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Calendario hebreo

Concepto:
El calendario hebreo es un calendario lunisolar, es decir, que se basa tanto en el ciclo de la
Tierra alrededor del Sol, como en el de la Luna al rodear a la Tierra.
Calendario hebreo Se basa en el calendario lunar. El mes lunar, es de aproximadamente 29 1/2
días. Doce meses lunares tienen 354 días. El ciclo lunar es 11 días y un cuarto más corto que el
año solar, esa diferencia genera en tres años un incremento de un mes, por ese motivo cada
dos o tres años se añade un mes al calendario. Ese año tiene dos meses llamados Adar.

Características
El calendario hebreo es un calendario lunisolar, es decir, que se basa tanto en el ciclo de la
Tierra alrededor del Sol, como en el de la Luna al rodear a la Tierra. La versión actual, por la que
se rigen las festividades judías, fue concluida por el sabio Hilel II hacia el año 359. Este
calendario se basa en un complejo algoritmo, que permite predecir las fechas exactas de luna
nueva, así como las distintas estaciones del año, basándose en cálculos matemáticos y
astronómicos, prescindiendo desde aquel momento de las observaciones empíricas de que se
valieron hasta entonces. En su concepción compleja tanto solar como lunar, el calendario
hebreo se asemeja al chino, sin que se sepa de influencia alguna que haya tenido el uno sobre
el otro; y también al calendario utilizado por los pueblos de la península arábiga hasta la
aparición del Islam, en el siglo VII de laEra cristiana. En cambio, se distingue del calendario
gregoriano de amplio uso universal, basado exclusivamente en el ciclo solar-anual; y también
del que rige al mundo musulmán desde Mahoma hasta nuestros días, que es puramente lunar.
El calendario hebreo comienza con la Génesis del mundo, que aconteció, según la tradición
judía, el día domingo 7 de octubre del año 3761 a. C.; fecha equivalente al 1 del mes de Tishrei
del año 1. De esta manera, el año gregoriano de 2007 equivale al año hebreo de 5768 el cual
comenzó al atardecer del 12 de septiembre del 2007.

Los fundamentos del calendario hebreo


El día hebraico
El día, en el calendario hebreo, comienza con la salida de 3 estrellas, y culmina con el ocaso. En
esto se diferencia del día según el calendario gregoriano, que discurre exactamente de
medianoche a medianoche. La costumbre de ver al día comenzar con la caída del crepúsculo es
tan antigua como la Biblia misma, y se basa en el texto bíblico del Génesis 1:5, que al cabo de
cada día comenta Y fue la tarde, y fue la mañana..., de lo que se entiende que cada uno de los
días de la creación comenzaba por la tarde. Más explícitamente aun, al prescribir la Biblia el
ayuno del Día del Perdón, el Yom Kipur: El día décimo de este séptimo mes será el día de la
Expiación... Será para vosotros día de descanso completo y ayunaréis; el día nueve del mes, por
la tarde, de tarde a tarde, guardaréis descanso. Desde entonces, es práctica corriente y
antiquísima, que las festividades judías comiencen al caer el sol. Y no sólo ellas: la consabida
costumbre de comenzar la celebración de la Navidad con la cena de Nochebuena, tiene sus
raíces en tal milenaria usanza hebrea. Cabe destacar, no obstante, que estudios arqueológicos
han revelado que también en la antigua Babilonia se señalaba el comienzo del día al atardecer,
y se estima que es ése el origen de la costumbre.
El mes hebraico
El mes en el calendario hebreo se basa en el ciclo que cumple la Luna al circunscribir por
completo a la Tierra, captando el ojo humano desde nuestro planeta 4 diferentes estadios
principales de la Luna, a saber: Luna nueva, Cuarto creciente, Luna llena oplenilunio, y Cuarto
menguante. Tal ciclo dura aproximadamente 29 días y medio. Resulta asombroso comprobar
que ya los antiguos sabios hebreos supieron calcular la duración exacta de tal ciclo, estimando
de acuerdo con sus conocimientos astronómicos que el periplo del satélite en torno al planeta
Tierra tenía una duración de 29 días, 12 horas, y otras 793/1080 de hora o sea, otros 44
minutos y 3.33 segundos, siendo su error de cálculo de medio segundo. Debido a que la
cantidad de días en un mes debía ser exacta, el calendario hebreo estipuló meses de 29 y de 30
días, intercaladamente. Al final de un mes hebreo, la Luna está completamente a oscuras, y no
es visible desde la Tierra. Al despuntar el Cuarto creciente, se alcanza a ver apenas a la Luna
como una finísima guadaña, que desaparece en el horizonte minutos después del ocaso: es el
comienzo del mes hebreo. Con el correr de los días, crece paulatinamente la parte iluminada de
la Luna que se aprecia desde la Tierra, hasta llegar al plenilunio que marca exactamente la
mitad del mes. A partir de ahí, vuelve la Luna a menguar con el discurrir de los días, hasta
desaparecer por completo, culminando también del mismo modo el mes del calendario hebreo.
Los nombres de los meses hebreos, tal como los conocemos en nuestros días, tienen sus
orígenes en la antigua Babilonia, de donde fueron adoptados por los judíos allí desterrados por
el rey Nabucodonosor II, exilio que duró 70 años, 586 a. C. - 516 a. C. Más antiguamente, los
meses eran denominados tan sólo por su orden numérico, comenzando en la primavera por el
mes primero, Nisán, y culminando con el duodécimo, Adar. En el Pentateuco se menciona a
Nisán como el primer mes del añ o, al haber sido aquél en que el pueblo de Israel se liberó de la
esclavitud de los faraones de Egipto. Otros nombres de meses mencionados en ciertos libros de
la Biblia, especialmente en el Libro de los Reyes, como el mes de Ziv, o el mes de Bul, que es el
mes octavo, y también el mes de Eitanim, que es el mes séptimo, fueron seguramente tomados
de nombres de meses fenicios, ya que son mencionados en el contexto de las relaciones
comerciales entre el Rey Salomón y el Rey Hiram de Fenicia. Los nombres babilónicos, que han
llegado hasta nuestros días, aparecen por primera vez en el Libro de Ester y en los de Esdras y
Nehemías, y fueron adoptados asimismo por otros idiomas, como el turco moderno como por
ejemplo: Nisan = abril; Temmuz = julio; Eylül = septiembre.

Duración de los meses hebreos


Tishrei=30 días - cae aproximadamente en septiembre u octubre
Jeshván=29 ó 30 días, llamado también Marjeshván - octubre o noviembre
Kislev= 30 ó 29 días - noviembre o diciembre
Tevet=29 días - diciembre o enero
Shevat = 30 días - enero o febrero
Ada r= 29 días - febrero o marzo
Nisán= 30 días- marzo o abril
Iyar = 29 días - abril o mayo
Siván= 30 días - mayo o junio
Tamuz= 29 días- junio o julio
Av= 30 días, llamado también Menajém Av - julio o agosto
Elul= 29 días- agosto o septiembre
El año hebraico
Un año hebreo incluye un ciclo completo de las cuatro estaciones del año, y, a su vez, debe
contar con un número exacto de meses lunares. De esta manera, el año hebreo puede tener
tanto 12 meses, año simple, como 13 año bisiesto. Hoy en día es sabido que las estaciones del
año se deben a la traslación de la Tierra en torno al Sol, ciclo denominado en astronomía año
trópico. Al ser el año trópico sensiblemente más largo que el año lunar de 12 meses, se iría
corriendo la Pascua judía indefectiblemente hacia el invierno, contrariamente al precepto
bíblico, si el año hebreo durase 12 meses de manera constante. Para evitarlo, se agrega un
décimotercer mes a fin de año, cada vez que la diferencia acumulativa entre el año solar y el
lunar, de unos 11 días por año, alcanza a formar un mes entero.

El año bisiesto, embolismal o preñado


El año hebreo bisiesto es un año de 13 meses, denominado en hebreo año preñado o
embolismal, metaforizando al mes agregado cual si fuera el feto de una mujer embarazada; y
de aquí que los métodos de institución de tal año, se llamen ibur del hebreo preñamiento; y en
castellano, embolismo. El embolismo del calendario hebreo, consiste en la duplicación del mes
de Adar, de manera que se intercala un nuevo mes de 30 días, llamado Adar, antes del mes de
Adar original, que pasa a ser Adar Bis. La principal razón por la que fue elegido justamente el
mes de Adar para su duplicación es por ser el mes inmediato anterior a Nisán, el mes de la
primavera, el de la salida de Egipto y en el que cae la Pascua judía, Pésaj, según indica la Biblia:
Guardarás el mes de Aviv = primavera, y harás pascua a Yahveh tu Dios; porque en el mes de
Aviv te sacó Yahveh tu Dios de Egipto. Otro motivo radica en que Adar era antiguamente el
último mes del año, e históricamente se prefería hacer el agregado a fin de año. Ello se asemeja
a lo ocurrido con el 29 de febrero, agregado justamente allí porque antiguamente era febrero el
último mes del año romano. El método original de embolismo, desarrollado alrededor del siglo
VI a. C., establecía que habría de agregarse un mes más, en tres años de cada ciclo de ocho. Ya
en el siglo V a. C., se perfeccionó el sistema, estipulándose de ahí en adelante que el agregado
habría de hacerse en siete años por cada ciclo de diecinueve. Se estima que dichas técnicas
tienen sus raíces en los conocimientos de astronomía de los babilonios, muy adelantados para
su época, y del astrónomo griego Metón, y son aceptadas hasta el día de hoy. El Diccionario de
la Real Academia Española define ciclo lunar, llamado también ciclo decemnovenal o
decemnovenario, como el período de 19 años, en que los novilunios y demás fases de la Luna
vuelven a suceder en los mismos días del año, con diferencia de hora y media
aproximadamente; en tanto el ciclo cuádruple de 76 años, es llamado calípico. De esto se
deduce que cada 19 años coincidirán entre sí las fechas del calendario hebreo y el gregoriano;
aunque puede existir un desfase de uno o dos días, debido a movimientos efectuados en el
calendario hebreo por motivos religiosos.

La semana en el calendario hebraico


El calendario hebreo no solamente combina entre el año solar y el mes lunar; sino que ambos
ciclos complementados, han de convivir exitosamente también con otro de los legados del
calendario de los judíos al resto del mundo: el ciclo semanal de siete días. Los días de la semana
hebrea se basan en los seis días de la Creación, según relata el primer capítulo del libro del
Génesis, siendo su nombre el mismo que les adjudica la Biblia, que son simplemente los
nombres de los números ordinales en hebreo, del primero al sexto denominación que se
conserva en el idioma portugués, salvo el domingo; pero que se ha perdido en la mayoría de las
lenguas occidentales, que adoptaron nombres de deidades paganas para los días de la semana
— y en el séptimo día, en el que Dios descansó de su labor: el Shabat, del hebreo, shabbat,
descanso; nombre que fue adoptado por una buena parte de las lenguas en castellano sábado.
Así pues, y basándose en el relato bíblico, comienza la semana hebrea el día domingo y no el
lunes como en el mundo cristiano, y culmina el sábado, el día consagrado al descanso.
El ciclo hebdomadario, y muy especialmente la santidad de la festividad del Sábado —que es
considerada la más sagrada de las celebraciones judías, superada tan sólo por el Yom Kipur o
Día del Perdón, precisamente denominado también Sábado de Sábados— impone otra serie de
ajustes al calendario hebreo, que debe de adaptarse a las necesidades derivadas del Sábado en
primer lugar, y luego de otras fiestas y ritos judíos.

EL CALENDARIO JUDÍO

Escrito por Tribuna Israelita. Publicado en Judaísmo


El judaísmo posee un antiguo calendario, que rige la vida judía. Está basado en una serie de
cálculos matemáticos y astronómicos y, a diferencia del Gregoriano, se calcula de acuerdo a dos
ciclos: el lunar y el solar. Los meses inician en el día de luna nueva. Los días y las fechas de las
ceremonias religiosas se determinan por las fases de la luna, mientras que las estaciones se
basan en la revolución de la Tierra alrededor del Sol.
El calendario hebreo observa tres fenómenos astrológicos, independientes entre sí: la
rotación de la Tierra sobre su propio eje (día), los giros orbitales de la Luna alrededor de la
Tierra (mes) y la traslación de la Tierra alrededor del Sol (año). En promedio, la Luna tarda en
dar la vuelta alrededor de la Tierra aproximadamente 29 días y medio. La Tierra, por su parte,
da la vuelta al Sol en 365 ¼ días, esto es, 12 meses lunares y 11 días.

El sistema dual fue necesario porque el año lunar, de doce meses, es aproximadamente once
días más corto que el solar. Si no se corrigiese este detalle, con el paso de los años las
festividades, que constituyen el eje central de la historia judía, variarían de estación, hecho que
alteraría su carácter. Es por ello, que el calendario judío puede ser de 12 o 13 meses de 29 o 30
días, según sea el caso. Así, los años varían entre 353, 354, 355, 383, 384 ó 385 días.
Las fechas de las fiestas se determinaron de acuerdo a las estaciones, ya que diversos
aspectos de la naturaleza, como son los relativos al cultivo de la tierra, se entrelazan con la
religión. La época en que se comenzaba la siembra y se recolectaba era considerada un festejo;
además, en los tiempos bíblicos las primeras cosechas se entregaban como ofrendas a Dios.
Muchas de las fiestas religiosas judías coinciden, por tanto, con el inicio de las estaciones. La
Pascua debe celebrarse con la primera siembra, esto es, al inicio de la primavera. Sucot, que es
la fiesta de los Tabernáculos o Las Cabañas, debe ser en otoño. Es por ello, que para los judíos
el calendario lunar por sí sólo sería inadecuado.
Con el objeto de eliminar la dificultad de que las ceremonias religiosas varíen de estación,
periódicamente se inserta en el calendario un mes extra, con lo que se logra que las fechas
coincidan. Como en 19 años el calendario solar se excedería del lunar por 209 días, esto es casi
siete meses lunares, el calendario judío incorpora siete años bisiestos en ese período de
tiempo.
Entre las consideraciones que se establecieron para formar este calendario destaca el hecho
de que el Día del Juicio, Yom Kipur, no debe caer en viernes ni en domingo, de modo que no
interfiera con el cuidado del sábado, que constituye el día más sagrado del judaísmo.
A diferencia de otros calendarios, el judío considera que los días comienzan y terminan al
atardecer del día anterior y no de 12 A.M. a 12 P.M. Es por ello que el sábado se celebra desde
el anochecer del viernes hasta el anochecer del sábado. "Y hubo tarde y hubo mañana: día uno"
(Génesis 1:5) ". . . de tarde a tarde guardaréis vuestro descanso." (Levítico XXIII:32). Por su
parte, el año se refiere al número de años desde La Creación y se calcula de acuerdo a las
edades de los personajes bíblicos.

Historia
No se puede establecer con exactitud el origen del calendario judío. Sin embargo, se sabe
que este método existe desde hace 1600 años en su forma actual. Hasta 359 a.e.c. el Sanhedrín
o Tribunal Judío era el organismo encargado de arreglar los asuntos del calendario a través de
un consejo llamado Sod-ha-ibur que literalmente significa "secreto de la intercalación del
calendario".
En un principio para decidir si un año sería regular o bisiesto se basaban en las condiciones
de la agricultura, esto es, en el número de años en los que se sembraba determinada semilla o
en las fases de la luna. Para declarar que un nuevo mes había comenzado, se requería del
testimonio de dos testigos confiables quienes deberían observar la salida de la luna. Gracias a la
fácil observación de la luna y a sus ciclos recurrentes, este método funcionaba para calcular los
meses desde los tiempos antiguos. Una vez que se establecía que un nuevo mes se había
iniciado, el Sanhedrín enviaba mensajeros para que comunicaran la noticia en las regiones
alejadas. Cuando el gobierno de Constancio II (337-361) se iniciaron una serie de persecuciones
contra los judíos, las personas indicadas para entregar el mensaje se vieron imposibilitadas para
cumplir su cometido.
Fue por esto que el patriarca Hillel II, cabeza de la comunidad judía bajo el dominio romano,
decidió publicar un calendario que se distribuyera entre el pueblo, en vez de transmitirlo
verbalmente. De este modo se pretendía que la información siempre la tuvieran a tiempo.
Aprovechando los avances de las ciencias astronómicas que facilitaban los cálculos, se creó el
primer calendario escrito en el que se determinaron las fechas de las festividades. Debido a
la dificultad a la que en su momento se enfrentaron para anunciar el festejo de la nueva luna,
hasta nuestros días todas las festividades judías se celebran durante dos días en la diáspora,
mientras que en Israel se celebran solamente uno.

Los meses
Originalmente, los meses del calendario judío se designaban por números. Sin embargo,
poco después del exilio de Babilonia (586-536 a.e.c.), se les fueron dando nombres específicos
que se volvieron comunes. Muchos de esos nombres aparecen en textos bíblicos y otros son de
influencia babilónica y asiria.
El calendario judío consta de distintos inicios, de acuerdo a distintos propósitos. El primer
mes es Nisán, de acuerdo al cómputo de los meses desde el Éxodo de Egipto. Pero, realizando
el cómputo desde la creación del mundo, el primer mes es Tishrei.
Doce son los meses de un año normal:

Nombre Origen Corresponde Fuente Bíblica


Tishrei Babilónico-asirio Septiembre/octubre
Jeshvan Babilónico-asirio Octubre/noviembre
Kislev Babilónico-asirio Noviembre/diciembreNejemías I-1 Zacarías VII-1
Tevet Babilónico-asirio Diciembre/enero Esther II-15
Shevat Babilónico-asirio Enero/febrero Zacarías I-7
Adar Babilónico-asirio Febrero/marzo Esther III-7
Nisán Babilónico-asirio Marzo/abril Nejemías III Esther III-7
Iyar Babilónico-asirio Abril/mayo
Siván Babilónico-asirio Mayo/junio Esther VIII-9
Tamuz Babilónico-asirio Junio/julio
Av Babilónico-asirio Julio/agosto
Elul Babilónico-asirio Agosto/septiembre Esther III-7 Esther XIII-8

En el año bisiesto, que ocurre siete veces cada diecinueve años, se añade un treceavo mes
denominado Adar Bet (Segundo Adar).

TISHREI
Tishrei es un nombre babilónico que proviene de la expresión acarea “Tashritu”, que significa
“comienzo”, por ser el mes en que fue creado el mundo.
Es el inicio del año e indica el comienzo de la creación divina. En este mes se festeja el Año
Nuevo judío o Rosh Hashana, así como el Día del Perdón o del Juicio, que es Yom Kipur y la
Fiesta de los Tabernáculos o Sucot, en la que se recuerda la recolección de los frutos.
A pesar de que es en Tishrei cuando comienza el año y que se considera como fecha del
principio de la humanidad, Tishrei es el séptimo mes del año, ya que los judíos se rigen por el
mandato bíblico que indica que la Pascua debe celebrarse en la primavera y que ese (Nisán)
será el primer mes

JESHVAN
El nombre de Jeshvan tiene su origen en la lengua babilónica, y significa “la octava luna”
(octavo mes).
El nombre completo de este mes es Mar-Jeshvan. La palabra “mar” significa “gota” y hace
referencia a las primeras gotas de lluvia que caen en este mes.
KISLEV
En este mes se conmemora Janucá, fiesta en la que se festeja la rebelión de los judíos contra
el rey Antíoco que intentaba destruir su religión y forzarlos a adoptar la fe griega. Un grupo de
judíos comandado por Yehuda el Macabeo luchó durante dos años para recuperar el Templo,
saliendo victorioso.

TEVET
De acuerdo con la tradición, el mes de Tevet es el primer mes del invierno en la Tierra de
Israel.

SHEVAT
En este mes se celebra Tu Bishevat o fiesta de los árboles. El aspecto más importante de esta
celebración consiste en alabar a la Tierra de Israel. De ello se desprende la costumbre de ingerir
los frutos con los que Israel ha sido bendecido, ya que es en este día cuando se renueva el vigor
de la tierra para brindar sus productos, ofrecer sus frutos y demostrar sus bienes.

ADAR
En año bisiesto se convierte en dos meses: Adar I y Adar II, con 30 y 29 días,
respectivamente. En años regulares siempre tiene 29 días.
Su nombre proviene de la palabra asiria “Adaro”, que significa granero. Durante Adar se
solían reparar los caminos, las calles y las fuentes de agua que se habían estropeado con las
lluvias del invierno, a fin de dejarlos listos para la llegada de los peregrinos en la Pascua (Pésaj).
En este mes se celebra Purim, que es una fiesta de regocijo en la que se expresa alegría por
el rescate de los judíos de Persia, del exterminio planeado por el primer ministro Amán.

IYAR
El significado de su nombre es luz, en referencia al resplandor de la primavera. En la
actualidad, el mes de Iyar reviste un valor particular ya que en éste se celebra la independencia
del Estado de Israel.

NISÁN
Su nombre proviene de la palabra acadia “nisañu”, que significa "retoño, primer brote". Es el
primer mes del calendario hebreo bíblico, que comienza su cuenta a partir de la liberación de
los judíos de la esclavitud en Egipto, que es celebrada durante la festividad de la Pascua (Pésaj).
El nombre otorgado al mes de Nisán en la Biblia es simplemente "el mes primero" y, es
nombrado por primera vez en el segundo libro Éxodo: “Este mes os será principio de los meses;
para vosotros será éste el primero en los meses del año" (Éxodo 12:2).

SIVÁN
El nombre Siván es de origen asirio, y presuntamente significa “el tiempo del sol ardiente”.
Este mes guarda relación con la fiesta de Shavuot, en la cual se celebra la entrega de la Torá
en el Monte Sinaí. En esta festividad, se acostumbraba otorgar como ofrenda las primicias de la
siega del trigo en el Templo de Jerusalem.
TAMUZ
Su nombre tiene sus orígenes en los meses de la antigua Babilonia, provenientes del idioma
acadio. Tamuz no es recordado en la Biblia como nombre de este mes, sino al nombrar a la
deidad homónima, el dios de la primavera y el florecimiento, que según la mitología babilónica,
reinaba durante los tres meses de primavera.

AV
En las escrituras no se menciona el nombre de Av, y en idioma asirio este mes se conoce
como “A-Bu”. Algunos aseguran que se trata de la abreviatura del nombre “Abu Sarna”, que
significa el mes de las cosechas.
Antiguamente, Av era considerado un mes positivo, en el que se daban los primeros frutos
de verano. Sin embargo, con el paso del tiempo se produjeron en este mes numerosas
desgracias y catástrofes para el pueblo judío –principalmente la destrucción de los dos Templos
de Jerusalem- que lo convirtieron en un tiempo de duelo y pesares.

ELUL
Elul es apodado “el mes de la piedad y el perdón”, porque en él se hacen los preparativos
para el Día del Juicio

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