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23 MARZO 2010

CONTRA LA MANIPULACIÓN MENTAL

El periodista, la objetividad y el compromiso


Los teóricos neoliberales centran sus análisis sobre la información en la nece-
sidad de elementos como la “imparcialidad”, la “objetividad”, la “independen-
cia”, la “neutralidad”... Pero cantidad de ejemplos demuestran claramente que,
en términos absolutos, la neutralidad informativa no existe. Para comprobarlo
basta con plantearse algunas preguntas básicas, por ejemplo: ¿qué es noticia?
¿cómo se jerarquizan las noticias? ¿cuál es considerada como más importan-
te que otra? ¿por qué? ¿desde qué ‘punto de vista’ se presenta? ¿qué noticia
no se difunde y se oculta?... Algunos teóricos afirman: “Los hechos escuetos,
los datos estrictos no mienten”. Cierto. Pero un dato o un hecho, sin su con-
texto significa muy poco. Como mejor se manipula a la opinión pública es con
pretendidos “hechos escuetos” y “datos estrictos”.
Por PASCUAL SERRANO * La percepción del periodismo como un
compromiso con los oprimidos ha inspirado a
lo más valioso de nuestra profesión, quienes, a

E
l veterano periodista Robert Fisk, diferencia del hipócrita discurso dominante ac-
experto en Oriente Medio, criticó tual, han reivindicado esa responsabilidad. Des-
el falso concepto de “equilibrio de el cubano Pablo de la Torriente Brau al
informativo” y afirmó que “los pe- británico Robert Fisk o el franco-español Ig-
riodistas deberíamos estar del la- nacio Ramonet. Recordemos que iniciativas tan
do de quienes sufren. Si habláramos del justas y loables como la creación de un impues-
comercio de esclavos en el siglo XVIII, no le to para las transacciones financieras especula-
daríamos igualdad de tiempo al capitán del tivas (la Tasa Tobin), el apoyo a los Foros
navío de esclavos en nuestros reportes. Si cu- Sociales Mundiales o el combate contra el
briéramos la liberación de un campo de con- Acuerdo Multinacional de Inversiones (AMI)
centración nazi, no le daríamos igualdad de surgieron en medios de comunicación de indis-
tiempo al vocero de las SS” (1). José Ignacio cutible prestigio como Le Monde diplomati-
López Vigil ha dedicado su vida al periodis- que. También lo han entendido así muchos
SELÇUK

mo comunitario en América Latina, al lado de fotoperiodistas profesionales: “Me molestan


la gente pobre y sencilla. Él también reivindi- ciertas etiquetas, como cuando me dicen que
ca el compromiso: “Frente a un panorama tan soy un periodista solidario. Para mí el perio-
cruel, ninguna persona sensible, con entrañas, dismo es compromiso” (7), afirmó, por ejem- riodistas que tengan ideas hasta fuera de la re- recuperación de la dignidad y el servicio a la co-
puede permanecer indiferente. Es hora de po- plo, el fotógrafo Gervasio Sánchez, Premio dacción, en su vida privada. munidad, a la justicia social, a la soberanía de
ner todos nuestros esfuerzos personales, toda Nacional de Fotografía en España y añadió: “Si La ciudadanía se indigna ante cualquier in- los pueblos y a las libertades. No será periodis-
nuestra creatividad, para mejorar esta situa- yo fuera alguna vez decano de una facultad de tento de dirigismo político e ideológico. Sabe- mo si no se hace así, como no es medicina cu-
ción. No caben mirones cuando está en juego Periodismo eliminaría una palabra: 'objetivi- dores de eso, la estrategia actual de los medios rar sólo a quienes tienen dinero para pagarla.
la vida de la mayoría de nuestros congéneres, dad', la quitaría, rechazaría y quemaría” (8). es disimular a toda costa la intencionalidad pa- No se debe confundir periodismo compro-
incluida la del único planeta donde podemos El periodista siempre tendrá la tentación de ra que pase inadvertida a las audiencias y pue- metido con servir incondicionalmente a un par-
vivirla” (2). Incluso va más lejos: “Ni el arte dejarse llevar por los oropeles palaciegos, bien da ser efectiva. El objetivo es proporcionar (u tido político o a un gobierno con el que se
por el arte, ni la información por la informa- por razones económicas, por sumisión al poder, ocultar) al lector, oyente o espectador determi- simpatiza. El compromiso es con unos princi-
ción. Buscamos informar para inconformar, o simplemente por la tendencia a considerar más nados elementos de contexto, antecedentes, si- pios y unos valores no con unas siglas o un de-
para sacudir las comodidades de aquéllos a veraz y valiosa la información sólo porque pro- lenciamientos o métodos discursivos (en el caso terminado órgano de poder. Y, sobre todo, dar
quienes les sobra, y para remover la pasividad cede de la moqueta y el esplendor de los cen- de los medios audiovisuales las posibilidades la voz a quienes tantas veces tiene vetado el ac-
de aquéllos a quienes les falta. Las noticias, tros del poder. Pero hay que recordar que son infinitas) para que llegue a una conclusión ceso a los medios de comunicación. La escrito-
bien trabajadas, aun sin opinión explícita, sen- tenemos una obligación social, un compromi- y posición ideológica determinadas, pero con la ra Elena Poniatowska en su libro La noche de
sibilizan sobre estos graves problemas y mue- so, una especie de juramento hipocrático que percepción que es el resultado de su capacidad Tlatelolco (10), reportó la masacre de cientos
ven voluntades para resolverlos” (3). consiste en sacar a la luz, en informar, sobre tan- deductiva y no del dirigismo del medio de co- de estudiantes que protestaban en la plaza de
No faltan periodistas jóvenes que también tas y tantas luchas de hombres y mujeres que municación. De ahí la importancia de denunciar ese mismo nombre, en Ciudad de México, el 2
reniegan del mito de la equidistancia, como Ol- combaten por su supervivencia y dignidad. Co- las falsas objetividades y neutralidades para dig- de octubre de 1968. Para ello se dedicó a trans-
ga Rodríguez, curtida en los conflictos de Orien- mo dice Kapuscinski en su obra El Sha, debe- nificar un periodismo de principios y valores. cribir textualmente los testimonios de los afec-
te Medio: “Huyo de la equidistancia porque creo mos reivindicar “las palabras que circulan Los grandes medios comerciales hablaban, tados y ordenarlos cronológicamente. Sin duda
que es una trampa: no se puede tratar igual al libremente, palabras clandestinas, rebeldes, pa- en 2003, de “neutralidad periodística” mientras se trata de un periodismo incompleto –hay ele-
que bombardea que al que es bombardeado, al labras que no van vestidas de uniforme de gala, tenían a periodistas empotrados entre las filas mentos y datos que no se pueden ofrecer única-
invasor que al invadido, al opresor que al opri- desprovistas del sello oficial”. Por eso, cuando del ejército estadounidense en Irak. Se vanaglo- mente mediante testimonios–, pero es un
mido... Vivimos en un mundo plagado de des- en una guerra un jefe militar nos anuncie una li- rian de “pluralidad informativa” cuando sus re- ejercicio magnífico de “dar voz a los sin voz”.
igualdades, injusticias y desequilibrios y creo beración le preguntaremos a la señora que salió dactores no salen de la sala de prensa de la Casa En muchos foros, los profesionales insisten
que una de las misiones de los periodistas es a comprar el pan en la zona recién liberada; Blanca y nunca visitan un suburbio pobre de en que su capacidad de maniobra para practicar
buscar que la balanza se equilibre” (4). Decía el mientras el ministro nos esté enseñando el nue- Washington o Nueva York. Insisten en su “im- un periodismo comprometido con valores dis-
poeta español Gabriel Celaya, “maldigo la poe- vo hospital inaugurado, acercaremos el micró- parcialidad” mientras siguen estigmatizando en tintos de los impuestos por el mercado es muy
sía del poeta que no toma partido”, y el recién fono al anciano que se encuentra en la sala de sus informaciones a los gobiernos que cometen limitada. Es verdad. Pero es imprescindible que
fallecido ensayista estadounidense Howard Zinn espera, y durante la pomposa inauguración de el delito de recuperar sus recursos naturales de todo periodista ponga al servicio de esos idea-
tenía costumbre de afirmar que “no se puede ser la industria de vanguardia tecnológica interro- las manos de transnacionales. Alardean de “ob- les sus conocimientos y su trabajo si quiere que
neutral viajando en un tren en marcha que se di- garemos al obrero por su paga. jetividad”, pero sus páginas y espacios informa- la honestidad sea emblema e insignia de su vi-
rige a un despeñadero”. Tal como sucedió a algunos periodistas que tivos se reservan al oropel, el lujo y el glamour da y su profesión, y probablemente deba ser fue-
En su libro Idealistas bajo las balas, el his- cubrieron la guerra civil en España, es necesa- de famosos y grandes fortunas que identifican ra de su puesto de trabajo en un medio de
toriador Paul Preston recoge el sentimiento que rio sentir en la piel el destino de los desfavore- de esta forma como modelos a admirar. comunicación comercial. No se trata de mili-
vivieron los corresponsales de prensa extranje- cidos para comprender cuál es el lugar del No es verdad que los medios de comunica- tancia, sino de decencia. La decencia es lo que
ros destinados en España durante la guerra ci- periodista. Insiste Kapuscinski: “El verdadero ción comerciales sean soportes neutrales de in- diferencia al biólogo que trabaja para una gran
vil (5). Según Preston, “no se trataba sólo de periodismo es intencional, a saber: aquél que se formación. Ellos militan y hacen apología del empresa farmacéutica o para una organización
describir lo que presenciaban. Muchos de ellos fija un objetivo y que intenta provocar algún ti- modelo económico dominante en el que se des- ecologista, al abogado que defiende los intere-
reflexionaban sobre las consecuencias que ten- po de cambio. No hay otro periodismo posible. envuelven y del que obtienen beneficios, bien ses de una multinacional o los de los trabajado-
dría para el resto del mundo lo que sucedía en- Hablo, obviamente, del buen periodista. Si le- para su propia empresa o para la casa matriz ac- res que exigen un sueldo justo, al militar que
tonces en España. (…) se vieron empujados por éis los escritos de los mejores periodistas –las cionista. Frente a ello, no se trata de que, desde dispara contra el pueblo refugiándose en órde-
la indignación a escribir en favor de la causa re- obras de Mark Twain, de Ernest Hemingway, el compromiso del periodista, el periodismo se nes de superiores o al que combate al lado de la
publicana, algunos a ejercer presión en sus res- de Gabriel García Márquez–, comprobaréis que convierta en panfleto. La ciudadanía rechaza los gente. ¿Acaso puede, cualquiera de ellos, ser
pectivos países y, en unos pocos casos, a tomar se trata siempre de periodismo intencional” (9). intentos de un periodismo militante que no apor- neutral, o imparcial, u objetivo? 
las armas para defender la República”. Preston El discurso de la neutralidad se utiliza inte- te rigor ni información contrastada y sólo inclu-
deja bien claro que ese activismo no fue “en de- ligentemente desde los medios de comunicación ya ideología. Lo que reivindicamos es la © LMD EN ESPAÑOL
trimento de la fidelidad y la sinceridad de su neoliberales. Basta con observar los nombres
quehacer informativo. De hecho, algunos de los con los que gustan denominarse en sus cabece- (1) Robert Fisk, “Tediosas comparaciones sobre Oriente Medio”, tranjeros en la guerra de España, DeBolsillo, Barcelona, 2008.
corresponsales más comprometidos redactaron ras: El Imparcial, Informaciones, ABC, La Na- La Jornada, México, 13 de enero de 2009. (6) Ibid.
varios de los reportajes de guerra más precisos ción, El Nacional, El Mundo, El Universal, El (2) José Ignacio López Vigil, Manual urgente para radialistas (7) Público, Madrid, 7 de noviembre de 2009.
e imperecederos” (6). País, La Razón... Todos son asépticos y neutra- apasionadas y apasionados, Ministerio de Información y Comu- (8) Declaraciones a CNN+ 8 de noviembre de 2009.
nicación de Venezuela, Caracas, 2005. (9) Ryszard Kapuscinski, Los cínicos no sirven para este ofi-
les, como desean que creamos que son sus con- (3) Ibid. cio. Sobre el buen periodismo, Anagrama. Barcelona, 2002.
* Periodista, autor de Desinformación. Cómo los medios ocultan el mun- tenidos. Su celo por aparentar ausencia de (4) Muñoz, S. Entrevista en la revista Paisajes, noviembre 2009. (10) Elena Poniatowska, La noche de Tlatelolco, Editorial Era,
do, Editorial Península, Madrid, 2009. ideología les lleva incluso a prohibir a sus pe- (5) Paul Preston, Idealistas bajo las balas. Corresponsales ex- México, 2007.

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