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Curso Pueblos Originarios y Estado-Nación en Chile
Curso Pueblos Originarios y Estado-Nación en Chile
La diversidad como forma de pensar lo social, que cambia según el momento, el tiempo y el lugar.
Por ejemplo, las políticas indigenistas han abordado la diversidad, pero de formas muy diferentes
en cuanto aplicación y valoración.
En Chile, la antropología puso énfasis en la diversidad étnica, categoría que reemplazo a la de los
indios en tanto institucionalización legislativa en la colonia. Todas las políticas tenían un horizonte
de integración de los pueblos indígenas a la urbanización, a la ciudanización, a la modernización.
Estas políticas públicas que querían forzar la integración de los pueblos indígenas se componían de
diversas dimensiones, intervenciones y acciones, las cuales se asociaban a los procesos educativos,
de salud, ciudadanía, economía y comunicaciones. Un eje fundamental de estos procesos fue la
constitución de la propiedad en tanto propiedad estatal y la propiedad privada.
Los estudios antropológicos lograron visibilizar las condiciones de vida de los pueblos originarios
en sus territorios, tratando de caracterizar rasgos y diversificándolas de las sociedades estatales.
Estos estudios acontecieron durante los procesos de integración/modernización.
Diferencias culturales concebidas como diferencias entre prácticas que deben ser completamente
distintivas, en vez de diferencias adentro de las propias prácticas, las cuales pueden ser muchas
veces compartidas.
En un primer lugar, el sentido común nos lleva a pensar que cultura e identidad son dos caras de la
misma moneda. Dicha asociación neutraliza la heterogeneidad al interior de cualquier
identificación. Distinción entre creencias y conocimientos.
La antropología ha pretendido explicar las particularidades de los modos de vida de los pueblos
como identidad cultural. Esto grafica que gran parte de las explicaciones han sido abordadas
solamente desde lo cultural. ¿Cómo la antropología puede visibilizar las diferencias y salir del
énfasis cultural que ha promovido? Desde los años 60’s, se ha buscado problematizar las formas
de exotización cultural. En este sentido, el fenómeno de la diversidad coloca dos problemáticas
como extremos. Por un lado, la exotización cultural como marco de visibilización, y por otro, la
pasteurización de la diferencia.
En este sentido, un análisis de los grupos con sus respectivas autoidentificaciones, debe vincularse
con su propio contexto y prácticas históricas.
La normalización como el escenario del poder, en donde se produce la alterización de los otros en
tanto género, clase, etc.
Las culturas ya no son entidades, sino prácticas sociales puestas en relación y con características
específicas. En este sentido, las culturas se articulan mediante tanto elementos heterogéneos,
como también elementos comunes.
Los derechos humanos tienen una impronta cultural. Derechos humanos a diferencias legitimas.
Síntesis clase anterior: Diálogos en torno a la diversidad y la diferencia, en tanto formas de pensar
lo social. Categorías que se construyen en el tiempo y en distintos contextos sociales, políticos y
económicos. Así, la diversidad puede entenderse en un momento particular de la historia de Chile,
como una herramienta de las políticas de integración, o como un derecho asociado a las políticas
de reconocimiento. De esta manera, lo primero nos lleva a la asimilación, y lo segundo a la
autonomía.
La diversidad cultural como diferencia de prácticas de vida, lo cual problematiza las vinculaciones
normalizadas entre cultura e identidad. Hacer esto neutraliza la heterogeneidad de los grupos,
separándolos de nosotros, y crenado así marcas de desigualdad. Estos procesos construyen la
alterización.
Así, la cultura se concibe como dimensión, la cual consiste en atribuir significados dinámicos y en
constante entrecruzamiento con otras dimensiones de la vida social: raza, clase, género. La
identidad sería el resultado de la interacción con otros. Y dada las múltiples posiciones que
ocupamos en la sociedad y los grupos humanos, se da un proceso de interjuego de clivajes o
interseccionalidad. Esto permite pensar la identidad como una interacción con otros, y así el
reconocimiento de las diferencias dentro de una identificación.
La interculturalidad en tanto entrecruce de distintas formas de vivir o existir, y que dan lugar a un
mosaico. Ese mosaico ha sido la forma en que los pueblos indoamericanos y afrodescendientes
han tenido y convivido con sus diferencias.
El concepto de raza es un concepto problemático para pensar las diferencias culturales. En el siglo
XVIII, hubo un rescate de este concepto desde las ciencias naturales para explicar las diferencias
fenotípicas entre europeos y no europeos. Este concepto tuvo el problema de manifestar una
jerarquización de las diferencias, y, sobre todo, la idea de que la denominada “raza blanca” sería
superior a las demás. Posteriormente, con los avances de la genética y la antropología, el concepto
de raza quedo paulatinamente invalidado. Sim embargo, las razas en tanto conceptos continúan
teniendo efectos sociales y políticos que perduran hasta el día de hoy. El efecto político más
importante de esta apropiación de la idea de raza es el racismo, en tanto justificación de las
desigualdades de determinadas diferencias. Así, como señala Kabengele Munanga, el racismo
termina siendo una ideología esencialista que postula la división de la humanidad en grandes
grupos denominados como razas, las cuales manifiestan características hereditarias, fenotípicas
comunes, pero, además, se les atribuyen características morales, psicológicas, intelectuales que se
sitúan en una escala de valores desiguales.
El concepto de etnia abandonaría está idea biologicista de raza. Y trataría de explicar la diversidad
humana, en donde las etnias son conjuntos de individuos que comparten una misma lengua,
cosmovisión y prácticas sociales que son transmitidas culturalmente. Munanga señala que esta
sustitución del concepto de raza por etnia, aun así, no resuelve el problema del racismo, porque
sigue usando una escala diferencial de valores entre las diferencias culturales. Estas
jerarquizaciones perduran en el imaginario social.
Los conceptos de raza y etnia remiten a la distinción entre naturaleza y cultura, en tanto forma de
captar y categorizar la vida social. Pese a que genéticamente se ha planteado la no existencia de
las razas como tal, esto no impide que las personas hablemos y categoricemos la vida social a
través de las razas, culturas u etnias.
Todos pertenecemos a una denominada etnia, y se plantean conceptos para referirse a la etnia de
los otros como los paganos o los barbaros. Así, la etnia se vuelve una forma de control lingüístico.
En este sentido, hablar antropológicamente de etnias resulta también problemático.
Conceptos como raza y etnia son construcciones culturales, sociales y política que encuadra a los
individuos de acuerdo a ciertas nociones como normalidad, moralidad, etc. Dichas nociones se
establecen y construyen como discursos de los grupos dominantes en términos coloniales,
heteronormados, adulto-céntricos, etc.
Al usar el concepto de grupo étnico refiere a una dinámica de poder. Por ejemplo, la
etnogubernamentalidad apunta a cómo una política de estado puede usar estos conceptos para
gobernar, disciplinar y categorizar.
Estos conceptos, los cuales en algún momento fueron una forma de denostación y control, en
otros contextos, estos pueden ser reivindicados y reapropiados para leer la realidad social
cotidiana. En este sentido, los otros no son sólo un objeto de estudio, sino que nosotros también
pertenecemos a esa otredad.
En este sentido, en la realidad americana surge la complejidad de las situaciones marcadas por el
mestizaje y la colonialidad. De esta forma, la experiencia colonial histórica ocasionó forzosamente
una situación de interculturalidad que perdura hasta el día de hoy. El mestizaje se ha expresado
biológica y culturalmente. Estad dimensiones fueron el escenario de expresión de la dominación a
través de la lengua, la fe y las prácticas sociales. En base a este escenario, los grupos dominados
configuran diversas estrategias de apropiación, resignificación y resistencia.
En los años 80’s, un concepto que permite aborde la diversidad de las diferencias es la
interseccionalidad, concepto influenciado por los estudios de género y feministas. La
interseccionalidad da cuenta del lugar diferenciado que ocupan las voces dentro de un grupo
determinado. De esta forma, existen diferentes cruces en la construcción de la otredad como la
etnia, la clase, el grupo etario, el género, etc.
Síntesis clase pasada: Los autores introdujeron conceptos como etnia, raza, mestizaje,
colonialidad, resistencia, descolonización, interseccionalidad y el rol de la antropología en el
desarrollo de estos conceptos. Estos conceptos resultan muchas veces problemáticos y tienen
efectos sociales y políticos. La raza, por ejemplo, es un concepto más doctrinario que científico, y
refiere a un intento de clasificación de la diversidad humana y de explicación de las diferencias
culturales. Aunque este haya sido invalidado, continúa siendo usado para justificar las
desigualdades. En este sentido, el concepto de raza, más que un invento científico, es una creación
del racismo. La sustitución del concepto de raza y de etnia tampoco resuelva la problemática del
racismo, en donde se categoriza a los individuos por sus rasgos culturales, lingüísticos, religiosos
en base al grupo de referencia, es decir, a un nosotros.
En relación al rol de la antropología, si bien esta es una disciplina colonial en su origen y en sus
bases metodológicas y epistemológicas, es la diciplina que más herramientas e inspiraciones
entrega para abrirnos a las otras experiencias y aprender con ellas. Esto con el fin de descolonizar
el mundo.
¿Qué es la etnogénesis?
La construcción del estado nación no puede dejar de lado los procesos de ocultamiento,
invisibilizarían y negación de los pueblos originarios, y el caso del estado chileno no es una
excepción. Estos procesos constituyeron formas de ocultamiento, invisibilizarían y negación de
dichos pueblos, los cuales eran percibidos, desde la ideología evolucionista, como pueblos
inferiores o barbaros. Así, la construcción del estado nación contribuyo a la elaboración de
matrices ideológicas que contribuyeron a la desaparición de estos pueblos. No obstante,
contemporáneamente se rescata el fenómeno de que muchos de estos pueblos han encontrado
una reemergencia.
Estos procesos de etnogénesis refieren a procesos identitarios de corta y/o larga duración en que
una población étnicamente diferenciada se consolida o reemerge como una identidad particular.
Esto comprende transformaciones de larga duración, como las que constituyeron la antigüedad
tardía en Europa, el país vasco o el pueblo mapuche, pero también alude a procesos identitarios
de poblaciones indígenas que eran consideradas como desaparecidas, extinguidas y/o mestizadas
y asimiladas y que en los últimos años han reaparecido con fuerza demandando reconocimiento.
Así, la etnogénesis se comprende como un conjunto de procesos étnicos que incluyen, entre otros
aspectos, la reetnificación (orientada por la acción estatal o de un ente externo, como las grandes
empresas), la reemergencia (motivada por cambios internos a las propias comunidades) y la
resistencia cultural (manifestada como estrategia en contra de la invisibilización y la negación
cultural).
Según Rita Segato (2007), las formaciones nacionales de alteridad son un conjunto de
representaciones hegemónicas de la nación que desembocan en la creación ficticia de una
identidad étnica en la que los indígenas y negros no tienen lugar.
Así, surgen condiciones para el desarrollo de la etnogénesis gracias en gran parte a los procesos de
democratización de los estados que obligan a nuevos acuerdos y plantean un nuevo tipo de
reconocimiento y los cambios en la legislación internacional (Convenio 169 OIT y otros). Además,
los nuevos avances del capitalismo que afectan a zonas consideradas como reservas y los procesos
organizativos propios y la consolidación de una intelectualidad indígena que pasa a liderar los
proyectos etnopolíticos.
Características de la reemergencia:
Como última etapa, está la patrimonialización, que incluye los procesos de territorialización y de
performance cultural al alero de las políticas multiculturales desarrolladas en Chile en los últimos
años y también de la consolidación de un discurso descolonizador por parte de intelectuales
indígenas, lo que permite una comprensión más profunda y desde adentro de estas situaciones de
reemergencia.
1.- Población indígena urbana: Procesos migratorios hacia las ciudades. Períodos de invisibilización
o blanqueamiento. Desde los 80’s, surgen procesos de organización en Santiago. Juego de palín
como forma de acogida. Lucha política.
2.- Diaguitas: Zona de Huasco Alto. Tercer pueblo más numeroso en Chile.
4.- Changos.
Pueblo que ha experimentado la invisibilización. Los chonos y changos han ocupado espacios, que,
en los tiempos de formación de la República, pasaban desapercibidos. La supervivencia de
determinados grupos indígenas ha sido el traslado hacia espacios invisibles para el Estado y sus
dispositivos.
El pueblo chono, así, responde más a una posibilidad que a una esencia, en donde este pueblo
puede volver a resurgir. Al respecto, es importante distinguir entre invisibilidad e invisibilización,
en donde el primero refiere a la no visibilidad por parte del Estado o por cualquier otra forma o
posición, la cual puede ser una situación o práctica del propio grupo, mientras que el segundo
refiere a decisiones tomadas para invisibilizar, ya sea por acción u omisión sobre un grupo
humano.
El pueblo chono se considera oficialmente extinto, pero algunas familias han sobrevivido y
establecido en territorios como Chiloé. Hoy en día, con el fin de acceder a los beneficios de la ley
indígena, estos grupos han conformado grupos mapuche huilliche. Sim embargo, su
reconocimiento por parte del Estado es limitado y sus necesidades no son abordadas como tal
dentro de la ley indígena.
Actualmente, estas comunidades de los golfos de Aysén están luchando por el reconocimiento de
sus derechos y prácticas culturales como el nomadismo, la pesca tradicional y la mantención del
propio territorio. La presencia de antecedentes y elementos recogidos desde el quehacer
antropológico que puedan fundamentar el resurgimiento de los chonos. Uso ancestral de espacios
costeros.
Di Giminiani – Formación de sujeto en las políticas y discursos del Estado hacia el pueblo-nación
mapuche.
Como señala Foucault, el sujeto es el resultado del discurso de la relación entre poder y
conocimiento. El sujeto es ideal y no necesariamente se ve reflejado en personas de carne y
hueso. Sin embargo, direcciona conductas y aspiraciones. Así, el sujeto ideal es reflejo de valores
dominantes, y moviliza aspiraciones.
Para estudiar estas figuras de sujetos ideales, es fundamental analizar los procesos educativos. Los
procesos educativos son claves para la formación de sujetos, en donde se presentan rechazos y
antagonismos.
Definición de pertenencia en base a la calidad indígena, la cual es una forma muy basada en la
genealogía, presentando elementos como el apellido o descendencia. Así, la comunidad indígena
se elabora mediante un proceso de construcción constante sobre activaciones de nuevas redes
sociales.
Delimitar el territorio:
¿Cómo delimitamos los límites de territorios ancestrales cuando estos tenían flexibilidad y usos
individuales-colectivos? Los territorios mapuches no eran propiedades privadas, pero deben ser
demostrados como tal.
Emprendimiento indígena:
La pregunta del sujeto es abordada tanto por el Estado como por los propios pueblos indígenas en
los actuales procesos de descolonización.
La concepción espacial horizontal mapuche plantea la existencia de cuatro “tirantes” que permiten
identificar las cuatro direcciones principales sobre la tierra, los denominados puntos cardinales.
Dicha concepción se denomina como Meli Witran Mapu.
Los conceptos derivados del Meli Witran Mapu nos permiten ver la diversidad interna dentro de la
unidad del gran colectivo mapunche.
Actualmente, gran parte del pueblo mapuche vive en ciudades, lo cual grafica una historia
marcada por el despojo y la usurpación de los territorios y la cultura, junto con la lucha por los
derechos colectivos como la libre determinación.
La Futawillimapu es el espacio ancestral mapuche que inicia en la zona de Lago Ranco hasta el río
Maullín.
Títulos de comisario: Títulos de Juez y Títulos de Alcalde.
Los corrales de pesca son estructuras de pesca que implicaban un primer gasto de energía
importante, pero después podían ser usados sólo reparando las partes que por alguna razón se
deterioraban. Su ingenio radica en el conocimiento de los cuerpos de agua: marea, mar, corrientes
y ríos.
Sesión 7 – Rapa Nui y Estado Nación en Chile. Construcción de la nación en el territorio. Lecturas
de la historia después de la anexión. Movimientos y conflictos sociales en el territorio. Andrea
Aravena; Rolf Foerster.
Sesión 8 -
Sesión 9 – La constitución de la propiedad mapuche, fiscal y particular. Martín Correa; Raúl Molina.
Libros:
Las razones del Illkun/Enojo: Memoria, despojo y criminalización del territorio mapuche de
Malleco.
Las tierras de la ira: Los conflictos entre mapuches, empresas forestales y Estado. El caso de la
comunidad de Temulemu.
Territorios:
Provincia de Arauco
Alto Bio Bío
Malleco y Cautín
Provincia de Valdivia, Osorno, Llanquihue y Chiloé.
Sector de Malleco y Cautín como territorio abordado por la acción del Estado para la construcción
empresarial y económica. Se ven involucrados tres elementos importantes: 1.- Los títulos de
propiedad; 2.- Títulos de Merced; 3.- La propiedad o reserva.
Los títulos de propiedad rematan o usurpan el territorio. Los títulos de merced son un “refugio”
del antiguo territorio. Esto conforma una historia que es plasmada en la memoria. Dicha memoria
es construida socialmente al interior de las rukas, la cual se expresa como una memoria viva que
es compartida, y se reconstruye constantemente.
Reparticiones de tierras.
1.- La usurpación de las tierras y el territorio mapuche, violencia racial. El Estado actúa a través de
la constitución de la propiedad, la cual se apoya en elementos jurídicos y administrativos,
haciendo así un lavado de los títulos. Para la ocupación de la propiedad, se usa la fuerza policial
mediante el desalojo. Expresiones de violencia racial en torno a un Estado de laissez faire.
En esta zona, la política del Estado chileno fue iniciar a partir del año 1824 y 1832 el
reconocimiento de los territorios indígenas de Osorno, Río Bueno, Pilmaiquen y Lago
Ranco.
Se reconocieron a favor de los indígenas de los territorios que mantenían en su poder y
que no habían sido objeto de enajenación o usurpación, especialmente por los españoles.
El Estado chileno dio continuidad a la política colonial, manteniendo las instituciones de
los Comisarios de Naciones y Capitanes de Amigos, y reconoció todas las tierras
demandadas por los mapuche.
Estos reconocimientos de tierras constituyeron títulos de dominio sobre grandes
extensiones de terreno.
Los reconocimientos territoriales se efectuaron en un marco de no beligerancia Estado
Nación – Indígenas que los diferencia de lo ocurrido décadas más tarde en la Araucanía,
donde el Estado restringió el tamaño de acceso a la tierra a los mapuche.
Usurpaciones:
Libros:
Siguiendo a Silvia Rivera Cusicanqui, las memorias reflejan las diversas capas de la colonialidad.
Así, la memoria del pueblo mapuche se puede situar en distintos procesos: (1) La ocupación; (2) la
reducción; (3) la migración; (4) la racialización; (5) la creación.
Estas memorias estarían ocupadas por determinados momentos históricos: Fin de la ocupación de
La Araucanía (1883); Decreto de Ley Títulos de Merced (1927); Reforma Agraria (1967-1973);
Contra reforma agraria (1973-1983).
La memoria larga:
El siglo XIX es un ciclo refundacional, en donde las revoluciones europeas (liberal y capitalista) se
constituyen en una estructura colonial. Esto desarrolla procesos de conquista y dominación. Lo
tradicional es catalogado como parte de la barbarie y lo salvaje.
Vicuña Mackenna: La cuestión de Arauco es un fantasma sangriento, que deambula en tres siglos
en nuestra historia.
Los parlamentos como elemento ideológico que permite comprender al mapuche como
independiente del Estado chileno. Inteligencias colectivas
El movimiento mapuche realiza una recuperación de los conceptos políticos para dotarlos
políticamente de lo que deberían haber sido. El Futa Malon refiere a un gran levantamiento a
modo de resistencia y de victoria.
Relación colonial: El colonialismo no es sólo algo que se circunscribe del siglo XVI al XIX, sino que
es algo más bien contemporáneo y expresado de diversas formas. Existen diversas nociones
actuales como el colonialismo interno o el colonialismo de colonos, las cuales manifiestan que hay
una permanencia de la relación colonial. En el caso chileno, dicha relación se manifiesta en la
formación de la República, la cual ejecuta formas de despojo a los pueblos indígenas con el fin de
generar una estructura monocultural de la chilenidad en pro de una noción civilizatoria. Se expresa
también a través de una microfísica del poder colonial a través de las prácticas educativas, de
salud, cotidianas, de justicia, policial entre otros. Estos procesos se constituyen como una
gubernamentalidad que moviliza procesos de subjetivación y mecanismos de regulación del poder
colonial. No es sólo una estructura, sino que se capitaliza y se presenta en cada una de nuestras
relaciones sociales. De esta forma, nos insertamos cotidianamente en una trama colonial, la cual
expresa este conflicto entre el Estado y las formas de resistencia de los pueblos indígenas.
Esta relación colonial se reinventa en las últimas décadas, yendo de la negación total del indígena
y de control de las diferencias (liberalismo: El indígena es un individuo, su reconocimiento es
individual y no colectivo), al neoliberalismo contemporáneo.
Plurinacionalidad y autodeterminación:
Charlas libros: