Eficiencia de la ONU y sus comisiones

La ONU comenzó siendo un monumento al idealismo de posguerra, pero durante

más de 10 años no ha pasado de ser tribuna del radicalismo del Tercer Mundo
marcada por un exceso de burocracia. Estados Unidos decidió congelar durante los
últimos tres años sus aportaciones económicas a la organización en un intento de
forzar la reforma de su estructura. Sin embargo, ahora la ONU está consiguiendo
renovados éxitos en su mediación política internacional, lo que ha hecho cambiar de
postura a Estados Unidos.Por supuesto que los cambios de orientación en conflictos
como el Sáhara, la guerra del Golfo, Angola o Afganistán no se deben
exclusivamente al esfuerzo mediador de la ONU, pero su peso específico y
autoridad moral y política actuales han sido decisivos.

Una parte del éxito se debe a la reactivación de los contactos diplomáticos entre los
cinco países miembros permanentes del Consejo de Seguridad, que ha dado un
gran espacio de maniobra al secretario general, Javier Pérez de Cuéllar.

Los cinco países han mantenido gran cantidad de reuniones, fuera de la dinámica
de las conferencias de la ONU, distendidas y francas, lo que ha posibilitado grandes
avances negociadores. Todo ello ha creado un nuevo respeto por el tímido pero
persistente secretario general, Pérez de Cuéllar, cuya diplomacia firme y de puerta
cerrada empieza a dar sus frutos.

Desde 1948, la Organización de las Naciones Unidas ha estado ayudando a

poner fin a los conflictos y promover la reconciliación mediante la realización
de operaciones de mantenimiento de la paz en docenas de países. Desde de
su creación después de la Segunda Guerra Mundial, la Organización de las
Naciones Unidas tuvo la oportunidad de demostrar su eficacia durante la
Guerra Fría.