Está en la página 1de 14

Curso Pueblos Originarios y Estado-nación en Chile. Comprender la diversidad en el Siglo XXI.

Módulo 1 – Pueblos originarios y Estado: Miradas desde la antropología.

Sesión 1 – La antropología contemporánea y la diversidad. Roberto Morales y Claudia Briones.

La diversidad como fenómeno heterogéneo.

La diversidad como forma de pensar lo social, que cambia según el momento, el tiempo y el lugar.
Por ejemplo, las políticas indigenistas han abordado la diversidad, pero de formas muy diferentes
en cuanto aplicación y valoración.

En un primer lugar, la diversidad se concibe como un problema (Políticas asimilacionistas). En un


segundo lugar, la diversidad es reconocida parcialmente, se busca ciudadinizar la problemática de
los pueblos originarios a través de la modernización (Políticas integracionistas). En un tercer lugar,
la diversidad se concibe como derecho, valor y recurso (Políticas de reconocimiento).

Repensar lo que se concibe como diversidad.

En Chile, la antropología puso énfasis en la diversidad étnica, categoría que reemplazo a la de los
indios en tanto institucionalización legislativa en la colonia. Todas las políticas tenían un horizonte
de integración de los pueblos indígenas a la urbanización, a la ciudanización, a la modernización.

Estas políticas públicas que querían forzar la integración de los pueblos indígenas se componían de
diversas dimensiones, intervenciones y acciones, las cuales se asociaban a los procesos educativos,
de salud, ciudadanía, economía y comunicaciones. Un eje fundamental de estos procesos fue la
constitución de la propiedad en tanto propiedad estatal y la propiedad privada.

Los estudios antropológicos lograron visibilizar las condiciones de vida de los pueblos originarios
en sus territorios, tratando de caracterizar rasgos y diversificándolas de las sociedades estatales.
Estos estudios acontecieron durante los procesos de integración/modernización.

Diferencias culturales concebidas como diferencias entre prácticas que deben ser completamente
distintivas, en vez de diferencias adentro de las propias prácticas, las cuales pueden ser muchas
veces compartidas.

En un primer lugar, el sentido común nos lleva a pensar que cultura e identidad son dos caras de la
misma moneda. Dicha asociación neutraliza la heterogeneidad al interior de cualquier
identificación. Distinción entre creencias y conocimientos.

La identidad como el resultado de relaciones. Aunque es vivida como un proceso personal de


autoidentificación, la identidad se posiciona como un derivado de lo social y lo colectivo, se genera
en la relación con otras y otros mediante el reconocimiento colectivo. La identidad se fundamenta
y se construye desde las distintas condiciones de la existencia y según cómo estas estén dadas en
las distintas sociedades. La identidad es múltiple, ya que refiere a clases sociales, género, etnia y lo
racial. Ciertos rasgos de la identidad pueden ser predominantes según el contexto y la situación.
Cada aspecto configura una dimensión cultural particular, por ejemplo, de la clase social se deriva
una dimensión cultural que es asociada a denominadas clases. Así, lo cultural está relacionado a
rasgos particulares de una identidad determinada.
Intercambio de clivajes e Interseccionalidad.

La necesidad de rescatar la heterogeneidad dentro de cualquier identificación.

Identificación vs Identidades. Derecho a contarse de determinadas maneras. Un segundo


problema de unificar la cultura y la identidad es la repetición de estereotipos, estigmas y formas
de discriminación. Así, muchas veces las diferencias culturales son asociadas a formas de
desigualdad. Aquí surgen los procesos de alterización, en tanto, proceso de conversión de
determinadas diferencias en marca de desigualdad. Esto es acompañado por la concepción de
determinadas prácticas o pertenencias como normales. Esto se relaciona a la creación de otros
externos por los nacionalismos, dentro de los propios países de crean otros internos. De esta
forma, diferencia y desigualdad no son lo mismo, pero van de la mano en la experiencia histórica
de colonización de los pueblos indígenas. Así, muchas veces la exigencia de reconocimiento
cultural va acompañada de demandas ante la desigualdad. En este sentido, se revelan las formas
específicas que operan en las experiencias de discriminación presentes en los diferentes países y
territorios.

La antropología ha pretendido explicar las particularidades de los modos de vida de los pueblos
como identidad cultural. Esto grafica que gran parte de las explicaciones han sido abordadas
solamente desde lo cultural. ¿Cómo la antropología puede visibilizar las diferencias y salir del
énfasis cultural que ha promovido? Desde los años 60’s, se ha buscado problematizar las formas
de exotización cultural. En este sentido, el fenómeno de la diversidad coloca dos problemáticas
como extremos. Por un lado, la exotización cultural como marco de visibilización, y por otro, la
pasteurización de la diferencia.

En este sentido, un análisis de los grupos con sus respectivas autoidentificaciones, debe vincularse
con su propio contexto y prácticas históricas.

La normalización como el escenario del poder, en donde se produce la alterización de los otros en
tanto género, clase, etc.

Las culturas ya no son entidades, sino prácticas sociales puestas en relación y con características
específicas. En este sentido, las culturas se articulan mediante tanto elementos heterogéneos,
como también elementos comunes.

El indio hiperreal – Alcida Ramos

Europa y la gente sin historia – Eric Wolf

Morita Carrasco – Los derechos de los pueblos indígenas en Argentina.

La especificidad histórica permite determinar los procesos que contribuyen a la construcción de


los otros. Por ejemplo, hay migraciones valoradas y migraciones denostadas que se vinculan con
un ideal tipo del sujeto nacional.

La interculturalidad refiere a espacios y lugares en la construcción de un determinado tipo de


relaciones que suponen grados y escalas de denominadores comunes, es decir, la relación
intercultural requiere de condiciones en tanto prácticas en común. Posteriormente, esto posibilita
la transculturación.
Salirse de la idea de la interculturalidad como un derecho de los diferentes. Nuevas propuestas
como el Kume Mongen (Traducido como buen vivir en mapudungun).

Reconocimiento de derechos diferenciados frente a derechos universales. Confusión de la noción


de justicia con la universalidad de los derechos y la igualdad con la correcta aplicación de esos
derechos.

La problemática del reconocimiento de la diversidad no opera solamente a nivel jurídico, sino


también en el ámbito económico, la jerarquización del poder y los significados con que
categorizamos las diferencias.

Generaciones de derechos: Derechos civiles, derechos políticos, derechos socioeconómicos,


derechos diferenciados.

Los derechos humanos tienen una impronta cultural. Derechos humanos a diferencias legitimas.

Sesión 2 – Occidente y la construcción de la otredad. Magdalena Toledo, Tatiana Araya y Koenraad


de Munter.

Síntesis clase anterior: Diálogos en torno a la diversidad y la diferencia, en tanto formas de pensar
lo social. Categorías que se construyen en el tiempo y en distintos contextos sociales, políticos y
económicos. Así, la diversidad puede entenderse en un momento particular de la historia de Chile,
como una herramienta de las políticas de integración, o como un derecho asociado a las políticas
de reconocimiento. De esta manera, lo primero nos lleva a la asimilación, y lo segundo a la
autonomía.

La diversidad cultural como diferencia de prácticas de vida, lo cual problematiza las vinculaciones
normalizadas entre cultura e identidad. Hacer esto neutraliza la heterogeneidad de los grupos,
separándolos de nosotros, y crenado así marcas de desigualdad. Estos procesos construyen la
alterización.

Así, la cultura se concibe como dimensión, la cual consiste en atribuir significados dinámicos y en
constante entrecruzamiento con otras dimensiones de la vida social: raza, clase, género. La
identidad sería el resultado de la interacción con otros. Y dada las múltiples posiciones que
ocupamos en la sociedad y los grupos humanos, se da un proceso de interjuego de clivajes o
interseccionalidad. Esto permite pensar la identidad como una interacción con otros, y así el
reconocimiento de las diferencias dentro de una identificación.

La interculturalidad en tanto entrecruce de distintas formas de vivir o existir, y que dan lugar a un
mosaico. Ese mosaico ha sido la forma en que los pueblos indoamericanos y afrodescendientes
han tenido y convivido con sus diferencias.

El concepto de raza es un concepto problemático para pensar las diferencias culturales. En el siglo
XVIII, hubo un rescate de este concepto desde las ciencias naturales para explicar las diferencias
fenotípicas entre europeos y no europeos. Este concepto tuvo el problema de manifestar una
jerarquización de las diferencias, y, sobre todo, la idea de que la denominada “raza blanca” sería
superior a las demás. Posteriormente, con los avances de la genética y la antropología, el concepto
de raza quedo paulatinamente invalidado. Sim embargo, las razas en tanto conceptos continúan
teniendo efectos sociales y políticos que perduran hasta el día de hoy. El efecto político más
importante de esta apropiación de la idea de raza es el racismo, en tanto justificación de las
desigualdades de determinadas diferencias. Así, como señala Kabengele Munanga, el racismo
termina siendo una ideología esencialista que postula la división de la humanidad en grandes
grupos denominados como razas, las cuales manifiestan características hereditarias, fenotípicas
comunes, pero, además, se les atribuyen características morales, psicológicas, intelectuales que se
sitúan en una escala de valores desiguales.

El concepto de etnia abandonaría está idea biologicista de raza. Y trataría de explicar la diversidad
humana, en donde las etnias son conjuntos de individuos que comparten una misma lengua,
cosmovisión y prácticas sociales que son transmitidas culturalmente. Munanga señala que esta
sustitución del concepto de raza por etnia, aun así, no resuelve el problema del racismo, porque
sigue usando una escala diferencial de valores entre las diferencias culturales. Estas
jerarquizaciones perduran en el imaginario social.

Los conceptos de raza y etnia remiten a la distinción entre naturaleza y cultura, en tanto forma de
captar y categorizar la vida social. Pese a que genéticamente se ha planteado la no existencia de
las razas como tal, esto no impide que las personas hablemos y categoricemos la vida social a
través de las razas, culturas u etnias.

Todos pertenecemos a una denominada etnia, y se plantean conceptos para referirse a la etnia de
los otros como los paganos o los barbaros. Así, la etnia se vuelve una forma de control lingüístico.
En este sentido, hablar antropológicamente de etnias resulta también problemático.

Conceptos como raza y etnia son construcciones culturales, sociales y política que encuadra a los
individuos de acuerdo a ciertas nociones como normalidad, moralidad, etc. Dichas nociones se
establecen y construyen como discursos de los grupos dominantes en términos coloniales,
heteronormados, adulto-céntricos, etc.

Al usar el concepto de grupo étnico refiere a una dinámica de poder. Por ejemplo, la
etnogubernamentalidad apunta a cómo una política de estado puede usar estos conceptos para
gobernar, disciplinar y categorizar.

Las categorías son problemáticas en el quehacer antropológico, y es importante no dejarse


capturar por las categorías. Es importante cómo las personas comprenden y usan determinadas
categorías. Hay grupo afrodescendientes que utilizan la idea de raza como una forma de concebir
su identidad, apropiándola como positiva y reivindicación de dicha identidad. Es fundamental abrir
la mirada a las distintas formas de apropiar los conceptos.

Estos conceptos, los cuales en algún momento fueron una forma de denostación y control, en
otros contextos, estos pueden ser reivindicados y reapropiados para leer la realidad social
cotidiana. En este sentido, los otros no son sólo un objeto de estudio, sino que nosotros también
pertenecemos a esa otredad.

En el caso de los afrodescendientes, el racismo cotidiano puede ocasionar la formación de una


conciencia colectiva y de reivindicación de los orígenes africanos a modo de “negritud” como
forma nueva de apropiación, la cual plantea la pregunta de qué significa ser negro. Como plantea
Fanon, lo negro es algo creado desde la perspectiva eurocéntrica blanca, y que construye este otro
desde una posición de inferioridad. De esta forma, lo negro se transforma en una experiencia
común que paso por el hecho de ser negro y las afecciones provocadas por el racismo.

En este sentido, en la realidad americana surge la complejidad de las situaciones marcadas por el
mestizaje y la colonialidad. De esta forma, la experiencia colonial histórica ocasionó forzosamente
una situación de interculturalidad que perdura hasta el día de hoy. El mestizaje se ha expresado
biológica y culturalmente. Estad dimensiones fueron el escenario de expresión de la dominación a
través de la lengua, la fe y las prácticas sociales. En base a este escenario, los grupos dominados
configuran diversas estrategias de apropiación, resignificación y resistencia.

En los años 80’s, un concepto que permite aborde la diversidad de las diferencias es la
interseccionalidad, concepto influenciado por los estudios de género y feministas. La
interseccionalidad da cuenta del lugar diferenciado que ocupan las voces dentro de un grupo
determinado. De esta forma, existen diferentes cruces en la construcción de la otredad como la
etnia, la clase, el grupo etario, el género, etc.

Sesión 3 – Amenazas a la diversidad cultural. André Menard y Héctor Mora.

Síntesis clase pasada: Los autores introdujeron conceptos como etnia, raza, mestizaje,
colonialidad, resistencia, descolonización, interseccionalidad y el rol de la antropología en el
desarrollo de estos conceptos. Estos conceptos resultan muchas veces problemáticos y tienen
efectos sociales y políticos. La raza, por ejemplo, es un concepto más doctrinario que científico, y
refiere a un intento de clasificación de la diversidad humana y de explicación de las diferencias
culturales. Aunque este haya sido invalidado, continúa siendo usado para justificar las
desigualdades. En este sentido, el concepto de raza, más que un invento científico, es una creación
del racismo. La sustitución del concepto de raza y de etnia tampoco resuelva la problemática del
racismo, en donde se categoriza a los individuos por sus rasgos culturales, lingüísticos, religiosos
en base al grupo de referencia, es decir, a un nosotros.

En relación al rol de la antropología, si bien esta es una disciplina colonial en su origen y en sus
bases metodológicas y epistemológicas, es la diciplina que más herramientas e inspiraciones
entrega para abrirnos a las otras experiencias y aprender con ellas. Esto con el fin de descolonizar
el mundo.

La idea de un lugar común daba cuenta de ciertas concepciones orientadas a la formación de un


estado nacional como un discurso homogeneizante y totalizador. De esta forma, el imaginario
social se concibe como discurso social hegemónico, en donde se presenta una jerarquía de los
objetos/áreas del conocimiento. Dicho conocimiento refiere a condiciones materiales de
producción, reproducción y circulación.
Sesión 4 – La construcción de los pueblos originarios. Luis Campos, Piergiorgio Di Giminiani y David
Nuñez.

Campos – Estado nación y etnogénesis:

¿Qué es la etnogénesis?

La construcción del estado nación no puede dejar de lado los procesos de ocultamiento,
invisibilizarían y negación de los pueblos originarios, y el caso del estado chileno no es una
excepción. Estos procesos constituyeron formas de ocultamiento, invisibilizarían y negación de
dichos pueblos, los cuales eran percibidos, desde la ideología evolucionista, como pueblos
inferiores o barbaros. Así, la construcción del estado nación contribuyo a la elaboración de
matrices ideológicas que contribuyeron a la desaparición de estos pueblos. No obstante,
contemporáneamente se rescata el fenómeno de que muchos de estos pueblos han encontrado
una reemergencia.

Estos procesos de etnogénesis refieren a procesos identitarios de corta y/o larga duración en que
una población étnicamente diferenciada se consolida o reemerge como una identidad particular.
Esto comprende transformaciones de larga duración, como las que constituyeron la antigüedad
tardía en Europa, el país vasco o el pueblo mapuche, pero también alude a procesos identitarios
de poblaciones indígenas que eran consideradas como desaparecidas, extinguidas y/o mestizadas
y asimiladas y que en los últimos años han reaparecido con fuerza demandando reconocimiento.

Así, la etnogénesis se comprende como un conjunto de procesos étnicos que incluyen, entre otros
aspectos, la reetnificación (orientada por la acción estatal o de un ente externo, como las grandes
empresas), la reemergencia (motivada por cambios internos a las propias comunidades) y la
resistencia cultural (manifestada como estrategia en contra de la invisibilización y la negación
cultural).

La formación del estado nacional y los pueblos indígenas y afro-descendientes:

Según Rita Segato (2007), las formaciones nacionales de alteridad son un conjunto de
representaciones hegemónicas de la nación que desembocan en la creación ficticia de una
identidad étnica en la que los indígenas y negros no tienen lugar.

Procesos de invisibilidad, negación, marcación y exclusión pigmentocrática:

La invisibilización fue consecuencia de los procesos de formación nacional de alteridad en que se


establecieron marcos de exclusión sustentados en criterios pigmentocráticos (Campos, 2017) y
eurocéntricos, y que fueron parte de la conformación de los Estados latinoamericanos.

Así, surgen condiciones para el desarrollo de la etnogénesis gracias en gran parte a los procesos de
democratización de los estados que obligan a nuevos acuerdos y plantean un nuevo tipo de
reconocimiento y los cambios en la legislación internacional (Convenio 169 OIT y otros). Además,
los nuevos avances del capitalismo que afectan a zonas consideradas como reservas y los procesos
organizativos propios y la consolidación de una intelectualidad indígena que pasa a liderar los
proyectos etnopolíticos.
Características de la reemergencia:

Por lo general, se presenta primero un tiempo previo a la desaparición o la invisibilización, que en


la mayor parte de los casos podemos identificar como una época de existencia real, con evidencia
arqueológica e histórica.

Luego de esto, y producto de relaciones interétnicas asimétricas, comienzan tanto la negación de


la propia pertenencia como los mecanismos de invisibilización provenientes de formaciones
coloniales y nacionales de alteridad, que niegan tanto el componente indígena como el
afrodescendiente.

A fines de la década de 1980, se da el cambio en las políticas de reconocimiento y se empieza a


impulsar lo que ha sido conocido como etnogénesis, reetnificación y/o reemergencia indígena. La
identidad se vuelve visible y comienzan los procesos de organizativos y las demandas de
reconocimiento.

Como última etapa, está la patrimonialización, que incluye los procesos de territorialización y de
performance cultural al alero de las políticas multiculturales desarrolladas en Chile en los últimos
años y también de la consolidación de un discurso descolonizador por parte de intelectuales
indígenas, lo que permite una comprensión más profunda y desde adentro de estas situaciones de
reemergencia.

Casos de reemergencia en Chile:

1.- Población indígena urbana: Procesos migratorios hacia las ciudades. Períodos de invisibilización
o blanqueamiento. Desde los 80’s, surgen procesos de organización en Santiago. Juego de palín
como forma de acogida. Lucha política.

2.- Diaguitas: Zona de Huasco Alto. Tercer pueblo más numeroso en Chile.

3.- Afrodescendientes: Organizaciones que demandan reconocimiento.

4.- Changos.

Nuñez – Caso Chonos y Changos

Pueblo que ha experimentado la invisibilización. Los chonos y changos han ocupado espacios, que,
en los tiempos de formación de la República, pasaban desapercibidos. La supervivencia de
determinados grupos indígenas ha sido el traslado hacia espacios invisibles para el Estado y sus
dispositivos.

El pueblo chono, así, responde más a una posibilidad que a una esencia, en donde este pueblo
puede volver a resurgir. Al respecto, es importante distinguir entre invisibilidad e invisibilización,
en donde el primero refiere a la no visibilidad por parte del Estado o por cualquier otra forma o
posición, la cual puede ser una situación o práctica del propio grupo, mientras que el segundo
refiere a decisiones tomadas para invisibilizar, ya sea por acción u omisión sobre un grupo
humano.
El pueblo chono se considera oficialmente extinto, pero algunas familias han sobrevivido y
establecido en territorios como Chiloé. Hoy en día, con el fin de acceder a los beneficios de la ley
indígena, estos grupos han conformado grupos mapuche huilliche. Sim embargo, su
reconocimiento por parte del Estado es limitado y sus necesidades no son abordadas como tal
dentro de la ley indígena.

Actualmente, estas comunidades de los golfos de Aysén están luchando por el reconocimiento de
sus derechos y prácticas culturales como el nomadismo, la pesca tradicional y la mantención del
propio territorio. La presencia de antecedentes y elementos recogidos desde el quehacer
antropológico que puedan fundamentar el resurgimiento de los chonos. Uso ancestral de espacios
costeros.

Procesos de descolonización actual y sus cambios. Reconocimiento de los elementos culturales

Di Giminiani – Formación de sujeto en las políticas y discursos del Estado hacia el pueblo-nación
mapuche.

La importancia de analizar los procesos de definición de lo que resurge culturalmente en los


pueblos originarios y de sus elementos políticos como la tierra y otros recursos naturales. De esta
forma, la identidad y su definición recae sobre el estado y la sociedad, quienes determinan cuáles
sujetos forman parte de esta identidad. En este sentido, las definiciones estatales de elementos
como territorio o indígena son herramientas políticas que permiten relacionarse con el entorno
natural.

La formación del sujeto:

Como señala Foucault, el sujeto es el resultado del discurso de la relación entre poder y
conocimiento. El sujeto es ideal y no necesariamente se ve reflejado en personas de carne y
hueso. Sin embargo, direcciona conductas y aspiraciones. Así, el sujeto ideal es reflejo de valores
dominantes, y moviliza aspiraciones.

Para estudiar estas figuras de sujetos ideales, es fundamental analizar los procesos educativos. Los
procesos educativos son claves para la formación de sujetos, en donde se presentan rechazos y
antagonismos.

Definición de pertenencia en base a la calidad indígena, la cual es una forma muy basada en la
genealogía, presentando elementos como el apellido o descendencia. Así, la comunidad indígena
se elabora mediante un proceso de construcción constante sobre activaciones de nuevas redes
sociales.

Delimitar el territorio:

El territorio no sólo ayuda a reunir nociones y valores vinculados a la memoria y la reivindicación


identitaria, sino también para delimitar los elementos y sus relaciones.

¿Cómo delimitamos los límites de territorios ancestrales cuando estos tenían flexibilidad y usos
individuales-colectivos? Los territorios mapuches no eran propiedades privadas, pero deben ser
demostrados como tal.

El régimen de la evidencia: documentos y en segunda instancia informes.


Primera paradoja: ¿Cómo se demuestra la usurpación histórica mediante documentos que fueron
diseñados originalmente? La importancia del Título de Merced: ¿Qué sucede con las tierras que no
están incluidas en ese título? ¿Se puede analizar críticamente dicho documento? ¿Quién tiene
derecho a dicho territorio? En este sentido, el documento tiene un poder, pero su aplicación es
limitada debido a la elaboración realizada por los colonos.

Segunda paradoja: La restitución mediante “predios alternativos”, como causa de reubicaciones y


nuevas fracturas intra e inter-comunitaria.

Emprendimiento indígena:

Políticas de fomento al emprendimiento. Modelo de emprendimiento indígena. Mercantilización


de la identidad y la cultura. Discurso antiracista a través del emprendimiento. El emprendimiento
activa redes políticas y económicas. Promueve valores neoliberales o apropiaciones contra
nociones de indigeneidad permitida.

Surgimiento de nuevas dependencias de las PYMES a las acciones políticas.

La pregunta del sujeto es abordada tanto por el Estado como por los propios pueblos indígenas en
los actuales procesos de descolonización.

Módulo 2 – Diversidad cultural en los territorios:

Revisión de los procesos socioculturales y socioétnicos que se han desplegado en la zona


macrozona centro-sur.

Sesión 5 – Macrozona Centro-Sur y Estado chileno. Salvador Rumian y Cristián Álvarez.

Rumian - Colonialismo en la Futawillimapu. Antecedentes Generales:

El régimen colonialista es un proceso vigente en el Chile contemporáneo.

La concepción espacial horizontal mapuche plantea la existencia de cuatro “tirantes” que permiten
identificar las cuatro direcciones principales sobre la tierra, los denominados puntos cardinales.
Dicha concepción se denomina como Meli Witran Mapu.

Kultrun: Pikun (Norte), Willi (Sur), Puel (Este), Gulu (Oeste)

Los conceptos derivados del Meli Witran Mapu nos permiten ver la diversidad interna dentro de la
unidad del gran colectivo mapunche.

Actualmente, gran parte del pueblo mapuche vive en ciudades, lo cual grafica una historia
marcada por el despojo y la usurpación de los territorios y la cultura, junto con la lucha por los
derechos colectivos como la libre determinación.

Procesos de invasión diferenciados.

La Futawillimapu es el espacio ancestral mapuche que inicia en la zona de Lago Ranco hasta el río
Maullín.
Títulos de comisario: Títulos de Juez y Títulos de Alcalde.

Álvarez Abel – Corrales de pesca:

Los corrales de pesca son estructuras de pesca que implicaban un primer gasto de energía
importante, pero después podían ser usados sólo reparando las partes que por alguna razón se
deterioraban. Su ingenio radica en el conocimiento de los cuerpos de agua: marea, mar, corrientes
y ríos.

Sesión 6 – Norte Grande y Estado Nación. Hans Gundermann.

Sesión 7 – Rapa Nui y Estado Nación en Chile. Construcción de la nación en el territorio. Lecturas
de la historia después de la anexión. Movimientos y conflictos sociales en el territorio. Andrea
Aravena; Rolf Foerster.

Sesión 8 -

Módulo 3 – Conflicto Mapuche: Análisis histórico, político y territorial.

Sesión 9 – La constitución de la propiedad mapuche, fiscal y particular. Martín Correa; Raúl Molina.

Libros:

Reforma Agraria y las tierras mapuches.

Las razones del Illkun/Enojo: Memoria, despojo y criminalización del territorio mapuche de
Malleco.

Las tierras de la ira: Los conflictos entre mapuches, empresas forestales y Estado. El caso de la
comunidad de Temulemu.

La historia del despojo: El origen de la propiedad particular en el territorio mapuche.

El territorio mapuche a 1818, presenta dos realidades: Un territorio mapuche independiente-


autónomo, y territorios mapuches ocupados y/o sometidos a legislación colonial.

Territorios:

 Provincia de Arauco
 Alto Bio Bío
 Malleco y Cautín
 Provincia de Valdivia, Osorno, Llanquihue y Chiloé.
Sector de Malleco y Cautín como territorio abordado por la acción del Estado para la construcción
empresarial y económica. Se ven involucrados tres elementos importantes: 1.- Los títulos de
propiedad; 2.- Títulos de Merced; 3.- La propiedad o reserva.

Los títulos de propiedad rematan o usurpan el territorio. Los títulos de merced son un “refugio”
del antiguo territorio. Esto conforma una historia que es plasmada en la memoria. Dicha memoria
es construida socialmente al interior de las rukas, la cual se expresa como una memoria viva que
es compartida, y se reconstruye constantemente.

Relación de conflicto entre invasores e invadidos: Guerra de Arauco.

1598: Levantamiento de Curalaba.

Parlamento de Tapihue: Reconoce autonomía y jurisdicción. Se marca y remarca la frontera entre


las dos culturas.

Ocupación de la Araucanía: Intereses económicos y políticos. Búsqueda de tierras y ejercer la


soberanía. Creación del enemigo interno.

Creación de fuertes y ciudades en puntos clave

Reparticiones de tierras.

1.- La usurpación de las tierras y el territorio mapuche, violencia racial. El Estado actúa a través de
la constitución de la propiedad, la cual se apoya en elementos jurídicos y administrativos,
haciendo así un lavado de los títulos. Para la ocupación de la propiedad, se usa la fuerza policial
mediante el desalojo. Expresiones de violencia racial en torno a un Estado de laissez faire.

Títulos de comisario en Valdivia y Osorno:

 En esta zona, la política del Estado chileno fue iniciar a partir del año 1824 y 1832 el
reconocimiento de los territorios indígenas de Osorno, Río Bueno, Pilmaiquen y Lago
Ranco.
 Se reconocieron a favor de los indígenas de los territorios que mantenían en su poder y
que no habían sido objeto de enajenación o usurpación, especialmente por los españoles.
 El Estado chileno dio continuidad a la política colonial, manteniendo las instituciones de
los Comisarios de Naciones y Capitanes de Amigos, y reconoció todas las tierras
demandadas por los mapuche.
 Estos reconocimientos de tierras constituyeron títulos de dominio sobre grandes
extensiones de terreno.
 Los reconocimientos territoriales se efectuaron en un marco de no beligerancia Estado
Nación – Indígenas que los diferencia de lo ocurrido décadas más tarde en la Araucanía,
donde el Estado restringió el tamaño de acceso a la tierra a los mapuche.

Usurpaciones:

 La política del Estado chileno, después de la entrega de Títulos de Comisario, fue no


reconocer nuevos títulos de propiedad a los mapuches.
 Dejo en manos de los alcaldes, jueces locales, y jueces de letras la constitución y
regulación de la propiedad indígena e debían contar con la asesoría de los comisarios de
naciones y capitanes de amigos.
 Está situación favoreció la usurpación de tierras y la especulación.

La matanza de Forrahue – Osorno.

Sesión 10 – Movimientos indígenas y reconocimiento constitucional: La gran revuelta mapuche.


Fernando Pairican.

Libros:

Malon, la rebelión del movimiento mapuche.

La biografía de Matías Catrileo.

Siguiendo a Silvia Rivera Cusicanqui, las memorias reflejan las diversas capas de la colonialidad.
Así, la memoria del pueblo mapuche se puede situar en distintos procesos: (1) La ocupación; (2) la
reducción; (3) la migración; (4) la racialización; (5) la creación.

Estas memorias estarían ocupadas por determinados momentos históricos: Fin de la ocupación de
La Araucanía (1883); Decreto de Ley Títulos de Merced (1927); Reforma Agraria (1967-1973);
Contra reforma agraria (1973-1983).

La memoria larga:

El siglo XIX es un ciclo refundacional, en donde las revoluciones europeas (liberal y capitalista) se
constituyen en una estructura colonial. Esto desarrolla procesos de conquista y dominación. Lo
tradicional es catalogado como parte de la barbarie y lo salvaje.

Vicuña Mackenna: La cuestión de Arauco es un fantasma sangriento, que deambula en tres siglos
en nuestra historia.

La ocupación de la Araucanía es un proceso político.

Los parlamentos como elemento ideológico que permite comprender al mapuche como
independiente del Estado chileno. Inteligencias colectivas

La modernización y comprensión ilustrada como choque con las concepciones mapuche.

El movimiento mapuche realiza una recuperación de los conceptos políticos para dotarlos
políticamente de lo que deberían haber sido. El Futa Malon refiere a un gran levantamiento a
modo de resistencia y de victoria.

La guerra y la expansión territorial construye al país y a su elite.

Sesión 11 – Dinámicas locales y territoriales contemporáneas. Natalia Caniguan; Francisca de la


Maza.
Política indígena desde la Araucanía:

Sesión 12 – Derecho indígena, autonomía y plurinacionalidad. Antonia Rivas; Claudio Alvarado


Lincopi.

Alvarado Lincopi – Plurinacionalidad en el debate:

Relación colonial: El colonialismo no es sólo algo que se circunscribe del siglo XVI al XIX, sino que
es algo más bien contemporáneo y expresado de diversas formas. Existen diversas nociones
actuales como el colonialismo interno o el colonialismo de colonos, las cuales manifiestan que hay
una permanencia de la relación colonial. En el caso chileno, dicha relación se manifiesta en la
formación de la República, la cual ejecuta formas de despojo a los pueblos indígenas con el fin de
generar una estructura monocultural de la chilenidad en pro de una noción civilizatoria. Se expresa
también a través de una microfísica del poder colonial a través de las prácticas educativas, de
salud, cotidianas, de justicia, policial entre otros. Estos procesos se constituyen como una
gubernamentalidad que moviliza procesos de subjetivación y mecanismos de regulación del poder
colonial. No es sólo una estructura, sino que se capitaliza y se presenta en cada una de nuestras
relaciones sociales. De esta forma, nos insertamos cotidianamente en una trama colonial, la cual
expresa este conflicto entre el Estado y las formas de resistencia de los pueblos indígenas.

Esta relación colonial se reinventa en las últimas décadas, yendo de la negación total del indígena
y de control de las diferencias (liberalismo: El indígena es un individuo, su reconocimiento es
individual y no colectivo), al neoliberalismo contemporáneo.

Existen diversas disputas abiertas por la emergencia y movilización indígena:

 El concepto de pueblo indígena (Tensiones entre pueblos y etnias)


 El reconocimiento y promoción de la diversidad cultural (derechos lingüísticos, educación
intercultural bilingüe, salud indígena y su posición pública)
 La participación política de los pueblos indígenas.
 El reconocimiento del derecho de libre determinación de los pueblos indígenas.
 Los derechos colectivos de propiedad de los pueblos indígenas respecto de sus tierras,
territorios y recursos naturales.
 El derecho consuetudinario como fuente normativa.

Plurinacionalidad y autodeterminación:

 Múltiples naciones en la comunidad política.


 Participación diferenciada y articulada en la comunidad política.
 Promoción en la vida pública de la diferencia cultural.
 Construcción de estamentos plurinacionales.
 Plurinacionalizar la microfísica/la sociedad civil.
 Plurinacionalizar instituciones de la comunidad política: pluralismo jurídico.
 Reconocimiento de la libre determinación: comunidad políticas diferenciadas,
desjerarquizadas y articuladas.

Plurinacionalidad y el debate político en cuestión:

La plurinacionalidad no es un componente para salvaguardar derechos a los pueblos indígenas,


sino también como una crítica profunda a una forma de gestión del poder basada en el
centralismo y presidencialista. De estos procesos se desprenden las crisis de gobernabilidad y
gubernamentalidad. La plurinacionalidad como algo que problematiza la democracia y sus
aplicaciones que vayan más allá de la representación.

Plurinacionalidad y diversidad: Antagonismos de racionalidad en torno a nociones como la


naturaleza y lo indígena.

Plurinacionalidad y centralismo/presidencialismo: Dispersión del poder y oportunidades


democratizadoras. Autonomía y democracia desde los territorios.

Plurinacionalidad y el desgaste de la identidad estado-nación: La chilenidad en cuestión.

La plurinacionalidad no sólo implica reconocimiento, sino también formas de redistribución del


poder y de condiciones materiales para que ese reconocimiento se pueda movilizar públicamente.

Charlas libros:

Alvarado Lincopi – Mapurbekistán:

Huenchumilla – Wellmapu: Ensayos sobre Plurinacionalidad y convención constituyente

También podría gustarte