Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Los medios de comunicación, son los que deben dar a conocer, promover y respetar los
derechos de los adultos mayores, sensibilizando a la sociedad sobre el cumplimiento de los
mismos, en especial por parte de los niños, niñas, adolescentes y jóvenes, contribuyendo así a
la generación de una cultura del envejecimiento y el respeto por el adulto , pero la realidad es
otra por algunos medios de comunicación que imiten imágenes estereotipadas que aparecen
vinculando enfermedad a la vejez como son las propagandas, todo esto genera la actitud de
rechazo, en contra de la imagen del envejecimiento activo, resiliente y exitoso.
Para concluir el estado debe promover más campañas, estrategias de prevención que
garantice la protección al adulto mayor, de igual modo las políticas públicas deberían realizar
infraestructuras como calles, plazas, parques pensando en el adulto mayor para que no
padezcan de estrés, ni depresión. Si bien es cierto debe existe una mayor publicidad a los
derechos de la mujer, de los niños, también se debería dar mayor énfasis a las publicidades de
los derechos de los adultos mayores, para de esta manera el estado, la familia, la sociedad en
general cumplan con deber de respetar y hacer valer los derechos de los adultos mayores. La
finalidad es que exista menos porcentaje de adultos mayores en estado de vulnerabilidad.
PLAN NACIONAL DE APOYO A LA FAMILIA 2004-2011
Asimismo, los peruanos otorgan un porcentaje de máxima valoración a la familia por encima
del bienestar económico, el trabajo, los amigos, la religión o la política. El Estado Peruano
reconoce que las familias constituyen grupos sociales organizados que tienen funciones para
garantizar la formación, socialización, cuidado y protección económica a sus miembros.
El Plan tiene como objetivo facilitar políticas que promuevan la estabilidad, calidad de vida,
autonomía y bienestar. Todo esto para eliminar los obstáculos o dificultades que afectan
directamente a las familias.
La intervención del trabajador social en el grupo familiar tiene como objetivo mejorar las
condiciones de sus miembros mediante las relaciones interpersonales que son los
sentimientos, las actitudes y comportamientos. La familia ha vivido diversas trasformaciones
en su estructura y organización, una de las funciones familiares es proteger y distribuir
bienestar. Actualmente los trabajadores sociales intervienen en una realidad compleja
inmersos en un contexto de interacción entre las personas y su entorno. Asimismo, el
profesional promueve cambios individuales, grupales, en comunidades, en organizaciones
sociales y culturales; mediante las técnicas y los instrumentos que faciliten la realización de la
intervención del trabajador social.
Una de las técnicas más utilizada por el profesional es la entrevista que contiene etapas como
el estudio inicial, diagnostico, la planificación y la ejecución. Las entrevistas son individuales y
familiares donde se obtiene informaciones tanto sobre los hechos que conforman el problema,
las opiniones y actitudes de las personas implicadas a la situación. Otro instrumento que se
toma en cuenta a la hora de la entrevista son las fichas sociales donde se obtiene datos
personales, económicos, de salud, laborales, emocionales, etc. Todo esto ayuda a que se
realice un informe social donde se especificara la intervención y evolución del caso de la
familia.
Hoy en día existen diferentes posturas de profesionales de trabajo social, están los que solo
desarrollan las tareas y también están los que reflexionan sobre su intervención y desean
buscar una solución óptima para resolver un conflicto.
Asimismo, por otro lado, Olson realizó estudios desde finales de los años setenta, donde trató
de mostrar lo aspectos más fundamentales del funcionamiento familiar, 30 entendiendo que
esta puede concebirse por tres variables: la cohesión, la adaptabilidad y la comunicación
familiar (Polaino-Lorente & Martínez, 1998).
2.2.4.1 Cohesión familiar Polaino-Lorente y Martínez (1998) indica que la cohesión familiar se
conforma de dos elementos, por un lado el vínculo emocional que se establece entre los
miembros de una familia, y por otro lado, el nivel de autonomía que una persona tiene en su
familia. Las familias extremadamente cohesionadas (tipo: enredado) presentan conflictos, en
ocasiones graves. Siendo uno de los primeros objetivos de las terapias mejorar la autonomía y
la individualización de los miembros de la familia (Polaino-Lorente & Martínez, 1998).
1. No hay bienestar: no existe un apoyo económico necesario para que el individuo pueda
desarrollarse, estudiar, ni cuidar la salud de los miembros.
2. No hay una autonomía clara en las partes que la componen, siendo estas o excesivamente
dependientes de la opinión del resto de la familia o de necesitar autorización para realizar lo
que desee, o bien una independencia total donde no hay un interés por lo que los demás que
forman la familia opinen sobre él o sus quehaceres.
3. Que los roles y las reglas sean rígidos, sin capacidad de modificarse ante situaciones que lo
requieran o que sean poco claros, es decir, que un mismo miembro cumpla con el rol de hijo y
padre a la vez pues este último no puede asumir su rol correspondiente. O que los miembros
no sepan que rol se espera que asuman debido a constantes exigencias y jerarquías
distorsionadas.
4. Que la comunicación sea incoherente y poco clara, sin demostraciones afectivas a sus
miembros. Es decir, la existencia de dobles mensajes o mensajes incongruentes que no llegan a
ser comprendidos por los miembros.
5. Hay una incapacidad para adaptarse a situaciones nuevas, de modificar reglas y aceptar que
la familia va cambiando de etapa en el ciclo vital y por ende los miembros se van yendo de
casa o cambiando su modo de actuar. Así como la incapacidad para adaptarse a situaciones
estresantes como muertes de algún miembros, divorcios, mudarse a otro lado, etc.