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UNIDAD 9: “Organizaciones (I)”

“La organización genital infantil”

Freud va a introducir tardíamente una etapa fálica. En esta solo cobra un papel importante el falo.
Es una zona de mucho interés y excitación. Más tarde se exteriorizada como esfuerzo de
investigación, como curiosidad sexual. Esta fase es simultánea al complejo de Edipo, y culmina con
el ingreso al periodo de latencia.

Etapa fálica:

Niño: para este es normal suponer en todos los seres vivos un genital parecido al suyo. Sin embargo
al descubrir que esto no es así se sorprende, al observar en su hermanita o en alguna niña la falta de
pene de asombran, desconocen esa falta, primero creen que es pequeño y que luego les crecerá,
hasta llegar a la conclusión de que estuvo pero fue removido. Esto provocara en el niño temor a la
perdida propia de su genital, se generará una angustia de castración. Esa castración fue a modo de
castigo por haber realizado las mismas mociones prohibidas que él tiene. Para el niño solo las
personas despreciables del sexo opuesto perdieron su genital, mientras que las personas respetables
como su madre aun lo conservan. El niño divide el mundo en falo-castrado.

Niña: cuando la niña visualiza en algún hermanito la presencia del genital masculino lo entiende
como algo superior a su órgano, pequeño y escondido. La niña quiere tener eso que no posee, así
cae bajo la envidia del pene. Esta tiene tres consecuencias:

 Puede surgir un complejo de masculinidad: se niega a aceptar su castración, se convence de


que tiene pene.
 Puede ocurrir inhibición sexual o neurosis: el deseo de tener pene provoca una neurosis o se
estropee el goce de su sexualidad mediante la inhibición.
 Pueden aflojarse los vínculos tiernos con la madre: de esta forma pasa de la ligazón-madre
a la ligazón-padre mediante el reproche que le hace a su madre por haberla parido mujer. La
niña cambia el deseo del pene por el deseo del hijo tomando a su padre como objeto de
amor. Así ingresa al complejo de Edipo.

“El sepultamiento del complejo de Edipo”


“Conferencia 33: la feminidad”
“Sobre la sexualidad femenina”

Complejo de Edipo:

Niño: todo niño tiene una aspiración a quedarse con su madre y tomar a su padre como rival. La
primera relacion del niño es con su madre quien se encarga de cuidarlo y así se convierte en el
objeto que el niño aspira a poseer. Pero en esa relacion aparece un tercero que es el padre, quien va
a impedir esa relacion incestuosa mediante la amenaza de castración. Entrará en conflicto entre
conservar su miembro (intereses narcisistas) y perder a la madre, o conservar a la madre y perder el
miembro. Para Freud la salida ideal es que el niño resigne a su madre como objeto. El complejo de
castración provoca el derrumbe del complejo de Edipo y por eso es que en el niño el Edipo es una
formación primaria.

Las investiduras de objeto son resignadas y sustituidas por identificación. La autoridad del padre,
introyectada en el yo, forma el núcleo del superyo, que toma prestada su severidad, perpetúa la
prohibición del incesto y asegura al Yo contra el retorno de la investidura libidinosa de objeto. Las
aspiraciones libidinosas son desexualizadas y sublimadas, son inhibidas en su meta y mudadas en
mociones tiernas. Se inicia el período de latencia que interrumpe el desarrollo sexual del niño.

Niña: también tiene como primer objeto a su madre pero una de las consecuencias de la envidia del
pene es que la niña le reproche a su madre haberla parido mujer y así pase de ligazón-madre a la
ligazón-padre resignando el deseo del pene por el de un hijo. Elige al padre pretendiendo que este le
dé algo que la madre no pudo darle. La madre deviene en rival. Así ingresa al Edipo.

La castración le precede y la prepara, es una formación secundaria. La niña parte de la castración


como hecho consumado.

Se queda un tiempo en el complejo de Edipo y luego se va sola del mismo. Se abandona


progresivamente, puede ser abandonado poco a poco, tramitado por represión o sus efectos penetrar
en la vida anímica normal de la mujer.

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