Está en la página 1de 21

Bes y Heracles: estudio de una relación

DAVID GÓMEZ LUCAS


UNIVERSIDAD DE SEVILLA

RESUMEN ABSTRACT
El propósito de este trabajo ha sido estudiar las The purpose of this work has been the study of the
similitudes, iconográficas y conceptuales entre Bes y c o m m o n points between B e s and Heracles from an
Heracles. iconographycal point of v i e w as well as from their
En la sección dedicada a iconografía nos h e m o s attributions.
servido, principalmente, de un conjunto de escara- In the section versing about the iconography I
beos de tradición fenicia y griega, para ilustrar estas used Phoenician and Greek scarabs in order to point
similitudes. out those common elements.
La segunda parte trata de poner de relieve los The s e c o n d part tries to compare s o m e similars
comunes atributos entre B e s y Heracles con especial attributions b e t w e e n B e s and Heracles, specially
atención al Heracles Dáctilo del Ida. Heracles called Idaean Dactyli.
Finalmente, hemos tratado de conectar iconografía Finally, I have connected iconography and attribu-
y atributos de las respectivas deidades para tratar de tions and I have tried to explain why, probably, was
explicar por qué fue la divinidad nilòtica uno de los B e s the main model of an Heracles who, in the first
principales modelos de un Heracles que, a principios part o f the seventh century, hadn't defined all his
de siglo VII a. C. tenía, aún, muchos rasgos iconográ- elements.
ficos por configurar.

"Yo tengo muchos indicios de que los egipcios El campo general de la religión antigua no es
no han tomado de los griegos el nombre de Heracles, ajeno a estas consideraciones, como tampoco lo
sino los griegos de los egipcios" es el estudio particular de las figuras de su pan-
(Heródoto, I I 4 3 ) teón. Los paralelos entre divinidades egipcias,
babilónicas y sirio-palestinas han llamado la
atención desde antiguo, tanto en lo referente a
Cuando tras la Época Oscura el mundo griego sus iconografías como a sus atributos. Bes y
comienza a emerger, Egipto, Babilonia y las ciu- Heracles son dos de estas figuras en las que se
dades de la costa Sirio-Palestina, llevan siglos advierten curiosos paralelos que van a ser objeto
de historia. Sin duda, ese mundo nuevo que sur- de este trabajo. Para hacer más clara la exposi-
gía tomó prestados muchos elementos de estas ción, vamos a platear un pequeño esquema de la
antiguas civilizaciones y que luego adaptaría y estructura de este estudio.
modificaría. Lo que ocurre es que cuestiones Los paralelos existentes entre Bes y Heracles
como cuándo, dónde y en qué campo de la acti- vamos a estudiarlos utilizando dos tipos de fuen-
vidad humana se llevaron a cabo estos présta- tes: iconográficas y textuales.
mos son muy difíciles (cuando no imposible) de Pero como hasta el siglo VII a. C. no tenemos
determinar. Incluso es difícil de precisar si hubo ninguna representación gráfica de Heracles,
o no tales préstamos. Lo que es seguro, es que la empezaremos describiendo los principales tipos
naturaleza de estos, ni fue lineal ni ordenada, iconográficos de Bes, desde que estos aparecen,
sino caótica. hasta que podamos compararlos con las prime-

91
¡1 Congreso Internarìonaì del Mundo fuñico Cartagena, 2000

ras de Heracles, para así fijar los rasgos más serpientes, con las piernas en cuclillas y llevan-
sobresalientes del primer elemento de la compa- do sobre la espalda una piel de león cuya cola le
ración. cae por entre las piernas. Pero, como decía, será
Cuando lleguemos al siglo VIII a. C , dejare- en el Reino Nuevo cuando su iconografía se
mos por un momento a Bes, y nos centraremos empiece a enriquecer de manera considerable.
en Heracles. No para hablar de su iconografía Entonces Bes aparecerá asociado a monos
(ya que esta no existe bien definida aún) sino babuinos, tocando instrumentos musicales como
para ver que información podemos recabar en la tambores, y luciendo su vistosa corona de plu-
Ilíada, la Odisea y la Teogonia que son las úni- mas. Además, alguno de los rasgos que ya se
cas fuentes de las que en ese momento dispone- habían apuntado en la etapa anterior, se van
mos sobre él. desarrollando y haciéndose más evidentes a
Al entrar en el siglo VII a. C , la cerámica nivel iconográfico, como son la barba y sus
griega nos aportará las primeras iconografías macizas proporciones''.
conocidas de Heracles, y este será el momento Bes no es desconocido en el Próximo Oriente,
en el que empecemos a establecer las primeras o por lo menos figuras muy similares a él.
comparaciones. Pero el apartado de mayor peso Durante el periodo en el que la zona mesopotá-
de esta primera parte dedicada a iconografía lo mica estaba dominada por Isín y Larsa (c.
va a tener el estudio de la glíptica greco-fenicia 2070-1820 a. C.) tenemos constancia de las pri-
del siglo VI a. C. en adelante. En este campo de meras representaciones del demonio Humbaba',
las artes menores, es donde va a tener lugar el representado sobre placas de arcilla y con una
proceso de asimilación iconográfica entre Bes y cara monstruosa. En época neobabilónica
Heracles. Para ilustrar este lento y complicado (durante el I milenio) fue muy popular otra figu-
proceso, veremos varios escarabeos en los que ra demoníaca: Pazuzu^ representado con alas y
podremos comprobar las curiosas similitudes cara de perro y cuya efigie, al igual que ocurría
entre estos dos personajes. Observaremos cómo con Bes, llevaban colgada del cuello las mujeres
la iconografía del Heracles griego se irá forman- embarazadas en la creencia de que espantaba a
do, poco a poco, con elementos tomados del otros demonios maléficos. En el Mundo Hitíta
dios egipcio que serán progresivamente modifi- encontramos amuletos de fayenza que con segu-
cados e incluyendo, a la vez, elementos propios, ridad representan a Bes a la manera en que, con-
hasta configurar, siglos más tarde, una iconogra- temporáneamente, se estaba representando en el
fía propia. Egipto del Reino Medio^. Un tipo muy similar
Antes de entrar propiamente en materia, hay de amuletos los encontramos, esta vez, en el
que aclarar que el nombre de Bes no aparece "Templo de los Obeliscos", en Biblos, durante
hasta finales del Reino Nuevo' (c. 1550-1070 a. unas fechas que oscilan entre el 1900-1600 a.
C.) y que, hasta que llegue éste momento, "Bes" En Megiddo, una provisión de marfiles que
es un nombre genérico dado por los investigado- se fechan contemporáneamente a la XIX" y XX"
res a un grupo de genios y demonios (de aspecto dinastía (c. 1350-1150 a. C.)' muestran distintas
casi idéntico) entre los que se encuentran los iconografías de Bes. Las más significativas de
Aha o Hatitil ellas son aquellas en las que aparece vestido con
Las primeras representaciones que con seguri- un faldellín plisado y con alas (Lám. I. Fig. 2).
dad representan a "Bes" datan del Reino Medio' Y llegamos a Chipre. Contemporáneamente a
(2130-1790 a. C ) , pero la iconografía con la que las dinastías XVIII y XIX (c. 1550-1194 a. C ) ,
lo reconoceremos hasta época romana no acabó aparecen en Chipre anillos que muestran una
de definirse con claridad hasta principios del iconografía de fuerte influencia egipcia, aunque
Reino Nuevo. No obstante, ya desde el Reino no se sabe si esta influencia se produjo a través
Medio aparece con sus atributos más caracterís- de la costa sirio-palestina o directamente de
ticos: Bes es una figura enana, representada en Egipto'". También tenemos representaciones de
posición frontal, con facciones grotescas, arma- Bes del Bronce final, apareciendo en pequeños
do de cuchillos, muchas veces flanqueado por cuencos de fayenza que nos lo muestran asocia-

92
•s y Heracles: estudio de una relación David Gómez Lucas

LAMINA I.

Figura 1. Diente de hipopótamo fechada en el Reino Medio Egipcio.


(PADRÓ, J., "El déu Bes: Introducció al seu estudi", Fonaments, Barcelona 1978,27.)

Figura 2. Placa de marfil procedente de Megiddo.


(WILSON, v., "The Iconography of Bes with Particular
Reference to the Cypriot Evidence", Levanti, 1975,85.
Figura 3. Bes "Señor de los Animales"
Fig. 2.1.
(/6/(/ein,p.89.)fig. 3.1.

93
// Congreso Internacional del Mundo Púnico Cartagena, 2000

do, normalmente, a figuras danzantes. Estas que representa esta iconografía de Bes, podrían
imágenes de Bes responden al estereotipo del remontarse hasta el siglo VII e incluso al VIII a.
Imperio Nuevo, pero con ligeras variantes que C. Pero será a mediados del siglo VI a. C. cuan-
nos hacen dudar de si el lugar de fabricación de do la glíptica fenicio-chipriota conozca el
estos cuencos es el propio Egipto, la costa Pales- momento de más apogeo y empiecen a docu-
tina o la misma Chipre". mentarse las series de escarabeos de jaspe verde
Tras pasar el período de oscuridad de los que muestren a Bes según el tipo iconográfico al
siglos XII y XI a. C , el Mediterráneo oriental que acabos de referimos, aunque la mayoría de
empieza a conocer una actividad desconocida estos ejemplares correspondan a series tardías
hasta entonces. La presencia fenicia en Chipre producidas en talleres occidentales como el de
está documentada a partir de la segunda mitad Tharros". Hablo de la glíptica porque será en
del sigo XI a. C , aunque no se hace estable y este campo donde se hagan más evidentes los
sólida, al menos en la parte sur oriental de la paralelos iconográficos entre el Bes que lucha
isla, hasta finales del siglo IX a. C , momento en con las fieras y el Heracles que con posteriori-
el cual tiene lugar la fundación, o refundación, dad aparecerá en el momento de auge de la glíp-
de Kition'l tica orientalizante griega del siglo VI a. C.
Me he referido a todo esto, para dar una idea Pero no es éste el único campo donde se refle-
del papel que va a jugar Chipre en el marco de ja la temática del héroe luchando contra las fie-
nuestro estudio. Sobre todo desde el siglo VIII a. ras. En los cuencos chipriotas, como el hallado
C , será un lugar privilegiado para que se en Idalión (y que se fecha en tomo a finales del
encuentren Egipto, el mundo griego, el fenicio y siglo VIII, mediados del VII a. C.y\ (Lám. II)
el proximo-oriental. encontramos también este motivo. En él apare-
Visto el contexto histórico en el que estamos, ce, varias veces, una figura muy parecida a Bes
voy ahora a analizar, de un modo más particular, que, vestida siempre con la leonte; en una oca-
este mundo fenicio-chipriota durante un periodo sión carga con un león, en otra pelea contra él
capital para el tema que aquí nos ocupa y que es con sus propias manos y en otra lo sostiene
el comprendido entre principios del siglo VIII a. sobre sus hombros con el brazo derecho mien-
C. y mediados del VI a. C. tras que con el izquierdo agarra por el cuello a
Como producto de esa convivencia de cultu- un ganso.
ras que se dio en Chipre, aparecieron muchos Pero qué sabemos del Heracles griego entre
tipos de genios y demonios procedentes de estos fines del siglo VIII y principios del VII a. C ,
distintos ámbitos y allí se mezclarán hasta tal fechas en torno a las cuales se componen los
punto que muchas veces no se sabe con seguri- poemas homéricos y la Teogonia de Hesíodo. Se
dad si el amuleto o la figurilla en cuestión repre- tratan de referencias muy escuetas y que aluden
senta a Ptah-Pateco, al demonio Humbaba, a una la mayoría de las veces a su fuerza y a su valor:
gorgona griega o a un sátiro, personajes que apa- "Heracles, el héroe valeroso"", o "Heracles, el
recen en Chipre, unos antes y otros después, por héroe de valiente corazón""*, etc. También nos
las fechas a las que acabo de referirme encontramos dos referencias muy interesantes:
¿Qué sabemos de nuestros dos protagonistas una que hace alusión a su manejo del arco", y
por estas fechas? otra en que el poeta cuenta cómo Zeus ayudó en
El siglo VIII a. C. supone el surgimiento en el muchas ocasiones al héroe, en concreto aquella
campo de la glíptica de un tipo iconográfico que vez en la Euristeo lo mandó a que le trajera el
tiene una gran importancia para el tema que nos perro del Hades'* (cuyo nombre -Cerbero-
ocupa. Me refiero al Bes "Señor de los Anima- Homero no menciona), y que es una de las esca-
les" (Lám. I. Fig. 3), iconografía que ya tenía sas veces en las que en la Ilíada se alude a algu-
sus precedentes en un mundo proximo-oriental no de los trabajos de Heracles.
muy aficionado a la representación de escenas En la Odisea, cuatro son las veces en las que
en las que un héroe o un dios se enfrentaba a las aparece el heráclida. En ellas se alude explícita-
fieras. Algunas series de escarabeos de cornalina mente a su carácter mortal, pero de la misma

94
Bes y Heracles: estudio de una relación David Gómez Lucas

LAMINAN.

Figura 1. Copa Idalion. MOSCATI, S., "Le coppe metalliche", I Fenici, p. 442.

Fig. 4

Figuras 2,3 y 4. Detalles. Ibidem, p. 442.

88
a Congreso ¡ntermcioml del Mundo Púnico Cartagena, 2000

forma se menciona que comparte con los dioses rece por primera vez como atributo de Heracles
inmortales sus banquetes" e incluso rivaliza con en un alabastrón protocorintio reciente fecha-
ellos en competiciones de tiro con arco^". do a finales del siglo VII a. C". Pero el hecho de
Más interesante es la información que sobre él que Heracles se muestre entonces con la leonte,
encontramos en la Teogonia de Hesíodo. Aquí no supone que previamente haya aparecido, en
podemos encontrar "trabajos" que no aparecían cualquiera de los campos del arte griego, su ima-
en la obra de Homero, como cuando lucha y gen en lucha con el León de Nemea, episodio
mata al trípice Gerión^', cuando a la Idra de Ler- que, de hecho, no aparecerá hasta el siglo VI a.
na?^ y al León de Nemea".
De todas maneras, y en relación con lo que Esto no deja de ser algo extraño. Lo lógico
aquí nos interesa, tanto en Homero como en sería que el motivo de la representación de la
Hesíodo, Heracles está en el mito, pero éste no lucha fuera cronológicamente anterior a aquél en
cuenta todavía con una iconografía más o menos el que Heracles lleva lo que se supone un trofeo
definida (si exceptuamos la referencia explícita de resultas de la acción anterior. Pero también
al arco). Incluso en la Teogonia, cuando se narra podría ser esto consecuencia de los azares de la
su combate contra el León de Nemea, no existe investigación arqueológica. Lo que parece aún
ningún detalle de cómo se produce la lucha, ni si más incongruente es que en representaciones
el héroe griego utilizó un arma, sólo sabemos cerámicas (posteriores al siglo VI a. C.) que
que "hízolo sucumbir el vigor del fornido Hera- muestran a Heracles luchando con el León de
cles"21 Nemea aparezca el héroe con una piel de león
Hasta ahora, hemos hablado de Bes y Hera- encima. Estamos en lo de antes, ¿no debería ser
cles por separado. Pero llegamos a una época, la piel del león algo que se colocara el héroe
finales del siglo VII principios del VI a. C , en la después de haberle vencido y no mientras está
que empezamos a ver los primeros paralelos ico- luchando con él?, ¿no podría ser que el motivo
nográficos entre los dos. del héroe con la leonte fuera algo ya establecido
Pero vayamos por partes. ¿Qué es de la icono- con anterioridad y se empleara tal cual en las
grafía de Bes en la glíptica fenicio chipriota en representaciones artísticas posteriores?
estas fechas a las que acabo de referirme? Veá- Y llegamos al siglo VI a. C. para volver al
moslo en dos ejemplos. En un escarabeo en sar- campo de la glíptica. Lo primero que hay que
dónica, de la Colección Cesnola^^ engastado en aclarar, es que la mayoría de las piezas que
un anillo de oro de tipo fenicio, está representa- vamos a ver, están esparcidas por colecciones de
do un Bes cubierto con la leonte encima, llevan- todo el mundo sin que muchas veces se conozca
do su característica corona de plumas, que lucha su procedencia y su contexto arquelógico de un
con un león rampante. Otros elementos que apa- modo preciso. Así, su datación sólo puede ser
recen en este escarabeo, tales como el disco aproximativa. Por esta misma razón, igualmente
solar alado, ya presente en los sellos fenicios del genérica y aproximativa es su catalogación
siglo VII a. C , y en los de en época persa, y como "gemas greco-fenicias".
como el ojo udjat que aparece detrás de nuestro En primer lugar, analizaremos un escarabeo
personaje, permiten situar su datación en fechas del Metropolitan Museum hecho en diaspro
no más tardías de finales del siglo VII a. C. De verde, para el que A. M. Bisi^'' proponía una
la Colección Amatunte2^ tenemos otro escara- datación que estaría en torno a mediados del
beo, también en sardónica, que parece ser sólo siglo VI a. C. En él aparece la figura de un Bes
unos decenios más reciente que el anterior. En él de macizas proporciones, representado de perfil
aparece un personaje desnudo(de difícil identifi- a la manera egipcia y de pie sobre un signo jero-
cación) que traspasa con una espada corta a un glífico nb reticulado. El dios Bes aparece barba-
león rampante al que sostiene por la mandilDula. do, con corona de plumas, y con una cola de
Paralelamente, ¿qué tenemos de Heracles por león que arranca de sus glúteos, por lo que es de
las mismas fechas que pueda servirnos para suponer que llevaría sobre sus hombros la
establecer los primeros paralelos? La leonte apa- correspondiente piel de león. Con el brazo

96
Bes y Heracles: estudio de una relación David Gómez Lucas

izquierdo, y cargándolo con sus hombros, sos- tenía en pie el Bes anterior, recuerdo del antiguo
tiene a un león, mientras que con el derecho, que nb reticulado, ha desaparecido. De todas formas,
mantiene extendido, sostiene un pequeño jabalí sigue llevando su característica corona de plu-
cabeza abajo. Detrás de Bes aparece un elemen- mas y su leonte', cuya existencia se deduce por la
to romboidal fijado sobre un asta y que parece cola de león que sobresale a la altura de sus glú-
una flor de papiro abierta (Lám. III. Fig. 1). teos. (Lám. III. Fig. 4) Por todo lo dicho, este
Muy parecido a éste es otro escarabeo conser- escarabeo, siguiendo la línea interpretativa de
vado en el Louvre'". La iconografía es práctica- Anna María Bisi, supondría un avance en el pro-
mente idéntica, y los elementos los mismos: Bes ceso de asimilación, tanto figurativa como con-
de perfil a la manera egipcia, apoyado sobre un ceptual, entre el Bes fenicio y el Heracles
signo nb reticulado, con barba, corona de plu- griego.
mas, jabalí, león, etc. (Lám. III. Fig. 2). La siguiente pieza supone un paso más en el
Estos dos ejemplos representan la iconografía proceso de asimilación figurativa entre Bes y el
más "pura" del Bes "Señor de los animales" en Heracles griego. También se encuentra en el
la forma en la que ya era familiar en el Próximo Metropolitan Museum", y es de origen desco-
Oriente desde principios del I Milenio a. C. Pero nocido. En él podemos observar a una musculo-
las pequeñas variantes a este tema van a comen- sa figura, pero de proporciones algo más
zar pronto. esbeltas, perfectamente centrada y vista de per-
Pasamos ahora a analizar un escarabeo de fil. Con su mano izquierda sujeta a un león que
ágata, actualmente conservado en Budapest' pende boca abajo, mientras que con la derecha
considerado de fabricación chipriota o sirio- sostiene una maza con la que se dispone a gol-
palestina y datado por él mismo en el siglo V a. pear a la fiera. A la izquierda de la composición,
C. La composición del tema es la misma, pero el aparece un perro corriendo, por falta de espacio,
Bes, que lleva la leonte anudada al cuello, apa- en sentido vertical. Lo único que nos recuerda
rece con proporciones más estilizadas. También aquí a los escarabeos en los que aparecía Bes es
se han simplificado otros elementos. La corona la poderosa musculatura del héroe, la línea hori-
de plumas aparece de un modo casi anecdótico y zontal sobre la que se asienta éste y de cuya evo-
el nb reticulado, propio de las gemas más anti- lución ya hemos hablado, y el propio motivo de
guas o deliberadamente arcaizantes, sobre el que la composición. En cuanto a la datación del mis-
mo, ésta viene dada por la técnica de incisión. El
se asentaban los anteriores modelos, se ha con-
uso del trépano redondo convierte en pequeños
vertido en una delgada línea horizontal. También
circulitos algunas partes de la anatomía, tanto de
hay que poner de relieve que elementos clara-
la fiera como del héroe. Esta técnica de incisión
mente orientales, como la presunta flor de papi-
es propia de muchas gemas griegas tardo arcai-
ro que aparecía en el escarabeo del
cas (último cuarto del siglo VI al inicio el siglo
Metropolitan, han desaparecido (Lám. III. Fig.
V a. C ) , también de la glíptica etrusca a partir
3).
de la segunda mitad del siglo VI a. C. y, por últi-
En un escarabeo de sardónica hallado en Tha-
mo, de una serie de escarabeos provenientes de
rros'-, empezamos a ver cómo el antiguo estilo
Tharros datados entre la segunda mitad del siglo
de los talleres de tradición fenicia, al ponerse en
IV y el inicio del IH a. C'^ (Lám. III. Fig. 5).
contacto con el repertorio griego, empieza a
cambiar y continúa el proceso de simplificación Para terminar, examinaremos dos escarabeos
y cambio antes apuntado. Vemos a un Bes de más: uno de procedencia desconocida, actual-
aspecto un tanto silénico, que lleva, no a una fie- mente en el Metropolitan Museum" (Lám. III.
ra sobre los hombros, sino a un antílope, y, Fig. 6) hecho en cornalina rosa, y otro proce-
correteando a ambos lados de sus piernas, sen- dente de Ibiza'*" (Lám. III. Fig. 7). El primero
dos perros, animales éstos extraños por comple- sería sólo unos decenios más reciente que el
to al contexto iconográfico de la divinidad segundo de los escarabeos analizados del mismo
egipcia y más relacionados con la saga heraclea. museo, es decir, a comienzos del siglo V. C. El
Además, la línea horizontal sobre la que se man- de Ibiza, en torno a finales del mismo siglo".

97
a Congreso ¡ntemacional del Mundo Púnico Cartagena, 2000

Estos dos escarabeos constituirían el último Heracles griego con tradiciones más antiguas
eslabón del discurso iconográfico que hemos que él, no es nueva, ya que autores como Diodo-
estado analizando. La temática y la iconografía ro, eran de la opinión de que la maza y la piel de
del Bes "Señor de los animales" que se había león corresponden a un Heracles antiguo, por el
originado en el Próximo Oriente alrededor del hecho de que, al no haber sido aún inventadas
siglo VIII a. C , se ha fusionado, ya completa- las armas, los hombres se defendían con palos y
mente, en un contexto plenamente griego. El ter- usaban las pieles de los animales como cora-
cer escarabeo del Metropolitan es prácticamente zas^l
idéntico al segundo de este mismo museo que
hemos analizado, si exceptuamos que, en vez de ***************
un perro, aparece un zorro, que el héroe muestra
ya delineado su sexo, y que no se apoya sobre Pasamos ahora a la segunda parte de este estu-
ninguna línea horizontal. El escarabeo de Ibiza dio; a la de las fuentes textuales. Al igual que en
supone, si cabe, un paso más, ya que la figura la primera parte comencé por enumerar los ras-
que lucha contra el león, aunque sigue represen- gos iconográficos más sobresalientes del Bes
tándose de perfil, ha perdido la rigidez que había egipcio para luego compararlos con el Heracles
sido característica de sus precedentes. griego, en este segundo apartado, seguiré el mis-
Para finalizar esta parte dedicada a iconogra- mo esquema resumiendo primero los atributos
fía, me gustaría insistir en dos puntos ya ante- de Bes en Egipto.
riormente señalados y exponer una primera Los soportes más habituales de las primeras
impresión. Los escarabeos en diaspro verde en representaciones de "Bes" son los amuletos
los que aparece la imagen de Bes luchando con- (fechados en el Reino Medio) hechos en dientes
tra fieras, forman parte de la producción fenicia de hipopótamo (Lám. 1 Fig. 1), y que se utiliza-
oriental, por lo menos, desde siglo VIII a. C. ban para proporcionar protección a las personas
Este tipo de escarabeos fueron frecuentes desde y, especialmente, a las mujeres durante el emba-
el siglo VI a. C. en Chipre, lugar que parece razo, el alumbramiento y, tras éste, a ellas y al
haber tenido una importancia capital en el pro- recién nacido, sobre todo durante la noche,
ceso de fusión iconográfica y conceptual de momento en el que el sentimiento de desprotec-
figuras, no sólo como Bes y Heracles, sino tam- ción frente a las alimañas y frente a los malos
bién, como el dios fenicio Melqart o las gorgo- espíritus se hace más evidente''^ Para cumplir
nas y sátiros griegos cuyas similitudes con Bes a esta función apotropaica con eficacia, lo vemos
nivel iconográfico son de sobra conocidas^l agarrando con ambas manos serpientes (símbolo
Este fenómeno ha sido tratado en artículos como de las fuerzas nocivas que perjudican al hom-
los ya citados de Veronica Wilson y Anna Maria bre) y junto al signo jeroglífico sa (que quiere
Bisi. Además, otros investigadores se han ocu- decir "protección") y, en representaciones ulte-
pado este tema, entre éstos habría que citar a riores, armado con cuchillos'"'. También con
Antoine Hermary^' y Margarite Yon'"'. posterioridad aparecerá en una más amplia
Por otro lado, la impresión que se obtiene de variedad de soportes, todos relacionados con el
los datados aquí barajados y en la cronología desarrollo de la vida cotidiana y con el sueño
tratada, es que Heracles, en época homérica, como camas, almohadas, espejos, utensilios de
aunque aparece en el mito con sus rasgos bási- tocador, etc"'.
cos ya definidos, carece de una iconografía pro- Pero quizás las representaciones más conoci-
pia. Ésta irá perfilándose en contacto con das de Bes como protector de los niños peque-
imágenes que ya venían de tiempo atrás del ños sean las estelas en las que aparece
mundo fenicio (entre ellas la del Bes "Señor de "Horus-niño" sobre los cocodrilos, conocido
los animales" y la del Melqart que golpea con la por los griegos como Harpócrates. Los prime-
maza) y a su vez influyendo en aquellas, hasta ir ros ejemplos de esta peculiar iconografía del
configurando, con el paso del tiempo, una pro- "Horus-niño" datan de la XIX" Dinastía, pero
pia. Pero esta impresión, la de la deuda del la cabeza de Bes, no aparecerá sobre estas este-

98
Bes y Heracles: estudio de una relación David Gómez Lucas

LAMINA III

W
Figura 1. Escarabeo del Metropoli- Figura 2. Escarabeo del Louvre. Inv. Figura 3. Escarabeo del M u s é e
tan Museum. New York. Inv. n. 37. n. A1134. {Ibidem, Lám. III). Fig. 2. Hongrois des Beaux-Arts, Budapest,
11.7. (BISI, A.M., "Da Bes a Hera- Inv. n. 1955. 238. {Ibidem, Lám. III).
cles. A Propósito di Tre Scarabei Fig. 3.
del Metropolitan Museum", RSFS
1980. Lám. III). Fig.1.

1 ^,

Figura 4. Escarabeo procedente de Figura 5. Escarabeo del Metropoli- Figura 6. Escarabeo del Metropoli-
Tharros. British Museum. Inv. n. tan Museum, New York, Inv. n. 10. tan Museum, N e w York. Inv. n. 25.
BN371.(/Af(/efn,Lám.lll). Fig. 4. 130.729. (Ibidem, Lám. V). Fig. 3. 78.94. {Ibidem, Lám. V). Fig. 4.

Figura 7. Escarabeo procedente de


Ibiza. ( B O A R D M A N , J., "Escara-
beos de piedra procedentes de
Ibiza", catálogos y monografías
del Museo Arqueológico Nacional,
8), Madrid, 1984, Lám. XXXII. N ' 197.

99
// Congreso Internacional del Mundo Púnico Cartagena, 2000

las hasta la XXVP (664-525 a. C)« (Lám IV. una mujer de menor tamaño. Esparcidas por el
Fig. 4). suelo había un gran número de figuras fálicas,
Pero la naturaleza de este dios no es tan fácil entre ellas algunas que representaban al mismo
de sintetizar. No es sólo un dios protector. En Bes^". Por este motivo, parece claro que Bes fue
realidad se le puede considerar como una varian- considerado como proveedor de potencia sexual.
te popular del dios sol que, como él, todo lo ve, Esta creencia continuó también en época roma-
por lo que a veces aparecen representaciones de na ya que, entonces, volvemos a encontramos
Bes con el cuerpo cubierto de multitud de figurillas de terracota del dios en posición itifáU-
pequeños ojos"'. Precisamente, las estrechas ca55.
relaciones de Bes con el dios sol, lo incluyen en Con respecto a la relación de Bes con la infan-
el círculo de mitos constituidos en tomo a la dio- cia. Furio Jesi dedicó un artículo a estudiar la
sa Hathor. Mediante la danza y la música, invo- impUcación de éste con los ritos iniciáticos'''. Su
ca a la diosa bailando y tocando tambores y liras trabajo está basado en el estudio de un bajo
y la conduce desde la lejanía hasta Egipto. Pero, relieve del British Museum" y que procede de
mediante el mismo procedimiento, apacigua, una mastaba de Gizeh del Reino Antiguo. En
cuando es necesario, el carácter salvaje de la éste aparecen un gmpo de niños en una actitud
diosa"*. que parece indicar que están jugando en las cer-
Pero la relación que este dios tiene con la canías de un campo de trigo. Uno de ellos tiene
danza y la música va más allá de lo mitológico o el cuerpo pintado de blanco y el rostro cubierto
apotropaico. Estas atribuciones, igual que en el por una máscara leonina. Que se trate de un
caso de la misma Hathor, la misma Hathor, tie- genio tipo "Bes", parece estar confirmado por el
nen otra vertiente relacionada con lo puramente hecho de que el niño tiene en la mano un bastón
ludico y sexual. Fechadas el Imperio Nuevo, se que termina en una mano, elemento característi-
han hallado en el poblado obrero de Deir el- co de las representaciones de enanos y genios
Medida pequeñas figuras de Bes asociadas a análogos a "Bes" y que también aparecen en
cerámica Hatórica y a figuras de mujeres desnu- otras mastabas de Gizeh.^* Jean Carpai, estu-
das*', especialmente en unas habitaciones que J. diando este mismo bajo relieve y el texto jero-
Padró'" llama "Hit tancat", por lo que este autor glífico que lo acompaña, afirma que se trata de
considera que formarían parte de ritos domésti- un ritual de circuncisión, realizado en época de
cos relacionados con la fertilidad. Pero su vincu- siega, y coincide con F. Jesi en su valor iniciáti-
lación con lo puramente erótico también queda co''. Precisamente, el mismo Furio Jesi ponía en
corroborada por otro tipo de documentos. Entre relación, en otro trabajo*", el hermafroditismo
ellos destaca la representación que se encuentra (símbolo de la autogeneración y la fertilidad)
sobre un cuenco de cerámica fechado en el que observamos en Bes en algunas representa-
Imperio Nuevo". En él aparece una mujer semi- ciones, con esta faceta suya de divinidad iniciá-
desnuda tocando un instrumento musical de tica. Las representaciones a las que me refiero,
cuerda. Sobre su muslo derecho vemos tatuada son aquéllas en las que Bes aparece, o bien ama-
la imagen de Bes. Según G. Robins", la casi mantando a un recién nacido, o bien solo pero
desnudez de la chica, los adornos que luce, así con algunos rasgos propiamente femeninos,
como el tipo de peluca que lleva, y la misma como pechos prominentes (Lám. IV. Figs 1, 2 y
presencia de Bes, son signos inequívocos que 3). Los primeros documentos de este tipo son
estamos en un contexto relacionado con el ero- unos pequeños amuletos que se remontan a la
tismo. XXIP Dinastía (c. 950-730 a. C ) , durante el
Tercer Período Intermedio, aunque su momento
También en época Ptotemaica, el dios aparece de auge son los siglos VII y VP'.
todavía más claramente relacionado con la
sexualidad. Así lo demuestran las llamadas por Pero debemos ver que atributos de Heracles
J. E. Quibell "Cámaras de Bes" excavadas en vamos a comparar con Bes. Para ello, revisare-
Saqqara. En una de ellas había una gran estatua mos la información que sobre él recogió Heródo-
del dios de 1,5 m de altura situada junto a la de to en su viaje a Egipto. Tras sus investigaciones.

100
Bes y Heracles: estudio de una relación David Gómez Lucas

LAMINA IV.

Fig.1. Fig. 2.

Fig. 3. Fig. 4.

Figuras 1 y 2. Vistas lateral y frontal de un Bes hermafrodita. Copenaghen, Gliptoteca Ny Carisberg (AEIN 319 =
A 285). JESI, F, "Bes Bifronte e Bes Ermafrodito", Aegyptus 43,1%3, Figuras 5 y 6.
Figura 3. Bes amamantando y criando a otros dos pequeñas Bes. Hildesheim, Pelizaeus Museum (Inv. n. 248).
Ibidem, fig. 4.
Figura 4. Estela de Horus-Niño al que protege Bes. Museo Egipcio del Cairo, CG 94001. GÒRG, M., "Dioses y
Divinidades", Egipto. El Mundo de los Faraones. Konemann, p. 437.

101
// Congreso Internacional del Mundo Púnico Cartagena, 2000

llega a varias conclusiones. En primer lugar, que "Hesíodo dice que enseñaron a trabajar el hie-
fueron los griegos, y no los egipcios, los que rro en Creta los que son llamados Dáctilos del
tomaron el nombre de Heracles de estos últi- Ida"™.
mos'2. En segundo lugar, que entre los egipcios "Por su parte, Celmis y Damnameneo, los pri-
Heracles era un dios muy antiguo*'. Deseando meros de los Dáctilos del Ida, descubrieron el
obtener más información acerca de la antigüedad hierro en Chipre; Délas, otro ideo, escita según
de este Heracles egipcio, que los griegos conocí- Hesíodo, descubrió la mezcla del bronce"".
an como hijo de Anfitrión, viaja a Tiro, donde También Pausanias está de acuerdo con su
también había un santuario dedicado a Heracles antigüedad (y con el hecho de que había varios
(sin duda Melqart). Allí le dicen que este santua- Heracles y de distinta naturaleza) "también hay
rio es tan antiguo como la misma ciudad, que en Tespias un santuario de Heracles... Pero, de
había sido fundada hacía dos mil trescientos hecho, me pareció que este santuario era dema-
años.*" También se entera en Tiro de que existe siado antiguo como para que fuera de los tiem-
otro santuario dedicado a Heracles en la isla grie- pos de Heracles, hijo de Anfitrión, y que
ga de Tasos. Pero este santuario había sido funda- pertenecía a Heracles, uno de los Dáctilos del
do por los fenicios que habían ido en busca de Ida, del que hallé que también los eritreos de
Europa, santuario que era anterior en cinco gene- Jonia y los tirios tienen santuarios. Sin embargo,
raciones al nacimiento, en Grecia, del Heracles tampoco los Beocios desconocían este nombre
hijo de Anfitrión*'. De resultas de todas estas ave- de Heracles, puesto que dicen que el santuario
riguaciones, Heródoto concluye: "Lo que yo de Démeter Micalesia fue confiado a Heracles
investigué probablemente demuestra con claridad del Ida"".
que Heracles es un dios antiguo, y me parece que
No son pocas las veces que Heracles del Ida
obran muy correctamente los griegos que han eri-
aparece en la obra de Pausanias. En ella es pre-
gido y tienen dos tipos de templos de Heracles, y
sentado como uno de los posibles constructores
ofrecen sacrificios a uno inmortal, bajo la advo-
del altar de Zeus Olímpico"; al hablar de otros
cación de olímpico, y al otro lo veneran en cali-
altares de Olimpia cuenta que había uno dedica-
dad de héroe"**.
do a Heracles de sobrenombre Parastates (auxi-
Más tarde. Cicerón nos enumera seis Hera- liar) y de sus hermanos Epimedes, Idas, Peoneo
cles que recibían culto en todo el mundo por él y Yaso'"; cerca del tesoro de los sicionios, tam-
conocido. Nos habla, entre otros, de un Hera- bién habla de otro altar dedicado a Heracles,
cles egipcio, otro tirio, otro griego (con sus dis- pero no sabe si se trata del Heracles hijo de Ale-
tintas filiaciones) y también de un Heracles mena o del Heracles, uno de los Curetes"; en el
emparentado con los Dácülos de Ida*'. Para gimnasio de Elis, vuele a aparecer un altar dedi-
saber más sobre a estos Dáctilos del Ida (entre cado a Heracles del Ida de sobrenombre Parasta-
los cuales se encuentra Heracles) recurriremos a tes'*; por último, en la parte de su obra dedicada
Pausanias, quien en su Descripción de Grecia, a la Arcadia, al referirse al recinto sagrado de las
y en relación al origen de los Juegos Olímpicos, Grandes Diosas, y a las estatuas que allí se
nos dice: "Cuando nació Zeus, Rea encargó la encuentran, refiere como hay una, situada al
custodia de su hijo a los Dáctilos del Ida, llama- lado de la de Démeter, que representaba a un
dos también Curetes; ellos vinieron del Ida de Heracles, el cual, como dice el mismo Pausa-
Creta: Heracles, Peoneo, Epimedes, Yaso e nias, y según los versos de Onomácrito (poeta
Idas*8. òrfico que desarrolló su labor en la Atenas del
siglo VI a. C ) , pertenecía a los Dáctilos del
Estos Dáctilos del Ida parecen ser muy anti-
Ida".
guos. Entre las primeras referencias a ellos están
las que, citando a Hesíodo, recogen Plinio y Diodoro, en su Biblioteca Histórica nos
Clemente de Alejandría, aunque Heracles no cuenta cómo, entre los primeros dioses que
aparece*'. habitaron Creta, se encontraban los Dáctilos de
Ida, que según unas tradiciones eran cien y
según otras diez"*. También nos informa de que

102
Bes y Heracles: estudio de una relación David Gómez Lucas

eran una especie de hechiceros y que practica- cionadas con los ritos sagrados de la Madre de
ban encantamientos, ritos iniciáticos y miste- los dioses (Rea)**.
rios™. Continúa su discurso explicando que Los autores que hemos visto no parecen tener
habían sido ellos los descubridores del el uso claro si los Dáctilos, los Curetes, y los Coriban-
del fuego así como del trabajo del cobre y del tes son una misma cosa". Da la impresión de
hierro*". Menciona también el hecho de que fue que se están refiriendo a una misma realidad con
él, quien, debido a que sobresalía entre sus her- nombres distintos, o por lo menos a una realidad
manos, inventó los juegos olímpicos, y que con que ellos perciben como idéntica. En resumidas
posterioridad, los hombres creyeron, confundi- cuentas, ¿qué es lo que sabemos de estos Dácti-
dos por la igualdad de los dos nombres, que los del Ida?
había sido el Heracles, hijo de Alcmena el
inventor de estos juegos*'. Sigue su relato Dio- - Que Heracles era uno de ellos; un Heracles
doro, contándonos cómo, incluso en sus días, que no era el hijo de Anfitrión, y que sin
las mujeres cretenses llevaban amuletos en el embargo, debía de ser representado artísti-
nombre de este Heracles Dáctilo del Ida, en la camente con una iconografía muy parecida
creencia de que había sido un hechicero que a éste, ya que, como vimos antes, Pausanias
había practicado las artes de los ritos iniciáti- tuvo que recurrir al testimonio de un poeta
cos, artes éstas que ellas mismas percibían antiguo, Onomácrito, para poder saber que
como completamente ajenas al Heracles hijo de el Heracles que vio en el recinto de las
Alcmena*^. Siguiendo Diodoro con los dioses Grandes Diosas era el Heracles Dáctilo del
que poblaban la primitiva Creta, nos habla de Ida y no otro'^. Y que su número es varia-
los Curetes, de los que dice que, o bien proce- ble, según la fuente que escojamos.
den de las entrañas mismas de la tierra, según el
- Que eran una especie de hechiceros que rea-
testimonio que él ha recogido de unos autores, o
lizaban encantamientos, misterios y ritos
que descienden de los Dáctilos del Ida, según el
iniciáticos" y que era en virtud de estas
testimonio de otros*'. Sea como fuere, cuenta
cualidades por las que las mujeres creten-
cómo vivían en regiones montañosas, que habí-
ses, incluso en época de Diodoro, llevaban
an sido los primeros en formar rebaños de gana-
amuletos en nombre de este Heracles,
do lanar y que fueron los primeros en fabricar
Dáctilo del Ida, que estas mismas mujeres
miel*"*. También nos dice de ellos que fueron los
percibían como totalmente distinto del
inventores de espadas, yelmos y danzas guerre-
Heracles Hijo de Alcmena.
ras*^ Por último nos informa de que Rea les
- Que habían sido los encargados por Rea de
confió la crianza de su hijo Zeus para así prote-
cuidar a Zeus durante su infancia y así pro-
gerlo de su padre Cronos**".
tegerlo contra su padre Cronos. Así mismo,
En el libro X de la Geografía, Estrabón nos eran ellos, con sus danzas, los que invoca-
amplía más la información sobre los Dáctilos ban a la diosa'*.
del Ida, pero al mismo tiempo nos crea más con- - Que inventaron la metalurgia del hierro y
fusión. Recoge testimonios que muestran como del cobre.
los sátiros y los Curetes comparten una misma - Que debían de estar de algún modo relacio-
estirpe y un carácter parecido. A unos los califi- nados con la fertilidad, ya que, como hemos
ca de incapaces para el trabajo y a los otros de visto en Pausanias, el Heracles Dáctilo apa-
seres juguetones y danzarines*''. Sin embargo, rece relacionado con Démeter, al igual que
dice también que hay unos que hablan de Cori- en Diodoro con Rea.
bantes y no de Curetes,** pero igualmente, mues- - Y por fin, que a tenor de lo que acabamos
tra testimonios según los cuales Curetes y de ver, su personalidad tenía muchos regis-
Coribantes procederían de los Dáctilos del Ida*', tros.
para terminar diciendo, que hay otros que los
consideran lo mismo, y que habían sido ellos los Después de haber aportado estos datos, y de
encargados de realizar las danzas guerreras rela- ver los atributos de los Dáctilos, no podemos por

103
// Congreso Internacional del Mundo Púnico Cartagena, 2000

menos que sorprendemos de las grandes simili- grafía de Bes los elegidos para inspirar las pri-
tudes entre éstos y el dios Bes, (de cuyas carac- meras representaciones de Heracles (en especial
terísticas hablamos antes) por lo que podríamos la leonte del dios egipcio)?
plantear la posibilidad, al igual que ya han hecho La piel de león que Bes lleva sobre sus hom-
C. Grottanelli'' y Antoine Hermary*' de una bros parece tener, en Egipto, un claro significado
identificación prácticamente segura. apotropaico. Ésta no es más que uno de los atri-
Por último, me gustaría comentar un dato más butos que ostenta una divinidad que ofrece pro-
en relación al culto de Heracles en la isla de tección frente a las alimañas o, como mucho,
Quíos. Según testimonio de Cornutus, un autor frente a los espíritus malignos de la noche, a los
el siglo I d. C , sugiere allí la existencia de un que espanta con su monstruoso aspecto y que
matrimonio sagrado entre Heracles y la diosa consigue, precisamente, vistiendo la piel de una
Hebe, y comenta cómo su sacerdote de culto lle- fiera, armándose de cuchillos y mostrándoles sus
vaba ropas femeninas en recuerdo de una estra- grotescas facciones. Pero Bes, en su recorrido
tagema que utilizó Heracles, que, vistiéndose de por el Próximo Oriente, va adquiriendo nuevas
mujer, logró escapar de sus enemigos''. Ya ha atribuciones y desarrollando nuevas iconografías.
sido señalado por diversos autores, que el tra- Entre ellas está, como ya hemos visto, aquella en
vestismo aparece muchas veces ligado en el la que éste aparece como "Señor de los Anima-
mundo antiguo, a la salud, a la autogeneración y les" y que parece haberse creado en un ambiente
a la fertilidad'*, aspecto este último que ya fenicio. ¿Esta nueva iconografía de Bes supone
vimos relacionado, en particular, con Heracles, también que el dios halla adquirido una nueva
Dáctilo del Ida en cuanto que se asocia con faceta?, ¿se estaba queriendo poner de manifies-
Démeter, y por consiguiente, con los Dáctilos to, no sólo la dimensión apotropaica de la divini-
del Ida en general. Por ello, este travestismo de dad, sino, además, una dimensión cósmica de la
Heracles y de su sacerdote de culto, que Comu- misma que en Egipto era desconocida? Si esto
tus explica como hemos visto, más parece tener fuera así, tendríamos a un Bes que, no lucha ya
que ver con antiguos cultos relacionados con la sólo contra las alimañas y malos espíritus, sino
fertilidad, que con el recuerdo de las estratage- contra un enemigo mayor: el caos, representado
mas del héroe. simbólicamente por las fieras a las que domina el
dios. Esta nueva faceta sena pues la que conver-
Este trabajo ha estado dedicado a analizar los
tiría a Bes en el modelo perfecto para las prime-
paralelos entre Bes y Heracles. Pero no estaría
ras representaciones de Heracles, puesto que él
de más recordar que éstos también dieron y reci-
es también un héroe que lucha contra el caos,
bieron influencias de otras divinidades. No fal-
representado mediante la misma simbologíai^^.
tan estudios en los que se han puesto de relieve
Esta sería la razón por la que Heracles lleva des-
las similitudes entre Heracles y Melqart y entre
de el principio sobre sus hombros la piel del
Bes y otros genios como las gorgonas y los sáti-
león. Lo único que estaría haciendo es tomar el
ros, tanto a nivel iconográfico (aspecto que ya
elemento más característico de su modelo y
puso de relieve anteriormente) como concep-
hacerio propio, incluso antes de que, como ya
tual".
hemos visto, su lucha contra el león tenga una
El protagonismo, en todo este lento proceso, representación artística material.
del dios Bes (aunque, como ya hemos referido,
no fuera exclusivo) fue de gran importancia. Su Pero, en realidad, este Bes que dominaba a las
versátil iconografía y sus variadas atribuciones, fieras no parece que hubiera tenido nunca una
lo convirtieron en una rica fuente de influencias dimensión cósmica. Es un dios que lucha contra
para un Heracles que, en el siglo VIII a. C , aún el mal, sí, pero un mal inmediato, cotidiano.
tenía muchas facetas por configurar. ¿Por qué entonces se tomaron estos elementos
Pero este trabajo no estaría completo si no de Bes? La razón podría estar en que el mundo
pusiéramos en relación la iconografía de una griego, habría tomado elementos iconográficos
figura divina con sus atributos. ¿Por qué fueron, que en el mundo oriental tenían un significado
precisamente, elementos tomados de la icono- concreto, para plasmar una realidad distinta. Así,

104
Bes y Heracles: estudio de una relación David Gómez Lucas

Idem.
los atributos que en el mundo egipcio y fenicio CLERC, G., KARAGEORGHI S, V., LARGARCE, E. y
dotaban a Bes de un carácter apotropaico, habrí­ LECLANT, L., Fouilles de Kition II. Objets Égyptiens et
an servi do a los gri egos para reflejar material­ Égyptisants, Nicosia 1976. pp. 4­5.
mente, esta dimensión cósmica de Heracles, por BISI, A. M., "Da Bes a Heracles. A propósito di tre sca­
rabei del Metropolitan Museum", Rivista di Studi Fenici
lo tanto, habría un préstamo de elementos icono­
iRSF}Yoì. VI I I ­1, 1980, p. 20.
gráficos, no, en este caso, de contenidos.
G. MARKOE, Phoenician Bronze and Silver Bowls from
Y siendo esto así, ¿por qué no se eligió la ico­ Cyprus and Mediterranean, Berkeley 1985, pp. 170­171;
nografía de otras fi guras del Próxi mo Oriente A. HERMARY, Lexicon Iconographicum Mythologiae
que, también desde antiguo, aparecían en pugna Classicae {UMC) vol. I I I /l, Zürich­München 1986, pp.
109­110.
contra las fieras y que, esta vez con seguridad,
Hom. //. I I 655­660. Las abreviaturas de los nombres de
tenían claramente una di mensi ón cósmica? La
autores clásicos siguen las propuestas en los léxicos de
razón podría estar en que Heracles, excepto en el Liddell­Scott­Jones, de S. W. H. Lampe y del I ndex del
motivo del combate contra la fiera, no compartía ThLL.
con éstas, de forma tan rotunda, otras atribucio­ Ibidem, XI V 320­325.
nes que, en cambio, sí compartía con Bes y que Ibidem,\ 39Q-m.
ya vimos al hablar del Heracles Dáctilo. Ibidem,Vm 365­370.
' Horn. Orf. XI 600­610.
Quiero decir con ello, y para finalizar, que la ' Ibidem, VI I I 220­230.
iconografía que se escogi ó para las primeras Hes. Th. 285­290. Según traducción de Aurelio Pérez
representaciones de Heracles no fue algo Jiménez y Alfonso Martínez Diez, Credos, Madrid 1997.
casual, si no que parece ser el producto de los ftWem, 310­320.
Ibidem, 325­335.
comunes atri butos que tenía con la divinidad
Ibidem, 330­335.
del Nilo"". BISL A. M., 0/7. dr., 1980, p. 28.
Por todo ello hacemos nuestras las palabras ' Idem.
de C. Bonnet para qui en " L ' Heracles Dactyle BONNET, C , Melqart. Cultes et mythes de L'Héraclès
n'est pas une fiction littéraire, ni un i ntrus dans tyrien en Mediterranée. Studia Phoenicia VI H. Namur,
1988, p. 411.
la mythologie grecque. II est l'indice de contacts
' BI SI , A. M., op. di., 1980, p. 29.
complexes et anciens entre le monde grec et le ' Ibidem, pp. 23 y 24.
monde phénicien"'°l ' Ibidem, p. 26.
Ibidem, pp. 24 y 25.
• Ibidem, pp. 26 y 27.
' Ibidem, pp. 29 y 30.
NOTAS ' Idem..
I ALTENMÜLLER, Η., Lexikon der Ägyptologie (LA), ' Ibidem, pp. 34 y 35.
vol. 1 1975, p. 720; PADRÓ. J., "El déu Bes; I ntrodúcelo ' BOARDMAN, J., Escarabeos de piedra procedentes de
al seu estudi", Fonaments I 1978, p. 27. WALLIS BUD­ Ibiza. (Catálogos y Monografías del Museo Arqueológi­
GE, E.A.. The Gods of the Egyptians, vol. I I , New York, co Nacional, 8) Madrid, 1984, p. 68.
1969, p. 284. ' BI SI ,A.M..op. d í . , p . 28.
­ BONNET, H,. Reallexikon der Ägyptischen Religions­ ' Sobre los préstamos iconográficos entre Bes, las gorgonas
geschichte {RÄRG) 1952, p. 101. y los sátiros ver: WILSON, V, op. cit., 1975, pp. 93,94,
' ALTENMÜLLER, Η., op. cit., p. 720. y WI LSON. V., 96,97,99 y 100. Sobre las similitudes, a nivel conceptual,
"The I conography of Bes with Particular Reference to entre Bes y los sátiros abundaremos más adelante.
the Cypriot Evidence", Levant 1 1975, p. 77. ' "Quelques remarques sur les origines proche­orientales
* WI LSON, v., op. cit., 1975, pp. 7 7 , 7 8 , 7 9 y 80. de l'iconographie d'Héracès", Heracles. D'une rive a
' BLACK, J. Y GREEN, Α., Gods, Demons and Symbols I 'autre de la Mediterranée. Bilan et perspectives, Bruse­
of Ancient Mesopotamia, Londres 1998, p. 106. las­Roma 1992, pp. 129­143.
» Ibidem.pp. 147­148. ' "Héraclès á Cypre", Heracles. D'une rive a l'autre de la
' Ibidem, p. ii. Mediterranée. Bilan et perspectives, Bruselas­Roma
" M. DUN AND, Fouilles de Byblos (1933­1938), Tomo Π, 1992, pp. 145­163.
n° 2 (Texto), París 1958, pp. 645 y 756 V. WILSON, op. WILSON, V, op. dr., 1975, p. 81.
eil., p. 84. • D. S. 124,
' C. DE MERTZENFELD, "Les ivoires de Megiddo", ' ALTENMÜLLER, H., op. cit., p. 721 (ver nota 1);
Syria 1938, p. 345; V. WILSON, op. cit., p. 84. PINCH, G., Magic in Ancient Egypt, Londres, 1994, p.
I» WI LSON, op. d ; . , p. 93. 40.

105
// Congreso Internacional del Mundo Púnico Cartagena, 20ω

BONNET, Η., op. cit., p. 104. (Ver nota 2). « Ibidem, V, 65­3.
ALTENMÜLLER, H., op., cit., pp. 721­722. »5 Ibidem, V, 65­4.
WILSON, V., op. cit., 1975, p. 81, Idem.
ALTENMÜLLER, H., op. cit., p. 721. MALAI SE, Este testimonio en concreto lo toma de Hesíodo (Hes.
Michael., "Bes et les croyances solaires", Studies in Fr. 123.)
Egyptology, vol. I I , Jerusalem. 1990, pp. 70!, 706,771 y » Str.X, 19.
712. Ibidem, X, 22
ALTENMÜLLER, H., op. cit., p. 722. " Ibidem, X, 21.
BRUYÈRE, B. Rapport sur les fouilles de Deir el Mèdi­ " No sólo los autores que hemos visto hablan indistinta­
neh (1934­1935). Troisième Partie: Le Village, les mente de Dáctilos del I da y de Curetes. Apolonio de
décharges publiques, la station de repos du Col de la Rodas parece tener las cosas, igualmente, poco claras al
Vallée des Rois. El Cairo. 1939, pp. 101 y ss; respecto. Ver: A. R. 11120 y II 1220.
PADRÓ, J., op. cit., pp. 30­31. (Ver nota 1). Ver nota 64.
Rijksmuseum van Oudheden AD 14, Leiden. Precisamente, y este respecto, ya ha sido señalado el
Las mujeres en el Antiguo Egipto, Madrid 1996, pp. 201 valor iniciático de uno de los trabajos de Heracles al que
y 228, fig. 83. mayor atención hemos prestado en este trabajo: su lucha
Excavations at Saqqara (1905­1906), El Cairo 1907, p. contra el león de Nemea. Ver BONNEFOY, I ., Dicciona­
12 y ss., láms. XXVI y ss. rio de las Mitologías vol. I I Barcelona, 1996, 391.
PADRÒ, ι, op. ci/., p. 31­32. ''i Bes no sólo comparte con los Curetes sus danzas, sino,
BONET, H., op. cit., p. 105. como hemos visto anteriormente, instrumentos musicales
JESI, F„ "Bès I nitiateur", Aegyptus 38, 1958, pp. 171­ con los que acompañaban éstas, tales como tambores,
183. liras y flautas.
EA 994. FINCH, G., op. cit., p. 121, fig 63 (ver nota43). ' 5 "Eracle Dattilo dell'I da: Aspetti Orienlali", O .A. 11,
SESl,F.,op. cit.,pp. 172­173. 1972, pp. 204­207.
Ibidem, pp. 172. * op. cit., p. 131.
JESI, F., "Bes Bifronte e Bes Ermafrodito", Aegyptus 43, " Com. Compendium 31.
1963, pp. 237­255. ™ BONNET, C , "Melqart, Bès et L'Héraclès Dactyle de
BULTÉ, J., Talismans égyptiens d'heureuse maternité, Créte", Studie Phoenicie III, 1985. p. 236. JESI , R,
Paris 1991, pp. 114­119. op. cit., nota 48.
Hdt. I I , 43. Según la traducción de Manuel Balasch. « BONNET, C , op. cit., 1988, pp. 409­415; JESI, P., "Bes
Cátedra, Madrid, 1999 e Sileno", Aegyptus, 1962, pp. 257­275.
Idem. ™ BURKERT, W., "Heracles and the Master of Animals",
Ibidem, I I , 44. Structure and History in Greek Mythology and Ritual,
Idem. Berkeley, Los Angeles, Londres, 1979, pp. 78­98. BON­
Idem.. NEFOY, I., op. cit., pp. 235­236.
Cic. Nat. Dear I I I , 42. De todas formas, es necesario reconocer el hecho de que
Paus. V, 7, 6. Traducción según M" Cruz Herrero, Gré­ Melqart fue un intermediario de primer orden en el pro­
dos, Madrid, 1994. ceso de contaminación I conográfica entre Heracles y
En realidad, Heracles no aparece relacionado con los Bes, divinidad con la que, también, compartía atribucio­
Dáctilos del I da, pero sí con los Curetes (sobre los que nes de carácter mágico y profiláctico. BONNET, C ,
luego ampliaremos información) en unos textos, atribui­ op. cit., 1988, p. 413.
dos a Hesíodo que están en el llamado Papiro de Beriín
(P. Ber 9777) y en los Papiros Oxirrinco (P. Oxy. 2075,
248! y 2483), aunque la información es muy fragmenta­
ria. Hes. Fr. 25.
Hes. op. cit., 282. (Ver nota 23).
ídem.
Paus. IX, 27, 8.
Ibidem, V, 13, 8.
Ibidem, V, 14, 7.
Ibidem,^, 14,9.
Ibidem, VI , 23, 3.
/Wí/em,VIII,31,3.
D. S.V, 64­3.
Ibidem, V, 64­4.
Ibidem, V, 64­5.
Ibidem, V, 64­6.
Ibidem, V, 64­7.
Ibidem, V, 65­1.

106

También podría gustarte