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Economía

Stanley Fischer
Rudiger Dornbusch
Richard Schmalensee
Luis Toharia y Esther Rabasco
(Traducción)

McGraw-Hill - Segunda edición

Este material se utiliza con fines


exclusivamente didácticos
CAPÍTULO 12
EL OLIGOPOLIO Y LA COMPETENCIA MONOPOLÍSTICA

Con este capítulo concluimos el análisis de la competencia imperfecta que iniciamos en el Capítulo
11. Entonces nos ocupamos de la forma más extrema de la competencia imperfecta, el monopolio; aquí
analizaremos los dos tipos principales de estructuras del mercado que se encuentran entre las dos: el
oligopolio y la competencia monopolística.
El oligopolio y la competencia monopolística son más frecuentes en la práctica que la competencia
perfecta o el monopolio y más complejos que los dos extremos. No obstante, bastarán unos principios
generales para comprender bastante bien los mercados oligopolísticos y monopolísticamente competitivos
que nos encontramos en la vida diaria.
El oligopolio se caracteriza por la existencia de pocos vendedores. Como señalamos en el Capítulo
11,

· Un oligopolio es una industria en la que la mayoría de las ventas son realizadas por unas pocas
empresas, cada una de las cuales es capaz de influir en el precio de mercado con sus propios actos.

La fabricación de automóviles, la producción de cereales para desayuno, la televisión y muchas otras


industrias están dominadas por unas pocas y grandes empresas cuyos nombres son palabras de uso común en
el hogar (General Motors, Ford, Kellogg's, General Mills, NBC, CBS, etc.). Dado que cada oligopolista se
enfrenta solamente a un pequeño número de rivales, sus actos suelen afectar significativamente a cada uno de
ellos. Para maximizar los, beneficios debe tenerlos en cuenta. Por tanto, debe tratar de predecir sus actos y
reacciones a los suyos, teniendo en cuenta que sus rivales también están tratando de predecir sus propios
actos y reacciones. Estas relaciones hacen que el problema de la maximización del beneficio en el oligopolio
sea muy difícil y, por consiguiente, que también, lo sea predecir su conducta.
El rasgo distintivo de la competencia monopolista es, por el contrario, la diferenciación del producto.

· En la competencia monopolística hay un gran número de empresas que producen productos


diferenciados. Estos son sustitutivos cercanos pero imperfectos.

La competencia monopolística es especialmente frecuente en el comercio al por menor y en el resto


de] sector servicios. En la mayoría de las ciudades hay muchos restaurantes, gasolineras, agencias
inmobiliarias y peluqueros. Cada uno de ellos controla el precio al que vende, pero como en estos mercados
hay muchos vendedores, es improbable que los actos de uno sean percibidos por los demás y, por tanto, no es
necesario preocuparse de sus reacciones. Al igual que ocurre con los competidores perfectos, cada
competidor monopolístico cree con razón que es demasiado pequeño para influir en la forma en que se
comportan los demás. Sin embargo, los competidores monopolísticos, al igual que los competidores
perfectos, tienen una cierta libertad para fijar sus propios precios.
Comenzaremos analizando la importancia del hecho de que haya pocos vendedores y de la
diferenciación del producto en la economía de Estados Unidos y explicando por qué surgen estas
características estructurales. En los apartados 2 y 3 examinaremos los determinantes de la conducta del
oligopolio. ¿Cuando se comportan los oligopolistas como competidores perfectos, como los monopolistas o
como ninguno de los dos? En el apartado 4 estudiamos la competencia monopolística. Tanto en el oligopolio
como en la competencia monopolística, los productos pueden estar diferenciados y cobran importancia la
publicidad, el diseño del producto y otros tipos de competencia no basada en los precios. En el apartado 5
examinaremos estos aspectos de la conducta de las empresas y sus implicaciones para la eficiencia
económica. ¿Hay demasiadas marcas de pasta dentífrica o demasiado pocas? ¿Hay demasiada publicidad o
demasiado poco?

1. LA CONCENTRACIÓN Y LA DIFERENCIACIÓN EN LA ECONOMÍA DE ESTADOS


UNIDOS

Los mercados en los que hay un solo vendedor -monopolios- son relativamente raros, al igual que los
mercados perfectamente competitivos en los que ningún vendedor representa una proporción significativa de

2
la producción total y todos los productos son idénticos. En muchos mercados los mayores vendedores son
mucho mayores que el menor y la diferenciación de¡ producto es frecuente.

La concentración de vendedores

Un mercado se parece a un monopolio cuanto mayor es la concentración de vendedores, es decir,


cuanto mayor es la proporción de ventas que representan unos pocos y grandes vendedores. Un monopolio
tiene la máxima concentración posible de vendedores y la competencia perfecta se encuentra en el polo
opuesto. Una medida habitual de la concentración de vendedores es el coeficiente de concentración de
cuatro empresas, qué es el porcentaje de ventas de un sector realizado por las cuatro mayores empresas. El
Cuadro 12-1 presenta los coeficientes de algunas industrias extraordinariamente concentradas de Estados
Unidos1.

CUADRO 12-1. COEFICIENTES DE CONCENTRACIÓN DE CUATRO EMPRESAS DE LAS INDUSTRIAS


MANUFACTURERAS CONCENTRADAS DE ESTADOS UNIDOS

Industria Coeficiente de concentración de cuatro empresas

Bujías 97
Envases de cartón para leche y otras bebidas 96
Goma de marcar 95
Fibras de nylon 94
Lavadoras y secadoras 93
Bombillas 90
Cigarrillos 90
Frigoríficos y congeladores 90
Maquinaria de carpintería doméstica 87
Cereales de desayuno 86
Vidrio plano 85
Alimentos para gatos 84
Aceite de maíz 83
Tarjetas de felicitación 80
* Ventas de los cuatro mayores proveedores de Estados Unidos como porcentaje del total de ventas de Estados Unidos.
Fuente: U.S. Bureau of the Census, 1982 Census of Manufacturers. «Concentration Ratios in Manufacturing», 1986,
Cuadros 5 y 6.

Dicho cuadro muestra que utilizamos diariamente los productos de oligopolios sumamente
concentrados. Sin embargo, la mayoría de las industrias de Estados Unidos no están tan próximas al extremo
del monopolio dentro del espectro de la competencia. El Cuadro 12-2 indica la facturación industrial total
(que es aproximadamente igual a las ventas en dólares) correspondiente a los diferentes sectores según su
grado de concentración. Sólo el 6,4 % de las ventas proviene de industrias en las que las cuatro mayores
empresas suponen más del 80 % de las ventas. En cambio, cerca del 20 % de la producción total proviene de
industrias en las que las cuatro mayores empresas representan menos del 20 % de las ventas. El cuadro
muestra que los sectores que tienen una elevada concentración no representan la proporción más importante
de la actividad económica en la industria. La mayor parte (60,7 %) de la producción industrial se lleva a cabo
en industrias en las que el coeficiente de concentración de cuatro empresas se encuentra entre el 20 y el .59
%. Aunque los datos sobre la concentración de vendedores en los sectores no industriales son menos
completos, la evidencia existente indica que ésta tiende a ser aun menor que en la industria.2

CUADRO 12-2. PROPORCIÓN DE LAS VENTAS INDUSTRIALES SEGÚN EL GRADO DE


CONCENTRACIÓN

1
Los coeficientes de concentración sólo se refieren a los productores nacionales, por lo que pueden dar una idea
equivocada del número de oferentes de una industria cuando haya competencia de oferentes extranjeros, como en la del
automóvil. Por otra parte, los coeficientes de concentración publicados subestiman la concentración que existe en
algunas industrias, como la de cemento, en las que los mercados son locales o, regionales en lugar de nacionales.
2
Las grandes industrias de servicios públicos (agua, electricidad, servicios telefónicos locales, gas) suelen ser
monopolios, pero también están reguladas o son gestionadas por el Estado.

3
Coeficiente de concentración de cuatro empresas*
0-19 20-39 40-59 60-79 80-100
Proporción de la producción
industrial total, % 19,3 43,0 17,7 13,8 6,4
*Ventas de los cuatro mayores proveedores de Estados Unidos como porcentaje del total de ventas de Estados Unidos.
Fuente: U.S. Bureau of the Census, 1982 Census of Manufacturers: «Concentration Ratios in Manufacturing», 1986,
Cuadro 5.

¿Por qué están concentrados los mercados?

Economías de escala. En algunas industrias las grandes empresas Pueden producir de una forma
más barata que las pequeñas. Si hay economías de escala en todos los niveles de producción, la industria es
un monopolio natural, como vimos en el Capítulo 11. En los casos menos extremos, el costo medio a largo
plazo puede disminuir cuando la producción traspasa un determinado nivel, llamado escala mínima eficiente
(EME) y ser más o menos constante conforme va aumentando3. Si la EME es suficientemente grande en
relación con la cantidad total demandada, es posible que sólo haya margen para que produzcan
eficientemente unas pocas empresas suficientemente grandes. Estas industrias se denominan oligopolios
naturales.
Este tipo de economías de escala también crean barreras a la entrada que mantienen alejados a los
posibles competidores y, por tanto, preservan las estructuras oligopolísticas rentables.

· Las barreras a la entrada impiden que entren competidores potenciales en las industrias en las que
los vendedores ya establecidos están obteniendo un exceso de beneficios.

Para poder ofrecer un producto al precio de mercado, una empresa que entrara en un oligopolio
natural tendría que producir a gran escala, pero eso es difícil para una empresa que está empezando. Por otra
parte, la entrada de una empresa que produce a gran escala, aumentando mucho su oferta, puede bajar el
precio incluso por debajo del costo medio a largo plazo de una empresa eficiente. Por tanto, incluso aunque
los oligopolios ya establecidos estén obteniendo un exceso de beneficios, para una empresa nueva puede
resultar poco atractivo entrar en el sector.
La importancia de las economías de escala varía mucho de un sector a otro. El Cuadro 12-3 muestra
estimaciones de la EME de una planta (ya sea una fábrica o cualquier otro lugar en el que se produzca) de
una serie de industrias como proporción del mercado total de Estados Unidos. La EME como porcentaje de
la demanda total de Estados Unidos es mayor en la industria de motores diesel, en la que cuatro plantas
plenamente eficientes podrían satisfacer con creces toda la demanda del, mercado. La industria del automóvil
podría albergar a nueve plantas de escala eficiente (nueve plantas que produjeran cada una un 11 % de la
demanda total representarían el 99 % de la demanda), mientras que la industria de bicicletas tiene cabida
para 47 y la de máquinas herramienta podría albergar a más de 300.

CUADRO 12-3. ESCALA MÍNIMA EFICIENTE DE LA PLANTA

Tamaño de la Planta mínimo óptimo como % de la


Industria
demanda de la industria en 1967
Pequeños motores diesel 25,5
Turbogeneradores 23,0
Motores eléctricos 15,0
Frigoríficos 14,1
Fibra sintética de celulosa 11,1
Automóviles 11,0
Aviones comerciales 10,0
Cigarrillos 6,6

Industria Tamaño de la Planta mínimo óptimo como % de la


demanda de la industria en 1967
Detergentes 2,4

3
En el capítulo 8 hemos señalado que estas curvas de costo medio a largo plazo tienen forma de L.

4
Bicicletas 2,1
Cemento portland 1,7
Fábricas de harina 0,7
Máquinas- herramientas 0,3
Fuente: F. M. Scherer, Industrial Market Structure and Economic Performance, Rand McNally, Chicago, 1980, 2a ed.,
págs. 96-97.

A pesar de algunas matizaciones4, el cuadro sugiere una clara conclusión: hay industrias en las que la
producción se puede llevar a cabo de una forma más barata cuando sólo hay unas pocas plantas. Estas
industrias son oligopolios naturales; tienden a estar muy concentradas en todas las economías modernas.
Como muestra el Recuadro 12-1, las innovaciones que modifican la curva de costo medio a largo plazo de la
industria generalmente provocan cambios en la concentración de vendedores.

Recuadro 12-1. Creciente concentración en la industria cervecera

En 1935, poco después de la derogación de la ley seca, había en Estados Unidos 750 fábricas
cerveceras. En 1947, la cifra ascendía a 465, que representaban a 404 compañías independientes. Entre 1947
y 1980 el consumo de cerveza se duplicó aproximadamente, pero en 1980 sólo había 82 fábricas y 41
compañías independientes. En 1947, las cinco mayores empresas cerveceras representaban el 19 % de las
ventas y las 10 mayores el 28 %. En 1980 las cifras correspondientes eran 75 y 94 %, respectivamente. ¿A
qué se debió esta rápida disminución del número y el espectacular aumento de la concentración? ¿Por qué
tenía la mayoría de las empresas una única fábrica en 1947 y había una media de dos en 1980?
La mayoría de los observadores apuntan a tres acontecimientos relacionados entre sí que aumentaron
la importancia de las economías de escala en esta industria. En primer lugar, los avances tecnológicos
realizados en este sector aumentaron la EME de una fábrica de cerveza. En 1980 el mercado de cerveza de
Estados Unidos era suficientemente grande para que sólo pudiera haber 38 fábricas totalmente eficientes. En
segundo lugar, los avances tecnológicos realizados en el transporte hicieron que resultara económico a las
fábricas servir a áreas geográficas más extensas, lo que permitió aprovechar las economías de escala
construyendo grandes fábricas, y vendiendo a ciudades distantes, muchas de las cuales se habían, provisto
hasta entonces en pequeñas empresas locales solamente. Ante las crecientes presiones competitivas
existentes en muchas á reas, cerró un gran número de fábricas pequeñas viejas e ineficientes, mientras que
aumentaron de hecho las grandes.
Ninguno de estos fenómenos explica el surgimiento de empresas que tienen varias fábricas, que
puede atribuirse, al menos en parte, al crecimiento de las cadenas de televisión en los años cincuenta y a la
acusada reducción del costo de la publicidad televisiva. Los anuncios en la televisión cuestan más que en la
prensa, pero llegan a muchas familias y el costo por familia es relativamente bajo. Estos anuncios parecen
una buena fórmula para vender cerveza, pero sólo pueden ser utilizados eficientemente por las grandes
empresas que venden en todo el país. Como consecuencia de los costos del transporte, la forma más eficiente
de vender cerveza en todo Estados Unidos es tener varias fábricas grandes en diferentes regiones. Así pues,
los espectaculares cambios que ha experimentado la estructura de la industria cervecera han sido provocados
por los cambios tecnológicos que han aumentado las economías de escala en la producción y la
comercialización de la cerveza.

Nota: Para más detalles sobre esta industria, véase «The Battle of the Beers», Newsweek, 4 de septiembre de
1978; y Kenneth G. Elzinga, «The Beer Industry», en Walter Adams (comp.), The Structure of American
Industry, Macmillan, Nueva York 1982, 6a ed.

4
Las cifras del Cuadro 12-3 subestiman el tamaño mínimo eficiente de la empresa si hay economías de escala en la
gestión de plantas múltiples. Esas economías no parecen importantes en la mayoría de los casos, pero son difíciles de
medir. Las economías de escala también se subestiman si los costos de transporte son altos, ya que el mercado relevante
para una determinada planta es menor que todo Estados Unidos. Una planta de cemento de una escala mínima eficiente
representaría alrededor de un 40 % del mercado regional medio en esa industria, por ejemplo. En cambio, si los bienes
son baratos de transportar y tienen un activo comercio internacional, generalmente el mercado relevante no es Estados
Unidos sino todo el mundo. Por ejemplo, los fabricantes norteamericanos de automóviles están compitiendo de hecho
en el mercado mundial, que puede sostener a muchas más empresas que produzcan con una escala mínima eficiente de
las que podría sostener el mercado de Estados Unidos por sí solo.

5
Fusiones, eficiencia y suerte. Muchas industrias de Estados Unidos están más concentradas de lo que
requieren las economías de escala en la producción, debido a que las mayores son más grandes de lo que
parece necesario para minimizar los costos de producción5. Por ejemplo, si los cuatro mayores fabricantes de
cigarrillos tuvieran la EME, representarían un 26 % de las ventas y, sin embargo, representan más del 80 %.
A pesar de que hay unas economías de escala relativamente poco importantes en la producción, algunas
industrias, como la de tabaco, están concentradas durante largos períodos. Eso indica que las economías de
escala en la producción de bienes y servicios no constituyen la única fuente de la concentración y de las
barreras a la entrada que la preservan.
En algunos países, las fusiones de competidores son un importante motivo de concentración, pero en
los últimos años las leyes antimonopolio de Estados Unidos han impedido la mayoría de las fusiones que la
habrían aumentado extraordinariamente (como mostramos en el Capítulo 14). La concentración puede surgir
porque algunas empresas son más eficientes que otras y crecen a expensas de sus rivales. Incluso aunque
todas sean igualmente eficientes en promedio, unas pueden expandirse más que otras simplemente porque
tienen buena suerte durante mucho tiempo.

Otras barreras a la entrada. En muchos países las empresas que tienen influencia política consiguen
establecer monopolios o carteles para producir o importar bienes. En la mayoría de los oligopolios que
existen en Estados Unidos las restricciones a la entrada no son importantes. Las barreras a la entrada suelen
surgir porque se controlan materias primas clave o tecnología (gracias a patentes o secretos comerciales) o
porque el consumidor se muestra reacio a probar productos nuevos y no ensayados cuando las marcas que
existen dan buen resultado.

Diferenciación del producto

La importancia de la diferenciación del producto en un mercado depende del grado en que los
compradores perciban que los productos que compiten son distintos. Por tanto, no es fácil recoger datos
sobre la importancia de la diferenciación del producto en cada mercado. Sin embargo, es evidente que hay
muchos automóviles, tocadiscos, pasta dentífrica y ropa, entre otros- en los que es importante.
La diferenciación del producto se debe en su mayor parte a los vendedores maximizadores del
beneficio que responden a los diferentes gustos y deseos de variedad de los consumidores. Si todos los
restaurantes de una ciudad sirven hamburguesas solamente, será rentable para el que entre diferenciar su
producto ofreciendo pollo frito o bistecs. Los fabricantes de automóviles están buscando constantemente
características que puedan distinguir sus productos de los de sus rivales. Algunos se prestan más, desde
luego, a la diferenciación que otros: el trigo es trigo y los lápices son lápices para la mayoría de los fines.
Si una empresa desea vender un producto diferenciado, debe gastar dinero para describírselo a los
compradores y convencerlos de que lo prueben. Por otra parte, las empresas que venden productos-
estandarizados necesitan, en el mejor de los casos, hacer saber a los compradores que existen. Por tanto, una
manera de averiguar aproximadamente la importancia de la diferenciación del producto en la economía de
Estados Unidos es examinar la publicidad y otros costos de comercialización como porcentaje de los
ingresos por ventas. Como muestra el Cuadro 12-4, la composición y el nivel de costos de comercialización
varían extraordinariamente de una industria a otra6. Incluso las papeleras gastan algún dinero en ponerse en
contacto con los clientes. En muchas industrias se gasta más en personal de ventas que en publicidad. En
conjunto, la elevada proporción de. ingresos que se gasta en costos de comercialización en muchas industrias
muestra, ciertamente, la importancia que tiene la diferenciación del producto en la economía de Estados
Unidos.

5
Esto ocurre menos fuera de Estados Unidos, donde al ser más pequeños los mercados nacionales, se necesitan niveles
de concentración más altos para alcanzar la eficiencia.
6
Estos datos probablemente sobreestiman algo la importancia de «otros» costos de venta. Algunas empresas parece que
han incluido el costo de las reducciones de los precios que hacen para hacerse con grandes compradores.

6
CUADRO 12-4. COSTOS DE VENTA COMO PORCENTAJE DE LOS INGRESOS POR VENTAS

Costos de venta como porcentaje de los ingresos


Industria Publicidad Otros Costos Total
Medicamentos patentados 19,1 14,6 33,7
Pan y productos afines 2,3 28,6 30,9
Calcetería 10,9 14,7 25,6
Maquinaria de oficina 1,1 24,4 25,5
Bebidas alcohólicas 11,3 12,9 24,2
Galletas dulces y saladas 2,3 18,9 21,2
Cigarrillos 8,1 6,9 15,0
Muebles 1,5 7,6 9,1
Periódicos 0,7 6,0 6,7
Hormigón de fábrica 0,1 2,1 2,2
Envases metálicos 0,0 1,5 1,5
Pasta de madera 0,0 0,9 0,9
Fuente: U.S. Federal Trade Commission, Bureau of Economics, Statistical Repor Annual Line of Business Report,
1976, Washington, mayo, 1982, Cuadro 2-7.

2. COLUSIÓN Y RIVALIDAD EN EL OLIGOPOLIO

Siempre existen dos fuerzas que llevan al oligopolio a comportarse de formas opuestas. La primera
es el interés común de las empresas en maximizar los beneficios totales de la industria coludiendo y actuando
conjuntamente como si fueran un único monopolista maximizador del beneficio.

· La colusión es un acuerdo explícito o tácito de las empresas de una industria para fijar los precios
y la producción o limitar la rivalidad entre ellas.

La colusión explícita implica la existencia de un acuerdo real entre las empresas, mientras que la
tácita se basa en un entendimiento no formalizado. Los oligopolistas son rivales cuando intentan hacerse con
el negocio de los demás7. La colusión no siempre cubre todos los tipos de rivalidad. Las empresas que
coluden pueden fijar de común acuerdo el precio que cobrarán, por ejemplo, pero no limitar los gastos
publicitarios o la introducción de nuevos productos. En Estados Unidos, la colusión explícita es casi siempre
ilegal mientras que la tácita es, por lo general, legal8.
La segunda fuerza que afecta a la conducta del oligopolio es el interés egoísta que tiene cada
vendedor en maximizar sus propios beneficios, incluso aunque disminuyan como consecuencia los
beneficios totales de la industria. Un trozo grande de una tarta pequeña puede ser mejor que un trozo
pequeño de una tarta grande. Los oligopolistas que coluden se comportan como los monopolistas y, por
tanto, como vimos en el Capítulo 11, fijan un precio monopolístico superior al costo marginal. Pero en ese
caso cada empresa obtiene muchos más beneficios si puede violar el acuerdo bajando algo su precio y
haciéndose con una buena parte del negocio de sus rivales. Sin embargo, si todas las empresas se dedican a
rivalizar bajando los precios, el precio de mercado bajará y los vendedores se encontrarán en una situación
peor que si coludieran, aunque, como mostramos en el Capítulo 11, se beneficiarán tanto los compradores
como la sociedad en su conjunto.
Así pues, la posibilidad de unirse para maximizar los beneficios totales de la industria lleva a los
oligopolistas a intentar la colusión. Si tienen éxito, la industria se parece a un monopolio. Sin embargo, la

7
Este tipo de conducta suele denominarse «competencia» en el lenguaje ordinario. Pero como no es lo mismo que la
conducta de un vendedor perfectamente competitivo, es más claro utilizar una etiqueta que no sugiera competencia
perfecta.
8
La ley que prohibe la colusión explícita forma parte de las llamadas leyes antimonopolio que se analizan
detalladamente en el Capítulo 14.

7
posibilidad de cada vendedor de obtener una parte mayor de los beneficios de la industria practicando una
conducta rival y no colusoria puede llevar a algunas empresas a rechazar la colusión o intentar romper los
acuerdos colutorios. Si todas se comportaran de esa manera, todas obtendrían menores beneficios y el precio
de mercado descendería acercándose al nivel competitivo.

El dilema de los oligopolistas

La Figura 12-1 nos ayuda a comprender por qué es difícil la colusión. Describe la siguiente
situación. Dos empresas, Alfa y Beta, son las únicas vendedoras del mercado. Cada una puede fijar un precio
alto o bajo. Si ambas fijan un precio monopolístico alto, cada una obtiene un exceso de beneficios de 20
millones de dólares, mientras que si fijan un precio bajo, éstos sólo ascienden a 15 millones de dólares. Así
pues, está presente el incentivo para coludir, pero también lo está el incentivo para violar el acuerdo: si una
empresa fija un precio alto y la otra fija uno bajo, la segunda obtiene 30 millones de dólares y la primera 10
millones solamente.

FIGURA 12-1. EL DILEMA DEL OLIGOPOLISTA.


Decidiendo si cobran un precio alto o bajo, Alfa y Beta determinan conjuntamente la cantidad de beneficios que
obtendrá cada una. Si pueden cooperar ambas cobrarán un precio alto y ganarán 20 millones de dólares. Sin embargo, si
cada una maximiza su propio beneficio, ambas cobrarán un precio bajo y ganarán 15 millones.

La Figura 12-1 muestra en cada casilla el beneficio de Alfa por debajo de la diagonal y el de Beta
por encima de la diagonal. Como todos los oligopolistas, Alfa y Beta determinan conjuntamente sus
beneficios: Alfa elige una fila y Beta una columna. Lo que hace cada una influye poderosamente en lo que
hace la otra.
Si Alfa y Beta pueden actuar conjuntamente, es evidente que ambas cobrarán un precio alto. Pero
¿qué ocurre si cada una actúa independientemente para maximizar su propio beneficio? Si Beta cobra un
precio alto, Alfa maximiza los beneficios cobrando uno más bajo. Si Beta cobra un precio bajo, Alfa obtiene
más evitando que Beta cobre uno más bajo, cobrando también uno bajo. Es decir, Alfa maximiza sus
beneficios cobrando un precio bajo independientemente de lo que crea que va a hacer Beta. El cálculo de
Beta es exactamente el mismo, por lo que también cobrará siempre un precio bajo. Por tanto, las dos
disfrutarán de un menor bienestar que si pudieran actuar conjuntamente (y los compradores saldrán
beneficiados).
Supongamos que Alfa y Beta intentan coludir. Sus altos ejecutivos se reúnen en secreto (e
ilegalmente) y acuerdan cobrar un precio alto. ¿Resuelve esto el problema? En absoluto, ya que, de acuerdo
con los argumentos que acabamos de mencionar, ambas tienen un incentivo para violar el acuerdo y cobrar
un precio bajo independientemente de que crean o no que su rival también lo violará. La colusión eficaz
requiere tanto un acuerdo como algún medio para impedir la violación.
La situación básica analizada aquí suele denominarse dilema del prisionero y se ilustra mediante el
problema que tienen dos ladrones que se encuentran en dos celdas distintas que pueden confesar o no
confesar un robo que han cometido juntos. Si las recompensas (la reducción de la condena) siguen el patrón
de la Figura 12-1, a los dos les interesa confesar, aun cuando a ambos les beneficiaría mantenerse callados.

8
En este caso, las amenazas de venganza podrían impedir que se violara el acuerdo, adoptado, de antemano,
de no confesar en caso de ser sorprendidos
El dilema del prisionero no sólo se aplica al caso de los ladrones y los oligopolistas. El problema de
los bienes públicos analizado en el Capítulo 4 es en el fondo un dilema del prisionero. Incluso aunque nos
gustara que se incrementase el presupuesto destinado a defensa, no nos interesaría entregar un talón al
Departamento de Defensa. El problema de los barrios bajos tiene la misma estructura: todos los propietarios
de los edificios se beneficiarían si todos gastaran dinero para renovarlos, pero raras veces tiene sentido actuar
a título individual e invertir mucho en un barrio bajo. La lista de situaciones parecidas es larga e incluye
problemas tan diversos como la contaminación del aire y la carrera de armamentos.

¿Cuando hay colusión?

El problema central del análisis de los oligopolios es predecir cuando habrá colusión. Para eso es
necesario predecir cuándo serán capaces de ponerse de acuerdo las empresas en limitar la rivalidad e impedir
las violaciones de ese acuerdo. Los economistas no han resuelto este problema totalmente, pero han
identificado una serie de factores que hacen que la colusión sea más o menos probable.

1. La colusión es más probable cuanto más favorable sea el sistema legal para llegar a acuerdos explícitos
que eleven el precio y restrinjan la producción. En un extremo históricamente raro, la colusión es
relativamente fácil si los tribunales aplican los contratos entre vendedores rivales que especifican los
precios y los niveles de producción. En este caso, la amenaza de la presentación de una demanda puede
impedir las violaciones. Si no existe ningún impedimento legal para acordar el precio y el nivel de
producción, pero los tribunales no obligan a cumplir los acuerdos colusorios, las empresas que intentan
coludir deben buscar alguna otra amenaza para impedir la violación. Los cárteles internacionales, como
el de la OPEP (que analizaremos más adelante) funciona en esas condiciones. Por último, si la colusión
explícita es ilegal, como ocurre en Estados Unidos, es más arriesgado y más difícil negociar un acuerdo
colusorio.
2. La colusión es más probable cuantas menos empresas tengan que participar en ella. Es más difícil
negociar cuando hay muchas personas y detectar las violaciones de un acuerdo colusorio cuando hay
muchos vendedores. En Estados Unidos los agricultores intentan a veces limitar la producción de
determinadas mercancías, por ejemplo, pero sin la ayuda del gobierno estos intentos fracasan
invariablemente ya que cada agricultor sabe que puede vender una cantidad superior a la asignada sin
influir en el precio de mercado y, por tanto, violar el acuerdo sin ser sorprendido. Sin embargo, si sólo
hay unos pocos vendedores, pueden vigilarse estrechamente, por lo que es más probable que se detecte la
violación. Así pues, una elevada concentración de vendedores aumenta la probabilidad de que haya
colusión, pero no la garantiza.
3. La colusión es más probable cuando es fácil ponerse de acuerdo en la mejor actuación cooperativa y
cuando sólo debe alcanzarse un acuerdo de ese tipo de cuando en cuando. Por ejemplo, las diferencias de
costos hacen difícil ponerse de acuerdo sobre el mejor precio, ya que las empresa de elevados costos
quieren fijar un precio de mercado más alto que las de bajos costos. Las diferencias entre los productos
pueden obligar a ponerse de acuerdo sobre un gran conjunto de precios. Las variaciones rápidas de los
exigen la modificación, frecuente, de los acuerdos colusorios,
4. Los acuerdos colusorios tienen más probabilidades de durar cuanto más fácil sea detectar las violaciones.
La detección es difícil si las empresas no pueden averiguar los precios que cobran sus rivales o las
cantidades que venden. Las empresas raras veces consiguen ponerse de acuerdo en no competir gastando
en publicidad o en investigación, debido en gran parte a que ese gasto es difícil de observar. Por otra
parte, si es posible repartir los clientes entre las empresas, asignando quizá a cada una un monopolio en
una determinada área geográfica, es relativamente fácil detectar la violación. Por ejemplo, las grandes
compañías internacionales de productos químicos se repartieron el mundo y cada una vendía en países
diferentes.
5. La colusión eleva los precios y los beneficios y, por tanto, atrae a nuevas empresas. Para que sea rentable
a largo plazo, debe impedirse la entrada de nuevos vendedores. Unas veces hay barreras que lo
consiguen automáticamente; otras los vendedores que coluden pueden emprender acciones para disuadir

9
a los que deseen entrar o para eliminarlos. Pero a veces entran otras empresas, lo que hace que el precio
tienda hacia el nivel competitivo, eliminando así el poder de monopolio de las empresas que coluden9.

3. VARIEDADES DE LA CONDUCTA OLIGOPOLÍSTICA

Como sugiere el análisis anterior, los oligopolistas se comportan en la práctica de muy diversas
maneras. En este apartado analizamos algunas de las clases de conducta, comenzando con el tipo más claro
de colusión.

La colusión explícita: los cárteles

Cuando las empresas de una industria se reúnen y acuerdan explícitamente los precios y los niveles
de producción, se dice que forman un cártel. Como hemos señalado, actualmente la colusión explícita es
ilegal en Estados Unidos, por lo que los cárteles son relativamente raros. Pero a veces se forman, y de
cuando en cuando leemos historias de ejecutivos que van a la cárcel acusados de fijar los precios. En el
Recuadro 12-2 relatamos un caso especialmente importante de fijación ilegal de los precios.
El status legal de los cárteles ha cambiado con el paso del tiempo y varía de un país a otro. Por
ejemplo, en Estados Unidos los jugadores profesionales de béisbol disfrutan de una exención legal especial
en la ley contra los cárteles, mientras que los de baloncesto, fútbol y hockey no. Las actitudes hacia los
cárteles y otros acuerdos entre las empresas suelen ser más tolerantes en otros países, aunque en Europa se
tiende cada vez más a declararlos ilegales. Los cárteles son más frecuentes en Japón.
En el siglo XIX los cárteles eran legales en Estados Unidos y existían en muchas industrias. Su
organización, éxito y funcionamiento variaba considerablemente. Los ferrocarriles, en concreto, crearon
varios cárteles, en los que hubo frecuentes guerras de precios, que solían comenzar en un intento de castigar
a las empresas que se pensaba que habían reducido los precios en secreto para hacerse con una parte mayor
del mercado.
El cártel moderno más famoso y que más éxito ha tenido durante un decenio ha sido, sin duda, la
OPEP, la Organización de Países Exportadores de Petróleo. La OPEP se creó en 1960 pero sólo ha
funcionado activamente desde 1973. A partir de ese año ha funcionado como un cártel, en el que los 12
países miembros (las grandes naciones productoras de Oriente Medio e Indonesia, Nigeria y Venezuela) se
reúnen regularmente para fijar los precios que van a cobrar. Durante un tiempo los precios mundiales del
petróleo se mantuvieron bastante próximos a los acordados por la OPEP, pero a principios de los años
ochenta comenzaron a bajar, y a principios de 1986 se derrumbó el acuerdo de precios de la OPEP. ¿Qué
ocurrió?

Recuadro 12-2- La gran conspiración de las eléctricas

A comienzos de los años treinta, los ejecutivos de General Electric, Westinghouse y los otros
grandes productores norteamericanos de maquinaria eléctrica pesada participaron en cárteles secretos
destinados a eliminar la rivalidad en cada una de sus principales líneas de productos, que eran los
generadores, los transformadores, los interruptores y los aisladores. Este equipo es comprado por empresas
que generan, transmiten y distribuyen electricidad. Algunas son públicas; por ejemplo, el ayuntamiento de
Los Angeles vende electricidad a sus residentes. Otras son privadas pero están reguladas por el Estado (como
veremos en el Capítulo 14); por ejemplo, los neoyorquinos compran su electricidad a una empresa privada, la
Consolidated Edison.
Las empresas públicas que compraban equipo a los miembros del cártel obligaban a los proveedores
interesados a someterse a licitaciones secretas. Se seleccionaba la licitación más baja y se anunciaba la
empresa adjudicataria, pero las cantidades de las licitaciones se mantenían en secreto. Los cárteles realizaban
esta actividad acordando primero con cada miembro la parte del sector que le correspondía y confeccionando
una lista en clave que indicaba qué empresa tenía derecho a ser la licitadora más barata en cada uno de los
períodos quincenales siguientes. Las listas en clave también especificaban cuanto tenían que inflar sus

9
Se dice que los mercados en los que la entrada es tan fácil que no puede subirse el precio por encima del nivel
competitivo sin que aparezcan rápidamente nuevas empresas son mercados de entrada inmediata. en este caso extremo,
la colusión no puede elevar los beneficios.

10
licitaciones las demás empresas en estas «fases de la luna». Por tanto, dos empresas no podían presentar
nunca unas licitaciones idénticas, porque eso despertaría sospechas, pero la violación era inmediatamente
visible para todos los miembros del cártel.
Las empresas privadas normalmente no seguían esta práctica. Los miembros del cártel acordaban
simplemente respetar los precios anunciados en sus relaciones con estos clientes. No asignaban clientes a
determinadas empresas, lo que dificultaba la detección de las violaciones. General Electric no tenía ninguna
posibilidad de saber si había perdido un pedido en favor de Westinghouse porque al comprador le gustaba
más el personal de ventas de Westinghouse o porque Westinghouse había violado el acuerdo y bajado el
precio.
De hecho, hubo una gran cantidad de violaciones durante la existencia de estos cárteles. Algunas
veces otras empresas decidían castigar a los violadores y estallaba una enconada guerra de precios (los
compradores y los vendedores las llamaban «ventas blancas»). Otras, algunas empresas se negaban
simplemente a participar en uno o más cárteles, creyendo que podían obtener mejores resultados compitiendo
ferozmente y aumentando su cuota de mercado que coludiendo.
Estos acuerdos ¡legales concluyeron en 1960, cuando las empresas y los ejecutivos implicados
fueron acusados de fijar los precios por un gran jurado federal. Veintinueve compañías fueron sancionadas
con una multa cercana a los 2 millones de dólares y el pago de sumas muy superiores por los daños
ocasionados a los clientes. Siete ejecutivos fueron condenados a penas de cárcel y otros 23 a un período de
cinco años de libertad condicional.

Nota: Para un interesante análisis de estos cárteles, véase Richard Austin Smith, «The Incredible Electrical
Conspiracy», Fortune, abril-mayo 1961.

La Figura 12-2 muestra que los precios de la OPEP subieron acusadamente en dos ocasiones desde
1.973. La primera fue en 1973-1974, cuando el cártel hizo valer su fuerza por primera vez, cuadruplicando el
precio del petróleo durante y después de la guerra del Yom Kippur entre Israel y sus vecinos en octubre de
1973. Dado que la demanda de petróleo es inelástica a corto plazo, los precios se cuadruplicaron. En, 1979-
1980, cuando la revolución iraní interrumpió los suministros de petróleo, el precio se duplicó de nuevo. Los
ingresos totales de la OPEP derivados del petróleo aumentaron un 340% entre 1973 y 1980, incluso después
de tener en cuenta la subida general que experimentaron los precios durante ese período. El cártel tuvo un
enorme éxito al restringir la producción y aumentar los beneficios de sus miembros.
Los países de la OPEP no son, por supuesto, los únicos productores de petróleo en el mundo; en
1973 había otros (Estados Unidos, la Unión Soviética, Noruega, México y Gran Bretaña) que representaban
un 44 % de la producción mundial. Pero como muestra el análisis del modelo de la empresa dominante del
Capítulo 11, un cártel no necesita controlar toda la producción para gozar de un gran poder de monopolio.
Así, por ejemplo, la OPEP, al actuar como una única empresa dominante que sé enfrenta a un gran número
de competidores relativamente pequeños, pudo controlar el precio de mercado fijando su propia producción.
Cuando la OPEP consiguió por primera vez elevar los precios en 1973, muchos economistas
predijeron que el cártel pronto se derrumbaría debido al dilema de los oligopolistas que hemos analizado.
Estos observadores pensaban que algunos de sus miembros reducirían en secreto los precios para elevar su
propia producción y entonces se produciría una bajada general de precios cuando las demás se dieran cuenta
de lo que estaba pasando. Sin embargo, en los años setenta no se produjo ninguna división, a pesar de que la
OPEP no adoptó ninguna medida para limitar la producción de sus miembros ni sancionó la reducción de los
precios.
Actualmente la mayoría de los observadores piensa que la estabilidad de la OPEP se debió
principalmente al papel dominante de Arabia Saudí, que era el mayor productor. Arabia Saudí actuó
esencialmente como una empresa dominante en el seno del cártel. El precio de la OPEP se aplicó debido
principalmente a la voluntad de este país a mantener el acuerdo del cártel. Una vez acordado el precio, los
demás países actuaron como precio-aceptantes y vendieron tanto como quisieron10. Mientras Arabia Saudí
estuvo dispuesta a ajustar su propia producción para que la cantidad total ofrecida fuera igual a la demandada
al precio del cártel, los demás miembros pudieron vender todo lo que desearon a ese precio.

10
De hecho, Arabia Saudí no era el único país de la OPEP que no consideraba dado el precio. Kuwait y algunas otras
naciones árabes frecuentemente coordinaban sus medidas con ésta.

11
FIGURA 12-2. PRECIO DEL PETRÓLEO CRUDO IMPORTADO, 1968-1986.
Costo de adquisición nominal (dólares corrientes) y real (dólares de 1986) del crudo importado por las refinerías de
Estados Unidos. (Fuente: datos compilados por el Departamento de Energía de Estados Unidos y recogidos en varias
publicaciones).

Pero la OPEP ha tenido dificultades en los años ochenta. Debido a la subida de los precios, el mundo
en su conjunto consumía cerca de un 4 % menos de petróleo en 1984 que en 1973, a pesar de que el PNB
real de los países industrializados aumentó casi un 30 %. La subida de los precios también indujo a los países
que no pertenecían a la OPEP a incrementar su producción de petróleo cerca de un 50 % en este período.
Para mantener los precios altos a la vista de estos acontecimientos, la OPEP tuvo que reducir su producción
alrededor de un 45 % y Arabia Saudí un 80 %. Aún así, como muestra la Figura 12-2, el precio bajó tanto en
términos nominales como en términos reales después de 1981, y el valor en dólares de las exportaciones de
la OPEP ha disminuido todos los años desde 1980. En 1984 sólo representaba un 32 % de la producción
mundial de petróleo.
Finalmente, Arabia Saudí se dio cuenta a principios de 1986 de que el cártel de la empresa
dominante, en el que había absorbido grandes pérdidas de producción para apoyar el precio mundial, no
estaba sirviendo a sus intereses y comenzó a producir más petróleo, lo que redujo el precio mundial de cerca
de 30 $ el barril a menos de 10 $ en unos meses. En diciembre de 1986 las naciones de la OPEP acordaron
aceptar limitar su producción de petróleo y algunos países que no pertenecía al cártel (México, Noruega y la
Unión Soviética) también anunciaron que reducirían la producción. Los precios del petróleo se recuperaron
rápidamente hasta ascender a 18$ aproximadamente el barril, cifra todavía muy inferior a los precios reales
vigentes en el período 1974-1985. Pero los precios comenzaron a bajar de nuevo en febrero de 1987. Resta
por ver si el cártel puede mantener los precios monopolísticos ahora que Arabia Saudí no está dispuesto a
soportar los crecientes costos que supone la limitación de la producción.

La colusión tácita: el liderazgo y la estabilidad

Dado que los acuerdos explícitos sobre los precios entre las empresas privadas suelen ser ilegales,
los oligopolistas suelen buscar otras vías para cooperar tácitamente, sin llegar a acuerdos explícitos. Las
empresas pueden enviarse mensajes de muy diversas formas públicas y legales y utilizar toda una variedad
de recursos para detectar más fácilmente las violaciones.

12
A principios de los años cincuenta, por ejemplo, las empresas de cereales para el desayuno
competían incluyendo caros juguetes en la mayoría de los paquetes. Cuando un ejecutivo pronunció Una
conferencia anunciando que su empresa reduciría considerablemente su utilización de estos premios, los
otros grandes productores adoptaron la misma política y todos empezaron a ser más rentables. Las
variaciones de los precios de algunos productos, como el papel de lija, suelen anunciarse por adelantado, lo
que permite a otras empresas comentar los precios propuestos mediante sus propias respuestas antes de que
entren en vigor. La primera empresa que anuncia un cambio del precio suele revisar su anuncio si sus rivales
no anuncian los mismos cambios. Los oligopolistas firman a veces contratos de larga duración con sus
clientes que les obligan a cobrar el precio más bajo que ofrece otro vendedor o cobrar a todos los clientes el
mismo precio. Con estas prácticas es más difícil fijar los precios en secreto para socavar la colusión.
Desde principios de los años veinte hasta la Segunda Guerra Mundial, los tres principales
productores de cigarrillos -Reynolds (Camels), American Tobacco (Lucky Strikes) y Liggett Myers
(Chesterfields)- cobraron precios idénticos y consiguieron evitar totalmente la guerra de precios. El
mecanismo utilizado para lograrlo fue el liderazgo de precios.

· En el liderazgo de precios oligopolístico, una única empresa (el líder de precios) recibe tácitamente el
papel de fijar los precios de la industria. Las demás mantienen sus precios constantes hasta que el
líder anuncia que va a cambiar los suyos y generalmente la siguen anunciando el mismo cambio.

El líder de precios decide cuándo debe variar el precio. Si no se equivoca, las demás empresas hacen
lo mismo y el líder cambia realmente el precio de la industria sin haber coludido explícitamente con las
demás. Si éstas no lo siguen, el cambio del precio es vetado y el líder vuelve al pelotón retirando la subida.
El líder suele ser la mayor empresa, pero si sus anuncios son vetados por las demás con demasiada
frecuencia, puede surgir otro líder11. El liderazgo de precios se ha observado en muchas industrias
oligopolísticas, entre las que se encuentran la siderurgia y la industria del automóvil en el período posterior a
la Segunda Guerra Mundial.
En las industrias en las que hay líderes de precios, éstos tienden a permanecer constantes durante
períodos relativamente largos. El líder se muestra reacio a desequilibrar el barco y arriesgarse a perder su
posición anunciando cambios que pueden se ser vetados. Pero ¿por qué no modifican sus precios las demás
empresas cuando cambian las condiciones de costos o de demanda?

La curva de demanda quebrada del oligopolio. El modelo de la curva de demanda quebrada lo explica12.
Una empresa que no sea el líder de precios puede suponer razonablemente que si baja el precio, también lo
bajarán sus rivales, mientras que si lo eleva ninguna la seguirá.
La Figura 12-3 muestra las implicaciones de este supuesto. El precio actual es P0. Si la empresa que
no es la líder fijará uno más alto, perdería ventas rápidamente ya que sus rivales mantendrían los suyos en P0.
Por tanto, en los niveles de precios superiores al vigente, la curva de demanda de la empresa es muy elástica.
En cambio, si lo bajara, no ganaría mucho ya que sus rivales harían lo mismo. La curva de demanda que
corresponde a este razonamiento es la D de la Figura 12-3; es más elástica a los precios superiores al vigente,
P0, que a los inferiores. Dado que la curva de demanda es más plana en los niveles de precios superiores a P0,
que en los inferiores, su pendiente varía en P0, lo que produce una esquina en la curva.
La Figura 12-3 también muestra la curva de costo marginal de la empresa, CM, y su curva de ingreso
marginal, IM. Dado que la curva de demanda tiene una esquina en el precio P0, la curva IM es discontinua en
el nivel de producción correspondiente, Q0. En los niveles de producción inferiores a Q0, el ingreso marginal
es cercano al precio debido a que sólo es necesario bajar ligeramente el

11
Incluso en las industrias en las que no hay un claro líder de precios, alguien tiene que ser el primero en anunciar los
cambios del precio. En el verdadero liderazgo de precios, la misma empresa tiende a ser la primera durante un periodo
de tiempo relativamente largo y, como señalamos en el siguiente párrafo, los cambios del precio son relativamente raros
incluso cuando están cambiando los costos y las demandas.
12
Este modelo, que fue inventado casi simultáneamente en 1939 por Paul Sweezy, en Estados Unidos, y por R. L Hall y
C J. Hitch, en Inglaterra, se presenta a veces como una teoría completa de la fijación oligo-política de los precios. Pero
como no dice nada sobre el nivel de precios, no es una teoría completa. Si describiera a todos los vendedores de un
oligopolio, prediría que los precios cambiarían con menos frecuencia en el oligopolio que en el monopolio. Pero
muchos estudios han demostrado que esta predicción no es coherente con la conducta real del mercado.

13
FIGURA 12-3. LA CURVA DE DEMANDA QUEBRADA DEL OLIGOPOLIO.
En una industria en la que hay un líder de precios, cada una de las empresas que lo siguen supone que las rivales
imitarán sus reducciones de los precios, pero no sus subidas. Por tanto, las seguidoras se enfrentan a una curva de
demanda que tiene una esquina al precio vigente, P0, y una curva de ingreso marginal discontinua, IM. Debido al salto
de la curva de IM, las seguidoras no variarán su precio incluso aunque la curva de costo marginal, CM, se desplace en
una pequeña cantidad.

precio para elevar la cantidad demandada cuando los precios de los rivales están fijos. En los niveles de
producción superiores a Q, el ingreso marginal es mucho menor que el precio ya que es necesario bajar éste
considerablemente para elevar la demanda de la empresa cuando las rivales bajan también los suyos. La
curva CM pasa por la discontinuidad de la IM. A cualquier preció superior a P0, el ingreso marginal es menor
que el costo marginal y, por tanto, la empresa debe subir el precio y reducir la cantidad. En la medida en que
haya una esquina en P0, la curva CM pasará por la discontinuidad de la curva IM incluso aunque los costos
varíen levemente, y el precio óptimo seguirá siendo P0. Por tanto, en un oligopolio en el que haya un líder de
precios un seguidor generalmente maximiza sus beneficios manteniendo el precio en el nivel vigente hasta
que el líder anuncia un cambio.

La conducta no colusoria del oligopolio

¿Cómo se comportan los oligopolistas cuando no hay colusión explícita ni tácita? Incluso aunque la
colusión sea eficaz durante un tiempo, a menudo se rompe porque una o más empresas piensan que pueden
beneficiarse más violando las reglas que obedeciéndolas. Cuando las empresas no pueden coludir, el
problema esencial del oligopolio se convierte en un problema de estrategias: cada empresa parte de un
supuesto sobre su demanda y sobre las reacciones de sus rivales a sus propias acciones. Cada empresa actúa
para maximizar sus propios beneficios partiendo de lo que cree que harán las demás. Decide cómo
reaccionará a lo que hagan sus rivales exactamente de la misma forma.
No existen predicciones generales firmes sobre los resultados de esas relaciones entre los
oligopolistas no cooperadores. El precio puede encontrarse casi en cualquier parte entre el nivel competitivo
y el monopolístico y puede variar considerablemente a lo largo del tiempo. Lo que ocurra depende
fundamentalmente de lo que suponga cada participante que será la reacción de los demás. Si cree que sus
rivales no responderán a sus reducciones de los precios, por ejemplo, y todas tratan de ser la empresa de
precios bajos, éstas pueden bajar a niveles competitivos. Sin embargo, si estalla una guerra de precios, todas
las empresas cambiarán probablemente de idea sobre la conducta de sus competidoras. En ese caso, puede
subir el precio, quizá incluso lo suficiente para provocar otra ronda de reducción de los precios.
Incluso cuando la colusión no es eficaz, la mayoría de los economistas espera que los precios de los
oligopolios sean superiores a los niveles competitivos la mayor parte de las veces, pero el grado en que se
alejen de ellos depende tanto de lo que los oligopolistas sepan y crean sobre la conducta de sus rivales y,
como veremos ahora, de la capacidad de otros vendedores para entrar en la industria.

14
Disuasión a la entrada y conducta depredadora

Hasta ahora hemos dejado de lado en este apartado la posibilidad de que entraran nuevos
vendedores. Esta posibilidad añade dos nuevas características. En primer lugar, como hemos mencionado
antes, si no hay barreras a la entrada, el precio no puede permanecer por encima de] nivel competitivo a largo
plazo. La existencia de beneficios superiores a los normales atraerá a nuevas empresas y el aumento
consiguiente de la producción total presionará a la baja sobre el precio hasta llevarlo a niveles competitivos.
Sin barreras a la entrada, la colusión no puede elevar los beneficios a largo plazo.
En segundo lugar, como veremos ahora, la posibilidad de entrar puede influir en la conducta de los
oligopolios establecidos. Estos pueden emprender acciones destinadas a impedir que entren nuevas empresas
o a expulsarlas del mercado antes de que se establezcan.
Para impedir la entrada, los vendedores que coluden pueden fijar un nivel de producción superior al
de monopolio. Si hay economías de escala, esta medida puede impedir la entrada al obligar a la nueva
empresa a construir una planta pequeña con un elevado costo medio o a construir una grande y cara y
arriesgarse a reducir el precio por debajo del costo al aumentar mucho la producción total de la industria. La
práctica de cobrar el precio más alto que impida la entrada se denomina fijación de un precio límite.
Las empresas ya establecidas también pueden mantener un exceso de capacidad para que sea creíble
la amenaza de que aumentará acusadamente la producción si entran otras.
Se trata de la amenaza de practicar la fijación depredadora de los precios.

· Las empresas practican la fijación depredadora de los precios cuando los bajan para expulsar a
otras de la industria.

Normalmente, el depredador baja mucho sus precios, hastía un nivel en el que pierde dinero, pero en
el que confía que la competencia sufra más y no pueda sobrevivir durante mucho tiempo en la industria. Para
que esta práctica sea rentable, la entrada debe ser, por lo general, difícil. De lo contrario, las pérdidas del
depredador le impedirán hacer frente a la siguiente empresa que intente entrar, y así sucesivamente.
Las empresas pequeñas que no pueden cobrar los mismos precios que las rivales mayores a menudo
acusan a estas últimas de practicar la fijación depredadora de los precios. Pero en la mayoría de los casos la
entrada es fácil y la depredación no es sensata. Normalmente, las grandes empresas tienen simplemente
costos más bajos y no practican la fijación depredadora de los precios.
Pero aunque esta práctica es relativamente rara, existe. Un ejemplo especialmente claro es el de la
Hankow Shipping Conference de finales del siglo XIX, que era un cártel de propietarios de barcos que tenían
unos fletes fijos en el transporte marítimo entre China y el Reino Unido y que seguían una clara política
sobre las empresas que intentaban entrar13:

En 1885 la Conference decidió que «si algún barco que no pertenezca a la Conference fuera a Hankow a
cargar por su cuenta, debe enviarse allí al mismo tiempo el número necesario de barcos de la Conference
para ofrecer fletes más bajos que los que pueden ofrecer los propietarios de barcos independientes, sin
tener en cuenta si el flete que ofrecen es rentable o no».

Así pues, si trataba de entrar en el sector del transporte marítimo cualquier otro barco, los miembros
de la Conference debían ofrecer precios más bajos, independientemente de que pudieran perder con ello.
Estaban dispuestos a sufrir pérdidas a corto plazo para alejar a otras empresas y obtener así beneficios
excesivos como consecuencia de su posición de monopolio a largo plazo.

4. LA COMPETENCIA MONOPOLÍSTICA

13
Citado en B. S. Yamey, «Predatory Price Cutting: Notes and Comments», Journal of Law and Economics, abril,
1972, pág. 139 (el subrayado es nuestro). Copyright © Universidad de Chicago. Tal vez sorprenda al lector el hecho de
que se trata de un ejemplo muy antiguo. El problema de buscar buenos ejemplos recientes se halla en que actualmente la
fijación depredadora de los precios suele ser ilegal, por lo que los documentos como el citado constituyen una prueba
condenatoria. Por tanto, las empresas tienen sumo cuidado en no dejar constancia de sus estrategias depredadoras.

15
Pasamos ahora de la situación en la que hay pocos vendedores a la diferenciación del producto. La
teoría de la competencia monopolística14 describe una situación en la que hay una variedad de bienes y cada
empresa produce uno que es un sustitutivo cercano de los demás. Pensemos, por ejemplo, en las empresas
que compiten decidiendo vender en lugares cercanos, ofreciendo servicios o menús ligeramente diferentes o
produciendo variedades muy semejantes de pasta dentífrica o helado. Todo el mundo sabe que el helado es
bueno, pero nadie se pone de acuerdo en cuál es mejor. Cada heladería tiene, pues, una curva de demanda de
pendiente negativa.
Las curvas de demanda de pendiente negativa, que reflejan la diferenciación del producto, distinguen
la competencia monopolística de la competencia perfecta. Si un competidor monopolístico baja su precio, la
cantidad demandada de su producto aumenta ya que algunos compradores sustituyen los bienes de otros
vendedores por éste. Dado que los productos son diferentes, no todos los compradores cambian de producto,
como ocurriría en la competencia perfecta. Como su curva de demanda tiene pendiente negativa, el
competidor monopolístico puede elegir el precio que maximiza sus beneficios. Pero como es demasiado
pequeño para influir significativamente en el conjunto del mercado, supone que los competidores no
reaccionarán a su decisión respecto al precio.

Equilibrio a corto plazo

A corto plazo hay un número fijo de empresas en la industria. Al igual que ocurre en el monopolio,
cada una considera que su curva de demanda descendente es fija y elige el precio que maximiza su beneficio.
Al igual que ocurre en la competencia perfecta, todos los vendedores pueden obtener beneficios a corto
plazo.
En la Figura 12-4 mostramos las curvas de costo medio y marginal de una heladería, la empresa K,
que tiene una curva de demanda de pendiente negativa. La curva de costo medio tiene la forma familiar de U
que hemos visto en capítulos anteriores. La empresa selecciona el nivel de producción Q0, en el que el
ingreso marginal es igual al costo marginal, y cobra el precio P0. Al principio, obtiene beneficios económicos
en este punto, iguales al área sombreada (P0 – CMe0) × Q0. A corto plazo, pues, el competidor monopolístico
se parece a un monopolista.

Equilibrio a largo plazo

Las cosas son muy diferentes a largo plazo ya que pueden entrar empresas. La curva de demanda de
cada competidor monopolístico depende de los precios y del número de sustitutivos cercanos de su producto.
Cuantos más sustitutivos rivales hay y cuanto más bajos son sus precios, menor es la demanda del producto
de cada empresa.

Si los competidores monopolísticos están obteniendo beneficios a corto plazo, entrarán otras
empresas en la industria. Incluso cuando haya diferenciación del producto, la industria atraerá a nuevas
empresas -que produzcan sustitutivos cercanos pero no perfectos de los bienes existentes- mientras las ya
establecidas obtengan beneficios. Conforme entren empresas y aumente el número de sustitutivos, las curvas
de demanda de las ya establecidas se desplazarán hacia la izquierda. Continuarán entrando empresas hasta
que todas se vean llevadas al punto de beneficios nulos15.

Los elevados beneficios que muestra la Figura 12-4 atraerán, pues, a otras empresas al sector de
heladerías. Al entrar, la curva de demanda de la empresa K se desplazará hacia la izquierda ya que algunos
de sus clientes se irán a las nuevas empresas. Continuarán entrando nuevos competidores mientras la
empresa K y otras similares obtengan beneficios económicos. La entrada cesará cuando obtengan beneficios
nulos o, en otras palabras, cuando el precio sea igual al costo medio.

14
Este es el título de una obra publicada por Edward H Chamberlin, profesor de la Universidad de Harvard, publicada
en 1933 y que desarrolla el análisis siguiente.
15
Al igual que en la competencia perfecta, si las empresas no tienen la misma eficiencia algunas pueden obtener
beneficios económicos positivos incluso a largo plazo.

16
FIGURA 12-4. EQUILIBRIO A CORTO PLAZO EN CONDICIONES DE COMPETENCIA
MONOPOLÍSTICA.
Cada competidor monopolístico se enfrenta a una curva de demanda de pendiente negativa; es necesario reducir los
precios para elevar la producción. Los competidores monopolísticos lo tienen en cuenta igual que los monopolistas y
eligen el nivel de producción Q0, en el que IM = CM. Los beneficios, que en este caso son iguales a (P0 – CMe0) × Q0,
invitan a entrar a nuevas empresas.

FIGURA 12-5, EQUILIBRIO A LARGO PLAZO EN CONDICIONES DE COMPETENCIA


MONOPOLÍSTICA.
En condiciones de competencia monopolística, los beneficios atraen a nuevas empresas. Por tanto, en el equilibrio a
largo plazo, los beneficios son cero. Al igual que a corto plazo, el costo marginal es igual al ingreso marginal en todas
las empresas, el precio es superior el costo marginal e igual al costo medio. El equilibrio se encuentra en el punto F,
donde la curva de demanda es tangente a la curva de costo medio. Debido a la entrada, la curva de demanda de la
empresa se ha desplazado de D en la Figura 12-4 a D’ aquí.

La Figura 12-5 muestra la posición de equilibrio a largo plazo de la empresa K. Para maximizar los
beneficios dada su nueva curva de demanda, D', la empresa K produce la cantidad Q’, en la que el costo

17
marginal es igual al ingreso marginal. Por tanto, fija un precio P’ que es superior al costo marginal. Pero
obtiene un beneficio económico nulo ya que la curva de demanda es tangente a la curva de costo medio,
CMe, con este precio y nivel de producción. En este equilibrio de tangencia los beneficios son cero (CMe' =
P’) y, por tanto, no entra ninguna empresa en el sector.

Competencia monopolística frente a competencia perfecta

Tanto en la competencia perfecta como en la monopolística hay un gran número de vendedores, cada
uno de los cuales supone correctamente que los demás no se dan cuenta de sus actos. Las empresas
competitivas consideran dado el precio de mercado mientras que el competidor monopolístico sólo supone
que está dado el precio que cobran sus competidores. Dado que en condiciones de competencia
monopolística los productos están diferenciados, mientras que en condiciones de competencia perfecta son
homogéneos, los equilibrios a largo plazo de estos dos tipos de mercados difieren en tres importantes
aspectos.
En primer lugar, los competidores monopolísticos no producen en el punto de costo medio mínimo.
Como indica la Figura 12-5, cada empresa podría reducir su costo medio produciendo más. Pero, al igual que
los monopolistas, no producen más porque tendrían que reducir el precio a todos los compradores para
aumentar la cantidad demandada de su producto.
En segundo lugar, el precio es superior al costo marginal, por lo que hay una diferencia entre el valor
que conceden los consumidores a cada bien y su costo de producción. Por tanto, la competencia
monopolística, al igual que el monopolio, no conduce a una asignación perfectamente eficiente de los
recursos.
En tercer lugar, dada dado que el precio es superior al costo marginal, cada empresa estaría dispuesta
a vender más de lo que vende al precio vigente. Al igual que el monopolista, no bajará el precio para elevar
la cantidad demandada por encima del punto en el que el ingreso marginal es igual al costo marginal. Pero si
aparecieran nuevos clientes que quisieran comprar al precio vigente, el competidor monopolístico obtendría
más beneficios vendiéndoles. Por tanto, los vendedores pueden hacer publicidad para llamar la atención de
posibles compradores. En cambio, las empresas de una industria perfectamente competitiva siempre venden
lo que quieren al precio vigente. Si aparece otro cliente que quiere comprar más a este precio, el competidor
perfecto contesta que no le interesa vender más, ya que si elevara la producción aumentaría el costo marginal
por encima del precio.
La teoría de la competencia monopolística es muy valiosa porque centra la atención en las
situaciones en las que hay muchas empresas que venden productos ligeramente diferentes y porque introduce
claramente la variedad de productos en el análisis. Como acabamos de señalar, sus predicciones se alejan en
importantes aspectos del modelo de la competencia perfecta.

5. LA COMPETENCIA NO BASADA EN LOS PRECIOS: VARIEDAD Y PUBLICIDAD

Tanto en el oligopolio como en la competencia monopolística, las empresas que venden en el mismo
mercado a menudo ofrecen y anuncian profusamente toda una variedad de productos similares. Esta
observación suscita dos importantes cuestiones de las que se ocupa este apartado. En primer lugar,
¿proporcionan estos mercados la cantidad correcta de variedad o tratan las empresas de distinguir
excesivamente sus bienes de los de sus competidores, creando un exceso despilfarrador de variedad? En
segundo lugar, cuando las empresas se anuncian para diferenciar sus productos y, aumentar su demanda,
¿despilfarran recursos de la sociedad o es la publicidad un método eficiente para suministrar información?

Variedad

Dado que generalmente es caro proporcionar variedad, la sociedad tiene que producir solamente
algunos de los numerosísimos bienes y servicios imaginables. Consideremos el caso de un conjunto de
bienes posibles que son sustitutivos cercanos y supongamos que hay rendimientos crecientes de escala en los
niveles de producción bajos, como ocurre en el caso de las curvas de costo medio en forma de U. Entonces,
si tratáramos de producir todos los bienes imaginables, incurriríamos en un elevado costo -como los
automóviles o las furgonetas fabricados de encargo- ya que sólo haríamos unos pocos de cada uno y no nos
beneficiaríamos de las economías de escala. En la mayoría de los mercados probablemente es mejor limitar
el número de bienes que se produce y compensarlo explotando las economías de escala para producir una
cantidad mayor de cada uno con unos costos unitarios más bajos.

18
La teoría de la competencia monopolística ilustra la disyuntiva entre la variedad y los bajos costos.
En condiciones de competencia monopolística, el equilibrio de la industria a largo plazo es aquel en el que el
precio de cada empresa es igual al costo medio. Pero el costo medio es superior a su nivel mínimo (véase la
Figura 12-5) y el precio es superior al costo marginal. Si hay menos empresas y éstas producen una mayor
cantidad cada una y fijan un precio igual al costo medio, los precios y los costos unitarios serán menores.
Pero entonces habrá menos variedad que en el equilibrio de la competencia monopolística, y los
consumidores valoran tanto la variedad como los precios bajos.
¿Suelen elegir las economías de mercado correctamente entre una mayor variedad y unos costos
unitarios más bajos? Cuando vamos de compras, a menudo tenemos la sensación de que hay demasiada
variedad y de que los fabricantes despilfarran recursos para producir muchas marcas casi idénticas de
algunos productos. Sin embargo, los economistas no han sido capaces de demostrar claramente que hay
excesiva, suficiente o demasiado poca variedad.
Cuanto más grande es el mercado total, menos caro es suministrar un nivel cualquiera de variedad. A
medida que crece la economía y se enriquece la población, es eficiente aumentar la variedad ya que aumenta
la demanda de todos los bienes. En un país muy pobre, es posible que en muchos mercados haya suficiente
demanda para comprar la producción de una única empresa (monopolio). Conforme crece la economía y
aumenta, por consiguiente, la demanda de los consumidores, pueden entrar más empresas y, en ese caso, las
estructuras del mercado van pareciéndose a la competencia monopolística, lo que permite a los consumidores
beneficiarse de las ventajas de la variedad.
También puede lograrse esta ventaja aprovechándose del comercio internacional. Una gran parte del
comercio entre los países industrializados avanzados tiene lugar en la misma industria. Por ejemplo,
Alemania y Francia se venden automóviles. Este comercio de productos diferenciados beneficia a la
población de los dos países al permitirles acceder a una gama más amplía de productos, que se producen para
el mercado mundial y que, por tanto, pueden producirse en una escala razonablemente grande.

Publicidad

En 1985 se gastaron en Estados Unidos 95.000 millones de dólares en publicidad. Esta cifra fue tres
veces superior al total mundial y representó un 2,4 % del PNB de Estados Unidos. El Cuadro 12-5 muestra la
distribución entre los diversos medios de comunicación. La publicidad local corresponde a minoristas y la
nacional a fabricantes, y empresas de servicios qué venden en todo el país. Tal vez sea algo sorprendente ver
que se gasta mucho más en publicidad en la prensa local que en la televisión nacional.

CUADRO 12-5. DESCOMPOSICIÓN PORCENTUAL DE LOS GASTOS PUBLICITARIOS REALIZADOS


EN ESTADOS UNIDOS EN 1985

Porcentaje del gasto total en publicidad


Medio Nacional Local Total

Periódicos 3,5 23,3 26,8


Televisión 16,0 6,0 22,0
Radio 1,8 5,0 6,8
Revistas 5,5 0,0 5,5
Correo y otros 29,4 9,6 39,0
Todos los medios 56,0 44,0 100,0
Fuente: Advertising Age, 16 de diciembre de 1985, página 10.

Es difícil hacer generalizaciones sobre la publicidad ya que se realiza de muchas formas. Una gran
parte de los anuncios que vemos en la televisión parece un puro despilfarro que no contiene ninguna
información útil. ¿Se entera realmente la gente de algo nuevo cuando oye «Coca-Cola es así» por enésima
vez? Por otra parte, una gran cantidad de la publicidad que hacen las empresas rivales parece que se anula.
¿Cambiaría significativamente la conducta de la gente si Coca-Cola, Pepsi-Cola y las demás redujeran a la
mitad sus gastos publicitarios?
Por otro lado, una gran parte de la publicidad suministra información sobre la existencia y precios de
bienes y servicios, que, de lo contrario, los consumidores tendrían que obtener de alguna forma gastando
recursos. Piénsese en las Páginas Amarillas que ahorran suela de zapato y gasolina. Cuando hay huelga de

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periódicos, los consumidores suelen afirmar que echan de menos los anuncios al menos tanto como los
demás, y la publicidad de la prensa representa una cuarta parte del total. Tal vez no sea sorprendente que los
economistas no hayan tenido más éxito en demostrar que hay demasiada publicidad que en demostrar que
hay demasiada variedad. Y nadie ha encontrado una manera mejor de suministrar información sobre los
bienes y servicios existentes.
En algunos mercados la publicidad parece elevar los precios. Por ejemplo, las lejías líquidas que no
se anuncian se venden a un precio mucho más bajo que las marcas que son químicamente idénticas pero que
se anuncian mucho. Sin embargo, en otros casos la publicidad, permite a los consumidores identificar y
evaluar mejor a los competidores y, por tanto, tiende a reducir los precios. Por ejemplo, según un estudio, en
Estados Unidos el precio de las gafas era entre un 25 y un 30 % más bajo en los estados en los que se
permitía la publicidad que en los estados en los que no se permitía. Algunos economistas sostienen que las
empresas ya establecidas pueden conseguir la lealtad de los clientes mediante una abundante publicidad y
crear así barreras a la entrada. Otros arguyen que las nuevas marcas suelen ser las que más se anuncian, por
lo que la publicidad constituye un importante medio de entrada.
Una difícil e importante cuestión es si la publicidad manipula los gustos de los consumidores.
¿Somos, como piensan muchos, ávidos consumidores a pesar de la naturaleza humana y debido a la
publicidad o es meramente la naturaleza humana la que asegura que somos consumidores serios incluso de
bienes frívolos? ¿Sigue la publicidad a los cambios de la sociedad o provoca esos cambios? Se trata de
importantes cuestiones ya que normalmente juzgamos el sistema económico por su capacidad para satisfacer
nuestros deseos. Pero si parte del sistema está creando nuestros deseos, no es demasiado alentador saber que
esos deseos se satisfacen. Si queremos lo último en relojes electrónicos con alarmas de doce tonos sólo
porque una astuta agencia publicitaria nos ha convencido de que todo el mundo debe tener uno, es difícil que
nos impresione el éxito de la economía si nos proporciona un reloj de ese tipo. Desgraciadamente, la
economía no da respuestas claras a estos interrogantes. La mayoría de nuestros deseos son aprendidos; nadie
salvo un visón nace queriendo un abrigo de visón. Y la publicidad está por todas partes. Sin embargo,
debemos guardarnos de la simplista idea de que todos nuestros deseos son fruto de una publicidad
manipuladora. Los abrigos de visón no se anuncian mucho y muchos productos nuevos y muy anunciados
nos hacen, de hecho, la vida mucho más fácil e interesante.

· El oligopolio y la competencia monopolística, como el monopolio, y a diferencia de la competencia


perfecta, generalmente no generan una asignación de los recursos perfectamente eficiente. A diferencia
de los dos casos extremos, son muy frecuentes. En los dos capítulos siguientes veremos cómo responde
la política reguladora del gobierno al poder del monopolio y a otras fuentes de fallos del mercado. No
obstante, una cosa debe quedar clara de antemano. La regulación pública no intenta seriamente hacer que
todos los mercados sean perfectamente competitivos. Eso sería imposible. De hecho, el gobierno puede
resolver, a lo sumo, fallos excepcionalmente graves. Sin embargo, eso no es tan malo como puede
parecer. Aunque pocos mercados funcionan exactamente como si fueran perfectamente competitivos,
muchos se aproximan a ello.

Resumen

1. Los oligopolios -industrias en las que la mayor parte de las ventas es realizada por unas pocas empresas-
existen porque las economías de escala hacen que sea eficiente que sólo haya un pequeño número de
vendedores. Pero a menudo la concentración de vendedores es mayor de lo que exigen las economías de
escala en la producción.
2. Las economías de escala también crean barreras a la entrada, que permiten a los oligopolistas obtener
beneficios sin atraer a nuevas empresas.
3. La diferenciación del producto, que es importante en muchos mercados, surge porque a los vendedores
les resulta rentable responder a los diferentes gustos y deseos de variedad de los compradores. Suele ir
asociada a la publicidad y a otros costos de comercialización.
4. Son dos las fuerzas básicas que determinan la conducta de los oligopolistas. Coludiendo, las empresas
pueden mantener el precio por encima del nivel competitivo y obtener beneficios. Violando un acuerdo
colusorio, pueden beneficiarse siempre y cuando las demás no respondan. El dilema de los oligopolistas
ilustra la tensión entre estas dos fuerzas.
5. La colusión suele ocurrir con mayor probabilidad cuando es legal y cuando hay un número pequeño de
vendedores. Las diferencias entre las empresas o los productos, las variaciones de los costos y las
demandas y la posibilidad de bajar en secreto el precio tienden a hacer que la colusión sea más difícil.

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6. Cuando la colusión es legal, los oligopolistas a menudo crean cárteles para fijar el precio y limitar la
producción. Los cárteles suelen romperse porque las empresas violan el acuerdo. El cártel de la OPEP
tuvo éxito durante mucho tiempo debido en parte a la disposición de Arabia Saudí a limitar su
producción y permitir que los demás oferentes vendieran tanto como quisieran al precio del cártel.
7. Cuando la colusión explícita es ilegal, a veces las empresas encuentran fórmulas para cooperar
tácitamente, lo que suelen hacer mediante el acuerdo tácito según el cual una empresa actúa de líder de
precios y las demás siguen las variaciones de su precio. El modelo de la curva de demanda quebrada
muestra por qué en una industria de este tipo las demás empresas no modifican sus precios ni siquiera
cuando varían los costos.
8. Si las empresas no pueden coludir, su conducta depende de cómo, espere cada una que reaccionarán las
demás a lo que ella hace. Los precios pueden variar entre el nivel monopolístico y el competitivo.
9. Para impedir la entrada de nuevas empresas, los oligopolistas que coluden pueden fijar un precio inferior
al nivel de monopolio. A veces se utiliza la fijación depredadora de los precios para impedir la entrada,
pero está práctica no es frecuente.
10. Existe competencia monopolística cuando hay muchas empresas que venden productos semejantes y
cada una tiene una curva de demanda descendente. La entrada de nuevas empresas que venden
sustitutivos cercanos presiona a la baja sobre el precio y los beneficios. Existe equilibrio a largo plazo
cuando las empresas tienen unos beneficios nulos, al igual que en la competencia perfecta, pero el precio
es superior al costo marginal.
11. Como consecuencia de las economías de escala, no es económico producir todos los bienes posibles. No
está claro si la competencia monopolística genera una excesiva variedad o demasiado poca.
12. Más del 2 % del PNB se gasta en diferentes tipos de publicidad, cuyos efectos parece que varían
considerablemente. Y no se ha podido demostrar que la cantidad de publicidad es excesiva o demasiado
poca.

Términos clave

Concentración de vendedores
Coeficiente de concentración
Escala mínima eficiente
Oligopolio natural
Colusión explícita
Colusión tácita
Dilema de los oligopolistas (o de los prisioneros)
Cártel Líder de precios Curva de demanda quebrada
Fijación de un precio límite
Fijación depredadora de los precios
Equilibrio de tangencia

Problemas

1. La curva de demanda a la que se enfrenta una industria es la siguiente:

Precio Cantidad Precio Cantidad


10 1 5 6
9 2 4 7
8 3 3 8
7 4 2 9
6 5 1 10

(a) Suponga que es un monopolio y que el monopolista tiene un costo marginal constante de producción
igual a 3 (también igual al costo medio). Basándose en el análisis del Capítulo 11, halle el precio y la
producción que elegirá. (b) Suponga ahora que hay dos empresas en la industria, es decir, que se trata de
un duopolio, y que cada una puede producir con un costo medio y marginal constante de 3. ¿Qué nivel
de precios y de producción maximiza sus beneficios conjuntos si deciden coludir? (e) ¿Por qué tienen
que ponerse de acuerdo las dos empresas sobre la cantidad que va a producir cada una de ellas? (d) ¿Por

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qué podrían sentirse tentadas ambas a violar el acuerdo si pudieran evitar las represalias de la otra? ¿Qué
nos dice esto sobre la conducta de los oligopolistas?

2. Suponga que una de las empresas de la industria (llamémosla empresa Z) decide violar el acuerdo y cree
que la otra (la A) continuará manteniendo fijo su precio. (a) ¿Qué hará la empresa Z? (b) ¿Cómo espera
que reaccione la A? (c) ¿Cómo podría terminar un proceso como éste?
Nombre cinco oligopolistas a los que compró usted algún bien o servicio el año pasado. (a) ¿En cuál de
ellos cree usted que las economías de escala son la principal razón por la que es grande la concentración
de vendedores? ¿Por qué? (b) ¿Qué otras fuerzas aumentaron la concentración de vendedores en estas
industrias? (c) ¿Conoce algunas de las razones por las que sería difícil para una nueva empresa entrar. en
alguna de estas industrias? ¿Ha habido alguna entrada reciente en cualquiera de estos casos?

4. En muchos países hay centros de comercialización de productos lácteos o frutas. Se trata de


organizaciones a las que pertenecen los agricultores que cultivan un determinado tipo de fruta o que
fabrican productos lácteos y a través de las cuales venden su producción. En algunos casos, las cámaras
de comercio indican a sus miembros la cantidad que podrán venderles ese año. En otros se limitan a
comprar lo que los agricultores desean vender y les pagan la cantidad que obtienen por la venta del
producto, con un ajuste para tener en cuenta los costos de la cámara. (a) ¿En cuál de esos casos es
probable que las cámaras actúen como cárteles? (b) ¿Por qué podría ser inestable el caso del cártel a
menos que las cámaras tuvieran fuerza legal para exigir a todos los agricultores que les vendieran sus
productos sólo a ellas?

5. Esta pregunta se refiere a la importancia de la entrada. Vuelva al problema 1 y suponga que una empresa
puede producir más barato que otra, con un costo marginal y medio constante de 3. Suponga que todas
las demás que pueden entrar en la industria pueden producir con un costo medio y marginal constante de
5. (a) ¿ Qué precio cobrará la única empresa de la industria? (b) ¿Qué precio cobraría si no hubiera
amenaza de entrada? (e) ¿Cómo ha influido, por tanto, la amenaza de entrada en el precio?

6. Algunas veces las estaciones de servicio y los talleres de reparaciones de automóviles han sugerido que
los mecánicos deberían tener una licencia para garantizar que las reparaciones son realizadas por
personal cualificado. Algunos economistas han afirmado que no es necesaria la concesión de licencias.
En la medida en que los mecánicos sean formados por una institución que tenga una buena reputación
(frecuentemente los fabricantes de automóviles proporcionan cursos de formación), cualquier cliente
interesado podrá encontrar un mecánico cualificado preguntando por su formación. (a) ¿Por qué son
contrarios esos economistas a las licencias? (b) Evalúe los argumentos a favor y en contra de la
concesión de licencias a los mecánicos. (c) ¿Son diferentes esos argumentos en el caso de los doctores?
¿Por qué si o por qué no?

7. El Cuadro 12-5 contiene los porcentajes de gastos publicitarios totales realizados en los diferentes
medios de comunicación en 1985. (a) Después de haber sido expuesto a una gran parte de esta
publicidad, ¿sabría clasificar estos gastos en informativos o persuasivos? (b) ¿Por qué es importante la
distinción entre publicidad informativa y persuasiva? (c) ¿Considera usted útil la distinción? (d) ¿Puede
darse un argumento económico para prohibir determinados tipos de publicidad?

8. ¿Se producen todos los colores posibles de toallas? ¿Por qué si o por qué no? Si le dieran poder para
producirlos, ¿cómo decidiría usted la cantidad de colores que debería haber en el mercado?

9. El cuadro adjunto describe la curva de demanda a la que cree enfrentarse un oligopolista. Su costo
marginal de producción es constante e igual a 3.

Precio Cantidad Precio Cantidad


10 0 5 13
9 3 4 14
8 6 3 15
7 9 2 16
6 12 1 17

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(a) ¿Cuál es el precio y el nivel de producción óptimos de la empresa? (b) ¿Cuánto tendría que aumentar el
costo de producción para que éste elevara el precio?

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