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POLICIA NACIONAL DEL PERÚ

ESCUELA NACIONAL DE EESTP – PNP – PP


FORMACIÓN ARE. AAI
PROFESIONAL
POLICIAL - PNP

TRABAJO APLICATIVO
INDIVIDUAL

UNIDAD DIDACTICA: PROTOCOLO ENTRE EL MINISTERIO PUBLICO Y POLICIA


NACIONAL DEL PERÚ

TEMA: ACTA DE INTERVENCIÓN POLICIAL, DE LECTURA DE DERECHOS, DE


BUEN TRATO, DE REGISTRO PERSONAL Y DE NOTIFICACIÓN DE DETENCIÓN.

N° DE NOTAS
GRADO APELLIDOS Y NOMBRES
ORDEN
ELAB. SUST. PROMEDIO
35 ALO 2 PNP FIGUEROA MARCELIANO
Jonathan Raúl
DOCENTE: S1 PNP QUISPE NUÑONCCA, Samuel

SECCIÓN : ‘’23 – 7 I.C’’

PROMOCIÓN : HEREDEROS DEL BICENTENARIO

LIMA – PERÚ
2022
Dedico este trabajo a Dios, a mis
padres y a mi hermosa Institución
Policial. También a los
profesionales de la salud mental ya
que, gracias al aporte de ellos,
existen fuentes de investigación.
INDICE

INTRODUCCIÓN............................................................................................................................5

1. MARCO TEÓRICO..................................................................................................................6

1.1 Definición de psicopatía........................................................................................................6

1.2 Diferencia entre psicopatía, sociopatía y trastorno antisocial de la personalidad......................7

1.3 Definición de delincuencia.........................................................................................................8

1.4 Psicopatía y criminalidad.........................................................................................................10

1.5 Análisis criminológico del comportamiento psicopático.........................................................12

1.6 El interrogatorio policial del psicópata.....................................................................................15

2. ANALISIS...............................................................................................................................17

3. CONCLUSIONES..................................................................................................................18

4. RECOMENDACIONES.........................................................................................................19

5. BIBLIOGRAFIA.....................................................................................................................20
INTRODUCCIÓN

En nuestra sociedad, existe un grado alarmante de delincuencia, lo que conlleva a tener

inseguridad ciudadana. Muchos de los ellos temen salir a la calle debido a que han vivido una

experiencia delincuencial o una persona cercana lo ha experimentado. Lo cual conlleva a estudiar

la conducta de los delincuentes y su contexto; existen ciencias que lo estudian, como la

psicología del delincuente, la criminología, antropología, entre otros. Gracias a estas ciencias, se

irá desarrollando el conocimiento de la delincuencia, su el comportamiento y la conducta de los

psicópatas relacionados con la delincuencia.


1. MARCO TEÓRICO

1.1 Definición de psicopatía

Para la definición de psicopatía existen muchas descripciones clínicas y entre ellos

podemos señalar un conjunto particular de características en la conducta y personalidad.

En un inicio McCord y McCord mencionan que el psicópata es una persona

peligrosa y asocial, teniendo como fin complacer sus deseos primitivos. Además, tiene

como características ser impulsivo, agresivo, sin empatía y que no desarrolla vínculos

fuertes con las personas. Luego, se dijo que un psicópata tiene las características de actuar

impulsivamente, no forman relaciones afectivas profundas, tienen baja capacidad para la

planificación de metas, la falta de ansiedad; tienden a culpar a los demás, no asumir sus

actos y son pobres emocionalmente (López y Nuñez, 2009). Años después, Hare y cols en

1990 añaden que existen 10 ítems en los factores de la PCL – R, los cuales son: el encanto

superficial que poseen, la sensación valiosa de autovalía, los engaños y mentiras

patológicas, la manipulación, la ausencia de remordimiento, la escasa profundidad de los

efectos, la falta de empatía, el fracaso para aceptar la responsabilidad de sus actos, la

necesidad de estimulación, el estilo de vida parasitario, los escasos controles

conductuales, los problemas de conducta a temprana edad, la falta de metas realistas a

largo plazo, la impulsividad, la irresponsabilidad, la delincuencia juvenil y la revocación

de la libertad condicional citado en (López y Nuñez, 2009).

Tras diferentes definiciones con algunas características en común, existen varios

modelos actuales de la estructura de la psicopatía como son: El modelo de tres factores de

Cooke y Michie y el modelo de cuarto factores de Hare y Neumann


El modelo Jerárquico de tres factores de Cooke y Michie en 2001 menciona tres factores

en el que se basará la psicopatía; el primer factor es el Estilo personal engañoso y

arrogante, el cual se basa en la facilidad de la palabra, en el sentido desmesurado de

autovalía, la mentira patológica y la acción de manipulador; el segundo factor se basará en

La experiencia afectiva deficiente, el cual se basa en el afecto superficial, la ausencia de

empatía, la ausencia de culpa y la incapacidad para aceptar la responsabilidad de sus

actos; el tercer factor es el Estilo conductual irresponsable e impulsivo, el cual se basará

en que la persona es impulsiva, irresponsable, necesita estimularse, tiene un estilo de vida

parasitario, y carece de metas realistas (Silva, 2009). En el caso del modelo de los cuatro

factores de Hare y Neumann se denota como primer factor, El factor interpersonal, el cual

se basa en su locuacidad, sentido desmesurado de autovalía, mentira patológica y la

acción manipuladora; el segundo factor es el Afectivo, el cual tiene por consiguiente la

ausencia de remordimiento, el afecto superficial, la falta de empatía y no acepta

responsabilidad; el tercer factor es el Estilo de vida, que se basa en la necesidad de

estimulación, la impulsividad, la irresponsabilidad, el estilo de vida parasitario y la

ausencia de metas realistas; y por último, el factor de Antisocialidad que se basa en tener

pobre autocontrol de conducta, problemas de conducta a temprana edad, la delincuencia

juvenil, la revocación a la libertad condicional y la versatilidad criminal (Silva, 2009).

1.2 Diferencia entre psicopatía, sociopatía y trastorno antisocial de la personalidad

La diferencia está en que la psicopatía es definida por un conjunto de rasgos de

personalidad y conductas socialmente desviadas. El trastorno de la personalidad antisocial

se refiere fundamentalmente a un grupo de conductas delictivas y antisociales, con lo que

muchos delincuentes no psicópatas podrían estar dentro. La relación entre psicopatía y


trastorno antisocial de la personalidad es asimétrica; es decir, prácticamente el 90% de los

delincuentes psicópatas cumplen los criterios del trastorno antisocial de la personalidad,

pero sólo el 25% de éstos podría diagnosticarse de psicopatía (Lopez y Nuñez, 2009).

Además, existe mucha confusión con la sociopatía, en este caso, los sociópatas se

diferencian de los psicópatas por su personalidad más espontánea, generalmente más

violenta causada por traumas infantiles y abusos emocionales. Los psicópatas se

diferencian de los sociópatas por su personalidad calculadora, meticulosa e imposibilidad

de sentir culpa causada por bajo desarrollo del cerebro en áreas responsables por la

regulación de las emociones y el control de los impulsos. (Lopez y Nuñez, 2009).

1.3 Definición de delincuencia

La delincuencia se refiere a todo aquello relacionado con las acciones delictivas y

con los individuos que las cometen, conocidos como delincuentes. La palabra, como tal,

proviene del latín delinquentia. Los delincuentes son personas que cometen delitos, es

decir, que realizan acciones contrarias a lo que establece la ley y el derecho, y que por

ellas son penados por el sistema de justicia de cada país, lo que implica el cumplimiento

de castigos o sanciones dependiendo de la gravedad de la falta. Las penas aplicadas sobre

los delincuentes contemplan, por lo general, la prisión, y persiguen como ideal la

reinserción social de los individuos que han cometido actos delictivos, para que puedan

volver a ser elementos productivos de esta. La delincuencia es una preocupación social en

todos los países del mundo, puesto que esta es un síntoma de los problemas de

desigualdad y exclusión que se viven en el seno de las sociedades (Calvillo, 2007).

Se tiene diferentes tipos de delincuencia, entre ellas tenemos las siguientes:


a. Delincuencia organizada: Se denominan todas aquellas organizaciones criminales

compuestas por un grupo de personas estructurado por jerarquías, roles y funciones.

Su principal objetivo es la obtención de beneficios políticos y económicos mediante la

comisión de delitos. La delincuencia organizada puede alcanzar niveles de evolución

y perfeccionamiento semejantes a los de las empresas, por ello, son capaces de burlar

el control gubernamental y construir redes criminales internacionales. Este tipo de

organizaciones criminales suelen estar constituidas por individuos vinculados a grupos

de poder, lo cual les permite evitar caer en manos de la justicia. Los delitos más

comunes de la delincuencia organizada son la trata de personas, el tráfico de armas, de

drogas, la falsificación o el blanqueo de capitales. (Calvillo, 2007)

b. Delincuencia cibernética: Es aquella que utiliza internet como instrumento para

cometer delitos. Los delitos más comunes de los delincuentes cibernéticos están

relacionados con el robo de identidad, engañar a los usuarios para obtener su

identidad; el malware, que desarrolla programas para recoger información personal de

las personas, o el hackeo o hacking, el cual consiste en el acceso ilegal a una

computadora de forma remota. También tiene como finalidad la recolección de

información bancaria para robar dinero de las cuentas de las personas, sin embargo,

también se cuentan delitos contra los derechos de autor y propiedad intelectual o

pornografía infantil (Calvillo, 2007).

c. Delincuencia común: Es aquella que opera sin estructuras organizativas, sino

mediante individuos o grupos de individuos que cometen delitos menores o graves,

principalmente con el objetivo de obtener dinero o artículos de valor. Los delitos van

desde el robo, la ratería, los asaltos, las estafas, las violaciones, el robo y hurto de
vehículo, el vandalismo y otras faltas contra la propiedad. No son delincuentes

especializados. (Calvillo, 2007)

d. Delincuencia urbana: Ocurre dentro de los términos de los núcleos poblacionales o

ciudades. El espacio urbano, especialmente las grandes ciudades, son lugares donde se

concentra gran parte de la población debido a su poder económico y financiero, lo

cual también atrae a los delincuentes, que hacen de las ciudades su principal campo de

acción. Por esta razón, es en las grandes ciudades donde aparecen los principales

problemas de seguridad (Calvillo, 2007).

e. Delincuencia juvenil: Es aquella referida a la comisión de delitos por parte de niños y

adolescentes. Recibe un tratamiento específico por parte de los sistemas jurídicos de

cada legislación, y se valen de otro tipo de medios coercitivos, como los centros

juveniles de detención (Calvillo, 2017).

1.4 Psicopatía y criminalidad

La enfermedad mental ha sido un factor asociado tradicionalmente a la

delincuencia ya que existe relación entre anomalías mentales. No obstante, es preciso

tener en cuenta, tal y como afirman Garrido y López en 2006 que alguien que desafíe los

principios esenciales que regulan nuestra vida social, no es una prueba o una razón

suficiente para pensar que sean “locos” o “enfermos mentales”. La personalidad

psicopática tiene alta probabilidad de vulnerar la normativa social y, por tanto, de entrar

en colisión con el sistema de Justicia; el psicópata tiene tres veces más de probabilidades

de reincidencia delictiva y el doble de probabilidad de riesgo de criminalidad violenta

(Romero y Casas, 2011).


Otín (2009) menciona que antes de analizar el comportamiento violento del

psicópata se debe tener presente las siguientes puntualizaciones para no cometer errores

de atribución: No todos los delincuentes son psicópatas, es un error identificar psicopatía

con delincuencia, si bien es muy fácil caer en este error si atendemos casi en exclusiva a

la conducta antisocial (propia de los delincuentes) dejando de lado los aspectos

interpersonales y afectivos que han sido comentados. Esta confusión lleva en numerosas

ocasiones a diagnosticar como psicópatas a criminales que no lo son. Otro punto, es que

no todos los psicópatas caen en la delincuencia, a pesar que suelen ser muy destructivos,

muchos de ellos son capaces de pasar por la vida sin realizar comportamientos claramente

identificables como delictivos.

Según Garrido (2003), las personas que tienen un grado medio o bajo de psicopatía

pueden integrarse en la sociedad como auténticos camaleones capaces de adoptar el

camuflaje social más conveniente a sus intereses en cada momento, abusando

emocionalmente en muchas ocasiones de las personas de su entorno para así lograr sus

deseos sin tener que recurrir a actos delictivos. Además, no todos los psicópatas son

criminales violentos. Los psicópatas delincuentes no son necesariamente violentos, ya que

muchos de ellos son típicos “delincuentes de cuello blanco”, si bien es cierto que aquellos

psicópatas que encuentran la violencia como una eficaz herramienta para obtener sus

deseos se convierten en el grupo de los criminales más peligrosos.

Si bien es cierto que los psicópatas son responsables de una gran cantidad de

crímenes violentos y desasosiego social, no debemos aceptar, sin más, la idea

generalizada de que éstos son unos criminales en potencia. No todos estos individuos

llegan a tener un contacto formal con la ley. Sin embargo, en el caso de los psicópatas

criminales, se ha demostrado que existe una íntima relación conceptual entre la violencia
y la psicopatía, ya que en muchas de las características que son importantes para la

inhibición de las conductas violentas y antisociales (empatía, capacidad para establecer

vínculos profundos, miedo al castigo y el sentimiento de culpa) se encuentran seriamente

disminuidas o simplemente ausentes en los psicópatas. El psicópata está capacitado para

conocer las normas sociales en uso; de hecho, las conoce y adopta una actitud respecto a

ellas. De lo que carece el psicópata es de la capacidad para asumir el orden social

establecido y los principios por los que éste se rige (Patrick, 2000).

1.5 Análisis criminológico del comportamiento psicopático

Otín en el 2009 menciona que la conducta violenta del psicópata tiene una serie de

características típicas como consecuencia de sus rasgos de personalidad. Algunas de las

características del comportamiento violento del individuo psicópata son las siguientes

Generalmente tiene un carácter depredador. Para el psicópata violento, sus víctimas son

meras presas a su alcance, útiles para lograr su satisfacción. Sus víctimas no son personas,

sino que las rebaja a la categoría de objeto (cosificación) y sus sentimientos no tienen

importancia alguna para este individuo. Esto puede verse con clara evidencia en los casos

más extremos de violencia psicopática: el homicidio y la agresión sexual en serie.

En la mayoría de las ocasiones es irracional, desproporcionado e inesperado. El

comportamiento violento del psicópata puede surgir de forma súbita, sin tener un

propósito real o como respuesta a una situación concreta que le incomode, es

extremadamente cruel y despiadado. En numerosas ocasiones ejecutan los más crueles

crímenes con una escalofriante tranquilidad, careciendo de las emociones que se

presentan en la violencia ejercida por el resto de las personas. Es indiscriminado, pues

cualquier persona puede ser el blanco de estos individuos, sin importarles en absoluto
cualquier circunstancia de la víctima que pueda suponer indefensión. Se manifiesta de

múltiples formas e intensidades.

La violencia que ejerce el individuo psicópata tiene una muy variada forma de

expresión, pudiendo pasar desde una sutil humillación psicológica hasta el asesinato más

sádico que podemos imaginar. Una grave expresión de la violencia psicopática la

constituye, en muchas ocasiones, la violencia doméstica. Algunas conductas típicas de los

maltratadores en el ámbito familiar encajan a la perfección con el comportamiento del

psicópata violento. La familia para el psicópata únicamente tiene un sentido utilitario,

siendo algo que sirve a sus fines, sean éstos económicos, sexuales o acomodaticios. El

individuo psicópata violento utiliza su agudo sentido de detección de los puntos débiles

del prójimo para seleccionar la víctima, momento en el que despliegan todos sus encantos

para conquistar a su pareja para después, acabar mostrando su verdadera personalidad

(Otín, 2009). Así también Otín (2009) refiere que el resultado final de la violencia

doméstica del psicópata es en muchas ocasiones la muerte de su cónyuge. Muchos de

estos crímenes son cometidos por individuos que han sido abandonados o cuyos cónyuges

se han separado de hecho o legalmente de ellos, desafiando su sensación de poder

omnipotente; otros surgen de forma imprevista como respuesta a una reacción defensiva

de la víctima en el transcurso de un episodio de violencia, o simplemente por hastío,

cuando el asesino decide que está harto de su pareja y por lo tanto quiere acabar con su

vida.

Otro crimen típicamente psicopático es el que podríamos denominar homicidio

absurdo, aquel cometido sin motivo aparente y para el cual sus autores aportan razones

tan vagas como la curiosidad o el aburrimiento, argumentos recurrentes y propios del

psicópata y, especialmente del psicópata joven. Esta razón para el asesinato está
íntimamente ligada con la necesidad de excitación continua que tienen estos individuos,

esa incesante búsqueda de emociones nuevas que es uno de los puntos de referencia de la

vida del psicópata y que comienza a despuntar en la etapa adolescente, período por el que

se encuentran pasando los autores de muchos de estos asesinatos. Otro de los motivos

aducidos en ocasiones para crímenes sin sentido es la búsqueda de la fama. Esta tendencia

a delinquir para adquirir notoriedad caracteriza también a muchos psicópatas, que ven en

la gran repercusión mediática de sus crímenes la vía perfecta para colmar sus ansias de

vanidad. Otros crímenes son justificados por simple irritación. En estos casos, más que la

satisfacción del deseo de sentir nuevas emociones se trasluce ese sentimiento de

superioridad manifiesta tan característico del psicópata y, que le “autoriza” a decidir sobre

la vida y la muerte en función de sus peculiares apetencias.

En resumen, el perfil general del psicópata “puro” será el de un varón de entre 20 y 40

años, locuaz y aparentemente encantador, por lo que en sus primeros contactos con los

demás puede ser muy bien aceptado y caer bien. Se cree mejor y más listo que los que le

rodean, quienes le parecen inútiles o incapaces. Miente descaradamente y lo hace sin

mostrar signos externos que lo indiquen. Si se le coge en una de sus mentiras, buscará

justificaciones y razones de todo tipo, pero no mostrará culpa ni arrepentimiento. A base

de mentiras, presiones y chantajes manipulará y explotará a todo el que pueda y sirva a

sus propios intereses. Se mostrará como una persona que no tiene sentimientos fuertes

(salvo quizá cuando se enfada y muestra una hostilidad inmensa). Parece una persona

inteligente que sabe detectar los puntos vulnerables de los demás y hacer daño donde más

les duele. Con los demás puede llegar fácilmente a ser cruel y despiadado. No soporta el

aburrimiento y gusta de actividades que le hagan subir la adrenalina. No tiene problema

para tomar drogas y de éstas, prefiere las estimulantes. No es capaz de soportar nada
durante mucho tiempo, ni trabajo, ni pareja, ni amigos (de éstos sólo busca el interés y lo

bien que le puedan venir para satisfacer sus necesidades). Tendrá una historia amplia de

relaciones personales cortas, incluso podrá haber contraído matrimonio, teniendo con

frecuencia infidelidades. Se muestra impulsivo y carente de control emocional.

Seguramente su vida está marcada de antecedentes delictivos que se remontan a su

minoría de edad. Carece de metas realistas a corto o medio plazo, llevando un estilo de

vida totalmente parasitario y utilitario. (Otín, 2009)

1.6 El interrogatorio policial del psicópata

Cuando se habla del interrogatorio se debe de tomar en cuenta que es una situación

de interacción social e interpersonal, donde las habilidades innatas y aprendidas, tanto del

interrogador como del interrogado, entrarán en pugna por desmontar las pretensiones de la

parte contraria. Cuando la situación del interrogado sea la de detenido, generalmente

adopta una de dos posibles vías: la de no hablar o mentir. Las primeras reacciones de un

individuo ante una situación adversa son la defensa, la lucha o el escape, guiadas por

profundas motivaciones instintivas. En consecuencia, el detenido va a intentar mentir para

defenderse y, como sabemos, la mentira es uno de los rasgos más característicos del

psicópata. Es posible que nos cuestionemos si existen determinados interrogadores mejor

preparados que otros para tratar con los psicópatas. No es de extrañar que muchos

policías, a la hora de interrogar a estos individuos, obtengan resultados negativos

posiblemente debido a que, de modo inconsciente, tienen profundos sentimientos de

rechazo, relacionados con sus crímenes y su personalidad. A eso podemos añadir

sentimientos profundos de incomodidad, ansiedad e incluso miedo. Lo anterior significa

que todo interrogador debería conocerse bien a sí mismo, saber cuáles son sus debilidades
y fortalezas, para poder enfrentarse con entereza a un interrogatorio con un individuo de

estas características (Rodriguez y Gonzáles, 2014).

Prins en el 2001 citado en (Rodriguez y Gonzáles, 2014) plantea la idea de que

determinadas características de los psicópatas no son tomadas habitualmente en cuenta

cuando nos enfrentarnos al abordaje de este tipo de individuos. En particular, se refiere a

las siguientes cualidades: falta parcial de consciencia, necesidad patológica de excitación,

encanto superficial, apariencia de normalidad y existencia de un vacío interno que tiene

que ser llenado por la excitación y la activación fisiológica. Del prestar atención a estas

cualidades y saber manejarlas con exactitud deviene el posible “éxito” o fracaso de

nuestra actuación. De hecho, el comportamiento psicopático, siguiendo a este autor,

requiere de una confrontación tranquila. En este sentido, se hace necesario que el

interrogador policial sepa tolerar (sin perder el temple) el odio, la hostilidad, la

manipulación y la mentira mostradas por estos individuos, así como disponer de la

capacidad para no tomar esas respuestas como ofensas personales. Continuando con esta

reflexión, es de gran importancia que el interrogador policial posea la capacidad para

mantenerse firme ante las evasivas del sujeto durante el transcurso de la investigación, por

muy dilatadas que sean en el tiempo; además de ser flexible para ir revisando el curso del

interrogatorio y adaptarse a las necesidades de cada momento y poder reconsiderar hacer

uso de determinadas estrategias cuando la prudencia lo aconseje.


2. ANALISIS

Los delincuentes persistentes son delincuentes precoces que, a pesar de ser también

precozmente institucionalizados -o quizás a consecuencia de ello- continúan en la carrera

delictiva, tienden a adherirse al grupo y son más estables cuando no son conflictivos;

probablemente fracasan o no participan en programas para tratar la drogodependencia porque

tienden a permanecer consumiendo y pueden ser antisociales pero no necesariamente.

Aunque suelen expresar quejas sobre malestares diversos no se trata de síntomas graves salvo

cierta hostilidad y psicoticismo significativos. La evidencia sugiere que en estos delincuentes

fracasan las medidas correccionales pero no se ha obtenido apoyo para explicar el inicio

temprano en la carrera delictiva a través de un proceso de socialización disfuncional en los

sujetos no conflictivos, por lo que se deberían investigar otros aspectos no contemplados aquí,

como el modelado, el reforzamiento vicario y los estilos educativos parentales. Los

delincuentes que han cometido más de dos delitos violentos tienden a delinquir precozmente

(aunque no tanto como los conflictivos y persistentes), tienen mayor psicopatía primaria, no

expresan quejas sintomáticas y parecen un grupo heterogéneo en cuanto a rasgos de

personalidad. La evidencia sugiere que la violencia reiterada en cualquiera de sus formas se

relaciona con la psicopatía primaria; junto a su consecuente ausencia de malestar psicológico

y a su tendencia a delinquir temprano, estos rasgos indican alta peligrosidad y escasas

motivaciones para el cambio.


3. CONCLUSIONES

 Para definir con exactitud que es psicopatía, diversos autores han participado y

han encontrados rasgos similares. Así también existen estudios que nos ayudan a

diferenciarla de la sociopatía y el TAP. Ya que, entre ellas existen mucha

similitud, sin embargo, es importante tener en cuenta que puede existir una

comorbilidad, es decir todos estos trastornos pueden existir dentro de una persona,

pero así también es necesario tener en cuenta sus características propias.

 No todos los psicópatas cometen delitos, y muchos de ellos inclusive pasan

desapercibido en la sociedad, a lo que se nombra que pasan como un “camaleón”.

Quienes tienen un grado de psicopatía media o baja no realizan estos actos; pero

hay una característica propia que es el de sacar su beneficio a través de los otros, y

no necesariamente comenten algún crimen.

 Conocer el perfil psicopático y la relación que tiene con la delincuencia es muy

importante puesto a que, a través de sus rasgos particulares, se podrá determinar

también su modus operandi. Cabe resaltar que cuando un psicópata está

relacionado con el crimen, en su gran mayoría son más violentos que otros.

 La entrevista a un psicópata no es nada fácil e incluso es cansado, ya que el

efectivo policial tiene que estar muy alerta, y a su vez tiene que ser muy paciente

porque va a ser complicado obtener la información por parte de ellos.


4. RECOMENDACIONES

 Se recomienda que existan más estudios a nivel neurológico para conocer más el accionar

de un psicópata a nivel cerebral, y cómo es que se diferencian de otros trastornos con

características similares.

 Que haya un trabajo multidisciplinario para que pueda existir mayores conocimientos de

los psicópatas, porque es necesario conocerlo bajo diferentes áreas y cómo estas actúan

ante los psicópatas.

 Que exista mayor capacitación a los efectivos policiales para realizar un interrogatorio

exitoso a un psicópata ya que es muy cansado e incluso puede ser agotador.

 A nivel social, la sociedad debería de prestar más atención a la niñez ya que algunas

conductas se presentan claramente en esta etapa y deben de actuar inmediatamente para

poder ayudar al niño.


5. BIBLIOGRAFIA
- Cavillo, J. (2017). Conceptos y tipos de delincuencia. Recuperado de:

https://www.significados.com/delincuencia/#:~:text=Los%20delincuentes%20son

%20personas%20que,Vea%20tambi%C3%A9n%20Delito.

- Garrido, V. (2003). Tratamiento del agresor psicopático. Recuperado de:

https://dialnet.unirioja.es/servlet/autor?codigo=206155

- López y Nuñez. (2009). Psicopatía trastorno antisocial de la personalidad. Recuperado

de : https://psicopedia.org/wp-content/uploads/2013/12/Trastorno-de-Personalidad-

Antisocial.pdf

- Otín, J. (2009). Psicología Criminal, técnicas aplicadas de intervención e investigación

policial. Recuperado de: https://www.buscalibre.pe/libro-psicologia-criminal-tecnicas-

aplicadas-de-intervencion-e-investigacion-policial-jose-maria-otin-del-castillo-lex-nova/

9788498981421/p/3402576

- Patrick, V. (2000). Emoción y agresión de la personalidad psicopática. Recuperado de:

http://www.scielo.org.bo/pdf/rap/v1n1/v1n1a06.pdf

- Rodríguez y Gonzáles. (2014). Psicopatía: Análisis criminológico del comportamiento

violento asociado a estrategias para el interrogatorio. Psicopatología Clínica, Legal y

Forense. Vol (14), pp 125 – 14. Recuperado de:

https://www.masterforense.com/pdf/2014/2014art7.pdf

- Romero y Casas. (2011). Psicopatía, violencia y criminalidad: Un análisis psicológico –

forense, psiquiátrico – legal y criminológico. Cuadernos de Medicina Forense. Vol (17).

Recuperado de: https://scielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1135-

76062011000400002

- Silva, H. (2009). Perfiles Criminales. Ediciones Argentinas

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