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reputación online
Crea fácilmente tu estrategia
de presencia en la Red
Javier Leiva-Aguilera
Colección El profesional de la información
Dirección:
Javier Guallar
Tomàs Baiget
ISBN: 978-84-9788-990-2
Depósito legal B. 12.554-2012
Ninguna parte de esta publicación, incluido el diseño general y la cubierta, puede ser
copiada, reproducida, almacenada o transmitida de ninguna forma, ni por ningún medio,
sea éste eléctrico, químico, mecánico, óptico, grabación fotocopia, o cualquier otro, sin la
previa autorización escrita de los titulares del copyright.
¿A quién va dirigido este libro?
3
Índice de contenidos
INTRODUCCIÓN 7
UN CASO PROPIO 11
Vodafone 11
Riesgos para las empresas 13
CONCEPTOS Y CONSIDERACIONES BÁSICAS 17
Reputación y marca 17
Influencia 19
Clientes fidelizados 21
Decisiones de compra para clientes no fidelizados 22
Consideraciones a nivel de marca personal 25
¿Por qué debe preocuparnos la reputación? 26
¿Qué podemos hacer para conseguir una buena
reputación online? 28
AUDITORÍA DE LA REPUTACIÓN ONLINE 31
Monitorización 32
Análisis y detección de actuaciones necesarias urgentes 34
5
Extracción de conclusiones y diagnóstico para
la planificación 37
PLANIFICACIÓN DE NUESTRA PRESENCIA
EN LA RED 39
Estrategia de presencia online 39
Estructura del documento de estrategia 40
Redacción de la estrategia 42
Introducción y bases de la estrategia 42
Desarrollo de nuestra presencia 48
Estrategia de monitorización y reacción 70
Temporización y previsión de evaluación
de la estrategia 91
Anexos 94
EN MARCHA 95
BIBLIOGRAFÍA 97
6
INTRODUCCIÓN
7
tacular. Hasta hace unos años el poder en la creación de
imagen correspondía a la propia empresa, pues tenía casi
todos los medios a su disposición. Los clientes, contentos
o descontentos, podían compartir su experiencia con los
más cercanos, pero difícilmente una opinión positiva o
negativa tenía mucho recorrido.
Pero hoy en día eso ha cambiado. La empresa sigue
teniendo todos los medios, pero ahora también los tienen
los clientes (reales o potenciales). Así pues, el boca-oreja
toma en internet una dimensión crítica y ha repartido el
poder de construcción de la reputación, que ya no es un
monopolio de la propia organización sino que se confi-
gura a partir de los mensajes que cualquiera puede lanzar.
En ese entorno digital, hablamos de reputación online y
es de lo que me voy a ocupar en este libro.
Esta obra está dirigida a todo el mundo: profesio-
nales independientes, jóvenes estudiantes que quieran
empezar a preocuparse por cómo se proyectan al mundo
profesional, pequeñas y medianas empresas... incluso
grandes. Aunque casi siempre voy a hablar de la empre-
sa, en ella ofrezco una metodología de gestión de la
reputación online que cada uno puede adaptar a su caso
particular.
Entendiendo que es un libro abierto a todos, el
enfoque huye de lo exclusivo y abraza lo popular. Para
gestionar la reputación online existen multitud de herra-
mientas de distinto precio y sofisticación, algunas de las
cuales están al alcance de muy pocos. Yo he preferido
centrarme en herramientas gratuitas que, sin ofrecer
avanzados análisis semánticos, cubren perfectamente las
necesidades de todos los que no tengan que lidiar con
cantidades enormes de información. También propongo
8
una metodología para la gestión de la reputación online
que huye de complicaciones técnicas excesivas. Pretendo
con ello que la complejidad del sistema no sea excusa
para no ponerlo en marcha.
La obra está dividida en varios capítulos, tres de
los cuales pueden considerarse centrales. El primero de
ellos nos introducirá en los conceptos fundamentales
relacionados con la gestión de la reputación online. Es
fundamental establecer unas bases comunes antes de
empezar a trabajar a fondo en un tema. En el segundo,
aprenderemos a realizar una auditoría de la reputación
online. Propongo una metodología sencilla pero que nos
pondrá en situación antes de poder abordar la parte cen-
tral: la planificación de nuestra presencia en internet. En
ella definiremos nuestra participación en la Red y cómo
debemos organizarla (plataformas, personas, frecuencias,
tipo de contenidos y cómo compartirlos...), y también
aprenderemos a poner en marcha un panel de monitori-
zación de información. Para finalizar, trataremos el tema
de la reacción antes las opiniones de los clientes, prestan-
do especial atención a las negativas.
Por último, este es un libro vivo... pero un libro con
su página de inicio y su página final: tradicional al fin y
al cabo. No obstante, el tema de que trata no tiene fin,
así que he habilitado una página web para que cualquier
lector que lo desee pueda buscar una continuación. En
dicho espacio publicaré las novedades que pudieran pro-
ducirse respecto al libro, ofreceré algunas herramientas
nuevas que puedan surgir en el futuro... pero sobre todo
será un espacio donde cualquiera podrá hablar sobre
reputación online e incluso expresar su opinión sobre
estas páginas.
9
Estás invitado a visitar esa página web, que se puede
consultar en la siguiente dirección:
http://www.gestiondelareputaciononline.com
10
UN CASO PROPIO
Vodafone
11
A partir de ese momento empezó para mí un tor-
tuoso proceso, parecido al que cada día viven miles de
personas en España y que consiste en pasar horas y
horas llamando a distintos números de teléfono de una
operadora de telecomunicaciones. En esos números,
lo habitual es que no informen correctamente, que den
explicaciones contradictorias en las distintas llamadas y
que a final de cuentas uno termine frustrado, sin el pro-
blema solucionado y presa de la impotencia.
Así me encontraba yo, con el problema añadido de
que no querían respetar mi libertad para simplemente
irme a otra compañía (aunque también constaba en la
oferta). Así que si no quería tener otro problema añadi-
do batallando para que se me reconociera ese derecho,
tenía que arreglármelas para conseguir que solucionaran
el error y me activaran el ADSL.
Pasó julio y llegó agosto, y con él una factura en la
que Vodafone me cobraba el servicio que no me estaba
proporcionando. Al llamar para reclamar, lo que con-
seguí fueron tres explicaciones contradictorias en tres
números distintos de la empresa (una de las cuales, por
cierto, era que no les constaba ningún problema con mi
conexión ADSL y que ésta estaba funcionando correc-
tamente). En ese momento tuve la certeza de que por
esa vía nunca iba a conseguir una solución, así que deci-
dí elevar a público mi problema usando las herramien-
tas que internet pone a disposición de cualquiera: un
blog (al que llamé Infierno Vodafone1 en homenaje a Jeff
1. http://infiernovodafone.wordpress.com/
12
Jarvis y su Dell Hell)2 y el altavoz de las redes sociales.
Además, me puse en contacto con la emisora de radio
Rac1, que tiene una sección semanal para quejas de los
consumidores, y enseguida se mostraron interesados en
que explicara mi caso en antena (es un problema recu-
rrente). La batalla había comenzado.
Habiendo planteado la situación, no voy a entrete-
nerme ahora en los detalles posteriores para no aburrir
al lector que sin duda espera de este libro otra cosa que
una lista de penurias (a quien le interese, está todo rela-
tado con detalle en el blog mencionado). Tan solo diré
que mi historia interesó a muchas personas en la Red y
que el caso tuvo suficiente repercusión como para que
Vodafone se pusiera manos a la obra y, no sin todavía
algunas dificultades, terminara por solucionar el proble-
ma y activar mi conexión a internet. Habían pasado 61
días desde aquel lejano 1 de julio.
13
competidores como para que difícilmente le afecten las
críticas de un cliente. En lo que respecta a operadoras
de telefonía, casi todos los consumidores hemos tenido
alguna mala experiencia en algún momento y nos hemos
sentido mal atendidos. Esto es así desde hace años y, pese
a que a base de legislación se han ido haciendo algunos
avances para que la situación mejore, lo habitual es que
siga siendo el consumidor el que está indefenso en su
relación con la empresa y no al revés.
En cualquier caso, si aun sabiendo de su tamaño y
posición Vodafone consideró que debía hacer algo para
que mis críticas públicas no tuvieran excesivo alcance (sin
duda porque la crítica de un solo cliente no hace daño,
pero si se empezaran a acumular la cosa sería distinta)...
¿qué no debería hacer ante una situación similar cualquier
empresa de tamaño pequeño o medio o incluso un profe-
sional independiente?
Imaginemos por un momento una ferretería de un
pueblo. Mientras trate bien a sus clientes, tenga un buen
catálogo y un stock suficiente, mantenga unos precios
competitivos... todo irá bien. Si algo de lo anterior falla de
manera recurrente, los clientes no tendrán inconvenien-
te en buscar un competidor que les ofrezca una mejor
respuesta a sus necesidades incluso aunque tengan que
desplazarse al pueblo de al lado. Después se lo contarán a
otros y en poco tiempo es posible que esa ferretería tenga
que acabar cerrando.
¿No le puede esto ocurrir a una gran cadena de
ferreterías? Por supuesto que sí, así que deberá cuidarse
igualmente de que está ofreciendo valor a los que pue-
den necesitar de sus productos, aunque lógicamente al
no depender de un único establecimiento y de un único
14
grupo pequeño de clientes su margen de maniobra es
algo mayor. De todos modos, los propietarios de la cade-
na no deberían descuidarse lo más mínimo.
Así pues, sea cual sea el tamaño de nuestra empresa
debemos prestar mucha atención a cómo se sienten tra-
tados nuestros clientes. En primer lugar porque podemos
perderlos, pero también porque si no hacemos las cosas
bien con quienes han confiado en nosotros corremos el
serio riesgo de que no haya otros que lleguen a darnos
una oportunidad.
Volvamos un momento al caso Vodafone. Arreglaron
el problema, sí, pero tardaron tanto que en el intervalo se
generó una buena cantidad de contenido en su contra (el
que publiqué yo mismo sumado al de toda la gente que
se solidarizó con mi problema). Esa información sigue
ahí, a la vista de todo el mundo, y así seguirá siendo en
el futuro. ¿No hubiera sido muchísimo mejor para todos
que hubieran reaccionado antes? Al fin y al cabo, solo
tenían que haber hecho su trabajo.
15
CONCEPTOS Y CONSIDERACIONES BÁSICAS
Reputación y marca
17
Dichas características convierten a la gestión de la
reputación online en un aspecto crítico de nuestro nego-
cio. No es que la reputación sea algo que hasta ahora no
hubiera que tener en cuenta: lo que ocurre es que ignorar-
lo en este momento es mucho más peligroso que cuando
los mensajes viajaban más lentamente o se podían desin-
tegrar fácilmente en el aire.
Una marca, por su parte, es la señal hecha a una persona,
animal o cosa, para distinguirla de otra, o denotar calidad o perte-
nencia (DRAE en su primera acepción).
La marca es lo que transmito, lo que exteriorizo. Es
típico asociar el concepto a un logo, un nombre, pero
marca es también todo lo que una persona u organi-
zación transmite de sí misma: estoy construyendo mi
marca cuando publico un texto, cuando me anuncio de
determinada manera en la radio, cuando hablo con un
posible cliente, etc.
Por lo tanto, y para simplificar, podríamos decir que
marca es lo que yo digo de mí (por activa o por pasiva) y
reputación es lo que otros ven en mí. De ello se deduce
que la marca es muy importante, pero al final se incor-
pora a la reputación y no deja de ser un elemento más
de ella. La reputación, a la postre, será la que provocará
que la gente me acoja o me rechace; como empresa, me
interesa que esa reputación sea lo más parecida posible a
la idea de marca propia que tengo en la cabeza.
Por supuesto, no podemos gustar a todo el mundo.
Lo que a uno le parece bien, otro lo aborrece; lo que
alguien agradece otro lo detesta. Incluso si hacemos
siempre lo mismo, una misma persona puede percibirlo
de forma distinta en un momento u otro. Las razones
son múltiples y este no es el lugar para entrar a analizar-
18
las, pero sí se puede apuntar que influyen momentos,
estados de ánimo y necesidades concretas ligadas a los
dos factores anteriores. En principio y dentro de unos
márgenes razonables, no debemos preocuparnos por el
hecho de que no esté contento con nosotros el 100% de
las personas que nos cruzamos por el camino.
Por otro lado, es difícil hablar de la reputación como
algo finito o exacto. Se dice que la reputación es distribui-
da porque la forman el total de los mensajes que en cual-
quier lugar y momento aparecen sobre nosotros (propios
o ajenos). Yo añadiría también que la reputación no es
única sino que cada persona o institución tiene varias. En
mi caso, por ejemplo, tengo una reputación como profe-
sional, otra como padre (u otras: dentro de casa, para el
resto de la familia, para las profesoras del colegio...), otra
entre mis amigos de la infancia, otra entre los compañe-
ros de un curso de cortometrajes que hice una vez, etc.
Cada uno de esos públicos me percibe de una manera
distinta y en su caso me compraría o no (entendiendo en
este caso comprar como sinónimo de buena reputación)
en función de lo que haya percibido (y siga percibiendo)
sobre mí.
Influencia
19
Como dice Lorena Fernández en Encajando las piezas
de la identidad digital de la Universidad de Deusto:3
20
• Esa imagen de marca que se transmite por
múltiples canales y momentos va construyen-
do nuestra reputación (online, hablando en el
entorno internet).
• Gracias a la (buena) reputación conseguida,
somos capaces de influir en los demás.
Clientes fidelizados
21
2. De algún modo se percata de nuestra existencia
(o bien ya se había visto expuesto a ella y ahora
ha unido esa exposición a su necesidad).
3. Se siente atraído por comprarnos lo que nece-
sita.
4. Se informa para saber si realmente debería
hacerlo.
5. Compra.
6. Hace uso de su compra y se forma una opinión.
7. Se relaciona con nosotros si en algún momento
lo necesita.
8. Si todo lo anterior es positivo, se fideliza.
22
Una vez me encuentre ante esas tres o cuatro opcio-
nes, la decisión final puede ser una mezcla entre los
datos técnicos y estéticos del producto y las opiniones
de aquellos consumidores que ya los están usando. Los
propios directorios mencionados suelen ofrecer toda esa
información, pero ya con marcas y modelos concretos es
muy fácil rastrear internet en busca de más opiniones de
consumidores.
Hoy en día muchas personas que acuden a una
tienda (física o por internet) tienen la intención segura
de comprar. Ya saben qué van a adquirir y no necesitan
del vendedor más que dos cosas: que les sirva y que les
cobre el producto. De hecho, hay estudios que hablan de
porcentajes en torno al 80%.6
¿Qué puede hacer un fabricante para conseguir que
alguien se decida por sus productos en ese proceso de
búsqueda autónoma del usuario? Básicamente dos cosas:
• Ofrecer un buen producto para que quien lo
adquiera repita en el futuro y además hable bien
del mismo. Puede parecer una obviedad, pero
sigue habiendo quien ofrece malos productos
y servicios y pretende seguir viviendo de ello
en un entorno lleno de competencia y donde la
información circula libremente.
• Ofrecer el máximo de información sobre lo
que ofrece y sobre uno mismo y ponerse a dis-
posición del posible cliente. Los consumidores
confiamos más en nuestros semejantes que en
23
los vendedores o en la publicidad, simplemente
porque en principio no son parte interesada.
Pero eso no significa que no esperemos que el
que vende nos informe sobre lo que estamos
a punto de comprarle y además sepa resolver
nuestras dudas del modo más rápido y eficiente
posible. De hecho, eso es lo que nos ayudará en
muchas ocasiones a obtener clientes nuevos y
fidelizar a los que ya tenemos.
24
capaces de detectar esos mensajes y actuar sobre ellos
cuando sea necesario.
25
estuvieras pensando en contratar a alguien una fotografía
con unas copas de más no sería un buen argumento para
convencerte?
26
to de publicarse; es que además, hoy ya no es necesario
estar delante de un ordenador para publicar nada. El
propio cliente que descubre un engaño puede difundirlo
instantáneamente desde donde esté en una red social con
un teléfono móvil. Desde ahí, mucha gente puede verlo
y replicarlo de modo que en apenas unas horas dicha
información pueda convertirse en un desastre de grandes
magnitudes para la empresa en cuestión.
Por supuesto, todo lo anterior también se aplica si
la información que quiere transmitir un cliente sobre la
empresa es positiva. Pese a que los consumidores tienen
más tendencia a compartir las experiencias negativas y
las comparten con más gente (y son más contagiosas),8
también les gustan mostrarse agradecidos con aquellos
que sienten que les han tratado bien.
En fin, la mezcla de opiniones positivas y negativas
se va acumulando y conforma lo que el consumidor va
a ver sobre nosotros cuando nos busque en internet (o
cuando nos encuentre sin buscarnos pero investigando
sobre algo relacionado con lo que podemos ofrecerle).
Todo eso, en conjunto, es nuestra tarjeta de presentación
en la red. De igual modo que cuando diseñamos nuestras
tarjetas profesionales de visita procuramos que transmi-
tan la mejor imagen posible de nosotros, ¿no querríamos
conseguir lo mismo con la imagen que pueda percibir
cualquiera de nosotros a través de internet?
8. Según Chuck Chakrapani en Why is management always the last to know? http://
www.chuckchakrapani.com/articles/PDF/90110656Chakrapani.pdf
27
¿Qué podemos hacer para conseguir una buena
reputación online?
9. Esta frase la usé como título de un artículo en el que narraba una buena
experiencia en un restaurante: http://www.catorze.com/para-parecer-
honesto-hay-que-serlo
28
los buscadores (para ello necesitaremos trabajar en SEO10
para poner en valor nuestro trabajo).
¿Eso se hace con trampa? ¿Falseando datos? ¡En
ningún caso! Eso se consigue trabajando y generando
información variada y que tenga interés por si misma.
Como ya he comentado, sabemos que el consumidor
va a necesitar información sobre nosotros o bien sobre
el producto o servicio que ofrecemos y que sería bueno
ofrecerle nosotros mismos un espacio donde informarse,
preguntar u opinar. Así pues, ¿por qué no empezamos a
escribir ahora mismo para cuando llegue ese momento?
Debemos ser transparentes y adecuar siempre nuestro
mensaje al medio en el que estemos trabajando. Solo de
ese modo podremos asegurarnos de que la información
que existe es completa: cada una de las otras personas
que escriban sobre nosotros lo hará de forma parcial y
desde su punto de vista, a veces incluso desinformando
(conscientemente o no).
Pero además de generar contenido propio, escucha-
remos lo que generan los demás sobre nosotros. Para ello
estableceremos una metodología de monitorización en
internet que nos permitirá recibir esa información. Una
vez recibida, la analizaremos y decidiremos en cada caso
si debemos poner en marcha alguna acción al respecto.
En su caso, también deberemos decidir de qué acción se
trata.
29
La reputación online no se gana solo obteniendo
críticas positivas, sino permitiendo a quien no está con-
tento con nosotros que lo pueda expresar del modo más
fácil y directo posible. El 90% de los clientes que dejan de
comprar en una empresa por descontento nunca llegan
a expresarlo:11 simplemente se van. ¿Podemos permitir-
nos eso? La respuesta es negativa, así que debemos dar
oportunidades para que las personas decepcionadas nos
demuestren su descontento y, una vez hecho, ayudarlas a
recuperar la confianza en nosotros.
Al final, lo que queremos es influir directamente
en el consumidor o bien en quien va a hacerlo en nues-
tro nombre. Así que debemos ponernos siempre en el
lugar del otro y saber reconocer qué debemos ofrecerle.
Aportando valor conseguiremos nuestros objetivos.
Por último, debemos tener claro que la gestión de
la reputación online es un proceso continuo, sin fin. La
confianza se gana día a día, pero se puede perder en un
instante.
30
AUDITORÍA DE LA REPUTACIÓN ONLINE
31
Monitorización
12. http://www.google.com
32
medios sociales... y que fácilmente puedan ser asociados
por otras personas a la organización.
Ya con el listado completo de términos, realizare-
mos las búsquedas pertinentes. Si somos un profesional
o una pequeña empresa, habremos usado pocos términos
y hay posibilidades de obtener pocos o incluso ningún
resultado. Si nuestra empresa es más compleja, será fácil
que encontremos una mayor respuesta porque tendre-
mos más sobre lo que buscar (en general). No obstante,
eso no significa que sean respuestas relevantes y podría
darse el caso de encontrar información tan poco signifi-
cativa que equivalga a no haber encontrado nada.
Sea como sea, nos podemos encontrar ante tres
escenarios distintos:
• No hay nada
Si al buscarnos en internet el resultado es cero,
ya tenemos un problema de reputación (quien
nos busque y no encuentre nada pensará que
no tenemos interés en explicar quiénes somos).
Además eso significa que el primero que hable
sobre nosotros pasará a tener el monopolio de
nuestra marca en internet. ¿Es eso lo que quere-
mos? ¿Qué ocurre si ese alguien nos odia? Desde
luego, si no hay ni una sola palabra publicada
sobre nosotros estamos en peligro; por otro
lado, tenemos una magnífica oportunidad para
construir nuestra reputación online desde el
principio.
• Hay poco
Cuando tenemos pocos resultados, en la práctica
es casi lo mismo que si no hubiéramos encon-
trado nada. La excepción es que si esos pocos
33
resultados nos dejan en mal lugar, entonces
pasamos de tener un problema potencial a tener
un problema muy real. En este caso, como en el
anterior, tenemos la oportunidad de participar
de forma muy decisiva en la construcción de
nuestra imagen en internet. Es cuestión de apro-
vecharlo y ponerse enseguida manos a la obra.
• Hay mucha información
En este caso no se puede extraer alegremente
ninguna conclusión, pues requiere análisis. ¿Nos
deja mayoritariamente en buen lugar? ¿En mal
lugar? ¿Qué tipo de información encontramos
primero? ¿Quién la ha publicado? ¿No hay nada
de nuestra autoría?
MZ[eZ*
Concepto
# URL Título Comentario Puntuación Urgente
1
2
…
TOTAL:
34
Concepto: el término de búsqueda utilizado
#: número de orden en los resultados de búsqueda
URL: dirección de la página resultante
Título: título de la página resultante
Comentario: cualquier observación que ayude a
entender el contenido analizado.
Puntuación: en esta casilla marcaremos si el con-
tenido de la página resultante es positivo para nosotros,
neutro o negativo. Si es positivo, le otorgaremos un
punto positivo (+1); si es neutro, cero puntos (0) y si
es negativo un punto negativo (-1). El positivo o nega-
tivo no siempre debe corresponder a una opinión, sino
que puede extraerse de otro tipo de contenidos que sin
tomar partido sí que ofrezcan una determinada impre-
sión. Por ejemplo, una noticia en el periódico hacién-
dose eco de que hemos presentado un nuevo producto
debería por lo general ser considerada algo positivo. La
decisión no siempre estará clara y en ocasiones debe-
remos fiarnos de nuestra propia subjetividad, aunque
siempre intentaremos ser lo más objetivos posible.
Urgente: solo en caso de que en la casilla ante-
rior hayamos marcado el contenido como negativo
(perjudicial para nuestra reputación), valoraremos si
dicho contenido requiere (y si es posible) una respues-
ta urgente por nuestra parte. Aunque busquemos esa
foto fija, no significa que no podamos hallar alguna
situación que requiera acción inmediata. En caso de
que así sea, dejaremos por el momento esta auditoría
y pasaremos rápidamente a analizar la situación para
solucionar el problema lo antes posible (véase el apar-
tado correspondiente más adelante: Protocolo de actuación
ante situaciones de crisis). Después de haber actuado sobre
35
esa urgencia, ya tendremos tiempo de volver a este
proceso de análisis.
36
Extracción de conclusiones y diagnóstico
para la planificación
MZ[eZ+
TOTAL:
37
a partir de ello, ya analizaremos cuál es la mejor manera
de comunicar lo buenos que son ahora.
38
PLANIFICACIÓN DE NUESTRA PRESENCIA
EN LA RED
39
pero en cualquier caso tendrá que ser algo que nos permi-
ta recorrer el día a día recordando que debemos atender
unas metas a medio o largo plazo.
40
Dicho lo anterior, voy a intentar detallar un poco
más el esqueleto básico de cualquier documento de estra-
tegia para la presencia en redes:
A. Anexos
41
Redacción de la estrategia
42
no detallamos cómo vamos a pasar a la acción, pero es
donde marcamos las bases para ello: objetivos, princi-
pios, personas, etc.
43
Por supuesto, podemos introducir objetivos liga-
dos a las ventas. Pero en este libro prefiero no jugar
con esas variables para no mercantilizar el mensaje. El
enfoque en los medios sociales no debería ser la venta
por la venta sino la fidelización de personas (estoy eli-
minando algún factor del esquema de fidelización pre-
sentado anteriormente). Eso se traducirá en ventas con
toda seguridad, pero para que todo funcione es mejor
no centrarse en la consecuencia (venta) sino en la causa
(buen hacer).
A riesgo de ser reiterativo, refuerzo mi tesis refor-
mulando algunos de los ejemplos:
• Si mejoro las referencias positivas recibidas en
internet los clientes potenciales tendrán tenden-
cia a confiar en mí. Es fácil que eso desemboque
en ventas.
• Si consigo revertir las críticas de manera que un
cliente enfadado vuelva a estar contento y agra-
decido, no solo le voy a seguir vendiendo sino
que es muy posible que sus recomendaciones
negativas se transformen en todo lo contrario
(es cierto que explicamos más lo negativo que
lo positivo, pero también nos apetece explicar
cuando después de un problema nos han aten-
dido bien).
• Si aumento el porcentaje de críticas positivas en
un portal especializado, mi nota media mejorará
y es muy posible que eso se traduzca en ventas.
Tengamos en cuenta, además, que en ese tipo de
portales nuestra puntuación suele ser fácilmente
comparable a la de la competencia.
44
Después de los objetivos, es imprescindible también
que plasmemos los principios básicos en los que quere-
mos movernos. Por ejemplo:
• Transparencia
• Honestidad
• Respeto a todas las personas y opiniones
• Etc.
Personas y funciones
En este apartado deben definirse los destinatarios
del documento. No me refiero a los destinatarios de la
estrategia, que se definen en el siguiente punto, sino a los
del propio documento. Pueden ser muchos o solo una
persona (incluso la misma que redacte el documento), lo
que suele depender de la propia complejidad del sujeto
que va a emprender su estrategia en medios sociales.
Sea como sea, debe aparecer el listado de destinata-
rios (no me refiero a nombres y apellidos, aunque podrían,
sino a funciones y/o perfiles). Para cada función o perfil
debe especificarse en qué grado debe participar y cómo; es
decir, cuáles son sus responsabilidades y objetivos concre-
tos. También deben definirse las necesidades formativas
relacionadas con las funciones descritas. En resumen,
cada persona debe saber qué se espera de ella, cuáles son
las pautas a partir de las cuales deberá desarrollar su traba-
jo y qué formación relacionada se le va a ofrecer.
45
Donde sí deberían aparecer nombres y apellidos es
en las intervenciones que se realicen en medios sociales
una vez apliquemos la estrategia. En general, esa debería
ser la norma: a la gente le transmite más seguridad y
confianza hablar con una persona que representa a una
empresa, y no a una empresa sin rostro ni nombre al que
dirigirse. Eso no obsta para que existan también espacios
institucionales y en algunas ocasiones sí que sea la empre-
sa como ente global la que hable.
Código de conducta
El código de conducta debe ir claramente en con-
sonancia con los principios básicos explicitados en el
primer apartado. En general, lo que hace es marcar pau-
tas de actuación para los empleados. Estas son algunas
de las pautas que se establecen habitualmente. Cualquier
representante de la empresa:
– Debe identificarse claramente como tal cuando
participa en una conversación en internet. Si la
identificación no se produce por defecto (porque
el sitio sea de la propia compañía y dicha persona
sea responsable conocido del espacio), deberá
hacer constar nombre y apellidos, empresa y car-
go.13
– Debe atenerse a las normas comúnmente acepta-
das de netiqueta.14
46
– Debe respetar todas las opiniones de sus interlo-
cutores, aun cuando no siempre tenga que estar
de acuerdo.
– Debe poder defender sus opiniones y posiciones
con total libertad.
– Debe respetar la legislación vigente.
47
ciones para una actividad responsable, recordando que de
un modo u otro su nombre se puede asociar a la empresa.
Debería ser suficiente, pero si no lo es... quizá el proble-
ma no está en los medios sociales sino en los métodos de
selección de personal de la propia empresa.
Perfil de destinatarios
En este caso sí nos referimos a aquellas personas
con las que vamos a encontrarnos e interactuar en los
medios sociales. Se trata de definir el tipo de público al
que queremos dirigirnos o que es susceptible de hablar
sobre nosotros en internet. De hecho, seguramente se
tratará de las mismas personas en ambos casos.
La definición del perfil o perfiles es muy importante
porque conocer a las personas nos permitirá saber en qué
entorno se mueven dentro del universo online y poder
así conectar con ellos. No es lo mismo que vendamos
un producto para el gran público que ser una editorial
científica especializada en medicina. Al primer cliente lo
encontraremos en casi cualquier sitio y por lo tanto será
mejor centrarnos en plataformas generalistas, mientras
que a los médicos e investigadores seguramente será más
efectivo ir a buscarlos a una red social especializada (o
incluso a un foro o lista de discusión).
En este apartado, lo ideal es poder establecer una
lista de perfiles tipo, aunque sean los mínimos posibles,
que nos permitan detectar y aprovechar la diversidad.
48
propia la que desarrollamos en aquellos espacios de
internet que controlamos directamente. Eso no significa
que seamos los promotores de la plataforma en cuestión
(aunque podemos serlo) sino que tenemos allí un espa-
cio que sí que administramos. Puede ser un blog, una red
social que hemos impulsado, una cuenta en Twitter, una
página en Facebook, un foro para clientes, etc.
Otro tipo de presencia es la que llevamos a cabo en
espacios ajenos. No los controlamos pero, metidos de
lleno en el espíritu de la web social, entramos en ellos
para aportar algo de igual a igual. No es infrecuente olvi-
dar este tipo de presencia, pero es importante tenerla en
cuenta.
Para terminar, debemos prever cómo vamos a
compartir los contenidos originales que generemos.
Está claro que al publicar algo, ese algo realiza su fun-
ción y queda en el lugar donde ha sido publicado. Pero,
¿podemos hacer algo más con ello? ¿Debemos permi-
tir que otros lo reutilicen? Es otro tema que tampoco
deberíamos olvidar y que trataremos en esta parte de la
estrategia.
49
más fácil que quien tenga que criticarnos lo haga en nues-
tra propia casa. Eso es positivo, puesto que en un espacio
propio siempre se cuenta con más margen de maniobra
ante las críticas.
Si somos un establecimiento de turismo, es fácil que
tengamos que establecer una presencia propia mínima
(pero suficiente) y hacer grandes esfuerzos para con-
seguir que los que ya nos han comprado compartan
su experiencia en sus propios espacios, en centrales de
reservas, etc. En cambio, quizá nuestro perfil es el de un
pequeño productor de cerveza artesanal y nuestra mejor
estrategia sea cuidar mucho un espacio propio informa-
tivo y de contacto directo con los clientes, que por si
mismos decidirán compartir con sus conocidos nuestra
oferta si están contentos con ella.
Por otro lado, no en todos los espacios deberemos
aportar lo mismo ni la periodicidad de nuestras inter-
venciones va a ser invariable (porque la persistencia del
mensaje es distinta en cada plataforma). En primer lugar
por la propia configuración y posibilidades del sitio.
Mientras que un blog se presta a artículos bien argu-
mentados que pueden incluir fotografía, video u otros
documentos, en un lugar como Twitter deberemos ser
muy sintéticos. En segundo, por las posibilidades de
interacción con las personas: preguntas y respuestas,
intercambio de experiencias, participación aprovechan-
do distintos formatos...
El objetivo de toda esta generación activa de conte-
nidos es doble:
• A nivel directo, queremos influir en las personas
con las que estemos hablando en el momento en
que publicamos nuestro contenido.
50
• Indirectamente, estamos dejando miguitas de
pan a los buscadores para que la gente llegue a lo
que hemos publicado tiempo después. Cuando
alguien busca en Google no suele mirar más allá
de los primeros resultados. Por eso es importan-
te generar contenido con el objetivo de copar
ese espacio crítico con lo que nos interesa trans-
mitir sobre nosotros (y por eso mismo moni-
torizamos esos resultados). Si lo conseguimos,
en gran parte estaremos controlando el mensaje
que recibe la gente.
15. http://www.booking.com
51
satisfecho para que tenga ganas de compartir esa satisfac-
ción con todo el mundo.
52
A continuación veremos un listado de posibles
espacios:
Página web: es el lugar de referencia y todo el
mundo debería contar con uno. No importa si vamos
a estar presentes en una o varias redes sociales, pero no
podemos olvidar cuál va a ser nuestro espacio de refe-
rencia. Este va a estar siempre disponible independiente-
mente de lo que hagamos fuera de él y de los cambios en
el tiempo. Es donde aparece la información básica sobre
nosotros y lo que ofrecemos. Puede ser algo muy simple
en una empresa modesta y mucho más complejo en una
gran empresa o con muchos productos distintos a la
venta, pero siempre debe ser un espacio muy informati-
vo, claro y donde sea fácil establecer un contacto directo
con nosotros.
Blog: puede sustituir a la página web, ya que tiene
lo necesario para incorporar esas secciones de referencia.
Sea como sea, este es el segundo elemento que considero
indispensable y es ideal poder combinar en él informa-
ción en varios formatos. No importa qué empresa sea,
seguro que periódicamente tiene algo que contar al exte-
rior y para eso el blog es la herramienta estrella. Además,
permite recibir un feedback de cualquiera y es una exce-
lente oportunidad para establecer contacto con la gente.
Podemos crear blogs con distintas finalidades. El
habitual es el blog de empresa en el que basaremos nuestra
comunicación general y que como decía estará abierto a
la participación de cualquier lector. Pero podemos tener
entre otros:
• Blog especializado en nuestro sector. Sin ser
un blog puramente institucional, puede ser una
herramienta que informe de novedades u ofrez-
53
ca análisis sobre temas específicos. Este tipo de
blogs suelen ser muy bien valorados, pues están
ofreciendo el know how de la empresa sin una
voluntad directa de venta (aunque la pueden
provocar, pues nos posiciona como expertos en
el tema que interesa al cliente).
• Blog de ayuda relacionado con lo que vendemos.
Es distinto al anterior porque pretende ser una
especie de manual de instrucciones online. En
él, podemos publicar videos, fotografía, audio
o explicaciones escritas para realizar operacio-
nes con nuestros productos. Incluso podemos
abrirlo para que los clientes ayuden a resolver
dudas de otras personas, compartan trucos o
usos alternativos de nuestros productos.16
• Blog de profesional. En este caso, se trata del
blog de integrantes de la empresa. Por lo tanto
es un blog personal, pero ligado a la actividad
profesional y que puede contener contenido
solo relacionado con el trabajo o bien mezclado
con alguna información de la vida diaria de la
persona en cuestión (a este tipo de blogs me
gusta llamarlos persofesionales, si bien es un térmi-
no inventado). Puede ser el blog de un directivo,
pero no tiene por qué limitarse a la escala de
mandos.
16. Aunque no lo hagamos, puede que haya quien tome la iniciativa por
su cuenta. Un ejemplo es Piratas de Ikea: http://piratasdeikea.blogspot.
com/
54
En este caso, el blog puede ser una iniciativa que
surge de la empresa o bien uno que la persona en con-
creto ha puesto en marcha a iniciativa propia (y que por
lo tanto trasciende a la propia entidad). Sea como sea,
no es la empresa la que rige los destinos del blog sino
que entra en la casuística mencionada cuando hablaba
del código de conducta y como mucho se podrán hacer
recomendaciones. Hay un tema que debe tenerse muy
claro: si es un espacio personal (en el sentido de que está
firmado con nombre y apellidos, y no con cargo anóni-
mo), es personal. Eso afecta a todas las partes, así que el
autor del blog también deberá tener claro cuáles son sus
responsabilidades.
Redes sociales: en este apartado es imposible
recomendar plataformas concretas por dos motivos
principales:
• Los actores en el mundo de las plataformas de
redes sociales son algo muy cambiante. La red
social de moda de hoy puede haber desapareci-
do mañana y haber sido sustituida por otra que
todavía no existe o que acaba de aparecer en el
mercado. Puede parecer imposible, pero las pla-
taformas de redes sociales más importantes en
la actualidad existen desde hace muy pocos años
y han borrado del mapa a otras que parecían
indestructibles en su momento.17
55
• Cada empresa es distinta y tiene unas necesida-
des diferentes. A muchas empresas les puede
merecer la pena estar presentes en redes sociales
generalistas, pero para otras será más recomen-
dable trabajar en una especializada (incluso con
una gran especialización si su sector tiene esa
característica), o quizá incluso impulsar la crea-
ción de una nueva en la que lidere los primeros
pasos. Cada empresa es un mundo y cada sector
tiene sus particularidades, así que lo único que
sí se puede asegurar para todo el mundo es que
debe definirse cómo vamos a estar presentes en
las redes sociales.
56
uso más masivo. Así que a título informativo describiré
las características principales de Facebook18, Twitter19 y
Linkedin.20
Facebook
Se trata de una plataforma de red social de tipo
generalista que ha representado para multitud personas
la puerta de entrada al uso de internet, hasta el punto de
que para muchas de ellas prácticamente se puede decir
que Facebook equivale a la Red. La gente comparte sus
pensamientos, las fotografías de sus celebraciones o de su
quehacer profesional, se cuenta chismes y, en ocasiones,
instala aplicaciones y las utiliza durante horas (juegos, en
gran medida).
En el párrafo anterior he denominado a Facebook
plataforma de red social y no red social. La razón es que, efecti-
vamente, el servicio como tal es un espacio en el que cada
usuario conforma su propia red social (con sus relaciones
y con el contenido y la actividad agregada de todos). Esto
ocurre de hecho en todas las plataformas, pero es más
acusado en las destinadas a cualquier tipo de público: al
final, cada persona adapta las herramientas existentes a
sus necesidades y podemos encontrar en Facebook a per-
sonas que hacen un uso totalmente disperso mezclando
todas las facetas de su vida y otras que se limitan a un uso
estrictamente personal o profesional.
Como empresa, debemos tenerlo en cuenta porque
nuestra presencia en Facebook (si decidimos tenerla)
18. https://www.facebook.com/
19. https://twitter.com/
20. http://www.linkedin.com/
57
debe ir dirigida a nuestro público potencial definido. Así
que deberemos entender cómo ese público está utili-
zando la plataforma para poder adaptarnos y conseguir
conectar con él adecuadamente.
Facebook tiene dos tipos básicos de presencia:
• Como perfil: reservado a las personas.
• Como página: reservado a entidades de todo
tipo o personas que quieran tener una presen-
cia en tanto que personaje público (artistas o
deportistas, a menudo, pero también profesores
o profesionales independientes).
58
usuario haya configurado su espacio propio).
Pero lo que sí podemos hacer es abrir nuestra pági-
na a la participación de la gente. Así, no solo podemos
proponer un tema y dejar que la gente participe, sino que
podemos dejar nuestro espacio abierto a que cada uno
exprese lo que le parezca más oportuno. Eso incluye,
por supuesto, dudas acerca de lo que ofrecemos y quejas
cuando alguien está descontento con nosotros. Lejos de
suponer un peligro, si sabemos gestionar bien esa posi-
bilidad puede jugar y mucho a nuestro favor. Existen
empresas que tienen en su muro un alto porcentaje de
quejas pero que terminan con un agradecimiento por
parte del afectado. La razón: le han solucionado el pro-
blema (y eso queda en el histórico de la página a la vista
de los que vengan después).
Lo importante, en Facebook y en cualquier espacio
en el que nos expongamos públicamente, es atender
correctamente al cliente y mostrar una buena dosis de
empatía y ganas de dar un buen servicio. Todo el mundo
comprende un error si ve que quien lo ha cometido lo
asume e intenta repararlo.
Twitter
Twitter es la otra gran plataforma social hoy en día,
aunque su concepto es muy distinto que Facebook. En
Twitter personas y empresas disponen de un perfil pro-
pio en el que pueden publicar mensajes cortos de texto
(140 caracteres). Twitter permite adjuntar imágenes, pero
cualquier otro contenido debe ir publicado vía enlace
hacia el exterior (aunque existen herramientas que inter-
median para el uso de Twitter y permiten extender las
posibilidades directas que ofrece la plataforma).
59
En Twitter las relaciones entre perfiles se desarrollan
mediante un esquema de seguidores/seguidos. Es decir,
no hay amigos en el sentido tradicional de las redes socia-
les (dos se conectan si ambos lo aceptan) sino que aquí el
hecho de seguir no necesita reciprocidad (aunque puede
tenerla): yo puedo seguirte y tu a mi no, o al contrario.
Por lo tanto, una empresa se expresa en Twitter a
través de uno o varios perfiles, que pueden estar destina-
dos a menesteres distintos. Por ejemplo:
• Perfil de información general sobre la empre-
sa: se publican las noticias que se producen a
nivel de empresa como nuevos lanzamientos
de productos, nombramientos, organización de
actividades, etc. También puede ser muy posi-
tivo solicitar ayuda de los consumidores, por
ejemplo a la hora de diseñar un nuevo servicio:
es fantástico poder estar tan cerca de la gente a
la que puedes terminar vendiendo algo porque
ellos te dirán directamente qué es lo que quieren
y cómo lo quieren. También se pueden publicar
informaciones generales sobre el sector.
• Perfil de atención post-venta: para solucionar
dudas de funcionamiento, gestionar incidencias,
informar de actuaciones pendientes, etc.
• Perfil de ventas: con el apoyo de la tienda virtual
de la empresa, pueden lanzarse ofertas concre-
tas enlazando a la página de venta. También es
posible distribuir catálogos nuevos, fotografías
de productos... y por supuesto para responder
cualquier duda de un posible comprador.
• Perfiles de departamentos concretos: depen-
diendo del tamaño y sector de la empresa, puede
60
ser interesante compartir aspectos del día a día
de un departamento determinado.
• Perfiles de profesionales de la empresa: suele
ser muy positivo compartir con todo el mundo
aspectos relacionados con la vida en la empresa,
e incluso fuera de ella. Un directivo que explique
intenciones futuras de la empresa, mezclado con
aspectos más diarios y prácticos e incluso con
algunos detalles personales...
61
Linkedin
Al contrario que las dos anteriores, consideramos
que Linkedin es una plataforma de red social especia-
lizada en ámbito profesional.21 Aquí los participantes
tienen un perfil que se asemeja a un curriculum vitae y el
propósito de su uso es estrictamente profesional (y todo
lo que ofrece la plataforma se dirige a ello). Los usuarios
se conectan entre sí a modo de Facebook (autorizando
ambos) y, además del propio espacio de currículum, tie-
nen la posibilidad de publicar múltiples mensajes en una
línea de tiempo parecida a la de Twitter.
Para un profesional individual, puede ser una exce-
lente herramienta para generar visibilidad y erigirse ante
la comunidad de semejantes como un experto. A ello
ayuda, además del propio perfil y las recomendaciones
de otros usuarios, la posibilidad de participar en grupos
temáticos ofreciendo buenos contenidos y opiniones
trabajadas.
Como empresa también podemos promover la crea-
ción de grupos, y además contamos con la posibilidad
de generar una página de empresa. En ella aparecerá la
información de referencia que especifiquemos, se enla-
zará a los perfiles de todas aquellas personas que hayan
especificado que trabajan o han trabajado con nosotros y
además podremos incluir otros elementos entre los que
se encuentran ofertas de empleo.
21. Aunque puede haber distintos enfoques en este tema. En este caso, si
tenemos en cuenta que Linkedin permite un uso intersectorial, también
podríamos considerar que es de tipo generalista.
62
Otro caso: la red social propia
En ocasiones podemos llegar a la conclusión de que
nos interesa impulsar una red social. Habitualmente se
hace cuando trabajamos en un sector especializado (a
ninguna empresa se le ocurriría impulsar un Facebook
propio a no ser que quiera que ese sea su negocio) y cuan-
do no existe un lugar específico donde los interesados
puedan encontrarse (quizá están dispersos o mal organi-
zados en grupos dentro de una red generalista porque no
hay un lugar de referencia).
Imagina que tenemos una empresa de venta de cal-
cetines y creamos una red social para que la gente inter-
cambie fotos de sus calcetines, discutan sobre el tipo de
calcetines que les parecen más cómodos, etc. En esta red
social, el tema es una pieza de ropa y aunque quieras será
difícil que solo se hable de los calcetines que tú vendes.
Entonces, ¿para qué podrías querer impulsar una red
social de este tipo? Se me ocurren diversas razones:
• Conocerás de primera mano qué debes hacer
para mejorar tu producto.
• Conocerás muy bien a tu competencia y qué les
hace buenos (o malos).
• Los usuarios de la red estarán usando calcetines
de cualquier marca, pero si el espacio les resulta
de alguna utilidad sabrán quién se lo está pro-
porcionando. Eso queda fijado en la memoria
(también a la hora de comprar calcetines).
• Podrás difundir fácilmente la información espe-
cífica sobre tus calcetines entre personas que
sabes seguro que son clientes potenciales tuyos
(no solo usan calcetines, sino que están tan inte-
resados en esa prenda como para dedicar parte
63
de su tiempo a una red social del tema). En este
punto me gustaría aclarar que siempre deberás
dejar bien claro que esa información es de tipo
comercial (cuando lo sea) y que el hecho de
crear una red social de este tipo puede conllevar
que tu propia competencia también participe
en ella.
Foros
Los foros son los grandes olvidados de internet.
Fueron una de las primeras tecnologías de conversación
en aparecer y su estructura no ha cambiado lo más míni-
mo: espacios categorizados donde aparecen conversacio-
nes agrupadas y donde se suelen aportar opiniones bajo
un nombre de usuario.
Hoy en día los foros suelen estar integrados en pla-
taformas más amplias (dentro de un grupo de Linkedin,
22. Otra cosa sería dotar de funciones de red social a tu tienda online de
calcetines. Es el enfoque inverso, y a algunos como a Zappos les va bien
(en este caso con los zapatos): http://www.zappos.com/
64
por ejemplo), y aunque muchas veces no se les llama así
siguen teniendo plena vigencia. Otros siguen funcionan-
do bajo el formato tradicional y en muchas ocasiones
con una comunidad amplia y sólidamente construida. De
hecho, no se les denomina redes sociales pero muchos
de ellos lo son claramente (relaciones entre personas en
torno a un interés común y en un contexto determinado).
Como empresa podemos participar en cualquier foro
(normalmente, y como en los casos anteriores, en tanto
que profesionales con un nombre de usuario propio) o
impulsar uno propio a nivel institucional (global o a nivel
de servicio). En este último caso, puede ser muy útil en
el caso de empresas con la necesidad de un servicio post-
venta fuerte. Es muy común en empresas de alquiler de
servidores en que una parte de la configuración va a cargo
del usuario, que a menudo debe realizar operaciones en
las que no es especialista. Allí dicho usuario lanza su
consulta y le responde el servicio técnico, pero también
en ocasiones lo hace otro usuario con conocimientos en
la materia. Con el tiempo, este tipo de foros se suele con-
vertir en una amplia base de conocimiento sobre el tema
que trata, así que termina atrayendo incluso a no clientes
que necesitan información (y que pueden terminar siendo
clientes, pues se topan con el foro de una empresa que les
ofrece soluciones directamente o a través de sus propios
clientes reales).
65
ta, es necesario plantearse qué tipo de contenidos pode-
mos producir en esos formatos.
Estas plataformas nos ofrecen una funcionalidad
doble: por un lado la propia presencia que desarrollamos
allí cuando las usamos; por el otro, nos sirven para alma-
cenar material que podemos integrar en otros espacios
(nuestro blog, por ejemplo).
Otras plataformas
La lista de plataformas es interminable, y todas
pueden tener sentido para alguien. Por ejemplo, podría
interesarnos crear un perfil en un sitio de marcadores
sociales como Delicious o Diigo para compartir recursos
con nuestros usuarios o clientes potenciales. Quizá rea-
lizamos presentaciones en público y podemos compartir
la documentación de apoyo en Slideshare, o bien nos
interesa participar en una plataforma de preguntas y res-
puestas tipo Quora. O también puede tener sentido para
nosotros impulsar un wiki para construir conocimiento
de forma colaborativa.
Como decía, la lista es tan larga que es imposible men-
cionar todas las posibilidades. En cada caso y teniendo en
cuenta a quién nos dirigimos, tendremos que decidir qué
espacios son más adecuados para nosotros y reflexionar
sobre el modo de conseguir que realmente nos funcione.
66
Las herramientas en concreto serán seguramente de
uno de los tipos ya descritos. Por ejemplo:
• Un blog especializado en nuestro sector. Además
de acudir a él para informarnos y para documen-
tarnos para nuestros propios espacios, también
deberíamos plantearnos seriamente participar
en él activamente y más allá de la simple lectu-
ra. Me refiero a escribir comentarios sobre los
temas planteados para aportar nuestro punto de
vista, nuevas informaciones que enriquezcan la
fuente original o simplemente felicitar y agra-
decer al autor si lo consultado nos ha aportado
valor.
• Un grupo de Linkedin impulsado por la compe-
tencia. Una empresa competidora no debe ser
vista como un enemigo. De hecho, la competen-
cia es sana, y seguramente participando juntos
en discusiones e intercambios constructivos los
beneficios puedan llegar para todos. Así que
si participamos aportando valor en un grupo
impulsado por la competencia (siempre que esa
actitud sea por parte de todos, claro), a la larga
pueden surgir oportunidades comerciales.
• Una página, perfil personal o grupo de Facebook
donde podamos aclarar algo referente a noso-
tros mismos, o bien aportar algo en el mismo
sentido de los ejemplos anteriores.
67
siempre debe tener una justificación y no ser un
torpe intento de venta.
• Aportar valor. Además de asegurar que no esta-
mos haciendo spam, si aportamos algo positivo
con nuestras intervenciones indudablemente
mejorará cómo somos percibidos por los que
las reciban.
Compartir la información
Todo el contenido original que generemos llevará
incorporada la propiedad intelectual. Es decir, es nuestro
y nadie podrá usarlo sin nuestro permiso. Incluso en ese
caso, deberá hacerlo en las condiciones que estipulemos
(o según el acuerdo al que lleguemos).
Pero en un entorno como internet en el que la parti-
cipación y el hecho de compartir libremente es cada vez
más sencillo, una buena opción para nosotros puede ser
liberar nuestro contenido con una licencia determina-
da (a no ser que nuestra producción esté precisamente
orientada a la venta de ese contenido). ¿Qué ventajas
nos puede ofrecer eso? Pues justamente que fomenta la
circulación de información. Si ofrecemos buen contenido
y permitimos que se multiplique su presencia con facili-
dad, podemos conseguir que muchos otros actúen como
embajadores nuestros incluso sin saberlo.
Por ejemplo, es muy típico entre profesionales del
conocimiento publicar informes, presentaciones, etc.,
68
de modo que se compartan entre mucha gente y acaben
repercutiendo en cursos, consultorías o conferencias
pagadas.
23. http://es.creativecommons.org/
69
Las combinaciones dan lugar a estas seis licencias:
• by: reconocimiento
• by-nc: reconocimiento, uso no comercial
• by-nc-sa: reconocimiento, uso no comercial,
compartir igual
• by-nc-nd: reconocimiento, uso no comercial,
sin obras derivadas
• by-sa: reconocimiento, compartir igual
• by-nd: reconocimiento, sin obra derivada
24. ¿Cuál es el retorno sobre la inversión del silencio en los medios sociales? “Me
entristezco cuando publico un mensaje positivo sobre una de mis
marcas favoritas y no obtengo respuesta. El mensaje, esencialmente, es
‘escuchamos sólo lo que queremos’”. Publicado en Business2Community el
22 de febrero de 2012: http://www.business2community.com/social-
media/whats-the-roi-of-social-media-silence-0136335
70
I’m saddened when I send out a positive message about one of my
favorite brands and don’t get a response. The essential message is
“we’ll listen at our convenience.”
71
• ¿Qué se está cociendo en nuestro sector de
actividad? ¿Quiénes son las personas más influ-
yentes?
• ¿Qué hace nuestra competencia?
• ¿Qué nuevas ideas podemos aprovechar en
nuestro favor?
72
Definición del contenido que se ha de monitorizar
Usaremos los mismos términos que ya hemos
definido en la fase de auditoría. Es decir, buscaremos
sobre nosotros, nuestros productos, nuestros nombres
comerciales... pero en este momento también debemos
fijarnos en la competencia. ¿Cómo se llama? ¿Qué marcas
utiliza? ¿Cuáles son sus personas clave? Pese a que lo que
nos interesa es lo que se dice sobre nosotros, conocer
también qué ocurre alrededor no nos hará ningún daño.
Con lo anterior vamos a poder cubrir gran parte de
la información que nos interesa conocer relacionada con
nuestra reputación online, pero es importante ampliar
el alcance de nuestras pesquisas haciendo un listado de
palabras o temas relacionados con nuestro sector y entor-
no: marcas que compiten contra nosotros, personas clave
externas a la empresa, productos parecidos a los nues-
tros, etc. De ese modo podremos conocer novedades en
nuestro campo, hallar oportunidades y posibles amenazas
que sin una búsqueda activa de información nos pasarían
desapercibidas.
73
muy difícil de gestionar: por un lado sería una enorme
carga de trabajo que habría que asumir muy a menudo
(una cosa es realizar la búsqueda una vez y otra tener
que repetirla cada poco tiempo); por el otro, sería impo-
sible gestionar los resultados (¿cómo sabemos si entre
todo lo que encontramos hoy hay novedades o no, por
ejemplo?). Así que necesitamos automatizar al máximo el
proceso de monitorización, para lo que vamos a construir
varias alertas y centralizarlas en un panel único gracias al
formato RSS.
Como ya mencioné en la introducción, existen
muchas herramientas de pago que permiten poner en
marcha un panel de monitorización. Algunas de ellas
son verdaderamente sofisticadas y nos pueden ayudar,
por ejemplo, a priorizar cierto tipo de mensajes o bien
ordenarlos según su tono (crítica, alabanza). Tenemos a
nuestra disposición varias tecnologías, modelos y precios.
No obstante, también dije que voy a proponer
hacer esa monitorización usando el apoyo de RSS y
de herramientas gratuitas: quizá no sean tan completas
como algunas de las que comentaba (en algunos casos
son parecidas), pero en la mayor parte de los casos son
más que suficientes. Las herramientas principales que yo
propongo son un agregador RSS como Google Reader,27
un servicio de página de inicio como Netvibes28 y una
plataforma que nos servirá para buscar información a
tiempo real: Hootsuite.29 Además, usaremos las hojas de
cálculo que ya conocemos.
27. http://www.google.com/reader/
28. http://www.netvibes.com/
29. http://hootsuite.com/
74
Pero antes de pasar a la herramienta de monitori-
zación, vamos a obtener el material para alimentarla. Es
decir, las alertas. Para ello ampliaremos el foco respecto
a la auditoría y realizaremos las mismas búsquedas en
varios lugares distintos con el fin de cubrir lo mejor
posible la amplia variedad de plataformas de publicación
existentes: web en general, imágenes, redes sociales... no
olvidemos que toda la información que vamos a recu-
perar debe haber sido compartida en público. Es decir,
si alguien habla sobre nosotros en su perfil cerrado de
Facebook no podremos saberlo; es lógico porque, aun-
que sea en la Red, dicho usuario estará hablando en priva-
do con sus amigos y nadie externo tiene por qué saberlo.
A lo largo del tiempo van surgiendo nuevas herra-
mientas, cierran otras, etc., por lo que el siguiente listado
es solo orientativo y puede completarse o sustituirse por
otras a conveniencia y a lo largo del tiempo. Se trata bási-
camente de una guía para poder empezar a trabajar, pero
lo importante no es tanto este u otro buscador (excepto
los clásicos, por el momento) sino el sistema de monito-
rización.
Vamos a realizar las búsquedas en los siguientes
espacios:
• Google Alerts:30 obtendremos alertas de las
siguiente fuentes: web, noticias, blogs, videos,
foros de debate. Con ello ya obtendremos un
porcentaje amplio de lo que queremos recuperar.
• Social Mention:31 este buscador recupera gran
parte de lo que se publica en medios sociales:
30. http://www.google.es/alerts
31. http://www.socialmention.com/
75
blogs, redes sociales, comentarios, etc. Dado
que dispone de filtro por fuentes concretas,
podemos desechar aquellas que no nos intere-
sen (aunque no suele ser necesario). Esta herra-
mienta incorpora algo de análisis de sentimiento
de los resultados, así que puede interesarnos
realizar alguna consulta exhaustiva directamen-
te de vez en cuando en vez de esperar al panel
de monitorización.
• Omgili:32 esta herramienta nos permite reali-
zar búsquedas sobre contenidos publicados en
foros, un formato algo difícil a veces de recupe-
rar en otras fuentes.
• Delicious:33 en esta plataforma de marcado
social los usuarios etiquetan las fuentes que
guardan. Si monitorizamos nuestras url podre-
mos saber cuándo alguien las guarda en su
cuenta y qué etiquetas usa. Eso nos dará una
información muy buena para saber bajo qué
términos nos percibe la gente.
32. http://omgili.com/
33. http://www.delicious.com/
34. http://www.samepoint.com/
35. http://www.diigo.com/
76
Además, buscaremos algunas fuentes de informa-
ción de referencia de nuestro sector mediante las cuales
podamos estar informados sin depender de una u otra
búsqueda concreta. Intentaremos que estas fuentes dis-
pongan de suscripción por RSS y sean solo unas pocas y
de referencia. Se sumarán a la lista de canales a monitori-
zar y, pese a que no nos servirán para detectar mensajes
sobre nosotros (a priori), si pueden ser útiles por ejemplo
como documentación para la generación de contenidos
propios.
Como ya he dicho, podemos obtener canales RSS de
todo lo anterior. Si en algún caso no fuera posible, inten-
taríamos conseguirlo mediante el uso de una herramienta
como Page2rss.36
Ahora que ya tenemos las búsquedas hechas y sus
direcciones permanentes (los RSS), es momento de crear
el panel de monitorización. En principio no es necesario
usar Google Reader y Netvibes a la vez, sino que estu-
diaremos el funcionamiento de ambos y decidiremos con
cuál de ellas nos sentimos más cómodos. Para quien no
está muy familiarizado con el gran consumo de informa-
ción, Netvibes suele ser más cómodo porque es de una
apariencia más visual. En cambio, Google Reader es más
aséptico y funcional para personas más habituadas. En
cualquier caso, ambas herramientas nos sirven.
En primer lugar vamos a decidir cómo organizamos
la herramienta. A estas alturas tenemos un montón de
búsquedas para trabajar y es importante no mezclarlo
todo. Así que, a base de pestañas en Netvibes y de carpe-
tas en Google Reader, diseñaremos una organización que
36. http://page2rss.com/
77
nos permita trabajar con comodidad. Puede correspon-
der a los listados de conceptos (marcas, personas, temas),
pero no es obligatorio sino que se trata de una cuestión
práctica y de conveniencia.
A partir de ahí, vamos a configurar las direcciones
RSS y a organizarlas según el diseño que hayamos deci-
dido. En Netvibes organizaremos módulos dentro de las
pestañas, en colores o como nos resulte más cómodo;
en Google Reader simplemente iremos suscribiendo
los canales RSS y colocándolos en las carpetas corres-
pondientes. Una vez organizado el espacio, ya estamos
preparados para la monitorización y simplemente debe-
remos entrar regularmente a nuestro Netvibes o Google
Reader para comprobar si aparecen novedades.
78
Para los resultados que sí que afecten directamente
a nuestra reputación online, recuperaremos el diseño de
las tablas que hemos usado en la fase de auditoría. En
este caso, la tabla 1 no nos servirá para añadir los 30
primeros resultados de cada búsqueda sino para ir ano-
tando cada una de las nuevas menciones que recibamos.
Recordemos que en este caso no estamos hablando de
posicionamiento en Google, sino de nuevo contenido
generado en algún lugar independientemente de su
posicionamiento (ese factor lo valoraremos después).
Con la tabla 2, iremos confeccionando un resumen de
todos los resultados recuperados de los distintos con-
ceptos.
79
Para monitorizar los mensajes de Twitter podemos
usar la propia herramienta, pero nos puede ser más útil
utilizar un intermediario como Hootsuite. Esta herra-
mienta nos permite configurar múltiples búsquedas de
contenido en Twitter, que organizaremos en pestañas y
columnas. Desde allí mismo, de hecho, podemos gestio-
nar nuestras cuentas de Twitter y publicar mensajes cuan-
do sea necesario. En lo que respecta a Facebook, quizá
lo más cómodo es utilizar Socialmention limitando los
resultados a esa plataforma y a las últimas 12 o 24 horas.
En ambos casos será necesario que repitamos la
búsqueda al menos una vez al día para detectar cualquier
posible amenaza. Dado que eso puede suponer una carga
importante de trabajo que justamente queríamos evitar
automatizando mediante RSS, podemos limitar esas bús-
quedas a los conceptos que consideremos críticos para
nosotros (en el caso de Twitter, se trataría de consultar
una vez al día el espacio de Hootsuite con las búsquedas
ya guardadas). En cualquier caso, podemos realizarlo
todo diariamente en el mismo momento en que revisa-
mos nuestro Netvibes o Google Reader.
80
sada que nos permite actuar teniendo puesta la vista en
nuestra estrategia a medio o largo plazo. Ya evaluaremos
más a fondo la información en los momentos que nos
hayamos marcado en el calendario. Pero tarde o tempra-
no llegará el día en que recibamos un input que haga sal-
tar todas nuestras alarmas y nos haga poner el uniforme
de bombero: la crítica negativa.
No es posible ofrecer una respuesta universal para
las críticas. No hay dos iguales, y una crítica negativa
no siempre tiene porqué desembocar en una crisis. De
hecho en muchos casos no es así, pero a priori no es posi-
ble saberlo porque hay varios factores que individualizan
cada situación de peligro. Si en la fase de auditoría hemos
evaluado los riesgos inminentes de las críticas negativas
en base a la intuición, en este momento vamos a dar
algunas herramientas más concretas para poder extraer
conclusiones en cada caso:
• ¿Quién es el que nos está criticando?
• ¿Dónde nos está criticando?
• ¿En qué momento nos está criticando?
• ¿Cuál es la forma de la crítica?
• ¿Qué repercusión inmediata está teniendo esa
crítica?
• ¿Tiene fundamento?
Quién
Si tenemos un restaurante, no es lo mismo si habla
mal de nosotros un crítico gastronómico que publica en
un medio de gran audiencia que si lo hace un cliente de
a pie que, pese a poder publicar igualmente en internet,
81
no tiene apenas audiencia fiel. De entrada, parece que
deberemos ponernos más nerviosos si la crítica viene
del primer individuo. ¿Cuál es la razón? Pues que tiene
una mejor reputación en el tema que nos interesa y que
además el alcance inmediato de sus mensajes es mucho
mayor.
Pero lo anterior no es siempre una verdad absoluta,
pues debemos tener en cuenta otros datos de contexto.
Quizá nuestro restaurante está en un pueblo pequeño y
ese ciudadano de a pie tiene poca audiencia en términos
globales pero mucha a nivel local. ¡Quizá tiene varios
amigos en nuestro pueblo! En ese caso la percepción del
problema cambia completamente y el crítico puede llegar
a parecer un problema menor: tiene mucha audiencia
pero la mayor parte de ella está lejos de nuestra área de
alcance y no nos afectará en lo más mínimo. De hecho,
excepto restaurantes de cierto renombre la gran mayoría
nunca van a tener problemas con la opinión de un crítico
gastronómico por la sencilla razón de que no forman
parte de su universo objetivo de crítica. En cambio, sí
pueden tenerlos con un vecino del pueblo que se sintió
maltratado el último domingo.
Por lo tanto, no solo necesitamos saber quién es y
qué influencia tiene la persona que nos está criticando,
sino que debemos poner eso en contexto con nuestra
propia naturaleza.
82
una crítica negativa sea mucho más dañina si se produce
en Trip Advisor37 que si esa misma crítica aparece en
Twitter. La razón en este caso es el público del medio
y la persistencia del mensaje. En Twitter un mensaje
es bastante efímero a no ser que obtenga viralidad; en
Facebook es más persistente pero suele ir dirigido a una
audiencia limitada (amigos del que critica, excepto si se
produce en una página o grupo). Puede hacer daño, pero
es en principio limitado. En cambio, la misma crítica en
una red social de viajes y establecimientos de turismo,
gastronomía, etc., como es Trip Advisor, puede ser muy
perjudicial porque ese mensaje va a quedar indefinida-
mente en la ficha de nuestro restaurante (y eso es muy
peligroso, pues gracias a la geolocalización cualquiera
puede consultar ese espacio desde su teléfono móvil
incluso delante del restaurante y decidir que no entra).
Por lo tanto, si una posible respuesta a esa crítica en
Twitter pudiera ser el silencio, en Trip Advisor eso no va
a solucionar nada porque la crítica seguirá allí a la vista a
no ser que quede sepultada por criticas positivas (que por
supuesto no escribiremos nosotros intentando falsear
datos38 sino que nos ganaremos a base de contentar a
nuestros próximos clientes).
Así pues, un dónde puede ser al mismo tiempo un
quién. Fijémonos que en el anterior punto hablaba sobre
la reputación del emisor. En este caso, tenemos a dos
emisores: el cliente que ha escrito su opinión y la propia
red social, que en este caso goza de una gran reputación.
37. http://www.tripadvisor.es/
38. Entre otras cosas porque el fraude se acaba detectando y esas prácticas
se volverían contra nosotros.
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¿En qué momento nos está criticando?
El momento es importante, no solo con relación al
día y hora concretos sino teniendo también en cuenta el
momento que significa para nosotros. No es lo mismo
recibir una crítica sangrante cuando estamos empezando
que cuando ya gozamos de una buena reputación en
nuestra área de interés. Lógicamente, el primer momento
es mucho más peligroso para nosotros.
Pero a nivel absoluto, tampoco es lo mismo un
mensaje de crítica publicado a media tarde que a las
tres de la madrugada. De entrada parece menos peli-
groso el de madrugada, ya que suele haber menos gente
conectada a internet y por lo tanto el alcance inmedia-
to es más reducido (y por lo tanto también lo son las
posibilidades de propagación viral). Pero no podemos
estar seguros de ello, porque una vez más deberemos
poner ese factor dentro del conjunto más amplio del
resto de factores.
84
Por lo tanto, lo que criticamos también pasa a formar
parte de la construcción de nuestra propia reputación.
Así pues, la forma de la crítica afecta a la credibilidad del
mensaje y por lo tanto pasa a estar en estrecho contacto
con el sujeto de la primera pregunta: ¿quién?
¿Tiene fundamento?
Más allá de los anteriores análisis, que tienen en
cuenta el quién, el dónde, el cómo, el cuándo, el cuánto...
es primordial analizar el qué. ¿Tiene razón quien nos está
criticando? Si la respuesta a esa pregunta no es 100 por
cien clara, ¿en qué tiene razón y en qué puede no tenerla?
E incluso aunque pudiera no tenerla globalmente o en
parte, ¿debemos actuar como si la tuviera o debemos
defender nuestra posición? Como siempre, cada caso
tendrá su propia respuesta.
85
Después de las preguntas
Las anteriores preguntas nos ofrecerán una serie de
respuestas que deben ponerse en conjunto y en su justa
medida para poder obtener conclusiones. Una vez más, no
hay una fórmula exacta para la mezcla sino que a su puesta
en común deberemos sumarle una ración de intuición y
otra de experiencia ante situaciones similares previas.
Finalmente vamos a encontrarnos ante una situación
peligrosa a la que hay que responder de algún modo, así
que aunque no podamos tener una respuesta predefini-
da, sí que debemos fijar un protocolo general de actua-
ción que nos ayude a suavizar la situación en un primer
momento y a solucionarla después. Se trata del método
ASAP39 (Apologize; Simpathize; Accept responsibility; Prepare
to take action).
• Discúlpate: Lo siento, por favor y gracias. Estas son
las tres expresiones que pueden conseguir que
en reputación online todo vaya mejor (y en cual-
quier otro ámbito de la vida, reconozcámoslo).
Cuando nos encontremos ante una situación
delicada con una persona, lo primero que debe-
ríamos hacer es ponernos a disposición de esa
persona y pedir disculpas por las molestias.
• Sé empático: ponerse en el lugar del otro es la
mejor manera de saber si estamos actuando
bien o mal, y también de empezar a arreglar el
problema. No solo se trata de sentir cómo nos
afectaría a nosotros una u otra acción (u omi-
39. Lydia Ramsey. Keeping your cool when the customer gets hot. http://
www.amanet.org/training/articles/Keeping-Your-Cool-When-the-
Customer-Gets-Hot.aspx
86
sión), sino también cómo nos gustaría que se
comportara ante nosotros quien creemos que
nos ha perjudicado.
• Acepta tus responsabilidades: si hemos hecho
algo mal, lo mejor es reconocerlo cuanto antes.
Lo contrario solo puede servir para complicar el
problema, y además no sería justo hacerlo. ¿Para
qué nos va a servir cargarnos de orgullo?
• Prepárate para la acción: perdón sin repara-
ción no basta. Si hemos causado un perjuicio
a alguien, debemos compensarle. Cada uno
decide en qué consiste esa compensación, pero
debe reparar el daño hecho. En ocasiones
puede tratarse de algo material (reemplazo
de un producto roto, reembolso de un cobro
erróneo...), pero hay quien se conformará con
una disculpa que considere sincera o con una
postal amable.
¿Cómo responder?
De entrada, quien nos critica merece nuestra aten-
ción y a priori todo el mundo es digno de recibir una res-
puesta. Pero quien se dirige directamente a nosotros no
solo la merece sino que la está esperando; si no la recibe,
la situación solo puede empeorar. Se dan muchos casos
de quejas realizadas sin mala intención (porque la persona
se sentía maltratada) y que al recibir el silencio por res-
puesta han acabado con campañas dirigidas a hacer daño.
A nadie le gusta sentirse ninguneado.
Dicho lo anterior, debemos distinguir entre críticas
hechas sin mala intención y las que no persiguen otra
cosa que hacer daño. Antes las primeras, aplicaremos el
87
método ASAP y procuraremos hacerlo de la mejor mane-
ra posible. Si alguien tiene razón debemos reconocerlo,
y si creemos que no la tiene debemos defender nuestra
posición pero siempre desde el respeto.
Ante las segundas, hay que intentar conocer su natu-
raleza. No tanto por el modo en que vamos a responder
(independientemente de las vías legales que sean necesarias,
cuando lo sean) sino para ser conscientes de si estamos ante
un problema puntual o nos encontramos ante una campaña
orquestada y que va a persistir porque busca hacer un daño
profundo. En dicho caso, es probable que la situación
pueda requerir un protocolo de actuación específico.
Afortunadamente las campañas orquestadas no ocu-
rren a menudo, y de hecho es muy posible que nunca nos
tengamos que enfrentar a una. Pero sí que es más proba-
ble que tengamos que hacer frente a una crítica destruc-
tiva de un individuo o empresa en alguna ocasión. Puede
ser alguien de la competencia, alguien que había trabajado
con nosotros... y en muchas ocasiones se presentará con
un nombre falso o directamente como anónimo.
Si nos encontramos ante esta situación y los comen-
tarios se realizan en lugares que administramos, lo más
recomendable es borrar directamente las críticas. Eso no
debería hacerse en los demás casos, pero en esta ocasión
nos encontramos ante alguien en actitud destructiva y
nada positivo sacaremos de mantener sus ataques publi-
cados y menos de responder a ellos. De todos modos,
esta decisión formará parte de la política de comentarios.
Si esos mismos comentarios se realizan en un sitio
que no controlamos, tenemos la opción de explicar la
situación a los responsables de ese espacio esperando
que lo comprendan y borren ellos mismos esos mensajes.
88
Si no lo hicieran, podemos responder en el propio lugar
donde se ha realizado el ataque y siempre usando un tono
constructivo (pero firme) y argumentando convenien-
temente cualquier afirmación que hagamos. Si tenemos
razón debemos poder demostrarlo y desmantelar cual-
quier ataque, pero es importante que lo hagamos en una
sola vez sin volver a entrar al trapo. Nuestro oponente
intentará que el conflicto se haga más grande y a nosotros
nos interesa todo lo contrario.
De entrada, deberíamos limitar el alcance de ese
tipo de críticas al lugar donde se han realizado. Pero no
siempre es posible, porque hay enemigos muy persis-
tentes que consiguen que el problema pase a tener una
magnitud peligrosa. En ese caso, deberíamos aprovechar
nuestro propio espacio y publicar un comunicado donde
expliquemos la situación generada, demos la respuesta
conveniente bien documentada y terminemos anuncian-
do que no vamos a volver a hablar del tema.
Más allá de eso, debemos tener claro que bajo nin-
gún concepto debemos perder los nervios ni tomar deci-
siones extremas. Ante ilegalidades y amenazas, como he
dicho, evidentemente deberemos tomar acciones legales,
pero nunca debemos amenazar, censurar ni coaccionar
a nadie que nos esté criticando. En primer lugar porque
no es correcto actuar de ese modo, y en segundo porque
lo más probable es que ese tipo de actuaciones se gire en
nuestra contra tomando una dimensión mucho mayor
que la que tenía al principio. Se trata del conocido efecto
Streissand.40
89
¿Público o privado?
Como siempre, hay que valorar cada caso. Pero en
líneas generales el siguiente protocolo de actuación suele
ser efectivo:
• Si es necesario aclarar alguna afirmación incierta
y defender nuestra posición: en público.
• Si se trata de una información que debamos
dar y sea beneficiosa para todo el mundo: en
público.
• Si se trata de un tema particular: se responde en
público anunciando que nos vamos a ocupar
del tema y pasamos a solucionarlo en privado
(ofreciendo una disculpa pública siempre que
proceda).
90
resolver los problemas de nuestros clientes, las quejas
expuestas en público juegan una baza a nuestro favor en
el tema de la reputación online.
91
Plan de implantación
A lo largo del proceso de realización de la estrategia
nos habremos planteado un buen número de acciones:
crear un blog, abrir un espacio en una red social determi-
nada, etc. También habremos definido los temas que se
han de publicar y unos mínimos y máximos temporales
para cada herramienta.
Todo eso hay que implantarlo, así que elabora-
remos un calendario donde detallaremos las distintas
tareas y los tiempos previstos para cada una de ellas
(aunque no forme parte estricta de la estrategia en inter-
net, deberemos calcular los costes). Una vez realizado el
rodaje, la temporización es muy lineal y hay que marcar
períodos de evaluación y actualización de la estrategia,
pero la primera vez que lo hagamos deberemos prever
que vamos a tener que poner en marcha todo el sistema.
Esto incluye:
• Información sobre la estrategia dentro de la
empresa: qué vamos a hacer, por qué, quién y
cómo.
• Formación necesaria para los empleados, si es
el caso.
• Creación de perfiles y demás espacios. En caso
de haber previsto espacios propios como un
blog, una red social o similar, habrá que tener
en cuenta las necesidades técnicas y temporales
que conlleva.
92
tipo audiovisual, deberemos tener en cuenta las nece-
sidades técnicas y, nuevamente, las de formación de
personal que sean necesarias. Tampoco podremos olvi-
dar que deberemos dedicar tiempo a leer los mensajes
dirigidos a nosotros y responderlos convenientemente,
lo que a veces conllevará tareas de documentación previa
y elaboración.
Evaluación
Debemos marcar momentos periódicos de evalua-
ción parcial en los que analizaremos lo que va surgiendo a
través de la monitorización. También en estos momentos
aprovecharemos para ir realizando cambios menores que
sean convenientes. Esos momentos pueden ser mensua-
les, por ejemplo.
Pero aproximadamente cada seis meses, debería-
mos revisar todo el sistema. Poner en común qué ha ido
bien y qué ha ido mal, analizar detalladamente las hojas
de cálculo en que hemos ido anotando las novedades
en materia de monitorización (y extrayendo las gráfi-
cas correspondientes), revisar las estadísticas de visitas
y actividad de nuestros espacios (el blog, la página de
Facebook, etc.) y comprobar en detalle qué ha ocurri-
do en Google respecto a los conceptos que habíamos
elegido (¿el listado de resultado ha mejorado en lo que
respecta a la imagen que proyectamos o por el contrario
ha empeorado?).41 Respecto a este tema, conocer qué
términos de búsqueda llevan más usuarios a nuestra web
nos puede ayudar en la tarea de revisión de conceptos
41. De ahí obtendremos información relacionada con las acciones SEO que
debemos llevar a cabo.
93
que han de monitorizarse. Este será también el momen-
to para ello.
Por supuesto, parte de lo anterior se puede ir corri-
giendo en el día a día, pero es imprescindible intentar
verlo todo con calma y en conjunto cada cierto tiempo.
Después de la evaluación, sacaremos conclusiones y revi-
saremos el documento de estrategia. Se trata de actualizarlo
para afrontar el próximo período, al final del cual volveremos
a repetir el proceso y así sucesivamente.
Anexos
94
EN MARCHA
95
que internet es un espacio para compartir y donde lo que
más se valora es la generosidad y la honestidad.
Siempre debemos tener una cosa en mente: la
gente no quiere hablar con empresas sino con personas.
Entremos en la conversación y seamos, pues, humanos.
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BIBLIOGRAFÍA
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• Leiva Aguilera, Javier (2009). Redes sociales: situación
y tendencias en relación a la Información y la Documentación.
Madrid: Baratz.
• Levine, Rick, et al. (2008). El manifiesto Cluetrain.
Barcelona: Deusto.
98