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Informe sobre convenios


El Convenio de Estocolmo sobre Contaminantes Orgánicos Persistentes (COPs) es un
tratado internacional que tiene como objetivo principal la protección de la salud humana y
el medio ambiente de los contaminantes orgánicos persistentes. El Convenio de Estocolmo
se adoptó en 2001 y entró en vigor en 2004, contando inicialmente con 12 sustancias.
Actualmente, 16 COPs adicionales han sido incorporados a la Convención de Estocolmo.
Para cumplir con este objetivo principal, el Convenio propone la elaboración de Planes
Nacionales de Aplicación (PNA) que permitan a las Partes del Convenio contar con una
guía para el cumplimiento de las obligaciones adquiridas por los países que lo han
ratificado. Una serie de decisiones tomadas por la Conferencia de las Partes del Convenio
provee la dirección a seguir para asistir a las Partes en el desarrollo, revisión y actualización
de su PNA, esencialmente a través del desarrollo de documentos de orientación.
El Plan Nacional de Aplicación es un documento dinámico que debe revisarse de manera
periódica (para reflejar cualquier cambio, tal como los logros obtenidos para el
cumplimiento de objetivos), así como actualizados (para tomar en cuenta nuevas
obligaciones bajo el Convenio). La revisión y actualización del PNA puede ser un reto para
las Partes que no cuentan con los recursos y capacidad técnica adecuada, particularmente
para los nuevos COPs. Tomando en cuenta este reto, la Conferencia de las Partes, en su
séptima reunión, decidió implementar un programa de trabajo para la revisión y
actualización de guías técnicas que facilitarán los esfuerzos de las Partes del Convenio, en
la revisión y actualización de su PNA.
El trabajo presentado en este informe comprende la actualización de 9 documentos de
orientación, especialmente con la incorporación de los nuevos COPs listados en la
Convención entre 2009 y 2015. La revisión de los documentos se realizó tomando en
cuenta los comentarios sugeridos por las Partes del Convenio y de otros sectores, así como
a través de la revisión y análisis de información proporcionada por la Secretaría del
Convenio de Estocolmo y de la literatura científica relevante para la actualización de las
guías. Los documentos representan un apoyo técnico que propone metodologías para la
revisión de los PNA con respecto a los nuevos COPs y las consideraciones pertinentes para
su manejo adecuado en el marco del Convenio.
Los elementos aportados por estas guías incluyen la obtención y análisis de información a
través de la elaboración de inventarios; la evaluación de aspectos socio-ecónomicos y de
los costos de planes de acción; apoyo técnico para llevar a cabo el muestro, selección y
análisis de los nuevos COPs; así como recomendaciones para el uso de sistemas de
etiquetado para un mejor control de los movimientos de exportación e importación de
productos y artículos que contienen COPs.
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Kyoto
En 1997, realizándose la CMNUCC en la ciudad de Tokio se establece la siguiente norma:
Se espera que los países industrializados (desarrollados) reduzcan en un 5,2% sus
emisiones de gases que produzcan efecto invernadero basándose en los niveles medidos en
1990. Dicha reducción se está realizando ya que el periodo estimado es de 4 años durante el
periodo 2008-2012. Es de destacar la importancia del protocolo de Tokio ya que es el único
medio que obligue de forma certera a los países más industrializados a mejorar sus niveles
de emisión de gases contaminantes.
El protocolo de Kioto otorga a los países desarrollados, los cuales son obligados a cumplir
el protocolo, cierto grado de flexibilidad en los mecanismos por los cuales pueden reducir
sus índices de emisión. Dentro de estos mecanismos el que más importancia tiene para
nosotros como país en vías de desarrollo es el
para ser el único país en no ratificar el protocolo de Kioto. Justifica su decisión
mencionando que el protocolo no garantiza el crecimiento económico de Estados Unidos
debido a la no obligación de estos países emergentes. Estados Unidos cuenta con políticas y
programas federales que esperan reducir los índices de gases invernaderos en un 18%.
Programas de subsidios para el uso de energías renovables en los hogares estadounidenses
son los más conocidos.

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