cómo se han en balde el terreno; no sea que, si nos en
observado; muchos deben temer no los ha cuentran sin fruto de obras, nos corten y
lle quebrantados o mal guardados. El labra nos echen al fuego. Porque, como dice san
dor de esta viña puede ser la razón, que de Bernardo, dos cosas se aplicarán al árbol sin
be cavar en torno a su conciencia, haciendo fruto, el hacha y el fuego. La tierra ocupada
79. EL ÁRBOL SIN FRUTO. LA MUJER ENCORVADA 671

por la higuera estéril puede significar la cosas buenas le diste a éste y tú eres malo.
Iglesia,
preladoscubierta
y superiores,
por la sombra
para queculpable
no vea de
la ¿De qué sirve lo que tiene, cuando no tiene
al que le dio todas las cosas?” Con estas pa
luz;
por sus ejemplos la impiden entrar en calor labras, en un sermón, san Agustín retrajo a
el amor de Dios; de ellos se puede decir: un impuro de sus pecados.
“¡Ay de vosotros, maestros de la ley y fari
seos,
te dequelos cerráis
hombres!”
el reino
(Mtde23,13).
los cielos
Dice
delan-
san 6. Curación de una mujer encorvada
“Estaba enseñando en una sinagoga du
Ambrosio: “Ocupa inútilmente el terreno rante el sábado” (Lc 13,10), en el lugar co
el que tiene un puesto y no lo cumple con mún donde se reunían los judíos y en el día
buenas obras; con su ejemplo de maldad da en que los hombres deben entregarse al
impedimento a los otros”. Como dice san culto divino, para oír la palabra de Dios;
Jerónimo: “El que ve que no es apto o que para, proponiéndoles la comparación dicha,
no sirve en el lugar que ocupa y que debe indicar que se refería a la sinagoga, y que
servir a otros, está obligado a cederlo y no comparaba a la sinagoga con un árbol esté
ocupar el puesto de otro mejor”. ril. El corte del árbol significaba la escisión
Dice también san Agustín: “No tiene de la sinagoga por los desechados y dignos
nada que pensar más cada uno, sino que de condenación. El enderezarse de la mujer
vuelva los ojos a sí mismo, se conozca, se que sigue significaba la elevación de la
examine, se busque y se encuentre. Enton Iglesia o el alzarse de un alma fiel a la fe, a
ces, lo que le disguste, lo mate; lo que le la gracia, a la gloria. Dice san Ambrosio:
agrade, lo adopte y lo plante. Cuando el “¡Qué bueno, qué justo, cuando se apiada o
hombre se encuentra vacío de los mejores amenaza! En la figura de la sinagoga man
bienes, ¿por qué está ávido de bienes exte da que se corte el árbol; en la de la Iglesia
riores?
bienes, ¿Y
si ladeconciencia
qué le sirve
está el
vacía?
arca ¡Quieres
llena de salva a la mujer”.
”Y mira, una mujer, que hacía dieciocho
ves
tener
que
losdebes
bienesavergonzarte
y no quieresde
sertus
bueno!
bienes,
¿Nosi años que tenía una enfermedad causada por
un espíritu, estaba encorvada y de ningún
tu
malo?
casaNada
Dime,
está en
llena
¿qué
absoluto.
deesbienes,
lo que
¡Ni mujer,
yquerrías
te tiene
nitener
hijo,
a ti modo podía ponerse derecha” (Lc 13,11).
Tenía un espíritu de enfermedad, una enfer
medad causada por el mal espíritu, Satanás,
criado,
avida
calzado.
nitus
calzado;
mala!
ojos,nielegantes
¡Todas casa decosas
yPrefiere,
sinlas campo,
embargo niestán
túnica,
ytehermosas,
ruego,
que
quieres
tuson en
tener
vida fin
enqueri-
torno
auna
tu tantos años, como ligada por las ataduras de
la enfermedad, y al modo de los brutos in
clinada a la tierra; no podía mirar al cielo
para el que había sido hecha, porque gustan
do lo terreno y buscando lo ínfimo del cielo,
das para ti, y tú eres para ti vil, repugnante! no sabía todavía pensar lo más alto.
Si te pudieran responder los bienes de que “Al verla Jesús, la llamó y le dijo: Mu
temiste
res
está
remos
dan tenernos
gritos
llena
tenerte
perder,
tu
contra
buenos,
casa,
señor
¿noti,
los
clamarían
bueno?
también
suque
dueño.
deseaste
Con Tú
nosotros
a Mira,
ti:
voz tener,
callada
tantas
quie-
que-y jer, quedas libre de tu enfermedad. Puso las
manos sobre ella, y al instante se enderezó;
y glorificaba a Dios” (Lc 13,12-13). Daba
gloria a Dios por el bien recibido, pues
Dios sólo retiene la gloria de sus obras, la
672 PRIMERA PARTE

utilidad nos la da a nosotros. En esto mos- inclinada. Porque la culpa acostumbrada


tró el Señor su humildad, pues no desdeña- obliga a la mente, para que de ningún mo
ba tocar a los enfermos, por más deforme y do pueda alzarse a la rectitud. Se esfuerza y
grave que fuera la enfermedad que tenían. cae; porque donde persistió largo tiempo,
Aunque esta inclinación de la mujer se en- ahí, aun cuando no quiera, forzada cae. Si ya
tiende de la inclinación de la enfermedad hemos conocido los bienes de la patria ce
que soportaba, por vejamen del diablo, sin lestial, no nos agrade estar encorvados. Pon
embargo, la tomamos moralmente así: ¡oja- gamos ante los ojos a la mujer encorvada y
lá toda mujer tuviera el rostro y los ojos in- al árbol sin frutos”.
clinados a la tierra, de modo que jamás mi- Dice también san Agustín: “Por tanto,
rara a un hombre, porque su mirada es muy el que es estéril, que se convierta y dé fruto
peligrosa!271 digno de penitencia. El que está encorvado
de forma que mira a la tierra y se alegra con
7. No enredarse la vida en lo terreno la felicidad terrena, que también él se pon
ga derecho; si no puede por sí mismo, que
Se nos enseña aquí que nuestra vida no
lo pida a Dios”.
esté enredada en lo terreno, como esta mu
jer inclinada a la tierra. Como dice san
8. El hombre debe enderezarse
Agustín, cuanto más se enreda uno en las
ocupaciones terrenas, tanto más se estorba y Con razón se debe enderezar el hombre,
se impide la visión de su Creador. Y, como pues tiene el rostro alzado al cielo, para que
dice san Gregorio, quien codicia lo visible, tienda más a lo celestial y eterno que a estas
pierde las virtudes invisibles. Está encorva- cosas temporales y caducas. Dice también
do el hombre que inclinado a la culpa, no san Agustín: “La forma del cuerpo endere
puede mirar a lo alto por la justicia; entre zada al cielo nos invita a saber y gustar las
gado a placeres terrenos, piensa y ama sólo cosas de arriba. El Señor hizo a las bestias
lo terreno y transitorio; no eleva los ojos de postradas de rostro para buscar el alimento
la mente a mirar lo del cielo, ni busca las ri- de la tierra; a ti te levantó sobre los dos
quezas de la felicidad eterna. Pero, si el Se pies, quiso que tu rostro atendiera arriba.
ñor le toca por su gracia, si le pone la mano No esté discordante tu corazón de tu rostro,
de su piedad, se endereza por la justifica- no tengas el rostro hacia arriba y el corazón
ción, y olvidado de lo terreno, contempla lo hacia abajo”.
celestial. Dice san Basilio: “Las bestias de la tie
Dice el mismo san Gregorio: “Todo pe- rra están mirando a la tierra; pero el hom
cador que piensa las cosas terrenas y no bus- bre, árbol celeste, cuanto difiere en la confi
ca las del cielo, no puede mirar arriba, por- guración, difiere en la dignidad del alma.
que al seguir sus deseos inferiores, se dobla ¿Cuál es la figura de los cuadrúpedos? De
de la rectitud de su mente, y siempre ve, lo cabeza o cuerpo mira a la tierra, anda sobre
que siempre piensa, sin intermisión. Y, co- el vientre; sigue por todas partes lo volup
mo no se levanta al deseo celestial, no pue- tuoso. Tu cabeza está alzada a lo alto, tus
de mirar arriba en absoluto, como la mujer ojos contemplan lo de arriba, de forma que,

271 Frente a la exclamación, entre candorosa y cáustica, del monje, la acción de Jesús: toca a la mujer y ele
va su cuerpo, rostro y ojos.
79. EL ÁRBOL SIN FRUTO. LA MUJER ENCORVADA 673

pasiones
lo
sin
ellas.
si alguna
que Otra
está
de es
conocimiento,
vez
bajo
late
la
carne
él,
ultrajas
preocupación
tete
sirviendo
asemejas
haces
a ti mismo
al
semejante
digna
a vientre
las bestias
por
de ylas
ti,a Advierte también como dice Aristóteles
en el libo De los animales, que las aves cie
rran los ojos con el párpado inferior, en
cambio los animales más gruesos, con el su
perior. Por las aves se entienden los hom
ybuscar en la
estar las cosas
mente
de arriba,
sobre las
donde
cosas
está
terrenas.
Cristo bres espirituales, que cierran los ojos a las
cosas inferiores y terrenas, y los dirigen a las
Dispón asíBernardo:
Y san tu vida, como has sido
“Es propio delformado.
alma en- celestiales. En cambio, por los animales
Tupatria
ra es están
ciudadanos
ciudadanía
la Jerusalén
estáescritos
en losde el cielo.”
cielos;
enarriba,
tu verdade-
tus con- gruesos se entienden los hombres munda
nos, que tienen los ojos cerrados para lo del
cielo y lo espiritual y abiertos para lo mun
dano y terreno.
corvada buscar y gustar lo que está sobre la
tierra; pero es torpe para un cuerpo humano, 9. La figura de la mujer encorvada
de forma erguida, tener una mente de bes
Esta mujer encorvada es figura de un al
tia”. Y de nuevo: “Dios dio al hombre la es
ma pecadora, y una mente avara; una mujer,
tatura del cuerpo erguida, quizá para que es
fría por la ausencia de la caridad; inclinada
ta rectitud corporal de la figura exterior
porque durante largo tiempo, por acción del
corporal amonestara al hombre interior que
diablo, se inclinó al amor desordenado de lo
ha sido hecho a imagen de Dios, de la recti
terreno tanto que no puede mirar a lo alto
tud espiritual que debía observar; y lo deco
por la costumbre, como olvidada del cielo;
roso del barro acusara la deformidad del áni
hermanos fueron Manasés, olvido, y Efraín,
mo. Porque ¿qué más indecente que en un
fructífero; tiene el espíritu de enfermedad,
cuerpo rector llevar un alma encorvada? Es
está enferma para lo espiritual; dieciocho
feo y perverso que el vaso de barro, que es
un cuerpo de tierra, tenga los ojos hacia arri años, larga duración. Según san Agustín,
ba, mire libremente a los cielos, se deleite cuando los demás vicios del hombre enveje
mirando a los luminares de los cielos, y, en cen, sólo la avaricia rejuvenece.
cambio, la criatura espiritual y celeste arras Pero Jesús la toca, en un día de sábado,
tre abajo a la tierra sus ojos, los sentidos in cuando por su inspiración descansa del pe
ternos y los afectos; y la que debió alimen cado; y se levanta así por el deseo de lo ce
tarse en cosas preciosas, se eche como una lestial. Porque en la curación de la mujer
cerda en el barro y abrace la basura”. Dice hizo cinco cosas el Señor: la ve con piedad,
Boecio: la llama por inspiración interior, la sana por
el perdón del pecado, la toca por el dolor de
Tú que con el rostro recto miras al cielo y elevas la
la penitencia y la levanta a lo superior con
frente;
fervor de amor.
Levanta a lo más alto el alma, para que no se asiente
La mente inferior abajo, elevado más arriba el cuerpo. El jefe de la sinagoga, del que se habla
enseguida, es como el hipócrita que se le
Y Ovidio: vanta sobre los otros y murmura cuando in
Mientras miran inclinados los demás animales a tierra; terpreta y juzga mal. Se le acusa esto; hay
Dio
Al cielo
un rostro
y elevar el rostro
sublime al hombre
recto a los
y leastros.
mandó mirar que tener más cuidado con la criatura hu
mana que con brutos animales.
674 PRIMERA PARTE

10. Reprende la hipocresía de los judíos maestros de las masas, y ponen al hombre
después de la bestia.
Sigue así: “El jefe de la sinagoga, indig
Dice el Crisóstomo: “Bien hace en lla
nado porque Jesús había curado en sábado,
mar hipócrita al jefe de la sinagoga, porque
dijo a la gente: Hay seis día en que se debe
trabajar” (Lc 13,14), lo decía a la gente, co tenía aspecto de quien da culto a la ley, pero
mo acusando indirectamente al Señor, pues su mente era de astuto y envidioso. Lo que
no se atrevía a acusarle a él personal y direc le preocupa no que el sábado sea violado, si
tamente. El Señor respondió llamándolos no que Cristo sea glorificado”. También hoy
hipócritas; bien lícito era liberar en sábado muchos, no sólo seglares, sino religiosos son
a la mujer encorvada, porque también ellos así; cuidan más de las bestias que del hom
en sábado sueltan del pesebre al buey o al bre. Dice san Bernardo: “Cae la burra y hay
asno y le llevan a beber. Dice san Ambrosio: quien la levante; cae un alma y no hay quien
“¡Qué parábola tan dulce y tan fácil! Com se cuide de ella”. El que se ocupa más de un
para atadura con atadura, respondiendo al caballo, de un animal, de su cuerpo, traba
disimulo de los judíos con su acción. Ellos jando y gastando con más gusto por librarse
desatan a sus animales en sábado y repren de la enfermedad y de otros peligros que por
den al Señor porque desata a los hombres de sanar el alma de uno y librarla del diablo,
los pecados. Dios también descansó de su estando mucho más obligado a ello, es hipó
obra del mundo, pero no de las obras san crita y comete pecado.
tas, que es su ocupación eterna y gozosa, co
mo dice el Hijo: ‘Mi Padre está trabajando 11. Cómo santificar los sábados
ahora’ (Jn 5,17), enseñándonos que, a seme
Hay que saber que cuando se dice: san
janza de Dios, cesen nuestras obras secula
tificarás el sábado, se puede entender de
res, no las piadosas”.
tres formas: primero, en general, que este
El jefe de la sinagoga entendía mal la
mos libres de pecados y vicios; segundo, es
ley, pues no quería que se hicieran en sába
do obras de piedad y misericordia. La ley no pecialmente, que cesemos de las obras cor
prohibía una obra filial y libre, sino la servil porales que impiden dedicarnos a Dios y su
y dañosa; prefiguraba el tiempo en que ce culto, como los trabajos mecánicos, la agri
sarán nuestras obras seculares, no religiosas, cultura, el comercio, dar leyes y semejantes;
ni de alabar a Dios. El Señor curaba en sá tercero, muy en especial, en los contempla
bado también como signo de esto. Por tan tivos, separados del mundo, que se dedi
to la curación y realización de milagros que quen del todo a Dios. La forma primera es
se ordena a la gloria de Dios y para excitar necesaria; la segunda, debida; la tercera,
la devoción de los que lo ven, podía hacerse perfecta. “Y al decir esto, se sentían abo
en sábado, y mejor que en otros días, por chornados todos sus adversarios, y toda la
que era un día ordenado para el culto divi gente se alegraba por todas las cosas mara
no y para la devoción del pueblo. Pero ellos villosas que hacía” (Lc 13,17); no podían
no temen posponer la obra de caridad, curar contradecir su verdad abierta, confusos por
a un enfermo, a la obra de codicia, de su ga la respuesta razonable; y las gentes le glori
nado; por eso el Señor los llama hipócritas, ficaban por todas sus obras, sus dichos y sus
simuladores, porque desean ser vistos como obras gloriosas, porque amaban la verdad.
79. EL ÁRBOL SIN FRUTO. LA MUJER ENCORVADA 675

12. rodes
Tres días que Cristo anuncia a He- haga lo que voy a hacer. Señala con todo su
intención en tres días: la primera consiste
en la expulsión de demonios: la segunda, en
“En aquella hora se acercaron unos fari
la curación de enfermedades; la tercera, en
seos a decirle: –Sal, y vete de aquí, porque
la consumación o cumplimiento de su ofi
Herodes quiere matarte. Pero él les dijo: Id
cio por el patíbulo de la cruz, pues entonces
y decid a ese zorro” (Lc 13,31). Unos se lo
decían con buena intención, se cumplirán todas las cosas dichas de él en
para que mira
la ley y los profetas; por eso dijo a tiempo
ra por sí; otros con mala, para probarle si se
de morir: “Se ha cumplido” (Jn 19,10). Y
apartaba de su doctrina por temor de la
los adverbios hoy y mañana se han de en
muerte. Quieren que se vaya fuera del do
tender en singular, hoy echo demonios y
minio de Herodes. Pero él no tiene miedo y
mañana llevo a cabo curaciones. Primero
les da ese recado para Herodes, al que llama
echo demonios, después doy la salud; y en
zorro. Por el zorro se entiende el príncipe
tercer lugar se hace la plena salud.
malo, pues el zorro es un animal engañoso,
Mística, o espiritualmente, durante el
rapaz, que anda de modo tortuoso y de mal
primer día fue la expulsión del enemigo;
olor; así el príncipe malo, como lo era este
la segunda, fue la curación perfecta de la
Herodes, es engañoso por la maquinación
naturaleza humana lesionada; la tercera,
del mal, rapaz del dinero ajeno, marcha tor
fue la reconciliación del hombre con Dios.
tuoso por la perversidad del juicio y huele
Moralmente, la primera jornada consiste
mal por la infamia de su nombre. Se afana en expulsar los vicios; la segunda, en dar
también en matar a Cristo en sí y en sus
las virtudes y ejercitar las costumbres; la
miembros, en cuanto está de su parte.
tercera, en recibir los premios. Se dice en
Dice san Bernardo: “Es patente cuánto
Oseas: “Dentro de dos días nos dará la vi
daña el poder perverso, cómo una cabeza
da, al tercer día nos hará resurgir” Os 6,2).
impía conforma también con su impiedad a O, estas tres jornadas significan las tres
los súbditos. ¡Pobre ciudad aquella en que
partes de la penitencia: contrición con do
reina Herodes porque será partícipe de la
lor, confesión con pudor, satisfacción con
maldad de Herodes! Maldad de Herodes
trabajo.
fue querer matar a la naciente religión;
cualquiera que intenta impedir el amane
13. Jesús predice el lugar de su Pasión
cer, avance y consumación de la religión y
des
santidad,
a Cristo”.
o la persigue, persigue con Hero- Añade sobre el lugar de la Pasión, don
de se cumplirá todo por la muerte: “Sin em
y Decid a aquel zorro: “Expulso demonios bargo, es menester que hoy y mañana y al
si
pocos
tercer
dijera:
llevodías,
día Herodes
termino
hasta
a cabo el por
tiempo
no puede
curaciones lahoy
muerte.
deymi Es como
impedir
Pasión;
mañana, que
y al día siguiente yo continúe mi camino, por
tercer
los demonios,
día termino”
que (Lc,
no pueden
13,32). Expulso
resistirse,a que no cabe que un profeta perezca fuera de
Jerusalén” (Lc 13,33). No por destino fatal
siendo y en
eso no debe
cuerpo de mayor
el
temerle.
alma;
poder
lo
Hago
hago
quecuraciones
Herodes, yenpor
hoy y mañana,el o necesidad, sino por la voluntad del Padre
y por mi voluntad; tengo que caminar hacia
el lugar de la Pasión; porque no conviene en
absoluto, no cabe, que un profeta muera,
sea muerto, fuera de Jerusalén. Donde mis
profetas murieron, yo, cabeza de los profe
676 PRIMERA PARTE

tas, de quien todos ellos escribieron, allí de sión, él no. ¡Ojalá también hoy los predica
bo ser inmolado, donde no domina Hero dores, prelados y demás fieles no cesen en la
des, sino Pilato. doctrina y confesión de la verdad por miedo
Es claro, pues, que mi muerte no está a príncipes y hombres perversos; sino que,
en su poder, ni la hora, ni el tiempo. Es co imitando a Cristo, confiesen audazmente la
mo si dijera: Bien sé yo el lugar de mi Pa verdad ante los hombres!

Oración

¡Señor Jesucristo! Concédeme dar con fervor el fruto de las obras buenas, y perseverar
en ellas sin interrupción, para que no sea hallado sin fruto y merezca ser cortado y echado
al fuego.
Dame también, Dios mío, que no esté inclinado hacia abajo por la culpa, sino que mi
re arriba por la justicia; que encorvado de la rectitud de la mente no piense y ame lo te
rreo y transitorio, sino que eleve los ojos de la mente a contemplar lo celestial y busque las
riquezas de la felicidad eterna.
Señor, mírame con piedad; llámame con inspiración interior; sáname con el perdón del
pecado; tócame con el dolor de la satisfacción; levántame a lo superior con el fervor del
amor. Amén.

80. CURA AL HIDRÓPICO. LA HUMILDAD Y LA BONDAD


Lucas 14,1-14

1. Pregunta: ¿Es lícito curar en sábado? fariseos sino invitado por los que lo hacían
con malicia; en cambio se acercaba a co
Después Jesús iba por ciudades y al mer con publicanos, aunque no se lo pi
deas272 enseñando y predicando sin hacer dieran.
diferencias y sin acepción de personas. “Y Los fariseos se tenían por justos y sanos,
sucedió que, cuando entró él en casa de en cambio, los publicanos se confesaban pe
uno de los jefes de los fariseos un sábado cadores y débiles y que necesitaban de mé
para comer pan273, ellos estaban espiándo dico. Por eso a éstos se les adelanta, para
lo”. Por el nombre del pan se designa las iluminarlos; a los otros espera a ser rogado
cosas necesarias para la vida; se contentaba para que se humillen. “Ellos le observa
con pocas cosas, y no era carga para el que ban”, a Jesús, espiándole, por si en sus he
le recibía. Es de suponer que entraba invi chos veían algo de donde pudieran repren
tado, pues el Señor no iba a convites de los derle o acusarle. Era grande su maldad,

272Lit.: “civitates et castella”. Nota al c. 50, 9, sobre: “villas y castillos, por donde Cristo… predicaba”. (EE 91).
273“Lit. comer el pan. Es un semitismo, para decir: comían”, “tomaban alimentos”. (NT.MI, 204; sobre
Mc 7,2).
80. CURA AL HIDRÓPICO. LA HUMILDAD Y LA BONDAD 677

pues le daban
chanzas; ¡comían
decon
comer,
él y querían
y le ponían
morderle!
ase- la ley, mostró que era conforme a la ley, con
el ejemplo de un bruto animal, en peligro
un hidrópico,
“Y, mira por
y Jesús,
dónde,tomando
estaba frente
la palabra,
a él del cual, según ellos mismos, era lícito so
correrle. Pues, si es lícito ayudar a un ani
dijo
enfermedad.
samiento
seos”.
ellos,
bras,
ley; pensaban
sábado;
conoce
bado?”
derles
así
pues
les
El
con
(Lc
alos
pero
enfermo
dijo:
los
de
no
sus
14,3).
corazones.
maestros
Jesús
los
se
elque
mismas
¿está
le
Señor
fariseos
Pregunta
esperaba
preguntaba,
lano
permitido
curación el
palabras.
en
responde
se“Yla
mostró
y así
maestros
ley alen
dirigiéndose
remedio
era
para
curar
sino
yaaDios
ilícita
las
los
respon-
en
pala-
pen-
fari-
aque
sá-
en
su
laa mal, por interés, mucho más lo será ayudar
al hombre, por caridad, por el que se hicie
ron los demás animales y que fue criado a
imagen de Dios.
Dice san Beda: “Resolvió la pregunta
con un ejemplo conveniente, mostrando
que ellos violan el sábado con una obra de
su interés y a él le acusan de violarlo con
una obra de caridad”.
Son semejantes a estos fariseos hoy mu
chos prelados, que andan más solícitos por
2. Ellos se callan. Cura al hidrópico la salud de los animales, que por la de los
que tienen encomendados. Si el animal pa
dece o decae, enseguida procuran remedios;
“Ellos callaron”. Dice san Beda: “Con
si es el hermano o el súbdito, se cuidan po
razón se callan, al ser preguntados; ven que
co; muchos tienen gran cuidado de las cosas
lo que digan, será contra ellos. Porque si es
pequeñas y poca o nula de las grandes. Pero
tá permitido curar en sábado, ¿por qué ob
es extraño que los fariseos le acusen de curar
servan al Salvador a ver si cura en sábado?
en sábado; tienen en sus tradiciones cerca de
Si no está permitido, ¿por qué ellos en sába
setenta géneros de obras determinados, de
do curan a sus animales? Se callaban porque
las que hay que estar libres en sábado; pero
no sabían qué responder”. El hidrópico no
entre ellas no está la curación, sobre todo la
pedía la salud, porque hablaba por él la en
que se hace por la sola palabra, como se lee
fermedad; o por la presencia de los judíos
que lo hizo con frecuencia el Señor.
no se atrevía a pedir la curación en sábado.
“Y él, cogiéndole de la mano, lo curó y
ró por
la mano.
la imposición
Le tocó, de
nomanos,
por necesidad,
y luego reti-
sino 3. El jefe judío con quien comió el Señor
lo despidió”, libre, sin precio a pagar; le cu
El Señor muchas veces enseñaba y curaba
en sábado; para ganar a muchos que acudían
porcarne,
su humildad;
y le sanó.
para mostrar la divinidad en el sábado, para mostrar que en el sábado del
descanso del cielo todas las enfermedades se
diasDice
hidrópico,
de lossan
judíos,
que
Cirilo:
porlibra
miedo
“descuidando
de la
a los
enfermedad
fariseos
las insi-
no
al rían curadas; y enseñarnos que debemos qui
tarnos algunas veces del descanso de la con
apiadado
ñor,
ban
pedíaque
sanado;
diendo
sabiéndolo
ela lo
ese
los
remedio,
desanó
pensamientos
hecho
él por
noalpor
no
su el sábado,
lemomento”.
pregunta
vista,
estaba
delepermitido
los
sanara;
sique
Yquiere
para
respon-
pensa-
elque
por
Se-
ser templación por la salvación de las almas. Y
por eso entró donde este jefe para comer en
sábado, no por el alimento, sino por ganar al
mas; allí también curó en cuerpo y alma a es
te hidrópico. “Y no pudieron replicar a esto”
(Lc 14,6), como vencidos y confundidos con
una razón evidente.
678 PRIMERA PARTE

Místicamente este jefe de los judíos fue La codicia es una peste muy feroz, que
Moisés, y su casa la sinagoga. Cristo entró a a los que coge, suele hacerlos necesitados,
esta, cuando vino al mundo a comer el pan, mientras no encuentra el fin de buscar; pe
a complacerse en la conversión de los judíos. ro, cuanto más se ha enriquecido, mendiga.
Se dice en el Apocalipsis: “Si alguno oye mi Y este avaro cuando se convierte a Dios,
voz”, en la predicación, “y me abre”, por la ante Jesús está preparado a dar lo adquirido
contrición, “entraré en él”, en la confesión para el honor divino, y así recobra la salud,
de boca, “y cenaré con él y él conmigo” (Ap porque la codicia se cambia en liberalidad;
3,20), con el sabor de la satisfacción de así cura al hidrópico ante los fariseos; luego
obras. Y se puede entender del prelado y de con el ejemplo de un bruto animal, les res
la Iglesia, su casa, a la cual Cristo entró y ponde de forma que condena su avaricia.
entra cada día. También se compara al hidrópico espiri
tualmente con aquél al que le agrava exce
4. Males del hidrópico y pecados capi so de apetitos carnales. “Pues éstas son las
tales dos sanguijuelas que dicen siempre: “Trae,
trae”; el apetito carnal y la codicia de la
Siete son las propiedades del hidrópico, avaricia.
por las que se designan los sietes pecados o
vicios capitales; el hidrópico representa a 6. La soberbia. Invitación a la humildad
cualquier pecador. Primero, tiene tumor del
cuerpo, como el soberbio tiene hinchado el La hidropesía designa también en espe
corazón; compresión de espíritus, como el cial a la soberbia, porque como en ella se
envidioso comprime lo bueno para que no hincha el cuerpo, así en el soberbio hay una
se conozca y venga a la luz; ardor de sed, co elevación hinchada de la mente; por eso cu
mo el avaro, que cuanto más bebe, más sed ra ante los fariseos soberbios a un hidrópico
tiene; indigestión de humores, como el ira corporalmente, para que aprendan con el
cundo por la ira disminuye sus días; torpe ejemplo a curarse espiritualmente; por la
za de los pies, como el perezoso la tiene de dolencia de este cuerpo, les muestra a ellos
afectos y pensamientos; inflamación de par la enfermedad de la mente: lo que hay en
tes, como el licencioso; mal olor de boca, este cuerpo, ellos lo llevan en la mente. Mi
como la gula trae hedor de boca. rando cómo elegían los primeros sitios para
reclinarse en los asientos más honorables en
5. Su mal, figura la avaricia y la lujuria los convites, les exhorta a la humildad, pro
poniendo el ejemplo de hacer humildemen
Especialmente la hidropesía designa la te una sola obra, para que a semejanza de
avaricia, porque el hidrópico cuanto más ella se hagan todas las demás; y enseña que
abunda en humor desordenado, y cuanto la humildad no sólo se debe alabar ante
más bebe, tanto más sed tiene; así el avaro, Dios, sino ante los hombres. Pues no quería
cuanto más abunda en riquezas, que no usa enseñar principalmente lo dicho a la letra;
bien, y cuanto más riquezas llega a alcanzar, en sentido místico intentaba hacerlo según
con tanto más ardor las codicia, porque, co la inteligencia espiritual.
mo dice Juvenal: Amonesta, pues, a los invitados a las bo
Crece el amor de la moneda, cuanto crece la misma das que no se pongan en el primer lugar, si
riqueza. no en el último, según aquello del Sabio:
80. CURA AL HIDRÓPICO. LA HUMILDAD Y LA BONDAD 679

“Cuanto mayor seas, más debes humillarte bio, el que se humilla será elevado” (Lc
ante todos” (Eco 3,18). Como dice el Crisós 14,11). Esta sentencia es verdadera e infali
tomo: “Nada hay tan querido para Dios, co ble en la presencia de Dios, en cuyo juicio
mo contarse a sí mismo entre los últimos, los soberbios son despreciados y los humil
pues es principio de la filosofía universal”. Se des son aceptos, aunque en el juicio de los
ha de entender no sólo corporal, sino espiri hombres sea al revés, los soberbios en gloria
tualmente. Hay muchos que se sientan en el y los humildes, despreciados. Pero si los so
último lugar con soberbia de corazón para berbios son exaltados en este mundo, serán
mostrase humildes a los demás; y muchos humillados en el infierno; y si los humildes
verdaderos humildes que se reclinan en lo son desechados en este mundo, serán eleva
más eminente, pero en la conciencia y cora dos en el cielo.
zón sienten que están en el último lugar. Di Dice san Cirilo: “Se dice esto según el
ce el mismo Crisóstomo. “El Señor nos man juicio divino, no según la costumbre huma
da sentarnos en el último lugar, no sólo con na, según la cual muchos que codician los
el cuerpo, sino con el ánimo; que juzguemos honores, los consiguen; y otros, que se hu
que somos los últimos de todos. Sin causa se millan, quedan sin honor”. Y san Teófilo:
humilla en el lugar el que se prefiere en su “Ahora bien, el que se mete a los honores
corazón”. no va ser reverenciado finalmente, ni por
todos los hombres; sino que es honrado por
7. Bodas espirituales y del cielo unos, otros le menosprecian y a veces los
mismos que le honran”.
Hay que advertir que hay bodas espiri
Se cuenta que un soberbio, puesto en
tuales y bodas del cielo. Las bodas espiri
honor porque lo había procurado él, como
tuales son las que hace Dios con el alma en
oyera en la Iglesia leer estas palabras del
el tiempo presente, en el tálamo de la con
Evangelio: “Todo el que se eleva será humi
ciencia. La unión del alma con Cristo se ha
llado, y el que se humilla será elevado”,
ce por la fe y la dilección, el amor de cari
pensando que esto no era verdad, y pro
dad. De esa unión viene al alma un triple
rrumpiendo en palabras casi blasfemas, dijo
bien: de fe, de prole y de sacramento; el
que si se hubiera humillado y no se hubiera
bien de la fe es que no reciba al diablo como
elevado, no hubiera llegado a aquel sitio; y
adúltero; el bien de la prole es que como es
al momento cayó del sitio y sofocado por el
posa de Cristo se ejercite en buenas obras: el
diablo, expiró. ¡Ay, cuántos hoy lo dicen no
bien del sacramento es que no haya nunca
de palabra, sino con los hechos y con el co
división entre esposo y esposa.
razón! Como si nunca pudieran subir, si no
Las bodas del cielo son el banquete de la
hicieran nada por sí.
visión divina, donde habrá saciedad plena;
El primer lugar no se entiende aquí sólo
es costumbre en las bodas que todo abunde.
el de más honor en los convites solemnes, si
El camino para ir a estas bodas es la humil
no también cualquier dignidad o primacía
dad, lo que se advierte al decir: “Anda, ocu
en la Iglesia. Ningún católico pues invitado
pa el último lugar”.
a las bodas de Cristo y de la Iglesia debe me
terse él en una dignidad, sino anteponer a
8. Sube el humilde, ruina del soberbio
otros mejores, cuanto de él dependa. De
Y concluyendo, añade la razón: “Porque otro modo el que principalmente invita, que
todo el que se eleva será humillado, en cam es Dios, del que procede todo poder, le echa
680 PRIMERA PARTE

te,

nas
temporales.
dad
Padres,
por de
con
veces
caridad
obediencia
ysu
delacomo
dignidad,
corazón,
también
sentencia
fraterna,
Pero
san
la sidignidad
como
les
Gregorio
al
del
rehuyéndolo
obtendrá
menos
hace
castigo
hacían
caer
y espiritualmen-
ylaeterno;
otros,
los
emplea
con
conantiguos
castigos
humil-
recibe
algu-
bien ta por la fe, no se exalte como si fuera más
digno que los demás, gloriándose de sus
méritos. Pues cederá después el lugar a un
invitado más honorable, cuando se le ade
lante en agilidad alguien que ha seguido a
Cristo. Con vergüenza tiene el último lu
gar, cuando conociendo cosas mejores de
por fin la glo otros, humilla cualquier cosa elevada en sus
ria del cielo. Porque todo el que se eleva, obras. Descansa en el último lugar, según
metiéndose por presunción en dignidades, aquello: ‘Cuanto mayor eres, humíllate en
será humillado del modo dicho; y el que se todo’ (Eco 3,20). Al venir el Señor, al que le
humilla,y no con engaño o fingiendo, sino de
verdad encuentre humilde, llamándole dichoso con
dice
humilde
en los
de
deProverbios:
corazón”
corazón, (Pr
será
“La
29,23).
elevado;
gloria recibirá
como seal nombre de amigo, le mandará subir más
arriba. ‘Por tanto el que se rebaje como es
te pequeño, ése es el más grande en el reino
9. En qué consiste la humildad santa de los cielos’ (Mt 18,4). Bellamente se dice:
‘Entonces será gloria para ti’, para que no
empieces a buscar ahora lo que se te guarda
La humildad santa que merece la eleva al final. También puede entenderse en esta
ción de la gloria consiste en tres cosas; en la
vida, porque cada día entra el Señor a las
aniquilación de la propia estimación; ésta
bodas, despreciando a lo soberbios, y dando
trae desprecio de sí, de modo que el hombre
con frecuencia tantos dones de su espíritu a
se estime por nada a sí mismo, y reconozca
los humildes, de modo que la reunión de
a Dios como el dador de todas las cosas que
los convidados los glorifica con admiración.
tiene. “Pues ¿qué tienes, que no hayas reci
Pues el que se eleva en méritos sera humi
bido?”, dice el apóstol (1 Co 4,7); en des
llado por el Señor y el que se humilla en be
preciar las dignidades y esto induce el ho
neficios será elevado por él”.
nor de Dios; se tiene cuando el hombre
firme en virtudes, dones y dignidades, no se
10. No desear el primer lugar
exalta por ello, sino que se entrega íntegro a
aaquel
del
losprójimo.
otros
de quien
que fluye
a sí; esto
todo;induce
y a tener
el aprecio
en más “Cuando seas invitado por alguien a un
banquete de boda no te acomodes en el pri
¿Cómo podremos cumplir lo que dice el mer sitio, no sea que uno de más categoría
que tú esté invitado por él, y el que os con
digno
también
que
apóstol:
más
mos
tos de
se
como
dignos”
virtudes?
que
dice
“En
demás
otro,
de
lala
(Rm
presunción
la
dignos
estima
Porque
adigitad,
12,10),
ésteque
tened
apenas
else
de
nosotros
que
sipuede
méritos.
no
a se
los
lelos
juzga
honra.
otros
entender
en
estima-
méri-
más
por
Lo vidó a ti y a él te diga: Déjale a éste el sitio,
y, entonces, avergonzado, tengas que ir a
ocupar el último sitio” (Lc 14,8-9). El Se
ñor invita por medio de los predicadores y
evangelizadores a la boda espiritual que es
la unión de Cristo y la Iglesia; a esta boda
están invitados todos los cristianos: unos
yDice san
el invitado
to Beda
la Iglesia,
que deaesto:
unido
se acerca
los “Místicamente,
a las
miembros
bodas dede
Cris-
és- preceden a otros en dignidad, otros en mé
ritos de virtudes; uno descuella por una
virtud, otro por otra; otros son eminentes
80. CURA AL HIDRÓPICO. LA HUMILDAD Y LA BONDAD 681

por
modes en el primer
la sagrada inteligencia.
sitio conPero
presunción
no te aco-
de Los grados son: el último, los súbditos; el
de medio, los prelados menores; el supre
tus
mundanos
gloria.
méritos,o en
porla laambición
apetencia
dede
loslabienes
vana mo, los prelados mayores. Los lugares son:
el último, el del infierno; el de medio, el
mundo; el supremo, el cielo. Ponte en el
Por tres cosaselprueba
be ambicionar primerpor
sitio.
qué Primero,
no se de- último lugar, de los que comienzan, juz
gándote con humildad; entre los súbditos
grupo
le
so;
tio.
por más
más
noincitará
esté
por
comparación:
Es puede
invitado
adigno
haberde
dignidad
huiryel
no
tengas
alguien
honor,
sea
honor
queque
queelotro
más
uno
saber
dejarle
más
tenga, el
digno.
que
más el
El
virtuo-
en
algo
dig-
si- con temor de Dios; en el infierno, por la
meditación.
El Señor aduce tres razones para elegir el
último sitio. Primero, porque así se obtiene
la gracia de la amistad: “de modo que, cuan
do llegue el que te ha convidado, te diga:
mayor
no atestigua se debe adelaladignidad,
honorlanoexcelencia si
virtud. Se amigo”, por tu humildad. Segundo, porque
se consigue el sitio más digno: “sube más
sitio más
gundo, porelevado
expulsión delestable,
no es indigno;con el
quefre arriba”, en el presente por la gracia, y en el
futuro por la gloria. Tercero, por la gloria
cuencia se echa de él: Y viniendo el que te del honor que sigue a la dignidad: “Enton
invitó a ti y a él, te diga, humillándote y ces te verás honrado ante todos los comensa
prefiriendo al otro: deja a éste el sitio, del les” (Lc 14, 11) que descansan en la misma
que te juzgabas digno. A veces, a aquél fe y felicidad; por amigo del príncipe y ele
que se juzga digno de honor, se le echa. vado en alto grado.
Tercero, por la confusión que sigue a la or El Señor no quiere enseñar cómo adqui
den dejar el
zado,detengas que ir aYocupar
sitio: el último
entonces, si
avergon- rir la gloria humana; sino cómo adquirir la
del cielo. La humildad es necesaria al que
tio, cuando tú, que presumiste mayores quiere ser elevado en el orden eclesiástico;
cosas de ti, comiences a ser humillado en pues también es necesaria al que desea ser
tu ánimo, echado de tu oficio, o condena elevado al honor de la gracia y la gloria.
do después de la muerte. Hay una diferencia: el que se humilla para
ser elevado en la promoción eclesiástica, pe
11. Por qué buscar el último lugar ca, porque es una falsa humildad, en que se
seas
do,
quirir
de
sando
estás
sí:
veen
más
“Tú,
que
Después al
ahonor,
el
sentarte
notable
eres
mérito más
en
por
muestra elque
contrario,
debe
menorsentir
que
dignidad
último
bajo,
cuando
los
elcosas
aunque
demás;
que sitio”,
seas ad
ohumildes
nobleza
invita-
ypen-
quizá
quiera que oculta la soberbia; pero el que se humilla
para ser elevado en los dones de gracia y
gloria tiene recta intención. Como dice san
Jerónimo: “Es soberbia santa apetecer las
virtudes superiores”. Por último el Señor da
la razón de lo anterior: Todo seglar, clérigo,
religioso, que se eleva, con soberbia, será
losenque
grado,
del
tres
mo, origen.
que el Lo
progresan;
formas: el el supremo,
de
lugar.
comienzan;
último
Los enelelsede
último
estados los el en
estado,
entiende
son:
medio, de
perfectos.
últi-
los
el humillado, de voluntad o por necesidad, en
el presente o en el futuro; y el que se humi
lla de corazón, no por necesidad, será eleva
do, aquí, o en el futuro; en el oficio, el mé
rito, o el premio.
682 PRIMERA PARTE

Se los llama humildes por la tierra274 en temporal; el Señor, para compensar la comi
que están postrados, porque piensan que da corporal con la espiritual, da una ense
nada es más bajo que ellos como la tierra y ñanza de piedad: “Decía al que le había in
se ofrecen a ser pisados por todos; por eso vitado”, y a los otros asistentes, también
merecen ser elevados. El hombre, hecho de culpables en esto. “Cuando des una comida
tierra debe humillarse y se le dará la eleva- o una cena, no llames a tus amigos, ni her
ción por la humillación; esta humildad con- manos, ni parientes, ni a vecinos ricos, no
duce al gozo futuro. Dice san Bernardo: sea que te inviten a su vez y te sirva de re
“Siempre debes tener en tu corazón, que compensa” (Lc 14,12). No invites por amis
eres el más vil pecador, indigno del don y la tad mundana, ni por mera consanguinidad,
gracia de Dios; y que no eres apto de nin- familiaridad, ni utilidad. Esta determina
gún modo para que Dios escuche tu ora- ción, los ricos, se ha de entender bajo todas
ción”. Debemos huir mucho de la soberbia, las otras, con este sentido: podré invitar a
que nos hace risibles y enemigos de Dios y hermanos, parientes, amigos y vecinos po
de los hombres; y debemos abrazar la hu- bres; como a los demás necesitados, para re
mildad, que nos hace deseable y amigos. partir entre ellos como entre los demás, por
Dice el Crisóstomo: “No temas si, des- Dios. Se añade la causa: no sea que a su vez
truido tu honor,
Así se eleva te humillas
tu gloria, así se hacea mayor.
ti mismo.
Es- ellos te inviten; es costumbre en los mun
danos invitar a los que les han invitado; y te
ta es la puerta del reino. Si quisiéramos apa sirva de recompensa por los hombres; no
recer grandes, no seríamos grandes, sino los por Dios, ni en el presente, ni en el futuro.
todos,
más despreciables.
risibles y enemigos
Pues éstosdeson,
todos,
másfácil
que Por la invitación mutua se entiende la re
compensa de bienes temporales.
presa de los enemigos, impuros ante Dios. Dice san Ambrosio que recibir como
¿Qué hay, en cambio, más deleitable y di huéspedes a los que van a recompensarnos
choso que los humildes, pues son deseables es afecto de avaricia. Pero si se les invita pa
para Dios? Hasta la gloria de los hombres, ra favorecer la mutua caridad, es meritorio;
éstos la gozan
honrarlos, más quecomo
los saludan nadie;a hermanos,
todos quieren si es para ejercitar la gula, la vanagloria,
los etc. es pecado, el que invita así tendrá su
abrazan como a miembros propios”. castigo; si es para ser invitado a su vez, ya
12. Cristo exhorta a invitar a los pobres tiene su premio. Si es por benevolencia o li
beralidad, es indiferente y será bien o mal,
El Señor instruyó a los invitados en la según el fin buscado, pues puede ser bueno
humildad. Ahora, a los que invitan les ins o malo. Esta invitación se permite; si no es
truye en la compasión; que aprendan a invi- del patrimonio de Cristo, que debe gastar
tar a los pobres, débiles y demás enfermos, se en los pobres; como de un testamento
más que a los amigos y a los ricos; a convi- confiado para dar limosna, no puedo gastar
dar no por agradar a los hombres y por va- nada en otros usos.
nidad, sino por caridad, por la necesidad de “Al contrario, cuando des una comida o
los pobres. Acusa a los fariseos que invita- una cena, llama a pobres, lisiados, cojos, cie
ban por codicia, buscando utilidad y honor gos y serás feliz, porque no pueden pagarte.

274 Lit.: “Humiles dicti sunt ab humo”; humus, tierra.


80. CURA AL HIDRÓPICO. LA HUMILDAD Y LA BONDAD 683

no
Movido
tienendedepiedad,
qué vivir,
llama
a los
a los
débiles
pobres
queque
no 13. La cena espiritual y el pan de Dios
Moralmente, cuando das una comida o
pueden trabajar, a los cojos que no pueden ir
una cena, es decir, cuando te acercas a la
a mendigar, a los ciegos que no ven para ha
oración, para alimentarte con el pan de lá
cer nada. Y serás feliz, ahora con la felicidad
grimas y embriagarte con el vino de la con
de la esperanza, en el futuro con la de la glo
trición, no invites a los amigos, no ores sólo
ria; tendrás como deudor a Dios que no se por tus amigos y parientes, y por los ricos,
olvida nunca. “Los ejercicios corporales sir los justos, que son ricos en virtudes; sino re
ven para poco, en cambio la piedad es prove
za por los enemigos y pecadores, que son los
chosa para todo, pues tiene la promesa de la verdaderos pobres. Por eso añade: al contra
vida, presente y futura” (1 Tm 4,8). rio, llama a los pobres, asocia en tu oración
Dice el Crisóstomo: “No nos turbemos, a los pecadores; y subdivídelos en tres cla
cuando no recibimos la recompensa de algo ses: débiles, los que pecan por debilidad;
bueno que hemos hecho; sino más bien cojos, los que pecan por maldad, que tienen
cuando la recibimos. Porque, si lo recibi el pie del entendimiento sano, pero el pie
mos,
no nosnolorecibiremos
paga, nos lomás;
pagará
peroDios”.
si el hombre
Sigue del afecto enfermo; y ciegos, los que pecan
por ignorancia. El predicador de la palabra
así: “Se tedepagará
rrección los justos”
la recompensa
(Lc 14,16),
en porque,
la resu- de Dios da una comida o una cena espiri
tual; si lo hace para conseguir honor y ga
según san Beda, aunque todos resucitarán, nancia temporal, no tendrá recompensa de
se dice singularmente y con razón de los Dios; pero si lo hace por la salvación de las
justos, que serán transformados y no dudan almas, recibirá con los justos la vida eterna.
serán felices. Y como el Señor había dicho: Se le dará
Dice san Gregorio Niseno: “No descui la recompensa en la resurrección de los jus
des a los más pobres, como si no fueran dig tos, “al oírlo, uno de los comensales”, rudo
nos de nada. Piensa qué son y hallarás su y carnal, movido por las palabras de Cristo
precioso valor. Son la imagen del Salvador, creyó que la resurrección futura era para
res
herederos
de las llaves
de los del
bienes
reino,
celestiales,
acusadores
portado- una vida que necesitara comidas, y que
porque
cusadores observanoelporque
losidóneos; Juez”. hablen,
Tambiénysino
ex
el Cristo prometía alimentos corporales en el
reino de Dios, y así “dijo: ¡Feliz el que co
ma en el reino de Dios!” Dice san Cirilo:
Crisóstomo:
en lo alto. Si“Convendría al menos abajo,
no te gusta, recibirlos arriba “Este hombre era hombre animal, que no
percibía con diligencia las cosas que Cristo
donde
cibe a están
guardián
Cristo,
dellos
templo.
aunque
animales
Donde
seay al
losmenos
hay
criados.
limosna,
pobre
Re- ofrecía; juzgó que las recompensas de los
santos eran corporales”. Algunos dicen que
por este pan este hombre entendía la ver
no
conseél,atreve
envíale
a entrar
alimentos
el diablo.
de la mesa”.
Si te sientas
Y de dadera felicidad, que consiste en la visión y
el gozo de la divinidad y humanidad de
dido.
nuevo:
mesa. Lávale
Si“Pero
llevaydices:
hazleelsentarse
pobre escontigo
sucio y sór-
a la Cristo, que se llama pan de vida. Dice san
Agustín: “O, como si suspirara éste hacia
ropa sucia y deshecha, dale lo lejano y el pan del cielo, que deseaba, se
él
ropa
y tú
limpia.
dices frivolidades!”.
¡Cristo se acerca por medio de acomodara ante él. Porque ¿quién es el pan
del reino de Dios, sino el que dice: ‘Yo soy
684 PRIMERA PARTE

el pan vivo que he bajado del cielo?” (Jn pan que se come en el reino de Dios no se
6,41.51). No prepares las fauces, sino el ha de entender comida corporal, sino aquél
corazón”. que dice: “Yo soy el pan vivo que he bajado
Dichoso el que coma este pan, comida del cielo, el que coma de este pan vivirá pa
del alma, en el reino de Dios, viendo y go ra siempre”. Si uno incorporado del todo al
zando; de él se dice en el Eclesiástico: “Los sacramento de mi Encarnación merece go
que me comen todavía tendrán hambre” zar de la visión de mi divina majestad, és
(Eco 24,29), no por insatisfacción, sino por te gozará de la felicidad perpetua de la vida
ausencia de fastidio. Dice san Beda: “El inmortal”.

Oración

¡Señor Jesucristo, tómame y protégeme con la mano de tu misericordia!


Que la hipocresía de la voluntad carnal, o la avaricia, o la soberbia no prevalezca en mí.
Dame que me acomode con verdadera humildad de corazón, de boca y de obras en el
último lugar, juzgándome menor que los otros; y que no descuide invitar a los necesita
dos con piedad por ellos, socorriendo según pueda su necesidad.
Dador de todos los dones, Dios, dame, pobre de mí, a comer el pan del cielo que eres
tú mismo, pan, por el cual, Señor, cada día luchamos para ti, por el cual nos mortificamos
todo el día, para que vivamos en tu vida. Amén.

81. LOS INVITADOS A UNA CENA GRANDE


Lucas 14,16-24

1. Parábola de los invitados a la cena Dijo, pues: “Un hombre dio una gran ce
na e invitó a muchos” (Lc 14,16). Es Cristo,
Y como algunos entregados a placeres te
verdadero hombre y verdadero Dios, hombre
rrenos de este mundo perciben este pan de
en razón de la verdad de su naturaleza huma
que hablamos, como olfateando sólo por fe, na; uno, en razón de la singularidad de su
pero les cansa tocar su dulzura gustándola de persona respecto a los demás. Dio una gran
verdad, para mostrar que su tibieza no es cena, preparó la comida futura de la gloria y
digna de los manjares del cielo, añade el Se la vida eterna, y la felicidad celeste, que el
ñor una parábola, que muestra la abundancia Señor preparó desde siempre para las almas
de la generosidad divina y acusa la múltiple santas. Esta felicidad o refección eterna se
ingratitud de los judíos, invitados antes que llama cena, porque es la última refección; co
los gentiles a la felicidad del cielo. Fueron mo la cena se prepara al declinar el día y no
invitados primero por los profetas, luego por hay otra comida, así la vida eterna se da des
el mismo Cristo, y después por los apóstoles pués del día de la vida presente, al final.
y discípulos y, sin embargo, se negaron a ve Se dice una cena grande, la máxima, de
nir a la fe; y fueron llamados los gentiles. tal inmensidad que no puede aflorar al co
81. LOS INVITADOS A UNA CENA GRANDE 685

razón del hombre. “Y llamó a muchos”, pero vienen pocos; muchos que vienen a él
porque “quiere que todos se salven” (1 Tm por la fe, viviendo mal rechazan su invita
2,4)
geles,
sí mismo,
y por
seanpor
los
felices.
Padres,
los apóstoles,
Llamó
por los
elpor
Señor
Profetas, án
predicado
por por ción. Pero, pobres de nosotros, porque, se
gún san Gregorio, un hombre rico invita y
el pobre se apresura a ir a él; se nos invita a
res, con inspiraciones internas, con benefi la cena grande de Dios y nos excusamos.
ciosaysu
vió siervo”, al con
prosperidad, predicador
adversidad.
evangélico;
“Y en- El Señor invita a todos, pero los que no
quieren venir, se excusan: ellos se cierran la
aunque haya muchos por la diversidad de entrada al banquete eterno que Dios, sin ser
personas, estados y hábitos, sin embargo, Es
rogado, ofrece gratis a cuantos quieren.
deben ser uno en unidad de fe y caridad. te excusarse es una mala disposición volun
“A la hora de la cena”, en la última edad, taria: unos caen en la soberbia, otros en la
tiempo de la gracia. La hora es el fin del avaricia, otros en la lujuria. Los primeros
mundo, la última edad. Se invitaba a los
son designados por el campo comprado; los
hombres en otros tiempos, pero nadie era
segundos, por la yunta de bueyes; los terce
recibido, descendían al limbo.
ros, por los que se casan; todos estos no son
“Envió a decir a los invitados: Venid,
aptos para la cena del Señor.
porque ya está todo preparado”. Antes de
Se añaden las causas: “Compré un cam
la vida de Cristo, aún no estaba preparada
po y por fuerza tengo que ir a verlo”. Se in
la cena de Cristo y ninguno podía entrar en
la vida eterna; pero, inmolado el cordero, dican ahí los que aman al mundo, los que
Cristo, se abrió la entrada del cielo y fueron tienen ambición de dignidades; la finca
antes
enviados
habían
los apóstoles
sido enviados
a aquellos
los profetas.
a quienes
Co comprada señala el dominio y soberbia,
pues los soberbios quieren dominar. “Y otro
mo
que
sus
dores
siervos,
Cristo
invitara
para que
fue
los
a lanos
enviado
apóstoles,
cena,
digan:
asípor el Padre
élyVenid
mismo
envía apredica-
laenvió
cena,
paraa dijo: compré cinco yuntas de bueyes y voy a
probarlas”. Se entiende ahí los avaros y co
diciosos demasiado entregados a los senti
dos y a los negocios terrenos; codician cosas
sonas
siste
la en
preparado.
quesuerte
ya
divinas,
está
tres
común
todo
cosas:
la compañía
preparado.
con
la feliz
los santos;
visión
deEsa
losde
ángeles,
cena
todo
las con-
per-
estáy terrenas: los bueyes que aran la tierra, señal
de lo terreno. “Y otro dijo: Me he casado y
no puedo ir”. Señala a los que se dan a pla
ceres de la carne: en cuanto tiene relación
con el placer.
Dicen, según san Basilio, no puedo ve
2. Tres codicias: excusa de los invitados nir, porque el entendimiento humano que
“Pero todos empezaron a excusarse”. Se se inclina a los halagos humanos, es débil
tual
ron más
del cielo.
retraían lo
porterreno
Todos
sus y acorporal
malas una se excusan,
obras, que lo espiri-
porque ama para hacer las cosas divinas. Todos ellos son
indignos de la cena de la boda del Cordero.
si no Dicen estos versos:
de palabra, al menos de pensamiento o de El campo, los bueyes, la mujer cerraron la cena a los
hecho.
agún
la san
universalidad.
Todos,
Gregorio,
la mayor
pocos
Muchos
parte;
se salvan
sonporque,
llamados,
respecto
se- invitados,
El mundo, la avaricia, la carne cerraron el cielo a los
bautizados.
686 PRIMERA PARTE

A estos tres vicios se reducen todos los cusarnos, nos alegramos de ser llamados y
vicios que excluyen de la felicidad eterna275. de ir a la invitación de la cena del cielo. Si
Como dice Juan: “Todo lo que hay en el nos hablan de esto, nuestras mentes dicen la
mundo es codicia de la carne, codicia de los verdad, si no amamos más lo terreno que lo
ojos, ostentación de lo que se posee” (1 Jn celestial, si no nos ocupamos más de las co
2,16). sas temporales que de las espirituales”.
Dice san Agustín: “Vosotros, los que ve
nís a la cena del Señor, ‘no améis al mundo, 3. En su lugar se elige a gentiles y pobres
ni lo que hay en el mundo’ (1 Jn 2,15). El “Cuando volvió el siervo, contó esto a su
amor de las cosas de la tierra es la entraña de amo”. Salen los predicadores a la evangeliza
los castigos
hay en el mundo
espirituales;
es codicia
porque
de la carne,
todo locodi
que ción; se vuelven a la contemplación de Dios
y le dicen qué hicieron en confesión interior.
cia de los ojos y ostentación de las riquezas. “Entonces el dueño de la casa encolerizado”,
Codicia de la carne, me he casado; codicia de Cristo, cuya familia son los ángeles y los fie
los ojos, he comprado cinco yuntas de bue les elegidos, enojado contra los que despre
yes; ostentación de riquezas, he comprado cian su cena, airado no con el afecto, con el
un campo. Quitemos del medio las excusas efecto de la ira, pues castiga como airado; se
y vayamos a la cena y nos hartaremos inte gún san Agustín, la ira de Dios es el castigo
riormente. No nos lo impida la arrogancia, del pecado; pues justamente se enoja por las
no nos eleve la soberbia, no nos detenga la negligencias de los hombres, porque despre
leite
curiosidad
de la carne
ilícitano
y nos
impida
aparte
el de
deleite
Dios;del
el de-
co cian la cena de la vida eterna preparada por
él y llenan su mente de cosas viles.
razón. Vayamos
Según y nos hartaremos”.
el Crisóstomo, aunque parezcan Entonces dice el Señor: “dijo a su siervo:
“Sal rápido a plazas y calles de la ciudad”. El
razonables las ocasiones de los que se excu- evangelizador dejando el ocio del estudio y
san, sin embargo, aprendemos aquí que, contemplación sale a la acción y predicación
aunque sea necesario lo que nos detiene, de- pública. Las plazas y calles son la vocación
bemos hacer lo espiritual ante todo. Se ex de los judíos, que, cerrados por las observan
cusa el que ama más lo terreno que lo del cias legales, y casi ciudadanos de Dios, pues
cielo, aunque diga que tiende a lo celestial. tenían su ley; unos estaban en las plazas, en
Hoy se puede señalar esto en muchos cléri- ancho camino de prosperidad y placer, otros
gos y religiosos, que tienen tanta solicitud en las calles, más estrechas, en la angustia de
por lo terreno y por todas las cosas de que se la adversidad y tribulación.
ocupan los seglares, que no parece haber di- Y añade: “y a los pobres, débiles, ciegos
ferencia entre unos y otros. Dice san Grego- y cojos”; pobres por falta de gracia o virtud,
rio: “Pero, mirad, en todo esto podemos a los débiles, por falta de buena acción, a los
ponderar qué se responden a sí mismos ciegos, por falta de conocimiento verdade
nuestros corazones. Porque quizá con pen- ro, a los cojos, por falta de recta intención, a
samientos ocultos, digan: no queremos ex- los humildes, que se creen tales y desean

275 “No dejéis que falsas metas de la vida –dinero, poder, placer– os conviertan en esclavos y os hagan per

der el auténtico sentido de la vida… El fruto de la fe es el amor. El fruto del amor es el servicio. El fruto del ser
vicios es la paz” (Santa Teresa de Calcuta).
81. LOS INVITADOS A UNA CENA GRANDE 687

quiere
entrar, el
“hazlos
Señor entrar
llamaraquí”;
a la conversión
porque a yéstos
ha “dijo el amo a su siervo: ¡Sal a los caminos y
cerlos
príncipes,
llamados
los judíos,
entrar
los
sacerdotes
poren
humildes,
ingratitud
su cena.
y maestros
sencillos
Dejando
y soberbia,
de
yDios
publica-
lafueron
ley
a los
de a los cercados!” Anda, marcha fuera de Ju
dea, al pueblo de los paganos; los caminos y
los cercados son la llamada de los gentiles
que, como agrestes, estaban dispersos en ca
nos de aquel pueblo, como es patente en los minos y cercas, expuestos a los enemigos de
la prosperidad y adversidad mundanas. “Y
apóstoles y otros, según todo el Evangelio. fuerza a la gente a entrar”, con la insistencia
mundo,
1,27),
pobres,
soberbios
Dice
los
porque
para
san
se
pecadores
niegan
Gregorio:
confundir
‘Diosahumildes
ha
venir,
“Por
elegido
a lo
son
tanto,
fuerte’
son
elegidos
lo elegidos.
débil
como
(1 del
Co
los y la importunidad de la predicación. Son
llamados los que con fervientes exhortacio
nes se retraen del mal; son forzados los que
son arrastrados con duras amenazas.
Dios
precia,
elige,
porque
pues,muchas vecesel el
a éstos que mundo
desprecio
des- Manda que los judíos sean llamados, y
que a los gentiles se les fuerce; porque a los
judíos, que tenían la ley y los profetas, una
llama
débiles,
vienen,
en
voz
do donde
este
dealDios,
porque
los
mundo
hombre
deleitarse”.
ciegos
cuando
los
oyen
a ysíenfermos
los
no
mismo.
más
cojos
tienen
rápidamente
Los
son
y en
despreciados
pobres,
llamados
este mun-
los
lay llamada más leve debía bastarles; pero no
era suficiente para los gentiles. “Para que se
llene mi casa”, la patria del cielo, donde se
tiene el banquete eterno con el debido nú
mero de convidados, número que quedaría,
“Y dijo el siervo: Señor, se ha hecho todo si no, incompleto. O, son forzados los here
que,
nos,
ciegos?
agudeza,
más
bios.
ron,Dice
como
dignos
sino
siendo
Vengan
No
san
los
presumiendo
gente
vinieron
rico,
demendigos,
Agustín:
los
desprecio
que
semendigos,
hizo
los
anda
mucho
“Y
otros,
pobre
los
cuanto
bien
¿quiénes
débiles,
pues
los
por
yde
más
piensa
ricos
nosotros,
invita
sí;cojos
sober-
vinie-
tanto
con
ely jes, que castigados por la Iglesia, vuelven en
sí; y otros que rotos por las adversidades de
y sa este mundo, vuelven al amor de Dios. ¡Feliz
necesidad la que empuja a cosas mejores!
Pues muchos que ahora viven en seguridad
y prosperidad, apretándoles la adversidad y
el peligro se vuelven a Dios.
Dice el Crisóstomo: “Es mucho más tra
pasos
ciegos
para
nos
sanos,
gan
también,
no melos
hiciéramos
que
en
ysino
duerma
cojos
digan:
tus
nosotros
porque
los en
sendas”
para
enfermos”
“ilumina
ricos.
“no
mendigos
la
quemuerte”
(Sal
necesitan
leVengan
digan:
17,5).
mis
(Mt
con
(Sal
ojos
9,12).
“dirige
Vengan
los
médico
su13,4).
para
pobreza
débiles
Ven-
mis
que
los bajoso vencer las codicias desordenadas en la
seguridad que despreciar las riquezas en el
peligro. El temor del peligro ayuda al áni
mo, y se vence fácilmente el placer corporal.
¡Cuántos en la seguridad no se contentaron
con ser pobres, y, sin embargo, en la persecu
ción, dejaron contentos sus bienes antes que
morir! Sabiendo Dios que son así, con fre
alo
siempre
molos
losque
judíos,
si dijera:
gentiles.
ordenaste
estápero
preparada
Hemos
También
aún
y todavía
introducido
hay
para
lugar,
porque
hay
recibir
sitio”.
para
muchos
laa más.
recibir
Iglesia
Es co-
de
Y cuencia cercena sus riquezas, para que libera
dos de las preocupaciones de este mundo,
permanezcan mejor y más seguros para él”.
Como dice san Gregorio, se llama a
unos y no desprecian venir y reciben el don
del entendimiento, pero no siguen ese en
688 PRIMERA PARTE

tendimiento
vienen,
han
otrosrecibido,
se les
y lafuerza
gracia
enlalas
completan
a obras;
entrar,sedeen
del entendimiento
llama
modo
las aobras;
otros
queya sea que, si llamado se excusa, cuando quie
ra entrar no pueda. El que no entrare, que
dará con hambre y vacío, sin la fruición y
que la Iglesia castiga temporalmente,
que
atra
los visión divina. ¡Mirad, qué peligroso es des
preciar la invitación de Jesucristo! Porque
yéndolos los vuelve en sí. estos merecen ser excluidos de su cena por
la gracia en el presente, por la gloria en el
4. Los predestinados entrarán en la cena futuro. Meditemos todo esto, a qué somos
llamados y despreciando lo presente prepa
Al final concluye el Señor: “Pues os di rémonos para lo futuro.
go que ninguno de los que habían sido in Dice el Crisóstomo: “Permanezcamos
miycena”
los
vitados
santos
probará
la gustan la ven(Lc
ya en
14,24).
el presen
Sólo guardando la dignidad que recibimos en el
principio, busquemos cada día el reino fu
te,
no
Dioses el
según
debe el llenarse
salmo:
Señor” (Sal “Gustad
34,9). y ved la
con elPorque
número quédebue
casa los
de turo y juzguemos todo lo presente como
sombras y sueños. Si un rey terreno te reci
biera a ti, pobre mendigo, y de repente te
predestinados; pero los pecadores soberbios, adoptara como hijo, ya no volverías la mi
yeron
que llamados
a sí mismos
no quisieron
de modo venir,
irrevocable.
se exclu- rada a tu pobre tugurio. Pues ahora, adop
ce san
Es temible
Gregorio.
esta
Nadie
sentencia
desprecie
del Señor,
venir, di-
no tado por el Rey del cielo, no juzgues pre
cioso nada presente. Has sido llamado a
cosas mucho mayores.

Oración

¡Señor Jesucristo, que quieres que todos los hombres se salven!


Preparaste la cena de la felicidad celestial para todos y llamaste a muchos de muchas
maneras.
No me excluyas a mí, pobre, de aquella gracia general que viniste a dar a todos.
Dame pisotear toda soberbia y ambición, avaricia y codicia, deseo y voluntad de la car
ne, para que no me impidan entrar en el banquete eterno; sino que a mí, pobre en gracia
y virtud, débil en buenas obras, ciego en el conocimiento y cojo en los afectos, me intro
duzcas misericordiosamente en tu cena. Amén.

82. LA FIESTA DE LAS TIENDAS, DE LOS JUDÍOS


Juan 7,1-14. 30-53

1. La fiesta de las Tiendas 7,1). Aunque podía estar entre ellos, quiso
Galilea,
porque los
pues
judíos
“Y, despuésnodequería
intentaban
andar
matarlo”
esto, andaba por Judea
Jesús (Jn
por sustraerse un poco antes del tiempo de su
Pasión; por sí, ya que aún no había llegado
su hora; por nosotros, para consolar nuestra
82. LA FIESTA DE LAS TIENDAS, DE LOS JUDÍOS 689

debilidad,
ces
los
Tiendas”,
de
semejanza
habitaron
Israel
Egipto
judíos,
podemos
al odio.
habitaban
Scoenopegia,
sus
por
pues
ydándonos
memoria
“Estaba
escapar
padres, en
elsidesierto;
seen
quedaba,
de
ejemplo,
cerca
cuando
de
tiendas
la
las
como
persecución;
la
latiendas
podía
peregrinaban
que
bajo
fiesta
derecordando
que
los
ramas,
incitar-
en
deahijos
que
por
ve-
lasa ria de él para participar ellos; dan un conse
jo carnal, que nuestro Salvador adquiera la
gloria del mundo y dilate su nombre; que
haga las obras reveladoras abiertamente, en
la reunión de muchos. Los codiciosos de glo
ria vana quieren mostrar en público cual
quier cosa gloriosa suya o de los suyos. “Es
que ni sus hermanos creían en él”; le tienen
los beneficios de Dios, al que ellos iban a por buscador de la gloria de los hombres.
Haces milagros, dicen, pero a ocultas; date a
matar. conocer ante los hombres, para que puedan
“skía”
La palabra
o “skénos”,
griegasombra
Scenopegia
o umbroso
consta de alabarte. Pensaban que el fruto de sus hechos
“phágein”, comer; porque a la sombra dey reveladores eran la alabanza y el favor del
mundo. Y como le sugerían un mal, buscar
las tiendas comían durante esta festividad. la gloria mundana, el Señor los rechazó, dan
Se celebraba, recogidos los frutos del año, do ejemplo de no buscar esa gloria.
en septiembre,
ese tiempo, el deel recoger
mes séptimo; porque en “Jesús les dijo: Mi momento todavía no
las uvas, salieron ha llegado; vuestro momento siempre está
de las tiendas del desierto y marcharon a la apunto”. El mío aún no, porque su gloria se
tierra
tiempo
habíanprometida;
traído
de Jesús
racimos
los en una
de judíos
allí losvara
habitaban
exploradores
larga. En
en manifestará después de la resurrección. El
vuestro siempre está a punto, porque es la
gloria mundana. Pero en ese momento, con
esas tiendas en la fiesta, porque sus padres el favor la alabanza y la gloria del mundo y
habitaron en ellas cuarenta años. de los hombres quedaréis decepcionados; ahí
tenéis la gloria que queréis, siempre a punto
2. Mal consejo de los parientes para vosotros. Buscáis lo que el mundo ofre
Tiendas,
no parientes
Estando
sus muy
hermanos,
por parte
próxima
de
no la
los
laVirgen
fiestas
apóstoles,
María,
de las
si- ce siempre: honores, riquezas y placeres; co
mo vosotros estáis preparados para ese tiem
po, el tiempo está preparado para vosotros.
como veían que él no se disponía a ir, le in Los mundanos tienen un tiempo preparado
los
vitaban
tal
nía
judío
del
milagros
parientes
sereino,
adecían
subir
ypara
según
se
ahermanos.
ladiera
que
fiesta
lamostrara
acarne,
conocer. al modo
de Jerusalén,
que
laCristo
gloria
capi-
te-
de de gloria, porque aman lo que el mundo y
sienten con él; por eso lo que buscan, lo en
cuentran siempre. Los santos que buscan la
gloria espiritual, no tienen aquí un tiempo
preparado; porque reprochan las cosas que el
chate
“Así
de que
aquíley dijeron
vete a Judea,
sus hermanos:
para que Már-
tam mundo ama y desprecian al mundo.
“El mundo no puede odiaros”, porque
honren.
para tus
bién queLos
viendo
parientes
tusvean
discípulos signos
carnalesconsigas
buscan
las obras que que
la glo-
te
haces” estáis de acuerdo con él y le amáis; lo pro
(Jn 7,3). Es como si dijeran, según san Beda: pio de los semejantes –en voluntad, deseo y
Haces
ciudadprodigios
del rey donde
y pocosestán
loslos
ven.
principales,
Sube a la obra– no es odio, sino amor y amistad. Di
ce el Crisóstomo: “¿Cómo podría odiar el
mundo a los que buscan las mismas cosas
que el mundo y se afanan por él?”. Y añade:
690 PRIMERA PARTE

“En cambio, a mí me odia, porque testifico milonas y borracheras, risas y vanidad; pero
sobre él: que sus obras son malas”. Me odia tendrán hambre, sed, llanto, tribulación.
por la desemejanza; porque no apruebo sus Esta fiesta diabólica debe evitarse. Esta vida
malas obras; las denuncio. es vigilia en que debemos ayunar y llorar
nuestros pecados para llegar a la fiesta de la
3. Dos clases de glorias y fiestas patria celestial. Así dice Mateo: “¡Felices los
afligidos, porque ellos serán consolados!”
Hay dos glorias y dos fiestas. Los mun
(Mt 5,4); mira, la vigilia y la fiesta. Pero los
danos tienen fiestas temporales: gozar, ban
hombres vanos quieren fiesta aquí, y así lle
quetear, y los demás placeres exteriores; y
gan a la vigilia, como dice Lucas: “¡Ay de
los santos tienen fiestas espirituales, que
vosotros los que ahora estás hartos, porque
consisten en gozos espirituales. Por eso aña
tendréis hambre!” (Lc 6,25).
de: los que buscáis la gloria del mundo y las
Esta vida es destierro, y será necio el pe
fiestas de gozos mundanos: “subid vosotros
regrino que en destierro quiera celebrar la
a la fiesta, que yo no subo a esta fiesta, por
fiesta; debe esperar a volver a su patria; aho
que mi tiempo todavía no se ha cumplido”.
ra bien nuestra patria es el reino celeste que
Yo no subo a una fiesta como la queréis vo
nos espera; como los pecadores hacen de este
sotros, buscando mi gloria; no es tiempo de
destierro una patria, serán para siempre des
mi gloria, en mi humanidad, pues debe pa
terrados de la patria celestial y de su ban
sar antes por la humillación y no ha llegado
quete. Esta vida es trabajo; por eso los sier
ese momento; cuando se cumpla la humilla
vos de Dios están en trabajo, y del trabajo
ción de la Pasión y muerte, entonces se se
llegan al descanso; en cambio, los hombres
guirá el tiempo de la gloria e inmortalidad.
vanos quieren estar en ocio; del ocio llegan
O, subid vosotros al principio de esta
al trabajo. Es la distinción que escoge los
fiesta, pues los judíos se entregaban más a
buenos entre los malos. El tiempo de la glo
banquetes y alegría en el principio que en
ria de los malos está siempre en el presente
el final. Por tanto, el tiempo apto para pro
donde los días son malos y los malos flore
clamar la doctrina de la verdad, para lo que
cen; el tiempo de la gloria de los buenos se
había venido el Salvador, no era al principio
rá en el futuro cuando reinarán con Cristo a
de la fiesta, sino cerca del final; entonces es
cuya gloria llegan por sufrimientos.
taban mejor preparados para la doctrina. Al
decir, subid vosotros, no les consulta, ni les
4. El tiempo de unos y el de otros
ordena, ni los invita a esas cosas; lo anuncia,
los envía delante y les muestra lo que que Los que se dedican a la oración con
rían, porque aún gustaban las cosas del mun Dios, digan, pues, a los que les invitan a
do; siempre dispuestos a la fiesta, no a la vi banquetes y lujuria: Subid vosotros a la
gilia, querían gloria, placer mundano y no fiesta ahora, nosotros que no la deseamos,
sufrir molestia alguna del mundo. no subimos. El siervo de Cristo no debe de
Hay muchos así en la vida presente, que leitarse en esas cosas; sería blando soldado
siempre quieren fiesta, pero en el futuro el que quiere gozar con el mundo y reinar
tendrán vigilia; ahora quieren estar en co con Cristo276, cuando se ha dicho: “¡Ay de

276 “Cristo nuestro Señor: quien quisiere venir conmigo ha de trabajar comigo, porque, siguiéndome en
la
pena, también me siga en la gloria” (EE 95).
82. LA FIESTA DE LAS TIENDAS, DE LOS JUDÍOS 691

los que tienen sus días en el bien! porque en ni con gran comitiva, a ser visto por los
un punto descienden a lo ultimo del infier- hombres; subió también para no dar oca
no”277 (Jb 21,13), porque ya han recibido sión de mayor envidia a los judíos; no de
los bienes en su vida. seaba la gloria temporal, sino enseñar para
Dice san Agustín: “Seamos rectos de co- la salvación, corregir a los hombres, adver
razón; el tiempo de nuestra gloria no ha ve- tirles sobre la fiesta eterna y apartarlos del
nido aún. Dígase a los amantes de este amor de este mundo. Subió en secreto, no
mundo, como los hermanos del Señor: en público; así se acercaba a los fieles que
‘Vuestro tiempo siempre está preparado; por temor de la muerte tendrían que escon
pero mi tiempo no ha llegado’. Atrevámo derse. Sube sin mostrarse a los hombres, pa
nos a decirlo. Porque somos el cuerpo de Je- ra que no parezca que busca el favor huma
sucristo nuestro Señor, porque somos sus no. Porque la fiesta del Señor no se celebra
siervos y le reconocemos como cabeza, diga al exterior, sino en el interior, no en la cara,
mos resueltamente, como él se dignó decir sino en la mente; según dice el salmista: “El
por nosotros, digamos también nosotros a furor del hombre te dará gloria y los que so
los amantes de este mundo, cuando nos in brevivan a tu furor serán tu corona” Sal
sultan: ‘Vuestro tiempo siempre está prepa 76,11). Haz así la fiesta, si quieres que Je
rado; pero mi tiempo aún no ha llegado”. sús venga a tu celebración.
El tiempo de los ricos está preparado Los que lo hacen en público “para que
siempre, está en su bolsa; si hace frío, en los vean los hombres, ya han recibido su pa
cienden,
casas másy frescas,
se calientan;
y otras
si hace
ayudas;
calor,
de tienen
modo ga” (Mt 6,2). Dice ahí san Beda: Mística
mente, se indica que para los carnales, que
semejante en las otras faltas corporales tie buscan la gloria mundana, el Señor se queda
nen remedio a la mano; por eso su tiempo en Galilea, que significa hecha la trasmigra
siempre
tienen todo
estáloa punto.
contrario;
En cambio,
pero los pobres ción, en sus miembros, que emigran de los
de otro modo vicios a la virtudes y al progreso en ellas. Pe
será en el otro mundo. ro después el Señor sube, porque los miem
bros de Cristo buscan la gloria eterna, no la
5. Cristo va en secreto a la fiesta de esta vida; pero sube a ocultas, porque ‘to
da su gloria es de dentro’ (Sal 45,14), de un
“Después de decir esto, se quedó en Ga- corazón puro, de una conciencia buena, no
lilea. Pero, cuando sus hermanos subieron a fingida”.
la fiesta, entonces subió también él, no en El Señor cuando va a enseñar y en todas
público, sino en secreto”. No quiso estar al las grandes obras de su poder huye su gloria
principio de la fiesta, para no parecer que y no quiere tener compañeros, o anuncian
seguía a sus hermanos que le aconsejaban tes, como se ve aquí y en muchos sitios. Es
mal; pero no quiso sustraerse del todo, para como si dijera: “Cuanto mayor seas, humí
no dejar la doctrina de la salvación que ha- llate en todo” (Eco 3,20). En cambio, en las
bía venido a enseñar. Subió, pues, a la fies- obras de humildad tuvo como compañía a
ta, no a la de sus hermanos, ni como ellos, la gente: cuando llega a la Pasión y envió a

277 Así la Vulg. Pero, el problema de Job es que los impíos lo pasan bien. Las versiones hoy dicen: “Acaban
su vida en la ventura, en paz descienden al seol” (BJ); “Acaba felizmente sus días y en paz descienden al abismo”
(BCB).
692 PRIMERA PARTE

esto
los
llino.
dero
cramento,
paración
discípulos
lo
pascual,
También
hizo
deque
virtudes
por
envió
a debe
que
cuando
el misterio
atrajeran
tomarse
ypreparar
buenaselcon
iba adecomer
el
obras.
asna
tan
lugar;
gran
gran
yelelpero
pre-
cor-
po-
sa- no, susurraban éstos. Mira, cuánto se abaja
la verdad, y cuánto se exalta la falsedad.
Había temerosos que creían en Cristo Jesús,
pero no se atrevían a decir la verdad; peca
ban en la verdad.
De tres modos se puede pecar contra la
6. Diversa intención de los que le buscan verdad, dice el Crisóstomo: callando la ver
dad por temor, cambiando la verdad en
error, no defendiendo la verdad. De los pri
Antes de que él subiera, como no le
meros se dice: “Unos decían: Es bueno...
veían presentarse con los hermanos, “los ju
pero nadie hablaba abiertamente de él, por
díos le buscaban durante la fiesta, y decían: el miedo a los judíos”. Dice san Agustín:
¿Dónde está ése?”, el que hace y dice tales
“Ambos son reos ante Dios, el que calla la
maravillas. No le nombran por su nombre
verdad, y el que dice falsedad; aquél, por
propio, con ánimo bueno, o malo. Porque
que no quiere ser útil; éste, porque quiere
unos le buscaban con deseo de aprender y
hacer daño”. De los segundos: “No, sino
oír religiosamente su doctrina; otros, con
vana curiosidad de verle. Los que le busca- que engaña a la gente”; de ellos dice el
mal deseo, para darle la muerte; otros, por
apóstol: “Cambiaron la verdad de Dios por
la mentira”. De los terceros: “Había sobre él
ban por odio desdeñan nombrarle por su
muchos rumores entre la gente” (Rm 1,25);
nombre, les resulta molesto. Los que le bus
murmuraban de que los fariseos perseguían
caban religiosamente no se atrevían a nom
a Cristo, pero no le defendían; ni se atrevían
brarle, o le pensaban tan conocido y singu
a resistir abiertamente, cuando dice el Sa
lar que no era necesario nombrarle. Los
bio: “Lucha por la justicia hasta la muerte”
vanos no se cuidaban de su nombre. “Y ha
(Eco 4,33).
bía sobre él muchos rumores entre la gen
te”, que discutían opiniones contrarias. Los
7. Distintos modos de ser y hablar
que buscaban con buena intención, “decían:
gros.
Es bueno”,
Los aprobando su doctrina y mila- Esto se dice también de los siervos de
que le buscaban con mala, “decían: Cristo. No es extraño que se hable mal de
guían
No, sino
sus que
palabras
engaña
y obras.
a la gente”, y perse- ellos, pues se hablaba así del Hijo de Dios.
Dice san Agustín: “Esto se debe entender
los
era arriba
de príncipes
Dice
la opinión
elestá
Crisóstomo:
ycorrompido
de
sacerdotes.
la multitud,
“Piensa
Ves
y losque
yque
inferiores,
ésta
el
aquélla
nivel
la de igual de todos sus siervos. De cualquiera
que sea notable en alguna gracia espiritual,
unos dicen: es bueno; otros, no, engaña a la
gente. Lo que se dijo del Señor vale para
sanos”.
del aPero,
congregación.
la
gaña
miedo
mayor
pueblo
a la que
partede
Eslos
gente,
decían
los
del queera
decían
gritaban
echaran
claro
pueblo,
que que que
aquellos;
de
lo
unlos era
contrario. bue
laengañador;
principales
sinagoga
es bue-
En-y consuelo nuestro, cuando de un cristiano se
no
miedo
“nadie
a loshablaba
judíos”abiertamente de él por
(Jn 7,13), principales; diga lo mismo”. Pero, si lo consideras bien,
esta negación por los malos es una reco
mendación. Dice san Gregorio: “Es gran
necedad querer complacer a los que sabe
mos que no agradan a Dios. La negación
que hacen los perversos es una aprobación
de nuestra vida; se muestra ya que tenemos
82. LA FIESTA DE LAS TIENDAS, DE LOS JUDÍOS 693

algo de justicia, si comenzamos a desagra dulzura y placidez. Según san Beda, nos de
dar a los que no agradan a Dios. jaba ejemplo para que llevemos con pacien
En cuanto se diga de nosotros debemos cia cuando alguien nos levante falsas ofensas;
siempre recurrir calladamente a la mente, no opongamos lo verdadero que podemos,
como testigo interior, y buscarla como juez. sino demos advertencias saludables.
¿De qué nos sirve que nos alaben todos, si “En consecuencia, intentaban apresarlo,
nos acusa la conciencia? ¿O qué puede ser pero nadie le echó la mano, porque todavía
nos obstáculo, aunque todos nos nieguen, si no había llegado su hora” (Jn 7,30). Que
la conciencia sola nos defiende?”. Dice Boe rían matarlo, pero el poder divino los detu
cio: “No debes admirarte en absoluto, si en vo; no podían hacer nada, si él no se lo per
el mar de esta vida somos agitados por tor mitía. Pero no había llegado su hora, la
mentas los que tenemos este máximo pro ordenada por él, de que lo apresaran. Quiso
pósito: desagradar a los pésimos”. Y Séneca: nacer en el tiempo oportuno, enviando an
“Tan torpe es ser alabado por los torpes co tes una larga serie de anunciadores; y así
mo ser alabado por cosas torpes, o ser tor quiso morir en el tiempo oportuno, una vez
pe”. De nuevo: “Nadie me parece que esti proclamado el Evangelio. “Y muchos de la
ma más la virtud, nadie más religioso, gente creyeron en él”, los sencillos y pobres,
como el que perdió la fama de hombre bue movidos por su predicación y signos le glo
no, para no perder la buena conciencia. Es rificaban por sus palabras y obras; no habla
ta honesta torpeza lo es por buena causa”. de los principales; cuanto más notables,
más ciegos estaban.
8. Quieren apresar a Jesús mientras “Y decían: El Mesías, cuando venga,
habla ¿ofrecerá más pruebas maravillosas que las
que éste ha realizado? Oyeron los fariseos a
“A la mitad de la fiesta, Jesús subió al
la gente que por lo bajo murmuraba esto de
templo y enseñaba”. En medio de la solem
él” (Jn 7,31-32). Decían cosas buenas, dán
nidad, día cuarto, en que Dios hizo brillar
dole gloria, en secreto; no se atrevían a con
las luminarias en el cielo, Jesús subió públi
fesarlo en público. Los judíos lo oyeron, y la
camente al templo, que era el lugar normal
discusión de la gente por opiniones contra
para enseñar; en los días primeros se atendía
rias. Y entonces, movidos de envidia, “en
más a la fiesta, después oían con más aten
viaron guardias para que lo apresaran”. No
ción a Cristo cuando enseñaba. Los evange
se atrevieron a ir personalmente a apresar a
listas, a veces, al modo judío, llaman día de
Cristo, por temor de la gente; enviaron al
la fiesta a los siete días que duraba la cele
peligro a servidores que no temían exponer
bración. No había día octavo en la fiesta de
se por un precio. Los grandes se quedan a la
las Tiendas, pero era importante, pues en él
orilla, no temen que se ahoguen los otros.
se hacía la colecta para los pobres y para las
¡Necios! Al oír el murmullo de la gente que
necesidades del templo y su servicio.
glorificaba a Cristo y decía tantos bienes de
Unos de la gente decían que él era de
él, lo sintieron mucho y buscaban matarle.
verdad el Profeta y el Cristo. Otros decían
que tenía demonio, lo cual es falso, pues ex
9. Los que buscan y no hallan a Cristo
pulsaba a los demonios. El Señor por su par
te sin alterarse tranquilo no devolvió maldi “Y les dijo Jesús: Todavía estoy con vo
ción por maldición; respondió a todo con sotros un poco de tiempo”. Instruye la ter
694 PRIMERA PARTE

quedad de los pertinaces para salvarlos. Es- cer. Se dice en Lucas: “Hallaréis a un niño”,
toy todavía un poco de tiempo ¿qué prisa mira la humildad, “envuelto en pañales”,
tenéis en matarme? Esperad un poco, siete qué pobreza, “y acostado en un pesebre” (Lc
meses y lo que queréis hacer ahora, lo ha- 2,12), qué aspereza.
réis; ahora no, porque no quiero aún. Como
si dijera: no cumpliréis ahora lo que de- 10. Siete fiestas del corazón
seáis, porque todavía un poco de tiempo
“Y en el último día, el principal, de la
quiero permanecer en el pueblo para ense fiesta” (Jn 7,37), el día séptimo, que con el
ñar y hacer obras reveladoras. Trabajáis en primero era el más importante, y en que ha
vano, vosotros y vuestros príncipes, porque bía mayor concurrencia del pueblo; o, el oc
el apresarme no está en vuestro poder, sino tavo; porque cumplidos los siete días de la
en el mío. Esperad a que llegue el tiempo, fiesta de las Tiendas, el octavo era fiesta de
pronto os dejaré; cuando se acabe la obra de la congregación o colecta, y se llamaba san
la Redención por la que estoy con vosotros tísimo en la ley; era figura de la congrega
“voy al que me envió” (Jn 16,5), al Padre ción de todos los santos en la felicidad eter
espontáneamente por la Pasión y muerte. na. Pues, en ese día “Jesús en pie gritó”,
mi anuncio
predicando
Debo cumplir y realizando obrasdel
de revelación
evangelio proclamando la palabra de Dios al público.
El Señor Jesús llama no de cualquier modo,
hasta que, cumplida la misión, llegue a mi sino gritando con fuerte voz para que todos
Pasión. puedan oírle. Muestra el fervor de su deseo
“Me buscaréis, pero no me hallaréis” (Jn y la grandeza de su afecto, para nuestra in
7,24).
de la ascensión
Esto, según
de Cristo,
san Agustín,
cuandofue
muchos
después
ju formación y salvación.
Según el Crisóstomo, el primer día ha
díos convertidos creyeron por la predicación cían las alabanzas y sacrificios; los interme
de los apóstoles. Sucede cada día hoy tam dios, comían ante el Señor y disfrutaban; el
bién, porque muchos buscan a Cristo y no le último, oían con más fervor la doctrina pa
hallan; porque no le buscan donde está, sino ra llevarla consigo al volver. Por eso, aquél
donde no está. Cristo no está en placeres, ri- día, el Señor instaba más en la doctrina,
quezas y honores; allí no se le halla. Se dice dando como viáticos de salvación, para que
en Job: “No se le encuentra en la tierra de los recibiéndolos, los meditaran, hasta la próxi
que viven” (Jb 28,13)278 suavemente, por los ma fiesta en que volvieran.
placeres; “el abismo dice: No está en mí” (Jb Estos siete días significan las siete fies
28,14), por los avaros, cuya profundidad no tas del corazón, que celebramos para el Se
tiene fondo; “y el mar dice: No está conmi- ñor. En el primero ofrecemos a Dios el sa
go” (Jb 28,14), por los soberbios, que siem- crificio de alabanza, en los cinco siguientes
pre están hinchados y crecidos. recibimos de Dios la refección ante el Se
El Señor Jesús se encuentra en humil- ñor: el primero, pan de lágrimas por los pe
dad, pobreza, asperidad de vida, porque es- cados; el segundo, refección de conciencia y
tá allí. Estas tres cosas trajo Cristo consigo virtud; el tercero, pan de la conciencia sere
cuando vino al mundo, con éstas quiso na- na de todo resto de pecado; el cuarto, refec

278 Las versiones actuales dicen sólo: “en la tierra de los que viven” (BJ); “en este mundo” (BCB). La Vulg.
añadía: “suaviter”.
82. LA FIESTA DE LAS TIENDAS, DE LOS JUDÍOS 695

ción
mento;
Espíritu
mentando
delelSanto;
deseo;
con elelelpan
séptimo sexto,
quinto,
día
deJesús
refección
la palabra.
consolación
resucitó,
del sacra-
ali-
del anhelan las aguas de la gracia, el amor de
Dios. Dice san Agustín: “Si habita el amor
del mundo en ti, no hay por donde entre en
ti el amor de Dios. Eres un vaso para recibir
11. Cristo y el Espíritu, río de agua viva lo que no tienes; echa fuera el amor del
mundo, para que te llene el amor de Dios”.
Así se añade: “Dijo esto a propósito del
Qué enseñaba Cristo se dice, al añadir:
Espíritu que recibirían los que creyeran en
“Si alguno tiene sed, ¡que venga a mí, y be
él”. El Espíritu Santo se llama río, según el
ba el que cree en mí!” (Jn 7,37). El que tie
Crisóstomo, porque como el río no vuelve
ne sed dentro, el que desea el agua de la
atrás, ni está quieto, sino que corre siempre,
gracia, la doctrina de la vida y la gracia del
así también los que tienen el Espíritu Santo
Espíritu Santo. No fuerzo a nadie, sino que,
no vuelven al pecado, ni quedan ociosos, si
si alguno lo quiere mucho, si tiene fervien
no que corren a cosas difíciles. El Espíritu
te deseo, a éste le llamo; habla en general
Santo se llama también agua viva, cuando
sin excluir a nadie de cualquier estado o
uno tiene continuidad y perseverancia en la
condición; cualquiera, según su sed, hallará
gracia, sin la que nada serviría lo anterior.
bebida junto a Dios. Si alguno tiene sed
Dice san Bernardo: “Quitas la perseverancia,
que venga a mí, fuente de agua viva; que
y el servicio no tiene recompensa, ni el hacer
venga no con pasos del cuerpo, sino de fe
bien gratitud, ni la fortaleza alabanza”.
formada; no con pies, sino con afectos; no
marchando, sino amando, apartándose del
12. Los guardias se admiran; Nicodemo
amor del mundo; y que beba con abundan
le defiende
cia el agua de la sabiduría saludable y el Es
hasta
pírituelSanto,
desbordamiento.
no sólo hasta que baste, sino “Así que los guardias fueron a los sumos
sacerdotes y fariseos, y estos les dijeron:
7,38),
su corazón
Y entonces
que limpia
brotarán
“como
las mentes,
ríos
dice
delaagua
vivifica,
Escritura,
viva”
actúa,
(Jn
de ¿Por qué no lo habéis traído? Los guardias
respondieron: ¡Nunca un hombre ha habla
do así!” (Jn 7,45-46). Cautivados por las
cia
del
conciencia
benevolencia,
cia,
con
un
aguas
piensa
cambio,
fiel
de
prójimo;
doctrina
a los
su
vivas
deben
que
si seeldel
corazón,
otros;
del así
sincera
derivar
apresura
que
agua
corazón,
porque
brotarán
corazón
del
quiere
ybasta
ahombre
dones
los
alapor
favor
ríos
mirar
demás.
fe
del
sólo
ysobreabundan-
de
con
interior,
la
que
del
gracias,
para
por
bondad
No
abundan-
prójimo,
bebe,
elél.
fluyen
de
bien
con
En
de
la
si palabras y doctrina de Jesús, se excusaban.
Es como
parece solo
si dijeran:
hombre,Habla
sino más;
tan bien,
por eso
queserá
no

temerario poner las manos en él. ¡Ojalá vo


sotros hubierais estado presentes! ¡Ojalá
hubierais oído sus palabras, quizá ya no
obraríais más contra él!
Los fariseos, movidos de envidia, pensa
ban que los guardias habían sido seducidos,
como también la gente, que puede ser sedu
no se seca, porque mana. cida por ignorancia; los llaman malditos, se
recibido
Por eso
la gracia
amonesta
para Pedro: “Cada uno ha gún lo del Deuteronomio: “Maldito quien
administrarla a otro”. no se mantenga en la ley” (Dt 27,26). En
El
están
Señor
vacíos
llama
delaamor
los que
deltienen
mundo,sed,pero
los que mí, como dice san Agustín, esté esta maldi
ción. Ahora también sucede en la Iglesia
696 PRIMERA PARTE

que los sencillos y laicos son a veces mas re- ría que oyeran a Cristo para que se convirtie
ligiosos que los otros, según lo del profeta ran por sus palabras, como él se había con
Isaías: “Conoció el buey a su dueño, y el as- vertido. Pero los fariseos agitados por la en
no su pesebre; pero Israel no me conoció a vidia y la ira no reciben la persuasión de la
mí” (Is 1,3). verdad, sino que contradicen también a Ni
Y, como ni los elogios de los guardias codemo: “Le respondieron así: ¿Es que tam
por la doctrina de Cristo, ni la fe de los pue- bién tú eres de Galilea? Y se volvieron cada
blos habían apartado a los fariseos de su uno a su casa”. Confusos, se volvieron cada
maldad, se levanta “Nicodemo, que había uno a su casa, a sus cosas, sin acabar nada,
guir
ellos”,
ido ay apresar
Jesús
se esfuerza en detenerlos
dea Cristo,
noche, en
y quien
que era
creía
deuno
perse-
ocul
de vacíos de fe, defraudados de su mal desig
nio. O, a su casa, a la maldad de su corazón,
a su infidelidad e impiedad, doliéndose mu
tamente, y para excusarle por la ley: “¿Es cho de no poder hacer el propósito de su vo
que nuestra ley juzga a uno sin oírlo antes y luntad, porque su consenso se dividió por la
comprobar qué hizo?” A nadie se le conde división.
na, si no es confeso por sí o convicto por
otros
puedeyproceder no ausente,en
presente,ligeramente yalaque
condena
no se 13. Cristo solía volverse a Betania
de un hombre. También, según las leyes ci- “Jesús, por su parte”, lleno de entrañas
viles, una diligente averiguación debe pre de misericordia, “se fue al monte de los Oli
ceder a la sentencia; pero ellos querían antes vos” (Jn 8,1), a uno de cuyos lados estaba
condenar que conocer. Betania y la casa de Marta en que solía hos
Nicodemo pensaba que, si al menos qui- pedarse. El Señor había tomado la costum
sieran oír al Señor Jesús, la palabra de Cristo bre de predicar y mostrar obras reveladoras
sería de tal eficacia que quizá se harían se- durante el día en las fiestas en el templo,
mejantes a los que enviaron a prenderle y se cuando estaba en Jerusalén; y por la tarde se
convirtieron al oírle, y creerían. Por eso que volvía a Betania, a descansar hospedado allí.

Oración

Señor Jesucristo: dame subir de corazón a la fiesta de la solemnidad eterna, y preparar


me siempre a ella, para que, cuando venga el tiempo de tu visita, llegue felizmente allí a
contemplarte cara a cara.
¡Oh fuente de agua viva! Tengo sed de tu gracia; yo, miserable, vengo y suspiro a ti
buscándola con todo deseo.
Dame de beber; que reciba tu agua viva con tal abundancia, que los dones de gracia me
basten; y fluyan y sirvan a los demás por tu amor; para que, viendo en mí la obra de tu mi
sericordia, te muevas a infundir en mí una gracia mayor. Amén.
83. LA MUJER SORPRENDIDA EN ADULTERIO 697

83. LA MUJER SORPRENDIDA EN ADULTERIO


Juan 8,2-11

1. tierra
Acusan a la mujer; Cristo escribe en Según Alcuino, por la tierra se muestra
el corazón humano, que suele dar frutos de
acciones buenas o malas; por el dedo que es
Al día siguiente, “al amanecer se pre
flexible por las articulaciones, se expresa la
sentó de nuevo en el templo, y todo el pue
sublimidad de la discreción. Nos instruye,
blo iba a él; y, después de sentarse, los ins
pues, que, oídos los males de otros, no los
truía” (Jn 8,2). Mira el celo del Señor y la
juzguemos temerariamente al momento, si
religión del pueblo; les habla sobre la salva
no que tornemos primero humildes a la
ción. Pero los que conocían mejor las Escri
conciencia del corazón, y así con el dedo de
turas y parecían más religiosos que los
la discreción lo resolvamos; y que examine
otros, seguían tramando asechanzas contra a
mos dentro, si nosotros estamos sin pecado.
Jesús, aunque sabían que era bueno y anun
Porque el juez que oye a los acusadores,
ciaba la misericordia; por esto tenía el favor
no debe dar enseguida la sentencia, sino
del pueblo.
examinarla; lo que oye, debe escribirlo en
“Por su parte, los escribas y fariseos lle
su corazón, investigarlo con discreción y ver
van a una mujer sorprendida en adulterio y
qué se debe hacer. El Señor escribía en tie
la ponen en medio”. Lo hacen según la ley,
rra; como si les dijera: vosotros me ofrecéis
para que sea condenada a muerte por boca
los testimonios de la ley, y referís sus pala
de todos; pero tentando a Cristo, esperando
había que hacer con ella. Porque, si juzgaba bras, vosotros que no entendéis la ley; pero
su parecer; quieren saber qué dice sobre qué en
aquí está aquel dedo que otro tiempo es
cribió en piedra la ley. La ley mandó ape
que debía ser apedreada, le pondrían en ri
drear a una mujer así; pero no como lo en
dículo por cruel y contrario a la misericor
tendéis, ni por hombres como vosotros;
dia que predicaba al pueblo, que le amaba
prevaricadores de la ley querían cumplir la
por ella. Pero si decidía que había que de
ley.
jarla libre, le juzgarían a él, con ella, reo de
muerte, por contrario a la justicia y prevari
2. Prudente respuesta de Cristo
cador de la ley que manda apedrearla.
juzgar,
justicia,
Pensaban
osino
era coger
que
injusto.
Dios No
a Jesús en
no buscaban
tenía
las piedad
palabras.
hacer
al “Y, como ellos seguían preguntándole,
se incorporó y les dijo: Aquel de vosotros
esté sin pecado, arroje la primera piedra”.
Jesús
nias:
la misericordia.
modo dio
evitó
queunnoprudentemente
justo
contradecían
Moderó
juicio,sus
quedando
apalabras
ambas
la ley sin
calum-
ade
salvo
per
tal Les propone una sentencia justa, para repri
mir su importunidad: el que esté sin pecado
–no ya sin crimen–. Es como si dijera: Suba
cada uno al tribunal de su mente y hallará
la
der
que
en justicia,
tierra”.
la
antes
piedad.
“se
Se
y escribió
inclinó
inclinó
No juzgó
debajo
en
y con alsu
tierradeinstante,
para
dedo
la rigidez
mostrar,
escribía
sino
de que es pecador. Por tanto, o perdona a ésta,
o junto con ella recibe el castigo de la ley;
sea castigada la pecadora, pero no por peca
dores; cúmplase la ley que alegáis, pero no
según sanenAgustín,
cribirlos la tierra,que
noaen el cielo.
ellos había que es por los prevaricadores de la ley. Sed justos
primero, castigad luego a la culpable.
698 PRIMERA PARTE

sea
contra
ala
uno
salvar
apedrearan,
Como
apedreada,
está
laloen
ley;
que
dice elsan
pecado,
estaba
había
no
queAgustín:
pareciera
no
perecido”.
muy
nodebe
vino
lejos
juzgar
a“No
que
de
Por
perder,
decir
dijo:
tanto,
hablaba
a nadie;
sino
que
no
si ra delineada, los vieran. “Él agachándose de
nuevo, seguía escribiendo” (Jn 7,8). Es co
mo si dijera: Esta mujer es pecadora, y vo
sotros lo sois igualmente. Inclinado escribió
de nuevo lo mismo, mostrando con mayor
fuerza su sentencia y que ellos eran indig
porque
dena síelmismo;
que esa culpable,
que juzga
oantes
de otro
a de
otro
juzgar
parecido,
del pecado
a alguien,
se con-
de nos. Después de sacudirlos con su celo de la
justicia, no se dignó atenderlos, apartó de
ellos su mirada; nos enseñó que, antes de la
veamos
acuse,
acusar él
con discreción
divina
sotros templamos

aexige
nuestra
testimonio,
de que
algo
justa.
conciencia,
este
nadie
igual
El
juzgue,
rigor
rigor
inculpe
o mayor.
más
ysi
deresolvamos
se
de
la
aPero
le
lo
otro,
justicia
puede
justo.
no-
le corrección y después, nos examinemos so
bre ello a nosotros. Se inclinó y con bondad
desvió su rostro de sus adversarios, como
disimulando, para que se alejaran de su ne
cedad y tuvieran ocasión de marcharse; pues
preveía que si los miraba a la cara, saldrían
Oye
ro bueno
sobreaesto
ti, ya así
Séneca:
busca“Muéstrate
a otro semejante.
prime- antes de que siguiera. Si los miraba al rostro
les daría más vergüenza irse. Haz tú así, ten
Mira
jantes”.
si eres malo aún, y perdona a los seme- piedad de los que están confusos, no les mi
res al rostro.

3. Qué escribía en tierra el Señor 4. Pensar, antes de juzgar a otros


tierra.
NoSan es seguro
Agustínquédiceescribió el Señor en Se nos dice cómo debe portarse cual
que escribió lo que quier cristiano al juzgar los defectos del
expresó
dra”.
bió
que
rónimo
lanoAsí,
sentencia,
tenga
con
enal una
la
modo
pecado,
voz
luego
carta
judicial,
cuando
arroje
lacree
pronunció.
la
respondió:
primero
que
primera
escribió:
San
escri-
pie-
“El
Je- prójimo. Primero, el hombre debe escribir
los pecados y defectos propios ante los ojos
del corazón; así podrá mejor juzgar a otros.
Pero ¿puede un pecador juzgar y reprender
a otros? Si el que juzga está enredado sólo
bió
rra!
Tierra,
gún Según
estas
santierra,
Ambrosio:
palabras:
otros,
absorbe
se inclinó
¡Tierra,
Tierra,
a estosprimero
acusas
renegados.
tierra,aytierra,
laescri-
tie-
Se- en pecados leves, no se hace indigno de juz
gar. Si lo está en el mismo pecado o en otro
mayor que el que quiere corregir, hay que
saber si éste es oculto o conocido. Si es co
es
de
bió:
ejecutar
“mía
éste
vergüenza
mío.
ellos,
La
oesaquélla;
tierra
Según
lamostrando
tal
equidad
se sentencia;
marcharon.
acusa el
laseglosa,
inclinó
yaque
lajuicio”,
tierra:
escribía
ellos
no
deeran
nuevo
al
pero
mío
los
leerlo,
aptos
el
pecados
juzgar
y juicio
escri-
para
pora nocido, no puede corregir, por el escándalo
–corregir por su mismo pecado–; si es ocul
to, pero se arrepiente, puede corregir con
humildad, a otros para que también se arre
pientan. Si no le pesa, no puede corregir a
nadie. La corrección no procedería de la ca
Señor
cados.
virtud No
Eraque
divina
decualquiera
los
talpudo
escribía
poder
hacer que en
conocía
aquella
detallados,
en
escritura
ellapero
cierta
susfigu-
por
pe-
del ridad, ni rechazo del vicio; debe detestarlo
antes en sí; nadie debe amar más al prójimo
que a sí; si no, el que juzga a otro, se conde
na a sí mismo. De la consideración de los
defectos propios nace la humildad. Esta hu
83. LA MUJER SORPRENDIDA EN ADULTERIO 699

mildad
ñor hacia tierra. en la inclinación del Se-
selamuestra condenado? Y ella dijo: Ninguno, Señor”;
que
sas:
parado
dad
sí, ySegundo,
la
oaveriguar
debe
circunstancia,
disposición
paracorregirlo;
enmendarse,
antes
con de
suma
de
si
la
o corregir
el
si
persona, es
discreción
hecho
puede
o no; asi
yotro,
mirarse
está
la
malo
dos en
cuali-
pre-
hay
co-
en se habían retirado, se sabían culpables. Di
ce san Agustín: “Por eso liberó el Señor a la
pecadora, porque no había quien con justi
cia echara la primera piedra. ¿Cómo iba a
apedrear el que sabía que era digno de ser
apedreado?”
La mujer podía temer que él, que estaba
dos sentidos, si puede hacerse bien o mal: sin pecado la condenara; temía decirle: na
entonces, hay que interpretar en el mejor
sentido. die, en efecto, me ha condenado, pero tú
que estás sin pecado, si quieres puedes con
ción,
juicios
juzguéis
Tercero,
si
otemerarios
por
se
y no
mueve
debe
mera
seréis
examinar
se
sospecha.
por
juzgados”
dice
caridad
ensu
otra
Porque
propia
(Mt
a parte:
la7,1).
correc-
de
inten-
“No
los denarme, porque “contra ti, contra ti he pe
cado” (Sal 51,6); por eso sigue la absolución
de Cristo. Hemos oído arriba la voz de la
justicia, oigamos la voz de la misericordia.
“Jesús le dijo: Tampoco yo te condeno, an
5. Cristo perdona con piedad a la mujer da, a partir de ahora, ya no peques más” (Jn
8,11). Temías ser condenada por mí, porque
no hallaste pecado en mí; pero no es extra
“Ellos, al oírlo, iban saliendo uno tras
modo que quedó solo Jesús y la mujer que ño, porque he venido a salvar a los pecado
otro, empezando por los más ancianos, de
res, no a condenarlos. No temas, queda
en
tranquila y segura, sólo cree mis conse
estaba en medio”. Todos sabían que eran
jos; no rechazo a los pecadores, sino que re
pecadores y lo confesaron con el hecho de
cibo a los penitentes. Es como si dijera:
marcharse; empiezan los mayores, o porque
Ellos te dejaron sin condenarte, por sus pe
tenían mayores pecados y crímenes, o por
cados; yo te absuelvo, por mi bondad. Anda
que conocían mejor lo justo de la sentencia;
libre de culpa y de pena, y no quieras pecar
se deshicieron sus astucias. Jesús quedó so
más, no tengas voluntad de pecar. Pues la
lo, libre de aquellos calumniadores; con él
voluntad de pecar es gran pecado. Segura
quedaban los discípulos y la gente; y la mu
ya del pasado, ten precaución en lo futuro;
jer en medio. Con razón quedaron los dos,
he borrado lo que cometiste; cumple lo que
la misericordia con la miseria, pues la pri
he mandado, para que encuentres lo que he
mera era necesaria a la segunda. Puesto, por
prometido. También el Señor condenó, pe
tanto, el temor de la justicia, a continua
ro el pecado, no a la mujer; salvando la na
ción Cristo le modera con la dulzura de la
turaleza humana, condenó la culpa; los que
bondad.
aman la mansedumbre del Señor, teman
“Jesús, incorporándose, le dijo: Mujer,
también la verdad; porque “el Señor es dul
¿dónde están? ¿Ninguno de condenó? Y
ce y recto”.
ella dijo: Ninguno, Señor”. Como si dijera:
los que habían venido a buscar justicia, han
rechazado
su
dumbre
boca, ylevantó
le
a los
habló
enemigos
a ella
así:los
“Mujer
ojos
de lade
¿nadie
justicia
su manse-
tecon
ha 6. ¡Qué inefable bondad la de Cristo!
huido de un juicio de justicia. Él, que había
Levantándose dio la sentencia de justi
cia a los acusadores, y levantándose de nue
vo dio la sentencia de la misericordia a la
700 PRIMERA PARTE

acusada;
hacer ambas
porque
cosas,
es propio
como esdelpropio
poderydivino
justo ¿quién condenará? Pero, óigase tu voz: ‘An
da, a partir de ahora, ya no peques más”.
minos
car el
donara
justicia.
dosamente.
justicia,
dio
justo
paramás
Dios
es
del
juicio
los
en
Castiga
salvando
de
guardar
también,
Señor
pecados,
adelante;
Ymodo
de
como
justamente,
son
misericordia,
laque
ycastigar
primero
misericordia,
misericordia
misericordia
justo
porque
misericordioso
leydio
yprohibiera
“todos
perdonar.
perdona
salvando
elyasí
juicio
como
verdad”
los
luego
per-
pia-
Tan
pe-
ca-
de
la Y aunque el Señor Jesús absolviendo a
la mujer de culpa y prohibiéndole que pe
cara el adelante, no le impuso ninguna otra
penitencia, sin embargo, de este hecho de
Cristo no se debe sacar la consecuencia de
que, a ejemplo del Señor, alguien sin confe
sión ni imposición de penitencia absuelva a
alguien. Cristo tuvo excelencia en los sacra
mentos, pudo dar el efecto del sacramento
sin el sacramento, cosa que ningún hombre
(Sal 25,10). Así fue liberada la miseria, puede hacer. Los sacerdotes en el foro peni
Dios es justolay misericordioso,
mandándolo sin aunque
misericordia. Pero embar- tencial deben imponer una penitencia se
gún la condición del pecador y del pecado.
misericordia
obra
la
go,
justicia
voluntad
sededice
la queesser
se piedad
requiere
que
pero ypara
más
misericordia
también
justo.
cumplir
propio
Para
dede
la
cumplir
basta
parte
él
obra
tener
sólo
del
de
la Porque Cristo podía dar a la mujer tal con
trición que bastara a borrar toda la culpa y
la pena, y conocer su contrición; no así otro
sacerdote, que ni mueve el corazón ni lo ve.

hombre la exigencia de méritos. 7. El perdón de la mujer en sentido moral


Dice san Anselmo: “Recuerda ahora a Así el Señor recibe cada día a la adúlte
hizo,
confundir
Jesús
aquella
qué
a quien
mujer
dijo.
quizás
ruegan
sorprendida
Bajó
mirando
los
queojos
déaen
asu
latierra
adulterio
parecer;
acusada.
paraqué
yno
Y,a ra, cuando recibe por la gracia a cualquier
alma culpable, corrompida por el diablo. La
mujer sorprendida en adulterio representa a
cualquier persona desposada con Cristo por
eran
tenga
cuando
terrenos
pecado,
escribiendo
noarrojeenlatierra
celestiales,
primera
dijo:mostró
‘Elpiedra’.
queque la fe, que después ha adulterado con el dia
no blo por el pecado. Los escribas y fariseos re
presentan a los demonios, porque retienen
¡Qué admirable, qué inefable bondad la de nuestros pecados de memoria como escritos
Cristo! Advierte ¡con qué piedad y discre firmemente; los fariseos se llaman con razón
piadosos
mente!
expulsó
cia
ción,
dioliberó
de
Después
del
ojos
absolución
atemplo
alzó
la que
que
hacia
apodía
con
sutodos,
ella,
sentencia
vozcondenar
dulce
yimagina
quéaterró
ysenten-
suave.
justa-
quéy “separados”, porque se separan de Cristo y
de la comunión de los santos.
Éstos traen a la mujer al juicio, porque
buscan con solicitud la condenación de los
hombres. Pero el Señor “no se complace en
Piensa que suspiró, que lloró lágrimas, la muerte del pecador, sino en que se con
cuando dijo: “Nadie te condenó, mujer”, vierta de su conducta y viva” (Ez 33,11);
etc. ¡Dichosa,
sorprendida en adulterio,
por así decirlo,
que es absuelta
esta mujer
de por eso dice: “Anda, y, de aquí en adelante,
lo pasado y se afirma para lo futuro! ¡Oh no peques más” (Jn 8,11); te basta la con
versión de lo pasado, y la cautela contra la
buen Jesús! diciendo tú, yo te absuelvo, recaída en el futuro.
84. PALABRAS DE JESÚS, POR LAS QUE QUIEREN APEDREARLE 701

Oración

¡Oh bondadoso Jesús! Liberaste con clemencia de sus acusadores a la mujer sorprendi
da en adulterio; y, sin condenarla, la dejaste misericordiosamente ir en paz.
Ante ti está mi alma adúltera, que se ha apartado de ti, su verdadero Esposo, cuantas
veces consintió a las sugestiones del adúltero enemigo. La acusa la conciencia, la acusan las
malas obras y acciones.
No entres, Señor, en juicio con mi alma, no te acuerdes de sus maldades antiguas; libra
de los acusadores a la pecadora culpable; libra de tu tremendo juicio a mi conciencia, y
quede absuelta en paz consigo, porque es propio de ti tener piedad siempre y perdonar y
tu misericordia no tiene número. Amén.

84. PALABRAS DE JESÚS, POR LAS QUE QUIEREN APEDREARLE


Juan 8,12. 28-59

1. Jesús es la luz del mundo to divino; por participación suya todos los
que son iluminados por esta luz, se llaman
Según Alcuino, como Jesús había ab
iluminados, pero no por esencia, como él,
suelto sin inculparla a la mujer, para que al
porque el es la Palabra que procede del Pa
gunos no dudaran de si aquél al que veían
dre, como luz de luz.
como hombre verdadero podía perdonar los
Según san Agustín, la luz del mundo al
pecados, él mismo se digna demostrar más
salir del Padre se cubre con la nube de la
claro el poder de su divinidad. “Así que Je carne; y así en medida proporcionada se ha
sús les habló de nuevo: Yo soy la luz del ce tolerable a los hombres, de modo que por
mundo” (Jn 8,12), de todo el mundo, no el hombre se llegue a la divinidad. Al ilu
sólo de una persona. Por eso el que se acerca minar esa luz divina, nos iluminamos con el
a él por la fe y religión, se ilumina por él colirio de la fe los que somos ciegos de naci
para la salvación; si se aparta de él, se oscu miento por el primer Adán; y ella sigue
rece para la condena. obedeciendo en palabras y ejemplos, para
Cristo se llama luz, según sus dos natu que, excluida la oscuridad de la ignorancia
ralezas; según la divinidad ilumina dentro y los pecados, en el futuro seamos ilumina
al alma, y según la humanidad informa al dos con la visión de Dios.
exterior
ytencia,
ro,
verdadera
ejemplos;
de su conÉl
lolasegundo,
bondad.
vida:
lo primero
de
milagros,
su
es,essabiduría;
en
propio
efecto,
predicaciones
delo“la
su
terce-
po-
luz Por eso sigue: “El que me sigue, de nin
gún modo camina en la oscuridad”. El que
me sigue creyendo, amando e imitando, no
andará el la tiniebla de la ignorancia, por
venir
a todos
cia, porque
al los
mundo”
que
hombres,
de élilumina
(Jn
se deriva
1,9),
soloa porque
él
todo
todo
es luz
conocimien-
hombre,
élpor
ilumina
esen-
al que “Yo soy la verdad” ni de culpa, porque
soy “el camino”, y en consecuencia no anda
en tiniebla de condena, porque soy “la vida”
(Jn 14,6).Y se añade el fruto de esta luz:
702 PRIMERA PARTE

ría el
“Sino
en
tinguible,
defuturo,
Dios,
que tendrá
aquí
que
porque
por
eslalaluz
la
tendrá
luzfe,de
indeficiente
allá
laa Cristo
vida”,
por lasabidu-
ahora
visión.
e inex-y padecer y ser levantado en cruz; en ella estu
vo alzado y extendido en el aire; por eso
también Dios Padre lo exaltó. Entonces co
noceréis algunos de vosotros por la fe que yo
Lo
al
vida”,
mérito;
quealsepremio.
dice
y lo que
“el que me“tendrá
sigue sigue”,lapertenece
luz de la soy en verdad Cristo, Yo soy, Dios escondido
bajo la carne: predice que algunos de ellos
que
bras
gún
manos
promete.
mos
la
no
mandé,
¿qué
luz
nos
Dice
tendrá
una
con
modo
del
míos,
diga
para en
es
ordenaste,
desvergüenza
cosa
ahí
Hagamos
mundo.
la
caminará
san
cuando
pedir
luzSeñor
su
loAgustín:
deque
El
juicio:
lo
lael
que
en
Dios
que
lo
vida’,
manda,
Señor
la
que
me
–¿Hiciste
mandó,
“Por
nuestro?
prometí?
oscuridad,
con
prometió;
sigue
dice:
y tanto,
otra
estas
no
de
‘Yo
–Te
lo
lo
–Pues
pala-
deje-
nin-
sino
her-
que
soy
di- después de su Pasión conocerían quién era y
creerían en él; les anuncia por dónde debían
llegar a la fe, por la Pasión.
Dice san Agustín: “Retraso vuestro co
nocimiento, para cumplir mi Pasión; con
venía que esto se cumpliera por las manos
de aquellos que luego habían de creer. ¿Por
qué así? Para que nadie desespere, de cual
quier crimen de que tenga mala conciencia,
al ver que se perdona el homicidio a los que
mataron a Cristo”.
De tres modos ofendemos a Dios, y le
las
ojos,
mos
Cristonome
oscuridad;
je que
ataduras
costumbres,
ahora
luzlossiguieras.
del
se
elque
exteriores,
ha
seguir
mundo,
no
nos
de de
temer
lo
Por
al los
impiden.
para
Señor,
sino
loojos,
latanto,
no
los
oscuridad,
ycaminar
ydesatemos
interiores,
Sigamos
si
cumpla-
de los
de
ena humillamos; con malos pensamientos, pala
bras y obras. En cambio, cuando tenemos
contrición, confesamos y satisfacemos, le
exaltamos en nuestra alma, amándole sobre
todas las cosas; y le conocemos venerándole
sobre todo. Si quieres conocer a Dios, exál
tale con la contrición del corazón, contra los
donde no se discierne si es blanco o negro, malos pensamientos; con la confesión de
sino si es justo o injusto”. boca, contra las malas palabras; con la satis
metida,
De ladice
sobreexcelencia
el mismo san Agustín:
de esta luz
“Lapro-
ale facción de obra, contra las malas acciones.

gría y felicidad de la luz eterna es tan gran 3. La verdad libera de la esclavitud del
en
de,ella
quemás
aunque el espacio
que no fuera posible
de un permanecer
día, por es pecado
Luego les decía a algunos judíos que
to sólo se despreciarían años innumerables
creían en él: “Si permanecéis en mi doctri
de esta vida llenos de delicias, y el estar ro
na, seréis de verdad discípulos míos”. Si
deados de los bienes temporales”.
perseveráis hasta el fin en la fe que comenzó
por mi palabra, sin apartaros de mi doctri
2. Cristo prefirió la cruz a ser conocido
na y modo de vida, sin ceder a tentaciones,
provocar
Después,
a lostras
judíos
otras
para
cosas,
la lucha
comenzando
de la Paa entonces seréis discípulos míos. Lo dijo
porque algunos de ellos creían fingiendo;
sión,
del Hombre,
“les dijo entonces
Jesús: cuando
sabréis
elevéis
que Yoal Hijo
soy” no eran discípulos verdaderos. Y conoceréis
la verdad, que ahora, cubierta por la carne,
(Jn 8,28).
Hijo de la Virgen,
Cuandopues
levantéis
según su
en carne
la cruz,
debía
al os habla y está oculta; conoceréis la verdad
de la doctrina que enseño, y de la fe que
84. PALABRAS DE JESÚS, POR LAS QUE QUIEREN APEDREARLE 703

ahora creéis. Y la verdad conocida, os libra- cado’. ¡Miserable esclavitud! La mayor par
rá”
sente
la
za libertad
la(Jn
verdadera
libra
8,32),
de os
lalibertad;
gracia,
hará
esclavitud
libres.
yyentonces
en
del
En
lapecado
la
vida
vida
comien-
futura
ypre-
da te de las veces los hombres cuando sufren a
señores malos, piden quien los compre, no
porque busquen tener señor, sino para cam
biar al menos.
librará de la esclavitud de la miseria y dará “El esclavo del pecado ¿qué hará? ¿A
la libertad
será perfecta.
de la gloria; entonces la libertad quien se dirigirá? ¿A quién pedirá que le
compre? Además, el esclavo de un hombre,
pondieron:
Otros, no
Somos
creyentes,
descendientes
jactándose,
de“le
Abra
res- fatigado a veces por las órdenes duras de su
amo, huyendo descansa; pero el esclavo del
hán, a nadie hemos servido como esclavos. pecado ¿a dónde huirá? La mala conciencia
die
¿Cómo
mo los
si fueran
liberara;
dices libres
tú: pero
seréis
y nolibres?”
necesitaran
Lo dicen
que na-
co- no huye de sí misma, no tiene adónde ir; se
sigue a sí misma, no se aparta de sí. El pe
lo que dicen es falso: cado que hace está dentro; hizo el pecado
ynos,
enaen
gran
ta Egipto
otras
pagándoles
esclavitud,
su tierra
naciones;
estuvieron
sirvieron al
impuestos.
y luego
y dela
en
nuevo
rey
mayor
Babilonia.
dea los
parte
asirios
roma-
Has-
en para tomar algún placer corporal; pasa el
deleite, queda el pecado; pasó lo que daba
placer, queda lo que remuerde. ¡Mala escla
vitud! Huyamos todos a Cristo, implore
mos a Dios como liberador del pecado;
ro
condición
queque
griego,
El
la de
Señor
todo
rico
los
que
el
oles
hombres:
pobre,
que
sea,
propuso
hace
noble
emperador
“De
eluna
pecado”,
overdad
vulgar,
esclavitud
o mendigo,
ossea
judío
asegu-
de
peor
lao ofrezcámonos a que nos compre con su san
gre. Solo el Señor, él que no la tuvo, libera
de esta esclavitud; pues solo él vino en esta
carne sin pecado”. Esto dice san Agustín.
Por tanto, el pecador es siervo de tantos
“es esclavo del pecado”. Dice el Crisóstomo: señores como vicios. Se lee del filósofo Dió
“Todo el que sigue la voluntad del diablo, genes, que cuando Alejandro decía ser el se
poral
que
es
mosiervo,
honesta
obedece
sea
tampoco
noesclavo.
ymancha
noble
aunque
a Dios
lala
Lalaesclavitud
sea
libertad
condición
es
libertad
de
libre; en
verdad
corporal
espiritual,
espiritual.
de cambio,
libre, aun-
siervo hace
cor-
co-
el ñor de todo el mundo, dijo: No eres señor
en absoluto, sino siervo de mis siervos. Pues
la soberbia es señora tuya y sierva mía, te
domina y te rige y yo la he sojuzgado; la co
dicia carnal y la gula son dueñas tuyas y te
conducen y te dominan, y yo las he someti
mana.
disposición
“Porque
Todo de
la
hombre
esclavitud
Dios, ha
sinosido
no
la laviolencia
creado
introdujo
libre,
hu-
la do y vencido; y así tú eres siervo de mis
siervos.
Luego muestra el Señor el castigo de es
seguiría
que
ra
bueno,
hecho
reine,
aunque
enesclavo”.
es
susiervo,
libre
sirva, yesno
albedrío,
Dice libre;
san
de siun
el
Agustín:
nomalo,
solo
se hubie-
hom
aun-
“El ta esclavitud: “El que es esclavo no queda
en la casa para siempre”. El siervo del peca
do no queda en la Iglesia para siempre, aun
bre,elsino
ñores,
hombre,
do que
como
no
lo
hace
que
del elpecado!”.
vicios.
especado,
más
¡Ojaláes
grave,
Yfuera
esclavo
dede
nuevo:
esclavo
tantos
del“To-
pe-
del
se- que quede un tiempo en el número de los
fieles; porque ahora están mezclados malos
con buenos, en el futuro serán separados en
tre sí, como las ovejas de los cabritos. “El
hijo se queda para siempre”; el Hijo natural
704 PRIMERA PARTE

alibertad.
de
tiene
Dios
ra otros
que
Dios
Padre
pecado,
permanezcan
del
se queda
por
pecado,
y así
la gracia
para
tiene
con él laenadopción,
haciéndolos
siempre,
potestad
de laporque
para
casa
hijos
librar
depa-
no
de
la intentaban matarle, lo que no hizo Abra
hán; por eso concluye el Salvador que no
eran hijos de verdad, aunque descendieran
de él por la carne. Eran hijos de Abrahán
sólo por la carne, no porque siguieran sus
obras y su fe; la carne de ellos procedía de
ce libres,
Y concluye:
realmente “Porseréis
tanto,libres”
si el Hijo
(Jn 8,38).
os ha- él, pero no la vida.
Así queda claro que en vano se gloría
los
vidad
ma,
en
casa
dadera
le
del
bién
Éldefiende
vosotros,
que
bárbaros,
pecado
de
endel
libertad.
la
es
forma
medio
libertad
cuerpo,
dela
yporque
sino
verdad
seréis
conciencia,
que
deDice
los
del
sino
os
ellibres
en
librará
acusadores”.
libre
diablo;
san
pecado
de
estoGregorio:
ése
la
de
y de
consiste
poderoso
maldad
será
no
ya
verdad,
lade
no
esclavitud
libre
Yla
domine
“Al
Boecio:
del
lacauti-
no
en
tam-
ver-
que
al-
de
la alguien de ser hijo de san Agustín, de san
Benito o de cualquier otro santo, si no tra
baja en imitar sus obras, según su posibili
dad. Viendo los judíos que el Señor demos
traba la filiación por las obras, dijeron que
ellos eran hijos de Dios, pues guardaban su
ley y sus ceremonias, no como otros entre
gados a la idolatría. “Le dijeron: Nosotros
no hemos nacido de fornicación: ¡tenemos
un solo padre, Dios!” (Jn 8,41). Llamaban
“Es libre el que tiene libre la conciencia”. fornicación a la idolatría, como hace mu
nobleza
bertad
do, de
Es la
claro,
verdadera;
verdadera.
que pues,
se gloriaban
nique
Pero
la nobleza
lahoy,
los
libertad
judíos,
por
de ladesgracia,
del
no
carne
mun- es chas veces la Escritura, porque separa el al
es li-
ma de Dios; ellos daban culto al único
Dios, y no se mezclaban en cultos de los
servidores de muchos dioses, por eso dicen
hay
bleza
dad
esclavitud
que muchos
peca
dey libertad
lapor
naturaleza
delque
amor
pecado.
carnal,
buscan
delniSegún
pecado,
sin
por
sobresalir
avergonzarse
ignorancia
san
noAgustín,
por
pordebili-
lade la que tienen un solo padre, Dios, al que sir
leve,
no-
el
ven, no a muchos dioses como los gentiles.
Pero el Salvador excluye esta paternidad, y
muestra que no tienen como Padre a Dios,
porque no aman, no conocen a su Hijo, al
dad
maldad.
contrarias
los
es siervo
pecados
es contraria
La
del
adeladebilidad
pecado;
virtud
debilidad
a la bondad.
yporque
ayelaignorancia
lasabiduría;
ignorancia
son diferentes
ylalos de mismo Cristo enviado por él: porque el
mal-
son
amor y conocimiento de Cristo es señal de
la filiación de Dios; en los que proceden de
uno, el amor es mutuo, en aquél de quien
proceden.

4. Si no siguen a Abrahán, no son hijos 5. Cristo muestra que son hijos del diablo
suyos
Muestra después de quién son hijos, y
El Señor muestra después que los judíos dice que proceden del diablo, no por crea
no eran verdaderos hijos de Abrahán de ción, sino por imitación ya que quieren rea
quien se gloriaban; sino degenerados, por lizar los deseos de su padre, el diablo, matar
que no le imitan en las obras de la fe. Por a un inocente; lo prueba a continuación; ex
que la filiación verdadera se declara imitan plica las condiciones del diablo y las aplica
do la condición paterna, y los judíos no luego a ellos. Pone primero una condición:
imitaban los hechos de Abrahán, sino que “Él era homicida desde el principio” del
84. PALABRAS DE JESÚS, POR LAS QUE QUIEREN APEDREARLE 705

mundo y de la creación del hombre, matan 14,6), porque apartándose de la verdad, se


alma;
la
por
dres
doespecie
con
el
y es
quitándoles
pecado,
malas
más
humana
persuasiones
homicida
quela
seelinmortalidad.
hace
que
el aque
lo
mata el Hoy
losmismo
mata
primeros
cuerpo,
elcon
alma
pa-el
en apartan del camino y de la vida. A éstos,
hay que tenerlos como ilegítimos en la re
ligión cristiana; porque han degenerado de
Dios Padre y se han hecho hijos del diablo.
¡Oh, cuántos son hijos del diablo, también
por el que el hombre se asemeja a los brutos. entre religiosos, y qué lleno está de ellos el
salmista:
Dice
homicida
mano.
matas;san
Si
para
“Sus
Agustín:
persuades
cuando
que
dientes
sepas
persuades
“No
el son
mal
que
pienses
lanzas
alo
eltumatas,
mal
hermano,
que
y saetas,
a no
tu
oye
her-
eres
su
al
le mundo! ¡Ojalá llevaran en la frente una
marca de su padre el diablo para que se les
conociera, y que los demás no fueran enga
ñados por sus mentiras! Pero, ay, algunos
tienen la frente muy dura, y se avergüen
lengua una espada afilada” (Sal 57,5). zan poco de las mentiras. ¿Para qué ocupan
Señala otra condición del diablo, di la tierra estos seductores, que yerran ellos y
ciendo: obediencia,
debida “no se mantuvo
“porque
en lano
verdad”,
hay verdad
en la meten a otros en el error, imitando a su pa
dre el diablo? El mentiroso, al hablar y fin
en él”. Pues las cosas se estiman verdaderas, gir mentiras, asume, viviendo mal, una
en
mera,
pecado secual
su naturaleza
cuanto
de
delasoberbia,
conforman
queseera
ydesvió
abandonó
someterse
conelladiablo
verdad
elsiempre
orden
porpri-
de
ela propiedad del diablo.
Dice san Agustín, que diablo no es
nombre propio, sino común: y en cualquier
sitio en que se encuentren obras del diablo,
Dios, y no permaneció en la verdad de la se debe llamar diablo, que es nombre de
voz y el habla. “Siempre que profiere la obra, no de naturaleza. Avergüénzate, pues,
mentira
mentiroso y el padre
comunica lo propio
de lasuyo,
mentira”
porque(Jn
es cristiano, y sobre todo, tú religioso, de este
nombre; y evita toda mentira, porque en
8,44). Es inventor de la mentira; Dios es todo cristiano debe haber una verdad tan
padre de la verdad. Antes de él no había grande, que no haya diferencia alguna entre
mentira; desde él, y por él fue que “todo un juramento y una simple afirmación.
hombre es mentiroso” (Sal 116,11). Se lla
ma mentiroso al que refiere una mentira de 6. Cómo conocer quién es hijo de Dios
otros; pero también lo es el padre de la Y, como los inocentes antes de sufrir un
mentira,
al
la diablo,
hace él;que
pues
pornoello
inventó
solobien
refiere
laseprimera
llama
la de otros,
mentiroso
mentira,
sino juicio de muerte suelen pedir un examen
judicial, nuestro Señor sabiendo que los ju
díos habían conspirado para su muerte,
cuando
ra moriréis”
dijo a(Gn
la mujer:
3,4). “De ninguna mane- exigió un examen judicial, para mostrar su
inocencia y la maldad de los judíos, y para
dejó
tan,Esta
yelsigan
diablo
propiedad,
a su
a sus
padre
estael nefanda
hijos, diablo,
para que
mintien
herencia
mien- comprobar mejor su injusticia judicial.
Aunque voluntariamente quiso sufrir la
muerte, sin embargo, el mismo Cristo qui
diablo
do. Cuado mienten son recibidos por el so que su inocencia fuera manifiesta. Dice:
sos el ycamino,
soy aquella
le palabra
imitan.
la de
verdad
Atiendan
Cristoy que
los
la vida”
dice:
mentiro-
“Yo
(Jn “¿Quién de vosotros puede acusarme de pe
cado?” Es como si dijera: Vosotros queréis
matarme, mostrad un pecado por el que
706 PRIMERA PARTE

merezca
manifiesto
la que me matáis
muerte; y si nosiendo
lo podéis,
inocente.
será tad. Y porque no sois de Dios, ni tenéis fe
ni amor, se sigue que sois del diablo, no por
rar
pecador,
venido
desdeña
Según
la mansedumbre
amostrar
él
perdonar
san en
queGregorio,
porlos
virtud
la
delpecados:
razón
aquí
Señor,
de hay
que
su porque
que
divinidad
que
no había
es
valo-
un
no la creación, sino por seguirle.
Dice san Agustín: “Cuando dice: No
sois de Dios, no atiendas a la naturaleza, si
no al vicio; son de Dios según la naturaleza,
podía juzgar a los pecadores. Por tanto, si pero no son de Dios por el vicio y mala dis
posición”.
no podéis acusarme de pecado, “si digo la
pecador,
verdad, ¿por
comoqué
losnodemás.
me creéis?”
Y añade
pues
la no
causa:
soy 7. Grados de mala disposición
Hay tres grados, según san Gregorio, de
“El que es de Dios, oye las palabras de
los mal dispuestos. Hay algunos que no se
Dios”. El que es de Dios, no por naturaleza,
dignan oír los preceptos de Dios ni con los
sino por la fe, no de palabra, sino por el
oídos exteriores del cuerpo; otros los perci
amor y por la conformidad de la voluntad,
razón, no sólo del cuerpo, las oye con gusto ben, pero no los abrazan con deseo de la
oye las palabras de Dios; con el oído del co
mente, porque no tienen voluntad de cum
plir lo que oyen; otros, oyendo con agrado
y las ama; todo el que oye con gusto la doc
sienten arrepentimiento, pero después de
trina y siente afecto a ella, le es connatural.
derramar lágrimas, presionados por tribula
El que cree de verdad en Dios, y de verdad
ciones y halagados por placeres se vuelven a
le teme y le ama, oye con gusto sus pala
la iniquidad; estos sin duda no oyen las pa
bras; los que no tienen fe ni amor, como
labras del Señor, porque desprecian el po
eran los judíos, no pueden oír las palabras
nerlas en práctica. Por tanto, aunque todos
de Dios.
sean hijos de Dios por naturaleza, sin em
En estas palabras del Señor puede cada
bargo, los que no aman las palabras de Dios
uno examinar su conciencia, si es de Dios o
son hijos del diablo por vicio. Pero los que
no; el que con agrado oye y con mayor gus
han renacido de Dios por la adopción de la
to cumple las palabras de Dios que manda
generación oyen las palabras de Dios y las
desear la patria celestial, despreciar los de
cumplen. Mientras la tierra está tapada y sin
seos y gloria del mundo, no desear las cosas
lluvia, no se sabe qué frutos puede dar; pero,
ajenas, y dar las propias y cosas semejantes,
si está al aire y empapada de lluvia, se ve
de ningún modo puede dudar de que es de
qué fruto da. Así, si la palabra del Señor te
Dios. En cambio, el duro e insensato que
resulta pesada y como que carga los oídos,
desprecia oír las palabras de Dios, o si las
teme no seas desechado con los judíos a
oye con los oídos, sin deseo ni trabajo, no se
quienes la lluvia de la palabra cayó sobre
esfuerza en ponerlas por obra, muestra claro
ellos, pero dieron espinas y abrojos; por lo
que no es de Dios. Así eran estos judíos de
cual se vio que la maldición de la tierra esta
los que concluyendo dice el Señor: “Por es
ba cercana, y tuvo que devastarla el fuego.
ta razón no oís, porque no sois de Dios” (Jn
8,47). Es decir, no recibís las palabras
el diablo de
es sugeri-
do
vicio
porque no es dey Dios,
lo realiza
sinolaque
mala volun- 8. Le llaman samaritano y demonio
Dios, por mi boca, ni creéis en mí, por el
Como mostró que los judíos no eran hi
jos de Abrahán o de Dios, sino del diablo,
84. PALABRAS DE JESÚS, POR LAS QUE QUIEREN APEDREARLE 707

volver
los
no
den
niendo
des,sabiendo
pondieron:
insultos.
responder
resistirle
lo ahacen
qué
injurias
¿No
responder
cómo
Y,
con
dedecimos
contradiciéndose,
ymodo
injurias,
verdad.
contradecirle
gritos;
a Cristo,
razonable
bien
los
Los
porque
judíos
nosotros
que
secon
vuelven
seno
“le
verda-
suelen
nopue-
res-
que
te-a insultos” (1 P 2,23). Y atiende que, aun
que el Señor con frecuencia reprendió a los
judíos enseñando o corrigiendo, sin embar
go, cuando ellos le atacan duramente con
hechos y palabras, nunca, ni aquí ni en
otros sitios, les respondió dura o áspera
mente; según el Crisóstomo, nos enseña así
a salir por lo que toca a Dios y despreciar lo
tú eres samaritano
monio?” (Jn 8,48). y estás poseído del de- que se refiere a nosotros.
Aunque podía responderles: vosotros
Aunque Cristo era de origen judío y no sois los que estáis poseídos por el demonio;
samaritano, le llaman samaritano por varios sin embargo no quiso, sino que calló pa
motivos. Los samaritanos eran gentiles, ciente el mal que conoció había en ellos,
hostiles y odiosos a los judíos, porque po ofreciéndonos una paciencia imitable para
seían
y odiosos
su tierra,
para ellos,
por esoaunque
a los hombres
fueran judíos,
malos nosotros: que cuantas veces recibimos inju
rias de los otros, callemos también con pa
solían llamarlos samaritanos; así era Cristo, ciencia sus males; que tal corrección no pa
según
por
versario.
en parte
odio;
suLos
le
opinión;
llamaban
samaritanos
creían
samaritano
guardaban
que loscomo
acusaba
la ad-
ley rezca nacida del odio, sino del amor. Según
san Gregorio, se condena nuestra soberbia,
que, si la agitan aun levemente, devuelve
que Cristo
sí en
y en
algo
parte
guardaba
no; viendo
la leylos
y en
judíos
algo injurias más atroces que las que recibió, ha
se apartaba, le llamaban samaritano, como ce los males que puede y amenaza hacer lo
que no puede.
ajeno a la ley divina. Por los samaritanos Dos cosas le habían echado en cara al
como
con losa pecador;
que trató,losle creían
llamaban
pecadores
samaritano
y no Señor: una la negó, la otra callando la con
sintió. Calló lo que reconoció, y rechazó lo
querían tener trato con ellos. que se había dicho mintiendo. Respondió
Decían también que estaba poseído por que no tenía demonio: “Yo no estoy poseído
el demonio, por las obras admirables que del demonio”; pero no negó que fuera sa
hacía y que ellos atribuían a Belzebú y a la maritano. Porque samaritano se traduce el
magia. Además revelaba y decía con fre que guarda, y él es ante todo nuestro guar
cuencia los pensamientos y secretos de ellos; dián: “Pues no duerme el que guarda a Is
se lo atribuían al demonio, para quien estos rael” (Sal 121,4); por eso no negó que era
secretos del corazón están ocultos. Algunas samaritano. Negó que estuviera poseído por
veces hablaba cosas altas y sutiles que ellos el demonio, porque el demonio se opone al
no entendían, y creían que lo hablaba como honor de Dios; el que busca el honor de
Dios es ajeno al demonio; por eso Cristo
lleno de demonio, y le juzgaban poseído.
que vino a este mundo para glorificar al Pa
Pero el Señor, como siempre, nos llama
dre, a Dios, no está poseído del demonio.
al ejemplo de su paciente mansedumbre;
desvía la injuria con mansa humildad. Re
“cuando era insultado, no respondía con 9. El Señor no busca su gloria
cibida la injuria, no se enoja, ni devuelve
insultos por insultos, y, como dice Pedro: Y añade: “Sino que honro a mi Padre,
mientras que vosotros me deshonráis a mí”.
708 PRIMERA PARTE

honor
Le
veladoras,
tampoco
yhonrarme
que
buirse
atribuyendo
honro
elme
sólo
que
declarando
aldeshonráis
aatribuyéndole
alPadre
mí,
no
poder
aldeshonráis
honra
demonio
divino.
su
a mí,
poder
altodo
con
lo mi
aHijo,
Más
en
que
ainjurias
las
él;
aún,
Padre,
debe
noobras
y al
por
honra
falsas
atri-
por-
des-
re-
su repartió más ampliamente los bienes de su
predicación. Es la gran benignidad de Cristo,
que ni a los que le habían hecho tan gran
ofensa, no les negó los bienes de su doctrina.
Dice: “Si uno guarda mi palabra, de verdad
no verá la muerte para siempre”. El que cum
ple mi palabra no sólo con la fe sino con la vi
todos
está poseído
los hijos
por
deellaque
demonio,
soberbia, que
es soberbio
le envió. reinaelsobre
Todo yque
se da y las obras, no experimentará la muerte
para siempre, la amargura de la muerte eter
na, sino que tendrá la vida eterna.
exalta buscando su gloria. “Yo no busco mi
gloria”, como los que la simulan y se mues 10. Abrahán vio el día de Cristo, y se
tran y quieren ser vistos como lo que no son. gozó
No buscó su gloria en este mundo el Por las últimas palabras del Señor, que
que “se despojó de sí mismo tomando con riendo demostrar que tenía demonio, “los
dición de esclavo” (Flp 2,7). No buscó la judíos dijeron: Abrahán murió y los profe
gloria en este mundo ni magnificación al tas”. Pero fundaban la razón sobre algo falso,
guna; pues vino a enseñar a despreciar toda como si Cristo hubiera hablado de la muer
la gloria del mundo. Habla en cuanto hom te corporal, cuando lo entendía sólo de la
bre: “Yo no busco mi gloria”, pues solo muerte eterna. Por eso, tras unas pocas co
Dios puede buscar su gloria sin culpa ni pe sas, añade: “Si yo me glorificara a mí mis
cado; los demás en cambio no, sino en Dios. mo, mi gloria no significa nada. Es mi Pa
“Hay quien la busca y la juzga”, distin dre quien me glorifica, el que vosotros decís:
guiéndola de vuestra gloria humana y mun es nuestro Dios, aunque no lo habéis conoci
dana; mi Padre, el que me recompensa a mí do”. Si yo busco mi gloria sin el Padre, sería
y a los que me glorifican; y os condena a una gloria vana como pensáis vosotros, ésa
vosotros y a cuantos no me glorifican. es falsa, no es nada. La gloria del mundo es
El Hijo de Dios hizo muchas obras ma nada, es humo que pasa, viento que se hin
su
ravillosas
gloria, ypara
mostró
que su
instruidos
poder, pero
por no
su ejem
buscó cha; lleva a la nada de la culpa, y al infierno.
Pero mi gloria es gloria que procede de Dios
plo aprendamos a no gloriarnos del bien Padre de quien nada puede ser falso. Mi Pa
que hacemos.
todo poder de Y, habiéndole
juzgar, el Padre
dadohechas
las ofensas las dre, sustancial, me glorifica ahora por las
obras reveladoras, y luego por la gloria de la
guardó para el juicio del Padre, indicándo resurrección y ascensión. Decís que es vues
nos qué pacientes debemos ser nosotros, tro Padre, por imitación de sus obras, pero
cuando él, el que juzga, no quiere vengarse. es falso: no le conocéis, por la fe formada, en
Recibida
quien
bra dellaSeñor:
busca
una ofensa,
yYojuzga.
no meditemos
busco mi gloria,
esta pala-
hay que consiste la filiación de adopción.
Así les dice: “Abrahán, vuestro padre, se
estremeció de gozo al ver mi día” (Jn 8,56).
no
pués
versión
debe
Según
de que
de
callar,
san
los
le llamaran
Gregorio,
malos,
sino crecer;
laposeído
cuando
predicación
así eldel
crece
Señor,
demonio,
no
la des-
per-
sólo Vuestro padre, del que os gloriáis, creyendo
y esperando en espíritu, él, entendiendo y
conociendo tan gran misterio, deseó conocer
el tiempo de la venida de Cristo, que es ver
84. PALABRAS DE JESÚS, POR LAS QUE QUIEREN APEDREARLE 709

el
a Cristo
en
gura
día
figuras
de mi
detres
enyespíritu.
en
futura
ángeles,
la fenatividad,
el“Lo
que
díavio
de
se yle
lacuando
seaparecieron,
eternidad,
gozó”.enVio
fi-y tro ser es imperfecto, porque tiene algo fue
ra de sí; nos falta algo que de nuestro ser ya
pasó, o que es futuro. Cristo en cuanto a la
sustancia es antes que Abrahán; pero según
se
tas
conoció
letodas
dijo:
ellas
“En
misterio
gentes
tu descendencia
de
de lalaTrinidad;
tierra”serán
(Gn
y cuando
bendi-
22,18; la naturaleza que asumió fue después de
Abrahán. Cristo vio a Abrahán con la mirada
de la divinidad, y Abrahán vio a Cristo con
26,4); “Dios
llamó al ofrecer
ve”, aporque el el
Isaac en Señor
lugar
hizo
queque
se la mirada del corazón, iluminado por la fe.

Abrahán viera el misterio oculto de Cristo. 11. Recogen piedras; son semejantes a
Y separte
por gozómía,
por como
este bien
de mayor.
que sePudo
le prometía
exultar ellas
Pero los infieles insensatos judíos, consi
con gozo inefable; cuando contempló que la
derando que la eternidad conviene solo a
Palabra que permanece junto al Padre, la
Dios y que Cristo se profesa y se muestra
misma vendría a la carne, sin apartarse del
Dios por la eternidad, sin poder entender y
seno del Padre; cuando previó que nacería
sobrellevar estas palabras, piensan que es una
de su descendencia y que por Cristo no sólo
blasfemia, y que debe ser apedreado por ella.
se salvaría él, sino que todo el mundo sería
Por eso, queriendo apedrearle según la ley,
redimido, y se cumpliría así su promesa he
como blasfemo, “recogieron piedras para
cha sobre Cristo.
arrojárselas a él”, como contra un blasfemo o
Los judíos que pensaban sólo en la edad
reo de muerte. Y, como no podían resistir a la
de la carne y no en la naturaleza divina de
sabiduría que hablaba, ni sabían contradecir a
Cristo, se admiraban ante sus palabras. “Y le
sus palabras con razones, volviéndose a las
dijeron: ‘Todavía no tienes cincuenta años y
piedras le respondieron persiguiéndole; que
¿has visto a Abrahán?” Abrahán murió hace
rían aplastar con piedras al que no podían en
mil años; lo que dices, vienen a decir, es im
tender, ni resistir cualquier palabra suya.
posible. Jesús, queriendo llevarlos de la mi
Eran piedras de corazón contra la ver
rada de la carne a la divinidad, les dijo: “En
dad; duros e inflexibles para creer; su ánimo
verdad os digo: antes que Abrahán existiera,
resonaba con el hecho, apedrear. Para signi
Yo soy”. Antes de que viniera a existir él,
ficar esto la ley fue escrita en tablas de pie
como criatura por la generación temporal,
dra por el Señor. Dice ahí san Agustín:
Yo soy, permaneciendo eternamente. Y no
“Tanta dureza, ¿adónde correría, sino a las
dice soy hecho, sino Yo soy, en verbo sustan
piedras sus semejantes?”.
tivo, porque no es criatura, sino el Creador
de todas las cosas. Se muestra ahí su eterni
con el verbo en pasado, antes de que existie- 12. Cristo huye y se oculta: sentido
dad, uniendo el verbo en presente, yo soy,
Pero el Señor “Jesús se ocultó y salió del
ra; porque la eternidad asiste a todo tiempo. templo” (Jn 8,59). Con una sola palabra po
todo
que
ra
perfecto
deDios
venir,
aéllamismo;
aquello
vez
solo
es perfectísimo.
ytiene
nada
por
a loeso
que
ser
de elél
perfecto,
no
ser
ha
En
ledivino
pasado
falta
cambio,
porque
nada
como
o nues-
tiene
fue-
es día vencerlos, pero no quiso vengarse, porque
había venido a padecer y a vencer a sus ene
migos no con potestad, sino con humildad.
Por eso se ocultó, como hombre, y como hu
milde, y salió del templo para recomendar la
710 PRIMERA PARTE

cediendo
apartándose
no
paciencia,
de
tiempo
a desviarnos
della
de
furor
muerte,
losdejudíos
de
ante
no
sude
los
algunas
el
ni
Pasión.
su
ellos,
poder.
ypor
enemigos.
el
furor
paso
no
señalando
veces
Nos
Sepoder
hasta
ocultó
a enseñaba
los
ySalió
por
resistirles,
gentiles.
que
así
nodel
un
el
por
llegara
también
abando-
templo
tiempo
temor
sino
el halla humilde”. Dice también san Agustín:
“Como un hombre huye de las piedras; pero
¡ay, de aquellos de quienes huye Dios, como
de corazones de piedra!” Según el mismo
san Agustín, no se esconde en un ángulo del
templo como por miedo, o huyendo a una
casa pequeña, o apartándose tras un muro o
una columna; sino que haciéndose invisible
Hay que advertir que unas veces el Señor por poder celestial a los que le perseguían,
huía, otras salía al paso, otras se ocultaba. salió por medio de ellos; pero era visto por
hacerle
Huía derey.
losSalía
honores,
al pasocomo cuando querían sus discípulos, porque le seguían.
de los que le iban a El Señor nos instruye con su ejemplo a
crucificar,
díos,
taba, como
para cuando
quitarles
es claroquerían
aquí,
la ocasión
del
apresarle.
furor
de ese
deSelos
furor.
ocul-
ju- no dar lugar a la ira y a huir de la crueldad
y maldad de los perseguidores, en cuanto
pueda hacerse sin peligro de la fe. Dice san
Por
daciones
ro
dades
discordias.
rio:
de del
lodeseamos
estos
adverso;
mundo,
por
saludables:
tres
Pero
Cristo,
yejemplos
que
procuramos
nos
nosotros
deseemos
metemos
que
y nos
huyamos
que
hacemos
da
honores;
padecer
entres
evitemos
discusiones.
lo
lo
recomen-
adversi-
huimos
próspe-
contra-
las Gregorio: “¿Qué nos dice con este ejemplo?
No otra cosa, sino que cuando no podemos
resistir, evitemos humildemente la ira de
los soberbios. ¡Con qué humildad debe huir
de la ira del prójimo, piénselo el hombre, si
ve que Dios ocultándose evitó la ira de los
enfurecidos! Nadie se alce contra las ofensas
Salvador;
de
divinidad,
que
rio,
mildemente.
la
pronto
Considera
la
no
muerte,
mansedumbre
había
aunque
a una
sus
llegado
Lo
como
aquí,
perseguidores
hizo
señal
podía
con
como
yel
por
de
humildad
tiempo
miedo
con
su
tres
dice
mente,
elmotivos:
se
en
de
poder
san
de
oculta
las
su de
sepultar
nuestro
Grego-
muer-
penas
por-
hu-
la que se le hagan; nadie responda con insul
tos al insulto. A imitación del Señor es más
glorioso, callando, huir de la injuria, que
vencerla respondiendo”.
Hay muchos que reprenden la dureza de
los judíos, pero no atienden a la suya. Dice
el mismo san Gregorio: “¡Cuántos hay hoy
te;
muerte;
porque
paranodarnos
habíaa elegido
entenderesta
que clase
es lícito
de que detestan la dureza de los judíos, porque
no quisieron oír la predicación del Señor, y
sin embargo, como acusan que fueron aque
aevitar
ciudad,
sus discípulos:
a los
huidperseguidores,
a otra”
“Si(Mt
os 10,23).
persiguen
según lo que
en dijo
una llos para la fe, tales son ellos mismos para
ponerla en práctica! Oyen los preceptos del
ael
merecían
se
Gregorio:
que
loslos
caso
ocultó
que
laprelados
verdad
del
desprecian
verle
de
“La
mercenario
ellos
misma
no
huye
conles
en
la
seguir
de
es
verdad
mente.
elyla
lícito
cuerpo,
elmente
sus
pastor.
se
Dice
huir,
palabras,
lesaporque
esconde
la
el
También
como
mismo
quepor-
no
ena Señor, conocen sus milagros, pero se niegan
Pero, si no es una persecución personal, a convertirse de sus maldades”.
Mira bien aquí al Señor Jesús, y contem
pla con vehemente dolor, cómo queriendo
ceder al furor de los judíos, se ocultó. Míra
le, que él y los discípulos, como débiles, ce
den al furor de los judíos, y se retiran tristes
con la cabeza baja; y compadécete de ellos
de todo corazón.
85. ILUMINA LOS OJOS DE UN CIEGO DE NACIMIENTO 711

Oración

Señor Jesucristo, que nos invitas a oír la palabra de Dios. Enséñanos a sufrir las ofensas e
injurias, a no buscar nuestra gloria, ni dejar la verdad de la vida, la justicia y la doctrina por
evitar escándalo; ni a dejar de evangelizar por oprobios o insultos repetidos.
Cristo Jesús, verdad suma, bondad, justicia, misericordia, liberalidad, limpieza, sobrie
dad, humildad, caridad, que eres apedreado y te escondes de los mentirosos y maliciosos, in
justos, impíos, codiciosos, impuros, lujuriosos, soberbios y perezosos.
No salgas del templo de mi alma. Hazme corregible y que concuerde en todo contigo.
Amén.

85. ILUMINA LOS OJOS DE UN CIEGO DE NACIMIENTO


Juan 4, 1-7.14.28.34.38-41

1. Por qué había nacido ciego pudo pecar. La pregunta de los apóstoles pa
rece simple en esto; no es extraño, pues eran
“Y, según iba, vio a un hombre ciego de
rudos antes de recibir el Espíritu Santo. Pe
nacimiento, y sus discípulos le pregunta
ro el sentido puede ser: la causa ¿fue el peca
ron: Rabí, ¿quién pecó, éste o sus padres,
para que naciera ciego?” (Jn 9,1). Al salir do original de éste o un pecado actual de sus
del templo, vio al hombre ciego de naci padres? Pues todos nacemos “hijos la ira”
miento que sentado pedía limosna a los que (Ef 2,3); y a un hijo de ira con razón se le
entraban. Jesús le miró con atención, como castiga. Si se dice que entonces todos serían
dice
algo el
porCrisóstomo,
él, algo concomo
que sesimostrara
quisiera mise
hacer castigados, pues todos somos concebidos
con la culpa original, hay que decir que, si a
ricordioso con el miserable, y que incitara a alguien no se le castiga, es propio de la mi
los discípulos a preguntar. Éstos se interesa sericordia divina. Se dice en las Lamentacio
ron en saber la causa de su ceguera, si era nes: “Misericordia del Señor que no haya
castigo por un pecado suyo, o de sus padres. mos sido consumidos”279 (Lm 3,22). Y en el
Juzgaban
por una falta,
queyunpensaron
castigoque
no se
sería
inflige
o pecado
sino apóstol: “Todos pecaron y necesitan la mise
ricordia del Señor” (Rm 3,23); en cuanto a
suyo o de sus padres. Jesús no niega sin más
que esto la pregunta era buena.
él pecara, o sus padres; sino que respon No sucedió por el pecado de los padres,
diendo sólo a lo que le preguntaron, dijo: aunque pecaran. Con doble pena se castiga
“Ni pecó
ciera ciego.
éste ni sus padres”, para que na- al hombre: una espiritual, en el alma; así no
Viene a decir: ni nació ciego por un pe- se castiga nunca a un hijo por el padre, pues
cado propio, pues antes de su nacimiento no su alma no es del padre, sino de Dios por la
creación; otra es corporal, en el cuerpo; así,

279 Vulg.: Pero: “El amor del Señor no se acaba” (BCB). “El amor de Dios no se ha acabado”. En nota: “Los
vv 22-24 faltan en griego” (BJ).
712 PRIMERA PARTE

como en cuanto al cuerpo es algo que viene reveladora. Siloé se traduce Enviado, lo aña
del padre, es castigado por el padre, esto es, de el evangelista; traduce el nombre hebreo
el mal padre es castigado en el hijo, porque, y designa el misterio de Cristo, Enviado pa
que viendo al hijo, sufre tormento. ra la salvación de los hombres.
Esta es la causa de su ceguera: “para que “Fue, pues, a lavarse y volvió viendo”,
se manifiesten las obras de Dios en él”280, al no por la fuerza del lodo o del agua, sino
recobrar la visión. Como si dijera: No ha por la virtud divina que le iluminó. Siloé
nacido ciego por castigo de pecado; esta ce es una fuente al pie del monte Sión bajan
guera está dispuesta para que el Hijo de do al valle de Josafat, que brota con agua
Dios se manifieste en la señal de darle la escasa, sólo a horas inciertas, por cavidades
luz, se declare su poder, y los hombres crez de los terrenos; tres o cuatro veces a la se
can en la fe. Considera cómo al salir del mana echa fuera de su fondo aguas dulces;
templo fue directo a la curación. Dice el para recogerlas se había construido un es
Crisóstomo: “Saliendo curó al ciego; por un tanque no lejos de la fuente, a modo de pis
lado, ausentándose, mitigó su furor, por cina que dice la Escritura. Allí está tam
otro realizando el signo, suavizó su dureza bién la fuente de la Virgen María, de la que
insanable; y con esto les inducía a la fe”. ella sacaba agua para sí y para su Hijo, y la
vaba sus ropas.
2. Cómo le dio la vista Jesús
3. El ciego, al ver, pregona la verdad
“Después de decir esto, escupió en tie
rra, hizo lodo con la saliva, le untó los ojos “Era un sábado el día que Jesús hizo lo
con el lodo, y le dijo: Ve a lavarte en el es do y le abrió los ojos” (Jn 9,13)281. Los fari
tanque de Siloé, que significa Enviado” (Jn seos, al saberlo, le reprendían; pero erraban,
9,6-7). Escupió en tierra para mostrar que pues las obras ordenadas a dar gloria a Dios
el poder sanador en cierto modo era de su se pueden hacer en sábado. Dice san Agus
humanidad, en cuanto instrumento de la tín: “Más bien era él el que guardaba el sá
divinidad, pues la saliva desciende de la ca bado, él que no tenía pecado. Porque esto es
beza. Hizo lodo con lo escupido para mos observar espiritualmente el sábado: no te
trar que él era el que formó del barro al pri ner pecado; y esto es lo que amonesta Dios,
mer hombre. Untó los ojos con el lodo, cuando al recomendar el sábado, dice: “No
porque el hombre, cegado por la delecta harás en él ninguna obra servil”, propia de
ción del pecado, debe ponerse como reme siervo. Sobre qué es obra de siervo, oye al
dio la bajeza del pecado. Le dice que vaya y Señor: “Todo el que hace el pecado es escla
se lave en el estanque de Siloé, para que vo” (Jn 8,34); y los que guardan el sábado
atraviese la ciudad, untado con lodo, y sea de un modo carnal, lo quebrantaban espiri
visto por muchos y se divulgue más la obra tualmente”.

280 En realidad, “Si damos a la partícula griega hína, con subjuntivo, el valor de imperativo, podemos tradu

cir: ni pecó éste ni sus padres, pero ¡dejad que se manifiesten en él…! Las obras maravillosas (las “señales”, las pruebas)
de Dios a favor de Jesús” (NT.MI, 427).
281 “El hecho provocó una doble investigación, buena prueba de su historicidad, una espontánea y popular

(vs. 8-12); y otra más crítica, casi científica o judicial, por parte de los dirigentes judíos (vs. 13-34)”. (NT.MI,
428). Ludolfo deja la parte primera: ¿es éste el que pedía limosna a la puerta? –No, se le parece, etc.; entra di
recto a la discusión de los fariseos y legistas.
85. ILUMINA LOS OJOS DE UN CIEGO DE NACIMIENTO 713

Mira cómo se apoyaban en sus tradicio- ce, se llena de claridad; desvía la mentira; y
nes que de ningún modo permitían se vio- lo que parece hiere la verdad, la muestra
laran, y no cumplían los mandatos más ne- más brillante”.
cesarios de Dios; “colando un mosquito se Así sucedió ahora, según el mismo. Por
tragaban un camello” (Mt 23,24). Así mu- esta constancia del ciego aparece qué cosa
chos hoy siguen y cumplen sus tradiciones tan fuerte es la verdad, que si asume a los
y lo establecido más que los mandamientos despreciados, los hace esclarecidos y fuertes;
de Dios, parecidos en esto a los fariseos282; y qué débil es la mentira, que aunque esté
teman no lo sean también en la paga. con los fuertes, los vuelve y los muestras dé
Se produjo una discusión y división. El biles. Al fin, tras una larga discusión, “le
ciego que recobró la vista defendió al Señor maldijeron”, según pensaban ellos, pero era
constante y varonilmente, contra los más más bien una bendición según la verdad.
notables de los judíos. Apareció su grati- “Y dijeron: Tú eres discípulo de ése” (Jn
tud; mostró también que cualquiera debe 9,28). Dice san Agustín: “Hay maldición,
reconocer con total gratitud los beneficios si rompes el corazón, no si valoras las pala
divinos. Atleta firme y confesor constante bras. ¡Tal maldición sea sobre nosotros y so
de la verdad confiesa abiertamente el bene- bre nuestros hijos!”.
ficio, y no quiere incurrir en el mal de la in- Y sigue: “Y nosotros somos discípulos
gratitud. Anuncia la gracia, evangeliza y de Moisés”. Moisés anunció, a los que
confiesa libremente la verdad para gloria y guardaran la ley, fertilidad y bienes tempo
alabanza de Dios. Esta obra no se podría ha- rales, por eso tiene más discípulos que
cer sino por el Señor; ni por los discípulos, Cristo que predicó la pobreza. Y condenán
si Dios no estuviese en ellos. dole injustamente, “le echaron fuera” (Jn
Dice el Crisóstomo: “Ves al pregonero 9,34) de la sinagoga, fuera de la sociedad
de la verdad; ves qué cosas vio desde los co- de los judíos, como excomulgado y repro
mienzos, qué cosas padeció, por las pala- bado, para ellos el máximo oprobio, como
bras y por las pobras, y cómo testificó. No entre nosotros la excomunión, la expulsión
se avergonzó de la ceguera anterior, ni te- de la sociedad y la comunión de los cristia
mió el furor de la gente, ni se negó a mos- nos. Por la confesión de la verdad y porque
trarse a sí mismo, para dar a conocer al que se adhirió firmemente al Señor, el ciego
le había hecho el bien; esto se ha escrito pa- iluminado fue echado fuera por los judíos;
ra que lo imitemos”. Y de nuevo: “ésta es él para no despreciar a Dios, quiso ser des
la naturaleza de la verdad: por lo que pien- preciado por los hombres. ¡Y nosotros des
sa que padecerá asechanzas de los hombres, preciamos a Dios, para que no nos despre
se hace más fuerte; por lo que le ensombre- cien los hombres!

282 K. Rahner, de la Iglesia: “Su esencia no es la ley sino el evangelio: que Dios vence por su propia acción
y que él se entrega de manera rigurosa a favor de esta humanidad y de su mundo”. Rahner propone “un cambio
de finalidad muy importante en la predicación cristiana; su deber es formar la conciencia y no primariamente con
un adoctrinamiento casuístico, sino suscitando la conciencia y educándola para una decisión autónoma y respon
sable en las situaciones concretas, complejas y no racionalizables por completo, de la vida humana” (Cambio estruc
tural en la Iglesia, p. 102-03; 86-87). Y: “Esa fe…aunque su objetivación sea pobre y limitada, sigue siendo obra
de Dios en los hombres, llevada a cabo en la autoentrega de Dios a través del Espíritu Santo” (Schriften…, XVI,
p. 221-23). Citas en H. Vorgrimmer, Kart Rahner, Santander, 2004.
714 PRIMERA PARTE

Después,laelfe,ciego
4. Recibió se iluminó
curadodentro
fue echado maestros de la ley y los sabios soberbios,
que ven, que presumen y se jactan de ver y
no buscan médico, se vuelvan más ciegos,
fuera por los judíos, y vino a Jesús. Éste le
queden en su ceguera y se endurezcan por la
interrogó e instruyó, y él recibió también la
infidelidad en ver la verdad, pues no quie
fe; entonces confesó con la boca su fe que
ren sufrir la luz de la verdad; así se cumplió
creyó, y lo testificó con el gesto: “Creo, Se en este ciego de nacimiento y en los Após
ñor. Y se postró en adoración ante él” (Jn
toles. Cristo los iluminó por su humildad,
9,38). Mostró el poder divino, juntando la
mientras los sacerdotes y legisperitos se ce
actuación a la palabra; la postración y ado
garon por su soberbia.
ración se deben a solo Dios y Creador, en se
Esto se entiende también sobre la ilu
ñal de que por su mano hemos sido alzados
minación de los gentiles al recibir la fe, y la
del barro. Creyó y confesó que Jesús es ver
oscuridad de los judíos por rechazarla; por
dadero Dios y hombre. Al que los judíos
que antes se pensaba que los gentiles eran
echaban fuera, Jesús le recibía; cuanto uno
ciegos, y los judíos veían; ahora, en cambio,
es más despreciado por los hombres a causa
los gentiles ven y los judíos están ciegos.
de Dios, tanto más le ama Dios; cuanto más No se toma aquí el juicio manifiesto de
le echan fuera ellos, tanto más le recibe él.
condenación y premio, que se espera en la
Dice el Crisóstomo: “Los que son opri
segunda venida de Cristo; sino un juicio
midos por la verdad y la confesión de Cristo,
oculto de discreción entre los creyentes y no
éstos son honrados al máximo; le sucedió al
creyentes, que se hizo en la primera venida
ciego. Los judíos lo expulsaron del templo, y
de Cristo. Es como si dijera: Pues, te he da
él encontró al Señor del templo; éste le reci
do la luz, la vista de la luz, entiende que vi
bió, como el que preside recibe al atleta que
ne a separar a los pobres de espíritu de los
ha trabajado mucho, y le corona”.
soberbios; mientras aquellos reciben la luz,
Cristo sana a este hombre, abriendo por
éstos quedan ciegos. No vino con la finali
fuera sus ojos, y por dentro el corazón. Ya el
dad de que nadie quedara ciego; sino que
Señor que es el Cordero enviado a quitar los
indica el final, pues éste fue el término de
pecados del mundo, lava al ciego al que un
su venida; la acción de un buen médico con
tó el rostro del corazón, le ilumina los ojos
desahuciados termina en muerte.
de la mente; y él confiesa no sólo al Hijo del
hombre, sino al Hijo de Dios.
decisión vine a este mundo, de modo que 5. Pecado mayor: viendo, no creyeron
“Entonces Jesús dijo: Para suscitar una
devoción
van
los que
ciegos”.
noy ven,
porAprobaba
lavean;
iluminación
y los
así que
al de
ciego
ven
la fe.
sepor
vuel-
Jesús
su “Algunos fariseos que estaban con él oye
ron esto y le dijeron: ¿Es que también no
sotros somos ciegos? Jesús les dijo: Si fuerais
ciegos, no tendríais pecado; ahora bien, co
discreción,
comprende
sencillos
vino, confiesan
asumiendo
y humildes
no
a malos
delacondena,
carne,
yque
buenos.
no
para
al
ven,
Para
un
mundo
que
juicio
que
pien-
que
los
de mo decís: ‘Vemos’, vuestro pecado permane
ce” (Jn 9,40-41). Somos religiosos y letrados,
vienen a decir, y tenemos la vista espiritual
iluminada; pero Jesús rechaza su respuesta: si
san
dico,
conocimiento
y vean, y sean
de
quelailuminados
no
verdad;
ven y buscan
y por
paralaque
un
fe mé-
ylos
el fuerais ciegos, si ignorarais las Escrituras y
profecías sobre mí, no tendríais pecado, tan
grande como lo tenéis; pero como decís: ‘Ve
85. ILUMINA LOS OJOS DE UN CIEGO DE NACIMIENTO 715

mos’,
ras,
turas
mente
será
aquello:
Señor
tes” vuestro
(Lc
castigado
pues
ye12,47).
no
“El
incurren
pensáis
la
las
siervo
pecado
cumple,
más.
cumplen,
que
en
Los
permanece,
castigo
sabe
entendéis
recibirá
que
faltan
lasaben
voluntad
mayor,
muchos
se
más
laslas
agrava
Escritu-
grave-
Escri-
según
de
azo-
suy rra se significa la carne y la humanidad que
tomó por nosotros.
Untó los ojos del corazón del mismo
ciego, de la humanidad, por la fe de la En
carnación de Cristo Jesús, cuando le hizo
catecúmeno, que significa instruido –el que
y no tiene la fe, pero no está bautizado–; y por
Se puede exponer sobre la vista corporal esoylesea
ve envía
iluminado,
al estanque
bautizado,
de Siloé, a que se la
y reciba en
de las obras y signos reveladores de Cristo; el Bautismo, la plena iluminación; según
cusa
porque,
de si
nonocreer
los vieran,
en él; tendrían
pero alguna ex- san Dionisio, Bautismo se traduce ilumina

con
hanmás.
humildad
visto,
porque O
hebien,
se agrava
advirtierais
si os
venido su
para pecado yelsepecado,
considerarais
queahora
quitar estáis
ciegos,
castiga-
que
ciegos,
los
sia ción. La piscina se llama Siloé, que se tra
duce enviado, porque todo bautizado debe
bautizarse en Cristo, el enviado del Padre,
que los ilumina; si él no hubiera sido envia
y al médico,
reconociendo
perdón no tendríais
vuestro pecado y corriendo
pecado,
al do, nadie de nosotros habría sido perdonado
de la maldad.
El que formó al hombre del lodo de la
redimirlo
mildes,
decís
pecado nopor
que
sigue, la
veis, se
noygracia,
presuntuosos.
pensáisque
queseseguís
perdona;
Ahora da a vuestro
veis, los
bien, hu
ciegos
como tierra, por la misma clase de lodo reformó a
la humanidad, y así lo significó; amasando
el polvo con la saliva untó los ojos del ciego,
como si le dijera: Yo soy el que te plasmé to
en vuestra infidelidad. mando polvo de la tierra. En este hecho del
6. Este ciego, figura de la humanidad ciego iluminado se significa también el mo
do de curación de cada pecador justificado
que se entiende bien por el ciego, pues el
Espiritualmente este ciego de naci
pecado cubre de oscuridad y tiniebla los ojos
miento es la humanidad que tiene ceguera
de la mente.
desde Adán, pues en cuanto a la mente so
mos ciegos; esta ceguera se originó por el
7. Conversión, del pecado (luz de la
pecado del primer hombre, del que todos
da
por
de
ca todas
la
ylalaPalabra
saliva
sal
lassignifica
cosas;
que
quebaja
laprocede
la
saliva
desabiduría;
la es
cabeza
dehumedad
Dios,
por
se signifi-
cabeza
lasala-
tie- ceguera)
traemos origen, no sólo de muerte sino de
maldad.
la
doluz
de Dios.
original,
de Nace
la
Elvista
Señor
porque
ciego
a al
este
está
venir
todo
ciego
privado
el
a este
que
de nacimiento,
de
mundo
tiene
la visión
peca-
dio La ceguera espiritual se causa de tres
modos: por el polvo de la codicia terrena,
por el ardor de la codicia carnal, por la hin
chazón de la soberbia. Con frecuencia tam
la
dohumanidad.
saliva
sabiduría
la divinidad
hizodivina:
lodo,
Escupió
a la acomodando
naturaleza
Dios
en la
setierra,
hizo
humana;
lahombre;
asocian-
tierradea bién el pecador no ve su pecado por la cos
tumbre de pecar, por obstinación de la
mente, o por ceguedad causada por el de
monio. No lo ve, porque no quiere verlo; no
considera pecado al pecado. Dice san Gre
gorio: “Cuando el hombre miserable cae en
pecado, el diablo le persuade que no se arre
pienta ni confiese el pecado; afirma en su
716 PRIMERA PARTE

corazón que es leve y pequeño, proclama la y cómo ha cometido el mal de pensamiento,


misericordia, le promete un largo espacio palabra, y obra; con los cinco sentidos; con
de vida, le sugiere que siga en el pecado, tra las siete sacramentos; en las obras de mi
para así inducirle al desprecio de Dios y a la sericordia; y entonces diga: “He pecado más
desesperación y perderle”. que las arenas del mar”, etc. Considere tam
Tres cosas deben concurrir para la ilu- bién la fealdad y torpeza del pecado, que hi
minación de este ciego. Primero, la mirada zo pecados tan vergonzosos y contra tan
de la misericordia y de la gracia que se ade- gran Señor, y diga: “Padre, he pecado con
lanta y que es necesaria para la conversión tra el cielo y contra ti” (Lc 15,18). Vea lue
del pecador; el hombre puede por sí caer en go el tiempo que ha perdido, cuantos días,
el pecado, pero no puede levantarse sino por meses, años gastó en vano; según san Ber
la ayuda de la gracia de Dios. Lo segundo, nardo, has perdido todo el tiempo en que
lo señaló el Señor al escupir en tierra y ha- no has pensado en Dios. Mire la belleza del
cer lodo con la saliva y untar con ello los alma que mancilló, antes muy bella y dig
ojos del ciego. Por la saliva que fluye de la na, creada a imagen y semejanza de Dios; y
cabeza a la boca se entiende la sabiduría di- qué torpemente la hizo vil. Piense la gracia
vina, que salió de la boca del Altísimo; por y cuántos bienes perdió por el pecado.
la tierra se significa el cuerpo humano; las ¡Qué gracia tan grande descuidan mu
dos cosas estuvieron mezcladas en Cristo Je- chos! Dios está siempre preparado a darla,
sús: la Palabra eterna, la saliva; y la carne pero pocos la quieren recibir. Mire la ira de
humana, la tierra. Dios que ha provocado, y qué ingrato ha si
Este lodo bendito es el remedio de do a los beneficios de Dios. Medite el casti
nuestra ceguera, si se aplica sobre los ojos go que ha merecido, eterno, amargo y múl
del corazón. Así sucede cuando el pecador tiple. Contemple, en fin, la gloria que ha
es llevado a considerar a Dios ofendido por perdido, que es infinita, por gustar la cual
el pecado y a reconocer su propia vileza; una hora, según san Agustín, deben despre
pues entonces el noble lodo de Cristo es ciarse todas las cosas del mundo. Considera
puesto sobre el lodo vil del pecado y se pro- das estas siete cosas, bien duro y de piedra
duce la compunción del corazón. Dios, con tendría el corazón el que no se convirtiera
el lodo indicado suyo, unta los ojos de lodo de sus pecados con amarga contrición.
del pecador, cuando le impulsa a considerar Lo tercero, necesario para la ilumina
su ofensa, la vileza del pecado y el estado de ción de este ciego, es la confesión limpia de
su miseria. los pecados; la designó el Señor cuando en
Para que el pecador sea plenamente ilu- vió al ciego, untado de lodo, a lavarse; se
minado con recto conocimiento y verdadera hace por la confesión al sacerdote. Aunque
contrición, es preciso que, por la gracia de Dios perdona el pecado al tener contrición
Dios, considere estas siete cosas: El peca- el pecador, le manda que haga la confesión a
do283 que cometió, de forma que vea la un hombre, en lugar de Dios. Y la absolu
multitud de pecados y la omisión del bien, ción hecha en la confesión, según san Agus

283 Todo
lo recorre san Ignacio: Explica los pecados de pensamientos (EE 34-37), de palabra (EE 38-41; de
obra (EE 42); en la meditación de los pecados, hace traer a la memoria todos los pecados de la vida, mirando la
fealdad y malicia que cada pecado cometido tiene en sí; lleva al ejercitante a pensar quién es Dios contra quien he
pecado (EE 56-60).
85. ILUMINA LOS OJOS DE UN CIEGO DE NACIMIENTO 717

tín,
Bautismo.
devuelve al hombre a la pureza del cusiones fuera de lugar, juegos de magia y la
nocer
engendra
Conocer su apoder
en
Dios
nosotros
yenbondad;
el tiempo
el temor
conocer
presente
que su nospoder
eshace
co- conviertes en tu daño; y, cometido esto, pre
aDios
ver;
Hechas
securado
postra
lasdetres
humilde
sucosas,
ceguera
yempieza
adora
por lasuplicante,
elgracia
pecador
de guntas qué daño has recibido, ¡no entiendes
que debe perderse todo antes que el tiempo!
Si pierdes el oro, se podrá recuperar fácil
dando
do
dad.iluminado
Ese
gracias
conocimiento
es
a Dios.
que veLa
consiste
y señal
reconoce
de
en que
dos
con cosas:
ha
clari-
si- mente; el tiempo perdido, con dificultad.
“Se nos presta un tiempo breve en esta vi
da, si no lo empleamos en las cosas necesarias,
en conocer a Dios, y conocerse a sí mismo. ¿qué haremos al emigrar allá? Dime, por fa
vor, si mandas a uno de tus hijos que aprenda
un oficio o arte, pero él o en casa o en otro si
tio gastara el tiempo en vano, ¿podría excu
apartarnos del mal; conocer su bondad en sarse ante el maestro? Sin duda te diría: en es
gendra
ce a hacer el bien. elConocernos
en nosotros amor que nos
a nosotros
condu- to convenimos, fijaste el tiempo. Si a ti no te
importa que tu hijo emplee el tiempo en mi
mismos engendra en nosotros la humildad, casa, ¿cómo le instruiremos? ¡Qué necedad!
raíz y madre de todas las virtudes. ¡Qué falta de sabiduría! ¡Reprendes y llevas
Este conocimiento, de Dios y de no mal algo por lo que más debemos dar gracias,
sotros, es causa de toda nuestra salvación: el lo que alivia nuestros trabajos y nos ofrece el
conocimiento
el temor que delhacepoder
evitardeelDios el de la
mal;engendra descanso y la eternidad!”.
Dice Séneca: “Aunque sobrara mucho
bondad deelque
humildad
practicar Dios
bien;
nos
engendra
elconserva,
de nosotros
elevitando
amor
engendra
queelhace
mal
la tiempo de la vida, habría que emplearlo con
parquedad, de modo que bastara a lo nece
sario; pero ahora ¿qué demencia es aprender
y practicando el bien. cosas superfluas en tanta escasez de tiempo?
Por eso me indigna más el que algunos dis
8. Urge emplear bien el tiempo pendien en negocios superfluos y vacíos és
Miremos el tiempo y cuidemos de no te tiempo, que ni para las cosas necesarias
gastarlo
des, no quedemos
en vano, como
con los
ellos
judíos
en laenceguera.
vanida- puede bastar ni para lo necesario, por más
que se haya guardado con toda diligencia.
Dice el Crisóstomo: “Dios te dio la vida pa La naturaleza no nos dio un tiempo tan li
ra honrarle
guntas cuálaesél,ely daño?
tú la gastas
Si gastaras
en vano.
un ¿Pre-
poco beral y tan benigno de modo que sea libre
Hay
sacrificios;
en gritos,
que gastar
alborotos,
tú gastas
todala
palabras
latuya
vidatemerariamente
en
obscenas,
oraciones
dis-y el perder algo de él. Cuántas cosas se les
cierto;
diablo,
de dinero
sipiensas
gastas
temerariamente,
que
todosnoloshas
días en
loperdido
llamas
obras
nada.
daño
del acaban hasta a los más diligentes: le quita
un tiempo a cada uno su salud, otro la de
los suyos; otro los asuntos necesarios, otro
los públicos. De este tiempo tan estrecho y
rápido y que nos lleva a nosotros, ¿de qué
sirve perder la mayor parte en vano?”.
718 PRIMERA PARTE

Oración

Señor Jesucristo, que iluminaste los ojos del ciego de nacimiento.


Ilumina, te suplico, los ojos de mi corazón, para que no tropiece en las sombras, ni me
duerma nunca en la muerte.
Dios de mi vida, ¡qué en vano se han consumido, qué sin fruto han pasado mis tiem
pos, los que me diste para que hiciera en ellos tu voluntad y no la he hecho!
¡Cuántos años, cuántos meses, cuántos días, cuántas horas han acabado ante ti, en los
que he vivido sin fruto ante ti!
¡Padre, digno de ser amado! Que este resto de mi tiempo sea fructuoso y santificado en
tu gracia, de modo que halle lugar y sea contado ante ti en los días de la eternidad. Amén.

86. “YO SOY LA PUERTA. YO SOY EL BUEN PASTOR”


Juan 10,1-21,17

1. La
Como
Puerta
los fariseos
del redil,
y los
aplicada
judíos ano
Cristo
reci Dice pues: “De verdad os aseguro: el
que no entra por la puerta en el redil, sino
que salta por otra parte, ése es un ladrón y
bían la luz de Cristo, que es “el camino, la
un bandido; en cambio, el que entra por la
verdad y la vida” (Jn 14,6), no entraban en
el recinto de de las ovejas, para convertirse puerta es pastor de las ovejas: a ése le abre el
en ovejas del Señor; se jactaban de ver sin portero, y las ovejas oyen su voz, y llama a
Cristo y de poder llegar a la verdad sin él. sus ovejas, a cada una por su nombre, y las
Por esto Cristo, que antes empezó a arrancar saca. Y cuando las ha sacado todas las suyas,
su soberbia y jactancia, ahora, para señalarla camina delante de ellas y las ovejas le si
mildes,
más, propone
sobre elque
redil
noyuna
admiten
su puerta,
alegoría284
sinocosas
a los
deambas
humildes.
humildad
hu- guen porque conocen su voz; en cambio, no
seguirán a un extraño, sino que huirán de
él, porque no conocen la voz de los extra
Como diciendo: Si queréis entrar por la ños” (Jn 10,1-5).
puerta
ovejas,
táis
qué
paratan
puerta
insinuar
humilde
esalto
necesario
hay
de
la vosotros.
humildad,
que
en que
elentrar
recinto
osTrae
humilléis
yen
para
humilde
esta
esemostrar
recinto.
semejanza
y no
desin-
por
las
Y El ladrón no viene por el bien de las
ovejas, por eso entra por una entrada inde
bida; el que entra por la puerta es el buen
pastor que busca el bien de ellas. El porte
ro le abre porque sabe que quiere bien a las
expresadelalas
pastor distinta
ovejas,condición
por sus entradas
del ladrón
y oficios.
y del ovejas; éstas oyen su voz, le reconocen, por
que los brutos animales reconocen a los que

284 “Alegoría” en el NT.MI. Es el recurso estilístico que desarrolla una metáfora. Es menos precisa que “pa

rábola”, método propio de Jesús para exponer una verdad de modo asequible; se pone una comparación entre la
imagen y una fase del Reino de Dios. Podemos ver también el estadio de reflexión de la comunidad donde se es
cribió; para interpretarlas en nuestra comunidad cristiana actual. Ver nota 1ª, c. 59,4.
86. “YO SOY LA PUERTA. YO SOY EL BUEN PASTOR” 719

les hacen bien; las llama por su nombre, con los ejemplos de vida y buenas obras; y
porque las conoce a cada una, no así el ex- siguen sus huellas, imitándole y actuando
traño; las saca al pasto necesario para la vi- bien; porque reconocen su voz y se deleitan
da; va delante de ellas, pues comúnmente en ella; al que es extraño en la voz, en la vi
los pastores suelen preceder a sus rebaños, y da, no le siguen, no reciben su doctrina y
las ovejas se dejan guiar por el paso de los ejemplos, porque sus palabras inducen a
pastores; en cambio, no reconocen ni siguen error, sus ejemplos al mal; y huyen de él,
la voz del ladrón y el bandido que son ex- como de ladrón y enemigo, porque no
traños, aunque fingen ser pastores. aprueban la voz de los extraños, que hablan
Cristo muestra a los fariseos que ni la cosas extrañas, por eso no los reconocen.
sabiduría, ni la observancia de la ley, ni la
vida buena sirve de nada, si no es por él; y 2. El redil de Cristo, la Iglesia católica
que les es imposible ver y llegar a la ver El recinto común de las ovejas es la
dad sin Cristo: el que no entra por la puer Iglesia católica, bajo un solo Pastor Cristo,
ta, por Cristo, en el redil, la Iglesia y co el Señor; y las iglesias que comprenden a
munidad de los fieles, es ladrón y bandido, comunidades particulares son también re
como lo son los infieles, y los malos fieles. cintos y majadas de ovejas, como los con
Dice san Agustín: “Entra por la puerta el ventos de religiosos, y las iglesias conven
que entra por Cristo, el que imita la Pa tuales o parroquiales; en ellas el Señor hace
sión de Cristo, el que conoce la humildad que se acomoden sus ovejas y corderos, los
de Cristo”. fieles sencillos, mansos y humildes. “No en
En cambio, el que, por la puerta, por la tra por la puerta” el que no viene por la re
fe,
to, la humildad
verdadero
entra redilypara
alpastor las
de otras
ellas. virtudes
sacarlasNoa los
todo deelCris
pastosque
es ligión cristiana, como el hereje no viene por
la verdad, ni el que comercia con lo espiri
tual viene por la gracia, ni el intruso arma
entra por la las
puerta es
bién entran ovejas; pastor, porque
con todo, tam
la unidad do viene por la libertad, ni el seductor por
la simplicidad.
de la universalidad de la Iglesia las alimen- “Sino que salta por otra parte”: porque
ta cada día con la palabra y el ejemplo. A unos levantan escaleras para entrar por arri
éste, al pastor le abre el portero, el Espíritu ba, como los ambiciosos, con Lucifer, y con
Santo, revelándole la puerta de la verdad Datán y Abirón a quienes por la ambición
para entender bien y de la justicia para tragó la tierra; otros echan abajo la pared,
obrar bien, para que así pueda ofrecer el como los avaros, con Simón Mago; algunos
pasto a las ovejas. excavan los cimientos, como los herejes,
Oyen su voz, reciben su doctrina; por- con Arrio. Ése es ladrón y bandido, que se
que él las llama, condescendiendo familiar- distinguen en esto: es ladrón285 el que toma
mente con cada una de ellas para darles el lo ajeno contra la voluntad de su dueño en
atrevimiento de llegar a él; por la instruc- lo sombrío, lo negro, cuando los hombres
ción las saca de las sombras de la ignorancia no se enteran; es bandido el que hace vio
a la luz de la vida, de la cárcel de la culpa a lencia y lo arranca manifiestamente contra
la libertad de la gracia; va delante de ellas la voluntad del amo.

285
Juego: “fur” (ladrón) y “furvo” (oscuro).
720 PRIMERA PARTE

va
su
crita
ovejas
violencia
utilidad;
aEs
escondidas,
oladrón
yelsupara
hereje,
utilidad;
siel
es
robar;
que
oculto
contra
porque
excava
bandido
asíyel
son
engañoso,
amo,
ambos
elloses
redil,
que
las el
elroban
que
ovejas
yquieren
se
hipó-
hace
lle-
las
y en ella. Abre la puerta estrecha, por la que
no entran los avaros, a un pastor con espíri
tu de pobre, para que no le estruje, que re
ciba al humilde, apretado en la vida, y re
chace a los otros.
Nota también que de tres modos se to
introducirse
dido no entran porpoder. El ladrón y el ban-
con man las recompensas en los oficios, a las
bición por otra parte,
la puerta;
excavan
suben
concon
engaño
am- que muchos se apresuran. Hay una recom
pensa del corazón, el favor y la gracia; otra
oculto,
para meterse
o irrumpen
dentro.con violencia manifiesta de la boca, la adulación popular; otra de las
manos, el don y premio. El que de estas co
la
ro vida
pastor
y dignidad
de las elovejas;
En cambio, católica,
que y ésta
entra eses
ése
por lalaverdade-
puerta
entradaa sas se excusa y entrare sin ellas, será dicho
so; el que entra buscándolas, es ladrón y
bandido.
de la verdad, la libertad, la bondad gratui
la
con
ta verdad
y lalavocación
simplicidad.
con ladefelocatólica;
Entra
alto; de
por
ladela
bondad
lapuerta
libertad
gra
de 3. Cristo, puerta: entrada a la fe, salida
a la gloria
“Jesús les dijo este proverbio”, pero ellos
tuita, si no hace promesas por ello; de la no entendieron lo que quería decirles”. Pro
ción
simplicidad,
engañosa.si no lo obtiene por simula- verbio es cuando se pone una palabra por
otra; así es en la parábola, cuando por la voz
Cristo es la puerta de la verdad, liber que significa una cosa se designa otra; y co
tad, bondad gratuita y simplicidad. Si algu mo ellos no entendieron a continuación les
no entra de otra forma, le dirán: “Amigo, expone el proverbio de su alegoría, diciendo:
¿cómo has entrado aquí sin traje de boda?” “De verdad os aseguro: yo soy la puerta de
(Mta 22,12).
jas Y se le
la oscuridad echará Al
exterior. fuera
quedeentra
las ove
por las ovejas; todos los que vinieron antes que
yo son ladrones y bandidos, pero no los escu
la puerta que es Cristo, le abre el portero charon las ovejas”. Lo soy por la doctrina y el
que es triple:
critura con suCristo conysuelejemplo,
doctrina, Espíritu la Es
Santo ejemplo; por esta puerta se ha de entrar.
Los que vinieron sin mí, tratando de en
conIglesia.
la su inspiración;
Cristo daestos son los el
las llaves, porteros
poder de trar por la puerta sin mí, sin la autoridad e
inspiración divinas, metiéndose sin pudor
cerrary con
atar desatar.
las llaves,
La Escritura
por esoenseña
hay unaa autori
abrir y ellos mismos, como enviados por Dios, sin
intención de la gloria divina, son ladrones,
dad de discernir que es la ciencia. Y el Espí que usurpan para sí lo ajeno, las ovejas de
ritu
para Santo confiere la dignidad e idoneidad Dios, y bandidos, matándolas, por su parte,
quiendar
se confía
la entrada,
guardar
como
las cosas.
a portero fiel a con el mal ejemplo y doctrina. Por eso no
les oyeron las ovejas, los fieles que siguen
la doctrina
Espíritu
puerta
Un humilde
portero
Santo,
de laabre
así
Escritura
cona aejemplo
launque
pastor
y lachocan
dedignidad
así.
Cristo,
Abre
los con
del
so
la en el recinto de la iglesia, de quienes se ha
dicho: “El Señor conoce quiénes son suyos”
(2 Tm 2,19).
berbios, a un pastor humilde para no chocar Prueba que él es la puerta, porque la
puerta es para salvar lo que hay en la casa y
86. “YO SOY LA PUERTA. YO SOY EL BUEN PASTOR” 721

por ella hay entrada y salida. Así es en Cris esperanza y saliendo del cuerpo, los fieles
Cristo
través
encontrará
fin,
gloria.
to, yporque
él, sepor
salvará.
de
que
“Yo
élmí
los
nos
soy
hay
pastos”.
sePorque,
fieles
guarda,
la
entrada
salvará;
puerta:
seSiguardan
como
yaalguien
entrará
persevera
la
si dice
alguno
fe y ysalida
salvan
el
entra
saldrá,
apóstol:
hasta
entra
apor
el
laya tengan la vida de la gloria en el futuro, por
la esperanza realizada, pues la gloria es la
gracia consumada. Dice san Gregorio: “Sus
ovejas hallarán pastos, porque todo el que le
sigue con sencillez de corazón, se alimenta
con la comida de la verde eternidad. Alce
mos el ánimo, hermanos, ardan nuestros
los
“Nohombres,
hay bajopor el otro nombre, dado a
el cielo deseos a las cosas de arriba. Ninguna adver
que debamos salvarnos” sidad nos retraiga del gozo de la solemni
(Hch 4,12). dad eterna, porque, si uno quiere ir a su
Entrará aquí a la fe y a la Iglesia, y sal buen propósito, ninguna asperidad del ca
drá de esta miseria a la gloria y vida eterna: mino cambia su deseo. Que ninguna pros
ción;
contemplación.
de la contemplación
yfesaldrá y eltambién
a la esperanza,
por
Entrará
la práctica
desecreto el afán
la ycreencia
ejemplo
por
de la ora-
a de
la peridad nos seduzca con halagos, porque es
necio el caminante que mirando en el cami
no prados amenos, olvida adónde va. De
modo que, si somos de verdad ovejas del
las
dad
eterna
buenas
pastos
obras.
de verdor:
Así hallará ende
la miel la la
refección
divini- pastor del cielo, y no nos detenemos en el
camino del placer, nos saciaremos al llegar a
aventurados
y la leche
gozarán
de la humanidad.
interiormenteLos
de bien-
la vi los pastos eternos”.

sión de la Divinidad, y exteriormente de la 4. Es verdadero pastor; cumple las


humanidad de Cristo, por quien han sido condiciones
salvados.
militante “Pastos”
hallará pastos
en plural: en la Iglesia
de doctrina y Muestra luego que es verdadero pastor:
de “Yo soy el Buen Pastor”; porque, como el
gracia; en la Iglesia triunfante de gozo y de pastor guía y apacienta al rebaño, así Cristo
gloria. conduce a los fieles, que se rigen por él, y
aquíDice
en elsan
redil
Agustín:
no falten
“Aunque
pastos, también
hallarán los alimenta con el alimento espiritual, y
con su Cuerpo y su Sangre. Pero a diferen
sin
mo
tarás
ladrón
embargo
losconmigo
halló
no viene
aquél elalparaíso’
losenpastos
para que
salvación
donde
se le(Lc
dijo:
sedel
23,43)”.
sacien,
‘Hoy
pueblo,
co-
es-
El cia del mal pastor y del ladrón, añade “bue
no”, por naturaleza y gracia y por el cuida
do pastoral, pues cumple los oficios de buen
pastor. Dice el Crisóstomo: “Se proclama,
sino
ano
mala
condena
lossues
mandatos
propio
para
doctrina
suyo.
eterna.
suejemplo;
No
perdición;
de
yinstruye
Cristo,
a perderlos
a darles
viene
sino
a susylos
muerte,
aseguidores
enviarlos
robar
lleva con
alovivir
que
a en
su
la indiferentemente, pastor y puerta. Porque
nos lleva al Padre se llama puerta; porque
cuida de nosotros, pastor”.
Pone las condiciones del pastor bueno y
el malo: el buen pastor verdadero, que espe
ra el premio en la gloria, debe tener afecto
da “Yo en cambio vine para que tengan vi- al rebaño de forma que, por su parte, si es
y la tengan abundante”. No he venido necesario, sufre la muerte: “el Buen Pastor
como
ra que,ladrón, sinoen
entrando el redil
enviado el Padre,
porpor la fe enpa
la da la vida por las ovejas”; la corporal, si es
preciso; siempre preparado a darla por sus
722 PRIMERA PARTE

mer
cripción
cae
vantan;
ovejas,
prójimo
nadie
tando
¿cómo
del
no quiero
pecado?
una
poco
de
todos
expondré
por
cae
bestia
los
ymás
número
dar
señal
su
que
el mivecino,
el
obligados
que
alma
salvación.
del
nada
más
deldecuerpo
de
buen
ama
temporal
propio
abuenos
un
amar
que
Sipastor,
yjusto,
por
ésta
muchos
la
cuerpo.
elpastores.
para
levante,
su
alma
esyesalma,
no
la
sacarle
de
la
de
Pero
des-
hay
te-
es-
le-
Se
su
si arrebata y dispersa–, porque un asalariado
no se preocupa de las ovejas” (Jn 10, 11
12). El asalariado se llama así por el salario
terreno que espera; propiamente no es pas
tor de las ovejas, pues espera la ganancia
temporal, no el premio de la patria del cie
lo. Éste, según san Gregorio, pierde con ra
zón el nombre de pastor, porque ama más la
realidad terrena que a las ovejas. Y es que
no son suyas, sino por usurpación del nom
bre, como se ve en el efecto, pues viendo ve
tresSe
motivos.
muerePara
por llevarle
el rebañode bien
del Señor
en mejor;
por nir al lobo, al diablo a robar las ovejas, o al
hereje a engañarlas, o al tirano a afligirlas
choesvoto.
así
estas obras
obraPara
de
nadie
liberalidad
librar
está al
obligado,
rebaño
de losdel
siprelados;
nopeligro,
ha he-a corporalmente, temiendo incurrir en daño
temporal, las deja y huye, callando, no re
sistiendo, quitándoles el auxilio debido.
cuidado
y así estádel rebañotodo
obligado del elSeñor.
que tiene
Por uno
cargoeny Mientras busca gratificaciones exterio
res, deja por negligencia los daños interio
peligro próximo de muerte, que se conde res y exteriores del rebaño; no tiene ardor y
naría, si no se expone alguien a muerte; así entusiasmo, ni le mueve fervor de amor. El
es necesario, como vender y dar sus cosas a asalariado escapa, porque es asalariado, sólo
los pobres que están en externa necesidad. se preocupa de la ganancia temporal, y no
notifica
Si hayal una
pueblo,
persecución debe el que
entoncesgeneral, pastor
se de salvar las ovejas; no trabaja por su amor,
sino por la ganancia temporal. Según san
no se
oponerse
disgregueyelexponer
rebaño;su
pero si es
vida, para
unaque
persecu- Agustín, no ama a Cristo en las ovejas, sino
la leche y la lana; y el lobo las arrebata para
ción personal, y se busca solo a él, entonces llevarlas al peligro y al mal; las dispersa se
de
es lícito
Cristo,huir
quede
huyó
la persecución,
a Egipto de alaejemplo
presen parándolas de la unidad de la caridad y de
la Iglesia.
cia de Herodes, a ejemplo de Pablo, que El buen pastor entrega o expone su vida
fue bajado del muro, para confiar las ovejas contra esos lobos; resiste a las tentaciones
huyendo
al Pastor para
que está en el cielo
su utilidad. Dice el Señor:
y guardarse del diablo, acusando y denunciando los vi
cios; resiste a los engaños de los herejes, pre
“Si os persiguen en una ciudad, huid a dicando la verdad; se opone a las persecucio
otra” (Mt 10,23). Algunas veces debe huir
nes de los malos, rezando por ellos, para que
y no exponer su vida, sino esperar paciente Dios les haga el bien. El buen pastor busca
mente; cuando lo que se arrebata es lana, la utilidad de las ovejas; el malo, el asalaria
cosas temporales, no personas.
do, busca su propia paga. El buen pastor,
viendo venir al lobo –tentación del diablo,
5. ¡Un asalariado no se llama pastor!
que
bo y“El
no
deja
son
asalariado,
laspropias
ovejaslas
el
y escapa
que
ovejas,
no–así
ve
es venir
pastor,
el lobo
al del
lo-
las engaño de herejes, crueldad del tirano– se
opone, y defiende a los súbditos contra ellos;
el mal pastor escapa y deja las ovejas y no re
siste a los enemigos. Por eso se dice en Zaca
86. “YO SOY LA PUERTA. YO SOY EL BUEN PASTOR” 723

rías: “¡Ay del pastor inútil que abandona el mente por la caridad de unos con otros, que
rebaño!”
pastor; tiene
(Za apariencia
11,17). Como
de pastor.
si dijera: no es les dio: todo esto lo halla en sus ovejas. “Y
el rebaño,
El BuennoPastor
buscando
velasus
concosas,
solicitud
sino las
sobre
de me conocen mis ovejas”, porque los verda
deros fieles conocen a Cristo, actuando el co
nocimiento por el amor, y por ello no pue
do
tro
Dios
Jesucristo;
decía
cuidado
de los
sanpiensa
que
Agustín:
le cada
ha confiado.
“Y
díapertenecéis
qué En
cuenta
esteadará
senti-
nues-a den ser engañadas; y conocen también sus
beneficios manifiestamente.
Por tanto, la primera señal de un buen
para que
vosotros; y sabéis cuáldemos buena
es toda cuenta
nuestra de
cuen- pastor es el mutuo conocimiento de él y sus
ovejas; esto proviene de que el pastor visita
ta.
lloré
que
callé,
Señor,
ésta
cuando
sabes
essabes
toda
que
yo hablé
nuestra
que
hablaba
amé,
decuenta”.
ycorazón,
sabes
él no que
oía;
sabes
pienso
no que
me a sus ovejas con frecuencia y solicitud; así
conoce a cada una en particular y sabe su
condición individual, y las ama; y las ovejas
atienden al pastor por la frecuente imagen
de Jesucristo,
El asalariado
noque
velabusca suselcosas,
sobre rebaño,
no las
ni de sus beneficios, y le reconocen especial
mente y le aman. Así sucede con Cristo y
piensa qué cuenta podrá dar sobre él; por los verdaderos fieles, y por eso él es el Buen
que no lucha por Dios, sino por la ganancia Pastor.
temporal que recibe. Dice san Gregorio: La segunda señal del buen pastor verda
“Es pero
tor, asalariado
no busca
el que
el bien
tienedenombre
las ovejas.
de pas-
An dero es el afecto que muestra a las ovejas,
que no puede ser mayor que exponer su vida
sía las comodidades terrenas, se goza con el por ellas; así es Cristo con sus fieles, por eso
honor de un cargo, se alimenta de ganancias añade: “Y doy mi vida por las ovejas” (Jn
temporales,
le dan los hombres.
se alegraSon
porlaslapagas
reverencia
del asala
que 10,15); sólo a sus ovejas les aprovechó su Pa
sión. Dice Pedro de Rávena: “Mira, el buen
riado, por lo que trabaja, halla lo que busca Pastor entrega su vida por las ovejas, cosa
y se queda extraño a la heredad del rebaño que realiza la fuerza del amor, porque el
para el futuro”. amor verdadero no juzga nada duro, nada
amargo, nada grave, nada letal. ¿Qué hierro,
6. Señales del Buen Pastor, reales en qué heridas, qué castigo o qué muertes pue
Cristo den vencer al amor perfecto? El amor es una
las señales,
Lo que había
al decir:
dicho,
Yo soy
lo prueba
el BuenCristo
pastor,
pory loriga impenetrable, rechaza las flechas, se
burla de los peligros, se ríe de la muerte”.
sigue la señal de ello: “Y conozco mis ovejas”, Como el hombre tiene cosas, familiares
no sólo por verlas, pues todo está patente a y su propia persona, todo esto debe expo
sus ojos, sino también porque las aprueba y nerlo por las ovejas. No exponen sus cosas
les,
de
las
que
bién
vidalas
ama,
por
les
aeterna
virtudes
sus
imprimió,
las
pues
ovejas
señales
prometida.
así
con
por
conoce
por
de
las
sulas
las
que
imagen
Cristo
armas
abuenas
adornó
los dignos
conoce
y vestiduras
semejanza
obras
a losde
tam-
con
fie-
la por las ovejas los que no les dan las cosas
temporales; no exponen a los suyos, los que
los promueven en cargos, cuando no son ap
tos; no exponen su persona, los que no re
sisten a los perversos. Cristo, estas tres cosas
que las adornó, por su doctrina, y especial- las expuso por las ovejas, y así dice Jere
mías: “Dejé mi casa y mi familia”, los ánge
724 PRIMERA PARTE

les, “abandoné mi heredad”, del cielo, “y convertido, confirma a tus hermanos” Lc


entregué mi alma querida en manos de mis 22,32), contra toda perturbación.
enemigos” (Jr 12,7). Estas tres cosas las hace de manera emi
La tercera señal del buen Pastor es que nente nuestro Señor con nosotros y así con
lleva a todas las ovejas a su redil. Cristo, dan razón debe ser llamado buen Pastor: nos
do a entender que moría por sólo los judíos, apacienta, nos ama, nos defiende. Cristo
añade: “Y tengo otras ovejas que no son de muestra en esa alegoría que hay que pasar
este redil; también a esas tengo que guiarlas, por él, como puerta que es, y que él es el
también oirán mi voz; y habrá un solo reba Buen Pastor que hay que seguir. ¡Sigamos a
ño y un solo Pastor” (Jn 10,16). En la pre Cristo, Buen Pastor; permanezcamos bajo
destinación tenía ya otras ovejas, de entre los su gobierno; oigamos sus preceptor y conse
gentiles que iban a creer; aunque no eran del jos, merezcamos así que nos apaciente!
redil de la sinagoga de los judíos, sino de las Cuánta fue la solicitud y cuidado de es
gentes. Es preciso que las guíe a la fe y a la te piadosísimo Pastor para con las ovejas
Iglesia con el pueblo de los judíos; así fue perdidas, y cuánta su clemencia, lo indica el
por los apóstoles, actuando principalmente mismo Pastor en la parábola del pastor y la
Cristo en su predicación. oveja perdida, una de las cien, buscada con
Según el Crisóstomo, al decir: es preci cuidado y hallada al fin, que lleva en los
hombros con gozo. Pero aquí lo declara con
so, no es por necesidad, sino confirmando
palabras expresas: “El Buen Pastor da la vi
que quiere que todas sus ovejas se salven.
da por sus ovejas”. En él se cumple con ver
Añade: oirán mi voz, vendrán a la fe, por
dad y perfección el dicho profético: “Como
que los gentiles recibieron la fe por la pre
pastor apacentará a su rebaño” (Is 40,11; Ez
dicación de los apóstoles. Y habrá un solo
34,13).
rebaño, una Iglesia formada de judíos y
Por esto sufre los trabajos, cansancios, y
gentiles, y un solo Pastor, en el cielo, Cris hambres, entre asechanzas y muchos peli
to, porque “Él es nuestra paz, que hizo de gros; anunciando el reino de Dios, recorría
los dos pueblos uno” (Ef 2,14); en la tierra, ciudades y aldeas; pasaba las noches velando
el Papa, vicario de Cristo. en oración. Sin temer la murmuración y es
cándalo de los fariseos, se mostraba afable
7. El Buen Pastor apacienta, ama y con los recaudadores públicos, los publica
defiende a sus ovejas nos, afirmando que había venido al mundo
El buen pastor debe llevar a pastar a su por los que estaban mal; ofrecía un afecto pa
rebaño, de eso recibe el nombre de pastor. terno a los que se convertían, y les mostraba
El Señor le dice a Pedro cuando le nombró el seno abierto de la divina misericordia.
pastor de la Iglesia, después de su Pasión:
“Apacienta a mis corderos, apacienta a mis 8. Exhortación a los pastores: imitar a
ovejas” (Jn 21,15). Debe amar al Señor del al Buen Pastor
rebaño; Pedro, cuando iba a ser puesto al Oíd esto, pastores y aprended del Buen
frente de la Iglesia, fue examinado en el Pastor a ser buenos pastores; lo que él hizo,
amor: “Simón de Juan, ¿me amas?” (Jn debéis hacerlo vosotros. Dice Hugo de san
21,15-17). Debe defender al rebaño del lo Víctor: “Expone su vida por las ovejas el
bo, el Señor dice a Pedro: “Y tú, una vez que, al subir a un cargo peligroso de gobier
86. “YO SOY LA PUERTA. YO SOY EL BUEN PASTOR” 725

rebaño
no, cerrada
de loslaclaustrales
puerta del silencio,
el guarda el “Porque ¿de qué le sirve al hombre, si
en paz; que entre gana todo el mundo, si pierde su alma?”
necesario,
los
mantener
peligros
pleitos
cuida
exteriores
los
de su
asuntos;
del
hacienda,
mundo
el que
elbusca
sale loa (Mt 16,26).
Lo exige la razón del orden: aquél a
mina libre entre aduladores y detractores,
que ca quien se le manda amar al prójimo como a
que trabaja por los enfermos, alimenta a los
el sí mismo, sepa primero amarse a sí. Hay
dos cosas que, después del pecado, hacen
trabajadores, consuela a los pusilánimes, y el buena la conciencia: arrepentirse y abste
que en voz alta lucha con los soberbios”. nerse del mal; para usar palabras de san
salvación
la carga
También
del
delcuidado
san
prójimo en carta
Bernardo
pastoralexhorta
y a buscar
una llevar
abad:
la Gregorio, llorar lo cometido y no cometer
lo que se debe llorar; pero ninguna basta so
la. El ánimo lleno de esas dos virtudes, dé
y“Dales
con elpasto
frutocon
de la
santas
palabra, con el ejemplo
oraciones. Quedan jese a sí mismo, y en cierto modo piérdase,
para ganar a otros”.
estas tres cosas: la palabra, el ejemplo, la
oración;
obra, a laaunque
obra la fuerza de la voz sea la 9. ¡Qué graves los escándalos de los
y a la voz les merece gracia y prelados!
sa
eficacia
más lala convivencia
oración. ¿Te de
quejas
algunos,
de que
que
te go
pe- Guárdense los pastores y prelados de es
candalizar a sus inferiores o darles ocasión
zar de su consuelo? Si te agravan, ganas; si de caer. El “Ay” de la condenación le ame
te ayudan, tus premios disminuyen; elige a naza a “aquél por quien viene el escándalo”
quiénes
dan
promueven,
o a los
quieres,
que
aquellos
ayudando
a los defraudan
quetepesando
pesan.tus
Estos
teméri
ayu-
te (Mt 18,7), de quien proceden los peligros
de las almas. Porque, según san Gregorio,
los que están al frente son dignos de tantas
tos. Porque los que son compañeros del muertes, cuantos ejemplos de perdición co
trabajo, serán partícipes del premio. Sa munican a sus inferiores. Según san Agus
biendo
ser ayudado,
que has
sábete
sidovicario
enviadodeaaquél
ayudar,
quenonoa tín, los que inflaman las almas para pecar y
las arrebatan así de Dios, pecan más, y serán
vino a ser servido sino a servir. Dichosos si castigados más que los que crucificaron la
permanecemos hasta el fin, buscando siem carne de Cristo; según san Isidoro, los que
pre y en todo no nuestras cosas, sino las de corrompen la vida y las buenas costumbres
Jesucristo”. son peores que los que roban los campos y
unoDice
no busque
el mismo
en sus
sanobras
Bernardo:
y palabras
“Que nada
cada las casas de otros. No presuman estos de
sino,
los el
Dioshombres.
propio.
o del
¡Buen
honor
prójimo
Ni
olvido,
de
vale
Dios,
alsibuscar
que
teoignoras
no
la ganancias
salvación
desprecia
a pa- de
lo obras justas, ni esperen salvarse, si descui
dan a los otros. Dice san Gregorio: “De na
da le sirve su justicia para el perdón, si le
van a exigir el alma de quien perece”. Y el
ti, Crisóstomo: “Si un sacerdote ha gastado
al
ra ser útil prójimo! Sin duda es necesario, bien su vida, pero no se ha ocupado con di
bien
cias,
en
quedando
tan
pero
consciente,
gran
alsegura
exterior
olvido
para
su de tener elaycorazón
conciencia.
conextenderse
sí,seguridad ganan-
dentro ligencia de los otros, va con los peores a la
gehena”.
Atiendan también los pastores que
Dios juzga más leves las culpas de los in
726 PRIMERA PARTE

feriores por los prelados; pero los males de sus costumbres, ya no serán juzgados; los
los prelados los juzga más graves por sí. prelados serán juzgados”.
En este sentido dice san Gregorio: “El que Atiendan los inferiores y humíllense,
ahora castiga las culpas de los inferiores porque a veces los defectos y negligencia de
por sus superiores, entonces juzgará por sí los superiores provienen de los súbditos;
mismo con más dureza los males de los Dios lo permite, porque no merecen tener
superiores. Atiendan, por su parte, los in- buenos pastores. Dice, entre otras cosas, san
feriores a no apartarse de la lucha que te- Gregorio al clero de Milán que le pedía un
nemos delante por causa de pastores malos pastor: “Porque la intención de mi delibera
y negligentes; mirando a Jesús, espejo de ción antigua al asumir los cargos del cuidado
todo bien, sufran con paciencia ahora el pastoral, es que no se mezcle la persona de
juicio de esos; porque después de un tiem- nadie, proseguiré con oraciones vuestra elec
po, entonces, no tendrán que sufrir otro ción, para que Dios todopoderoso os ofrezca
juicio, pues Dios no castiga dos veces lo un pastor tal que, en su lengua y costum
mismo”. bres, podáis hallar pastos de divina exhorta
Por eso, sobre aquello de Isaías: “¿Acaso ción. Pero, como según el mérito de las gen
cada día ara el arador para sembrar, abre y tes, suelen proveerse con juicio superior las
rompe su terreno, etc.?” (Is 28,24), dice el personas de los pastores, vosotros, hermanos
glosador Herveo286: “Del mijo y de la veza queridísimos, buscad lo espiritual, amad lo
no dice el texto si es triturado, porque cada celestial, huid y despreciad lo temporal; te
día los que mandan juzgan a los inferiores ned por certísimo que tendréis un pastor que
de sus actos de debilidad. Si éstos sufren agrade a Dios, si vosotros mismos en vues
con paciencia el juicio presente, y corrigen tros actos sois agradables a Dios”.

Oración

Señor Jesucristo, buen pastor, que por tus ovejas diste tu alma en precio, tu carne en
alimento y tu sangre en bebida.
Te has hecho para nosotros puerta a la Iglesia militante y triunfante; para que por ti en
tremos a ti, para salvarnos.
Conóceme entre tus ovejas; míranos287 con misericordia, dirígenos por el camino de la
salvación, para que te conozcamos a ti, y nos configuremos contigo imitándote.
Que no oigamos la voz de los extraños, del mundo, la carne y el diablo; sino sólo la tu
ya, obedeciendo tus preceptos y consejos, para que tengamos la vida de la gracia, y con más
abundancia la de la gloria, y hallemos en tu casa los pastos de la refección eterna. Amén.

286 Ludolfo da aquí el nombre de un autor de la glosa: “glossator Hervaeus”. La glosa… son muchos.
287
“Cognosce me… et misericorditer nos respice”. Ludolfo reza en singular. Aquí pasa sin salto del “yo” al
“nosotros”; el cristiano es comunidad, “y dice siempre nosotros / incluso si dice yo” (J. L. Martín Descalzo, him
no, L. de las Horas).
87. FIESTA DE LA DEDICACIÓN; QUIEREN APEDREAR A JESÚS 727

87. FIESTA DE LA DEDICACIÓN; QUIEREN APEDREAR A JESÚS


Juan 10,22-42

Tres dedicaciones del templo de Je-


1. rusalén “Jesús se paseaba por el Templo, en el
pórtico de Salomón”, en el que Salomón so
lía ir a orar. Porque con el nombre de tem
“Se celebraba entonces en Jerusalén la
plo se entiende no sólo el cuerpo del mis
fiesta de la Dedicación. Era invierno” (Jn
mo, sino también los atrios o lugares en
10,22). Se decía “Encaenia”, de “én”, en, y
torno a él, en los que estaba el pueblo, no
“néos”, nuevo, interpuesta la “kè”, o “kaì”,
en el templo mismo, al que sólo podían en
que sonaría a “innovaciones”, cuando algo
trar los ministros del templo. Los demás
nuevo se aplica a su uso, algo del uso co
oraban fuera en los pórticos o atrios que ro
mún se dedica al uso de una celebración di
deaban al templo, donde el rey Salomón se
vina; lo que llamamos dedicación, el he
había hecho un oratorio que aquí se llama
breo lo llama incoación de uso nuevo,
pórtico. Levantó una columna o base de
innovación. Se usa esta palabra, cuando se
bronce de quince codos de anchura y tres de
estrenadeun vestido; pues, el obispo estrena
fiesta la Dedicación, altura, sobre la cual oró de rodillas el día de
la Iglesia, cuando la dedica. Aquí se dice
la dedicación; por eso ese lugar se llamaba
porque se dedicaba
también el oratorio del Rey.
el templo al uso divino, fiesta solemne que
Dice san Teófilo: “Que tú también,
los judíos celebraban una vez al año. Y se
cuando esté próximo el invierno, la vida
decía en plural, porque se celebraba por va
presente sacudida por los torbellinos de la
rios días.
maldad, celebres las fiestas de la dedicación
Esto se refiere no sólo a la primera, ni
de tu templo, renovándote siempre, y pre
segunda, sino a la tercera dedicación. Por
parando ascensiones en tu corazón. Entonces
que hubo tres dedicaciones del templo, he
el diez Jesús estará enseguida en el pórtico de Salo
chas
zo Salomón
en tiempos diversos.
de septiembre,
La primeraque
la hi-
se
món, concediéndote un estado de paz bajo
su gobierno; en la vida futura nadie podrá
celebraba el mismo día cada año, hasta la
celebrar la solemnidad de la renovación”.
destrucción del templo por los de Babilo
nia. La segunda fue en tiempo de Nehemías
2. Las obras dan testimonio de Cristo
y Zorobabel y los que regresaron del cauti
verio enhicieron
templo; Babilonia,
la fiesta
cuandoel doce
se restauró
de marzo,
el Apretándose, con ánimo de cercarle y
perseguirle, para cogerle en palabras, “le ro
les;
minación,
limpió
mismo
templo
ella
yídolo
que
se se
Antíoco
celebraba
de
habla
celebraba
el
se
día
Júpiter.
celebraba
templo
la
cada
aquí.
profanó
el
hizo
el en
mismo
La
año.
profanado
quince
tercera,
Matías
elÉsta
tiempo
templo
díade
Dedicación
cada
por
Macabeo,
por
diciembre,
de
poniendo
esta
año,
los
Cristo,
conta-
genti-
hasta
que
del
de
el dearon los judíos y le decían: ¿Hasta cuán
do vas a tenernos en vilo?” (Jn 10, 24); nos
atormentas dejándonos en suspenso, tene
mos que certificarnos de ti. Hablan como
aduladores, queriendo mostrar que desean
saber la verdad. Como si dijeran: nuestra al
ma está en suspenso, por el deseo, ¿hasta
cuándo nos dejas colgados? “La esperanza
que se dilata aflige al alma” (Pr 13,12); in
728 PRIMERA PARTE

dicaban que querían estar a lo que dijera y bastaba; respondía la verdad y excluía la mal
recibirle con gusto como a Cristo; cuando dad de la calumnia. Les dio una respuesta
tenían lo contrario en el corazón. moderada, para no darles lugar a la calumnia;
“Si tú eres el Cristo, dínoslo abiertamen y para que apareciera manifiestamente a los
te”, esto es, Rey y Ungido; pues al que no fieles, por quienes se refiere esto, que él era el
sotros llamamos rey, los judíos llamaban Cristo, no sólo hombre, sino la Palabra del
Cristo, es decir, Ungido, porque se ungía a Padre y el Hijo de Dios. Ellos creen que va a
los reyes. Dínoslo, para que sepamos a quién venir el Cristo como hombre solo, pero que
seguir; hay que hablar abiertamente de la reinará por todos; responde no sólo por ellos,
verdad. Es como si dijeran: pecamos, si eres sino también por todos los demás fieles.
el Cristo, el Mesías, prometido en la Ley y Juan pone otro testimonio de que es ver
no te creemos. Le preguntan así para poner- dadero Dios y verdadero hombre, al decir:
le a prueba; si decía que era el Cristo, como “Tres son los que dan testimonio: el Espíritu,
haciéndose rey, iría contra el César, y lo el agua y la sangre288, y los tres convienen en
apresarían y lo entregarían a los romanos pa el mismo –testimonio–” (1 Jn 7,8289). Cristo
ra que fuera muerto. Dice la glosa: “No de es del cielo, es decir, verdadero Dios; de ello
seaban la verdad; preparaban la calumnia”. dio testimonio el Padre, cuando dijo: “Tú
Como hablaban con engaño, el Señor no eres mi Hijo amado en quien complazco”
templó su respuesta y les dijo: “Las obras (Mc 1,11); lo dio el Espíritu Santo, cuando
que hago en nombre de mi Padre son las “descendió corporalmente como una paloma
que dan testimonio de mí”. Las hago para sobre él” (Lc 2,23), ya bautizado; y lo testifi
su gloria, confesándole, sin buscar otra glo có el Hijo cuando dijo: “Yo y el Padre somos
ria, sino atribuyéndole todo a él. Esas obras Uno” (Jn 10,30).290 Cristo era terrestre,
testifican sobre mi divinidad, porque no hombre verdadero; de ello hay tres testigos:
pueden ser hechas sino por Dios; luego es el espíritu, el alma que entregó en la cruz; el
claro que he venido de Dios. Es como si di agua que salió de su costado, y la sangre que
jera: Queréis oírme decir si soy el Cristo; y
fluyó de sus venas.
yo os respondo que no es necesario que yo
lo diga, porque las obras que hago dan tes
3. Por qué no creen. El misterio de la
timonio a mi favor. Si no creéis a las obras,
Trinidad
¿cómo vais a creer a las palabras?
Así no dijo expresamente que era el Cris- Se añade la causa de la incredulidad de
to, que es lo que buscaban; pero dijo algo los judíos: “Pero vosotros no creéis, porque
equivalente, o mayor, que sin embargo no les no sois de mis ovejas. Mis ovejas escuchan

288 El agua y la sangre: “circunstancias de la venida histórica del Hijo de Dios (el agua del bautismo y la san

gre de la muerte de Jesús cierran el ciclo de su manifestación pública). En el Calvario vuelven a aparecer juntas el
agua y la sangre (cfr. Jn 19,34), símbolos de los sacramentos que hacen la Iglesia (bautismo y eucaristía); y del Es
píritu Santo (el agua) que nos hace conocer la humanidad de Cristo (la sangre) por la fe”. (NT.MI, 947).
289 “Probable alusión a
la vida de fe y de sacramentos de la Iglesia: Espíritu Santo, bautismo, eucaristía”.
Otra lectura incluye el “kómma Ioanneo”, los tres testigos del cielo –Padre, Hijo y Espíritu Santo–”. Pero falta
en los códices griegos; Prisciliano es el primero a su favor. (NT.MI. 947).
290
“Según el contexto, esta afirmación considera en primer lugar el poder común de Jesús y del Padre; pe
ro, indeterminada adrede, deja entrever un misterio de unidad más amplio y más hondo. Los judíos no se enga
ñan cuando ven en ello la pretensión de ser Dios, v. 33”. (BJ, 1524).
87. FIESTA DE LA DEDICACIÓN; QUIEREN APEDREAR A JESÚS 729

mi
les doy
voz;layovida
las conozco
eterna y ynoellas
perecerán
me siguen.
jamás,Yoy En teología se dice por el género neutro
(una cosa) la sustancia divina, por el mas
nadie
ser delas
misarrebatará
ovejas, los
de inocentes
mi mano”.yNo
humildes,
queréis culino las personas (el Padre, el Hijo...), y
por el femenino la noción (sustancia, esen
sino
de
se
obedeciendo
revela
Dios.
soberbios,
Mis
la verdad,
de
ovejas,
malos
corazón;
me
los
y conocen,
así
humildes
y yo
ciegos
las creyendo
conozco,
por
a quienes
juicioy cia). El Padre y el Hijo no son uno en per
sona, sino uno en sustancia. En ese sentido
dice san Agustín: “Oye todo; cuando dijo
“una cosa”, te libra de Arrio; al decir “so
la
ylasde
vida
gracia
amo;
mieterna,
Sangre,
y me
en elsiguen
aquí
futuro
y en
enel
imitándome
elpor
futuro
pasto
la gloria.
de
enmi
laahora
dulzura
Les
Cuerpo
doy
por mos”, te libra de Sabelio. Si “una cosa”,
luego no diversa; si “somos”, luego el Pa
dre y el Hijo”.

de la fruición. Por eso no perecerán, su pre 4. Señales de las ovejas de Dios


destinación no se frustrará; nadie las arreba Las ovejas de Dios se conocen por cuatro
tará de mi poder con violencia, arrastrándo señales que se tocan aquí por su orden.
las aquí a la culpa, y allí a la pena. Por las buenas obras que hacen, se cono
Lo prueba así: “El Padre que me las ha ce que son ovejas de Cristo. Esta señal la da
dado es mayor que todos” (Jn 10,29), la Di el Señor de sí mismo, que es el pastor, cuan
vinidad que tengo de mi Padre; que lo ex do dice: “Las obras que hago dan testimo
cede todo al infinito. Dice san Agustín: nio de mí” (Jn 5,38). Hay obras que mues
“Me dio ser su Palabra, su Hijo Unigénito, tran al hombre santo, pero no le hacen
el esplendor de su luz”. Nadie puede arre santo; como las obras de milagros, que a ve
batarlas
infinito, de
luego
la mano
tampoco
de midePadre,
la míadeque
poder
las ces las hacen los malos en virtud de la fe.
Hay otras obras que hacen santo, pero no le
contiene y conserva. “Yo y el Padre somos muestran; como la sencillez y humildad de
una sola cosa”, en virtud y poder, como los santos y sus demás virtudes: hacen al
también en divinidad y esencia. Notad que hombre santo ante Dios, pero con frecuen
de esta palabra del Salvador: Yo y el Padre cia le hacen despreciable ante el mundo.
somos una sola cosa, se excluyen dos errores Hay otras obras que hacen al hombre santo
contrarios acerca de la santísima Trinidad. y le muestran santo, como las obras de pie
y también
Sabelio puso
de esencia;
en Dioseste
unidad
errordesepersona
quita, dad hechas por la caridad.
La segunda señal de que son ovejas de
cuando se dice: Yo y el Padre somos Uno; Cristo es que oyen su voz: “Mis ovejas oyen
porque si el Padre y el Hijo fueran una sola mi voz”. Este pastor da tres clases de voces a
persona, hubiera dicho soy en singular. sus ovejas: exhortación exterior, inspiración
Arrio
nas,
sa. y puso
Porque
esto si Padre al
sediversidad
el
excluye yde
eldecir:
Hijo
esencias
Una
tuvieran
ysola
perso-
co-
di interior, liberalidad de bienes y aflicción
corporal. Pero muchos no oyen esas voces;
por eso se queja el Señor: “Os llamé y me
tiende
de
sola
versas
varias.
lascosa”
personas;
la
Por
esencias,
unidad
expresa
tanto,por
de
no
“Yo
lala
“Una
distinción
diría
ysustancia
el sola
Padre
unacosa”,
divina.
esomos
cosa;
igualdad
sesino
una
en- rechazasteis, tendí mi mano y no hallé res
puesta; despreciasteis mis consejos, no
aceptasteis mis advertencias; también yo
me reiré de vuestra desgracia” (Pr 1,24-26);
donde aparecen la exhortación exterior la
730 PRIMERA PARTE

inspiración interior, las aflicciones, y la Dios se reservó hacer justicia: “Mía es la


amenaza. venganza; yo daré lo merecido” (Dt 32,35;
ellos,
por
eso
mo ha
es cuando
La
sigue:
la
sepor
imagen
tercera
dicho
Cristo,
“Y yyo
señal
semejanza
también
las
el de
pastor,
conozco”.
serarriba,
que
ovejas
lasimprimió
Conoce,
conoce;
a de
susCristo
fieles
por
co-
en Hb 10,30). Unos dan cosas buenas por co
sas buenas; es una deuda natural sin mérito
especial, lo hacen también los paganos y
publicanos. Otros dan cosas buenas por ma
las; es indicio de caridad perfecta; así lo hi
que
armó,
los
lospor
instruyó.
adornó,
las
lasarmas
señales
pordelade
virtudes
caridad
buenascon
mutua
obras
quecon
los zo Cristo y lo enseñó a sus discípulos. Otros
dan cosas malas por buenas, cosa muy per
versa; así eran los judíos con Cristo, por eso
los acusa: Muchas buenas obras, etc.
La cuarta señal de ser ovejas de Cristo es
guen”.
si
to,lehuyen
siguen
Losde
malos
a él,
él verdadero
y no
se apartan;
quieren
pastor:
seguir
los buenos
“Yame
Cris-
si-
le 6. Prueba que es Hijo de Dios por la
Escritura y las obras
“Le respondieron los judíos: No quere
siguen imitándole en buenas obras. Algu
mos apedrearte por ninguna obra buena, si
nos siguen a Cristo fingiendo, como los hi
no por una blasfemia, porque tú, siendo
pócritas; otros con lentitud, como los tibios
hombre, te haces Dios” (Jn 10, 33). Porque
y negligentes; otros con solicitud, como los
al afirmar que era una cosa con el Padre, in
fervorosos en el amor de Dios.
sinuaba que era Dios; pero él no se hizo a sí
mismo Dios, sino el Padre que le engendró
5. Respuesta dulce de Cristo a los que
le hizo Dios. El Señor, queriendo moderar
quieren apedrearle
Padre
podían
jeron
intención
mo
amor
ellas
la ley;
rrían
Las
blasfemo,
yade
otra
los
somos
no
las
palabras
soportarlas,
justicia,
podían
que
era
vez
piedras
durísima,
movidos
una
eran
piedras
referidas
pues
entender
cosa...”,
porque
semejantes
porera
para
por
eso,
para
del
fuera
eran
la
las
yapedrearlo”.
“los
Señor,
apedrearlo
envidia
las
palabras
adel
duros
piedras
judíos
demás
orden
“Yo
no
como
pro-
tra-
ypor
co-
no
La
de
el su furor, les respondió que él no había blas
femado al decir que era Dios e Hijo natural
de Dios.
Lo prueba primero por la Escritura, que
como inspirada no puede ser falsa; ésta atri
buye a los hombres santos y a los profetas
de modo participativo la divinidad, al de
cir: “Sois dioses” (Sal 82,6), luego mucho
más “aquél a quien el Padre santificó”, le
engendró santo desde la eternidad según la
divinidad, y le santificó, le llenó con pleni
zura,
buenas
fundas“Jesús
del
queSeñor.
vienen
les respondió:
Reprendiéndolos
del Padre Muchas
os he con
mostra
cosas
dul- tud de gracia, según la humanidad, “y le
envió al mundo”, para salvarle y santificar
le, como habían dicho los profetas, ése pue
do. ¿Por cuál de ellas queréis apedrearme?” de decirse propiamente Dios. El hombre se
dad,He
verdad, el poder
porhecho
curando
estas
enfermos
deobras
mi Padre,
para
y haciendo
vuestra
enseñando
utili-
otras
la dice Dios de modo distinto a como la Pala
bra se dice Dios; el hombre por adopción, la
señales
ellas
males ¿por
por
reveladoras;
cuál
bienes,
de ellas
está
si debéis
me
prohibido,
apedreáis?
honrarme
porque
Dan
por Palabra por naturaleza.
Si, pues, los hijos adoptivos se llaman
dioses, ¿por qué el Hijo natural no puede
decirse Dios? La sagrada Escritura atribu
87. FIESTA DE LA DEDICACIÓN; QUIEREN APEDREAR A JESÚS 731

propiamente
tín,
ción,
ye a de
los
pero
tres
santos la divinidad
atribuye
modos
dicha.puede
Pues,
a Cristo
uno
según
por
decirse
la san
participa-
divinidad
Agus-
Dios: lo probaba con palabras y obras, querían
apedrearle. Ellos ni con palabra ni con
obras se dejaban conducir a creer; sino que,
como obstinados, “querían de nuevo pren
por naturaleza, como Dios omnipotente; derle, pero se les escapó de las manos”.
por adopción, por participar de la divini Querían prenderle, no acceder a él para creer
dad,ídolos
ses;
los ydepor
que seopinión
ylalosdice en los
demonios.
o usurpación,
Salmos: Soiscomo
dio- y entender, sino con mala intención para
matarle con crueldad. Tú toma a Jesús, pa
ra que le tengas; ellos querían cogerle para
la razón,
Luegopor
prueba
las obras
esto del
mismo
Padre
el que él por
Señor ha no tenerle.
Jesús se escapó de sus manos por virtud
termina
cía.
operación
Porque
por
nostodo,
sucercioramos
propio
segúnobrar,
el de
Filósofo,
la
y así
naturaleza
por
se de-
esa de la divinidad, pasando por medio de
ellos, como había hecho otras veces, mos
trando que nadie podía detenerle, sino
de una cosa.milagros
divinidad, Cristo hacía
que obras
transcendían
propias de
toda
la cuando él quisiera; también nos daba ejem
plo de declinar la crueldad de los malos,
capacidad de una criatura; y las hacía por cuando se puede hacer sin peligro de la fe.
divino,
propia virtud,
aunquenoa veces
sólo implorando
lo pedía; deellopoder
cual No pudieron apoderarse de él, porque no
tenían las manos de la fe.
se concluye que en él estaba de verdad la Y, dejando Judea, por su incredulidad,
naturaleza divina, y en consecuencia no era “se marchó de nuevo al otro lado del Jordán,
blasfemo el decir que era Dios, o Hijo de al lugar donde antes había estado Juan bauti
Dios. zando, y se quedó allí” (Jn 10,40); para que
Es como si dijera: No creáis sólo por las los pueblos que venían a él, recordaran el tes
palabras que soy Hijo de Dios, sino también timonio de Juan y el de Dios Padre y otros
por las obras que hago y el modo cómo las hechos y dichos allí; y relacionando las cosas
hago, pues por el hecho mismo muestran de antes y de ahora, se confirmaran en la fe.
que está en mí la naturaleza y el poder de Mira, pues, cómo él y sus discípulos se retiran
Dios. “Si no queréis creerme a mí, creed a las tristes y compadécete de ellos cuanto puedas.
obras, para que sepáis, y cada vez mejor, que “Y muchos allí creyeron en él” (Jn
en mí está el Padre, y yo en el Padre” (Jn 10,42). Llegaron con el cuerpo y con la de
10,18). El Padre está en mí de modo insepa voción de la mente; y creyeron de todo co
rable por la naturaleza, y por la voluntad de razón. Estos le apresaron de verdad, de
sentir con él en todas mis obras, y yo estoy modo permanente, para tenerlo; en cam
en el Padre, pues de él tengo la naturaleza, y
bio, los malvados judíos quisieron apresar
las obras, pues es una la naturaleza de los le cuando se apartaba, para no tenerlo. En
dos, como es una la actuación. Pues, el que sentido espiritual o místico, según san Teó
más ama o cree, más ampliamente conoce.
filo, el Señor apartándose de Jerusalén, de
la gente judía, pasa a lugares que tenían
7. Escapa de sus manos; están fuera de
fuentes, a la Iglesia formada de los genti

les, que tiene la fuente del Bautismo, por
díos!¡Mira
Querían
aquísaber si era el
la extraña locura
Cristo;
de ylos ju
como el que muchos se acercan a Cristo, como si
pasaran el Jordán.
732 PRIMERA PARTE

8. Cristianos que se parecen a los judíos juzga tan grave el pecado de pensamiento,
si no llega a la obra? La respuesta es que la
Son malos judíos no sólo los que se apo
razón del pecado está toda en el corazón; el
yaban en la letra de la ley y en la circunci
acto exterior no lo agrava sino en extensión.
sión de la carne, y blasfemaban de Cristo, El Señor tiene su domicilio en el cora
como aquellos de que se habla aquí; sino
zón, como atestigua el apóstol: “El templo
también los malos cristianos, cristianos sólo
de Dios es santo, y ése templo sois vosotros”
de nombre; sólo tienen el nombre de Cris
(1 Co 3,17); como se invita a Cristo a su
to, por el que se llaman cristianos; confiesan templo con pensamientos y acciones bue
con las palabras a Cristo y le niegan con las
nas, así se le echa con las malas. Toda mala
obras, en ellos se verifica lo que se dice voluntad es como una piedra con que se ex
aquí: “Recogieron piedras para apedrear”, a pulsa y apedrea al Señor. ¡Qué horror ape
Jesús. drear al Señor de la casa, y echarle de su
Dice san Ambrosio: “Lo que hicieron morada! Dice el apóstol: “¿Qué acuerdo
entonces los judíos persiguiéndole, lo hacen puede haber entre el templo de Dios y el de
hoy en realidad los malos cristianos que vi los ídolos?” (2 Co 6,16). Los pensamientos
ven mal; pues apedrean y matan a Cristo. que uno forma en su corazón ¿qué son, sino
¿Qué es Cristo? Verdad, paz, justicia. Los como una imaginación contra el honor de
que dejan la verdad por la falsedad, la uni Dios, como unos ídolos? Cristo rechaza ha
dad y la paz por la discordia, la justicia por bitar en el mismo templo con esos ídolos.
un precio temporal, no hacen sino apedrear, El apóstol san Pero nos exhorta a conservar
en
crucificar
sí mismosy matar
sus dones”.
a Cristo, porque apagan la presencia de Cristo Jesús en su templo:
“Santificad al Señor Jesucristo en vuestros
unosAsí son losa indicados,
apedrean Jesús con elencorazón,
tres formas:
otros corazones” (1 P 3,15). Santifica al Señor Je
sucristo en su corazón el que medita en su
con la boca, otros con las manos; los prime corazón sólo lo santo y agradable a Dios.
ros endurecen su corazón con malos pensa
mientos y voluntades; los segundos profie 10. Los que le apedrean por la blasfemia
ren blasfemias contra Dios y los santos, o
protestan contra órdenes de sus mayores o Los segundos, apedrean al Señor Jesús de
contra sus prelados; los terceros hieren al muchas maneras, pues de muchos modos se
prójimo con violencia. comete blasfemia. Cuando se niega a Dios lo
suyo, como la omnipotencia en Dios, la om
9. Los que apedrean a Jesús de pensa nisciencia, la providencia, etc. Esta clase de
miento blasfemia cometen los que, en sucesos ad
cualquier
tad es una mal
piedra
pensamiento
que se lanzaocontra
mala volun-
él. Di- versos, dicen en su ánimo: Dios no se cuida
Los primeros, apedrean al Señor Jesús; de las cosas humanas, o cosas parecidas. De
ellos dice san Agustín y después de él san
Bernardo: “Son los que querrían que Dios
ce san Beda:
asume uno, tantas
“Cuantos
piedras
maloslanza
pensamientos
a Cristo”. no puede o no quiere o no sabe vengar sus
pecados. No quiere que sea Dios, en cuanto
San Ambrosio
malos
manos, nos amonesta:
pensamientos”.
no apedreéis aPero
Jesús, “Mirad,
dirás, her
por¿cómo
obras seo está en él, el que dice que es impotente, in
justo o desconocedor. Malicia cruel y extra
ña: desea que muera el poder, la justicia y la
87. FIESTA DE LA DEDICACIÓN; QUIEREN APEDREAR A JESÚS 733

Dios,
sabiduría
injusto,
que nopor
sea
dice
su
de
Dios,
parte?”
que
Dios.
¿no
Dios
Quien
apedrea
no esdice
Dios;
y da
queymuerte
si
Dios
desea
esa malos cristianos ahora apedrean a Esteban
espiritualmente, más aún al mismo Cristo,
cuando oprimen por la fuerza y afligen al
prójimo. Piedra viene de herir291; cuando se
conviene,
Dios,
Se cuando
comete
comosetambién
los
le atribuye
blasfemia
algo quecontra
no le hiere a un prójimo, que es miembro de
Cristo, también es herido Cristo en un
que dicen que Dios es miembro suyo. Pero con frecuencia la tris
atribuyen
autor del pecado. susdepecados,
a DiosSon esta clase
diciendo:
los que teza de estos oprimidos se les convierte en
que matara, y que así me confundiera gozo. Las piedras que lanzaban los judíos
Dios quiso así que adulterara, que robara, contra san Esteban para afligir su carne, le
y me fueron dulces por el gozo de la mente, y se
turbara;
son los jugadores
o lo atribuyen
que, cuando
todo alles
destino.
salen mal,
Así convertían en piedras preciosas para corona
de su cabeza; “has puesto en su cabeza una
maldicen
los santos;ayDios y profieren injurias contra corona de piedras preciosas”, etc. (Sal 21,4).
los que juran por Dios con pa Se podría decir también que en general
labras execrables e injuriosas, como: por las todo cristiano apedrea a Cristo en cualquier
narices de Dios, por su hígado, brazos, etc., pecado mortal. Dice san Ambrosio: “¡Oh,
cosas detestables. qué pocos hay en tan gran multitud de cris
En fin, se comete blasfemia contra Dios, tianos, que no persigan a Jesús y le apedreen
cuando lo que es de Dios, alguien lo atribu en su corazón!” Esta forma de apedrear se
ye a sídeo ahacer
men otra criatura;
suyo el honor
como los
divino,
que presu-
como declara así. Siendo Cristo nuestro abogado y
la propiciación por nuestros pecados, que
Simón Mago y los idólatras. De esta clase interpela por nosotros ante del Padre, se
son los ambiciosos y soberbios, que se atri duele y llora por los pecados; por el contra
buyen la gloria, como si la tuvieran por sí y rio, de goza de nuestra conversión. Por tan
por sus méritos, cuando es propia de Dios. to, cuantas veces pecamos, contristamos y
También los iracundos que usurpan la justi herimos a Cristo, y así en cierto modo le
cia, propia de Dios. Y los que se atreven a apedreamos.
juzgar el corazón de los demás, propio de Hay que entenderlo bien; Cristo no es
sólo Dios. Hay otro género de blasfemia herido en su cuerpo glorioso, que es impasi
que se comente contra los santos que reinan ble; ni las pasiones del alma caen sobre él en
con Cristo y en que reina Cristo. En ellos la parte sensitiva. Apedrear es una metáfo
Cristo es alabado, y también blasfemado; y ra, como el crucificar, según dice el apóstol
en los prelados que sirven a Dios en sus in de algunos bautizados que luego recayeron:
feriores sobre los que están puestos en lugar “Crucifican de nuevo para su daño al Hijo
de Dios; Dios es honrado en ellos y también
de Dios” (Hb 6,6). Dice la glosa: “No cru
blasfemado.
cifican al Hijo de Dios, sino que son seme
jantes a los que le crucificaron; le crucifican
11. Los que le apedreanalpor las obras
mo Los
los judíos
terceros
apedrearon
apedrean a san
Señor
Esteban;
Jesús, co-
los en sí mismos, en cuanto está en ellos”.
Así, cuando pecamos mortalmente, ape
dreamos a Cristo, y le herimos y contrista

291 Lit.: “Lapis enim dicitur a laedendo”; “lapis”, guijarro, piedra arrojadiza.
734 PRIMERA PARTE

mos; porque, en cuanto podemos, le priva do? Me agravan más las heridas de tus peca
mos del gozo que espera de nosotros. En ese dos, que las heridas de mi cuerpo”. Pero, ¡ay
sentido habla san Bernardo, en persona de de todos estos que apedrean al Señor! A es
Cristo, dirigiéndose al pecador: “¿No he si tos no se les da a conocer, y sale del templo
do herido por ti? ¿No he sido afligido por tu de su corazón. Se manifiesta a los que le
maldad? ¿Por qué añades aflicción al afligi aman y se gozan de que habite en ellos.

Oración

Señor Jesucristo, haz que celebre espiritualmente en el templo de mi corazón la fiesta


grande de la Dedicación, renovándome siempre y disponiendo ascensiones en mi corazón.
Concédeme hacer obras buenas, que den testimonio de mí. Hazme oír tu voz, creyen
do de corazón, obedeciendo con obras; para que imitándote de hecho, te siga; y que sea co
nocido por ti piadosamente entre tus ovejas.
Guárdame también, Señor, de que nunca te eche de mí por malos pensamientos, de
seos, palabras y obras; que sienta siempre que tú habitas en mí por la gracia. Amén.

88. LAS TRADICIONES, Y EL MANDAMIENTO DE DIOS


Mateo 15; 1-20; Marcos 7,1-22

1. Respuesta de los fariseos; los seme puro todo lo de los gentiles), “entonces se
jantes a ellos acercaron algunos fariseos a Jesús, y le di
cen: ¿Por qué tus discípulos quebrantan la
Los escribas, que pensaban tener la per
tradición de los antepasados? Pues no se la
fección de la ciencia, y los fariseos que si
van las manos al comer” (Mt 15, 1-2).
mulaban tener la perfección de la vida no Dice san Beda: Tomando en sentido car
tuvieron nada que responder a Jesús en el nal las palabras de los profetas, que les or
templo. Por eso, viniendo de Jerusalén, le denaban castigar el corazón con obras, y les
siguen a Galilea. Su maldad aparece en que decían: “Lavaos, limpiaos” (Is 1,16), “Man
descienden de la ciudad santa de Jerusalén, teneos limpios, portadores de los vasos del
dejan el templo, y le siguen; y porque sien Señor” (Is 52,11), lo guardaban sólo sobre
do los ancianos del pueblo y los letrados de lavar el cuerpo. Una tradición supersticiosa
la ley, no vienen para saber, sino para acusar de los hombres manda lavar para comer el
al Señor, poniéndole insidias para cogerle pan. Pero lo necesario es que los que desean
en palabras o hechos. Para acusar al maes participar del pan que baja del cielo, lim
tro, por parte de los discípulos al menos, de pien sus obras con limosnas, lágrimas y
que despreciaba la doctrina de los mayores otras obras de justicia”.
y hacerle así odioso al pueblo, viendo que Son el ejemplo, el tipo, de los que tie
sus discípulos comían como los gentiles, sin nen más celo en no transgredir las tradicio
lavarse las manos (los judíos tenían por im nes humanas, que los preceptos divinos; las
88. LAS TRADICIONES, Y EL MANDAMIENTO DE DIOS 735

decretales que los Evangelios, las costum- Dios? El Señor no reprendió la limpieza
bres que la utilidad. Por ellos, muy solícitos corporal; reprendió que, olvidando la inte
de la limpieza exterior y poco de la interior, rior, pensaran que bastaba la exterior. Des
se designan los hipócritas y simuladores, pués lo prueba: “Porque Dios dijo: Honra a
que acusan a otros de cosas leves, cuando tu padre y a tu madre; y el que maldiga al
ellos están infectados de cosas más graves; padre o a la madre, muera sin remedio” (Mt
ven la mota en el ojo del otro y no ven la vi- 15,3). Les honra dándoles lo necesario y con
ga en el propio. Semejantes a ellos son mu- respeto, pues el honor no bastaría sin lo ne
chos que quieren tener lo exterior muy her- cesario. El Señor, mirando por la debilidad
moso, y lo interior podrido. y pobreza de los padres, ordenó esto por
Los discípulos, instruidos por el Señor Moisés. ¡Ay de los que desprecian a los pa
sobre lo propio de la virtud, comían sin la dres débiles o pobres, y les privan del respe
varse las manos, porque entendían que no to y de la ayuda en lo necesario!
pertenecía a la verdad de la vida. Dice el Pues los codiciosos fariseos desvirtuan
varse
Crisóstomo:
las manos,
“Losporque
discípulos
despreciaban
comían sin
lo su
la- do esta ley por su falsa doctrina, y poniendo
la impiedad con nombre de piedad, enseña
perficial, atendiendo sólo a lo necesario; no ban a los hijos que, mejor que para los pa
tenían por ley el lavarse o no lavarse, sino dres, era ofrecer los bienes para el servicio
hacer lo uno o lo otro, como fuera oportu de Dios. Se seguía que los hijos podían ne
no. Si tenían en poco la comida, ¿cómo iban gar las cosas necesarias a sus padres, y que
a preocuparse de esto?” Y, como esta tradi ofrecieran más riquezas al templo; así los
ción de lavar las manos no era contraria a la padres se hacían más pobres, y la ofrenda de
ley, el Señor les presenta otra tradición con los hijos con el pretexto de religión cedía en
traria a la ley; y remachando un clavo con ganancia de los sacerdotes. Los fariseos ins
otro, les dice que ellos faltan transgredien truían a los hijos lo que podían responder a
do el mandamiento de Dios por el mandato los padres pobres. Pero esto es lo que les di
humano; cosa que no debe hacerse, pues, se ce el Señor:
gún san Bernardo, no agrada a Dios nada de “Pero vosotros decís: El que diga a su
cuanto le ofrezcas, si descuidas lo que te do padre o a su madre: Lo que de mí podrías
mina ti. recibir como ayuda es ofrenda292, ése no
tendrá que honrar a su padre y a su madre”.
Les instruís según vuestra tradición, falsean
2. Malas tradiciones contrarias a la ley
do el mandamiento de Dios para ganancia
“Él les respondió: Y vosotros, ¿por qué vuestra. Decís: lo que el padre o la madre
traspasáis el mandamiento de Dios por indigentes me pidan de lo mío, ofrecido co
la
vuestra
glosa:tradición?”
Si vosotrosEs
despreciáis
como si dijera,
los manda-
según alma,
mo ofrenda
más que si teque
a Dios, lo sirva
diera,para
queti,entonces
para tu

mientos de Dios por tradiciones humanas, serviría solo a tu cuerpo; o, si se lee como
¿por qué acusáis a mis discípulos, que dejan interrogación: Lo que he ofrecido a Dios¿te
los mandatos humanos por cumplir los de aprovechará a ti? Como si dijera: Lo que he

292 “Los bienes así dedicados han adquirido carácter ‘sagrado’… Este voto, que por lo demás era ficticio y no

suponía ninguna donación verdadera, era un medio odioso de librarse de un deber sagrado. Los rabinos, aun re
conociendo su carácter inmoral, consideraban válido semejante voto” (BJ 1410).
736 PRIMERA PARTE

dedicado
tuyos y que
a Dios
te sirva
¿quieres
a ti? Deaplicarlo
ningún modo,
a usos Isaías de vosotros, cuando dijo: Este pueblo
me honra con los labios, pero su corazón es
harías un sacrilegio, recibiéndolo. tá lejos de mí”; porque mostraban santidad
que
incurrir
pasar
Así
unaenvida
temieran
lo decían
crimen
recibir
pobre
losdehijos
antes
lo
sacrilegio;
entregado
aque
los padres,
comer
preferirían
a Dios
de
para
loe en las palabras y en el trato exterior, pero
estaban corrompidos con mala intención.
Esto se puede decir de los que enseñan bien,
y viven mal; porque eso es honrar a Dios
sagrado. El sentido es: Todo el que dice, con los labios y no con el corazón. Por tanto
etc., puede decirlo, cumple el mandamien “en vano me rinden culto, ya que enseñan
to divino y la ley, etc.; todo ello es falso, doctrinas que son preceptos de hombres”
pues según la verdad quebranta el manda (Mt 15,9), en vano, sin fruto; la medicina
miento. que no sana es en vano, así el culto divino
Dice, pues: “ése no tendrá que honrar a que no da la felicidad. Enseñan doctrinas
su padre y a su madre”, quitándoles lo que humanas y con ellas a traspasar el manda
les
anulado
vir
el
dición”.
Señor:
era
a vuestra
debido
la
No
dejáis
Palabra
seavaricia.
por
honra
de vuestra
lado
deaDios
Eslos
elcomo
causa;
mandamiento
padres,
por vuestra
si“así
les
para
habéis
dijera
tra-
ser-
de miento de Dios, por avaricia y ganancia.
Respondiendo así a los soberbios y su
persticiosos escribas y fariseos, que parecían
haber dicho lo anterior contra los discípu
los, el Señor se vuelve a la multitud humil
la piedad por la codicia de la impiedad. Pe de y sencilla, queriendo retraerles de la doc
ro no abuses de este texto, como hacen mu trina de los fariseos: “Luego llamó a la
chos, sacando sin medida para tus padres de gente y les dijo: Oíd y entended. No es lo
las cosas de la Iglesia y de los pobres. que entra en la boca lo que contamina al
Para entenderlo mejor hay que conside hombre; sino lo que sale de la boca, eso es
rar que el padre está obligado a proveer por lo que contamina al hombre”.
sí a los hijos; porque es causa de ellos, por Oíd con los oídos, más con los de la
su parte, y les debe el alimento y la educa mente; oíd la voz, entended la virtud. El
ción. El hijo está obligado a proveer a los alimento corporal que entra en el cuerpo no
padres de lo necesario, si lo necesitan y él contamina al hombre espiritualmente, ante
puede hacerlo. Por eso, si el padre cae en Dios (si no en cuanto se aficiona mal a la
necesidad, los bienes de los que el hijo pue comida por el placer; o si le está prohibido
de servirle, le son debidos al padre. Y de lo por otras razones); porque no entra en su
ajeno nadie puede hacer sacrificio a Dios. corazón, que es la causa de toda impureza
Así no es lícito ofrecer esas cosas, porque es espiritual. Por tanto, la suciedad corporal
traspasar el mandamiento de honrar a los
no mancha el espíritu; no hay que preocu
padres; pero, si el hijo ha hecho voto de sus parse de comer el alimento con las manos
bienes antes de que los padres estuvieran en lavadas o no. Pero lo que procede de la bo
necesidad, no sería lícito proveerles con
ca, de la raíz interior de la voluntad, esto
ellos.
contamina al hombre; como las palabras de
mal pensamiento, significativas de la mal
3. Condena la hipocresía de los fariseos
dad,Después,
les dice: acusándoles
“¡Hipócritas!deBien
fingir
profetizó
santi- dad interior; en el alimento en sí no hay
culpa; sino en lo que procede del corazón y
del cuerpo; y por eso hay que guardar la
88. LAS TRADICIONES, Y EL MANDAMIENTO DE DIOS 737

misma
suficiente
dir la divina,
boca
la con
como el humana,
custodia
diligencia.
profeta:
Y ya
“Pon,
hayque
que es
Señor,
nope- guían a ciegos en el gobierno de los otros;
con su error los ciegan y los llevan a la rui
na. “Y si un ciego guía a otro ciego, los dos
en mi boca
puerta de mis
unlabios,
centinela,
etc.” un
(Salvigilante
141,3). a la caen en le hoyo” (Mt 15,14). Así sucede con
el prelado y el inferior, como la inclinación
de la línea procede de la inclinación de la
4. Si un ciego guía a otro ciego regla.
Dice san Gregorio: “Cuando el pastor
“Entonces se acercan los discípulos y le
camina por lo abrupto de los vicios, en con
dicen: ¿Sabes que los fariseos se han escan
secuencia guía al rebaño al precipicio”. Di
dalizado al oír tu palabra?” Los fariseos po
ce san Bernardo: “Es una cosa ridícula, más,
nían mucha religión en los alimentos; la pa
peligrosa, un observador ciego, un doctor
labra de Jesús vacía de sentido su distinción
ignorante, un precursor cojo, un prelado
de alimentos, tradición de los mayores; por
negligente, un pregonero mudo. Pero, ay,
eso los fariseos se escandalizan y se enojan.
porque como los cojos quieren ir delante,
No es un escándalo activo ni de palabra ni
así los fatuos quieren presidir”.
de obra; sino pasivo; se escandalizan ellos al
oír la palabra de la verdad, piedad y equi
5. Los pecados nacen en el corazón
dad; porque la luz es odiosa a los ojos enfer
has
de
mos.
lizado.
dejar
escandalizado,
Por
Por
laeso
verdad
eselosescándalo
discípulos
de
sinolaellos
vida,
deno
se
otros,
lahan notú
dicen:
justicia
escanda-
seylos
ha
la Luego, como se lo exigía Pedro, les expli
có a los discípulos la parábola. “Porque todo
lo que entra en la boca pasa al vientre y luego
se echa al excusado”, una parte, como super
doctrina;
candalizado.
porque la maldad procede del es- fluo que se evacua; otra, como necesaria, se
retiene, y ninguna de las dos contamina al
de
ja
do
respondió:
que
la
mi
Dice
verdad,
Padre
abandonar
san
Toda
celestial
Gregorio:
es más
planta
la recto
verdad”.
seráque
“Si
arrancada
permitir
surge
noEl
haya
Señor
escándalo
que
de
planta-
raíz”.
sur-
“les hombre espiritualmente. Y este modo de ha
blar es frecuente en la Escritura, como en Mi
queas: “Todos acechan a la sangre” (Mi 7,2),
muchos de entre todos; y textos parecidos.
“En cambio lo que procede de la boca
La
está lami
doctrina
plantó
za de
planta
de acuerdo
carne,
inventada
de
Padre,
las
será
con ellade
tradiciones
sino
arrancada,
por
laque
ley hombre,
humanas,
acogió
Dios;
con loslasi
quetibie-
no
toda
no
la viene de dentro del corazón, y eso es lo que
contamina al hombre”. Lo que nace de la
boca, de la impureza del corazón, como el
humo del fuego, el mal olor de la letrina,
plantan,
probación;
deldefundamento,
los fieles, por
Cristo,
la separación;
porque
la re-
la eso contamina por el mal pensamiento de la
maldad, a la vez y más, por el lenguaje sór
dido, que significa el mal pensamiento,
de la porque
ción, tierra denolostiene
vivientes,
fundamento
por lafirme
priva- concebido en la mente. Pues de los malos
raíz. y pensamientos provienen las malas palabras,
gos”;
y evitad
del “Dejadlos:
verdadero
dejadlos
su doctrina;
irson
entendimiento
al precipicio
ciegos
son ciegos
quedeguían
de
que
su la
condena
carecen
a cie-y
ley, y los hechos malos; la culpa está principal
mente en el acto interior, de esa culpa son
testimonio las cosas que aparecen fuera.
Añade: “Porque del corazón salen las
intenciones malas, asesinatos, adulterios,
738 PRIMERA PARTE

fornicaciones, robos, falsos testimonios, in la mala voluntad contra Cristo y sus discí
jurias” (Mt 15,19). Del corazón en que se pulos, los contamina a ellos.
asienta el alma y el libre arbitrio, nacen los El comer con las manos sin lavar, y simi
malos pensamientos, las malas intenciones, lares trasgresiones de las tradiciones supersti
los actos malos y las malas palabras; y la ciosas no manchan al hombre con impureza
culpa está principalmente en el acto inte espiritual, ni le hacen impuro. Es como si di
rior, testimonio del cual son las cosas que jera: si ningún alimento contamina espiri
aparecen fuera. Por eso añade luego: Del co tualmente al hombre, mucho menos le con
razón, asiento del alma y del libre arbitrio, taminará comer sin lavarse las manos; así
“salen los pensamientos malos, como prin muestra que lo espiritual no se debe enten
cipios de la maldad; y de los malos pensa der a la letra. Así pues, cuando en la santa
mientos salen luego las palabras y actos, a Escritura se manda la limpieza sin más, se ha
saber: asesinatos, adulterios, fornicaciones, de entender más la espiritual que la material.
robos,
mo dicefalsos
Marcos,
testimonios,
la avaricia,
blasfemias,
que retiene al
y, co Pero, como dice el Crisóstomo: “Vemos a
muchos, que entran a la Iglesia lavándose
go del prójimo; la maldad que nos afecta a manos y rostro, pero que no tienen cuidado
algo malo que no podemos realizar; la im alguno en presentar limpia el alma”.
pureza en pensamientos, palabras, miradas Marcos pone con las manos “comunes”,
en vez de limpias; y “comunica” –hace co
y tactos, y en cualquier otra corrupción de
mente o cuerpo; el ojo malo, el odio y la mún– en vez de contamina, según el hebreo
adulación, pues el que odia tiene la mirada que a lo común lo llama impuro. Los judíos,
envidiosa y mala hacia aquél a quien odia y jactándose de ser de la parte de Dios, lla
el adulador no mira con rectos ojos lo del man comunes a los alimentos que usan to
prójimo, lo lleva a mal; la soberbia en pala dos los hombres; como los prohibía la ley
bras, hechos y señales; y la necedad, cuando los llamaban impuros; lo que es patente pa
sabe el mal y no lo evita; y es necedad, ra todos, como si no fuera de parte de Dios,
cuando no siente rectamente de Dios, pues lo llaman impuro.
se opone a la sabiduría, conocimiento de las
cosas divinas. 6. Los malos pensamientos y su origen
Todas estas cosas malas y semejantes en De lo dicho: Del corazón nacen los ma
gendran en el corazón las trasgresiones de los pensamientos, etc., se deduce que, aun
los mandamientos de Dios; como proceden que a veces el diablo le pone al hombre
de la voluntad corrompida dentro, son las pensamientos del mal, no puede sin embar
que contaminan al hombre, le vuelven im go meterle el mal pensamiento; éste se ha
puro. Porque se le imputa como culpa al ce malo sólo por el consentimiento, que es
hombre lo que existe en su voluntad. Esas tá en el corazón. Por eso, en: “Cuando ya el
cosas proceden de la voluntad interior por diablo había puesto en el corazón a Judas,
la que el hombre es señor de sus actos; la etc.” (Jn 13,2); y en el salmista: “Mensajes
causa de la impureza del hombre es solo la por ángeles malos293” (Sal 78,49), se entien
mala voluntad. Por tanto, las palabras mal de la sugestión, pues de otro modo no pue
ditas de escribas y fariseos, que proceden de de entrar en el alma.

293 Cfr.: “Tropel de mensajeros de desgracias” (BJ); “como mensajeros de calamidades” (BCB).
88. LAS TRADICIONES, Y EL MANDAMIENTO DE DIOS 739

Dice san Jerónimo: “Esta sentencia es cuando os atacan, ocupad firmemente vues
argumento contra los que piensan que el tra mente con algún pensamiento o afec
diablo impone los pensamientos y que no ción útil. Porque nunca se echa fuera un
nacen de la voluntad. El diablo puede ser pensamiento o afección, si no es con otro
que ayude y encienda los pensamientos ma pensamiento o con otra afección que no
los. Pero si siempre, poniendo tropiezos, fa concuerda con ello. Tened esta actitud con
vorece la chispa ligera de nuestros pensa los pensamientos inútiles: que vuestra men
mientos, no por eso debemos pensar que él te desdeñe hasta recordarlos o mirarlos.
sondea también lo oculto del corazón; sino Cuando queráis orar, o atender a otra buena
que, por la actitud y gestos del cuerpo pue meditación, si os importunan los pensa
de estimar qué pensamos dentro. Si, por mientos que no debéis recibir, nunca que
ejemplo, ve que miramos con frecuencia a ráis por su importunidad dejar el bien que
una mujer hermosa, entiende que el cora habéis comenzado. Que el diablo, su insti
zón ha sido herido por el dardo de amor”. gador, no se goce de que queréis dejarlo; si
Dice san Agustín: “Estamos ciertos de que no vencedlos con el desprecio como os he
el diablo no ve los pensamientos internos dicho. No penéis por sus ataques, mientras,
del alma; sabemos que por los movimientos despreciándolos, no les ofrecéis ningún con
del cuerpo y los afectos del alma los deduce, sentimiento; que con ocasión de la tristeza
por ese experimento. Los secretos del cora no vuelvan de nuevo a la memoria o resuci
zón sólo los conoce aquél de quien se dice: ten su importunidad.
“Solo tú conoces le corazón de todos los hi “Porque la mente del hombre tiene esta
jos de los hombres (2Cr 6,30)”. costumbre: lo que le deleita o contrista
El demonio suele, antes de venir él, en vuelve a la memoria más que lo que decide
viar un anunciador de su venida, el pensa descuidar. Así debe comportarse la persona
miento del mal; si el que lo recibe lo ali afanosa en el buen propósito, en cualquier
menta en su corazón, el diablo ya ha movimiento indecente en el cuerpo o en el
preparado su mansión. Y aunque el diablo a alma, como el estímulo de la carne, la ira, la
veces ayude y sea ocasión de malos pensa envidia, o la vanagloria. Se extinguen con
mientos, no lo es de todos, porque a veces más facilidad, cuando no nos dignamos sen
proceden sólo de nosotros. Dice san Agus tirlos, ni pensar en ellos, o hacer nada que
tín: “No todos los pensamientos malos los quieran persuadirnos. No temáis que se os
excita en nosotros el instinto del diablo, si culpen estos movimientos como pecados, si
no que algunas veces emergen por movi vuestra voluntad no se les asocia; pues está
miento de nuestro arbitrio; en cambio, los escrito: “Ninguna condenación pesa ya so
pensamientos buenos son siempre de Dios”. bre los que están en Cristo Jesús, que no an
dan según la carne” (Rm 8,1). Andar según
7. Cómo resistir a los malos pensamientos la carne es estar de acuerdo con la voluntad
San Anselmo enseña cómo se ha de re de la carne; carne llama el apóstol todo mo
sistir a los malos pensamientos: “Entended vimiento vicioso en el alma o en el cuerpo:
y retened este pequeño consejo que os doy “La carne tiene tendencias contrarias al es
sobre cómo echar de vosotros toda mala vo píritu, el espíritu contrarias a la carne” (Ga
luntad o mal pensamiento. No luchéis con 5,17) Apagamos fácilmente estas sugestio
los malos pensamientos o mala voluntad; nes, si las aplastamos al principio, según el
740 PRIMERA PARTE

consejo dado; es difícil, cuando ya han me 8. Extraer una instrucción moral


tido la cabeza en la mente”. Esto dice san En sentido moral pone el Señor en este
Anselmo.
evangelio unas cosas para reprensión de los
Dice san Jerónimo: “No llegarás al pe
fariseos, y otras para instrucción de los dis
cado que se comete de obra, si cortas pron cípulos. Reprende a los fariseos por la im
to la cabeza a los incentivos de los vicios; piedad: “¿Por qué traspasáis vosotros?”,
estrellarás los párvulos de Babilonia contra etc.; por fingir: “¡Hipócritas! Bien profetizó
la piedra en que no se hallan huellas de la de vosotros Isaías”, etc.; y por superstición:
serpiente, y en fin prometes a Dios: “Si no “Y llamada la gente”, etc.
me dominan, entonces seré irreprochable” En lo primero denuncia a los tiranos
(Sal 19,14). que hacen malas leyes; en lo segundo, a los
Para evitar los malos pensamientos vale falsos hermanos que simulan de fuera lo
mucho tener el corazón unido con Dios; él que no son dentro; en lo tercero, a los here
mismo requiere esto de nosotros. Dice Hu jes, que prohiben a los hombres los alimen
go de san Víctor: “No hay nada más subli tos que Dios creó, y no se abstienen de fal
me, más noble, más semejante a Dios que el sas doctrinas con las que se corrompen a sí
corazón humano, en toda criatura que se mismos y a otros.
ocupa bajo el cielo en vanidades humanas; Hablando a los discípulos da tres ins
por eso no te pide nada sino tu corazón. En trucciones: una, para destruir la gula: “Todo
general, en toda tentación el remedio salu lo que entre en la boca”, etc.; otra, para re
dable es adherirse a Dios”. Por eso dice san frenar la boca: “Todo cuanto procede de la
Agustín: “Si me adhiero a ti, Dios mío, me boca”, etc.; la tercera, para la obediencia del
descargo de mí, y nunca tendré ya trabajo y corazón: “Del corazón del hombre salen las
dolor”. intenciones malas, los homicidios”, etc.

Oración

Señor Jesucristo, dame observar sin falta los mandamientos de Dios de forma que los
prefiera a todas las cosas; y que, en cualquiera ocasión, no me aparte de ellos.
Dame también resistir a la gula en cuanto entra por la boca del cuerpo, atender más
a la pureza interior del corazón, y custodiar con diligencia la boca del corazón y la del
cuerpo.
Y por que no basta la guarda humana, si no está al lado la divina, te pido suplicante,
Señor: pon centinela a esa mi boca, para que no entre ni salga de ella nada que pueda man
charme espiritualmente en el alma ante ti. Amén.
89. LA MUJER CANANEA Y SU HIJA 741

89. LA MUJER CANANEA Y SU HIJA


Mateo 15,21-28

1. Se
Dejando
acercapor
a Jesús
su ingratitud
una mujera loscananea
escribas bió cuando venía. Esto se significa en la lle
gada de los Magos, que fueron recibidos co
mo primitas de los gentiles.
y fariseos que le calumnian, “Jesús, se retiró
hacia el distrito de Tiro y Sidón”, para curar
ciudades de cananeos y gentiles, situadas en 2. La fe y confesión de esta mujer
y ayudar a los gentiles. Tiro y Sidón eran
Sin duda que ella había oído la fama y
la
bano,
pudieron
tierra
junto
deexpulsar
laalpromesa,
mar;y exterminar
loscerca
hijosdel
dedel
monte
Israel
todoLí-
noa obras reveladoras de Jesús; y creía firme
mente que podía salvar a su hija. Por eso,
“gritaba diciendo: ¡Ten piedad de mí, Se
los gentiles de la tierra prometida. ñor, hijo de David!” Ten piedad de mi, que
entrar
salido elesto,
“Ende Señor
aquel
unaen
territorio”
mujer
una casa
cananea,
(Mt
para15,21).
que había
Al soy miserable; el afecto vehemente hace su
yo el mal ajeno, el de su hija; así debe ha
descansar cerlo cualquier superior con sus inferiores.
na
del
nanea
no
camino,
educada
de nacimiento,
se por
acercó
la leyélyuna
asirofenicia
los profetas.
mujer
de linaje;
paga-
Ca- Le llama Señor, por su naturaleza divina;
hijo de David, por la humana; pero junto,
Señor, hijo de David, por la persona unida
como
ria
descendía
de la
y Fenicia,
provincia,
los cananeos
de ellos.
se Fenicia
latuvieron
Siria
llamaessirofenicia,
nombre
nombre
un tiempogeneral
depues
auna
Si- en dos naturalezas.
Como si dijera: Por la naturaleza divina
tienes el poder, porque eres poderoso. Se
ñor; por la humana tienes voluntad, porque
franja estrecha situada en aquella provincia. tienes la mansedumbre de David; por la
jer,
pecadores,
Salió
dades,
ocasiones;
les,
confines
aparta
de
causas
conversión.
sus
donde
saliendo
dede
pecados, en
alejándose
aquel
de
pecar.
los
la
fue
significa
No
ellos,
mujer
de
confines
territorio,
lesu
silos
basta
que
territorio,
de
seguía
no
elconfines
alma
de
pecados
sale
son
alno
los
hombre
a también
pecadora
Jesús.
las
sólo
pecados
de
deocasiones
yde
gentiles
los
Esta
apartarse
evitando
las
genti-
que
de
por
mu-
ciu-
los
se
lay unión tienes el encargo, pues Dios se ha he
cho hijo de David para salvarnos. Le llama
hijo de David, porque había oído que el
Mesías, Cristo, prometido a los judíos des
cendía del linaje de David. Se ve la gran fe
de la cananea, pues confiesa a Jesús verda
dero Dios y verdadero hombre; le cree Dios,
cuando le llama Señor; le cree hombre, al
decirle hijo de David. No pide nada por su
mérito; suplica sólo la misericordia de Dios:
cuando
de
dar
gentiles
aserlalos
recibidos
Dice
entrada
mujer
pecados
dijo
asan es
predicar,
exteriormente,
aarriba
Agustín:
sisus
venían; No
y elsino
sugestiones”.
destruir
elprohibía
Señor:
“Salir
sus
Señor
deinvitarse,
causas,
Notad,
que
vayáis
los
nola
límites
invitó
reci-
ayque
los
no Ten piedad de mí, etc. No alego méritos,
no pido juicio, no olvido el defecto; suplico
el beneficio, por eso: Ten piedad de mí.
Dice el Crisóstomo: “Ten piedad de mí,
Señor, hijo de David. ¡Confesión admirable!
La mujer se hace evangelista, anunciando la
divinidad y benevolencia del Señor; confie
sa su señorío y su Encarnación: Ten piedad
742 PRIMERA PARTE

de mí. Mira la filosofía de la mujer: Ten cusables. Habla de su misión a predicar en


piedad de mí. No dice: tengo conciencia de su propia persona, pues fue enviado a los ju
tus buenas obras, confianza en tu buena vi díos en primer lugar, personalmente; luego,
da. Me refugio en tu piedad, donde cesa el por los apóstoles, también a las gentes. Co
juicio; huyo a la misericordia, donde está la mo apóstol enviado a los judíos, por sí mis
salud inefable: Ten piedad de mí. Breve ex mo sólo predicó e hizo milagros para ellos;
presión, pero contiene un océano inmenso en algún caso, por causa especial, también a
de benignidad; donde se pide la misericor otros, para mostrar que la Iglesia se funda
dia, se comprenden todos los bienes”. ba en la fe de los gentiles; como se ve aquí,
Y, para moverle más a la compasión, le y más arriba, cuando Cristo predicó a los sa
cuenta todo su dolor: “Mi hija está endemo maritanos que le recibieron con fe. Después
niada de mala manera”. No es una esclava, de la muerte de Cristo, la fe se predicó pú
o una extraña, sino mi hija, lo que es más blicamente a los gentiles.
grave. Sufre por un demonio no por un do
lor, sino el más peligroso. Muestra así las 4. Humildad de la mujer cananea
llagas al médico y la magnitud y cualidad
“Ella, no obstante, vino a postrarse ante
de la enfermedad que aqueja a su hija. él y le dijo: ¡Señor, socórreme!” La misera
ble sigue a la misericordia; rechazada no se
3. Jesús calla, para probar su constancia
avergüenza, sino que grita importunamen
“Pero él no le respondió palabra”; no te, adora al Salvador; pide que la ayuden,
porque le molestara, sino para probar su tomando por propia la enfermedad de su
constancia, para que se manifestara su fe hija, y su salud. Es como si dijera: Si hasta
por su perseverancia en la súplica, y por una ahora no he sido oveja de Dios, ahora quie
devoción más digna. En ese silencio Cristo, ro serlo, te adoro como oveja a su pastor;
según san Agustín, salió de casa con sus Señor, ayuda a tu oveja débil y enferma.
discípulos; pero la mujer los seguía por el “Él respondió: No está ben tomar el pan
camino, insistía y perseveraba gritando de ría
de los
contra
hijoselyorden
echárselo
jurídico
a losyperritos294”; se
natural quitar
tal forma que “sus discípulos se acercaron a
rogarle, diciendo: Concédeselo, que viene el pan, la palabra de Dios y la salvación, a
gritando detrás de nosotros”. Sigues sin oír los hijos, los judíos, a quienes se prometió
la, y nos persigue por la angustia que tiene. como a hijos espirituales por el culto al úni
Hazle lo que pide y que se retire; se movían co Dios, y dárselo a los perros, los paganos
a esto, viendo su fe y devoción. (antes de su conversión se les llamaba pe
“Respondió así: No he sido enviado más rros, por su idolatría y crueldad contra los
que a las ovejas perdidas de la casa de Is santos).
rael”, los judíos, que se apartaron de Dios “Pero ella respondió: Sí, Señor; pero
por falta de fe; vino primero a ellos, porque también los perrillos comen de las migajas
les fue prometido. Evita así el escándalo de que caen de la mesa de sus amos”. Mira la
los judíos en cuanto puede, y los hace inex humildad de esta mujer, se hace tanto ma

294 “Jesús debe dedicarse a la salvación de los judíos, ‘hijos’ de Dios y de las promesas”, antes que de los pa

ganos, para los judíos eran ‘perros’. El carácter irracional de esta imagen, y la forma diminutiva empleada, atenú
an en labios de Jesús lo que el epíteto podía tener de despectivo” (BJ, 1411).
89. LA MUJER CANANEA Y SU HIJA 743

yor
triple:
cuanto
no lamayor
llamó fue
hija,lani
reprensión,
digna del que
pan,fue tero, con los hijos a la mesa del padre; sino
no
do,más
y siguió:
bien perro.
Sí, Señor.
Pero ella
Dices
lo concedió
una verdad,
to-
si- migas y restos bajo su mesa con los perros
pequeños. Viene a decir: confiando en tu
misericordia, no en mi dignidad, pido esta
me llamas
serlo tuyo;perro,
cuídame
porque
comolo asoy;
perro
pero
tuyo,
quiero
no gracia. Que se observe en mí esta semejanza
del pan y el perro; y si no merezco que me
res
una
ré me
puedo
noenseguida.
no
puerta,
echan
dejar
eches la
vuelven
de
a los
mesa me
ti;perros;
side
pormi
echas
otra.
ySeñor.
si los
Si echan
de soy
Los
ti, volve-
seño-
perro
por des un pan entero, dame al menos una mi
ga, sanando a mi hija, que será como una
miga entre los milagros que has hecho.
Dice el Crisóstomo: “Mira la paciencia
y humildad de la mujer; Dios llama hijos a
de las
amos”.
“Porque
migajas
Quiere
también
que
decir:
caen
Señor,
losdecachorros
las
nomesas
te pido
comen
depan,
sus los judíos, ella señores; no le dolieron ala
banzas de los enemigos, ni le molestó su
ofensa, sino que se humilló más. Porque
sino
pequeña.
miga;Los
lo que
amospido
suelen
es para
dar ti
a los
como
perros
migay Dios llamó perros a los gentiles, y ésta pe
rrillos; él dijo pan, ésta mesa”.
a sus cachorros al menos las migas, dame a Y san Jerónimo: “¡Admirable, en la per
de

hija.
so; Cristo
por
esta
O tanto,
también,
miga
y la no
mujer;
quese
Señor,
pido,
contradicen
la palabra
está
la curación
biende
las
enCristo
palabras
este
de ca-
mi
es sona de la mujer cananea, la fe de la Iglesia,
la paciencia, la humildad! La fe, con que cre
yó que podía sanar a su hija; la paciencia, con
que despreciada persevera; la humildad, con
que, según
bien, siendolaCristo y en general,
reglaapóstol de los judíos;
no estáy que se compara no con perros, sino con perri
llos. Sé bien, dice, que no merezco el pan de
la palabra de la mujer, en el caso concreto, los hijos, ni sentarme a la mesa con el padre;
es por la devoción de quien lo pedía y para pero me contento con las migas de los cacho
los
mostrar
gentiles:
la fundación
Porque también
futura delos
la cachorros,
Iglesia de rros, para que por la humildad de las migas
llegue a la grandeza del pan entero”.
etc.
Quiere decir: Si los cachorros reciben 5. Tres peticiones, tres dones de la gracia
pequeñas
mento concedido
cosas, lasamigas
los hijos,
que caen
también
del ali-
los Advierte la triple petición de la mujer.
En la primera pide ser liberada: “Ten pie
entender
ganos
gentiles
módica impuros
de
deben
así:lostambién
bienes
yrecibir
míseros,
los
de
al cachorros,
menos
Cristo.
deben una
comer
Se los
puede
parte
pa-
de dad de mí, Señor, hijo de David”; en la se
gunda, ser ayudada: “Señor, ayúdame”; en
la tercera, ser saciada: “También los perri
llos comen”, etc. En la primera se confiesa
puesto
las sus
de migas,
amos,
la mesa
de losderestos
judíos,
la Escritura
que
paracaen
quienes
y los
de la se
cubier
mesa
ha miserable, y dice: Ten misericordia. En la
segunda, enferma; y pide: Ayúdame; en la
tercera, mendiga y añade: Porque los perros
ción.
tos
milagros
liberalidad.
nos,ysanando
Debemos
viandas
como
Si
aymi
que
ano
cuanto
los
hija. se
quieres
tener
judíos,
Noalguna
refiere
pido
hacernos
haz uno
miga
un
a lapan
al
varios
salva-
deme-
en-
tu pequeños, etc. es decir, si me excluyes de la
mesa, no me excluyas de las migas.
El orden es: el hombre se hace misera
ble por el pecado, incapaz de levantarse;
mendigo para mejorarse. Las peticiones si
744 PRIMERA PARTE

la
guen
primera
el orden
la gracia
de los del
efectos
perdón,
de lapor
gracia.
la gra-
En Luego: “Despidió a la mujer cananea
llena de un gran don. Mostró que Dios pue
cia
de
la
ra,acción,
la
la
santificante;
consumación.
gracia
pordelalagracia
enconsolación,
la segunda,
actuante;por
laengracia
la
la gracia
terce-
de de darnos aun cosas no preparadas para no
sotros, si se le pide con fuerza. No es bueno
quitar el pan de los hijos y darlo a los pe
rros; pero se lo dio, porque se lo exigió con
fuerza. A los judíos de aquella región les
6. Jesús
Comooye
se aportó
la mujer
con ytanta a su hija
sana prudencia, mostró que a los perezosos no les da ni lo
que preparado para ellos. Al fin no recibie
mereció oír la respuesta benigna: “Jesús le ron nada, perdieron lo propio. Como no
respondió: ¡Mujer, grande es tu fe! Que te buscaron, no recibieron ni lo suyo; en cam
suceda como quieres”. La prudencia con bio, ella que insistió pidiendo, recibió lo
que actuó
vor. Era patente
la mujer
por
mereció
las palabras
respuesta
y gestos;
de fa- propio de los hijos. ¡Tan gran bien es la fe
confiada y la petición perseverante!”
no se retrasó en pedir, callando, ni después De nuevo: “Tú, por tu parte, atiende
por la respuesta negativa, ni por la injuria. cómo, vencidos y sin conseguirlo los após
Ya no te he llamado perro, sino mujer cre toles, ella lo consiguió; ¡qué cosa tan gran
yente; porque es tan grande tu fe que me ha de es la insistencia en la oración! Pues el Se
vencido y superado; por eso, que te suceda ñor quiere que nosotros roguemos por
como quieres. nuestras ofensas más que otros le rueguen
en su
Decir
ferviente
en Dios
petición,
es hacer.
perseveró
Ella no se
y se
enfrió
hu por nosotros”. Esto dice Crisóstomo.

milló; así la piedad divina no se contuvo, 7. Sidón y su capilla


pues siempre mira la oración de los humil A dos leguas de Sarepta está la ciudad
des, no desprecia sus peticiones. Por su gran de Sidón, ante cuya puerta se halla una ca
fe alcanzó lo que pidió; y más de lo pedido. pilla, donde el Señor habló a la cananea, y
Pidió la salud del cuerpo de su hija; y no só después sanó a su hija en el camino que lle
lo la obtuvo, sino también recibió para sí la va a Cesarea de Filipo y a Iturea.
justificación de la mente y la plena conver
sión. Muchas veces por la fe grande del que 8. La cananea y la Iglesia de entre los
lo pide, Dios le concede más de lo que pide. gentiles
Dice el Crisóstomo: “¡Mujer, grande es
tu fe!, no has visto al muerto resucitado, ni La fe de la madre cooperó para la hija,
despreciada
que
profetas,
to
plado
es
al leproso
grande,
dividirse
nada en
perseveraste
nisanado
lahas
de
por
gracia
todo
dos
meditado
mí,
pidiendo;
y limpio,
el
se
esto.
ymar,
derrama
no Además
la
teni
así
no
ley,
retiraste,
has
has
porque
copiosa.
nooído
contem-
has
hastu
asino
sido
vis-
los
“Y
fe así la fe de la Iglesia lo hace con los párvu
los que se bautizan en su fe. Tenemos aquí,
según san Remigio, ejemplo para catequi
zar y bautizar a los niños: que los fieles pro
metan la fe a Dios por sus pequeños. Por la
fe de la mujer fue sanada su hija, así por la
fe de los católicos se quitan los pecados a los
sanó
palabra”.
dre asulahija
casa,ensino
esa hora”,
cuandonoelalSeñor
llegar dijo
la ma-
la niños. Por la fe de la Iglesia, y por la confe
sión y respuesta de los oferentes en el Bau
tismo son liberados del demonio los niños
89. LA MUJER CANANEA Y SU HIJA 745

queoaún
no malo.no pueden saber ni hacer nada bue- gas: No tengo ninguna hija poseída del de
ga
judíos
salió
apartó
gión
dejando
también
de
dede
yTiro
sus
escribas
pasaría
lospor
yconfines;
antiguos
Sidón
su
aylos
hija,
fariseos,
señala
errores
gentiles.
y por
la que
santa
llegue
su
y vicios.
dejaría
pueblo
Esta
Iglesia
a mujer
laRue-
aaún
re-
los
se monio. Sea; pero tienes el alma llena de pe
gio,
sia, En
reunida
estaalegoría,
mujer
entrecananea
según
los gentiles.
elfigura
mismoQue
la santa
sanel Remi-
Señor,
Igle- cados. Di también tú: Ten piedad de mí,
Señor, porque mi alma está maltratada por
el demonio; porque gran demonio es el pe
cado”. El alma, atormentada, cuando no se
siente el mal; peor, cuando se desahucia; y
peor aún, cuando se desprecia al médico.
Según san Teófilo, cuando uno de no
sotros peca, su alma es una mujer pecadora,
frágil, enferma; y su hija, la mala acción, es
no
berados
creyente,
de los
para
engaños
que también
del diablo.
ellos sean li- tá poseída por el demonio; los actos malos
Señor
Si adifiere
la primera
dar lapetición
salud del
dealma,
la Iglesia,
no hayel son de los demonios. Siendo nosotros peca
dores, somos llamados pequeños perros su
cios; no somos dignos de recibir el pan de
razón
ción,
naneo,
que
sistir
y a los
desesperar
para
más
segentil,
santos,
llama
en
quelas
perro
grande
se
ynipeticiones
así
siga
cesar
eseimpuro
el
ade
perfeccionará
laefecto,
pedir:
fey de
recurrir
que
la
por
hay
sea.
Iglesia
más
que
la
aYDios
ora-
con
in-
ca-
de Dios, de hacernos partícipes de sus miste
rios inmaculados. Pero, si reconocemos con
humildad que somos perros pequeños, si
confesamos humildes nuestros pecados, en
tonces se sana la hija, porque se borra la
obra perversa.
los gentiles, porque sin ser nutridos por la
apóstoles,
ley,merecieron
así ni instruidos
al oírla
alcanzar
de
porsulala
boca
predicación
salvación.
obedecieron;
de losy 10. Otro sentido de la cananea. Exhor
tación a imitarla
Por la mujer cananea también se puede
entender, según san Agustín, la razón supe
9. Moralmente: la hija, un alma man
rior, que se ocupa de ver y consultar las leyes
chada
eternas; por el demonio hay que entender la
ciencia
monio
ga
conciencia
uno
tada
jezala
la Moralmente,
tiene
de
por
madre
dentro
algún
de
ellacualquiera,
demonio.
manchada.
conciencia
vicio,
Iglesia; el
de la Iglesia;
tiene
hija el
Siyenajenada
Así
manchada
alguien
esa Rábano
la
hombre
por
hija
alma,
manchó
lapor
con
atormen-
cual
dice:
la
por
el
lacon-
rue-
con
de-
ba-
su
Si misma sensualidad, significada también por
la serpiente. Es atormentada la hija de la mu
jer cananea, cuando la razón inferior es empu
jada por la sensualidad al consentimiento en
un pecado mortal; la curación la pide a Dios
su madre, la razón superior; la razón superior
suplica por lo mejor. El Señor difirió oír la
petición de la cananea, para que su fe apare
zo,peste
tienedel
a lapecado
hija agitada
las cosas
porbuenas
las furias
que del
hi- ciera mejor; así también deja a veces que se
prolongue el impulso de la razón inferior por
tercesión
espírituen
refugie impuro.
de
laslos
oraciones
santos,
Por esoy es
busque
lágrimas,
necesario
auxilio”.
enque
la in-
se la sensualidad, para que se aumente el méri
to del que es tentado. Por eso Pablo, que pe
día se le quitara el estímulo de la carne, oye
hombre,
Dice atambién
la mujer el
cananea.
Crisóstomo:
Pero quizá
“Imita,
di- que le dice el Señor: “La virtud se perfecciona
en la debilidad” (2 Co 12,9).
746 PRIMERA PARTE

Imitemos nosotros, también, los hijos me haré más vil todavía y seré humilde a mis
de la Iglesia, a esta mujer, que siendo de los ojos” (2S 6,22). Pidamos con insistencia al
gentiles, creyendo, se hizo madre nuestra en Señor que sane a nuestras hijas, de pecados;
la fe, pues venimos de la gentilidad. Tenga- que libre nuestras almas maltratadas por de
mos fe, creyendo que Dios es trino y uno; monios y vicios. Clamemos humildes y per
cuanto le pidamos justamente, creamos que severantes, diciendo con la cananea: ten pie
podemos alcanzarlo. Tengamos constancia, y dad de mí, Señor, hijo de David; y ayúdame.
si la ordenación divina escucha más tarde Sufre por el demonio el alma que no ce
nuestras preces, unamos preces a preces sa de pecar y sigue en el mal; pero si se con
mientras tanto, hasta que alcancemos lo que vierte de veras y no desespera de la piedad
pedimos. Y si no nos sentimos aptos para al- de Cristo, el piadoso Señor le dirá: Hágase
canzarlo, busquemos la ayuda en las oracio- como quieres. Y quedará sana desde aquella
nes de nuestros hermanos espirituales; si es- hora, porque el pecador en cualquier hora
ta mujer, pidiendo por ella los apóstoles, que se arrepienta y gima y se convierta, vi
mereció lo que pedía, creamos también nos- virá con vida verdadera y no morirá. No
otros que nos ayudan las oraciones comunes desesperes, pues, no dejes de pedirlo, por
más que las propias. que, si, perseverando con un corazón ínte
Tengamos humildad; si piensan los otros gro, puro y fiel te humillas ante tu Dios,
cosas mayores de nosotros, nos juzguemos juzgándote indigno de todo beneficio suyo,
menores, a ejemplo de esta mujer, que, sien- entonces, cierto, cree que obtendrás cual
do comparada por el Señor con los perros, quier cosa que pidas. Como los apóstoles
ella, sintiendo humilde por sí, se igualó a los rogaron por la cananea, así también el ángel
perros pequeños. Esta humildad tenía el que, rogará por ti, procurará tu bien, ofreciendo
despreciado por los hombres, decía: “Bailaré, a Dios tu oración.

Oración

¡Señor Jesús! Te ruego y suplico, ten piedad de mí, ayúdame en mi necesidad, en el su


frimiento de tentaciones y tribulaciones. Señor, si porque soy un perro, y apenas como un
perro ante ti, no soy digno de recibir de ti un pan entero, la grandeza de tus dones, dame
al menos unas migas pequeñas, dame algo de tu gracia.
Sin ella mi alma es maltratada por el demonio; con ella, en cambio, por pequeña que
sea, será liberada del pecado y del demonio.
Estando tu gracia en mi alma, borrará todos los pecados y hará a mi alma hija adopti
va de Dios. Amén.
90. EL SORDOMUDO POSEÍDO POR EL DEMONIO 747

90. EL SORDOMUDO POSEÍDO POR EL DEMONIO


Marcos 7,1-17

1. hombre
Cura a un sordo y mudo, signo del “Y, apartándole de la gente, a solas, le
metió sus dedos en los oídos y con su saliva
le tocó la lengua.” Cristo alguna vez sanó a
“Se marchó de la región de Tiro, y vino
enfermos tocándolos corporalmente, mos
de nuevo por Sidón, al mar de Galilea,
trando así que su humanidad era instru
atravesando la Decápolis. Le presentan un
mento de la divinidad, porque hacía los sig
sordo y tartamudo, y le ruegan imponga la
mano sobre él”. (Mc 8,31-32). Decápolis es nos por medio de la humanidad, pero
el nombre de una región de diez ciudades; principalmente por la divinidad. “Y, levan
se llama así por dos palabras griegas: “dé tando sus ojos al cielo, dio un gemido y di
ka” diez, y “polis”, ciudad. Una parte de jo: Effatá, que significa decir: ¡Ábrete!”.
ella está al otro lado del Jordán, y la otra al Por compasión, miró al cielo, pidiendo el
de acá. Por tanto, el mar de Galilea, que es auxilio de Dios, mostrándose hombre ver
como un lago por el que pasa el río Jordán, dadero. Y dijo: Ábrete, de las ataduras de
mira a los confines de dos partes de esa re oídos y lengua, para que oigas y hables per
gión. Le traen el sordomudo con devoción. fectamente; en lo que se mostró verdadero
No lo era de nacimiento, ni por una enfer Dios, curando con un mandato. Y con las
medad posterior, sino por un demonio que palabras le curó: “Se abrieron sus oídos y, al
le dominaba y que le impedía el oído y el
habla. instante, se soltó la atadura de su lengua y
hablaba correctamente”.
En él ocurrieron tres signos de revela Espiritualmente por el sordo y mudo
ción: volvió a él el oído y el habla, y fue libe se entiende la humanidad, que no había
rado del demonio. Y le pedían que impusie oído los avisos de salvación, y dejaba de
ra la mano sobre él, su mano omnipotente alabar a Dios, por lo que los patriarcas y
queeficaz
le había creado; pues la mano de Cristo profetas suplicaban deseando la Encarna
es para salvar. Sana aquél a quien toca ción de Cristo, para que le imponga las
Jesús, sana aquél a quien toca el Salvador, manos de su piedad, que sana al hombre
porque
buscar enél otro
es lasitio
saludhierbas,
y la vida;
él es
noeltienes
médicoquey por su venida en la carne. La humanidad
había sido herida de pestes varias y de casi
la medicina. Toca y sana; mira, y cura. toda enfermedad. Se ciega, cuando ve lo
Moralmente toda acción de Cristo es que no debe ver; ensordece, cuando oye lo
instrucción
la lección delnuestra.
médico.SiSal quieres
de Tiro,
sanar,
del sigue que no debe oír; engaña su nariz, cuando
do
deleites
Galilea,
tia;
cunstancias
confesión,
por
venlade
emigra
por
contrición,
la
pues
deSidón,
carne
los
por
la pecados.
aconfesión
traducido
las
Tiro
la satisfacción,
obras
se traduce
Ven
satisfactorias:
caza
caza,
al las
mar
angus-
de
por
peca-
cir-
los
de
la huele lo que no debe; enmudece, cuando
habla; se hace manco, cuando tiende la
mano a la manzana prohibida; se encorva,
cuando se alza con soberbia; se hace hidró
pico, cuando codicia; cojo, cuando avanza;
se cubre de lepra, cuando se desviste de
virtudes; le domina el demonio, cuando
por la Decápolis,
damientos; guíen el temor
que tecumpliendo y el amor.
los diez man- apetece la divinidad; muere, cuando atre
vido excusa el pecado.
748 PRIMERA PARTE

2. Explicación del modo de la curación curar la doble enfermedad, como muestra el


efecto que siguió. Alzando la mirada al cie
Aquí se tocan varias cosas sobre la cura
lo, como hombre que va a rogar a Dios, dio
ción de este sordo y tartamudo. Le llevan a
un gemido; luego como poderoso le curó de
Dios las preces de los padres santos. Le to
palabra.
ma Jesús, porque tomó nuestra naturaleza
En fin, los oídos enfermos se abren para
para librar a la humanidad. Le aparta del
oír y la lengua se desata para hablar, cuando
gentío, para enseñarnos a huir la vanagloria
el sordo que no acomoda los oídos del cora
en nuestras acciones. Le mete los dedos en
zón a los mandatos, y el mudo que tiene la
los oídos, para enseñarnos que la divinidad
boca cerrada para las alabanzas divinas, jus
habita en sus miembros; aunque podía sa
tificado por la gracia de Dios hace ambas
narle de palabra. Los dedos que mete en sus
cosas. También se suelta la atadura de la
oídos son los dones del Espíritu Santo, co
lengua, cuando usamos de la lengua para la
mo se dice: “El Dedo de Dios está aquí” (Ex
oración, para la edificación del prójimo, pa
8,19); mete los dedos en los oídos, cuando
ra la confesión del pecado y para la alabanza
abre los del corazón por los dones del Espí
de Dios.
ritu Santo para entender las palabras de la
salvación y da la gracia de obedecer sus
3. Sentido moral del sordo y mudo
mandamientos.
Toca la lengua con la saliva para mos Nos enseña que nos afanemos en acer
trar que todos los miembros de su cuerpo car a Dios a los pecadores, y recemos por
son divinos y santos, hasta la saliva que sol ellos sin cesar. El ruego de los que le llevan
tó la atadura y que se expulsa como algo su significa la intercesión de la Iglesia. Dice
perfluo; en el Señor todo es divino. La sali san Beda: “Es sordo y mudo el que no tiene
va que fluye de la cabeza es señal de la oídos para oír las palabras de Dios ni abre
Sabiduría divina que desata los lazos de los la boca para hablar; los que han aprendido
labios; con ella toca la lengua, y da la sabi a hablar y a oír las palabras divinas, deben
duría para la confesión y predicación de la ofrecerlos al Señor para que se salven”. Y
fe. san Gregorio: “Al que se le han abierto los
La mirada al cielo nos enseña a buscar oídos del corazón para obedecer, también
allí la curación en las enfermedades y todo se le suelta la atadura de la lengua para que
remedio, a levantar al cielo el tesoro de los bienes que ha hecho, diga que deben
nuestro corazón y a enseñarnos a dirigir a hacerlos los demás”. Se añade: “Y hablaba
Dios nuestra intención. El gemido no lo ne correctamente”. Habla correctamente con
cesitaba para pedir algo al Padre, pues él da fesando al Seños y predicando el que, obe
todo a todos junto con el Padre; sino para deciendo, hace antes lo que advierte que se
darnos ejemplo de gemir cuando invocamos debe hacer.
la ayuda de la piedad celeste por nuestros Todo pecador es sordo ante Dios, pues
excesos y errores o los de otros, o por deseo cierra sus oídos para no oír a Dios que le ha
de la patria celestial. bla por la predicación, por la Escritura, por
El mandato de Cristo: Effatá, en hebreo, el instinto interior; pues de esos tres modos
ábrete, en imperativo pasivo, sé abierto; nos habla Dios, y están sordos los que no le
aunque en sentido propio se refiere sólo a oyen. Están mudos los que no responden
los oídos, el Señor entendió por esta palabra con acción de gracias, con debido reconoci
90. EL SORDOMUDO POSEÍDO POR EL DEMONIO 749

miento a Dios que los llama por muchos Se retira al enfermo de la turba, cuando
beneficios. el Señor justificando a un impío, lo separa
De las dos faltas se queja el Señor por de la compañía de los que viven mal, lo lla
Isaías: “Hablé y no oyeron; llamé y no hubo ma y retrae de sus malas costumbres, por
quien respondiera” (Is 50,2). Por tanto, es que, según san Jerónimo, al que merece la
sordo el que no obedece y mudo el que no sanación se le saca siempre de pensamientos
da las debidas gracias a Dios (ni los oídos ni turbulentos, acciones desordenadas y con
la boca abriéndolos para oír y pronunciar las versaciones descompuestas, como de una
palabras de Dios). Pero al tacto de Cristo se turba. Para los penitentes es aviso de abste
quitan ambos impedimentos, porque cuan- nerse de las malas compañías de hombres
do Cristo toca con su gracia el corazón del mundanos. Como no todos los llevados a
hombre, se hace humildemente obediente, Dios por la conversión pueden separarse con
y alaba con gozo a Dios; éste es el que es lle huida corporal, al menos deben hacerlo con
vado y sanado en la provincia en que hay abstracción mental, y huir a la salvación.
diez ciudades que significan el Decálogo. El Salvador mete sus dedos en los oídos
4. Modo de sanar a los pecadores del pecador, cuando Dios le inspira la con
sideración de sus pecados, de forma que los
Cómo curar al pecador de sus defectos vea escritos en su corazón. Al conocimien
por la piedad divina, lo declara el proceso to de la verdad inspirado por el dedo de
de esta sanación, en que concurren varias Dios debe seguirle la confesión, significada
circunstancias:
vador; se ruega elalenfermo
Salvadorespor
llevado al Sal-
su salud; el por el tacto de la lengua. La confesión es
triple: de los pecados, de la fe, y de la ala
Salvador toma al enfermo y lo retira del banza divina.
oídos; el Salvador
gentío;con la saliva toca
metesulos
lengua;
dedosMira al
en sus El Salvador mira al cielo, enseñando al
convertido a elevar los ojos de la intención y
cielo; da un gemido; dice: Effatá; y así, por del deseo al cielo. ¿De qué serviría ser
fin, el enfermo recibe la perfecta salud. Y arrancado de lo terreno, si no se tiene el áni
todas estas cosas, realizadas corporalmente mo levantado al cielo? El Salvador da un
para la sanación de este enfermo, se cum- gemido, para enseñarnos a gemir por la mo
plen espiritualmente en nuestra salvación rada de esta vida presente, diciendo con Da
personal. vid: “¡Ay de mí, que se ha prolongado mi
Para la salvación, el pecador debe ser destierro!295” (Sal 120,5).
llevado al Salvador por varios medios: la Realizadas las siete cosas indicadas, el
predicación; la enfermedad, más si se teme Salvador dijo: Effatá, como dando por esta
que sea de muerte; el ejemplo del que corri- palabra al pecador la plena absolución de
ge su pasado; la liberalidad en limosnas; la culpa y pena; y continúa: “Se abrieron sus
guía de la propia conciencia. Se le ruega al oídos y, al instante, se soltó la atadura de su
Salvador; se pide su salud con oraciones de lengua y hablaba correctamente”. Y así el
los santos; Dios quiere ser rogado, aunque pecador es restituido a la perfecta salud; ya
quiera hacer lo que piden. no le queda sino salir volando.

295
“¡Que desgracia para mí vivir en Mések, morar en las tiendas de Quedar!” (bárbaros; BJ). “Ay de mí, que
vivo como emigrante en Mésec, desterrado en las tiendas de Cadar!” (BCB).
750 PRIMERA PARTE

5. Le ordena no decirlo a nadie ron tres milagros: reparación del oído, y del
habla, y liberación del demonio.
“Jesús mandó que no lo contaran a na
die; pero cuanto más lo prohibía, tanto más
6. La vanagloria ciega el corazón
lo publicaban”. Jesús se lo prohibía para
instrucción, para humillarse, y que, a su Se dice de Cristo: Todo lo hizo bien. No
ejemplo, no se jactaran de una obra buena. basta hacer bienes, sino hacerlos bien. Se
Les
ción;
en las
manda
enseña
virtudes,
no decirlo;
sino enenseña
la cruz
a no
y humilla-
gloriarse hacen bien, cuando se pide la ayuda de
Dios, y se huye la gloria humana. Se nos en
cía,
que
cen
gloria;
debencon
el
lo bien,
reciben
buscar
la
humildad,
humildad
seque
su
deben
añade:
alabanza.
tanto
los alabar
precede
cuanto
que más
hacen
aPero,
los elcomo
publicaban
más
siempre
que
sebien
les
loade-
ha-
los
no
su
la seña a huir de la vanagloria, a rechazar la
jactancia. Si hacemos algo digno de alaban
za, no debemos elevarlo para favor de la
gente, sino guardarlo humildemente. Y es
to se vuelve del revés: se alaba más a los que
be
gloria.
mostrarse
Se muestra
agradecido el beneficiado
así quepor los beneficios
de- esconden sus obras, que a los que con vana
gloria luchan por manifestarlas. Si huyes la
y gloria del mundo, ella te sigue; y si la si
alabar al benefactor, aunque éste no lo bus-
que o quiera. gues, huye de ti.
quemos
cemos
apetecer
bienhechores,
quieran”.
Dicealgún
laen
san
Se
gloria
absoluto
nos
Teófilo:
bien
si de
avisa
loaCristo
recibimos,
alabanzas,
otro;
“Se
también
nos
los
y a que
enseña
alabar
cuando
aunque
quetenemos
publi-
a ha-
los
no Dice san Agustín: “Para el que tiene
virtudes es gran virtud despreciar la gloria;
su desprecio está a la vista de Dios, sin
abrirse al juicio humano. El que desprecia
los juicios de quienes alaban, desprecia
también la temeridad de los que sospechan.
No hay virtud verdadera, sino la que tiende
mandato suyo, viendo que lo publican al fin donde está el bien del hombre, el me
Agustín:
aquellos a“Él
quienes ordenó silencio. Dice san jor de todos”.
que sabe todo antes de que su Dice también el Crisóstomo: “La vana
ceda, sabía
quiso enseñarquea lo
los publicarían
perezosos con
más;cuánto
pero gloria es astuta, y en las cosas más manifies
tas; a los que domina les ciega la mente. Es
se
viados
mayor
les prohibía,
aafán
predicar,
y fervor
nocuando
podían
debenaquellos
proclamar
callar”. a quienes
los en- como una profunda embriaguez, y por eso
esta pasión hace difícilmente reducible a
aquél que ha caído en ella. Ésta arranca del
“Y se maravillaban sobremanera y de cielo el alma de los que domina, los clava en
sordos
cían: Todo lo ha hecho bien; hace oír a los tierra, y no les deja ver la luz verdadera. Esta
y hablar a los mudos” (Mc 7,17). pasión generó la avaricia, la envidia, la acusa
Mandaba que no se publicara, y gritaban: ción, las insidias; arma e irrita a los que no
Todo
do
rar ya le
un
loha
ha
sordo
complacido.
hecho
y mudo,
bien; todo
Aquí
perolofueron
seque
habla
hamuchos
de
queri-
cu- sufrieron ningún mal, contra los que no hi
cieron nada. El que cae en esta enfermedad
no conoce la amistad; no sabe avergonzarse
los sordos, mudos, cojos, y otros enfermos a por nadie; echa de su ánimo el bien, guerrea
guiente;
ble,que
porque,
curó,
perosegún
como
esta curación
san
se verá
Jerónimo,
en
fueelmás
capítulo
concurrie-
admira-
si- contra todos, y vive inestable y sin amigos.
“Vigilemos, queridos, y tomemos el sen
tido de la humildad dada por Dios. Despre
91. DA DE COMER A CUATRO MIL HOMBRES 751

ciemos la gloria de muchos; nada hace tan no busquemos, os ruego, otros inspectores,
risible y deshonroso como esta pasión, nada que no pueden aprovecharnos, pero pueden
tan lleno de confusión. Es una deshonra de- dañarnos. Llamemos alabador a aquél de
sear la gloria; la gloria verdadera es despre- quien debemos recibir los premios, al que es
ciarla, y no cuidarse nada de ella, sino decir inspector de lo que se hace. No tengamos
y hacer todo lo que agrada a Dios. Podremos nada en común con las miras humanas. Si
recibir la paga de aquel que ve nuestras co- queremos esta gloria, huyamos de ella, bus
sas con atención, si estamos contentos con cando sólo la que viene de de Dios”. Esto es
este inspector. Nosotros, teniendo tal Señor, del Crisóstomo.

Oración

Señor Jesucristo, que abandonas finalmente a los malos. Ven por Sidón, la predicación,
al mar de la contrición, Galilea de la confesión, satisfacción y trasmigración, en la Decápo
lis de la caridad, en el Decálogo del que aprovecha.
Tómanos aparte de la gente, de la múltiple tentación. Mete el dedo de la discreción en
los oídos de nuestro entendimiento, y el gusto de la sabiduría en la boca de nuestro afecto.
Que se desaten los lazos de nuestra lengua y hablemos correctamente, de palabra y de
obra sin que sea discorde la voluntad; que evitemos las alabanzas de los hombres, de mo
do que los sordos oigan por la conversión, y los mudos hablen por la confesión. Amén.

91. DA DE COMER A CUATRO MIL HOMBRES


Mateo 15,29-39; Marcos 8,1-10

1. Muchos milagros hechos a la vez sus palabras: “Sentada junto a los pies del
Señor oía...” (Lc 10,39); y se renueva el go
Después Jesús “subió al monte y se sen
zo: “Se acercaron y tuvieron sus pies” (Mt
tó. Y se acercó mucha gente trayendo consi
28,9). “Y los curó”, con la palabra. Con la
go cojos, lisiados, ciegos, mudos y otros palabra podía curar aquél que, con la pala
muchos; los pusieron a sus pies y el los cu bra, pudo crear el mundo de la nada.
ró” (Mt 15,29.30). De muchas ciudades, al “De suerte que la gente quedó maravi
deas y villas habían venido para pedir la cu llada al ver que los mudos hablaban, los li
ración de los enfermos; “y otros muchos” siados quedaban curados, los cojos camina
que añade el evangelista para incluir toda ban y los ciegos veían; y glorificaban al
clase de enfermedades, no enumeradas aquí. Dios de Israel” (Mt 15,31). Según el Crisós
Los pusieron a sus pies, mostrando fe y en tomo, la multitud de los que se curaban, y
trega de palabras y con los hechos. ¡Dicho la facilidad de la sanación les causaba estu
sos los pies de Jesús! Ahí se purifican los por. Aquí en general multiplica los mila
pecados: “Estando detrás junto a los pies de gros, de varias clases, que por la multitud
Jesús” (Lc 7,38), como aquí, se aprenden no podían decirse en particular: si se expli
752 PRIMERA PARTE

caran en particular llenarían un libro; por ritualmente, enriquecidos con obras de di


eso dice Juan que si todos los hechos de versas virtudes, cantan alabanzas a Dios”.
Cristo se hubieran escrito no cabrían en el
mundo. 2. Jesús se compadece de la gente
Pone multitud de enfermos; en especial
“Siendo mucha la gente de nuevo y no
toca cuatro clases: mudos, cojos, ciegos y
teniendo qué comer, llama Jesús a los discí
débiles. Espiritualmente hay mudos por
pulos y les dice: Siento compasión de esta
falta de buen hablar; cojos, por falta de bue
gente, porque hace ya tres días y no tienen
nas obras; ciegos, por falta de conocimien qué comer” (Mc 8,1-2; Mt 15,32). Hablaba
to; débiles, por falta de buena voluntad. Se con ellos de lo que iba a hacer él. Según la
gún Orígenes, primero es la debilidad de la glosa, Jesús había quitado la debilidad de
voluntad, sigue la ceguera de la razón, y así los enfermos, y luego ofrece comida a los sa
cojea en las obras; se sigue de ahí la mudez nos; primero es retirar los pecados, y luego
en la alabanza divina; pero aquí se enume alimentar el alma con las palabras de Dios.
ran por la magnitud del daño. El Señor quiso llamar primero a los dis
Dice la glosa: “Son mudos, los que no cípulos y hablar con ellos por diversas cau
alaban a Dios; ciegos, los que no entienden sas. Primero, según san Jerónimo, para dar
el camino de la vida; cojos, los que no van ejemplo a los maestros de que no siempre
derechos, sino por desviaciones del bien desprecien consultar con los menores lo que
obrar divino; débiles, los que están enfermos se debe hacer. Segundo, según el mismo,
en buenas obras. Cura a los mudos, cuando para que con el diálogo entiendan la gran
desata sus lenguas a alabar al Creador; ilu deza de la obra reveladora. Tercero, para
mina a los ciegos, cuando da a los ignorantes manifestar la grandeza de su misericordia
conocimiento de su salvación; sana a los co que no pudo quedar oculta más tiempo.
jos, cuado dirige sus pasos en el camino de “Y les dijo: Tengo compasión de la gen
la justicia; fortifica a los débiles, cuando ha te”. Mira qué palabra llena de admirable
ce actuar bien a los perezosos. La gente alaba dulzura y amor, que procede de las entrañas
a Dios, cuando le alaban por estos cambios, íntimas del corazón, y alcanza con su fuerza
hechos por la diestra del Altísimo”. a lo más íntimo nuestro. No hay nadie tan
Dice Rábano: “Asciende al monte, para misericordioso con nuestras miserias, como
elevar a sus oyentes a las cosas de arriba, a nuestro Creador, “cuyas ternuras están sobre
meditar las cosas del cielo; y estaba sentado, todas sus obras” (Sal 145,9). Dijo esta pala
para mostrar que hay que buscar el descan bra a los apóstoles, para inducir y excitar sus
so sólo en el cielo. Sentado en el monte, en ánimos a la piedad y misericordia. Según la
lo alto del cielo, se acercan las turbas de los glosa, se compadece como verdadero hom
fieles, se acercan a él con mente y afecto, bre, y da de comer como verdadero Dios.
llevando mudos y ciegos, y otros enfermos, Añade dos razones de su piedad. Una, la lar
y los echan a los pies de Jesús; porque, a los ga duración: “Porque hace ya tres días que
que confiesan sus pecados, se los someten a están conmigo”; esperan la curación de los
él para ser curados. Así, pues, a éstos los cu que han traído; conmigo, siguiéndome,
ra de forma que la gente se asombra y en oyendo mis palabras y viendo mis signos.
grandece al Dios de Israel, porque los fieles La otra es la necesidad: “Y no tienen
cuando ven a los que estaban enfermos espi qué comer”; y sin embargo, no lo solicitan,
91. DA DE COMER A CUATRO MIL HOMBRES 753

y por eso es oportuno proveerles. Se ve la piera lo que tenían; era para que, cuando
entrega de la gente, con qué deseo atendían respondieran siete, cuanto menos panes di
a oír la doctrina suave, a contemplar el ros- jeran, tanto más se conocería; y para proveer
tro gracioso, a ver las obras admirables; se según su respuesta.
llenaban de afecto, como raptados fuera de “Ellos le dijeron: Siete” –en Mc; Mt
sí, no se ocupaban por la falta de alimentos, añade–: “y unos pececillos”. Los siete panes
en tres días no habían vuelto a sus lugares; eran casi nada para tanta multitud, y los pe
quedaban con Jesús en un lugar desierto, cecillos, ni muchos, ni grandes. Ahí aparece
bajo el cielo y sin comida; pero no podían la templanza y sobriedad de los discípulos;
desfallecer, estaban con Jesús, el Salvador. no usaban carne, sino peces; y ésos, peque
Se habían consumido ya los alimentos que ños y pocos. Todo esto se dice para mayor
había traído de sus casas, y en un lugar de- declaración de la obra de revelación, pues
sierto no podían adquirir víveres; por eso no de tan pequeño alimento toda la multitud
hizo el milagro el primer día ni el segundo, pudo saciarse; por la multiplicación del ali
pues aún tenían alimentos; el milagro fue mento en las manos de Cristo.
más tarde, cuando les faltó la comida del
todo. 4. Multiplicación de los panes y los
Y les dice: “Si los despido en ayunas a sus peces
casas, desfallecerán en el camino, y algunos
“Él mandó a la gente acomodarse sobre
de ellos han venido de lejos” (Mc 8,3). Nece
la hierba”. En la otra comida cerca ya de
sitan la comida, por el trabajo y el hambre;
Pascua había hierba sobre la tierra, ahora en
tan grande es la virtud del Creador, que si fal
cambio ya no había hierba, porque, según
nos
tara adistaban
la criatura,
de desfallecería
sus casas tanto
del todo.
que Algu-
quizá
Orígenes y otros, era invierno, es decir, fue
el día de Epifanía cuando el Señor hizo este
también el día anterior habían comido poco.
milagro y otros297. “Y tomando los siete pa
La fama de Cristo se había extendido lejos y
nes y dando gracias, los partió e iba dándo
por eso muchos habían venido de lejos.
los a sus discípulos, y los discípulos a la
gente” (Mt 15,36). Y panes y peces se mul
3. Desconfianza de los discípulos
tiplicaron al contacto con las santas manos
“Sus discípulos le respondieron: ¿Cómo de Jesús. Primero dio gracias, para que
podrá alguien saciar de pan a éstos aquí en aprendamos a distinguirnos de las bestias,
el desierto? Como si dijeran: El lugar es reconociendo qué se nos da, de quién, y de
desierto y los pueblos están muy distantes; mos gracias al Padre de las luces, en quien
no podemos por providencia humana obte- “está toda dádiva buena, y todo don perfec
ner lo necesario. Lo dijeron con pensamien- to” (St 1,17), como dice el apóstol Santiago;
to débil296; pues aún no entendían ni creían lo bendijo, para que con su bendición se
en su poder por los signos anteriores. multiplicaran, lo partió para distribuirlo
“Y les preguntó: ¿Cuántos panes te- entre muchos, se lo dio a los discípulos, no
néis?” No preguntó el Señor como si no su- para retenerlo, sino para distribuirlo como

296 Lit.: “Et hoc infirma cogitatione dixerunt”…


297 La otra multiplicación, cap. 67; ver allí la nota sobre la superposición de “epifanías”: los magos, el bau
tismo, Caná; aquí, los panes.
754 PRIMERA PARTE

servidores y ponérselo a la multitud; y así lo jo de satisfacción. Es el triduo en que se va


hicieron. al desierto a ofrecer un sacrificio a Dios. Se
cogieron
que
trañar,
contar
Y comieron
apues
las
también
mujeres
tuvieron
cuatro
losytan
discípulos
los buen
mil
niños;
hombres,
provisor.
no
losespedazos
deRe-
ex-
sin gún la glosa, el gentío aguanta junto al Se
ñor tres días: la multitud de los fieles se
aparta de sus pecados por el arrepentimien
to y se convierte a obrar el bien de pensa
vale
tanto,
tas ohabían
lacestos,
quedaron
limosna
sobrado
parasatisfechos.
darlos
y llenaron
a los
Mira,
siete
pobres;
¡cuánto
espuer-
por miento, palabra y obra.
Hay un triduo múltiple: los penitentes,
los que trabajan, los que contemplan, los
y la comunicación mutua; prelados, los predicadores. El triduo de los
porque las cosas repartidas crecen y sobran; penitentes es la contrición, la confesión, la
en
casez!
cambio,
“Y losguardadas
despidió”se(Mt
pudren
15,19;
y traen
Mc 8.9);
es- satisfacción; el de los que trabajan, el pensa
miento santo, el habla verdadera, la buena
bría
no
Cristo
se detenían
sevuelto.
loy ordenara,
porpor
tallaadmiración
suavidad
la muchedumbre
deque,
la palabra
si no
Cristo
ha-
de acción; el de los que contemplan, la medi
tación, la lección, la oración; el de los prela
dos, la discreción en entender, el celo del
afecto, la justicia en los efectos; el de los
predicadores, la pobreza, la castidad y la
5. El
Ensigno
sentido
y la
espiritual
necesidadestede
milagro
la gracia
señala obediencia.
Algunos vienen de cerca, como los que
han guardado la inocencia bautismal; otros,
que no podemos pasar el camino de la vida
de lejos, como los que se arrepintieron de
incólumes, si no nos conforta la gracia de
muchas infamias; cuanto uno más erró, más
nuestro Redentor con el alimento de su pie
se alejó de Dios. Y los discípulos juzgaban
dad. Por tres días el gentío aguanta al lado
imposible que nadie pudiera saciarlos con
del Señor, porque el tercer tiempo fue aquél
panes, pues se hallaban en la soledad.
en que se nos dio la gracia de la fe cristiana.
El primero fue antes de la ley; el segundo, el
6. El conocimiento de Dios, pan del
de la ley; el tercero, el de la gracia. Y porque
alma
falta el cuarto, en el que hemos de llegar a la
la
en
darles
como
Jerusalén
mino,
multitud
patria.
el camino,
de
como
porque
camino,
Para
para
delpasto
cielo,
los
que
en por
doctores
lalos
no
dice
vida
eldesfallezcan
fieles
que
que
presente
ynos
no
pastores
alimenta
desfallezcan
dirigimos
en
estamos
deben
elaca-
laa Moralmente siendo el pan del alma el
conocimiento de lo verdadero y el amor del
bien, no se halla en la soledad de la vida
presente nadie que pueda dar de comer y
saciar su alma. El pan de la verdad está
mezclado con errores de la ciencia munda
me
de ladel
doctrina;
Espíritucon
Santo.
él
el crece
pan de
la gracia
la Eucaristía
septifor-y na, pues “se acabaron los veraces entre los
hijos de Adán” (Sal 11,12). Al contrario, el
trición,
estar
que
paraLa
seque
con
multitud
curen
lael
curara
vergüenza
Señor
tus ahabía
enfermedades,
tres
losdedías:
enfermos;
estado
confesión,
el dolor
con
tienes
sielde
quieres
traba-
Señor
con-
que pan del amor de la criatura tiene muchas
amarguras. Dice san Agustín: “Es miserable
todo ánimo atado por el amor de las cosas
mortales; se desgarra, cuando las deja; no es
éste el pan del conocimiento, ni del amor,
que pueda saciar nuestra alma”.
91. DA DE COMER A CUATRO MIL HOMBRES 755

Como el Señor conocía que los discípu- servir a los otros el pan acepto de la ciencia
los tenían siete panes y unos pocos pececi- divina por la predicación; para que no desfa
llos, los tomó en sus manos, en lo que se llezcan en el camino y perezcan por nuestra
mostró Señor y hacedor de todos los panes y negligencia. Los pecadores convertidos en la
de todas las cosas, “porque en su mano es- vida presente desfallecen en el camino, si en
tán todos los confines de la tierra,” (Sal su conciencia se les despide ayunos sin el
92,4), etc.; después dio gracias a Dios, de sustento doctrinal. Para que no se cansen en
quien tiene el poder, para mostrar cuánto se el camino de esta peregrinación deben ser
goza él con la salvación de la humanidad y alimentados con advertencia santa.
para enseñarnos a dar siempre gracias a
Dios por todas las cosas que nos ha dado. 7. Distinción de este milagro y el de
Después los bendijo, y al hacerlo les dio otro lugar
la gracia de la multiplicación; y al partirlo
Hay diferencia entre esta comida y
para darlo a los discípulos, indicó la apertu
aquella de cinco panes y dos peces; allí por
ra de los sacramentos para alimentar al
los cinco panes se significa la doctrina del
mundo; o, los partió para mostrar que la
multiplicación de los panes se haría por su Antiguo Testamento, según los cinco libros
virtud. Al dárselo a los discípulos para que de Moisés; por los siete panes de ahora se en
se lo ofrecieran a la gente, los honró, ense tiende la del Nuevo Testamento en que se
ñando que, dando a los apóstoles el don de da más plenamente la gracia de los siete do
la ciencia espiritual quiso que los alimentos nes del Espíritu Santo. También, por las sie
espirituales se distribuyan por su ministerio te bienaventuranzas, por los siete sacramen
a su Iglesia en todo el mundo. tos, por las siete virtudes: tres teologales y
Esto lo figura al distribuir los panes aquí; cuatro cardinales. Aquellos eran de cebada,
arriba, al desatar a los muertos: “Desatadle y éstos son de trigo; porque la doctrina del
dejadle ir” (Jn 11,44); y al traer los animales: Nuevo Testamento es más deliciosa, de más
“Desatadla y traédmela” (Mt 21,2). Por su sabor, y más manifiesta, que la del Antiguo.
ministerio se lleva a la fe, se da la absolución Allí por los dos peces se entendían las
y reconciliación, y la distribución del alimen dos personas que apacentaban al pueblo: el
to. Les dio panes, porque el pan es el alimen rey y el sacerdote, que eran ungidos; aquí
condimento,
to con que semostrando
sustenta laque a laypalabra
vida; hay
peces para por los pocos pececillos se entienden los
santos sacudidos por las olas del mundo,
que añadirle el condimento del buen ejem que sacados de las olas embravecidas, nos
plo; persuaden más obras, que palabras. ofrecen refección interna con el ejemplo de
Los discípulos se lo sirvieron a la multi- su vida y con el sueño de la muerte y la pa
tud, y crecieron por creación de nueva mate- ciencia; y nos condimentan la doctrina del
ria, y por adición; no crecieron por enrare- Nuevo Testamento. La misma Escritura
cerse, pues su cuerpo sería más sutil que el contiene la fe, la vida y las pasiones de los
resto. Dice san Agustín: “Nada más absurdo que se llaman pececillos por la humildad;
que decir que algo crece sin nada sobreaña- pocos, por la perfección; porque: “el núme
dido, y que no se enrarezca”. Aprendamos a ro de los necios es infinito”298 (Ecl 1,15), y:

298 Vulg: “Stultorum infinitus est numerus”. Pero hoy se traduce: “Lo que falta no
se puede contar” (BJ,
BCB); “pérdida imposible de calcular” (BP).
756 PRIMERA PARTE

“muchos son los llamados, pocos los elegi- que la multitud se sació; porque, si no pue
dos”
bre
en
las
Testamento
vo la
Testamento
yAllí
la(Mt
sojuzgarlas;
Nueva
tierra;
descansan
20,16).
se
para
Ley
prohibían
sese
mostrar
ales
sobre
los
nos
manda
comensales
enseña
cosas
laque
hierba,
pisotear
en
terrenas,
a despreciar-
eldel
Antiguo
aquí
y Nue-
dejar
pero
so- den dejar sus cosas, oyendo los mandamien
tos de Dios aprovechan para la vida eterna.
Segundo, por el ejemplo, para que de
mos a los pobres las cosas que nos sobran, o
las que ayunando nos quitamos.
Tercero, por la enseñanza: aprendamos
que a los que son misericordiosos con los po
riquezas, delicias y hasta la misma carne, bres, se les multiplicarán las cosas tempora
tierra,
da
quecodicia
me de
es sin
la
heno;
esperanza
heno
terrena,
a éstos
alguno
como
permanente,
los interpuesto.
contiene
la esterilidad
el suelodefir-
retirada to-
la les. Se nos da a entender que los pobres ali
mentan más a los que les dan limosna, que al
revés, pidiendo bienes espirituales para ellos
o multiplicando los bienes temporales.
número
Allí fueron
de los panes,
cinco mil
y según
hombres,
los cinco
según
sen
el Aunque, como se ha visto, esta refec
ción se diferencia de la anterior en muchas
tro
tidos
mil,
a los
que
querepresentan
estaban adheridos;
a los espirituales,
aquí cua- cosas, sin embargo las dos fueron celebradas
en el monte; porque la Escritura bien en
por la perfección de los cuatro Evangelios, o tendida de los dos Testamentos nos enseña
tual.
por laPor
nales, por
práctica
las
los que
cuatro
de se
lasvive
cuatro
milenhombres
esta
virtudes
vidaque
espiri-
cardi-
si la altura de los preceptos divinos y de la re
compensa, y proclama con voz acorde la al
tura de Cristo, que es monte en el vértice de
guieron a Cristo se significa también la los montes.
multitud de los creyentes en Cristo de las
cuatro partes de la tierra. 8. Los hombres saciados, los que reci
Eran tantos, sin incluir a mujeres y ni ben la gracia
ños
no
quiere
despidió
queque
no se
a todos
acuentan
nadielosen
en
sacie
la
ayunas,
ley;
su gracia.
pero
sino
Cristo
Allí
que Considera ahora aquí a quiénes apacien
ta Cristo y a quiénes les imparte el alimen
to de su gracia; sin duda a los que le buscan
hizocomo
los; cestoseran
iguales
doceenlos
número
apóstoles
a losdediscípu-
Cristo, en el desierto y perseveran con él tres días.
Esto sucede cuando los fieles, creyentes en
eran
zo
nes,
apóstoles
siete
iguales
siete
doce
espuertas,
recogieran
cestos.
los
a los
cestos
panes,
seQue,
hizo
delos
como
pedazos;
saciada
por
pedazos
tres
había
lamotivos.
aquí
ygente,
siete
llenaran
los pa-
hi-
los la Trinidad, contritos y confesados satisfa
ciendo según pueden por sus pecados se
convierten a Dios de pensamiento, palabra
y obra; y mirando a la bondad de Dios, aun
que amenace la tentación, no se echan atrás.
espirituales
toles
que
consejos
plirlos;
Primero,
larecogen
multitud
suson
práctica
propiamente
por
siete
de el
mayor
puede
espuertas
misterio:
se refiere
alcanzar
perfección
dichos.
llenas,
los
a los
preceptos
para
Los
hombres
los
que
após-
cum-
losy Dios tiene piedad, y los apacienta con
los siete panes, los siete dones del Espíritu
Santo, para que no desfallezcan en el cami
no de este mundo. Para ellos, para dárselas
después de esta vida, se reservan las siete
fectos iluminados
dones del Espíritupor
Santo;
la gracia
pero se
de recuerda
los siete
per- dotes o propiedades significadas por los sie
te cestos: visión clara de Dios, fruición, po
sesión, en cuanto al alma; impasibilidad,
91. DA DE COMER A CUATRO MIL HOMBRES 757

agilidad, sutileza y claridad, en cuanto al


cuerpo. ra y humilde de los defectos; la indignación
constante contra el exceso cometido; la pri
mento
quiénes.
Dice deNo
san
la gracia
aAmbrosio:
los ociosos,
del cielo,
“Senipero
imparte
en laadvierte
ciudad,
el ali-a sa y ansia de no recaer; el afecto de aprove
char más; la imitación de los hombres san
tos; el castigo de sus males y de otros. Estas
como
una
mentos
todos,
san
los
amanos
para
Cristo
da
son
dignidad
todos.
en
los
sin
arecibidos
de
entre
recibirlos,
ladiscípulos,
negarlos
la
sinagoga,
Pero,
mesa
secular;
desiertos.
por
cuando
el
desfallecerás
a ni
Cristo.
si
Señor.
nadie;
sinotú
aLos
los
parte
anoÉl
los
es
que
Divide
residentes
extiendes
quiere
dispensador
que
los
en
noel
panes tusya son las siete espigas que surgen en un tallo;
buscan
se
los
cami
dar
can-
por
ali-
los siete escalones en la escala, por la que se
sube al cielo, se borra la culpa de los siete
pecados mortales, se infunde la gracia de los
siete dones del Espíritu Santo, y se adquie
ren las siete virtudes.
Con los panes había unos pocos pece
cillos, al menos dos, que significan el te
mor y el amor que deben comerse con los
desierto,
canses
el
de
segundo,
no.
dirlos
camino.
Dios,
Se en
lo
ahora,
reparte
no
ayunas,
que
niNote
elpara
nofatigues
tercer
decaigas
ase
para
los
que
retiran
que
día.
que
tesitú el
rehagas
siguen
te
no
Noen
reprende;
desfallezcan
primero,
quiere
lacon
después”.
enseñanza
él
despe-
no
en
niente
el panes. El primer pez es el temor de las pe
nas del infierno, que se coge en las aguas
del infierno: el segundo, es el amor y de
seo de las cosas eternas, que se coge en el
río del paraíso. Se dice pececillos, no pe
ces, porque el temor es pequeño, y hace al
hombre pequeño y humilde; y el amor el
mesaConsidera
y desprecia el placer,
la bajeza enemigo del
y parquedad su estado; es pequeño respecto del amor de la
de al-
vida futura.
da es
ma y del
tan cuerpo.
enemigoDice el Crisóstomo: “Na-
y dañoso También son siete los panes místicos de
para el cuerpo cada estado: los que comienzan, los que
como
que
corrompe
nos
el placer;
llevaron
tanto. nada
Primero
a banquetes
le destruye,
castiga los piesy aprovechan, los perfectos; con esos panes
perniciosos;
asocava
apacienta el Señor a los fieles según la di
al vientre; muchos hasta echaron a perder el versidad de su estado.
luego liga las manos que servían manjares
10. Los siete panes de los que comienzan
mismo rostro y los ojos y la cabeza”.
Los siete primeros panes los propone
Dice también Horacio: san Bernardo a los claustrales, figura de los
Desprecia el placer; daña el placer comprado con dolor. que comienzan, al inicio de su conversión.
El primero es el pan de la palabra, en que
De otras cosas sobre esta meditación
está la vida del hombre, porque “No de só
hay arriba, en la otra multiplicación de los
lo pan vive el hombre, sino de toda palabra
cinco panes.
que sale de la boca de Dios” (Mt 4,4; Lc
4,4). Y para no hablar de la palabra bocal
9. Sentido místico: Siete panes y dos
con que Dios habló, según se lee, en otro
peces
partes
lícita
Sede
entienden
dellaarrepentimiento:
mala vida;
por los
la siete
acusación
lapanes
enmienda
verdade-
las siete
so- tiempo a Moisés, Abrahán y otros, o por án
geles, o por sí, o de otro modo; a lo presen
te podemos decir que la palabra sale de la
boca de Dios de dos modos.
758 PRIMERA PARTE

Un modo es directamente, cuando Dios no basta mejorar las costumbres y alejarse


habla por instinto al corazón del hombre, de los males, si no satisfaces a Dios por la
inspirándole lo que debe hacer; de este mo penitencia, el trabajo, el dolor.
do habla Dios a los pecadores y a los hom El sexto pan es la gozosa unanimidad
bres mundanos, instigándolos al arrepenti social, y éste bien se dice pan, porque apa
miento. De otro modo habla Dios, por cienta y conforta en la vida espiritual a los
algún hombre, el prelado, el predicador, el que comienzan, a los que viven en congre
doctor, un amigo; como por un relator, gación, los claustrales y a todos los que vi
Dios transmite sus palabras a los oídos del ven en la comunión de la Iglesia.
hombre. El tercer modo, en especial a los El séptimo pan es el de la Eucaristía; de
claustrales, es por medio de las Escrituras, este pan se habla bastante en otros lugares.
que se han de recibir como palabras de Dios
por cuya inspiración se escribieron, para ali 11. Los siete panes de los que aprove
mentar a los lectores con el pan de la vida. chan
El segundo pan, según san Bernardo, es
la obediencia, que acompaña al primero; Ofrecidos los siete panes de los que co
¿de qué sirve oír las palabras de Dios, si uno mienzan, a continuación se han de gustar
no quiere configurarse y dirigir su vida con los siete de los que aprovechan. Hay que sa
ellas? ber que, según el apóstol: “No depende del
El tercer pan es la meditación, que que quiere ni del que corre, sino de Dios
acompaña a los precedentes; una vez que se que se compadece” (Rm 9,16). El que quie
han confiado las palabras de Dios al corazón re correr en el camino del progreso espiri
del hombre, y éste ha determinado obede tual es preciso que se apoye del todo en la
cerlas, es necesario que medite continua misericordia divina, y tenga ante los ojos de
mente de qué forma dispondrá su vida se la mente con acción de gracias las miseri
gún el beneplácito de Dios.299 cordias del Señor por los bienes concedidos;
El cuarto pan son las lágrimas de los así podrá avanzar a mejor.
que oran, que se une con los anteriores; Por esta razón san Bernardo, pensando
cuando uno piensa en la carga de sus peca los actos de piedad del Señor para con él, los
dos, la miseria de la morada presente, la reduce a los siete panes con los que Dios se
gloria de la vida eterna, su debilidad y la dignó confortarle. También nosotros debe
bondad de Dios300 para con él, meditando mos alimentarnos con los mismos panes, si
todo esto se enciende el fuego de la devo queremos avanzar en la vida espiritual, y
ción, y el corazón se deshace en lágrimas de decir con el salmista: “Lleguen a mí tus mi
compunción; y recurre a la protección de la sericordias y viviré” (Sal 119,77).
oración. El primer pan, la primera misericordia,
El quinto pan es el trabajo de la peni según san Bernardo, es preservarle de mu
tencia, es necesario también con los anterio chos pecados en que hubiera caído, si la pie
res a los que comienzan; según san Agustín, dad de Dios no le guardara. De este pan, se

299 “Cómo nos debemos disponer para venir en perfección en cualquier estado o vida que Dios nuestros Se

ñor nos diere para eligir” (EE 135).


300 “Considerar quién es Dios… comparándolos a sus contrarios en mí: su omnipotencia a mi flaqueza… su
bondad a mi malicia” (EE 60).
91. DA DE COMER A CUATRO MIL HOMBRES 759

gún el mismo san Bernardo, hay tres trozos: tanto su bondad, la gracia de obtener lo
ocasión,
“De trespor
guardado modos,
dedon
pecados:
de
dice,
la virtud
por
recuerdo
sustracción
de resistir,
haber desido
por
la celestial que esperamos. En ella, según san
Bernardo, también hay tres cosas: “Tres
cosas considero, dice, en que consiste toda
la salud de la afección”. mi esperanza: la caridad de la adopción, la
Dios
preparando
Elcon
segundo
el pecador, es Este
el perdón.
pan retardando
la disimulación
panlatiene
justicia
tres
dey verdad de la promesa, el poder de la reden
ción”.

pedazos: La longanimidad
predestinación que quiso se que
cumpliera;
mostró;y la 12. Los siete panes de los perfectos
Alimentados con los dos grupos de sie
caridad inmensa con que nos amó. te panes que nos ha servido san Bernardo,
El tercer pan es la piedad con que nos de los que comienzan y los que aprove
convierte al arrepentimiento. Este pan tam chan, démonos prisa ahora por gustar los
bién tiene tres fragmentos: golpea el cora otros siete que nos va a presentar el Espíri
zón, excitándole a que advierta las heridas tu Santo, con que se nutren las almas de
de sus pecados y sienta dolor; le aterra, lle los perfectos, los siete dones del Espíritu
vándole a las puertas del infierno y mos Santo. ¡Dichosa el alma que merezca sa
trándole lo preparado para los malvados; y ciarse con ellos! Y se describen bien con el
da la esperanza del perdón. nombre de panes, porque alimentan al al
El cuarto pan es el perdón de los peca ma con gusto en el presente, y la sacian en
dos, porque Dios le recibió con misericor el futuro.
dia. Este pan tiene también tres pedazos, El primer pan es el temor del Señor, el
como dice san Bernardo: “Dios perdonó tan temor filial; pues el temor servil es de los
del todo, con tal liberalidad toda injuria, que comienzan. Este es el temor casto por el
que ya no condena juzgando, lo primero; ni que uno teme ser separado de Dios y se
confunde echando en cara, lo segundo; ni aparta del mal que es contrario a Dios.
culpando, lo tercero”. Pero, como también hay que hacer el
El quinto pan es la virtud de contenerse bien, sigue el segundo pan, el don de pie
no
de sufrir
pecar recaída.
y vivir con
Y este
mayor
pan tiene
enmienda,
tres trozos;
para dad, con el que nos avisa el Espíritu Santo
que obremos el bien para alabanza de Dios
estacarne,
la continencia tieneytres
el mundo que se
el mal le oponen:
espíritu; por y utilidad de todos los prójimos; es “la pie
dad que es útil para todo” (1 Tm 4,8); pro
nuestra
confortados
divina tenemos
fuerza
conno
en
este
podemos
el Señor
pan deesta
resistirlos;
la misericordia
virtud. pero cede de un corazón piadoso, el único con
que se halla a Dios; el ejercicio corporal, sin
la piedad, es útil para poco.
la
ce
tres
pasados,
cual
san
El
cosas,
sexto
Bernardo
se desprecio
perdona
tres
panpedazos:
es
que
lala
devida
esta
gracia de de
losodio
menos
gracia
bienes
merecer,
consiste
buena. en
presentes,
los males
Di-
por El tercer pan es el don de ciencia, que
sigue a los anteriores, porque, como dice el
Crisóstomo, nadie puede precaver el mal, si
no lo conoce, ni hacer el bien que ignora; se
da por el don de ciencia, que confiere a los
deseo
El de pan es la esperanza; Dios da
los futuros.
séptimo hombres tener juicio recto de las cosas infe
al indigno pecador que ha experimentado riores, para conocer lo dañoso y lo conve
niente para la salvación.
760 PRIMERA PARTE

El cuarto pan es el don de fortaleza, y dentro la sede del consejo, se esparce fuera
bien sigue la fortaleza a la ciencia; conocido por deseos sin número.
por el don de ciencia qué males se deben El sexto pan es el don del entendimien
evitar y qué bienes seguir, se precisa el Espí- to, que sigue al de consejo; hace dos bienes
ritu de fortaleza, con que pueda proseguir lo en el alma; ilustra el entendimiento para
que conoció, en vencer el mal, y emprender captar bien especulativamente el consejo
el bien. Este don fortaleció a los mártires, a del Espíritu Santo; y depura el afecto para
quienes ningún tormento podía vencer. actuar en la práctica lo aconsejado.
El quinto pan es el don de consejo, por El séptimo pan es el don de la sabiduría,
el
él hombre es dirigido, como por consejo que sigue al de entendimiento, y los demás
recibido de Dios, en las cosas en que no dones que sin ella no son nada. La sabiduría
basta la razón humana. Y sigue bien a la es cognición de la suavidad divina tenida
fortaleza, porque, según san Gregorio, se por experiencia; por eso se llama sapiencia,
debilita mucho la fortaleza, si no se apun- ciencia con sabor. Por el don de la sabiduría
tala por medio del consejo; cuanto más ve el hombre es ayudado no sólo para conocer
que puede, tanto más cae al precipicio sin las cosas divinas, sino también para gustar
alguien que la dirija; la mente que pierde de ellas.

Oración

Señor Jesucristo, ten piedad de la multitud de los penitentes, los justos que comienzan,
los que aprovechan, los perfectos.
Apiádate de los que contemplan los tres días de contrición, confesión y satisfacción, y
que por la victoria del mundo, de la carne y del demonio, por la visión corporal, imagina
ria y espiritual están esperando el perdón, la gracia y la gloria.
Conforta a los primeros por una discreta solicitud, cautela, indignación, temor, deseo,
emulación y justicia.
Conforta a los segundos por el espíritu de temor, piedad, ciencia, fortaleza, consejo, en
tendimiento y sabiduría.
Conforta a los terceros por las tres dotes del alma y cuatro del cuerpo, en la vida pre
sente en esperanza que desborde en siete cestos en la futura bienaventuranza. Amén.

92. LA MALA LEVADURA. EL CIEGO ILUMINADO


Mateo 16,1-12; Marcos 8,11-21

1. A los judíos que requieren un signo Huye del aplauso para entregarse a la doctri
na a los discípulos, separado de la multitud,
“Despidiendo luego a la muchedumbre, dándonos doctrina y ejemplo. Se va a Maca
subió a la barca, y se fue al término de Maca dán o Dalmanuta, que, según san Agustín,
dán” (Mt 15,19), “Dalmanuta” (Mc 8,10). es lo mismo, la misma tierra llamada de dos
92. LA MALA LEVADURA. EL CIEGO ILUMINADO 761

que
confín
modos;
confluyen
desegún
ambas;
otros,
enenlosese
son
límites;
lugar
dos regiones,
estaba
estando
Jesús.
en
aun-
el Les razona así: por los signos del cielo,
en que no sois doctos, sabéis juzgar los
tiempos y anunciáis serenidad o lluvia;
16,1;
que
llez
ceos,
algo,
venida
venido
señal
fariseos,
“Se
yles
ydel
piedad
Mac
le
con
acercaron
del
para
mostrase
dejando
cielo.
piden
8,11).
cielo,
un
ponerle éldeclare
a aprender,
signo
Se
que
auna
el
No
pruébalo
ve estudio
que
alos el
celeste.
se
señal
prueba,
acercan
fariseos
quieren
algunos
mostrando
del
de
Dicen:
tiempo
le
la
cielo”.
ycon
cogerle
escribas
los
pidieron
leySi
senci-
sadu-
de
y(Mt
una
has
los
en
suy pues mucho más por la Escritura y los pro
fetas que habéis estudiado debéis pensar
que yo soy el Cristo prometido por ellos.
Podéis juzgar la disposición del aire, anun
ciando el futuro por signos que son fali
bles; ¿y no podéis distinguir los signos de
los tiempos de mi venida, predichos por los
profetas y mostrados en efecto por mí (pues
la primera y la segunda venida son como
dos tiempos)? Os lo impiden la herejía y la
mienzo
éstos
en
to;
profetas,
hasta
esto.
cosa deestudiaban
consideración
querían
hoyimposible,
Y algunos
como
leyes
pronosticar
delos
yde
los
porque
sectas
astrólogos
ellos
astrología;
astros
ladiversas,
son
lavenida
virtud
juzgan
muy
a veces
de curiosos
de
ahí
por
del
el
por
Cris-
cie
que
co-
eso
la envidia. Por los dichos de los profetas, y
por los milagros que vieron, que nadie ha
bía hecho, debieron conocer la venida del
Salvador y juzgar que era el Cristo prome
tido en la ley.
Moralmente el Señor reprende a éstos
que por la apariencia de signos falibles en el
da
lo no
pronosticar
se extiende
la futura
a talesdisposición
cosas, aunque
del pue-
aire, cielo, juzgaban el futuro; y por lo que te
nían en las Escrituras sobre Cristo, que son
la sequía, la lluvia, y cosas así. infalibles, no sabían juzgar; son prototipo
to
su prometido
majestad
O bien, para
enen
elconocer
la
cielo,
ley, como
pedíanélun
que rayos
erasigno
oellluvia,
Cris-
de de los que quieren juzgar los hechos de
otros y no juzgan las propias conciencias, en
las que pueden leer.
ora
séscosas
acon el maná
todo el pueblo
parecidas:
enviado
o que,
por del
amucho
ejemplo
cielotiempo;
alimenta-
de Moi-
o. Dice san Jerónimo: “Apenas hallarás a
quien no quiera exhibir su vida irreprensi
ble, para reprender con gusto la ajena; la
que
retroceder
del cielo
hiciera
como
como
detenerse
Elías.
Isaías;
al sol,
o quecomo
diera
Josué,
fuegoo codicia de este mal ha invadido tanto la
mente de los hombres, que hasta los que se
alejaron de los otros vicios, caen en este úl
decís:
lo
pecto
signos
habrá
lortiene
sombrío.
“Pero
Va
tormenta,
del
de
unaél
los
cielo
hacer
rojo
respondiendo,
Con
tiempos?”
de
¿y
porque
buen
que
fuego,
nosabéis
podéis
tiempo,
(Mt
ely cielo
dijo:
ainterpretar
la
16,3).
interpretar
porque
mañana:
Al
tiene
atardecer
Esun
el
decir:
elHoy
cie-
co-
as-
los timo lazo del demonio”. Es también contra
los que se preocupan pensando la cualidad
futura del aire o cosas parecidas, y no quie
ren pensar en el tiempo de su muerte o del
juicio futuro. Pero, como dice san Agustín,
es más laudable el ánimo que conoce su
propia enfermedad que el que examina las
podéis predecir la disposición del tiempo, constelaciones del cielo y los fundamentos
porque
con
mañana
frecuencia
tal
oscura
disposición
de tempestad
serenidad
de lafutura,
lo
tarde
másesseguro.
la signo
de la de la tierra.
Moralmente la tarde es la senectud del
hombre, la mañana la juventud; el rojo es el
762 PRIMERA PARTE

fervor de la caridad, la serenidad es la tran- y se fue a la orilla opuesta” (Mc 8,13), al


quilidad de la mente. Cuando en la mañana otro lado del lago de Genesaret, lejos del es
de la juventud el cielo toma el color rojo, es trépito mundano.
señal de contradicción futura; así se dice en
el Eclesiástico: “Hijo, si te acercas a servir al 2. Los discípulos se olvidan de los panes
Señor, prepara tu alma para la prueba” (Eco
“Los discípulos, al pasar a la otra orilla,
2,1). En cambio, cuando a la tarde y al final
se habían olvidado de tomar panes” (Mt
se pone de rojo la caridad, es signo de la se
8,5), “y no llevaban consigo sino un pan”
renidad futura que sigue a la tempestad;
por eso se lee en Tobías: “Después de la (Mc 8,14). Los panes en pedazos de los siete
tempestad hace tranquilo” (Tb 3,22); y en cestos. La causa del olvido puede ser varia:
los Proverbios de Salomón: “Lo último del la prohibición de preocuparse por el día de
gozo lo ocupa el llanto” (Pr 14,13); y en san mañana; que les salieran pobres al paso y les
Juan: “Vuestra tristeza se convertirá en ale dieron todo el resto; la esperanza en el Se
gría” (Jn 16,20). ñor, pues, vistos los milagros, estaban cier
Así también, cuando en la vida presente tos de que nada les faltaría; la dulzura inter
hay serenidad de prosperidad es señal de na del único y verdadero pan, que tiene en
castigo y tempestad en la vida futura; al sí todo deleite, y que tenían consigo; cauti
contrario, cuando hay serenidad en la tarde, vados por él no pensaban en el pan exterior.
el final de la vida, es señal de la serenidad y Dice san Beda: “El único pan que tenían
consolación de la vida futura. consigo en la barca designa espiritualmente
El Señor se alegra con la salvación de los al Señor, pan de vida, el Salvador; por su
hombres, y se duele de sus errores; por eso: amor que los alimentaba en el corazón, se
“Dando un profundo gemido de lo intimo cuidaban menos del pan con se alimenta el
de su ser, dijo” (Mc 8,12): “¡Generación ma cuerpo”. Mostraban fervor y deseo de la
la y adúltera! Pide una señal y no se le dará doctrina superior y menosprecio de los pla
otra que la señal de Jonás” (Mt 16,4)301. La ceres del mundo; estaban descuidados has
llama generación mala, por la perversión de ta de lo necesario para la vida; también pie
costumbres, y adúltera, por su infidelidad a dad y fervor en presencia de Cristo al que se
Dios, del que se ha apartado violando la fe. adherían de forma tan inseparable que olvi
Anuncia la señal de Jonás, signo de debili- daron lo necesario. Qué poco cuidado de la
dad, del que dice el salmista: “Haz conmigo carne tenían en todo, pues, por la inten
un signo para el bien”, etc. (Sal 85,17). És- ción de seguir al Señor, olvidaron el pan
te es el signo o señal de la Pasión, por el que del camino.
todo hombre es ayudado y consolado. Dice san Remigio: “Se detenían con
A los fariseos y saduceos, obstinados, los tanto amor del Maestro que ni por un mo
dejó sin la presencia de su cuerpo y el efec- mento querían separarse de él. Notemos
to de la gracia. “Y dejándolos, se fue” (Mt qué ajenos estaban del deseo desordenado
16,4). “Y, dejándolos, se embarcó de nuevo, de los placeres, pues tan poco cuidado te

301 “La negativa de toda señal, en Mc, se considera más primitiva que
la promesa de la señal de Jonás en Mt
y Lc. Puede suceder, sin embargo, que Mc haya omitido una evocación bíblica que podía no ser captada por sus
lectores, y que Jesús haya prometido realmente esa señal, para anunciar el triunfo de su liberación final, tal co
mo lo dejó bien claro Mt. cf. Mt 12,39 +.” (BJ, 1444).
92. LA MALA LEVADURA. EL CIEGO ILUMINADO 763

subsistir
de
nían
tomar
de lolalos
necesario,
fragilidad
panes sin
que
humana”.
loshasta
cuales
se olvidaron
no puede segundo; “ni de inmoralidad” (1 Co 5,8), lo
tercero. O, según otros, llama levadura de
Herodes a la doctrina corruptora de los he
de
alimento
cuerpo
Crisóstomo,
sa
alegría
hace
toda
la
Aaceptables
su
virtud
ypara el
tristeza
ejemplo,
la
deesperanza
ladel
posesión
mente
camino.
ya solicitud
los
cuida
ánimo,
hombres.
grande;
que

Como
deque
también
del
ylapone
virtud
yvientre;
del
dice
pordentro
pan
más
eso
aquí
expul-
más
nos
del
el
la rodianos que decían que Herodes era el
Cristo. Según estos, los herodianos fueron
judíos que fingían una secta nueva, dicien
do que Herodes Ascalonita era el Mesías,
por una falsa interpretación de aquello: “No
se quitará el cetro de Judá”. (Gn 49,10);
donde se dice que perder el reino la tribu de
Judá era señal de la venida del Mesías.
3. Guardaos de la levadura de los fariseos Este Herodes obtuvo el reino, siendo ex
tranjero, pues su padre fue idumeo. Enten
dían que el Mesías prometido reinaría con
“Jesús les dijo: Abrid los ojos y guar
reino temporal y no veían que reinara otro
daos de la levadura de los fariseos y sadu
sino este Herodes. Por eso dijeron que él era
ceos” (Mt 16,6); “y de Herodes” (Mc 8,15).
el Mesías, cuando la profecía indicada de Ja
Con diligente consideración, guardaos con
cob, según la verdad, se debía entender de
pureza de fe, de la levadura, doctrina y co
Cristo, nacido en tiempo de Herodes.
rrupción de fariseos y saduceos; y de la de
De todos estos avisa a los discípulos que
Herodes. La levadura por la fermentación
se guarden, que no consientan en aprobar
significa a veces la mala doctrina, como
los ni en imitarlos. No hay que vivir en la
aquí; a veces, por el calor que lleva signifi
levadura vieja de la doctrina perversa; ni en
ca el fervor de la fe y la predicación; y a ve
la levadura de la maldad de las costumbres;
ces, la corrupción de costumbres, como en
ni en la de la malicia en la simulación; “si
Herodes.
no en los ácimos de la sinceridad”, de la vi
Así hay tres modos de levadura: la de
da y la intención, “y de la verdad”, de la
los saduceos que niegan la resurrección y los
doctrina.
ángeles y a Cristo, desprecian a los profetas
y sirven a Dios por la esperanza de las cosas
4. Contesta a dos errores de los após
presentes; la de los fariseos, que anteponen
la impugnan
ley divina, con
predican
los hechos;
la ley con
es una
palabras
perver-y toles
las tradiciones humanas a los mandatos de
Los discípulos entendiendo la palabra
del Señor como referida al pan fermentado
sidad de doctrina y simulación de vida; y la material, “hablaban entre sí diciendo: Es
dio,religión.
de los
la temeridad
herodianos,eneleladulterio,
juicio, la simulación
el homici- que no hemos traído panes”. Como si les di
jera que no tomaran pan fermentado de los
fariseos. Piensan que habla del olvido de los
ción;Elelel
mero
tención;
dice corrompe
primero
apóstol:
tercero,
el tercero,
es
“No
lamalas
error;
razón;
con elvieja
elsegundo,
la costumbres.
acción.segundo,
levadura”,
De los
simula
Ellapri-
tres
in-
lo panes, a la letra del pan fermentado; porque
no habían tomado los panes consigo.
Erraban en dos cosas: dudaban de la fal
ta de panes, porque no los habían traído; y
tomaban a la letra la palabra del Señor sobre
primero; “ni con levadura de malicia”, lo la levadura. Se preguntan lo primero, porque
764 PRIMERA PARTE

temían la falta del pan material. “Jesús sa toda la masa que se mezcla con ella, y la
biéndolo, les dijo: Hombres de poca fe, ¿por trae a su mal sabor.
qué estáis hablando entre vosotros de que no De ella dice el apóstol: “Un poco de le
tenéis panes?” Él conoce sus pensamientos, vadura fermenta toda la masa” (1 Co 5,6).
como Dios, y acusa su falta de fe, porque, es De esta comida hay que guardarse en abso
tando él presente, temen tener necesidad. luto. Dice san Ambrosio: “Se evita el ali
¿Pensáis que hablo de los panes de la tierra, mento corporal dañoso, ¿cuánto más el es
de los que no debéis dudar? Tenían consigo piritual?” “Entonces comprendieron que no
al Pan de la Vida, causa de todos los panes; les había dicho que tuvieran cuidado con la
no debían dudar de la falta de panes. levadura de los panes, sino con la enseñan
Lo hizo el Señor, según el Crisóstomo, za de los fariseos y saduceos” (Mt 16,12),
para alejar de ellos el cuidado por los ali que por eso llama levadura.
mentos. Como si dijera: Por mis hechos de
antes y mi doctrina debíais estar ilumina 5. Progresiva iluminación del ciego de
dos para entender mi palabra no por el pan Betsaida
material, pues puedo proveeros de él. Lo “Llegan a Betsaida y le llevan un ciego, y
prueba las dos veces que con poco alimento le suplican que lo toque. Y, cogiendo al cie
sació a la multitud. Y añade: “¿Aún no go de la mano, lo sacó fuera de la aldea. Y,
comprendéis?”, el misterio. Si por panes se después de tocarle los ojos con saliva y de
entiende la sana doctrina, por levadura se imponerle las manos, le preguntó: ¿Ves al
entiende la corrompida. Recuerda las mul go? Alzó los ojos y dijo: Veo a los hombres,
tiplicaciones de los panes: “¿No os acordáis porque los veo caminar, como árboles” (Mc
de los cinco panes de los cinco mil hom 8,22-24). Los que le traían creían firmemen
bres? ¿Ni de los siete panes de los cuatro te que a su tacto sanaría; Cristo le sacó de la
mil, y cuántos canastos recogisteis?” Les vecindad y tumulto de los malos. El ciego
trae a la memoria los milagros de los cinco comienza a ver a los hombres, los ve como
y los siete panes, para que confíen: los ali árboles, pero que andan. No podía distinguir
menta el que alimentó a la multitud. No la delineación de los cuerpos humanos; los
tenéis que temer, pues de tan pocos panes veía moverse oscuramente de un sitio a otro;
hice que sobraran tantos restos. luego le iluminó del todo. “Le puso otra vez
Dice el Crisóstomo: “Por esto les re las manos sobre los ojos, y empezó a ver per
cuerda lo que pasó antes, y los hace atentos fectamente y quedó restablecido, de forma
a lo futuro”. Después, les argumenta sobre que veía todo con claridad” (Mc 8,24-25).
lo segundo, que les falta entendimiento es Se ve la ignorancia de los discípulos; pre
piritual: “¿Cómo no entendéis que no me sentes ellos, le iluminó primero imperfecta y
refería a los panes? Guardaos, sí, de la leva luego perfectamente. Es cierto que Cristo
dura de los fariseos y saduceos”. No tenéis podía darle la vista al momento; quiso hacer
que dudar sobre el pan material, porque lo de un modo que indicara a los discípulos
puedo multiplicarlo como veis; no hablo de oscurecidos aún en parte por la ignorancia;
él; de otro pan y levadura debisteis enten que entendieran claramente que necesitaban
derlo, de la mala doctrina, que a modo de mayor luz. Así, después de la resurrección,
levadura, semeja tener la sustancia de ver “les abrió el sentido para que entendieran las
dadero pan; pero, en verdad, hace fermentar Escrituras” (Lc 24,45). Otros dicen que la
92. LA MALA LEVADURA. EL CIEGO ILUMINADO 765

también
terior
sentaban;
mente
iluminación
por
concurran
que
ylapuede
de
poca
a veces
estefe
ser
al
ciego
de
elque
efecto.
él
Señor
yseesta
de
hizo
da
los
causa
Esto
progresiva-
una
queygracia,
le
indica
lapre-
an- pió a un leproso, iluminar a un ciego. Pues
nosotros tocamos al Señor cuando nos adhe
rimos a él con fe íntegra y sincera; nos toca,
cuando ilustra nuestra mente con el soplo
del Espíritu, cuando nos enciende para co
aumentando una anterior. nocer nuestra propia enfermedad y para afa
“Y le mandó a casa diciendo: No entres narnos en buenas obras. Toma al ciego de la
ni siquiera en una aldea” (Mc 8,26), para mano, para confortarnos en obrar el bien.
jactarte con vanidad, enseñándonos a huir Lo lleva fuera de la aldea, para que, separa
la gloria del mundo; pero pudo y debió de do de la vida vulgar, busque más libre
cirlo para predicar la alabanza divina. No lo mente con corazón celoso la voluntad de
entienden los que hacen sus obras para ser su Creador, y merezca ser iluminado.
vistos, los vanos de quienes dice el Señor: “El que desea ver la luz de la eternidad
“Ya han recibido su paga” (Mt 6,2.5); los es necesario que no siga los ejemplos de las
vanos, vana.
gentes, sino la guía de su Redentor. Por eso
No recibas aquí tu paga y recibiéndola
cura a este ciego poco a poco, no de repente,
pierdas la eterna; cuenta tu inclinación al
aunque, si quisiera podía darle la vista con
mal antes que tu virtud, a ejemplo del
una palabra, para mostrar la enorme cegue
apóstol: “Yo que fui blasfemo y perseguí a
la Iglesia de Dios” (1 Tm 1,13). Dice san ra humana, que como paso a paso y por
Agustín: “Quieres que crezcan tus virtudes, ciertos grados de los perfectos suele llegar a
no las muestres, huye de parecer lo que me la luz de la visión divina.
reciste ser; manifestándolo puedes perderlo, “La saliva procede de dentro, de la cabe
callándolo lo guardas”. za del Señor; y las manos son los miembros
6. Aplicación espiritual de este signo del cuerpo, puestas fuera. Escupiendo a los
ojos del ciego, el Señor le impone sus manos
para que vea; el Señor que secó y limpió la
Sobre esta curación del ciego, dice san ceguera de la humanidad con los dones invi
Beda: “Todas las dolencias curadas por el
sibles de la piedad divina y los sacramentos
Señor son señales de dolencias espirituales,
mostrados por la humanidad que asumió.
por las que el alma se acerca a la muerte
“El que le mandara a casa advierte espi
eterna por el pecado. En el sordomudo cu
ritualmente a todos los que son ilustrados
rado por el Señor se indica la curación de la
mente de los que no saben ni oir ni pronun por el conocimiento de la verdad, que vuel
ciar la palabra de Dios. Luego, en dar de co van a su corazón; que consideren con men
mer a la hambrienta multitud que había se te atenta cuánto se les ha dado, y respondan
guido al Señor se representó la suavidad con con la práctica digna de las buenas obras a
que suele alimentar los corazones de los que los beneficios que se les ha conferido.
le quieren y le buscan. Pues así también en “Al mandarle cubrir con silencio su cu
este
Señor
travían
corazones
ciego
selejos
representa
de
quedel
los
poco
camino
necios
alapoco
iluminación
ydedees
lalos
curado
verdad.
que de
por
se ex-
los
el ración, como a otros muchos que sanó, dio
ejemplo a los suyos para que en las cosas ad
mirables que hacen no busquen el favor del
vulgo, sino que estén contentos con ser gra
do que
“Ellos
el tacto
le rogaban
del Señor
que podía,
le tocara,
comosabien-
lim- tos sólo a la mirada divina, donde está su
recompensa”.
766 PRIMERA PARTE

Oración

¡Señor Jesucristo! Haz conmigo una señal para el bien, la señal de tu debilidad y tu Pa
sión, para que me goce ayudado y consolado por ti.
¡Pan de la vida! Dame alimentarme siempre con tu amor; que me preocupe menos del
pan y de cualquier otro consuelo temporal. Dame guardarme de la levadura de la doctrina
perversa, de la justicia simulada, de la mala acción, de forma que en estas cosas, ni activa
ni pasivamente, te ofenda.
¡Esplendor de la gloria del Padre! Ilumina mi corazón con la luz de tu gracia divina, sá
came de todos los errores y lazos, y dirígeme por el camino de la verdad, la justicia, y la
salvación eterna. Amén.
LA VIDA DE CRISTO
MONUMENTA HISTORICA SOCIETATIS IESU
SERIES NOVA
Vol. 5-II

PEDIDOS:
SERVICIO DE PUBLICACIONES UNIVERSIDAD PONTIFICIA COMILLAS
Universidad Pontificia Comillas, 5
28049 Madrid
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INSTITUTUM HISTORICUM SOCIETATIS IESU


Borgo S. Spirito, 4
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Teléfono: +39 689 77 466 • Fax +39 689 77 461
email: ihsiroma@sjcuria.org
LUDOLFO DE SAJONIA (LUDOLF VON SACHSEN)

LA VIDA DE CRISTO

FIELMENTE RECOGIDA DEL EVANGELIO


Y DE LOS SANTOS PADRES Y DOCTORES DE LA IGLESIA

Introducción, traducción y notas de Emilio del Río, S.I.

II

MADRID
2010
ISBN Obra completa: 978-88-7041-205-5
ISBN Obra completa: 978-84-8468-279-0
ISBN Tomo II: 978-84-8468-281-3

© INSTITUTUM HISTORICUM SOCIETATIS IESU


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Depósito Legal: BU-87. – 2010
Diseño de cubierta: USO UccelliSarattiOccidente
Compuesto y maquetado por Rico Adrados, S.L.
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de prisión y multas, además de las correspondientes indemnizaciones por daños y perjuicios, para quienes
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co, incluso fotocopia, grabación magnética, óptica o informática, o cualquier sistema de almacenamiento de
información o sistema de recuperación, sin permiso escrito de los editores.
PARTE SEGUNDA
1. LA CONFESIÓN DE LA FE DE PEDRO, POR TODOS
Mateo 16,13-23

1. El fin de la segunda parte cuando se inscribió todo el mundo bajo Cé


sar Augusto. En este lugar en que el mundo
La primera parte de esta obra, que pre
pagaba su tributo, convino que el Rey de
cedió, no hace mención expresa de la Pa
reyes y Señor del orbe exigiera el tributo de
sión; en cambio, esta segunda la menciona
la fe.
con frecuencia, y contiene toda la Pasión y
todo lo quede
le sigue.
2. Lugar la ciudad de Cesarea de 3. Cristo pregunta a los discípulos
Jesús, que venía solo orando por el ca
Filipo mino, “preguntó a los discípulos”, no por
Después de lo dicho, “Jesús llegó a la que dudara o no supiera y para algo, sino
región de Cesarea de Filipo”. Llega, como por varios motivos: instruirlos y enseñarles
Salvador, esparciendo en todas partes la luz la verdad, quitar el error con la respuesta,
de su doctrina, buscando a los perdidos y aumentar merecimiento, consolidarnos en
salvando a los penitentes. Cesarea de Filipo su confesión, confirmar su fe con la aproba
es la ciudad llamada ahora Paneas. Filipo el ción y promesa que siguió, y mostrar, con
Tetrarca, hermano de Herodes, la restauró y firmándola, la diferencia entre los apóstoles
amplió, y la llamó Cesarea de Filipo, por su y los pueblos.
nombre y en honor de Tiberio César, que le Para explorar la fe de los discípulos, pri
dio la cuarta parte del reino. Está situada al mero inquiere el parecer de la gente; para
pie
dentedelnacen
montedos
Líbano;
fuentes,
en su
llamadas
lado descen-
Jor y confirmarlos en la fe, quiso retirar de su
mente las opiniones erróneas de otros e in
Dan
rodeos
y forman
que el Jordán;aléste
enconfluyen pieentra
y raízpor
delgrandes
Líbano formales mejor de la verdad. El doctor
evangélico debe destruir los errores, para
el mar de Galilea, cerca de la ciu que edifique mejor la verdad. El Señor que
dad de Corozaín. ría que los errores se manifestaran, para que
de
turión
la
fines,
Cesarea
ciudad
Capadocia,
Esta
habitaba
Cornelio.
de
Cesarea
dePalestina,
Cesarea
en
unde
Hay
lapueblo
Filipo
de
región
donde
otra
Filipo,
de
esCesarea,
de
diferente
gentiles;
habitó
yTurquía.
en sus
elCris
capital
de
con-
cen-
En
la así los discípulos pudieran decir la verdad:
no la opinión del vulgo, sino la revelación
del Señor.
“Hizo esta pregunta a sus discípulos:
¿Quién dicen los hombres que es el Hijo
del Hombre?” (Mt 16,13), es decir, el hijo
to
carnación,
de
Es
gentiles,
se quiso
la
llevaba
unaIglesia
ciudad
revelar
término
para
else tributo
hacía
de
mostrar
aquí
de
laen
Judea,
región
eldel
laque
misterio
fecenso
al
de
el losde
Fenicia
norte.
fundamento
personal,
gentiles.
su
de
A En-
ella
los de la Virgen. Esto es propio sólo de Cristo.
Adán fue hijo de la tierra, otros son hijos
de los hombres, engendrados por los pa
dres. Sólo Cristo fue hijo del hombre, pues
no tuvo sino madre en la tierra, y Padre en
el cielo.
10 SEGUNDA PARTE

Hijo
los que,
Sedel
llama
callados
Hombre
Hijo
los
porde
demás,
suDios,
humanidad;
siempre
pero también
quieren
contra pues fue santificado en el seno de su madre;
por la paciencia en las adversidades; y por la
hombres
san
alegar
Jerónimo,
susque
ascendientes
soy?
no Habla
dice:más
¿Quién
denotables.
sí; para
dicen
que
Según
los
no misericordia con que lloró y lamentó los
pecados del pueblo.
Otros que uno de los profetas, Eliseo,
por la excelencia de su sabiduría, pues tuvo
parezca que lo pregunta con jactancia dice, doble espíritu de Elías; o, que resucitó al
según el Crisóstomo, el Hijo del hombre; gún otro de los antiguos profetas. Es la di
quiere
y se llegue
que aselacrea el don de la Encarnación
confesión. visión del error que tenían sobre Jesús; así
también hoy varían muchos buscando la
sobre
Lossuprelados
fama, dey doctores
sus compañeros,
deben averiguar
porque salvación, la felicidad. Porque cada uno po
ne la felicidad en lo que ama, y a esto le da
la
chomala,
to buena
interrogó
parapara
el
fama
fruto
asulos
del
daño.
constructivo
discípulos,
queDice
preside
Orígenes:
yde
importa
nos
doctrina;
enseñó
“Cris-
mu-ya culto como a Dios, pues, según san Agus
tín, el hombre da culto a aquello que ama
sobre todo lo demás.

mirar
nosotros,
temos qué
la ocasión;
para
opinión
que,y,sisi
tienen
sesedice
dicelos
algo
algo
hombres
malo,
bueno,
cor-
de
lo 5. Pedro confiesa: “Tú eres el Hijo de
Dios”
Después pide a los discípulos su propia
tengamos en cuenta. El ejemplo de los
confesión de fe sobre él: “Y vosotros”, aparte
apóstoles instruye a los discípulos de los
de los demás, que no sois de la gente, sino
obispos, que les refieran las opiniones que
discípulos míos, “a los que se ha dado a cono
oigan sobre ellos”. El Señor preguntó a los
cer el misterio del reino de Dios”… (Mc
apóstoles sobre la fe de la gente, porque los
4,11), que “sois la luz del mundo y la sal de la
prelados deben dar cuenta de la fe de sus
tierra” (Mt 5,14.13)… “a quienes he hecho
fieles.
conocer todo lo que he oído a mi Padre”…
(Jn 15,15), “¿quién decís que soy yo?” (Mt
4. Opiniones de la gente sobre Cristo el sobre
ron,
Cristo
Y,que
en
como
unos
la gente,
había
decían
los
varias
discípulos
que era
opiniones
Juan
respondie-
Bau- 16,13). Si otros yerran falsamente sobre mí,
vosotros no debéis errar, pues tanto tiempo
habéis estado conmigo, habéis oído mi doc
trina y visto tantas obras de revelación.
tista, porque en el seno de su madre sintió Respondió Pedro por todos, pues todos
do
su
sus
muchos
ción
la presencia
admirable
de
seguidores.
había
lospensaban
muertos,
hecho
del
vida;
Señor,
Dice
milagros”.
que
yasí
después
san
por
opinaban
JuanTeófilo:
elhabía
Bautismo,
de laHerodes
resurrec-
resucita-
“Porque
pory sabían y sentían lo mismo: aunque otros
también lo supieran, él, sin embargo, como
mayor en edad, el principal y cabeza del
grupo, ante todos y en lugar de todos, el
que debió presidir y ser útil a los demás,
de laOtros
verdad;
decían
por su
quepoder
era Elías,
evidente,
por que
su celo
hi- respondió. Es claro, por tanto, que al suce
sor de Pedro le pertenece la certificación de
las dudas sobre la fe, y de las cosas que per
batado
zo
venir.
bajar
Otros,
alfuego
cielo,
que
del
deJeremías,
cielo;
dondeyseporque
por
creelaque
santidad,
fueha
arre-
de tenecen a ella, más que a nadie.
Pedro, enseñado no por parientes, sino
por el Padre celestial, viéndole Hijo de Dios
1. LA CONFESIÓN DE LA FE DE PEDRO, POR TODOS 11

y hombre, abraza las dos cosas; y confiesa la Dice el Crisóstomo: “Estas palabras son
verdad de la naturaleza divina y de la huma- también para todos, así que cada uno se di
na: que es Dios y hombre. Y en ese supuesto, ga a sí mismo: Dichoso eres, porque la car
“contestó: Tú eres el Cristo, el Hijo de Dios ne ni la sangre no te lo reveló; sino mi Pa
vivo”. Como diciendo: Tú eres el Cristo, dre que está en el cielo”. Tú dices, y dices
hombre porque has sido ungido, y así confie- verdad, que soy el Hijo de Dios vivo. “Y yo
sa su humanidad, con óleo de gracia ante to- te digo que tú eres Pedro”; yo que soy la
dos tus compañeros; y eres Hijo de Dios, na- verdad inmutable, cuyo decir es hacer, te
tural, no adoptivo, como otros; por tanto, digo a ti, por ti y por todos tus compañeros,
eres de la misma naturaleza con el Padre, y que tú eres Pedro, te llamo así, Piedra: eres
así confiesa su divinidad. Y añade “Hijo de confesor de la piedra verdadera, que es Cris
Dios vivo”, inmutable y eterno, porque los to, fuerte en la fe, y estable en la doctrina.
hebreos llamaban a Dios vivo contra los dio Con razón recibió el nombre de Pedro
ses falsos, que no viven, sino que las gentes el que creyó en la piedra Cristo, por la fuer
se los establecieron de entre hombres difun te confesión fiel de Cristo. Antes se llamaba
tos, o de materia y sustancia insensible. Simón; el Señor le impuso este nombre pa
ra significar la Iglesia. Como “la piedra era
6. Jesús hace la promesa a Pedro Cristo” (1 Co 10,4), Pedro es el pueblo cris
tiano. La piedra era Cristo, cimiento sobre
“Respondiendo, Jesús le dijo: Dichoso el cual él ha sido edificado. El apóstol, acor
eres Simón, hijo de Jonás, porque esto no te de con esto, dice: “Nadie puede poner otro
lo ha revelado la carne ni la sangre, sino mi cimiento aparte del ya puesto, que es Jesu
Padre que está en el cielo” (Mt 16,17). Pro cristo” (1 Co 3,11). Como si dijera: No hay
mete a Pedro y en Pedro a todos la recom otro fundamento sino la piedra que Pedro
pensa de la confesión verdadera. Le llama puso como cimiento, cuando dijo: “Tú eres
“Barjona”, hijo de Jonás; Jona, abreviado de Cristo, el Hijo de Dios vivo”. Pues sobre es
Joanna; a Pedro se le llama a veces Simon ta piedra se edifica toda la Iglesia de Dios.
Bar Joannis, Simón, hijo de Juan. “Y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia,
Según el Crisóstomo, muestra así que es y las puertas1 del infierno”, sugestiones de los
tan Hijo de Dios por naturaleza, como Pe- demonios, placeres de los vicios, doctrinas de
dro es hijo de Juan, de la misma sustancia los herejes, tormentos y halagos de los perse
que su padre. Dichoso eres, por la confesión guidores, malas obras de los perversos, con
de la fe verdadera, que conduce a la felici- versaciones y ejemplos que muestran el cami
dad; ni la carne ni la sangre, ni tus parien- no de la perdición, “no prevalecerán contra
tes, ni un hombre mortal, ni una doctrina ella” (Mt 16,18), contra la Iglesia afirmada
humana te revelaron esta verdad y tan gran así, porque no podrán separarla de la fe y de la
secreto de la fe; sino mi Padre que está en el caridad de Cristo. La Iglesia, por tanto, con
cielo, y, por tanto, toda la Trinidad, pues las siste en las personas en quienes hay conoci
obras de la Trinidad son indivisas. miento y verdadera confesión de fe y verdad.

1 “Aquí sus ’puertas’ personificadas evocan las potencias del mal, que tras haber arrastrado a los hombres a

la muerte del pecado, los encadenan en la muerte eterna. A imitación de su Maestro, muerto,’descendido a los in
fiernos y resucitado’, la misión de la Iglesia será arrancar a los elegidos al imperio de la muerte, temporal y so
bre todo eterna, para hacerles entrar en el Reino de los Cielos”. (BJ, 1412).
12 SEGUNDA PARTE

7. Las llaves del Reino de los cielos innata ni adquirida. Dice aquí la glosa, que
las llaves son dos, la ciencia de discernir, y
El Señor prometió que daría a Pedro las
la potestad de atar y desatar. Como en el sol
llaves del Reino de los cielos; si se las hu
el poder de endurecer y de hacer líquido es
biera dado enseguida, no habría tenido Pe
uno en la raíz, pero dos en los efectos, así
dro la mala idea de que se habla luego, ni el
sólo hay una llave en la raíz, pero dos en los
error de la negación de que se habla en la
efectos. Se llama llave la potestad de juzgar
Pasión. Como Pedro respondió por todos en el foro de las almas, no de los cuerpos; se
los apóstoles, el Señor prometió a todos en integra por el poder de discernir en el exa
él las llaves del Reino de los cielos: “A ti te men de la causa, y por el poder de definir en
daré las llaves del Reino de los Cielos”. A ti la determinación, por una sentencia conde
que me has confesado por los demás, te da natoria o absolutoria.
ré las llaves del poder de juzgar de la Iglesia El primer poder se llama ciencia, no co
presente, llamada reino del cielo, pues bien mo hábito de conocer, sino como autoridad
administrado bajo su poder, se sigue la en y potestad de discernir y juzgar por ella. El
trada o exclusión del reino de los cielos. otro es el poder de admitir al reino o de ex
da, se
“Nole prometen;
le dan ahora
pues
las aún
llaves,
nodice
han san
sidoBe-
fa cluir de él, según el verdadero juicio; por
que se ha de excluir a los indignos y recibir
bricadas sobre el yunque de la cruz, ni tem a los dignos. Dice san Bernardo: “Pedro re
pladas en su sangre. Yo también con el cibió las llaves en la ciencia y la potestad
ministerio de estas llaves, cuando estén en que le fue dada de arriba, y estas llaves son
acto de perfección, todavía en el horno de la la potestad de abrir y cerrar, y el discernir
Pasión ardiente, abriré al ladrón y homicida entre los que se han de admitir y los que se
la puerta del paraíso; para que tú también han de excluir”.
con ese ejemplo permitas entrar en él a los Añade el Señor: “Y lo que ates en la tie
publicanos y pecadores. Pues ejercerás el rra quedará atado en los cielos, y lo que de
juicio sobre los que confiesan su culpa y es- sates en la tierra quedará desatado en el cie
peran condena. Y por eso tendrás jurisdic- lo2”. Lo que ate o desate, viviendo en la
ción ordinaria y potestad judicial, para lo tierra, lo aprobará y confirmará la curia del
que se requieren dos cosas: autoridad de co cielo. Esto es, según la glosa, que a cual
nocer y arbitrar sobre la culpa, y potestad quiera que juzgues indigno mientras vive,
de absolver o también de juzgar; las dos co- será juzgado indigno ante Dios; y a cual
sas te las daré con el nombre de llaves”. quiera que le juzgues digno de ser desatado
Llama llaves del reino del cielo a la dis- mientras vive, conseguirá el perdón de
creción y poder: discreción para distinguir a Dios.
dignos e indignos; poder, que los ate o los Este poder de atar y desatar se lo dio el
suelte. La llave es la potestad espiritual so- Señor no sólo a Pedro, sino también a los
brenatural dada e infundida por Dios, no demás apóstoles; y no sólo a ellos, sino tam

2
“Lo que ates… lo que desates’, semitismo que indica totalidad: todo poder. ¿En qué campo? En termi
nología rabínica, ‘atar y desatar’ es ‘declarar lícito-declarar ilícito’ en lo doctrinal, y ‘admitir o rechazar’ (in-co
mulgar y excomulgar) en la comunidad religiosa; sin duda incluye plenos poderes para absolver o condenar. La
afirmación de Lutero, de que esas palabras de Jesús sólo se dirigían a Pedro, no a sus sucesores, es una de las pro
posiciones condenadas por la bula Exurge Domine, de León X (DS 1476)”. (NT.MI, 115).
1. LA CONFESIÓN DE LA FE DE PEDRO, POR TODOS 13

bién a los obispos y presbíteros, y a toda la discreción y la justicia, los que quieren imi
Iglesia.está
ridad Pero
endesolo
modo
Dios,
que el abre
que poder de auto- tarle en el poder de atar y desatar. Dijo esto
fusión
en Cristo,
de que el
la gracia; poder de excelencia
por la in- a Pedro, para que todos se vieran en él como
en un espejo, viviendo así, atando, desatan
abre por los méritos de la Pa do, sin apartarse de la paz y concordia No
sión;
doslos
de deelsacramentos.
lapoder
Iglesiadel
que abren por en
ministerio, el ministerio
los prela- presuma nadie contra la justicia y la verdad,
atentos a la palabra del apóstol: “No pode
mos nada contra la verdad, sino a favor de la
verdad” (2 Co 13,8).
8. Pedro y la primacía de juzgar Según Orígenes, el que ata o desata a
otro debe ser irreprensible, para que en el
Pedro recibe las llaves del reino de los
cielo se halle digno de atar o desatar. Todo lo
cielos y el principado de la potestad de juz
que ataren o desataren en la tierra con justi
gar, para que los creyentes en todo el mun
cia y discreción cooperando las dos llaves y
do entiendan que los que se separan de la
sin error, será atado o desatado en el cielo.
unidad de la fe y de su compañía de cual
Pero, si el prelado actúa injustamente, su
quier modo, no pueden ser absueltos de las
sentencia, aunque ate en cuanto a la Iglesia
ataduras de los pecados ni entrar por la
militante en la tierra, no en cuanto a la
puerta del reino celestial. Según la glosa, el
triunfante en el cielo. Con todo, ya actúe con
Señor concedió especialmente a Pedro esta
justicia o sin ella el pastor, su sentencia es
potestad, para invitarnos a la unidad. Le
muy de temer, porque aunque no haya culpa
constituyó príncipe de los apóstoles, para
en la obra, puede haberla en la soberbia.
que la Iglesia tuviera principalmente un so
Dice san Gregorio: “Con gran modera
lo vicario de Cristo, al que los miembros di
ción se afanen los pastores de la Iglesia en
versos de la Iglesia recurrieran, si quizá di
atar o desatar. Pero obligue al pastor lo
sintieran entre sí; pues, si hubiera diversas
uno o lo otro, su sentencia es de temer pa
cabezas en la Iglesia, se rompería el vínculo
ra el rebaño; no sea que el inferior, si quizá
de la unidad. es atado injustamente, merezca por otra
Pedro es elegido prelado de la Iglesia;
culpa que le obligue la misma sentencia.
pero la potestad prometida la recibió más El pastor, por su parte, tema absolver o
tarde con los otros apóstoles, cuando los
atar sin discreción; y el que está bajo la
apóstoles fueron ordenados obispos, des
mano del pastor tema ser atado justa o in
pués de su Resurrección, cuando soplando
justamente, y no reprenda con temeridad
sobre ellos, dijo: “Recibid el Espíritu San el juicio del pastor; no sea que, aunque
to”, etc. (Jn 20,22). Pero le puso al frente
fuera atado injustamente, la culpa que no
como pastor de todos los fieles y príncipe
había se haga culpa por la soberbia de la
de los apóstoles, y vicario suyo en toda la
reprensión engreída”.
Iglesia, cuando le dijo: “Apacienta mis ove
jas” (Jn 21,17).
9. Les ordena no revelar la confesión
Oigan siesto los obispos y prelados,engó
que
der! desataren
como Pues
Pedro;ataren
lo
seráque
desatado.
como
ataren
Pedro,
Imítenle
será desatarán
atado, lo
la de Pedro
cense del don, ¡no se enorgullezcan del po
Después de la confesión de los discípu
los sobre el Hijo de Dios hecha en Pedro,
Tú eres el Cristo, el Hijo de Dios vivo,
14 SEGUNDA PARTE

“prohibió a los discípulos que dijeran a na fueran oprimidos por el peso de una predi
die que era el Mesías” (Mt 16,30); que no cación mayor. Se les prohibe, pues, que le
publicaran lo que habían entendido de evangelicen como Hijo de Dios, para que
Cristo. Cristo ordenó esto por humildad, luego le evangelicen como crucificado. Es
porque no quiso que se proclamaran cosas ta es la fe de la gloria, si entiendes de ver
grandes de él, sino cosas humildes; y para dad la cruz de Cristo. Otras cruces de nada
no impedir su Pasión, pues si se proclama me sirven; sólo la cruz de Cristo es útil pa
ba y se creía que era el Cristo, no sería cru ra mí”. Y de verdad útil, “¡por la cual3 el
cificado. También para no escandalizar a los mundo está crucificado para mí y yo para el
congregados con él, porque si se proclama mundo!” (Ga 6,14). Si el mundo está cruci
ba primero su inmortalidad y grandes cosas ficado para mí, sé que está muerto; no le
sobre él y después los pusilánimes y débiles amo, sé que ha pasado; no le deseo, sé que la
en la fe veían que era flagelado, crucificado corrupción consume a este mundo; le evito
y después de muchas ignominias, muerto, como a fétido, no le sigo como a ligero, le
se escandalizarían de su predicación. abandono como a dañoso”.
La prohibición fue por un tiempo, hasta
después de la resurrección; porque, si se 10. Diverso modo de llamar a judíos y a
predicaba antes de la Pasión, se irritaría la gentiles
fe de los creyentes por el escándalo futuro, El mismo san Ambrosio explica el mo
como sucedió de hecho en los apóstoles; do diferente de dirigirse y llamar a la Igle
porque apremiaba el tiempo de la Pasión, sia y a la fe a los gentiles y a los judíos:
tiempo de ignominia y de debilidad; pero “Cuando algunos gentiles son llamados a la
después de la resurrección, realizada la ple Iglesia, debemos ordenar la serie de precep
na victoria de la muerte, entonces será el tos de esta forma. Primero, enseñemos que
tiempo de proclamar la gloria de su majes Dios es autor del mundo y de todas las co
tad. Así, cuando cesó la causa, el escándalo sas: ‘En él vivimos, nos movemos y existi
de la Pasión, cesó también el efecto. mos; somos linaje suyo’ (Hch 17,28); así
Dice el Crisóstomo: “Si era conocido que debemos amarle no sólo por los dones
manifiestamente como Hijo de Dios, nadie de la luz y la vida, sino también por cierto
se hubiera atrevido a poner las manos en él, parentesco de linaje. Después, destruyamos
y no hubiera sido crucificado, ni hubiera re la opinión de los ídolos, pues la materia de
sucitado de entre los muertos; por lo mismo oro, plata, madera no puede tener en sí
el reino del infierno estaría aún en la tierra fuerza divina. Si persuades que hay un solo
y el diablo dominaría todo el mundo”. Dios, puedes construir cómo, por juicio su
Como dice san Ambrosio: “Por muchas yo, se nos ha dado por Cristo la salvación,
causas manda callar a los discípulos, para empezando por lo que hizo en su cuerpo,
engañar al príncipe del mundo, para desviar describiendo también las cosas divinas, de
la jactancia, y enseñar la humildad; para forma que parezca más que hombre, que la
que los discípulos imperfectos y rudos no muerte fue vencida por su poder, y él muer

3 “Por la cual”; hoy se prefiere “por quién”, por Cristo crucificado; cruz, “stauros”, en griego es masculino,

sirve ambos casos. Por él, ella, “Pablo quedó crucificado para el mundo, y el mundo quedó crucificado para Pa
blo”, cuando recibió el bautismo” (NT.MI, 758).
1. LA CONFESIÓN DE LA FE DE PEDRO, POR TODOS 15

to y resucitado del abismo. Porque la fe cre pero que el Padre y el Hijo son de la mis
ce poco a poco; y así, cuando vean que era ma sustancia; la Palabra del Dios eterno,
sobre los hombres, crean que era Dios. Por no que es proferida, sino que obra, engen
que, si no pruebas que aquellas cosas sólo drada del Padre, no dada a luz por la voz”.
pudo hacerlas por el poder divino, ¿cómo Esto dice san Ambrosio.
probarás que había en él una fuerza divina?
Con ese precepto informó el apóstol a los 11. Cristo predice su Pasión a los após
atenienses; pues ése orden debemos tener toles
nosotros con los gentiles. El Señor predijo a los apóstoles su Pa
“Ahora bien, cuando los apóstoles ha sión, para que guardaran mejor su precepto
blaban a los judíos, decían que él era el de no evangelizar antes de su resurrección y
Cristo, el que nos fue prometido por los para que no les horrorizara el peligro de la
oráculos proféticos; antes no le llamaban muerte, si amaban la gloria del Reino.
Hijo de Dios con autoridad, sino hombre “Desde entonces comenzó Jesús a manifes
justo, resucitado de los muertos. Aquel va tar a sus discípulos que él convenía que fue
rón del que se dice en los profetas: ‘Tú eres ra a Jerusalén y sufriera mucho de parte de
mi Hijo, yo te he engendrado hoy’ (Sal 2,7). los ancianos, sumos sacerdotes y letrados,
Así tú también aprende las cosas más difíci que fuera muerto y resucitara al tercer día”
les de creer por la autoridad de la palabra (Mt 16,21). Es decir, conviene que, según
divina; y señala que su venida fue prometi la ordenación divina, él, el Hijo del Hom
da por la voz de los profetas; enseña la resu bre, suba a Jerusalén a realizar la salvación
rrección descubierta también mucho antes en medio de la tierra; pues estaba preorde
por los testimonios de las Escrituras, no nado por Dios Padre que se cumpliera allí
usada con los otros, para que en la afirma el misterio de nuestra redención. Este “con
ción del cuerpo resucitado tengas el testi venir” trae ayuda, aporta recursos. Conve
monio de la divinidad. nía, digo, no por los suyos, sino por nues
“Pues, cuando pruebes que los cuerpos tros pecados; dice el salmista: “Lo que no he
de los demás sufrieron la corrupción des robado, entonces lo pagaba4” (Sal 69,5).
pués de la muerte; y que de éste se dice: Es notable que hablando de su Pasión se
‘No dejarás a tu santo ver la corrupción’ llama Hijo del hombre, no Hijo de Dios; co
(Sal 16,10; Hch 2,27), a la vez pruebas que mo si quisiera decir que lo que iba a padecer
experimentó la fragilidad humana, que so no era según su naturaleza divina, sino según
brepasó los méritos de la condición huma la humana. Se añade el modo de nuestra re
na, y que se refiere más a Dios que a los dención: padecer muchas cosas. Se hizo, en
hombres. Pues, si el que debes instruir es efecto, el manojito de mirra, un montón de
un catecúmeno que se prepara a los sacra amargura, porque el ramito está compuesto
mentos de los fieles, hay que decirle que de muchas formas de Pasiones.
hay un solo Dios, del cual son todas las co Padecer muchas cosas: ser apresado,
sas, y un solo Jesús por el cual son todas las abofeteado, escupido, acusado, desnudado,
cosas, pero no que son dos Señores; que el coronado de espinas, flagelado y rechazado
Padre es perfecto, que es perfecto el Hijo, por los ancianos que debían representar ex

4 Así la Vulg. Hoy, mejor: “¿Es que tengo que devolver lo que no he robado?” (BCB; BJ).
16 SEGUNDA PARTE

que
celencia
tenían
de la
vida,
mayor
por autoridad
los sumosysacerdotes
el poder, no de la salvación de todos, y hablas cosas
contrarias; pues Satanás, se traduce adversa
porque
Pilato
cruz
sus propias
por
para
ellos
gentiles,
la
manos;
lemuerte;
juzgaron
que
resucitar
yleyser al tercerendía,
crucificaron
le muerto
entregaroncon
laa rio o contrario. Como si dijera: No seas mi
adversario, sino aplica tu voluntad a la mía;
no quieras impedir mi Pasión, sino sígue
me, y detrás de mí sigue mis huellas.
por
tados
poder
propia
con ajeno,
la
virtud
esperanza
yyque
poder,
así
dequedaran
no
la ser
resurrección.
levantado
confor- Dice Orígenes: “¡Dichoso aquél al que
se vuelve Cristo, aunque se vuelva para co
rregir!” Y añade el Señor: “Me eres escánda
Por
los
la gloria
temor
aeso
considerar
depredijo
de
la pasión
su Resurrección,
la ignominia
gloria
con sude
ejemplo,
sude
para
resurrección.
su quitar
yPasión
elevar-
ely lo”, me das ocasión de ofender, y me ofen
des, “porque tus pensamientos no son los de
Dios, sino los de los hombres” (Mt 16,23),
que buscan lo presente con celo humano
Dice san Jerónimo: “El sentido es: pre por mí, amándome con afecto humano. De
dicadme entonces, cuando haya padecido bemos saborear, pues, no cosas humanas, si
todo
menteesto;
a Cristo
ahorayno
divulgar en los pueblos
es útil predicar pública-
su no divinas; no carnales, sino espirituales, no
terrenas sino celestiales.
majestad, pues han de verle poco después Porque, como dice el mismo Orígenes:
flagelado y crucificado”. “A todo discípulo que peca, lo llama el Señor
escándalo suyo”. A Pedro, al que antes había
12. Llama a Pedro Satanás y escándalo engrandecido, le llamó Satanás, por el amor
“Tomándole aparte Pedro, empezó a re aún carnal que tenía hacia el Señor, cuando le
prenderle: ¡Lejos de ti, Señor! ¡No te pasará disuadió de la Pasión, que esto no pasara.
esto!” Lo apartó para que no pareciera que Leemos que Pedro tuvo el mayor ardor y
reprendía al Maestro delante de los demás. amor hacia el Señor, nuestro Salvador. Como
Lo hace con amor; que no te suceda esto, se lee en el Itinerario de Clemente, Pedro te
dijera:
que muera
no está
el Hijo
biendel
queDios
tú, vivo.
SeñorEs la masi
decomo nía tal afecto a la presencia corporal de Cris
to, la amaba con tal fervor que, después de la
truya
jestad,
prendió
Dios
hizo pueda
susufras
confesión,
Pedro
ser
cosas
matado
más;tan
nono
piensa
ignominiosas.
yquiere
morir;
queque
oelmejor,
Hijo
seLedes-
re-
de
lo Ascensión, siempre que se acordaba de su
presencia y compañía dulcísima, se deshacía
todo en lágrimas, de modo que sus mejillas
parecían surcadas por el flujo de las lágrimas.
otros.
ejemplo
rior;
su superior.
por
elLoinferior
el
de
tomó
fervor
acusar
Pedro
nocon
debe
de en
que
eseacusar
secreto
modo
ardíaen
más
dejándonos
a público
unque
supe-
losa Por amor a Cristo quería impedir su Pa
sión; pero este celo era indiscreto, porque la
Pasión de Cristo estaba ordenada para la
salvación de la humanidad; por eso mereció
trásla“Pero
ve devista Pedro. YÉllevadice:
mí,él,aSatanás!”
volviéndose, dijo
delante;
aAnda
Pedro:
ydetrás
vuel-
¡De- una dura reprensión; como no moderó su
afecto para querer lo que Cristo quería, y no
conformó su voluntad con la divina, a la
que se oponía, con razón se le reprende y se
de mí, conforma tu voluntad; detrás de mí, le llama Satanás, es decir, adversario.
rio,
no contra
que temí,
opones a mi adversario
Satanás, voluntad yyalcontra
cami- A ejemplo del Señor, ten tú también
por adversarios a todos los que quieran re
2. EXHORTACIÓN A SEGUIR A CRISTO, CON LA CRUZ 17

traerte del bien y del ejercicio espiritual con ca la cruz; para alimentarse, ése es el manjar
alivio o consuelo corporal. Como increpa misterioso; para ser consagrados o hacer
aquí a Pedro, al que antes aprobó, no quede cualquier cosa, en todas partes nos asiste el
nadie, por bienes hechos antes, sin correc- símbolo de la cruz, la señal de la victoria.
ción por los males que haga. Por esta razón la inscribimos en la casa, en
las paredes, en las puertas, en la frente, en la
13. Gloriarse en la cruz del Señor mente, con gran afecto. Por tanto, cuando
No hay que avergonzarse de la cruz del te haces la señal de la cruz, piensa toda la
Señor, sino hay que gloriarse, porque es se condición o causa de la cruz; hay que sig
ñal y principio de nuestra salvación y de to- narse no sólo con el dedo, sino con mucha
do nuestro bien. Dice el Crisóstomo: “Lle- fe; ningún demonio podrá estar a tu lado,
vemos en torno, como una corona, la cruz viendo la espada por la que recibió la herida
de Cristo. Todo lo que es para nuestro bien, mortal, y las armas por las que Cristo deshi
se realiza por ella: para regenerarse, se acer- zo su poder”.

Oración

Señor Jesucristo, a quien Pedro confesó verdadero Hijo de Dios.


Yo también, indigno, confieso de todo corazón y boca, que tú eres el Cristo, el Hijo de
Dios vivo eterno.
Te ruego, Señor piadosísimo, que me concedas confesarte de hecho, y que no sea infiel
negándote con las obras, hasta que consiga con Pedro tu bendición y permanezca con él,
firme en la fe y en las obras.
Dame también, Señor y Dios mío, que, siguiéndote con la conformidad de mi volun
tad cumpla lo que te agrada en todas las cosas y me abstenga de toda ofensa tuya; que así,
por don tuyo, persevere hasta el fin. Amén.

2. EXHORTACIÓN A SEGUIR A CRISTO, CON LA CRUZ


Mateo 16,24-28; Lucas 9,23-27

1. El Señor no quiere a nadie forzado horta a todos, porque la imitación de la Pa


sión pertenece a todos, o por el martirio o
Una vez que predijo en secreto a sus
por la penitencia.
discípulos el misterio de su Pasión, el Señor “Entonces dijo a sus discípulos: Si algu
convoca también a la multitud, y dirigién no quiere venir en pos de mí, que se niegue a
dose
su a los
dijera:
quieren
mientos;
imitación
No discípulos
salvarse.
conviene
queráis
y a Hablay aaquí
sufrir
que todos,
suprimir
lalos lestodos,
pasión.
sufran
paralos invita
Como
los
padeci-
quesia
ex- sí mismo, tome su cruz y sígame” (Mt
16,24; Lc 9,23), por afecto interno, imita
ción externa; “venir” al Padre que es superior
a mí. Dice: si quiere; porque no obliga a na
die, sino aconseja, y deja a cada uno a su libre
18 SEGUNDA PARTE

Señor,
arbitrio,
y el
para
premio
que elmás
servicio
gratosea
al siervo.
más grato al da sus cosas a Dios, pero se da a sí mismo al
mundo; dice: Niéguese a sí mismo. La ter
espontáneos,
servidor
cibleDice
y bondadoso,
el
forzado
Crisóstomo:
que contra
dan
no quiere
gracias
“El
su Salvador
voluntad,
tener
por servirle;
ningún
es apa-
sino cera, delicada, porque algunos quieren ha
cer penitencia sin sentir aflicción ninguna;
dice: Y tome su cruz. La cuarta, prestada,
cuando algunos se glorían de los padeci
no
uno
diendo
queobliga
diera
atrae
y haciendo
ni
aoro,
todos
impone
o expusiera
los
el necesidad
bien”.
que quieran,
un
Y de
tesoro,
a nadie;
nuevo:
persua-
todos
sino
“Si mientos de sus padres o hermanos, pero
ellos no hacen nada semejante; dice: Su
cruz, no la ajena. La quinta, momentánea,
cuando uno se abstiene un día, y se entrega
correrían a él; mucho más a las cosas que es los demás días a sus gustos; dice en Lucas:
tán en el cielo”. Cada día. La sexta, fingida, la de los hipó
por laelrenuncia
mo”,Añade Señor: a“Niéguese
su propia voluntad,
a sí mis- critas; dice: Y sígame a mí, no el favor del
mundo.
no sólo a sus cosas o a los suyos, sino a su
entendimiento, su afecto, su sentido. “To 2. Primera perfección: Abnegación
me su cruz”, por la mortificación del cuer Si alguno quiere venir en pos de mí, si
po, por la compasión del prójimo, y, si es quiere alcanzar la perfección de la vida cris
necesario, soportando el martirio. “Y síga tiana, haga lo que sigue: Niéguese a sí mis
me”, teniéndome como luz en la intención mo, tome su cruz, y sígame; ahí se expresan
contra el favor humano, siguiéndome como las tres cosas en que consiste la perfección
a guía
do mi paga
en la en
acción
la recompensa,
contra el error,
contra
esperan-
la ga de la vida cristiana. La abnegación; el llevar
la cruz; y la imitación de la vida de Cristo.
nancia temporal. La abnegación, para seguir a Cristo, de
guirElalorden
Señor,recto es que
primero se niegue
el queaquiere
sí mismo
se- be extenderse a tres cosas: a sus bienes: “El
que no renuncia todos sus bienes, no puede
y así tome su cruz, para que su voluntad es ser discípulo mío” (Lc 14,33); a los suyos:
té pronta a soportar toda miseria. Hay que
advertir “Si alguno quiere venir en pos de mí, y no
cosas porque el primer
el pecado: la libertad,
hombrelaperdió
felicidad,
tres odia”, etc., (Lc 14,26); a sí mismo: “Nié
guese a sí mismo”, rechazando al hombre
la dignidad, las tres que el Señor enseña viejo y los pecados, y cambiándose a mejor;
aquí que se recuperan: la libertad, cuando que, dejando de ser lo que era, comience a
añade:
añadir:
dice: niéguese
yysígame.
tome su
a Niéguese
sícruz;
mismo;
la dignidad,
a la
sí mismo en al
felicidad,
cuandola ser lo que no era, y de uno se haga otro, ne
gando la propia voluntad, que es más que
negar y rechazar las cosas mismas.
me
prosperidad
cruzpor
en la adversidad,
conformidad
y desviándose
obrando
de la
delvida,
mal;
el bien;
ordenán
tome
síga-
su Dice san Próspero: “¿De qué les sirve a
algunos rechazar sus riquezas, si no dejan su
propia voluntad? Es mucho mejor renun
dolo todo
violenta;
de mí. a Dios.
Ladice:
segunda,
Si alguien
disminuida,
quiere venir
cuandodetrás
uno ciar a la propia voluntad, que a las cosas”.
seis En
clases
esasdepalabras
penitencia
del inútil.
Señor La
se excluyen
primera, La abnegación debe hacerse, por tanto, lu
chando perfectamente contra todos los de
seos de la carne y codicias del mundo, sin
tomar complacencia ninguna propia o hu
2. EXHORTACIÓN A SEGUIR A CRISTO, CON LA CRUZ 19

mana en las buenas acciones, sino preten- Con razón dice junto: el mundo crucifi
diendo en todo lo que hacemos, sólo el ho- cado para él, y él para el mundo. Porque
nor divino, para poder decir con Cristo: He con frecuencia sucede que el hombre no tie
venido, no para hacer mi voluntad, sino la ne al mundo, pero el mundo le estrecha a él
voluntad del que me envió. con sus ocupaciones; el hombre está muerto
al mundo, pero el mundo como vivo le co
3. Segunda perfección: Llevar la cruz dicia a él, contiende por arrebatarle en sus
acciones mientras está en otra cosa. Pero,
Llevar la cruz se puede entender de tres
según san Gregorio, ni Pablo buscaba la
modos: por la mortificación de la carne, por
gloria del mundo, ni la gloria del mundo le
la compasión del prójimo, sufriendo el mar
buscaba a él; por eso se gloriaba bien de que
tirio. Dice san Hilario: “Hay que seguir al
él estaba crucificado para el mundo y el
Señor, tomando la cruz también de la Pasión;
mundo para él.
debemos acompañarle no por suerte, sino de
Hay tres cosas en el mundo que deben
voluntad”. Y san Máximo obispo: “Hay dos
estar crucificadas para nosotros y nosotros
clases de abstinencia y cruz: una corporal, de
para ellas; porque, como dice Juan: “Todo
los deleites y otras cosas que engañan los sen
lo que hay en el mundo es5 codicia de la
tidos y librarse y obligarse con violencia; otra
carne, codicia de los ojos, jactancia de las ri
espiritual, que es preciosa y más sublime: re
quezas” (1 Jn 2,16). De estas tres cosas se
gir los movimientos del ánimo, refrenar los
hace crucifixión por los tres votos de los re
ímpetus de los vicios, y pleitear cada día
ligiosos, que son verdaderos mártires espiri
contra ellos, y entablar una riña, en cierto
tuales. El primer martirio consiste en el
modo, con el hombre interior”.
abandono voluntario de las cosas tempora
Llevar la cruz se puede exponer de dos
les; el segundo en el combate de la concu
modos. Uno, sobre la cruz corporal y así con
piscencia de la carne, y cuanto más fuerte6
viene a los mártires; por esta cruz se entiende
se hace esta lucha, tanto más gloriosa es la
toda clase de martirio, muerte, tentación y
victoria del martirio; el tercero consiste en
preparación de ánimo para soportar toda pe
la abdicación de la propia voluntad, porque,
na o peligro por Cristo. Según san Agustín,
según san Gregorio, por la obediencia se
tomamos nuestra cruz, cuando asumimos las
mata la voluntad propia, mientras por la
penalidades voluntariamente por Cristo.
víctima carne ajena; así se dice que “la obe
Otro, sobre el martirio espiritual, que con
diencia es mejor que los sacrificios” (1S
viene a los religiosos y a perfectos, del que
15,22; Os 6,6; Mt 9,13).
dice el apóstol: “El mundo quedó crucificado
para mí y yo para el mundo” (Ga 6,14); es
4. Tercera: Imitación de Cristo
decir, según la glosa, las codicias del mundo
no tienen dominio en mí, ni el mundo se in- La tercera perfección, la imitación de
giere en mí y yo soy fuerte contra él. Cristo está en seguir a Cristo, imitar sus

5
La Vulg. añade el “es”. “Porque todo lo que hay en el mundo –la concupiscencia de la carne, la concupis
cencia de los ojos y la jactancia de las riquezas– no viene del Padre sino del mundo” (BJ); “codicia. y ostentación
de lo que se posee” (NT.MI).
6 “Para venir a este tal grado de perfección… su mayor y más intenso oficio debe ser buscar en el Señor

nuestro su mayor abnegación y continua mortificación en todas las cosas” (Constituciones IV, 46; Constituciones y
Normas Complementarias (CN) Roma, 1995, 70).
20 SEGUNDA PARTE

huellas y configurarnos con su vida7. Debe la comodidad temporal, porque “el que tra
mos imitarle por un triple camino: pobreza, ta delicadamente al siervo, luego le sentirá
humildad, aspereza. Cristo, en el inicio de contumaz” (Pr 29,21); debe mantener al
su vida, nos dejó ejemplo de muy sincera siervo, al cuerpo, con rigor para que se so
pobreza, en su avance dio ejemplo de muy meta más al espíritu; y por el sufrimiento
profunda humildad y en el final, ejemplo voluntario de penas, como los apóstoles y
de asperísima penalidad. los mártires. Todo esto lo hizo el mismo
Como en las tres cosas debemos seguir Cristo y se dio como ejemplo.
las huellas de Cristo, nos invita a una me- Tercero, debe dejar su alma por la abdi
moria continua, diciendo: “Recuerda mi cación de la propia voluntad, de forma que
pobreza”, lo primero; “y trasgresión”, pro- conforme su voluntad con la divina y no
funda humildad, lo segundo; “¡es ajenjo y quiera ninguna cosa, sino lo que fuere grato
hiel!”
tercero.(Lm
Las 3,19),
cosas enamarguísima
que los sinceros
Pasión,
segui
lo a la divina voluntad; así lo hizo el mismo
Cristo que dijo: “Vine, no para hacer mi vo
dores de la perfección evangélica deben luntad, sino la de mi Padre que está en el
janza,
imitar pueden
a Cristo,reducirse
y configurarse
a tres,asegún
su seme-
los cielo” (Jn 4,34).
Ten, pues, la voluntad divina como re
tres bienes que recibimos de Dios: las cosas gla de todas tus acciones, de modo que en
exteriores, el cuerpo propio, el alma; hay todas tus acciones y todos tus deseos no co
que dejarlas todas por Dios, si queremos ser dicies nada sino que el honor de Dios se
perfectos imitadores de Cristo. amplíe en ti, y en todas las demás criaturas.
El perfecto imitador de Cristo8 debe de
posponer
jar el mundo
la ocupación
y todas lasycosas
solicitud
temporales;
de todasy 5. La muerte espiritual a ejemplo de
Cristo
las cosas terrenas. Primero, esto se hace por
la pobreza voluntaria, que Cristo guardó de Nadie puede vivir con la vida de Cristo,
modo altísimo, porque en toda su vida fue si no muere con la muerte de Cristo. Por
pobrísimo. Segundo, dejar su cuerpo y esto eso, porque se inclinó a asumir nuestra car
se hace de tres modos: por la mortificación ne por excesiva caridad, se anonadó9 a sí
de la carne, por la que se golpea al cuerpo mismo, y por consiguiente en cierto modo
con vigilias, ayunos y oraciones, para que la quiso morir a la claridad divina en que es
carne no se envicie ni presuma arrogante al- consustancial al Padre. Todo el que tiende a
zarse contra el espíritu; también debe dejar esta perfección debe morir a sí mismo con

7
San Ignacio indica para la 2ª semana: “demandar… conoscimiento interno del Señor… para que más le
ame y le siga” (EE 104); en las “Banderas” pide “oprobios e injurias por más en ellas le imitar” (EE 147); en “tres
maneras de humildad”, pide, con igual gloria de Dios, “oprobios con Cristo lleno dellos”, “por imitar y parecer
más actualmente a Cristo” (EE 1167).
8 San Ignacio: …”en cuánto grado ayuda… aborrecer en todo y no en parte cuanto el mundo ama y abra

za, y admitir y desear cuanto Cristo nuestro Señor ha amado y abrazado”; rechazando, honores, fama, nombre se
gún el mundo; y abrazando injurias y afrentas “por desear parecer e imitar en alguna manera a nuestro Criador y
Señor Jesucristo, vistiéndose se vestidura y librea pues la vistió él por nuestro mayor provecho espiritual, dán
donos ejemplo, que… le queramos imitar y seguir, como sea la vía que lleva a los hombres a la vida” (Constitu
ciones IV, 44 (101) (NC, 69).
9 Lit. del griego: “a sí mismo se hizo vacío” (Flp 2,7).
2. EXHORTACIÓN A SEGUIR A CRISTO, CON LA CRUZ 21

verdadera humildad y pleno desprecio de sí, preciado por otros10. Y todos estos grados
para
tiende
mo por
que
anada,
lapueda
perfección
envivir
lo para
debesolo
tenerse
Dios.
a sí
Elmis-
que del desprecio propio brillaban en Cristo.
No sigamos ni imitemos, pues, al dia
que tiene por sí mismo. blo, como los ambiciosos y soberbios, ni al
En
Dios
lo que tiene por Dios, como los dones de mundo, como los codiciosos y avaros, ni a la
por los que se conforma con Cristo, carne, como los lujuriosos; sino a Jesucristo
debe
con el
quien
toda
estimarlos
vive
apóstol:
diligencia,
en mí”
“Vivo
muy
(Gayo,
para
mucho
2,20).
yaque
noyyo, es Cristo
pueda
guardarlos
decir el Señor. Porque el que no sigue a Dios, a
ése de nada le sirve negarse a sí mismo y to
mar la cruz. ¿Quieres seguir a Cristo? Sé
obediente a Dios y amante del prójimo; so
mismas,
De las
dice
mentes
el apóstol:
perfectas,
“Pues habéis
muertasmuer
a sí porta todo y hazlo todo por Dios; desvián
dote del mal, insiste en las virtudes. Porque
en
to, Dios”
y vuestra
(Colvida
3,3).
estáSeñala
escondida
esto, con
porque
Cristo
la por este camino marchó Cristo Jesús. Cami
na por este camino, si quieres seguirle en la
Dios
vida que
por amor
en la patria
continuo
se une
y beatífico,
perfectamente
en la via vida presente y gozar con él en la patria11.
Pero, ay, hoy pocos quieren seguir al Señor;
da
necesidad
presentedeestá
la vida
escondida;
presenteporque
no es posible
por la y, sin embargo, muchos quieren llegar a él.
Dice san Bernardo: “¡Oh, qué pocos
tener un amor continuo, no interrumpido. quieren ir en pos de ti, Señor, cuando todos
de
beatífico,
Perogozaremos
y noscontinuamente
gozaremos
esto aparecerá en la vidaendichosa,
Dios
del objeto
conti-
don quieren llegar a ti! Desean reinar contigo,
pero no padecer contigo; no cuidan buscar a
aquél al que desean encontrar; desean con
nuamente, por lo cual se añade: “Cuando se seguirte, pero no quieren seguirte; desean
manifieste Cristo, vuestra vida, entonces alcanzar los finales de los justos, sin ocupar
también vosotros os manifestaréis con él en se de sus principios”.
gloria” (Col 3,4).
Esta muerte espiritual, por la que el 6. Perder la vida: contra el primer im
hombre muere a sí mismo por el desprecio pedimento
de sí, se perfecciona por grados: primero, El Señor exhortó a sufrir el martirio por
con
que
más sus
el
vilhombre
propias
de todos;
por
palabras;
segundo,
humildad
tercero,
que
se tenga
loque
confiese
por
lleve
el la confesión de la fe, y en consecuencia qui
ta los tres impedimentos de esta confesión.
con
gan;
no
otros
sólo
igualdad
cuarto,
le no
tratan
seque
de
duela,
con
sufra
ánimo
desprecio;
sino
ecuánime,
que
que
losame
quinto,
otros
cuando
serlodes-
que
di-
los El primero, el amor excesivo de sí mismo,
diciendo: “Pues el que quiera salvar su vi
da12, la perderá, pero quien pierda su vida
por mí, la encontrará”. El que quiera salvar,
guardar la vida presente en esta vida, evi

10 Esta es la “humildad perfectísima, cuando… quiero y elijo más pobreza con Cristo pobre que riqueza.

oprobios con Christo lleno de ellos que honores, y desear más de ser estimado por vano y loco por Christo… que
por sabio ni prudente en este mundo” (EE 167).
11 “Porque quien me sigue en la pena, me siga también en la gloria” (EE 95).

12 “Este logion de forma paradójica, y los que le siguen, juegan con dos etapas de la vida humana: presente

y futura. El griego psyjé, equivalente aquí del hebreo nefes, combina los tres sentidos de vida, alma y persona. Ver
Gn 2,7+” (BJ 1413).
22 SEGUNDA PARTE

tando el martirio, sin castigar el cuerpo, más prudencia la pierdes, para guardarla,
salvarla en tiempo de persecución y no con- que la guardas para perderla. ¿Qué decís los
fesarme, eligiendo ofender a Dios antes que que observáis los alimentos, y descuidáis las
morir por él; o guardarla en tiempo de paz costumbres? Hipócrates y sus seguidores
delicadamente antes que afligirla con peni- enseñan a guardar la vida en este mundo;
tencia, éste la perderá en el futuro, perderá Cristo y sus discípulos a perderla. ¿A quién
la vida eterna; por la vida de un momento, de los dos elegís seguir al maestro o al sier
incurrirá en muerte eterna. Huyendo de la vo? Epicuro e Hipócrates, prefieren uno el
muerte, la hallará; y guardando la vida, la placer del cuerpo, el otro, la buena armo
perderá. nía13; pero mi Maestro predica el desprecio
Y añade: “Pero quien pierda su vida por de ambos. Porque ¿qué te sonó cuando se
mí,
animal
la encontrará”. El que pierda
presente, exponiéndose, si eslapreci-
vida gritó: ‘El que ama su vida, la pederá’? Per
derá, dijo, dándola mártir, o afligiéndola
so, a perderla y a la muerte, eligiendo antes penitente. Mortificar por el espíritu las
morir por Dios que ofenderle; o, afligiéndo obras de la carne es una clase de martirio,
se con la penitencia, eligiendo aplacar a más suave, de menor horror, que aquél en
Dios antes que cuidarse delicadamente y que se desgarran los miembros; pero por el
ofenderle, no por vanidad del mundo, por largo tiempo es más molesto”.
defender un error o por desesperación, sino
por mi causa, antes que obrar contra mis 7. No ansiar ganancia temporal: contra
mandamientos, éste la encontrará en la glo el segundo
ria futura, y por la vida mortal hallará la
eterna. Después, quita el segundo impedimen
Este dicho del Señor de salvar el alma y to, la excesiva codicia de ganancia, y el de
la vida, y de perderla, se parece, según san seo de lo terreno, diciendo: “Pues, ¿de qué
Gregorio, a un labrador que dijera: Si guar- le sirve al hombre14 ganar todo el mundo, si
das el trigo, lo pierdes; si lo siembras, lo re- pierde su alma?”15 Porque del mundo, al
nuevas. Como dice Casiano: “¡Ay de la car- morir, no podrá llevar nada consigo, sino el
ne, que no haya sido vencida aquí! Pues la pecado; más aún, cuanto más adquirió del
que es vencida en esta vida presente, es co- mundo, más adquirió de infierno; así se di
ronada allí”. ce en el Apocalipsis: “Cuanto gastó en es
Dice san Bernardo: “El que quiera sal- plendor y lujo, tanto dadle tormentos y
var su vida, la perderá’. Y, en efecto, con llantos” (Ap 18,7). Con esa ganancia echa a

13
“Bona habitudo”: manera de estar o ser. Hipócrates introdujo en medicina la consideración del cuerpo co
mo un todo, cuyo bienestar disponía en la armonía o equilibrio en la relación (habitudo) entre los humores.
14
“Aunque se nos advierta que de nada le vale al hombre ganar todo el mundo si se pierde a sí mismo, sin
embargo, la esperanza de la tierra nueva no debe debilitar, al contrario, debe excitar la solicitud de perfeccionar
esta tierra, en la que crece el cuerpo de la nueva humanidad, que ya presenta las esbozadas líneas de lo que será
el siglo futuro. Por eso, aunque hay que distinguir cuidadosamente progreso temporal y crecimiento del reino de
Dios, con todo, el primero, por lo que puede contribuir a una mejor ordenación de la sociedad humana, interesa
mucho al bien del reino de Dios” (Gaudium et Spes, sobre la Iglesia en el mundo actual, Vaticano II, 39).
15 Citamos, 1ª parte, c. 68,1: “con estas palabras de decidió Javier en París por la santidad”, según el P.
Zu
billaga, nota a la cita del propio Javier, Cochín 20 de enero 1548. (Doc 63.4. Doc 90.25; sobre Lc 9,26, Doc
131.5). (Ref. de P. Cebollada).
2. EXHORTACIÓN A SEGUIR A CRISTO, CON LA CRUZ 23

perdereterna,
pena
decir: no
su vida,
sirve
y pierde
pierde
de nada;
la
la hacienda.
gloria,
más aún,
incurre
Viene
pierde
ena cual es falso; por eso añade: “O, ¿qué precio
podrá pagar uno por su vida?” ¿Cómo la re
dimirá, ya condenada? Como si dijera: si se
no.
cio Elvale
mucho,
marla
alma
dad,el racional,
que
más
alma
lomás
ama
que
que
que
que
más
sellada
hay
todo
estodo
en
al
inmortal,
lo
dinero
él
a lo
corruptible;
imagen
deterreno;
inmortal
que
hay
de es
a sí
que
lapues
mismo
yun
Trini-
divi-
esti-
ne-
el diera todo el mundo por ella, no sería libera
da. No se puede comparar la ganancia del
mundo y el daño del alma, por éste el hom
bre pierde el alma y la vida eterna. Las ri
quezas perdidas, se pueden compensar con
otras, y la muerte se puede compensar por la
ydijo:
serazón,
expone
diablo;
alma
ama
esa
postrándote,
Elmás
o“Todo
avaro
la
elun
deaeslos
presumiendo
avaro
esto
los
alma
me
demasiado
otros;
ama
te elen
tormentos.
adoras”
que
daré”,
todo
engañar
dinero
cambio,
necio,
(Mt
este el que
el mundo.
4,9).
más
mundo,
peor
a Cristo,
diablo
Como
quePor
“si
su
le
el vida inmortal; pero, si se pierde el alma por
la culpa, no esperes que se recompense con
otra, pues no puedes dar otra, ningún precio
por ella, para librarla de la muerte eterna.
Dios dio un cambio por las almas de los
hombres, la sangre preciosa de su Hijo. Se
ha de perder el alma y la vida presente en
dice Orígenes,
debe elegir máspropuestas
perder el las
mundo
dos cosas,
y ganar
se este mundo por el Señor; no hay que salvar
la por ganancias terrenas. Como dice san
Agustín, dejemos voluntariamente ahora
nuestras almas. Y también san Ambrosio: por Cristo las cosas que en algún tiempo se
“Es
que
perdemos
mos
nero,muy
no
buscar
por
aprovecha
de
amor
lola denada
temer si
eterno”.
salvación
la por
vida
ganar
de
lacarnal
avaricia
las
lo temporal,
almas;
descuida-
delpor-
di-
si han de dejar, para que, Dios nos libre, no
perdamos por lo transitorio lo eterno. Si te
dijeran: Todo este mes sé rico y poderoso,
haz lo que quieras, usa los placeres de la
que
cesitado,
El
tusCrisóstomo
siervos
puesto gozaban
enpone
los últimos
un
deejemplo:
placeres
males,“Si
carna-
vieras
ne- carne como te guste; pero con esta condi
ción: que te saquen luego los ojos, se te qui
te todo consuelo, y vivas toda tu vida en
hambre y sed, en todo tormento y miseria,
les,
lascivia
señor?
¿qué
Así
carnal,
ganancia
¿quési gana
le juzgarías
espera
tu pobre
la ruina
haber
alma,
eterna?”.
sido
en su
la ¿qué bien te produciría? Pues toda esta vida
no es ni un mes, ni el espacio de un día o
una hora en comparación con aquella eterna
otros
co;
reprende;
ñor
pareces
mencia;
guien
mo:
Peropero
sobre
“Si
yprefiere
descuidan
hoyasolícito
porque,
simuchos
los
expone
prefiere
que
laporla el
plata
quieren
según
desentierran
también
otro
suya.
tienen al
oro
san
oro,
no
ganar
la
Dice
a Agustín,
grancuidas
palabra
Dios,
se
metales
las
el
le Crisósto-
juzga
almas
nadie
dedel
ceguera si
yti,
y de-
Se-
lo-
los
al-
de
te
le infelicidad, cuya miseria no tiene fin, ni hay
pena semejante a ella.
Dice san Isidoro: “Si tuvieras la sabidu
ría de Salomón, la belleza de Absalón, la
fuerza de Sansón, la longevidad de Henoc,
las riquezas de Creso, el poder de Tebas,
¿qué te aprovecharía si, al fin, la carne fuera
dada a los gusanos, el alma a los demonios,
para ser atormentada con el rico sin fin?
matan
alma, laa ellos”.
Alguno compraré
podría con
decir:
cosas
aunque
que ganaré,
pierda mi
lo Nada”. Dos son los tiempos de la Iglesia: de
persecución, y entonces hay que poner el al
ma antes de negarle, es la vida presente; y
24 SEGUNDA PARTE

cer
nernos
tro.
nancias.
prosperidad
aparte
amor
del
otrosiempre
dos mundo
De
los
deque
de
todos
deseos
paz,
Por
los en
ofenderle.
está
te
ylo
tanto,
temodos
rompa
que y el
mandamientos
entonces
terrenos
atraiga,
Cristo
que
agrada
en
hay
ninguna
yningún
Jesús,
alma,
todo
despreciar
aque
dedebemos
Dios
Señor
ni
quebrar
adversidad
Dios
engaño
ninguna
y las
abste-
nues-
y ha-
ga-
del
to-
te el Espíritu Santo, pues tienen una misma
majestad. Pero en forma visible solo apare
cerá el Hijo, por esto se dice que juzgará el
Hijo del Hombre. Por tanto, juzgan de mo
do indiviso el Padre y el Hijo y el Espíritu
Santo. Sin embargo, porque el poder de la
sabiduría cede en la discreción del juicio,
cuando hay que examinar más la equidad, y
considerar qué se debe a cada uno según sus
méritos (aunque el poder se ha de ejercer, y
no se ha de quitar la bondad), por eso espe
8. Sin
tercero
vergüenza mundana: contra el cialmente el discernimiento del juicio se
atribuye a la sabiduría, porque el juicio es
por la sabiduría divina, y toda ella se comu
Luego quita el tercer impedimento, la
nica al Hijo; por eso también solo del Hijo
vergüenza mundana. Porque, según san Gre
se dice que juzga.
gorio, muchas veces la vergüenza mundana
En el tiempo de persecución, no se aver
nos impide atrevernos a expresar por la pala
güence el cristiano de ser afligido por Cris
bra la rectitud que guardamos en la mente;
to, y si es preciso, de ser muerto, despojado
no cuidamos el rostro de Dios para defender
de sus bienes y echado de su honor. Y en el
la justicia, tanto como tememos los rostros
tiempo de paz, cuando más se insinúan los
humanos contra ella. Según el mismo, hay
vicios, refrene la carne para que no se haga
quienes dicen: nosotros no nos avergonzamos
licenciosa, y no tema que, por Cristo, los
de confesar a Dios. Pero para profesar la fe,
demás le desprecien, ni padecer injurias de
no basta la profesión del cristiano, si temen
palabra y ser el primero en pedir perdón al
que los desprecien, desdeñan tolerar las ofen
otro, para que se vea de verdad que sigue la
sas, se avergüenzan de complacer a los mayo
humildad de su cabeza y que, confesándole,
res, si surge una discusión.
merece ser reconocido por él.
Este tercer impedimento, lo quita el
Señor: primero, por el fruto; segundo, por
los que le confiesen y se avergonzará de los 9. Veréis venir al Hijo del hombre
el castigo, Cristo confesará y reconocerá a
Para que no teman, al oír que deben ne
que se
humana
cio,
como
majestad
dre, cuando
pero élvenga
avergüencen
suyos.
glorificada
divina,
la
Entiene
la
que
en de
ydeenél,
segunda
su
es la no
común
majestad,
su del a élen
los
Padre,
venida,
Padre, alen
conocerá
yyel
de
forma
jui-
Pa-
los
la garse y tomar la cruz, a lo triste añade lo ale
gre, diciendo: “Porque va a venir el Hijo del
Hombre con el esplendor de su Padre, acom
pañado de sus ángeles, y entonces pagará a
cada uno según sus obras” (Mt 16,27). El
Hijo de la Virgen, que se llama así por hu
santos ángeles que aparecerán con él; en- mildad, por la verdad de su carne, por la pu
tonces
los
nocerá
quese
anolas
avergonzará
han
vírgenes de
tenidonecias,
misericordia.
los infieles,
y reprochará
no co-a reza de su madre, su integridad, vendrá a
juzgar en el esplendor o gloria de su Padre
No sólosino
divinidad, juzgará el Hijo
también el Padre
en lay forma
el Hijodey con sus ángeles. Juzgará, pues, en forma glo
riosa el que antes vino humilde, vendrá por
la manifestación de gloria y poder. Entonces,
2. EXHORTACIÓN A SEGUIR A CRISTO, CON LA CRUZ 25

sin más dilación de tiempo, pagará a cada muerte temporal (que es un gusto respecto
uno sin acepción de personas, pues no se con- de la eterna, gusto para los buenos, que no
sidera la persona sino las obras; según sus permanecen en la muerte), hasta que vean
obras, sin disminuirlas, con premios justos, con los ojos corporales al Hijo del hombre
la gloria para el alma y para el cuerpo; y pa- que viene En su reino, en la claridad del rei
ra los otros el suplicio, el castigo de ambos. no que tendrá cuando venga a juzgar, de mo
Aquí es el lugar de merecer y de liberar do que se muestre también en el tiempo co
el alma; allí el de medir y recibir, según los mo ha de venir después. Esto es, hasta que
méritos. Camina aquí, mientras tienes luz, vean la semejanza de la gloria que los cuer
para que no te alcance la oscuridad. Recibe pos de los elegidos que le confiesan ahora,
aquí la muerte, para que recibas allí la vida tendrán en la Iglesia triunfante, de modo
inmortal. No temas, cosas alegres suceden a que por esto se espere la gloria futura eterna
las tristes. Te da miedo la muerte, oye la en realidad.
gloria triunfante; temes la cruz, escucha a Según la glosa, les muestra en cuerpo
ángeles servidores. Atiende también aquí la mortal no la inmortalidad, sino una clari
palabra de san Bernardo: “¿Quieres saber dad similar a la futura inmortalidad; así el
qué debes a Jesucristo? Le debes tu vida: sentido es: hasta que vean el Reino de Dios,
porque él puso su vida por ti”. la imagen de la gloria de su Reino. Los que
Y como los apóstoles eran rudos, para están con Cristo aquí están en estado de
que no dudaran que vendría así, y decaye- gracia, y sufren por él con paciencia los pa
ran fatigados por la espera, se les promete decimientos; éstos no gustan la muerte de
en presente la consolación, para que crean culpa o condena, sino que pasan con él a la
sobre el futuro. El buen Maestro, para que gloria eterna. Les hizo esta promesa de pie
los discípulos no sufran desesperación o te- dad para animarlos a padecer con mayor
dio, añade consolándolos: “Yo os lo aseguro: fortaleza las adversidades del mundo pre
entre los aquí presentes hay algunos que no sente por la gloria vista de la resurrección
gustarán la muerte hasta que vean al Hijo futura y la contemplación del consuelo per
del hombre venir en su. Reino” (Mt 16,28). manente. Pero retrasó la visión prometida,
Dice a los discípulos: quedad seguros de para que la desearan con más fuerza, y, desea
esto, algunos que están aquí no gustarán la da, la aceptaran más y les fuera más grata.

Oración

Señor Jesucristo: dame que me niegue a mí mismo de forma que en la prosperidad y en


todo lo temporal que deleita me aparte del mal y solo busque tu honor; que, renunciando
a mi voluntad, te obedezca a ti, y por ti a toda criatura.
Dame que tome mi cruz, asumiendo las aflicciones y penalidades causadas por mí, su
friendo con paciencia las que me causen, compadeciéndome de los prójimos en su necesi
dad, haciendo el bien en toda adversidad.
Dame que te imite siguiendo tus huellas y, configurándome con tu vida, siga detrás de
ti y alcance la patria eterna. Amén.
26 SEGUNDA PARTE

3. LA TRANSFIGURACIÓN DEL SEÑOR


Mateo 17,1-11; Marcos 9,1-10; Lucas 9, 28-36

1. Preámbulos de la Transfiguración16 octavo, porque se hizo para mostrar a sus


discípulos la gloria de la futura resurrec
Después, lo que prometió arriba lo
ción, que será en la octava edad del mundo,
cumplió. Se dice: “Seis días después Jesús
por esta razón fue figurada aquí por el día
toma consigo a Pedro, a Santiago y a Juan, octavo.
su hermano, y a solas los lleva a un monte Llevó consigo a tres, para que en boca
alto”. A los seis días, según Mateo, sin con de tres estuviera el testimonio. También pa
tar los extremos; o después de casi ocho
ra señalar que los que guardan ahora firme
días, según Lucas, contando el primero en mente la fe en la Trinidad, entonces goza
que lo prometió y el último en que lo cum rán en la visión eterna. Llevó a estos tres,
plió.
cuartoLos lleva consigo
miliario al este, al
demonte Tabor,
Nazaret, enre-
“para el Pedro, Santiago y Juan, porque los amaba
familiarmente. Lo hizo para indicar que el
zar” (Lc). Mateo y Marcos ponen los días in que quiera ver la gloria de Dios, es preciso
termedios, Lucas también los extremos. que conozca la fe como Pedro; que suplante
Ellos
ta edad
ponen
del mundo
seis, porque
las almas
después
de los
de la
santos
sex- a los vicios, como Santiago; que tenga gra
descansarán
ne
ción
ocho, en feliz
resucitarán
porque los
en la
cuerpos
expectación.
octavaade
la gloria
laLucas
resurrec-
depo-
la cia para obrar bien, como Juan; todo mérito
consiste en creer lo verdadero, apartarse del
mal y hacer el bien. Y para recomendar to
dos los estados de la Iglesia: por Pedro se
inmortalidad. Aquí indica que tras las seis indican los casados, o también los prelados;
edades se descansará de todo trabajo; allí por Santiago, los penitentes o los activos;
que en el tiempo octavo se resurgirá. por Juan, las vírgenes o los teóricos (con
Según san Jerónimo y la glosa, esto con- templativos).
viene bien con el misterio. Cristo resucitó Hermosamente para mostrar a los discí
el día octavo después de la sexta del día en pulos la gloria de la resurrección, los llevó
que subió a la cruz, y después de la séptima consigo, para que entendamos que, si que
del día en que descansó en el sepulcro; así remos ser partícipes de su resurrección, de
nosotros después de las seis edades del bemos estar separados de las turbas de
mundo, en que padecemos y trabajamos por hombres malvados y de los tumultos del
el Señor, y después de la séptima del des mundo. Hermoso también llevarlos al
canso de las almas que entretanto se hace en monte alto, y no a un valle, para que apren
la otra vida, en la octava edad resucitare- damos que hay que buscar la gloria no en lo
mos. La transfiguración fue, pues, en el día profundo de este mundo, sino en el reino de

16 [EE 284] 1 DE LA TRANSFIGURACIÓN DE CRISTO ESCRIBE S. MATHEO, CAPÍTULO XVII, V.1-19.


1º 2 Primero: tomando en compañía Cristo nuestro Señor a sus amados discípulos Pedro, Jacobo y Johán,
transfiguróse, y su cara resplandecía como el sol, y sus vestiduras como la nieve.
2º 3 2º: hablaba con Moysé y Helía.
3º 4 3º: diciendo sant Pedro que hiciesen tres tabernáculos, sonó una voz del cielo que decía: (Este es mi Hijo
amado, oídle); 5 la qual voz como sus discípulos la oyesen, de temor cayeron sobre las caras, y Cristo nuestro Se
ñor tocóles y díxoles: (Levantaos y no tengáis temor; a ninguno digáis esta visión hasta que el Hijo del hombre resucite).
3. LA TRANSFIGURACIÓN DEL SEÑOR 27

la felicidad de arriba; y que mereceremos ne verdadera, ni sustrajo la verdad del cuer


llegar a aquella gloria de la futura resurrec- po; le añadió esplendor.
ción y ver a Cristo en su belleza, si dejando Dice Lucas que el aspecto de su cara se
lo terreno y deseando lo celestial, habita- hizo “nuevo”, no otro. Mostró, como quiso,
mos con la mente en las cosas celestes. en la carne mortal la gloria de su resurrec
Es necesario que cuantos desean con- ción y la nuestra, no en sí, sino en la clari
templar a Dios, no queden caídos en los de- dad del mundo; para hacernos más ciertos
leites bajos, sino que se levanten siempre a de la gloria que predicaba. ¡Mira, qué pren
lo celestial. Subió al monte a orar, indican- da de nuestra felicidad! Esta transfiguración
do que los que oran suban al monte de las era anunciación de la segunda venida, en
virtudes, y a solas, no tengan su corazón en que Cristo y sus santos brillarán con más
las cosas bajas, sino insistan en oraciones claridad que el sol; no asumió, pues, el don
continuas. Bien se llama a este monte Ta- de la claridad, sino una semejanza.
bor, “ascensión de luz”, porque todo lo que Como dice san León Papa, rodeados to
se manifiesta se manifiesta en la luz. davía por la carne mortal no podían intuir y
ver de ningún modo la visión inefable e in
2. El signo de la Transfiguración accesible de su divinidad. El resplandor del
rostro significa la claridad de la divinidad;
El efecto de la oración del Señor mues
el fulgor de la ropa la claridad de su huma
tra por qué rezó, porque iba a manifestar a
nidad. También, la claridad del rostro repre
sus discípulos la gloria de la futura resu
senta la claridad de Cristo cabeza; el fulgor
rrección. “Y, mientras él rezaba, fue transfi
de la ropa designa la futura claridad de sus
gurado ante ellos” (Mt 17,2). No dice se
miembros, los santos, que serán superados
transfiguró, porque la acción se hace por el
por la claridad de Cristo, como al candor de
poder de la Trinidad, en la naturaleza de la
la nieve lo supera el fulgor del sol. La blan
humanidad. Y está bien dicho que “mien
cura significa la gloria de la futura resurrec
tras oraba, el aspecto de su rostro cambió”
ción; el ángel que anunciaba la resurrección
(Lc), porque el fervor y devoción de la ora
del Señor, se apareció a las mujeres con esto
ción es disposición para la transfiguración y
la blanca. Y, según san Beda, se toma como
el éxtasis de la mente. Así Pedro, mientras
vestido del Señor el coro de sus santos, que
rezaba, tuvo un éxtasis de la mente.
en la tierra parecían despreciados.
Mira estas cosas bien, y hazte presente,
porque son muy extraordinarias. “Su rostro
3. Sentido moral: considerar tres cosas
brilló como el sol” (Mt), más que el sol, no
tiene nada más claro con que compararlo. Moralmente, tres cosas a considerar en
“Su ropa se volvió blanca como nieve17”, tan la transfiguración del Señor: tomó consigo a
llena de luz, que parecía blanca por fuera. los discípulos, subió al monte, hizo oración;
Según san Agustín, el resplandor blanco de significa que se llega a la gloria por la com
los vestidos procedía del esplendor del ros- pañía de la virtud, por la altura del camino,
tro; el verdadero cambio fue en el rostro, no por la devoción de la oración. ¡Dichoso
en la ropa. No perdió la sustancia de la car- quien tomó consigo tal compañía: Pedro,

17 Es var. Bella expresión en Mc 9,3: “como ningún batanero en la tierra es capaz de blanquearla”.
28 SEGUNDA PARTE

que
Juan,señala el conocer; Santiago, la lucha; y
la gracia! en el capítulo anterior: “¡Si alguno quiere
venir en pos de mí, que se niegue a sí mis
noce”;
Lleve,
el conocer es triple:
pues, consigo a Pedro,
de Dios,
“el que
deco-
sí, mo, tome su cruz, y sígame!” (Mt 16,24).
¡Dichoso el que insiste así en la oración,
del prójimo. Conocer a Dios genera el amor piadoso, fiel y perseverante, hasta que apa
y libra de la desesperación; conocerse a sí, rezca la gloria en ‘el rostro del clérigo’, los
generaconocer
ción; la humildad
al prójimo
y guarda
genera
decompasión,
la presun- que se transfiguran en sol, brillando por la
ciencia, ardiendo por la caridad, iluminan
guarda
fragilidad,
do, y, conocidas,
de conozca
la crueldad.
lasasí
desprecie.
laYvanidad
como la
delpropia
mun- do por el ejemplo y doctrina; y en ‘la ropa
del seglar’, a quienes basta la blancura de la
Lleve consigo a Santiago, “luchador”, o nieve por la limpieza de la mente, de la car
ne y de las obras!
“el que suplanta”, y tenga lucha, triple: de
la
luche
carne,
fuertemente
del mundo,contra
del demonio,
las concupiscen
para que 4. Aparición de Moisés y Elías; motivos
“Y, mira, se dejaron ver de ellos Moisés
cias o codicias de la carne y del mundo, y Elías, conversando con él”. Moisés, ya
contra las instigaciones del diablo, y venci muerto, se mostró según el alma, tomando
das las ponga bajo sus pies; pues nadie reci un cuerpo, como cuando aparecen ángeles,
be la corona, si no ha combatido según el en cuerpos que toman. Y Elías, vivo aún en
reglamento” (2 Tm 2,5); por esto Jacob, cuerpo y alma, llevado al paraíso. Aparecie
después de la lucha, recibió la bendición. ron con Cristo estos dos, uno muerto, el
Y lleve consigo a Juan, “gracia”, y ten otro aún vivo, en señal de que Cristo es el
ga la gracia, también triple: del que empie Señor de vivos y muertos, de la vida y de la
za, del que progresa, del que llega. Dice el muerte; en señal de que los justos, los
apóstol:
soy”, la primera;
“Por gracia
“y sude
gracia
Dios,
nosoy
ha sido
lo que
es muertos como Moisés, los vivos como Elías,
los que, al tiempo del juicio se hallen vivos
téril en mí”, la segunda; “antes he trabajado en la carne, o sean resucitados de la muerte,
másde
cia que
Dios
todos
conmigo”
ellos. Pero
(1 Co
no yo,
15,10),
sino la
la gra-
ter- reinarán en la gloria con él.
Apareció con ellos para mostrar que él es
amor
cera. de
Juan
Dios; ame dotado
estuvo así el bien
de divino
un singular
sobre el que predijeron la Ley y los Profetas, y para
que se viera que la Ley y los Profetas no están
todas las cosas; que, en todo lo transitorio, en desacuerdo con la doctrina de Cristo; que
no desee sino el amor divino. el fin de la ley y los profetas estaba en las pa
diente”,
chador”
gracia
divina,
luntaria;
Pedro,
en
como
osignifica
yél”,
“el
por
estas
ellos
que
laotro
limpieza;
tres
suplanta”,
vieron
la nombre
obediencia;
hacen
laytransfiguración.
ver
la
Santiago,
Simón,
pobreza
laJuan,
claridad
“obe-
“lu-
vo-
“la labras de Cristo, y en su gloria a que habían
venido; y que él estaba sobre la Ley, que dio
Moisés como legislador, y sobre los Profetas,
entre los que Elías fue el principal predicador.
Moisés significa la Ley; Elías, los Profetas;
Cristo, el Evangelio. Apareció el Señor en
de
elevación
la
sí,
Dichoso
prosperidad
mortificación
de quien
vida; mundana,
hay
sube
detres
alaestede
carne,
grados:
monte,
ellas
desprecio
rechazo
habla
a esta medio entre Moisés y Elías; él y el Evangelio
tenían el testimonio de la ley y los Profetas.
Aparece uno muerto y otro vivo, pues
Cristo moriría y luego vencería; o, para que
3. LA TRANSFIGURACIÓN DEL SEÑOR 29

estemos muertos al mundo y vivos para 5. Pedro quiere seguir en el Tabor


Dios. También, para que Cristo tuviera tes
“Pedro y sus compañeros estaban carga
tigos de todas partes, del cielo al Padre en
dos de sueño; pero, cuando despertaron,
la voz, del éter la nube, del paraíso a Elías, vieron el esplendor de Jesús, y a los dos
de la tierra a los Apóstoles, de la otra vida a hombres que estaban con él” (Lc 932). Esta
Moisés,con
blaban se añade:
él… y “Y, mirad, estos
comentaban dos ha
la salida de ban oprimidos por la gloria, porque el es
plendor de la divinidad incompresible pesa
Jesús, la que iba a llevar a cabo en Jerusa en exceso sobre los sentidos humanos del
lén” (Lc 9,30-31), es decir, su Pasión, en la cuerpo. Reconocen a Moisés y Elías por ilu
que hubo un exceso18 de amor y de humil- minación de la misma claridad.
dad. Porque allí hubo un amor sobre toda Pregunta san Ambrosio: “¿Cómo cono
medida, según dice Juan: “Nadie tiene más cieron los apóstoles a Moisés y a Elías a los
amor”, etc. (Jn 15,13); un dolor, sobre toda que no habían visto nunca?” Responde que
costumbre, según lo de las Lamentaciones: por la majestad que vino sobre ellos; se insi
“¡Vosotros, todos los que pasáis por el cami- núa ahí que, en la gloria futura, uno cono
no!” etc. (Lm 1,12); una humildad sobre to- cerá a otro a quien nunca vio. Según la glo
da virtud, según el mismo: “Acuérdate de sa, aquí se llama a Elías eximio entre los
mi pobreza” (Lm 3,19). profetas; pero esto se dice también de Da
Ellos hablan de que la gracia de la re vid en el prólogo a los Salmos; y de Moisés
dención debe ser por Cristo, prefigurada por en la glosa, en el Éxodo. La respuesta es que
los testigos de la Ley y los Profetas. No ha Moisés fue eximio por la familiaridad con el
blan de esto indicando a Cristo cosas que Señor, por los signos que mostró, por la
desconociera; le adoraban por su venida en promulgación de la Ley. Elías fue eximio
la carne; porque el misterio de la Pasión que por la austeridad de vida, por la autoridad
de acusar, por su larga vida. David fue exi
predijeron ellos, veían que se cumpliría en
mio por la sublimidad de la profecía, por la
Cristo; alegres quizá al ver que llegaba el día
dignidad regia, por la promesa especial he
de su redención, y la de toda la humanidad.
cha a él.
A pesar de ello compadecían a Cristo, por
“Pedro respondiendo, dijo a Jesús: Se
que un rostro tan glorioso iba a ser escupi
ñor, bueno es estarnos aquí”, en el monte,
do; y él, traicionado, juzgado y crucificado. dulzura de la contemplación. Gustada la
A la vez, se produjo un gozo grande en dulzura celestial, quedan viles las inferiores.
figuración
los apóstolesdey profetas,
Cristo, sino
no sólo
también
por la por
trans-
la Dice Rábano: “Cuanto más gusta uno la
dulzura de la vida celeste, tanto más le fasti
visión
habíanmutua,
reunidocomo
los príncipes
dice san de
Efrén,
los dos
pues
Tes
se dian las demás cosas de abajo”. Pedro sigue:
“Si quieres, pondré aquí tres tiendas: una
tamentos, con el Dios de Abrahán. Moisés, para ti, otra para Moisés, y otra para Elías”
guía y jefe de los judíos, veía a Pedro prín- para quedar siempre allí. No habla de hacer
cipe de los cristianos; Elías casto considera- una tienda para sí y sus compañeros; supone
ba al virgen Juan; y los dos elogiaban el pri- que él y sus compañeros, como discípulos
vilegio del martirio de Santiago. estarían con el Maestro en su tienda.

18 “Excesus”, en latín significa salida y exceso.


30 SEGUNDA PARTE

permanezcan
Pedro, deseándolo,
en el monte
pide
por
queel Cristo y él el retiro! ¡Ves las tinieblas del mundo y tú
dico de la participación de la gloria
gusto
futura,
mó- escondes la luz! ‘Pues nadie enciende una
lámpara, y la pone bajo el celemín” (Lc
vista
nada
al es
endifícil
mentos,
nó monte
a Pedro
de la
ni
Cristo;
de
gloria
acruz,
un
lademonte
gloria
para
ni
sensible
padecer
muerte,
que
sujeto
celestial.
de
por
aprendamos
siCristo,
aCristo,
esintemperies,
para
Pues
encade-
ni
llegar
sitor-
quela 11,33), etc.” Y san Juan Damasceno: “No
es bueno parta ti, Pedro, que Cristo perma
nezca ahí, porque si hubiera permanecido,
la promesa que te había hecho no se hubie
ra cumplido en absoluto. No hubieras con
seguido las llaves del reino, ni hubiera sido
allí,
eterna,
de forma
¿qué
inefable
debemos
que decía
y nopensar
que
inteligible
era
de bueno
aquella
en elestarse
gloria
cielo, borrada la tiranía de la muerte”.
Dice también el Crisóstomo: “Porque
había oído que convenía que Cristo fuera a
donde ningún
molestia
tendrá nodehabrá
impresión
mal,ninguna
sino
extraña,
todo
intemperie,
bien?
donde no ni
se Jerusalén y padecer muchas cosas, aún teme
por Cristo; pero después de la reprensión,
olvidaba no se atreve a decir de nuevo claramente,
tar
dad
ma
para
transformada
dossiempre
“¡Qué
santos
que
entre
quePedro
los
gran
no
vista en
presente
ángeles,
de
sefelicidad,
quiere
Cristo,
vayan!”
una punto,
la
sihacerles
la
visión
sólo
dice
Ycompañía
san
la
deleita
san
de
humanidad
una
Remigio:
la
Beda,
divini-
de
tienda
defor-
los
es- cuida de ti, sino que lo insinúa por otros
medios. Al ver tanto descanso y soledad,
pensó que era un buen sitio para estar por la
disposición; lo significa, diciendo: ‘Es bue
no que estemos aquí’. Quiere estar siempre
allí, por eso recuerda las tiendas: ‘Si quieres,
hacemos aquí tres tiendas’. Pensó que, si se
“Vista
siervos,laPedro
majestad
se deleitó
del Señor
tantoy que
la de los dos hacía esto, no subiría a Jerusalén, y si Cris
to no subía, no moriría; bien sabía que allí
todas
así,
allí ¡qué
para
las gran
siempre.
cosasdulzura
temporales
Puesy si
suavidad
Pedo
y querría
seserá
encendió
quedar
ver al le acechaban los letrados”.
Y aunque Pedro, como estupefacto, no
sabía lo que decía en su petición, manifies
Reydeentodos
ros su esplendor
los santosy yparticipar
ángeles!”en los co- ta en ello la entrega de su fe, y muestra en
la sed el indicio de su fervor. Como por la
tura
tiendas
equivocaba
carne
camino
verdadera,
metido
el
sus
da
atendía
cielo;
inmortal
Pedro,
coapóstoles
que
mortal;
hechas
la
el
acreía
su
había
patria,
reino
que
olvidando
alsalvación
sin
que
quería
pedirlo;
a“no
de
estaban
gustar
visto,
mano;
yenla
Dios
sabía
la
subir
sombra
yque
porque
patria
lano
aen
aún
lo
la
muerte;
juzgaba
al
no
advertía
la
que
de
estado
rodeados
de
eran
tierra,
se
buscaba
los
se
lahabía élfu-
necesarias
en
prójimos.
decía”,
gloria
lade
que
sino
fin,
gloria
la
de
en
pro-
vi-
no
en
se
ely
la grandeza de su pasión, de temor, o de tris
teza o de amor, prorrumpe uno en palabras
sin premeditación, así por la gran devoción
y gozo experimentado, Pedro dijo aquellas
palabras, no puestas en razón, pues la esen
cia de la felicidad no está en la sola visión
de la humanidad de Cristo; por tanto, eso
no debía bastar para felicidad final.
En el monte Tabor hay un monasterio
grande rodeado de una gran selva, y tiene
tres iglesias, según lo que dice Pedro: “Ha
remos tres tiendas”. El contemplativo, mo
Exclama
Pedro santo?aquí san Agustín:
¡Perece el mundo“¿Qué dices,
y tú buscas ralmente, hace tres tiendas cuando, leyendo
dispone en la práctica la Ley, los Profetas y
3. LA TRANSFIGURACIÓN DEL SEÑOR 31

sando
el Evangelio:
de palabra,
creyendo
cumpliendo
de corazón,
de obra.
confe- Testamento de distinguen en tres órdenes:
mártires, que son indicados por Santiago;
confesores, llenos de sabiduría de Dios, por
6. Toda
de Cristo
la Trinidad; compañía y gloria Pedro, el que reconoce; vírgenes, por Juan.
También se puede decir que Cristo qui
so tener testimonio de su venida: de los que
La transfiguración que es señal de la glo
están en el cielo, del Padre; de los que están
ria de los santos, se presenta primero por la
majestad de Dios, pues toda la Trinidad en el mundo, Pedro, Santiago y Juan; de los
apareció allí: el Padre en la voz, el Hijo en la que están en paraíso terrestre, Elías; y de los
carne humana; el Espíritu Santo en la nube. que están en la muerte, Moisés.
Por esto entendemos que la gloria de los Por las seis personas se indican seis
santos consiste en la fruición o gozo de la bienes que Dios confiere a los que contem
santísima Trinidad. Pues, como Pedro, ebrio plan; pues en la contemplación la mente es
por la dulzura de aquella claridad, quiso ha iluminada, significada por Pedro; la carne
cer tres tiendas, así el hombre tiene tres es suplantada, indicada por Santiago, “el
tiendas en su alma, que no habitan Moisés que suplanta”; la gracia crece y se aumenta,
ni Elías sino solo la santa Trinidad, según lo indicada por Juan, “en quien está la gracia”;
de Juan evangelista: “Vendremos a él y hare se desprecia el mundo, indicado en Moisés,
mos morada en él” (Jn 14,23). “tomado de las aguas”; el corazón se infla
ma en amor, significado en Elías, que fue
laÉstas
voluntad.
son laElmemoria,
Hijo habita
el entendimiento
en la tienda
y arrebatado en un carro de fuego al cielo; por
del entendimiento, llenándole de un cono fin, la dulzura de la patria celestial, signifi
cimiento
Espíritu Santo
plenísimo
habita
y lucidísimo
en la tiendadedeDios;
la vo
el cada en Jesús. Por eso Pedro, que gustó una
gota, dijo: “Señor, es bueno que nos este
luntad,
suavísimo
la tiendallenándola
de
y sabrosísimo;
la memoria,
de dilección
elllenándola
Padre, habita
de amor
de en
la mos aquí’… no sabía lo que decía”.
En tercer lugar, la transfiguración se
muestra por la glorificación del sujeto,
perpetua refección y segurísima intención cuando se dice: “Su rostro resplandeció co
cesen
alma
te;
del sesecierto
amadoverifica, ense
transforma
ymodo en
cierta
hace
Dios
preferido; deiforme.
pregustación,
como
actos por totalmen-
losEnton-
que lo
el mo el sol y su ropa se hizo blanca como la
nieve, luz”; por estas cosas se señala la feli
cidad de la gloria; con ellas se vestirán los
cuerpos de los santos. El Señor, por tanto,
que
zo desetu
dice
Señor”
en el(Mt
Evangelio:
25,21.23).
“Entra en el go- no responde a Pedro; porque, aunque ha
Juan.
estuvieron
guración
EnEnsegundo
en
laMoisés
gloria
compañía
lugar,
ydel
Elías,
se
cielo
demuestra
Santiago,
comunidad,
tendremos
la Pedro
transfi-
pues
pory blara por el fervor de devoción, sin embargo
como preguntaba de modo imprudente, no
mereció respuesta del Señor; porque todavía
no era tiempo de que permaneciera en esta
gloria.
Nuevo
del
órdenes:
sés, Antiguo
y losTestamento.
compañeros los
profetas,
patriarcas,
aTestamento
porLos
Elías.
los santoscomo
sebienaventurados
del dividen
Los
se vedel
porNuevo
Antiguo enyMoi-
dos
del El que quiere hacer una tienda al Señor,
prepare lo íntimo de cu corazón y “hallará
un lugar para el Señor, una tienda para el
Dios de Jacob” (Sal 132,5): Pedro buscó
una tienda material de ramas y hojas, pen
32 SEGUNDA PARTE

sando
en
aire
templo,
be la
luciente
ninguno,
gloria
que
y casa
hacían
la
eterna,
cubrió
pues
de lafalta
donde
Dios
Iglesia,
contiendas
omnipotente
su
nopor
sombra.
hayeso esnu-
temporales
queuna
temer
el complazco, en él determiné cumplir mi be
neplácito de redención del mundo.
También, según el Crisóstomo, el Hijo
en quien descanso, al que acepto, porque
cumple con diligencia todas las cosas del
Sigue así: “Todavía estaba hablando él, Padre; y es una misma la voluntad de él y
cuando
das
17,5).
protege
los
necesitan
que
conden
elegidos
asombró,
visibles,
protegerse
Mientras
una
“en
larecibidos
las
gloria
lo
nube
una
haciéndoles
temporales;
secreto
con
éldel
mayor
luminosa
piensa
en
techos
Espíritu
las
del
luz
tiendas
en
rostro
entender
de
ylos
yconstruir
que
casas,
Santo,
conocimiento
cubrió”
del
eternas
nopues
que
ySeñor”
tienen
se
tien-
(Mt
es-
los
no del Padre; por tanto, Pedro, si quiere ser
crucificado, no le contradigas. “¡Escucha
dlo!” Más que a Moisés o Elías, porque
“Cristo es el fin de la Ley” (Rm 10,4) y los
profetas. Oídle a él, al Maestro singular y
supremo, que os enseñará todo lo necesario
les para la salvación; oídle porque él es la ver
dad; buscadle, porque es la vida; seguidle,
porque es el camino. ¡Dichosos los apósto
(Sal 131,21). les, que no sólo merecieron ver la claridad
Entiende que, mientras Pedro hablaba, del Señor, sino también oyeron la voz reso
antes
Moisésdey completar
Elías, y enseguida
sus palabras
vinoselafueron
nube, nante del Padre!
Nosotros tampoco seremos del todo aje
como
por la si
tienda sombra
terrena
sus palabras
de
y la
llegó
nube.
fueran
unaQuería
sombra
interrumpidas
Pedro
celeste;
una nos a esta felicidad, si creemos en aquél en
quien ellos creyeron; si vivimos amando, co
mo ellos vivieron; si amamos con todas nues
oscurecen,
esta nube no
sino
fueque
producida
nació enpor
la vapores
fuerza deque
la tras fuerzas a aquél a quien ellos amaron.

nube
luz; como el humo
procedió de la luz.
procede del fuego, la 8. Jesús afable habla a los discípulos
temerosos
La fragilidad humana se siente oprimida
7. La voz del Padre le declara su Hijo
Para instruir las mentes de los apóstoles en presencia de la majestad, porque no pue
con
monio
Unigénito
el que
de
conocimiento
Moisés
Hijo
daba testimonio,
deyDios,
Elías,
de después
lamira,
“una
divinidad
voz
del desde
comotesti-
del
un de soportar el peso de la divinidad y la pre
sencia de la majestad. Así se añade: “Al oír la
voz, los discípulos cayeron sobre su rostro y
se asustaron mucho”. Dice aquí san Remi
Éste
que
ron
truenoes
declaradomi en
ellos,
estaba élefecto,
él,
Hijo,
para
solo;
al que
único
no
cuando
los
erraran.
que
apóstoles
comenzó
veis;En éla me
se retira-
vieran
ser gio: “Fue una señal de santidad que los san
fuera
brosio,
raleza,
17,5;
la nube,
quien me
oMc
Hijo
no
adoptivo.
decía:
9,7;
Elías Eses
complazco.
natural
Lc
Éste
Hijo,
9,35).
ydecir,
no
propio,
mi
Hijo
¡Escuchadlo!”
Moisés
Hijo
según
mío
noquerido,
Hijo,
creado
por
sannatu-en
sino:
Am-
(Mt
de tos discípulos cayeran sobre su rostro; los im
píos caen hacia atrás, como Helí, y también
Judas el traidor, con los que le seguían”. Los
justos, caen sobre su rostro, o por temor, co
mo aquí, o por humildad, como los magos:
“Y postrándose le adoraron” (Mt 2,11); o pa
ra dar gracias, como los ancianos cayeron so
bre su rostro en presencia del trono.
Los apóstoles, que no habían entendido
antes, temieron mucho, porque apareció la
3. LA TRANSFIGURACIÓN DEL SEÑOR 33

nube
del Padre,
voz, dice
luminosa,
san
cuyaEfrén,
majestad
y oyeron
huyeron
estronando
temible.
los profetas,
la
A esta
voz rrección, cuando resucite la carne, y el mis
terio de la primera en el bautismo, donde
resucita el alma. Pues en el bautismo de
trueno
voz,
cayeron
la tierra
terrible;
los apóstoles,
tembló.
bajo el ytueno,
temieron.
por laFue
misma
un Cristo se mostró la obra de la Trinidad: allí
estuvo el Hijo encarnado, apareció en forma
de paloma el Espíritu Santo, y allí se decla
con
humana,
A
palabras
los yapóstoles
ely Maestro
hechos.
les“Pero
amable
pesaba
Jesús
la
losfragilidad
se
consuela ró el Padre por la voz. De modo similar en
la transfiguración, sacramento de la segun
acercó, da regeneración, apareció toda la Trinidad:
do”.
los tocó
Se acercó,
y dijo:porque
Levantaos,
no podían
no tengáis
levantarse;
mie- el Padre en la voz, el Hijo como hombre, el
Espíritu Santo en la nube. Porque la gloria
los tocóycon
fuerza; les habló
suavidad
parafamiliar, el miedo:
quitarlespara darles del Señor, que los creyentes confesamos
ahora en el bautismo, la confesaremos vién
ca
levantan,
NoJesús,
temáis.
ano
quienes
¡Dichosos
temen,toca
están
aquellos
la salud
seguros.
ayquienes
la vida!to-
Se dola en la resurrección.
No sin motivo el Espíritu Santo apare
ció aquí en nube luminosa, allí en paloma.
da
con
pierte
ciencia;
dulce
laRoguémosle
poder.
mano
amigo,
del
y nos
Al
sueño
para
abra
tacto
consuela
ayudar
que
del
los
y consuelo
nos
ojos
estupor
acon
los
toque
para
postrados
piedad,
de
yverle
la
yJesús,
nos
falta
aayuda
él.
ydes-
que
le
de
Es Pues suele declarar sus dones por imágenes;
da la inocencia en el bautismo, simbolizado
por el ave de la sencillez; pero como ha de
dar claridad y descanso en la resurrección,
es figurado en la nube como descanso, en
vanta a los que yacen, los discípulos, levan- fulgor de la nube como claridad de los cuer
pos que resurgen. El que ahora recibe con
como
die
tándose
más
solía
que
y “elevando
conversar
a Jesús solo”,
los
conojos,
ellos.
en figura
no vieron
habitual
a na- corazón sencillo la fe y la guarda, entonces
la contemplará con la luz de la visión abier
ta, y será protegido por la misma gracia,
ran Según
permanecido,
la glosa,sería
si Moisés
inciertoy aElías
quiénhubie-
daba con que es purificado para siempre.

testimonio
pareciera que
la la
vozvoz
deldel
Padre;
Padreseera
retiraron,
para ellos;
no 10. Les prohibe decir a nadie la Transfi
guración
que se entendiera que se dirigía a Jesús.
“Y mientras bajaban del monte, Jesús
Alegóricamente, quitada la nube, vie
les ordenó: No digáis a nadie la visión has
ron que Moisés y Elías habían desparecido,
ta que el Hijo del Hombre haya resucitado
y que Jesús había quedado solo; cuando la
de entre los muertos” (Mt 17,11). Hay sie
sombra, que había cubierto como una nube
te motivos para esta orden. Según san Jeró
a los apóstoles se apartó, vieron a Jesús, y la
nimo, para que no pareciera increíble por su
Escritura les fue revelada; y quedó solo el
magnitud. Según santo Tomás, para que los
Evangelio en el que se encuentran los dos.
hombres, si oían decir cosas tan gloriosas de
él, no se escandalizaran después viendo que
9. Relación entre la resurrección y el
le crucificaban. Según san Remigio, para
bautismo
entre
Eslanotable,
segundasegún la glosa, en
regeneración la relación
la resu- que la proclamación de la gloria no impi
diera el fruto de la Pasión, pues si se divul
gaba su majestad entre el pueblo, la mayo
34 SEGUNDA PARTE

ría hubiera impedido la Pasión, resistiendo Por esto mostró también que los miste
a los sumos sacerdotes, y así se hubiera re rios divinos no se han de publicar siempre,
trasado la redención humana. Según san sino en lugar y tiempo debido; dio ejemplo
Hilario, porque debían ser testigos de la di a los hombres santos de no publicar revela
vinidad de Cristo, cuando estuvieran llenos ciones que se les hayan hecho, como Pablo
del Espíritu Santo, confortados para dar tes calló catorce años su rapto.
timonio de tan gran visión. Según san Juan
Damasceno, porque los otros discípulos, 11. Tiempo de la Transfiguración
aún imperfectos, se hubieran entristecido, y
Judas se hubiera excitado más a entregar al La transfiguración del Señor fue hacia el
Salvador. Porque la resurrección de Cristo principio de la primavera, por eso este
fue motivo de duda y por eso esta visión se Evangelio se lee en la Iglesia el sábado de
reservó para divulgarla en el tiempo en que cuatro témporas, posterior al primer do
más convenía dar el testimonio de la resu mingo de cuaresma19. La fiesta de la transfi
rrección, a la que sirve de un argumento no guración de celebra el día seis de agosto,
pequeño la gloria de la transfiguración; la porque entonces la predicaron los apóstoles,
misma visión parecería más creíble, si apa que la habían callado antes de ese día: “Y
recía también de modo visible por la resu guardaron secreto entre ellos”… (Mc 9,10),
rrección. Para darnos ejemplo de que se de “y por aquellos días no contaron a nadie na
ben ocultar las cosas que son para gloria da de lo que habían visto” (Lc 9,36), por la
nuestra, mientras estamos en esta vida mor prohibición que les hizo el Señor al bajar
tal, y cumplir lo que se dice en el Eclesiás del monte Tabor hacia el oeste, donde hay
tico: “No alabes a un hombre en su presen una capilla en el sitio donde el Señor dijo a
cia” (Eco 11,2), y en el mismo: “Antes de su los apóstoles: “No digáis a nadie la visión
muerte, no alabes a hombre ninguno” (Eco hasta que el Hijo del Hombre resucite de
11,30). entre los muertos”.

Oración

Jesús, Redentor de los perdidos, Salvador de los redimidos, dulce consuelo y alivio del
alma que corre con lágrimas en pos de ti.
Dame rechazar y olvidar todo deleite fuera de ti, y que merezca gozarme con tu sabor.
Que venga, te ruego, el tiempo en que lo que ahora creo, lo vea por fin con ojos reve
lados; lo que espero y saludo de lejos, lo alcance; lo que considero según mis fuerzas, lo
abrace y bese con los brazos del alma.
Y que en el abismo de tu claridad me esconda todo, de forma que, cubierto por tus
alas, tenga paz para siempre. Amén.

19 La Transfiguración se celebra el 6 de agosto, o el domingo siguiente; aunque este texto se lee también el

domingo II de Cuaresma, (un día después). Tras lo triste, anuncio de Pasión, lo alegre, Transfiguración: salir de
sí, Pasión; ser trasfigurados: Pascua.
4. LA CURACIÓN DE UN EPILÉPTICO 35

4. LA CURACIÓN DE UN EPILÉPTICO
Mateo 17,14-20; Marcos 9,14-29; Lucas 9,37-43

1. La curación del epiléptico como muerto. Pero Jesús cogiéndole de la


mano, lo levantó y se puso en pie” (Mc
Jesús, al volver del monte donde se
9,26-27), sano; y lo devolvió a su padre.
transfiguró, llegó a los discípulos que había
dejado abajo, y “sucedió que, al día siguien
2. Sentido moral: el pecador se parece
te, le salió al encuentro mucha gente”, que
al lunático
los rodeaba. De modo parecido, si los prela
dos quisieran descender a los que tienen a Moralmente este lunático es figura del
su cargo, con humildad, compasión y afabi- pecador en doce cosas. Le agarra la delecta
lidad, mucha gente vendría a su encuentro ción del pecado. Le hace gritar por el árido
para la conversión. Pero, como están siem- deseo del pecado. Le hace mudo para la
pre arriba por la elevación, ambición y cu- confesión del pecado y para la alabanza di
riosidad, pocos se les acercan y menos son vina. Sordo, por el endurecimiento, a las
sanados. De ninguno se lee que el Señor le advertencias de palabra; lunático, por la
sanara en el monte. mente inestable y la continua variación al
Y se le acercó uno de la gente, pidién- mal; le hace chocar y rodar por el precipi
dole que se apiadara de su hijo único, luná- cio de varios pecados; le desgarra con varie
tico20, que sufría más según la renovación dad de pensamientos; le hace rechinar los
de la luna, y tenía un espíritu impuro que dientes, por la ira e indignación, y echar
no pudieron echar los discípulos. Éste, aga- espumarajos por los excesos; le echa al fue
rrándole, le echaba por tierra, haciéndole go de la lujuria o de la arrogancia, porque
rodar le maltratada retorciendo sus miem- el fuego sube arriba, o le sumerge en el
bros; así que echaba espumarajos con la agua de los placeres y codicias; le pone rí
fuerza del padecimiento; quedaba lívido, rí- gido por el ocio, la pereza, la falta de fer
gido; apenas se iba el espíritu, desgarrándo- vor; apenas se aparta de él, por la costum
le; a veces afligiéndole le hacía gritar, le bre de pecar; le desgarra y destroza por la
echaba al fuego o al agua; sin duda hubiera lesión de su naturaleza.
perecido, si no le conservara la providencia. Cuando el muchacho se acerca a Dios,
Como a una orden del Señor, se lo lleva- se altera; porque los convertidos, después de
ron, al momento el espíritu le conturbó; los pecados, a Dios con frecuencia son más
viendo que pronto sería echado, hacía todo atacados por el demonio, para hacerles caer
el mal que podía sobre él. Después, incre- por tedio de la virtud y trabajos de la peni
pándole, el Señor le ordenó salir de él y no tencia, para hacerlos volver al pecado, o pa
volver nunca a entrar en él; por el efecto de ra vengarse de que le hayan echado. Así en
su maldad le llamaban espíritu sordo y mu- la Iglesia primitiva opuso graves combates
do, porque le había hecho mudo y sordo. a los que quería sustraer para su reino. El
“Y, al momento, dando gritos y derribándo- Señor no reprende al muchacho que padece
lo con violencia, salió; el muchacho quedó la violencia, sino al diablo que la hace; por

20 “Lunático: según la creencia popular, la luna influía en su enfermedad, o tenía que ver con lo que podían
ser crisis epilépticas” (NT.MI, 118). BJ usa las dos palabras, epiléptico y lunático.
36 SEGUNDA PARTE

que,
acusarelcon
queodio
quiere
al vicio,
sanarpero
al pecador,
tiene debe sencilla, y si se frota con adversidades, di
que rea funde la gracia de su fuerza.
nimar y confortar con amor al pecador.
vuelve,
El demonio
si el hombre
que sale
guarda
del su
hombre
corazón
nunca
con 4. Quién es el siervo inútil
Después los vuelve a la humildad, ad
la llave de la humildad y caridad. Pero al
virtiéndoles que nadie se gloríe de sus
salir, le desgarra, porque, al expulsarle del
obras, sino que se humille a Dios, al que se
corazón, mueve tentaciones peores. El mu
debe obediencia. “Cuando hayáis hecho to
chacho liberado del demonio parece como
do lo que se os ha ordenado, decid: Somos
muerto, porque el que abriga deseos terre
siervos que no sirven para nada; hemos he
nos, extingue en sí la vida según la carne, y
cho lo que teníamos que hacer” (Lc 17,10).
parece muerto al mundo. Pero, al que el
Decidlo no sólo de boca, sino de corazón en
enemigo le volvió semejante a un muerto,
verdad; no os jactéis de que habéis servido
el Salvador con el tacto de su mano derecha
bien; no habéis hecho sino lo que debíais.
lo levantó, en lo cual se muestra el auxilio
Es como si dijera: Decid, no merecemos
de Dios; se levantó en pie, en lo que se
gratitud; sino que, cumpliendo el debido
muestra el empeño del hombre; primero
servicio, evitaremos el castigo.
Dios nos ayuda, luego requiere que noso
Por el contrario, de los soberbios; cuan
tros pidamos el bien.
do no han hecho todo, sino un poco, no só
lo presumen de su justicia, sino que despre
3. Se compara la fe con un grano de
cian a los más débiles. No somos nuestros,
mostaza
debido
da
del
mo
no
vuestra
como
le preguntaban
lefervor;
“Y,
pudimos
elserá
agrano
cuando
fervor,
falta
losimposible
pues
judíos,
de
de
expulsarlo?
como
entró
fe”.
tenían
aparte:
mostaza;
sino
No
al
debían
enuna
que
les
por
casa,
¿Por
Él
no
llama
fe
tenga
creer
laremisa,
sus
les
creían
qué
disminución
incrédulos
fe
discípulos
ellos.
dijo:
nosotros
fervien-
con
noNa-
Por
co-
el sino siervos, porque hemos sido comprados
con precio grande; tenemos que servir a
Cristo, con cuyo precio hemos sido compra
dos, sin dejar nada, ni hacer nada que no
debamos.
Dice Séneca: “El sabio no hace nada que
no deba, ni deja de hacer lo que debe”. No
se llama inútiles a los siervos que cumplen
los mandamientos de Dios con el derecho
debido pues reciben el fruto de la vida di
te, operante por el amor; al que nunca le chosa: se les llama inútiles, porque el Señor
basta lo que ha hecho. no necesitad de nuestros bienes; o porque,
queño,
con
pulsar
El el
el grano
grano
férvido,
veneno.
de
demostaza,
amargo
mostaza,
Al comparar
yinsinúa
con
en efecto,
fuerza
aquí ade
eslape-
ex-
fe “los sufrimientos del mundo actual no tie
nen comparación con el esplendor que se
nos va a manifestar” (Rm 8,18); o, porque
sa,
tener
en las
porfe;
tribulaciones;
lapequeña,
entrega; por
amarga,
con
la humildad;
fuerza
por la
deque
paciencia
expulsar
fervoro-
deben cada uno debe estimar que es más imperfec
to, que si hubiera alcanzando la perfección.
Dice san Beda: “Esta es la única perfec
ción de la fe en los hombres, que, cumpli
el
brosio,
se veneno,
frotaeldifunde
grano
por la de
sinceridad.
sumostaza es sencillo,
fuerza; así
Según
la fesanparece
Am-
y si do todo lo ordenado, y mientras peregrinan
lejos del Señor, lamenten siempre que hay
en ellos cosas malas, que siempre les faltan
4. LA CURACIÓN DE UN EPILÉPTICO 37

cosas buenas que, con la ayuda de la gracia, que hizo todas las cosas, ¿qué decir del que
aprovechen”. Y de nuevo: “Pues sin mí no despreció hacerlas?
podéis hacer nada, no debéis pesar los mé- Dice san Ambrosio: “No te jactes, si has
ritos de los trabajos por la duración de servido bien; porque debiste hacerlo. Le si
tiempo; sino aumentar siempre los anterio- gue el sol, le obedece la luna, le sirven los
res con nuevos afanes, con amor y servicio ángeles. El vaso elegido de los gentiles, di
espontáneo”. ce: “No soy digno de llamarme apóstol,
Y sigue: “Hemos hecho lo que debimos porque perseguí a la Iglesia de Dios” (1 Co
hacer”. Dice también san Beda: “En verdad 15,9). Después, en otro sitio, mostrando
debimos, porque, el que no vino a ser servi- que no tiene conciencia de nada, añade:
do sino a servir, nos hizo sus deudores; para “Pero no por eso estoy absuelto” (1 Co 4,4).
que no confiemos en nuestras obras, sino te- Nosotros, por tanto, no exijamos que nos
mamos siempre su examen, y así digamos alaben, no nos adelantemos al juicio de
con el profeta: “¿Cómo pagaré al Señor todo Dios, ni a la sentencia del juez; sino que lo
el bien que me ha hecho?” (Sal 116,12). reservemos a su tiempo, a su juicio”.
Atiende bien aquí que se juzga que es
siervo inútil el que solo hace aquello a lo 5. Peligro de recibir la gracia en vano
que está obligado.
alcances, siempre debes
Por sentir
más perfección
y decir: Señor
que Es bueno estar en el temor y no presu
mir en nada de sí; porque por más que haya
mío, Jesucristo, no valgo nada, y te sirvo servido alguien, “No sabe el hombre si es
mal. No debemos cesar nunca en el bien digno de odio o de amor21” (Ecl 9,1). Dice
obrar; yinsuficiente
mérito juzgar, sinrespecto
embargo,detodo
la paga
nuestro
eter san Bernardo. “He aprendido que nada es
tan eficaz para merecer la gracia, retenerla,
na. Dice el salmista: “El que te corona de recuperarla como querer en todo tiempo an
gracia y de ternura” (Sal 103,4). No dice de te Dios no saber mucho, sino temer: ‘Dicho
tus méritos y tus obras, para que sirvamos so el hombre que siempre está en temor’ (Pr
con humildad a Dios, por cuya misericordia 28,14). Si está presente la gracia, teme por
hemos sido prevenidos; somos coronados si no obras con ella dignamente. Si se te ha
por un don suyo, para que de modo sublime quitado la gracia, teme porque te dejó tu
reinemos con él. Por eso, cuando hayamos virtud y custodia. Si la gracia ha vuelto, no
hecho todo, pensemos que hemos hecho po- suceda que recaigas y te pasen cosas peores”.
co o nada para el Señor, respecto de la re- El apóstol nos amonesta también: “No
compensa que esperamos de él. recibáis la gracia en vano” (2 Co 6,1). Reci
Decía san Francisco, después de mu- be la gracia en vano el que no practica las
chos y grandes trabajos: “Hermanos, empe- buenas obras; si queremos que la gracia de
cemos a servir al Señor, porque hasta ahora Dios no quede vacía en nosotros, es preciso
poco hemos aprovechado”. Y, si, cumplidos que la alimentemos con buenas obras y
los preceptos, debemos humillarnos, ejercicio de virtudes, y que nos guardemos
¿cuánto más cuando hemos omitido mu- de los vicios. También tenemos que atender
chas cosas de ellos? Si es inútil el siervo según los preceptos de Dios, en todas nues

21 Vulg. Pero ahora se traduce: “hasta el amor y el odio escapan al conocimiento del hombre” (BCB, 1303);
“Y ni de amor ni de odio saben los hombres nada” (BJ 907).
38 SEGUNDA PARTE

tras cosas, no sólo a hacerlas, sino también a en el que le expulsaba una sujeción de la
dirigirlas según la voluntad de Dios. carne al espíritu, que se hace por el ayuno; y
San Basilio pone un ejemplo de un arte- una elevación del espíritu a Dios, que se ha
sano que hace un hacha, o cualquier otra co- ce por la oración. Pero tales cosas no las te
sa, que recuerda siempre quién le ha encar nían aún los apóstoles, pues por un tiempo
gado la obra, retiene bien de qué tamaño, no convenía que ayunaran por la presencia
cualidad o forma le ha encargado el hacha; y del esposo, ni estaban elevados aún con per
atendiendo siempre lo que recuerda que le fección a Dios; pues fueron rudos e imper
encargó el señor, dirige a esto el servicio de fectos hasta que, después de la Pasión, reci
sus manos, para que la forma de la obra bieron gracia más plena del Espíritu Santo.
convenga con el ánimo y voluntad del que O, no se echa por el poder de los minis
la encargó. Así también nosotros debemos tros, sino juntando oración y ayuno; esto lo
obras todo
tener en que
el dirijamos en nuestras
la obra según
intento y empeño la vo- omitieron los apóstoles, y así hubo error al
usar la llave para expulsar al demonio; co
podremos
luntad cumplir
de Dios queaquello del apóstol
la encargó; Pa-
y entonces mo todavía yerran muchos, que no usan del
poder de las llaves según el orden debido.
blo: “Así que, ya comáis o bebáis, o hagáis El que el ministro se usurpe el poder divi
cualquier otra cosa, hacedlo todo para glo no, absoluto, san Jerónimo dice que es pro
ria de Dios” (1 Co 10,31). pio del orgullo de los fariseos y de la sober
bia de Lucifer que quiso sin razón que se
6. Hay demonios que sólo se echan con pusiera su asiento en lo más alto. Según el
oración Crisóstomo, dice: Esta raza, no sólo de lu
náticos, sino en general de todos los demo
El Señor, mostrando cómo vencer la in nios, no sale sino por la oración y el ayuno,
solencia del demonio, añade: “Esta clase no porque el diablo habita siempre en el peca
puede salir,
ción22” (Mc 9,29). es por
si no Los medio
siervos de la ora
no tienen po- dor, si éste no se convierte a Dios por el
arrepentimiento; cuanto más se difiere, tan
der alguno sobre esta clase de demonios, to más difícil es echarle.
enraizada a la vez en la carne y el espíritu, Sobre lo anterior dice san Jerónimo:
sino en la oración que cura el mal del espí- “Mientras enseña a los apóstoles cómo ven
ritu y en el ayuno que cura el del cuerpo y cer al espíritu peor, a todos nos instruye pa
que son efecto de fe ferviente, formada y ra la vida, para que sepamos que las tenta
operante por la caridad. Parece que había ciones más graves de los espíritus impuros
caído en aquella enfermedad por el abuso o de los hombres hay que vencerlas con
en comer y beber. ayunos y oraciones; y que la ira del Señor, si
Puede también haber otra causa, por la se ha encendido contra nosotros, se puede
que los discípulos no pudieron echarle. Los aplacar con este remedio singular. “Por el
demonios son iguales en el poder natural, y ayuno, dijimos, se curan las enfermedades
por eso uno no puede ser expulsado por del cuerpo, y por la oración, las del alma;
otro. Para la expulsión de éste se requería así cualquier tentación se vence con ellos.

22 “A la palabra oración, algunos mss, añaden “y el ayuno”. La curación física es consecuencia de la expulsión

del demonio, la cual es imposible sin la oración al único que tiene poder sobre ‘el príncipe de este mundo”
(NT.MI, 216).
4. LA CURACIÓN DE UN EPILÉPTICO 39

O, por el ayuno se entiende apartarse del ayune sobre todo el alma misma de los vi
mal, y por la oración la actuación del bien. cios y de su propia voluntad; pues sin este
Así se toma el ayuno general como absti ayuno, lo demás lo reprueba el Señor, como
nencia no sólo de alimentos, sino de todos está escrito: “Porque en vuestros días de
los placeres y vicios temporales. San Agus ayuno, se encuentra vuestra voluntad” (Is
tín dice que el ayuno grande y perfecto es 58,3). Es preciso ayunar no sólo de las cosas
abstenerse no sólo del alimento, sino de to ilícitas, sino de las lícitas, si queremos que
da iniquidad y de los halagos del mundo. se nos perdone la pena de las cosas ilícitas
Y san Bernardo: “Si pecó sólo la gula, que hemos cometido antes.”
ayune sola, y basta. Pero si pecaron otros Dice san Beda: “Como el ayuno general
miembros, ¿por qué no han de ayunar ellos es abstenerse no sólo de alimentos, sino de
también? Ayunen, pues, los ojos de miradas todas las tentaciones de la carne, y de todas
curiosas y de toda petulancia, para que hu las pasiones viciosas, así la oración general
millados se mantengan en penitencia, pues no está sólo en las palabras con las que in
vagaban libres en culpa. Ayunen los oídos vocamos la piedad divina, sino en todo lo
ansiosos de cuentos, rumores y cualquier que hacemos en servicio de nuestro Creador
cosa ajena a la salvación. Ayune la lengua con devoción. Testigo el apóstol que dice:
de toda murmuración, de cosas inútiles y ‘Rezad sin interrupción” (1Ts 5,17). Reza
jocosidades; a tiempos también, por la gra mos sin interrupción, cuando hacemos
vedad del silencio, aún de cosas que parece obras que nos recomiendan a la piedad de
rían necesarias. Ayune la mano de señas Dios. Pues siempre reza el que siempre ha
ociosas, de toda obra no ordenada. Pero ce el bien y en él persevera.

Oración

Señor Jesucristo, que nos enseñaste la humildad con la palabra y el ejemplo.


Dame que nunca sienta mi corazón, exprese mi boca o muestren mis obras cosas altas,
sino humildes de mí.
Líbrame y guárdame de los malos espíritus, y defiéndeme de todos los enemigos visi
bles e invisibles.
Concédeme, Salvador mío y Dios mío, que atento convenientemente a la oración y el
ayuno, pueda vencer con tu ayuda todas las tentaciones de los espíritus impuros y hombres
perversos; que con tu piedad merezca ser librado de los enemigos de la mente y del cuer
po, y ser salvo para siempre. Amén.
40 SEGUNDA PARTE

5. TRIBUTO DE PEDRO Y DEL SEÑOR. QUIÉN ES EL MAYOR


Mateo 17,22-27; Marcos 9,30-37; Lucas 9,43-48

1. Nuevo anuncio de la Pasión y Resu-


rrección matarán”. ¡Los hombres matan al hombre
Como por sus palabras y obras en Jeru- Salvador! Y para que al oírlo, no se hun
dan de tristeza, añade: “Y al tercer día re
sucitará”; y seguirá lo alegre a lo triste. “Y
salén, los judíos intentaban matarle, antes
se entristecieron mucho”; su compañía les
de la Pascua no quería Jesús andar por Ju
era dulce y grata; nada extraño que se en
dea, porque todavía no había llegado su ho
tristecieran.
ra, y para mostrar a sus fieles que a veces es
Dice san Jerónimo: “Por el amor del
lícito huir. Por eso “andaban ellos juntos
Maestro no sufren oír nada siniestro o bajo
por Galilea”. Dice san Agustín: “No había
sobre él”. Se entristecen, sin atender a lo
perdido el poder, sino que consolaba nues
que había dicho: Al tercer día resucitará.
tra fragilidad. Pues había de suceder que al Ni la voz oída del Padre, ni la resurrección
gún fiel se escondiera; por eso fue delante la
anunciada pudo impedir su tristeza. Dice el
cabeza, para que luego no se imputara a los
mismo san Jerónimo: “Mezcla siempre co
miembros como culpa”.
sas tristes con prósperas, para que, cuando
En Galilea, pues, andaba y trataba con
vengan de pronto, no aterren a los apósto
sus discípulos, en la tierra en que fue conce
les, sino que las soporten con ánimo adver
bido y se crió. Y, según el Crisóstomo, para
tido. Si siempre sucedieran desgracias
que los discípulos no digan: por qué segui
¿quién lo soportaría? Si sólo cosas próspe
mos aquí, les habla de nuevo de la Pasión,
ras, ¿quién no lo despreciaría?”
para que, se acostumbren al asunto de la
“Pero ellos no entendían esta conversa
muerte de Cristo y se escandalicen menos,
ción, les estaba tan velada que no la capta
cuando llegue. Con su muerte predijo tam
ban y temían preguntarle sobre este asun
bién su Resurrección, para que en su Pasión
to”. No se atreven a preguntar abiertamente
no desesperaran.
sobre la Pasión, según san Beda, no por tor
“Andando ellos por Galilea, les dijo Je
pe ingenio, sino por el piadoso amor del Sal
sús: Poned en vuestros oídos estas pala
vador; carnales aún y rudos, desconociendo
bras”, las que siguen, sobre mi Pasión y Re
el misterio de la cruz, y sin entender las co
surrección; su recuerdo y memoria es muy
sas espirituales, no podían creer que fuera a
útil. “Pues el Hijo del hombre va a ser en
morir el que conocían era Dios.
tregado”, por el Padre con excesiva caridad;
El Señor predijo su Pasión a los discípu
por él mismo con obediencia voluntaria;
los en Galilea, “voluble”, significando que
por el diablo con sugestión inicua; por Ju
debemos acordarnos de la muerte de Cristo,
das con codicia enorme; por los judíos con
y también de la nuestra, mientras estamos
envidia engañosa; por Pilato con indebida
en la volubilidad de esta vida presente.
pusilanimidad.
“El Hijo del hombre va a ser entrega
tiles,
mos
naciones
sacerdotes,
de varios
segúnestados,
lareligiosos
naturaleza,
soldados,
y pueblo.
judíos
reyes,
y“Y
gen-
su-
le 2. Le exigen tributo a Cristo
do, en manos de los hombres” de diversas
“Cuando llegaron ellos a Cafarnaún, se
acercaron a Pedro los que cobraban los di
dracmas, y le dijeron: ¿Vuestro Maestro no
5. TRIBUTO DE PEDRO Y DEL SEÑOR. QUIEN ES EL MAYOR 41

paga el didracma?” Es como si dijeran: dile una onza, pagara por sí y por el Señor. Apa
que lo pague; no hacen mención de los rece su divinidad, ya que predijo con certeza
apóstoles,
fes de casa.porque sólo lo recibían de los je- el suceso. Dice de ello san Jerónimo: “¡No sé
qué admirar primero aquí, si la presencia de
de
ta.
ma,
so
eso
Señor
que
los
Cada
Cafarnaún
estaban
dos
se
romanos,
estoy
dracmas;
había
jefeallí
de
bajo
criado
era
una
alos
los
yelalen
laque
casa
emperador
capital
que
pagarlo
recogían
Nazaret,
pagaba
Judea el
dedecía:
Galilea,
estaba
romano.
un
pueblo El
tributo
didrac-
Profe-
suje-
por
de la estatera en la boca del pez, o la grandeza
del poder, si, a su palabra al momento, se
creó la moneda en la boca del pez!”
Espiritualmente el pez es Cristo, el mar
el mundo, el anzuelo la muerte, la moneda
hallada en la boca del pez el precio de nues
Galilea, bajo Cafarnaún, por eso le exigen tra redención pronunciada por la boca de
Cristo; y así se pagó el tributo y nosotros
allí
ción”,
los
que
Cristo
placeres
el tributo.
un
“campo
tributo,
de Cafarnaún,
este
fértil”,
señala
mundo;
donde
al“finca
el
quediablo
sese
dele
entrega
consola-
le
pide
pidea fuimos liberados.
Moralmente se dice al penitente: anda
al mar, la amargura, la consideración del
pecado, y echa el anzuelo, en arrepenti
le dé el tributo a él, y apenas saldrá sin miento del corazón, y abriendo la boca en la
pagar algún tributo de pecado. confesión da la moneda que halles en la sa
figura
La del
dracma
rey yesvale
unadiez
moneda
monedas
que usuales;
tiene la tisfacción; así se libera el pecador del tribu
to que exige el demonio.
por eso dice Lucas: “¿Qué mujer que tiene El Señor pagó el tributo no por deuda,
diez dracmas”, etc.? También es una clase de porque según las dos naturalezas era hijo de
peso que se usa en medicina. Pero hay la pa rey, y, por tanto, libre de tributos, pues los
labra drama, forma de cántico, en que unos hijos del rey son libres en todo el reino; lo
empiezan y otros responden, según: “Dulces hizo por humanidad, poniéndose bajo uno
cantos de drama”.
te de una estatera,Esuntambién
siclo, una cuarta par menor, y pagando lo que no debía, para no
que vale veinte escandalizar a los recaudadores, y para ense
óbolos; la dracma es la mitad, la didracma, ñarnos a ser humildes y a evitar que por
la cuarta parte; una estatera bastaba para pa nosotros se hagan escándalos.
gar por dos; porque la tasación del censo era Quiso también dar tributo por Pedro,
una didracma, un denario, a pagar por el je para mostrar que Pedro era cabeza de los
fe. Por eso se manda traer de la boca del pez otros, pues el tributo se daba sólo por el je
una estatera. El óbolo, según se dice, valía fe. La didracma contiene dos dracmas, co
un pequeño turonense, doce valen un turo mo se ha dicho, y por una se puede enten
nense grueso; el jefe pagaba anualmente co
der la penalidad del cuerpo, hambre, sed, y
mo diez turonenses pequeños. semejantes; y por la otra, la penalidad de la
mente: temor, tristeza y semejantes. Esta
3. La paga del tributo: sentido moral
dracma doble la debe pagar cada uno al Se
aboca
saliera,
dro,
echar
El
launa
Señor
petición
lo
el estatera
sacara
anzuelo,
entendió
del
delque
tributo,
yagua,
que
lovale
que
elyyprimer
dos
cogiendo
leseenvió
decía
didracmas,
pez
alde
a mar
que
Pe-
su ñor de todas las cosas, por el pecado de los
primeros padres, que hace tolerar con pa
ciencia las penalidades.
Aunque Cristo no tenía pecado, quiso
pagarla por la salvación de todos; y, como
42 SEGUNDA PARTE

asumió una carne semejante a la pecadora, nifica en griego “piedra de tropiezo”. Como
no el pecado, el Redentor entregó su cuerpo una piedra en el camino da ocasión de caída
y su alma como precio, y así pagó las dos al que camina, así el hecho o dicho menos
dracmas; y por ese precio fue liberada la recto da ocasión de caída espiritual.
Iglesia. Dice san Jerónimo: “Hermosamen- Si los fariseos se escandalizaron por las
te se da el mismo precio; por Pedro se debía palabras del Señor, como se dijo, y la pala
el precio como por un pecador, pero nuestro bra del Señor no era menos recta, hay que
Señor no hizo pecado; se muestra la seme- decir que la piedra de tropiezo se toma de
janza de la carne al ser liberados con el mis- dos modos: por la naturaleza de la cosa,
mo precio el Señor y su siervo. El Señor no como si uno echa una piedra o un madero
debía tributos, pero el que había asumido la en el camino; o por defecto del que anda,
humildad de la carne, quería cumplir toda aunque haya una piedra pequeña o una
la justicia. Por su eximio amor padeció la flor. El escándalo primero se llama activo
cruz y pagó los tributos; en cambio, no- y es pecado mortal; el segundo se llama
sotros, por su honor, no pagamos los tribu- pasivo y puede ser venial o también obra
tos, y, como hijos de rey estamos exentos de de misericordia; una obra buena no da por
impuestos”. sí ocasión de caída, sino por defecto del
que no lo recibe bien. Por tanto, dice san
4. Cristo evita el escándalo Gregorio, debemos evitar el escándalo del
prójimo en cuanto podamos sin pecado;
Jesús, el Señor, arriba, no evitó el es
pero, si se recibe escándalo de la verdad,
cándalo de los fariseos, cuando discutía es más
útil permitir el escándalo que dejar
con ellos sobre los alimentos; aquí evita el
la verdad.
escándalo de los que recogían el tributo:
aquellos eran sabios, estos sencillos; aque
5. La pobreza del Señor
llos ofendían con malicia, estos por igno
rancia. El escándalo que procede de mal- Considera cómo el Señor, dueño de to
dad se debe despreciar, en cambio, el que das las cosas, tuvo una pobreza tan grande
procede de la ignorancia se debe evitar, que no tenía con qué pagar el tributo. Pues,
quedando a salvo la verdad de la justicia, aunque tenía depósitos pequeños23 y Judas
la vida y la doctrina; así era el escándalo llevara el dinero, las cosas que se le habían
que evitó aquí; los que recogían el tributo dado para los pobres, juzgó un crimen pa
eran gentiles que ignoraban la ley y los sarlo a usos propios o a otros, y nos dio
profetas, ignoraban que Cristo estaba libre ejemplo. Si el que vive del patrimonio de
de tributo, porque era Hijo de Dios según Cristo gasta las cosas de los pobres, está
la naturaleza divina, e hijo de David según obligado a restituir y satisfacer. Pero ¿cómo
la humana. va a restituir si no tiene nada sino el patri
Dar el tributo no fue contra la verdad monio de Cristo? No se ve, sino que traba
de la justicia, de la vida y de la doctrina; je con sus propias manos; o coarte su necesi
por eso Cristo quiso darlo para evitar el es- dad, y del resto restituya a los pobres lo que
cándalo. “Escándalo” es un dicho o hecho dilapidó; o al menos pida la ayuda de gente
menos recto que ofrece ocasión de caer; sig generosa para hacerlo.

23 “Loculos”: sitios pequeños, escondites, bolsos.


5. TRIBUTO DE PEDRO Y DEL SEÑOR. QUIEN ES EL MAYOR 43

6. ¿Quién es el más importante? al verse cogidos por él sobre la discusión de


la primacía, “se acercaron a Jesús”, dice Ma
Como, en el pago del tributo y en la
teo, diciendo: “¿Quién es el mayor en el rei
igualdad del precio, Pedro había sido com
no de los cielos”, en la asamblea de los jus
parado con el Señor; los discípulos pensando
tos, en el gremio de la Iglesia triunfante?
que Pedro era preferido, y que había sido
El Señor, queriendo sanar con la humil
puesto al frente, pues el tributo se pedía a
dad su deseo de gloria, “se sentó, llamó a
los jefes, por eso pensaban quién era el ma
los doce, y les dijo: Si alguno quiere de ver
yor. Los apóstoles presumían por muchas ra
dad ser el primero, sea el último de todos y
zones que Cristo prefería a Pedro: prometió
el servidor de todos” (Mc 9,35), por la hu
darle las llaves del reino de los cielos y que
edificaría su Iglesia sobre la piedra de la fe, mildad y el servicio; que sea el último de
de la que Pedro había recibido el nombre; corazón y el servidor en la acción.
les tomó a él, a Santiago y Juan, cuando se Dice san Ambrosio: “El que quiera ir
transfiguró; pagó el tributo por él y por sí, delante de su hermano reinando, que vaya
haciéndole igual a sí; por todo esto parecía delante de él sirviendo; que le venza en de
el mayor, por eso se movían a peguntar. ferencia, para que pueda vencerle en santi
Esta cuestión se agitó muchas veces entre dad. Pues si el hermano no te hirió, merece
los discípulos de Cristo; primero pensaron en que le ames. Porque esta es la suma de
ella como dice Lucas aquí: “Se entabló entre nuestra Cristiandad que paguemos a nues
ellos una cuestión sobre quién de ellos sería el tra vez el intercambio de cortesía a los que
más importante” (Lc 9,46). Segundo, discu nos quieren, y la paciencia a los que nos
tieron por el camino de lo que habían pensa hieren. Al que fuere más paciente a la ofen
do, quién era el más importante, como dice sa, se le hará el más poderoso en el reino”.
Marcos: “Pues por el camino habían discuti Según la glosa, esta lucha pudo ser por
do quién era el más importante” (Mc 9,34). humildad, pues cada uno quería que fuera
Tercero, propusieron al Maestro la cuestión delante el otro en el honor; el sentido sería:
que habían discutido, como dice Mateo: “Se no sabemos la causa de la discusión, pero no
acercaron los discípulos al Señor y le dijeron: es creíble que no lucharan por dejar al otro
Entonces,
dían
los cielos?”
de nuevo
¿quién
(Mt
sobre
18,1).
es más
ellaY,
grande
encon
la cena
todo,
en el
delreino
conten-
Señor,
de el honor primero. La glosa no afirma que
fuera así, sino que pudo ser. Y, según el Cri
sóstomo, esta discusión fue sobre el cargo
como dice, más abajo, Lucas. más alto; y así dice que los discípulos sufrie
Señor
Pues
pagó
cuando
igual llegaron
tributo por
a Cafarnaún,
sí y por Pedro,
y el ron algo humano discutiendo sobre primer
puesto. Y aunque fuera sobre primacías, no
en
to anterior;
los demásy,apóstoles crecíayelpor
por lo pasado pensamien-
lo actual, fue pecado, según el mismo, porque no dis
cutían de primacías terrenas, sino de las es
subiera
en
preguntó
quién
viendo
cos,
“selaentabló
habían
mente
era
que elhabía
a más,
sobre
tenido.
entre
de
mayor”,
quiso
los
labrotado
discusión
ellos
discípulos,
Yarrancarla
entonces,
dice
una
este
Lucas.
que, El
cuestión
pensamiento
antes
de
endice
raíz
esadeSeñor
sobre
hora,
Mar-
yque
les pirituales en el cielo.
Dice Mateo: “Entonces, ¿quién es el
más grande en el reino de los cielos?” Te
nían esta debilidad, como dice el Crisósto
mo; pero nosotros no hemos llegado a ella,
pues no nos preguntamos: “¿Quién es el
más grande en el reino de los cielos”, sino
44 SEGUNDA PARTE

quién es el más grande, el más rico, el más puerta; pues la entrada es humilde y apaci
poderoso en el reino de la tierra? ble, conviene que el que entra sea manso y
humilde. ¡Terrible palabra! ¿Quién es hoy
7. Cristo llama a un niño y le pone co- como un párvulo? Ave rara en la tierra. Hay
mo ejemplo pocos hoy. Pues, si el diablo fue echado del
cielo por soberbia, mucho menos entrará
Y, como en los asuntos morales mueven
allí el soberbio, pues, como dijo uno:
más los hechos que las palabras, les puso un
ejemplo
un niño de
pequeño”,
humildad
ensensible.
edad y maldad.
“llamando
(Ala Con más vergüenza se expulsa, que no se admite
al huésped.
gunos dicen que fue Marcial que, enviado Si los demonios fueron expulsados por so
más tarde por Pedro predicó la fe católica berbia, los hombres deben llegar por el cami
en la Galia a los naturales de Lemosin, de no contrario, la humildad. Por niño pequeño
los que fue el primer obispo y apóstol, y se entiende el humilde, como se habla de
que parecía sobresalir entre todos en humil Saulo: “Cuando eras pequeño a tus ojos”24.
dad y pureza de sencillez).
Con razón llama a un niño pequeño pa 8. Cualidades del niño, perfecciones
ra instruir con su ejemplo a los que quieren
del hombre
parecer los más importantes, para que le
imiten en la humildad e inocencia. “Y le Al decir el Señor: si no os hacéis como
puso en medio de ellos”, como ejemplo, pa- niños pequeños, no quiere que nos hagamos
ra que lo vieran todos y le consideraran con niños en los sentidos sino en maldad, no ni
atención, y que cada uno se midiera y se ños en la edad, sino en la condición; que la
configurara con él. forma de virtud que observa el niño, guián
“Le estrechó entre sus brazos” (Mc dole la naturaleza, la sigamos por el nombre
10,36), en señal de que solo los humildes de Cristo, con ayuda de la razón; pues, co
son dignos de su abrazo y de su amor; ellos mo dice san Ambrosio, no es virtud no pe
que pueden gloriarse y decir: “Su izquierda car, sino no querer.
bajo mi cabeza y su diestra me abraza” (Ct Dice san Jerónimo: “No se ordena a los
2,6; 8,3). Para traer a los discípulos de la apóstoles que tengan la edad de los párvu
soberbia a la humildad, con aseveración les los, sino su inocencia; lo que los niños tie
afirma un castigo si no dejan el ansia de ho- nen por años, lo tengan ellos por industria,
nor. “Os digo de verdad; si no volvéis a ser que sean niños pequeños en maldad, no en
como niños pequeños, de ningún modo en- sabiduría. Como este niño pequeño que os
traréis en el reino de los cielos” (Mt 18,3), presento como ejemplo no persiste en la ira,
si no dejáis el deseo de primacía y no os ha- no recuerda las caídas, ni las heridas, no se
céis niños por gracia y virtud, como ellos desordena viendo a una mujer, no piensa
por naturaleza y edad, inocentes, mansos, una cosa y dice otra; pues así vosotros, si no
sencillos, humildes, pequeños a vuestro jui- tenéis tal inocencia y pureza de ánimo, no
cio, “no entraréis en el reino de los cielos” podréis entrar en el reino de los cielos”.
(Mt 18,4), ni en la Iglesia, en mérito, ni en San León Papa, dice: “Cristo ama a la
la gloria, en premio. En las dos Cristo es la infancia maestra de humildad, regla de ino

24 “In oculis tuis” es frecuente en el A. T.; lo funde aquí con la frase de 1 Co 13,11: “Cum essem parvulus…”
5. TRIBUTO DE PEDRO Y DEL SEÑOR. QUIEN ES EL MAYOR 45

cencia. Noque
comienzos
otra cosa, imperfectos
hemos
convenga
de volver
de
con
la alos
infancia,
losaños
riesgos,
graves.
sinonia sos de bienes, sino los pequeños y humildes,
concluyó su respuesta a la cuestión de los
apóstoles: “Por tanto, el que se rebaje como
De los niños hay que tomar el paso veloz de este pequeño, ése es el más grande en el rei
recordar
las
nidad,
mo emociones,
natural”.
amor
la ofensa,
delacompañía,
vuelta
ninguna
rápida
igualdad
codicia
a la de
paz, no
de dig-
áni- no de los cielos” (Mt 18,4). Como si dijera:
Si quieres ser el mayor en el reino de los cie
los, sé mínimo aquí por la humildad; cuan
to más te humilles aquí y menor fueres, tan
guen
querer
riquezas,
Y al
san
elpadre,
no
mal
Hilario:
se del
enojan,
aman
prójimo,
“Los
anolaniños
odian,
madre,
no pequeños
senocuidan
no
mienten,
saben
si-
de to más serás enaltecido y mayor serás.
Arguyamos así: si simple a simple, y
más a más, si el pequeño por la humildad es
grande en el reino de los cielos, el más pe
creen lo
oyen. Si que
adquirimos
se dice, tienen
esta costumbre
por verdad
enlotodas
que queño será mayor; si aquí eres menor que
las afecciones y voluntad, en ella halaremos los otros en humildad, en el reino del cielo
serás mayor en dignidad que aquellos a
llez
en
el camino
torno
de loselniños;
alaspecto
cielo.colocados
Hay
del Señor”.
queen
volver
ella llevaremos
a la senci- quienes excedes en humildad. El que fuere
aquí más humilde, será mayor por gracia;
por ellos se entienden las catorce propieda- porque la humildad es la recta disposición
La niñez dura hasta los catorce años; para recibir la gracia. “Dios resiste a los so
confía
ños
enseguida
castidad;
se en
quieren
parte
sí,a sus
sino
su en
entre
padres,
pan,sus
sí,liberalidad;
caridad
obediencia;
padres amutua;
losobedece
los
cuales
ni-
no berbios y da su gracia a los humildes” (St
mildad;
poco,
junto
des quesobriedad;
a Cristo.
no
debe siente
tener
Elselas
niño
sienta
un en contento
rebeldías
hombre
está elde
polvo,
para
la carne,
estar
hu-
con 4,6; 1 P 5,5).
Moralmente se pone en medio al niño,
cuando uno verdaderamente humilde es
puesto en una dignidad, porque entonces se
coloca como lámpara sobre el candelabro,
ejemplo para los demás; y el niño, si le hon
ran, se siente indigno. Y a no ser que los
otros no se conviertan de su soberbia y se ha
grita,
preocupa
la
dad;
verdad
seconfianza
aplaca
nada, en Dios
que pronto
excluye
esperanza
con
toda
ymuy
en poco,esybenig-
constancia;
mentira
Dios; veraz,
false-
no le gan como los niños imitando su humildad,
sin aspirar a dignidad, no entrarán en el rei
no de los cielos. Porque “la puerta es estre
cha” (Mt 7,14), y los envidiosos, engreídos y
nidad;
conocimiento
y respeto;
temenoalede
los
avergüenza
la
enmascarados, el pan,
propia pobreza
pedir vergüenza
y fragi
re- soberbios no pueden pasar por ella; sólo los
humildes y gráciles, sin espíritu hinchado.

lidad; es sencillo, simplicidad e inocencia; 10. Tratar a los pequeños en nombre de


propiedades
alegre, la gracia
quededebe
la alegría.
tener aquél
Estasason
quien
las Cristo
Para refrenar el celo y soberbia en los
Cristo le toma en brazos y le pone consigo.
apóstoles que deseaban recibir honores, los
conduce a no buscar el honor, sino a darlo a
9. La humildad dispone a la gracia
el reino
El Señor,
de losestablecido
cielos los soberbios
que no entrarán
y codicio-
en los niños pequeños, a los humildes y despre
ciados, honrándolos y ofreciéndoles servicios
de caridad: “Y el que reciba a un pequeño
46 SEGUNDA PARTE

así, en mi nombre, me recibe a mí” (Mt sigue” (Mc 9,38; Lc 9,49). Le prohibimos
ayudas
dándole
le;
cencia;
18,5),
cristiano
con aesto
Ésteque
por
un
por
“me mi
sellado
fiel
se
invocar
entienden
hacen
humilde
amor
conami
recibe alymi
prójimo
mi
nombre
imitador
todos
mí”,nombre;
nombre,
los
por
y de
servicios
sirviéndo-
o,Dios.
mi
pues
hospe-
ino-
esy actuar en tu nombre, pues lo invocaba, por
que no te sigue con nosotros o como no
sotros; no te sirve en la vida, ni lo dejó to
do. Es como si dijera: No se le debe recibir
en tu nombre. “Pero Jesús le dijo: No se lo
prohibáis; pues no hay nadie que haga un
que habito en él; prodigio en mi nombre y sea capaz de ha
mi sólo ya mi
ymenoPadre
envió”, mí,
a mi
Padre
sino
Padre;
también
en mí”
pues
(Jn
“recibe
“yo
14,1).
estoy
alPues
que
en blar luego mal de mí. Pues el que no está
contra nosotros está a favor de nosotros”.
Aunque a veces se desprecie a quienes
recibe
figura verdaderamente
con él. Dice aquía Dios
san Ambrosio:
el que se con-
“El hacen prodigios, con todo, se honra a Dios,
pues se le invoca. Según san Teofilo, los dis
que recibe a un imitador de Cristo, recibe a cípulos se lo prohibieron, no por envidiarle,
Cristo; el que recibe a una imagen de Dios, sino juzgando sobre el hacer milagros; no
recibe con
sentir a Dios”.
él porElelque
afecto,
recibe
servirle
a unoenasí
efecto,
para había recibido con ellos el poder de hacerlos,
ni le había enviado el Señor como a ellos, ni
soportarle en paciencia, me recibe a mí. seguía en todas las cosas a Jesús. Dice san
Hay que
gran honor,
recibir
ya que
a los
enpobres
ellos sey recibe
humildes
a Dios.
con Cirilo: “Convenía pensar más que no era és
te el autor de los milagros, sino la gracia que
Dice san Teófilo: “Mira cuánto vale la está en el que realiza milagros en virtud de
humildad; merece que habite en él el Padre Cristo. Hay muchas diferencias de dones en
y el Hijo y el Espíritu Santo”. Es como si Cristo; pero, como el Salvador les había en
dijera el Señor, según el Crisóstomo: ten tregado a los apóstoles el poder de expulsar
dréis gran recompensa, no sólo si os hacéis demonios, pensaron que a nadie más, sino
tales, sino si honráis a los tales por mí; ten sólo a ellos les estaba permitido ejercer esta
go en mucho honor esta humildad y senci dignidad concedida; por eso se acercan inte
llez”. Según san Jerónimo, para que cuando rrogando si pueden otros hacer esto”.
se reciba a los apóstoles, no se juzguen hon El Señor quiso que no se prohibiera ha
rados ellos, añadió que hay que recibirlos cer milagros al que no le seguía, para guar
no por mérito suyo, sino por honor del dar a los discípulos en humildad y que no se
Maestro; pues principalmente se hace a gloriaran con soberbia por hacer milagros,
aquél por cuya gracia y honor se hace ni lo atribuyeran a su virtud, sino a la de
Cristo; pues veían expulsar demonios a uno
11. No prohibir a nadie hacer el bien
que no seguía Cristo. Aunque no fuera de
cillos
sinceridad;
ciban
mí,
be aComo
un suelpor
yenhumildes,
indicando
pequeño
nombre
Señor
que
eso:
enJuan
se
había
mi
“Juan
aha
los
nombre, noel
entendió
dedicho:
que
le
recibir
dijo:
me
que
andan
aque
Maestro,
recibe
losnoreci-
sen-
con
re- tanta perfección que siguiera en todo a Cris
a to como los apóstoles, como tampoco ahora
todos los fieles siguen a Cristo entrando en
religión, sin embargo, creía en Cristo, y por
eso se dice que estaba con ellos, no contra
ellos; pues no blasfemaba el nombre de Cris
nombre,
vimos a yuno
se lo
expulsando
prohibimos,
demonios ennos
porque no tu to como los judíos, de los que dijo que esta
ban contra él.
5. TRIBUTO DE PEDRO Y DEL SEÑOR. QUIEN ES EL MAYOR 47

Dice san Ambrosio: “No se reprende a también, que los beneficios divinos se ha
Juan, pues lo hacía por amor; el que amaba cen no sólo por los más importantes sino
a Dios y era amado por él con mayor devo- también por los menores e imperfectos,
ción, juzgó que había que excluir al otro del para declarar aquí también el poder del
don de hacer milagros y similares, pues no nombre de Cristo, que puede actuar indi
tenía el oficio de discípulo, ni el servicio de ferentemente por medio de grandes y de
seguir a Cristo. Se enseña que hay diferen- pequeños.
cia entre débiles y firmes; aunque el Señor Dice san Teófilo: “Admira el poder de
recompense a los más fuertes, no excluye a Cristo: cómo su gracia actúa por indignos,
los débiles; y que no se ha de apartar a nadie que no son discípulos. Así también por los
del bien que tenga en parte, sino invitarle e sacerdotes se santifican los hombres, aun
incitarle a lo que aún no tiene”. que los sacerdotes no sean santos”. Por tan
Algunos piensan que hay que admitir a to, si alguien malo hace una obra buena en
estos por la salvación de otros, y gozarse más general no se debe prohibir que lo haga,
que por ellos por la utilidad de otros; aun porque, aunque no sea meritoria sin la cari
que a veces se hagan daño a sí mismos, sin dad, sin embargo dispone para enmendar la
embargo aprovechan a muchos en la Iglesia. vida. Por éste, que no era de la compañía de
Dice san Beda: “Enseñado por esta senten- los apóstoles, se señala al seglar fiel, que no
cia, dice el apóstol: “Pero sea por un motivo tiene el oficio de predicar, pero que con
falso o verdadero, Cristo es anunciado, y es- buenas palabras y ejemplos actúa para echar
to me alegra y me seguirá alegrando” (Flp al demonio del corazón de los prójimos,
1,18). Por tanto, no debemos detestar y pro- aunque no siga a Cristo en el estado religio
hibir en los herejes y malos cristianos los sa- so o como clérigo. Mira ¡qué invitación a la
cramentos comunes, en que están con no- humildad, a la que invita el Señor como a la
sotros y no están contra nosotros, aunque no virtud cristianísima25; y, con todo, retarda
sigan con nosotros al Señor”. mos llegar a ella, hasta la última hora, en
Esta expulsión de demonios sirve no greídos mientras tenemos salud, aunque
sólo para declarar el poder de Cristo; sino nos hagamos demonios por la soberbia!

Oración

Señor Jesucristo, dame que vaya al mar, pensando los pecados, con amargura del alma;
que, echando el anzuelo en la contrición del corazón y abriendo la boca en la confesión, pa
gue la moneda en satisfacción y quede liberado del demonio y su dominio.
Dame también que, convertido de la soberbia, me haga como un niño pequeño y hu
milde a mis ojos, y que así merezca entrar por el camino estrecho y la puerta angosta en el
reino de la felicidad celestial.
Dame que reciba también a los pequeños y humildes por tu nombre, ofreciéndoles los
servicios de la caridad para que, recibiéndote a ti en ellos, merezca ser recibido por ti en el
cielo. Amén.

25 Lit.: “Ecce quanta invitatio… ad humilitatem tanquam ad virtutem christianissimam”.


48 SEGUNDA PARTE

6. NO DESPRECIAR, NI ESCANDALIZAR A LOS PEQUEÑOS


Mateo 18,6-10; Marcos 9,42-48

1. No escandalizar a los pequeños 9,42). La piedra de molino que mueve un


asno o un caballo con la rueda de moler sig
Después que el Señor apartó a los após
nifica cualquier piedra grande, muy pesada.
toles de la discusión, por recibir el honor,
Como si dijera: es mucho más útil y mejor
que reciben los que se humillan, los aparta
que el culpable, inocente o penitente, acabe
luego del castigo en que incurren los que lu
la vida temporal con castigo gravísimo,
chan por ambición, y los que causan escán
que, escandalizando y perdiendo a un her
dalo a los menores. Según el Crisóstomo, si
mano, merezca la pena eterna; es preferible
los que honran a éstos por Dios recibirán
sufrir temporalmente, que ser atormentado
premio, los que los deshonran o escandali
por siempre”.
zan sufrirán el último castigo.
Dice san Jerónimo: “Habla según la cos
Escandaliza el que con obras o palabras
tumbre de la región, pues entre los antiguos
ofrece a alguien ocasión de caer en pecado, o
judíos éste era el castigo de los mayores crí
empuja a él. Primero ordena evitar el escán
menes, que, atada una piedra, les sumergie
dalo activo, ajeno, y luego el pasivo, propio.
ran en lo profundo del mar; le conviene más
El sentido es: vosotros, apóstoles, no discu-
recibir un castigo breve por la culpa, que ser
táis de primacías y honor, porque escandali
enviado a los tormentos eternos; pues Dios
zaréis y perderéis a los pequeños no en edad,
no juzga dos veces lo mismo”.
sino en la fe, como los recién convertidos;
Puede entenderse también que le con
llama pequeños a los que se abajan de la al
viene al pecador que con la carga del pecado
tura soberbia y con gusto se hacen peque
se le ate al cuello una piedra de moler y le
ños; los débiles en la fe que con poco pueden
echen al profundo. La piedra de moler es la
ser empujados al mal con malos ejemplos.
carga de la penitencia, el mar es la amargu
No hay que escandalizar a estos menores; los
ra de la contrición. Más le conviene al peca
mayores pueden sufrirlo mejor.
dor que con la piedra de moler, con una
Con razón se llama niño pequeño al que
grave penitencia, se sumerja en lo profundo
se puede escandalizar; porque nadie se es
del mar, el arrepentimiento amargo del co
candaliza, ni cae en pecado en obras o pala
razón, que le guarden para la condenación.
bras, si no es pequeño, de poca virtud. El
El que lo advierta con previsión, nunca juz
grande de virtud perfecta, el robusto en fe y
gará cualquier penitencia grave, sino más
caridad, vea lo que vea, o padezca, no se
bien leve.
aparta fácilmente de la fe y la verdad, ni cae
en pecado por el mal que otro diga o haga;
2. ¡Ay del mundo, por los escándalos!
como se dice en los Proverbios: “No entris
tecerá al justo cualquier cosa que le suceda” El Señor añade: “¡Ay del mundo por los
(Pr 12,21). escándalos!”, que hacen a otros. Porque es
Añade: “Pero quien haga caer a uno de tan grave escandalizar a los pequeños, que
estos pequeños que creen en mí, le trae más al que escandaliza a uno, le valdría más que
cuenta que le cuelguen al cuello una piedra le ataran la piedra que mueve un asno y le
de molino que mueve un asno y que lo su echaran a lo hondo del mar, gran desgracia.
merjan en el fondo del mar” (Mt 18,6; Mc ¡Mucho mayor desgracia, eterna, amenaza
6. NO DESPRECIAR, NI ESCANDALIZAR A LOS PEQUEÑOS 49

al
los
candalizar,
escándalos
dalo
so mundo,
yescándalos
grave,
de prelados
aapues
que
los
pequeños
que
causan
pecadores
arrastra
y religiosos
no evitan,
tantos
y más.
grandes!
que
esyni
le
más
tanElpeligro-
aman,
temen
grandes
escán-
por
es- ¿por qué el Señor acusa a los autores? Lo
que nace de la necesidad es venial, pero
advierte que esta necesidad se origina en
el libre arbitrio; el Señor, al ver cómo los
hombres se inclinan al mal, sin proponer
Como alguno podría preguntar al Se- se el bien, en el curso de las cosas que se
ven, dijo que era necesario que hubiera es
ñor:
otros,
los
ne
dalos?
buena
que
escándalos”,
si¿por
yresponde:
haber
tan
grata
qué
grave mal eselentre
adisensiones
permites
Dios.
que
“PorDice
estorban
fuerza
que escandalizar
vengan
apóstol:
han
a una
vosotros,
deescán-
venir
“Tie-
vidaa cándalos. Como si el médico, viendo que
un enfermo guarda mal la dieta, dice: es
necesario que enferme. Por eso al que pro
duce escándalo, le dice el Ay con que le
amenaza el castigo”.
Y san Jerónimo: “Siendo necesario que
para
que
san
fuego
es
lleno
de dé errores
la caridad
necesario
piedad”.
Jerónimo:
soportan
que
de calor,
sedemanifiesten
que
los
la“Como
ydé
prueba”luzesentre
perfectos
la
laanieve
iniquidad Covosotros
escándalos,
(1
frío,
necesario
brille
así
del
11,19).
con
también
mundo
que
yobras
que
los
Y
el en este mundo haya escándalos, cada uno
por su vicio se expone al escándalo; a la vez
según parecer general es golpeado Judas
que había preparado el ánimo para la perdi
ción”. Si uno hace escándalo útilmente,
Dios no le juzgará según la utilidad que se
derivó, sino según el resultado que preten
No es necesidad absoluta, sino que, su- dió escandalizando. Buena fue la crucifixión
de Cristo, pero no hicieron bien los que le
puesta
aparecer.
razones
lo son, la
humanos
necesariamente
Ninguna
gran maldad
a necesidad
ser malvados,
del
causan
mundo,
obliga
escándalos.
pero,
alalos
como
hace
co- crucificaron. Dios juzga siempre el pecado
según la maldad de los que pecan, no por
que de ahí provengan bienes, que sólo Dios
hizo y dispuso.
No
tad,destruye,
ni la somete
según
a necesidad
el Crisóstomo,
de nada;
la liber-
pero, Dice el Crisóstomo: “Por el castigo del
que escandaliza, aprende tú el premio del
son
comoobstáculos
va a suceder,
que lo
impiden
predijo.elLos
camino
escándalos
recto; que se salva. Si Cristo no cuidara mucho de
una sola alma, no amenazaría a los escanda
son necesarios, de hecho vendrán. losos con tal castigo”. Y con razón, Ay del
queSivengan
de nuevo
los escándalos,
se arguyera:nosihay
es necesario
que cas hombre por quien viene el escándalo, por
tigar ¡ay
que, a los
delque
hombre
los hacen,
por quien
responde:
viene el
“Sólo
es- que prepara a los otros el camino al Ay. Co
mo el que envenenara una fuente, sería cau
sa de la muerte de todos los que bebieran y
cándalo!”
ro lo que esSinecesario
puede evitarlo
que pase
sinenpecado;
el mundo,
pe- murieran, así es también con el escándalo.
Como dice san Gregorio: “Sepa cualquiera
biera
na
cesidad,
él hace
a los
dicho
con
escandalosos.
como
su
Ayvicio
del
dicehombre,
que
el Crisóstomo,
se haga.
con Si
quefuera
no
conde-
hu-
ne- que debe dar tanta cuenta por sí, cuanto
mal ejemplo dio de vida”.
Y el Crisóstomo: “Si alguien, hombre o
mujer, se adorna, y provoca hacia sí los ros
Dice san Teófilo: “Preguntan algunos: tros de los que miran, aunque no venga da
Si es necesario que vengan escándalos, ño alguno, sufrirá el juicio; porque ofreció
50 SEGUNDA PARTE

almas”.
que
el veneno,
ra, pues
evitarlo
Es
la hermosura
aunque
gran
en absoluto.
pecado elDice
no infunde
hubiera
escándalo,
veneno
quien
san Agustín:
bebie-
en
y hay
las que ser arrojado al fuego eterno con las
dos manos y los dos pies”. Es decir, si tu
mano, tu ayudante, por más útil que sea,
que te sirve, que tanto trabaja por ti, y te
pecado, más
“Pecan y se los
las quitan
que inflaman
a Dios, las
quealmas al presta ayuda, te defiende como tu dere
crucificaron la carne de Cristo”. Y san
los que
Isi cha; y tu pie, es decir, tu corredor, que co
rre para tus cosas, y te sostiene en el tra
dinero
bres
doro:
doctrinas
de“Son
ylos
las
o buenos,
peores
ejemplos
fincas de
los
que
otros”.
laque
vida
los corrompen
que
y las
saquean el
costum-
con bajo o en la solicitud, y como pie soporta
sus debilidades; pues, si la mano o el pie
te escandalizan, te hieren el alma y el
afecto, lánzalos de ti, en cuanto al afecto
evitando su compañía; y se entiende, si no
3. Evitar recibir un escándalo puedes castigarlo.
Trató del escándalo activo que hacemos, Añade la razón: Más te vale entrar man
prohibiendo escandalizar a los fieles. Ahora co o cojo, sin el ayudante y compañero, o
trata del escándalo pasivo que padecemos, sin el amigo y soporte, que con las dos ma
advirtiendo que evitemos a los escandalo nos y pies, amigos y servidores, si te escan
sos, porque muchas veces poco o nada dista dalizan, ser arrojado al fuego eterno.
engañar
se, pues, y ser
en pecado engañado.y Hay
escandalizar que guardar-
ser escandalizado, Y si tu ojo, consultor, previsor, con
ductor, ayuda para percibir, algo tan ama
do como el ojo, te escandaliza, te lleva al
de que nadie sea escandalizado por
otro, o por sí mismo. error, córtalo y tíralo lejos de ti, apartán
tresUno
formas:
puedepordar
ayuda,
materia
que de
se señala
escándalo de dote de su compañía. “Más te vale entrar
por la en la vida con un solo ojo que, conservan
do los dos, ser arrojado en la gehena del
mano; por servicio, indicado por el pie; por
consejo, significado por el ojo. Según lo fuego” (Mt 18,9).
cual, uno
dalo: por seacción,
da a síseñalado
mismo materia
por la mano;
de escán-
por Según san Agustín, por el ojo entende
el efecto, mos el querido amigo consejero, porque el
miento, designado
indicado porpor el
el pie;
ojo. por el conoci- ojo indica el camino; el derecho, el conseje
ro en cosas divinas; el izquierdo, el conseje
Para huir del pecado del escándalo, po ro en cosas de la tierra. El sentido es éste:
ne
pecado
el Señor
del escándalo
la metáfora
es tan
de los
grave,
miembros: el
que, aun sea lo que sea lo que amas tanto que lo tie
nes por tu ojo derecho, si te escandaliza, si
que
jarlos
lizan
más nos
como queridos
yylaponen
huirlos
sean
mano,tanen
tropiezo
del
elunidos
pie,
cuerpo,
absoluto,
oael
como
laojo,
yvida..
sitan
los
debemos
nosnecesarios
miembros
escanda-
de- te es impedimento para ir a la verdadera fe
licidad, córtalo y tíralo de ti, porque debes
huir las ocasiones. Del izquierdo no hay que
hablar, pues no se perdona ni al derecho. La
mano derecha se toma como el querido ayu
Dice pues: “Que si tu mano, o tu pie, dante en las obras divinas, necesarias para
te hace caer, córtalo y tíralo dejos de ti; esta vida y cuerpo; de modo parecido el pie
más te vale entrar en la vida manco o cojo, derecho.
6. NO DESPRECIAR, NI ESCANDALIZAR A LOS PEQUEÑOS 51

4. Es mejor dejar compañías nocivas perniciosa. A los amigos incorregibles de


que perderse bemos evitarlos lo más posible, no sea que,
si queremos tener parte con los perdidos en
El Señor añade: “donde el gusano de
esta vida, perezcamos con ellos en la futura.
ellos no muere y el fuego no se extingue26
Y san Jerónimo: “Carecer de parientes y
(Mc 9,48). El gusano es el remordimiento y
cauterio de la conciencia, que no muere ni ventajas carnales es mejor, que, mientras
descansa, royendo y mordiendo el alma de quieres ganarles, tengas causas de ruina.
tristeza por no haber obrado el bien; pues Por tanto, no pongas por delante del amor
cada uno se hará acusador de sí mismo, re de Dios a hermano, ni mujer, ni hijos, ni
cordando lo que hizo en vida. Dice san Am amigos, ni a cualquier afecto que pueda ex
brosio: “¿Qué castigo mayor que la herida cluirte del reino de los cielos. Cada uno de
interior de la conciencia? ¿No se ha de huir los creyentes sabe qué es lo que le daña, qué
de esto más que de la muerte, la ruina, el solicita y tienta su ánimo; es mejor llevar
Y el fuego no se extingue. El fuego de
destierro?” vida solitaria, que perder la vida eterna por
necesidades de la presente; es mejor salvar
la gehena quemando el cuerpo exterior, no se solo, que perecer con muchos”.
se extingue, no decae, es un fuego aflictivo, Advierte, según san Agustín, que se se
no consuntivo; su materia durará siempre, paran de quienes se separan, porque no con
no tiene contrario que le destruya. “Como sienten con los que les persuaden el mal.
el gusano, dice san Beda, es dolor que acu Pero se pregunta: ¿qué hay que dejar por
sa por dentro, el fuego es castigo furioso por escándalo? Se responde: si se pregunta por
fuera”. El sentido es en suma: la compañía algo que es o malo en sí, mortal, o venial,
de los amigos, de los parientes cercanos, por no hay duda que debe dejarse; si es indife
más útil que parezca, sin embargo hay que rente, también debe dejarse. Si es bueno,
prescindir de ella y retirarla, si es ocasión de entonces, si es de precepto, no debe dejarse,
ruina para el alma. Pues es mejor sin esta pues nadie debe pecar para evitar el pecado
clase de amigos y parientes estar en el para de otro; si es de libre perfección, aunque
íso, que tenerlos, y después estar en el in- puede dejarlo por escándalo de otro, pero
fierno. No debemos amar nada contra la no sin más, a veces debe interrumpirlo un
salvación del alma. tiempo, pues es algo de la vida de perfec
Según Casiodoro: “La justicia no conoce ción. La verdad de la vida, de la justicia y
padre ni madre, no tiene acepción de perso- de la doctrina no se ha de dejar simplemen
nas, considera sólo a Dios y atiende a él”. te por escándalos; de ahí el verso:
Rompe, pues, todo afecto carnal, y sepárate Los escándalos ceden a la justicia, la vida, la
de él, si eres mayor y más fuerte; si eres me doctrina.
nor, sepárate cuanto puedas, desvía la com
pañía del que no puedes vencer; pues no Sobre esto mira lo ya dicho en el capítu
hay nada tan nocivo como una compañía lo anterior.

26 “El gusano de ellos: el de los condenados. Una vez más, el NT prolonga y refuerza la revelación del AT;

en este caso, sirviéndose del ropaje apocalíptico de Is 66,24. Aunque la verdad de fe de la eternidad del infierno
desconcierte a nuestra sensibilidad, el texto de Mc afirma que la pena terrible no se extinguirá. Cfr. Mt 25,46.”
(NT.MI, 218).
52 SEGUNDA PARTE

5. Excelencias de la humildad que perseveran en los pecados, es mejor que


vosotros os salvéis, que el que perezcáis con
En el texto leemos muchas excelencias
muchos.
de la humildad. La humildad tiene éstas:
Lo explica primero por la custodia de los
en la congregación de los santos, ejemplar
ángeles: “Os digo que en los cielos sus ánge
del pueblo santo: “Jesús llamando a un ni
les ven continuamente el rostro de mi Padre
ño pequeño, lo puso en medio”; en el ofi
que está en los cielos”, gozan de la visión en
cio, porque es la portera del paraíso: “Y di
que Dios se les manifiesta. El rostro de Dios,
jo: Si no volvéis a ser como los niños
según san Agustín, es su manifestación; por
pequeños, no entraréis en el reino de los
eso pueden denunciar las ofensas hechas a los
cielos”; en el premio, porque es de las cosas
que guardan. Si los mayores, el Padre y los
mayores del reino: “El que se abaje como
ángeles, no desprecian a los pequeños, tam
este pequeño, ése es el más grande en el rei
poco los menores, los pobres hombres, pue
no de los cielos”; en la primacía, porque es
den despreciarlos. Como diciendo: No debéis
vicaria de Cristo: “El que reciba a un pe
despreciarlos vosotros, sino honrar a los que
queño así, en mi nombre, me recibe a mí”;
Dios, el Padre del cielo, dignifica tanto, que
en el juicio, porque es la principal venga
destina a su servicio y custodia a los santos
dora: “Quien haga caer a uno de estos pe
ángeles; el hombre no debe despreciar lo que
queños que creen en mí”, etc.; y en este
Dios cuida tanto; si los despreciáis, los ánge
destierro, porque los santos ángeles son sus
les lo anunciarán y mi Padre os castigará.
compañeros y servidores: “¡Atención! No
Exclama san Jerónimo: “¡Gran dignidad
despreciéis a uno de estos pequeños; pues
tienen las almas, pues cada una recibe desde
os digo que en los cielos sus ángeles ven
su nacimiento un ángel para su custodia!”
continuamente el rostro de mi Padre que
Los ángeles que están en servicio nuestro,
está en los cielos” (Mt 18,10).
donde trabajan, ven en el cielo a Dios cara a
cara; aunque son enviados, con todo ven al
6. No despreciar a los pequeños; sus
Padre, porque siempre se unen con Dios por
ángeles
la perfecta visión, y como Dios está presen
Enseñó, pues, a evitar el escándalo; en te en todas partes, le ven en la tierra. Son en
consecuencia, enseña a evitar el desprecio, viados ante el Señor; dondequiera que van,
que es como la raíz del escándalo. Aunque corren dentro de él, que está en todas partes;
el Señor ordenó rechazar todos los afectos y, cuando vienen a nosotros, cumplen su ser
carnales para evitar el escándalo, sin embar vicio al exterior, pero nunca faltan dentro
go no hasta despreciar a aquellos de cuya por la contemplación. Aunque se les envíe
salvación podemos tener esperanza; por eso para la salvación de los hombres, no dejan la
da motivo especial para no despreciar a los contemplación divina, sino que están junto
débiles y pequeños, sino honrarlos, y buscar a Dios por una contemplación continua.
su salvación; porque son muy queridos de Y dice: Que está en los cielos. Porque,
Dios, y lo explica. Dice: “¡Atención! No aunque Dios esté en todas partes por esen
despreciéis a uno de estos pequeños”. Como cia, presencia y potencia, sin embargo se di
si dijera, según san Jerónimo: por vuestra ce que está especialmente presente en los
parte, no los despreciéis; sino buscad su sal cielos, donde está presente a los santos por
vación, después de la vuestra. Pero, si veis una visión abierta. No hay que despreciar a
6. NO DESPRECIAR, NI ESCANDALIZAR A LOS PEQUEÑOS 53

los que Dios honra así, porque su desprecio amor mutuo, sin envidia, no busca su gloria
sube a desprecio de Dios, cuya imagen lle- sino la de Dios. Acude como entre amado y
van. Despreciándolos, se desprecia también amada llevando ofrendas, devolviendo do
a los ángeles sus servidores y guardianes. nes; excita a una, aplaca al otro. A veces
Hay otra razón, tomada de la redención también, aunque raramente, los representa
de Cristo. Dice el Crisóstomo: “No digas: igualmente a sí mismos; o arrebatando a és
éste es artesano, aquél sastre, el otro labra- ta o llevando a aquél. Es doméstico y cono
dor; se les debe honrar por los ángeles, cido en palacio, no teme rechazo, cada día
¡cuánto más por la redención de Cristo!” ve el rostro del Padre”.
No se debe despreciar a los menos impor- Dice también san Anselmo: “Miles de
tantes, sino honrarlos, también porque Dios millares corren entre el cielo y la tierra con
los amó tanto que envió a su Hijo en la se vivo correr, para cumplir los ministerios del
mejanza de la carne de pecado, para salvar a Padre, disponiéndolo todo suavemente, co
todos los que pecaron y perecieron en Adán. mo abejas laboriosas entre los panales y las
Dice así: “El Hijo del hombre ha venido flores; pueblo entregado, que no conoce el
a salvar lo que estaba perdido”27, la humani cansancio, ni el retraso en obedecer”. Ves
dad, no sólo a los más importantes, también con qué fidelidad sirven nuestros ángeles,
a los menos. Es como si dijera: No debéis qué solícitos están sobre nosotros; les debe
despreciar, ni turbar, ni perder a los que yo mos gran respeto, y alabarlos cada día, y
vine a salvar, pues me digné hacerme hom darles gracias; y no pensar, hablar o hacer
bre por los hombres. Como dice el apóstol: nada ilícito o torpe en su presencia, pues es
“¡No
quiencontristes
murió Cristo!”
y pierdas
(Rma14,15).
tu hermano,
No se por
de tán con nosotros.
A esto nos exhorta san Bernardo: “A sus
be despreciar a los pequeños, que valen tan ángeles dará órdenes acerca de ti, y te lleva
to ante el Hijo de Dios, que vino a morir rán en sus manos, no sea que tropieces con
por ellos; el siervo no debe despreciar a los tu pie en una piedra’ (Sal 91,11; Mt 4,6).
que tanto amó el Señor, que vino para sal ¡Qué respeto debe infundirte esta palabra,
varlos; sino, a su ejemplo, mostrar todo cui qué devoción, qué confianza: respeto por la
dado para que se salven. presencia, devoción por la benevolencia,
Y esta razón o pensamiento es, según el confianza por la custodia! Camina con cau
Crisóstomo, mayor que la anterior. Es grave tela; a tu lado están los ángeles, como se les
despreciar al que honra Dios con un ángel ha mandado, ‘en todos tus caminos’. Ten re
de la guarda; pero más grave a aquél por cu verencia a tu ángel en cualquier sitio donde
ya salvación el Hijo de Dios quiso venir al estés, en cualquier rincón o posada; no te
mundo.
atrevas a lo que, viéndote yo, no te atreve
rías. ¿Qué devolverás al Señor por todo lo
7. El servicio de los ángeles. El oficio
que te ha dado? Pues, a él solo el honor y la
divino
gloria. ¿Por qué a él sólo? Porque él mandó;
Del ministerio de los ángeles dice san todo don perfecto es de él; con todo, aunque
Bernardo: “Padrino fiel, que consciente del él mandó, los que con tanta caridad obedecen

27 Ni Mt, ni Mc traen esta frase, que es de Lucas. “Algunos mss. añaden como v. 11, el texto de Lucas
19,10”. (NT.MI, 121).
54 SEGUNDA PARTE

y nos socorren en tanta necesidad, no es líci Los que se ejercitan con firmeza en la pa
to serles ingratos. Seamos agradecidos a tan ciencia, obediencia, pobreza voluntaria, hu
grandes ángeles de la guarda; clamemos a mildad y todas las virtudes se sentarán con
ellos cuanto podemos y debemos”. las Virtudes. Los que luchan con los vicios y
Así debes cumplir el oficio divino dis concupiscencias y desprecian al diablo con
tinta y vivamente, con toda atención y de todas sus tentaciones, obtendrán el triunfo
voción; en todo pensando y profiriendo las de la gloria con las Potestades.
palabras, viendo y oyendo, estando en pie y Los que dirigen y administran bien en
sentado, suplicando y recibiendo la venia; la Iglesia los cuidados y cargos para el bien
en todas las demás cosas que se refieren al de las almas que se les han confiado, vigi
hombre exterior en este oficio divino debes lando día y noche, duplicando los talentos
comportarte con tanta reverencia y humil que se les dieron, éstos poseerán por su la
dad como si vieras ante tus ojos a Dios, a la bor la gloria del reino, en el quinto grado,
santa Virgen, a todos los ángeles y santos, con los Principados. Los que se inclinan con
en cuya mirada salmodias a Dios presente reverencia a la majestad divina con humilde
en todas partes. sujeción, y, por su gloria, reverencian y
San Basilio enseña cómo puede el hom aman a todo hombre, y, porque han sido he
bre recoger su intención en oración: “¿Có chos a imagen de Dios, se configuran con él
mo no va a obtener uno que su sentido no en cuanto pueden, sujetando su carne al es
vague en la oración, si está cierto que asiste píritu, mortificando el instinto, dominando
ante los ojos del Señor? Reflexione que, su ánimo, y llevándolo a lo celestial, éstos
postrado o en pie, está ante la presencia de tendrán su gozo en el sexto grado con las
Dios, que habla con él; esto le ayudará para Dominaciones.
que no vague la mente. Dice Jeremías: ‘Re Los que sirven siempre en meditación y
cuerda que estuve en tu presencia, para ha contemplación, abrazando la limpieza y
blar en bien de ellos’ (Jr 18,20); incluso te tranquilidad de corazón y de mente, que
me recordar que está en presencia de Dios”. con razón que se llaman paraíso de Dios, al
decir: “Mis delicias es estar con los hijos de
8. Los hombres asociados a los coros los hombres” (Pr 8,31), y también: “Anda
angélicos ré en medio de ellos, y habitaré con ellos”
Los hombres han de asociarse a los san (Ex 25,8), éstos estarán en el séptimo gra
tos espíritus, por eso nota aquí que cual do, compañeros de los Tronos. Los que so
quiera que está en la Iglesia, y más en la vi bresalen entre todos en ciencia y conoci
da religiosa, debe cumplir los ministerios miento, que con singular beatitud miran
con fidelidad, humildad y devoción. con la mente ilustrada cara a cara a Dios, y
Los que ayudan por Dios a enfermos, lo que beben de la misma fuente de la sabi
peregrinos, pobres y a sí mismos con cari duría divina lo derraman por la doctrina e
dad fraterna mutua, estarán en el grado pri ilustración a los otros, serán colocados en el
mero, como iguales a los espíritus Angéli octavo grado con los Querubines.
cos. Los que atienden más familiarmente a Y los que aman a Dios con todo el cora
Dios en oración y devoción y dan a los de zón y la mente, y se sumergen en el fuego
más doctrina, consejo y auxilio serán pues eterno que es Dios, hechos lo más semejan
tos en el segundo grado, de los Arcángeles. tes a él, que ya no con su amor, sino con el
7. TRES ALEGORÍAS: LA OVEJA, LA DRACMA, EL HIJO PRÓDIGO 55

amor divino, como amados por él mismo, mortal, en la vida presente, toleran con gozo
aman a todas las cosas en Dios y aman por toda molestia, ardientes felizmente en sí y
solo Dios a los amigos como a los enemigos; encendiendo a otros, de modo que, si pudie
los que nada puede apartarlos del amor, por ran, inflamarían a todos los hombres en
que cuanto más enemigos se alzan contra amor deífico y los harían perfectos para que
ellos, con mayor fuerza se robustecen en el ardieran con ellos; los que lloran como pro
amor unitivo; los que no buscan ninguna pios los pecados de los otros; que no desean
consolación o comodidad temporal, sino lo sus cosas, sino que anhelan siempre, aman
que mira a la alabanza y gloria de Dios; los sobre todo y buscan el rostro deseable de so
que, encendidos y embriagados con amor lo Dios Padre, todos éstos con razón serán
tan ferviente, no temen pasar a Dios por mil contados en el grado noveno con los Serafi
muertes, a ejemplo de los apóstoles y santos; nes. Entre ellos y Dios no se interponen es
los que, despreciadas todas las penas y tribu píritus que le contemplen más de cerca y se
laciones, por el fervor del amor y en carne acerquen más inmediatamente.

Oración

Señor Jesucristo, Maestro y rector bueno, gobierna y dirige todas mis cosas interiores y
exteriores, para que nunca se produzca un escándalo de otros para mí, o de mí para otros;
sino que tu gracia corte y excluya del todo toda ocasión de escándalo.
Dame también que no me atreva a despreciar a ninguno de los pequeños y débiles, si
no que me afane por honrar a todos los que tú te has dignado honrar de tal modo que des
tinaste a su servicio y custodia a los santos ángeles; y tú mismo quisiste venir del cielo al
mundo y morir para salvarlos. Amén

7. TRES ALEGORÍAS: LA OVEJA, LA DRACMA, EL HIJO PRÓDIGO


Lucas 15,11-32

1. Tres cosas a considerar dores y come con ellos”. (Lc 15,1-2). Los
publicanos y pecadores que necesitaban la
Después, para que nadie desprecie, ni
salud del alma se acercaban a Jesús, el Sal
escandalice a los pequeños, y para mostrar vador, para oírle, porque reprendía con ra
cuánto valen ante el Padre, añade tres ale zón sus pecados, y los amonestaba no con
gorías. Según Lucas, hubo una doble oca austeridad, sino amablemente; y les prome
sión o causa para estas tres parábolas: el tía la esperanza del perdón.
acercamiento de los publicanos y pecadores, “Toda alma acérquese a Cristo, dice san
y la murmuración de los escribas y fariseos. Ambrosio, pues Cristo es para nosotros todas
“Se le acercaban los publicanos y peca las cosas; si deseas curar una llaga, es médico;
dores para oírle, y los fariseos y los escribas si ardes con fiebres, es fuente; si te agrava la
murmuraban, diciendo: Ése admite a peca maldad, es justicia; si necesitas auxilio, es po
56 SEGUNDA PARTE

der; si temes la muerte, es la vida; si deseas el conoce su miseria y debilidad, le muestra


cielo, es el camino; si huyes de las tinieblas, Dios su piedad; como se dice ahí: “le dio
es la luz; si buscas comida, es alimento”. un vuelco el corazón”, etc. (Lc 15,20).
Los fariseos, separados, con santidad fin
gida, y los escribas, doctores del pueblo por 2. Parábola de la oveja extraviada
el conocimiento de la ley, murmuraban: éste
Respondiendo a los escribas y fariseos,
se cree bueno y santo, pero recibe en su tra el Señor añade primero la parábola de una
to y amistad a pecadores, y lo que es más,
oveja perdida, entre cien; el buen pastor,
come con ellos, como su amigo. Si conocie
buscada y hallada al fin, la devuelve sobre
ran que vino a este mundo a salvar a los pe
sus hombros al resto del rebaño; y al llegar
cadores, no hubieran murmurado; los reci
a casa llama a sus amigos y vecinos para ale
bía, conversando con ellos, para convertirlos
grarse con ellos por el hallazgo de la oveja
de sus pecados, para iluminarlos y salvarlos.
perdida. El sentido de esta primera parábo
Cristo muestra que hay que recibir a los
la, según Lucas, es éste: si uno recibe con
pecadores penitentes, y presenta tres alego
agrado a la oveja perdida y hallada, no hay
rías, o parábolas. Porque hay tres cosas que
que admirarse ni indignarse, si yo recibo
suelen inducir al hombre a tener piedad: la
para su conversión a pecadores, que se ha
sencillez, la cercanía y la necesidad.
bían perdido por la culpa.
Nuestra sencillez, y a esto se refiere la
Referido a los pequeños, que dijimos, el
primera alegoría de la oveja extraviada;
sentido de la alegoría es: como no es volun
pues el hombre es simple respecto del ene
tad del pastor que perezca ninguna de sus
migo tan astuto, como el diablo; así clama
ovejas, así no es voluntad del Padre del cie
el salmista: “Me he descarriado como una
lo que perezca uno, ni muchos, de los pe
oveja perdida; ven en busca de tu siervo”,
queños, ni de los importantes; no se debe
etc. (Sal 119,176).
despreciar a uno pequeño; y si perece, no es
La cercanía que contrajo con nosotros y
por la voluntad del Padre, pues no peca por
a esto pertenece la parábola segunda, de la
voluntad de éste, por su aprobación, conse
dracma perdida, en la que está la imagen
jo, ni precepto; por eso el creador le conde
del rey y la inscripción de su nombre; así el
na, porque todo el castigo es de él.
hombre fue formado a imagen de Dios, y
tiene la inscripción de Cristo, pues cristiano
3. La oveja perdida: sentido espiritual
se deriva de Cristo; por eso debe tener pie
dad de nosotros, según lo del apóstol: “Na- En esta parábola se tocan siete cosas en
die tiene odio a su carne”, etc. (Ef 5,29). sentido espiritual: la primera es la creación
Nuestra necesidad y pobreza, y sobre de los ángeles y los hombres: “¿Quién de
esto trata la tercera parábola, del hijo pró- vosotros, que tiene cien ovejas”; segundo, el
digo que vuelve, el que dijo: “¡Cuántos jor- pecado del hombre creado: “Y pierde una
naleros en casa de mi padre tienen pan de de ellas”; tercero, la Encarnación del Hijo
sobra, mientras yo perezco aquí de ham- de Dios para buscar la oveja perdida, el
bre!”, etc. (Lc 15,17). Pues, cuando alguien hombre28: “No deja las noventa y nueve en

28 “Este actuar de Dios adquiere su forma dramática, puesto que, en Jesucristo, el propio Dios va tras la ove
ja perdida, la Humanidad doliente y extraviada” (BENEDICTO XVI, Deus caritas est; n. 12).
7. TRES ALEGORÍAS: LA OVEJA, LA DRACMA, EL HIJO PRÓDIGO 57

en
sión
mada
“Convoca
graos
el desierto”;
losal
de
conmigo!”;
ahombros,
cielo:
los
Cristo
a ángeles
los
“Y
cuarto,
amigos,
“Y
al
alegre”;
séptimo,
cuando
llegar
para
el para
hallazgo
alegrarse
quinto,
a la
casa”;
ladecirles:
halla,
expresión
por
su
sexto,
conla
Ascen-
“¡Ale-
laellos:
pone
Pa-
lla-
del no la castigó, ni golpeó, no la llevó urgién
dola, sino poniéndola en sus hombros, y lle
vándola con amor, la agregó al rebaño. Puso
sobre sus hombros a la oveja, cuando asu
miendo la naturaleza humana, llevó nues
tros pecados; pues recibió una naturaleza
humana para redimir al hombre; extendien
sentido
mente más
místico:
alegría
“Os el cielo
endigo que por
habrá
unigual-
peca do sus brazos en la cruz, llevó los pecados de
los hombres, es decir, el castigo de nuestros
dor que se arrepiente que por noventas y pecados.
nueve
arrepentimiento”
‘justos’ que(Lc
no15,7).
tienen necesidad de Y, según san Ambrosio, los brazos de la
cruz son los hombros de Cristo. Allí colocó
Pero, como el número cien es perfecto, mis pecados, en aquella cruz de noble patí
Dios, según san Gregorio, tuvo cien ovejas, bulo descansé. Cristo puso la oveja en sus
cuando creó la naturaleza de los ángeles y hombros, alegre: porque, aunque fue gran
los hombres; pero una oveja entonces se ex de el dolor de su Pasión y muerte, con que
travió
se alejóy pereció,
de los pastos.
cuandoSeelentiende
hombre pecando
por una buscó y puso sobre sus hombros a la huma
nidad, soportó con gozo este trabajo y do
oveja el
sentir la hombre,
totalidadyde
porlosunhombres,
hombre desde
se ha de
el lor, para recobrar la oveja perdida. Una vez
hallada la oveja volvió a casa; porque, res
principio hasta el fin del mundo; porque taurado el hombre, volvió al reino celestial,
todos,
fue creado
y enun
el error
hombrede uno
del que
se extravió
procedieran
toda cuando subió al cielo, y “llevó cautiva la
cautividad” (Ef 4,8).
la humanidad.
Las noventa y nueve, los nueve coros de 4. Alegría de los ángeles, y del pastor,
los ángeles, pues significa lo mismo el nú Cristo
mero simple y el compuesto, los dejó en ra Y convoca a los amigos y vecinos, a los
zón
el desierto, en los montes
de la humanidad que había en el cielo,
altos,asumido, en coros de los ángeles, sus amigos, porque
cumplen siempre su voluntad, y sus veci
que dejaron el diablo y el hombre, cuando nos, porque gozan asiduamente de la clari
pecaron.
do, porque
Al fue
cielo
dejado
se le llama
por eldesierto,
ángel, creado
deja- dad de su visión, diciendo: “¡Alegraos con
migo, porque encontré a mi oveja, la que
en él, y porque fue abandonado por el hom había perdido!” Según san Gregorio, no di
de
manera
breaves,
que del
debía
los desierto,
ángeles,
habitarlo.
yhay
allíen
También
están
él dulces
lasporque
rosas
cantos
dea ce, alegraos con la oveja, sino conmigo, por
que nuestra vida es su alegría, y, cuando so
mos recogidos en el cielo, cumplimos la
los mártires,
lirios de las
lasvírgenes.
violetas de los confesores, y solemnidad de su alegría. O, hay que felici
tarle a él, porque no trabajó en vano, ni en
Buscaba en la tierra al hombre perdido, vano murió, con lo cual encontró la oveja
para
ra enque
el cielo.
el conjunto
Y hallando
de las
la ovejas
oveja, la
se reunie- perdida; no hay que felicitar a la oveja, por
puso en que no ha sido hallada por sus méritos.
sus hombros y la llevó al rebaño. Pues, Y, concluyendo, añade: “Os digo que así
cuando el buen pastor halló la oveja perdida, habrá más alegría en el cielo por un pecador
58 SEGUNDA PARTE

‘justos’
dice
conversión
ñe
labras;
miento,
quelase
que
conversión
ni
arrepiente
que
cosa
no
que
del
no
piense
de
muestre
día
necesitan
de
los
que
delos
convertirse,
hipócritas
mañana;
por
mucho
predicadores
arrepentirse”;
noventa
su
ni
que
que no
arrepenti-
que
yfingen;
de
nueve
esa
ense-
pa-
es hombre, esto es, muestra que se goza más y
con más motivos, que de la estabilidad de
los ángeles. En efecto, es normal que, aun
que no le amemos más, tengamos mayor
alegría por aquél que vemos salir de mayor
peligro. El pastor se alegra con gozo espe
cial por hallar una oveja, no porque la ame
versión
sino dice:
verdadera.
que se arrepiente, que es la con- más que a las demás, sino porque en ella
No sólo hay que alegrarse por la salva- tiene un motivo de alegría, que no tiene en
las otras; así Dios con el regreso de un peca
ción de la humanidad; en la hora en que se dor tiene especial motivo de alegría, más
que
convierte
geles
sión borra
dedeloselpecadores.
Dios;
un pecado
pecador,
suplecon
su
Dice
hacen
número
la san
conversión,
alegría
Agustín:
la conver-
lospar
“El
án- que con los demás que siguen en la justicia;
pero, en iguales circunstancias, los que per
manecen en la justicia son más amados por
Dios.
ticipará de la felicidad de los ángeles para
siempre; por eso los ángeles en el cielo se 5. Los prelados; el número de los elegidos
gozan por la conversión de un pecador co El hombre que tiene cien ovejas signifi
mo de un compañero”. Dice Orígenes: ca moralmente el que preside un monaste
“Nosotros damos ocasión de alegría a los rio, o una Iglesia, que tiene inferiores en
ángeles en el cielo, cuando caminando por cualquier número, ya que con frecuencia en
la tierra tenemos nuestra conversación en el la Escritura se pone un número determina
cielo”. do por uno indeterminado; y si pierde una
Los ángeles, según san Ambrosio, como por apostasía, por otra ocasión, deja a las
seres racionales, se alegran con la redención otras en el desierto, en la observancia claus
de los hombres; aunque ayuda creer cada tral o eclesiástica, que se llama desierto,
uno que su conversión es grata a los coros pues parece áspera y muchos desertan de
su
de ofensa.
los ángeles,
Tú, séamar
ocasión
su protección
de alegría ypara
temer
los ella. Y va a la que había perecido para traer
la al bien; y se alegra con su regreso más
ángeles, que se gocen con tu regreso. Y san que por las demás que no se han perdido;
ve,
Beda:
restableció
mayor
porque
“El
en elSeñor
es
al
cielo
mayor
hombre,
encuentra
quemateria
por
y, las
hallada,
lade
noventa
oveja,
alabanza
hay
cuando
y gozo
nue-
di no porque la quiera más que a las demás, si
no porque tiene una razón especial de gozo
con su vuelta, que no tiene con las otras; sin
embargo, en iguales circunstancias, hay que
vina la redención de los hombres que la crea amar más a los que no se extravían.
tableció
los
ciónángeles,
de los
a los
ángeles.
pero
hombres”.
másAdmirablemente
admirablementecreó
res-a Advierte, según san Dionisio Areopagi
ta: “Que el Señor determinó el número de
más
cien,
que
Salvador
Por
se
asinlas
alegra
tanto,
embargo,
senoventa
alegra
aunque
de más
muchas
calla
y nueve,
el
con
las
pastor
la
maneras.
otras,
reparación
que
ame
yamuestra
mucho
solo
Asídel
la
el los elegidos en diez: en los nueve órdenes de
los ángeles por la Trinidad, el nueve, tres
repetido tres veces; y en un orden de los
hombres, por la unidad, para que los ánge
les y los hombres alaben, den culto, y ado
ren a la unidad en la Trinidad. Quiso que el
7. TRES ALEGORÍAS: LA OVEJA, LA DRACMA, EL HIJO PRÓDIGO 59

número de los elegidos fuera de ángeles y die debe murmurar contra la mujer que
hombres, para que le alabara la criatura ra busca la dracma perdida, así tampoco nadie
cional y la corporal”. debe murmurar contra el Señor que busca a
los pecadores, hablándoles o comiendo con
6. Alegoría de la dracma perdida ellos.
Para el mismo fin pone luego la parábo
tre diez; 7. Sentido espiritual de la dracma
la, o alegoría, de la dracma perdida, una en
para, barre
porlaellacasa
unaymujer
la busca
enciende
con cuidado
la lám- En ella se advierten, en sentido espiri
tual, seis cosas: primero, la creación de los
hasta que la encuentra; y una vez encontrada, ángeles y los hombres: “Qué mujer que tie
se alegra con las amigas y vecinas. La dracma ne diez dracmas”; segundo, el pecado del
en este pasaje es una moneda de cierta canti hombre creado: “Si pierde una dracma”; ter
dad,
lleva que
en sívale
la imagen
diez denarios
del rey yusuales,
la inscripción;
y que cero, la Encarnación del Hijo de Dios para
buscar la dracma perdida: “No enciende una
es la que nosotros debemos ofrecer, nosotros lámpara”; cuarto, el encontrarla por la Pa
mismos, en quienes está la imagen del rey. sión de Cristo: “Y barre la casa y busca con
Según el mismo san Dionisio: “El hom diligencia hasta que la encuentra”; quinto,
bre se llama microcosmos, es decir, peque el convocar a los ángeles para alegrarse con
ño mundo.
del Porque tiene de la tierra la car- ellos: “Y cuando la encuentra convoca”, etc.;
ne, agua la sangre,
del fuego el calor. del aire elespiritual
En su sustancia aliento, sexto, la razón de convocarlos: “Porque en
contré la dracma que había perdido”.
está expresada la imagen y semejanza de Según san Gregorio, es significado por
Dios: la imagen se toma por la forma, la se el pastor, el mismo que por la mujer; Dios
mejanza por la cualidad. Y la Divinidad mismo, la Sabiduría de Dios; se llama mu
consiste en la Trinidad, cuya imagen tiene jer aquí, porque nos da a luz con dolor. El
el alma, pues tiene memoria, entendimien Señor creó, y la creó a su imagen, la natura
to y voluntad. En Dios consisten todas las leza de los hombres y de los ángeles para re
virtudes, el alma tiene su semejanza, por conocerse. Y tuvo diez dracmas, porque son
que es capaz de todas las virtudes”. nueve los coros de los ángeles; pero, para
Por consiguiente, la dracma, el hombre completar el número de los elegidos, creó
hecho a imagen de Dios, aun pequeño, no como decimos al hombre. Y, como la ima
debe ser despreciado, pues en su búsqueda gen está impresa en la dracma, la mujer pe
anda solícita la sabiduría divina, y su espo dió la dracma cuando el hombre, que había
sa, nuestra madre la Iglesia; y por su hallaz
sido creado a imagen de Dios, pecando se
go se alegra toda la curia del cielo; pues el
apartó de la semejanza de su Creador. Toda
Padre celestial no quiere la perdición de
vía se pierde cada día esta dracma, en el
uno solo de estos pequeños. El sentido, se
polvo de las riquezas, en el barro de la luju
gún Lucas, es: Si una mujer busca con tan
ria, en la posada de cualquier error.
ta diligencia la dracma perdida, y convoca a
las amigas y vecinas para que la feliciten,
8. Moralmente, la dracma
con mucha mayor razón debe Dios buscar
con muchacuando
alegrarse diligencia
lo encuentra;
al hombreyperdido,
como na-y La mujer enciende la lámpara, porque la
Sabiduría de Dios, apareciendo en la carne,
60 SEGUNDA PARTE

milagros,
eterna.
con
cado
te,
encendió
beza
hombre
convino
ejemplos;
en
de Esta
lo
nuestra
perdido
laoscuro,
inflamó
encender
lumbre
lámpara
como elesta
mortalidad,
yen
devolverlo
de
conlaencendida
la
hombre
sombra
palabras,
divinidad
lámpara.
para
a estaba
de
labrilló
buscar
felicidad
la
iluminó
enmuer-
la
colo-
con
ca-
al Cristo también se alegra en la conver
sión de cualquier pecador, por dos cosas:
primero, porque su regreso aplaca su ira; se
gundo, porque el precio de su sangre no se
frustra en él. Es tan grande la alegría de
Cristo por la conversión de los pecadores,
que, si no bastara su Pasión, está pronto a
padecerla y morir de nuevo.
Barre la casa de la conciencia, porque en San Dionisio escribe en una carta que,
cuanto
toda su divinidad
buscanuestra
con se pues
diligencia,
concienciahizo luz
quedó por la carne,
diligentemente
sacudida. Y como un infiel apartara a un creyente de la
fe, Carpo, hombre de gran santidad, lo lle
redención;
tra
tros,
cuentra,
se busca
Cristo
tanto
lo
porque
la
por
quedilección,
eso
entregó
se no
ama
se añade:
deja
íntimamente.
su
la alma
de
suya
hasta
buscar,
hacia
por
quenuestra
Mues-
la
noso-
hasta
en- vaba tan mal que rogó a Dios que el fuego
abrasara a los dos. A media noche se le apa
reció Cristo en el aire, con multitud de án
geles; en tierra apareció un horno encendi
do con serpientes, al que eran llevados los
que la encontrara, pues la buscó con dos hombres. Carpo pedía ansioso que los
que encuentra; nos buscó hasta las afrentas, echaran al horno y sufría la tardanza. Pero,
las amenazas, la flagelación, la crucifixión, mira, Cristo misericordioso descendía del
hasta la muerte, y hasta los infiernos. No es
extraño trono a la tierra con las manos extendidas, y
tomó a los hombres, y alzando la mano, di
la
daslámpara
partes, ardiente
hasta en de
lossu
infiernos.
divinidad, por to jo a Carpo: golpéame con la lanza, estoy
Revuelta, pues, preparado a sufrir y a morir de nuevo para
Creador;
del
ma,hombre,
porque,
se abandonan
cuando
se restaura
se
la convierte
los
casa,
en vicios
él se
la semejanza
halla
la
acostumbra-
conciencia
la drac-
del salvar a los hombres.
Añade el Señor como conclusión: por
un pecador que se convierte; porque el alma
cautiva por los lazos de los vicios, cuando se
dos,
cuando
vecinas,
amigas,
paralapues
aque
encuentra,
las siguen
brille
Virtudes
lasu
convoca
imagen
voluntad,
superiores,
adel
lasyAutor.
amigas
que
vecinas,
son
Yy corrige y deja los pecados anteriores, alegra
a los habitantes del cielo y de la tierra. Di
ce san Bernardo: “Se gozan por fin en la
conversión y arrepentimiento de los peca
mi
había
puesgozo;
sión. seperdido;
Y dice.
acercan
porque
alegraos
los
porhe
pecadores
lahallado
conmigo,
graciaconvertidos
de
laparticipad
continua
dracma aque
vi-
él.
de dores, sedientos como están de la salvación
de los hombres, porque sus lágrimas son vi
no para ellos; este vino alegra el corazón del
hombre, y consta que los ángeles lo beben
zan
Diosenseél;
goza
pero
de se
sí mismo,
gozan y los ángeles se go- con alegría”.
nuestra
nado
versión
nuevo,se
geles a ni
de
quienes
predestinación
cumple.
temporal,
los penitentes,
seEste
dasino
agozo
conocer
se
también
eterno;
cuando
gozan
parael
pero
lo
por
Dios
temporal-
efecto
predesti-
la
los
no
con-
án-
de
es Si los ángeles tienen tanta alegría por
un pecador que condena sus pecados, ¿qué
alegría tendrán por un justo que llora los
pecados de otros? Considera aquí qué gran
de debe ser el arrepentimiento, para que te
enciendas con él y no entorpezcas; y barras
mente por nuestra conversión. toda la casa, la mente y la conciencia, y bus
7. TRES ALEGORÍAS: LA OVEJA, LA DRACMA, EL HIJO PRÓDIGO 61

ques hasta la última mota de polvo, con di- ritualmente dejando la fe, aún no se le ha de
ligencia, sin descanso, hasta que encuentres despreciar, ni echarle del seno de Cristo y
la dracma. de la Iglesia, porque, si se arrepiente y vuel
Moralmente, la mujer puede significar ve humildemente, está el Padre “compasivo
al que preside, por la fecundidad y dificul y misericordioso” (Sal 102,8), que no se ale
tad de dar a luz; sus dracmas son las almas gra con la perdición de los hijos, sino sale al
selladas con la imagen de Dios; si pierde una encuentro al que regresa, y le da el beso de
de ellas, debe encender la lámpara, orando, piedad y amor. En ese recibimiento se ale
meditando, viviendo santamente; y trastor gra toda la curia celestial; pues el que había
nar la casa del pecador con el fervor de la muerto por la culpa vive por la fe y la gra
predicación y el temor de las amenazas; y cia; el que había perecido por el error ha si
buscar diligentemente hasta que lo encuen do hallado, buscándole Cristo, pastor de to
tre; sucede, cuando lo trae a la conversión. dos. Por esta parábola se da a entender la
recepción bondadosa de los pecadores. Se
9. Alegoría del hijo pródigo gún Lucas, quiere dejar firme que nadie de
De lo mismo y con expresión más in- be indignarse, si alguien recibe a los peca
tensa, Cristo añadió una tercera parábola, o dores.
alegoría, la del hijo pródigo, el cual, gasta
da y perdida su fortuna, vuelto al padre, fue 10. Sentido espiritual del hijo pródigo
recibido y honrado por éste. Porque el
También en esta alegoría se tocan seis
hombre no es sólo una oveja amada por el
cosas: primero, el estado de la naturaleza, y
pastor, ni sólo una dracma preciosa para la
mujer; sino el hijo queridísimo el Pa el origen común de los dos hijos: “Un hom
Dios Padre creó al hombre a para
su imagen bre tenía dos hijos”; segundo, la caída de la
dre de caridad entrañable.
culpa, y el alejamiento del adolescente lejos
y semejanza, de modo que después de los de su padre: “Yelmás joven de ellos dijo al
ángeles se le llama hijo de Dios más que to padre”; tercero, el lugar del arrepentimien
das las criaturas, por semejanza más expre to y el regreso al padre: “Y entrando en sí
siva. Por eso no se ha de despreciar a ningu mismo”; cuarto, el don de la gracia, y reci
no, por pequeño que sea, pues es hijo del bimiento del que volvía, por el padre:
Rey supremo; sobre todo aquél a quien le “Cuando aún estaba lejos”; quinto, el im
dio la gracia y la fe, por la que es hijo de pulso de la envidia, y la indignación por el
adopción. recibimiento paterno: “Por su parte, el hijo
Si después de recibir la gracia y la fe, mayor estaba”; sexto, el poder de la doctri
por don de Dios, vive perdidamente, per- na y la calma razonable de la indignación:
diendo la gracia por la culpa, o si peca espi- “Pero el padre saliendo empezó a rogarle”29.

29 “La parábola del hijo pródigo expresa de manera sencilla, pero profunda la realidad de la conversión. Esta es

la expresión más concreta de la obra del amor y de la presencia de la misericordia en el mundo humano. El sig
nificado verdadero y propio de la misericordia en el mundo no consiste únicamente en la mirada, aunque sea la
más penetrante y compasiva, dirigida al mal moral, físico o material: la misericordia se manifiesta en su aspecto
verdadero y propio, cuando revalida, promueve y extrae el bien de todas las formas de mal existentes en el mundo y
en el hombre. Así entendida, constituye el contenido fundamental del mensaje mesiánico de Cristo y la fuerza
constitutiva de su misión” (JUAN PABLO II, Dives in misericordia, 6).
62 SEGUNDA PARTE

11. centes
Aplicación
y pecadores
a judíos, gentiles, ino- licencioso gasta su fortuna, cuando sus sen
tidos y fuerzas los vuelve a la maldad.
“Pero, cuando lo gastó todo, hubo una
Esta parábola se puede explicar: apli
gran hambre en aquel país, y, volviendo en
cándola al pueblo judío y al gentil,
un a un
pentido. A un judío, digo, un oa justo sí comenzó a pasar necesidad”; gastó los re
inocente o justo tibio, o a pecador arre
cursos de la naturaleza, los naturales y los
gratuitos, y sintió necesidad, pues en aque
que se queja contra el Señor, porque da
lla región de pecado hubo gran falta de sus
mayor gracia y fervor a un gentil, o a uno
tento divino, gran hambre de buenas obras
que se convierte, que a él. Porque el hom
y virtudes; y empezó a necesitar bienes es
bre de que aquí se habla es Cristo, que tu
pirituales y virtudes, abandonada la fuente
vo dos hijos, dos pueblos, judío y gentil,
de ellos; viviendo en pecado se hizo pobre
que son hijos de Dios en cuanto a su ima
en todo bien espiritual.
gen; o, sus hijos son todos los cristianos
En el proceso del error, cayendo de mal
regenerados por su bautismo, de los cuales en peor, “fue y se ajustó con uno de los ha
unos son justos y otros pecadores. Y dijo el
bitantes de aquel país, que lo envió a sus
más joven de ellos, el pueblo pagano, pues
campos a guardar cerdos”. Se arrimó al dia
el pueblo de los judíos se llama en el Éxo
blo, ciudadano en la región de la sombra de
do hijo primogénito de Dios; o el más jo
muerte; y éste le envió a la codicia munda
ven, el pecador que es joven en costum
na, o a la compañía de los pecadores, en que
bres: “Dame la parte de la fortuna que me
domina como en su propio campo, a ali
toca”; y pidió al padre la parte de su fortu
mentar cerdos, los vicios sucios y fétidos.
na para apartarse de la ley de Dios Padre, y
“Y deseaba hartarse de las algarrobas que
actuar y regirse por su propia voluntad y
comían los cerdos, y es que nadie le daba de
querer.
comer”. Buscaba la comida de los cerdos, la
“Y les dividió la herencia”, porque el
carnalidad; pero nadie le daba de comer,
Señor da sus dones a todos, aunque de di
hasta saciarse; el vientre de los impíos es in
verso modo, y deja que cada uno actúe se
saciable; y los demonios se afanan porque
gún la libertad de su arbitrio. “Y, no mu
nunca se sacien los perversos.
chos días después, el hijo más joven,
cuando tuvo recogido todo, marchó de su
12. Qué debe hacer el pecador para
tierra a un país lejano”, apartándose del Pa
volver a Dios
dre, que está en todas partes, no localmen
te, sino alejándose del Padre y de la patria “Pero, volviendo en sí, decía: ¡Cuántos
celeste por la multiplicación del pecado. jornaleros de mi padre tienen pan de sobra,
ces
gracia
les Elun
se
salvación
tial,
como
exterior
rior.por
“Ycuando
por
una elvida
halla
allí
pecador
y perdido”.
está
pecado
malgastó
comete
pecado,
en
lejos
selicenciosa
región
espiritual
aparta
de
Perdió
pecado
ysus
los
empeoró
lejana,
de
pecadores;
bienes,
manifiesta
los
emortal;
su
idolatría
bienes
Padre
los
porque
viviendo
natura-
enton-
yceles-
de
en
inte-
éste
lo
la mientras que yo perezco aquí de hambre!”
Volvió, pues, a su propia conciencia, si
guiendo el dictamen de la razón, de la que
se había apartado por la sensualidad; por
que el hombre sale de sí en el pecado, al
traspasar los límites de la razón, y por eso,
arrepintiéndose, vuelve a sí mismo. El que
se convierte, según san Gregorio, debe reco
nocer dónde estuvo, en el pecado, y dolerse;
7. TRES ALEGORÍAS: LA OVEJA, LA DRACMA, EL HIJO PRÓDIGO 63

dónde estará, en el juicio, y temer; dónde hice esclavo de otro, del diablo; degenerado
está, en la miseria, y llorar; dónde no está, en las costumbres viví cuidando cerdos;
en la gloria, y suspirar. desagradecido te desprecié.
Al volver en sí, dijo: ¡Cuántos jornale- Tenme como uno de tus jornaleros. Haz
ros, servidores de Dios por el premio eterno, me, por la conversión adecuada, uno de tus
están en casa de mi padre, en la Iglesia, jornaleros, uno bueno, que te sirva por bien
asamblea de los santos, y tienen panes de so es eternos; no uno malo que sirva por lo tem
bra, panes espirituales, la palabra de Dios, la poral. Como si dijera: Estoy dispuesto desde
Eucaristía, muchas virtudes y dones; y yo ahora a complacerte, a servirte con la espe
aquí me muero de hambre, por la falta de ranza del premio eterno; pues el jornalero
todo bien, del que me siento privado! trabaja por el jornal. Mira, después de la con
“Me levantaré e iré a mi padre, y le diré: trición y la confesión, la ofrenda de la satis
Padre, pequé contra el cielo y contra ti; ya facción; es la penitencia del que medita en la
no merezco llamarme hijo tuyo, tenme co- confesión del pecado, no aún del que actúa.
mo uno de tus jornaleros”. Me alzaré del ba- Después de llegar a la necesidad del hambre,
rro de la culpa, dejando la infidelidad o el volviendo en sí comenzaba a hacer peniten
pecado; e iré, con esfuerzo de obrar bien, y cia, porque le impulsaba la necesidad.
yendo a mejor, porque se había alejado; y, Podemos ver ahí la bondad de Dios que
reconociendo mi culpa, le diré, y le pediré empuja a los pecadores a arrepentirse. Tanto
perdón: Padre, por la naturaleza que me dis- ama y busca nuestra salvación que nos atrae
te, pequé, ante la curia celestial, los santos por todos los modos que puede: a unos por la
ángeles; debo dolerme y llorar, porque los predicación, a otros por una inspiración, a
entristecí. El pecador peca en especial contra otros por beneficios que les concede. Así di
su ángel de la guarda, porque desprecia sus ce san Beda: “Este hijo pródigo, cuando, vol
consejos. O, he pecado contra el cielo, que viendo en sí, temía el tormento del hambre,
perdí por mi culpa y no lo busqué por negli- como convertido ya en siervo, pensando, de
gencia; y delante de ti, que lo ves y lo sabes sea ya la situación del empleado, por el jor
todo en lo más íntimo de mi conciencia, nal. No se atreve en modo alguno al afecto
donde penetran sólo tus ojos, y eres mi Juez; de hijo, no ambiciona como suyas todas las
debo avergonzarme y temer, porque he pe cosas que son de su padre; desea la situación
cado ante los ojos del Juez que todo lo ve. de jornalero por el jornal de servirle”.
Se indica el modo de confesar: atribuir- Pero hay diferencia entre el siervo, el
le todo bien: “Padre”, de quien tenemos to- jornalero y el hijo. El siervo que teme el
do bien; y atribuirnos todo el mal: “Pequé castigo se modera en los vicios y se aparta
contra el cielo y contra ti; ya no merezco del mal sólo por el temor de la pena presen
llamarme higo tuyo”30. Me aparté de ti, te te o futura. El jornalero que trabaja por el
entristecí; no honré la imagen del Padre; vi- jornal y por el deseo del reino celestial obe
ví fuera del orden, gastando mi fortuna; me dece a lo mandado y evita las ofensas. Pero

30
“¡Cuántos hombres de todo tiempo han reconocido en esta parábola los rasgos fundamentales de su histo
ria personal! El camino que, después de la larga experiencia del pecado, lleva de nuevo a la casa del Padre, pasa
por el examen de conciencia, el arrepentimiento y el propósito firme de conversión. Es un proceso interior que
cambia el modo de valorar la realidad, hace comprobar la propia fragilidad e impulsa al creyente a abandonarse
en los brazos de Dios” (JUAN PABLO II, Catequesis por la Cuaresma 1999).
64 SEGUNDA PARTE

el hijo que guarda el derecho de la herencia pequé contra el cielo y contra ti; ya no me
no sirve por la ganancia del premio, sino rezco llamarme hijo tuyo…”. Entiéndelo
que, entusiasmado por el amor del bien y como arriba; pero aquí ya no menciona lo
de las virtudes detesta con toda su alma de jornalero, porque después de recibir el
cuanto les es contrario. suavísimo beso, ya no piensa en la situación
de jornalero; sino que, como dice san Beda,
13. Dios acoge con amor al pecador el padre, saliéndole al paso, no contento con
concederle cosas menores, pasando sin dila
“Y se levantó para marchar hacia su pa
ción los dos grados, de siervo y de jornalero,
dre. Todavía estaba lejos, cuando su padre
le restablece en la anterior dignidad de los
lo vio, le dio un vuelco el corazón y corrió a
hijos; y ya no le hizo pensar en el premio
arrojársele al cuello y a besarlo cariñosa
del amo, sino en la herencia del padre.
mente”. Se levantó cumpliendo lo que antes
deliberó, y marchó, comenzó a marchar, con
14. La túnica, el anillo, el calzado, el
buenas obras de conversión, hacia su padre,
novillo cebado
buscando su gracia. Pues el padre es amable
con los que vuelven. Estaba lejos aún, afli “Pero el padre dijo a los esclavos: ¡Rápi
gido y movido a la conversión, pero no ple do!, sacad la mejor túnica y ponédsela, y
namente contrito; para ello se requiere una ponedle un anillo en la mano y calzado en
gracia previa de Dios. En efecto, su padre le los pies; y traed el novillo cebado, matadlo,
vio con los ojos de su piedad. Pues, como y hagamos un gran banquete, porque este
dice el Crisóstomo, el padre sintió el arre hijo mío estaba muerto y acaba de volver a
pentimiento; no esperó a la confesión de pa la vida, se había perdido y ha sido encontra
labra, sino que se adelantó concediendo la do. Y empezaron el banquete”.
petición misericordiosamente. Les dijo a los siervos, a los apóstoles y
El padre, conmovido de piedad, inspi ministros de la Iglesia, a quienes Cristo or
rándole al hijo el movimiento de conver denó recibir con amabilidad a los peniten
sión, corriendo con rapidez le salió al paso tes que se confiesan: pronto, sacad la túnica
con misericordia previa, se le echó al cuello, mejor, anunciadles que se les va a restituir
rodeándole con abrazos de amor y miseri la inocencia; y ponédsela, decidles que se la
cordia, y le besó, reconciliándole dulcemen vistan; y dadles el anillo, enseñadles que re
te consigo con gracia desbordante. Dice san ciben el sello de la fe en la mano, en sus
Gregorio Niseno: “La meditación de la con obras, para que la fe brille por las obras. El
fesión aplacó al padre para que le saliera al anillo es redondo, no tiene principio ni fin;
encuentro y le besara”. Y el Crisóstomo: significa la fe en la eterna Trinidad, con el
“¿Qué otra cosa sucede, sino que no podía cual el alma fiel se desposa con Dios; los
mos llegar a él por nuestras fuerzas, porque ministros de la Iglesia deben ponerles este
lo impedían los pecados, pero él descendió a anillo en la mano, enseñándoles que deben
nosotros, porque es poderoso para llegar a tenerlo puesto en las obras: “Pues la fe sin
los que no pueden?” obras está muerta” (St 2,20), y tampoco
Y besa su boca por la que había salido la bastan de igual modo las obras sin la fe.
confesión de arrepentido que el padre reci Ponedle el calzado, los ejemplos de los
bió con alegría. Pero el hijo comienza su santos, en los pies, entendimiento y afecto,
confesión: “El hijo empezó a decirle: Padre, Según el Crisóstomo, para no tocar lo terreno,
7. TRES ALEGORÍAS: LA OVEJA, LA DRACMA, EL HIJO PRÓDIGO 65

sin
traed
y corregir
macha
el novillo
elpor
camino,
lo
cebado,
resbaladizo
para
esque
decir,
marche
dela Cristo
mundo.
firme
que,
Yy do, apartándose de la asamblea de los san
tos, como de su hermano; y ha sido halla
do, porque ha sido devuelto a la madre
fue
según
sacrificado
el Crisóstomo,
al inmolar
se llama
su cuerpo
novilloinmacu
porque Iglesia por el Bautismo, o la penitencia.
El Padre del cielo recibe rápido al que se
lado; cebado,
gracias, porque
poreslapingüe
grosurayygrueso
plenitud
endetoda
las convierte: Y corriendo a él, porque Dios es
inclinado a la piedad y lento al castigo; su
virtud
salvación
espiritual
de todo de
el mundo.
forma que basta para la naturaleza y propiedad es “siempre tener
piedad y perdonar”. Le recibe con dulzura y
regresado,
villo
proclama
to,
tadcuando
Y
susematadlo,
muerte;
trae
alcree
cuando
pueblo
y se
pues
que
según
mata
ha
la
gentil
para
san
sido
Pasión
para
cada
Agustín,
ymuerto.
el es
a cualquier
uno
de
hijoCristo
manifes-
Este
pródigo
muer-
no-
pe
se le reconcilia por la gracia consigo: “se echó a
su cuello”; le recibe con honor: sacad la túni
ca mejor y ponédsela, restituidle la inocencia
que vistió en el bautismo, pero perdió por el
pecado; y ponedle un anillo en la mano, la
gracia de obrar bien; pues no basta la ino
cador; o cuando se administra en el sacra cencia, si no se hacen buenas obras. Pero, co
mento de
muerto unalavez,
Eucaristía.
de hecho,Este
pero novillo
muchas fue
ve mo al obrar salen al paso cosas adversas, se
añade: ponedle calzado en los pies, la cons
ces en la representación del sacramento; ca tancia en lo adverso. Y le recibe con alegría:
da día es inmolado por la fe de los creyentes Y traed el novillo cebado, y matadlo. Y co
y por el recuerdo de la predicación. mamos y hagamos fiesta. Pues Dios al que se
Y comenzaron el banquete; porque el arrepiente le infunde consolaciones y dulzu
pecador
bido a laque
mesasede
convierte
Cristo con
de los
verdad
demás
es reci-
cris ras, y en su conversión se alegran Dios y los
ángeles y todos los santos.
tianos; y no sólo come el hijo vuelto, sino
también el padre y sus siervos, porque la 15. Indignación del hermano mayor
comida de Dios y de los santos es la salva “El hijo mayor estaba en el campo”, el
ción decomencemos
plural: los pecadores;
el banquete.
por eso seDice
dice san
en pueblo judío estaba ocupado en el culto del
único Dios, observando la ley. O, el cristia
decir,
paterna
Padre
Ambrosio:
comamos,
eseslanuestra
redención
“Presenta
mostrando
salud
de
al yque
nuestros
queque
valaaalegría
la
pecados”.
comer,
comida
del
al no que persevera en la justicia, pero obran
do con remisión.
“Y, cuando al volver, llegó cerca de ca
sa”, a la Iglesia, “oyó música y cantos, a los
piritualmente,
muerte
Porque
de culpa,
este hijo
por
y mío
la infidelidad
estaba muerto,
y con
es- penitentes que alababan a Dios y hacían
fiesta comiendo con el Señor, “y llamando a
to
la
dre,
acuando
verdadera,
vida
su
fe
por laelseparación
yyPadre;
verdadera
ha vida
revivido,
alma
que
según
dede
se ha
nolalas
separa
san
volviendo
temen
gloria;
dealmas.
vuelto
Agustín,
Dios,
delos
o,Dios
Había
como
aestaba
ahombres,
Dios,
lalaque
vida espor
muerte
del
pereci-
muer-
como
Pa-
es
la uno de los muchachos le preguntaba qué
significaba aquello”, las fiestas y alegrías de
la Iglesia. “Él le dijo: Ha venido tu herma
no, y tu padre, ha hecho matar el novillo
cebado”. Ha venido el pueblo gentil, o el
pecador a la fe y a la conversión, y tu padre,
Dios que es Padre de todos por la creación,
ha hecho matar el novillo cebado, a Cristo,
66 SEGUNDA PARTE

entiéndelo como se ha dicho arriba, “por “En cambio, ahora que ha llegado ese
que le ha recobrado sano”, al pueblo gentil, hijo tuyo que se tragó tu hacienda”, la tem
o al pecador. poral y la espiritual, “con mujeres de la vi
“Montó en cólera” el hermano mayor, da”, con los vicios carnales y espirituales,
porque éstos a veces se admiran de que Dios “¡matas para él el novillo cebado!”, Cristo;
mire más al pecador convertido, dándole Y le das grosura de devoción; como si dije
más fuerza para obrar; esta admiración se ra: fue por orden tuya.
puede llamar indignación en sentido am
plio, en cuanto él no parece digno de tan 16. Cómo le reprende el padre
gran bien. “Y no quería entrar”, al convite, “Pero él le dijo: Hijo, tú siempre estás
a la Iglesia, a la comunión con los pecado conmigo, y todas mis cosas son tuyas. Pero
res, por la indignación. convenía hacer un banquete y alegrarse,
“Pero su padre”, Dios, queriendo pacifi porque este hermano tuyo estaba muerto y
carle y quitar de él esta admiración, o in volvió a la vida, se había perdido y ha sido
dignación, deseando salvar también a éste, encontrado”.
pues “quiere que todos los hombres se sal Habla al hijo mayor, como buen padre
ven…” (1 Tm 2,4), “salió”, de la casa, de la que quiere calmarle: estás siempre conmi
sinagoga a la Iglesia, o del rigor de la justi go, observas la ley, o guardas la justicia;
cia a la misericordia; “y comenzó a suplicar todo lo mío es tuyo, los bienes de gracia
le”, por sí, con inspiración interna; por sus ya, los de gloria en esperanza. como si di
vicarios, con la predicación apostólica, y jera: todo se te debe por derecho heredita
con la instrucción de otros, mostrándole al rio; pero convenía alegrarse y hacer un
justo que esto no provino del pecador arre banquete, en que te alegres, sin enojarte,
pentido, sino de la infinita bondad de Dios porque tu hermano había muerto, por fal
que lo concedía, según sus juicios verdade tarle la fe y la justicia, y ha revivido, al re
ros que trascienden toda capacidad; cuanto cibir la fe y recobrar la inocencia; había
obra, se hace justamente, aunque a los perecido al perder las buenas costumbres,
hombres les parezca otra cosa. y la Iglesia lo ha encontrado por la conver
“Pero él, en respuesta, dijo a su padre: sión. Le invita a alegrarse; se ve mejor la
¡Ya ves!”, mostrando su indignación, “tantos bondad del hombre, si se alegra con la en
años llevo sirviéndote”, guardando la justicia mienda del hermano.
de la ley, o sufriendo cosas malas, y haciendo Dice san Agustín: “Nada prueba tanto
buenas por ti, “sin quebrar nunca un manda al hombre espiritual, como la curación del
miento tuyo”, sobre dar culto al único Dios, pecado ajeno; cuando considera más libera
sin apartarme de la justicia comenzada, “y a ción que insulto, auxilios que afrentas, y có
mí nunca me diste un cabrito”, porque los mo le recibe, según pueda”. Y el Crisósto
bienes del Antiguo Testamento son peque mo dice: “La parábola se ha compuesto para
ños, de ninguna estimación en relación con que los pecadores no desconfíen en volver,
los de la Nueva Ley; “para comer con mis sabiendo que conseguirán grandes cosas;
amigos”, los profetas, los patriarcas y los án por eso pone a otros alterados con su bien,
geles; o un cabrito, es decir, una abomina no para juzgarlos comidos de envidia, sino
ción tan grande de los pecados, para tener un para poner tan honrados a los que vuelven,
convite con fervor de devoción. que pueden envidiarlos los otros”.
7. TRES ALEGORÍAS: LA OVEJA, LA DRACMA, EL HIJO PRÓDIGO 67

Dice también san Dionisio: “De verdad “San Lucas dispuso las parábolas por or
el óptimo y superóptimo es Jesucristo, que den, no sin motivo: la oveja que se perdió, y
se muestra amable a los que vuelven, sale al fue hallada; la dracma que se perdió y se en
encuentro de los que se acercan, y todo él contró; el hijo que había muerto, y revivió;
saluda a todos; pone en sus hombros a los para que provocados por el triple ejemplo,
que acaba de convertir del error; y no les curemos nuestras heridas. Soga triple de es
acusa de las cosas anteriores, sino que cele parto no se rompe.
bra día de fiesta, y convoca a los amigos, y, “¿Quiénes son? El padre, el pastor, la
como es costumbre de todos los que se ale mujer. ¿El Padre, no es Dios? ¿El Pastor,
gran, despierta a la alegría también a los Cristo? ¿La Mujer, la Iglesia? Cristo, que
mejores ángeles”. tomó sobre sí tus pecados, te conduce de
Cada día recibe Dios al hijo que se arre- nuevo en su cuerpo; te busca la Iglesia; te
piente, y hace con él las demás cosas indica- recibe el Padre; como Pastor te guía, como
das, mientras le devuelve la gracia que había mujer te busca, como padre te viste; prime
recibido en el bautismo y que había perdi ro misericordia, segundo recomendación,
do.
abandonar
Por lo atanto,
nuestronohermano
debemospecador;
despreciar
sinoo tercero reconciliación. Cada cosa cuadra.
Ayuda, paga, y reconcilia. La misma miseri
recibirle cuando vuelva y mostrar caridad cordia de la obra divina, diversa la gracia
con él y tratarle de modo afable; para que no según nuestros méritos.
nos condene nuestro Salvador enojado con “La oveja fatigada es llamada por el
razón y nos abandone justamente. pastor, la dracma perdida se encuentra, el
conversión,
Contemplaqué ahora
grandequé
es lamilagro
misericordia
obra de
la hijo vuelve por sus pasos al padre, y vuelve
plena la penitencia del error condenado.
tes!
Dios“¡Oh
do: ¡Oh,
con los
buena
humildad
penitentes.
esperanza
dichosa
Así
dedice
de
loslos
san
quepeniten-
Bernar-
se con Ovejas somos, pidamos que nos coloque
siempre junto al agua que nos conforte;
ovejas somos, digo, busquemos los pastos.
fiesan! ¡Qué fácilmente vences al invencible, Somos la dracma, tengamos precio; somos
qué pronto al temible Juez le conviertes en hijos, démonos prisa en volver al Padre; no
piadosísimo Padre!” Y de nuevo: “¡Oh, qué, temas que no te reciba. Dios no se compla
cuál y cuánta es la misericordia de Dios, que ce en la perdición de los vivientes. Corrien
no ama menos al pecador convertido, que al do al encuentro hacia ti que llegas, se echa
que no contrajo mancha alguna de pecado!”.
rá a tu cuello, pues ‘Dios levanta los
abatidos’ (Sal 145,14). Te besará, en prenda
17. Relación y concordancia de las tres
de amor; mandará que te traigan el vestido,
alegorías el anillo, el calzado. ¡Tú temes aún que te
Las tres parábolas se cierran con un mis- injurie y él te restituye la dignidad! ¡Tú te
mo final31; de ellas habla así san Ambrosio: mes insultos, él te prepara el banquete!

31
“Cuando Jesús habla en sus parábolas del pastor que va detrás de la oveja descarriada, de la mujer que bus
ca la dracma, del padre que sale al encuentro del hijo pródigo y lo abraza, no se trata sólo de meras palabras, si
no que es la explicación de su propio ser y actuar. En su muerte en la cruz se realiza ese ponerse Dios contra sí
mismo, al entregarse para dar nueva vida al hombre y salvarlo: esto es amor en su forma más radical. Poner la mi
rada en su costado traspasado (cfr. 19,13), del que habla Juan, ayuda a comprender lo que ha sido el comienzo
de esta Carta encíclica: ‘Dios es amor’. (1 Jn 4,8). (BENEDICTO XVI, Deus caritas est, 12).
68 SEGUNDA PARTE

Con facilidad se reconcilia, cuando se ruega En el encuentro es presencia, en el abrazo


con intensidad. clemencia y un cierto efecto de amor pater
“Aprendamos con qué súplica hay que no; se echa al cuello, para levantar al caído,
solicitar al Padre. ‘Padre’, dice, ¡qué miseri- para levantar al cielo donde busque a su
cordioso, qué piadoso, que ni ofendido des- Autor al que, cargado de pecados cayó en lo
deña oír el nombre de Padre! ‘Padre, dice, terreno. Cristo se echa a tu cuello, para de
pequé contra el cielo y ante ti’. Ésta es la satar tu cerviz de la esclavitud, y poner en tu
primera confesión ante el autor de la natu- cuello un yugo suave”. Así, San Ambrosio.
raleza, junto al sol de la misericordia, el ár
bitro de la culpa. Dios lo sabe todo, pero es- 18. Hay que amar, no despreciar, a los
pera la voz de tu confesión: ‘Con la boca se pequeños
hace la confesión de la fe para la salvación’
(Rm 10,10). Confiesa, pues, para que Cris Considera por lo dicho hasta aquí de
to interceda por ti, al que tenemos como cuántas maneras quiere conducirnos Dios a
abogado ante el Padre; ruegue la Iglesia, que amemos a los pequeños y humildes y
derrame lágrimas el pueblo; no temas no al no los despreciemos, sino que busquemos
canzarlo; el abogado promete el perdón, el su salvación con diligencia. Por eso dice el
patrono promete la gracia, el que da la sen Crisóstomo: “Ves por cuántas cosas nos in
tencia te ofrece la reconciliación de la pie duce Dios a andar solícitos por los herma
dad paterna. nos viles, para que no despreciemos sus al
“Cree, porque es la verdad; fíate de él, mas. El resumen es: todo es tolerable por la
porque es la virtud y el poder, él lleva la salvación de un hermano. Dios desea tanto
causa para intervenir por ti, no quiere haber un alma, que no perdonó a su propio Hijo;
muerto en vano por ti. La causa de perdonar por tanto, te lo ruego, en cuanto llegue la
la lleva también el Padre, porque lo que mañana, saliendo enseguida de casa, tenga
quiere el Hijo, lo quiere el Padre. Sale a tu mos esta sola intención, este mismo afán
encuentro, porque te oye cuando tratas en para con todos, que salvemos al que está en
la mente tus secretos. Y, cuando aún estás peligro; no digo sólo el peligro sensible, si
lejos, te ve y corre a ti; ve en tu pecho, corre no el del alma que el diablo infiere a los se
a ti para que nadie lo impida, y te abraza. res humanos”.

Oración

Ven, Señor Jesucristo, busca a tu siervo; ven, buen pastor, busca a tu oveja errante y fa
tigada; ven, esposo de la madre Iglesia, busca la dracma perdida; ven, Padre de la miseri
cordia, recibe al hijo pródigo que vuelve a ti.
Ven, no con la vara, sino con la caridad y la mansedumbre de espíritu; ven, Señor, por
que sólo tú puedes llamar al que está errante, encontrar al perdido, reconciliar al huido.
Ven, haz la salvación en la tierra, la alegría en el cielo; conviérteme a ti con verdadera
y perfecta conversión, para que sea causa de alegría para los ángeles, Señor Dios de mi sal
vación. Amén.
8. CORREGIR. PERDONAR. CONFIAR SIEMPRE 69

8. CORREGIR. PERDONAR. CONFIAR SIEMPRE


Mateo 18,15-35

1. El precepto de la corrección fraterna están en culpa, y la corrección dañaría más a


la Iglesia; de ahí el verso:
Dios se alegra por un pecador converti
do,
al pecador
por esoa Cristo
su redil;
enseña el modo
y de que al quedeperece
traer No sea testigo la esperanza, ni la plebe, el jefe lo
sabe, yo soy monje.
por la culpa, se le socorra con corrección
fraterna. El precepto de corregir al pecador 2. Modo y forma de la corrección
es afirmativo, y es de todos para con todos; Muestra aquí el debido modo de la co
según
su hermano
la glosa,
y calla,
pecacomo
tantoelelque
quenoveperdona
pecar a rrección y qué orden hay que seguir en el
proceso. El pecado del hermano, o lo cono
al hermano. Se ordena esta corrección para ces tú sólo, o es conocido y público. Si lo sa
la enmienda del que peca; esto es un acto de bes tú solo, no en nombre de Dios por la
caridad y pertenece a todos, según dice el confesión, sino como hombre por conoci
Eclesiástico: “A cada uno le dio órdenes res
miento cierto, debes corregirle como ami
pecto de su prójimo” (Eco 17,14); como ca go, en secreto, aparte.
da uno debe amar con caridad a su prójimo,
Dice así: “Si tu hermano peca, ve a co
tiene que corregirle con caridad los defectos
rregirlo entre tú y él solo”. Si tu hermano,
para su enmienda.
tu prójimo, peca, sabiéndolo tú, según san
Los dirigentes están obligados más que
caridad y de su oficio; otros, Agustín, anda corrígele con dulzura y cari
los demás; los superiores, por el cuidado de la
dad, en secreto, de forma que no se haga
sólo por celo de
público lo que no lo es; que seas corrector,
amor. Los superiores tienen que corregir con
palabras y castigos; otros, sólo de palabra. Y, no traidor; que pretendas la corrección, no
como es precepto afirmativo, obliga siempre, la afrenta; que, por corregirle en público
pero no para cumplirlo siempre, sino según una vez, no pierda el otro la vergüenza, siga
tiempo y lugar, cuando se puede y conviene, en pecado, y se haga más difícil su enmien
cuando uno cree que la corrección es útil para da; quizá por vergüenza comience a defen
aquél a quien se pretende corregir. der su pecado, y al que quieres hacer mejor,
Hay cinco casos en que no obliga. Pri le hagas peor.
mero, cuando no hay esperanza alguna de Peca el hermano contra otros, si sabién
enmienda; así dice san Jerónimo: “Esforzar dolo ellos, peca; en cuanto de él depende,
se en vano,
mencia extrema”.
y no buscar
Segundo,
sino odio,
cuandoes se
unateme
de- les daña con el ejemplo al hacerlos testigos
de su maldad. Corrígele, digo, a él; no le
falta de pruebas y se actúa por la vía crimi alabes, adulándole; no le mates, afrentándo
nal, cuandosiel falta
del talión, que actúa
en la se
prueba.
obliga Tercero,
a la ley le; no calles, por vergüenza; no lo descuides,
por negligencia; no disimules, por temor de
de
cuando
jes. el
igual
Quinto,
sebien,
ocupa
hecho enconoce
cuando
como
lo obra
la elhacer
suelen
multitud
mejor elmenos
ooal
los
superior poder
mon-
como enemistades o daños temporales; no le ayu
es
juez, porque notorio o convicto. Cuarto, des en fin, dándole ayuda. Dice Séneca de
esto: “Si toleras los males del amigo, los ha
ces tuyos; pecas dos veces, cuando das ayu
da del pecado”.
70 SEGUNDA PARTE

Añade luego: “Si te escucha, has ganado que con su ejemplo otros teman y se con
a tu hermano”. Si te oye y se enmienda, has tengan del mal. Si no aprovecha el segundo
ganado al hermano salvando su alma; su camino, el Señor añade un tercero, coactivo:
vuelta será para ti una ganancia espiritual, “si no quiere escucharlos, informa a la Igle
de salvación de tu alma, porque, como dice sia”, al superior con denuncia pública; para
san Jerónimo, por la salvación de otro, no que, el que antes eras corrector, por su per
sotros recibimos la salvación. Dice Séneca: tinacia te hagas su acusador; entonces hay
“Recibe a gusto que te avisen, con paciencia que traer para la prueba del hecho, como
que te reprendan; si con razón alguien te re- testigos, a los que fueron aducidos antes pa
prende con dureza, sabe que te ayudó; y si ra la advertencia secreta; si no quiso enmen
fue sin razón, sabe que quiso ayudarte. No darse por la corrección fraterna, se contenga
temas las palabras duras, sino las blandas”. de la maldad convicto en el juicio. A los
Por otro medio se puede entender, se- que no puedas convertir con corrección,
gún ese pecado se pueda repetir o no; si se amonestación o acusación, trata al menos de
puede repetir, a algunos que quieran ayu lograrlos rezando.
darle debes decirles algo para que puedan
contigo.
descubrirle,
Pero,para
si noque
se puede
puedan
repetir,
corregirle
a pesar 3. Castigo del pecador público que no
se enmienda
de arrepienta,
se todo corrígele
y evite
delante
cosas
deparecidas;
éstos, parapero
que Después pasa al castigo del que peca
públicamente: “Si tampoco quiere escuchar
no seas descubridor de un crimen de tu her a la Iglesia, considéralo como a étnico y pu
mano, como dice san Agustín. blicano”; pues desprecia el mandato del su
Si no se enmienda por el primer cami perior, no se le contará en el número de los
no, “lleva contigo
Jerónimo, a uno
cuando un o dos”;
pecador según
no oye san
al que hermanos, y se le separará de la comunión
de los fieles por la excomunión y la censura
le corrige en secreto, éste debe primero lle- eclesiástica; evítale como a hereje y exco
var a uno que, según san Agustín, quiera mulgado, para que al menos por vergüenza
hacer provecho, no daño. Si tampoco le oye se corrija y se salve.
a él, lleve un tercero: con afán de corregir “Étnico se llama al gentil; “Éthnos”, en
con amonestación, con vergüenza, con afán griego, es gente32, pueblo; publicano se lla
de convencerle con testigos, para que quede ma al que busca ganancias mundanas con
convicto del pecado; o, según la glosa, si di- fraude y engaños; o, al que cobra los tribu
jere que no es pecado, prueben lo contrario. tos públicos. Se proponen éstos, porque los
“Para que toda causa se base sobre la decla judíos los tiene por excomulgados y no los
ración de dos o tres testigos” (Dt 19,15). tratan; en esto su culpa y pertinacia se
Si el pecado es oculto del todo, se corri- muestra más detestable. Porque, en la mis
ja al hermano en secreto; si es público, se le ma clase de pecado, siendo igual lo demás,
ha de corregir en público, no sólo para que es peor el que hace obras de infieles en
se enmiende, sino para que en el castigo se nombre de creyente, que los que abierta
edifiquen aquellos a quienes escandalizó; mente son paganos. Pero no se ha de des

32 La Vulg. conserva “etnicus”, del griego, que en latín es “gens”, pueblo, gente; de “gens” se forma el plural:
“gentes” (missus ad gentes), y el adjetivo sustantivado “gentiles”, paganos, infieles, que no tienen la fe cristiana.
8. CORREGIR. PERDONAR. CONFIAR SIEMPRE 71

cuidar su salvación; pues buscamos tam- temerse; por si no se hace culpa en las
bién siempre la salvación de gentiles y pu- obras, pero se hace por soberbia.
blicanos. Lo dice el Señor para recomendar la
La primera corrección es de amor; la se- autoridad de la Iglesia, y para que teman
gunda, de temor; la tercera, de pudor. Porque los pecadores; para que se refrenen del mal
primero se ha de llamar al hermano por y se arrepientan de los males cometidos, al
amor; y, si esto no aprovecha, por temor; y, si oír que atados aquí en la tierra por la culpa,
esto no basta, por pudor. Este orden de co- somos atados también en el cielo. Lo que
rrección fraterna se entiende sólo de casos cri aquí se dice de todos, se dijo arriba en sin
minales. Por su parte suelen los claustrales gular a Pedro, en el que, sin embargo, se
acusarse en sus capítulos sin haber hecho an entienden todos.
tes una amonestación; pero el que acusa cuide
de no hacerlo para infamar, sino para corregir; 4. Unión con la Iglesia: bienes que
sino, pecaría. Es más feliz el que se acusa a sí pierden los expulsados
mismo y no espera excusas de fuera.
Para que el soberbio no desprecie esta Después, para que los pecadores no des
separación o expulsión, el Señor dio potes precien ser excluidos de la Iglesia, pone dos
tad a sus apóstoles, para que los condenados bienes de la unión y comunión con la Igle
por ellos sepan que no se ha de despreciar sia de los que se privan los separados y ex
su sentencia, porque tiene fuerza y firmeza pulsados de ella.
por Dios que confirma en el cielo lo que su “También os digo: si dos o tres de vos
ministro hace en la tierra. otros se ponen de acuerdo en la tierra sobre
quedará
cielo,
lo que
Poryatéis
eso enlo
desatado
tododice: en eldigo
la “Os
que
tierradesatéis
quedará
cielo”33
de verdad:
en
(Lc
atado en
la18,18).
tierra
todo
el cualquier asunto por el que pidan, lo obten
drán de mi Padre que está en los cielos”. Si
se ponen de acuerdo en el bien por la unión
de la fe y el vínculo de la caridad; en la tie
Lo que atéis sobre la tierra, en la Iglesia rra, lugar de merecer o desmerecer y de juz
militante, excluyendo de ella, quedará ata- gar; lo que pidan con fe y sin dudar por el
do en el cielo, en la Iglesia triunfante, por mérito de la unidad, lo obtendrán de mi
que esa sentencia será confirmada en el jui- Padre del cielo.
cio. Y todo lo que desatéis en la tierra, Los que rezan, pues, son escuchados
trayendo a la unidad de la Iglesia, quedará siempre, si concurren las circunstancias re
desatado en el cielo, por la aprobación divi- queridas: que recen por sí, con piedad y
na. Como si les dijera: Vuestra sentencia constancia, que pidan cosas convenientes,
quedará firme expulsando al obstinado, y referentes a la salvación, convenientes con
recibiendo al convertido; teniendo pruden- la ordenación de Dios; y, si son dignos los
cia al dar la sentencia. Ya se dé la sentencia que lo piden. Si no son escuchados, es que
justa, o injustamente, si es del pastor debe faltan en alguna de estas cosas; y, si no, su

33 “Este v. es una entrega de poderes. Hay una pequeña, pero importante, ruptura gramatical con lo que an

tecede: Jesús no habla en singular, ni a cualquier seguidor suyo, sino en plural, y a un grupo cualificado; son pa
labras que implican un poder jerárquico, una autoridad que rige a la comunidad… La Iglesia católica ha defini
do, citando este v., que los obispos y sacerdotes son los únicos ministros de la absolución sacramental (DS 1684
y 1710). Para atar y desatar, cfr. 16,19” (NT.MI, 123). [Cfr. arriba, 2ª p., c 1º,7].
72 SEGUNDA PARTE

oración se volverá a ellos. Dice Orígenes: Dice Rábano también: “Ama el medio
to,
voces”.
“Y
concuerdan
cuchados
oyentes;
concordes
sucede
tierra
este
Dios en
niaesasí
en
no
veces
elentre
dogma
en
se
motivo
las
lacomplace
la
oración,
ennosotros
voces,
Iglesia,
los
ni
por en
modo
músicos,
el
porque
no
sien
que
no
ella,
deleitan
de
todo
no
hay
vida.
no
que,
ni
somos
concier-
sobre
estamos
oye
Como
asi sus
los
es-
no
la el mediador entre Dios y los hombres, el
que se puso en medio para el Bautismo, en
medio colgó en la cruz, resucitando tam
bién se puso en medio de los discípulos, en
medio también vendrá al juicio y separará
los corderos de los cabritos”.
Mira el premio de la concordia a que
llaman estas palabras. Dice san Jerónimo:
“Todo el discurso anterior nos provocó a la
demos
Dice
entenderlo
también también
san Jerónimo:
espiritualmente:
“Esto po- concordia; aquí se nos promete el premio,
para que corramos más a la paz, pues dice
si
concordes,
versas
el espíritu
voluntades,
y noy tienen
el cualquier
almadentro
y elcosa
cuerpo
guerra
que de
pidan
están
di- que estará en medio, entre dos o tres con
gregados en su nombre”.

la alcanzarán
duda, de cosasdel Padre.siLaelpetición
buenas, cuerpo quiere
es, sin 5. La caridad verdadera: por Cristo
Considera ahora qué caridad y diligen
tener las mismas cosas que el espíritu”.
cia debemos mostrar al prójimo, para traer
El segundo bien es: “Pues, donde dos o
le del error. No hay, en efecto, mayor cari
tres están reunidos en mi nombre, allí estoy
dad que corregir al hermano que peca, y
yo en medio de ellos”. Es decir, si dos o tres,
morir por él. Pero, ay, en pocos se experi
mucho más si son muchos, se ponen de
menta la verdadera caridad y dilección, que
acuerdo unidos por la fe y la caridad, no di es por Cristo; en muchos la dilección y la
vididos por discordias y disensiones, ni dis
amistad es fingida.
persos por codicia de cosas terrenas, ni sepa
Dice el Crisóstomo: “Vemos a muchos
rados por singularidad; en mi nombre, para
que tienen otras causas de amistad: uno
buscar la salvación propia o ajena, para ma
ama, porque es amado; otro, porque es hon
nifestar la gloria de mi nombre. Dice Rába
rado; otro, porque le fue útil en algún ne
no: “En nombre del Señor están congrega
gocio secular; otro, por otro motivo. Pero es
dos los que emulan la gloria del mismo, son
difícil hallar a alguien que, propiamente,
fervientes por el espíritu del mismo, no ce
como conviene, ame por Cristo al prójimo
san de ver al mismo en todos y en todas las
al que ama; examinando todo, hallamos en
cosas con ojos de fe y corazón limpio”.
muchos amistades poéticas, ficticias, más
“Yo estoy en medio de ellos”; él, nuestra
que esto”.
paz y caridad, sumo y común bien, colocó
su morada en los pacíficos; él, uno con el
6. Perdonar siete veces siete
Padre celestial, concede lo que le piden los
tén
sóstomo:
to
congregados
principal
tarées:
congregados’,
conSiél;
“No
de
alguno
yamistad
en
así
dice
feentiene
sino
ysólo
otras
gracia.
con
‘en
‘donde
por mí
virtudes.
elmi
Dice
prójimo,
nombre’.
dosahí
una
o tres
elyo
causa
Cri-
Es-
es- El Señor, hablando arriba de la correc
ción fraterna, indujo a perdonar la ofensa al
que peca y se arrepiente. Para que no haya
duda del número, Pedro, cabeza de los dis
cípulos, pregunta cuántas veces se debe per
donar al hermano; si será suficiente, perdo
8. CORREGIR. PERDONAR. CONFIAR SIEMPRE 73

pregunta, el Señor
nar siete veces al que
misericordioso
falta contra uno.
responde
A su dar el perdón, sino perdonar todos los peca
dos; se manda perdonar siempre al que se
no que
con bondad
perdonar
siete. sietealveces,
que falta
sinoasí
setenta
se le ha
veces
de arrepiente. Suele emplearse el número siete
para indicar la totalidad de una cosa o tiem
Según san Agustín, por siete suele indi- po”. Y de nuevo: “Con cautela hay que mi
rar que no se nos manda perdonar al que fal
carse la totalidad de una cosa, o tiempo. ta a cada paso, sino al que se arrepiente. Y
Así,
ces
no: al
“Tu
cuando
díaalabanza
te alabaré”
en el siempre
salmo
(Sal se mi boca”
119,164),
en
canta: “Siete
no es(Sal
ve-
si- primero que reprendamos al que falta con
piedad, para que sea justo perdonarle luego.
Por tanto, el que viendo pecar a su hermano,
34,2). El undécimo significa trasgresión, calla, no es menos trasgresor del precepto
puesvas
setenta
sión,
go,
do. Quiso al
alofensa,
pasar
veces el
undécimo;
que
siete;
todos
diez,
se perdonara
número
los
que en el al
y transgredir
pecados,
estácompuesto
toda es
trasgre-
Decálo-
peca-
decir
por del Señor, que el que no quiere dar el perdón
al que se arrepiente; porque el que dijo: Si se
arrepiente, perdona, dijo antes: si falta, re
préndele. Hay que perdonar al hermano,
después de reprenderle; que para aquél que
el número de la totalidad y el de la trasgre se convierte del error, el perdón no sea difí
sión, el siete y el once; once por once, seten cil, ni la indulgencia, remisa”.
ta y siete. Corrijamos, pues, al que falta para que se
el indeterminado, como sideterminado
O, se pone un número dijera, segúnpor
el corrija; acojamos con amor al que se arre
piente, dándonos a nosotros mismos, según
mismo san Agustín: perdona todas las veces el apóstol, como Dios se dio a nosotros en
que peque contra ti. Se pone este número, Cristo. Dice san Ambrosio: “Aprende a per
porque desde Adán hasta Cristo fueron se donar siempre, a no indignarte; con nada se
tenta y siete generaciones, y así como Cris puede ofender al que tiene costumbre de
to borró las culpas de toda la humanidad, perdonar. Aprende a perdonar las ofensas,
así el hombre debe perdonar todas las ofen pues Cristo perdonó a los que le perseguían”.
sas que le hagan. Pues, si Cristo encontró
millares de pecados, y los perdonó, no reba 7. Perdonar siempre la ofensa, no siem
jes tú la misericordia. pre la injusticia
siete,
Según el Crisóstomo,
no puso número cierto,
con determinado,
setenta veces ¿Está uno obligado a perdonar una in
justicia a un enemigo que no pide perdón?
sino como indefinido,
nuamente, siempre. Según
que significa
san Jerónimo,
conti- Hay que distinguir. De la injusticia nace el
rencor, en el afecto y su señal, en el efecto.
setenta veces siete es siete veces setenta, El primero, cualquiera debe evitarle al mo
él
ta;
esté
noen
tantas
cuatrocientas
que
puede
veces
ti,
el modo
sino nialel
faltar
senoventa
perdone
que perdones
día,
número
veces;
alohermano,
cuantas
siempre.
de
delmodo
veces
perdonar
cuantas
que
fal- mento, aunque el ofensor no pida perdón.
El segundo, obliga a perdonar al que pide
perdón de verdad, dispuesto a enmendarse
según pueda; y debe saludarle y ayudarle si
es necesario; a eso no está obligado con el
ofensa,
ro siete,
La primera
ladice
segunda
sanexposición
Beda,
a todono
tiempo.
pone
se refiere
límite
“El núme-
a toda que no pide perdón, si no es perfecto. Aun
que no se trate aquí sino del perdón del que
para se arrepiente, sin embargo al que se arre
74 SEGUNDA PARTE

piente y al que no, cualquiera está obligado mio. Y, ¿si has sufrido males? Cierto, no
a evitar el rencor de odio; de otro modo no has pasado nada tan grande, como lo que te
tendría caridad; y en necesidad debe ayu harás a ti, recordando el mal; pues, no es
darle en lo necesario. Los perfectos, por su posible que un hombre bueno padezca mal
parte, que lo dejaron todo, están obligados alguno. Si dices que te has irritado recor
a perdonar todo, tanto a los que se arrepien dando la injuria, recuerda si el que te ha
ten, como a los que no, a saludarles de ca contristado te ha hecho algún bien, y cuán
mino, a servirles lo necesario en necesidad y tos males has hecho tú a otros. Te dijo algo
a hacer muchas cosas semejantes, a lo cual mal y te confundió; piensa que también tú
no están obligados los imperfectos. lo dijiste a otros. ¿Cómo vas a gozar del
Aquél al que se le hizo la ofensa ¿debe perdón, en lo que tú no perdonas a otros?
buscar la amistad? Hay dos deberes: uno de Y si no dijiste mal a nadie, oíste a los que
necesidad, sin el que no hay salvación; y lo decían y callaste; tampoco esto es ino
otro de perfección. En cuanto al primero, cente. Nada guarda el amor como no acor
uno no está obligado a buscar la reconcilia darse de los que nos ofendieron”.
ción; pero en cuanto al segundo, dice el

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