JOSÉ Y AMELIA VIVÍAN EN UN PUEBLITO FRANCÉS LLAM ADO ÉTABLE.

FORM A-
RON UN A F AMILIA SENCILLA, QUE TRABAJ AB A LA TIERRA. GABRIEL LONGUE-
VILLE N ACIÓ EL 18 DE MARZO DE 1931, TENÍA 5 HERM ANAS Y DOS HERM A-
NOS.
GABRIEL HABL AB A MUY POCO, ERA UNA PERSONA CON MUCHA C AP ACI-
DAD DE ESCUCHA.
¡AHHH, PERO ESO SÍ!, CUANDO GABRIEL DEBE INTERVENIR: NO SE QUEDA CA-
LLADO.
MUCHOS CUENTAN QUE ERA MUY AGRAD ABLE ESTAR CON ÉL.
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GABRIEL TENÍA MUY MUY CLARA SU VOCACIÓN. POR ESO, A LOS 11 AÑOS EN-
TRÓ EN EL SEMINARIO MENOR. ALLÍ UN SACERDOTE QUE LE HIZO LEER Y AM AR
LA PAL ABRA DE DIOS, LA BIBLIA.
SUS COMPAÑEROS Y PROFESORES EN EL SEMINARIO ¡LO QUERÍAN UN MONTÓN!

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LO LLAMARON A LA GUERRA COMO PARACAIDISTA Y LO NOMBRARON
AYUDANTE DE LOS SACERDOTES. CUANDO RECORDABA LO QUE ALLÍ HA-
BÍA VIVIDO, LLORABA EN SILENCIO; POR LO QUE PARA EXPRESAR EL DO-
LOR QUE SINTIÓ EN ESAS GUERRAS, SE PUSO A TALLAR UN VÍA CRUCIS.

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GABRIEL FUE CONSAGRADO SACERDOTE. POR SER PROFESOR, SE LE PIDE QUE DÉ
CLASES A LOS QUE SE PREPARABAN PARA SER SACERDOTES, IGUAL QUE ÉL. Y,
¿SABEN QUÉ? EN SU CORAZÓN SIENTE QUE DIOS LO LLAMA A SER SACERDOTE
MISIONERO.
COMO MISIONERO, VIAJÓ PRIMERO A MÉXICO Y UN AÑO DESPUÉS LLEGÓ A LA
ARGENTINA.

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EL PADRE GABRIEL ESTABA A PUNTO DE VOLVERSE A FRANCIA CON EL
CORAZÓN UN POCO TRISTE. AL SABERLO, EL OBISPO ANGELELLI LO INVITA
A VIVIR EN LA RIOJA, EN CHAMICAL.
ERA UN HOMBRE APACIBLE, SENSIBLE AL DOLOR DEL PRÓJIMO Y DE MUY
BUEN HUMOR. TALLABA, PINTABA, MOSTRABA POR MEDIO DEL ARTE LO
QUE PASABA POR SU CORAZÓN.
POR ESO MISMO UN HOMBRE DE PAZ, SENSIBLE Y DE GRAN CAPACIDAD
DE TRABAJO Y ABNEGACIÓN.

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COMO LA GENTE DE CHAMICAL, VIVIÓ LA POBREZA. LOS ESCUCHÓ Y LES
ENSEÑÓ A AMAR.
EL OBISPO ANGELELLI ESCRIBE DE ÉL: “GRABRIEL NO VINO A AMÉRICA NI A
LA ARGENTINA NI A LA RIOJA PARA SER MENSAJERO DE VIOLENCIA. Y
PORQUE PREDICÓ LA PAZ, HA MUERTO COMO TESTIGO DE LA PAZ. GRA-
CIAS A ÉL Y GRACIAS A SUS PAPÁS.”(ANGELELLI, 1976, P. 130)

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LA NOCHE DEL 18 DE JULIO DE 1976, CARLOS Y GABRIEL TERMINABAN DE
CENAR EN LA CASA DE LAS HERMANITAS DE LA PARROQUIA. ALLÍ UNOS
DESCONOCIDOS, VINIERON A BUSCAR AL PADRE CARLOS. EL PADRE GA-
BRIEL RÁPIDAMENTE DIJO: “VOY CON VOS”. ASÍ, COMO AMIGOS ESTU-
VIERON JUNTOS EN EL MOMENTO MÁS DIFÍCIL DE SUS VIDAS. LOS MAL-
TRATARON CON GOLPES Y LUEGO, LOS MATARON.

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EL OBISPO ANGELELLI DIJO DE LOS PADRES CARLOS Y GABRIEL:
“ELLOS HAN ENTREGADO LA VIDA, POR LA FE, POR SERVIR, POR AMAR,
PARA QUE NOSOTROS ENTENDAMOS QUÉ ES SERVIR, QUÉ ES AMAR, QUÉ
ES NO SER TONTOS”(ANGELELLI, 1976, P. 129).
Y LUEGO DIJO: “GABRIEL Y CARLOS: COMO OBISPO, YO TENGO MUCHO
QUE AGRADECERLES A AMBOS. ¡MUCHAS GRACIAS!”(ANGELELLI, 1976, P.
132)

Angelelli, E. (1986). En Pastor y Profeta. Selección de homilías, mensajes y cartas pastorales de Monseñor
Enrique Ángel Angelelli, Obispo de La Rioja (1968-1976). Buenos Aires, Argentina: Editorial Claretiana.

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