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Javier Pradera / Fernando Savater DE RAZÓN PRÁCTICA Diciembre 2005


Precio 8€ N.º 158

J. M. RIDAO V. PÉREZ-DÍAZ
El incendio francés La universidad española

R. ZAPATA-BARRERO
Hermeneútica de la inmigración

TIMOTHY
GARTON ASH
Soldados del
Imán oculto

JACOBO MUÑOZ
Alonso Quijano y
JOSÉ CANALEJAS la ética del emboscado
Democracia y Monarquía
JAVIER MORENO LUZÓN
Diciembre 2005

9 788411 303682

FRANCESC DE CARRERAS
158

El nuevo Estatuto frente a la Constitución


00158

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DE RAZÓN PRÁCTICA

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S U M A R I O número 158 diciembre 
JAVIER PRADERA
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EL NUEVO ESTATUTO
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ALEJANDRO ELORTEGUI ESCARTÍN FRANCESC DE CARRERAS FRENTE A LA CONSTITUCIÓN
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Creador que transita por lenguajes plásticos
de continua experimentación, imagina
mundos poéticos, enigmáticos que hacen
referencias a la memoria, al olvido, al paso
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DE LA INMIGRACIÓN
Topo, Claridad, Delibros; sus imágenes han
aparecido como ilustraciones en textos de
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Democracia y Monarquía

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EL NUEVO ESTATUTO
FRENTE A LA CONSTITUCIÓN
FRANCESC DE CARRERAS

E
l origen del proyecto de nuevo Esta- necesidad de una reforma estatutaria, se constituyó en el seno del Parlamento
tuto de Autonomía de Cataluña siempre respondía que le parecía más via- de Cataluña, el 1 de febrero del 2001, la
probablemente ha condicionado to- ble y conveniente una relectura de la Comissió d’Estudi per a l’Aprofundiment
do su desarrollo posterior. Para entender Constitución y del Estatuto por la vía de de l’Autogovern, formada por PSC, ERC e
su alcance hay que examinar, primero, los las reformas legislativas y de las lentas IC-V, que aprobó el 19 de noviembre de
motivos por los cuales esta reforma se ha transformaciones de la jurisprudencia 2002 un vago proyecto de bases para la
llevado a cabo, y sólo después podremos constitucional1. Ésta fue la posición de reforma del Estatuto3.
comprender el sentido de la misma. Pujol hasta que las circunstancias políticas Fue en este periodo cuando Jordi Pu-
le forzaron, ya en los últimos meses de su jol renunció a presentarse de nuevo a las
Los motivos de la reforma último mandato, y probablemente muy a elecciones y nombró conseller en cap a Ar-
De hecho, la reforma estatutaria se había pesar suyo, a cambiar de rumbo. tur Mas, el cual poco después fue desig-
planteado ya en los inicios mismos de la Efectivamente, el origen de la actual nado candidato a presidente de la Gene-
autonomía catalana. En 1980, durante la reforma debe situarse en la ajustada victo- ralitat por CiU. También durante estos
sesión de investidura del primer Gobierno ria de Convergència i Unió (CiU) en años los sondeos de opinión comenzaron
Pujol, Esquerra Republicana de Catalun- 1999. Era la primera vez que Maragall a reflejar una importante pérdida de apo-
ya (ERC) ya puso como condición, para disputaba la presidencia de la Generalitat yo electoral a CiU debido fundamental-
votar a favor, que la reforma del Estatuto a Jordi Pujol. El Partit dels Socialistes de mente, a su acuerdo parlamentario con el
se incluyera en el programa de aquella le- Catalunya (PSC) fue el partido más vota- PP. Para intentar contrarrestar este desgas-
gislatura. Jordi Pujol lo aceptó por la ne- do; pero CiU obtuvo mayor número de te, Artur Mas, ya en funciones de candi-
cesidad que tenía en aquellos momentos escaños y, con el apoyo del PP, logró man- dato y de líder de CiU, propuso un nuevo
de contar con los votos del partido que tenerse en el Gobierno. Tras su derrota, Estatuto frente a la reforma parcial que
entonces dirigía Heribert Barrera, pero Maragall sacó como conclusión que sólo propugnaban los tres partidos de izquier-
nunca se mostró partidario de llevarla a lograría vencer a CiU si conseguía aliados; da. La disputa entre CiU y ERC por el
cabo. Sus continuadas mayorías absolutas y los únicos posibles eran Iniciativa per voto nacionalista estaba en plena ebulli-
en el Parlamento catalán entre 1984 y Catalunya-Verds (IC-V) y ERC. ción. En cualquier caso, la reforma estatu-
1996 le permitieron hacer caso omiso a Así pues, en febrero de 2000 estos taria se convirtió en el tema estrella cara a
las peticiones de reforma. tres partidos llegaron a un acuerdo basa- las próximas elecciones autonómicas.
Pujol nunca creyó, en efecto, que la do en dos puntos fundamentales: formar Celebradas éstas el 16 de noviembre
reforma del Estatuto fuera conveniente un grupo parlamentario propio en el Se- de 2003, la candidatura que obtuvo más
para la autonomía catalana. Veía en dicha nado (abandonando, por tanto, los sena- escaños fue la de CiU, aunque un pacto
reforma más problemas que soluciones. dores socialistas catalanes el grupo del parlamentario entre el PSC, ERC e IC-V
Aunque era crítico con algunos aspectos PSOE) y preparar un proyecto de refor- otorgó la presidencia de la Generalitat a
importantes del desarrollo autonómico, ma del Estatuto. Así, hasta las siguientes Pasqual Maragall, que formó un Gobier-
conocía de primera mano las muchas difi- elecciones, se promovieron diversos estu- no conjunto con los otros dos partidos. El
cultades del complicado camino recorrido dios teóricos sobre la conveniencia y las acuerdo de 2001 con ERC había dado,
y estaba moderadamente satisfecho del posibilidades de la reforma estatutaria2 y pues, buenos resultados a los socialistas
gran número de competencias alcanzadas pero el precio a pagar era la reforma total
y de los recursos financieros obtenidos a
lo largo de estos años. No quería Pujol 1 Esta vía de la relectura está expuesta en el libro

arriesgarse a un replanteamiento global, de Enric Argullol Desarrollar el autogobierno. Penínsu- llol, J. Ferret, C. Viver i Pi-Sunyer); Estudios sobre la
la, Barcelona, 2002. reforma del Estatuto, Institut d’Estudis Autonòmics,
sino que prefería la vía de lograr acuerdos 2 Entre los trabajos publicados, cabe destacar: Es-
Barcelona, 2004 (incluye trabajos de L. López Guerra,
políticos puntuales con los Gobiernos de tudis sobre l’autogovern de Catalunya, Parlament de A. Saiz Arnaiz, J. Barnes, R. Jiménez Asensio, J. Le-
Madrid, fuera cual fuera su tendencia po- Catalunya, Barcelona, 2003 (incluye trabajos de E. guina Villa, J. A. Xiol Ríos, F. Velasco Caballero, P.
lítica, que le permitieran ampliar poco a Aja, E. Albertí, E. Argullol, M. Ballbé, J. Ferret, M. Pérez Tremps, J. Pérez Royo, M. Carrasco Durán, F.
Gerpe, F. Requejo y J. Vernet); Informe sobre la refor- Pérez Royo y M. Medina Guerrero).
poco el grado de autonomía de Cataluña. ma de l’Estatut, Institut d’Estudis Autonòmics, Barce- 3 Butlletí Oficial del Parlament de Catalunya,
En todo caso, si se le preguntaba por la lona, 2003 (A. Bayona [coord.], E. Albertí, E. Argu- [BOPC], núm. 366, de 5 de diciembre de 2002

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del Estatuto. Desde el primer momento, de nuevo Estatuto que fuera aprobado éxito o por victimismo, siempre resultaría
su elaboración se convirtió en el principal por el Parlamento de Cataluña. Quizá lo ganador. En cambio, el PSC arriesgaba no
objetivo de la legislatura. hizo como un brindis al sol pensando que sólo la presidencia de Maragall sino tam-
Ahora bien, aunque era muy probable su apoyo en el Congreso no sería decisivo bién la de Zapatero.
que este proyecto, si contaba con el apoyo y la responsabilidad del rechazo recaería No había, pues, razones consistentes
de CiU, se aprobara en el Parlamento de sobre el PP. En cualquier caso, a partir de que justificaran un cambio de Estatuto.
Cataluña, el acuerdo en las Cortes Genera- su victoria debía responder del compro- Pero sí había razones ideológicas de fondo
les aparecía como altamente improbable si, miso adquirido, con el agravante de que por parte de las formaciones nacionalistas.
como se preveía, el PP obtenía la victoria había sido investido presidente gracias a Estas razones eran de dos tipos. Por un la-
en las elecciones generales de marzo de los votos de ERC y de IC-V. Por tanto, do, la autonomía y el Estatuto son para los
2004. Ciertamente, a la vista del panorama los tres partidos que impulsaban el Esta- nacionalistas meros instrumentos, sólo
todo parecía indicar que el nuevo Estatuto tuto en Cataluña eran los socios parla- útiles en la medida en que contribuyen a
no pasaría el trámite parlamentario en Ma- mentarios del Gobierno de Madrid. El crear “conciencia nacional” en el largo ca-
drid y se convertiría durante toda la legisla- desacuerdo en esta materia podía restar a mino de acceso a la soberanía, su auténtica
tura en un elemento que contribuiría a la Zapatero el apoyo imprescindible para meta. En consecuencia, el nuevo Estatuto
tradicional actitud victimista del naciona- mantenerse en el Gobierno. pasaba a convertirse en una herramienta
lismo catalán. “Madrid”, como metáfora Los motivos por los cuales se empren- para difundir esta conciencia, en un pelda-
de “España”, se opondría una vez más a las día la tarea de redactar un nuevo Estatuto ño más hacia esta meta. Por otro lado, el
reivindicaciones catalanas. La trampa, tam- para Cataluña parecían ser, pues, única- Estado de las autonomías ha evoluciona-
bién una vez más, estaba tendida; en esta mente de naturaleza partidista y electoral. do en un sentido federal, de tal manera
ocasión con la activa complicidad de los Los socialistas catalanes propusieron la re- que, a excepción de los “hechos diferen-
socialistas catalanes. forma para así poder aliarse con ERC. ciales” definidos en la Constitución, en
Sin embargo, la inesperada victoria CiU, en contra de su posición tradicional, las demás materias la igualación de com-
del PSOE en las elecciones generales del propuso un nuevo Estatuto para frenar petencias prácticamente se ha generaliza-
14 de marzo de 2004 cambió por com- su desgaste electoral frente a ERC. No ha- do. Llegados a este punto, una nación co-
pleto el escenario. Precisamente, el nuevo bía, por parte de estos partidos, auténticas mo Cataluña debe diferenciarse del resto
presidente del Gobierno, José Luis Rodrí- razones para la reforma sino sólo intereses de comunidades, especialmente de aque-
guez Zapatero, se había comprometido en partidistas coyunturales. Sólo ERC (y, en llas que son consideradas como meras re-
un reciente mitin electoral, con motivo de menor medida, IC-V) saldría siempre ga- giones. La condición de nación da dere-
las elecciones autonómicas catalanas, a nando al jugar en un terreno en el cual, se cho a esa posición singularizada. Éstos
apoyar en las Cortes el texto del proyecto aprobara o no se aprobara la reforma, por son, pues, los motivos de fondo, las au-

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EL NUEVO ESTATUTO F RENTE A L A C ON S T I T U C I ÓN

ténticas razones ideológicas que han mo- ● El segundo supuesto sostiene que el cierto que la letra de la Constitución no
vido y mueven a CiU y a ERC. Si los so- Estado autonómico está desconstituciona- definía muy exactamente la configuración
cialistas, en Cataluña y en España, por lizado, es decir, que el modelo territorial de la organización territorial. Ahora bien,
necesidades de la coyuntura política, les de Estado no está regulado en la Consti- el proceso autonómico ha demostrado de
allanan el camino, es natural que aprove- tución sino en los estatutos. De ello se si- manera palpable que mediante el desarro-
chen la ocasión que se les ofrece. gue que los estatutos tienen un carácter llo legislativo, la práctica institucional y,
cuasiconstitucional, lo cual implica que se sobre todo, la jurisprudencia constitucio-
Las bases jurídico-constitucionales trata de un tipo de leyes que prevalecen nal, el modelo autonómico existe.
de la reforma respecto a cualesquiera otras del resto del En efecto, el contenido de la Consti-
Desde un punto de vista jurídico, la pro- ordenamiento jurídico, a excepción natu- tución no está formado únicamente por
puesta de nuevo Estatuto de Cataluña es- ralmente de la Constitución. Ello permite los preceptos literales del texto aprobado
tá fundamentada en unas bases que, a mi que si en los estatutos se amplían las ma- en 1978 sino por estos preceptos interpre-
modo de ver, no se adecuan a lo que pre- terias reguladas, rebasando en mucho los tados por la jurisprudencia del Tribunal
vé la Constitución. Estas bases parten de límites que establece el art. 147 CE, nos Constitucional. Así, las escasas reglas y
dos supuestos constitucionalmente equi- encontramos con unas normas que su- principios del título VIII de la Constitu-
vocados: primero, la Constitución, al dis- plantan en muchos aspectos a la Consti- ción regulan precisamente los aspectos bá-
tinguir en el art. 2 entre nacionalidades y tución misma. El caso del proyecto de re- sicos de la organización territorial: el con-
regiones, abre la posibilidad de configurar forma catalán es paradigmático. No se tenido del Estatuto, el reparto de compe-
regímenes jurídicos diferentes para unas y trata de que dicho proyecto rebase razo- tencias, el mínimum de homogeneidad
otras; segundo, la Constitución no con- nablemente los límites del art. 147 CE institucional, los controles jurisdiccionales
tiene un modelo de organización territo- mediante una interpretación amplia del y la financiación. Estas reglas y principios
rial sino que remite dicho modelo a los mismo sino que se hace caso omiso de los han sido abundantemente densificados
estatutos de autonomía. límites que este artículo constitucional es- por la jurisprudencia constitucional. Se
tablece; y lo que se configura, como vere- puede discrepar del actual modelo pero no
● En el primer supuesto se acoge la mos, es una pequeña Constitución para se puede negar que desde hace años ya
doctrina según la cual los llamados “he- Cataluña, invulnerable, según estas teo- existe. Quizá los estatutos pueden consi-
chos diferenciales” no son peculiaridades rías, a las demás leyes que forman parte derarse normas cuasi-constitucionales –al
concretas que la Constitución admite del bloque de la constitucionalidad, las fin y al cabo, se trata de una discutible
(lenguas cooficiales, derechos históricos, cuales, además, deben ser interpretadas apreciación doctrinal–, pero hoy no cabe
derecho civil propio) sino el reconoci- conforme al Estatuto. sostener que el modelo territorial se en-
miento de que determinadas comunida- cuentre desconstitucionalizado.
des constituyen sociedades nacionalmente Ambos supuestos, a mi parecer, son Todo ello implica que son ilusorias
diferenciadas y, como tales, tienen dere- constitucionalmente inadmisibles. Res- muchas de las bases jurídicas en las que se
cho a disfrutar de una autonomía distinta pecto al primero, la inmensa mayoría de sustenta el nuevo Estatuto catalán por re-
a la del resto debido a que están situadas la doctrina sostiene que, hechos diferen- sultar contrario a lo que está aceptado de
en una posición constitucional diferente y ciales aparte, no hay base constitucional forma repetida por la práctica institucio-
superior4. para admitir que determinadas comuni- nal y por la jurisprudencia constitucional.
dades posean una singularidad que les No es aceptable convertir al Estatuto en
confiera un estatus constitucional distinto una norma invulnerable a cualquier otra
a las demás. Por tanto, el régimen jurídico ley autorizada constitucionalmente para
4 Esta posición se muestra muy claramente en el de las comunidades autónomas, en aque- determinar la distribución de competen-
libro de Miguel Herrero de Miñón Derechos históricos llo que no son hechos diferenciales, puede cias; y tampoco lo es pretender un plus de
y Constitución, Taurus, Madrid, 1998 (véase especial- ser –no “debe ser” sino “puede ser”– el lealtad interpretativa del resto de las nor-
mente el cap. III), y en el artículo de Enric Fossas
‘Propuestas para un debate crónico’, Revista de Occi- mismo5. mas respecto del Estatuto por considerar
dente, núm. 229, 2000. Un pasaje del artículo de Fos- Respecto al segundo supuesto6, hoy –equivocadamente– que éste es la única
sas lo refleja con mucha precisión: “Un concepto de no puede sostenerse, 26 años después de norma que garantiza la autonomía de una
hecho diferencial que no aborde esta articulación en-
tre nación, nacionalidades y regiones creo que no re-
los primeros estatutos, que no existe un comunidad. Ambas bases son ilusorias
sulta útil para hacer frente a los retos que todavía hoy modelo de Estado de las autonomías. Es por una razón muy simple: un estatuto de
tiene planteados el Estado autonómico, por la sencilla autonomía no es una ley con funciones
razón de que en España, a diferencia de otros países, la monopolizadoras de la distribución de
organización territorial aparece estrechamente vincu-
lada a la llamada cuestión nacional. Por ello, más que 5 Jordi Sevilla, actual ministro de Administracio- competencias sino una ley –más que otras,
de hecho diferencial, me parece operativo hablar de nes Públicas, así lo ha admitido recientemente y, ade- sin duda, pero también entre otras– cons-
‘sociedad diferencial’, es decir, aquella en la que exis- más, le ha añadido interesantes consideraciones políti- titucionalmente adecuada para condicio-
ten comunidades con carácter nacional al lado de cas. Al ser preguntado sobre si las demás comunidades
otras comunidades que no tienen este carácter”. Estas autónomas van a tener las mismas competencias que nar las competencias de una comunidad
posiciones fueron acogidas en el Informe sobre la refor- Cataluña, responde: “Las mismas. No va a haber auto- autónoma, como lo son también otras le-
ma del Estatut [citado en la nota 2], que constituye el nomías de primera y de segunda. Lo digo con rotun- yes cuando ello es deducible de la Consti-
texto teórico fundamental para comprender las bases didad porque lo prohíbe la Constitución, el sentido
jurídicas sobre las que se sustenta el proyecto de nuevo común y nuestro ideario socialista” (Declaraciones a
tución. El Estatuto es, por tanto, una
Estatuto catalán. La visión contraria de los hechos di- El País, 13 de noviembre de 2005) norma que garantiza la autonomía pero
6 Este aspecto de la propuesta catalana es tratado
ferenciales en mi artículo ‘Los hecho diferenciales en no es la única norma que garantiza la au-
la Constitución’, incluido en el libro de G. Peces Bar- más ampliamente en el apartado II de mi artículo ‘Re- tonomía.
ba y M. A. Ramiro (coord.) La Constitución a examen. flexiones sobre la propuesta de nuevo Estatuto de Ca-
Un estudio académico 25 años después, Marcial Pons, taluña’, Teoría y Realidad Constitucional, núm. 16, En definitiva, el intento de los refor-
Madrid, 2004. 2005. madores catalanes de considerar el Estatu-

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FRANC ESC DE C ARRERAS

to como una “pequeña Constitución” in- y actualiza al amparo del artículo 2, la disposición constitucional para que una nacionalidad
vulnerable a cualquier otra norma del transitoria segunda y otras disposiciones de la o región se autoidentifique en su Estatu-
Constitución, preceptos de los cuales deriva el re-
bloque de la constitucionalidad no está to como nación. En efecto, parece absur-
conocimiento de una posición singular de la Gene-
jurídicamente bien fundamentado. Nues- ralitat en relación al derecho civil, la lengua, la do utilizar el término nación en su senti-
tro modelo territorial va por otros derro- educación, la cultura y el sistema institucional en el do histórico y cultural cuando la Consti-
teros. Este mal fundamento se proyecta que se organiza la Generalitat” (artículo 5). tución ha previsto para estos supuestos el
en aspectos estructurales del proyecto de término nacionalidad. Por su parte, es in-
nuevo Estatuto a través de la utilización a) Cataluña como nación constitucional utilizarlo en el sentido po-
de instrumentos técnico-jurídicos consti- El precepto que define a Cataluña como lítico-jurídico porque ello significaría que
tucionalmente inaceptables. una nación ha sido, por ahora, el precepto participa de la titularidad de la soberanía,
más controvertido de todo el proyecto. constitucionalmente reservada al pueblo
Los objetivos de la reforma Tras al palabra nación asoma evidente- español (artículo 1.2 CE).
Pasqual Maragall, en la presentación de mente la palabra soberanía. Contribuyen En una norma jurídica hay que atri-
una conferencia del ministro Jordi Sevilla a ello significativos párrafos del Preámbu- buir siempre a las palabras que se emplean
en el club Siglo XXI, de Madrid, expresó lo8. En defensa de la constitucionalidad el significado jurídico que el ordenamiento
muy claramente los objetivos de la refor- de este precepto se ha alegado que el tér- –en especial una norma de superior rango–
ma del Estatuto al sostener que la pro- mino nación se utiliza en el sentido histó- les otorga. No puede, por tanto, alegarse
puesta catalana podía sintetizarse en tres rico y cultural, no en el sentido jurídico y que sea legítimo introducir en una norma
objetivos: político. Ahora bien, la Constitución dis- jurídica términos contrarios al derecho vi-
tingue en su artículo 2 entre nación espa- gente que, desde puntos de vista doctrina-
“Un Estatuto que contenga una definición ñola y nacionalidades y regiones. Parece les, ajenos al derecho positivo, puedan estar
precisa de las competencias de la Generalitat, de ma- haber un amplio acuerdo en que, según razonablemente justificados para designar
nera que se evite su erosión por parte de la legisla-
ción básica del Estado, como efectivamente ha
este artículo 2 CE, el término nación es- una determinada realidad. La defensa de
ocurrido en el curso de los años. Una financiación pañola tiene el significado de nación en una posición doctrinal, en este caso el sig-
que asegure la suficiencia de recursos, la plena ca- sentido político-jurídico, y las nacionali- nificado de un término, es plenamente le-
pacidad de gestión, pero también la solidaridad y, dades y regiones se caracterizan por su gítima en el ejercicio de la libertad de pen-
por supuesto, la transparencia. El reconocimiento significado histórico y cultural. Por tanto, samiento y de la libertad de expresión; pe-
constitucional de la singularidad, en este caso de la
se trata de realidades jurídicas claramente ro si el significado de dicho término es
singularidad catalana, en la España plural”7.
diferenciadas. contrario a derecho, su introducción en
Además, la nación española, sinóni- una norma jurídica es ilegítima.
Por tanto, singularidad, competencias mo de pueblo español, es reconocida en el Un estatuto, debido a su posición en
y financiación son los tres objetivos fun- artículo 1.2 CE como titular de la sobera- el ordenamiento jurídico, es una norma
damentales de la propuesta catalana. Pase- nía, es decir, del poder constituyente. Las jerárquicamente subordinada a la Consti-
mos a examinarlos. nacionalidades y regiones, en cambio, son tución y, por tanto, debe adecuarse a la
sujetos del derecho a la autonomía, es de- misma. Puede admitirse incluso que un
1. La singularidad de Cataluña cir, tienen derecho a constituirse en co- estatuto, para identificar a su comunidad,
Antes hemos examinado el trato jurídico munidades autónomas. Por otro lado, en escoja un término que no se corresponda
especial que se debía a Cataluña, según el constitucionalismo histórico español el con los de nacionalidad o región pero sea
los inspiradores del nuevo Estatuto, por término nación ha sido empleado siempre inocuo desde el punto de vista de sus con-
el hecho de ser una nacionalidad. Sin em- en su significado político-jurídico, nunca secuencias jurídicas. Es el caso, por ejem-
bargo, esta denominación, que figura en en el significado histórico-cultural. Lo plo, de Asturias y Navarra, cuyo Estatuto
el Estatuto vigente y que se adecua al ar- mismo sucede en el derecho constitucio- las designa, respectivamente, como comu-
tículo 2 CE, no les ha parecido suficiente nal comparado de los Estados de nuestro nidad histórica y como comunidad foral.
a los redactores de la propuesta catalana y entorno cultural. Ahora bien, escoger el término nación,
han fundamentado la singularidad de la A la vista de estas consideraciones, no aun alegando que su significado es única-
autonomía catalana en dos afirmaciones parece que exista ninguna justificación mente histórico y cultural, no sólo no resul-
solemnes. ta adecuado a la terminología constitucio-
Primera: nal que prescribe el artículo 2 CE sino que
8 Reproducimos algunos de estos párrafos. “[…]
introduce un factor de incertidumbre en las
“Cataluña es una nación” (artículo 1.1). Mueven este Estatuto la aspiración, el proyecto y el posibles interpretaciones futuras de este tér-
sueño de una Cataluña sin ningún tipo de obstáculos
a la libre y plena interdependencia que hoy una na- mino que vulnera el principio de seguridad
Segunda: ción necesita. La vocación y el derecho de los ciudada- jurídica y, por tanto, también en ese senti-
nos de Cataluña de determinar libremente su futuro do, resulta incompatible con la Constitu-
“El autogobierno de Cataluña como nación se como pueblo, que el Parlamento de Cataluña ha ex-
presado reiteradamente, se corresponde con la afirma- ción. Si, además, tenemos presentes las ex-
fundamenta en los derechos históricos del pueblo presiones utilizadas en el Preámbulo, las
ción nacional que históricamente representó la institu-
catalán, en sus instituciones seculares y en la tradi- ción de la Generalitat, vigente hasta el siglo xviii y
ción jurídica catalana que este Estatuto incorpora
suspicacias acerca de la intencionalidad de
después recuperada y mantenida sin interrupción co-
mo máxima expresión de los derechos históricos de
la formulación del artículo 1.1 no hacen
que dispone Cataluña y que este Estatuto incorpora y más que acrecentarse.
7 Maragall pronunció estas palabras en la presen- actualiza. Hoy, Cataluña, en su proceso de construc-
tación de la conferencia del ministro Jordi Sevilla en el ción nacional, expresa su voluntad de ser y de conti- b) El extraño alcance competencial de la
Club Siglo XXI, de Madrid, el día 21 de abril de 2005 nuar avanzando en el reconocimiento de su identidad
(Cambios en la España plural, pág. 8 Ministerio de Ad- colectiva y en el perfeccionamiento y la ampliación tradición histórica
ministraciones Públicas, Madrid, 2005). del autogobierno por medio de este nuevo Estatuto”. Por su parte, según expresa el artículo 5

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EL NUEVO ESTATUTO F RENTE A L A C ON S T I T U C I ÓN

antes transcrito, fundamentar el autogo- El historicismo como fundamento de señalada de muchos de los términos que
bierno de Cataluña “como nación” en los las instituciones políticas únicamente ha emplea el precepto, sino por la dificultad
derechos históricos del pueblo catalán, en sido utilizado con una finalidad: eliminar, de deducir una relación mínimamente ra-
sus instituciones seculares y en la tradi- frenar o limitar la voluntad popular, el zonable entre los mismos.
ción jurídica catalana, no deja de ser con- poder del pueblo, la capacidad de deci- También de la singularidad de Cata-
tradictorio con la legitimidad democrática sión de los ciudadanos. Ello es visible a lo luña como comunidad autónoma derivan
que se reconoce en el artículo 2.4 de la largo de toda la historia, desde las organi- otros ámbitos, en los cuales la Generalitat
propuesta catalana9. En efecto, derechos zaciones políticas medievales y el Estado tiene una posición especial. Ya hemos vis-
históricos, instituciones seculares y una absoluto hasta las posiciones liberales más to cómo de los derechos históricos, las
incierta tradición jurídica remiten a unos conservadoras que pretendían frenar los instituciones seculares y la tradición jurí-
fundamentos con sabor a antiguo régi- avances de la democracia (Burke, Savigny dica deriva, según establece el artículo 5
men, a unas premisas preliberales y prede- o Cánovas del Castillo, para poner tres citado, una posición singular de la Gene-
mocráticas. En realidad, la propuesta ca- conocidos ejemplos). Los derechos histó- ralitat en materia de derecho civil, lengua,
talana está plagada de un rancio histori- ricos que la vigente Constitución recono- educación, cultura y el sistema institucio-
cismo, de un nacionalismo autocompla- ce son, como es sabido, un residuo direc- nal en el que se organiza la Generalitat.
ciente, esencialista e identitario, y, en oca- to del carlismo. En todo caso, no hay du- Sin llegar a comprender cabalmente los
siones, por ejemplo en el Preámbulo, de da de que las constituciones que han fun- fundamentos jurídicos de esta singulari-
una cursilería romántica impropia de los damentado su legitimidad en la tradición dad, deben destacarse dos aspectos consti-
tiempos actuales10. histórica lo han hecho siempre para limi- tucionalmente problemáticos.
tar el poder del pueblo e impedir el ejerci-
cio de los derechos democráticos. Es por ● En primer lugar, los numerosos
9 Este artículo 2.4, sin embargo, también ofrece todo ello por lo que esta apelación a la preceptos (artículos 6, 32 a 36, 50 y 143)
problemas que enlazan con las reticencias del punto tradición y a la historia como fundamen- que regulan la política lingüística. En
anterior. Veamos. Su redacción completa es la siguien-
te: “Los poderes de la Generalitat emanan del pueblo to del autogobierno es sorprendente en el ellos se recogen los principales aspectos de
de Cataluña y se ejercen de acuerdo con lo que esta- mundo de hoy y, por supuesto, resulta la actual legislación en esta materia –mu-
blecen este Estatuto y la Constitución”. De esta redac- frontalmente contraria al artículo 1.2 de chos de ellos de más que dudosa constitu-
ción puede desprenderse una interpretación según la
cual el titular de los poderes de la Generalitat sea el
la Constitución, el cual establece que “la cionalidad– y se añade uno nuevo de es-
pueblo de Cataluña y el ejercicio de estos poderes se soberanía nacional reside en el pueblo es- pecial importancia: el llamado deber de
lleve a cabo según lo establecido en el Estatuto y la pañol, del que emanan los poderes del Es- disponibilidad lingüística. En efecto, el
Constitución; ello comportaría, de alguna manera, re- tado”, poderes éstos que incluyen, por su- artículo 34 establece:
conocer que el pueblo de Cataluña es el titular de la
soberanía y que, en uso de ella, la ejerce de acuerdo puesto, los de las comunidades autóno-
con el Estatuto y la Constitución. Implícitamente, de mas. “Todas las personas tienen el derecho de ser
forma un tanto subrepticia, vendría a suponer el reco- De más difícil interpretación son las atendidas oralmente y por escrito en la lengua ofi-
nocimiento del derecho de autodeterminación. Esta cial que elijan en su condición de usuarios o consu-
interpretación no es maliciosa ni forzada si se tiene en razones por las cuales el engarce jurídico midores de bienes, productos y servicios. Las enti-
cuenta que la redacción del Estatuto vigente, en un de estos derechos históricos, instituciones dades, las empresas y los establecimientos abiertos
precepto análogo, es bien distinta. En efecto, el artícu- seculares y tradición jurídica que funda- al público en Cataluña están sujetos al deber de
lo 1.3 EAC establece: “Los poderes de la Generalitat
emanan de la Constitución, del presente Estatuto y
mentan el autogobierno de Cataluña no disponibilidad lingüística en los términos que esta-
se halla en la disposición adicional prime- blezcan las leyes”.
del pueblo”. Que en la redacción del artículo 2.4 del
nuevo Estatuto sólo el ejercicio de los poderes de la ra de la Constitución (aunque no renun-
Generalitat sea de acuerdo con el Estatuto y la Consti- cie a ellos, de acuerdo con la disposición Este precepto, que no ha sido puesto
tución –además, por este orden– y que, en cambio,
estos poderes emanen únicamente del pueblo de Cata- adicional primera de la propuesta de nue- en cuestión en todo el proceso parlamen-
luña, no parece irrelevante a los efectos de, en cohe- vo Estatuto) sino en el artículo 2 CE, la tario, supone la obligación, para los parti-
rencia con el artículo 1.1, fundamentar la titularidad disposición transitoria segunda (que per- culares que tengan una empresa o un es-
del poder sólo en el pueblo de Cataluña.
10 Los cuatro primeros párrafos del Preámbulo mitió acceder a la autonomía por la vía tablecimiento abierto al público, de estar
son paradigmáticos al respecto: “La nación catalana se del artículo 151 CE) y otras indetermina- en condiciones de atender a sus clientes
ha ido construyendo en el decurso de los tiempos con das disposiciones constitucionales. Ade- en la lengua que ellos elijan. Es más que
las aportaciones de energías de muchas generaciones,
de muchas tradiciones y culturas que han encontrado
más, el precepto hace derivar de estos de- dudoso que este deber derive de la coofi-
una tierra de acogida. Cataluña ha definido una len- rechos históricos, instituciones seculares y cialidad de las lenguas que la Constitu-
gua y una cultura, ha modelado un paisaje, ha acogido tradición jurídica, el reconocimiento de ción reconoce; y mucho más dudoso to-
también otras lenguas y otras manifestaciones cultura- una también indeterminada posición sin- davía que la protección de una lengua lle-
les, se ha abierto al intercambio generoso, ha construi-
do un sistema de derechos y libertades, se ha dotado gular de la Generalitat en relación al dere- gue hasta el extremo de imponer una
de leyes propias y ha desarrollado un marco de convi- cho civil, la lengua, la educación, la cultu- obligación de este carácter. Por tanto, ha-
vencia solidario que aspira a la justicia social. Este Es- ra y el sistema institucional en el que se brá que prestar atención, entre otros, a es-
tatuto sigue la tradición de las Constiucions i altres
drets de Catalunya, que históricamente habían signifi- organiza la Generalitat. Todo ello se pres- te precepto sobre el régimen lingüístico.
cado la articulación política y social de los catalanes y ta a una gran confusión y provoca una
las catalanas. Desde 1714, han sido diversos los inten- muy considerable perplejidad en el intér- ● Por otro lado, también es de muy
tos de recuperación de nuestras instituciones de auto-
gobierno. En este itinerario histórico constituyen hitos
prete, no sólo por la indeterminación ya dudosa constitucionalidad la integración
destacados, entre otros, la Mancomunidad de 1914 y en el sistema institucional de la Generali-
el restablecimiento de la Generalitat en 1932 y en tat de los entes locales (artículos 2.3, 83-
1979, en los cuales se establecía que Cataluña quería cuerdo de todos aquellos que han luchado y de los que 93 y 160) a los que la Constitución dota
ejercer, tanto entonces como ahora, su derecho ina- sufrieron exilio, e incluso de los que murieron por el
lienable al autogobierno. Es en este sentido que el Es- reconocimiento de los derechos nacionales de Catalu- de autonomía. La justificación de tal ano-
tatuto es depositario de una memoria y guarda el re- ña y los derechos sociales de los catalanes”. malía debe sustentarse también en el artí-

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culo 5 que comentamos, del cual, como se considera que “de la misma manera” tas relaciones es típicamente confederal,
hemos visto, deriva una posición singular [que con los pueblos de España] se esta- olvidando que, según ha reconocido la ju-
de la Generalitat respecto del sistema ins- blecen también relaciones con Europa. risprudencia constitucional (por todas, la
titucional en el que la misma se organiza. En definitiva, la posición de partida es: STC 4/1982), el Estado está situado en
No creemos que ello sea razón suficiente Cataluña como nación se relaciona “de la una posición de supremacía respecto a las
y, por tanto, también en esta materia de misma manera” con España [como Esta- comunidades autónomas debido al princi-
régimen local la vulneración de la Consti- do plurinacional] y con Europa. En el pio de unidad y al interés nacional. La bi-
tución parece clara. mismo sentido, el artículo 3.2 comienza lateralidad que establece la propuesta de
diciendo: “Cataluña tiene en la Unión Estatuto presupone, pues, que Estado y
Por último, también parece derivar de Europea su espacio político y geográfico Generalitat son instituciones del mismo
este artículo 5 el precepto que establece la de referencia […]”. rango. Además, si se examinan con deteni-
desaparición de la Administración estatal Esta filosofía se proyecta en el articu- miento las relaciones que establece el nue-
en Cataluña. En efecto, la disposición adi- lado. El artículo 3.1 establece los princi- vo Estatuto se puede comprobar fácilmen-
cional undécima establece: pios que deben regir las relaciones con el te que las mismas provocarán una buroca-
Estado, entre ellos, el de bilateralidad, tización extrema que producirá una lenti-
“La Generalitat pasa a ser la Administración “sin excluir el uso de mecanismos de par- tud en la toma de decisiones a todas luces
ordinaria del Estado en Cataluña una vez le sean ticipación multilateral”. Ahora bien, las disfuncional, tanto para la actividad del
transferidas, mediante los instrumentos que corres-
pondan, las funciones ejecutivas que cumple la Ad-
decisiones que se adopten en estos órga- Estado como de la Generalitat.
ministración del Estado por medio de sus órganos nos multilaterales de colaboración con el Por último, una reflexión más general
territoriales en Cataluña”. Estado, en los que la Generalitat partici- sobre la filosofía del proyecto en este pun-
pa, sólo la vinculan –según establece el to que también puede extenderse a otros
Obviamente, un estatuto no es la nor- artículo 176– en aquello en que esté de títulos y capítulos de la propuesta. Se par-
ma adecuada para establecer obligaciones acuerdo, pudiendo además hacer constar te de una gran desconfianza respecto a la
que vinculen al Estado. Ciertamente, la li- reservas a las decisiones adoptadas. Por actuación del Estado que, yendo un poco
teralidad del precepto no establece con tanto, en las relaciones intraestatales, pro- más allá, se convierte en una gran descon-
claridad esta obligatoriedad. Sin embargo, pias de un sistema federal, se aplican los fianza respecto a España. Así, por un lado,
si ello no es así, la norma pierde todo ob- principios que rigen las relaciones interes- se percibe un afán de participar en todos
jeto. Por tanto, cabe pensar que su funda- tatales (o internacionales) propias de un los organismos y todas las funciones que
mento también se halla en el artículo 5 sistema confederal. Luego los ligámenes puedan afectar a Cataluña, y, en cambio,
que establece un régimen singular para que se quieren establecer con España son por otro, se percibe también una actitud
Cataluña con la base historicista que tan- de tipo confederal. de absoluto celo para conseguir que el Es-
tas dudas de constitucionalidad ofrece. Además, en este título se establece tado no se interfiera en las competencias
también la participación de la Generalitat catalanas. La desigualdad de trato es, por
c) Cataluña y España: en órganos estatales: participación en la tanto, manifiesta.
las relaciones bilaterales designación de los miembros de órganos Un detalle pone de relieve esta des-
De la idea de Cataluña como nación dife- constitucionales (Tribunal Constitucional confianza: la palabra España no aparece a
renciada de España nace toda la filosofía y Consejo General del Poder Judicial) y lo largo del extensísimo texto del Estatuto
que impregna el título dedicado a las rela- de todos los órganos de las administracio- más que en los casos que es inevitable ha-
ciones de la Generalitat con el Estado, nes independientes (Banco de España, cerlo por referirse a los “pueblos de Espa-
con las demás comunidades, con la Unión Mercado de Valores, Mercado de las Tele- ña”, “Banco de España” y similares. Sólo
Europea, y que regula también la acción comunicaciones, etcétera), así como em- siete veces se cita a España –por circuns-
exterior de la Generalitat. Esta filosofía ya presas públicas, instituciones financieras y tancias de esta naturaleza– mientras que
se pone de manifiesto en el Preámbulo: otras de similar carácter. Por otro lado, se 244 veces se utiliza “Estado” y 36 “Unión
crea una Comisión Bilateral Generalitat- Europea”. Como ha dicho el notario cata-
“Este Estatuto define las instituciones de la na- Estado, de carácter paritario, constituida lán Juan José López Burniol, la propuesta
ción catalana y sus relaciones con los pueblos de Es- como marco regular y permanente de las ha sido “elaborada con la misma mentali-
paña en un marco de libre solidaridad con las nacio-
nalidades y regiones que la conforman, compatible
relaciones entre ambas instituciones, a la dad con la que se facilita la información
con el desarrollo de un Estado plurinacional”. que se confieren una gran cantidad de meteorológica de TV3: de espaldas a Es-
funciones. También se desarrolla minu- paña, sobre un mapa en el que sólo apare-
Y a renglón seguido añade: “De la ciosamente la participación de la Genera- cen destacados los países catalanes”. Y
misma manera se establecen los vínculos litat en la Unión Europea a través del Es- añade: “La propuesta de Estatut está re-
de relación con Europa […]”. Es decir, tado y las actividades de la Generalitat en dactada sin ninguna voluntad regenerado-
según se desprende de los textos reprodu- política exterior. Sin embargo, todas estas ra de España ni modernizadora de su Es-
cidos, primero, las relaciones no son con detalladísimas disposiciones que afectan tado, y con la sola voluntad de articular
el Estado sino con los “pueblos de Espa- al Estado se establecen sin contar con la un sistema catalán todo lo independiente
ña” (no dice con los “demás pueblos de otra parte, es decir, con el Estado mismo, que la realidad permita, sin plantear fron-
España”, ya que entonces se sobreenten- lo cual no deja de ser sorprendente por talmente la demanda de independencia
dería que Cataluña forma parte de Espa- irrazonable: desde una norma como el Es- formal”11.
ña, quedaría incluida en la misma); se- tatuto se pretende vincular la actividad
gundo, el Estado es considerado unilate- del Estado.
ralmente como “plurinacional” (lo cual se Por otra parte, como ya hemos indica- 11 Juan-José López Burniol: ‘Fin de trayecto perso-
refrendará en el artículo 3.1); y, tercero, do, la mentalidad con la que se regulan es- nal’, El Periódico de Cataluña, 27 de octubre de 2005.

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EL NUEVO ESTATUTO F RENTE A L A C ON S T I T U C I ÓN

2. Aumento y mejora de modificación de los estatutos cuando tencias. Sólo un ejemplo: en el vigente
de las competencias deberían serlo por los procedimientos –se- Estatuto la competencia en materia de
Respecto a las competencias se pretenden gún correspondan–, de leyes orgánicas u deporte y ocio se expresa de forma escueta
dos objetivos: aumentar el número de las ordinarias. Por tanto la inclusión de estos diciendo que la Generalitat tiene compe-
mismas y mejorar las condiciones de su preceptos en el Estatuto vulnera clara- tencia exclusiva en “deporte y ocio”, es
ejercicio. El Estatuto vigente apura al mente el orden constitucional. Otra cosa decir, emplea sólo tres palabras para efec-
máximo las competencias que, por no es- sería que el legislador estatal, por medio tuar dicha atribución. Pues bien, en la
tar reservadas constitucionalmente al Es- de una ley de transferencia y delegación, propuesta de nuevo Estatuto, para atri-
tado, pueden ser atribuidas a la Generali- atribuyera estas competencias a la Gene- buir la misma competencia se utilizan
tat. Por tanto, por la vía ordinaria, el au- ralitat – en las condiciones que establece 463 palabras, es decir, las tres anteriores
mento de competencias no es fácil de re- el artículo 150.2 CE– o que las leyes or- se multiplican por 154. Con ello se pre-
solver. Por ello, se opta por asegurar una gánicas u ordinarias permitieran a la Ge- tende cristalizar las competencias tal co-
cesión de nuevas competencias mediante neralitat ejercer las demás competencias. mo ahora se encuentran. El procedimien-
la utilización del artículo 150.2 CE y la El segundo aspecto es más complejo. to, sin duda ingenioso, pretende asegurar
modificación de determinadas leyes. Ello El problema planteado surge a partir de las competencias actuales sin dejarlas al
puede ser constitucionalmente adecuado ciertas consideraciones críticas, según la albur de futuros cambios legislativos. No
siempre que se sigan los procedimientos cuales la calidad de las competencias esta- obstante, la petrificación en derecho siem-
pertinentes: que las Cortes Generales tutarias es deficiente debido a que la Ge- pre suele ser una mala técnica, ya que
aprueben la delegación o transferencia de neralitat no es titular de todas las faculta- normalmente no alcanza los objetivos que
competencias que prevé el artículo 150.2 des para regular una materia y, por tanto, persigue. La realidad siempre desborda las
CE o modifique otras leyes que permitan no puede desarrollar políticas propias en previsiones del legislador y, muy proba-
a las comunidades autónomas asumir este ámbito. Así, las competencias auto- blemente, en ese caso, lo que pretende re-
nuevas competencias. Ahora bien, ello de- nómicas, a pesar de ser muchas, están mediarse seguirá sucediendo.
be hacerse por propia voluntad del legisla- fragmentadas y tienen escaso relieve polí- Por tanto, el esfuerzo de los redactores
dor estatal, no mediante una norma esta- tico por las interferencias de la legislación de la propuesta catalana parece claramen-
tutaria que pretenda vincularle. Esta últi- estatal. La autonomía, por tanto, deja de te infructuoso. Ni el aumento de compe-
ma es la irregular vía por la cual ha opta- ser política y se convierte en meramente tencias es posible por la vía que han pre-
do la propuesta de nuevo Estatuto. En administrativa, ya que el auténtico poder visto ni la mejora del ejercicio de las mis-
efecto la disposición adicional tercera, de político, el poder de dirección respecto a mas –en el caso de que, efectivamente,
un lado, la disposición adicional tercera un determinado ámbito material, lo sigue deba mejorarse este ejercicio, lo cual es
establece que la Generalitat ejerce compe- detentando el Estado12. dudoso– se hace por la vía constitucional
tencias en materias que le pueden ser atri- Para poner remedio a esta situación, técnicamente adecuada.
buidas mediante una ley orgánica de la propuesta de Estatuto establece dos lí-
transferencia o delegación. Es el caso de neas de actuación. Primera, reformula los 3. Un nuevo sistema de financiación
puertos y aeropuertos de interés general, conceptos de competencias exclusivas, No entraremos en el detalle del complejo
gestión de infraestructuras de telecomuni- compartidas y ejecutivas. No entraremos sistema de financiación de Cataluña que
caciones, autorización de referendos, fa- en el detalle de esta reformulación. Sólo propone el nuevo Estatuto sino, simple-
cultades en materias de inmigración y ex- nos basta decir que en los tres supuestos mente, haremos algunas consideraciones
tranjería, tráfico, circulación de vehículos se establecen unos conceptos que son con- respecto a su planteamiento general y a
y seguridad vial, títulos académicos y pro- trarios, de manera flagrante, a una muy las repercusiones en el resto de comunida-
fesionales, demarcación y planta judicial. consolidada jurisprudencia del Tribunal des autónomas, así como en la Hacienda
La disposición adicional novena, de otro Constitucional. Además, también se in- del Estado.
lado, la disposición adicional novena esta- fringe la prohibición, establecida en la fa- Este planteamiento se caracteriza por
blece que determinados preceptos estatu- mosa sentencia LOAPA, de dictar normas dos elementos básicos. Primero, Cataluña
tarios sólo adquirirán eficacia una vez se meramente interpretativas. Con lo cual tendrá un trato financiero singular distin-
hayan modificado las leyes que a conti- también este aspecto de la propuesta –que to al del resto de comunidades autóno-
nuación se enumeran: las leyes orgánicas afecta indirectamente a todo el extenso tí- mas; este trato singular queda establecido
del Poder Judicial; del Tribunal Constitu- tulo sobre competencias (artículos 110 a en el Estatuto. Segundo, Cataluña gozará
cional; de régimen electoral general; de re- 173)– adolece de serios reparos de incons- de un espacio fiscal propio en el cual re-
feréndum y de Fuerzas y Cuerpos de Se- titucionalidad. caudará, a través de su propia agencia tri-
guridad; y las leyes ordinarias del ministe- La segunda línea de actuación va diri- butaria, todos los impuestos, incluidos los
rio fiscal; de organización y funcionamien- gida a detallar, hasta extremos propios de estatales, sobre los que además tendrá ca-
to de la Administración General del Esta- un reglamento, cada una de las compe- pacidad normativa y responsabilidad fis-
do, y todas las demás leyes que permitan cal. Para la aplicación de lo establecido en
otorgar a la Generalitat potestades para el Estatuto se crea una comisión mixta
12 Véase esta línea crítica en E. Aja y C. Viver Pi
designar a sus representantes en los órga- con el Estado regulada en base al princi-
i Sunyer: ‘Valoración de 25 años de autonomía’, Revis-
nos de dirección de las mismas. ta Española de Derecho Constitucional, núm. 69, 2003;
pio de bilateralidad.
En ambos casos, el procedimiento es C. Viver Pi i Sunyer, ‘La reforma de los estatutos de Estos dos principios señalan el marco
irregular, ya que estas competencias –cuyo autonomía’, en C; Viver y otros, La reforma de los esta- general. Otros preceptos estatutarios esta-
titular es el Estado– quedan bloqueadas tutos de autonomía. Con especial referencia al caso de blecen las reglas para efectuar el reparto
Cataluña, Centro de Estudios Políticos y Constitucio-
en el texto estatutario, dado que sólo pue- nales, Madrid, 2005; Informe sobre la reforma del Esta- de los impuestos pagados en Cataluña: la
den ser reformadas por el procedimiento tut, op. cit. en nota 2. parte que pasa a la Hacienda de la Gene-

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ralitat y la parte que se ingresa en la Ha- cer en un estatuto un modelo de financia- mías. La aprobación del proyecto catalán,
cienda estatal. El objetivo a alcanzar, para ción de una comunidad autónoma al si no es sometido a cambios sustanciales,
el que se da un plazo de 15 años, es llegar margen de las demás comunidades es un conduce, efectivamente, a un nuevo mo-
a tener un trato igual al de Navarra y el grave error político, porque lo convierte delo de Estado de las autonomías.
País Vasco en un modelo inviable. Precisamente en Tras 25 años de un itinerario autono-
Todo ello tiene tres consecuencias este materia, el acuerdo, además de cons- mista que ha consistido básicamente en
fundamentales: primera, el espacio fiscal titucionalmente exigible (artículos 138 y descentralizar políticamente un Estado
del Estado desaparece en Cataluña; se- 157.3 CE), es política e incluso éticamen- históricamente hipercentralizado, ahora
gunda, la Generalitat, a través de los pro- te, imprescindible. era el momento apropiado para dar repo-
cedimientos que el nuevo Estatuto esta- so a este proceso descentralizador y ree-
blece, se queda con más recursos que aho- Consideraciones finales quilibrar el conjunto del Estado por la vía
ra y aporta, por tanto, menos al Estado y El profesor Ángel de la Fuente ha resumi- de incorporar elementos de integración
a las demás comunidades autónomas; ter- do el sentido de la propuesta de nuevo en una perspectiva federal: Senado terri-
cera, el modelo propuesto por Cataluña Estatuto muy gráfica y lúcidamente: torial, colaboración y cooperación entre
no es generalizable al resto de comunida- comunidades, participación de éstas en la
des, dado que, por un lado, de hacerse ex- “Primero, que con el nuevo Estatuto en la ma- Unión Europea, reforma del Estado cen-
tensible, el Gobierno central se quedaría no la Generalitat podrá hacer en su casa lo que le tral y descentralización administrativa en
dé la gana sin interferencia alguna por parte del Es-
sin capacidad fiscal y, por otro, dado que tado, mientras que este último habrá de pedirle
los entes locales: Esta era la posición del
Cataluña pretende ponerse a la altura de permiso a aquella cada vez que quiera mover un PSOE desde finales de los años noventa y,
las comunidades con mayor volumen de dedo, incluso en temas que constitucionalmente en concreto, estas eran las líneas básicas
ingresos per cápita (Navarra y el País Vas- son de su exclusiva competencia. Y, segunda, que la de la “Declaración de Santillana” (sep-
co), el modelo catalán perjudicará al resto Generalitat se queda con las llaves de la caja y tiene tiembre de 2003), último documento de
el firme propósito de reducir gradualmente su
de comunidades. este partido en la materia. Abrir un nuevo
aportación a la solidaridad interterritorial (excepto
El profesor Ignacio Zubiri Oria, cate- en lo que concierne a la Seguridad Social) hasta eli- proceso de atribución de competencias
drático de Hacienda Pública del País Vas- minarla en un plazo máximo de 15 años, que es el estatales a las comunidades autónomas
co, ha efectuado la siguiente valoración que se fija para alcanzar la equiparación de recursos puede ser en sí mismo inconveniente y
general de la propuesta catalana: por habitante con el sistema foral vasco y navarro, puede dificultar el avance de esta necesa-
donde tal aportación es prácticamente nula o in- ria integración.
“Para valorar la propuesta del Estatuto, lo pri- cluso negativa”14.
La tramitación del nuevo Estatuto ca-
mero que hay que tener en cuenta es el procedi- talán en las Cortes tiene, por otra parte,
miento seguido. El punto de partida es que los im-
puestos pagados en Cataluña son de la Generalitat
La aprobación de la propuesta de una difícil salida política. Si el Congreso
y que el statu quo y los compromisos actuales de fi- nuevo Estatuto por parte del Parlamento lo rechaza o lo recorta hasta desnaturali-
nanciación que tiene firmados Cataluña son irrele- de Cataluña y la toma en consideración zarlo, se reforzarán las fuerzas más radica-
vantes. A estas premisas se añade el principio de como proposición de ley en el Congreso les del nacionalismo catalán y la dicoto-
que lo único democrático es que se acepte lo que el de los Diputados han creado una inespe- mía Cataluña/España se acentuará. Si el
Parlamento [catalán] decida aportar para la finan-
rada, innecesaria y difícil situación políti- texto se acepta con pequeños retoques,
ciación del Estado.
Todo esto es sorprendente. Ciertamente, hay ca. Aquello que empezó como una necesi- sus distorsionadotas innovaciones deberán
muchas regiones en el mundo (por ejemplo, en Ale- dad dictada por la coyuntura política se extenderse a las demás comunidades autó-
mania) que no están de acuerdo con el modelo de fi- ha convertido en un grave tema de Esta- nomas con el riesgo de hacer probable-
nanciación de su país. Pero a ninguna se le había do. Quienes a la postre han ganado por lo mente inviable el equilibrio general del
ocurrido decir que todos los impuestos pasan a ser de menos la primera batalla han sido los que conjunto del Estado.
la región, que pagará al Estado lo que a bien tenga, y
que quien no acepte esto es porque no es demócrata.
siempre han considerado que los estatutos Probablemente, el gran error ha sido
Claro que, según este razonamiento, los ayuntamien- son un instrumento de lucha política e plantear una propuesta tan inconstitucio-
tos podrían decir que los impuestos de quienes viven ideológica, no aquellos que lo consideran nal y tan disfuncional. Es ahí donde los
en el municipio son suyos (y no de la Generalitat). O un instrumento de gobierno. socialistas catalanes han adquirido una
cualquier ciudadano podría decir que su dinero es Efectivamente, como hemos visto, grave responsabilidad histórica. ■
suyo y que lo único democrático es dejarle pagar los
numerosos preceptos de la propuesta ca-
impuestos que él quiera y a quien quiera (quizá sólo
al Gobierno central). talana son constitucionalmente inacepta-
En realidad, todo esto es más que cuestiona- bles. Ello constituye un primer escollo
ble. Los impuestos son de quien tiene la capacidad para que la tramitación del texto legal lle-
democráticamente establecida (según el diseño del gue a buen puerto. Pero la labor primor-
Estado al que se pertenece) de recaudarlos; y demo-
cracia no es que cada subconjunto de ciudadanos
dial del Congreso no debe sólo consistir
(región, ayuntamiento o individuo) pueda hacer lo en detectar irregularidades desde paráme-
que quiera sin contar con la opinión del resto. tros constitucionales sino, sobre todo, en
En todo caso, más allá de las cuestiones de examinar la funcionalidad del texto den-
procedimiento, el modelo que propone el Estatuto,
tro del conjunto del Estado de las autono-
como da más ingresos a Cataluña, implica una re-
ducción de los ingresos de las demás comunidades
(o del Estado). Por ello, de aprobarse, el resto de
13 Ignacio Zubiri Oria: ‘Democracia, solidaridad
los ciudadanos de España deberán recibir menos
prestaciones públicas o pagar más impuestos”13 y financiación’, El País, 7 de noviembre de 2005.
14 Ángel de la Fuente: ‘Reflexiones sobre el pro- Francesc de Carreras Serra es catedrático de
yecto de Estatuto catalán’, El País, 5 de octubre de Derecho Constitucional en la Universidad Autóno-
La conclusión general es que estable- 2005. ma de Barcelona.

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SOLDADOS DEL IMÁN OCULTO
TIMOTHY GARTON ASH

E
xcavadas a gran altura en la impo- mosa ciudad de Esfahan pude comprobar dían a la costumbre chií de taghiye en vir-
nente roca de Naqsh-e Rostam, mi- la continuidad de la cultura persa, cuando tud de la cual los creyentes tienen permiso
rando hacia el desierto, están las un cantante entonó versos del poeta del para mentir en defensa de su fe. Los no
tumbas de los grandes emperadores persas siglo xiv Hafed, mientras los comensales creyentes de hoy tienen su propia taghiye.
de hace dos milenios y medio: Darío, Jer- miraban hacia la cúpula azul, crema y tur- Los iraníes me advirtieron también
jes, Artajerjes. En una zona inferior de la quesa de la mezquita de Sheik Lotfallah, que el suyo es un país de abundantes su-
ladera escarpada de este Monte Rushmore luminosamente recortada sobre el cielo de persticiones; en ocasiones expresadas con
imperial se ve un impresionante relieve en la noche. (No es frecuente oír versos de medios muy modernos. En medio de un
la piedra, refulgente bajo el sol, que repre- Chaucer recitados en un pub inglés). Pero atasco en Teherán, mi conductor recibió
senta a un posterior Shah de todos los sh- más típico fue tener que abrirme paso en- un mensaje de texto en su móvil: le pedía
ahs, Shapor I, en el acto de aceptar la ren- tre el calor, el polvo, la fuerte contamina- que rezara urgentemente para el regreso
dición del emperador romano Valeriano, ción y el tráfico kamikaze de Teherán, esa del imán oculto, el Mahdi, imán duodéci-
en el año 260 dC según el calendario cris- ciudad anárquica de 12 millones de habi- mo, del que según la creencia chií decidió
tiano. El conquistador, a caballo y magní- tantes cuyos conductores tratan toda ro- esconderse hace unos 1127 años. Un inte-
ficamente ataviado, domina en altura so- tonda como una invitación a competir en lectual laico se preguntaba en voz alta si
bre el César, a pie, sin espada y vencido. bravuconería, apartándose solamente para una sociedad tan plagada de mendacidad
evitar los parachoques de los demás a un y superstición es susceptible de ser enten-
– ¿Qué le ocurrió a Valeriano?—pre- milímetro de distancia. O simplemente dida por medio de la razón.
gunté a mi acompañante iraní. no apartándose. En esta disparatada mezcla de lo anti-
– Pues que, lógicamente, lo mataron. También me hice una idea de cómo guo y lo moderno busqué respuestas para
es la vida al otro lado de los altos muros una pregunta crucial: cómo pueden deter-
1. de los jardines en cuyas casas viven la cla- minadas fuerzas políticas y sociales del in-
A principios de este otoño de 2005, en el se media y alta, donde el hijab desaparece terior transformar el régimen islámico
momento en que los mandatarios iraníes de inmediato y las opiniones son mordaz- post-revolucionario, ¿gradualmente o de
desafiaban a la nueva Roma siguiendo mente despectivas hacia el rancio celo is- un solo golpe? Y a ésta añadí una segunda
adelante con su programa nuclear, pasé lámico revolucionario del nuevo presiden- pregunta: cómo podían afectar a estas
dos semanas viajando por lo que es hoy la te del país, Mahmoud Ahmadinejad. A fuerzas interiores las políticas de Europa y
República Islámica de Irán. En el año los pocos minutos de llegar a una de estas los Estados Unidos que afortunadamente
1384 de su Señor, hablé con mullahs ar- casas, unas mujeres en bikini me invita- no contemplan por el momento un inten-
mados de ordenadores portátiles, con par- ban burlonamente a meterme desnudo en to estilo Irak para imponer un “cambio de
tidarios del régimen en el caldo de cultivo la piscina, mientras los hombres me ser- régimen” mediante ocupación militar.
religioso de Qom, y con filósofos islámi- vían una copa escanciada de una botella
cos fuertemente críticos del régimen. Co- con una etiqueta donde se leía: “Etanol 2.
nocí a intelectuales de todas las tenden- 98%”. El sistema político de la República Islámi-
cias, a artistas, agricultores, políticos y Estas anécdotas ilustran una caracte- ca de Irán es a un tiempo endemoniada-
hombres de negocios. Lo más memorable rística, aparentemente de larga tradición mente complejo y extremadamente sim-
fue mi larga e intensa conversación con hacia la cual dirigieron mi atención cons- ple. La mayoría de los iraníes que conocí
algunos de los jóvenes iraníes que consti- tantemente mis interlocutores iraníes: el prefirieron resaltar la complejidad. El país
tuyen la mayoría de la población del país. contrataste entre lo que los iraníes dicen tiene al menos dos gobiernos: una estruc-
Mientras escribo, veo sus rostros serios, dentro y fuera de los altos muros a los que tura oficial de Estado semi-democrática,
especialmente los de las mujeres, enmar- me refería. El doble lenguaje es una forma encabezada en la actualidad por el presi-
cados por el pañuelo islámico obligatorio, de vida. Nunca he estado en un país don- dente Mahmoud Ahmadinejad, y una es-
el hijab, que ellas se arreglan para conver- de tantas personas me asegurasen que no tructura religioso-ideológica de mando,
tir en un accesorio de atractivo grácil y debía creer lo que la gente decía. (Una dirigida por el Líder Supremo, el Ayatoll-
discreto. proposición contradictoria si la tomamos ah Ali Jamenei. Existen numerosos y cam-
En un restaurante-terraza de la her- en sentido estricto). Una vez y otra alu- biantes centros de poder, oficiales y extra-

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oficiales, entre ellos los partidos políticos có reinterpretando radicalmente el con- Stalin de la revolución islámica iraní. El
del Parlamento, los ministros, adineradas cepto islámico de velayat-e faqih, general- sistema que creó guarda algunas semejan-
fundaciones religiosas, la Guardia Revolu- mente traducido como Guía del Jurista. zas con los Estados comunista de partido
cionaria y la milicia Basij, compuesta por Dicho sistema no es islamismo; es jomei- único. En el jomeinismo, la Guía del Ju-
varios millones de hombres cuya movili- nismo, y no existiría sin aquel anciano, rista es un principio político omnímodo
zación contribuyó a la elección de Ahma- cuyo sombría efigie sigue mirando desde que es el equivalente funcional del papel
dinejad. Hay también mafias anónimas todos los rincones de Irán, aunque ahora directivo del Partido en el comunismo.
étnicas y religiosas, y abundantes agencias habitualmente flanqueado por la figura de También en este caso hay jerarquías para-
rivales de inteligencia, seguridad y poli- su sucesor y epígono, el actual Líder Su- lelas del poder ideológico y el estatal, pre-
ciales: dieciocho, según un cálculo recien- premo, el Ayatollah Jamenei. Si alguna dominando siempre el primero sobre el
te. No es de extrañar que los politólogos vez se duda de la importancia del indivi- segundo en última instancia. La mitad
iraníes se sirvan de palabras como “poliar- duo en la historia, considérese el caso de ideológica de la República Islámica es casi
quía”, “oligarquía electiva”, “semi-demo- Jomeini. enteramente antidemocrática: el Líder
cracia” y “neopatrimonialismo”. Yo visité su casa de infancia en la ciu- Supremo está asistido por el Consejo
Sin embargo, cuanto más tiempo per- dad mercado de Jomein; los ayatollahs Guardián, una judicatura islámica, y una
manecía allí tanto más fuerte era mi im- suelen adoptar el nombre gentilicio de su Asamblea de Expertos. Todos ellos están
presión de que la esencia de este régimen ciudad natal, por lo que Jomeini significa dominados por clérigos conservadores.
sigue siendo muy simple. En el fondo, la “de Jomein”. Es una casa sólida de ladrillo Las instituciones del Estado son más de-
República Islámica sigue siendo una dic- amarillo, bastante bonita, con los patios mocráticas, y hay una auténtica, si bien
tadura ideológica. Su principio organiza- tradicionales exterior e interior, y una ins- limitada, competencia por el poder. Aho-
dor central puede resumirse en cuatro cripción que celebra el “lugar de naci- ra bien, el Consejo Guardián descalifica
oraciones: (1) Sólo hay un Dios y Maho- miento del Sol de Jomein”. Su padre fue arbitrariamente a miles de potenciales
ma es su Profeta. (2) Dios sabe lo que más asesinado cuando él tenía cuatro meses, candidatos al Parlamento, el régimen con-
conviene a hombres y mujeres. (3) El cle- su madre murió cuando tenía quince años trola los canales oficiales de televisión -de
ro islámico, y especialmente los clérigos y fue entregado a las escuelas teológicas importancia decisiva--, y algunas fuerzas
más cultos, los juristas capacitados para donde se formó como clérigo. Si al menos de seguridad, como la milicia Basij, pue-
interpretar la ley islámica, son quienes uno de sus padres hubiera vivido, ¿habría den tanto movilizar como intimidar a los
mejor saben lo que quiere Dios. (4) En sido su historia diferente? En el exterior, votantes, por lo que no se puede hablar
caso de disputa entre sabios juristas, deci- un cartel le califica, con justicia, de “recu- en serio de elecciones libres y justas.
de el Líder Supremo. perador del gobierno religioso en [el] Como en los Estados comunistas, hay
Este es el sistema cuyo inventor, el mundo contemporáneo”. una intensa lucha faccionalista que los ob-
Gran Ayatollah Ruhollah Jomeini, justifi- Jomeini fue a un tiempo el Lenin y el servadores occidentales a veces confunden

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con pluralismo. A diferencia de los Esta- bles veces durante mi viaje por Irán. Pron- vador podía admirar en Strauss: la insis-
dos comunistas de partido único, las fac- to comprendí que significaba varias cosas tencia en que no hay más que una sola
ciones apelan de hecho a los votantes para diferentes. En primer lugar hay un debate verdad en cualquier texto clásico y que los
fortalecer su posición. Así, Ahmadinejad ideológico entre los intelectuales islámicos mejores intérpretes de las intenciones de
consiguió presentarse ante el electorado en torno a lo que en el mundo comunista su autor (esto es, Dios, en el caso del Co-
como una especie de puritano de a pie aje- solía denominarse “revisionismo”: es decir, rán) son la vanguardia intelectual neo-
no al sistema, aunque ahora está plena- intentos de revisar la ideología sobre la platónica (en el caso del Corán, los juris-
mente integrado en él, trabajando en es- que se sustenta el Estado. Del mismo mo- tas islámicos en cuyas filas aspira a inte-
trecha colaboración con Jamenei y el Con- do que las opiniones de los revisionistas en grarse Rezvani). Sin embargo, este Wol-
sejo Guardián. Su rival en la segunda vuel- la Polonia de los años cincuenta, ponga- fowitz de Qom fue inmediatamente con-
ta de las elecciones presidenciales, el ex- mos por caso, formaban también parte de tradicho por otros de los asistentes, citan-
presidente Hashemi Rafsanjani, estaba un debate más general sobre el comunis- do a modernistas islámicos como Abdo-
desacreditado por considerarle excesiva- mo internacional, las opiniones de estos lkarim Soroush, el cual sostiene que el is-
mente próximo al detestado grupo de mu- revisionistas iraníes tienen significativas lam es compatible con un Estado laico.
llahs que tiene el control: “Un palo habría implicaciones para el islam internacional. De vuelta en Teherán conocí a un re-
ganado frente a Rafsanjani”, me dijo un Me impresionó lo animado de este visionista muy impresionante, el profesor
político iraní. Ahora Rafsanjani critica tác- debate. Aunque muchos iraníes están cla- Mohsen Kadivar, un mullah sonriente,
ticamente el lenguaje islámico revolucio- ramente hartos de que les metan el islam culto y valeroso. Una de las razones por
nario de Ahmadinejad ante las Naciones por ojos, nariz y boca como religión ofi- las que el debate islámico iraní es tan ani-
Unidas, calificándolo de poco diplomáti- cial, a mí no me pareció que pueda en mado es que la tradición chií no sólo per-
co, pero él sigue presidiendo el poderoso ningún sentido decirse que la ideología is- mite sino que alienta el desacuerdo vehe-
Consejo de Conveniencia, que actúa co- lámica es una polémica cerrada como por mente entre los seguidores de los grandes
mo mediador entre la jerarquía ideológica ejemplo, ocurría en el caso de la ideología ayatollahs rivales de la alta jerarquía, los
antidemocrática y el parlamento semi-de- comunista en la Europa Central de los que han ganado el título de marja-i ta-
mocrático. Fue Rafsanjani quien declaró años ochenta. En modo alguno. En la ca- qlid, o “fuente de imitación”. El profesor
este verano que “el sistema [nazam] ha de- pital teológica de Jomeini, Quom, que Kadivar es discípulo del Gran Ayatollah
cidido” la reanudación del proceso de en- hoy aloja unos doscientos institutos de es- Hossein-Ali Montazeri, llamado a ser el
riquecimiento de uranio. Cuando un diri- tudios islámicos e instituciones de educa- sucesor de Jomeini como Líder Supremo
gente utiliza el término específico nazam, ción superior, conocí a un grupo de inves- hasta que el padre de la revolución le des-
“el sistema”, todo el mundo sabe que se tigadores trabajando sobre la filosofía po- heredó y le puso en arresto domiciliario
refiere a la jerarquía ideológica de mando lítica del islam. ¿Por qué no podía ser el en Qom.
incluido el Líder Supremo, representante islam compatible con un Estado laico, li- Hace unos años, Kadivar tuvo la au-
de Dios en la tierra. beral y democrático, pregunté, como está dacia de sostener que la Guía del Jurista
En un Estado comunista de partido ocurriendo progresivamente en Turquía? no tiene fundamento sólido en el Corán
único, la línea del partido podía consul- “Turquía no es Qom”, me dijo Mohsen ni en el tronco principal del pensamiento
tarse en las páginas de Pravda o de Neues Rezvani, un joven filósofo vestido con los islámico, y es incompatible con la esencia
Deutschland. En el Estado islámico de los atavíos y el turbante de mullah, mientras de una auténtica república. Además, cues-
mullahs, la “línea del imán” se transmite a el resto de los presentes se echaban a reír. tionaba la rectitud islámica de condenar a
través de los rezos del viernes, a dos sesio- El islam, –me dijo Rezvani– es “antropo- muerte a personas (como Salman Rus-
nes de los cuales asistí yo, primero en la lógica, teológica y epistemológicamente” hdie) en su ausencia, y sugirió en una en-
magnífica mezquita- modelo de Esfahan y incompatible con la democracia liberal. trevista de prensa que el Irán de hoy día
a la semana siguiente en el recinto estre- Antropológicamente porque la democra- reproduce características del gobierno
chamente vigilado de la Universidad de cia liberal se basa en el individualismo li- monárquico del Shah: “La gente hizo la
Teherán. En ambos lugares, un clérigo is- beral; teológicamente porque excluye a revolución para poder tomar decisiones,
lámico de alto rango –el presidente del Dios de la esfera pública; y epistemológi- no para que otros las tomaran por ellos.”
Consejo Guardián en la sesión de Tehe- camente porque se fundamenta en la ra- Kadivar pagó su honestidad intelectual
rán– pronunció una homilía política in- zón y no en la fe. Entonces me entregaron con dieciocho meses en la cárcel.
flamatoria en la que denunció a Estados un número de la revista Political Science Así pues, a eso se refieren los propa-
Unidos y Gran Bretaña en particular. El Quarterly, no la norteamericana sino su gandistas del régimen cuando corean en
mensaje político vino intercalado entre propia versión realizada en Qom. En ella los rezos del viernes: “Abajo los enemigos
dos rezos musulmanes convencionales, leí un resumen en inglés de un artículo de de la Guía del Jurista”. Las críticas directas
como un kebab entre dos trozos de nan. Rezvani donde elogiaba a Leo Strauss. a la Guía del Jurista y al gobierno “sultáni-
En Teherán, los rezos finales acabaron con co” del Líder Supremo son también el de-
una salmodia coreada por la multitud: ¡O sea que es usted un neoconserva- lito imperdonable del preso político más
“¡Abajo América! ¡Abajo Israel! ¡Abajo los dor! –le dije en broma–. prominente del país, el periodista Akbar
enemigos de la Guía del Jurista!” No, no –contestó–. Los neoconserva- Ganji, en su día, como Kadivar, partidario
dores norteamericanos no entienden real- entusiasta de la revolución islámica.*
3. mente a Leo Strauss. Mencioné a Kadivar la observación
¿Cómo puede ser transformado semejante
régimen o –como aún muchos prefieren Comprendí de inmediato, incluso an- * Veáse su “Letter from Evin Prison” (“Carta
expresarlo– cómo puede ser reformado? tes de pedir que me tradujeran el artículo desde la Cárcel de Evin”), publicada en el New York
Oí repetir la palabra reforma innumera- completo, lo que un mullah iraní conser- Review, 22 de septiembre, 2005.

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del filósofo polaco Leszek Kolakowski, pular a través de más organizaciones pro- por críticos como Hajjarian, Kadivar y
que fue también revisionista comunista, fesionales y un mejor uso de la prensa y la Baghi, hasta presos políticos como Akbar
de que la idea de un comunismo demo- televisión. Indicó también que debían re- Ganji– fueron en su día participantes ac-
crático es como hablar de bolas de nieve cabar mayor ayuda económica del ámbito tivos en la revolución islámica. Ellos son
fritas. “¡Exactamente!”, exclamó Kadivar. comercial y apelar a las preocupaciones los hijos de la revolución. Sin embargo,
El jomeinismo democrático es como bolas materiales cotidianas de la gente de a pie, hay también muchos izquierdistas y libe-
de nieve fritas. Esto es algo que niega ro- como había hecho con éxito Ahmadine- rales secularistas que eran contrarios al
tundamente otro grupo, también conoci- jad en su campaña. Pero yo salí de aquel Shah pero no participaron en la revolu-
do como “reformistas islámicos”, que fue- encuentro con la impresión de que las po- ción islámica y hoy trabajan en ONGs,
ron camaradas de Kadivar durante la re- sibilidades de una plena recuperación de en editoriales, en las universidades o en la
volución. Los que podríamos llamar re- los reformistas islámicos del sistema no vida cultural, incluidos algunos cineastas
formistas “del interior” han estado en el son mucho mejores que las del propio del país con una producción a menudo
gobierno durante los últimos ocho años, Hajjarian. electrizante. Un liberal laico especialmen-
bajo la presidencia de Mohammad Jata- te conocido en Occidente es Ramin Ja-
mi. La esperanza de estos reformistas era 4. hanbegloo, autor de un libro de conversa-
precisamente reformar y democratizar Mi escepticismo es compartido por un ciones con Isaiah Berlin, que ha llevado a
parcialmente la República Islámica, de- periodista que habla con claridad, Ema- Teherán a pensadores como Jürgen Ha-
jando intactos los pilares centrales del jo- deddin Baghi, anteriormente reformista bermas, Richard Rorty y Antonio Negri
meinismo. Pero fracasaron. Muchas per- islámico, encarcelado durante más de dos para hablar ante públicos apasionadamen-
sonas que apoyaron al presidente Jatami y años a causa de sus artículos críticos. Sen- te interesados de hasta dos mil personas.
a su equipo reformista a finales de la dé- tado en su despacho moderno y bien or- Pero laicos o islámicos, el espacio de
cada de 1990 me dijeron que se sienten denado de la organización no guberna- maniobra para los que trabajan en lo que
profundamente decepcionados. mental que ha fundado para defender los llaman la “sociedad civil” es muy limita-
Hablé con uno de los estrategas más derechos de los presos, Baghi, un hombre do. Todas las ONGs, por ejemplo, tienen
influyentes de estos reformadores “del in- cortés de barba oscura y edad mediana, que estar oficialmente registradas y reno-
terior”, Saeed Hajjarian, antiguo director me dijo que lo que ahora se necesita no es var sus licencias anualmente. Las galera-
de los servicios de contrainteligencia, que reforma desde arriba, dentro del Estado- das de los libros tienen que someterse a la
en el año 2000 recibió un tiro en el cue- mullah –posición que sigue defendiendo censura del Ministerio de Cultura y Guía
llo, probablemente disparado por un ase- Hajjarian– sino organización desde abajo Islámica, y hay que reimprimir las páginas
sino de un servicio de inteligencia rival en la sociedad civil. Este hombre me re- censuradas para que el lector no pueda sa-
vinculado a la Guardia Revolucionaria. cordaba a los disidentes de Europa central ber dónde se ha eliminado un fragmento.
Nos reunimos en un despacho-enfermería tras el fracaso de la Primavera de Praga y Las universidades están fuertemente con-
de aspecto espartano, iluminado con luz del “socialismo con rostro humano” de troladas. El debate teorético sobre las vir-
de neón, en un edificio anónimo y som- Dubçek. Como ellos, Baghi cree que el tudes de la democracia es posible; la críti-
brío que olía a rancio y que resultó perte- camino hacia delante no es revisionismo ca práctica de la Guía del Jurista, rotun-
necer a los servicios de inteligencia de la ideológico ni reforma desde el sistema –el damente no.
presidencia del Estado. En la pared des- jomenismo con rostro humano del ex- El hecho mismo de que el sistema
nuda de su despacho se veía la imagen presidente Jatami– sino que la sociedad tenga varios centros de poder aporta un
mística del Ayatollah Jomeini –el imán civil se organice independientemente del elemento más de inseguridad. Por ejem-
Jomeini, su título oficial en la República Estado. plo, hablé con un estudiante disidente
Islámica– flotando milagrosamente sobre Aunque su hipótesis general me pare- que fue puesto en libertad por el servicio
su propia tumba. Encima de la mesa ha- ció convincente, comprendí que Baghi de seguridad oficial del Estado sólo para
bía un montón alto de artículos fotoco- –sobre quien aún pende una condena ser nuevamente detenido por la Guardia
piados escritos por periodistas occidenta- condicional de un año de cárcel– hablaba Revolucionaria unos meses después. Na-
les, en los que se analizaban diversas tran- de intentos muy modestos de organiza- die sabe exactamente dónde están los lí-
siciones a la democracia. ción social. Así, me dijo claramente que mites. A consecuencia de ello, coexisten
Quizá sólo en Irán sea posible estar en esta clase de esfuerzo debía limitarse a una increíble libertad en el debate intelec-
el interior de un edificio del servicio se- aquello que el Estado actual no considere tual y un permanente trasfondo de mie-
creto, con una imagen del Ayatollah Jo- políticamente peligroso. Sabe perfecta- do. Para alguien que ha estudiado el mo-
meini mirando hacia una serie de artícu- mente que incluso destacados activistas do en que las dictaduras post-totalitarias
los occidentales sobre transiciones a la de- como él y, más recientemente, personas o autoritarias –ya sean de Europa, Améri-
mocracia. Pero, ¿cómo demonios pueden muy próximas al ganador del Premio Nó- ca Latina o África del Sur– han ido con-
combinarse ambos elementos? A conse- bel de la Paz, Shirin Ebadi, pueden ser virtiéndose gradualmente en Estados me-
cuencia del intento de asesinato, Hajja- encarcelados en cualquier momento. Y sa- nos opresivos y finalmente en democra-
rian, un hombre de figura frágil y tez be que las revistas y periódicos de carácter cias, la principal pregunta sobre Irán es,
amarillenta vestido con un chándal color crítico son muchas veces clausurados sin por consiguiente, ésta: ¿qué fuerzas den-
beige, apenas puede moverse y arrastra las más preámbulos, como ocurrió con su tro de su sociedad pueden contribuir a in-
palabras al hablar. Pese a todo, sus conci- propio periódico. crementar una presión social de índole
sas respuestas delataban una aguda inteli- Prácticamente todas las personas que pacífica a favor de un gradual cambio de
gencia política. Habló, hasta que se sintió he mencionado hasta el momento –desde régimen?
cansado, de cómo podían los reformistas altos funcionarios del régimen actual co- Los obreros industriales de Irán no
recuperarse, reconstruyendo el apoyo po- mo el presidente Ahmadinejad, pasando han dado por el momento ningún indicio

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de querer organizarse, como hicieron los Estados Unidos y Gran Bretaña, el Gran quillada y perfumada, que exhibía unos
de Polonia en el movimiento Solidaridad Satán y la Pérfida Albión, intentan au- buenos diez centímetros de pierna desnu-
hace veinticinco años. Entre los trabaja- mentar la presión desde el exterior, Irán da y tobillos adornados con pulseras tobi-
dores del campo hay mucho paro y algo puede hacer la vida más difícil a los ocu- lleras de bisutería. Sí, me dijo entre risitas,
de descontento. En una aldea de montaña pantes extranjeros de las zonas chiíes de se rumorea que con el nuevo gobierno
reseca por el sol, hablé con pastores que Irak, donde la influencia de la República van a poner multas de 25.000 tomanes
me dijeron que la mitad de sus paisanos Islámica sigue en aumento. (unos 27 dólares) por cada centímetro de
estaban en paro. Muchos de ellos iban a Así pues, ¿qué puede temer este régi- carne que quede al descubierto; pero le
los campos por la noche para drogarse. men? Yo he llegado a la conclusión de que daba igual. Incluso en el pueblo natal del
Pero la principal respuesta a la miseria del a una sola cosa, pero muy grande: a su Sol de Jomein, las chicas llevaban vaque-
campo es emigrar a las ciudades. Allí, los propia gente, a los nietos de la revolución. ros y zapatos de estilo occidental bajo sus
recién llegados van a engrosar el número entalladas casacas.
de pobres urbanos que, lejos de contribuir 5. La ropa masculina tiene un lenguaje
a la oposición política, tienen más proba- Irán es un país extraordinariamente anti- simbólico menos conocido. Un estudiante
bilidades de ser reclutados como matones guo, con una historia ininterrumpida de de derecho vino a verme vestido con traje
o movilizados en las calles por la milicia 2.500 años. Es también un país extraordi- sastre oscuro y corbata. En un principio
Basij del régimen. nariamente joven. Dos tercios de sus 70 pensé que debía ser una especie de joven
¿Y los prohombres de las finanzas, ri- millones de habitantes tienen menos de carroza; pero me equivocaba del todo.
cos y occidentalizados? Aquellos con los treinta años. Ello se debe, al menos par- Debido a que el traje que impone el régi-
que yo hablé son ferozmente críticos del cialmente, a una política deliberada: en la men para los hombres es rigurosamente
régimen en privado pero dependientes del década de 1980, la primera después de la sin corbata (como apareció el presidente
mismo para sus negocios. Algunos han revolución, los mullahs alentaron un baby Ahmajedinejad cuando habló ante las Na-
creado sociedades comerciales con desta- boom, denunciando la decadente práctica ciones Unidas), llevar traje y corbata es
cados mullahs. Probablemente estarían occidental del control de la natalidad y indicio de un valeroso inconformismo.
dispuestos a apoyar un movimiento de haciendo un llamamiento para una pro- Otro estudiante, que había estado en la
oposición en el momento decisivo de creación en masa que sustituyera a los mi- cárcel varias veces por actividades disiden-
cambio, como los oligarcas de Serbia y llones de mártires de la guerra Irán-Irak. tes, me dijo: “¡La corbata es una señal de
Ucrania, pero no antes. Sea como fuere, Las parejas patrióticas que producían cin- protesta!”
ellos por su parte señalan que la mayor co o más criaturas recibían un solar urba- A menudo la protesta adopta formas
parte de la economía iraní sigue en manos nizable gratuito. La propaganda del régi- no políticas. Muchos quieren emigrar y
de los comerciantes tradicionales de los men calificaba a estos niños de “soldados unirse a los millones de iraníes que viven
bulliciosos bazares del país, los bazaaris, del imán oculto”. ya en el extranjero. Me hablaron repetida-
que van desde mínimos asentadores hasta Para hacer buenos ciudadanos islámi- mente del hedonismo de esta generación;
grandes operadores de exportación-im- cos de estos jóvenes, los mullahs crearon de fiestas alocadas tras las altas paredes de
portación. En Irán, los bazaaris han sido una red nacional de nuevas universidades, edificios de pisos en la próspera zona nor-
tradicionalmente aliados del clero islámi- llamadas genéricamente Universidad Islá- te de Teherán, con música pop occidental,
co, los ulemas, y por el momento hay po- mica Libre, que vinieron a sumarse a las alcohol, drogas y juegos sexuales. En una
cos indicios de que vayan a cambiar. ya existentes. Según el anuario estadístico camiseta que encontré en el bazar de Te-
Entre tanto, el régimen tiene claros iraní del 1382 (es decir, 2003-2004), hay herán se leía: “Se busca: Relaciones Signi-
intereses para mantenerse en el poder. actualmente unos dos millones de estu- ficativas para una Noche”. Si su economía
Con el petróleo a más de 60 dólares el ba- diantes matriculados en educación supe- se lo permite, se marchan unos cuantos
rril en el momento en que escribo, sus rior en todo Irán, aproximadamente la días a Dubai, donde las chicas pueden
rentas petrolíferas han cubierto en el pla- mitad de los cuales son mujeres. Y habría despojarse del hijab y bailar todo lo que
zo de seis meses la totalidad del presu- que añadir al cóctel los millones de re- quieran.
puesto del Estado para el año fiscal que cientes graduados. Pero durante largas y memorables ho-
corre. El gobierno puede subvencionar Por eso, se ven por todas partes, estos ras me reuní con muchos jóvenes serios
generosamente alimentos básicos como el “soldados del imán oculto”, hablando con que me impresionaron, la mayoría bien
pan, el té, el azúcar y el arroz, y mantener sus móviles o flirteando en los parques, informados sobre su país y anhelantes de
el precio del combustible extremadamen- los hijabs transparentes de las chicas de mejorarlo. La prensa local puede serles de
te bajo para los acelerados conductores tonos rosa o verde y colocados hacia atrás gran utilidad para ello, si la leen con dete-
iraníes. Cuando yo estaba allí, la gasolina para dejar al aire unos cuantos rizos se- nimiento. Estos jóvenes escuchan radios
tenía un precio increíble de 65 centavos el ductores, mientras sus vaqueros remanga- occidentales (el servicio persa de la BBC o
galón. Una cuarta parte de la fuerza de dos dejan deliberadamente al descubierto Radio Farda, promovida por Estados Uni-
trabajo son empleados del Estado que de- los tobillos desnudos y los elegantes zapa- dos), y ven la televisión por satélite, que,
penden de las autoridades para conservar tos de punta fina. En las ciudades, las lar- aunque oficialmente prohibida, se calcula
el puesto. Los numerosos servicios de se- gas casacas que supuestamente disimulan que es accesible a uno de cada cuatro ira-
guridad están bien remunerados. Menos la figura y eran anteriormente obligato- níes. También utilizan Internet de forma
de treinta años después de una revolución rias, han sido sustituidas en muchos casos muy imaginativa. Algunos sitios de la
inicialmente pacífica que se tornó violenta por reveladoras versiones ceñidas blancas web, política o moralmente sospechosos,
y opresiva, la mayoría de las personas con o rosa. En Esfahan, en un salón de té bajo son bloqueados por los servidores iraníes;
edad suficiente para recordarla tienen los arcos de un puente de ladrillo del siglo el del disidente Gran Ayatollah Hossein-
muy pocas ganas de otra revolución. Y si xvii, conocí a una joven bonita, muy ma- Ali Montazeri (montazeri.com), por ejem-

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plo, o, curiosamente, el de la Universidad con manifestaciones, que han sido disper- igual vehemencia en que los bombardeos
de Virginia. (El experimentado navegante sadas por la policía. La represión es dura: norteamericanos o israelíes sobre instala-
iraní que me alertó sobre este hecho cree en el momento en que escribo, un cono- ciones nucleares, no digamos ya una inva-
que los buscadores automáticos de los cido líder estudiantil acaba de ser conde- sión al estilo de la de Irak, sería una res-
censores islámicos han detectado la pala- nado a seis años de cárcel. Sin embargo, puesta totalmente inaceptable a las ambi-
bra “virgen” en Virginia). Pero tienen for- la impresión que recibo de las personas ciones nucleares de Irán.
mas de evitar estos bloqueos. con las que he hablado es que tienen la “A mí me encanta George Bush”, dijo
Irán tiene también al menos 50.000 intención de seguir luchando, quizá con una joven ponderada y muy culta, mien-
bloggers. Un estudiante me explicó que, formas de protesta más sutiles y más ima- tras comíamos en el Kentucky Fried Chic-
puesto que estos blogs son muchas veces ginativas. ken de Teherán, “pero le aborrecería si
anónimos, la gente puede expresarse libre- El potencial de lo que yo veo como la bombardeara mi país.” Ella sería contraria
mente en términos que generalmente no Joven Persia es inmenso. Estos jóvenes incluso a un endurecimiento significativo
se atreven a utilizar ni siquiera en círculos iraníes son cultos, tienen rabia, están des- de las sanciones económicas por razones
de amigos, dado que entre ellos podría ilusionados e impacientes y, cuando sal- del programa nuclear. Un perspicaz ana-
haber un espía del régimen. Aludiendo a gan de la universidad, la mayoría no en- lista abundó en este punto. ¿Quién o qué,
la eufemística calificación que hace el ré- contrará un trabajo adecuado a su forma- preguntó, puede dar a este régimen un re-
gimen de sus agentes de inteligencia co- ción. Con tiempo y dándose las circuns- novado apoyo popular, especialmente en-
mo “soldados desconocidos del imán tancias exteriores propicias, podrían to- tre los jóvenes?: “Sólo Estados Unidos.”
oculto”, los estudiantes les llaman, con mar las riendas a la hora de ejercer la ín- Si, pese a todo, Europa y Estados
ironía cargada de intención, “soldados del dole de presión social organizada que per- Unidos pueden evitar esta trampa; si, sea
imán oculto”. Que es, claro está, lo que se mitiría –y requeriría– que los defensores lo que sea que hagamos para obstaculizar
supone que son ellos mismos. de la reforma, y aun de la transformación, la nuclearización de Irán, no termina sim-
El régimen ha pasado veinticinco años se hicieran con el mando dentro del Esta- plemente obstaculizando la democratiza-
intentando hacer a estos jóvenes iraníes do dual. ción de Irán; y si, al mismo tiempo, idea-
profundamente pro-islámicos, antiameri- Ahora bien, Estados Unidos estaría mos políticas que contribuyan a la gra-
canos, anti-occidentales y anti-israelíes. El cometiendo un enorme error si creyera dual emancipación y finalmente la auto-
resultado es que a muchos de ellos les so- que estos jóvenes iraníes son aliados auto- liberación de la Joven Persia, las perspecti-
bra el islam (al menos en su forma actual máticos de Occidente; y, por así decirlo, vas a largo plazo son buenas. La revolu-
de imposición oficial), son más bien pro- soldados del decimotercer imán. Sus acti- ción islámica, como anteriormente la
americanos y sienten una favorable curio- tudes políticas hacia Occidente son com- francesa y la rusa, no ha dejado de devo-
sidad hacia Israel. Un erudito, también plejas, a menudo profundamente confu- rar a sus propios hijos. Algún día, sus nie-
reformista islámico, sugirió que Irán es sas, y volátiles. A diferencia de la vecina tos devorarán a la revolución. ■
hoy –bajo la hijab, por así decirlo– la so- Turquía, ni siquiera los más categóricos 6 de octubre de 2005
ciedad más secular del mundo islámico. democratizadores en ciernes contemplan
Muchos sueñan también con vivir en Es- un Irán integrado en Occidente. Lo que
tados Unidos, y llevar gorras de visera buscan es una versión de sociedad moder-
donde se lea, por ejemplo, “Harward [sic] na específicamente iraní. Si alguna vez Traducción de Eva Rodríguez Halffter.
Engineering School”. Un buen número piensan en su ancestral civilización en un © The New York Review of Books.
de jóvenes iraníes incluso aplaudieron la contexto regional más amplio, lo denomi-
invasión de Irak con la esperanza de que nan Oriente Medio o Asia. “Nosotros los
aproximara su país a la libertad y la de- orientales”, así comenzó sus comentarios
mocracia. A la vista de cómo ha beneficia- un activista estudiantil. Además, están tan
do la invasión estadounidense a los chiítas mal informados sobre las políticas y las
del sur de Irak, dicen en broma que el realidades occidentales como bien infor-
presidente George Bush es “el decimoter- mados sobre las iraníes.
cer imán”. ¿Y qué va a pasar con el programa nu-
Estos 45 millones de jóvenes son la clear de Irán? Esta no es una preocupa-
máxima esperanza para un cambio pacífi- ción apremiante para los jóvenes que yo
co de régimen en la República Islámica de conocí. Ninguno de ellos planteó está
Irán. Su “poder suave” podría ser más efi- cuestión en su conversación conmigo.
caz que cuarenta y cinco divisiones de Cuando yo pregunté sobre el asunto, se
Marines norteamericanos. Un legado po- dividieron en dos grupos. El primer gru-
sitivo de los ocho años de presidencia re- po consideraba que Irán, una nación fuer-
formista de Jatami es que esta generación te pero insegura, flanqueada por vecinos
ha crecido con menos temor que sus pre- que poseen ya armas nucleares, tiene de-
decesoras. Los estudiantes de la Universi- recho a poseer no sólo potencia nuclear
dad de Teherán organizaron una protesta civil sino también armamento nuclear. El
a gran escala en el verano de 1999; nunca segundo pensaba que un Irán democráti-
perdonarán a Jatami por permitir que co debía sin duda tener este derecho pero
fuera reprimida. Todos los años desde en- que era mejor que este régimen represivo
tonces, un pequeño número de estudian- no dispusiera de armamento nucleare. No Timothy Garton Ash es periodista e historiador
tes ha intentado recordar este aniversario obstante, ambos grupos insistieron con británico. Autor de Historia del presente.

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ÚLTIMA OPORTUNIDAD
PARA IRAK
PETER GALBRAITH

1. rechos de la mujer y Hakim le aseguró que nal de Irak –una insistencia relacionada con el
Unas horas antes de que expirase el segundo eran sagrados. descenso acelerado de opinión favorable al
plazo fijado para la nueva Constitución de La llamada carecía de sentido. Bush esta- presidente en las encuestas y no con los intere-
Irak, el 22 de agosto1, los líderes chiíes y ba pidiendo a Hakim que hiciera unas conce- ses de los líderes iraquíes, todos los cuales que-
suníes se reunieron en Bagdad en una sala de siones que los negociadores suníes por su parte rían ampliación de plazos– impidió, en efecto,
conferencias del cuartel general del presidente consideraban insuficientes. La idea de Hakim una participación significativa de los ciudada-
de Kurdistán, Massoud Barzani. Los chiíes de los derechos de la mujer difiere mucho de nos iraquíes y de su elegida Asamblea General.
querían que en el preámbulo de la Constitu- lo que Bush pretendía, pero el presidente no La Constitución resultante no es la que los
ción se hiciera mención de las atrocidades de estaba lo bastante bien informado para poder neoconservadores soñaron que podría precipi-
Sadam Husein y los negociadores suníes no responder al clérigo. Este episodio revela hasta tar una revolución democrática en Oriente
estaban de acuerdo. Los clientes del hotel que qué punto están despistados el presidente Próximo. De modo particular, dicha Consti-
tomaban té en la sala de recepción contigua Bush y sus asesores sobre las divisiones en el tución no protege suficientemente la libertad
oyeron voces que se alzaban airadas, y enton- seno de la sociedad iraquí. Unas cuantas con- religiosa y los derechos de la mujer.
ces Nabil Musawi, un parlamentario chií con cesiones menores no pueden tapar las diferen- Pero la Constitución puede, quizá, llevar
un largo historial de defensa de los derechos cias entre las víctimas de horrendas atrocida- estabilidad a Irak, un país actualmente al bor-
humanos, abandonó la reunión. “Los suníes”, des y los que niegan que se cometiera crimen de de una guerra civil generalizada. Bajo el
dijo, “pretenden que Sadam sólo mató a cinco alguno. Había, además, una cantidad conside- barniz islámico, la nueva Constitución iraquí
labradores en el sur y a algunos kurdos”. El rable de hipocresía en las expresiones de pre- ratifica la división de Irak en tres entidades
padre de Nabil desapareció tras ser arrestado ocupación del presidente en relación a las mu- dispares: Kurdistán, al norte; un Estado islá-
por los servicios de seguridad de Sadam en jeres. Sus diplomáticos habían accedido ya a la mico bajo influencia iraní, al sur, y, en el cen-
1981, uno de los 300.000 chiíes asesinados merma de ciertos aspectos fundamentales de tro, una región suní sin identidad política
por el régimen baazista durante los 35 años protección de la mujer; y dos días antes de co- clara pero que, con suerte y una diplomacia
que mantuvo el poder. Así expiró el plazo y se municar su preocupación a Al Hakim, Bush concertada, podría ser gobernada por una
perdió otra oportunidad. había felicitado públicamente a Irak por “una nueva generación de dirigentes árabes suníes.
Tres días después, el presidente Bush te- Constitución democrática que respeta los de- La Constitución suministra las bases para re-
lefoneó a Abdel Aziz al Hakim, un rechos de la mujer”. Mientras que la interven- solver las cuestiones más conflictivas de Irak:
clérigo chií que preside el Consejo Supremo ción personal del presidente en las negociacio- petróleo, territorios y la rivalidad para consti-
para la Revolución Islámica de Irak (CSRI), nes de Oriente Próximo fue previsiblemente tuirse en poder dominante en Bagdad. Si no
el partido político iraquí más numeroso y anodina, su embajador en Irak, Zalmay Khali- se abordan estas cuestiones, podrían disparar
más proiraní, para pedirle que hiciera algu- lzad, contribuyó mucho a la Constitución fi- una extensa guerra civil. Tanto si Irak perma-
nas concesiones a los negociadores suníes so- nalmente elaborada. Unos días después de nece nominalmente unido como si se divide
bre las controvertidas cuestiones del federa- ocupar su cargo, a principios de agosto, Khali- oficialmente, era importante encontrar una
lismo y la desbaazificación. Hakim dio las lzad convocó a los máximos líderes a la Zona fórmula que pudiera reducir las posibilidades
gracias cortésmente al presidente estadouni- Verde de la capital, iniciando tres semanas de de un conflicto a gran escala. La Constitu-
dense, el cual, no bien versado en las com- conversaciones continuadas, de las que salió el ción tiene muchos defectos pero ofrece un
plejidades de la política iraquí (o siquiera en acuerdo kurdo-chií que ha quedado plasmado plan de paz que podría funcionar, y es, por
sus aspectos más generales), no tuvo otra en la nueva Constitución de Irak. consiguiente, el hecho político más positivo
opción que rogarle que sus peticiones fueran Los dirigentes kurdos y chiíes que nego- ocurrido en Irak desde la caída del poder de
tomadas en serio. A continuación, el presi- ciaron esta nueva Constitución lo hicieron so- Sadam Husein.
dente dijo algo sobre la protección de los de- bre la base de un fuerte mandato electoral a
favor de las propuestas defendidas por ellos; la 2.
única parte no democrática de este proceso A primera vista, Zalmay Khalilzad parecía un
1 Peter Galbraith, terminó de escribir este artículo fue la inclusión de árabes suníes no electos por mediador poco idóneo para la Constitución
el 7 de septiembre de 2005, antes del referéndum en que
los iraquíes dieron su aprobación a la nueva Constitu-
parte de la Administración Bush. Pero la insis- iraquí. Khalilzad, un afgano-americano cuyos
ción (15 de octubre de 2005), que Galbraith considera tencia de la Administración en que se cum- vínculos republicanos se remontan a la Admi-
una “última oportunidad” para Irak. [N. de la T.]. plieran los plazos de la Constitución provisio- nistración Reagan, coincide abiertamente con

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Condoleezza Rice voló a Bagdad para insistir
en que los árabes suníes, que habían boicotea-
do las elecciones de enero de 2005 y estaban,
por ello, sólo mínimamente representados en
la Asamblea Nacional, fueran incluidos en la
comisión que iba a redactar la Constitución.
Evidentemente, dicha inclusión en el proceso
constitucional es deseable; pero algunos altos
funcionarios iraquíes –algunos de ellos suníes–
advirtieron que los suníes elegidos por EE UU
para representar a su comunidad no estaban
dispuestos a participar en un diálogo serio; y
ni siquiera eran, en su mayoría, representati-
vos. Estas advertencias fueron desoídas.
La delegación suní representaba toda una
serie de opiniones pero estaba dominada por
el intenso partidismo político que caracteriza que, por el contrario, los acuerdos se elabora- antiguos miembros del partido baazista. El
los esfuerzos de la Administración Bush en ron mediante conversaciones bilaterales entre portavoz y líder efectivo del grupo era un anti-
Irak. En los prolegómenos del conflicto en dos de las facciones o con la intervención me- guo funcionario del partido baazista, Saleh al
Irak, Khalilzad estuvo asociado al conciliábulo diadora de diplomáticos americanos trasladán- Mutlaq, que se opuso prácticamente a todas
de neoconservadores que tramaron la guerra y dose entre las residencias de los dirigentes de las propuestas, y lo hizo con un tono agresivo
olvidaron hacer planes para la posguerra: du- cada una). que ofendió a kurdos y chiíes, y también a al-
rante siete meses actuó como enviado de Bush Khalilzad se enfrentaba a dos grandes gunos de sus compañeros suníes. En su equipo
en los grupos iraquíes de oposición a Sadam obstáculos: la desconfianza de todos los parti- figuraban también el antiguo traductor de Sa-
Husein. Había llegado a Irak después de ser dos iraquíes entre sí y la incoherente política dam Husein y otros cuantos ex funcionarios
embajador de EE UU en Afganistán, donde estadounidense que precedió a su llegada. Los baazistas, así como representantes del Partido
era generalmente conocido como “el virrey”. kurdos veían la Constitución, en gran medida, Islámico de Irak, un partido religioso suní. Los
Khalildaz había tenido poco tiempo para do- como una amenaza al mantenimiento de su dirigentes del Partido Islámico de Irak final-
minar las complejidades de la política iraquí, y independencia, y examinaron cada una de las mente refrendaron la nueva Constitución pero
en algunos aspectos se notaba claramente. propuestas desde esa perspectiva. Como fac- sus voces han quedado ahogadas en la retórica
Aunque llegó a Bagdad convencido de las ción mayoritaria, los chiíes controlaron la re- antichií y antikurda de los demás.
virtudes de la fórmula promovida por la Ad- dacción del texto; y ya fuera por inexperiencia Al hacer el juego a antiguos baazistas no
ministración Bush, un “Irak democrático, fe- o por intenciones interesadas, muchas veces electos, la Administración Bush consiguió que
deral, pluralista y unido”, pronto captó la rea- hicieron caso omiso de acuerdos que en opi- parecieran representantes más auténticos de
lidad de la situación. Moviéndose sin cesar en- nión de las demás partes se habían ya alcanza- los árabes suníes que los propios suníes real-
tre una facción y otra, planteó el proceso de do. Como es natural, este hecho aumentó los mente elegidos, entre ellos el vicepresidente de
redacción de la Constitución no como un recelos kurdos. Los árabes suníes objetaron Irak, Ghazi al Yawher (perteneciente a una de
ejercicio de “construcción nacional” sino co- prácticamente todas las propuestas, exasperan- las mayores tribus suníes del país) y el porta-
mo la negociación de un tratado de paz tripar- do a chiíes y kurdos al extremo de que dejaron voz de la Asamblea Nacional, Hajem al Hass-
tito, lo cual es buena medida. (A mí me llamó de negociar con ellos. Al final, Khalilzad pidió ani. Aunque ellos no formaban parte del equi-
la atención la semejanza con las conversacio- a la Embajada norteamericana que preparase po negociador suní, ambos se inclinaban por
nes que se llevaron a cabo en Dayton y que borradores, registrara por escrito los acuerdos un acuerdo de compromiso, y Hassani, un li-
acabaron con la guerra de Bosnia, en las que y los incorporase al texto. beral que había pasado varios años en Califor-
yo participé en 1995. En Bagdad, como en Khalilzad heredó una serie de decisiones nia, objetaba, no las estipulaciones sobre fede-
Dayton, las tres facciones no entraron nunca políticas –tomadas en Washington y en Bag- ralismo o sobre la desbaazificación, sino la in-
en negociaciones sustantivas como grupo sino dad– que complicaban su labor. En mayo, suficiente protección de los derechos de la

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mujer. Al negarse a hacer concesiones, los ára- yaf y Karbala, mientras que el líder de la AS- sición que otorga a los kurdos el control legal
bes suníes elegidos por EE UU impusieron RII, Abdel Aziz al Hakim, defendía una sola de sus abundantes recursos hídricos por pri-
prolongados aplazamientos que a un tiempo supra-región chií formada por los nueve go- mera vez en su historia.
resaltaron el papel dominante estadounidense bernoratos chiíes. Algunos chiíes eran partida- La Constitución reconoce el Kurdistán
en la preparación de la Constitución y mina- rios de la posición kurda de que el petróleo como región federal pero deja a la siguiente
ron la legitimidad de ésta en Irak e internacio- fuera controlado por las regiones –el 80% del Asamblea Nacional elegida los procedimientos
nalmente. Su enconada denuncia del resultado petróleo conocido de Irak se encuentra en el para la creación de futuras unidades federales
ha intensificado la hostilidad suní hacia la sur chií–, mientras que el primer ministro, en el centro y el sur. Este aplazamiento de fu-
Constitución provisional. Ibrahim Jaafari, quería que el petróleo queda- turas unidades federales es la concesión con la
La Administración Bush cometió tam- ra bajo control del Gobierno central. Debido que Bush esperaba en vano apaciguar a los
bién otros errores, algunos de los cuales rayan a estas diferencias era difícil alcanzar acuerdos árabes suníes. Pero, lógicamente, éstos sabían
en lo disparatado. Aunque la Administración con ellos. Khalilzad intervino a menudo para que el aplazamiento no iba a impedir la for-
tenía que apoyarse en los kurdos proocciden- buscar consensos, entre otras cosas, con res- mación de nuevas regiones, dado que una
tales para apoyar las posiciones estadouniden- pecto a la división del petróleo iraquí entre el nueva asamblea con plena participación suní
ses en las negociaciones, los diplomáticos nor- Gobierno federal y las regiones. seguirá dominada por una abrumadora mayo-
teamericanos hicieron todo lo posible para En buena medida, los kurdos veían la ría profederal chií y kurda.
ofenderles. La oficina de la Embajada de Constitución de Irak como si estuviera pensa- La Constitución declara que “el islam es
EE UU en Kirkuk recibió instrucciones de no da para un Estado extranjero. Por consiguien- la religión oficial del Estado y es fuente esen-
asistir a una invitación del Gobierno de Kur- te, no estaban dispuestos a bloquear un pacto cial de legislación”, una oficialización de la
distán para una recepción con ocasión del 4 en aras de proteger el laicismo y la igualdad de religión en términos generales que es común
de julio a menos que los kurdos desplegaran género para otros siempre que cualquier cláu- en el mundo musulmán. Más inquietante es
la bandera iraquí. Éstos, que asocian dicha sula objetable sobre ambas cuestiones no se la cláusula de la Constitución que prohíbe
bandera al genocidio iraquí, cancelaron la re- aplicara al Kurdistán. (Los kurdos se mostra- cualquier ley que “contradiga las normas es-
cepción. Unos días después, el asesor político ron también reacios a defender estos princi- tablecidas por el islam”. Dado que no existe
de la Embajada norteamericana, hablando pios después de que los diplomáticos estado- consenso en cuanto a cuáles sean estas “nor-
ante la prensa extranjera, denigró las propues- unidenses hubieran accedido ya a formulacio- mas establecidas”, los laicistas iraquíes temen
tas constitucionales de Kurdistán, comparan- nes más islámicas.) Los chiíes, en su mayoría, que este lenguaje pueda permitir a los cléri-
do a los líderes kurdos con vendedores de al- no tenían inconveniente en aceptar que los gos imponer su propia interpretación de la
fombras que piden un precio muy alto para kurdos (y cualquier otra región) pudieran di- ley islámica. EE UU se opuso fuertemente y
aceptar después uno mucho menor. El presi- sociarse de muchas estipulaciones de la Cons- con éxito a una propuesta chií para la crea-
dente de Kurdistán, Massoud Barzani, fue titución porque sabían que ése era el precio de ción de un tribunal constitucional (que guar-
quién rió el último, porque finalmente casi que en ella se reconociera la ley islámica. daba semejanza con el Consejo Guardián ira-
todas sus propuestas fueron aceptadas. ní, formado por clérigos) pero apoyó la inclu-
Los kurdos, históricamente contestatarios, 3. sión de clérigos y expertos islámicos en el Tri-
entraron en las negociaciones con ventajas que La nueva Constitución de Irak crea un Esta- bunal Supremo federal.
ni los norteamericanos ni los chiíes compren- do fuertemente descentralizado. El Gobierno A los kurdos y otros secularistas les resul-
dieron plenamente. Barzani reunió una dele- federal tiene autoridad exclusiva en política taba especialmente desalentadora la idea de
gación unificada que incluía cristianos, turco- exterior, política de defensa, política moneta- que hubiera clérigos en el tribunal pero, no
manos, yezidis, islamistas y comunistas. Astu- ria y fiscal (pero no en materia de impuestos), contando con apoyo de EE UU, decidieron
tamente, obtuvo un mandato del Parlamento y puede conceder frecuencias radiofónicas. no convertirlo en cuestión polémica. Lo que sí
kurdo que no le dejaba margen para hacer Las restantes competencias pertenecen a las hicieron los kurdos, sin embargo, fue despojar
concesiones en cuanto a las demandas funda- regiones o son compartidas entre éstas y el al Tribunal Supremo iraquí de jurisdicción so-
mentales de la región: la supremacía del dere- Gobierno federal. Salvo en asuntos de juris- bre las leyes de Kurdistán. En este caso, los ne-
cho de Kurdistán sobre el derecho federal; dicción exclusiva de este Gobierno, el dere- gociadores kurdos tuvieron presente la expe-
aceptación de los peshmerga, el ejército guerri- cho regional prevalece cuando hay conflicto riencia constitucional estadounidense: después
llero de Kurdistán, como fuerza militar oficial con el federal. Las regiones pueden hacer en- de ver que eran los jueces los que decidían las
de la región; control de los recursos naturales, miendas o anular la aplicación de cualquier elecciones de 2000 en EE UU sobre la base de
y una fórmula para resolver disputas territoria- ley federal en su territorio. sus propias preferencias políticas, no confia-
les, en especial el control de Kirkuk. Y, lo más Evidentemente, el balance de poder fa- ban en los argumentos de este país sobre el va-
importante, los kurdos no tenían la menor ne- vorece a las regiones, especialmente dado que lor de un cuerpo judicial independiente.
cesidad de Constitución alguna puesto que su pueden también tener sus propias Fuerzas Las disposiciones sobre los derechos de la
Estado autónomo ya existía. Armadas (llamadas Guardia Regional). El mujer son confusas e inoperantes. Cada ira-
Los chiíes estaban peor organizados y Gobierno federal va a ocuparse de la admi- quí, por ejemplo, puede decidir si él o ella de-
considerablemente más divididos: accedieron, nistración de los campos petrolíferos existen- sea que cualquier litigio sobre cuestiones per-
en líneas generales, a que la Constitución de- tes en colaboración con las regiones, pero los sonales, como el divorcio o la herencia, se diri-
finiera Irak como Estado islámico y, excepto campos que no están aún en fase de produc- ma con arreglo a las leyes de su secta religiosa
el clérigo radical Moqtada al Sadr, que no ción son responsabilidad exclusiva de las re- o las del código civil laico. Dado que la ley is-
participó, accedieron también al principio fe- giones. El agua que se origina fuera de Irak – lámica favorece al hombre en general (la her-
deralista. Pero los chiíes objetaban muchos incluidos los ríos Tigris y el Eúfrates– queda mana hereda la mitad que el hermano), existe
detalles. Algunos querían dos o tres Estados bajo control del Gobierno federal, mientras un evidente conflicto si una parte elige la ley
chiíes en el Sur, incluido uno con centro en que las regiones tienen jurisdicción sobre las religiosa y la otra el Código Civil. La Consti-
Basora y otro para las ciudades santas de Na- aguas que nacen en sus territorios, una dispo- tución no aborda este aspecto.

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PETER G ALBRAI TH

Con todo, pese la enorme atención que manera a los días en que los árabes suníes go- fórmula para resolver la disputa territorial más
han despertado las estipulaciones constitucio- bernaban Irak y eran los principales beneficia- perdurable de Irak: la existente entre Kurdis-
nales sobre la mujer y el islam, la Constitu- rios de sus recursos. Actualmente, un Irak tán y el resto de Irak por la provincia de Kir-
ción federal es en gran medida irrelevante en centralizado significaría un país en que los kuk, muy rica en crudo. En la Constitución
lo que hace al trato que en efecto reciben las chiíes tendrían predominio sobre los suníes, figuran mecanismos para devolver a Kirkuk
mujeres y a la aplicación de la ley islámica. especialmente si los kurdos (que son en su las víctimas kurdas de la limpieza étnica de Sa-
Las constituciones y las leyes regionales, según mayoría suníes) se niegan a formar parte de dam Husein y para que se celebre allí un refe-
la Constitución federal, tienen primacía en dicho Estado. Dado que ya se ha iniciado una réndum que decida su estatus antes de que fi-
este tipo de cuestiones. Esta disposición per- guerra sectaria entre suníes y chiíes en Bagdad nalice 2007. EE UU podría promover una so-
mite a Kurdistán conservar su estatus laico e y otros puntos del país, es difícil ver cómo un lución pacífica de la cuestión de Kirkuk alen-
incluir en su Constitución un nivel de protec- Irak centralizado gobernado por chiíes puede tando acuerdos para compartir el poder entre
ción de los derechos humanos superior al de beneficiar los intereses de la población suní. Si todas las comunidades de Kirkuk: kurdos, ára-
la Constitución federal. Pero significa tam- el federalismo sigue adelante, los árabes suníes bes, turcomanos y caldeo-asirios. No está nada
bién que la región o regiones chiíes aplicarán formarán su propia región casi con total segu- claro en este momento que los estadouniden-
una versión mucho más estricta de la ley islá- ridad y sacarán partido de las estipulaciones de ses sean capaces de una implicación mejor in-
mica, sobre todo en el trato a la mujer, de lo la Constitución que les permiten conservar sus formada en la política étnica de Kirkuk.
que manda la Constitución federal. propias fuerzas de seguridad. El argumento más sólido a favor de la
El resultado del proceso constitucional nueva Constitución es que podría evitar la
4. iraquí será muy probablemente la fórmula guerra civil. Pero tiene otras tres virtudes: a)
La nueva Constitución ha sido recibida con triestatal que describí en mayo de 20042. Irak podría mantener al país unido; b) limita la do-
comentarios casi unánimemente negativos en tiene muchas probabilidades de convertirse en minación iraní en la mitad sur del país; y c)
EE UU (salvo, claro está, en el caso del presi- una unión débil de tres Estados separados y permite una estrategia militar más factible que
dente Bush, cuyas opiniones sobre los sucesos radicalmente diferentes (o más, si los chiíes la que ahora sostiene EE UU.
iraquíes nadie se toma ya en serio). Los edito- deciden dividirse a su vez en dos regiones). El nacionalismo kurdo no va a desapare-
riales del Washington Post, que apoyó la guerra, Esto no es, como dicen los críticos de la cer. Pero podría ser que los kurdos se confor-
y del New York Times, contrario a ella, fueron Constitución, una reconfiguración total de maran con una continuación indefinida de su
en ambos casos críticos con la Constitución Irak. Es, sencillamente, la ratificación de una independencia de facto (como permite la
por su vago federalismo, argumentando el ruptura que ya se ha producido. Y, lejos de en- Constitución) y no persistieran en la alternati-
Washington Post que las estipulaciones sobre el cender una guerra civil generalizada, la Cons- va más peligrosa de una independencia oficial.
petróleo y las Fuerzas Armadas regionales po- titución proporciona vías para solucionar las Tantos los chiíes secularistas como los
dían producir guerras civiles y partición. En cuestiones mismas que pueden provocar dicha kurdos me dijeron que a Irán se debían las
realidad, fue el Irak centralizado el que provo- guerra: petróleo y territorios. El compromiso posturas adoptadas por los partidos religiosos
có las prolongadas rebeliones kurda y chií del “petróleo antiguo, petróleo nuevo” de la Cons- chiíes hacia la Constitución. El sur, como he
pasado, y cualquier esfuerzo para recrear un titución estipula que las rentas petrolíferas de escrito anteriormente3, está ahora en gran
Estado más centralizado en la actualidad sería la actual producción se distribuyan equitativa- medida controlado por milicias patrocinadas
desoído o contestado. mente entre las regiones de Irak, lo cual signi- por Irán y autoridades chiíes proiraníes.
Pero esta clase de críticas pasan por alto el fica que la región suní recibirá grandes inyec- Mientras exista un sentimiento compartido
hecho de que los kurdos de Irak no quieren ciones de dinero. Y aunque la vigente produc- de identidad entre los chiíes iraquíes e iraníes
vivir en un Irak pluralista, multiétnico y de ción está concentrada en el norte kurdo y el (y para los chiíes iraquíes su identidad religio-
fuerte Gobierno central; y no tienen que ha- sur chií, todas las regiones iraquíes poseen re- sa parece ser mucho más importante que su
cerlo. Para ellos, Irak ha sido una pesadilla de cursos sin explotar que seguramente les pro- identidad árabe), Irán tendrá una fuerte in-
80 años de represión y genocidio. Los kurdos ducirán considerables rentas en el futuro. En fluencia en Irak. Pero dado que los poderes
iraquíes, casi con unanimidad, desean un país las recientes negociaciones, la lucha por el pe- del Gobierno central serán limitados, la solu-
propio, y con seguridad votarían contra cual- tróleo no fue por los beneficios monetarios (el ción triestatal circunscribirá esta influencia a
quier Constitución que les negara la protec- principio de compartirlos con las regiones de sólo una parte del país.
ción de su propio ejército o el beneficio de los poco petróleo fue aceptado sin dificultad por
recursos naturales de Kurdistán. los kurdos y los chiíes), sino por su control. 5.
Los chiíes no quieren vivir en una socie- Cuando estaban controladas por Bagdad, las La estrategia militar del presidente Bush para
dad laica. La religión es central para su identi- rentas petrolíferas no sólo se utilizaban para fi- Irak puede resumirse con una frase de su dis-
dad, y en las elecciones de enero los chiíes vo- nanciar proyectos de desarrollo concentrados curso a la nación del 28 de junio: “A medida
taron abrumadoramente a favor de los parti- en territorios puramente suníes sino también que los iraquíes vayan fortaleciéndose, noso-
dos comprometidos con la creación de un Es- para financiar campañas militares que arrasa- tros iremos retirándonos”. Según los iraquíes
tado islámico. Aunque parecen aceptar que di- ron el Kurdistán y el sur chií. No es de extra- que dirigen el Ministerio de Defensa, no pare-
cho Estado se limite a la mitad sur del país, ñar que ambos grupos consideren el control ce probable que esto vaya a ocurrir pronto o
eso es todo lo que están dispuestos a conceder. regional de todo futuro desarrollo petrolífero que vaya a ocurrir simplemente.
Los negociadores suníes, al parecer, no como una de las condiciones no negociables. El ejército iraquí tiene nominalmente 115
tienen inconveniente ahora en admitir la reali- La Constitución también contiene una batallones, es decir, 80.000 soldados. Esta ci-
dad del Kurdistán pero sostienen que una fór- fra, a menudo citada por quienes consideran
mula federal al sur de la frontera kurda signifi- 2 “How to Get Out of Iraq”, The New York Re-
cará la fragmentación del país. En mis conver- view, 13 de mayo, 2004. Lesley Gelb, presidente emé-
saciones con ellos, mi impresión era que te- rito del Consejo de Relaciones Exteriores, ha abogado 3 “Iraq: Bush’s Islamic Republic”, The New York
nían la esperanza de poder volver de alguna también por esta solución en diversas publicaciones. Review, 11 de agosto, 2005.

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un éxito la ocupación de Irak, corresponde so- fuerza militar suní (no responsable ante un nueva Constitución. Pero no habría posibili-
lamente al número de soldados incluidos en la Gobierno federal dominado por chiíes ni ante dad alguna de que los kurdos y los chiíes hi-
nómina militar. Sin embargo, cuando el Mi- un ejército de ocupación norteamericano sino cieran las concesiones necesarias para alcanzar
nisterio de Defensa decidió supervisar el pago ante oficiales suníes y una autoridad política un nuevo pacto constitucional con los árabes
de sueldos, fue devuelta una tercera parte de árabe suní) es la mejor apuesta para combatir suníes. Massoud Barzani me dijo categórica-
lo que figuraba en plantilla. (En la economía a la insurgencia suní y a sus aliados yihadistas. mente que “jamás aceptaremos menos de lo
iraquí, en que todo pago se hace en efectivo, Un federalismo débil no va a solucionar que hay en esta Constitución”. En una at-
los jefes militares reciben una cantidad global muchos de los problemas de Irak. Bagdad, mósfera de escalada de los ataques suníes
para los soldados que tienen a su mando; esto con el 20% de la población del país, es una contra civiles chiíes, es prácticamente seguro
funciona como incentivo para mantener en mezcla de suníes y chiíes, junto a kurdos, que éstos piensen lo mismo.
plantilla a soldados inexistentes). Un alto ofi- cristianos y otras minorías. Precisamente por La mayoría de los dirigentes kurdos dicen
cial calculaba que el ejército existente suma ser mixta su población, Bagdad es hoy el cen- que si la Constitución fracasara las siguientes
apenas la mitad de hombres que el nominal. tro de una guerra sucia entre suníes y chiíes. conversaciones serían sobre la partición. Ya no
Las afirmaciones sobre armas entregadas Los insurgentes suníes dirigen sus ataques es impensable un Kurdistán independiente.
por EE UU al ejército iraquí son aún más du- contra civiles chiíes con bombas cada vez más Los dirigentes árabes iraquíes entienden que
dosas. Las autoridades del Ministerio de De- sofisticadas y más mortíferas, mientras la po- los kurdos quieren secesionarse, y están cada
fensa iraquí alegan que los norteamericanos licía chií –o, en algunos casos, milicias con vez más hartos de tener que pagar el precio de
no les han proporcionado la documentación uniforme de policía– detienen a suníes que quedarse en la federación. Incluso Saleh al
sobre quién ha estado recibiendo el armamen- acaban cadáveres, en ocasiones gravemente Mutlaq, el negociador suní, ha dicho en una
to. Sin este tipo de controles, los soldados mutilados. La tasa de asesinatos en Bagdad entrevista reciente: “Si los kurdos quieren la
venden las armas en el mercado abierto, don- supera hoy los mil al mes, sin incluir los independencia, que la pidan”. Todo líder chií
de algunas de ellas son adquiridas por insur- muertos por explosiones de coches bomba, y al que he preguntado sobre este asunto –in-
gentes. La mayoría de las armas capturadas en muchos de ellos son víctimas del conflicto cluido el viceprimer ministro, Ahmad Chala-
meses recientes provienen, según me infor- sectario. Convertir Bagdad en un distrito-ca- bi– me ha dicho que apoyaría la independen-
man, de lotes entregados al ejército y la policía pital aparte –como contempla la Constitu- cia de Kurdistán si eso es lo que quieren los
iraquíes. Craig Smith informaba el 28 de agos- ción– no va a resolver los conflictos de la ciu- kurdos. Algunos árabes me dijeron abierta-
to, en el New York Times, que las Fuerzas Ar- dad pero probablemente tampoco los agrave. mente que, según están las cosas, preferirían
madas estadounidenses son actualmente rea- No hay garantías de que las región árabe suní que Kurdistán se separase.
cias a suministrar más armamento sofisticado vaya a estabilizarse por sí sola pero incluso si Pero los chiíes también quieren separarse.
al ejército iraquí, por temor a que sea utilizado sigue en estado caótico es difícil concebir una La propuesta de Abdel Aziz al Hakim de un
en una guerra civil o en contra de EE UU. situación peor que la que tiene ahora. supraestado chií podría emplearse como base
Los problemas en cuanto al ejército iraquí Antes de que Irak pase a ser oficialmente para una posterior separación; y la idea de di-
no se limitan a las posibilidades de corrup- una federación, ha de ser ratificada la Consti- cho Estado no sólo atrae a los chiíes religiosos.
ción. En este país profundamente dividido, la tución4. Con fuerte apoyo kurdo y suní, pre- Algunos chiíes liberales y secularistas están ha-
gente es leal a su comunidad pero no a Irak, y sumiblemente obtendrá aprobación de la blando ya de nacionalismo chií, como si fue-
el ejército acusa estas divisiones. De los 115 mayoría de los iraquíes. Pero también podría ran una comunidad étnica y no religiosa. Ellos
batallones de tierra, 60 están integrados por ser vetada si dos tercios de los votantes de tres ven Irak como un Estado fallido y no quieren
chiíes y destinados en el sur de Irak, 45 son gobernoratos la rechazara. Los árabes suníes pasar el resto de sus vidas enfrentándose a in-
árabes suníes estacionados en las gobernoratos tienen la mayoría en cuatro gobernoratos, pe- surgencias interminables en medio del país.
suníes y 9 son de la peshmerga kurda, aunque ro, según los cálculos que me han comunica- Si esta Constitución fuese rechazada, ha-
oficialmente estén clasificados como la parte do, sólo pueden contar con los dos tercios en bría otra. Y otro Gobierno con un mandato
del ejército iraquí estacionada en Kurdistán. el de Al Anbar, especialmente, dado que la de un año no podría empezar siquiera a abor-
Hay exactamente un batallón mixto (con Comisión Electoral iraquí ha decidido que el dar los profundos problemas políticos, econó-
hombres asignados por las Fuerzas Armadas veto exige el voto negativo de dos tercios del micos y de seguridad que tiene Irak. Con to-
de los principales partidos políticos), y está en censo electoral, y no del número de votos dos sus defectos, esta Constitución representa
Bagdad. Aunque los cuerpos de oficiales son emitidos. La mayoría de los políticos chiíes la última oportunidad para mantener a Irak
algo más heterogéneos, muy pocos kurdos o dicen que Moqtada al Sadr, el clérigo radical unido. La alternativa no es un Estado más
chiíes quieren ser oficiales de unidades suníes de Bagdad que ha condenado el federalismo, centralizado: es la desintegración y el caos.
enfrentadas a insurgentes chiíes. No hay ofi- no va a provocar al poder chií mediante la 7 de septiembre de 2005
ciales árabes en los batallones kurdos, y la ley movilización de sus partidarios contra la
de Kurdistán prohíbe el despliegue del ejército Constitución. Si lo hiciera, la unión de sus Traducción de Eva Rodríguez Halffter
iraquí dentro de esta región sin permiso de la partidarios con los árabes suníes podría poner © The New York Review of Books, octubre 2005.
Asamblea Nacional de Kurdistán. el veto la Constitución.
EE UU no puede crear un ejército iraquí Si la Constitución no fuera aprobada, la
(ni siquiera pagando a los soldados unos suel- Constitución interina que ahora rige en Irak
dos diez veces superiores a los que recibían dispone que se reanude desde el principio el
con Sadam Husein) cuando no existe una na- proceso político, con elecciones en diciembre
ción iraquí. Este esfuerzo debe abandonarse de 2005 para un nuevo Gobierno interino, el
en beneficio de dar apoyo a las fuerzas de se- cual dispondrá de un año para redactar una
guridad regionales. Kurdistán y el sur chií son Peter Galbraith es diplomático y actualmente miembro
estables y tienen un nivel razonable de seguri- distinguido del Centro para el Control y la No Prolifera-
dad gracias a sus ejércitos regionales. Una 4 Vid. nota 1 ción de Armas de EE UU.

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EL INCENDIO FRANCÉS
Pasión democrática, pasión revolucionaria y pasión identitaria
JOSÉ MARÍA RIDAO

L
a clásica definición de Francia como ma central de la literatura [política] moder- que detestan el régimen social y político en
“tierra de asilo” y el consiguiente incre- na”, escribe en Le passé d´une illusion; una pa- el que han nacido, que odian el aire que res-
mento de la población de origen extran- sión que se expresa en “la idea de la igualdad- piran, siendo así que viven en él y que no
jero al que ha dado lugar han alimentado una universalidad del ser humano, que la procla- han conocido ningún otro”.
interpretación unívoca del pasado de este país ma como su fundamento y que constituye su El carácter ilegítimo de las desigualdades
y, en último extremo, de los principios de- novedad”. El problema, continúa Furet, resi- que proclama la ideología en cuyo nombre se
mocráticos sobre los que se asienta la vida de en que la sociedad que se pretende instau- pone en tela de juicio la sociedad estamental
política contemporánea. De acuerdo con esta rar tras la toma de la Bastilla, la sociedad que no puede circunscribirse a un solo género de
interpretación, la Revolución de 1789 habría rechaza cualquier discriminación en razón del desigualdades, el que conviene a los burgue-
establecido de una vez y para siempre los va- origen nobiliario o plebeyo de las personas, la ses que aspiran a tomar el poder detentado
lores universales y, en particular, la Declara- sociedad burguesa, en definitiva, “no cesa de por la nobleza; antes, por el contrario, la
ción de los Derechos del Hombre, un mode- producir desigualdad –la mayor desigualdad aceptación del principio conduce a que tarde
lo sobre el que se levantaría buena parte del material que haya conocido jamás una socie- o temprano todas las desigualdades se tengan
constitucionalismo del siglo xix, tanto en dad–, al mismo tiempo que proclama la por ilegítimas. De este modo, la Revolución
Europa como en el resto del mundo. A lo lar- igualdad como un derecho imprescriptible”. de 1789 no sólo desembocará en la creación
go de los dos últimos siglos Francia se habría Para Furet, ahí radica la cara oculta de 1789, de instituciones representativas en las que se
erigido, así, en el constante referente de la li- el reverso de un relato que, arrancando en esa establecen procedimientos para dirimir los
bertad, en el espacio ciudadano por excelen- fecha, se hace llegar hasta el presente como conflictos de intereses entre individuos a los
cia, en el irreductible baluarte del ideal repu- una sucesión de episodios siempre apuntando que ya no se discrimina en razón del naci-
blicano. Una responsabilidad y un honor sólo en idéntica dirección, siempre marcados por miento. Puesto que, a pesar del triunfo de la
compartidos por los EE UU de Jefferson y el signo benéfico del progreso. “En las socie- Revolución, subsisten discriminaciones de
los padres fundadores. dades anteriores”, escribe Furet, “la desigual- diversa naturaleza, 1789 perfilará, además, el
dad tenía un estatuto legítimo, inscrito en la espacio ideológico desde el que se emprende-
La pasión democrática naturaleza, la tradición o la providencia. En rá la crítica de las instituciones recién creadas:
Hannah Arendt advirtió desde muy pronto la sociedad burguesa, la desigualdad es una la convicción de que existe un modo privile-
“la contradicción fundamental” sobre la que idea que circula de contrabando”. Y poco giado de propiciar el cambio y, en resumidas
se desarrolló la estructura institucional deri- después concluye: “La burguesía no inventa cuentas, una forma de entender la política,
vada de la Revolución Francesa, en la que se la división de la sociedad en clases, pero es no como actividad que se desarrolla en el in-
veían forzados a coexistir “un cuerpo político ella la que hace de esta división una dolencia, terior de las instituciones, ateniéndose a sus
basado en la igualdad ante la ley y una socie- al envolverla en una ideología que la convier- reglas, sino como “concepción mesiánica”.
dad basada en la desigualdad del sistema de te en ilegítima”. De acuerdo con este razonamiento, la
clases”. Pero quizá se deba a François Furet Más diferentes cuanto más proclamada- “pasión democrática” se acaba transforman-
uno de los desarrollos más completos de lo mente iguales, los individuos, algunos indi- do de manera tan insensible como inevitable
que en Arendt es sólo un apunte orientado a viduos, apoyados por utopistas y filósofos – en “pasión revolucionaria”, si bien lo mismo
explicar las razones por las que, en el contex- los clérigos de los que hablaba Benda–, recu- Arendt que Furet, aunque por razones dife-
to de los brotes de odio contra los judíos des- rren entonces a prolongar las promesas de la rentes, parecen coincidir en que esta evolu-
de el siglo xix en adelante, éstos solían ser los Revolución de 1789, exigiendo que la igual- ción es propia de Francia y no de EE UU.
más fervientes partidarios del Estado como dad que le sirvió de bandera contra las dis- En Los orígenes del totalitarismo, Arendt sos-
estructura, como institución. Furet, en efec- criminaciones en razón del nacimiento se tiene que “la igualdad de condiciones, como
to, se interroga acerca del otro significado de extienda a todos y cada uno de los ámbitos la habían concebido los jacobinos durante la
la Revolución Francesa: no el de sus hallazgos en los que subsista una insalvable distinción, Revolución Francesa, sólo llegó a ser reali-
políticos, sino el de la inestabilidad que ha- una clase cerrada, un estigma, un privilegio. dad en América, mientras que en el conti-
bría de generar esa “contradicción fundamen- “Éste es el origen” escribe Furet, “de un ras- nente europeo fue sustituida inmediatamen-
tal” a la que se refería Arendt. “Rosseau y To- go propio de la democracia moderna, sin te por una simple igualdad formal ante la
cqueville son los más profundos analistas de duda único en la historia universal: la capa- ley”. Furet, por su parte, dedica a la compa-
esta pasión democrática que constituye el te- cidad infinita de producir jóvenes y adultos ración algunas líneas:

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“Es esta sospecha [de la desigualdad real] la que Richard Rorty advierte una subrepticia sinéc- que aparezca vinculado a un concreto y re-
otorga a la Revolución Francesa ese carácter incontro- doque en la expresión del legislador, un sote- ciente episodio electoral:
lable e interminable, que la diferencia de tal modo de rrado desajuste similar al que apuntaban
la revolución americana que incluso podría dudarse de “¿Por qué tendríamos que sentirnos hoy ligados
emplear el mismo término para designar estos dos
Arendt y Furet entre la proclamación del
principio de igualdad y su simultánea nega- por un documento producido hace más de dos siglos
acontecimientos. Ambos, sin embargo, están anima- por un grupo de 55 mortales, firmado únicamente por
dos por las mismas ideas y por pasiones comparables; ción. El “nosotros” de los constituyentes no 39, de los cuales un número importante eran dueños
ambos fundan casi al mismo tiempo la civilización de- se correspondía, en efecto, con “el pueblo de de esclavos, y adoptado sólo en 13 Estados por los vo-
mocrática moderna. Pero uno se cierra mediante la re- EE UU”, sino con “los representantes de los tos de menos de 2.000 hombres, todos muertos hace
dacción y el voto de una constitución que dura hasta
propietarios blancos de EE UU”. Para Rorty, muchísimo tiempo y casi olvidados?”.
nuestros días, convertida en la clave de bóveda de la
ciudadanía americana. El otro, por el contrario, multi- esa falta de equivalencia entre significante y
plica las constituciones y los regímenes, y ofrece al significado expresaba, en realidad, la natura- Desde este punto de arranque, Dahl se
mundo el primer espectáculo de un despotismo igua- leza del proyecto político que subyace en la propone trazar con algún detalle el recorrido
litario. La idea de revolución subsiste, no como paso Constitución: hacer que la noción de “noso- de lo que Rorty consideraba el proyecto polí-
de un régimen a otro, como un paréntesis entre dos tros” y la de “pueblo de EE UU”, entendido tico implícito que contiene la Constitución
mundos, sino como una cultura inseparable de la de-
mocracia, y como ella inagotable, sin ningún final le-
como conjunto de todos los individuos, sin norteamericana, esto es, el itinerario a través
gal o constitucional: alimentada por la pasión de la excepción, lleguen a ser una y la misma cosa. del cual el “nosotros” empleado por los 39
igualdad, insatisfecha por definición”. firmantes del texto debería ir aproximándose
La pasión revolucionaria a la noción más amplia y sin exclusiones de
Quizá Arendt y Furet estén llevando de- En un estudio inmediatamente posterior a la “pueblo de EE UU”. Para Dahl, nada podría
masiado lejos la evidencia de que, sin duda, polémica elección del presidente Bush en el entenderse sin destacar la “revolución demo-
Francia ha cambiado en múltiples ocasiones año 2000, ¿Es democrática la Constitución de crática” que tiene lugar al poco de aprobarse
de Constitución a lo largo de su historia, EE UU?, Robert Dahl precisa aún más la si- la Constitución y que desborda las previsio-
mientras que EE UU la ha mantenido inva- nécdoque señalada por Rorty. Dahl recuerda nes institucionales de los constituyentes e in-
riable pese a las sucesivas enmiendas. A juzgar así que la Convención Constituyente reunida cluso las de aquellos con convicciones más
por este contraste, parecería que la “pasión en Filadelfia durante el verano de 1787 no avanzadas, como Jefferson y Madison. Los
democrática”, convertida en “pasión revolu- pudo contar con representantes de los 13 Es- constituyentes, los framers, en expresión de
cionaria”, hubiera dado lugar a unas socieda- tados que formarían el núcleo básico de la Dahl, actuaron no sólo en virtud de sus ideas
des levantiscas a un lado del Atlántico sin co- Unión. Rhode Island se negó a enviarlos, en acerca de lo que debería ser EE UU, sino
rrespondencia en el otro lado. Ni sería cierto tanto que los de New Hampshire sólo alcan- también, y sobre todo, atendiendo a las limi-
desde el punto vista conceptual ni la historia zaron a incorporarse varias semanas después taciones que les imponía la realidad y la nece-
de EE UU parece confirmarlo. Analizando el de que hubieran comenzado las sesiones. El sidad de alcanzar un acuerdo.
referente oculto detrás de la frase con la que interrogante que suscita Dahl parece reincidir Dahl las sistematiza, y llega entonces a
se abre la Constitución norteamericana sobre los juicios de Arendt y Furet, y, por distinguir algunas de particular trascenden-
–“Nosotros, el pueblo de Estados Unidos”–, descontado también sobre los de Rorty, aun- cia. Como limitación con la que se encontra-

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EL INCEND IO F RANCÉS

ron los framers habría que considerar, en pri- La lucha contra la segregación y por los dere- Siempre dentro del ámbito de la historia,
mer término, el hecho de que no podían in- chos civiles de los descendientes de los escla- aunque en esta ocasión desde una perspecti-
clinarse hacia un régimen monárquico o, in- vos negros prosiguió hasta bien entrados los va más atenta a los procesos que a los episo-
cluso, aristocrático: un rey o un colegio nobi- años sesenta del pasado siglo, abarcando el dios, cabría interpretar, por último, que la
liario de nueva factura corría el riesgo de pa- pensamiento y la acción política de líderes revolución norteamericana es uno de los po-
recer inverosímil, una imitación oportunista tan diversos como Malcolm X o Martin Lu- cos acontecimientos fundacionales de la edad
que en ningún caso invitaría al respeto. En ther King, cuyo discurso ante la Casa Blanca contemporánea.
segundo lugar, tampoco podían optar por en la clausura de la marcha sobre Washing- En realidad, los framers no inauguran un
otra estructura política que no fuese la federal ton, utilizando la frase “I had a dream” como régimen, sino una sociedad, con el añadido
o la confederal, puesto que en los trabajos encabezamiento recurrente de sus demandas crucial de que los vestigios de la antigua fue-
preparatorios de la Convención se contaba ya de igualdad, evocaba en gran medida la inter- ron marginados e incluso eliminados con un
con 13 Estados que se sabían dueños de su pretación de Rorty acerca del “nosotros, re- celo tan meticuloso que todavía hoy, dos si-
propia soberanía. Por último, los framers se presentantes del pueblo de EE UU” con el glos después de su definitivo sometimiento,
vieron en la obligación de transigir con la es- que se abre la Constitución. Y la de los ne- el desafío que representan los indios para la
clavitud. Según explica Dahl, la mayoría de gros que se oponían a la segregación racial no democracia norteamericana es de índole mo-
los representantes de los Estados del Sur hu- fue la única lucha que se situó en la estela de ral más que política: el vigor de sus reivindi-
bieran retirado su apoyo a la Constitución si la “revolución democrática”: cabría colocar caciones procede de que es flagrante el despo-
se hubiese prohibido. Los representantes de junto a ella la de las mujeres que exigían el jo y la injusticia a la que fueron sometidos,
los siete Estados del Norte, por el contrario, reconocimiento de su derecho al voto, la de no de que representen ni vayan a representar
no tenían un juicio preciso sobre la conve- los indios despojados y confinados en reser- en el próximo futuro una fuerza relevante ni
niencia o inconveniencia de mantenerla, pero vas desde el momento en que se constituye el dentro ni fuera del sistema. Otros episodios
estaban, sin embargo, persuadidos de que era país o la de toda una constelación de mino- fundacionales de características en apariencia
una de las escasas materias capaces de poner rías, desde los jóvenes a los homosexuales, semejantes, como los que tienen lugar en
en peligro el acuerdo definitivo sobre el con- pasando por quienes se oponen a la pena de América Latina desde principios del siglo xix,
junto de la Constitución. “Aunque algunos muerte en virtud de que, más allá de tratarse cuando en 1822 se inaugura un periodo de
de los delegados que firmaron el documento de un castigo inhumano, reproduce por vías independencias que se cierra con la de Cuba
final aborrecían la esclavitud”, dice Dahl, de hecho insoportables diferencias de raza y y Filipinas, se distancian punto por punto de
“aceptaron su continuidad como precio de de clase entre los reos. la experiencia norteamericana: donde ésta se
un Gobierno federal más fuerte”. La reflexión que debería desencadenar la inclina por un texto constitucional breve y
Si bien el texto de la Constitución sub- experiencia norteamericana no sería, pues, la pactado por civiles, aquélla opta por textos
sistió a lo que Dahl llama la “revolución de- de descifrar las razones por las que en farragosos e impuestos por caudillos milita-
mocrática”, lo cierto es que la historia de EE UU, a diferencia de lo que habría sucedi- res; donde ésta padece una guerra civil que se
EE UU tampoco parece avalar la afirmación do en Francia, parece quedar pronto amorti- resuelve con una victoria de los partidarios de
de Arendt y Furet acerca del “carácter incon- zado el potencial desestabilizador que acarrea la Constitución originaria, aquélla ofrece
trolable e interminable de la Revolución el triunfo del principio de igualdad, porque ejemplos variados, pero casi siempre contra-
Francesa” en contraposición al de la revolu- este potencial nunca fue, por fortuna, amor- rios a los propósitos de los fundadores; donde
ción americana, supuestamente cerrada desde tizado; la reflexión debería girar, más bien, ésta alcanza su estremecedor objetivo de bo-
el momento en que los framers suscriben el en torno a las razones por las que la “pasión rrar las huellas de la sociedad anterior, aquélla
texto de 1787. EE UU padece una sangrienta revolucionaria”, lo que Dahl denomina la consagra un mecanismo de segregación seme-
guerra civil como consecuencia de disensio- “revolución democrática”, siempre se mantu- jante al que en EE UU se aplica a los esclavos
nes sobre cuestiones que, como la de la escla- vo en el interior del texto constitucional de y sus descendientes. Los intentos de fundar
vitud, la Convención optó por aplazar en aras 1787. Puede que esta singularidad, verdade- sociedades nuevas valiéndose de la creación
de facilitar el acuerdo. El propósito de abolir- ramente única entre los regímenes que se si- de regímenes políticos que pretenden tradu-
la, apoyado por los Estados del Norte que túan en la órbita del pensamiento ilustrado, cir los ideales de cada época llegan hasta los
habían transigido en el momento de redactar obedezca a razones de simple técnica jurídi- siglos xix y xx y tienen en Liberia e Israel dos
y aprobar la Constitución supuso el inicio de ca: recogiendo en lo fundamental la herencia ejemplos cuyo dramático desarrollo vuelve a
las hostilidades con los Estados del Sur, que, del sistema político inglés, guiado por una evidenciar severos contrastes con la experien-
de igual manera, se habían comprometido drástica economía legislativa que favorece los cia norteamericana.
con la Unión bajo reserva de que se mantu- usos sobre la norma escrita, los constituyen- Las observaciones de Arendt y Furet
viese la mano de obra servil. La victoria de los tes norteamericanos acordaron un texto bre- acerca del carácter ilimitado de la “pasión re-
abolicionistas en el campo de batalla permitió ve, luego corregido por enmiendas, que ofre- volucionaria” en Europa, opuesto al carácter
mantener la Constitución, y quizá esta sub- cía un amplio margen para que la realidad cerrado que adoptó en EE UU, podrían estar
sistencia del texto legal frente a circunstancias evolucionase en su interior. Pero puede que determinadas por una perspectiva habitual en
tan extremas como la de una guerra civil haya obedezca, además, a una circunstancia preci- la historiografía y la crítica política que se ha
servido para reforzarlo, al establecer de mane- sa, a la que, en cualquier caso, resultaría difí- acercado a analizar los acontecimientos de
ra implícita que toda disensión política que cil atribuir las dimensiones de un modelo 1789 y sus consecuencias. De algún modo, se
no llegue a dirimirse por las armas tiene cabi- político o de una supuesta ley histórica: al re- presta más atención a la ruptura, a la discon-
da en el marco aprobado en 1787. solverse la Guerra Civil en favor de los parti- tinuidad que conlleva la sucesión, muchas
Pero, abolida la esclavitud y salvado el darios de la Constitución, los derrotados veces trepidante, de constituciones que a los
texto constitucional, la “revolución democrá- agotaron sus recursos de oposición más radi- elementos permanentes, y entre ellos al que
tica” tampoco fue clausurada, como sugerían cales y se vieron privados, por tanto, de cual- ha representado en el pasado, y aún hoy re-
Arendt y Furet, sino que continuó su curso. quier posibilidad de modificarla o sustituirla. presenta, el principal foco de inestabilidad: la

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J OSÉ MARÍ A RI DAO

paulatina y, a fin de cuentas, fatal conversión transformándose en “pasión revolucionaria”. Ilustración, en el tramo que discurre entre la
de la posición que triunfa y dicta las reglas Adorno y Horkheimer escriben que “el paso “pasión revolucionaria”, inspiradora de luchas
del juego político en posición universal y, por del caos a la civilización, donde las relaciones que buscaban aplicar el principio de igualdad
tanto, en posición superior, incontrovertible. naturales no ejercen ya su poder directamen- a terrenos no contemplados por los framers ni
Desde esta perspectiva, muchos han sido los te, sino a través de la conciencia de los hom- por los alzados en 1789, y la “pasión identita-
ropajes bajo los que se ha cubierto este proce- bres, no ha cambiado nada en el principio de ria”, una forma de decir hasta aquí ha llegado
so, impidiendo no ya que se someta a crítica igualdad”. Y concluyen: la extensión del principio de igualdad; a par-
y se denuncie, sino algo más elemental: impi- tir de ahora, somos los que somos y, más aún,
diendo el simple reconocimiento de su exis- “Más aún, los hombres han pagado precisamente somos lo que somos. El principio de igualdad
tencia. Detrás de la afirmación del cristianis- este paso con la adoración de aquello a lo que antes, al deja de ser entonces el pasaporte para inte-
igual que todas las otras criaturas, estaban sometidos.
mo como única religión verdadera, realizada Antes, los fetiches estaban bajo la ley de la igualdad.
grarse en el cuerpo político, en concreto en el
cuando el credo definía la pertenencia social Ahora, la misma igualdad se convierte en fetiche”. cuerpo político democrático que surge sobre
de los individuos, no existía un razonamiento el modelo de la Revolución Francesa y de la
distinto del que se expresaba al afirmar que la El alto grado de abstracción con el que Revolución americana, y se convierte en una
ciencia y la civilización eran la cima del pro- se expresan los autores de Dialéctica de la sutil pero implacable coartada para la discri-
greso humano. Pero tampoco era distinto del Ilustración exige retrotraerse al contexto his- minación. Ser iguales no significa ya, en efec-
razonamiento que empujaba a los descubri- tórico en el que escriben, a ese “momento en to, que todos somos iguales, sino que los in-
dores de las leyes económicas que regían la el que era previsible el final del terror nacio- dividuos de cada cuerpo político han de ser
historia a no conformarse con el poder ya nalsocialista”, para comprender a través de iguales entre sí y que, en el momento en que
conquistado sino a prolongarlo mediante un sus referentes precisos el proceso que están se trasladan de un cuerpo político a otro, en
internacionalismo que incurría en la misma identificando y, al tiempo, descubrir hasta el momento en que viajan, transitan, inmi-
paradoja que la Inquisición o que el culto de- qué punto su razonamiento culmina los de gran o buscan refugio, lo hacen con las mar-
cimonónico a la civilización; la paradoja de Arendt y Furet. Para Adorno y Horkheimer, cas propias del cuerpo del que proceden; lo
emprender grandes empresas para ganar pasar del caos a la civilización significa optar hacen, en fin, con los rasgos característicos, y
adeptos en el exterior mientras en el interior por buscar el fundamento del poder, no en al parecer indelebles, de esa extraña, lúgubre
se generalizaban las purgas entre quienes en “las relaciones naturales” –la raza, por ejem- criatura a la que hoy se rinde un culto tan
principio ya lo eran o, mejor, ya deberían ser- plo, o la condición de nativo o de extranje- despreocupado como suicida: su identidad.
lo. Entre la evangelización de las Indias y las ro–, sino en “fetiches”, en nociones raciona- Corroído así, desde sus propias entrañas,
hogueras del Santo Oficio se establece, así, el les que la conciencia elabora y reelabora, el principio de igualdad, la secuencia de pa-
mismo género de vínculo que entre el colo- aprendiendo de la experiencia y del pasado, siones descrita por Arendt y Furet, cambia de
nialismo y la eugenesia o entre el internacio- para que la afirmación de la igualdad entre sentido, de manera que una misma expre-
nalismo proletario y el Gulag: evangelizar allí los individuos tenga sentido, pese a que re- sión, y hasta un recorrido en apariencia idén-
al indígena lleva a perseguir, aquí, al hereje; sulten evidentes sus diferencias físicas u otras. tico, sirven, sin embargo, para designar reali-
mejorar allí la raza del colonizado lleva a Nociones, en efecto, racionales, puramente dades radicalmente distintas y para alcanzar
prescindir, aquí, del minusválido; apoyar allí racionales, como ciudadanía. El proceso que objetivos opuestos, contradictorios. La “pa-
la subversión del orden político lleva a casti- Adorno y Horkheimer describen como dia- sión democrática” no se extingue una vez que
gar, aquí, al disidente. léctica de la Ilustración es el que conduce a se desencadena la dialéctica de la Ilustración
reclamar la igualdad, no como fundamento y entra en juego la “pasión identitaria”; lo que
La pasión identitaria y principio rector de las nociones racionales, sucede es que ya no se propone consagrar el
Esta doble cara de creencias y, en definitiva, de la ciudadanía, en este caso, sino de las “re- principio de igualdad en la comunidad polí-
de valores que se tienen por universales; este laciones naturales”, de la raza o de la condi- tica, sino declarar que todas las comunidades
anverso de progreso indisolublemente unido ción de nativo o de extranjero, por seguir políticas deberían ser iguales; que todas, ab-
al reverso de barbarie, constituye la tesis cen- con el ejemplo. La igualdad deja de ser en- solutamente todas, tienen el derecho y el de-
tral de Adorno y Horkheimer en Dialéctica tonces el fundamento o principio rector que ber de alcanzar esa cima de la historia que es
de la Ilustración, libro “concebido en un mo- inspira un proyecto político y pasa a ser pro- la democracia, hasta ahora sólo coronada por
mento en el que era previsible el final del te- yecto político ella misma. O, por decirlo en algunas. Sobre la base de esta redefinición de
rror nacionalsocialista”. Adorno y Horkhei- los términos de Adorno y Horkheimer, se la “pasión democrática”, también la “pasión
mer declaran no albergar ninguna duda de transforma en “fetiche”, de modo que la revolucionaria” se mantendrá viva, aunque
que “la libertad en la sociedad es inseparable máxima aspiración del poder no es cómo sometida a una drástica alteración de su sig-
del pensamiento ilustrado”, siempre tenien- preservar y profundizar la ciudadanía, sino nificado. La “contradicción fundamental”
do en cuenta que por “pensamiento ilustra- cómo preservar y profundizar la igualdad. que se propone resolver ahora no es la que,
do”, por Ilustración, los autores entienden Si Arendt y Furet describieron la paulati- según señalaba Arendt y suscribía Furet, for-
aquella actitud que “ha perseguido desde na conversión de la “pasión democrática” en zaba a coexistir “un cuerpo político basado en
siempre el objetivo de liberar a los hombres “pasión revolucionaria”, Adorno y Horkhei- la igualdad ante la ley y una sociedad basada
del miedo y constituirlos en señores”, no un mer describen, por su parte, la paulatina con- en la desigualdad del sistema de clases”. La
sistema filosófico concreto. Por otra parte, versión de la “pasión revolucionaria” en una nueva tarea de la “pasión revolucionaria” sería
advierten con idéntico énfasis que “la Ilustra- pasión distinta y que, atendiendo a las obse- extender la democracia a todos y cada uno de
ción es totalitaria”, incluso que “es totalitaria siones y fantasmas de nuestro tiempo, los fu- los cuerpos políticos que existen en el mun-
como ningún otro sistema”. Refiriéndose a la nestos idolillos en cuyo altar acabaremos tar- do, hacer efectivo el nuevo sentido del princi-
igualdad, a ese valor que la Revolución Fran- de o temprano sacrificando la paz y la liber- pio de Igualdadm, según lo define una “pa-
cesa, afirma, y al mismo tiempo niega, de tad, podría identificarse como “pasión identi- sión democrática”, que, por su parte, también
modo que la “pasión democrática” acaba taria”. Ahí se manifiesta la dialéctica de la ha cambiado de sentido.

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EL INCEND IO F RANCÉS

Movida por esa mecánica que Adorno y cando que todos los ciudadanos, sin exclu- la Revolución francesa y la Revolución ame-
Horkheimer identificaron como dialéctica sión, son iguales ante una misma y única ley. ricana. De este modo, la historiografía y la
de la Ilustración, la rueda de la fortuna que Antes, por el contrario, y si de verdad se crítica política no han estado en condiciones
se ensaña con el destino de los hombres pa- quiere abordar con eficacia el problema de la de apreciar que en cada época sombría, en
rece estar otra vez conduciéndolos al punto integración y, en resumidas cuentas, de la se- cada renovada ejecución de la partitura de la
de partida, justo cuando creían ingresar en guridad, habrá que hacer, según se dice, un barbarie la disposición sistemática de las no-
un remanso definitivo de la historia. Como doloroso pero inaplazable ejercicio de realis- tas es inquietantemente similar. O peor aún,
el cristianismo de los conquistadores en su mo y reconocer que existen ciudadanos que han reducido a un simple propósito de com-
día, como la ciencia o la civilización de los no son como la mayoría y que, por tanto, paración histórica literal lo que, en ocasiones,
colonialistas en el suyo o las religiones civiles precisan de un tratamiento particular, capaz es o pretende ser una búsqueda de mayor en-
del totalitarismo en diversos momentos del de desactivar el potencial conflictivo que re- vergadura, dirigida a decantar la experiencia y
siglo xx, la democracia se ha proclamado a sí presenta su origen, su credo, su cultura. La el pasado, a entrever el sistema de acciones y
misma como el estadio más alto que cono- igualdad ante la ley quedaría garantizada en reacciones que conduce a un alto número de
cieron los siglos y ha decidido partir en gue- el interior de la comunidad política, sólo que individuos hacia una renuncia más o menos
rra, ebria de una renovada “pasión revolu- la ley sería distinta en cada caso. aceptada a la libertad y, en un siguiente paso,
cionaria”. Y al igual que esas otras ideas que El círculo que desencadenó la primitiva hacia una valoración de la vida humana, pri-
la precedieron, al igual que esos otros siste- “pasión democrática” se cierra finalmente so- mero de la ajena pero luego de la propia, co-
mas y esas otras creencias que imaginaron bre sí mismo, después de que la dialéctica de mo algo inferior o menos estimable que el
clausurar la historia, la invocación de unos la Ilustración haya hecho que la “pasión revo- mito al que se han encadenado.
fines nobles y virtuosos está empezando a lucionaria” se transforme en “pasión identita- Es lo que denuncia Étienne de la Boétie
servir de coartada para el empleo de unos ria”, provocando que una grave involución en en uno de los ensayos más penetrantes debi-
medios atroces y despiadados. En nombre la totalidad del sistema. Bajo los efectos de dos al pensamiento ilustrado, La servidumbre
de la democracia en guerra no se condena, esta transformación, la desigualdad deja de voluntaria. En él constata que, en efecto, “la
en efecto, la tortura, sino el propósito que ser aquella “dolencia” que señalaba Furet y libertad suele perderse mediante ardides”, pe-
persiguen los enemigos de la democracia pasa a ser una realidad incontrovertible, deja ro sólo para añadir a continuación que “la
cuando torturan; no se condenan las matan- de “circular de contrabando” y vuelve a dis- gente se engaña a sí misma más de lo que es
zas de civiles, sino la causa que invocan poner de un “un estatuto legítimo”, como su- seducida por otros”. Instalados en una servi-
cuando hacen estallar sus bombas en una ca- cedía antes de 1789. Intelectuales y académi- dumbre de la que no es posible escapar, salvo
lle o en un mercado. Disponiendo de un cos de diversas disciplinas –otra vez los cléri- que se pongan en cuestión no las propias
buen propósito y de una causa correcta, tor- gos a los que hablaba Benda– se esfuerzan en- convicciones, sino la relación que las articula,
turar y matar civiles se convierte en un coste tonces por demostrar que, entre unos seres esa dialéctica de la Ilustración que afirma, a la
inevitable, en un fatídico aunque disculpa- humanos y otros, existen diferencias que se vez que niega, nuestras mejores causas, podría
ble mal menor. pueden superar y diferencias que resultan in- suceder que, como en tiempos de Roma, las
Esta forma de entender y dar curso a la superables, según el escalofriante modelo revueltas ya no se propongan “abolir la coro-
“pasión revolucionaria”, esta ratificación de apuntado por el italiano Sartori en La socie- na sino cambiarla de lugar”, ya no sirvan para
la dialéctica descrita por Adorno y Horkhei- dad multiétnica. Desde distinta perspectiva, “derrocar al tirano, sino para conservar la ti-
mer, estaría llevando a recorrer en sentido in- aunque siempre con el tácito propósito de le- ranía”. La conclusión resultaría desoladora: si
verso el camino en favor de la igualdad que gitimar el nuevo estatuto de la desigualdad, finalmente triunfase esa “pasión identitaria”
se inició en la Revolución de 1789 y que, en- islamólogos más o menos improvisados, más que no cesa de ganar terreno ante nuestros
tre otras cosas, hizo de Francia una benéfica o menos perseverantes, fatigan las traduccio- ojos, la igualdad se habría convertido de nue-
“tierra de asilo”, un baluarte irreductible del nes de textos religiosos para documentar la vo en un sueño lejano e incumplido y la Bas-
ideal republicano. Algo similar estaría ocu- incompatibilidad entre la condición de mu- tilla estaría otra vez por asaltar. ■
rriendo en el país que ha compartido con sulmán y la de ciudadano. Finalmente, soció-
Francia esta responsabilidad y este honor: los logos y analistas empiezan a dar forma a una OBRAS CITADAS
EE UU de Jefferson y los padres fundadores. figura que recuerda a los conversos y a los Arendt, Hannah: Los orígenes del totalitarismo,Taurus,
La igualdad ante la ley que promovió la pri- cristiano nuevos de la España inquisitorial: la Madrid, 2001.
mitiva “pasión democrática”, y que desde figura del inmigrante de segunda y tercera Boétie, Étienne de la: El discurso de la servidum-
Francia y EE UU saltó al resto del mundo, generación, un ciudadano a título completo bre voluntaria, Tusquets, Barcelona 1980.
da signos inequívocos de estar cambiando de que nunca inmigró ni se movió de su lugar Dahl, Robert: ¿Es democrática la Constitución de
sentido, en la misma medida y en la misma de nacimiento pero sobre el que se hace re- Estados Unidos?; Fondo de Cultura Económica,
Buenos Aires, 2003.
dirección que las pasiones que, identificadas caer, como un estigma, la decisión que toma-
Furet, François: El pasado de una ilusión: ensayo
por Arendt y Furet, se pusieron desde el pri- ron sus antepasados más o menos remotos. sobre la vida comunista en el siglo XX. Fondo de Cul-
mer momento a su servicio. Una parte sus- La democracia en guerra incurre en una con- tura Económica de España, Madrid, 1995.
tancial de los argumentos que se han ido tradicción ya conocida: ganar adeptos en el Horkheimer, Max y Adorno, Theodor: Dialéc-
allegando a los debates suscitados tras algu- exterior mientras que, en el interior, se gene- tica de la Ilustración; Trotta, Madrid, 1998.
nos episodios más o menos recientes, como raliza la purga y la sospecha. Sartori, Giovanni: La sociedad multiétnica, plura-
el incontrolable crecimiento de la inmigra- Con demasiada frecuencia, la historio- lismo, multiculturalismo y extranjeros, Taurus, Ma-
ción clandestina, los atentados de Washing- grafía y la crítica política se han ocupado de drid, 2001.
ton y Nueva York o la llamarada de cólera en las rupturas y discontinuidades en los proce-
las banlieues de Francia, están reforzando la sos ideológicos de largo aliento, de los rasgos
convicción de que, en último extremo, la específicos de cada periodo y, en concreto, de José María Ridao es diplomático y escritor. Su últi-
igualdad ante la ley no podrá seguir signifi- esos dos siglos de pasiones que arrancan con mo libro es La paz sin excusa.

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UNA HERMENÉUTICA
DE LA INMIGRACIÓN Políticas, discursos y retóricas

RICARD ZAPATA-BARRERO

“Un nuevo mundo requiere una ciencia políti- Palacio del Eliseo nos indican que la la política sino de la política del discurso.
ca nueva” composición es blanca de origen, alta, Esta política del discurso es cada vez más
(A. Tocqueville, La democracia en América, Vol. morena/rubia. No hay ninguna muestra una práctica de los partidos ante la mayo-
1; 13, Alianza, Madrid).
de la diversidad en el gobierno francés. ría de las demandas relacionadas con la di-
“¡Houston, tenemos un problema!” Esta es la realidad y es esta realidad la que versidad cultural. Esta política del discurso
(comandante James Lowell a bordo del Apolo debe estar en la base de los discursos. es una práctica cada vez más usual de los
XIII, lunes 13 de abril de 1970, sobre las 21h) Los sucesos de Francia han generado partidos presos del único interés que tie-
muchas interpretaciones, muchas retóricas nen: acceder/conservar el poder y la mayo-
y discursos. Los discursos políticos tienen ría de votos.

L
as dos semanas de “rebelión de la un componente casi mágico puesto que se Las reflexiones que suscitan las dos se-
banlieue” (Libération) en Francia (a convierten para el ciudadano de a pie en manas que asolaron Francia no son sola-
partir del 3 de noviembre) ha puesto fuente de legitimación de sus percepciones mente sobre los hechos y los conflictos
en evidencia que el proceso de pauperiza- y comportamientos. El hecho de que mi- acaecidos sino en cómo la clase política ha
ción de la sociedad tiene un claro compo- nistros con responsabilidad política llamen gestionado estos hechos a través del dis-
nente étnico. Aunque ya está presente en a los jóvenes que expresan su rabia con la curso. Es necesaria una reflexión no tanto
la estrategia de Lisboa Europea (Informe violencia callejera “chusma”, “banda de sobre el discurso del poder, sino sobre el
de Lisboa adoptado en el Consejo Euro- gamberros”, “alteradores del orden públi- poder de los discursos. En esta páginas mi
peo de marzo de 2000) ha quedado claro co” o incluso “cabecillas de la economía intención es ofrecer un primer marco
que el origen y el nacimiento es un factor paralela que no quieren que la Republica conceptual de lo que denomino como
de pobreza, en pleno siglo xxi y en nues- se instale en sus barrios” (citado por “hermenéutica de la multiculturalidad”:
tras sociedades occidentales. Esto es, el he- C. Wihtol de Wenden en “La crisis de los esto es un recurso metodológico que me
cho de ser inmigrante o de ser ciudadano barrios periféricos”, La Vanguardia, 21 no- permita analizar cómo desde el poder po-
de origen inmigrante predispone a la per- viembre 2005), o que incluso el mismo lítico se construyen interpretaciones para
sona a tener menos oportunidades de salir ministro Sarkozy proclame la expulsión gestionar la multiculturalidad con inten-
de situaciones de pobreza o de la cité. Este inmediata de inmigrantes implicados, no ciones claramente de la lógica más elitista:
hecho debe provocanos reflexiones serias es sólo un hecho grave de interpretación conservar el poder. Y cómo estas interpre-
sobre nuestras democracias, que funcionan (los que se rebelan no son inmigrantes si- taciones se articulan a través de discursos
sobre unas bases de exclusión y margina- no franceses de origen, hijos de la Républi- y de retóricas que tienen como función
ción, de desventajas debidas al nacimien- que Française), sino una clara acción in- legitimar políticas de gestión de la multi-
to. Y todos sabemos que cuando el princi- tencional de evitar hacer un discurso ex- culturalidad. La forma en cómo el ámbito
pio del nacimiento (la desaparición de plicativo social y económico, generacional, de la política construye el discurso se con-
principe de la naissance, según interpretaba de problema estructural, de resultado de vierte para mi en un indicador del proce-
B. Constant la Revolución francesa) tiene un vínculo socialmente peligroso entre te- so mismo de multiculturalidad. Veamos
un significado social y político en una so- rritorio (barrio), clase social (pobre) y ori- un primera forma de articular estas ideas.
ciedad, estamos realmente ante variables y gen (la mayoría son “français d’origine”),
parámetros propios de épocas pre-moder- sino de pane et circe, de dar al pueblo lo El análisis del discurso como indicador
nas, donde “el nacer” determinaba nuestra que el pueblo quiere oir (la expresión de la del proceso de multiculturalidad
posición en la sociedad, o en una sociedad política basura). Las declaraciones políti- Desde el punto de vista del discurso, la si-
de castas sin posibilidad de movilidad so- cas del gobierno francés tiene una clara in- tuación que vivimos hoy en día tiene si-
cial clara. (Llamarse Mohamed en Francia tencionalidad: que los sucesos no les resten militudes con el contexto donde pronun-
es un factor de desventaja). Como a veces votos hacia su extremo derecha lepenista. ciaba sus palabras Alexis de Tocqueville en
las fotografías destapan evidencias, ante la Esta es su única preocupación, la única ló- pleno siglo xix. El autor francés dedicó
crisis de Francia y las reuniones de todo el gica intencional que mueve la política gu- gran parte de su actividad teórica a buscar
gabinete gubernamental francés, la foto de bernamental. Todo lo demás es adjetivo. respuestas a este argumento. Cuando una
todos los ministros en las escaleras del Estamos ya en el terreno no del discurso de etapa histórica tiene como eje de debate

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UNA HERMENÉUTICA DE L A INMIGRACIÓN

reflexiones conceptuales (conceptos viejos iniciar la interpretación y que aplicaré pa- proceso de multiculturalidad: el análisis
que no acaban de servir para nuevas reali- ra el estudio del discurso2. del discurso como indicador del proceso de
dades, nuevas realidades que no acaban de ● Primera premisa: Estamos ante un cambio3. La idea es utilizar el discurso co-
ser abarcadas conceptualmente) estamos proceso de multiculturalidad global, histó- mo un indicador de cómo el mundo de la
en un periodo de cambio1. Hoy en día rico e irreversible. política, la sociedad, las instituciones, etc.
nos estamos encontrando con muchas di- interpretan el proceso.
ficultades por el mero hecho de que hace ●Segunda premisa: Este proceso de
falta un nuevo discurso para un nuevo multiculturalidad es el motor del proceso ● Tercera premisa: La mayoría de los
mundo. Cada vez es más evidente que las de cambio que están viviendo nuestras so- conflictos que se debaten no versan sobre
cosas están cambiando en todos los nive- ciedades hoy en día. hechos concretos sino sobre sus interpre-
les pero especialmente nuestras percepcio- taciones.
nes en torno a la relación entre Cultura y Estamos realmente ante un cambio es- Cuando nos referimos a la mayoría de
Política. tructural que está penetrando todos los conflictos actuales que tienen al inmigran-
Desde el punto de vista conceptual, ámbitos de la vida y que llamo Revolución te como referente no hablamos sobre he-
llamaré a esta situación, no sin la seriedad Silenciosa (R. Zapata–Barrero, 2004b; 17) chos sino sobre sus interpretaciones. Por
que requiere, “¡Houston, tenemos un pro- en el sentido de que es un proceso de cam- lo tanto, no es un debate sobre la inmigra-
blema!”. Esto es, tenemos un problema bio que está operando a nivel individual y ción sino sobre cómo se interpreta la inmi-
práctico, un problema de referencia porque colectivo. Este proceso nos está obligando gración. Este cómo es la puerta de entrada
tenemos dificultad de nombrar lo que ve- a redefinir quiénes somos, qué pensamos, para el análisis del discurso. Esto implica
mos y lo que queremos en torno a la in- cómo valoramos las cosas. Tiene un nivel que los conflictos sociales que se producen
migración y la multiculturalidad. Este de exigencia ontológica social sin prece-
problema presiona en nuestro principal dentes. Quisiera explorar el análisis del
3 Este estudio sigue una linea de investigación cuya
marco de referencia: la democracia. En discurso como una nueva vía de estudio
parte teórica se encuentra en R. Zapata-Barrero, 2004b
este marco, introduciré las premisas para de los procesos de cambio que supone el y aplicada en R. Zapata-Barrero, 2004a, donde destaco
indicadores de multiculturalidad a través del análisis del
asociacionismo inmigrante, las comisiones parlamenta-
2 Estas premisas ya han estado formuladas en nu- rias, los informes del defensor del pueblo, las redes de
1 Véase la Introducción de R. Zapata-Barrreo, ed. merosas ocasiones. Véase, por ejemplo, la Introducción actores comprometidos (stakeholders), el análisis de los
2006, W. E. Connolly, 1993 y T. Ball, 1988, así como R. de G. Aubarell y R. Zapata--Barrero,eds. 2003, y R. medios de comunicación, el análisis de los estereotipos,
Zapata-Barrero,2005b. Zapata-Barrero, 2004b. de las encuestas de opinión, etc.

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RI C ARD Z APATA–BARRERO

están relacionados con conflictos de signi- lismo de marcos de referencia, de tradiciones conceptos los que, de alguna manera, des-
ficados. En este punto entramos en el te- y culturas diferentes (R. Zapata–Barrero, criben la realidad. Las dificultades con-
rreno de la argumentación: de los hechos a 2006). Por lo tanto, la pregunta de nuestra ceptuales expresan la necesidad de cons-
los conceptos y sus interpretaciones (N. época ya no es cómo gestionar el pluralis- truir un nuevo discurso.
Fairclought, 1993; T. van Dijk, 1993). De mo de valores con principios democráticos, Sin voluntad de entrar en este intere-
acuerdo con este punto de vista, el proble- sino cómo gestionar el vinculo entre de- sante debate4, creo que lo importante de
ma de la construcción de una mezquita en mocracia y pluralismo cultural. Lo que nos las confusiones conceptuales que existen es
un barrio es un problema de las interpre- interesa analizar son los discursos que esta ge- que para entender por qué existen estas
taciones que genera en la ciudadanía. Tan- nerando este proceso. dificultades de encontrar una sola defini-
to es así que considero no sólo que detrás En este Tiempo y Contexto la re- ción para un fenómeno es porque se mez-
de toda política existe un discurso, sino flexión sobre la democracia adquiere tam- clan descripciones, explicaciones y deside-
que la misma política es una realidad dis- bién un sentido ontológico sin preceden- rátums al mismo tiempo. ‘Interculturali-
cursiva y por lo tanto es una fuente gene- tes. Teniendo en cuenta nuestro tiempo dad’, ‘multiculturalidad’ y toda la batería
radora de interpretaciones. Por ejemplo, el histórico, desde los griegos hasta hoy en de nuevos conceptos que nos ayudan (o
hecho que durante unos meses el gobierno día, la democracia como sistema hegemó- nos confunden), al mismo tiempo descri-
centrase toda su política en la regulariza- nico de organización es una excepción. ben, explican y expresan deseos. Les esta-
ción de inmigrantes que están en situación Existen muchas más generaciones de per- mos otorgando demasiado poder semánti-
irregular sitúa a la ciudadanía en un nivel sonas que han vivido tiempos no demo- co. Esta confusión es un reflejo de nuestra
discursivo determinado: el que vincula in- cráticos que democráticos. Nuestra gene- propia desorientación. Esta confusión dis-
migración/fronteras/irregularidad. Una ración está viviendo en este sentido una cursiva es un indicador de que estamos en
decisión política es, por lo tanto, una rea- excepción histórica. Los discursos que inte- los inicios del proceso. Éste es un ejemplo
lidad discursiva. resan analizar son los que sitúan el conflic- de análisis por hacer siguiendo el enfoque
to que genera el pluralismo cultural, el del discurso.
Resumiendo, las tres premisas nos in- que resulta del proceso de multiculturali- Otro ejemplo de análisis discursivo es
dican que el proceso de cambio que se dad, en el marco de la democracia. Si todo el del propio discurso de la multiculturali-
produce con el proceso de multiculturali- discurso pretende proporcionar respuestas dad. La Multiculturalidad como modelo
dad está generando también un proceso de a preguntas, las discursos que nos interesa de sociedad, como ideal a alcanzar, está en
construcción discursiva. En estas páginas analizar son los que plantean preguntas a crisis. El enfoque del discurso nos permite
me propondré dos objetivos: un objetivo la democracia. Son discursos que ejempli- despejar la confusión entre concepto y cri-
analítico y un objetivo aplicado. En pri- fican el gran reto de nuestro tiempo histó- sis, y lo que está en crisis. La crisis no es
mer lugar, presento las bases de una teoria rico, de nuestra época semántica en térmi- del concepto sino de un tipo de discurso
de la interpretación de la multiculturali- nos de R. Koselleck (1993): gestionar con que ha prevalecido hasta finales del siglo
dad o heremeneutica de la multiculturali- nuestros valores y principios democráticos pasado. Hoy en día la multiculturalidad ya
dad teniendo en cuenta el Tiempo y el el pluralismo cultural. Salir de la democra- no es un deseo, un ideal a alcanzar, sino
Contexto históricos donde nos encontar- cia para gestionar el pluralismo cultural es una realidad a gestionar. Pasamos del dis-
mos. En segundo lugar, aplico estas pri- una posible forma de reacción pero en este curso prescriptivo a un discurso descripti-
meras “herramientas analíticas” para pro- caso nos situamos en una contradicción e vo en torno a la multiculturalidad5.
poner un enfoque propio, la politización incoherencia históricas que bien pueden Considerar el discurso como indica-
de la inmigración. provocar la desaparición misma de nuestro dor no implica pronunciarnos. Nuestra
sistema de referencia moderno (nuestro actitud es siempre analítica. No nos inte-
Tiempo y Contexto: hacia una Apolo XIII si nos basamos en la imagen resa pronunciarnos sobre si una interpre-
hermenéutica de la multiculturalidad: de antes): la democracia como valor y pro- tación es correcta o no, si es verdadera o
democracia, pluralismo cultural cedimiento. falsa. Lo que a mí me interesa saber es que
y discurso Es un hecho que estamos en los ini- estos discursos que se hacen en diferentes
Una hermenéutica de la multiculturalidad cios de un proceso en que la diferencia niveles están representando las formas de
tiene como principal objetivo analizar el cultural empieza a entrar dentro del dis- cómo la sociedad los está interpretando.
proceso de construcción del discurso de la curso político y social. Analizar cómo se Por ejemplo, si lo interpreta bajo forma de
multiculturalidad. Históricamente en este está produciendo esta entrada es el gran racismo, o bajo forma de inseguridad, me
siglo xxi hemos pasado de la cuestión del tema a discutir. Estamos ante un proceso indica cómo la sociedad (o un actor, o una
pluralismo (a secas) a la cuestión del plura- de cambio social que implica un proceso institución, etc.) genera una serie de argu-
lismo cultural. Esto significa que si bien la de definición institucional, de cambio es- mentos protectivos/protectores ante los
cuestión del pluralismo fue el gran tema a tructural; y esto también implica, y aquí cambios que demanda el proceso irreversi-
resolver del siglo xx desde el punto de vista es dónde se sitúa un núcleo de reflexión, ble de pluralismo cultural.
de la democracia (resolver el tema del con- una innovación conceptual. Nos faltan En la próxima sección presento el en-
flicto entendido weberianamente como de palabras, estamos en un proceso de redefi- foque propio de la hermeneutica que pro-
los “Dioses del Olimpo”, esto es, con el nición y de definición de nuevos concep- pongo.
conflicto entre diferentes concepciones del tos (¿‘integración’?; ¿‘interculturalidad’?;
mundo pero con una misma base cultural ¿ciudadanía?; ¿significa lo mismo el con-
4 Véase un manual sobre el vínculo entre conceptos
compartida), hoy en día, nos acercamos a cepto de igualdad en el sentido de plura-
y procesos de cambio, en R. Zapata-Barrero, ed. 2006.
la gestión de un tipo de conflicto de plura- lismo a secas y en el sentido de pluralismo 5 Algunos argumentos sobre este cambio de discur-
lismo cultural. Esto es, ya no nos enfrenta- cultural?, etc.) Todos estos temas concep- so se encuentran en R. Zapata-Barrero, págs. 67-79,
mos al pluralismo a secas sino a un plura- tuales son importantes porque son los 2004b.

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UNA HERMENÉUTICA DE L A INMIGRACIÓN

Un marco para el análisis del discurso tido clásico vuelve a ocupar paulatinamen- que esta unidad de análisis intenta no pro-
sobre la multiculturalidad: Discurso te el espacio de lo Político. Por medio de nunciarse ella misma, aunque mi posición
re-activo (nuevo conservadurismo) esta retórica (en sentido clásico) se intenta al respecto es que en temas de inmigración
y Discurso pro-activo trasmitir sentido a incertidumbres. Existe y de multiculturalidad siempre estamos
(nuevo progresismo) también un sentido moderno que también ante una realidad interpretable. Por lo tan-
Para definir nuestro enfoque nos interesa quisiera retener. Ya no es la concepción de to, caracterizar a un discurso de re-activo y
proporcionar una visión dinámica y abier- la retórica finalista, sino instrumental. La a otro de pro–activo, teniendo como tie-
ta del discurso: el Discurso re-activo y el retórica utiliza argumentos. El estudio de nen ambos una concepción determinada
Discurso pro-activo. Como primeras pre- la argumentación se convierte en objeto del conflicto a resolver, no deja de ser un
misas, el discurso re-activo reacciona contra de análisis (Ch. Perelman, 1989). En este “juego de espejos” dependiendo de en qué
el proceso de multiculturalidad; mientras sentido moderno, la retórica de la multi- marco de referencia uno se sitúa. Igual la
que el discurso pro–activo acompaña el culturalidad se refiere al conjunto de argu- cita que recojo de una entrevista que se le
proceso de multiculturalidad. Ambos res- mentos que se movilizan para justificar in- hizo a J. M. Le Pen, líder y creador del
ponden a los conflictos que se generan, terpretaciones en torno al proceso de mul- Front Nacional, partido francés con un
pero desde prismas diferentes. El discurso ticulturalidad. discurso declaradamente anti-inmigrante,
re-activo busca gestionar el conflicto y se Combinando estos dos sentidos, se nos puede ayudar a entender lo que quiero
preocupa por las alteraciones que supone puede hacer de la “retórica de la multicul- decir:“Yo no soy xenófobo ni racista sino
el proceso de multiculturalidad en todas turalidad” una línea de investigación. En francófilo” (Entrevista en La Vanguardia, 1
las esferas de vida, que percibe como nega- este punto me apoyo en otro autor que no de febrero de 2004). Ante estas declara-
tivas. El discurso pro-activo aspira a propor- ha trabajado directamente estos temas pe- ciones, los mecanismos del análisis discur-
cionar a las personas recursos e instrumen- ro que ha hecho una contribución analíti- sivo tienen dificultades de identificar esta
tos para que gestionen los conflictos, que ca interesante y que me ayudará a dar sen- sentencia como re-activa o como pro-acti-
perciben como un hecho histórico irrever- tido al enfoque que propongo. Se trata de va. Existen dos posibles marcos de refe-
sible. Uno de los criterios de distinción A. O. Hirschman y su The Rhetoric of Per- rencia: el proceso histórico o bien la ciu-
entre ambos discursos es la concepción suasión (1991). Hirschman estudia el pro- dadanía autóctona y su identidad nacio-
que tienen del conflicto. El discurso re-ac- ceso de adquisición de derechos por parte nal. Estos dos marcos de referencia ayu-
tivo lo interpreta como algo negativo, co- de la ciudadanía a lo largo de la historia, dan a distinguir el discurso re-activo y el
mo amenaza; el discurso pro–activo, como recogiendo los autores que han tratado el discurso pro–activo. En última instancia,
una oportunidad histórica y como for- tema desde el principio y basándose en la el discurso re-activo reacciona, si me per-
mando parte del proceso de socialización conocida distinción analítica de T.H. Mar- miten la redundancia, contra el proceso
en el que está envuelta nuestra sociedad. shall entre tres tipos de derechos (civiles, histórico; mientras que el discurso pro–
Asimismo, sin querer entrar en el te- políticos y sociales). Hirschman se centra activo es un discurso que asume el carác-
ma que detrás de un discurso hay una en el discurso, no de los que defendían la ter histórico del proceso. El discurso que
ideología (T. Van Dijk, 1998), lo cierto es adquisición de derechos, sino de los que hay detrás de la frase de Le Pen, es en este
que existe un vínculo entre el nuevo con- reaccionaban en contra (y de los argumen- sentido, re-activo; su retórica, conserva-
servadurismo y su discurso rea-activo, y el tos que daban), el discurso re-activo6. En dora. Este potencial “juego de espejos”
nuevo progresismo y el discurso pro-acti- esta línea, utiliza la imagen de la mecáni- puede convertirse en precisamente un
vo. Este nuevo conservadurismo y nuevo ca de Newton de que detrás de una acción mecanismo retórico propio del discurso
progresismo no necesariamente coinciden se produce inevitablemente una reacción del nuevo conservadurismo. Quien pro-
con el eje tradicional entre derechas e iz- (Hirschman, 1991; 8). Esa lógica mecáni- voca el “juego de espejos” es, por lo tanto,
quierdas. Por lo tanto, quisiera que a par- ca de la acción/reacción nos puede ayudar el discurso conservador, no el progresista.
tir de ahora dejemos de lado criterios y a entender la formación de discursos y de El “juego de espejos” es una retórica re-
formas de categorizar la realidad que no retóricas. En nuestra línea de argumenta- activa.
acaban de servir para entender los nuevos ción, ante un proceso histórico (el proceso
procesos en los que estamos inmersos, de multiculturalidad) se forman dos tipos 1. Discursos re-activos y nuevo conserva-
siendo el de multiculturalidad el que nos de discursos: uno re-activo y otro pro-acti- durismo: retórica populista y retórica de
ocupa. vo. Mi argumento es que la retórica del la tradición
Al hablar de nuevo conservadurismo y primer discurso es propia del nuevo con- Los discursos re-activos suelen expresarse a
de nuevo progresismo para caracterizar un servadurismo; la retórica, del segundo for- través de dos tipos de retóricas: la retórica
discurso entramos en el terreno de lo que ma parte de un nuevo progresismo. Anali- del populismo y la retórica de la tradición.
llamaría como la retórica de la multicultu- zar la re-acción/pro-acción discursiva, la
ralidad. Analíticamente cada discurso tiene retórica del nuevo conservadurismo y la a) RETÓRICA POPULISTA
retóricas diferentes. Utilizo el término retó- retórica del nuevo progresismo se convier- La retórica populista suele utilizar el argu-
rica en su doble sentido (J. Bender y D. te en un programa de investigación pro- mento de la democracia, en el sentido de
Wellbery eds. 1990). En el sentido clásico pio. Este es el programa que me gustaría apelar a los intereses de la ciudadanía y de
(aristotélico) de persuasión. Desde esta acabar de perfilar. querer satisfacerlos. Lo que hace en reali-
perspectiva clásica de la retórica encontra- Pero antes quisiera también aclarar dad es apelar a un sector de la sociedad
mos el conjunto de argumentos que ayu- pero en nombre de toda la sociedad. Crea
dan a conformar un discurso persuasivo confusión entre los intereses de una parte
6 En esta lógica también existe un obra que analiza
en torno a cómo se interpreta la multicul- de la sociedad (la ciudadanía autóctona)
los discursos que en los siglos xix y xx ni se adhirieron a
turalidad. Como este proceso genera con- las dos discursos dominantes: el liberal y el socialista, S. frente a otra parte de la sociedad (la ciu-
fusión y desorientación, la retórica en sen- Holmes, 1999. dadanía inmigrante). Esta retórica se nu-

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tre del referente “popular”, “pueblo”, y lo do de la realidad). El ciudadanismo de de- políticas frente a otras. La tradición es la
vincula a la seguridad y al mantenimiento rechas construye discursos protectivos de última fuente de legitimación y juega un
del nivel socio–económico (R. Zapata-Ba- los derechos sociales adquiridos (¡quien lo papel casi sagrado, puesto que se puede
rrero, 2004b). En alguna ocasión me he iba a decir!), se nutre de las emociones sin pasar fácilmente de unos argumentos ini-
referido a esta retórica como “ciudadanis- rumbo que tiene la ciudadanía y tiene un ciales racionales y penetrar en el de las
mo” en tanto que apela a una noción de lenguaje donde se mezcla la protección de emociones fuertes directamente relaciona-
ciudadanía mal entendida (R. Zapata-Ba- la identidad nacional con la seguridad fí- das con nuestra identidad. En España,
rrero, 2005c). sica y el mantenimiento de la estabilidad. por ejemplo, existe un vínculo entre el
De hecho, detrás de esta nueva retóri- Veamos ahora otra retórica del discurso discurso de la inmigración y nuestra tra-
ca de la inmigración existe un ciudadanis- re-activo. dición basada en la Hispanidad, en una
mo de izquierdas y un ciudadanismo de de- lengua (la castellana) y una religión (la ca-
rechas. El resultado es el mismo: la instru- b) RETÓRICA DE LA TRADICIÓN tólica) (R. Zapata-Barrero, 2005a). Ilus-
mentalización política del concepto de La retórica de la tradición no tiene el inte- tremos brevemente este argumento.
ciudadanía por parte de quienes lo enar- rés como referente argumental (el interés Es cierto que la percepción social de
bolan. Usar el concepto de ciudadanía no del pueblo, del inmigrante) para entender la inmigración generalmente va asociada a
como finalidad sino como un medio que el conflicto que se produce en el proceso los musulmanes como minoría religiosa.
esconde otras intenciones (ganar votos es de multiculturalidad sino la tradición. En base a este vínculo público se constru-
una intención, despertar al anarquista que Frente al lenguaje de la seguridad y del yen unos discursos conservadores sobre la
todos llevamos dentro también). El ciuda- mantenimiento del nivel socio-económi- identidad europea y la civilización euro-
danismo es, de hecho, una “democracia co, que caracteriza a la retórica populista, pea que apelan a las tradiciones cristianas
mal entendida”. Pretende dirigirse al inte- esta retórica conservadora produce básica- y construye el Islam como nuevo pueblo
rés de la sociedad, pero en realidad se diri- mente argumentos identitarios. Su marco bárbaro. España está ya participando en
ge a un sector de la sociedad (al inmigran- básico es que la tradición, entendida como esta dinámica. Este tipo de discurso tien-
te no-ciudadano, por ejemplo) que se en- transmisión cultural de usos y costumbres de, asimismo, a confundir religión y cul-
frenta a otro sector (al ciudadano-votante, de generación a generación (K. Friedrich, tura. El resultado de este intercambio de
por ejemplo). El ciudadanismo no es un 1972), se rompe con el proceso de multi- conceptos contribuye a crear una concep-
discurso vertebrador sino que invertebra la culturalidad. Esta nueva retórica se opone ción negativa del proceso de multicultu-
sociedad. El discurso ciudadanista tiene frontalmente al proceso de cambio en el ralidad. De este modo crea una concep-
una función “reactiva” para el discurso, que estamos en tanto que afecta a los valo- ción religiosa de la cultura, en lugar de fo-
puesto que construye sus argumentos cen- res de la tradición más esenciales: los valo- mentar lo contrario, una concepción cul-
trándose en las “quejas” con el objetivo de res identitarios y comunitarios. tural de la religión. En España este debate
que se traduzcan en acción social contra Pero esto no es una excepción históri- debe ir también acompañado de una dis-
otros sectores de la sociedad, confundien- ca sino que se halla presnete en todos los cusión profunda sobre el proceso de cons-
do la realidad y el ideal de la sociedad, se- procesos de cambio estructurales, comen- trucción de nuestra tradición y la identi-
dando la responsabilidad social y política zando por la propia Revolución francesa, dad española, básicamente formada como
que requieren estos temas que tienen efec- la cual generó su componente re-activo identidad reactiva contra la identidad mu-
tos inmediatos sobre la estabilidad y la co- conservador. De hecho, no es ninguna no- sulmana. Este argumento tiene un carác-
hesión sociales. vedad que la propia ideología conservado- ter práctico evidente.
El ciudadanismo “esencializa” los inte- ra comenzara a producir sus argumentos Es también una realidad que la identi-
reses/necesidades del ciudadano y del in- contra la Revolución francesa. El marco dad española, como la europea pero con
migrante. Las necesidades se crean y son de referencia de E. Burke, por ejemplo, muchos más puntos históricos de referen-
siempre resultado de un proceso. Por lo era defender el respeto de la tradición de cia, se ha construido en oposición a lo
tanto, son cambiables. Utiliza el interés la Revolución inglesa frente a la francesa, musulmán en general y a lo marroquí en
del ciudadano o del inmigrante como ver- que rompía literalmente la cadena de concreto, considerado en términos peyo-
dad democrática. Usar el argumento de la transmisión histórica (E. Burke, 1987). rativos como “el Moro”. Nadie puede ne-
ciudadanía para dar estatuto de legitimi- Esta retórica del nuevo conservaduris- gar que la tradición española no se puede
dad a una propuesta es una práctica dis- mo se aferra a la tradición como principal entender sin la herencia islámica y el patri-
cursiva ciudadanista. Construir argumen- productor de argumentos. En nuestros monio cultural. ¿Cómo gestiona España el
tos hasta el extremo que las necesidades de términos más identitarios, aquí entran los hecho de que una imagen estereotipada
unos (ciudadanos o inmigrantes) son in- argumentos de mantener nuestra tradi- histórica del Moro gobierna la opinión
compatibles con las necesidades (sociales, ción cristiana, católica-romana y apostóli- pública y las discusiones políticas? ¿Cómo
culturales, económicas) de otros es tam- ca frente a otras fuentes religiosas identi- puede España luchar contra esta opinión
bién una forma de ciudadanismo. tarias. La tradición puede ser considerada, negativa profundamente arraigada sin
El ciudadanismo de izquierdas tiene si me lo permiten, como un disco duro amenazar su identidad nacional? ¿Cómo
detrás un discurso del “inmigrante bue- que tenemos en nuestra memoria históri- pueden los musulmanes residentes en Es-
no”, es paternalista en actitud y genera un ca y mediante el cual se ha construido paña expresar su auto-identidad en una
sistema de argumentación que va de un nuestra identidad. Es nuestro alter ego sociedad y en un entorno político que la
exotismo decimonónico (el inmigrante- cultural. En este sentido, las políticas que rechaza?, ¿Debemos asumir que el Islam
primitivo-que-debe-ser-civilizado) a un se hagan para gestionar el proceso de mul- pertenece “a una anomalía histórica”?
intelectualismo (el que razona siguiendo ticulturalidad se nutren de la tradición Cualquiera que sean las respuestas, el de-
una lógica del nosotros y del ellos, y los como principal fuente para buscar crite- bate se centra en la relación entre la pre-
debates nominalistas que pierden el senti- rios que luego servirán para defender unas sencia de la identidad comunitaria musul-

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mana y la tradición de la identidad espa- Las dos expresiones del discurso pro- otros (de conducir moto). Por lo tanto, la
ñola7. Por el momento el debate puede se- activo son la retórica de la igualdad y la re- noción de oportunidad, al aplicarse a la
guir dos lógicas. Una primera que dice tórica de la ciudadanía. cultura, es un concepto dependiente del
que el Islam es una anomalía dentro del sujeto y no puede entenderse de forma
proceso histórico español (¿una anormali- a) RETÓRICA DE LA IGUALDAD objetiva y universal, como seria el caso
dad de ocho siglos!), algo extraño a nues- (DE OPORTUNIDADES) que defiende Barry. Aplicando el princi-
tra tradición e identidad culturales. La se- Detrás de esta retórica de la igualdad lo pio tal como lo entiende Barry, los Sikh
gunda lógica es la que establece que el Is- que se quiere es evitar la creación y perma- no podrían conducir motos, o bien deben
lam pertenece a nuestra tradición e identi- nencia de relaciones de poder entre cultu- dejar su práctica cultural de lado si quie-
dad culturales. Dependiendo de la lógica ras dentro de un mismo territorio: que el ren hacerlo, puesto que el porte de casco
que uno siga tendrá una fuente diferente proceso de multiculturalidad llegue a tener es igual para todos. ¿Qué hubiera pasado
de producción de discursos políticos. El una forma de expresión en términos de es- si en lugar de Gran Bretaña se hubiera
primer enfoque tiende a considerar dos tructuración social y relaciones de poder producido en Francia? Creo que una úni-
tradiciones separadas que han estado his- político. En concreto, una concepción je- ca respuesta es posible, tras la forma de
tóricamente en desacuerdo. Tenderá a se- rárquica de las diferencias culturales. El te- gestión del velo en las escuelas: se les hu-
guir un discurso político que enfatice la ma está, pues, en cómo entender este vín- biera negado la oportunidad.
diferencia entre las tradiciones musulma- culo entre multiculturalidad y relaciones Para profundizar en este caso, la cues-
nas y españolas, lo que separa las dos tra- de poder. Comencemos la argumentación tión principal sobre la manera de resolver
diciones. El segundo enfoque defenderá presentando los términos del debate entre esta doble forma de concebir la “oportuni-
que hay una tradición (en lugar de dos) dos intérpretes del proceso: B. Parekh dad” es, al fin y al cabo, si la cultura es un
que ha convergido históricamente. Esta lí- (2000) y B. Barry (2001). Cada uno de asunto de elección o no. Si es un asunto
nea da lugar a un discurso político que ellos ejemplifican bien la mayoría de los que depende de la voluntad de la persona,
acentúa lo común de las dos tradiciones argumentos que se producen. entonces estaríamos con una premisa que
(M. A. Roque, ed., 2003). De entrada, ambos conceden que la apoyaría la solución pro-activa de Barry.
En este marco, desde el punto de vista igualdad implica oportunidad. La disputa Pero si admitimos que la cultura, aunque
discursivo, la pregunta directa importante se produce entonces en cómo entender puede ser objeto de cambio voluntario,
es la siguiente: ¿Es posible incorporar la “oportunidad”. Para B. Barry, represen- tiene un componente inicial independien-
herencia musulmana a la tradición de la tante del igualitarismo liberal, y por lo temente de nuestra voluntad (el hecho de
ciudadanía española sin amenazar la iden- tanto en contra de toda consideración de ser cristiano por haber nacido de padres o
tidad española? El discurso re-activo, si- conceder derechos a grupos o comunida- en un contexto cristianos no es voluntario
guiendo la retórica de la tradición, da una des por su adscripción cultural, la “opor- para un hijo), entonces el enfoque de Pa-
respuesta negativa a esta pregunta. Por lo tunidad” es un asunto objetivo que se rekh estaría más justificado. Entre ambas
tanto, para acabar con la presentación de puede determinar con criterios universa- no hay forma de reconciliación, puesto
esta retórica, es un hecho que la forma en les. El principal argumento es que otorgar que una excluye a la otra. Nos encontra-
cómo se ha construido la tradición forma derechos a grupos por su pertenencia cul- mos aquí en el núcleo del debate: conside-
parte de la batería de preguntas que debe- tural vulnera cualquier compromiso con rar o no la cultura como un asunto de
mos plantear. ¿Cómo se ha construido la la igualdad. Para B. Parekh, por el contra- elección. Esta problemática de cómo en-
tradición histórica española? Las respues- rio, la “oportunidad” es un asunto que tender la igualdad de oportunidades cuan-
tas a esta pregunta nos proporcionan ba- depende del sujeto (subject-dependent con- do se aplica a temas culturales constituye
ses para identificar los criterios que orien- cept) y por lo tanto, son los criterios de la una de las principales unidades básicas pa-
tan algunos discursos re-activos: los que persona los que deben prevalecer para ra entender la retórica de la igualdad.
usan la retórica de la tradición. orientar su aplicación. (2000; 241). To- En un reciente trabajo D. Miller
memos el caso de los Sikhs en Inglaterra, (2002) trata del tema de la igualdad de
2. Discursos pro-activos y nuevo progresis- referido como ejemplo de esta distinción oportunidades aplicado a la multiculturali-
mo: retórica de la igualdad y retórica de (B. Parekh, 1990) Durante los años seten- dad, partiendo de la base que significa, “ac-
la ciudadanía ta esta comunidad cultural protestó con- ceso a posiciones de ventaja” (D. Miller,
Los discursos pro-activos son aquellos que tra las autoridades alegando costumbres 2002; 45). El contexto donde aparece esta
perciben los conflictos que suponen el religiosas que les impedían ponerse el cas- retórica es en situaciones donde existe una
proceso de multiculturalidad como opor- co de la moto por llevar un turbante en la competencia por bienes escasos. Existen,
tunidad. Visto sociológicamente, si acep- cabeza. El argumento que daban es que la además, al menos dos condiciones que
tamos con G. Simmel (2003) que el análi- obligación de llevar casco les privaba de la pueden ayudar a entender la aparición de
sis de los conflictos en la sociedad es un misma oportunidad de conducir motos esta retórica: la oferta de bienes debe ser
elemento de socialización, podemos decir que otros por razones de sus costumbres. universal y se deben tener en cuenta los
que estamos en un proceso de socializa- Tenían que elegir entre su cultura o con- costes de las personas para alcanzar dichos
ción generalizado. En este marco, los mis- ducir moto con casco. Su petición fue bienes. En este marco, la retórica de la
mos discursos tienen una responsabilidad aceptada a través de un decreto que les igualdad (de oportunidades) insiste en que
socializadora importante al hablar de los exoneraba de llevar casco. Según Parekh, las personas pueden competir para la ob-
conflictos. esto demuestra que para aplicar la igual- tención de estos bienes escasos en igualdad
dad de oportunidad a veces es necesario de condiciones. Esto implica también que
defender los derechos específicos de cier- el acceso a dichos bienes depende a veces
7 Éste es el principal argumento de R. Zapata-Ba- tos grupos culturales con el fin de que de características de nacimiento o persona-
rrero, 2005a. tengan la misma oportunidad que los les como el esfuerzo y el talento, y no sólo

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de circunstancias contextuales. Si éste es el ● La perspectiva de la inclusión es una nistración, mediante sus acciones, tam-
significado original válido para gestionar el retórica que parte de la situación diferen- bién expresa una realidad discursiva).
pluralismo de valores, ¿cómo podemos in- ciada entre el inmigrante y el ciudadano,
terpretar la igualdad de oportunidades co- que se refleja no sólo en los derechos sino ● La perspectiva de la acomodación es
mo principio gestor de la diferencia cultu- también en la representatividad social y otra retórica que cambia de unidad de re-
ral? Porque con la entrada de una diversi- política, en el uso de canales de participa- ferencia. No se centra en un proceso, co-
dad de culturas dentro del espacio público ción. En definitiva, esta retórica de la in- mo en la retórica de la inclusión, sino una
los adherentes a las nuevas culturas tienen clusión tiene como principal unidad de interacción: la del ciudadano con el no-
igual otras formas de expresar sus identida- referencia para producir argumentos el ciudadano. Es una retórica que propugna
des que les son restringidas en un contexto proceso mediante el cual una persona que el cambio de enfoque de las políticas. En
que sólo contempla una forma de expre- no es ciudadana entra a formar parte de la lugar de enfocarlas únicamente al inmi-
sión cultural. La cultura se convierte en un ciudadanía, dentro del espacio público. grante, dejando fuera del objetivo focal al
elemento de desventaja y, por lo tanto, de Parte de la idea que un inmigrante no tie- ciudadano, forma sus argumentos aten-
vulneración de las mismas oportunidades ne identidad pública, no tiene un espacio diendo la interrelación entre inmigrantes
tal como lo entiende la cultura dominante. público dónde actuar igual que los ciuda- y ciudadanos. Esta retórica asume que la
De ahí que en el debate entre B. Barry, se- danos. Esta retórica de la inclusión inclu- mayoría de conflictos de interpretación
gún el cual la cultura no puede ser un cri- ye representatividad, derechos políticos y surgen en esta interacción.
terio para contemplar la oportunidad, y B. toda una serie de argumentos pro-activos En este marco, esta retórica evita te-
Parekh, quien insiste en que la identidad que existen generalmente en el discurso ner como referente a una entidad abstrac-
cultural debe quedar dentro de la concep- social y que todavía no se contemplan ta llamada “sociedad de acogida” y busca
tuación/conceptualización? que se haga de dentro del discurso político. incorporar en el discurso de la multicul-
“oportunidad”, no exista posibilidad de re- Si bien los argumentos alrededor de turalidad a la ciudadanía. Esta retórica
conciliación discursiva. los derechos políticos son conocidos en el defiende un discurso pro-activo en tanto
En la práctica del discurso, estas dos discurso (R. Zapata-Barrero, 2004b; 189- que busca superar el problema de que ha-
perspectivas no se aplican de forma tan 196), menos lo es el tema de la represen- bitualmente los ciudadanos no se consi-
extrema. Siempre estamos en un lugar en- tatividad. Esto significa, desde la perspec- deran como receptores de los discursos
tre ambas. Esta es la posición que defiende tiva de la inclusión, que la realidad políti- que se hacen, sino que actúan como me-
Miller al proponer que la “oportunidad” ca y pública refleje la realidad social en su ros espectadores y oyentes. Este discurso
referida a contextos de diferencias cultura- composición. Este tema de la representa- trata de implicar a la ciudadanía buscan-
les adquiere un significado de costes. Para tividad tiene una gran tradición dentro do como efecto que los ciudadanos vean
poder aplicar las normas de la sociedad, del discurso feminista, donde se reivindi- que también ellos deben cambiar ante el
los costes culturales son diferentes para al- ca proporcionalidad, pluralidad en el es- proceso de multiculturalidad, que el pro-
canzar las mismas oportunidades. Son esos pacio público, y que la estructura política ceso mismo implica una co-variación en-
costes los que orientan la retórica de la no refleje las relaciones de poder estable- tre inmigrantes y ciudadanos. En efecto,
igualdad (de oportunidades). Entre ellos cidas entre hombres y mujeres. En este los ciudadanos ven cómo cambia su rela-
también deben incluirse los costes de la caso, la retórica es muy similar. Se reivin- ción con su entorno más inmediato y vi-
cultura dominante. En este marco, la dis- dica presencia de la multiculturalidad cre- tal (mundo laboral, vivienda, escuela de
tribución de los costes de la diferencia cul- ciente en la sociedad; en la política (parti- sus hijos, atención primaria, etc.), y perci-
tural constituye uno de los núcleos del dos, órganos de representatividad según ben a los “nuevos” como una de sus cau-
discurso pro-activo. Estos costes suelen te- niveles de gobierno, por ejemplo); en los sas negativas. Esta retórica de la acomoda-
ner una traducción económica en último programas de TV de gran popularidad ción aspira a concienciar a la ciudadanía
término. La idea básica es que la diferencia como las telenovela; un uso no discrimi- de que ellos no son los únicos propieta-
cultural no produzca o consolide desven- natorio del inmigrante en los espots pu- rios legítimos de los espacios públicos,
tajas por razones culturales o propiedades blicitarios y la televisión en general; en la que las diferentes esferas públicas deben
que no dependen de la voluntad de la per- función pública, especialmente las institu- cambiar para acomodar a inmigrantes y
sona (temas de discriminación en general, ciones públicas que tienen contacto direc- ciudadanos. La retórica de la acomoda-
como el color de la piel, nombre y apelli- to con la ciudadanía como son los cuer- ción se enfrenta en este caso a la retórica
do, vestimenta, acento e idioma, etc.). pos de seguridad en cualquier nivel, aun- populista del discurso re-activo basado en
Veamos ahora la otra forma retórica del que preferentemente local y autonómico la lógica argumental del inmigrante-inva-
discurso pro-activo. (cuando los tengan); la representatividad sor/ciudadano-colonizado. Ya no son los
en las redes patronales y redes sociales, inmigrantes solos, ni tampoco los ciuda-
b) RETÓRICA DE LA CIUDADANÍA como las asociaciones de vecinos por danos solos sino la interacción que tienen
Es un hecho que esta retórica constituye ejemplo, y en general en órganos de re- entre ellos en el espacio público la que
un verdadero marco de referencia cada vez presentatividad de la sociedad civil. Esta constituye la unidad básica de referencia.
más extendido que está penetrando en to- retórica de la inclusión que usa el tema de
das las conciencias, en las instituciones, la representatividad parte de la premisa de Restricciones del discurso re-activo y
actores colectivos, etc. En España, todo el que no se puede pedir a los colectivos pri- pro-activo: una aplicación al discurso
mundo quiere hacer “su” discurso pro-ac- vados o no gubernamentales que tengan político en España
tivo usando la retórica de la ciudadanía. una representatividad de inmigrantes si la En todo discurso, como en toda acción,
Existen dos tipos de perspectivas: la pers- misma administración y los órganos pú- hay todo un sistema de restricciones a te-
pectiva de la inclusión y la perspectiva de blicos no toman la iniciativa y construyen ner en cuenta. Identificar estas restriccio-
la acomodación. un marco de referencia a seguir (la admi- nes nos puede ayudar a entender por qué

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se produce un tipo de discurso (re-activo y histórica puede suponer una pérdida de ma de hacer política sería más participati-
pro-activo) y tipos de retóricas (populista, votos y de poder. La lógica de partido y va por parte de los ciudadanos y de los in-
tradición/igualdad y ciudadanía). Esta re- electoral influye tanto en el discurso que migrantes, los cuales ayudarían juntos a
flexión sobre las restricciones del discurso llega a contaminarlo. identificar conflictos y a definir políticas;
está relacionado con el enfoque que argu- sería también pedagógica y socializadora,
menta que para interpretar un discurso y Reflexiones finales: ¿Cómo salir de puesto que fomentaría discursos más de
poder entender su sistema de significados, la situación actual de “estancamiento” asunción del proceso en lugar de proble-
es fundamental conocer bien el sistema de discursivo en España? Nueva forma de matizar el proceso mismo de inmigración.
restricciones que existen en el contexto entender la política , derechos políticos El diálogo y la comunicación no son sim-
donde se construye. En esta línea, debe- y pedagogía social ples palabras formales, de “estética políti-
mos abrir una nueva vía de análisis que Es necesario salir de la situación de círculo ca”, sino reales. Fomentar la interacción
nos ayude a identificar bien el sistema de vicioso dónde estamos, romper “el estan- entre todas las generaciones, pero espe-
restricciones que existe alrededor de los camiento discursivo” en el que se encuen- cialmente llegar a los ciudadanos jóvenes,
discursos y retóricas existentes. tran los políticos, los ciudadanos, los in- incluso si todavía no han llegado al ejerci-
Desde este punto de vista, existen al migrantes y las propias entidades que tra- cio del derecho de voto. En definitiva,
menos tres grandes sistemas de restriccio- bajan el tema. que las entidades trabajen conjuntamente
nes que debemos tener en cuenta. En pri- Existen principalmente dos vías para con el objetivo final de crear un clima de
mer lugar, el sistema electoral y la lógica de salir de la situación actual. La vía socializa- opinión entre la ciudadanía para que sea
partido que orienta los discursos frente a la dora y pedagógica, y la vía de la concesión ella la que lidere las denuncias de falta de
lógica histórica y generacional que requiere del derecho al voto. Estas dos vías se tie- valores democráticos en el tratamiento
el proceso; en segundo lugar, el sistema de nen que considerar como complementa- político destinado a los inmigrantes y a la
la sociedad mediática en la que estamos in- rias. Esto significa que debe haber interac- gestión de sus situaciones.
mersos, en el que las noticias adquieren el ción entre ellas. La concesión del derecho Detrás de toda esta argumentación
estatuto dominante en el espacio del dis- de voto se puede considerar como una po- prescriptiva hay una lógica compartida
curso público; por último, también debe lítica ineficiente desde el punto de vista de que tiende a ver estas dos acciones básicas,
contemplarse como restricción del discurso los votantes tradicionales, los cuales po- la pedagógica y la concesión del derecho
los acontecimientos concretos y los conflic- drían concebir esta concesión como un de voto, en términos de fases. En la pri-
tos que se generan en todos los niveles, “privilegio más” en lugar de como un de- mera fase estaría la pedagógica; en la se-
desde los asuntos de mezquitas, pasando recho democrático de las personas. De gunda fase, la concesión del derecho de
por el tema de los velos, hasta los atentados aquí que la tarea socializadora y pedagógi- voto. Esto se explicita por el hecho de que
terroristas islamistas que tienen un efecto ca de la política tenga en este marco un los políticos solamente cambiarán sus
directo sobre la percepción que se tiene de significado práctico decisivo. Si los ciuda- comportamientos discursivos y, por lo
la inmigración procedente del mundo islá- danos no tienen información sobre el pro- tanto, contemplarán la posibilidad real de
mico. Existen, incluso, unos vínculos cla- ceso irreversible de la inmigración, si con- conceder el derecho de voto cuando vean
ros entre estos tres sistemas de restricciones tinúan teniendo una visión negativa y es- que los propios ciudadanos lo piden, o
de los discursos. Por el espacio que dispon- tereotipada, vinculada a la delincuencia y simplemente que con dicha concesión no
go, me centraré en estas últimas páginas en la inseguridad pero también de amenaza a encontrarán reacciones adversas traduci-
el primer sistema de restricciones: el de la su propio espacio de acción y a su propia bles en menos votos, por parte de la ciu-
lógica electoral directamente relacionada identidad, simplemente nunca aceptarán dadanía. Aunque ha habido algunas dis-
con el discurso del Gobierno francés ante la concesión del derecho de voto. Como crepancias al respeto, la mayoría admite
los acontecimientos de Francia. recomendaciones insistimos en la tarea pe- que la vía de solución es invertir la lógica
En este marco, el primer argumento dagógica no solamente de los partidos po- de la relación entre políticos y ciudada-
que se desprende es que existe cierto vín- líticos sino también en la tarea socializado- nos. Son los ciudadanos quienes tienen
culo entre la existencia del discurso re-ac- ra de las asociaciones de inmigrantes y de que presionar a los políticos para que
tivo con la restricción de la lógica electo- los colectivos que trabajan el tema y que cambien sus discursos. Debatir precisa-
ral, y el discurso pro-activo con una lógica suelen dirigir políticas hacia los inmigran- mente estas dos vías de salida, la interac-
histórica. Estas relaciones ya se han dado tes olvidándose o dejando en segundo pla- ción entre ellas, y si se tiene que concebir
por implícito desde el principio. Es un he- no a los ciudadanos. La idea básica es, o no en términos de fases o de forma si-
cho que el sistema electoral es el marco pues, la de incorporar el ciudadano dentro multánea, es una de las principales cues-
contextual de referencia que orienta la ma- las políticas y hacerlos partícipes. Se com- tiones que se deben abordar.
yoría de los discursos. Los discursos que se parte mayoritariamente que la vía de solu- Aun así, existen algunas propuestas de
hacen sobre inmigración están dentro de ción tiene que ser de abajo hacia arriba y acción concretas sobre cómo orientar esta
esta lógica electoral. En esta dinámica, el no a la inversa. Esto explica por qué la vía tarea pedagógica, de gran campaña de so-
problema a analizar no es tanto la emer- de la sensibilización y la pedagogía tiene cialización. Destaquemos las principales
gencia de partidos nuevos con discursos un sentido decisivo en prácticamente to- líneas estratégicas. En primer lugar, fo-
re-activos (populismos y retóricas de la dos los argumentos que se hagan sobre es- mentar lo que podríamos denominar la
tradición), sino que los partidos tradicio- ta cuestión. empatía recíproca, o la capacidad de los
nales, inmersos como están en esta lógica Esta forma de hacer política contrasta ciudadanos de ponerse en la piel de los in-
electoral, estén forzados a construir discur- precisamente con la existente tradicional, migrantes, y de los inmigrantes de ponerse
sos re-activos para poder monopolizar el solamente preocupada por mantener el en la piel de los ciudadanos. En segundo
discurso público (R. Zapata-Barrero, poder, por el valor en votos de una deter- lugar, fomentar los valores democráticos y
2004d). Salirse de él y seguir una lógica minada decisión política. Esta nueva for- una cultura del diálogo, especialmente co-

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RI C ARD Z APATA–BARRERO

mo orientación para resolver las zonas de tran a la religión y la utilizan como excusa –– Multiculturalidad e inmigración, Editorial Sínte-
conflicto. Hacer una lectura en términos para difundir una ideología del mal y un sis, Madrid, 2004b.
de valores democráticos de solidaridad. nuevo barbarismo. ■ –– “Discursos políticos sobre la inmigración”, El
País, pág. 16, 23 Octubre, 2004d.
Crear espacios de encuentro entre culturas –– “The Muslim community and Spanish tradition:
y entre religiones. Potenciar los parecidos REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS Maurophobia as a fact, and impartiality as a deside-
y no las diferencias entre las comunidades Aubarell, G. y Zapata-Barrero, R. (eds.) Inmi- ratum”, págs 143-161en T. Modood, A. Triandafy-
de inmigrantes y los ciudadanos. Indivi- gración y procesos de cambio: Europa y el Mediterrá- llidou y R. Zapata–Barrero (eds.) Multiculturalim,
dualizar los discursos sobre la inmigración neo en el contexto global, Icaria, Barcelona, 2003. Muslims and Citizenship: a Europeam approach,
Routledge, Londres, previsto junio 2005a.
y no generalizar conflictos puntuales. En- Ball, Terence, Transforming political discourse: Poli-
–– “Teoría Política e Innovación política: la gestión
señar la cultura de la diversidad en las es- tical theory and critical conceptual history, Basil Blac-
de cambios estructurales”, Revista Española de Inves-
cuelas y en los barrios con más presencia kwell, 1988.
tigaciones Sociológicas, 2005b.
de inmigrantes, especialmente a través de Barry, B. Culture and equality: an egalitarian criti- ––”Teoría política e Innovación política: la gestión
las asociaciones de vecinos. que of multiculturalism, Polity Press, Cambridge, de cambios estructurales”, págs. 37-74, Revista Es-
2001. pañola de Investigaciones Sociológicas, nº 109,
La reflexión sobre los efectos del dere-
Bender, J. y Wellbery, D. (eds.), The ends of rhe- 2005b.
cho al voto en el discurso político es un –– “Ciudadanismo”, La Vanguardia, pág. 25, 1 Ma-
tema que aparece constantemente en los toric: history, theory, practice, Standford University
Press, Stanford, 1990. yo, 2005c.
debates y demás foros académicos y socia- –– “Multiculturalidad”, Manual de Conceptos Políti-
les pero que no acaba de articularse. En Burke, E. Reflexiones sobre la Revolución francesa, cos en el contexto de España en R. Zapata-Barrero
Centro de Estudios Constitucionales, Madrid, (ed.), (ed. Síntesis, en prensa), 2006.
este marco, para iniciar la reflexión la pre- 1987.
gunta básica es: cómo un hecho estructu-
Connolly, W. E. The terms of political discourse,
ral como es el derecho al voto puede hacer
Blackwell Publishers.Fairclought, N. Oxford,
variar el discurso político. Lo primero que 1993.
constatamos es que si seguimos esta línea
– Discourse and social change, Polity Press, Cam-
de argumentación para analizar el com- bridge, 1993.
portamiento discursivo y mantenernos en
Fairclought, N. Discourse and social change, Poli-
la reflexión sobre las restricciones del dis-
ty Press, Cambridge, 1993.
curso, la categoría de inmigrante pasaría
Friedrich, Carl J. Tradition and Authority, Mac-
de ser sujeto a ser objeto del discurso, in-
millan, 1972.
cluso destinatario del discurso. Hoy en
día el hecho de que la inmigración apa- Hirschman, A. O. The Rhetoric of Persuasión, The
Belknap Press of Harvard University Press, Cam-
rezca en los programas electorales no es bridge, 1991.
un hecho democrático discursivo: podría-
Holmes, S. Anatomía del Antiliberalismo, Alianza,
mos decir que forma parte, de alguna ma-
Madrid, 1999.
nera, casi de la mala conciencia de los po-
Kelly, P. (ed.) Multiculturalism reconsidered, Polity
líticos porque saben que este tema no está
Press, Cambridge, 2002.
destinado a los inmigrantes. En un pro-
grama electoral hablar de los inmigrantes Koselleck, R. Futuro pasado: para una semántica de
los tiempos históricos, Paidós, Barcelona, 1979-1993.
es hablar a la ciudadanía (los únicos desti-
natarios del programa) sobre los inmi- Miller, D. Liberalism, equal opportunities and cul-
tural commitments, págs 45-61, P. Kelly (ed.), 2002.
grantes, pero no es un discurso destinado
a los no-votantes. ¿Hacia dónde va desti- Modood, T., Triandafyllidou y A. Zapata-Ba-
rrero, R.(eds.) Multiculturalim, Muslims and Citi-
nada la introducción de la categoría de
zenship: a Europeam approach, Routledge, Londres,
inmigrante en un programa electoral si lo previsto junio 2005.
que digan de los inmigrantes éstos no lo
Parekh, B. Rethinking multiculturalism, MacMi-
pueden responder? llan, Londres, 2000.
Introducir el derecho al voto tendría
Parekh, B. “Britain and the social logic of plura-
unos efectos inmediatos sobre los discur-
lism”, en Commission for Racial Equality, Britain:
sos pro-activos y los discursos re-activos. a plural society, págs 58-76, Londres, 1990.
La inclusión de la categoría de inmigran-
Perelman, Ch. Rhétoriques, Editions de l’Université
tes en un discurso electoral dejaría de ser de Bruxelles, Bruxelles, 1989.
un simple objeto del discurso para ser un
Roque, M. A. El islam plural, Icaria, Barcelona,
sujeto, en tanto que el inmigrante se con- 2003.
vertiría también en destinatario del dis-
Simmel, G. Le conflit, Circé, Paris, 2003.
curso. Es el momento de introducir esta
variable en la red discursiva en España. La van Dijk, T. Estructuras y funciones del discurso, Si-
pregunta no és solo la de los efectos que glo xix, Madrid, 1993.
–– Ideology: a multidisciplinaru approach, Sage,
podría tener el derecho al voto en la red Londres, 1998.
discursiva existente, sino la de los efectos
Zapata-Barrero, R. Inmigración, innovación políti-
que puede provocar el no tenerlos: una
ca y cultura de acomodación en España: Un análisis
invitación a canalizar el descontento y la comparativo entre Andalucía, Cataluña, la Comuni-
situación de exclusión política a través de dad de Madrid y el Gobierno Central, ed. Cidob, Ricard Zapata-Barrero es Profesor de Teoria Poli-
fundamentalismos sectorios que secues- Barcelona, 2004a. tica, Universitat Pompeu Fabra.

Nº 158 CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA



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LA CRISIS ENDÉMICA
DE LA UNIVERSIDAD ESPAÑOLA
VÍCTOR PÉREZ-DÍAZ

Tomando distancia reformas en curso”. Estamos ante una ce- apuntan hacia universidades que alberga-
Cuando nos aprestamos a dialogar sobre remonia de la confusión en la que se ha- rían a poblaciones en estado de educación
la universidad europea, o sobre su varian- bla continuamente de reformas. Pero este permanente (como otrora se habló de so-
te española, conviene reparar en el con- lenguaje de las reformas nos acompaña ciedades en estado de reforma permanen-
texto en el que lo hacemos. Comenzamos desde hace… ¿cinco años?, ¿diez años?, te o de revolución permanente), a las que
la discusión metidos ya dentro de una ¿veinte?, ¿cuarenta? En realidad, ¿cuándo volverían una y otra vez los adultos para
maquinaria en funcionamiento y, al tiem- no se ha hablado de reformas? Tal vez es- reciclarse hasta… ¿los ochenta años? Su
po, de un campo de batalla; y tenemos tamos en una rutina clásica y entretenidos grito de guerra podría ser: “¡La educación,
que intentar salirnos tanto del juego de con el coloquio habitual acerca de que desde la cuna a la tumba!”.
los mecanismos como del fragor del com- “hay que cambiar las cosas para que todo Tal vez estas incertidumbres tengan
bate. En ese contexto, es lógico que la siga parecido”. Es interesante reparar en que ver con la conciencia confusa y exci-
sensación dominante sea incoherente, la esta contradicción, porque nos alerta so- tada de la generación de los años sesenta,
de vivir a la vez en un mundo de inercias bre la importancia de atender a las conti- que ha llegado a una posición de respon-
y en un mundo de incertidumbres. nuidades profundas de la experiencia edu- sabilidad importante, tanto en el medio
El debate está distorsionado por el cativa, por debajo de alteraciones legislati- académico como en el mundo político y
cruce de perspectivas valorativas y analíti- vas y políticas y retóricas superficiales. administrativo conectado con aquél. Fru-
cas muy diferentes, y por un ruido mediá- Incluso se habla de “la universidad” to de su mentalidad y de su actuación es
tico, académico y político que genera una como si tuviéramos claro de lo que esta- que el espacio público se ha llenado de
confusión considerable. Lo primero para mos hablando, y tampoco está tan claro. imágenes de transformación de la socie-
salir de esa situación es sentar las bases de No es obvio que al hablar de los proble- dad y de un futuro por hacer, de imágenes
un entendimiento razonable acerca de mas de la universidad hagamos referencia del mundo diseñadas a impulsos de una
qué es de lo que estamos hablando, tan- a un problema de enseñanza profesional, cultura favorable a la expresión de los de-
tear los acuerdos o los desacuerdos explí- uno de investigación, uno de formación seos y de su realización, que han tendido
citos o implícitos en el arranque de la cultural o a todos ellos; mucho menos es- a desdibujar lo que otrora fueran los con-
conversación, y desbrozar así el terreno tá claro que al hablar de profesión, inves- tornos relativamente claros de “las cosas
como un paso previo para entrar en el tigación y cultura estemos todos hablando mismas”, incluyendo, por ejemplo, esa
problema en sí mismo. de lo mismo. Por tanto, no sabemos si “cosa” que sería la universidad.
En ese desbroce conviene distanciar- compartimos siquiera la problemática de A todos estos factores de confusión se
nos de los lugares comunes que se nos la universidad, por no hablar de sus solu- añade el ruido político y mediático de las
proponen. Por ejemplo, de la idea de que ciones. ideologías llamadas de izquierdas y dere-
se está construyendo una universidad Tampoco es seguro que nos refiramos chas, progresistas y conservadoras, que
europea, un espacio universitario euro- a lo mismo cuando hablamos de universi- añaden frenesí al tiovivo de los Gobiernos
peo, que induce ya a confusión porque, dades compuestas por profesores y estu- de turno, los cuales, por lo demás, se su-
en realidad, no es eso lo que se está ha- diantes “universitarios”. En realidad, pu- ceden unos a otros haciendo casi lo mis-
ciendo. Más bien se están yuxtaponiendo, diera suceder que con el propio nombre mo pero vestidos con disfraces ostentosa-
de manera apresurada y tortuosa, expe- de “universidades” nos estuviéramos refi- mente diversos. De eso tenemos experien-
riencias educativas heterogéneas, pasadas riendo a segundas ediciones de colegios o cia en una España en la que, desde hace
por el filtro de aparatos burocráticos y institutos de enseñanza media con estu- veintitantos años, se suceden administra-
académicos corporativos poderosos, opa- diantes que prolongan su escolaridad más ciones educativas que, aunque alardean de
cos y resistentes al cambio. Hay poco de allá de los 16, 17, 18 años, hasta los 22, realizar cambios, mantienen los acuerdos
la transparencia y de la reflexión pausada 25, 30… o muchos más. Quizá se ha ido tácitos entre funcionarios, políticos y aca-
y razonada que debería haber si realmente desdibujando mucho lo que significa ser démicos a favor del statu quo.
se estuviera construyendo el espacio del estudiante universitario. En su afán por
que se habla. ampliar su territorio, las estrategias corpo- La perspectiva a largo plazo
También conviene escuchar con un rativas de las autoridades docentes, los Si, para hacer nuestra conversación más
poco de escepticismo la apelación a “las medios académicos y los ministerios útil, mi primera sugerencia es distanciar-

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nos del debate inmediato, la segunda es Normalmente, ese tipo de virtudes, La universidad de la enseñanza
adoptar una perspectiva de largo, quizá cognitivas y morales, con las emociones profesional y la investigación
muy largo plazo. ¿Por qué? Primero, por- adecuadas, tienen que hacerse en comu- Podemos arrancar con la idea orteguiana
que las continuidades son tan importan- nidades que, a su vez, necesitan de mu- de la triple misión de la universidad, pro-
tes, o más, que las rupturas; segundo, cho tiempo para que se formen las dis- fesional, investigadora y cultural, y empe-
porque los procesos educativos son lentos, posiciones correspondientes. No se pue- zar con el tema de la enseñanza profesio-
y la formación de los educandos (primera den improvisar. No se puede esperar que nal. En este sentido, da la impresión, a
y segunda enseñanza, enseñanza superior) surjan con una decisión, una nueva es- primera vista, de que si la universidad es-
lleva muchos años; tercero, porque tam- trategia, otro ministerio, un cambio de pañola, a lo largo del último medio siglo,
bién lleva mucho tiempo la formación de equipo rectoral, un consejo social distin- ha ido acompañando unos procesos de
docentes e investigadores. to, unas elecciones sindicales. Esas cosas crecimiento económico y, en general, de
En este último caso, el de docentes e no se hacen así. Llevan mucho tiempo. lo que suele llamarse la modernización
investigadores, su formación depende de (Por eso, con el tipo de universidad que de la vida social, cultural y política espa-
procesos de maduración de 10, 15, 20, 30 tengamos en un momento determinado, ñola, y estos procesos han sido coronados,
años. No se inventa de repente el conjunto hay que vivir, probablemente, 10, 15, 20 en una medida significativa, por el éxito,
de disposiciones y de virtudes cognitivas y años antes de que se empiecen a ver las en este caso, es lógico atribuir a la univer-
morales necesarias para que funcione razo- consecuencias de los cambios de una po- sidad una parte, importante, de ese éxito.
nablemente una comunidad de investiga- lítica o un equipo; y eso en el supuesto Si tenemos hoy una economía de merca-
ción, por ejemplo. Es necesario no sola- de que estos cambios sean genuinos y no do relativamente potente, una democracia
mente que haya dinero, que quizá se pu- espurios, dejando aparte el tema de que liberal consolidada, una sociedad plural,
diera poner (pero tampoco se pone) enci- estén bien orientados y no sean absur- la universidad tiene que haber producido
ma de la mesa en un santiamén; es necesa- dos). la suma de profesionales dispuestos a ha-
rio, sobre todo, que haya instituciones que Creo, por todo ello, que la perspecti- cer las cosas que tienen que ser hechas en
incentiven el desarrollo de una cultura de va a largo plazo puede servirnos para ser ese mundo: el manejo de las cosas prácti-
confianzas recíprocas entre los investiga- más realistas y para entender mejor tanto cas, materiales, ingeniería, culturas, casas,
dores por la que se pueda conversar con el estado actual como el conjunto de cau- puentes, caminos, productos industriales,
honestidad y no guardándose las cartas, sas que se han ido entrelazando para ex- servicios, las leyes, los mecanismos de so-
porque no se recele de los demás, porque plicar su permanencia y su resistencia al lución de conflictos.
haya un clima de cooperación y de con- cambio (quiero decir: su resistencia a un Grosso modo, aquí hay materia, por
fianza, o uno de sana competencia y de es- intento de cambio real y no a una decla- tanto, para hacer una loa de la universi-
tímulo para pensar con independencia. ración de cambio). dad española, con la sola salvedad, im-

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L A CRISIS ENDÉMICA DE L A UNIVERSIDAD ESPAÑOL A

portante, de que la medida de la loa de- Francia el 2257, y el de Alemania el 2515 lo cual, a su vez, hace posible una conver-
pende del estándar de comparación que (aunque alcanzaríamos el de Inglaterra un sación entre todos nosotros.
apliquemos. Comparada con la del pasa- poco antes, el 2214)1. Los grandes problemas y las grandes
do, la situación de la España actual es su- Las diferencias en la capacidad de preguntas, demasiado grandes tal vez,
perior en muchos aspectos; pero ¿qué innovación se asientan sobre experiencias acerca de quiénes somos, qué queremos,
ocurre si se la juzga desde la perspectiva históricas muy prolongadas, que no cabe cómo valoramos lo que nos rodea, cómo
de quienes tienen la ambición de alcanzar superar en poco tiempo. Pero, además, en aprendemos a manejar nuestras dudas e
el nivel de otros países más desarrollados este tiempo privilegiado de buen compor- incertidumbres sobre tales materias… to-
de nuestro entorno? En este caso, el es- tamiento de la economía española duran- das estas cuestiones, otrora llamadas exis-
fuerzo español puede ser caracterizado te medio siglo, y en especial las dos últi- tenciales o de sentido, parece como si hu-
como insuficiente, y la situación final, mas décadas, en un clima político, social bieran desaparecido. Y esto desde hace
como insatisfactoria. ¿Y qué ocurre si se y cultural relativamente favorable, las co- ¿cuántos años? Ni siquiera recordamos
le pone en relación con los retos de nues- sas se han movido muy lentamente. Por desde cuándo. Sobre esas materias reina,
tro tiempo, del futuro que se acerca rápi- tanto, una vez que se descuenta la retórica desde hace mucho tiempo, un silencio
damente? Desde la perspectiva del proce- política partidista, de alabanza a los años embarazoso sustituido por una conversa-
so de globalización en curso, este país de gobierno del partido amigo y de crítica ción un poco vaga de reiteración de luga-
(como tantos otros) tiene una gran debi- ácida a los años de gobierno del partido res comunes, sin compromiso personal de
lidad. Su capacidad de introducir ciencia adverso, al final la conclusión es que, con las gentes.
y tecnología en sus productos finales o en unos y con otros, el país se ha ido colo- Las universidades no saben qué hacer
sus servicios finales es muy limitada. Se cando, de facto, en posiciones de periferia con esto; ni aquí ni en otros muchos si-
maneja con dificultad en una situación consolidada, de segundo o tercer nivel tios, lo que incluye a buena parte de Eu-
cada vez más abierta y competitiva. Su permanente. Nadie niega la buena volun- ropa. Esto indica claramente los límites
apuesta preferente por los servicios perso- tad de todos, pero, sin duda, debe haber de lo que se puede esperar de un espacio
nales, el turismo y la construcción, por el habido un cierto descuido, porque los re- universitario europeo del que esta proble-
empleo público y temporal, resultan en sultados son los que son. mática está conspicuamente ausente: no
un capital humano que es, en general, de se puede esperar mucho. Y la materia no
un nivel de calidad mediano. Su misma La universidad y el lapsus de es baladí, puesto que esa problemática es-
tolerancia con una inmigración indife- la ausencia de la cultura en tá en el corazón de lo que significa, o pue-
renciada sugiere una resignación con el el debate público de significar un día, una ciudadanía euro-
estatus de país periférico, cuyo grado de Si dejamos el terreno de la enseñanza pro- pea: una ciudadanía que responde, o de-
discriminación y exigencia ante sus po- fesional y la investigación, y entramos en bería responder, justamente, a la pregunta
tenciales inmigrantes es muy bajo. Es el de la cultura, nos quedamos desconcer- de cuál es nuestra identidad y cuál es
probable que se esté aprestando, semiin- tados, porque ni siquiera tenemos una nuestra situación histórica.
conscientemente, al futuro de una deca- discusión razonable sobre el tema. No es Lo que está en juego es la construc-
dencia digna sin haber pasado por un ni- que tengamos una discusión apasionada ción de las bases cognitivas, morales y
vel alto de desarrollo. Si esto es así, esto sobre el contenido de la cultura, sino que emocionales para entender el mundo en
también puede tener que ver con el nivel la pregunta misma sobre ella está ausente. el que estamos y al que vamos, no gracias
de profesionalidad proporcionado por la Hay como un hueco. La universidad pa- a una receta, sino al desarrollo de la capa-
universidad española. rece haber cometido el lapsus freudiano cidad del razonamiento y de los senti-
En lo que se refiere al tema de la cien- de haber olvidado la cultura. Pero nunca mientos adecuados. El mundo que hemos
cia y tecnología, un estudio reciente su- deja de haber una razón detrás de un lap- recibido de las generaciones anteriores y
giere que, durante, al menos, los últimos so. Tratemos de recuperar la cuestión del que transmitimos a los siguientes requiere
20 o 30 años se ha avanzado bastante si se olvido y comprender su motivo. conversaciones de sentido, las cuales, a su
mira al pasado de España, pero lo que se En principio, según la tradición uni- vez, exigen algunas referencias culturales
ha avanzado es muy insuficiente para al- versitaria occidental de un milenio (o dos, comunes de cierta complejidad. La idea
canzar el nivel de los países europeos im- si prolongamos la experiencia hacia atrás básica de la universidad medieval (y no la
portantes de nuestro entorno (que, a su para incluir la educación grecolatina), la de Napoleón, pero sí la de Humboldt)
vez, están lejos de los niveles de Estados pregunta sobre la cultura en su relación fue, desde su arranque, la de impulsar el
Unidos y Japón). De mantenerse la ten- con la universidad es la pregunta sobre si planteamiento de este problema; y así se
dencia de las últimas dos décadas, y si se la universidad proporciona, o no, la base hizo durante mucho tiempo, en un force-
toma como indicador el porcentaje de del entendimiento razonable del mundo jeo con los poderes del momento y deján-
I+D sobre el PIB, España alcanzaría el ni- en el que estamos: es decir, la base sobre dose llevar, en muchas ocasiones, por un
vel que hoy tiene Francia el año 2050, y la que se crea el entendimiento de nuestra espíritu de libertad. Este impulso se ha
el de Alemania, el 2059; aunque es de su- identidad y un diagnóstico sobre la situa- conservado, y se conserva, en las mejores
poner que, para entonces, estos países se ción histórica en la que nos encontramos, universidades, como sucede en el mejor
habrían seguido moviendo y colocado sistema universitario actual, el norteame-
fuera de nuestro alcance. Si nos referimos ricano, que es, a pesar de todos sus defec-
al gasto en I+D financiado por nuestras 1 Puede verse una discusión de estos datos y un tos, el polo de referencia para los europeos
empresas, se llegará al nivel de Francia el análisis del nivel de la capacidad de innovación de Es- y los asiáticos.
2086 y al de Alemania el 2306. Si habla- paña, su evolución y su comparación con la de otros Esta referencia a la problemática fun-
países en Víctor Pérez-Díaz y Juan Carlos Rodríguez,
mos de las patentes por millón de habi- Desarrollo tecnológico e investigación científica en Espa- damental sobre el sentido de nuestro estar
tantes, alcanzaremos el nivel actual de ña, Fundación Iberdrola, Madrid, 2005. en el mundo, hoy y aquí, ha sido poco

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VÍ C TOR PÉREZ - DÍ AZ

menos que borrada de la experiencia de políticos, la vida religiosa y cultural, y, en Un sistema por el cual los agentes co-
las universidades europeas continentales, definitiva, la construcción de una expe- lectivos que son las propias universidades
y españolas. Esta ausencia no es inocente riencia de Europa como comunidad. Y si pagan un precio importante por tomar
y tiene enormes consecuencias, porque en nosotros queremos ahora construir una decisiones equivocadas también favorece
el debate que esa referencia implica, no ciudad y una ciudadanía europea, no te- tomar decisiones razonables. Por el contra-
como debate entre ideologías muertas y nemos más remedio que volver a discutir rio, lo que encontramos en la realidad es-
repetidas, sino como debate vivo, es decir, los problemas fundamentales que han pañola, y en amplia medida en la europea,
incorporado a experiencias personales, es- acompañado todo el periplo de las uni- es un sistema por el cual las universidades
tá la capacidad de construcción de gentes versidades europeas durante mil años. “eligen” a sus profesores y a sus estudiantes
“distantes”, y, gracias a esa distancia, res- sin elegirlos verdaderamente, porque éstos
ponsables a título personal, ciudadanos El tema clave: el marco institucional les vienen dados por los mecanismos de
independientes, no fácilmente manipula- y la cultura vivida una cooptación opaca o de una incorpora-
bles por las sedicentes “izquierda” y “dere- Por razones en cuyo análisis no voy a en- ción semiautomática sin filtros de paso.
cha”, y sus poderes concomitantes. trar ahora2, creo que la clave de los pro- Este sistema no genera los incentivos ne-
Además, estas bases cognitivas, mora- blemas de las universidades europeas, que cesarios para que las decisiones que se to-
les y emocionales de gentes independien- afectan a su enseñanza profesional, su in- men dentro de la universidad sean las me-
tes son decisivas para el desarrollo de la vestigación y su capacidad para transmitir jores posibles, porque casi nadie paga pre-
curiosidad científica. Lo son también para una cultura, tiene que ver, sobre todo, cio alguno por hacer las cosas mal.
el desarrollo de un tipo de experiencia con el marco institucional que define su Es posible que lo ocurrido con las
profesional que tenga incorporado el modo de gobierno y coordinación, y con universidades europeas continentales, y
aprendizaje permanente; es decir, el tipo su cultura. Hoy día, ese marco institucio- desde luego con las españolas, sea el resul-
de saberes profesionales que responde a nal y esa cultura no proveen los incentivos tado ni de la pura inercia ni del puro dise-
una enseñanza no por la reiteración de los ni las motivaciones adecuadas para el de- ño, sino de una mezcla de ambos. Al fi-
saberes hechos, sino por la apropiación de sarrollo de una masa crítica de buenas nal, los errores se ajustan y se refuerzan
los saberes que se renuevan. universidades. Ello explica los problemas entre sí. Las organizaciones universitarias
Esos tres referentes (profesional, cien- españoles y, en buena medida, una gran son irresponsables y no pagan precio al-
tífico, cultural, relacionados entre sí) defi- parte de los de los países europeos conti- guno por hacer las cosas mal, porque, de
nen a una universidad digna de su nom- nentales. alguna forma, todas se amparan recípro-
bre. Volvemos con esta observación a la Un marco institucional defectuoso camente para continuar la inercia del pa-
sugerencia de Confucio: que toda reforma desincentiva los agentes del sistema para sado. Las principales autoridades acadé-
de las cosas debe comenzar por una recti- actuar de forma que cumplan los objeti- micas acceden a sus puestos mediante
ficación de los nombres. Un exceso de vos congruentes con una idea normativa procesos electorales dominados por cam-
nominalismo sugiere que los nombres son de la universidad como creadora de cien- pañas plebiscitarias y por negociaciones
irrelevantes; pero la experiencia humana cia, proveedora de enseñanza profesional con lobbies de profesores, estudiantes y
contradice un aserto tan extremoso. Lla- y transmisora de una cultura. Estos obje- personal administrativo, cuando no es
mar “universidad” a lo que no lo es suscita tivos no pueden cumplirse porque las gracias a su adhesión a partidos políticos.
confusión. Lo que tenemos delante en conductas correspondientes son sanciona- De esta manera, dado que estos jue-
Europa y a lo que llamamos “universi- das negativamente por el modus operandi gos se llevan repitiendo durante varios de-
dad”, apenas lo es. Deberíamos comenzar del sistema. cenios, las autoridades académicas son se-
por reconocerlo. De esta forma, podría- Un sistema en el cual las gentes ejercen leccionadas entre quienes se adaptan me-
mos comprender mejor el motivo del lap- su libertad de elección de manera perma- jor al medio porque entienden mejor las
sus de la universidad cuando olvida la nente, les obliga a aquilatar las decisiones reglas de la supervivencia. Se selecciona
problemática de la cultura. Ocurre que, que toman, porque saben que pagan un así una casta o raza de autoridades acadé-
desde hace tiempo, la universidad ha de- precio importante por tomar las decisiones micas con mentalidad de funcionarios
jado de ser ella misma y se ha convertido equivocadas; por ejemplo, si los profesores responsables ante un ministerio superior,
en otra cosa. Al no ser quien es, se ha ol- eligen mal su universidad tendrán estu- o de managers políticos que saben nego-
vidado de cómo se llama. En consecuen- diantes de baja calidad, si los estudiantes ciar los pactos de intereses con los grupos
cia, sólo debemos seguirle asignando ese eligen mal sus universidades, tendrán títu- organizados. No alteran el modo de coor-
nombre a título condicionado y provisio- los poco valorados y habrán perdido sus dinación y gobierno interno con vistas a
nal, en tanto en cuanto todavía quede en matrículas. Pero si todos los títulos valen lo una mejora de la calidad, y se limitan, en
las instituciones universitarias así designa- mismo en un mercado poco discriminato- general, a buscar el máximo común deno-
das un rescoldo, una nostalgia, un anhelo rio y si las tasas de matrícula son una déci- minador entre los intereses de los grupos
de volver a su forma y su contenido pro- ma o una sexta parte del coste real de la de dentro y a canalizar sus exigencias fren-
pios. enseñanza, los incentivos para una elección te al exterior. Lo típico es que pidan dine-
El uso reflexivo, reticente del nombre razonable se van perdiendo. ro y comprensión a los poderes políticos,
debe venir de la mano de una historia crí- las empresas, los medios, el público y de-
tica de una experiencia universitaria mile- más. La comprensión suele implicar la
naria. Durante todo este tiempo, las uni- 2 Pero han sido objeto de una amplia discu- ausencia de exigencia: que el mundo exte-
versidades han jugado un papel relevante, sión en Víctor Pérez-Díaz y Juan Carlos Rodríguez, rior nos dé recursos, pero no interfiera
pero de valor muy variable, en la vida eu- Educación superior y futuro de España, La educación con nuestros arreglos internos. Esta estra-
profesional en España, y La educación general en España
ropea: en el crecimiento económico, las (Fundación Santillana, Madrid, 2001, 2002 y 2003 tegia se encuentra con un mundo exterior
transformaciones sociales, los cambios respectivamente). que, al no tratar de interferir, tampoco le

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L A CRISIS ENDÉMICA DE L A UNIVERSIDAD ESPAÑOL A

proporciona a la universidad el test de rea- las izquierdas del lugar, tan dadas a impo- porque (se imaginan) el mundo, en lo
lidad que ésta necesita. Los partidos polí- ner sus normas y criterios sin darle dema- fundamental, va solo.
ticos apenas tienen criterio en la materia. siado espacio al entendimiento. Tanto La idea de que “el mundo va solo” es
Las empresas se sienten muy lejos. Las fa- descuido de las cosas de la inteligencia se congruente con la vaga esperanza de quie-
milias se limitan a pagar poco y esperar paga al final con gentes inclinadas a dicta- nes se han acostumbrado a vivir de sus fa-
un título. Los cuerpos profesionales hacen minar cómo debe ser la realidad sin ente- milias durante un periodo prolongado, y
causa común con los profesores de den- rarse antes de cómo es. Cuestión de cos- luego ven un estado de bienestar compren-
tro. Tampoco hay vientos de cambio que tumbre. El hecho es que probablemente sivo que les puede echar una mano, y creen
procedan del mundo estudiantil. tenemos un déficit cultural histórico de que “siempre habrá algún trabajo para mí”.
gran importancia, que puede verse agra- Esto tiene que ver con la experiencia de
¿Por qué no vienen vientos de cambio vado por las nuevas formas de entreteni- veinte años de varias promociones de jóve-
del mundo estudiantil? miento si, como ocurre, al desinterés por nes, que han vivido en el seno de un creci-
¿Por qué no vienen vientos de cambio en la lectura, con su cultivo de la soledad, miento económico más o menos sostenido,
la universidad del mundo estudiantil? que favorece la reacción personal ante el apoyado en el aumento del trabajo tempo-
¿Quizá porque el proceso de educación, el estímulo cultural, se añade la fascinación ral, siguiendo la senda relativamente fácil
sistema de socialización en familias y la por los medios audiovisuales, que suelen de una economía bien encajada en la eco-
cultura de los adolescentes coinciden en colocar a muchos audio-videntes en situa- nomía occidental, receptora de sus turistas,
reducir las demandas, o, como suele de- ciones pasivas y gregarias (por no hablar sus mercancías y sus capitales, en un con-
cirse, las “tensiones” de la gente joven? En de la calidad media de los contenidos de texto relativamente benigno. Además, estos
la larga marcha hacia el desorden fruto de la oferta cultural de los medios). mismos jóvenes tenían la visión brumosa
la reducción generalizada de la tensión en Al final, nos encontramos con estu- de la economía de mercado que les propor-
la que consiste la modernidad en su ver- diantes con impulsos y motivos cortos, cionaban unos libros de texto notoriamen-
sión light, posmoderna, ¿se habrá llegado que llegan a las universidades pensando te banales y sesgados.3 En estas condicio-
en este oasis de la civilización europea a que ejercen una especie de derecho natu- nes, no están en condiciones de apreciar en
una especie de nirvana sui generis, a “la ral a ser universitarios, y están predispues- su justo valor lo que ellos creen que son los
iluminación de la penumbra” o a la noche tos a atravesarlas con el menor coste posi- matices de una política económica más
en la que todos los gatos son pardos? La ble, en cuatro o cinco años, y obtener su ajustada o menos ajustada; la juzgan por
pregunta queda aquí, simplemente, for- título. Ello resulta relativamente fácil. No sus resultados. Pero ése es un veredicto que
mulada, y la respuesta aplazada para otra hay filtros al principio, ni los hay, en gran incorpora muy poco aprendizaje. En cuan-
ocasión. Otra manera de plantearla sería medida, durante la carrera, al menos en to a la crítica de ese mercado que puede
partir del hecho de que en la vida univer- muchos casos. Nadie quiere tener proble- venir de la mano de un entendimiento “so-
sitaria no suelen proliferar fenómenos de mas con nadie. Se impone una cultura de cial” de la política o de la vida de la socie-
“inquietud”, un término caído en desuso vivir y dejar vivir, de vivir al día, sin trau- dad, lo que cabe decir es que expresa una
pero que fue otrora, por ejemplo hace en- mas. Por su parte, los medios de comuni- buena voluntad abstracta con un conteni-
tre treinta y cincuenta años, el término de cación y los políticos parecen instalados do reflexivo e informativo muy modesto.
referencia de la vida universitaria. Hay re- en la costumbre de hablar de cosas de las Se ignoran los fundamentos y se desdibu-
lativamente poca inquietud, o alguna ver- que no se tiene la menor idea con aires de jan los detalles. Pero es evidente que, para
sión de aquel demonio interior que ani- mando. Repiten sus slogans de que hay conocer los fundamentos y para precisar
maba a Sócrates a la búsqueda de la ver- que apostar por el futuro, un futuro que los detalles, hay que esforzarse y exigirse
dad y el conocimiento de sí mismo. Los ignoran. Afirman, con énfasis, que hay mucho.4
orígenes de esa ausencia entre los estu- que adaptarse al mundo que viene y dejar
diantes se pueden trazar hasta llegar a los el que se va, avanzar con decisión y man- Los educadores por educar
colegios, las familias, las lecturas, los me- tener el aliento. Todo esto, “hay que” ha- Vista la situación universitaria del lado de
dios de comunicación, los políticos, los lí- cerlo. Es fácil imitar esta retórica del “hay los profesores, ante todo hay que tener en
deres de opinión. Estas instancias cultura- que”; y los grupos organizados de la vida cuenta el carácter azaroso de los procesos
les parecen producir, más bien, un efecto universitaria la hacen suya con fruición. socioculturales de su propia formación. El
de adormideras. ¿Estarán ellas mismas En estas condiciones, la propuesta cuerpo docente hubo de pasar por el trau-
dormidas? que algunos puedan hacer de una moral ma de la guerra civil de los años treinta y
Es curioso que esto ocurra a pesar de de exigencia se convierte en un “hay que” la depuración de los cuarenta. A conti-
que los estudiantes actuales proceden de más. Se puede repetir en todos los discur- nuación, fueron apareciendo unas promo-
familias cuyo nivel de educación escolar sos (e idiomas) posibles, pero nada tiene ciones de profesores relativamente insegu-
es relativamente alto. Quizá estamos vien- que ver con la experiencia vivida de las ros de sí mismos, por razones diversas. Su
do las consecuencias a muy largo plazo de gentes, salvo contadas excepciones. En es-
un proceso de alfabetización tardío, y, por tas circunstancias, las apelaciones a la au-
tanto, de un proceso de escolarización se- to-exigencia en la investigación científica, 3 Véase el análisis de una muestra de textos es-

cundaria también relativamente tardío. la profesionalidad o la búsqueda existen- colares sobre esta materia en Manuel Jesús González,
El empresario y la economía de mercado, Círculo de
Esto explicaría una clase media sin reco- cial del sentido de la vida se convierten en Empresarios, Madrid, 2003.
rrido cultural, de pocas lecturas, quizá en música celestial. Son cosas muy lejanas y 4 Un ejemplo de esto es lo que se sabe sobre las

contraste con la de otros países europeos extrañas. Y se sospecha que son probable- actitudes y conocimientos muy escasos de los jóvenes
del centro y el norte de Europa. Tal vez mente inútiles, porque el supuesto tácito sobre la energía y el medio ambiente: véase Víctor Pé-
rez-Díaz y Juan Carlos Rodríguez, Los jóvenes españoles
cabe ver aquí, asimismo, un efecto de las que subyace a la retórica de los “hay que” ante la energía y el medio ambiente, Fundación Gas
vehemencias ideológicas de las derechas y es que, en realidad, “no hace falta que”, Natural, Barcelona, 2005.

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VÍ C TOR PÉREZ - DÍ AZ

proceso de reclutamiento fue deficiente. las que se llegó por la vía de los pasillos y la sociedad le cuesta mucho salir de su es-
Tampoco supo una buena parte de él có- de los pequeños comités. Estos manejos tado de auto-complacencia gozosa y bo-
mo manejarse en un mundo exterior, el han sido amparados, o reconocidos, por rrosa en esta materia.
de una comunidad internacional con la la izquierda y por la derecha, al alimón, Quizá le ayuden a salir de ese estado
que tuvo conexiones endebles. Finalmen- tal vez porque la clase política venía de ese de sonambulismo, no las prédicas, pero sí
te, tampoco se sintió a gusto en sus tratos mismo mundo de los pequeños comités, las pruebas de la dura realidad. De hecho,
con las generaciones jóvenes, una parte de tal vez porque carecía de juicio sobre estas éstas ya van viniendo, por sus pasos con-
las cuales cuestionó su magisterio con ra- cosas, tal vez porque quería ahorrarse pro- tados. Bastantes de los títulos universita-
zones a veces políticas y a veces culturales. blemas políticos a corto plazo, tal vez por rios valen muy poco en el mercado de tra-
La formación de un profesorado sólo todos estos motivos juntos. bajo, de modo que las diferencias de in-
se puede hacer en el marco de la elabora- Una prueba adicional de que no se ha gresos entre las gentes con esos títulos
ción de un tejido de magisterio y discipu- resuelto bien el tema del profesorado la universitarios y los que carecen de cual-
lazgo, que lleva tiempo fabricar. Los pro- proporciona, asimismo, la mezquindad quiera de ellos son muy modestas. El pro-
fesores se hacen a través de experiencias con que se ha facilitado, poco y mal, el ceso de la globalización que nos rodea y
prolongadas en el tiempo, y en comuni- regreso y la instalación de los docentes e nos penetra va dejando en evidencia la
dades pequeñas, en relaciones de persona investigadores que se han formado en fragilidad de las bases de un modelo de
a persona. Por supuesto que, a su vez, esas buenas universidades y centros de investi- crecimiento que ha optado por un capital
comunidades operan en un contexto más gación en el extranjero. Se van, pero que- humano de poca envergadura. Hay nece-
amplio, de redes o mercados; pero, al fi- rrían volver, o querrían vivir entre un país sidad de un cambio en una serie de políti-
nal, la experiencia crucial es la de los in- y otro. Éste es un problema muy impor- cas económicas y sociales, la energética
vestigadores en grupos de diez, doce, tante en todos los países en vías de desa- por ejemplo; pero, a su vez, ese cambio
quince, veinte personas, que comparten rrollo (es uno de los problemas centrales necesita una opinión pública informada,
sus experiencias durante cuatro, cinco o de China, por ejemplo, en estos momen- con juicio, sobre estas materias, que no
diez años. Esa experiencia socrática es de- tos), y no es fácil de resolver; pero se pue- está ahí. Todos los retos de los tiempos
cisiva para la formación de los hábitos y de intentar hacerlo bien, y hay numerosos que corren, todos ellos (la política exte-
las disposiciones básicas; luego (y en co- ejemplos de los que se puede aprender. rior, la inmigración, la política europea, la
nexión con ello) vendrá la navegación por En este país, la tónica general ha sido la reforma del sistema de bienestar, la políti-
el ancho mundo, el rodar por los labora- de introducirles por la puerta pequeña, y ca territorial), requieren una ciudadanía
torios del planeta, Internet y demás. luego irles rebajando las expectativas y las alerta, ecuánime, que, a su vez, necesita
El tejido fundamental de las comuni- aspiraciones hasta que, convenientemente una base educativa. Antes o después (lo
dades de docencia e investigación es un domesticados, se conviertan a las reglas de más probable es que sea antes), se pagará
tejido frágil. En España, se fragilizó aún juego de la vida local: horizontes cortos, el precio por carecer de esa base; y cuando
más, aunque no se destruyó del todo, con niveles de confianza modestos, desincen- esto ocurra, tal vez las gentes comiencen a
la guerra, la posguerra y, también, curio- tivación del “perfeccionismo”. En otras aprender de una experiencia que por aho-
samente, con el juego de equivocaciones palabras, se hace lo posible para que los ra les resbala. Y quizá entonces, y sólo en-
entre el establishment académico y la disi- híbridos culturales (los autóctonos sociali- tonces, se crearán las condiciones para
dencia estudiantil de los años cincuenta, zados en un medio extranjero) no puedan que, en un medio turbado por choques
sesenta y setenta. En esas últimas décadas sobrevivir y propagarse al volver a su me- del exterior, las especies locales dejen de
se hizo la generación que ha dominado la dio de origen, de modo que no se pongan propagarse, y los híbridos culturales pros-
universidad de la democracia, la del últi- en peligro las especies locales, aparente- peren, al menos a muy largo plazo. ■
mo cuarto de siglo xx y el comienzo del mente bien adaptadas a este medio.
actual. Lo que ocurre es que se hizo sólo a
medias, y el problema de la formación de ¿Cómo se prepara el terreno para
un profesorado a la altura de los tiempos aprender de la experiencia?
no ha quedado bien resuelto. Cuando se consideran los problemas de
Una primera prueba de que no se ha las universidades españolas en el largo
resuelto bien es cómo se ha manejado la plazo, se llega a la conclusión de que ni el
cuestión de la selección del profesorado dinero, ni la prédica moral, ni la acción
durante los últimos veinte o treinta años. política pueden resolverlos, aunque sí
Se ha optado por la vía de la cooptación puedan aliviarlos momentáneamente, o
en pequeños comités, con la supresión de enmascararlos. Haría falta cambiar pro-
oposiciones públicas que, con todos sus fundamente su marco institucional y su
defectos, eran, como dice su nombre, modo de coordinación y de gobierno, y la
“públicas”, con una dosis de transparencia cultura de sus componentes, profesores y
al menos apreciable. Optar por la opaci- estudiantes en primer término, familias,
dad ha sido rechazar los mercados abier- empresas, partidos, medios de comunica-
tos y, también, optar por la vía de la in- ción y tantos otros, en segundo. Cambiar
corporación masiva, desindividualizada, las instituciones sin cambiar la cultura de
de las gentes. Y ha venido de la mano de las gentes que las hacen funcionar es asun-
la adopción de un ritual patético, de exhi- to arduo, si no imposible; y tampoco es
bición de reivindicaciones colectivas de fácil cambiar la cultura de los españoles Víctor Pérez-Díaz es Catedrático de la Universidad
derechos de consolidación en las plazas a sobre temas educativos. Lo cierto es que a Complutense de Madrid

Nº 158 CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA



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EL SENADO EN SU REFORMA
RICARDO CHUECA

A Javier Jiménez Campo ción jurídica suprema y, en nuestro caso, lizada, y realmente existente, exige modi-
una dificultad singular a la hora de su ficaciones en los procesos de formación

E
stas páginas pretenden un doble modificación: la rigidez constitucional de la voluntad estatal como un requisito
objetivo. Tratan de exponer algunas acogida en el Título X de la Constitu- estrictamente técnico. La reforma del Se-
consideraciones sobre el proceso de ción española de 1978. nado es, pues, un condicionamiento, una
reforma del Senado, de una reforma de la Pero cuando utilizo el término condi- exigencia sobrevenida.
Constitución por tanto. Y pretenden, en cionamientos, no pretendo sólo incluir Pero no puede terminar aquí una des-
segundo lugar, desgranar algunas reflexio- esta exigencia de naturaleza técnica. In- cripción del –como se ve– complejo esce-
nes desde, y sobre, el efecto causado por el tento también aludir a que un eventual nario de la reforma del Senado. Y ello
mero anuncio de reforma en los actores proceso de modificación de un precepto porque debemos reparar detenidamente
implicados y la doctrina constitucional. de naturaleza suprema está sujeto a un en el hecho de que se trata de actuar sobre
Unas y otras serán seguramente de utili- efecto condicionador, no formulado ex- una institución. Si todos los preceptos
dad, o eso pretenden, incluso para el su- presamente en el texto constitucional, por constitucionales son formalmente iguales,
puesto de que dicha reforma no se lleve fi- más que traiga razón y causa de él. Nues- actuar sobre una institución ofrece un pa-
nalmente a cabo, en cuyo caso esta aporta- tro Estado descentralizado o compuesto norama de llamativa dificultad, pues se
ción, al igual que los esfuerzos de otros co- se funda en unas bases constitucionales trata de operar sobre un órgano y su com-
legas, expertos y actores políticos, pasará que son resultado de un esfuerzo colectivo posición pero también sobre sus atribu-
quizá a constituir esa suerte de intangible de ciudadanos y actores políticos, y de ciones constitucionalmente determinadas,
tan necesario para las constituciones que una relevante aportación de la doctrina insertas a su vez en un conjunto de rela-
duran. La importancia y actualidad del te- científica y jurisprudencial. Es, en defini- ciones y competencias interorgánicas. Y a
ma ha propiciado probablemente que estas tiva, un edificio construido a partir de la todo ello debe añadirse, y no a título de
páginas vean la luz tras el reciente artículo Constitución, quizá inacabado en algún mera cláusula de estilo, la existencia de
del profesor Blanco Valdés, La reforma del extremo, como seguramente lo es todo una “cultura de institución” que le singu-
Senado, iniciándose así una secuencia más texto constitucional al ser un texto en el lariza. Todo lo cual nos indica que, más
de reflexiones y propuestas que quizá aco- tiempo, pero un edificio en todo caso que allá del efecto sobre la posición relativa
gerá en CLAVES nuevas aportaciones, no aparece recogido –tal cual hoy lo ve- del órgano, o efecto sistémico, la reforma
atendida la reforzada centralidad del tema mos– en aquella norma constitucional posee una transversalidad nada desprecia-
al haber sido incluido, en su día, en un que lo posibilitó. Ello seguramente justifi- ble al afectar al conjunto de funciones
paquete de reformas constitucionales, par- ca la pretensión de incluir la enumeración atribuidas al Senado que, sin perjuicio de
te a su vez del programa con el que el Go- nominal de las Comunidades Autónomas su posición –segunda Cámara– subordi-
bierno de José Luis Rodríguez Zapatero (CC AA) constituidas bajo su amparo, nada al Congreso, son de indiscutible re-
obtuvo su investidura. aunque no nos ocupará aquí este extremo. levancia constitucional en ciertos casos y,
Visto desde esta segunda perspectiva, es sobre todo, muy variadas. De este modo,
Condicionamientos decir, el condicionamiento como efecto y cualquier ensayo de reforma exige medir
de la reforma constitucional no como servidumbre o condición de ac- cuidadosamente el efecto para cada una
Toda reforma de un texto normativo tuación, la reforma del Senado resulta ser de aquellas competencias.
conlleva unas servidumbres, aunque sólo una consecuencia de un Estado compues- Conviene a su vez llamar la atención
sea por el dato obvio de que se trata de to, el Estado autonómico, que ni siquiera sobre el hecho de que pretendemos inci-
operar siempre sobre una norma singular la Constitución menciona, pues –si bien dir sobre un órgano constitucional que
integrada en un sistema jurídico comple- lo promovió– también es cierto que no lo integra un órgano complejo, las Cortes
jo e interrelacionado, es decir, una uni- estableció. En este punto, la Constitución Generales. Este dato es relevante en la
dad de ordenamiento. Aquella servidum- permitía otras variantes finales que hoy ya medida en que operaremos sobre uno de
bre es todavía mayor y más exigente componen el pasado inexistente, la historia los dos componentes del sistema bicame-
cuando se trata de modificar normas ca- virtual del “qué hubiera ocurrido si…”. ral. Lo que conlleva una suerte de juego
racterizadas por la nota de la constitucio- Hoy, la forma de distribución territorial suma-cero en cuanto que actuar sobre
nalidad, cuya cualidad indica una posi- del poder estatal finalmente instituciona- uno de ellos supone una modificación del

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compromiso o equilibrio que el bicamera-
lismo implica siempre y en todo caso, in-
dependientemente de su formato concre-
to. Dicho en breve, la reforma que aco-
metemos no tiene por objeto sólo el Sena-
do, dado que los efectos orgánicos y fun-
cionales de cualquier cambio o modifica-
ción se proyectan necesariamente sobre el
auténtico objeto material de la reforma,
las Cortes Generales, que es el órgano, en
definitiva, al que se atribuyen la totalidad
de las funciones parlamentarias en el ar-
tículo 66.2 CE.

El condicionamiento del
enunciado constitucional
La inmensa mayoría de las observaciones
críticas sobre el Senado actual arrancan de
la incongruencia entre la imagen del exis-
tente y aquel, de imagen necesariamente
virtual, que debería inferirse del artículo
69.1 CE, que declara al Senado “cámara
de representación territorial”1.
Sobre el alcance de este enunciado es
inevitable realizar algunas acotaciones que
ya no pueden tildarse de obvias tras lo
que ha llovido sobre este precepto y du-
rante tantos años. La norma no dice que
realiza(rá) sólo una función de representa-
ción territorial; ni podría decirlo, por lo
que luego veremos. Y tampoco dice que
realiza(rá) una función de representación
de las comunidades autónomas. Esto no
podría afirmarlo pacíficamente, según
creo, sin lesión de otros preceptos consti-
tucionales que atribuyen dicha represen-
tación a los órganos de la comunidad au-
tónoma. Desde este punto de vista, la
Constitución está abierta a un diseño de
representación territorial que podría –no
digo que debería que es cuestión muy
otra ahora– incluir a otros entes en los

1 Artículo 69.1: “El Senado es la cámara de re-

presentación territorial”.

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EL SENADO EN SU REF ORMA

que el Estado se organiza territorialmente dificando su significado jurídico y políti- rio de reforma. Pero quizá estemos toda-
y que están también dotados de autono- co desde el ya lejano día de su entrada en vía a tiempo de trabajar en la dirección
mía, es decir, municipios y provincias; al vigor. Bastaría una ojeada a la doctrina de conseguir saber cuál sea exactamente
menos si entendemos que tal autonomía constitucional para percibir relevantes la patología y estado del enfermo.
posee una naturaleza política. cambios de significado a lo largo de este Hay, sin embargo, un aspecto del Se-
Importa todavía más, sin embargo, a cuarto de siglo, que son imputables se- nado que precisamente ahora cobra todo
los efectos de situar el significado del artí- guramente a la progresiva corporeización su valor. Un aspecto ligado precisamente
culo 69.1 CE frente a una reforma del Se- de una organización estatal altamente a la misma esencia del bicameralismo: su
nado, llamar la atención sobre el artículo descentralizada. En esa misma doctrina, función de cámara de reserva. Se trata de
66.1 CE que afirma, tan lacónica y tex- y simultáneamente, es fácil advertir una una Cámara parlamentaria que no dispo-
tual como indubitadamente, que “Las meritoria y plausible imaginación crea- ne de competencias jurídico-constitucio-
Cortes Generales representan al pueblo dora dirigida a conseguir una adecuación nales en materia de responsabilidad polí-
español y están formadas por el Congreso del Senado a aquella realidad emergente, tica, pues los Gobiernos nacen y mueren
y el Senado”. De la interpretación de los recurriendo a todas las técnicas jurídicas en el Congreso de los Diputados. No se
preceptos aludidos cabe inferir que la posibles. Si hubiera que hacer una sínte- quiere decir que tal función de cámara de
Constitución atribuye al Senado una fun- sis apresurada, bien podría decirse que reserva se abrigara en el designio del cons-
ción de representación territorial. Cabe tan abnegado esfuerzo encontraba alien- tituyente sino más bien que aquí, ahora
igualmente establecer que la Constitución to en la necesidad de hacer cierto el nos viene de perlas para endosarle una
atribuye la función de representación po- enunciado del 69.1 CE. Hemos porfia- función, una necesidad central para nues-
lítica a las Cortes Generales y que no atri- do, ciertamente unos más que otros, por tro sistema político que es manifiestamen-
buye al Congreso de los Diputados repre- lograr una verdadera cámara de represen- te sobrevenida. Para eso sirven las cámaras
sentación especial alguna, lo que sí hace tación territorial con cargo en parte al de reserva, aunque no sea ésta una fun-
en cambio con el Senado. inagotable rédito de la descalificación, ción que pueda llegar a justificar su esta-
La representación política constituye más o menos sañuda, de un languide- blecimiento.
un instituto jurídico ligado a la existencia ciente Senado descrito a veces con no El lugar o punto de encuentro, el
del Estado como forma política. Tan liga- muy afinada pluma. Esta llamémosle so- nodo que anudará la reforma del Senado
do que, de no darse aquélla, éste no existe bre-exposición al fuego doctrinal del Se- antes o después, se constituye por la exis-
al no haber voluntad estatal formalizada. nado realmente existente, unida a la rea- tencia de un Estado compuesto con un
De ahí que la representación política no lidad de una cámara de débil imagen elevado nivel de descentralización políti-
lo es ante nadie. En nuestro ordenamien- institucional, hace que en la actualidad ca que precisa de una estructura orgánica
to constitucional la representación políti- no podamos oponer a toda aquella lite- institucionalizada, dirigida a incluir las
ca estatal, que posibilita la formalización ratura crítica un estudio –al menos hasta voluntades de las unidades políticamente
de la voluntad del Estado, y por ello su donde me es dado conocer– de su rendi- descentralizadas en el proceso de toma de
existencia, es competencia del órgano miento legislativo real. Ni tampoco dis- aquellas decisiones atribuidas al Estado
Cortes Generales y no de una u otra de ponemos –a ciencia cierta– de sólidos como unidad política. Se trata, en defini-
las cámaras. Ésta es, por lo demás, la conocimientos sobre los cuadros políti- tiva, de reducir en clave institucional el
prueba irrebatible de bicameralismo. cos, aunque parece –pero sólo parece– vacío orgánico y funcional creado por el
Pero cabe todavía inferir otro signifi- que se trata de una Cámara integrada a despliegue descentralizador del Estado
cado jurídico-político que complementa y base de políticos de retaguardia y un ele- autonómico al que la Constitución clara-
da sentido a los anteriores. El artículo 66.1 vado número de líderes provinciales o mente invitó. Y es ello lo que requiere
CE afirma que la representación política comarcales de los partidos respectivos. una réplica institucional en el órgano
incluye una función de representación po- Lo que seguramente es un punto de arri- “Cortes Generales”. Hacerlo a través de
lítica especial que se incorpora a la repre- bo, quizá no definitivo, desde su inicial una actuación sobre el Senado no es sino
sentación política actuada por las Cortes función de asilo de retirados o, según la una decisión racional adoptada por las
Generales. Por tanto, siempre y en todo cruda frase acuñada en otros bicameralis- fuerzas políticas mayoritarias tras un pro-
caso, el órgano Cortes Generales expresa mos, “cementerio de elefantes”. ceso de aproximación a la virtud que en
una única voluntad, sin perjuicio de la La sobre-exposición mencionada y las política sólo nace de la necesidad.
distribución funcional entre las dos cáma- carencias referidas creo que influyen mu- En la medida en que el significado del
ras que componen dicho órgano. De ahí cho sobre cómo vemos ahora la reforma, artículo 69.1 CE ha ido modificándose al
que cuando afirmamos que el Senado es la no muy perfilada más allá de la anuncia- calor del éxito del modelo autonómico,
cámara de representación territorial esta- da intención de realizar el enunciado del realmente inesperado por todos nosotros
mos declarando, con la Constitución, que 69.1 CE. No disponemos, para decirlo en su actual punto de llegada, quizá pueda
es el órgano de las Cortes Generales que en breve, de datos que arrojen una eva- afirmarse que se ha producido una cierta
incorpora la voluntad de entidades territo- luación precisa de cómo ha funcionado cristalización de su enunciado. Quizá in-
riales que el ordenamiento constitucional exactamente en los diversos escenarios de cluso el suficiente como para que el velo de
entiende relevantes para formular la vo- mayorías políticas habidos hasta el pre- la reforma –frase feliz que tomo prestada
luntad de aquel órgano, es decir, la tenida sente. Aunque en cualquier caso quizá un de un ilustre constitucionalista– haya su-
por voluntad del pueblo español. cuarto de siglo no sea tiempo suficiente cumbido frente a los suaves vientos de la
para disponer de una evaluación conclu- lógica de las instituciones políticas y los
Un enunciado constitucional cambiante yente. Estas circunstancias no nos pare- requerimientos de un funcionamiento ar-
A pesar de su inalterado enunciado lin- cen irrelevantes, pues reflejan un desco- mónico de este sistema autonómico tan
güístico, el artículo 69.1 CE ha ido mo- nocimiento relativo del presunto escena- dificultosamente trabado.

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RI C ARDO C HUEC A

Pero ¿qué es la políticamente. En este sentido preciso, el mentales u orgánicos acogidos en modifi-
representación territorial? Senado no es una Cámara de representa- caciones del Reglamento del Senado.
La simple familiarización con la idea de ción de las comunidades autónomas; y
reformar la Constitución en el punto que parece difícil que pueda alcanzar a serlo Una representación territorial
nos ocupa, a pesar de suponer un logro sin modificaciones muy de fondo en “conforme”
importante puesto en valor por algunos nuestro texto constitucional. El Senado, Si hemos de ser respetuosos con las reglas
constitucionalistas recientemente, nos si- la verdadera Cámara de representación de interpretación jurídica más elementales
túa, paradójicamente, ante el auténtico territorial, deberá ser un órgano de las el término representación territorial no sig-
nudo gordiano –la genuina dificultad– de Cortes Generales que haga presente la nifica hoy lo mismo que en 1978, según
la reforma del Senado. Una dificultad voluntad de los órganos políticamente hemos dejado ya dicho. Y si llevamos el
que ha permanecido emboscada muchos descentralizados pero no un órgano de respeto un poco más allá, podremos tam-
años bajo el sobreentendido de que refor- puesta de manifiesto de los intereses de bién aceptar que el Senado pudo podrá, o
mar la Constitución pertenecía a la agen- las comunidades autónomas ante un ór- podría orientarse hacia representaciones
da del muy largo plazo. Lo que en políti- gano de decisión estatal. Claro que, al territoriales de otra índole (provincial o
ca es tanto como decir el mundo de nun- tiempo, no cabe olvidar que estamos ac- local). Pero no es éste ahora el caso, según
ca jamás. tuando sobre un sistema parlamentario todo lo parece indicar.
No cabe ocultar que incluso en el pla- bicameral. En la medida en que el Senado Hoy entendemos, pues, por represen-
no teórico contamos con sobradas prue- es una cámara parlamentaria, recogida a tación territorial, como función imputa-
bas de las dificultades que presenta definir tal título en el artículo 66.1 CE, cierra la ble al Senado, el resultado de un juicio es-
la representación territorial. Y todavía las vía a un órgano del tipo Consejo o Dieta, timativo e interpretativo del conjunto
hay mayores de su dificultosa convivencia invocado de modo tácito o expreso con constitucional de sus normas reguladoras.
con la representación política tal y como alguna reiteración a través de menciones Ello supone que cuando hablamos de re-
la concebimos en el Estado democrático, no siempre atinadas al Bundesrat2. presentación territorial no estamos invo-
es decir, en su modalidad de democracia Aquella necesidad funcional y esta li- cando una vinculación entre extensión te-
representativa. Según esta última exigen- mitación orgánica nos aboca, creo que rritorial y acción de representación sino
cia, la función de representación atribuida inexorablemente, al mantenimiento de que apuntamos hacia la configuración de
a las Cortes Generales, es decir, la volun- una característica de nuestro Senado para un órgano capaz de hacer presente, e in-
tad orgánicamente expresada por ellas, la cuya denominación acudí, hace ahora al- corporar por tanto, una voluntad deter-
tenemos por voluntad del pueblo en la go más de veinte años, al calificativo de minada. No, pues, un conjunto de hectá-
medida en que aquéllas y sus órganos – híbrido3. A ello nos lleva irremisiblemente reas ni un determinado espíritu ni senti-
Congreso y Senado– son representativas. la imposibilidad de convertir el Senado en miento, por nobles que fueren. Se trata de
Lo que es tanto como decir que hoy no una Dieta o Consejo, órganos sólo posi- una representación política especial que
cabe otra forma de representación demo- bles si están desprovistos de funciones de no es ajena ni alternativa a la propia del
crática que la democracia representativa, representación política y actúan con una Estado democrático tal y como se estipula
o sea, la que garantiza una corresponden- representación de derecho público, lo que en el artículo 66.1 CE. Ni podría serlo sin
cia o representatividad entre representan- es muy distinto. Pero a ello nos lleva tam- modificaciones constitucionales muy de
tes integrantes del órgano y sujeto repre- bién a la necesidad de introducir median- fondo que ningún actor político propone.
sentado: el pueblo. te la reforma pretendida un dispositivo La representación territorial constitu-
Cuando sostenemos que en el proceso que acredite que la voluntad cierta de ca- cionalmente conforme en el actual estado
de formación de la decisión deben inte- da unidad política descentralizada en de cosas sería paradójicamente opuesta a la
grarse las voluntades de las unidades polí- cuanto tal está presente en el órgano re- que reputamos hoy genuinamente territo-
ticas descentralizadas lo hacemos porque presentativo. Sin embargo, las garantías rial: la de los denominados senadores auto-
pretendemos así corregir el cleavage o in- de que esto sea realmente así, la certeza de nómicos. Éstos son unos representantes re-
cluso la inconsistencia, si se quiere, que que la voluntad de quienes representan a presentativos de sus parlamentos pues ellos
presenta la relación que reputamos exis- la comunidad autónoma es cabalmente la los designan. Es precisamente este procedi-
tente entre órgano de decisión y función de dicha comunidad, no pueden nunca miento de cooptación, sin embargo, el
de representación. El Senado será una au- llegar a diluir el carácter representativo de que, a fuer de representativos, les impide
téntica cámara de representación territo- dicha Cámara, según nos exige el artículo representar a la comunidad autónoma,
rial si hacemos presentes en él, como ór- 66.1 CE y el principio del Estado demo- pues a ésta la representa su presidente. Y,
gano de decisión, la voluntad de los terri- crático. Quizá fue aquélla la dificultad por ello, los senadores comúnmente deno-
torios configurados en unidades políticas que hasta ahora latía bajo los voluntario- minados “autonómicos”, por reclutarse del
descentralizadas que denominamos co- sos y baldíos intentos previos de territo- modo dicho, carentes por naturaleza de la
munidades autónomas. rializar –o federalizar, según otros– el ac- posibilidad de hacer presente la voluntad
Dicha apreciación nos parece central tual Senado mediante vectores procedi- de su comunidad de modo unívoco, optan
para el buen planteamiento de la reforma no casualmente por tomar asiento con –y
pues ésta no podrá perseguir –como a ve- 2 “Eine nichtparlamentarische zweite Kammer”,
someterse a la disciplina parlamentaria– su
ces parece sugerirse con alguna impreci- es decir, una segunda cámara no parlamentaria pues
grupo político de referencia. Estos senado-
sión– hacer presentes los intereses de las efectivamente el Bundesrat no es un parlamento, ni res, autonómicos con denominación de
comunidades autónomas ante los órganos pretende serlo, por más que sí sea un órgano consti- origen, frecuentemente más representativos
tucional.
centrales del Estado sino integrar aquéllas 3 “Teoría y práctica del bicameralismo en la en puridad técnico-electoral que los electos
en el complejo proceso de decisión en Constitución española actual”, Revista Española de De- por los ciudadanos a través del sistema
que consiste la función de representar recho Constitucional, 10, 1984, pág. 79 electoral mayoritario o provinciales, son in-

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EL SENADO EN SU REFORMA

capaces, sin embargo, de actuar una repre- cancen acuerdos sobre intereses en con- dencia; sobre todo si reparamos en que
sentación territorial. Ésta es, en sí misma, flicto. Ni tampoco hay sitio fácil en nues- una mala reforma del Senado nos situaría
toda una advertencia. tro ordenamiento constitucional –por to- ante un problema mayor del que ahora
Cuando hoy hablamos de representa- do lo dicho– para un Senado-cámara de tenemos, pues quedaría agravado por la
ción territorial en sentido propio quere- ejecutivos autonómicos. rigidez formal de la norma constitucional
mos referirnos a aquel procedimiento me- Quizá no sea inoportuno llamar la y el escarmiento colectivo que todo fiasco
diante el que hacemos presente en Cortes atención sobre el dato de que si intenta- provoca. Contra la dificultad de la refor-
Generales la voluntad del ente territorial, mos que el Senado se configure en los tér- ma vivíamos claramente mejor.
tal y como la formula el órgano capaz de minos anteriores lo situaremos en el co- Se trata ahora, pues, de que, una vez
hacerlo. Ahora bien, esta acepción de re- mienzo de su descrédito como órgano constatado cierto acuerdo sobre el diag-
presentación territorial posee unos evi- parlamentario y en una posición institu- nóstico y sobre las dificultades que nos
dentes requerimientos: uniformidad en el cional todavía más reforzadora de “la Cá- ofrece, articulemos el objeto de decisión
número y distribución de representantes, mara que decide”, es decir, el Congreso de de la reforma. O, lo que es lo mismo, de-
y un sistema de reclutamiento que acredi- los Diputados. Una versión más de la de- finamos la reforma del Senado a través de
te indubitadamente el nexo de voluntad nominada “paradoja de Madison”. Debe un conjunto de modificaciones al servicio
con la entidad representada y su perma- tenerse además siempre en cuenta que en de aquel diagnóstico que, en cierto modo,
nencia en el tiempo. Exige, en definitiva, todo Estado compuesto, en el supuesto de incoa la reforma. Pero es preciso que per-
una representación jurídica- damos el miedo a las palabras y
mente garantizada4. El pro- aceptemos cuanto antes ex-
blema consiste, como a na- plícitamente que vamos a re-
die se le escapa, en insertar formar las Cortes Generales.
esta nueva categoría repre- Ciertamente no por un error
sentativa en una cámara o desacierto del constituyen-
parlamentaria de composi- te, sino por el éxito en el de-
ción ya heteróclita y difícil- sarrollo de la norma consti-
mente enmendable en este tucional. Ahora bien, si la
sentido. necesidad de reforma tiene
Pero es que, además, es su origen en la Constitución
preciso llamar la atención vigente, en vano pretendere-
sobre el carácter necesaria- mos encontrar en ella su so-
mente provisional de esta lución. Hay por ello un es-
propuesta de representación pacio de creación e innova-
territorial conforme, pues ción cuya problemática no
carecemos de datos ciertos y debemos ocultar, pues lo es
precisos sobre el nivel de in- en el marco de una Consti-
clusividad de dicha repre- tución preexistente y sólida-
sentación. Y ello porque to- mente incuestionada que re-
davía no se han desplegado, clama sin embargo, una ade-
ni con mucho, las estructuras de coopera- ausencia de acuerdo por parte de las uni- cuación.
ción propias de un Estado compuesto: al- dades políticamente descentralizadas so- Quizá por ello todo aconseje para
go que ahora comienza a dar sus primeros bre un objeto de decisión de interés co- nuestro Senado una reforma de mínimos
frutos de modo incipiente y de lo que mún sólo queda la salida dirimente a car- dirigida a integrar de modo eficaz e indu-
queda por desarrollar su mayor parte. Es- go de la Cámara que ostenta la represen- bitado la voluntad de las comunidades
tas cosas tan importantes llevan su tiem- tación política directa del pueblo. Lo que autónomas en la formación de la volun-
po. Recuérdese que ya desde la primera no siendo bueno ni malo en abstracto pa- tad estatal, según la forma y la intensidad
experiencia de descentralización constitu- ra el órgano Cortes Generales, nos llevaría que el espacio de pacto defina. Quizá no
cional norteamericana es tenido por evi- en dirección contraria a la reforma que parezca tan reprochable que sigamos de-
dente que, cuando de intereses se trata, parece pretenderse. Quizá después de to- jando que el tiempo constitucional y de-
son los Ejecutivos los llamados a hacerlos do la idea de mantener un Senado híbrido mocrático futuro nos vaya sugiriendo
valer de modo más eficaz. Para esto no no sea una mala idea, al menos una mala eventuales pasos posteriores, roto ya de
sirve nuestro Senado. Ni el actual ni cual- idea democrática. una vez por todas el “velo de la reforma”.
quier otro que pudiéramos imaginar den- Quizá, y después de todo, no sea tan ma-
tro de las coordenadas constitucionales. Epílogo lo seguir contando con una cámara de re-
Un Senado-cámara parlamentaria no es No deja de ser curioso, y no debería dejar serva a la que recurrir de nuevo en el fu-
un Senado-foro de las CC AA, aunque de llamarnos a reflexión, que cuando la turo. ■
pueda operar como su paliativo o sucedá- idea de reforma constitucional del Senado
neo frente a carencias circunstanciales. Ni ha pasado del respeto reverencial a la
cabe pensar en un Senado en donde se al- agenda política, diluyendo aquella suerte
de rigidez simbólica, una capa de pruden-
4 Lo que incluye necesariamente la eventual cia se extiende sobre el cómo de la refor-
remoción por el órgano que representa, que indica al ma. Es, en definitiva, positivo que una re- Ricardo Chueca es catedrático de Derecho
representante la voluntad precisa a hacer valer. forma constitucional se impregne de pru- Constitucional de la Universidad de La Rioja.

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SEMBLANZA

JOSÉ CANALEJAS
Democracia, Estado, Nación y Monarquía

JAVIER MORENO LUZÓN

“Yo soy un hombre de Gobierno, no marino amigo. Embarcó en Le de Estados Unidos. Al comienzo un disidente, algo que en princi-
un hombre ecléctico; porque yo no creo Havre hacia Nueva York y allí se dosificó y contuvo sus opiniones pio complicaba su carrera. Sin
que España esté condenada a la acción de entrevistó con emigrados cuba- por motivos patrióticos, pero embargo, acertó con el mensaje y
dos solas fuerzas que luchen entre sí des-
trozando la patria: la fuerza radical, que
nos; asistió luego en Washington después, consumada la derrota la estrategia necesarios para so-
llama a la revolución, y la fuerza reaccio- a un banquete ofrecido por el en Cavite y Santiago, detalló en bresalir en el escenario abierto
naria, que llama a la guerra civil; porque presidente MacKinley, y fue has- el Parlamento informaciones por el Desastre. Desplegó un
yo creo que desde este banco, que al am- ta Tampa y Cayo Hueso, donde contundentes sobre la catastrófi- completo abanico de reformas, y
paro del trono y con esta mayoría, que una manifestación antiespañola ca gestión de la crisis que había hasta su vagabundeo político le
con las fuerzas políticas organizadas en
le puso en serios aprietos. Por fin, llevado a cabo el Gobierno espa- ayudó a encarnar el ansia de re-
España, puedo realizar una gran política
democrática y expansiva”1. el 17 de noviembre llegó a Cuba ñol. Carente de planes claros, novación que invadía el país y
y, desde Pinar del Río hasta éste había permitido contradic- que reforzaba las expectativas
Oriente, alternó las recepciones ciones fatales entre los distintos creadas por el inminente ascenso
En los últimos meses de 1897 y oficiales que a su paso le brinda- responsables de la lucha y, algo al poder de un nuevo monarca:
los primeros de 1898, muy avan- ban las autoridades con la parti- más grave aún, había estado min- Alfonso XIII, en 1902.
zada ya la guerra colonial hispa- cipación en diversas operaciones tiendo a la opinión pública, o, De entrada, Canalejas mostró
no-cubana y en vísperas del en- militares a título de observador; como decía el orador, “engañan- algún desconcierto, y hasta co-
frentamiento entre España y Es- es decir, sin disparar un tiro. Una do a España”. Al igual que otras queteó con cierto espadón católi-
tados Unidos que fulminó los especie de turismo bélico que muchas voces que se elevaron in- co: el general Polavieja, aureolado
restos del imperio español, José Canalejas vivió con gran curiosi- dignadas por esas mismas fechas, de regenerador. No obstante,
Canalejas y Méndez, diputado y dad y especial atención a los sol- Canalejas pedía en sus discursos después se instaló en una posi-
ex ministro liberal, viajó a dados heridos, a quienes consola- que se esclareciera lo ocurrido y ción más sólida, a medio camino
Norteamérica y recorrió Cuba. ba repartiéndoles cantidades de que se depurasen las responsabi- entre el oficialismo liberal y la
Con 43 años, Canalejas se halla- dinero y prometiéndoles empleo lidades correspondientes5. disidencia democrática, rodeado
ba en plena crisis personal: acaba- y futuras pensiones en España. Pero la suya no era una voz tan sólo de unos cuantos fieles
ba de morir su primera esposa, Después de mes y medio de tra- cualquiera. En el clima naciona- pero en condiciones de disputar
un golpe que le había dejado lite- bajosos desplazamientos y peri- lista de las décadas posteriores al la jefatura de la izquierda monár-
ralmente sin habla durante unos pecias varias, el 10 de enero de 98, cuajadas de lamentos y pro- quica a la muerte de Sagasta, en
días, y también se había separado 1898 dejó La Habana rumbo a yectos de regeneración, aquel di- 1903. Después de mucho tiem-
poco antes de su partido, precisa- Puerto Rico, para arribar final- putado se convirtió en el princi- po y esfuerzo, alcanzó la presi-
mente por desacuerdos con la mente a Cádiz el día 263. pal renovador de la izquierda li- dencia del Consejo de Ministros
política ultramarina de los libera- Aquel viaje marcó las viven- beral española. Hasta entonces en 1910 y, cosa excepcional en
les. Decidió ir a la isla, según sus cias que Canalejas tuvo del De- no había pasado de representar aquel sistema, aguantó en ella
palabras, sastre. Volvió a casa enfermo y un discreto papel secundario den- casi tres años, hasta caer asesina-
agotado, tanto física como mo- tro del liberalismo gubernamen- do en Madrid el 12 de noviem-
“para estudiar sobre el terreno la ar- ralmente4. Y es que sus impresio- tal que, bajo el liderazgo de bre de 1912. Es decir, no sólo
dua cuestión, para ver cómo se baten los nes no podían resultar más nega- Práxedes Mateo Sagasta, había contaba con un programa de go-
soldados y cómo se les manda y se les
atiende; para asistir a las operaciones mi-
tivas: había observado un pano- integrado en la monarquía de la bierno, sino que pudo, además,
litares y para examinar las raíces de la rama barrido por la imprevisión, restauración a buena parte de las ponerlo en práctica.
rebelión”2. la falta de medios y la miseria ge- fuerzas progresistas del sexenio Camino de la cumbre, José
neralizada, un ambiente franca- revolucionario. De hecho, el pro- Canalejas se benefició de una
Así pues, partió de Madrid el mente hostil al dominio español pio Canalejas provenía del repu- fuerte personalidad. Había sido
21 de octubre de 1897 en com- y una manifiesta inferioridad mi- blicanismo templado. Efímero un joven formal y estudioso en
pañía de su cuñado, el periodista litar frente a la potencia en alza ministro en varios gabinetes, no una época de agitaciones revolu-
Alejandro Saint-Aubin, y de un se encontraba cómodo en el par- cionarias, y siempre había desta-
tido sagastino y pronto se volvió cado por su amor al trabajo. Asis-
3 Diario de viaje de Alejandro Saint- tido por una gran resistencia físi-
1 Diario de las Sesiones de Cortes. Con- Aubin, resumido en Francos (1918). An- ca, madrugador en un país de
greso (DSC), 21 de diciembre de 1910, tón del Olmet y García Carraffa (1916), 5 DSC, 3 de mayo de 1898, págs.
trasnochadores, se le tenía por un
pág. 3196. págs. 134 y sigs. 244-249; 9 de septiembre de 1898, págs.
2 Cita en Francos Rodríguez (1918), 4 Duquesa viuda de Canalejas (1956;
1719-1730 (cita en pág. 1720), y 10 de lector incansable. Disponía de
pág. 134. s.a.), pág. 109. septiembre de 1898, págs. 1749-1757. una capacidad inusual para ha-

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cerse cargo de cualquier asunto te al clericalismo, la intervención
con una simple ojeada a los tex- estatal en las relaciones sociales y,
tos, y, rara virtud, preparaba los como suma de sus preocupacio-
temas antes de tratarlos. Hablaba nes, la fusión de todas las energías
idiomas, sobre todo el francés, y nacionales en torno a la Monar-
salía de España a menudo, goza- quía. Esta última faceta, identifi-
ba especialmente de los viajes a cada con un pujante nacionalis-
otros países europeos y se mante- mo español, apenas se ha subra-
nía informado de lo que en ellos yado en los estudios acerca del
pasaba. Nervioso, simpático y afi- político liberal y, sin embargo,
cionado a la ironía, en ocasiones acabó dominando a las otras en
algo infantil, buen conversador y su etapa de gobierno. Canalejas
capaz de seducir a sus interlocu- fue, a la vez, anticlerical católico,
tores, imitaba de forma magistral intervencionista liberal y, de ma-
a muchos personajes contempo- nera creciente y decisiva, nacio-
ráneos, lo cual proporcionaba nalista monárquico.
muy buenos ratos a quienes le José Canalejas
frecuentaban. Su peor defecto re- comienzos del xx, como el Ate- De modo que, entre 1898 y Anticlerical católico
sidía en la maledicencia, pues no neo, primero, y, después, la Real 1912, José Canalejas se erigió en Los tres lustros que siguieron al
podía evitar los comentarios sar- Academia de Jurisprudencia y Le- uno de los protagonistas indiscu- 98 quedaron en buena parte aso-
cásticos. Algunos biógrafos han gislación, que presidió varios años tibles de la reforma política en ciados, dentro del debate político
subrayado su soledad, incluso su y le proporcionó un cauce para España. Para ello, reinterpretó la español, a la pugna entre clerica-
tristeza, y su constante necesidad difundir sus ensayos teóricos; o la tradición progresista y la herencia lismo y anticlericalismo. Aparte
de afecto: deseaba ser aceptado y prensa, por la que demostró una del sexenio y dio un giro demo- de la extrema izquierda anarquis-
vivía pendiente de lo que los pe- afición que le condujo a adquirir crático al liberalismo de la restau- ta, los liberales –monárquicos o
riódicos dijeran de él6. con otros socios el Heraldo de ración asentándolo sobre nuevas republicanos– sintieron que el
Disfrutaba, además, de una Madrid, portavoz de sus ideas y bases programáticas que nacían principal obstáculo para la mo-
buena situación económica y uno de los grandes diarios libera- de una raíz común: la defensa del dernización –o europeización– de
profesional. Hijo del director de les en una etapa de apogeo perio- Estado. La regeneración de Espa- España se hallaba en la excesiva
una compañía ferroviaria en la dístico en la capital. Y, sobre todo, ña, su resurgimiento como na- influencia de la Iglesia católica. A
que trabajó algunas temporadas, el Parlamento, su medio natural, ción poderosa y respetada tras el ella se achacaba la decadencia na-
tras dos fracasos tempranos en el donde destacó como un orador Desastre, debía partir de esa pre- cional y no faltaba incluso quien
intento de conseguir una cátedra muy eficaz, a la moderna, que, al misa estatista: le atribuyera la culpa de la derrota
universitaria se dedicó de manera margen de adornos e imágenes, ultramarina. Todos los objetivos
preferente a la abogacía y obtuvo combinaba la elegancia con la “Si hay algo que pueda salvar en Es- ideales del liberalismo hispano,
de su bufete, ocupado en pleitos precisión y los dejes irónicos. Sa- paña intereses morales, intereses materia- como la incorporación del país a
les; si hay en la hora presente algún apo-
famosos, una considerable fortu- bía exponer un problema sin ma- yo donde sentar el pie con firmeza para
la civilización contemporánea por
na. Uno de sus asuntos legales nejar papeles, como si leyera en la reconstitución de la patria –afirmaba medio del triunfo de la ciencia y
inspiró a Jacinto Benavente la un libro invisible; y su palabra en 1907– es, a mi juicio, la soberanía del la razón, tropezaban necesaria-
obra de teatro Los intereses crea- hacía olvidar al auditorio su figu- Estado”8. mente con una poderosa organi-
dos. Pero su vocación se orientó ra poco agraciada para conducirlo zación antiliberal y reñida con el
fundamentalmente hacia el mun- al terreno que le interesaba. Algu- Una convicción que se desple- mundo moderno. Además, las
do de la política. Los círculos en nos de sus discursos y los torneos gó en tres dimensiones ideológi- huestes eclesiásticas, en especial
que se desenvolvió mejor eran los parlamentarios que sostuvo con cas y prácticas distintas pero inse- las órdenes religiosas que consti-
característicos de la esfera pública el conservador Antonio Maura parables: la afirmación de las tuían sus componentes más acti-
liberal de finales del siglo xix y pervivieron largo tiempo en la prerrogativas del poder civil fren- vos, se encontraban en plena ex-
memoria del público7. pansión. Las congregaciones ocu-
6 Además de Antón y García (1916) paban un espacio cada vez mayor
y Francos (1918), véase Sevilla Andrés 8 DSC, 6 de noviembre de 1907, en la vida social y en terrenos tan
7
(1956). Zancada (1913). pág. 2283. sensibles a ojos de los liberales

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JOSÉ CANALEJAS

como la educación y la economía. se decía misa dos veces al mes10. El programa anticlerical de los crecimiento en las décadas finales
Por tanto, a estos últimos les acu- No había, pues, en sus posiciones liberales monárquicos abarcaba de la centuria se hubiera visto
ciaba asegurar las prerrogativas ni sombra de anticatolicismo o múltiples aspectos, como, por acompañado por la elaboración
del poder civil, poner freno al de antirreligiosidad. Pero el polí- ejemplo, la regulación del matri- de una normativa eficaz. A juicio
avance clerical y, en definitiva, tico liberal distinguía entre la re- monio civil para que los contra- de Canalejas, no podía permitirse
abordar empresas secularizadoras. ligión católica, que constituía un yentes no tuvieran que abjurar de por más tiempo esta situación de
Era una cuestión de vida o muer- factor básico en la sociedad espa- la fe católica; la eliminación del extraterritorialidad, y su remedio
te para el futuro de España9. ñola y un elemento muy positivo juramento en el acceso a los car- exigía una nueva ley de asociacio-
El discurso secularizador o an- en la cultura nacional, y el cleri- gos públicos; o el ejercicio de las nes que contemplara la interven-
ticlerical tuvo, pues, la virtud de calismo, influencia ilegítima y un atribuciones estatales para regular ción del poder público para auto-
aglutinar la respuesta de la iz- peligro para el progreso de Espa- las enseñanzas impartidas por los rizar, suspender, suprimir, revisar
quierda a las exigencias de cam- ña. A este respecto decía que colegios religiosos y defender al y limitar las asociaciones religio-
bio planteadas con motivo del mismo tiempo una escuela públi- sas y sus muchas actividades. Sólo
Desastre. Para los liberales monár- “no hay un problema religioso; hay ca neutra que respetase la libertad se trataba, decían los canalejistas,
quicos, la adopción del anticleri- un problema clerical, hay un problema de conciencia de profesores y de reducir la actuación de las
de absorción de la vida del Estado, de la
calismo moderado como progra- vida laica social por elementos clericales,
alumnos. Pero el problema fun- congregaciones a sus fines consti-
ma político servía, por añadidura, y yo pienso como el inmortal poeta fran- damental se ubicaba en la rela- tutivos. Los borradores liberales
para remozar sus proyectos recu- cés, el ilustre Hugo, que a un tiempo hay ción de las órdenes religiosas con se inspiraban en las leyes ya pro-
perando viejas metas revolucio- que maldecir al clericalismo y bendecir a las autoridades. Los Gobiernos mulgadas en Francia, por lo que
narias dormidas pero no olvida- la Iglesia, a esa Iglesia santa, a la que el españoles habían dejado estable- los críticos católicos les acusaron
clericalismo llama madre y explota como
das; les distinguía de los conser- cerse en territorio nacional a nu- de imitar sin sentido todo cuanto
sierva”11.
vadores, podía movilizar a parte merosas congregaciones, una ver- hacían los republicanos franceses,
de la opinión y valdría quizá para dadera avalancha negra que, pro- de importar por mero oportunis-
atraerse a los republicanos al A su juicio, los liberales ha- cedente de la Francia de la Terce- mo un problema que no existía
tiempo que les arrebataba una bían hecho demasiadas concesio- ra República, regentaba un sinfín en España. Canalejas siempre se
bandera. José Canalejas fue el no- nes en el pasado a los católicos de instituciones educativas, po- defendió afirmando que la cues-
table liberal más identificado con militantes con el fin de buscar la seía ricos conventos y pesaba so- tión estaba planteada de forma
este ideario y, de hecho, convirtió concordia tras las luchas del bre el ánimo de las personas más parecida en toda Europa y, desde
el anticlericalismo templado en la ochocientos, cesiones que no ha- prominentes del país. Ante la in- luego, se concebía como propia y
plataforma sobre la cual se elevó bían servido para garantizar la vasión, señalaba Canalejas, “urge candente por los progresistas es-
hasta lo más alto de la vida públi- paz, sino que, por el contrario, limitar el número de los religiosos pañoles13.
ca como ariete de quienes procla- habían facilitado el adelanto in- nacionales, reducir cuidadosa- Con estos mimbres ideológi-
maban la necesidad de democra- contenible del clericalismo. Se mente el de los extranjeros y ce- cos tejió Canalejas su fulgurante
tizar la Monarquía constitucional trataba de un fenómeno bien re- rrarles la frontera en adelante”12. ascenso en el cambio de siglo.
de la Restauración. Cuando los ciente, ya que durante los años Con frecuencia, comparaba, ade- Nadie como él definió y otorgó
demócratas de comienzos del siglo de la Regencia, desde 1885, los más la, miseria e incultura del relevancia política al problema
xx como Canalejas hablaban de clericales se habían infiltrado en clero secular, incapaz de cumplir clerical. En primer lugar, en las
democracia no se referían sólo, ni cátedras y academias, en el Ejér- con su misión, la cura de almas, Cortes, donde pronunció algu-
primordialmente, a la depuración cito y en la Administración, con la opulencia del regular, la nos de los discursos de más éxito
de los procesos electorales y al aprovechando la tolerancia para nueva mano muerta, que desde en la restauración, de esos que
aplastamiento del caciquismo que hacer campañas políticas, para sus establecimientos se permitía, hacían época y todos recordaban.
falseaba sus resultados y hurtaba atacar al liberalismo y al Estado. además, hacer la competencia Brillaron de manera especial dos
legitimidad al sistema, sino que, Contra ellos sólo cabía confirmar desleal a comerciantes, artesanos que salieron de su boca en 1899
por encima de todo, reclamaban las facultades estatales, haciendo y obreros. A los liberales, católi- y 1900, en los cuales denunciaba
un conjunto de medidas en el que se cumpliese la ley o cam- cos en su mayoría, les preocupa- la dominación clerical sobre el
que ocupaban un lugar central biando las normas cuando resul- ban las intromisiones y los privi- gobierno conservador de Francis-
los afanes secularizadores. Prime- tara preciso. Lo cual suponía, legios de la Iglesia pero también co Silvela: el de los cinco ismos
ro había que liberar a los españo- además, situarse en la estela de la forma en que los clérigos cum- (reaccionarismo, clericalismo,
les del influjo perverso del clerica- una tradición bien española, la plían los preceptos evangélicos. militarismo, regionalismo y capi-
lismo; después, ya emancipados, del regalismo practicado por mo- Por todo ello convenía some- talismo sintetizaban, a su parecer,
votarían en libertad. narcas del antiguo régimen, ter el funcionamiento de las con- la política silvelista) y el de las dos
Canalejas profesaba la fe cató- como Carlos III, al que citaba a gregaciones al derecho común. El juventudes en el cual aventuraba
lica y no lo ocultaba. De hecho, menudo. Canalejas no pensaba concordato entonces vigente, de un futuro choque, hasta una gue-
cumplió un deseo de su primera en absoluto en la separación del 1851, garantizaba la existencia de rra civil, entre dos juventudes
mujer al establecer un oratorio Estado y la Iglesia, sino que pre- tres órdenes, dos de ellas mencio- incompatibles: una “inspirada en
privado en su palacio de la calle fería algún tipo de patronato del nadas en él de manera explícita. la intransigenia y el fanatismo,
Huertas, de Madrid, donde, a primero sobre la segunda. El resto quedaba en una especie con todas las preocupaciones y la
partir de la muerte de la esposa, de limbo legal, sin que su gran rutina de los viejos tiempos, con

10 Antón y García (1916). 12 Programa enviado por Canalejas al 13 Zancada (1913), pág. 99. Véase
11 DSC, 16 de julio de 1901, pág.
9 Pérez Ledesma (1998), págs. 134 y Gobierno liberal en el verano de 1906, también Romero Maura (1989), págs.
sigs., y Cueva Merino (1997). 636. en Archivo Romanones (AR) L77/3. 165 y sigs.

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J AVI ER MORENO LUZ ÓN

la espalda vuelta al progreso”, y la estaba en juego la soberanía na- círculos tradicionalistas, abarcó dad”, es decir, una época que re-
otra “liberal, progresiva, educada cional y legislar correspondía en hasta la última asociación confe- conciliaría al individuo con la
en la universidad, con el espíritu exclusiva al Estado; mientras que sional y creó un ambiente de ex- sociedad. Como ya había pasado
del siglo, con el sentimiento del los monteristas, apegados al libe- traordinaria hostilidad contra a otros países, España entraría
derecho, con el amor a la liber- ralismo clásico, rechazaban cual- Canalejas, sólo comparable con la inevitablemente en la era de las
tad, con vislumbres democráti- quier ingerencia estatal añadida desencadenada contra Manuel masas con la incorporación de los
cos”14. en la vida asociativa; y los more- Azaña dos décadas después. A obreros a la vida política. Ade-
Estas piezas de oratoria le con- tistas reclamaban, en todo caso, ojos de sus contradictores, el pre- más, eran ellos quienes habían
dujeron al cenit de su fama, con- un pacto inicial con Roma. Estos sidente era un jacobino enemigo sufrido en carne propia el Desas-
virtiéndole en una referencia desacuerdos estuvieron detrás de de la Iglesia y también de la pa- tre y hacía falta compensarles. De
inexcusable para la izquierda li- la ruptura de un gobierno sagas- tria, puesto que la derecha espa- cara a la reconstitución nacional,
beral española. Reputación que tino en 1902 y de la penúltima ñola no concebía otra España que si ésta iba a realizarse bajo la mo-
explotó más adelante cuando se disidencia demócrata. Pero, más la católica. Naturalmente, los me- narquía, resultaba imprescindible
decidió a intentar algo insólito aún, la cuestión religiosa exacerbó dios confesionales acusaban a los integrar a los trabajadores en las
en la trayectoria de un jefe mo- los enredos faccionales cuando ministros de aliarse con la maso- bases que la sustentaban, apartán-
nárquico: el acercamiento a las Moret, en 1906, hizo bandera de nería, fuente de todos los males dolos de las utopías revoluciona-
masas. En 1902 emprendió una la reforma constitucional con el para el catolicismo militante. rias; y eso exigía a su vez una ma-
gira de mítines por las provin- fin de modificar el artículo 11 del El Congreso Eucarístico Inter- yor intervención del Estado en las
cias de Levante, donde tenía texto de 1876 (el que consagraba nacional celebrado en Madrid en relaciones sociales. Para ello, el
más seguidores y donde le acla- el catolicismo como religión ofi- 1911 constituyó una gran de- partido liberal, afirmaba en 1901,
maron los republicanos. Canale- cial del Estado) introducir la li- mostración de fuerza frente al debía acoger una “orientación so-
jas fue uno de los pocos políticos bertad de cultos, exigencia irre- Gobierno. Y algún periódico lle- cialista”18. Pero era un socialismo
dinásticos que se lanzaron a ha- nunciable de los republicanos gó a decir más tarde que el asesi- el suyo muy genérico y totalmen-
cer propaganda a la americana, moderados para acercarse a la nato de Canalejas traslucía el te alejado del marxismo, un cú-
aunque fuera de manera ocasio- Monarquía. Canalejas se opuso dedo de la providencia17. El fruto mulo de ideas para cuya justifica-
nal, impresionado quizá por las en adelante a esa medida, que, en más importante de la política re- ción citaba lo mismo al kaiser
elecciones que había contempla- su opinión, sacrificaba lo posible ligiosa canalejista fue la llamada Guillermo I que al papa León
do a su paso por Nueva York en en el altar de lo irrealizable, con ley del candado, de 1910, que fre- XIII, a Hegel que a Gladstone. Se
1897: así, encargó en Estados lo que, al menos en este terreno, naba la expansión de las congre- trataba, sobre todo, de la aurora
Unidos 100.000 lápices con su el moretismo le adelantó por la gaciones y tendía a impedir la de una nueva civilización que exi-
retrato para repartirlos por las izquierda. Estas disputas esterili- entrada de más frailes y monjas gía transformaciones legales, de
poblaciones que visitaba15. Sin zaron la etapa de Gobierno liberal en España, aunque sólo mientras un amplio movimiento intelec-
embargo, en estas campañas vis- entre 1905 y 1907, cuando se su- no se ratificara la esperada ley de tual y político europeo al cual no
lumbró también un riesgo im- cedieron hasta seis gabinetes dis- asociaciones. Al final hubo un podía permanecer ajena España.
portante que le hizo atenuar su tintos y apenas se avanzó en las compromiso: se estableció que la La reforma social constituyó
fervor por ellas: lejos de atraer al reformas democráticas16. del candado caducara a los dos sin duda la materia en la que Ca-
público izquierdista a la monar- Al ocupar la presidencia del años y el conflicto terminó desin- nalejas adquirió una mejor prepa-
quía, su presencia en tales actos Consejo de Ministros, en febrero flándose. Pero la presión católica ración teórica, en contacto con el
podía fortalecer al republicanis- de 1910, Canalejas se dispuso a había alcanzado al ala más transi- pensamiento foráneo y con las
mo y, por tanto, resultar contra- cumplir sus viejas promesas. Las gente del partido liberal, a los políticas concretas que se llevaban
producente. primeras medidas, como la aper- conservadores, a la corte y al pro- a efecto en otras latitudes. Cons-
Las relaciones con la Iglesia se tura de las escuelas laicas cerradas pio Alfonso XIII, y las reformas tataba en sus razonamientos el
colocaron, asimismo, en el meo- por Maura, o el permiso para que se diluyeron definitivamente. fracaso de las tesis que se apoya-
llo de la pugna por el liderazgo las confesiones no católicas exhi- Nunca se aprobó la famosa ley de ban en la incesante lucha por la
dentro del partido liberal, inicia- bieran con libertad sus símbolos, asociaciones. existencia de individuos y grupos,
da antes incluso de fallecer Sagas- removieron las ascuas en la Igle- especie de darwinismo social que,
ta, en la que Canalejas dirimió sia. Las relaciones con el Vaticano Intervencionista liberal entroncado con un positivismo
diferencias ideológicas y estratégi- se tensaron tanto que, tras inter- José Canalejas abordó con la mis- biologicista, se había expandido
cas con veteranos primates como cambiar varias notas diplomáti- ma intensidad, aunque con un por Europa en la segunda mitad
Eugenio Montero Ríos y, sobre cas, el Gobierno retiró al embaja- eco menor en la esfera pública, del siglo xix y predicaba incluso
todo, Segismundo Moret. El ho- dor de España ante la Santa Sede otro asunto que le parecía funda- el aislamiento o la desaparición
rizonte de una nueva ley de aso- en el verano de aquel mismo año. mental para el porvenir de Espa- de los débiles y degenerados. Ca-
ciaciones dividía a los liberales Más aún, los proyectos liberales ña: la cuestión obrera. Creía aca- nalejas creía que las colectividades
porque los canalejistas insistían fueron contestados por una am- bada ya la historia de un liberalis- humanas se cimentaban en su-
en aprobarla sin negociar previa- plísima movilización católica, una mo preocupado en exclusiva por puestos bien distintos:
mente con el Vaticano, dado que cruzada de rogativas y manifesta- la custodia de los derechos indivi-
ciones callejeras que, amparada duales y aseguraba que había lle- “Quien dice sociedad –proclamaba
por los obispos y animada por los gado el “periodo de la sociabili- ya en 1894– habla de acuerdo, de conci-
14 DSC, 5 de julio de 1899, págs.
657-664; 14 de diciembre de 1900,
16 Todos los detalles, en Andrés Ga- 17 Callahan (2003), págs. 77 y sigs. 18 Citas en Canalejas (1901), págs.
págs. 513-519 (citas en pág. 515), y 17
de diciembre de 1900, págs. 581-587. llego (1975). Sobre la postura de Moret, El periódico era La Gaceta del Norte, 728h y 728k.
15 Antón y García (1916). véase Ferrera (2002). citado por Zancada (1913), pág. 83. 19 Canalejas (1894), pág. 6.

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liación, de armonía, de esfuerzos concer- dores (por ejemplo, de Eduardo pondieran a la sociedad civil,
tados por la solidaridad, sin la que no Dato, padrino de leyes pioneras aunque en funciones esenciales
cabe concebir las evoluciones de la histo-
ria ni la permanencia y vigor de los Esta-
en España) en algunas de sus pro- como la educación, la sanidad y
dos”19. puestas laborales, como la atribu- la beneficencia, sobre todo en un
ción de la responsabilidad civil país tan pobre en iniciativas como
Los dos conceptos básicos que por los accidentes en el tajo a los España, su competencia le pare-
sostenían sus textos eran los de patronos, el reconocimiento de la ciese muy deseable. En ningún
armonía y solidaridad, tras los huelga o la reglamentación y pro- caso teñía sus intervenciones de
cuales cabía ver diversas inspira- hibición del trabajo de mujeres y igualitarismo ni de colectivismo
ciones. Por un lado, ciertas remi- niños. Ambos sectores compar- sino que siempre se ubicaba en el
niscencias organicistas y armóni- tían un sustrato social-cristiano. seno de un liberalismo corregido.
cas del krausismo, pues no en Pero, más allá, Canalejas insistía Canalejas no se ocupaba tampoco
vano se había formado y había en el establecimiento de un con- de la dotación de fondos presu-
desarrollado una breve carrera trato que recogiese con claridad puestarios para proveer los servi-
académica bajo la protección de los derechos de los trabajadores y cios de un moderno Estado de
su tío Francisco de Paula Canale- condiciones como la duración de bienestar; y en materias hacendís-
jas, catedrático, estudioso de las la jornada, el salario mínimo o el ticas seguía apegado al santo temor
religiones y seguidor de Krause; tiempo de aprendizaje. A su jui- al déficit. Se refería, ante todo, a
mientras su propio entorno cul- cio, las autoridades debían, asi- la articulación de reformas legales
tural y político estaba vinculado a mismo, fomentar la creación de que favorecieran a los trabajado-
la Institución Libre de Enseñanza asociaciones con las que los obre- res, reforzasen el sistema político
(ILE). Por otra parte, y de mane- todos”21. La nueva democracia, ros pudieran defender sus intere- y acrecieran la riqueza del país.
ra aún más significativa, fuertes yendo más allá del liberalismo ses y la suscripción de seguros de No obstante, sus escritos refleja-
conexiones con tendencias euro- ochocentista, no se limitaba a lu- accidentes, enfermedad, invalidez ron una cierta evolución en senti-
peas contemporáneas como el char en las barricadas por los de- y ancianidad; rebajar los impues- do cada vez más intervencionista,
solidarismo francés y el nuevo li- rechos políticos, sino que hablaba tos que gravaban las rentas del hacia un Estado que ya no sólo
beralismo anglosajón que alentaba ya de inducir cambios sociales. trabajo y redistribuir las cargas coordinase sino que también or-
la política social de los Gobiernos Lo cual habría de hacerse en todo fiscales. El político liberal llegaba ganizara la sociedad. En cualquier
liberales en el Reino Unido. En caso de forma gradual: Canalejas a hablar de los límites que impo- caso, buscó una vía intermedia
realidad, fueron los krauso-insti- era un reformista y no toleraba en nía el interés social a la propiedad entre “la entrega del individuo
tucionistas quienes mejor recibie- absoluto la violencia revoluciona- privada, algo que aplicaba de in- inerme a la impía concurrencia” y
ron en España estas corrientes ria, le interesaba conservar el or- mediato al latifundismo impro- la absorción estatalista de la vida
extranjeras, por lo que es posible den social y promover su perfec- ductivo del sur del país, erigido social24.
considerar a Canalejas un hom- cionamiento evolutivo, por lo sobre la miseria de los jornaleros. ¿En qué proyectos guberna-
bre cercano a los intelectuales li- que cabría calificarle de radical Para paliarla había que “asociar mentales se plasmó el interven-
berales de la ILE, aunque no burgués. En fin, el jefe liberal-de- con la tierra al que la trabaja, y, a cionismo de Canalejas? Durante
compartiera muchas de sus acti- mócrata compartía la idea, muy su vez, entre sí, a los que traba- su breve paso por el Ministerio de
tudes y no pueda tenérsele por de su tiempo, de que había una jan”, combinando la proliferación Agricultura, Industria, Comercio
uno de ellos20. ciencia social capaz de averiguar de medianos campesinos con la y Obras Públicas, entre marzo y
Lo que interesaba al político lo que ocurría en la realidad y de de cooperativas agrarias22. mayo de 1902, enunció dos an-
era mostrar cómo el principio definir soluciones adecuadas para En definitiva, Canalejas veía al helos fundamentales. Para empe-
armónico que regía las socieda- procurar el bienestar de las gen- Estado como un árbitro en los zar, la creación del Instituto del
des se realizaba a través del dere- tes. La sociología de finales del conflictos laborales, un freno a Trabajo, un organismo corporati-
cho, de intervenciones estatales siglo xix y principios del xx se los desequilibrios, un coordina- vo que se inspiraba en modelos
encaminadas a hacer respetar y convertía así en un remedio casi dor de esfuerzos particulares, un europeos. Servido por especialis-
promover la solidaridad en con- taumatúrgico, en un bálsamo que actor encargado de incentivar tas independientes, el instituto
tra del abuso de los fuertes sobre curaría las heridas sociales y que, tendencias deseables en el desa- debía, por un lado, recoger infor-
los débiles, combatiendo los pri- a través de fórmulas científica- rrollo de la sociedad. Al Estado le mación y elaborar estudios sobre
vilegios creados por el dominio mente probadas y aplicadas con tocaba “promover, garantir, san- la situación de los trabajadores
de unos pocos y facilitando “la sabiduría por ministros pruden- cionar y, en último término, su- españoles con el fin de orientar a
difusión de la cultura, de la ri- tes, acabaría con los conflictos y plir” como “órgano de armonía, los Gobiernos en la puesta en
queza y del poder entre todos divisiones entre los españoles. como instrumento de conserva- marcha de políticas sociales; y,
los ciudadanos”. El Estado cum- Todas sus reflexiones condu- ción social, como agente del pro- por otro, impulsar la inspección
plía la voluntad nacional y lo cían a la intervención del Estado greso humano y como ejecutor laboral. Este proyecto, que llevó a
hacía con sentido ético y de jus- en las relaciones sociales; y esto de los divinos preceptos de la mo- Canalejas a colaborar asiduamen-
ticia, “para prestar las condicio- en varios ámbitos. El liberalismo ral cristiana”23. Es decir, en prin- te con los profesores krauso-insti-
nes positivas que hagan posible canalejista coincidía con el catoli- cipio los poderes públicos no ha- tucionistas Adolfo Posada y Adol-
la vida plenamente humana de cismo social de ciertos conserva- bían de asumir tareas que corres- fo Álvarez Buylla, sirvió de base a
la fundación en 1903, por un ga-
20Forner (1993). Sobre el krauso- 22 Canalejas (1902; 1986), pág.
institucionismo, véase Suárez Cortina 21Citas en Canalejas (1894), pág. 8; lxxxix.
(2000). y Canalejas (1905), pág. 17. 23 Canalejas (1905), pág. 71. 24 Canalejas (1902; 1986), pág. lviii.

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binete conservador y con amplio ción y de ir a la guerra, como obrero español se expandió y dio de la resolución de conflictos la-
consenso, del Instituto de Refor- había ocurrido en la de Cuba. pasos decisivos en su consolida- borales. En vez de utilizar los me-
mas Sociales, que presidió hasta Los principios de la democracia y ción, como la emergencia de nue- canismos legales en beneficio de
su muerte el institucionista, repu- la propia modernización de los vos sindicatos de industria y el los trabajadores, reprochaba a
blicano y maestro de la izquierda cuerpos militares –que Canalejas nacimiento de la Confederación Iglesias, se embarcaba en empre-
democrática Gumersindo de Az- había defendido en diferentes Nacional del Trabajo (CNT). Se sas políticas que no le correspon-
cárate. En segundo término, el momentos– exigían la igualdad incrementaron el número y la in- dían en absoluto, como derribar
ministro propuso una reforma legal entre los ciudadanos. Por lo tensidad de las huelgas, se com- a la Monarquía o detener la gue-
agraria que sustituyera el concep- que la norma aprobada en 1912 plicaron los intentos guberna- rra de Marruecos: “¿A qué ha ve-
to de utilidad pública por el de equiparaba a todos los varones en mentales de mediación y, además, nido el partido socialista al Parla-
utilidad social para combatir los tiempos de guerra, aunque man- socialistas y anarquistas se mez- mento?”, se preguntaba ya en
males del latifundismo mediante tenía la posibilidad de reducir el claron en las llamadas a la huelga 1910; “no a mejorar la condición
la presión tributaria y, en última periodo de servicio –para los sol- general. Canalejas se enfrentó de del obrero, a pedir la supresión de
instancia, a través de la expropia- dados de cuota– en los de paz. Un forma especialmente dura con el los consumos, la mejora de los
ción forzosa, previa indemniza- adelanto parcial que se concebía partido socialista, que había obte- abastecimientos, la reforma tribu-
ción por parte del Estado. Una como la primera etapa en el ca- nido en las elecciones de 1910 su taria, como lo piden los partidos
audacia que causó escándalo y no mino hacia un futuro ejército primera acta de diputado, la de socialistas de todos los parlamen-
pasó de borrador25. profesional y voluntario27. Pablo Iglesias, gracias a una coali- tos, sino a derribar el régimen, a
Cuando llegó a la jefatura del Hubo algunas otras medidas ción con los republicanos. En sus invocar la huelga general, a pedir
Gobierno, Canalejas dibujó un sociales como las que fomentaban múltiples encontronazos parla- la indisciplina militar…”30. Con-
plan legislativo aún más ambicio- la construcción de casas baratas, mentarios, el presidente echaba testó a las posturas beligerantes
so. En los años siguientes, buena regulaban el aprendizaje, prohi- en cara al líder obrero la manera de los movimientos sociales con
porción de los avances no se con- bían el trabajo nocturno de las en que se llevaban a cabo las pro- fuertes medidas represivas, como
centró en el terreno estrictamente mujeres o facilitaban el acceso de testas: la suspensión coyuntural de las
laboral sino que consistió en re- los trabajadores a los tribunales garantías constitucionales, la ile-
cuperar, para hacerlas realidad y industriales. A ellas pertenecía, “Derecho de huelga, sí”, decía. Quién galización de la CNT y el proce-
transmitir así señales de simpatía asimismo, la llamada ley de la si- ha pretendido aquí la limitación del de- samiento de dirigentes socialistas,
recho de huelga? La huelga está admitida
a la clase trabajadora, viejas rei- lla, que garantizaba un asiento a por la ley que todos hemos votado; la
la prohibición de sus mítines y el
vindicaciones de la izquierda es- las empleadas en sus lugares de huelga puede ser, es muchas veces, legíti- cierre de sus locales31. Pese al éxi-
pañola como la abolición del im- labor. Pero Canalejas no alcanzó ma; la huelga puede llegar a ser santa; to de algunas iniciativas laborales,
puesto de consumos y la implan- una de sus metas más repetidas: pero ¿qué tiene que ver el ejercicio del su Gobierno quedó creciente-
tación del servicio militar obliga- la aprobación de un nuevo marco derecho de huelga con asesinar a los pa- mente marcado por el choque
tronos, con perseguir a los esquirols, con
torio. Él mismo había insistido legal para los contratos de traba- violento con la izquierda obrera.
oponer aquellas limitaciones al derecho y
en la necesidad de acabar con el jo. Su voluntad intervencionista a la libertad humana que supone el bo-
impuesto indirecto por excelen- se dejó notar, sobre todo, en con- ycott, que suponen todas las formas de Nacionalista monárquico
cia, que resultaba “levísimo para flictos laborales como la huelga coacción?”29. La España del regeneracionismo
el rico, ruinoso y aniquilador para minera que sacudió Vizcaya en el vivió un florecimiento de las pa-
el proletario; sobre todo si, reca- verano de 1910, donde el arbitra- De esta manera, el gobernante siones nacionalistas que José Ca-
yendo en viejos, mujeres, niños y je de las autoridades, no sin vaive- refrescaba sus fundamentos libe- nalejas compartió plenamente.
obreros sin trabajo, ha de hacerse nes y complicaciones, inclinó la rales y se constituía en defensor Ya en los años noventa, antes del
efectivo en periodos en que el sa- balanza en favor de los obreros y tanto de la libertad de trabajo Desastre, abogó por conservar las
lario se deprime”. Cumplió su trajo al Parlamento el proyecto de como del orden público, acom- posesiones ultramarinas a cual-
promesa y, aunque la ley se con- ley de la jornada minera, ratifica- pañando la zanahoria con el palo. quier precio y se opuso a la con-
cluyó en 1911 de manera algo do en diciembre de ese mismo Algo que se vería claramente con cesión de la autonomía a Cuba,
apresurada y no tuvo plena efec- año. Este comportamiento le va- motivo de la huelga general de que consideraba un territorio es-
tividad, el presidente la enarboló lió al Gobierno agrios ataques por septiembre de 1911 y de la huel- pañol como los demás. Después
como la más revolucionaria de parte de los patronos, que lo con- ga ferroviaria del otoño de 1912, interpretó el 98 en clave patrióti-
sus obras26. sideraban débil ante los sindicatos cuando el Ejecutivo, siguiendo ca y reclamó “la unión del senti-
El servicio obligatorio, por su izquierdistas28. un reciente ejemplo francés, mili- miento nacional” frente a los se-
parte, había figurado en los pro- Bajo el mandato de Canalejas tarizó el servicio. paratismos32. Le preocupaba de
gramas liberal-demócratas desde se produjo, asimismo, un aumen- A Canalejas le parecía muy de- manera acuciante el deterioro de
el siglo anterior, pues a muchos to impresionante de la conflicti- cepcionante la actitud del socia- la imagen del país en el exterior,
repugnaba la práctica de la reden- vidad laboral, quizá porque la lismo español, que, en su opi- acelerado por la debacle en la
ción a metálico según la cual los presencia del liberalismo inter- nión, no seguía la senda de otras
que disponían de los recursos su- vencionista en el poder alentó el fuerzas obreras europeas implica-
30 Canalejas (1912; s.a.), págs. 65
ficientes se libraban de la instruc- crecimiento de las expectativas das en los afanes intervencionistas
y sigs. Cita en DSC, 11 de octubre de
sindicales. El caso es que entre del nuevo liberalismo ni era capaz 1910, pág. 986.
1910 y 1912 el movimiento de agradecerle sus esfuerzos en el 31 González Calleja (1998), págs. 458
25 Canalejas (1902; 1986). Palacio
terreno de la política social o en el y sigs.
Morena (1988). 32 Discurso pronunciado en Hellín el
26 Cita en Canalejas (1894), pág. 88. 27 Canalejas (1912; s.a.), pág. 141. 8 de noviembre de 1898, citado por
Véase Martorell Linares (2000), págs. 28 Zancada (1913). Fusi (1975), págs. Francos (1918), pág. 181. También DSC,
147-156. 298-312. 29 Cita en Francos (1918), pág. 528. 9 de septiembre de 1898, pág. 1720.

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guerra e irreversible si terminaba nía sentido como órgano de la millones de seres. La nación, en la cias sobre todo a las posiciones
imponiéndose el clericalismo y se nación, como síntesis de las po- era de las masas, podía galvani- moderadas que adoptó cuando
perpetuaba el estereotipo de la tencias nacionales. No por casua- zarse por medio del imaginario algunos liberales como Moret pu-
España negra. El crecimiento de lidad uno de los políticos más ci- monárquico. Sin embargo, Cana- sieron sobre el tapete una posible
las congregaciones le parecía mu- tados por Canalejas era Antonio lejas no adjudicaba a la corona un reforma constitucional para con-
cho peor aún porque la mayor Cánovas del Castillo, el gran Cá- papel meramente ceremonial y tentar a los republicanos que exi-
parte de ellas procedía del extran- novas, con quien se identificaba en pasivo, el de un espectador más o gían libertad de cultos y un Sena-
jero y no respondía, por tanto, a más de un sentido, pese a que am- menos complaciente, sino fun- do democrático. En febrero de
las tradiciones de la historia na- bos pertenecían a fuerzas partidis- ciones bien prácticas: “Un Rey 1910, una revuelta del partido li-
cional, a diferencia de los religio- tas rivales y a generaciones dife- no es una marioneta”, afirmaba, beral acabó con el gabinete Moret
sos españoles que habían prota- rentes. Admiraba el genio que “un Rey no es una ficción, un y desencadenó la crisis que dio la
gonizado episodios heroicos había demostrado el jefe conserva- símbolo constitucional”, sino “un presidencia a Canalejas. La deci-
como la Reconquista y la guerra dor al idear el sistema político de órgano de moderación en la vida sión del Rey al nombrarle (sólo
de la Independencia. En general, la Restauración y compartía con él pública del Estado, con una con- había nueve diputados canalejis-
su interés por el Estado activo tanto la fe en el intervencionismo ciencia personal, la cual no sólo le tas en un Congreso de más de
nacía de un afán nacionalista que estatal como una dolorida actitud permite, sino que le exige inicia- cuatrocientos) despertó una nota-
deseaba integrar a todos los ciu- patriótica apegada a la realidad y tivas”37. ble polémica y cundieron los ru-
dadanos en una comunidad uni- sostenida por un concepto históri- Canalejas y otros hombres de mores de que había ascendido a
da y fuerte. Tras sus demandas de co de nación35. No faltaban en los la izquierda dinástica hablaban a hombros de una conspiración pa-
mejora en las condiciones de discursos del liberal las referencias menudo de la opinión expresada latina, algo que la izquierda nunca
vida, empleo y salud de los traba- a Castilla como “tierra donde el a través del sufragio universal, y le perdonó. Y aunque se atrajo a
jadores asomaba la aspiración de elemento espiritual está encarnado hasta se lanzaron a la propaganda destacados republicanos, como el
no agotar la primera de las rique- en la más alta expresión de la idea- en algunas ocasiones, pero, en periodista Luis Morote o el histo-
zas patrias, la mano de obra, y, en lidad nacional”, al modo de tantos general, tenían en poco su capa- riador Rafael Altamira, director
consecuencia, de evitar que se intelectuales castellanistas de su cidad para arrastrar al electorado general de Primera Enseñanza en
malograse en la infancia o des- tiempo. España se había formado a las urnas y pensaban más bien su Gobierno, sus relaciones con el
apareciera prematuramente en la en la historia y su existencia era en presionar a la Corona para ob- republicanismo, coligado con los
madurez. Por razones semejantes, indudable; no hacía falta demos- tener de ella los resortes del man- socialistas, no hicieron sino em-
abominaba de la emigración, es- trarla36. Con todo, el nacionalis- do. Tendían a creer que la reno- peorar. Él prefería reconstruir los
pecie de sangría para el patrimo- mo español de Canalejas no enfa- vación social y política que apa- puentes con el partido conserva-
nio nacional. Mientras que la tizaba los rasgos culturales o esen- drinaban llevaría mucho tiempo, dor a fin de apuntalar el turno
instrucción pública pondría a los ciales de la comunidad, germen de que era inevitable el predominio arbitrado por la Corona, pero la
españoles en condiciones de posibles exclusivismos, sino que del caciquismo en un país rural y intransigencia de Maura tampoco
competir en lo económico y en insistía más bien en la convivencia que, por tanto, más valía jugar se lo puso fácil.
lo militar más allá de la Penínsu- entre los españoles forjada por el dentro del marco vigente con el De todos modos, durante su
la, la escuela se imbuía de una devenir histórico, y se expresaba fin de inducir desde arriba cam- etapa gubernamental Canalejas
misión nacionalizadora como vi- de forma más abierta y flexible bios graduales. Para eso necesita- asoció estrechamente a don Al-
vero de ciudadanos amantes de que el de otros liberales. ban al co-soberano que, según la fonso a sus proyectos. Aprovecha-
España33. Canalejas se definió a La transformación que reque- Constitución, nombraba y sepa- ba las conversaciones diarias para
sí mismo como nacionalista: ría España tras el Desastre podía raba libremente a los ministros y instruirlo en las materias más va-
realizarse, según el político libe- concedía el decreto de disolución riadas; por ejemplo en historia,
“Nosotros no somos centralistas – ral, bajo el régimen monárquico de las Cortes. Lo cual, de hecho, hablándole del renacentista Fer-
contestaba a los solidarios catalanes en establecido por la Constitución otorgaba al Gobierno grandes nando de Aragón, al que conside-
1907–; nosotros somos, en el recto sen-
tido del vocablo, yo lo soy por lo menos,
de 1876; pero, para que el esfuer- facilidades para fabricarse, por raba mucho más determinante
nacionalistas; somos hombres que quere- zo resultara viable, había de pro- medio del fraude caciquil, una para España que su esposa Isabel
mos una solidaridad, la solidaridad de cederse a la tarea que él mismo mayoría parlamentaria adicta. de Castilla, heroína de los nacio-
todos los elementos y de todas las fuerzas bautizó como nacionalización de Aun a riesgo de teñir de partidis- nal-católicos. Una labor educativa
de la Patria española. En ese concepto la Monarquía. La Monarquía es- mo la figura del Rey, confiaban que juzgaba una buena prepara-
somos solidarios, tenemos esperanza en
pañola debía ensanchar su base, en su iniciativa para cumplir su ción para el futuro del reinado.
la grandeza de esta nación, a la cual re-
presentamos, que es el objeto de todos hacerse democrática, no dejar programa. Mientras tanto, al Monarca le ha-
nuestros amores, la que suscita todos ninguna energía fuera, como De manera que una de las cían una gracia irremediable las
nuestros entusiasmos, por la cual nos pa- ocurría en Alemania, Italia o el prioridades de José Canalejas con- chanzas de su primer ministro,
recerían exiguos todos los sacrificios, la Reino Unido, donde sus respecti- sistía en ganarse la voluntad del que se empleaba a fondo, para in-
nación española”34. vos monarcas concitaban enor- joven Alfonso XIII, a quien co- dignación de Maura, jugando en
En realidad, el Estado sólo te- mes acuerdos, trabajaban por la menzó a dar consejos antes inclu- palacio con los infantes. Procuró,
unidad de la patria y por el impe- so de que éste asumiera sus fun- asimismo, mejorar la imagen in-
rio como lazos que vinculaban a ciones en 1902. Una empresa que terior y exterior de Alfonso XIII,
33 Véanse, por ejemplo, DSC, 17 culminó con bastante éxito gra- corroída por las protestas interna-
de diciembre de 1900, pág. 584; 11 de
35 Canalejas (1912; s.a.). Sobre el na-
cionales que habían seguido a la
julio de 1903, págs. 1001 y 1006, y 7
de noviembre de 1907, pág. 2307. cionalismo de Cánovas, Dardé (1994). 37 Canalejas (1901). Citas en DSC, ejecución del anarquista Francisco
34 DSC, 7 de noviembre de 1907, 36 DSC, 20 de junio de 1907, pág. 19 de diciembre de 1900, pág. 661, y Ferrer en 1909, al componer el
pág. 2300. 633. Francos (1918), pág. 604. cuadro de un soberano moderno

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J AVI ER MORENO LUZ ÓN

y compasivo. Así, permitió que se mente con la empresa colonial literarias del nacionalismo cultu-
le atribuyera todo el mérito en el (hubo quien halagó los oídos rea- ral: “La patria no la ha hecho la
indulto a los revolucionarios con- les llamándole Alfonso el africano); literatura; la hacen los hechos, un
denados por crímenes cometidos se adelantó a Francia al tomar va- sentimiento general, un tejido de
durante la huelga general de rias posiciones en la zona que co- sentimientos y solidaridades en la
1911. A cambio, el Rey hizo rrespondía a España en los acuer- historia. ¿Cómo queréis constituir
cuanto pudo para mantenerle en dos previos y preparó el tratado la patria como los bardos canta-
el Gobierno38. que repartía el protectorado. Para ban a sus damas y a sus prínci-
Canalejas pulsó los resortes conservar la unidad moral del país pes?”. No soportaba tampoco sus
del discurso nacionalista español de cara a la guerra, confesó el pro- aires de superioridad ni su actitud
con intensidad cada vez mayor pio Canalejas, aplazó reformas victimista, más aún cuando el su-
conforme crecía la implicación importantes, como la resolución puesto centralismo absorbente no
de su Ejecutivo en las campañas del problema religioso, el alum- había impedido la prosperidad de
de Marruecos. Se habían iniciado bramiento de impuestos progresi- Cataluña. Pero distinguía entre el
antes de que él asumiera el poder vos o la derogación de la ley de empleo del concepto de región,
y nada le ataba a ellas pero una jurisdicciones que entregaba a los asimilable a los términos de un
vez al mando impulsó con fuerza tribunales militares delitos de proceso descentralizador y útil,
lo que creía legítima defensa de prensa. La contienda resultaba, por tanto, a la regeneración de
los derechos españoles sobre el además, enormemente impopular España; y las pretensiones propia-
norte de África, reclamados por y provocó el conflicto más enco- mente nacionalistas, por comple-
africanistas de todas las tenden- nado del Gobierno liberal con la to inadmisibles 42. Ya como go-
cias. Marruecos constituía para izquierda republicano-socialista, y saneasen su hacienda. De hecho, bernante, Canalejas hizo algo
ellos un problema de frontera, que atribuía los lances marroquíes en alguna ocasión distinguió entre inimaginable hasta entonces en el
una zona natural de influencia y a la custodia de las inversiones la descentralización, útil para el seno del liberalismo monárquico:
hasta un deber de civilización. mineras de algunos millonarios y perfeccionamiento de las adminis- llegó a un acuerdo con los catala-
Además, a los liberales les atraía equiparaba a Canalejas con el traciones públicas, y el regionalis- nistas conservadores para crear
la idea de conseguir para la Espa- odiado Maura. Mítines, manifes- mo, que “subvierte los elementos una mancomunidad provincial
ña que salía del Desastre un lugar taciones, motines, conatos de in- de la patria”. Pensaba no sólo que que agrupara competencias de las
al sol entre las naciones europeas, surrección y huelgas revoluciona- España era una nación ceñida por diputaciones catalanas y recibiese
lo cual les obligaba a ejercer algu- rias se escudaron en el mismo lazos históricos indisolubles y que funciones delegadas del Estado.
na función en el control del es- objetivo: parar la guerra. Pero Ca- el 98 imponía la unidad sino tam- Pesaron sobre él razones políticas
trecho de Gibraltar y en la tutela nalejas apelaba al patriotismo de bién que el signo de los tiempos coyunturales, como la casi com-
sobre el sultanato marroquí. Im- sus críticos, recurría al interés de señalaba hacia un horizonte cos- pleta unanimidad de los represen-
portaba, por encima de todo, los trabajadores en la expansión mopolita y que cualquier cesión al tantes de Cataluña y los planes
salvaguardar el prestigio patrio en económica y se negaba a recono- localismo supondría un paso atrás. para consolidar la influencia elec-
un mundo que medía el peso de cer el desistimiento social respecto Por eso miró con gran desconfian- toral de los liberales catalanes. Se
una potencia por su imperio: a su política: za la eclosión catalanista, que en le ofrecía una oportunidad para
“España”, declaraba Canalejas en sus inicios asimilaba directamente pacificar la región y mantuvo la
el Senado, “no es una nación “¡Que no lo quiere la nación españo- con el separatismo y tras la cual palabra dada convirtiendo el pro-
muerta, que esté ausente de idea- la! ¿Es posible que en orden del concepto veía un bagaje tradicionalista y yecto de ley de mancomunidades
de su gran misión histórica mi España
les, que no deba compartir en el haya degenerado al punto de que quiera
clerical, opuesto a la tarea liberal en cuestión de gabinete. Esto le
areópago de las naciones cultas la abandonar las ocupaciones del Rif, quizá de modernizar España: “Son sus costó la fragmentación de su par-
misión civilizadora del progreso las plazas del Rif, resignarse a desaparecer promovedores banqueros ultra- tido, ya bastante cuarteado por
humano”. Por contra, el abando- de África?”40. montanos”, aseguraba, “sacerdotes discrepancias sobre las relaciones
no de la aventura marroquí ha- respetables aunque extraviados, con la izquierda, la abolición de
bría conllevado “el desprecio de Por último, la piedra de toque hombres de abolengo conserva- los consumos o el desafío marro-
los musulmanes” y la “sonrisa de todo nacionalista al comenzar dor, antiguos jefes de las legiones quí. Un núcleo de parlamentarios
compasiva de Europa”39. el siglo xx se hallaba en la actitud de don Carlos, viejos integristas o liberales se enfrentó sin ambages,
Así pues, el presidente fomen- que adoptara ante el surgimiento integristas disidentes” 41. El viejo en nombre de la nación española,
tó la llamada penetración pacífica, del catalanismo como movimien- enemigo con otros ropajes. a la propuesta del presidente. Y,
el método de colonización prefe- to político. Canalejas formaba Sin embargo, poco a poco aunque Canalejas superó el pri-
rido por los liberales, a través del parte, al igual que la mayoría de cambió su percepción del catala- mer obstáculo, nunca la vio apro-
comercio y las obras públicas; los liberales españoles, de una tra- nismo y admitió que su pujanza bada43.
promovió un viaje oficial del Rey dición que se identificaba con la albergaba energías aprovechables.
a Melilla para vincularlo pública- estructura centralizada del Estado Por ejemplo, en las Cortes de
42 DSC, 20 de junio de 1907, págs.
decimonónico y que sólo admitía 1907 no dejó de fustigar a los di-
632-642 y 690-693 (cita en pág. 691);
ciertas medidas descentralizadoras putados de la Solidaridad Catala- 6 de noviembre de 1907, págs. 2280-
38 Las relaciones con el Rey, en que favorecieran a los municipios na y ridiculizó las ensoñaciones 2285; y 7 de noviembre de 1907, págs.
Moreno Luzón (2003). Anécdotas, en 2298-2310.
Antón y García (1916), pág. 221, y du- 43 DSC, 28 de junio de 1912, págs.
quesa viuda de Canalejas (1956; s.a.). 40 Canalejas (1912; s.a.), pág. 2. Cita
4294-4302, y 1 de julio de 1912, 4314-
39 Citas en Canalejas (1910; s.a.), pág. en Francos (1918), pág. 629. Véase tam- 41 Citas en Francos (1918), págs. 4327. Ucelay da Cal (1987), págs. 37-
103, y Canalejas (1912; s.a.), pág. 6. bién Bachoud (1988). 186 y 199. 51.

Nº 158 CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA



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JOSÉ CANALEJAS

José Canalejas y Méndez fue ción y le tachaban de amigo de BIBLIOGRAFÍA Fusi, Juan Pablo: Política obrera en el País
abatido a tiros en la Puerta del los revolucionarios, y los radica- Andrés Gallego, José : La política reli- Vasco, 1880-1923. Turner, Madrid,
Sol, de Madrid, el 12 de noviem- les, que le confundían con Mau- giosa en España, 1889-1913. Editora Na- 1975.
bre de 1912, a la once y media ra y le trataban como a un ene- cional, Madrid, 1975. González Calleja, Eduardo: La razón
de la mañana, mientras miraba migo de la libertad. En expresión Antón del Olmet, Luis, y García Ca- de la fuerza. Orden público, subversión y
rrafa, Arturo: Los grandes españoles. Ca- violencia política en la España de la Res-
el escaparate de una librería. El del canalejista Práxedes Zancada, tauración (1875-1917). CSIC, Madrid,
nalejas. Libro en cuyas páginas resplandece
asesino, un anarquista aragonés “representó una política equidis- la insigne figura del muerto inolvidable. 1998.
llamado Manuel Pardiñas, pro- tante igualmente de las exagera- Imp. Sáez Hermanos (2ª edición aumen- Gortázar, Guillermo (ed.): Nación y
cedía de los círculos revoluciona- ciones demagógicas y de las in- tada), Madrid, 1916. Estado en la España liberal. Noesis, Ma-
rios de Tampa, en Estados Uni- transigencias clericales”45. Este Bachoud, Andrée: Los españoles ante las drid, (1994).
dos, por donde su víctima había viaje lo hizo a costa de algunos de campañas de Marruecos. Espasa-Calpe, Madariaga, Salvador de: España. Ensayo
pasado 14 años antes rumbo a sus proyectos más importantes, Madrid, 1988. de historia contemporánea. Espasa-Calpe,
Cuba. El crimen sacudió a los como las leyes secularizadoras y Callahan, William J.: La Iglesia católica Madrid, 1929; 1979.
españoles de entonces y ha con- ciertas reformas sociales básicas, y en España (1875-2002). Crítica, Barcelo- Martorell Linares, Miguel: El santo
tribuido a mitificar la figura de en beneficio de los matices nacio- na, 2003. temor al déficit. Política y hacienda en la
Canalejas, que merece elogios nalistas y de orden que se impu- Canalejas y Méndez, José: Real Acade- Restauración. Alianza, Madrid, 2000.
generalizados por parte de histo- sieron en su labor gubernamen- mia de Jurisprudencia y Legislación. Dis- Moreno Luzón, Javier: ‘El rey de los
curso leído por el presidente, Excmo. Sr. D. liberales’, en Ídem (ed.), Alfonso XIII. Un
riadores y comentaristas. Para tal, como pudo verse en Marrue-
---, en la sesión inaugural del curso de político en el trono, págs. 151-186. Mar-
muchos de ellos, encarnó la gran cos y en sus respuestas a la con- 1894 a 1895, celebrada el 10 de diciembre cial Pons Historia, Madrid, 2003.
oportunidad perdida del libera- flictividad obrera. de 1894. Tipografía de los Hijos de M.
lismo dinástico, la última carta Su programa –anticlerical, in- G. Hernández, Madrid, 1894. Palacio Morena, Juan Ignacio: La ins-
–– ‘La última tregua’, en Nuestro Tiempo, titucionalización de la reforma social en
de la Monarquía constitucional tervencionista y nacionalizador–
págs. 728-728, diciembre, 1901. España (1883-1924). La Comisión y el
para asegurar su futuro o, tal vez, desembocaba necesariamente en Instituto de Reformas Sociales. Ministerio
–– ‘Discurso preliminar’ a Adolfo Buylla,
para convertirse en una verdade- el fortalecimiento del Estado, de Adolfo Posada y Luis Morote, El Institu- de Trabajo y Seguridad Social, Madrid,
ra democracia. Por ejemplo, Sal- un Estado que en España era to del Trabajo. Datos para la historia de la 1988.
vador de Madariaga, uno de los muy débil y se hallaba escaso de reforma social en España, págs. i-clxvii. Pan-Montojo, Juan (coord.): Más se
ensayistas con más predicamento medios. La Administración pú- Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, perdió en Cuba. España, 1898 y la crisis de
en el siglo xx, escribió que era “el blica requería más recursos y Madrid, 1902; 1986. fin de siglo. Alianza, Madrid, 1998:
–– Real Academia de Jurisprudencia y Le-
único gobernante que dio Espa- mejores procedimientos, viciada Pérez Ledesma, Manuel: La sociedad
gislación, Discurso leído por el presidente,
ña en el reinado de Alfonso XIII. como estaba por el clientelismo española, la guerra y la derrota, págs. 91-
Excmo. Sr. D. José Canalejas y Méndez, en
De haber vivido Canalejas, es y la corrupción. Poco podían ha- 149, en Pan-Montojo (coord.), 1998.
la sesión inaugural de 1904-1905, celebra-
casi seguro que las fuerzas que ya cer los gobernantes sin unos ni da el 28 de marzo de 1905, bajo la presi- Romero Maura, Joaquín: ‘La rosa de
entonces estaban disgregando al otros frente a la enseñanza reli- dencia de S. M. el Rey D. Alfonso XIII. fuego’. El obrerismo barcelonés de 1899 a
Imprenta de la Revista de Legislación y 1909. Alianza, Madrid, 1989.
régimen habrían sido domeña- giosa, en favor del bienestar de
Jurisprudencia, Madrid, 1905; s.a. Sevilla Andrés, Diego: Canalejas. Ae-
das por su mano vigorosa y su los trabajadores o de cara al exte- –– Canalejas gobernante. Discursos parla- dos, Barcelona, 1956.
agudo intelecto”44. Estas y otras rior. Pero para fortificar el Esta- mentarios. Cortes de 1910. Sempere y
exageraciones parecidas se han do y conducir a buen puerto sus Compañía, Valencia, 1910; s.a. Suárez Cortina, Manuel: El gorro fri-
–– La política liberal en España. Compa- gio. Liberalismo, democracia y republica-
inspirado seguramente en el pla- fines, los liberales tenían que de-
ñía Iberoamericana de Publicaciones/Re- nismo en la Restauración. Biblioteca Nue-
cer de buscar personajes provi- rrotar antes a sus poderosos ene- va/Sociedad Menéndez Pelayo, Madrid,
nacimiento, Madrid/Buenos Aires, 1912;
denciales, capaces de salvar por sí migos, algo que sólo cabía hacer s.a. 2000.
solos a un sistema político o al con ayuda de la legitimidad que –– La Restauración, entre el liberalismo y
Cueva Merino, Julio de la: La democra- la democracia. Alianza (ed.), Madrid,
país entero. proporciona, en los sistemas re- cia frailófoba. Democracia liberal y anticle-
Sin embargo, tampoco fue un presentativos, un amplio apoyo 1997.
ricalismo durante la Restauración, págs.
hombre corriente sino un políti- de la opinión pública, del que 229-271, en Suárez Cortina (ed.), Ucelay da Cal, Enric: ‘La Diputació i
co que demostró grandes dotes ellos carecían. Canalejas defen- 1997. la Mancomunitat: 1914-1923’, en His-
tòria de la Diputació de Barcelona, págs.
intelectuales y de gobierno, que dió un liderazgo sólido en un Dardé, Carlos: Cánovas y el nacionalismo 36-177. Diputació de Barcelona, vol. 2,
en la España conmocionada por partido renovado y habló con liberal español, págs. 209-238, en Gortá- Barcelona, 1987.
el Desastre supo armar un ideario cierta frecuencia de convertir la zar (ed.), 1994.
Zancada, Práxedes: Canalejas, político y
avanzado y abrirse camino hasta vieja maquinaria caciquil del li- Duquesa viuda de Canalejas: La vida gobernante. González y Giménez, Ma-
el poder para realizarlo. Sin salir- beralismo español en una orga- íntima de Canalejas. Afrodisio Aguado, drid, 1913.
se de unos moldes ideológicos nización democrática con raíces Madrid,1956; s.a.
bastante estables, arrancó de una extensas. Pero, pese a que logró a Ferrera, Carlos: La frontera democrática [Este texto forma parte del libro Progre-
izquierda liberal lindante con el duras penas disciplinar a los no- del liberalismo: Segismundo Moret (1838- sistas. Biografías de reformistas españoles
1913). Biblioteca Nueva/Universidad (1812-1939), que publicará la editorial
republicanismo y anduvo un tables que le rodeaban, y aunque
Autónoma de Madrid, Madrid, 2002. Taurus en coedición con la Fundación
buen trecho hasta situarse en el a veces se sumergió por su cuen-
Forner Muñoz, Salvador: Canalejas y el Pablo Iglesias]
centro del escenario político de ta en la política de masas, nunca
Partido Liberal Democrático. Cátedra/Ins-
su tiempo, entre los conservado- abordó en serio aquella crucial tituto de Cultura Juan Gil-Albert, Ma-
res, que no reconocían su lealtad tarea. ■ drid, 1993.
a la Monarquía de la Restaura- Francos Rodríguez, José: La vida de
Canalejas. Tipografía de la Revista de Ar- Javier Moreno Luzón es profesor de
chivos, Bibliotecas y Museos, Madrid, Historia en la Universidad Complutense
44 Madariaga (1929; 1979), pág. 247. 45 Zancada (1913), pág. 9. 1918. de Madrid .

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FILOSOFÍA

ALONSO QUIJANO
Y LA ÉTICA DEL EMBOSCADO
JACOBO MUÑOZ

U
n hidalgo manchego decaí- O lo que es igual, por recomponer labras. liberal en las obras, valiente en los todavía convicto de cierto apego a
do, Alonso Quijano, en esa “unidad de querer subjetivo y hechos, sufrido en los trabajos, caritativo los valores del mundo que ambos
posesión todavía de lo que objetividad de la acción” que aún con los menesterosos y, finalmente, man- compartían: los del medro social,
tenedor de la verdad, aunque le cueste la
le garantizaba su condición –un no conoce la escisión moderna en- vida el defenderla”.
por ejemplo. Un medro más duro
caballo con el que servir al rey tre intención subjetiva y acción y difícil para él, desde luego, que
cuando a ello fuera requerido–, pe- objetiva (y sus consecuencias) y Lejos de cualquier posible des- para Alonso Quijano y más difícil
ro en el límite, como más tarde le que, en consecuencia, aún puede gajamiento respecto del todo social, también para un hidalgo pobre que
recordaría su sobrina, de dejar de considerar la ejecución de lo recto lejos de toda escisión entre lo pú- para Don Quijote, el héroe, que,
ser caballero, “porque. aunque lo y moral como un sentimiento in- blico y lo privado, en unidad subs- abandonando el reducido ámbito
pueden ser los hidalgos, no lo son dividual. Fruto de tal decisión. tancial, pues, con un todo social de lo posible, quería escalar la cum-
los pobres”. decide “echarse al Don Quijote querrá estar todo él con el que íntimamente se identifi- bre más alta de la sociedad sustra-
monte”. Decide mostrar que es va- detrás de sus acciones, concebidas ca, que es uno con él mismo, Don yéndose a los imperativos del es-
liente, siendo viejo, que tiene fuer- ellas también en su condición to- Quijote se instalará en su personal fuerzo cotidiano “banal” y ganando
za, estando enfermo, y que lo suyo tal. Todo él como instancia viva, quimera. En su época esa unidad a un tiempo gloria para sí y justicia
es deshacer agravios y enderezar en suma, de un deseado y anhela- substancial objetiva sólo podía ya para el mundo, Una ganancia para
entuertos, estando por la edad ago- do titanismo moral cuya lógica ofrecerse, en efecto, bajo la máscara la que necesitaba, ciertamente, en
biado. Haciendo tal escoge un cur- buscará en las antípodas de un pre- del anhelo, del sueño o de la nos- posición sometida a Sancho, toda
so de acción, la defensa de los rei- sente en el que veía triunfar, por talgia. Y también, claro es, de la lo- vez que no hay caballero sin escu-
nos, el amparo de las doncellas, el pecados de las gentes, “la pereza, la cura y el disparate. Una locura con- dero. Un escudero llamado, pues, a
socorro de los huérfanos y pupilos, ociosidad, la gula y el regalo”. Esto denada a encontrar en Sancho su convalidar la funcionalidad del es-
el castigo de los soberbios y el pre- es: en el imaginario territorio de contrapunto fatal. En un Sancho quema feudal del servicio a merced
mio de los humildes que hará pre- gobierno de una ciencia en la que limitado a una individualidad me- sintiéndose partícipe –real o fingi-
suntamente de él un caballero an- la más excelsa de las éticas podía ramente subjetiva y a una moral damente– del sentido del honor
dante. Y que al hacerlo le permitirá encontrar, más o menos platónica- antiheroica asumible como una del señor... Algo en lo que Sancho
recordar al mundo -el mundo de la mente, su cobijo. Una ciencia, la versión diluida y degradada de la –un Sancho cada vez más identifi-
modernidad burguesa incipiente: de la caballería, de la que recta- común disposición cínica, indife- cado con su amo, pero cada vez
ese mismo que llevará a su escude- mente podía decirse que rente y, a la vez, supremamente in- menos dispuesto a ser el mentecato
ro a pedirle un día un salario- el teresada de su tiempo. Una moral que sirve sin más a alguien que “se
error en el que está al no renovar “encierra en sí todas o las más ciencias decidida a entenderse a si misma sale por las puertas de su locura”–
en sí “el felicísimo tiempo donde del mundo, a causa (de) que el que la pro- como cálculo de las probabilidades acabará siendo todo un maestro.
fesa ha de ser jurisperito y saber las leyes de
campeaba la orden de la andante la Justicia distributiva y conmutativa, para
de éxito de comportamientos cen- Héroe e individuo burgués pa-
caballería” o lo que es igual, la mo- dar a cada uno lo que es suyo y lo que le trados en la búsqueda de la satisfac- san así a revelarse como opuestos y,
ral heroica. Y, sobre todo, le per- conviene; ha de ser teólogo, para saber dar ción, de la felicidad inmediata o de a la vez, como secretamente cóm-
mitiría ponerle frente a sus vicios, razón de la cristiana ley que profesa. clara la ventaja, ajena a toda axiología plices. Lo que a propósito de Don
frente a un decadente y decaído y distintamente, adondequiera que le fuere “fuerte”, acomodaticia y proclive al Quijote y su escudero es hecho es
pedido; ha de ser médico, y principalmen-
ahora en el que “ya triunfa la pere- cultivo de la duda sobre cuanto cierto modo posible por lo históri-
te herbolario, para conocer en mitad de los
za de la diligencia, la ociosidad del despoblados y desiertos las yerbas que tie- pueda desbordar el ámbito de lo camente tardío y, en alguna medi-
trabajo, el vicio de la virtud, la nen la virtud de sanar las heridas, que no tangible y provechoso y consciente, da irónico, del momento escogido
arrogancia de la valentía y la teóri- ha de andar el caballero andante a cada tri- en fin, de sus crueles condiciona- por Cervantes. Cierto es que desde
ca de la práctica de las armas, que quete buscando quien se las cure; ha de ser mientos mundanos. Exactamente la autonomía de su carácter y de su
sólo vivieron y resplandecieron en astrólogo, para conocer por las estrellas esos que llevarían, por otra parte, al albedrío, Don Quijote, surgido de
cuantas horas son pasadas de la noche y en
las edades de oro y en los andantes qué parte y en qué clima del mundo se ha-
humilde labriego Sancho a buscar las cenizas de Alonso Quijano, to-
caballeros”. ya; ha de saber las matemáticas, porque a un remedio aceptable a la ambi- ma sobre sí el todo de sus acciones
Alonso Quijano optará, en fin, cada paso se le ofrecerá tener necesidad de- güedad de su posición laboral entre que tienen siempre un hálito de
frente al banal activismo de una llas; y dejando aparte que ha de estar ador- el garantismo feudal y la parcial li- lucha, de oposición, de agonía, en
cotidianeidad sometida a la depri- nado de todas las virtudes teologales y car- bertad capitalista obligando, con fin , y al ejecutarlas, ejecuta lo rec-
dinales... ha de saber nadar... ha de saber
mente lógica de un alicorto utilita- un guiño cómplice, a Don Quijote to y moral, de que se cree paladín.
errar un caballo y aderezar la silla y el fre-
rismo, por recuperar “la pureza y no, y volviendo a lo de arriba, ha de guar- a elevar a consciencia y devolver a Cierto es que Don Quijote puede
totalidad autónomas”, por decirlo dar la fe a Dios y a su dama; ha de ser cas- la vida algunos rescoldos del sano exigir. y decide exigirse sobre todo
con Hegel, del “carácter heroico”. to en los pensamientos, honesto en las pa- entendimiento de Alonso Quijano, a sí mismo, como rasgos de su ser

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más profundo, “más brío en el aco- cuencia de la ruptura entre “lo del héroe antiguo que se sabe por fin. En consecuencia, desvaríos,
meter, más aliento en el perseverar, substancial” y “la individualidad”. encima de lo subjetivo, que no temeridades y tontunas...
más destreza en el herir, más maña Ni su substancialidad –una subs- acepta fines dados de antemano ni Y, sin embargo Alonso Quijano
en el derribar”, haciendo de este tancialidad, por otra parte, soñada, designios trazados fuera de su ám- optó un día feliz o aciago, según se
modo que coincidan inmediata- hija del desvío y la quimera– podía bito de poder, precisamente por- mire, por rebelarse contra su me-
mente en él, como en la virtud an- garantizarle la “identidad” de su que cree –y cree firmemente– que dio. Escogió la libertad, al servicio
tigua, lo substancial y la individua- acción con el mundo, ni le cabía sus fines no son particulares, utili- de una causa tan excelsa como ri-
lidad de las tendencias y del querer. instituir realmente leyes a la vez tarios y finitos, como los del buen dícula. En cualquier caso, quiméri-
Pero a diferencia de los héroes grie- que se daba a sí mismo la ley. burgués, sino momentos de la Idea ca. Y la escogió libremente. Sólo
gos, por ejemplo, la autonomía de De todos modos, y a pesar de Universal. que para revivir así lo que todos
su carácter, su libertad y, sobre to- que su substancialidad garantizaba Don Quijote intentará recupe- daban por muerto, sustrayendo de
do, su individualidad irreductible al héroe el ajuste de su actuar con rar la unidad de la hazaña heroica los móviles de sus actos todo con-
no son ya ley para si mismas, no el mundo, en el propio héroe anti- y el ideal de la gran acción, Pero en tenido moral identificable, extra-
son va fundadoras de ley. Como guo latía ya o latía en ocasiones el su caso, ni esta podía ser ya la gran yéndolos de su humus burgués pa-
tampoco es ya su época tiempo de elemento de la rebeldía. De la re- hazaña en la que el héroe se auto- ra revestirlos de un imposible idea-
fundación, espacio de intervención belión contra lo divino, por ejem- rrealiza a la vez que funda un or- lismo heroico, tuvo que abandonar
de héroes que dan origen a estados plo, llamada a llevarle trágicamen- den moral nuevo, ni podía tampo- casa y hacienda, familia y deudos,
y que, en cualquier caso, no se so- te, como en el caso de Prometeo, co ser ejecutada con plena indife- y adentrarse en el bosque.
meten a otra ley que la propia, al- al castigo, Como hombre de su rencia respecto de sus contenidos Emboscándose ejerció, en sue-
zándose así a la condición de pre- época, Alonso Quijano, el hidalgo posiblemente negativos o contra- ños, su libertad. Su más profunda
texto glorioso del surgimiento del decidido a oficiar de caballero an- rios a la ley. Su empeño tendría, autonomía, Y en su emboscadura
derecho y el orden, de la ley y la dante y entrar en los más intrinca- pues, que ser otro: restaurar, senci- triunfó y fracasó, encontró corrup-
costumbre, que se realizan como dos laberintos, acometiendo a cada llamente, la ley. La ley que rigió en ción y salvación, supo de la caída,
obra individual suya, como obra paso “lo imposible”, vivirá también la edad de oro del honor. del desfallecimiento y de la duda y
que lleva incluso su nombre escrito su rebelión. Esta vez contra el Hijo de un largo crepúsculo, de la redención. Cuando volvió a
en la frente, Cierto es, desde luego, mundo, respecto del que, trans- Don Quijote se encontrará final- sí, cuando recuperó el juicio, un
que, como bien subrayó Hegel, el mutado ya en Don Quijote, se si- mente convertido, semiconsciente “juicio ya libre y claro”, “sin las
ideal no excluye el mal, las guerras, tuará en posición oblicua. Vivirá, ya de su fracaso, en una “máquina sombras caliginosas de la ignoran-
las batallas, la venganza, que con en fin, hasta el límite de lo tolera- de disparates”. O lo que es igual, cia” que sobre él hizo presunta-
frecuencia constituyen el suelo del ble su desajuste. Y así, oficiando de en un actor en el vacío, dado que mente caer su “amarga y continua
tiempo heroico, mítico. O su con- héroe, oficiará, en realidad, de re- sus hazañas ficticias y quiméricas leyenda dc los detestables libros de
tenido. Un contenido turbador belde. De rebelde contra la reali- pasaban irremediablemente a re- las caballerías”, rodeado de los su-
que “aparece en forma tanto más dad ajena y desafiante, hecha de velarse como acciones sin objetivo yos, lo que finalmente vino a
dura y salvaje” cuanto más lejos es- molinos de viento, de ventas mise- real y, en consecuencia, como no anunciar su rostro tras tanta cor-
ta la época de su gestación, el hori- rables, de sufridos galeotes, de mo- acciones genuinas: acciones soña- dura fue la desolación de su qui-
zonte mítico de los años moral y zas de partido, de manadas de cor- das. Y de modo raramente fatal, si mera. La muerte, si se prefiere.
legalmente fundacionales. Y con deros o de interlocutores burlones. es que lo que se juzga realmente a Su verdadero testamento no lle-
todo, el verdadero caballero an- Como otros oficiarán luego de propósito de toda acción no es, va, sin embargo, su firma real.
dante aún podía, incluso cuando bandidos, al modo, schilleriano; de como tantas veces se ha creído, su Había quedado escrito ya en los
caía en la ferocidad y el desenfre- dandys en busca de un lugar al que facticidad pura y nuda, sino la surcos de su propia emboscadura.
no, creerse y vivirse como un héroe exigirán que esté “fuera de este moralidad o subjetividad del mó- Por eso
genuino. mundo”; de asesinos sin motivo vil. ¿Qué acción sería, en efecto,
En tiempos de Alonso Quijano, visible, como el Lafcadio Wluiki si es que aún cupiera llamarla así, La muerte no triunfó
el tiempo de las “situaciones pro- gidiano, que encontró en la acción una acción esforzada, animosa, de su vida con su muerte. ■
saicas”, quien hacía suyo este ideal, gratuita la más personal de las au- pero sin motivo, sin móvil, sin fi-
el ideal de la virtud antigua en su tonomías; de genios; de transgreso- nalidad tangible, efectiva y sope-
mayor potencia expresiva, estaba res al modo genetiano o, en fin, y sable? La acción de un loco biza-
ya, por el contrario, irremediable- en la mejor de las hipótesis, de rro, la de un “entreverado loco,
mente condenado a entrar en con- “hombres históricos”, al modo de lleno de lúcidos intervalos”, la de Jacobo Muñoz es catedrático de Fi-
flicto con el orden general a conse- un Napoleón, trasuntos modernos un pobre caballero encantado, en losofía.

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E N S AYO

H. D. THOREAU:
LA LAGUNA INFINITA DE WALDEN
JULIÁN SAUQUILLO

Henry David Thoreau mento –del macadán al asfalto– y estaba en la calle después de las por Antonio Lastra y Javier Alco-
Walden el tranvía que un romántico de- nueve; muchos congresistas tenían riza, dan cuenta de un mundo li-
Edición de Javier Alcoriza fensor de la pureza del retiro natu- vergüenza de ser padres de mula- terario y político, de gran valor
y Antonio Lastra.
Cátedra, Madrid, 2005.
ral. Las tensiones entre el beneficio tos y ocultaban, en el mejor de los crítico, que sólo conocíamos esca-
del campo y el estímulo nervioso casos, la compra de la libertad de samente mediante algunos escritos
Antonio Casado da Rocha de la ciudad parecen, por lo me- sus hijos; los esclavos eran vendi- breves de gran importancia en el
Thoreau. Biografía esencial nos, tan irresolubles como el cho- dos o arrendados junto a caballos conjunto de la obra del escritor
Prólogo de Joaquín Araujo; que entre el ateísmo y la fe. y cerdos; los periódicos anuncia- norteamericano: “Civil Disobe-
ilustraciones de Paula Ortiz de Luna.
A mediados del siglo xix, Hen- ban recompensas por la captura de dience” (1849), “Slavery in Mas-
Acuarela Libros, Madrid, 2005.
ry David Thoreau (Concord, una negra huida en 1835; a finales sachussets” (1854), “A Plea for
Ralph Waldo Emerson 1817-1862), hoy casi exclusiva- del siglo xix, una mujer podía ser Captain John Brown” (1859),
La conducta de la vida mente conocido por ser el precur- vendida, dentro de un contexto “Life without principle” (1863).
Edición de Javier Alcoriza sor de toda una tradición de “des- cristiano, en la cosmopolita Nueva Todos estos textos fueron muy
y Antonio Lastra. obediencia civil” al negarse a pagar York, por trescientos dólares, ... La oportunamente editados hace casi
Pre-Textos, Valencia, 2004.
impuestos en desacuerdo profun- línea Mason-Dixon, que establecía dos décadas por Juan José Coy y
do con su Gobierno, tenía muy la frontera sur de Pennsylvania y la María Eugenia Díaz. En castella-
buenas razones ya en 1846 para línea norte de Delaware, Maryland no, se publicaron antes algunos de
El camino de regreso que su decepción por la ciudad se y parte de Virginia formaban la sus poemas, en los que la expe-
a la ciudad extendiera al sistema democrático demarcación entre los Estados es- riencia del viajero se pierde en la
Thomas Bernhard, en El sobrino de dado del otro lado del Atlántico. clavistas y no esclavistas. La Ley fortaleza de una naturaleza eterna,
Wittgenstein, condensó todas las Ni el utilitarismo inmediato de los del Esclavo Fugitivo, promulgada o se da el encuentro fugaz e inol-
emociones que el siglo xix expresó norteamericanos, ni la declaración en 1850, permitía que bastara con vidable con el joven viajero de vir-
sobre la tensión entre el campo y de una guerra depredadora con que un blanco declarara bajo jura- tud vigorosa como la naturaleza, o
la ciudad. El narrador, contagiado México, ni el sistema esclavista mento ante una comisión que una se celebra la perduración del com-
por la locura de Paul Wittgenstein alentaban a los más críticos al be- persona era esclavo fugitivo de su bate de los sentidos en el amor
(auténtico legatario no sólo de la neplácito con los valores patrios. pertenencia para la formulación de eterno. Contábamos con algunas
filosofía sino también de la desa- El tiempo de Thoreau era única- una orden de arresto. La desban- cartas íntimas recogidas como
zón espiritual de su tío Ludwig), mente el de la igualdad homoge- dada que se produjo hacia el Ca- “cartas familiares selectas” y des-
confesaba las dificultades insalva- neizante y serializadora si se pro- nadá no impidió que abundaran cripciones de viaje por los ríos
bles para mantener el nivel intelec- yectaba sólo como diagnóstico de los secuestros y las persecuciones Concord y Merrimack. También
tual cuando se emigra de la gran nuestro tiempo y del primer mun- terroríficas, como muestra la expe- existía una muy pequeña colec-
ciudad al campo. No basta con do, a la manera querida por Toc- riencia de Harriet Jacobs. ción de textos en catalán bajo el
una gran despensa cerebral, se queville en La Democracia en Amé- La diferencia más llamativa en- título de Coratge cívic. Disponía-
dice: la atrofia será inevitable si no rica (1835, 1840). El tiempo de tre el vaticinio de Tocqueville so- mos, además, de una memorable
se alterna la gran ciudad –Viena, Thoreau era más bien el retratado bre la democracia contemporánea traducción de Walden realizada
nada menos, en este caso– con el por Harriet Jacobs en Incidentes en y el diagnóstico de Thoreau sobre por Justo Gárate, médico huma-
campo. Quien quiera desarrollar el la vida de una esclava (1861). sus patologías es que éste no per- nista, en su exilio argentino desde
espíritu debe empaparse de la ciu- Si una negra tenía un hijo con dió ocasión en denunciar la segre- 1937: traducción que fue punto
dad y no seguir la molicie de los un blanco, su padre no podía dar- gación racial y la injusta propaga- de arranque existencial de la ruta
que se retiran indefinidamente al le el apellido y el dueño de la escla- ción de la guerra en aras de subra- emotiva e “in situ” de Casado da
“campo letal”, porque se arruinará va podía disponer del hijo; los es- yar, todavía más, algo en lo que Rocha por los hitos histórico bio-
si no como el más pusilánime. clavos eran azotados y metidos en ambos coincidirían: la crítica de gráficos de Thoreau. Y Nere Gára-
Bernhard no llegó en su crítica a prisión por enseñarse mutuamente una debilidad crónica en la que te, después, completó la difusión
las posiciones románticas –exalta- a leer; la creencia cristiana no esta- surge nuestro sistema democráti- de Thoreau con la traducción de
doras de la libertad venida de la ba reñida con la crudeza hacia los co, la sociedad de masas, estudia- la Apología del Capitán John Brown
naturaleza– a concebir, como Bau- esclavos; una chica negra podía da después, por Max Weber, como en 1969. Más recientemente, An-
delaire, a la Ciudad como otra Na- preferir vivir en nueve pies de lar- “democracia de masas”. La biogra- tonio Casado da Rocha preparó
turaleza. Pero parece más un mo- go por siete de ancho por tres pies fía de Thoreau, debida a Antonio una edición bilingüe, anotada y
dernista, dispuesto a estimar los de alto a la represión directa; el al- Casado da Roche, y la nueva edi- prologada, de Sobre el deber de la
logros de la ciudad desde el pavi- guacil podía azotar al esclavo que ción de Walden (1854), preparada desobediencia civil.

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La cuidada edición de Walden cierta inmovilidad en torno al
ahora aparecida (tanto en su ágil “érase una vez”, John Brown resul-
traducción como en las guías de tó ser, para el autor de Walden, un
estudio, las notas, las fotos de su iconoclasta. Más que adscribirse a
naturaleza serena y la contextua- una orden revolucionaria que
lización de su lectura) supone guarda sus ritos, sus lealtades, sus
una aportación imprescindible a jerarquías, sus periódicas reunio-
un limitado panorama bibliográ- nes, sus clandestinidades y secre-
fico sobre la figura intelectual de tos, Brown, para Thoreau, inau-
Henry David Thoreau. La bio- gura una contestación radical afín
grafía sobre este autor, totalmen- al proceder de un hombre protes-
te vivida por Casado da Rocha tante que no interpone imágenes
incluso como nadador en el mag- y auténticas interpretaciones por
ma líquido de la legendaria lagu- medio de un diálogo del creyente
na situada en Concord, compone cristiano con Dios. Thoreau en-
ahora una comunicación esencial contraba muchos sacerdotes y po-
al demoledor mundo moral de cos creyentes. Está surgiendo un
Thoreau. El muy cuidado texto hombre que da la cara ante los
de Casado da Rocha se ve muy enemigos más cercanos, los veci-
bien acompañado por la textura nos que permiten y extraen sus
y el cuerpo antiguos de las ilus- réditos de la esclavitud. Estamos
traciones de Paula Ortiz de Luna. en los orígenes de una protesta
El diagnóstico de Thoreau de cívica protestante contemporánea
nuestra época parece propio del –proseguida luego por Martin
último griego, del revelador del Luther King y Gandhi– frente a
olvido de una naturaleza pagana cualquier poder colonizador. Una
en medio del populoso enredo revuelta que supone un diálogo
traído por una sociedad indus- interno del hombre con un Dios
trial desfalleciente y muerta nada dador de un horizonte normativo,
más nacer. Estos trabajos más re- H. D. Thoreau
utópico, que se aleja cada vez más
cientes nos anticipan al Thoreau del mundo habitado. La confian-
de los Journals (1837-1861) to- tico y social de la vida norteame- che político que se concebía más za de Thoreau en la fuerza que
davía por desempolvar entre no- ricana. como dinamita (moral) que como surge de la convicción es mayor
sotros. Un escritor que se cons- hombre. En vez de confiar en la que la irradiada de cualquier má-
truye a sí mismo como un indi- La “gran política” de Thoreau farisaica apelación al humanitaris- quina de guerra.
viduo autónomo y libre en toda En Thoreau, late una concepción mo, Thoreau apela al alto tribunal Presenciamos en la vivencia de
su singularidad, sin las ataduras de la “gran política” como levanta- de la conciencia de los hombres Walden, además, la oposición de
de la democracia de masas y des- miento de la dignidad del género justos para oponerse rotundamen- esta empresa espiritual, de fuertes
prendiéndose de los lastres de la humano frente a la incapacidad de te a la injusticia de las leyes huma- convicciones morales, a todo ne-
decadente educación moderna. los jueces, los funcionarios y los nas. Frente al poder de las masas y gocio protestante que conciba la
No es casual que su Walden sea el mercaderes para profundizar un a la manipulación informativa, dedicación racional como una em-
resultado de una estancia aparta- sistema democrático que permitía Thoreau defendió la causa anties- presa de ahorro (recogimiento
da en los bosques de dos años, la esclavitud de una sexta parte del clavista del creyente John Brown económico) y proselitismo o cap-
dos meses y dos días, iniciada pueblo norteamericano, cuatro por ser capaz de encabezar un pe- tación de consumidores (fuera de
“por accidente” el 4 de julio de millones entonces de personas. No queño regimiento que dio la cara, la estrecha vida conventual). Ya
1845, conmemoración del Día en vano, Ralph Waldo Emerson, levantándose en armas contra el entonces, el gran negocio exprime
de la Independencia. Para enton- el maestro del programa político y esclavismo. Thoreau construyó el la fuerza de trabajo negra y expolia
ces, Henry David Thoreau ya ha social llevado a cabo en persona mito del hombre levantado en fa- los territorios invadidos. A Tho-
acumulado en carne propia las por Thoreau, era considerado lec- vor de una causa; pero a diferencia reau le irritaría, más que fascinarle,
razones de su fuerte rechazo polí- tura diaria y constante del Nietzs- de los mitos que suelen crear una cualquier concepción supuesta del

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H. D . THOREAU: L A L AGUNA I N FI N I TA DE WA LDEN

empresario protestante como un (1907) (uno de los libros de la Bi- unos materiales críticos, en cam- dias, nos presenta un “dramatis
santo laico, que racionaliza nues- blioteca Fantástica de Borges), de bio, estupendos: cronológicos, de personae” de todos los personajes
tro mundo a través del mercado, si la fuerza del mundo vegetal para materiales y fuentes; léxicos, de los que, como mitología completa,
aprovecha al hombre como un superar cualquier dificultad de la términos fundamentales en juego, acompañan al mito en la represen-
medio para sus fines crematísticos oreografía mineral y encontrar en y de su conocido prologista, el na- tación. Este es el mito propuesto
y no erradica la explotación negra un risco granítico, en un despeña- turalista Joaquín Araujo. No creo por Casado da Rocha; y su uso es
del mundo moderno. A un protes- dero gélido, en una ruina urbana, que deba alterarse el orden de lec- de “nuestra responsabilidad” –se
tantismo económico opone un el punto de fuga para remontar tura previsto por Antonio Casado nos advierte al final– pero en el
protestantismo espiritual. Leído las dificultades insuperables, crear (no incurriremos en los juegos de resultado caemos rendidos, segu-
hoy, su ensayo Una vida sin princi- vida y encontrar el sol y el agua Rayuela o en ver si como El Quijo- ro, todos los mitómanos.
pios (1863) es un revulsivo impres- que le posibilite crecer más fuerte, te podemos empezar a leer por su
cindible de todo el enredo indus- más espléndido. Porque también segunda parte) pero el capítulo fi- La gran epopeya de Walden
trioso del hombre superficial –no- Thoreau, como Claude Monet, nal reserva buena parte de los fun- Que las leyendas sean inevitables
sotros mismos y no el vecino– que reivindica la fragancia del nenúfar damentos filosóficos de la obra y y queridas no quiere decir, en todo
aspira al consumo evasivo, al dine- del hombre auténtico que anun- del sumo interés de la vida filosó- caso, que no existan hitos históri-
ro fácil, a la instrumentalización cia una cualidad moral y refresca fica de Thoreau. En el “Epílogo (el cos en la “forja de (este) rebelde”.
del prójimo y a la semana como el ambiente. Postula la autentici- mito Thoreau)”, se revela que este Esta mitomanía no incurre en mi-
un sábado bullicioso, mientras da dad del hombre que da una con- modelo vivo propone una vida tomaquia. Esta biografía esencial
vueltas a la noria diaria del metro- ferencia y habla en público desde buena como conquista y una cons- sigue el “detalle revelador”, según
politano, sus jefes, el embrollo fa- un conocimiento íntimo y se en- trucción narrativa como mito. el consejo de Mark Twain, en que
miliar y la oficina. Han transcurri- trega al auditorio desde dentro de Javier Alcoriza y Antonio Las- se engarzan las emociones del au-
do casi siglo y medio desde la pu- él mismo. Una vida sin principios tra coinciden en observar sus es- tor y no las grandes líneas o coor-
blicación de esta conferencia y la no propone una vida cínica o in- critos como la auténtica biografía denadas en que se anula la pecu-
insatisfacción ya denunciada por moral sino una vida de encuentro de Thoreau y no así el anecdotario liaridad del personaje. Aparecen,
la enajenación periodística de la del propio camino singular y de que suele satisfacer al mero curio- de forma amena, su rocambolesco
opinión pública, las políticas legis- reencuentro del universal que so. A la pregunta acerca de ¿cómo y familiar negocio de lápices, su
lativas espúreas y el fuerte carácter constituimos los hombres a partir vivir? Thoreau contesta, según los trabajo de agrimensor, su forma-
corruptor de la entrega al negocio del propio labrado de la vida de editores de Walden, proclamando ción clásica en Harvard, los baches
no deja de resultar premonitorio. cada uno como una obra de arte una construcción escrita de vida. en los estudios y el disfrute de la
Thoreau es un anti-Franklin singular. Existe una vida inteligible en la naturaleza, el amor sin remedio
que desaconseja fervientemente Los principios universales re- literalidad de la experiencia a la por Ellen pues “no hay remedio
hacerse rico y postula, aún hoy confortan en la obediencia, son que Thoreau ha otorgado el ma- para el amor salvo amar más”, la
para nosotros, una probidad labo- principios públicos y compartidos, yor relieve. Como para los griegos, resistencia activa frente al Estado
ral que sólo puede conducir a la mientras que una vida moral sin para Thoreau la escritura es exa- de masas, la esclavitud industrial
ruina económica y a un excelso principios requiere el esfuerzo del men de lo que acaeció diariamen- venida del ferrocarril, la influencia
heroísmo. Para un hombre que descubrimiento moral. Antonio te y fijación de aquellos pasajes imprescindible de las filosofías
rescribe su vida y se construye sin- Casado da Rocha, Javier Alcoriza y que desea queden como la vida de orientales, la quiebra entre el nor-
gularmente en la escritura de su Antonio Lastra no sólo han prepa- uno mismo. Hay aquí una cons- te y el sur norteamericano, la dis-
diario era una pesadilla que ya no rado unos cuidados estudios que trucción pública del personaje en tribución de los doce metros cua-
hubiera cuadernos en blanco, sin nos acercan a la peculiar experien- un entorno dramático. De hecho, drados de la cabaña vecina a Wal-
rayas: ya sólo existen cuadernos cia moral de Thoreau sino que le la vida en los bosques es el deseo den, el enfriamiento y la perdura-
preparados para los cuentas y los han acompañado hoy, de alguna de satisfacer una vida envuelta en bilidad eterna de la amistad con
balances –se dice y explica a sus forma, en su peregrinaje. La bio- la escritura huyendo de vender di- Emerson, el significado trascen-
contemporáneos–, en vez de para grafía de Casado da Rocha es tan lapidadoramente las mañanas y las dental de la alteración de los nom-
la autorreflexión, el repaso de los nítida en su escritura que parece tardes, nos recuerdan Antonio bres de pila del bautizo, la mística
sucesos del día y el legado íntimo un ejercicio de confesión antigua Lastra y Javier Alcoriza. Ambos activa antiacademicista que se
con sus lectores de una personali- del personaje elegido y de su pro- comparten con Casado da Rocha opone a pagar las tasas del título
dad ejemplar. La biografía escrita pio elaborador. Se hace un mapa que existe en Thoreau un deseo de universitario y desea utilizar la bi-
pos Casado da Rocha entiende de la villa de Concord, se dedica a ser leído en carne, y en papel im- blioteca universitaria de por vida,
que los Diarios son una “tecnolo- pasear por ella y a nadar y a bucear preso, como leyenda. Pero toda la elevación del paseo y la camina-
gía del yo” en la que Thoreau da por su fondo claro y arenoso. Si construcción de mitos está cuaja- ta a la condición de un arte, el re-
“razón y sentido a sus días”. Su Thoreau representa un viaje inte- da de historias y narraciones; tam- pudio de las cacerías, la admira-
insobornabilidad de sabio y la rior, la búsqueda del material de bién lo es la entrada de Thoreau ción por la cultura india, las re-
execración del seguidismo de los esta biografía ha sido todo un viaje en la Hall of Fame for Great Ame- flexiones emanadas de la lectura
más mediocres no pudieron sino de iniciación. Me recuerda a esos ricans de la Universidad de Nueva de Herodoto y Platón,....
traerle un apartamiento, una sole- desdoblamientos del lenguaje que York en 1960, junto a Washing- Muchos de estos aspectos remi-
dad emboscada, rayana en el fra- Foucault supone en sus propios ton, Franklin, Lincoln, Edison y ten a un deseo de vivir la naturale-
caso y alejada del éxito fácil. Por estudios, por ejemplo, sobre Ray- Emerson. Por ello, Antonio Casa- za con compasión hacia lo viviente
momentos, Thoreau parece un mond Roussel. No es una biogra- do nos ha ofrecido su mito de un –como señala Joaquín Araujo muy
anticipador pagano de la defensa fía crítica sino admirativa; y el personaje que concibió su propia acertadamente en el “Prólogo”– en
realizada por Maurice Maeter- mejor camino, así, al conocimien- vida como un poema. No en un sentido más pleno que la Bio-
linck, en L´intelligence des fleurs to de Henry David Thoreau. Posee vano, como en las buenas trage- logía o, incluso, cabe decir, en mi

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J ULI ÁN SAUQUI LLO

opinión, que el “movimiento eco- ranzas religiosas del puritanismo darse un cambio de la cantidad a proporcionan un pedestal adecua-
logista mundial”. Se trata aquí de ya en la primera mitad del siglo la calidad.... de mezquindad. do. No hay un clavo del que colgar
la honestidad moral de una expe- xix. El debate político y el aprove- un cuadro ni un estante que reciba
riencia íntima más que de la ley de chamiento de las oportunidades Tolstoi y Thoreau: ¿quiénes son el busto de un héroe o un santo.
comportamiento universal de un económicas en un territorio de los auténticos creyentes? (...)” (págs. 90, 91).
movimiento social y político. La acogida habrían pasado a ser prio- La defensa de la ropa vieja que Gran parte de la responsabili-
gran epopeya de Henry David ritarios sobre las fuertes conviccio- hizo Baudelaire no era del mismo dad de esta desacralización la tene-
Thoreau es la concepción de Wal- nes religiosas de los primeros colo- género que la de Thoreau (el aris- mos los humanistas que vivimos
den como una laguna infinita o un nos. Creo que todo el plantea- tócrata de espíritu, el dandi, no de la filantropía. Los dardos de
emboscamiento fundamental. Esta miento reinvindicativo de Thoreau puede llevar sino ropa antigua, tra- Thoreau van dirigidos al pueblo
aventura de autotrasformación es- destila un gusto originario, contra- dicional o noble, una ropa que fue llano –a los esclavos blancos– pero
piritual está perfectamente desen- corriente, antiguo, de recuerdo preciada) pero la coincidencia en- más aun a los que perpetúan el sis-
trañada en la edición preparada crítico, memoria, de las promesas tre ambos es fundamental: “Ser un tema de esclavitud de negros y
por Antonio Lastra y Javier Alcori- incumplidas de la democracia que- gran hombre y un santo –señala blancos. El antiacademicismo del
za. La edición publicada el pasado rida por aquellos colonos en un Baudelaire– para uno mismo, eso autor de Walden tiene su diana en
año por Javier Alcoriza y Antonio principio. Tal como subrayan los es lo único que cuenta”. El autor políticos oficiales, sacerdotes, aca-
Lastra de La conducta de la vida dos editores, el entomólogo y na- de Walden lo intentó dándole la démicos, intelectuales, militares,
(1860) les permite ahondar en las turalista habría querido recuperar cara a la naturaleza. Thoreau no se comerciantes,.... Apunta a quienes
relaciones filosóficas del maestro una primera palabra y rescribirla, hacía ilusión alguna acerca de en- podemos impulsar otro mundo de
Emerson con Thoreau, un discí- ante la falta de trasfondo del Esta- contrar cualidades pacíficas en la mayores convicciones morales
pulo muy aventajado, en la forma- do, desde una desafección irónica naturaleza. La naturaleza para él pero no lo concebimos. Thoreau,
ción del trascendentalismo norte- que requiere alejarse a las fuentes era todo lo agitada y agresiva que como Tolstoi, pensó que todo tra-
americano en torno a la laguna de la verdad en la naturaleza de Darwin supuso: pura lucha y su- bajo intelectual realizado sobre el
mítica de Walden en Concord. La Walden. Se trata de un ejercicio pervivencia (así parece en su des- trabajo manual –en su explota-
importancia de la lectura de Natu- místico temporal. Aunque tan ere- cripción de la batalla mortal entre ción, sin su contacto– reproducía
re (1836) de Emerson en la forma- mita sea Thoreau como el Antonio hormigas rojas y hormigas negras un orden de esclavitud. De aquí su
ción de su rebelde amigo y discí- descrito en Vida de Antonio por en el bosque (págs. 262–265)). empeño en construir su cabaña, en
pulo, así como el aglutinamiento Atanasio, pues ambos van a rescri- Pero creía que en aquella laguna reciclar elementos aprovechables,
de esfuerzos filosóficos en torno a birse en el distanciamiento mun- de Walden, como en otras lagunas en extraer su propia experiencia en
la revista The Dial son minuciosa- dano, el autor de Walden nunca hermanas que rodean hoy a esta la construcción. Los más responsa-
mente explicados en esta edición. estuvo completamente sólo y qui- perla, están presentes todas las for- bles de esta escisión entre el inte-
Emerson aparece como la fuerza so volver más pleno y más intran- mas de subjetividad, infinitas, que lecto y las manos y de esta desacra-
nutricia de una filosofía que quiere sigente con los vicios de la socie- caben en el mundo mineral, vege- lización son los que ejercen algún
unir teoría y práctica indisoluble- dad de masas. tal y humano. Acercarse a la lagu- sacerdocio. A fin de cuentas, supu-
mente sin demasiadas aspiraciones Thoreau percibe al hombre in- na era experimentar esta infinitud so el autor de Walden, quienes me-
especulativas. Una filosofía elabo- dustrial como “negrero de si mis- que la sociedad industrial empeza- nos creen y más engañan. Lástima
rada fuera de la Universidad y que mo”, como un jadeante conden- ba, entonces, a constreñir. Aunque que Thoreau no pudiera leer “El
requiere de algunos auxilios eco- sador de riqueza guiado por inte- Thoreau sea un mito, y la mitolo- padre Sergio” (1898) de Tolstoi.
nómicos y bibliográficos del ya reses crematísticos. Quiere des- gía cree adhesiones (incondiciona- Hubiera suscrito que el oficial de
muy conocido y acomodado prenderse de la subjetividad in- les), hace una advertencia impres- coraceros Stepán Kasatski, trasfor-
Emerson. Los avatares familiares, culcada ya por los espúreos con- cindible en Walden: “no quisiera mado después por un desengaño
las diferencias estratégicas en la sejos de los mayores y volver a que nadie adoptara mi modo de amoroso en orgulloso y vanidoso
concepción de la resistencia al Es- una subjetividad sencilla donde vida por causa alguna, pues ade- eremita, que logró ser idolatrado
tado y a la sociedad de masas en lo necesario es muy poco y bastan más de que antes de que lo hubie- por sus milagros y acabó santo
Emerson y Thoreau, las dificulta- las manos y pocos instrumentos ra aprendido podría haber hallado para el beneficio de un convento,
des en el reparto de papeles inte- para ser autosuficiente y libre. otro para mí mismo, deseo que no era el auténtico creyente. Hu-
lectuales entre uno y otro, la inte- Todo gasto suntuario, advierte, haya tantas personas diferentes en biera disfrutado averiguando en su
gración casi parental de Thoreau nos aleja de la elevación espiritual el mundo como sea posible; pero lectura que la auténtica creyente
en la familia Emerson, las simpa- deseable para la humanidad. La quisiera que cada uno fuera muy era una mujer humilde, sin vana-
tías de Thoreau por los sioux y el ropa y el mobiliario son una de- cuidadoso en descubrir y seguir su gloria, generosa y abnegada con
impacto que le causó a éste cono- mostración de poder social, así propio camino, y no el de su padre todos, apenas conocida, carente
cer a Walt Whitman son algunos que llegará a hacer una defensa de o el de su madre o el de su vecino. incluso de tiempo para rezar, con-
de los aspectos desgranados para el la ropa vieja y de las casas semiva- (...).” (pág. 121). No se trata de temporánea de aquel tan celebra-
lector con sumo detalle y otorgan- cías. Thoreau es tan actual que imitar sino de inventar un camino do. Ambos hubieran coincidido
do relevancia a un contexto histó- incluye una crítica de las propie- diverso. Pero difícil es realizar este en otorgar rasgos heroicos, inédi-
rico muy rico. dades que se adquieren en cua- esfuerzo en un mundo desacraliza- tos, a esta mujer. O eso pienso. ■
Uno de los aspectos destacados renta años de trabajo pagando do y sin convicciones: “(...). En
por Antonio Lastra y Javier Alcori- unos gravámenes hipotecarios a realidad no hay lugar en esta ciu-
za es el predominio del debate los bancos mayores que el valor dad –nos dice– para una obra de
constitucional y la confianza en el real de las granjas de sus vecinos. bellas artes, si alguna ha llegado Julián Sauquillo es profesor de Filoso-
perfeccionamiento de las institu- Los vicios de la sociedad actual hasta nosotros; porque nuestras fía del Derecho de la Universidad Au-
ciones democráticas sobre las espe- son aquellos vicios y sólo pudo vidas, nuestras casas y calles no le tónoma de Madrid.

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LITERATURA

1936: UN BOOM POÉTICO PERDIDO Alcance y significados

VÍCTOR FUENTES

L
a tragedia de la Guerra Ci- del poema que diera Octavio poesía clásica y la moderna, mada generación del 27, con la
vil borró en sangre y en el Paz, escribiendo sobre “la otra cuyo auge se vivía en 1936. inclusión de León Felipe: Rafael
olvido un fenómeno que voz” de la poesía: “Espejo de la Este nefasto año, posible- Alberti, Vicente Aleixandre, Ma-
también marcó aquel año: el fraternidad cósmica, el poema es mente, haya sido, y sólo en sus nuel Altolaguirre, Luis Cernuda,
auge de publicaciones de libros un modelo de lo que podría ser siete primeros meses, el más Gerardo Diego, León Felipe, Fe-
de poesía y la buena acogida de la sociedad humana” (pág. fausto de toda nuestra historia derico García Lorca, Jorge Gui-
ellos por parte del mercado edi- 138). poética. Recordemos que en él, llén, Pedro Salinas; en el segun-
torial (algo insólito en cualquier y poco antes del fatídico 18 de do, los emergentes de una nueva
año) y del público lector, y, en- Alud de publicaciones julio, se publicaron –me limito generación que, por el año de
tre éste, el obrero, lo cual tam- poéticas y fraternidad a obras en castellano– cuatro de publicación de esta especie de
bién resultaba bastante inaudito. entre poetas los grandes libros de poesía del manifiesto, bien pudiera llamar-
Estudiando el tema de la edición No faltan referencias, en las bi- siglo xx: Razón de amor, de Pe- se, como algunos la han nom-
y de la recepción del libro en los bliografías de los estudios gene- dro Salinas; Cántico (su segunda brado, de 1935, aunque ha pasa-
años de la Segunda República, rales o de los poetas individuales versión), de Jorge Guillén; La do a la historia literaria como la
con motivo de La marcha al de aquel entonces, a que en realidad y el deseo, de Luis Cer- de 1936: Miguel Hernández,
pueblo en las letras españolas 1935 y en 1936 se publicara nuda, y El rayo que no cesa, de José A. Muñoz Rojas, Leopoldo
1917-1936 (1980), me encontré este o aquel libro de poesía, Miguel Hernández; y también y Juan Panero, Luis Rosales, Ar-
con la sorprendente noticia de pero, que, yo conozca, ningún Juan de Mairena, de Antonio turo Serrano Plaja y Luis Felipe
que en las ferias del libro de crítico ha resaltado que el cú- Machado, con unos postulados Vivanco.
1935 y de 1936 los libros de mulo de publicaciones de poe- poéticos que irradian sobre la Hay que insistir en que, a pe-
poesía se hallaban entre los más marios importantes (y de poe- poesía del momento, y varios sar de la guerra fratricida, del exi-
buscados por los lectores y los mas publicados en revistas), en más importantes libros de poe- lio, de la dictadura y de diferen-
de más éxito, según precisaban el corto periodo de un año y sías a los que me referiré. cias ideológicas, estos poetas se
editores y periodistas. medio, suponía un logro quizá Otro factor que explica tal mantuvieron fieles en su amistad.
Con motivo de preparar la nunca antes igualado en Espa- auge es que, a pesar de las dife- Muy ufano, evoca Luis Felipe Vi-
segunda edición de mi obra ña. En gran parte, esto es debi- rencias políticas y poéticas, la vanco en su Diario, cómo en el
mencionada, he vuelto sobre el do a que en 1936 estaban en mayor parte de aquellos poetas alto que hizo Neruda en el aero-
tema. De él nace este ensayo, activo componentes de las cua- estuvieron vinculados por lazos puerto de Madrid, de vuelta a
destinado a poner al lector ac- tro generaciones acumulativas de amistad, su pasión por –y de- Chile desde París, en 1972 y ya
tual en conocimiento de aquel (y uso con toda precaución el fensa de– la poesía y su condi- camino de su propia muerte, los
auge del libro de poesía que, desfasado concepto de genera- ción de ciudadanos de una repú- tres –Neruda, Rosales y él– se
como tal, ha quedado ignorado ción para ilustrar lo que sosten- blica democrática que tanto abo- volvieron a fotografiar juntos
o desdibujado en nuestras histo- go) que ocuparon el campo lite- gaba por la libertad de expresión (pág. 232). Por mi parte, guardo
rias literarias. Asimismo, exploro rario español de las tres prime- y la difusión del libro. Aparecen como una imagen-icono, supera-
lo que pudo significar en la con- ras décadas del siglo: las del 98, unidos en actos de homenajes. dora de la división entre las dos
ciencia nacional, y aun en el 14, 27 y 36. Por ejemplo, el librito Homenaje Españas, el ver a Araguren y a Se-
subconsciente colectivo, dicha Se puede afirmar –y esto sí lo a Neruda. Tres cantos materiales rrano Plaja pasear, cogidos del
floración de publicaciones de destaca el consenso de la críti- (‘Entrada a la madera’, ‘Apogeo brazo, en el campus de la Univer-
poesía en unos momentos de ca– que, en plena República, del apio’ y ‘Estatuto del vino’), sidad de Santa Bárbara, donde
aguda crisis social, y con el país contábamos con una constela- publicado en 1935, recoge los ambos enseñaban a principios de
al borde del abismo. Calzan ción poética que, por su esplen- nombres de los poetas españoles los años setenta.
muy bien con ello aquellos ver- dor, remitía a la época áurea de que se adhieren a él y proclaman Entre finales de 1935 y co-
sos de Hölderlin: “…y ¿para qué los siglos xvi y xvii. No es de su admiración por “el gran poeta mienzo de 1936 aparecen los
poetas en tiempos de penuria? / extrañar, por tanto, que aquellos Pablo Neruda”, y una obra “que cuatro números de la revista Ca-
Pero ellos son, me dices, como poetas de la República celebren sin disputa constituye una de las ballo Verde para la poesía, bajo la
los sagrados sacerdotes del dios a Lope de Vega, San Juan de la más auténticas realidades de la dirección de Neruda y publicada
del vino /que de tierra en tierra Cruz, Garcilaso y también, y poesía de lengua española” (pág. en la imprenta de Manuel Alto-
peregrinaban en la noche sagra- muy especialmente, a Bécquer, 1). Aparecen por orden alfabéti- laguirre y Concha Méndez, re-
da” (Aclaraciones a la poesía, pág. quien (junto al gran Rubén Da- co y en dos grupos. En el prime- vista que aglutinara a aquellos
53), y, asimismo, la definición río) fuera puente entre la gran ro, los ya consagrados de la lla- poetas, quienes, por encima de

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Tres vertientes poéticas
confluyentes en el ancho
mar de la poesía española
de la época (1935-1936)
Ya Juan Cano Ballesta y Víctor
García de la Concha nos han
dejado sendos libros sobre aque-
lla época poética en La poesía
Pablo Neruda, Miguel Hernández y José Bergamín
española entre pureza y revolución
sus posibles diferencias políticas para siempre con la imprenta de Ma- Concha Méndez. Éstos, a su vez, (1930-1936) y La poesía españo-
y aun estéticas, recababan la nuel Altolaguirre, en Madrid, y nunca devenidos editores, lanzaron en la de 1935 a 1975, respectiva-
vuelta a lo humano, a la conjun- se logró rescatar un solo ejemplar. Iba a 1936 la Colección Héroe, que mente. Resumiendo lo ya trata-
aparecer justamente en los días que es-
ción del poeta con la naturaleza, talló la Guerra Civil. Sólo faltaba coser
publicó casi incesantemente poe- do por ellos, aspiro a hacer algu-
lo material y todo lo viviente, y los pliegos y agregar las tapas”1. marios de aquel grupo de poetas; na nueva aportación en esta cala
los acontecimientos cotidianos; libros extensos como El rayo que sintética sobre el alcance y los
o “lo que pasa en la calle”, para Junto a editoriales comercia- no cesa, de Miguel Hernández, y significados de aquel florecer
usar la expresión que Juan de les establecidas como Espasa- otros de pequeño tamaño, de poético, el cual emana desde
Mairena da como ejemplo de Calpe, Aguilar, Biblioteca Nue- una sobria y bella presentación. distintas fuentes pero que, esti-
lenguaje poético, al traducir su va y Plutarco, Manuel Altola- Sin dar la lista total, además del mo, se puede relacionar con
alumno a ella la rebuscada frase guirre y Concha Méndez, con libro que acabo de mencionar, el unas vertientes identificadas con
“Los eventos consuetudinarios su imprenta, y José Bergamín, grueso de los títulos, publicados, tres nombres en concreto: Pablo
que acontecen en la rúa” (Obras, con la colección Ediciones del incluye: 15 bandas y 48 estrellas. Neruda, César Vallejo (hispano-
pág. 351). José Moreno Villa, en Árbol de Cruz y Raya, fueron Poemas del mar Caribe y Nuestra americanos que repetirán la in-
Carta sin correo, enero de 1936, editores-impulsores de este boom diaria palabra, de Alberti; La fluencia que Rubén Darío ejer-
escribe unos versos que ratifican poético dentro de un generoso lenta libertad, de Manuel Altola- ció sobre la poesía modernista
lo que vengo destacando, en espíritu de comunión humana. guirre; Sonetos amorosos, de Ger- española) y José Bergamín. Vea-
cuanto a la diversidad, riqueza y Bergamín, y el grupo en torno mán Bleiberg; El joven marino, mos esto:
unidad de nuestros poetas en de Cruz y Raya, desde posiciones de Cernuda (extraordinario lar-
aquel entonces: de un catolicismo no confesio- go poema de amor, homoeróti- 1. Residencia en la tierra
nal; Altolaguirre y Concha Mén- co, bastante desconocido por la El influjo del Pablo Neruda de
“Nuestro Parnaso actual es suculen- dez, identificados con el socialis- crítica); A la orilla de un pozo, Residencia en la tierra, sacando,
to. Parece un cap de frutas y vino espu- mo. No está de más añadir que de Rosa Chacel; Niños y som- y ya desde su título, al poeta y a
moso. En él acusan sus sabores Juan
Ramón, Federico, Jorge, Antonio y
los tres acabaron en el exilio. bras, de Concha Méndez; Salón la poesía de la pureza es muy re-
Manuel, Pedro, Manolo, Rafael, Luis, y En Ediciones del Árbol se pu- sin muros, de Moreno Villa; conocido y ha sido ampliamente
algún adjunto americano”. (Caballo blicaron, en 1935, Poesía 1924- Cantos del ofrecimiento, de Juan estudiado. Los llamados teóricos
Verde para la poesía, 71). 1930, de Rafael Alberti; Abril, de Panero; El llanto subterráneo, de que jalonan la publicación de
Luis Rosales; y una segunda edi- Emilio Prados; Destierro infini- Caballo Verde para la poesía, des-
El galope de este Caballo Ver- ción ampliada de Residencia en la to, de Serrano Plaja; Misteriosa de sus propias páginas, encarnan
de, que se extiende de octubre tierra. En 1936, como ya señalé, presencia, de Juan Gil-Albert; y simultáneamente en los libros
de 1935 al verano de 1936, pue- Cántico, de Jorge Guillén; Razón Cantos de primavera, de Luis Fe- de los poetas que colaboran en
de servir simbólicamente para de amor, de Pedro Salinas; y La lipe Vivanco2. ella y en la poesía que se publica
marcar el terreno de aquel res- realidad y el deseo, de Luis Cernu-
plandor poético, sesgado por el da, obras, por su parte, impresas
2 Otros libros de poesía publicados en
alzamiento militar. En mayo de en la imprenta de Altolaguirre y de los mencionados: Poesía. 1924-1930 ,
1936 por diversas editoriales son: Poesías El poeta en la calle (1931-1935) y Verte y
1973, el propio Neruda, con el completas de Juan José Domenchina, Cán- no verte. Ignacio Sánchez Mejías de Rafael
ejemplo del destino truncado de tico inútil de Ernestina de Champourcin, Alberti, Pasión de la tierra y La destrucción
1 En carta del 15 de mayo a Detlev
Caballo Verde, constata: Vivimos en una noche oscura de César Ar- o el amor de Vicente Aleixandre, Canciones
Auvermann, director de la editorial ale- conada, Horror candente de Juan Gil- Al- y Seis poemas galegos de Federico García
mana que en aquellas fechas imprimió la bert, La soledad cerrada de Rafael Múgica Lorca, La voz cálida de Manuel Idelfonso
“Lástima grande que el número do- versión facsímil de la revista. La carta de (Gabriel Celaya). En 1935, año en que Gil, y Voz de la tierra de Pascual Pla y Bel-
ble 5 y 6, totalmente impreso, se quedó Neruda encabeza esta reimpresión. se inicia tal boom, se publicaron, además trán, entre varios más..

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1936: U N B O O M P O É T I C O P E R D I D O

en otras revistas del momento blicado en diciembre de 1935, tia, llanto, cuerpo, amor, beso, manifiestaciones del pensamien-
(por ejemplo, de las páginas de en un tiempo “que nos va co- carne, sangre, tierra, sombra, to, “todo ese conjunto o con-
la Revista de Occidente, otrora miendo”, que avanza con “ceni- polvo, sueño, vacío, hoyo, hue- juntos espirituales que designan
dedicadas a la poesía pura y “la za”, el texto concluye respon- co, muerte, ceniza, nada… Se una cultura”, es el propósito que
deshumanización del arte”, se diendo a la pregunta de ¿qué trata de la “vuelta a lo humano”, declaran ‘Los Editores’en la
adueñan, poéticamente, en el queda?: “Nada, y en la casa de la el poeta inspirado en la “musa ‘Presentación’ de la Revista
número de abril-mayo y junio poesía no permanece nada, sino de carne y hueso”, como desta- (Cruz y Raya. Antología, págs
de 1936, y con tonos premoni- lo que fue escrito con sangre cara Antonio Machado escri- 17-18), apoyándose también en
torios de lo que se venía encima, para ser escuchado por la san- biendo sobre Serrano Plaja una expresión de Nietzsche, en
‘Oración a la muerte’, de Ger- gre” (pág. 49). (Obras, pág 636); pero también la que pone a su pensamiento, y
mán Bleiberg, y ‘Sino sangrien- Quizá en ningún otro mo- prefiguraciones de “esa muerte a él mismo en una situación crí-
to’, de Miguel Hernández). mento de paz haya encontrado del hombre”, sobre la que dicta- tica, “en angustiosa, por verda-
Se hablaba en la literatura es- la sangre el protagonismo que mina Michael Foucault en nues- dera, pasión de espíritu”, algo
pañola, y desde finales de los alcanza en esta poesía escrita en- tra época, que tendría su cifra en que también reverberaba en
años veinte, de la vuelta a lo hu- tre 1935 y 1936. Por un lado, es unos versos de Mundo a solas Unamuno y su Agonía del cris-
mano y a lo social; sin embargo, símbolo de vida, de sentimien- (1934-1936), libro terminado tianismo. Significativamente, su
será el galope desenfrenado del tos vehementes y de pasión: en junio de 19364, de Vicente propósito de “apurar el pensa-
Caballo Verde el que hollará en todo un balde de sangre que los Aleixandre, en los versos finales miento hasta su última esencia
toda su extensión el nuevo terre- poetas creen necesario derramar el poema, significativamente ti- definitiva”, está ilustrado con
no poético, que se desplaza des- contra los cristales de la poesía tulado ‘Mundo inhumano’, el unos versos de Bécquer: “Espí-
de las páginas de la revista a los pura. Ya Vicente Aleixandre lo de aquel horizonte cerrado que ritu sin nombre/Indefinible
libros que irán publicando sus afirmaba al hablar de Pasión de se abatía sobre la cultura occi- esencia”. (Cruz y Raya. Antolo-
colaboradores: La destrucción o la tierra: “Frente al ideal de poe- dental: gía, pág. 18). No casualmente,
el amor, de Vicente Aleixandre; sía ‘cristalizada’ de la época, Pa- Heidegger, por las mismas fe-
El rayo que no cesa, de Miguel sión de la tierra, en su pequeño El hombre está muy lejos. Alta pa- chas, también veía en la poesía
Hernández; Éstos son los oficios, sector, intentaba romper la cris- red de sangre. el mejor vehículo para penetrar
El hombre grita sordo su corazón de
de Arturo Serrano Plaja, para talería y que saltara la sangre”. bosque.
en la esencia de las cosas5.
destacar los tres más importan- Pero también, a la luz de lo Su gotear de sangre, su pesada tris- Dentro de este talante surge,
tes dentro de la órbita de ‘Resi- que vendría inmediatamente teza. al filo de 1935 y en 1936, el
dencia en la Tierra’. En el primer después, cómo no ver en esa Cubierto por las telas de un cielo grupo de jóvenes poetas católi-
número de la revista, en ‘Sobre sangre derramada en tantas pá- derrumbado. cos (o católicos poetas), que
Lejanamente el hombre contra un
una poesía sin pureza’, se había ginas de la poesía de aquellos como los del Siglo de Oro, en
muro se seca (Poesías, pág. 450).
roturado dicho terreno: “Una dos años un símbolo de sacrifi- quienes se inspiran, combinan
poesía impura como un traje, cio, invocado por los poetas: el el espíritu religioso con la poéti-
como un cuerpo...” (Caballo ver- don de aplacar a las potencias y Contra esto, los poetas se ca más avanzada de la época:
de, pág. 5). apartar el castigo mayor que se afirman en la defensa de la poe- Luis Rosales, José Antonio Mu-
Posteriormente, en los núme- cernía sobre la nación española. sía, pues, como afirmara Octa- ñoz Rojas, Luis Felipe Vivanco,
ros 2 y 3, los textos respectivos, El canto segundo del lorquiano vio Paz, más de cuarenta años Germán Bleiberg, Dionisio Ri-
‘Los temas’ y ‘Conducta y poe- Llanto por Ignacio Sánchez Me- más tarde: druejo y los hermanos Panero.
sía’, ahondan en el carácter jías, ‘La sangre derramada’ (que Tratar de aquella poesía religio-
neorromántico de esta nueva se extiende sobre todo el poema “El poema es un modelo de super- sa, bastante postergada por la
poesía. El texto que abre el nú- y tantos otros del momento), vivencia fundada en la fraternidad – crítica, daría para todo otro en-
atracción y repulsión– de los elementos,
mero 4, enero de 1936, es un con su estribillo, “¡Qué no quie- las formas y las criaturas del universo”
homenaje a Bécquer: ‘G. A. B. ro verla!”, podría interpretarse (La otra voz, pág. 139).
(1836-1936)’, a quien se define como el más dramático ejemplo 5 Recordemos que en Cruz y Raya (nú-

como “¡Grande voz dulce, cora- de tal sacrificio simbólico. mero 6, septiembre de 1933) se publícó
¿Qué es metafísica del pensador alemán?,
zón herido”. A tono con esto, en A tono con lo que vengo di- 2. Entre la tierra y el cielo traducido por Xavier Zubiri, uno de los
‘Los temas’ leemos “El sitio del ciendo, en los poemas que se Dentro de aquella poesía, ocupa pilares de Cruz y Raya y de aquel movi-
corazón nos pertenece”, y se publican en Caballo verde y, por un lugar propio una tendencia miento de renovación del pensamiento
católico que también truncó la guerra,
precisa: “Como lava o tinieblas, extensión, en los libros de los de poesía religiosa, vinculada a
al ponerse la iglesia oficial al servicio del
como temblor bestial, como que publican en sus páginas, la revista Cruz y Raya, de José franquismo. Asimismo, la revista publicó
campanada sin rumbo, la poesía dentro de “la residencia en la Bergamín, propugnadora de un (en el número 32, noviembre de 1935),
mete las manos en el miedo, en tierra” y de un “neorromanticis- catolicismo a la altura de su una traducción de poemas de Hördelin
hecha por Luis Cernuda y su amigo Hans
las angustias, en las enfermeda- mo existencial”, los vocablos tiempo; de apertura ecuménica, Gebser. Tampoco aquí es una casualidad
des del corazón” (pág. 29). Y en que se repiten en tal poesía son afín al que propugnaban en que por las mismas fechas Heidegger dic-
‘Conducta y poesía’, el neorro- –y pido excusas por la retahíla–: Francia Maritain, Mounier y su tara lo que sería su libro, Aclaraciones a la
poesía de Hölderlin, con unas interpreta-
manticismo aparece ya engarza- corazón, dolor, tristeza,3 angus- revista Esprit. Asumir todas las ciones de la poesía, cercana a la que culti-
do en una angustia existencial vaban los poetas a que me refiero. Ecos de
que se apodera de tanta poesía las palabras de Heidegger resuenan en los
3 Sobre ésta, y en la número 2 y el 3 4 Este libro lo iba a publicar Ediciones dos libros sobre poesía de Octavio Paz, El
del momento, tan abocada a la
de Caballo verde, escriben Aleixandre y del Árbol, bajo el título Destino del hom- arco y la lira y La otra voz. Aclaraciones ha
gran crisis de la civilización eu- Cernuda sus respectivos poemas, “La tris- bre, pero quedó inédito hasta 1950, por la sido recientemente publicado por Alianza
ropea que se vive entonces. Pu- teza”, y “Himno a la tristeza”. ruptura de la guerra. Editorial.

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VÍ C TOR FUENTES

sayo. Me limito, aquí, a evocar ‘Canto de resurrección’. E, un salmo quedo / Ya sólo reza el ¡Qué hermoso nacer para morir, / y
algunos de sus libros o poemas igualmente, y de por las mis- corazón, no canta”(pág. 105). repentinamente ver la claridad que el
agua y la llama / llevan en sí mismas, /
en los que la maestría de la for- mas fechas, destaca el ya men- El corazón se vuelve, ahora y
y ver la contenida hermandad de muer-
ma poética casa con la hondura cionado ‘Oración a la muerte’, en esta poesía, a Dios “Desde te y belleza, / la obra de Dios entre las
religiosa que expresan, de un de Germán Bleiberg: toda una entonces / desde entonces te obras! (Poesía 1929-1980, pág. 212).
gladio o espadaña evangélica, en plegaria, llena de interrogantes busco. Sí, te busco / en el princi-
consonancia con el espiritualis- y exclamaciones, al Señor con pio de mi sangre rota, / donde 3. Voz del pueblo, voz de Dios.
mo de Cruz y Raya: acentos místicos. También de empieza la savia de los muertos”, Por una poesía socialista.
El poemario Abril, de Luis Vivanco sobresalen, dentro de canta o reza, también, Panero La vertiente que acabará atrayen-
Rosales, publicado en 1935, en esta vertiente, varios poemas de hacia el final de su extraordinaria do al núcleo más sólido de aquel
cierto modo abre el camino. En su Tiempo de dolor. Poesía 1934- La estancia vacía (Obras comple- grupo de poetas en vísperas de la
él laten ecos de Garcilaso, Fray 1937, publicado ya en 1940, en tas, pág. 94), libro que comenzó guerra civil es la que expresa la
Luis, Herrera, San Juan de la pleno horror de la represión a escribir a finales de la guerra y unión con las aspiraciones del
Cruz, Juan Ramón Jiménez, franquista: ‘Martirio de som- cuyo título puede adquirir un pueblo cuando sobre éste caía las
Unamuno, Guillén y Lorca, bra’, ‘Canto a María’, ‘El día del significado simbólico si lo am- mayores penurias que vivía el
con versos de ellos que encabe- Señor’. Uno de estos poemas es pliamos al desmantelado hogar país. En ella –creo que no es exa-
zan varios de sus poemas. Entre ‘Oración de la carne. En la patrio de la España de la post- gerado decir– se dan cita los pre-
los temas religiosos, destacan: muerte de don Miguel de Una- guerra. Dentro de esta misma supuestos poéticos que dilucida
‘Acción de gracias por estar a tu muno’, y, como homenaje a él, religiosidad se podría incluir el Heidegger en Aclaraciones a la
lado’, ‘Consagración de la tie- gran precursor de esta vertiente libro de José Antonio Muñoz poesía de Hölderlin, y con versos
rra’ y los espléndidos ‘Cántico poética. Otro, el extenso y ex- Rojas, que sólo por un extremo de éste, dos de los cuales se da-
del destino’ y ‘Anunciación y traordinario ‘A Cristo crucifica- roza el año de que me ocupo, Al ban, asimismo, en las otras dos
bienaventuranza’. De Luis Feli- do’ (en donde ya el dolor y sa- dulce son de Dios (1936-1945). tendencias anteriores: El ‘Poéti-
pe Vivanco, sobrino de Berga- crificio de Jesús parece vincula- El “¡Qué hermoso…!”, que abre camente mora el hombre sobre
mín, y de sus Cantos de prima- do al de España en plena gue- el poemario, conjuga las dos ver- esta tierra’ (Aclaraciones, pág.
vera, publicados en una prima- rra), se inicia con el epígrafe de tientes que he tratado: “!Qué 51), ya lo encontramos hasta en
vera, en la que el país sin saber- unos versos de Antonio Macha- hermoso nacer y darse al gran el título del poemario de Neru-
lo estaba abocado al borde del do: “… se ha dormido la voz en amor de la tierra, / y ofrecerle da, Residencia en la tierra, o en el
desastre, sobresale el desoído mi garganta / tiene el corazón materia y lugar de expresarse...”: de Vicente Aleixandre, Pasión de

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la tierra. En la segunda vertiente, do católico, pasado al marxismo, Antonio Machado, publicado ya hacia las cumbres más hermosas. Hoy,
hallamos personificada esa esen- aunque con tal fondo siempre en el guerra, pero del cual apare- este hoy de pasión, de vida, de muerte,
cia de la poesía que, según el subyacente en su obra, como se cieron fragmentos en Caballo nos empuja de un imponente modo a
ti, a mí, a varios, hacia el pueblo. El
pensador alemán siguiendo al puede advertir en el título de su Verde para la poesía, en 1935 y pueblo espera a los poetas con la oreja y
poeta, “se inserta en esas leyes de España, aparta de mí este cáliz: 193; Candente horror, de Juan el alma tendidas al pie de cada siglo
las señales de los dioses y de la César Vallejo, quien vivió en la Gil-Albert; Vivimos en una noche (Viento del pueblo, pág. 9). ■
voz del pueblo que tratan de España republicana, frecuentó el oscura, de César Arconada, pu-
unirse o disociarse”. El recordar trato con sus poetas6, y allí escri- blicados ya al filo de la guerra
de Hölderlin de que “ciertamen- bió su libro teórico, El arte y la civi; para culminar, ya dentro de BIBLIOGRAFÍA
te, aún viven los dioses” y de que revolución. En él, agudamente, ésta, con Viento del pueblo, de Aleixandre, Vicente: Poesías completas.
“la fundación del ser está ligada deslindó el campo entre una Miguel Hernández. Aguilar, Madrid. 1960.
a las señales de los dioses” (Acla- poesía proletaria, y de propagan- Vivimos en una noche oscura y Arconada, César: Vivimos en una no-
raciones, pág. 50) lo trajeron di- da, llamada a cumplir una mi- Candente horror, desde sus títu- che oscura. Publicaciones Izquierda,
Madrid, 1936.
chos poetas católicos a nuestra sión cíclica, y un arte y una poe- los, presagian la atmósfera, negra
poesía en tiempos anteriores a la sía que cala y emana de un espí- y horrible, que se cernía sobre Bergamín, José: Prólogo y selección.
Cruz y Raya. Antología. Ediciones Tur-
guerra. ritu socialista. Cito su larga, pero España, y no sólo sobre ella, en
ner, Madrid, 1974.
Por último, aquello que tam- clarificadora, definición de poeta aquel fatídico año de 1936. ‘La
Cano Ballesta, Juan: La poesía españo-
bién toma Heidegger de Hölder- socialista, pues se acercan mucho noche oscura’, de Arconada, no
la entre pureza y revolución (1920-
lin, “Y al mismo tiempo la pala- a ella los poetas de esta tercera es ya la de los místicos sino la 1936). Primera Edición completa. Siglo
bra poética no es más que la in- vertiente de que trato: noche del dolor, la rabia, el asco, Veintiuno, Madrid, 1996.
terpretación de ´la voz del pue- la miseria, humillaciones, tira- García de la Concha, Víctor: La poe-
blo´” (Aclaraciones, pág. 50), so- “El poeta socialista supone, de prefe- nos, clarines de guerra y de vio- sía española de 1935 a 1975. Cátedra,
bre lo cual ya trataba entre 1934 rencia, una sensibilidad orgánica y táci- lencias salvajes; la noche en la Madrid, 1987.
tamente socialista. Sólo un hombre
y 1936 Antonio Machado en su temperamentalmente socialista, aquel
que muere la niña de ‘La elegía a Gil-Albert, Juan: Primera obra poética,
Juan de Mairena, es la savia de cuya conducta pública y privada, cuya la muerte de una niña pobre’. 1936-1938. Consell Valencia de Cultu-
esta tercera vertiente: la voz del manera de ver una estrella, de compren- ¿Habrá aquí ya una alegórica ra, Valencia, 1996.
pueblo, alzada para sacudirse der la rotación de un carro, de sentir el alusión a la inminente muerte de Heidegger, Martín. Aclaraciones a la
una opresión centenaria, es in- dolor, de hacer una operación aritméti- “la niña bonita”, la República? poesía de Hölderlin. Alianza Editorial,
ca, de levantar una piedra, de guardar Madrid, 2005.
terpretada poéticamente, y como Pero aun debajo de “un abismo
silencio o de ajustar una amistad son
nunca antes en la poesía españo- orgánicamente socialistas, sólo ese hom- cósmico”, que empieza a abrirse Hernández, Miguel: Viento del pueblo.
la y como en pocos países, por en el último poema del libro (en Ediciones Socorro Rojo, Valencia.
bre puede crear un poema auténtica-
1937; Edición Facsímil: Ediciones de la
Rafael Alberti, Emilio Prados, mente socialista. Sólo ése creará un poe- donde se vuelven a juntar las tres
Torre, Madrid, 1992.
Manuel Altolaguirre, Luis Cer- ma socialista en el que la preocupación vertientes que he tratado de una
esencial no radica precisamente en servir Machado, Antonio: Obras. Poesía y
nuda, Miguel Hernández, Artu- poesía de la tierra, del pueblo y
un partido o una contingencia clasista de prosa. Editorial Losada, Buenos Aires,
ro Serrano Plaja y Juan Gil Al- la historia (la cursiva es mía, V. F), en el
de “los dioses”, esto último por 1964.
bert, principalmente, en algunos que vive una vida personal y cotidiana- su estilo de salmo y letanía, y por
Muñoz Rojas, José Antonio: Poesía,
de sus mejores poemas. De Resi- mente socialista (digo personal y no in- el título), el poeta canta su “Creo 1929-1980. Excmo Ayuntamiento de
dencia en la tierra se ha pasado a dividual) (El arte y la revolución, págs. en ti, pueblo”. Málaga, Málaga, 1989.
Viento del pueblo. 28-29). De aquí ya sólo hay un paso Neruda, Pablo: Homenaje a Pablo
Para usar dos títulos que se hacia el poemario, cifra y suma Neruda. Tres Cantos Materiales. Plutar-
ajustan a la evolución que viven Y dentro de esta órbita, muy de esta vertiente hacia una poesía co, Madrid, 1935.
aquellos poetas. Recordemos, en especial, a partir de la repre- socialista, que se convierte en la –– Director. Caballo Verde para la poe-
por otra parte, que el autor de sión en Asturias en octubre de dominante en aquel grupo de sía. Reimpresión: Kraus Reprint, Nen-
deln-Liechtenstein, 1974.
este último poemario, Miguel 1934, encontramos: algunos poetas, Viento del pueblo. En la
Hernández, también vivió, y poemas de Alberti, Altolaguirre, dedicatoria al entrañable amigo Panero, Leopoldo. Obras completas. Vol
I. Poesía. Editora Nacional, Madrid,
quizá nunca abandonó del todo, y Cernuda; el extraordinario, y Vicente Aleixandre (quien en
1973.
su etapa de poeta católico, en la poco conocido, poema largo de 1976 obtuviera el Premio Nobel
Paz, Octavio: La otra voz. Poesía y Fin
que se inició con un espíritu afín Emilio Prados, Llanto de octubre, de Literatura, poco después de
de siglo. Seix Barral, Barcelona, 1990.
al de Cruz y Raya. en el que el poeta, dentro de su Pablo Neruda, personificando,
Rosales, Luis: Obras completas. Vol I.
Se ha escrito sobre aquella poemario, adelantándose a lo ambos con ello, también, la gran
Poesía. Editorial Trotta, Madrid, 1996.
poesía por lo general tratándola que haría César Vallejo en Espa- altura universal de la poesía que
de rebajarla, con la etiqueta de ña, aparta de mí este cáliz, se des- se germinó en la España republi- Vivanco, Luis Felipe: Tiempos de dolor.
Poesía 1934-1937 s.n. Madrid, 1940.
proletaria, de propaganda y so- coyunta, en cuerpo y alma, ante cana), Miguel Hernández escri- –– Diario.1946-1975. Taurus, Madrid,
cial, de lo cual tuvo su mucho el dolor del pueblo; el magnífico, be, ya en plena guerra –y termi- 1983.
una subvertiente de ella. Sin em- El hombre y el trabajo, de Arturo no con su voz–:
bargo, la crítica raramente pro- Serrano Plaja, tan elogiado por
fundiza en la hondura y el gran “Vicente: A nosotros, que hemos
valor que tuvo la parte más im- nacido poetas entre todos los hombres, Víctor Fuentes es profesor Eemérito
6 nos ha hccho poetas la vida junto a to- de la Universidad de California, en
portante de dicha poesía. Para Arturo Serrano Plaja me contó en
dos los hombres… [y concluye] Los
Santa Bárbara cómo en los meses de 1931 Santa Bárbara. Sus dos últimos libros
adentrarnos en ello, también es poetas somos vientos del pueblo, nace- son La mirada de Buñuel. Cine, literatu-
César Vallejo le daba a él y a otros jóvenes,
necesario invocar aquí a otro lecciones de marxismo por las tabernas de mos para pasar soplando a través de sus ra y vida y El cuento bohemio español
poeta hispanoamericano, de fon- la madrileña calle del Acuerdo. poros y conducir sus ojos y sentimientos (Antología).

70 CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA Nº 158


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GENÉTICA

LA SECUENCIA DEL GENOMA


ES UNA PARTITURA DE JAZZ
MIQUEL PORTA SERRA

La Nature est un temple où des vi- logía Los otros conceptos re- tiene sentido realizarlo para tíficos utilizamos metáforas.
vants piliers / Laissent parfois sortir de levantes para pensar sobre las detectar mutaciones de alta Las empleamos asimismo para
confuses paroles; / L’homme y passe à relaciones entre genética y en- penetrancia en familias con intentar comprender el alcan-
travers des symboles / Qui l’observent
d’un regard familier.
fermedades humanas son los un riesgo alto de la enferme- ce que los hallazgos de las in-
Charles Baudelaire siguientes: dad; no es eficaz buscar muta- vestigaciones sobre la secuen-
Les fleurs du mal. ● las características genéti- ciones altamente penetrantes cia del genoma humano pue-
cas de baja penetrancia causan en la población general, ni den llegar a tener para
It is not possible to do the work of una proporción mucho menor tampoco mutaciones de baja prevenir y para tratar las en-
science without using a language that
de las enfermedades más fre- penetrancia; es necesario que fermedades. Como dice Ri-
is filled with metaphors.
Richard C. Lewontin cuentes en nuestras sociedades todos conozcamos las múlti- chard Lewontin en la cita ini-
The triple helix. que ciertos agentes ambienta- ples limitaciones que actual- cial de este artículo, no es posi-
les; mente tienen los análisis ge- ble hacer el trabajo de la ciencia
...one of those symbolic figures who néticos y las pruebas de criba- sin utilizar un lenguaje repleto
inhabit the nether zones of collective ● otorgar a los genes un do genético en la población de metáforas. La cuestión es
memory...
Paul Auster
papel independiente y princi- general. que algunas metáforas son
The book of illusions. pal en el origen o etiología de equívocas o incluso erróneas,
las enfermedades complejas – Metáforas equívocas y mientras que otras son como
las más típicas de nuestro metáforas sugerentes sobre la luz de un faro en la mar.

E
xisten tres hechos fun- tiempo– es un error de juicio la expresión del ADN Nada más y nada menos...
damentales para quien científico sobre el modo en Para explicar a los no-especia- Hoy en día el ADN conci-
quiera formarse un cri- que los factores genéticos listas –y a nosotros mismos, ta enormes intereses económi-
terio sobre las relaciones entre afectan el riesgo de enfermar; los propios investigadores– las cos: no sólo las empresas de
factores genéticos y enferme- nociones esquematizadas an- biotecnología y las farmacéu-
dades humanas: ● el cribado genético sólo teriormente, también los cien- ticas, también el llamado
a) las interacciones entre “agrobusiness” y muchos otros
los genes y el ambiente son sectores de negocio se juegan
Cuadro 1. Conceptos fundamentales para comprender
intrínsecas al modo de actua- las relaciones entre factores genéticos y enfermedades humanas buena parte de sus posibilida-
ción de los genes de baja pe- des de supervivencia comer-
netrancia, genes éstos que Los fenotipos son las características visibles de un organismo.
cial en lo que den de sí sus
permanecen “silenciosos”, sin La penetrancia de un gen describe la frecuencia con la cual la característica que programas de investigación y
expresarse, a no ser que algún controla (el fenotipo) se manifiesta en la persona que es portadora del gen. desarrollo sobre genómica,
factor externo los haga “des- La penetrancia es el porcentaje de individuos con un genotipo concreto que ex- proteómica y campos afines.
pertar”; presan dicho genotipo en el fenotipo; por ejemplo, el gen dominante de la calvicie Por ello no es de extrañar que
b) sólo las mutaciones en es dominante en un 100% en los varones y en cambio tiene un 0% de penetrancia muchos de esos sectores de-
en la mayoría de las mujeres, pues el gen necesita altas dosis de hormonas masculinas
genes altamente penetrantes seen destacar –e incluso exa-
para manifestarse.
(por ejemplo, las muy deleté- La relación entre genotipo y fenotipo es una de las grandes cuestiones, no ya de
gerar– la utilidad clínica y
reas o dañinas) pueden operar la biología moderna si no, simplemente, de nuestro tiempo. social de ciertas pruebas o
o tener repercusiones sin inte- Las mutaciones únicas, puntuales y altamente penetrantes en los llamados onco- análisis genéticos. Por ende,
racción alguna con factores genes o “genes del cáncer” sólo causan una proporción muy pequeña del conjunto es frecuente que para recalcar
externos; y de casos de cáncer que sufre una comunidad o población. La inmensa mayoría de los la utilidad de tales análisis se
c) en la práctica existe una casos son el resultado de acumular múltiples mutaciones (y otras alteraciones gené- utilicen metáforas falsas sobre
ticas y epigenèticas), que a su vez resultan de complejas interacciones entre los co-
relación inversa entre la fre- el papel del ADN. Falsas en el
rrespondientes genes y una gran diversidad de procesos ambientales.
cuencia de una mutación y su Además, una vez un gen muestra penetrancia, puede mostrar un rango de expre-
sentido que las metáforas ape-
penetrancia: cuanto más pe- sión del fenotipo. nas guardan relación con los
netrancia tiene una mutación, Expresividad es la medida en que un gen se manifiesta en el fenotipo de un or- conocimientos científicos dis-
menos frecuente es en la po- ganismo, una vez ha alcanzado penetrancia. La expresividad es pues el grado en el ponibles. Por ejemplo, existe
blación. cual el gen se exhibe en el fenotipo, en función de las interacciones entre el gen y el una serie de metáforas que
Comprender estos hechos ambiente local. Así, por ejemplo, un gen de la calvicie penetrante en los hombres comparan el genoma humano
puede manifestar un amplio rango de expresividad, desde un cabello fino hasta la
requiere un conciso repaso a con un programa de ordena-
completa ausencia de cabello.
conceptos elementales de bio- dor o con un manual de ins-

Nº 158 CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA



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L A SECUENCIA DEL GENOMA E S U N A PART I T U RA DE JAZZ

trucciones. No obstante, un sobre las relaciones entre geno- La biología contemporánea partitura, pero esto es sólo el
programa de ordenador sim- tipo y fenotipo. “Cambiar un está redescubriendo de forma principio de la historia: el pro-
plemente ejecuta unas instruc- gen” no es como cambiar el asombrosa la importancia de lo ceso a través y mediante el cual
ciones, sea cual sea el contexto; carburador de un coche, ni ambiental en la expresión de los la música toma cuerpo es increí-
ello en absoluto es el caso del tampoco como cambiarle el genes. Muchos compuestos quí- blemente rico y complejo. Y es
genoma humano. Además, el disco duro al ordenador... micos presentes en el ambiente ése proceso lo que más nos inte-
manual de instrucciones co- Cambias un trozo de un gen cotidiano pueden alterar la ex- resa, cuando de conocer la etio-
mún (el de cualquier aparato que creías clave y no cambia presión de los genes; puede, por patogenia –el proceso causal– de
electrónico, por ejemplo) con- aquélla única cosa que pensa- ejemplo, “silenciar” unos genes las enfermedades complejas se
tiene un conjunto limitado de bas se afectaría –y encima cam- o “encender” otros. A mayor trata. De conocerlo y de descu-
instrucciones, y su ejecución bian cientos de cosas que no abundamiento, en parte ello su- brir puntos críticos en los que la
conduce siempre –en teoría...– esperabas (y quizá ninguna es cede mediante mecanismos epi- intervención altere el curso fatal
a un resultado concreto y tan- trascendente para la salud hu- genéticos, es decir, mediante de la enfermedad. A pesar de
gible. De nuevo, ello no es mana). cambios en la expresión de los que la música es enormemente
prácticamente en absoluto apli- Basándose en una larga tra- genes que no están codificados en polifacética, imprevisible y mis-
cable a las relaciones que entre dición de analogías entre el la propia secuencia de nucleótidos teriosa, a pesar de que la forma-
genotipo y fenotipo existen en ADN y el lenguaje, Jeffrey del ADN. En los procesos epi- ción de un buen músico es
el caso de las enfermedades que Lewis ha propuesto una metá- genéticos intervienen diversos igualmente ajena a pautas rígi-
comúnmente afligen a mujeres fora muy sugerente: agentes químicos ambientales. das y simples, lo cierto es que
y hombres. Conceder un papel determi- siempre conoceremos mejor có-
En genética humana los “Si el genoma puede ser visto co- nante a la secuencia de nucleó- mo se hace un buen músico que
efectos son mucho más com- mo un texto o un guión, entonces su tidos del genoma (la partitura) cómo aparecen las enfermeda-
expresión fenotípica puede verse como
plejos y muchísimo menos pre- una representación de dicho guión,
es un error. En La part des gènes des complejas –si nos centramos
decibles. Por ejemplo, reciente- una actuación que da al texto una vida (traducido al inglés como The puramente en la secuencia de
mente hemos asistido al pro- vibrante y única, igual que los actores misunderstood gene), Michel nucleótidos del genoma.
fundo cuestionamiento de una en escena dan vida a las palabras escri- Morange2 argumenta –como
hipótesis central en biología: tas en una página”1. tantos otros autores– que la ca- Metáforas y jazz y genética:
que cada gen regula la produc- tegoría de moléculas esenciales cuidado
ción de una proteína. La reali- No es que no entienda –y para vivir son las proteínas y no Entre las diversas advertencias
dad es mucho menos unívoca: aprecie– esta propuesta de Lewis, el ADN. Y que hay muchísima y llamadas a la prudencia que
existen muchas más proteínas pero, con el debido respeto por más riqueza y significado en la sería procedente hacer, tres me
(más de 100.000) que genes los actores y la gente de teatro en estructura, funciones e interac- parecen singularmente impor-
(menos de 30.000 en los hu- general, permítanme sugerir que ciones de las proteínas que en tantes.
manos). Además, cada gen demos un paso más: la metáfora las secuencias de los genes.
puede tener cientos de funcio- que les propongo se resume en el Ciertamente, lo que el músi- ● En primer lugar, es con-
nes. Y encima, muchas proteí- cuadro 2. co de jazz expresa emerge de la veniente recordar que hay mu-
nas son “redundantes”: a me- chas maneras de entender la
nudo unas pueden sustituirse Cuadro 2. La secuencia del genoma es una partitura de jazz naturaleza, atributos y funcio-
por otras sin que pase nada re- nes de las metáforas; aquí sola-
levante, ninguna mutación La secuencia de nucleótidos del genoma humano es como la partitura de una mente he utilizado una. Existe
produce grandes cambios por pieza de jazz. ya un rico debate sobre los
Al principio, el músico de jazz aprende a leer y a tocar la partitura, y lo hace con
sí sola, se necesitan múltiples usos de las “metáforas genómi-
los pies en el suelo, con gente concreta, en un ambiente –social, cultural, físico– de-
mutaciones para que haya cam- terminado.
cas” en salud pública, y tam-
bios significativos en funciones El músico aprende y crece con música, músicos y compañeros de todo tipo. bién sobre la “genómica de
biológicas importantes. Las cé- Aunque sus dotes y talento cuentan, también influyen sus colegas, experiencias e salud pública”; son asuntos
lulas son pues sistemas robus- intuición: el resultado de semejante interacción rara vez es previsible. importantes, naturalmente, re-
tos, insensibles a muchos tipos Después, toda su vida, el músico continúa aprendiendo: a dominar la técnica, lativamente especializados; su
claro, pero sobre todo a expresar sus emociones y a escoger ideas entre los muchos
de mutaciones. Esta “robustez” análisis supera el ámbito de es-
tesoros que la música guarda.
hace que muchos genes, señales De modo que el genoma es, así, como las innumerables partituras que un aficio- te artículo. Desde una perspec-
e interacciones biológicas no nado al jazz interpreta a lo largo de su vida. Algunas, interpretadas con gran fidelidad tiva más general, es convenien-
tengan ningún efecto significa- al texto musical original. Muchas, solamente –pero profundamente– inspiradas en te que recordemos la radical
tivo sobre el fenotipo sano a no él. Y aún muchas otras, casi totalmente inventadas –sean improvisadas o estén arte- advertencia –la fascinante sos-
sanalmente moldeadas.
ser que también se alteren va- pecha– de J.L. Borges:
Ciertamente, la música que el músico expresa surge de las partituras –a través de
rios conjuntos de genes y pro- un proceso maravillosamente complejo. Sin embargo, más allá de la técnica y del
cesos a la vez. ¿Qué importan- texto, en cada instante la música –única– expresa lo que el músico conoce, siente y
cia tiene ello? Pues que la ob- desea tocar. (Una vez, el origen es una fragancia que olía en su infancia, otra, la re- 1 Lewis, J. The performance of a li-
servación de muchos procesos ciente pérdida de un amante; a menudo el “código fuente” es desconocido).
fetime: a metaphor for the phenotype.
biológicos que se “solapan”, Y la música crece, cambia, evoluciona: con el transcurrir del tiempo –y todavía
Perspectives in Biology & Medicine, vol.
más, con la gente y los lugares en los que surge y fluye. Brotando de la partitura.
que son “redundantes” y “ro- 43, págs. 112-127, 1999.
Atento y perceptivo hacia los otros músicos con quienes toca. Sensible al público 2 Morange, M. La part des gènes. Paris:
bustos” pone en tela de juicio para el cual y con el cual interpreta y siente, en cada momento, cada día de sus Odile Jacob, 1998. English translation:
las visiones más reduccionistas, días. The misunderstood gene, Harvard University
deterministas y mecanicistas Press, Cambridge, Mass, 2001.

72 CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA Nº 158■

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MI QUEL PORTA SERRA

“[...] es quizá un error suponer ber vuelto a contar antiguas hacer” músicos e instrumen- La construcción social
que puedan inventarse metáforas. Las historias. Haber eludido so- tos; o el hecho que las proteí- de riesgos y metáforas
verdaderas, las que formulan íntimas
conexiones entre una imagen y otra,
bornos...”) menciona éste: nas tienen, según se mire, una relacionadas con la genética
han existido siempre; las que aún po- “Haber ordenado en el dialec- capacidad pequeña de impro- y la salud
demos inventar son las falsas, las que to de nuestro tiempo las cinco visar. Es así de simple: no po- Las metáforas sobre las relacio-
no vale la pena inventar”3. o seis metáforas”5. demos esperar que una única nes entre genética y salud han
Nada importa que el jazz metáfora plasme o evoque ca- sido construidas casi en exclu-
Visto así, no tengo incon- pueda ser “la música clásica da dimensión del genoma hu- siva por las gentes del mundo
veniente en contemplar como del siglo xx”: incluso en el dia- mano. Además, a medida que de la biología, con una partici-
falsa a la metáfora jazzística, lecto de nuestro tiempo sería el campo de la proteómica va- pación menor de los médicos
ni como fútil y vano el propó- absurdo –¡claro!– pretender ya desarrollándose, a medida (que a menudo van a remol-
sito de moldear o codificar que la del jazz sea una de esas que obtengamos más conoci- que de aquéllas) y con un pa-
nuevas metáforas para el ge- cinco o seis metáforas. Y sin mientos sobre la interrelación pel ínfimo de las personas con
noma –talismán, templete y embargo ¿quién desecharía al entre los genes y la salud hu- una visión más cultural, social
metáfora de metáforas...4 genoma como una de ellas, mana, seguro que se compon- y comunitaria de la salud. Esto
Aunque, por otra parte... icónico como una zapatilla drán nuevas metáforas. ocurre casi siempre que anali-
Sí, es el mismo Borges quien, Nike, el logotipo de Microsoft Evidentemente, también zamos la construcción social
cuando parece inventariar los Windows o las twin towers des- otras metáforas, figuras y ana- de los riesgos para la salud:
aciertos de su vida (“Haber plomándose...? logías sobre la secuencia del muchas veces son los investiga-
visto crecer a Buenos Aires, genoma humano pueden ser dores “básicos” y las empresas
crecer y declinar. Recordar el ● En segundo lugar: nin- ciertas, verdaderas, provocati- químico-farmacéuticas o de
patio de tierra y la parra, el za- guna metáfora podría siquiera vas... y atractivas. Cualquiera biotecnología quienes moldean
guán y el aljibe. Profesar el soñar en atrapar las múltiples de ellas está abocada a tener y difunden las nuevas imágenes
amor del alemán y la nostalgia realidades, significados e im- limitaciones. Si una metáfora y metáforas. Hasta fechas muy
del latín. Agradecer el ajedrez plicaciones que la secuencia no tuviese “limitaciones técni- recientes, la epidemiología y
y el jazmín... No haber salido del genoma humano contie- cas” también carecería de po- las otras ramas de la salud pú-
de mi biblioteca. Haber ense- ne; aquí me he limitado a su- der para evocar, persuadir, en- blica apenas han podido evitar
ñado lo que no sé a quienes brayar sólo un par de ellas. señar y estimular a las mentes que en el imaginario colecti-
sabrán más que yo. Haber ur- Obviamente, la relación entre inquisitivas... vo6 se descarguen metáforas
dido algún endecasílabo. Ha- el fenotipo y el genotipo es al- Tampoco ignoro que algu- reduccionistas y deterministas
tamente, maravillosamente nas secuencias concretas del sobre la relación entre las ca-
compleja. No es una simple genoma humano se han usado racterísticas genéticas y el ries-
3 Borges JL. Nathaniel Hawthorne.
función de las interacciones directamente para producir go de enfermar7.
En: Otras inquisiciones, págs. 80-113,
Alianza (Biblioteca Borges), Madrid, con el ambiente. (No creo que música; entre otros, por el Esto es grave, en primer lu-
1997, Ídem también en Obras completas, la metáfora contradiga esto, profesor Ernesto di Mauro gar, en la medida en que re-
vol. II, 1952-1972. 3ª edición, págs. 48- pues alude a muchos factores (en Roma). Pero esta es sólo duccionismo y determinismo
63, Emecé, Barcelona, 1999, Asimismo
citado por Barrenechea AM. El destino
internos del músico). Las in- una más entre muchas otras casan mal con los conocimien-
de Borges. En: Jorge Luis Borges, 1899- teracciones entre los propios historias... tos actuales sobre genómica y
1999. Catálogo de la exposición conmemo- genes, por ejemplo, son pri- proteómica. Lo es, en segundo
rativa del centenario, págs. 21-23, Centro
mordiales. ¿Capta este hecho ● Y en tercer lugar: ¡el jazz
Cultural Círculo del Arte, Fundación
Círculo de Lectores y Fundación Inter- la metáfora del jazz? Creo que es tan diverso...! y despierta tal
nacional Jorge Luis Borges, Barcelona, sí.... pero podemos pensar en variedad de sentimientos imá- 6 El imaginario colectivo es un con-
2000. si lo suficiente. La redundan- genes y significados, que no cepto poco trabajado por la salud pública
4 “Codificar”, “templete”... todos ellos
española; cf. García AM. “Imaginario co-
vocablos con, al menos, dos acepciones, la cia y la robustez (en el sentido sería de extrañar que las imáge- lectivo”: la lírica en la salud pública.
“convencional” y la “genética.” De “tem- biológico de estos vocablos nes e ideas en la mente del lec- Gaceta Sanitaria, vol. 16, núm. 2, pág.
plete” el Diccionario de la lengua española que antes he mencionado) son tor (sobre música, por ejemplo) 113, 2002. [disponible en http://
de la Real Academia Española (vigésima db.doyma.es/cgi-bin/wdbcgi.exe/doyma/
edición, 1984) dice: “Armazón pequeña,
comunes en genética; no así difiriesen radicalmente de las mrevista.fulltext?pident=13029315]; ver
en forma de templo, que sirve para cobijar en las partituras de jazz más que intento evocar. ¡Muchos también Porta M. Tu dignidad es la de
una imagen (...).” ¡Fantástico! (en el con- simples; aunque redundancias músicos de jazz ni siquiera usan todos. Gaceta Sanitaria, vol. 16, núm. 2,
texto de este artículo). La traducción del pág. 195, 2002. [disponible en http://
las hay en muchas otras com- partituras! Sólo espero que
término inglés “template” es plantilla. En db.doyma.es/cgi-bin/wdbcgi.exe/doyma/
biología, una acepción para “template” es posiciones. También “en con- realmente exista algún choque mrevista.fulltext?pident= 13029325]. En
la siguiente: Una estructura que en algún tra” de la metáfora de la parti- auténtico, algún encuentro ver- el inicio de The book of illusions Paul Auster
proceso físico directo puede causar el “for- tura de jazz puede que se en- dadero –entre el jazz y el geno- habla de “...esas figuras simbólicas que ha-
mateo” o “patroneo” (“patterning”) de una bitan las zonas sombrías de la memoria
segunda estructura, normalmente comple- cuentre el hecho que el ADN ma– en mi texto. Porque –más colectiva...”.
mentaria de aquélla en algún sentido. En “posee las instrucciones para allá de las metáforas musica- 7 “Descarga” como traducción de
la biología actual, término utilizado casi les– algo bastante importante “downloading”, en el sentido informático
exclusivamente para referirse a una secuen- de “bajarse” un programa o archivo cual-
cia de nucleótidos que dirige la síntesis de
está en juego: el papel de la quiera de internet; y en alusión, también,
una secuencia complementaria a aquélla 5 Borges, JL. La fama. En: La cifra. cultura, de las ciencias sociales a las “galletas” o “cookies” que los servi-
según las reglas del emparejamientos de Obra poética, 3 (1975-1985), págs. 233- y de la salud pública en la cons- dores informáticos depositan en cualquier
bases de Watson y Crick (fuente: Lackie 234, Alianza (Biblioteca Borges), Madrid, ordenador que accede a ellos, introdu-
trucción social de riesgos y de
JM, Dow JAT. The dictionary of cell and 1998, Ídem también en Obras completas, ciéndose (los servidores) sin pedir permi-
molecular biology. 3ª edición. Academic vol. III, 1975-1985. 2ª edición, pág. 323, metáforas relacionados con la so en (nuestros) ordenadores e instalando
Press, 1999). Emecé, Barcelona, 1999. salud. en éstos archivos de todo tipo.

Nº 158 CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA



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L A SECUENCIA DEL GENOMA E S U N A PART I T U RA DE JAZZ

lugar, por el desprecio que su- Avise, J. C. “Evolving genomic meta- Lewontin, R. C. The triple helix. pondencia con F. X. Real, J.
pone al papel fundamental de phors: a new look at the language of Harvard University Press, Cambridge, Bertranpetit y X. Estivill: “How is
ADN”. Science, vol. 294, págs. 86-87, Massachusetts, 2000. causal inference practised in the bio-
las interacciones genético-am- 2001. logical sciences?”. Journal of
bientales, con lo que ello con- Lippman, A. “Led (astray) by genetic
Bailey, J. E. “Lessons from metabolic maps: the cartography of the human Epidemiology & Community Health,
lleva: abandonar la posibilidad engineering for functional genomics genome and health care”. Social vol. 54, págs. 559-560, 2000.
de prevenir enfermedad me- and drug discovery”. Nature Science & Medicine, vol. 35, págs. Porta, M., Zumeta, E. “Implementing
diante intervenciones sobre los Biotechnology, vol. 17, págs. 616-618, 1469-1476, 1992. the Stockholm treaty on POPs” [edito-
procesos ambientales causales. 1999. Porta, M. et al. “Concentraciones de rial]. Occupational & Environmental
Y en tercer y fundamental lu- Baudelaire, C. “Correspondances” compuestos tóxicos persistentes en la Medicine, vol. 59, págs. 651-652,
gar, es grave porque esas visio- [fragmento]. En: Les fleurs du mal. población española: el rompecabezas 2002.
nes falsamente simplistas cau- Aux Quais de Paris, Paris, 1954. sin piezas y la protección de la salud Porta, M. “Debate: La influencia del
san daño, dependencia y desa- Bobrow, M., Grimbaldeston, A. H. pública”. Gaceta Sanitaria, vol. 16, medio ambiente en la salud pública”.
“Medical genetics, the human genome págs. 257-266, 2002. [disponible en: Eidon-Revista de la Fundación de
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tá echada, cuyo destino se pre- vol. 54, págs. 645-649, 2000. 3032395. Porta, M, et al. “Exploring Porta, M. Crous, M. “La acumula-
senta erróneamente como ya environmental causes of altered ras ción de alteraciones genéticas y epige-
Castiel, L. D. “Apocalypse... now? effects: fragmentation + integration?”
determinado, sea porque en su Molecular epidemiology, predictive néticas: un proceso causal clave entre
familia ha habido algún caso Molecular Carcinogenesis, vol. 36, págs. el medio ambiente y las enfermedades
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45-52, 2003. Alguacil, J. et al. de etiología compleja”. Gaceta
de cáncer o porque se les des- tion of genetic contents”. Cadernos de
“Occupational exposure to organic sol-
cubre una supuesta “anomalía Saúde Pública, vol. 15, supl. 1, págs. Sanitaria, vol. 19, págs. 273-276,
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Davo, M. C., Álvarez-Dardet, C.
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–entre otras cosas, claro– que 2003. Mutation Research, vol. 436, págs.
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inventemos nuevas imágenes, Everett, M. “The social life of genes: Epidemiology & Community Health,
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nes esenciales que la metáfora Lancet, vol. 357, págs. 709-712,
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de la partitura de jazz plantea Feinberg, A. P., Tycko, B. “The his-
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es: ¿con cuánta libertad puede Vogelstein, B., Kinzler, K. W. The
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ble– con mucha. Pero ¿lleva- John Major a cuestas. Apuntes imagina-
Holtzman, N. A., Marteau, T. M. rios sobre la implausible responsabilidad
mos razón? ■ “Will genetics revolutionize medici- de una sociedad científica ante la inve-
ne?” New England Journal of Medicine, rosímil crisis de las ‘vacas locas”’. Quark,
[Una versión más técnica de este vol. 343, págs. 141-144, 2000. Véase vol. 1, núm. 4, págs. 19-32, 1996. [dis-
artículo apareció en el International asimismo la correspondencia a que el ponible en: http://www.imim.es/quark/
Journal of Epidemiology (vol. 32, artículo dió lugar: New England Articulos/numero4/estrella.htm].
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deuda con Paolo Vineis, Paul Schul- 1496-1498, 2000. rance: lessons from the epidemiological
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ñanzas sobre genética, epidemiolo- E. eds. Genetics and public health in mans of the Bovine Spongiform
gía, metáforas y jazz va mi más cor- the 21st century - using genetic infor- Encephalopathy (‘Mad cow disease’)
dial agradecimiento a Lluís Quintana mation to improve health and prevent epidemic”. Perspectives in Biology &
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Médecine & Hygiène (Genève), vol. 55,
Smith y Shah Ebrahim. Este trabajo Lewin, B. Genes. 7ª edición, págs. núm. 2188, págs. 2381-2385, 1997.
está dedicado a Joan]. 748, 836, 1111, Oxford University
Porta, M., Ashton, J. R., Álvarez- Miquel Porta Serra es catedrático de
Press, Nueva York, 2000.
Dardet, C. “Genes as causes: scienti- Salud Pública de la Universidad Autó-
Luch, A. “Nature and nurture-lessons fic fact or simplistic thinking?” [edito- noma de Barcelona y de la Universidad
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Henry Holt, New York, 2002. 1125. 2005 1999. Ver también la ulterior corres- ción Médica de Barcelona.

74 CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA Nº 158


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POLÍTICA

EDUCAR PARA LA DEMOCRACIA


Una visión crítica desde el pensamiento de Benjamin R. Barber

JOSÉ MARÍA SECO MARTÍNEZ / RAFAEL RODRÍGUEZ PRIETO

El pueblo es más prudente y más medio de una reflexión muy vi- de sociedad política o de demo- y nuevos derechos. La democra-
constante que los príncipes. gorosa4 destinada a diagnosticar cracia fuerte necesitan para su cia, regazo inconfundible de
Maquiavelo críticamente los problemas de las funcionamiento. Finalmente, a prácticas de lucha y tradiciones,
Discursos sobre la primera década
de Tito Livio, libro I, cap. 58.
democracias occidentales; y, lo modo de conclusión, arriesgare- no puede ser entendida más que
que es más valioso, a la propues- mos respuestas y expresaremos como proyecto histórico de dis-
I swear to the LordI still can’t see. ta de algunas soluciones que algunas ideas para el fortaleci- tribución del poder entre y para
Why democracy means Everyone but me. puedan contribuir a mejorar las miento de la democracia. la gente.
Langton Hugles1 condiciones democráticas de las En la actualidad, sin embargo,
sociedades contemporáneas. Sin La democracia y sus se insiste en circunscribir el fun-
La gran tradición democrática, sí.
Pero no las pequeñas tradiciones. Y para embargo, en España apenas si se enemigos cionamiento de la democracia a
la gran tradición, los grandes caminos. conocen sus aportaciones. Ha Benjamin Barber comienza uno una serie de procedimientos elec-
E. Mounier, 27 de febrero de 19342 sido poco traducido y, pese a que de sus libros más afamados con tivos, con sus índices desiguales y
el estudio sobre su obra escrita una imagen: periódicos cada equis años8,

H
ace apenas unos meses ha ido creciendo en estos últi- como si la práctica ordinaria de
se editaba en lengua cas- mos años5, aún hoy es un autor “Es imposible abrir hoy un periódi- la democracia se agotara en el
tellana la obra más sig- poco conocido en nuestro país6. co prácticamente en cualquier lugar en compromiso electoral de los ciu-
el mundo, sin ver la palabra democracia
nificativa del politólogo estado- Con este trabajo pretende- y preguntarse: ¿qué significa eso para
dadanos. La frecuencia con que
unidense y profesor en la Uni- mos dar a conocer algunas de mi?, ¿qué significa para la gente que me se prodiga esta convicción en las
versidad de Maryland Benjamin las ideas fundamentales que re- rodea?”7. democracias occidentales equiva-
R. Barber. La aparición en caste- corren la obra del autor norte- le a admitir: a) que el funciona-
llano de Strong Democracy (De- americano. Para ello iniciaremos El paso del tiempo ha dejado miento de las instituciones del
mocracia Fuerte)3 constituye un nuestro relato rastreando los entrever reflexiones de muy dis- Estado no es democrático sino
paso más en la tarea política de fundamentos teórico-prácticos tinto signo acerca de la demo- político; y b) que la ciudadanía
profundizar en las claves de un de los que se sirve este autor cracia. Desde Atenas y otras po- cada día se hace menos participa-
proyecto histórico (la democra- para articular sus planteamien- lis griegas hasta nuestros días la tiva. Entre otras cosas porque se
cia) que se ha significado siem- tos contra la democracia repre- experiencia de los años ha esta- hace más débil, en la medida en
pre en el campo político por sentativa, para continuar a ren- do jalonada de concepciones y que la voluntad del electorado se
distribuir el poder entre la gente. glón seguido con el análisis de experiencias diversas de demo- acaba difuminando entre parti-
Es quizá uno de los autores que sus construcciones críticas. Des- cracia. De ahí que deba ser en- dos, programas e incontables cir-
más y mejor ha indagado en las pués, ya en otro estadio, tratare- tendida como proceso histórico. cunscripciones electorales. El
condiciones de posibilidad de un mos de deletrear las condiciones No olvidemos que en los pro- ciudadano no sugiere propuestas,
Gobierno plenamente identifica- y los caracteres que su modelo pios procesos de formación de no anticipa posibilidades ni ofre-
do con las inquietudes, las nece- las sociedades modernas la de- ce soluciones. Su compromiso
sidades y las expectativas de los mocratización de la vida y las democrático (electoral) se limita
4 Entre sus obras más destacadas po-
ciudadanos. Y lo ha hecho por relaciones han sido la aspiración ahora a un compromiso de adhe-
demos citar las siguientes: Strong Demo-
cracy, An Aristocracy of Everyone y Jihad vs secular de la modernidad occi- sión a las soluciones y/o posibili-
McWorld. dental. En ella ha estado la clave dades programáticas de los parti-
1 Estos versos del poeta negro y esta- 5 Se ha traducido una parte de un ca-
del diseño de las iniciativas y las dos. A menos participación en la
dounidense Langston Hugles se reman- pítulo de Strong Democracy en Vallespín,
san en una imagen, en una idea demasia- F. y otros, La democracia en sus textos, acciones sociales como prácticas vida pública (política), menos
do elocuente: la frustración de muchos Alianza, Madrid, 1999. Entre los autores de lucha de clases, que a la pos- capacidad de respuesta al diseño
seres humanos, que, sea por lo que fuere, que se han hecho eco de las tesis de Bar- tre acabarían por transformar la político de nuevas relaciones de
no se sienten ni se hallan reflejados en la ber en España cabe destacar al profesor
democracia. Poema citado en Barber, B., Rubio Carracedo. Especialmente, Rubio-
configuración sociojurídica del
Superman and Common Men. Fredom, Carracedo, J.: ¿Democracia o representa- orden existente a través del reco-
8
Anarchy and The Revolution, pág. 107. ción? Poder y legitimidad en Rousseau. nocimiento de nuevos espacios Esta visión se completa con las
Praeger, Nueva York, 1971. CEC, Madrid, 1990. En este texto, el aportaciones realizadas por la teoría de la
2 Mounier, E.: ‘Carta abierta sobre la profesor de Granada describe el pensa- elección racional. En este sentido, vid.
democracia’, en Obras Completas, op. cit., miento de Barber, tomando como ele- Buchanan, J.; Tullock, G.: El cálculo del
7 Barber, B.; Watson, P.: The Struggle
pág. 336. mento primordial su importante inspira- consenso. Fundamentos lógicos de una de-
3 Barber, B.: Democracia fuerte (trad. ción roussoniana. for Democracy, pág. XIV. Lester & Or- mocracia constitucional. Espasa Calpe,
que fue del original Strong Democracy, a 6 Poco a poco esto va dejando de ser pen, Toronto, 1988. Este libro es una Madrid, 1980. Cfr. a Barber, B.: An Aris-
cargo del profesor J. Jesús Mora). Almu- así. Por ejemplo, la entrevista publicada adaptación de una serie de televisión so- tocracy of Everyone, pág. 234. Oxford
zara, Córdoba, 2004. en El País el 21 de agosto de 2004. bre la historia de la democracia. University Press, Londres, 1994.

Nº 158 CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA



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E D U C A R PA R A L A D E M O C R AC I A

dominación.
El pensamiento de B. R.
Barber se sitúa frente a esta idea
de democracia. Emerge preci-
samente desde la recuperación
de la idea de participación inte-
gral de los ciudadanos en la
toma de decisiones; esto es, en
la acción política, supeditando
a su realización la satisfacción
de cualesquiera otras expectati-
vas o intereses. Para él, alentar
esta exigencia de participación
como experiencia política fun-
damental equivale sin más a
promover el descubrimiento
atrevido de panoramas hasta
ahora desconocidos en nuestras
democracias, menos embosca-
dos de lejanías entre quienes
gobiernan y los destinatarios de
sus decisiones9.
En Democracia fuerte encua-
dra el problema de las democra-
cias occidentales en sus límites Benjamin R. Barber
precisos: cuando los ciudadanos
delegan acríticamente su sobe- funcionamiento democrático: dos cívicamente. Si éstos no que cuando hablamos de edu-
ranía, sin cuestionamientos, sin léase participación y responsa- pueden (porque no saben) in- cación y de responsabilidad,
contrastes, sin apenas exigencias bilidad. Ni que decir tiene que teractuar entre sí o con grupos, nos referimos a formas distintas
de participación, no hacen sino ambos están profundamente in- ya fueren locales o intermedios, de educar y de responsabilizar.
desestabilizar el mantenimiento terrelacionados. El control eli- o con las instituciones, se abri- La educación cívica, junto al
democrático del sistema políti- tista del poder en la democracia rá paso –eso sí, con modos in- contenido primario de derecho
co, al facilitar la reproducción representativa se debe en buena creíblemente civilizados–, la a la libertad, supone una di-
sin control de oligarquías que parte a la escasa formación cívi- retórica elitista de Gobierno mensión prestacional del ejerci-
gobiernan al margen de los ciu- ca de la ciudadanía11. que da por sentado, por un cio del derecho a la educación
dadanos10. Para Barber, los ciu- Quiere decirse que la educa- lado, que los ciudadanos son integral, que sobrepasa su fun-
dadanos no han sido educados ción cívica se encuentra en la incapaces de afrontar o decidir ción rectora tradicional de for-
en la senda de la democracia. misma base de la democracia. acerca de los problemas socia- mar ciudadanos adaptados tan-
Nos adentramos así en el pi- Todo sistema democrático que les, incluso de aquellos que más to a las exigencias que acarrea
vote de las tesis de Barber acerca prescinda de esta necesidad de les conciernen, y, por otro, que su integración en el sistema de
de los deterioros que padece formar ciudadanos activos aca- no son responsables. La propa- funciones sociales como a las
hoy nuestra democracia: uno de bará desvaneciendo la raciona- gación de este prejuicio elitista implicaciones contextuales de
ellos se podría sintetizar en la lidad democrática de sus insti- por todo el imaginario, en cua- sus relaciones privadas. Tiene
inercia elitista que acarrea siem- tuciones. La democracia liberal lesquiera de sus formas (como por objeto despertar ciudada-
pre la democracia liberal repre- es un buen ejemplo de este de- conformismo, escepticismo in- nos distintos capaces de vivir y
sentativa; el otro se expresa a bilitamiento progresivo de las activo, atomización social o de comprometerse como ciuda-
través de la escasa educación cí- estructuras democráticas. Por irresponsabilidad), presagia la danos libres y responsables. De-
vica de los ciudadanos en torno eso, Barber no tarda en referir- debilidad del edificio democrá- cimos libres y responsables por-
a dos ideas inapreciables para el se a ella como “democracia dé- tico. que, dentro del sistema mundo
bil”. La democracia carece de Educación y responsabilidad occidental-capitalista, la liber-
plenitud sin ciudadanos forma- vienen a nuclear el modelo de tad se ha entronizado como la
9 Vid. en este sentido el muy intere- sociedad política que nos pro- metáfora política de la demo-
sante estudio de Arblaster, A.: Democra- pone Barber. En ellas está la cracia, hasta el punto de no re-
cia, especialmente las págs. 121–144. 11 En este punto se hace preciso hacer
Alianza, Madrid, 1992. algunas aclaraciones: para Barber, el pro- fuerza para cambiar lo que es, parar apenas en la idea de res-
10 Barber, B.: Strong Democracy. Par-
blema central de la recreación o restaura- seduciéndonos con lo que po- ponsabilidad como contraparti-
ticipatory Politics for a New Age. Universi- ción de la democracia no es la incompe- dría ser “una aristocracia de to- da social necesaria. Debemos
ty of California Press, L. A., 1984, pág. tencia o irracionalidad del hombre co-
205. Cfr. Id., Three Challenges to Reinven- mún. Más bien el problema se residencia
dos”. Son insustituibles en el aprender a ser libres13 y asumir
ting Democracy, en Hirst, P.; Khilnani, S. en las condiciones que le afectan y obsta- camino hacia el autogobierno y
(ed.), Reinventing Democracy, pág. 144. culizan a la hora de adoptar decisiones son decisivas en la lucha contra
12 Barber, B.: ‘Fe constitucional’, en
Blackwell, Cambridge, 1996. Cfr. tam- colectivas sobre el bienestar común. Bar- lo que nuestro autor denomina Nussbaum, M. C. (coord.), Los límites del
bién con Id, An Aristocracy of Everyone. ber, B.: Superman and Common Men.
The politics of education and the future of Fredom, Anarchy and The Revolution, pág. el “cosmopolitismo tóxico de patriotismo, pág. 50. Paidós, Barcelona,
America, pág.5, op. cit. 121, op. cit. los mercados globales”12. Claro 1999.

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compromisos responsables, con diaria de nuestros sistemas edu-
el propósito de constituir un cativos y la sinceridad de sus
autogobierno sabio que forta- problemas nos descubren una
lezca la democracia14. Sabio no escuela pública con problemas
ya por sus modos impecables de dispares que, lejos de atender a
hacer gobierno o buscar solu- esta inquietud participativa, se
ciones perfectas (irreales) a los limita a reproducir los fines prác-
problemas de los ciudadanos, ticos del organismo social: la
sino por su forma de gobernar preparación profesional y la for-
las sociedades, por su forma de mación difusa del ciudadano.
adoptar las decisiones más apro- Son malos tiempos para la escue-
piadas a la urgencia de los pro- la pública. Si bien el derecho a
blemas, por su forma de buscar una educación integral señala a
las soluciones, ahora tomadas los poderes públicos la obliga-
con y para el conjunto de la ciu- ción de impulsar y colaborar a la
dadanía, a través de la previsión efectividad de ese derecho fun-
de mecanismos en los que se damental para nuestro sistema
pueda tanto publicitar proble- político, lo cierto es que el Esta-
mas o reivindicaciones como do ha ido haciendo dejación de
efectuar deliberaciones, inter- sus funciones en materia educa-
cambios o exposición de ideas tiva, al tiempo que ha ido abrien-
sobre los asuntos públicos15. do tácitamente más espacios a la
Educación y democracia, por iniciativa privada. El Estado aho-
tanto, están indisolublemente ra se basta con detentar atribu-
unidas. Si la educación es un ciones de gestión, homologación
aprendizaje de la libertad y la e inspección del sistema educati-
responsabilidad, es decir, de los vo. Esta actitud constituye un
valores democráticos, parece ló- grave perjuicio para el desarrollo
gico que se deba potenciar la es- de la pedagogía democrática y
cuela pública y democrática. los valores cívicos, pues equivale
Pero para ello es preciso cambiar a cuestionar la capacidad pública
la concepción actual de enseñan- de garantizar una educación de
za, apelando en favor de la co- calidad. O, lo que es lo mismo,
munidad y los espacios públi- equivale a justificar la convenien-
cos16. El fin último de la educa- cia de los procesos de privatiza-
ción pública ha de responder, ción de la educación.
por un lado, a la singladura vital La regeneración de la demo-
de las personas y a los medios cracia, con sus contenidos reales
que le son más apropiados y, por de participación política, pasa
otro, a la excelencia de los alum- necesariamente por la educa-
nos, posibilitando de este modo ción. Ambas se implican recí-
el hallazgo de personas de pensa- procamente. Mejor aún, “antes
miento autónomo y deliberativo, que hablar de democracia, val-
capaces de conducir y formar dría más hablar de demope-
parte de manera activa en el for- dia”18. No en vano el problema
talecimiento del principio de- de la educación constituye, pa-
mocrático participativo17. rafraseando a Lacroix, “el meo-
Sin embargo, la experiencia llo de nuestra civilización”19.
Por tanto, enseñar democracia
13 Barber, B.: An Aristocracy of Everyo-
es servir a la comunidad. Es una
ne, pág. 4, op. cit.
14 Ibíd., pág. 6.
15 En la actualidad, nadie nos garan- de propiciar una verdadera reforma del
tiza que las decisiones que se toman sean pensamiento, en el sentido más preciso
las perfectas. Pero, lo que es todavía peor, que alumbrara Edgar Morin. Vid. Morin,
que sean tomadas por elites para y por sus E.: Los siete saberes necesarios para la edu-
intereses. En este sentido, vid. Para- cación del futuro, especialmente las págs.
meswaran, M. P., Democracy. Participa- 90-95. Paidós, Barcelona, 2001.
18 Barlow, M.: El socialismo de E.
tory Democracy, en Fisher, W. F., Ponniah,
T. (ed.), Another World is Possible, págs. Mounier (trad. a cargo de Sans Vila y
324-328. Zed Books, Nueva York, M. T. Martín), pág. 166. Sígueme, Sala-
2003. manca.
16 Barber, B.: An Aristocracy of Everyo- 19 Lacroix, J.; Guissard, L.: Presencia

ne, pág. 7, op. cit. de Mounier (trad. a cargo de Mary Row),


17 A nuestro juicio, estos cambios han pág. 27. Nova Terra, Barcelona, 1966.

Nº XX CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA


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pedagogía para una nueva con- glo xx, Woodrow Wilson no cación cívica25 en el que se rela- cuantos, si no es distribuida entre
cepción de ciudadanía entrega- escatimó quehaceres a la hora cionaba la enseñanza en las au- todos/as, la democracia acabará
da a la renovación tanto de los de promover la instrucción cívi- las con la práctica en actitudes sepultada bajo una concepción
valores democráticos como de ca de la ciudadanía. Si no se cívicas y responsables26. Era la dogmática y elitista del poder,
las estructuras políticas. El re- afrontaban los problemas de la forma que tenía de escenificar por más que se revista de formas
troceso de la educación equivale educación desde una actitud su respuesta al decrecimiento democráticas.
a un retroceso de los procesos frontal, generosa y limpia; si no cívico de la ciudadanía en nues- Barber se hace eco en este
democráticos20. Arruina la ex- se tenía el cuidado de alentar tras sociedades27 y, por ende, al punto de las reflexiones de John
pectativa ciudadana de abrir una educación mejor, el conoci- fortalecimiento de las elites Dewey. La democracia como
nuevos campos de posibilida- miento (saber) y la política (po- frente a ciudadanos aislados y forma de vida descansaría en la
des, de imaginar otros espacios, der) acabarían en manos de un cada vez más desposeídos de necesidad de participación de
de instituir más derechos y, grupo de especialistas22. Wilson participación. cada ser humano maduro en la
cómo no, de retomar la idea de se oponía al modelo germánico Nos adentramos así en otro de formación de los valores que re-
servicio a la comunidad (que de universidades –Johns Hops- los contratiempos de la democra- gulan la vida en común, en la
ahora se presenta como una ac- kins–, que potenciaba ese tipo cia que esbozara la diagnosis bar- búsqueda tanto de su desarrollo
tividad coercitiva al depender de colonización elitista del co- beriana. La creciente atomización personal como del bienestar so-
del Gobierno). El propio Barber nocimiento23. Si concebimos la de la sociedad, patrocinada por cial. Desde este punto de vista,
certifica que este retroceso ha idea de servicio como sinónimo los medios de comunicación a democracia equivale a indagar
supuesto un cambio demasiado de altruismo, no se puede com- nivel global con el propósito de en los medios más idóneos para
profundo en la tradición demo- peler a las personas a que res- aderezar estratégicamente la cul- el aseguramiento de los seres hu-
crática de Estados Unidos. Pre- pondan responsablemente para tura –McWorld–, está desmante- manos y de sus sociedades, desde
cisamente en este país la idea de con sus conciudadanos y la co- lando la sociedad civil y la cultura la exigencia del derecho al libre
servicio o de compromiso con munidad. En cambio, si se en- democrática28. La presión sobre desarrollo y al máximo de res-
los demás no ha sido el reflejo tiende como parte esencial de lo el pensamiento y los reflejos a ponsabilidad.
de la idea de la caridad o de no- que ha de ser la formación cívi- través del control hegemónico de Desde luego, esta visión am-
bleza sino de la responsabilidad ca integral de los ciudadanos, sí. la cultura continúa siendo la me- plia y participativa de democra-
de los ciudadanos como objeti- “La educación es un ejercicio de táfora reciente de la democracia. cia no es a la que estamos acos-
vo prioritario de la educación autoridad (coerción legítima) Esta labor, que propaga la unifor- tumbrados. Normalmente, iden-
liberal21. Desde esta perspecti- en nombre de la libertad”24. midad cultural, la comunión tificamos democracia con deter-
va, los ciudadanos no disponen Dicho de otro modo, sugerir a ideológica y el amor a patrones minadas formas de hacer gobier-
de derechos per se. Antes bien, la gente que sirvan a otros seres comunes, resulta esencial para el no o con sistemas electorales que
asumen y ejercen derechos en la humanos puede ser deseable mantenimiento de la inercia eli- posibilitan la alternancia y repro-
medida en que adquieren y pero en ningún caso facilitará el tista que padecen las sociedades ducción elitista de la clase políti-
mantienen responsabilidades. hallazgo de seres humanos más democráticas contemporáneas. ca. Hay que decir que la demo-
Las más antiguas universida- responsables y autónomos. El Funciona como una especie de cracia excede este planteamiento
des de Estados Unidos fueron objetivo no es servir, sino apren- apisonadora que se hace, no ya limitado y parcial. Básicamente,
fundadas en atención a esta idea der a ser libre a no ser indiferen- con los mandos del organismo consiste en una manera eficiente
de servicio. A principios del si- te, es decir, a ser responsable. político, sino con la opinión y la de formar ciudadanos compro-
Siguiendo este objetivo, que cultura. Colonizando la voluntad metidos con su tiempo y con el
20 V. Miliband, R.: ‘The Socialist Al- pasa por una transformación o modelando las aspiraciones, se desarrollo de sus iniciativas y po-
ternative’, en Diamond, L.; Plattner; pedagógica de la escuela pública apropia del imaginario para justi- tencialidades como seres huma-
Marc, F., (ed.), Capitalism, Socialism, and con predominio de la educación ficar que el Gobierno, como la nos. Ciudadanos que no se van a
Democracy Revisited, págs. 113-115. The cívica sobre la erudición y la política, por muy democrática sustraer de sus compromisos cí-
John Hopskins University Press, Balti-
more, 1993. En este sentido, retomado preparación profesional, Barber que ésta sea, siempre será cosa de vicos de participación, que no
las teorías emanadas de los movimientos puso en marcha en la Universi- unos pocos. Que la oligarquía van a acceder a seguir delegando
sociales de los sesenta, V. a Bowles, S.; dad Rutgers un servicio de edu- está justificada, en la medida en íntegramente sus decisiones en
Gintis, H.: Democracy and Capitalism.
Property, Community, and the Contradic-
que la responsabilidad de gober- manos de una minoría espiritual,
tions of Modern Social Thought. Basic Bo- nar ha de recaer sobre los hom- por grande que sea la apariencia
22 No por casualidad una de las ten-
oks, Nueva York, 1986. Y, desde una bros de quienes tienen la prepara- de su capacidad resolutiva. No
perspectiva neomarxista, es importante siones más decisivas en la construcción
tener en cuenta el trabajo de Woods,
ción para sobrellevar una carga disminuyamos, por tanto, el
de la modernidad occidental es la tensión
E. M.: Democracy against Capitalism: re- poder/ saber, en virtud de la cual el poder “tan pesada y aburrida”. De ma- problema. Si el ciudadano pre-
newing historical materialism. Cambridge busca siempre un saber que lo legitime. nera que si la responsabilidad de fiere seguir fortificado y aislado
University Press, Nueva York, 1995. El poder, por definición, siempre tratará hacer política, que es una forma en el cuerpo social, abjurando
21 En este sentido, véanse las pro-
de apropiarse del saber como condición
puestas que, sobre servicio comunitario de posibilidad de su reproducción. Cfr. civilizada de hablar de poder, se del común nosotros y justificando
conectado a una democracia participati- Bourdieu, P.: Meditaciones pascalianas encomienda tan sólo a unos la identificación entre autoridad
va, ofrece Rimmerman, C. A.: The New (trad. a cargo de Thomas Kauf ), págs. democrática y clase política, se
Citizenship. Unconventional Politics, Acti- 125 y sigs. Anagrama, Barcelona, 1999.
vism, and Service, págs. 10 y 4. Westview Vid., asimismo, a Id., Poder, derecho y cla-
estará allanando el camino a una
Press, Boulder, 1997. Este autor compar- ses sociales (trad. a cargo de A. García 25 Ibíd.,págs. 251 y sigs. mística difusa de las elites de go-
26
te con Barber la idea de que la gente no Inda), págs. 166 y sigs. Desclée de Ibíd. bierno con sus múltiples formas
nace ciudadano o ciudadana, sino que ese Brouwer, Bilbao, 2000. 27 Barber, B.: Strong Democracy, pág.
estatus precisa de la educación y práctica 23 Rimmerman, C. A.: Op. cit., págs.
de dominación mediante la ne-
22, op. cit.
en el conocimiento de los derechos civiles 246 y 247. 28 Barber, B.: Jihad, vs. McWorld, pág. gación de la participación. Por
y su aplicación. 24 Ibíd., pág. 250. 275. Times Books, Nueva York, 1995. eso, proponemos más actitud cí-

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vica y más estructuras participa- puedan ejercer sus responsabilida- cesidades privadas e individuales; cias, como reflejo de ese otro des-
tivas que permitan la adopción des y elegir su destino, controlan- o más concretamente, y desde prestigio de la vida pública que
ciudadana de decisiones ágiles, do los medios y participando en la nuestro punto de vista, a los de- hoy puebla la imaginación de los
responsables y no anónimas. vida pública. No es el momento rechos de propiedad concebidos ciudadanos, y, por otro, con el
Porque, frente a una sociedad de mirar atrás. Barber no nos con- por el contractualismo. Lo cual anuncio, que apresuran algunos,
civil demasiado mediatizada por voca para los mismos problemas no nos debe sorprender cuando del fin de la era de los grandes
el Estado y sus fines, sólo la efi- que ya conocemos. No se trata de en el fondo, bajo la búsqueda Gobiernos como preámbulo del
ciencia participativa, la comuni- remozarlo todo sino de profundi- nominal de la libertad, el con- triunfo del sector privado32. Pre-
cación diádica y el método de la zar en el autogobierno y en la con- tractualismo orientaba la trans- cisamente, para restaurar el valor
responsabilidad nos devolverán quista de espacios públicos de ac- formación de las instituciones y de la experiencia política como
nuestra tradición democrática. ción colectiva. las relaciones sociales en orden a experiencia social decisiva reque-
Estas páginas han procurado Quiere decirse que ya es hora la consolidación jurídica de los rimos de nuevas ideas y Gobier-
responder al deseo de elucidar el de avanzar más allá de los límites pilares del liberalismo burgués: nos que las impulsen, más allá de
eje de toda la crítica de Barber a del modelo de democracia que libertad, seguridad, propiedad y marcos conceptuales prepolíticos
la democracia actual. La liquida- conocemos, de dar entrada a cumplimiento de los contratos. De rígidos, rehenes de concepciones
ción de la educación cívica y sus otras iniciativas que hagan a la este modo, participación y co- no expuestas al conflicto y al de-
inevitables reflujos minoritarios democracia más real, esto es, más munidad quedan a expensas del bate público33.
y elitistas le conducen a cuestio- transparente y participativa. Si individualismo; es lo que Barber Así que en otro de sus libros
narse la fidelidad democrática para Barber la política es un pro- llamará thin democracy. más conocidos, aunque de factu-
del sistema liberal representati- ceso temporal, su modelo de de- Claro que Barber no se limitó ra más breve, titulado The con-
vo. Después llegará a la conclu- mocracia (Democracia fuerte) es a apostillar la indolencia de las quest of Politics34, decide em-
sión de que el origen de sus des- más bien un porvenir que reali- costumbres democráticas o la plearse a fondo en el análisis de
viaciones radica no tanto en el zar. Por ello, ha llegado el mo- desviación de los mecanismos re- las principales filosofías liberales
carácter desfalleciente del orga- mento de exponer con claridad presentativos liberales. Compren- de la actualidad. A su juicio, au-
nismo político como en la pro- la traición que los sistemas de- dió que detrás de esta decepción, tores de la talla de Robert No-
pia debilidad democrática de sus mocráticos liberales han infrin- de un modelo democrático con zick, John Rawls o Bruce Acker-
estructuras. Un modelo de de- gido al autogobierno ciudadano tantas vacilaciones, acechaba la man han hecho fortuna merced
mocracia débil que se ha de y a la idea de comunidad de in- obra de no pocos autores inscrita a que sus fidelidades democráti-
completar por otro más robusto, tereses. Reprocha a la democra- en el pensamiento político libe- cas y sus actitudes emancipado-
con la capacidad y la solvencia cia liberal –amén del alejamiento ral. Por eso acomete la revisión ras han respondido más a las
demócrata suficientes para avan- representativo de sus institucio- de sus textos con el fin de funda- exigencias de los procesos socio-
zar en la tarea de educar cívica- nes parlamentarias29– que haya mentar de manera más convin- culturales e históricos de forma-
mente a los ciudadanos y de entregado conceptos como el de cente sus apreciaciones acerca de ción de la modernidad occiden-
asumir responsabilidades adop- interés público, comunidad o la realidad política occidental. Lo tal/capitalista que a las necesida-
tadas por el conjunto de la ciu- gobierno a la reproducción so- cual no deja de tener su aquél si des de nuestro contexto político
dadanía en el ejercicio de sus cioeconómica de la burguesía li- reparamos en algo que sucede en actual. Bajo el decorado formal
funciones de autogobierno. beral, es decir, le recrimina su la actualidad y que es bastante de reivindicaciones y nuevos de-
perfil instrumentalista30, que su- insólito desde el punto de vista rechos no han cambiado nada
Las debilidades pedita el interés común a las ne- del carácter múltiple e histórico pues siguen vigentes las mismas
de la democracia de la acción política: el descrédi- concepciones (dogmáticas) del
En Democracia fuerte, la obra por to generalizado de la vida y voca- poder democrático, de la misma
la que quizá más se ha significado, 29 Una división entre representantes y ción políticas frente a lo que ha forma que siguen existiendo las
Barber dista bastante de solidari- representados que responde a una per- venido siendo una constante en mismas relaciones de domina-
cepción elitista del régimen democrático;
zarse con la defensa de la demo- piénsese si no en la teoría elitista de la transformación histórica de las ción. Quiere decirse que se sigue
cracia liberal y parlamentaria. Es Schumpeter. Barber, B.: Can America be relaciones sociedad/poder. Desde proscribiendo la emancipación y
necesario precisar aquí cómo se Democratic. A Participatory Critique of the la antigüedad clásica, el vigor de el interés social de las comunida-
Liberal Consensus, págs. 3-10. Loyola
posiciona frente a la misma y a sus University of Chicago, Chicago, 1981.
la política, como expresión histó- des35. A estos autores les repro-
postulados políticos. Su actitud 30 Barber piensa que la política debe- rica de soluciones a los problemas cha precisamente el no haber
será frontal y sus registros, desde ría ser tratada como la filosofía, es decir, de la convivencia ha sido siempre procedido a una liquidación de-
luego, bastante críticos. Señalare- por medio de la búsqueda del conoci- sinónimo de compromiso social. finitiva de este modo absoluto de
miento por amor al mismo y en sí mis-
mos aquí sólo los que considera- mo. Para ello inventa el neologismo phi- Pocos autores de los siglos xvii y concebir la realidad democrática.
mos más importantes, para luego lo-policy, con el que trata de significar una xviii dejaban de añadir una Polí-
desplegar nuestra atención sobre preocupación por la política carente de tica a su Teodicea, a su Lógica o a
cualquier instrumentalismo –entendido
sus propuestas. Unas aportaciones éste como un medio para supeditar las sus Tratados31. Lo cual contrasta 32 Barber, B.: Can America be Demo-
que, bajo el rótulo de Democracia acciones públicas a los fines privados–, sobremanera, por un lado, con el cratic. A Participatory Critique of the Libe-
fuerte, pretenden refrendar la ne- insistiendo en una igualdad en la partici- escepticismo o inhibición que ral Consensus, pág.57, op. cit.
33 Barber, B.: Strong Democracy, págs.
pación sin reparar en la calidad de la mis-
cesidad de asumir las conquistas y ma. Barber, B.: Superman and Common
florece hoy en nuestras democra- 156-160, op. cit.
los principios de la democracia Men. Freedom, Anarchy and The Revolu- 34 Vid. Barber, B.: The Conquest of

moderna. Pero no como el gran tion, pág. 122, op. cit. Vid. también a Politics. Liberal Philosophy in Democratic
Barber, B.: The Death of Communal Li- 31 Cfr. en este punto las páginas de Times. Princeton University Press, Nueva
objetivo a batir sino como el pun-
berty. A History of Freedom in a Swiss Mounier, E.: ‘Manifiesto al servicio del Jersey, 1988.
to de partida de un proceso más Mountain Canton, pág. 5. Princeton Uni- personalismo’, pág. 717 en Obras comple- 35 Barber, B.: The conquest of Politics,

amplio, en el que los ciudadanos versity Press, Princeton, 1974. tas, op. cit. pág. 193, op. cit.

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Incluso más: el haber contribui- es, en la última manifestación –no en su versión colectivista– radical con aquélla, para eluci-
do a cristalizar el proyecto socie- del poder, en su disfraz más civi- para que todas las personas puedan dar la debilidad de las estructu-
tario de la ilustración o, lo que es lizado e hipócrita. La soberanía desarrollar, con plenitud y desde la ras democráticas liberales así
lo mismo, a bloquear el cambio se reduce así a participar en una responsabilidad, al máximo sus como para detectar aspectos que
paradigmático que requieren elección de casta de quienes nos potencialidades e iniciativas. Para pudieran fortalecerla.
nuestras sociedades, reduciendo ha de gobernar36. Nada es me- ello, desde un compromiso públi- Tanto fue así que a lo largo de
lo político a mera razón formal. nos democrático que esto. co no conformista, habrá que dise- su historiografía definirá a la de-
O quizá debiéramos preguntar- Por eso necesitamos, como ñar y poner en funcionamiento mocracia fuerte como la manera
nos: ¿existe un modo mejor de apuntará Barber, de otras meto- instituciones políticas más cívicas en que se resuelven los conflictos
naturalizar el proceso histórico, dologías que resitúen a la socie- y compatibles con las exigencias sociales mediante la participa-
de reducir el avance social de dad civil como el eje que es de complejas de las sociedades mo- ción y la autolegislación próxima
nuestras comunidades al desa- todas las democracias37. Debe- dernas. Llamemos democracia, y continua. Si, como decíamos
rrollo capitalista? mos huir del terror de la Yihad y desde esta óptica, al autogobierno hace apenas unas páginas, la de-
De cualquier modo, para el de las insuficiencias del de los ciudadanos –en vez del Go- mocracia liberal y representativa
politólogo estadounidense no se McWorld38. La democracia re- bierno representativo en nombre es una democracia débil, la de-
trata sólo de insuficiencias polí- presentativa, tanto por la relativa de los ciudadanos– a través de ins- mocracia fuerte es una democra-
ticas o de indecisiones plena- lealtad representativa de sus me- tituciones diseñadas con el fin de cia que restaura el valor político
mente democráticas; como tam- canismos como por su extrema- propiciar una participación cívica de la comunidad. Es una demo-
poco es cuestión de reducir los da vulnerabilidad, subvierte el continua desde la fijación de los cracia que restablece todas las
problemas que se ciernen sobre proceso político en la medida en asuntos a tratar en la agenda de estructuras políticas, que repone
nuestras democracias al simple que deja de ser participativa y gobierno hasta su deliberación, al ciudadano en sus deberes y en
asedio de lo económico sobre los relega a la sociedad civil. La po- adopción legislativa y ejecución. sus derechos, que rescata al ser
procesos de decisión. El horizon- lítica pasa a ser “aquello que los Ni que decir tiene que este humano de la dependencia psi-
te de sus desviaciones es mucho políticos hacen” y nosotros nos modelo de democracia (fuerte) cológica y el aislamiento de los
más complejo y se manifiesta en limitamos a votar a no importa es el fruto de una elección pero individuos privados, y que ante-
diversos frentes. Es evidente que quién cada cuatro años. En fin, también es el resultado de una pone a los “intereses privados y
la colonización de lo político por la política ya no es cosa de todos larga serie de escritos preparato- dependientes” de cada uno la sa-
lo económico es uno de ellos y y la democracia liberal ya no es rios en los que va visualizando tisfacción de los “bienes públi-
no el más reciente. Pero destacan democrática –ni tan siquiera es poco a poco sus razones y sus cos”42.
otros no menos importantes por convincente políticamente39–. esperanzas de democracia. Si Con esto quiere decirse que
sus repercusiones sobre el siste- Llegados a este punto sólo nos existe uno que pudiera conside- los principios políticos de las de-
ma político. La imaginación e resta preguntarnos: ¿Qué solu- rarse decisivo ése es, desde lue- mocracias occidentales no son
institución de espacios políticos ciones, qué otros caminos ateso- go, el de su tesis doctoral. Du- ni se pueden entender como ab-
supraestatales que escapan al ne- ra este profesor de la Universidad rante el desarrollo de sus investi- solutos. Las democracias se
cesario control de los ciudada- de Maryland? gaciones doctorales con el pro- construyen lentamente, cultura
nos, el impacto que el control de pósito de cuestionar el constitu- a cultura, con sus luchas y prác-
la información adquiere hoy so- La democracia fuerte cionalismo liberal como modo ticas sociales, con sus necesida-
bre los procesos políticos, el de- La alternativa que nos propone de ser en política, llevó a cabo des y sus posibilidades de crea-
terioro democrático de las insti- Barber responde a la necesidad de un estudio minucioso de una ción. La historia de los últimos
tuciones del Estado, las disensio- entender la democracia de manera experiencia participativa –de de- 200 años da fe de ello. El cami-
nes étnicas y territoriales, la im- muy distinta, mucho más allá de mocracia directa dirían algu- no hacia la democracia (fuerte)
potencia representativa de las su forma actual, visible en las ins- nos– en el cantón suizo de se construye desde la continui-
Cortes son el testimonio, por tituciones parlamentarias, con sus Graubünden (antigua República dad, esto es, desde la realidad
otra parte difícil de aceptar, de proezas y epopeyas de democracia. de Raetia)40. Por supuesto, esta desnuda e inmediata de los suje-
esta situación general de deva- Él nos sugiere sencillamente más experiencia no podía ser integra- tos, desde la historicidad (fini-
luación democrática. Por tanto, democracia. Pero no se limita a da en el contexto sociopolítico tud) de sus condiciones sociales.
digamos que no se trata sólo de enmascarar esta necesidad con de la democracia liberal41; sin Por eso, ofrece más participa-
algunas insuficiencias sino de matices. Su apuesta será desde el embargo, constituía un referente ción y menos esquemas prepolí-
algo mucho más profundo y ra- principio directa. Es preciso revi- inapreciable, dada su disimilitud ticos inmutables en la resolución
dical: la incapacidad de nuestros talizar el valor de la comunidad dinámica y mutualista de los
sistemas democráticos, con es- problemas, más fines públicos
tructuras demasiado débiles, 40 Vid. Barber, B.: The Death of Com- donde antes no existían. En una
36 Barber, B.: The Death of Communal munal Liberty. A History of Freedom in a
para articular respuestas a las democracia semejante, los fines
Liberty. A History of Freedom in a Swiss Swiss Mountain Canton, op. cit., 1974.
nuevas demandas de democrati- Mountain Canton, págs. 5-6, op. cit. 41 Ibíd, págs. 268-269. Barber descri- públicos no se extrapolan desde
zación de la ciudadanía. Este he- 37 Barber, B.: Jihad vs. McWorld, pág. be una lucha entre los defensores de la absolutos, ni se descubren en un
cho pone de manifiesto toda una 287, op. cit. tradicional autonomía del cantón y la consenso oculto preexistente.
38 Para Barber, la democratización de elite política y económica de Suiza. De
concepción de la democracia las naciones emergentes no se consigue alguna manera, tratará de extraer aquellos
Antes bien, son forjados me-
que, más que un Gobierno del simplemente exportando capitalismo. elementos salvables de la democracia di- diante el acto de participación
demos, se convierte en poco más Luxus americana no puede confundirse recta que estudió, y que, según concluye
que una manera de sancionar las con la lex humana. V. Barber, B.: Fear’s en su estudio, terminaron por atrofiarse,
Empire. War Terrorism and Democracy, para la propuesta que en 1984 haría en su
decisiones previamente adopta- pág. 168. Norton, Nueva York, 2003. obra fundamental Strong Democracy o 42 Vid. Barber, B.: Strong Democracy,
das por elites de gobierno; esto 39 Ibíd., págs. 146 y sigs. Democracia fuerte. págs. 131-132, op. cit.

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pública, creados mediante la de- autonomía de las voluntades Sólo así podremos salvaguardar Algunas ideas para el debate
liberación y la acción común, (democracia individualista). La a las minorías y a los sujetos, su- Después de este recorrido vol-
que cambia de forma y dirección actitud de la ciudadanía se sinte- peditar el uso de la tecnología a vamos sobre nuestros pasos y
cuando se someten a estos pro- tiza, pues, en el compromiso res- los retos de la ciudadanía y ofre- preguntémonos: ¿Cuánto del
cesos deliberativos43. ponsable de la singularidad de cer una alternativa clara al Go- modelo liberal de democracia
De este modo, los propios va- todos y cada uno de nosotros – bierno elitista tradicional de la permanecería en su modelo de
lores políticos clásicos de la de- no hablamos de colectivismo clase política. sociedad política (Strong Demo-
mocracia moderna –la libertad, unitario– en el intercambio recí- Una forma de hacerlo es ins- cracy)? ¿Hasta qué punto es
la igualdad y la justicia social– proco y horizontal de abnegacio- titucionalizando la conversa- conciliable la lógica del McWorld
abandonan su sentido más ins- nes. Se trata de construir nuevos ción y la acción públicas. Para con su modelo de democracia
trumental y adquieren un índice espacios donde quepan todos, ello, Barber propone, en pri- fuerte?
más enérgico y abundante a la donde todos podamos manifes- mer lugar, la creación de asam- Como podrá suponer el lec-
luz de la idea de participación. tarnos y comunicarnos recípro- bleas vecinales, corporaciones tor, la respuesta a estos interro-
¿O acaso debemos entender que camente. Por eso, Barber nos públicas de comunicación a ni- gantes no parece fácil. Tampoco
la libertad se agota en el simple ofrece en este punto una de sus vel local, con posibilidades de es que queramos responder a
intercambio de voluntades libres, mayores intuiciones: la demo- acceso a subsidios públicos, en ellas en apenas unas páginas. En
en el cumplimiento libre de los cracia participativa como esce- las que la información se de- cualquier caso, lo cierto es que
contratos o en el libre contrato nario posible de relaciones diá- mocratice y la discusión públi- Barber encuadra el debate entre
de sociabilidad? ¿No deberíamos dicas entre ciudadanos respon- ca se enriquezca. Seguidamen- capitalismo y democracia en sus
apostar por una noción más am- sables en la comunidad (noso- te, dentro de la institucionali- límites precisos, al situar el quid
plia y cercana? ¿No deberíamos tros)44. Para eso necesitamos zación del proceso de decisión, del problema en el contexto de
más bien concebir la libertad rehabilitar las nociones de co- Barber insiste en asegurar la fi- confrontación que hoy mantie-
como el resultado de un proceso munidad y ciudadanía, desde la delidad democrática de las de- nen los sistemas democráticos y
cívico de participación de los resituación de la conversación/ cisiones por medio de la inicia- las grandes corporaciones o bu-
ciudadanos en la comunidad? El acción pública como el eje ex- tiva popular y el referéndum, rocracias privadas. Éstas son in-
modelo liberal de democracia tenso de sus instituciones y re- utilizando el acervo de ventajas compatibles con la idea de li-
hace de la libertad la maximiza- formas políticas. La conversa- que contrae la democracia elec- bertad e igualdad –incluso en
ción del beneficio, como ha he- ción pública fecunda el juicio trónica48. En los procesos elec- sus versiones más individualis-
cho de la política una actividad político y éste, a su vez, se mate- tivos se seguiría, incluso en al- tas– como fundamento del sis-
sólo atribuible a profesionales o rializa en la acción política como gunas ocasiones, el ejemplo de tema político, tanto por la na-
expertos. Por el contrario, la de- decisión pública, esto es, como las polis griegas en la elección turaleza del escenario de sus re-
mocracia fuerte crea (educando) parte de una acción y trabajo por sorteo de los funcionarios laciones, a la vez globalizado y
ciudadanos cívicos y responsa- comunes45. públicos. Finalmente, para ins- deslocalizado, como por el fun-
bles porque depende de ellos. Claro que ello no equivale a titucionalizar la acción pública cionamiento de sus mecanis-
¿De qué otra forma podría ad- decir que debamos vivir la insti- o democrática, Barber aboga mos, que escapa a cualquier
ministrarse la constante confron- tucionalización de tales mecanis- por la recuperación de los es- control de naturaleza democrá-
tación entre los intereses frag- mos sin pisar los rieles de la de- pacios públicos, apostando por tica. Son el verdadero enemigo
mentarios del yo, como ciudada- mocracia representativa. No se la vecindad y la democratiza- de las democracias, en cualquie-
no, y los otros, como ciudadanos? trata de liquidar (purificar) sino ción del lugar de trabajo, amén ra de sus formas o manifestacio-
La respuesta de Barber no lleva de rehacer las estructuras. Desde de la responsabilidad de los nes, amenazándola en todos sus
las trazas de ser ambigua en este la democracia liberal, con sus li- poderes públicos en la promo- puntos vitales49. Si además aña-
remate: la ciudadanía nos ha de mitaciones y sus exclusiones, se ción de la educación y forma- dimos la desaparición, en los
enseñar y exigir a actuar y pensar puede engendrar más democra- ción ciudadanas en cuestiones nuevos centros de decisión in-
en común, haciendo de ella un cia46. Debemos ser realistas. Si tan decisivas para la paz social ternacionales, del consenso de-
nosotros pensante y actuante. En deseamos más democracia (strong y la convivencia plural, como mocrático necesario para que
esto consiste la libertad. democracy), debemos compatibi- la política y la economía. En éstos se consideren legítimos, y
He aquí a la democracia lizar las nuevas soluciones con las fin, nuevas propuestas políti- la imposibilidad de participar
(fuerte) como forma de gobierno instituciones representativas. cas, con sus instituciones y sus democráticamente en la toma
de la ciudadanía: como autogo- Sólo así podremos dinamizar en horizontes alternativos, frente de unas decisiones que van a in-
bierno responsable de sí misma, el vientre complejo de nuestras a las insuficiencias e infidelida- cidir en todo el planeta, el pa-
no como mística mayoritaria sociedades el funcionamiento de des de las democracias occi- norama de la democracia no es
(democracia de masas) o como un proyecto político como este47. dentales. alentador. Equivale a cruzar el
umbral de lo que la democracia
43 En este sentido, se inscribe la re- puede ser revolucionaria si tiene a la de- como proyecto histórico ha sig-
ciente contribución española a éste sobre 44 Vid. si no a Barber, B.: Un lugar mocracia por objeto, como tampoco la nificado siempre en el campo
la democracia. En Soriano Díaz, R., y De para todos, pág. 11, op. cit. reforma de las estructuras no puede espe-
la Rasilla, L., Democracia vergonzante y 45 Barber, B.: Strong Democracy, pág. rar la desaparición de la sociedad liberal.
ciudadanos de perfil (Comares, Granada, 173, op. cit. Ibíd., pág. 262.
46 Ibíd., pág. 265. 48 Para un análisis crítico de las posi- 48 Para un análisis crítico de las posi-
2002), se apostilla una visión, desde lue-
go bastante decidida, acerca de lo que los 47 Barber sostiene que necesariamente bilidades de la democracia electrónica, bilidades de la democracia electrónica,
autores denominan “democracia partici- existirán tensiones, pero la democracia vid. a Fishkin, J.: Democracia y delibera- vid. a Fishkin, J.: Democracia y delibera-
pativa, basada en la creación permanente fuerte puede ser sólo una modificación de ción. Nuevas perspectivas para la reforma ción. Nuevas perspectivas para la reforma
de grupos de ciudadanos de acción polí- la democracia liberal. Una estrategia rea- democrática, págs. 190-193. Ariel, Barce- democrática, págs. 190-193. Ariel, Barce-
tica” (págs. 246 y sigs.). lista para aderezar el cambio político no lona, 1995. lona, 1995.

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político, esto es, como distribu- mentos políticos de la thin demo- cracia?’, en Baumann, F. (comp.), ¿Qué (ed.), Capitalism, Socialism, and Demo-
ción del poder. cracy pero no parece preocuparse es el capitalismo democrático? Esclarecedo- cracy Revisited. The John Hopskins Uni-
Se ha confundido la extensión por sus influencias en la demo- res ensayos para una definición de este po- versity Press, Baltimore, 1993.
lémico tema. Gedisa, Barcelona, 1988.
del McWorld (poder de las gran- cracia fuerte. Con todo, sus –– The Conquest of Politics. Liberal Phi-
Morin, E.: Los siete saberes necesarios
des corporaciones, la super-es- planteamientos críticos son tan para la educación del futuro. Paidós, Bar-
losophy in Democratic Times. Princeton
tructura ideológica del libre mer- consistentes que no resulta difícil celona, 2001.
University Press, Nueva Jersey, 1988.
–– Sociología. Tecnos, Madrid, 1995.
cado y la homogeneización ética alinearse en su comprensión del Barber, B.; Watson, P.: The Struggle for –– Obras completas, vol. I. Sígueme, Sa-
y cultural) con la de la democra- fenómeno democrático. El diag- Democracy. Lester & Orpen, Toronto, lamanca, 1991.
cia50. Nuestro autor lleva a cabo nóstico que nos sugiere acerca de 1988.
Parameswaran, M. P.: ‘Democracy.
una crítica muy certera de las la debilidad de nuestras institu- Barber, B.: ‘Making Democracy Participatory Democracy’, en Fisher,
mediaciones a las que está some- ciones democráticas es intenso y Strong’, en Murchland, B., Voices in W. F.; Ponniah, T. (ed.), Another World
tida la democracia liberal. Criti- crepita actualidad. Pero es que America. Bicentennial Conversations. is Possible. Zed Books, Nueva York,
Prakken, Ann Arbor, 1987. 2003.
ca su preconcepciones y eviden- además tiene una virtud: la de
cia sus nos pocas insuficiencias. situarnos ante nuestra conciencia Barber, B., & others: ‘Telecommuni- Rimmerman, C. A.: The New Citizens-
cations and Democracy’, en Democracy
No obstante, cuando desarrolla de ciudadanos soberanos. hip. Unconventional Politics, Activism,
Project Reports, núm. 10. Telecommu-
su propuesta institucional de re- No podemos finalizar este and Service. Westview Press, Boulder,
nications Research & Action Center,
formas políticas lo hace con de- trabajo sin resaltar la importan- 1997.
1984.
masiada precaución, incluso di- cia que la educación tiene en la Rodríguez Prieto, R.: Ciudadanos so-
Barber, B.: Strong Democracy. Participa-
ríamos que lo hace desde el te- construcción diaria de la demo- beranos, Almuzara, Córdoba, 2005.
tory Politics for a New Age. University of
mor, situando sus propuestas cracia. Barber lo tiene absoluta- California Press, L. A., 1984. ––‘Algunas consideraciones preliminares
desde perspectivas estrictamente mente claro: sin una educación –– Can America be Democratic. A Parti- sobre el concepto de demoarquía’, en
cipatory Critique of the Liberal Consen- Sánchez Rubio, D.; Herrera Flores, J.;
localistas o complementarias, que potencie los valores cívicos
sus. Loyola University of Chicago, Chi- Carvalho, S. (coord.), Anuario Ibero-
pero sin comprometer de mane- y las responsabilidades colecti- cago, 1981. americano de Direitos Humanos (2001-
ra radical el complejo cristaliza- vas e individuales no se puede –– The Death of Communal Liberty. A 2002). Lumen Juris, Río de Janeiro,
do de instituciones y organismos llegar a ningún sitio. Esta aseve- History of Freedom in a Swiss Mountain 2002.
del sistema democrático liberal y ración, verdadero hilo conduc- Canton. Princeton University Press, Rubio-Carracedo, J.: ¿Democracia o
representativo. Pretende dar aco- tor de su obra, ha de servir para Princeton, 1974. representación? Poder y legitimidad en
–– Superman and Common Men. Fre-
modo a nuevas instituciones po- concienciarnos de la importan- dom, Anarchy and The Revolution. Prae-
Rousseau. CEC, Madrid, 1990.
líticas sin destruir las bases o cia que posee una escuela que ger, Nueva York, 1971. Soriano Díaz, R., y De la Rasilla, L.:
principios del liberalismo: ¿acaso instruya en estos valores y sirva Democracia vergonzante y ciudadanos de
es eso posible? de contrapeso a los mensajes za- perfil. Comares, Granada, 2002.
Bobbio, N.: ‘El futuro de la democra-
Barber es un autor crítico. En fios e inmorales de la telebasura. cia’, en Revista de las Cortes Generales, Vallespín, F., y otros: La democracia en
eso no cabe duda a la vista de la La intención del nuevo Gobier- núm. 2, Madrid, 1984. sus textos. Alianza, Madrid, 1999.
madurez y la consistencia con no de crear una asignatura que Bologna, S.: Nazismo y clase obrera Woods, E.M., Democracy against Capi-
que compromete críticamente la bajo el rótulo de ”educación (1933-1993). Akal, Madrid, 1999. talism: renewing historical materialism,
Cambridge University Press, New York,
suficiencia de las instituciones para la ciudadanía” sirva estos Bowles, S.; Gintis, H., Democracy and
1995.
democráticas occidentales. Sin intereses nos parece una medida Capitalism. Property, Community, and
embargo, no cuestiona directa- importante y un ladrillo más en the Contradictions of Modern Social
mente el orden socioeconómico el edificio de la democracia. El Thought. Basic Books, Nueva York,
1986.
capitalista con sus hegemonías y edificio de la democracia es tra-
sus exclusiones. No olvidemos bajo de todos. ■ Buchanan, J.; Tullock, G.; El cálculo
del consenso. Fundamentos lógicos de una
que es un autor liberal. Parece democracia constitucional. Espasa Calpe,
buscar atajos. Responsabiliza a BIBLIOGRAFÍA
Madrid, 1980.
las grandes corporaciones pero Arblaster, A.: Democracia. Alianza,
Duong, T.: Hegemonic Globalization.
absuelve a un sistema económico Madrid, 1992.
US centrality and global strategy in the
que ampara su funcionamiento Barber, B.: Fear’s Empire. War, Terro- emerging world order. Ashgate, Burling-
y legitima sus operaciones. Visi- rism, and Democracy. Norton, Nueva ton, 2002.
biliza la debilidad de los funda- York, 2003.
Fishkin, J.: Democracia y deliberación.
–– The Truth of Power. Intellectual Affairs
Nuevas perspectivas para la reforma de-
in the Clinton White House. Norton,
mocrática. Ariel, Barcelona, 1995.
Nueva York, 2001.
50 Cfr. a Barber, B., Fear’s Empire. –– Un lugar para todos. Como fortalecer Friedrich, F.; Curtis, M.; Barber, B.:
War, Terrorism, and Democracy, Norton, la democracia y la sociedad civil. Paidós, Totalitarism in Perspective: Three Views.
New York, 2003. En sentido militar Barcelona, 2000. Praeger, Nueva York, 1969.
los EE.UU. juegan un papel global que –– ‘Fe constitucional’, en Nussbaum, Huntington, Crozier y Watanuki:
ningún otro Estado desarrolla. Ahora M. C. (coord..), Los límites del patriotis- The Crisis of Democracy: Report on the
bien, en la extensión de los mercados mo. Paidós, Barcelona, 1999. Governability of Democracies to the Trila-
capitalistas globalizados, la política ex- –– A Passion for Democracy. Princeton
terior de EE.UU. es auxiliada por una teral Commission, New York University
University Press, Princeton, 1998. Press, Nueva York, 1975.
serie de aliados entre los que se encuen-
–– An Aristocracy of Everyone. The poli-
tran tanto Estados, como organizacio- Lummis, C. D.: Radical Democracy. Cor-
nes internacionales y otras instituciones tics of education and the future of Ameri-
ca. Oxford University Press, Londres, nell University Press, Nueva York, José María Seco Martínez y Rafael
económicas. Duong, T., Hegemonic Glo- 1996.
balization. US centrality and global strat- 1994. Rodríguez Prieto son profesores de
egy in the emerging world order, Ashgate, –– ‘Contra la economía: Capitalismo o Miliband, R.: ‘The Socialist Alternati- Filosofía del Derecho de la Universidad
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